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MANUAL EXPLICATIVO

DEL CÓDIGO PROCESAL PENAL


Elaborado en base al Programa del Curso de Quinto Año

Tomo I

Realizado para los alumnos de la


Universidad de Los Andes

Docente: Francisco Antonio Hermosilla Iriarte


Ayudante: Gonzalo Hoyl Moreno

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INDICE DEL MANUAL PÁGINAS
Abreviaturas usadas en este Manual
Bibliografía
Preámbulo
Palabras de uso frecuente del Código Procesal Penal

CAPÍTULOI. INTRODUCCIÓN
1.- El proceso penal como vía de solución del conflicto penal
2.- Los sistemas procesales penales
2.1.- Las ideas matrices del nuevo proceso penal
2.1.1.- Principio de Legalidad y Oficialidad
2.1.2.- Separación de las Funciones de Investigar, Acusar y Juzgar
2.1.3.- Distintos Procedimientos según las penas
2.1.4.- Presunción de Inocencia
2.1.5.- Defensa Efectiva
2.1.6.- Rol de la Víctima
2.1.7.- Hay libertad de medios probatorios
2.1.8.- Apreciación de la Prueba de acuerdo a la sana crítica
2.1.9.- Un Sistema recursivo mejorado
2.2.- El papel del juez en el antiguo sistema
3.- El sistema Procesal Penal chileno del Código de Procedimiento Penal y
del Nuevo Código Procesal Penal
3.1.- Breve Comparativo
4.- Los principios y garantías del sistema procesal penal
4.1.- Principios que inspiran el Código Procesal Penal
4.2.- Contenido del debido proceso
4.3.- Juicio Previo y Única Persecución
4.4.- Merecen especial mención los siguientes
4.4.1.- Principios de la Persecución Penal
4.4.1.1.-Oficialidad
4.4.1.2.- Investigación oficial
4.4.1.3.- Acusatorio
4.4.1.4.- Legalidad y oportunidad
4.4.2.- Garantías individuales ante la persecución penal
4.4.2.1.- Garantías de la organización judicial
4.4.2.1.1.-Derecho a un juez independiente
4.4.2.1.2.-Derecho a un juez imparcial
4.4.2.1.3.-Derecho a un juez natural
4.4.2.2.-Garantías generales del procedimiento
4.4.2.2.1.-Derecho al juicio previo
4.4.2.2.2.-Derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable
4.4.2.2.3.-Derecho de defensa
4.4.2.2.4.- Derecho a la presunción de inocencia
4.4.2.2.5.- Derecho a no incriminarse; a declarar o a guardar silencio
4.4.2.2.6.- Inadmisibilidad de la persecución penal múltiple
4.4.2.3.-Garantías del juicio
4.4.2.3.1.- Derecho al juicio público
4.4.2.3.2.- Derecho al juicio oral
4.4.2.3.3.- La inmediación
4.4.2.3.4.- La continuidad y concentración
4.4.2.3.5.- Derecho a deducir recursos
4.5.- La Separación de Funciones
4.6.- Independencia e Imparcialidad del Juzgador
4.7.- Derecho al Juez Imparcial
4.7.1.- La Inhabilitación de los Jueces de Garantía
4.7.2.- La Inhabilitación de los Jueces del TJOP
4.8.- La Prohibición del doble juzgamiento
4.9.- Juez Natural

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4.10.- La presunción de inocencia
4.11.- Legalidad y exclusividad de la investigación penal
4.12.- El Principio de Contradicción
4.13.- El Principio de Inmediación
4.14.- El Principio de Oralidad
4.15.- El Principio de Publicidad
4.16.- El Principio de Concentración
4.17.- Del derecho a defensa
4.18.- La Protección de la Víctima por el sistema
5.- Las Normas relativas a la Actividad Procesal y la Aplicación de las
instituciones y disposiciones comunes del procedimiento civil en el
procedimiento penal
5.1.- Los Plazos
5.2.- Las Notificaciones
5.2.1.- Concepto y funcionarios habilitados para Notificar
5.2.2.- El señalamiento del domicilio de los intervinientes en el
procedimiento
5.2.3.- Notificaciones al fiscal, a otros intervinientes y al imputado privado
de libertad
5.2.3.1.- Notificación Personal
5.2.3.2.- Notificación por Cédula
5.2.3.3.- Notificación por el Estado Diario
5.2.4.- Las notificaciones de las resoluciones en las audiencias judiciales
5.3.- Las Resoluciones Judiciales
5.3.1.- Clases de resoluciones judiciales
5.3.2.- Fundamentación
5.3.3.- Firma de las resoluciones judiciales
5.3.4.-Imperio de las resoluciones
5.3.5.- Plazo para pronunciar las resoluciones
5.3.6.- Prohibición de delegar funciones judiciales
5.4.- Los Registros
5.5.- Las Costas
5.6.- Las Normas comunes a todo procedimiento del CPC como
supletorias
6.- Sobre el derecho a un castigo justo en la Doctrina Social de la Iglesia (cf.
Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia 402-405)

CAPÍTULO II. LA ACCIÓN


1.- La acción penal
1.1.- Clases de acción penal
1.2.- La acción penal pública
1.3.- La acción penal pública previa instancia particular
1.4.- La acción penal privada
1.5.- Renuncia de la acción penal y sus efectos
1.6.- Formas de inicio del procedimiento
1.6.1.- La denuncia
1.6.1.1.- Concepto
1.6.1.2.- Autoridades que deben recibir las denuncias
1.6.1.3.- Forma y contenido de la denuncia
1.6.1.4.- Obligación de denunciar
1.6.1.5.- La auto denuncia
1.7.- La querella
1.7.1- Concepto
1.7.2.- El querellante
1.7.3.- Presentación de la querella
1.7.4.- Prohibición de querella
1.7.5.- Desistimiento de la querella
1.7.6.- Abandono de la querella
2.- La acción civil en el proceso penal

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2.1.- Tipos de acciones civiles
2.2.- La acción civil restitutoria en el CPP
2.3.- La acción civil reparatoria e indemnizatoria en el CPP
2.4.- La víctima y su acción civil
2.5.- La acción civil y la petición de medidas cautelares reales
2.6.- El desistimiento y abandono de la acción civil
2.7.- Efectos de la extinción de la acción civil en lo penal
2.8.- El ejercicio exclusivo de la acción civil en delitos de acción penal
privada
2.9.- Independencia de la acción civil respecto de la acción penal
2.10.- El tratamiento de la acción civil en los distintos procedimientos
contemplados en el Código Procesal Penal
2.10.1.- En el Procedimiento Abreviado
2.10.2.- En el Procedimiento Simplificado
2.10.3.- Por último, tratándose del juicio ordinario (oral)
2.11.- La Prueba de las acciones civiles
3.- El cuidado de la verdad en el ejercicio de la acción penal: Doctrina de la
Iglesia sobre el juicio temerario y la calumnia (cf. Catecismo de la Iglesia
Católica 2475-2487)

CAPÍTULO III. LOS


INTERVINIENTES EN EL
PROCESO PENAL
1.- El tribunal (jueces de garantía y tribunales de juicio oral)
1.1.- El juez de garantía
1.2.- El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal
2.- Reforma administrativa y técnica
2.1.- El Comité de Jueces
2.2.- El Juez Presidente del Comité de Jueces
2.3.- El Administrador del Tribunal
2.4.- División del Trabajo a través de Unidades Administrativas y Técnicas
2.4.1.- Tribunales de Garantía
2.4.2.- Los Tribunales de Juicio Oral en lo Penal
3.- El Ministerio Público
3.1.- Ubicación institucional
3.2.- Sistema de Controles
3.3.- Funciones del Ministerio Público
3.4.- Estructura general del Ministerio Público
4.- La Policía
4.1.- La Función de la Policía en el Procedimiento Penal
4.2.- ¿Quién dirige a las policías en su labor investigativa?
4.3.- Actuaciones de la Policía sin Orden Previa
4.4.- Deber de informar de las Policías al Ministerio Público
4.5.- El Control de Identidad
4.5.1.- Derechos de la persona sujeta al control de identidad
4.5.2.- Examen de vestimentas, equipajes y vehículos del detenido
4.6.- Levantamiento de cadáver
4.7.- Declaraciones del Imputado ante la Policía
4.7.1.- declaración extrajudicial ante la Policía
4.7.1.1.-declaración extrajudicial espontánea ante la Policía
4.7.1.2.-declaración extrajudicial voluntaria ante la Policía
4.7.1.2.1.-declaración extrajudicial voluntaria ante la Policía sin defensor
del imputado
4.7.1.2.2.- declaración extrajudicial voluntaria ante la Policía con la
presencia del defensor del imputado
4.7.3.- declaración extrajudicial provocada ante la Policía
4.7.4.- declaración extrajudicial delegada ante la Policía
4.8.- Prohibición de Informar

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5.- El imputado
5.1.- Derechos y Garantías del Imputado
5.2.- Derechos y Garantías especiales del imputado privado de Libertad
5.3.- El amparo ante el Juez de Garantía
5.4.- Derechos de los abogados defensores
5.5.- Declaración del Imputado como medio de defensa
5.6.- Los Imputados Rebeldes
5.6.1.- Causales para decretar la rebeldía de un imputado
5.6.2.- La declaración de rebeldía
5.6.3.- Los efectos de la rebeldía
6.- El defensor
6.1.- Derecho a designación libre del defensor
6.2.- Efectos de la ausencia del defensor
6.3.- Derechos y facultades del defensor
6.4.- Defensa de varios imputados en un mismo proceso
6.5.- Renuncia o abandono de la defensa
6.6.- Designación posterior del defensor
6.7.- La Defensoría Penal Pública
6.7.1.- Descripción del sistema
6.7.2.- Organización y funcionamiento
7.- La víctima
7.1.- Definición de Víctima
7.2.- Los derechos de las víctimas
8.- El querellante
8.1.- Concepto de Querella
8.2.- El querellante
8.3.- Presentación de la querella
8.4.- Prohibición de querella
8.5.- Desistimiento de la querella
8.6.- Abandono de la querella
9.- El actor civil

CAPÍTULO IV. LOS


PROCEDIMIENTOS EN ELNUEVO
CÓDIGO PROCESAL PENAL
1.- Concepto
2.- Clasificaciones
3.- Aplicación
3.1.- El Procedimiento Ordinario de Acción Penal Pública
3.2.- El Procedimiento Abreviado
3.3.- El Procedimiento Simplificado
3.4.- El Procedimiento Ordinario de Acción Penal Pública
3.5.- El Procedimiento Ordinario de Acción Penal Privada

CAPÍTULO V. LAS MEDIDAS


CAUTELARES EN EL PROCESO
PENAL
1.- Las Medidas Cautelares
1.1.- Cautelares personales
1.1.1.- Concepto
1.1.2.- Fines penales del procedimiento
1.1.3.- Principios rectores de la aplicación de las medidas cautelares
1.1.4.- La citación
1.1.5.- La detención
1.1.5.1.- Detención Judicial por imputación
1.1.5.2.-Detención por funcionarios públicos

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1.1.5.3.- Detención Judicial por incomparecencia
1.1.5.4.-Detención en caso de flagrancia
1.1.6.-Duración de la detención
1.1.7.- Plazos de la detención
1.1.8.- Control de la detención
1.1.8.1.- Audiencia de control de la detención
1.1.8.2.- El amparo ante el juez de garantía
1.1.8.3.- La acción constitucional de amparo
1.1.9.- Situación de los imputados menores de dieciocho y mayores de
catorce años
1.1.9.1.- Menores detenidos por flagrancia o por orden judicial
1.1.9.2.- Control de la detención
1.2.- La prisión preventiva
1.2.1.- Requisitos de la prisión preventiva
1.2.2.- Situaciones de improcedencia de la prisión preventiva
1.2.3.- Excepciones a la improcedencia
1.2.4.- Sustitución de la prisión preventiva por caución
1.2.5.- Procedimiento para decretar la prisión preventiva
1.2.6.- Renovación de la discusión acerca de la medida de prisión
preventiva
1.2.7.- Ejecución de la prisión preventiva
1.2.8.- Duración de la prisión preventiva
1.2.9.- Recursos relacionados con la Prisión Preventiva luego de la llamada
“agenda corta”
1.3.- Otras medidas cautelares personales
1.3.1.- Las medidas que contempla el artículo 155 CPP son las siguientes
2.- Las medidas cautelares reales

CAPÍTULO VI. EL
PROCEDIMIENTO ORDINARIO
PENAL
1.- Una apretada síntesis del procedimiento ordinario
2.- La etapa de investigación
2.1.- Las actuaciones de la investigación
2.1.1.- Cuestiones previas
2.1.2.- Objetividad de las actuaciones del Ministerio Público
2.1.3.- Desformalización de la investigación
2.1.4.- Publicidad de la investigación para los intervinientes
2.1.5.- Objetivos de la instrucción
2.1.6.- Inicio del procedimiento
2.1.7.- Actuaciones de la investigación
2.1.7.1.- Actuaciones inmediatas
2.1.7.2.- Investigación autónoma
2.1.7.2.1.-Podemos destacar las siguientes actuaciones
2.1.7.3.- Declaración del imputado ante el Ministerio Público o la Policía
2.1.7.4.- Proposición y asistencia a diligencias de la investigación
2.1.7.5.- Actuaciones autónomas de la Policía
2.1.7.6.- El control de identidad
2.1.7.7.- Control jurisdiccional de la investigación
2.1.7.8.- Diligencias de investigación limitativas de derechos
2.1.7.8.1.- Exámenes corporales y médicos
2.1.7.8.2.- Entrada y registro
2.1.7.8.2.1.- Entrada y registro en lugares de libre acceso público
2.1.7.8.2.2.- Entrada y registro en lugares cerrados
2.1.7.8.2.3.- Entrada y registro en lugares especiales
2.1.7.8.2.4.- Entrada y registro en lugares que gozan de inviolabilidad
diplomática

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2.1.7.8.2.5.- Entrada y registro en locales consulares
2.1.7.8.3.- Retención e incautación de correspondencia e interceptación de
las comunicaciones
2.1.7.8.3.1.- Retención e incautación de correspondencia y entrega de
copias de comunicaciones
2.1.7.8.4.- Interceptación de comunicaciones telefónicas
2.1.7.8.5.- Obtención de fotografías, filmaciones u otros medios de
reproducción de imágenes y grabaciones entre presentes
2.1.7.8.6.- Incautación de objetos y documentos
2.1.7.8.7.- Exhumación de cadáveres
3.- Los mecanismos de descongestión y salidas alternativas
3.1.1.- Facultad para no iniciar la investigación
3.1.2.- El archivo provisional
3.1.3.- Principio de oportunidad en sentido estricto
3.2.- Las salidas alternativas
3.2.1.- La suspensión condicional del procedimiento
3.2.1.1.- Requisitos de procedencia
3.2.1.2.- Efectos de la suspensión condicional
3.2.1.3.- Modificación o revocación de la suspensión condicional
3.2.1.4.- Efectos del rechazo o revocación
3.2.2.- Los acuerdos reparatorios
3.2.2.1.- Oportunidad
3.2.2.2.- Requisitos de procedencia
3.2.2.3.- Efectos
3.2.2.4.- Registro
4.- La formalización de la investigación
4.1.- Concepto
4.2.- Funciones y efectos
4.3.- Procedimiento de la formalización
4.4.- Actos posteriores y consecuentes con la formalización
4.4.1.- Plazo judicial para el cierre de la investigación
4.4.2.- El juicio inmediato
4.4.3.- La prueba anticipada
4.4.3.1.- La prueba anticipada de menores de edad
4.4.4.- Conclusión de la investigación
4.4.4.1.- Naturaleza de la decisión de cierre de la investigación
4.4.4.2.- Actuaciones posteriores
4.4.4.3.- Reapertura de la investigación
4.4.5.- Los sobreseimientos
4.4.5.1.- Causales de sobreseimiento definitivo
4.4.5.2.- Causales de sobreseimiento temporal
4.4.6.- La decisión de no perseverar en el procedimiento
4.4.7.- El forzamiento de la acusación
5.- La etapa intermedia
5.1.- Cuestiones previas
5.1.1.- Reglamentación
5.2.- Funciones de la etapa intermedia
5.3.- Características
5.4.- Fases de la etapa intermedia
5.4.1.- La fase escrita
5.4.1.1.- La acusación fiscal
5.4.1.1.2.- Providencia que recae en la acusación y su notificación
5.4.1.1.3.- Actuaciones eventuales del querellante
5.4.1.1.4.- Actuaciones eventuales del acusado
5.4.2.- Fase oral de la etapa intermedia: La audiencia de preparación del
juicio oral
5.4.2.1.- Verificación de asistencia
5.4.2.2.- Declaración de inicio de la audiencia
5.4.2.3.- Exposición de las presentaciones escritas

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5.4.2.4.- Eventual defensa oral del acusado
5.4.2.5.- Posibilidad de salidas alternativas
5.4.2.6.- Posibilidad de procedimiento abreviado
5.4.2.7.- Corrección de vicios formales
5.4.2.8.- Control de congruencia
5.4.2.9.- Decisión acerca de las excepciones
5.4.2.9.1.-Excepciones de previo y especial pronunciamiento
5.4.2.9.2.- Excepciones civiles
5.4.2.10.- Llamado a conciliación en la acción civil
5.4.2.11.- Las convenciones probatorias
5.4.2.12.- Debate sobre la prueba ofrecida por los intervinientes
5.4.3.- Exclusión de pruebas
5.5.- La prueba ilícita
5.5.1.- Derechos y garantías fundamentales
5.5.2.- Fundamentos de la exclusión probatoria
5.5.3.- Oportunidad para reclamar la ilicitud de la prueba
5.5.4.- Alcance de la exclusión
5.5.5.- Pruebas aceptadas
5.6.- Solicitud de prueba anticipada
5.7.- Declaración del acusado
5.8.- Unión y separación de acusaciones
5.8.1.- Unión de acusaciones
5.8.2.- Separación de acusaciones
5.9.- Dictación del auto de apertura de juicio oral
5.10.- Notificación y remisión del auto de apertura
5.11.- Impugnación del auto de apertura
6.- El juicio oral
6.1.- Recapitulación del sistema procesal penal
6.2.- Los dos esquemas básicos de valoración de la prueba
6.2.1.- En torno a una idea sobre la prueba legal o tasada
6.3.-Los distintos sistemas de enjuiciamiento criminal y la prueba
6.4.- La Fase de Juicio Oral
6.4.1.- Actuaciones Previas al Juicio Oral
6.4.2.- Principios del Juicio Oral
6.4.3.- Los incidentes dentro del Juicio Oral, relativos a interrogatorios
6.4.4.- Dirección y Disciplina
6.4.5- Disposiciones Generales sobre la Prueba
6.5.- La Valoración De La Prueba
6.5.1.-La correcta lectura del artículo 295 del Código Procesal Penal
6.5.2.- Oportunidad para la recepción de la prueba
6.5.3.- El sistema de valoración libre de la prueba conforme a la sana
crítica
6.5.4.- Un Ejemplo Para Valorar Prueba
6.6.- Normas Particulares Sobre Medios De Prueba
6.6.1.- Algo sobre la prueba testimonial
6.6.1.1.- Deber de comparecer y declarar
6.6.1.2.- Renuencia a comparecer o bien a declarar
6.6.1.3.- La no autoincriminación
6.6.1.4.- La reserva del domicilio del testigo o perito
6.6.1.5.- La protección de los testigos
6.6.1.6.- La declaración de los testigos en el juicio oral
6.6.1.7.- Los testigos menores de edad
6.7.- La procedencia del informe pericial
6.7.1.- El Artículo 315 del CPP
6.7.2.- Uso del artículo 332 CPP para testigos, peritos y acusados
6.7.3.- Otros Medios de Prueba (323)
6.7.4.- Prueba de las Acciones Civiles
6.7.5.- Prueba Documental
6.7.6.- Prohibiciones de lectura de ciertos registros

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6.7.7.- Prueba Anticipada
6.8.- Prueba Nueva y Prueba sobre Prueba
6.8.1.- Características de la llamada “prueba nueva”
6.8.2.- Rasgos de la signada “prueba sobre prueba”
6.9.- Constitución del Tribunal fuera de la Sala
7.- Declaración Del Acusado Como Medio De Defensa
7.1.- Comienza siempre con un relato libre del imputado
7.2.- Al igual que en el caso de las declaraciones de testigos y peritos,
puede estar sujeta a contradicción
7.3.- También los jueces al final de su declaración, podrán “formularle
preguntas destinadas a aclarar sus dichos
7.4.- A diferencia de lo que ocurre en el caso de testigos y peritos, el
imputado puede, en cualquier estado del juicio, “solicitar ser oído
7.5.- Las palabras finales del artículo 338 del CPP
8.- Deliberación y Sentencia
8.1.- Deliberación, decisión o veredicto
8.2.- Plazos para deliberar
8.3.- Contenido del acta de deliberación
8.4.- Congruencia y Sentencia
8.5.- Contenido de la Sentencia Penal
9.- Reiteración de delitos

CAPÍTULO VII. EL
PROCEDIMIENTO ABREVIADO
1.- Concepto
2.- Características del procedimiento abreviado
3.- Presupuestos o condiciones de procedencia del Procedimiento
Abreviado
3.1.- La solicitud del Ministerio Público
3.2.- La aceptación por parte del acusado de los hechos materia de la
acusación y de los antecedentes de la investigación que la fundaren
3.3.- La conformidad manifestada expresamente por el acusado con la
aplicación del procedimiento abreviado
3.4.- La aceptación de la solicitud de procedimiento abreviado por parte
del Juez de Garantía
3.5.- Actividad de otros intervinientes
4.- La decisión del Juez de Garantía ante la solicitud de ir a un
procedimiento abreviado
5.- La Justificación de este procedimiento en nuestro sistema
6.- Oportunidad para solicitar el Procedimiento Abreviado
7.- Oposición del querellante
8.- Resolución de la solicitud
9.- Tramitación del procedimiento abreviado
10.- La Sentencia del abreviado
11.- Recursos en contra de la sentencia del abreviado

CAPÍTULO VIII. EL
PROCEDIMIENTO SIMPLIFICADO
y EL MONITORIO
1.- Concepto
2.- Ámbito de aplicación
2.1.- El conocimiento y fallo de las faltas
2.2.- Los simples delitos
2.3.- Características del procedimiento simplificado
3.- El Procedimiento Monitorio
3.1.- Estatuto aplicable
3.2.- Tramitación

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3.3.- La resolución del Juez de Garantía
3.3.1.- ¿Cuáles son los efectos de la interposición del reclamo?
3.4.- Finalmente el inciso final del comentado artículo 392 del CPP, regula
las hipótesis que operan, cuando es el juez de garantía, quien no considera
suficientemente fundado el requerimiento o la multa propuesta por el
fiscal.
3.5.- Imparcialidad del Juzgador
3.6.- A propósito de una reforma sobre la materia
3.7.- Una interpretación del artículo 393 bis del CPP
3.8.- Hurto Falta del artículo 494 N°19 del Código Penal
3.9.- La acción civil en el procedimiento monitorio

CAPÍTULO IX. PROCEDIMIENTO


DE ACCIÓN PENAL PRIVADA
1.- Ámbito competencial
2.- Tramitación de este Procedimiento
3.- Requisitos de la Querella
4.- Desistimiento de la querella
5.- La Audiencia de juicio de acción penal privada
6.- La acción civil en el procedimiento por delito de acción privada

CAPÍTULO X. BREVES NOCIONES


DE LOS PROCEDIMIENTOS
ESPECIALES
1. El procedimiento por crimen o simple delito contra personas ausentes
2. El procedimiento relativo a persona que tiene fuero
2.1.- Personas a quienes se aplica
2.2.-Solicitud de Desafuero
2.3.- Tramitación y fallo del Desafuero
2.4.- Detención in fraganti
2.5.-Efectos del Desafuero
2.6.- Efectos de la resolución que no da lugar al Desafuero
2.7.- Fuero de Los Intendentes y Gobernadores
3. La querella de capítulos
3.1.-Concepto, personas a quienes se aplica
3.2.-Solicitud de Admisibilidad de los Capítulos de Acusación
3.3.-Detención in fraganti
3.4.-Efectos de la Sentencia que declara Admisible la Querella de
Capítulos
3.5.-Efectos de la Sentencia que declara Inadmisible la Querella de
Capítulos
4. La Extradición
4.1.- Concepto
4.2.-Delitos Comunes y Delitos Políticos
4.3.- Procedencia de la Extradición Activa
4.4.- Requisitos de procedencia de la extradición activa
4.5.- Tramitación de la Extradición Activa ante el Juez de Garantía
4.6.-Tramitación de la Extradición Activa en la Corte de Apelaciones
4.7.-Fallo de la solicitud de Extradición Activa
4.8.- Multiplicidad de Imputados
5.-Procedencia de la Extradición Pasiva
5.1.-Tramitación de la Extradición Pasiva en Primera Instancia
5.2.-Medidas Cautelares y Libertad Provisional del Imputado
5.3.-Audiencia en la Extradición Pasiva
5.4.- Fallo de la Extradición Pasiva
5.5.-Extradición Pasiva Simplificada

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CAPÍTULO XI. LOS RECURSOS
PROCESALES PENALES y LA
NULIDAD PROCESAL
1.- El debido proceso y la impugnación
1.1.- El debido proceso
1.2.- La impugnación de los actos del procedimiento
2.- El derecho de impugnación
3.- Los Recursos Procesales
3.1.- Concepto
3.2.- Requisitos o elementos de los recursos
3.3.- Fuentes de los recursos
3.3.1.- La Constitución Política de la República
3.3.2.- El Código Orgánico de Tribunales
3.3.3.- El Código de Procedimiento Civil
3.3.4.- En el antiguo Código de Procedimiento Penal
3.3.5.- El Código Procesal Penal
3.4.- Clasificación de los recursos
3.4.1.- Recursos procesales según la finalidad que persiguen
3.4.2.- Recursos procesales según el tribunal ante el cual se interponen y
cuál es el que falla o resuelve el correspondiente recurso
3.4.3.- Recursos procesales según su procedencia en contra de una mayor
o menor cantidad de resoluciones judiciales
3.4.4.- Recursos procesales según la fuente de la cual emanan
3.4.5.- Recursos procesales según la resolución objeto de la impugnación
3.4.6.- Recursos procesales devolutivos y no devolutivos
3.4.7.- Remedios y recursos procesales
3.4.8.- Recursos procesales principales y por adhesión
3.4.9.- Atendiendo al tribunal ante quien se presentan
3.5.- Principios que rigen los recursos en nuestro ordenamiento jurídico
3.5.1.- El principio de legalidad
3.5.2.- El principio de jerarquía
3.5.3.- El principio de la doble instancia
3.5.4.- El principio de preclusión
3.5.5.- Principio dispositivo
3.6.- Fines u objetivos de los recursos procesales
3.6.1.- Nulidad de una resolución
3.6.2.- Enmienda de una resolución
3.6.3.- Objetivos que persiguen los recursos atendiendo a su naturaleza
jurídica
3.7.- Facultades en virtud de las cuales se conocen los distintos recursos
3.8.- Recursos procesales y resoluciones judiciales
3.8.1.- En contra de una Sentencia definitiva
3.8.2.- En contra de una Sentencias interlocutorias
3.8.3.- En contra de Autos y decretos
3.8.4.- Otras situaciones especiales
3.9.- Los recursos procesales y el estado de las resoluciones judiciales
3.9.1.- Resoluciones pendientes
3.9.2.- Resoluciones que causan ejecutoria
3.9.3.- Sentencias firmes o ejecutoriadas
3.9.4.- Sentencia de término
3.10.- Recursos procesales y plazos
3.11.- Recursos procesales y sus efectos
4.- Normas Generales del sistema recursivo del CPP
5.- Fundamento de los recursos procesales penales
6.- Derecho al Recurso en el nuevo sistema procedimental penal
7.- Efecto de la interposición de los recursos
8.-Tribunal ante el cual deben ser interpuestos y tribunal que los falla

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 12


9.- Plazo dentro del cual deben interponerse
10.- Carácter de los plazos para deducir los recursos
11.- Modificaciones introducidas en la vista de las causas en el tribunal
colegiado superior
12.- Admisibilidad de los recursos y Relación
13.- Competencia específica del tribunal superior
14.-Renuncia y desistimiento
15.- Recurso de Reposición
15.1.- Concepto
15.2.- Clasificación de las reposiciones
16.- Recurso de Aclaración, rectificación o enmienda
16.1.- Concepto
16.2.- Tramitación
17.- Amparo ante el juez de garantía
17.1.- Concepto
17.2.- Improcedencia de este recurso
17.3.- Tribunal ante quien se presenta
17.4.- Compatibilidad de este recurso con el amparo constitucional
18.- Recurso de Amparo o Habeas Corpus
18.1.- Subsistencia de la Acción de Amparo Constitucional o Habeas
Corpus
18.2.- Situaciones que hacen procedente el amparo
18.3.- Tribunal ante el cual se interpone
18.4.- Normas por las cuales debe regirse el recurso
18.5.- Personas que pueden interponerlo
18.6.- Objeto de este recurso
18.7.- Tramitación
18.8.- Sentencia
19.- Recurso de Apelación
19.1.- Concepto
19.2.- Reglas por las debe regirse el recurso en materia penal
19.3.- Aplicabilidad del recurso de apelación
19.4.- Casos particulares en que procede el recurso de apelación
19.5.- Tramitación del recurso de apelación en primera instancia
19.6.-Tramitación del recurso de Apelación en segunda instancia
20.- Recurso de Hecho
20.1.- Concepto
20.2.- Casos en que procede
20.3.- Tribunal ante el cual se presenta y tribunal que conoce de él
20.4.- Plazo para deducir el recurso
20.5.- Requisitos formales del recurso
20.6.-Tramitación
20.7.- Fallo del recurso
21.- Recurso de Nulidad
21.1.- Antecedentes históricos de su establecimiento
21.2.- Concepto
21.3.- Sentencias definitivas en contra de las que procede
21.4.- Finalidades del recurso de nulidad
21.5.- Consideraciones generales acerca del recurso de nulidad
21.6.- Causales del recurso de Nulidad
21.6.1.- Causales que son de la competencia de la CORTE SUPREMA
21.6.2.- Causales que son de la competencia de las CORTES DE
APELACIONES
21.7.- Preparación del recurso de nulidad
21.8.-Tribunal ante el cual se interpone y tribunal que lo falla
21.9.- Requisitos del escrito de interposición
21.10.- Efectos de la interposición del recurso
21.11.- Admisibilidad del recurso de nulidad en el tribunal a quo
21.12.- Antecedentes que deben remitirse al tribunal superior una vez

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concedido el recurso
21.13.-Tramitación del recurso en el tribunal superior
21.14.- Fallo del recurso de nulidad
21.15.- Declaración de Nulidad del Juicio y de la Sentencia
21.16.- Improcedencia de recursos en contra de la sentencia que falla el
recurso de nulidad
21.17.- Consideraciones Finales
22.- El Recurso de Revisión
22.1.- Concepto
22.2.-Restricción de los motivos que autorizan la revisión
22.3.- Casos en que procede el recurso de revisión
22.4.- Plazo y titulares de la solicitud de revisión
22.5.-Tribunal ante el cual se interpone la solicitud
22.6.-Formalidades de la solicitud de revisión
22.7.- Efectos de la presentación de la solicitud
22.8.-Tramitación de la solicitud
22.9.-Sentencia del tribunal
23.- Nulidades Procesales
23.1.-Una breve explicación
23.2.- Concepto de las nulidades procesales
23.3.- La estrecha relación existente entre la nulidad procesal y recurso de
nulidad
23.4.- La solicitud de nulidad. Oportunidad y requisitos
23.5.- Titulares de la solicitud de nulidad
23.6.- Declaración de la nulidad de oficio por el tribunal
23.7.- Saneamiento de la nulidad
23. 8.- Efectos de la declaración de nulidad

CAPÍTULO XII. EL
PROCEDIMIENTO DE
CUMPLIMIENTO DE LA
SENTENCIA DEFINITIVA
PRONUNCIADA EN EL
PROCEDIMIENTO PENAL
1. Ejecución de la sentencia, según el tipo de pena
2. La misericordia con las personas privadas de libertad en virtud de las penas
aplicadas en proceso judicial (cf. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia
57)

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 14


Abreviaturas usadas

CC: Código Civil


CPC: Código de Procedimiento Civil
CPP: Código Procesal Penal
CdPP: Código de Procedimiento Penal
CPRCH: Constitución Política de la República de Chile
CPPMIB: Código Procesal Penal Modelo para Iberoamérica
COT: Código Orgánico de Tribunales
CP: Código Penal

DADH: Declaración Americana de Derechos del Hombre


DUDH: Declaración Universal de Derechos Humanos
LOCMP: Ley Orgánica Constitucional del Ministerio Público
LDPP: Ley Defensoría Penal Pública
PIDCP: Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos

CS: Corte Suprema


CA: Corte de Apelaciones
JG: Juez ó Juzgado de Garantía
TJOP: Tribunal de Juicio Oral en lo Penal

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DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 16
Bibliografía

1.- Julio B.J. Maier, “Derecho Procesal Penal”, Tomos I y II; 2.- Claus Roxin, “Derecho Procesal Penal”; 3.- Agustín Squella
Narducci, “Introducción al Derecho”; 4.- Julián López Masle y María Inés Horvitz Lennon, “Derecho Procesal Penal
Chileno”, Tomos I y II; 5.- Rodrigo Cerda San Martín y Francisco Hermosilla Iriarte, “El Código Procesal Penal,
Comentarios, Concordancias y Jurisprudencia”; 6.- Raúl Tavolari Oliveros, “ Instituciones del Nuevo Proceso Penal,
Cuestiones y Casos”; 7.- Humberto Nogueira Alcalá, “El Debido Proceso en la Constitución y el Sistema Interamericano”;
8.- Emilio Pfeffer Urquiaga, “Código Procesal Penal, Anotado y Concordado”; 9.- Andrés Baytelman A. y Mauricio Duce J.,
“Litigación Penal, Juicio Oral y Prueba”; 10.- Francisco Hermosilla Iriarte, “Apuntes sobre la Prueba en el Código Procesal
Penal”; 11.- Pelayo Vial Campos, “Técnicas y Fundamentos del Contraexamen en el Proceso Penal Chileno”; 12.- Rodrigo
Cerda San Martín y Francisco Hermosilla Iriarte, “El Procedimiento Abreviado”; 13.- Francisco Hermosilla Iriarte y
Alejandro Aguilar Brevis, “Procedimientos Especiales en el Nuevo Proceso Penal”; 14.- Alex Carocca Pérez, “El Nuevo
Sistema Procesal Penal”, 15.- Mario Mini Masonni, “La Prueba Ilícita en el Proceso Penal”; 16.- José Luis Guzmán Dalbora,
“ Estudios y Defensas Penales”; 17.- Rodrigo Coloma Correa, Gonzalo Medina Schulz, Miguel Ángel Méndez Longoria,
Raúl Núñez Ojeda, L. Iván Díaz García, Michelle Taruffo y Gerhard Dannnecker, “La Prueba en el Nuevo Proceso Penal
Oral”; 18.- Rodrigo Durán Fuica, “Medidas Cautelares Personales en el Proceso Penal”; 19.- Rafael Durán Sanhueza,
“Procedimiento Simplificado y Monitorio en el Código Procesal Penal Chileno”; 20.- Rafael Blanco Suárez, Mauricio Decap
Fernández, Leonardo Moreno Holman y Hugo Rojas Corral, “Litigación Estratégica en el Nuevo Proceso Penal”; 21.- María
Francisca Zapata García, “La Prueba Ilícita”; 22.- Cristián Aguilar Aranela, “La Prueba en el Proceso Penal Oral”, 23.-
Mauricio Duce J. y Cristián Riego R. “Introducción al Nuevo Sistema Procesal Penal” Volumen I; 24.- Humberto Nogueira
Alcalá, “Derechos Fundamentales y Garantías Constitucionales”; 25.- Alberto M. Binder, “Introducción al Derecho Procesal
Penal”; 26.- Manuel Miranda Estrampes, “El Concepto de Prueba Ilícita y su Tratamiento en el Proceso Penal”; 27.-
Guillermo Brown , “Límites a la Valoración de la Prueba en el Proceso Penal”; 28.- Jorge Danilo Correa Selamé, “Recursos
Procesales Penales”; 29.- José Luis Guzmán Dalbora; “La Pena y la Extinción de la Responsabilidad Penal “; 30.- Carlos
Pérez del Valle, exposición del Aula Iberoamericana, Cartagena de Indias, Noviembre de 2008, “El Imputado y El Derecho
De Defensa En El Marco Del Proceso Penal. Reflexiones en torno a las consecuencias del principio nemo tenetur”; 31.-
Manuel Miranda Estrampes, Exposición del Aula Iberoamericana, “La Prueba y Su Valoración En Los Procesos Penales
Acusatorios Latinoamericanos”; 32.- Adolfo Cisterna Pino, “La detención por flagrancia en el nuevo proceso penal. Doctrina
y Jurisprudencia”; 33.- Manuel Miranda Estrampes, Rodrigo Cerda San Martín y Francisco Hermosilla Iriarte, “Práctica de
la Prueba en el Juicio Oral, su Valoración y el Estándar de más allá de toda duda razonable”, año 2012; 34.- Germán
Hermosilla Arriagada; Colección Guías De Clases N° 14, “Nuevo Procedimiento Penal, Criticas Al Sistema de
Enjuiciamiento Penal. Mensaje Del Proyecto. Organización, Competencia y Funcionamiento de los Nuevos Tribunales,
Ministerio Público y Defensoría Penal Pública; 35.- Eduardo Couture; “Fundamentos del Derecho Procesal Civil”; 36.-
Fernando Orellana; “Manual de Derecho Procesal. Recursos Procesales” Tomo IV; 37.- Jordi Nieva Fenoll; “Fundamentos
de Derecho Procesal Penal”; 38.- Héctor Hernández Basualto; “La exclusión de la prueba ilícita en el nuevo proceso penal
chileno”; 39.- Adolfo Cisterna Pino; “Acciones Civiles en el Nuevo Proceso Penal”; 40.- DUCE J., Mauricio y RIEGO R.,
Cristián; “La Prisión Preventiva en Chile: Análisis de los cambios legales y su impacto”.

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MANUAL EXPLICATIVO DEL PROGRAMA
DEL CURSO
DERECHO PROCESAL PENAL

Preámbulo

La idea del presente Manual explicativo del Programa del curso del ramo de Derecho
Procesal Penal, tiene por objeto que los alumnos, como futuros operadores del nuevo sistema de
enjuiciamiento criminal puedan encontrar en este texto, elementos de consulta suficientes que el día de
mañana les ayuden en la interpretación y aplicación de los diversos enunciados normativos del CPP.

Comienzo señalando esto, porque aunque parezca obvio no es solamente un nuevo Código,
el que tenemos enfrente, pese a que ya tiene más de diez años, sino que, por el contrario este ordenamiento
legal implica asumir para los ministros, jueces, defensores, fiscales, abogados, alumnos de derecho y
ciudadanos en general, que se está inmerso en un nuevo sistema de administración de la justicia penal en
Chile, donde existe un conjunto de normas que persiguen que ésta no sea sólo más rápida y eficiente, sino que
cualitativamente mejor, basada en un sistema de tipo acusatorio, recogiéndose los principios básicos de lo que
debe ser un debido proceso.

Es decir, el país ha asumido una justicia más justa aunque sea redundante decirlo, para todos
sus ciudadanos, donde se respeten no solamente las garantías de todo imputado, sino que, además, por el otro
lado, se cautelen los derechos de las víctimas.

Junto a ello se tiene un ente persecutor que deberá desarrollar su trabajo con objetividad y
respeto de las garantías fundamentales del imputado y deberá proteger a la víctima, custodiando su proceder
y actuar un Juez de Garantía.

Por su parte el imputado será asesorado por una defensa técnica, real y efectiva para evitar
esa desigualdad entre la persecución penal del Estado ejercida por el Ministerio Público contra algún
ciudadano.

Para decidir las controversias hay jueces técnicos e imparciales, no contaminados con la
investigación fiscal, que para algunos procesos de menor entidad está constituido por los jueces de Garantía,
por ejemplo, en el procedimiento abreviado, el simplificado y el monitorio y que, para los juicios orales, estará
integrada por un Tribunal colegiado, compuesto de tres jueces, denominado Tribunal de Juicio Oral en lo
Penal, quienes luego de escuchar la prueba que se rinda en su presencia, deberán absolver o condenar según el
mérito de lo actuado en esas audiencias orales y públicas, dictando sentencias fundadas en apoyo de su
decisión.

Como veremos, en una postura diametralmente opuesta al sistema inquisitivo que nos rigió
antaño por más de 100 años.

Por último, las decisiones más importantes dictadas por los jueces de Garantía y por los
Tribunales de Juicio Oral en lo Penal, serán conocidas por la vía de los recursos por los Tribunales Superiores,
(Corte Suprema y Cortes de Apelaciones) garantizándose de esta manera el derecho al recurso que tienen
todos, la víctima y el imputado.

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Para lograr todo ello, se ha tenido en vista un ideal ya bastante común en Latinoamérica en
general, (Perú, algunas provincias Argentinas, Colombia, Panamá, algunos Estados Mexicanos) que es el de
pretender impartir justicia penal, en el marco de un debido proceso amparado en un sistema de corte o modelo
acusatorio que es cruzado transversalmente por una serie de principios que lo conforman, los que algunos
autores como Julio B. J. Maier, 1 denominan “fundamentos constitucionales del procedimiento”.

Entre las fuentes legislativas extranjeras, que se tuvieron a la vista para articular este Código,
se menciona el "Código Procesal Penal Italiano" de 1988; la "Ordenanza Procesal Penal Alemana" de 1877, la
"Ley de Enjuiciamiento Criminal Española" de 1882 y sus posteriores reformas; el "Código Procesal Penal de la
Nación Argentina" de 1992; el "Código Procesal Penal de la Provincia de Córdova" de 1992; y el "Código
Procesal Penal Peruano" de 1991. Finalmente, se indica también como fuente importante, el "Código Procesal
Penal Modelo para Iberoamérica", desarrollado por el Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal, que se
tuvo permanentemente a la vista, tanto por el Foro de Discusión como por la Comisión Técnica.

Este Manual comienza con un glosario de términos de uso frecuente, que no es más que el
CPP ordenado alfabéticamente, lo que se hace al inicio, a modo de refuerzo necesario de algunos conceptos
que resultan ser claves para entender este nuevo sistema de enjuiciamiento criminal.

Luego, se tratan los principios orientadores del sistema, detrás de los que se esconden todos
aquellos que son necesarios para lo que se conoce como un debido proceso, fundamentalmente, en los
primeros artículos del nuevo CPP y que son recogidos como un derecho fundamental al debido proceso, no
sólo en la propia Constitución Política de la República de Chile, sino que también, en diversos Tratados
Internacionales, ratificados por Chile y que se encuentran vigentes.

En segundo término, se hace un bosquejo general del nuevo proceso penal ordinario, en sus
tres etapas, se verá cómo se inicia aquél, quienes intervienen, sus tres fases bien diferenciadas, la de
investigación, la intermedia y la de juicio oral, luego se analizarán las salidas alternas y algunos
procedimientos especiales que contempla el sistema.

A continuación se tratan las normas de aplicación general, luego, en particular, las distintas
fases del procedimiento ordinario, esto es, la de investigación, la intermedia y la de juicio oral.

Después se hace una panorámica general de los recursos que caben en contra de las
resoluciones que se vayan dictando por los jueces de Garantía o el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal.

Se finaliza este manual con las normas relativas a la etapa de cumplimiento de las sentencias.

También y, en la medida de lo posible, se incluyen en cada capítulo algunas láminas


explicativas en power point sobre las materias allí tratadas.

Tal como se expresa en la descripción breve del programa, éste curso se destina a enseñar al
alumno el nuevo Proceso Penal existente en el país, mediante el estudio de sus principales instituciones.

A modo de síntesis, en los doce capítulos, se analiza en profundidad el sistema acusatorio en


particular, y se explican sus formas de inicio y de término, la fase de instrucción o de investigación a cargo del
Ministerio Público, las medidas cautelares reales y personales, los intervinientes en el proceso penal, los
procedimientos ordinarios penales, la prueba en el proceso penal, el principio de inocencia, los procedimientos
abreviado, simplificado, monitorio y especiales, el ejercicio de la acción penal privada, los recursos procesales
penales, y el procedimiento de cumplimiento de la sentencia definitiva dictada en el proceso penal.

Este manual está pensado sólo para el uso académico de los alumnos del curso de 5° año y
queda estrictamente prohibida su reproducción parcial o total.

1
MAIER, Julio B.J.; “Derecho Procesal Penal – I. Fundamentos”, Editorial Editores del Puerto, Argentina, año 2004, pág.471

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Este manual está ideado para alumnos del ramo de Derecho Procesal Penal de la
Universidad de Los Andes, el que se compone de las abreviaturas usadas en el Manual, la bibliografía, un
preámbulo, un glosario básico de palabras de uso frecuente y los siguientes doce capítulos:

CAPÍTULOI. INTRODUCCIÓN

1. El proceso penal como vía de solución del conflicto penal.


2. Los sistemas procesales penales.
3. El sistema Procesal Penal chileno del Código de Procedimiento Penal y
del Nuevo Código Procesal Penal.
4. Los principios y garantías del sistema procesal penal.
5. Aplicación de las instituciones y disposiciones comunes del
procedimiento civil en el procedimiento penal.
6. Sobre el derecho a un castigo justo en la Doctrina Social de la Iglesia
(cf. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia 402-405).

CAPÍTULO II. LA ACCIÓN

1. La acción penal.
2. La acción civil en el proceso penal.
3. El cuidado de la verdad en el ejercicio de la acción penal: Doctrina de la
Iglesia sobre el juicio temerario y la calumnia (cf. Catecismo de la Iglesia
Católica 2475-2487).

CAPÍTULO III. LOS INTERVINIENTES EN EL PROCESO PENAL

1. El tribunal (jueces de garantía y tribunales de juicio oral).


2. El Ministerio Público.
3. La Policía.
4. El imputado.
5. El defensor.
6. La víctima.
7. El querellante.
8. El actor civil.

