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DATOS PARA LA EXPOSICIÓN

peligro biomecánico: (postura y esfuerzo)


PELIGRO BIOMECÁNICO

Entendemos por peligro biomecánico, a la probabilidad de sufrir algún evento adverso e


indeseado (accidente o enfermedad) durante la realización de algún trabajo y condicionado por
ciertos factores de riesgo

Postura (prolongada, mantenida, forzada, antigravitacionales)

esfuerzo

POSTURA

Mantener una buena postura corporal nos beneficia tanto desde el punto de vista de la salud
como de la estética. Si nos mantenemos erguidos y con la espalda recta evitaremos problemas
musculares y de columna, una buena oxigenación y una apariencia esbelta.

Consecuencias a la salud por la postura:

Ø TORTICOLIS: Es un torcimiento del cuello en el cual la cabeza apunta hacia un lado mientras la
barbilla o mentón esta volteada hacia el otro

Ø LUMBALGIA: Alteración de un nervio por la deformación y comprensión de la columna vertebral


en su región lumbar

Ø LORDOSIS: Deformación en la columna vertebral en su posición dorsal hacia adelante (joroba)

Ø ESCOLIOSIS: Desviación hacia la derecha o la izquierda de su columna vertebral en su origen


dorsal, una persona es propensa a esta enfermedad cuando puede tener una mano o un pie
desigual

Ø MIOPATIA: Es causada por la posición de los pies al sentarse que produce una contractura
muscular a nivel de los músculos de la columna vertebral
ESFUERZO

El esfuerzo que el trabajador tiene que realizar para desarrollar la actividad laboral se denomina
“carga de trabajo”. Cuando la carga de trabajo sobrepasa la capacidad del trabajador se pueden
producir sobrecargas y fatiga

CONSECUENCIAS A LA SALUD POR EL ESFUERZO:

Ø SÍNDROME DEL TÚNEL DEL CARPO: El Síndrome del Túnel Carpo es causado por doblar
excesivamente la muñeca al escribir a máquina, usar juego de videos (utilizando la palanca de
juego) y otras actividades

Ø TENDINITIS: En la tendinitis, los tendones, los tejidos alargados que conectan a los músculos con
los huesos, se inflaman y se desgarran. La tendinitis está asociada con un estiramiento excesivo y
repetitivo ocasionado por el uso excesivo de ciertos músculos.

Ø FATIGA: Es una enfermedad neurológica la cual presenta síntomas tales como: fiebre, sueño no
reparador, intolerancia a la luz, dolor muscular y en las articulaciones.

Ø LESIONES MUSCULO-ESQUELETICAS: Abarca muchos signos y síntomas que pueden afectar


distintas partes del cuerpo (manos, muñecas, codos, nuca, espalda); así como distintas estructuras
anatómicas (huesos, músculos, tendones, articulaciones y nervios)

RSS PREVENCION

Movimientos repetitivos

Dpto. de Prevención de CEN

Los avances tecnológicos han propiciado la aparición de nuevos sistemas de producción, en los
que las máquinas cada vez en mayor grado son quienes establecen el ritmo de trabajo, obligando
al trabajador a realizar una serie de "movimientos repetitivos" en el transcurso de la jornada
laboral.

Se entiende por “movimientos repetidos” a un grupo de movimientos continuos mantenidos


durante un trabajo que implica la acción conjunta de los músculos, los huesos, las articulaciones y
los nervios de una parte del cuerpo y provoca en esta misma zona fatiga muscular, sobrecarga,
dolor y, por último, lesión.

Es habitual que muchas personas ignoren la relación que existe entre las molestias que sufren y los
esfuerzos repetidos que realizan reiteradamente durante un trabajo. Sin embargo, hay una clara
asociación entre ciertos problemas musculoesqueléticos y las actividades que implican posturas
forzadas, trabajo repetitivo y ritmo excesivo, manejo de cargas pesadas, uso de herramientas, etc.

