Está en la página 1de 2

Hageo - Introducción 1:1

Hoy comenzamos el estudio de un nuevo libro de la Biblia. También queremos destacar que esta
sección de las Escrituras, que abarca los libros de Hageo, Zacarías y Malaquías, constituye la última
etapa de nuestro recorrido por el Antiguo Testamento, en este extenso viaje que estamos
realizando "a través de la Biblia". Así que en este programa iniciamos nuestro análisis del libro del
profeta Hageo, otro de los llamados "profetas menores", y no precisamente porque sea de menor
importancia en el texto de las Sagradas Escrituras. Como hacemos en cada caso, al principio de
nuestro estudio comentaremos algunos aspectos a modo de introducción. En primer lugar
citaremos algunos detalles con respecto al

Escritor

Aquí cabe destacar que es importante tratar libros históricos junto con los libros proféticos. Hay
un pequeño grupo de libros que por motivos históricos figuran juntos y son, Esdras, Nehemías y
Ester. Son los libros históricos, y deberían estudiarse junto con los libros de Hageo, Zacarías y
Malaquías, que fueron los profetas que predicaron y escribieron al remanente del pueblo que
regresó a la tierra de Israel. Hageo, el escritor de este libro, fue mencionado en el libro de Esdras
5:1 y 2, y en 6:14 como uno de los profetas que animaron al citado remanente de israelitas que
regresó del cautiverio en Babilonia para reedificar el templo, a pesar de las dificultades que debió
enfrentar por todas partes, especialmente por parte de los pobladores de la zona. De ésta y de las
breves referencias que al autor hizo de sí mismo en esta profecía, se destacaron cuatro detalles de
su ministerio:

(1) Hageo era un hombre humilde que exaltó al Señor. El adoptó la misma actitud que Juan el
Bautista, resumida en las palabras de este último cuando dijo, hablando del Señor Jesucristo: "a Él
le toca crecer, y a mí, menguar."

(2) El era el mensajero de Dios para esa generación de israelitas: la frase "así ha dicho el Señor"
caracterizó a su mensaje.

(3) No solamente reprendió al pueblo sino que lo alentó y estimuló de una forma elocuente.

(4) Este profeta no solo predicó, sino que también llevó su mensaje a la práctica.

Ahora vamos a considerar otro aspecto de la introducción, que es

El momento histórico en que surgió esta obra

Hageo comenzó su libro diciendo En el segundo año del rey Darío, en el mes sexto, en el primer
día del mes, fue dirigida esta palabra del Señor. El rey Darío aquí mencionado, comenzó a reinar en
el año 521 A.C., cumpliendo el segundo año de su reinado aproximadamente en el año 520. La
frase en el segundo año de Darío ha permitido a los historiadores señalar el tiempo de actuación
de este profeta en la historia secular. Resulta interesante destacar que los profetas que
profetizaron después del cautiverio comenzaron a fijar las fechas de sus respectivas profecías, de
acuerdo con los reinos de los gobernantes no judíos. Aquellos profetas que profetizaron antes del
cautiverio siempre vincularon las fechas de sus escritos con los reyes de Judá, con los reyes de
Israel, o con los reyes de ambos reinos. Después del cautiverio en Babilonia la situación cambió
porque no había reyes en el reino del norte, ni en el reino del sur. Así que entonces, el profeta
Hageo fijó la fecha de su profecía de acuerdo con el reinado de un rey no judío. En este sentido,
recordemos que el Señor Jesús dijo en el Evangelio de Lucas 21:24, hablando de los habitantes de
Jerusalén: caerán a filo de espada y serán llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será
pisoteada por los Gentiles (o no judíos) hasta que los tiempos de los Gentiles se cumplan. En la
época en la que vivió Hageo, los "tiempos de los Gentiles" ya habían comenzado. En realidad,
comenzaron con el cautiverio del reino del sur (o de Judá) bajo el reinado del rey Nabucodonosor.
Desde aquel tiempo, la ciudad de Jerusalén ha estado bajo el dominio de los pueblos no judíos, y
el profeta Hageo asignó la fecha de su profecía de acuerdo con estos acontecimientos. Diremos
ahora algo en cuanto al

Tema

El tema de este libro fue el templo. La reconstrucción y restauración del templo fue la pasión
suprema de este profeta. No solo reprendió al pueblo por su demora en la reconstrucción del
templo, sino que también los animó y ayudó todo lo que pudo en esta gran empresa. A
continuación examinaremos otro aspecto importante de este libro:

El mensaje

Hageo se refirió constantemente a "la palabra del Señor" como autoridad suprema. El se humilló
voluntariamente para que el Señor fuera exaltado. Su mensaje fue eminentemente práctico. En
este aspecto, la profecía de Hageo y la epístola de Santiago tienen mucho en común. Ambos libros
hacen recaer su énfasis sobre el arduo trabajo cotidiano. La actitud de no hacer nada tiene su
origen en la maldad. Así que ambos libros fijan el modelo de actividad basándose en la vida real.
De esta manera, el trabajo pasa a ser la medida de la vida.

El profeta Zacarías, contemporáneo de Hageo, se parecía a un visionario que tenía su cabeza entre
las nubes. Pero el pragmático Hageo, tenía ambos pies apoyados en la tierra. Sin embargo, el
hombre de acción y el soñador tenían que caminar juntos. Sobre este libro habría que colocar las
palabras de la primera carta del apóstol Pablo a los Corintios 15:58, que dice lo siguiente: Así que,
hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre,
sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano. A continuación, considerando esta obra
desde un punto de vista general, vamos a resaltar algunos

También podría gustarte