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EL SENTIDO DE LA VIDA:

A mis hermanitos:

Te voy a contar todo lo que me hubiera gustado saber cuándo tenía tu edad, cuando aún
no podía votar ni comprar cerveza, pero igual me preguntaron: “¿qué vas a hacer de tu
vida?” ay por cierto, sólo tienes una.

¿Qué hacer de esta única oportunidad de existir en el planeta tierra? durante la época
más tecnológicamente avanzada de la humanidad, no hay ni guerras ni depredadores; al
menos no en Tunja, pero el mundo espera resultados, la razón te pide arte y ciencia; pero
el corazón te exige ¡memes! y te gustaría ser como esos adultos legendarios, los héroes
de la ciencia y la tecnología que con sus curas e inventos construyen una humanidad más
avanzada, pero por cada premio nobel hay un millón de señores de traje; que Dios los
bendiga en lo que tengan que hacer para pagar las cuentas; o sueñas con la vida de uno
de esos pocos intrépidos que le apostaron su vida al arte y ganaron, pero en el fondo
temes acabar como uno de los millones y millones que perdieron. Eso sin contar que de
este lado del mundo nuestro concurso de a ver quién es el mejor individuo se nos salió de
control, mientras que del otro lado del mundo el “business” es ser uno con el universo
cumplir con tu papel en la sociedad, deshacerte de todo deseo.

Yo tenía que decidir algo mucho menos mundano, como ocupar los años que me quedan
en la tierra. ¿Serán muchos, serán pocos? ¿Será una historia divertida con una vida de
sacrificio y lo haré por mí o por el mundo? por cierto, no se vale repetir tú tranquilo, esta
es la única oportunidad de vivir una vida satisfactoria, no te presiones.

De este lado del mundo la vida tenía sentido, pero hace poquito Jesús lo arruinó. Desde
que el ser humano era una especie en peligro de extinción ya tenía una conexión con los
sagrado; enterraban a los muertos malos y a los buenos les quitaba el cráneo y lo pintaba
de rojo para mantener su espíritu entre la tribu, entre buscar comida y no ser comido el
hombre primitivo tomaba tiempo para pintar calaveras no por capricho, sino porque su
conexión con lo divino era tan vital como el hambre o el sueño; hasta que llegó el
cristianismo y a esta conexión le dio el nombre de la divina trinidad y además le dio un
súper poder: la verdad. “yo soy el camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6) mala suerte que
precisamente los cristianos más curiosos fueran los inventores del método científico, que
resultó más efectivo que la fe para averiguar la verdad; por eso en un libro que te juro que
se llama “la ciencia gay” Nietzsche escribió: “dios ha muerto dios sigue muerto y nosotros
lo hemos matado” y no creas que lo dijo sonriendo, ese hombre nunca sonreía, lo decía
con miedo porqué en nuestra fe ciega por el progreso científico habíamos olvidado que el
cristianismo era la base de la civilización; porque la vida siempre ha sido difícil, de lejos
una tragedia y de cerca chiste y la recompensa por tomarse la molestia siempre ha sido la
vejez, la demencia y la muerte pero además el paraíso (aplican restriccione$) ahora sólo
quedaban la vejez y la muerte; perdimos mucho más que uno de los cimientos de la
civilización occidental, perdimos una de esas cosas que nos hacen humanos, un motivo
para vivir.

La vida perdió sentido, Nietzsche temía que nos convirtiéramos en el “último hombre”, un
individuo que consume y no crea, que al ser capaz de satisfacer todas sus necesidades y
caprichos al instante piensa que inventó la felicidad, y sí, se escucha bien, pero este
señor dice que pasársela bien sin molestar a nadie está mal pues no es digno de la
humanidad, dice que mejor trascendamos nuestra condición humana y busquemos de
una vez qué otros pilares de nuestra humanidad eran mentira y los derribemos para
reemplazarlos; ¿pero con que los vamos a reemplazar? pues mira, el “superhombre”
reconcilia su lado oscuro con su lado amable, él crea su propia moral superior a la gente
que se la pasa bien, así que les llama rebaño y por eso él solito puede construir su lugar
en el universo, su propia deidad, el sentido de su vida. ¿Dónde me suscribo para ser este
superhombre? pues no sé y Nietzsche tampoco sabía, el superhombre todavía no llega “la
humanidad es la cuerda (no el puente) la cuerda entre el animal y el superhombre”, en lo
que este señor llega nosotros sólo podemos aspirar a ser como él; apartarnos de la
manada, rechazar nuestra moral de esclavo y renunciar a todo lo que te ha sumado con la
esperanza de no volverte loco a los cuarenta. Pobre señor, un buen día frunció tanto el
ceño que sintió la cara dura como piedra y dijo: “nuestra labor es la del escultor, darnos
forma a través de muchos elementos”. Pero más o menos le atinó, porque la generación
después de la suya no tenía motivos para vivir, le escribía poemas al suicidio; inventaba
países nuevos y en la ausencia de una causa digna por la cual dedicar su vida buscaba
una aventura que lo rescatara del absoluto materialismo del mundo y la historia dijo
concedido.

