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PROSPECCIONES ARQUEOLOGICAS ENTRE LOS RIOS BIO-BIO-ANDALIEN Y

RIO MAULE (Coronel), PROVINCIA DE CONCEPCION.

Marco Sánchez∗

Introducción

El proyecto en el que se insertan estas prospecciones, pretende caracterizar las estrategias


adaptativas seguidas por los grupos humanos que poblaron las costas septentrionales de la
Araucanía, que se extiende entre el los ríos Bío-Bío e Imperial, durante el periodo
comprendido entre los siglos X y XVI de nuestra era, época en que se desarrolló el
Complejo Arqueológico El Vergel, llamado también hoy Complejo Vergel/Tirúa.

El objetivo específico del presente informe consiste en entregar una contribución al estudio
de los patrones de asentamiento que caracterizan y definen las poblaciones El Vergel/Tirúa
en el sector meridional del las costas de la Araucanía, abarcando el área comprendida entre
los ríos Maule (Coronel) y ríos Bío-Bío-Andalién (Concepción-Penco), en la Provincia de
Concepción, VIII Región del Bío-Bío.

Es necesario indicar que las prospecciones arqueológicas se desarrollaron en un área de


intenso ocupación humana durante los últimos 60 años, dando origen a una gran
concentración poblacional y fabril en las comunas de Coronel, Concepción, Talcahuano y
Penco, comunas en las cuales se determinaron sectores específicos de prospección
arqueológica, área escasamente estudiada durante los últimos 30 años, con la excepción de
algunos salvatajes e informes descriptivos en el contexto de la Ley 19.300 de Bases del
Medio Ambiente.

Antecedentes geomorfológicos y biogeográficos

En el contexto del espacio geográfico, el litoral higromórfico chileno, , según Llagostera, se


encuentra limitado por el río Bío Bío y el canal de Chacao ( 1989:76-77).La morfología del
litoral higromórfico chileno o litoral araucano se debe a la acción de antecedentes
tectónicos y litológicos y a la manera como el mar ha actuado en la cordillera de la costa,
en diferentes épocas geológicas , depositando sus sedimentos “ alternando costas rocosas,
donde el papel abrasivo del mar es importante, costas de grandes bahías , regularizadas por
el control estructural, y en costas bajas , formada por cordones litorales y lagunas” (Stuardo
el al 1995).

Los sectores definidos para la prospección, están influenciados, de una u otra manera, tanto
por el río Bío-Bío como por el mar. Es así como se pueden distinguir tres subsistemas
ambientales, uno fluvial, otro marino y uno de transición o costero. Estos tres sistemas


Arqueólogo, Museo de Historia Natural de Concepción, Maipú 2359, Concepción. e-mail: musconce@surnet.cl
ecológicos, integrados, constituyen una unidad ambiental, definida como un conjunto de
componentes ecosistémicos cuya estructura y función responden a una caracterización
socioeconómica regional. Su característica esencial es la continuidad que se refleja en la
estructura del sistema, continuidad consecuencia de la dinámica de los procesos
biogeoquímicos que regulan esta unidad.

Se distinguen de norte a sur una serie de sistemas geomorfológicos de relevancia para la


comprensión de los procesos de poblamiento humano. Para nuestro estudio interesa el
sistema que se desarrolla entre el río Bío-Bío y el río Tirúa, que se extiende por casi 170
km. Se trata de una planicie litoral de sedimentación marina con un ancho medio de 2,5
Km., denominada de Arauco-Cañete o litoral higromórfico septentrional, limitada al
oriente por la cordillera de Nahuelbuta. Esta planicie comienza en la desembocadura al mar
del río Bío- Bío , con un hiatos fluviomarino impuesto por los cambiantes lechos fluviales
que ha experimentado este río, durante el cuaternario reciente (Börgel 1983: 118).

La más antigua desembocadura del Bío-Bío parece haber operado en dirección a la bahía
de concepción, área ocupada por la ciudad del mismo nombre y el curso inferior del río
Andalién. La segunda desembocadura se establecía en dirección a San Vicente y la actual
en La Boca, distante a 10 km al SW de la primera salida al mar (Börgel, op.cit.: 118) que
se estructura en un amplia llanura de sedimentación fluviomarina que termina al sur de
Tirúa.

Entre el río Bío–Bío y el río Tirúa, se han identificada latitudinalmente tres grandes
unidades geomorfológicos: una costa de bahías cerradas entre Coliumo y Laraquete, la
plataforma litoral Arauco-Lebu y la llanura costera la sur de Lebu (Stuardo et al 1995).
Par el presente estudio nos concentraremos en la costa de bahías cerradas en la cual se
distinguen tres unidades con ensenamiento profundo, fisiográficamente muy semejantes y
de tamaño gradualmente creciente: Coliumo, Concepción y Arauco. Estas bahías se
presentan cerradas por el oeste por penínsulas tales como Coliumo, Tumbes, Hualpén y
Punta Lavapié, cuyos extremos se propongan en la Islas Quiriquina y Santa María.

En la zona de Concepción, la tectónica de bloques del terciario ha producido una estructura


geomorfológica muy característica: una llanura arenosa conformada por un graven
subsidente, limitada al este por el escarpe de falla de la Cordillera de la Costa y al oeste por
abruptos del mismo tipo, labrados en las penínsulas de Hualpén y Tumbes. Este dispositivo
favorece la formación de una llanura fluvial y fluviomarina amplia, constituida por espesos
depósitos de arenas negras de tipo basáltico originadas en el volcanismo andino durante el
tardi y posglacial, transportadas por el Bío-Bío y cuya llegada coincide con la transgresión
flandriense, de modo que su depósito se ha realizado en un antiguo delta submarino que se
extiende al noroeste y oeste de Concepción.

