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Una sefirá (pl. «Sefirot «) es un canal de energía Divina o fuerza de vida. Se
describen en la literatura cabalística un total de 11 sefirot, pero siendo que dos
de ellas (keter y daat), representan diferentes dimensiones de una misma
fuerza, la tradición habla generalmente de sólo 10.
El orden y significado de las sefirot es el siguiente:
Keter «Corona»
Jojmá «Sabiduría»
Biná «Entendimiento»
Daat «Conocimiento»
Jesed «Bondad»
Guevurá «Poder»
Tiferet «Belleza»
Netzaj «Victoria»
Hod «Esplendor»
Iesod «Fundamento»
Maljut «Reino»
Las sefirot: representan secuencialmente las distintas etapas del proceso
creativo, por medio del cual Di-s generó desde el mismo núcleo de Su ser
infinito la progresión de reinos, los cuales culminan en nuestro universo
físico finito. Como grupo coexistente, las sefirot constituyen los componentes
interactivos de una única estructura metafísica o espiritual, cuya expresión
«génetica» puede ser reconocida en todos los niveles, y dentro de todos los
aspectos de la Creación.
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KETER | CORONA
La palabra keter = 620. Este número, es el total de los mandamientos que Di-s
ordenó al pueblo de Israel, las 613 mitzvot de la Torá escrita, junto con las 7
mitzvot de la Torá oral. El texto de la Torá donde se relatan los Diez
Mandamientos, está compuesto por 620 letras, por lo que cada una de las 620
mitzvot están incluidas en los Diez Mandamientos. En Cabala, el secreto de los
620 mandamientos es que de keter (=620) son proyectados «620 pilares de
luz» que sirven para conectar el «techo» de keter con el «piso» maljut. Estos
pilares de luz acompañan las almas de Israel que cumplen devotamente la
voluntad (keter) del Rey de Reyes, el Santo Bendito Sea (malchut).
Las siete sefirot inferiores de Atik Iomín se «incluyen» dentro del partzuf de Arij
Anpín, (presentando de este modo al placer como una fuerza motivadora
primaria conduciendo la voluntad). Las tres sefirot superiores de Atik Yomin, la
cuales no se «incluyen» en Arij Anpín, representan el inalterado placer
supraconciente de emuná («fe»), derivado de la experiencia del arraigo esencial
de uno, dentro de la Divinidad.
Por otra parte, la cabalá habla de los tres Reshin («cabezas») de keter, referido
en el Zohar (Deuteronomio 288a ) y el Arizal como: Reisha d’Arij («la cabeza
extendida»), correspondiente a la fuerza de ratzón, Reisha d’Ain («la cabeza de
la nulidad»), correspondiente a la fuerza de taanug; y Reisha d’lo Itiadá («la
cabeza incognosible»), correspondiente a la fuerza de emuná.
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Estas tres «cabezas» corresponden a los tres significados de la palabra keter
en hebreo. Sumado al significado de «corona», la raíz hebrea de la palabra
keter significa también «esperar» y «rodear».
Jojmá | Sabiduría
Jojmá, la segunda de las diez sefirot, es el primer poder conciente del intelecto
en la Creación.
Jojmá es asociado en el alma con el poder del conocimiento intuitivo, una idea,
resplandeciendo a través de la conciencia como destellos. El partzuf de Aba
Ilaá es asociado con el poder de extraer espontáneamente esa idea desde el
reino de la supraconciencia, mientras que el partzuf de Israel Saba es asociado
con el poder de dirigir esa idea hacia la conciencia.
Jojmá tiene valor numérico (guematria normal) = 73 (el 22o número primo). En
numeración ordinal, jojmá = 37 (el punto medio de 73; el número primo 13o). En
numeración pequeña, jojmá = 19 (el punto medio de 37; el número primo 9o ; 9
más 13 = 22). El número pequeño final de jojmá es 1.
La palabra jojmá es citada en el Zohar (Números 220b) como coaj ma, «el
poder de autoanulación,» o alternativamente como jeij ma, «el paladar de
autoanulación». Este poder implica no sólo el poder de autoanulación en si
mismo, sino el gran poder creativo que la autoanulación encierra. «El paladar
de autoanulación», es la habilidad del alma de «paladear» Divinidad en virtud
del propio estado de autoanulación, como está dicho (Salmos 34:9): «Probad y
ved que Di-s es bueno». En general, el sentido de la visión se conecta con
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jojmá (los destellos resplandecientes citados más arriba). De este versículo
aprendemos que hay un sentido interno, espiritual de paladear que es inherente
a jojmá, que precede y despierta el sentido de la visión.
El estado espiritual identificado en el jasidismo como correspondiente a la sefirá
de jojmá es el de bitul (autoanulación).
BINA | ENTENDIMIENTO
Biná es la tercera de las diez sefirot, y el segundo poder conciente del intelecto
en la Creación.
La palabra biná deriva de la raiz gramatical ben, que significa «entre». El poder
de biná es distinguir y diferenciar entre ideas. Biná misma es el segundo
«cerebro» entre jojmá y daat.
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La unión de jojmá y biná («la unión superior» en cabalá), el «padre» y la
«madre» (los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro) es continua, y en el
Zohar se encuentra insinuada al expresar: «dos compañeros que nunca se
separan». Esta unión es necesaria para la recreación continua del mundo
(comenzando con el nacimiento de los siete atributos del corazón,
correspondientes a los siete días de la Creación, desde el vientre de la
«madre», biná).
La unión de jojma (73) y biná (67) = 140. 140 es la suma del cuadrado de los
números de1 1 al 7. Esto refleja el origen de los siete atributos del corazón (los
días de la creación), los 7 «hijos», en su máximo estado de prefección (el
cuadrado de un número, representa un estado prefecto del ser) en la mente de
«padre» y «madre».
Daat | Conocimiento
En general daat opera en dos niveles: El nivel superior conocido como daat
elión («conocimiento supremo») o daat haneelam («el conocimiento oculto»),
que sirve para asegurar la continuidad del nexo entre los dos poderes
superiores del intelecto -jojmá y biná; y el nivel inferior referido como daat tajtón
(«conocimiento inferior») o daat hamitpashet («conocimiento que se extiende»),
que sirve para conectar el intelecto como un todo con el reino de la emoción, lo
que acrecienta la propia determinación, resolviendo actuar en concordancia con
las verdades esenciales que uno a incorporado en la conciencia.
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Daat elión Conocimiento supremo
Daat haneelam Conocimiento oculto
Daat tajtón Conocimiento inferior
Conocimiento que se extiende
Daat hamitpashet
Está dicho de este nivel de daat (Proverbios 24:4): «los cuartos están llenos con
daat». «Los cuartos» son las cámaras del corazón, las emociones del alma
(como está insinuado en la palabra jeder, «cuarto» que es un acrónimo de
jesed din rajamim, las tres emociones primarias del alma). La conciencia interior
de daat llena estos cuartos y les da vida, como el alma al cuerpo.
En el Zohar, este nivel de daat es conocido como «la llave que incluye seis». La
«llave» de daat abre las seis cámaras (atributos) del corazón y los llena de
fuerza vital. Cada una de las seis cámaras, cuando se llenan con daat, nos
insinúan una deá («actitud», de la raíz de daat) particular del alma.
Daat = 474, Deá = 79; 474 = 6 veces 79 -daat que incluye (y genera) 6 deot.
El estado espiritual identificado en el jasidismo como correspondiente a la sefirá
de daat es el de ijud («unificación»).
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acompaña a las otras expresiones de fuerza emotiva, que le suceden en el
alma.
Está dicho acerca de este día: «Día(s) en que Di-s ordenó Su bondad» (salmos
42:9). La singular forma en que está escrito «día(s), iomam, implica, de acuerdo
con las palabras del Zohar: «el día que acompaña todos los días». De aquí
aprendemos que el primer día, el día de bondad, «acompaña» e irradia su luz a
todos los demás días de la Creación.
Guevurá | Poder
Guevurá = 216 = 63. Las tablas del testimonio que Moisés recibió en el monte
Sinaí, medían 6 x 6 x 6 palmos. La Torá fue dada a Moisés y al pueblo de Israel
desde «la Boca de la Guevurá». Es muy significativo que no es usado por
nuestros sabios el nombre de ninguna otra sefirá para referirse a Di-s en Si
Mismo, salvo el de guevurá (En la Biblia, Di-s es referido como «netzaj
[eternidad] de Israel» (Samuel 1 15:29), pero no netzaj en forma aislada). Aquí,
guevurá implica el poder esencial de Di-s, de contraer y concentrar Su luz
infinita, y materializarla en las letras finitas de la Torá (especialmente aquellas
talladas en las tablas del testimonio, los Diez Mandamientos).
216 (guevurá) = 3 veces 72 (jesed). Cada uno de los 72 Nombres ocultos de Di-
s posee tres letras, siendo en total 216, cuyo significado es inherente a las
palabras y los nombres. El «significado» final de cada Nombre de Di-s, es Su
expresión de amor (jesed) por Su Creación, y cada uno expresa Su amor de
una manera especial. Los componentes de cada palabra y cada nombre, los
«ladrillos» de la Creación, son las letras que se combinan para formar palabras.
Las letras son «tajadas» de la «materia prima» de la «pro-creación» (el secreto
de reshimu, la «impresión» de la luz infinita de Di-s que quedo después del acto
inicial de tzimtzum, «la contracción inicial») reflejan la guevurá de Di-s.
Las dos manos que trabajan juntas para formar la realidad, jesed (72) más
guevurá (216) = 288 = 2 veces el cuadrado de 12. También 288 es el número
de nitzotzot, «chispas» (que cayeron desde el cataclismo primordial de «la
ruptura de los recipientes»), las cuales permean toda la realidad creada. A
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través del «esfuerzo dual» de jesed y guevurá, no sólo para formar la realidad,
sino para rectificarla, (con los dos conceptos de «el brazo izquierdo que
rechaza mientras el derecho acerca), esas chispas caídas son redimidas y
elevadas, para volver a unirse con su verdadera fuente original. En sentido
general, este es el secreto de la venida del Mashiaj, y la resurrección de los
difuntos.
Tiferet | Belleza
Tiferet es la sexta de las diez sefirot, y el tercero de los atributos emotivos
dentro de la Creación.
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La unión de las tres emociones primarias del corazón, jesed (72) guevurá (216)
y tiferet (1081) = 1369 = 37². Este es el número de letras en el capítulo de la
Torá que precede a los Diez Mandamientos, donde se describe la preparación
del pueblo de Israel para recibir la Torá. La Torá en si misma corresponde a la
sefirá de tiferet. Ella fue dada a Israel con las dos manos de Di-s, jesed y
guevurá. Este es el valor numérico de la conclusión del segundo versículo de la
Torá, (Génesis 1:2): «y el espíritu de Di-s se cernía sobre la superficie de las
aguas» (=1369). «Las aguas» simbolizan la Torá. El espíritu de Di-s que se
cernía sobre la superficie de las aguas simboliza a la porción de la Torá que
precede a la entrega de la Torá.
37 = hevel («vapor»; Abel, el hijo de Adán y Eva). Nuestros sabios nos enseñan
que: «La Torá de este mundo es hevel en comparación con la Torá del mundo
por venir».
Netzaj | Victoria
Antes de matar a Agag el rey del pueblo de Amalek, el profeta Samuel dijo: «y
además Netzaj de Israel [Di-s], no va a engañar ni va a apiadarse, porque El no
es un hombre para apiadarse» (Samuel 1 15:29). «Apiadarse» significa cambiar
de opinión. La sefirá de netzaj se mantiene firme por siempre y nunca se
apiada. Netzaj no es un mortal («no es un hombre») que teme a la muerte y es
por lo tanto susceptible de «apiadarse» frente a la muerte.
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Esto, el poder de mesirut-nefesh, estar dispuesto a sacrificar la propia vida por
Di-s y la Torá, está latente en cada alma judía, y encuentra su definitiva
expresión en la sefirá de netzaj.
Hod es la octava de las diez sefirot, y el quinto de los atributos emotivos dentro
de la Creación.
Las dos sefirot de netzaj y hod son llamadas «dos mitades de un solo cuerpo».
A menudo en cabalá, son consideradas como una sóla sefirá (en relación con
los Nombres de Di-s, hay uno que los representa: Tzevakot). Esto es más
todavía que con respecto a jesed y guevurá (los brazos derecho e izquierdo),
netzaj y hod (las piernas derecha e izquierda) sólo pueden llevar a cabo su
tarea (caminar), funcionando juntas.
Hod = 15, la suma de todos los números del 1 al 5. Hod expresa y refleja las
cinco emociones del corazón, desde jesed hasta hod. «Biná [la «madre» de las
emociones del corazón] se extiende hasta hod.»
El estado espiritual identificado en el jasidismo como correspondiente a la sefirá
de hod es el de temimut (sinceridad).
IESOD | FUNDAMENTO
Y eso es lo que dijo el rebe Shneur Zalman de Liadi, con respecto a la primera
mitzvá de la Torá («fructificad y multiplicaos»), el fundamento de la Torá: «Un
judío debe hacer otro judío».
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Así como «fundamento» es llamado «principio», iesod es llamado «la
conclusión del cuerpo» (el cuerpo, tiferet, se extiende hasta el órgano
reproductivo, iesod, como está dicho: «cuerpo y brit son considerados uno»). La
propiedad de «paz» –shalom– inherente en iesod, significa entonces el poder
de llevar un acto a su conclusión, como nos enseñan nuestros sabios: «uno que
empieza una mitzvá es llamado ‘final'». Entonces el sentido y poder completo
de la sefirá de iesod es su habilidad de manifestar la unión del principio con el
final, como está dicho en el Sefer Ietzirá (1:7):n«el final está incluido en el
principio, y el principio en el final».
Las seis sefirot desde jesed hasta iesod se ensamblan y desarrollan para
formar el partzuf de Zeir Anpín. Zeir Anpín recibe su «cabeza» o «poder
cerebral» (las tres sefirot superiores jojmá, biná y daat) de los partzufim
superiores de Aba e Ima.
Maljut | Reinado
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Maljut está asociado en el alma con el poder de auto-expresión. La cabalá
identifica tres «vestimentas» básicas (levushim) del alma, las cuales le permiten
expresarse: «pensamiento» (majshavá), con el que el alma se revela
interiormente; «habla» (dibur) y «acción» (maasé), con los que se revela hacia
el exterior.
Maljut como un todo, es llamado a menudo «el mundo del habla», de momento
que la palabra hablada representa el medio esencial de auto-expresión,
permitiéndole a uno no sólamente revelarse a si mismo a la realidad exterior,
sino también guiarla e influenciarla. Por otra parte, el habla le permite a uno
ejercitar autoridad y «realeza», el significado literal de maljut.
Maljut = 496, que es la suma de todos los números desde el 1 hasta 31.
Sumado a que es un «triángulo» (como fue descripto anteriormente, respecto
de las sefirot tiferet y hod), 496 es un «número perfecto» (un número que
equivale a la suma de todos sus divisores. Los primeros cuatro «números
perfectos» son 1, 6, 28, 496). De esta manera, las diez sefirot finalizan (llegan a
su consumación) con un «número perfecto».
La unión de las últimas sefirot, iesod (80) y maljut (496) = 576 = 242.
El principio, la continaución y el final de las sefirot (todas a lo largo del eje
central), keter (620), tiferet (1081), y maljut (496) = 2197 = 133.
Similares a este partzuf, existen cientos de otros partzufim o mapas que toman
el modelo de las sefirot y las aplican a un tema o fenómeno determinado. Este
es posiblemente el aspecto más importante de la Cabaláh de hoy, como
explicaremos.
Veremos hoy uno de los primeros y más importantes partzufim, el cual no
recordamos que lo hayamos estudiado en ningún lugar. Cuando se seleccionó
el tema de la Ley de Atracción para nuestra pr ó xima clase en Los Angeles
(que pronto pondremos a vuestra disposición) inmediatamente despertó en
nuestra mente el recuerdo de este partzuf en el cual aparece el poder de
atracción. En este modelo o partzuf, como veremos, el poder de atracción
corresponde a la benevolencia.
Inter Inclusión en la Sefiráh Madura
Para entender este partzuf , debemos entender primero que por naturaleza, las
sefirot están incluidas unas en las otras. Una vez que es rectificada, cada
sefiráh pasa a incluir a todas las demás y se transforma en algo así como un
holograma donde cada parte refleja todo el conjunto. Esto se llama la cualidad
de inclusión mutua o hitcalelut , התכללות , en hebreo.
Podríamos pensar que como en su forma madura todas las sefirot incluyen a
todas las demás entonces las diferencias entre ellas desaparecen y se vuelven
la misma cosa, pero no es así. Incluso en esa situación de madurez, cada
sefiráh conserva su función y esencia particular, permaneciendo una
característica predominante en la sefiráh que continúa dando su nombre a toda
la estructura.
En la terminología del Arizal, esto es llamado el estado maduro de la sefiráh ,
donde és ta se transforma un partzuf por propio derecho. El partzuf específico
en el cual nos vamos a concentrar en esta clase reúne el aspecto básico de
cada sefiráh madura.
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El fundamento o iesod de cada sefiráh representa, como hemos dicho, el poder
de llevar a cabo nuestro objetivo sin componendas, el ímpetu de lograr lo que
nos hemos propuesto.
Está explicado a veces que el reinado representa la realidad exterior sobre la
cual estamos actuando, como la tela sobre la cual el artista está pintando. Lo
que aparece en el lienzo es lo que representa el reinado. Utilizando esta
metáfora, el fundamento representa el pincel que roza la tela.
En este preciso momento, mientras estamos hablando, las personas toman
notas sobre una hoja. Aquí se aplica la misma interpretación: el lápiz es el
fundamento y el papel el reinado. La conexión entre ambos es llamada ijud o
unificación. Como un novio y una novia (el lápiz es el novio y el papel la novia).
Así, el fundamento es el contacto y el canal para escribir lo que estás
pensando, sintiendo e inscribiendo sobre la realidad, incluso aquello que está
en el nivel inconciente del alma, aunque esto no significa que ya haya palabras
involucradas porque la expresión verbal se relaciona con el reinado.
El nexo entre tu interior y la realidad exterior, ese contacto es llamado
fundamento.
El propósito del ser humano es conectarse con la realidad exterior, no
permanecer autista. Debemos ser capaces de grabarnos a nosotros mismos de
una manera positiva en la realidad. El canal para dejar nuestra huella en la
realidad es el fundamento. El partzuf que vamos a estudiar ahora describe los
fundamentos o los poderes de contactar, inherentes en cada una de las sefirot.
Cada sefiráh contiene su propio fundamento, que es su propio estímulo y
empuje para contactar, conectarse y dejar su huella en la realidad.
El Origen de un Partzuf
Si vemos en los libros de Cabaláh y Jasidut que fueron escritos en las
generaciones pasadas, no encontramos muchos ejemplos de partzufim . Antes
de nuestra generación, había escasa integración y orden en el material de la
Toráh en partzufim, en modelos basados en las sefirot. Por supuesto, crear un
partzuf basado en las sefirot no es una idea nueva, ya que es una de las cuatro
innovaciones de la Cabaláh del Arizal. (2) En nuestra generación, el Rebe de
Lubavitch en uno de sus primeros discursos nos trae un extenso ejemplo de
cómo construir partzufim basándose en las cuatro letras del Nombre de
Hashem, Havaiáh . (3) Este es un discurso básico que toda persona que
estudia Cabaláh hoy en día debe leer cuidadosamente.
Usualmente, cuando creamos un cuadro que describe un partzuf , comenzamos
con un tópico que ya ha sido discutido en Cabaláh y Jasidut. Muy a menudo,
dada la manera en que ha sido presentado en el pasado, aún si estudia y trata
de encontrar todos los recursos que se relacionan con un tópico en particular, lo
que resultará es sólo un esquema parcial. En otras palabras, nunca encontrará
las partes del partzuf completo discutido en un lugar.
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Las Experiencias Interiores de las Sefirot
Observemos el ejemplo de las experiencias interiores de las sefirot que revelan
las enseñanzas jasídicas. Encontramos que incluso en el Tania, el texto clásico
de Jasidut, existe sólo un lugar donde se apuntan algunas de las experiencias
interiores, pero no todas ellas. (4) En Cabaláh tenemos, por supuesto, una
descripción completa del partzuf de las diez sefirot, sus nombres y una
explicación aproximada de lo que significa cada una. La Cabaláh (en la
introducción de Tikunei Zohar) también nos cuenta cómo se corresponden las
sefirot con los órganos del cuerpo. Pero lo que significa esto realmente como
experiencias del alma, no fue revelado antes del Jasidut.
