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Tawantinsuyu
El estado inca y su organización política
I. Fuentes
DOI: 10.4000/books.ifea.851
Editor: Institut français d’études andines
Lugar de edición: Institut français d’études andines
Año de edición: 2003
Publicación en OpenEdition Books: 8 febrero 2013
Colección: Travaux de l'IFEA
ISBN electrónico: 9782821826441
http://books.openedition.org
Referencia electrónica
PÄRSSINEN, Martti. I. Fuentes In: Tawantinsuyu: El estado inca y su organización política [en línea]. Lima:
Institut français d’études andines, 2003 (generado el 30 mars 2020). Disponible en Internet: <http://
books.openedition.org/ifea/851>. ISBN: 9782821826441. DOI: https://doi.org/10.4000/books.ifea.851.
Tawantinsuyu
I. Fuentes1
1 Este capítulo está basado en mi artículo “Otras fuentes escritas por los cronistas: Los casos
de Martín de Morúa y Pedro Gutiérrez de Santa Clara”, publicado en Histórica Vol.XIII,
N° 1, 1989 y en un ensayo Prehispanic Central Mexican and Andean ‘Writing Systems’. A
Comparison between some Aztec and Inca texts presentado en la Universidad de Rochester
el 27 de abril de 1988.
2 Ver por ejemplo Rowe 1961: 317-341.
3 Rowe 1946: 287; Bonavia 1985: 151-175; La Gasca (1553) 1976: 53. Sobre estos frescos un
sacerdote agustino anónimo ([ca. 1560] 1865: 39) escribió lo siguiente: “Hallarse há una
cosa muy comun en todos los edificios ó en los mas del Inga y Rey de aquellas tierra, y aun
hasta hoy los pintan los indios, ques unas culebras muy grandes, y dizen quel Inga tenia dos
culebras por armas, y así las he visto en muchos tambos, especialmente en el Cuzco y en
Guamachuco”.
4 Sarmiento 1572: cap. 9; 1943: 114-115. De manera parecida pero más corta Molina ([1575]
1943: 7) escribió: “Y para entender donde tuvieron origen sus idolatrías; porque es así que
éstos no usaron de escritura, y tenían en una casa del Sol, llamada Poquen Cancha que es
junto al Cuzco, la vida de cada uno de los Incas, y de las tierras que conquistó, pintado por
sus figuras en unas tablas, y que origen tuvieron: y entre las dichas pinturas tenían así mismo
pintada la fábula siguiente:...”; ver también Karsten 1946: 163-164.
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1) un árbol partido
2) cinco puntos (¿un glífico inconcluso para el año “5 Tecpatl”?)
3) un altar con el dios Huitzilopochtli y
4) un grupo de gente tomando parte en una comida.
Calnek puntualiza que esta escena por sí sola no nos comunica un mensaje
5 En efecto, muchos cronistas confirman que los textos orales eran la parte más importante
de la “historia oficial incaica”. Ver por ejemplo, Cieza de León 1553b: cap. xii; 1986: 30-31.
6 Calnek 1978: 242.
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7 Calnek 1978: 246.
8 Calnek 1978: 246-247; Tezozómoc (siglo XVI) 1949: 19-20.
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Es más, afirma que cada una de estas escenas —con su correspondiente narración
oral— representa un solo episodio, razón por la cual el lugar cronológico exacto
de cada episodio puede variar en las diferentes versiones de la misma historia. El
sistema en sí puede ser representado con la siguiente fórmula:10
Charles Dibble nos explica que los glíficos en este caso se refieren a Coyucac,
el “lugar de la gente Coyuca”, quienes eran identificados por tener la cabeza rapada
y deformada, tal como lo muestra la mujer en la figura 2 (o en algunos casos,
sólo por la cabeza). El registro de forma fonética: coyo(tl) “coyote”, más cac(tli)
“sandalia”, se leería: Coyocac, el “lugar de los Coyuca”.12
Coyote: coyo-tl
Sandalia: cac-tli
9 Calnek 1978: 252.
10 Calnek 1978: 253.
11 El glífico de nombre de lugar y de nombre personal es no fonético si la palabra evocada por
el glífico puede ser dada en cualquiera de varios idiomas. Pero si el glífico nombra adelante
un sonido o una sílaba con un significado diferente del objeto dibujado, es fonético: ver
Dibble 1971: 324-326.
