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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

FACULTAD DE CIENCIAS
E.A.P ENFERMERÍA

ENFERMERÍA EN SALUD DEL ADULTO II


Seminario XIII:
“CUIDADOS PARA LA PROMOCION DE LA SALUD, PREVECION Y
TRATAMIENTO DEL ADULTO CON OSTEOARTRITIS, ARTRITIS
REUMATOIDE, GOTA”

ESTUDIANTES:
Damián Vásquez Andre
Jara Robles Leslie Brighith
Minaya Villa Elena Del Pilar

DOCENTE:
Ms. Luz Falla Juárez
Dra. Margarita Huañap Guzmán
Lic. Angelita Rojas Gamboa
Dra. Ines Rosas Guzmán
Dra. Ysabel Morgan Zavaleta
Mg. Yolanda Rodriguez Barreto

NUEVO CHIMBOTE- PERU


2019
Cuidados Para La Promoción De La Salud, Prevención Y Tratamiento
Del Adulto Con Osteoartritis, Artritis Reumatoide, Gota
INTRODUCION 3
Objetivos.........................................................................................................................................4
I. Artritis Reumatoide 5
I.1. Fisiopatología 5
I.2. Manifestaciones Clínicas 5
I.3. Valores y datos Diagnósticos 6
I.4. Tratamiento medico 7
I.5. Tratamiento nutricional 11
I.6. Diagnósticos de enfermería 12
I.7. Cuidados de Enfermería 12
I.8. Intervención de Enfermería en los 3 niveles de Prevención 18
II. Osteoartritis 18
II.1. Fisiopatología 19
II.2. Manifestaciones Clínicas 20
II.3. Valores y datos Diagnósticos 20
II.4. Tratamiento medico 21
II.5. Tratamiento farmacológico 22
II.6. Manejo Quirúrgico 23
II.7. Diagnósticos de enfermería 24
II.8. Cuidados de Enfermería 26
II.9. Intervención de Enfermería en los 3 niveles de Prevención 28
III. Gota 28
III.1. Fisiopatología 29
III.2. Manifestaciones Clínicas 30
III.3. Tratamiento medico 31
III.4. Diagnósticos de enfermería 32
III.5. Cuidados de Enfermería 33
III.6. Intervención de Enfermería en los 3 niveles de Prevención 34
CONCLUSIONES 35
RECOMENDACIÓNES 36
TALLER XIII 37
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS 38
ANEXOS 39

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INTRODUCCION

Las enfermedades reumáticas son aquellas que afectan al aparato locomotor --huesos,

músculos y articulaciones- y que no son de causa traumática, es decir que "no son

producidas por un golpe o traumatismo".

Artritis es un término que se usa para describir varias afecciones dolorosas que afectan

a las articulaciones y los huesos.

Existen más de 200 tipos de artritis. Los dos tipos principales son la osteoartritis y la

artritis reumatoide. Otros tipos son: gota, lupus y síndrome de Reiter. Aunque la artritis

suele relacionarse con las personas mayores, también puede afectar a los jóvenes.

Aproximadamente, 1 de cada 1.000 niños padece una forma de artritis.

La osteoartritis es la forma más común de artritis. Los cartílagos (el tejido conectivo

elástico que hay entre los huesos) se van desgastando y esto puede acabar en un roce

doloroso de hueso con hueso en las articulaciones.

Normalmente, afecta a las manos, columna vertebral, rodillas y caderas.

La artritis reumatoide también se denomina artritis inflamatoria. Es una enfermedad más

grave, pero menos frecuente. El sistema inmunitario del organismo ataca y destruye las

articulaciones, descomponiendo el hueso y los cartílagos. Esto causa dolor e

inflamación, y puede dificultar los movimientos.

La gota es una forma frecuente y compleja de artritis que puede afectar a cualquiera. Se

caracteriza por ataques repentinos e intensos de dolor, hinchazón, enrojecimiento y

sensibilidad en las articulaciones, muchas veces en la articulación que se encuentra en la

base del dedo gordo del pie.

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OBJETIVOS

Objetivo general

 Identificar los procesos de los tres niveles de prevención y los cuidados de

enfermería a la persona adulta que padezca artritis reumatoide, osteoporosis y la

gota

Objetivos específicos

 Presentar el sustento teórico en la plenaria.

 Presentar video respectivo al tema principal.

 Analizar la situación simulada que se adjunta con el tema.

 Identificar los datos objetivos y subjetivos relevantes según dominios afectados.

 Realizar la confrontación con la literatura para proponer los diagnósticos de

enfermería.

 Elabora el proceso de enfermería (PAE) respectivo con su sustento teórico

 Presentar y sustentar el PAE en plenaria.

 Elaborar una material didáctico (afiche, tríptico) que sirva de apoyo.

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I. ARTRITIS REUMATOIDE

La artritis reumatoide es una enfermedad auto inmunitaria de origen desconocido

que afecta a 1% de la población en el mundo entero, con una proporción mujeres a

varones de 2:1 a 4:1 (Khanna, Arnold, Pencharz, et al., 2006).

I.1. Fisiopatología

En la artritis reumatoide, la reacción auto inmunitaria ocurre de manera principal en

el tejido sinovial. La fagocitosis produce enzimas dentro de la articulación. Las

enzimas desintegran el colágeno, lo que causa edema, proliferación de la membrana

sinovial y por último la formación de pannus. Este último destruye el cartílago y

erosiona el hueso. La consecuencia es la perdida de las superficies articulares y el

movimiento de la articulación. Las fibras musculares sufren cambios degenerativos.

Se pierde la elasticidad y poder contráctil del tendón y ligamento.

I.2. Manifestaciones clínicas

Las manifestaciones clínicas de la AR son variables, ya que suelen reflejar la etapa y

gravedad de la enfermedad. Dolor, tumefacción, calor local, eritema y falta de

función articular son los síntomas habituales. La palpación de las articulaciones

revela un tejido esponjoso o reblandeció. A menudo es posible aspirar líquido de la

articulación inflamada. Es característico que el patrón de compromiso articular se

inicie en las articulaciones pequeñas de las manos, muñecas y pies (Bickley, 2007).

Conforme progresa la afección se afectan las rodillas, hombros, caderas, codos,

tobillos, columna cervical y articulaciones temporo mandibulares. El inicio de los

síntomas suele ser agudo. Por lo general, los síntomas son bilaterales y simétricos.

Además del dolor y tumefacción articular, otro signo típico de la AR es la rigidez

articular en la mañana.

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En las etapas tempranas de la enfermedad, incluso antes de que sobrevengan los

cambios óseos, se presenta limitación de la función cuando existe inflamación activa

de las articulaciones. Estas se hallan calientes, tumefactas y dolorosas y no se

mueven con facilidad. El paciente tiende a proteger estas articulaciones mediante su

inmovilización. La inmovilización prolongada conduce a contracturas, lo que crea

una deformidad en el tejido blando.

Las deformidades de las manos y pies son frecuentes en la AR. La deformidad es

efecto de una desalineación provocada por la tumefacción, destrucción articular

progresiva o la subluxación (dislocación parcial) que ocurre cuando un hueso se

desliza sobre otro y elimina el espacio articular.

La AR es una enfermedad sistémica con múltiples características extra articulares.

Las más frecuentes son fiebre, adelgazamiento, fatiga, anemia, crecimiento de

ganglios linfáticos y fenómeno de Raynaud (vaso espasmo inducido por el frio y el

estrés que causa palidez o cianosis de los dedos). Los nódulos reumáticos se

observan en pacientes con AR más avanzada y se desarrollan en algún momento

durante el curso de la enfermedad en cerca de 25% de los pacientes. Estos nódulos

se encuentran en el tejido subcutáneo y casi nunca son dolorosos o móviles. Por lo

general se presentan variable y desaparecen en forma espontánea. Los nódulos se

relacionan a menudo con enfermedad de rápida progresión y destrucción. Otras

características extra articulares incluyen arteritis, neuropatía, esclerotis, pericarditis,

esplenomegalia y síndrome de Sjogren (ojos secos y mucosas secas).

