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EL PODER DEL AYUNO

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1. ¿Qué es el ayuno?
2. ¿Cuáles son los propósitos del ayuno?
3. ¿Por qué razón debemos ayunar?
4. ¿Cuántas clases de ayuno existen?
5. ¿Qué hacer mientras ayunamos?
6. ¿Cuáles son los beneficios de un ayuno?
7. ¿Cuáles son los resultados del ayuno?

1. ¿QUÉ ES EL AYUNO?

Etimológicamente viene de la combinación de dos palabras griegas:

NESTEU = No.
ESTHIO = Comer.

Es una práctica espiritual voluntaria de abstenerse de comida de manera


completa o parcial, por un período específico de tiempo, inicialmente, con
propósitos espirituales. El ayuno debe ser una práctica natural en la vida
de todo creyente, acompañado por la oración y la biblia. La Palabra de Dios
y la oración le dan todo el sentido que el ayuno requiere; de lo contrario,
pierde su fundamento. El ayuno ss una herramienta poderosa que Dios
nos dio para llevar una vida diferente.

De manera personal, considero que el enemigo sabe del poder del ayuno
y por esto trata de ocupar tanto nuestras vidas para que no tengamos
tiempo de ayunar.

De principio a fin en la biblia y en la historia del hombre vemos al ser


humano practicando el ayuno. Moisés, Daniel, Nehemías, Ester, Esdras, y
Jesús que ayunó 40 días ¿Debía ayunar? No, pero ¿por qué lo hizo? Para
enseñarle al ser humano que, si él lo había hecho nosotros debíamos
hacerlo, porque es la manera de comenzar a servirle a Dios.

Veamos algunos ejemplos en la biblia:

1. Lo hizo Moisés para recibir los mandamientos de Dios, (Éxodo 24: 12;
18).
2. Elías ayunó 40 días para escuchar la voz de Dios. (1 Reyes 19: 8)
3. Esdras el sacerdote, (Esdras 8: 21 – 23).
4. Daniel ayunó por el cumplimiento de las promesas de Dios, (Daniel
10:3).
5. El profeta Joel, (Joel 2: 12).
6. Josafat como rey, ayunó para buscar el rostro de Dios, (2 Crónicas 20:
2 – 4).
7. Jesús ayunó para comenzar su vida ministerial, (Mateo 4: 2; Lucas 4:
1 – 2).
8. Los servidores de la iglesia, (Hechos 13: 2 – 3).
9. El apóstol Pablo, (Hechos 9: 8 – 9).
10. Los apóstoles para determinar y ordenar, (Hechos 14: 23).

Estos ejemplos y muchos más nos muestran que debemos hacerlo para
tener una vida práctica, espiritualmente hablando.

2. ¿Cuáles son los propósitos o el objetivo de un ayuno?

El primer propósito de todo ayuno debe ser espiritual. El ayuno es una


práctica netamente espiritual que tiene efectos, tanto en el escenario
espiritual como en el escenario físico. Sus efectos son inmediatos, aunque
también trascienden a lo largo de los tiempos a través de generaciones.
Antes de ayunar por un trabajo, por un carro, por una casa, por un
matrimonio, etc., debemos ayunar para crecer en nuestra relación con
Dios. No ayunamos para tener algo, ayunamos para tener una mejor
conexión con Dios. Todo tiene un comienzo. Así como para tener una vida
física sana, debemos cuidar de lo que comemos, de nuestro descanso, sus
excesos, y límites, también debemos tener un cuidado espiritual muy
serio. La primera razón por la cual ayunamos es: por salud espiritual.
¿Quieres tener una vida espiritual saludable? Ayuna. No es una
sugerencia, no es una opción, hace parte de las formas que Dios dejó para
que pudiéramos tener una vida espiritualmente sana.

3. ¿Por qué razón debemos ayunar?

