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Existen muchos métodos confiables y precisos para medir flujos. Unos son aplicables
solamente a líquidos, otros a gases y vapores. Las condiciones del proceso tales como:
tipo de fluido, presión, temperatura, densidad, viscosidad, pueden variar. Todos estos
factores afectan la medición y deben ser tomados en cuenta en el momento de seleccionar
un medidor de flujo. Es necesario por lo tanto, conocer el principio de operación y
características de funcionamiento de los diferentes medidores de flujo disponibles.
Los medidores de flujo de presión diferencial son las unidades más comunes en uso hoy
en día. El principio de operación básico del medidor de flujo de presión diferencial se
basa en la premisa de que la disminución de presión en el medidor es proporcional al
cuadrado de la velocidad de flujo. Estos medidores, como en la mayoría de los medidores
de flujo, tienen un elemento primario y otro secundario. El elemento primario como la
placa de orificio causa un cambio en la energía cinética, la cual crea la presión diferencial
en la tubería. El elemento secundario como el tubo de Bourdon registra la presión
diferencial y provee la señal necesaria para realizar la medición o lectura (Echeverría,
2015).
1. FLUJÓMETROS DE OBSTRUCCIÓN.
Cabe mencionar que la ecuación anterior se obtiene cuando se supone ausencia de las
pérdidas, y por lo tanto será la velocidad máxima que puede ocurrir en el sitio de
restricción. Algunas veces son inevitable algunas pérdidas de presión debido a efectos de
fricción, por lo tanto la velocidad será menor. Además, la corriente de fluido continuará
contraída al pasar la obstrucción, y el área de vena contracta será menor al área de flujo
de la obstrucción. Ambas pérdidas se pueden explicar al incorporar un factor de
corrección llamado coeficiente de descarga Cd cuyo valor(es menor a 1) se determina
experimentalmente. Por lo tanto, la razón de flujo para el flujómetro se puede expresar
(Cengel & Cimbala, 2006).
Donde A0 =A2 = πd2/4 es el área transversal del agujero y β = d/D es la razón del diámetro
del agujero al diámetro de la tubería. El valor de C d depende tanto de β como del número
de Reynolds.
1.2.Venturi o Venturísmo.
1 1
𝑃1 + ∗ 𝜌𝑉12 = 𝑃2 + ∗ 𝜌𝑉22
2 2
𝜌1 ∗ 𝐴1 ∗ 𝑣1 = 𝜌2 ∗ 𝐴2 ∗ 𝑣2
2 ∗ 𝑔(𝑃1 − 𝑃2 )
𝑣1 =
√ 𝐷 4
𝜌 ∗ [( 𝑑 ) − 1]
𝑄 = 𝜋 ∗ 𝑅2 ∗ 𝑣1
𝑄𝑟𝑒𝑎𝑙 = 𝐶 ∗ 𝜀 ∗ 𝑄
Donde;
ε= coeficiente de comprensibilidad.
C= coeficiente de descarga.
La placa de orificio tiene un diseño más simple y ocupa un espacio mínimo, porque
consiste en una placa con un agujero puede ser concéntrico, excéntrico ó segmental. La
placa orificio es el elemento de medición de flujo más empleado frecuentemente, debido
a su simplicidad, bajo costo y a la gran cantidad de datos disponibles para la investigación
que predicen su comportamiento (Cengel & Cimbala, 2006).
Las sondas de Pitot estática se usan para medición de flujo el cual consiste en un tubo
con un orificio de borde redondeado en el punto de estancamiento, mientras que una sonda
de pitot estática (tubo de prandtl) tiene además de este orificio para la medición de presión
de estancamiento varios orificios ubicados a lo largo de una circunferencia en la superficie
exterior para medir la presión estática. La sonda de Pitot es un dispositivo sencillo, barato
considerablemente confiable, pues no tiene partes móviles (Fig.5). También provoca muy
poca caída de presión y por lo general no perturba el flujo de manera apreciable.
La sonda de Pitot estática permite midir la velocidad local cuando se mide la diferencia
de presión en conjunto aplicando la ecuación de Bernulli de lo cual se plantea la siguiente
expresión para el cálculo de la velocidad de flujo. (Cengel & Cimbala, 2006).
Figura 5. a) Una sonda de Pitot mide presión de estancamiento en la nariz de la sonda,
mientras que b) una sonda de pitot estática (tubo de prandtl) mide tanto presión de
estancamiento como presión estática, a partir de lo cual se puede calcular la velocidad del
flujo.
Estos medidores de flujo pueden ser utilizados para medir gases comunes, líquidos
vapores. Por otra parte, estos tienen una forma muy útil de medir gases altamente
contaminados y con alta viscosidad; la corrosión de los líquidos que se encuentran
suspendida a lo largo de la fibra es muy fácil de cristalizar.
Donde;
C= coeficiente de flujo
ε= factor de expansión.
S1= área del arco de flujo (m2) S1= ½[r*l-x(r-h)] donde, 𝑥 = 2√ℎ ∗ (2𝑟 − ℎ)
l= 0,01745rα
El medidor de flujo en forma cónica está diseñado para la más desafiante producción
actual de petróleo/ gas, químicos, alimentos, bebidas, plásticos, farmacéuticos, distrito
HVAC, textiles, energía, aguas y aguas residuales. Combina un rendimiento excepcional,
bajo mantenimiento y larga vida para un valor superior.