I.3. Valoración y datos diagnósticos

Varios factores contribuyen al diagnóstico de AR: nódulos reumáticos, inflamación

articular detectada a la palpación y hallazgos de laboratorio. El interrogatorio y la

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exploración física registran manifestaciones como rigidez bilateral, simétrica, dolor

a la palpación, tumefacción y cambios de temperatura en las articulaciones. El

paciente se evalúa también en busca de cambios extra articulares; estos incluyen

muchas veces adelgazamiento, cambios sensitivos, crecimiento de ganglios

linfáticos y fatiga. El factor reumatoide está presente en cerca de tres cuartas partes

de los pacientes con AR, aunque su presencia sola no es diagnostica de AR y su

ausencia no descarta la enfermedad. La velocidad de sedimentación globular esta

elevada de manera significativa en la AR. El recuento de eritrocitos y el componente

C4 del complemento están disminuidos. Los resultados de la proteína C reactiva y la

prueba del anticuerpo antinuclear (AAN) son positivos (Karpoff y Labus, 2008). La

artrocentesis muestra un líquido sinovial turbio, lechoso o amarillo oscuro y

contiene numerosos componentes inflamatorios, como leucocitos y complemento.

Los rayos X muestran erosiones óseas, estrechamiento de los espacios articulares.

Los rayos X de las manos y pies deben realizarse en la basal para ayudar a

establecer el diagnóstico de la AR y después cada tres años para vigilar la

progresión de la enfermedad (Khanna, et al., 2006).

I.4. Tratamiento medico

I.4.A. Artritis reumatoide temprana

Los pacientes con AR deben recibir tratamiento intensivo y temprano

(Khanna, et al., 2006). El tratamiento incluye educación, un equilibrio

entre el reposo y el ejercicio, y referencia a las instituciones comunitarias

adecuadas (como la Arthritis Foundation) para apoyo. La atención médica

inicia con dosis terapéuticas de salicilatos o AINE. Cuando se utilizan

dosis terapéuticas completas, estos fármacos proporcionan efectos

antinflamatorios y analgésicos.
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Varios bloqueadores de la enzima ciclooxigenasa 2 (COX-2), otra clase de

AINE, tienen aprobación para el tratamiento de la AR. La ciclooxigenasa

es una enzima que participa en el proceso inflamatorio. Los medicamentos

COX-2 bloquean la enzima que interviene en la inflamación (COX-2), sin

alterar la enzima que protege el revestimiento gástrico (COX-1). Como

resultado, los bloqueadores de la enzima COX-2 tienen menos

probabilidad de causar irritación y ulceración gástrica que otros AINE; sin

embargo, se han relacionado con un mayor riesgo de enfermedad

cardiovascular y deben utilizarse con cautela (Karch, 2008).

Dentro de los primeros dos años después del inicio de la enfermedad se

tiene una ventana de oportunidad para el control de los síntomas y

mejoramiento del control de la afección. Por lo tanto, se recomienda

iniciar el tratamiento con los antirreumáticos modificadores de la

enfermedad (ARME) (antipalúdicos, oro, penicilamina o sulfasalacina)

dentro de los primeros tres meses tras el inicio de la enfermedad. Si los

síntoma son agresivos (es decir, erosiones óseas tempranas en las placas de

rayos X), se considera el tratamiento con metotrexato. Este es en la

actualidad el tratamiento estándar para la AR debido a su éxito en la

prevención tanto de la destrucción de la articulación como de la

discapacidad a largo plazo (Schmajuk, et al. 2007).

En el área de los tratamientos biológicos ha surgido una conducta

terapéutica alternativa para la AR. Los modificadores de la respuesta

biológica son un grupo de agentes que consisten en moléculas producidas

por las células del sistema inmunitario o por células que participan en las

reacciones inflamatorias. La investigación (Voulgari, Alamanos, Nikas. Et

8
al., 2005), en la que se utilizan inhibidores del factor de necrosis tumoral

alfa en combinación con otros compuestos, ha mostrado que los pacientes

experimentan mejoría significativa. Los ejemplos de modificadores de la

respuesta biológica que existen en la actualidad son etanercepr, infliximab,

adalimumab, golimumab y anakinra. Los cuatro primeros inhiben la

función del TNF- α, una citosina clave que desempeña un papel en el

proceso patológico de la AR (Porth y Matfin, 2009), mientras que la

anakinra inhibe la función de la interleucina 1, otra citosina que contribuye

a la destrucción de la articulación. La investigación en esta área es

constante.

Es posible administrar analgesia adicional para los periodos de dolor

intenso. Los agentes analgésicos opioides se evitan debido a que es posible

que se necesiten de manera continuada para el alivio del dolor. Se enseñan

técnicas de control no farmacológico del dolor (p.ej., técnicas de

relajación, aplicaciones de calor y frio).

I.4.B. Artritis reumatoide erosiva moderada

Para la AR erosiva moderada se prescribe un programa formal con terapia

ocupacional y física para educar al paciente acerca de los principios de la

protección articular, moderar el ritmo de las actividades, simplificar el

trabajo y ampliar los movimientos y ejercicios de fortalecimiento de los

músculos. Se recomienda al paciente participar de manera activa en el

programa terapéutico. Se revalora de forma periódica el programa

farmacológico y se introducen cambios adecuados si está indicado. Para

mejorar el efecto modificador de la enfermedad del metotrexato es posible

agregar ciclosporina, un inmunosupresor.


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I.4.C. Artritis reumatoide erosiva persistente

Para la AR erosiva persistente muchas veces se utilizan la operación

reconstructiva y los corticoesteroides. La intervención reconstructiva está

indicada cuando el dolor no se alivia con medidas conservadoras y la

amenaza de la perdida de la independencia es inminente. Los

procedimientos quirúrgicos incluyen sinovectomia (escisión de la

membrana sinovial), tenorrafia (sutura de un tendón), artrodesis (fusión

quirúrgica de la articulación) y artroplastia (reparación quirúrgica y

reemplazo de las articulación); la técnica no se practica durante las

exacerbaciones de la enfermedad.

Los corticoesteroides sistémicos se administran cuando el paciente tiene

inflamación que no cede, dolor o necesita un fármaco de transición

mientras se espera el efecto de los ARME (p. ej., metotrexato). El

tratamiento con corticoesteroides a dosis baja se prescribe durante el

menor tiempo necesario para minimizar sus efectos secundarios (Khanna,

et al., 2006). Las articulaciones grandes únicas que presentan inflamación

grave y no responden con rapidez a las medidas ya mencionadas se tratan

con inyección local de un cortico esteroide.

I.4.D. Artritis reumatoide irremisible avanzada

Para la AR irremisible avanzada se prescriben inmunosupresores por su

capacidad de afectar la producción de anticuerpos en el plano celular.

Estos incluyen metotrexato a dosis altas, ciclofosfamida, azatioprona y

leftunomida. Sin embargo, estos fármacos son muy tóxicos y producen

10
supresión de la medula ósea, anemia, trastornos gastrointestinales y

exantemas.

Para la mayoría de los pacientes con AR, la depresión y la privación del

sueño requieren el uso a corto plazo de antidepresivos a dosis bajas, como

amitriptilina, paroxetina o sertralina, para restablecer un patrón de sueño

adecuado y controlar el dolor crónico.

La U.S. Food and Drug Administration (FDA) aprobó un dispositivo

médico para utilizarse en pacientes con AR grave y de larga evolución que

no responden o no toleran los ARME. El dispositivo, ni columna de

inmune adsorción de proteína A, se utiliza en 12 tratamientos semanales de

aféresis de dos horas para fijar la inmunoglobulina G (IgG) (es decir, el

complejo inmunitario circulante). En esta población singular de pacientes

se ha demostrado una mejoría significativa, con base en los criterios de

mejoría del American College of Rheumatology (Eustice y Estice, 2008).

I.5. Tratamiento nutricional

Los pacientes con AR presentan con frecuencia anorexia, adelgazamiento y anemia.

