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RCP en hipotermia

Mientras maneja al paciente con hipotermia significativa, tenga en cuenta que el


corazón hipotérmico es muy sensible al movimiento. El manejo brusco del paciente
puede precipitar arritmias, incluida la fibrilación ventricular. Tenga cuidado de no
empujar al paciente durante el examen físico o la realización de procedimientos
esenciales.

Vía aérea, respiración, circulación  :  el manejo de la hipotermia requiere evaluación


y apoyo de la vía aérea, la respiración y la circulación; prevención de una mayor
pérdida de calor; iniciación del recalentamiento apropiado al grado de hipotermia; y
tratamiento de complicaciones.

La intubación endotraqueal se realiza en pacientes con dificultad respiratoria o que no


pueden proteger sus vías respiratorias. La intubación temprana puede facilitar la
eliminación de las secreciones producidas por la broncorrea inducida por el frío en
pacientes con estado mental alterado o un reflejo de tos disminuido. Los
medicamentos estándar se pueden usar para realizar una intubación de secuencia
rápida, si es necesario; La atropina no está indicada como agente de pretratamiento
para reducir la broncorrea.

La reanimación cardiopulmonar (RCP), incluidas las compresiones torácicas, debe


iniciarse en pacientes con hipotermia accidental que sufren un paro cardíaco. Las
contraindicaciones para las compresiones torácicas incluyen: estado verificado de
DNR ("no resucitar"), obviamente lesiones letales, una pared torácica congelada que
no es compresible y la presencia de signos de vida. Siempre suponga que se produce
alguna perfusión cuando hay algún signo de vida. Las pupilas fijas y dilatadas no son
una contraindicación para comenzar la RCP. Aparente rigor mortis no es un signo
confiable de muerte. La rigidez mandibular puede simular rigor mortis

Si no se encuentran pulsos después de verificar durante un minuto, la RCP debe


iniciarse de inmediato y proporcionarse de forma continua si es posible. La RCP
continua puede no ser posible debido a consideraciones de seguridad o durante la
evacuación del paciente. Deben usarse dispositivos mecánicos de compresión
torácica, si están disponibles, para evitar la interrupción de la RCP durante el
transporte. La RCP puede retrasarse hasta 10 minutos mientras los rescatistas
mueven al paciente a un lugar más seguro. En un paciente con una temperatura
central de 20 a 28 ° C, o si no se conoce la temperatura central, administre RCP
continuamente durante períodos de al menos 5 minutos, alternando con períodos de
no más de 5 minutos sin RCP. En pacientes con una temperatura interna inferior a 20 °
C, administre RCP de forma continua durante períodos de al menos 5 minutos,
alternando con períodos de no más de 10 minutos sin RCP

Duración de la reanimación  :  debido a los efectos neuroprotectores de la


hipotermia, la recuperación completa de pacientes con hipotermia y paro cardíaco ha
sido bien documentada a pesar de la reanimación prolongad.  Por lo tanto, en
circunstancias habituales, los esfuerzos de reanimación solo deben detenerse si hay
una lesión no sobrevivible o una enfermedad mortal, si el cuerpo está tan congelado
que las compresiones torácicas son imposibles, o si la nariz y la boca están
bloqueadas con nieve o hielo. Se deben continuar los esfuerzos (ocasionalmente
durante varias horas) hasta que la temperatura central del paciente alcance 32 a 35 °
C (90 a 95 ° F).

Tratamiento

 La intubación endotraqueal puede ser necesaria en pacientes con embotellamiento y


aquellos con broncorrea
 Trate la hipotensión con un cristaloide calentado (42 ° C) inicialmente, dopamina si es
necesario
 Evite los movimientos bruscos y la actividad, que pueden inducir fibrilación ventricular.
 Las técnicas de recalentamiento se basan en el grado de hipotermia.

• Hipotermia leve: recalentamiento pasivo externo.

Quitarse la ropa mojada, cubrir con mantas

• Hipotermia moderada: recalentamiento activo externo e interno.

