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Segundo Parcial Psicopatologia
Segundo Parcial Psicopatologia
OM
Siente interés por la relación madre-bebé. Progresó también su control motor fino: manipula
más libremente con una mano y alterna de una a la otra. Rota su codo. Puede imitar
groseramente un trazo circular. Le gustan los opuestos. Interés por colocar una cosa dentro
de otra y por separar y volver a unir cosas.
Todo el aparato lingüístico pasa por un proceso de rápida organización. Empieza a hilvanar
palabras, se presentan las oraciones. Soliloquios. Compulsión por ejercitar sus aptitudes
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vocales, repite palabras, nombra cosas.
Prefiere el juego solitario al paralelo. Etapa pre cooperativa: observa lo que hacen otros antes
que participar en ello. No es capaz de compartir.
D.
(CAP. 16) – Gesell
Los dos años y medio es la edad de las paradojas. Varía entre extremos opuestos. Es un
AD
período de transición. Debe esforzarse mucho para mediar entre sus impulsos contrarios. Su
equilibrio es inestable porque sus mecanismos de inhibición son muy incompletos.
Incapacidad para modular su conducta. Súbitos cambios de actividad intensa a quietud
pasiva, de exuberancia a timidez; de agudo deseo de posesión de un objeto a indiferencia; de
lloriqueo por comida a su rechazo; de chillidos y gritos a susurros monótonos; de la risa al
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gemido.
Todavía no controla bien sus músculos flexores y extensores, agarra con demasiada fuerza y
FI
Le gusta manejar las situaciones. Puede parecer tiránico, no es posible forzarlo. Época de los
caprichos y de las paradojas. Se habla mucho a sí mismo.
Escucha las palabras con seguridad e insight crecientes. Le gusta trabar conocimiento con
nuevas palabras. Utiliza palabras con mayor confianza e inflexión inteligente. Emprende
soliloquios y dramatizaciones en que combina acciones y palabras para practicar el lenguaje.
Interés por las personas. Observa las expresiones faciales para averiguar qué significan. Es
capaz de simpatía. Crecen tanto la inteligencia como la emoción. Es capaz de esperar su turno,
se puede negociar con él. Le interesa colaborar en los preparativos pero el ritual es menos
rígido. Más confiado en sí mismo, le gusta ayudar a otros. Espíritu cooperativo incipiente. Le
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gusta agradar y conformarse. Obediente y tranquilo.
Su sentido del tiempo es escaso, pero dentro de sus limitaciones bien definido, distingue entre
noche y día.
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(CAP. 18) – Gesell
Los tres años y medio. Se trata de un período muy difícil. Hay una negativa a obedecer.
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Encuentra placer en rehusar y en insistir en que las cosas se hagan a su manera. Él debe ser
quien de todas las órdenes, le gusta mandar.
Aunque este niño se resiste mucho a lo que otros le piden, él pide mucho a los otros. Él debe ser
AD
quien dé todas las órdenes y sólo parece sentirse seguro cuando manda en la situación.
Teme a las alturas, frecuentes caídas y traspiés, pide al adulto que lo tenga de la mano, sobre
todo al subir escaleras.
El tartamudeo con frecuencia se trata de una fase pasajera, a la que no debe atribuirse
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importancia.
Por momentos, la confusión interior del niño aumenta hasta tal punto, que el pequeño cae en
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la desesperación.
En esta edad el niño puede ser imaginativo e inventivo y demostrar verdadera capacidad de
juego. Puede tener conciencia de los sentimientos de otro y ser muy cariñoso al expresar los
suyos. Su capacidad verbal es ahora plena y rica y él tiene mucho de qué hablar.
Impulso motor poderoso. Puede combinar hablar y comer. Controla mejor su equipo motor,
incluso la voz. Manos, piernas, brazos y pies comienzan a emanciparse del conjunto postural
Mente vivaz. Organización mental fluida, imaginería siempre en movimiento. Exagerado y gran
fabulador. Le gusta el juego dramático. En vez de asentir, afirma. Se torna desafiante. Se elogia
a sí mismo mediante la jactancia. Tiene escasa apreciación de la decepción y las emociones
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personales de otros. Periodo de rápida aculturación. Quiere actuar como un adulto.
Empieza a dibujar algo y antes que lo haya concluido ya es otra cosa. Un cubo es un frasco de
remedio, y en otro instante un estetoscopio. Es adepto a tomar frases de su cultura lingüística.
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sí solos en grupos de 3 o 4, con frecuente segregación entre varones y mujeres; se dictan
mandamientos y se excluyen intrusos. La madre es el tribunal de última instancia y su
autoridad se cita con frecuencia. La sensación de pertenecer a un grupo constituye un paso
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hacia la comprensión de la índole de un grupo social.
Quiere hacer lo correcto, le gusta pedir permiso y que se lo elogie por hacer las cosas “cómo
se debe”. Perfección y economía de movimientos consumada.
Aumenta el empleo del humor: acciones ridículas, lenguaje tonto e incongruente. Es realista,
por lo que si tenía un compañero imaginario ya no tiene interés. Hay pocas rabietas, no es
revoltoso.
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en él grandes montos de afecto. Lo opuesto al juego es la realidad efectiva. El niño diferencia la
realidad de su mundo del juego y tiende a apuntalar sus objetos y situaciones imaginados en
cosas del mundo real. Lo que diferencia su “jugar” del “fantasear” es que cuando juega, el niño
apuntala sus objetos y situaciones imaginadas en objetos reales.
El adulto deja de jugar y renuncia a la ganancia de placer que extraía del juego. Pero lo
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que parece ser una renuncia es en realidad una formación de sustituto. El adulto cuando cesa
de jugar, sólo resigna el apuntalamiento en objetos reales, en vez de jugar, fantasea. Construye
sueños diurnos.
D.
El niño juega solo o forma con otros niños un sistema psíquico cerrado a los fines del
juego, pero así como no juega para los adultos como si fueran su público tampoco oculta de
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ellos su jugar. El jugar del niño está dirigido por el deseo de ser grande y adulto, imita en el
juego lo que le ha devenido familiar de la vida de los mayores. No hay razón alguna para
esconder ese deseo. En cambio, al adulto su fantasear lo avergüenza por infantil y por no
permitido. Deseos insatisfechos son las fuerzas pulsionales de las fantasías, y cada fantasía
singular es un cumplimiento de deseo, una rectificación de la insatisfactoria realidad. Estos
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Una fantasía oscila en cierto modo entre tres tiempos. El trabajo anímico se anuda a una
FI
impresión actual, una ocasión del presente que fue capaz de despertar los grandes deseos de la
persona, desde ahí se remonta al recuerdo de una vivencia anterior (pasado), infantil las más de
las veces, en que aquel deseo se cumplía, y entonces crea una situación referida al futuro (la
fantasía) que se figura como el cumplimiento de ese deseo, en que van impresas las huellas de
En el caso del poeta: una intensa vivencia actual despierta en el poeta el recuerdo de
una anterior, las más de las veces una perteneciente a sus niñez, desde la cual arranca entonces
el deseo que se procura su cumplimiento en la creación poética, y en esta última se pueden
discernir elementos tanto de la ocasión fresca como del recuerdo antiguo.
Tanto la creación poética como el sueño diurno son continuación y sustituto de los antiguos
juegos del niño. De ello se deriva la insistencia sobre el recuerdo infantil en la vida del poeta.
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acentuación erógena de la zona anal en la infancia.
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psíquico y son heces = pene y niño y caca = regalo = dinero. La caca tiene valor erótico que se
entrega a otros elementos por desplazamiento. Caca y regalo ceden placer autoerótico por
amor al objeto y regalo y dinero es porque la caca es el único “dinero” que conocen y se
regala.
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Transposición heces – pene en el varón (4 años): pasaje de erotismo anal a fálico. Se da una
analogía por ser cuerpos sólidos que estimulan una mucosa cuando la atraviesan. Parte que
AD
puede ser despedida del cuerpo (el falo cuando se percibe la diferencia anatómica de los
sexos).
La ausencia o presencia llama la atención del niño y la niña, por eso entienden “tiene – no
tiene”. Como se perdieron las heces se puede perder el pene, aquella parte valiosa. Se
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En la mujer: ecuación pene –niño se da en consecuencia a la envidia del pene porque se siente
inferior por no tenerlo y busca sustituirlo. En el ingreso a la etapa edípica busca al hombre que
tiene pene, el padre, y anhela tener un bebé como compensación, de la envidia y el
sentimiento de inferioridad.
Etapa fálica: Teoría de la cloaca Por las teorías sexuales infantiles, los niños creen que los
bebés son expulsados como caca, ya que asimilan las teorías a su propia experiencia (caca =
niño).
En la niña, el deseo del pene se muda en deseo del hijo. Luego, un camino adecuado la conduce
al deseo del varón como portador del pene.
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al deseo del hijo.
Cuando en la vida posterior están ausentes las condiciones de la neurosis, se muda entonces en
el deseo del Varón. El varón es aceptado como un apéndice del pene. Mediante esta mudanza,
una moción contraria a la función sexual femenina se convierte en una favorable a ella. De ese
modo se posibilita un vida amorosa del tipo masculino de amor de objeto, que puede afirmarse
junto al genuinamente femenino, derivado del narcisismo. En otros casos, es sólo el hijo el que
C
produce el paso del amor narcisista al amor de objeto.
Por otro camino, también un sector del erotismo de la fase pre genital deviene apto para ser
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aplicado en la fase del primado genital. El hijo es considerado como regalo, como algo que se
desprende del cuerpo por el intestino; así un monto de investidura libidinosa aplicado al
contenido del intestino puede extenderse al niño nacido a través de él. Hay identidad entonces
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entre hijo y caca.
La caca es el “primer regalo”, una parte del cuerpo de la que el lactante se separa a instancias
de la persona amada; en torno de la defecación se presenta una primera decisión entre la actitud
narcisista y la de amor de objeto: o la entrega por amor o la retiene para la satisfacción
autoerótica o para afirmar su propia voluntad. Con esta última decisión queda constituido el
desafío o terquedad que nace de una porfía narcisista en el erotismo anal.
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El siguiente significado hacia el que avanza la caca es regalo. El niño no conoce otro dinero que
el regalado. Como la caca es su primer regalo, trasfiere fácilmente su interés de esa sustancia a
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Trasposición caca-pene: Hay una analogía, por ser cuerpos solidos que estimulan una mucosa
cuando la atraviesan. Hay una importancia erógena del pene y se lo considera una parte que
puede ser desprendida del cuerpo, complejo de castración, se da cuando percibe la diferencia
anatómica de los sexos.
En la génesis del ideal del yo, se esconde la identificación con el padre de la historia personal, es
una identificación directa, no mediada y más temprana que cualquier investidura de objeto.
Pero las elecciones de objeto de los primeros periodos sexuales parecen tener su desenlace en
una identificación de esa clase, reforzándose así la identificación primaria.
El varón, en la época tempranísima desarrolla una investidura de objeto hacia la madre, que
tiene su punto de arranque en el pecho materno. Del padre se apodera por identificación.
Ambos vínculos marchan uno junto al otro un tiempo, hasta que se refuerzan los deseos sexuales
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hacia la madre y al percibir al padre como rival nace el complejo de Edipo. La identificación-
padre cobra ahora una tonalidad hostil, y de ahí en más la relación con el padre será
ambivalente. Este es el complejo de Edipo simple, positivo.
Con la demolición del complejo de Edipo, la investidura de objeto de la madre puede tener dos
reemplazos: identificación con la madre o refuerzo de la identificación-padre (la más normal,
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que permite retener en cierta forma el vínculo tierno con la madre y reafirma la masculinidad).
Como resultado más universal de la fase sexual gobernada por el complejo de Edipo, se puede
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suponer una sedimentación en el yo, que consiste en el establecimiento de estas dos
identificaciones, unificadas de alguna manera entre sí. Esta alteración del yo se enfrenta al otro
contenido del yo como ideal del yo o Superyó.
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Pero el Superyó no es simplemente un residuo de las primeras elecciones de objeto del ello,
tiene también la significatividad de una formación reactiva frente a ellas. Contiene la
advertencia “así como el padre debes ser” y la prohibición “así como el padre no debes ser”.
El Superyó conservará el carácter del padre y cuanto más intenso fue el complejo de Edipo y más
rápido se produjo su represión, tanto más riguroso devendrá el imperio del Superyo como
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conciencia moral.
El ideal del yo es el heredero del complejo de Edipo y expresión de las más potentes mociones
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y los más importantes destinos libidinales del ello. Mediante su institución, el yo se apodera del
complejo de Edipo y simultáneamente se somete él mismo al ello. Mientras que el yo es
esencialmente representante del mundo exterior, el Superyó se le enfrenta como abogado del
mundo interior, del ello.
En el niño: se ha volcado interés en sus genitales y lo demuestra con su vasta ocupación manual.
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Los adultos están en desacuerdo con ese obrar, y sobreviene la amenaza de castración sobre
esa parte tan estimada por él. La tesis es que la organización genital fálica en el niño se va a
pique a raíz de la amenaza de castración. Tras la observación de los genitales femeninos
empieza el niño a contar con la posibilidad de una castración, no puede menos que convencerse
de la falta de un pene en un ser tan semejante a él. Con ello se vuelve representable la pérdida
del propio pene y la amenaza de castración obtiene su efecto con posterioridad.
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El complejo de Edipo ofrece al niño dos posibilidades de satisfacción, una activa y una pasiva.
El niño puede situarse de manera masculina en el lugar del padre y mantener comercio con la
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madre, a raíz de lo cual el padre es sentido pronto como un obstáculo. O quiere sustituir a la
madre y hacerse amar por el padre, con lo cual la madre quedo sobrando. La aceptación de la
posibilidad de la castración, la intelección de que la mujer es castrada, puso fin a estas dos
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posibilidades. En efecto, ambas conllevaban la pérdida del pene; la masculina en calidad de
castigo y la femenina como premisa. Por fuerza estalla el conflicto entre el interés narcisista en
esta parte del cuerpo y la investidura libidinosa de los objetos parentales.
Las investiduras de objeto son resignadas y sustituidas por identificación. La autoridad del
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padre es introyectada al yo, forma ahí el núcleo del superyó que toma prestada del padre su
severidad, perpetúa la prohibición del incesto y asegura al yo contra el retorno de la
investidura libidinosa de objeto. Las aspiraciones libidinosas pertenecientes al complejo de
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Edipo son en parte desexualizadas y sublimadas, es decir, son inhibidas en su meta y mudadas
en mociones tiernas. El proceso en su conjunto salvó a los genitales, alejó el peligro de pérdida
de ellos y además los paralizó. Se inicia entonces el periodo de latencia, que interrumpe el
desarrollo sexual en el niño. El complejo de Edipo se va al fundamento a raíz de la amenaza
de castración.
En la niña: el clítoris se comporta al comienzo como un pene, pero ella percibe que es
“demasiado corto”, y siente este hecho como un perjuicio y una razón de inferioridad. Primero
cree que cuando crezca el pene también lo hará, pero luego explica su falta mediante el supuesto
de que una vez poseyó un miembro igualmente grande y que después lo perdió por castración.
No extiende esta inferencia a otras mujeres. La niña acepta la castración como un hecho
consumado, mientras que el varón tiene miedo a la posibilidad de su consumación.
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volverá significativa y creerá en la amenaza. Dos reacciones resultarán de ello: horror frente a la
criatura mutilada o menosprecio triunfalista sobre ella.
En cambio, cuando la niña nota el pene de algún niño, lo discierne como el correspondiente
superior de su propio órgano (clítoris). En el acto se forma su juicio y decisión: ha visto eso, sabe
que no lo tiene y quiere tenerlo, la niña cae víctima de la envidia del pene trae una serie de
consecuencias:
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Por un lado, surge como formación reactiva el complejo de masculinidad. La niña tiene la
esperanza de recibir alguna vez un pene, igualándose así al varón. O la niña se rehúsa a aceptar
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el hecho de su castración y mantiene la convicción de que posee un pene, viéndose compelida
a comportarse como si fuera un varón.
