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Partida Nº19

JUGADA EN EL TORNEO MAYOR ARGENTINO


1926

4.£a4 ...
Blancas: R. Grau La alternativa es 4.d4, con juegos posibles
Negras: C.H. Maderna como los siguientes: 4. ... d6 (lo mejor, pues
Apertura Ponziani si 4...¤xe4; quedan mejor las blancas luego
de 5.d5 ¤b8 6.¥d3 ¤f6 7.¤xe5 ¥c5 8.O-O
1.e4 e5 O-O 9.¥f5, etc. O bien: 4...¤xe4 5.d5 ¤b8
2.¤f3 ¤c6 6.¥d3 ¤c5 7.¤xe5 ¤xd3+ 8.¤xd3 d6 9.O-
3.c3 ... O ¥e7 10.f4 O-O 11.f5 ¤d7 12.¥e3 ¥f6
Con este avance queda planteada la 13.¤d2, etc. Y si después de 5.d5, responden
apertura Ponziani. La principal crítica que las negras ¤e7; sigue 6.¤xe5 ¤g6 7.¤xg6
puede hacerse contra esa línea de juego es que hxg6 8.¥d3 ¤f6 9.£f3 d6 10.h3 £e7+
se quita al caballo dama la casilla lógica para 11.¥e3 ¥d7 12.¤d2 O-O-O 13.O-O-O,
su desarrollo y tal circunstancia permite a las etc.); 5.¥e3 ¥e7 6.d5 ¤b8 7.¤bd2 O-O 8.h3
negras encontrar maniobras satisfactorias ¤xe4 9.¤xe4 f5 10.¥d3 fxe4 11.¥xe4 ¤d7;
que conducen a una cómoda igualdad. con buena posición para las negras.
3. ... ¤f6 4... d6
Esta es la réplica más prudente. Con 5.d4 ¥d7
3...d5; se producen situaciones bastante Aquí debieron jugar las negras 5...¤xe4;
complejas. Por ejemplo: 3...d5 4.£a4 ¤f6 entrando en un juego complicado que no les
5.¤xe5 ¥d6 6.¤xc6 bxc6 7.d3 O-O 8.¥g5 habría perjudicado. Contra tal captura no po-
(si 8.¥e2 ¤g4 9.¥xg4 ¥xg4 10.O-O ¥e2; y dían continuar las blancas con 6.d5, a causa
las negras están mejor); 8...h6 9.¥xf6 £xf6 de 6...¤c5 7.£b5 a6; etc. Y si 6.¥d3, seguiría
10.£c2 £g6; 11. O-O-O, etcétera. O bien: 6. ... f5 7.£c2 ¤f6!; etcétera.
3...d5 4.£a4 ¥d7 5.exd5 ¤d4 6.£d1 ¤xf3+ 6.£c2 exd4
7.£xf3 f5 8.¥c4 ¥d6 9.d3, con posición pre- 7.cxd4 ¥e7
ferible para las blancas. O también: 3...d5 8.¤c3 O-O
4.£a4 dxe4 5.¤xe5 £d5 6.¤xc6 bxc6 7.¥c4 9.¥e2 ...
£d7 8.O-O ¥d6 9.¦e1 (aquí es un error se- La disposición de las piezas blancas es
guir con 9.¥b5, a causa de 9. ... ¤e7 10.£xe4 superior a la de las negras, manteniendo por
f5 11.£f3 cxb5 12.£xa8 c6 13.a4 b4 14.cxb4 tal motivo la iniciativa de la salida.
O-O 15.b5 f4; con ventaja para las negras); 9. ... ¥g4
9...¤f6 10.d3 O-O 11.dxe4 £g4 12.e5 ¦e8 Como se verá más adelante, esta juga-
13.¥f4 ¤h5 14.¥g3 ¤xg3 15.hxg3 ¦xe5 da acarrea a las negras inconvenientes. Des-
16.¦xe5 ¥xe5 17.£xc6, y las blancas están de d7 el alfil ejercía mejor fiscalización sobre
mejor. las casillas que son objeto de ataque por parte

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del adversario. Probablemente, el mejor plan 15.f3! ...
para las negras habría sido seguir con 9...¤e8 Aquí podría argumentarse que, si el al-
para, una vez resguardado el rey en uno torre, fil blanco es malo y la pieza similar negra es
buscar contrajuego con el avance del peón f. tan peligrosa, lo más simple habría sido jugar
10.¥e3 £d7 15.¥xg4. Pero no es así, pues si bien es cierto
11.¦d1 ¢h8 que el alfil negro era muy agresivo, ahora se
12.O-O ¦ad8 transforma en una pieza radiada que carece
13.d5! ... de eficacia, mientras que el alfil blanco será
oportunamente útil en la fiscalización de ca-
sillas importantes del flanco de la dama.
15... ¥h5
16.£b3 £c8
Las negras han quedado con una posi-
ción poco feliz y ya tienen que realizar juga-
das precarias como la presente.
17.¦c1 ...
Amenazando ganar con ¤b5.
17. ... a6
18.¦c2 ¤e8

Muy bien jugado. Este es un avance que


antes de efectuarse debe ser calculado muy
detenidamente, pues tiende a producir una
situación rígida en la cadena de peones y al
mismo tiempo deja al alfil rey blanco entor-
pecido en su acción por sus propios peones.
Pero las blancas han realizado un plan pro-
fundo. Su idea ha sido buscar la eliminación
del alfil enemigo como pieza agresiva, con-
siderando que al conseguir ese propósito se
compensa más que suficientemente el entor-
pecimiento de su propio alfil. La lucha co- 19.g4! ...
mienza así a tornarse interesante. El alfil negro queda inutilizado casi por
13. ... ¤e5 completo.
Naturalmente, ésta es la única jugada 19. ... ¥g6
aceptable, puesto que si 13...¤b8; sigue sim- 20.¤a4 h5
plemente 14.¥xa7. 21.h3 ¢h7
14.¤xe5 dxe5 22.¤c5 ¤d6
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23.¦fc1 ¥h4
24.¤d3! ...
La constante presión ejercida por las
blancas da ahora sus frutos, pues luego de este
golpe no pueden las negras evitar la pérdida
de un peón.
24. ... ¤e8
25.¤xe5 ¥g3
26.¤d3 ...
También quedaban las blancas con po-
sición ventajosa continuando con 26.¤xg6,
pero prefieren seguir el juego dejando a las
negras con ese alfil anulado, que en nada les
molesta.
26... hxg4
27.hxg4 f6
28.¥f4 ...
Se elimina así la única pieza activa del
enemigo y pasa el caballo blanco a ocupar
una situación preponderante. La partida está
prácticamente terminada a favor de las blan-
cas.
28. ... ¥xf4
29.¤xf4 ¥f7
30.¥d3! ...
1-0
Y las negras abandonaron, pues las blan-
cas actuarán en seguida en la columna h en
forma irresistible. Tanto contra 30. ... ¢g8
como contra 30...g6, la jugada 31.¤e6 es de-
cisiva.

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