1. Porque Jesús ayunó. Jesús como nuestro patrón o modelo a seguir,


nos enseñó con su estilo de vida lo que debíamos hacer para crecer
en nuestra vida espiritual. Todo lo espiritual, ministerial en su vida
empezó por el ayuno (Lucas 4: 1 – 2).
2. Porque Jesús esperaba que sus discípulos ayunaran. Si creemos que
debemos orar de manera regular, también debemos ayunar de la
misma manera, (Marcos 2: 18 – 20; 6: 16 – 18).
3. Porque la iglesia primitiva ayunó. El ayuno era una práctica
constante en la vida de los discípulos. Ellos sabían que era a través
del ayuno que lograrían tener la revelación y la dirección con
respecto a la voluntad de Dios, (Hechos 13: 1 – 4; 14: 22 – 23).
4. Porque el pueblo de Dios ayunó desde el tiempo de Moisés. Por más
de 3,000 años el pueblo de Israel ha guardado la práctica del ayuno
establecido a un como un día llamado el día del YOM KIPPUR = Día
de expiación, (Levítico 16: 29 – 30).
5. Ayunamos en obediencia a la palabra de Dios: esta práctica está
profundamente incorporada a la biblia; y se muestra como la
herramienta que le trajo triunfo a los líderes transformadores: ¿Qué
dijo Jesús? "Jesús les dijo: --Pero vendrán días cuando el novio les
será quitado, y entonces ayunarán”, (Mateo 9:15)
6. La manera de humillarnos delante de Dios es en ayuno. Santiago 4:
10: “Humillaos en la presencia del Señor y Él los exaltara”. Cada vez
que encontramos el ayuno en la biblia, vemos a la persona diciendo
“me humille delante de Dios”. Entonces el ayuno más que sacrificio
es humillación.

4. ¿Cuántas clases de ayuno existen?

Clases de ayuno:
1. Ayuno completo o total: Este ayuno es sin agua y sin ningún tipo
de alimento. En la biblia cuando vemos que lo hicieron, se trataba
de momentos de desesperación por situaciones muy complejas,
donde había una necesidad o urgencia de la presencia de Dios
para solucionar un asunto, (Esdras, Ester, Nehemías, Daniel).
2. Ayuno Parcial: Este tipo de ayuno es sin alimentos, pero tomando
agua. También pude hacerse con frutas, verduras o jugos; estos
deben ser bien escogidos para no tener afecciones físicas. Si
debes salir a trabajar y tu trabajo es desgastante, cómete una
fruta con un poco de miel de abejas.

Tipos de ayuno:
La biblia nos habla de 7 tipos diferentes de ayunos que son:
1. El ayuno de Ester cuando estaba en la búsqueda del favor del Rey
en momentos de crisis (Ester 4: 16).
2. El ayuno de Daniel en la búsqueda de revelación de Dios (Daniel 10:
2 – 3).
3. El ayuno de autoexamen, es el ayuno de un día, (Levítico 23: 27 y
Jeremías 36: 6).
4. El ayuno antes de la batalla. Todo gran comienzo debería ser
precedido por el ayuno, (Jueces 20).
5. El ayuno para levantar el juicio de Dios, 1 Reyes 21: 27 y el libro de
Jonás.
6. El ayuno por sanidad, (Isaías 58).
7. El ayuno del dominio: 40 días. Jesús comenzando su ministerio, y
por la recuperación del dominio que Adán perdió, comenzó con un
ayuno poderoso.

5. ¿Qué hacer mientras ayunamos?