¿Te imaginas que en lugar de Nietzsche hubiéramos tenido a Lao- Tsé? porque del otro
lado del mundo más específicamente en china, la conexión humana con lo eterno es tan
fuerte que sobrevivió a la revolución comunista (más o menos) la diferencia con occidente
es que el sentido de la vida para ellos no está atado a la religión sino a la filosofía, tres
filosofías para ser exactos. Buda por ejemplo descubrió que la vida está llena de
sufrimiento porque deseamos cosas que no alcanzamos y no necesitamos, pero que no
importa porque más allá del samsara, más allá del ciclo eterno de reencarnaciones en el
que estamos atrapados, la realidad tiene una naturaleza más pura; el Nirvana. Confucio
era más de derechas, él enseñaba sobre la importancia de las ceremonias, honrar a
nuestros padres, asumir nuestro lugar en la sociedad y respetar a la gente venerable; él
dijo: “la relación entre superiores e inferiores es igual a la del viento y el pasto, el pasto
debe inclinarse cuando el viento sopla”; la mayoría de la gente en China sigue sus
enseñanzas. Pero cuando se retiran, cuando sus hijos ya se cuidan solos y ellos ya tienen
el tiempo para preguntarse: ¿de qué se trató todo esto? comienzan a investigar el Tao.

El Tao es una filosofía muy popular entre empresarios, gobernantes y ancianos; el Tao
significa: “el camino”, es la sustancia eterna de la que nace el universo y de la que
emerge, el equilibrio natural que le da forma a la naturaleza, y sí, parece una religión pero
es filosofía, es metáfora hombre. Lao-Tsé escribió el “Tao de Yin” mientras escapaba de
la dinastía Sui; en el describe la naturaleza de la realidad, como él y sus antepasados lo
han percibido desde que aprendieron chino, es básicamente una declaración de humildad
y confianza ciega hacia el universo; es tanta su humildad que desde las primeras líneas
se admite que no puede conocerlo “el Tao que puede ser descrito no es el verdadero Tao.
El nombre que puede ser hablado no es el nombre eterno.” como buen occidental yo no le
tengo fe al cosmos, confío más en Carl Sagan cuando me dice que: “el universo no
parece ni benigno ni hostil, simplemente es indiferente.” Pero acerca de no entenderlo;
bueno el “Tao de Yin” se escribió cuatro siglos antes de cristo, miles de años antes de que
nuestros instrumentos más precisos nos revelarán que el universo observable es algo que
pues, tiene nombre pero no sabemos que es; entonces creo que si “el Tao no es el Tao”.

En estos texto Lao-Tsé enseña cómo actuar de acuerdo al ritmo natural del universo,
porque spoiler, somos parte de él; “el hombre sigue el mundo, el mundo sigue el universo,
el universo sigue al Tao y el Tao sólo se sigue a sí mismo.” Esta escuela de pensamiento
me gusta mucho porque su principal enseñanza es el Wu Wei (no acción), o sea no hacer
nada; “trabaja sin esfuerzo. Actúa sin hacer nada. El Tao no actúa, pero a través de él
todo se hace.” esto no quiere decir que te quedes todo el día viendo memes, más bien
dice que vivas en el momento, que aprecies el presente; que si te deshaces de la
ideología, de tu ego y de tus planes podrás escuchar en el interior al Tao; tu propia voz,
las necesidades del mundo real, intuición, experiencia, sabiduría; no sé, es el Tao. “Creer
que sabes es una enfermedad. Saber que esta es la enfermedad es el primer paso para la
salud.” Hablando de nihilismo, mientras que Nietzsche nos trataba de convencer de que
inventemos solitos nuestro propio código moral; Lao-Tsé advierte que el problema es
mucho más profundo: “Cuando el Tao se pierde surge la bondad. Cuando la bondad se
pierde nace en la moral. Cuando la moral se pierde nace el ritual. El ritual es la cáscara de
la verdadera fe, es el principio del caos.”

