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AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

QUEJOSO Y RECURRENTE:
BENJAMIN HERNANDO GÓMEZ
MESLOH O BENJAMIN GÓMEZ
MESLOH.

PONENTE: MINISTRO JAVIER LAYNEZ POTISEK


SECRETARIO: CARLOS ALBERTO ARAIZA ARREYGUE

Ciudad de México. La Segunda Sala de la Suprema Corte


de Justicia de la Nación, en la sesión correspondiente al día
________________________ emite la siguiente:

SENTENCIA

En la que se resuelve el recurso de revisión 963/2016


interpuesto por Benjamín Hernando Gómez Mesloh o
Benjamín Gómez Mesloh, en su carácter de quejoso, en
contra de la sentencia de quince de marzo de dos mil dieciséis,
dictada por el Juez Decimoprimero de Distrito en Materia
Administrativa en la Ciudad de México, en el juicio de amparo
indirecto 1182/2015.

I. ANTECEDENTES

De la revisión efectuada a las constancias de autos,


destacan los siguientes hechos:

1. Juicio civil. En sentencia dictada el dieciocho de septiembre de


dos mil nueve, en el juicio número 382/2008, la Juez
Sexagésimo Segundo de lo Civil del Distrito Federal (ahora
Ciudad de México) declaró parcialmente procedentes las
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acciones ejercitadas por Benjamín


Hernando Gómez Mesloh o Benjamín
Gómez Mesloh en contra de los
codemandados The American British Cowdray Medical Center,
I.A.P., Horacio Frías González, Celia Guadalupe Osorno Alva y
Flavio Si Silvio López.

2. Recursos de apelación. Ese fallo fue apelado tanto por el


actor como por los codemandados, conociendo de los recursos
la Tercera Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia del Distrito
Federal, donde se formó el toca 2365/2009 y, el diez de febrero
de dos mil diez, dicho órgano determinó, entre otras cuestiones,
condenar a los codemandados al pago de las costas procesales
causadas en ambas instancias.

3. Juicios de amparo directo. En contra de tal determinación, las


partes promovieron diversos juicios de amparo directos, de los
cuales conoció el Décimo Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Primer Circuito, donde se formaron los
expedientes números 205/2010, 206/2010, 207/2010, 208/2010
y 209/2010, los cuales se resolvieron el quince de julio de dos
mil diez, en el sentido de negar el amparo solicitado, con
excepción del juicio 207/2010 (promovido por el ahora
recurrente), en el cual se otorgó la protección constitucional.

4. Primera sentencia de apelación dictada en cumplimiento. El


veintiséis de agosto de dos mil diez, la Tercera Sala Civil del
Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (ahora Ciudad
de México) dictó un nuevo fallo en el cual nuevamente condenó

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a los codemandados al pago de las costas


de ambas instancias.

5. Juicios de amparo directo. En contra del fallo dictado en


cumplimiento del amparo directo civil 207/2010, las partes del
juicio de origen promovieron nuevos juicios de amparo directo,
de los cuales conoció nuevamente Décimo Segundo Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, donde se
formaron los expedientes números 665/2010, 666/2010,
667/2010 y 668/2010, los cuales se fallaron el once de febrero
de dos mil once, en el sentido de otorgar el amparo en los dos
primeros y de negar la protección constitucional solicitada en
los dos restantes.

6. Segunda sentencia de apelación dictada en cumplimiento.


El veintitrés de marzo de dos mil once, la Tercera Sala Civil del
Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (ahora Ciudad
de México) dictó un nuevo fallo en el cual, en lo que interesa,
condenó a los codemandados al pago de las costas procesales
causadas en ambas instancias.

7. Juicios de amparo directo. En contra de ese nuevo fallo, los


codemandados promovieron el juicio de amparo directo
336/2011 y el actor del juicio de origen promovió el juicio de
amparo directo 337/2011, todos del índice del Décimo Segundo
Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, los
cuales se resolvieron el trece de julio de dos mil once, en el
sentido de amparar a los codemandados y negar la protección
constitucional al actor del juicio civil.

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8. Tercera sentencia de apelación


dictada en cumplimiento. El ocho de
septiembre de dos mil once, la Tercera Sala
Civil del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (ahora
Ciudad de México) dictó una nueva sentencia en el cual, en lo
que interesa, condenó a los codemandados al pago de las
costas procesales causadas en ambas instancias.

9. Juicios de amparo directo. En contra de ese fallo emitido en


cumplimiento, los codemandados promovieron el juicio de
amparo directo 743/2011 y el actor el diverso juicio 744/2011,
de los cuales conoció el referido tribunal colegiado, el cual
emitió las correspondientes sentencias el dos de febrero de dos
mil doce, en el sentido de sobreseer el juicio de los
codemandados y otorgar la protección constitucional al actor del
juicio de origen.

10. Cuarta sentencia de apelación dictada en cumplimiento. El


dieciséis de marzo de dos mil doce, la Tercera Sala Civil del
Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (ahora Ciudad
de México) dictó una nueva sentencia en cuyo tercer resolutivo
condenó a los codemandados al pago de las costas procesales
causadas en ambas instancias.

11. Juicios de amparo directo. En contra de ese nuevo fallo, los


codemandados promovieron el juicio de amparo directo
350/2011, mientras que el actor promovió el diverso juicio
351/2011, de los cuales conoció el multicitado tribunal
colegiado, quien el dieciséis de marzo de dos mil doce, dictó las
correspondientes sentencias en las cuales otorgó el amparo a
los codemandados y negó la protección solicitada al actor del
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juicio de origen. El efecto de la sentencia


dictada en el primero de los amparos
indicados fue para que la Sala responsable
deje insubsistente la condena al pago de costas de ambas
instancias y, en su lugar, emita otra.

12. Solicitud de pago por responsabilidad patrimonial del


Estado. En razón de lo anterior, el primero de octubre de dos
mi trece, Benjamín Hernando Gómez Mesloh o Benjamín
Gómez Mesloh presentó un escrito ante el Pleno del Consejo
de la Judicatura Federal mediante el cual solicitó el pago de la
cantidad de $********** por concepto de daños y perjuicios
causados por lo que calificó como actividad administrativa
irregular por parte los Magistrados Fortunata Florentina Silva
Vázquez, Noé Castañon León y Víctor Manuel Islas
Domínguez, integrantes del Décimo Segundo Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, por ser quienes
dictaron la sentencia en el juicio de amparo número 350/2012,
mediante la cual se absolvió a los demandados del juicio civil ya
indicado del pago de costas procesales1.

13. Cabe indicar que tal solicitud se formuló con base en lo previsto
en los artículos 113 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos; 1°, 2°, 3°, 4, 5, 6, 9, 11, 12, 14, 15, 16, 17,
18, 21, 23, 25, 31, 32, 33 y 34 de la Ley Federal de
Responsabilidad Patrimonial del Estado; 1°, 2°, 12, 13, 15, 15-
A, fracciones I, II y IV, 16, fracciones V y X, 17, 17-A, 18, 42, 43,
49, 50, 51, 52, 53, 55 y 56 de la Ley Federal de Procedimiento

1
Fojas 92 a 117 del juicio de amparo indirecto 1182/2015, del índice del Juzgado
Decimoprimero de Distrito en Materia Administrativa de la Ciudad de México.
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Administrativo y 2107, 2108, 2108 y 2120


del Código Civil Federal.

14. Primer juicio de amparo indirecto. Mediante escrito


presentado en la Oficina de Correspondencia Común de los
Juzgados de Distrito en Materia Administrativa en el Distrito
Federal el doce de noviembre de dos mil trece, Benjamín
Hernando Gómez Mesloh o Benjamín Gómez Mesloh solicitó el
amparo en contra de la falta de contestación al escrito
precisado en el punto que antecede, así como la falta de
notificación a la respuesta que hubiese recaído al respecto, la
cual atribuyó al Pleno, al Presidente y al Secretario Ejecutivo,
todos del Consejo de la Judicatura Federal. Ese juicio se radicó
con el número de expediente 1290/2013 del índice del Juzgado
Décimo Tercero de Distrito en Materia Administrativa en el
Distrito Federal (ahora Ciudad de México). En dicho juicio se
amplió la demanda en contra del oficio SEPLE/5117/2013, de
dos de octubre de dos mil trece y su falta de notificación de este
último, lo cual se acordó favorablemente. El veintiuno de febrero
de dos mil catorce, el Juez dictó sentencia en la cual
sobreseyó en el juicio al estimar actualizada la causa de
improcedencia prevista en el artículo 61, fracción III, de la Ley
de Amparo, conforme con la cual el juicio de amparo es
improcedente en contra de actos reclamados al Consejo de
la Judicatura Federal pues sus actos son inatacables, de
conformidad con el penúltimo párrafo del artículo 100 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

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15. Recurso de revisión. En contra de


ese fallo, el quejoso interpuso recurso de
revisión del que conoció el Cuarto Tribunal
Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, cuyo
Presidente lo admitió a trámite y registró con el número de toca
78/2014; luego, lo remitió al Octavo Tribunal Colegiado de
Circuito del Centro Auxiliar de la Tercera Región, con residencia
en Guadalajara, Jalisco, para el dictado de la sentencia, donde
se registró con el número de expediente auxiliar 462/2014. El
ocho de agosto de dos mil catorce, ese tribunal solicitó a esta
Suprema Corte de Justicia de la Nación el ejercicio de la
facultad de atracción para conocer de dicho recurso.

16. Facultad de atracción. La Presidencia de este Alto Tribunal


formó el cuaderno relativo a la Solicitud de Ejercicio de la
Facultad de Atracción 503/2014, la cual fue resuelta en sesión
de treinta de octubre de dos mil catorce, por la Segunda Sala
de este tribunal en el sentido de ejercer la facultad en comento.

17. Ejecutoria de amparo. En virtud del ejercicio de la facultad de


atracción precisada, se formó el toca de revisión 851/2014, el
cual fue resuelto por esta Segunda Sala en sesión de
veinticinco de marzo de dos mil quince, en el sentido de
revocar la sentencia de amparo y otorgar la protección
constitucional solicitada a efecto de que el Director de Asuntos
Jurídicos del Consejo de la Judicatura Federal emita respuesta
al escrito presentado por el quejoso el primero de octubre de
dos mil trece, el cual debe notificar al interesado y resolver lo
que en derecho proceda respecto de lo solicitado.

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18. Cumplimiento. El siete de julio de dos


mil quince se notificó al quejoso el oficio
número SEPLE/GEN/004/1001/2014, de
fecha diecinueve de febrero de dos mil catorce2, mediante el
cual se comunicó al interesado el proyecto de resolución
recaída a la solicitud de pago por concepto de responsabilidad
patrimonial del Estado, suscrita por el Director General de
Asuntos Jurídicos del Consejo de la Judicatura Federal, en la
cual se resolvió desechar por notoriamente improcedente la
reclamación. De dicha demanda conoció el Juez
Decimoprimero de Distrito en Materia Administrativa en la
Ciudad de México, donde se registró con el número 1182/2015.

19. Segundo juicio de amparo indirecto. El veintiocho de julio de


dos mil quince, el quejoso del juicio de amparo indicado
presentó una segunda demanda de amparo en la cual señaló
como autoridades responsables y actos reclamados, los
siguientes:

Autoridades responsables:
A) La Cámara de Diputados (en su carácter de cámara colegisladora del
Congreso de la Unión);
B) La Cámara de Senadores (en su carácter de cámara colegisladora del
Congreso de la Unión.);
C) El Presidente de la República;
D) El Pleno del Consejo de la Judicatura Federal;
E) El Presidente del Consejo de la Judicatura Federal;
F) El Secretario Ejecutivo del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal;
G) El Secretario General de la Presidencia del Consejo de la Judicatura
Federal; y
H) El Director General de Asuntos Jurídicos del Consejo de la Judicatura
Federal.

Actos reclamados:

1) La aprobación, expedición, promulgación y publicación de la Ley Federal


de Responsabilidad Patrimonial del Estado, particularmente por cuanto
2
Según se advierte de la constancia que obra a foja 119 del juicio de amparo número
1182/2015, del índice del Juzgado Decimoprimero de Distrito en Materia Administrativa en la
Ciudad de México.
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hace a sus artículos 1° y 2°, párrafo primero, publicada


en el Diario Oficial de la Federación el 31 de diciembre
de 2004. Este acto se reclama de las autoridades
señaladas en los incisos A), B) y C) del apartado
anterior.

2) El acuerdo (o auto) tomado y/o aprobado (presuntamente) por el Pleno


del Consejo de la Judicatura Federal en sesión de 19 de febrero de 2014,
mediante el cual (presuntamente) se resolvió desechar por notoriamente
improcedente la reclamación de responsabilidad patrimonial que
promovió el suscrito, mediante escrito presentado el 1° de octubre de
2013.

3) El oficio número SEPLE/GEN/004/1001/2014 de 19 de febrero de 2014,


mediante el cual el Secretario Ejecutivo del Pleno del Consejo de la
judicatura Federal informó, para los efectos correspondientes, al
Secretario General de la Presidencia del Consejo de la Judicatura
Federal y al Director General de Asuntos Jurídicos, del propio Consejo de
la Judicatura Federal, que en esa misma fecha la Dirección General de
Asuntos Jurídicos del Consejo de la Judicatura Federal, con el visto
bueno del Secretario General de la Presidencia del Consejo de la
Judicatura Federal había sometido al Pleno del Consejo de la Judicatura
Federal el proyecto de resolución por el que se proponía desechar, por
ser notoriamente improcedente, la reclamación de responsabilidad
patrimonial promovida por el suscrito.

4) El oficio sin número y sin fecha, firmado por el Director General de


Asuntos Jurídicos del Consejo de la Judicatura Federal, constante de 19
fojas, mediante el cual se señala que se hace del conocimiento del
suscrito que en sesión del 19 de febrero de 2014, el Pleno del Consejo
de la Judicatura Federal determinó desechar por improcedente su
reclamación, ‘tal como se advierte del SEPLE/GEN/004/1001/2014. Este
acto se reclama de la autoridad señalada en el inciso H) del capítulo de
autoridades responsables.

5) Los efectos y consecuencias de los actos descritos en los incisos 2), 3) y


4) de este capítulo de actos reclamados, así como la ejecución de los
actos descritos en los incisos 2), 3), y 4 de este capítulo de actos
reclamados. Este acto se reclama de las autoridades responsables
señaladas en los incisos D), E), F), G) y H) del capítulo que antecede.

20. Conceptos de violación. El quejoso señaló como derechos


violados, los contenidos en los artículos 1°, párrafos primero,
segundo y tercero; 14, párrafo segundo; 16, párrafo primero; 17,
párrafo segundo; y, 113 de la Constitución Federal; narró los
antecedentes de los actos reclamados y expresó los conceptos
de violación que se sintetizan, a continuación:

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 Tanto el artículo 113 de la Constitución Política


de los Estados Unidos Mexicanos como el numeral 10
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
establecen el derecho de las personas a ser
indemnizados cuando exista quebranto o afectación en
su esfera jurídica, lo cual incluye el caso de error
judicial actualizado en una sentencia firme.

 Los artículos 1° y 2, párrafo primero, de la Ley Federal de


Responsabilidad Administrativa del Estado admiten dos interpretaciones
diferentes a saber:

a) Una correcta y legal, conforme con la cual la intelección sistemática y


en atención al principio pro homine, la actividad administrativa
irregular comprende a todos los actos emitidos por los órganos del
Poder Judicial de la Federación a condición de que causen daño a los
bienes y derechos de los particulares, el cual no se tenga que
soportar por no existir fundamento legal o causa jurídica que lo
justifique; por ende, se incluye la actividad jurisdiccional; máxime que
su exclusión se traduciría en afectación al derecho de acceso a la
justicia.

b) Otra interpretación restringida (como la dada por la autoridad


responsable), conforme con la cual el concepto de actividad
administrativa irregular excluye la actividad jurisdiccional de los
órganos del Poder Judicial de la Federación, la cual es contraria a lo
previsto en el artículo 10 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos al impedir el obtener una indemnización a causa
del error judicial.