Un interrogatorio dietético identifica los hábitos usuales y las preferencias de

alimentos. La selección de alimentos debe incluir el requerimiento diario de los

grupos básicos de alimentos, con énfasis en los alimentos con alto contenido de

vitaminas, proteínas y hierro para la formación y reparación tisular. Para el

individuo con anorexia extrema, se prescriben alimentaciones pequeñas y

frecuentes, con mayor cantidad de complementos de proteínas. También se

prescriben complementos de vitaminas y minerales según se requieran (Klippel,

Stone, Crofford, et al., 2008). Ciertos fármacos (es decir, corticoesteroides orales)

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empleados en el tratamiento de la AR estimulan el apetito y, cuando se combinan

con na disminución de la actividad, conducen a un aumento de peso. Por lo tanto,

los pacientes necesitan recomendaciones acerca de llevar una dieta sana con

restricción de calorías.

I.6. Diagnósticos de Enfermería

Según Martin A (2016)

 Falta de conocimientos de la enfermedad

 Elevación de las cifras de colesterol por encima de los valores normales.

 Antecedentes de tabaquismo, fumadora esporádica, comienzo de

deshabituación.

 Sobrepeso. Altura: 162 cm; Peso: 75 Kg; IMC = 28,58.

 Infecciones de orina.

 Disminución de la fuerza en las manos, dificultad para caminar, en fase de

brote.

 Rigidez articular matinal.

 Inmunodepresión secundaria al tratamiento.

 Dolor.

I.7. Cuidados de Enfermería

Los problemas más frecuentes para el sujeto con AR incluyen dolor, trastornos del

sueño, fatiga, alteración del estado de ánimo y limitación de la movilidad (Sousa,

Ryu, Kwok, et al., 2007).

El paciente con AR de reciente diagnostico necesita información acerca de la

enfermedad para tomar decisiones de autocuidado diarias y adaptarse a una

enfermedad crónica.

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Según Luna J. (2016)

 Motivar el reposo completo en cama para enfermos con la afección

inflamatoria activa muy diseminada.

 Acostar al enfermo boca arriba con almohada bajo la cabeza en un colchón

duro, para quitar el peso de las articulaciones.

 Aconsejar al paciente que descanse una o más veces en el día durante 30 a

60 minutos.

 Alentarlo a que repose en cama ocho a nueve horas por la noche.

 Indicarle que se acueste boca abajo dos veces al día para evitar la flexión de

la cadera y contractura de la rodilla.

 No deben colocarse almohadas debajo de las articulaciones dolorosas, ya que

promueven contracturas por flexión.

 Las articulaciones inflamadas dolorosas deben ponerse en reposo con

férulas: para permitir localmente la sinovitis; reducir el dolor, la rigidez y la

tumefacción (en las muñecas y los dedos); descansar las articulaciones

inflamadas en la posición óptima y prevenir o corregir deformaciones.

 Aplicar compresas calientes o frías para reducir el dolor e hinchazón de las

articulaciones.

 Dar masajes suaves para relajar los músculos.

 Administrar medicamentos antiinflamatorios, o analgésicos según

prescripción.

 Alentar al paciente a seguir el programa diario prescrito, que se compone de

ejercicios de acondicionamiento y ejercicios específicos para problemas

articulares (después de controlar el proceso inflamatorio).

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 Cerciorarse que el paciente realiza los ejercicios isométricos, para ayudar a

prevenir la atrofia muscular, que contribuye a la inestabilidad articular.

 Hacer que el enfermo mueva las articulaciones por todo el arco de

movimiento una o dos veces al día para impedir la pérdida del movimiento

articular.

Según Torre J. (2010)

Vigilancia de los síntomas físicos, toxicidad farmacológica y factores de

comorbilidad

 Metronomía: realización de recuentos articulares y recogida de los demás

parámetros incluidos en la evaluación clínica sistemática del enfermo

 Monitorización de tensión arterial, glucemia, dislipemia, peso y otros

factores de comorbilidad

 Monitorización de efectos adversos de FAME, tratamientos biológicos y de

otros fármacos

 Detección de signos de alarma relacionados con la AR y los tratamientos

 Facilitar la cumplimentación de cuestionarios

 Evaluación del dolor y la fatiga, así como su manejo

Manejo del impacto físico y psicológico

 Realizar una evaluación holística del paciente

 Planificar un programa de educación estructurado basado en éstas

 Mejorar y/o aumentar el automanejo, la autoeficacia, el afrontamiento eficaz

de la enfermedad

 Proporcionar información y recomendaciones sobre tratamientos

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 Implementar un plan de cuidados basado en las necesidades del paciente y

realizar una evaluación periódica

I.8. Intervención de enfermería en los 3 niveles de prevención

Según Solares M. (2018)

A. Prevención primaria.

A pesar de la importancia que presenta la carga genética como factor de riesgo en el

desarrollo de la enfermedad, no es un factor determinante para su desarrollo, ya que

la influencia de otros agentes no genéticos es muchas veces la responsable de su

aparición, por lo que el papel de la enfermera desde atención primaria es importante

para promocionar hábitos saludables y eliminar aquellos factores que puedan

contribuir al desarrollo de la enfermedad

. Las enfermeras deben recomendar el abandono del hábito tabáquico, ya que este es

uno de los elementos más estudiados y reconocidos y a la vez uno de los más

sencillos de evitar. Del mismo modo es adecuado el consumo moderado de alcohol

y café, mantener un peso adecuado, seguir una dieta mediterránea, y evitar la

exposición a cristales de sílice.

Por otro lado, en la fase prenatal se pueden evitar factores que predispongan al bebé

a padecer la enfermedad en un futuro, como son: evitar el consumo de tabaco

durante el embarazo y proporcionar lactancia materna al niño para protegerle.

B. Prevención secundaria.

Actualmente no existe ningún tratamiento definitivo, por lo que los objetivos están

dirigidos a:

• Aliviar el dolor.

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• Reducir la inflamación.

• Disminuir el daño articular.

• Mantener la calidad de vida.

Con el fin de lograr estos objetivos se utilizan fármacos como los analgésicos,

antiinflamatorios no esteroideos, corticoides, fármacos modificadores de la

enfermedad (FAME) y en algunas ocasiones la terapia biológica, cuando no se ha

logrado mejoría al menos con un FAME como el Metotrexato o Leflunomida, en

monoterapia o en combinación.

Sin embargo, unido al tratamiento farmacológico también es importante la

fisioterapia, el ejercicio y la educación para la salud como se muestra en la siguiente

tabla 2.

Las enfermeras deben recomendar el abandono del hábito tabáquico, ya que este es

uno de los elementos más estudiados y reconocidos y a la vez uno de los más

sencillos de evitar.

16
C. Prevención terciaria.

La enfermera también puede intervenir evaluando al paciente y dirigiendo

actuaciones específicas según su situación individual, con el fin de poder hacer

frente a problemas futuros antes de que estos aparezcan.

Osteoporosis: Las medidas para prevenir esta complicación se basan

fundamentalmente en dos aspectos; modificación del estilo de vida y medidas

dietéticas con suplementos de calcio y vitamina D.

Con respecto a las modificaciones de estilo de vida, es importante prevenir y tratar

la osteoporosis realizando ejercicio físico, que ayudará a mejorar la resistencia ósea,

ralentizando la pérdida de la densidad mineral ósea, a la vez que mejorará la fuerza

y equilibrio. Se recomienda incluir actividades aeróbicas como nadar o caminar al

menos 3 veces por semana con una duración mínima de 30 minutos. Al mismo

tiempo también sería recomendable el abandono del tabaco y alcohol.

17
Por otro lado, se recomienda seguir una dieta rica en calcio que aporte la cantidad

diaria recomendada (1.000mg/día) administrando suplementos si fuera necesario.

Del mismo modo, para su correcta absorción es necesaria la vitamina D presente en

algunos pescados (salmón, atún, sardinas), así como en la yema de huevo, leche o

queso. Sin embargo, la principal fuente es la luz solar por lo que debemos

recomendar una exposición de 15-20 minutos al día durante al menos 3 días a la

semana.

