Está en la página 1de 7

ULCERAS CUTANEAS

Lesión de origen isquémico, localizada en la piel y tejidos subyacentes con pérdida de


sustancia cutánea, producida por presión prolongada o fricción entre dos planos duros, uno
perteneciente al paciente y otro externo a él. Causan una isquemia que provoca degeneración
de dermis, epidermis, tejido subcutáneo, pudiendo afectar incluso músculo y hueso.
 
La aparición de UPP (ulceras por presión) es un proceso íntimamente ligado a los cuidados
proporcionados por los profesionales de Enfermería, es el estamento sanitario más implicado
y con más experiencia en este problema, constituyendo un área de cuidados específica tanto
en lo que se refiere a su prevención, valoración o curación.
 
Las UPP generalmente ocurren sobre prominencias óseas y son clasificadas según el grado
de lesión tisular observado.

Para conocer la profundidad y gravedad de una úlcera por decúbito se puede establecer la
siguiente clasificación:

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 CAUSAS DE LAS ÚLCERAS
Puede ser causado por:
 presión ejercida por el peso del cuerpo.
 fricción roce de la piel y las fuerzas de cizallamiento o deslizamiento de la piel entre las
estructuras óseas subyacentes y las superficies externas.
 Intervenciones quirúrgicas, con duración superior a tres horas, pueden provocar UPP.
 Inmovilizaciones postoperatorias.

FACTORES DE RIESGO DE LAS ULCERAS.


Algunas personas corren un mayor riesgo de padecer úlceras por presión. Los riesgos
principales que conducen a las úlceras por presión son:
 Estrés.
 Parálisis o espasticidad.
 Infecciones.
 Edema.
 Humedad.
 Falta de suministro de nervio.
 Mala nutrición

Factores intrínsecos
 Condición física: Inmovilidad.
 Alteraciones respiratorias/circulatorias.
 Diabetes.
 Insuficiencia vasomotora.
 T/A baja.
 Insuficiencia cardiaca.
 Vasoconstricción Periférica.
 Alteraciones endoteliales.
 Anemia.
 Septicemia.
 Edad.
 Malnutrición/deshidratación.
 
Factores extrínsecos:
 Humedad.
 Perfumes, agentes de limpieza.
 Estancia.
 Superficie de apoyo.
 Técnicas manuales sobre la piel.
 Medicación Sondaje: vesical, nasogástrico.
 Fijaciones, férulas.

LOS PACIENTES EN RIESGO INCLUYEN:


 Las personas con problemas de movilidad que no puede cambiar de posición por sí
mismos sin ayuda.
 Los pacientes que están paralizados y aquellos con parálisis debido a la médula
espinal dañada.
 Pacientes que tienen daño a los nervios y no pueden sentir dolor en las zonas
afectadas. Esto es común con diabéticos. Alto de azúcar en sangre provoca daño a los
nervios más pequeños de los pies y otras partes distales.
 Pacientes que no tienen control sobre su vejiga o intestinos.
 Seriamente enfermos o quienes han sido sometidos a cirugía masiva o amplia que
requeriría tiempo para sanar.
 Los pacientes que han tenido una úlcera de decúbito anterior o aquellos que tienen otro
una úlcera de decúbito son propensos a desarrollar más.
 Desnutrición, deficiencia nutricional y deshidratación y falta de agua provoca riesgo de
úlceras por presión. Aquellos que son obesos también corren un mayor riesgo de
úlceras por presión.
 En los ancianos puede ser golpe de sangre, los nervios dañados, engrosamiento de las
arterias debido al alto nivel de glucosa o colesterol y movilidad reducida que eleva el
riesgo de úlceras por presión. También pueden tener una piel fina y frágil que se rompe
fácilmente abierta sobre la presión.
 Importantes lesiones como fracturas de hueso de la cadera en los ancianos.
 Los pacientes con insuficiencia cardíaca y otras enfermedades crónicas del corazón
que hacen lento el flujo de sangre están en riesgo. Las personas con anemia y
enfermedad renal también están en riesgo.
 Los pacientes con enfermedad mental o la enfermedad de Alzheimer corren riesgo de
escaras.
 La limpieza con agua y jabón puede aumentar el riesgo de úlceras por presión.
 Aquellos con un oscuramente pigmentada piel edematosa piel o decoloración de la piel,
o piel dura e indurada corren el riesgo de úlceras por presión.
 Piel demasiado seca o demasiado húmeda (de orina o sudor) corre el riesgo de
úlceras. 