 Los actos concretos de aplicación de las normas reclamadas son ilegales


al ser consecuencia de la interpretación adoptada por la autoridad
responsable respecto de las normas cuestionadas.

 Igualmente, el oficio SEPLE/GEN/004/1001/2014, de diecinueve de


febrero de dos mil catorce, es ilegal porque ese acto no ha sido
notificado al quejoso y carece de la firma de las autoridades que lo
emitieron, así como de la fundamentación y motivación correspondiente.

 Además, ese acto se notificó al quejoso en copia simple, por lo cual


carece de la firma autógrafa de la autoridad competente y la autoridad no
citó precepto legal alguno del cual se obtengan sus atribuciones legales
para emitirlo y carece de la motivación necesaria pues sólo refiere los
puntos resolutivos, pero sin contar con los razonamientos en que se
apoya el sentido de lo determinado.

 Por su parte, el oficio sin número y sin fecha, firmado por el Director
General de Asuntos Jurídicos del Consejo de la Judicatura Federal,
dirigido al quejoso y en el cual se determina desechar la reclamación de
responsabilidad patrimonial del Estado, el cual se anexó al oficio
SEPLE/GEN/004/1001/2014, de fecha diecinueve de febrero de dos mil
catorce y que obra en diecinueve fojas, es igualmente ilegal porque la
autoridad omitió citar los preceptos normativos que establecen su
competencia para emitirlo.

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 Asimismo, el último de los oficios precisados es


ilegal porque adoptó la segunda de las posibles
interpretaciones de los artículos 1 y 2 de la Ley Federal
de Responsabilidad Patrimonial del Estado, con lo cual
se concluyó la improcedencia del reclamo hecho por el
quejoso, no obstante que debieron inaplicarse en aras
de ejercer un control de convencionalidad ex officio, según lo previsto en
la jurisprudencia P. LXCII/2011 (9ª).

 En caso de que los planteamientos hasta ahora sintetizados fueran


desestimados, el quejoso adujo que ante la existencia de dos posibles
interpretaciones de los artículos reclamados, debe preferirse aquélla que
mas beneficie al particular y, por lo tanto, debía prevalecer la primera de
las interpretaciones propuestas.

 La interpretación hecha de los artículos reclamados es dogmática e


incorrecta porque no es posible sostener que en contra de los actos
administrativos emitidos por los órganos del Poder Judicial de la
Federación, es improcedente el reclamo de responsabilidad patrimonial
del Estado, pues para arribar a esa conclusión no se expresan las
causas en que se apoya esa determinación.

 En el escrito de reclamación de responsabilidad patrimonial del Estado,


el solicitante pidió la reparación integran a su favor, con apoyo en lo
previsto en el artículo 25 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, por lo cual debía atenderse a lo previsto en el artículo 1° de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y aplicar el
principio pro persona a efecto de otorgar la protección más amplia y en
caso de estimar que una norma es contraria a los derechos humanos
reconocidos en el texto constitucional o establecida en los tratados
internacionales suscritos por México, entonces debió inaplicarla.

 En la resolución de desechamiento, la autoridad omitió apreciar que el


artículo 113 constitucional no establece restricción alguna al derecho de
los particulares para reclamar la reparación por responsabilidad
administrativa del Estado; esto es, la Constitución no impide que el error
judicial pueda generar una indemnización por responsabilidad
administrativa del Estado, por lo que debe reconocerse la posibilidad de
obtener la indemnización correspondiente, según lo establecido en la
jurisprudencia P./J.20/2014 (10ª).

 Además, el artículo 10 de la Convención Americana Sobre Derechos


Humanos establece el derecho a obtener una indemnización cuando el
particular reciba un quebranto o afectación en su esfera jurídica; incluso
por error judicial derivado de una sentencia firme.

 Los actos concretos reclamados contienen una interpretación incorrecta


de las normas tildadas de inconstitucionales porque dentro del concepto
“actividad administrativa irregular” deben incluirse los actos emitidos por
los órganos del Poder Judicial de la Federación.

 En cuanto a la motivación en que se apoya el desechamiento reclamado,


también es incorrecta porque se cita en expediente Varios 561/2010 el
cual —afirma ese acto— fue resuelto por el Pleno de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, cuando en realidad fue la Segunda Sala de ese

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órgano quien lo resolvió; además, tal criterio no es apto


para fundar y motivar el desechamiento reclamado
porque no es vinculante para los gobernados, al
tratarse de un asunto no jurisdiccional.

 Incuso, lo considerado en ese expediente varios


561/2010 es incorrecto y por lo tanto no es apto para fundamentar y
motivar el desechamiento reclamado, pues en ese asunto se realizó una
interpretación incorrecta del artículo 113, párrafo segundo de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ya que es falso
que el proceso de adición de ese precepto se haya excluido la
procedencia de las reclamaciones por responsabilidad patrimonial del
Estado respecto de actos ocasionados por error judicial y que aceptar
esta figura afectaría la independencia judicial; asimismo es falso que los
principios básicos relativos a la independencia de la Judicatura prohíban
el derecho a la responsabilidad patrimonial por error judicial, dado que
las resoluciones 40/32 y 40/146, de la Asamblea General de la Naciones
Unidas sólo dispone que no deberá tratarse de una responsabilidad civil
directa de los juzgadores, lo que no se actualiza cuando el reclamo es
por responsabilidad patrimonial del Estado.

 Finalmente, los efectos y consecuencias de los actos reclamados son


inconstitucionales al derivar los actos reclamados en forma expresa y
adolecer de los vicios apuntados.

21.Sentencia. El quince de marzo de dos mil dieciséis, el Juez de


Distrito dictó sentencia en la cual sobreseyó en una parte y
negó el amparo solicitado, con base en las consideraciones
siguientes:

 Considerando primero. El Juez determinó ser competente por materia y


territorio para conocer y resolver el juicio de amparo.

 Considerando segundo. Los actos reclamados son los siguientes:

- La aprobación, expedición, promulgación y publicación del Decreto


por el que se expidió la Ley Federal de Responsabilidad Patrimonial
del Estado, publicado en el Diario Oficial de la Federación el treinta y
uno de diciembre de dos mil cuatro, particularmente sus artículos 1 y
2, primer párrafo.

- La resolución aprobada por el Pleno del Consejo de la Judicatura


Federal en sesión de diecinueve de febrero de dos mil catorce, por
medio de la cual se desechó por improcedente la reclamación
presentada por el quejoso el uno de octubre de dos mil trece.

- El oficio SEPLE/GEN/004/1001/2014, de diecinueve de febrero de


dos mil catorce, mediante el cual se informó al Secretario General de
la Presidencia del Consejo de la Judicatura Federal que en sesión de
diecinueve de febrero de dos mil catorce, se aprobó la propuesta del

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proyecto de resolución relativa a la reclamación


presentada por el quejoso el uno de octubre de dos mil
trece.
- El oficio mediante el cual se informó al
quejoso de las consideraciones en que se apoyó el
desechamiento del aludido recurso.

 Considerando tercero. No son ciertos los actos reclamados del


Presidente y Director General de la Presidencia (denominación actual)
ambos del Consejo de la Judicatura Federal, consistentes en:

- La emisión de la resolución aprobada en sesión de diecinueve de


febrero de dos mil catorce, por medio de la cual se desechó por
improcedente la reclamación presentada por el quejoso el primero de
octubre de dos mil trece.

- El oficio SEPLE/GEN/004/1001/2014, de diecinueve de febrero de dos


mil catorce, mediante el cual se informó al Secretario General de la
Presidencia del Consejo de la Judicatura Federal que en sesión de
diecinueve de febrero de dos mil catorce, se aprobó la propuesta del
proyecto de resolución relativo a la referida reclamación.

- El oficio por el cual se comunicaron al quejoso las consideraciones con


base en las cuales se desechó esa reclamación.

Lo anterior porque así lo manifestaron esas autoridades, sin que exista


prueba en contrario.

 Considerando cuarto. Son ciertos los actos reclamados de las Cámaras


de Diputados y de Senadores del Congreso de la Unión y del Presidente
Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, consistentes en la
aprobación, expedición, promulgación y publicación del Decreto
reclamado; lo anterior porque así lo manifestaron esas autoridades y así
se advierte del proceso legislativo de esa norma.

Igualmente son ciertos los actos reclamados del Pleno, del Secretario
Ejecutivo y del Director de Asuntos Jurídicos, todos del Consejo de la
Judicatura Federal, consistentes en la aprobación de la resolución de
desechamiento de la reclamación indicada, sucedida en sesión de
diecinueve de febrero de dos mil catorce, el oficio
SEPLE/GEN/004/1001/2014, de diecinueve de febrero de dos mil catorce
y el oficio por el cual se informó al quejoso sobre las consideraciones de
la resolución de desechamiento indicada; lo anterior porque así lo
manifestaron esas autoridades y así se acredita con las constancias que
obran en autos.

 Considerando quinto. De manera oficiosa el juez advirtió la causa de


improcedencia prevista en el artículo 61, fracción XII, de la Ley de
Amparo, respecto del oficio SEPLE/GEN/004/1001/2014, de diecinueve
de febrero de dos mil catorce, al estimar que ese acto, por sí solo, no
causa agravio a la esfera jurídica del quejoso ya que a través de éste
únicamente se informó al Secretario General de la Presidencia y al
Director General de Asuntos Jurídicos, ambos del Consejo de la
Judicatura Federal, sobre la propuesta de resolución relativa a la
reclamación hecha por el quejoso; por ende, ese oficio sólo es el medio

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de comunicación entre autoridades y no afecta a la


parte quejosa, por lo cual no puede reclamarse en
forma destacada, lo cual conduce a sobreseer en el
juicio con relación a ese oficio.

A su vez, respecto del oficio mediante el cual se


comunicó al quejoso sobre las consideraciones de la resolución
aprobada por el Pleno del Consejo de la Judicatura Federal en sesión de
diecinueve de febrero de dos mil catorce, se actualiza la causa de
improcedencia prevista en el artículo 61, fracción XXII, en relación con el
numeral 77, todos de la Ley de Amparo, porque, en caso de otorgarse la
protección constitucional, no sería posible concretar los efectos del
amparo.

Al respecto, en sesión de diecinueve de febrero de dos mil catorce, el


Pleno del Consejo de la Judicatura Federal determinó desechar la
reclamación formulada por el quejoso, lo cual notificó al Secretario
General de la Presidencia del Consejo de la Judicatura Federal y al
Director General de Asuntos Jurídicos de ese órgano, mediante el oficio
SEPLE/GEN/004/1001/2014, de diecinueve de febrero de dos mil
catorce, a efecto de que esa decisión se notificara al interesado (quejoso
del amparo), lo cual sucedió el siete de julio de dos mil quince, mediante
un oficio sin número emitido por el Director General de Asuntos
Jurídicos, en el cual se informó al quejoso sobre las consideraciones en
que se apoyó la determinación alcanzada.

Lo anterior es reconocido por el propio quejoso; por ende, el oficio


indicado cumplió su objeto (comunicar al quejoso las consideraciones del
desechamiento de la reclamación) por lo que aún en el caso de que
resultara ilegal ese acto, lo cierto es que surtió todos sus efectos, de tal
suerte que ningún beneficio se obtendría con el otorgamiento del amparo
respecto de ese acto, al haberse convalidado la notificación de la
resolución que afecta al interesado; por ende, igualmente procede
sobreseer.

En cuanto a la publicación del decreto reclamado se actualiza la causa


de improcedencia prevista en el artículo 61, fracción XXIII, en relación
con el numeral 108, fracciones III y VIII, de la Ley de Amparo, ya que ese
acto no se combate por vicios propios, sino como parte del proceso
legislativo del cual derivaron los preceptos tildados de inconstitucionales.

 Considerando sexto. El Pleno del Consejo de la Judicatura Federal y el


Presidente de la República aducen la improcedencia del juicio porque, a
su parecer, los actos emitidos por el Consejo de la Judicatura Federal
son definitivos e inatacables, en términos de lo previsto en el artículo 100
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, con lo cual
se actualiza lo previsto en el artículo 61, fracción III, de la Ley de
Amparo.

Contrariamente a lo expuesto por las autoridades responsables, en el


caso no se actualiza la referida causa de improcedencia porque, al
resolver el amparo directo en revisión 1312/2014, el Pleno de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación concluyó que, por regla, todas las
resoluciones emitidas por el Consejo de la Judicatura Federal son
definitivas e inatacables cuando provienen del ejercicio de sus facultades
constitucionales de vigilancia, administración y disciplina interna del
14
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

Poder Judicial de la Federación, así como las


vinculadas a los conflictos de trabajo entre el Poder
Judicial de la Federación y sus trabajadores, pero esa
regla tiene como excepción aquellos casos en que las
decisiones de ese órgano puedan afectar derechos de
terceros que no forman parte o integran las estructuras
del Poder Judicial de la Federación, lo cual debe valorarse en cada caso
por el juez de control constitucional.

En el caso, el acto reclamado es la resolución recaída a una reclamación


de pago por concepto de responsabilidad administrativa del Estado, la
cua se desechó por estimarla improcedente; por ende, ese acto no se
emitió en ejercicio de las facultades constitucionales de administración,
vigilancia y disciplina que tiene el Consejo Federal de la Judicatura y por
lo tanto, es infundada.

Por su parte, la Cámara de Senadores del Congreso de la Unión adujo la


improcedencia del juicio al considerar que la quejosa no acreditó la
afectación en su esfera jurídica respecto del proceso de creación de la
ley reclamada.

Este motivo de improcedencia se desestimó al concluir que no es


necesario que el quejoso formule argumentos en contra de cada una de
las etapas del proceso de creación de leyes, a menos que el reclamo se
haga por vicios propios de cada etapa y, en el caso, el quejoso no
cuestiona cada fase del proceso de creación de leyes, sino el resultado
de ese proceso, consistente en las normas derivadas, para lo cual
esgrimió los conceptos de violación que estimó pertinentes; por ende, es
igualmente infundado.

 Considerando séptimo. El quejoso reclama la inconstitucionalidad de


los artículos 1° y 2° de la Ley Federal de Responsabilidad Patrimonial del
Estado con motivo del que estima constituye el primer acto de aplicación
de esos preceptos, consistente en la resolución aprobada por el Pleno
del Consejo de la Judicatura en sesión de diecinueve de febrero de dos
mil catorce, en la cual se desechó por improcedente la reclamación
hecha por el peticionario del amparo. Del contenido de esa resolución se
advierte que las normas reclamadas se aplicaron al quejoso, por lo cual
ese acto es el primero de aplicación de tales preceptos, lo que permite su
reclamo en amparo.

En esencia, el reclamo de inconstitucionalidad de las normas


cuestionadas se apoya en que excluyen a la actividad jurisdiccional del
derecho humano a una indemnización por actividad irregular del Estado,
por lo que el reclamo de la quejosa se enfoca en el derecho de acceso a
la justicia previsto en los artículos 8°, numeral 1, y 25 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos y 17 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, los cuales establecen los derechos a ser
oída por un juez competente, independiente, imparcial, establecido
previamente, la existencia de un recurso judicial efectivo y el
cumplimiento de la decisión adoptada.

El artículo1° de la Ley Federal de Responsabilidad Patrimonial del


Estado establece, entre otras cuestiones, que esa norma reconoce el
derecho a la indemnización de quienes, sin obligación jurídica de
soportar un daño en sus derechos o bienes, lo sufran a casa de la
15
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

actividad administrativa irregular del Estado, la cual se


define como aquella que causa daño a los particulares
en sus bienes o derechos sin tener la obligación de
soportarlo.

