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Insectos polinizadores: diversidad global e importancia local de la polinización


entomófila (Pollinating insects: global diversity and local importance of
entomophilous pollination...

Chapter · January 2008

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Diego Medan
Universidad de Buenos Aires
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Insectos polinizadores 53

Resumen
INSECTOS Insectos pertenecientes a trece órdenes, inclu-
yendo algunos de los que presentan mayor ri-
POLINIZADORES: queza específica (Hymenoptera, Lepidoptera,
DIVERSIDAD GLOBAL E Diptera y Coleoptera) interactúan regularmente
con plantas (principalmente angiospermas) dan-
IMPORTANCIA LOCAL DE do lugar a un tipo de mutualismo de gran inte-
LA POLINIZACIÓN rés biológico y considerable valor ecológico y
económico: la polinización entomófila. El capítu-
lo describe en general esta clase de interacción
insecto-planta, luego trata con algún detalle los
principales grupos de insectos asociados con la
polinización, y brinda finalmente un panorama
sobre el desarrollo y situación actual de la in-
vestigación de este fenómeno en la Argentina.

Abstract
Insects from thirteen orders, some of these ran-
king among the most species-rich ones (Hyme-
noptera, Lepidoptera, Diptera y Coleoptera) re-
gularly interact with plants (mainly angiosperms)
in which constitutes a type of mutualism of
remarkable biological interest and paramount
ecological and economical value, entomophilous
pollination. This chapter offers an overview of
this type of insect-plant interaction, then treats
in some detail the principal insect groups related
to pollination, and finally reviews the deve-
lopment and present status of research on insect
pollination in Argentina.

La polinización entomófila
Diego MEDAN
La prolongada coexistencia de animales
y plantas sobre la tierra ha originado varios ti-
Cátedra de Botánica Agrícola, Facultad pos de interacciones entre estos grupos de or-
ganismos. Entre ellas se destacan dos formas
de Agronomía de la Universidad de
bien conocidas de mutualismo: la dispersión
Buenos Aires, Av. San Martín 4453, 1417 biótica de semillas y la polinización mediada por
Buenos Aires, Argentina. animales (Herrera & Pellmyr, 2002). La poliniza-
diemedan@agro.uba.ar ción biótica está muy difundida entre las plan-
tas terrestres (Pellmyr, 2002), se asocia a di-
versos niveles de coadaptación morfológica y
comportamental (Proctor et al., 1996; Endress,
1998; Bernhardt, 1999) y constituye un servi-
cio ecológico de importancia crucial para la huma-
nidad (Free, 1993). El ajuste morfológico y fun-
cional entre las flores y sus polinizadores pue-
de alcanzar extremos de fascinante compleji-
dad (Meeuse, 1961; Proctor et al., 1996; En-
dress, 1998; Bernhardt, 1999) y, con interva-
los, continúa llamando la atención de los biólo-
Lucía E. CLAPS*, Guillermo DEBANDI** y gos desde hace más de dos siglos (Kölreuter,
Sergio ROIG-JUÑENT* ** (dirs.). 2008. 1761-1766, Sprengel, 1793, Müller, 1873, Knuth,
Biodiversidad de Artrópodos 1898-1905; sinopsis histórica en Proctor et al .,
Argentinos, vol. 2 1996).
* INSUE-UNT. luciaclaps@csnat.unt.edu.ar
La importancia de la polinización
** IADIZA, CRICYT - CONICET. gdebandi@lab.cricyt.edu.ar entomófila para la producción de alimentos es
*** IADIZA, CRICYT - CONICET. saroig@lab.cricyt.edu.ar
enorme en escala global, y por ello está justifi-
cada la preocupación ante la degradación de
los ambientes naturales que sostienen a miles
54 Biodiversidad de Artrópodos Argentinos

