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La Competitividad como
Base de la
Internacionalización
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Índice
Objetivos
Objetivo 1: Acotar el concepto de competitividad a nivel empresarial y a nivel
macroeconómico.
Según Michael Porter, la competitividad se define por la productividad con la que una
Para Porter la competitividad se mide nación utiliza sus recursos económicos, naturales y humanos. Bajo este enfoque, el
por la productividad, pero en la práctica nivel de vida de un país viene determinado por la productividad de su economía,
van apareciendo otros factores que
medida como el valor de los bienes y servicios producidos por unidad de sus recursos
inciden en ella también: tipos de
cambio, capital tecnológico, capital
económicos, naturales y humanos. La productividad está determinada tanto por los
humano, capital comercial, marca país… precios que se pagan por los bienes y servicios producidos en los mercados libres,
como por la eficiencia con la que pueden producirse (mínimo consumo de recursos
para producir una unidad de bien). La productividad depende adicionalmente de la
capacidad de una economía para movilizar sus recursos humanos disponibles. En
resumen, para Porter la verdadera competitividad se mide por la productividad.
Efectivamente, a nivel teórico, bajo una hipótesis de precios flexibles y productos cuasi-
homogéneos, competitividad sería equivalente a productividad. Sin embargo, en una
situación de competencia monopolística, en el que las empresas tienen capacidad de
diferenciar sus productos, los intercambios comerciales no solo reflejan las diferencias
en costes relativos, sino también las diferencias en otros aspectos diferentes al coste.
Así, la competitividad no es sólo productividad; sino sobre todo, la capacidad de vender
más y con mayor valor y beneficio agregado en un número creciente de países.
e invertir más y mejor en el mercado internacional y obtener más rentabilidad que los
competidores.
Requerimientos básicos
1. Instituciones Nivel de
Mejoras de la competitividad
2. Infraestructuras desarrollo
basadas en la dotación de factores
3. Estabilidad macroeconómica bajo
4. Salud y educación primaria
Catalizadores de la eficiencia
5. Educación superior y formación
6. Efiencia en los mercados de bienes Nivel de
Mejoras de la competitividad
7. Eficiencia en el mercado laboral desarrollo
basadas en la dotación de factores
8. Mercados financieros modernos medio
9. Competencias tecnológicas
10. Tamaño del mercado
En esta última fase, las economías se encuentran en los límites de las fronteras de
conocimiento y comienza a hacerse patente que los factores que hasta ese momento
incidían de manera positiva sobre la competitividad presentan rendimientos
decrecientes.
Solo a través de la innovación, junto a una inversión adecuada en I+D, tanto pública
como privada, unas instituciones de investigación de calidad, la colaboración entre la
universidad y la empresa, una adecuada protección de la propiedad intelectual y un
marco de relaciones laborales dinámico se pueden obtener mejoras en la productividad
y, en definitiva, sobre la competitividad.
En su edición 2012-2013 Suiza ocupa el primer puesto del ranking, Singapur el segundo
y Finlandia, en tercer puesto. Les sigue Suecia en cuarto lugar. Los países del norte y
oeste de Europa dominan los 10 primeros puestos, con Holanda, Alemania y Reino
Unido en los puestos 5º, 6º y 8º respectivamente. Estados Unidos (7º), Hong Kong (9º) y
Japón (10º) completan la clasificación de las 10 economías más competitivas.
Los clusters son estructuras competitivas implantadas en todo el mundo y rompen con
la idea tradicional de la competencia al introducir la posibilidad de la cooperación con
empresas competidoras como opción que mejora la competitividad de las PYME de un
determinado sector. A esta dualidad competencia-cooperación muchos autores la
denominan “coopetición” (neologismo derivado de la unión de los términos en principio
enfrentados: “Competencia” y Cooperación”). En concreto, tenemos en mente el modelo
de coopetición propuesto por Nalebuff y Brandenburger ya que estos autores hablan
para su incentivo, como los clusters industriales japoneses, los polos de competitividad
franceses o el programa de centros expertos finlandés.
Las autoridades europeas tienen un gran interés en lograr la presencia en los mercados
internacionales de sus empresas, considerando esta internacionalización también como
un motor de innovación. Por eso consideran que, para lograr el máximo
aprovechamiento del potencial innovador y competitivo de los clusters, éstos deben
también alcanzar una masa crítica y una orientación estratégica basadas en una mejor y
más abundante cooperación europea transnacional, con el objetivo de lograr clusters
europeos de calidad mundial.
El Cluster de Empresas Pesqueras en Países Terceros es una asociación que agrupa los
intereses de los inversores europeos en el sector pesquero de terceros países, lo que
antes se denominaba sociedades mixtas de pesca. En la actualidad, estos inversionistas
proceden de España, Italia y Portugal, y sus inversiones se radican en países terceros
distintos de los de la UE, por lo que se trata de sociedades de derecho de esos países.
El cluster está constituido por 240 empresas, dispone de 460 buques, y alcanza unas
capturas anuales de casi 500.000 toneladas. Genera una ocupación directa de más de
17.200 personas en más de 30 países.
Los objetivos de este cluster de clusters son promover la competitividad de los actores
europeos en diagnóstico in vitro mediante el networking y los partenariados
innovadores, facilitar y acelerar el acceso a mercados no europeos (especialmente el
estadounidense y el asiático), e impulsar el papel preeminente del diagnóstico dentro
de la práctica médica. Los miembros de la Alianza de Clusters Europeos de Diagnóstico
centrarán su colaboración en identificar retos y necesidades de este ámbito, e impulsar
la innovación mediante proyectos colaborativos de I+D y la compartición de plataformas
tecnológicas.
3 Resumen
La competitividad es un aspecto complejo, que incide en las empresas, pero
también en las naciones. Las últimas tendencias se orientan a considerar variables
relacionadas con los intangibles de la empresa. Se trata de dar un enfoque más
microeconómico a la medición de la competitividad.
4 Referencias Bibliográficas
Guerras, L. A. y Navas, J. E.: La dirección estratégica de la empresa. Teoría y
aplicaciones (4º ed.) Madrid: Thomson Civitas, 2007.