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Etnias

Universidad Nacional de Colombia


Cultura material de América Latina
Juan Camilo Cortés García

LENGUAS INDÍGENAS: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/antropologia/lengua/clas2.htm


SITUACIÓN ACTUAL DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS:
http://www.banrepcultural.org/node/32941

DE LA GUAJIRA
El grupo de los wayuu se ubica al norte del territorio colombiano y venezolano; en
Colombia, en la región peninsular Guajira. Este grupo reconoce siete puntos cardinales
dentro de su territorio, que se relacionan con su cosmovisión. Está el Winpumüin,
relacionado con el agua y es de donde provienen sus clanes; Jala’ala o la región de
piedras; Wopumüin, hacia el suroeste; Palaamüin, en el occidente, relacionado con el
mar; Anoulimüin, en la planicie; Jasale’omüin, hacia el sudeste; y Uuchi’müin, terreno
de montañas, hacia el sur. Su percepción del mundo está relacionada también con las
actividades del pastoreo y la pesca. Es importante señalar que el pastoreo reemplazó la
caza y recolección que el grupo humano asentado en esta región practicaba antes del
contacto con los europeos. Sin embargo el sistema de creencias y percepción del origen
y funcionamiento del mundo wayuu se transcribió en esta nueva actividad y desde el
pastoreo se puede entender cómo piensan. Este orden y las explicaciones mitológicas
que lo soportan se extienden hasta el mar, en donde las almas de los wayuu terminarán
su camino, volverán al origen, una vez la muerte llegue.
Además de ser pastores y pescadores también son horticultores, comerciantes, trabajan
en la explotación de la sal, el yeso y el talco, elaboran tejidos como actividad doméstica
central, y con menor frecuencia son alfareros.
Reconocen la carne y la sangre como herencia, la carne se hereda de la madre y la
sangre del padre. Su organización social es matrilineal. Quienes son parientes a través
del vínculo de carne son apüshi, mientras que los parientes por vínculo sanguíneo se
nombran oupayu. Esta sociedad se divide en “vecindarios” que albergan hasta 300
personas distribuidas en rancherías familiares (unidas por el vínculo de la carne).
Los idiomas hablados en la península son principalmente el wayuunaiki y el español. El
wayuunaiki pertenece a la familia lingüística Arawac, que revela migraciones
ancestrales desde el Amazonas hacia el norte.
LOS HABITANTES DE LA SIERRA NEVADA DE SANTA MARTA
Los datos demográficos más aceptados para las etnias habitantes de la Sierra Nevada de
Santa Marta corresponden a los estudios desarrollados por Arango y Sánchez. En 1989
indican 17.032 como el total de población indígena, de los cuales 9.394 serían ikas,
6.138 kogui y 1.500 wiwas. En una publicación del 2.001 los investigadores muestran el
aumento demográfico con una cifra de 9.911 habitantes para los kogui, 14.799 ikas y
1.922 wiwas.
Ikas o arhuacos: Se extienden por los departamentos de Magdalena y Cesar, en
contacto con los ríos Ariguani, Guatapuri, San Sebastián y Fundación. Son un pueblo
cultivador, principalmente de coca, caña de azúcar y café, además de papa, frutas, maíz
y fríjoles. Aunque en términos académicos hablaríamos de una estructura piramidal del
poder que fusiona la horticultura escalonada (en diferentes pisos térmicos) y el pastoreo
de alta montaña. Su lengua se denomina ika (también ijka, bintukwa, arhuaco, ikan,
busintana o businca). La máxima autoridad es nombrada “mamo” y entre sus funciones
está el mediar en conflictos y organizar el trabajo que se realiza en comunidad. La
ciudad sagrada, lugar de las celebraciones más importantes, es llamada Nabusímake.
El alto nivel organizativo y de resistencia de este grupo social ha sido destacado en la
historia. Cuando la misión capuchina intervino su territorio, por más de medio siglo, su
organización social adaptó las formas de los sindicatos campesinos de la Zona
Bananera, logrando que a comienzo de la década de 1980 las misiones se retiraran
definitivamente de su territorio sagrado. Gracias a los buenos resultados, desde allí los
ika han adoptado principios de organización centralizada que les ha hecho subsistir y
anteponerse ante la “extinción cultural” y la pérdida del territorio.
Kogui: Se asemejan a los ika en tanto combinan la horticultura escalonada con el
pastoreo de alta montaña, y se diferencian en que no tienen centralización política.
Además, crían animales domésticos y fabrican panela. El guineo y la yuca son la base
alimenticia en las tierras bajas, mientras que en las altas es el fríjol y la papa. Además,
cultivan caña de azúcar, coca, ñame, batata, malanga, guandú y ahuyama. Su lengua se
conoce como kogui, kogi, kággaba, kogian o köggaba y pertenece a la familia Chibcha.