Estas formas de trabajo se reproducen en sectores laborales dispares: calzado, automóvil,


alimentación, madera o servicios y en tareas específicas como las de teclear, pulir, limpiar, lijar,
atornillar, montajes mecánicos e industriales, etc. Los problemas musculoesqueléticos que
originan los movimientos repetidos afectan con más frecuencia a los miembros superiores, por lo
que a continuación se tratarán las medidas preventivas específicas que se refieren a ellos. Las
patologías más habituales son: el síndrome del túnel carpiano (compresión del nervio mediano en
la muñeca que provoca dolor, hormigueo y adormecimiento de parte de la mano), la tendinitis y la
tenosinovitis (inflamación de un tendón o de la vaina que lo recubre, que origina dolor y puede
llegar a impedir el movimiento).

Factores de riesgo

• Frecuencia de movimientos: influyen la repetición y la velocidad de los movimientos.

• Uso de fuerza: influyen la intensidad de la fuerza requerida para realizar determinadas acciones
y el tiempo durante el que se debe aplicar.

• Adopción de posturas y movimientos forzados: cada articulación tiene unas características y


movimientos diferentes:

- Hombro: se fuerza cuando se mantiene levantado o se debe levantar frecuentemente.

- Codo: la exigencia más frecuente del codo se produce con los movimientos amplios y continuos
de flexión y extensión y de pronación y supinación.
- Muñeca: se fuerza cuando se hacen movimientos de flexión, extensión, desviación radial o
cubital durante un tiempo considerable o repetidamente.

- Mano: el tipo de agarre es la postura que puede generar un riesgo en los movimientos
repetitivos.

• Tiempo de recuperación insuficiente: se considera tiempo de recuperación las pausas de


descanso, así como otras tareas que representen una inactividad substancial de las extremidades.

• Duración del trabajo repetitivo: cuanto más tiempo se realiza el trabajo repetitivo, más se
incrementa el nivel de riesgo. Cuando una tarea repetitiva se realiza durante al menos 2 horas
durante la jornada de trabajo es necesario evaluar su nivel de riesgo.

• Otros factores de riesgo: uso de herramientas vibratorias, dimensiones antropométricas del


trabajador, compresiones localizadas, uso de guantes inadecuados para la tarea, imposición del
ritmo de trabajo, tareas extralaborales, etc.

Medidas preventivas

1. Tener en cuenta el diseño ergonómico del puesto de trabajo. Adaptar el mobiliario (mesa, sillas,
tableros de montaje, etc.) y la distancia de alcance de los materiales (piezas, herramientas,
objetos) a las características personales de cada individuo (estatura, edad, etc.), favoreciendo que
se realice el trabajo con comodidad y sin necesidad de realizar sobresfuerzos.

2. Realizar las tareas evitando las posturas incómodas del cuerpo y de la mano y procurar
mantener, en lo posible, la mano alineada con el antebrazo, la espalda recta y los hombros en
posición de reposo.

3. Evitar los esfuerzos prolongados y la aplicación de una fuerza manual excesiva, sobre todo en
movimientos de presa, flexo-extensión y rotación.

4. Utilizar herramientas manuales de diseño ergonómico que cuando se sujeten permitan que la
muñeca permanezca recta con el antebrazo. Al manejar herramientas que requieran un esfuerzo
manual continuo, como por ejemplo los alicates, es mejor distribuir la fuerza prefiriendo la
actuación de varios dedos a uno solo y también favorecer el uso alternativo de las manos.

5. Reducir la fuerza que se emplea en ciertas tareas (carpinterías, industrias cárnicas, textil, etc.),
manteniendo afilados los útiles cortantes y aguantando los objetos con ganchos o abrazaderas.

6. Emplear las herramientas adecuadas para cada tipo de trabajo y conservarlas en buenas
condiciones y sin desperfectos, de modo que no tenga que emplearse un esfuerzo adicional o una
mala postura para compensar el deficiente servicio de la herramienta.

7. Utilizar guantes de protección que se ajusten bien a las manos y que no disminuyan la
sensibilidad de las mismas puesto que, de lo contrario, se tiende a aplicar una fuerza por encima
de lo necesario.