1. Ayuna con fe. Dale el valor como una práctica espiritual. Si el ayuno
no es importante para ti, tampoco lo será para Dios, (Hebreos 11: 6).
2. Cuida tu cuerpo adecuadamente, (Mateo 6: 17).
3. ¿Cuántos días son necesarios? Te quiero animar para que, por lo
menos, ayunes un día por semana. Puede ser un ayuno de medio
día. El ayuno arranca en la noche cuando se toma la cena. Puedes
ayunar todo el día hasta las 6pm. También puedes hacer ayuno de
varios días. Lo más importante es que el ayuno termine siendo parte
de nuestras vidas, que sea algo natural y que no necesite una
invitación de la iglesia para hacerlo.
4. No ayunes para impresionar a nadie, (Mateo 6: 16 – 18).
5. La debilidad es algo natural cuando comenzamos a ayunar, el dolor
de cabeza y el malestar físico también. Es importante alejarse un
poco de los lugares donde hay comida para evitar la tentación. Si se
debilita mucho tómese un jugo sin azúcar, mientras vas
desarrollando el hábito de hacerlo y el cuerpo se acostumbra. No
comas mucho el día anterior, más bien prepárate físicamente. En el
ayuno, el cuerpo aprende y comprende quién es el que manda.
Cuando el mío dice “tengo hambre”, yo le digo “¡Cállate!”
6. Si sufres de gastritis o alguna enfermedad que no te permite dejar
de comer, consulta con tu médico. El ayuno es saludable porque
nuestro sistema digestivo descansa y las impurezas residuales y
toxinas son eliminadas del cuerpo. Nuestro cuerpo es templo del
Espíritu Santo, no abusemos de nuestro cuerpo.
7. Debemos evitar algunas cosas cuando ayunamos, por ejemplo: los
jugos ácidos, carnes, postres; trata de comer más vegetales, granos
y frutas. La vida íntima de pareja, si estás en ayuno y te pones de
acuerdo con tu pareja, es bueno abstenerse un poco. Aléjate de la
televisión y mejor pasa ese tiempo orando y leyendo la palabra.
8. ¿Qué debo leer y escuchar? Escoge un libro de la biblia y busca
música que alimente el espíritu. Si puedes tener un buen libro a la
mano de interés personal, léelo.
9. Úngete: unta tus manos con aceite y ora por ti mismo para que Dios
te de la fortaleza para soportar.
10. ¿Y si rompo el ayuno porque no puede aguantar? pues no te
condenes, ni te sienta mal, simplemente comienza de nuevo.
11. ¿Puedo ayunar las cosas que me gustan? El ayuno es comida y en
medio de su práctica podemos dejar de hacer aquello que nos
agrada. Ayuno tiene que ver con el alimento físico.
12. Haz una lista de las cosas que esperas que pasen en el ayuno
(espirituales y físicas) comenzando por lo espiritual, puedes ayunar
por lo que desees.
13. ¿Cómo lo levanto? Con comida suave y poco a poco.
14. En los primeros días podemos experimentar: dolor de cabeza,
náuseas, cuello duro, pero cuando pasamos los tres primeros días,
empezamos a sentirnos muy bien.
15. Ten en cuenta que el enemigo ataca también cuando entramos en
ayuno, pero no se asustes. Satanás odia a un cristiano que ayuna; te
puede atacar con pensamientos, y otras cosas con las que tratará de
desequilibrarte, como peleas, iras, etc., a través de algunos de tu casa
que no entienden este asunto. Confía y no te preocupes, Dios te dará
la victoria. Simplemente sé sensible y entendido de lo que está
sucediento en el mundo espiritual. Recuerda que el ayuno es un
acto de agresión contra el enemigo, por lo tanto el no se va a quedar
quieto. Simplemente lucha.

6. ¿Cuáles son los beneficios de un ayuno?

Uno de los capítulos más completos de la biblia para hablar sobre el ayuno
es Isaías 58: 6 - 12, que encierra 12 beneficios espirituales del ayuno que
Dios eligió.