Infecciones: Las intervenciones más destacadas para prevenir infecciones asociadas

en pacientes con AR son la vacunación y la adopción de medidas higiénicas:

Sería recomendable que los afectados de AR lleven a cabo una vacunación

antigripal anual, antineumocócica frente al Streptococcus pneumoniae

administrando la vacuna conjugada (VNC13) y repitiendo la dosis con la vacuna

polisacárido (VNP23) separando ambas al menos 2 meses (40). Al mismo tiempo, y

en caso de no estar vacunados y protegidos frente a la hepatitis B, también estaría

indicada dicha vacuna, ya que algunos fármacos como el Metotrexato y

Leflunomida deben administrase con precaución cuando hay enfermedades

hepáticas.

De otro modo, la enfermera debe instruir al paciente en las medidas higiénicas que

debe adoptar. Una de las más sencillas, pero también más eficaces es el lavado de

manos, así como lavar las verduras/ frutas antes de consumirlas, evitar animales

domésticos que pueden ser reservorios de microorganismos, al mismo tiempo que

evitar el contacto con otras personas que padecen alguna infección.

Trastornos cardiovasculares: Desde la consulta de enfermería se debe trabajar en

la modificación del estilo de vida, explicando los hábitos alimentarios correctos,

18
como realizar entre 4-5 comidas diarias, reducir el consumo de sal y grasas

saturadas (sustituir lácteos enteros por desnatados o semi-desnatados, consumir

carnes bajas en este tipo de grasas, como son el pollo o el pavo, y no abusar de

aquellas más grasas).

También es necesaria la incorporación de ejercicio físico, que reportará beneficios

no sólo en la mejora de los trastornos cardiovasculares, sino que también contribuirá

a disminuir el peso corporal reduciendo la sobrecarga de las articulaciones.

II. ARTROPIA DEGENERATIVA (osteoartritis)

La osteoartritis, también conocida como artropatía degenerativas u osteoartritis (aun

cuando es posible que esté presente inflamación), es el más frecuente y

incapacitante de los trastornos articulares.

La OA se diagnostica en exceso o se le resta importancia; con frecuencia recibe

tratamiento excesivo o insuficiente. A menudo se desconoce el efecto funcional de

la OA sobre la calidad de vida, en especial de los pacientes ancianos.

La OA se ha clasificado como primaria (idiopática), sin un episodio previo o

enfermedad relacionada con la OA, y secundaria, provocada por una lesión articular

19
previa o enfermedad inflamatoria. La distinción entre OA primaria y secundaria no

siempre es clara.

La edad creciente se vincula en forma directa con el proceso degenerativo en la

articulación, debido a que la capacidad del cartílago articular de resistir una micro

fractura con las cargas menores repetitivas disminuye con la edad. La OA se inicia a

menudo en la tercera década de la vida y llega a su máximo entre la quinta y la sexta

décadas. Para los 40 años de edad.90% de la población tiene cambios degenerativos

articulares en las articulaciones que soportan peso, aunque los síntomas clínicos

suelen estar ausentes. La prevalencia de la OA fluctúan entre 50 y 80% en los

ancianos (Ganz, Chang, Roth, et al., 2006).

II.1. Fisiopatología

Se piensa que la OA es el resultado final de muchos factores que al combinarse

predisponen al paciente a la enfermedad. La OA afecta al cartílago articular, hueso

subcondral (la placa ósea que soporta el cartílago articular) y la membrana sinovial.

Ocurre una combinación de degradación del cartílago, endurecimiento óseo e

inflamación reactiva de la membrana sinovial. Se ha ampliado en gran medida la

comprensión de la OA, más allá de envejecimiento.

Se sabe que los trastornos congénitos y del desarrollo de la cadera predisponen a una

persona a OA de la cadera. Estas incluyen subluxación- dislocación congénita de la

cadera, displasia acetabular, enfermedad de Legg-Calve-Perthes y deslizamiento de

la epífisis de la cabeza femoral.

Los factores de riesgo para OA incluyen aumento de la edad, obesidad, daño

articular previo, uso repetitivo (ocupacional o recreativo), deformidad anatómica y

susceptibilidad genética. Tener sobrepeso u obesidad acentúa también los síntomas

20
relacionados con la enfermedad (Klippel, et al., 2008). La investigación ha mostrado

que la disminución de 10% del peso corporal mejora la función un 28% en

individuos con OA que afecta la rodilla (Christensen, Austrup y Bliddal, 2005).

II.2. Manifestaciones clínicas

Las manifestaciones clínicas principales de la OA son dolor, rigidez y deterioro

funcional. El dolor lo causa una membrana sinovial inflama, el estiramiento de la

capsula articular o ligamentos, irritación de terminaciones nerviosas en el periostio

sobre los osteofitos (espolones óseos), micro fractura trabecular, hipertensión

intradoses, bursitis, tendinitis y espasmo muscular. La rigidez, la cual es más

frecuente que se presente en la mañana o después de despertarse, suele durar menos

de 30 min y disminuye con el movimiento. El deterioro funcional es el resultado del

dolor con el movimiento y la limitación de la movilidad causada por los cambios

estructurales en las articulaciones.

Aunque la OA se desarrolla muchas veces en las articulaciones que soportan peso

(caderas, rodillas, columna cervical y lumbar), las articulaciones proximales y

distales de los dedos están a menudo afectadas también. Los nódulos óseos

característicos suelen estar presentes; en la inspección y palpación, estos son

indoloros a menos que exista inflamación.

II.3. Valoración y datos diagnosticados

El diagnostico de OA es complicado porque solo 30% de los pacientes con cambios

observados con rayos X refiere síntomas. La valoración física del sistema

musculoesquelético revela articulaciones crecidas y dolorosas a la palpación. La

inflamación, cuando está presente, no es del tipo destructivo observado en las

enfermedades del tejido conjuntivo como la AR. La OA se caracteriza por perdida

21
progresiva del cartílago de la articulación, lo cual se observa en los rayos X como un

estrechamiento del espacio articular. Además, se reconocen cambios reactivos en los

márgenes de la articulación y en el hueso subcondral en forma de osteofitos ni el

estrechamiento del espacio articular por si solos son específicos de OA; sin

embargo, cuando están combinados, son hallazgos sensibles y específicos. En la OA

temprana o leve existe solo una correlación débil entre el dolor articular y la

sinovitis. Las pruebas en sangre no son útiles en el diagnóstico de OA.

Para diagnosticar la osteoporosis y evaluar su riesgo de sufrir fracturas, y determinar

si usted necesita un tratamiento, su médico probablemente ordenará una

densitometría ósea.

Para determinar la presencia de una lesión en los huesos o fracturas debidas a la

osteoporosis se pueden realizar los siguientes procedimientos:

 Rayos X de los huesos: los rayos X de los huesos producen imágenes de los

huesos dentro del cuerpo, incluyendo la mano, muñeca, brazo, codo,

hombro, pie, tobillos, pierna (espinilla), rodilla, muslo, cadera, pelvis o

columna. Ayudan a diagnosticar los huesos fracturados, que en algunos

casos se producen como consecuencia de la osteoporosis.

 Exploración por TAC de la columna: la exploración por TAC de la columna

se realiza para evaluar el alineamiento y las fracturas. Se puede usar para

medir subjetivamente la densidad ósea y determinar si existe la posibilidad

de que ocurran fracturas vertebrales. Esta técnica se llama TC cuantitativa

(QTC, por sus siglas en inglés).

 RMN de la columna: la toma de imágenes por RMN de la columna se realiza

para evaluar fracturas vertebrales, para encontar evidencia de enfermedades

22
subyacentes como el cáncer, y para evaluar cuán reciente es la fractura. Las

fracturas nuevas responden mejor al tratamiento por vertebroplastía y

cifoplastía, en ciertas situaciones clínicas.

II.4. Tratamiento medico

Si bien ningún tratamiento detiene el proceso degenerativo, ciertas medidas

preventivas retardan el progreso si se llevan a cabo con oportunidad suficiente. Estas

incluyen reducción de peso, prevención de lesiones, detección perinatal de

enfermedad congénita de cadera y modificaciones ergonómicas.

