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2016
INTRODUCCION
El concepto, las materias reguladas, el papel y la importancia que ha jugado en la vida de los
pueblos el derecho internacional ambiental no han permanecido estáticos; por el contrario, estos
aspectos han ido evolucionando a través de la historia, como un reflejo de los avances que se han
producido en el conocimiento científico, la aplicación de nuevas tecnologías, una mayor
comprensión de sus efectos directos y colaterales, cambios en la conciencia política y un
dinamismo permanente en las instituciones legales internacionales.
Se expondrá la evolución del derecho internacional ambiental dividiéndola en las cuatro grandes
fases en que se han producido sus más destaca- dos avances jurídicos: la primera, desde el siglo
XIX hasta la creación de la ONU en 1945; la segunda, desde la creación de la ONU hasta la
Conferencia Mundial sobre el Medio Humano de Estocolmo en 1972; la tercera, desde la
Conferencia de Estocolmo hasta la Conferencia Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo de Río
de Janeiro en 1992; y finalmente, una cuarta desde la Conferencia de Río hasta el día de hoy.
PRIMERA FASE.
Aunque su forma y estructura sólo es reconocible hasta mediados de los años 80, puede
considerarse que el desarrollo del moderno derecho internacional ambiental se enmarca
dentro de los avances que el derecho internacional tuvo en la segunda mitad del siglo XIX,
con la conclusión de los primeros tratados sobre pesca y los primeros acuerdos sobre la
protección de algunas especies de plantas.
- Tratado sobre la reglamentación de la pesca del salmón en la cuenca del rio rin 1885: Los
primeros tratados internacionales tendientes a regular actividades consideradas en la
actualidad como ambientales buscaban finalidades eminentemente económicas. Así,
cuando se firmó la Convención Revisada para la Navegación del Río Rin en 1868, el aspecto
ambiental no representaba el móvil más importante, ya que la Convención fue entendida
como un tratado que regulaba una actividad económica de interés para los Estados por
cuyo territorio pasaban las aguas de un río esencial para su economía. Así mismo, el
Tratado Concerniente a la Reglamentación de la Pesca de Salmón en la Cuenca del Río Rin
de 1885 no fue adoptado con la finalidad de proteger una especie con un criterio
ambiental, sino para regular una actividad relativa a un mercado específico de importante
consumo como el salmón. Esta situación se hace aún más evidente con la adopción de la
Convención para la Protección de Aves Útiles para la Agricultura, de 1902, cuyo objetivo
primordial no fue la conservación de las aves allí mencionadas, como elemento integrante
del medio ambiente, sino la agricultura, que para la época era la actividad económica más
importante.
La Convención crea por primera vez categorías de manejo de áreas protegidas tales como:
parques nacionales, reservas nacionales, monumentos naturales, y reservas de regiones
vírgenes, destaca la protección que debe darse a la flora y la fauna y dicta las primeras
normas para la vigilancia y reglamentación para el comercio internacional de especies
protegidas de flora y fauna o de sus productos, lo que posteriormente adopta la
Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de flora y fauna
silvestres, conocida como Convenio CITES.
SEGUNDA FASE.
De igual manera, preocupada por la preservación de los recursos vivientes del mar y de la
biodiversidad en general, la Asamblea General de las Naciones Uni- das convocó, en 1954,
la realización de la Conferencia sobre la Conservación de los Recursos Vivos del Mar, que
condujo a la adopción de la Convención sobre la Pesca y la Conservación de los Recursos
Vivos de la Alta Mar en Ginebra, Suiza, en 1958, regulando el especial interés que tendrían
los Estados ribereños en el mantenimiento de la productividad de los recursos vivos en
cualquier parte de la alta mar adyacente a su mar territorial y la posibilidad de adoptar
medidas de conservación para los recursos de dicha zona en negociaciones con otros
Estados, siempre que se cumplieran ciertas condiciones.
Otros tratados con un claro impacto ambiental fueron igualmente concluidos en estos
años. El Tratado Antártico de 1959 prohibió cualquier actividad nuclear en ese territorio y
comprometió a las partes a la realización de actividades pacíficas en esta región. Dicho
Tratado fue complementado posteriormente por la Convención para la Conservación de
las Focas Antárticas en 1978 ; las Convenciones sobre Alta Mar y Plataforma Continental
de 1958, que establecieron derechos y obligaciones de los Estados en estas zonas,
previniendo la contaminación por hidrocarburos y el vertimiento de desechos radioactivos
en alta mar; la Convención Africana sobre Conservación de la Naturaleza y de los Recursos
Naturales, adoptada con un concepto mucho más moderno, estableció reglas para la
conservación y utilización del medio ambiente en su conjunto, integrando los recursos de
agua, suelo, plantas y animales; el Trata- do que prohíbe los ensayos de armas nucleares
en la Atmósfera, en el espacio extra-atmosférico y bajo el agua, de 1963 41 , restringió
algunos usos militares de materiales radioactivos; y la denominada Convención de Ramsar
de 1971, que constituyó un tratado intergubernamental para la acción nacional y la
cooperación internacional en pro de la conservación y uso racional de los humedales y sus
recursos.
En el año 2011, 160 estados miembros de todo el mundo se habían sumado a dicho
acuerdo, protegiendo 1950 humedales, con una superficie total de 190 millones de
hectáreas, designados para ser incluidos en la lista Ramsar de humedales de importancia
internacional. Cada tres años los países miembros se reúnen para evaluar los progresos y
compartir conocimientos y experiencias.
- La Convención emplea una definición amplia de los tipos de humedales abarcados por esta
misión, incluidos pantanos y marismas, lagos y ríos, pastizales húmedos y turberas, oasis,
estuarios, deltas y bajos de marea, zonas marinas próximas a las costas, manglares y
arrecifes de coral, así como sitios artificiales como estanques piscícolas, arrozales,
embalses y salinas. La misión de la Convención es “la conservación y el uso racional de los
humedales mediante acciones locales y nacionales y gracias a la cooperación
internacional, como contribución al logro de un desarrollo sostenible en todo el mundo”.
TERCERA FASE.
“Desde Estocolmo hasta la Conferencia Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo de Río de
Janeiro en 1992”
- Creación del PNUMA 1972: El otro gran resultado de la Conferencia de Estocolmo fue la
creación del Pro- grama de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA o UNEP,
por sus siglas en inglés) en 1972, que constituyó la primera organización internacional con
un mandato exclusivamente medioambiental.
El convenio contempla tres grados de protección para las especies de flora y fauna
silvestres, el primero: Especies de comercio controlado siempre que procedan de un país
determinado; Especies de comercio controlado con independencia del país de
procedencia, sea firmante o no del convenio y Especies de comercio prohibido salvo
determinadas excepciones, también con independencia del país de procedencia.
- Nuestro futuro común 1987: En Octubre de 1984 se reunió por primera vez la Comisión
Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo (World Commission on Environment and
Development) atendiendo un urgente llamado formulado por la Asamblea General de las
Naciones Unidas en el sentido de establecer una agenda global para el cambio (A global
agenda for change). La Comisión partió de la convicción de que es posible para la
humanidad construir un futuro más próspero, más justo y más seguro.
Con ese enfoque optimista publicó en abril de 1987 su informe denominado "Nuestro
Futuro Común" (Our Common Future). El informe plantea la posibilidad de obtener un
crecimiento económico basado en políticas de sostenibilidad y expansión de la base de
recursos ambientales. Su esperanza de un futuro mejor, es sin embargo, condicional.
Depende de acciones políticas decididas que permitan desde ya el adecuado manejo de los
recursos ambientales para garantizar el progreso humano sostenible y la supervivencia del
hombre en el planeta. En palabras de la misma Comisión, el informe no pretende ser una
predicción futurista sino un llamado urgente en el sentido de que ha llegado el momento
de adoptar las decisiones que permitan asegurar los recursos para sostener a ésta
generación y a las siguientes. Cuando se conformó la Comisión en 1983 como un cuerpo
independiente de los Gobiernos y del sistema mismo de las Naciones Unidas, era ya
unánime la convicción de que resultaba imposible separar los temas del desarrollo y el
medio ambiente.
Los países desarrollados deben dejar de producir las sustancias contenidas dañinas en el
año 1996.
Los países que operan al amparo no podrán incrementar su consumo en los años
venideros y, en todo caso, deberán cesar su consumo en el año 2010.
Estas sustancias podrán ser utilizadas sólo en fines esenciales para los cuales no existan
sustitutos en el mercado.
El Protocolo fija también el itinerario detallado de reducción de SAO fijado por el Protocolo
y sus enmiendas. En el caso de los HCFC (sustancias de bajo potencial agotador de ozono,
consideradas como de transición), el calendario de reducción es más flexible y paulatino,
alcanzando una eliminación total el año 2030.