de polinizadores nativos, y ante las adversida- res, explican su fidelidad a las flores como recur-
des que afectan a los polinizadores manejados sos alimentarios, y se reflejan en el transporte
por el hombre, como la abeja doméstica Apis preciso de polen a distancias que alcanzan los
mellifera L. (Southwick & Southwick, 1992; Buch- miles de metros. El último aspecto es de gran
mann & Nabhan, 1997; Kevan, 1998; Wester- importancia para las plantas cuya reproducción
kamp & Gottsberger, 2000, 2002; Richards, depende en parte o totalmente de la recepción
2001, Cunningham et al., 2002). La producción de polen generado por otros individuos cones-
obtenida de dos tercios de las especies cultiva- pecíficos (especies alógamas; Richards, 1997).
das por el hombre depende, parcial o totalmen- Antes de proceder al análisis de los dife-
te, de la polinización biótica (Free, 1993; Roubik, rentes grupos de polinizadores, es convenien-
1995). Sólo para los EE. UU., el valor estimado te establecer una diferenciación entre polini-
de la polinización por abejas domésticas varia- zadores genuinos y meros antófilos. Los insec-
ba entre 1600 y 5700 millones de dólares anua- tos pueden visitar flores en busca de alimento,
les, dependiendo de la forma de calcularlo oportunidades de apareamiento, sitios para ovi-
(Southwick & Southwick, 1992); para un cafe- positar, presas, o simplemente abrigo, y aún
tal de Costa Rica, el valor del servicio de polini- cuando efectivamente se alimenten de recur-
zación se estimó en 60.000 dólares anuales sos florales, pueden hacerlo sin transferir po-
(Ricketts et al., 2004). len, en cuyo caso actúan como ladrones y no
como polinizadores (Irwin & Maloof, 2002). Esta-
Los grupos de insectos asociados blecer inequívocamente el papel de un insecto
con la polinización como polinizador es laborioso (Cox & Knox,
1988) y determinar si la interacción planta-ani-
Existen varios grupos de animales que visi- mal es verdaderamente mutualística no lo es
tan flores con regularidad (antofilia). El animal menos (Thomson, 2003).
visitante actúa como polinizador cuando su activi- Hymenoptera. Desde el punto de vista
dad provoca la transferencia (habitualmente in- de la polinización este es el orden de mayor im-
voluntaria; para excepciones ver Pellmyr, 1997) portancia para las angiospermas, debido a que
de polen desde las anteras a los estigmas. La una gran proporción de las numerosas especies
mayoría de los casos conocidos de polinización que contiene polinizan regular y eficientemente.
biótica está protagonizada por vertebrados (es- Ésto se refleja en la inmensa importancia eco-
pecialmente aves) o artrópodos (especialmente nómica de la polinización (particularmente por
insectos), por una parte, y por la otra, plantas Apoidea) de buen número de cultivos (McGregor,
pertenecientes a las angiospermas (Proctor et 1976; Free, 1993; Delaplane & Mayer, 2000;
al., 1996; Ollerton, 1999). En este capítulo se Westerkamp & Gottsberger, 2000; Klein et al.,
hace foco sobre el papel de los insectos en la 2007), y explica la creciente preocupación ante
polinización de las angiospermas. Breves revisio- la degradación de los sistemas naturales de los
nes anteriores sobre el tema pueden encontrarse que forman parte la mayoría de los polinizadores
en Kevan & Baker (1983, 1999) y Ollerton (1999). nativos en todo el mundo (Buchmann & Nabhan,
El origen y la diversificación de los insec- 1997; Kevan & Imperatriz-Fonseca, 2002).
tos precedieron largamente a la aparición de Algunas recompensas florales poco comu-
las angiospermas (Herrera & Pellmyr, 2002; La- nes (aceites, perfumes, resinas; Vogel, 1990;
bandeira, 1998; Ollerton, 1999). La evidencia Proctor et al., 1996) están exclusivamente aso-
reciente indica que al originarse las angios- ciadas a la polinización por ciertos Hymenoptera;
permas, en el Cretácico temprano, ya existían por otra parte, determinados tipos morfológicos
mutualismos de polinización que involucraban florales pueden ser manipulados exclusiva o casi
por un lado a ciertos linajes de Coleoptera y exclusivamente por miembros de este orden
Diptera, y por el otro a gimnospermas (Laban- (Free, 1993; Robertson et al., 2005). Las adap-
deira, 1998). Es posible que las primeras an- taciones mutuas, morfológicas a la vez que com-
giospermas ‘heredaran’ estos mutualismos e portamentales, contenidas en estos ejemplos su-
iniciaran tempranamente el vuelco hacia la gieren que la polinización de angiospermas por
zoofilia cuyos resultados conocemos hoy. De los insectos ha llegado en el ámbito de Hymenoptera
más de 30 órdenes de insectos reconocidos en a sus expresiones más refinadas. Aunque exis-
la actualidad (Wheeler et al., 2001), 13 com- ten otras recompensas florales, la inmensa mayo-
prenden especies que probable o seguramen- ría de los Hymenoptera visita flores en busca de
te actúan como polinizadoras (Tabla 1). néctar, polen, o ambos. El apro vechamiento de
Ollerton (1999) ha resumido los atributos estos recursos nutricionales puede llegar a nive-
que explican el papel preponderante de los insec- les de sorprendente eficiencia (por ejemplo, en
tos en la polinización biótica: visión aguda, tasa los Apoidea de hábitos semisociales y sociales).
metabólica alta (con la consiguiente demanda La importancia de los diferentes subórde-
energética), necesidad de gran volumen de ali- nes y superfamilias de Hymenoptera (clasifica-
mento (en los insectos sociales), y extraordina- ción según Goulet & Huber, 1993) en la poliniza-
ria capacidad de vuelo. Estos rasgos habilitan a ción de angiospermas es muy desigual. Los Sym-
los insectos para detectar y manipular las flo- phyta y los Apocrita-Parasitica tienen poca rele-
Insectos polinizadores 55

