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EL LEPROSO AGRADECIDO”

Lucas 17: 11 – 19
1. INTRODUCCIÓN
La lepra, en el tiempo de Jesús, era una enfermedad con muchos prejuicios, y con consecuencias difíciles, si te
detectaban lepra, en ese preciso momento te exiliaban con lo que tenías puesto ese momento, no te daba
tiempo de despedirte de tu familia, ni de tus amigos, ni de darle el último beso a tu esposa e hijos, era una
enfermedad que te partía el corazón. Físicamente, la lepra, es una enfermedad degenerativa de la piel, esta
enfermedad empieza por los cartílagos, y en el proceso desensibiliza los nervios, poco a poco te va
desfigurando, lo cual te obliga a cubrir tu rostro, tu cuerpo. En esta historia encontraremos los pasos para la
salvación.
2. DESARROLLO DEL TEXTO
El texto empieza diciendo que 10 hombres leprosos “Le salieron al encuentro”. Me llama la atención esta frase,
no sólo lo esperaban sino que da la idea que lo emboscaron. Cada cierto tiempo, llegaban nuevas “promociones”
de enfermos a las comunidades de leprosos, y con ellos las noticias de la actualidad, entre esas noticias, la que
creo que más sonaba era la de un hombre llamado Jesús, un hombre que era capaz de hacer caminar paralíticos,
de hacer ver a los ciegos, de incluso de devolver la vida a los muertos. Esta noticia llenaba de esperanza sus
corazones convalecientes, todos anhelaban ver a Jesús pues sabían que Él era su única esperanza, es por eso
que cuando se enteraron que Jesús pasaba por allí “Le salieron al encuentro” El texto sigue diciendo que “alzaron
la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros!”.
Los leprosos cada vez que pasaban cerca de una ciudad tenían la obligación de gritar: “Inmundo, Inmundo” para
anunciar su presencia, esta palabra inmundo está íntimamente relacionada con la palabra estiércol, quiere decir
que ellos de alguna manera gritaban “Soy estiércol, soy estiércol”, lo cual era un golpe duro para su autoestima,
pero en esta ocasión, delante del Creador, clamaban por misericordia. Lo interesante de este milagro es que
Jesús no los sana en ese instante, sino que los envía a los sacerdotes pues ellos fungían el papel de médicos
legistas. No fue un milagro común porque detrás de este milagro, Jesús quería enseñarnos con esta historia, los
pasos para alcanzar la salvación.
3. LIMPIADOS
Yo me imagino que no era la respuesta que los leprosos esperaban, pero no perdían nada yendo en dirección a
ellos. La biblia dice: “Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados” (v. 14) Tal vez Jesús no los sanó porque
quería enseñarnos unas lecciones importantes, no fue un milagro común porque detrás de este milagro, Jesús
quería enseñarnos los pasos para la salvación. La primera palabra que revela este proceso de salvación está en
el final del versículo 14, dice la Biblia que “mientras iban, fueron “limpiados”.
La palabra griega para “Limpiados” es (Katarizo) que quiere decir literalmente: limpieza mediante agua. El
comienzo de nuestra experiencia cristiana está marcada por el agua. Es con el bautismo que empieza nuestro
camino, algunos piensan que con el bautismo termina el camino a la salvación, pero la Biblia dice que es
totalmente lo contrario, en el bautismo manifestamos nuestro nuevo nacimiento. La palabra (Katarizo) también
puede referirse a la limpieza de heridas. Cada vez que nos limpiamos heridas con agua sufrimos, yo recuerdo
con dolor las muchas veces que tuve que limpiarme heridas, esas heridas que uno se hace al caerse de la bicicleta
y rasparse con la pista, esas si eran heridas que duelen, lo mismo sucede cuando nos bautizamos, de alguna
manera tiene que doler
para ser limpiados, a veces duele dejar amigos, dejar trabajos, dejar el desarrollo personal en pausa, tener que
dejar incluso el barrio o la familia por seguir a Cristo, pero este dolor es necesario pero bien recompensado.
