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Por El Derecho A La Estetica en La Educacion Inicial
Por El Derecho A La Estetica en La Educacion Inicial
POR EL DERECHO A
LA ESTÉTICA EN LA
EDUCACION
INICIAL.
Es evidente que predomina en gran parte de los lugares donde se atienden a los
niños y las niñas de primera infancia, espacios cargados de elementos decorativos,
altos niveles de contaminación visual y en muchos casos saturación y mal manejo
del color. El interés de este documento es justamente hacer evidente, por un lado,
lo perjudicial que resulta perpetuar la decoración y por otro evidenciar las bondades
que tiene pensar los espacios desde el diseño de ambientes para la acción
pedagógica.
Alguna vez pregunté a la Coordinadora de un Jardín Infantil cual era la razón por la
cual se les pedía a las docentes decorar los salones, ella pensó un momento la
respuesta, me miró fijamente a los ojos y dijo con tono enfático, “no sé”. Acudí
entonces a las maestras e intente por segunda vez responder la pregunta, una de
ellas respondió insinuando que la respuesta era obvia que se decoraba “ porque los
salones deben estar bonitos para los niños y las niñas” , una segunda maestra
respondió que era parte de sus funciones decorar el salón, y una tercera me
sorprendió al responder “porque eso vende”. Estas respuestas solo fueron algunas
ya que este mismo ejercicio lo realice en diferentes instituciones.
Este proceso de diseño en principio debe postular una intención. ¿Qué podría
suceder en este lugar? ¿que quisiera permitir a los niños y a las niñas en este espacio?
¿Qué me dice este lugar? ¿Qué imagino? ¿Qué me inspira?
Cada lugar es un lienzo complejo, una especie de obra artística sin definición, de ahí
que resulta supremamente importante para el docente en educación inicial el
sentido de la observación; es la mirada creativa e inspiradora la primera característica
del diseñador de ambientes. Responder las preguntas anteriores es en realidad un
ejercicio creativo, pues nadie ve lo mismo en un mismo lugar y cada decisión es un
riesgo creativo.
Una segunda característica del diseño tiene que ver con la disposición de materiales
diversos, cotidianos y sugerentes. Una vez inspirados disponemos en el lugar los
recursos que se consideran pertinentes, el espacio como tercer educador tiene un
momento y un lugar para cada objeto y con ellos infinitas posibilidades. Los recursos
deben ser seductores, invitar a la interacción, no sugieren una labor o un uso; retan
invitan a crear, cuestionan a quien habita; es así que el ambiente y sus elementos
deben ser accesibles, cercanos y pensados para la interacción. Mas adelante incluiré
el elemento central de esta reflexión (El derecho a la estética en la educación inicial
Colombiana)
Al a hora de pensar el diseño de un ambiente no podemos dejar por fuera elementos
claves para la conquista, me refiero a la luz del espacio, natural y artificial. Las
sombras que allí se producen, la temperatura regular, los colores constantes y los
cambios incidentes. Regularmente el uso del color se malogra al no tener en cuenta
elementos de contraste y de complementariedad.
Los ambientes para la primera infancia son los escenarios donde ellos y ellas se
desarrollan, siendo esto una certeza de total conocimiento, es urgente diseñar
ambientes que permitan la interacción y el desarrollo. Si las habilidades sociales
dependen en gran medida de la relacion que los niños y las niñas establecen con el
mundo y con quienes lo habitan, pareciera un exabrupto insistir en ambientes
decorados que no promueven la interacción ni celebran la libertad. Los niños y las
niñas deben tener derecho a la estética, a crecer en ambientes diseñados, que les
permita definir el mundo, ambientes que les enseñe a tomar decisiones, hacer
alianzas, a buscar a los demás, a estar a solas. Necesitamos diseñar ambientes que
se parezcan mas al mundo. Documentar y registrar el diseño de ambientes permitirá
redefinir los espacios, leerlos mejor y crecer en la elaboración estética.
Diseñar, disponer, observar, validar, proponer diseñar, son la cadena de verbos para
la reflexión personal. Finalmente, invito a que el riesgo sea creativo, a diseñar para la
infancia, a trascender la decoración, a proponer proyectos que integren los lenguajes
expresivos, a permitir que la vida de las infancias suceda desde lo estético. Nacemos
con una capacidad transformadora y creativa infinita, biológicamente estamos
preparados para transformar y redefinir el mundo. En tiempos donde todos somos
bellos o feos, pobres y ricos y cada vez menos libres; Una buena idea para defender
la libertad, la expresión y la identidad es quizá permitirlas, diseñarlas con y por la
infancia. Todos y todas tenemos derecho a la estética.