12 Dibble 1971: 326.
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los principios generales entre ambas culturas pudieron haber sido muy similares,
con la notoria salvedad de que sólo los aztecas usaban glíficos fonéticos, ya que en
los Andes no se ha encontrado evidencia alguna de escritura jeroglífica.13
13 Sin embargo Larco Hoyle (1946: 175) ha supuesto que los diferentes frejoles marcados en
las pinturas de la cerámica Moche sean un tipo de glíficos y los interpreta como prueba de
un sistema de una escritura ideográfica entre los Moche. Por otro lado sus suposiciones han
estado en debate desde el punto de vista contrario presentado por Kutscher (1950: 79, 84).
14 Mason 1978: 230-234; Ascher y Ascher 1981: 74-79; Morris y Thomson 1985: 109;
Dauelsberg Hahmann 1984: 46-49.
15 Karsten 1946: 159-166; ver también Cieza 1553b: cap. xii; 1986: 30-31; Polo de Ondegardo
(1571) 1917: 46; Molina (1575) 1943: 17-19; Cordoua Mesia et al. (1582) 1925: 284; Acosta
1588-1590: lib. vi cap. viii; 1987: 401-403; Calancha 1639: 90-93; Cobo (1653) 1979: 253-
255; y Radicati di Primeglio 1984: 45-53.
16 Cobo (1653) 1979: 253-254.
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textos orales adicionales. Aunque Marcia Ascher, Robert Ascher y Carlos Radicati
di Primeglio han publicado recientemente algunos artículos y libros sobre el
aspecto físico de los khipus y su contenido numérico-estructural, ellos aún no han
efectuado suficientes comparaciones entre la información técnica de los khipus
y la información archivística sobre transcripciones concretas y traducciones al
español de textos verdaderos de khipu.18
John Locke demostró hace más de 60 años que todos los khipus conocidos
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= 2000
= 100
+++ = 30
=2
= 2 132
son de naturaleza numérica, y que los incas usaron el sistema decimal en sus
cuerdas anudadas.21 Uno, diez, cien, y mil, eran señalados como se puede ver en
la figura 3.22
23 “Memoria de los indios que yo don Jerónimo Guacrapaucar di al marquez don Francisco
Pizarro desde que salió de Caxamarca, año 1558”, Audiencia de Lima 205, AGI.
24 Murra (1973) 1975: 243-254.
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Observemos en primer lugar el presente texto para tener una idea de cómo
era un texto de khipu. El texto comienza de la siguiente manera:
“Memoria
de los indios que yo don Jerónimo Guacrapáucar di al marqués don
Francisco Pizarro desde que salió de Caxamarca. Son los siguientes:
Los indios que dio al marqués
1) Primeramente se perdieron en aquella jornada 596 indios y mujeres
119...
2) Más le dimos en oro y plata en Caxamarca en oro 596 pesos en plata le
dimos otros tantos 596 pesos...
3) Más le dimos en ropa de cumbe 80 piezas de ropa de hombre y de
mujer...
4) Más le dimos cuatro mantas de caballo...
5) Más le dimos cuarenta carneros...
6) Más le dimos 149 hanegas de maíz...
7) Cuando el marqués fue a Bombón le dimos 826 indios y todos se perdieron
en la jornada...
8) Más le dimos a Soto capitán por mandado del marqués 37 indios [y] 45
indias y todos estos indios y indias murieron en la batalla que dieron al inga
Yucra Guallpa...
9) Cuando vino el marqués a Xauxa de Bombón trujo de pérdida indios 927
y de indias trujo 114 indias...
10) Dímosle cuando llegó a Xauxa dos cuentos y 400 y 142 hanegas de maiz
[sic]...
11) Más le dimos de quingua 238 hanegas...
12) Más le dimos de papas 2386 hanegas...
13) Más le dimos 51 cocuentos [sic] y 4656 carneros.
14) Más le dimos dos cuentos y 386 corderos.
15) Más le dimos ollas e cántaros 2983 vasijas.
16) Más le dimos de ojotas 209 pares.
17) Más le dimos de perdices 2386.
18) Más le dimos dos cuentos y 3862 libras de pescado.
19) Más le dimos treinta y seis cuentos y 377 cargas de leña.
20) Más le dimos cinco cuentos y 6862 cargas de carbón.