4. SANADO
El versículo 15 dice “Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado” aquí Lucas utiliza (iáomai) que quiere
decir sanación pero involucra un poder de recuperación sobrenatural.
Es decir, esta sanación no viene del interior del individuo sino que viene del exterior. En nuestra vida cristiana
sucede lo mismo, todos los cambios que ocurren en nuestras vidas, como el cambio de carácter, el cambio de
apetitos, el cambio de deseos, no es por uno mismo, sino que es por el poder de Dios. Estos cambios como en
la curación de una herida también tienen que ser visibles, y el texto bíblico muestra tres características de una
persona que está en el proceso de la sanación. Dice el texto que “volvió, glorificando a Dios a gran voz” (v. 15).
La primera muestra de que uno está siendo sanado es que glorifica a Dios, es decir que cuenta a otros lo que
Dios hizo por él y no sólo eso sino que hasta es capaz de gritarlo a los cuatro vientos. Es lo que pasa cuando no
puedes evitar hablar de Dios, cuando vives TESTIFICANDO a otros lo que Él hizo por ti. El versículo 16 dice que
“se postró rostro en tierra a sus pies”. Este postrarse no era simplemente que se arrodilló, sino que puso su
frente a sus pies,
esta manera de arrodillarse era la que hacían los esclavos frente a sus amos, es decir, este ex leproso estaba
reconociendo a Dios como su Señor. De igual manera, nosotros necesitamos postrarnos rostro a tierra delante
de Dios todos los días, reconociendo nuestra pequeñez, reconociendo que sin Él no somos nada. Las personas
que están siendo sanadas necesitan tener COMUNIÓN con su Señor todos los días.
Este versículo termina diciendo que le “daba gracias”. Como humanos tenemos una naturaleza que no es
agradecida, no somos agradecidos con nuestros padres, no somos agradecidos con nuestros maestros, con
nuestros amigos y menos somos agradecidos con Dios. Ser agradecido es una de las características de
las personas que están siendo sanadas. Necesitamos ser agradecidos a Dios por todas sus bendiciones,
podemos ser agradecidos en nuestras oraciones, también con nuestros diezmos y ofrendas. Somos agradecidos
cuando dedicamos los talentos que nos dio para adorarlo, somos agradecidos cuando dedicamos nuestro
tiempo a su servicio, somos agradecidos cuando cuidamos nuestro cuerpo como templo del Espíritu Santo. En
resumen, somos agradecidos cuando somos FIELES.
5. LLAMADO
El versículo 17 dice:
“Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿Dónde están?”. A veces
podemos pensar que Dios pasa desapercibido nuestro crecimiento espiritual, pero no es así, Jesús pregunta: Y
los nueve, ¿Dónde están?. Dios nos pregunta ¿En qué parte del camino a la salvación estás? Él sabe cuándo no
vamos a la iglesia, Dios sabe cuándo no te encuentras con Él todos los días, por eso te pregunta hoy: ¿Dónde
estás? tal vez sigues en el (Katarizo), puede que lleves 15 años o más en la iglesia y sigues en el mismo nivel.
¿Qué tiene que pasar para que empecemos a madurar nuestro cristianismo? Esta es el momento ideal para
replantear tu vida, es momento del cambio.
La historia no termina allí, el versículo 19 dice: Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado. la palabra griega
que se utiliza aquí es (Sozo) que quiere decir salvado, pero en la connotación de un rescate, es decir rescatado.
Y eso es lo que literalmente hizo Dios por nosotros, nos rescató de las garras del pecado, de la lepra espiritual
que nos desfigura de la imagen de Dios, de la lepra espiritual que nos desensibiliza cuando escuchamos su voz.
Jesús pagó ese rescate con su propia vida y te ofrece su rescate hoy, no lo dejes pasar, sal a su encuentro.

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