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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL


DE LOS LLANOS CENTRALES
“RÓMULO GALLEGOS”
ÁREA DE POSTGRADO

LEY PARA EL DESARME Y CONTROL DE


ARMAS Y MUNICIONES

PROF.: INTEGRANTES:
DR. MARIO POPULI DUQUE TANHANAEFF
ESCUELA PATRICIA
GUEVARA BETSY

MARACAY JUNIO DE 2018


INTRODUCCIÓN

El presente trabajo tiene como finalidad presentar un análisis crítico sobre la


Ley para el desarme y control de armas y municiones, dando un enfoque sobre las
funciones de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en cuanto a su competencia
en la regulación de las armas de fuego y municiones, asi como los beneficios
desde la perspectiva de seguridad social.

Esta ley busca acabar o dar fin a la armería como rubro comercial,
limitando las ventas de municiones y armas de fuego a fin de garantizar un estado
de seguridad libre de violencia. En la ley se contemplan dos tipos de sanciones,
las administrativas y las sanciones penales referidas en su mayoría al porte ilícito
de las armas de fuego, y que tendrán pena de 1 a 25 años máximo de prisión.
LA LEY PARA EL DESARME Y CONTROL DE
ARMAS Y MUNICIONES

Antecedentes

La violencia puede definirse como el uso o amenaza de uso de la fuerza


física o psicológica, con intención de hacer daño, y que podemos encontrarlo en
diferentes modalidades: acoso escolar (bullying), delincuencia, delincuencia
organizada, violencia urbana, violencia conyugal, maltrato infantil, abuso sexual,
violencia intrafamiliar, maltrato a personas con discapacidad o adultos y adultas
mayores y entre estos está ligado en su mayoría las armas de fuego.

La situación actual que enfrenta nuestra sociedad en cuanto a la violencia


de armas de fuego se agrava cada día más debido a la configuración de las
estructuras socioeconómicas, el bajo nivel de logro educativo y la formación
cultural de los ciudadanos y ciudadanas.

La violencia generada por las armas de fuego como un componente de la


inseguridad ciudadana es una situación que se puede comprobar en el incremento
de diversas manifestaciones de delincuencia, pero que también encuentra
fundamento en un estado de opinión generalizado, difundido a través de vecinos,
amigos o los mismos medios de comunicación.

En relación a lo anterior, se entiende que el control de las armas de fuego,


es meramente responsabilidad del Estado, puesto que la proliferación de armas de
fuego, está asociada al crecimiento de la delincuencia y de la violencia en todas
sus manifestaciones. En Venezuela, el desarrollo y los programas sociales
presentan indicadores más positivos que muchos otros países de la región. Sin
embargo, las últimas estadísticas oficiales publicadas en el Anuario de Mortalidad
2011 del Ministerio del Poder Popular para la Salud señalan el homicidio/suicidio
como la primera causa de muerte en jóvenes entre 15 y 24 años. Según el Articulo
ARMAS de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES) 2011,
indica que una encuesta dada por el Cuerpo de Investigación, científica, Penales y
Criminalística (CICPC); EL 70,97% de los encuestados manifestaron que fueron
víctimas de robo con arma de fuego.

Este fenómeno de las Armas de fuego en Venezuela como generador de


violencia, ha jugado un papel muy complejo por encima de otro tipos de
armamentos; ya que como comenta Pérez Mellado (desarrollado por la revista
ARMAS de la UNES, 2007.) “La violencia se manifiesta principalmente en la forma
de choques armados entre distinta organizaciones criminales….”, y es por esta
razón, que el Estado ha intentado tener el completo control de la producción,
fabricación y distribución de las armas de fuego; por ser parte de la seguridad de
una nación establecido en la ley de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.

Todos lo anterior descrito, nos revela una cruel realidad de la situación y del
daño que causan las armas. Investigaciones actuales calculan que las armas
provocan aproximadamente quinientas mil muertes directas por año, de las cuales
cerca de trescientas mil tienen lugar en conflictos armados y doscientas mil en
otras situaciones, tales como homicidios, suicidios, homicidios culposos, y
disparos de la policía.

