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las mujeres en Colombia. En la primer parte, se indagó por los antecedentes históricos y los
problemas que permitieron la emergencia de campo de estudio sobre las mujeres y su incursión en
campo de historia de las mujeres que evidencian la importancia de efectuar trabajos historiográficos
como una condición para el desarrollo exitoso de este campo de estudio. En Colombia este tipo
Abstract: This research analyzes the academic production of historiography balances about women
history in the history of Colombia. In the first part, this document reviews the historical antecedents
and problems that allowed the field of women’s studies to emerge and to be included into the
historical discipline. In the second part, this paper introduces different researches in the field of
Women’s History and provides of clear evidence the importance of historiography studies as a
condition for the successful development of this field. In Colombia, this sort of academic approach
has had scarce visibility, so the appearance of Women Studies that reflect and analyze the national
1
INTRODUCCIÓN
resultado fue el libro Historia al final del milenio (1994). El balance más completo y
reciente sobre historia nacional no dedicó ningún espacio a reflexionar sobre la historia de
las mujeres. Allí, éstas brillaron por su ausencia, no sólo como agentes históricos sino como
historiadoras. En este sentido, el presente artículo tiene como objetivo presentar los
mujeres, entendiendo que este tipo particular de trabajo investigativo permite consolidar y
campo de estudio de historia de las mujeres, haciendo especial énfasis en las condiciones
sociales y políticas que han permitido a las mujeres empezar a tomar voz en la historia
nacional durante las últimas décadas. Sin duda, los feminismos y teorías de género han sido
agenda de sus discusiones las claves feministas y de género, las cuales han procurado en
las mujeres, a manera de un paisaje de las diversas formas en que éstas han incursionado en
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partiendo de diversos balances historiográficos, relativos al campo de historia de las
mujeres. Esta aproximación permitirá suministrar una serie de pistas relativas al modo de
el país.
Cuando se iniciaron los estudios de historia de las mujeres en Europa y Estados Unidos
hacia 1970 las discusiones en torno al sujeto estaban desarrollándose rápidamente, sin
embargo, desde la disciplina histórica existió mucha resistencia a incorporar estos discursos
dentro de sus investigaciones (Amorós 2009; Davis 1999; Duby y Perrot 2003; Morant
2006). Los historiadores/as argüían que en los sujetos históricos existía una suerte de
pregunta por si es necesario escribir una historia de las mujeres fue, durante mucho tiempo,
En este contexto, la forma de hacer historia debía ser cuestionada en términos de sus
planteamientos habituales, iniciando por explicar la ausencia de las mujeres como autoras y
agentes sociales de los libros de historia. Este fenómeno no parecía extraño para los
3
las mujeres no tenían una presencia real que ameritara investigaciones exhaustivas (Duby y
Perrot, 2003: 21-29). Hasta entonces, las mujeres conocidas por la historia eran aquellas
que se consideraban celebres, santas o reinas. El feminismo impulsó los estudios relativos a
encontrar mujeres destacadas, que permitiera mostrar las capacidades de las mujeres como
grupo social (Buttafuoco, 1990). Rápidamente la lista se acrecentó con una relativa
facilidad y empezaron a emerger nuevos sujetos como las mujeres excepcionales, que se
distinguían del resto, y no eran representantes de la totalidad de las mujeres, las cuales se
creía no tenían más protagonismo que aquel que les permitía la vida privada del espacio
doméstico; hasta entonces, el espacio doméstico y de la vida privada era irrelevante para
Ahora bien, al finalizar la década de 1970 los trabajos sobre historia de las mujeres
hacer una historia sobre mujeres singulares, sino que se buscaba ante todo aproximarse lo
más fielmente posible a la vida de las mujeres comunes. Según esta nueva perspectiva, el
devenir histórico de las mujeres parecía haber sido distinto que el de los hombres (Amorós
Ante este panorama, el feminismo apoyó desde sus propias reflexiones teóricas
métodos (Amorós 2007; Buttafuoco, 1990; Lavrin, 1985; Londoño 1995). La escritura de la
historia fue cuestionada por las corrientes feministas de la Segunda Ola, que sobrepasó el
ámbito académico para situarse en el terreno de lo social y político. Desde esta perspectiva
se consideró que un mayor conocimiento sobre el pasado permitiría transformar aquello que
limita la autonomía y la libertad de las mujeres en el presente (Falcón 1981; Gil 2007). En
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ese sentido, las nuevas investigaciones debían ser hechas sobre, por y para las mujeres
como estrategia para combatir el androcentrismo dominante. Esta postura incluía dentro de
sus aspiraciones, terminar con la discriminación que se hacía de las investigadoras en los
espacios académicos, tratando de obtener con ello, posiciones directivas y con mayor
relevancia. De allí, que se llegó a considerar que “la historia de las mujeres es la hija de un
movimiento social y político cuya pretensión fue y es transformar la sociedad” (Gil, 2007:
172).