Entonces, explicaremos ahora qué son estas experiencias y qué representan en
relación a las sefirot. Explica Jasidut que las tres emociones primarias –
benevolencia, rigor y belleza, que en el cuerpo corresponden al brazo derecho,
el brazo izquierdo y el torso – tienen una experiencia interior que es su
motivación interna.
La palabra benevolencia (y por supuesto su origen hebreo jesed ) no denotan la
emoción del amor (como se siente en el corazón), sino más bien la expresión
exterior del amor, en particular la extensión del brazo derecho para dar (por
esta razón jesed se identifica con el brazo derecho y no con el corazón).
Ahora, obviamente una persona no va a extender su brazo derecho para dar si
no existe una motivación interior que provoque esa extensión. ¿Cuál es esa
motivación? ¡El amor mismo! Esta es la experiencia interna más fácil de
entender: el amor origina la benevolencia. ¿Quién nos enseñó que el amor es la
motivación interior de la benevolencia? ¡El Baal Shem Tov! Sin él, sólo con los
textos de la Cabaláh, jamás habríamos sabido esto. Sólo hubiéramos podido
pensar que la bondad es el poder inherente en el brazo derecho (sin darnos
cuenta concientemente de su origen en el corazón).
En inglés o en castellano es más fácil asociar las palabras bondad y amor,
(especialmente en inglés loving kidness y love) pero en hebreo son dos
palabras diferentes ahaváh y jesed . Hay un “acto de amor” y un “acto de
bondad”, que se unieron como conceptos luego de la llegada del Baal Shem
Tov.
Cada sefiráh también corresponde a un alma arquetípica o modelo. Como todos
sabemos, la “bondad” corresponde a Abraham. (5) En la Biblia encontramos la
frase: “benevolencia a Abraham”. También encontramos que Abraham es
descripto como “Abraham que Me [Hashem] ama”. (6) Vemos que ambos
aspectos interior y exterior los encontramos en referencia explícita a Abraham.
Esto no es tan claro respecto a las demás sefirot .
Vayamos ahora al rigor. Que el temor es la experiencia interior del rigor o poder
es totalmente opuesto a la intuición, a menos que se medite realmente en ello.
A veces , cuando una persona está asustada, ese miedo la hace flexionar un
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músculo y vence a lo que teme. Esta es la manera más simple de entender esta
relación, pero en todo caso no se presenta como algo obvio.
El alma arquetípica del temor es Itzjak, de quien encontramos un verso
explícito: “el Temor de Itzjak”, (7) que describe cómo Itzjak experimenta y sirve
al Todopoderoso. Pero sin embargo no encontramos un verso que establezca
que Itzjak es un guerrero poderoso. ¿Quién es la persona más poderosa de la
Biblia, el más grande guibor, en hebreo? Samsón el guibor . Por eso se dice en
Cabaláh que su alma deriva de la de Itzjak.
Que la misericordia o la compasión es el motivador interior de la belleza
significa que un alma que es compasiva es bella. Semejante ser humano es
bello en el sentido de admirable. En Iaacov se destacan su belleza (exterior e
interior) y misericordia.
Sabiduría y Entendimiento.
Tomemos ahora estas tres emociones primarias. En Tania está dicho
explícitamente que la experiencia interna de estas tres son el amor, el temor y
la compasión. Esta es una revelación novedosa. Entonces, encontraremos por
allí en Jasidut que la experiencia interior o motivador de la sabiduría es la
autoanulación, en otro lugar que la alegría es la experiencia interior del
entendimiento. Esto es claramente menos intuitivo.
Que la autoanulación suscite destellos de una nueva idea, es de alguna manera
más lógico. Cuando uno se anula, se siente nada, es el momento más
apropiado para recibir una nueva idea. Pero, ¿por qué la alegría es el motivador
interior de la experiencia de entender? Esto es menos intuitivo que lo anterior.
La explicación es que entender algo plenamente significa comprenderlo
totalmente, “¡ya lo capté!” totalmente. Si hay alguien aquí sentado escuchando
pero que no capta del todo, esa persona no está feliz. Pueden querer ser
felices, pero no están alegres todavía. La sonrisa surge cuando se logra
entender completamente.
Esta es la explicación ofrecida en Jasidut. Yendo un poco más profundo,
podemos ver que hacemos un esfuerzo para comprender porque sabemos
conciente o inconcientemente que cuando lo logremos surgirá una sonrisa de
alegría. Por eso, esa sonrisa latente que quiere brotar está motivando nuestra
facultad de entendimiento.
En las enseñanzas del Arizal el entendimiento también es llamado el “principio
madre” o partzuf Ima . ¿Cómo sabemos que la alegría tiene que ver con el
principio madre? Esto es un verso explícito de los Salmos: “La madre de los
niños está alegre”. (8) La interpretación simple es que una madre estéril, como
las matriarcas, cuando Hashem finalmente se ha compadecido de ella y da a
luz (tiene un niño), entonces se llena de alegría.
Pero, lo que agrega Jasidut a esto es que la alegría es la motivadora de la
maternidad. En otras palabras, si quieres ser una madre, debes tratar de
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experimentar la alegría. La alegría pone de manifiesto tu capacidad de madre,
incluso si tienes dificultades para tenerlos. La alegría es el poder del alma que
ayuda a tener hijos. Entones, lo que en el verso parecería ser el efecto (en este
caso la alegría es el resultado de tener hijos) en el análisis jasídico se revela
como la motivación o la causa.
La Cabalá en Nuestra Generación
Hemos visto pues que hay un lugar en Jasidut donde se explican las
experiencias interiores de las tres emociones primarias del alma. Las
correspondientes a otras sefirot están descriptas cada una en diferentes lugares
de las enseñanzas jasídicas. No hay un lugar donde se pueda encontrar todas
las partes juntas del partzuf que estamos tratando.
Por alguna misteriosa pero importante razón los tzadikim que enseñaron
Jasidut trataron de no pintar el cuadro completo. Dejaron esto para nuestra
generación. Que cada una de las sefirot tiene su experiencia interior se
desprende del simple razonamiento deductivo.
Ahora, lo mismo es verdad acerca del partzuf que vamos a estudiar a
continuación. Está un nivel más allá del entendimiento básico de que cada
sefiráh posee una experiencia interior o motivación.
La responsabilidad y el mérito de nuestra generación es encontrar el comienzo
explícito de un tópico discutido en Jasidut y seguir a partir de allí. A nuestra
generación se le han dado pistas sobre lo que meditar para completar el
cuadro. Esto es como cuando se le da a un chico un dibujo parcial que es sólo
el contorno para que lo rellene y lo complete. Esta es una afirmación universal
acerca de la naturaleza de la meditación en nuestra generación.
Procederemos ahora meditar sobre el fundamento en cada sefiráh , que es el
impulso que tiene cada una de realizarse. Como hemos dicho, el fundamento
es el punto de contacto entre la realidad interior de la sefiráh y la realidad
externa que la rodea. Es el impulso de realizarnos, de dejar nuestra impronta en
el lienzo del mundo.
¿Dónde encontramos tratado este tema? El Mittler Rebe (el segundo) de Jabad
y su gran jasid, Rebe Hillel de Paritsh, utilizan ambos una terminología especial
para referirse a las sefirot intelectuales sabiduría, entendimiento y comprensión:
הכרה, השגה, השכלה, hascaláh , hasagáh y hacaráh , que traducimos
como “percepción”, “logro” (en el sentido intelectual, es decir comprensión) y
reconocimiento, respectivamente. Así como al Alter Rebe (el primero) dijo en el
Tania que la benevolencia, el poder y la misericordia son amor, temor y
compasión, tenemos aquí otra incorporación de una terminología nueva.
Ahora, el tema de la terminología utilizada en la Toráh es de tremenda
importancia. Para ponerlo en perspectiva recordemos que Hashem creó el
mundo con palabras hebreas. La elección de una palabra hebrea utilizada en la
Toráh no es estilística, como podría ser en otro idioma.
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El sabio más grande de la Cabaláh posterior a Rashbi es el Arizal. Todo lo que
se conoce hoy en día como Cabaláh es el estudio de las revelaciones del
Arizal, la mayoría de las cuales fueron llevadas al papel por su discípulo Rav
Jaim Vital. Al describir los secretos de la creación, Rav Jaim Vital comienza con
la contracción primordial ( tzimtzum ) de la luz infinita de Hashem para crear un
espacio, como si fuera, dentro del cual crear el mundo. Comienza con esta
imagen o metáfora.
La pregunta que surge es: ¿Ocurrió algo antes de la contracción? ¿Dónde
tuvieron lugar los procesos o cosas que sucedieron dentro de la luz infinita
antes de que se produzca< la contracción?
En las escrituras tradicionales de Rav Jaim Vital, hay alusiones a cosas que
ocurrieron antes de la contracción, pero no están discutidas explícitamente,
implicando que son cosas más allá de nosotros, muy profundas para que las
podamos comprender. Lo que haya pasado en la luz Infinita antes de la
contracción no es para que nosotros lo contemplemos. Pero sin embargo hay
otros discípulos del Arizal (9) que no sólo aluden a esos sucesos, sino que
escriben acerca de ellos abiertamente. Pero de todas maneras, fue Rav Jaim
Vital quien fue ordenado y designado por el Arizal para ocuparse de escribir sus
enseñanzas y especificó no discutir lo que pasó antes de la contracción.
¿Qué “lado” tomaron los maestros jasídicos, la más tradicional (y conservadora)
lectura de Rav Jaim Vital o los escritos no oficiales de los otros estudiantes?
Encontramos que Jasidut ciertamente se refiere en detalle a esos procesos
previos a la contracción. Justamente inmersos profundamente en estos temas
están las escrituras del Mitler Rebe, el Rebe Hillel de Paritch y el Rebe Itzjak de
Homil y generaciones más tarde el Rebe Rashab. ¿Cómo es esto posible?
La respuesta que se dio es que el motivo de que los más tradicionales
cabalistas sefaradíes ocultaron estas enseñanzas es que aparecen en libros
escritos por discípulos que no fueron ordenados o designados por el Arizal para
escribir sus enseñanzas. Estos escritos están basados en cosas que los
discípulos escucharon, pero que el Arizal no quiso que escribieran. Por alguna
razón el Arizal no quiso que estos tópicos estén incluidos en la versión oficial de
sus enseñanzas.
Entonces, los cabalistas previos al Jasidut sintieron que estos relatos
alternativos de las enseñanzas del Arizal –aunque aparentemente más
completos- no podían ser confiables en un cien por ciento. Pero, por supuesto,
la discusión jasídica de estos procesos sí es ciento por ciento confiable. ¿Qué
sucedió? ¿Por qué el Jasidut puede hablar acerca de cosas que el Arizal no
podía revelar a todos? La respuesta es que antes del Baal Shem Tov no había
un vocabulario que exprese estas cosas, no había una terminología apropiada.
Esto que parece tan simple de decir, debe ser entendido profundamente. Esto
es justamente dar una clave de lo importante que es la terminología. Se puede
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ser el sabio más grande y tener toda la sabiduría en el mundo acerca de todo,
como la tenía el Arizal, pero si no tiene las palabras apropiadas para
expresarlo, es preferible no decirlo, es preferible mantenerlo en secreto. Las
palabras son los recipientes o instrumentos, lo que sabemos en nuestro interior
es la luz. La cuestión es si se tienen los recipientes adecuados para contener
esa luz. Si estamos hablando acerca de hacer una impresión de nuestro mundo
interior, de nuestra experiencia interna sobre la realidad exterior, que requiere
en si misma un vocabulario, se necesita uno apropiado.
Este lenguaje o vocabulario apropiado para dar una descripción verbal de los
procesos que ocurrieron antes de la contracción inicial es el del Jasidut. Por
definición, la terminología jasídica es el único lenguaje capaz de expresar cosas
que suceden dentro de la luz infinita antes de la contracción inicial.
Está claro que los sabios jasídicos no abandonan la terminología tradicional de
sabiduría, entendimiento y conocimiento para las tres sefirot, pero también les
agrada usar diferentes términos para describir las facultades intelectuales. Lo
que estamos explicando ahora es que no están hablando acerca de la
experiencia interna de las sefirot , porque sabemos que para esto la
terminología es diferente, aunque sí hablan de su aspecto externo. Pero como
dijimos, se están refiriendo al aspecto fundamento de ellas, en este caso las
tres facultades intelectuales.
Partzuf de los Fundamentos de las Sefirot
Antes de continuar daremos el partzuf completo del cual estuvimos hablando y
explicaremos sefiráh por sefiráh :
כתר
keter – corona
poder de maravillarse
( – הפלאהhaflaáh )
בינה חכמה
bináh – entendimiento jojmáh – sabiduría
poder de lograr poder de percepción
( – השגהhasagáh ) ( – השכלהhaskaláh )
דעת
daat – conocimiento
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tiferet – belleza
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Conocemos cinco sentidos físicos (en Cabalá el alma posee 12 sentidos).
Claramente, un sentido es sobre todo el canal primario que conecta nuestra
mente con la realidad. Gran parte de la filosofía moderna desde Kant en
adelante está basada en esta idea: la única manera de saber que algo está ahí
afuera es a través de nuestros sentidos. Si no se tienen sentidos uno es un
completo autista. La sabiduría es percepción y a pesar de que es ante todo una
experiencia de ver, es un canal abarcador a través del cual la mente percibe la
realidad.
Percibir la realidad es el principio de la relación entre tu y yo, entre yo y todo lo
que está fuera de mi. ¿Por qué la vista es la más importante? Porque si puedo
verte implica que estamos cara a cara; si sólo te puedo oír, puedes estar muy
lejos. Por eso cuando digo que estoy percibiendo, estoy hablando de la
percepción más directa posible que es ver cara a cara. Pero, por ejemplo,
cuando se entregó la Toráh, se cuenta en ella misma que oír se volvió algo así
como ver: vimos los sonidos. Se inter incluyeron de tal manera que todo devino
en una experiencia de percepción directa.
Percibiendo al Rey.
Por eso hemos definido la palabra sabiduría como percepción. Hay una imagen
en el Zohar que describe el examen diferencial para distinguir entre las almas
sagradas y las no sagradas o entre la espiritualidad sagrada y la que no lo es,
como un decreto pronunciado en los Cielos: “quien quiera ver al Rey y nada
más, que venga ahora”. Esta es una oportunidad única en la vida, pero no vas a
conseguir nada más que la oportunidad de empaparte con la luz del Rey
( לאסתכלא ביקרא דמלכא ותו לא , leistacla biikara demalca vetú lo , “observar en
la esencia del Rey, pero nada más”). No recibirás nada para ti mismo.
O sea que esta declaración hace la distinción. Todo lo que es sagrado corre
espontáneamente para ver al Rey. Pero, lo que no lo es no hará el esfuerzo,
porque qué va a obtener fuera de eso!? Por eso lo sagrado es un sentido
profundo de sabiduría.
Sabemos que la experiencia interior de la sabiduría es la autoanulación,
considerarse nada. ¿Cómo funcionan estas dos cosas juntas? Si tienes la
autoanulación entonces lo único que quieres es simplemente estar frente a la
presencia del Rey. Una persona así no quiere obtener nada de esta
experiencia, sólo quiere estar en la presencia del Rey.
Encontrar a un Rey.
Digamos algo más acerca de esto. Hoy en día, tenemos muchos problemas en
la Tierra de Israel. El más básico, del cual provienen todos los demás, es que el
pueblo judío (observante o no) no está conciente que la Toráh nos ordena que
al entrar a la Tierra de Israel tenemos tres mitzvot públicas que realizar. La
primera es designar a un rey, la segunda es derrotar a los enemigos del pueblo
judío y la tercera es construir un Templo en Ierushalaim, y deben ser cumplidas
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en ese orden. Entonces, nombrar un rey es la clave para tener éxito en esta
Tierra.
Lamentablemente, la razón de que nadie tome esto en serio es porque los
conceptos de monarquía y reinado se volvieron algo sin chance desde el
renacimiento a esta parte. Los reyes son considerados corruptos, etc.
Claramente, este no es un argumento cuando se trata de los mandamientos
eternos de la Toráh, pero esto es lo que está bloqueando la mente de la gente,
que les impide pensar seriamente acerca de lo que quiere decir la Toráh
cuando nos dice que designemos un rey.
Entonces, la cosa más importante que hoy debe ser aclarada a nuestro pueblo
es que lo que significa un rey para la Toráh, cuáles son sus responsabilidades,
etc. Este es un aspecto muy importante para nuestro retorno a la Tierra de
Israel y para el proceso de la redención completa y definitiva que depende de
ello. Por eso Maimónides concluye su Código de Leyes con las Leyes de
Reyes. Es muy importante entender estas leyes y saber qué se supone que
debería ser un rey judío, especialmente si queremos cumplirlas. Este es el
primer precepto que tiene la intención de asegurar nuestra presencia en nuestra
tierra, sin el cual nuestra presencia no puede asegurarse.
Pero, de hecho, incluso no hay muchas ieshivot que estén a tono con el hecho
de que las leyes pertenecientes a la monarquía judía son el tópico más
importante para meditar, discutir y escribir acerca de la realidad presente. Para
el pueblo judío como un todo, este es el tópico más importante en que se debe
profundizar. Para las personas todas las leyes de la Toráh son importantes:
kashrut , Shabat, etc., pero para nosotros como pueblo, las Leyes de Reyes
son el conjunto de leyes más importantes que necesitan ser estudiadas e
implementadas. Hasta donde sabemos, la única ieshiváh que estudia
seriamente este tópico es la nuestra que estaba ubicada en Shejem y que
ahora está en Itziar.
¿Cuál es punto de todo esto? Después de que todo fue dicho y hecho, cuando
sabemos todas las leyes del rey, qué derechos tiene, cuáles es su
responsabilidad frente a su pueblo, etc., entonces podemos ir un paso más
adelante y preguntar cómo es su carácter interior. La respuesta a esto está
dada por la experiencia interior de la sefiráh de reinado, que es la humildad.
Esta fue la cualidad del rey David y su vivencia íntima como persona adecuada
para ser el rey de Israel.
Pero todavía puedes hacer una pregunta más profunda aun: ¿Cómo podemos
saber quién tiene una humildad verdadera? ¿Existe una manera sencilla de
reconocer a la persona que Hashem quiere que designemos como nuestro rey?
La respuesta es –y esto se conecta con lo que estamos describiendo aquí con
este partzuf de los fundamentos de las sefirot- que el rey es la persona que se
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alegra simple y verdaderamente mirando al pueblo y que todo el pueblo es
verdaderamente feliz simplemente mirándolo.
Hay una persona que ama a todos los rostros de todo el pueblo y todo el pueblo
ama su rostro. El verso que describe esto en la Biblia es “Tus ojos percibirán la
belleza de un rey”. (10) Esta es la manera de identificarlo. Este es un
importante ejemplo de lo que el Zohar trata de decir cuando dice que hay una
oportunidad de percibir a un rey, como se dijo antes.
Quien es un alma verdaderamente conectada corre a ver al rey (y al Rey) y no
desea nada más sino la oportunidad de verlo en toda su belleza. Lo mismo es
verdad desde el punto de vista del rey, quien no pide nada, sólo ser feliz
contemplando a su pueblo. Este es un principio de complementariedad
psicológica expresada en el verso: “Como el agua refleja el rostro, así el
corazón del hombre refleja el de su prójimo”. (11) El rey es el que ama mirar a
cada uno.
En nuestra generación fuimos privilegiados con ver un ejemplo de tal persona.
El Rebe de Lubavitch entregaba dólares todas las semanas. Aun a edad
avanzada permanecía de pie por 6 ó 7 horas firme para entregar los billetes a la
cantidad enorme de personas que hacían fila en 770. ¿Por qué hacía esto?
Simplemente decía que era feliz mirando las caras de la gente. Cierta vez,
cuando se le preguntó acerca de venir a la Tierra de Israel, dijo que ese es su
deseo más grande, pero tenía muchas razones por las cuales no podía y
siempre esperó por un signo del Cielo de que ya era el tiempo de venir. ¿Pero
por qué quería venir? Puede haber muchas razones verdaderamente buenas
(desde razones halájicas hasta por pasión personal). Pero la que manifestó
abiertamente fue que realmente quería ir a la Tierra de Israel porque podría ver
muchos rostros nuevos, muchas caras nuevas de judíos que nunca había visto.
Todo esto es la descripción de un punto de contacto entre la realidad interior y
la exterior. Esto es sabiduría y lo que queremos significar como poder de
percepción.
Comprensión.
Vayamos a la próxima sefiráh : entendimiento. Hemos dicho antes que cuando
una persona “lo capta”, sonríe. La palabra elegida aquí es captar o lograr, que
puede ser un logró intelectual, como una persona que estudia todo un año y
luego pasa un examen. Pero también puede ser un logro físico. En general,
lograr significa que estás tras algo y lo consigues, alcanzas tu objetivo. La
palabra utilizada en este contexto está muy basada en la realidad. Es tomar un
concepto espiritual como el entendimiento y describir la manera que toca la
realidad.
