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Existencia

(del latín «existentia», existencia). 1. Es toda la diversidad de las cosas variables en su conexión e
interacción. No es posible reducir la existencia de las cosas ni a su esencia interna ni
exclusivamente a su manera de existir. Son erróneas las teorías filosóficas que han situado la
esencia de las cosas, su fundamento, por encima de su existencia concibiendo esta última como
algo bajo, casual y de corta duración. Pero también es errónea la teoría que estima la existencia de
las cosas como superior a su esencia, considerando que esta última no existe en absoluto o como
algo inaccesible, fuera del alcance de la cognición y de la práctica del hombre. El criterio acertado,
en esta cuestión, estriba en que ni la esencia es posible sin la existencia (en este caso se obtiene la
idea del imperio de la inmovilidad absoluta, que nada tiene de común con la vida real de la
naturaleza y de la sociedad) ni la existencia es posible sin la esencia (en este caso, se fija sólo lo
externo, lo inquieto, lo casual). Únicamente la unidad de existencia y esencia, de ser y de devenir,
permite comprender todo lo existente. 2. Categoría fundamental del existencialismo, introducida en
«la terminología filosófica porKierkegaard. Se entiende por existencia el «ser» interno aprehendido
por la conciencia, del hombre; «ser» distinto de la existencia empírica, que no es la real. La
existencia como posibilidad del ser está determinada por el hombre mismo, por su deseo, pero tiene
sus raíces (por ejemplo, según Jaspers) en cierta «trascendencia» misteriosa, es decir en Dios. La
existencia no llega a conocerse, sino que se «ilumina» o se «revela» en «momentos críticos»
(ataraxía, acto heroico, muerte, &c). En los existencialistas, esta categoría sirve para fundamentar el
irracionalismo y el relativismo moral.

Existencialismo
(del latín «existentia»: existencia). Filosofía de la existencia, corriente irracionalista de la filosofía
burguesa contemporánea; surgió (después de la primera guerra mundial en Alemania, y luego en
Francia; después de la segunda guerra mundial en otros países, entre ellos los Estados Unidos)
como intento de crear una nueva concepción del mundo en consonancia con los estados de ánimo
de la intelectualidad burguesa. El término «existencialismo» fue introducido por el neokantiano Fritz
Heinemann (1929). Las fuentes ideológicas del existencialismo son: la filosofía de la
vida, lafenomenología de Husserl, la doctrina místico-religiosa de Kierkegaard. Se distingue el
existencialismo religioso (Marcel, Jaspers, Berdiáiev, Buber) y el ateo (Heidegger, Sartre, Camus).
En la filosofía de la [164] existencia ha hallado su reflejo la crisis del liberalismo burgués, incapaz de
dar respuestas científicas a las cuestiones planteadas por el hacer práctico social e histórico de
nuestros días, liberalismo impotente para explicar la inestabilidad y la desorganización de la vida
humana en la sociedad burguesa, los sentimientos de angustia, desesperación y desolación
inherentes al hombre de dicha sociedad. El existencialismo constituye una reacción irracionalista al
racionalismo de la Ilustración y a la filosofía clásica alemana. Afirman los filósofos existencialistas
que el principal vicio del pensamiento racional estriba en tomar como punto de partida el principio de
la contraposición entre sujeto y objeto, o sea, el dividir el mundo en dos esferas: la objetiva y la
subjetiva. El pensamiento racional veía toda la realidad, incluido el hombre, tan sólo como objeto,
como «esencia», como algo ajeno al hombre. La filosofía auténtica, desde el punto de vista del
existencialismo, ha de partir de la unidad entre sujeto y objeto. Dicha unidad se halla encarnada en
la «existencia», es decir, en cierta realidad irracional. Según la doctrina existencialista, para adquirir
conciencia de sí mismo como «existencia» el hombre ha de encontrarse en una «situación límite»,
por ejemplo, ante la faz de la muerte. Ello hace que el mundo se convierta para el hombre en
«íntimamente próximo». Se declara que el procedimiento verdadero de cognición o, según el
existencialismo, de penetración en el mundo de la «existencia», es la intuición («experiencia
existencial» en Marcel, «comprensión» en Heidegger, «iluminación existencial» en Jaspers), que es
el método fenomenológico de Husserl irracionalmente interpretado. En el existencialismo, ocupa un
importante lugar el planteamiento y la solución del problema de la libertad, definida como «elección»
que hace el hombre de una posibilidad entre innumerables posibilidades. El carácter voluntarista de
la explicación que el existencialismo da de la libertad estriba en separar la «elección» de las
circunstancias, es decir, estriba en aislar de la necesidad objetiva, de las leyes, al hombre. En última
instancia, los existencialistas convierten el problema de la libertad en un problema puramente ético y
entienden la libertad, según el espíritu del individualismo extremo, como libertad del individuo
respecto a la sociedad. El existencialismo ha ejercido sensible influencia sobre el arte y la literatura
burgueses de nuestros días y, por este conducto, sobre la mentalidad de una sensible parte de la
intelectualidad burguesa. La actitud política reaccionaria de la mayoría de los filósofos
existencialistas se halla íntimamente vinculada a sus concepciones filosóficas («Man»).