21) Cuando salió el marqués para Cuzco le dimos 837 indios para carga y
perdiéronse 102 indios y mujeres 20/20 [sic].
22) Más le dimos maiz para el camino 9155 hanegas.
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Tal como demostró Murra, en esa clase de textos los objetos individuales se
presentan en series, las que a su vez forman categorías o clases.25 En la “Memoria”
podemos advertir por ejemplo que el maíz, la quinua y las papas forman la categoría
de “plantas cultivadas”; alpacas y llamas (o llamas machos y hembras [carneros,
corderos]) forman la categoría de “animales domésticos”, etc. Es más, dentro de
cada una de las categorías, el orden en la enumeración es generalmente el mismo.
Por ejemplo, entre las plantas cultivadas, el maíz aparece siempre antes de la
quinua y las papas. No obstante, en este caso el sistema como un “todo” es algo
diferente al sistema observado por Murra en otro khipu. Murra dice: “las papas
aparecen siempre después de las llamas; ojotas preceden siempre a los porongos
y éstos al carbón o al pescado”.26 El hecho que en nuestra muestra las llamas
puedan aparecer también después de las papas, significaría que el orden entre las
diferentes categorías no era necesariamente el mismo (aunque a menudo lo era),
de tal modo que el sistema habría sido “elástico” en ese sentido.
41
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Garcilaso acerca del khipu, veremos que el sistema como un todo se hace más
inteligible:27
“Por los colores sacaban lo que se contenía en aquel tal hilo, como el oro por
el amarillo y la plata por el blanco, y por el colorado la gente de guerra. Las
cosas que no tenían colores iban puesta por su orden, empezando de las de
más calidad y procediendo hasta las de menos, cada cosa en su género, como
en las mieses y legumbres”.
Pero si luego se tiene que aumentar —al final del khipu— otras 15 fanegas
de papas, lo podríamos hacer empleando sólo un cordón colgante (marrón claro
y azul oscuro) y un cordón suplementario (Fig. 5).
28 En “La Memoria” de Jerónimo Guacrapáucar el oro y la plata forman un par, así como el
cobre y el plomo. Ello probablemente significa que el oro y la plata pertenecen a la misma
categoría de color.
29 De los khipus existentes Marcia Ascher y Robert Ascher (1978: 1-1155) han diferenciado
61 colores individuales en cientos de combinaciones diferentes.
30 Es interesante señalar que una vez que los indios aprendieron nuevas cosas de los españoles
sólo las aumentaron al final de la lista de la categoría, de esta manera: “121 ovejas de la
tierra (¿alpacas?), 16 corderos de la tierra (¿llamas?), 110 puercos, 9 cabras, 1915 gallinas,
17967 huevos. Ver “Memoria de don Alvarado cacique de los indios...” en: Espinoza Soriano
1971: 212.
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2 0 15
maíz quinua papas
Fig. 4 - Khipu maíz, quinua y papas.
31 Calancha 1639: 91.
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ser así, una frase como “Cuando el marqués se fue a Bombón [de Cajamarca] le
dimos 826 indios y todos se perdieron en la jornada”, podría ser representada así
como se ve en la figura 6.
1) jefe
2) españoles
3) Cajamarca
4) Bombón
1) 826 hombres
2) 826 hombres
3) muerte
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Mensajes Mensajes
episodio 1 { Narración } + (transición) + episodio 2 { Narración } + (transición) etc.
Khipu Chupaychu
“...Más daban 40 indios para hacer suelas y las llevaban al Cuzco y a los
depósitos. Más daban cuarenta carpinteros para hacer platos y escudillas y
otras cosas para el ynga y las llevaban al Cuzco. Más daban cuarenta olleros
para hacer ollas y las llevaban a Guanoco...” 33
Khipu en la “Memoria”
“...124) más le dimos 482 pares de alpargatas y de ojotas 452 pares de ojotas.