Lograr es exactamente lo opuesto de percibir. Para poder percibir sólo
necesitamos encarar al otro. Pero para lograr, tengo que ir a la búsqueda del
otro y captarlo (aferrarlo).
31
Reconocimiento.
Luego tenemos la sefiráh de conocimiento. La palabra para esto es el punto de
contacto más poderoso con la realidad: reconocer. Sabiduría es percepción.
¿Por qué soy feliz contemplando a los demás? Por que sé que cada judío tiene
un alma Divina y cada no judío tiene una chispa de Divinidad que lo creó! Al
mirar a una persona puedo deleitarme viendo su aspecto de Divinidad que se
está revelando en ella.
La otra noche alguien dijo que ama a los animales y preguntó si hay algo malo
en eso. Le contestamos que amar a los animales es algo grande porque se
supone que puedes aprender algo acerca de tu relación con Hashem de todos
ellos. Pero, si tu amas a tu perro a expensas de otra persona, puede ser un
problema. Aunque amar simplemente a los animales es algo bueno. Es algo
bueno ver y amar a cada una de las creaciones de Hashem.
Reconocer en hebreo se encuentra en el Libro de Rut. Luego que Rut se hubo
convertido, fue enviada a juntar alimento en el campo de Boaz, que era un
príncipe del pueblo judío. Por alguna razón, Boaz tuvo gran compasión por ella
y se aseguró de que pudiera recoger la parte de los pobre del campo sin
interferencias. Rut se sorprendió por el especial interés que Boaz tenía por ella,
especialmente porque era una nueva conversa del pueblo judío. Y entonces dijo
el verso: “Por qué encontré favor en ti, porque me has reconocido, siendo que
soy una extranjera”. (12) Dicen los sabios que fue inspirada Divinamente
cuando dijo esto.
Por cierto aquí hay un juego de palabras: “reconocerme” ( להכירני , lehakireni )
y “extranjera” ( נכריה , nojriáh ), que comparten la misma raíz hebrea. Pero esta
palabra “reconocer” era una profecía de que Boaz iba a casarse con ella. ¿Por
qué el reconocimiento está conectado con el matrimonio? Porque el reconocer
es algo más que el conocimiento, en el sentido bíblico! Es ser capaz de
reconocer a su beshert , a su pareja. Reconocer es algo que implica una
relación personal única y muy especial con lo que se está reconociendo.
Vayamos por un momento al ejemplo del Rebe repartiendo dólares los
domingos. Cuando la gente pasaba frente a él ¿por qué también les entregaba
un dólar para tzedakáh? Simplemente porque si no hubiera entregado nada la
gente no hubiera venido. Debes hacer algo para justificar todo el asunto. Pero
esto es sólo la razón externa.La razón profunda es que hay dos etapas
involucradas en cada uno de tales encuentros entre el Rebe y los demás en los
dólares. La primera es simplemente de percepción, en la cual
son todos iguales, todos son percibidos igualitariamente y como uno. Pero la
segunda etapa comprender el reconocimiento. Dar algo es como un matrimonio
espiritual. Cuando te daba un dólar te estaba dando una bendición personal.
Para hacer esto, tenía que reconocer a cada alma individualmente, lo que es
crear una unificación con cada persona como individuo.
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Hasta ahora hemos visto el origen de este partzuf completo tal como aparece
en la profunda literatura jasídica del Mitler Rebe y sus discípulos. Ahora, hay un
punto muy importante que aun no hemos tratado. Usualmente, la esfera
intelectual del alma (las sefirot sabiduría, entendimiento y conocimiento) son
descritas como “una luz que se auto ilumina”, implicando que no tiene un
impacto natural en el ambiente exterior. Esto es en contraste con las facultades
emocionales del alma, que son llamadas “una luz que ilumina a los demás”. O
sea que por naturaleza, las facultades emocionales están dirigidas a tener una
impresión exterior. Pero aquí el énfasis estamos poniendo el énfasis en el
fundamento de cada sefiráh , que representa su punto de contacto con la
realidad; entonces, para analizar las emociones del alma, ahora necesitamos ir
según el Mitler Rebe y sus discípulos y ampliar su terminología al resto de las
sefirot .
Maravilla – Asombro.
Comencemos entonces por la sefiráh de la corona, la facultad del alma
sobrenatural (es decir supra racional, para referirse a la realidad empírica o los
fenómenos de la naturaleza). ¿Qué tipo de experiencia puede ser similar
respecto a lo sobrenatural? ¿Cuál es la experiencia de la corona frente a la
realidad? Está explicado en jasidut que es una experiencia de asombro y
maravilla, llamada הפלאה ; haflaáh , en hebreo. Es una vivencia que está por
encima del poder de mi mente racional percibir o captar o reconocer.
Un verso de la Toráh afirma que uno puede y debe meditar sobre la
maravilla: “Párate y medita sobre las maravillas de Hashem”. (13) Aunque en la
literatura de Jabad la meditación se refiere a un ejercicio intelectual, puede ser
también un portal para la meditación acerca de algo que no es intelectual sino
supra racional. Como está claro en el contexto de este verso, el propósito de la
contemplación de las maravillas de la naturaleza no es con el propósito de
entender, sino de “tocar” la maravilla de la naturaleza. Esta es ciertamente una
experiencia que logra hacer contacto con la realidad, pero desde el punto de
referencia de la sefiráh de la corona.
El cultivo de las facultades intelectuales es una parte esencial de la educación,
pero enseñar a un niño cómo ser receptivo a experimentar la maravilla es una
parte más esencial de esa educación. Se le debe enseñar a un niño cómo
experimentar la maravilla. Este es el ejercicio de la parte supra racional del
alma.
Maimónides habla acerca de esto cuando dice que la forma de llegar al amor y
el temor a Hashem es a través de la contemplación de las maravillas de
Hashem en la naturaleza. ¿Cómo se puede explicar esta afirmación de
Maimónides en el lenguaje del jasidut? Podríamos pensar que el amor y el
temor, como aparecen debajo de las facultades intelectuales en el esquema de
las sefirot, emanan de ellos. Pero este no es el caso. La verdadera fuente del
33
amor y el temor está en la corona. Ellos sólo pasan a través de la mente (14)
pero provienen de la voluntad pura (el aspecto inferior de la corona). Esta es la
traducción al jasidut de la enseñanza de Maimónides.
La habilidad del alma de experimentar la maravilla y el asombro es el primer y
más elevado contacto del alma con la realidad. A veces, podrías decir que al
maravillarte te sientes pasmado o con un temor reverencial, que es la otra
forma de decir “temor”, יראה , iráh , en hebreo, que te hace retroceder. Pero
también existe estar enamorado, o sea que eres atraído por el objeto que estás
mirando con maravilla y asombro.
El Rebe Solía decir que para traer la redención al mundo tenemos que traer la
letra alef ( א ) a la palabra en hebreo גולה , goláh , “exilio”, que entonces se
transforma en la palabra גאולה , gueuláh , “redención”. También explicó que
esta letra alef tiene tres significados diferentes. (15) Su significado más elevado
es maravilla ( פלא , pele ). Por eso al agregar la alef al exilio, a los aspectos de
la realidad aún no rectificados, estamos trayendo la maravilla al mundo y por lo
tanto redimiéndolo.
Atracción y Repulsión.
Dirijámonos ahora al primer par de sefirot del área de las emociones:
benevolencia y poder. Hay un muy conocido dicho de los sabios advirtiéndonos
que una persona debe tener una relación equilibrada con la realidad: “la mano
izquierda rechaza y la derecha acerca”. (16) El orden es primero la izquierda y
luego la derecha, implicando que para poder atraer algo y acercarlo a nosotros,
primero debemos ejercer cierto grado de rechazo, específicamente debes
primero separar y rechazar lo que no es apropiado. Este es un clásico ejemplo
del principio del Baal Shem Tov donde la sumisión y la separación se consiguen
a través de que la izquierda rechaza y luego se dulcifica con la derecha que
acerca.
Para que el acercamiento sea una experiencia rectificada y verdadera, tiene
que haber primero una separación de lo bueno y lo malo. Este es posiblemente
el balance más esencial del alma.
Claramente, las dos palabras que describen este balance
son atracción ( משיכה , meshijáh ) y repulsión ( דחיה , dejiáh ). Estos son
claramente los aspectos básicos fundacionales de la benevolencia y el rigor,
respectivamente. Si la mano derecha está abrazando activamente al otro para
acercarlo es el poder del fundamento del brazo derecho. Cuando la mano
izquierda está alejando a alguien, eso es el fundamento del rigor.
Para rechazar uno necesita más inteligencia. Si sabes lo que hay que rechazar,
entonces todo lo demás está automáticamente allí para acercarlo. De forma
innata tu tratas de acercar a todo, pero tienes que estar percatado y atento de
aquellas cosas que pueden perjudicarte. Por eso, primero debes tener idea de
lo que debes rechazar y luego aplicar tu innato poder de atracción.
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Devoción
Como dupla, la terminología correcta para la benevolencia y el rigor es más o
menos obvia, ya que está basada en el dicho de los sabios. El que sigue es
algo más sutil. En hebreo, el fundamento de la belleza es el poder de
la devoción o התמסרות , hitmasrut .
Es dificultoso encontrar la palabra correcta para esto en castellano, pero en
idish es bien conocida: ibergueguebenkeit , que significa que te
estás “entregarse o brindarse a alguien”. Devoción tiene muchas connotaciones
religiosas, que nosotros no tenemos la intención de emplear. Sin embargo,
queremos resaltar el aspecto de empatía o compasión de la devoción, por
ejemplo, uno puede ser devoto a alguien porque siente empatía y compasión
por él. O devoto a Hashem, no como un estado místico, sino como un
compromiso de hacer Su voluntad. En las religiones creadas por los hombres,
donde no existen preceptos de Hashem, ser religiosamente devoto es algo sin
significado. Pero si hay algo que hacer porque alguien nos necesita (uno de los
secretos de la contracción inicial de la luz Infinita de Hashem es que la hizo,
como si fuera, por necesitar nuestro servicio en el cumplimiento de Sus
mandamientos), nos permite consagrarnos a ellos.
[Obsérvese que antes utilizamos la palabra devoción para describir la
experiencia interior de la sefiráh de fundamento]. Aquí estamos utilizando la
misma palabra (por falta de una palabra mejor en castellano; en hebreo el
término que expresa el concepto de devoción es hitmasrut , allí también estaba
la palabra emet ) para describir el fundamento (el punto de contacto con la
realidad) de la sefiráh de belleza. Antes se refería al impulso inmediato y vital
por la auto realización (el ejemplo más importante de lo cual es el casamiento y
dar a luz), aquí significa entregarse al otro y ocuparse de sus necesidades
(incluso al punto de olvidar o descuidar las nuestras).
No es por coincidencia, sin embargo, que la misma palabra que se relaciona en
general con la sefiráh de fundamento también se asocie con el aspecto del
fundamento dentro de la sefiráh de tiferet . Esto refleja la conexión esencial del
brit (la señal del pacto, la circuncisión del órgano de la procreación en el
cuerpo) con el torso del cuerpo (por ser una extensión natural del torso, la
belleza, al punto de ser considerados como uno), de Iosef con Iaacov, como
está explicado en Cabalá.]
Nuevamente, la experiencia interior de la belleza es la compasión, de proviene
del lugar de la pura empatía. Obviamente, si tengo compasión saldré de mi
senda rutinaria para hacer algo por el otro. La belleza está en el eje central, por
eso el sendero del medio es ser devoto, salir de mi rutina (no como una podría
haber pensado que significa estar en levemente involucrado porque es la
“senda intermedia”). La devoción significa salir de mi zona de comodidad!
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La belleza también es descrita como el hijo esencial de las sefirot intelectuales,
la sabiduría y el entendimiento. Una parte muy importante de la devoción de la
belleza puede entonces aprenderse del precepto de que un hijo tiene que
respetar a su padre y a su madre, el quinto Mandamiento. La devoción hacia los
padres es el mejor ejemplo de ibergueguebenkeit , en los Diez Mandamientos.
[El reinado es considerada la hija esencial de las sefirot intelectuales. A ella
también se le ordenó honrar y respetar a sus padres, pero cuando una mujer se
casa entonces halágicamente, primero debe dedicarse a su marido y luego a
sus padres. De todas maneras, si tiene un buen marido, será alentada por este
a continuar mostrando su devoción por sus padres.]
La esposa representa el portal del marido hacia todo otro individuo. Como se
explica en jasidut, la mitzváh de amar a cada judío comienza con nuestra propia
esposa.
Fortalecimiento
En todo caso, puedes ser capaz de encontrar una traducción mejor para esta
palabra que, nuevamente, significa que siempre puedes volver a levantarte,
siempre puedes fortalecerte para no caer de nuevo.
Para tener una idea más amplia de lo que pasa con victoria, agregaremos que
la experiencia interior de victoria es la confianza o certidumbre, pero a
diferencia de la confianza del agradecimiento, en victoria es algo activo, o sea
que la persona se está levantando y haciendo algo basado en su confianza de
que Hashem está siempre allí para ayudarlo a cumplir con sus metas.
Esta palabra hitjazkut , fortalecerse y levantarse constantemente es la palabra
alrededor de la cual gira toda la vida y las enseñanzas del Rebe Najman de
Breslov. Rebe Najman enseñó que nunca debes desesperarte, nunca te debes
dar por vencido, fortaleciéndote siempre. Lo que nos está mostrando es que
debido a las dificultades de la vida (especialmente para el pueblo judío en los
tiempos de exilio) uno está siempre al borde de la desesperación. Victoria es en
Cabaláh el pie derecho y ambos pies están siempre a punto de caer.
Perseverancia.
Por ejemplo, si alguien trata de traer al Mashíaj, piensa todo el día en eso,
habla de eso, actúa en aras de ese objetivo, nada puede distraerlo de la tarea
que tiene entre manos (esta meta, por supuesto sí es alcanzable). Para aclarar
38
mejor esto: victoria es como revitalizarse continuamente; cuando se siente caer
se levanta nuevamente. Es como disparos de energía que se da la persona a si
mismo. Pero el agradecimiento es simplemente estar siempre “en la huella”. La
experiencia interior es la simpleza o inocencia y la sinceridad, como una
persona que oyó del Rebe que nuestra tarea es traer Mashíaj, entonces desde
ese momento en adelante sólo piensa en eso y se ocupa de eso todo el tiempo.
Otra forma de expresar el significado de hatmadáh es que la persona está
siempre comprometida y dedicada a su tarea. Esto proviene de la cualidad de
simpleza. También de la felicidad, porque la fuente del agradecimiento es la
alegría de entender.
Conectarse.
Entonces, la persona no debe desarrollar una relación afectuosa con los demás
sólo por simpatía, como en el caso de devoción, sino también establecer una
conexión esencial con la gente. ¿Cuál es la diferencia entre los dos? Si
volvemos a la relación de padres e hijos, dice el Arizal que aunque tenemos un
precepto de honrar y respetar a nuestros padres, esto no implica
necesariamente que tengamos una conexión sustancial con ellos. Dice que en
39
nuestras generaciones, un niño no está necesariamente relacionado
espiritualmente con sus padres, en el sentido de una conexión proveniente de
otras vidas. Tener un parentesco biológico no significa necesariamente que sea
también espiritual, y el origen espiritual de los hijos puede ser distinto del de sus
padres.
Expresión
40
En Cabaláh, la sefiráh del reinado es también llamada “el mundo
revelado” ( עלמא דאתגליא , alma de itgalia ), porque allí es donde uno se está
revelando.
Notas al pie
1. Shmuel I 6:22
2. Ver nuestro volumen en hebreo Sod Hashem Leireav p. 251
3. Likutei Sijot vol 6 (hebreo) p. 113
4. Igueret Hakodesh 15
5. Mijáh 7:20
6. Ishaiáh 41:8
7. Génesis 31:42
8. Salmos 113:9
9. El más notable es Rabí Israel Drug, cuya tradición de estudio del Arizal se
encuentra en Emek Hamelej .
10. Ishaiáh 33:17
11. Proverbios 27:19
12 . Rut 2:10
13. Iob 37:14
14. Llamado vederej maabar en hebreo, “en tránsito”
15. Discutido en extenso en nuestro volumen en hebreo Modaut Tivit
(Conciencia Natural)
16. Sotáh 47a
Usted se encuentra aquí: Cabalá/Introducción para estudiantes avanzados/El
Fundamento de las Sefirot
41
Patriarcas Abraham, Itzjak y Iaakov. De cada uno de estos modelos,
ganaremos una visión, comprensión y una nueva conciencia que podemos
incorporar a la vida espiritual.
Balance
El primer principio que aprendemos en Cabalá es que los tres Patriarcas son
almas arquetípicas. Como tales , entre las Sefirot –emanaciones a través de las
cuales Dios crea la realidad (en cada momento) y Se revela en ellas– los
Patriarcas corresponden a bondad, poder y belleza. Abraham representa a la
dimensión derecha de la realidad , que se manifiesta en la sefiráh de la bondad.
Itzjak representa la dimensión izquierda y a la sefiráh de la rigor o poder .
Iaakov representa la dimensión media, la sefiráh de la belleza. Las dimensiones
derecha, izquierda, y media son descriptas en la introducción al Tikunei Zohar
como “ una larga, una corta, y una intermedia ” , respectivamente. Esta es una
de las afirmaciones más fundamentales de la Cabalá, que fue revelada por el
profeta Eliahu, y provee el marco para ordenar las sefirot en torno a tres ejes:
derecho, izquierdo y centro.
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El orden amiento de las sefirot en torno a los tres ejes sugiere una estructura
equilibrada, representativa del estado rectificado y estable en el que los
poderes representados por cada una de las sefirot están equilibrados. De
hecho, en el Zohar el “equilibrio” es considerado el símbolo de la realidad
rectificada , y siempre que bus que mos el equilibrio, debemos tener los tres
elementos. Rabí Abraham Abulafia, uno de los primeros cabalistas medievales
lo demostró al señalar que el valor numérico de la primera palabra de la Torá: “
En el principio ” ( ב ְֵּראשִׁ ית, bereshit ) es igual al valor de la frase, “ tres cosas
juntas ” ( ֹלשָׁה דְ ב ִָרים י ַחַ ד
ַ ְׁ ש, shloshá Devarim iajad ) . Además, la columna
vertebral, por así decirlo, del primer versículo de la Torá forma la palabra “tres” (
שְׁ ֹלשָׁ ה, shloshá ). Esto indica que la tríada –especialmente su habilidad
característica de ser equilibrada– es la piedra angular en la Torá.
Uno de los mejores ejemplos de esto es el amor propio o amor egocéntrico, que
invariablemente se traduce en la adoración a sí mismo. En Proverbios se dice: “
El amor oculta todos los defectos ” . Aunque esto es cierto cuando se trata del
amor por los demás, es doblemente cierto con respecto al amor propio. Puesto
que el amor propio es tan natural, la mayoría de las personas no pueden ver
sus propias faltas o pecados. El Zohar afirma que, “ No hay adoración como la
adoración motivada por el amor .” Pero, por supuesto, el culto y el servicio
deben ser para Dios, no para uno mismo. Mediante la adición de la crítica
antitética del juicio y del poder, que es la esencia del sendero Divino de Itzjak,
el amor puede mantenerse sin desviarse por el camino y dirigirse hacia el
Todopoderoso.
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Una vez más, no hay conflicto entre ellos, tal y como no había conflicto entre
Abraham y su amado hijo Itzjak. Abraham e Itzjak se amaban y se
complementaban a la perfección. La cima de su unión fue alcanzad a en la
atadura de Itzjak , que el Zohar explica que se le llama “ la atadura ” y no “ el
sacrificio ” , porque éste acto ató a Abraham e Itzjak a un nivel existencial,
resultando en una plena inter-inclusión de sus esencias. El amor a Dios
rectificado de Itzjak per se le motivó a estirar su cuello sobre el altar,
permitiéndole a Abraham sacrificarle. De este modo, Itzjak es un ejemplo de la
instrucción dada por Moisés posteriormente al pueblo judío: “Amarás a Dios con
todo tu corazón y con toda tu vida …” que los sabios explican que significa que
debes amar a Dios, incluso si Él está a punto de tomar tu vida. La nueva
dimensión de Abraham de rigor y temor a Dios, fueron pronunciadas
sucintamente por el ángel de Dios que dijo: “ Porque ahora sé que temes a Dios
”.
