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OBSOLESCENCIA PROGRAMADA

(SOCIOLOGIA)

JUAN DAVID PRIETO MORENO

ITFIP
INSTITUCION DE EDUCACION SUPERIOR
FACULTAD DE INGENIERÍA Y CIENCIAS AGROINDUSTRIALES

TECNOLOGÍA EN GESTIÓN DE LA CONSTRUCCIÓN

ESPINAL - TOLIMA

2020
OBSOLESCENCIA PROGRAMADA
(SOCIOLOGIA)

JUAN DAVID PRIETO MORENO

LUIS ALBEIRO RODRIGUEZ GIL

PROFESOR

INSTITUTO TOLIMENSE DE FORMACIÓN TÉCNICA PROFESIONAL

FACULTAD DE INGENIERÍA Y CIENCIAS AGROINDUSTRIALES

TECNOLOGÍA EN GESTIÓN DE LA CONSTRUCCIÓN

ESPINAL - TOLIMA

2020
Una pieza de la impresora ha fallado y el fabricante recomienda llevar la al servicio
técnico no es casualidad que los 3 vendedores le digan que compre una impresora
nueva, si acepta marcos será una víctima más de la obsolescencia programada el
motor secreto de la sociedad de consumo, esto es el del consumidor de poseer
algo un poco nuevo antes de lo necesitado, Para la directora del documental, la
obsolescencia programada, como ironía a su propio concepto, está destinada a
caducar. Pero en el camino, ha moldeado por completo a la sociedad occidental al
grado de transformarla en la sociedad de consumo que vivimos y conocemos hoy.

Su inquietud por el tema surgió desde lo que ella misma llama un mito urbano
sobre una de tantas teorías de la conspiración. Para comprobarla, la realizadora
se dio a la tarea de realizar entrevistas y recuperar grabaciones de personajes tan
importantes como el diseñador industrial Brooks Stevens o el inventor Thomas
Alva Edison, además de recopilar documentación sobre el cartel Phoebus, el
iniciador del concepto de obsolescencia programada.

El tema que da inició a la investigación es la duración de la bombilla de luz


incandescente, que con el progreso científico lograba durar cada vez más horas
hasta llegar a durar incluso 100 años, como el caso de la bombilla de la Shelby
Electric Company de Ohio, instalada en un cuartel de bomberos del estado de
California.

Las compañías Osram, Philips y General Electric, productoras de bombillas, vieron


este progreso como una amenaza para su crecimiento económico, por lo que
acordaron limitar la vida útil de sus productos. A este producto le siguieron muchos
otros que no sólo estaban programados para fallar después de determinado
tiempo de uso, como las medias de nylon (también mencionadas dentro del
documental), sino que según lo explica el Stevens, diseñamos productos que
pasarán de moda intencionalmente:
“Toda nuestra economía se basa en la obsolescencia planificada ...
fabricamos buenos productos, inducimos a las personas a comprarlos y
luego, al año siguiente, introducimos deliberadamente algo que hará que
estos productos sean anticuados, obsoletos, obsoletos”

El problema de este ciclo en el que se ha caído, radica no sólo en la manipulación


de masas de las grandes empresas como postulado anti-capitalista ni mucho
menos, sino en que está basado en dos postulados completamente equivocados.
El territorio con el que contamos no cuenta con recursos ilimitados para la
producción ni con espacios ilimitados para su disposición final, y sin embargo nos
encontramos en un vórtice de crecimiento ilimitado cuya única consecuencia
lógica es la producción de desperdicios ilimitados.

El documental muestra una más de las tragedias que viven los países en vías de
desarrollo, en este caso Ghana, pero cuya realidad no se aleja demasiado de las
condiciones de cualquier nación latinoamericana. El vertedero de la provincia
ghanesa de Accra se ha convertido en el sitio clandestino de disposición final de
productos electrónicos inservibles de Europa.

Las condiciones medio ambientales son deplorables pero las condiciones sociales
lo son aún peor. Sin embargo, la sociedad ghanesa, forzada a adaptarse a estas
condiciones, nos muestra que puede surgir una economía del desperdicio
mediante la recuperación, la reparación y la reutilización de los residuos;
podríamos llamarla una ‘economía residual’.

Es justo esta batalla de la sociedad civil la que la alemana postula en su


documental. No es una pelea frontal con uso de violencia contra las grandes
corporaciones, sino una serie de acciones individuales que una vez tomando
conciencia de esta alternativa económica, buscan soluciones propias. En un fin
último y como lo imagina la directora, serán éstas la caducidad de la
obsolescencia programada y un modelo que podría nuevamente transformar las
estructuras sociales que dan forma a nuestras ciudades.

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