El artículo 2° de la citada norma establece, en lo que


interesa, que son sujetos de esa norma los entes públicos federales,
entre los cuales está (entre otros) el Poder Judicial.

De la interpretación conjunta de esas normas se obtiene que la actividad


prevista en esa norma es de carácter administrativo, lo que excluye la
responsabilidad objetiva directa por la actividad judicial.

En el expediente varios 561/2010, la Segunda Sala de la Suprema Corte


de Justicia de la Nación analizó la exposición de motivos de las reformas
constitucionales en materia de responsabilidad patrimonial del Estado
respecto de la actividad judicial y concluyó que el texto constitucional
prevé la responsabilidad del Estado en forma objetiva y directa de su
actuación administrativa, para lo cual encomendó al legislador
secundario la emisión de una ley reglamentaria del artículo 113
constitucional.

En este sentido, la responsabilidad prevista en las normas reclamadas es


justamente la establecida en el artículo 113 constitucional, es decir, la ley
secundaria (en reflejo de constitucionalmente lo previsto) excluye la
responsabilidad objetiva directa por la actividad judicial del Estado; esto
es, en el texto fundamental existe una limitante en cuanto al tipo de
responsabilidad por el cual procede la indemnización a cargo del Estado;
por ende, ese argumento es inoperante al pretenderse demostrar la
inconstitucionalidad de normas secundarias que retoman una restricción
constitucional.

Además, en la exposición de motivos del artículo 113 constitucional se


indicó como razón fundamental para no incluir en la responsabilidad
patrimonial del Estado a la actividad judicial que existe riesgo de crear
una instancia más en la cual se revise lo resuelto por los juzgadores,
pues el objeto del reclamo implicaría revisar lo analizado por el juez con
lo que se produciría inseguridad jurídica, generando interminables
reclamaciones administrativas en las que se analizaría lo resuelto
judicialmente, pesar de que esto sólo pueden hacerlos los propios
tribunales judiciales.

Con base en lo anterior, no es posible atender a la pretensión de la


quejosa en el sentido de interpretar las normas reclamadas en forma
más amplia a efecto de incluir en la responsabilidad irregular a los actos
judiciales, pues el principio pro homine no implica que deba resolverse
favorablemente a las pretensiones de los particulares, máxime cuando
existen limitantes en la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, las cuales prevalecen incluso, sobre la normativa
convencional. Así, ante lo inoperante del planteamiento de
inconstitucionalidad de las normas reclamadas, debe negarse el amparo
solicitado en contra de esos artículos.

 Considerando octavo. En cuanto al acto de aplicación de las normas


reclamadas, consistente en la resolución aprobada por el Pleno del

16
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

Consejo de la Judicatura Federal en sesión de


diecinueve de febrero de dos mil catorce, el quejoso
aduce que:

- La autoridad omitió expresar la fundamentación y motivación en que se


apoyó el desechamiento de la reclamación formulada de su parte.

- El Director General de Asuntos Jurídicos del Consejo de la Judicatura


Federal no citó los preceptos legales de los cuales se obtenga su
competencia para desechar la reclamación hecha.

- Es al Pleno del Consejo de la Judicatura Federal a quien corresponde


conocer de ese tipo de reclamaciones, pues no existe norma en la cual
se delegue esa atribución a otra autoridad.

No asiste razón al quejoso porque de las constancias de autos se


advierte que el acto de aplicación reclamado se emitió por el Pleno del
Consejo de la Judicatura Federal en sesión de diecinueve de febrero de
dos mil catorce, con fundamento en los artículos 100 y 113 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 103; fracciones x
y XVIII, 125 y 126, fracciones X y XIV, del Acuerdo General del Pleno del
Consejo de la Judicatura Federal, que reglamenta la organización y
funcionamiento de propio Consejo, publicado en el Diario Oficial de la
Federación el tres de febrero de dos mil doce y los numerales 1 y 2 de la
Ley Federal de Responsabilidad Patrimonial del Estado.

Del contenido de esos artículos se sigue, en lo que interesa, que la


Dirección General de Asuntos Jurídicos del Consejo de la Judicatura
Federal está facultada para representar a ese órgano en todas las
controversias en que sea parte y que se entenderán ratificadas por el
Pleno, todas las actuaciones que en los términos de Ley realice esa
Dirección y los representantes o delegados que designe.

En este orden, de las normas invocadas por la autoridad responsable se


obtiene que el Director General de Asuntos Jurídicos del Consejo de la
Judicatura Federal sólo notificó al quejoso las consideraciones de la
resolución sesionada por el Pleno de ese órgano, mediante la cual se
desechó la reclamación de responsabilidad patrimonial del Estado; por
ende, es infundado el argumento en cuanto a la falta de fundamentación
en cuanto a la competencia de la autoridad.

Por otra parte, el quejoso aduce que:


- No se notificó debidamente la resolución de desechamiento, pues se
le entregó copia simple y por tanto el acto notificado carece de la
firma autógrafa de la autoridad que lo emitió.
- El acto reclamado carece de fundamentación y motivación, pues
desconoce su contenido material.
- Se trata de un acto dogmático pues no se expresan las razones
particulares y las causas por las que se determinó desechar la
reclamación.
- Indebidamente se cita el expediente varios 561/2010 de la Segunda
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pues no es una
resolución vinculante al no provenir de un asunto jurisdiccional.

17
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

- La interpretación hecha por la autoridad


es incorrecta pues no atiende a lo previsto en el
artículo113 constitucional.

No asiste razón al quejoso porque en la resolución


reclamada, en el rubro denominado “ANÁLISIS
JURÍDICO, LEGISLACIÓN Y JURISPRUDENCIA APLICABLES”, se
precisó la normativa aplicable y se explicaron los requisitos para la
procedencia de la reclamación, así como lo relativo a la responsabilidad
patrimonial del Estado en términos de lo previsto en el artículo 113
constitucional.

En el apartado denominado “DEFINICIONES RELACIONADAS CON LA


ACCIÓN DE RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL DEL ESTADO” se
explicaron los conceptos de responsabilidad patrimonial del Estado,
actividad administrativa irregular, responsabilidad directa y
responsabilidad objetiva; por su parte, en el apartado de rubro:
“ELEMENTOS DE LA ACCIÓN DE RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL
DEL ESTADO” se dijo que la acción en comento requiere de la existencia
de un daño o perjuicio causado (real y directo), la existencia de una
actividad administrativa irregular; el nexo causal entre el daño o perjuicio
causado y la actividad administrativa irregular y la no concurrencia de
eximentes de responsabilidad.

Luego, en el apartado denominado “POR CUAJNTO AL ERROR


JUDICIAL Y SI NO REGULACIÓN EN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA
DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS” se explicaron la definición y
elementos del error judicial, según algunos autores y se concluyó que la
Constitución Federal no prevé como causa de responsabilidad
patrimonial del Estado, el error judicial, pues constitucionalmente esa
figura de indemnización sólo se acota a la actividad administrativa, la
cual excluye la función judicial.

En el apartado de la resolución reclamada, denominado “ANÁLISIS DE


LA IMPROCEDENCIA DE LA RECLAMACIÓN” se indicó que el reclamo
del quejoso se enderezó en contra del actuar de Magistrados de Circuito,
a quienes se les imputó un actuar irregular que motivó la indemnización
solicitada a casusa de un error judicial causado en el ejercicio de las
atribuciones propias de esos funcionarios; sin embargo, se explicó que
en razón de lo previsto en el artículo 113 constitucional, el reclamo
solicitado sólo procede en contra de actividad administrativa irregular, lo
cual es retomado en los artículos 1° y 2° de la Ley reglamentaria, por lo
que está excluida la responsabilidad objetiva y directa a causa de la
actividad judicial; además se indicó que al analizar el citado precepto
constitucional, la Suprema Corte de Justicia de la Nación concluyó que
los actos de la administración realizados por el Poder Judicial de la
Federación que no atiendan a los parámetros normativos o condiciones
que les resultan aplicables, corresponden a daños causados por actos de
la administración, pero esto no ocurre en cuanto a la actuación
jurisdiccional de sus órganos, pues tal actuar está excluido de esa figura.

Con base en esas consideraciones, se concluyó que la reclamación del


quejoso está encaminada a evidenciar una responsabilidad patrimonial
derivada de la actuación de funcionarios judiciales que, en ejercicio de su
facultades, resolvieron un juicio; es decir, lo pretendido por el solicitante

18
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

es el pago de una cantidad por concepto de


indemnización a causa de lo que estima un error en la
impartición de justicia.

En atención a esa reclamación, el Pleno del Consejo


de la Judicatura Federal concluyó que no se actualizó
el supuesto de procedencia constitucional de esa indemnización por
concepto de responsabilidad patrimonial del Estado, pues ésta está
condicionada a que se trate de actividad administrativa irregular y, en el
caso, el error judicial no deriva de ese tipo de actividad, sino del ejercicio
de las facultades jurisdiccionales, en las cuales los órganos de
impartición de justicia gozan de independencia y autonomía; por ende, se
concluyó la improcedencia de esa reclamación, para lo cual se citaron los
criterios y normas que se estimaron aplicables al caso. Esto es, la
autoridad responsable sí expresó claramente las razones con base en
las cuales concluyó la improcedencia de reclamo del particular, de tal
manera que éste pudo cuestionarlas; por ende, es infundado el
argumento relativo a la que la resolución controvertida es dogmática y
carece de la motivación y fundamentación necesaria.

Tampoco asiste razón al quejoso en cuanto a que es indebido apoyarse


en lo considerado en el expediente varios 561/2010 de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación; esto porque si bien ese asunto no es
vinculatorio en términos del artículo 217 de la Ley de Amparo, lo cierto es
lo ahí resuelto puede servir de apoyo para resolver la reclamación, al
tratarse de un criterio orientador; además, la imprecisión del órgano
emisor del fallo correspondiente no afecta la legalidad del acto
reclamado, pues finalmente ese expediente se resolvió por una Sala del
Alto Tribunal.

En lo relativo a que no fue debidamente notificada al quejoso la


resolución reclamada pues se le entregó una copia que carece de la
firma autógrafa de la autoridad emisora, también resulta infundado el
planteamiento porque la finalidad de correr traslado de la resolución es
que el interesado tenga conocimiento de su existencia y de los
razonamientos que lo sustentan para, en su caso, poderlo impugnar, sin
que sea necesario que el Pleno del Consejo de la Judicatura entregue un
documento original con firma autógrafa; máxime que no se dejó en
estado de indefensión al quejoso pues conoció de lo resuelto por ese
órgano, ya que en autos obra un documento del cual se advierte que le
entregó un documento de diecinueve fojas en original.

Finalmente, en cuanto a la pretendida ilegalidad de la resolución


reclamada por la interpretación normativa ahí contenida, tal argumento
es inoperante porque se hace depender del planteamiento de
inconstitucionalidad de las normas reclamadas, el cual se desestimó
previamente.

En consecuencia, ante lo inoperante e infundado de los conceptos de


violación, se negó el amparo solicitado.

22. Recurso de revisión. Inconforme la sentencia reseñada, el


siete de abril de dos mil dieciséis, el quejoso interpuso recurso

19
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

de revisión, en el cual se planteó un único


agravio en que se formulan los argumentos
siguientes:

 La sentencia de amparo es ilegal porque interpreta incorrectamente los


artículos 1°, párrafos segundo y tercero; 17, párrafo segundo, y 109,
último párrafo, todos de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos e inobserva los numerales 10, 15 y 63 de la Convención
Americana Sobre Derechos Humanos y, derivado de ello, igualmente
interpreta indebidamente los artículos 1° y 2° de la Ley Federal de
Responsabilidad Patrimonial del Estado.

 El fallo recurrido indebidamente concluye que existe una restricción


constitucional que impide reparar los daños causados por la actividad
jurisdiccional (error judicial), cuando en realidad tal limitante es
inexistente, pues la Constitución Federal no contiene expresamente esa
restricción; por ende, es incorrecta la conclusión alcanzada por el juez de
distrito y son inaplicables la tesis aislada 2a. XXIII/2014 (10a.) y la
jurisprudencia 2a./J. 119/2014 (10a.), citadas en el fallo materia de la
revisión.

 Ante la inexistencia de la restricción constitucional expresa en cuanto a la


exclusión de procedencia de la responsabilidad patrimonial del Estado
por error judicial, y contrariamente a lo considerado por el A quo, es
aplicable lo previsto en el artículo 1° de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, conforme con el cual debe atenderse a los
derechos humanos previstos en los tratados internacionales suscritos por
México y, en consecuencia, aplicar el principio pro persona y ejercer el
control de convencionalidad ex officio, a efecto de concluir que lo previsto
en los artículos 1 y 2 de la Ley Federal de Responsabilidad Patrimonial
del Estado no deben aplicarse por resultar restrictivos de derechos
humanos, sin que ello implique un pronunciamiento respecto de la
invalidez de esos preceptos.

Lo anterior porque al no existir expresamente la pretendida restricción


constitucional y, en cambio, estar reconocido constitucionalmente el
principio pro persona, al existir dos interpretaciones, debe preferirse
aquella que resulte más benéfica al particular, lo que en el caso conduce
a no interpretar las normas en forma restringida, sino amplia en aras de
tutelar los derechos humanos de la persona.

En el caso se adujo violado lo previsto en el artículo 113 constitucional


(actualmente establecido en el numeral 109, último párrafo, de esa
norma), precepto respecto del cual la Primera Sala de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación ha indicado que establece un derecho
constitucional subjetivo a favor de los particulares, cuyo fundamento es la
responsabilidad patrimonial del Estado, la cual es directa y objetiva.

Así, el A Quo estaba obligado a considerar que el derecho humano a la


justa e integral reparación está vinculado con el derecho a un recurso
efectivo, los cuales son derechos instrumentales para la tutela de los
demás derechos y, en este sentido, debió considerarse lo previsto en el

20
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

artículo 10 de la Convención Americana Sobre


Derechos Humanos, el cual establece el derecho a la
indemnización por error judicial actualizado en
sentencia firme, como ocurre en el caso.

 Es incorrecto considerar que la responsabilidad


patrimonial del Estado a que se refiere el artículo 113 constitucional no
comprende la función materialmente jurisdiccional, así como aplicar la
tesis 2a. XCIV/2010, pues no se trata de un criterio vinculante, ya que
derivó de un asunto en el cual no se ventilaron cuestiones
jurisdiccionales, argumento planteado en el amparo y el cual no fue
analizado por el A Quo. Incluso, el criterio adoptado en ese asunto por la
Suprema Corte de Justicia de la Nación es incorrecto, ya que:

- La interpretación constitucional hecha es incorrecta al apartarse de lo


ya explicado.

- Es incorrecto que en el proceso constitucional de adiciones en la


materia se haya excluido la posibilidad de reclamar la indemnización
por error judicial pues éste se encuentra previsto en un instrumento
internacional incorporado al sistema jurídico mexicano.

- De estimar cierto que la intensión del constituyente fue excluir el error


judicial del reclamo por responsabilidad patrimonial del Estado, lo
cierto es que ello no se reflejó expresamente en la norma resultante
y, por lo tanto, lo expuesto en la exposición de motivos o el proceso
correspondiente, no es apto de tomarse en cuenta al no formar parte
de la ley constitucional.
- Carece de sustento jurídico y lógico la afirmación de que la actividad
jurisdiccional está excluida de la responsabilidad directa y objetiva del
Estado y que con ello se afecte la independencia judicial; lo anterior
porque lo resuelto en esos procedimientos no modificaría la decisión
judicial, la cual continuaría rigiendo entre las partes, pues el pago sólo
es una forma de corregir los efectos del error del juzgador.