1. Santidad: ¿Qué es lo que enferma la vida espiritual y trae


consecuencias fatales, puertas cerradas, yugos, etc.? El pecado. Una
de las maneras de vencer la lucha con el pecado y entrar en un
verdadero arrepentimiento es ayunando, (Joel 2: 12 – 18). Podemos y
debemos ayunar por el arrepentimiento de los que nos rodean, por
un cambio de mente, de comportamiento, de vida.
2. Revelación: (Isaías 58: 8a) Cada uno de nosotros necesita revelación
y comprensión de ciertos temas bíblicos, (Jeremías 36: 6 – 7), el
ayuno te da mayor entendimiento de la palabra de Dios. Para
descubrir lo que Dios quiere hacer (Hechos 13: 1 – 3).
3. Trae Justicia y libertad: Hay justicia cuando se hace la voluntad de
Dios en la tierra. La injusticia cierra los caminos, la justicia los abre,
(Isaías 58: 6 -7). También nos da sensibilidad hacia la necesidad de
los demás. Aprendes a valorar las cosas materiales, empezando por
la comida.
4. La presencia de Dios (Isaías 58: 9)
5. Oraciones contestadas (Daniel 9: 1; 17 – 19: 9: 20 – 23; 10; 1 - 21) Aquí
viene el ayuno de 21 días, aquí aparecen de nuevo algunos
elementos importantes que suceden en el ayuno: revelación del
mundo espiritual; visión y fuerza para seguir orando aunque te
debilites; llena nuestras vidas de ánimo, el miedo desaparece.
6. Sanidad: (Isaías 58: 8)
7. Guía continua o claridad: (Isaías 58: 10b; 11) En Josué 3, este hombre
está frente al Jordán, en una situación donde no sabe qué hacer,
ayuna tres días frente al río. (Esdras 8: 21 – 23) cuando estamos en
situaciones donde no sabemos por dónde ir (Estudios, matrimonio,
negocios, etc.) (Nehemias 1: 1 Vs 2: 1) Tres meses ayunando pidiendo
guía y dirección.
8. Refrigerio y fuerza: Cuando sientes que ya no puedes más (Isaías 58:
11) (2 Corintios 12 : 9 – 10)
9. Levantamiento de generaciones futuras y restauración: (Isaías 58:
12). Cuando entras en ayuno el propósito de Dios se desarrolla en ti,
descubres tu llamado.
10. Ayunar nos ayuda a permitirle al Espíritu Santo que trabaje en
nosotros y por nosotros. No importa cuál sea la necesidad, la lucha,
la tentación, el carácter; Dios obra a través del ayuno de adentro
hacia fuera en nuestras vidas, y nos permite experimentar una
transformación, (Romanos 8: 26).
11. Vence el orgullo, aprendemos a humillarnos delante de Dios y a ser
mansos y sencillos delante de los hombres. Cada vez que
encuentres la palabra humillación, está relacionada directamente
con el ayuno. Nuestro ego es golpeado, y diluido en ayuno, pues
crucificamos ese ego presumido y rebelde que dice que no necesita
de Dios, (Salmo 35: 13; 2 Crónicas 7: 14).
12. Aprendemos a ver las prioridades de la vida más claramente.
13. Logramos equilibrio en todas las áreas de la vida.
14. La ambición egoísta comienza a desaparecer, Dios nos da un
corazón generoso.
15. Seremos más sensibles al Espíritu Santo; sus frutos y dones se
manifestarán sobre nuestra vida.
16. Nuestras áreas de debilidad y susceptibilidad salen a la superficie y
Dios trata con ellas, haciéndonos fuertes.
17. Unción de Dios sobre nosotros y todo lo que hacemos.
18. Ayunar purifica nuestra fe. No estoy diciendo que la fe viene por el
ayuno, sino que la fe se purifica en ayuno. Te impulsa, te lleva te hace
obedecer y caminar en ella, (Ester 4: 15 – 16).

7. ¿CUALES SON LOS RESULTADOS?

1. Protección divina, (Esdras 8: 21- 23).


2. Somosinvestidos de poder, (Lucas 4: 14).
3. Somos restaurados, (Joel 1: 2 – 4, 12 – 14; 2: 25 – 27).
4. Se renueva nuestra comunión con Dios, (Daniel 9: 2 – 3; Nehemías 1
– 4).

Está demostrado que el ayuno aumenta nuestra capacidad de acción


efectiva.

¿Quién ayuna? Quien es consciente de que su vida está enlazada en dos


mundos, el espiritual y el físico; también es el que comprende que Dios
dejó modelos, métodos y maneras de conectar y penetrar el mundo
espiritual.

Si queremos ser mucho más efectivos, es necesario considerar el ayuno


como una práctica primordial y necesaria en la vida de cualquier creyente
y, sobre todo, aquellos que enfrentamos un ministerio y estamos
desarrollando un llamado de Dios.

Déjenme ponerles esta frase en el corazón el ayuno amplía nuestra


capacidad de acción efectiva. Nos empodera espiritualmente para poder
hacer lo que con nuestras fuerzas, habilidades y capacidades naturales no
podemos por más que queramos.

Una de las cosas más importantes que sucede con el ayuno y que,
cualquier persona creyente debe tener en cuenta, es que el ayuno
aumenta nuestra intimidad con Dios.

Mateo 9: 14 - 17 NVI, “Un día se le acercaron los discípulos de Juan y le


preguntaron: ¿Cómo es que nosotros y los fariseos ayunamos, pero no así
tus discípulos? Jesús les contestó: ¿Acaso pueden estar de luto los
invitados del novio mientras él está con ellos? Llegará el día en que se les
quitará el novio; entonces sí ayunarán. 16 Nadie remienda un vestido viejo
con un retazo de tela nueva, porque el remiendo fruncirá el vestido y la
rotura se hará peor. 17 Ni tampoco se echa vino nuevo en odres viejos. De
hacerlo así, se reventarán los odres, se derramará el vino y los odres se
arruinarán. Más bien, el vino nuevo se echa en odres nuevos, y así ambos
se conservan.”