Tabla 1. Órdenes de insectos antófilos y su importancia relativa como polinizadores (basado


principalmente en Willemstein (1987) y Ollerton (1999)

Orden importancia relativa


Hymenoptera extremadamente importantes
Lepidoptera
muy importantes
Diptera
Coleoptera importantes para algunos grupos de plantas
Thysanoptera importantes para un pequeño grupo de plantas
Collembola
Blattaria
Dermaptera
Hemiptera poco importantes
Mecoptera
Neuroptera
Plecoptera
Trichoptera

vancia, aunque se destacan las Agaonidae den- tas y no parásitas, solitarias y sociales, se ali-
tro del segundo grupo (polinizadores de las hi- mentan de néctar y/o polen y recolectan otras
gueras, Ficus L.; Bronstein, 1988; Proctor et al ., sustancias de numerosas especies de plantas
1996). Dentro de Apocrita-Aculeata las superfa- con flores (Westerkamp, 1996; Michener, 2000),
milias pueden agruparse, en orden de importan- y su actividad se traduce en la mayor parte de
cia creciente para la polinización, de este modo: los casos en polinización efectiva. El néctar es
Chrysidoidea, Formicoidea, Vespoidea, y Apoidea. consumido o, en las especies sociales, regurgita-
Hay pocos casos documentados de polini- do en su mayor parte en la colonia. El polen es
zación por Chrisydoidea (Proctor et al., 1996). generalmente transportado en el exterior del
Las hormigas (Formicoidea) se asocian con plan- cuerpo en diversas estructuras especializadas
tas en decenas de formas diferentes (Hölldobler o, en pocos casos (Hylaeinae y Euryglossinae,
& Wilson, 1990), pero la polinización por estos Colletidae; algunas Xylocopinae y Meliponini, Api-
insectos nectarívoros es infrecuente, está res- dae) (Roubik, 1989; Michener, 2000), es ingeri-
tringida a ambientes cálidos y secos, y requiere do y transportado en el estómago social para
estudios cuidadosos para documentarse (Gó- ser regurgitado luego. Algunos grupos de Melitti-
mez, 2000), si bien los resultados pueden ser dae y, sobre todo, de Apidae, presentan adap-
sorprendentes (polinización vía ‘pseudocopu- taciones para la recolección de aceites (Vogel,
lación’ de machos de hormigas Myrmecia urens 1990; Cocucci et al., 2000; Michener, 2000), y los
(Lowne) con la orquídea Leporella fimbriata (Lin- machos de algunas especies de Apidae-Euglossi-
dley) A.S. George; Peakall, 1989). Las avispas ni recolectan fragancias florales (Proctor et al .,
(Vespoidea y Apoidea-Spheciformes) acuden a 1996; Michener, 2000).
las flores en busca de néctar (pocas veces, tam- Lepidoptera. Las mariposas y polillas es-
bién polen: Masaridae) (Proctor et al., 1996). tán estrechamente asociadas a las angiosper-
Pero para la mayoría de estos insectos (depre- mas ya que los adultos dependen de sus flores
dadores en su vida adulta) los recursos florales como fuente principal de alimento. En dos de los
son sólo una fuente accesoria de nutrición. Ello, subórdenes basales (Zeugloptera y Hetero-
sumado al corto alcance de su aparato bucal, bathmiina; clasificación según Heppner, 1998) el
relega a las avispas a un papel secundario en la aparato bucal es masticador y los adultos con-
polinización de flores con néctar fácilmente acce- sumen polen, como en Micropterigidae (Proctor
sible (Proctor et al., 1996; Bernhardt, 1999). En et al., 1996) y Heterobathmiidae (Nielsen, 1985),
este contexto llama la atención el que algunas pero en los lepidópteros superiores (suborden
avispas (Sphecidae, Pompilidae) estén implica- Glossata) las probóscides están adaptadas a la
das en refinados casos de polinización por pseu- succión de fluidos, y entre ellos el néctar floral
docopulación con Orchidaceae cuyas flores, que tiene un papel muy destacado. Dentro de
no ofrecen recompensas reales (flores de enga- Glossata, el consumo simultáneo de néctar y
ño), atraen a los machos primariamente mediante polen es excepcional (Heliconius L., Krenn & Penz,
la emisión de un olor que imita la feromona fe- 1998; Estrada & Jiggins, 2002). El néctar aloja-
menina (Proctor et al., 1996). do en tubos florales estrechos y muy profundos
La superfamilia Apoidea es indudablemen- es sólo accesible para las probóscides de Lepi-
te el taxón individual de insectos más destaca- doptera, y la progresiva coadaptación entre es-
do entre los asociados a polinización de Angios- tas estructuras (Pellmyr, 2002) ha dado lugar,
permas. Machos y hembras de especies parási- en el mutualismo entre orquídeas Angraecum
56 Biodiversidad de Artrópodos Argentinos