CAPÍTULO IV. LOS PROCEDIMIENTOS EN EL NUEVO CÓDIGO PROCESAL


PENAL

1. Concepto.
2. Clasificaciones.
3. Aplicación.

CAPÍTULO V. LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO PENAL

1. Las medidas cautelares Personales.


2. Las medidas cautelares reales.

CAPÍTULO VI. EL PROCEDIMIENTO ORDINARIO PENAL

1. La etapa de investigación.
2. La etapa intermedia.
3. El juicio oral.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 21


CAPÍTULO VII. EL PROCEDIMIENTO ABREVIADO

1. Nociones generales
2. Ámbito de aplicación

CAPÍTULO VIII. EL PROCEDIMIENTO SIMPLIFICADO y MONITORIO

1. Simplificado
2. Monitorio.

CAPÍTULO IX. PROCEDIMIENTO DE ACCIÓN PENAL PRIVADA

1. Nociones Generales

CAPÍTULO X. BREVES NOCIONES DE LOS PROCEDIMIENTOS ESPECIALES

1. El procedimiento por crimen o simple delito contra personas ausentes.


2. El procedimiento relativo a persona que tiene fuero.
3. La querella de capítulos.
4. La extradición.

CAPÍTULO XI. LOS RECURSOS PROCESALES PENALES y LA NULIDAD


PROCESAL

1.- El Debido Proceso y la Impugnación


2.- El Derecho de Impugnación
3.- Los Recursos Procesales
4.- Normas Generales del Sistema Recursivo del CPP
5.- Fundamento de los Recursos Procesales Penales
6.- Derecho al Recurso en el Nuevo Sistema Procedimental Penal
7.- Efecto de La Interposición de Los Recursos
8.-Tribunal ante el cual deben ser Interpuestos y Tribunal que los
Falla.
9.- Plazo dentro del cual deben Interponerse.
10.- Carácter de los plazos para deducir los Recursos.
11.- Modificaciones Introducidas en la vista de las causas en el
Tribunal Colegiado Superior.
12.- Admisibilidad de Los Recursos y Relación.
13.- Competencia Específica del Tribunal Superior.
14.-Renuncia y Desistimiento.
15.- Recurso de Reposición.
16.- Recurso de Aclaración, Rectificación O Enmienda
17.- Amparo ante el Juez De Garantía
18.- Recurso de Amparo O Habeas Corpus
19.- Recurso de Apelación
20.- Recurso de Hecho
21.- Recurso de Nulidad
22.- El Recurso de Revisión
23.- Nulidades Procesales

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CAPÍTULO XII. EL PROCEDIMIENTO DE CUMPLIMIENTO DE LA
SENTENCIA DEFINITIVA PRONUNCIADA EN EL PROCEDIMIENTO PENAL

1. Ejecución de la sentencia, según el tipo de pena.


2. La misericordia con las personas privadas de libertad en virtud de las
penas aplicadas en proceso judicial (cf. Compendio de la Doctrina Social de
la Iglesia 57).

LOS OBJETIVOS DEL PROGRAMA DEL CURSO SON LOS SIGUIENTES:

a) Dar a conocer al alumno la forma en que el Estado aplica la justicia penal con respeto al
debido proceso y a las garantías y derechos de los imputados y de las víctimas;

b) Ofrecer al alumno un panorama completo de las diferencias entre el sistema inquisitivo


y el acusatorio oral que rige en la actualidad;

c) Obtener que los alumnos conozcan las formas de inicio, de desarrollo, juzgamiento y
ejecución de la condena en el proceso penal ordinario;

d) Conseguir que los alumnos diferencien entre el proceso ordinario y los procedimientos
abreviado, simplificado y algunos de los especiales;

e) Lograr que se reconozcan los objetivos de los recursos y en especial del recurso de
nulidad contra la sentencia definitiva.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 23


Palabras de Uso Frecuente
En el Código Procesal Penal chileno,
Ordenadas alfabéticamente

A
Abandono de la acción penal privada: La inasistencia del querellante a la audiencia del juicio, así como su
inactividad en el procedimiento por más de treinta días, entendiendo por tal la falta de realización de
diligencias útiles para dar curso al proceso que fueren de cargo del querellante, producirán el abandono de la
acción privada. En tal caso el tribunal deberá, de oficio o a petición de parte, decretar el sobreseimiento
definitivo de la causa. Lo mismo se observará si, habiendo muerto o caído en incapacidad el querellante, sus
herederos o representante legal no concurrieren a sostener la acción dentro del término de noventa días. (Art.
402 CPP)

Abandono de la querella: El tribunal, de oficio o a petición de cualquiera de los intervinientes, declarará


abandonada la querella por quien la hubiere interpuesto: Cuando no adhiriere a la acusación fiscal o no
acusare particularmente en la oportunidad que correspondiere; Cuando no asistiere a la audiencia de
preparación del juicio oral sin causa debidamente justificada, y Cuando no concurriere injustificadamente a la
audiencia del juicio oral o se ausentare de ella sin autorización del tribunal. La resolución que declarare el
abandono de la querella será apelable, sin que en la tramitación del recurso pueda disponerse la suspensión
del procedimiento. La resolución que negare lugar al abandono será inapelable. (Art. 120 CPP)

Acción Penal Privada: Es aquella acción que sólo puede ser ejercida por la víctima del delito y es la que nace
de los siguientes delitos: La calumnia y la injuria; La falta descrita en el número 11 del artículo 496 del Código
Penal; La provocación a duelo y el denuesto o descrédito público por no haberlo aceptado, y El matrimonio del
menor llevado a efecto sin el consentimiento de las personas designadas por la ley y celebrado de acuerdo con
el funcionario llamado a autorizarlo. (Art. 55 CPP)

Acción Penal Pública: Es aquella acción que el Estado, a través del Ministerio Público, debe iniciar para la
persecución de un delito. La acción penal pública para la persecución de todo delito que no esté sometido a
regla especial deberá ser ejercida de oficio por el ministerio público. Podrá ser ejercida, además, por las
personas que determine la ley, con arreglo a las disposiciones de este Código. Se concede siempre acción penal
pública para la persecución de los delitos cometidos contra menores de edad. (Art. 53 CPP)

Acción Pública, previa instancia particular: Es aquella acción que el Estado, a través del Ministerio Público,
no puede iniciar de oficio, sino que requiere previamente que el ofendido por el delito hubiere denunciado el
hecho, a la justicia, al ministerio público o a la policía, A falta del ofendido por el delito, podrán denunciar el
hecho las personas indicadas en el inciso segundo del artículo 108, de conformidad a lo previsto en esa
disposición. Cuando el ofendido se encontrare imposibilitado de realizar libremente la denuncia, o cuando
quienes pudieren formularla por él se encontraren imposibilitados de hacerlo o aparecieren implicados en el
hecho, el ministerio público podrá proceder de oficio. Iniciado el procedimiento, éste se tramitará de acuerdo
con las normas generales relativas a los delitos de acción pública. Tales delitos son: Las lesiones previstas en
los artículos 399 y 494, número 5º, del Código Penal; La violación de domicilio; La violación de secretos
prevista en los artículos 231 y 247, inciso segundo, del Código Penal; Las amenazas previstas en los artículos
296 y 297 del Código Penal; Los previstos en la ley N° 19.039, que establece normas aplicables a los privilegios
industriales y protección de los derechos de propiedad industrial; La comunicación fraudulenta de secretos de
la fábrica en que el imputado hubiere estado o estuviere empleado, y Los que otras leyes señalaren en forma
expresa. (Art. 54 CPP)

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 24


Acción Restaurativa: La acción civil restaurativa para el reintegro de la cosa, podrá ser ejercida por el
interesado dentro del proceso penal, conforme a las reglas establecidas en el artículo 189 del CPP. (Art. 59
inciso 1° CPP)

Acción Indemnizatoria: Durante la tramitación del procedimiento penal la víctima podrá deducir respecto del
imputado, con arreglo a las prescripciones de este Código, todas las restantes acciones que tuvieren por objeto
perseguir las responsabilidades civiles derivadas del hecho punible. La víctima podrá también ejercer esas
acciones civiles ante el tribunal civil correspondiente. Con todo, admitida a tramitación la demanda civil en el
procedimiento penal, no se podrá deducir nuevamente ante un tribunal civil. (Art. 59 inciso 2° CPP)

Actividades de la investigación: Para los fines previstos en el artículo anterior, la investigación se llevará a
cabo de modo de consignar y asegurar todo cuanto condujere a la comprobación del hecho y a la identificación
de los partícipes en el mismo. Así, se hará constar el estado de las personas, cosas o lugares, se identificará a
los testigos del hecho investigado y se consignarán sus declaraciones. Del mismo modo, si el hecho hubiere
dejado huellas, rastros o señales, se tomará nota de ellos y se los especificará detalladamente, se dejará
constancia de la descripción del lugar en que aquél se hubiere cometido, del estado de los objetos que en él se
encontraren y de todo otro dato pertinente.
Para el cumplimiento de los fines de la investigación se podrá disponer la práctica de operaciones científicas, la
toma de fotografías, filmación o grabación y, en general, la reproducción de imágenes, voces o sonidos por los
medios técnicos que resultaren más adecuados, requiriendo la intervención de los organismos especializados.
En estos casos, una vez verificada la operación se certificará el día, hora y lugar en que ella se hubiere
realizado, el nombre, la dirección y la profesión u oficio de quienes hubieren intervenido en ella, así como la
individualización de la persona sometida a examen y la descripción de la cosa, suceso o fenómeno que se
reprodujere o explicare. En todo caso se adoptarán las medidas necesarias para evitar la alteración de los
originales objeto de la operación. (Art. 181 CPP)

Actuación del demandado: El imputado deberá oponer las excepciones que corresponda y contestar la
demanda civil en la oportunidad señalada en el artículo 263. Podrá, asimismo, señalar los vicios formales de
que adoleciere la demanda civil, requiriendo su corrección.
En su contestación, deberá indicar cuáles serán los medios probatorios de que pensare valerse, del modo
previsto en el artículo 259. (Art. 62 CPP)

Actuaciones de la Policía sin orden previa: Corresponderá a los funcionarios de Carabineros de Chile y de la
Policía de Investigaciones de Chile realizar las siguientes actuaciones, sin necesidad de recibir previamente
instrucciones particulares de los fiscales:
Prestar auxilio a la víctima; Practicar la detención en los casos de flagrancia, conforme a la ley; Resguardar el
sitio del suceso. Para este efecto, impedirán el acceso a toda persona ajena a la investigación y procederá a su
clausura, si se tratare de local cerrado, o a su aislamiento, si se tratare de lugar abierto, y evitarán que se
alteren o borren de cualquier forma los rastros o vestigios del hecho o se remuevan los instrumentos usados
para llevarlo a cabo, mientras no interviniere personal experto de la policía que el ministerio público
designare. El personal policial experto deberá recoger, identificar y conservar bajo sello los objetos,
documentos o instrumentos de cualquier clase que parecieren haber servido a la comisión del hecho
investigado, sus efectos o los que pudieren ser utilizados como medios de prueba, para ser remitidos a quien
correspondiere, dejando constancia, en el registro que se levantare, de la individualización completa del o los
funcionarios policiales que llevaren a cabo esta diligencia; En aquellos casos en que en la localidad donde
ocurrieren los hechos no exista personal policial experto y la evidencia pueda desaparecer, el personal policial
que hubiese llegado al sitio del suceso deberá recogerla y guardarla en los términos indicados en el párrafo
precedente y hacer entrega de ella al Ministerio Público, a la mayor brevedad posible. En el caso de delitos
flagrantes cometidos en zonas rurales o de difícil acceso, la policía deberá practicar de inmediato las primeras
diligencias de investigación pertinentes, dando cuenta al fiscal que corresponda de lo hecho, a la mayor
brevedad. Identificar a los testigos y consignar las declaraciones que éstos prestaren voluntariamente,
tratándose de los casos a que se alude en las letras b) y c) precedentes; Recibir las denuncias del público, y
Efectuar las demás actuaciones que dispusieren otros cuerpos legales. (Art. 83 CPP)

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Actuación del Querellante: Hasta quince días antes de la fecha fijada para la realización de la audiencia de
preparación del juicio oral, el querellante, por escrito, podrá: Adherir a la acusación del ministerio público o
acusar particularmente. En este segundo caso, podrá plantear una distinta calificación de los hechos, otras
formas de participación del acusado, solicitar otra pena o ampliar la acusación del fiscal, extendiéndola a
hechos o a imputados distintos, siempre que hubieren sido objeto de la formalización de la investigación;
Señalar los vicios formales de que adoleciere el escrito de acusación, requiriendo su corrección; Ofrecer la
prueba que estimare necesaria para sustentar su acusación, lo que deberá hacerse en los mismos términos
previstos en el artículo 259, y Deducir demanda civil, cuando procediere. (Art. 261 CPP)

Actuaciones previas al conocimiento del recurso de nulidad: Ingresado el recurso a la Corte, se abrirá un
plazo de cinco días para que las demás partes solicitaren que se le declare inadmisible, se adhirieren a él o le
formularen observaciones por escrito. La adhesión al recurso deberá cumplir con todos los requisitos
necesarios para interponerlo y su admisibilidad se resolverá de plano por la Corte. Hasta antes de la audiencia
en que se conociere el recurso, el acusado podrá solicitar la designación de un defensor penal público con
domicilio en la ciudad asiento de la Corte, para que asuma su representación, cuando el juicio oral se hubiere
desarrollado en una ciudad distinta. (Art. 382 CPP)

Acuerdo Reparatorio: Son acuerdos celebrados entre la víctima y el imputado relativos a la reparación de los
daños causados por el hecho ilícito, que asume el segundo. A partir de la audiencia de formalización y antes de
ser presentada la acusación al Juez de Garantía, la víctima y el imputado podrán convenir acuerdos
reparatorios, los que el juez de garantía aprobará en audiencia, verificando previamente que los concurrentes
al acuerdo prestaron su consentimiento en forma libre y con pleno conocimiento de sus derechos y siempre
que se trate de hechos investigados: que afectaren bienes jurídicos disponibles de carácter patrimonial,
consistieren en lesiones menos graves o constituyeren delitos culposos. No podrá celebrarse este acuerdo
cuando existiere un interés público prevalente en la continuación de la persecución penal. Se entenderá
especialmente que concurre este interés si el imputado hubiere incurrido reiteradamente en hechos como los
que se investigaren en el caso particular. (Art. 241 CPP)

Acumulación: Cuando el ministerio público formulare diversas acusaciones que el juez considerare
conveniente someter a un mismo juicio oral, y siempre que ello no perjudicare el derecho a defensa, podrá
unirlas y decretar la apertura de un solo juicio oral, si ellas estuvieren vinculadas por referirse a un mismo
hecho, a un mismo imputado o porque debieren ser examinadas unas mismas pruebas. (Art. 274 inciso 1°
CPP)

Acusación Penal: Es un escrito que presenta el Fiscal, en virtud del cual se da lugar a la audiencia de
preparación de Juicio Oral, que debe contener en forma clara, precisa y circunstanciada los hechos por los
cuales se atribuye participación al acusado, lo realiza el Ministerio Público cuando estime que su investigación
proporciona fundamento serio para someter a juicio oral y público al imputado, el fiscal deberá presentar ante
el Juez de Garantía la acusación. Este escrito de acusación deberá contener: La acusación deberá contener en
forma clara y precisa: La individualización de el o los acusados y de su defensor; La relación circunstanciada
de el o los hechos atribuidos y de su calificación jurídica; La relación de las circunstancias modificatorias de la
responsabilidad penal que concurrieren, aun subsidiariamente de la petición principal; La participación que se
atribuyere al acusado; La expresión de los preceptos legales aplicables; El señalamiento de los medios de
prueba de que el ministerio público pensare valerse en el juicio; La pena cuya aplicación se solicitare, y En su
caso, la solicitud de que se proceda de acuerdo al procedimiento abreviado. Si, de conformidad a lo
establecido en la letra f) de este artículo, el fiscal ofreciere rendir prueba de testigos, deberá presentar una lista,
individualizándolos con nombre, apellidos, profesión y domicilio o residencia, salvo en el caso previsto en el
inciso segundo del artículo 307, y señalando, además, los puntos sobre los que habrán de recaer sus
declaraciones. En el mismo escrito deberá individualizar, de igual modo, al perito o los peritos cuya
comparecencia solicitare, indicando sus títulos o calidades. La acusación sólo podrá referirse a hechos y
personas incluidos en la formalización de la investigación, aunque se efectuare una distinta calificación
jurídica. (Art. 259 CPP)

Admisibilidad del informe y remuneración de los peritos: El juez de garantía admitirá los informes y citará a
los peritos cuando, además de los requisitos generales para la admisibilidad de las solicitudes de prueba,

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considerare que los peritos y sus informes otorgan suficientes garantías de seriedad y profesionalismo. Con
todo, el juez de garantía podrá limitar el número de informes o de peritos, cuando unos u otros resultaren
excesivos o pudieren entorpecer la realización del juicio. Los honorarios y demás gastos derivados de la
intervención de los peritos mencionados en este artículo corresponderán a la parte que los presentare.
Excepcionalmente, el juez de garantía podrá relevar a la parte, total o parcialmente, del pago de la
remuneración del perito, cuando considerare que ella no cuenta con medios suficientes para solventarlo o
cuando, tratándose del imputado, la no realización de la diligencia pudiere importar un notorio desequilibrio
en sus posibilidades de defensa. En este último caso, el juez de garantía regulará prudencialmente la
remuneración del perito, teniendo presente los honorarios habituales en la plaza y el total o la parte de la
remuneración que no fuere asumida por el solicitante será de cargo fiscal. (Art. 316 CPP)

Admisibilidad del recurso de nulidad en el tribunal a quo: Interpuesto el recurso, el tribunal a quo se
pronunciará sobre su admisibilidad. La inadmisibilidad sólo podrá fundarse en haberse deducido el recurso en
contra de resolución que no fuere impugnable por este medio o en haberse deducido fuera de plazo. La
resolución que declarare la inadmisibilidad será susceptible de reposición dentro de tercero día. (Art. 380 CPP)

Admisibilidad del recurso de nulidad en el tribunal ad quem: Transcurrido el plazo previsto en el artículo
anterior, el tribunal ad quem se pronunciará en cuenta acerca de la admisibilidad del recurso. Lo declarará
inadmisible si concurrieren las razones contempladas en el artículo 380, el escrito de interposición careciere de
fundamentos de hecho y de derecho o de peticiones concretas, o el recurso no se hubiere preparado
oportunamente. Sin embargo, si el recurso se hubiere deducido para ante la Corte Suprema, ella no se
pronunciará sobre su admisibilidad, sino que ordenará que sea remitido junto con sus antecedentes a la Corte
de Apelaciones respectiva para que, si lo estima admisible, entre a conocerlo y fallarlo, en los siguientes casos:
Si el recurso se fundare en la causal prevista en el artículo 373, letra a), y la Corte Suprema estimare que, de ser
efectivos los hechos invocados como fundamento, serían constitutivos de alguna de las causales señaladas en
el artículo 374; Si, respecto del recurso fundado en la causal del artículo 373, letra b), la Corte Suprema
estimare que no existen distintas interpretaciones sobre la materia de derecho objeto del mismo o, aun
existiendo, no fueren determinantes para la decisión de la causa, y Si en alguno de los casos previstos en el
inciso final del artículo 376, la Corte Suprema estimare que concurre respecto de los motivos de nulidad
invocados alguna de las situaciones previstas en las letras a) y b) de este artículo. (Art. 383 CPP)

Agrupación y separación de investigaciones: El fiscal podrá investigar separadamente cada delito de que
conociere. No obstante, podrá desarrollar la investigación conjunta de dos o más delitos, cuando ello resultare
conveniente. Asimismo, en cualquier momento podrá separar las investigaciones que se llevaren en forma
conjunta. Cuando dos o más fiscales se encontraren investigando los mismos hechos y con motivo de esta
circunstancia se afectaren los derechos de la defensa del imputado, éste podrá pedir al superior jerárquico o al
superior jerárquico común, en su caso, que resuelva cuál tendrá a su cargo el caso. (Art. 185 CPP)

Alegatos de Apertura: Luego que el Presidente de la sala lea las acusaciones que deberán ser objeto del juicio,
contenidas en el auto de apertura del juicio oral, concederá la palabra al fiscal, para que exponga su acusación
y al querellante para que sostenga la acusación, así como la demanda civil si la hubiere interpuesto. (Art. 325
inciso final CPP)

Alegatos de Cierre ó Conclusión: Concluida la recepción de las pruebas, el juez presidente de la sala otorgará
sucesivamente la palabra al fiscal, al acusador particular, al actor civil y al defensor para que expongan sus
conclusiones. El tribunal tomará en consideración la extensión del juicio para determinar el tiempo que
concederá al efecto. Seguidamente, se otorgará al fiscal, al acusador particular, al actor civil y al defensor la
posibilidad de replicar. Las respectivas réplicas sólo podrán referirse a las conclusiones planteadas por las
demás partes. Por último, se otorgará al acusado la palabra, para que manifestare lo que estimare conveniente.
A continuación se declarará cerrado el debate. (Art. 338 CPP)

Ámbito de aplicación del procedimiento simplificado: El conocimiento y fallo de las faltas se sujetará al
procedimiento previsto en este Título. El procedimiento se aplicará, además, respecto de los hechos

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constitutivos de simple delito para los cuales el ministerio público requiriere la imposición de una pena que no
excediere de presidio o reclusión menores en su grado mínimo – (hasta 540 días). Art. 388 CPP.

Ámbito de la Defensa: El imputado tendrá derecho a ser defendido por un letrado desde la primera actuación
del procedimiento dirigido en su contra. El imputado tendrá derecho a formular los planteamientos y
alegaciones que considerare oportunos, así como a intervenir en todas las actuaciones judiciales y en las demás
actuaciones del procedimiento, salvas las excepciones expresamente previstas en este Código. (Art. 8 CPP)

Amparo ante el juez de garantía: Toda persona privada de libertad tendrá derecho a ser conducida sin
demora ante un juez de garantía, con el objeto de que examine la legalidad de su privación de libertad y, en
todo caso, para que examine las condiciones en que se encontrare, constituyéndose, si fuere necesario, en el
lugar en que ella estuviere. El juez podrá ordenar la libertad del afectado o adoptar las medidas que fueren
procedentes. El abogado de la persona privada de libertad, sus parientes o cualquier persona en su nombre
podrán siempre ocurrir ante el juez que conociere del caso o aquél del lugar donde aquélla se encontrare, para
solicitar que ordene que sea conducida a su presencia y se ejerzan las facultades establecidas en el inciso
anterior. Con todo, si la privación de libertad hubiere sido ordenada por resolución judicial, su legalidad sólo
podrá impugnarse por los medios procesales que correspondan ante el tribunal que la hubiere dictado, sin
perjuicio de lo establecido en el artículo 21 de la Constitución Política de la República. (Art. 95 CPP)

Antecedentes a remitir concedido el recurso de apelación: Concedido el recurso, el juez remitirá al tribunal
de alzada copia fiel de la resolución y de todos los antecedentes que fueren pertinentes para un acabado
pronunciamiento sobre el recurso. (Art. 371 CPP)

Antecedentes a remitir concedido el recurso de nulidad: Concedido el recurso, el tribunal remitirá a la Corte
copia de la sentencia definitiva, del registro de la audiencia del juicio oral o de las actuaciones determinadas de
ella que se impugnaren, y del escrito en que se hubiere interpuesto el recurso. (Art. 381 CPP)

Antecedentes de la suspensión condicional del procedimiento, acuerdos reparatorios y procedimiento


abreviado: No se podrá invocar, dar lectura ni incorporar como medio de prueba al juicio oral ningún
antecedente que dijere relación con la proposición, discusión, aceptación, procedencia, rechazo o revocación de
una suspensión condicional del procedimiento, de un acuerdo reparatorio o de la tramitación de un
procedimiento abreviado. (Art. 335 CPP)

Anticipación de Prueba: Al concluir la declaración del testigo, el fiscal o el abogado asistente del fiscal, en su
caso, le hará saber la obligación que tiene de comparecer y declarar durante la audiencia del juicio oral, así
como de comunicar cualquier cambio de domicilio o de morada hasta esa oportunidad. Si, al hacérsele la
prevención prevista en el inciso anterior, el testigo manifestare la imposibilidad de concurrir a la audiencia del
juicio oral, por tener que ausentarse a larga distancia o por existir motivo que hiciere temer la sobreviniencia
de su muerte, su incapacidad física o mental, o algún otro obstáculo semejante, el fiscal podrá solicitar del juez
de garantía que se reciba su declaración anticipadamente. En los casos previstos en el inciso precedente, el juez
deberá citar a todos aquéllos que tuvieren derecho a asistir al juicio oral, quienes tendrán todas las facultades
previstas para su participación en la audiencia del juicio oral. (Art.191 CPP)

Anticipación de Prueba de menores de edad: El fiscal podrá solicitar que se reciba la declaración anticipada
de los menores de 18 años que fueren víctimas de alguno de los delitos contemplados en el Libro Segundo,
Título VII, párrafos 5 y 6 del Código Penal. En dichos casos, el juez, considerando las circunstancias personales
y emocionales del menor de edad, podrá, acogiendo la solicitud de prueba anticipada, proceder a interrogarlo,
debiendo los intervinientes dirigir las preguntas por su intermedio. Con todo, si se modificaren las
circunstancias que motivaron la recepción de prueba anticipada, la misma deberá rendirse en el juicio oral. La
declaración deberá realizarse en una sala acondicionada, con los implementos adecuados a la edad y etapa

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evolutiva del menor de edad. En los casos previstos en este artículo, el juez deberá citar a todos aquellos que
tuvieren derecho a asistir al juicio oral. (Art. 191 bis CPP)

Anticipación de prueba testimonial en el extranjero: Si el testigo se encontrare en el extranjero y no pudiere


aplicarse lo previsto en el inciso final del artículo 190, el fiscal podrá solicitar al juez de garantía que también se
reciba su declaración anticipadamente.
Para ese efecto, se recibirá la declaración del testigo, según resultare más conveniente y expedito, ante un
cónsul chileno o ante el tribunal del lugar en que se hallare. La petición respectiva se hará llegar, por conducto
de la Corte de Apelaciones correspondiente, al Ministerio de Relaciones Exteriores para su diligenciamiento, y
en ella se individualizarán los intervinientes a quienes deberá citarse para que concurran a la audiencia en que
se recibirá la declaración, en la cual podrán ejercer todas las facultades que les corresponderían si se tratase de
una declaración prestada durante la audiencia del juicio oral. Si se autorizare la práctica de esta diligencia en el
extranjero y ella no tuviere lugar, el ministerio público deberá pagar a los demás intervinientes que hubieren
comparecido a la audiencia los gastos en que hubieren incurrido, sin perjuicio de lo que se resolviere en cuanto
a costas. (Art. 192 CPP)

Apelación de la resolución que declara la ilegalidad de la detención: Tratándose de los delitos establecidos
en los artículos 141, 142, 361, 362, 365 bis, 390, 391, 433, 436 y 440 del Código Penal, y los de la ley N° 20.000
que tengan pena de crimen, la resolución que declare la ilegalidad de la detención será apelable por el fiscal o
el abogado asistente del fiscal, en el sólo efecto devolutivo. En los demás casos no será apelable. (Art. 132 bis
CPP)

Apertura del Juicio Oral: El día y hora fijados, el tribunal se constituirá con la asistencia del fiscal, del
acusado, de su defensor y de los demás intervinientes. Asimismo, verificará la disponibilidad de los testigos,
peritos, intérpretes y demás personas que hubieren sido citadas a la audiencia y declarará iniciado el juicio. El
presidente de la sala señalará las acusaciones que deberán ser objeto del juicio contenidas en el auto de
apertura del juicio oral, advertirá al acusado que deberá estar atento a lo que oirá y dispondrá que los peritos y
los testigos hagan abandono de la sala de la audiencia. Seguidamente concederá la palabra al fiscal, para que
exponga su acusación y al querellante para que sostenga la acusación, así como la demanda civil si la hubiere
interpuesto. (Art. 325 CPP)

Aplicación de normas comunes a todo procedimiento: Serán aplicables al procedimiento penal, en cuanto no
se opusieren a lo estatuido en este Código o en leyes especiales, las normas comunes a todo procedimiento
contempladas en el Libro I del Código de Procedimiento Civil. (Art. 52 CPP)

Aplicación supletoria en los recursos: Los recursos se regirán por las normas de este Libro. Supletoriamente,
serán aplicables las reglas del Título III del Libro Segundo de este Código. (Art. 361 CPP)

Aplicación temporal de la ley procesal penal: Las leyes procesales penales serán aplicables a los
procedimientos ya iniciados, salvo cuando, a juicio del tribunal, la ley anterior contuviere disposiciones más
favorables al imputado. (Art. 11 CPP)

Apreciación de la Prueba de acuerdo a la sana crítica: Los tribunales apreciarán la prueba con libertad, pero
no podrán contradecir los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos
científicamente afianzados. El tribunal deberá hacerse cargo en su fundamentación de toda la prueba
producida, incluso de aquélla que hubiere desestimado, indicando en tal caso las razones que hubiere tenido
en cuenta para hacerlo.
La valoración de la prueba en la sentencia requerirá el señalamiento del o de los medios de prueba mediante
los cuales se dieren por acreditados cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren por probados. Esta
fundamentación deberá permitir la reproducción del razonamiento utilizado para alcanzar las conclusiones a
que llegare la sentencia. (Art. 297 CPP)

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Archivo provisional: En tanto no se hubiere producido la intervención del juez de garantía en el
procedimiento, el ministerio público podrá archivar provisionalmente aquellas investigaciones en las que no
aparecieren antecedentes que permitieren desarrollar actividades conducentes al esclarecimiento de los
hechos. Si el delito mereciere pena aflictiva, el fiscal deberá someter la decisión sobre archivo provisional a la
aprobación del Fiscal Regional. La víctima podrá solicitar al ministerio público la reapertura del procedimiento
y la realización de diligencias de investigación. Asimismo, podrá reclamar de la denegación de dicha solicitud
ante las autoridades del ministerio público. (Art. 167 CPP)

Asistencia a diligencias: Durante la investigación, el fiscal podrá permitir la asistencia del imputado o de los
demás intervinientes a las actuaciones o diligencias que debiere practicar, cuando lo estimare útil. En todo
caso, podrá impartirles instrucciones obligatorias conducentes al adecuado desarrollo de la actuación o
diligencia y podrá excluirlos de la misma en cualquier momento. (Art. 184 CPP)

Audiencia de Control de la Detención: Audiencia destinada a determinar la legalidad de la detención


practicada, sea por orden judicial o por tratarse de una hipótesis de flagrancia. Cuando la detención se
practicare en cumplimiento de una orden judicial, los agentes policiales que la hubieren realizado o el
encargado del recinto de detención conducirán inmediatamente al detenido a presencia del juez que hubiere
expedido la orden. Si ello no fuere posible por no ser hora de despacho, el detenido podrá permanecer en el
recinto policial o de detención hasta el momento de la primera audiencia judicial, por un período que en caso
alguno excederá las veinticuatro horas. Cuando la detención se practicare en virtud de los artículos 129 y 130,
el agente policial que la hubiere realizado o el encargado del recinto de detención deberán informar de ella al
ministerio público dentro de un plazo máximo de doce horas. El fiscal podrá dejar sin efecto la detención u
ordenar que el detenido sea conducido ante el juez dentro de un plazo máximo de veinticuatro horas, contado
desde que la detención se hubiere practicado. Si el fiscal nada manifestare, la policía deberá presentar el
detenido ante la autoridad judicial en el plazo indicado. Cuando el fiscal ordene poner al detenido a
disposición del juez, deberá, en el mismo acto, dar conocimiento de esta situación al abogado de confianza de
aquél o a la Defensoría Penal Pública. Para los efectos de poner a disposición del juez al detenido, las policías
cumplirán con su obligación legal dejándolo bajo la custodia de Gendarmería del respectivo tribunal. A la
primera audiencia judicial del detenido deberá concurrir el fiscal o el abogado asistente del fiscal. La ausencia
de éstos dará lugar a la liberación del detenido. En la audiencia, el fiscal o el abogado asistente del fiscal
actuando expresamente facultado por éste, procederá directamente a formalizar la investigación y a solicitar
las medidas cautelares que procedieren, siempre que contare con los antecedentes necesarios y que se
encontrare presente el defensor del imputado. En el caso de que no pudiere procederse de la manera indicada,
el fiscal o el abogado asistente del fiscal actuando en la forma señalada, podrá solicitar una ampliación del
plazo de detención hasta por tres días, con el fin de preparar su presentación. El juez accederá a la ampliación
del plazo de detención cuando estimare que los antecedentes justifican esa medida. En todo caso, la
declaración de ilegalidad de la detención no impedirá que el fiscal o el abogado asistente del fiscal pueda
formalizar la investigación y solicitar las medidas cautelares que sean procedentes, de conformidad con lo
dispuesto en el inciso anterior, pero no podrá solicitar la ampliación de la detención. La declaración de
ilegalidad de la detención no producirá efecto de cosa juzgada en relación con las solicitudes de exclusión de
prueba que se hagan oportunamente, de conformidad con lo previsto en el artículo (Arts. 131 y 132 CPP)

Audiencia de Formalización de la Investigación: La formalización de la investigación es la comunicación que


el fiscal efectúa al imputado, en presencia del juez de garantía, de que desarrolla actualmente una
investigación en su contra respecto de uno o más delitos determinados. En la audiencia, el juez ofrecerá la
palabra al fiscal para que exponga verbalmente los cargos que presentare en contra del imputado y las
solicitudes que efectuare al tribunal. Enseguida, el imputado podrá manifestar lo que estimare conveniente. A
continuación el juez abrirá debate sobre las demás peticiones que los intervinientes plantearen. El imputado
podrá reclamar ante las autoridades del ministerio público, según lo disponga la ley orgánica constitucional
respectiva, de la formalización de la investigación realizada en su contra, cuando considerare que ésta hubiere
sido arbitraria. (Arts. 229 y 232 CPP)

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Audiencia de Preparación del Juicio Oral: Audiencia oral y pública en que el Fiscal, la defensa y el
querellante discuten sobre las pruebas que serán presentadas en el Juicio Oral, los hechos que se darán por
probados mediante las convenciones probatorias y cuales pruebas serán excluidas del juicio, así, el juez de
garantía, luego de examinar las pruebas ofrecidas y escuchar a los intervinientes que hubieren comparecido a
la audiencia, ordenará fundadamente que se excluyan de ser rendidas en el juicio oral aquéllas que fueren
manifiestamente impertinentes y las que tuvieren por objeto acreditar hechos públicos y notorios. Si estimare
que la aprobación en los mismos términos en que hubieren sido ofrecidas las pruebas testimonial y
documental produciría efectos puramente dilatorios en el juicio oral, dispondrá también que el respectivo
interviniente reduzca el número de testigos o de documentos, cuando mediante ellos deseare acreditar unos
mismos hechos o circunstancias que no guardaren pertinencia sustancial con la materia que se someterá a
conocimiento del tribunal de juicio oral en lo penal. Del mismo modo, el juez excluirá las pruebas que
provinieren de actuaciones o diligencias que hubieren sido declaradas nulas y aquéllas que hubieren sido
obtenidas con inobservancia de garantías fundamentales. Las demás pruebas que se hubieren ofrecido serán
admitidas por el juez de garantía al dictar el auto de apertura del juicio oral. Además se indicará en ella la
acusación que será objeto del juicio. Al término de la audiencia, el Juez de Garantía dictará el auto de apertura
del juicio oral. (Art. 277 CPP)

Audiencia del Juicio Oral: Serán una o más audiencias públicas donde comparece el fiscal, el querellante, el
defensor y el acusado y que tiene por finalidad que un Tribunal Colegiado denominado Tribunal del Juicio
Oral en lo Penal, reciba en forma oral toda la prueba que los intervinientes han ofrecido, esto es la prueba
testimonial, pericial, documental y donde además se exhiben las evidencias, al término de la cual deben dar a
conocer su decisión de absolución o condena. La audiencia del juicio oral se desarrollará en forma continua y
podrá prolongarse en sesiones sucesivas, hasta su conclusión. Constituirán, para estos efectos, sesiones
sucesivas, aquéllas que tuvieren lugar en el día siguiente o subsiguiente de funcionamiento ordinario del
tribunal. Deben comparecer el acusado y su defensor y el fiscal. La ausencia del querellante dará lugar al
abandono de la misma. El Juicio es la fase esencial del proceso. Se realizará sobre la base de la acusación, en
forma oral, pública, contradictoria y concentrada y con la presencia ininterrumpida de los jueces y de todas las
partes. (Arts. 282, 284, 285 y 286 CPP)

Audiencia de comunicación de sentencia: Una vez redactada la sentencia, de conformidad a lo previsto en el


artículo 342, se procederá a darla a conocer en la audiencia fijada al efecto, oportunidad a contar de la cual se
entenderá notificada a todas las partes, aun cuando no asistieren a la misma. (Art. 346 CPP)

Audiencia en la extradición pasiva: La audiencia será pública, y a su inicio el representante del Estado
requirente dará breve cuenta de los antecedentes en que se funda la petición de extradición. Si fuere el
ministerio público, hará saber también los hechos y circunstancias que obraren en beneficio del imputado. A
continuación se rendirá la prueba testimonial, pericial o documental que las partes hubieren ofrecido. Una vez
rendida la prueba, si el imputado lo deseare podrá prestar declaración y, de hacerlo, podrá ser
contrainterrogado. En caso de que se hubiere rendido prueba o hubiere declarado el imputado, se le concederá
la palabra al representante del Estado requirente, para que exponga sus conclusiones. Luego, se le concederá la
palabra al imputado para que, personalmente o a través de su defensor, efectuare las argumentaciones que
estimare procedentes. (Art. 448 CPP)

Aumento de los plazos en los recursos: Si el juicio oral hubiere sido conocido por un tribunal que se hubiese
constituido y funcionado en una localidad situada fuera de su lugar de asiento, los plazos legales establecidos
para la interposición de los recursos se aumentarán conforme a la tabla de emplazamiento prevista en el
artículo 259 del Código de Procedimiento Civil. (Art. 353 CPP)

Auto de Apertura del Juicio Oral: Es la resolución que dicta el Juez de Garantía al terminar la audiencia de
preparación del juicio oral: Esta resolución deberá indicar: El tribunal competente para conocer el juicio oral;
La o las acusaciones que deberán ser objeto del juicio y las correcciones formales que se hubieren realizado en
ellas; La demanda civil; Los hechos que se dieren por acreditados, en conformidad con lo dispuesto en el

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artículo 275; Las pruebas que deberán rendirse en el juicio oral, de acuerdo a lo previsto en el artículo anterior,
y La individualización de quienes debieren ser citados a la audiencia del juicio oral, con mención de los
testigos a los que debiere pagarse anticipadamente sus gastos de traslado y habitación y los montos
respectivos. El auto de apertura del juicio oral sólo será susceptible del recurso de apelación, cuando lo
interpusiere el ministerio público por la exclusión de pruebas decretada por el juez de garantía de acuerdo a lo
previsto en el inciso tercero del artículo precedente. Este recurso será concedido en ambos efectos. Lo
dispuesto en este inciso se entenderá sin perjuicio de la procedencia, en su caso, del recurso de nulidad en
contra de la sentencia definitiva que se dictare en el juicio oral, conforme a las reglas generales. Si se
excluyeren, por resolución firme, pruebas de cargo que el Ministerio Público considere esenciales para
sustentar su acusación en el juicio oral respectivo, el fiscal podrá solicitar el sobreseimiento definitivo de la
causa ante el juez competente, el que la decretará en audiencia convocada al efecto. (Arts. 272, 275, 276 CPP)

Autodenuncia: Quien hubiere sido imputado por otra persona de haber participado en la comisión de un
hecho ilícito, tendrá el derecho de concurrir ante el ministerio público y solicitar se investigue la imputación de
que hubiere sido objeto. Si el fiscal respectivo se negare a proceder, la persona imputada podrá recurrir ante
las autoridades superiores del ministerio público, a efecto de que revisen tal decisión. (Art. 179 CPP)

Autorización Judicial Previa: Toda actuación del procedimiento que privare al imputado o a un tercero del
ejercicio de los derechos que la Constitución asegura, o lo restringiere o perturbare, requerirá de autorización
judicial previa. En consecuencia, cuando una diligencia de investigación pudiere producir alguno de tales
efectos, el fiscal deberá solicitar previamente autorización al juez de garantía. Tratándose de casos urgentes, en
que la inmediata autorización u orden judicial sea indispensable para el éxito de la diligencia, podrá ser
solicitada y otorgada por cualquier medio idóneo al efecto, tales como teléfono, fax, correo electrónico u otro,
sin perjuicio de la constancia posterior, en el registro correspondiente. No obstante lo anterior, en caso de una
detención se deberá entregar por el funcionario policial que la practique una constancia de aquélla, con
indicación del tribunal que la expidió, del delito que le sirve de fundamento y de la hora en que se emitió. (Art.
9 CPP)

Autorización para practicar diligencias sin conocimiento del afectado: Las diligencias de investigación que
de conformidad al artículo 9º requirieren de autorización judicial previa podrán ser solicitadas por el fiscal aún
antes de la formalización de la investigación. Si el fiscal requiriere que ellas se llevaren a cabo sin previa
comunicación al afectado, el juez autorizará que se proceda en la forma solicitada cuando la gravedad de los
hechos o la naturaleza de la diligencia de que se tratare, permitiere presumir que dicha circunstancia resulta
indispensable para su éxito. Si con posterioridad a la formalización de la investigación el fiscal solicitare
proceder de la forma señalada en el inciso precedente, el juez lo autorizará cuando la reserva resultare
estrictamente indispensable para la eficacia de la diligencia. (Art. 236 CPP)

Auxiliares del ministerio público como peritos: El ministerio público podrá presentar como peritos a los
miembros de los organismos técnicos que le prestaren auxilio en su función investigadora, ya sea que
pertenecieren a la policía, al propio ministerio público o a otros organismos estatales especializados en tales
funciones. (Art. 321 CPP)

Calidad de Imputado: Las facultades, derechos y garantías que la Constitución Política de la República, este
Código y otras leyes reconocen al imputado, podrán hacerse valer por la persona a quien se atribuyere
participación en un hecho punible desde la primera actuación del procedimiento dirigido en su contra y hasta
la completa ejecución de la sentencia. Para este efecto, se entenderá por primera actuación del procedimiento
cualquiera diligencia o gestión, sea de investigación, de carácter cautelar o de otra especie, que se realizare por

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o ante un tribunal con competencia en lo criminal, el ministerio público o la policía, en la que se atribuyere a
una persona responsabilidad en un hecho punible. (Art. 7 CPP)

Cancelación de la Caución: La caución será cancelada y devueltos los bienes afectados, siempre que no
hubieren sido ejecutados con anterioridad: Cuando el imputado fuere puesto en prisión preventiva; Cuando,
por resolución firme, se absolviere al imputado, se sobreseyere la causa o se suspendiere condicionalmente el
procedimiento, y Cuando se comenzare a ejecutar la pena privativa de libertad o se resolviere que ella no
debiere ejecutarse en forma efectiva, siempre que previamente se pagaren la multa y las costas que impusiere
la sentencia. (Art. 148 CPP)

Carga de la Prueba: La carga de la prueba corresponderá al Fiscal, quien deberá probar en el juicio oral y
público, en el procedimiento abreviado, en el simplificado o en el monitorio, los hechos que fundamenten su
acusación o requerimiento. El ministerio público dirigirá en forma exclusiva la investigación de los hechos
constitutivos de delito, los que determinaren la participación punible y los que acreditaren la inocencia del
imputado, en la forma prevista por la Constitución y la ley. Los fiscales ejercerán y sustentarán la acción penal
pública en la forma prevista por la ley. Con ese propósito practicarán todas las diligencias que fueren
conducentes al éxito de la investigación y dirigirán la actuación de la policía, con estricta sujeción al principio
de objetividad consagrado en la Ley Orgánica Constitucional del Ministerio Público. (Arts. 3 y 77 CPP)

Caución para reemplazar la prisión preventiva: Cuando la prisión preventiva hubiere sido o debiere ser
impuesta únicamente para garantizar la comparecencia del imputado al juicio y a la eventual ejecución de la
pena, el tribunal podrá autorizar su reemplazo por una caución económica suficiente, cuyo monto fijará. La
caución podrá consistir en el depósito por el imputado u otra persona de dinero o valores, la constitución de
prendas o hipotecas, o la fianza de una o más personas idóneas calificadas por el tribunal. (Art. 146 CPP)

Causales de Rebeldía, declaración y efectos: El imputado será declarado rebelde: 1) Cuando, decretada
judicialmente su detención o prisión preventiva, no fuere habido, o 2) Cuando, habiéndose formalizado la
investigación en contra del que estuviere en país extranjero, no fuere posible obtener su extradición. La
declaración de rebeldía del imputado será pronunciada por el tribunal ante el que debiere comparecer.
Declarada la rebeldía, las resoluciones que se dictaren en el procedimiento se tendrán por notificadas
personalmente al rebelde en la misma fecha en que se pronunciaren. La investigación no se suspenderá por la
declaración de rebeldía y el procedimiento continuará hasta la realización de la audiencia de preparación del
juicio oral, en la cual se podrá sobreseer definitiva o temporalmente la causa de acuerdo al mérito de lo
obrado. Si la declaración de rebeldía se produjere durante la etapa de juicio oral, el procedimiento se
sobreseerá temporalmente, hasta que el imputado compareciere o fuere habido. El sobreseimiento afectará sólo
al rebelde y el procedimiento continuará con respecto a los imputados presentes. El imputado que fuere
habido pagará las costas causadas con su rebeldía, a menos que justificare debidamente su ausencia. (Arts. 99,
100 y 101 CPP)

Cautelares Personales: Las medidas cautelares personales sólo serán impuestas cuando fueren absolutamente
indispensables para asegurar la realización de los fines del procedimiento y sólo durarán mientras subsistiere
la necesidad de su aplicación. Estas medidas serán siempre decretadas por medio de resolución judicial
fundada. Estas son la citación, la detención en lugares públicos destinados para ello o en un domicilio, la
prisión preventiva y las otras medidas cautelares personales de menor entidad del artículo 155 del CPP, esto
es, Para garantizar el éxito de las diligencias de investigación o la seguridad de la sociedad, proteger al
ofendido o asegurar la comparecencia del imputado a las actuaciones del procedimiento o ejecución de la
sentencia, después de formalizada la investigación el tribunal, a petición del fiscal, del querellante o la víctima,
podrá imponer al imputado una o más de las siguientes medidas: La privación de libertad, total o parcial, en
su casa o en la que el propio imputado señalare, si aquélla se encontrare fuera de la ciudad asiento del tribunal;
La sujeción a la vigilancia de una persona o institución determinada, las que informarán periódicamente al
juez; La obligación de presentarse periódicamente ante el juez o ante la autoridad que él designare; La
prohibición de salir del país, de la localidad en la cual residiere o del ámbito territorial que fijare el tribunal; La
prohibición de asistir a determinadas reuniones, recintos o espectáculos públicos, o de visitar determinados
lugares; La prohibición de comunicarse con personas determinadas, siempre que no se afectare el derecho a
defensa, y La prohibición de aproximarse al ofendido o su familia y, en su caso, la obligación de abandonar el

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hogar que compartiere con aquél. El tribunal podrá imponer una o más de estas medidas según resultare
adecuado al caso y ordenará las actuaciones y comunicaciones necesarias para garantizar su cumplimiento. La
procedencia, duración, impugnación y ejecución de estas medidas cautelares se regirán por las disposiciones
aplicables a la prisión preventiva, en cuanto no se opusieren a lo previsto en este Párrafo. (Arts. 122, 123, 125,
139 y 155 CPP)

Cautela de garantías: En cualquiera etapa del procedimiento en que el juez de garantía estimare que el
imputado no está en condiciones de ejercer los derechos que le otorgan las garantías judiciales consagradas en
la Constitución Política, en las leyes o en los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren
vigentes, adoptará, de oficio o a petición de parte, las medidas necesarias para permitir dicho ejercicio. Si esas
medidas no fueren suficientes para evitar que pudiere producirse una afectación sustancial de los derechos del
imputado, el juez ordenará la suspensión del procedimiento y citará a los intervinientes a una audiencia que se
celebrará con los que asistan. Con el mérito de los antecedentes reunidos y de lo que en dicha audiencia se
expusiere, resolverá la continuación del procedimiento o decretará el sobreseimiento temporal del mismo.
(Art. 10 CPP)

Cautelares reales: Durante la etapa de investigación, el ministerio público o la víctima podrán solicitar por
escrito al juez de garantía que decrete respecto del imputado, una o más de las medidas precautorias
autorizadas en el Título V del Libro Segundo del Código de Procedimiento Civil. Es decir, para asegurar el
resultado de la acción, puede el demandante en cualquier estado del juicio, aun cuando no esté contestada la
demanda, pedir una o más de las siguientes medidas: 1a. El secuestro de la cosa que es objeto de la demanda;
2a. El nombramiento de uno o más interventores; 3a. La retención de bienes determinados; y 4a. La prohibición
de celebrar actos o contratos sobre bienes determinados. En estos casos, las solicitudes respectivas se
substanciarán y regirán de acuerdo a lo previsto en el Título IV del mismo Libro. Con todo, concedida la
medida, el plazo para presentar la demanda se extenderá hasta la oportunidad prevista en el artículo 60. Del
mismo modo, al deducir la demanda civil, la víctima podrá solicitar que se decrete una o más de dichas
medidas. (Art. 157 CPP)

Cierre de la Investigación: Practicadas las diligencias necesarias para la averiguación del hecho punible y sus
autores, cómplices o encubridores, el fiscal declarará cerrada la investigación y podrá, dentro de los diez días
siguientes: Solicitar el sobreseimiento definitivo o temporal de la causa; Formular acusación, cuando estimare
que la investigación proporciona fundamento serio para el enjuiciamiento del imputado contra quien se
hubiere formalizado la misma, o Comunicar la decisión del ministerio público de no perseverar en el
procedimiento, por no haberse reunido durante la investigación los antecedentes suficientes para fundar una
acusación. La comunicación de la decisión contemplada en la letra c) precedente dejará sin efecto la
formalización de la investigación, dará lugar a que el juez revoque las medidas cautelares que se hubieren
decretado, y la prescripción de la acción penal continuará corriendo como si nunca se hubiere interrumpido.
(Art. 248 CPP)

Citación a audiencia para pedir sobreseimiento definitivo o temporal o comunicar la decisión de no


perseverar: Cuando decidiere solicitar el sobreseimiento definitivo o temporal, o comunicar la decisión a que
se refiere la letra c) del artículo anterior, el fiscal deberá formular su requerimiento al juez de garantía, quien
citará a todos los intervinientes a una audiencia. (Art. 249 CPP)

Citación a audiencia de preparación del juicio oral: Presentada la acusación, el juez de garantía ordenará su
notificación a todos los intervinientes y citará, dentro de las veinticuatro horas siguientes, a la audiencia de
preparación del juicio oral, la que deberá tener lugar en un plazo no inferior a veinticinco ni superior a treinta
y cinco días. Al acusado se le entregará la copia de la acusación, en la que se dejará constancia, además, del
hecho de encontrarse a su disposición, en el tribunal, los antecedentes acumulados durante la investigación.
(Art. 260 CPP)

Citación a audiencia de juicio oral: El juez de garantía hará llegar el auto de apertura del juicio oral al tribunal
competente, dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes al momento en que quedare firme. También
pondrá a disposición del tribunal de juicio oral en lo penal las personas sometidas a prisión preventiva o a
otras medidas cautelares personales. Una vez distribuida la causa, cuando procediere, el juez presidente de la

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sala respectiva procederá de inmediato a decretar la fecha para la celebración de la audiencia del mismo, la que
deberá tener lugar no antes de quince ni después de sesenta días desde la notificación del auto de apertura del
juicio oral. Señalará, asimismo, la localidad en la cual se constituirá y funcionará el tribunal de juicio oral en lo
penal, si se tratare de alguno de los casos previstos en el artículo 21 A del Código Orgánico de Tribunales. En
su resolución, el juez presidente indicará también el nombre de los jueces que integrarán la sala. Con la
aprobación del juez presidente del comité de jueces, convocará a un número de jueces mayor de tres para que
la integren, cuando existieren circunstancias que permitieren presumir que con el número ordinario no se
podrá dar cumplimiento a lo exigido en el artículo 284. Ordenará, por último, que se cite a la audiencia de
todos quienes debieren concurrir a ella. El acusado deberá ser citado con, a lo menos, siete días de anticipación
a la realización de la audiencia, bajo los apercibimientos previstos en los artículos 33 y 141, inciso cuarto. (Art.
281 CPP)

Citación a audiencia en el procedimiento monitorio: Recibido el requerimiento, el tribunal ordenará su


notificación al imputado y citará a todos los intervinientes a la audiencia a que se refiere el artículo 394, la que
no podrá tener lugar antes de veinte ni después de cuarenta días contados desde la fecha de la resolución. El
imputado deberá ser citado con, a lo menos, diez días de anticipación a la fecha de la audiencia. La citación del
imputado se hará bajo el apercibimiento señalado en el artículo 33 y a la misma se acompañarán copias del
requerimiento y de la querella, en su caso. En el procedimiento simplificado no procederá la interposición de
demandas civiles, salvo aquélla que tuviere por objeto la restitución de la cosa o su valor. La resolución que
dispusiere la citación ordenará que las partes comparezcan a la audiencia, con todos sus medios de prueba. Si
alguna de ellas requiriere de la citación de testigos o peritos por medio del tribunal, deberán formular la
respectiva solicitud con una anticipación no inferior a cinco días a la fecha de la audiencia. (Art. 393 CPP)

Citación a audiencia en el procedimiento simplificado: Recibida por el fiscal la denuncia de un hecho


constitutivo de alguno de los delitos a que se refiere el artículo 388, solicitará del juez de garantía competente
la citación inmediata a audiencia, a menos que fueren insuficientes los antecedentes aportados, se encontrare
extinguida la responsabilidad penal del imputado o el fiscal decidiere hacer aplicación de la facultad que le
concede el artículo 170. De igual manera, cuando los antecedentes lo ameritaren y hasta la deducción de la
acusación, el fiscal podrá dejar sin efecto la formalización de la investigación que ya hubiere realizado de
acuerdo con lo previsto en el artículo 230, y proceder conforme a las reglas de este Título. Asimismo, si el fiscal
formulare acusación y la pena requerida no excediere de presidio o reclusión menores en su grado mínimo, la
acusación se tendrá como requerimiento, debiendo el juez disponer la continuación del procedimiento de
conformidad a las normas de este Título. Tratándose de las faltas indicadas en los artículos 494, Nº 5, y 496, Nº
11, del Código Penal, sólo podrán efectuar el requerimiento precedente las personas a quienes correspondiere
la titularidad de la acción conforme a lo dispuesto en los artículos 54 y 55. Si la falta contemplada en el artículo
494 bis del Código Penal se cometiere en un establecimiento de comercio, para la determinación del valor de
las cosas hurtadas se considerará el precio de venta, salvo que los antecedentes que se reúnan permitan
formarse una convicción diferente. (Art. 390 CPP)

Citación del ministerio público. Cuando en el desarrollo de su actividad de investigación el fiscal requiriere
la comparecencia de una persona, podrá citarla por cualquier medio idóneo. Si la persona citada no
compareciere, el fiscal podrá ocurrir ante el juez de garantía para que lo autorice a conducirla
compulsivamente a su presencia. Con todo, el fiscal no podrá recabar directamente la comparecencia personal
de las personas o autoridades a que se refiere el artículo 300. Si la declaración de dichas personas o autoridades
fuere necesaria, procederá siempre previa autorización del juez de garantía y conforme lo establece el artículo
301. (Art. 23 CPP)

Citación Judicial: Mecanismo mediante el cual el tribunal solicita la presencia de un imputado, testigo o
perito, entre otros, ordenando para ello notificar la resolución que obliga su comparecencia. Cuando fuere
necesario citar a alguna persona para llevar a cabo una actuación ante el tribunal, se le notificará la resolución
que ordenare su comparecencia. Se hará saber a los citados el tribunal ante el cual debieren comparecer, su
domicilio, la fecha y hora de la audiencia, la identificación del proceso de que se tratare y el motivo de su
comparecencia. Al mismo tiempo se les advertirá que la no comparecencia injustificada dará lugar a que sean
conducidos por medio de la fuerza pública, que quedarán obligados al pago de las costas que causaren y que
pueden imponérseles sanciones. También se les deberá indicar que, en caso de impedimento, deberán

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comunicarlo y justificarlo ante el tribunal, con anterioridad a la fecha de la audiencia, si fuere posible. El
tribunal podrá ordenar que el imputado que no compareciere injustificadamente sea detenido o sometido a
prisión preventiva hasta la realización de la actuación respectiva. Tratándose de los testigos, peritos u otras
personas cuya presencia se requiriere, podrán ser arrestados hasta la realización de la actuación por un
máximo de veinticuatro horas e imponérseles, además, una multa de hasta quince unidades tributarias
mensuales. Si quien no concurriere injustificadamente fuere el defensor o el fiscal, se le aplicará lo dispuesto en
el artículo 287. Cuando fuere necesaria la presencia del imputado ante el tribunal, éste dispondrá su citación,
de acuerdo con lo previsto en el artículo 33. Cuando la imputación se refiriere a faltas, o delitos que la ley no
sancionare con penas privativas ni restrictivas de libertad, no se podrán ordenar medidas cautelares que
recaigan sobre la libertad del imputado, con excepción de la citación. Lo dispuesto en el inciso anterior no
tendrá lugar en los casos en que se refiere el inciso 4º del artículo 134 o cuando procediere el arresto por falta
de comparecencia, la detención o la prisión preventiva de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 33. (Arts. 33,
123 y 124 CPP)

Citación, registro y detención en casos de flagrancia: Quien fuere sorprendido por la policía in fraganti
cometiendo un hecho de los señalados en el artículo 124, será citado a la presencia del fiscal, previa
comprobación de su domicilio. La policía podrá registrar las vestimentas, el equipaje o el vehículo de la
persona que será citada. Asimismo, podrá conducir al imputado al recinto policial, para efectuar allí la
citación. No obstante lo anterior, el imputado podrá ser detenido si hubiere cometido alguna de las faltas
contempladas en el Código Penal, en los artículos 494 Nºs 4 y 5, y 19, exceptuando en este último caso los
hechos descritos en los artículos 189 y 233; 494 bis; 495 Nº 21, y 496 Nºs 5 y 26. En todos los casos señalados en
el inciso anterior, el agente policial deberá informar al fiscal, de inmediato, de la detención, para los efectos de
lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 131. El fiscal comunicará su decisión al defensor en el momento
que la adopte. El procedimiento indicado en el inciso primero podrá ser utilizado asimismo cuando,
tratándose de un simple delito y no siendo posible conducir al imputado inmediatamente ante el juez, el
funcionario a cargo del recinto policial considerare que existen suficientes garantías de su oportuna
comparecencia. (Art. 134 CPP)

Comparecencia del imputado ante el Ministerio Público: Durante la etapa de investigación el imputado
estará obligado a comparecer ante el fiscal, cuando éste así lo dispusiere. Mientras el imputado se encuentre
detenido o en prisión preventiva, el fiscal estará facultado para hacerlo traer a su presencia cuantas veces fuere
necesario para los fines de la investigación, sin más trámite que dar aviso al juez y al defensor. (Art. 193 CPP)

Comparecencia del fiscal y defensor a la audiencia de preparación del juicio oral: La presencia del fiscal y
del defensor del imputado durante la audiencia constituye un requisito de validez de la misma. La falta de
comparecencia del fiscal deberá ser subsanada de inmediato por el tribunal, quien además pondrá este hecho
en conocimiento del fiscal regional. Si no compareciere el defensor, el tribunal declarará el abandono de la
defensa, designará un defensor de oficio al imputado y dispondrá la suspensión de la audiencia por un plazo
que no excediere de cinco días, a objeto de permitir que el defensor designado se interiorice del caso. La
ausencia o abandono injustificados de la audiencia por parte del defensor o del fiscal será sancionada
conforme a lo previsto en el artículo 287. (Art. 269 CPP)

Comparecencia ininterrumpida de los jueces, ministerio público, acusado y defensor en la audiencia del
juicio oral: La audiencia del juicio oral se realizará con la presencia ininterrumpida de los jueces que
integraren el tribunal y del fiscal, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 258. Lo dispuesto en el inciso final
del artículo 76 respecto de la inhabilidad se aplicará también a los casos en que, iniciada la audiencia, faltare
un integrante del tribunal de juicio oral en lo penal. Cualquier infracción de lo dispuesto en este artículo
implicará la nulidad del juicio oral y de la sentencia que se dictare en él. El acusado deberá estar presente
durante toda la audiencia. El tribunal podrá autorizar la salida de la sala del acusado cuando éste lo solicitare,
ordenando su permanencia en una sala próxima. Asimismo, el tribunal podrá disponer que el acusado
abandonare la sala de audiencia, cuando su comportamiento perturbare el orden. En ambos casos, el tribunal
adoptará las medidas necesarias para asegurar la oportuna comparecencia del acusado. El presidente de la sala
deberá informar al acusado de lo ocurrido en su ausencia, en cuanto éste reingresare a la sala de audiencia. La

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presencia del defensor del acusado durante toda la audiencia del juicio oral será un requisito de validez del
mismo, de acuerdo a lo previsto en el artículo 103. La no comparecencia del defensor a la audiencia constituirá
abandono de la defensa y obligará al tribunal a la designación de un defensor penal público, de acuerdo con lo
dispuesto en el inciso segundo del artículo 106. No se podrá suspender la audiencia por la falta de
comparecencia del defensor elegido por el acusado. En tal caso, se designará de inmediato un defensor penal
público al que se concederá un período prudente para interiorizarse del caso. (Arts. 284, 285 y 286 CPP)

Comparecencia de las partes a la audiencia en los delitos de acción privada: El querellante y querellado
podrán comparecer a la audiencia en forma personal o representados por mandatario con facultades
suficientes para transigir. Sin perjuicio de ello, deberán concurrir en forma personal, cuando el tribunal así lo
ordenare. (Art. 403 CPP)

Competencia del Juez de Garantía: Los juzgados de garantía estarán conformados por uno o más jueces con
competencia en un mismo territorio jurisdiccional, que actúan y resuelven unipersonalmente los asuntos
sometidos a su conocimiento. Corresponderá a los jueces de garantía: a) Asegurar los derechos del imputado y
demás intervinientes en el proceso penal, de acuerdo a la ley procesal penal; b) Dirigir personalmente las
audiencias que procedan, de conformidad a la ley procesal penal; c) Dictar sentencia, cuando corresponda, en
el procedimiento abreviado que contemple la ley procesal penal; d) Conocer y fallar las faltas penales de
conformidad con el procedimiento contenido en la ley procesal penal, y e) Conocer y fallar, conforme a los
procedimientos regulados en el Título I del Libro IV del Código Procesal Penal, las faltas e infracciones
contempladas en la Ley de Alcoholes, cualquiera sea la pena que ella les asigne; f) Hacer ejecutar las condenas
criminales y las medidas de seguridad, y resolver las solicitudes y reclamos relativos a dicha ejecución, de
conformidad a la ley procesal penal, y g) Conocer y resolver todas las cuestiones y asuntos que este Código y
la ley procesal penal les encomienden. (Art. 14 COT)

Competencia del Tribunal de Juicio Oral en Lo Penal: Los tribunales de juicio oral en lo penal funcionarán en
una o más salas integradas por tres de sus miembros. Sin perjuicio de lo anterior, podrán integrar también
cada sala otros jueces en calidad de alternos, con el solo propósito de subrogar, si fuere necesario, a los
miembros que se vieren impedidos de continuar participando en el desarrollo del juicio oral, en los términos
que contemplan los artículos 76, inciso final, y 281, inciso quinto, del Código Procesal Penal. Cada sala será
dirigida por un juez presidente de sala, quien tendrá las atribuciones a que alude el artículo 92 y las demás de
orden que la ley procesal penal indique. La integración de las salas de estos tribunales, incluyendo a los jueces
alternos de cada una, se determinará mediante sorteo anual que se efectuará durante el mes de enero de cada
año. La distribución de las causas entre las diversas salas se hará de acuerdo a un procedimiento objetivo y
general que deberá ser anualmente aprobado por el comité de jueces del tribunal, a propuesta del juez
presidente. Corresponderá a los tribunales de juicio oral en lo penal: a) Conocer y juzgar las causas por crimen
o simple delito, salvo aquellas relativas a simples delitos cuyo conocimiento y fallo corresponda a un juez de
garantía; b) Resolver, en su caso, sobre la libertad o prisión preventiva de los acusados puestos a su
disposición;
c) Resolver todos los incidentes que se promuevan durante el juicio oral, y d) Conocer y resolver los demás
asuntos que la ley procesal penal les encomiende. (Arts. 17 y 18 COT)

Cómputo de plazos de horas. Los plazos de horas establecidos en este Código comenzarán a correr
inmediatamente después de ocurrido el hecho que fijare su iniciación, sin interrupción. (Art. 15 CPP)

Comunicaciones del ministerio público. Cuando el ministerio público estuviere obligado a comunicar
formalmente alguna actuación a los demás intervinientes en el procedimiento, deberá hacerlo, bajo su
responsabilidad, por cualquier medio razonable que resultare eficaz. Será de cargo del ministerio público
acreditar la circunstancia de haber efectuado la comunicación. Si un interviniente probare que por la
deficiencia de la comunicación se hubiere encontrado impedido de ejercer oportunamente un derecho o
desarrollar alguna actividad dentro del plazo establecido por la ley, podrá solicitar un nuevo plazo, el que le
será concedido bajo las condiciones y circunstancias previstas en el artículo 17. (Art. 22 CPP)

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Comunicaciones entre autoridades: Todas las autoridades y órganos del Estado deberán realizar las
diligencias y proporcionar, sin demora, la información que les requirieren el ministerio público y los tribunales
con competencia penal. El requerimiento contendrá la fecha y lugar de expedición, los antecedentes necesarios
para su cumplimiento, el plazo que se otorgare para que se llevare a efecto y la determinación del fiscal o
tribunal requirente. Con todo, tratándose de informaciones o documentos que en virtud de la ley tuvieren
carácter secreto, el requerimiento se atenderá observando las prescripciones de la ley respectiva, si las hubiere,
y, en caso contrario, adoptándose las precauciones que aseguraren que la información no será divulgada. Si la
autoridad requerida retardare el envío de los antecedentes solicitados o se negare a enviarlos, a pretexto de su
carácter secreto o reservado y el fiscal estimare indispensable la realización de la actuación, remitirá los
antecedentes al fiscal regional quien, si compartiere esa apreciación, solicitará a la Corte de Apelaciones
respectiva que, previo informe de la autoridad de que se tratare, recabado por la vía que considerare más
rápida, resuelva la controversia. La Corte adoptará esta decisión en cuenta. Si fuere el tribunal el que requiriere
la información, formulará dicha solicitud ante la Corte de Apelaciones. Si la razón invocada por la autoridad
requerida para no enviar los antecedentes solicitados fuere que su publicidad pudiere afectar la seguridad
nacional, la cuestión deberá ser resuelta por la Corte Suprema. Aun cuando la Corte llamada a resolver la
controversia rechazare el requerimiento del fiscal, por compartir el juicio de la autoridad a la que se hubieren
requerido los antecedentes, podrá ordenar que se suministren al ministerio público o al tribunal los datos que
le parecieren necesarios para la adopción de decisiones relativas a la investigación o para el pronunciamiento
de resoluciones judiciales. Las resoluciones que los ministros de Corte pronunciaren para resolver estas
materias no los inhabilitarán para conocer, en su caso, los recursos que se dedujeren en la causa de que se
tratare. (Art. 19 CPP)

Comunicación entre el acusado y su defensor: El acusado podrá comunicarse libremente con su defensor
durante el juicio, siempre que ello no perturbare el orden de la audiencia. No obstante, no podrá hacerlo
mientras prestare declaración. (Art. 327 CPP)

Comunicaciones entre el ministerio público y la policía: Las comunicaciones que los fiscales y la policía
debieren dirigirse en relación con las actividades de investigación de un caso particular se realizarán en la
forma y por los medios más expeditos posibles, salvo los casos urgentes a que se refiere el inciso final del
artículo 9º, en los cuales la autorización judicial se exhibirá posteriormente. (Art. 81 CPP)

Conciliación sobre la responsabilidad civil en la audiencia de preparación del juicio oral: El juez deberá
llamar al querellante y al imputado a conciliación sobre las acciones civiles que hubiere deducido el primero y
proponerles bases de arreglo. Regirán a este respecto los artículos 263 y 267 del Código de Procedimiento Civil.
Si no se produjere conciliación, el juez resolverá en la misma audiencia las solicitudes de medidas cautelares
reales que la víctima hubiere formulado al deducir su demanda civil. (Art. 273 CPP)

Conciliación en delito de acción penal privada: Al inicio de la audiencia, el juez instará a las partes a buscar
un acuerdo que ponga término a la causa. Tratándose de los delitos de calumnia o de injuria, otorgará al
querellado la posibilidad de dar explicaciones satisfactorias de su conducta. (Art. 404 CPP)

Condiciones por cumplir decretada la suspensión condicional del procedimiento: El juez de garantía
dispondrá, según correspondiere, que durante el período de suspensión, el imputado esté sujeto al
cumplimiento de una o más de las siguientes condiciones: Residir o no residir en un lugar determinado;
Abstenerse de frecuentar determinados lugares o personas; Someterse a un tratamiento médico, psicológico o
de otra naturaleza; Tener o ejercer un trabajo, oficio, profesión o empleo, o asistir a algún programa
educacional o de capacitación; Pagar una determinada suma, a título de indemnización de perjuicios, a favor
de la víctima o garantizar debidamente su pago. Se podrá autorizar el pago en cuotas o dentro de un
determinado plazo, el que en ningún caso podrá exceder el período de suspensión del procedimiento; Acudir
periódicamente ante el ministerio público y, en su caso, acreditar el cumplimiento de las demás condiciones
impuestas: Fijar domicilio e informar al ministerio público de cualquier cambio del mismo; y Otra condición
que resulte adecuada en consideración con las circunstancias del caso concreto de que se tratare y fuere

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propuesta, fundadamente, por el Ministerio Público. Durante el período de suspensión y oyendo en una
audiencia a todos los intervinientes que concurrieren a ella, el juez podrá modificar una o más de las
condiciones impuestas. (Art. 238 CPP)

Congruencia: La sentencia condenatoria no podrá exceder el contenido de la acusación. En consecuencia, no se


podrá condenar por hechos o circunstancias no contenidos en ella.
Con todo, el tribunal podrá dar al hecho una calificación jurídica distinta de aquélla contenida en la acusación
o apreciar la concurrencia de causales modificatorias agravantes de la responsabilidad penal no incluidas en
ella, siempre que hubiere advertido a los intervinientes durante la audiencia. Si durante la deliberación uno o
más jueces consideraren la posibilidad de otorgar a los hechos una calificación distinta de la establecida en la
acusación, que no hubiere sido objeto de discusión durante la audiencia, deberán reabrirla, a objeto de permitir
a las partes debatir sobre ella. (Art. 341 CPP)

Conservación de las especies: Las especies recogidas durante la investigación serán conservadas bajo la
custodia del ministerio público, quien deberá tomar las medidas necesarias para evitar que se alteren de
cualquier forma. Podrá reclamarse ante el juez de garantía por la inobservancia de las disposiciones antes
señaladas, a fin que adopte las medidas necesarias para la debida preservación e integridad de las especies
recogidas. Los intervinientes tendrán acceso a esas especies, con el fin de reconocerlas o realizar alguna pericia,
siempre que fueren autorizados por el ministerio público o, en su caso, por el juez de garantía. El ministerio
público llevará un registro especial en el que conste la identificación de las personas que fueren autorizadas
para reconocerlas o manipularlas, dejándose copia, en su caso, de la correspondiente autorización. (Art. 188
CPP)

Conservación de los registros: Mientras dure la investigación o el respectivo proceso, la conservación de los
registros estará a cargo del juzgado de garantía y del tribunal de juicio oral en lo penal respectivo, de
conformidad a lo previsto en el Código Orgánico de Tribunales. Cuando, por cualquier causa, se viere dañado
el soporte material del registro afectando su contenido, el tribunal ordenará reemplazarlo en todo o parte por
una copia fiel, que obtendrá de quien la tuviere, si no dispusiere de ella directamente. Si no existiere copia fiel,
las resoluciones se dictarán nuevamente, para lo cual el tribunal reunirá los antecedentes que le permitan
fundamentar su preexistencia y contenido, y las actuaciones se repetirán con las formalidades previstas para
cada caso. En todo caso, no será necesario volver a dictar las resoluciones o repetir las actuaciones que sean el
antecedente de resoluciones conocidas o en etapa de cumplimiento o ejecución. (Art. 43 CPP)

Contenido de la denuncia: La denuncia podrá formularse por cualquier medio y deberá contener la
identificación del denunciante, el señalamiento de su domicilio, la narración circunstanciada del hecho, la
designación de quienes lo hubieren cometido y de las personas que lo hubieren presenciado o que tuvieren
noticia de él, todo en cuanto le constare al denunciante. En el caso de la denuncia verbal se levantará un
registro en presencia del denunciante, quien lo firmará junto con el funcionario que la recibiere. La denuncia
escrita será firmada por el denunciante. En ambos casos, si el denunciante no pudiere firmar, lo hará un tercero
a su ruego. (Art. 174 CPP)

Contenido de la Notificación: La notificación deberá incluir una copia íntegra de la resolución de que se
tratare, con la identificación del proceso en el que recayere, a menos que la ley expresamente ordenare agregar
otros antecedentes, o que el juez lo estimare necesario para la debida información del notificado o para el
adecuado ejercicio de sus derechos. (Art. 25 CPP)

Contenido de la orden de registro y constancia de la diligencia: La orden que autorizare la entrada y registro
deberá señalar: El o los edificios o lugares que hubieren de ser registrados; El fiscal que lo hubiere solicitado;
La autoridad encargada de practicar el registro, y El motivo del registro y, en su caso, del ingreso nocturno. La
orden tendrá una vigencia máxima de diez días, después de los cuales caducará la autorización. Con todo, el
juez que emitiere la orden podrá establecer un plazo de vigencia inferior. De todo lo obrado durante la
diligencia de registro deberá dejarse constancia escrita y circunstanciada. Los objetos y documentos que se

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incautaren serán puestos en custodia y sellados, entregándose un recibo detallado de los mismos al propietario
o encargado del lugar. Si en el lugar o edificio no se descubriere nada sospechoso, se dará testimonio de ello al
interesado, si lo solicitare (Art. 208 y 216 CPP)

Contenido del Requerimiento: El requerimiento deberá contener: La individualización del imputado; Una
relación sucinta del hecho que se le atribuyere, con indicación del tiempo y lugar de comisión y demás
circunstancias relevantes; La cita de la disposición legal infringida; La exposición de los antecedentes o
elementos que fundamentaren la imputación, La pena solicitada por el requirente, y La individualización y
firma del requirente. (Art. 391 CPP)

Contenido de la sentencia dictada en Juicio Oral: La sentencia definitiva contendrá: La mención del tribunal
y la fecha de su dictación; la identificación del acusado y la de el o los acusadores; La enunciación breve de los
hechos y circunstancias que hubieren sido objeto de la acusación; en su caso, los daños cuya reparación
reclamare en la demanda civil y su pretensión reparatoria, y las defensas del acusado; La exposición clara,
lógica y completa de cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren por probados, fueren ellos
favorables o desfavorables al acusado, y de la valoración de los medios de prueba que fundamentaren dichas
conclusiones de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 297; Las razones legales o doctrinales que sirvieren
para calificar jurídicamente cada uno de los hechos y sus circunstancias y para fundar el fallo; La resolución
que condenare o absolviere a cada uno de los acusados por cada uno de los delitos que la acusación les hubiere
atribuido; la que se pronunciare sobre la responsabilidad civil de los mismos y fijare el monto de las
indemnizaciones a que hubiere lugar; El pronunciamiento sobre las costas de la causa, y La firma de los jueces
que la hubieren dictado. La sentencia será siempre redactada por uno de los miembros del tribunal colegiado,
designado por éste, en tanto la disidencia o prevención será redactada por su autor. La sentencia señalará el
nombre de su redactor y el del que lo sea de la disidencia o prevención. (Art. 342 CPP)

Continuidad del Juicio Oral: La audiencia del juicio oral se desarrollará en forma continua y podrá
prolongarse en sesiones sucesivas, hasta su conclusión. Constituirán, para estos efectos, sesiones sucesivas,
aquéllas que tuvieren lugar en el día siguiente o subsiguiente de funcionamiento ordinario del tribunal. (Art.
282 CPP)

Contrainterrogatorio: Después de que el testigo o perito haya declarado puede ser contrainterrogado por la
parte contraria. Los interrogatorios serán realizados en primer lugar por la parte que hubiere ofrecido la
respectiva prueba y luego por las restantes. Durante el contrainterrogatorio, las partes podrán confrontar al
perito o testigo con sus propios dichos u otras versiones de los hechos presentadas en el juicio. (Arts. 329 y 330
CPP)

Control de identidad: Los funcionarios policiales señalados en el artículo 83 deberán, además, sin orden
previa de los fiscales, solicitar la identificación de cualquier persona en los casos fundados, en que, según las
circunstancias, estimaren que existen indicios de que ella hubiere cometido o intentado cometer un crimen,
simple delito o falta; de que se dispusiere a cometerlo; de que pudiere suministrar informaciones útiles para la
indagación de un crimen, simple delito o falta; o en el caso de la persona que se encapuche o emboce para
ocultar, dificultar o disimular su identidad. La identificación se realizará en el lugar en que la persona se
encontrare, por medio de documentos de identificación expedidos por la autoridad pública, como cédula de
identidad, licencia de conducir o pasaporte. El funcionario policial deberá otorgar a la persona facilidades para
encontrar y exhibir estos instrumentos. Durante este procedimiento, sin necesidad de nuevos indicios, la
policía podrá proceder al registro de las vestimentas, equipaje o vehículo de la persona cuya identidad se
controla, y cotejar la existencia de las órdenes de detención que pudieren afectarle. La policía procederá a la
detención, sin necesidad de orden judicial y en conformidad a lo dispuesto en el artículo 129, de quienes se
sorprenda, a propósito del registro, en alguna de las hipótesis del artículo 130, así como de quienes al
momento del cotejo registren orden de detención pendiente. En caso de negativa de una persona a acreditar su
identidad, o si habiendo recibido las facilidades del caso no le fuere posible hacerlo, la policía la conducirá a la
unidad policial más cercana para fines de identificación. En dicha unidad se le darán las facilidades para
procurar una identificación satisfactoria por otros medios distintos de los ya mencionados, dejándola en

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libertad en caso de obtenerse dicho resultado, previo cotejo de la existencia de órdenes de detención que
pudieren afectarle. Si no resultare posible acreditar su identidad, se le tomarán huellas digitales, las que sólo
podrán ser usadas para fines de identificación, y cumplido dicho propósito, serán destruidas. El conjunto de
procedimientos detallados en los incisos precedentes no deberá extenderse por un plazo superior a ocho horas,
transcurridas las cuales la persona que ha estado sujeta a ellos deberá ser puesta en libertad, salvo que existan
indicios que ha ocultado su verdadera identidad o ha proporcionado una falsa, caso en el cual se estará a lo
dispuesto en el inciso siguiente. Si la persona se niega a acreditar su identidad o se encuentra en la situación
indicada en el inciso anterior, se procederá a su detención como autor de la falta prevista y sancionada en el Nº
5 del artículo 496 del Código penal. El agente policial deberá informar, de inmediato, de la detención al fiscal,
quien podrá dejarla sin efecto u ordenar que el detenido sea conducido ante el juez dentro del plazo máximo
de veinticuatro horas, contado desde que la detención se hubiere practicado. Si el fiscal nada manifestare, la
policía deberá presentar al detenido ante la autoridad judicial en el plazo indicado. Los procedimientos
dirigidos a obtener la identidad de una persona en conformidad a los incisos precedentes, deberán realizarse
en la forma más expedita posible, y el abuso en su ejercicio podrá ser constitutivo del delito previsto y
sancionado en el artículo 255 del Código Penal. (Art. 85 CPP)

Control judicial. En los casos contemplados en los dos artículos anteriores, (archivo provisional y facultad
para no iniciar investigación) la víctima podrá provocar la intervención del juez de garantía deduciendo la
querella respectiva. Si el juez admitiere a tramitación la querella, el fiscal deberá seguir adelante la
investigación conforme a las reglas generales. (Art. 169 CPP)

Convenciones Probatorias: la convención probatoria es un acto jurídico procesal entre partes – acusador y
acusado – mediante el cual acuerdan dar por acreditados ciertos hechos ante el Juez de Garantía, respecto de
los cuales no podrá volverse a discutir en el juicio oral, se concibe como una útil herramienta de economía
procesal en torno a la prueba a rendir en el futuro juicio oral. Durante la audiencia, el fiscal, el querellante, si lo
hubiere, y el imputado podrán solicitar en conjunto al juez de garantía que de por acreditados ciertos hechos,
que no podrán ser discutidos en el juicio oral. El juez de garantía podrá formular proposiciones a los
intervinientes sobre la materia. Si la solicitud no mereciere reparos, por conformarse a las alegaciones que
hubieren hecho los intervinientes, el juez de garantía indicará en el auto de apertura del juicio oral los hechos
que se dieren por acreditados, a los cuales deberá estarse durante el juicio oral. (Art. 275 CPP)

Convicción del Tribunal: Nadie podrá ser condenado por delito sino cuando el tribunal que lo juzgare
adquiriere, más allá de toda duda razonable, la convicción de que realmente se hubiere cometido el hecho
punible objeto de la acusación y que en él hubiere correspondido al acusado una participación culpable y
penada por la ley. El tribunal formará su convicción sobre la base de la prueba producida durante el juicio oral.
No se podrá condenar a una persona con el solo mérito de su propia declaración. (Art. 340 CPP)

Copias de comunicaciones o transmisiones: El juez de garantía podrá autorizar, a petición del fiscal, que
cualquier empresa de comunicaciones facilite copias de las comunicaciones transmitidas o recibidas por ellas.
Del mismo modo, podrá ordenar la entrega de las versiones que existieren de las transmisiones de radio,
televisión u otros medios. (Art. 219 CPP)

Corrección de vicios formales en la audiencia de preparación del juicio oral: Cuando el juez considerare que
la acusación del fiscal, la del querellante o la demanda civil adolecen de vicios formales, ordenará que los
mismos sean subsanados, sin suspender la audiencia, si ello fuere posible. En caso contrario, ordenará la
suspensión de la misma por el período necesario para la corrección del procedimiento, el que en ningún caso
podrá exceder de cinco días. Transcurrido este plazo, si la acusación del querellante o la demanda civil no
hubieren sido rectificadas, se tendrán por no presentadas. Si no lo hubiere sido la acusación del fiscal, a
petición de éste, el juez podrá conceder una prórroga hasta por otros cinco días, sin perjuicio de lo cual
informará al fiscal regional. Si el ministerio público no subsanare oportunamente los vicios, el juez procederá a
decretar el sobreseimiento definitivo de la causa, a menos que existiere querellante particular, que hubiere
deducido acusación o se hubiere adherido a la del fiscal. En este caso, el procedimiento continuará sólo con el

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querellante y el ministerio público no podrá volver a intervenir en el mismo. La falta de oportuna corrección
de los vicios de su acusación importará, para todos los efectos, una grave infracción a los deberes del fiscal.
(Art. 270 CPP)

Costas: Toda resolución que pusiere término a la causa o decidiere un incidente deberá pronunciarse sobre el
pago de las costas del procedimiento. Las costas del procedimiento penal comprenderán tanto las procesales
como las personales. Las costas serán de cargo del condenado. La víctima que abandonare la acción civil
soportará las costas que su intervención como parte civil hubiere causado. También las soportará el querellante
que abandonare la querella. No obstante lo dispuesto en los incisos anteriores, el tribunal, por razones
fundadas que expresará determinadamente, podrá eximir total o parcialmente del pago de las costas, a quien
debiere soportarlas. Cuando el imputado fuere absuelto o sobreseído definitivamente, el ministerio público
será condenado en costas, salvo que hubiere formulado la acusación en cumplimiento de la orden judicial a
que se refiere el inciso segundo del artículo 462 o cuando el tribunal estime razonable eximirle por razones
fundadas. En dicho evento será también condenado el querellante, salvo que el tribunal lo eximiere del pago,
total o parcialmente, por razones fundadas que expresará determinadamente. Cuando fueren varios los
intervinientes condenados al pago de las costas, el tribunal fijará la parte o proporción que corresponderá
soportar a cada uno de ellos. Los fiscales, los abogados y los mandatarios de los intervinientes en el
procedimiento no podrán ser condenados personalmente al pago de las costas, salvo los casos de notorio
desconocimiento del derecho o de grave negligencia en el desempeño de sus funciones, en los cuales se les
podrá imponer, por resolución fundada, el pago total o parcial de las costas. (Arts. 45, 46, 47, 48, 49 y 50 CPP)

Cuestiones Prejudiciales Civiles: Siempre que para el juzgamiento criminal se requiriere la resolución previa
de una cuestión civil de que debiere conocer, conforme a la ley, un tribunal que no ejerciere jurisdicción en lo
penal, se suspenderá el procedimiento criminal hasta que dicha cuestión se resolviere por sentencia firme. Esta
suspensión no impedirá que se verifiquen actuaciones urgentes y estrictamente necesarias para conferir
protección a la víctima o a testigos o para establecer circunstancias que comprobaren los hechos o la
participación del imputado y que pudieren desaparecer. Cuando se tratare de un delito de acción penal
pública, el ministerio público deberá promover la iniciación de la causa civil previa e intervendrá en ella hasta
su término, instando por su pronta conclusión. (Art. 171 CPP)

Curso de la acción civil ante suspensión o terminación del procedimiento penal: Si antes de comenzar el
juicio oral, el procedimiento penal continuare de conformidad a las normas que regulan el procedimiento
abreviado, o por cualquier causa terminare o se suspendiere, sin decisión acerca de la acción civil que se
hubiere deducido oportunamente, la prescripción continuará interrumpida siempre que la víctima presentare
su demanda ante el tribunal civil competente en el término de sesenta días siguientes a aquél en que, por
resolución ejecutoriada, se dispusiere la suspensión o terminación del procedimiento penal. En este caso, la
demanda y la resolución que recayere en ella se notificarán por cédula y el juicio se sujetará a las reglas del
procedimiento sumario. Si la demanda no fuere deducida ante el tribunal civil competente dentro del referido
plazo, la prescripción continuará corriendo como si no se hubiere interrumpido. Si en el procedimiento penal
se hubieren decretado medidas destinadas a cautelar la demanda civil, éstas se mantendrán vigentes por el
plazo indicado en el inciso primero, tras el cual quedarán sin efecto si, solicitadas oportunamente, el tribunal
civil no las mantuviere. Si, comenzado el juicio oral, se dictare sobreseimiento de acuerdo a las prescripciones
de este Código, el tribunal deberá continuar con el juicio para el solo conocimiento y fallo de la cuestión civil.
(Art. 68 CPP)

D
Debate acerca de las pruebas ofrecidas por las partes: Durante la audiencia de preparación del juicio oral
cada parte podrá formular las solicitudes, observaciones y planteamientos que estimare relevantes con relación

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a las pruebas ofrecidas por las demás, para los fines previstos en los incisos segundo y tercero del artículo 276.
(Art. 272 CPP)

Deber de comparecencia en ambos casos: Los testigos comprendidos en los dos artículos precedentes (Los
que tienen facultad de no declarar por motivos personales y los que tienen la facultad de abstenerse de
declarar por razones de secreto) deberán comparecer a la presencia judicial y explicar los motivos de los cuales
surgiere la facultad de abstenerse que invocaren. El tribunal podrá considerar como suficiente el juramento o
promesa que los mencionados testigos prestaren acerca de la veracidad del hecho fundante de la facultad
invocada. Los testigos comprendidos en los dos artículos precedentes estarán obligados a declarar respecto de
los demás imputados con quienes no estuvieren vinculados de alguna de las maneras allí descritas, a menos
que su declaración pudiere comprometer a aquéllos con quienes existiere dicha relación. (Art. 304 CPP)

Deber de comparecer y declarar: Toda persona que no se encontrare legalmente exceptuada tendrá la
obligación de concurrir al llamamiento judicial practicado con el fin de prestar declaración testimonial; de
declarar la verdad sobre lo que se le preguntare y de no ocultar hechos, circunstancias o elementos acerca del
contenido de su declaración. Para la citación de los testigos regirán las normas previstas en el Párrafo 4º del
Título II del Libro Primero. En casos urgentes, los testigos podrán ser citados por cualquier medio, haciéndose
constar el motivo de la urgencia. Con todo, en estos casos no procederá la aplicación de los apercibimientos
previstos en el artículo 33 sino una vez practicada la citación con las formalidades legales. (Art. 298 CPP)

Deberes de los asistentes a la audiencia del juicio oral: Quienes asistieren a la audiencia deberán guardar
respeto y silencio mientras no estuvieren autorizados para exponer o debieren responder a las preguntas que
se les formularen. No podrán llevar armas ni ningún elemento que pudiere perturbar el orden de la audiencia.
No podrán adoptar un comportamiento intimidatorio, provocativo o contrario al decoro. (Art. 293 CPP)

Decisión absolutoria y medidas cautelares personales: Comunicada a las partes la decisión absolutoria
prevista en el artículo 343, el tribunal dispondrá, en forma inmediata, el alzamiento de las medidas cautelares
personales que se hubieren decretado en contra del acusado y ordenará se tome nota de este alzamiento en
todo índice o registro público y policial en el que figuraren. También se ordenará la cancelación de las
garantías de comparecencia que se hubieren otorgado. (Art. 347 CPP)

Decisión del Tribunal (en la Revisión): La resolución de la Corte Suprema que acogiere la solicitud de
revisión declarará la nulidad de la sentencia. Si de los antecedentes resultare fehacientemente acreditada la
inocencia del condenado, el tribunal además dictará, acto seguido y sin nueva vista pero separadamente, la
sentencia de reemplazo que corresponda. Asimismo, cuando hubiere mérito para ello y así lo hubiere recabado
quien hubiere solicitado la revisión, la Corte podrá pronunciarse de inmediato sobre la procedencia de la
indemnización a que se refiere el artículo 19, Nº 7, letra i), de la Constitución Política. (Art. 478 CPP)

Decisión sobre absolución o condena: Una vez concluida la deliberación privada de los jueces, de
conformidad a lo previsto en el artículo 339, la sentencia definitiva que recayere en el juicio oral deberá ser
pronunciada en la audiencia respectiva, comunicándose la decisión relativa a la absolución o condena del
acusado por cada uno de los delitos que se le imputaren, indicando respecto de cada uno de ellos los
fundamentos principales tomados en consideración para llegar a dichas conclusiones. Excepcionalmente,
cuando la audiencia del juicio se hubiere prolongado por más de dos días y la complejidad del caso no
permitiere pronunciar la decisión inmediatamente, el tribunal podrá prolongar su deliberación hasta por
veinticuatro horas, hecho que será dado a conocer a los intervinientes en la misma audiencia, fijándose de
inmediato la oportunidad en que la decisión les será comunicada. La omisión del pronunciamiento de la
decisión de conformidad a lo previsto en los incisos precedentes producirá la nulidad del juicio, el que deberá
repetirse en el más breve plazo posible. En el caso de condena, el tribunal deberá resolver sobre las
circunstancias modificatorias de responsabilidad penal en la misma oportunidad prevista en el inciso primero.
No obstante, tratándose de circunstancias ajenas al hecho punible, y los demás factores relevantes para la
determinación y cumplimiento de la pena, el tribunal abrirá debate sobre tales circunstancias y factores,

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inmediatamente después de pronunciada la decisión a que se refiere el inciso primero y en la misma audiencia.
Para dichos efectos, el tribunal recibirá los antecedentes que hagan valer los intervinientes para fundamentar
sus peticiones, dejando su resolución para la audiencia de lectura de sentencia. (Art. 343 CPP)

Decisiones sobre los recursos: El tribunal que conociere de un recurso sólo podrá pronunciarse sobre las
solicitudes formuladas por los recurrentes, quedándole vedado extender el efecto de su decisión a cuestiones
no planteadas por ellos o más allá de los límites de lo solicitado, salvo en los casos previstos en este artículo y
en el artículo 379 inciso segundo. Si sólo uno de varios imputados por el mismo delito entablare el recurso
contra la resolución, la decisión favorable que se dictare aprovechará a los demás, a menos que los
fundamentos fueren exclusivamente personales del recurrente, debiendo el tribunal declararlo así
expresamente. Si la resolución judicial hubiere sido objeto de recurso por un solo interviniente, la Corte no
podrá reformarla en perjuicio del recurrente. (Art. 360 CPP)

Declaraciones del imputado ante la Policía: Durante todo el procedimiento y en cualquiera de sus etapas el
imputado tendrá siempre derecho a prestar declaración, como un medio de defenderse de la imputación que
se le dirigiere. La declaración judicial del imputado se prestará en audiencia a la cual podrán concurrir los
intervinientes en el procedimiento, quienes deberán ser citados al efecto. La declaración del imputado no
podrá recibirse bajo juramento. El juez o, en su caso, el presidente del tribunal, se limitará a exhortarlo a que
diga la verdad y a que responda con claridad y precisión las preguntas que se le formularen. Regirá,
correspondientemente, lo dispuesto en el artículo 326. Si con ocasión de su declaración judicial, el imputado o
su defensor solicitaren la práctica de diligencias de investigación, el juez podrá recomendar al ministerio
público la realización de las mismas, cuando lo considerare necesario para el ejercicio de la defensa y el respeto
del principio de objetividad. Si el imputado no supiere la lengua castellana o si fuere sordo o mudo, se
procederá a tomarle declaración de conformidad al artículo 291, incisos tercero y cuarto. (Art. 91 CPP)

Declaración del imputado como medio de defensa: Durante todo el procedimiento y en cualquiera de sus
etapas el imputado tendrá siempre derecho a prestar declaración, como un medio de defenderse de la
imputación que se le dirigiere. La declaración judicial del imputado se prestará en audiencia a la cual podrán
concurrir los intervinientes en el procedimiento, quienes deberán ser citados al efecto. La declaración del
imputado no podrá recibirse bajo juramento. El juez o, en su caso, el presidente del tribunal, se limitará a
exhortarlo a que diga la verdad y a que responda con claridad y precisión las preguntas que se le formularen.
Regirá, correspondientemente, lo dispuesto en el artículo 326. Si con ocasión de su declaración judicial, el
imputado o su defensor solicitaren la práctica de diligencias de investigación, el juez podrá recomendar al
ministerio público la realización de las mismas, cuando lo considerare necesario para el ejercicio de la defensa
y el respeto del principio de objetividad. Si el imputado no supiere la lengua castellana o si fuere sordo o
mudo, se procederá a tomarle declaración de conformidad al artículo 291, incisos tercero y cuarto. (Art. 98
CPP)

Declaración del imputado (en extradición pasiva): En la audiencia prevista en el artículo 448, el imputado
tendrá derecho siempre a prestar declaración, ocasión en la que podrá ser libre y directamente interrogado por
el representante del Estado requirente y por su defensor. (Art.445 CPP)

Declaración de peritos: La declaración de los peritos en la audiencia del juicio oral se regirá por las normas
previstas en el artículo 329 y, supletoriamente, por las establecidas para los testigos. Si el perito se negare a
prestar declaración, se le aplicará lo dispuesto para los testigos en el artículo 299 inciso segundo. (Art. 319
CPP)

Declaración de personas exceptuadas: Las personas comprendidas en las letras a), b) y d) del artículo anterior
serán interrogadas en el lugar en que ejercieren sus funciones o en su domicilio. A tal efecto, propondrán
oportunamente la fecha y el lugar correspondientes. Si así no lo hicieren, los fijará el tribunal. En caso de
inasistencia del testigo, se aplicarán las normas generales. A la audiencia ante el tribunal tendrán siempre
derecho a asistir los intervinientes. El tribunal podrá calificar las preguntas que se dirigieren al testigo,

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teniendo en cuenta su pertinencia con los hechos y la investidura o estado del deponente. Las personas
comprendidas en la letra c) del artículo precedente declararán por informe, si consintieren a ello
voluntariamente. Al efecto se les dirigirá un oficio respetuoso, por medio del ministerio respectivo. (Art.301
CPP)

Declaración de testigos: En el procedimiento penal no existirán testigos inhábiles. Sin perjuicio de ello, los
intervinientes podrán dirigir al testigo, preguntas tendientes a demostrar su credibilidad o falta de ella, la
existencia de vínculos con alguno de los intervinientes que afectaren o pudieren afectar su imparcialidad, o
algún otro defecto de idoneidad. Todo testigo dará razón circunstanciada de los hechos sobre los cuales
declarare, expresando si los hubiere presenciado, si los dedujere de antecedentes que le fueren conocidos o si
los hubiere oído referir a otras personas. (Art. 309 CPP)

Declaración voluntaria del imputado: Si el imputado se allanare a prestar declaración ante el fiscal y se tratare
de su primera declaración, antes de comenzar el fiscal le comunicará detalladamente cuál es el hecho que se le
atribuyere, con todas las circunstancias de tiempo, lugar y modo de comisión, en la medida conocida,
incluyendo aquéllas que fueren de importancia para su calificación jurídica, las disposiciones legales que
resultaren aplicables y los antecedentes que la investigación arrojare en su contra. A continuación, el imputado
podrá declarar cuanto tuviere por conveniente sobre el hecho que se le atribuyere. En todo caso, el imputado
no podrá negarse a proporcionar al ministerio público su completa identidad, debiendo responder las
preguntas que se le dirigieren con respecto a su identificación. En el registro que de la declaración se practicare
de conformidad a las normas generales se hará constar, en su caso, la negativa del imputado a responder una o
más preguntas. (Art. 194 CPP)

Declaración de rebeldía: La declaración de rebeldía del imputado será pronunciada por el tribunal ante el que
debiere comparecer. (Art. 100 CPP)

Defectos no esenciales (en el recurso de nulidad): No causan nulidad los errores de la sentencia recurrida que
no influyeren en su parte dispositiva, sin perjuicio de lo cual la Corte podrá corregir los que advirtiere durante
el conocimiento del recurso. (Art. 375 CPP)

Defensa de varios imputados en un mismo proceso: La defensa de varios imputados podrá ser asumida por
un defensor común, a condición de que las diversas posiciones que cada uno de ellos sustentare no fueren
incompatibles entre sí. Si el tribunal advirtiere una situación de incompatibilidad la hará presente a los
afectados y les otorgará un plazo para que la resuelvan o para que designen los defensores que se requirieren a
fin de evitar la incompatibilidad de que se tratare. Si, vencido el plazo, la situación de incompatibilidad no
hubiere sido resuelta o no hubieren sido designados el o los defensores necesarios, el mismo tribunal
determinará los imputados que debieren considerarse sin defensor y procederá a efectuar los nombramientos
que correspondieren. (Art. 105 CPP)

Defensa material y Declaración del Acusado: El imputado tendrá derecho a formular los planteamientos y
alegaciones que considerare oportunos, así como a intervenir en todas las actuaciones judiciales y en las demás
actuaciones del procedimiento, salvas las excepciones expresamente previstas en este Código. Derecho a
solicitar directamente al juez que cite a una audiencia, a la cual podrá concurrir con su abogado o sin él, con el
fin de prestar declaración sobre los hechos materia de la investigación el acusado podrá prestar declaración. En
tal caso, el juez presidente de la sala le permitirá que manifieste libremente lo que creyere conveniente respecto
de la o de las acusaciones formuladas. Luego, podrá ser interrogado directamente por el fiscal, el querellante y
el defensor, en ese mismo orden. Finalmente, el o los jueces podrán formularle preguntas destinadas a aclarar
sus dichos. En cualquier estado del juicio, el acusado podrá solicitar ser oído, con el fin de aclarar o
complementar sus dichos. (Arts. 8, 93 letra d) y 326 CPP).