Las medidas del tratamiento conservador incluyen la educación del paciente, uso de

calor, reducción de peso, reposo de articulación y evitar el uso excesivo de la

articulación, dispositivos protésicos (p.ej., férulas, aparatos ortopédicos) para

soportar las articulaciones inflamadas, ejercicios isométricos, posturales y aeróbicos.

Otras modalidades físicas diversas, como masaje, yoga, campos electromagnéticos

pulsados, estimulación nerviosa eléctrica trans cutánea (ENET) y musicoterapia,

tienen un valor no comprobado en el tratamiento de la OA. Las terapias física y

ocupacional ayudan al paciente a adoptar medidas de autocuidado.

Los pacientes con artritis utilizan a menudo terapias complementarias y alternativas,

muchas de las cuales no se enseñan de manera tradicional en las escuelas de

medicina de Estados Unido, ni tampoco están disponibles en ese país. Estas incluyen

complementos dietéticos y de herbolaria, otras dietas especiales, acupuntura, acu

presión, uso de brazaletes de cobre o imanes y la participación en Tai chi... Esta e en

progreso una investigación para determinar la efectividad de muchos de estos

tratamientos (Little, Parsons y Logan, 2006).

II.5. Tratamiento farmacológico

23
El tratamiento farmacológico de la OA está dirigido hacia el control de los síntomas

y el dolor. La selección del medicamento se basa en la necesidad del paciente, la

etapa de la enfermedad y el riesgo de efectos secundarios. Los fármacos se utilizan

en conjunción con medidas no farmacológicas. En la mayoría de los pacientes con

OA, la terapia analgésica inicial se basa en el acetaminofén. Algunos pacientes

responden a los AINE no selectivos y los sujetos con un mayor riesgo de

complicaciones gastrointestinales, en espacial de sangrado gastrointestinal, se han

atendido con efectividad con bloqueadores de la enzima COX-2. Sin embargo, estos

últimos deben utilizarse con cautela debido al riesgo relacionado con enfermedad

cardiovascular. Otros medicamentos que se consideran son los opioides y los cortico

esteroides interarticulares. Se administran también agentes analgésicos como la

capsaicina y el metilsalicilato (Klippel, et al., 2008).

Otras medidas terapéuticas incluyen glucosamina y condroitina. Aunque se ha

sugerido que estos compuestos modifican la estructura del cartílago, algunos

estudios han mostrado que no son efectivos (Towheed, Maxwell, Anastassiades, et

al., 2006). La visco complementación, la inyección intraarticular suministrar

similares al gel (hialuronidasa), puede al parecer suministrar las propiedades de

viscosidad del líquido sinovial. La FDA ha concedido aprobación a cinco

hialuronatos para la inyección intraarterial en la OA (Eustice y Eustice, 2006).

II.6. Manejo quirúrgico

En la OA moderada a grave, cuando el dolor es intenso o debido a la perdida de la

función, se recurre a la intervención quirúrgica. Los procedimientos utilizados con

más frecuencia son la osteotomía (para alterar la distribución del peso dentro de la

articulación) y la artroplastia. En esta última se reemplazan los componentes de la

articulación enferma.
24
Acciones de enfermería aplicadas a pacientes en rehabilitación neurológica

Según Miyares L. (2009)

 Vigilar el estado neurológico del paciente.

 Medir signos vitales según indicación médica.

 Observar signos de complicaciones en los pacientes.

 Brindar una adecuada educación sanitaria al paciente.

 Lograr una alimentación equilibrada que favorezca la pérdida de peso en los

pacientes con obesidad, ya que esto mejora el pronóstico de la enfermedad.

 Propiciar un adecuado descanso nocturno, con períodos de reposo durante el día,

evitando la inmovilidad total o prolongada, que es nociva a largo plazo.

 Brindar apoyo psicológico y ayudar al paciente con artrosis a adaptar sus

actividades y ejercicios según su capacidad física, aceptando sus limitaciones.

 Evitar movimientos y posturas que produzcan dolor en la articulación, como

estar en cuclillas, de rodillas o de pie por tiempo prolongado, caminar cargando

peso excesivo o por terrenos irregulares, subir y bajar escaleras.

 En artrosis de cadera o rodilla, recomendar uso de bastón o muleta, que ayuda a

cargar el peso del cuerpo cuando sea necesario. El bastón se debe llevar en la

mano contraria a la articulación más afectada.

 En la artrosis de las manos, recomendar uso de herramientas y utensilios

domésticos apropiados, de mango ancho y poco peso y que presten ayuda, como

abrelatas eléctricos, por ejemplo.

25
 En la artrosis del pie, supervisar el uso de plantillas ortopédicas que descargan

las articulaciones dolorosas cuando el médico lo indique.

 Hacer recomendaciones posturales para la protección articular.

II.7. Diagnósticos de Enfermería.

Según Fernández L. (2015)

 Conocimientos deficientes sobre la enfermedad

 Deterioro de la movilidad física.

 Dolor crónico

 Obesidad

 Sueño

 Deterioro de líquidos

 Falta de nutrientes

 Deterioro progresivo de las articulaciones

 Deterioro de la deambulación

 Riesgo de caídas

 Trastorno de la imagen corporal

II.8. Cuidados de Enfermería

La atención de enfermería del paciente con OA incluye medidas tanto

farmacológicas como no farmacológicas. Las intervenciones no farmacológicas se

utilizan primero y se continúa con agentes farmacológicos.

El control del dolor y la capacidad funcional óptima son los principales objetivos de

la intervención de enfermería. Para el plan de tratamiento resiste gran importancia

lograr que el paciente comprenda el proceso patológico y el patrón de los síntomas.


26
Debido a que los pacientes con OA suelen ser mayores, es posible que tengan otros

problemas de salud.

Con frecuencia muestran sobrepeso y tienen un estilo de vida sedentario. El

adelgazamiento discapacidad (Christensen, et al., 2005; Klippel, et al., 2008).

Su remisión a terapia física o n programa de ejercicios con personas que tienen

problemas similares es muy útil. Deben considerarse los bastones u otros

dispositivos de ayuda para la deambulación. Los ejercicios como caminar deben

iniciarse con moderación y ciclo diario para una hora en que el dolor es menos

intenso a hacer ejercicio. El control adecuado del dolor es importante para el éxito

de un programa de ejercicio. La plática abierta con respecto al uso de terapias

complementarias y alternativas es importantes para mantener practicas seguras y

efectivas para los pacientes que buscan una “cura”.

Según Fernández L. (2015)

Enseñanza.

 Explicarle la enfermedad

 Dar seguridad y mostrándonos como apoyo.

Fomentar el ejercicio

 Animar a realizar ejercicio físico moderado y frecuente

 Integrar la actividad física en la rutina del paciente.

 Cuando aparezca dolor el paciente descanse.

 Prevención de caídas

Manejo del dolor

 Valorar el dolor

27
 Explicar la causa de dolor articular

 Enseñar manejarlo

 Reposo

 No inmovilización

 Frio o calor

 Férulas y/o ayudas técnicas

 Actividad sin carga

 Medicación

Cuidado de la piel

 Nutrición

 Eliminación y la ingesta de líquidos

 Apoyo emocional

II.9. Intervención de Enfermería en los 3 niveles de Prevención

Según Calderón K. y otros (2015)

A. Prevención Primaria

 Educación respecto a la enfermedad y fármacos de uso habitual.

 Reposo y ejercicio

 Realizar ejercicios para fortalecer la musculatura realizados 1 o 2 veces por

semana mejoran la funcionalidad.

 Recomendaciones : No fumar

 Bajar de peso – evaluar peso

 Evitar repeticiones de movimientos en la vida profesional.

 Llevar una dieta alimenticia.

 Programas de descarte de OA.

28
B. Prevención Secundaria

 Aliviar el dolor

 Mantener función de la articulación

 Reducir al máximo su progresión.

 Sensibilizar al paciente sobre la importancia del seguimiento del tratamiento

para una mejor vida.

 Brindar apoyo emocional por parte de la familia hacia el paciente.

 Evitar cargar pesos excesivos, caminar por superficies irregulares o

permanecer de pie mucho tiempo.