El texto cabalista más importante después del Zohar es el tratado del rabino
Itzjak Luria (el Arizal), “ Etz Jaim” (literalmente, “ Árbol de la Vida ”). El Arizal
vivió y enseñó en Safed tras la muerte del más grande cabalista de la
generación anterior, el rabino Moshé Cordovero (el Ramac). Juntos, el Ramac y
el Arizal son los dos pilares de la Cabalá revel ada en Safed .
47
Otro punto importante es que el Arizal no está describiendo a la creación de la
misma manera que un científico describe una reacción química en e l diario de
su laboratorio. El Arizal está utilizando una metáfora (geométrica). En realidad,
la expresión y la Presencia de Dios no faltan de ninguna manera en el vacío .
Desde el punto de vista infinito de Dios, nada ha cambiado en Su Presencia, ni
nada ha sido modificado, excepto por el hecho que Él hizo posible la existencia
de un punto de vista que niega Su realidad exclusiva y Su Presencia.
Por último, aunque el rayo (conocido como kav ) que entró en el vacío es de la
luz Infinita de Dios, está limitad o y no se extiende para llenar el vacío en forma
completa . Si fuera así, todo el motivo d el proceso creativo, la creación de la
conciencia autónoma, no tendría lugar.
Pero este dicho también está aludiendo a otra forma de contar. A alguien que
tiene un tesoro o una colección de objetos favoritos le gusta estar contándolo
una y otra vez. Como pueblo elegido de Dios, poseemos un tesoro que es
infinitamente más valioso que cualquier tesoro material de oro, gemas, perlas o
diamantes. Nuestro tesoro es la Torá y cumplir sus preceptos nos da el máximo
placer interior y deleite que puede haber en la vida. Por esta razón, como
veremos, los sabios estuvieron contando constantemente las letras de la Torá,
sus palabras y sus versos. De la misma manera, cada día contamos el número
de bendiciones que decimos, el número de judíos presentes (aunque en forma
indirecta) para formar un minián (un quórum ritual). Y entre Pesaj y Shavuot
contamos los días del Omer, como preparación y anticipación del día en
que conmemoramos habérsenos entregado la Torá en el Monte Sinaí.
La tercera vez que aparece esta raíz es en uno de los eventos más importantes
en la vida de los patriarcas. En esta instancia, la raíz también aparece en el
sentido de contar.
Estos tres sustantivos, libro ( ספר, sefer), autor ( סופר, sofer) y historia ( סיפור,
sipur) provienen de la misma raíz de tres palabras ספר. Este libro describe a los
tres instrumentos de la creación relacionados a la misma raíz de tres letras de
donde viene el verbo “contar”. Utilizando el sustantivo más simple, “libro” ספר,
el Libro de la Formación nos está diciendo que, por supuesto metafóricamente,
Dios creó el mundo a través de los tres aspectos de un libro.
Pero, podemos tomar esta afirmación desde un punto de vista más conceptual
aun y decir que cada libro tiene tres dimensiones y con estos Dios creó el
mundo. A medida que avancemos vamos a definir estos tres aspectos de un
libro conceptualmente.
50
a tres de las diez sefirot, podríamos tener un excelente entendimiento
conceptual de lo que representan cada uno de estos aspectos.
Un autor se sienta a escribir un libro si tiene una historia que contar, por eso, la
historia une al autor con el libro que está produciendo. De la misma manera, el
conocimiento es la conexión que une al hombre con su esposa, como en el
verso “Y Adam conoció a su mujer, Eva”. Pero el conocimiento no es sólo la
sefirá que (más que ninguna otra) une lo masculino y lo femenino, es también el
producto de cada una de esas uniones exitosas. Por esta razón, así como el
producto de un matrimonio físico entre un hombre y una mujer es su
descendencia, la sefirá de conocimiento es llamada también “el primogénito” (
ברא ברוכא, brabruja). La Torá exige que no sólo respetemos a nuestros padres,
sino también a su primogénito/a, porque espiritualmente ya incluye a todos los
hijos que ha de tener la pareja. Entonces, si el primogénito es la sefirá de
conocimiento, el resto de la descendencia corresponde a las restantes 7 sefirot,
de bondad a reinado.
Día sefirá
1.-bondad
2.-rigor
3.-belleza
4.-victoria
51
5.-reconocimiento
6.-fundamento
7.-reinado
Pero hay muchos versos explícitos en la Biblia que describen a una o más de
las sefirot intelectuales como un instrumento con el cual Dios creó el mundo.
Por ejemplo “Dios fundamentó la tierra con sabiduría; ubicó los Cielos con
entendimiento”.7 Para mediar entre estas dos descripciones de la creación,
necesitamos entender cómo se reflejan las tres raíces espirituales en los siete
poderes emotivos del alma que corresponden a los siete días de la creación.
Jabad y sus Hijos
Los seis hijos son las sefirot desde bondad hasta fundamento y la hija es el
reinado.
Cada sefirá está asociada con una experiencia interior y fuerza motivadora.8
Para las siete sefirot inferiores estas son (la tercera línea de cada sefirá):
גבורה guevurá Rigor Temor
חסד jesed bondad amor
תפארת tiferet belleza misericordia
הודhod agradecimiento sinceridad
נצח netzaj victoria confianza
יסוד iesod fundamento verdad
מלכות maljut reinado humildad
Comencemos notando que los sabios son llamados sofrim, el plural de sofer.
¿Pero en cuál de estos tres sentidos de la palabra? Escribe el Talmud que
52
fueron llamados así porque contaban y recontaban las letras y los diferentes
fenómenos que se encuentran en la Torá escrita. Aunque su objetivo era
asegurarse de que no se alterara la Torá, su motivación fue su amor intenso por
cada diminuto detalle de la Torá. En nuestros días tenemos computadoras que
pueden hacer la misma tarea y más rápido. Pero, para ellos, su mente era una
computadora espiritual y emocional que contaba. Las personas que están
involucradas en este tipo de estudio notan que esto crea el nexo emocional más
profundo con la Torá y brinda un tremendo placer.
Sofer también significa escriba, la persona que escribe la Torá escrita, tefilín o
mezuzot. La Torá no puede ser copiada con una máquina, porque el alma debe
participar en el acto. En español, escriba y contador son conceptos muy
diferentes, y ciertamente un autor es muy diferente a un escriba. El escriba no
es un autor, simplemente copia lo que ponen en sus manos. En realidad,
“copiar” ( להעתיק, lehaatik) es otro verbo en hebreo, de donde proviene un
concepto muy profundo en Cabalá llamado Atik, ( ) עתיקla parte más elevada y
profunda de la corona supra racional. Se llama así porque tiene la capacidad de
copiar los mundos superiores en los inferiores.
En cualquier caso, ser un escriba, que copia la Torá, no significa ser un autor.
El autor es Dios que entregó el libro. Autor, como dijimos, es el significado de
sofer mencionado primero, correspondiente a la sefirá de sabiduría. Ahondando
un poco más podemos encontrar una alusión a sus tres diferentes capacidades.
En el Nombre esencial de Dios, Havaiá, esta sefirá está representada por la
primera letra, la iud, que en el Zohar es llamada un “punto”. A diferencia de la
noción geométrica de un punto, que no tiene dimensiones, la iud es un punto
que tiene forma y por esta razón es llamada un “punto dibujado”, ( נקודה מצוירת,
nekudá metzuieret) y cuando se escribe en un rollo de la Torá se ve así:
Tiene tres partes, la punta superior, el cuerpo de la iud y el punto inferior. Estas
tres partes corresponden a los tres significados de sofer.
Hemos hablado acerca del significado de los tres aspectos de “autor” (sofer)
que relacionamos con sabiduría y el principio padre. Podemos explicar que
cada uno de los significados resulta en una relación diferente entre el padre y la
madre, el libro en sí mismo.
Las tres formas de unificación tienen que ver con la forma en que sabiduría se
unifica con entendimiento, pero cada vez la relación entre ellos es diferente, y
por lo tanto el producto también es distinto. Hemos llamado “descendencia” al
producto de la unificación de sabiduría con entendimiento (a través del
“conocimiento supremo”, daatelión). Ahora seremos más específicos y diremos
que la descendencia no es simplemente las siete sefirot inferiores, sino el poder
de unificación que une a cada una en sí y entre ellas. Este poder es llamado la
sefirá de conocimiento inferior (revelada) o daattajtón.
54
La segunda es entre victoria y reconocimiento, o utilizando sus expresiones
vivenciales o de comportamiento, entre confianza y sinceridad. Estas son las
dos sefirot que trabajan juntas como las dos piernas del cuerpo. La pierna
derecha es relativamente masculina y la izquierda femenina. A diferencia de los
brazos que pueden actuar individualmente, las piernas no caminan (su función
básica) independientemente. Entonces, la segunda unificación es considerada
más fuerte que la primera. En la introducción de Tikunei Zohar, las sefirot de
victoria y reconocimiento están asociadas también a los dos platillos de la
balanza, donde sólo se puede pesar si están ambos en su lugar.
56
LOS PODERES DEL ALMA
La Dimensión Interior
La cabalá nos enseña que a todo nivel de la Creación, desde el reino perfecto
de Atzilut (el mundo de pura «Emanación» Divina ) hasta el plano imperfecto de
nuestra existencia terrenal, existen diez sefirot («emanaciones» o poderes
Divinos), con las cuales se construye la realidad. A cada una de estas sefirot se
les da un nombre, que describe su rol específico en el modelado de la
existencia.
Cada una de las sefirot posee dos dimensiones, una externa y otra interna. La
dimensión exterior de cada una, es identificada con el rol «funcional» que juega
en el proceso de la Creación; la dimensión interna, es identificada con la fuerza
motivadora oculta que inspira su actividad. Aún más que su aspecto externo, la
dimensión interior de las sefirot sólo puede ser apreciada dentro del contexto de
su manifiestación en el alma judía. Dado la derivación Divina de nuestra alma,
podemos entender que un análisis de sus propiedades y poderes esenciales,
sirven como el vehículo ideal para adquirir comprensión acerca del ser de Di-s.
El jasidismo describe la fuerza inspiradora que hay detrás de cada sefira.
Mientras que sus nombres cabalísticos sirven para expresar el efecto Divino
que cada uno de esos poderes tienen sobre la Creación, sólo los términos que
propone el jasidismo, revelan la dimensión interior de cada sefira.
Otra forma de explicar la diferencia entre la cabala y el jasidismo, es que la
primera hace hincapié en los instrumentos o «recipientes» (kelim) de Creación,
mientras que el jasidismo lo hace sobre las «luces» (orot) que llenan esos
recipientes.
Emuná | Fé
Taanug | Placer
Ratzón | Voluntad o Deseo
Bitul | Autoanulación o Desinterés
Simjá | Alegría
Ijud | Unificación
Ahavá | Amor
57
Irá | Temor
Rajamim | Misericordia
Bitajón | Confianza
Temimut | Sinceridad
Emet | Verdad
Shiflut | Humildad
Usted se encuentra aquí: Cabalá/Introducción para estudiantes avanzados/Los
Poderes del Alma
LOS MUNDOS
Antes de la Creación existía sólo Hashem. Al decidir crear una realidad y una
conciencia independiente, primero reveló para Si Mismo, como si fuera, Su Luz
Infinita.
Ocho etapas del proceso de rectificación del mundo de Atzilut, que comienza
con la rectificación de su «corona».
Partzufei HaKeter
Atik Iomín
Reisha D'Arij
Arij Anpín
Gulgalta
Reisha D'lo Itiadá (Radla)
Moja Stimáa
Reisha D'Ain
Dikna
Olam Ha’Atzilut
(«El Mundo de Emanación»)
59
Diez etapas (partzufim – figuras) de la conciencia exclusiva de la unidad
Divina, del mundo de Atzilut.
Aba
Tevuná
Ima
Zeir Anpín
Aba Ilaá
Nukva de Zeir Anpín
Ima Ilaá
Lea
Israel Saba
Rajel
Mundos de ABIA
(Atzilut, Beriá, Ietzirá, Asiá)Cuatro etapas («mundos») que emergen de la luz
infinita de Dios, y culminan en nuestro universo físico finito.IntroducciónLos
cuatro mundos de Emanación, Creación, Formación y Acciónemergen de la
luz infinita de Hashem, que brilla subsecuentemente al tzimtzum inicial a través
de Adam Kadmón, como se explicó antes, y culmina en nuestro universo físico
limitado.Las diez sefirot y los partzufim que forman, descriptos antes en el
contexto del mundo de Atzilut, se manifiestan en cada uno de los cuatro
reinos.Como el mundo supremo de Atzilut es el único respecto a su conciencia
exclusiva de la unidad de la Divinidad, los tres «mundos inferiores», que poseen
distintos grados de auto conciencia independiente, son llamadas referidos a
menudo como una categoría por si mismos.
Olam HaAtzilut
Olam HaBeriah
Olam HaIetziráh
Olam HaAsiáh
60
Once Nombres Sagrados de Hashem
asociados con las Sefirot
Hashem creó el mundo a través de la palabra. Cada objeto y criatura del
universo tiene un nombre a través del cual es hecho existir. Con las 22 letras
del alfabeto hebreo se forman palabras. La combinación de letras dan su
energía especial a cada palabra para que cada parte de la creación tenga sus
propias cualidades.
Como fuimos creados a imagen y semejanza de Hashem, también nosotros
damos vida o creamos cosas materiales y espirituales a traves de la palabra.
De ahí la importancia de cuidarnos de las cosas que decimos, pués aunque no
nos demos cuenta estamos utilizando el poder de Hashem, que crea y da vida.
Esto se potencia de manera dramática cuando se trata de los Nombres de
Hashem. Cada uno tiene sus cualidades y poderes que sólo los grandes
tzadikim conocen y pueden dominar.
Algunos se pueden pronunciar al estudiar Torá, al bendecir o al rezar. Pero de
todas maneras debemos cuidarnos muy bien de no pronunciarlos vanamente o
con propósitos destructivos o egoístas.
Tampoco se pueden borrar, ni tirar como desperdicios los papeles u objetos
donde se hayan escritos. Para deshacerse de ellos, deben ser enterrados de
acuerdo con la ley judía.
Este es el motivo de que no pongamos aquí la verdadera pronunciación de
estos nombres, sino simplemente la palabra o «apodo» con que son conocidos.
Havaiá
Ekie
Ká
Kel
Eloka
Elokim
Tzevakot
Shakai
Adnut
Akvá
Eheví
Usted se encuentra aquí: Cabalá/Introducción para estudiantes avanzados/Los
Nombres de Hashem
Nivel 2 : Tres Etapas en la Evolución del Pensamiento Cabalístico
TRES ETAPAS EN LA EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO CABALÍSTICO
INTRODUCCIÓN
By Galeinai / noviembre 14, 2018
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Hay tres distintas etapas en la historia de la revelación de la cabalá. Cada una
representa una aproximación conceptual hacia la tradición cabalística. Cada
etapa es identificada con una figura particular de la historia: Rabi Moisés
Cordovero, también conocido como el Ramac; Rabi Itzjak Luria, popularmente
llamada el santo Arí, y Rabi Israel, el Baal Shem Tov. Cada sistema de
pensamiento sirvió para producir un adelanto en la evolución de la teoría de la
cabalá, aportando nuevos y más iluminados marcos de trabajo, dentro de los
cuales organizar la totalidad de la doctrina cabalística, existente en su tiempo.
Estas tres etapas, se corresponden con tres básicos y recurrentes conceptos
que encontramos en la filosofía
jasídica: hishtalshelut (evolución), hitlavshut (investirse)
y hashraá (omnipresencia).
Ramac Hishtalshelut evolución
Arí Hitlavshut investirse
Baal Shem Tov Hashraá omnipresencia
LA EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL PENSAMIENTO CABALÍSTICO
By Galeinai / noviembre 14, 2018
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A comienzos del siglo diecinueve, uno de los grandes cabalistas de los tiempos
modernos, rabi Isaac de Homel, publicó un tratado llamado Maamar
Hashiflut veHasimjá (Discurso sobre la Humildad y la Alegría) en el cual
introduce la idea de tres distintas etapas, en la revelación histórica de la cabalá.
Cada una de estas tres etapas, las que él denomina como «las tres
Cabalot (plural de cabalá)», representa una aproximación conceptual al
entendimiento de la tradición cabalística. A su vez, cada una se identifica con
una figura histórica particular, cuyo sistema de pensamiento sirvió para
promover la evolución de la teoría cabalística, al proveer nuevos y más
iluminados esquemas de trabajo, dentro de los cuales organizar la totalidad de
la doctrina cabalística existente en su tiempo. Estas tres figuras identificadas
por Rabbi Isaac son: rabi Moisés Cordovero (1522-1570), también conocido
como el Ramac; rabi Itzjak Luria (1534-1572), popularmente conocido como el
santo Arí; y rabi Israel, el Baal Shem Tov (1698-1762).
Mientras que la ley revelada de la Torá, que tuvo su gran revelación en el Sinaí,
fue disminuyendo su claridad a través del tiempo, la tradición oculta
62
experimentó una situación virtualmente opuesta: su doctrina, cuyos origenes
históricos eran oscuros, fue siendo enfocada de una manera más y más
penetrante e incisiva con el paso de las generaciones. Esto se debió a la
meditación de individuos elegidos, que surgieron espontáneamente en el curso
de la historia, almas cuyo propósito fue revelar en determinada medida de
misterio Divino, necesario para mantener un balance existencial en el mundo.
Esta primera etapa en la revelación de la teoría cabalística, culminó en el siglo
XVI con el trabajo del gran cabalista, filósofo y erudito del talmud, rabi Moisés
Cordovero de Safed. Su objetivo fue sistematizar racionalmente todo el
pensamiento cabalístico existente hasta su tiempo, en particular las
enseñanzas del Zohar y sus últimos intérpretes. El Zohar, el texto básico de la
cabalá, fue publicado por primera vez en el siglo XIV en España por rabi Moisés
de León, aunque sus enseñanzas fueron originadas en el siglo segundo por el
sabio talmúdico, rabi Shimón bar Iojai.
Las enseñanzas del Zohar fueron reveladas a unos pocos elegidos en cada
generación, considerados aptos para continuar su transmisión, durante los mil
años anteriores a 1305, fecha de su publicación. Durante los 250 años
posteriores, muchos cabalistas trataron de ofrecer un marco conceptual, dentro
del cual comprender las vagas y altamente simbólicas asociaciones homiléticas
del Zohar. Ninguno fue tan exitoso como el Ramac, quien en su obra
suprema, Pardés Rimonim, demostró la poderosa unidad de la tradición
cabalística, organizando las a veces contradictorias enseñanzas de la sabiduría
oculta, en un coherente sistema filosófico. El núcleo del sistema del Ramac,
consiste en una detallada descripción de cómo la realidad finita deviene del ser
infinito de Di-s, a través de una sucesión jerárquica de fuerzas creativas
llamadas sefirot.
La segunda etapa en la revelación de la teoría cabalística, comenzó casi
inmediatamente luego de la desaparición del Ramac, y es identificada con el
trabajo de su sucesor, rabi Itzjak Luria. Rabi Luria, también conocido como
«el Arí» (un acrónimo de «el Santo Rabi Itzjak»), nació en Jerusalem, pero
inmediatamente se trasladó a Egipto, donde se destacó rápidamente como un
prodigio del Talmud. Una vez introducido en los secretos de la cabalá por uno
de sus mentores, solía pasar a menudo extensos períodos de meditación en
soledad. Durante una de sus experiencias visionarias, lefue informado por el
profeta Elías que debía retornar a la tierra de Israel, donde en la ciudad de
Safed pudo encontrar al destinado a ser su principal discípulo y exponente.
El Arí llegó a Safed el mismo día del funeral del Ramac. Al incorporarse a la
procesión, descubrió que era el único testigo de la presencia de un pilar de
fuego que se elevaba por detrás del féretro del Ramac -el signo, de acuerdo
con el Zohar, de que fue designado heredero del manto de liderazgo dejado
luego del deceso del maestro-. Sin embargo, el Arí evitó asumir autoridad
63
alguna en Safed por el lapso de medio año, momento en que su discípulo
designado por providencia divina, rabi Jaim Vital, se presentó por si mismo para
su instrucción. El Arí vivió sólo dos años más, pero en ese corto período se
aplicó a la revelación de un camino completamente nuevo en el estudio de la
cabalá. Sus ideas fueron tan decisivas, que en nuestros días el estudio de la
cabalá es sinónimo del estudio de los escritos del Arí.
El eje de su sistema, es una descripción radicalmente nueva de la evolución del
universo, enfocado hacia la interrelación dinámica de las fuerzas puestas en
juego para la Creación. Esto es posible a través de la organización de
las sefirot individuales, dentro de partzufim (personalidades) interactivos y
complejos. A diferencia del sistema del Ramac, en el que las sefirot aparecen
como fuerzas discretas y autónomas que favorecen la evolución de la Creación,
el sistema del Arí propone un universo interactuando constantemente consigo
mismo, comprometido con el eterno conflicto entre el bien y el mal, el cual sólo
podrá ser resuelto con el advenimiento de la redención universal, la que el
hombre puede tanto impedir como acelerar a través de sus propias acciones.