mismas feministas. Algunas intentaban hacer historia de las mujeres como una historia
específica que debía cuestionarse únicamente por las particularidades del sexo femenino;
sobre el trabajo, la vida ordinaria y los pensamientos de las mujeres mostrando con ello, la
diferencia que existía con los hombres. Las historias inscritas en este enfoque mostraron
resistencia a incluir hombres dentro de sus narraciones, en la tentativa por escuchar las
voces de las mujeres. El otro enfoque más relacional, se opuso a la negativa por incluir a
los hombres en las narraciones y presentó de diversas maneras, trabajos comparativos; pues
tanto hombres como mujeres hacían parte de un mismo panorama social, de modo que no
podían ser estudiados como actores separados. Desde esta perspectiva, se dio especial
énfasis a la historia de las relaciones de poder entre los sexos, enfatizando en los conflictos,
del debate feminista norteamericano1. Con la aparición de esta categoría se dejó de lado el
1
La noción de género apareció por primera vez en la obra de Richard Stoller Sexo y Género (1968) como una
categoría social de análisis para la comprensión de la diferencia sexual. Sin embargo, está categoría ha sido
retomada y resignificada por autoras como Gayle Rubin, Joan Scott o Judith Butler, quienes han conseguido
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debate introducido por Beauvoir entre la condición biológica de los sexos y las
“se trata de indagar en los discursos las representaciones ideológicas, las leyes, las
instituciones y, en fin, todo aquello que podía explicar cómo históricamente las mujeres
habían sido condicionadas por el poder social que las diferencia y las margina” (Scott y
Morant, 2006). En esta historia se buscaba evidenciar las relaciones de poder y los
nuevas intensiones historiográficas más generales. La historia social tuvo muchos puntos de
contacto con las historia de las mujeres en cuanto buscó mediante el privilegio de la vida
familia, entre otros asuntos que permitían reconstruir las vidas de las mujeres en el pasado.
inadvertidas. Las fuentes normativas, aun cuando estaban mayoritariamente escritas por
hombres, mostraban las intenciones políticas del saber y del control sobre las mujeres; la
manera en que se intentaba condicionar las vidas de las mujeres permitió a los
investigadores hallar en voz de los hombres las formas de vida de éstas. De allí nació la
preocupación por escuchar la voz de las propias mujeres, que era difícilmente accesible por
consolidarla dentro de las perspectivas de análisis de las ciencias sociales, pese a las críticas frecuentes que se
han planteado desde algunas tendencias feministas, con autoras como Rosi Braidotti, Nancy Chorodow y
Sonia Montecinos.
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medio de la documentación usada ordinariamente, tan sólo se podía contar con documentos
permitido explorar en las fuentes judiciales otras formas de acceder a los relatos femeninos.
Más allá de las nuevas fuentes encontradas y de nuevos recursos para aproximarse a la
historia de las mujeres, hay que decir que fue de la mano de la historia social que se logró
histórica procedían de diversos campos de la historia social y cultural, de allí que se puedan
rastrear muchas semejanzas entre sus historiografías: George Duby, Françoise Thébaud,
Michelle Perrot, Mary Nash, Joan W. Scott, Natalie Zemon Davis, Arlette Farge, entre
otras/os. En este sentido, los temas sobre el trabajo, la economía familiar, las formas de
abordados. En los últimos años se ha empezado a trabajar sobre las representaciones que
históricamente han servido para definir y caracterizar lo femenino, como medio para
Asimismo, es necesario señalar cómo dentro del campo de estudio de historia de las
mujeres se ha propendido por hacer una historia de larga duración, en una revisión crítica
colaborativa Historia de las mujeres en Occidente (Duby y Perrot, 2003) ha tenido un gran
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de historiografía sobre las mujeres de gran influencia. Sin embargo, esta compilación se
muchas críticas y ha generado un creciente interés por elaborar trabajos en otras regiones.
diferenciados, que van desde el periodo precolombino hasta el presente. La idea de una
historia de las mujeres mostró en esta aproximación un interés por lo político, lo social y lo
cultural que con desarrollo desigual se presenta en cada uno de sus volúmenes. En efecto,
sería ingenuo pedir que un trabajo de esta índole contenga la totalidad de la historia de las
específicos.
