Existen ciertas semejanzas entre la emancipación y la ilustración, en la medida en que la
emancipación propuesta por Adorno, al igual que la ilustración de Kant, contempla la idea de una liberación respecto al dominio de un agente externo, llámese coacción, individuo o institución. De hecho, la ilustración podría considerarse como punto de partida para el surgimiento del concepto de emancipación. Sin embargo, el primero implica la culpabilidad del individuo por su incapacidad de valerse por sí mismo sin la guía de otro, esto es, la minoría de edad, de la cual se sale solo mediante el uso particular de la razón. La emancipación, por su parte, reconoce la posibilidad de una sujeción debida no a la dejadez del individuo sino a factores ajenos a este. Además, el principal punto divergente entre ambas propuestas reside en que, mientras la ilustración es un proceso eminentemente individual, la emancipación hace referencia al colectivo, resaltando la necesidad de que esta se sobreponga a los agentes coercitivos para logar el beneficio común. Por otra parte, la emancipación definida anteriormente tiene profundas implicaciones en la educación universitaria, en cuanto supone una herramienta para la sólida formación de personas que, en el generalmente asumido último eslabón de la formación académica, se integrarán a los diferentes roles de la sociedad. De esta forma, en la medida en que se propenda por la emancipación desde la academia, se conseguirán sociedades basadas en la participación ciudadana orientada al bienestar común, a sabiendas de que la educación ha de orientarse hacia la formación en la razón, responsabilidad y democracia. Sin embargo, al igual que en el siglo pasado, “no somos educadores para la emancipación”, ya que se suele delegar el proceso de la educación en manos del maestro, el cual asume un rol autoritario, dejando a los estudiantes rezagados en la apropiación de su formación y, en consecuencia, a merced de la manipulación. Adicionalmente, la emancipación es clave en una sociedad heterónoma como la de hoy día, de modo que, mediante el pensamiento crítico y la acción, se logre transformar a esta desde la política y participación ciudadana, entre otros. Finalmente, los medios de comunicación desempeñan un papel importante en la alienación del ser humano en la medida en que parte de estos perpetúan los paradigmas de la sociedad, lo que se espera de las personas y su estilo de vida. Además, son capaces de, a través de un bombardeo de información, lograr que las personas adopten determinado punto de vista sobre una situación o se formen un juicio sesgado. Sin embargo, de la misma manera en que a través de medios como el internet se puede obtener gran cantidad de respuestas, corresponde al individuo escoger la correcta, de modo que, si bien los medios de comunicación influyen positiva o negativamente en la emancipación, no se puede hacer a estos responsables por ello.