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OBJETIVO GENERAL

Reflexionar sobre la importancia del saber escuchar

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

Identificar las estrategias del saber escuchar en el proceso comunicativo entre el emisor y el
receptor

Caracterizar los beneficios individuales que se consiguen por el saber escuchar


INTRODUCCIÓN

El hombre desde el Homo sapiens siempre ha estado en contacto con las formas de comunicarse
entre sí; más adelante se convirtió en medios del lenguaje. Es sabido, el emisor crea un mensaje
para el receptor, y este proceda a la decodificación e interpretación. Este ejercicio cotidiano
presente en nuestras vidas, requiere de un proceso comunicativo. En el presente escrito, se
manifiesta la importancia del saber escuchar. ¿Por qué guarda relevancia? El escuchar se ha
vuelto tema de estudio en la actualidad por parte de áreas como la neurolingüística; debido a que
el escuchar guarda un componente cognitivo en el proceso de recepción del mensaje. Lo que
principalmente se conoce como una habilidad, se convierte en una herramienta indispensable en
el proceso individual de entendimiento y conocimiento.

El escuchar, está ligado a una serie de factos psicológicos, emotivos y físicos. De allí, es
fundamental identificar las principales estrategias del saber escuchar, cuya finalidad sea mejorar
la capacidad del receptor para tener una mejor comunicación de forma efectiva. Esta necesidad,
de saber escuchar, no solo es dimensionada en el aspecto individual del ser humano, sino, en
ámbitos profesionales del área de los negocios, y también, desde la academia en todas las
instituciones educativas.

Se ha demostrado que nuestro cerebro tiene mayor capacidad para la escucha que para la lectura
o el habla, pero, esta es capacidad no se ve totalmente explotada debido al nivel de atención que
el individuo receptor decodifica; en ese sentido, guarda relevancia una buena escucha, que a lo
largo de este escrito se logra ver reflejada desde el mismo momento de la caracterización del
emisor, como los beneficios o ventajas que produce tener esta capacidad.
EL SABER ESCUCHAR

“El interés del que escucha estimula la lengua del que habla.”

Charlotte Bronte

El saber escuchar, es una premisa que a través de los años recobra más relevancia entre
especialistas de materias afines al lenguaje y comunicación. El escuchar, hace tiempo paso de ser
un elemento simplista dentro del campo comunicacional interpersonal, del trasmitir, escuchar y
retroalimentar. El ser humano cada vez se hace más receptor de la información que consume. En
este apartado, desarrollaremos con más precisión la importación del saber escuchar en todos los
escenarios de la vida social.

Principalmente, se ha demostrado según estudios, que pasamos el tiempo más escuchando con
datos de un 55%, que hablando o escribiendo. ¿Qué quiere decir? Que estamos más en una
posición receptora que emisora. Pero, ¿Sabemos escuchar? Por conocemos frases como “Es
bueno para hablar, pero no para escuchar”. Esto se debe al ejercicio que implica la práctica del
ser receptores del mensaje.

En muchas ocasiones, el no saber escuchar es sinónimo de irrespeto frente al otro, de falta de


civismo, educación, al sentirse aludido el emisor por la poca o nula atención que percibe del
oyente; esto se debe al saber escuchar, de no ir solo al aspecto cognitivo; sino, conductal, gestual
y físico en el posicionamiento de nuestro cuerpo.

Debido a lo anterior, se hace necesario seguir una serie de estrategias en el arte de saber escuchar:
1) Demuestra que presta atención; 2) Concéntrate más en lo dicen; 3). Maneja las emociones; 4) Escucha
palabras y gestos; 5) Escuchar no es sinónimo de pasividad; 6) No ajustar a ideas preconcebidas.

Estas estrategias, aunque parezcan normales, guardan un componente esencial en la manera de como
escuchamos al otro. El saber escuchar, se debe de convertir en un objetivo principal al momento de
entablar una conversación, no solo estar atentos a cuando el emisor termine su mensaje, sino, desde antes,
en todo el proceso de comunicación.
¿Qué beneficios trae a la persona el saber escuchar? Para dar respuesta a este cuestionamiento, debemos
ubicarnos, en todo el proceso cognitivo del ser humano que empieza por la atención, entendida como
“la capacidad de seleccionar y concentrarse en los estímulos relevantes. Es decir, la atención es
el proceso cognitivo que nos permite orientarnos hacia los estímulos relevantes y procesarlos
para responder en consecuencia”. Y al tener atención en las personas o cosas, nos destacamos
individualmente frente a los demás, ese beneficio lo da el saber escuchar.