Se asientan en el departamento de Magdalena, relacionándose con los ríos San Miguel,
Ancho, Sevilla y Tucurinca.
Su organización social está íntimamente ligada a la mitología y de hecho cada
integrante del grupo está ligado con ancestros mitológicos y este vínculo se expresa en
las decoraciones en tejidos y vestido que cada cual luce. La autoridad máxima son los
mámas. Ellos pueden exigir que se cumplan las leyes exogámicas estrictamente, pero el
principio general que se respeta es que los solteros no pueden involucrarse con sus
madres, hermanas, hijas o tías (ya sean paternas o maternas).
La presencia de colonos en las proximidades de su territorio incidió para que
comenzaran a hacer uso de “escrituras” para certificar la pertenencia de las tierras. Los
colonos entregaban hojas de papel con escritura a mano a cambio de hasta dos cabezas
de ganado. Con estos trámites supuestamente los kogui podrían defender su territorio,
sin embargo, la validez de estos papeles es altamente discutible.
Wiwas: Se ubican en los departamentos de Cesar y Guajira, entre los 900 y 2.500
m.s.n.m. el territorio principal está entre la cuenca media-alta del río Ranchería y los
cursos más superiores de los ríos Cesar y Badillo. Su lengua es conocida como sanká,
malayo, arsario, nábela, guamaca o marocacero; pertenece a la familia lingüística
Chibcha. Cultivan yuca, ñame, fríjol, malanga, plátano, maíz, caña de azúcar, café y
coca. También fique, que usan para tejer hamacas y mochilas suzu (que los hombres
acompañan con la mochila duadu, de algodón). La vestimenta es elaborada por las
mujeres, a la vez que los hombres confeccionan los sombreros. Son cazadores de aves,
conejos, iguanas y roedores. Los mámas son sus autoridades, que intervienen tanto en la
cotidianidad como en las ceremonias rituales.
Su territorio se ha visto penetrado por diversos agentes externos como campesinos
colonos, misioneros de la organización del Orfelinato de la Sierrita (Siglo XVIII),
cultivadores de marihuana (década de 1970); las consecuencias de estas intromisiones
han sido la separación y desplazamiento del grupo por la tenencia de la tierra a través de
la violencia. Sin embargo, con el abandono de las tierras por parte de algunos colonos,
muchos de los wiwas retornaron a sus tierras para reconstruir su etnia. Al igual que los
kogui e ikas, tienen representantes políticos ante el estado colombiano. Son muy
cercanos a los kogui, especialmente por compartir fronteras.
Con el “telar de la vida” que sostiene a los pueblos serranos, han logrado resistir a la
permeación e invasión de colonos y otras gentes que les han causado preocupaciones en
cuanto a conservar sus hábitos ancestrales, cosmovisión y territorio.
ZENÚES
La denominación "zenúes" se encuentra por primera vez en las crónicas de Indias y así
es como se le conoce a este grupo. Esto quiere decir que fue un nombre dado por los
españoles a diferentes poblados en una región, lo cual no necesariamente coincide con
la identificación de este grupo prehispánico con el nombre, ni con la agrupación y
"división cultural" legada de los europeos. Su lengua propia dejó de ser usada hace
aproximadamente dos siglos. Tres señoríos conformaban el grupo de los zenúes.
Finzenú, Panzenú y Zenufana. Desde el sur de Cartagena, habitaban las hoyas de los
ríos San Jorge, Nechí, bajo Cauca y Sinú. Finsenú y Zenufana eran gobernados por una
pareja de hermanos. En Finsenú, ubicado en la hoya del Sinú, se construyó una red de
canales y camellones que ayudaban a drenar el agua en temporadas de inundación. Esta
estrategia es ampliamente difundida a lo largo del continente y aún se investiga qué
otras funciones o significados pudieron haber desempeñado tales obras. La tradición en
este señorío de tener a una mujer como líder se mantuvo hasta el contacto con los
españoles. Era en este territorio en donde se enterraban las gentes más importantes.
Otro legado de esta cultura para reconocimiento de todo el país es su tejido, con el que
se elabora el afamado "sombrero vueltiao". Algunos de sus artefactos ancestrales,
recuperados oficialmente o por guaqueros, se pueden apreciar en el Museo del Oro
Zenú, ubicado en Cartagena de Indias.
Durante las encomiendas, las enfermedades contagiadas por los europeos y sus abusos
en la carga de trabajo llevaron a la disminución de la población Zenú. Es así como en
1610 se anulan las encomiendas para constituir resguardos de indios, agrupando varias
encomiendas. se conformó el resguardo de San Andrés, que ha perdurado en el tiempo y
aún alberga herederos de los zenú. Sin embargo, hay quienes han migrado hacia el norte
estableciéndose incluso en el Palenque de San Basilio.