A continuación del Arí, hubo otra personalidad que salió a escena, inspirando
un cambio cualitativo en la evolución del pensamiento cabalístico, rabi Israel, el
Baal Shem Tov (el dueño del buen nombre). Nacido en 1698 en la Ucrania
occidental, dedicó la primera mitad de su vida a viajar, errando por entre los
pueblos de los oprimidos judíos de su región, ocupándose humildemente de sus
necesidades. Al mismo tiempo, fue un miembro activo de los nistarim, una
fraternidad secreta de místicos que sondearon en los misterios de la cabalá. En
el año 1734, se reveló como cabalista y curador, y procedió a fundar un
movimiento popular que vino a revigorizar la vida espiritual de los judíos del
este europeo. Este movimiento, que luego fue conocido como el Jasidismo,
estaba basado firmemente en los fundamentos doctrinales de la cabalá clásica;
no obstante, enfatizando exteriormente el servicio a Di-s con simpleza y alegría,
particularmente a través de la plegaria y actos de bondad, por sobre la
disciplina intelectual de los estudios cabalísticos. Los discípulos del Baal Shem
Tov, particularmente rabi Schneur Zalman de Liadi (1745-1812), fueron quienes
revelaronprincipalmente, por medio de la elaboración escrita de las enseñanzas
de su maestro, profundos conocimientos del pensamiento cabalístico. En estos
trabajos, que componen los fundamentos del pensamiento jasídico y su
filosofía, se reelaboraron las abstractas y a veces impenetrables formulaciones
de la cabalá clásica, en términos psicológicos de la experiencia humana común.
Empleando la estructura del alma, como un modelo alegórico para entender los
profundos misterios del universo, el jasidismo pudo elevar la conciencia del
judío común, y por otro lado, expandir el territorio conceptual de la reflección
cabalística.
64
Al incluir al Baal Shem Tov entre aquellos que aportaron a la evolución del
pensamiento cabalístico, rabi Isaac corrigió el concepto erróneo de considerar
al jasidismo como un movimiento fuera de la principal corriente formal de la
cabalá. De hecho, de acuerdo con rabí Isaac, el Baal Shem Tovno sólo
influenció el pensamiento cabalístico, sino que también lo llevó a su suprema
expresión histórica, tanto en términos de su enfoque conceptual, como en su
grado de influencia sobre las vidas del pueblo judío.
Como fue dicho, si la cabalá es el alma de la Torá, entonces el jasidismo es su
«alma dentro de un alma». La identificación por parte de rabí Isaac de tres
etapas en la evolución del pensamiento cabalístico, implica un necesario
proceso secuencial, en la exposición de la conciencia humana a los secretos de
la Creación. Sin antes comprender la naturaleza de los sistemas cabalísticos
del Ramak y el Arí, es imposible apreciar el cambio revolucionario introducido
por el Baal Shem Tov.
CABALÁ: UN SISTEMA DE CORRESPONDENCIAS
By Galeinai / noviembre 14, 2018
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Después de presentar su modelo de «las tres cabalot», rabi Isaac prosiguió
sugiriendo que esas tres etapas se corresponden en si mismas, con tres
conceptos básicos y recurrentes que encontramos en la obra seminal de la
filosofía jasídica, Likutei Amarim de rabi Shneur Zalman de Liadi, conocida
también como el Tania. Estos tres conceptos
son hishtalshelut (evolución), hitlavshut (investirse) y hashraá (omnipresencia).
Antes de explicar estos términos y su correspondencia con las tres cabalot,
podría sernos beneficioso entender el significado que tiene en cabalá, la
formulación de modelos comparativos de estructura jerárquica, tal como el que
nos presenta rabi Isaac.
De hecho, esto puede ser llevado a cabo indagando en el significado de la
misma palabra cabalá. Cabalá es interpretado en general como «recepción»,
como se hace evidente de su raíz en hebreo c-b-l (cuf – beit – lamed). El
término cabalá, fue acuñado en la edad media, y se eligió presumiblemente,
como descriptiva del proceso por el cual la sabiduría secreta de la Torá fue
transmitida oralmente en el curso de la historia, cada generación de estudiantes
«recibiendo» la tradición en forma renovada por parte de sus maestros.
Sin embargo, se puede derivar un significado adicional de la asociación entre la
palabra cabalá, y la primera aparición de su raíz, c-b-l, en la Torá. En Éxodo
(26:5, 36:12), la raíz c-b-l (en la palabra macbilot) implica un estado de
«correspondencia» más que de «recepción». Aquí es utilizado para describir las
65
«argollas correspondientes» que, cuando se enganchaban unas con las otras,
unían las dos mitades de la cobertura del Tabernáculo.
¿Cómo fue que la raíz gramatical «correspondencia» pasó a denotar luego el
acto de «recibir»? El mensaje implícito es que para recibir en forma completa
algo esencial, tiene que haber primero una calibración apropiada o
«correspondencia», entre el dador y el receptor, de lo contrario lo que se está
transmitiendo no es la esencia, sino elementos tangenciales. Una apropiada
correspondencia, es lo que permite al receptor, asimilar en forma plena la
esencia del dador, en el sentido implicado por la expresión bíblica panim
b’fanim («cara a cara»), que describe la «correspondencia» entre Di-s e Israel
en la época de la entrega de la Torá.
Aunque la expresión panim b’fanim es traducida generalmente como
«cara a cara», en sentido literal se lee «cara en la cara», esto sugiere
que panim se puede entender en su sentido alternativo de «interior» implicando
la asimilación de la Esencia de Di-s («interior») dentro del alma del pueblo de
Israel. De aquí que la primera palabra de los Diez Mandamientos, Anoji («Yo
soy»), es interpretada en su origen, como el acrónimo
de: ana nafshi quetavit iehavit, «Yo he escrito y entregado Mi Esencia».
En conclusión, vemos que la palabra cabalá implica una capacidad para
establecer correspondencias apropiadas. Por esta razón, gran parte del
discurso cabalístico se interesa por las correspondencias y paralelismos
implícitos dentro de la Creación. Este modo de discurso, guía en forma
constructiva y disciplina el propio coaj hamedamé, el «poder asociativo» de la
conciencia, responsable de intuir conecciones escondidas dentro de la realidad.
Este poder innato tiene la tendencia, si se deja descontrolado, de invitar a
fantasías y otras imaginaciones distorsionadas, dirigidas sólamente a gratificar
los propios sentidos y el ego. Esto es identificado en el pensamiento jasídico,
como la raíz psicológica de la inclinación del hombre al mal. El estudio de la
cabalá ayuda a rectificar este poder, guiándolo en la dirección de las
asociaciones positivas, las que expresan la armonía dentro de la Creación, y
eventualmente hasta un nivel más elevado, unirse con su Divina unidad y
unicidad.
Estamos ahora mejor preparados para apreciar la obra de rabi Isaac y otros
maestros jasídicos, que exponen sus ideas a través del uso de modelos
paralelos. Es importante comprender, que cuando uno trata de articular
correspondencias, hay marcos de referencia concientes e inconcientes que nos
guían en el proceso.
La Torá misma nos provee de los prototipos necesarios para ordenar
conceptualmente nuestra realidad. Estos modelos difieren de acuerdo con el
número de niveles de correspondencia que uno está interesado en articular. Por
ejemplo, puede uno querer expresar cuatro niveles de correspondencia, el
66
clásico marco de referencia en cabalá es el inefable Nombre de Di-s de cuatro
letras (Havaiá); diez niveles, siempre se refieren a las diez emanaciones
Divinas (sefirot) dentro de la Creación; trece niveles, con los trece atributos de
misericordia Divina, etc.. (La importancia de tales modelos como herramientas
educacionales está insinuada en la Agadá de Pesaj, el motivador esencial del
judío, que concluye con una canción titulada «¿Quién sabe uno?» (ejad mi
iodea), delineando en forma de verso, trece modelos de correspondencia,
clasificados desde un Di-s hasta los trece atributos de misericordia.)
Sugiriendo una correspondencia entre las «tres cabalot» y los siguientes
conceptos del Tania, rabi Isaac aspira a transplantar la esencia del primer
modelo en el segundo, enriqueciéndolo y dando nacimiento a un nuevo y
profundo entendimiento.
HISHTALSHELUT Y LA CABALÁ DEL RAMAC
By Galeinai / noviembre 14, 2018
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El primero de los términos identificados en el Tania es hishtalshelut,
«evolución» o desencadenamiento. El concepto de hishtalshelut, tal como es
usa en el pensamiento jasídico, se referiere al proceso metafísico por medio del
cual, la realidad compleja y limitada del universo se despliega de la absoluta
unicidad de Di-s. La dinámica subyacente de hishtalshelut, es la de ila v’alul,
«causa y efecto» temporal. De acuerdo a la cabalá, el universo se desarrolla,
como el tronco de un arbol, como anillos dentro de anillos con Di-s en el centro.
La raíz de la palabra hebrea tabaat («anillo») es teva, que significa
«naturaleza». Naturaleza y el proceso evolucionario son uno y el mismo. Ambos
sugieren y realzan la unidad, que sirve como fuente de energía para una vasta
empresa creativa.
Como fue dicho, la cabalá del Ramac se centra primariamente en el proceso
de hishtalshelut, describiendo en detalle el orden de las fuerzas Divinas
emanadas, que sirven de intermediarias entre el Creador infinito y su Creación
finita. Estas fuerzas o sefirot aparecen en una secuencia particular, y resultan
en definitiva ser la fórmula fundamental que está detrás de todo proceso
creativo dentro del universo. Aunque el Ramac fue un místico en todo el sentido
de la palabra, cuya inspiración deriva principalmente de la serie de opacas
imágenes del Zohar, su foco conceptual sobre hishtalshelut resulta en una
cuasi-filosófica exposición de los temas que yacen en el corazón de la cabalá.
Él juzgó que el dialecto del discurso filosófico, era el más efectivo para describir
un proceso que en si mismo refleja coherencia y lógica secuencial.
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HITLAVSHUT Y LA CABALÁ DEL ARÍ
By Galeinai / noviembre 14, 2018
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El concepto de hitlavshut («investirse»), por el otro lado, implica un cambio
radical en el enfoque de la naturaleza de la Creación. De acuerdo con la
perspectiva de hitlavshut, el motor dinámico de la Creación no es evolutivo, sino
más bien interactivo. Esto significa que un estrato elevado de la realidad, esta
constantemente invistiéndose dentro de uno inferior, como el alma dentro del
cuerpo, infundiendo de esta manera en cada elemento de la Creación, una
fuerza interior que trasciende su propia posición dentro del orden jerárquico
universal. Hitlavshut es en mucho una dinámica «biológica», considerando las
fuerzas de vida que existen en la Creación; hishtalshelut, por el otro lado, es
una dinámica comparable a la «física», que concierne a la energía condensada
en la materia, más que a la fuerza de vida del alma.
De todos los novedosos conceptos introducidos por el Arí en el pensamiento
cabalístico, hitlavshut es identificado por él como el más significativo, y que le
proveyó el motivo para la doctrina de los partzufim. En ella, las sefirot son
retratadas como complejas entidades interactuantes, «personajes»cósmicos
que en la constelación «familiar», están constantemente dando y recibiendo
fuerza de vida una a la otra.
Es el tema de hitlavshut, el que refleja el interés especial del Arí por el tema
de gilgul neshamot, la «reencarnación de las almas». Reencarnación es otra
manifestación de cómo un estrato de fuerza vital, puede incluirse dentro de otro.
La diversidad primordial de gilgul, en donde el tiempo de la vida humana se
superpone, exhibe según el Arí el mismo patrón de hitlavshut, la superposición
de los extensos reinos dentro de la Creación -las «piernas» del alma anterior ó
la vida anterior, que se inviste en la «cabeza» de la presente-.
Ahora podemos entender porqué la doctrina del gilgul no aparece en ningún
lugar dentro del sistema del Ramak. Al no identificar a hitlavshut como parte de
su enfoque conceptual, todo el tema queda prematuro, necesitando ser
elaborado en el futuro por el Arí.
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El último concepto que cita rabi Isaac del Tania, es el de hashraá. Es un
término difícil de traducir. Su raíz es shara («sumergir»), que implica una
infiltración persuasiva de un elemento o fuerza superior dentro de otro inferior.
Es usado comunmente en referencia a la Shejiná, la Presencia universal de Di-
s dentro del reino creado. De esta manera la hemos identificado con el
concepto de omnipresencia Divina.
El término hashraá es también usado en el sentido vernáculo de «inspiración»,
implicando una fuerza infinita que abarca la propia realidad, y eleva al individuo
a un plano trascendente que de otra manera le sería inaccesible. Por ejemplo,
la inspiración que a veces deriva de sumergirse regularmente dentro la
presencia de un gran tzadik es tal, que la persona puede en ciertos casos
adquirir alguna de las capacidades del tzadik, a pesar de que él sigue siendo en
esencia el individuo «pequeño» que era antes.
La dimensión del pensamiento cabalístico que nos presenta el Baal Shem Tov,
nos permite una completa apreciación de la omnipresencia de Di-s dentro de la
Creación. A pesar de que el concepto de la inmanencia de Di-s en la realidad
siempre fue un punto central dentro de la cabalá, las implicancias de este
concepto y la extensión que le dió el Baal Shem Tov, aportan una revelación
completamente nueva. De acuerdo con el Baal Shem Tov, inmanencia Divina
implica una equivalencia directa entre Di-s y todos los otros niveles de realidad,
como está expresado por el aforismo jasídico: «Todo es Di-s y Di-s es todo». El
entendimiento apropiado de esta idea, en especial en cuanto a su diferencia
con el panteísmo, representa el supremo conocimiento que debe ser logrado
previo a la era del Mashiaj.
La presunción de una realidad estratificada, ya sea como una jerarquía estática
(como fue descripta por el Ramac), o dinámicamente interactiva, (como la
describió el Arí), es intuida por mentes finitas que están imposibilitadas de
comprender la verdadera naturaleza de la existencia. De todas maneras,
aunque ambos sistemas (los del Ramac y el Arí) juegan un rol importante en el
aumento de nuestra captación del elemento Divino en la Creación, son sólo
mojones en el camino hacia una conciencia completamente liberada, capaz de
ver a Di-s en cada parte de la realidad, y así ser un testigo de Su absoluta
exclusividad de Ser.
De aquí que el Baal Shem Tov no se refiere con frecuencia al tema del guilgul,
la noción de realidades superpuestas, dando lugar al reconocimiento de Di-s
permeando toda la realidad por igual, que es la esencia de hashraá. El
comprender que cada ser individual está incluido dentro de un ser superior,
infinito y colectivo, hace que la histórica consideración de guilgulei
neshamotsea virtualmente irrelevante. A medida que los judíos se vuelven más
concientes a través del tiempo,de su pertenencia a un ser colectivo Divino, hace
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que cambien su enfoque restringido sólamente a su propia individualidad, hacia
lo concerniente a la gama de identidades que conforman una comunidad o
nación. Esta tendencia es expresada en el deseo de reclamar la patria colectiva
del pueblo judío, y reestablecer allí el ritmo de una existencia compartida, en
diálogo con lo Divino.
Así, el aspecto de hashraá introducido por el Baal Shem Tov, representa la
dimensión final del pensamiento cabalístico, que debe revelarse antes de la
llegada del Mashiaj. Todos los aspectos de la cabalá son ahora entendidos en
términos de esta revelación, aunque dentro del contexto de los conceptos que
le precedieron, a través de los sistemas del Ramac y el Arí.
TRES VARIEDADES DE FUERZA CREATIVA COAJ, JAIUT Y OR
By Galeinai / noviembre 14, 2018
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Siguiendo con la línea del método expuesto por R. Isaac, nos es posible sugerir
ahora otra tríada de términos, que se corresponden con el modelo conceptual
de las «tres Cabalot». Esta tríada es tomada también del Tania,
especificamente del Shaar Haijud V’haEmuná («El Portal de la Unidad y la
Fé»). Allí rabi Shneur Zalman de Liadi, describe el proceso por el cual Di-s
forma y sostiene toda la Creación, a través de un número infinito de
permutaciones de las letras hebreas, cada una de las cuales transmite tres
niveles de fuerza vital Divina: koaj, jaiut, y or.
Koaj representa el «poder» o «energía» innatos, que se condensa en la
sustancia misma de la Creación, sea en forma física o espiritual. Es comparable
a la energía que Einstein identifica como el componente último de la materia. La
equivalencia entre materia y energía, se expresa en la cabalá con la
sentencia: mehitabut haorot, nithavu hakelim, «de la condensación de las luces,
fueron traidos a la existencia los recipientes». Este concepto se relaciona con el
sistema del Ramak, diseñado para delinear las formas evolutivas de energía
(las sefirot), basamento de la sustancia misma de la Creación.
Jaiut representa la «fuerza vital» interna o «alma», que llena la sustancia de la
Creación con una conciencia independiente de la Divinidad inmanente en su
interior. Hay una distinción cuántica entre «energía innata», inherente a las
actuales formas de la Creación, y «fuerza de vida», la que a la vez que
misteriosamente se inviste dentro de la realidad, permanece conectada con su
fuente Divina. De aquí que jaiut se corresponde con el sistema del Arí, que
como hemos visto, trata directamente con el proceso
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de hitlavhsut («investirse») y la posibilidad de las almas de transmigrar de
«recipiente» en «recipiente» dentro de la Creación.
Or representa la «luz» infinita que todo lo abarca, la que inspira a cada
elemento de la Creación a trascender los límites de su propia naturaleza, y
volverse absolutamente uno con Di-s. De acuerdo con el Baal Shem Tov, la luz
infinita de Di-s que por definición deniega toda otra forma de existencia,
paradógicamente permanece dentro del «espacio vacío» que Di-s preparó
como un «útero», para dar cabida al desarrollo de su Creación. La descripción
del Arí de la retirada o desaparición de esta luz infinita, es entendida en el
pensamiento jasídico, como emanando desde la perspectiva de la Creación
misma, pero cuya conciencia finita no puede compatibilizar la verdad de la
inmutabilidad esencial de Di-s. De acuerdo con el Baal Shem Tov, a medida
que nos acercamos a la era mesiánica, nos volvemos más armónicos con las
omnipresencia de Di-s dentro de la Creación; de aquí el rol protagónico
de hashraáen su sistema de pensamiento.
TRES CONCEPTUALIZACIONES DE TIEMPO
By Galeinai / noviembre 14, 2018
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Podemos también correlacionar con las tres cabalot, otro conjunto de conceptos
que expresan varias perspectivas de la relación entre tiempo y Creación.
El primero, que aparece en textos filosóficos como el concepto de ila
v’alul («causa y efecto»), representa la dinámica temporal de causalidad,
implícita en el modelo «evolucionario» de la Creación articulado por el Ramak.
De acuerdo con este modelo, todo estado evolutivo en la Creación, es el
producto de todas las etapas que le precedieron. Al contrario de otras
concepciones de causalidad, que plantean una realidad determinística opuesta
a la creencia fundamental de libre albedrío y responsabilidad moral, la
causalidad de hishtalshelut está limitada a la dimensión externa (los
«recipientes externos»), de la Creación, dejando actuar a la dimensión interna
de «luz» o alma, de acuerdo con sus propios principios.
Verdaderamente, el enfoque de hitlavshut del Arí, el «investirse» del alma
dentro de la realidad externa, implica una dinámica temporal completamente
diferente dentro de la Creación, la de briá iesh m’ain («creación ex-nihilo«, de la
nada). En el sistema del Arí, se describe la creación ex-nihilo, como un proceso
a través del cual Di-s regenera continuamente la existencia, «en cada momento
y momento», alternativamente nulificando la realidad, y luego reinvistiéndo un
rayo de Su luz infinita en el vacío existencial resultante. Esta continua
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recreación, es responsable del pulso de vida que reverbera a través del
cosmos, el persistente atrás y adelante (o «correr y retornar», como es llamado
en cabalá), entre la «nada» Divina y el «algo» creado. Sin la dinámica
de hitlavshut, uno simplemente está no «vivo» espiritualmente, más bien una
«piedra rodante», inanimada, llevando a cabo un proceso físico sin percatarse
de su libre alvedrío y potencial creativo.
A pesar de que el concepto de recreación continua, sugiere que el tiempo no es
más que un momento presente eternamente recurrente desconectado del
pasado (y entonces no determinado por él), no es esto lo que implica esto
exactamente. El pasado colectivo de la Creación, enraizado en su fuente
Divina, es conciliado en el presente por el rayo de luz infinita, que se inviste en
cada reconstrucción de la realidad. Entonces la luz infinita o alma de la
existencia, sirve para unir esta reconstrucción cuantitativa, en un acto simple e
integrado de renovación Divina.
