el riesgo de crédito se define como la posibilidad de sufrir pérdidas financieras. Esto debido al incumplimiento de las obligaciones de pago mediante un contrato. La posibilidad de pérdidas por la incapacidad o falta de voluntad de los deudores, contrapartes, o terceros obligados, para cumplir sus obligaciones contractuales registradas dentro o fuera del balance. SBS CLASIFICACIÓN DE CRÉDITOS SEGÚN LA SBS EN EL PERÚ: Créditos corporativos: Estos créditos son otorgados a personas jurídicas que tengan ventas de al menos s/. 200 millones al año. Es necesario que esa cifra sea real al menos en los dos últimos años antes de solicitar el crédito. Créditos a grandes empresas: Estos créditos se otorgan a personas jurídicas con ventas anuales mayores a s/. 20 mil pero menores a s/. 200 millones en los dos últimos años antes de solicitar el crédito. Créditos a medianas empresas: Este tipo de créditos se otorga a personas jurídicas que tengan un endeudamiento de al menos s/. 300 mil en el Sistema Financiero en los últimos seis meses y que no cumplen con las características para ubicarse entre los corporativos y las grandes empresas. Asimismo, este crédito se otorga a las personas naturales con deudas que no sean hipotecarias mayores a s/.300 mil en el SF en los últimos seis meses siempre y cuando parte de este crédito este destinado a pequeñas empresas o microempresas. Créditos a pequeñas empresas: Es un crédito otorgado a personas jurídicas o naturales para fines de prestación de servicios, comercialización o producción, cuyo endeudamiento en el SF sea de al menos s/. 20 mil y menor a s/. 300 mil en los últimos seis meses. Créditos a microempresas: Es un crédito otorgado a personas jurídicas o naturales para fines de iguales a los de las pequeñas empresas, salvo que en este caso el endeudamiento en el Sector Financiero (SF) debe ser menor de s/. 20 mil. Créditos de consumo revolvente: Este tipo de crédito se otorga a las personas naturales con la finalidad de pagar servicios, bienes o deudas no empresariales. El crédito revolvente se refiere a que estos créditos pueden ser pagados por un monto inferior al de la factura, acumulándose la diferencia (a la que se le aplica la tasa de interés correspondiente) para posteriores facturas. Créditos de consumo no revolvente: Es, igual, un crédito que se otorga a personas naturales para fines distintos de la actividad empresarial. La diferencia está en que en este caso el crédito se debe pagar por el mismo monto facturado y no de manera diferida. Créditos hipotecarios: Estos créditos se otorgan a personas naturales para la compra, construcción, reparación, remodelación, ampliación, etc., de vivienda propia siempre y cuando esos créditos se amparen en hipotecas inscritas. PORQUE SUCEDE ESTOS RIESGOS Estos riesgos pueden provocarse por una mala administración de los flujos de caja o por los riesgos relacionados con ingresos por debajo de lo esperado. Hay diferentes causas por las cuales pueden suceder: Administración inadecuada. Endeudamiento elevado. Variaciones de cambio o en las tasas de interés. Operaciones de mercado o inversiones con alto grado de inseguridad. Falta de información para tomar decisiones. ¿QUIÉNES ESTÁN EXPUESTOS AL RIESGO DE CRÉDITO? No sólo las entidades financieras (bancos, financieras, cajas, edpymes) y entidades asimiladas. Las empresas de seguros. En efecto, ellas invierten en bonos y, entonces, toman riesgo de crédito por esa razón. Algunas dan además seguros por riesgo de crédito (como Secrex). También tienen riesgo de crédito respecto de las empresas con las que se reaseguran y, respecto de sus asegurados (a veces se renueva un seguro a alguien que no sería capaz de pagar la prima siguiente o que, por su mala situación, puede estar tentado en provocar, por ejemplo, un incendio para cobrar la indemnización). Las AFP, pues estas también invierten en bonos privados o públicos. Por eso fijan límites estrictos en sus inversiones, para limitar los riesgos de pérdidas para los fondos de los afiliados. No es sólo por el riesgo inevitable de volatilidad de los precios de las acciones y los bonos.