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Defensa oral del imputado en la Audiencia de Preparación del Juicio Oral: Si el imputado no hubiere
ejercido por escrito las facultades previstas en el artículo 263, el juez le otorgará la oportunidad de efectuarlo
verbalmente. (Art. 268 CPP)

Defensoría Penal Pública: Organismo público encargado de otorgar asistencia jurídica letrada a todo persona
desde el momento en que sea imputada de un delito y carezca de abogado, se establece como un derecho
inviolable e irrenunciable. La Defensoría tiene por finalidad proporcionar defensa penal a los imputados o
acusados por un crimen, simple delito o falta sea de competencia de un juzgado de garantía o de un tribunal
de juicio oral en lo penal y de las respectivas Cortes, en su caso, y que carezcan de abogado. (Art. 2 Ley 19.718
que Crea la Defensoría Penal Pública)

De la modificación, revocación o sustitución de las medidas cautelares personales (en extradición pasiva):
En cualquier estado del procedimiento se podrán modificar, revocar o sustituir las medidas cautelares
personales que se hubieren decretado, de acuerdo a las reglas generales, pero el Ministro de la Corte Suprema
tomará las medidas que estimare necesarias para evitar la fuga del imputado. (Art. 447 CPP)

Deliberación: Es el acto privado en el cual los jueces del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal se retiran a decidir
en privado, sobre la absolución ó condena, una vez terminado el debate. (Art. 339 CPP)

Delitos de acción privada: La calumnia y la injuria; La falta descrita en el número 11 del artículo 496 del
Código Penal; La provocación a duelo y el denuesto o descrédito público por no haberlo aceptado, y El
matrimonio del menor llevado a efecto sin el consentimiento de las personas designadas por la ley y celebrado
de acuerdo con el funcionario llamado a autorizarlo. (Art. 55 CPP)

Delitos de acción pública previa instancia particular: Las lesiones previstas en los artículos 399 y 494, número
5º, del Código Penal; La violación de domicilio; La violación de secretos prevista en los artículos 231 y 247,
inciso segundo, del Código Penal; Las amenazas previstas en los artículos 296 y 297 del Código Penal; Los
previstos en la ley N° 19.039, que establece normas aplicables a los privilegios industriales y protección de los
derechos de propiedad industrial; La comunicación fraudulenta de secretos de la fábrica en que el imputado
hubiere estado o estuviere empleado, y Los que otras leyes señalaren en forma expresa. (Art. 54 CPP)

Denominaciones de los Tribunales: Salvo que se disponga expresamente lo contrario, cada vez que en este
Código se hiciere referencia al juez, se entenderá que se alude al juez de garantía; si la referencia fuere al
tribunal de juicio oral en lo penal, deberá entenderse hecha al tribunal colegiado encargado de conocer el juicio
mencionado. Por su parte, la mención de los jueces se entenderá hecha a los jueces de garantía, a los jueces del
tribunal de juicio oral en lo penal o a todos ellos, según resulte del contexto de la disposición en que se utilice.
De igual manera se entenderá la alusión al tribunal, que puede corresponder al juez de garantía, al tribunal de
juicio oral en lo penal, a la Corte de Apelaciones o a la Corte Suprema. (Art. 69 CPP)

Denuncia: Cualquier persona podrá comunicar directamente al ministerio público el conocimiento que tuviere
de la comisión de un hecho que revistiere caracteres de delito. También se podrá formular la denuncia ante los
funcionarios de Carabineros de Chile, de la Policía de Investigaciones, de Gendarmería de Chile en los casos de
los delitos cometidos dentro de los recintos penitenciarios, o ante cualquier tribunal con competencia criminal,
todos los cuales deberán hacerla llegar de inmediato al ministerio público (Art. 173 CPP)

Denuncia obligatoria: Estarán obligados a denunciar: Los miembros de Carabineros de Chile, de la Policía de
Investigaciones de Chile y de Gendarmería, todos los delitos que presenciaren o llegaren a su noticia. Los
miembros de las Fuerzas Armadas estarán también obligados a denunciar todos los delitos de que tomaren
conocimiento en el ejercicio de sus funciones; Los fiscales y los demás empleados públicos, los delitos de que
tomaren conocimiento en el ejercicio de sus funciones y, especialmente, en su caso, los que notaren en la
conducta ministerial de sus subalternos; Los jefes de puertos, aeropuertos, estaciones de trenes o buses o de
otros medios de locomoción o de carga, los capitanes de naves o de aeronaves comerciales que naveguen en el
mar territorial o en el espacio territorial, respectivamente, y los conductores de los trenes, buses u otros medios
de transporte o carga, los delitos que se cometieren durante el viaje, en el recinto de una estación, puerto o

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aeropuerto o a bordo del buque o aeronave; Los jefes de establecimientos hospitalarios o de clínicas
particulares y, en general, los profesionales en medicina, odontología, química, farmacia y de otras ramas
relacionadas con la conservación o el restablecimiento de la salud, y los que ejercieren prestaciones auxiliares
de ellas, que notaren en una persona o en un cadáver señales de envenenamiento o de otro delito, y Los
directores, inspectores y profesores de establecimientos educacionales de todo nivel, los delitos que afectaren a
los alumnos o que hubieren tenido lugar en el establecimiento. La denuncia realizada por alguno de los
obligados en este artículo eximirá al resto. (Art. 175 CPP)

Derecho a Defensa: Todo imputado que carezca de abogado tendrá derecho irrenunciable a que el Estado le
proporcione uno. La designación del abogado la efectuará el juez antes de que tenga lugar la primera actuación
judicial del procedimiento que requiera la presencia de dicho imputado. (Art. 8 inciso 1° CPP)

Derecho a designar libremente a un defensor: Desde la primera actuación del procedimiento y hasta la
completa ejecución de la sentencia que se dictare, el imputado tendrá derecho a designar libremente uno o más
defensores de su confianza. Si no lo tuviere, el juez procederá a hacerlo, en los términos que señale la ley
respectiva. En todo caso, la designación del defensor deberá tener lugar antes de la realización de la primera
audiencia a que fuere citado el imputado. Si el imputado se encontrare privado de libertad, cualquier persona
podrá proponer para aquél un defensor determinado, o bien solicitar se le nombre uno. Conocerá de dicha
petición el juez de garantía competente o aquél correspondiente al lugar en que el imputado se encontrare. El
juez dispondrá la comparecencia del imputado a su presencia, con el objeto de que acepte la designación del
defensor. Si el imputado prefiriere defenderse personalmente, el tribunal lo autorizará sólo cuando ello no
perjudicare la eficacia de la defensa; en caso contrario, le designará defensor letrado, sin perjuicio del derecho
del imputado a formular planteamientos y alegaciones por sí mismo, según lo dispuesto en el artículo 8º. (Art.
102 CPP)

Derechos de los abogados . Todo abogado tendrá derecho a requerir del funcionario encargado de cualquier
lugar de detención o prisión, la confirmación de encontrarse privada de libertad una persona determinada en
ese o en otro establecimiento del mismo servicio y que se ubicare en la comuna. En caso afirmativo y con el
acuerdo del afectado, el abogado tendrá derecho a conferenciar privadamente con él y, con su consentimiento,
a recabar del encargado del establecimiento la información consignada en la letra a) del artículo 94. Si fuere
requerido, el funcionario encargado deberá extender, en el acto, una constancia de no encontrarse privada de
libertad en el establecimiento la persona por la que se hubiere consultado. (Art. 96 CPP)

Derechos del testigo: El testigo que careciere de medios suficientes o viviere solamente de su remuneración,
tendrá derecho a que la persona que lo presentare le indemnice la pérdida que le ocasionare su comparecencia
para prestar declaración y le pague, anticipadamente, los gastos de traslado y habitación, si procediere. Se
entenderá renunciado este derecho si no se ejerciere en el plazo de veinte días, contado desde la fecha en que
se prestare la declaración. En caso de desacuerdo, estos gastos serán regulados por el tribunal a simple
requerimiento del interesado, sin forma de juicio y sin ulterior recurso. Tratándose de testigos presentados por
el ministerio público, o por intervinientes que gozaren de privilegio de pobreza, la indemnización será pagada
anticipadamente por el Fisco y con este fin, tales intervinientes deberán expresar en sus escritos de acusación o
contestación el nombre de los testigos a quien debiere efectuarse el pago y el monto aproximado a que el
mismo alcanzará. Lo prescrito en este artículo se entenderá sin perjuicio de la resolución que recayere acerca
de las costas de la causa. (Art. 312 CPP)

Derechos y facultades del defensor: El defensor podrá ejercer todos los derechos y facultades que la ley
reconoce al imputado, a menos que expresamente se reservare su ejercicio a este último en forma personal.
(Art. 104 CPP)

Derechos y garantías del imputado: Todo imputado podrá hacer valer, hasta la terminación del proceso, los
derechos y garantías que le confieren las leyes. En especial, tendrá derecho a: Que se le informe de manera
específica y clara acerca de los hechos que se le imputaren y los derechos que le otorgan la Constitución y las
leyes; Ser asistido por un abogado desde los actos iniciales de la investigación; Solicitar de los fiscales
diligencias de investigación destinadas a desvirtuar las imputaciones que se le formularen; Solicitar

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directamente al juez que cite a una audiencia, a la cual podrá concurrir con su abogado o sin él, con el fin de
prestar declaración sobre los hechos materia de la investigación; Solicitar que se active la investigación y
conocer su contenido, salvo en los casos en que alguna parte de ella hubiere sido declarada secreta y sólo por el
tiempo que esa declaración se prolongare; Solicitar el sobreseimiento definitivo de la causa y recurrir contra la
resolución que lo rechazare; Guardar silencio o, en caso de consentir en prestar declaración, a no hacerlo bajo
juramento. Sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 91 y 102, al ser informado el imputado del derecho que
le asiste conforme a esta letra, respecto de la primera declaración que preste ante el fiscal o la policía, según el
caso, deberá señalársele lo siguiente: Tiene derecho a guardar silencio. El ejercicio de este derecho no le
ocasionará ninguna consecuencia legal adversa; sin embargo, si renuncia a él, todo lo que manifieste puede ser
usado en su contra; No ser sometido a tortura ni a otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, y a No ser
juzgado en ausencia, sin perjuicio de las responsabilidades que para él derivaren de la situación de rebeldía.
(Art. 93 CPP)

Derechos y garantías del imputado privado de libertad: El imputado privado de libertad tendrá, además, las
siguientes garantías y derechos: A que se le exprese específica y claramente el motivo de su privación de
libertad y, salvo el caso de delito flagrante, a que se le exhiba la orden que la dispusiere; A que el funcionario a
cargo del procedimiento de detención o de aprehensión le informe de los derechos a que se refiere el inciso
segundo del artículo 135; A ser conducido sin demora ante el tribunal que hubiere ordenado su detención; A
solicitar del tribunal que le conceda la libertad; A que el encargado de la guardia del recinto policial al cual
fuere conducido informe, en su presencia, al familiar o a la persona que le indicare, que ha sido detenido o
preso, el motivo de la detención o prisión y el lugar donde se encontrare; A entrevistarse privadamente con su
abogado de acuerdo al régimen del establecimiento de detención, el que sólo contemplará las restricciones
necesarias para el mantenimiento del orden y la seguridad del recinto; A tener, a sus expensas, las
comodidades y ocupaciones compatibles con la seguridad del recinto en que se encontrare, y A recibir visitas y
comunicarse por escrito o por cualquier otro medio, salvo lo dispuesto en el artículo 151. (Art. 94 CPP)

Derechos de la persona sujeta a control de identidad: En cualquier caso que hubiere sido necesario conducir
a la unidad policial a la persona cuya identidad se tratare de averiguar en virtud del artículo precedente, el
funcionario que practicare el traslado deberá informarle verbalmente de su derecho a que se comunique a su
familia o a la persona que indicare, de su permanencia en el cuartel policial. El afectado no podrá ser ingresado
a celdas o calabozos, ni mantenido en contacto con personas detenidas. (Art. 86 CPP)

Derechos del querellado frente al desistimiento: El desistimiento de la querella dejará a salvo el derecho del
querellado para ejercer, a su vez, la acción penal o civil a que dieren lugar la querella o acusación calumniosa,
y a demandar los perjuicios que le hubiere causado en su persona o bienes y las costas. Se exceptúa el caso en
que el querellado hubiere aceptado expresamente el desistimiento del querellante. (Art. 119 CPP)

Derechos de la Víctima: La víctima podrá intervenir en el procedimiento penal conforme a lo establecido en


este Código, y tendrá, entre otros, los siguientes derechos: Solicitar medidas de protección frente a probables
hostigamientos, amenazas o atentados en contra suya o de su familia; Presentar querella; Ejercer contra el
imputado acciones tendientes a perseguir las responsabilidades civiles provenientes del hecho punible; Ser
oída, si lo solicitare, por el fiscal antes de que éste pidiere o se resolviere la suspensión del procedimiento o su
terminación anticipada; Ser oída, si lo solicitare, por el tribunal antes de pronunciarse acerca del
sobreseimiento temporal o definitivo u otra resolución que pusiere término a la causa, y Impugnar el
sobreseimiento temporal o definitivo o la sentencia absolutoria, aun cuando no hubiere intervenido en el
procedimiento. Los derechos precedentemente señalados no podrán ser ejercidos por quien fuere imputado
del delito respectivo, sin perjuicio de los derechos que le correspondieren en esa calidad. (Art. 109 CPP)

Designación de curador (en sujeto inimputable por enajenación mental): Existiendo antecedentes acerca de
la enajenación mental del imputado, sus derechos serán ejercidos por un curador ad litem designado al efecto.
(Art. 459 CPP)

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Designación posterior de defensor: La designación de un defensor penal público no afectará el derecho del
imputado a elegir posteriormente otro de su confianza; pero la sustitución no producirá efectos hasta que el
defensor designado aceptare el mandato y fijare domicilio. (Art. 107 CPP)

Desistimiento del Estado requirente (en extradición pasiva): Se sobreseerá definitivamente en cualquier
etapa del procedimiento en que el Estado requirente se desistiere de su solicitud. (Art. 453 CPP)

Desistimiento y abandono de la acción civil: La víctima podrá desistirse de su acción en cualquier estado del
procedimiento. Se considerará abandonada la acción civil interpuesta en el procedimiento penal, cuando la
víctima no compareciere, sin justificación, a la audiencia de preparación del juicio oral o a la audiencia del
juicio oral. (Art. 64 CPP)

Desistimiento del querellante: El querellante podrá desistirse de su querella en cualquier momento del
procedimiento. En ese caso, tomará a su cargo las costas propias y quedará sujeto a la decisión general sobre
costas que dictare el tribunal al finalizar el procedimiento. (Art. 118 CPP)

Desistimiento de la querella (en el procedimiento por delito de acción privada): Si el querellante se


desistiere de la querella se decretará sobreseimiento definitivo en la causa y el querellante será condenado al
pago de las costas, salvo que el desistimiento obedeciere a un acuerdo con el querellado. Con todo, una vez
iniciado el juicio no se dará lugar al desistimiento de la acción privada, si el querellado se opusiere a él. (Art.
401 CPP)

Destino de las especies decomisadas: Los dineros y otros valores decomisados se destinarán a la Corporación
Administrativa del Poder Judicial. Si el tribunal estimare necesario ordenar la destrucción de las especies, se
llevará a cabo bajo la responsabilidad del administrador del tribunal, salvo que se le encomendare a otro
organismo público. En todo caso, se registrará la ejecución de la diligencia. Las demás especies decomisadas se
pondrán a disposición de la Dirección General del Crédito Prendario para que proceda a su enajenación en
subasta pública, o a destruirlas si carecieren de valor. El producto de la enajenación tendrá el mismo destino
que se señala en el inciso primero. En los casos de los artículos 366 quinquies, 374 bis, inciso primero, y 374 ter
del Código Penal, el tribunal destinará los instrumentos tecnológicos decomisados, tales como computadores,
reproductores de imágenes o sonidos y otros similares, al Servicio Nacional de Menores o a los departamentos
especializados en la materia de los organismos policiales que correspondan. (Art. 469 CPP)

Detención en caso de flagrancia: Cualquier persona podrá detener a quien sorprendiere en delito flagrante,
debiendo entregar inmediatamente al aprehendido a la policía, al ministerio público o a la autoridad judicial
más próxima. Los agentes policiales estarán obligados a detener a quienes sorprendieren in fraganti en la
comisión de un delito. No obstará a la detención la circunstancia de que la persecución penal requiriere
instancia particular previa, si el delito flagrante fuere de aquéllos previstos y sancionados en los artículos 361 a
366 quáter del Código Penal. La policía deberá, asimismo, detener al sentenciado a penas privativas de libertad
que hubiere quebrantado su condena, al que se fugare estando detenido, al que tuviere orden de detención
pendiente, a quien fuere sorprendido en violación flagrante de las medidas cautelares personales que se le
hubieren impuesto y al que violare la condición del artículo 238, letra b), que le hubiere sido impuesta para la
protección de otras personas. En los casos de que trata este artículo, la policía podrá ingresar a un lugar
cerrado, mueble o inmueble, cuando se encontrare en actual persecución del individuo a quien debiere
detener, para el solo efecto de practicar la respectiva detención. (Art. 129 CPP)

Detención en la residencia del imputado: La detención del que se encontrare en los casos previstos en el
párrafo segundo del número 6º del artículo 10 del Código Penal se hará efectiva en su residencia. (Legítima
defensa privilegiada) Si el detenido tuviere su residencia fuera de la ciudad donde funcionare el tribunal
competente, la detención se hará efectiva en la residencia que aquél señalare dentro de la ciudad en que se
encontrare el tribunal. (Art. 138 CPP)

Detención in fraganti (en desafuero): Si el aforado fuere detenido por habérsele sorprendido en delito
flagrante, el fiscal lo pondrá inmediatamente a disposición de la Corte de Apelaciones respectiva. Asimismo,

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remitirá la copia del registro de las diligencias que se hubieren practicado y que fueren conducentes para
resolver el asunto. (Art. 417 CPP)

Detención Judicial: Salvo en los casos contemplados en el artículo 124, el tribunal, a solicitud del ministerio
público, podrá ordenar la detención del imputado para ser conducido a su presencia, sin previa citación,
cuando de otra manera la comparecencia pudiera verse demorada o dificultada. También se decretará la
detención del imputado cuya presencia en una audiencia judicial fuere condición de ésta y que, legalmente
citado, no compareciere sin causa justificada. (Art. 127 CPP)

Detención previa (en extradición pasiva): Antes de recibirse la solicitud formal de extradición, el Ministro de
la Corte Suprema podrá decretar la detención del imputado, si así se hubiere estipulado en el tratado
respectivo o lo requiriere el Estado extranjero mediante una solicitud que contemple las siguientes menciones
mínimas: La identificación del imputado; La existencia de una sentencia condenatoria firme o de una orden
restrictiva o privativa de la libertad personal del imputado; La calificación del delito que motivare la solicitud,
el lugar y la fecha de comisión de aquél, y La declaración de que se solicitará formalmente la extradición. La
detención previa se decretará por el plazo que determinare el tratado aplicable o, en su defecto, por un
máximo de dos meses a contar de la fecha en que el Estado requirente fuere notificado del hecho de haberse
producido la detención previa del imputado. (Art. 442 CPP)

Detención por cualquier tribunal: Todo tribunal, aunque no ejerza jurisdicción en lo criminal, podrá dictar
órdenes de detención contra las personas que, dentro de la sala de su despacho, cometieren algún crimen o
simple delito, conformándose a las disposiciones de este Título. (Art. 128 CPP)

Devolución de los documentos de la investigación: El tribunal devolverá a los intervinientes los documentos
que hubieren acompañado durante el procedimiento. (Art.279 CPP)

Días y horas hábiles: Todos los días y horas serán hábiles para las actuaciones del procedimiento penal y no
se suspenderán los plazos por la interposición de días feriados.
No obstante, cuando un plazo de días concedido a los intervinientes venciere en día feriado, se considerará
ampliado hasta las veinticuatro horas del día siguiente que no fuere feriado. (Art. 14 CPP)

Difusión de derechos: En todo recinto policial, de los Juzgados de Garantía, de los tribunales del juicio oral en
lo penal, del Ministerio Público y de la defensoría Penal Pública, deberá exhibirse en lugar destacado y
claramente visible al público, un cartel en el cual se consignen los derechos de las víctimas y aquellos que les
asisten a las personas que son detenidas. Asimismo, en todo recinto de detención policial y casa de detención
deberá exhibirse un cartel en el cual se consignen los derechos de los detenidos. El texto y formato de estos
carteles serán determinados por el Ministerio de Justicia. (Art. 137 CPP)

Dirección del ministerio público: Los funcionarios señalados en el artículo anterior que, en cada caso,
cumplieren funciones previstas en este Código, ejecutarán sus tareas bajo la dirección y responsabilidad de los
fiscales y de acuerdo a las instrucciones que éstos les impartieren para los efectos de la investigación, sin
perjuicio de su dependencia de las autoridades de la institución a la que pertenecieren. También deberán
cumplir las órdenes que les dirigieren los jueces para la tramitación del procedimiento. Los funcionarios antes
mencionados deberán cumplir de inmediato y sin más trámite las órdenes que les impartieren los fiscales y los
jueces, cuya procedencia, conveniencia y oportunidad no podrán calificar, sin perjuicio de requerir la
exhibición de la autorización judicial previa, cuando correspondiere. (Art. 80 CPP)

Duración y control de las medidas de seguridad: Las medidas de seguridad impuestas al enajenado mental
sólo podrán durar mientras subsistieren las condiciones que las hubieren hecho necesarias, y en ningún caso
podrán extenderse más allá de la sanción restrictiva o privativa de libertad que hubiere podido imponérsele o
del tiempo que correspondiere a la pena mínima probable, el que será señalado por el tribunal en su fallo.
Se entiende por pena mínima probable, para estos efectos, el tiempo mínimo de privación o restricción de
libertad que la ley prescribiere para el delito o delitos por los cuales se hubiere dirigido el procedimiento en
contra del sujeto enajenado mental, formalizado la investigación o acusado, según correspondiere. La persona

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o institución que tuviere a su cargo al enajenado mental deberá informar semestralmente sobre la evolución de
su condición al ministerio público y a su curador o a sus familiares, en el orden de prelación mencionado en el
artículo 108. El ministerio público, el curador o familiar respectivo podrá solicitar al juez de garantía la
suspensión de la medida o la modificación de las condiciones de la misma, cuando el caso lo aconsejare. Sin
perjuicio de lo anterior, el ministerio público deberá inspeccionar, cada seis meses, los establecimientos
psiquiátricos o instituciones donde se encontraren internados o se hallaren cumpliendo un tratamiento
enajenados mentales, en virtud de las medidas de seguridad que se les hubieren impuesto, e informará del
resultado al juez de garantía, solicitando la adopción de las medidas que fueren necesarias para poner remedio
a todo error, abuso o deficiencia que observare en la ejecución de la medida de seguridad. El juez de garantía,
con el solo mérito de los antecedentes que se le proporcionaren, adoptará de inmediato las providencias que
fueren urgentes, y citará a una audiencia al ministerio público y al representante legal del enajenado mental,
sin perjuicio de recabar cualquier informe que estimare necesario, para decidir la continuación o cesación de la
medida, o la modificación de las condiciones de aquélla o del establecimiento en el cual se llevare a efecto.
(Art. 481 CPP)

Efectos civiles del acuerdo reparatorio: Ejecutoriada la resolución judicial que aprobare el acuerdo
reparatorio, podrá solicitarse su cumplimiento ante el juez de garantía con arreglo a lo establecido en los
artículos 233 y siguientes del Código de Procedimiento Civil. El acuerdo reparatorio no podrá ser dejado sin
efecto por ninguna acción civil. (Art. 243 CPP)

Efectos del ejercicio exclusivo de la acción civil: Cuando sólo se ejerciere la acción civil respecto de un hecho
punible de acción privada se considerará extinguida, por esa circunstancia, la acción penal. Para estos efectos
no constituirá ejercicio de la acción civil la solicitud de diligencias destinadas a preparar la demanda civil o a
asegurar su resultado, que se formulare en el procedimiento penal. (Art. 66 CPP)

Efectos del abandono: La declaración del abandono de la querella impedirá al querellante ejercer los derechos
que en esa calidad le confiere este Código. (Art. 121 CPP)

Efectos de la ausencia del defensor: La ausencia del defensor en cualquier actuación en que la ley exigiere
expresamente su participación acarreará la nulidad de la misma, sin perjuicio de lo señalado en el artículo 286.
(Art. 103 CPP)

Efectos de la comparecencia respecto de otras obligaciones similares: La comparecencia del testigo a la


audiencia a la que debiere concurrir, constituirá siempre suficiente justificación cuando su presencia fuere
requerida simultáneamente para dar cumplimiento a obligaciones laborales, educativas o de otra naturaleza y
no le ocasionará consecuencias jurídicas adversas bajo circunstancia alguna. (Art. 313 CPP)

Efectos de la declaración de nulidad: La declaración de nulidad del acto conlleva la de los actos consecutivos
que de él emanaren o dependieren. El tribunal, al declarar la nulidad, determinará concretamente cuáles son
los actos a los que ella se extendiere y, siendo posible, ordenará que se renueven, rectifiquen o ratifiquen. Con
todo, la declaración de nulidad no podrá retrotraer el procedimiento a etapas anteriores, a pretexto de
repetición del acto, rectificación del error o cumplimiento del acto omitido, salvo en los casos en que ello
correspondiere de acuerdo con las normas del recurso de nulidad. De este modo, si durante la audiencia de
preparación del juicio oral se declarare la nulidad de actuaciones judiciales realizadas durante la etapa de
investigación, el tribunal no podrá ordenar la reapertura de ésta. Asimismo, las nulidades declaradas durante
el desarrollo de la audiencia del juicio oral no retrotraerán el procedimiento a la etapa de investigación o a la
audiencia de preparación del juicio oral. La solicitud de nulidad constituirá preparación suficiente del recurso
de nulidad para el caso que el tribunal no resolviere la cuestión de conformidad a lo solicitado. (Art. 165 CPP)

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Efectos de la extinción de la acción civil: Extinguida la acción civil no se entenderá extinguida la acción penal
para la persecución del hecho punible. (Art. 65 CPP)

Efectos de la formalización de la investigación: La formalización de la investigación producirá los siguientes


efectos: Suspenderá el curso de la prescripción de la acción penal en conformidad a lo dispuesto en el artículo
96 del Código Penal; Comenzará a correr el plazo previsto en el artículo 247, y El ministerio público perderá la
facultad de archivar provisionalmente el procedimiento. (Art.233 CPP)

Efecto de la interposición de recursos: La interposición de un recurso no suspenderá la ejecución de la


decisión, salvo que se impugnare una sentencia definitiva condenatoria o que la ley dispusiere expresamente
lo contrario. (Art. 355 CPP)

Efectos de la interposición del recurso (de nulidad): La interposición del recurso de nulidad suspende los
efectos de la sentencia condenatoria recurrida. En lo demás, se aplicará lo dispuesto en el artículo 355.
Interpuesto el recurso, no podrán invocarse nuevas causales. Con todo, la Corte, de oficio, podrá acoger el
recurso que se hubiere deducido en favor del imputado por un motivo distinto del invocado por el recurrente,
siempre que aquél fuere alguno de los señalados en el artículo 374. (Art. 379 CPP)

Efectos de la interposición de la solicitud de revisión: La solicitud de revisión no suspenderá el


cumplimiento de la sentencia que se intentare anular. Con todo, si el tribunal lo estimare conveniente, en
cualquier momento del trámite podrá suspender la ejecución de la sentencia recurrida y aplicar, si
correspondiere, alguna de las medidas cautelares personales a que se refiere el Párrafo 6º del Título V del Libro
Primero. (Art. 477 CPP)

Efectos de la rebeldía: Declarada la rebeldía, las resoluciones que se dictaren en el procedimiento se tendrán
por notificadas personalmente al rebelde en la misma fecha en que se pronunciaren. La investigación no se
suspenderá por la declaración de rebeldía y el procedimiento continuará hasta la realización de la audiencia de
preparación del juicio oral, en la cual se podrá sobreseer definitiva o temporalmente la causa de acuerdo al
mérito de lo obrado. Si la declaración de rebeldía se produjere durante la etapa de juicio oral, el procedimiento
se sobreseerá temporalmente, hasta que el imputado compareciere o fuere habido. El sobreseimiento afectará
sólo al rebelde y el procedimiento continuará con respecto a los imputados presentes. El imputado que fuere
habido pagará las costas causadas con su rebeldía, a menos que justificare debidamente su ausencia. (Art. 101
CPP)

Efectos de la resolución que dirime la competencia: Dirimida la competencia, serán puestas inmediatamente
a disposición del juez competente las personas que se encontraren privadas de libertad, así como los
antecedentes que obraren en poder de los demás jueces que hubieren intervenido. Todas las actuaciones
practicadas ante los jueces que resultaren incompetentes serán válidas, sin necesidad de ratificación por el juez
que fuere declarado competente. (Art. 73 CPP)

Efectos de la resolución que no diere lugar a formación de causa (en desafuero): Si, en el caso del inciso
primero del artículo 416, la Corte de Apelaciones declarare no haber lugar a formación de causa, esta
resolución producirá los efectos del sobreseimiento definitivo respecto del aforado favorecido con aquella
declaración. Tratándose de la situación contemplada en el inciso tercero del mismo artículo, el juez de garantía
no admitirá a tramitación la querella y archivará los antecedentes. (Art. 421 CPP)

Efectos del recurso de apelación: La apelación se concederá en el solo efecto devolutivo, a menos que la ley
señalare expresamente lo contrario. (Art. 368 CPP)

Efectos relativos de la renuncia (de la acción penal): La renuncia de la acción penal sólo afectará al
renunciante y a sus sucesores, y no a otras personas a quienes también correspondiere la acción. (Art. 57 CPP)

Efectos de la sentencia que declara admisible la querella de capítulos: Cuando por sentencia firme se
hubieren declarado admisibles todos o alguno de los capítulos de acusación, el funcionario capitulado quedará
suspendido del ejercicio de sus funciones y el procedimiento penal continuará de acuerdo a las reglas

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generales. Sin embargo, en el caso a que se refiere el inciso primero del artículo 425, el juez de garantía fijará de
inmediato la fecha de la audiencia de preparación del juicio oral la que deberá verificarse dentro de los quince
días siguientes a la recepción de los antecedentes por el juzgado de garantía. A su vez, la audiencia del juicio
oral deberá iniciarse dentro del plazo de quince días contado desde la notificación del auto de apertura del
juicio oral. Con todo, se aplicarán los plazos previstos en las reglas generales cuando el imputado lo solicitare
para preparar su defensa. (Art. 428 CPP)

Efectos de la sentencia que declara inadmisible la querella de capítulos: Si, en el caso del inciso primero del
artículo 425, la Corte de Apelaciones declarare inadmisibles todos los capítulos de acusación comprendidos en
la querella, tal resolución producirá los efectos del sobreseimiento definitivo respecto del juez, fiscal judicial o
fiscal del ministerio público favorecido con aquella declaración. Tratándose de la situación contemplada en el
inciso final del mismo artículo, el juez de garantía no admitirá a tramitación la querella que ante él se hubiere
presentado y archivará los antecedentes. (Art. 429 CPP)

Efectos de la sentencia (de revisión): Si la sentencia de la Corte Suprema o, en caso de que hubiere nuevo
juicio, la que pronunciare el tribunal que conociere de él, comprobare la completa inocencia del condenado por
la sentencia anulada, éste podrá exigir que dicha sentencia se publique en el Diario Oficial a costa del Fisco y
que se devuelvan por quien las hubiere percibido las sumas que hubiere pagado en razón de multas, costas e
indemnización de perjuicios en cumplimiento de la sentencia anulada. El cumplimiento del fallo en lo atinente
a las acciones civiles que emanan de él será conocido por el juez de letras en lo civil que corresponda, en juicio
sumario. Los mismos derechos corresponderán a los herederos del condenado que hubiere fallecido. Además,
la sentencia ordenará, según el caso, la libertad del imputado y la cesación de la inhabilitación. (Art. 479 CPP)

Efectos de la suspensión condicional del procedimiento: La suspensión condicional del procedimiento no


extingue las acciones civiles de la víctima o de terceros. Sin embargo, si la víctima recibiere pagos en virtud de
lo previsto en el artículo 238, letra e), ellos se imputarán a la indemnización de perjuicios que le pudiere
corresponder. Transcurrido el plazo que el tribunal hubiere fijado de conformidad al artículo 237, inciso
quinto, sin que la suspensión fuere revocada, se extinguirá la acción penal, debiendo el tribunal dictar de oficio
o a petición de parte el sobreseimiento definitivo. (Art. 240 CPP)

Efectos del sobreseimiento definitivo: El sobreseimiento definitivo pone término al procedimiento y tiene la
autoridad de cosa juzgada. (Art. 251 CPP)

Efecto en Chile de las sentencias penales de tribunales extranjeros: Tendrán valor en Chile las sentencias
penales extranjeras. En consecuencia, nadie podrá ser juzgado ni sancionado por un delito por el cual hubiere
sido ya condenado o absuelto por una sentencia firme de acuerdo a la ley y al procedimiento de un país
extranjero, a menos que el juzgamiento en dicho país hubiere obedecido al propósito de sustraer al individuo
de su responsabilidad penal por delitos de competencia de los tribunales nacionales o, cuando el imputado lo
solicitare expresamente, si el proceso respectivo no hubiere sido instruido de conformidad con las garantías de
un debido proceso o lo hubiere sido en términos que revelaren falta de intención de juzgarle seriamente. En
tales casos, la pena que el sujeto hubiere cumplido en el país extranjero se le imputará a la que debiere cumplir
en Chile, si también resultare condenado. La ejecución de las sentencias penales extranjeras se sujetará a lo que
dispusieren los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encontraren vigentes. (Art. 13 CPP)

Efectos penales del acuerdo reparatorio: Una vez cumplidas las obligaciones contraídas por el imputado en el
acuerdo reparatorio o garantizadas debidamente a satisfacción de la víctima, el tribunal dictará sobreseimiento
definitivo, total o parcial, en la causa, con lo que se extinguirá, total o parcialmente, la responsabilidad penal
del imputado que lo hubiere celebrado. (Art. 242 CPP)

Efectos subjetivos del acuerdo reparatorio: Si en la causa existiere pluralidad de imputados o víctimas, el
procedimiento continuará respecto de quienes no hubieren concurrido al acuerdo. (Art. 244 CPP)

Ejecución civil: En el cumplimiento de la decisión civil de la sentencia, regirán las disposiciones sobre
ejecución de las resoluciones judiciales que establece el Código de Procedimiento Civil. (Art. 472 CPP)

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Ejecución de la medida de prisión preventiva: El tribunal será competente para supervisar la ejecución de la
prisión preventiva que ordenare en las causas de que conociere. A él corresponderá conocer de las solicitudes
y presentaciones realizadas con ocasión de la ejecución de la medida. La prisión preventiva se ejecutará en
establecimientos especiales, diferentes de los que se utilizaren para los condenados o, al menos, en lugares
absolutamente separados de los destinados para estos últimos. El imputado será tratado en todo momento
como inocente. La prisión preventiva se cumplirá de manera tal que no adquiera las características de una
pena, ni provoque otras limitaciones que las necesarias para evitar la fuga y para garantizar la seguridad de los
demás internos y de las personas que cumplieren funciones o por cualquier motivo se encontraren en el
recinto. El tribunal deberá adoptar y disponer las medidas necesarias para la protección de la integridad física
del imputado, en especial aquéllas destinadas a la separación de los jóvenes y no reincidentes respecto de la
población penitenciaria de mayor peligrosidad. Excepcionalmente, el tribunal podrá conceder al imputado
permiso de salida durante el día o por un período determinado, siempre que se asegure convenientemente que
no se vulnerarán los objetivos de la prisión preventiva. Con todo, tratándose de los delitos establecidos en los
artículos 141, 142, 361, 362, 365 bis, 390, 391, 433, 436 y 440 del Código Penal, y de los sancionados con pena de
crimen en la ley Nº 20.000, el tribunal no podrá otorgar el permiso señalado en el inciso anterior sino por
resolución fundada y por el tiempo estrictamente necesario para el cumplimiento de los fines del citado
permiso. Cualquier restricción que la autoridad penitenciaria impusiere al imputado deberá ser
inmediatamente comunicada al tribunal, con sus fundamentos. Éste podrá dejarla sin efecto si la considerare
ilegal o abusiva, convocando, si lo estimare necesario, a una audiencia para su examen. (Art. 150 CPP)

Ejecución de la sentencia penal: Las sentencias condenatorias penales no podrán ser cumplidas sino cuando
se encontraren ejecutoriadas. Cuando la sentencia se hallare firme, el tribunal decretará una a una todas las
diligencias y comunicaciones que se requirieren para dar total cumplimiento al fallo. Cuando el condenado
debiere cumplir pena privativa de libertad, el tribunal remitirá copia de la sentencia, con el atestado de
hallarse firme, al establecimiento penitenciario correspondiente, dando orden de ingreso. Si el condenado
estuviere en libertad, el tribunal ordenará inmediatamente su aprehensión y, una vez efectuada, procederá
conforme a la regla anterior. Si la sentencia hubiere concedido una medida alternativa a las penas privativas o
restrictivas de libertad consideradas en la ley, remitirá copia de la misma a la institución encargada de su
ejecución. Asimismo, ordenará y controlará el efectivo cumplimiento de las multas y comisos impuestos en la
sentencia, ejecutará las cauciones en conformidad con el artículo 147, cuando procediere, y dirigirá las
comunicaciones que correspondiere a los organismos públicos o autoridades que deban intervenir en la
ejecución de lo resuelto. (Art. 468 CPP)

Ejercicio de la acción penal: Los delitos de acción pública serán investigados con arreglo a las disposiciones
de este Título. Cuando el ministerio público tomare conocimiento de la existencia de un hecho que revistiere
caracteres de delito, con el auxilio de la policía, promoverá la persecución penal, sin que pueda suspender,
interrumpir o hacer cesar su curso, salvo en los casos previstos en la ley. Tratándose de delitos de acción
pública previa instancia particular, no podrá procederse sin que, a lo menos, se hubiere denunciado el hecho
con arreglo al artículo 54, salvo para realizar los actos urgentes de investigación o los absolutamente necesarios
para impedir o interrumpir la comisión del delito. (Art. 166 CPP)

Entrada y registro en lugares cerrados: Cuando se presumiere que el imputado, o medios de comprobación
del hecho que se investigare, se encontrare en un determinado edificio o lugar cerrado, se podrá entrar al
mismo y proceder al registro, siempre que su propietario o encargado consintiere expresamente en la práctica
de la diligencia. En este caso, el funcionario que practicare el registro deberá individualizarse y cuidará que la
diligencia se realizare causando el menor daño y las menores molestias posibles a los ocupantes. Asimismo,
entregará al propietario o encargado un certificado que acredite el hecho del registro, la individualización de
los funcionarios que lo hubieren practicado y de aquél que lo hubiere ordenado. Si, por el contrario, el
propietario o el encargado del edificio o lugar no permitiere la entrada y registro, la policía adoptará las
medidas tendientes a evitar la posible fuga del imputado y el fiscal solicitará al juez la autorización para
proceder a la diligencia. En todo caso, el fiscal hará saber al juez las razones que el propietario o encargado
hubiere invocado para negar la entrada y registro. (Art. 205 CPP)

Entrada y registro en lugares cerrados sin autorización judicial: La policía podrá entrar en un lugar cerrado y
registrarlo, sin el consentimiento expreso de su propietario o encargado ni autorización u orden previa,

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cuando las llamadas de auxilio de personas que se encontraren en el interior u otros signos evidentes indicaren
que en el recinto se está cometiendo un delito. De dicho procedimiento deberá darse comunicación al fiscal
inmediatamente terminado y levantarse un acta circunstanciada que será enviada a éste dentro de las doce
horas siguientes. Copia de dicha acta se entregará al propietario o encargado del lugar. Tratándose del delito
de abigeato, la policía podrá ingresar a los predios cuando existan indicios o sospechas de que se está
perpetrando dicho ilícito, siempre que las circunstancias hagan temer que la demora en obtener la autorización
del propietario o del juez, en su caso, facilitará la concreción del mismo o la impunidad de sus hechores. (Art.
206 CPP)

Entrada y registro en lugares de libre acceso público: Carabineros de Chile y la Policía de Investigaciones
podrán efectuar el registro de lugares y recintos de libre acceso público, en búsqueda del imputado contra el
cual se hubiere librado orden de detención, o de rastros o huellas del hecho investigado o medios que pudieren
servir a la comprobación del mismo. (Art. 204 CPP)

Entrada y registro en locales consulares: Para la entrada y registro de los locales consulares o partes de ellos
que se utilizaren exclusivamente para el trabajo de la oficina consular, se deberá recabar el consentimiento del
jefe de la oficina consular o de una persona que él designare, o del jefe de la misión diplomática del mismo
Estado. Regirá, en lo demás, lo dispuesto en el artículo precedente. (Art. 211 CPP)

Entrada y registro en lugares especiales: Para proceder al examen y registro de lugares religiosos, edificios en
que funcionare alguna autoridad pública o recintos militares, el fiscal deberá oficiar previamente a la
autoridad o persona a cuyo cargo estuvieren, informando de la práctica de la actuación. Dicha comunicación
deberá ser remitida con al menos 48 horas de anticipación y contendrá las señas de lo que hubiere de ser objeto
del registro, a menos que fuere de temer que por dicho aviso pudiere frustrarse la diligencia. Además, en ellas
se indicará a las personas que lo acompañarán e invitará a la autoridad o persona a cargo del lugar, edificio o
recinto a presenciar la actuación o a nombrar a alguna persona que asista. Si la diligencia implicare el examen
de documentos reservados o de lugares en que se encontrare información o elementos de dicho carácter y cuyo
conocimiento pudiere afectar la seguridad nacional, la autoridad o persona a cuyo cargo se encontrare el
recinto informará de inmediato y fundadamente de este hecho al Ministro de Estado correspondiente, a través
del conducto regular, quien, si lo estimare procedente, oficiará al fiscal manifestando su oposición a la práctica
de la diligencia. Tratándose de entidades con autonomía constitucional, dicha comunicación deberá remitirse
a la autoridad superior correspondiente. En este caso, si el fiscal estimare indispensable la realización de la
actuación, remitirá los antecedentes al fiscal regional, quien, si compartiere esa apreciación, solicitará a la Corte
Suprema que resuelva la controversia, decisión que se adoptará en cuenta. Mientras estuviere pendiente esa
determinación, el fiscal dispondrá el sello y debido resguardo del lugar que debiere ser objeto de la diligencia.
Regirá, en lo pertinente, lo dispuesto en el artículo 19, y, si la diligencia se llevare a cabo, se aplicará a la
información o elementos que el fiscal resolviere incorporar a los antecedentes de la investigación lo dispuesto
en el artículo 182. (Art. 209 CPP)

Entrada y registro en lugares que gozan de inviolabilidad diplomática: Para la entrada y registro de locales
de embajadas, residencias de los agentes diplomáticos, sedes de organizaciones y organismos internacionales y
de naves y aeronaves que, conforme al Derecho Internacional, gozaren de inviolabilidad, el juez pedirá su
consentimiento al respectivo jefe de misión por oficio, en el cual le solicitará que conteste dentro de
veinticuatro horas. Este será remitido por conducto del Ministerio de Relaciones Exteriores. Si el jefe de misión
negare su consentimiento o no contestare en el término indicado, el juez lo comunicará al Ministerio de
Relaciones Exteriores. Mientras el Ministro no contestare manifestando el resultado de las gestiones que
practicare, el juez se abstendrá de ordenar la entrada en el lugar indicado. Sin perjuicio de ello, se podrán
adoptar medidas de vigilancia, conforme a las reglas generales. En casos urgentes y graves, podrá el juez
solicitar la autorización del jefe de misión directamente o por intermedio del fiscal, quien certificará el hecho
de haberse concedido. (Art. 210 CPP)

Enumeración y aplicación de otras medidas cautelares personales: Para garantizar el éxito de las diligencias
de investigación o la seguridad de la sociedad, proteger al ofendido o asegurar la comparecencia del imputado
a las actuaciones del procedimiento o ejecución de la sentencia, después de formalizada la investigación el
tribunal, a petición del fiscal, del querellante o la víctima, podrá imponer al imputado una o más de las

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siguientes medidas: La privación de libertad, total o parcial, en su casa o en la que el propio imputado
señalare, si aquélla se encontrare fuera de la ciudad asiento del tribunal; La sujeción a la vigilancia de una
persona o institución determinada, las que informarán periódicamente al juez; La obligación de presentarse
periódicamente ante el juez o ante la autoridad que él designare; La prohibición de salir del país, de la
localidad en la cual residiere o del ámbito territorial que fijare el tribunal; La prohibición de asistir a
determinadas reuniones, recintos o espectáculos públicos, o de visitar determinados lugares; La prohibición de
comunicarse con personas determinadas, siempre que no se afectare el derecho a defensa, y La prohibición de
aproximarse al ofendido o su familia y, en su caso, la obligación de abandonar el hogar que compartiere con
aquél. El tribunal podrá imponer una o más de estas medidas según resultare adecuado al caso y ordenará las
actuaciones y comunicaciones necesarias para garantizar su cumplimiento. La procedencia, duración,
impugnación y ejecución de estas medidas cautelares se regirán por las disposiciones aplicables a la prisión
preventiva, en cuanto no se opusieren a lo previsto en este Párrafo. (Art. 155 CPP)

Especies retenidas y no decomisadas: Transcurridos a lo menos seis meses desde la fecha de la resolución
firme que hubiere puesto término al juicio, sin que hubieren sido reclamadas por su legítimo titular las cosas
corporales muebles retenidas y no decomisadas que se encontraren a disposición del tribunal, deberá
procederse de acuerdo a lo dispuesto en los incisos siguientes. Si se tratare de especies, el administrador del
tribunal, previo acuerdo del comité de jueces, las venderá en pública subasta. Los remates se podrán efectuar
dos veces al año. El producto de los remates, así como los dineros o valores retenidos y no decomisados, se
destinarán a la Corporación Administrativa del Poder Judicial. Si se hubiere decretado el sobreseimiento
temporal o la suspensión condicional del procedimiento, el plazo señalado en el inciso primero será de un año.
Las especies que se encontraren bajo la custodia o a disposición del Ministerio Público, transcurridos a lo
menos seis meses desde la fecha en que se dictare alguna de las resoluciones o decisiones a que se refieren los
artículos 167, 168, 170 y 248 letra c), de este Código, serán remitidas a la Dirección General del Crédito
Prendario, para que proceda de conformidad a lo dispuesto en el inciso tercero del artículo anterior. Lo
dispuesto en los incisos anteriores no tendrá aplicación tratándose de especies de carácter ilícito. En tales casos,
el fiscal solicitará al juez que le autorice proceder a su destrucción. (Art. 470 CPP)

Exámenes corporales: Si fuere necesario para constatar circunstancias relevantes para la investigación, podrán
efectuarse exámenes corporales del imputado o del ofendido por el hecho punible, tales como pruebas de
carácter biológico, extracciones de sangre u otros análogos, siempre que no fuere de temer menoscabo para la
salud o dignidad del interesado. Si la persona que ha de ser objeto del examen, apercibida de sus derechos,
consintiere en hacerlo, el fiscal o la policía ordenarán que se practique sin más trámite. En caso de negarse le
solicitará la correspondiente autorización judicial, exponiéndose al juez las razones del rechazo. El juez de
garantía autorizará la práctica de la diligencia siempre que se cumplieren las condiciones señaladas en el inciso
primero. (Art. 197 CPP)

Examen del registro y certificaciones: Salvas las excepciones expresamente previstas en la ley, los
intervinientes siempre tendrán acceso al contenido de los registros. Los registros podrán también ser
consultados por terceros cuando dieren cuenta de actuaciones que fueren públicas de acuerdo con la ley, a
menos que, durante la investigación o la tramitación de la causa, el tribunal restringiere el acceso para evitar
que se afecte su normal substanciación o el principio de inocencia. En todo caso, los registros serán públicos
transcurridos cinco años desde la realización de las actuaciones consignadas en ellos. A petición de un
interviniente o de cualquier persona, el funcionario competente del tribunal expedirá copias fieles de los
registros o de la parte de ellos que fuere pertinente, con sujeción a lo dispuesto en los incisos anteriores.
Además dicho funcionario certificará si se hubieren deducido recursos en contra de la sentencia definitiva.
(Art. 44 CPP)

Examen de vestimentas, equipaje o vehículos: Se podrá practicar el examen de las vestimentas que llevare el
detenido, del equipaje que portare o del vehículo que condujere, cuando existieren indicios que permitieren
estimar que oculta en ellos objetos importantes para la investigación. Para practicar el examen de vestimentas,
se comisionará a personas del mismo sexo del imputado y se guardarán todas las consideraciones compatibles
con la correcta ejecución de la diligencia. (Art. 89 CPP)

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Exámenes médicos y autopsias: En los delitos en que fuere necesaria la realización de exámenes médicos para
la determinación del hecho punible, el fiscal podrá ordenar que éstos sean llevados a efecto por el Servicio
Médico Legal o por cualquier otro servicio médico. Las autopsias que el fiscal dispusiere realizar como parte
de la investigación de un hecho punible serán practicadas en las dependencias del Servicio Médico Legal, por
el legista correspondiente; donde no lo hubiere, el fiscal designará el médico encargado y el lugar en que la
autopsia debiere ser llevada a cabo. Para los efectos de su investigación, el fiscal podrá utilizar los exámenes
practicados con anterioridad a su intervención, si le parecieren confiables. (Art. 199 CPP)

Exámenes médicos y pruebas relacionadas con los delitos previstos en los artículos 361 a 367 bis y en el
artículo 375 del Código Penal: Tratándose de los delitos previstos en los artículos 361 a 367 bis y en el artículo
375 del Código Penal, los hospitales, clínicas y establecimientos de salud semejantes, sean públicos o privados,
deberán practicar los reconocimientos, exámenes médicos y pruebas biológicas conducentes a acreditar el
hecho punible y a identificar a los partícipes en su comisión, debiendo conservar los antecedentes y muestras
correspondientes. Se levantará acta, en duplicado, del reconocimiento y de los exámenes realizados, la que será
suscrita por el jefe del establecimiento o de la respectiva sección y por los profesionales que los hubieren
practicado. Una copia será entregada a la persona que hubiere sido sometida al reconocimiento, o a quien la
tuviere bajo su cuidado; la otra, así como las muestras obtenidas y los resultados de los análisis y exámenes
practicados, se mantendrán en custodia y bajo estricta reserva en la dirección del hospital, clínica o
establecimiento de salud, por un período no inferior a un año, para ser remitidos al ministerio público. (Art.
198 CPP)

Exclusividad de la investigación penal: El ministerio público dirigirá en forma exclusiva la investigación de


los hechos constitutivos de delito, los que determinaren la participación punible y los que acreditaren la
inocencia del imputado, en la forma prevista por la Constitución y la ley. (Art. 3 CPP)

Exclusión de otras medidas: Cuando la imputación se refiriere a faltas, o delitos que la ley no sancionare con
penas privativas ni restrictivas de libertad, no se podrán ordenar medidas cautelares que recaigan sobre la
libertad del imputado, con excepción de la citación. Lo dispuesto en el inciso anterior no tendrá lugar en los
casos en que se refiere el inciso 4º del artículo 134 o cuando procediere el arresto por falta de comparecencia, la
detención o la prisión preventiva de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 33. (Art. 124 CPP)

Excepciones a la obligación de comparecencia: No estarán obligados a concurrir al llamamiento judicial de


que tratan los artículos precedentes, y podrán declarar en la forma señalada en el artículo 301: El Presidente de
la República y los ex Presidentes; los Ministros de Estado; los Senadores y Diputados; los miembros de la Corte
Suprema; los integrantes del Tribunal Constitucional; el Contralor General de la República y el Fiscal Nacional.
Los Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas, el General Director de Carabineros de Chile y el Director
General de la Policía de Investigaciones de Chile; Los chilenos o extranjeros que gozaren en el país de
inmunidad diplomática, en conformidad a los tratados vigentes sobre la materia, y Los que, por enfermedad
grave u otro impedimento calificado por el tribunal, se hallaren en imposibilidad de hacerlo. Con todo, si las
personas enumeradas en las letras a), b) y d) renunciaren a su derecho a no comparecer, deberán prestar
declaración conforme a las reglas generales. También deberán hacerlo si, habiendo efectuado el llamamiento
un tribunal de juicio oral en lo penal, la unanimidad de los miembros de la sala, por razones fundadas,
estimare necesaria su concurrencia ante el tribunal. (Art. 300 CPP)

Excepciones de previo y especial pronunciamiento: El acusado podrá oponer como excepciones de previo y
especial pronunciamiento las siguientes: Incompetencia del juez de garantía; Litis pendencia; Cosa juzgada;
Falta de autorización para proceder criminalmente, cuando la Constitución o la ley lo exigieren, y Extinción de
la responsabilidad penal. (Art. 264 CPP)

Excepciones en el juicio oral: No obstante lo dispuesto en el artículo 263, si las excepciones previstas en las
letras c) y e) del artículo anterior no fueren deducidas para ser discutidas en la audiencia de preparación del
juicio oral, ellas podrán ser planteadas en el juicio oral. (Art. 265 CPP)

Exclusión de pruebas para el juicio oral: El juez de garantía, luego de examinar las pruebas ofrecidas y
escuchar a los intervinientes que hubieren comparecido a la audiencia, ordenará fundadamente que se

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excluyan de ser rendidas en el juicio oral aquéllas que fueren manifiestamente impertinentes y las que tuvieren
por objeto acreditar hechos públicos y notorios. Si estimare que la aprobación en los mismos términos en que
hubieren sido ofrecidas las pruebas testimonial y documental produciría efectos puramente dilatorios en el
juicio oral, dispondrá también que el respectivo interviniente reduzca el número de testigos o de documentos,
cuando mediante ellos deseare acreditar unos mismos hechos o circunstancias que no guardaren pertinencia
sustancial con la materia que se someterá a conocimiento del tribunal de juicio oral en lo penal. Del mismo
modo, el juez excluirá las pruebas que provinieren de actuaciones o diligencias que hubieren sido declaradas
nulas y aquéllas que hubieren sido obtenidas con inobservancia de garantías fundamentales. Las demás
pruebas que se hubieren ofrecido serán admitidas por el juez de garantía al dictar el auto de apertura del juicio
oral. (Art. 276 CPP)

Exhumación: En casos calificados y cuando considerare que la exhumación de un cadáver pudiere resultar de
utilidad en la investigación de un hecho punible, el fiscal podrá solicitar autorización judicial para la práctica
de dicha diligencia. El tribunal resolverá según lo estimare pertinente, previa citación del cónyuge o de los
parientes más cercanos del difunto. En todo caso, practicados el examen o la autopsia correspondientes se
procederá a la inmediata sepultura del cadáver. (Art. 202 CPP)

Extradición activa improcedente o no concedida: Si la Corte de Apelaciones declarare no ser procedente la


extradición se devolverán los antecedentes al tribunal, a fin de que proceda según corresponda. Si la
extradición no fuere concedida por las autoridades del país en que el imputado se encontrare, se comunicará el
hecho al tribunal de garantía, para idéntico fin. (Art. 438 CPP)

Extradición pasiva simplificada: Si la persona cuya extradición se requiriere, luego de ser informada acerca de
sus derechos a un procedimiento formal de extradición y de la protección que éste le brinda, con asistencia
letrada, expresa ante el Ministro de la Corte Suprema que conociere de la causa, su conformidad en ser
entregada al Estado solicitante, el Ministro concederá sin más trámite la extradición, procediéndose en este
caso en conformidad con el artículo 451. (Art. 454 CPP)

Facultad de abstenerse de declarar por razones de secreto: Tampoco estarán obligadas a declarar aquellas
personas que, por su estado, profesión o función legal, como el abogado, médico o confesor, tuvieren el deber
de guardar el secreto que se les hubiere confiado, pero únicamente en lo que se refiriere a dicho secreto. Las
personas comprendidas en el inciso anterior no podrán invocar la facultad allí reconocida cuando se las
relevare del deber de guardar secreto por aquel que lo hubiere confiado. (Art. 303 CPP)

Facultades del acusado: Hasta la víspera del inicio de la audiencia de preparación del juicio oral, por escrito, o
al inicio de dicha audiencia, en forma verbal, el acusado podrá: Señalar los vicios formales de que adoleciere el
escrito de acusación, requiriendo su corrección; Deducir excepciones de previo y especial pronunciamiento, y
Exponer los argumentos de defensa que considere necesarios y señalar los medios de prueba cuyo examen en
el juicio oral solicitare, en los mismos términos previstos en el artículo 259. (Art. 263 CPP)

Facultades (del MP): Los fiscales ejercerán y sustentarán la acción penal pública en la forma prevista por la
ley. Con ese propósito practicarán todas las diligencias que fueren conducentes al éxito de la investigación y
dirigirán la actuación de la policía, con estricta sujeción al principio de objetividad consagrado en la Ley
Orgánica Constitucional del Ministerio Público. (Art. 77 CPP)

Facultades del juez presidente de la sala en la audiencia del juicio oral: El juez presidente de la sala dirigirá
el debate, ordenará la rendición de las pruebas, exigirá el cumplimiento de las solemnidades que
correspondieren y moderará la discusión. Podrá impedir que las alegaciones se desvíen hacia aspectos no

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pertinentes o inadmisibles, pero sin coartar el ejercicio de la acusación ni el derecho a defensa. También podrá
limitar el tiempo del uso de la palabra a las partes que debieren intervenir durante el juicio, fijando límites
máximos igualitarios para todas ellas o interrumpiendo a quien hiciere uso manifiestamente abusivo de su
facultad. Además, ejercerá las facultades disciplinarias destinadas a mantener el orden y decoro durante el
debate, y, en general, a garantizar la eficaz realización del mismo. En uso de estas facultades, el presidente de
la sala podrá ordenar la limitación del acceso de público a un número determinado de personas. También
podrá impedir el acceso u ordenar la salida de aquellas personas que se presentaren en condiciones
incompatibles con la seriedad de la audiencia. (Art. 292 CPP)

Facultades del juez respecto del sobreseimiento: El juez de garantía, al término de la audiencia a que se
refiere el artículo 249, se pronunciará sobre la solicitud de sobreseimiento planteada por el fiscal. Podrá
acogerla, sustituirla, decretar un sobreseimiento distinto del requerido o rechazarla, si no la considerare
procedente. En este último caso, dejará a salvo las atribuciones del ministerio público contempladas en las
letras b) y c) del artículo 248. (Art. 256 CPP)

Facultad de no declarar por motivos personales: No estarán obligados a declarar el cónyuge o el conviviente
del imputado, sus ascendientes o descendientes, sus parientes colaterales hasta el segundo grado de
consanguinidad o afinidad, su pupilo o su guardador, su adoptante o adoptado. Si se tratare de personas que,
por su inmadurez o por insuficiencia o alteración de sus facultades mentales, no comprendieren el significado
de la facultad de abstenerse, se requerirá la decisión del representante legal o, en su caso, de un curador
designado al efecto. Si el representante interviniere en el procedimiento, se designará un curador, quien deberá
resguardar los intereses del testigo. La sola circunstancia de que el testigo fuere menor de edad no configurará
necesariamente alguna de las situaciones previstas en la primera parte de este inciso. Las personas
comprendidas en este artículo deberán ser informadas acerca de su facultad de abstenerse, antes de comenzar
cada declaración. El testigo podrá retractar en cualquier momento el consentimiento que hubiere dado para
prestar su declaración. Tratándose de las personas mencionadas en el inciso segundo de este artículo, la
declaración se llevará siempre a cabo en presencia del representante legal o curador. (Art. 302 CPP)

Facultad de recurrir: Podrán recurrir en contra de las resoluciones judiciales el ministerio público y los demás
intervinientes agraviados por ellas, sólo por los medios y en los casos expresamente establecidos en la ley. (Art.
352 CPP)

Facultades durante conflictos de competencia: Si se suscitare un conflicto de competencia entre jueces de


varios juzgados de garantía en relación con el conocimiento de una misma causa criminal, mientras no se
dirimiere dicha competencia cada uno de ellos estará facultado para practicar las diligencias urgentes y otorgar
las autorizaciones que, con el mismo carácter, les solicitare el ministerio público. De los jueces entre quienes se
hubiere suscitado la contienda, aquél en cuyo territorio jurisdiccional se encontraren quienes estuvieren
privados de libertad en la causa resolverá sobre su libertad. (Art. 72 CPP)

Facultad para no iniciar investigación: En tanto no se hubiere producido la intervención del juez de garantía
en el procedimiento, el fiscal podrá abstenerse de toda investigación, cuando los hechos relatados en la
denuncia no fueren constitutivos de delito o cuando los antecedentes y datos suministrados permitieren
establecer que se encuentra extinguida la responsabilidad penal del imputado. Esta decisión será siempre
fundada y se someterá a la aprobación del juez de garantía. (Art. 168 CPP)

Fallo del recurso (de Nulidad): La Corte deberá fallar el recurso dentro de los veinte días siguientes a la fecha
en que hubiere terminado de conocer de él. En la sentencia, el tribunal deberá exponer los fundamentos que
sirvieren de base a su decisión; pronunciarse sobre las cuestiones controvertidas, salvo que acogiere el recurso,
en cuyo caso podrá limitarse a la causal o causales que le hubieren sido suficientes, y declarar si es nulo o no el
juicio oral y la sentencia definitiva reclamados, o si solamente es nula dicha sentencia, en los casos que se
indican en el artículo siguiente. El fallo del recurso se dará a conocer en la audiencia indicada al efecto, con la
lectura de su parte resolutiva o de una breve síntesis de la misma. (Art. 384 CPP)

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Fallo de la extradición pasiva. El tribunal concederá la extradición si estimare comprobada la existencia de las
siguientes circunstancias: La identidad de la persona cuya extradición se solicitare; Que el delito que se le
imputare o aquél por el cual se le hubiere condenado sea de aquéllos que autorizan la extradición según los
tratados vigentes o, a falta de éstos, en conformidad con los principios de derecho internacional, y Que de los
antecedentes del procedimiento pudiere presumirse que en Chile se deduciría acusación en contra del
imputado por los hechos que se le atribuyen. La sentencia correspondiente se dictará, por escrito, dentro de
quinto día de finalizada la audiencia. (Art. 449 CPP)

Fallo de la solicitud de extradición activa. Finalizada la audiencia, la Corte de Apelaciones resolverá en un


auto fundado si debiere o no solicitarse la extradición del imputado. (Art. 435 CPP)

Fallo en el procedimiento abreviado: Terminado el debate, el juez dictará sentencia. En caso de ser
condenatoria, no podrá imponer una pena superior ni más desfavorable a la requerida por el fiscal o el
querellante, en su caso. La sentencia condenatoria no podrá emitirse exclusivamente sobre la base de la
aceptación de los hechos por parte del imputado. En ningún caso el procedimiento abreviado obstará a la
concesión de alguna de las medidas alternativas consideradas en la ley, cuando correspondiere. La sentencia
no se pronunciará sobre la demanda civil que hubiere sido interpuesta. (Art. 412 CPP)

Fallo que acoge la solicitud de extradición activa. En caso de acoger la solicitud de extradición, la Corte de
Apelaciones se dirigirá al Ministerio de Relaciones Exteriores, al que hará llegar copia de la resolución de que
se trata en el artículo anterior, pidiendo que se practiquen las gestiones diplomáticas que fueren necesarias
para obtener la extradición. Acompañará, además, copia de la formalización de la investigación que se hubiere
formulado en contra del imputado; de los antecedentes que la hubieren motivado o de la resolución firme que
hubiere recaído en el procedimiento, si se tratare de un condenado; de los textos legales que tipificaren y
sancionaren el delito, de los referentes a la prescripción de la acción y de la pena, y toda la información
conocida sobre la filiación, identidad, nacionalidad y residencia del imputado. Cumplidos estos trámites, la
Corte de Apelaciones devolverá los antecedentes al tribunal de origen. (Art. 436 CPP)

Fecha, lugar, integración y citaciones (del Juicio Oral): El juez de garantía hará llegar el auto de apertura del
juicio oral al tribunal competente, dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes al momento en que quedare
firme. También pondrá a disposición del tribunal de juicio oral en lo penal las personas sometidas a prisión
preventiva o a otras medidas cautelares personales. Una vez distribuida la causa, cuando procediere, el juez
presidente de la sala respectiva procederá de inmediato a decretar la fecha para la celebración de la audiencia
del mismo, la que deberá tener lugar no antes de quince ni después de sesenta días desde la notificación del
auto de apertura del juicio oral. Señalará, asimismo, la localidad en la cual se constituirá y funcionará el
tribunal de juicio oral en lo penal, si se tratare de alguno de los casos previstos en el artículo 21 A del Código
Orgánico de Tribunales. En su resolución, el juez presidente indicará también el nombre de los jueces que
integrarán la sala. Con la aprobación del juez presidente del comité de jueces, convocará a un número de jueces
mayor de tres para que la integren, cuando existieren circunstancias que permitieren presumir que con el
número ordinario no se podrá dar cumplimiento a lo exigido en el artículo 284. Ordenará, por último, que se
cite a la audiencia de todos quienes debieren concurrir a ella. El acusado deberá ser citado con, a lo menos,
siete días de anticipación a la realización de la audiencia, bajo los apercibimientos previstos en los artículos 33
y 141, inciso cuarto. (Art. 281 CPP)

Finalidad y alcance (de las medidas cautelares): Las medidas cautelares personales sólo serán impuestas
cuando fueren absolutamente indispensables para asegurar la realización de los fines del procedimiento y sólo
durarán mientras subsistiere la necesidad de su aplicación. Estas medidas serán siempre decretadas por medio
de resolución judicial fundada. (Art. 122 CPP)

Firma de las resoluciones: Las resoluciones judiciales serán suscritas por el juez o por todos los miembros del
tribunal que las dictare. Si alguno de los jueces no pudiere firmar se dejará constancia del impedimento. No

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obstante lo anterior, bastará el registro de la audiencia respecto de las resoluciones que se dictaren en ella. (Art.
37 CPP)

Fiscalización del cumplimiento del deber de información: El fiscal y, en su caso, el juez, deberán cerciorarse
del cumplimiento de lo previsto en el artículo precedente. Si comprobaren que ello no hubiere ocurrido,
informarán de sus derechos al detenido y remitirán oficio, con los antecedentes respectivos, a la autoridad
competente, con el objeto de que aplique las sanciones disciplinarias correspondientes o inicie las
investigaciones penales que procedieren. (Art. 136 CPP)

Formas de inicio (de la investigación): La investigación de un hecho que revistiere caracteres de delito podrá
iniciarse de oficio por el ministerio público, por denuncia o por querella. (Art. 172 CPP)

Forma de interposición del recurso de apelación: El recurso de apelación deberá ser interpuesto por escrito,
con indicación de sus fundamentos y de las peticiones concretas que se formularen. (Art. 367 CPP)

Forma y contenido de la denuncia: La denuncia podrá formularse por cualquier medio y deberá contener la
identificación del denunciante, el señalamiento de su domicilio, la narración circunstanciada del hecho, la
designación de quienes lo hubieren cometido y de las personas que lo hubieren presenciado o que tuvieren
noticia de él, todo en cuanto le constare al denunciante.
En el caso de la denuncia verbal se levantará un registro en presencia del denunciante, quien lo firmará junto
con el funcionario que la recibiere. La denuncia escrita será firmada por el denunciante. En ambos casos, si el
denunciante no pudiere firmar, lo hará un tercero a su ruego. (Art. 174 CPP)

Forma de realizar las comunicaciones: Las comunicaciones señaladas en los artículos precedentes podrán
realizarse por cualquier medio idóneo, sin perjuicio del posterior envío de la documentación que fuere
pertinente. (Art. 21 CPP)

Formalidades de la solicitud de revisión. La solicitud se presentará ante la secretaría de la Corte Suprema;


deberá expresar con precisión su fundamento legal y acompañar copia fiel de la sentencia cuya anulación se
solicitare y los documentos que comprobaren los hechos en que se sustenta. Si la causal alegada fuere la de la
letra b) del artículo 473, la solicitud deberá indicar los medios con que se intentare probar que la persona
víctima del pretendido homicidio hubiere vivido después de la fecha en que la sentencia la supone fallecida; y
si fuere la de la letra d), indicará el hecho o el documento desconocido durante el proceso, expresará los
medios con que se pretendiere acreditar el hecho y se acompañará, en su caso, el documento o, si no fuere
posible, se manifestará al menos su naturaleza y el lugar y archivo en que se encuentra. La solicitud que no se
conformare a estas prescripciones o que adolezca de manifiesta falta de fundamento será rechazada de plano,
decisión que deberá tomarse por la unanimidad del tribunal. Apareciendo interpuesta en forma legal, se dará
traslado de la petición al fiscal, o al condenado, si el recurrente fuere el ministerio público; en seguida, se
mandará traer la causa en relación, y, vista en la forma ordinaria, se fallará sin más trámite. (Art. 475 CPP)

Formalización de la Investigación: La formalización de la investigación es la comunicación que el fiscal


efectúa al imputado, en presencia del juez de garantía, de que desarrolla actualmente una investigación en su
contra respecto de uno o más delitos determinados. (Art. 229 CPP)

Forzamiento de la acusación: Si el querellante particular se opusiere a la solicitud de sobreseimiento


formulada por el fiscal, el juez dispondrá que los antecedentes sean remitidos al fiscal regional, a objeto que
éste revise la decisión del fiscal a cargo de la causa. Si el fiscal regional, dentro de los tres días siguientes,
decidiere que el ministerio público formulará acusación, dispondrá simultáneamente si el caso habrá de
continuar a cargo del fiscal que hasta el momento lo hubiere conducido, o si designará uno distinto. En dicho
evento, la acusación del ministerio público deberá ser formulada dentro de los diez días siguientes, de
conformidad a las reglas generales. Por el contrario, si el fiscal regional, dentro del plazo de tres días de
recibidos los antecedentes, ratificare la decisión del fiscal a cargo del caso, el juez podrá disponer que la
acusación correspondiente sea formulada por el querellante, quien la habrá de sostener en lo sucesivo en los
mismos términos que este Código lo establece para el ministerio público, o bien procederá a decretar el
sobreseimiento correspondiente. En caso de que el fiscal hubiere comunicado la decisión a que se refiere la

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letra c) del artículo 248, el querellante podrá solicitar al juez que lo faculte para ejercer los derechos a que se
refiere el inciso anterior. La resolución que negare lugar a una de las solicitudes que el querellante formulare
de conformidad a este artículo será inapelable, sin perjuicio de los recursos que procedieren en contra de
aquélla que pusiere término al procedimiento. (Art. 258 CPP)

Función de la policía en el procedimiento penal: La Policía de Investigaciones de Chile será auxiliar del
ministerio público en las tareas de investigación y deberá llevar a cabo las diligencias necesarias para cumplir
los fines previstos en este Código, en especial en los artículos 180, 181 y 187, de conformidad a las instrucciones
que le dirigieren los fiscales. Tratándose de delitos que dependieren de instancia privada se estará a lo
dispuesto en los artículos 54 y 400 de este Código. Asimismo, le corresponderá ejecutar las medidas de
coerción que se decretaren. Carabineros de Chile, en el mismo carácter de auxiliar del ministerio público,
deberá desempeñar las funciones previstas en el inciso precedente cuando el fiscal a cargo del caso así lo
dispusiere. Sin perjuicio de lo previsto en los incisos anteriores, tratándose de la investigación de hechos
cometidos en el interior de establecimientos penales, el ministerio público también podrá impartir
instrucciones a Gendarmería de Chile, que actuará de conformidad a lo dispuesto en este Código. (Art. 79
CPP)

Funcionarios habilitados (para notificar): Las notificaciones de las resoluciones judiciales se realizarán por los
funcionarios del tribunal que hubiere expedido la resolución, que hubieren sido designados para cumplir esta
función por el juez presidente del comité de jueces, a propuesta del administrador del tribunal. El tribunal
podrá ordenar que una o más notificaciones determinadas se practicaren por otro ministro de fe o, en casos
calificados y por resolución fundada, por un agente de la policía. (Art. 24 CPP)

Fundamentación: Será obligación del tribunal fundamentar las resoluciones que dictare, con excepción de
aquellas que se pronunciaren sobre cuestiones de mero trámite. La fundamentación expresará sucintamente,
pero con precisión, los motivos de hecho y de derecho en que se basaren las decisiones tomadas. La simple
relación de los documentos del procedimiento o la mención de los medios de prueba o solicitudes de los
intervinientes no sustituirá en caso alguno la fundamentación. (Art. 36 CPP)

G
Gastos. Cuando fuere necesario efectuar un gasto cuyo pago correspondiere a los intervinientes, el tribunal
estimará su monto y dispondrá su consignación anticipada. En todo caso, el Estado soportará los gastos de los
intervinientes que gozaren del privilegio de pobreza. (Art. 51 CPP)

H
Hallazgo de un cadáver. Cuando hubiere motivo para sospechar que la muerte de una persona fuere el
resultado de un hecho punible, el fiscal procederá, antes de la inhumación del cadáver o inmediatamente
después de su exhumación, a practicar el reconocimiento e identificación del difunto y a ordenar la autopsia.
El cadáver podrá entregarse a los parientes del difunto o a quienes invocaren título o motivo suficiente, previa
autorización del fiscal, tan pronto la autopsia se hubiere practicado. (Art. 201 CPP)

Horario para el registro. El registro deberá hacerse en el tiempo que media entre las seis y las veintidós horas;
pero podrá verificarse fuera de estas horas en lugares de libre acceso público y que se encontraren abiertos
durante la noche. Asimismo, procederá en casos urgentes, cuando su ejecución no admitiere demora. En este
último evento, la resolución que autorizare la entrada y el registro deberá señalar expresamente el motivo de la
urgencia. (Art. 207 CPP)

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I
Improcedencia de inhabilitación de los peritos. Los peritos no podrán ser inhabilitados. No obstante, durante
la audiencia del juicio oral podrán dirigírseles preguntas orientadas a determinar su imparcialidad e
idoneidad, así como el rigor técnico o científico de sus conclusiones. Las partes o el tribunal podrán requerir al
perito información acerca de su remuneración y la adecuación de ésta a los montos usuales para el tipo de
trabajo realizado. (Art. 318 CPP)

Imposibilidad de cumplimiento (de una orden). El funcionario de la policía que, por cualquier causa, se
encontrare impedido de cumplir una orden que hubiere recibido del ministerio público o de la autoridad
judicial, pondrá inmediatamente esta circunstancia en conocimiento de quien la hubiere emitido y de su
superior jerárquico en la institución a que perteneciere. El fiscal o el juez que hubiere emitido la orden podrá
sugerir o disponer las modificaciones que estimare convenientes para su debido cumplimiento, o reiterar la
orden, si en su concepto no existiere imposibilidad. (Art. 82 CPP)

Improcedencia de la prueba testimonial (en la Revisión). No podrá probarse por testigos los hechos en que
se funda la solicitud de revisión. (Art. 476 CPP)

Improcedencia de la prisión preventiva. No se podrá ordenar la prisión preventiva: Cuando el delito


imputado estuviere sancionado únicamente con penas pecuniarias o privativas de derechos; Cuando se tratare
de delitos de acción privada, y Cuando el imputado se encontrare cumpliendo efectivamente una pena
privativa de libertad. Si por cualquier motivo fuere a cesar el cumplimiento efectivo de la pena y el fiscal o el
querellante estimaren necesaria la prisión preventiva o alguna de las medidas previstas en el Párrafo 6º, podrá
solicitarlas anticipadamente, de conformidad a las disposiciones de este Párrafo, a fin de que, si el tribunal
acogiere la solicitud, la medida se aplique al imputado en cuanto cese el cumplimiento efectivo de la pena, sin
solución de continuidad. Podrá en todo caso decretarse la prisión preventiva en los eventos previstos en el
inciso anterior, cuando el imputado hubiere incumplido alguna de las medidas cautelares previstas en el
Párrafo 6° de este Título o cuando el tribunal considerare que el imputado pudiere incumplir con su obligación
de permanecer en el lugar del juicio hasta su término y presentarse a los actos del procedimiento como a la
ejecución de la sentencia, inmediatamente que fuere requerido o citado de conformidad a los artículos 33 y 123.
Se decretará también la prisión preventiva del imputado que no asistiere a la audiencia del juicio oral,
resolución que se dictará en la misma audiencia, a petición del fiscal o del querellante. (Art. 141 CPP)

Improcedencia de recursos. La resolución que fallare un recurso de nulidad no será susceptible de recurso
alguno, sin perjuicio de la revisión de la sentencia condenatoria firme de que se trata en este Código. Tampoco
será susceptible de recurso alguno la sentencia que se dictare en el nuevo juicio que se realizare como
consecuencia de la resolución que hubiere acogido el recurso de nulidad. No obstante, si la sentencia fuere
condenatoria y la que se hubiere anulado hubiese sido absolutoria, procederá el recurso de nulidad en favor
del acusado, conforme a las reglas generales. (Art. 387 CPP)

Imputado enajenado mental. Cuando en el curso del procedimiento aparecieren antecedentes que permitieren
presumir la inimputabilidad por enajenación mental del imputado, el ministerio público o juez de garantía, de
oficio o a petición de parte, solicitará el informe psiquiátrico correspondiente, explicitando la conducta punible
que se investiga en relación a éste. El juez ordenará la suspensión del procedimiento hasta tanto no se remitiere
el informe requerido, sin perjuicio de continuarse respecto de los demás coimputados, si los hubiere. (Art. 458
CPP)

Imputado que cae en enajenación mental. Si, después de iniciado el procedimiento, el imputado cayere en
enajenación mental, el juez de garantía decretará, a petición del fiscal o de cualquiera de los intervinientes,
previo informe psiquiátrico, el sobreseimiento temporal del procedimiento hasta que desapareciere la

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incapacidad del imputado o el sobreseimiento definitivo si se tratare de una enajenación mental incurable. La
regla anterior sólo se aplicará cuando no procediere la terminación del procedimiento por cualquier otra causa.
Si en el momento de caer en enajenación el imputado se hubiere formalizado la investigación o se hubiere
deducido acusación en su contra, y se estimare que corresponde adoptar una medida de seguridad, se aplicará
lo dispuesto en el Párrafo 2º de este Título. (Art. 465 CPP)

Inadmisibilidad de la querella. La querella no será admitida a tramitación por el juez de garantía: Cuando
fuere presentada extemporáneamente, de acuerdo a lo establecido en el artículo 112; Cuando, habiéndose
otorgado por el juez de garantía un plazo de tres días para subsanar los defectos que presentare por falta de
alguno de los requisitos señalados en el artículo 113, el querellante no realizare las modificaciones pertinentes
dentro de dicho plazo; Cuando los hechos expuestos en ella no fueren constitutivos de delito; Cuando de los
antecedentes contenidos en ella apareciere de manifiesto que la responsabilidad penal del imputado se
encuentra extinguida. En este caso, la declaración de inadmisibilidad se realizará previa citación del ministerio
público, y Cuando se dedujere por persona no autorizada por la ley. (Art. 114 CPP)

Incapacidad para ser perito. No podrán desempeñar las funciones de peritos las personas a quienes la ley
reconociere la facultad de abstenerse de prestar declaración testimonial. (Art. 317 CPP)

Incautación de objetos y documentos. Los objetos y documentos relacionados con el hecho investigado, los
que pudieren ser objeto de la pena de comiso y aquéllos que pudieren servir como medios de prueba, serán
incautados, previa orden judicial librada a petición del fiscal, cuando la persona en cuyo poder se encontraren
no los entregare voluntariamente, o si el requerimiento de entrega voluntaria pudiere poner en peligro el éxito
de la investigación. Si los objetos y documentos se encontraren en poder de una persona distinta del imputado,
en lugar de ordenar la incautación, o bien con anterioridad a ello, el juez podrá apercibirla para que los
entregue. Regirán, en tal caso, los medios de coerción previstos para los testigos. Con todo, dicho
apercibimiento no podrá ordenarse respecto de las personas a quienes la ley reconoce la facultad de no prestar
declaración. Cuando existieren antecedentes que permitieren presumir suficientemente que los objetos y
documentos se encuentran en un lugar de aquéllos a que alude el artículo 205 se procederá de conformidad a
lo allí prescrito. (Art. 217 CPP)

Incidentes en la audiencia del juicio oral. Los incidentes promovidos en el transcurso de la audiencia del
juicio oral se resolverán inmediatamente por el tribunal. Las decisiones que recayeren sobre estos incidentes no
serán susceptibles de recurso alguno. (Art. 290 CPP)

Incidentes relacionados con la demanda y su contestación. Todos los incidentes y excepciones deducidos con
ocasión de la interposición o contestación de la demanda deberán resolverse durante la audiencia de
preparación del juicio oral, sin perjuicio de lo establecido en el artículo 270. (Art. 63 CPP)

Incumplimiento de la obligación de denunciar. Las personas indicadas en el artículo 175 que omitieren hacer
la denuncia que en él se prescribe incurrirán en la pena prevista en el artículo 494 del Código Penal, o en la
señalada en disposiciones especiales, en lo que correspondiere. La pena por el delito en cuestión no será
aplicable cuando apareciere que quien hubiere omitido formular la denuncia arriesgaba la persecución penal
propia, del cónyuge, de su conviviente o de ascendientes, descendientes o hermanos. (Art. 177 CPP)

Independencia de la acción civil respecto de la acción penal. La circunstancia de dictarse sentencia


absolutoria en materia penal no impedirá que se de lugar a la acción civil, si fuere legalmente procedente. (Art.
67 CPP)

Individualización del testigo. La declaración del testigo comenzará por el señalamiento de los antecedentes
relativos a su persona, en especial sus nombres y apellidos, edad, lugar de nacimiento, estado, profesión,
industria o empleo y residencia o domicilio, todo ello sin perjuicio de las excepciones contenidas en leyes
especiales. Si existiere motivo para temer que la indicación pública de su domicilio pudiere implicar peligro
para el testigo u otra persona, el presidente de la sala o el juez, en su caso, podrá autorizar al testigo a no
responder a dicha pregunta durante la audiencia. Si el testigo hiciere uso del derecho previsto en el inciso

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precedente, quedará prohibida la divulgación, en cualquier forma, de su identidad o de antecedentes que
condujeren a ella. El tribunal deberá decretar esta prohibición. La infracción a esta norma será sancionada con
la pena que establece el inciso segundo del artículo 240 del Código de Procedimiento Civil, tratándose de
quien proporcionare la información. En caso que la información fuere difundida por algún medio de
comunicación social, además se impondrá a su director una multa de diez a cincuenta ingresos mínimos
mensuales. (Art. 307 CPP)

Información al detenido. El funcionario público a cargo del procedimiento de detención deberá informar al
afectado acerca del motivo de la detención, al momento de practicarla. Asimismo, le informará acerca de los
derechos establecidos en los artículos 93, letras a), b) y g), y 94, letras f) y g), de este Código. Con todo, si, por
las circunstancias que rodearen la detención, no fuere posible proporcionar inmediatamente al detenido la
información prevista en este inciso, ella le será entregada por el encargado de la unidad policial a la cual fuere
conducido. Se dejará constancia en el libro de guardia del recinto policial del hecho de haberse proporcionado
la información, de la forma en que ello se hubiere realizado, del funcionario que la hubiere entregado y de las
personas que lo hubieren presenciado. La información de derechos prevista en el inciso anterior podrá
efectuarse verbalmente, o bien por escrito, si el detenido manifestare saber leer y encontrarse en condiciones de
hacerlo. En este último caso, se le entregará al detenido un documento que contenga una descripción clara de
esos derechos, cuyo texto y formato determinará el ministerio público. En los casos comprendidos en el
artículo 138, la información prevista en los incisos precedentes será entregada al afectado en el lugar en que la
detención se hiciere efectiva, sin perjuicio de la constancia respectiva en el libro de guardia. (Art. 135 CPP)

Información al ministerio público. Recibida una denuncia, la policía informará inmediatamente y por el
medio más expedito al ministerio público. Sin perjuicio de ello, procederá, cuando correspondiere, a realizar
las actuaciones previstas en el artículo precedente, respecto de las cuales se aplicará, asimismo, la obligación de
información inmediata. (Art. 84 CPP)

Información a personas que no hubieren intervenido en el procedimiento. En los casos a que se refiere el
inciso segundo del artículo 108, si ninguna de las personas enunciadas en ese precepto hubiere intervenido en
el procedimiento, el ministerio público informará sus resultados al cónyuge del ofendido por el delito o, en su
defecto, a alguno de los hijos u otra de esas personas. (Art. 110 CPP)

Información de la revisión en un nuevo juicio. Si el ministerio público resolviere formalizar investigación por
los mismos hechos sobre los cuales recayó la sentencia anulada, el fiscal acompañará en la audiencia respectiva
copia fiel del fallo que acogió la revisión solicitada. (Art. 480 CPP)

Información y protección a las víctimas. Será deber de los fiscales durante todo el procedimiento adoptar
medidas, o solicitarlas, en su caso, para proteger a las víctimas de los delitos; facilitar su intervención en el
mismo y evitar o disminuir al mínimo cualquier perturbación que hubieren de soportar con ocasión de los
trámites en que debieren intervenir. Los fiscales estarán obligados a realizar, entre otras, las siguientes
actividades a favor de la víctima: Entregarle información acerca del curso y resultado del procedimiento, de
sus derechos y de las actividades que debiere realizar para ejercerlos. Ordenar por sí mismos o solicitar al
tribunal, en su caso, las medidas destinadas a la protección de la víctima y su familia frente a probables
hostigamientos, amenazas o atentados. Informarle sobre su eventual derecho a indemnización y la forma de
impetrarlo, y remitir los antecedentes, cuando correspondiere, al organismo del Estado que tuviere a su cargo
la representación de la víctima en el ejercicio de las respectivas acciones civiles. Escuchar a la víctima antes de
solicitar o resolver la suspensión del procedimiento o su terminación por cualquier causa. Si la víctima hubiere
designado abogado, el ministerio público estará obligado a realizar también a su respecto las actividades
señaladas en las letras a) y d) precedentes. (Art. 78 CPP)

Ingreso de personas detenidas. Los encargados de los establecimientos penitenciarios no podrán aceptar el
ingreso de personas sino en virtud de órdenes judiciales. (Art. 133 CPP)

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Inhabilitación del juez de garantía. Planteada la inhabilitación del juez de garantía, quien debiere subrogarlo
conforme a la ley continuará conociendo de todos los trámites anteriores a la audiencia de preparación del
juicio oral, la que no se realizará hasta que se resolviere la inhabilitación. (Art. 75 CPP)

Inhabilitación de los jueces del tribunal del juicio oral. Las solicitudes de inhabilitación de los jueces del
tribunal de juicio oral deberán plantearse, a más tardar, dentro de los tres días siguientes a la notificación de la
resolución que fijare fecha para el juicio oral, y se resolverán con anterioridad al inicio de la respectiva
audiencia. Cuando los hechos que constituyeren la causal de implicancia o recusación llegaren a conocimiento
de la parte con posterioridad al vencimiento del plazo previsto en el inciso anterior y antes del inicio del juicio
oral, el incidente respectivo deberá ser promovido al iniciarse la audiencia del juicio oral. Con posterioridad al
inicio de la audiencia del juicio oral, no podrán deducirse incidentes relativos a la inhabilitación de los jueces
que integraren el tribunal. Con todo, si cualquiera de los jueces advirtiere un hecho nuevo constitutivo de
causal de inhabilidad, el tribunal podrá declararla de oficio. El tribunal continuará funcionando con exclusión
del o de los miembros inhabilitados, si éstos pudieren ser reemplazados de inmediato en virtud de lo
dispuesto en el inciso quinto del artículo 281, o si continuare integrado por, a lo menos, dos jueces que
hubieren concurrido a toda la audiencia. En este último caso, deberán alcanzar unanimidad para pronunciar la
sentencia definitiva. Si no se cumpliere alguna de estas condiciones, se anulará todo lo obrado en el juicio oral.
(Art. 76 CPP)

Inicio del procedimiento (delito de acción privada). El procedimiento comenzará sólo con la interposición de
la querella por la persona habilitada para promover la acción penal, ante el juez de garantía competente. Este
escrito deberá cumplir con los requisitos de los artículos 113 y 261, en lo que no fuere contrario a lo dispuesto
en este Título. El querellante deberá acompañar una copia de la querella por cada querellado a quien la misma
debiere ser notificada. En la misma querella se podrá solicitar al juez la realización de determinadas diligencias
destinadas a precisar los hechos que configuran el delito de acción privada. Ejecutadas las diligencias, el
tribunal citará a las partes a la audiencia a que se refiere el artículo 403. (Art. 400 CPP)

