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Fomentar la productividad en el almacén

La especialización, la formación continua de los empleados, los incentivos o la automatización de


procesos son algunas de las acciones que se pueden llevar a cabo para fomentar la productividad en
la plantilla. Obtener los resultados deseados con los recursos con los que contamos dependerá en
gran grado de la gestión de nuestro capital humano.

Escoger el sistema de almacenaje adecuado


A la hora de organizar la mercancía existen diferentes sistemas de almacenaje como
el ordenado (lugar único, fijo y predeterminado), el desordenado o del "hueco libre",
en bloque por orden de llegada o según el flujo de entrada y salida (en el First in- First out el
artículo que entra primero sale primero y en el Last in- Last out, el que entra el último es el que sale
primero). La respuesta a cuál es el sistema de almacenaje más eficiente responderá sobre todo al tipo
de mercancía que almacenamos pero tambián a factores como la distribución del espacio o la mano
de obra.

Aprovechar el espacio vertical


En un almacén el espacio es limitado por lo que para ser eficiente hay que aprovechar al máximo el
espacio vertical. Las estanterías para almacén son definitivamente la mejor solución para el
aprovechamiento de las alturas, gracias a modelos como la estantería Picking, capaz de soportar
hasta 975 kg de carga por balda. La resistencia y la versatilidad son dos de los aspectos
indispensables en los dispositivos de almacenamiento, por lo que en los almacenesse suele optar
por las estanterías metálicas.

Tecnología y automatización
La evolución de la tecnología y los avances informáticos hacen que cada vez más la automatización
de algunos procesos está a la orden del día y que el "Internet de las cosas" (IoT, por sus siglas en
inglés) está presente en cada vez más empresas.

Prever las necesidades de almacenamiento


Para una buena gestión del almacán es necesario mirar más allá del corto plazo y tratar de planificar
en la medida de lo posible las necesidades de las instalaciones a medio y largo plazo. Un cálculo
de las necesidades de aprovisionamiento actuales y futuras es una buena herramienta para poder
mejorar la productividad y reducir costes a largo plazo. Una correcta gestión del stock es otra de las
claves en una organización eficiente del almacén.

Prestar atención a la preparación de pedidos


La preparación de los pedidos es el último proceso al que se somete el producto antes de salir del
almacén y comenzar la etapa de distribución. Una distribución que puede ser directa (el productor es
el encargado de distribuir el producto) o indirecta (cuenta con la intervención de intermediarios). En
muchos tipos de negocio como los ecommerce o aquellos en los que no hay un negocio físico como
intermediario este proceso es todavía más importante, pues serán los consumidores los que reciban
directamente ese pedido preparado en el almacén.

Cantidad de productos y rotación de los mismos


1.- Una de las cuestiones más importantes a tener en cuenta es la
cantidad de productos que vamos a tener en nuestro almacén, sus
pesos, sus volúmenes, y el tamaño que tienen. Todas esas
características físicas van a determinar el tamaño del almacén que la
empresa va a necesitar. No es lo mismo productos muy voluminosos o
pesados que productos pequeños y poco voluminosos.

2.- A parte de este dato, hay otro importante, a tener en cuenta. Se


trata de la rotación y venta de cada producto o familia que definirá la
ubicación de los mismos. Así, si los productos que se venden más,
tendrán que ser ubicados en aquel lugar donde menos esfuerzo
represente alcanzarlos y acceder a ellos. Esta mejora representa un
aumento en la productividad ya que necesitaremos mucho menos
tiempo para acceder a ellos, lo que multiplicado por un producto con
mucha rotación, se puede convertir en un ahorro de tiempo que
repercute, también a nivel económico.

3.- Si estas pensando en cambiar las estanterías de tu almacén, es


clave que selecciones aquellas que te permitan realizar operaciones
con más productividad. Y hemos de pensar, que en ocasiones, no
hace falta una estantería ya que el propio suelo es la mejor opción
para muchos casos.

4.- Si tu almacén tiene unas dimensiones elevadas deberías plantearte


un Sistema de Gestión de Almacén (SGA). Se trata de una
herramienta que muchas empresas consideran para reorganizar sus
almacenes y optimizar las operaciones ya que permite guiar a los
operarios en las diferentes tareas del almacén y en la entrada y la
salida a la línea de producción.

En este terreno, no solo hemos de pensar en un SGA sino en la


manera de implementarlo y reforzar sus mejoras para incrementar la
productividad. Estamos hablando de diferentes elementos hardware,
como pick to ligth, pick to voice, hand held etc.. con sus ventajas e
inconvenientes. Ya que todos son buenísimos pero cada uno para
unas necesidades concretas.

Orden, limpieza y seguridad


5.- Parece obvio, pero no lo es. En los almacenes la máxima ha de ser
el orden y la limpieza ya que es fundamental . Así como una serie de
normas y pautas para hacer seguir o cumplir este orden. Porque el
desorden y la desorganización llama a la desorganización y a la poca
o escasa productividad.

6.- La seguridad y la ergonomía son otro de los puntos importantes y


necesarios en lugares donde se almacena mucha cantidad de
mercancía, peso y valor. Este punto se descuida, a menudo, por las
compañías y puede dar lugar a connotaciones que, si las midiéramos
nos preocuparían todavía más. Y hablamos de seguridad, no solo para
con los operarios, sino también para los productos. Ya que si estos
son pilferables, atractivos para el robo, debemos implementar un
mayor grado de seguridad con cámaras o vigilancia extra.

