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El león y el delfín

Dicen que un día un león caminaba tranquilamente por la costa y vio como

asomaba en el agua un bello y vigoroso delfín.

El león sabía que este era el rey de los animales acuáticos, por lo que pensó que

él, rey de la selva, haría bien en aliarse con el ágil mamífero. INICIO
Así, le propuso al delfín sellar un pacto de alianza, mediante el que se

defenderían entre ellos dado el caso. El delfín aceptó gustoso, pues también

apreciaba la fuerza y destreza del león en la tierra y también creyó que esto

podría serle útil.

Sin embargo, un día el león estaba batiéndose con un toro salvaje que le estaba

costando más trabajo de lo habitual y hacía peligrar su integridad. La pelea se


NUDO
tornaba más fiera por segundo y se fue trasladando a la costa, donde el león

llamó a su aliado y le pidió ayuda.

El delfín trató de cumplir su pacto y defender, pero por mucho que saltó se vio

imposibilitado de intervenir en la pelea que estaba teniendo lugar en la orilla.

En definitiva, era un delfín y sus dominios no iban más allá del agua.

Molesto, el león exclamó:


ESTRUCTURA
-Vaya pacto más tonto he hecho contigo, que a la primera que te necesito no

puedas ayudarme.

Esto incomodó mucho al delfín, que más inteligentemente que el león analizó y

dijo:

-No debemos culparnos el uno al otro, pues la culpa es de la naturaleza, que nos
DESENLACE
hizo a uno para el agua y a otro para la tierra. Luego de esto, somos culpables

los dos por pretender ser más de los que nos corresponde.
De esta forma, tanto el león como el delfín comprendieron su error estratégico y

no olvidaron nunca más que lo mejor es hacer amigos y alianzas con aquellas MORALEJA
personas que realmente podrán estar a nuestro lado cuando les necesitemos.

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