Como beneficios, se destacan: la autoestima del que habla; el receptor identifica emociones que
puede aprovechar en la comunicación con su interlocutor; Se reducen los conflictos por malas
interpretaciones en las comunicaciones; Se aborde el conocimientos y percepciones de las
opiniones del otro; Amplia el marco de referencia, cultura e intereses del receptor; la atención, da
una percepción de respeto e inteligencia, Codina (2004). Estas ventajas positivas, se aplican tanto
en la vida cotidiana, como en la academia o los negocios.

En la actualidad, el panorama es cada vez amplio, con la llegada de la tecnología y el hombre en


red, los medios y formas de comunicación siguen vigentes, y se van adaptando a las nuevas
realidades, hoy escuchar alguien del otro lado del teléfono móvil, o viendo y escuchando un
video, o recepcionando un audio de mensajería instantánea, es casi que un ejercicio diario.

En conclusión, el escuchar se ha convertido en parte de la ramificación de la comunicación, una


especificidad que brinda variedad de aspectos positivos a nuestra vida social y personal, valores
como el respeto, la tolerancia sobresalen, mientras que principios como el de una cultura de paz
se consolidad, a partir del dialogo, la atención, la interacción, y la resolución. Pero antes de
empezar cualquier conversación, debemos escucharnos nosotros mismos, es un ejercicio
constante para reafirmar el don de escuchar.
CONCLUSIÓN

A lo largo del escrito, se identifica y caracteriza el saber escuchar, no como elemento secundario
en el proceso de comunicación interpersonal, sino de poder contar con una especificidad de los
factores que influyen al momento de estar en una conversación, que tanto afecta o no la
capacidad que se logre en la escucha. Esta capacidad es la representación cognitiva frente a la
decodificación de cualquier información. Un individuo con alto nivel de escucha, es capaz de
tener mejores oportunidades y desenvolviendo en su área de desempeño.

En ese sentido, escuchar, desde el inicio del lenguaje se ha convertido en el principio del
aprendizaje de saberes a través de la oralidad. Hoy en día, se mantiene esa premisa, por la que
recobra su importancia en las teorías de la comunicación activa y eficaz dentro de áreas a fines a
la neurolingüística, dentro de los componentes de una acción participativa; donde el receptor no
solo recibe el mensaje, sino que lo interpreta para dar su propia conclusión. El escuchar merece
desarrollo en la etapa escolar del infante, para generar mayor capacidad auditiva desde la
significación del mensaje; y de ese modo, evitar problemas en la comunión con el otro.

Ahora, escuchar es un sentido natural, pero requiere de ser reforzado para generar mayor atención
frente a la otra persona. No solo es una condición biológica y física; sino, un proceso cognitivo
donde el lenguaje transfiere información a través de mensajes que son decodificados y
convertidos en significados de características mentales por el oyente.

También, en el proceso de comunicación, el hablante tiene el deber de saber dar la información,


de tal manera que el receptor no tergiverse el mensaje e incida en una mala lectura que termine en
la generación de un conflicto por una errada interpretación; es decir, en el proceso, es una tarea
conjunta entre el emisor y el receptor para llegar una síntesis interpretativa.

Como reflexión final, la habilidad y capacidad del escuchar debe ser un ejercicio permanente
como individuo en sociedad; por motivo, de ser las diferencias, el principal motor de violencia
entre seres humanos. En un mundo conectado y de red, las polarizaciones por las opiniones son
cada vez mayores por la intolerancia muchas veces producto del no saber escuchar.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Codina, A. (2004) Saber escuchar. Un intangible valioso. Revista: Intangible Capital - Nº 4 - Vol.
0 referenciado de: file:///C:/Users/FLIA%20THOMAS/Downloads/23-93-1-PB.pdf

¿Qué es la atención? Referenciado de: https://www.cognifit.com/es/atencion

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