Los cerros islas tienen particular atención en el estudio ya que en ella se establecen
poblaciones humanas. El conjunto litológico está afectado por varios sistemas de fallas: la
falla de Concepción, que muestra un escarpe en el cerro Caracol, y la falla de San Vicente
fijan los límites de la llanura que se extiende desde la cordillera de la Costa a la península
de Tumbes. Entre estas fallas existen otras menores, sub-paralelas, como la de La Pólvora,
Chepe, Chacabuco y Hualpencillo, todas con sentido NNE y configuran un estructura de
graven o fosa tectónica, con bloques hundidos o solevantados que explican los cerros islas
configurando los rasgos esenciales de la llanura.

Al configurarse la línea mar actual, los procesos marinos consolidaron los cordones
litorales fijando las líneas de playa en las bahías de Concepción, San Vicente y hacia el sur,
cerrando los desagües interiores y acentuando las marismas de Lenga y Rocuant. Además
estos procesos litorales en función de las direcciones del viento dominante, se generaron
nuevos campos de medanos externos, por la posición que ellos ocupan. Los medanos
litorales reconsolidaron la línea de costa. (Abad 2000). Las lagunas Las Tres Pascualas, Lo
Méndez y Lo Galindo se pueden relacionar con un cauce del Bío Bío al Andalién por la
depresión que existe entre los Cerros Chacabuco y Lo Galindo. Las lagunas Redonda y
Price a un cauce del Bío-Bío a la Bahía de Concepción, por el pajonal Chepe a la marisma
Rocuant.

Esta llanura, toma al sur de Concepción y hasta Coronel el aspecto de una estrecha faja
costera de 6 a 7 m de altitud y de 2 a 4 km de ancho. El contacto con la cordillera de
Nahuelbuta se produce a través de angostos peldaños de terrazas marinas. La formación de
playas antiguas y la actual, entre la desembocadura del Bío-Bío y Coronel, estuvieron
controladas por fallas de rumbo norte, desviando el curso de todos los esteros hacia el sur,
obstruyendo su curso y dando origen a las lagunas Grande y Chica de San Pedro, La Posada
y Quiñenco (Mardones 2005).

Una de las consecuencias de este sistema geológico estructural y particular proceso


evolutivo, es la existencia de vastas superficies sin drenaje en las que distinguimos
marismas, pajonales, sectores de fácil anegamiento e inundación, y pequeños lagos y
lagunas en distintos grados de evolución (Quintana, 1993), que desde el punto de vista
ecológico y de nuestra propuesta de asentamientos humanos, se encuentran en directa
relación a los cerros islas, cordones de dunas, esteros y ríos y las estribaciones occidentales
de la cordillera de Nahuelbuta.

Investigaciones previas

De acuerdo a las investigaciones arqueológicas realizadas de lo que conocemos cono


complejo arqueológico El Vergel en su manifestación más septentrional, se encuentran en
ambas riberas del Bío-Bío, sin desconocer la posibilidad de la presencia de El Vergel
incluso más al norte del Itata (Gaete & Sánchez 1999). Los sitios situados en Isla
Quiriquina (Seguel 1970, Bustos 1985), Bellavista I (Seguel 1969), Quinta Virginia (Oliver
Schneider 1927), Gomero (Seguel 1968), Chiguayante (Chizelle, Coronado y Seguel,
1969), entre otros, son testimonios de estas manifestaciones.

En el año 1928 se registraron hallazgos en las riberas del río Andalién, adscritos a
poblaciones prehispánicas, portadoras de alfarería de color blanco con pintura roja.
Durante la década del 60 se informó del hallazgo de un conchal en el sector de Lenga, que
presentaba abundante material fragmentado, algunas pintadas e incisas (Stehberg 1980).
San Martín y Mostny, informaban en el año 1963 de hallazgos en el sector de Lenga,
donde entre otros materiales destacan los ceramios pintados de color blanco con dibujos
geométricos insinuando un uniformidad cultural en un área que abarca al sur de Valdivia
hasta al menos el estuario de Lenga, sugiriendo además niveles marinos distintos al actual,
sumado a fenómenos de solevantamiento que configurarían en paisaje actual en el área. En
la península de Hualpén se informaba en 1964 de hallazgos de piezas de alfarería de engobe
rojo y con decoración rojo sobre blanco (Stehberg 1980).

En la actual comuna de San Pedro de la Paz, específicamente en la Población La


Candelaria, durante el año 1963 se encontraron jarros finamente decorados, con pintura roja
sobre blanco en la parte superior y rojo engobado a partir de la parte media y baja del
cuerpo, otras piezas monocromas con la característica “papada”, además de una serie de
platos y pucos, acompañados de varios aros de metal de forma cuadrangular y adornos en
cuentas de concha, con posibles entierros (Sánchez 2004). Para la ribera SW del Bío-Bío se
señala la presencia de un cementerio indígena (San Martín 1964). En los alrededores de la
Laguna Grande de San Pedro, ocurren una serie de hallazgos de contextos alfareros,
principalmente durante la década del 90, que permanecen en las colecciones de la
Universidad de Concepción (Bustos 2004, comunicación personal)

En el año 1984, la Universidad de Concepción emite un informe sobre lo que se denominó


el “sitio arqueológico de Lagunillas”, informando de la presencia de material cerámico
utilitario y ceremonial, piedras horadadas, fragmentos de hacha, los enterratorios eran de
forma circular pircadas de data prehispánicas, otras presentaban los cuerpos extendidos y
serían poshispánica (Vivaldi 1984)

En los trabajos arqueológicos realizados para el trazado del Gaseoducto del Pacífico (GP),
se informa de la realización de 25 pozos de sondeo en el cerro La U, resultando 14 de ellos
estériles e indicando la presencia de fragmentos vinculados al Complejo El Vergel del tipo
decoración rojo sobre blanco en otros (Rees 1998, comunicación personal)

Los antecedentes bibliográficos de la ribera norte del Bío–Bío, indican la presencia de


algunos sitios arqueológicos bastante más estructurados (contextos de sepultura), con un
emplazamiento geomorfológico similar, en las localidades de Chiguayante y Gomero. El
sitio de Chiguayante es un sitio claramente El Vergel, debido a las características del
material cerámico, los instrumentos óseos, los restos de tejidos en lana de camélido y la
disposición de la sepultura, aunque los autores del trabajo lo sitúan en un periodo
posthispánico temprano (Chizelle et al. 1969). En el sitio de Gomero aparece un tupu, un
aro de cobre, un jarro de cerámica decorado con pintura negra sobre engobe blanco, con
motivos geométricos, en un contexto de sepultura que los autores sitúan en un período que
puede abarcar desde los tiempos inmediatamente anteriores a la conquista española como
hasta la posconquista (Seguel 1968).

