Hasta cerrar mis ojos ahí está. Dentro, fuera a nuestro alrededor, Depende de ti, de mí, de nuestro corazón. Sale de tu boca, en la palabra de Dios Y así se muestra en tu diario vivir. Es la lealtad la que siempre me acompaña En mis alegrías y fracasos, ella siempre está. A pesar de lo oscuro que esté el día, Dios es leal, pues el día acaba, pero él no; Como un espejo, reflejar esa lealtad, Debe ser mi propósito final. Cuando sientes que la vida se vuelve un carrusel Y parece que la lealtad se pone en desnivel, No dudes en mostrar el valor de la lealtad Y así pronto verás un nuevo atardecer.