El ayuno comienza en el corazón de alguien que anhela una comunión


mayor con el esposo.

Mientras Jesús estuvo en la tierra, sus discípulos estaban acostumbrados


a estar con él, a tener su presencia físicamente hablando. Ellos no sabían
lo que significaba tener un anhelo por su presencia porque lo tenían allí
con ellos.
Pero las cosas cambiaron drásticamente después de que Jesús murió y
ascendió al cielo. Cuando él ya no estuvo físicamente, añoraron su
presencia manifiesta en sus vidas y ministerios.

En estos versos Jesús habló de un nuevo tiempo de ayuno basado en su


identidad como el Dios esposo y el deseo de ellos por estar con él.

Ellos ayunarían con el anhelo de experimentar un aumento de su


presencia espiritual y recibir mayor revelación de su hermosura y afecto
por ellos.

Ayunar con este fin es lo que podemos llamar “EL AYUNO DEL ESPOSO”;
es un ayuno motivado principalmente por el deseo de estar con Jesús, y
no por una necesidad externa.

El ayuno del esposo se basa en el deseo, en el anhelo, en la pasión por estar


con él. En este ayuno nos encontramos con el Señor para crecer en nuestra
comprensión del deseo de Dios por nosotros y para que él despierte
nuestro deseo por su presencia. Dios nos imparte nuevos deseos cuando
responde a los ya existentes.

El hambre espiritual es un don divino que nos lleva a buscar mayores


experiencias de su amor, sin medir el costo.

Los que están espiritualmente hambrientos, estarán de acuerdo con


cualquier cambio que sea necesario en sus corazones para que el amor
fluya plenamente. Fuimos hechos para amar y ser amados, para intimar
con él.
El ayuno posiciona nuestro corazón para experimentar su presencia y
descubrir lo profundo de su ser. No podremos acercarnos a lo profundo de
Dios, si ignoramos mezclar nuestras oraciones con el ayuno.

El ayuno aumenta nuestra capacidad en el corazón para poder recibir mas


de él.

Ninguna otra dimensión de la gracia de Dios abre las profundidades de


nuestro ser como lo hace el ayuno.

Ayunar en búsqueda del esposo es un catalizador que acelera la


profundidad de nuestro encuentro y la medida en que podemos recibir de
nuestro Señor; recibimos mayores medidas de revelación a un ritmo
acelerado y con un impacto más profundo en nuestros corazones.

Nuestros corazones son propensos al pecado, al letargo, al sedentarismo


espiritual, a menos de que, confrontemos eso de manera intencional con
el ayuno, nos endureceremos sin darnos cuenta.

Al ayuno ablanda el corazón de manera que, la torpeza espiritual, la falta


de discernimiento y sabiduría, desaparecen. Nuestro corazón se vuelve
sensible para experimentar el plan de Dios para nuestro presente y futuro.

El ayuno abre el camino para nuevas sendas espirituales, que podamos


recorrerlas sin tropiezo, nos mantiene hambrientos de Dios por encima de
las dificultades externas.

Esta práctica trabaja en nuestro carácter y produce con mayor facilidad el


fruto del espíritu, por los cuales seremos identificados como verdaderos
hijos de Dios; vence la carne y doblega la opresión del mundo sobre
nuestras débiles vidas.

De igual forma, nos hace conscientes de lo débiles que somos y de nuestra


necesidad de Dios; la ausencia del ayuno nos lleva a confiar más en
nosotros que en la necesidad de una intervención divina.

El ayuno nos ayuda a reconocer que hay un ambiente mayor al que Dios
nos está invitando constantemente. No podemos hacer la iglesia, y
avanzar como él quiere, a menos que ayunemos.

Dicen los investigadores que la iglesia primitiva ayunaba dos veces por
semana durante todo el tiempo; sino estamos dispuestos a vivir estériles,
torpes, necios y sedentarios, entonces debemos hacer del ayuno una
práctica constante y permanente.

Andrew Murray dijo: “El ayuno ayuda a expresar, profundizar, confirmar


la resolución de que estamos dispuestos a sacrificar cualquier cosa,
incluso a nosotros mismos, para lograr lo que buscamos para el reino de
Dios”.