125) Más le dimos 200 sogas y pifeas 682 y de cucharas 423. 126) Más de ollas
y cántaros 1769 vasijas...” 34
La lista del censo debe haber sido mucho más complicada, porque dicha
lista habría incluido muchos nombres de lugares y personas. Sin embargo, es
muy probable que en algunas provincias los khipu kamayoqs memorizaran casi
todos los nombres, según el orden en el cual habían sido listados en el censo. No
obstante, pienso que en el Cuzco, por lo menos, los khipu kamayoqs principales
deben haber recurrido a métodos para recordar todos los nombres importantes
que les competía saber. Una circunstancia que facilitaba sin duda su trabajo era
que regiones, pueblos y aún curacas de zonas no quechuas, recibían con frecuencia
nombres quechuas. Efectivamente, lo mismo sucedía en México central, donde
a regiones y pueblos en áreas no nahuatl se les daba nombres nahuatl, en parte
45
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Ahora sabemos que cada provincia y cada capital de provincia tenía su propio
número. Pero ¿cómo podían otros lugares y nombres personales ser expresados
en el khipu?
35 Dibble 1971: 330.
36 En “Título de la encomienda de Francisco Pizarro a Gomez de Mazuelas, 1-VIII-1535”,
fols. 76v-77r, Justicia 420, AGI.
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Uno de los mejores ejemplos de esta clase de “historia escrita” fue publicada
hace algunos años por John H. Rowe en su artículo Probanza de los Incas nietos
de conquistadores. En este artículo, Rowe incluye un texto llamado Memoria de
las provincias, que trata de las provincias conquistadas por el —así llamado—
décimo Inca, Topa Inca Yupanqui. A decir de Rowe, el texto de la Memoria es un
resumen cuya estructura sugiere el uso de un khipu.40 Rowe señala también que
Memoria de las provincias es muy similar a los textos de los cronistas Cabello,
Murúa y Sarmiento.41 Esto insinuaría que dichos cronistas tuvieron acceso a las
transcripciones del mismo khipu, o de algún otro relacionado.
Sin embargo, en esta oportunidad voy a analizar solamente una parte del
texto contenido en Memoria, y luego procederé a compararla con la crónica de
Sarmiento. Al final presentaré mi hipótesis de cómo el texto habría sido codificado
en un khipu.
Sarmiento43
“...[conquisto] en los angaraes, la fortaleza de Urcocolla y Guaillapucara, y
prendió a su cinche nombrado Chuquis Guaman; en la provincia de Xauxa
[conquisto] a Siciquilla Pucara, y en las provincias...
…y [conquisto] la provincia de los Paltas y los valles de Pacasmayo y Chimo,
que es agora Truxillo...”
Rowe nos indica que estos textos están mayormente basados en categorías
como “provincias, fortalezas y reyes”.44 Es más, a juicio de Rowe, la oración “que es
en guamanga caueza de toda la provincia” no estaba en el khipu original, sino que
fue expresamente añadida a modo de explicación para los españoles.45 Mientras
aceptemos que la oración “y pasó adelante” es una “narración transicional”, la
cual no está directamente basada en el khipu, pienso que el nombre (número)
de la capital de provincia sí pudo haber estado codificado en el khipu original.
Conforme a las palabras de Calancha, las cuales hemos citado anteriormente:
cada cabecera de la provincia tenía un número. De este modo, la oración “situado
en Guamanga, cabecera de toda la provincia” podría ser interpretada como un
comentario de cómo ellos sabían qué provincia principal y qué subprovincia —o
viceversa— se encontraba bajo observación.
Aunque muchas de las diferencias —en los nombres de lugares— que median
entre la Memoria y Sarmiento pueden ser explicadas en general como errores de
escribanos y copistas, quisiera conceder atención a dos errores que pueden haber
sido cometidos por un khipu kamayoq. Primero, cuando Sarmiento habla de la
provincia de “Xauxa”, tenemos que en la “Memoria” se habla de la provincia de
“Yauyus”. Pese a que la diferencia fonética entre los nombres de estas dos conocidas
provincias no se hace muy evidente, lo cierto es que tampoco las transcripciones
españolas muestran señas claras de estar equivocadas. Es posible que el khipu
kamayoq haya “leído” incorrectamente el número de la provincia (=capital de
provincia), ya que en un criterio espacial, Xauxa está unida a Yauyos.
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Así, la historia inca recogida en esa forma, era enseñada —por lo menos
hasta cierto punto— a los hijos de los señores de la corte del Cuzco, especialmente
durante los días de grandes celebraciones.52 Sin embargo, el principio supremo
era que las panacas reales conservaban la información de sus ramas familiares,
al mismo tiempo que cuidaban de las momias de los Incas muertos.53
En segundo término, el concepto que las panacas tenían sobre los distintos
incas no era uniforme: la panaca, a la cual pertenecía un Inca, tenía un concepto
sobre ese Inca que no era necesariamente compartido por las demás panacas.
