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Material de Formación Act. 1
Material de Formación Act. 1
Conocerme a mí mismo
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Adiós etiquetas
Las etiquetas son tomadas como aquellos prejuicios e imágenes que posee el
hombre que afectan la autoimagen positiva. Estos juicios se acumulan en la
mente, con frases como: “yo soy tímido”, “yo soy perezoso”, “yo soy impuntual”,
“yo soy feo”. En esta situación es muy valioso tener consciencia de que cada
persona es el producto de sus propios pensamientos y sentimientos. Por ello, en la
medida en que vaya cambiando su forma de actuar en la vida cambiará su
autoimagen. Las etiquetas bloquean el logro de objetivos, es así como, una
persona automotivada con deseos de dejar las etiquetas reconoce fácilmente sus
debilidades y fortalezas.
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Autoconcepto
Desarrollar este nivel de conciencia puede durar toda la vida, pero esto hace parte
de ella misma y le da un sentido trascendental, especialmente cuando se
compromete en la búsqueda constante de quién es, de identificar la propia misión
en la tierra y se motiva a una superación permanente.
Cada persona puede hacer algo para dotarse mejor de sí mismo durante la vida y
si es capaz de aprender a conocerse puede realizar un programa de
autodesarrollo.
Es por ello, que es importante tomar conciencia de sí mismo para lo que debe:
observarse y reconocer sus propios sentimientos, crear un vocabulario para su
forma de sentir y conocer la relación entre pensamientos, sentimientos y
reacciones.
Autoeficacia
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Las personas con autoconcepto alto y positivo tienden a tener éxito, satisfacción
y seguridad. También se dice que las personas que se consideran competentes
actúan y se comportan de manera diferente de aquellas que se ven a sí mismas
como incompetentes.
En importante entender, que las personas con poca autoeficacia enfatizan, por lo
general en el pensamiento pero no en la acción y consideran que la
responsabilidad de sus destinos es única y exclusivamente dependiente de
factores externos. Esta actitud tiene como consecuencia culpar a otro de lo que le
ocurre, sufrir frustraciones por no cambiar y no tener posibilidad de conseguir lo
que desea.
Así pues, una persona es autoeficaz en la medida que “no le hace el quite” a las
responsabilidades, las afronta con entereza y cumple con sus compromisos
familiares, laborales o sociales. Por ello ser responsable, es uno de los
indicadores para medir la autoeficacia.
Para forjar la eficacia es necesario incrementar los saberes con base científica, es
decir, conocimientos válidos, confiables y objetivos. Además de los conocimientos,
se debe aprender de la experiencia personal y de las demás personas. La
experiencia es un elemento fundamental para mejorar constantemente los hábitos
hacia una mejor eficiencia.
Para la eficiencia no es suficiente en ocasiones poseer el conocimiento y la
experiencia, es necesario tener las habilidades, las destrezas y la actitud de hacer
las cosas bien. Un conocimiento sin las habilidades para aplicarlo o volverlo
operativo puede ser estéril, y tener la habilidad sin la voluntad de quererlo hacer
bien, también es infructuoso. La autoeficiencia integra la voluntad, la actitud, las
destrezas, los conocimientos y el manejo de los medios necesarios para lograr y
hacer lo que nos proponemos dentro del contexto permitido.
Autoimagen
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Autoestima
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Ser agradecido.
Respetar a los demás.
Aceptar que la humanidad es multicultural y que hay espacio para todos.
Alegrarse con el éxito de los demás.
Perdonarse y perdonar.
Aceptarnos como somos.
Manejar las emociones.
Comprender y aceptar reglas de comportamiento y normas para mantener
buenas relaciones interpersonales.
Autorrespeto
Es la capacidad del ser humano, para controlar su propia vida y sus emociones, es
lo que lo hace tan distinto a los otros seres vivos. Implica el reconocimiento de lo
que se es, aceptándose, valorando las cualidades y reconociendo la actitud de
crecimiento continuo y permanente. El autorrespeto, lleva a una vida emocional
satisfactoria y a ser autónomos; a estar seguros de los propios límites, a mantener
una actitud positiva, a utilizar estrategias para salir rápidamente de los estados de
ánimos negativos, a centrar la atención en lo importante y al manejo de adecuado
de las emociones.
Puedo cambiar
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La dinámica permanente que caracteriza la vida es el cambio, que por lo general exige
esfuerzo y dedicación. Se debe aprender a manejar los cambios ya sean a nivel personal,
laboral o social. El reto del cambio no significa ganar siempre, sino aprender a mejorar
constantemente y a aceptar que siempre habrá otras formas de abordar las situaciones
que se presentan.
El motor de la vida es el cambio, algunos son cambios significativos en la vida, la
mayoría exigen una respuesta intelectual y una emocional. También hay cambios
impuestos y otros buscados por cada persona, lo ideal es aprender a manejarlos
en forma eficaz en las situaciones donde se presenten, sean en el hogar, la
familia, la vida personal o laboral.
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Las metas son un conjunto de acciones que se deben lograr en tiempos prefijados,
para que de esta forma se pueda avanzar progresivamente, deben ser
desarrolladas y alcanzadas según prioridades establecidas previamente. Este
conjunto de acciones mejora la calidad de vida y el sentido de vivir. Ayudan a
reflexionar de manera permanente y a corregir oportunamente lo proyectado.
Valores humanos
Prudencia: valor que ayuda al ser humano a actuar con mayor conciencia
frente a las diferentes situaciones de la vida diaria.
Compromiso: es más que cumplir con una obligación, es sacar a flote las
capacidades para sacar adelante lo que alguien más le ha confiado. Son las
acciones que habla sin palabras, es cumplir las promesas a pesar de las
adversidades para poder cambiar las cosas.
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