 En pacientes obesos: programa que incluye un consejo diabético y ejercicios

aeróbicos.

 Administración de masajes con hielo para aliviar el dolor.

 Se aconseja el uso de calor en dolor moderado y persistente, antes de la

realización de ejercicios de flexibilización para reducir la molestia y la

rigidez.

C. Prevención Terciaria

 Evitar el sobrepeso

 Ejercicio aeróbico frecuente

 Temperatura

 Formación del club de OA, donde los pacientes se unen, comparten

experiencias ayudándose a sí mismo y entre ellos.

29
III. GOTA

La gota es un grupo heterogéneo de padecimientos relacionados con un defecto

genético del metabolismo de la purina que provoca hiperuricemia. Ocurre una

secreción excesiva de ácido úrico o un defecto renal que provoca disminución en la

excreción del ácido úrico o una combinación de ambos. Se informa una prevalencia

cercana a 2% y al parecer esta en incremento. La incidencia de la gota aumenta con

la edad y el índice de masa corporal, y el trastorno ocurre con más frecuencia en los

varones que en las mujeres (Singh, Hodges, Toscano, etal., 2007).

En la hiperuricemia primaria, las concentraciones elevadas de urato en suero o las

manifestaciones del depósito de uratos parecen ser consecuencia de un metabolismo

defectuoso del ácido úrico. La hiperuricemia primaria es efecto de dietas estrictas o

inanición, ingestión excesiva de alimentos con alto contenido de purinas (mariscos,

vísceras) o herencia. En la hiperuricemia secundaria, la gota es una característica

clínica secundaria a cualquiera de varios procesos genéticos o adquiridos, que

incluyen padecimientos en los cuales existe un aumento del recambio celular

(leucemia, mieloma múltiple, algunos tipos de anemias, psoriasis) y una aumento de

30
la desintegración celular. La alteración de la función tubular renal, ya sea como una

acción importante o como un efecto secundario involuntario de ciertos agentes

farmacológicos (p.ej., diuréticos como las ti acidas y furosemida), salicilatos a dosis

bajas o etanol, contribuye a la disminución de la excreción de ácido úrico.

III.1. Fisiopatología

La hiperuricemia (concentración sérica mayor de 7mg/dL) en ocasiones, aunque no

siempre, produce depósito de cristales de urato (Karpoff y Labus, 2008). Sin

embargo, conforme aumentan las concentraciones de ácido úrico, el riesgo se eleva.

Las crisis de gota parecen estar relacionadas con incrementos o decrementos

repentinos de las concentraciones de ácido úrico es suero. Cuando los cristales de

urato se precipitan dentro de una articulaciones, se activa una reacción inflamatoria

y se inicia una crisis de gota. Con los episodios repetidos, se depositan

acumulaciones de cristales de urato sódico, denominados tofos, en las áreas

periféricas del cuerpo, como el dedo gordo del pie, las manos y las orejas. Es posible

que se desarrollé litiasis renal (cálculos renales) de uratos, con nefropatía crónica

secundaria al depósito de urato.

El hallazgo de cristales de urato en el líquido sinovial de articulaciones

asintomáticas indica que factores diferentes a los cristales están relacionados con la

reacción inflamatoria. Los cristales de urato mono sódico recuperados están

revestidos de inmunoglobulinas que son sobre todo IgG aumenta la fagocitosis de

los cristales, con lo que se demuestra actividad inmunitaria (Klippel, et al., 2008).

III.2. Manifestaciones clínicas

Las manifestaciones del síndrome de la gota incluyen artritis gotosa aguda (crisis

recurrentes de inflamación articular y peri articular graves), tofos (depósitos

31
cristalinos que se acumulan en el tejido articular, tejido óseo, tejido blando y

cartílago), nefropatía gotosa (deterioro renal) y cálculos urinarios de ácido úrico. Se

identifican cuatro etapas de la gota: hiperuricemia asintomática, artritis gotosa

aguda, gota anticrítica y gota tofácea crónica. El desarrollo posterior de la gota se

vincula de manera directa con la duración y la magnitud de la hiperuricemia. Por lo

tanto, se difiere e compromiso a un tratamiento farmacológico de por vida de la

hiperuricemia hasta que se presenta el episodio inicial de gota.

Para las personas hiperuricemias que desarrollan gota, la artritis aguda es la

manifestación clínica temprana más frecuente. La artritis aguda es la manifestación

clínica temprana más frecuentes. La articulación metatarso falángica del dedo gordo

del pie es la articulación que se afecta con más frecuente (90% de los pacientes)

(Porth y Matfin, 2009). El área del tarso, tobillo o rodilla también se ven lesionadas.

Con menos frecuencia se afectan las muñecas, dedos y codos. El episodio agudo se

desencadena por traumatismo, consumo de alcohol, dietas, fármacos, estrés

quirúrgico o enfermedad. El inicio abrupto ocurre a menudo en la noche y el

paciente se despierta con dolor intenso, enrojecimiento, tumefacción y elevación de

la temperatura de la articulación afectada. Los primero ataques tienden a ceder de

manera espontánea en el transcursos de 3 a 10 días incluso sin tratamiento. El ataque

va seguido de un periodo sin síntomas (la etapa interpretica) hasta el siguiente

ataque, el cual talvez no se presente durante meses o años. Sin embargo, con el

tiempo los ataques tienden a ocurrir con más frecuencias afectan más articulaciones

y duran más.

Por lo general, los tofos se relacionan con episodios inflamatorios más frecuente y

graves. Las concentraciones elevadas de ácido úrico en suero se vinculan también

con una masa extensa en formación de tofos. Los tofos aparecen las más de las

32
veces en la membrana sinovial, en la bolsa del olecranon, huesos subcondral,

tendones infrarotuleanos y de Aquiles, tejidos subcutáneas en la superficie extensora

de los antebrazos y articulaciones supra yacentes. Se ha encontrado también en las

paredes de la aorta, válvulas cardiacas, cartílago nasal y las orejas, parpados, cornea

y esclerótica. El crecimiento articular causa perdida del movimiento articular. Los

depósitos e ácido úrico producen nefrolitiasis y daño renal.

III.3. Tratamiento medico

El diagnóstico definitivo de artritis gotosa se establece mediante la observación del

líquido sinovial de la articulación afectada bajo microscopio de luz polarizada. Los

cristales de ácido úrico se observan dentro de los leucocitos polimorfos nucleares

que se encuentran en el líquido. Para aliviar un ataque agudo de gota se prescribe

colchicina (oral o parental), un AINE como indometacina o u cortico esteroide. El

control de la hiperuricemia, tofos, destrucción articular y trastornos renales suele

iniciarse después de que cede el proceso inflamatorio agudo. Los agentes

uricosuricos, como probenecid, corrigen la hiperuricemia y disuelven el urato

depositado. Cuando está indicada la reducción de la concentración del urato sérico,

los compuestos uricosuricos son los medicamentos de elección. Si el paciente tiene

o está en riesgos de insuficiencia renal o cálculos renales (litiasis renal), se

recomienda haloperidol, un inhibidor de la oxidasa de la xantina (Singh, et al.,

2007). En 2009, la FDA aprobó un nuevo fármaco, febuxostat, para el tratamiento

de la gota que no responde al tratamiento habitual. También se utilizan

corticoesteroides en pacientes que no han respondido a ninguna otra medida. Si el

sujeto presenta varios episodios agudos o existe evidencia de formación de tofos, se

considera el tratamiento profiláctico. El tratamiento específico se basa en la

33
concentración sérica de ácido úrico, la excreción de ácido úrico en orina de 24 h y la

función renal.

