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Configuración espacial

A la entrada de Santa Sofía y encima de la puerta principal se encuentra el más famoso


de los mosaicos bizantinos, el Cristo Pantocrátor. En este edificio podemos contemplar
casi sin dudarlo los mejores mosaicos del periodo bizantino, los que sirvieron de
modelo y referencia para todo el arte ortodoxo posterior. Entre ellos el de la Virgen y el
Niño en la segunda planta, el de la emperatriz Zoe, del Emperador Juan II Comneno, el
mosaico de la Déesis, situado en el luneto de la Puerta Imperial, y muchos otros en
bastante buen estado de conservación.

Santa Sofía es una construcción básicamente de ladrillo, solamente la cimentación y los


ocho soportes que conforman los contrafuertes iniciales se construyeron mediante
grandes sillares de piedra caliza. Además de las imponentes columnas con sus basas y
capiteles, otros elementos pétreos están presentes en la construcción, como las enormes
losas que constituyen las cornisas donde los mármoles tienen un espesor de 60
centímetros y una longitud de 6 metros, se trata de mármol procconésio, el mismo que
conforma el pavimento.
Planta
La planta, un rectángulo con 70 metros de ancho y 75 de largo, ubicado dentro de un
cuadrado, que está orientada hacia Jerusalén, orientación este, unifica la tradición
occidental, planta central y tres naves, con la oriental, planta centralizada, inscrita en
una planta de cruz griega y centralizando la concepción espacial del edificio mediante
una gran cúpula. En este sentido resulta determinante el estudio de planificación y
contrarrestos de la cúpula, porque ésta contribuye a remarcar el eje longitudinal y a la
vez el concepto de centralización.
Nave central

Sobre las naves laterales que están divididas en dos pisos se disponen, en el piso de
arriba, el “matronium”, abierto al espacio central mediante columnas con capiteles
vegetales trabajados en trépano, pilares y arcos de medio punto que se alternan y repiten
rítmicamente en el piso inferior.

Los capiteles «albarda» son capiteles corintios de hojas planas y trabajadas al trépano
buscando el claroscuro, y con grandes cimacios encima para realzar y sobreelevar el
apoyo de los arcos.
Cúpula
La cúpula descansa sobre dos grandes medias cúpulas o exedras, una en la
cabecera, hacia el este, y la otra en el lado opuesto, hacia el oeste. A su vez estas
dos exedras descansan sobre otras dos más pequeñas y abiertas en los ángulos
que logran remarcar el eje longitudinal, determinado por el nártex a la entrada, la
primera exedra que cubre el primer tramo, la cúpula que cubre el tramo central, la
otra exedra y el ábside en la cabecera. De este modo se configura una concepción
ovalada de la planta, más móvil, y también se refuerza el sentido de centralización
dadas las dimensiones de la cúpula y el efecto centralizador que crea la
centralización de la luz.
Espacios
Atrio

La basílica está precedida por un atrio, el lado este era utilizado como pórtico de
entrada, exonártex, característico en las iglesias cristianas primitivas y bizantinas y
siguiendo el eje se sitúa el endonártex.

Se trata de una gran cámara recubierta con finos paneles de mármol. La entrada
imperial, en el centro del atrio, está protegida por una gran puerta de bronce en
cuyo ápice la imagen una paloma sale del Evangelio de San Juan, abierto en el
capítulo X, en el que se lee “Nuestro Señor dijo: Yo soy la puerta del Cordero”.
Encima, se encuentra un mosaico, probablemente inspirado en un sermón del
emperador León VI, donde aparece el emperador postrado ante Cristo y
flanqueado por medallones de la Virgen y el arcángel San Gabriel. Se cree que fue
donado por León VI en el año 920, como señal de arrepentimiento por su cuarto
matrimonio, prohibido, que provocó que el patriarca impidiera la entrada al
emperador por esta misma puerta.

Basílica

Interiormente está dividida en tres naves, la central de doble anchura y las


laterales que se abren a través de gruesos pilares horadados. Los capiteles
tallados son de un claro diseño bizantino, con motivos de lacería de hojas de vid y
follaje

La cara exterior de las galerías continúa el juego de luces y sombras con


incrustaciones de nácar y ébano. El efecto de la luz y sus reflejos crean en el
interior del templo, etéreo y diáfano, una irisación dorada que contrasta con el
exterior cerrado y macizo y que en ocasiones interfiere visualmente en la
percepción del espacio, en la pérdida de sus límites.

La luz, en el interior de Santa Sofía, proviene de las numerosas ventanas que hay
en la base de la cúpula y que son posibles gracias al sistema de soportes que la
dejan libre de pesos y de los vanos abiertos en las exedras mayores y menores de
los muros, que originalmente y en algunos casos estaban cerrados con cristaleras
de colores.