Es por ello que con la promulgación de esta ley de Para El Desarme y


Control de Armas y Municiones se busca tener un control de las de las mismas y
dar respuesta estructural al problema delictivo; siempre y cuando exista una plena
coordinación entre la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, el Ministerio de
Interior, Justicia y Paz y los cuerpos policiales para que pueda ser efectivo de
manera efectiva y directa.
Adicional a la regulación de las armas la ley para el desarme y control de
armas y municiones busca:

 Acabar con la venta comercial de las Armas dándole la potestad a la


Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (CAVIM).
 Diferenciar los tipos de Portes de Armas y tenencia de Armas para darle a
cada uno un procedimiento para su respectivo otorgamiento.
 Prohibir la recarga, limita la venta y un plan de producción de municiones
por parte de CAVIM al Presidente de la República anualmente.
 Legalizar la inutilización de armas, ordena la amnistía, a todo el que
entregue un arma de fuego; entre otras sanciones y obligaciones que
permiten llevar un control y seguimiento de las armas y sus municiones.

ESTRUCTURA DE LA LEY PARA EL DESARME Y CONTROL DE


ARMAS Y MUNICIONES

La Ley para el Desarme y Control de Armas y Municiones se presenta


dividida en seis (6) títulos; el primero con una disposición general, el segundo con
dos capítulos, el tercero con seis capítulos, el cuatro con tres capítulos, el quinto
con cuatro capítulos y el sexto con dos capítulos. Esta ley consta de ciento
veinticinco artículos, dos disposiciones derogatorias, seis disposiciones transitorias
y dos disposiciones finales.

Esta ley tiene como objeto, normar, regular y fiscalizar el porte, tenencia
posesión, uso registro, fabricación, comercialización, abastecimiento,
almacenamiento, registro, importación, exportación, tránsito y transporte de todo
tipo de armas, municiones, accesorios, partes y componentes, tipificar y sancionar
los hechos ilícitos que se deriven de esta materia, para impedir, combatir y
erradicar la fabricación y el transito ilícito de armas de fuego y municiones; así
como para crear los planes para ejecutar, coordinar y supervisar el desarme de las
personas naturales y jurídicas a los fines de garantizar y proteger a los ciudadanos
y ciudadanas e instituciones del Estado, sus propiedades, bienes y valores.

En cuanto al ámbito de la ley, quedan sujetas todas las personas naturales


y jurídicas de derecho público y privado que porten armas de fuego, así como las
que usen, posean, fabriquen, transporten y realicen actividades concernientes a
las armas de fuego y municiones. Al mismo tiempo, se define el concepto de arma
de guerra y arma de fuego, en su artículo cinco se nombran los tipos de armas de
fuego que son: Armas Orgánicas, Armas Deportivas, Armas de Colección, Armas
de Cacería y Armas no Industriales.

Por otra parte, se establece dentro del contenido de la presente ley,


específicamente en su artículo ocho, la competencia, asentando que es exclusiva
de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana todo lo concerniente a la fabricación,
traslado, importación, exportación y comercialización de armas de todo tipo.

En consecuencia, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana deberá


anualmente, ante el Presidente de la República, en Consejo de Ministros presentar
para su aprobación, el plan de fabricación e importación de los tipos y cantidades
de armas de fuego y al mismo tiempo rendir cuentas respecto a la fabricación,
importación, exportación y comercialización de las armas de fuego cumpliendo así
con los artículos 11 y 12 de la Ley para el desarme y control de armas y
municiones.

Respecto al registro de armas de fuego, la Ley para el desarme y control de


armas y municiones nos señala que quienes se encarguen de su comercialización,
deberán llevar un registro automatizado y actualizado donde consten los ingresos
y egresos de las mismas, el cual será de uso compartido con la dependencia de la
Fuerza Armada Nacional Bolivariana con competencia en materia de control de
armas. Así mismo, esta Ley consagra, en su artículo 51, que la información sobre
las armas de fuego, componentes y municiones, fabricadas, importadas y
comercializadas en el país, destinadas al porte o tenencia de personas naturales y
jurídicas, públicas y privadas, deberá estar registrada y almacenada en un sistema
automatizado por un lapso no menor a treinta (30) años, que será de uso exclusivo
de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.