SAN BASILIO DE PALENQUE, BOLÍVAR


En el siglo XVII un palenque de negros rebeldes se empezó a conformar al sureste de
Cartagena, en uno de los valles de los Montes de María, entre Linché, Miangoma, Yapé,
Orijal y Guayabal. Una leyenda acompaña esta conformación, sus causas y héroes.
Camilo Delgado, bajo el seudónimo de Dr. Arcos, recoge relatos de ancianos
palenqueros a comienzos del siglo XX y logra escribir varias entregas que son
publicadas en varios volúmenes. Allí está contenida la leyenda "El rey del arcabuco"
que narra la llegada a Cartagena de Indias de un rey africano llamado Domingo Bioho
(o Benkos Bioho) y su familia que habían sido secuestrados y tomados como esclavos;
la princesa, de nombre Orika, se enamora del hijo de su amo; el rey Benkos levanta un
movimiento de rebeldía y recupera a su hija Orika y huye con el resto de su familia y
algunos adeptos, consiguiendo armas y comida de las haciendas y caminantes que
encontraron a su paso; hallaron un terreno, donde el rey construyó su casa, armó una
defensa y repartió las tierras entre sus camaradas; fueron atacados por Francisco de
Campos, de quien Orika estaba enamorada, pero vencieron, incluso lo tomaron
prisionero; madre e hija atendieron al prisionero hasta que se recuperó y una noche la
princesa decidió liberarlo, incluso huír con él, pero fueron descubiertos y atacados; de
Campos muere y Orika es capturada por el ejército de su padre; se le da a beber una
preparación que le causará la expulsión de su propio veredicto; Orika muere mientras a
su alrededor se oye "culpada, culpada"; los vecinos de Cartagena decidieron negociar
con Benkos para que se dejase de nombrar rey y se integre a los blancos con sus ropas,
alhajas y armas; Benkos rechaza la propuesta y se lanza con los suyos en contra de los
blancos; es apresado y ahorcado; dos siglos más continuaron los levantamientos y el
espíritu rebelde del rey Bioho permanecía vivo en los palenqueros y en la sangre de sus
descendientes, hasta que el último Bioho muere ahorcado.
Actualmente habitan alrededor de 7470 palenqueros en San Basilio. En el 2005 este
palenque fue reconocido por la UNESCO como patrimonio oral e inmaterial de la
humanidad, como legado Ki-Kongo y Ki-Mbundu. Dentro de sus tradiciones destacan
los rituales que se configuran a causa de la muerte, como el lumbalú, sus creencias y
leyendas, como la mohana, la lengua palenquera que mezcla varios idiomas y que fue
creada como un código secreto de comunicación exclusivamente para los palenqueros
(de este modo podían comunicar mensajes sin que nadie más supiese qué decían; esta
ventaja fue usada a favor de su empresa rebelde de libertad) medicina tradicional como
la partería y los cantos, representados principalmente por las mujeres cantaoras.