CUARTA FASE.
Con el objetivo de establecer una alianza mundial nueva y equitativa mediante la creación
de nuevos niveles de cooperación entre los Estados, los sectores claves de las sociedades y
las personas, procurando alcanzar acuerdos internacionales en los que se respeten los
intereses de todos y se proteja la integridad del sistema ambiental y de desarrollo
mundial, reconociendo la naturaleza integral e interdependiente de la Tierra, nuestro
hogar,
Proclama que:
PRINCIPIO 2: De conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y los principios del
derecho internacional, los Estados tienen el derecho soberano de aprovechar sus propios
recursos según sus propias políticas ambientales y de desarrollo, y la responsabilidad de
velar por que las actividades realizadas dentro de su jurisdicción o bajo su control no
causen daños al medio ambiente de otros Estados o de zonas que estén fuera de los
límites de la jurisdicción nacional.
PRINCIPIO 5: Todos los Estados y todas las personas deberán cooperar en la tarea esencial
de erradicar la pobreza como requisito indispensable del desarrollo sostenible, a fin de
reducir las disparidades en los niveles de vida y responder mejor a las necesidades de la
mayoría de los pueblos del mundo.
PRINCIPIO 7: Los Estados deberán cooperar con espíritu de solidaridad mundial para
conservar, proteger y restablecer la salud y la integridad del ecosistema de la Tierra. En
vista de que han contribuido en distinta medida a la degradación del medio ambiente
mundial, los Estados tienen responsabilidades comunes pero diferenciadas.
PRINCIPIO 8: Para alcanzar el desarrollo sostenible y una mejor calidad de vida para todas
las personas, los Estados deberían reducir y eliminar las modalidades de producción y
consumo insostenibles y fomentar políticas demográficas apropiadas.
PRINCIPIO 10: El mejor modo de tratar las cuestiones ambientales es con la participación
de todos los ciudadanos interesados, en el nivel que corresponda. Los Estados deberán
facilitar y fomentar la sensibilización y la participación de la población poniendo la
información a disposición de todos. Deberá proporcionarse acceso efectivo a los
procedimientos judiciales y administrativos, entre éstos el resarcimiento de daños y los
recursos pertinentes.
PRINCIPIO 11: Los Estados deberán promulgar leyes eficaces sobre el medio ambiente. Las
normas, los objetivos de ordenación y las prioridades ambientales deberían reflejar el
contexto ambiental y de desarrollo al que se aplican.
PRINCIPIO 14: Los Estados deberían cooperar efectivamente para desalentar o evitar la
reubicación y la transferencia a otros Estados de cualesquiera actividades y sustancias que
causen degradación ambiental grave o se consideren nocivas para la salud humana.
PRINCIPIO 15: Con el fin de proteger el medio ambiente, los Estados deberán aplicar
ampliamente el criterio de precaución conforme a sus capacidades. Cuando haya peligro
de daño grave o irreversible, la falta de certeza científica absoluta no deberá utilizarse
como razón para postergar la adopción de medidas eficaces en función de los costos para
impedir la degradación del medio ambiente.
PRINCIPIO 16 : Las autoridades nacionales deberían procurar fomentar la internalización
de los costos ambientales y el uso de instrumentos económicos, teniendo en cuenta el
criterio de que el que contamina debe, en PRINCIPIO, cargar con los costos de la
contaminación, teniendo debidamente en cuenta el interés público y sin distorsionar el
comercio ni las inversiones internacionales.
PRINCIPIO 17: Deberá emprenderse una evaluación del impacto ambiental, en calidad de
instrumento nacional, respecto de cualquier actividad propuesta que probablemente haya
de producir un impacto negativo considerable en el medio ambiente y que esté sujeta a la
decisión de una autoridad nacional competente.
PRINCIPIO 18: Los Estados deberán notificar inmediatamente a otros Estados de los
desastres naturales u otras situaciones de emergencia que puedan producir efectos
nocivos súbitos en el medio ambiente de esos Estados.
PRINCIPIO 20: Las mujeres desempeñan un papel fundamental en la ordenación del medio
ambiente y en el desarrollo. Es, por tanto, imprescindible contar con su plena
participación para lograr el desarrollo sostenible.
PRINCIPIO 21: Debería movilizarse la creatividad, los ideales y el valor de los jóvenes del
mundo para forjar una alianza mundial orientada a lograr el desarrollo sostenible y
asegurar un mejor futuro para todos.
