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CONVENCIONES PARA EL

LEVANTAMIENTO
GEOMORFOLÓGICO

Miguelángel cuadros r.
1

CONVENCIONES PARA EL
LEVANTAMIENTO
GEOMORFOLÓGICO

POR:

HERMANN TH. VERSTAPPEN

ROBERT A.VAN ZUIDAM

1975

Miguelángel Cuadros Rojas


2

TABLA DE CONTENIDO

PREFACIO……………………………………………………………………………. 4

ESTRUCTURA DEL I.T.C…………………………………………………………... 5

Mapas geomorfológicos analíticos…..…………………………. 6

Mapas geomorfológicos sintéticos….………………………….. 6

Mapas geomorfológicos pragmáticos……………………….…. 6

PROCEDIMIENTO DE LEVANTAMIENTO……………………………….........7

Un mapa base topográfico………………….……………….7

La interpretación detallada de las imágenes…..………….8

El levantamiento en el terreno……………………………. 8

El mapeo y el informe final……………………………….. 9

La información morfogenética.………….. 9

Las grandes unidades morfogenéticas.…10

EL CONTENIDO DE LOS MAPAS GEOMORFOLÓGICOS


ANALÍTICOS……………………………………………………………………….. 10

1 – Morfogénesis……………….…………………10

2 - Morfoestructuras / Litología….…………... 11

3 – Morfometría...……………………………….. 12

4 – Morfocronología….………………………… 12

CONTENIDO DE LOS MAPAS GEOMORFOLÓGICOS SINTÉTICOS…...13

Componentes del terreno...….………………… 14

Las unidades de terreno…...……………………. 14

Los sistemas de terreno…..……………………... 14

Las provincias del terreno……….……………... 14


3

CONTENIDOS DE LOS MAPAS GEOMORFOLÓGICOS PRAGMÁTICOS


PARA LA EVALUACIÓN DE RIESGOS NATURALES……………………….15

La zonificación del riesgo de inundación….…………………… 15

La zonificación de riesgos en montañas…………..……………… 16

La zonificación de riesgo de sequía……..….……….…………….. 17

La zonificación de riesgo de sismos…………………………….… 17

La zonificación de riesgo volcánico....……….………………….…. 18

EL SISTEMA DE INFORMACIÓN – ILWIS – EN EL MAPEO


GEOMORFOLÓGICO .... .……………………………………………………… 18

SÍMBOLOS:

Formas de origen estructural.………………………………………………………. 1

Formas de origen volcánico.......………………………………………………….. 2

Formas de origen denudativos…………………………………………………… 3

Formas de origen fluvial…………………………………………………………… 4

Formas de origen marino…………………………………………………………… 5

Formas de origen glaciar y peri glaciar………………………………………...…. 6

Formas de origen eólico…………………………………………………………….. 7

Formas de origen de solución (disolución) kárstico…………………………..… 8

Morfometría…………………………………………………………………….…… 9

Litología………………………………………………………………………….….. 10

Cronología…………………………………………………………………………… 11

Topografía………………………………………………………………………….... 12

Morfo – conservación (símbolos especiales)………………………………….… 13

Hidro – morfológicos………………………………………………………………. 14
4

PREFACIO

La primera edición del sistema ITC de levantamiento Geomorfológico fue


publicada como “ITC Textbook VII. 2” en 1968 y desde entonces han aparecido
cuatro ediciones. Actualmente está sujeta a revisión. La causa de la revisión se
debe a que los puntos de vista de los autores sobre los métodos para el
levantamiento geomorfológico analítico y cartografía (con énfasis en la
morfogénesis) hayan cambiado. Esta parte del sistema ha permanecido
básicamente igual, salvo pequeñas modificaciones y aclaraciones al texto: los
conceptos de levantamiento geomorfológico analítico están ahora
aceptablemente definidos. Por el contrario, en los últimos años otros avances
importantes han ocurrido en el área del levantamiento geomorfológico
aplicado. Estos avances se refieren al levantamiento sintético del terreno
(análisis del terreno en el contexto de geomorfología ambiental, si como el
levantamiento geomorfológico pragmático diseñado para propósitos específico,
tales como levantamientos de distintos tipos de zonificación de riesgos
naturales.

Ambos aspectos (sintético y pragmático) del levantamiento geomorfológico


forman ahora parte esencial del sistema ITC de levantamiento geomorfológico
y son lo que han hecho necesaria la presente edición. Al mismo tiempo, el
reciente desarrollo, tecnológico en áreas tales como percepción remota
mediante imágenes de satélite (segunda generación). Cartografía asistida por
computadora y sistemas de información geográfica. Están modificando
gradualmente los métodos de levantamiento.

Confiamos que, por muchos años más, el sistema en su forma actual cumplirá
su propósito de servir de guía para toda clase de mapeo geomorfológico, a
cualquier escala y en cualquier tipo de terreno, en todas partes del mundo. El
sistema está estructurado específicamente para la integración de la tecnología
aeroespacial en el levantamiento y mapeo de los recursos ambientales y la
evaluación de la zonificación de riesgos naturales.
5

ESTRUCTURA DEL SISTEMA I.T.C.

El propósito de un levantamiento geomorfológico es proporcionar información


concisa y sistemática sobre las formas del terreno, los procesos geomorfológicos
y los fenómenos naturales conexos. Los mapas elaborados son solamente
documentos científicos en sí mismos, sino también valiosas herramientas
naturales, debido a la relación entre las características geomorfológicas del
terreno, en forma del mapa, pero también puede ser almacenada en un banco
de datos empleando un sistema de información geográfica.