Existencialismo en estética
Teoría idealista subjetiva del arte y de la creación artística. Está representada por las concepciones
de los existencialistas alemanes, franceses y de otros países (Karl Jaspers: «Strindberg y van
Gogh», 1922; Gabriel Marcel: «Existencia y libertad humana en Jean Paul Sartre» 1946; Albert
Camus: «Discurso en Suiza», 1957). Las ideas existencialistas aparecieron por primera vez en los
sonetos y en las elegías del poeta austríaco Rilke (1875-1926); más tarde, penetraron en el arte y en
la literatura de muchos países burgueses. Tales ideas encuentran su más nítida plasmación en las
obras de Camus («La peste» «El extranjero»), de Simone de Beauvoir («Todos los hombres son
mortales» «La sangre de otros») y de Sartre («Los caminos de la libertad», «El diablo y el buen
Dios», «La náusea» y otras). Según la estética existencialista, han de ser objeto de la representación
artística la «iluminación de la existencia» (es decir, la vivencia irracional del individuo) y los
fenómenos que dan origen a tal «iluminación». Exhortando a los artistas a reproducir los bajos
impulsos y las «facetas sombrías» de la existencia humana, la estética de los existencialistas
«ateos» enlaza con elnaturalismo. A juicio de los existencialistas «religiosos», el arte es una «cifra»,
un signo de las fuerzas del más allá, un «reino intermedio» entre el mundo y la «unidad divina», una
coincidencia entre la experiencia religiosa y la estética». Los existencialistas valoran el talento del
artista por el modo cómo éste trata, con cifras, de la existencia, de la originalidad del individuo y de
sus situaciones límite». Ven la misión principal del arte en despertar las vivencias subconscientes del
ser humano. La estética del existencialismo es un reflejo de la degeneración espiritual de la
burguesía moderna.

Existencialismo. (del latín «existentia»: existencia). Filosofía de la existencia,


corriente irracionalista de la Filosofía burguesa contemporánea; surgió (después
de la primera guerra mundial en Alemania, y luego en Francia; después de
la segunda guerra mundial en otros países, entre ellos los Estados Unidos), como
intento de crear una nueva Concepción del Mundo en consonancia con los
estados de ánimo de la intelectualidad burguesa. El término «existencialismo» fue
introducido por el neokantiano Fritz Heinemann(1929). Las fuentes ideológicas del
existencialismo son: la Filosofía de la vida, la fenomenología de Edmund Husserl,
la doctrina místico-religiosa de Søren Kierkegaard.
A pesar de su posición antirracionalista de partida, no se puede decir que los
existencialistas fueran irracionales en el sentido de negar toda validez al
pensamiento racional. Han mantenido que la claridad racional es deseable allí
donde sea posible, pero que las materias más importantes de la vida no son
accesibles a la razón o a la ciencia. Además, han sostenido que incluso la ciencia
no es tan racional como se supone. Nietzsche, por ejemplo, afirmó que la visión
científica de un Universo ordenado es para la mayoría una ficción práctica, una
entelequia.