El techo está todavía cubierto, en gran parte, con mosaicos de oro que datan del
siglo VI. Está decorado con cruces y los detalles estructurales quedan resaltados
por cenefas vegetales y geométricas.
Exterior

El exterior es cerrado y macizo, con volúmenes escalonados que caen desde la


cúpula central hacia las exedras mayores, a las menores y, finalmente, a las
capillas del nivel inferior. Un carácter más pesado adquieren los contrafuertes
exteriores que reciben los empujes transversales de los arcos internos.
Mauseoleos
Distribución de los Mausoleos

Casi desde sus comienzos Santa Sofía se convirtió en necrópolis imperial,


conteniendo los restos de la mayor parte de los emperadores, distribuidos en dos
mausoleos exteriores, uno al norte y otro al sur del ábside, el de Constantino y el
de Justiniano.

Alrededor de la iglesia se encontraban pórticos suntuosos, «los stoai», a lo largo


de los cuales se disponían los sarcófagos aislados de algunos basileis. A parecer,
todos los sarcófagos eran de mármol, completamente recubiertos de ornamentos
deslumbrantes en plata y piedras preciosas que durante la Cuarta Cruzada fueron
saqueadas y lo que quedó fue arrasado por los derviches tras la caída de
Constantinopla en 1453.
Estructura
Cubiertas

Se trata de una construcción totalmente abovedada, creándose tensión entre el eje


longitudinal y el eje vertical de la cúpula, que centraliza el espacio.

El abovedamiento parte de la cúpula semisférica central, levantada sobre


pechinas, arcos torales y pilares angulares hacia el este y al oeste se desarrollan
dos semi cúpulas cuyas presiones son recogidas por otras dos medias cúpulas.
Este sistema de cúpulas en expansión forma la estructura de la nave central y
traslada los empujes desde la cúpula central hacia los gruesos muros laterales,
reforzados con contrafuertes que reciben las presiones laterales, en sentido norte-
sur.
Cúpula

La cúpula es la gran protagonista de la estructura constructiva y del efecto


conseguido.

Impresionante por sus dimensiones, 31 metros de diámetro y 56 de altura. La


cúpula gallonada se articula con cuarenta nervios y cuarenta plementos
(elementos curvos) que se apoyan sobre cuatro pechinas. Carece de tambor
gracias al peculiar sistema de soportes.

El peso de la cúpula se reparte en un sistema concatenado y encadenado, a través


de las exedras, afianzándose por medio de los soportes estáticos que representan
los cuatro grandes pilares centrales y que a su vez, transmiten el peso de la
cubierta por medio de arcos transversales a los contrafuertes exteriores, también
de considerables dimensiones y tremenda apariencia.
Así, los recursos de contrarresto de las presiones ejercidas por la cúpula central
son el juego de medias cúpulas, las bóvedas de arista de las naves laterales, los
pilares angulares, los gruesos muros laterales y los contrafuertes o estribos
exteriores, además de la utilización de material ligero (cerámica) que permite
reducir el peso de las cúpulas.
Alzado

En alzado se dispone en la cúpula semiesférica rebajada, con vanos abiertos en la


base, el peso de la cúpula cae sobre los arcos torales y los transmite a los pilares.
El paso del espacio de planta circular de la cúpula al espacio de planta cuadrada
que cubre se soluciona mediante el sistema de pechinas. Esta estructura
arquitectónica permite perforar los muros bajo los arcos torales, con una gradación
de zonas de luz. Varios pisos de vanos, son muros-pantalla
Referencias
 Mamboury, Ernest (1953). The Tourists' Istanbul. Estambul: Çituri Biraderler
Basımevi.
 Janin, Raymond (1953). La Géographie Ecclésiastique de l'Empires Byzantin. 1.
Part: Le Siège de Constantinople et le Patriarcat Oecuménique. 3rd Vol. : Les Églises
et les Monastères. París: Institut Français d'Etudes Byzantines.
 Müller-Wiener, Wolfgang (1977). Bildlexikon zur Topographie Istanbuls: Byzantion,
Konstantinupolis, Istanbul bis zum Beginn d. 17 Jh. Tübingen:
Wasmuth. ISBN 9783803010223.
 Turner, J. (1996). Grove Dictionary of Art. Oxford: Oxford University
Press. ISBN 0195170687.
 Mainstone, Rowland J. (1997). Hagia Sophia: Architecture, Structure, and Liturgy of
Justinian's Great Church (reprint edition). W W Norton & Co Inc. ISBN 0-500-27945-4..
 Runciman. The Fall of Constantinople, pp. 133-134.
 ↑ Nicol, Donald M. The Last Centuries of Byzantium 1261–1453. Cambridge:
Cambridge University Press, 1972, p. 389.

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