ALTIPLANO CUNDIBOYACENSE

MUISCAS:
http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/revistas/credencial/agosto1993/agosto2.htm //

El Período Muisca
(http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/arqueologia/prehisp/cp08.htm#_el_period
o_muisca_)

La complejidad social, económica y política de los Muisca fue sin duda la más notable del
actual territorio colombiano en la época prehispánica. Este planteamiento se viene afirmando
cada vez más de acuerdo a la información de los cronistas, con el análisis de la documentación
de archivos que ha permitido entre otras cosas establecer el vasto territorio ocupado por esta
etnia, y con los resultados de la investigación arqueológica que han dado cuenta de los
diferentes momentos del quehacer de dicho grupo no sólo a nivel de sus elementos materiales
y económicos sino también brindando datos sobre sus asentamientos, aspecto físico y
biológico, salud y enfermedad, manifestaciones ideológicas, (arte, religión, etc.). Muestran
estos estudios también que la homogeneidad de la sociedad Muisca es aparente, puesto que
hay notorias diferencias entre los habitantes del sur y los del norte de la Altiplanicie
Cundiboyacense.

El presente aparte trae los resultados obtenidos por los diferentes arqueólogos que han
estudiado la sociedad Muisca a nivel de asentamientos, arte rupestre, orfebrería, cerámica,
osteología y consulta de archivos, de acuerdo con la división territorial establecida por Falchetti
y Plazas (1973) para el siglo XVI.

José Pérez de Barradas (1941), recopiló parte de las manifestaciones rupestres de Boyacá y
Cundinamarca. El autor consideró que las pinturas no eran diametralmente opuestas a los
grabados, sino que ambas técnicas fueron utilizadas por la misma cultura. Reafirma la opinión
de Juan de Castellanos, Juan Rodríguez Freyle y Bernardo de Lugo referente a la falta de
escritura por parte de los naturales de este reino; sostuvo además que las pinturas y los
grabados no pudieron ser indicios o rudimentos de escritura. También retomó los documentos y
comentarios de los investigadores Liborio Zerda y Miguel Triana; para plantear que el arte
rupestre ofrece la posibilidad de interpretarlo; comentó que si bien era un campo difícil de
investigar, no lo creía sin solución, pero tampoco tema propicio para toda clase de fantasías.

Jaime Jaramillo Arango (1946), describió dos piezas del trabajo orfebre de los Muisca, sus
técnicas de elaboración, y ofreció hipótesis sobre la utilización de las figuras. Planteó que si
bien el arte chibcha presentaba ejemplares de una gran delicadeza y hermosa filigrana no
obstante constituyó un tipo de orfebrería primitivo en relación con lo avanzado de la producción
metalúrgica de la Colombia Prehispánica.

Ana María Falchetti y Clemencia Plazas (1973), con base en cronistas, documentos de archivo,
mapas de los siglos XVII, XVIII y XIX, trabajos arqueológicos y otros escritos sobre los Muisca,
delimitaron el territorio de este grupo, y localizaron los asentamientos antiguos (pueblos viejos).
El mapa que elaboraron presenta los territorios del Zipa, del Zaque, y los independientes, así
como los límites externos y la colindancia con Sutagaos, Guayupes, Teguas, Tunebos, Laches,
Guanes, Muzos y Panches.

Gonzalo Correal y Jaime Gómez (1974), con base en los análisis y radiografías realizadas en
tres cráneos Muisca diagnosticaron por primera vez en Colombia, intervenciones quirúrgicas.
En el cráneo de una mujer, procedente de Sopó (Cundinamarca) además de la trepanación, se
observó una craneoplastía, compuesta de arcilla silícea de alto contenido férreo, color gris y
constitución densa. Por la obturación realizada en este cráneo se sugiere que la paciente debió
sobrevivir algún tiempo luego de la operación. En el segundo caso, otro cráneo de mujer
procedente de Belén (Boyacá), no está clara la finalidad de la trepanación que le fue
practicada. En el tercer caso sobre el cráneo de un hombre procedente de Nemocón
(Cundinamarca), con deformación (aplastamiento de la región frontal), la práctica quirúrgica
trató una lesión traumática, indicada por una fractura.