Zonificación y operativas a desplegar


7.- Cuando hablamos de reorganización en almacenes, debemos
hacer especial hincapié en los protocolos de preparación, zonificar las
preparaciones por empleados para que el operario recoja varios
pedidos a la vez, así como que la mercancía venga al operario. Y en
este mismo sentido repartir y ventilar los productos a las playas de
salida. En este sentido, cada empresa o negocio tendrá sus diferentes
matices que van a permitir mejorar la productividad.

8.- Si nuestro objetivo es un aumento de la productividad, debemos


analizar las operativas a desplegar, en cada caso, para ayudar a
reducir los tiempos de preparación. Nada tienen que ver las
operaciones de palet, con las de picking de caja, o con las de e-
commerce o picking unitario. En este sentido, cada operativa tiene su
particularidad que hay que estudiar detenidamente.

Flexibilidad y externalización
9.- En la organización de almacenes, así como en la de negocios, es
esencial contar con el valor añadido que aporta tener la mayor
flexibilidad que requiera el mercado o nuestro cliente.

10.- Y, por último, si crees que no vas a ser capaz de atender todas
las demandas y tareas que implica la racionalización de un espacio
tan productivo como el almacén de tu compañía, bien por tiempo o por
profesionalidad, siempre puedes externalizar este servicio con
profesionales que te ayudarán y atenderán tus demandas como
nuestras soluciones 360 en consultoría logística.

Planificar la estrategia de logística: almacén propio o


subcontratado
Comenzando con una planificación, la gestión del almacén puede depender de diversos
factores, como:

 El comportamiento del mercado.


 La estrategia de negocio.
 El modelo de ventas.
 La cadena de abastecimiento.
 La cadena de producción.
 Otros factores como: el espacio, el dinero disponible…
Con todos estos factores, debemos pensar en tener subcontratado el almacén o
gestionarlo por nuestra cuenta.

Reducir los desplazamientos innecesarios con ayuda de


maquinaria adecuada
Para ello, es vital optimizar la distribución de los productos en estanterías para una
mayor facilidad de picking. También otro paso importante es limitar el transporte de las
cargas pesadas, equipando el almacén con carretillas o transpaletas.

Por otro lado, no está de más invertir en máquinas de envolver, producción de relleno o
selladoras.

Organizar el espacio del almacén y crear rutas logísticas


Lo fundamental es que en el almacén se haga un buen uso del espacio. La creación de
rutas logísticas nos puede ayudar, pero también es importante tener una numeración de
los productos o secciones.

Por otro lado, debemos establecer zonas delimitadas: áreas de salidas y llegadas, de
carga y descarga, picking, almacenamiento…

Establecer una zona de stocks para pedidos de alta


rotación
En cada almacén se deben establecer productos con elevada rotación, es decir, los más
solicitados por los clientes y, por ello, los más solicitados en el almacén o en el resto de
la compañía.

Por este motivo, se recomienda crear zonas especiales para almacenar estos productos,
una zona cercana al área de llegada y el área de embalaje / envío, por ejemplo.

Llevar a cabo la técnica cross-docking


Esta técnica tiene como objetivo que el producto siempre esté lo mínimo posible en las
instalaciones. Es decir, que los productos se descargan a la llegada al almacén y se van
moviendo directamente hasta el transporte de carga sin pasar por stock. Así, se consigue
que la mercancía no se “apelotone” o almacene varios días.

Una de sus principales ventajas es que el precio del producto no disminuye: cuanto más
tiempo se encuentra un artículo almacenado, más cae su valor y más sube la posibilidad
de que se rompa, pierda o sea robado.

Gestionar las roturas de stock de manera automática


Las roturas son la asignatura pendiente de muchas empresas logísticas o comerciales. Se
intentan minimizar al máximo, puesto que suponen pérdidas. La gestión de estas roturas
es un rompecabezas para la mayoría de las compañías, puesto que además suelen
generar insatisfacción a los clientes.

Cuando esto ocurre, se puede activar un procedimiento que esté automatizado con
equipos de ventas o servicio. Lo más común es el envío de forma automática de un
aviso por correo electrónico de la devolución al inventario del producto afectado.
Hacer controles de calidad
Es uno de los pasos más importantes, aunque sea el último en esta lista. A los clientes
no les hace ni gracia los errores en los pedidos, como es lógico. El desafío de los
profesionales logísticos es evitar este tipo de errores a toda costa.

Estableciendo un control de calidad, los pedidos pueden revisarse en cada paso del
proceso de logística: llegada de la mercancía, picking, embalaje y el envío.

Este control se debe realizar de forma más rápida por medio de escaneo, el cual verifica
el número y la precisión de todo tipo de productos en el momento de empaquetar.

Siguiendo estos consejos sabremos cómo organizar un almacén de la manera más rápida
y ágil posible. La organización es la palabra clave en la gestión de la logística, puesto
que un almacén estructurado ahorra tiempo y hace aumentar la eficiencia. Además, se
aconseja delimitar las zonas dentro del almacén y contar con las herramientas o
maquinaria adecuada para lograr una mayor seguridad y la ausencia de errores.

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