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EL DECURSO PRESCRIPTORIO

Es la sucesión continuada o acumulada del tiempo que debe transcurrir para que pueda
oponerse con éxito la prescripción y se cumpla el interés social que la inspira, El decurso
prescriptorio se computa, desde el día en que puede ejercitarse la acción a la que se le va a
oponer la prescripción art. 1993 y hasta el último día del plazo (art. 2002)

El decurso no es perentorio ni fatal, pues está sujeto a las vicisitudes que configuran las
causales de suspensión(art. 1994 o de interrupción (art. 1996)

El decurso prescriptorio, en buena cuenta, se expresa en los plazos que fija la ley (art. 2000

EL INICIO DEL DECURSO PRESCRIPTORIO

El inicio del decurso prescriptorio tiene lugar desde que la acción puede ejercitarse. La regla
fundamental para el inicio del decurso prescriptorio está contenida en el art. 1993 y se inspira
en el principio de la actio nata

art. 1993: "La prescripción comienza a correr desde el día en que puede ejercitarse la acción y
continúa contra los sucesores del titular del derecho"

La prescripción comienza a correr cuando el derecho es exigible, es decir, desde el día en el


que puede ejercitarse la acción, sin detenerse ante el cambio o modificación personales que
puedan producirse respecto a la titularidad del derecho

El inicio del decurso prescriptorio, como lo venimos indicando, tiene lugar desde que la
acción puede ejercitarse, pues debe existir una necesaria relación. A este respecto, la
doctrina ha planteado si se requiere o no que se haya producido una lesión o violación al
derecho, de la que emana la acción. Nosotros creemos que la respuesta debe darse según se
trate de derechos absolutos o derechos relativos.

El inicio del decurso prescriptorio, tiene lugar desde que la acción puede ejercitarse, pues
debe existir una necesaria relación. La doctrina ha planteado si se requiere o no que se haya
producido una lesión o violación al derecho, de la que emana la acción. Nosotros creemos que
la respuesta debe darse según se trate de derechos absolutos o derechos relativos.

SON DERECHOS ABSOLUTOS los que confieren a su titular un poder que puede hacerse valer
erga omnes, que originan un deber negativo un no hacer -, y, en consecuencia, una acción que
también puede hacerse valer contra todos, es decir, contra cualquiera de quien provenga la
violación; de estos derechos surgen deberes jurídicos generales, que constituyen una
abstención

 la acción sólo nace cuando existe lesión o violación del derecho o, como expresa
Ennecerus, cuando surge un estado que no es conforme al derecho absoluto, como
puede ocurrir, siguiendo al Código Civil, con un derecho personal, como es el derecho
al nombre (art. 19 del C.C), en caso de usurpación de nombre (art. 28 del C.C.); con los
derechos familiares, como cuando el hijo no es reconocido por el padre (art. 373); con
los derechos hereditarios, como cuando un heredero forzoso es preterido (art. 806);
con los derechos reales, como cuando el propietario es despojado (art. 923);aun
cuando en alguno de los casos puestos, verbigracia, las acciones son imprescriptibles.
DERECHOS RELATIVOS los que confieren a su titular un poder que sólo puede hacerse valer
frente a una o varias personas, determinadas o determinables, a las que corresponde un deber
positivo -un dar o un hacer- o un deber negativo -un no hacer-, por lo que la correspondiente
acción sólo puede hacerse valer contra ellas; de estos derechos surgen deberes jurídicos
particulares, que pueden consistir en un dar, en un hacer o en un no hacer.

 los derechos relativos la acción nace en cuanto la prestación no es cumplida, dándose


lugar a que el sujeto pretensor quede autorizado a emplear los medios legales a fin de
que el deudor le procure aquello a que está obligado, o a procurarse la prestación o
hacérsela procurar por otro a costa del deudor, o a demandar la indemnización
correspondiente, o a ejercer los derechos de su deudor, como lo ha previsto el art.
1219 del Código Civil. La acción nace, pues, desde el día en que puede ser ejercitada

No todas las acciones están expuestas a su extinción por el transcurso del tiempo, la primera
situación que vamos a considerar es la que resulta de una relación jurídica pura, cuyo
deber jurídico es exigible desde que quedó constituida.

Si el deber jurídico consiste en un dar o en un hacer, la acción nace desde el día mismo en
que la obligación fue contraída, como es el pago del precio en un contrato de compraventa o la
prestación del servicio en una locación de servicios.