 Las zonas en que aparecen las úlceras por decúbito dependen de la posición en la que


esté el paciente:

 Si el paciente adopta frecuentemente la posición de decúbito supino las zonas son:


talones, glúteos, región sacra, columna vertebral (a nivel dorsal), codos, omóplatos y
nuca.
 En decúbito lateral: tobillos, rodillas, caderas, costillas, hombros, mejillas y orejas.
 En decúbito prono: dedos del pie, rodillas, órganos genitales (hombre), senos (mujer),
hombros, mejillas y orejas.
SIGNOS Y SÍNTOMAS DE LAS ÚLCERAS:
Dependiendo del grado en el que se encuentre la Úlcera, podemos encontrarnos

 alteraciones en la temperatura.
 diferencia en la consistencia de los tejidos.
 sensación de malestar local con dolor o escozor.
 prurito.
 Inflamación (eritema, edema, tumor, calor)
 Dolor
 Olor
 Exudado purulento.

En Úlceras de mayor grado aparece clínicamente como una abrasión o flictena, con incluso
una destrucción total del espesor de la piel.

MEDIOS DE DIAGNÓSTICO.
Anamnesis:
Ante un paciente con una UPP debe realizarse una historia clínica detallada y completa que
comprenda los antecedentes personales y familiares, los factores de riesgo (obesidad,
dislipemia, diabetes mellitus, historia de varices y/o flebitis, cardiopatía, claudicación
intermitente, etc.), el tiempo de evolución y las características de la lesión, así como la
presencia de síntomas sistémicos asociados que nos podrán orientar inicialmente.

Exploración física:
Se valorará la localización y el número de lesiones, la forma, el tamaño, las características de
los bordes y de la base de la úlcera, la existencia de secreción, exploración de pulsos
arteriales y la presencia de otras lesiones cutáneas. Además deberá realizarse una
exploración física general. Todo esto será de gran interés para encauzar el diagnóstico y
solicitar las pruebas complementarias de manera dirigida.

Pruebas complementarias:
Cuando se sospeche una causa alternativa u otro tipo de condición asociada deberán
realizarse las pruebas complementarias pertinentes según la sospecha clínica (estudio de
coagulación, determinación de crio globulinas, cultivos microbiológicos, pruebas serológicas,
prueba de la tuberculina, estudios digestivos, etc.).
Ante una úlcera crónica que no cicatrice se deberá realizar una biopsia para descartar la
existencia de neoplasia o de otra enfermedad subyacente. La clave del éxito del tratamiento
así como de la prevención de las complicaciones y posteriores recurrencias radica en realizar
un abordaje global para lo cual es necesario conocer la etiología de la úlcera y los factores
predisponentes del paciente.

TRATAMIENTO DE LAS ÚLCERAS POR PRESIÓN.


Inspección de otros sitios vulnerables y las prominencias óseas y reposicionamiento regular
es importante.
 Se utilizan terapia para el dolor con analgésicos y antibióticos.
 Tratamiento específico incluye aderezos, quitar la piel dañada y la promoción de la
curación.
 Aquellos con infecciones necesitan antibióticos y apósitos antibacterianos especiales
para matar las bacterias y ayudar a la curación.