Si Europa hubiera leído a Lao-Tsé esos intelectuales que exigían guerra a sus gobiernos
habrían entendido que: “El maestro no resuelve sus problemas por la fuerza, por
justificada que parezca, pues entiende que la violencia siempre regresa a nosotros.” si
toda la industria de artesanos y poetas que fabricaban propaganda de guerra hubiera
escuchado el Tao hubieran sabido que: “El maestro entra a la batalla con dolor y
compasión, como si asistiera a un funeral. ¿Cómo iba a estar contento? sus enemigos no
son demonios, sino humanos como él mismo.” y los jefes de industria, los economistas y
los burócratas, todos esos magníficos individuos que fabricaban y transportaban el
material de guerra, los genios y visionarios que fabricaron la bomba atómica se habrían
enterado de que: “la nación que sigue al Tao fabrica carros y tractores. La nación que ha
perdido el Tao acumula municiones fuera de sus ciudades.” una filosofía como el Tao nos
habría salvado de un siglo de guerras mundiales, pero como buen occidental no me
termina de convencer; porque el Tao enseña cómo ser uno mismo pero no a través de la
razón, los planes o mi ego todo lo que identifico como yo; sino dejando ir, haciendo las
paces con el mundo a mi alrededor bueno o malo seguirle la corriente al mundo, y otra
cosita no cambiarle nada. “¿Quieres cambiar al mundo? no creo que se pueda. El mundo
es sagrado. Si interfieres con él, lo destruyes. Si lo tratas como un objeto, lo pierdes.”

Qué difícil es ser uno mismo, negar mi personalidad y hacerme uno con el mundo o negar
mi humanidad y ser recordado por mi furioso bigote.

Hay otra opción para ser tú mismo y no vivir una vida sin propósito; podrías balancear el
infinito. Esta idea se le ocurrió Soren Kierkegaard, según este muchacho de Dinamarca
una de las desventajas de ser un simio con lenguaje es que en nuestro interior habitan
dos fuerzas opuestas: lo finito y lo infinito. Son muy parecidas a lo que Nietzsche llamaba
“la bestia interior y el animal divino”; básicamente en tu interior habitan un ángel y un
simio; el ángel sueña con lo infinito, de él viene tu potencial, las ideas que podrías traer al
mundo, lo que podrías inventar, lo que podrías crear, tus infinitas posibilidades. El simio
en cambio, se encarga de lo finito del mundo real, de tus necesidades más humanas, tus
impulsos más básicos y las constantes urgencias del aquí y ahora; el ángel busca la
libertad y el simio se aferra a lo seguro, lo más fácil como seres humanos es a escapar de
nuestra responsabilidad de ser uno mismo y dejar que cualquiera de los dos gane.
Cuando gana el simio te pierdes en lo finito te olvidas de cambiar el mundo y hace nuestro
lugar en la sociedad, sigues el guion que tus padres y las películas te dieron y actúas sin
actuar; porque escribió Kierkegaard; “es muy aventurado ser uno mismo. Es más fácil y
seguro ser como otros, convertirse en una imitación, en un número, en una cifra de la
multitud.” Esta situación según quiere llegar, lleva a la desesperación pero él dice eso
porque no conocía el Tao, porque si haces las paces con los aspectos menos atractivos
de tu existencia, entonces cada momento de alegría vendrá como una agradable
sorpresa; y ya sé, no es saludable estar bien adaptado a una sociedad enferma, pero es
mucho más fácil. Pero cuando gane el ángel nos perdemos en lo infinito, la vida se vuelve
una serie interminable de experimentos, hoy podría ser un fotógrafo, pero mañana querría
ser dj y al día siguiente investigar cómo salvar a las tortugas, mientras sueño despierto
con abrir una empresa de potes biodegradables; el punto es que de tanto soñar no
actúas, tu vida se convierte en una posibilidad abstracta porque tú quieres libertad y hacer
una cosa significaría no tener libertad de hacer las otras cosas; la mala noticia es que por
nunca actuar nunca logras convertirte en ti mismo, la buena noticia es que tendrás una
vida interesante y más anécdotas que el resto de tus amigos y entre eterna
experimentación en tu ir y venir a merced de la intuición y los sentidos, eres la
encarnación misma del Wu Wei pero si decides que el Tao no es lo tuyo, si decides nadar
contra la corriente y darle a la vida tu propio sentido, entonces tienes que ser tú mismo;
necesitas tomar una decisión, debe haber un poco de orden en tu caos y un poco de caos
en el orden para que el ángel y el simio puedan trabajar juntos, y esa decisión si lo
piensas es como un acto de fe, no en la buena voluntad del universo sino fe en ti mismo.
Seamos honestos no sabes qué vaya a pasar en el futuro, puedes planear, puedes
calcular, pero tu voluntad está condenada a actuar alrededor de la fortuna y esta
incertidumbre provoca miedo, corrijo, causa ansiedad. La ansiedad es distinta del miedo
porque el miedo nos prepara para actuar, para correr o pelear, cuando sientes miedo la
amenaza es clara, sabes desde donde ataca; pero la ansiedad nos paraliza, ese
pequeñito terror por lo desconocido nos ataca desde todas partes.