PRINCIPIO 22: Las poblaciones indígenas y sus comunidades, así como otras comunidades
locales, desempeñan un papel fundamental en la ordenación del medio ambiente y en el
desarrollo debido a sus conocimientos y prácticas tradicionales.
PRINCIPIO 23: Deben protegerse el medio ambiente y los recursos naturales de los
pueblos sometidos a opresión, dominación y ocupación.
PRINCIPIO 24: La guerra es, por definición, enemiga del desarrollo sostenible. En
consecuencia, los Estados deberán respetar las disposiciones de derecho internacional que
protegen al medio ambiente en épocas de conflicto armado, y cooperar en su ulterior
desarrollo, según sea necesario.
PRINCIPIO 26: Los Estados deberán resolver pacíficamente todas sus controversias sobre
el medio ambiente por medios que corresponda con arreglo a la Carta de las Naciones
Unidas.
PRINCIPIO 27: Los Estados y las personas deberán cooperar de buena fe y con espíritu de
solidaridad en la aplicación de los principios consagrados en esta Declaración y en el
ulterior desarrollo del derecho internacional en la esfera del desarrollo sostenible.
- Agenda 21: Fue suscrita por 172 países miembro de Naciones Unidas. Estos países se
comprometen a aplicar políticas ambientales, económicas y sociales en el ámbito local
encaminadas a lograr un desarrollo sostenible. Cada región o cada localidad, por su parte,
desarrolla su propia Agenda Local 21, en la que deberían participar tanto ciudadanos,
como empresas y organizaciones sociales, con el objetivo de generar y consensuar un
programa de políticas sostenibles.
En cuanto a los temas más estrictamente medioambientales son, entre otros, la protección
de la atmósfera, la planificación y la ordenación de los recursos de tierras, la lucha contra
la deforestación, contra la desertificación y la sequía, el desarrollo sostenible de las zonas
de montaña, el fomento de la agricultura y del desarrollo rural sostenible, la conservación
de la diversidad biológica, la protección de los océanos y de los mares, así como de las
zonas costeras, la calidad y el suministro de los recursos de agua dulce, la gestión racional
de los productos químicos tóxicos, de los desechos peligrosos, sean o no radioactivos, y de
los desechos sólidos.
Así, la Agenda se inicia con una sección denominada “Dimensiones sociales y económicas”,
encabezada por un Preámbulo comprendido en el Capítulo 1 y seguido por siete capítulos
referentes a la cooperación internacional para acelerar el desarrollo sostenible de los
países en desarrollo, lucha contra la pobreza, modalidades de consumo, demografía y
sostenibilidad, salud humana , desarrollo sostenible de los asentamientos humanos , e
integración del medio ambiente y el desarrollo en la adopción de decisiones, La sección II,
referente a la “Conservación y gestión de recursos para el desarrollo”, incluye temas como
la protección de la atmósfera, planificación y ordenación de los recursos de tierras,
deforestación, desertificación y la sequía en ecosistemas frágiles, zonas de montaña ,
agricultura y desarrollo rural sostenible, preservación de la diversidad biológica, gestión
racional de la biotecnología, protección de los recursos hídricos, protección, utilización
racional y desarrollo de los recursos vivos, y manejo de los desechos tóxicos, peligrosos,
sólidos y radioactivos.
- Cumbre climática de Copenhague 2009: El objetivo final (a largo plazo) pretendido era
la reducción mundial de las emisiones de CO 2 en al menos un 50 % en 2050 respecto a
1990, y para conseguirlo los países debían marcarse objetivos intermedios. Así, los países
industrializados deberían reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero entre un
25 % y un 40 %, respecto a los niveles de 1990 en el año 2020 y deberían alcanzar una
reducción entre el 80 % y el 95 % para 2050.
- ¿Para qué se realiza?: Se realiza para alcanzar un acuerdo global sobre el marco que
gobernará la lucha internacional contra el cambio climático, que tiene que ver con un plan
de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero que aporte adaptación,
tecnología y financiamiento.
- ¿Qué se discute?: Se discute futuros objetivos para reemplazar los del Protocolo de Kyoto
de 1997 que termina en 2012, en el cual los países los países industrializados se
comprometieron a ejecutar un conjunto de medidas para reducir los gases de efecto
invernadero. El objetivo principal fue disminuir el cambio climático antropogénico cuya
base es el efecto invernadero.