Para obtener los resultados requeridos, el delinear las grandes unidades del
terreno y las asociaciones de geomorfodinamicamente, (símbolos areales
coloreados) es a menudo insuficiente. Ello debe ir acompañado de un
cuidadoso análisis encaminado a la reconstrucción del desarrollo
geomorfológico bajo la influencia de factores endógenos (geológicos) y
exógenos (climáticos) tanto del pasado como del presente.

Asimismo, es necesaria una síntesis para relacionar la “expresión”


geomorfológica del terreno con las condiciones ambientales predominantes.
Así, la información morfométrica y morfográfica debe ser complementada con
datos morfodinámicos, morfogenéticos y morfo cronológicos, Por un lado, y
con datos ambientales suelos, hidrología, vegetación, etc. Por el otro.

La litología y los materiales superficiales son de especial importancia por su


relevancia geomorfológica y su potencial importancia económica como suelo y
como materiales de construcción.

Las imágenes aeroespaciales incrementan considerablemente la eficiencia del


levantamiento geomorfológico y son indispensables para obtener resultados
adecuados en combinación con las observaciones de campo y las
investigaciones de laboratorio. Las fotografías aéreas estereoscópicas registran
las formas del terreno con gran detalle en tanto que las imágenes de satélite
proporcionan una visión generalizada del conjunto de macroformas del relieve
y de las estructuras. Las recientes imágenes estereoscópicas de satélite (segunda
generación) de alta resolución pueden combinar ambas ventajas.

Al mismo tiempo, las imágenes aeroespaciales permiten una compresión (a


través de datos multiespectrales) de las interrelaciones predominantes entre las
formas del relieve y otros factores del ambiente. También pueden ser
empleadas para la preparación de una base topográfica adecuada para mapas
geomorfológicos a pequeña escala y medianas escalas. Para la planeación de
trabajos de campo, para la localización en el terreno, para mapear observaciones
de campo, etc.
6

Lo primero y principal, sin embargo, es que las imágenes ayudan a un mas


rápido y preciso levantamiento geomorfológico ya que los fenómenos
geomorfológicos aparecen en sus formas y patrones exactos, más aun, la
información morfométrica y muchos datos litológicos pueden obtenerse
mediante dichas imágenes.

Se distinguen tres clases de levantamientos geomorfológicos que dan origen


a tres clases diferentes de mapas.

Mapas geomorfológicos analíticos son el resultado de profundos estudios


geomorfológicos monodisciplinarios, y proporcionan información sobre las
formas del relieve y procesos, destacando la morfogénesis y la morfocronología.
Pero también incluyendo datos sobre la litología y morfoestructuras.

Mapas geomorfológicos sintéticos son el producto de estudios vinculados


a las relaciones ambientales entre la “expresión” del terreno y otros factores del
paisaje, tales como el clima, relieve, litología, suelos, hidrología y vegetación.

Dicho análisis geomorfológico del terreno es realizado en el contexto de una


síntesis del paisaje y para el uso de levantamientos multidisciplinarios del
terreno.

Mapas geomorfológicos pragmáticos son el resultado de investigaciones


geomorfológicas que están guiadas desde el principio por un propósito
específico, frecuentemente en el contexto de un proyecto de planificación del
desarrollo. Tanto el contenido del mapa cuanto la leyenda son entonces
diseñados usando los datos analíticos y sintéticos. Actualmente existen varios,
mapas de este tipo.

Los levantamientos analítico y sintético son claramente complementarios, el


levantamiento analítico proporciona las unidades de mapeo y la información
geomorfológica detallada; el levantamiento sintético aporta el contexto
ambiental y las relaciones ecológicas del paisaje.

De cualquier manera los propósitos específicos (por ejemplo, para la


zonificación de riesgos naturales), no siempre es necesario recabar toda la
información analítica y sintética. Con frecuencia se utiliza un “atajo”, un
levantamiento y mapas geomorfológicos.

Cuando la primera edición de este libro fue publicada en 1968, el levantamiento


de tipo analítico estaba ya completamente desarrollado. Los mapas resultantes
fueron denominados “mapas estándar de propósito general”. El levantamiento
de tipo sintético no estaba aun incluido, mientras los levantamientos apenas
empezaban a desarrollarse, resultando de allí lo “mapas de propósito
especifico”. Estos contenían mapas de conservación para levantamientos de
ingeniería y de erosión, y mapas hidrogeográficos para fines hidrogeológicos. El
contenido y estructura de esta revisión reflejan el rápido desarrollo en el
levantamiento y mapeo geomorfológicos durante las últimas dos décadas.
7

PROCEDIMIENTO DE LEVANTAMIENTO

En principio, el levantamiento empieza con la interpretación de la imagen. El


primer objetivo es obtener una visión general de la geomorfología del área de
estudio, incluyendo sus relaciones con las áreas adyacentes. Esto se logra
mediante un rápido estudio de las imágenes de satélite o a través del rápido
repaso de las fotos aéreas, por ejemplo, usando un fotomosaico.
Simultáneamente, pueden consultaren todas las fuentes de información
disponible, tales como la literatura existente, los mapas temáticos, etc.
Subsecuentemente, las unidades geomorfológicas y otros datos,
(geomorfológicos) relevantes visibles en la imagen, son mapeados de manera
provisional.