Oxígeno calentado humidificado, sistemas de calentamiento de aire forzado

Tenga cuidado con la caída paradójica inicial de la temperatura central debido al retorno de
sangre fría de las extremidades a la circulación central

Calentar el tronco primero para minimizar el riesgo de temperatura central después de la caída

• Hipotermia severa: recalentamiento interno activo (recalentamiento del núcleo activo) y


recalentamiento externo activo

Oxígeno humidificado calentado, fluidos IV calentados (42 ° C)

Riego pleural y peritoneal con solución salina tibia (40-42 ° C)

Opciones extracorpóreas: recalentamiento venovenoso continuo, hemodiálisis,


recalentamiento arteriovenoso continuo y derivación cardiopulmonar

Tratamiento de arritmias

• Las arritmias pueden persistir hasta que el paciente se caliente nuevamente.

• Ignorar las arritmias auriculares con respuesta ventricular lenta.

• La fibrilación ventricular es un ritmo común.

Puede ser precipitado por empujones físicos

Administrar de acuerdo con el protocolo ACLS


Se puede intentar la desfibrilación eléctrica, pero rara vez tiene éxito hasta que la temperatura
central sea superior a 30 ° C
Bibliografia:

1. Truhlář A, Deakin CD, Soar J, et al. Pautas del Consejo Europeo de


Reanimación para la Reanimación 2015: Sección 4. Paro cardíaco en
circunstancias especiales. Reanimación 2015; 95: 148.
2. Giesbrecht GG. Estrés por frío, casi ahogamiento e hipotermia accidental: una
revisión. Aviat Space Environ Med 2000; 71: 733
3. Dow J, Giesbrecht GG, Danzl DF, et al. Wilderness Medical Society Pautas de
práctica clínica para la evaluación y el tratamiento extrahospitalarios de la hipotermia
accidental: actualización de 2019. Wilderness Environ Med 2019; 30: S47

RCP en trauma:

 Secuencia de manejo del paciente con trauma

Evaluación del escenario:

• Seguridad para todos.

• Escena.

• Situación.

Revisión vital: (Ideal < 1 minuto).

• Permeabilidad y apertura de las vías aéreas con control de la columna


cervical.

• Respiración presente o ausente y necesidad de ayuda con oxígeno


suplementario.

• Circulación: Pulso, llene capilar, control de hemorragias.

• Déficit neurológico: Conciencia, pupilas, parálisis.

Revisión Sistemática Total: (Ideal < 5 minutos).

• Revisión de la cabeza y cuello.

• Revisión del tórax y abdomen.

• Revisión de las extremidades.

Inmovilización y traslado.
Valoración en el sitio del accidente.

Ante todo paciente que ha sufrido un traumatismo se impone una evaluación, que tendrá
como objetivo fundamental la búsqueda de lesiones que comprometen la vida, por lo que
debe ser rápida y precisa para que conduzca a la toma de decisiones inmediatamente; esta
valoración es llamada revisión vital, (evaluación funcional, primaria o inicial) y es la piedra
angular de la excelencia en el cuidados de estos enfermos, su duración no debe demorar más
de un minuto.

Luego de la revisión vital, y controladas las condiciones que ponen en peligro la vida, se realiza
una segunda evaluación llamada revisión sistemática total en la cual el cuerpo es examinado
de cabeza a pies con el objetivo de detectar otras lesiones mientras llega el sistema de
emergencia o en presencia de una ambulancia en ruta hacia el hospital. Su duración no debe
exceder los 5 minutos, recuerde que los procedimientos en el sitio del accidente no deben
sobrepasar los 10 minutos

Evaluación del escenario

Con relativa frecuencia, las personas que brindan auxilio cometen errores que
lo convierten en otra víctima, casos típicos son los derrumbes y la
electrocución, por ello, antes de manejar a la víctima, es necesario evaluar el
escenario correctamente.

Ante todo traumatismo, el socorrista debe:

1ro: No convertirse en otra víctima.

2do: No agravar las lesiones existentes.

