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Las 3 Potencias Del Alma Memoria Entendi PDF
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a) Antecedentes
Clasificadas por San Agustín, pensador del primer periodo de la Edad Media,
en sus escritos; “Las Confesiones” y especialmente en “La Triada”.
San Agustín, antes que santo, es un pensador que aparece en la línea histórica
como un filosofó que tendría como objeto de análisis “la vida”, la corriente de
filósofos y psicólogos humanistas (Nietszche, Maslow, Hesse, Buda, etc.)
Recurrió a la “duda” como inicio de sus disertaciones, pero no era la “duda científica”,
ni la “duda histórica”, era la duda de la fe y de la moral.
El Ser, en estos tres divisiones del tiempo se impulsará por tres fuerzas:
PASADO – MEMORIA
PRESENTE – ATENCIÓN – ENTENDIMIENTO
FUTURO – PREVISIÓN – VOLUNTAD
Estas serían tres potencias del “alma” humana, la etimología nos enseña que el
vocablo “alma” puede dividirse en dos directrices.
Por facultades animales actuamos por instintos y los sentidos (vista, tacto, gusto, oído,
olfato)
Los estímulos percibimos por medio de nuestros cinco sentidos te traslada al cerebro y
las imágenes en nuestra mente de las experiencias pasadas relacionadas al suceso, son
nuestra memoria.
Por un periodo, en el caso de los alcohólicos, el fenómeno del “deseo imperioso por el
alcohol” ocurre cuando recuerda que el alcohol le convino experiencias placenteras de;
alegría, desahogo, júbilo, etc. pero por la compulsión no puede disfrutarlas por las
consecuencias, no gratas, que resultan.
Muchos de sus allegados dirán: ¿Por qué se comporta así? ¿No entiende que cada que
bebe termina mal?... y sigue haciéndolo… no tiene fuerza de voluntad para dejar el
alcohol.
Un alcohólico, también recordará, cuando ha perdido o casi ha perdido todo, que hubo
un tiempo en que; gozó de buena salud, que corría, caminaba, baila… que disfrutaba la
compañía de su familia, de sus amigos, que gozaba de buena reputación, que comía
todo lo que se le antojaba. Y por su padecimiento se ha privado de todo ello. Por el
impulso vital –de desear lo bueno- buscará “desesperadamente” recuperarlo.
Y por un acto de la providencia… dejará de beber. Por qué Dios ó la Conciencia, habrá
arrancado su obsesión.
Por qué recordamos que algún día lo fuimos o por que recordamos que alguien así lo
hizo y nos proyectamos para obtenerlo.
Para Agustín, “el pecado no es hacer el mal, es dejar de desear lo bueno”, “La
enfermedad es ausencia de salud” “El escepticismo es la ausencia de fe” “la falta de fe
es la ausencia de certeza”.
E. C.