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2. UNA MIRADA A LOS BALANCES HISTORIOGRÁFICOS SOBRE LAS MUJERES
Las investigaciones que pretenden abordar el campo de la producción histórica sobre las
analíticos, los cuales han sido elaborados durante el periodo comprendido entre 1980-2009.
Sin embargo, estos estudios son aislados lo que ha ocasionado que en América Latina se
y Lavrin), los cuales se produjeron entre 1985 y 1997. Esto implica que las investigaciones
preocupación por elaborar este tipo de trabajos ha permitido la aparición de dos balances
adicionales del caso brasileño desarrollados entre 2007 y 2009 (Bassannezi, Pedro y
Soihet); mientras que para el caso colombiano solamente existen dos breves balances
ocupar un lugar importante en la escena académica. Cada uno de estos trabajos señala los
desarrollo más o menos semejante en cada una de estas regiones. Así, países como
que ponen en evidencia las nuevas tendencias historiográficas en cada una de las regiones,
como veremos más adelante (Duby y Perrot 2003; Buttafuoco 1990; Hull 1989; Perrot 1985
y Thébaud 2007).
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Sin embargo, cada uno de los trabajos investigativos aquí presentados centra su
privilegiar diversas temáticas que obedecen a una historicidad y que están de acuerdo con
de clasificación que vaya más allá de los lugares de donde estos trabajos hacen referencia,
sin que con ello se oculte la complejidad y relevancia de estos trabajos. En este orden,
veremos primero los trabajos más antiguos realizados en Europa, para luego aproximarnos
desde 1924. Aquí la historia se centra en los ámbitos económicos y sociales, dando como
resultado el estudio de las estructuras que permiten incorporar categorías sociales como la
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atención en análisis sobre la desigualdad social en términos de lucha de clase, de suerte que
la desigualdad social se privilegiaba sobre cualquier otro tipo de desigualdad. Por ello, la
iniciativa por construir la historia de las mujeres tomó como primer y principal objetivo el
estudio sobre el trabajo de las mujeres y las relaciones entre las trabajadoras (Thébaud,
2007).
siglo XIX donde se veía más claramente este fenómeno: “Inicialmente la sobreexplotación
fósforos, conservas- y mal pagados: en promedio, a finales del siglo, las obreras perciben la
mitad de un salario masculino, aquel que la sociedad llama un ‘salario adicional’ el cual en
(Thébaud, 2007: 56)2. Entre las fuentes que permitieron estos análisis estaban los archivos
judiciales y los textos políticos, económicos y de medicina, elaborados por hombres que
Revolución Industrial confrontando la realidad francesa que dio como resultado la idea de
una mujer víctima, estos es, como una oprimida dentro de los oprimidos. En esta línea de
obreros, organizaciones y sindicatos franceses, estudios que a largo plazo terminaron por
2
Traducción propia. La versión original la presento a continuación: «Tout d’abord la surexploitation des
femmes canonnées dans des secteurs spécifiques –textile, habillement, tabac et allumettes, conserves- et sous-
payées: en mayenne, à la fin du siècle, les ouvrières perçoivent la moitié d’un salaire maculin, ce que la
société appelle un <saire d’appoint>, d’où la nécessité parfois de compléter par la prostitution ou
l’impossibilité présumée de vivre seule».
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En un tercer momento la historia de las mujeres empezó a incorporar y relacionar la
Joan Scott. El desarrollo de una antropología histórica que tomó el estudio de la familia, en
francesa. La Nueva historia se configuró en el lugar privilegiado para abordar los temas
relacionados con las representaciones, las mentalidades y la vida cotidiana, lo que permitió
De allí los más recientes estudios de historia de las mujeres vinculados al tema de la
los Annales ha producido 71 números y 751 artículos, de los cuales 139 son sobre las
mujeres, lo que equivale al 18.5 %, como lo señala Michelle Perrot. Estos primeros
esfuerzos por elaborar una historia de las mujeres ocasionaron que las/os historiadoras/es se
interrogaran sobre los cambios de la condición femenina; así el lugar de los debates de la
vinculados con los movimientos feministas, de suerte que muchos de los trabajos han
buscado indagar sobre la historia de tales movimientos de mujeres y las relaciones que
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Por su parte, el cuerpo femenino como temática de investigación ha servido para
diversos análisis dentro de los cuales se encuentra las relaciones de poder que se establecen,
en razón de un cuerpo más vulnerable, que han elaborado una imagen histórica de las
mujeres como víctimas; en contraposición, nuevas tendencias han explorado el tema de las
mujeres rebeldes con miras a debilitar la imagen victimizada éstas. Estas tendencias
historiográficas han concentrado sus esfuerzos por establecer los roles de las mujeres y las
imágenes estereotipadas de ellas, vinculadas a las relaciones laborales, de suerte que tienen
ha dado una nueva ruta de aproximación a la historia de las mujeres, en términos de las
(Perrot, 1985).