Sin embargo hay otro nivel de conciencia, que implica una aún más sublime
apreciación de la relación entre el tiempo y la Creación. Este es el nivel de
conciencia invocado por el Baal Shem Tov en su descripción de la Creación: la
autoexpresión Divina en su máxima expresión. Ki mimja hakol: «porque todo
emana de Ti»,no sólo el espíritu singular de la Creación, sino también su
multiplicidad de forma.
Mientras que el Arí ve la Creación emanando de la «nada», el Baal Shem
Tov la ve como emanando de Di-s en Si mismo. El Arí nos habla de la
«nulidad» de la preexistencia, como sinónimo de la luz infinita de Di-s anulando
toda otra realidad. Pero por más sublime que pueda ser, el dominio de la «luz
infinita» no se puede comparar con el de su fuente última, la absoluta Esencia
de Di-s, la que de acuerdo con el Baal Shem Tov, es el verdadero origen de la
realidad.
En el contexto de tiempo que experimentamos, este nivel de conciencia lo lleva
a uno a identificar una sincronización Divina de los marcos de referencia de
tiempo, donde el pasado, presente y futuro existen simultáneamente dentro de
la Creación. Este estado de conciencia paradógico, refleja de hecho la realidad
Divina última, expresada por el Nombre esencial de Di-s de cuatro letras
(Havaiá), una amalgama de las palabras haiah, hoveh e ihieh, «fue, es y será».
Sólo trascendiendo los límites del «tiempo creado», incluso en su más profundo
sentido, como un continuo momento presente, nos podemos aproximar a la
verdadera naturaleza de la realidad.
Vemos entonces que hay tres etapas en la maduración de la conciencia,
correspondientes a diferentes concepciones psicológicas del tiempo. El
concepto clásico de tiempo, como una continua progresión de momentos
fluyendo uno tras otro, refleja la conciencia de hishtalshelut; que en forma
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aislada puede llevarlo a uno a verse como una víctima de una realidad
entrópica y determinística, con la consecuente limitación del potencial creativo.
La más esclarecida concepción del tiempo derivada de la conciencia
de hitlavshut, permite a través de una constante renovación y creatividad, que
en cada momento uno se libere del pasado, y descubra el rango de
posibilidades inherentes en el continuo momento presente.
No obstante, únicamente la concepción supratemporal del tiempo, asociada con
la conciencia de hashraá, le permite a uno la absoluta libertad de identificarse
con Aquel quien creó el tiempo mismo. Este estado de conciencia, que se
cristalizará en el tiempo de la redención universal, contiene la clave para liberar
toda la Creación de sus ligaduras imaginarias de la conciencia personal,
restaurando el verdadero rostro Divino de la realidad.
CUATRO NIVELES DE ALABANZA DIVINA
By Galeinai / noviembre 14, 2018
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Habiendo refinado nuestro entendimiento de las tres cabalot, podemos apreciar
mejor la sucesión de idiomas usados el la plegaria de la mañana
de Shabat, Hakol Ioduja («Todo te agradecerá»): Ein aroj lejá («nada puede
compararse a Ti»), ein zulateja («no hay nada fuera de Ti»), efes bilt’ja («no hay
nada más que Tú»), ein domé lejá («no hay nada parecido a Ti»).
Ein aroj lejá, «nada puede compararse a Ti». Esta expresión de alabanza,
implica una estimación (o erej) de los varios elementos y fuerzas dentro de la
Creación. Según esta estimación, todas las realidades finitas se vuelven
insignificantes en relación al infinito Ser de Di-s; sin embargo, en relación con el
prójimo, los seres creados tienen significancia y por cierto pueden ser
comparados uno con el otro. Así, esta expresión de plegaria refleja la
orientación del Ramak, cuyo sistema delinea el escalonamiento continuo de la
existencia, desde el ser infinito del Creador hasta el finito reino físico en el cual
vivimos.
Ein zulateja, «no hay nadie fuera de Ti». En esta expresión de alabanza, está
implícita la idea de que ninguna creación puede existir fuera de Di-s,
«penetrando» en ella y trayéndola activamente a la existencia en cada
momento y momento. Esta idea es expresada por Maimónides en el siguiente
lenguaje: b’amitat himatzo nimtzeu col hanimtzaim, «a través de la verdad de
Su existencia, les fue concedida (su propia) existencia a todas las cosas
existentes «. Este nivel del alabanza, refleja el tema central del sistema
cabalístico del Arí: hitlavshut, el «investirse» del espíritu Divino dentro de toda
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la realidad. Aún cuando representa un nivel superior de conciencia que la
expresión anterior, todavía implica que hay otras realidades existentes, incluso
sólo en virtud de la constante presencia de Di-s.
Efes bilteja, «no hay nada más que Tú». Estas palabras expresan la idea
promovida por el Baal Shem Tov y el jasidismo, de que no hay otra realidad
fuera de Di-s mismo. En esta manifestación de alabanza Divina, negamos la
integridad de nuestra propia existencia, y declaramos que el espectro entero del
ser creado, no es más que una manifestación de la propia esencia de Di-s.
Ein domé lejá, «no hay nada parecido a Tí». Esta aserción, es explicada en el
pensamiento jasídico, como una expresión del poder de Di-s de sustentar una
paradoja. Por ello es una respuesta a la expresión previa, que parece
contradecir la intuición básica, al negar la Creación su propia existencia
autónoma. Entonces, al darle al mundo un estilo que simultáneamente tolera
estas dos interpretaciones opuestas de existencia, Di-s afirma su esencial
singularidad.
Nivel 3 : Panorama de la tradición Cabalística
LAS RAÍCES DE LA TRADICIÓN CABALÍSTICA
By Galeinai / noviembre 14, 2018
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Principios de Cabalá y Jasidismo
Panorama de la Tradición Cabalística
Parte 1
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sabiduría Divina y doctrina, con el fin de llenar el vacío que resultó de Su
retirada a la esfera celestial.
La sabiduría que Moisés recibió en el Sinaí y que más tarde pasó a su pueblo,
incluía elementos tanto esotéricos como exotéricos. La tradición exotérica o
niglá («revelada»), se convirtió en el centro identificable de la vida judía, tanto
en el estudio como en la práctica, a través de las sucesivas generaciones. Es
esta tradición con la que estamos familiarizados, gracias a los tratados
escolásticos clásicos y de la ley judía, cuyo máximo exponente encontramos en
el Talmud. Por otro lado, la tradición esotérica conocida como nistar («oculta«),
fue transmitida a unos pocos elegidos en cada generación, para iniciarlos en los
más profundos misterios.
Esta tradición, que es la base de la cabalá, forma su trama a través de una
hebra que se oculta en el curso de la historia judía. En puntos providenciales de
esa historia, este hilo emerge periódicamente embelleciendo la evolución de la
conciencia espiritual de nuestro pueblo. Cuando esta tradición es interpretada
por un hombre de visión e inteligencia inusual, encuentra lentamente su camino
en forma escrita, como obras que se explayan sobre sus aspectos práctico y
teórico.
La terminología tradicional empleada para referirse a estos dos distintos
aspectos de la investigación cabalística es: cabalá iunit («cabalá
contemplativa«) y cabalá maasit («cabalá práctica«). A pesar de que veamos
que esta distinción puede ser a menudo arbitraria, nos puede ayudar para
identificar distintas tendencias en el desarrollo de la tradición cabalística.
LA TRADICIÓN «CONTEMPLATIVA»
By Galeinai / noviembre 14, 2018
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Principios de Cabalá y Jasidismo
Panorama de la Tradición Cabalística
Parte 2
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Cabalá iunit
Es la categoría a la que pertenecen la mayoría de los textos cabalísticos que
circulan en la actualidad.
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Surgió para explicar el proceso por el cual, el reino de lo creado evolucionó en
una existencia limitada y «autónoma», según la voluntad de un Creador infinito,
elaborada también a manera de «diálogo» entre la Creación misma, accionando
en busca de la consumación de su destino, y la fuente Divina de la cual
emerge.
En un nivel más profundo, cabalá iunit explora la compleja naturaleza de la
realidad Divina en si misma, y en particular, la paradoja del ser inmutable de Di-
s, que es con todo, activa y reactiva en Su relación con la Creación.
Un aspecto adicional de la tradición contemplativa, a menudo identificada
erróneamente con la «cabalá práctica», es la elaboración de varias técnicas
meditativas, utilizadas para ponderar la entrelínea Divina de la realidad y
refleccionar acerca de ella. Esto incluye la contemplación de Nombres Divinos,
la permutación de la letras hebreas y las formas en las cuales armonizan e
interactúan las sefirot (supremas Fuerzas Divinas).
Algunas formas antiguas de meditación cabalística, producen de hecho una
experiencia visionaria de las supremas «cámaras» en donde reside la Gloria de
Di-s.
Aún cuando se persiga el único objetivo de tikún hanefesh («perfeccionamiento
espiritual»), estas técnicas meditativas, vacías de reflexión teosóficas, pueden
seguir siendo consideradas legítimamente «contemplativas», en virtud de su
refinada influencia en la conciencia.
LA TRADICIÓN «PRÁCTICA»
By Galeinai / junio 30, 2018
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Principios de Cabalá y Jasidismo
Panorama de la Tradición Cabalística
Parte 3
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alcanzando con éxito el objetivo de revelar la capacidad especial dentro de
cada ser humano, de despertar directamente la gracia y bendición Divina.
Sus enseñanzas enfatizan aquellos componentes de la experiencia interior del
hombre, correlacionados con las fuerzas supremas planteadas en la cabalá
clásica. Así pues, hizo avanzar la contemplación cabalística más allá del área
de la abstracción filosófica, y dentro de la esfera del entendimiento psicológico
inmediato. Delineando una interfase entre las sefirot y la psique humana, el
jasidismo se ocupó de llevar el pensamiento cabalístico y su práctica, a su
última frontera.
El deseo del Baal Shem Tov, de proceder más allá de la convención cabalística,
y forjar un nuevo camino de servicio, encuentra su expresión en la siguiente
historia: Se dice que una vez, el Baal Shem Tov recurrió al uso de un Nombre
Divino para cruzar un río infranqueable; inmediatamente se arrepintió al
considerarlo un empleo innecesario de un poder Divino sobrenatural. Luego de
pasar muchos años expiando ese único acto, se encontró nuevamente al borde
de un torrente enfurecido, pero esta vez lo cruzó con el sólo recurso de la fe
simple.
Fue este recurso de fe, accesible a cada judío, y no los escurridizos poderes de
la cabalá práctica, que el Baal Shem Tov postuló como clave en la vida diaria.
En el proceso, él destiló el espíritu esencial de la cabalá, acentuando su
relevancia e impacto. Por ello, mientras que la cabalá es referida en el Zohar
como el «alma de la Torá», el jasidismo ha sido acuñado como el «alma del
alma de la Torá».
Por cierto, la tradición clásica de la cabalá puede
considerarse jitzoní («superficial«), en relación con la del jasidismo, el cual, al
centrarse en la experiencia inmediata, identifica aspectos de Divinidad que, el
altamente formal y abstracto sistema de inducción cabalística, deja
inexplorados.
El aspecto determinante de cuán profundo puede penetrar en los misterios del
ser Divino una tradición en particular, es el grado de bitul o «autoanulación»
implícito en el método de esa tradición. El jasidismo, al enfatizar la Divinidad
innata del alma judía, inspira un mayor grado de bitul que la cabalá clásica, con
su enfoque en la «evolución» del ser creado. Otra forma de decir esto, acorde
con la propia terminología del Baal Shem Tov, es que el jasidismo traslada el
foco de la tradición mística, más allá del ámbito de los olamot («mundos«, la
realidad de espacio y tiempo), hacia el sublime reino de
las neshamot («almas«).
CARTA DEL BAAL SHEM TOV
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La Letra del Día
El Significado Místico de las Letras Hebreas
Alef
Bet
Guimel
Dalet
Hei
Vav
Zain
Jet
Tet
Iud
Caf
Lamed
Mem
Nun
Samej
Ain
Pei
Tzadik
Cuf
Reish
Shin
Tav
Los Diez Significados del Alef Bet
Transformaciones alfabéticas
Transformaciones fonéticas
El Arte de la Guematría
Matemáticas en la Universidad de la Torá
Permutaciones de las Letras
LA LETRA HEBREA DEL DÍA
By Galeinai / diciembre 12, 2018
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Como está explicado en el Sefer Ietzirá, cada día del año está representado por
tres letras correspondientes a la estación, el mes y el día de la semana.
Explicación:
Se explica en el Sefer Ietzirá que las veintidós letras del alfabeto hebreo (el
Alef-Bet, los veintidós canales de conciencia creativa Divina), se dividen en tres
categorías: tres letras «Madre» o «Primarias», siete «Dobles», y doce
«Elementales». Cada letra de estas tres categorías se relaciona (en una
correspondencia de uno a uno) a un elemento individual en cada una de las tres
dimensiones generales de la realidad: «espacio, tiempo y alma viviente.»
En relación a la dimensión de Tiempo, las tres letras Madre» corresponden a
las estaciones del año, y se dividen de la siguiente manera: el verano (los tres
meses de Tamuz, Av y Elul), es representado por la letra shin (la letra de
«fuego»); el invierno (los tres meses de Tevet, Shevat y Adar) por la mem (la
letra de «agua»); y las dos estaciones intermedias de la primavera (los tres
meses de Nisan, Iar y Sivan) y otoño (los tres meses de Tishrei, Jeshvan y
Kislev) por la alef (la letra de «aire»).
ESTACIÓN LETRA FORMA
Primavera Alef
Verano Shin
Otoño Alef
Invierno Mem
Las siete letras «Dobles» («dobles» porque cada una expresa dos sonidos, uno
duro y uno suave) corresponden a los siete días de la semana, y se dividen de
la siguiente manera:
Letra del Día:
DÍA LETRA
Domingo Beit
Lunes Guimel
Martes Dalet
Miércoles Caf
Jueves Pei
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Viernes Reish
Sábado Tav
Las doce letras restantes son llamadas «Elementales», y corresponden a los
doce meses del año, como sigue:
MES LETRA
Nisan Hei
Iar Vav
Sivan Zain
Tamuz Jet
Av Tet
Elul Iud
Tishrei Lamed
Jeshvan Nun
Kislev Samej
Tevet Ain
Shevat Tzadik
Adar Cuf
Por consiguiente, cada día del año está representado por tres letras.
EL SIGNIFICADO MÍSTICO DE LAS LETRAS HEBREAS
By Galeinai / noviembre 6, 2018
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PENSAMIENTO MISTICO JUDÍO
DEL CURSO DE GAL EINAI EN ESPAÑOL
LAS LETRAS DE LA LENGUA SAGRADA
LAS SABIDURÍAS DE ADAM Y BETZALEL
Las letras construyen y dan vida a la realidad tal como las “letras” codificadas
en el ADN construyen y definen las características del cuerpo vivo. En particular
las veintidós letras del alfabeto hebreo están reflejadas en el número de
cromosomas de la célula humana. Los veintidós cromosomas masculinos junto
con los veintidós femeninos definen cuarenta y cuatro grupos de genes de la
descendencia, el secreto de las letras ד מ (dalet mem = 44, que significa
“sangre”) del nombre Adam, (אדם ) “hombre”.
Los 2 cromosomas sexuales adicionales del padre y la madre se combinan para
definir una característica de la descendencia, su sexo, el secreto de la
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letra alef )1 =( אde אדם , representada en Cabalá por la unión de las aguas
superiores (masculinas) e inferiores (femeninas) en el secreto “luz, agua y
firmamento” discutido arriba, y como vamos a explicar en la discusión de la
letra alef.1
Adam, el primer hombre, le fue concedida una sabiduría especial para
reconocer y llamar a cada ser por su propio nombre, como está escrito “y de la
tierra, Dios formó cada animal del campo y cada ave de los cielos, y los entregó
a Adam para ver qué nombre les daría, y así como Adam llamó a cada criatura
ese es su nombre”. Además de Adam, ninguna otra conciencia creada, incluso
la de los ángeles celestiales, posee la habilidad de otorgar un nombre. Nuestros
sabios enseñan que después que Adam le dio nombre a todas las criaturas,
Dios le pidió que lo llame también a El por un Nombre. Inmediatamente Adam
reconoció el Nombre Havaiá (הוה-י ) como el Nombre apropiado para Dios.
“Así como la Torá fue entregada escrita en la Lengua Sagrada, también el
mundo fue creado con la Lengua Sagrada.”2 El nombre hebreo de cada ser es
el poder Divino (o específicamente, la permutación de fuerzas divinas
individuales, que son las letras del nombre) responsable y activo en su
recreación continua “algo a partir de la nada”, como está explicado en el libro de
Tania. En particular, el nombre hebreo de cada criatura es el canal a través del
cual desciende la fuerza vital y la conciencia desde la raíz espiritual del alma de
la criatura que está en lo alto, a su cuerpo físico aquí abajo. En cuanto a Dios,
Su Nombre es el poder -inherente en El y entregado a nosotros- para que Lo
revelemos aquí abajo.
Más en profundidad, el nombre de la persona contiene el secreto de nuestra
misión sobre la tierra. Las últimas dos palabras de la frase “y como Adam llamó
a cada criatura viviente, ese fue su nombre”, en hebreo es הוא שמו , hu shemó,
literalmente “él es su nombre”, que numéricamente equivale al
nombre Mashíaj (358= )משיח. Cada criatura viviente posee una chispa
del Mashíaj, una chispa en la que fue depositada el poder para cumplir su
misión, traer redención a su “porción” sobre la tierra. En el alma judía esta
chispa está activa, y en el alma de cada una de los otros seres vivientes la
chispa es pasiva, aguardando la “fertilización de un alma judía”.
Adam, cuando otorgó los nombres, todavía no había pecado, y en ese
momento era el judío prototípico “potencial”. Si hubiera resistido la tentación del
pecado, hubiera podido concretar totalmente su potencial, para sí mismo y para
todas las generaciones futuras. Su nombre Adam אדם , son las iniciales del
Adam-David-Mashíaj, como fue enseñado por el Arizal. Solo él fue capaz de
reconocer la chispa individual de sí mismo, por así decirlo, la chispa del Mashíaj
latente en cada ser viviente. Este es el secreto al que se refieren nuestros
sabios, al decir que en el acto de otorgar los nombres, Adam en realidad se
“apareó” (como dice la Torá: “conoció”) con cada criatura viviente.
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Betzalel, el artesano del tabernáculo, que era la “casa” de Dios durante nuestra
travesía en el desierto, “sabía cómo permutar las letras con las cuales fueron
creados los cielos y la tierra”. Su nombre Betzalel, (בצאלאל ) significa “a la
sombra de Dios”. Siendo que a la sombra de alguien, significa seguir su
sendero, en el sentido de imitarlo, así Betzalel por medio del conocimiento del
poder de las letras y sus permutaciones, emuló a Dios en el acto de la
Creación, cuyo propósito último es que toda la creación se convierta en una
“casa” para Dios (como explicaremos en el secreto de la letra ב , bet).
Así mismo, uno de los significados del nombre Adam (אדם ) es “seré
semejante”, como en el verso אדמה לעליון , “Semejante al Uno en lo Alto”. Esta
frase equivale numéricamente a צלם אלקים , tzelem Elokim, “Imagen de Dios”,
con la cual fue creado Adam. Esta “semejanza” a Dios, similar a la de Betzalel,
se refiere a su habilidad de “conocer” la realidad por su nombre, como si fuera a
través de los ojos de Dios, el Creador. Esto es para poder hacer descender (por
medio del nombre de cada criatura) dentro de la experiencia de la creación, la
conciencia de la omnipresencia de Dios, cuyas letras, palabras y Nombres
creativos “nunca lo abandonan”, como se enseña en Jasidut.
Estas dos grandes almas, Adam y Betzalel, cuyas sabidurías y conocimientos
estaban enfocadas en torno a las letras, sus permutaciones y los nombres,
están relacionadas muy estrechamente. Numéricamente, Adam 45 = אדם, que
es el triángulo de 9 (es decir la suma de todos los números del 1 al 9). 9 es el
valor numérico de la letra ט . Betzalel, 153 = בצאלאל, el triángulo de 17. 17 es la
guematria de טוב , “bueno” (como explicaremos en el secreto de la letra ט , tet).
9 es también el “punto medio” de 17. Juntos ט y 26 = טוב, el valor del
Nombre Havaiá. 45 ┴ 153 = 198 = 22 x 9, que es el producto de las veintidós
letras del alfabeto hebreo y las nueve vocales hebreas,3(ordenadas unas en
relación a las otras como cuerpo en relación al alma, ya que las vocales son las
que impulsan a las letras, y les insuflan vitalidad) como se enseña en Cabalá. El
valor “ordinal” de Betzalel בצאלאל , es 45, justamente el mismo valor de la
guematria simple de Adam, אדם .
En su tarea de artesano, Betzalel estaba involucrado en principio con la
energía-materia física. Esto está a nivel general de Mundos, como se discutirá
más adelante. Sin embargo el propósito consciente de la construcción del
tabernáculo era como instruye la Tora: “y Me harán un Santuario y moraré
dentro de ellos”. De esta manera, la “creación” de Betzalel sirvió desde un
principio para revelar la Luz Divina en el mundo, el nivel general de Divinidad,
como se explicará. (y por eso interpretaron los sabios su nombre como: -א בצל
ל, betzel E-l, “A la sombra de Dios”.) Esta fue la “idea” que incorporó en cada
una de sus obras de arte. Por esta razón el Templo construido por las manos
de los tzadikim, es considerado en relación, como una “creación” mucho más
grande que los cielos y la tierra creados por la mano de Dios.
86
Adam, en general, incorporó la completa experiencia de vida dentro de “cada
criatura viviente” al llamarla por su nombre. La vida se relaciona con el nivel de
Almas, como se explicara. En particular la vida de “cada criatura viviente”
(incluyendo las almas de los no judíos) esta a nivel de «Almas en los Mundos”.
El alma de Israel, sin embargo, que comenzó a aparecer en la propia alma de
Adam antes del pecado, pero que fue primero integrada plenamente por
Abraham, el primer judío, es el verdadero (estado de vida y) nivel de Almas.
Nivel Expresión Alma
Divinidad Intención en la construcción del Betzalel
Tabernáculo
Almas per se -Almas de Israel (Abraham)
Almas- Llamar a la Creación por su Adam
Almas en Mundos nombre.
La vida de cada criatura viviente
Mundos construcción del Tabernáculo Betzalel
1 Introducción y discusión de la forma de la letra alef.
2 Bereshit Raba 18:4. Este asunto lo aprendieron los sabios de bendita
memoria del “juego de palabras” en el verso: “por eso la llamó אשה , ishá,
‘mujer’ porque fue tomada del איש , ish, ‘hombre’”. [Génesis 2:23]. De aquí se
aprende que el tema del lenguaje en general pertenece en especial a la mujer,
a ella le pertenece el poder del habla y la expresión (Ver Likutei Moharán 19,
“porque diferentes lenguas aludieron a diferentes mujeres).
3 Nueve formas de nikud, “vocalización” diferentes entre sí (de acuerdo al orden
de las sefirot, desde Corona hasta Fundamento): kamatz ָ , pataj ַ
, tzeire ֵ , segol ֶ , shevá ְ , jolom ֹ , jiriq ִ , kubutz ֻ , shuruk ּו . Como el nombre
de las 9 vocales-puntos correspondientes a las nueve sefirot, así también los 9
valores en “número pequeño” de las 22 letras del alef-bet.
para más información, enviar email a: spanish@inner.org
ALEF
La Paradoja: Di-s y Hombre
La alef está formada por dos iud, una en la parte superior derecha, y la otra en
la inferior izquierda, unidas por una vav en diagonal. Esto representa las aguas
superiores e inferiores con el firmamento entre ellos, como fue enseñado por el
Arí z»l («rabi Itzjak Luria, de bendita memoria», quien recibió y reveló nuevos
conocimientos de la antigua sabiduría cabalística).
El agua, es mencionada por primera vez en la Torá, en el relato del primer día
de la Creación: «Y el espíritu de Di-s merodea por sobre la superficie de las
aguas». En ese momento, las aguas superiores e inferiores eran indistinguibles;
87
su estado es llamado como «agua en el agua». En el segundo día de la
Creación, Di-s separó las dos aguas «extendiendo» el firmamento entre ellas.
En el servicio del alma, como enseña el jasidismo, el agua superior es agua de
alegría, la experiencia de estar cercano a Di-s, mientras que el agua inferior es
agua de amargura, la experiencia de estar lejano de Di-s.
En la filosofía judía, las dos propiedades intrínsecas del agua son «húmedo» y
«frío». El agua superior es «húmeda», asociado con el sentimiento de
unidad con la «exaltación de Di-s»; mientras que el agua inferior es «fría», con
el sentimiento de separación, la frustración de experimentar la inherente
«soledad del hombre». El servicio Divino, como enseña el jasidismo, enfatiza
que de hecho, la conciencia primaria de ambas aguas es el sentido de
Divinidad, cada una según su perspectiva: según las aguas superiores, cuanto
mayor es la «exaltación de Di-s», más grande es la unidad de todo en Su Ser
Absoluto; según la perspectiva de la segunda, a mayor «exaltación de Di-s»,
mayor es el abismo existencial que separa la realidad de Di-s y la del individuo,
y de aquí la inherente «soledad del hombre».
El Talmud nos cuenta acerca de 4 sabios que entraron al «pardés», el místico
huerto de elevación espiritual, sólo alcanzado a través de intensa meditación y
contemplación cabalística. El más grande de ellos, rabi Akiva, les dijo a los
otros antes de entrar:
«Cuando vuelvan del lugar de la piedra de mármol pura, no pidan ‘agua, agua’,
porque está dicho: ‘Aquel que habla falcedades, no se parará ante mis ojos'».
El Arí z»l explica que el sitio de la «piedra de marmol pura», es donde se unen
las aguas superiores e inferiores. Aquí no se puede suplicar ‘agua, agua’, ya
que es como si dividiera las aguas superiores e inferiores. «El lugar de la piedra
de marmol pura» es el sitio de la verdad, el poder Divino de soportar dos
opuestos en forma simultánea, y en las palabras de rabi Shalom ben Adret: «la
paradoja de las paradojas». Aquí, «la exaltación de Di-s» y Su «proximidad»
con el hombre, se une con la «soledad del hombre» y su «distancia» de Di-s.
La Torá comienza con la letra bet: «Bereishit (en el principio) Di-s creó los
cielos y la tierra». Los Diez Mandamientos, la revelación Divina al pueblo judío
en el Sinaí, comienza con la letra alef : «Anoji [Yo] soy Di-s tu Di-s que te sacó
de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud». El Midrash afirma que la
«Suprema Realidad» se apartó de la «realidad inferior», porque Di-s decretó
que ni la Realidad Superior va a descender, ni la inferior va a ascender. Al
entregar la Torá, Di-s anuló Su decreto, Él Mismo fue el primero en descender,
como está escrito: «Y Di-s bajó sobre el Monte Sinaí». Por otro lado, la realidad
inferior ascendió: «Y Moisés se acercó a la nube…». La unión de la «realidad
superior», la iud de arriba, con la «realidad Inferior», la iud de abajo, por
intermedio de la conección de la vav que es la Torá, es el secreto último de la
Torá.
88
FORMA
Una iud arriba y una abajo, con una vav separándolas y uniéndolas
simultáneamente. El secreto de la imagen con que fue creado el hombre.
Mundos:
El sistema respiratorio, el diafragma, el sistema digestivo.
El líquido cefalorraquídeo, la membrana, la humedad del cerebro.
Almas:
Sentirse cercano como así también distante de Di-s, con el compromiso de la
Torá y las mitzvot balanceando estas emociones.
«El llanto está enclavado en un lado de mi corazón, en el otro está enclavada la
alegría».
Divinidad:
Luz Trascendente e Inmanente con la contracción (tzimtzum) y la impresión
(reshimu) entre ellas.
El hombre en perfecta unidad con la Voluntad Infinita de Di-s.
NOMBRE
Buey / Mil / Enseñanza / Maestro
Mundos:
Buey, la grosera realidad física, el alma animal inferior.
Mil, multiplicidad en la Creación, las
«mil montañas pastadas por el buey».
La yunta de bueyes doblegándose a la multiplicidad y retornando a la unidad.
Almas:
«Yo te enseñaré la sabiduría»
La raíz del alma se deriva de la sabiduría de Di-s.
Conocimiento Divino de la verdad Divina / Ser nada.
Divinidad:
«Maestro del universo».
El Divino «Uno», revelándose a través de la pluralidad de la Creación.
NÚMERO
Uno
Mundos:
El primero de todos los números que se pueden contar.
El comienzo de un proceso en la naturaleza y en la secuencia de los eventos
del mundo.
Uno significa «algo a partir de algo».
Almas:
89
«Una nación en la tierra».
La unidad orgánica de todas las almas judías.
Uno significa «algo a partir de la nada».
Divinidad:
«Di-s es uno»: la absoluta unidad de Di-s.
«No hay ningún otro aparte de Él: «Uno, individual y único».
Uno significa «nada a partir de algo».
Letras Hebreas
LOS DIEZ SIGNIFICADOS DEL ALEF – BET
By Galeinai / julio 5, 2018
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Sumario de los diez Significados del Alef – Bet
1. Concepto.
El principio conceptual subyacente asociado con la letra.
2. Significado.
El significado literal del nombre de la letra.
3. Figura.
La asociación visual primaria relacionada con la figura de la letra.
4. Número.
El valor numérico de la letra, calculado según la guematria.
Correspondencias básicas en las tres dimensiones de:
5. Espacio.
Los elementos, físicos, los cuerpos celestes y los signos zodiacales.
6. Tiempo.
Las estaciones, los días de la semana y los meses del año.
7. Alma.
Los miembros y órganos del cuerpo humano, responsables de mediar las
experiencias que se relacionan con el ser.
Asociaciones:
8. Cualidad, facultad o sentido.
90
Expresiones específicas de la experiencia de vida, innatas o adquiridas,
controladas por los miembros y órganos del alma mencionados arriba.
9. Archetipo.
Figuras arquetípicas de la historia de Israel.
10. Canal.
Los canales horizontal, vertical y diagonal, que conectan las diez Sefirot.
TRANSFORMACIONES ALFABÉTICAS
By Galeinai / junio 30, 2018
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Introducción
El término jilufei otiot (lit. «intercambio de letras), se refiere a cualquiera de los
sistemas de transformación alfabética descriptos en la cabalá. Cada sistema en
si mismo es conocido como un alef-bet. En el Sefer Ietzirá son descriptos 22 de
tales alef-bet, (según el orden lógico básico de todas las subraíces de dos letras
del lenguaje hebreo; [Rela – 231 – shearim]). Los seis sistemas de
transformaciones más comunes son:
Al-bam.
At-bash.
Aj-bi.
Aik-bejer
Ajas-beta.
At-baj.
TRANSFORMACIONES FONÉTICAS
By Galeinai / junio 30, 2018
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Los Cinco Orígenes Vocales de las Letras
Las 22 letras del alfabeto hebreo se dividen en 5 grupos fonéticos, basados en
su origen en el sistema vocal de la boca:
91
La garganta: ( אalef) ( חjet) ( הhei) ( עain)
El paladar: ( גguimel) ( יiud) ( כkaf) ( קkuf)
La lengua: ( זzain) ( שshin) ( סsamej) ( רreish) ( צtzadik)
Los dientes: ( דdalet) ( טtet) ( לlamed) ( נnun) ( תtav)
Los labios: ( בbet) ( וvav) ( מmem) ( פpei)
Fonéticamente, se puede intercambiar dos letras cualesqueira que tengan el
mismo origen. Por eso existen muchas palabras hebreas cuya proximidad de
significado proviene de su equivalencia fonética.
Este intercambio es usado a menudo en el análisis cabalístico de las palabras
hebreas de frases, particularmente de la Biblia y el Talmud. Estas técnicas son
empleadas muchas veces en diferentes artículos de este sitio.
EL ARTE DE LA GUEMATRIA
By Galeinai / junio 30, 2018
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Numerología Hebrea
Introducción
En hebreo, cada letra posee un valor numérico. La Guematria es el cálculo de
la equivalencia numérica de las letras, palabras o frases, y sobre esta base
lograr un aumento de la comprensión de la interrelación entre los diferentes
conceptos y explorar la relación entre palabras e ideas.
Presentamos aquí una introducción básica a la Guematria, comentando
diferentes sistemas para la identificación de la equivalencia numérica de cada
letra y cómo estas letras se pueden calcular de acuerdo al valor-palabra
implícito de sus nombres.
Se asume en estas técnicas que la equivalencia numérica no es una
coincidencia. De momento que el mundo fue creado a través del «habla» de Di-
s, cada letra representa una fuerza creativa diferente. Por lo tanto, la
equivalencia numérica de dos palabras revelan una conección interna entre los
potenciales creativos de cada una. (ver Tania, Shaar HaIjud VeHaEmuná,
capítulos 1 y 12.)
Hay cuatro modos de calcular la equivalencia de las letras individuales:
Valor Absoluto
Valor Ordinal
Valor Reducido
Valor Integral Reducido
92
El Tikunei Zohar explica que el concepto de valor reducido se relaciona con el
mundo espiritual de Ietzirá. Sobre esta base, se puede establecer una relación
entre estas cuatro formas de cálculo, los cuatro reinos espirituales y las cuatro
letras del nombre de Di-s:
Letra Forma de Cálculo
iud Valor Absoluto
hei Valor Ordinal
vav Valor Reducido
hei Valor Integral Reducido
Ver cuadro de Guematrias de las Letras
Guematria de la Letra Completa
«Relleno»
A veces se le da a las palabras un valor numérico adicional, milui («rellenar»,
plural miluim), dándole a la letra una equivalencia numérica y además también
se las considera como una palabra completa. En tales casos, las letras usadas
para deletrear la letra principal son consideradas como un «embarazo» dentro
de ella.
Por ejemplo, la palabra jen está compuesta de dos letras: jet y nun. La letra jet
a su vez se deletrea: jet, iud, tav que equivale a 418. Nun se deletrea: nun, vav,
nun equivalente a 106. Así el valor de la palabra jen con su milui es 524.
En este contexto, debemos agregar que ciertas letras poseen más de una
posibilidad de milui. Por ejemplo, la letra hei se puede deletrear: hei iud, hei hei
o hei alef, cuyos valores numéricos son 6, 10 y 15 respectivamente.
Similarmente, la letra vav: vav iud vav, vav alef vav o vav vav, que equivalen a
12, 13 y 22 respectivamente.
Se debe enfatizar que estas diferentes formas de cálculo no son meros
ejercicios matemáticos. Antes bien, cada equivalente numérico representa un
aspecto diferente de influencia Divina.
El uso más clásico de estos miluim alternativos es respecto del Nombre Divino
Havaiá (deletreado: iud, hei, vav, hei). La guematria de las letras es 26, pero
con el milui se llega a diferentes cifras dependiendo de cómo se deletrean la
vav y la hei.
Los siguientes son los principales miluim del Nombre Havaiá abordados por la
cabalá:
Havaiá de 72 Havaiá de 63 Havaiá de 45 Havaiá de 52
iud iud, vav, dalet =20 iud, vav, dalet =20 iud, vav, dalet
hei hei, iud =15 hei, iud =15 hei, alef
vav vav, iud, vav =22 vav, alef, vav =13 vav, alef, vav
hei hei, iud =15 hei, iud =15 hei, alef
milui total =72 milui total =63 milui total
93
Estas cuatro sumas, 72, 63, 45, 52, se corresponden a su vez con las cuatro
letras del nombre de Di-s Havaiá (y por lo tanto con las diez sefirot) de acuerdo
al siguiente cuadro:
Letra de Havaiá Havaiá de: Las Diez Sefirot
iud 72 Jojmá Idea, sabiduría
hei 63 Biná Entendimiento
vav 45 de Jesed a Iesod Los Atributos E
hei 52 Maljut Reinado
Ver cuadro de Guematrias de las Letras
Cada una de las letras hei, vav, hei del Nombre Havaiá posee tres diferentes
formas de deletrearse, por lo tanto hay 27 (3 elevado a la tercera potencia)
miluim posibles del Nombre Sagrado. Hay treinta equivalentes numéricos
posibles desde 44 a 72, con su punto medio en 58 (= jen), que sumando el total
de todos los miluim da 1521, que equivale a 39². Treinta y nueve es el
equivalente de Hashem Ejad («Di-s es Uno»).
Los cuatro números del Nombre Havaiá citados arriba son considerados los
más esenciales y cada uno corresponde a una letra diferente de ese Nombre,
como ya se dijo. Cuando dividimos la suma de ellos 232 por 4 llegamos
nuevamente al número 58 (= jen). Similarmente, 232 es el equivalente numérico
de iehí or («Que haya luz»), la primera expresión de la Creación.
Ejemplos de Guematria
La palabra hebrea jesed («bondad») tiene tres letras jet, samej, dalet. Los
valores absolutos y normales de la jet es 8, la de la samej es 60 y la de la dalet
es 4, dando un total de 72 y por lo tanto el valor integral reducido es 9.
En forma similar, el valor ordinal de las tres letras anteriores es 8, 15 y 4
respectivamente, dando un total de 27, y 9 para el valor integral reducido.
Finalmente, el valor reducido de dichas letras es 8, 6 y 4 respectivamente,
dando un total de 18 y nuevamente 9 para el valor reducido.
Otro ejemplo: la palabra jen, «gracia», que se deletrea jet, nun, es usada a
menudo como un apelativo de la cabalá. Su valor absoluto es 8 más 50 =58 ó
708 cuando la nun es considerada como 700. Su valor ordinal es 22, de
acuerdo con el cálculo normal, ó 33 cuando a la nun se le asigna el valor de 25.
Su valor reducido es 8 más 5 = 13 ó 15 si cuando se le asigna a la nun un valor
independiente. Su valor integral reducido es 4 ó 6.
EL ARTE DE LA GUEMATRIA
By Galeinai / junio 30, 2018
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Numerología Hebrea
Introducción
En hebreo, cada letra posee un valor numérico. La Guematria es el cálculo de
la equivalencia numérica de las letras, palabras o frases, y sobre esta base
lograr un aumento de la comprensión de la interrelación entre los diferentes
conceptos y explorar la relación entre palabras e ideas.
Presentamos aquí una introducción básica a la Guematria, comentando
diferentes sistemas para la identificación de la equivalencia numérica de cada
letra y cómo estas letras se pueden calcular de acuerdo al valor-palabra
implícito de sus nombres.
Se asume en estas técnicas que la equivalencia numérica no es una
coincidencia. De momento que el mundo fue creado a través del «habla» de Di-
s, cada letra representa una fuerza creativa diferente. Por lo tanto, la
equivalencia numérica de dos palabras revelan una conección interna entre los
potenciales creativos de cada una. (ver Tania, Shaar HaIjud VeHaEmuná,
capítulos 1 y 12.)
Hay cuatro modos de calcular la equivalencia de las letras individuales:
Valor Absoluto
Valor Ordinal
Valor Reducido
Valor Integral Reducido
El Tikunei Zohar explica que el concepto de valor reducido se relaciona con el
mundo espiritual de Ietzirá. Sobre esta base, se puede establecer una relación
entre estas cuatro formas de cálculo, los cuatro reinos espirituales y las cuatro
letras del nombre de Di-s:
Letra Forma de Cálculo
iud Valor Absoluto
hei Valor Ordinal
vav Valor Reducido
hei Valor Integral Reducido
Ver cuadro de Guematrias de las Letras
Guematria de la Letra Completa
«Relleno»
A veces se le da a las palabras un valor numérico adicional, milui («rellenar»,
plural miluim), dándole a la letra una equivalencia numérica y además también
se las considera como una palabra completa. En tales casos, las letras usadas
para deletrear la letra principal son consideradas como un «embarazo» dentro
de ella.
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Por ejemplo, la palabra jen está compuesta de dos letras: jet y nun. La letra jet
a su vez se deletrea: jet, iud, tav que equivale a 418. Nun se deletrea: nun, vav,
nun equivalente a 106. Así el valor de la palabra jen con su milui es 524.
En este contexto, debemos agregar que ciertas letras poseen más de una
posibilidad de milui. Por ejemplo, la letra hei se puede deletrear: hei iud, hei hei
o hei alef, cuyos valores numéricos son 6, 10 y 15 respectivamente.
Similarmente, la letra vav: vav iud vav, vav alef vav o vav vav, que equivalen a
12, 13 y 22 respectivamente.
Se debe enfatizar que estas diferentes formas de cálculo no son meros
ejercicios matemáticos. Antes bien, cada equivalente numérico representa un
aspecto diferente de influencia Divina.
El uso más clásico de estos miluim alternativos es respecto del Nombre Divino
Havaiá (deletreado: iud, hei, vav, hei). La guematria de las letras es 26, pero
con el milui se llega a diferentes cifras dependiendo de cómo se deletrean la
vav y la hei.