Contenido
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 1 Características
 2 Existencia
 3 Elección y compromiso
 4 Subjetividad
 5 Principales representantes
 6 Existencialismo y teología
 7 Existencialismo en estética
 8 Fuentes

Características
Tiene como esencia tomar como punto de partida la relación objeto - sujeto, es
decir, lo objetivo y lo subjetivo encarnada en la existencia del ser individual. Para
adquirir conciencia de si mismo, el hombre ha de encontrarse en una situación
extrema, límite, como por ejemplo la muerte.
El procedimiento verdadero de cognición o de penetración en el mundo de la
existencia es la intuición (Marcel: experiencia existencial; Heidegger: comprensión;
Jasper: iluminación existencial). Este no es más que el método fenomenológico de
Husserl interpretado de forma irracional.
Dentro de esta filosofía juega un papel importante el concepto de libertad: "
elección" que hace el hombre de una posibilidad entre innumerables que se le
presentan, que tiene carácter voluntarista, separando elección de circunstancias,
es decir, separan las leyes objetivas sociales, la necesidad objetiva y lo convierten
en un problema ético, con individualismo extremo con respecto a la sociedad.
Resalta el papel crucial de la existencia, de la libertad y de la elección individual, y
que gozó de gran influencia en distintos pensadores y escritores de lossiglos
XIX y XX. Debido a la diversidad de posiciones que se asocian al existencialismo,
el término no puede ser definido con precisión. Se pueden identificar, sin embargo,
algunos temas comunes en todos los autores existencialistas: el énfasis puesto en
la existencia individual concreta y, en consecuencia, en la subjetividad, la libertad
individual y los conflictos de la elección. El existencialismo es un movimiento
filosófico y literario propio de los siglos XIX y XX, pero se pueden encontrar
elementos existencialistas en el pensamiento (y vida) de Sócrates, en la Biblia y
en la obra de muchos filósofos y escritores anteriores a la edad contemporánea:
La mayoría de los filósofos desde Platón ha mantenido que el bien ético más
elevado es el mismo para todos: en la medida en que uno se acerca a la
perfección moral, se parece a los demás individuos perfectos en el plano moral.

Existencia
Categoría fundamental del existencialismo, introducida en «la terminología
filosófica por Kierkegaard. Se entiende por existencia el «ser» interno aprehendido
por la conciencia, del hombre; «ser» distinto de la existencia empírica, que no es
la real. La existencia como posibilidad del ser está determinada por el hombre
mismo, por su deseo, pero tiene sus raíces (por ejemplo, según Karl Jaspers), en
cierta «trascendencia» misteriosa, es decir en Dios. La existencia no llega a
conocerse, sino que se «ilumina» o se «revela» en «momentos críticos» (ataraxía,
acto heroico, muerte, etc). En los existencialistas, esta categoría sirve para
fundamentar el irracionalismo y el relativismo moral.

Elección y compromiso
El tema más destacado en la filosofía existencialista es el de la elección. La
primera característica del ser humano, según la mayoría de los existencialistas, es
la libertad para elegir. Mantienen que los seres humanos no tienen una naturaleza
inmutable, o esencia, como tienen otros animales o plantas; cada ser humano
hace elecciones que conforman su propia naturaleza.
Según la formulación del filósofo francés Jean-Paul Sartre, la existencia precede a
la esencia. La elección es, por lo tanto, fundamental en la existencia humana y es
ineludible; incluso la negativa a elegir implica ya una elección. La libertad de
elección conlleva compromiso y responsabilidad. Los existencialistas han
expuesto que, como los individuos son libres de escoger su propio camino, tienen
que aceptar el riesgo y la responsabilidad de seguir su compromiso dondequiera
que éste les lleve.
Temor y angustia: El concepto de angustia posee un papel decisivo y similar en
las obras del filósofo alemán Martin Heidegger; la angustia lleva a la confrontación
del individuo con la nada y con la imposibilidad de encontrar una justificación
última para la elección que la persona tiene que hacer. En lafilosofía de Sartre, la
palabra "náusea" se utiliza para el reconocimiento que realiza el individuo de la
contingencia del Universo, y el término "angustia" para el reconocimiento de la
libertad total de elección a la que hace frente el hombre en cada momento.

Subjetividad
Todos los existencialistas han seguido a Kierkegaard al resaltar la importancia de
la acción individual apasionada al decidir sobre la moral y la verdad. Han insistido,
por tanto, en que la experiencia personal y la actuación según las propias
convicciones constituyen los factores esenciales para llegar a la verdad. Así, la
comprensión de una situación por parte de alguien que está comprometido en esa
situación es más elevada que la del observador indiferente, objetivo. Este énfasis
puesto en la perspectiva del agente individual ha hecho que los existencialistas
sean suspicaces respecto al razonamiento sistemático.