Instrucciones generales. Sin perjuicio de las instrucciones particulares que el fiscal impartiere en cada caso, el
ministerio público regulará mediante instrucciones generales la forma en que la policía cumplirá las funciones
previstas en los artículos 83 y 85, así como la forma de proceder frente a hechos de los que tomare
conocimiento y respecto de los cuales los datos obtenidos fueren insuficientes para estimar si son constitutivos
de delito. Asimismo, podrá impartir instrucciones generales relativas a la realización de diligencias inmediatas
para la investigación de determinados delitos. (Art. 87 CPP)

Instrucciones necesarias para el trabajo de los peritos. Durante la etapa de investigación o en la audiencia de
preparación del juicio oral, los intervinientes podrán solicitar del juez de garantía que dicte las instrucciones
necesarias para que sus peritos puedan acceder a examinar los objetos, documentos o lugares a que se refiriere
su pericia o para cualquier otro fin pertinente. El juez de garantía accederá a la solicitud, a menos que,
presentada durante la etapa de investigación, considerare necesario postergarla para proteger el éxito de ésta.
(Art. 320 CPP)

Interceptación de comunicaciones telefónicas. Cuando existieren fundadas sospechas, basadas en hechos


determinados, de que una persona hubiere cometido o participado en la preparación o comisión, o que ella
preparare actualmente la comisión o participación en un hecho punible que mereciere pena de crimen, y la
investigación lo hiciere imprescindible, el juez de garantía, a petición del ministerio público, podrá ordenar la
interceptación y grabación de sus comunicaciones telefónicas o de otras formas de telecomunicación. La orden
a que se refiere el inciso precedente sólo podrá afectar al imputado o a personas respecto de las cuales
existieren sospechas fundadas, basadas en hechos determinados, de que ellas sirven de intermediarias de
dichas comunicaciones y, asimismo, de aquéllas que facilitaren sus medios de comunicación al imputado o sus
intermediarios. No se podrán interceptar las comunicaciones entre el imputado y su abogado, a menos que el
juez de garantía lo ordenare, por estimar fundadamente, sobre la base de antecedentes de los que dejará
constancia en la respectiva resolución, que el abogado pudiere tener responsabilidad penal en los hechos
investigados. La orden que dispusiere la interceptación y grabación deberá indicar circunstanciadamente el
nombre y dirección del afectado por la medida y señalar la forma de la interceptación y la duración de la
misma, que no podrá exceder de sesenta días. El juez podrá prorrogar este plazo por períodos de hasta igual

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 66


duración, para lo cual deberá examinar cada vez la concurrencia de los requisitos previstos en los incisos
precedentes. Las empresas telefónicas y de comunicaciones deberán dar cumplimiento a esta medida,
proporcionando a los funcionarios encargados de la diligencia las facilidades necesarias para que se lleve a
cabo con la oportunidad con que se requiera. Con este objetivo los proveedores de tales servicios deberán
mantener, en carácter reservado, a disposición del Ministerio Público, un listado actualizado de sus rangos
autorizados de direcciones IP y un registro, no inferior a seis meses, de los números IP de las conexiones que
realicen sus abonados. La negativa o entorpecimiento a la práctica de la medida de interceptación y grabación
será constitutiva del delito de desacato. Asimismo, los encargados de realizar la diligencia y los empleados de
las empresas mencionadas en este inciso deberán guardar secreto acerca de la misma, salvo que se les citare
como testigos al procedimiento. Si las sospechas tenidas en consideración para ordenar la medida se disiparen
o hubiere transcurrido el plazo de duración fijado para la misma, ella deberá ser interrumpida
inmediatamente. (Art. 222 CPP)

Internación provisional del imputado. Durante el procedimiento el tribunal podrá ordenar, a petición de
alguno de los intervinientes, la internación provisional del imputado en un establecimiento asistencial, cuando
concurrieren los requisitos señalados en los artículos 140 y 141, y el informe psiquiátrico practicado al
imputado señalare que éste sufre una grave alteración o insuficiencia en sus facultades mentales que hicieren
temer que atentará contra sí o contra otras personas. Se aplicarán, en lo que fueren pertinentes, las normas
contenidas en los párrafos 4º, 5º y 6º del Título V del Libro Primero. (Art.464 CPP)

Intervención previa del juez de garantía (en el procedimiento abreviado). Antes de resolver la solicitud del
fiscal, el juez de garantía consultará al acusado a fin de asegurarse que éste ha prestado su conformidad al
procedimiento abreviado en forma libre y voluntaria, que conociere su derecho a exigir un juicio oral, que
entendiere los términos del acuerdo y las consecuencias que éste pudiere significarle y, especialmente, que no
hubiere sido objeto de coacciones ni presiones indebidas por parte del fiscal o de terceros. (Art. 409 CPP)

Intervinientes. Para los efectos regulados en este Código, se considerará intervinientes en el procedimiento al
fiscal, al imputado, al defensor, a la víctima y al querellante, desde que realizaren cualquier actuación procesal
o desde el momento en que la ley les permitiere ejercer facultades determinadas. (Art. 12 CPP)

Intervinientes (en la etapa de ejecución). Durante la ejecución de la pena o de la medida de seguridad, sólo
podrán intervenir ante el competente juez de garantía el ministerio público, el imputado y su defensor. El
condenado o el curador, en su caso, podrán ejercer durante la ejecución de la pena o medida de seguridad
todos los derechos y facultades que la normativa penal y penitenciaria le otorgare. (Art. 466 CPP)

Investigación de los fiscales. Los fiscales dirigirán la investigación y podrán realizar por sí mismos o
encomendar a la policía todas las diligencias de investigación que consideraren conducentes al esclarecimiento
de los hechos. Sin perjuicio de lo dispuesto en el Párrafo 1º de este Título, dentro de las veinticuatro horas
siguientes a que tomare conocimiento de la existencia de un hecho que revistiere caracteres de delito de acción
penal pública por alguno de los medios previstos en la ley, el fiscal deberá proceder a la práctica de todas
aquellas diligencias pertinentes y útiles al esclarecimiento y averiguación del mismo, de las circunstancias
relevantes para la aplicación de la ley penal, de los partícipes del hecho y de las circunstancias que sirvieren
para verificar su responsabilidad. Asimismo, deberá impedir que el hecho denunciado produzca
consecuencias ulteriores. Los fiscales podrán exigir información de toda persona o funcionario público, los que
no podrán excusarse de proporcionarla, salvo en los casos expresamente exceptuados por la ley. Los notarios,
archiveros y conservadores de bienes raíces, y demás organismos, autoridades y funcionarios públicos,
deberán realizar las actuaciones y diligencias y otorgar los informes, antecedentes y copias de instrumentos
que los fiscales les solicitaren, en forma gratuita y exentos de toda clase de derechos e impuestos. (Art. 180
CPP)

Inventario y custodia. De toda diligencia de incautación se levantará inventario, conforme a las reglas
generales. El encargado de la diligencia otorgará al imputado o a la persona que los hubiere tenido en su poder
un recibo detallado de los objetos y documentos incautados. Los objetos y documentos incautados serán
inventariados y sellados y se pondrán bajo custodia del ministerio público en los términos del artículo 188.
(Art. 221 CPP)

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J

Juez de garantía competente. El juez de garantía llamado por la ley a conocer las gestiones a que de lugar el
respectivo procedimiento se pronunciará sobre las autorizaciones judiciales previas que solicitare el ministerio
público para realizar actuaciones que privaren, restringieren o perturbaren el ejercicio de derechos asegurados
por la Constitución. Si la detención se practicare en un lugar que se encontrare fuera del territorio
jurisdiccional del juez que hubiere emitido la orden, será también competente para conocer de la audiencia
judicial del detenido el juez de garantía del lugar donde se hubiere practicado la detención, cuando la orden
respectiva hubiere emanado de un juez con competencia en una ciudad asiento de Corte de Apelaciones
diversa. Cuando en la audiencia judicial se decretare la prisión preventiva del imputado, el juez deberá
ordenar su traslado inmediato al establecimiento penitenciario del territorio jurisdiccional del juez del
procedimiento. Lo previsto en este inciso no tendrá aplicación cuando la orden de detención emanare de un
juez de garantía de la Región Metropolitana y ésta se practicare dentro del territorio de la misma, caso en el
cual la primera audiencia judicial siempre deberá realizarse ante el juzgado naturalmente competente. En los
demás casos, cuando debieren efectuarse actuaciones fuera del territorio jurisdiccional del juzgado de garantía
y se tratare de diligencias u órdenes urgentes, el Ministerio Público también podrá pedir la autorización
directamente al juez de garantía del lugar. Una vez realizada la diligencia o cumplida la orden, el Ministerio
Público dará cuenta a la brevedad al juez de garantía del procedimiento. (Art. 70 CPP)

Juez, fiscal judicial o fiscal detenido in fraganti (querella de capítulos). Si un juez, un fiscal judicial o un
fiscal del ministerio público fuere detenido por habérsele sorprendido en delito flagrante, el fiscal lo pondrá
inmediatamente a disposición de la Corte de Apelaciones respectiva. Asimismo, remitirá la copia del registro
de las diligencias que se hubieren practicado y que fueren conducentes para resolver el asunto. (Art. 426 CPP)

Juez natural. Nadie podrá ser juzgado por comisiones especiales, sino por el tribunal que señalare la ley y que
se hallare establecido por ésta con anterioridad a la perpetración del hecho. (Art. 2 CPP)

Juicio inmediato. En la audiencia de formalización de la investigación, el fiscal podrá solicitar al juez que la
causa pase directamente a juicio oral. Si el juez acogiere dicha solicitud, en la misma audiencia el fiscal deberá
formular verbalmente su acusación y ofrecer prueba. También en la audiencia el querellante podrá adherirse a
la acusación del fiscal o acusar particularmente y deberá indicar las pruebas de que pensare valerse en el juicio.
El imputado podrá realizar las alegaciones que correspondieren y ofrecer, a su turno, prueba. Al término de la
audiencia, el juez dictará auto de apertura del juicio oral. No obstante, podrá suspender la audiencia y
postergar esta resolución, otorgando al imputado un plazo no menor de quince ni mayor de treinta días,
dependiendo de la naturaleza del delito, para plantear sus solicitudes de prueba. Las resoluciones que el juez
dictare en conformidad a lo dispuesto en este artículo no serán susceptibles de recurso alguno. (Art. 235 CPP)

Juicio previo y única persecución. Ninguna persona podrá ser condenada o penada, ni sometida a una de las
medidas de seguridad establecidas en este Código, sino en virtud de una sentencia fundada, dictada por un
tribunal imparcial. Toda persona tiene derecho a un juicio previo, oral y público, desarrollado en conformidad
con las normas de este cuerpo legal. La persona condenada, absuelta o sobreseída definitivamente por
sentencia ejecutoriada, no podrá ser sometida a un nuevo procedimiento penal por el mismo hecho. (Art. 1
CPP)

Juramento o promesa. Todo testigo, antes de comenzar su declaración, prestará juramento o promesa de decir
verdad sobre lo que se le preguntare, sin ocultar ni añadir nada de lo que pudiere conducir al esclarecimiento
de los hechos. No se tomará juramento o promesa a los testigos menores de dieciocho años, ni a aquéllos de
quienes el tribunal sospechare que pudieren haber tomado parte en los hechos investigados. Se hará constar en
el registro la omisión del juramento o promesa y las causas de ello. El tribunal, si lo estimare necesario,
instruirá al testigo acerca del sentido del juramento o promesa y de su obligación de ser veraz, así como de las
penas con las cuales la ley castiga el delito de falso testimonio en causa criminal. (Art. 306 CPP)

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Juicio Oral: Es aquella fase del procedimiento ordinario penal que se realiza en una o más audiencias
continuas, concentradas, orales y públicas, ante un tribunal colegiado integrado por tres jueces que conocerán
directamente la acusación, la defensa y las pruebas. El juicio es la fase esencial del proceso. Se realizará sobre la
base de la acusación, en forma oral, pública, contradictoria y concentrada. (Arts. 281 y siguientes CPP)

Lectura o exhibición de documentos, objetos y otros medios. Los documentos serán leídos y exhibidos en el
debate, con indicación de su origen. Los objetos que constituyeren evidencia deberán ser exhibidos y podrán
ser examinados por las partes. Las grabaciones, los elementos de prueba audiovisuales, computacionales o
cualquier otro de carácter electrónico apto para producir fe, se reproducirán en la audiencia por cualquier
medio idóneo para su percepción por los asistentes. El tribunal podrá autorizar, con acuerdo de las partes, la
lectura o reproducción parcial o resumida de los medios de prueba mencionados, cuando ello pareciere
conveniente y se asegurare el conocimiento de su contenido. Todos estos medios podrán ser exhibidos al
acusado, a los peritos o testigos durante sus declaraciones, para que los reconocieren o se refirieren a su
conocimiento de ellos. (Art. 333 CPP)

Lectura para apoyo de memoria en la audiencia del juicio oral. Sólo una vez que el acusado o el testigo
hubieren prestado declaración, se podrá leer en el interrogatorio parte o partes de sus declaraciones anteriores
prestadas ante el fiscal, el abogado asistente del fiscal, en su caso, o el juez de garantía, cuando fuere necesario
para ayudar la memoria del respectivo acusado o testigo, para demostrar o superar contradicciones o para
solicitar las aclaraciones pertinentes. Con los mismos objetivos, se podrá leer durante la declaración de un
perito partes del informe que él hubiere elaborado. (Art. 332 CPP)

Legalidad de las medidas privativas o restrictivas de libertad. No se podrá citar, arrestar, detener, someter a
prisión preventiva ni aplicar cualquier otra forma de privación o restricción de libertad a ninguna persona,
sino en los casos y en la forma señalados por la Constitución y las leyes. Las disposiciones de este Código que
autorizan la restricción de la libertad o de otros derechos del imputado o del ejercicio de alguna de sus
facultades serán interpretadas restrictivamente y no se podrán aplicar por analogía. (Art. 5 CPP)

Lesiones corporales. Toda persona a cuyo cargo se encontrare un hospital u otro establecimiento de salud
semejante, fuere público o privado, dará en el acto cuenta al fiscal de la entrada de cualquier individuo que
tuviere lesiones corporales de significación, indicando brevemente el estado del paciente y la exposición que
hicieren la o las personas que lo hubieren conducido acerca del origen de dichas lesiones y del lugar y estado
en que se le hubiere encontrado. La denuncia deberá consignar el estado del paciente, describir los signos
externos de las lesiones e incluir las exposiciones que hicieren el afectado o las personas que lo hubieren
conducido. En ausencia del jefe del establecimiento, dará cuenta el que lo subrogare en el momento del ingreso
del lesionado. El incumplimiento de la obligación prevista en este artículo se castigará con la pena que prevé el
artículo 494 del Código Penal. (Art. 200 CPP)

Levantamiento del cadáver. En los casos de muerte en la vía pública, y sin perjuicio de las facultades que
corresponden a los órganos encargados de la persecución penal, la descripción a que se refiere el artículo 181 y
la orden de levantamiento del cadáver podrán ser realizadas por el jefe de la unidad policial correspondiente,
en forma personal o por intermedio de un funcionario de su dependencia, quien dejará registro de lo obrado,
en conformidad a las normas generales de este Código. (Art. 90 CPP)

Límites temporales de la prisión preventiva. El tribunal, de oficio o a petición de cualquiera de los


intervinientes, decretará la terminación de la prisión preventiva cuando no subsistieren los motivos que la
hubieren justificado. En todo caso, cuando la duración de la prisión preventiva hubiere alcanzado la mitad de

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la pena privativa de libertad que se pudiere esperar en el evento de dictarse sentencia condenatoria, o de la
que se hubiere impuesto existiendo recursos pendientes, el tribunal citará de oficio a una audiencia, con el fin
de considerar su cesación o prolongación. (Art. 152 CPP)

Libertad de prueba. Todos los hechos y circunstancias pertinentes para la adecuada solución del caso
sometido a enjuiciamiento podrán ser probados por cualquier medio producido e incorporado en conformidad
a la ley. (Art. 295 CPP)

Medidas Cautelares: Son aquellas medidas restrictivas que a solicitud del fiscal o querellante, el Juez de
Garantía puede aplicar sobre la persona o bienes del imputado, con el objeto de asegurar los fines del
procedimiento. (Arts. 122 a 158 CPP)

Medidas de vigilancia. Aun antes de que el juez de garantía dictare la orden de entrada y registro de que trata
el artículo 208, el fiscal podrá disponer las medidas de vigilancia que estimare convenientes para evitar la fuga
del imputado o la substracción de documentos o cosas que constituyeren el objeto de la diligencia. (Art. 213
CPP)

Medios de prueba no regulados expresamente. Podrán admitirse como pruebas películas cinematográficas,
fotografías, fonografías, videograbaciones y otros sistemas de reproducción de la imagen o del sonido,
versiones taquigráficas y, en general, cualquier medio apto para producir fe. El tribunal determinará la forma
de su incorporación al procedimiento, adecuándola, en lo posible, al medio de prueba más análogo. (Art. 323
CPP)

Métodos de interrogación. En sus interrogatorios, las partes que hubieren presentado a un testigo o perito no
podrán formular sus preguntas de tal manera que ellas sugirieren la respuesta. Durante el
contrainterrogatorio, las partes podrán confrontar al perito o testigo con sus propios dichos u otras versiones
de los hechos presentadas en el juicio. En ningún caso se admitirán preguntas engañosas, aquéllas destinadas
a coaccionar ilegítimamente al testigo o perito, ni las que fueren formuladas en términos poco claros para ellos.
Estas normas se aplicarán al imputado cuando se allanare a prestar declaración. (Art. 330 CPP)

Métodos prohibidos. Queda absolutamente prohibido todo método de investigación o de interrogación que
menoscabe o coarte la libertad del imputado para declarar. En consecuencia, no podrá ser sometido a ninguna
clase de coacción, amenaza o promesa. Sólo se admitirá la promesa de una ventaja que estuviere expresamente
prevista en la ley penal o procesal penal. Se prohíbe, en consecuencia, todo método que afecte la memoria o la
capacidad de comprensión y de dirección de los actos del imputado, en especial cualquier forma de maltrato,
amenaza, violencia corporal o psíquica, tortura, engaño, o la administración de psicofármacos y la hipnosis.
Las prohibiciones previstas en este artículo rigen aun para el evento de que el imputado consintiere en la
utilización de alguno de los métodos vedados. (Art. 195 CPP)

Modificación y revocación de la resolución sobre la prisión preventiva. La resolución que ordenare o


rechazare la prisión preventiva será modificable de oficio o a petición de cualquiera de los intervinientes, en
cualquier estado del procedimiento. Cuando el imputado solicitare la revocación de la prisión preventiva el
tribunal podrá rechazarla de plano; asimismo, podrá citar a todos los intervinientes a una audiencia, con el fin
de abrir debate sobre la subsistencia de los requisitos que autorizan la medida. Si la prisión preventiva hubiere
sido rechazada, ella podrá ser decretada con posterioridad en una audiencia, cuando existieren otros
antecedentes que, a juicio del tribunal, justificaren discutir nuevamente su procedencia. (Art. 144 CPP)

Motivos absolutos de nulidad. El juicio y la sentencia serán siempre anulados: Cuando la sentencia hubiere
sido pronunciada por un tribunal incompetente, o no integrado por los jueces designados por la ley; cuando
hubiere sido pronunciada por un juez de garantía o con la concurrencia de un juez de tribunal de juicio oral en

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 70


lo penal legalmente implicado, o cuya recusación estuviere pendiente o hubiere sido declarada por tribunal
competente; y cuando hubiere sido acordada por un menor número de votos o pronunciada por menor
número de jueces que el requerido por la ley, o con concurrencia de jueces que no hubieren asistido al juicio;
Cuando la audiencia del juicio oral hubiere tenido lugar en ausencia de alguna de las personas cuya presencia
continuada exigen, bajo sanción de nulidad, los artículos 284 y 286; Cuando al defensor se le hubiere impedido
ejercer las facultades que la ley le otorga; Cuando en el juicio oral hubieren sido violadas las disposiciones
establecidas por la ley sobre publicidad y continuidad del juicio; Cuando, en la sentencia, se hubiere omitido
alguno de los requisitos previstos en el artículo 342, letras c), d) o e); Cuando la sentencia se hubiere dictado
con infracción de lo prescrito en el artículo 341, y Cuando la sentencia hubiere sido dictada en oposición a otra
sentencia criminal pasada en autoridad de cosa juzgada. (Art. 374 CPP)

Multiplicidad de imputados en un mismo procedimiento (de extradición activa). Si el procedimiento


comprendiere a un imputado que se encontrare en el extranjero y a otros imputados presentes, se observarán
las disposiciones anteriores en cuanto al primero y, sin perjuicio de su cumplimiento, se proseguirá sin
interrupción en contra de los segundos. (Art. 439 CPP)

Normas aplicables a la ejecución de sentencias penales. La ejecución de las sentencias penales se efectuará de
acuerdo con las normas de este Párrafo y con las establecidas por el Código Penal y demás leyes especiales.
(Art. 467 CPP)

Normas aplicables a las notificaciones. En lo no previsto en este párrafo, las notificaciones que hubieren de
practicarse a los intervinientes en el procedimiento penal se regirán por las normas contempladas en el Título
VI del Libro I del Código de Procedimiento Civil. (Art. 32 CPP)

Normas aplicables en el procedimiento abreviado. Se aplicarán al procedimiento abreviado las disposiciones


consignadas en este Título, y en lo no previsto en él, las normas comunes previstas en este Código y las
disposiciones del procedimiento ordinario. (Art. 415 CPP)

Normas supletorias (en el simplificado). El procedimiento simplificado se regirá por las normas de este
Título y, en lo que éste no proveyere, supletoriamente por las del Libro Segundo de este Código, en cuanto se
adecuen a su brevedad y simpleza. (Art. 389 CPP)

Normas supletorias (en delitos acción privada). En lo que no proveyere este título, el procedimiento por
delito de acción privada se regirá por las normas del Título I del Libro Cuarto, con excepción del artículo 398.
(Art. 405 CPP)

Notificación al afectado por la interceptación. La medida de interceptación será notificada al afectado por la
misma con posterioridad a su realización, en cuanto el objeto de la investigación lo permitiere, y en la medida
que ello no pusiere en peligro la vida o la integridad corporal de terceras personas. En lo demás regirá lo
previsto en el artículo 182. (Art. 224 CPP)

Notificación a otros intervinientes. Cuando un interviniente en el procedimiento contare con defensor o


mandatario constituido en él, las notificaciones deberán ser hechas solamente a éste, salvo que la ley o el
tribunal dispusiere que también se notifique directamente a aquél. (Art. 28 CPP)

Notificaciones al imputado privado de libertad. Las notificaciones que debieren realizarse al imputado
privado de libertad se le harán en persona en el establecimiento o recinto en que permaneciere, aunque éste se
hallare fuera del territorio jurisdiccional del tribunal, mediante la entrega, por un funcionario del
establecimiento y bajo la responsabilidad del jefe del mismo, del texto de la resolución respectiva. Al efecto, el

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tribunal podrá remitir dichas resoluciones, así como cualquier otro antecedente que considerare relevante, por
cualquier medio de comunicación idóneo, tales como fax, correo electrónico u otro. Si la persona a quien se
debiere notificar no supiere o no pudiere leer, la resolución le será leída por el funcionario encargado de
notificarla. No obstante lo dispuesto en el inciso primero, el tribunal, podrá disponer, por resolución fundada y
de manera excepcional, que la notificación de determinadas resoluciones al imputado privado de libertad sea
practicada en el recinto en que funcione. (Art. 29 CPP)

Notificación al ministerio público. El ministerio público será notificado en sus oficinas, para lo cual deberá
indicar su domicilio dentro de los límites urbanos de la ciudad en que funcionare el tribunal e informar a éste
de cualquier cambio del mismo. (Art. 27 CPP)

Notificaciones de las resoluciones en las audiencias judiciales. Las resoluciones pronunciadas durante las
audiencias judiciales se entenderán notificadas a los intervinientes en el procedimiento que hubieren asistido
o debido asistir a las mismas. De estas notificaciones se dejará constancia en el estado diario, pero su omisión
no invalidará la notificación. Los interesados podrán pedir copias de los registros en que constaren estas
resoluciones, las que se expedirán sin demora. (Art. 30 CPP)

Nuevo plazo. El que, por un hecho que no le fuere imputable, por defecto en la notificación, por fuerza mayor
o por caso fortuito, se hubiere visto impedido de ejercer un derecho o desarrollar una actividad dentro del
plazo establecido por la ley, podrá solicitar al tribunal un nuevo plazo, que le podrá ser otorgado por el mismo
período. Dicha solicitud deberá formularse dentro de los cinco días siguientes a aquél en que hubiere cesado el
impedimento. (Art. 17 CPP)

Nuevo plazo para presentar prueba (en la Audiencia Intermedia). Cuando, al término de la audiencia, el juez
de garantía comprobare que el acusado no hubiere ofrecido oportunamente prueba por causas que no le fueren
imputables, podrá suspender la audiencia hasta por un plazo de diez días. (Art. 278 CPP)

Nulidad de las actuaciones delegadas. La delegación de funciones en empleados subalternos para realizar
actuaciones en que las leyes requirieren la intervención del juez producirá la nulidad de las mismas. (Art. 35
CPP)

Nulidad de la sentencia. La Corte podrá invalidar sólo la sentencia y dictar, sin nueva audiencia pero
separadamente, la sentencia de reemplazo que se conformare a la ley, si la causal de nulidad no se refiriere a
formalidades del juicio ni a los hechos y circunstancias que se hubieren dado por probados, sino se debiere a
que el fallo hubiere calificado de delito un hecho que la ley no considerare tal, aplicado una pena cuando no
procediere aplicar pena alguna, o impuesto una superior a la que legalmente correspondiere. La sentencia de
reemplazo reproducirá las consideraciones de hecho, los fundamentos de derecho y las decisiones de la
resolución anulada, que no se refieran a los puntos que hubieren sido objeto del recurso o que fueren
incompatibles con la resolución recaída en él, tal como se hubieren dado por establecidos en el fallo recurrido.
(Art. 385 CPP)

Nulidad del juicio oral y de la sentencia. Salvo los casos mencionados en el artículo 385, si la Corte acogiere el
recurso anulará la sentencia y el juicio oral, determinará el estado en que hubiere de quedar el procedimiento y
ordenará la remisión de los autos al tribunal no inhabilitado que correspondiere, para que éste disponga la
realización de un nuevo juicio oral. No será obstáculo para que se ordene efectuar un nuevo juicio oral la
circunstancia de haberse dado lugar al recurso por un vicio o defecto cometido en el pronunciamiento mismo
de la sentencia. (Art. 386 CPP)

Nulidad de oficio. Si el tribunal estimare haberse producido un acto viciado y la nulidad no se hubiere
saneado aún, lo pondrá en conocimiento del interviniente en el procedimiento a quien estimare que la nulidad
le ocasiona un perjuicio, a fin de que proceda como creyere conveniente a sus derechos, a menos de que se
tratare de una nulidad de las previstas en el artículo 160, caso en el cual podrá declararla de oficio. (Art. 163
CPP)

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O

Objeto de la querella de capítulos. La querella de capítulos tiene por objeto hacer efectiva la responsabilidad
criminal de los jueces, fiscales judiciales y fiscales del ministerio público por actos que hubieren ejecutado en el
ejercicio de sus funciones e importaren una infracción penada por la ley. (Art. 424 CPP)

Objetos, documentos e instrumentos. Los objetos, documentos e instrumentos de cualquier clase que
parecieren haber servido o haber estado destinados a la comisión del hecho investigado, o los que de él
provinieren, o los que pudieren servir como medios de prueba, así como los que se encontraren en el sitio del
suceso a que se refiere la letra c) del artículo 83, serán recogidos, identificados y conservados bajo sello. En
todo caso, se levantará un registro de la diligencia, de acuerdo con las normas generales. Si los objetos,
documentos e instrumentos se encontraren en poder del imputado o de otra persona, se procederá a su
incautación, de conformidad a lo dispuesto en este Título. Con todo, tratándose de objetos, documentos e
instrumentos que fueren hallados en poder del imputado respecto de quien se practicare detención en ejercicio
de la facultad prevista en el artículo 83 letra b) o se encontraren en el sitio del suceso, se podrá proceder a su
incautación en forma inmediata. (Art. 187 CPP)

Objetos y documentos no relacionados con el hecho investigado. Si durante la práctica de la diligencia de


registro se descubriere objetos o documentos que permitieren sospechar la existencia de un hecho punible
distinto del que constituyere la materia del procedimiento en que la orden respectiva se hubiere librado,
podrán proceder a su incautación previa orden judicial. Dichos objetos o documentos serán conservados por el
fiscal. (Art. 215 CPP)

Objetos y documentos no sometidos a incautación. No podrá disponerse la incautación, ni la entrega bajo el


apercibimiento previsto en el inciso segundo del artículo 217: De las comunicaciones entre el imputado y las
personas que pudieren abstenerse de declarar como testigos por razón de parentesco o en virtud de lo
prescrito en el artículo 303; De las notas que hubieren tomado las personas mencionadas en la letra a)
precedente, sobre comunicaciones confiadas por el imputado, o sobre cualquier circunstancia a la que se
extendiere la facultad de abstenerse de prestar declaración, y De otros objetos o documentos, incluso los
resultados de exámenes o diagnósticos relativos a la salud del imputado, a los cuales se extendiere
naturalmente la facultad de abstenerse de prestar declaración. Las limitaciones previstas en este artículo sólo
regirán cuando las comunicaciones, notas, objetos o documentos se encontraren en poder de las personas a
quienes la ley reconoce la facultad de no prestar declaración; tratándose de las personas mencionadas en el
artículo 303, la limitación se extenderá a las oficinas o establecimientos en los cuales ellas ejercieren su
profesión o actividad. Asimismo, estas limitaciones no regirán cuando las personas facultadas para no prestar
testimonio fueren imputadas por el hecho investigado o cuando se tratare de objetos y documentos que
pudieren caer en comiso, por provenir de un hecho punible o haber servido, en general, a la comisión de un
hecho punible. En caso de duda acerca de la procedencia de la incautación, el juez podrá ordenarla por
resolución fundada. Los objetos y documentos así incautados serán puestos a disposición del juez, sin previo
examen del fiscal o de la policía, quien decidirá, a la vista de ellos, acerca de la legalidad de la medida. Si el
juez estimare que los objetos y documentos incautados se encuentran entre aquéllos mencionados en este
artículo, ordenará su inmediata devolución a la persona respectiva. En caso contrario, hará entrega de los
mismos al fiscal, para los fines que éste estimare convenientes. Si en cualquier momento del procedimiento se
constatare que los objetos y documentos incautados se encuentran entre aquéllos comprendidos en este
artículo, ellos no podrán ser valorados como medios de prueba en la etapa procesal correspondiente. (Art. 220
CPP)

Obligación de cumplimiento e información. El tribunal, los fiscales y los funcionarios policiales dejarán
constancia en los respectivos registros, conforme al avance del procedimiento, de haber cumplido las normas
legales que establecen los derechos y garantías del imputado. (Art. 97 CPP)

Ofrecimiento y producción de pruebas (en la extradición pasiva). Si el Estado requirente y el imputado


quisieren rendir prueba testimonial, pericial o documental, la deberán ofrecer con a lo menos tres días de

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 73


anticipación a la audiencia, individualizando a los testigos, si los hubiere, en la solicitud que presentaren. Esta
prueba se producirá en la audiencia a que se refiere el artículo 448. (Art. 444 CPP)

Oportunidad de la citación judicial. Cuando fuere necesaria la presencia del imputado ante el tribunal, éste
dispondrá su citación, de acuerdo con lo previsto en el artículo 33. (Art. 123 CPP)

Oportunidad de la formalización de la investigación. El fiscal podrá formalizar la investigación cuando


considerare oportuno formalizar el procedimiento por medio de la intervención judicial. Cuando el fiscal
debiere requerir la intervención judicial para la práctica de determinadas diligencias de investigación, la
recepción anticipada de prueba o la resolución sobre medidas cautelares, estará obligado a formalizar la
investigación, a menos que lo hubiere realizado previamente. Exceptúanse los casos expresamente señalados
en la ley. (Art. 230 CPP)

Oportunidad para interponer la demanda civil. La demanda civil en el procedimiento penal deberá
interponerse en la oportunidad prevista en el artículo 261, por escrito y cumpliendo con los requisitos exigidos
por el artículo 254 del Código de Procedimiento Civil. La demanda civil del querellante deberá deducirse
conjuntamente con su escrito de adhesión o acusación. La demanda civil deberá contener la indicación de los
medios de prueba, en los mismos términos expresados en el artículo 259. (Art. 60 CPP)

Oportunidad para la recepción de la prueba (en el juicio oral). La prueba que hubiere de servir de base a la
sentencia deberá rendirse durante la audiencia del juicio oral, salvas las excepciones expresamente previstas en
la ley. En estos últimos casos, la prueba deberá ser incorporada en la forma establecida en el Párrafo 9º de este
Título. (Art. 296 CPP)

Oportunidad para pedir y decretar la suspensión condicional del procedimiento o los acuerdos
reparatorios. La suspensión condicional del procedimiento y el acuerdo reparatorio podrán solicitarse y
decretarse en cualquier momento posterior a la formalización de la investigación. Si no se planteare en esa
misma audiencia la solicitud respectiva, el juez citará a una audiencia, a la que podrán comparecer todos los
intervinientes en el procedimiento. Una vez declarado el cierre de la investigación, la suspensión condicional
del procedimiento y el acuerdo reparatorio sólo podrán ser decretados durante la audiencia de preparación
del juicio oral. (Art. 245 CPP)

Oportunidad para presentar la querella. La querella podrá presentarse en cualquier momento, mientras el
fiscal no declarare cerrada la investigación. Admitida a tramitación, el juez la remitirá al ministerio público y el
querellante podrá hacer uso de los derechos que le confiere el artículo 261. (Art. 112 CPP)

Oportunidad para solicitar el procedimiento abreviado. Una vez formalizada la investigación, la tramitación
de la causa conforme a las reglas del procedimiento abreviado podrá ser acordada en cualquier etapa del
procedimiento, hasta la audiencia de preparación del juicio oral. Si no se hubiere deducido aún acusación, el
fiscal y el querellante, en su caso, las formularán verbalmente en la audiencia que el tribunal convocare para
resolver la solicitud de procedimiento abreviado, a la que deberá citar a todos los intervinientes. Deducidas
verbalmente las acusaciones, se procederá en lo demás en conformidad a las reglas de este Título. Si se hubiere
deducido acusación, el fiscal y el acusador particular podrán modificarla según las reglas generales, así como
la pena requerida, con el fin de permitir la tramitación del caso conforme a las reglas de este Título. Para estos
efectos, la aceptación de los hechos a que se refiere el inciso segundo del artículo 406 podrá ser considerada
por el fiscal como suficiente para estimar que concurre la circunstancia atenuante del artículo 11, Nº 9, del
Código Penal, sin perjuicio de las demás reglas que fueren aplicables para la determinación de la pena. Si el
procedimiento abreviado no fuere admitido por el juez de garantía, se tendrán por no formuladas las
acusaciones verbales realizadas por el fiscal y el querellante, lo mismo que las modificaciones que, en su caso,
éstos hubieren realizado a sus respectivos libelos, y se continuará de acuerdo a las disposiciones del Libro
Segundo de este Código. (Art. 407 CPP)

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Oportunidad para solicitar la nulidad (procesal). La declaración de nulidad procesal se deberá impetrar, en
forma fundada y por escrito, incidentalmente, dentro de los cinco días siguientes a aquél en que el
perjudicado hubiere tomado conocimiento fehaciente del acto cuya invalidación persiguiere, a menos que el
vicio se hubiere producido en una actuación verificada en una audiencia, pues en tal caso deberá impetrarse
verbalmente antes del término de la misma audiencia. Con todo, no podrá reclamarse la nulidad de
actuaciones verificadas durante la etapa de investigación después de la audiencia de preparación del juicio
oral. La solicitud de nulidad presentada extemporáneamente será declarada inadmisible. (Art. 161 CPP)

Oposición del querellante al procedimiento abreviado. El querellante sólo podrá oponerse al procedimiento
abreviado cuando en su acusación particular hubiere efectuado una calificación jurídica de los hechos,
atribuido una forma de participación o señalado circunstancias modificatorias de la responsabilidad penal
diferentes de las consignadas por el fiscal en su acusación y, como consecuencia de ello, la pena solicitada
excediere el límite señalado en el artículo 406. (Art. 408 CPP)

Oralidad (en el juicio oral). La audiencia del juicio se desarrollará en forma oral, tanto en lo relativo a las
alegaciones y argumentaciones de las partes como a las declaraciones del acusado, a la recepción de las
pruebas y, en general, a toda intervención de quienes participaren en ella. Las resoluciones serán dictadas y
fundamentadas verbalmente por el tribunal y se entenderán notificadas desde el momento de su
pronunciamiento, debiendo constar en el registro del juicio. El tribunal no admitirá la presentación de
argumentaciones o peticiones por escrito durante la audiencia del juicio oral. Sin embargo, quienes no
pudieren hablar o no lo supieren hacer en el idioma castellano, intervendrán por escrito o por medio de
intérpretes. El acusado sordo o que no pudiere entender el idioma castellano será asistido de un intérprete que
le comunicará el contenido de los actos del juicio. (Art. 291 CPP)

Oralidad e inmediación (en la audiencia intermedia). La audiencia de preparación del juicio oral será
dirigida por el juez de garantía, quien la presenciará en su integridad, se desarrollará oralmente y durante su
realización no se admitirá la presentación de escritos. (Art. 266 CPP)

Orden de recepción de las pruebas en la audiencia del juicio oral. Cada parte determinará el orden en que
rendirá su prueba, correspondiendo recibir primero la ofrecida para acreditar los hechos y peticiones de la
acusación y de la demanda civil y luego la prueba ofrecida por el acusado respecto de todas las acciones que
hubieren sido deducidas en su contra. (Art. 328 CPP)

Orden Judicial. Toda orden de prisión preventiva o de detención será expedida por escrito por el tribunal y
contendrá: El nombre y apellidos de la persona que debiere ser detenida o aprehendida o, en su defecto, las
circunstancias que la individualizaren o determinaren; El motivo de la prisión o detención, y La indicación de
ser conducido de inmediato ante el tribunal, al establecimiento penitenciario o lugar público de prisión o
detención que determinará, o de permanecer en su residencia, según correspondiere. Lo dispuesto en este
artículo se entenderá sin perjuicio de lo previsto en el artículo 9º para los casos urgentes. (Art. 154 CPP)

Otras formas de notificación. Cualquier interviniente en el procedimiento podrá proponer para sí otras
formas de notificación, que el tribunal podrá aceptar si, en su opinión, resultaren suficientemente eficaces y no
causaren indefensión. (Art. 31 CPP)

Otros medios técnicos de investigación. Cuando el procedimiento tuviere por objeto la investigación de un
hecho punible que mereciere pena de crimen, el juez de garantía podrá ordenar, a petición del ministerio
público, la fotografía, filmación u otros medios de reproducción de imágenes conducentes al esclarecimiento
de los hechos. Asimismo, podrá disponer la grabación de comunicaciones entre personas presentes. Regirán
correspondientemente las normas contenidas en los artículos 222 al 225. (Art. 226 CPP)

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P

Peritos y testigos en la audiencia del juicio oral. Durante la audiencia, los peritos y testigos deberán ser
interrogados personalmente. Su declaración personal no podrá ser sustituida por la lectura de los registros en
que constaren anteriores declaraciones o de otros documentos que las contuvieren, sin perjuicio de lo
dispuesto en los artículos 331 y 332. El juez presidente de la sala identificará al perito o testigo y ordenará que
preste juramento o promesa de decir la verdad. La declaración de los testigos se sujetará al interrogatorio de
las partes. Los peritos deberán exponer brevemente el contenido y las conclusiones de su informe, y a
continuación se autorizará que sean interrogados por las partes. Los interrogatorios serán realizados en primer
lugar por la parte que hubiere ofrecido la respectiva prueba y luego por las restantes. Si en el juicio
intervinieren como acusadores el ministerio público y el querellante particular, o el mismo se realizare contra
dos o más acusados, se concederá sucesivamente la palabra a todos los acusadores o a todos los acusados,
según corresponda. Finalmente, los miembros del tribunal podrán formular preguntas al testigo o perito con el
fin de aclarar sus dichos. A solicitud de alguna de las partes, el tribunal podrá autorizar un nuevo
interrogatorio de los testigos o peritos que ya hubieren declarado en la audiencia. Antes de declarar, los peritos
y los testigos no podrán comunicarse entre sí, ni ver, oír ni ser informados de lo que ocurriere en la audiencia.
Los testigos y peritos que, por algún motivo grave y difícil de superar no pudieren comparecer a declarar a la
audiencia del juicio, podrán hacerlo a través de videoconferencia o a través de cualquier otro medio
tecnológico apto para su interrogatorio y contrainterrogatorio. La parte que los presente justificará su petición
en una audiencia previa que será especialmente citada al efecto, debiendo aquéllos comparecer ante el tribunal
con competencia en materia penal más cercano al lugar donde se encuentren. (Art. 329 CPP)

Plazos de la detención. Cuando la detención se practicare en cumplimiento de una orden judicial, los agentes
policiales que la hubieren realizado o el encargado del recinto de detención conducirán inmediatamente al
detenido a presencia del juez que hubiere expedido la orden. Si ello no fuere posible por no ser hora de
despacho, el detenido podrá permanecer en el recinto policial o de detención hasta el momento de la primera
audiencia judicial, por un período que en caso alguno excederá las veinticuatro horas. Cuando la detención se
practicare en virtud de los artículos 129 y 130, el agente policial que la hubiere realizado o el encargado del
recinto de detención deberán informar de ella al ministerio público dentro de un plazo máximo de doce horas.
El fiscal podrá dejar sin efecto la detención u ordenar que el detenido sea conducido ante el juez dentro de un
plazo máximo de veinticuatro horas, contado desde que la detención se hubiere practicado. Si el fiscal nada
manifestare, la policía deberá presentar el detenido ante la autoridad judicial en el plazo indicado. Cuando el
fiscal ordene poner al detenido a disposición del juez, deberá, en el mismo acto, dar conocimiento de esta
situación al abogado de confianza de aquél o a la Defensoría Penal Pública. Para los efectos de poner a
disposición del juez al detenido, las policías cumplirán con su obligación legal dejándolo bajo la custodia de
Gendarmería del respectivo tribunal. (Art. 131 CPP)

Plazo de notificación. Las actuaciones del querellante, las acusaciones particulares, adhesiones y la demanda
civil deberán ser notificadas al acusado, a más tardar, diez días antes de la realización de la audiencia de
preparación del juicio oral. (Art. 262 CPP)

Plazos fatales e improrrogables. Los plazos establecidos en este Código son fatales e improrrogables, a menos
que se indicare expresamente lo contrario. (Art. 16 CPP)

Plazos generales para dictar las resoluciones. Las cuestiones debatidas en una audiencia deberán ser resueltas
en ella. Las presentaciones escritas serán resueltas por el tribunal antes de las veinticuatro horas siguientes a su
recepción. (Art. 38 CPP)

Plazo judicial para el cierre de la investigación. Cuando el juez de garantía, de oficio o a petición de alguno
de los intervinientes y oyendo al ministerio público, lo considerare necesario con el fin de cautelar las garantías
de los intervinientes y siempre que las características de la investigación lo permitieren, podrá fijar en la

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misma audiencia un plazo para el cierre de la investigación, al vencimiento del cual se producirán los efectos
previstos en el artículo 247. (Art. 234 CPP)

Plazo para declarar el cierre de la investigación. Transcurrido el plazo de dos años desde la fecha en que la
investigación hubiere sido formalizada, el fiscal deberá proceder a cerrarla. Si el fiscal no declarare cerrada la
investigación en el plazo señalado, el imputado o el querellante podrán solicitar al juez que aperciba al fiscal
para que proceda a tal cierre. Para estos efectos el juez citará a los intervinientes a una audiencia y, si el fiscal
no compareciere a la audiencia o si, compareciendo, se negare a declarar cerrada la investigación, el juez
decretará el sobreseimiento definitivo de la causa. Esta resolución será apelable. Si el fiscal se allanare a la
solicitud de cierre de la investigación, deberá formular en la audiencia la declaración en tal sentido y tendrá el
plazo de diez días para deducir acusación. Transcurrido este plazo sin que se hubiere deducido la acusación, el
juez, de oficio o a petición de alguno de los intervinientes, citará a la audiencia prevista en el artículo 249 y
dictará sobreseimiento definitivo en la causa. El plazo de dos años previsto en este artículo se suspenderá en
los casos siguientes: cuando se dispusiere la suspensión condicional del procedimiento; cuando se decretare
sobreseimiento temporal de conformidad a lo previsto en el artículo 252, y desde que se alcanzare un acuerdo
reparatorio hasta el cumplimiento de las obligaciones contraídas por el imputado a favor de la víctima o hasta
que hubiere debidamente garantizado su cumplimiento a satisfacción de esta última. (Art. 247 CPP)

Plazo para efectuar la denuncia. Las personas indicadas en el artículo anterior deberán hacer la denuncia
dentro de las veinticuatro horas siguientes al momento en que tomaren conocimiento del hecho criminal.
Respecto de los capitanes de naves o de aeronaves, este plazo se contará desde que arribaren a cualquier
puerto o aeropuerto de la República. (Art. 176 CPP)

Plazo para interponer el recurso de apelación. El recurso de apelación deberá entablarse dentro de los cinco
días siguientes a la notificación de la resolución impugnada. (Art. 366 CPP)

Plazo para redacción de la sentencia. Al pronunciarse sobre la absolución o condena, el tribunal podrá diferir
la redacción del fallo y, en su caso, la determinación de la pena hasta por un plazo de cinco días, fijando la
fecha de la audiencia en que tendrá lugar su lectura. No obstante, si el juicio hubiere durado más de cinco días,
el tribunal dispondrá, para la fijación de la fecha de la audiencia para su comunicación, de un día adicional por
cada dos de exceso de duración del juicio. El transcurso de estos plazos sin que hubiere tenido lugar la
audiencia citada, constituirá falta grave que deberá ser sancionada disciplinariamente. Sin perjuicio de ello, se
deberá citar a una nueva audiencia de lectura de la sentencia, la que en caso alguno podrá tener lugar después
del segundo día contado desde la fecha fijada para la primera. Transcurrido este plazo adicional sin que se
comunicare la sentencia se producirá la nulidad del juicio, a menos que la decisión hubiere sido la de
absolución del acusado. Si, siendo varios los acusados, se hubiere absuelto a alguno de ellos, la repetición del
juicio sólo comprenderá a quienes hubieren sido condenados. El vencimiento del plazo adicional mencionado
en el inciso precedente sin que se diere a conocer el fallo, sea que se produjere o no la nulidad del juicio,
constituirá respecto de los jueces que integraren el tribunal una nueva infracción que deberá ser sancionada
disciplinariamente. (Art. 344 CPP)

Plazo y titulares de la solicitud de revisión. La revisión de la sentencia firme podrá ser pedida, en cualquier
tiempo, por el ministerio público, por el condenado o por el cónyuge, ascendientes, descendientes o hermanos
de éste. Asimismo, podrá interponer tal solicitud quien hubiere cumplido su condena o sus herederos, cuando
el condenado hubiere muerto y se tratare de rehabilitar su memoria. (Art. 474 CPP)