Bory (longitud de espolón=33,3 cm) y esfíngidos que da lugar a mutualismos muy especializados
Xanthopan Rothschild & Jordan (longitud de pro- comparables a los protagonizados por algunos
bóscide=22 cm) a un extremo de comprensible lepidópteros (Vogel, 1954).
celebridad (Wasserthal, 1997). Este ejemplo de Entre los miembros del suborden Nemato-
Madagascar puede, en el futuro, resultar opa- cera (clasificación según McAlpine et al., 1981-
cado, ya que en el Neotrópico hay esfíngidos con 1987) hay 13 familias con especies de visitan-
lenguas considerablemente más largas (28 cm tes florales; de ellas, seis (Bibionidae, Cecido-
en Amphimoea walkeri Bsd.; Amsel, 1938). myiidae, Ceratopogonidae, Culicidae, Myceto-
Las mariposas (Papilionoidea) constituyen phylidae y Psychodidae) incluyen genuinos poli-
sólo una de las 32 superfamilias del orden y re- nizadores (Larson et al., 2001). Un importan-
presentan poco más del 6% de las especies tante cultivo (el cacao, Theobroma cacao L.) es
descritas (Heppner, 1998). El hecho de que mu- polinizada por Cecidom yiidae (Young, 1985).
cho del conocimiento de los mutualismos entre Los grupos que componen el suborden Bra-
plantas y Lepidoptera esté concentrado en este chycera son de disímil importancia como polini-
grupo es comprensible, dado el hábito principal- zadores. En el infraorden Tabanomorpha se des-
mente diurno de los adultos -coincidente con el taca Tabanidae, con especies de probóscides lar-
hábito diurno de muchos investigadores-. Pues- gas importantes en sistemas planta-polinizador
to que la enorme mayoría de los Lepidoptera de Sudáfrica (Goldblatt et al., 2000, 2001). El
son de hábitos crepusculares o nocturnos, es infraorden Asilomorpha contiene tres familias con
evidente que las interacciones de polinización representantes cuyo papel como polinizadores
entre polillas y angiospermas forman un territo- está bien documentado, y que también pueden
rio tan extenso como inexplorado. Muchas plan- presentar probóscides largas (a veces, excep-
tas reciben visitas diurnas y nocturnas (Groman cionalmente largas): Acroceridae (Goldblatt et al.,
& Pellmyr, 1999; Young, 2002; Medan, 2003) de 1997), Bombyliidae y Nemestrinidae. En el infra-
manera que la polinización por polillas no está orden Aschyza sobresale Syrphidae, quizás el
en absoluto limitada a las especies de floración taxón individual de Diptera más fuertemente re-
nocturna. Además, las polillas tienden a poseer lacionado con las flores de angiospermas en tér-
caracteres morfológicos y de comportamiento minos de abundancia poblacional, constancia de
más propicios a la transferencia de polen (patas visitación y dependencia nutricional de los recur-
más cortas, cuerpos más gruesos, alas deprimi- sos florales (Proctor et al., 1996; Ollerton, 1999).
das en reposo) que los rasgos correspondien- El extenso infraorden Schizophora-Acalyptratae
tes de las mariposas (Bernhardt, 1999). Una fa- es de escasa importancia desde el punto de vis-