El estudio de Silvia Broadbent sobre la cerámica moderna de las altiplanicies de Cundinamarca


y Boyacá 1974 (Tausa, Ubaté, Chiquinquirá, Ráquira), es clave porque muestra la importancia
de su comercio, así como su utilización entre el campesinado; afirma también como la cerámica
moderna se ubica en dos categorías: la arraigada en la tradición indígena y la influenciada por
tradiciones foráneas, posteriores a la conquista. Esta investigación complementa los estudios
arqueológicos, pues permite señalar semejanzas con la cerámica antigua, en lo pertinente a la
fabricación. En un trabajo anterior adelantado en 1969, relaciona los hallazgos aislados y
monumentos de piedra del territorio Muisca referidos por diversos autores; estudió las terrazas
de cultivos reseñadas por Haury y Cubillos (1953), y las dividió en dos clases, de acuerdo a la
época de construcción. Esta arqueóloga además trabajó en 1964 documentos de archivo
referentes a la organización sociopolítica de los chibchas. De este estudio obtuvo información
sobre la organización interna de los grupos locales, las relaciones feudatarias entre caciques,
los derechos y funciones de éstos, los pueblos de indios. En cuanto al patrón de asentamiento
describe un poblamiento nucleado en Partes o Capitanías, junto con vivienda dispersa.

Clemencia Plazas (1975), tomando las colecciones de orfebrería del Museo del Oro del Banco
de la República, propone una nueva metodología de clasificación empleando criterios
cuantificables, para reemplazar la apreciación visual. Esta metodología aplicada a 412 tunjos
Muisca, permitió establecer 42 criterios de clasificación. El análisis de las figuras arrojó un
listado de sus características, las cuales fueron llevadas a tarjetas de computador. Así se
obtuvieron las tablas de correlación entre dos variables y otras pruebas estadísticas. La
investigadora plantea que, para obtener una clasificación científica es necesario hacer un
análisis exhaustivo, según criterios objetivos, catalogación bien archivada, establecimiento de
tipologías por características significativas y obtención de pruebas de distribución de
frecuencias.

Lucía Rojas de Perdomo (1975),en un estudio sobre la cerámica Muisca, analizó 1817 piezas
de colecciones de varios museos y estableció tipos cerámicos referidos siempre a una zona
dentro del territorio Muisca. Mediante la consulta bibliográfica siguió la dispersión de la vasija a
cuya forma es conocida como "mocasín". Luego de un recuento sobre las investigaciones
adelantadas en el altiplano cundiboyacense, entra a estudiar la cerámica desde su aparición
hasta llegar al detalle de la cerámica Muisca, definiendo los rasgos técnicos. Con base en La
revisión de la documentación histórica sobre la cerámica, menciona los centros de producción y
las características de la cerámica funeraria. La investigadora definió las formas y variaciones en
los tipos Valle de Tenza, y Buenavista (Boyacá), Guasca y Tequendama (Cundinamarca);
retoma de otros investigadores los tipos Suta y Guatavita.

Clara Inés Casilimas e Imelda López (1982), realizaron un estudio etnohistórico encaminado a
reconstruir la religión Muisca, desde la preconquista hasta el siglo XVII; utilizaron la información
que ofrecen los documentos coloniales, las crónicas y las investigaciones arqueológicas. A
partir de la recopilación de mitos y su posterior estudio estructural se intenta reconstruir el
templo Muisca. El área de estudio, correspondió a la región denominada etnohistóricamente
Zipazgo; sin embargo, en algunas oportunidades se recurrió a datos arqueológicos y
etnohistóricos del Zacazgo, ya sea por la carencia de información en el área estudiada o
porque los datos de una y otra se complementaban y en ciertas ocasiones son comunes a los
Muisca del sur y del norte. Las mismas investigadoras (1984), destacaron la importancia de las
"Visitas" como fuente primaria para el hallazgo de datos etnográficos que contribuyan al
conocimiento y comprensión de las etnias precolombinas, particularmente de la Muisca. De
esta forma en el estudio se recogieron datos referentes a tres aspectos de esta cultura, a
saber: ubicación de pueblos, composición interna de los repartimientos y actividad económica
local. El material etnográfico se clasificó de acuerdo a las cuencas hidrográficas principales del
territorio ocupado por el grupo Muisca. Este ordenamiento permitió distinguir y comparar las
diferentes subregiones geográficas con relación a los aspectos culturales señalados
anteriormente. De igual manera, las investigadoras elaboraron un diccionario de topónimos en
el cual reseñan a más de su ubicación (en ocasiones) su significado en lengua.