Principales representantes
Sören Kierkegaard (1813-1855) Filósofo y teólogo danés, cuyo interés por la
existencia, la elección y el compromiso individuales tuvo gran influencia en la
teología y en la filosofía occidental modernas, sobre todo en el ámbito del
existencialismo.
Martin Heidegger (1889-1976) Filósofo alemán. Fundador de la denominada
fenomenología existencial, está considerado uno de los pensadores más
originales del siglo XX.Proclamó que la fenomenología debe poner de manifiesto
qué hay oculto en la experiencia común diaria, al describir lo que llamaba
laestructura de la cotidianidad, o ser en el mundo, que pensó era un sistema
interrelacionado de aptitudes, papeles sociales, proyectos e intenciones.
Jean-Paul Sartre (1905-1980) Filósofo, dramaturgo, novelista y periodista político
francés, uno de los principales representantes del existencialismo. Utilizó el
término existencialismo para definir y calificar su propia filosofía, se convirtió en el
gran difusor del movimiento a escala internacional una vez finalizada la II Guerra
Mundial.
Karl Jaspers (1883-1969) Filósofo y psiquiatra alemán, uno de los fundadores del
existencialismo. Su obra, que integran más de 30 libros, influyó de forma
determinante en la teología, la psiquiatría y la filosofía del siglo XX.

Existencialismo y teología
A pesar de que el pensamiento existencialista engloba el ateísmo absoluto de
Nietzsche y Sartre y el agnosticismo de Heidegger, su origen en las meditaciones
religiosas de Pascal y Kierkegaard hizo presagiar su gran influencia en la teología
del siglo XX. El filósofo alemán Karl Jaspers, aunque rechazó las doctrinas
religiosas ortodoxas, influyó en la teología moderna con su preocupación por la
trascendencia y los límites de la experiencia humana.
Fenomenología movimiento filosófico del siglo XX que describe las estructuras de
la experiencia tal y como se presentan en la conciencia, sin recurrir a teoría,
deducción o suposiciones procedentes de otras disciplinas tales como las ciencias
naturales.
El fundador de la fenomenología, el filósofo alemán Edmund Husserl, introdujo
este término en su libro Ideas. Introducción general a la fenomenología pura
(1913). Definió la fenomenología como el estudio de las estructuras de la
conciencia que capacitan al conocimiento para referirse a los objetos fuera de sí
misma. Sólo las esencias de ciertas estructuras conscientes particulares
constituyen el objeto. Este estudio requiere reflexión sobre los contenidos de la
mente para excluir todo lo demás. llamó a este tipo de reflexión reducción
fenomenológica: Ya que la mente puede dirigirse hacia lo no existente tanto como
hacia los objetos reales, Husserl advirtió que la reflexión fenomenológica no
presupone que algo existe con carácter material; más bien equivale a poner en
paréntesis la existencia, es decir, dejar de lado la cuestión de la existencia real
del objeto contemplado. Lo comprobó cuando analizaba los contenidos de la
mente fue una serie de actos como el recordar, desear y percibir, e incluso el
contenido abstracto de esos actos, a los que Husserl llamó significados. Esos
significados, proclamó, permitían a un acto ser dirigido hacia un objeto bajo una
apariencia concreta, y afirmó que la direccionalidad, que él
llamaba intencionalidad, era la esencia del conocimiento. Los primeros
seguidores proclamaron que el cometido de la fenomenología es estudiar las
esencias de las cosas y la de las emociones

Existencialismo en estética
Teoría idealista subjetiva del arte y de la creación artística. Está representada por
las concepciones de los existencialistas alemanes, franceses y de otros países
(Karl Jaspers: «Strindberg y Vincent van Gogh», 1922; Gabriel Marcel: «Existencia
y libertad humana en Jean Paul Sartre» 1946; Albert Camus: «Discurso
en Suiza», 1957).
Las ideas existencialistas aparecieron por primera vez en los sonetos y en las
elegías del poeta austríaco Rainer Maria Rilke(1875-1926); más tarde, penetraron
en el arte y en la literatura de muchos países burgueses. Tales ideas encuentran
su más nítida plasmación en las obras de Albert Camus («La peste» «El
extranjero»), de Simone de Beauvoir («Todos los hombres son mortales» «La
sangre de otros») y de Sartre («Los caminos de la libertad», «El diablo y el buen
Dios», «La náusea» y otras). Según la estética existencialista, han de ser objeto
de la representación artística la «iluminación de la existencia» (es decir, la vivencia
irracional del individuo) y los fenómenos que dan origen a tal «iluminación».
Exhortando a los artistas a reproducir los bajos impulsos y las «facetas sombrías»
de la existencia humana, la estética de los existencialistas «ateos» enlaza con el
naturalismo. A juicio de los existencialistas «religiosos», el arte es una «cifra», un
signo de las fuerzas del más allá, un «reino intermedio» entre el mundo y la
«unidad divina», una coincidencia entre la experiencia religiosa y la estética». Los
existencialistas valoran el talento del artista por el modo cómo éste trata, con
cifras, de la existencia, de la originalidad del individuo y de sus situaciones límite».
Ven la misión principal del arte en despertar las vivencias subconscientes del ser
humano. La estética del existencialismo es un reflejo de la degeneración espiritual
de la burguesía moderna.