 En cuanto a la interpretación del artículo 10 de la Convención Americana


Sobre Derechos Humanos, debe atenderse a lo considerado por la
Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación al resolver el
amparo directo en revisión 2059/2015, en el cual se concluyó que ese
precepto reconoce el derecho de las personas a recibir una
indemnización por error judicial derivado de sentencia firme, lo cual es
imputable al Estado a través de los órganos y autoridades que ejercen la
función jurisdiccional, es decir, quienes emiten sentencias obligatorias y
ejecutables o materialmente ejercen esa función, sin que en ello quede
incluida la actuación del Ministerio Público.

 En la sentencia recurrida se omitió advertir que el quejoso señaló que las


normas reclamadas pueden interpretarse de dos formas diferentes; una
restrictiva y otra amplia.

 Asimismo, el juez omitió exteriorizar las razones particulares por las


cuales desestimó lo expuesto por el quejoso y con base en la cual
concluyó que el error judicial queda excluido de la actividad irregular del
Estado.

21
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

II. PROCEDIMIENTO

23. Trámite. El citado recurso fue turnado


al Décimo Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa
del Primer Circuito, en donde se radicó con el número de toca
R.A. 132/2016, y mediante auto de veinte de abril de dos mil
dieciséis, la Presidenta del ese órgano lo admitió.

24. Resolución del Tribunal Colegiado. En sesión de treinta y


uno de agosto de dos mil dieciséis3, el citado Tribunal
Colegiado dictó sentencia en la cual concluyó lo siguiente:

a) En la sentencia, el juez dictó diversos sobreseimientos, los cuales


no son cuestionados por la parte a quien perjudica esa determinación; por
ende, queda intocado el sobreseimiento en el juicio.

b) Al no existir un motivo de improcedencia diferente en el juicio y


toda vez que el tema planteado por el quejoso involucra tanto lo previsto
en el artículo 113 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, como en el numeral 10 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos y, en su caso, si existe o no restricción constitucional
en cuanto a la responsabilidad patrimonial del estado respecto del error
judicial, lo cual se vincula con interpretación de normas constitucionales y
de derechos humanos, entonces, de conformidad con lo previsto en los
puntos Tercero y Cuarto del Acuerdo General 5/2013, del Pleno de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, se declinó la competencia de ese
tribunal a favor de este Alto Tribunal.

25. Trámite del amparo en revisión ante esta Suprema Corte de


Justicia de la Nación. Mediante acuerdo de veintinueve de
septiembre de dos mil dieciséis, el Presidente de esta Suprema
Corte de Justicia de la Nación asumió la competencia originaria
de este tribunal para conocer del recurso de revisión y turnó el
expediente a la Ponencia de la Ministro Javier Laynez Potisek;
asimismo ordenó su remisión a esta Segunda Sala de este Alto

3
Toca fojas 92 a 113.
22
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

Tribunal en virtud de que la materia del


asunto corresponde a su especialidad4.

26. Avocamiento. Esta Segunda Sala de


la Suprema Corte de Justicia de la Nación se avocó al
conocimiento del asunto por acuerdo de cuatro de noviembre
de dos mil dieciséis, dictado por el Presidente de la misma,
quien además determinó se remitieran los autos a la Ponencia
del Ministro Javier Laynez Potisek5.

27. Publicación del proyecto. De conformidad con los artículos


73, párrafo segundo, y 184, párrafo primero de la Ley de
Amparo, el proyecto de sentencia se hizo público, con la misma
anticipación que la publicación de las listas de los asuntos.

III. COMPETENCIA

28. Esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación es competente para conocer del presente recurso de
revisión de conformidad con lo dispuesto en los artículos 107,
fracción VIII, inciso a), de la Constitución Federal; 83 de la Ley
de Amparo vigente; 11 fracción V, y 21 fracción XI, de la Ley
Orgánica del Poder Judicial de la Federación, punto Segundo y
Tercero, en relación con el diverso Cuarto, fracción I, inciso b),
del Acuerdo General Plenario 5/2013, publicado el veintiuno de
mayo de dos mil trece, en el Diario Oficial de la Federación, en
virtud de que se trata de un recurso de revisión interpuesto en
contra de la resolución dictada en la audiencia constitucional de
un juicio de amparo indirecto en materia administrativa,

4
Toca de esta SCJN, fojas 43 a 45.
5
Ibídem, foja 89.
23
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

especialidad de esta Sala, y existen


precedentes que orientan el sentido de la
resolución que deberá regir, lo que hace
innecesaria la intervención del Tribunal Pleno.

IV. OPORTUNIDAD

29. No es necesario analizar la oportunidad de la interposición del


recurso de revisión, en virtud de que el Décimo Primer Tribunal
Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito ya
estudió dicho aspecto, como se advierte en el apartado de
presupuestos procesales del amparo en revisión 132/2016 del
índice del citado Tribunal Colegiado6.

V. LEGITIMACIÓN

30. De igual manera, el Tribunal Colegiado ya determinó que el


recurso de revisión se hizo valer por parte legítima; lo anterior
conforme a lo dispuesto en el considerando segundo de su
ejecutoria7.

VI. PROCEDENCIA

31. El recurso de revisión es procedente en virtud de que fue


interpuesto en contra de la resolución dictada en la audiencia
constitucional de un juicio de amparo indirecto en materia
administrativa, especialidad de esta Sala, y en el que se planteó
la inconstitucionalidad de los artículos 1° y 2°, párrafo primero
de la Ley Federal de Responsabilidad Patrimonial del Estado, a

6
Toca, foja 96.
7
Ibídem, foja 96.
24
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

partir de la intelección efectuada por el


Consejo de la Judicatura Federal en la
resolución reclamada como acto de
aplicación de esas normas, interpretación al cual es combatida
por la recurrente ya que estima es a partir de ella que la norma
deviene contraria a los derechos constitucionalmente previstos
a su favor.

32. Al caso cobra aplicación la tesis siguiente:

“REVISIÓN EN AMPARO INDIRECTO. SUBSISTE LA MATERIA DE


CONSTITUCIONALIDAD DE LEYES CUANDO EN LOS AGRAVIOS
RESPECTIVOS SE CONTROVIERTE LA INTERPRETACIÓN DE LO
DISPUESTO EN LA NORMA IMPUGNADA, SI DE ELLO DEPENDE SU
APEGO A LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS. El análisis de la constitucionalidad de una ley conlleva a
confrontar lo establecido en ella con lo que dispone la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, estudio que implica tomar en cuenta
dos premisas lógicas, a saber: a) el alcance de la norma constitucional
cuya transgresión se aduce y, b) la interpretación de lo establecido en la
norma impugnada. Por ende, aun cuando en los agravios vertidos en un
recurso de revisión no se controvierta directamente la conclusión adoptada
por el juzgador de garantías respecto del apego de la disposición general
impugnada a la Norma Fundamental, sino las consideraciones que
sustentan la premisa lógica relativa al alcance de lo previsto en la
disposición reclamada, debe estimarse que subsiste la materia de
constitucionalidad y se surte la competencia originaria de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación para conocer de la instancia, siempre y
cuando el pronunciamiento de constitucionalidad de leyes pueda
modificarse como consecuencia del alcance que se dé a la ley
controvertida o al contexto normativo dentro del cual se ubica”8.

VII. ESTUDIO

33. Precisados los antecedentes del caso, esta Segunda Sala


procede a analizar los agravios esgrimidos por la parte quejosa,
para lo cual es necesario realizar algunas consideraciones
previas.

8
Novena Época, Registro: 189381, Instancia: Segunda Sala, Tipo de Tesis: Aislada, Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XIII, Junio de 2001, Materia(s):
Constitucional, Tesis: 2a. LXXXIII/2001, Página: 315.
25
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

A. Responsabilidad Patrimonial del


Estado por actividad administrativa
irregular

34. El catorce de junio de dos mil dos se publicó en el Diario Oficial


de la Federación el “DECRETO por el que se aprueba el
diverso por el que se modifica la denominación del Título
Cuarto y se adiciona un segundo párrafo al artículo 113 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”. Por
virtud de esa reforma constitucional9, se introdujo un segundo
párrafo al artículo 113 constitucional, para quedar como sigue:

“Art. 113.- Las leyes sobre responsabilidades administrativas de los


servidores públicos, determinarán sus obligaciones a fin de salvaguardar
la legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad, y eficiencia en el desempeño
de sus funciones, empleos, cargos y comisiones; las sanciones aplicables
por los actos u omisiones en que incurran, así como los procedimientos y
las autoridades para aplicarlas. Dichas sanciones, además de las que
señalen las leyes, consistirán en suspensión, destitución e inhabilitación,
así como en sanciones económicas, y deberán establecerse de acuerdo
con los beneficios económicos obtenidos por el responsable y con los
daños y perjuicios patrimoniales causados por sus actos u omisiones a
que se refiere la fracción III del artículo 109, pero que no podrán exceder
de tres tantos de los beneficios obtenidos o de los daños y perjuicios
causados.

La responsabilidad del Estado por los daños que, con motivo de su


actividad administrativa irregular, cause en los bienes o derechos de
los particulares, será objetiva y directa. Los particulares tendrán
derecho a una indemnización conforme a las bases, límites y
procedimientos que establezcan las leyes”.

35. El texto del precepto constitucional en comento se mantuvo así


hasta el veintisiete de mayo de dos mil quince, fecha en la cual
se publicó en el Diario Oficial de la Federación otra reforma
constitucional por virtud de la cual se reformaron —entre

9
La cual entró en vigor el primero de dos mil catorce, según lo considerado por esta Segunda
Sala en la tesis de rubro: “RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL DEL ESTADO. LA ADICIÓN AL
ARTÍCULO 113 CONSTITUCIONAL, PUBLICADA EN EL DIARIO OFICIAL DE LA
FEDERACIÓN EL 14 DE JUNIO DE 2002, ENTRÓ EN VIGOR EL 1o. DE ENERO DE 2004”
(Novena Época, Registro: 172339, Instancia: Segunda Sala, Tipo de Tesis: Aislada, Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXV, Mayo de 2007, Materia(s):
Constitucional, Administrativa, Tesis: 2a. XXXIII/2007, Página: 1188).
26
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

otros— los artículos 109 y 113 de la


Constitución Federal, quedando lo relativo a
la responsabilidad patrimonial del Estado,
en el primero de esos preceptos, el cual dispuso10:

“Artículo 109. Los servidores públicos y particulares que incurran en


responsabilidad frente al Estado, serán sancionados conforme a lo
siguiente:

I. …
IV….
(…)
La responsabilidad del Estado por los daños que, con motivo de su
actividad administrativa irregular, cause en los bienes o derechos de los
particulares, será objetiva y directa. Los particulares tendrán derecho
a una indemnización conforme a las bases, límites y procedimientos que
establezcan las leyes”.

36. Como puede advertirse, por virtud de esta segunda reforma


constitucional, el contenido del segundo párrafo del artículo 113
constitucional se trasladó al último párrafo del artículo 109 de la
Constitución Federal, pero sin modificar la redacción o
contenido de la regulación constitucional en materia de
responsabilidad patrimonial del Estado; por ende, desde la
primera de las reformas constitucionales indicadas se ha
reconocido el derecho a una indemnización a favor de los
gobernados con motivo de la actividad administrativa irregular
causa por el Estado.

37. En cuanto a esta figura, en la Acción de Inconstitucionalidad


4/2004, el Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de la
Nación concluyó, en lo que interesa, lo siguiente11:

10
Esta reforma constitucional entró en vigor el veintiocho de mayo de dos mil quince, según el
artículo Primero Transitorio del decreto correspondiente.
11
“RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL DEL ESTADO OBJETIVA Y DIRECTA. SU
SIGNIFICADO EN TÉRMINOS DEL SEGUNDO PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 113 DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS” (Época: Novena
Época, Registro: 169424, Instancia: Pleno, Tipo de Tesis: Jurisprudencia, Fuente: Semanario
27
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

 La responsabilidad patrimonial del Estado se


condicionó a que fuera por actividad administrativa
irregular, por la cual se responde en forma directa y
objetiva.

 Cuando la Constitución se refiere a responsabilidad directa, ello implica


que los gobernados podrán demandar directamente al Estado, sin tener
que demostrar la ilicitud o el dolo del servidor público que causó el daño
reclamado, sino sólo la irregularidad de la actuación, y sin tener que
demandar previamente al servidor público responsable.

 Por su parte, la responsabilidad objetiva deriva de la teoría del riesgo,


donde resulta ajeno si hubo o no intencionalidad dolosa.

 La actividad administrativa irregular requiere: a) la existencia de un daño


(pérdida o menoscabo sufrido en el patrimonio por incumplimiento de una
obligación); b) que sea imputable a la Administración Pública por ser
efecto de la actividad administrativa irregular; y c) Un nexo causal entre
los dos elementos previamente señalados.

 La actividad administrativa irregular se identifica con las actuaciones del


Estado (en forma genérica) que no satisfacen la normatividad aplicable
para la realización de esos actos.

38. Por su parte, al resolver el expediente Varios 561/2010, esta


Segunda Sala concluyó, en lo que interesa, lo siguiente:

 Del proceso legislativo del cual derivó la referida reforma constitucional


de dos mil dos, se advierte que el Poder Constituyente Permanente
acotó la responsabilidad a actos de carácter administrativo (pues incluso
así se reflejó en la norma constitucional); es decir, sólo a las actuaciones
de la Administración Pública.

 En dicho proceso deliberativo se advirtió la posibilidad de que, tanto los


actos legislativos y judiciales, igualmente afecten a los gobernados y que
algunas legislaciones extranjeras aceptan este tipo de actos como parte
de la responsabilidad estatal pero, a consideración del constituyente, la
naturaleza de esos actos justificó que —en ese momento— la
responsabilidad patrimonial sólo se estableciera respecto de la actividad
administrativa irregular.

 Además, en el proceso legislativo de esa reforma constitucional se indicó


que, de incluir a los actos judiciales, existe el riesgo de crear una
instancia adicional cuya finalidad sería verificar el fondo de la sentencia
que cause daño; por ende, estos actos quedaron excluidos de la
responsabilidad patrimonial del Estado.

Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXVII, Junio de 2008, Materia(s): Constitucional,


Tesis: P. /J. 42/2008, Página: 722).
28
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

 Así, el Poder reformador de la Constitución


decidió no incluir los actos judiciales dentro de la
responsabilidad patrimonial del Estado —por lo que
hace a su función jurisdiccional— pero sí los daños
causados por los actos administrativos que realiza el
Poder Judicial.

 En razón de lo anterior, en la Ley Reglamentaria del artículo 113


constitucional en materia de responsabilidad patrimonial del Estado, es
decir, la Ley Federal de Responsabilidad Patrimonial del Estado, se
reiteró que la responsabilidad está acotada a la actividad administrativa
irregular, la cual se definió como: “…aquella que cause daño a los bienes
y derechos de los particulares que no tengan la obligación jurídica de
soportar, en virtud de no existir fundamento legal o causa jurídica de
justificación para legitimar el daño de que se trate….”12.

 Asimismo, esa norma estableció que son sujetos de ella, los entes
públicos federales, entendiéndose a los Poderes Judicial, Legislativo y
Ejecutivo de la Federación, organismos constitucionales autónomos,
dependencias, entidades de la Administración Pública Federal, la
Procuraduría General de la República, los Tribunales Federales
Administrativos y cualquier otro ente público de carácter federal13, lo cual
significa que el Poder Judicial sí es ente público sujeto a la ley y, en
consecuencia, está obligado, en caso de actuar irregularmente, a
indemnizar al particular afectado por dicha actuación.

 El Poder Judicial de la Federación es responsable patrimonialmente por


la actividad administrativa que realice, lo cual excluye la responsabilidad
objetiva directa por su actividad jurisdiccional; esto es, las afectaciones
generadas a causa de la función materialmente jurisdiccional (resolución
de controversias) no está prevista en el artículo 113, segundo párrafo, de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (actualmente
último párrafo del numeral 109 constitucional)14.

 De incluir la actividad materialmente jurisdiccional dentro de la


responsabilidad objetiva y directa del Estado, se crearía una situación en
la que se vulnere o limite la independencia judicial con la que deben
contar los titulares de los órganos jurisdiccionales, lo que es contrario a
la ratio legis de la reforma constitucional y a la ley reglamentaria de la
materia.

12
Artículo1° de la citada ley.
13
“Artículo 2.- Son sujetos de esta Ley, los entes públicos federales. Para los efectos de la
misma, se entenderá por entes públicos federales, salvo mención expresa en contrario, a los
Poderes Judicial, Legislativo y Ejecutivo de la Federación, organismos constitucionales
autónomos, dependencias, entidades de la Administración Pública Federal, la Procuraduría
General de la República, los Tribunales Federales Administrativos y cualquier otro ente público
de carácter federal.”
14
“RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL DEL ESTADO. EL ARTÍCULO 113, PÁRRAFO
SEGUNDO, DE LA CONSTITUCIÓN GENERAL DE LA REPÚBLICA, NO COMPRENDE LA
FUNCIÓN MATERIALMENTE JURISDICCIONAL” (Novena Época, Registro: 163745, Instancia:
Segunda Sala, Tipo de Tesis: Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Tomo XXXII, Septiembre de 2010, Materia(s): Constitucional, Administrativa, Tesis: 2a.
XCIV/2010, Página: 199).
29
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

39. Asimismo, esta Segunda Sala al


resolver el amparo directo en revisión
2059/2015 determinó, en lo que interesa, lo
siguiente15:

 El artículo 10 de la Convención Americana de Derechos Humanos


reconoce el derecho de las personas a recibir una indemnización cuando
son condenados en sentencia firme, a causa del error judicial, esto es,
una sentencia en la cual hubo un error, por lo que se trata de un acto
realizado en el ejercicio de la función jurisdiccional, lo cual se manifiesta
en el acto de juzgar.

 Los órganos del Estado que pueden incurrir en error judicial son aquéllos
quienes ejercen la función jurisdiccional del Estado, es decir, quienes
resuelven conflictos o litigios jurídicos y emiten sentencias obligatorias y
ejecutables, como lo son los tribunales judiciales, administrativos, del
trabajo, agrarios y militares.

 Por mandato constitucional, el ministerio público tiene a su cargo la


persecución e investigación de los delitos, así como el ejercicio de la
acción penal por lo que si bien participa en el proceso penal del cual
puede derivar una sentencia condenatoria, lo cierto es que no es él quien
la dicta.

 Derivado de lo anterior, no cabe considerar al ministerio público como


sujeto en contra del cual pueda solicitarse la indemnización por actividad
administrativa irregular derivada del error judicial, en términos del artículo
10 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, porque
aunque esa autoridad interviene en el proceso del cual deriva un fallo, lo
cierto es que éste se emite por una autoridad judicial.

40. Como puede apreciarse, esta Suprema Corte de Justicia de la


Nación ha determinado que la indemnización prevista
anteriormente en el artículo 113, segundo párrafo, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
(actualmente en el numeral 109, último párrafo de esa norma)
procede por la actividad administrativa de los órganos del
Estado (incluidos los órganos judiciales) cuando se cause una

15
Similar criterio fue adoptado por la Primera Sala de esta Suprema Corte de Justicia de la
Nación, al resolver el amparo directo en revisión 3079/2013, del cual derivó la tesis de rubro:
“ERROR JUDICIAL. EL MINISTERIO PÚBLICO NO ES SUJETO PASIVO DE LA ACCIÓN
INDEMNIZATORIA CORRESPONDIENTE” (Décima Época, Registro: 2008712, Instancia:
Primera Sala, Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 16, Marzo de 2015, Tomo
II, Materia(s): Constitucional, Tesis: 1a. CXI/2015 (10a.), Página: 1098).
30
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

pérdida o menoscabo en el patrimonio de


los particulares, el cual no deban resentir y
que ello derive del incumplimiento de una
obligación imputable a la Administración Pública.

41. Es de resaltar que, como se sostuvo en el expediente Varios


561/2010, la actividad del Poder Judicial también puede dar
lugar a responsabilidad objetiva y directa pero sólo por su
actividad administrativa, no así por el ejercicio de la función
judicial (resolución de controversias), pues ésta no se
encuentra prevista en la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos.

B. Error Judicial

42. Esta figura se encuentra prevista en el artículo 10 de la


Convención Americana sobre Derechos Humanos (en lo
sucesivo, la Convención Americana), cuyo decreto
promulgatorio se publicó en el Diario Oficial de la Federación el
siete de mayo de mil novecientos ochenta y uno, por lo que en
términos de lo previsto en los artículos 1° y 133
constitucionales, tal instrumento internacional forma parte del
sistema jurídico mexicano. El referido artículo 10 de la
convención en cita establece:

“Artículo 10. Derecho a Indemnización


Toda persona tiene derecho a ser indemnizada conforme a la ley en
caso de haber sido condenada en sentencia firme por error judicial”.

43. Como se afirmó por esta Segunda Sala en el fallo


correspondiente al amparo directo en revisión 2059/2015,
dentro de la jurisprudencia de la Corte Interamericana de
31
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

Derechos Humanos —última intérprete de la


referida Convención— no se encuentra
algún precedente donde se hayan
interpretado los alcances del precepto transcrito, por lo cual
este órgano jurisdiccional de control constitucional hará lo
correspondiente al tema, con base en lo siguiente:

44. El precepto en comento reconoce el derecho de las personas a


recibir una indemnización cuando son condenadas en sentencia
firme, siempre que esa condena tenga como causa al error
judicial, lo cual implica que este tipo de indemnizaciones
procede ante el error cometido in iudicando; es decir, en el
ejercicio de la función jurisdiccional.

45. En cuanto a los antecedentes de esta figura, en el artículo 14.6


del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos (en
lo sucesivo, Pacto Internacional) de 1966 se dispuso:

“Artículo 14

1. (…)

6. Cuando una sentencia condenatoria firme haya sido ulteriormente


revocada, o el condenado haya sido indultado por haberse producido o
descubierto un hecho plenamente probatorio de la comisión de un error
judicial, la persona que haya sufrido una pena como resultado de tal
sentencia deberá ser indemnizada, conforme a la ley, a menos que se
demuestre que le es imputable en todo o en parte el no haberse revelado
oportunamente el hecho desconocido.
(…)”

46. El precepto supratranscrito prevé la posibilidad de obtener una


indemnización cuando exista sentencia condenatoria firme que,
posteriormente sea revocada o cuando se indultó al condenado
por haberse descubierto un hecho que demuestra plenamente

32
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

la existencia de un error judicial, salvo en


aquellos casos en que el conocimiento del
hecho desconocido que permite la
procedencia de la indemnización haya sido ocultado por el
sentenciado.

47. Por su parte, en el Convenio para la Protección de los


Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales (de cuatro
de noviembre de mil novecientos cincuenta, celebrado en
Roma, Italia), también conocido como Convenio Europeo sobre
Derechos Humanos (en lo sucesivo, Convenio Europeo) se
dispuso:

“Artículo 5. Derecho a la libertad y a la seguridad.

1. (…)

5. Toda persona víctima de una detención preventiva o de un


internamiento en condiciones contrarias a las disposiciones de este
artículo tendrá derecho a una reparación”.

48. En alcance a ese precepto, en el Protocolo número 7 al


Convenio Para la Protección de los Derechos Humanos y de las
Libertades Fundamentales (Estrasburgo, mil novecientos
ochenta y cuatro), se estableció lo siguiente:

“Artículo 3

Cuando una sentencia penal condenatoria firme resulte posteriormente


anulada o se conceda una medida de gracia porque un hecho nuevo o
nuevas revelaciones demuestren que ha habido error judicial, la persona
que haya sufrido la pena en virtud de esa condena será indemnizada
conforme a la ley o al uso vigente en el Estado respectivo, excepto cuando
se pruebe que la no revelación en tiempo oportuno del hecho desconocido
fuere imputable total o parcialmente a dicha persona”.

49. El contenido de los preceptos transcritos sirvió de base para


que, en el Proyecto de la Convención Interamericana sobre

33
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

Protección de Derechos Humanos, se


propusiera el artículo 9 de ese documento,
en los términos siguientes16:

“Artículo 9
Toda persona que haya sido privada de libertad ilegalmente o por error
judicial, será indemnizada por las pérdidas sufridas como consecuencia
de la condena y de la privación de libertad, salvo en el caso de que el
sentenciado haya contribuido a hacer posible el error judicial”.

50. Dentro del proceso de creación de la Convención de marras se


otorgó la posibilidad a los Estados Miembros de realizar las
observaciones que estimaran convenientes en cuanto al texto
propuesto y, transcurrido éste, el diez de noviembre de mil
novecientos sesenta y nueve comenzaron las mesas para
discutir el contenido de cada uno de los preceptos que
integrarían la convención. En cuanto al artículo 9 del proyecto 17
se dijo lo siguiente:

“Artículo 9.

Pasa a consideración el Artículo 9 del Proyecto.

EL SECRETARIO dio lectura al texto del artículo. Seguidamente leyó el


texto de la enmienda de Argentina, contenida en el Documento 13, página
29. A continuación leyó también las observaciones de los Estados Unidos
y de la República Dominicana al mismo artículo (Doc. 13, págs. 9 y 10).

EL PRESIDENTE, actuando como Delegado de Venezuela, manifestó que


su país no acepta la indemnización por error judicial y que en este caso
votará en contrario.

EL DELEGADO DE LOS ESTADOS UNIDOS (Richard D. Kearney) señaló


que estaba preocupado por el artículo, tal como se había redactado, por
temor de que el error judicial pudiera ser mantenido como compensación
en derecho.

EL DELEGADO DE HONDURAS (Señor Eliseo Pérez Cadalso) abogó


por la supresión del Artículo 9.

16
Documento consultable en la siguiente dirección electrónica:
https://www.oas.org/es/cidh/docs/enlaces/Conferencia%20Interamericana.pdf
17
Discutido el trece de noviembre de mil novecientos sesenta y nueve en la comisión I.
34
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

EL DELEGADO DE ARGENTINA (Señor Ricardo


Córdoba) apoyó la moción de Honduras.

EL DELEGADO DE NICARAGUA (Señor Santos


Venegas Gutiérrez) informó que su Delegación no
votaría por el Artículo 9.

EL DELEGADO DE EL SALVADOR (Señor Manuel Castro Ramírez)


manifestó que sí aceptaba la indemnización por error judicial, pero no por
restricción de libertad ilegal y añadió que el primer principio está incluido
en la legislación salvadoreña. Prefiere la eliminación del Artículo.

EL DELEGADO DE MÉXICO (Señor Sergio Vela Treviño) apoyó las


iniciativas de Argentina y Honduras.

EL DELEGADO DE GUATEMALA (Señor Luis Aycinena) expresó que


afrontaba un problema que era el resultado de una larga y dolorosa
historia en Latinoamérica y que jamás podría votar por la supresión del
párrafo. Pidió que se le permitiera hablar en primera persona ya que
podría haber legislaciones internas que estuvieran de acuerdo con
algunos de los artículos. Dijo que creía que debería buscarse alguna
fórmula más conveniente, quizá la que propusieron los Estados Unidos.

EL DELEGADO DE ARGENTINA (Señor Ricardo Córdoba) indicó que en


el texto que aparece en el Proyecto se establece un derecho automático
de indemnización y a eso se dirige su propuesta.

EL DELEGADO DE COLOMBIA (Señor Pedro Pablo Camargo) observó


que la legislación de su país incluye el recurso de revisión y casación y
que no tendría dificultad en apoyar el artículo. Sugiere buscar
inspiración en el Artículo 14 del Pacto de Derechos Civiles y Políticos
de las Naciones Unidas.

EL DELEGADO DE COSTA RICA (Señor José E. Hine G.) apoyó la


redacción del Artículo 9 como aparece en el Proyecto y sugirió una
enmienda a este tenor: "Toda persona que haya sido privada de libertad
ilegalmente o condenada por error judicial, será indemnizada por los
perjuicios que resulten de la pérdida de la libertad, salvo en el caso...

EL DELEGADO DE CHILE (Señor Mario Artaza) recordó que ya se votó el


Artículo 1 de los efectos legales, estimando que esta materia es
suficientemente compleja para establecer un derecho en forma
automática.

EL PRESIDENTE designó un Grupo de Trabajo para que estudiase el


Artículo 9. El grupo queda integrado por los representantes de los Estados
Unidos, Chile, Costa Rica, Guatemala y Ecuador. A continuación informó a
los Delegados que el Grupo designado en la sesión de la mañana había
terminado su misión y había presentado un proyecto do letra g) del
Artículo 7, que dice lo siguiente: g) ''Derecho de ser asistido por un
defensor remunerado por el Estado si es inculpado no quisiere o no
pudiere defenderse por sí mismo y no pudiere contratar defensor".

Por otra parte, el Grupo informó que el Delegado de Trinidad y Tobago


había sugerido lo siguiente:

35
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

"... si fuere necesario para los intereses de la justicia".

Asimismo, el Grupo de Trabajo informó que el


Delegado de los Estados Unidos había sugerido lo
siguiente:

"... si el Estado puede regular los requisitos necesarios para ese


defensor".

Después de un intercambio de ideas acerca de la propuesta del


Grupo de Trabajo, y en vista de que los Delegados que lo integraron
no se ponían de acuerdo, el Presidente ordenó la reconstitución del
Grupo para que deliberaran nuevamente”.

51. De la anterior transcripción destaca que el Delegado de México


manifestó estar de acuerdo con las posturas de Argentina y
Honduras en el sentido de suprimir el citado artículo 9 del
proyecto.

52. El quince de noviembre de ese año se celebró la duodécima


sesión de la Comisión I, en la cual se indicó:

“Seguidamente indicó que se había distribuido el texto presentado por el


Grupo de Trabajo, sobre el Artículo 9 pendiente.

El DELEGADO DE MÉXICO (Señor Sergio Vela Treviño) elogió el texto


presentado, pero no lo consideró satisfactorio del todo y propuso el texto
siguiente:

"Toda persona tiene derecho a ser indemnizada conforme a la ley en


caso de haber sido condenada en sentencia firme por error judicial."

Después de un cambio de opiniones, el texto propuesto por México


se sometió a votación y fue aprobado.

El PRESIDENTE explicó que el texto aprobado sustituía al texto del


Grupo de Trabajo”.

53. Como puede apreciarse, el delegado de México tuvo una


participación activa en la Comisión en la cual se aprobó el texto
del artículo 9 del proyecto de la Convención, al grado de que el
texto sugerido por ese representante fue el aprobado por esa
comisión.

36
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

54. El diecinueve de noviembre de ese


año se presentó el informe del Relator de la
Comisión I, en cuyo proyecto final se introdujo un nuevo artículo
al cual se asignó el ordinario 2, por lo que el numeral 9 del
proyecto quedó como artículo 10. Al respecto se indicó:

“Artículo 10 (Art. 9 del Proyecto)

("Derecho a Indemnización")

La formulación de este artículo, que trata de la indemnización debida a


quien haya sido condenado en sentencia ejecutoriada por error judicial,
fue encomendada a un Grupo de Trabajo integrado por los delegados de
Estados Unidos, Chile, Costa Rica, Guatemala y Ecuador”.

