Marcos 12,28-34 “El mandamiento del amor”

Introducción

Los escribas eran los maestros de la ley.

Entre los mismos escribas había una especie de doble tendencia. Estaba la tendencia a
extender la Ley ilimitadamente en cientos y miles de reglas y normas; pero también existía
la tendencia a tratar de reunir la Ley en una sola frase, una afirmación general que fuera el
compendio de todo su mensaje.

La respuesta de Jesús se centró en dos grandes mandamientos, y los unificó

(i) “Oye, Israel: no hay más Señor que el Señor nuestro Dios”

Esa sencilla frase es realmente el credo del judaísmo (Deu_6:4 ). Es lo que se llama el
“shema Israel”, es como el padre nuestro para nosotros.

Cuando Jesús citó esta frase como el primer mandamiento, cualquier judío devoto habría
estado de acuerdo con Él.

(ii) «Amarás a tu prójimo como a ti mismo.»

Es una cita de Lev_19:18 . Jesús hizo una cosa insólita con ella. En su contexto original el
prójimo no era cualquier persona, sino otro judío.

Los gentiles (todos aquellos que no son judios) no eran considerados como prójimo en la
ley y estaba permitido odiarlos.

Pero Jesús citó este mandamiento sin restricciones ni fronteras. Tomó una ley antigua, y la
colmó con un nuevo significado.

Y hay algo más. Jesús está queriendo decir que para amar a Dios es necesario también amar
al prójimo. Son dos cosas inseparables y aquí está también la genialidad de Jesús.

Es decir que, la única manera de probar que se ama a Dios es amando a los hombres. (“Si
alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; porque el que no
ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto”. 1. juan 4)

El escriba aceptó esto de buena gana, y añadió que tal amor era mejor que todos los
sacrificios.

Algunos siglos mas adelante san Agustín diría: «Ama a Dios, y haz lo que quieras.» A esto
nos invita Jesús.

SVM
Pidamos a la virgen nos alcance la gracia de nunca olvidarnos de que lo mas importante en
nuestra vida es el amor