Isabel Hull (1989), quien pretende establecer la distinción entre las ideologías y las
ejes de análisis las categorías de género y mujer para dar cuenta de la revisión de la
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Para Hull la categoría mujer se ha venido configurando históricamente en relación
con las propuestas feministas y de género de las últimas tres décadas. Así, la dicotomía
dentro de las disciplinas que componen las ciencias sociales, la historia es quizá una de que
ha sido más renuente a aceptar las reinterpretaciones de la categoría de mujer a la luz de los
voz de las mujeres reconociéndolas como actores, agentes y sujetos históricos que se
Entonces, en la escena académica se privilegia el problema del lenguaje como nueva ruta
campo de la historia de las mujeres en Italia han estado marcadas por la participación de las
cronológica, cómo es posible abordar el desarrollo escalonado de los trabajos en torno a las
mujeres.
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La apuesta por una historiografía que situará en el centro de los análisis y debates al
movimiento feminista italiano, a partir del cual se tenía como objetivo la lucha por el
mujeres. En este sentido, las autoras examinaban las vicisitudes políticas y sociales italianas
de la segunda mitad del siglo XIX y los primeros años del siglo XX. Estas investigaciones
interrogaron, principalmente, el nexo entre cultura y política, sobre la estructura del poder,
sobre los límites de la democracia y sobre el sujeto social y político de la mujer, dando
como resultado aportes que ubicaban a las mujeres no sólo como sujeto histórico sino como
tendencia antihistórica iniciada desde el propio movimiento feminista italiano, en virtud del
rechazo del trabajo intelectual “considerado como fruto y sostén al mismo tiempo de una
54). Por tanto, el sistema cultural había proyectado la imagen de mujer-victima que el
la historia de las mujeres en Italia, donde las nociones de cultura y género han dominado las
15
simbólicas, del conocimiento, de la organización social en su conjunto” (Buttafouco, 1990:
histórico del feminismo como insumo necesario para promover nuevas investigaciones
proyecto político más allá de un producto derivado del sujeto femenino individual o
colectivo como había ocurrido en los años anteriores. Así, los trabajos desarrollados
proyectos de vida.
diversas aproximaciones a la historia de las mujeres en esta región. Lavrin hace énfasis en
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que la historia de las mujeres está aún por hacerse, puesto que la mayoría de los trabajos se
han concentrado en el siglo XX, a partir de la década de 1930. En este sentido, la propuesta
interdisciplinares de los estudios sociales, de modo que se pueda dar una imagen más
completa del conjunto de las mujeres en América Latina con base en los estudios
comparados.
Esta autora afirma que han existido dos enfoques para la construcción de la historia
de las mujeres, que sólo representan aproximaciones parciales. El primero tiene que ver con
conducta de las mujeres como tal; en este enfoque las fuentes legales y educativas
obras realizadas por mujeres, dando visibilidad a ciertos modelos representativos de lo que
significa ser mujer, olvidando que estos pueden ser casos excepcionales y no el reflejo de
las mujeres en general, de suerte que las biografías se configuran como la fuente
los ideales que sirvieron como normas de conducta de las mujeres y por el estudio del
Esta autora clasifica los trabajos de acuerdo con la temática que privilegian,
relacionando tanto los límites interpretativos, las fuentes y las perspectivas de análisis por
3
Asuncion Lavrin se ocupó de referenciar diversas tendencias y temas asociados a la historia de las mujeres
en América Latina, destacando el plano educativo, legal-criminal, la familia, la participación en la esfera
pública, el sindicalismo, el feminismo y el desarrollo económico. Este es un listado no exhaustivo de las
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tradicionales quedan supeditados a los temas que son la línea transversal de su
periodización de acuerdo con los trabajos relativos al periodo colonial, donde se encuentran
al periodo republicano.