8. Evitar las tareas repetitivas programando ciclos de trabajo superiores a 30 segundos. Se


entenderá por ciclo “la sucesión de operaciones necesarias para ejecutar una tarea u obtener una
unidad de producción”. Igualmente, hay que evitar que se repita el mismo movimiento durante
más del 50 % de la duración del ciclo de trabajo.

9. Efectuar reconocimientos médicos periódicos que faciliten la detección de posibles lesiones


musculoesqueléticas y también ayuden a controlar factores extralaborales que puedan influir en
ellas.

10. Establecer pausas periódicas que permitan recuperar las tensiones y descansar. Favorecer la
alternancia o el cambio de tareas para conseguir que se utilicen diferentes grupos musculares y, al
mismo tiempo, se disminuya la monotonía en el trabajo.

11. Informar a los trabajadores sobre los riesgos laborales que originan los movimientos repetidos
y establecer programas de formación periódicos que permitan trabajar con mayor seguridad

CUALES TRAUMATISMOS DE MOVIMIENTOS REPETITIVOS

Independientemente del sector de actividad industrial al que pertenezca tu empresa, ya sea


automóvil, alimentación, calzado o cualquier otro, se puede decir que las tres lesiones más
comunes derivadas de movimientos repetitivos en el trabajo son la tendinitis, el síndrome del
túnel carpiano y la tenosinovitis. Estos traumatismos de las extremidades superiores son un
problema frecuente y se derivan de microtraumatismos repetitivos.
¿Qué es lo que tienen en común? Los tres son trastornos musculoesqueléticos en mano y muñeca
y, como comentamos, surgen por los movimientos repetitivos en el entorno laboral. Además,
también comparten algunos factores de riesgo, actividades y oficios que los ocasionan, como
veremos a continuación.

1. Tendinitis: inflamación de los tendones


Una de las lesiones que provocan los movimientos repetitivos es la tendinitis de muñeca, que es
una inflamación de los tendones que se debe a la tensión de los mismos durante las tareas,
sometidos a vibraciones o doblado, en repetidas ocasiones. Es decir, su principal factor de riesgo
son los esfuerzos repetidos de la muñeca en flexo-extensión o en desviación cubital.

Por norma general, las tareas asociadas a la tendinitis de muñeca son las de empaquetar, el uso de
alicates, tendido de cables y el trabajo en prensas.

2. Síndrome del túnel carpiano: compresión del nervio mediano


En segundo lugar, un microtraumatismo habitual debido a movimientos repetitivos en el trabajo,
es el síndrome del túnel carpiano. Esta lesión surge cuando se comprime el nervio mediano al
pasar por el espacio por el que transcurren los tendones que permiten la flexión de los dedos.

Existen diversos factores de riesgo que lo pueden causar, como la torsión de la muñeca, flexión y
extensión repetida de la misma, sus esfuerzos repetidos en posturas forzadas y las maniobras de
presión con los dedos o la palma.

Hay una serie de actividades asociadas al síndrome del túnel carpiano como son afilar, lijar,
teclear, empaquetar, remachar, martillear, pulir, abrillantar, enladrillar, fregar y las tareas de
montaje. Cabe añadir que los oficios en los que comúnmente se llevan a cabo dichas actividades y
por tanto sus profesionales corren más riesgo de padecer este traumatismo son: matarifes,
cocineros, carpinteros y cajeros.

3. Tenosinovitis: acumulación de líquido sinovial


Los movimientos repetitivos y las posturas forzadas de la muñeca en el entorno laboral, suelen
ocasionar esta lesión, que provoca dolor debido a la acumulación de excesivo líquido sinovial en la
vaina tendinosa. Las tareas que requieren realizar fuerza con la muñeca incrementan, por tanto,
los riesgos de padecer tenosinovitis.

La tenosinovitis puede surgir por diferentes factores de riesgos como la torsión rápida de la
muñeca, los trabajos manuales, las maniobras de presión con la mano si la muñeca está en
extensión o flexión, empujar con la muñeca en extensión y desviación radial o en supinación.