Metodologías de Prospección

Las prospecciones se desarrollaron entre los años 2002 y 2004, localizándose 43 sitios
arqueológicos en total. La zona limitada al norte por los ríos Andalién-Bío-Bío y al sur por
el río Maule (Coronel) corresponde a un área densamente poblada, constituida por una de
las mayores concentraciones poblacionales, fabriles y forestales del país, lo que llevó a
concentrar las prospecciones en las zonas que estaban menos intervenidas y más
despobladas. De esta manera se eligieron, de norte a sur: (1) las riberas del río Andalién
(propiedad de Forestal Arauco), (2) la península de Hualpén (Parque Pedro del Río Zañartu,
Santuario de la Naturaleza de Hualpén y predios particulares), (3) el Cerro la U (Compañía
de Aceros del Pacífico), (4) el estuario de Lenga (predios particulares), (5) los sectores de
Laguna Grande de San Pedro, humedal de los Batros y Laguna La Posada (Predios
particulares, Forestal Mininco, Serviu y la Municipalidad de San Pedro de la Paz), y (6) los
humedales de Escuadrón-Yobilo-Calabozo y río Maule (Predios particulares, Forestal
Mininco y Forestal Arauco)

Se utilizaron cartas del IGM de 1:50.000, considerando como sectores de probables


prospecciones los cuadrantes que calzaban con sector despoblados. Se registraron los sitios
empleando una Ficha de Registro de Sitios Arqueológicos estandarizada para el proyecto y
se georreferenciaron los sitios mediante GPS. Los sitios localizados fueron situados en una
carta 1:50.000 de los sectores prospectados.

Resultados

Dadas las características de la zona en estudio se seleccionaron seis sectores para la


realización de prospecciones sistemáticas

Sector Estuario Andalién (Comuna de Penco)

El sector está ubicado en el borde este de un sistema que probablemente evolucionó desde
un delta a un estuario asociado al Río Andalién y al canal del Morro. Esta zona corresponde
a la proyección norte del cauce del río Biobío. El relleno del estuario (aumento de la carga
sedimentaria), unido a la isostacia y al solevantamiento asociados a las estructuras de
graven tectónicos presentes en la zona, provocaron que el cauce del río Biobío se desvíe
hacia el oeste (Medina 2004). El sector se asocia con los ambientes húmedos del estuario
del río Andalién, la bahía de Concepción, y se vincula con una serie de terrazas marinas y
con las estribaciones occidentales de la Cordillera de Nahuelbuta, que debió poseer
extensos bosques y fauna nativa.

La prospección de desarrolló desde las instalaciones de la COSAF en la Comuna de Penco,


entre los cerros de la costa y el río Andalién. Se revisaron también los sectores de vegas,
finalmente descartados por estar comprometidos con zonas de fácil inundación estacional.

En el sector los sitios están emplazados generalmente en la pendiente del cerro, bastante
afectados por plantaciones forestales y cultivos. Los sitios 1, 2, 4, 6 y 8 presentan
fragmentos cerámicos en superficie, del tipo monocromo y rojo engobado, que pueden ser
adscritos, en principio, al Complejo arqueológico El Vergel.

En los sitios Playa Negra 3, 5 (el que presenta una pesa de red en esquisto) y 7, no aparece
en superficie material cerámico, probablemente pertenecen más bien a ocupaciones de
cazadores recolectores.

En el kilómetro 2,6 de la Ruta Interporturaria Penco-Talcahuano, se encontró debido a la


construcción de la ruta, un sitio denominado en este estudio Playa Negra 9, con
características de conchal y asociado a un taller lítico con varias “pesas de red” con
muescas laterales. Es necesario indicar que el sitio estaba originalmente sellado por
materiales de origen coluvial, con un espesor cercano al metro, situación que hacía
imposible detectarlo si no hubieran ocurrido movimientos de tierra. Este sitio posee una
ligera ocupación cerámica en sus capas superiores que debe ser estudiada detenidamente.
De acuerdo a los estudios realizados (Silva et al 2004), el sitio arqueológico muestra
característica similares al conchal de Bellavista del periodo arcaico, distante a un par de
kilómetros en los cerros homónimos en las cercanías de la Ciudad de Concepción, fechado
en 3.870+/80 AP (Seguel 1969).

Pozo de Sondeo Playa Negra 1

El sitio se emplaza en la ladera NW de los cerros de Cosmito; se excavó un pozo de


sondeo de 0,5 x 0,5 m, en estratos artificiales de 10 cm, alcanzando una profundidad de 30
cm. Sólo se detectaron evidencias culturales en los primeros 10 cm. El pozo rindió
abundante material malacológico que consisten principalmente en bivalvos. La matriz
estaba compuesta de arenas de color amarillento, muy finas. Se registraron escasos
fragmentos de cerámica en su totalidad de superficies alisadas, de color marrón claro.

Sector Cerro la U y Cerro Las Pulgas (Comuna de Talcahuano)

Los cerros La U y Las Pulgas son cerros islas asociados a las rocas de la Península de
Tumbes y del sector Tetas del Bio Bío. Los depósitos sedimentarios que rodean al Cerro la
U serían los primeros en exponerse en superficie ayudados por el alzamiento tectónico
holocénico, ya que esta zona estaría afectada por fallas NNE que generarían los ya
mencionados gravenes o cuencas tectónicas. Sobre éstos depósitos sedimentarios se
evidencian asentamientos humanos ligados al consumo de productos del mar, por lo que se
esperaría una configuración paleogeográfica para este sector con la línea de costa muy
cercana, dominada por ‘brazos’ marinos que le daban la característica de zona de
estuarios.(Medina 2004).