2.1. Rotámetro
Figura 8. Rotámero
El fluido provoca que el rotor de la turbina gire a una velocidad que depende de la
velocidad de flujo. Conforme cada una de las aspas de rotor pasa a través de una bobina
magnética, se genera un pulso de voltaje que puede alimentarse de un medidor de
frecuencia, un contador electrónico u otro dispositivo similar cuyas lecturas puedan
convertirse en velocidad de flujo. Velocidades de flujo desde 0.02 L/min hasta algunos
miles de L/min se pueden medir con fluxómetros de turbina de varios tamaños (Mott,
2006).
Una obstrucción chata colocada en la corriente del flujo provoca la creación de vortices
y se derrama del cuerpo a una frecuencia que es proporcional a la velocidad del flujo. Un
sensor en el fluxómetro detecta los vortices y genera una indicación en la lectura del
dispositivo medidor.
Unos sensores colocados dentro del medidor detectan las variaciones de presión
alrededor de los vórtices y generan una señal de voltaje que varía a la misma frecuencia
que la de derramamiento del vórtice. La señal de salida es tanto un cadena de pulsos de
voltaje como una señal analógica de cd(corriente directa).
Los sistemas de instrumentación estándar con frecuencia utilizan una señal analógica que
varía desde 4 hasta 20 mA cd (miliamperes de cd). Para la salida de pulso el fabricante
proporciona un fluxómetro de factor-K que indica los pulsos por unidad de volumen a
través del medidor.
Los medidores de vórtice pueden utilizarse en una amplia variedad de fluidos incluyendo
líquidos sucios y limpios, así como gases y vapor (Mott, 2006).
Está formado por un tubo, revestido interiormente con material aislante. Sobre dos puntos
diametralmente opuestos de la superficie interna se colocan dos electrodos metálicos,
entre los cuales se genera la señal eléctrica de medida. En la parte externa se colocan los
dispositivos para generar el campo magnético, y todo se recubre de una protección
externa, con diversos grados de seguridad.
El flujo completamente sin obstrucciones es una de las ventajas de este medidor. El fluido
debe ser ligeramente conductor debido a que el medidor opera bajo el principio de que
cuando un conductor en movimiento corta un campo magnético, se induce un voltaje.
Los componentes principales incluyen un tubo con un material no conductor, dos bobinas
electromagnéticas y dos electrodos, alejados uno del otro, montados a 180° en la pared
del tubo. Los electrodos detectan el voltaje generado en el fluido. Puesto que le voltaje
generado es directamente proporcional a la velocidad del fluido, una mayor velocidad de
flujo genera un voltaje mayor. Su salida es completamente independiente de la
temperatura, viscosidad, gravedad específica o turbulencia. Los tamaños existentes en el
mercado van desde 5 mm hasta varios metros de diámetro (Mott, 2006).
El término “ultrasonido” (o “ultrasónico”) puede darnos la idea que estos equipos trabajan
con ondas de sonido; sin embargo, no nos indica el método por el que el flujómetro
obtiene la medición del caudal. Esta tarea puede realizarse por uno de dos métodos: i) por
efecto Doppler; ii) por tiempo de tránsito de señal.
• Método del efecto Doppler: Un flujómetro que opera con el método Doppler,
utiliza el efecto que se produce cuando una secuencia de ondas de sonido choca
contra un objeto en movimiento. Los flujómetros de efecto Doppler usan este
principio: un incremento (o una disminución) de la frecuencia de las ondas
sonoras a medida que aumenta o disminuye la distancia entre una fuente sonora y
un receptor. Por lo tanto, una condición previa para que estos dispositivos puedan
usarse es que el fluido contenga partículas, burbujas de gas u otras sustancias
similares, que reflejen las ondas de sonido. Para su funcionamiento, el flujómetro
de efecto Doppler requiere dos sensores: el primero emite una señal de ultrasonido
que se desplaza por el flujo en las partículas o burbujas que este contiene, mientras
que el segundo recibe la onda de sonido reflejada en dicha partícula. La variación
producida en la frecuencia del haz de ondas sonoras reflejadas es directamente
proporcional a la velocidad de las partículas o burbujas del flujo en movimiento.
Se asume que la velocidad de las partículas o burbujas de gas es la misma que la
velocidad del fluido (Bolinaga, (2002).
• Método del tiempo de tránsito de la señal: Este método se basa en el hecho que
la velocidad del fluido influye directamente en la velocidad de propagación de las
ondas sonoras en el fluido (a mayor velocidad del fluido, mayor será el tiempo
que se demore una onda de sonido en viajar de un punto a otro si lo hace en sentido
contrario al fluido).
Dos sensores instalados en la tubería emiten y reciben impulsos de ultrasonidos
simultáneamente. A “caudal cero”, ambos sensores reciben las ondas sonoras
transmitidas al mismo tiempo, es decir, sin ningún retardo en los tiempos de
tránsito de la señal. Sin embargo, con un fluido en circulación, las ondas sonoras
procedentes de cada sensor necesitan intervalos de tiempo distintos (dependencia
en el caudal) para llegar al otro sensor. Si la distancia entre los dos sensores es
conocida, la diferencia en los tiempos de tránsito de la señal es directamente
proporcional a la velocidad del fluido.
La velocidad de la señal que viaja entre los transductores aumenta o disminuye
con la dirección de transmisión y con la velocidad del líquido que está siendo
medido Tendremos dos señales que viajan por el mismo elemento, una a favor de
la corriente y otra en contra de manera que las señales no llegan al mismo tiempo
a los dos receptores (Bolinaga, 2002).
Bibliografía
Cengel, Y., & Cimbala, J. (2006). Mecánica de fluidos fundamentos y aplicaciones (1ª.
ed.). México D.F., México: McGRAW-Hill Interamericana. ISBN: 970-10-5612-4
Mott, R. (2006). Mecánica de fluidos (6ª. ed.). México D.F., México: Pearson. ISBN:
0131146807