FACULTAD DE

PSICOLOGÍA

5. Áreas de Evaluación

Con respecto a la percepción que María Sofía tiene de sí misma, se pudo identificar
la presencia de una primera creencia predominante caracterizada por la idea de ser alguien
que "está fallada". Esta idea se expresa en una devaluación de su autoconcepto, dado que
parece percibirse como alguien incapaz de afrontar distintas situaciones que se le
presentan, particularmente aquellas que implican interacciones sociales. Cabe decir, que la
creencia de estar fallada, podría llevarla a evaluar su propio cuerpo también como “fallado”.
En esta línea, dicha creencia tiende a expresarse direccionando su pensamiento a
conclusiones catastróficas, es decir, interpretando las distintas situaciones que se le
presentan como situaciones intolerables y devastadoras.
Una posible segunda creencia que conforma el concepto que María Sofía tiene
sobre sí misma es la idea de “ser rechazable”. Al igual que la creencia anterior, ésta
implicaría una devaluación de su autoconcepto, manteniendo la idea de ser alguien con baja
capacidad para relacionarse con otras personas. A partir de esta segunda creencia, se
desprende la demanda ¨debo socializar¨, ya que de suceder lo contrario, encontraríamos en
María Sofía una tendencia a interpretar de manera catastrófica la situación: Será rechazada.
A partir de lo anterior es posible observar como la calidad de las relaciones
interpersonales de María Sofía, se organizan alrededor de un autoconcepto devaluado dado
que ella misma se ve como incapaz y sin la valía suficiente como para mantener una
relación cercana. Sin embargo, no sólo es el concepto de sí misma el que genera
limitaciones en su ámbito interpersonal. También, se han detectado posibles creencias en
María Sofía sobre cómo son los otros y el mundo. Una de estas creencias es “Los diferentes
sufren en el mundo”. Esta idea se manifiesta como una demanda en María Sofía: Debo
actuar de forma normal, sino probablemente seré víctima de burlas. De esta manera, María
Sofía ante situaciones sociales, percibe una constante y próxima amenaza ante un otro.
Cabe mencionar, que ante la demanda absoluta de deber “ser normal” y la posibilidad de
mostrarse como “diferente”, su manera de actuar frente a otro suele ser quedarse callada o
recurrir a la evitación de dichas interacciones sociales.
Con relación a sus afectos, María Sofía tiene la capacidad de reconocer y
discriminar sus diferentes estados emocionales. Por un lado, tomando en cuenta su rango
emocional, parece haber un predominio del miedo y ansiedad. Asimismo, las reacciones
fisiológicas que van de la mano con la manifestación de estas (sudoración, mareos, corazón
acelerado), podrían indicar que tienen un alto grado de intensidad. Tanto la ansiedad como
el miedo, parecen estar relacionadas a las evaluaciones que María Sofía hace sobre las
demás personas. Es importante mencionar, que estas dos emociones al ser evaluadas por
María Sofía llevan a que estas mismas se intensifiquen. Es decir, cuando María Sofía
percibe sentir miedo, esto lleva a que este mismo miedo aumente su intensidad. Dado que
principalmente su ansiedad y miedo se activa ante la presencia de un otro, María Sofía
recurre a la evitación como recurso para regular dichas emociones. Por otro lado, también
experimenta emociones como tristeza y culpa.
Particularmente, cuando María Sofía hace evaluaciones sobre ella misma. Dichas
evaluaciones parten de las creencias de sí misma previamente mencionadas de “estar
fallada” y
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“ser rechazable”. Si bien la tristeza logra ser expresada a través del llanto, se sugiere que
podría presentarse con una intensidad significativa, ya que menciona que de la mano de la
tristeza ha tenido ideas de autolesión.