Pluralidad de sujetos (en el desafuero). Si aparecieren implicados individuos que no gozaren de fuero, se
seguirá adelante el procedimiento en relación con ellos. (Art. 422 CPP)

Pluralidad de sujetos (en la querella de capítulos). Si en el mismo procedimiento aparecieren implicados


otros individuos que no fueren jueces, fiscales judiciales o fiscales del ministerio público, se seguirá adelante
en relación con ellos. (Art. 430 CPP)

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Personas exentas (de pagar costas). Los fiscales, los abogados y los mandatarios de los intervinientes en el
procedimiento no podrán ser condenados personalmente al pago de las costas, salvo los casos de notorio
desconocimiento del derecho o de grave negligencia en el desempeño de sus funciones, en los cuales se les
podrá imponer, por resolución fundada, el pago total o parcial de las costas. (Art. 50 CPP)

Poder coercitivo. En el ejercicio de sus funciones, el tribunal podrá ordenar directamente la intervención de la
fuerza pública y disponer todas las medidas necesarias para el cumplimiento de las actuaciones que ordenare
y la ejecución de las resoluciones que dictare. (Art. 34 CPP)

Preclusión de los conflictos de competencia. Transcurridos tres días desde la notificación de la resolución que
fijare fecha para la realización de la audiencia del juicio oral, la incompetencia territorial del tribunal del juicio
oral en lo penal no podrá ser declarada de oficio ni promovida por las partes. Si durante la audiencia de
preparación del juicio oral se planteare un conflicto de competencia, no se suspenderá la tramitación, pero no
se pronunciará la resolución a que alude el artículo 277 mientras no se resolviere el conflicto. (Art. 74 CPP)

Preparación de la demanda civil. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo anterior, con posterioridad a la
formalización de la investigación la víctima podrá preparar la demanda civil solicitando la práctica de
diligencias que considerare necesarias para esclarecer los hechos que serán objeto de su demanda, aplicándose,
en tal caso, lo establecido en los artículos 183 y 184. Asimismo, se podrá cautelar la demanda civil, solicitando
alguna de las medidas previstas en el artículo 157. La preparación de la demanda civil interrumpe la
prescripción. No obstante, si no se dedujere demanda en la oportunidad prevista en el artículo precedente, la
prescripción se considerará como no interrumpida. (Art. 61 CPP)

Preparación del juicio simplificado. Si el imputado no admitiere responsabilidad, el juez procederá, en la


misma audiencia, a la preparación del juicio simplificado, el cual tendrá lugar inmediatamente, si ello fuere
posible, o a más tardar dentro de quinto día. (Art. 395 bis)

Preparación del recurso (de nulidad). Si la infracción invocada como motivo del recurso se refiriere a una ley
que regulare el procedimiento, el recurso sólo será admisible cuando quien lo entablare hubiere reclamado
oportunamente del vicio o defecto. No será necesaria la reclamación del inciso anterior cuando se tratare de
alguna de las causales del artículo 374; cuando la ley no admitiere recurso alguno contra la resolución que
contuviere el vicio o defecto, cuando éste hubiere tenido lugar en el pronunciamiento mismo de la sentencia
que se tratare de anular, ni cuando dicho vicio o defecto hubiere llegado al conocimiento de la parte después
de pronunciada la sentencia. (Art. 377 CPP)

Presencia del acusado en el juicio oral. El acusado deberá estar presente durante toda la audiencia. El tribunal
podrá autorizar la salida de la sala del acusado cuando éste lo solicitare, ordenando su permanencia en una
sala próxima. Asimismo, el tribunal podrá disponer que el acusado abandonare la sala de audiencia, cuando su
comportamiento perturbare el orden. En ambos casos, el tribunal adoptará las medidas necesarias para
asegurar la oportuna comparecencia del acusado. El presidente de la sala deberá informar al acusado de lo
ocurrido en su ausencia, en cuanto éste reingresare a la sala de audiencia. (Art. 285 CPP)

Presencia del defensor en el juicio oral. La presencia del defensor del acusado durante toda la audiencia del
juicio oral será un requisito de validez del mismo, de acuerdo a lo previsto en el artículo 103. La no
comparecencia del defensor a la audiencia constituirá abandono de la defensa y obligará al tribunal a la
designación de un defensor penal público, de acuerdo con lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 106.
No se podrá suspender la audiencia por la falta de comparecencia del defensor elegido por el acusado. En tal
caso, se designará de inmediato un defensor penal público al que se concederá un período prudente para
interiorizarse del caso. (Art. 286 CPP)

Presencia ininterrumpida de los jueces y del ministerio público en el juicio oral. La audiencia del juicio oral
se realizará con la presencia ininterrumpida de los jueces que integraren el tribunal y del fiscal, sin perjuicio de
lo dispuesto en el artículo 258. Lo dispuesto en el inciso final del artículo 76 respecto de la inhabilidad se
aplicará también a los casos en que, iniciada la audiencia, faltare un integrante del tribunal de juicio oral en lo

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penal. Cualquier infracción de lo dispuesto en este artículo implicará la nulidad del juicio oral y de la sentencia
que se dictare en él. (Art. 284 CPP)

Presentación voluntaria del imputado. El imputado contra quien se hubiere emitido orden de detención por
cualquier autoridad competente podrá ocurrir siempre ante el juez que correspondiere a solicitar un
pronunciamiento sobre su procedencia o la de cualquier otra medida cautelar. (Art. 126 CPP)

Presunción de derecho del perjuicio. Se presumirá de derecho la existencia del perjuicio si la infracción
hubiere impedido el pleno ejercicio de las garantías y de los derechos reconocidos en la Constitución, o en las
demás leyes de la República. (Art. 160 CPP)

Presunción de inocencia del imputado. Ninguna persona será considerada culpable ni tratada como tal en
tanto no fuere condenada por una sentencia firme. (Art. 4 CPP)

Presupuestos del procedimiento abreviado. Se aplicará el procedimiento abreviado para conocer y fallar, los
hechos respecto de los cuales el fiscal requiriere la imposición de una pena privativa de libertad no superior a
cinco años de presidio o reclusión menores en su grado máximo, o bien cualesquiera otras penas de distinta
naturaleza, cualquiera fuere su entidad o monto, ya fueren ellas únicas, conjuntas o alternativas. Para ello, será
necesario que el imputado, en conocimiento de los hechos materia de la acusación y de los antecedentes de la
investigación que la fundaren, los acepte expresamente y manifieste su conformidad con la aplicación de este
procedimiento. La existencia de varios acusados o la atribución de varios delitos a un mismo acusado no
impedirá la aplicación de las reglas del procedimiento abreviado a aquellos acusados o delitos respecto de los
cuales concurrieren los presupuestos señalados en este artículo. (Art. 406 CPP)

Primeras actuaciones de la audiencia. Al inicio de la audiencia, el tribunal efectuará una breve relación del
requerimiento y de la querella, en su caso. Cuando se encontrare presente la víctima, el juez instruirá a ésta y al
imputado sobre la posibilidad de poner término al procedimiento de conformidad a lo previsto en el artículo
241, si ello procediere atendida la naturaleza del hecho punible materia del requerimiento. Asimismo, el fiscal
podrá proponer la suspensión condicional del procedimiento, si se cumplieren los requisitos del artículo 237.
(Art. 394 CPP)

Principio de no autoincriminación. Todo testigo tendrá el derecho de negarse a responder aquellas preguntas
cuya respuesta pudiere acarrearle peligro de persecución penal por un delito. El testigo tendrá el mismo
derecho cuando, por su declaración, pudiere incriminar a alguno de los parientes mencionados en el artículo
302, inciso primero. (Art. 305 CPP)

Principio general (en las acciones civiles). La acción civil que tuviere por objeto únicamente la restitución de
la cosa, deberá interponerse siempre durante el respectivo procedimiento penal, de conformidad a lo previsto
en el artículo 189. Asimismo, durante la tramitación del procedimiento penal la víctima podrá deducir respecto
del imputado, con arreglo a las prescripciones de este Código, todas las restantes acciones que tuvieren por
objeto perseguir las responsabilidades civiles derivadas del hecho punible. La víctima podrá también ejercer
esas acciones civiles ante el tribunal civil correspondiente. Con todo, admitida a tramitación la demanda civil
en el procedimiento penal, no se podrá deducir nuevamente ante un tribunal civil. Con la sola excepción
indicada en el inciso primero, las otras acciones encaminadas a obtener la reparación de las consecuencias
civiles del hecho punible que interpusieren personas distintas de la víctima, o se dirigieren contra personas
diferentes del imputado, deberán plantearse ante el tribunal civil que fuere competente de acuerdo a las reglas
generales. (Art. 59 CPP)

Principio de oportunidad. Los fiscales del ministerio público podrán no iniciar la persecución penal o
abandonar la ya iniciada cuando se tratare de un hecho que no comprometiere gravemente el interés público, a
menos que la pena mínima asignada al delito excediere la de presidio o reclusión menores en su grado mínimo
o que se tratare de un delito cometido por un funcionario público en el ejercicio de sus funciones. Para estos
efectos, el fiscal deberá emitir una decisión motivada, la que comunicará al juez de garantía. Éste, a su vez, la
notificará a los intervinientes, si los hubiere. Dentro de los diez días siguientes a la comunicación de la decisión

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del fiscal, el juez, de oficio o a petición de cualquiera de los intervinientes, podrá dejarla sin efecto cuando
considerare que aquél ha excedido sus atribuciones en cuanto la pena mínima prevista para el hecho de que se
tratare excediere la de presidio o reclusión menores en su grado mínimo, o se tratare de un delito cometido por
un funcionario público en el ejercicio de sus funciones. También la dejará sin efecto cuando, dentro del mismo
plazo, la víctima manifestare de cualquier modo su interés en el inicio o en la continuación de la persecución
penal. La decisión que el juez emitiere en conformidad al inciso anterior obligará al fiscal a continuar con la
persecución penal. Una vez vencido el plazo señalado en el inciso tercero o rechazada por el juez la
reclamación respectiva, los intervinientes contarán con un plazo de diez días para reclamar de la decisión del
fiscal ante las autoridades del ministerio público. Conociendo de esta reclamación, las autoridades del
ministerio público deberán verificar si la decisión del fiscal se ajusta a las políticas generales del servicio y a las
normas que hubieren sido dictadas al respecto. Transcurrido el plazo previsto en el inciso precedente sin que
se hubiere formulado reclamación o rechazada ésta por parte de las autoridades del ministerio público, se
entenderá extinguida la acción penal respecto del hecho de que se tratare. La extinción de la acción penal de
acuerdo a lo previsto en este artículo no perjudicará en modo alguno el derecho a perseguir por la vía civil las
responsabilidades pecuniarias derivadas del mismo hecho. (Art. 170 CPP)

Procedencia de la aplicación de medidas de seguridad. En el proceso penal sólo podrá aplicarse una medida
de seguridad al enajenado mental que hubiere realizado un hecho típico y antijurídico y siempre que existieren
antecedentes calificados que permitieren presumir que atentará contra sí mismo o contra otras personas. (Art.
455 CPP)

Procedencia de la detención. Ninguna persona podrá ser detenida sino por orden de funcionario público
expresamente facultado por la ley y después que dicha orden le fuere intimada en forma legal, a menos que
fuere sorprendida en delito flagrante y, en este caso, para el único objeto de ser conducida ante la autoridad
que correspondiere. (Art. 125 CPP)

Procedencia de la revisión. La Corte Suprema podrá rever extraordinariamente las sentencias firmes en que se
hubiere condenado a alguien por un crimen o simple delito, para anularlas, en los siguientes casos: Cuando, en
virtud de sentencias contradictorias, estuvieren sufriendo condena dos o más personas por un mismo delito
que no hubiere podido ser cometido más que por una sola; Cuando alguno estuviere sufriendo condena como
autor, cómplice o encubridor del homicidio de una persona cuya existencia se comprobare después de la
condena; Cuando alguno estuviere sufriendo condena en virtud de sentencia fundada en un documento o en el
testimonio de una o más personas, siempre que dicho documento o dicho testimonio hubiere sido declarado
falso por sentencia firme en causa criminal; Cuando, con posterioridad a la sentencia condenatoria, ocurriere o
se descubriere algún hecho o apareciere algún documento desconocido durante el proceso, que fuere de tal
naturaleza que bastare para establecer la inocencia del condenado, y Cuando la sentencia condenatoria hubiere
sido pronunciada a consecuencia de prevaricación o cohecho del juez que la dictó o de uno o más de los jueces
que concurrieron a su dictación, cuya existencia hubiere sido declarada por sentencia judicial firme. (Art. 473
CPP)

Procedencia de los acuerdos reparatorios. El imputado y la víctima podrán convenir acuerdos reparatorios,
los que el juez de garantía aprobará, en audiencia a la que citará a los intervinientes para escuchar sus
planteamientos, si verificare que los concurrentes al acuerdo hubieren prestado su consentimiento en forma
libre y con pleno conocimiento de sus derechos. Los acuerdos reparatorios sólo podrán referirse a hechos
investigados que afectaren bienes jurídicos disponibles de carácter patrimonial, consistieren en lesiones menos
graves o constituyeren delitos culposos. En consecuencia, de oficio o a petición del ministerio público, el juez
negará aprobación a los acuerdos reparatorios convenidos en procedimientos que versaren sobre hechos
diversos de los previstos en el inciso que antecede, o si el consentimiento de los que lo hubieren celebrado no
apareciere libremente prestado, o si existiere un interés público prevalente en la continuación de la persecución
penal. Se entenderá especialmente que concurre este interés si el imputado hubiere incurrido reiteradamente
en hechos como los que se investigaren en el caso particular. (Art. 241 CPP)

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Procedencia de la extradición activa. Cuando en la tramitación de un procedimiento penal se hubiere
formalizado la investigación por un delito que tuviere señalada en la ley una pena privativa de libertad cuya
duración mínima excediere de un año, respecto de un individuo que se encontrare en país extranjero, el
ministerio público deberá solicitar del juez de garantía que eleve los antecedentes a la Corte de Apelaciones, a
fin de que este tribunal, si estimare procedente la extradición del imputado al país en el que actualmente se
encontrare, ordene sea pedida. Igual solicitud podrá hacer el querellante, si no la formulare el ministerio
público. El mismo procedimiento se empleará en los casos enumerados en el artículo 6º del Código Orgánico
de Tribunales. La extradición procederá, asimismo, con el objeto de hacer cumplir en el país una sentencia
definitiva condenatoria a una pena privativa de libertad de cumplimiento efectivo superior a un año. (Art. 431
CPP)

Procedencia de la extradición pasiva. Cuando un país extranjero solicitare a Chile la extradición de


individuos que se encontraren en el territorio nacional y que en el país requirente estuvieren imputados de un
delito o condenados a una pena privativa de libertad de duración superior a un año, el Ministerio de
Relaciones Exteriores remitirá la petición y sus antecedentes a la Corte Suprema. (Art. 440 CPP)

Procedencia de la prisión preventiva y de otras medidas cautelares personales (en la extradición pasiva).
Presentada la solicitud de extradición, el Estado requirente podrá solicitar la prisión preventiva del individuo
cuya extradición se requiriere, u otras medidas cautelares personales, que se decretarán si se cumplieren los
requisitos que disponga el tratado respectivo o, en su defecto, los previstos en el Título V del Libro I. (Art. 446
CPP)

Procedencia de la prisión preventiva. Toda persona tiene derecho a la libertad personal y a la seguridad
individual. La prisión preventiva procederá cuando las demás medidas cautelares personales fueren estimadas
por el juez como insuficientes para asegurar las finalidades del procedimiento, la seguridad del ofendido o de
la sociedad. (Art. 139 CPP)

Procedencia de las medidas cautelares reales. Durante la etapa de investigación, el ministerio público o la
víctima podrán solicitar por escrito al juez de garantía que decrete respecto del imputado, una o más de las
medidas precautorias autorizadas en el Título V del Libro Segundo del Código de Procedimiento Civil. En
estos casos, las solicitudes respectivas se substanciarán y regirán de acuerdo a lo previsto en el Título IV del
mismo Libro. Con todo, concedida la medida, el plazo para presentar la demanda se extenderá hasta la
oportunidad prevista en el artículo 60. Del mismo modo, al deducir la demanda civil, la víctima podrá solicitar
que se decrete una o más de dichas medidas. (Art. 157 CPP)

Procedencia de las nulidades procesales. Sólo podrán anularse las actuaciones o diligencias judiciales
defectuosas del procedimiento que ocasionaren a los intervinientes un perjuicio reparable únicamente con la
declaración de nulidad. Existe perjuicio cuando la inobservancia de las formas procesales atenta contra las
posibilidades de actuación de cualquiera de los intervinientes en el procedimiento. (Art. 159 CPP)

Procedencia del informe de peritos. El ministerio público y los demás intervinientes podrán presentar
informes elaborados por peritos de su confianza y solicitar en la audiencia de preparación del juicio oral que
éstos fueren citados a declarar a dicho juicio, acompañando los comprobantes
que acreditaren la idoneidad profesional del perito. Procederá el informe de peritos en los casos determinados
por la ley y siempre que para apreciar algún hecho o circunstancia relevante para la causa fueren necesarios o
convenientes conocimientos especiales de una ciencia, arte u oficio. Los informes deberán emitirse con
imparcialidad, ateniéndose a los principios de la ciencia o reglas del arte u oficio que profesare el perito. (Art.
314 CPP)

Procedimiento monitorio. Se aplicará el procedimiento monitorio a la tramitación de las faltas respecto de las
cuales el fiscal pidiere sólo pena de multa. En el requerimiento señalado en el artículo precedente el fiscal

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indicará el monto de la multa que solicitare imponer. Si el juez estimare suficientemente fundado el
requerimiento y la proposición relativa a la multa, deberá acogerlos inmediatamente, dictando una resolución
que así lo declare. Dicha resolución contendrá, además, las siguientes indicaciones: La instrucción acerca del
derecho del imputado de reclamar en contra del requerimiento y de la imposición de la sanción, dentro de los
quince días siguientes a su notificación, así como de los efectos de la interposición del reclamo; La instrucción
acerca de la posibilidad de que dispone el imputado en orden a aceptar el requerimiento y la multa impuesta,
así como de los efectos de la aceptación, y El señalamiento del monto de la multa y de la forma en que la
misma debiere enterarse en arcas fiscales, así como del hecho que, si la multa fuere pagada dentro de los
quince días siguientes a la notificación al imputado de la resolución prevista en este inciso, ella será rebajada
en 25%, expresándose el monto a enterar en dicho caso. Si el imputado pagare dicha multa o transcurriere el
plazo de quince días desde la notificación de la resolución que la impusiere, sin que el imputado reclamare
sobre su procedencia o monto, se entenderá que acepta su imposición. En dicho evento la resolución se tendrá,
para todos los efectos legales, como sentencia ejecutoriada. Por el contrario, si, dentro del mismo plazo de
quince días, el imputado manifestare, de cualquier modo fehaciente, su falta de conformidad con la imposición
de la multa o su monto, se proseguirá con el procedimiento en la forma prevista en los artículos siguientes. Lo
mismo sucederá si el juez no considerare suficientemente fundado el requerimiento o la multa propuesta por
el fiscal. (Art. 392 CPP)

Procedimiento para el registro. La resolución que autorizare la entrada y el registro de un lugar cerrado se
notificará al dueño o encargado, invitándosele a presenciar el acto, a menos que el juez de garantía autorizare
la omisión de estos trámites sobre la base de antecedentes que hicieren temer que ello pudiere frustrar el éxito
de la diligencia. Si no fuere habida alguna de las personas expresadas, la notificación se hará a cualquier
persona mayor de edad que se hallare en el lugar o edificio, quien podrá, asimismo, presenciar la diligencia. Si
no se hallare a nadie, se hará constar esta circunstancia en el acta de la diligencia. (Art. 212 CPP)

Procedimiento simplificado en caso de falta o simple delito flagrante. Tratándose de una persona
sorprendida in fraganti cometiendo una falta o un simple delito de aquellos a que da lugar este procedimiento,
el fiscal podrá disponer que el imputado sea puesto a disposición del juez de garantía, para el efecto de
comunicarle en la audiencia de control de detención, de forma verbal, el requerimiento a que se refiere el
artículo 391, y proceder de inmediato conforme a lo dispuesto en este Título. (Art. 393 bis)

Prohibición de comunicaciones. El tribunal podrá, a petición del fiscal, restringir o prohibir las
comunicaciones del detenido o preso hasta por un máximo de diez días, cuando considerare que ello resulta
necesario para el exitoso desarrollo de la investigación. En todo caso esta facultad no podrá restringir el acceso
del imputado a su abogado en los términos del artículo 94, letra f), ni al propio tribunal. Tampoco se podrá
restringir su acceso a una apropiada atención médica. El tribunal deberá instruir a la autoridad encargada del
recinto en que el imputado se encontrare acerca del modo de llevar a efecto la medida, el que en ningún caso
podrá consistir en el encierro en celdas de castigo. (Art. 151 CPP)

Prohibición de informar. Los funcionarios policiales no podrán informar a los medios de comunicación social
acerca de la identidad de detenidos, imputados, víctimas, testigos, ni de otras personas que se encontraren o
pudieren resultar vinculadas a la investigación de un hecho punible. (Art. 92 CPP)

Prohibición de lectura de registros y documentos. Salvo en los casos previstos en los artículos 331 y 332, no se
podrá incorporar o invocar como medios de prueba ni dar lectura durante el juicio oral, a los registros y demás
documentos que dieren cuenta de diligencias o actuaciones realizadas por la policía o el ministerio público. Ni
aun en los casos señalados se podrá incorporar como medio de prueba o dar lectura a actas o documentos que
dieren cuenta de actuaciones o diligencias declaradas nulas, o en cuya obtención se hubieren vulnerado
garantías fundamentales. (Art. 334 CPP)

Prohibición de querella. No podrán querellarse entre sí, sea por delitos de acción pública o privada: Los
cónyuges, a no ser por delito que uno hubiere cometido contra el otro o contra sus hijos, o por el delito de

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bigamia, y Los consanguíneos en toda la línea recta, los colaterales y afines hasta el segundo grado, a no ser
por delitos cometidos por unos contra los otros, o contra su cónyuge o hijos. (Art. 116 CPP)

Prohibición de suspender la vista de la causa por falta de integración del tribunal (en los recursos). No
podrá suspenderse la vista de un recurso penal por falta de jueces que pudieren integrar la sala. Si fuere
necesario, se interrumpirá la vista de recursos civiles para que se integren a la sala jueces no inhabilitados. En
consecuencia, la audiencia sólo se suspenderá si no se alcanzare, con los jueces que conformaren ese día el
tribunal, el mínimo de miembros no inhabilitados que debieren intervenir en ella. (Art. 356 CPP)

Prohibición de utilización. Los resultados de la medida de interceptación telefónica o de otras formas de


telecomunicaciones no podrán ser utilizados como medios de prueba en el procedimiento, cuando ella hubiere
tenido lugar fuera de los supuestos previstos por la ley o cuando no se hubieren cumplido los requisitos
previstos en el artículo 222 para la procedencia de la misma. (Art. 225 CPP)

Prolongación excesiva de la declaración. Si el examen del imputado se prolongare por mucho tiempo, o si se
le hubiere dirigido un número de preguntas tan considerable que provocare su agotamiento, se concederá el
descanso prudente y necesario para su recuperación. (Art. 196 CPP)

Pronunciamiento sobre costas. Toda resolución que pusiere término a la causa o decidiere un incidente
deberá pronunciarse sobre el pago de las costas del procedimiento. (Art. 45 CPP)

Pronunciamiento sobre la demanda civil. Tanto en el caso de absolución como en el de condena deberá el
tribunal pronunciarse acerca de la demanda civil válidamente interpuesta. (Art. 349 CPP)

Proposición de diligencias. Durante la investigación, tanto el imputado como los demás intervinientes en el
procedimiento podrán solicitar al fiscal todas aquellas diligencias que consideraren pertinentes y útiles para el
esclarecimiento de los hechos. El fiscal ordenará que se lleven a efecto aquellas que estimare conducentes. Si el
fiscal rechazare la solicitud, se podrá reclamar ante las autoridades del ministerio público según lo disponga la
ley orgánica constitucional respectiva, con el propósito de obtener un pronunciamiento definitivo acerca de la
procedencia de la diligencia. (Art. 183 CPP)

Protección a los testigos. El tribunal, en casos graves y calificados, podrá disponer medidas especiales
destinadas a proteger la seguridad del testigo que lo solicitare. Dichas medidas durarán el tiempo razonable
que el tribunal dispusiere y podrán ser renovadas cuantas veces fuere necesario. De igual forma, el ministerio
público, de oficio o a petición del interesado, adoptará las medidas que fueren procedentes para conferir al
testigo, antes o después de prestadas sus declaraciones, la debida protección. (Art. 308 CPP)

Protección de la víctima. El ministerio público estará obligado a velar por la protección de la víctima del delito
en todas las etapas del procedimiento penal. Por su parte, el tribunal garantizará conforme a la ley la vigencia
de sus derechos durante el procedimiento. El Fiscal deberá promover durante el curso del procedimiento
acuerdos patrimoniales, medidas cautelares u otros mecanismos que faciliten la reparación del daño causado a
la víctima. Este deber no importará el ejercicio de las acciones civiles que pudieren corresponder a la víctima.
Asimismo, la policía y los demás organismos auxiliares deberán otorgarle un trato acorde con su condición de
víctima, procurando facilitar al máximo su participación en los trámites en que debiere intervenir. (Art. 6 CPP)

Prueba anticipada. Durante la audiencia de preparación del juicio oral también se podrá solicitar la prueba
testimonial anticipada conforme a lo previsto en el artículo 191. Si con posterioridad a la realización de la
audiencia de preparación del juicio oral, sobreviniere, respecto de los testigos, alguna de las circunstancias
señaladas en el inciso segundo del artículo 191 o se tratare de la situación señalada en el artículo 191 bis,
cualquiera de los intervinientes podrá solicitar al juez de garantía, en audiencia especial citada al efecto, la
rendición de prueba anticipada. Asimismo, se podrá solicitar la declaración de peritos en conformidad con las
normas del Párrafo 6º del Título III del Libro Segundo, cuando fuere previsible que la persona de cuya
declaración se tratare se encontrara en la imposibilidad de concurrir al juicio oral, por alguna de las razones
contempladas en el inciso segundo del artículo 191. Para los efectos de lo establecido en los incisos anteriores,
el juez de garantía citará a una audiencia especial para la recepción de la prueba anticipada. (Art. 280 CPP)

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Pruebas caligráficas. El fiscal podrá solicitar al imputado que escriba en su presencia algunas palabras o
frases, a objeto de practicar las pericias caligráficas que considerare necesarias para la investigación. Si el
imputado se negare a hacerlo, el fiscal podrá solicitar al juez de garantía la autorización correspondiente. (Art.
203 CPP)

Prueba de las acciones civiles. La prueba de las acciones civiles en el procedimiento criminal se sujetará a las
normas civiles en cuanto a la determinación de la parte que debiere probar y a las disposiciones de este Código
en cuanto a su procedencia, oportunidad, forma de rendirla y apreciación de su fuerza probatoria. Lo previsto
en este artículo se aplicará también a las cuestiones civiles a que se refiere el inciso primero del artículo 173 del
Código Orgánico de Tribunales. (Art. 324 CPP)

Publicidad de la audiencia del juicio oral. La audiencia del juicio oral será pública, pero el tribunal podrá
disponer, a petición de parte y por resolución fundada, una o más de las siguientes medidas, cuando
considerare que ellas resultan necesarias para proteger la intimidad, el honor o la seguridad de cualquier
persona que debiere tomar parte en el juicio o para evitar la divulgación de un secreto protegido por la ley: a)
Impedir el acceso u ordenar la salida de personas determinadas de la sala donde se efectuare la audiencia; b)
Impedir el acceso del público en general u ordenar su salida para la práctica de pruebas específicas, y c)
Prohibir al fiscal, a los demás intervinientes y a sus abogados que entreguen información o formulen
declaraciones a los medios de comunicación social durante el desarrollo del juicio. Los medios de
comunicación social podrán fotografiar, filmar o transmitir alguna parte de la audiencia que el tribunal
determinare, salvo que las partes se opusieren a ello. Si sólo alguno de los intervinientes se opusiere, el
tribunal resolverá. (Art. 289 CPP)

Prueba en los recursos. En el recurso de nulidad podrá producirse prueba sobre las circunstancias que
constituyeren la causal invocada, siempre que se hubiere ofrecido en el escrito de interposición del recurso.
Esta prueba se recibirá en la audiencia conforme con las reglas que rigen su recepción en el juicio oral. En caso
alguno la circunstancia de que no pudiere rendirse la prueba dará lugar a la suspensión de la audiencia. (Art.
359 CPP)

Prueba no solicitada oportunamente. A petición de alguna de las partes, el tribunal podrá ordenar la
recepción de pruebas que ella no hubiere ofrecido oportunamente, cuando justificare no haber sabido de su
existencia sino hasta ese momento. Si con ocasión de la rendición de una prueba surgiere una controversia
relacionada exclusivamente con su veracidad, autenticidad o integridad, el tribunal podrá autorizar la
presentación de nuevas pruebas destinadas a esclarecer esos puntos, aunque ellas no hubieren sido ofrecidas
oportunamente y siempre que no hubiere sido posible prever su necesidad. (Art. 336 CPP)

Querellante. La querella podrá ser interpuesta por la víctima, su representante legal o su heredero
testamentario. También se podrá querellar cualquier persona capaz de parecer en juicio domiciliada en la
provincia, respecto de hechos punibles cometidos en la misma que constituyeren delitos terroristas, o delitos
cometidos por un funcionario público que afectaren derechos de las personas garantizados por la Constitución
o contra la probidad pública. Los órganos y servicios públicos sólo podrán interponer querella cuando sus
respectivas leyes orgánicas les otorguen expresamente las potestades correspondientes. (Art. 111 CPP)

Querella rechazada. Cuando no se diere curso a una querella en que se persiguiere un delito de acción pública
o previa instancia particular, por aplicación de alguna de las causales previstas en las letras a) y b) del artículo
114, el juez la pondrá en conocimiento del ministerio público para ser tenida como denuncia, siempre que no le
constare que la investigación del hecho hubiere sido iniciada de otro modo. (Art. 117 CPP)

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R

Realización de la entrada y registro. Practicada la notificación a que se refiere el artículo 212, se procederá a la
entrada y registro. Si se opusiere resistencia al ingreso, o nadie respondiere a los llamados, se podrá emplear la
fuerza pública. En estos casos, al terminar el registro se cuidará que los lugares queden cerrados, a objeto de
evitar el ingreso de otras personas en los mismos. Todo ello se hará constar por escrito. En los registros se
procurará no perjudicar ni molestar al interesado más de lo estrictamente necesario. El registro se practicará en
un solo acto, pero podrá suspenderse cuando no fuere posible continuarlo, debiendo reanudarse apenas cesare
el impedimento. (Art. 214 CPP)

Realización del juicio. El juicio simplificado comenzará dándose lectura al requerimiento del fiscal y a la
querella, si la hubiere. En seguida se oirá a los comparecientes y se recibirá la prueba, tras lo cual se preguntará
al imputado si tiene algo que agregar. Con su nueva declaración o sin ella, el juez pronunciará su decisión de
absolución o condena, y fijará una nueva audiencia, para dentro de los cinco días próximos, para dar a conocer
el texto escrito de la sentencia. La audiencia no podrá suspenderse, ni aun por falta de comparecencia de
alguna de las partes o por no haberse rendido prueba en la misma. Sin embargo, si no hubiere comparecido
algún testigo o perito cuya citación judicial hubiere sido solicitada de conformidad a lo dispuesto en el inciso
tercero del artículo 393 y el tribunal considerare su declaración como indispensable para la adecuada
resolución de la causa, dispondrá lo necesario para asegurar su comparecencia. La suspensión no podrá en
caso alguno exceder de cinco días, transcurridos los cuales deberá proseguirse conforme a las reglas generales,
aún a falta del testigo o perito. (Art. 396 CPP)

Reapertura de la investigación. Dentro de los diez días siguientes al cierre de la investigación, los
intervinientes podrán reiterar la solicitud de diligencias precisas de investigación que oportunamente hubieren
formulado durante la investigación y que el Ministerio Público hubiere rechazado o respecto de las cuales no
se hubiere pronunciado. Si el juez de garantía acogiere la solicitud, ordenará al fiscal reabrir la investigación y
proceder al cumplimiento de las diligencias, en el plazo que le fijará. Podrá el fiscal, en dicho evento y por una
sola vez, solicitar ampliación del mismo plazo. El juez no decretará ni renovará aquellas diligencias que en su
oportunidad se hubieren ordenado a petición de los intervinientes y no se hubieren cumplido por negligencia
o hecho imputable a los mismos, ni tampoco las que fueren manifiestamente impertinentes, las que tuvieren
por objeto acreditar hechos públicos y notorios ni, en general, todas aquéllas que hubieren sido solicitadas con
fines puramente dilatorios. Vencido el plazo o su ampliación, o aun antes de ello si se hubieren cumplido las
diligencias, el fiscal cerrará nuevamente la investigación y procederá en la forma señalada en el artículo 248.
(Art. 257 CPP)

Reapertura del procedimiento al cesar la causal de sobreseimiento temporal. A solicitud del fiscal o de
cualquiera de los restantes intervinientes, el juez podrá decretar la reapertura del procedimiento cuando cesare
la causa que hubiere motivado el sobreseimiento temporal. (Art. 254 CPP)

Reclamaciones o tercerías. Las reclamaciones o tercerías que los intervinientes o terceros entablaren durante la
investigación con el fin de obtener la restitución de objetos recogidos o incautados se tramitarán ante el juez de
garantía. La resolución que recayere en el artículo así tramitado se limitará a declarar el derecho del reclamante
sobre dichos objetos, pero no se efectuará la devolución de éstos sino hasta después de concluido el
procedimiento, a menos que el tribunal considerare innecesaria su conservación. Lo dispuesto en el inciso
precedente no se extenderá a las cosas hurtadas, robadas o estafadas, las cuales se entregarán al dueño o
legítimo tenedor en cualquier estado del procedimiento, una vez comprobado su dominio o tenencia por
cualquier medio y establecido su valor. En todo caso, se dejará constancia mediante fotografías u otros medios
que resultaren convenientes de las especies restituidas o devueltas en virtud de este artículo. (Art. 189 CPP)

Recurso de apelación (en las medidas cautelares). Serán apelables las resoluciones que negaren o dieren lugar
a las medidas previstas en este Título. (Art. 158 CPP)

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Recurso de hecho. Denegado el recurso de apelación, concedido siendo improcedente u otorgado con efectos
no ajustados a derecho, los intervinientes podrán ocurrir de hecho, dentro de tercero día, ante el tribunal de
alzada, con el fin de que resuelva si hubiere lugar o no al recurso y cuáles debieren ser sus efectos. Presentado
el recurso, el tribunal de alzada solicitará, cuando correspondiere, los antecedentes señalados en el artículo 371
y luego fallará en cuenta. Si acogiere el recurso por haberse denegado la apelación, retendrá tales antecedentes
o los recabará, si no los hubiese pedido, para pronunciarse sobre la apelación. (Art. 369 CPP)

Recurso de nulidad. El recurso de nulidad se concede para invalidar el juicio oral y la sentencia definitiva, o
solamente ésta, por las causales expresamente señaladas en la ley. Deberá interponerse, por escrito, dentro de
los diez días siguientes a la notificación de la sentencia definitiva, ante el tribunal que hubiere conocido del
juicio oral. (Art. 372 CPP)

Recursos (en el simplificado). Contra la sentencia definitiva sólo podrá interponerse el recurso de nulidad
previsto en el Título IV del Libro Tercero. El fiscal requirente y el querellante, en su caso, sólo podrán recurrir
si hubieren concurrido al juicio. (Art. 399 CPP)

Recursos (en el sobreseimiento). El sobreseimiento sólo será impugnable por la vía del recurso de apelación
ante la Corte de Apelaciones respectiva. (Art. 253 CPP)

Recursos en contra de la sentencia que falla la petición de extradición. En contra de la sentencia que se
pronunciare sobre la extradición procederán el recurso de apelación y el recurso de nulidad, el que sólo podrá
fundarse en una o más de las causales previstas en los artículos 373, letra a), y 374. Corresponderá conocer de
estos recursos a la Corte Suprema. En el evento de interponerse ambos recursos, deberán deducirse en forma
conjunta en un mismo escrito, uno en subsidio del otro y dentro del plazo previsto para el recurso de
apelación. La Corte Suprema conocerá del recurso en conformidad a las reglas generales previstas en este
Código para la tramitación de los recursos. (Art. 450 CPP)

Recursos en contra de la sentencia dictada en el procedimiento abreviado. La sentencia definitiva dictada


por el juez de garantía en el procedimiento abreviado sólo será impugnable por apelación, que se deberá
conceder en ambos efectos. En el conocimiento del recurso de apelación la Corte podrá pronunciarse acerca de
la concurrencia de los supuestos del procedimiento abreviado previstos en el artículo 406. (Art. 414 CPP)

Recursos relacionados con la medida de prisión preventiva. La resolución que ordenare, mantuviere, negare
lugar o revocare la prisión preventiva será apelable cuando hubiere sido dictada en una audiencia. No obstará
a la procedencia del recurso, la circunstancia de haberse decretado, a petición de cualquiera de los
intervinientes, alguna de las medidas cautelares señaladas en el artículo 155. En los demás casos no será
susceptible de recurso alguno. Tratándose de los delitos establecidos en los artículos 141, 142, 361, 362, 365 bis,
390, 391, 433, 436 y 440 del Código Penal, y los de la ley N° 20.000, que tengan pena de crimen, el imputado no
podrá ser puesto en libertad mientras no se encuentre ejecutoriada la resolución que negare o revocare la
prisión preventiva, salvo el caso en que el imputado no haya sido puesto a disposición del tribunal en calidad
de detenido. El recurso de apelación contra esta resolución deberá interponerse en la misma audiencia, gozará
de preferencia para su vista y fallo y será agregado extraordinariamente a la tabla el mismo día de su ingreso
al tribunal de alzada, o a más tardar a la del día siguiente hábil. Cada Corte de Apelaciones deberá establecer
una sala de turno que conozca estas apelaciones en días feriados. En los casos en que no sea aplicable lo
dispuesto en el inciso anterior, estando pendiente el recurso contra la resolución que dispone la libertad, para
impedir la posible fuga del imputado la Corte de Apelaciones respectiva tendrá la facultad de decretar una
orden de no innovar, desde luego y sin esperar la vista del recurso de apelación del fiscal o del querellante.
(Art. 149 CPP)

Registro de actuaciones ante los tribunales con competencia en materia penal. Las audiencias ante los jueces
con competencia en materia penal se registrarán en forma íntegra por cualquier medio que asegure su
fidelidad, tal como audio digital, video u otro soporte tecnológico equivalente. (Art. 41 CPP)

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Registro de las actuaciones del ministerio público. El ministerio público deberá dejar constancia de las
actuaciones que realizare, tan pronto tuvieren lugar, utilizando al efecto cualquier medio que permitiere
garantizar la fidelidad e integridad de la información, así como el acceso a la misma de aquéllos que de
acuerdo a la ley tuvieren derecho a exigirlo. La constancia de cada actuación deberá consignar a lo menos la
indicación de la fecha, hora y lugar de realización, de los funcionarios y demás personas que hubieren
intervenido y una breve relación de sus resultados. (Art. 227 CPP)

Registro de las actuaciones policiales. La policía levantará un registro, en el que dejará constancia inmediata
de las diligencias practicadas, con expresión del día, hora y lugar en que se hubieren realizado y de cualquier
circunstancia que pudiere resultar de utilidad para la investigación. Se dejará constancia en el registro de las
instrucciones recibidas del fiscal y del juez. El registro será firmado por el funcionario a cargo de la
investigación y, en lo posible, por las personas que hubieren intervenido en los actos o proporcionado alguna
información. En todo caso, estos registros no podrán remplazar las declaraciones de la policía en el juicio oral.
(Art. 228 CPP)

Registro de la interceptación. La interceptación telefónica de que trata el artículo precedente será registrada
mediante su grabación magnetofónica u otros medios técnicos análogos que aseguraren la fidelidad del
registro. La grabación será entregada directamente al ministerio público, quien la conservará bajo sello y
cuidará que la misma no sea conocida por terceras personas. Cuando lo estimare conveniente, el ministerio
público podrá disponer la transcripción escrita de la grabación, por un funcionario que actuará, en tal caso,
como ministro de fe acerca de la fidelidad de aquélla. Sin perjuicio de ello, el ministerio público deberá
conservar los originales de la grabación, en la forma prevista en el inciso precedente. La incorporación al juicio
oral de los resultados obtenidos de la medida de interceptación se realizará de la manera que determinare el
tribunal, en la oportunidad procesal respectiva. En todo caso, podrán ser citados como testigos los encargados
de practicar la diligencia. Aquellas comunicaciones que fueren irrelevantes para el procedimiento serán
entregadas, en su oportunidad, a las personas afectadas con la medida, y se destruirá toda transcripción o
copia de ellas por el ministerio público. Lo prescrito en el inciso precedente no regirá respecto de aquellas
grabaciones que contuvieren informaciones relevantes para otros procedimientos seguidos por hechos que
pudieren constituir un delito que merezca pena de crimen, de las cuales se podrá hacer uso conforme a las
normas precedentes. (Art. 223 CPP)

Registro (en la suspensión condicional del procedimiento). El ministerio público llevará un registro en el
cual dejará constancia de los casos en que se decretare la suspensión condicional del procedimiento o se
aprobare un acuerdo reparatorio. El registro tendrá por objeto verificar que el imputado cumpla las
condiciones que el juez impusiere al disponer la suspensión condicional del procedimiento, o reúna los
requisitos necesarios para acogerse, en su caso, a una nueva suspensión condicional o acuerdo reparatorio. El
registro será reservado, sin perjuicio del derecho de la víctima de conocer la información relativa al imputado.
(Art. 246 CPP)

Reglas especiales relativas a la aplicación de medidas de seguridad. Cuando se proceda en conformidad a


las normas de este Párrafo, se aplicarán las siguientes reglas especiales: a) El procedimiento no se podrá seguir
conjuntamente contra sujetos enajenados mentales y otros que no lo fueren; b) El juicio se realizará a puerta
cerrada, sin la presencia del enajenado mental, cuando su estado imposibilite la audiencia, y c) La sentencia
absolverá si no se constatare la existencia de un hecho típico y antijurídico o la participación del imputado en
él, o, en caso contrario, podrá imponer al inimputable una medida de seguridad. (Art. 463 CPP)

Reglas generales (registros). De las actuaciones realizadas por o ante el juez de garantía, el tribunal de juicio
oral en lo penal, las Cortes de Apelaciones y la Corte Suprema se levantará un registro en la forma señalada en
este párrafo. En todo caso, las sentencias y demás resoluciones que pronunciare el tribunal serán registradas
en su integridad. El registro se efectuará por cualquier medio apto para producir fe, que permita garantizar la
conservación y la reproducción de su contenido. (Art. 39 CPP)

Reglas generales de vista de los recursos. La vista de la causa se efectuará en una audiencia pública. La falta
de comparecencia de uno o más recurrentes a la audiencia dará lugar a que se declare el abandono del recurso
respecto de los ausentes. La incomparecencia de uno o más de los recurridos permitirá proceder en su

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ausencia. La audiencia se iniciará con el anuncio, tras el cual, sin mediar relación, se otorgará la palabra a el o
los recurrentes para que expongan los fundamentos del recurso, así como las peticiones concretas que
formularen. Luego se permitirá intervenir a los recurridos y finalmente se volverá a ofrecer la palabra a todas
las partes con el fin de que formulen aclaraciones respecto de los hechos o de los argumentos vertidos en el
debate. En cualquier momento del debate, cualquier miembro del tribunal podrá formular preguntas a los
representantes de las partes o pedirles que profundicen su argumentación o la refieran a algún aspecto
específico de la cuestión debatida. Concluido el debate, el tribunal pronunciará sentencia de inmediato o, si no
fuere posible, en un día y hora que dará a conocer a los intervinientes en la misma audiencia. La sentencia será
redactada por el miembro del tribunal colegiado que éste designare y el voto disidente o la prevención, por su
autor. (Art. 358 CPP)

Reiteración de faltas. En caso de reiteración de faltas de una misma especie se aplicará, en lo que
correspondiere, las reglas contenidas en el artículo 351. (Art. 397 CPP)

Reiteración de crímenes o simples delitos de una misma especie. En los casos de reiteración de crímenes o
simples delitos de una misma especie se impondrá la pena correspondiente a las diversas infracciones,
estimadas como un solo delito, aumentándola en uno o dos grados. Si, por la naturaleza de las diversas
infracciones, éstas no pudieren estimarse como un solo delito, el tribunal aplicará la pena señalada a aquélla
que, considerada aisladamente, con las circunstancias del caso, tuviere asignada una pena mayor,
aumentándola en uno o dos grados, según fuere el número de los delitos. Podrá, con todo, aplicarse las penas
en la forma establecida en el artículo 74 del Código Penal si, de seguirse este procedimiento, hubiere de
corresponder al condenado una pena menor. Para los efectos de este artículo, se considerará delitos de una
misma especie aquéllos que afectaren al mismo bien jurídico. (Art. 351 CPP)

Remisión a normas del Párrafo 1º (en desafuero de intendente o gobernador). El procedimiento establecido
en el Párrafo 1º de este Título es aplicable a los casos de desafuero de un intendente o de un gobernador, en lo
que fuere pertinente. (Art. 423 CPP)

Renuencia a comparecer o a declarar. Si el testigo legalmente citado no compareciere sin justa causa, se
procederá conforme a lo dispuesto en el inciso tercero del artículo 33. Además, podrá imponérsele el pago de
las costas provocadas por su inasistencia. El testigo que se negare sin justa causa a declarar, será sancionado
con las penas que establece el inciso segundo del artículo 240 del Código de Procedimiento Civil. (Art. 299
CPP)

Renuncia de la acción penal. La acción penal pública no se extingue por la renuncia de la persona ofendida.
Pero se extinguen por esa renuncia la acción penal privada y la civil derivada de cualquier clase de delitos. Si
el delito es de aquéllos que no pueden ser perseguidos sin previa instancia particular, la renuncia de la víctima
a denunciarlo extinguirá la acción penal, salvo que se tratare de delito perpetrado contra menores de edad.
Esta renuncia no la podrá realizar el ministerio público. (Art. 56 CPP)

Renuncia de plazos. Los intervinientes en el procedimiento podrán renunciar, total o parcialmente, a los
plazos establecidos a su favor, por manifestación expresa. Si el plazo fuere común, la abreviación o la renuncia
requerirán el consentimiento de todos los intervinientes y la aprobación del tribunal. (Art. 18 CPP)

Renuncia o abandono de la defensa. La renuncia formal del defensor no lo liberará de su deber de realizar
todos los actos inmediatos y urgentes que fueren necesarios para impedir la indefensión del imputado. En el
caso de renuncia del defensor o en cualquier situación de abandono de hecho de la defensa, el tribunal deberá
designar de oficio un defensor penal público que la asuma, a menos que el imputado se procurare antes un
defensor de su confianza. Con todo, tan pronto este defensor hubiere aceptado el cargo, cesará en sus
funciones el designado por el tribunal. (Art. 106 CPP)

