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Contempla las actividades económicas en las que se ofertan bienes o servicios, que
generan impactos ambientales positivos y además incorporan buenas prácticas ambientales,
sociales y económicas con enfoque de ciclo de vida, contribuyendo a la conservación del
ambiente como capital natural que soporta el desarrollo del territorio.
Las motivaciones de consumo son diferentes según la región del mundo. En Colombia,
la motivación va a ser muy nutricional, como la de Estados Unidos, muy egoísta, el japonés
come sano y está delgado, por eso le preocupa más el ambiente. El europeo es más
socialista, le importa la parte social y se preocupa por cómo le pagan al trabajador de la
marca que compra.
El potencial que tienen estos mercados ha hecho que empresas tradicionales empiecen a
desarrollar productos mucho más ligados con el ambiente o tengan un nuevo enfoque
estratégico. Por ejemplo, el Ingenio Providencia desarrolló en su portafolio de productos
azúcar orgánica, JGB adquirió la empresa Casa Natura de productos naturales y Pizano
vendió a Incubacol, uno de los principales jugadores en el sector avícola, un zoocriadero.
Allí se están enviando los desechos de la producción avícola, pero también buenas prácticas
administrativas para la producción de pieles, bajo parámetros y reglas ambientales. Para
Lenovo, por ejemplo, una de las principales solicitudes es la de computadores con menor
consumo de energía. Estas variables se vuelven definitivas a la hora de competir.
Una de las firmas que les apostó a los negocios verdes cuando aún no se hablaba de ellos
como tal fue el grupo DAABON.
GRUPO DAABON:
Su concepto es from the floor to the market (desde el suelo al mercado): siembran,
producen, transforman, exportan, distribuyen y llegan al consumidor final.
Alberto Pío Dávila comenzó en 1914 la agricultura del banano, con exportaciones a
Estados Unidos y Europa. Lo que lo distinguió de otros bananeros es que nunca estuvo con
las multinacionales. Por eso tiene sus propios caminos de comercialización. En los 70
empezaron con 150 hectáreas de palma y se transformaron en 12.000 en 12 años. Hoy son
de agricultura orgánica certificada.
Siempre fueron enemigos de los químicos en los cultivos porque pensaban que las
multinacionales químicas se quedaban con muchas de las ganancias de los agricultores. Eso
pasó con la quiebra de los algodoneros en el Cesar en los 70.
Se unen dos cosas muy interesantes: dos agricultores que no creían mucho en los
químicos y una visión de una oportunidad de un mercado de producto que los consumidores
estaban dispuestos a comprar como un premium sin químicos.
Usan unas trampas especiales que capturan lo que pasa en el cultivo. Se hace mediante la
producción de insectos. Es decir, no tienen gente haciendo sanidad vegetal con químicos,
sino que liberan insectos y reproducen hongos, entonces depende del estado en que esté el
parásito se usa uno o el otro, siempre hay algo que controla lo malo.
Los primeros años fueron muy fuertes porque transformaron mil hectáreas de palma a
orgánico, ahora el conocimiento de lo orgánico es mucho; hace 20 años no había insumos y
hoy en internet se encuentra un montón, en ese entonces tocaba entender el conocimiento
que se recuperó de hace 60 años cuando les tocaba hacerlo así.
Es como irse otra vez en el tiempo, pero a gran escala porque la agricultura orgánica
nace como pequeño productor la producción bajó 30% porque no usaban fertilizantes
químicos.
Al año siguiente se vendieron 400 toneladas al doble de lo que valía la otra, entonces con
el incentivo y esa visión de exportar continuaron; el grupo ha vendido a la fecha 25.000
toneladas de aceite.
Hoy han logrado unos índices de producción muy razonables; aunque no usan
fertilizantes agroquímicos, hacen 1.500 toneladas mensuales de compost, subproductos de
la industria que se reincorpora al suelo.
Todo se usa, tienen la ganadería que produce la boñiga y la mezclan con el compost; la
filosofía no era tener la carne ni la leche, sino la boñiga.
La sostenibilidad vale más como inversión inicial, pero a la larga es mucho mejor, pues
un suelo al que se le echan químicos llega un momento en que se daña, y el de esta
compañía cada año es mejor.
Exportan el 100% de la producción orgánica, algo que empezó como una moda se volvió
una tendencia. Crecieron al 30% o el 40% anual por más de diez años y a partir de la crisis
de los países desarrollados en 2008 bajó el crecimiento orgánico del 30% al 15%, pero una
industria normal crece el 3%.
Es un proyecto que captura el gas metano que se produce por los residuos orgánicos del
proceso de extracción de aceite de palma. Las aguas servidas del proceso de extracción son
depositadas en piscinas de mayor tamaño; que, a su vez, son cubiertas con carpas para
facilitar su conducción hasta una infraestructura industrial creada para tomar el metano y
aprovecharlo como combustible.
OTROS PRODUCTOS DELGRUPO DAABON:
CERTIFICACIONES: