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Revista Realidad 132, 2012

Introducción a la lectura del texto


El hombre y Dios, de Xavier Zubiri
Juan Patricio Cornejo Ojeda
University McGill
Canadá

Resumen: El hombre y Dios de Xavier Zubiri es una obra que por


derecho propio ha de ocupar un sitial en la historia de la filosofía. ¿Qué
significa esta “y” del título del texto El hombre y Dios? Toda la clave del
libro radica en descifrar qué sentido tiene esa “y”. Acceder, pues, al texto
El hombre y Dios, implica forzosamente retrotraer nuestra investigación a
la raíz misma de la “existencia humana”. Pretendo presentar una humilde
vía de esclarecimiento. Mostrando la postura de Zubiri frente a Heidegger
en ciertos puntos que considero capitales como “puerto” de acceso a la
lectura de El hombre y Dios. Por tanto, llevaré a cabo esta investigación
en tres breves navegaciones: I. El problema de la “y”. II. Sobre la
“Erschlossenheit”. III. De la “Geworfenheit” a la “religación”.
Man and God by Xavier Zubiri is a book that, in its own right, must
have an honor place in the history of philosophy. What does “and” mean in
its title: Man and God? The main thrust of the book is to decipher the sense
of the word “end”. Reaching this book implies, thus, casting our research
back to the very same root of “human existence”. In this paper, I intend to
present a simple way of clarification: to point out Zubiri’s position regarding
some key issues in Heidegger that function as a “destination point” for the
reading of this book. I will, therefore, conduct this search by means of three
itineraries: I. The question for the word “and”. II. On “Erschlossenheit”.
III. From “Geworfeinheit” to “religación”.

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Revista Realidad 132, 2012
Introducción

X
avier Zubiri, nació en San fue discípulo de Ortega y Gasset, de
Sebastián el 4 de diciembre Husserl y de Heidegger y además
de 1898. Cercano ya a los 85 un profundo conocedor de todas
años, estaba en plena producción las ciencias y lenguas orientales e
filosófica, a punto de terminar un historia antigua. Poco más de un
libro sobre Dios, cuando repentina- año después de su muerte, somos
mente muere el 21 de septiembre testigos de un extraordinario, genial
de 1983.1 La humanidad pierde irre- y estremecedor libro. Es el primero
mediablemente uno de los filósofos de los libros póstumos de Zubiri, El
más importantes del siglo XX. Zubiri hombre y Dios.2

1. El problema de la “y”

Su más cercano amigo, colabo- ticula en sus tres momentos o partes.


rador y discípulo, Ignacio Ellacuria, Iª La realidad humana. IIª La realidad
estuvo a cargo de la preparación del divina. IIIª El hombre, experiencia
texto para su publicación. Es un libro de Dios. En la Primera Parte, Zubiri
de Zubiri desde el principio hasta el busca determinar qué es ser hombre
fin, sometido tan sólo a un levísimo y cómo se es hombre. En la Segunda
arreglo redaccional.3 El hombre y Parte, Zubiri necesita ver que lo que
Dios, es un texto apasionante. Es una ha encontrado en su búsqueda es
obra que por derecho propio ha de Dios. En la Tercera Parte, Zubiri des-
ocupar, sin duda alguna, un sitial en de el planteamiento de lo que es el
la historia de la filosofía. Cada una hombre y de lo que es Dios nos lleva
de sus líneas, con sus 383 páginas, a discutir el problema de Dios “y” el
posee una riqueza filosófica desbor- hombre. Estas tres partes están arti-
dante. Sin embargo, su contenido culadas por una bisagra que requiere
plantea enormes problemas. Es un nuestra atención.
libro muy difícil de comprender y de
analizar. Introducirse en la filosofía ii
de Xavier Zubiri es todo un desafío Quiero dejar consignado que
intelectual y una aventura espiritual. Zubiri comentaba a Jorge Eduardo
Máxime si se trata de un problema Rivera Cruchaga que el libro, El
que ocupó la mente de Zubiri por hombre y Dios, estaba ya en líneas
más de seis décadas. generales listo en 1972.4 Pero no es
de extrañar, de parte de Zubiri, las
i minuciosas revisiones que padece-
En líneas muy amplias el esque- ría este libro en más de una década.
ma del libro El hombre y Dios se ar- Es importante destacar, además, tres

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puntos centrales, que corresponden Así pues, desde el capítulo
respectivamente a las tres partes primero que versa sobre el hombre
del libro, y que debe tener presente brota inexorablemente el capítulo
todo lector al introducirse en la lec- segundo, que trata sobre Dios, hasta
tura de El hombre y Dios. Muchos el florecimiento del capítulo tercero,
comentaristas pasan de largo las el hombre “y” Dios. Y, en este sen-
advertencias de Ignacio Ellacuria tido, este esquema refleja lo aborda-
en la “Presentación” (HD, i-x., 24 do en el texto El hombre y Dios de
de marzo de 1984). De no observar Xavier Zubiri, esto es, “El hombre”,
bien este punto, esto puede levan- “Dios”, “y”. ¿Qué significa esta
tar, sin lugar a dudas, una enorme “y” del título del texto El hombre y
ola de inadecuadas interpretaciones Dios? Esta es la pregunta axial de
del texto. Esta presentación es muy esta investigación. ¿En qué consiste
importante, pues, en ella quedan esa “y” con que decimos el hombre
indicadas las tres partes del libro. La “y” Dios”? Toda la clave del libro
primera parte: iniciada y concluida radica en descifrar qué sentido tie-
en la primavera y verano de 1983. ne esa “y”. En una frase apretada y
La segunda parte: realizada de re- muy difícil de dilucidar, dice Zubiri
greso de Roma, a finales de 1973 en la Introducción: “La ´y` del hom-
y casi todo el año 1974, incluso bre y Dios es una versión constitu-
principios de 1975. La tercera parte tiva experiencial”.5 ¿Qué significa
sería la transcripción del curso de esta “y”? ¿Qué significa que sea una
Roma explicado en el otoño de “versión constitutiva experiencial”?
1973. Desde esta interesante pers-
pectiva preguntémonos: ¿No cabría Grosso modo, el problema de
la posibilidad de acceder a toda la la “y” del hombre y Dios es el más
“obra zubiriana” desde esta primera alambicado problema filosófico
parte finalizada ya en el verano de que Zubiri tiene en sus manos. La
1983? “y” es “abertura” a algo “más” .
Zubiri quiere desentrañar esta “ver-
iii sión constitutiva experiencial” en la
He de advertir que mi esquema realidad en “hacia”.6 (Permítaseme,
no es exactamente el que sigue una breve “fórmula” : El hombre
Zubiri, sino que se aparta ligera- “y” Dios = El hombre “hacia”
mente de éste. La razón de ello es Dios. Este punto lo he tratado en
el deseo de simplificar el acceso a otro lugar, sólo lo dejo consignado
este libro, ya de suyo muy difícil de aquí, indicando que hay un grave
leer. Empero -y estoy consciente de problema en esta “y”, para una
ello y el lector lo advertirá inmedia- posterior “revisión” ). Sigamos,
tamente- hay temas que desbordan pues, navegando en dos puntos
considerablemente el propósito de esenciales:
esta breve investigación.

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A) El problema filosófico de todo, la posibilidad del ateísmo.
Dios. Zubiri, dicho sea de paso, está vi-
B) La “existencia humana”. viendo situaciones dramáticas en
torno a la fe, la religión y Dios.
A. El problema filosófico de Dios
“La religación -nos dice- re-
El problema filosófico de Dios, ligatum esse, religio, religión en
fue una permanente preocupación sentido primario -es una dimensión
de Zubiri ya desde los años de Ba- formalmente constitutiva de la
chillerato, hasta los últimos días de existencia”.10 En otras palabras, el
su vida. Pues bien, acceder al texto problema de Dios está inscrito en la
El hombre y Dios, implica forzosa- constitutiva y ontológica religación
mente retrotraer nuestra investiga- de la existencia.11 ¿Qué significa
ción a la raíz misma de la “existen- esto de que la “religación” es una
cia humana”.7 ¿Qué quiere decir dimensión formalmente constitutiva
aquí “existencia humana”? ¿En qué de la existencia? ¿Es el ateísmo un
sentido hay que concebirla? ¿Acaso modo de estar “des-ligado”? El tema
ésta existencia humana “coincide” de Dios, pues, el problema filosófi-
con lo que dice Zubiri en El hom- co de Dios en Zubiri lleva un largo
bre y Dios: la realidad humana? No camino de elaboración.12
voy a entrar a desentrañar todo el
problema de la existencia humana. B. La “existencia humana”
Sólo quiero indicar el orto del pro-
blema de Dios en un primer artículo Forzosamente, he tenido que
de Zubiri. embarcarme en este ensayo, pues,
la lectura del texto El hombre y
“En torno al problema de Dios se torna inaccesible e intole-
Dios”,8 artículo publicado en la rable, justamente, al ingresar a la
Revista de Occidente 149 (1935) Segunda Parte, La realidad divina.
129-159., constituye la primera for- Porque esta obra no está con la
mulación del problema de la religa- figura que Zubiri hubiera querido
ción, y, que junto a otros artículos presentarla al mundo filosófico. En
apareció ya recopilado.9 Este texto efecto, al principio, incluso el mejor
fue corregido y ampliado en Roma deseo tropieza con insospechadas
por Zubiri en marzo de 1936, que dificultades y se encuentra con sor-
es el que definitivamente apareció presas impensadas. Sin embargo,
en Naturaleza, Historia, Dios (NHD, este ensayo de 1935 es el “umbral”
417-454). Es un hermoso, conciso y necesario para iniciar la navegación
profundo ensayo que constituye la en El hombre y Dios. Teniendo pre-
primera formulación del concepto sente que hay una distancia de más
de “religación”, en el cual se ins- de cuatro décadas de este ensayo
cribe el problema religioso y, sobre en relación al primer texto póstumo.

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En su estancia en Roma, se le (1963), Zubiri hace una expresa
pidió a Zubiri autorización para referencia a la existencia humana,
una versión francesa en Recherches como punto de partida del pro-
Philosophiques. Introdujo para ello blema de Dios: “Es menester -nos
algunas leves modificaciones de dice- partir de un análisis de la exis-
detalle, especialmente en el acápite tencia humana”.16 Recoge, sin duda,
IV. Así, la forma definitiva la alcan- ideas heideggerianas,17 pero no se
zo en marzo de 193613. A pesar de queda en ellas reposando, sino que
las modificaciones que sufrió el tex- radicaliza más su pensamiento,
to base que apareció en Naturaleza, desentrañando penosa y lentamente
Historia, Dios, el texto base de 1935 el concepto de “religación”. Aquí
es lejos definitivamente mucho más Zubiri se propone anclar, como di-
inteligible que su posterior modifi- ría Martínez18, el problema de Dios
cación de 1936. en la entraña, en la raíz misma del
existir humano.
Así, “En torno al problema de
Dios” (1935), en esta breve inves- Zubiri, tiene presente en su re-
tigación posibilita el más accesible flexión la estructura de la “Geworf-
“puerto” desde donde desplegare- enheit”, que literalmente significa el
mos velas y elevaremos ancla con “estar arrojado”.
el concepto de “religación”, con
el fin de navegar hasta la forma Sin embargo, pienso que no es
que alcanzó su “reformulación” sólo ésta estructura heideggeriana la
definitiva,14 en su libro póstumo El que está presente en Zubiri y la úni-
hombre y Dios. ca que tenía in mente en su ensayo
“En torno al problema de Dios”
Zubiri realiza un análisis de (1935). Hay otras estructuras que
lo que él llama la “existencia hu- juegan, tal vez, en mayor o menor
mana”. En el ensayo: “En torno al medida, un papel más importante
problema de Dios” (1935), señala- que la “Geworfenheit”.
ba: “....la posibilidad filosófica del
problema de Dios consistirá en des- Zubiri establece claramente,
cubrir la dimensión humana dentro y, dicho sea de paso, dos direccio-
de la cual ha de plantearse (...) La nes en torno al problema de Dios.
existencia humana, se nos dice, es De un lado, en la dirección de la
tal que consiste en encontrarse en- sistematización del problema de
tre las cosas y, cuidándose de ellas Dios. De otro lado, el momento
y arrastrada por ellas, hacerse a sí estructural del hombre, es decir, la
misma”.15 dimensión teologal.19

Y años después en el artículo: Con lo anterior es suficiente


“Introducción al problema de Dios” para dejar enmarcado globalmente

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el problema del hombre y Dios. en sus estados de ánimo. Tengo
Pasemos, pues, a nuestro segundo una manera de estar dispuesto en
apartado. mis estados de ánimo. No es una
intelección intelectual, teorética,
II. Sobre la “Erschlossenheit”. sino un estar abierto al ser de las
cosas, a las demás personas, a mi
Heidegger en Ser y tiempo en mismo, por ejemplo, cuando per-
el § 28 habla de una “Erschlossen- cibo la inocencia de mi sobrino
heit”, “aperturidad”. “Das Dasein ist de once meses. Sólo lo siento en
seine Erschlossenheit”,20 “El Dasein un determinado sentimiento. Aquí
es su aperturidad”,21 ¿Qué es esta el sentimiento descubre la inocen-
“Erschlossenheit”? La palabra que cia. La “Befindlichkeit” me abre
en alemán es “Erschlossenheit”, al pasado, yo ya estoy instalado
significa el hecho de que el Dasein, en una situación particular. “Die
está abierto, entiéndase: abierto al Befindlichkeit erschließt das Dasein
mundo, abierto a sí mismo, abier- in seiner Geworfenheit”. “La dispo-
to a los demás Dasein y, maxime, sición afectiva abre al Dasein en su
abierto al ser.22 Es un abrir radical condición de arrojado”.23 ¿Qué es
en que consiste el ser del “Dasein”. esta “condición de arrojado”? Más
La existencia está abierta a sí misma adelante veremos este punto.
y lo está en y por sí misma. Esto
es, la “aperturidad” forma parte Cuando hay un sentimiento ya
de la existencia en cuanto tal. Esta estoy en una situación determinada
“Erschlossenheit” está constituida y, desde ahí me abro. Expresaba
básicamente por la “disposición San Buenaventura en el “Itinerarium
afectiva”, “Befindlichkeit” y el mentis in Deum”: “magis exercitatio
“comprender”, “Verstehen”, articu- affectus quam eruditio intellectus”.24
lados ambos por medio del “discur-
so”, por medio de la “Rede”. ¿Qué En este sentido va a decir
es eso de “Befindlichkeit”? ¿Qué es Zubiri: “El hombre no puede sen-
eso de “Verstehen”? Veamos más tirse más que religado o bien
de cerca esta “disposición afectiva” desligado”.25 Así, la posibilidad del
y el “comprender”. ateísmo se abrocha en esta posibili-
dad de la Befindlichkeit, de sentirse
A. “Befindlichkeit”. “des-ligado”. “La existencia que se
siente desligada es una existencia
“Befindlichkeit”, “disposición atea”.26 Heidegger indica en Ser y
afectiva”. Es la condición según tiempo, que el “Dasein” está abier-
la cual el “Dasein” siempre se en- to a su propio ser, pero al mismo
cuentra en algún “estado afectivo”, tiempo lo encubre, lo distorsiona.
“estado de ánimo”. El Dasein se “Al Dasein existente le pertenece el
encuentra, se siente consigo mismo ser-cada-vez-mío como condición

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de posibilidad de la propiedad e dicional. Porque todo sentimiento
impropiedad. El Dasein existe siem- tiene un momento intrínseco y for-
pre en uno de estos modos o en la mal de realidad. Hay afección. En el
indiferencia modal de ellos”.27 Es sentimiento el hombre está afecta-
interesante que Zubiri sostenga en do. Esta afección es un modo de es-
la Segunda Parte de El hombre y tar en la realidad., “...para que haya
Dios, que, ante Dios, además, de un sentimiento de dependencia
teísmo, ateísmo, agnosticismo, hay tiene que actualizarse el momento
también, “in-diferencia”.28 La “Be- de realidad como algo a lo que
findlichkeit” abre al hombre en su estoy ligado, como algo anterior
“Geworfenheit”. al sentimiento mismo (...) Toda de-
pendencia incondicional presupone
Desde Heidegger y más allá de una realidad relativamente absoluta.
Heidegger podríamos preguntarnos: Es decir, presupone la religación”.29
¿La Befindlichkeit abre al hombre “La religación no es mera vincula-
“positivamente” en su “ser” “reli- ción ni es un sentimiento de depen-
gado” y “cierra” negativamente su dencia sino la versión constitutiva
ser al sentirse “desligado”? Por lo y formal al poder de lo real como
pronto, esta cuestión desborda ple- fundamento de mi vida personal”.30
namente lo expuesto. Pasemos, pues, a nuestro segundo
aspecto. ¿Qué se entiende, en líneas
Pues bien, la Befindlichkeit, más amplias, por “Verstehen”?
está entretejida con el “Verstehen”.
Este último, no es un comprender B. “Verstehen”.
teórico, sino un comprender vital
de sí mismo. “Verstehen”, “comprender”.
¿Puede ser entendido “verstehen”,
Zubiri va a cambiar esta postura “comprender”, en un sentido teó-
de la Befindlichkeit, de “sentirse” rico? Nada más alejado de lo que
religado o desligado. Hay un no- Heidegger quiere decir. No es
table progreso de su pensamiento una comprensión teórica. “Con el
en El hombre y Dios. La religación término comprender - dice Heide-
ya no está inscrita en un puro gger- nos referimos a un existencial
sentimiento, sino que la religación fundamental, y no una determinada
es esencialmente el acontecer del especie de conocimiento, diferen-
problematismo de la fundamentali- te, por ejemplo, del explicar y del
dad. Estoy “afectado”, por ejemplo, concebir, ni en general, a un co-
porque previamente “ya” estoy en nocer en el sentido de aprehensión
la realidad. temática”.31 El “Verstehen”, heide-
ggeriano es estrictamente un com-
Es decir, la religación no es un prender de sí mismo, me abro a mi
sentimiento de dependencia incon- mismo, a las cosas, a los otros hom-

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bres, en última instancia al ser. Esa cuando me es dada la vida no es
abertura a mi ser, de mi mismo, es sino quehacer. La vida, bien lo sa-
cuando, de algún modo, compren- bemos todos, la vida da mucho que
do mi situación, desde la situación hacer. Y lo más grave es conseguir
en la que ya estoy, por ejemplo, es- que el hacer elegido en cada caso
toy leyendo. El ser se abre al futuro. sea no uno cualquiera, sino lo que
En ese sentido la “Befindlichkeit” es hay que hacer -aquí y ahora-, que
el pasado. Porque precisamente me sea nuestra verdadera vocación,
encuentro ya en un determinado es- nuestro auténtico quehacer”.33
tado de ánimo, y desde ahí me abro
a las posibilidades futuras de mí ser. En el ensayo “En torno al pro-
Hay un pasado radical. En cambio, blema de Dios”(1935) casi al final
en el “Verstehen” me encuentro del acápite II, leemos: “El hombre
abierto al futuro. “Concebido -se- al estar abierto a las cosas, va hacia
ñala Heidegger- en forma existen- ellas y las encuentra. Al estar reli-
cial originaria, el comprender es el gado el hombre viene desde Dios
proyectante estar vuelto hacia un y está ya en Él”.34 ¿Qué es esto de
poder-ser por mor del cual el Da- que el hombre está “abierto” a las
sein existe cada vez. El comprender cosas? ¿En qué sentido va “hacia”
abre el poder-ser de cada Dasein ellas?
(cf. §31, p,166 ss), de tal manera,
que, comprendiendo, el Dasein En primer lugar, vemos el papel
sabe cada vez, de algún modo, qué implícito de la “Erschlossenheit”,
pasa con él”.32 “aperturidad”. El hecho, de que el
hombre está abierto a las cosas. Es
“Verstehen” es futuro. En otras decir, su ser está abierto.
palabras, la vida del ser humano es
un “quehacer”. Es un hacer que hay En segundo lugar, observamos
que hacerlo, y eso es mi existencia. en el pasaje ya “incoado” el “ha-
Cuando estoy haciendo algo en mi cia”, estructura zubiriana absoluta-
vida aparece el futuro. La palabra mente capital y tan recurrente en El
“quehacer” tiene una riqueza in- hombre y Dios. Este “hacia” va a ir
negable en castellano. En Ortega cobrando un volumen enorme –y
leemos: “De toda circunstancia, al mismo tiempo imperceptible- al
aun la extrema, cabe evasión. De interior de El hombre y Dios. Esto
lo que no cabe evasión es de tener detonará más adelante que Zubiri
que hacer algo y, sobre todo, de afirme que: “...nos encontramos
tener que hacer lo que, a la pos- lanzados del hombre a Dios...”.35
tre, es más penoso: elegir, preferir. Para enmarcar esto de mejor mane-
¿Cuántas veces no se ha dicho uno ra véase un par de textos: “La rea-
que preferiría no preferir? De don- lidad de Dios es por lo pronto una
de resulta que lo que me es dado realidad en el modo de ´hacia`”.36

302 Introducción a la lectura del texto El hombre y Dios, de Xavier Zubiri


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“En esta dimensión de apertura reli- “no es que el sujeto exista y ´ade-
gada, el hombre está lanzado desde más` haya cosas, sino que el ser
el poder de lo real ´hacia` aquello sujeto consiste en estar abierto a las
en que éste se funda, hacia Dios”.37 cosas”.42

En tercer lugar, aparece la “dis- Pero, Zubiri reprocha a Heide-


posición afectiva”, “Befindlichkeit”, gger la insuficiencia de su análisis,
y el comprender, “Verstehen”. En pues, siempre hay “algo” más.
efecto, repasemos nuevamente el “Además de cosas ´hay` también
pasaje: “El hombre al estar abierto lo que hace que haya”.43 En esta
a las cosa, va hacia ellas y las en- época el “hay” ocupa el lugar de la
cuentra. Al estar religado el hombre realidad.
viene desde Dios y está ya en Él”.38
Para Zubiri lo radical no es la
En Heidegger vemos un pasaje propia existencia. Lo radical no
clave: “El comprender se funda es un hecho entre otros, sino algo
primariamente en el futuro; en previo a todo hecho, esto es: la rea-
cambio, la disposición afectiva se lidad misma. Y esta realidad inexo-
temporiza primariamente en el rablemente se me hace presente no
haber-sido”.39 en un comprender existencial, sino
en un acto fundamental de la propia
Zubiri en El hombre y Dios, al realidad humana, el sentir.
sostener que el hombre es constitu-
tivamente una esencia formalmente Zubiri abrirá una vía más ra-
abierta a su propio carácter de dical que Heidegger: “Es de Hei-
realidad,40 sin duda, tiene in mente degger -nos decía- la tesis de que
el ensayo “En torno al problema de das Dasein, la existencia humana
Dios” (1935). Zubiri fue discípu- tiene una Erschlossenheit, está
lo de Heidegger por los años 30. abierta a sí misma y a las cosas por
Zubiri parte de la situación abierta algo que es Seinsverständnis, la
por Heidegger, pero va más allá comprensión del ser [cf. SuT §18
de Heidegger. Declaraba Zubiri: y §31] (...) Pero ¿es verdad que el
“...se ha visto que el ser del sujeto hombre está abierto a las cosas
consiste formalmente, en una de sus primariamente por comprensión?
dimensiones, en estar ´abierto` a las Toda comprensión es un acto de
cosas”.41 inteligencia -Heidegger no emplea
este vocabulario, pero no importa
No hay duda, sobre la referen- para el caso-. De esto no hay duda
cia implícita a la “Erschhlossenheit” ninguna. Pero no es ese el acto ele-
de Heidegger. Zubiri está haciendo mental y radical de la inteligencia,
mención permanentemente a no- que primariamente no aprehende
ciones heideggerianas. En efecto, la realidad por vía de comprensión

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sino en un sentir del que la inteli- abierto a las cosas nos descubre, en
gencia es intelección intrínseca y este su estar abierto, que ´hay` cosas,
que la convierte, por consiguiente, así también el estar religado nos des-
en inteligencia sentiente”.44 Tenien- cubre que ´hay` lo que religa, lo que
do presente estos breves pasajes se constituye la raíz fundamental de la
entiende que Zubiri en El hombre existencia”.47
y Dios, exprese que: “...por ser
una realidad sustantiva dotada de A “eso” que “hay” y que religa
inteligencia, el hombre es constitu- Zubiri lo llama: “Dios”, es decir,
tivamente una esencia formalmente “aquello a que estamos religados
abierta a su propio carácter de en nuestro ser entero”.48 Zubiri pasa
realidad. (...) la esencia abierta está muy rápido a la identificación con
formalmente religada”.45 Su apertura Dios. Cosa que no sucederá en El
es, en consecuencia, una “apertura hombre y Dios. El camino será mu-
religada”.46 Así, vemos que, gracias a cho más largo, penoso y complejo.
la atenta mirada que Zubiri puso en ¿Qué es esto de estar religados “en”
la “Erschlossenheit”, radicaliza el acto nuestro ser entero”? ¿Qué alcance
elemental y radical de la inteligencia. tiene este “en”? Pues bien, lo que
Que primariamente no aprehende la me ocupa a radice es indicar la
realidad por vía de comprensión, sino cercanía por estos años entre Zu-
en un sentir intelectivo o inteligencia biri y Heidegger y que lo podemos
sentiente. Observa Zubiri en un pa- constatar con más claridad al seguir
saje iluminador, “Y así como el estar navegando, en la “Geworfenheit”.

2. De la “Geworfenheit” a la “religación”
La “Geworfenheit” ha sido con- cal no es el lenguaje, pero tampoco
siderada49 el “umbral” desde dónde la propia existencia. Lo radical para
arranca la compleja idea de la Zubiri no es un hecho entre otros,
“religación”. El concepto de la “reli- sino algo previo a todo hecho, esto
gación” no florece sólo y exclusiva- es: la realidad. Y esta realidad se
mente de la “Geworfenheit”.50 Pero hace presente en nosotros no en un
si es su detonante fundamental. Ya “comprender existencial”, sino en
hemos visto la insuficiencia de la un acto fundamental de la propia
existencia humana como “Erschlos- realidad humana: el sentir. (Analizar
senheit”, y como irrumpe esta idea minuciosamente cada una de las
del sentir intelectivo. En el sentido articulaciones de toda esta teoría
que el hombre primariamente no de la inteligencia sentiente51 es una
aprehende la realidad por vía de tarea titánica que muy bien lo están
comprensión, sino en un sentir in- haciendo los comentarista y discí-
telectivo. Para Zubiri, el hecho radi- pulos de Zubiri).

304 Introducción a la lectura del texto El hombre y Dios, de Xavier Zubiri


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i posición de Zubiri como contra-
Volvamos a la “Geworfenheit” posición, o complemento, al ser
y su repercusión en Zubiri. Demos arrojado heideggeriano”.55
algunos pasos que configuren de
mejor manera lo que quiero con ii
más precisión indicar. Al carácter fáctico del existir
humano Heidegger lo llama el “es-
Leemos en el ensayo de 1935: tar arrojado”, “Geworfenheit”. Rive-
“...el fenómeno de ´estar arrojado` ra hablando sobre la facticidad y su
que otros a que voy a referirme, no articulación con la religación, nos
pueden adquirirse sino en el análi- dice: “La facticidad no es un mero
sis mismo de la existencia. Todo el factum, sino una estructura de ser,
sentido de lo que va a seguir consis- y como tal tiene una función po-
te en tratar de hacer ver que no está sitiva en la constitución de ser del
descrita la existencia humana con Dasein. Heidegger no ha explotado
suficiente precisión.... “.52 plenamente este aspecto positivo
de la facticidad. En cambio, sí lo
“La existencia humana, pues, ha hecho Zubiri, para quien en la
-dice Zubiri- no está solamente arro- estructura del ´tener que` se mani-
jada entre las cosas, sino religada fiesta una ligazón al ser (o a la reali-
por su raíz”.53 Este es el texto axial dad) que Zubiri llama ´religación`, y
de este apartado. ¿Qué significa que es el fundamento que nos lanza
que la existencia humana no está a la búsqueda de esa realidad enig-
“solamente” arrojada sino que está mática que llamamos Dios. (...) Al
“religada” por su raíz? ¿De qué raíz carácter fáctico del existir humano
se trata? Heidegger lo llama también el estar
arrojado (Geworfensein o Geworf-
Vemos, ante todo, que la enheit). Este concepto implica, ade-
“Geworfenheit” está íntimamente más de la facticidad del ´tener que`
inscrita en Zubiri. “La existencia hu- ser, el que el Dasein tiene que ser
mana está arrojada entre las cosas, cada vez en una situación absoluta-
y en este arrojamiento cobra ella el mente concreta, en aquella en que
arrojo de existir”.54 fácticamente es”.56

Martínez de Pisón, nos decía: Así, de un lado, la “Geworfen-


“La clave zubiriana para abordar el heit”, “estar arrojado”, indica que
problema de Dios se encuentra en el hombre en el primer acto de
la religación del hombre al poder inteligencia ya está existiendo. Es
de lo real. ´La existencia humana, decir, “yecto”: es el pasado radical
pues, no solamente está arrojada “ya”. Es el primer momento. A mi
entre las cosas, sino religada por ser le pertenece mi “yectidad”. No
su raíz` (NHD, 373). Esta es la se arroja él. Es, “estar arrojado”. Es

Introducción a la lectura del texto El hombre y Dios, de Xavier Zubiri 305


Revista Realidad 132, 2012
tener ya dado o recibido el “ser” completamente un pasaje clave:
desde el primer momento. No lo “La existencia humana, se nos dice,
pongo yo; estoy arrojado en la exis- es tal que consiste en encontrarse
tencia humana. entre las cosas y, cuidándose de
ellas y arrastrada por ellas, hacer-
iii se a sí misma. En este su hacerse,
Hay, de otro lado, una pequeña la existencia humana adquiere su
distinción con la “facticidad”. Esta mismidad y su ser, es decir, en
es la concretización de la existen- este su hacerse es ella lo que es y
cia humana. Estoy arrojado, en un como es. La existencia humana está
lugar concreto y muy determinado. arrojada entre las cosas, y en este
En efecto, normalmente yo hago arrojamiento cobra ella el arrojo de
muchas cosas, me levanto por las existir. La constitutiva indigencia del
mañanas, leo, camino, me alimen- hombre, ese su no ser nada sin, con
to, etc, etc., pero hay algo que está y por las cosas, es consecuencia de
permanentemente presente en lo estar arrojado, de esta su nihilidad
más hondo de mi vida y que no ontológica”.57
está expuesta explícitamente. Es la
existencia. Me encuentro que yo Este texto es clave de “En torno
tengo una deuda con mi propia al problema de Dios”, del acápite
existencia, la cual yo no me la he II, que refleja las emanaciones de
dado; me encuentro con ella, nací Heidegger en Zubiri.
en un hermoso país, Chile, en Chu-
quicamata, en 1966, en el desierto iv
más árido del mundo y en el cielo Nuevamente. ¿Qué es esto de
más diáfano de la tierra; con unos la existencia humana? ¿Por qué Zu-
padres, con una determinada len- biri habla en El hombre y Dios de
gua materna, etc, etc., es decir, me realidad humana y no de existencia
encuentro en este mundo existiendo humana? ¿Qué es esto de que la
“ya”, estoy arrojado a la existencia, existencia humana está arrojada
mi vida es una “facticidad”. Y de “entre” las cosas? ¿Qué papel están
todo eso yo soy “deudor”. Es mío jugando las cosas para el hombre?,
y no soy plenamente dueño, esa “el Dasein -dice Heidegger- es una
es la “paradoja”: la deuda. Tengo existencia arrojada, no se ha puesto
algo que es mío, pero no es mío. a sí mismo en su Ahí”.58 ¿Cómo en-
Es lo que en Heidegger es el ser tender una existencia arrojada?
culpable. Ser culpable y estar en
deuda son exactamente iguales. Si Heidegger quiere mirar la exis-
yo tengo una cosa que me pertene- tencia del hombre tal como se da
ce, pero no es mío, es prestado, es de facto, antes de toda filosofía, de
una deuda, mi ser es un ser pres- toda ciencia, de toda teoría. Lleva
tado. Volvamos a Zubiri, leamos a cabo lo que llama la “analítica

306 Introducción a la lectura del texto El hombre y Dios, de Xavier Zubiri


Revista Realidad 132, 2012
existencial”. Es decir, al ser sólo arrojado`(b). Las dos traducciones
se llega a través de un análisis del son correctas, pero la primera tiene
Dasein, de una analítica existencial. la ventaja de que permite conser-
Es lo más difícil de llevar a cabo. var en castellano el juego Entwurf,
Lo más grave es que el ente que ´proyecto`. Por eso convendría
va a ser analizado, la existencia traducir Geworfenheit por ´estar
humana, se escapa tenazmente a yecto o yectado` más que por ´estar
todo análisis. La existencia humana arrojado`, o también por ´yección`.
rehúsa ser, por decirlo de algún En tanto que ser yectado, yectivo
modo, “fotografiada”. Ella huye a o yecto, el hombre no puede no
ser “escaneada” . estar realizando continuamente
pro-yectos y ser responsable de
Este ente que es el hombre es ellos. De ahí la categoría de Sorge
huidizo. Pero, además, la dificul- o cuidado, tan ubicua en el libro de
tad crece, pues, es difícil de hacer Heidegger. Éste advierte expresa-
porque la existencia humana es en mente que no se trata de ´ética`(c),
sí misma inanalizable; porque para como tampoco la yección tiene que
analizar algo tengo que mirarlo y ver directamente con la religión,
para mirarlo tengo que tenerlo al sino que se trata de algo previo, de
frente y detenerlo.59 su propia condición de posibilidad.
Ese algo previo es ´destino` y es
v ´entrega`. ´Existencia significa estar
“Dialogando con Heidegger destinado al ente, como tal, en una
-dice Diego Gracia- es como en entrega al ente que le está desti-
1935 describe Zubiri el fenómeno nado como tal`(d). No se entienda
de la religación, su doctrina más Geworfenheit de un modo negativo,
conocida del gran público. Pienso como si el ser humano estuviera
que este concepto surgió a partir lanzado o arrojado sin ninguna con-
del heideggeriano de Geworfenheit, sideración. Nada de eso. Se trata
pero para transformarlo y superarlo de una Geworfenheit o experiencia
internamente. Geworfenheit es un fundamental, que Heidegger llama
sustantivo abstracto alemán, deri- también Offenbarung, revelación o
vado de un verbo, el verbo werfen, patencia”.60
que significa ´lanzar`, ´tirar hacia
adelante`. De él procede también Diego Gracia tomando como
el sustantivo Entwurf, ´proyecto`, base los análisis heideggerianos de
que Heidegger eleva a categoría la Geworfenheit piensa que Zubiri
ontológica en su libro Sein und pretende ir más allá, es decir, pro-
Zeit. Geworfenheit puede tradu- fundizar en el carácter “yectivo” de
cirse como propone Gaos, por la existencia humana. Sin embargo,
´estado de yecto`(a). Jorge Eduardo por otra parte, “condición de arroja-
Rivera lo traduce por ´condición de do” podría reflejar más hondamente

Introducción a la lectura del texto El hombre y Dios, de Xavier Zubiri 307


Revista Realidad 132, 2012
la previa condición del existir del Eo ipso, cualquier intento de
Dasein.61 Pero, “estar arrojado” en “encontrar” a Dios, al parecer, es
rigor es lo que Zubiri afirma en su absurdo. El hombre no puede, pro-
texto de 1935. Dice Zubiri: “¿Cuál piamente hablando “encontrarse
es la relación del hombre con la con Dios”. Porque, Dios no es una
totalidad de su existencia? ¿Cuál es cosa más. Pero el hombre lo pue-
el carácter del hombre de este estar de “encontrar” en sí mismo, en su
arrojado [Geworfenheit]* entre las propio “existir”. ¿Es tan claro esto?
cosas? ¿Es un ´simple` encontrarse “Existir -dice Zubiri- es, en una de
o es algo más? ¿No será algo más sus dimensiones, estar habiendo
honda y radical aún su constitutiva descubierto ya a Dios en nuestra
nihilidad ontológica?”.62 ¿Qué es religación”.64 Lo anterior se abro-
eso de algo “más”? cha con lo siguiente: “El hombre se
encuentra a sí mismo en las cosas,
Observando Zubiri la insufi- bosquejando un mundo de posibi-
ciencia del análisis hecho por Hei- lidades, de hacerse algo con ellas;
degger de la existencia humana, ha se encuentra a sí mismo en Dios al
transitado más allá de Heidegger estar ya teniendo que hacerse”.65
-la prueba de ello es su ensayo de
1935-. Así, ganado lo anterior. He- Lo anterior, y dicho sea de
mos visto sucintamente que Zubiri paso, echa por tierra todo posible
va más allá que Heidegger. Pode- debate, estéril por lo demás, que
mos concebir de modo más claro lo especula que Zubiri promueve un
que expresa Zubiri al sostener que: cierto elitismo religioso al hablar
“El hombre, al estar abierto a las co- del encuentro con Dios en la ple-
sas, va hacia ellas y las encuentra. nitud humana, y no en la fragilidad
Al estar religado el hombre viene humana.66 Porque Zubiri, desde sus
desde Dios y está ya en Él”.63 inicios está apuntando a un “análi-
sis ontológico”.67 Zubiri apela a la
vi situación limite, esto es, a la muerte
súbita de un ser querido, no en el
La cuestión central aquí es: sentido que “no somos nada”, sino
¿qué sentido, entonces, tiene que en aquellos casos en que el que
Zubiri pretenda en El hombre y Dios muere lo hace haciendo suya la
en la Segunda Parte realizar una muerte misma, aceptándolo, como
“marcha intelectiva” si ya estamos justo coronamiento de su ser. Ahí
en Dios, (teniendo, sobre todo, pre- “sentimos” la “realidad, el funda-
sente, además, el ensayo de 1935)? mento de la vida”.68
¿Qué sentido tiene “buscar” “algo”,
en este caso Dios, si ya Dios está Pues bien, lo que Zubiri ha
“en” mi ser? llamado el “problema de Dios”

308 Introducción a la lectura del texto El hombre y Dios, de Xavier Zubiri


Revista Realidad 132, 2012
no es una “demostración” -es una se halla situado el hombre le es ex-
declaración permanente de Zubiri traño, hostil. En cambio, el término
en sus obras-, sino que es un “aná- “implantado” sugiere, más, bien,
lisis ontológico de una de nuestras que el entorno juega el papel de
dimensiones. El problema de Dios tierra acogedora en que el hombre
no es una cuestión que el hombre puede y debe echar raíces y desple-
se plantea como un problema cien- garse fecundamente.73
tífico o vital, algo que en última
instancia podría o no ser planteado, Sin embargo, Rivera advierte
sino que es un problema planteado que la imagen de “implantación”
ya en el hombre por el mero he- se presta a equívocos. Porque no se
cho de hallarse implantado en la trata de que el hombre esté “plan-
existencia”.69 tado” en la realidad, “sino que,
justo al revés, jamás está quieto en
vii ella: tiene que ejecutar actos pre-
cisamente para estar en la realidad
¿Qué es esto de “implanta- y por estarlo. En esos actos estriba
do”? Zubiri piensa, a la altura de lo que llamamos ´vida humana`.
1935, que el hombre se encuentra Tomados todos ellos a una, cons-
en algún modo implantado en la tituyen el efectivo poseerse del
existencia.70 Pero, la palabra exis- hombre como realidad propia, esto
tencia para él es bastante equívoca; es, personal”.74
prefiere hablar de “ser”.71 El hom-
bre se encuentra implantado en el En El hombre y Dios, nos dirá
ser. ¿Qué significa “implantado”? que el hombre, la persona, es un
¿Qué significa que el hombre esté modo de estar “implantado en la
implantado en el “ser”? Volviendo realidad”.75 Más, bien, “el hombre
al ensayo de 1935, nos dice Zubiri: esta implantado en la divinidad”.76
“...la persona es el ser del hombre. Esto levanta una tormenta de graves
La persona se encuentra implantada problemas. ¿Acaso esto de estar
en el ser para realizarse”.72 “implantado” en la divinidad no
arrastra una oleada de “panteísmo”?
Ahora bien, López Quintás, ¿Cómo de estar el hombre “im-
comentando el punto de partida plantado” en el “ser” pasa a estar
de Zubiri, sostiene que el uso del más adelante “implantado” en la
término “arrojado” implica la con- divinidad”? ¿Divinidad coincide con
vicción de que el entorno en que “ser”? ¿Son lo mismo?

Introducción a la lectura del texto El hombre y Dios, de Xavier Zubiri 309


Revista Realidad 132, 2012
Conclusión

Así, en Zubiri lo radical no la existencia humana no está sola-


es la propia existencia. Lo radical mente arrojada, sino “religada”. Y
no es un hecho, sino algo previo este es el “fundamento” que nos
a todo hecho, esto es: la realidad lanza a la búsqueda de esa realidad
misma. Y esta realidad se me hace “enigmática” que llamamos Dios.
presente no en un comprender Esta investigación -finalmente- que
existencial, sino en un sentir. En pretendía ser la introducción a la
un sentir intelectivo. La denuncia lectura del texto El hombre y Dios
de Zubiri es evidente, la existencia se ha convertido sólo en una humil-
humana no está descrita con sufi- de “introducción” a la Introducción
ciente precisión, pues, la relación del texto mismo.
del hombre con la totalidad de la
existencia no es simplemente “estar Solemnidad de San José,
arrojado”, hay algo “más”. Porque Isla de Montreal, 2012

NOTAS
1 Se pueden leer las sinceras y hermo- tratamiento del hombre, porque des-
sas palabras sobre la vida de Zubiri de sí mismo se encuentra el hombre
que Jorge Eduardo Rivera Cruchaga con Dios", "El hombre y Dios, obra
escribiera en el artículo: "Recor- póstuma de Xavier Zubiri", artículo
dando a Xavier Zubiri", Anuario aparecido en: "Cultura Ya", Madrid,
Filosófico-Volumen XVII/1-1984. 1 de Diciembre de 1984., p. III.
Universidad de Navarra. 3 cf. HD, x.
2 Xavier Zubiri, El hombre y Dios, 4 Conversaciones en el Seminario
Alianza Editorial. Sociedad de de doctorado en la Pontificia Uni-
Estudios y Publicaciones, Madrid, versidad Católica de Chile, Primer
(Primera edición: 1984; Segunda Semestre 2001. Véase nuevamente
edición: 1985 (febrero); Tercera este artículo. Jorge Eduardo Rivera
edición 1985; Cuarta edición: 1988. Cruchaga: "Recordando a Xavier Zu-
Con esta última edición trabaja- biri", Anuario Filosófico-Volumen
remos en esta investigación. Sigla: XVII/1-1984.,p.178. Universidad de
HD). En un diario español, dicho Navarra.
sea de paso, en el lanzamiento de
este libro, señalaba Carlos Baciero: 5 HD, 13.
"No cabe un tratamiento del hom- 6 HD, 103. Véase: Juan Patricio
bre sin un tratamiento de Dios: y Cornejo Ojeda. Tesis de Docto-
a su vez un tratamiento de Dios rado en Filosofía. El hombre “y”
forzosamente ha de ir incurso en un Dios en Xavier Zubiri. Pontificia

310 Introducción a la lectura del texto El hombre y Dios, de Xavier Zubiri


Revista Realidad 132, 2012
Universidad Católica de Valparaíso. Sáez Cruz, La accesibilidad de Dios:
2004. Director: Dr. Jorge Eduardo su mundanidad y transcendencia en
Rivera Cruchaga. En la traducción X. Zubiri, Universidad Pontificia de
al ingles del texto que estamos Salamanca, 1995, p. 191. (En adelan-
tratando El hombre y Dios (Man te citaremos este texto de Sáez con
and God), leemos: “Through the las siglas AD).
sense of kinesthesia we apprehend
8 Madrid, diciembre de 1935.
this implication or personal tension
between God and Man. Thanks to 9 Xavier Zubiri, Sobre el problema de
the intelligent sense of kinesthesia la filosofía y otros escritos (1932-
we apprehend the ‘towards’ or ‘ten- 1944), Alianza Editorial, S.A. Fun-
siveness’ existing between man and dación Xavier Zubiri, Madrid, 2002,
God”. The Xavier Zubiri Fundation páginas 215-241, y que en adelante
of North America. identificaremos con las siglas (PF).
7 Esta idea aparece claramente expues- 10 PF, 225; No hay variación con la
ta en dos artículos de Zubiri. Uno versión de 1936. Salvo, la nota al pie
del año 1963: "es una cuestión que de página que precisa este concepto
afecta a la raíz misma de la existencia de "religación", "...ha podido verse
humana". (NHD, 398). En 1963, un que resulta mucho más probable de-
año después de publicado, Sobre la rivar religio de religare...", en NHD,
esencia, se publicó en NHD este 430.
artículo, que lleva por título: "In-
11 cf. PF, 241.
troducción al problema de Dios".
Véase: Xavier Zubiri, Naturaleza, 12 Decía Zubiri, y dicho sea de paso,
Historia, Dios, 9ª edición, Alianza que la religación lleva a la religión
Editorial/Sociedad de Estudios y como la moralización lleva a una
Publicaciones, Madrid, 1987, páginas ética cf. SSV, 404. Para Juan Bañon,
393-416. En adelante trabajaremos uno de los problemas filosóficos
con esta edición. Sigla: NHD. El centrales que tiene que afrontar la
otro publicado en 1936:"En torno al inteligencia sentiente zubiriana es el
problema de Dios". (Revista de Oc- acceso a Dios, nos dice: "La posibi-
cidente 149 (1935) 129-159; NHD, lidad de probar la existencia de Dios
429). Dice Sáez en una nota sobre en el último Zubiri depende del
este último artículo: "Sobre el sig- carácter intrínsecamente sentiente
nificado de este artículo, cf A. PIN- de la inteligencia". Véase: Juan Ba-
TOR-RAMOS, ´Dios y el problema ñón Pinar, Metafísica y noología en
de la realidad`, en Cuadernos de Zubiri, Publicaciones Universidad
Pensamiento 1 (Madrid 1987) 110. Pontificia Salamanca, 1999, p. 112.
Una interpretación diferente puede
consultarse en M. ROVALETTI, 13 cf. NHD, 9ª edición. Hay una
`Voluntad de fundamentalidad. gran cantidad de estudios de este
Enigma y transcendencia en el últi- artículo véase, por ejemplo: Ignacio
mo Zubiri`, en Universitas Philoso- Ellacuria, S.J. La religación, actitud
phica, nº 9 (1987) 20; quien supone radical del hombre, ASCLEPIO.
que este artículo recoge una lección Archivo Iberoamericano de Histo-
dada 15 años antes. Por lo cual de- ria de la Medicina. Vol. XVI, Año,
bería ser encuadrado en 1949", Jesús MCMLXIV. Ceferino Martínez

Introducción a la lectura del texto El hombre y Dios, de Xavier Zubiri 311


Revista Realidad 132, 2012
Santamarta, El hombre y Dios en 20 SZ, § 28.
Xavier Zubiri, Ediciones Univer-
21 ST, § 28, 157.
sidad de Salamanca, 1981. María
Lucrecia Rovaletti, La dimensión 22 cf. ST, 474. ¿Qué es el "Dasein"?
teologal del hombre, Editorial Uni- "El Dasein -dice Rivera- es un estar
versidad de Buenos Aires, 1979. (sein) en el Ahí (Da) del ser. No
un ´ser ahí`, como a veces se dice,
14 ¿Es realmente definitiva? ¿Cómo
sino un ´estar en el Ahí del ser`. El
saberlo si Zubiri estaba todavía
ser humano no es un animal dotado
trabajando en este libro cuando lo
de una capacidad pensante llamada
sorprendió la muerte?
razón, sino que consiste en el ´es-
15 PF, 219-220. tar` mismo o, lo que es igual, en el
´habitar` en el ser", Jorge Eduardo
16 NHD, 410. ("Introducción al pro-
Rivera Cruchaga, "La verdad implí-
blema de Dios" 395-416.)
cita en Ser y tiempo", Heidegger
17 cf. Martin Heidegger (1889-1976). y Zubiri, Editorial Universitaria.
Véase, su texto fundamental: Sein Ediciones Universidad Católica de
und Zeit, Vittorio Klostermann, Chile, 2001, pp. 16-17. (En adelante
Frankfurt am Main, 1977. (Siglas: citaremos este texto de Rivera con
SZ). Martin Heidegger, Ser y tiem- las siglas HZ).
po, Traducción, prólogo y notas de
23 SZ, §29, 181; ST, §29, 160.
Jorge Eduardo Rivera Cruchaga,
Editorial Universitaria, Santiago 24 "más el ejercicio del afecto que la
de Chile, Primera Edición, 1997. instrucción del intelecto", Itinera-
(Siglas: ST). Indicaba Heidegger, rium, Prolugus, 5
dicho sea de paso, en un texto muy
25 PF, 238.
posterior a Ser y tiempo que sólo a
partir de la verdad del ser se puede 26 PF, 236.
pensar la esencia de lo sagrado, la
27 ST, § 12, 79
esencia de la divinidad, y decir lo
que significa la palabra Dios., cf. 28 HD, 277.
Martín Heidegger, "Brief über den 29 HD, 94.
´Humaniamus`", Vittorio Kloster-
mann, Frankfurt am Main, 1967. 30 HD, 128.
p.181-182. Cf. PFHR: 24. Véase 31 ST, § 68, 353, párrafo 1.
además el interesante estudio de
Juan Antonio Estrada, Dios en las 32 ST, § 68, 353, párrafo 2.
tradiciones filosóficas, Editorial 33 José Ortega y Gasset, “El hombre
Trotta, S.A, Valladolid, 1994, pp. y la gente”, Revista de Occidente.
141-167. Madrid. 1964, pp. 69-70.
18 cf. Ceferino Martínez Santamarta., 34 PF, 226.
op.cit.
35 HD, 111.
19 Véase: NHD, "Prólogo a la traduc-
ción inglesa" (Madrid, noviembre 36 HD, 182. Segunda parte.
1980, página 10); HD, 13. 37 HD, 182.

312 Introducción a la lectura del texto El hombre y Dios, de Xavier Zubiri


Revista Realidad 132, 2012
38 PF, 226. (El subrayado es mío). 52 PF, 220.
39 ST, § 68, 357, párrafo 2. Véase: SZ 53 PF, 225.
§ 68, 450. "Das Verstehen gründet
54 PF, 220.
primär in der Zukunft, die Befindli-
chkeit dagegen zeitigt sich primär in 55 Ramón Martínez de Pisón, "La
der Gewisenheit". religación como fundamento del
problema de Dios en Xavier Zubiri",
40 "...el hombre es constitutivamente una
Religión y Cultura, XXXIX (1993)
esencia formalmente abierta a su pro-
p, 558.
pio carácter de realidad..." (HD, 182)
56 Jorge Eduardo Rivera, HZ, 36-37.
41 PF, 217, NHD; 421.
Dice Heidegger: "Faktizität ist die
42 PF, 217; NHD, 421. Bezeichnung für den Seinschha-
rakter ´unseres` ´eigenen` Daseins.
43 PF, 225; NHD, 428.
Genauer bedeutet der Ausdruck:
44 SR, 195 [1966]. jeweiling dieses Dasein...", ONTO-
45 HD, 182. LOGIE, Hermeneutik der Faktizi-
tät, Vittorio Klostermann, Frankfurt
46 HD, 182. am Main, Germany, Band 63,1988,
47 PF, 226. p.7. En una traducción al castellano
(versión de Jaime Aspiunza), lee-
48 PF, 226. mos: "Facticidad es el nombre que
49 Véase: Diego Gracia, "Zubiri y la le damos al carácter de ´nuestro`
experiencia teologal", en La Filoso- existir ´propio`. Más exactamente,
fía como pasión. Homenaje a Jorge la expresión significa: ese existir en
Eduardo Rivera Cruchaga en sus 75 cada ocasión", Martin Heidegger,
cumpleaños. Editorial Trotta, S.A. Hermenéutica de la facticidad,
2003. Página, 252. Ramón Martínez Alianza Editorial, S.A., Madrid,
de Pisón Liébanas, "La religación 1999. p.25
como fundamento del problema de 57 PF, 220.
Dios en Xavier Zubiri", Religión y
Cultura, XXXIX (1993) p. 560., cf. 58 ST, § 58, 303.
Alfonzo López Quintás, "La meta- 59 Dice Rivera:"...para examinar el pro-
física de X. Zubiri y su proyección pio ser es necesario no empezar por
al futuro", en Realitas. Seminario ponerlo delante de nosotros, como
X. Zubiri. Tomo I: Trabajos (1972- si fuera un objeto, porque el Dasein
1973), Sociedad de Estudios y Publi- jamás se nos da primariamente como
caciones, Madrid, 1974. un simple objeto, sino que siempre
50 "´Condición de arrojado`, en ale- se nos da en la efectiva ejecución del
mán, Geworfenheit (destacado en existir, y sólo de esta manera. Para
el texto original), que literalmente examinar el propio ser es necesario
significa el estar-arrojado."(ST, 475; sorprenderlo, por así decirlo, in
Véase. § 29, § 55, § 57, § 58). fraganti, o sea, tomarlo allí donde
está y tal como está" Jorge Eduardo
51 Los tres volúmenes: Inteligencia y Rivera, HZ, 39.
Realidad, Inteligencia y Logos, In-
teligencia y Razón.

Introducción a la lectura del texto El hombre y Dios, de Xavier Zubiri 313


Revista Realidad 132, 2012
60 Diego Gracia, "Zubiri y la expe- 64 PF, 226.
riencia teologal", en La Filosofía
65 PF, 226.
como pasión. Homenaje a Jorge
Eduardo Rivera Cruchaga en sus 75 66 Véase: José Demetrío Jiménez, "Re-
cumpleaños. Editorial Trotta, S.A. ligación, Religión, Cristianismo en
2003. Página, 252. Notas del texto: torno a la trilogía ´El problema teo-
(a) J. Gaos, Introducción a El ser logal del hombre` de Xavier Zubiri",
y el tiempo de Martin Heidegger, Religión y Cultura, XLVI (2000) pp.
FCE, Madrid, 1986, p. 148; (b) M. 522-523.
Heidegger, Ser y tiempo, traducción,
67 PF, 227.
prólogo y notas de J. E. Rivera, Uni-
versitaria, Santiago de Chile, 1997, 68 PF, 238. El subrayado es mío.
p.475; (c) M. Heidegger, Kant y el 69 PF, 227.
problema de la metafísica, FCE, Mé-
xico, 1973, p.196; (d) Ibid., p.190. 70 cf. PF, 220
61 En el §29 de Ser y tiempo, aprecia- 71 PF, 220.
mos que "este carácter de ser del 72 PF, 223.
Dasein, oculto en su de-dónde y
adónde, pero claramente abierto en 73 Cf. Alfonso López Quintás, "La me-
sí mismo, es decir, en el ´que es`, tafísica de X. Zubiri y su proyección
es lo que llamamos la condición de al futuro", en Realitas. Seminario
arrojado [Geworfenheit](*) de este X. Zubiri. Tomo I: Trabajos (1972-
ente en su Ahí; de modo que, en 1973), Sociedad de Estudios y Publi-
cuanto estar-en-el-mundo, el Dasein caciones, Madrid, 1974, p. 464.
es el Ahí. El término ´condición de 74 Jorge Eduardo Rivera Cruchaga,
arrojado` mienta la facticidad de la HZ, 200-201.
entrega a sí mismo" (ST, 159)
75 HD, 23; 170.
62 PF, 220, (*la inserción de la palabra
alemana es mía). 76 HD, 163.

63 PF, 226.

314 Introducción a la lectura del texto El hombre y Dios, de Xavier Zubiri

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