milia de polillas (Sphingidae) ha sido intensamen- ta de la polinización (Larson et al., 2001); en los
te estudiada con relación a la polinización, en Calyptratae, en cambio, numerosas especies de
buena medida debido a la existencia de mutualis- Muscidae, Calliphoridae, Anthomyiidae, Tachini-
mos espectaculares que la involucran (Moré et dae y Sarcophagidae son visitantes florales, y
al., 2005), pero en otros grupos mucho más vas- hay muchos casos de polinización bien documen-
tos (e.g. Noctuidae, Geometridae, Pyralidae) la tados (Proctor et al., 1996). La importancia relati-
tarea parece apenas iniciada. va de las últimas dos familias probablemente au-
Diptera. Este orden es probablemente el mente a medida que avance el conocimiento de
segundo en importancia para la polinización de la polinización en latitudes y altitudes más ele-
angiospermas (Larson et al., 2001). Las moscas vadas (Primack, 1978, 1983; Medan et al., 2002),
visitan asiduamente flores para alimentarse (de ya que la frecuencia de Diptera en las comuni-
néctar, polen, o de ambos recursos) pero tam- dades formadas por plantas y sus visitantes flo-
bién en busca de individuos del sexo opuesto, rales tiende a aumentar hacia los polos (Elberling
para oviponer, o para elevar la temperatura cor- & Olesen, 1999).
poral. En ocasiones son atraídas por fragancias Coleoptera. La importancia de este orden
emitidas por flores de engaño, frecuentemente para la polinización es menor que lo esperable
de Asclepiadaceae, Aristolochiaceae y Araceae. dada su vastedad. Los escarabajos son compa-
Una revisión reciente indica que existen espe- rativamente poco móviles, lo que restringe la dis-
cies antófilas en aproximadamente el 50% de persión del polen, y sus aparatos bucales son
las familias de Diptera, y casos documentados en general más adecuados para el consumo de
de polinización en el 20% de las familias del or- polen y otras partes florales, que para la succión
den (Larson et al., 2001). Muchas especies absor- de néctar. Por ello se esperaría encontrarlos aso-
ben fluidos y partículas sólidas pequeñas me- ciados exclusivamente con flores poco profundas
diante aparatos bucales retráctiles (por ejem- y que no demandan del visitante un tratamiento
plo Syrphidae), pero en varios grupos la probos- refinado. Sin embargo, el panorama es más com-
cis es rígida y puede alcanzar notable longitud plejo (Proctor at al., 1996; Endress,1998; Bern-
(Bombyliidae, Tabanidae), llegando a extremos hardt, 1999). Varias familias de Polyphaga exhi-
sorprendentes (10 cm) en Nemestrinidae de Sud- ben un comportamiento poco especializado como
áfrica (Goldblatt & Manning, 2000). Estas mos- el predicho (Cantharidae, Chrysomelidae, Cleri-
cas de lengua larga están facultadas para alcan- dae, Elateridae, Staphylinidae, Cerambycidae)
zar néctar oculto en tubos florales profundos, lo pero en otras el aparato bucal alcanza longitud
Insectos polinizadores 57