El propósito del levantamiento, los tipos de información requerida, y su


visibilidad en las imágenes aeroespaciales constituyen la base para la selección
de la escala del mapeo y el tiempo asignado del levantamiento. Puede
redactarse una leyenda provisional y puede buscarse información específica
adicional.

Un mapa base topográfico debe ser preparado de forma tal que incluya
información topográfica para una fácil ubicación en el campo y para la
localización de los fenómenos observados en las imágenes aeroespaciales y en el
terreno. Los puntos principales y los números de todas las fotografías aéreas y
los de las imágenes de satélite, deben ser transferidos al mapa para permitir una
(rápida) verificación de la interpretación de la imagen en el campo o el
laboratorio.

El sistema de drenaje y los litorales deben ser mapeados con suficiente detalle.
Las distancias verticales del terreno pueden ser indicadas mediante curvas de
nivel y /o cotas. Comúnmente, también se indica en esta etapa los datos
litográficos (provisionales) obtenidos mediante la interpretación de imágenes o
de otras fuentes, empleando pantallas.

Si ha de prepararse más de un tipo de mapa geomorfológico del área de


estudio, deben hacerse varias copias del mapa topográfico base.

La mayoría de las imágenes de alta resolución empleadas para propósitos


prácticos de mapeo temático pueden ser consideradas geométricamente
correctas. Así, la imagen puede servir como un mapa base, aun cuando esto
frecuentemente complica la transferencia de los datos de la fotointerpretación al
mapa debido al desplazamiento radial resultante de la proyección central de las
fotos aéreas y de las diferencia en el relieve.

También debe mencionarse la posibilidad de almacenar la información reunida


en un banco de datos en lugar de hacer un mapa. Los sistemas de información
geográfica, con buenas capacidades cartográficas tal como el sistema ILWIS
diseñado en el ITC, también pueden servir para este propósito
8

La interpretación detallada de las imágenes resultara fundamentalmente en la


delineación de unidades geomorfológicas mayores, de su subdivisión en su
sub-unidades y del trazado de formas del relieve individuales y procesos
usando símbolos lineales. Los términos puramente descriptivos para las
unidades geomorfológicas y formas, son aceptables en esta etapa si su génesis
no puede ser revelada por la sola interpretación de la imagen.

Si solo se dispone de fotos aéreas para el levantamiento, la interpretación


detallada es llevada a cabo mediante una interpretación cuidadosa del material
fotográfico empleado para obtener una visión general durante la primera fase
del trabajo. Alternativamente, se pueden usar fotografías aéreas de escala
mayor para este propósito.

Las imágenes monoscópicas de satélite (primera generación) con una


resolución espacial de 30 metros o menos, pueden bastar para el mapeo a nivel
de reconocimiento, por ejemplo en escalas menores 1: 100.00, aunque en áreas
caves es preferible una fotointerpretación complementaria. En levantamientos
más detalladas estas imágenes sirven para obtener una visión general, y deben
ser complementadas con la fotointerpretación detallada de toda el área.

Las imágenes estereoscópicas de satélite (segunda generación) con una


resolución espacial de 10 a 20 metros también son, por lo general, suficientes
para la fase de fotointerpretación detallada, inclusive a una escala de mapeo de
1:50.000. Ello porque, a por ejemplo, esta escala, los limites geomorfológicos de
cualquier manera no pueden ser definidos y/o mapeados con una precisión
mayor de 10 metros.

Las fotografías aéreas son necesarias en el levantamiento y mapeos


geomorfológicos solo en una cartografía más detallada. En la selección de los
procedimientos del levantamiento es importante tener en cuenta que la
capacidad de datos temáticos y de otro tipo que puedan o deban ser incluidos
en el mapa, varía según el cuadrado de la escala de mapeo. Un mapa a
1:25.000, contiene 100 veces más información que un mapa a 1:250.000.

El levantamiento en el terreno sirve para un doble propósito: primero, el mapa


provisional tiene que ser verificado y, segundo, la información que no puede
ser obtenida mediante las imágenes aeroespaciales tiene que ser incorporada
así, el mapa provisional y las imágenes deben ser llevadas al campo, y
consultadas cuando sea necesario.

Al igual que en la interpretación de las imágenes, en el levantamiento de campo


se procede de lo general a lo particular. Primero debe obtenerse una visión
9

general, por ejemplo, mediante un cierto número de recorridos; posteriormente,


se llevaba cabo la observación detallada y el mapeo.

Para asegurar procedimiento sistemático, y evitar omisiones, se pueden usar


lista de verificación y tarjetas de mapeo. En el mapeo de reconocimiento, el
levantamiento en el terreno puede limitarse a lugares característicos o a áreas
clave en cada unidad geomorfológica o asociación de geoformas. Esto se aplica
particularmente al mapeo a pequeña y mediana escala (por ejemplo 1:250.000).

Los mapas semi-detallados deben ser verificados “especialmente” en el campo


pero también es aceptable algo de extrapolación y generalización. Los mapas
detallados deben ser completamente verificados en el campo, y las
generalizaciones deben ser mínimas. Los mapas a mediana escala pueden ser
preparados por medios tradicionales (reducción de escala y generalización de
gran escala, mapas detallados) o por un levantamiento a nivel reconocimiento,
como el descrito más arriba.

Los mapas no basados en verificación de campo algunos no son recomendables


y siempre deben ser etiquetados claramente como “mapas de interpretación de
imagen fotográfica” o “bosquejos”.

El mapeo y el informe final son la última fase del levantamiento. El estudio


final de las imágenes aeroespaciales, es una parte esencial de ello, así como el
análisis en el laboratorio de las muestras recolectadas en el campo. Se finaliza la
estructura y la jerarquía de la leyenda, se seleccionan los colores y se escogen
los símbolos lineales.

Los colores y los símbolos lineales normalmente deben coincidir con las
especificaciones dadas en esta publicación, pero pueden aceptarse otras
soluciones, de ser necesario. La flexibilidad es necesaria para comodidad de los
geomorfólogos que están trabajando en diversos tipos de terreno, mapeando a
varias escalas y dirigiendo levantamientos con diferentes objetivos y
orientaciones. Los geomorfólogos nunca deben “encorsetarse” encerrarse en un
sistema demasiado rígido para resultar conveniente.

El informe elaborado que acompaña al (ó a los) mapa(s) debe, además de


proporcionar lo esencial de la geomorfología del área estudiada indicar
claramente las dudas pendientes y los problemas aún no resueltos.

Cuatro grandes aspectos del sistema ITC merecen especial atención:

• La información morfogenética contenida en los mapas geomorfológicos


analíticos es la base del sistema. Aquí radica la contribución
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geomorfológica esencial a los levantamientos multidisciplinarios para el


desarrollo.
• Las grandes unidades morfogenéticas, identificadas gracias a los
levantamientos geomorfológicos analíticos, coinciden normalmente con
las unidades de terreno de los levantamientos geomorfológicos sintéticos
y con las unidades de los levantamientos geomorfológicos pragmáticos.
• Generalmente se utilizan símbolos areales coloreados, pero, para
simplificar la producción del mapa, la información esencial debe ser
representada, mediante símbolos lineales, con el menor número de
colores posible. En la práctica, se pueden usar, frecuentemente, símbolos
lineales en negro, además de símbolos areales coloreados.
• El sistema está concebido para aplicarse en el mapeo a todas las escalas.
La generalización conceptual puede llevar a resaltar las grandes
morfoestructuras en los mapas de pequeña y mediana escala, mientras
que los procesos y las formas menores del terreno se destacan en
mapas detallados. La generalización cartográfica puede llevar, en el
mapeo a mediana y pequeña escalas, a omisiones de ciertos símbolos
lineales y pequeñas unidades de mapeo o a las combinaciones de sus
asociaciones.

EL CONTENIDO DE LOS MAPAS GEOMORFOLOGICOS ANALITICOS

El levantamiento geomorfológico analítico se ha desarrollado rápidamente


desde finales de los años cuarenta, al principio, y en especial, para el mapeo
detallado. Un considerable consenso ha sido alcanzado respecto a los
contenidos de dichos mapas analíticos. La parte analítica del sistema ITC es
consistente con las principales tendencias de las leyendas existentes
(Verstappen, 1983) pero tiene, en cierta forma, un amplio alcance, en el sentido
de ser universalmente aplicable para el mapeo de todas las escalas así como
para servir de base para el mapeo aplicado. Los siguientes tipos de
información se incluyen en orden jerárquico:

1. Morfogénesis. Las formas del terreno mapeadas en su distribución


espacial, deben ser especificadas y clasificadas desde un punto de vista
geomorfológico. Así, términos geomorfológicos (por ejemplo, terraza
fluvial, superficie de aplanamiento, etc.) deben usarse en lugar de
términos descriptivos, topográficos. Dados que la identificación de las
formas del relieve se ha basado formalmente en su modo de formación,
la morfología y la morfogénesis difícilmente se pueden separar. Las
formas, de hecho, pueden ser representadas de tal manera que su origen
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y desarrollo sean claramente reconocibles. Los procesos geomorfológicos


y las estructuras geomorfológicas tienen un profundo efecto en las
formas del terreno y por eso merecen una atención detallada.
La información morfogenética es representada en formas de unidades
geomorfológicas si los fenómenos concernientes son de tamaño
cartografiable a una escala de mapeo dada, y mediante símbolos lineales
si las formas son demasiado pequeñas o no son consideradas lo
suficientemente importantes para hacer una unidad (de mapeo)
geomorfológica.
Por su posición en el más alto nivel del sistema de mapeo y de la
leyenda, los símbolos areales coloreados, el mejor medio de expresión
cartográfica, son reservados para las unidades morfogenéticas estas son
agrupadas en nueve grandes clases, tal como se especifica abajo, junto a
los colores preferentes para su empleo:

Formas de origen estructural (púrpura)


Formas de origen volcánico (rojo)
Formas de origen denudativo (marrón)
Formas de origen fluvial (verde)
Formas de origen lacustre/marino (azul oscuro)
Formas de origen glacial/periglacial (azul claro)
Formas de origen eólico (amarillo)
Formas de origen cárstico (naranja)
Formas de origen antropogénico/biológico (gris-negro)

Los agrupamientos transicionales, como las formas de origen estructural-


denudativo y las formas de origen fluvio-marino, pueden ser
introducidos en la leyenda tal y como sea pertinente. La misma
clasificación se emplea también para las formas más pequeñas,
representadas por símbolos lineales (comúnmente en negro), de los
cuales sugerimos una breve lista que puede ser encontrada en las últimas
páginas de este libro.

