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Sismo 85: el temblor que despertó a la ciudad

El cataclismo cambió la historia capitalina la mañana del jueves 19 de septiembre de 1985


La mañana del jueves 19 de septiembre de 1985 la Ciudad de México quedó aturdida. Fue
un golpe duro, seco, demoledor, que la dejó coja y adolorida.
En las costas de Michoacán, a casi 400 kilómetros del DF, las placas tectónicas Cocos y
Continental, se deslizaron violentamente. La onda de choque tardó casi dos minutos en
atravesar las sierras, subir hasta el altiplano y golpear a la capital.
La mitad de los actuales habitantes de la ciudad no habían nacido en 1985. No comprenden
el terror de sentir que el suelo vaya caprichosamente en todas direcciones, brinque, sacuda
cuerpos, árboles, postes, edificios y reviente las calles.
A las 7:19 de la mañana de aquel jueves se derrumbaron lo mismo casas viejas que masivos
edificios de departamentos, hoteles de abolengo, centros nocturnos, cines, oficinas públicas,
hospitales, cafeterías, escuelas, teatros, rascacielos de hasta 23 pisos. La zona centro de la
ciudad quedó envuelta en zozobra, polvo y humo.
En sus dos minutos de duración, el gran sismo de 8.1 grados derrumbó un total de 400
edificios y dejó a otro millar listos para ser demolidos.
Se destruyeron líneas telefónicas y telegráficas, la electricidad fue cortada, el transporte se
colapsó dejando a la ciudad durante horas comunicada con el exterior sólo mediante radios
de onda corta y carretera.
El sismo de 1985 demostró que la Ciudad de México está construida en el peor sitio
posible, encima del barroso fondo de un lago, con el suelo blando que recibe, rebota y
amplifica las ondas sísmicas como en ninguna otra urbe del mundo. La gran leyenda de su
fundación es también su desgracia.
De aquel episodio quedaron una nueva cultura de protección civil, reglamentos de
construcción más severos, una sociedad civil que tomó el poder, y también un profundo y
arraigado sentimiento de vulnerabilidad.

¿Cuánto duró el sismo del 19 de septiembre de 2017?


El sismo del 19 de septiembre de 2017 ocurrió a las 13:14 horas; su magnitud fue de 7.1 y
se sintió en la Ciudad de México, dejando daños principalmente en las alcaldías Gustavo A.
Madero, Cuauhtémoc, Benito Juárez, Coyoacán, Iztapalapa, Xochimilco y Álvaro Obregón.
El sismo se originó en el límite de Puebla y Morelos, a 12 kilómetros al sureste de
Axochiapan, y a 120 kilómetros de la Ciudad de México.
De acuerdo con un reporte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la
ruptura del sismo ocurrió dentro de la placa oceánica de Cocos por debajo del continente, a
una profundidad de 57 kilómetros y "si bien este tipo de sismo no es el más común en
México, de ninguna manera es extraordinario".
El Servicio Sismológico Nacional (SSN) reportó que las coordenadas del epicentro fueron
18.40 latitud Norte y -98.72 longitud Oeste y la profundidad es de 57 kilómetros. A pesar
de que muchos mexicanos buscan en Internet cuánto duró el sismo, SSN no registra el
tiempo, debido a que éste valor es puede englobar conceptos distintos.
En un reporte, el organismo indicó que la duración del movimiento puede variar al ser
percibida por el ser humano o por los instrumentos elaborados para tal fin.
"La duración de un sismo tanto instrumental como la percepción humana varía de un lugar
a otro, y no es un valor fijo. Cuando ocurre un sismo, las personas que viven en diferentes
lugares no perciben la misma duración y aún aquellas que están en un mismo sitio pueden
experimentan tiempos diferentes. Existen tres factores principales que intervienen en la
duración del movimiento: La distancia al epicentro, el tipo de terreno y el tipo de
construcción en donde nos encontremos en ese momento", indica

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