Es importante hacer referencia de la información que debe contener dicho


registro, como lo son Las características del arma de fuego, incluyendo el calibre,
tipo, marca, modelo, año de fabricación, nombre del fabricante, lugar de
fabricación o de origen, igualmente el marcaje y seriales del arma; la identificación
de las personas ya sean naturales o jurídicas que hayan estado autorizadas para
el porte o tenencia del arma de fuego, dejándose indicación de la fecha de
expedición, la renovación y vencimiento de los mismos; las armas de fuego
involucradas en procesos penales, etcétera.

Por otra parte, están los permisos para el porte y tenencia de arma de fuego
a las personas naturales y jurídicas que contempla la Ley para el desarme y
control de armas y municiones, donde se expresa que los mismos son
individuales, intransferibles, y que para su otorgamiento y renovación, se requerirá
de la reunión y presentación de ciertos requisitos dispuestos en la Ley.

Dicho esto, tenemos entonces que los permisos para porte de arma de
fuego, se clasifican en los siguientes tipos:

Permiso para las personas naturales:

 Para defensa personal, que tendrá vigencia de dos (2) años y se limitará a
un arma de fuego con cincuenta (50) municiones anuales.
 Fines deportivos, con vigencia de dos (2) años y con un máximo de
trescientas (300) municiones mensuales por cada arma autorizada.
 Para cacería, dos (2) años de vigencia con un máximo de cien (100)
municiones mensuales.
 Para la protección de personas, con vigencia de un (1) año y estará limitado
a un arma de fuego por persona, con cincuenta (50) municiones anuales.
 Permiso de tenencia domiciliaria, limitado a un (1) arma de fuego, con
vigencia de tres (3) años y cincuenta (50) municiones anuales.

Permiso para las personas jurídicas:

 Para la protección de bienes, con vigencia de un (1) año y cincuenta (50)


municiones anuales que se contabilizarán por cada arma autorizada dentro
del permiso correspondiente.
 Traslado y custodia de bienes y valores, vigente por un (1) año, con
cincuenta (50) municiones anuales que se contabilizarán por cada arma
autorizada.
 Para el resguardo en zonas agropecuarias, con vigencia de dos (2) años,
pudiéndose adquirir un máximo de cien (100) municiones anuales.
 Para fines artísticos, por un (1) año de vigencia (En este caso, las
cantidades y características técnicas de las municiones, serán reguladas en
el Reglamento que a tal efecto dicte la Fuerza Armada Nacional
Bolivariana).
 Permiso para el personal militar de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana
y de los funcionarios policiales y seguridad ciudadana del Estado
venezolano, a quienes se les podrá otorgar una dotación inicial de hasta
cincuenta (50) municiones por cada arma autorizada y asignada a sus
respectivos funcionarios (La reposición de las municiones policiales se
realizará previa presentación del informe de rendición de cuentas de la
utilización de las mismas y conforme al procedimiento que a tal efecto
determine el órgano rector del servicio de policía).
 Para tenencia de armas de fuego de colección, que tendrá vigencia de
cinco (5) años (Este permiso aplica tanto a personas naturales como
jurídicas).

Cabe destacar que, la adquisición lícita de armas o municiones por


personas naturales y jurídicas, no significa su posesión permanente, en el sentido
de que sólo implica la posesión condicionada de las mismas; puesto que el Estado
se reserva el derecho a recuperarlas en las condiciones que establezcan esta Ley
y su Reglamento.

En cuanto a la prevención contra el uso de armas de fuego, esta normativa


nos indica que los medios de comunicación (prensa, radio, cine, televisión y
medios electrónicos), deberán incluir gratuitamente en su programación diaria,
mensajes y campañas de prevención e información sobre el uso indebido y
medidas de control de armas de fuego, municiones, así como sobre los planes y
programas para el desarme, debiendo abstenerse de publicar informaciones o
imágenes que promuevan o inciten al uso de las mismas.

Con relación a este punto, tenemos que la Ley establece la creación del
Fondo para el Desarme (que será administrado por el servicio desconcentrado que
a tal efecto creará el Presidente de la República), que tendrá por objeto la
coordinación de planes, programas y proyectos de prevención y concientización
sobre el manejo y uso de armas de fuego, así como sobre el manejo ilícito y el uso
inadecuado de las mismas.