3ro: Adelantarse a la gravedad del lesionado

Primero asegúrese que no existe peligro para usted ni para el resto de las personas (seguridad)
y luego evalúe la escena y la situación para poder diagnosticar posibles lesiones y desplazar al
enfermo hacia un área segura

Al encontrarnos frente a un paciente, debemos observar la posición en que se encuentra, si


fue expulsado del auto, uso de cinturón de seguridad, deformidad del timón, dirección del
impacto, hierros torcidos hacia el interior del vehículo, posibilidad de un incendio. Debemos
estimularlo para precisar el estado de conciencia; en este llamado, si simultáneamente
tomamos el pulso radial (con lo cual percibimos también la temperatura y la humedad de la
piel) y visualizamos cualquier lesión externa o hemorragia, tendremos una panorámica casi
general, en aproximadamente 15 segundos, de lo que acontece a las principales funciones
vitales. Si a ello se une una respuesta verbal del paciente, casi completaríamos la evaluación;
no obstante, debemos ser más específicos para disminuir el margen de posibles errores.
Recordemos que a los traumatizados, no podemos sacudirlos vigorosamente ni realizarle
movimientos excesivos

Si hay riesgo vital (códigos rojo o amarillo) active el sistema de emergencia; sin riesgo vital
(código verde) puede esperar al traslado por ambulancias de urgencia.
En el politraumatizado, existe alto riesgo de lesión de la columna cervical, por ello, la
inmovilización manual o con collarín de esta zona debe realizársele a todos.

En el examen de la respiración, podemos encontrar alteraciones tanto de la frecuencia como


del ritmo, ambas, pueden poner en riesgo la vida si no se toman las medidas inmediatas.

• Corrobore si hay ventilación espontánea, si no hay, comience de inmediato la respiración


artificial.

• Estime la frecuencia y profundidad de la ventilación, observe los movimientos del tórax y


escuche hablar al paciente.

• Cuando en el adulto, la frecuencia respiratoria se encuentre por debajo de 12 por minuto o


por encima de 20 está indicado el uso de oxígeno suplementario.

• Si la frecuencia ventilatoria está por encima de 30 o por debajo de 10, está indicada la
ventilación artificial.

Ante cualquier problema ventilatorio es importante tratar de esclarecer la causa que lo


produce, pues el tórax abierto, el neumotórax a tensión, el tórax batiente y el taponamiento
cardíaco precisan de conductas inmediatas en el escenario.

Para el apoyo al sistema circulatorio el control de las hemorragias externas es de suma


importancia; se recomienda la compresión manual (o con un apósito) directa sobre la herida,
el vendaje compresivo o la presión con los dedos sobre la arteria o vena que sangra más
distalmente (femoral, braquial, poplítea, etc.). No se recomienda el uso de torniquetes,
excepto en situaciones extremas

La elevación del miembro afectado, reduce el flujo sanguíneo y la hemorragia. Los miembros
inferiores deben ser elevados en casos de quemaduras, heridas por arma blanca y de fuego u
otra lesión que produzca hipotensión, sólo si está totalmente descartada una lesión de
columna vertebral

La mayoría de las hemorragias se controlan con presión directa, si el sangramiento cesa luego
de tres minutos de presión, puede intentar descomprimir lentamente el sitio de presión.

El grado de respuesta (conciencia) puede variar desde al llamado, al dolor o su ausencia y


puede variar en el tiempo. Una pupila mayor que la otra (asimetría), ambas muy contraídas o
muy dilatadas, con escasa modificación a la luz, indican gran lesión o presión dentro del cráneo
lo cual demanda un traslado inmediato a un centro hospitalario. “Las pupilas deben ser
redondas, iguales y reactivas a la luz”. La presencia de parálisis de un miembro o una mitad del
cuerpo son también indicativos de daño cerebral, por otro lado, la parálisis de ambas piernas
(paraplejia) o ambas piernas y brazos (cuadriplejia) confirman una lesión de la columna y esta
pudiera asociarse a hipotensión o shock espinal. A menos que otra causa se identifique, todo
paciente ansioso, excitado o con toma de conciencia presenta un trauma craneal o un déficit
de la oxigenación del cerebro
La aparición de convulsiones es indicativo de lesión cerebral o hipoxia severa y condiciona
mayor daño cerebral. La presencia de bradicardia, hipertensión y cambios del patrón
respiratorio son muy sugestivos de la instalación de un grave y progresivo daño cerebral. En el
medio prehospitalario, el mantenimiento de una vía aérea permeable, una adecuada
ventilación, si es posible con oxígeno suplementario y una presión arterial normal o
ligeramente alta, son las principales medidas encaminadas a la protección del cerebro.