En el Sector Cerro la U se detectaron cuatro sitios arqueológico, tres de ellos (CU-1, CU-2
y CU-4) se adscriben al Complejo El Vergel, principalmente por debido a la presencia de
escasos fragmentos pintados rojo sobre blanco. Los sitios presentan material malacológico
y escasos restos óseos. Los yacimientos tienen buena visibilidad, percibiéndose un
potencial estratigráfico de carácter habitacional. El sitio CU-3 pensamos se relaciona más
bien con poblaciones de cazadores recolectores.

Durante el 2004 la prospección se amplió al cerro Las Pulgas, de propiedad de Petrox S.A.
En este lugar se encuentra el sitio denominado Cerro Las Pulgas 1, destruido casi por
completo durante la construcción de las instalaciones de la empresa Shell y en otras
acciones posteriores. En ese lugar aparecieron, de acuerdo a informaciones de lugareños y
de funcionarios de la planta, sepulturas, cerámica monocroma y decorada rojo sobre blanco
y abundante material malacológico. En la actualidad se conservan algunos vestigios
bastante marginales del sitio, algunos lentes de conchas marinas, escasos líticos poco
formalizados y fragmentos de alfarería monocromos, alisados, con antiplásticos en arena y
mica.
Pozo de Sondeo Cerro La U 1

Durante las prospecciones arqueológicas en el Cerro La U de propiedad de la Compañía


Siderúrgica (Huachipato), se observó que el Sitio Cerro la U 1 evidenciaba la presencia de
abundantes restos de fauna marina y fragmentos de alfarería, constituyendo un estrato
visible de alrededor de 30 cm. El sitio estaba emplazado en la parte más alta del cerro,
hacia el sector NE, próximo a un estaque de agua, donde evidentemente existieron trabajos
para su construcción e la instalación de los ductos, que dejaron los materiales descritos la
vista.

Se realizó la excavación de un pozo de sondeo de 1x1 m, por estratos artificiales de 10 cm,


alcanzando una profundidad de 40 cm. La matriz del sitio esta compuesta por arcillas
pardo oscuro, muy compactas. Los primeros 20 cm. presentaron restos de machas, lapas,
choros, caracoles (Tegula sp.), picorocos (Balanus sp.) y vértebras de peces. Entre los
materiales culturales aparecieron fragmentos pequeños de cerámica, alisados, pulidos y
engobados de rojo y de blanco. Se observaron materiales líticos sin improntas culturales en
cuarzo y esquistos y una punta proyectil de base pedunculada, con barbas laterales y bordes
aserrados. En los niveles inferiores disminuye bruscamente la fauna marina y los materiales
culturales prácticamente desaparecen.

Sector Lenga (Comuna de Hualpén)

El sector Lenga está separado de la Bahía San Vicente tan solo por un cordón de dunas y
por la desembocadura del río Lenga. Hacia el oeste destacan las Tetas del Biobío, cerros
islas en torno a los cuales se sitúan los sitios arqueológicos. La baja pendiente en la
topografía del sector, las características marinas de los sitios y las evidencias ya
documentadas de una transgresión marina entre los 1500 y 3000 A.P., nos hacen pensar que
esta zona habría correspondido a un sistema de estuario que probablemente fue capaz de
aislar -en sus más altos niveles- las Tetas del Biobío del continente (Medina, 2004).

Las prospecciones se desarrollaron hacia la parte NE de la Península de Hualpén,


especialmente en las terrazas bajas próximas al río Lenga y las primeras estribaciones de la
península. Se lograron detectar dos sitios de importancia para la investigación, el primero
(Lenga 1, LG-1) se encuentra afectado por cultivos intensivos de hortalizas, dejando a la
vista numerosos fragmentos de cerámica y fauna marina. El segundo sitio (Lenga 2, LG-2),
al ser utilizado sólo para talaje de animales, se encuentra afectado sólo en el nivel más
superficial.

Pozo de Sondeo Lenga 2

El sitio Lenga 2 se emplaza sobre las terrazas bajas del río Lenga. Se practicó un pozo de
sondeo de 0,50 x 0,50 cm., en base a niveles artificiales de 10 cm alcanzando un potencial
estratigráfico de 80 cm, con una estratigrafía bastante uniforme en cuanto a la composición
de los sedimentos, la fauna y el material cultural. La matriz consiste en arenas finas,
entremezcladas con cenizas y restos de carbón vegetal y abundantes restos fauna marina y
terrestre.
El pozo de sondeo entregó material cerámico monocromo y rojo engobado/pintado, fauna
malacológica diversa, donde la mayor preponderancia esta representada por bivalvos,
huesos de aves y mamíferos marinos, abundantes vértebras de peces. También se logró
registrar abundantes restos de carbón y cenizas, que refleja un aprovechamiento de los
variados y versátiles recursos de este ambiente y que le otorgan un carácter de sitio
habitacional. Lenga 2 ofreció las mejores posibilidades para ampliar las excavaciones
arqueológicas y entender las relaciones de los grupos

Sector Península de Hualpén (Hualpen)

El Sector de Hualpén se encuentra situado en las proximidades de la desembocadura del


río Bio Bío, sobre terrazas marinas que habrían correspondido a dunas (paleodunas). La
zona donde se emplazan los sitios corresponde a un bajo topográfico que fue rellenado de
arenas y posteriormente levantado, quedando de manifiesto unos metros más al norte por
medio de Laguna Verde. Este sitio forma parte de un ambiente litoral costero por la
presencia de paleodunas, arenas y restos de conchas (Medina 2004).

Las prospecciones estuvieron centradas principalmente en el sector SE de la Península, es


decir buscando una proximidad de los yacimientos con las áreas de humedales y lagunas.
En el Sector de la península de Hualpén se hallaron cuatro sitios arqueológicos.

En el sitio Hualpén 1 encontramos básicamente material cerámico monocromo, rojo


engobado/pintado y blanco engobado. Sus niveles estratigráficos son bastante uniformes,
denotando una abundancia de mitílidos, aves y mamíferos, apareciendo escasas vértebras
de peces.