normativa de un periodo, puesto que las leyes fijan parámetros de acción: “es necesario
medir la forma en que la ley afectó las vidas de las mujeres. Los casos legales selectos y los
archivos criminales y de policía, proporcionan las pruebas necesarias para interpretar los
verdaderos matices de las relaciones entre el hombre y la mujer” (Lavrin, 1985: 353). Aquí
se puede ver la relación entre mujeres y criminalidad, estatus civiles de las mujeres y los
límites de acción de están dentro de las estructuras normativas. En esta línea los archivos
investigaciones que fueron tenidas en cuenta por esta autora, destacando aquellas que conciernen al ámbito
profesional y laboral de las mujeres: Lucy Cohen “Women’sentrytotheprofessions in Colombia:
selectedcharacteristics” Journalofthemarriage and thefamily35, Mayo, 1973; Nora Kinzer “Women
professionals in Buenos Aires” En: Ann Pecatello Female and male in Ibero-America. University of
Pittsburgh Press, 1974; Elvira García Ciencias domésticas. Lima: Librería Peruana, 1937; Emily M. Nett
“The Servant class in a developing country: Ecuador”, Journal of interamererican studies and world affairs,
8, Julio, 1966; Margo Lane Smith “Institutionalized Servitude: the female domestic servants in Lima, Peru”,
Latin American Perspectives4, Verano, 1973; Rodney Anderson, Outcasts in theirownland: Mexican
industrial workers, 1906-1911, Da Kald: Northern Illinois UniversityPress, 1976; Guadalupe Zetina “El
trabajo de la mujer y su vida familiar” En: Maria del Carmen Elú de Leñero (ed.), Mujeres que hablan,
Mexico: Instituto mexicano de studios sociales, 1971; Juan Elizaga “Participation of women in the labor forcé
of LatinAmerica: fertility and otherfactors”, International labor review109, Mayo-Junio, 1974.
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El segundo campo temático, intenta una aproximación a la historia de las mujeres
desde la literatura. Aquí Lavrin distingue entre la literatura prescriptiva, en tanto modelos
El tercero, busca brindar una imagen de la mujer por medio del estudio de la
familia, cuya exploración recae, sobretodo, en los archivos parroquiales y los censos. Es
los últimos años, categorías tomadas de otras disciplinas de los estudios sociales, diferentes
Asimismo, los estudios contemporáneos sobre la familia sugieren indagar por los patrones
del predominio familiar de la madre o el padre, en la tentativa por integrar los roles de
conducta desde las perspectivas de género en referencia con las categorías machismo,
El cuarto, intenta elaborar perfiles históricos de grupos de mujeres, esto es, dibujar
una imagen de lo que significaba hacer parte de un grupo determinado donde las mujeres
particulares no pueden ser aprehendidas por medio de las fuentes existentes. Este tipo de
estudios permitirían “determinar las características generales de las mujeres que están
ligadas, por ciertas circunstancias específicas, como la profesión en las órdenes religiosas,
actividades políticas de las mujeres están directamente relacionadas con las opciones que
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tienen abiertas en un momento determinado” (Lavrin, 1985: 360). Dentro de la esfera
pública se pretende abordar los temas de la vida política de las mujeres: el trabajo,
década de los noventa hacer una revisión historiográfica sobre las mujeres en el periodo
producción histórica sobre las mujeres latinoaméricanas durante los periodos de Conquista
y Colonia, en la medida en que hay una mayor iniciativa investigativa sobre el periodo de la
República, contrario a lo afirmado por Lavrin. Para ello la autora propone dividir en cuatro
transición correspondientes al siglo XVI, la sociedad colonial durante los siglo XVI-XVIII
Bermúdez insiste en que las fuentes primarias están tomadas de los archivos
y de caridad, finalmente, los escritos de las propias mujeres, estos últimos aparecen con
menor frecuencia que los relativos al periodo republicano. El tipo de fuentes está
determinado por la presencia de las mujeres en ellas, de suerte que es innecesario revisar
fuentes de los ministerios de guerra o hacienda en la medida en que son las instituciones
encargadas de la toma de decisiones a nivel político y sólo recientemente las mujeres han
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El periodo de conquista ha sido poco explorado por los historiadores debido a la
escasez de fuentes existentes, de manera que a este tema se han acercado con mucha más
atención sobre un proceso de pérdida de libertades por parte de las mujeres indígenas, en
razón a la imposición del sistema patriarcal español: “las mujeres vieron como la cultura
europea y las instituciones que poco a poco se impusieron, les limitaron las posibilidades de
Durante el siglo XVI se insiste en que las mujeres no se vieron favorecidas con el
fortalecimiento de las estructura social, cultural, ideología y legal introducida por los
manera que se cambia la legislación sobre la encomienda dejando por fuera a las mujeres
que hasta entonces habían podido heredarlas y administrarlas. El siglo XVI terminó con la
asignación de facultades a los hombres para decidir sobre el estatus de la mujer (legítima o
amante). En este periodo el factor racial y la riqueza adquieren mayor importancia como
El periodo del siglo XVII y XVIII se caracteriza por la solidez de las instituciones
coloniales a nivel económico, político y social. De allí que el tema de mayor relevancia
para los historiadores es el matrimonio y los imaginarios elaborados sobre la mujer en este
periodo; se consolida el ideal de madre, esposa y religiosas, de acuerdo con las nociones de
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Las categorías de análisis de los diversos trabajos presentados por Bermúdez
evidencian una clasificación racial y étnica, entre las mismas mujeres: blancas, negras e
indias. En efecto los diversos trabajos históricos sobre las mujeres en la Conquista y
como modo de aproximación a las diversas posibilidades que cada una de éstas encuentra
mujer, principalmente durante los siglos XVII y XVIII, en concordancia con las fuentes
disponibles.