Uno de los oficios en el que es más habitual este microtraumatismo por movimientos repetitivos
es el de matarife. Algunas de las tareas que lo ocasionan son afilar, coser, pulir, abrillantar, cortar,
escurrir, atornillar, las actividades que requieren el uso de alicates y el trabajo en prensas.

¿Puedo prevenir las lesiones por sobrecarga?


Para prevenir las lesiones debido al uso de una computadora, asegúrate de que el equipo y los
muebles sean adecuados, y utiliza posiciones correctas para sentarte y escribir. Si tus padres
comprarán nuevos muebles de computadora, sugiéreles que compren muebles que se puedan
ajustar a cada integrante de la familia.

He aquí algunos consejos:

Asegúrate de que la parte superior de la pantalla de la computadora esté alineada con tu frente.
Siéntate erguido, con la espalda haciendo contacto con el respaldo de la silla. Las sillas que ofrecen
más soporte son útiles, en especial si ofrecen soporte lumbar. Evita encorvarte sobre el teclado y
tensar los hombros. Esto hace que el cuello, la espalda y la columna hagan un esfuerzo
innecesario.
Deja que tus piernas descansen cómodamente con los pies bien apoyados en el piso o en un apoyo
para pies.
Al escribir, da ligeros toques. Coloca el teclado cerca de ti para que no tengas que estirarte.
Los dedos y las muñecas deben permanecer al mismo nivel mientras escribes. Prueba un apoyo
para muñecas para tener más soporte. Las muñecas y la parte inferior de los brazos deben estar
en un ángulo de 90 grados respecto de la parte superior de los brazos. Debes colocar los codos
cerca de los costados de tu cuerpo para evitar doblar las muñecas de un lado a otro.
Es muy fácil perder la noción del tiempo cuando navegas en Internet o estás inmerso en una tarea
escolar. Asegúrate de tomarte descansos (para estirarte y caminar) cada aproximadamente 30 a
60 minutos, aunque no te sientas cansado y ni sientas dolor. (Si pierdes la noción del tiempo, usa
un temporizador para saber cuándo es el momento de tomarte un descanso).
Prueba un teclado ergonómico ("ergonómico" significa especialmente diseñado para que resulte
cómodo) que tenga un diseño curvado y usa una trackball (o bola de seguimiento) en lugar de un
ratón común.
¿Cómo puedo encontrarme mejor?
Cuanto antes se diagnostique una lesión por sobrecarga, más rápido se podrá curar el cuerpo. Por
eso, asegúrate de consultar al médico si tienes algún síntoma.

La clave para recuperarse es hacer reposar la zona afectada. El médico te puede recomendar que
tomes un antiinflamatorio (como ibuprofeno). A veces, se recomienda el uso de compresas de
hielo para reducir el dolor y la inflamación.

Una vez que la inflamación y el dolor hayan desaparecido, es posible que tu médico te sugiera
hacer terapia física para ejercitar los músculos y prevenir la pérdida de movimiento en la
articulación.

Cuando se trata de lesiones por sobrecarga, la prevención es la mejor medicina. Está atento a la
cantidad de tiempo que pasas haciendo movimientos repetitivos. La flexibilidad y la fuerza te
pueden ayudar a prevenir las lesiones por sobrecarga. Por eso, has ejercicio regularmente y
mantente activo (recuerda precalentar y, por supuesto, hacer estiramientos antes y después de
hacer ejercicio físico).
Revisado por: Mary L. Gavin, MD
Fecha de revisión: enero de 2019
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¿Cuáles son los signos y los síntomas de las lesiones por sobrecarga?

Los síntomas de las lesiones por sobrecarga incluyen los siguientes:

hormigueo, adormecimiento o dolor en la zona afectada

rigidez o dolor en el cuello o la espalda

sensación de debilidad o fatiga en las manos, los brazos o las piernas

sensación de estallido o chasquido

Si notas alguno de estos signos de advertencia, consulta a tu médico. Aunque los síntomas
parezcan ir y venir, no los ignores. De lo contrario, podrían causar problemas más graves.

Sin tratamiento, las lesiones por sobrecarga pueden volverse más graves e impedirte hacer tareas
simples de todos los días y hacer deportes, música y otras actividades que te gustan.

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