Fuentes
 Enciclopedia " Océano" Editorial " Libertad"
 Historia de la filosofía Tomo III. Nicolás Abbadano
 Diccionario filosófico. Nikittin
 Existencialismo

Entre la construcción
estética y la reflexión
existencialista
La poesía es, sin dudas, el género literario que retrata con mayor elocuencia las
diversas inflexiones emocionales del autor, en su irrenunciable cualidad de
depositario de un compromiso de naturaleza ética y estética con la creación
artística y la cultura.

Escrito por: Hugo Acevedo |


28 de marzo de 2010 a las 01:58 hs

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En “Obra selecta”, el poeta uruguayo Jorge Meretta reúne buena parte de lo mejor
de su producción creativa, que discurre entre la emoción a flor de piel y la
reflexión de naturaleza existencialista.

Meretta, que nació en Montevideo en 1940, ha sabido construir una sólida


reputación, merced a la indudable calidad de su escritura y la profundidad de sus
abordajes.

Creador polifacético y alejado de los circuitos literarios, el autor de “Código mayor”


ha publicado más de una treintena de libros y cosechó numerosos galardones:
“Ultima voluntad” (1989- Premio Angaro, Sevilla), “Todo el adiós” (1992-Primer
Premio Poesía Edita del Ministerio de Educación y Cultura), “Laberinto clave”
(1993- Primer Premio Poesía Inédita), “Seis poemas” (1998-Premio Internacional La
Porte de Poetes, París), “El sobrante del humo” (2000), “Cambios de sitio” (2001-
Buenos Aires), “Emboscada de piedra” (2002, Buenos Aires), “Avese” (2003- Buenos
Aires) y “El cazador de lluvias” (2004).

En este nuevo libro, el creador explora nuevamente los territorios de la poesía,


con su reconocida sensibilidad y la entrañable encarnadura de su discurso
literario.

El autor construye sus habituales universos líricos con la vital elocuencia de una
escritura explícita e intimista, que no soslaya cuando es menester los lenguajes
más osados y transgresores.

Asumiendo que la palabra escrita es una fuente inagotable y un vehículo


comunicacional que trasciende a la mera temporalidad, Meretta dialoga
intensamente con sus lectores.

Los temas nucleares de su siempre renovado repertorio poético son el amor, el


erotismo, la soledad, la muerte y la intransferible experiencia de vivir que
trasciende a la simple peripecia existencial.

En el conceptuoso prólogo de este trabajo, el crítico y docente Gerardo Ciancio


afirma que “la poesía de Meretta señala la historia de la poesía, sus tradiciones
retóricas, sus temas universales, sus sinsabores creacionales. Pero esa
señalización, esa deixis hacia el orbe poético ocurre porque creo que estamos
ante un clásico contemporáneo: un poeta tan presente como vocero de un
extenso pasado de la cultura expresiva de los seres humanos”.

El discurso literario de Meretta discurre a través de las diversas estaciones


emocionales del ser humano contemporáneo, que lucha denodadamente por
perdurar más allá de las inmutables coordenadas de lo inexorable.

El poeta juega permanentemente con la temporalidad, en tanto frontera biológica


pautada por el tránsito que transcurre entre nuestra génesis y el inevitable
desenlace de nuestros días.
Pasado y presente se conjugan en una esencial mixtura que jamás desestima las
invocaciones a lo onírico, un universo que es tan o más real que lo cotidiano.

En ese contexto, la poética de Meretta es una utopía en permanente construcción


y una búsqueda incesante de la esquiva plenitud y la apoteosis afectiva.

Sin embargo, su escritura también está poblada de múltiples vacíos y ausencias,


de soledades desoladas y soledades concurridas por el recuerdo.