Se establece en la mujer un complejo de inferioridad. Superado el primer intento de explicar su
falta de pene como castigo personal, y tras aprehender la universalidad de ese carácter sexual,
AD
la niña acepta la castración y comparte el desprecio por el “sexo mutilado”. El sentimiento de
inferioridad se establece con la admisión de su herida narcisista. Aunque la envidia del pene
haya renunciado a su objeto genuino, no cesa de existir sino que persiste en el rasgo de carácter
de los celos.
Una tercera consecuencia es el aflojamiento de los vínculos tiernos con el objeto madre, por
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onanismo fálico. Así, el conocimiento de la diferencia anatómica entre los sexos esfuerza a la
niña a apartarse de la masculinidad y del onanismo masculino, y a encaminarse por nuevas vías
que llevan al despliegue de la feminidad.
La niña resigna el deseo del pene para reemplazarlo por el deseo de un hijo, y con este propósito
toma al padre como objeto de amor. La madre pasa a ser objeto de los celos, y la niña deviene
una pequeña mujer.
En la niña, el complejo de Edipo es una formación secundaria. Las repercusiones del complejo
de castración la preceden y la preparan. Mientras que el complejo de Edipo en el varón se va a
pique debido al complejo de castración, el complejo de Edipo de la niña es posibilitado e
introducido por el complejo de castración. La diferencia entre varón y mujer en cuanto a esta
pieza del desarrollo sexual es una consecuencia de la diversidad anatómica de los genitales y de
la situación psíquica enlazada con ella, corresponde al distingo entre castración consumada y
mera amenaza de castración.
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removido, la falta de pene es entendida como resultado de una castración. Es notorio el
menosprecio por la mujer, el horror a ella, y la disposición a la homosexualidad que derivan del
convencimiento final acerca de la falta de pene de ésta. El niño cree que sólo personas
despreciables del sexo femenino habrían perdido el genital. Pero las personas respetables, como
su madre, siguen conservando el pene. Para el niño, ser mujer no coincide con falta del pene.
Sólo más tarde, cuando aborda los problemas de la génesis y el nacimiento de los niños, y deduce
C
que sólo mujeres pueden parir hijos, también la madre perderá el pene.
En el estadio de la organización pre genital sádico anal hay una paridad sexual. Una primera
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oposición se introduce con la elección de objeto, que presupone sujeto y objeto. No cabe hablar
de masculino y femenino. En la fase anal es dominante la oposición entre activo y pasivo. En la
fase fálica la oposición se da entre genital masculino y castrado. Sólo con la culminación del
desarrollo en la pubertad, la polaridad sexual coincide con masculino (reúne el sujeto, la
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actividad y la posesión del pene) y femenino (reúne el objeto y la pasividad). La vagina es
apreciada ahora como albergue del pene, recibe la herencia del vientre materno.
situaciones posteriores de peligro. A cada edad del desarrollo le corresponde una determinada
condición de angustia y por tanto una situación de peligro adecuada a ello. El peligro del el
FI
abandonadas, pues las situaciones de peligro quedan desvalorizadas por el fortalecimiento del
yo.
Dentro de la angustia señal (la angustia de la pérdida de objeto y de perder al otro), en donde
se aprende a controlar los esfínteres por amor al otro, se ubican:
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EL DIBUJO EN EL NIÑO – Osterrieth
2 a 3 años
NIVEL 1 - Primero hay una producción de trazos por simple actividad motora, sin
GARABATEO intención figurativa.
- Luego aparecen elementos representativos, hechos patentes sobre todo
por la verbalización, cuando entra en juego la función simbólica. Las
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primeras denominaciones son arbitrarias.
- 1 a 1,3 años: trazos impulsivos y lanzados que a menudo sobrepasan los
bordes de la hoja.
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- 1,3 a 1,8: movimientos de barrido.
- 1,9 a 1,11: garabateo circular.
- Desde los 2 años: garabateos circulares y variados.
- Hay elementos perceptivos y mayor control.
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- Aparecerá el monigote perceptivo más primitivo, constituido por una
forma más o menos circular de la que irradian trazos verticales u
horizontales.
- Cerca de los 3 años podrá interrumpir voluntariamente el movimiento y
desmembrar los trazos.
3 a 9 años
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- Primeros ideogramas.
- Hay una intencionalidad figurativa manifiesta y con frecuencia se
enuncia antes de comenzar el dibujo, que es deliberadamente
representativo incluso si no se conforma con las apariencias visuales
objetivas. El niño dibuja lo que conoce del objeto, lo que este tiene de
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REALISMO esquematismo a favor de entidades orgánicamente integradas. Se presta
CONVENCIONAL una creciente atención a las formas, detalles, actitudes, relaciones
topológicas y a las proporciones.
10 años, preocupación por la objetividad. Mejores trazos.
Se dan ensayos de representación de la tercera dimensión.
Particularización de los temas representados.
Los elementos geométricos, o sea las líneas que constituían los
C
esquemas se sustituyen por trazos menos estereotipados, más
objetivamente figurativos; separados del contexto al que pertenecen
siguen conservando su carácter específico y se mantienen identificables.
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Desaparecen las características infantiles tales como transparencias,
abatimientos, yuxtaposiciones, etc.
Los elementos importantes para el niño son acentuados por una mayor
presión del trazo.
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La franja del cielo se acerca al suelo, formando el horizonte
13 años en adelante
NIVEL 4 Diferenciación de las evoluciones individuales y agotamiento de la
actividad gráfica. La actividad grafica puede desaparecer o evolucionar
hacia lo artístico.
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El juego es una expresión del discurso infantil, un niño que juega da a conocer su mundo
interno, muchas veces inteligible de otro modo. Desde el nacimiento, el bebé se dispone a
conocer y reconocer el mundo, sus capacidades innatas entran en intercambio con los otros
significativos constituyendo al sujeto y a sus objetos. Este intercambio llevará luego a la
Con el juego fort-da, el niño asocia la partida de la madre con el carretel que desaparece y
aparece, elaborando las categorías de ausencia-presencia para la constitución subjetiva. Si la
ausencia de la madre era la situación que producía angustia, el reencuentro con el carretel
exhibe el mayor placer. Lo displacentero no es la ausencia de una presencia placentera sino
la pérdida de dominio del niño frente al sometimiento a la realidad externa. La capacidad de
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constituir un juego coloca al niño en una posición relativamente activa frente a la pasividad
generada por la dependencia. El niño estructura el fort-da como dominio de lo displacentero,
allí se encuentra la satisfacción, el juego es un modo de ligazón de la angustia y de
simbolización de pérdida o ausencia (el trauma). El juego es producto de la cultura que expresa
la renuncia pulsional. En el adulto, el juego deviene humor y ensueño diurno o fantaseo.
C
Juego según Winnicott
El juego tiene entidad en sí misma, con función estructurante para la constitución psíquica,
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amplia posibilidades simbólicas y creativas. Hay tres constituciones de objeto: el objeto
subjetivo, el objeto transicional y el objeto objetivamente percibido. El objeto subjetivo se
constituye en los primeros tiempos de dependencia absoluta en donde la madre lo
AD
suficientemente buena logra identificarse con su bebé. El holding produce en el bebé una
ilusión de que existe una realidad exterior que se corresponde a su propia creación, una ilusión
de que fue creada para él. El objeto subjetivo es una creación del bebé que se corresponde a la
omnipotencia de la madre y a la indiferenciación yo-no yo. Luego se da una desilusión gradual
proveniente de las frustraciones de la vida cotidiana. La construcción hacia el objeto
L
Cuando se dan ciertas acciones en presencia de ciertos objetos en el bebé cuando está solo, se
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cultural.
Las etapas de constitución del juego corresponden a los tiempos de constitución del objeto:
PLACER: Los niños gozan con todas las experiencias físicas y emocionales del juego
EXPRESAR AGRESIÓN: Liberan odio y agresión en el juego, el resentimiento acumulado y los
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resultados de experiencia de la rabia pueden parecerle al niño algo malo dentro de él. Todo
esto es expresado en un ambiente conocido sin que éste le devuelva el odio y la violencia. La
agresión puede ser placentera, pero lleva consigo un daño real o imaginario contra alguien,
por ejemplo, un hermanito, el niño descargará en el juego toda la agresión que tiene contra su
hermanito.