2. Morfoestructuras / litología. La naturaleza del sustrato rocoso afecta


fuertemente las formas del terreno y los procesos desarrollados. La
litología es así de suma importancia geomorfológica y merece un
segundo lugar en la jerarquía de la leyenda. También juega un papel
importante en el desarrollo del suelo en el contexto del material parental,
mientras que en las áreas llanas, la textura de los materiales no
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consolidados es de sumo interés. La litología se indica mediante


pantallas o reticulados en un color apagado gris o marrón claro para
serlo visible sin destacarlo demasiado. sería deseable, sin embargo
(Cuando la litología es de máxima importancia o con el fin de subdividir
unidades morfogenéticas de mapeo demasiado grandes), elevar
jerárquicamente la información litológica, mediante el empleo de
símbolos areales coloreados por unidades litomorfológicas tales como
“cuesta de arenisca” o “colinas graníticas residuales”.

3. Morfometría. la información cuantitativa del relieve esta en un tercer nivel


jerárquico en la leyenda. Su forma más simple de representación es la cota
de un punto y/o (una selección de) curvas de nivel con símbolos lineales
adicionales para rupturas de pendiente, profundidad/ disección de valles,
altura de bordes de terraza, etc. Frecuentemente es deseable, de cualquier
manera subdividir el terreno de acuerdo con clases de relieve, usando varios
matices de los colores respectivo para las unidades geomorfogenéticas. Si las
unidades litomorfológicas se mapean en color, las pantallas y/o reticulados
pueden usarse para delinear el relieve.

Factores morfogenéticos específicos, tales como la altura sobre el nivel del


mar, o el ángulo de la pendiente, pueden ser seleccionados para la
subdivisión del relieve. La altura sobre el nivel del mar, ocasionalmente
empleada en el mapeo a pequeña y mediana escalas
, añade muy poca información esencial y contribuye fundamentalmente a la
plasticidad del mapa. El ángulo de la pendiente es un menor indicador, pero
en general es más conveniente poner estos datos en un mapa de pendientes
separado.

4. Morfocronología. Como cada forma está caracterizada por el periodo de


su formación y su desarrollo posterior, es esencial hacer una distinción
entre las formas de edades diferentes, en particular, entre las formas
reciente y aquellas heredadas de periodos anteriores, cuando prevalecían
distantes condiciones (climáticas). Como la cronología, y en particular la
datación absoluta, es a veces difícil de establecer (y también necesita
revisión con el avance del conocimiento), las indicaciones para la edad
deben ser flexibles. Se recomienda un sistema de letras, cuyo nivel de
detalle varia con el conocimiento disponible. Si la edad de las formas es
incierta, las letras simplemente se omiten.
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CONTENIDO DE LOS MAPAS GEOMORFOLOGICOS


SINTETICOS

Los primeros levantamientos sintéticos se remontan a los años 30, pero


los métodos de levantamiento se han desarrollado rápidamente desde los
50, al principio, en especial, para el mapeo a pequeña escala con la
finalidad de hacer inventarios de recursos. Actualmente se ha alcanzado
bastante consenso con respecto a los contenidos de dichos mapas
sintéticos (Verstappen 1983).
En el ITC se ha desarrollado un método sintético de análisis de terreno
(Van Zuidam y van Zuidam-ancelado, 1979) que en general es coherente
con los métodos existentes, y que ha sido incorporado en el Sistema ITC
del Levantamiento Geomorfológico.
La geomorfología juega un papel primordial en la delineación de las
unidades de mapeo sintético del terreno, principalmente porque las
formas del relieve se reconocen más rápido en el campo y en las
imágenes aeroespaciales que la mayoría de los demás rasgos del medio
ambiente. Las formas del terreno determinan las características
inherentes y potenciales de cada unidad diferenciada.
Comúnmente, se distingue y mapea un nivel jerárquico de la unidad de
mapeo del terreno (UMT), aunque es posible una posterior especificación
de las sub-unidades o una generalización en sistemas de terreno. La
información ambiental adicional requerida en cada unidad de mapeo de
terreno es reunida subsecuentemente, por lo general, sobre la base de un
número de observaciones de campo para cada unidad. En el estudio de
las unidades de mapeo de terreno no solamente se incorporan las
propiedades geomorfológicas si no también otras características del
terreno relacionadas, por ejemplo, con suelos, hidrología,
vegetación/uso del suelo y topografía. Para este propósito se usan
comúnmente, en el laboratorio y en el campo, listas de verificación y
tarjetas de mapeo. Los datos pueden ser recopilados y presentados en
forma de cuadros empleando un sistema de información geográfica, tal
como ILWIS, desarrollado en el ITC (Meijgrink, 1988; Valenzuela 1988), y
ahora también incorporado en el sistema ITC del Levantamiento
Geomorfológico.
La homogeneidad interna de las unidades del terreno varía con la escala
del mapeo. Las unidades pequeñas que se distinguen en los
levantamientos muy detallados son uniformes en casi cada aspecto,
mientras que las grandes unidades que se distinguen a nivel de
reconocimiento son por lo general de naturaleza compleja. En este
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contexto, el sistema ITC de Análisis de Terreno distingue 4 niveles de


unidades de terreno, desacuerdo con la escala y tipo de levantamiento:

Componentes del terreno. En este nivel, las clases no se generalizan, y


solo se practican mínimas o ninguna generalización en detalle. Los
componentes de terreno constituyen las unidades más pequeñas en
donde el relieve es el criterio de clasificación más importante. Las
unidades son básicamente uniformes en cuanto a forma del relieve,
litología, suelo, condición hidrológica, vegetación y procesos, pero una
característica del terreno puede ser dominante. La escala del mapa a la
que los componentes del terreno son representados es generalmente
1:10.000 o mayor.
Las unidades de terreno. Se refieren a una forma del relieve
(morfogenéticas) o a un complejo homogéneo de formas del relieve,
relacionadas con una característica particular del terreno o con un patrón
de componentes de terreno. Las unidades de terreno reflejan
características externas e internas distintas a aquellas unidades que las
rodea (con las que genéticamente están relacionadas) dentro del mismo
sistema del terreno. La escala del mapa a la que dichas unidades de
terreno están representadas varían entre aproximadamente 1:10.000 a
1:100.000. Así, estas son las unidades más comunes de mapeo a detalle y
semi-detalle.

Los sistemas de terreno se refieren a una unidad de paisaje o al


desarrollo característico del relieve en un ambiente ecológico específico,
determinado fundamentalmente por la génesis, la litología y el clima.
Los sistemas de terreno con las unidades más apropiadas para ser usadas
como unidades de mapeo de terreno a mediana escala (a escalas hasta
1:250.000).

Las provincias del terreno son las unidades mayores en donde se


combinan las asociaciones y complejos de los sistemas y unidades de
terreno comúnmente, se delinean en los mapas mediante simples
contactos en negro acompañados de una letra 7y ó símbolos numéricos.
En principio, la información adicional acerca de cada unidad se
especifica en una leyenda amplia y en cuadros. También recomendamos
organizar toda la información en un sistema de información geográfica
(SIG). Las unidades de mapeo del terreno se diferencian tomando como
base uno o más de los siguientes criterios:
15

- Origen principal. Morfogénesis (por ejemplo, unidades de origen


volcánico).
- Origen especifico: (a) como una clasificación de final abierto dentro
del origen principal (por ejemplo mesa de lava, cono de escoria): (b)
litología (por ejemplo, pizarra, granito); (c) Morfometría (por ejemplo,
amplitud del relieve, densidad de valles, forma de la pendiente)-
- Se pueden distinguir sub-unidades, y perfiles/secuencias de terreno.
Se mapean por lo general solo en áreas modelo, pero la información
es reunida y forma parte del sistema de entrada – salida (“).

CONTENIDOS DE LOS MAPAS GEOMORFOLOGICOS PRAGMATICOS


PARA LA EVALUACION DE RIESGOS NATURALES

Los mapas de geomorfología aplicada para propósitos específicos,


pueden derivarse, frecuentemente, del análisis y/ó los datos sintéticos
recabados. En la primera edición de esta publicación (1968) esto fue
intentado para estudios de erosión/conservación y para propósitos
hidrológicos. De cualquier manera, gradualmente se hizo evidente que
para la mayoría de los mapas aplicados, la clasificación completa de los
datos analíticos y sintéticos no era requerida, y que con frecuencia es
más eficaz concentrarse solo en aquellas formas que son de relevancia
directa para el propósito de levantamiento. Desde entonces, se ha
desarrollado una variedad de mapas geomorfológicos pragmáticos. Los
mapas relacionados con evaluaciones de riesgos naturales y
desarrollados para programas de mitigación de desastres se están
haciendo cada vez más importantes por las grandes pérdidas de vidas y
los riesgos a la propiedad.
El “cuando” y “donde” de futuros desastres son definidos por dos
aspectos del levantamiento: el seguimiento, que permite la prevención
anticipada, y el mapeo, que resulta de la zonificación del riesgo. Las
posibilidades para la prevención anticipada varían con el tipo de riesgo y
el área involucrada, pero la zonificación del riesgo es factible en todas las
instancias y se sustentan directamente sobre la geomorfología.
A continuación se tratan los procedimientos para el levantamiento de
ciertos tipos de mapas de zonificación de los riesgos más importantes.

La zonificación del riesgo de inundación en su forma más simple


consiste en el mapeo de la superficie inundad y la extensión de las
mayores inundaciones recientes. De cualquier manera, los
16

levantamientos del riesgo de inundación más sofisticados empiezan con


el mapeo geomorfológico, donde se destacan los rasgos de las zonas
bajas, tales como albardones, cubetas de inundación, barras de cauce,
etc., y donde se incluyen factores tales como el origen de las aguas de
inundación, la duración de la inundación, los drenajes interno y externo,
etc. en las zonas afectadas.
Las imágenes aeroespaciales empleadas deben registrar de preferencia
las condiciones de no inundación para permitir la interpretación
apropiada de las zonas bajas. Así mismo, las imágenes que muestren las
condiciones de la inundación, pueden ser útiles, especialmente si existen
datos de la descarga del rio y/o de la precipitación. La profundidad de la
inundación debe ser obtenida mediante e l levantamiento en el terreno,
incluyendo nivelación y medición de los indicadores de la inundación,
en postes, casas, etc.
Un mapa de zonificación de riesgo de inundación que proporcione de
tres a cinco clases de riesgos debe prepararse sobre la base de un
levantamiento geomorfológico. La extensión de la inundación fluvial
puede ser relacionada con los niveles específicos de descarga en las
estaciones de aforos de aguas arriba, y puede prepararse un mapa de
daño potencial para inundaciones de magnitudes específicas.
También puede considerarse un levantamiento a nivel de reconocimiento
de la cuenca entera, si el control de la cuenca está en peligro.