Pero si el deber jurídico consiste en una abstención, en un no hacer, la acción nace desde el
día en que se produce la contradicción al deber, como cuando alguien construye en terreno
ajeno.

Si la obligación fuera de tracto sucesivo, el inicio de la prescripción se dará al vencimiento de


cada plazo. Y si se trata de obligaciones de capital con pago de intereses, el inicio de la
prescripción se dará desde la fecha del último pago de intereses para tornar exigible el pago
del capital.

Es conveniente reparar que el art. 1993 hace referencia "al día" en que puede ejercitarse la
acción. Debe entenderse, entonces, que debe tratarse de día hábil ya que debe ser un día en
que sea posible recurrir a un órgano jurisdiccional, y sin que pueda entenderse como un día
natural, pues "el día" en que la acción puede ejercitarse termina al concluir la atención del
órgano jurisdiccional.

II. LA ACCESIO TEMPORIS.

la de la accesio temporis. Consiste en adicionar el tiempo que debe transcurrir para la


prescripción, de modo que iniciado el decurso prescriptorio contra el titular del derecho
subjetivo sigue corriendo contra sus sucesores.

art. 1993, se refiere a la accesio temporis al establecer que "La prescripción comienza a correr
desde el día en que puede ejercitarse la acción y continúa contra los sucesores del titular del
derecho".

art. 1156 del Código de 1936, ha sido tomada del Anteproyecto del que fuimos autores y en
cuya Exposición de Motivos consideramos que mejorábamos a la de su antecedente al
prescindir del heredero y abarcar a los sucesores del titular del derecho, sean a título singular
o a título universal, sin detenerse ante el cambio o modificación personal que pudieran
producirse.

Significa, entonces, que la prescripción no sólo se inicia y corre contra el titular de una acción,
que es parte en la relación jurídica, sino además contra los causahabientes que suceden al
titular, ya sea como herederos o como cesionarios, por acto inter vivos o mortis causa.

III. CÓMPUTO DEL DECURSO PRESCRIPTORIO.

Hemos visto que la prescripción comienza a correr desde el día en que la acción nace, esto es,
desde que puede ejercitarse, y, que ese día debe ser hábil. El cómputo del decurso
prescriptorio debe entenderse por días enteros a partir del día siguiente al de su inicio y hasta
su vencimiento

"La prescripción se produce vencido el último día del plazo". El "último día del plazo" ha de
estar "vencido", esto es, debe haber transcurrido por completo. La prescripción queda
cumplida, entonces, al expirar el último instante del día final.

IV. VICISITUDES DEL DECURSO PRESCRIPTORIO

El Código derogado distinguía la interrupción, que produce el efecto jurídico de borrar el


tiempo corrido, y la suspensión, que sólo detiene su curso mientras subsista la causa legal que
la origina. El mismo criterio ha seguido el vigente Código Civil, aunque plasmando la distinción
en los arts. 1995 y 1998, respectivamente.

No es característica del decurso prescripcional el que, una vez iniciado, se desenvuelva


inevitablemente, pues le puede sobrevenir la suspensión o la interrupción, y éstas, además,
son sus notas características, lo que no ocurre con la caducidad, en la que su decurso es
perentorio y fatal.

V. LA SUSPENSIÓN DEL DECURSO PRESCRIPTORIO.

La suspensión consiste en el detenimiento del decurso prescriptorio una vez iniciado, esto es
de la paralización del tiempo hábil para prescribir, por causas sobrevinientes al nacimiento de
la acción, independientemente de la voluntad de los sujetos de la relación jurídica y siempre
que estén previstas en la ley.

La suspensión, pues, puede tener lugar desde el día en que se inicia el decurso prescriptorio
por ser la acción ejercitable. Pero, como señala Enneccerus, la suspensión es para que no deba
contarse, dentro del plazo de prescripción, el tiempo durante el cual el titular no puede
demandar o, al menos, no puede exigírsele que promueva su acción.

El Art. 1995 da contenido a una noción de la suspensión, aunque señalando sus efectos, al
dejar establecido que "Desaparecida la causa de la suspensión, la prescripción reanuda su
curso, adicionándose el tiempo transcurrido anteriormente".

LAS CAUSALES DE SUSPENSIÓN


Por ello, por constituir excepciones de una regla general en nuestro Código Civil la del art.
1993- la codificación civil las enumera con carácter taxativo.

La suspensión, pues, sólo puede producirse por las causales que taxativamente enumera el art.
1994.

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