Tanto Lavrin como Bermúdez han intentado presentar el panorama general de las
embargo, la visión general de los trabajos oculta las particularidades de cada una de las
historia de las mujeres en cada uno de los países y las tendencias que han predominado en
4
El estudio de la historia de las mujeres en América Latina ha estado influenciado por las investigaciones
históricas realizadas por el interés de los académicos extranjeros y son producto, en su gran mayoría de sus
tesis doctorales4. AsuncionLavrin, June Hahner, SusanSoeiro y DonnaGuy han sido las pioneras en el
desarrollo de una historia de las mujeres en América Latina a través de la difusión de sus investigaciones y de
la evaluación periódica de las nuevas publicaciones sobre el tema.
22
políticos y sociales5. Si bien las tendencias generales de la construcción de campo de
historias de las mujeres han seguido un curso semejante, hay diferencias notorias,
En esta línea, la investigación desarrollada por Patricia Londoño resulta más que
estudios relacionados con la historia de las mujeres, sino que además establece temáticas
centrales como la familia, los feminismos y el trabajo. Este último aspecto es pertinente
subrayarlo, pues Londoño no sólo logra dar cuenta de las diversas investigaciones que se
economía latinoamericana, sino que hace un rastreo del modo en que se ha configurado este
campo de estudio. No obstante, es necesario señalar que este balance evalúa las
trabajos recientes que no han sido incorporados y, hacen que la investigación de Londoño
5
Patricia Londoño señaló que una parte significativa de las investigaciones llevada a cabo sobre las mujeres
del siglo XIX en América Latina, se ha centrado en Brasil, Argentina y México. Este es un listado no
exhaustivo de las investigaciones realizadas en estos países referidas a la historia del trabajo femenino durante
el siglo XIX: June E. Hahner. “Women and Work in Brazil, 1850-1920: A Preeliminary Investigation”.
Essays concerning the socio-economic history of Brazil.Gainesville: UniversityPress Florida (1977); Junho
Peña, Mulheres e trabalhodoras: presença femenina naconstituçao da sistema fabril. Rio de Janeiro: Paz e
terra (1981); Esmeralda Blanco de Moura. Mulheres e menores no trabalho industrial: Os fatores sexo e
idadena dinámica do capital. Petropolis: Vozes (1982); María odiloLeite. Quotidiano e poder em Sao Paolo
no seculo XIX.Sao Paolo: Brasilense (1984); Laura Lauderdale Graham. House and Street: The domestic
world of servants and masters in nineteenth century Rio de Janeiro. New York: Cambridge UniversityPress
(1988). Asunción Lavrin. “El segundo sexo en México: estudios e introspección, 1983-1987”. Mexican
studies 5 no.,2 (1989);Vivian Vallens. Working women in mexico during the Porfiriato, 1880-1910. San
Francisco: ResearchAssociate (1978); Arturo Obregón. Las obreras tabacaleras de la ciudad de México,
1764-1925. México: Centro de Estudios Históricos del Movimiento Obrero Mexicanos (1982); Gerardo
Necochea. “Cinco autorretratos y un ensayo: mujer, trabajo y familia en Río Blanco, 1890-1950”. Historias 7
(1984);DonnaGuy. “Women, peonaje and industrialization: Argentina, 1810-1914” Latin American
Researchreview16, no. 3 (1981); Graciela Queirolo. “El trabajo femenino en la ciudad de Buenos Aires, 1890-
1940: una revisión historiográfica. Temas y mujeres. Revista del Centro de Estudios Históricos e
Interdisciplinario Sobre las Mujeres Facultad de Filosofía y Letras Universidad Nacional de Tucumán 1, no. 1
(2004).
23
Según Londoño, los primeros trabajos dedicados al trabajo de las mujeres en la
década de 1960. Sin embargo, sólo hasta la aparición del trabajo de June E. Hahner
histórica de la relación entre trabajo y mujeres se consolidó. Este trabajo examinó las
ocupaciones económicas, los salarios, y las actitudes de las mujeres trabajadoras en los
centros urbanos del Brasil, mostrando cómo durante el siglo XIX la educación de las
mujeres les preparaba para ser amas de casa y madres, cuestión que también ocurrió en
ganarse la vida.
preocupación por hacer balances historiográficos relativos a este campo. Así, las
historiadoras brasileñas Rachael Soihet y Joana Maria Pedro han emprendido recientemente
de hacer la historia de las mujeres y de las relaciones de género en Brasil. Para ello las
autoras focalizan su atención en las publicaciones emergentes a partir de 1980, en las cuales
aparecen por primer vez estas rubricas de análisis ‘Mujer’, ‘Mujeres’ y ‘Género’, con miras
relaciones de género. Soihet y Pedro buscan identificar dónde se publican estos trabajos,
24
qué autores han permitido nutrir los debates en la construcción de este campo de estudio,
qué tipo de incidencias han tendido estos estudios en espacios académicos, en términos de
alrededor de estas prácticas académicas y, finalmente, cuáles son los temas de abordaje que
Brasil.
sobre las mujeres se inicia en la década de 1970 siguiendo los parámetros y vínculos
anticipados por Joan Scott, según los cuales el problema que había sufrido la historia a lo
aofalar dos homens, as mulheres estariam sendo, igualmente, contempladas, o que não
representados nesse termo: via de regra, era o homensbranco occidental” (Pedro y Soihet,
2007: 283).
feministas a partir de la década de 1960. Una mirada que cambió la perspectiva tradicional
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Ahora bien, en la década de 1980 el debate se trasladó de la universalidad de sujeto
histórica no debía contentarse con distinguir entre hombres y mujeres sino que debía ir
mucho más allá dando cuenta de la heterogeneidad de maneras de ser mujer. Las
investigación.
A partir de 1990 las investigaciones han empezado a explorar con mayor frecuencia
la noción de género como una alternativa posible a otros horizontes de sentido. Esta
las diferenciaciones y las miradas sobre los diversos campos de investigación han adquirido
otras dimensiones.
evidenciar las transformaciones, continuidades y rupturas que han sufrido las categorías de
uso de tales categorías. La autora pretende mostrar que los estudios de género están
íntimamente vinculados a la historia social en la medida en que permiten una visión más
adecuada de lo social desde una perspectiva histórica, teniendo en cuenta que el género se
de las diferencias sexuales que aparece muy cercana a la historia social, en la que se destaca
26
A partir de 1970 se dio inició a la construcción de la historia de las mujeres
inspirada en los debates de las teorías feministas y en función de las nuevas perspectivas de
la vida social en diversos contextos, dando lugar a nuevos enfoques de análisis que
consideraban la categoría de relación entre los sexos fundamental para abordar las
transformaciones sociales.
En este sentido, la noción de género pasó a ser utilizada para enfatizar los aspectos
que se emparentó con categorías como raza, etnia, clase, etc., a partir de las cuales se pudo
27
maternidad, la paternidad, relaciones sociales y del trabajo, y, las ideas vinculadas a los
En esta vía son fundamentales los aportes teóricos de Joan Scott quien introdujo la
noción de género para comprender los problemas de lo femenino. Scott entiende el género
percibidas entre los sexos, al tiempo que reconoce que el género es un modo primario de
estos aportes teórico-metodológicos las herramientas suficientes para estudiar las normas
jerarquías de poder establecidas, al igual que las condiciones internas de los discursos.
investigaciones en torno al campo de historia de las mujeres, los cuales desde distintas
perspectivas han querido recuperar un pasado que había sido ignorado. Éstas han realizado
un notable esfuerzo por comprender la situación actual femenina, sus relaciones sociales, su
Estos trabajos han permitido que se abran nuevos campos de estudio considerados
relevantes para el análisis de la historia de las mujeres, acordes con la apertura de temáticas
dentro de la historia social: historia de la familia, vida cotidiana, del trabajo, de la violencia,
28
infancia, de las mentalidades, entre otros muchos aspectos de la realidad (Velásquez,
XVII).
La producción sobre historia de las mujeres en las últimas tres décadas nos muestra
como a medida en que nos acercamos al presente las investigaciones sobre este campo son
cada vez más fecundas. Las investigaciones académicas emprendidas en los años ochenta
de las mujeres que se han ido consolidando y complejizando con el paso de los años. El
interés por estas temáticas ha ocasionado que cada vez más investigadoras/es se cuestionen
por lo femenino, de suerte que se busca la consolidación de una historia que contenga a las
mujeres, que les permita conocer sus diferencias y sus logros históricos.
y los feminismos, en las cuales la aproximación a las formas de participación de las mujeres
mujeres decimonónicas como sujetos pasivos y receptivos (Londoño, 1995: 75). Las más
de feminidad, un tema central que estimuló múltiples discusiones durante el siglo XIX.