CONTROL DE ANSIEDAD: Controlan ideas e impulsos que llevan a la ansiedad si no se los
C
controla. La ansiedad siempre constituye un factor en el juego del niño.
ADQUISICIÓN DE EXPERIENCIA: Las experiencias externas e internas son adquiridas en el
D.
juego y la fantasía en el niño. Permite el desarrollo de la personalidad, a través del juego
individual y grupal. A medida que se va enriqueciendo esto, aumenta la capacidad de percibir
la riqueza del mundo externamente real. El juego es prueba de la capacidad creadora, que
significa estar vivo.
AD
ESTABLECE CONTACTOS SOCIALES: Al principio los niños juegan solos o con la madre. A través
del juego, el niño aprende a convivir con otros niños y a que tienen una existencia
independiente. Ellos se hacen amigos y enemigos en el trascurso del juego y difícilmente
sucede fuera del ámbito. El juego proporciona una organización para iniciar relaciones
emocionales y permite así que se desarrollen contactos sociales.
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es la alternativa a la sensualidad en el esfuerzo del niño de no disociarse. Un niño con una seria
división de personalidades no puede jugar.
COMUNICACIÓN CON LA GENTE: Cuando un niño juega, puede estar tratando de exhibir una
parte de su mundo interno, así como del exterior a aquellas personas escogidas del ambiente.
Juego simbólico
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Juegos reglados
El niño sale del egocentrismo del pensamiento intuitivo y es capaz de aceptar reglas
universales, su moral se ha vuelto autónoma. Se encuentra en el mundo de las operaciones
concretas reversibles. Los juegos basados en reglamentos permiten desarrollar competitividad
C
y la cooperación tolerando el rol de los otros y el posible fracaso del mismo.
Con la adquisición del lenguaje el niño puede reconstruir sus acciones pasadas en forma de
relato y de anticipar acciones futuras mediante la representación verbal. Esto genera un mejor
AD
intercambio con los individuos, es decir inicia la socialización de la acción, una interiorización
de la palabra, es decir, la aparición del pensamiento el cual soporta el lenguaje interior y un
sistema de signos y por último una interiorización de la acción como tal, que antes era
puramente perceptiva y motriz, ahora se reconstruye en el plano instintivos de las imágenes
mentales. También sufren ciertas modificaciones los sentimientos interindividuales (simpatías
L
motriz se convierte en una copia cada vez más fiel de los movimientos que recuerda y de los ya
conocidos, el niño produce movimientos nuevos más complejos. Imitación con sonidos: La
imitación de los sonidos sigue un camino parecido, y cuando están asociados a determinadas
acciones, este camino se prolonga hasta llegar por fin a la adquisición del lenguaje propiamente
dicho. Mientras el lenguaje no se ha adquirido de forma definida, las relaciones interindividuales
se limitan por consiguiente a la imitación de gestos corporales y exteriores, así como a una
relación afectiva global sin comunicaciones diferenciadas. Con la palabra, se comparte la vida
interior y se construye conscientemente un mundo interno. Aparecen juegos colectivos y juegos
reglados. El niño se empieza a hablar a sí mismo acompañando los juegos y la acción. Ese
"monólogo colectivo" consiste más bien en excitarse mutuamente a la acción que en
intercambiar pensamientos reales. El individuo sigue inconscientemente centrado en sí mismo
OM
individuo sigue inconscientemente centrado en sí mismo, y este egocentrismo con respecto al
grupo social reproduce y prolonga el que ya hemos señalado en el lactante con relación al
universo físico; se trata en ambos casos de una indiferenciación entre el yo y la realidad exterior.
En cuanto a las relaciones entre el niño pequeño y el adulto, es evidente que la presión espiritual
ejercida por el segundo sobre el primero no excluye para nada ese mismo egocentrismo.
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2. La génesis del pensamiento: La inteligencia se transforma de sensorio motriz o práctica al
pensamiento propiamente dicho bajo la influencia del lenguaje y la socialización. El lenguaje le
D.
permite al niño relatar los actos, reconstruir el pasado y evocarlo en ausencia de los objetos y
anticipar aspectos futuros. El lenguaje conduce a la socialización de los actos, es el vínculo
entre los conceptos y las nociones que pertenecen a todo el mundo y que refuerzan el
pensamiento individual. El niño tiene una asimilación egocéntrica, de los dos a siete años el
AD
niño tiene dos formas extremas de pensamiento, en primer lugar el pensamiento por
incorporación o asimilación, cuyo egocentrismo excluye toda objetividad y la segunda es el
pensamiento que se adapta a los demás y a la realidad, preparándose para el pensamiento
lógico. El pensamiento egocéntrico puro se presenta en el juego simbólico, satisface al yo a
merced de una transformación de lo real en función de sus deseos. El juego simbólico no es un
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lo real que la intuición. Los ¿por qué? De éste período presentan una significación
indiferenciada, a mitad de camino entre la finalidad y la causa. Estas preguntas muestran el
carácter egocéntrico del pensamiento.
El animismo infantil es una tendencia a concebir las cosas como vivas y dotadas de
intenciones, es vivo todo objeto que ejerce actividad, luego la vida se reservará a los móviles y
por último a los cuerpos que parecen moverse por sí mismos como los astros o el viento. Aquí
se ve una asimilación de las cosas a la propia actividad. Animismo y finalismo expresan una
confusión o disociación entre el mundo interior o subjetivo y el mundo físico. Con éstos se
relaciona el artificialismo o creencia de que las cosas han sido construidas por el hombre o por
una actividad divina análoga a la construcción del hombre. Toda causalidad indiferencia lo
psíquico de lo físico y se caracteriza por el egocentrismo intelectual. La asimilación
3. La intuición: Hasta alrededor de los siete años el niño sigue siendo prelógico y suple la lógica
por el mecanismo de la intuición, la simple interiorización de las percepciones y los
movimientos en forma de imágenes representativas y de experiencias mentales que prolongan
por tanto los esquemas sensorio-motrices sin coordinación racional. Experiencia de fichitas y
vasos de agua. El pensamiento intuitivo se caracteriza por valorar la cantidad sólo por espacio
ocupado, es decir, las cantidades perceptivas globales de la colección tomada como modelo
sin prestar atención a las relaciones. Hay equivalencia mientras hay correspondencia visual y
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óptica pero la igualdad no se conserva por la correspondencia lógica, no hay operaciones
racionales sino intuición, hay primacía de la percepción.
Las intuiciones primitivas son esquemas sensorio-motores transpuestos a representaciones.
Son imágenes o imitaciones de lo real a medio camino entre lo perceptivo (la experiencia) y la
experiencia mental (pensamiento lógico), no son operaciones generalizables y combinadas
entre sí. Para convertirse en operatorias y lógicas falta que se prolongue en ambos sentidos la
C
acción para ser móvil y reversible. El pensamiento intuitivo es rígido e irreversible.
Esquema sensorio-motor Pensamiento intuitivos Pensamiento lógico
D.
La intuición articulada va más allá en doble dirección de una anticipación de las consecuencias
de la acción y de una reconstrucción de los estados anteriores, es irreversible aun, pero es un
comienzo de anticipación y de reconstrucción que prepara la reversibilidad. Es un equilibrio
menos estable que la lógica.
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4. La vida afectiva: No existe ningún acto puramente intelectual, siempre hay afecto de por
medio, depende siempre de un interés. Hay tres novedades afectivas: los sentimientos
interindividuales ligados a la socialización de la acciones, los sentimientos morales intuitivos
surgidos de la relación entre adultos y niños y las regulaciones de intereses y valores
L
Símbolo y signo implican una diferencia, desde el punto de vista del sujeto, entre significante
y significado. El símbolo tiene una relación de semejanza entre el significado y el significante y
el signo es arbitrario y convencional, éste requiere vida social para constituirse pero el símbolo
puede ser elaborado por un sujeto particular (como el juego de los pequeños). En el niño, la
OM
sus intereses y la expresión de las cosas por medio de imágenes elaboradas por el yo.
C
todavía las clases generales por falta de distinción entre los todos y los algunos. Este tipo de
pensamiento sigue en parte ligado a la asimilación sensorio-motriz y lejos está del
D.
pensamiento lógico. El preconcepto deriva del símbolo en la medida en que apela a esas clases
de ejemplares genéricos, se encuentra a mitad de camino entre el esquema sensorio-motor y
el concepto. El razonamiento consiste en vincular tales preconceptos, no proceden de la
deducción sino de analogías inmediatas.
AD
Desde los cuatro a los siete años se asiste a una coordinación gradual de las relaciones
representativas, a una conceptualización creciente que conducirá al niño a las operaciones
concretas. El razonamiento intuitivo es una forma de operaciones incompletas por una forma
casi simbólica del pensamiento. El niño está en posesión del objeto individual pero no del
L
Los conceptos ya son sistemas de clases, es decir, conjuntos de objetos agrupados según
relaciones de encajes jerárquicos (parte y todo) o sistemas de relaciones particulares
agrupados según rasgos simétricos o asimétricos.
OM
El signo guau designa no solamente a los perros y a lo que se parece, sino a todo lo que ve
desde el balcón como el perro inicial, el niño generaliza las particularidades. Estos primeros
esquemas verbales son esquemas sensorio-motores en vía de conceptualización. Conservan
del sensorio motor ser modos de acción generalizables que se aplican a numerosos objetos.
Pero del concepto ya hay un semidesprendimiento que se relaciona con la actividad propia y
una situación de la que la acción pura tiende hacia la comprobación, además del concepto
C
anuncian elementos característicos de la comunicación.
Los preconceptos son intermediarios entre el símbolo y el concepto propiamente dicho, como
D.
el símbolo, el preconcepto implica la imagen mientras que el concepto se libera de ésta por la
generalidad. El preconcepto es asimilación a un objeto privilegiado sin acomodación
generalizada a todos, la generalidad completa no es alcanzada hasta la reversibilidad de las
AD
operaciones.
concepto. Los esquemas de los que se sirve son el producto de una asimilación directa y
deformadora, centralizada sobre elementos individuales que le interesan al sujeto. La
FI
OM
que sólo sirve para esa representación.
C
Con la aparición de la función semiótica, en el segundo año, en cambio, aparecen conductas que
implican evocación representativa de un objeto o acontecimiento ausentes y que por ende
suponen la construcción de significantes diferenciados. Esta función engendra dos clases de
D.
instrumentos: SÍMBOLOS (presentan semejanzas con sus significados, motivados, pueden
construirse individualmente) y SIGNOS (arbitrarios y convencionales, necesariamente
colectivos; el niño los recibe por el canal de la imitación, pero como adquisición de modelos
AD
exteriores, que acomoda y utiliza enseguida).
JUEGO SIMBÓLICO. El juego simbólico es el juego de ficción (“hacer como si”) y se vale de un
sistema de significantes construidos por el niño que se adaptan a sus deseos: los símbolos
lúdicos. El significante diferenciado es un gesto imitador también, pero acompañado de objetos
que se han hecho simbólicos. Es un sector de actividad cuya motivación no es la adaptación a lo
real sino la asimilación de lo real al yo, sin coacciones ni sanciones. Este juego transforma lo real
por asimilación más o menos pura a las necesidades del yo. Constituye un medio propio de
expresión, un sistema de significantes construidos por él y adaptables a sus deseos. Se
DIBUJO o imagen gráfica. Se inscribe a mitad de camino entre el juego simbólico y la imagen
mental, con la que comparte el esfuerzo de imitación de lo real. Para LUQUET, el dibujo del niño,
hasta los 8 o 9 años es esencialmente realista de intención, pero el sujeto comienza por dibujar
lo que sabe de un personaje o de un objeto mucho antes de expresar gráficamente lo que ve de
él.
IMAGEN MENTAL. No se encuentra de ésta huella alguna en el período SM, resultan de una
OM
imitación interiorizada. Ella es entonces una imitación interior que prolonga la acomodación de
los propios esquemas a la actividad perceptiva. Existen dos tipos de imágenes:
C
asistido anteriormente a su realización. Aparecen al nivel de las operaciones concretas.
Toda imagen, reproductora o anticipadora, de movimientos o de transformaciones se apoya
sobre las operaciones que permiten comprender esos procesos, a la vez que imaginarlos.
D.
La MEMORIA y los recuerdos-imágenes. Hay dos tipos de memoria: el de reconocimiento (sólo
actúa en presencia del objeto ya encontrado, consiste en reconocerlo) y el de evocación
(consiste en evocarlo en su ausencia, por medio de un recuerdo-imagen). La memoria de
AD
evocación no aparece antes de la imagen mental.
que pueden expresar deseos, emociones o comprobaciones. Desde el segundo año aparecen
frases de dos palabras y luego pequeñas frases completas sin conjugaciones ni declinaciones,
FI
seguida por una adquisición progresiva de las estructuras gramaticales. La función semiótica en
su conjunto desliga el pensamiento de la acción y crea la representación, pero el lenguaje
desempeña un papel fundamental porque ya está elaborado socialmente por completo y
contiene de antemano, para el uso de los individuos que lo aprenden antes de contribuir a
Tres Categorías del juego simbólico y una cuarta que forma la transición entre el juego simbólico
y las actividades no lúdicas:
OM
ejemplo. El placer está en la repetición.
Juego simbólico (2 a 7 años): se encuentra en su apogeo entre los 2/3 y los 5/6 años; se
refiere a la asimilación de lo real al yo. Caracteriza al periodo preoperatoria y a la instalación de
la función semiótica. Es el juego por excelencia, el niño puede disponer de un sector de actividad
cuya motivación no sea la adaptación a lo real, sino la asimilación de lo real al yo, sin coacciones,
C
ni sanciones. El juego simbólico para Piaget es un refugio para el yo frente a la constante
demanda de adaptación al mundo. Juegos de roles, el objeto que representa tiene que ser lo
más parecido a lo real.
D.
Juegos de reglas (4 a 7 y 7 a 11 años): Son juegos de combinaciones sensoriomotrices o
intelectuales con competencia entre los individuos y regulados por un código. Se trasmiten
AD
socialmente de niño en niño y aumentan en importancia, por tanto con el progreso de la vida
social del niño (rayuela, canicas, etc.). Juego cooperativo. El niño sale del egocentrismo del
pensamiento intuitivo y es capaz de aceptar reglas universales y de cooperar. La regla implica
una regularidad impuesta por el grupo. Su moral se ha vuelto autónoma y debería ser capaz de
aceptar normas éticas y morales universales. Tolera la frustración.
L
Juegos de mentales (11 años en adelante): Se dan a partir del juego simbólico,
impregnados aún, al principio, de simbolismo lúdico, pero que tienden seguidamente a
FI
Apelar a un polo de asimilación al Yo, distinto del polo acomodador de imitación y del
equilibrio entre ellos (inteligencia); en el juego simbólico, esa asimilación sistemática se traduce
EL DIBUJO Se inscribe a la mitad de camino entre el juego simbólico, del cual presenta el mismo
placer funcional y el mismo autotelismo y la imagen mental con la que comparte el esfuerzo de
imitación de lo real. Luquet considera el dibujo como un juego, pero incluso en sus formas
iniciales, no asimila cualquier cosa, sino que permanece, como la imagen mental, más próxima
LUQUET
REALISMO FORTUITO Realización de garabatos, a los que se les asigna una significación
con posterioridad. Semejanza egocéntrica (puede ser árbol, luego
2 a 3 años auto) que es azarosa.
OM
yuxtapuestos en lugar de coordinados en un todo: un sombrero
3 a 4 años y medio muy por encima de la cabeza o los botones al lado del cuerpo.
“Monigotes-renacuajos” (cabeza provista de apéndices filiformes,
sin tronco). Es frustrado porque no hay intensión de representar
objetivamente algo. Va a realizar en el dibujo producciones que
demuestren lo que a él le pasa en ese momento.
C
REALISMO INTELECTUAL Se han superado las dificultades primitivas, pero el dibujo
proporciona esencialmente los atributos conceptuales (dibuja
D.
4 años y medios a 9 años todo lo que sabe del objeto) sin preocupaciones de perspectiva
(preoperatorio intuitivo) visual. Transparencias, mezclas de puntos de vista, un solo dibujo
para un desarrollo cronológico. Así, un rostro visto de perfil tendrá
AD
un segundo ojo, porque un hombre tiene 2 ojos.
REALISMO VISUAL El dibujo sólo representa lo que es visible desde un punto de vista
particular. Las partes ocultas de los objetos no se figuran detrás
Desde los 8 o 9 años de las pantallas, los objetos del fondo se disminuyen
gradualmente con relación al primer plano y se tienen en cuanta
L
Desde los 9 a 10 años, el sujeto escoge correctamente, entre varios, el dibujo correcto que
representa 3 montañas o 3 edificios contemplados desde tal o cual punto de vista. De otra parte,
y sincrónicamente, se constituyen la recta vectorial (conservación de una dirección) el grupo
representativo de desplazamientos, la medida neta de una síntesis de la participación y del
orden de los desplazamientos, las similitudes y proporciones y la conclusión de la medida en 2
o 3 dimensiones en función de un sistema de referencias o coordenadas naturales. Aquí son
capaces de trazar por anticipado el nivel horizontal que alcanzará el agua o la línea vertical del
mástil de un barco situado en el agua.
IMAGENES MENTALES. Las “asociaciones” son siempre asimilaciones. En cuanto a las imágenes
mentales, existen 2 razones para dudar de su filiación directa a partir de la percepción,
fuertemente influidos por las operaciones. Dos tipos de imágenes mentales:
OM
operaciones concretas (después de los 7/8 años), los niños consiguen esas reproducciones de
movimientos anticipadoras de categorías correspondientes.
C
Imágenes–copia: Habituados a juzgar las longitudes de manera ordinal y no métrica, es
decir por el orden de los puntos de llegada y no por el intervalo entre las extremidades, los niños
D.
procuran no sobrepasar la frontera terminal del modelo; poco importa que sea más corta la
copia (porque ella forma parte aún, en ese caso, de la longitud del modelo), lo esencial es que
no sea demasiado larga.
AD
una especie de conservación general., que es, una “pseudoconservación”: la misma cantidad
que beber, pero también los mismos niveles en A, B y C; y luego, cuando ven que el agua llega
FI
más arriba en B que en A y menos alta en C, empiezan a negar toda conservación de las
cantidades. Los sujetos del 2do grupo prevén correctamente, por el contrario, que el agua
llegará más arriba en B y menos en C que en A, pero de antemano, concluyen que la cantidad
de líquido no se conservan; y cuando se les pide que viertan otro tanto para beber en A y en B,
mantienen exactamente el mismo nivel en los 2 vasos. Se ve, que si la imagen reproductora de
los niveles es exacta, debido a una experiencia anterior, ella no basta en modo alguno para
entrañar la operación y la conservación, a falta de una comprensión de la compensación; el niño
dice que el agua subirá más en B “porque el vaso es más pequeño”, pero no por eso llegará a
concluir “+ alto por más pequeño = la misma cantidad”, y no considera la pequeñez de B son a
título de indicio empírico que le permita prever (pero no comprender) la elevación del nivel del
agua.
Las imágenes mentales sólo constituyen un sistema de símbolos que traducen, más o –
exactamente, pero en general con retraso, el nivel de comprensión preoperatorio y luego
operatorio de los sujetos. La imagen no basta, en modo alguno, para engendrar las
estructuraciones operatorias: a lo sumo, puede servir, cuando es suficientemente adecuada,
para precisar el conocimiento de los estados que la operación ha de enlazar luego por un juego
LENGUAJE: Aparece aproximadamente al mismo tiempo que las otras formas del
pensamiento semiótico. Comienza tras una fase de balbuceo espontáneo y una fase de
diferenciación de fonemas por imitación (11/12 meses), por un estadio situado al término del
sensorio motriz, el de las “palabras – frases”. Esas palabras únicas pueden expresar deseos,
OM
emociones o comprobaciones. Desde el fin del 2do año se señalan frases de 2 palabras,
pequeñas frases completas sin conjugaciones ni declinaciones, y después una adquisición
progresiva de estructuras gramaticales.
C
gracias al relato y a las evocaciones de todo género, pueden introducir relaciones con una
rapidez muy superior. En 2do lugar, las adaptaciones senso-motoras están limitadas al espacio
D.
y al tiempo próximo, pero el lenguaje permite al pensamiento referirse a extensiones espacio-
temporales mucho más amplias y liberarse de lo inmediato. En 3er lugar, y como consecuencia
de las 2 diferencias anteriores, la inteligencia senso-motora procede por acciones sucesivas y
progresivamente, más el pensamiento consigue, gracias sobre todo al lenguaje,
AD
representaciones de conjunto simultáneas.
En el estadio VI del SM aparecen los primeros esquemas verbales, intermediarios entre los
FI
intervenir una asimilación de las cosas al punto de vista del sujeto. Hay simplemente una especia
de parentesco subjetivamente sentido entre todos los objetos enlazados unos con otros, que
anuncia las participaciones características de los preconceptos del nivel siguiente. Son
cambiantes. El lenguaje inicial está hecho ante todo de órdenes y expresiones de deseos; la
denominación consiste en el enunciado de una posible acción.
Hacia el año y medio, el lenguaje cesa de acompañar simplemente al acto para reconstituir la
acción pasada y procurar un principio de representación de ésta: con los primeros relatos
infantiles, la palabra empieza a funcionar como signo, como evocación del acto. Así, el esquema
verbal adquiere la función de representación.
OM
individualidad (un mismo individuo puede estar compuesto por personajes diferentes) y las
clases son menos genéricas, una clase es una especie de individuo-tipo repetido en varios
ejemplares. El preconcepto, un esquema semigeneral y semiindividualizado, constituye una
especie de participación, hay ausencia de inclusión de los elementos en un todo e identificación
directa de los elementos parciales entre ellos, sin el intermediario de ese todo. Al igual que el
símbolo lúdico, procede por asimilación directa, por participación prelógica y no por
C
operaciones, implica la imagen y en parte es determinado por ella. El objeto asimilador se vuelve
una especie de ejemplo o de ejemplar privilegiado en relación con el objeto asimilado.
D.
El razonamiento transductivo se caracteriza por el predominio de una asimilación egocéntrica.
AD
Va de lo particular a lo particular, el niño queda centrado en un aspecto privilegiado por ser de
su interés y luego lo desplaza a una conclusión por analogía inmediata. Ej. J muestra un dibujo
de un gato y dice “es un perro”. Su padre le dice “es un gato”, J dice “es un perro porque es gris)
Es una coordinación sin encajes reversibles de clases jerárquicas ni relaciones. Será una especie
de experiencia mental que prolonga las coordinaciones de esquemas SM en el plano de las
L
INTUITIVO (4 a 7 años)
OM
La intuición es un mecanismo simple de interiorización de las percepciones y los movimientos
en forma de imágenes representativas y de experiencias mentales que prolongan los
esquemas SM sin coordinación propiamente racional.
C
los objetos. El pensamiento está centrado en estados o configuraciones particulares de los
objetos, así como en un punto particular del sujeto, descuidando las transformaciones, que
son asimiladas a la acción propia.
D.
El pensamiento de este período se puede dividir en dos:
AD
- Intuiciones simples (entre los 4 y los 6 años). Pasaje a las primeras configuraciones de
conjunto. El sujeto se centra en una dimensión descuidando o desestimando la otra. Estas
intuiciones son rígidas e irreversibles, aparecen en bloque, no pueden alterarse, son
fenoménicas y egocéntricas. Predomina la asimilación deformante. Las charlas no están
L
acción inmediata.
El niño puede operar en pensamiento, reemplazar las acciones reales por un sistema de
acciones virtuales que garantizan la conservación de ciertos invariantes, allí donde la
percepción señala sólo variaciones. Hay equilibrio entre asimilación y acomodación.
Descentración.
- TRANSITIVIDAD. Dos acciones sucesivas pueden coordinarse en una sola. Ej: A>B; B>C A>C
- REVERSIBILIDAD. Posibilidad de retorno al punto de partida, que se presenta bajo dos formas
complementarias:
o Mediante la anulación de la operación realizada, lo que constituye una inversión o negación.
o Mediante la recíproca de la operación realizada, es decir la compensación o anulación de las
diferencias.
- ASOCIATIVIDAD. Un mismo punto puede alcanzarse sin ser alterado por dos caminos diferentes.
- IDENTIDAD. El retorno al punto de partida permite encontrar a éste idéntico a sí mismo. Ej. en
OM
la conservación de la cantidad, si no se agrega ni se saca ningún elemento, sigue habiendo lo
mismo.
Operaciones lógico-matemáticas:
C
decrecientes. El método sistemático operatorio consiste en buscar el elemento aparentemente
más pequeño, luego el más pequeño de los que quedan y así sucesivamente. (Lo primero que se
hace es formar parejas o pequeños conjuntos incoordinables entre sí, centración en las partes.
D.
El intuitivo logra ordenar conjuntos más amplios mediante tanteos empíricos, pero sin poder
intercalar un elemento nuevo porque sin reversibilidad no puede conservar a la vez el conjunto
y los elementos.)
AD
CLASIFICACIÓN. Implica la reunión de individuos en clases y de las clases entre sí. Los
individuos se reúnen por semejanza y se separan por diferencias, definiendo así la pertenencia
de éstos a una clase y de una clase menor a otra mayor en calidad de subclase. Hay una
inclusión jerárquica de grupos uno dentro de otro. Es posible preservar al mismo tiempo la
L
Aparecen los juegos de reglas, que son instituciones sociales. Desde los 7 años, los juegos
OM
están bien estructurados, con observación común de las reglas conocidas por los jugadores,
con vigilancia mutua y con un espíritu de honrada competición, de modo que unos ganen y
otros pierdan según las reglas admitidas.
C
Preoperatorio Operatorio
OM
2. Según aspectos descriptivos: Hay una disminución del interés por las actividades sexuales. El
deseo de aprender toma el lugar de los intereses, que antes estaban al servicio de la curiosidad
sexual. Ahora dispone de energía para descubrir el mundo y nuevos grupos sociales fuera del
ámbito familiar. Hay nuevas figuras de autoridad, los maestros heredan la historia afectiva que
tenían con los padres. El leguaje se vuelve el medio de comunicación gracias al establecimiento
del proceso secundario. Los niños reflexionan, ganan autonomía y desarrollan su propia moral.
C
Entre los 7 y 12 años se produce un giro decisivo en el desarrollo mental y afectivo. Aparecen
nuevos sentimientos morales como la honestidad, la camaradería, la justicia y una
D.
organización de la voluntad. El equilibro afectivo es más estable.
3. Desde una perspectiva metapsicológica: El aparato psíquico sufre una transformación, la nueva
instancia del superyó se incorpora con la internalización de la figura de los padres, sus
AD
prohibiciones e ideales. El yo debe cumplir sus funciones reproduciendo esta nueva
organización. La acción inmediata como respuesta a los impulsos disminuye, aumenta el
fantaseo y el pensamiento reflexivo. El yo se convierte en vasallo del Ello y el Superyó
(considerado desde la segunda tópica). Desde la primera, su comienzo está marcado por la
represión primaria que divide el sistema precc-cc del incc. La constitución del superyó y los
L
diques son poderosas formaciones reactivas frente a la sexualidad infantil que se reprime o
sublima, mediante la derivación a otros fines, el cambio de objeto y la aceptación cultural de
FI
Hipótesis fisiológica: Refiere a la reducción fisiológica de los impulsos. Se inhiben los caminos
de la pulsión sexual y angostan su camino creando diques, con ayuda de la educación. Este
desarrollo es de orden orgánico, fijado hereditariamente, se produce sin ayuda de la educación
también.
Hipótesis filogenética: Esta hipótesis considera que el Edipo también está fijado por herencia;
cae sepultado, sucumbe a la represión y es seguido por el período de latencia.
OM
En la latencia el yo se desarrolla a grandes pasos y comienzan en este subperíodo. La
característica principal es la demora de la descarga inmediata, hay conductas de postergación
y control de la satisfacción de los impulsos. Eso es lo que le permite al niño acceder al
aprendizaje, presta mayor atención a la transmisión de diferentes tipos de información. Es el
momento de aprendizaje de lectura y escritura. Siguen disfrutando de la actividad motriz como
descarga que le ofrece gratificaciones libidinales y agresivas y de fantasías masturbatorias e
C
incestuosas. La actividad motriz se despliega en el marco de los juegos reglados y las
actividades deportivas. Otra característica es que el niño experimenta una ambivalencia frente
a los mandatos del superyó y la imposibilidad de dar cuenta si son mandatos internos o
externos.
D.
2. Segundo subperíodo – Latencia tardía (de los 8 a los 12 años):
AD
Está caracterizado por un mayor equilibrio y una mayor estabilidad de las diferentes instancias.
Se desarrolla el yo y el superyó, ejerciendo un control más eficaz sobre los impulsos. El superyó
se afianza como instancia interior, fortalecida por los procesos de abandono de investiduras
libidinales y su sustitución por identificaciones. Se desarrolla la autovaloración, que se apoya
en los logros y el autocontrol. Los niños se autoevalúan comparando sus habilidades y sus
L
logros con los de los demás. Necesita cierta aprobación de los adultos y del grupo de pares.
Tienen una perspectiva de ellos más integrada y compleja al reconocer y diferenciar los roles
FI
El núcleo del superyó, constituido por la prohibición del incesto, dicta una conducta que es
imposible de realizar por el niño. Los sueños diurnos como formación sintomática adaptativa,
es una transacción entre los mandatos superyoicos y los impulsos. Son concientes para el yo.
Las formaciones reactivas que modifican las conductas y actitudes del latente, son entendidas
como la inversión con respecto a los impulsos que desean realizar. Hay cuestionamiento de las
OM
Las funciones del yo son más resistentes a la regresión y desintegración. La capacidad sintética
del yo es efectiva y compleja.
El yo debe ser capaz de defender su integridad con menos ayuda del mundo exterior.
C
Las actitudes afectivas se dan de forma definitiva a los seis años. Lo que se ha fijado en la
forma y tono afectivo hacia padres y hermanos, van a ser transferidas a todas las relaciones
que en el futuro establezca con otros adultos y niños. Todas las personas que haya de conocer
D.
posteriormente serán personajes sustitutivos de los primeros objetos afectivos.
En la segunda infancia el niño se vincula con otros pares y conoce otras familias. En el campo
de la intersubjetividad se diferencian los vínculos con los padres o sustitutos diversos, con los
AD
integrantes de la escuela (adultos y pares) y con el grupo de pares.
En el vínculo con los padres el niño pone en evidencia las defensas frente a los impulsos. En la
fantasía inconsciente aún se da un carácter incestuoso que a la vez son sofocados por la
castración. La represión se establece cada vez más y se refuerza por mecanismos obsesivos
L
sexualidad infantil reprimida y las nuevas estructuras. Con los adultos, el ocultamiento y los
secretos son frecuentes.
La conducta de los niños en la escuela, tanto con adultos con sus pares, tiene relación con
aquellas vivencias establecidas en la primera infancia en el ámbito familiar. Ante las figuras de
El grupo de convivencia entre pares está caracterizado por un intercambio intenso de afecto,
caracterizado por: la competencia por lograr la atención y la satisfacción de los adultos,
solidaridad y cooperación, pactos secretos, envidia, celos, etc. Los compañeros tienen una alta
influencia en la autoestima de los niños, quieren ser aceptados.
OM
aprendizaje al margen de las relaciones afectivas.
C
una forma puramente cuantitativa, y es producto de la invasión de cantidad que desarticula la
capacidad representacional. El yo cuenta con un auxiliar externo en el que se apoya para
reconstruirlas y de él comienza a aprender lo que será el repertorio de respuestas específicas.
D.
Tal aprendizaje, es a partir de la identificación, desde el comienzo de la vida psíquica el
aprendizaje es una experiencia intensamente afectiva, carácter que no perderá jamás. Este
período pertenece a la fase oral de la libido, donde también el yo se alimenta de las acciones
AD
específicas maternas que incorpora como aprendido. Con estas herramientas, aborda la tarea
de cualificar las cantidades, atribuir valor a los estímulos y en efecto, los primero aprendizajes.
