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Las estrellas fugaces (o meteoros, que es lo mismo) son pequeñas partículas que al entrar a

gran velocidad en la atmósfera de la Tierra se "queman" por la fricción (en realidad el brillo se
debe a la ionización del aire a su alrededor) y producen el trazo luminoso que surca
rápidamente el cielo y que llamamos estrella fugaz.

Para Heráclito, todos los fenómenos de la naturaleza eran parte de un estado de movimiento y
cambio constante. Nada es inerte, ni se mantiene inerte ni dura eternamente. Es el
movimiento y la capacidad de cambio lo que permite el equilibrio universal.

Aristarco de Samos descubrió también que las estrellas eran cuerpos similares al sol que se
encontraban a distancias enormes. Dejó como legado el modelo heliocéntrico, que nos explica
que el sol es el centro del universo y no la tierra.

Copérnico propuso un modelo de un universo esférico, la teoría del heliocentrismo, en el que,


tanto la Tierra como los planetas y estrellas giraban alrededor del Sol. Su modelo del universo
implicaba que Tierra posee tres movimientos: rotación, traslación y un movimiento de
oscilación cónico de su propio eje.

Galileo refutó, diciendo que nuestro planeta no era más que otro astro que giraba alrededor
del Sol.

Einstein enunció la Teoría de la Relatividad General, una nueva teoría de la Gravitación que
vino a sustituir a la de Newton aportando una visión completamente revolucionaria del
Universo

Cohetes que podían poner en órbita un satélite o alcanzar la Luna, podían lanzar una bomba
atómica a una ciudad enemiga cualquiera, haciendo uso de misiles balísticos intercontinentales
(ICBM). Las dos superpotencias trabajaron para ganar ventaja en la investigación espacial,
incrementando la capacidad de sus lanzadores, naves y satélites artificiales.

El sistema habitual es clasificar las estrellas por su espectro, conseguido por el análisis de su luz
por un espectroscopio que indica los elementos que la caracterizan y su temperatura. Cuanto
más azul, más caliente, cuanto más roja, más fría.

COMETA HALLEY, COMETA HALE-BOPP, COMETA IKEYA-SEKI, GRAN COMETA DE 1843

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