LA HUELLA DE DIOS EN TU ViDA

Capítulo 8 ¡Extra!
Después de completar La huella de Dios en tu vida

“El mundo se hace a un lado para darle paso a quien sabe a dónde se dirige.”
David Starr Jordan

La huella de Dios en tu vida no es sólo un currículum, es un estilo de

vida
Ahora que has completado este curso y has creado tu huella personalizada, comienza la parte importante.
No exige mucho trabajo de tu parte; de hecho, puedes vivir una experiencia más racional y sin confusiones
en la vida, como resultado de las decisiones que ya tomaste sobre tu futuro.

Sin embargo, debes estar alerta las próximas semanas para ser consistente al revisar tus Tarjetas de vida
y entrenar tu mente para que se enfoque en perseguir el plan de Dios para tu vida, cada día.

Para ayudarte a perseverar en ello hemos incluido dos apéndices al final de tu libro de trabajo. El
Apéndice I, Yendo a la distancia, y el Apéndice II, Herramientas prácticas, proveen principios y
herramientas para hacer que La huella de Dios en tu vida se mantenga viva todos y cada uno de tus días.
Dichas herramientas te proporcionan un proceso sencillo para iniciarte en la búsqueda del propósito y
llamado de Dios en tu vida. Como complemento, por favor escucha el mensaje adicional, “Diez
compensaciones que generan valor.”

La responsabilidad es más poderosa que la autodisciplina. Si no has hecho pareja con alguien más, tu
cónyuge o algún amigo, debes hacerlo tu prioridad ahora. Compartir la construcción de la vida con
alguien más crea momentos positivos y cultiva el progreso.

Dios tiene una visión específica para tu vida, incluyendo muchas buenas obras que ha preparado para
que las cumplas. Para cada elemento desconocido de tu huella en la vida, puedes estar seguro de que
Dios será fiel en llenar los espacios en blanco en el momento apropiado. Revelar el camino por delante
es un proceso actual diseñado para fortalecer tu fe y enriquecer tu relación con tu Padre Celestial.

Mientras buscas la voluntad de Dios en las huellas digitales de tu alma, continuarás descubriendo la
vida para la cual naciste.