Los siguientes son los principales miluim del Nombre Havaiá abordados por la
cabalá:
Havaiá de 72 Havaiá de 63 Havaiá de 45 Havaiá de 52
iud iud, vav, dalet =20 iud, vav, dalet =20 iud, vav, dalet
hei hei, iud =15 hei, iud =15 hei, alef
vav vav, iud, vav =22 vav, alef, vav =13 vav, alef, vav
hei hei, iud =15 hei, iud =15 hei, alef
milui total =72 milui total =63 milui total
Estas cuatro sumas, 72, 63, 45, 52, se corresponden a su vez con las cuatro
letras del nombre de Di-s Havaiá (y por lo tanto con las diez sefirot) de acuerdo
al siguiente cuadro:
Letra de Havaiá Havaiá de: Las Diez Sefirot
iud 72 Jojmá Idea, sabiduría
hei 63 Biná Entendimiento
vav 45 de Jesed a Iesod Los Atributos E
hei 52 Maljut Reinado
Ver cuadro de Guematrias de las Letras
Cada una de las letras hei, vav, hei del Nombre Havaiá posee tres diferentes
formas de deletrearse, por lo tanto hay 27 (3 elevado a la tercera potencia)
miluim posibles del Nombre Sagrado. Hay treinta equivalentes numéricos
posibles desde 44 a 72, con su punto medio en 58 (= jen), que sumando el total
de todos los miluim da 1521, que equivale a 39². Treinta y nueve es el
equivalente de Hashem Ejad («Di-s es Uno»).
Los cuatro números del Nombre Havaiá citados arriba son considerados los
más esenciales y cada uno corresponde a una letra diferente de ese Nombre,
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como ya se dijo. Cuando dividimos la suma de ellos 232 por 4 llegamos
nuevamente al número 58 (= jen). Similarmente, 232 es el equivalente numérico
de iehí or («Que haya luz»), la primera expresión de la Creación.
Ejemplos de Guematria
La palabra hebrea jesed («bondad») tiene tres letras jet, samej, dalet. Los
valores absolutos y normales de la jet es 8, la de la samej es 60 y la de la dalet
es 4, dando un total de 72 y por lo tanto el valor integral reducido es 9.
En forma similar, el valor ordinal de las tres letras anteriores es 8, 15 y 4
respectivamente, dando un total de 27, y 9 para el valor integral reducido.
Finalmente, el valor reducido de dichas letras es 8, 6 y 4 respectivamente,
dando un total de 18 y nuevamente 9 para el valor reducido.
Otro ejemplo: la palabra jen, «gracia», que se deletrea jet, nun, es usada a
menudo como un apelativo de la cabalá. Su valor absoluto es 8 más 50 =58 ó
708 cuando la nun es considerada como 700. Su valor ordinal es 22, de
acuerdo con el cálculo normal, ó 33 cuando a la nun se le asigna el valor de 25.
Su valor reducido es 8 más 5 = 13 ó 15 si cuando se le asigna a la nun un valor
independiente. Su valor integral reducido es 4 ó 6.
TRANSFORMAR LA CRISIS EN UNA BUENA OPORTUNIDAD
By Galeinai / julio 13, 2019
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La Guematria de la Semana
Una de la piezas más conocidas de la liturgia judía es Adón Olam, un poema de
diez versos recitado cada día antes de la plegaria de la mañana (shajarit) y en
algunas congregaciones a continuación del servicio del viernes por la
noche. Adón Olam significa literalmente «Amo del Universo». Rabi Ishaiá
Horwitz, más conocido como el Shlah, el autor de la obra medieval Shnei Lujot
Habrit, escribe que esas dos palabras equivalen numéricamente a Ein Sof,
(Adón = Ein, y Olam = Sof), literalmente «el infinito».
Además, escribe que quien medita sobre esto mientras recita el Adón Olam a la
mañana se le garantiza que ese día no ha de padecer ninguna adversidad,
tendrá un gran día!
Para concluir mencionemos que estas dos palabras también equivalen a la
palabra hebrea or, «luz», aludiendo a la noción cabalística de que la luz está
asociada al infinito, llamada «luz del infinito»:
97
[Incidentalmente, desde la perspectiva de la cabalá y el jasidut, esto es lo que
yace en el meollo de la identificación de la luz por parte de Einstein como la
cosa más rápida en el universo, en virtud de lo cual, denominó a la velocidad de
la luz como la velocidad «infinita» dentro de los confines del reino de lo creado.]
Los diez versos corresponden, también por orden, a las sefirot. El verso
correspondiente a la sefirá de victoria es «El es mi Di-s y mi salvador viviente, la
fortaleza para mis dolores de parto en un momento de aflicción». Demos una
mirada a las palabras «en momento de aflicción», cuya guematria en hebreo
suma 765.
765 es la «parte menor» (lo que en matemática podría ser llamado los números
menos significativos) del año judío en curso, 5765. En la cultura judía se
acostumbra usar sólo esta parte para referirse cotidianamente a los años.
Una de las enseñanzas más conocidas del Baal Shem Tov es que meditando
sobre una palabra hebrea durante la plegaria (en nuestro caso, al recitar
el Adón Olam), uno puede reacomodar las letras de la palabra y así cambiar su
significado. El ejemplo que da es usando exactamente estas palabras «un
momento de aflicción». Reacomodando sus tres letras, «aflicción», en
hebreo, deviene en «tzohar», que significa «umbral» o «resplandor»
(«tzohar» es uno de los trece sinónimos de «luz» en hebreo, trayendo a la
mente la imagen de «una luz al fondo del túnel»). Por cierto, utilizando el
versículo «Ah, porque grande es ese día, no hay ninguno como ese; es tiempo
de aflicción para Iakov, más él será redimido» (Jeremías 30:7), el Baal Shem
Tov enseña que la aflicción misma es la causa de la redención, la crisis que
parecería ser la señal de «fin», se convierte en el umbral para un nuevo
comienzo de lo bueno. De acuerdo con las enseñanzas jasídicas, contemplar
las palabras de esta manera tiene un efecto real en la realidad, permitiéndonos
aclarar nuestras mentes y reformular nuestra comprensión de dónde estamos y
qué es lo que estamos haciendo. De pronto, desde esta nueva perspectiva, se
presentan oportunidades y el Todopoderoso nos ayuda a modelarlas de forma
positiva. Por eso, aunque este año puede ser un año de crisis, es también una
puerta hacia un nuevo nivel de bonanza y prosperidad, un nuevo nivel de
resplandor Divino.
***
En cabalá, el proceso de transformar lo negativo en positivo es conocido como
«hamtakat hadinim beshorsham», o «endulzar los juicios en su raíz». Sin entrar
al significado cabalístico de este proceso, notemos que la raíz de «juicios»
también se refiere a la raíz gramatical de una palabra en hebreo. La raíz de la
palabra «aflicción» o «crisis», en hebreo es . Pero si tomamos la palabra
misma para «crisis», y la tratamos como si fuera una raíz en sí misma (esto
98
es, llevándola figurativamente a la «raíz») entonces al eliminarla, queda una
sola palabra que deriva de esta raíz: la palabra , «bálsamo».
Esta palabra esta asociada con curar y es considerado el remedio homeopático
por excelencia en la Biblia. Jeremías dice: «¿No hay bálsamo en Gilad, no hay
un médico allí? ¿Entonces por qué no se recupera la salud de mi pueblo?»
(Jeremías 8:22, ver también ibíd. 51:8). Por eso, elevar la crisis a su raíz
produce una medicina. En términos prácticos esto significa que elevando
nuestra conciencia para centrarla en Di-s Mismo en tiempo de crisis, la
transformamos en un portal para la curación y el crecimiento en el resplandor
de Di-s.
Finalmente, el «valor acumulativo» de una letra (llamado en cabalá mispar
kidmí) es la suma de los valores de todas las letras desde la alef hasta la letra
en cuestión inclusive. Por ejemplo el valor acumulado de la segunda letra, bet,
es 3 (el valor normal de alef es 1, y de la bet es 2), de la iud es 55, etc. El valor
acumulativo de las dos palabras en hebreo para «un tiempo de aflicción», et
tzaara, es 3125, el resultado de 5 elevado a la quinta potencia. No hay otro
número que represente más completamente al número cinco. En esencia,
elevar el 5 a la quinta potencia es como tener una base 5 que tiene otro 5 más
elevado (como se insinúa en su notación matemática 55) en mente. Esta
«elevación» del 5 a una imagen más elevada de sí mismo, alude a la
transformación de en , cuando la letra final hei (que vale 5) de «crisis»
es «elevada» en cinco para transformarse en la iud final de «bálsamo» (que
vale 10, 5 más 5).
PARTE 29 LA INCLUSIÓN DE LA IZQUIERDA EN LA DERECHA
By Galeinai / agosto 30, 2018
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Cabala y Medicina
La Curación del Cuerpo y el Alma
Parte 29
La Inclusión de la Izquierda en la Derecha
La sangre transporta las células del sistema inmunológico que luchan contra las
enfermedades. La sangre está asociada con la sefirá de biná, los vasos
sanguíneos con la de guevurá y el sistema inmunológico con hod. Estas son las
tres sefirot ubicadas en el lado izquierdo del “Arbol de la Vida”, por lo que
podemos inferir que el proceso curativo es de hecho la curación de la izquierda.
En el próximo capítulo veremos que la rectificación y cura de la izquierda, o
más específicamente la tendencia o atracción del centro sobre la izquierda,
99
depende de la inclusión voluntaria (o la tendencia) de la izquierda hacia la
derecha, caracterizada esta última por su atributo de misericordia. Como hemos
visto arriba, el fenómeno de la enfermedad se caracteriza por una separación
existencial o enajenamiento (que en general refleja un estado mancillado de
hod, la capacidad de reconocer al otro ser verdadero y bueno que nos
complementa).
Vemos aquí nuevamente que la enfermedad es el alejamiento de la izquierda
respecto de la derecha.
Esto está expresado bellamente en el libro de los Salmos:
Y yo digo: Es mi padecer [jaloti]
Que la mano derecha del Altísimo ha cambiado
En cabalá, el “cambio” en la mano derecha del Altísimo” alude al ocultamiento
del principio Divino llamado “derecha”, producido por el alejamiento de la
izquierda. Esto es el exilio, la bondad de Di-s se oculta a Sus hijos, a Israel, que
es el estado referido aquí como “padecimiento”, que literalmente significa
“enfermedad”.
En jasidut, la palabra jaloti que significa “en mi padecer”, es interpretada en 4
sentidos emparentados entre si. Significa también “en mi temblor” (como en la
expresión jil uradá, “temblor y sacudida”), síntomas de debilidad y enfermedad;
“en mi enfermedad”; “en mi plegaria” (como ya vimos en la plegaria de Moisés
luego del pecado del becerro de oro); “en mi capacidad de endulzar lo amargo”
(nuevamente, el propósito profundo de la enfermedad).
“La derecha del Altísimo” no sólo se refiere al eje derecho de las sefirot, sino
también a la corona suprema, keter, de la que está dicho: “no hay izquierda en
el Anciano [un apelativo de keter], todo es derecha”. En cabalá, la corona se
asocia a Arij Anpín, literalmente “el rostro alargado” [‘o infinitamente extendido’].
La palabra arij (alargado) es semejante a aruká, “cura” o “remedio”. En general,
el eje derecho de las sefirot es llamado por el Zohar: “el eje extendido”. La
palabra arij la encontramos en las iniciales del versículo:
Ki Ani Havaiá rofeja.
Porque Yo soy Di-s quien te cura.
Y también en las del final de nuestras sentidas plegarias a Di-s para que nos
cure:
Amen, ken iehí ratzón.
Amén, que así sea Su voluntad.
La aparente redundancia de la cita del Zohar –“no hay izquierda en el Anciano,
todo es derecha”– significa, según la cabalá y jasidut, que el origen espiritual de
la “izquierda” está por cierto presente en la corona suprema, pero que allí
también es “derecha”, “todo es derecha”. Entonces, la corona es lo que inspira
a las sefirot de la izquierda a reconocer la bondad de la derecha y a desear
identificarse con ella.
100
El comienzo de la unión de ambos lados, las de dos sefirot diferentes, está a
nivel de la mente: la unión de jojmá y biná, padre y madre; que en el alma es la
unión de las experiencias de desinterés y alegría.
Con respecto a la enfermedad que está descripta explícitamente en la Torá, la
lepra, y su curación, nos enseña la cabalá y el jasidut que el origen de la
enfermedad es la disociación de jojmá y biná. En concordancia con las
correspondencias psicológicas descriptas arriba, significa que la médula ósea
no produce continuamente células sanguíneas nuevas. La curación depende
del poder de keter de reunir a los “dos compañeros” jojmá y biná.
Fisiológicamente, keter corresponde al sistema respiratorio, lo que parecería
indicar que una respiración apropiada, profunda (en una atmósfera saludable)
puede inun flujo adecuado de energía saludable desde la médula ósea hacia
las células sanguíneas. La sangre fortificada continuará descendiendo por el eje
de las sefirot, hasta alcanzar y fortalecer el sistema inmunológico para
sobreponerse a la enfermedad.
LAS SEIS EXPRESIONES DEL SHEMÁ
By Galeinai / julio 4, 2018
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El Shemá es la declaración esencial de la fe Judía: «Oye Israel, Havaiá es
nuestro Dios, Havaiá es Uno». La primera palabra «Oye» ( שְׁ מַ ע, shemá), tiene
3 letras que pueden ser permutadas en seis formas diferentes, que alude cada
una a una parte de un verso o de un dicho rabínica. Vamos a ver:
שמע: «Alcen sus ojos a las alturas» ( שְ אּו מְ רֹום עֵ ינֵיכֶם, seú marom eineijem), es
una frase de Ishaiahu 40:26.
« – שעמuna llama se eleva por sí misma» ( ַ שַׁ לְהֶ בֶת ע ֹולָה מְ אֵ לֵיה, shalhebet olá
mielea ), una expresión rabínica de Shabat 21a (ver también Rashi sobre Éxodo
27:20).
¿« – מעשQuién ha ascendido a los cielos?» ( מִ י עָ לָה שָׁ מַ י ִם, mi alá shamaim ),
una frase de Proverbios 30:4.
« – משעEl lugar del Mundo» ( מְ קֹומֹו שֶׁ ל עֹולָם, makom shel olam ), una
connotación rabínica para el Creador.
101
« – עשמEn las Alturas has colocado Tu residencia» () עֶ לְיֹון שַׂ מְ תָּ מְ עֹונֶָך, una frase
del Salmo 91:9.
« – עמשEl yugo del Reino de los Cielos» ( ע ֹול מַ לְכּות שָׁ מַ י ִם, ol maljut Shamaim ),
una expresión rabínica específicamente relacionada a la intención del Shema,
es decir, tomar el yugo del Reino de los Cielos. Ver Berajot 13a.
Ahora, exploremos un poco más este tema introduciendo la teoría de la
permutación Cabalística.
Teoría de la Permutación Cabalística
Los escritos Cabalísticos tratan profusamente el secreto de la permutación,1 o
como lo podemos denominar en términos modernos, la Teoría de la
Permutación. El objetivo de la permutación Cabalística es hallar una
correspondencia correcta entre 3 elementos cualesquiera, llamémosles a, b, y
c, con las seis sefirot emotivas, desde bondad hasta fundamento. A partir de
esto, se obtiene las permutaciones para todas las raíces de las palabras
hebreas (en general son de 3 letras) y de allí se estudia el significado espiritual
y cabalístico de cada palabra, de acuerdo a su esencia.
Este es el conocimiento que Dios le otorgó a Adam el primer hombre en el
Jardín del Edén, con el cual le dio un nombre a todo lo que fue creado en los
seis días, de acuerdo a la raíz de su esencia. Como vemos en el ejemplo del
Shemá, también sirve, entre otras muchas cosas, para conocer el sentido de la
palabra de acuerdo al verso o dicho de los sabios que concuerda con sus
iniciales.
Vamos a dar una explicación simple de esta técnica. Dados 3 elementos
diferentes a, b, y c, hay claramente seis posibles permutaciones: abc, acb, bca,
bac, cab, cba. Usando una regla muy sencilla de transformación matemática,2
estas seis permutaciones se corresponden con los seis atributos del corazón de
la siguiente manera:
poder
bca
bondad
abc
belleza
102
cab
agradecimiento
bac
victoria
acb
fundamento
cba
Este es el esquema general más sencillo de correspondencia. Se basa en que
dados tres términos cualesquiera, su identificación como a, b, y c no es
arbitraria. La permutación Cabalística requiere que los tres términos se
correspondan correctamente con las tres sefirot intelectuales: sabiduría (a),
entendimiento (b), y conocimiento (c).
Así, en el esquema anterior vemos que jesed o bondad (abc) es la permutación
originada de girar las tres sefirot intelectuales en el sentido de derecha a
izquierda, o sea contrario a las agujas del reloj: Jojmá-Biná-Daat; Guevurá o
Rigor (bca) corresponde a Biná-Daat-Jojmá; Tiferet o belleza a Daat-Jojmá-
Biná. De acuerdo al siguiente esquema:
entendimiento
b
sabiduría
a
conocimiento
c
Por su lado, las permutaciones de las siguientes tres sefirot surgen de girar las
sefirot intelectuales de izquierda a derecha, de acuerdo al giro de las manecillas
del reloj. Dejamos al lector encontrar el orden para las 3 sefirot emocionales
restantes, de acuerdo al siguiente esquema:
entendimiento
b
103
sabiduría
a
conocimiento
c
Pero identificar correctamente qué elementos corresponde a cada una de las
sefirot intelectuales es el punto crucial del asunto y requiere tener una gran
experiencia en este tema (es decir, haber estudiado cómo se hace esto para
muchas raíces de tres letras) y una gran parte de intuición Cabalística (algo que
obviamente no puede ser enseñado).
Ahora podemos reescribir la correspondencia anterior usando la notación
cabalística más tradicional. Reemplazamos las letras a, b, y c por las tres
únicas letras del Nombre esencial de Dios, Havaiá, ( יiud), ( הhei), y ( וvav), las
cuales, como vemos en los libros de Cabalá, que corresponden en sí mismas a
sabiduría, entendimiento y conocimiento, respectivamente. Además,
agregaremos la correspondencia de las letras ה, י, y ו, con las sefirot, incluidas
también las tres cabezas de la sefirá de la Corona.
la cabeza incognoscible
י
la cabeza de la nada
ה
La cabeza de paciencia
ו
entendimiento
ה
sabiduría
י
conocimiento
ו
poder
הוי
bondad
104
יהו
belleza
ויה
reconocimiento
היו
victoria
יוה
fundamento
והי
reino
ה
Las Expresiones y las Sefirot
Regresando a la primera palabra del Shemá, שמע, nuestro primer paso es
identificar a cual de las tres sefirot intelectuales corresponde cada letra de la
palabra. Basado en lo que enseñamos en otra ocasión, la correspondencia es:
– שentendimiento – מsabiduría
– עconocimiento
Lo cual nos da la siguiente tabla,
poder
שעמ
ַשַׁ לְהֶ בֶת עֹולָה מְ אֵ לֵיה
Cuidado -amoroso
משע
מְ קֹומֹו שֶׁ ל עֹולָם
belleza
עמש
עֹול מַ לְכּות שָׁ מַ י ִם
105
conocimiento
שמע
שְׂ אּו מְ רֹום עֵ ינֵיכֶם
victoria
מעש
מִ י עָ לָה שָׁ מַ י ִם
fundamento
עשמ
עֶ לְיֹון שַׂ מְ ָּת מְ עֹונֶָך
Así podemos encontrar todas las permutaciones o raíces de 3 letras de las
palabras hebreas con las 22 letras del alfabeto hebreo (¿cuántas son?). Por
supuesto no todas tienen sus 6 permutaciones con significado, salvo 6 como
קבר, kuf-bet-reish (¿cuáles son las otras 5?). Jugando con este sistema,
podemos darle significado a las raíces que aun no lo tienen, pero de todas
maneras esto será completado por el Mashíaj, que nos revelará todos los
secretos ocultos, con la Redención Verdadera y Final, ya mismo en nuestros
días.
Notas
1 Vea nuestro volumen Hebreo Sod Hashem Leyerei’av, (en hebreo) para una
explicación más profunda de este tema.
2 Se deja al lector encontrar la regla para esta transformación. Una vez que se
encuentra la regla, note que tiene sus paralelos en la regla de la mano derecha
y mano izquierda del álgebra vectorial (el giro en la dirección de las manecillas
del reloj o en contra respectivamente). Más específicamente, la transformación
usada para bondad, poder, y belleza corresponden a la regla de la mano
izquierda, resultando en un vector negativo en el eje z, indicando que estas 3
sefirot apuntan hacia adentro. La transformación para victoria, conocimiento, y
fundamento corresponden a la regla de la mano derecha, resultando en un
vector positivo en el eje z e indicando que estas 3 sefirot apuntan hacia afuera.
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