Esa angustiante sensación de páramo que coloniza a menudo los territorios del
universo meretteano, se torna radicalmente explícita en su confeso romance con
la propia poesía.

“…Sólo me iré, Poesía, de tu lado cuando la tierra al fin me haya negado tu mano
desnuda en el rocío…” Este verso tiene la elocuencia de una sentencia, en tanto
mimetiza a la poesía con su creador y la transforma en una suerte de terapia.

En el verso de Meretta el amor es catarsis pero también gozo, sufrimiento,


materia y espíritu. En ese contexto, el autor describe minuciosamente la
recurrente epopeya amatoria como una experiencia propia e intransferible.

Para el poeta, el amor es un objeto ideal y un bálsamo restañador de heridas, que


lucha contra los demonios de la angustia y desafía incluso al abismo insondable
de la muerte.

El autor juega con los vocablos que describen e identifican a la anatomía


femenina, a los cuales otorga un sugerente simbolismo que remite a los mitos, al
Eros, al pathos y a lo más intrínseco de la condición humana.

Sin embargo, su permanente apelación al amor no se agota en lo meramente


carnal. Para Meretta, el amor es una construcción espiritual en estado
químicamente puro.

La poesía de Jorge Meretta también está cruzada metafóricamente por la tragedia


de la violencia y la guerra, en su infame cualidad de recurrente partera de
infelicidades y desolaciones.
En efecto, en “Estatua de un soldado”, el poeta opta por la representación
iconográfica. “Él sigue allí en el centro de una plaza levantado un fusil, un racimo
chorreante del más humano rojo celebrando la noche y el exterminio desde el
más puro mármol”.

El poeta interpela enérgicamente al supuesto creador de todo y de todos, desafía


sus silencios y sus impiadosos castigos. “…No hay perdón a pesar de los muertos,
no hay perdón para los pálidos amantes que se desangran hasta la madrugada,
para las niñas que esconden un ángel custodio en el pubis, para los aferrados a
sus huesos, para los expulsados de sus sueños. Cerrado el Paraíso por reformas
en los textos sagrados, en los dormitorios de los cardenales, en el purgatorio de
las culpas…”

Por su parte, en “Autorretrato”, el escritor se sumerge en los territorios de la


soledad y la nostalgia, con la íntima convicción que el pasado es una cuestión
laudada por el tiempo.

“Este poema que escribo en una casa a solas suena a convidado íntimo, a visita
nocturna”, expresa el poeta con elocuente desencanto, evocando “fechas
equivocadas, paredes roídas, nombres falsos para que nadie responda”.

Ese agobiante desencanto está también presente en “Dos de noviembre”, donde


Meretta reflexiona en voz alta sobre la memoria de los que ya no están.

La escritura del poeta no soslaya apelaciones a la vejez, una experiencia


existencial de largos pasados, efímeros presentes e inciertos futuros.

El autor representa esa peripecia en un anciano que todos los días se sienta en el
banco de una plaza. Esa cotidiana rutina está anegada, naturalmente, de
recuerdos y reminiscencias.

La muerte como misterio, es una presencia recurrente en la poesía de Jorge


Meretta. “…Pero no duerme (mejor dicho dormía) pero ya no se despierta. Me ha
dejado las llaves con puntual indicación de custodia y que todo se cumpla al pie
de la palabra…”
La poesía de Meretta es una síntesis de certezas e incertidumbres, que interpreta
las diversas inflexiones emocionales del ser humano y su circunstancia.

En esta selección de textos, el escritor recrea la eterna y fascinante aventura de


amar, aludiendo, además, a los insondables secretos de lo inexorable, al lapidario
peso de la soledad y a los siempre intrincados laberintos de la condición humana.

La poesía de Jorge Meretta es una búsqueda permanente e irredenta, que nos


interpela en torno a los grandes dilemas y encrucijadas contemporáneas.

Jorge Meretta renueva su compromiso ético con la poesía como formulación


estética y lenguaje de expresión literaria, en contraste con una era gobernada por
la frivolidad de lo efímero y la vacua y colonizadora cultura de lo instantáneo que
nos anega cotidianamente.

Esta “Obra selecta” confirma la fina sensibilidad de un creador mayor de la


literatura nacional, que ha madurado su poesía en la fragua de la experiencia, de
la emoción y de la intrínseca pasión por el oficio de escribir.

(Edición de la Biblioteca Nacional).

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