La zonificación de riesgos en montañas puede ser complicada por la


gran cantidad de procesos diferentes que están involucrados, tales como
erosión, movimientos en masa y – en zonas frías—avalanchas de nieve y
hielo. Por la importancia de los factores litología y suelos en los procesos
de pendiente, recomendamos el mapeo de las unidades litomorfológicas
con sus tazas de permeabilidad, como un paso preparatorio. El ángulo y
la forma de la pendiente también tienen un efecto importante en los
procesos de pendiente y por eso deben ser mapeados, ya sea en una
cubierta transparente o separadamente. La cobertura vegetal (natural,
semi-natural y agrícola) es el tercer campo de mayor interés.
Sin embargo, se espera que el mapa final de zonificación de riesgos
demuestre el patrón de distribución de tipos y/o combinaciones de tipos
de procesos de riesgos que ocurren en ambientes de montaña, y así
mismo que indique el riesgo, o riesgos confinados en términos de
gravedad y frecuencia de ocurrencia.
La estimación de los procesos activos y/ó latentes es así un punto
crítico. Donde hay riesgos “veloces” como deslizamientos y avalanchas,
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esta estimación, combinada con la situación geomorfológica que


prevalece en el patrón de distribución, conduce a la zonificación de
riesgos de una manera bastante directa. Donde hay riesgos ”lentos”,
como la mayoría de los tipos de erosión y tipos moderados de
movimientos en masa, las áreas ya destruidas o severamente afectadas
deben ser mapeadas como una clase separada, distinta de las áreas aún
no afectadas, o afectada solo de forma leve, pero que ya están en peligro
inminente. Los programas de conservación /estabilización deben
concentrarse en esta última categoría.

La zonificación del riesgo de sequia los levantamientos de


desertificación requieren de un buen conocimiento del clima, de las
características de crecimiento de la vegetación y de la configuración del
terreno en relación con el escurrimiento superficial. Todas las
características relacionadas con el escurrimiento, tales como la textura
superficial y el sellado de los suelos, las tasas de infiltración y la
profundidad el nivel freático también son importantes. La distribución
de la vegetación resistente a la sequia es un indicador útil en áreas
críticas.
Como generalmente están involucradas áreas muy extensas, debe
utilizarse un acercamiento en detalle paulatino (“zooming-in approach”)
que valla desde las imágenes de satélite de baja y alta resolución a las
fotografías aéreas (en áreas clave) y observaciones en el terreno.
Las variaciones estacionales en la disponibilidad de agua pueden ser
estudiadas empleando imágenes de satélite multitemporales de los
períodos secos y húmedos. Si se incluyen aspectos de desertificación, los
procesos geomorfológicos y sus cambios en el tiempo deben ser
destacados usando imágenes aeroespaciales secuenciales que tengan
intervalos de años o décadas.

La zonificación del riesgo de sismos frecuentemente solo es posible a


nivel de reconocimiento y es fundamentalmente un tema de orden
sismológico. Sin embargo, la zonificación sísmica obtenida de esta
manera es demasiado generalizada para ser útil en la planificación del
uso del suelo y la mitigación de desastres. A un nivel más detallado en
la zonificación requerida para estos propósitos, un mapa
geomorfológico es un pre-requisito esencial.
Para cada unidad de mapeo, debe especificarse la susceptibilidad al
deslizamiento, al colapso de escarpes, a la caída de bloques, a la
licuefacción, etc. Así mismo, debe ser recolectada información sobre la
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textura de los materiales superficiales (grava, arena, arcilla etc.) y la


composición del suelo hasta una profundidad de 20 a 30 metros. Sobre
esta base, se puede preparar un mapa de zonificación de riesgo que
puede ser verificado con los datos porcentuales de daños de uno o más
de los terremotos anteriores.
Durante el levantamiento también deben ser mapeados las fallas y los
lineamientos, aunque estos no juegan un papel importante en la
zonificación de riesgo final. Ello se debe a varias razones: (1) es difícil
separar las fallas activas de las inactivas; el daño ocurrido cerca de ellas
(no en ellas) no necesariamente se distingue en forma sustancial de aquel
ocurrido a una mayor distancia (2) el epicentro se sitúa, con frecuencia,
fuera de área mapeada.

La zonificación de riesgo volcánico es bastante compleja por la


diversidad de tipos de riesgo volcánico que ocurre en la misma área. Los
principales riegos son la caída de tefra (bombas, lapilli, cenizas), flujos de
lava, flujos piroclásticos, nubes ardientes, y flujos de lodo volcánico
(lahares) frecuentemente es posible incorporar todos estos tipos de riesgo
dentro de un mapa de zonificación de riesgo sobre la base de un
levantamiento geomorfológico (incluyendo el estudio de la
geomorfología del volcán y las condiciones meteorológicas durante
posibles erupciones) y el conocimiento de las características usuales de la
erupción del volcán. Algunas veces debe hacerse mapas separados para
cada tipo de riesgo mayor. De cualquier modo, la evaluación de los
procesos geomorfológicos es competencia de la geomorfología, puesto
que se basa en el estudio de la configuración del terreno. Esta cualidad
también puede ser una valiosa contribución a la planeación de diseño de
las medidas de protección contra los flujos de lahares etc.