Cátedra Anual de Historia Ernesto Restrepo Tirado "Mujer, nación, identidad y ciudadanía:
siglos XIX y XX" señaló cómo la historia de la mujeres durante el siglo XIX está
29
las cuales se destaca la preocupación por temas como la familia, la educación y el ideal de
movimientos femeninos en Colombia hasta principios de los años noventa” (1995), un tema
poco explorado desde la historiografía nacional. Sánchez elabora un balance que clasifica
los trabajos en tres grupos: los que se refieren directamente a las historias del movimiento
femenino; los estudios generales sobre las mujeres que hacen mención a los movimientos
femeninos y; los trabajos biográficos que intentan dar una imágenes de las líderes de los
fuerte vinculación con los feminismos y, más recientemente, con las tendencias y
Las investigaciones de historia de las mujeres han dejado una amplia serie de
estudios desde diversos enfoques analíticos, de modo que es preciso indagar cómo se ha
venido constituyendo este campo en el país y éste es uno de los retos pendientes para seguir
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Este es un listado no exhaustivo de las investigaciones incluidas en el balance historiográfico efectuado por
Marlene Sánchez a propósito de los movimientos femeninos en Colombia: Diana Medrano y Cristina Escobar
“Pasado y presente de las organizaciones femeninas en Colombia” En: Elsy Bonilla (comp.) Mujer y familia
en Colombia. Asociación colombiana de sociología-Universidad Nacional, Bogotá: Plaza y Janés, 1985;
Paulo Sandroni, “La proletarización de la mujer en Colombia después de 1945”. En: Magdalena León (comp.)
Debate sobre la mujer en América latina y el Caribe. Bogotá: Acep, 1982; Ofelia Gómez “Mecanismos que
obstaculizan la organización de mujeres en el trabajo asalariado: un estudio de caso” En: Magdalena León
(comp.) Debate sobre la mujer en América latina y el Caribe. Bogotá: Acep, 1982; Luz Jaramillo
“Feminismo y luchas políticas: anotaciones sobre la doble militancia” En: Magdalena León (comp.) Debate
sobre la mujer en América latina y el Caribe. Bogotá: Acep, 1982; Luz Gabriela Arango “Mujer, religión e
industria. El caso de Fabricato, 1923-1982”. Medellín: Universidad de Antioquia, 1991.
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avanzando en la consolidación de este campo de estudio sobre la historia de las mujeres. En
otras regiones de América Latina y Europa-, lo que ha causado que a pesar de la gran
Vemos con sorpresa como este nuevo campo investigativo ha empezado encontrar
diversos trabajos que se han desarrollado en sus países y reunirlo en un solo estudio. Sin
Hasta ahora, las diversas aproximaciones a las historias de las mujeres que se han
tema, proponiendo otras periodizaciones, otras temáticas, incluso otras perspectivas teórico-
metodológicas, que han permitido la consolidación de algunos estados del arte que siguen
siendo parciales de acuerdo con los intereses temáticos, en la medida en que estas
magnitud y riqueza del mismo. Por ello, es necesario propiciar y dar prioridad a la
construcción de un balance historiográfico que permita no sólo hacer más eficaz las
nuevas rutas de análisis que propicien vislumbrar otros horizontes de la historia de las
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En síntesis, el primer paso para consolidar un campo de estudios que sigue
que siguen siendo el punto de referencia incuestionado sobre la historia de las mujeres.
Hacer un balance sobre la historia de las mujeres en Colombia significa restaurar una
historia nacional donde las mujeres se hicieron conscientes de que el trabajo histórico
estaba en sus propias manos, pues la historia de la producción académica en este campo es
campo de estudio autónomo. De allí que la revisión crítica a estos balances permita
mujeres en Colombia. Si bien en el país, los estudios inscritos en la historia de las mujeres
investigaciones crítico-reflexivas sobre estos nuevos aportes. No hay balances que permitan
hacer una evaluación del recorrido y los retos que debe afrontar el campo de estudio sobre
la historia de las mujeres y el género en Colombia, aunque son muchas las investigaciones
las mujeres que hacen historia. El reto es iniciar el trabajo de reconstrucción de la historia o
del pensamiento histórico, es decir, analizar el modo cómo las/os historiadoras/es han
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escrito esa historia nacional y reconocer lo escrito sobre el pasado como condición de
este campo en el país supone revelar los juegos que se establecen entre el pasado y el
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