También parece que muchos cronistas no se percataron de esta disparidad
53
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cuando estaban compilando datos para redactar sus crónicas. Esto explicaría las
numerosas contradicciones encontradas en los textos de los cronistas clásicos.
Pese a que este mismo problema aparece entre las obras de los cronistas,
lo cierto es que todavía no se ha realizado suficiente investigación específica
sobre esta materia. A menudo los andinistas han hecho referencias a la actitud
de cada cronista frente a los incas, discutiendo si éstos estaban más cerca de la
escuela “Garcilasista” o de la “Toledana”, etc., pero estas referencias no bastan y se
hacen necesarios análisis más exhaustivos al respecto. Un buen ejemplo de cómo
podríamos entender mejor las crónicas, lo encontraremos en el artículo de Rolena
Adorno: “Las otras fuentes de Guamán Poma: sus lecturas castellanas”, publicado
hace más de diez años en Histórica, así como también en su libro Guamán Poma.56
Ella ha demostrado de qué manera algunos escritos de clérigos españoles habían
influido en el pensamiento de Guamán Poma, y cómo esas obras habían servido
de verdaderos modelos para algunos de sus capítulos. Más investigaciones como
ésta son indispensables.
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Estableci- Respues-
Elección del Planteamien- Explica- tas a las
campo de to de las miento de
ciones preguntas
investigación preguntas los hechos
causales (datos
históricos
nuevos)
Conocimiento basado
en fuentes
Fig. 10 - Diagrama
55
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Las Casas70
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cambio, nadie ha notado —hasta donde yo sé— que Morúa también usó en gran
medida la Segunda parte de la historia del Perú de Diego Fernández el Palentino
(1571).
Fernández72 Morúa73
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Pero en los años 50, Marcel Bataillon empezó a dudar seriamente de que
Gutiérrez haya llegado alguna vez al Perú, puesto que éste había copiado muy
profusamente las crónicas de otros autores. Cuando Gutiérrez escribió sobre las
guerras civiles del Perú, había usado por lo menos las crónicas de Diego Fernández,
López de Gómara, Zárate, Cieza de León y Fernández de Oviedo.78
Sin embargo, Carlos Aranibar y Juan Perez de Tudela Bueso creían aún
en 1963 que Gutiérrez había estado en el Perú y que había descrito cosas que en
verdad había visto y oído.79 Como Carlos Aranibar explica:
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Palentino y la Historia natural y moral de las Indias del Padre Acosta. También
utilizó, para dar “originalidad” a su versión del descubrimiento de América,
un bestseller prohibido por la Inquisición, la ‘Historia pontifical y católica’ de
Gonzalo de Illescas (Segunda Parte)”.81
Por ejemplo, los capítulos LXIV y LXV del libro tercero de Quinquenarios
están basados en el texto de Diego Fernández del año 1571:
Fernández Gutiérrez
81 Bataillon 1961: 410.
82 Rowe 1982: 116
83 Según John H. Rowe , Gutiérrez podría, en verdad, haber estado en el Perú durante las
guerras civiles (comunicación personal).
84 Fernández 1571: lib. iii, cap. vi; 1963 II: 83.
85 Gutiérrez (ca. 1600) lib. iii, cap. lxiv; 1963 III: 253.
61
Fuentes
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Fernández Gutiérrez
63
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Sabemos que Román y Zamora nunca estuvo en el Perú y que copió casi
toda su información de la Apologética de Las Casas. Las Casas tampoco visitó el
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Perú, pero usó otras fuentes como Segovia (“Cristóbal de Molina de Santiago”
como afirman algunos historiadores) y muchos otros cronistas que ahora se
encuentran “perdidos”.