De igual manera, el Estado venezolano, organizará planes dirigidos al


desarme de la población, desarrollando acciones tendentes a lograr la
recuperación de armas de fuego y municiones, la destrucción de las mismas y el
fomento de la entrega voluntaria, para lo cual se creará el Plan Nacional de Canje
de Armas y Municiones, que ejecutará las políticas públicas necesarias, en aras
de conseguir la entrega voluntaria de armas, lícitas o ilícitas, que estén en
posesión de personas naturales y jurídicas, que se encuentren en el territorio
nacional, garantizándose el anonimato de la persona que realice la entrega; la no
persecución penal hacia la persona que consigne el armamento (Lo que se
conocerá como Amnistía, conforme al artículo 88 de la Ley); y el otorgamiento, por
parte del Fondo para el Desarme, de compensaciones e incentivos, que serán
determinados en el Reglamento de la Ley.

Ahora bien, en materia de sanciones, la Ley para el desarme y control de


armas y municiones, consagra por un lado sanciones administrativas que, según
la infracción, oscilarán desde veinticinco (25) hasta mil (1000) unidades tributarias
(U.T.) contenida en los artículos del 99 al 107; y por el otro, sanciones penales,
que dependiendo del delito cometido, que recibirá pena de uno (1) a veinticinco
(25) años de prisión como máximo, según los artículos desde el 108 hasta el 124..

TIPOS PENALES CONSAGRADOS EN LA LEY PARA EL DESARME Y


CONTROL DE ARMAS Y MUNICIONES

Sanciones Administrativas

1. Exhibición Indebida de Arma de Fuego. Art. 99.


2. Porte Indebido de Arma de Fuego. Art. 100.
3. Traslado, Donación o Transferencia No Autorizada. Art. 101.
4. Omisión de Notificación. Art. 102.
5. Arma de Fuego con Permiso Vencido. Art. 103.
6. Porte Excesivo de Municiones. Art. 104.
7. Incumplimiento de Medidas de Seguridad. Art. 105.
8. Tenencia Ilícita de Arma de Fuego y Municiones. Art. 106.
Sanciones Penales

1. Imprudencia o Descuido sobre las Armas de Fuego. Art. 108.


2. Descarga de Armas de Fuego en Lugares Habitados o Públicos. Art. 109.
3. Falsificación de Permisos de Porte o Tenencia. Art. 110.
4. Posesión Ilícita de Arma de Fuego. Art. 111.
5. Porte Ilícito de Arma de Fuego. Art. 112.
6. Porte de Arma de Fuego en Lugares Prohibidos. Art. 113.
7. Uso de Facsímil de Arma de Fuego. Art. 114.
8. Uso Indebido de Armas Orgánicas. Art. 115.
9. Modificación de Armas de Fuego. Art. 116.
10. Alteración de Seriales y Otras Marcas. Art. 117.
11. Recarga de Municiones. Art. 118.
12. Alteración de Municiones. Art. 119.
13. Reactivación de Armas Inutilizadas. Art. 120.
14. Sustracción de Arma de Fuego o Municiones en Resguardo. Art. 121.
15. Introducción de Arma de Fuego o Municiones en Centros Penitenciarios.
Art. 122.
16. Tráfico Ilícito de Armas de Fuego. Art. 124.

DEFINICIONES DE TÉRMINOS BÁSICOS

Arma: el instrumento o herramienta que permite atacar o defenderse, cuyo


uso produce amenaza, vulnerabilidad, riesgo, lesión, muerte o daño a personas,
medio ambiente, animales o cosas
Arma de fuego: el instrumento mecánico que utiliza una materia explosiva
que propulsa uno o múltiples proyectiles por medio de presión de gases, los 2
cuales son lanzados a gran velocidad, producto de la deflagración de pólvoras,
que despiden gas a alta presión tras una reacción química de combustión.
Arma blanca: el instrumento o herramienta cortante que consta de una hoja
de acero y punta filosa que indebidamente utilizado, puede causar lesión, muerte o
daño a personas, medio ambiente, animales o cosas.
Munición: es la carga de las armas de fuego necesaria para su
funcionamiento, regularmente está compuesta por la cápsula, el fulminante, la
carga propulsora y la punta o bala.
Explosivo: se considera explosivo a toda sustancia o elemento químico en
estado sólido, líquido o gelatinoso que al aplicarle factores de iniciación como
calor, presión o choque, se transforma en gas a alta velocidad, produciendo
energía térmica y presión, siendo capaz de generar detonación o deflagración y
producir efectos destructores en personas u objetos.
Partes y componentes: comprende todo elemento de repuesto
específicamente creado para un arma de fuego e indispensable para su
funcionamiento, incluidos el cañón, la caja o el cajón, el cerrojo o el tambor, el
cierre o el bloqueo del cierre y todo dispositivo para disminuir el sonido causado
por el disparo de un arma de fuego.
Accesorios: las partes, piezas, dispositivos o equipos adicionales a los
componentes básicos de fabricación original de un arma de fuego y que pueden o
no alterar la estructura, funcionamiento, registro balístico o seriales. Estos se
dividen en: a) Básicos: los que asumen un carácter estético, que no inciden o
condicionan el funcionamiento de un arma. b) Moderados: los que aumentan,
complementan o aventajan la precisión en el funcionamiento de un arma. c)
Complejos: los que alteran la estructura, funcionamiento, efectividad, letalidad,
registro balístico o seriales del arma. Leyera apreciación
Desarme: es la acción del Estado orientada a fomentar la entrega
voluntaria o la recuperación forzosa de armas de fuego y municiones que se
encuentren en el territorio y demás espacios geográficos de la República, de
acuerdo a lo previsto en la presente Ley y su Reglamento, amparada en el
absoluto respeto y protección de los derechos humanos.
Armas no letales: comprenden aquellas armas o tecnologías que han sido
específicamente diseñadas para incapacitar o inmovilizar a una o varias personas,
minimizando la posibilidad de causarle la muerte o lesiones permanentes, así
como daños a bienes y al medio ambiente.
Facsímil de arma de fuego: comprenden todos aquellos instrumentos que,
sin ser un arma genuina y por sus características estructurales, constituye una
perfecta imitación o reproducción de un arma de fuego verdadera.

LEYES DEROGADAS CON LA PROMULGACIÓN DE LA LEY PARA EL


DESARME Y CONTROL DE ARMAS Y MUNICIONES

Así mismo, para finalizar, señalamos que con la promulgación de esta Ley,
han quedado expresamente derogadas las siguientes normativas:

La Ley de Armas y Explosivos, publicada en G.O. nº. 19.900, de fecha


12/06/1939, salvo lo previsto en sus artículos 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18,19 y 20.

El Reglamento de la Ley Sobre Armas y Explosivos, publicado en G.O.


nº. 20.107, de fecha 13/02/1940, salvo lo establecido en los artículos 3, 8, 10,11,
23, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 32, 33, 34, 35, y 36, hasta tanto se sancione y
publique la Ley Sobre Explosivos.

La Ley para el Desarme, emitida en G.O. nº. 37.509 del 20/08/2002.

Y todas aquellas disposiciones que resulten contrarias a lo dispuesto en


este nuevo texto normativo.
CONCLUSIÓN

La Ley para el Desarme publicada el 17 de junio de 2013, fue promovida


con la intención de desarmar a la población venezolana en vista de la alta tasa de
criminalidad que se ha evidenciado en los últimos años, teniendo en cuenta que
para las cifras oficiales de la Organización de Naciones Unidas (ONU),
Venezuela se encontraba entre los países más violentos del continente y del
mundo.

Cabe recalcar, que esta Ley fue considerada como un instrumento de


justicia social que viene a dar una respuesta estructural al problema delictivo y
así mismo regular la venta de armamentos a particulares y supervisar su uso por
parte de los funcionarios policiales y militares

Finalmente, es importante destacar que la ley permite exclusivamente 50


municiones anuales para las personas naturales o jurídicas con los permisos para
porte de armas en los casos de defensa personal, protección de personas,
tenencia domiciliaria de arma de fuego, tenencia para protección de bienes y para
traslado y custodia de bienes y valores.

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