55. El resultado del proceso reseñado fue el texto del artículo 10 de


la Convención Americana Sobre Derechos Humanos,
oportunamente transcrito.

56. En principio, la interpretación literal del artículo 10 de la


Convención Americana parece conducir a que la indemnización
por error judicial procede en todos los casos en que el órgano
del Estado que, materialmente ejerce la función jurisdiccional
(resolver controversias litigiosas mediante la emisión de una
sentencia o laudo) incurre en un error el cual conlleva a una
condena indebida y, ante ello, el afectado puede pedir el
resarcimiento económico causado por tal afectación indebida.
Lo anterior porque el contenido textual del precepto en comento
no identifica en forma clara las materias en que la
indemnización ahí prevista procederá.

57. Sin embargo, la interpretación gramatical, histórica, auténtica y


funcional del precepto analizado conduce a concluir que tal

37
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

norma está referida y acotada —


exclusivamente— a la materia penal; es
decir, al error judicial cometido en la acción
de juzgar y resolver conflictos litigiosos en los cuales se
encuentra inmersa la facultad punitiva del Estado para
sancionar determinados hechos identificados en la ley y
calificados como delitos.

58. En efecto, en el artículo 10 de la Convención Americana se


refiere al derecho de la persona “condenada” en sentencia
firme. En el aspecto gramatical, el calificativo indicado deriva
del verbo “condenar”, el cual es definido por la Real Academia
Española como:

“Del lat. condemnāre.


1. tr. Dicho de un juez: Pronunciar sentencia, imponiendo al reo la
pena correspondiente o dictando en juicio civil, o en otras
jurisdicciones, fallo que no se limite a absolver de la demanda.
2. tr. Forzar a alguien a hacer algo penoso. La condenaron A no salir y A
no andar.
3. tr. Reprobar algo que se tiene por malo, como un hecho o una
conducta. Condenar un crimen, un atentado.
4. tr. Tabicar una habitación o incomunicarla con las demás, teniéndola
siempre cerrada.
5. tr. Cerrar permanentemente o tapiar un lugar de paso, como una
puerta, una ventana o un pasadizo.
6. tr. Echar a perder algo. Condenar un traje.
7. tr. Molestar, irritar, exasperar. U. t. c. prnl.
8. tr. Dicho de una cosa: Conducir a alguien inevitablemente a una
situación no deseada. La vida sedentaria condena a mucha gente A la
obesidad.
9. prnl. Culparse a sí mismo, confesarse culpado.
10. prnl. En el catolicismo, incurrir en la pena eterna”18.

59. Al respecto, aunque el verbo indicado es utilizado en forma


genérica en todas las materias del derecho, lo cierto es que se
trata de un vocablo eminentemente de orden penal el cual está
relacionado con la imposición de una sanción de cualquier tipo
y, particularmente, en la privación de la libertad.
18
Diccionario de la Real Academia Española, 23ª edición, 2014.
38
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

60. Es decir, no se desconoce que tal


verbo es utilizado en forma indistinta en
todas las ramas del derecho; sin embargo,
debe considerarse que la utilización de ese vocablo en el
artículo 10 de la Convención Americana se refiere a la materia
penal porque, además de la intelección gramatical, la aplicación
de otros métodos interpretativos conduce a esa conclusión,
según se explica.

61. Como se aprecia de los antecedentes oportunamente descritos


del proceso deliberativo del contenido del citado precepto, éste
tuvo inspiración en los diversos numerales 14.6 del Pacto
Internacional y 5.5. del Convenio Europeo, preceptos que
igualmente contienen elementos gramaticales relacionados con
la materia penal.

62. En efecto, el citado artículo 14.6 del Pacto Internacional refiere


una sentencia condenatoria y un indulto, término que es
definido por la Real Academia Española como:

“Del lat. indultus.

1. m. Gracia por la cual se remite total o parcialmente o se conmuta una


pena.

2. m. Gracia que excepcionalmente concede el jefe del Estado, por la


cual perdona total o parcialmente una pena o la conmuta por otra más
benigna”19.

63. Como se aprecia, el término en comento está vinculado con la


imposición de penas que si bien es corresponde —en forma
genérica— a todas las ramas del derecho, lo cierto es que se
trata de un concepto derivado de la facultad punitiva del Estado

19
Ibídem.
39
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

que se refleja claramente en la materia


penal y, por analogía, en el derecho
administrativo sancionador, el cual no es
sino un reflejo del derecho penal.

64. En cuanto al indulto, la Primera Sala de esta Suprema Corte de


Justicia de la Nación ha establecido que en el abrogado Código
Federal de Procedimientos Penales, el reconocimiento de
inocencia y el indulto son utilizados como sinónimos pero, en
realidad, el primero es el medio para obtener el segundo, el
cual puede ser por gracia, o bien, por reconocimiento de
inocencia20. Lo anterior evidencia —inicialmente— que también
la figura del indulto está conferida a la materia penal y, por
tanto, que el artículo 14.6 del Pacto Internacional (fuente de
inspiración del artículo 10 de la Convención Americana)
igualmente está acotado al error judicial en esa materia.

65. Por lo que toca al artículo 5.5 del Convenio Europeo,


claramente tal norma está referida a una indemnización por
errores in iudicando respecto de asuntos penales; esto porque
la estructura gramatical de tal precepto contiene elementos que
así lo permiten concluir, como lo es que el derecho a la
reparación ahí prevista se confiere a la víctima de una
detención preventiva o internamiento; es decir, sin duda alguna
esa norma confiere el derecho de indemnización al sujeto activo
de la conducta delictiva sancionada, ya sea porque fue detenido
en forma preventiva en forma ilegal, o bien, porque fue

20
“INDULTO. POR GRACIA O POR RECONOCIMIENTO DE LA INOCENCIA. TIPOS
DIVERSOS” (Octava Época, Registro: 206273, Instancia: Primera Sala, Tipo de Tesis: Aislada,
Fuente: Semanario Judicial de la Federación, Tomo II, Primera Parte, Julio-Diciembre de 1988,
Materia(s): Penal, Página: 152).
40
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

internado o recluido (mediante sanción


privativa de la libertad) en forma contraria a
derecho.

66. Sin duda alguna, la terminología empleada en ese precepto


legal está referida a la materia penal, lo que permite concluir
que tal norma confiere el derecho de reparación (mediante la
indemnización a que se refiere el artículo 3 del Protocolo
número 7 al Convenio Para la Protección de los Derechos
Humanos y de las Libertades Fundamentales) a quienes son
sancionados en procesos penales en forma indebida, a causa
del error del operador jurisdiccional.

67. De lo hasta ahora explicado, se sigue que los artículos 14.6 del
Pacto Internacional y 5.5. del Convenio Europeo contienen
elementos gramaticales que refieren a la materia penal, lo cual
permite considerar —al menos por el momento— que las
indemnizaciones ahí previstas están acotadas únicamente al
error judicial cometido en materia penal.

68. Como se ha referido, el actual artículo 10 de la Convención


Americana correspondía al numeral 9 del Proyecto de ese
instrumento internacional, cuyo contenido textual
(oportunamente citado) refería a la persona “…privada de
libertad…”, lo cual denota un contenido indiscutiblemente penal
pues se refiere a un acto lesivo de la libertad en forma
continuada (acto privativo), por lo que no puede estimarse
referido a actos administrativos como el arresto, cuyos efectos
están limitados temporalmente (en el caso de México, a treinta
y seis horas máximo).

41
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

69. Ciertamente, en el texto del proyecto


del citado precepto expresamente se hacía
alusión a la procedencia de la
indemnización a favor de quien hubiera sido ilegalmente
encarcelado, siempre que ello derivada del error judicial (al
resolver el juicio); por ende, es claro que la intensión de los
delegados de los Estados que participaron en las respectivas
comisiones fue el establecer ese derecho sólo en el caso de la
materia penal.

70. Aunque el texto inicialmente propuesto del artículo 9 del


proyecto de marras no se aprobó en los términos presentados,
pues se cambió ante lo expresado por diverso delegados
nacionales, también es cierto esa norma estaba inspirada en
los artículos 14.6 del Pacto Internacional y 5.5. del Convenio
Europeo (que como se han visto se acotan a la materia penal) y
que la redacción usada en el proyecto correspondía a la
indemnización por error judicial en materia penal, y si bien el
texto resultante del proceso deliberativo correspondiente no lo
reflejó así expresamente, destaca que la voluntad de quienes
representaron a los Estados en ese proceso era la de conferir
ese derecho a la materia penal.

71. Incluso, en el trasfondo de la discusión los delegados


nacionales tenían muy claro que las normas de las cuales
derivó el artículo 9 del proyecto eran las ya indicadas, pues del
proceso relativo se advierte que el Delegado de Colombia
aconsejó acudir al artículo 14 del Pacto Internacional.

42
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

72. Este elemento resulta relevante para


la interpretación histórica de la norma, pues
claramente una de las fuentes de
inspiración del derecho a la indemnización por error judicial en
el sistema interamericano de derechos humanos lo fue el citado
pacto, por ser la referencia más similar.

73. Lo expresado hasta ahora en cuanto a que los elementos


gramaticales, la intención del creador del precepto y los
antecedentes de esa norma conducen a concluir que el derecho
a la indemnización se acotaron y establecieron con miras al
error judicial en material penal, cobra particular importancia
cuando se agrega el elemento funcional, conforme con el cual
se arriba a la misma conclusión, según se explica enseguida.

74. En García-Fajardo y otros vs Nicaragua, 142 trabajadores del


servicio público iniciaron una huelga la cual se calificó de ilegal
por el Ministerio del Trabajo, lo que se impugnó vía amparo, en
el cual se confirmó esa determinación y que generó el
consecuente despido de esos trabajadores y, a causa de ello, el
reclamo de una presunta violación al artículo 10 de la
Convención Americana a causa de lo resuelto por la Suprema
Corte de Justicia de aquél país.

75. Al conocer del asunto, la Comisión Interamericana de Derechos


Humanos señaló:

“92. Los peticionarios han alegado en el presente caso que al declarar


la Corte Suprema de Justicia sin lugar el recurso de amparo,
automáticamente la declaratoria de ilegalidad de la huelga de las
autoridades gubernamentales del trabajo quedó firme. Esto dio lugar a
considerar como legales y conforme a derecho los despidos masivos que se
habían suscitado, provocando la indefensión de numerosos trabajadores.

43
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

Igualmente, los peticionarios señalaron que la Corte


Suprema incurrió en un grave error judicial al
fundamentar su decisión en hechos que corresponden a
una huelga ocurrida un año antes, es decir, en febrero
de 1992, efectuada por los trabajadores de AERONICA,
y no a la huelga de los trabajadores aduaneros ocurrida
en junio de 1993. De esta manera, al constituir la Sentencia Nº 44 de la
Corte Suprema una arbitrariedad judicial, ese tribunal incurrió en una
flagrante violación de los artículos 8 y 25 de la Convención Americana, lo
cual implica que los trabajadores aduaneros sean indemnizados en virtud del
artículo 10 del mismo instrumento internacional.

93.A este respecto, la Comisión considera que la Sentencia Nº 44 de la


Corte Suprema de Justicia sobre el recurso de amparo restringió los
derechos de los peticionarios pero no constituye una sentencia
condenatoria basada en un error judicial, en los términos del artículo
10 de la Convención Americana. En consecuencia, la Comisión
rechaza la aplicación del artículo 10 de la Convención Americana”.

76. En cambio, en Rosas-Piedra vs Costa Rica, en la primera


instancia nacional se condenó a la demandante por el delito de
libramiento de cheques sin fondos, a pesar de que su conducta
no estaba tipificada como delito en la legislación costarricense
ni era reprochable penalmente. Al conocer de la apelación en
contra del fallo primigenio, la Corte Suprema de ese país anuló
la sentencia reclamada pero no se pronunció sobre el pago de
la indemnización solicitada, por lo cual la afectada por dicho
procedimiento penal acudió ante el Sistema Interamericano de
Derechos Humanos a demandar el incumplimiento de lo
previsto en el artículo 10 de la Convención Americana. Al
conocer del asunto, la Comisión Interamericana concluyó lo
siguiente:

“63. Luego de estudiar los argumentos de hecho y de derecho


expuestos por las partes y el acervo probatorio que ha tenido a su
alcance, la Comisión considera que los hechos planteados por los
peticionarios no caracterizan una violación del artículo 10 de la
Convención.

64. El artículo 10 establece específicamente el derecho de


indemnización “…en caso de ser condenada en sentencia firme por error
judicial”. En la petición sub examine el peticionario plantea la necesidad

44
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

de indemnizar a una persona que fue condenada en


primera instancia pero absuelta como resultado de la
interposición de un recurso de revisión. La Comisión
observa que la sentencia No. 11-86 de 14 de enero de
1986, que incurrió en error judicial, no adquirió
carácter de cosa juzgada puesto que, como
reconoce el mismo peticionario, si bien en primera instancia se
condenó a la imputada, en segunda instancia esta fue absuelta por
existir un error judicial.

65. La Comisión estima que los recursos judiciales existen en la


jurisdicción nacional como una garantía para la correcta administración de
justicia. El artículo 8(2) (h) de la Convención prevé específicamente el
derecho de apelación para situaciones como la presente. En el caso de
referencia la CIDH nota que el recurso se ejerció y se cumplió con el fin
para el cual fue concebido, es decir, con el fin de subsanar posibles
errores en los que incurran las autoridades judiciales. Además, el error
judicial cometido quedó subsanado con la sentencia de la Sala Tercera
Penal de la Corte Suprema de Justicia, que absolvió de toda pena y
responsabilidad a la presunta víctima y ordenó, en forma clara y
específica, la cancelación de la inscripción del fallo condenatorio en el
Registro Judicial de Delincuentes.

66. En relación con el supuesto error cometido al no fijar daños y


perjuicios en la sentencia de revisión, es cierto que en su sentencia de 23
de diciembre de 1993 la Sala Tercera omitió pronunciarse con respecto a
los daños y perjuicios presuntamente ocasionados a la señora Rojas
Piedra mediante la sentencia condenatoria de 14 de enero de 1986. Sin
embargo, también es cierto que ella tuvo oportunidad de presentar una
solicitud de adición y aclaración ante la misma sala, la cual subsanó su
omisión y adicionó la sentencia mediante fallo de 16 de marzo de 1994.
Esta sentencia declaró sin lugar la indemnización por daños y perjuicios
por falta de prueba y eximió al Estado del pago de costas. Insatisfecha con
esta decisión la señora Rojas Piedra acudió a la vía civil de hacienda.
La sentencia 00102-F-98, dictada en esta vía, estableció que la recurrente
había escogido plantear su reclamo en la vía penal, teniendo la
oportunidad de hacerlo en la civil, y que al perder su reclamo por razones
de fondo pretendió reabrir la discusión en un proceso contencioso,
pretensión que legalmente no era posible porque en la vía penal se
produjo pronunciamiento con autoridad de cosa juzgada material.

67. Los elementos de juicio presentados por el peticionario no fueron


suficientes para respaldar su afirmación de que el proceso de revisión en
materia penal no permite demostrar los daños y perjuicios causados por
una sentencia errónea, lo que viola los artículos 8 y 25 de la Convención.
Tampoco desvirtuaron los peticionarios ante la Comisión lo que estableció
la Sala Tercera en su sentencia de 16 de marzo de 1994, de que la
recurrente no demostró en qué consistió la afectación alegada a pesar de
que tuvo la oportunidad de hacerlo conforme a su legislación interna.

68. El Estado señala que la presunta víctima acudió a la vía civil porque
no estaba satisfecha con la sentencia penal desfavorable. Que luego de
tener acceso y de haber agotado todos los recursos disponibles de la
jurisdicción interna acudió a la protección internacional en busca de una
nueva instancia para expresar su disconformidad con el resultado

45
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

desfavorable de sus gestiones judiciales en el ámbito


jurídico nacional, desnaturalizando así la función
subsidiaria de la Comisión.