suficiente para la explotación de flores modera- climáticos, y presenta una variada representa-
damente profundas [16-17 mm en Nemognatha ción de los tipos biogeográficos existentes en el
coeruleipennis Perty (Meloidae); Müller, 1880; globo (Cabrera & Willink, 1973; Cabrera, 1976).
Champion, 1889-1893]. En los trópicos, diversos La consiguiente biodiversidad (en particular de
grupos de plantas (entre ellos, varios de los más angiospermas e insectos) es elevada y ello per-
antiguos linajes de angiospermas; Endress, mite esperar que en la Argentina estén estable-
1998; Thien et al., 2000) están involucrados en cidos numerosos mutualismos planta-polinizador.
mutualismos relativamente especializados con Hasta el presente no se ha logrado cata-
Coleoptera que resultan atraídos principalmen- logar por completo los mutualismos de poliniza-
te por olores florales, cuya emisión está frecuen- ción en ninguna área geográfica extensa, me-
temente asociada a la elevación de la temperatu- nos aún para un país del tamaño de la Argenti-
ra de las estructuras reproductivas vegetales. na. Una aproximación ya clásica a tal objetivo se
Se destacan Curculionidae, Nitidulidae y Scara- halla en la monumental recopilación de Knuth
baeidae de cuerpos pubescentes, pero otras fa- (1898-1905): en su sección dedicada a las re-
milias participan también (Thien et al., 2000). Es giones europea y ártica, Knuth enumeró 2879
significativo que dos de dichas familias basales especies de visitantes florales y 2849 especies
de plantas (Eupomatiaceae y Degeneriaceae) de plantas zoófilas. Pero ellas no debían ser sino
sean polinizadas exclusivamente por gorgojos una pequeña fracción de los mutualistas real-
(Thien, 1980; Armstrong & Irvine, 1990). Recien- mente existentes en esas partes del globo, como
temente se ha descrito un nuevo sistema de poli- lo sugiere el hecho de que sólo en España exis-
nización por engaño que involucra Monocotiledó- tan más de mil especies de abejas (Cebellos,
neas de la familia Lowiaceae y Scarabaeidae pelo- 1956). Aún áreas reducidas, cuando son estu-
teros (Sakai & Inoue, 1999). En la Argentina se diadas en forma exhaustiva, pueden revelar una
ha descrito una interesante interacción entre Niti- sorprendente riqueza en mutualismos planta-
dulidae y la planta parásita Prosopanche america- polinizador, como lo muestra el trabajo de
na (R.Br.) Baillon (Bruch, 1923; Cocucci & Cocucci, Robertson (1929). Entre 1884 y 1916, Charles
1996; Arce Miller, inéd.). Roberston observó las visitas de animales
Thysanoptera. Las especies antófilas de antófilos a la flora de un área de aproximada-
trips se alimentan principalmente de polen (aun- mente 800 km2 en Illinois, EE. UU. y estableció la
que consumen también néctar y tejidos flora- existencia de más de 15.000 interacciones dife-
les), y contribuyen a la polinización de especies rentes entre 1428 insectos y 456 plantas (Marlin
silvestres y cultivadas en ambientes muy varia- & LaBerge, 2001). En resumen, y como conse-
dos (desde islas del Atlántico Norte hasta los cuencia de obvias dificultades prácticas, el co-
trópicos) (Kevan & Baker, 1983; Proctor et al ., nocimiento de los mutualismos de polinización
1996; Endress, 1998). En selvas tropicales son ha avanzado con lentitud y para la mayoría de
polinizadores de familias como Dipterocarpa- las regiones del planeta es aún fragmentario
ceae, Annonaceae y Moraceae (Ashton et al., (Gemill et al., 2004).
1988; Momose et al ., 1998; Sakai, 2001). Si bien parece improbable que logren co-
Otros órdenes. Miembros de Collembola, nocerse algún día todas las interacciones plan-
Dermaptera, Mecoptera, Neuroptera, Plecopte- ta-polinizador que ocurren en la Argentina, al
ra y Trichoptera han sido informados como an- menos es posible estimar su número de mane-
tófilos consumidores de polen, néctar o ambos, ra aproximada partiendo de tres datos indivi-
y pueden contribuir en pequeña medida a la duales: el número de especies vegetales
polinización de las especies que visitan (Kevan zoófilas, el número de especies de insectos que
& Baker, 1983; Ollerton, 1999). En el orden Bla- puede esperarse que actúen como visitantes
ttaria hay dos registros de antofilia, que invo- florales, y la proporción de las interacciones
lucran especies de Blattellidae (Nagamitsu & posibles planta-visitante floral, que ocurre en
Inoue, 1997) y Blattidae (Carrington et al., realidad. El primer término de esta ecuación se
2003); el primero de ellos está efectivamente conoce con buena aproximación ya que las plan-
asociado a polinización. Varias familias de Hemip- tas vasculares de la Argentina están completa-
tera exhiben antofilia (Coreidae, Lygaeidae, Mi- mente catalogadas (Zuloaga et al., 1999). Ex-
ridae, Nabidae, Pentatomidae, entre otras) pero cluyendo las familias eminentemente anemófilas
su importancia para la polinización de angios- (Poaceae, Cyperaceae, Juncaceae, etc.) la flo-
permas es, en el mejor de los casos, muy reduci- ra argentina con polinización posiblemente
da (Proctor et al., 1996; Ollerton, 1999). zoófila abarca unas 7500 especies.
El segundo término de la ecuación proce-
Panorama del conocimiento de de la literatura sobre estructura de redes
planta-polinizador. En los últimos años se han
de la polinización entomófila llevado a cabo estudios en diferentes ambien-
en la Argentina tes, altitudes y latitudes geográficas, tendien-
tes a la caracterización detallada de las in-
El territorio argentino posee un relieve muy teracciones entre las plantas y sus poliniza-
diverso, está expuesto a numerosos tipos dores, en extensiones geográficas relativamen-
58 Biodiversidad de Artrópodos Argentinos

te pequeñas. Una de las conclusiones emergen- la Argentina, la fracción de éstos, conocida al


tes de esta línea de investigación es que en presente, es sin duda ínfima. Las contribucio-
tales redes de interacción las especies vegeta- nes pioneras al conocimiento de las relaciones
les son generalmente sobrepasadas en núme- entre angiospermas e insectos polinizadores en
ro por las especies animales. La información nuestro país datan de hace más de un siglo
contenida en 57 sistemas publicados en dos re- (Hieronymus, 1875), pero por muchas décadas
visiones amplias (Olesen & Jordano, 2002; los aportes fueron esporádicos (entre otros, Jör-
Ollerton & Cranmer, 2002) y en una base de gensen, 1909, 1912; Hauman-Merck, 1912a,
datos pública (Interaction Web Database, 1912b, 1913; Bruch, 1923; Burkart & Ragonese,
(http://www.nceas.ucsb.edu/interactionweb/), 1933; Sívori, 1941; Valla & Cirino, 1972; Valla &
muestra que, en promedio, la relación entre el Ancibor, 1978). Recién a partir de la década de
número de especies de animales (A) y de plan- 1980 la tendencia cambió, con la aparición de
tas (P) es A/P=3,27; es decir, en una red plan- trabajos de varios autores locales (Bernardello,
ta-polinizador ‘promedio’ hay, por cada especie 1983; Cocucci, 1984; Galetto et al., 1990; Genise
vegetal, algo más de tres especies de anima- et al., 1990; Medan, 1991; Hoc et al., 1993; Aizen
les que actúan como visitantes florales. No hay & Feinsinger, 1994) que, con el tiempo, harían
ningún motivo para esperar que las condicio- de la biología reproductiva de plantas su disci-
nes argentinas difieran de las de otras partes plina principal, y que fundarían grupos de tra-
del mundo; de hecho, las relaciones A/P deter- bajo que lograrían continuidad. Con pocas ex-
minadas en algunos sistemas locales son cer- cepciones, los estudios se concentraron en las
canas a ese promedio [Magdalena, provincia de relaciones de polinización de grupos específi-
Buenos Aires: 2,79 (Medan et al., 2006); Río cos de plantas (Solanaceae, Orchidaceae, Faba-
Blanco y Laguna Diamante, Mendoza: 3,1 y 2,14, ceae, Rhamnaceae). Sólo recientemente se han
respectivamente (Medan et al., 2002); prome- llevado a cabo trabajos en escala de comuni-
dio de ocho sitios en Neuquén: 3,7 (Devoto et dad, que brindan panoramas relativamente com-
al., 2005)]. En la Argentina, por lo tanto, puede pletos de las interacciones planta-polinizador
razonablemente suponerse que existan alre- asociadas a un área definida con precisión
dedor de 7500 x 3,27= ca. 24.500 especies de (Sosa, inéd.; Vázquez, inéd.; Medan et al., 2002;
insectos antófilos. Devoto et al., 2005; Medan et al., 2006).
El tercer término de la ecuación requiere En la Argentina la generación de riqueza
un comentario más detallado. En ningún siste- depende fuertemente del aprovechamiento de
ma planta-polinizador conocido se verifican to- los recursos naturales, lo que tiene lugar pri-