EL SISTEMA DE INFORMACION GEOGRAFICA – ILWIS - EN EL


MAPEO GEOMORFOLOGICO

En el ITC ha sido desarrollado recientemente ILWIS ( siglas que en ingles


corresponden a “Sistema de Información adecuada para integrar y
procesar los datos obtenidos mediante fotointerpretación u otras técnicas
de percepción remota, así como otros datos existentes, incluyendo los de
estaciones (precipitación, escurrimiento, características geotécnicas (ver
figura 2)).
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Aparte de un módulo topográfico (límites administrativos, caminos,


asentamientos, etc.) el sistema incluye tres módulos temáticos
relacionados con el terreno/suelo, vegetación y agua. El modulo del
terreno/geografía del suelo es de particular interés para el mapeo
geomorfológico ya que define y describe las principales unidades de
terreno y sus suelos correspondientes. Está basado en el sistema ITC de
Levantamiento Geomorfológico, tiene un núcleo geológico –
geomorfológico y también incorpora aspectos fisiográficos y
morfométricos.
El sistema está diseñado para la transformación de datos en la
información requerida, tal como levantamientos de riesgos en la forma
de mapas, cuadros, graficas y texto. El sistema integra:

- Un banco de datos en forma vectorial (cartográfico)


- Un banco de datos de imágenes celdas (“raster”)(percepción remota y
cálculos con mapas)
- Un banco de datos tabulares (cuadros), usado durante el
procesamiento de unidades de mapeo, de sus atributos y de los
valores digitales de los elementos de escena (“pixeles”).

Todas las operaciones pueden ser realizadas en una micro-computadora


80286 (IBM-AT), con un co-procesador, un digitalizador, una tarjeta
grafica Matrox, un monitor de alta resolución y otros periféricos de
reproducción (impresores a color, graficadores). Se le da especial
importancia a interacciones simples y familiares para el usuario,
utilizando un menú con una estructura que permite una fácil selección
de comandos.

Integrados al núcleo de los programas de ILWIS, existe una base


relacional de datos, archivos de datos y un banco de modelos que
contiene diversos modelos hidrológicos, agro-hidrológicos y de erosión,
así como algunas posibilidades de análisis estadístico (Meijerink et al,
1988).

El modelado (es decir, la transformación de los datos en la información


requerida) puede hacerse en los módulos, en el banco relacional de datos
y en el núcleo de paquetes GIS (descrito por Gorte et al, 1988).

Pueden utilizarse operadores lógicos (ADN, OR), relacionales (=,>, etc.),


aritméticos (+,-, x/) y matemáticos (log, sen, exp, etc.) en forma conjunta,
con operadores condicionales (IF, THEN, ELSE). Este versátil sistema
también es capaz de manejar los diferentes tipos de mapas y archivos de
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percepción remota, a menudo, simultáneamente. De allí que las


instrucciones como en el ejemplo siguiente, pueden ser dadas (en forma
verbal):

“si la unidad es una terraza baja ( mapa geomorfológico) y el área


cultivada es > 60 porciento (clasificación de percepción remota), y no hay
diques ( mapa topográfico), la lluvia en la cuenca superior a sido mayor
los cuatro centímetros diarios, pero solo después de una precipitación
semanal antecedente de 6 centímetros, o la lluvia es mayor de 5,5 cm
después de una precipitación antecedente menor a los 4 cm diarios,
entonces clasifique esa unidad como susceptible de inundación con daño
importante a los cultivos”.

Otro ejemplo podría ser, (dado aquí en forma verbal):

“si el suelo es tipo S1, S4… Si, o las unidades geomorfológicas son AAA,
BBB,…III; si el índice de vegetación (LAI) es menor de YY (del archivo
procesado de percepción remota); y la distancia a los ríos permanentes
es mayor a XX m; y la litología es HHKK…MM; entonces clasificar
dichas unidades como clases de sequia I”.

Un mapa con varias clases puede ser combinado con mapas que
muestren la precipitación (o indicadores de sequia) en frecuencias
diferentes.

Otros ejemplos relativos a estabilidad de pendientes o riesgos de


terremotos pueden ser elaborados fácilmente.

Se ha diseñado un método para la adquisición estructurada y el ingreso


de muchos atributos de terreno, ligados a las unidades de mapeos
basadas en geomorfología, denominado “unidades de mapeo de terreno”
(UMT) (el mismo Meijerink, 1988). Este método está basado en la
clasificación genética y en el análisis del sistema de terrenos descrito en
las secciones precedentes. De hecho, los productos de estas
clasificaciones pueden convertirse rápidamente a la estructura de datos
UMT, la que también incorpora los vínculos al banco de datos de suelos
(Valenzuela, 1978). Ahí tres niveles de datos de levantamiento: general,
medio (sub-unidades) y detallado (catenas, ver figura 3 y 4) estos pueden
hacerse equivalentes a las unidades geomorfológicas sintéticas: sistemas
de terreno, unidades de terreno y componentes de terreno.

Se desarrollaron también estructuras de datos, ligadas a las unidades de


mapeo para la cobertura (vegetación y uso de suelo) y para los datos
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hidrológicos. Está en proceso un trabajo para incluir en el sistema los


modelos digitales de terreno. Las aplicaciones de ILWIS en la estimación
de la erosión y los sedimentos que se producen en una gran cuenca
superior y el daño por inundación en la parte baja de la cuenca, así como
otros estudios, se ofrecen en la publicación ITC ILWIS (también ITC
Journals 1988-1 y 1990-3).

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