69. Cabe señalar a este respecto que la Comisión es


competente para declarar admisible una petición y
fallar sobre su fundamento cuando ésta se refiere a una sentencia
nacional que ha sido dictada al margen del debido proceso o que
aparentemente viola cualquier otro derecho garantizado por la
Convención. Sin embargo, la protección internacional que otorgan los
órganos de supervisión de la Convención es subsidiaria de la que proveen
los órganos nacionales que han actuado dentro de los límites de su
competencia. En otras palabras, la función de protección de la Comisión
consiste en garantizar la observancia de las obligaciones asumidas por los
Estados partes de la Convención, pero no en hacer las veces de un
tribunal de alzada para examinar supuestos errores de derecho o de
hecho que puedan haber cometido los tribunales nacionales que hayan
actuado dentro de los límites de su competencia. Como ha señalado esta
Comisión, "no es función de la Comisión Interamericana actuar como una
cuarta instancia cuasi-judicial y revisar los fallos de los tribunales
nacionales de los Estados miembros de la OEA.

70. La premisa básica de la fórmula de la cuarta instancia es que para


que la Comisión pueda revisar las sentencias dictadas por los tribunales
nacionales que actúen en la esfera de su competencia y apliquen las
debidas garantías judiciales, debe existir una violación de alguno de los
derechos protegidos por la Convención Americana.

71. La inconformidad del peticionario con la interpretación de las leyes


nacionales o las decisiones judiciales que han sido dictadas dentro de la
competencia de los jueces naturales y conforme a las normas del debido
proceso no es suficiente para que la Comisión pueda revisar dichas
decisiones.

Como lo ha expresado la Corte Europea de Derechos Humanos,

El Tribunal […] no tiene por cometido sustituir a las jurisdicciones


internas. Incumbe en primer lugar, a las autoridades nacionales y,
especialmente a los juzgados y tribunales interpretar la legislación
interna. El papel del Tribunal se limita a comprobar la
compatibilidad con el Convenio de los efectos de esta
interpretación.

72. El examen del caso, tal como ha sido planteado, requeriría que la
Comisión actuara como una cuarta instancia casi-judicial o tribunal
de alzada de derecho interno con respecto a la sentencia definitiva
dictada por las máximas autoridades judiciales de Costa Rica. El
papel de la Comisión se limita a determinar la compatibilidad de los
efectos de la interpretación de la legislación interna hecha por los
tribunales competentes con la Convención Americana.

73. Con base en lo antes expuesto, la Comisión concluye que la


petición es inadmisible por cuanto los hechos alegados no constituyen
posibles violaciones a los derechos humanos de acuerdo a lo establecido
en el artículo 47(b) de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos”.
46
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

77. El asunto en comento permite apreciar


que, aunque la petición se estimó
inadmisible, el criterio de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos en cuanto al artículo 10
de la Convención Americana está referido a la materia penal y
que tal posibilidad requiere de una sentencia con el carácter de
cosa juzgada e impide que el órgano resolutor se constituya en
una instancia adicional o cuarta instancia del procedimiento
jurisdiccional en el cual se adujo el error judicial.

78. De similar manera, en Grande vs Argentina, la Corte


Interamericana de Derechos Humanos desestimó las
violaciones aducidas, las cuales provenían de una causa penal,
dado que en la instancia nacional los cargos en contra del
demandante fueron desechados definitivamente21

79. No escapa a este tribunal constitucional que en Cirio vs


Uruguay, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
estimó violado el artículo 10 de la Convención Americana a
pesar de que no existió una sanción privativa de libertad (propia
del derecho penal). En ese asunto, un militar en retiro criticó
ciertas acciones de las fuerzas armadas, lo cual ocasionó que
un tribunal castrense lo enjuiciara por insultos al honor militar,
21
“39. La Corte hace notar que, en sus alegaciones a esta excepción preliminar, tanto la
Comisión Interamericana como el representante, respectivamente, hicieron referencia a hechos
o diligencias policiales o judiciales, tales como: a) el allanamiento de la sede de la Cooperativa
de Crédito Caja Murillo; b) el secuestro de diversa documentación; c) la detención del señor
Grande y su privación de libertad del 29 de julio al 12 de agosto de 1980, y d) así como todas
aquellas actuaciones judiciales desarrolladas en el proceso penal entre el 29 de julio de 1980 y
el 5 de septiembre de 1984, todos ellos ocurridos antes de que el Estado reconociera la
competencia contenciosa de la Corte. En razón de lo expuesto, este Tribunal considera que
dichos hechos, así como cualquier otro, ocurridos con anterioridad al reconocimiento de la
competencia contenciosa efectuado el 5 de septiembre de 1984 por el Estado, quedan fuera de
la competencia de la Corte.
40. Por tanto, el Tribunal es competente para conocer únicamente todos los hechos o
actuaciones ocurridos con posterioridad al 5 de septiembre de 1984, respecto a las presuntas
violaciones. En consecuencia, encuentra fundada la excepción preliminar en cuanto a los
hechos ocurridos con anterioridad a dicha fecha”.
47
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

en donde resultó culpable y se le sancionó


de por vida a la privación de su status y
beneficios como militar, incluyendo su
pensión. Después de muchos juicios, su status y beneficios
fueron restituidos pero sin cubrírsele los montos
correspondientes a pagos anteriores. En ese asunto, la
Comisión concluyó:

“122. El artículo 10 de la Convención establece que: “Toda persona tiene


derecho a ser indemnizada conforme a la ley en caso de haber sido
condenada en sentencia firme por error judicial”.

123. En el presente caso, el Estado reconoció que la desvinculación


del peticionario de las Fuerzas Armadas se debió a motivos políticos,
ideológicos o mera arbitrariedad, razón por la cual se devolvió al
peticionario su calidad de retirado en 1997, dejando sin efecto la situación
de reforma, consecuencia de la decisión del Tribunal de Honor Militar.

124. La Comisión considera que las autoridades uruguayas privaron


al Mayor Cirio de su status y beneficios como castigo por criticar las
actividades de las fuerzas armadas, en violación de los derechos
humanos, e inclusive reconociendo la naturaleza política e ideológica del
castigo, no revocaron las resoluciones que lo sancionaron ni brindaron
reparaciones completas (restitutio in integrum). Con base en estos
hechos, la Comisión concluye que el Estado violó, en perjuicio del señor
Tomás Eduardo Cirio, el derecho consagrado en el artículo 10 de la
Convención”.

80. Evidentemente la sanción impuesta en la instancia nacional no


era privativa de libertad (retiro de status y beneficios militares),
pero en forma coincidente, el origen de ese asunto derivó de un
juicio de naturaleza penal del fuero militar.

81. Lo reseñado en los asuntos referidos corrobora que el artículo


10 de la Convención Americana se ha considerado aplicable a
asuntos de materia penal en los cuales existe un error judicial;
por ende, la interpretación funcional de esa norma conduce al
mismo resultado que la intelección gramatical, histórica y
auténtica.
48
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

82. El análisis de los elementos hasta


ahora expuestos permite concluir lo
siguiente:

 En el proceso de creación de la Convención Americana, se tuvieron


como referencia otras normas del sistema internacional de derechos
humanos relativas al derecho de indemnización por errores en la
impartición de justicia.

 Del contenido de esas normas de referencia se advierte su vinculación a


asuntos de carácter penal; por ende, como las normas de referencia
corresponden a la materia penal, entonces es dable considerar al dar
contenido al artículo 9 del Proyecto de la Convención Americana
(actualmente 10 de ese instrumento) la intención era acotar la
indemnización por error judicial a la materia penal.

 Aunque algunos de los elementos gramaticales tanto del artículo 9 del


proyecto de la Convención Americana, como del numeral 10 de ese
instrumento internacional corresponden a conceptos jurídicos genéricos
(conceptos jurídicos fundamentales, aplicables a cualquier rama del
derecho), también es cierto que en forma específica y simultánea se trata
de términos asociados con la materia penal.

 Al conocer de asuntos en los cuales se ha aducido la violación del


artículo 10 de la Convención Americana, la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos ha dejado en claro —al menos así se desprende de
los precedentes ya identificados— que la vulneración de tal precepto
corresponde a errores judiciales cometidos en asuntos de naturaleza
penal, a pesar de que la sanción no necesariamente sea privativa de la
libertad.

C. Caso concreto

83. Precisado lo anterior, se procede al estudio de los argumentos


contenidos en el único agravio del recurrente, el cual se
considera inoperante, de conformidad con lo siguiente:

84. Como se ha establecido, el asunto en el cual se aduce el


supuesto error judicial corresponde a la materia civil, por lo que
no es posible encuadrarlo en una solicitud de indemnización por
error judicial, en términos del artículo 10 de la Convención

49
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

Americana, ya que de la génesis e


interpretación de ese precepto se obtiene
que tal indemnización procede cuando
existe error judicial (en la acción de juzgar) en asuntos
provenientes de materia penal.

85. Además, en el caso, la petición primigenia de indemnización no


se formuló en términos del artículo 10 de la Convención
Americana, sino con base en el artículo 113, último párrafo, de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en
los diversos preceptos aplicables de su ley reglamentaria; por
ende, ésta no podía tramitarse ni resolverse con base en una
indemnización convencionalmente establecida y que
corresponde a una materia diferente de aquella a la cual
pertenece el asunto de origen.

86. Incluso, lo pretendido por el solicitante (ahora recurrente) en


realidad es la revisión de lo fallado en una sentencia de amparo
directo, pues busca evidenciar la ilegalidad del otorgamiento del
amparo a favor de su contraparte por no haber cuestionado
oportunamente la condena al pago de costas procesales; sin
embargo, como ya se indicó22, en el proceso legislativo por el
cual se reformó en dos mil dos el artículo 113 constitucional
(ahora 109 de esa norma) y por la cual no se hizo extensiva a la
actividad jurisdiccional la indemnización ahí prevista fue el
evitar que ese procedimiento indemnizatorio se tradujera en
una nueva instancia en la cual se revisara un fallo firme; por

22
Pues así lo ha considerado esta Suprema Corte de Justicia de la Nación y ha sido aplicado
por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en los asuntos oportunamente
precisados.
50
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

ende, es evidente que tal pretensión no es


posible de atender; de ahí lo inoperante del
argumento en estudio.

87. Esto es, el hecho de que la responsabilidad patrimonial del


Estado sólo proceda por la actividad administrativa irregular no
constituye, en sí misma, una restricción al derecho de
indemnización a causa del error judicial pues cuando a causa
de la actividad jurisdiccional se lesionan los derechos de los
particulares, es posible acudir a la indemnización establecida
en el artículo 10 de la Convención Americana, en el entendido
de que ésta no constituye una instancia adicional y, en
principio, sólo está concebida para asuntos penales.

88. Es decir, aunque la indemnización prevista en el artículo 113


constitucional (ahora 109), como la establecida en el numeral
10 de la Convención Americana sólo proceden,
respectivamente, en contra de actividad administrativa irregular
o de fallos dictados en materia penal, y no así por actividad
jurisdiccional irregular (error judicial) en otras ramas del
derecho, esto se trata solamente de un requisito de
procedencia de esas indemnizaciones el cual no afecta el
derecho a acceso a la justicia ya que si lo pretendido es revisar
lo resuelto en el fallo de amparo directo número 350/2012, la
ahora quejosa tuvo oportunidad de promover amparo adhesivo
al juicio de garantías instado por su contra parte, a efecto de
evidenciar lo inoperante de los conceptos de violación vertidos;
sin embargo, de las constancias de autos no se advierte tal
extremo.

51
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

89. Ciertamente, aunque no obra en autos


del presente juicio la sentencia dictada por
el Décimo Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Primer Circuito en el juicio de amparo directo
350/2012, lo ahí resuelto es un hecho notorio para este tribunal
en razón de la información contenida en el Sistema Integral de
Seguimiento de Expedientes (S.I.S.E.), implementado por el
Consejo de la Judicatura Federal. Del contenido de ese fallo se
conoce que tal juicio se tramitó y resolvió con base en la Ley de
Amparo vigente hasta el dos de abril, cuyos artículos 167 y 180
permitían adherirse al recurso principal.

90. Esto es, al tener el ahora recurrente la posibilidad de promover


el referido juicio adhesivo, estuvo en aptitud legal de defender
sus derechos y, por tanto, demostrar que lo aducido por los
quejosos del juicio de amparo directo 350/2012 en cuanto a la
condena de costas procesales era inoperante por no haberse
formulado oportunamente. Es decir, la posibilidad de promover
ese juicio adhesivo se traducía en el respeto del derecho de
acceso a la justicia a su favor, pues mediante ese medio de
juicio pudo exponer el argumento con base en el cual solicitó al
Consejo de la Judicatura Federal el pago de la indemnización
solicitada; sin embargo, al no promover tal juicio renunció al
derecho de defensa a su favor; por ende, con base en tal
renuncia no puede pretender demostrar la denegación de
justicia al no proceder la indemnización solicitada y mediante la
cual busca sea revisada la sentencia de amparo en la cual no
promovió el amparo adhesivo.

52
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

91. Dicho de otro modo, el hecho de que


las indemnizaciones previstas en los
artículos 113 constitucional y 10 de la
Convención Americana no proceda en contra del error judicial
cometido en asuntos ajenos a la materia penal no constituye
una limitante constitucional, pues lo relativo a la materia y
naturaleza del acto que genera la posibilidad de pedir alguna de
esas indemnizaciones en realidad son requisitos de
procedencia de éstas, los cuales no se traduce en la
imposibilidad de acceder a la justicia porque:

 En la legislación nacional existe un medio de defensa a través del cual el


ahora recurrente pudo evidenciar la premisa sobre la cual descansa la
solicitud de indemnización; esto es, mediante el amparo adhesivo
promovido en los juicios 743/2011 y 350/2012, pudo demostrar lo
inoperante de los conceptos de violación vertidos por los ahí quejosos
respecto de la condena al pago de costas procesales; por ende, tenía
acceso a un medio de defensa efectivo para la defensa de sus intereses.

 La omisión de promovió el juicio de amparo adhesivo precisado no puede


generar la procedencia las solicitudes de indemnización por actividad
administrativa irregular del Estado o por error judicial, ya que se trata de
la conducta desplegada por el propio solicitante (quien optó por no
promover ese juicio) y no así del actuar por parte de alguno de los
órganos del Estado.

 La improcedencia de las indemnizaciones indicadas (tanto de la


constitucional como la convencional) deriva del incumplimiento de los
requisitos necesarios (como lo es la naturaleza del acto y la materia del
asunto), lo cual no trastoca el derecho de acceso a la justicia pues en el
ordenamiento nacional existe un medio de defensa efectivo en el cual
pudo formularse el argumento en el cual descansa la solicitud de
indemnización23.

92. Con base en lo expuesto, la interpretación dada por el Pleno del


Consejo de la Judicatura Federal respecto de los artículos 1° y
2° de la Ley Federal de Responsabilidad Patrimonial del Estado

23
Al caso es aplicable, por analogía, la jurisprudencia de rubro: “AMPARO DIRECTO EN
REVISIÓN. EL ARTÍCULO 81, FRACCIÓN II, DE LA LEY DE AMPARO QUE ESTABLECE LOS
REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA, NO TRANSGREDE EL DERECHO DE ACCESO A
LA JUSTICIA” (Décima Época, Registro: 2008422, Instancia: Segunda Sala, Tipo de Tesis:
Jurisprudencia, Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 15, Febrero de
2015, Tomo II, Materia(s): Constitucional, Tesis: 2a. /J. 5/2015 (10a.), Página: 1460).
53
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

al desechar la reclamación de
indemnización formulada por el ahora
recurrente, es correcta pues en términos de
tales preceptos legales, la responsabilidad patrimonial del
Estado sólo procede por la actividad administrativa irregular y
no por el error judicial en que pudieron incurrir los órganos
encargados de ejercer la materialmente la función jurisdiccional.