das las interacciones planta-polinizador posibles mariamente a través de la explotación de sis-
(es decir, el producto AxP), sino parte de las mis- temas agropecuarios. Directa o indirectamen-
mas, cuyo número es frecuentemente denomi- te, todos estos sistemas productivos se apo-
nado S (Olesen & Jordano, 2002). Si el número yan en comunidades vegetales naturales o ar-
de interacciones reales se expresa como porcen- tificiales en las cuales la polinización entomófila
taje de las interacciones posibles se obtiene la juega algún papel: los polinizadores pueden ser
llamada conectancia C del sistema: C=100S/ cruciales para la formación de los frutos y semi-
(AxP). Por ejemplo, si en un sistema formado por llas que constituyen el objeto del cultivo, pue-
20 especies de plantas y 60 de insectos, la co- den ser responsables de la reproducción de las
nectancia es del 10%, ello indica que de las 1200 malezas que compiten con él (o de especies
posibles diferentes interacciones sólo 120 ocu- importantes para la supervivencia de sus pará-
rren realmente. El promedio de las conectancias sitos), y pueden contribuir a la perpetuación de
de 34 redes planta-polinizador tomadas de las plantas que nutren el ganado doméstico, entre
fuentes mencionadas antes es de 9,2%. La otros múltiples roles. La conservación de am-
conectancia disminuye a medida que aumenta bientes cuyo valor paisajístico sustenta indus-
el número de especies del sistema (A+P); el va- trias no extractivas como el turismo depende
lor C=9,2% corresponde aproximadamente a un también, a largo plazo, de la supervivencia de
tamaño de sistema A+P=100 especies (Olesen las especies entomófilas, que habitualmente
& Jordano, 2002). Suponiendo que las 24.500 constituyen una porción elevada de la diversi-
especies animales y 7500 especies vegetales de dad vegetal.
la Argentina están distribuidas en redes de ta- La experiencia mundial ofrece ya sobra-
maño cercano a 100 mutualistas, con relación A/ dos ejemplos de los riesgos que encierran, para
P= 3,27, nuestro país podría contener 314 re- los mutualismos objeto de este capítulo, los pro-
des formadas por 78 animales y 24 plantas cada cesos de degradación ambiental que afectan
una. En cada red podría esperarse que existie- hoy a nuestro planeta (Buchmann & Nabhan,
ran S=AxPxC=78x24x0,092=172 interacciones; 1997). El rico escenario de biodiversidad que
para el país entero podrían, entonces, esperar- brinda la Argentina provee a la vez oportunida-
se 172x314=ca. 54.000 interacciones planta- des para analizar y aprender a frenar tales pro-
polinizador diferentes. cesos, y para avanzar en el conocimiento de la
Mas allá de cuál sea la magnitud real de polinización como proceso biológico. Este pa-
la diversidad de mutualismos de polinización de norama debiera ejercer sobre nosotros, los in-
Insectos polinizadores 59

vestigadores, estímulos tan fascinantes como NER, D. JOEL, L.J. MUSSELMAN & C. PARKER (eds.),
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