III.4. Diagnósticos de Enfermería

Según Martínez C. (2016)

 Manejo del dolor

 Sobrepeso

 Riesgo cardiovascular

 Control del peso

 Deterioro de la movilidad física

 Adherencia al tratamiento

 Deterioro de la integridad cutánea

 Deterioro de la comunicación verbal

 Riesgo de aspiración

 Trastorno de la imagen corporal

 Riesgo de infección

III.5. Cuidado de enfermería

Desde el punto de vista histórico, la artritis gotosa se consideró un padecimiento de

la realeza y la gente adinerada se la atribuía a una “vida llena de lujos”. Se ha

demostrado que esto no es del todo cierto. Aunque no es necesaria una restricción

dietética estricta, la enfermera debe alentar al paciente a restringir el consumo de los

alimentos con alto contenido de purinas, en especial las vísceras, y limitar el

consumo de alcohol. Es necesario recomendar el mantenimiento de un peso corporal

normal. En los episodios agudos de artritis gotosa es esencial el control del dolor

con los fármacos prescritos, junto con la evitación de los factores que acentúan el

34
dolor y la inflamación, como traumatismo, estrés y alcohol. Entre episodios agudos,

el paciente se siente bien y abandona las conductas preventivas, lo cual provoca una

crisis aguda. Los episodios agudos se tratan con más efectividad si la terapia se

inicia en forma temprana durante el curso de la enfermedad.

Según Martínez C. (2016)

 Sistema de apoyo

 Escucha activa

 Valorar la piel

 Colocación de cánulas

 Enseñarle el habla esofágica

 Utilización de lenguaje familiar

 Mantener equipo de aspiración disponible

 Nutrición enteral

 Administración de antiséptico

 Mantener un ambiente aséptico

 Disponer de intimidad para asegurar la confidencialidad

 Reforzar nuevas habilidades.

III.6. Intervención de Enfermería en los 3 niveles de Prevención

Según Betziale (2014)

A. Prevención Primaria

 Una buena higiene personal y autoestima.

 Informar vestido y calzado.

 Debe haber una buena ambientación

35
 Evitar los hábitos tóxicos

 Prevención de accidentes: golpes, quemaduras, intoxicación

 Mejoramiento de la actividad física

 Actividad social e intelectual para prevenir el aislamiento psicológico

 Eliminar el sobrepeso

B. Prevención Secundaria

 Controlar la alimentación

 Controlar la hidratación

 Apoyo en los ejercicios y movilización

 Control de presión arterial

CONCLUSIONES

Uno de los problemas más comunes del envejecimiento son las enfermedades de las
articulaciones. Los síntomas de los problemas articulares causan muchas consultas
externas cada año. Muchos son problemas auto limitados que necesitan una evaluación
mínima y tratamiento sintomático sin embargo puede tratarse de una enfermedad grave.
El tratamiento de los problemas de las articulaciones varía. Se debe determinar si son de
Origen articular o extra articular, de naturaleza inflamatoria o no inflamatoria Agudas o
crónicos Localizados o diseminados. Si bien es cierto las personas que padecen este tipo
de enfermedades tales como osteoartritis, gota, artritis reumatoide, etc. tienen que
generar cambios en sus estilos de vida ya sea en sus hábitos alimenticios o en la práctica
de ejercicio. La consecuencia directa de estas enfermedades es el dolor, ninguna persona
estaría dispuesta a convivir con esto en su vida cotidiana ni generar preocupación en sus
familias.
RECOMENDACIONES

Orientar a la familia para el cuidado de personas con gota, artritis reumatoide u


osteoartritis, en los ámbitos en que puedan ayudar como la alimentación, apoyo
psicológico, espiritual para mejorar su calidad de vida.

Consumir alimentos saludables y obtener los nutrientes adecuados para afectar a la


salud positivamente.
36
Evitar el sobrepeso, la carga excesiva afectará a largo plazo a los huesos.

Evitar comidas con exceso en grasa y azúcar, para no incrementar la inflamación.

Priorizar alimentos altos en vitamina C, vitamina D y vitamina K.

Evitar la cafeína grasas, alcohol y refrescos.

Controlar el IMC (Índice de masa corporal) .

Es recomendable controlar el peso.

Algunos antiácidos, tomados para reducir la irritación estomacal generada por los
fármacos, contienen asimismo altos niveles de sodio, calcio y magnesio.

La actividad física es crucial en los individuos con artritis. Las investigaciones muestran
que combinar una dieta nutritiva con ejercicio disminuye el dolor y la inflamación de las
rodillas y mejora su funcionalidad.

37
CUIDADO DE ENFERMERIA DEL ADULTO CON ARTRITIS
SITUACIÓN SIMULADA N° 13

La Sra. OGF de 60 años de edad, es atendida en Consultorios Externos de

Reumatología, fue acompañada por su esposo, refiere dolor en la rodilla izquierda,

rigidez, con sensación de ardor, la cual se encuentra enrojecida, con edema, piel

caliente, con dificultad para movilizarse, refiere que hace dos años le diagnosticaron

artritis reumatoide, los medicamentos preescritos los toma cada cierto tiempo, tiene

temor a no poder caminar con el tiempo, manifiesta mucho dolor en las articulaciones

de las muñecas. CFV: P.A=110/80 mmgh, P=80x’, R=20x’, T°=36,8°C

TIENE COMO INDICACIONES:

- Reposo.

- Antiinflamatorios 1 tab. cada 8 horas.

- Velocidad de sedimentación.

- Factor Reumatoide.

38
PROCESO DE CUIDADO DE ENFERMERIA DEL ADULTO
I. VALORACION:
A) DATOS DE IDENTIFICACION: FECHA:
18/06/18

 Nombre: OGF
 Edad: 60 años Sexo: femenino( x )
 Modo de ingreso: camilla( ) silla de ruedas( x ) caminando( )
 Servicio: Consultorios Externos Institución: Hospital E.G.B
B) DOMINIOS:

DOMINIO 1: PROMOCION DE LA SALUD

Clases: Toma de conciencia y manejo de la salud

Refiere que hace dos años le diagnosticaron Artritis Reumatoide.

Toma sus medicamentos cada cierto tiempo según prescripción medica

DOMINIO 2: NUTRICION

Preesencia de:

Edema en la rodilla izquierda

DOMINIO 4: ACTIVIDAD REPOSO

Clase 2 Actividad/Ejercicio

Limitaciones para el movimiento; paciente refiere dificultad para movilizarse.

DOMINIO 7: ROL/RELACIONES

Acude a la institución de salud acompañada de su esposo

DOMINIO 9: AFRONTAMIENTO/TOLERANCIA AL ESTRES

Tiene temor a no poder caminar con el tiempo

DOMINIO 12: CONFORT

Presenta dolor en la rodilla izquierda, la cual se encuentra enrojecida; sensación de

ardor, piel caliente, manifiesta mucho dolor en las articulaciones de las muñecas.

39
II. PROCESO DEL DIAGNOSTICO DE ENFERMERIA
PRESENTACION DE DATOS CONFRONTACION CON LA LITERATURA DIAGNOSTICOS DE
RELEVANTES ENFERMERIA
Refiere que sus medicamentos - El autocuidado son básicamente todas aquellas tareas y hábitos que incluyamos Disposición para mejorar la
los toma cada cierto tiempo en nuestra rutina para dedicarnos a cuidar de nosotros mismos, o mejorar nuestra gestión de la salud M/P
según prescripción medica salud. Parece que hemos interiorizado que el autocuidado es algo opcional, algo expresa deseo de mejorar la
que podemos hacer ocasionalmente, en nuestro tiempo libre, si es que sobra gestion de los síntomas
tiempo. Nos hemos acostumbrado a funcionar de forma que somos lo último en
nuestra lista de prioridades.
Hace dos años le - La artritis y las enfermedades relacionadas pueden provocar dolor, rigidez e Deterioro de la movilidad
diagnosticaron artritis inflamación en las articulaciones o alrededor de ellas, lo que puede dificultar la física R/C dolor en la
reumatoide. realización de actividades cotidianas normales. Generalmente, la artritis es rodilla izquierda M/P
Tiene dificultad para crónica, es decir, dura mucho tiempo; para muchas personas persistirá. De todos limitación de la amplitud
movilizarse modos, en la actualidad se pueden hacer muchas cosas para prevenir la artritis o de movimientos, dificultad
reducir el dolor y continuar con la actividad normal. para movilizarse.
Tiene temor a no poder - Es una preocupación de que los síntomas físicos son signos de una enfermedad Ansiedad M/P
caminar con el tiempo grave, incluso cuando no exista ninguna evidencia médica para respaldar la preocupación R/C cambios
presencia de un padecimiento de salud. La forma como las personas con el en el estado de salud, temor
trastorno de ansiedad por enfermedad piensan acerca de sus síntomas físicos a no poder caminar con el
puede hacerlos más propensos a padecer esta afección. A medida que ellos se tiempo
enfocan y se preocupan por las sensaciones físicas, comienza un ciclo de
síntomas y preocupación, el cual puede ser difícil de detener.
Refiere presentar dolor en la - Las personas con artritis pueden quedar atrapadas en un círculo de dolor, Dolor agudo (rodilla
rodilla izquierda, edema, con restricción o pérdida de capacidades, depresión y estrés capaz de intensificar izquierda) M/P sensación
sensación de ardor, se cada una de estas afecciones y experimentar una sensación de gran frustración. de ardor, piel caliente,
encuentra enrojecida, piel Aprender a controlar el dolor de manera positiva puede evitar que el paciente enrojecida, edema R/C
caliente. caiga en dicho círculo. El dolor que siente una persona con artritis puede ser inflamación articular.
Manifiesta mucho dolor en las producido por la inflamación, el daño articular, el esfuerzo muscular y/o la

40
articulaciones de las muñecas. fatiga.
III. PLANIFICACION DE LOS CUIDADOS

OBJETIVO
DIAGNOSTICO Y/O
EVALUACIO
DE RESULTAD INTERVENCIONES DE ENFERMERIA FUNDAMENTO CIENTIFICO
N
ENFERMERIA O
ESPERADO
Dolor agudo - Control del - Asegurarse de que el paciente reciba los cuidados El control del dolor es el uso cuidadoso de Paciente logra
(rodilla izquierda) dolor analgésicos correspondientes tratamientos analgésicos para reducir el un nivel de
M/P sensación de - Nivel de - Enseñar los principios del control del dolor dolor. Toda persona tiene derecho a que se comodidad,
ardor, piel comodidad - Explorar con el paciente los factores que le alivie el dolor. El objetivo principal del alivia el dolor
caliente, - Nivel del alivien/empeoren el dolor. control del dolor en los cuidados de
enrojecida, edema dolor - Comprobar las órdenes médicas en cuanto al hospicio es mejorar la calidad de vida.
R/C inflamación - El paciente medicamento, dosis y frecuencia del analgésico Además, el control del dolor puede mejorar
articular. manifiesta prescrito. las funciones físicas y mentales de una
una - Vigilar la piel, especialmente las prominencias persona. Quizás le preocupe que usted o su
disminucio corporales por si hubiera signos de presión o ser querido vaya a recibir medicamentos
n o alivio irritación. para el dolor.
de su dolor - Elevación de las extremidades inferiores.
tras la - Vendajes compresivos, si procede.
administrac - Técnicas de relajacion
ion de - Compresas calientes
analgésicos. - Educar a la familia sobre medidas físicas para
contener la inflamacion
Deterioro de la - Control de - Enseñanza de ejercicios prescritos: deambulación La actividad física tiene un papel muy Paciente logra
movilidad física la - Ayuda con los autocuidados: baño/higiene importante. De hecho, el exceso de peso es mayor
R/C dolor en la movilidad - Manejo del dolor uno de los factores de riesgo que hace que movilidad

41
rodilla izquierda - Movilidad - Fomento del ejercicio puedas sufrir esta enfermedad, de ahí que
M/P limitación de - Terapia de ejercicios: ambulación, movilidad sea muy importante una alimentación
la amplitud de articular, control muscular saludable y la práctica de ejercicio físico.
movimientos, - Enseñar a los familiares los ejercicios Se ha demostrado que la actividad física
dificultad para - Manejo ambiental: seguridad, prevención de caídas reduce los síntomas y dolores en artritis
movilizarse. - Instruir al paciente para que pida ayuda al moverse si reumatoide, hace más lento su avance, y
lo precisa. además, produce efectos psicológicos
positivos.
Temor M/P - La paciente - Valorar la comprensión de la paciente sobre el La ansiedad es un estado emocional Paciente
preocupación R/C utilizara proceso de la enfermedad. desagradable que muestra la preocupación disminuye la
cambios en el estrategias - Ayudar a la paciente a obtener la información que de una persona que vive síntomas físicos ansiedad y el
estado de salud, de mas le interese. muy desagradables como consecuencia de temor
miedo a no poder superación - Alentar la manifestación de sentimientos, esa inquietud interior. La ansiedad produce
caminar con el del miedo percepciones y miedos. sensación de falta de aire, náuseas, opresión
tiempo efectivas - Ayudar a la paciente a clarificar los conceptos en el pecho, sensación de pérdida de
equivocados. control, sensación de ahogo, tensión
- Mejorar el sueño corporal, temblores, distorsión de la
- Disminucion de la ansiedad realidad
La forma como las personas con el
POTENCIACION DE LA SEGURIDAD trastorno de ansiedad por enfermedad
- Disponer un ambiente no amenazador piensan acerca de sus síntomas físicos
- Escuchar los miedos del paciente/familia. puede hacerlos más propensos a padecer
- Explicar a la paciente/familia todas las pruebas y esta afección. A medida que ellos se
procedimientos. enfocan y se preocupan por las sensaciones
- Responder a las preguntas sobre su salud de una físicas, comienza un ciclo de síntomas y
manera sincera preocupación, el cual puede ser difícil de
detener.
Disposición para - Conocimie - Enseñanza: medicamentos prescritos Cuidar nuestra salud debe ser una prioridad Paciente logra
mejorar la gestión nto: Enseñar al paciente acerca del propósito del durante cualquier etapa de nuestra vida. mejorar laa
de la salud M/P Regimen tratamiento prescrito Esto nos ayudará a tener una calidad de gestión de la

42
expresa deseo de terapéutico - Enseñanza: procedimientos/Tratamiento vida excelente en todos los niveles y salud
mejorar la gestion - Conocimie Explicar el procedimiento/Tratamiento edades. Por ello, hablaremos de la
de los síntomas nto: - Manejo de la medicación importancia de cuidar la salud.
medicacion Observar los efectos terapéuticos de la medicación.

43
IV. EJECUCION

Las actividades y acciones se llevó a cabo en el Hospital Regional Eleazar Guzmán


Barrón en el servicio de Emergencia, el cual se ejecutó de manera exitosa de acuerdo a
lo planificado, con la colaboración permanentemente de la docente a cargo, el equipo de
enfermería del hospital y la ayuda de los compañeros de rotación, según los problemas
identificados se logró plantear los cuidados de enfermería y además de cumplir con los
objetivos planteados para el bienestar del paciente y su familia.

V. EVALUACION

1. Evaluación De Estructura

El PAE se ha realizado siguiendo los pasos planteados para la elaboración de todo el


proceso, con el fin de ayudar la paciente en su mejoría.

2. Evaluación Del Proceso

Durante las intervenciones de enfermería, todo salio de manera correcta contando con el
apoyo del personal de enfermeria

3. Evaluación De Resultados

Se ha logrado cumplir los objetivos que se planteados en el proceso de enfermería.

44
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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https://es.slideshare.net/Betziale/revista-35143281

Calderón K. y otros (2015) Intervención de la artrosis. Universidad Industrial de

Santander Tecnología en Regencia de Farmacia Bucaramanga. Recuperado de:

https://issuu.com/artrosis6/docs/cartilla_intervenciones_artrosis

Fernández L. (2015) ARTROSIS Y EL PAPEL DE ENFERMERÍA. Recuperado de:

https://prezi.com/hfys91gcwc-4/artrosis-y-el-papel-de-enfermeria/

Luna J. (2016) Cuidados de Enfermería en la artritis reumatoide. Rev. Medica

Electrónica Portales Médicos. Recuperado de: https://www.revista-

portalesmedicos.com/revista-medica/cuidados-enfermeria-artritis-reumatoide/

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REUMATOIDE: A PROPÓSITO DE UN CASO. Universidad de Valladolld.

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CON GOTA. Univ. De Jaén.

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ANEXOS

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