No se recomiendan mayores tipos de vendaje con gasa, gasa de parafina y placas de apósito
simple. Aderezos prescritos en los casos de úlceras por presión son hidrocoloides, hidrogeles,
espumas, películas, alginatos, siliconas suaves:

 Hidrogeles: estos son geles que mantener húmedas las heridas y ayudan en la limpieza
de las heridas.
 Hidrocoloides: son apósitos adhesivos que forma un gel sobre la herida y adherido a la
piel sana circundante.
 Espumas pueden utilizarse para absorber y retener líquidos y mantenga la úlcera seca
y ayudar a la curación.
 No deben utilizarse cremas con úlceras superficiales.
 Otros tratamientos incluyen estimulación eléctrica que envía pequeñas sacudidas para
inducir la curación.
 Se recomienda el tratamiento quirúrgico a veces. Esto incluye la eliminación de la piel
muerta y dañada. Esto se llama desbridamiento. Esto se realiza por áreas lejos del
corte de tejido muerto. También se puede realizar el desbridamiento utilizando tejido
disolviendo enzimas.
 Grandes úlceras pueden necesitar terapia operativa más extensa. Las áreas después
de cura también pueden requerir tratamiento cosmético con injertos de piel de otras
partes sanas del cuerpo para colocarse sobre la curación de úlceras.
 Las úlceras por presión suelen ser lentas sanar, debido a factores adversos continuos
como presión o mala nutrición. Vitamina C (500 mg dos veces al día) se cree que
reducir la superficie de la úlcera de decúbito y sulfato de Zinc (220 mg tres veces
diarias) también ayuda a la cicatrización de heridas. Estos se complementan con el
mejoramiento de la nutrición general.

PREVENCIÓN DE LAS ÚLCERAS.


Las úlceras por presión pueden desarrollar muy rápidamente, especialmente en algunos
pacientes. Desarrollo de una úlcera de decúbito puede tardar incluso tan poco tiempo como
una hora si la persona es incapaz de moverse para incluso un tiempo muy corto. Una vez
desarrolladas las úlceras pueden progresar pronto a tejidos más profundos y pueden provocar
dolor y más largas estadías en el hospital.
En casos extremos, las úlceras por presión pueden ser potencialmente mortal. Infecciones
severas como intoxicación de la sangre o sepsis y pueden observarse infecciones óseas.

Las úlceras por presión pueden evitarse con conciencia y vigilancia regular. Algunos pasos en
la prevención de las úlceras por presión incluyen:

Movimientos continuos: movimiento continuo y re-posicionamiento del paciente alivia la


presión sobre las áreas que son vulnerables a las úlceras por presión. Debe haber un
calendario de rotación para grabar los cambios en la posición.  Un paciente con una úlcera se
hace mentir de tal manera que no existe ninguna presión sobre la úlcera para evitar su
empeoramiento. Debe haber asesoramiento en materia de sesión correcto y posiciones
acostadas, buena postura, pie soporte y uso de equipos para prevenir la presión.

Colchones y cojines: estos son de varios tipos para evitar escaras. Pueden usarse camas de
aire de baja pérdida. Estos son impermeables pero absorben el exceso de agua, también hay
camas de aire fluidizado, aquí el paciente flota en perlas de vidrio recubierto de silicona que
han calentado el aire forzado entre ellos. Estos reducen la fricción y cizalla.

La evaluación regular de la piel: la piel entera debe evaluarse regularmente para buscar
signos de desarrollo de úlceras de presión. Escalas y herramientas se utilizan para detectar
cambios tempranos. Algunos signos de testigo incluyen parches rojos de piel que no
desaparecen, ampollas, o dañar a los parches de piel de piel, cálidos o fríos o duros con o sin
hinchazón.

Autocuidado: inspección de piel Regular y la rutina de cambio de postura es desarrollada por


el paciente con la ayuda de su cuidador o profesional de la salud para prevenir las úlceras.

Dieta: se recomienda a los pacientes a comer una dieta sana y equilibrada. Algunos
suplementos pueden prescribir si hay una deficiencia.

Prevención y abordaje de la infección bacteriana:


 Seguir las precauciones de aislamiento de sustancias corporales.
 Utilizar guantes limpios y cámbielos con cada paciente.
 Realizar el lavado de manos entre los procedimientos con los pacientes es esencial.
 En pacientes can varias úlceras, comenzar por la menos contaminada.
 Usar instrumentos estériles en el desbridamiento quirúrgico de las ulceras por presión.
 No utilizar antisépticos locales.
 Los antibióticos sistémicos deben administrarse baja prescripción médica a pacientes
con bacteriemia, sepsis, celulitis avanzada u osteomielitis

CUIDADOS DE ENFERMERIA.
Piel:
 Examinar el estado de la piel a diario.
 Mantener la piel del paciente en todo momento limpia y seca.
 Utilizar jabones o sustancias limpiadoras con potencial irritativo bajo.
 Lavar la piel con agua tibia, aclare y realice un secado meticuloso sin fricción.
 No utilizar sobre la piel ningún tipo de alcoholes (de romero, tanino, colonias, etc.).
 Aplicar cremas hidratantes, procurando su completa absorción.
 Utilizar preferentemente lencería de tejidos naturales.
 Reducir las posibles lesiones por fricción podrán servirse de apósitos protectores
(poliuretano, hidrocoloides, etc.).
 No realizar masajes sobre prominencias óseas.

Incontinencia:
 Tratamiento de la incontinencia.
 Reeducación de esfínteres.
 Cuidados del paciente: absorbentes, colectores, etc.)
Movilización:
 Elaborar un plan de rehabilitación que mejore la movilidad y actividad del paciente.
 Realizar cambios posturales: Cada 2-3 horas a los pacientes encamados, siguiendo
una rotación programada e individualizada.
 Mantener el alineamiento corporal, la distribución del peso y el equilibrio.
 Evitar el contacto directo de las prominencias óseas entre si.
 Evitar el arrastre. Realizar las movilizaciones reduciendo las fuerzas tangenciales.
 En decúbito lateral, no sobrepasar los 30 grados.
 Elevar la cabecera de la cama lo mínimo posible (máximo 30°) y durante el
mínimo tiempo si fuera necesario.
 Usar dispositivos que mitiguen al máximo la presión: colchones, cojines, almohadas,
protecciones locales, etc.

Cuidados generales:
 Tratar aquellos procesos que puedan incidir en el desarrollo de las úlceras por presión:
Alteraciones respiratorias, alteraciones circulatorias, alteraciones metabólicas.
 Identificar y corregir los diferentes déficit nutricionales
(calorías, proteínas, vitaminas y minerales).
 Asegurar un estado de hidratación adecuado.

Un plan básico de cuidados locales de la úlcera debe de contemplar:


 Desbridamiento del tejido necrótico.
 Limpieza de la herida.
 Prevención y abordaje de la infección bacteriana
 Elección de un producto que mantenga continuamente el lecho de la úlcera húmedo y
a temperatura corporal.    Desbridamiento:

La presencia en el lecho de la herida de tejido necrótico bien sea como escara negra, amarilla,
de carácter seco o húmedo, actúa como medio ideal para la proliferación bacteriana e impide
el proceso de curación.
 Limpieza de la lesión:
 Limpiar las lesiones inicialmente y en cada cura.
 Utilizar como norma suero salino fisiológico.
 Usar la mínima fuerza mecánica para la limpieza de la úlcera así como para su secado
posterior.
 Usar una presión de lavado efectivo para facilitar el arrastre del detritus, bacterias y
restos de curas anteriores pero, sin capacidad para producir traumatismos en el tejido
sano.
 No limpiar la herida con antisépticos locales (povidona yodada, clorhexidina, agua
oxigenada, ácido acético, solución de hipoclorito o limpiadores cutáneos). Todos
son productos químicos cito tóxicos para el nuevo tejido y en algunos casos su uso
continuado puede provocar problemas sistémicos por su absorción en el organismo.

También podría gustarte