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La idea

Aunque un poco teórica, la idea de Paul Romer ofrece una buena alternativa hacia el desarrollo.
Es una propuesta que ha sido desarrollada después de ver como varias ciudades en el mundo,
especialmente Hong Kong han podido crear mejores condiciones de vida para sus ciudadanos con la
adopción de reglas especiales. En un país como Honduras, donde las reglas no se respetan en mucho de
los casos y en donde las reglas mismas no han sido establecidas de una manera en que existan una
buena vigilancia de ellas, un proyecto de Ciudad Modelo podría ser una gran opción. Los objetivos y
propósitos de una “charter city” son para aprovechar recursos en tierra desocupada y permitir que una
zona geográficamente bien posicionada y con mucho potencial para el desarrollo del comercio atraiga
inversión extranjera a la región, los ciudadanos usen efectivamente un sistema educativo y puedan ser
beneficiados por un buen sistema de salud, entre otros.

En sí, la idea es un intento de darle la vuelta a la pagina en un país sobrecargado de problemas,


y de abrir nuevas fronteras, permitiendo crear esperanza para la población, para empresas, comerciantes,
e individuos con deseos de convertir a Honduras en un mejor país. La idea de las “charter cities”, como la
misma frase lo dice, está basada en un “charter” o un sistema de reglas nuevas que reemplacen reglas
ineficientes. Por esto mismo, es indispensable crear una ciudad modelo con reglas que a largo plazo se
puedan respetar y que no creen conflicto con las reglas del Estado donde se desarrollaran. Tiene que
haber cooperación por parte de las entidades fundadoras de la ciudad modelo y del Estado con contratos
que especifiquen bien la soberanía propia de la ciudad modelo y su ente gubernamental.

En Honduras

Como Paul Romer lo explica, existen dos maneras de desarrollar un proyecto de Ciudad Modelo.
La primera es que un país económica y políticamente estable, establezca la ciudad modelo en su propio
territorio bajo su mando, pero que la ciudad cuente con sus propias reglas(como aparentemente se esta
tratando de hacer en Honduras). La segunda opción propone que la ciudad modelo se establezca por otro
gobierno con la cooperación del gobierno donde la ciudad esté ubicada. En el caso de Honduras, yo
pienso que la segunda opción seria más viable. Fue de esta manera que se desarrollo Hong Kong, con la
ayuda de Gran Bretaña en un territorio donde muchas de las reglas no permitían un ambiente pro-libre
comercio y un mercado libre. Hong Kong, con la iniciativa de Deng Xiao-Ping se convirtió en una región
administrativa especial con su propio sistema administrativo, judicial, y de aduanas a la orilla de una
China radicalmente comunista. Al adoptarse un nuevo sistema en Hong Kong, ha habido un fuerte
crecimiento económico, permitiéndole convertirse en uno de los centros financieros de Asia y una de las
ciudades con mayor crecimiento económico en el mundo por su sistema que permite la facilidad de
entrada de nuevas empresas. Hoy en día el 80% de su actividad económica esta compuesta por el sector
de los servicios y cuenta con un Producto Interno Bruto de $42,000 per capita, siendo uno de los más
altos del mundo.

Si Hong Kong pudo, Honduras, contando con el ejemplo de esta ciudad asiática exitosa y la
ayuda de los mejores economistas y cooperación de los países más desarrollados podría crear sus propias
regiones administrativas especiales y con esto sacar a nuestro país de lo que conocemos como el “Tercer
Mundo” y posicionar nuestra economía entre las más avanzadas. La segunda opción propuesta por Paul
Romer para desarrollar una ciudad modelo funcionaría mejor en Honduras con la cooperación de ambos
el Estado hondureño y un país desarrollado. Un buen candidato podría ser Estados Unidos o Canadá por
la influencia que tienen estos países en la economía nacional, especialmente en el sector industrial y de
manufactura. Hay que estar atentos, pues es necesario crear un sistema que este a prueba de criticas de
políticos y analistas de izquierda, quienes catalogarán un proyecto de esta índole como un proyecto
imperialista.

Por lo que he visto en los medios nacionales, me parece que la reacción en Honduras hacia este
proyecto ha sido buena, por la disponibilidad del Poder Legislativo en ayudar a desarrollar un sistema que
permita su creación, pero al mismo tiempo también pienso que hace falta un mejor análisis para el
planteamiento de este proyecto, evidenciado en los documentos de creación del proyecto de Regiones
Especiales Administrativa, que directamente optan por la primera opción de Paul Romer. No se cuanto
tiempo llevan las autoridades analizando esta propuesta, pero espero que su decisión en la forma de
establecer el proyecto haya sido el fruto de un estudio bien estructurado por parte de economistas y
políticos que determinaría que ruta sería más viable para Honduras.

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