Carl Langebaek (1984, 1985a, 1985b, 1985c, 1986a), centra su interés en la información de
documentos del Archivo Nacional referentes a la organización social poblamiento, distribución
étnica y economía Muisca (producción agrícola, mercados, circulación de productos,
intercambio etc.) extendiéndolo a los demás grupos de la lengua chibcha que ocupaban la
Cordillera Oriental en el siglo XVI, especialmente los Laches. También ha orientado otros
trabajos hacia el estudio del patrón de pisos térmicos entre los grupos mencionados,
documentando la existencia de una pauta de residencia mixta, un tiempo en aldeas y otro en
bohíos dispersos, lo cual permitió una economía susceptible de incorporar artículos de diversos
climas, posición compartida también por algunos investigadores que estudian la región.
También muestra el acceso de los Muisca a los plantíos de coca durante el siglo XVI e incluye
las áreas donde se dio la producción de tabaco, yopo y coca en territorio Muisca y regiones
colindantes.

En el trabajo sobre "Mercados, Poblamiento e Integración Etnica entre los Muiscas del siglo
XVI", Langebaek (1987), analiza la distribución de productos entre los cacicazgos de habla
chibcha. Muestra como la producción y circulación de alimentos agrícolas y bienes de trabajo
entre los Muiscas fue el resultado de la autosuficiencia gracias a la utilización de diversos pisos
térmicos; el acceso a los recursos de éstos, así como el mantenimiento de posición y prestigio
político de los caciques fue una consecuencia no de la acumulación de riqueza sino de la
redistribución entre la población de los excedentes comunales (tributo) que tenía un manejo
centralizado en beneficio de la comunidad, sistema que debe entenderse como fundamental de
la organización socioeconómica entre los Muisca. Al tratar el intercambio plantea que no
requirió de especialistas, del uso de moneda o del transporte de grandes cantidades de
productos.

Con los mercados, que se hacían en sitios según las confederaciones, se fomentó la
integración étnica. También plantea como algunos cacicazgos y pueblos intermedios fueron
centros económicos en la circulación de productos. El investigador trae además una clara
descripción de las características de los cacicazgos y los artículos de intercambio y materias
primas. En síntesis presenta un panorama general de la economía Muisca del siglo XVI.

Margarita Silva (1985), clasificó tipologicamente 506 volantes de huso Muisca procedentes de
Sogamoso, Tunja, Chiquinquirá, Pesca, Samacá, Sutamarchán, Soacha, Pasca, Guasca, Sopó,
Guatavita y 111 de procedencia desconocida pero de tipología Muisca. Todos están elaborados
en piedra negra, característica que los diferencia de los de otras culturas prehispánicas. La
tipología fue establecida de acuerdo con la función desempeñada por el volante y las diferentes
técnicas (Bororó y Bacairí) empleadas en el hilado. Las formas se identificaron por medio de
conceptos geométricos, clase de material empleado, color, dureza, peso, dimensiones, técnica
de fabricación, diseño y decoración.

***
AMAZONAS (ESPECIFICAR QUÉ OTRAS REGIONES VICHADA? CAQUETÁ? VAUPÉS?
GUAINÍA? GUAVIARE? PUTUMAYO?)
Uitoto: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/antropologia/amerindi/witoto.htm
Yukpa: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/geografia/geograf2/ HYPERLINK
"http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/geografia/geograf2/yuko0.htm"y HYPERLINK
"http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/geografia/geograf2/yuko0.htm"uko0.htm
Huanano o Tucano: https://pib.socioambiental.org/es/povo/tukano/1500
http://bdpi.cultura.gob.pe/familia/tucano general

Tikuna: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/antropologia/amerindi/ticuna.htm

BIBLIOGRAFÍA

Wayú: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/geografia/geograf2/wayuu21.htm
Wiwas: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/geografia/geograf2/sierra51.htm (indígenas de
la Sierra Nevada de Santa Marta)
Mapa de Lenguas de Colombia http://www.lenguasdecolombia.gov.co/mapalenguas/inicio.swf
consultado el 14 de marzo de 2017

Zenú: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/revistas/credencial/agosto1993/agosto3.htm
http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/geografia/geoco4v3/zenues.htm
Palenqueros: libertad, historia, lengua:
http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/antropologia/magnom/indice.htm

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