Los primeros aprendizajes del yo vía identificación, en la fase oral, son el DOMINIO DE LAS
FI
El vínculo del niño con la realidad exterior ambivalente, conlleva la angustia de pérdida de
objeto y también el dominio del lenguaje verbal. Liga las representaciones cosa a las de
palabra para permitir el al pensamiento hacerse preconciente. El pensar con palabras es una
acción interior de descarga y de percepción de cualidad. El niño domina el objeto pero al
mismo tiempo es dominado por él. Con la etapa anal el niño tiene la necesidad de aprehender
cada una de las características del objeto amado y de la realidad circundante. La necesidad de
En la fase anal, ya con el reconocimiento del otro (el objeto) exterior al yo aprende a
DOMINAR EL OBJETO y DOMINAR EL LENGUAJE, lo cual le permite un mayor dominio del
mundo.
Condiciones para el deseo de saber: inhibición del proceso primario, tolerar ruptura de
narcisismo primitivo (aceptar que no sabe, que el otro ofrece algo que no tengo) y que los
adultos hayan tolerado su sadismo (que destruya para aprender y que sea crítico).
OM
El destino de la pulsión de saber se da en el final del Edipo y con la instauración del superyó.
Los destinos son: la sublimación, la inhibición neurótica, el retorno de lo reprimido (como
neurosis obsesiva) y el ataque al pensamiento. Se desexualizan los lazos con los padres y se
desplaza esa energía a vínculos escolares.
C
infantil reprimida a la adquisición y producción de conocimientos. Implica un recurso
narcisista: imposibilidad de destinar su libido al objeto, el yo elige amarse a sí mismo, en la
confianza de que algún día logrará llegar a la perfección, cuando se iguale al ideal. Los padres
D.
caen del pedestal ideal y se desplaza el interés a figuras de autoridad y compañeros.
AD
morales y estéticas.
Tiene su origen en la declinación del complejo de Edipo; corresponde a una intensificación de la
represión (que provoca una amnesia que abarca los primeros años), una transformación de las
catexis de objetos en identificaciones con los padres y un desarrollo de las sublimaciones.
La idea de un periodo de latencia sexual puede comprenderse como una etapa de detención
predeterminad entre dos “empujes” de la libido. El complejo de Edipo debe desaparecer porque
ha llegado el momento de su disolución.
Para explicar la declinación del Edipo, Freud utilizó “la imposibilidad interna” de éste, una
especie de discordancia entre la estructura edípica y la inmadurez biológica.
La entrada en el período de latencia sólo se comprendería en relación con la evolución del
complejo de Edipo y las modalidades de su resolución en los dos sexos.
Secundariamente, las formaciones sociales, uniendo su acción a la del superyó, vienen a reforzar
la latencia sexual, esta solo puede provocar una interrupción completa de la vida sexual en las
organizaciones culturales que en su programa incluyen una represión de la sexualidad infantil.
SUBLIMACIÓN: Proceso en el que las fuerzas instintivas sexuales (la pulsión) se subliman, es
decir, son desviadas de sus fines sexuales y orientadas hacia otros fines distintos, no sexuales,
y apunta hacia objetos socialmente valorados, proporcionando poderosos elementos para
todas las formaciones culturales. La capacidad de reemplazar la meta sexual originaria por otro
fin, que ya no es sexual pero se le haya psíquicamente emparentado, se denomina capacidad de
sublimación. Es una transformación: hay una modificación de la meta y cambio del objeto.
OM
Freud explica con el concepto de sublimación (desde el punto de vista económico y
dinámico) actividades sostenidas por un deseo que no apunta en forma manifiesta hacia
un fin sexual, por ejemplo: la creación artística. En su obra “ Tres ensayos” Freud entiende
que la sublimación es el tercer desenlace al que puede llegar una disposición anormal,
lográndose por medio de la sublimación una elevación de la capacidad de rendimiento
C
psíquico y dice que se halla aquí, una de las fuentes de la actividad artística.
Así entonces, Freud enuncia una relación mixta entre la capacidad de rendimiento, la
D.
perversión y la neurosis, como formas de descarga de la excitación superflua de la libido.
Podemos considerar de acuerdo con Laplanche y Pontalis , que Freud con la introducción
AD
del concepto del narcisismo anticipa otra idea: la existencia de un tiempo intermedio que
existiría entre la transformación de una actividad sexual en una actividad sublimada
(dirigiéndose ambas hacia objetos externos independientes).
Este tiempo intermedio, permitiría la retirada de la libido sobre el yo, que haría posible
la desexualización. La sublimación entonces es una salida del narcisismo.
L
El niño de 6 años conserva varios de los rasgos infantiles, como las tonterías, pero a los 9 años
rechaza todas las demostraciones de afecto, es un miembro activo de la pandilla y experto
conocedor de las normas. Ha aprendido a soportar golpes y contrariedades cotidianas, si llora,
Durante los años intermedios se adquieren muchas aptitudes motrices, de mayor o menos
importancia vinculadas con la cultura. Comienzan a practicar deportes. Cobra importancia la
cuestión de la masculinidad y la femineidad, los varones se vinculan entre ellos al igual que las
niñas, cada sexo tiene sus intereses y sus identidades particulares hasta que dejan de
comunicarse. A través de los medios de comunicación de masas, los niños adquieren una
temprana conciencia del sexo. Es muy común que en este período los padres intervengan en
la vida de los chicos.
OM
El grupo de pares
Hay un alejamiento psicológico del mundo infantil respecto de los adultos, hay una clara
diferencia entre las actividades de los infantes y de los adultos, interponiéndose per sin
prestarse atención más que cuando hay una comunicación entre ellos. Los padres comprueban
con pena que el niño que antes era cariñoso ahora ha perdido ese carácter, suele mostrarse
C
malhumorado e insolente, cuando habla lo hace de manera confusa, utiliza un lenguaje
especial y restringido de la pandilla. Usa palabrotas.
D.
El niño está dando un paso necesario para la maduración, hace su declaración de
independencia. Ésta refleja el hecho de que todo niño en la edad intermedia se halla en una
situación de personalidad inmigrante. El hijo de padres inmigrantes suele avergonzarse y se
AD
desarticula de las costumbres y pensamientos de los mismos, lo mismo sucede con el niño en
edad escolar. Sus padres ya han dejado de ser fuente de todo poder y sabiduría.
PSICOLOGÍA DEL NIÑO. Las operaciones concretas del pensamiento y las relaciones
interindividuales (de 7 a 12 años) .Cap 4 – Piaget
L
Las operaciones concretas tales como la reunión de dos clases (padres y madres conforman el
grupo de padres) o la adición de dos números son colecciones elegidas entre las más generales
FI
(entre reunir, ordenar, etc), interiorizables y reversibles. No están aisladas, sino que son
coordinables en sistemas de conjuntos (clasificaciones, series, etc.) y no son propias del
individuo sino que también son comunes a todos los individuos del mismo nivel mental. Las
operaciones consisten en transformaciones reversibles que consisten en inversiones o
OM
ordena la consigna, el niño no acepta consignas de cualquiera, sino que tiene que haber un
juego de respeto, afecto y temor para acatar la orden.
La heteronomía (en el preoperatorio): Se traduce en las relaciones afectivas, es el juicio moral
antes de los siete y ocho años. El poder de las consignas está fuertemente ligado a la presencia
material de quién las da, en su ausencia la ley pierde su vigencia.
Realismo moral (transición a la autonomía): La heteronomía conduce a una estructura más
C
sistemática, aun preoperatoria desde el punto de vista de mecanismos cognoscitivos y
sociales: el realismo moral en donde las obligaciones y los valores están determinados por la
D.
ley o la consigna en sí mismos, independientemente del contexto de las intenciones y las
relaciones.
La autonomía (operatorio concreto): Con los progresos de la cooperación social entre niños se
adquiere el respeto mutuo que llevan a la autonomía. Hay reciprocidad del sentimiento de
AD
justicia. Luego de los 7 u 8 años la justicia se impone sobre la misma obediencia y se convierte
en una norma central.
L
FI