Pero no solo las entidades mencionadas en esa norma están expuestas al
riesgo de crédito. Lo está toda persona que presta dinero o da crédito de manera informal (‘fía’, como lo hace el bodeguero) o da su garantía por un crédito otorgado a otra persona (porque si una se ve obligada a pagar en su lugar, se vuelve acreedora suya). También lo está el depositante de una entidad financiera, pues en realidad le está prestando dinero (por eso es importante saber cuánto cubre el Fondo de Seguro de Depósitos y si la entidad financiera es sólida), toda entidad o persona que invierta en títulos de deuda como los bonos, además de las AFP y empresas de seguros, los fondos mutuos, y otros tipos de fondos. Lo están las empresas del sector no financiero (industriales, agropecuarias o de servicios), que en general son clientes del sistema financiero, por el sólo hecho de aceptar pagos diferidos de sus clientes o de entregar un bien o servicio antes de recibir el pago, o de darle adelantos a sus proveedores. LO TIPOS DE RIESGO DE CRÉDITO El riesgo de crédito puede clasificarse atendiendo a varios créditos. Una clasificación sería en función de quién soporta el riesgo. De este modo, los tipos de riesgo de crédito serían: Riesgo de crédito soportado por personas físicas Los individuos, y no sólo entidades financieras y empresas, están expuestas y asumen riesgo de crédito en muchas de sus actividades diarias. Por ejemplo, al depositar su dinero en un banco, cuándo se asumen obligaciones contractuales para realizar un depósito (por ejemplo al realizar un contrato de alquiler) o simplemente al trabajar por cuenta ajena pues se asume el riesgo de que la empresa o pagador no haga efectivo su salario. En algunos países existen medidas para limitar el riesgo de crédito de individuos o personas físicas ante depósitos bancarios o para proteger el impago de salarios. Por ejemplo en España existe el Fondo de garantía de Depósitos y el Fondo de Garantía Salarial. Riesgo de crédito soportado por las empresas El principal riesgo de crédito que asumen las empresas es la venta a plazo en la que asume el riesgo de que el cliente que ha comprado una mercancía finalmente no pague. En este sentido, la mayoría de empresas cuenta, o contratan servicios externos, con departamentos de valoración del riesgo que estudian la viabilidad de venta a plazo a cada cliente. Riesgo de crédito soportado por instituciones financieras Una de las actividades cotidianas de bancos e instituciones financieras son la concesión de créditos a clientes, tanto individuales como corporativos. Estos créditos pueden ser en forma de préstamos o líneas de crédito (como tarjetas de crédito) y otros productos. La entidad financiera asume el riesgo de que el deudor incumpla el pago de su deuda e intereses pactados. Los bancos suelen exigir ciertas garantías e imponen ciertas clausulas adicionales que varían según la valoración de riesgo del cliente; así por ejemplo pueden cobrar unos tipos de interés más altos para clientes con más riesgo o pueden imponer un límite de endeudamiento a empresas a las que se les ha concedido un crédito. Tipos de riesgo de crédito Después de la crisis financiera actual, de la que todavía se evidencian efectos negativos, el sistema financiero se vio en la necesidad de diferenciar 4 tipos de riesgo de crédito: Riesgo de impago: riesgo fallido o de default. Es la posibilidad de incurrir en una pérdida si la contrapartida de una transacción no cumple plenamente las obligaciones financieras, acordadas por contrato. Riesgo de migración: cuando se produce una rebaja en la calificación crediticia. Riesgo de exposición: se entiende como la incertidumbre sobre los futuros pagos que se deben. Este riesgo puede estar asociado a la actitud del prestatario o bien a la evolución de variables del mercado. Riesgo de colateral: conocido como el riesgo de la tasa de recuperación, que varía según haya o no garantías o colateral en la operación. ¿QUÉ ES LA GESTIÓN DE RIESGOS? La gestión de riesgos de la empresa trata los riesgos y oportunidades que afectan a la creación o conservación de su valor, que se define como un proceso llevado a cabo en una organización por la junta de directores, gerentes y empleados, y es aplicado en el establecimiento de estrategias y diseñado para identificar todos los eventos potenciales, capaces de afectarla, y gestionar los riesgos con el fin de mantenerlos en consonancia con el apetito de riesgo de la organización, para proporcionar una seguridad razonable de lograr sus objetivos. Los eventos pueden generar impactos negativos, positivos o ambos. Los que generan impacto negativo representan riesgos que pueden impedir la creación de valor o incluso destruir el valor existente. Aquellos que generan un impacto positivo pueden compensar el impacto negativo o pueden representar oportunidades, que a su vez representan la posibilidad de que ocurra un evento e influyen favorablemente en la consecución de los objetivos, apoyando la creación o conservación de su valor. MEDICIÓN DEL RIESGO DE CRÉDITO EN GESTIÓN DE RIESGOS Para cuantificar el riesgo previo, a priori, es necesario identificar los elementos a valorar: