MONTAA
Los cristianos, no violentos,
olvidan sus mandamientos
y de perdidos al ro.
No puede ser refutado;
otros dioses han echado
a su Dios de paz judo.
(Lbeck, 1937, cocina-comedor de un
pescador. El pescador agoniza. Junto a su
lecho su mujer y, con uniforme de la SA, su
hijo. Hay tambin un cura.)
EL MORIBUNDO: Dgame, hay verdaderamente
algo despus?
EL CURA: Lo atormentan las dudas?
LA MUJER: En los ltimos tiempos no deja de
decir que se habla y se promete tanto que no
se sabe qu creer. No lo tome a mal, seor
cura.
EL CURA: Despus viene la vida eterna.