.BIbliografia:

Santiago C. Evaluación inicial al politraumatizado. En: Caballero A. Terapia Intensiva. 2ed. La


Habana: ECIMED; 2002. p. 5625-74

National Association of Emergency Medical Technicians; PHTLS-Soporte vital básico y avanzado


en el trauma prehospitalario. 7ª ed.México: Intersistemas; 2017

Reyes MAD, Berrio MR, Montoya XS. Prioridades iniciales de enfermería en el paciente con
trauma. Av. Enferm . 2012;30(3):118-134.
RCP en ahogados:

Soporte básico de vida dentro del agua La gravedad de la víctima que sufre un ahogamiento
está directamente relacionada con el tiempo de sumersión, la cantidad de agua aspirada y la
hipoxia, de ello depende también el pronóstico y su tratamiento. Al ser el primer y más
importante tratamiento en estos casos la ventilación efectiva, el inicio rápido de las
ventilaciones es determinante y cuando se corrige el PR con las ventilaciones antes del inicio
del paro cardíaco (PC), la tasa de mortalidad es menor (0% a 44%) que en aquellos casos en los
que se necesita RCP completa como en los PCR.

Si la hipoxia puede corregirse en el agua mediante las ventilaciones ni bien si tiene contacto
con la víctima inconsciente y antes de que ocurra un PCR, la probabilidad de supervivencia es
considerablemente superior.

Es por eso que el objetivo principal del personal de rescate especializado en rescate acuático
como Guardavidas y Socorristas es acortar el tiempo de hipoxia para lo cual, si las condiciones
lo permiten deben realizarse las ventilaciones dentro del agua iniciando el protocolo:

- Siendo 1 o 2 Guardavidas que estén entrenados en esta maniobra y cuenten con elementos
necesarios para poder realizarla como elementos personales de rescate EPR; (torpedos / tubos
de rescate/tablas) o se encuentren en aguas poco profundas estando de pie.

- Siempre que no se corra ningún riesgo en el lugar para el rescatador o la victima

- Cuando No hayan transcurrido más de 15 min de sumersión confirmada de la víctima.

La reanimación debe contar con el soporte dentro del agua solo con las ventilaciones ya que
las compresiones han sido evaluadas y no solo no son efectivas sino que retrasarían la
extracción al área seca y su reanimación completa de ser necesaria.

Tan solo con la comprobación de la ausencia de capacidad de respuesta de la víctima


(inconsciencia), el Guardavidas/Socorrista debería intentar de ser posible suministrar diez
ventilaciones boca a boca antes de iniciar el remolque hacia el área seca. Si la víctima tose, se
mueve o respira en algún momento, interrumpirá la reanimación para realizar el rescate sin
demora. Si nada de esto ocurre lo hará luego de completar las diez ventilaciones.

Si es posible debe darse aviso inmediatamente mediante señales de mano por ejemplo
alzando el brazo y moviéndolo hacia los costados por encima de la cabeza para que otro
componente del plan de acción active el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) y
eventualmente pueda acudir en apoyo.