El sitio Hualpén 2 posee un escaso potencial estratigráfico, sin embargo tiene un


emplazamiento sobre terrazas de arena relacionadas al Bío-Bío, con humedales y con la
Laguna Hualpén, donde el material cultural consiste esencialmente en fragmentos
cerámicos monocromos y rojos, engobado/pintado (Sánchez 2003). El sitio tiene un
carácter habitacional y se adscribe inicialmente al Complejo El Vergel.

El sitio Hualpén 3 se emplaza hacia el N. de un cerro isla prácticamente en el centro del


humedal del río Lenga, muy próximo a Hualpén. Se encuentra muy coluvionado,
manifestándose en una ocupación estratigráfica de unos 30 cm., esencialmente de mitílidos
con inclusiones de cerámica monocroma. Tiene un carácter habitacional y se adscribe
inicialmente al Complejo El Vergel.

El sitio Hualpén 4 se emplaza sobre dunas, en la ribera de la Laguna Hualpén. Pese a estar
bastante afectado por roedores, aves y no tener una estratigrafía clara, permite observar
fragmentos de cerámica rojo engobado y monocromos. Su importancia está directamente
relacionada con su cercanía al ambiente lagunar y su proximidad con recursos
dulceacuícolas y marinos. Tiene un carácter habitacional y se adscribe inicialmente al
Complejo El Vergel.
Se dejan consignados los datos de los sitios Rocoto 1 y 2, los que, según la literatura
arqueológica y nuestras propias observaciones están adscritos cazadores recolectores,
aunque Rocoto 2 presenta algunos fragmentos de cerámica monocroma a nivel superficial.

Pozo de Sondeo Hualpén 1

El Sitio se ubica en una ladera de cerro, próximo al estuario de Lenga y a la


desembocadura del Bio-Bío, en el sector sur de la península de Hualpén. Se ejecutó un
pozo de sondeo de 0,5 x 0,5 m, mediante niveles artificiales de 10 cm, alcanzando una
profundidad de 40 cm. Los distintos niveles presentaron cerámica monocroma, de
superficies alisada con hollín adherido, bordes de labio redondeado, antiplásticos finos
donde se observan ocasionalmente cuarzos, arenas y micas. Se identificó al menos un
fragmento de cerámica blanco engobada rojo/engobado, pintado (Sánchez 2003). El
material lítico es atípico. Los restos óseos corresponden a mamíferos, probablemente
artiodactylos. En dos de los huesos largos se nota la intención de fractura para obtener
médulas. Se detectó una pieza dentaria de un posible camélido. En el sitio se observa una
mayor preponderancia de choros y cholgas, machas, lapas, tacas y almejas.

Sector San Pedro-La Candelaria-La Posada (Comuna de SanPedro)

Corresponde a una serie de ambientes lagunares, situados al sur del río Bío-Bío y al norte
de la ciudad de Coronel, especialmente la Laguna Grande de San Pedro, el humedal de los
Batros, y la Laguna la Posada. Se encontraron ocho sitios arqueológicos, cuatro en la
localidad de San Pedro y cuatro en La Posada

El sector San Pedro de la Paz se ubica en el borde occidental de la Cordillera de


Nahuelbuta, y se dispone en la proyección de un gran lineamiento que representaría una
falla (Laguna Grande-Laguna La Posada), por lo que el borde oriental de dicha laguna
correspondería a un escarpe de falla. Es muy probable que haya existido un gran
embahiamiento marino por el sector del actual Estero Los Batros, explicando así la
existencia de conchales en el sector de Laguna Grande. El basculamiento y levantamiento
de los bloques asociados a este gran lineamiento paralelo a la línea de costa estaría
estrechamente relacionado con la formación de las playas actuales entre la desembocadura
del río Bio Bío y Coronel (Medina 2004).

La Laguna Grande de San Pedro sin duda tenia una estrecha relación con el ambiente de
humedal de los Batros, los bosques nativos y el ambiente marino próximo. Sus riberas aún
conservan los vestigios de asentamientos humanos representados por fragmentos de
alfarería como es el caso de los sitios San Pedro 1 y 2, sitios habitacionales que pueden ser
adscritos al complejo el Vergel. Sin embargo, gran parte de estos sitios están
definitivamente destruidos por la habilitación de parques y la construcción de poblaciones

La excepción estaría determinada por el sector La Puntilla, donde, de acuerdo a relatos de


lugareños, debería existir un sitio arqueológico importante. Denominamos este sitio San
Pedro 3, reuniendo una escasa cantidad de fragmentos en superficie, también tendría
carácter habitacional y podría ser adscrito al Complejo El Vergel.
El Sitio San Pedro 4 (Población La Candelaria) refleja una adscripción al Complejo El
Vergel a través de la presencia de jarros finamente decorados rojo sobre blanco en la
parte superior y rojo engobado a partir de la parte media y baja del cuerpo, de otros jarros
monocromos que conservan la característica “papada” platos, pucos, tiestos de base cónica,
acompañados de varios aros de metal de forma cuadrangular y adornos en cuentas de
concha y posibles enterratorios( exhumados entre los años 1984 y 1985) (Sánchez
2003).Esta población sin duda se relacionaba con el ambiente del humedal los Batros, las
lagunas de San Pedro, el río Bío-Bío y el ambiente marino cercano, sumado a las
proximidades con el bosque nativo. Es posible incluso inferir prácticas agrícolas en los
sectores de Boca Sur y la Candelaria, tal como se la practica hoy en día, estrechamente
asociadas a la estacionalidad que deja terrenos libres de agua para los cultivos.

Desde la población Boca Sur, pasando por los sectores de Michaihue, Loma Colorada y
Escuadrón ambos lados de la carretera de Concepción-Coronel hasta la Población
Lagunillas, los bosques de pinos y la instalación de poblaciones, viveros y fábricas hacen
prácticamente imposible la conservación de los sitios arqueológicos. Sin embargo hacia el
oriente, en el sector comprendido entre el limite de las Comunas de San Pedro y Coronel, se
encuentra el sector La Posada, donde los terrenos hasta ahora tienen un uso distinto,
conservando importante zonas de las riberas de la Laguna de La Posada con posibilidades
de presencia de sitios arqueológicos (ambientes de pradera baja con arbustos nativos). La
prospección se concentró exclusivamente en la ribera este de la laguna La Posada, gracias a
las facilidades otorgadas por la Forestal Mininco para realizar los trabajos.

El Sector La Posada, caracterizado por la presencia de la laguna homónima que tiene una
forma elongada en dirección NNE, presenta la misma dirección que las fallas dominantes
en el sector y además se sitúa en la proyección hacia el sur de un lineamiento que se
manifiesta, por ejemplo, a la Laguna Grande de San Pedro. Los sitios observados presentan
evidencia de actividad marina, ya sea por la abundante cantidad de conchas de moluscos y
por las formas terrestres que probablemente correspondan a paleodunas erosionadas.

La Posada 1 se encuentra muy alterada por la construcción de canchas de fútbol y las


instalaciones recreativas de la Forestal Mininco, determinándose que, a pesar de la
existencia de fragmentos diseminados en superficie, que le dan un impronta habitacional y
posiblemente adscritos al complejo El Vergel, sería escasamente factible desarrollar
excavaciones de alguna envergadura. La Posada 2 presenta sectores que pueden haber sido
no alterados por la construcción de un antiguo vivero, conservando bajo la capa no afectada
por las maquinarias algunas estructuras funerarias. Se han recolectado fragmentos de
cerámica rojo engobada y monocroma, sumado a restos de esquistos que podrían
corresponder a parte de las estructuras alteradas, de acuerdo a los datos bibliográficos. En
un sector removido por animales fueron detectados varios fragmentos alisados color marrón
y un fragmento de tamaño mediano decorado rojo sobre blanco con motivos geométricos.
En general el sitio puede corresponder a contextos de sepultación y habitación relacionado
a poblaciones El Vergel y otros de datas posteriores a la llegada de los europeos a la zona
(Vivaldi 1984). El sitio la Posada 3 debería corresponder a un sitio de cazadores
recolectores, no existiendo cerámica en superficie y en fechas pasadas ha sido recolectados
aquí pesas de red y artefactos confeccionados en esquistos de difícil determinación
asociados a fauna marina.
La Posada 4 esta emplazado sobre un playa lacustre, donde se observan exclusivamente
fragmentos monocromos dispersos ocasionalmente en superficie.

Sector Rio Maule- Humedales Escuadrón-Yobilo- Calabozo (Comuna de Coronel)

En el sector Estero Maule y Humedales de Escuadrón, Yobilo y Calabozo, los sitios se


emplazan sobre terrazas asociadas a la desembocadura de los esteros Villa Mora y al estero
que va de norte a sur y se encarga del desague de la Laguna la Posada. Su cercanía a la
costa, unido al hecho de las bajas pendientes observadas en las terrazas sobre las cuales se
sitúan los sitios, hacen pensar que habrían estado emplazados en un ambiente netamente
marino costero y sobre cerros islas que habrían configurado las zonas más elevadas en la
costa, ubicadas inmediatamente al sur de la ya mencionada desembocadura, por lo que no
se descarta el abandono de estos sitios en temporadas de alta marea (Medina 2004).

Se encontraron 5 sitios arqueológicos, tres en la localidad de Maule y dos en La Obra. Los


sitios Maule 1 y Maule 2, de acuerdo a estudios muy preliminares, deberían corresponder a
poblaciones cazadoras recolectoras, lo mismo que el sitio La Obra 1, excavado y fechado
hacia el 6500 a.P. (Quiroz et al. 2001). Los Sitio Maule 3 y La Obra 2 corresponden a sitios
con presencia de alfarería. En el caso de Maule 3 se encuentra emplazado sobre dunas bajas
y muy próximo al límite oeste del humedal, muy afectado por la extracción de arenas y la
acción ántropica, debido a su cercanía con la población Camilo Olavaria, se detectan
fragmentos cerámicos marrón, que hacen por ahora difícil su adscripción cultural El sitio
La Obra 2, emplazado próximo a los cerros de Lo rojas en la planicie aluvial, nos muestra
la presencia de un sitio asociado al Complejo El Vergel (Sánchez 2003).

Pozo de Sondeo La Obra 2 (Co2)

En La Obra 2, se muestra la presencia de un sitio asociado al Complejo El Vergel, que


entrega un contexto arqueológico muy completo, consistente en restos esqueletales, aros de
metal y piezas de alfarería tales como una olla monocroma, un puco rojo engobado/pintado
y un jarro con pintura roja y negra sobre engobe blanco (Sánchez 1999). Dado este contexto
lo escogimos para realizar el pozo de sondeo.

Se realizó un pozo de sondeo de 1,5 x 1 m, excavando mediante niveles artificiales de 10


cm., hasta una profundidad de 60 cm. La matriz del sitio corresponde a una arena gris, que
en superficie da el aspecto de una duna, tornándose a partir de los 8 cm., en un yacimiento
con abundantes restos malacológicos que consisten principalmente en Tegula sp.,
Fissurella sp. y Concholepas concholepas, sumado a huesos de vertebrados. La alfarería se
caracteriza por ser monocroma con algunos fragmentos rojo engobados, de superficie
alisadas, a nivel de antiplásticos permite observar arenas, cuarzo y micas. En una visita
posterior se recuperó de manos de un lugareño una pieza de alfarería decorada rojo sobre
blanco, con motivos geométricos análogos a vasijas del Complejo El Vergel.
Discusión

Durante el año 2003-2004 se realizaron las prospecciones arqueológicas entre el estuario


del río Andalién, como límite norte (Comuna de Penco) y el río Maule (Comuna de
Coronel), como límite sur y las estribaciones occidentales de la Cordillera de Nahulebuta
por el este. Las investigaciones arqueológicas en el área definida en esta prospección
abarcaron sectores de las comunas de Penco, Talcahuano, Hualpén, Concepción, San Pedro
de la Paz y Coronel. El proyecto Fondecyt 1020272 ha posibilitado georreferenciar varios
yacimientos arqueológicos, definir preliminarmente su contexto, características y la
relación con la ocupación de estos espacios por las poblaciones adscritas al Complejo El
Vergel entre los siglos X y XVI.