93. Tampoco puede estimarse —como lo propone el recurrente—


que la indemnización solicitada corresponde a la prevista en el
artículo 10 de la Convención Americana y, por tanto, que los
artículos 1° y 2° de la Ley de Responsabilidad Patrimonial le
permiten solicitar una indemnización ante el eventual error
judicial del cual deriva la lesión jurídica aducida; lo anterior
porque la citada Ley es la norma reglamentaria de lo previsto
en el artículo 113, último párrafo de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos (actualmente último párrafo del
numeral 109 de ese ordenamiento), mientras que la
indemnización prevista en el artículo 10 de la Convención
Americana es diferente, ya que se trata de una forma de
resarcimiento establecida a nivel internacional entre los Estados
integrantes del Sistema Interamericano de Derechos Humanos
a favor de los gobernados, cuya concepción se enfocó
únicamente al error judicial cometido en asuntos de índole
penal y que así ha sido aplicada fundamentalmente en los
asuntos del conocimiento de la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos.

94. En ese sentido, no es posible dotar a los artículos 1° y 2° de la


Ley de Responsabilidad Patrimonial del contenido que pretende
54
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

el recurrente; esto es, no puede concluirse


que tales preceptos son contrarios a lo
previsto en el artículo 113 constitucional
pues, como se ha evidenciado, ese precepto de la norma
fundamental prevé la indemnización por actividad administrativa
irregular de los entes del Estado, lo cual es recogido en los
citados preceptos legales; tampoco puede estimarse que esas
normas son contrarias al derecho previsto en el artículo 10 de la
Convención Americana, pues la indemnización ahí prevista en
diferente de la regulada por la Ley de Responsabilidad
Patrimonial y, por tanto, es correcta la interpretación efectuada
por la autoridad responsable.

95. Derivado de lo anterior, fue correcto que el A Quo negara el


amparo respecto de los artículos reclamados de la Ley de
Responsabilidad Patrimonial, ya que la indemnización solicitada
proviene del supuesto error judicial cometido en un asunto civil
en el cual se pretende sea revisada la sentencia de amparo
directo emitida en el juicio 350/2012 y, con base en el resultado
de esa revisión y las actuaciones correspondientes, se ordene
indemnizar al ahora recurrente; sin embargo, como no se está
en el caso de una actividad administrativa irregular, pues el acto
que se dice produjo la lesión jurídica es una sentencia (acto
formal y materialmente jurisdiccional) emitida por una autoridad
igualmente jurisdiccional en un asunto de naturaleza civil,
entonces es indudable que no se está en alguno caso en el cual
procedan las indemnizaciones previstas en el artículo 113
constitucional o 10 de la Convención Americana; por ende, fue
correcto negar el amparo solicitado.

55
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

96. Tampoco le asiste razón a la parte


recurrente cuando afirma que ante dos
interpretaciones posibles de lo previsto en el
artículo 113 constitucional, el juez debió atender a la intelección
más favorable o benéfica al quejoso; lo anterior porque si bien
la reforma constitucional en materia de derechos humanos
implicó el cambio en el sistema jurídico mexicano en relación
con los tratados de derechos humanos, así como con la
interpretación más favorable a la persona al orden
constitucional —a lo que se ha denominado principio pro
persona o pro homine—, ello no se traduce en que deban
desatenderse los requisitos de procedencia de las acciones
jurídicas y de los medios legales de defensa, incluidas las
indemnizaciones precisadas.

97. Al caso cobra aplicación, por analogía jurídica, el criterio


siguiente:

“PRINCIPIO DE INTERPRETACIÓN MÁS FAVORABLE A LA


PERSONA. SU CUMPLIMIENTO NO IMPLICA QUE LOS ÓRGANOS
JURISDICCIONALES NACIONALES, AL EJERCER SU FUNCIÓN,
DEJEN DE OBSERVAR LOS DIVERSOS PRINCIPIOS Y
RESTRICCIONES QUE PREVÉ LA NORMA FUNDAMENTAL. Si bien la
reforma al artículo 1o. de la Constitución Federal, publicada en el Diario
Oficial de la Federación el 10 de junio de 2011, implicó el cambio en el
sistema jurídico mexicano en relación con los tratados de derechos
humanos, así como con la interpretación más favorable a la persona al
orden constitucional -principio pro persona o pro homine-, ello no implica
que los órganos jurisdiccionales nacionales dejen de ejercer sus
atribuciones y facultades de impartir justicia en la forma en que venían
desempeñándolas antes de la citada reforma, sino que dicho cambio sólo
conlleva a que si en los instrumentos internacionales existe una
protección más benéfica para la persona respecto de la institución
jurídica analizada, ésta se aplique, sin que tal circunstancia signifique
que, al ejercer tal función jurisdiccional, dejen de observarse los diversos
principios constitucionales y legales -legalidad, igualdad, seguridad
jurídica, debido proceso, acceso efectivo a la justicia, cosa juzgada-, o
las restricciones que prevé la norma fundamental, ya que de hacerlo, se

56
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

provocaría un estado de incertidumbre en los


destinatarios de tal función”24.

98. Además, para que opere el principio


pro homine es necesario que al interpretar una misma norma
jurídica exista una colisión entre dos interpretaciones (una
favorable al particular y otra no), caso en el cual el juzgador
deberá preferir la más benéfica al gobernado; sin embargo, en
el caso no se interpreta la misma norma jurídica pues por una
parte el recurrente solicitó al Consejo de la Judicatura Federal
la indemnización prevista en el artículo 113 constitucional
(actualmente último párrafo del numeral 109 de ese
ordenamiento) y, por otra, en el presente recurso pretende
hacerlo con base en el numeral 10 de la Convención
Americana; es decir, se trata de dos mecanismos
indemnizatorios a causa de irregularidades atribuibles al
Estado, los cuales son diferentes entres sí, según lo ya
explicado y que tienen fundamento normativo diferente; por
ende, no se interpreta una misma norma jurídica.

99. Incluso, según se ha expuesto, la indemnización solicitada no


procede conforme lo previsto en la Constitución al no tratarse
de actividad administrativa irregular, ni tampoco procede en
términos de la norma convencional porque no se está en un
asunto de naturaleza penal; por ende, es claro que no se está
en el caso de dos interpretaciones contradictorias entre sí y que
alguna beneficie al ahora recurrente ya que, al no satisfacerse
los requisitos para la procedencia de alguna de esas
indemnizaciones, el resultado es que ninguna de ellas, ni la
24
Décima Época, Registro: 2006485, Instancia: Segunda Sala, Tipo de Tesis: Jurisprudencia,
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 6, Mayo de 2014, Tomo II,
Materia(s): Constitucional, Tesis: 2a. /J. 56/2014 (10a.), Página: 772.
57
AMPARO EN REVISIÓN 963/2016

interpretación del marco normativo que les


resulta aplicable, beneficia al quejoso del
presente asunto.

100. Igualmente es infundado el argumento en el cual el recurrente


aduce que la responsabilidad patrimonial del Estado comprende
a la función materialmente jurisdiccional y que la tesis 2a.
XCIV/2010 no es aplicable; lo anterior porque como ha sido
oportunamente explicado, la indemnización prevista en el
artículo 113 constitucional (ahora 109) y la establecida en el
artículo 10 de la Convención Americana son dos formas de
indemnización diferentes entre sí y que atienden a diversos
fundamentos normativos, tipo de actos y materias, pues así se
obtiene tanto del proceso legislativo de la reforma constitucional
de dos mil dos, como del proceso del cual derivó la Convención
Americana.

101. En cuanto a la tesis precisada, si bien es cierto que al tratarse


de una tesis aislada (y no de una jurisprudencia), tal criterio no
es obligatorio para los órganos jurisdiccionales del país sino
simplemente orientador25, también es cierto que esa tesis es
acorde a los diversos pronunciamientos que, en materia de
responsabilidad patrimonial del Estado ha emitido tanto esta
Suprema Corte de Justicia de la Nación como, en particular,
esta Segunda Sala y, por lo tanto, es aplicable (aunque sea en
forma orientadora) para resolver las controversias
jurisdiccionales que vinculen ese tópico.
25
“TESIS AISLADAS. LAS EMITIDAS POR LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA
NACIÓN TIENEN CARÁCTER ORIENTADOR, NO GENERAN DERECHOS NI SON
SUSCEPTIBLES DEL EJERCICIO DE IRRETROACTIVIDAD” (Décima Época, Registro:
2013380, Instancia: Segunda Sala, Tipo de Tesis: Jurisprudencia, Fuente: Semanario Judicial
de la Federación, Publicación: viernes 06 de enero de 2017 10:07 h, Tesis: 2a. /J. 195/2016
(10a.) Materia: Común).
58
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102. Asimismo, contrariamente a lo


estimado por el recurrente, no puede
estimarse la ilegalidad de la sentencia recurrida por apoyarse
en ese criterio aislado porque una vez que esta Suprema Corte
de Justicia de la Nación se pronuncia con relación a un tópico,
los demás tribunales nacionales deben emitir sus decisiones de
conformidad con lo considerado por este órgano constitucional.
Al caso es aplicable, por analogía, la siguiente jurisprudencia:

“SENTENCIAS DE AMPARO. NO SOLO ES POSIBLE SINO


CONVENIENTE QUE SE ACUDA A PRECEDENTES DE LA
SUPREMA CORTE PARA FUNDAR LAS. La cita de precedentes de la
Suprema Corte de Justicia no sólo es posible hacerla para fortalecer el
fundamento de las sentencias, sino conveniente, pues gracias a ellas es
posible adecuar las normas jurídicas a las variadas situaciones
concretas que se encuentran regidas por ellas”26

103. Además, el criterio orientador materia del presente agravio no


es factible de analizar o modificar en esta vía, pues de acuerdo
a los artículos 107, fracción IX, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y 83 de la Ley de Amparo, en el
recurso de revisión en amparo directo, competencia de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, sólo pueden analizarse
cuestiones propiamente constitucionales.

104. Incluso, el planteamiento precisado deviene inoperante porque


lo que se pretende es cuestionar e impugnar un criterio emitido
por este tribunal en el cual el A Quo apoyó su determinación;
sin embargo, esto debe desestimarse pues el recurso de
revisión en contra de una sentencia de amparo no es el medio

26
Octava Época, Registro: 207003, Instancia: Tercera Sala, Tipo de Tesis: Jurisprudencia,
Fuente: Semanario Judicial de la Federación, Tomo VII, Mayo de 1991, Materia(s): Común,
Tesis: 3a. /J. 22/91, Página: 51.
59
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jurídico para ese efecto, ya que se trata de


un aspecto ajeno a la materia de este medio
de impugnación. Al caso es aplicable la
tesis publicada en la Décima Época, Registro: 2010429,
Instancia: Segunda Sala, Tipo de Tesis: Aislada, Fuente:
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 24,
Noviembre de 2015, Tomo II, Materia(s): Común, Tesis: 2a.
LVIII/2014 (10a.), Página: 1300 de rubro: “REVISIÓN EN
AMPARO DIRECTO. ES INOPERANTE EL AGRAVIO
TENDENTE A CUESTIONAR EL CRITERIO CONTENIDO EN
LA JURISPRUDENCIA EMITIDA POR LA SUPREMA CORTE
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN, EN EL QUE SE SUSTENTÓ
LA SENTENCIA RECURRIDA EN CUANTO AL TEMA DE
CONSTITUCIONALIDAD”.

105. Asimismo es infundado el planteamiento en el cual se aduce


que al resolver el amparo directo en revisión 2059/2015, esta
Segunda Sala reconoció el derecho de las personas a recibir
una indemnización por error judicial derivado de una sentencia
firme; lo anterior porque en ese fallo lo que se concluyó fue que
el error judicial excluye la actividad del ministerio público, por no
tratarse de un órgano encargado de ejercer materialmente la
función jurisdiccional, pero sin que ese fallo exista
pronunciamiento de esta Sala en cuanto a un derecho
incondicionado de los gobernados a la indemnización por error
judicial.

106. Esto es, en el fallo indicado si se indicó que la indemnización


prevista en el artículo 10 de la Convención Americana sólo
procede por error juridicial, el cual ocurre a causa del actuar de

60
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los órganos del Estado encargados de


resolver conflictos litigiosos, es decir,
quienes ejercen materialmente la función
judicial y, a causa de esa actividad lesionan a los gobernados
(error in iudicando); ello a efecto de evidenciar que las
actuaciones del ministerio público quedan excluidas de esa
posibilidad por no tratarse de una autoridad con facultades
materialmente jurisdiccionales.

107. Esa premisa se estableció en forma genérica, es decir, sin


atender al proceso de creación del artículo 10 de la Convención
Americana y sólo como una distinción entre los órganos
facultados para ejercer funciones materialmente jurisdiccionales
y aquellos que realizan actos administrativos; pero en tal fallo,
en forma alguna, se analizaron los elementos de procedencia
de esa indemnización ni los casos específicos en los cuales
puede operar pues la pretensión de indemnización se refirió al
actuar del ministerio público, de quien se concluyó no ejercer la
referida función jurisdiccional.

108. Luego, aunque en tal fallo existe un pronunciamiento en cuanto


a que la indemnización por error judicial procede cuando la
actividad jurisdiccional causa alguna lesión a los particulares, lo
cierto es que se trata de un pronunciamiento genérico en el cual
no se analizó la materia en la cual debe acontecer el error
judicial, lo cual constituye y un requisito específico y necesario
para constatar la viabilidad de esa indemnización, pues así se
obtiene del proceso del cual derivó el artículo 10 de la
Convención Americana.

61
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109. En este orden, lo afirmado por el


recurrente parte de una incorrecta
apreciación, es decir, de una consideración
genérica hecha por esta Sala en un fallo en el cual se analizó
un aspecto diferente al ahora propuesto como lo es si el actuar
del ministerio público genera responsabilidad por error judicial;
en cambio, en el presente asunto la materia consistía en
determinar si lo resuelto en un fallo de amparo directo (derivado
de un asunto civil) genera responsabilidad por error judicial; es
decir, se trata de dos aspectos diferentes; de ahí lo infundado
del argumento analizado.

110. Finalmente, es infundada la omisión de exponer la razones


particulares por las cuales se desestimó lo expuesto por el
quejoso en la demanda de amparo; lo anterior porque de la
lectura de la sentencia recurrida se advierte que el A Quo
expresó los argumentos y consideraciones con base en los
cuales concluyó la constitucionalidad del acto reclamado, las
cuales incluso fueron oportunamente sintetizadas por esta Sala
en el punto 21 de la presente resolución.

VIII. DECISIÓN

111. Por las razones expuestas y ante lo infundado e inoperante de


los agravios formulados por el recurrente, lo procedente es
confirmar la sentencia de amparo y negar la protección
constitucional.

112. En consecuencia, esta Segunda Sala de la Suprema Corte de


Justicia de la Nación:
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RESUELVE

PRIMERO. En la materia de la revisión


competencia de esta Segunda Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, se confirma la sentencia recurrida.

SEGUNDO. La Justicia de la Unión no ampara ni protege a


Benjamín Hernando Gómez Mesloh o Benjamín Gómez
Mesloh, en contra de los artículos 1 y 2 de la Ley Federal de
Responsabilidad Patrimonial del Estado.

Notifíquese; con testimonio de esta resolución, devuélvanse los


autos a su lugar de origen y, en su oportunidad, archívese el toca
como asunto concluido.

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