Las Casas
Asimismo la parte
y bando segundo
y principal
de la ciudad que
llamó de Rurincuzco,
barrio de abajo del Cuzco,
subdividió en otras
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cinco partes
o parcialidades: a la
primera llamó Uzcamayta,
y de éste hizo capitanes
a los descendientes
del segundo hijo del
primer Rey Inga;
a la segunda nombró
Apomaytha, de la cual
constituyó capitán y capitanes
al segundo hijo
y descendientes
del segundo Inga;...98
Finalmente, dado que Gutiérrez usó en forma reiterada las mismas fuentes
escritas que Morúa había utilizado, no deberíamos asombrarnos al encontrar
similitudes entre ambas crónicas. Por ejemplo, cuando se menciona a los khipus
y la manera de cómo los incas los guardaban, podremos con facilidad encontrar
paralelismos:
Román y Zamora
Gutiérrez Morúa
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Espero que estos dos casos de dependencias entre las crónicas clásicas
nos demuestren lo importante que es releer y continuar el estudio cuidadoso
de nuestras fuentes clásicas.102 Por otro lado, debemos también prestar
mucha mayor atención a la búsqueda de nuevas fuentes, como pueden
serlo visitas, probanzas, títulos de tierras, entre otros, porque sin estas
fuentes de carácter más local y específico, no estaremos en condición de
entender adecuadamente los principios de la organización administrativa
del estado inca.
100 Gutiérrez (ca. 1600) lib. iii, cap. lxiii, 1963 III: 251.
101 Morúa (ca. 1609) 1946: 225.
102 El lector que quiera tener más información acerca de los cronistas clásicos, puede
consultar, por ejemplo a Porras Barrenechea 1962, Aranibar 1963, Wedin 1966 y Pärssinen
1983: 7-36.
103 Para los varios significados de visita ver Céspedes Del Castillo 1946: 984-1025.
104 “Título de la encomienda de Francisco Pizarro a Fernando de Gamarra, 15-III-1537”, fol.
23 r-v., Ramo 1, N° 1, Patronato 143, AGI.
67
Fuentes
censal de los registros locales guardados en los khipus.105 Sin embargo, ya para
1540 los visitadores recibían instrucciones específicas (Instrucciones) sobre qué
preguntas hacer y qué indagaciones realizar acerca de las minas, la productividad
agrícola, el tributo entregado a Huayna Capac, etc.106
Tal como Murra, Pease, Salomon y muchos otros han demostrado, los
minuciosos detalles con que las visitas describen la organización sociopolítica
local son de gran valor para los etnohistoriadores, debido a que la información
demográfica estaba con frecuencia organizada según las categorías sociopolíticas
nativas y utilizando registros khipu.
105 Todavía en 1558 y 1562 visitadores como Diego de Alvarez y Diego Ortiz de Zúñiga
recolectaron información censal de los khipus locales, ver Alvarez (1558) 1978: 90; Ortiz de
Zúñiga (1562) 1967: 201; 1972: 249-250.
106 Ver “Instrucción que el Marqués Francisco Pizarro dió a Diego Verdejo para la visita que
había de hacer desde Chicama hasta Tucome, 4-VI-1540”. En: Levillier 1921 I: 20-25.
107 Ver “Instrucción que Vaca de Castro dió a Alonso Pérez de Esquibel para la visita que
había de hacer a Caquiaviri, Machaca y Caquingora, Cuzco 17-V-1543”, fols. 28r-29v, Justicia
397, AGI.
108 Ver, por ejemplo, “Visitación de los indios de Charcas encomendados a don Alonso de
Montemayor que solian ser del repartimiento de Gonzalo Pizarro, por Gomez de Solis y
Francisco de Tapia, año 1549”, fols. 22v-30r, Ramo 3, N° 1, Justicia 434, AGI; ver también
Pease 1978b: 442.
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importantes porque nos muestran desde el inicio cómo las estructuras políticas
nativas fueron desarticuladas por los españoles. Los títulos que incluyen los
sumarios de visitas y la información registrada en los khipus incaicos son
particularmente interesantes, porque estas listas —basadas en khipus incas— sobre
pueblos y jefes locales contienen información censal y siguen la lógica clasificatoria
nativa y la jerarquía administrativa local. Algunas veces, las listas donde figura el
monto del tributo correspondiente a cada encomienda, llamado tasa o tasación,
también nos pueden aclarar algunos puntos de la jerarquía sociopolítica local.
109 Probanzas son los testimonios de testigos dados durante un proceso judicial para aclarar
asuntos específicos presentados inicialmente en un documento llamado Interrogatorio.
Por otro lado, la probanza de méritos y servicios son autobiografías (con testimonios de
testigos), acerca de un individuo, sus padres y abuelos para apoyar peticiones presentadas
ante los tribunales.
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