Si el servidor no ayuna, corre el riesgo de caer en un letargo espiritual, en


la monotonía de la religión y en el frío que se vive en una vida sin
manifestación del Espíritu santo.

Esta actividad espiritual, debe ser vista con mejores ojos; considerado por
los mentores, líderes y ministros de nuestra iglesia, con una mayor
intensidad. Nos espera un camino de cosas tan grades que, sin el ayuno,
será literalmente imposible llegar a donde Dios nos quiere llevar.

Estamos en un tiempo de empoderamiento. Miremos como sucedían


estos en la Biblia.

Hechos 14: 23 NVI, “En cada iglesia nombraron ancianos y, con oración y
ayuno, los encomendaron al Señor, en quien habían creído.”

No podemos empoderar y ser empoderados para ir por un logro poderoso,


si no ayunamos por nosotros y por nuestra gente.

Razones para ayunar

1. Para experimentar, en mayor medida, el poder de Dios sobre


nuestros ministerios.

2 Corinitos 6: 4 – 5 RVR196O, “antes bien, nos recomendamos en todo


como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en
necesidades, en angustias; 5 en azotes, en cárceles, en tumultos, en
trabajos, en desvelos, en ayunos;”

2 Corintios 11: 23, 27 RVR1960, “¿Son ministros de Cristo? (Como si


estuviera loco hablo.) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin
número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces. De los
judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. Tres veces he
sido. azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido
naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; en
caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros
de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros
en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos;
27
en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos
ayunos, en frío y en desnudez;”

El ayuno es una marca ministerial, ministro que no ayune, está en el lugar


equivocado, haciendo lo que le parece, pero no lo que le mandaron.

2. El ayuno nos sensibiliza para tener dirección de Dios

Una de las necesidades más grandes físico-espirituales es la dirección de


Dios en nuestras vidas. Caminar sin dirección es el peligro más grande
para cualquier servidor del reino.

Pablo ayunó en Damasco por tres días esperando dirección de Dios, tal
como lo encontramos en Hechos 9: 9.

Según Hechos 13: 1 – 2, pidieron dirección en ayuno, y empoderaron a su


gente ayunando.

3. Ayunamos por el cumplimiento de Sus promesas.

El Señor tiene promesas para nuestra vida, ministerio, familia, ciudad etc.,
No debemos limitarnos a esperar pasivamente que todo se cumpla, esa
no es la manera. Dios espera que solicitemos activamente el
cumplimiento de ellas.

Daniel oró y ayunó por el cumplimiento de la promesa dada a Jeremías en


Babilonia, (Daniel 9: 3) y es un ejemplo para nosotros de cómo se une la
oración y el ayuno con las promesas de Dios.

Por su parte, también Nehemías después de escuchar todo lo que había


sucedido en la muralla, oró y ayunó por cuatro meses. Sabiendo que lo
hacia apoyado en la promesa de Dios, (Nehemías 1).

Ana en Lucas 2: 36 – 38 ayunaba sirviendo y esperando el cumplimiento de


la promesa de salvación.

4. Ayunamos para detener la crisis.


Encontramos estos ejemplos en la biblia:

- Jonás 3: 3 – 9, el rey y todo su pueblo ayunaron y todo se detuvo.

- Joel 1 y 2, es un texto digno de estudio para comprender mejor esta


enseñanza.

- Moisés ayunó y oró en Deuteronomio 9: 7 – 21 para que su pueblo no


fuera destruido.

- Esdras ayuna y ora a favor de su pueblo para detener la crisis, (Esdras


9 y 10).

- Ana esposa de Elcana quebranta su esterilidad ayunando, (1 Samuel


1).

- El rey Josías responde en ayuno y oración en contra del juicio que


caía sobre su nación, (2 Crónicas 34).

- El Rey Acab, siendo tan malo, también ayunó, (1 reyes 21: 25 – 29).

- El Rey Manasés vive una experiencia interesante en 2 Crónicas 33.

5. Ayunamos por protección

Miremos estos ejemplos:

- Esdras es un ejemplo claro de quien convoca un ayuno especial,


antes de su viaje por el peligroso desierto, ignorando la protección
que el rey podía darle, (Esdras 8).

- El rey Darío ayuna por Daniel cuando lo metieron en el foso de los


leones, (Daniel 6: 18).

- Ester ayuna por tres días por la protección de su vida y de su pueblo,


(Ester 3).

¡Amén y amén!

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