El desarrollo de las prospecciones estuvo inserto en una zona de intenso poblamiento y


obras de infraestructura vial, sin embargo deja aún importantes sectores libres tales como la
zona de Penco-Cosmito (fundos privados y forestales), península, riberas de ríos y
estuarios, cerros y cerros islas (Hualpén-Lenga-Tumbes), cordones litorales de dunas y
humedales (San Pedro–Escuadrón-Yobilo-Calabozo-Cantarrana), por la parte oriental del
camino entre San Pedro y Coronel–Lota.

Si queremos ordenar los sitios arqueológicos comprendidos en el área de prospección,


debemos reconocer la importancia que tiene en el sector el río Bío Bío. considerando una
perspectiva tanto geomorfológica como biogeográfica, podemos dividirlos en dos grupos:
aquellos ubicados al norte del Bío Bío y que se sitúan en relación a la planicie litoral y
humedales de Penco-Talcahuano-Concepción y los que están al sur del Bío Bío,
relacionados más bien con la planicie costera y humedales de San Pedro-Coronel.

Los sitios ubicados al norte del Bío Bío con presencia de alfarería están asociados
indudablemente a ambientes estuarinos y se ubican principalmente en las laderas de los
cerros de Cosmito, de la U, de Las Pulgas, de Tumbes y en terrazas bajas de los cerros de
Hualpén (sector Lenga), en un ambiente litoral costero que insinúa una línea de costa más
próxima a los yacimientos (Medina 2004), enfrentando hacia el NW las bahías de
Concepción y San Vicente y los estuarios de los ríos Andalién y Lenga. Se exceptúan los
sitios Hualpén 2 y 4, localizado hacia el SE de la península de Hualpén, y los componentes
cerámicos de los sitios de Rocoto 1 y 2, al SW, sobre terrazas fluviomarinas relacionadas
directamente con el río Bío-Bío,

Los materiales culturales de los sitios, principalmente fragmentos de cerámica monocroma,


algunos ejemplares rojo-engobados y otros decorados con pintura roja sobre engobe blanco
(especialmente en Cerro La U y Lenga), nos hablan de una intensa ocupación de grupos El
Vergel en el área. Los abundantes restos de moluscos, peces, aves y mamíferos marinos,
nos indican una estrecha dependencia de los recursos marinos y lacustres. El rango
cronológico obtenido mediante fechados de TL, indica una oscilación entre 695-935 d.C.
para Hualpén 1 y de 270-590 d.C. y 1410-1520 d.C. para dos de las ocupaciones de Lenga
21.

La llanura costera que se desarrolla al sur del Bío Bío, caracterizada además por ambientes
lagunares, de humedales con presencia de cordones litorales de dunas, insinúa la existencia
de un gran embahiamiento costero, especialmente en Los Batros (Medina 2004), donde se
han identificado los sitios San Pedro 1-4. En los sitios La Posada 1, 2 y 4, relacionados con
un ambiente lacustre, encontramos la presencia de fragmentos de cerámica monocroma y
rojo engobada. Una atención especial recibe el sitio San Pedro 4, donde ha sido posible

1
Las fechas obtenidas por datación termoluminiscte son para Hualpén 1 815 +/- 120 d.C. (UCTL 1628) y
para Lenga 2 430 +/- 160 d.C. (UCTL 1630) y 1465 +/- 55 d.C. (UCTL 1629)
rescatar valiosa información de un contexto funerario, cuyo ajuar se compone de aros de
metal (cobre y plata), pulseras de cobre, adornos en concha y piezas de cerámica, algunas
definidas como clásicas del Complejo El Vergel y otras relacionadas más bien con
complejos arqueológicos septentrionales tales como Aconcagua y Diaguita (Bahamondes
2005).

En el sector más cercano a la ciudad de Coronel, vinculados a los esteros Villa Mora y
Maule, se han identificado los sitios Maule 3 y La Obra 2. Se postula que estos sitios, de
acuerdo a la disposición geomorfológica de las terrazas, habrían estado emplazados
directamente sobre ambientes marinos costeros (Medina 2004). Desafortunadamente hemos
obtenido sólo fragmentos de cerámica monocroma y alisada. Sin embargo, no debemos
dejar de mencionar el hallazgo fortuito realizado por un lugareño de La Obra de un
pequeño jarro decorado con motivos geométricos rojos sobre engobe blanco. Tenemos para
esta área una fecha2, obtenida en el sitio La Obra 2, que indica un rango cronológico de
1065-1235 d.C.

La intensificación de las prospecciones arqueológicas en la vertiente occidental de la


cordillera de Nahuelbuta ha sido el propósito de este proyecto. Sin embargo, las
prospecciones realizadas entre el Andalién y el Itata, al norte del la zona estudiada, en el
curso medio inferior del Bío-Bío, al este de la zona, y en la zona de Chillán, al noreste,
sumado a los aportes de los Estudios de Impacto Ambiental desarrollados en el Alto Bío-
Bío y en la precordillera de Ñuble, han sido claves para entender la expansión territorial y
las características del Complejo El Vergel.