Extracción

Al extraer del agua a la víctima de ahogamiento debe hacerse de manera tal que la cabeza
quede más elevada que el tronco y la vía aérea controlada. La carga tipo bombero descripta
para muchas situaciones está contraindicada en estos casos puesto que la víctima permanece
con la cabeza más baja que el tronco, la vía aérea generalmente cerrada y una compresión
abdominal constante con lo que aumentará seguramente la posibilidad de regurgitación o
vómito que ya es de alta ocurrencia
Reanimación fuera del agua

Una vez en el área seca sea, en la arena o borde de la piscina, debe colocarse a la víctima en
decúbito dorsal sobre superficie plana, dura y horizontal

Una vez colocada en la posición horizontal detallada se aconseja NO realizar ninguna maniobra
de rutina previa al inicio de la reanimación con la finalidad de:

a) sacar o drenar el agua de los pulmones o del estómago, con maniobra de Heimlich u otra
similar de presión abdominal en ninguna de sus variantes. Esto no es recomendado por la
posibilidad de causar daño, regurgitación no deseada y posterior posible broncoaspiración y
aumento de la hipoxemia.

b) colocar en decúbito lateral a la víctima para inspeccionar y despejar la vía aérea o permitir el
drenaje del agua. Estas maniobras retrasan además el inicio de las ventilaciones y RCP
completa si hiciera falta

El inicio del protocolo apunta al ABC tradicional de la RCP y se da debido a la necesidad de


suministrar oxígeno mediante las ventilaciones. Para ello primero se realiza la apertura de la
vía aérea y una vez lograda, mediante el M.E.S, (Mirar, Escuchar y Sentir) por 5 y no más de 10
segundos verificar si está presente la respiración normal. El Gasping (respiración agónica de
patrón anormal) en una víctima inconsciente de ahogamiento es usual y no es una respiración
normal por lo que debe tomarse como ausencia de respiración. El gasping en víctimas de
ahogamiento puede ser el indicio de que la víctima está en paro respiratorio (grado 5) y que su
corazón todavía pueda estar latiendo (PR).

Si la víctima no respira o no lo hace con normalidad (gasping/jadeo) debe activarse si no lo hizo


antes avisando mediante señas de mano desde adentro del agua, al SEM local o número local
de emergencias médicas, dando detalles de la dirección exacta del lugar (referencias), edad y
estado de la víctima, la ayuda que se le está suministrando y datos del incidente ocurrido.

Luego, una vez que se haya puesto en marcha el protocolo de activación del SEM, se reafirma
la apertura de la vía aérea para suministrar 5 ventilaciones de rescate iniciales boca a boca o
boca a mascarilla (lo disponible en el primer momento fuera del agua) con una duración de un
segundo aproximadamente, suministrando un total aproximado de 500/600 ml (6-7 ml/kg)
teniendo en cuenta el parámetro de que debe ventilarse hasta que el tórax se eleve y se
observe que esto ocurra, dejando una pausa de 2 segundos aproximadamente para que el
tórax vuelva a su posición normal y volver a ventilar .

Al suministrar 5 ventilaciones iniciales, en casos de ahogamiento donde puede aún haber un


remanente de líquido en la vía aérea superior, además de la resistencia pulmonar existente en
estas víctimas hacen que tal vez no sean efectivas las primeras ventilaciones de la secuencia no
pudiéndose ventilar correctamente, sin poder aportar oxigeno si esto se hiciera mediante
solamente dos ventilaciones iniciales como las planteadas por el protocolo de la American
Heart Association (AHA).
La complicación más frecuente en la reanimación del ahogado es el vómito o regurgitación.
Según el estudio de referencia las victimas de ahogamiento vomitan en un 50% estando
conscientes, en un 65 % si se le suministran solo ventilaciones (PR) y en un 86% si se les realiza
RCP completa (PCR). Por lo tanto es una complicación usual en casos de ahogamiento.

Bibliografia:

 Prevenir los ahogamientos: guía práctica [Preventing drowning: an implementation


guide]. Ginebra: Organización Mundial de la Salud; 2017. Licencia: CC BY-NC-SA 3.0
IGO
 Boletín de la OMS Una nueva definición de ahogamiento: hacia una mejor
documentación y prevención de un problema mundial de salud pública. E.F. van Beeck,
C.M. Branche, D. Szpilman, J.H. Modell, & J.J.L.M. Bierens
 Leonardo Andrés Manino TSEM-P Gv; Diego Augusto Pizzini TUPCyE Gv;
AHOGAMIENTO: SITUACION ESPECIAL DE REANIMACION Manejo pre- hospitalario

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