Así que no sólo necesitas equilibrar el mar de impulsos contradictorios que hierva en tu
interior, además tienes que lidiar con la ansiedad ¿Cómo? para Kierkegaard la ansiedad
no era un mal a derrotar sino una brújula: “aquel que mira dentro del abismo, siente
vértigo. La ansiedad es el vértigo de la libertad.” y eso nos encanta de este lado del
mundo, ese vértigo es señal de que tú y sólo tú eres responsable de tu propia vida ¿pero
cómo evitar que nos paralice?

Aquí Nietzsche tuvo un buen plan; necesitas una idea organizadora, algo así como una
misión. Para ser tú mismo debes dedicarle tu vida una causa más grande que tus miedos,
que sea más importante que el cansancio y que te traiga más satisfacción que el placer
¿y esas donde se consiguen? Mira, aquí es donde la mayoría de la gente te va a decir
que sigas tu pasión, pero no creo que esas pasiones sean algo con lo que nacemos, sí
hay gente que se dedica a lo que le apasiona, pero no sirve de nada decirles “sigue tu
pasión” ya lo están haciendo; en cambio cuando no sabes qué hacer de tu vida, no tienes
una idea organizadora y alguien te dice “sigue tu pasión” sólo te hace sentir peor sobre tu
falta de objetivos; creo que el asunto está todo al revés, mientras te dediques algo que no
te apasiona harás otras cosas y una de esas cosas te va a salir bien, causará un impacto
en la gente a tu alrededor y te dejará expresar un poquito de tu universo interno a través
de tus obras. Entonces para encontrar una idea unificadora, creo que tienes que dejar
ganar al ángel, por un rato nada más. Experimenta, vive, vive mucho, si un trabajo no te
gusta renuncia, pero cuando encuentres esa idea cuando el ángel te lleve hacia una de
esas labores que cumplen con los tres requisitos; a largo plazo no son negociables,
cuando encuentres esa idea síguela, práctica todos los días, el único modo de ser bueno
en algo es hacerlo mal muchas veces.

Dijo Henry David Thoureau: “El propósito no es ganarse la vida o conseguir un buen
trabajo, sino hacer bien un determinado trabajo.” y para ello me temo necesitas disciplina,
¿no es curioso? en absoluta libertad vivirías a merced de tus impulsos más básicos, y
más peligroso aún a merced de las corporaciones que invierten millones en investigación
y tecnología para monetizar esos impulsos básicos; para ejecutar tus propios planes, vivir
tu propia vida y convertirte en quién realmente eres, para ser realmente, libre tus límites
deben ser auto impuestos. Todos estos señores coincidían en que la vida es sufrimiento,
pero Kierkegaard nos da a elegir: ansiedad o desesperación: “la eternidad nos pregunta
a todos sólo una cosa: si hemos vivido en desesperación o no. Si has vivido en
desesperación, no importa todo lo que hayas ganado, porque para ti, todo está perdido.”
¿Pero qué tal que fui uno con el Tao? y en el camino me la pasé bien; al final esas son las
opciones ser o no ser tú; seguridad o libertad, vivir para el placer o para el sacrificio, y
todo depende de si crees que la vida tiene un sentido por sí misma o si decides echarle la
mano y hacerle uno tú solito, y si al final decides que el universo es indiferente y la vida no
tiene, ni necesita sentido ¿porque no divertirnos tanto como podamos hasta que se
apaguen las luces?

Las fuentes:

“Historia de las religiones”, por Carlos Cid y Manuel Riu. (los cavernícolas pintando
calaveras)

“The creative spark” por Agustín Fuentes, en los capítulos que hablan sobre el origen de
la religión

De Nietzsche hay que leer La Ciencia Gaya, que es donde sale el diálogo del loquito que
grita “Busco a Dios… nosotros lo hemos matado” y así.

Sobre sus ideas del último hombre y el súper hombre y cómo trascender nuestra propia
humanidad, hay que leer “Así habló Zaratustra”

Y para aprender más sobre su “idea organizadora” y llorar frente a la crueldad de la vida,
su autobiografía, “Ecce Homo”:

Sobre los intelectuales que llevaron a Europa a la guerra, “Redemption by war” de Roland
N. Stromberg

Siddharta, de Herman Hesse, aunque no te interese el budismo, es una novela bellísima :


3

Anaclectos, confusionismo

Pero si quieres que unas cuantas páginas te vuelen la mente y te cambien la vida, date el
Tao Te Ching (Tao de Yin para los amigos)

De Kierkegaard “La enfermedad mortal” y “El concepto de la angustia”

Para leer más ideas de Henry David Thoureau sobre el trabajo inútil y por qué Estados
Unidos se convirtió en una distopía corporativa desde el siglo XIX, “Una vida sin
principios”

Para consejos más pragmáticos sobre la vida laboral y en las tres cualidades que hacen
que un trabajo cause una sensación de propósito, “So good they can’t ignore you”, de Cal
Newport:

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