En las prospecciones realizadas al norte del Andalién se relevaron datos sobre los sitios
Penco 1 y 2 y Punta de Parra 1. Penco 1 y 2 están dispuestos sobre terrazas altas en los
cerros próximos a la ciudad de Penco, manteniendo un patrón de asentamiento muy similar
al de los sitios de Playa negra, relacionados tanto con ambientes fluviales (río Penco) como
marinos. La fauna representada corresponde principalmente a moluscos y los restos
culturales están representados por fragmentos de cerámica monocromos. Los sitios tienen
un carácter habitacional y no es posible determinar una adscripción cultural clara. El sitio
Punta de Parra 1 (comuna de Tomé) está localizado en un sector bastante coluvionado,
sobre una terraza baja, muy próximo a la línea de marea actual. Se observan restos de
fauna marina, principalmente moluscos, y fragmentos de cerámica monocroma. Este sitio
se encuentra en directa relación con el mar, pero muy distante de cursos de agua dulce,
mucho más afín al sistema de acantilados que se desarrolla hasta la bahía de Coliumo,
donde, hipotéticamente, deberíamos detectar nuevos sitios con presencia de cerámica..

Se han muestreado algunos valles en el curso inferior del río Bío-Bío, específicamente para
testear la presencia del Complejo El Vergel en las riberas del Bío-Bío. Se prospectó en las
localidades de Talcamávida (ribera norte del Bío-Bío, comuna de Hualqui), identificando
un sitio en los alrededores de la laguna homónima, emplazado en terrazas fluviales que
contenía fragmentos de cerámica monocroma, con un patrón de asentamiento similar a
aquellos detectados en la zona de San Pedro. En Patagual (ribera sur del Bío-Bío, comuna
de Coronel), sobre una serie de terrazas fluviales se observaron fragmentos de cerámica

2
La fecha obtenida por datación termoluminiscente para La Obra 2 es de 1150 +/- 85 d.C. (UCTL 1627).
rojo engobado/pintado y otros fragmentos monocromos. Estos sitios tienen una fuerte
vinculación con el río y con los ambientes de humedal que se desarrollan en su entorno. Es
importante destacar que estos sitios, sumados a aquellos publicados en Gomero y
Chiguayante, dan una consistencia mayor a los antecedentes que se tenían sobre la
ocupación del curso inferior del Bío Bío.

En el curso medio del río Bío Bío se han registrado un par de hallazgos ocasionales. Uno de
ellos en el entorno del fuerte de San Carlos de Purén, dispuesto sobre terraza del Bío-Bío.
En sedimentos arcillosos aparecieron restos humanos correspondientes a probables
sepulturas y un ceramio rojo sobre blanco con motivos geométricos. En el otro, en las
proximidades de localidad de Coigüe, se recuperó una cantidad apreciable de fragmentos de
cerámica monocroma y otros decorados rojo sobre blanco con motivos geométricos,
además de una cantidad apreciable de lascas de basalto, restos óseos de camélidos, un
fragmento de tejido y valvas de Diplodon sp. Estos yacimientos, claramente El Vergel
permiten configura un patrón de asentamiento más ligado al río Bío- Bío.

Finalmente, en el curso superior del Bío Bío, se han realizado prospecciones, sondeos y
excavaciones relacionadas con la construcción de la Represa Ralco, donde se han detectado
una serie de sitios con cerámica adscrita al Complejo El Vergel (Contreras 2004,
comunicación personal)

En enero del año 2004 en el contexto de una causa del 2º Juzgado de Crimen de Chillán,
fue posible acceder a un conjunto de material cultural y faunístico proveniente del Alero
Quilmo, en el sector homónimo (Sánchez 2004, m.s.). Fueron recuperados, tanto en las
exhumaciones ordenadas por el Juzgado como en un pozo de sondeo realizado por
nosotros (2x2 m, niveles artificiales de 10 cm., profundidad excavada 210 cm), restos óseos
humanos, abundantes fragmentos de alfarería monocroma, restos de macromamíferos
(ovejas, camélidos, cánidos), micromamíferos (marsupiales y roedores), aves, anfibios,
crustáceos (Aegla sp.) y moluscos (Diplodon sp.) de agua dulce. Se encontraron dos puntas
de proyectil, una pequeña triangular de base cóncava correspondiente a los niveles alfareros
(1-6), y otra triangular de base recta, correspondiente a niveles sin cerámica (7-21). Este
sitio está aún en estudio, pero tiene ocupaciones alfareras, inclusive tardías, asociadas con
restos de Ovis aries. No se registró la presencia de cerámica decorada claramente vergelina.
Este sitio es un buen ejemplo de otra forma de asentamiento que relaciona ocupaciones en
cuevas y aleros El Vergel con sitios tales como Quillen (Valdés et al. 1982) y Quino
(Sánchez e Inostroza 1985, Quiroz et al. 1997).

En importante mencionar que en los sectores definidos para la prospección arqueológica, se


mencionan en la literatura una serie de yacimientos vinculados a cazadores recolectores,
tales como Bellavista 1 (Seguel 1969), Rocoto 1, Chome 1 (Bustos y Vergara 2000),
Talcahuano 1 (Bustos y Vergara 1998), Quiriquina 1 y 2 (Seguel 1968, Bustos 1984), La
Obra 1 (Quiroz et al. 2001). Hemos localizado y caracterizado en forma general varios
sitios nuevos de cazadores recolectores entre los que podemos mencionar a Playa Negra 5,
7 y 9, Cerro la U 3, Rocoto 2, La Posada 3 y Maule 1 y 2.

Las prospecciones realizadas nos permiten afirmar, desde una apreciación general de los
resultados obtenidos y considerando los antecedentes geográficos y biogeográficos, las
investigaciones previas, que estamos frente a grupos de poblaciones alfareras que están
alcanzando una gran dispersión geográfica, que fueron extremadamente versátiles en su
relación con el ambiente, que aprovecharon los múltiples y diversos recursos relacionados
con los cursos de agua (riberas de ríos, lagunas, humedales, playas y estuarios), con cerros
isla, islas y con el bosque para asegurar su subsistencia.

En términos preliminares, los datos obtenidos están reflejando importantes ocupaciones


alfareras en el curso inferior, medio y superior del Bío–Bío, la mayoría de ellas con
elementos claramente vinculados con el Complejo El Vergel, entre los que podemos
mencionar la presencia de la metalurgia, patrones de sepultación extendidos y en urnas,
fuertes relaciones con los recursos acuáticos y terrestres, cerámica decorada, entre otros,.

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