Renuncia y desistimiento de los recursos. Los recursos podrán renunciarse expresamente, una vez notificada
la resolución contra la cual procedieren. Quienes hubieren interpuesto un recurso podrán desistirse de él antes
de su resolución. En todo caso, los efectos del desistimiento no se extenderán a los demás recurrentes o a los

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adherentes al recurso. El defensor no podrá renunciar a la interposición de un recurso, ni desistirse de los
recursos interpuestos, sin mandato expreso del imputado. (Art. 354 CPP)

Representación del Estado requirente. El ministerio público representará el interés del Estado requirente en el
procedimiento de extradición pasiva, lo que no obstará al cumplimiento de lo dispuesto en su ley orgánica
constitucional. En cualquier momento, antes de la audiencia a que se refiere el artículo 448, el Estado
requirente podrá designar otro representante, caso en el cual cesará la intervención del ministerio público.
(Art. 443 CPP)

Reposición de las resoluciones dictadas fuera de audiencias. De las sentencias interlocutorias, de los autos y
de los decretos dictados fuera de audiencias, podrá pedirse reposición al tribunal que los hubiere pronunciado.
El recurso deberá interponerse dentro de tercero día y deberá ser fundado. El tribunal se pronunciará de plano,
pero podrá oír a los demás intervinientes si se hubiere deducido en un asunto cuya complejidad así lo
aconsejare. Cuando la reposición se interpusiere respecto de una resolución que también fuere susceptible de
apelación y no se dedujere a la vez este recurso para el caso de que la reposición fuere denegada, se entenderá
que la parte renuncia a la apelación. La reposición no tendrá efecto suspensivo, salvo cuando contra la misma
resolución procediere también la apelación en este efecto. (Art. 362 CPP)

Reposición en las audiencias orales. La reposición de las resoluciones pronunciadas durante audiencias
orales deberá promoverse tan pronto se dictaren y sólo serán admisibles cuando no hubieren sido precedidas
de debate. La tramitación se efectuará verbalmente, de inmediato, y de la misma manera se pronunciará el
fallo. (Art. 363 CPP)

Reproducción de declaraciones anteriores en la audiencia del juicio oral. Podrá darse lectura a los registros
en que constaren anteriores declaraciones de testigos, peritos o imputados, en los siguientes casos: a) Cuando
se tratare de declaraciones de testigos o peritos que hubieren fallecido o caído en incapacidad física o mental, o
estuvieren ausentes del país, o cuya residencia se ignorare o que por cualquier motivo difícil de superar no
pudieren declarar en el juicio, siempre que ellas hubieren sido recibidas por el juez de garantía en una
audiencia de prueba formal, en conformidad con lo dispuesto en los artículos 191, 192 y 280; b) Cuando
constaren en registros o dictámenes que todas las partes acordaren en incorporar, con aquiescencia del
tribunal; c) Cuando la no comparecencia de los testigos, peritos o coimputados fuere imputable al acusado, y
Cuando se tratare de declaraciones realizadas por coimputados rebeldes, prestadas ante el juez de garantía.
(Art. 331 CPP)

Requerimiento. Recibida por el fiscal la denuncia de un hecho constitutivo de alguno de los delitos a que se
refiere el artículo 388, solicitará del juez de garantía competente la citación inmediata a audiencia, a menos que
fueren insuficientes los antecedentes aportados, se encontrare extinguida la responsabilidad penal del
imputado o el fiscal decidiere hacer aplicación de la facultad que le concede el artículo 170. De igual manera,
cuando los antecedentes lo ameritaren y hasta la deducción de la acusación, el fiscal podrá dejar sin efecto la
formalización de la investigación que ya hubiere realizado de acuerdo con lo previsto en el artículo 230, y
proceder conforme a las reglas de este Título. Asimismo, si el fiscal formulare acusación y la pena requerida no
excediere de presidio o reclusión menores en su grado mínimo, la acusación se tendrá como requerimiento,
debiendo el juez disponer la continuación del procedimiento de conformidad a las normas de este Título.
Tratándose de las faltas indicadas en los artículos 494, Nº 5, y 496, Nº 11, del Código Penal, sólo podrán
efectuar el requerimiento precedente las personas a quienes correspondiere la titularidad de la acción
conforme a lo dispuesto en los artículos 54 y 55. Si la falta contemplada en el artículo 494 bis del Código Penal
se cometiere en un establecimiento de comercio, para la determinación del valor de las cosas hurtadas se
considerará el precio de venta, salvo que los antecedentes que se reúnan permitan formarse una convicción
diferente. (Art. 390 CPP)

Requerimientos de información, contenido y formalidades. Todas las autoridades y órganos del Estado
deberán realizar las diligencias y proporcionar, sin demora, la información que les requirieren el ministerio
público y los tribunales con competencia penal. El requerimiento contendrá la fecha y lugar de expedición, los
antecedentes necesarios para su cumplimiento, el plazo que se otorgare para que se llevare a efecto y la
determinación del fiscal o tribunal requirente. Con todo, tratándose de informaciones o documentos que en

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virtud de la ley tuvieren carácter secreto, el requerimiento se atenderá observando las prescripciones de la ley
respectiva, si las hubiere, y, en caso contrario, adoptándose las precauciones que aseguraren que la
información no será divulgada. Si la autoridad requerida retardare el envío de los antecedentes solicitados o se
negare a enviarlos, a pretexto de su carácter secreto o reservado y el fiscal estimare indispensable la realización
de la actuación, remitirá los antecedentes al fiscal regional quien, si compartiere esa apreciación, solicitará a la
Corte de Apelaciones respectiva que, previo informe de la autoridad de que se tratare, recabado por la vía que
considerare más rápida, resuelva la controversia. La Corte adoptará esta decisión en cuenta. Si fuere el tribunal
el que requiriere la información, formulará dicha solicitud ante la Corte de Apelaciones. Si la razón invocada
por la autoridad requerida para no enviar los antecedentes solicitados fuere que su publicidad pudiere afectar
la seguridad nacional, la cuestión deberá ser resuelta por la Corte Suprema. Aun cuando la Corte llamada a
resolver la controversia rechazare el requerimiento del fiscal, por compartir el juicio de la autoridad a la que se
hubieren requerido los antecedentes, podrá ordenar que se suministren al ministerio público o al tribunal los
datos que le parecieren necesarios para la adopción de decisiones relativas a la investigación o para el
pronunciamiento de resoluciones judiciales. Las resoluciones que los ministros de Corte pronunciaren para
resolver estas materias no los inhabilitarán para conocer, en su caso, los recursos que se dedujeren en la causa
de que se tratare. (Art. 19 CPP)

Requerimiento de medidas de seguridad. En el caso previsto en el inciso segundo del artículo anterior, el
fiscal requerirá la medida de seguridad, mediante solicitud escrita, que deberá contener, en lo pertinente, las
menciones exigidas en el escrito de acusación. El fiscal no podrá, en caso alguno, solicitar la aplicación del
procedimiento abreviado o la suspensión condicional del procedimiento. En los casos previstos en este
artículo, el querellante podrá acompañar al escrito a que se refiere el artículo 261 los antecedentes que
considerare demostrativos de la imputabilidad de la persona requerida. (Art. 461 CPP)

Requisitos del escrito de interposición (del recurso de nulidad). En el escrito en que se interpusiere el
recurso de nulidad se consignarán los fundamentos del mismo y las peticiones concretas que se sometieren al
fallo del tribunal. El recurso podrá fundarse en varias causales, caso en el cual se indicará si se invocan
conjunta o subsidiariamente. Cada motivo de nulidad deberá ser fundado separadamente. Cuando el recurso
se fundare en la causal prevista en el artículo 373, letra b), y el recurrente sostuviere que, por aplicación del
inciso tercero del artículo 376, su conocimiento correspondiere a la Corte Suprema, deberá, además, indicar en
forma precisa los fallos en que se hubiere sostenido las distintas interpretaciones que invocare y acompañar
copia de las sentencias o de las publicaciones que se hubieren efectuado del texto íntegro de las mismas. (Art.
378 CPP)

Requisitos de la querella. Toda querella criminal deberá presentarse por escrito ante el juez de garantía y
deberá contener: a) La designación del tribunal ante el cual se entablare; b) El nombre, apellido, profesión u
oficio y domicilio del querellante; c) El nombre, apellido, profesión u oficio y residencia del querellado, o una
designación clara de su persona, si el querellante ignorare aquellas circunstancias. Si se ignoraren dichas
determinaciones, siempre se podrá deducir querella para que se proceda a la investigación del delito y al
castigo de el o de los culpables; d) La relación circunstanciada del hecho, con expresión del lugar, año, mes, día
y hora en que se hubiere ejecutado, si se supieren; e) La expresión de las diligencias cuya práctica se solicitare
al ministerio público, y f) La firma del querellante o la de otra persona a su ruego, si no supiere o no pudiere
firmar. (Art. 113 CPP)

Requisitos para ordenar la prisión preventiva. Una vez formalizada la investigación, el tribunal, a petición
del Ministerio Público o del querellante, podrá decretar la prisión preventiva del imputado siempre que el
solicitante acreditare que se cumplen los siguientes requisitos: a) Que existen antecedentes que justificaren la
existencia del delito que se investigare; b) Que existen antecedentes que permitieren presumir fundadamente
que el imputado ha tenido participación en el delito como autor, cómplice o encubridor, y c) Que existen
antecedentes calificados que permitieren al tribunal considerar que la prisión preventiva es indispensable para
el éxito de diligencias precisas y determinadas de la investigación, o que la libertad del imputado es peligrosa
para la seguridad de la sociedad o del ofendido, o que existe peligro de que el imputado se dé a la fuga,
conforme a las disposiciones de los incisos siguientes. Se entenderá especialmente que la prisión preventiva es
indispensable para el éxito de la investigación cuando existiere sospecha grave y fundada de que el imputado
pudiere obstaculizar la investigación mediante la destrucción, modificación, ocultación o falsificación de

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elementos de prueba; o cuando pudiere inducir a coimputados, testigos, peritos o terceros para que informen
falsamente o se comporten de manera desleal o reticente. Para estimar si la libertad del imputado resulta o no
peligrosa para la seguridad de la sociedad, el tribunal deberá considerar especialmente alguna de las
siguientes circunstancias: la gravedad de la pena asignada al delito; el número de delitos que se le imputare y
el carácter de los mismos; la existencia de procesos pendientes, y el hecho de haber actuado en grupo o
pandilla. Se entenderá especialmente que la libertad del imputado constituye un peligro para la seguridad de
la sociedad, cuando los delitos imputados tengan asignada pena de crimen en la ley que los consagra; cuando
el imputado hubiere sido condenado con anterioridad por delito al que la ley señale igual o mayor pena, sea
que la hubiere cumplido efectivamente o no; cuando se encontrare sujeto a alguna medida cautelar personal,
en libertad condicional o gozando de alguno de los beneficios alternativos a la ejecución de las penas
privativas o restrictivas de libertad contemplados en la ley. Se entenderá que la seguridad del ofendido se
encuentra en peligro por la libertad del imputado cuando existieren antecedentes calificados que permitieren
presumir que éste realizará atentados en contra de aquél, o en contra de su familia o de sus bienes. (Art. 140
CPP)

Resoluciones apelables. Las resoluciones dictadas por el juez de garantía serán apelables en los siguientes
casos: a) Cuando pusieren término al procedimiento, hicieren imposible su prosecución o la suspendieren por
más de treinta días, y b) Cuando la ley lo señalare expresamente. (Art. 370 CPP)

Resolución de excepciones en la audiencia de preparación del juicio oral. Si el imputado hubiere planteado
excepciones de previo y especial pronunciamiento, el juez abrirá debate sobre la cuestión. Asimismo, de
estimarlo pertinente, el juez podrá permitir durante la audiencia la presentación de los antecedentes que
estimare relevantes para la decisión de las excepciones planteadas. El juez resolverá de inmediato las
excepciones de incompetencia, litis pendencia y falta de autorización para proceder criminalmente, si hubieren
sido deducidas. La resolución que recayere respecto de dichas excepciones será apelable. Tratándose de las
restantes excepciones previstas en el artículo 264, el juez podrá acoger una o más de las que se hubieren
deducido y decretar el sobreseimiento definitivo, siempre que el fundamento de la decisión se encontrare
suficientemente justificado en los antecedentes de la investigación. En caso contrario, dejará la resolución de la
cuestión planteada para la audiencia del juicio oral. Esta última decisión será inapelable. (Art. 271 CPP)

Resolución del requerimiento. Formulado el requerimiento, corresponderá al juez de garantía declarar que el
sujeto requerido se encuentra en la situación prevista en el artículo 10, número 1°, del Código Penal. Si el juez
apreciare que los antecedentes no permiten establecer con certeza la inimputabilidad, rechazará el
requerimiento. Al mismo tiempo, dispondrá que la acusación se formulare por el querellante, siempre que éste
se hubiere opuesto al requerimiento del fiscal, para que la sostuviere en lo sucesivo en los mismos términos
que este Código establece para el ministerio público. En caso contrario, ordenará al ministerio público la
formulación de la acusación conforme al trámite ordinario. Los escritos de acusación podrán contener
peticiones subsidiarias relativas a la imposición de medidas de seguridad. (Art. 462 CPP)

Resoluciones inapelables. Serán inapelables las resoluciones dictadas por un tribunal de juicio oral en lo
penal. (Art. 364 CPP)

Resolución inmediata (en el simplificado). Una vez efectuado lo prescrito en el artículo anterior, el tribunal
preguntará al imputado si admitiere responsabilidad en los hechos contenidos en el requerimiento o si, por el
contrario, solicitare la realización de la audiencia. Para los efectos de lo dispuesto en el presente inciso, el fiscal
podrá modificar la pena requerida para el evento de que el imputado admitiere su responsabilidad. Si el
imputado admitiere su responsabilidad en el hecho, el tribunal dictará sentencia inmediatamente. En estos
casos, el juez no podrá imponer una pena superior a la solicitada en el requerimiento, permitiéndose la
incorporación de antecedentes que sirvieren para la determinación de la pena. (Art. 395 CPP)

Resolución sobre la prisión preventiva. Al concluir la audiencia el tribunal se pronunciará sobre la prisión
preventiva por medio de una resolución fundada, en la cual expresará claramente los antecedentes calificados
que justificaren la decisión. (Art. 143 CPP)

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Resolución sobre la solicitud de procedimiento abreviado. El juez aceptará la solicitud del fiscal y del
imputado cuando los antecedentes de la investigación fueren suficientes para proceder de conformidad a las
normas de este Título, la pena solicitada por el fiscal se conformare a lo previsto en el inciso primero del
artículo 406 y verificare que el acuerdo hubiere sido prestado por el acusado con conocimiento de sus
derechos, libre y voluntariamente. Cuando no lo estimare así, o cuando considerare fundada la oposición del
querellante, rechazará la solicitud de procedimiento abreviado y dictará el auto de apertura del juicio oral. En
este caso, se tendrán por no formuladas la aceptación de los hechos por parte del acusado y la aceptación de
los antecedentes a que se refiere el inciso segundo del artículo 406, como tampoco las modificaciones de la
acusación o de la acusación particular efectuadas para posibilitar la tramitación abreviada del procedimiento.
Asimismo, el juez dispondrá que todos los antecedentes relativos al planteamiento, discusión y resolución de
la solicitud de proceder de conformidad al procedimiento abreviado sean eliminadas del registro. (Art. 410
CPP)

Responsabilidad penal. La acción penal, fuere pública o privada, no puede entablarse sino contra las personas
responsables del delito. La responsabilidad penal sólo puede hacerse efectiva en las personas naturales. Por las
personas jurídicas responden los que hubieren intervenido en el acto punible, sin perjuicio de la
responsabilidad civil que las afectare. (Art. 58 CPP)

Responsabilidad y derechos del denunciante. El denunciante no contraerá otra responsabilidad que la


correspondiente a los delitos que hubiere cometido por medio de la denuncia o con ocasión de ella. Tampoco
adquirirá el derecho a intervenir posteriormente en el procedimiento, sin perjuicio de las facultades que
pudieren corresponderle en el caso de ser víctima del delito. (Art. 178 CPP)

Resumen de las presentaciones de los intervinientes (en la audiencia intermedia). Al inicio de la audiencia,
el juez de garantía hará una exposición sintética de las presentaciones que hubieren realizado los
intervinientes. (Art. 267 CPP)

Retención e incautación de correspondencia. A petición del fiscal, el juez podrá autorizar, por resolución
fundada, la retención de la correspondencia postal, telegráfica o de otra clase y los envíos dirigidos al
imputado o remitidos por él, aun bajo nombre supuesto, o de aquéllos de los cuales, por razón de especiales
circunstancias, se presumiere que emanan de él o de los que él pudiere ser el destinatario, cuando por motivos
fundados fuere previsible su utilidad para la investigación. Del mismo modo, se podrá disponer la obtención
de copias o respaldos de la correspondencia electrónica dirigida al imputado o emanada de éste. El fiscal
deberá examinar la correspondencia o los envíos retenidos y conservará aquéllos que tuvieren relación con el
hecho objeto de la investigación. Para los efectos de su conservación se aplicará lo dispuesto en el artículo 188.
La correspondencia o los envíos que no tuvieren relación con el hecho investigado serán devueltos o, en su
caso, entregados a su destinatario, a algún miembro de su familia o a su mandatario o representante legal. La
correspondencia que hubiere sido obtenida de servicios de comunicaciones será devuelta a ellos después de
sellada, otorgando, en caso necesario, el certificado correspondiente. (Art. 218 CPP)

Revocación de la suspensión condicional. Cuando el imputado incumpliere, sin justificación, grave o


reiteradamente las condiciones impuestas, o fuere objeto de una nueva formalización de la investigación por
hechos distintos, el juez, a petición del fiscal o la víctima, revocará la suspensión condicional del
procedimiento, y éste continuará de acuerdo a las reglas generales. Será apelable la resolución que se dictare en
conformidad al inciso precedente. (Art. 239 CPP)

S
Saneamiento de la nulidad (procesal). Las nulidades quedarán subsanadas si el interviniente en el
procedimiento perjudicado no impetrare su declaración oportunamente, si aceptare expresa o tácitamente los
efectos del acto y cuando, a pesar del vicio, el acto cumpliere su finalidad respecto de todos los interesados,
salvo en los casos previstos en el artículo 160. (Art. 164 CPP)

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 92


Sanciones al abogado que no asistiere o abandonare la audiencia injustificadamente. La ausencia
injustificada del defensor o del respectivo fiscal a la audiencia del juicio oral o a alguna de sus sesiones, si se
desarrollare en varias, se sancionará con suspensión del ejercicio de la profesión, hasta por dos meses. En
idéntica pena incurrirá el defensor o fiscal que abandonare injustificadamente la audiencia que se estuviere
desarrollando. El tribunal impondrá la sanción después de escuchar al afectado y recibir la prueba que
ofreciere, si la estimare procedente. No constituirá excusa suficiente la circunstancia de tener el abogado otras
actividades profesionales que realizar en la misma oportunidad en que se hubiere producido su inasistencia o
abandono. (Art. 287 CPP)

Sanciones (por infracción a la publicidad). Quienes infringieren las medidas sobre publicidad previstas en el
artículo 289 o lo dispuesto en el artículo 293 podrán ser sancionados de conformidad con los artículos 530 ó 532
del Código Orgánico de Tribunales, según correspondiere. Sin perjuicio de lo anterior, el tribunal podrá
expulsar a los infractores de la sala. En caso de que el expulsado fuere el fiscal o el defensor, deberá procederse
a su reemplazo antes de continuar el juicio. Si lo fuere el querellante, se procederá en su ausencia y si lo fuere
su abogado, deberá remplazarlo. (Art. 294 CPP)

Secreto de las actuaciones de investigación. Las actuaciones de investigación realizadas por el ministerio
público y por la policía serán secretas para los terceros ajenos al procedimiento. El imputado y los demás
intervinientes en el procedimiento podrán examinar y obtener copias, a su cargo, de los registros y
documentos de la investigación fiscal y podrán examinar los de la investigación policial. El fiscal podrá
disponer que determinadas actuaciones, registros o documentos sean mantenidas en secreto respecto del
imputado o de los demás intervinientes, cuando lo considerare necesario para la eficacia de la investigación.
En tal caso deberá identificar las piezas o actuaciones respectivas, de modo que no se vulnere la reserva y fijar
un plazo no superior a cuarenta días para la mantención del secreto. El imputado o cualquier otro interviniente
podrá solicitar del juez de garantía que ponga término al secreto o que lo limite, en cuanto a su duración, a las
piezas o actuaciones abarcadas por él, o a las personas a quienes afectare. Sin perjuicio de lo dispuesto en los
incisos anteriores, no se podrá decretar el secreto sobre la declaración del imputado o cualquier otra actuación
en que hubiere intervenido o tenido derecho a intervenir, las actuaciones en las que participare el tribunal, ni
los informes evacuados por peritos, respecto del propio imputado o de su defensor. Los funcionarios que
hubieren participado en la investigación y las demás personas que, por cualquier motivo, tuvieren
conocimiento de las actuaciones de la investigación estarán obligados a guardar secreto respecto de ellas. (Art.
182 CPP)

Sentencia condenatoria. La sentencia condenatoria fijará las penas y se pronunciará sobre la eventual
aplicación de alguna de las medidas alternativas a la privación o restricción de libertad previstas en la ley. La
sentencia que condenare a una pena temporal deberá expresar con toda precisión el día desde el cual
empezará ésta a contarse y fijará el tiempo de detención, prisión preventiva y privación de libertad impuesta
en conformidad a la letra a) del artículo 155 que deberá servir de abono para su cumplimiento. Para estos
efectos, se abonará a la pena impuesta un día por cada día completo, o fracción igual o superior a doce horas,
de dichas medidas cautelares que hubiere cumplido el condenado. La sentencia condenatoria dispondrá
también el comiso de los instrumentos o efectos del delito o su restitución, cuando fuere procedente. Cuando
se hubiere declarado falso, en todo o en parte, un instrumento público, el tribunal, junto con su devolución,
ordenará que se lo reconstituya, cancele o modifique de acuerdo con la sentencia. Cuando se pronunciare la
decisión de condena, el tribunal podrá disponer, a petición de alguno de los intervinientes, la revisión de las
medidas cautelares personales, atendiendo al tiempo transcurrido y a la pena probable. (Art. 348 CPP)

Sentencia que concede la extradición pasiva. Ejecutoriada que fuere la sentencia que concediere la
extradición, el Ministro de la Corte Suprema pondrá al sujeto requerido a disposición del Ministerio de
Relaciones Exteriores, a fin de que sea entregado al país que la hubiere solicitado. (Art. 451 CPP)

Sentencia que deniega la extradición pasiva. Si la sentencia denegare la extradición, aun cuando no se
encontrare ejecutoriada, el Ministro de la Corte Suprema procederá a decretar el cese de cualquier medida
cautelar personal que se hubiere decretado en contra del sujeto cuya extradición se solicitare. Ejecutoriada la
sentencia que denegare la extradición, el Ministro de la Corte comunicará al Ministerio de Relaciones

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Exteriores el resultado del procedimiento, incluyendo copia autorizada de la sentencia que en él hubiere
recaído. (Art. 452 CPP)

Sentencia y acusación. La sentencia condenatoria no podrá exceder el contenido de la acusación. En


consecuencia, no se podrá condenar por hechos o circunstancias no contenidos en ella. Con todo, el tribunal
podrá dar al hecho una calificación jurídica distinta de aquélla contenida en la acusación o apreciar la
concurrencia de causales modificatorias agravantes de la responsabilidad penal no incluidas en ella, siempre
que hubiere advertido a los intervinientes durante la audiencia. Si durante la deliberación uno o más jueces
consideraren la posibilidad de otorgar a los hechos una calificación distinta de la establecida en la acusación,
que no hubiere sido objeto de discusión durante la audiencia, deberán reabrirla, a objeto de permitir a las
partes debatir sobre ella. (Art. 341 CPP)

Señalamiento de domicilio de los intervinientes en el procedimiento. En su primera intervención en el


procedimiento los intervinientes deberán ser conminados por el juez, por el ministerio público, o por el
funcionario público que practicare la primera notificación, a indicar un domicilio dentro de los límites urbanos
de la ciudad en que funcionare el tribunal respectivo y en el cual puedan practicárseles las notificaciones
posteriores. Asimismo, deberán comunicar cualquier cambio de su domicilio. En caso de omisión del
señalamiento del domicilio o de la comunicación de sus cambios, o de cualquier inexactitud del mismo o de la
inexistencia del domicilio indicado, las resoluciones que se dictaren se notificarán por el estado diario. Para tal
efecto, los intervinientes en el procedimiento deberán ser advertidos de esta circunstancia, lo que se hará
constar en el acta que se levantare. El mismo apercibimiento se formulará al imputado que fuere puesto en
libertad, a menos que ello fuere consecuencia de un sobreseimiento definitivo o de una sentencia absolutoria
ejecutoriados. (Art. 26 CPP)

Situación de flagrancia. Se entenderá que se encuentra en situación de flagrancia: a) El que actualmente se


encontrare cometiendo el delito; b) El que acabare de cometerlo; c) El que huyere del lugar de comisión del
delito y fuere designado por el ofendido u otra persona como autor o cómplice; d) El que, en un tiempo
inmediato a la perpetración de un delito, fuere encontrado con objetos procedentes de aquél o con señales, en
sí mismo o en sus vestidos, que permitieren sospechar su participación en él, o con las armas o instrumentos
que hubieren sido empleados para cometerlo, y e) El que las víctimas de un delito que reclamen auxilio, o
testigos presenciales, señalaren como autor o cómplice de un delito que se hubiere cometido en un tiempo
inmediato. Para los efectos de lo establecido en las letras d) y e) se entenderá por tiempo inmediato todo aquel
que transcurra entre la comisión del hecho y la captura del imputado, siempre que no hubieren transcurrido
más de doce horas. (Art. 130 CPP)

Sobreseimiento definitivo. El juez de garantía decretará el sobreseimiento definitivo: a) Cuando el hecho


investigado no fuere constitutivo de delito; b) Cuando apareciere claramente establecida la inocencia del
imputado; c) Cuando el imputado estuviere exento de responsabilidad criminal en conformidad al artículo 10
del Código Penal o en virtud de otra disposición legal; d) Cuando se hubiere extinguido la responsabilidad
penal del imputado por algunos de los motivos establecidos en la ley; e) Cuando sobreviniere un hecho que,
con arreglo a la ley, pusiere fin a dicha responsabilidad, y f) Cuando el hecho de que se tratare hubiere sido
materia de un procedimiento penal en el que hubiere recaído sentencia firme respecto del imputado. El juez no
podrá dictar sobreseimiento definitivo respecto de los delitos que, conforme a los tratados internacionales
ratificados por Chile y que se encuentren vigentes, sean imprescriptibles o no puedan ser amnistiados, salvo en
los casos de los números 1° y 2° del artículo 93 del Código Penal. (Art. 250 CPP)

Sobreseimiento temporal. El juez de garantía decretará el sobreseimiento temporal en los siguientes casos: a)
Cuando para el juzgamiento criminal se requiriere la resolución previa de una cuestión civil, de acuerdo con lo
dispuesto en el artículo 171; b) Cuando el imputado no compareciere al procedimiento y fuere declarado
rebelde, de acuerdo con lo dispuesto en los artículos 99 y siguientes, y c) Cuando, después de cometido el
delito, el imputado cayere en enajenación mental, de acuerdo con lo dispuesto en el Título VII del Libro
Cuarto. El tribunal de juicio oral en lo penal dictará sobreseimiento temporal cuando el acusado no hubiere
comparecido a la audiencia del juicio oral y hubiere sido declarado rebelde de conformidad a lo dispuesto en
los artículos 100 y 101 de este Código. (Art. 252 CPP)

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Sobreseimiento total y parcial. El sobreseimiento será total cuando se refiriere a todos los delitos y a todos los
imputados; y parcial cuando se refiriere a algún delito o a algún imputado, de los varios a que se hubiere
extendido la investigación y que hubieren sido objeto de formalización de acuerdo al artículo 229. Si el
sobreseimiento fuere parcial, se continuará el procedimiento respecto de aquellos delitos o de aquellos
imputados a que no se extendiere aquél. (Art. 255 CPP)

Solicitud de admisibilidad de los capítulos de acusación. Una vez cerrada la investigación, si el fiscal
estimare que procede formular acusación por crimen o simple delito contra un juez, un fiscal judicial o un
fiscal del ministerio público, remitirá los antecedentes a la Corte de Apelaciones correspondiente, a fin de que,
si hallare mérito, declare admisibles los capítulos de acusación. En el escrito de querella se especificarán los
capítulos de acusación, y se indicarán los hechos que constituyeren la infracción de la ley penal cometida por el
funcionario capitulado. Igual declaración a la prevista en el inciso primero requerirá el fiscal si, durante la
investigación, quisiere solicitar al juez de garantía la prisión preventiva de algunas de esas personas u otra
medida cautelar en su contra. Si se tratare de un delito de acción privada, el querellante deberá ocurrir ante la
Corte de Apelaciones solicitando igual declaración, antes de que se admitiere a tramitación por el juez de
garantía la querella que hubiere presentado por el delito. (Art. 425 CPP)

Solicitud de audiencia para la formalización de la investigación. Si el fiscal deseare formalizar la


investigación respecto de un imputado que no se encontrare en el caso previsto en el artículo 132, solicitará al
juez de garantía la realización de una audiencia en fecha próxima, mencionando la individualización del
imputado, la indicación del delito que se le atribuyere, la fecha y lugar de su comisión y el grado de
participación del imputado en el mismo. A esta audiencia se citará al imputado, a su defensor y a los demás
intervinientes en el procedimiento. (Art. 231 CPP)

Solicitud de desafuero. Una vez cerrada la investigación, si el fiscal estimare que procediere formular
acusación por crimen o simple delito en contra de una persona que tenga el fuero a que se refieren los incisos
segundo a cuarto del artículo 58 de la Constitución Política, remitirá los antecedentes a la Corte de Apelaciones
correspondiente, a fin de que, si hallare mérito, declare que ha lugar a formación de causa. Igual declaración
requerirá si, durante la investigación, el fiscal quisiere solicitar al juez de garantía la prisión preventiva del
aforado u otra medida cautelar en su contra. Si se tratare de un delito de acción privada, el querellante deberá
ocurrir ante la Corte de Apelaciones solicitando igual declaración, antes de que se admitiere a tramitación su
querella por el juez de garantía. (Art. 416 CPP)

Solicitud de detención previa u otra medida cautelar personal (en la extradición). Durante la tramitación de
la extradición, a petición del fiscal o del querellante que la hubiere requerido, la Corte de Apelaciones podrá
solicitar del Ministerio de Relaciones Exteriores que se pida al país en que se encontrare el imputado que
ordene la detención previa de éste o adopte otra medida destinada a evitar la fuga de la persona cuya
extradición se solicitará, cuando el juez de garantía hubiere comprobado la concurrencia de los requisitos que
admitirían decretar la prisión preventiva u otra medida cautelar personal. La solicitud de la Corte de
Apelaciones deberá consignar los antecedentes que exigiere el tratado aplicable para solicitar la detención
previa o, a falta de tratado, al menos los antecedentes contemplados en el artículo 442. (Art. 434 CPP)

Solicitud de registros de actuaciones. El ministerio público podrá requerir en cualquier momento los registros
de las actuaciones de la policía. (Art. 88 CPP)

Solicitudes entre tribunales. Cuando un tribunal debiere requerir de otro la realización de una diligencia
dentro del territorio jurisdiccional de éste, le dirigirá directamente la solicitud, sin más menciones que la
indicación de los antecedentes necesarios para la cabal comprensión de la solicitud y las demás expresadas en
el inciso primero del artículo anterior. Si el tribunal requerido rechazare el cumplimiento del trámite o
diligencia indicado en la solicitud, o si transcurriere el plazo fijado para su cumplimiento sin que éste se
produjere, el tribunal requirente podrá dirigirse directamente al superior jerárquico del primero para que
ordene, agilice o gestione directamente la petición. (Art. 20 CPP)

Substitución de la prisión preventiva y revisión de oficio. En cualquier momento del procedimiento el


tribunal, de oficio o a petición de parte, podrá substituir la prisión preventiva por alguna de las medidas que

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se contemplan en las disposiciones del Párrafo 6º de este Título. Transcurridos seis meses desde que se hubiere
ordenado la prisión preventiva o desde el último debate oral en que ella se hubiere decidido, el tribunal citará
de oficio a una audiencia, con el fin de considerar su cesación o prolongación. (Art. 145 CPP)

Supletoriedad de las normas del Libro Segundo para la aplicación de medidas de seguridad. El
procedimiento para la aplicación de medidas de seguridad se rige por las reglas contenidas en este Título y en
lo que éste no prevea expresamente, por las disposiciones del Libro Segundo, en cuanto no fueren
contradictorias. (Art. 456 CPP)

Suspensión condicional del procedimiento. El fiscal, con el acuerdo del imputado, podrá solicitar al juez de
garantía la suspensión condicional del procedimiento. El juez podrá requerir del ministerio público los
antecedentes que estimare necesarios para resolver. La suspensión condicional del procedimiento podrá
decretarse: a) Si la pena que pudiere imponerse al imputado, en el evento de dictarse sentencia condenatoria,
no excediere de tres años de privación de libertad; b) Si el imputado no hubiere sido condenado anteriormente
por crimen o simple delito; y c) Si el imputado no tuviere vigente una suspensión condicional del
procedimiento, al momento de verificarse los hechos materia del nuevo proceso. La presencia del defensor del
imputado en la audiencia en que se ventilare la solicitud de suspensión condicional del procedimiento
constituirá un requisito de validez de la misma. Si el querellante o la víctima asistieren a la audiencia en que se
ventile la solicitud de suspensión condicional del procedimiento, deberán ser oídos por el tribunal. Tratándose
de imputados por delitos de homicidio, secuestro, robo con violencia o intimidación en las personas o fuerza
en las cosas, sustracción de menores, aborto, los contemplados en los artículos 361 a 366 bis, 367 y 367 bis del
Código Penal y conducción en estado de ebriedad causando la muerte o lesiones graves o gravísimas, el fiscal
deberá someter su decisión de solicitar la suspensión condicional del procedimiento al Fiscal Regional. Al
decretar la suspensión condicional del procedimiento, el juez de garantía establecerá las condiciones a las que
deberá someterse el imputado, por el plazo que determine, el que no podrá ser inferior a un año ni superior a
tres. Durante dicho período no se reanudará el curso de la prescripción de la acción penal. Asimismo, durante
el término por el que se prolongare la suspensión condicional del procedimiento se suspenderá el plazo
previsto en el artículo 247. La resolución que se pronunciare acerca de la suspensión condicional del
procedimiento será apelable por el imputado, por la víctima, por el ministerio público y por el querellante. La
suspensión condicional del procedimiento no impedirá de modo alguno el derecho a perseguir por la vía civil
las responsabilidades pecuniarias derivadas del mismo hecho. (Art. 237 CPP)

Suspensión de la audiencia o del juicio oral. El tribunal podrá suspender la audiencia hasta por dos veces
solamente por razones de absoluta necesidad y por el tiempo mínimo necesario de acuerdo con el motivo de la
suspensión. Al reanudarla, efectuará un breve resumen de los actos realizados hasta ese momento. El juicio se
suspenderá por las causas señaladas en el artículo 252. Con todo, el juicio seguirá adelante cuando la
declaración de rebeldía se produjere respecto del imputado a quien se le hubiere otorgado la posibilidad de
prestar declaración en el juicio oral, siempre que el tribunal estimare que su ulterior presencia no resulta
indispensable para la prosecución del juicio o cuando sólo faltare la dictación de la sentencia. La suspensión de
la audiencia o la interrupción del juicio oral por un período que excediere de diez días impedirá su
continuación. En tal caso, el tribunal deberá decretar la nulidad de lo obrado en él y ordenar su reinicio.
Cuando fuere necesario suspender la audiencia, el tribunal comunicará verbalmente la fecha y hora de su
continuación, lo que se tendrá como suficiente citación. (Art. 283 CPP)

Suspensión de la imposición de condena por falta. Cuando resulte mérito para condenar por la falta
imputada, pero concurrieren antecedentes favorables que no hicieren aconsejable la imposición de la pena al
imputado, el juez podrá dictar la sentencia y disponer en ella la suspensión de la pena y sus efectos por un
plazo de seis meses. En tal caso, no procederá acumular esta suspensión con alguno de los beneficios
contemplados en la ley N° 18.216. Transcurrido el plazo previsto en el inciso anterior sin que el imputado
hubiere sido objeto de nuevo requerimiento o de una formalización de la investigación, el tribunal dejará sin
efecto la sentencia y, en su reemplazo, decretará el sobreseimiento definitivo de la causa. Esta suspensión no
afecta la responsabilidad civil derivada del delito. (Art. 398 CPP)

Suspensión de la vista de la causa por otras causales. La vista de los recursos penales no podrá suspenderse
por las causales previstas en los numerales 1, 5, 6 y 7 del artículo 165 del Código de Procedimiento Civil. Al

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 96


confeccionar la tabla o disponer la agregación extraordinaria de recursos o determinar la continuación para el
día siguiente de un pleito, la Corte adoptará las medidas necesarias para que la sala que correspondiere no
viere alterada su labor. Si en la causa hubiere personas privadas de libertad, sólo se suspenderá la vista de la
causa por muerte del abogado del recurrente, del cónyuge o de alguno de sus ascendientes o descendientes,
ocurrida dentro de los ocho días anteriores al designado para la vista del recurso. En los demás casos la vista
sólo podrá suspenderse si lo solicitare el recurrente o todos los intervinientes facultados para concurrir a ella,
de común acuerdo. Este derecho podrá ejercerse una sola vez por el recurrente o por todos los intervinientes,
por medio de un escrito que deberá presentarse hasta las doce horas del día hábil anterior a la audiencia
correspondiente, a menos que la agregación de la causa se hubiere efectuado con menos de setenta y dos horas
antes de la vista, caso en el cual la suspensión podrá solicitarse hasta antes de que comenzare la audiencia.
(Art. 357 CPP)

Suspensión temporal de otras medidas cautelares personales. El tribunal podrá dejar temporalmente sin
efecto las medidas contempladas en este Párrafo, a petición del afectado por ellas, oyendo al fiscal y previa
citación de los demás intervinientes que hubieren participado en la audiencia en que se decretaron, cuando
estimare que ello no pone en peligro los objetivos que se tuvieron en vista al imponerlas. Para estos efectos, el
juez podrá admitir las cauciones previstas en el artículo 146. (Art. 156 CPP)

Terceros involucrados en el procedimiento. En caso necesario, los peritos y otros terceros que debieren
intervenir en el procedimiento para efectos probatorios podrán pedir al ministerio público que adopte medidas
tendientes a que se les brinde la protección prevista para los testigos. (Art. 322 CPP)

Término de la prisión preventiva por absolución o sobreseimiento. El tribunal deberá poner término a la
prisión preventiva cuando dictare sentencia absolutoria y cuando decretare sobreseimiento definitivo o
temporal, aunque dichas resoluciones no se encontraren ejecutoriadas. En los casos indicados en el inciso
precedente, se podrá imponer alguna de las medidas señaladas en el párrafo 6º de este Título, cuando se
consideraren necesarias para asegurar la presencia del imputado. (Art. 153 CPP)

Testigos ante el ministerio público. Durante la etapa de investigación, los testigos citados por el fiscal estarán
obligados a comparecer a su presencia y prestar declaración ante el mismo o ante su abogado asistente, salvo
aquéllos exceptuados únicamente de comparecer a que se refiere el artículo 300. El fiscal o el abogado asistente
del fiscal no podrán exigir del testigo el juramento o promesa previstos en el artículo 306. Si el testigo citado
no compareciere sin justa causa o, compareciendo, se negare injustificadamente a declarar, se le impondrán,
respectivamente, las medidas de apremio previstas en el inciso primero y las sanciones contempladas en el
inciso segundo del artículo 299. Tratándose de testigos que fueren empleados públicos o de una empresa del
Estado, el organismo público o la empresa respectiva adoptará las medidas correspondientes, las que serán de
su cargo si irrogaren gastos, para facilitar la comparecencia del testigo, sea que se encontrare en el país o en el
extranjero. (Art. 190 CPP)

Testigos menores de edad. El testigo menor de edad sólo será interrogado por el presidente de la sala,
debiendo los intervinientes dirigir las preguntas por su intermedio. (Art. 310 CPP)

Testigos sordos o mudos. Si el testigo fuere sordo, las preguntas le serán dirigidas por escrito; y si fuere
mudo, dará por escrito sus contestaciones. Si no fuere posible proceder de esa manera, la declaración del
testigo será recibida por intermedio de una o más personas que pudieren entenderse con él por signos o que
comprendieren a los sordomudos. Estas personas prestarán previamente el juramento o promesa prescritos en
el artículo 306. (Art. 311 CPP)

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Titulares de la solicitud de declaración de nulidad. Sólo podrá solicitar la declaración de nulidad el
interviniente en el procedimiento perjudicado por el vicio y que no hubiere concurrido a causarlo. (Art. 162
CPP)

Tramitación de solicitudes de asistencia internacional. Las solicitudes de autoridades competentes de país


extranjero para que se practiquen diligencias en Chile serán remitidas directamente al Ministerio Público, el
que solicitará la intervención del juez de garantía del lugar en que deban practicarse, cuando la naturaleza de
las diligencias lo hagan necesario de acuerdo con las disposiciones de la ley chilena. (Art. 20 bis)

Tramitación de la solicitud de prisión preventiva. La solicitud de prisión preventiva podrá plantearse


verbalmente en la audiencia de formalización de la investigación, en la audiencia de preparación del juicio oral
o en la audiencia del juicio oral. También podrá solicitarse en cualquier etapa de la investigación, respecto del
imputado contra quien se hubiere formalizado ésta, caso en el cual el juez fijará una audiencia para la
resolución de la solicitud, citando a ella al imputado, su defensor y a los demás intervinientes. La presencia del
imputado y su defensor constituye un requisito de validez de la audiencia en que se resolviere la solicitud de
prisión preventiva. Una vez expuestos los fundamentos de la solicitud por quien la hubiere formulado, el
tribunal oirá en todo caso al defensor, a los demás intervinientes si estuvieren presentes y quisieren hacer uso
de la palabra y al imputado. (Art. 142 CPP)

Tramitación ante el juez de garantía (en la extradición activa). Se podrá formalizar la investigación respecto
del imputado ausente, el que será representado en la audiencia respectiva por un defensor penal público, si no
contare con defensor particular. Al término de la audiencia, previo debate, el juez de garantía accederá a la
solicitud de extradición si estimare que en la especie concurren los requisitos del artículo 140. Si el juez de
garantía diere lugar a la solicitud de extradición a petición del fiscal o del querellante, declarará la procedencia
de pedir, en el país extranjero, la prisión preventiva u otra medida cautelar personal respecto del imputado, en
caso de que se cumplan las condiciones que permitirían decretar en Chile la medida respectiva. Para que el
juez eleve los antecedentes a la Corte de Apelaciones, será necesario que conste en el procedimiento el país y
lugar en que el imputado se encontrare en la actualidad. (Art. 432 CPP)

Tramitación del fallo que acoge la solicitud de extradición activa. El Ministerio de Relaciones Exteriores
legalizará y traducirá los documentos acompañados, si fuere del caso, y hará las gestiones necesarias para dar
cumplimiento a la resolución de la Corte de Apelaciones. Si se obtuviere la extradición del imputado, lo hará
conducir del país en que se encontrare, hasta ponerlo a disposición de aquel tribunal. En este último caso, la
Corte de Apelaciones ordenará que el imputado sea puesto a disposición del tribunal competente, a fin de que
el procedimiento siga su curso o de que cumpla su condena, si se hubiere pronunciado sentencia firme. (Art.
437 CPP)

Trámite en el procedimiento abreviado. Acordado el procedimiento abreviado, el juez abrirá el debate,


otorgará la palabra al fiscal, quien efectuará una exposición resumida de la acusación y de las actuaciones y
diligencias de la investigación que la fundamentaren. A continuación, se dará la palabra a los demás
intervinientes. En todo caso, la exposición final corresponderá siempre al acusado. (Art. 411 CPP)

Tribunal ante el que se entabla el recurso de apelación. El recurso de apelación deberá entablarse ante el
mismo juez que hubiere dictado la resolución y éste lo concederá o lo denegará. (Art. 365 CPP)

Tribunal competente para conocer del recurso (de nulidad). El conocimiento del recurso que se fundare en la
causal prevista en el artículo 373, letra a), corresponderá a la Corte Suprema. La respectiva Corte de
Apelaciones conocerá de los recursos que se fundaren en las causales señaladas en el artículo 373, letra b), y en
el artículo 374. No obstante lo dispuesto en el inciso precedente, cuando el recurso se fundare en la causal
prevista en el artículo 373, letra b), y respecto de la materia de derecho objeto del mismo existieren distintas
interpretaciones sostenidas en diversos fallos emanados de los tribunales superiores, corresponderá
pronunciarse a la Corte Suprema. Del mismo modo, si un recurso se fundare en distintas causales y por
aplicación de las reglas contempladas en los incisos precedentes correspondiere el conocimiento de al menos
una de ellas a la Corte Suprema, ésta se pronunciará sobre todas. Lo mismo sucederá si se dedujeren distintos

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 98


recursos de nulidad contra la sentencia y entre las causales que los fundaren hubiere una respecto de la cual
correspondiere pronunciarse a la Corte Suprema. (Art. 376 CPP)

Tribunal de primera instancia en la extradición pasiva. Recibidos los antecedentes, se designará al ministro
de la Corte Suprema que conocerá en primera instancia de la solicitud de extradición, quien fijará, desde luego,
día y hora para la realización de la audiencia a que se refiere el artículo 448 y pondrá la petición y sus
antecedentes en conocimiento del representante del Estado requirente y del imputado, a menos que se
hubieren solicitado medidas cautelares personales en contra de este último. Si se hubieren pedido tales
medidas, el conocimiento de la petición y los antecedentes se suministrará al imputado una vez que las
mismas se hubieren decretado. (Art. 441 CPP)

Unión y separación de acusaciones. Cuando el ministerio público formulare diversas acusaciones que el juez
considerare conveniente someter a un mismo juicio oral, y siempre que ello no perjudicare el derecho a
defensa, podrá unirlas y decretar la apertura de un solo juicio oral, si ellas estuvieren vinculadas por referirse a
un mismo hecho, a un mismo imputado o porque debieren ser examinadas unas mismas pruebas. El juez de
garantía podrá dictar autos de apertura del juicio oral separados, para distintos hechos o diferentes imputados
que estuvieren comprendidos en una misma acusación, cuando, de ser conocida en un solo juicio oral, pudiere
provocar graves dificultades en la organización o el desarrollo del juicio o detrimento al derecho de defensa, y
siempre que ello no implicare el riesgo de provocar decisiones contradictorias. (Art. 274 CPP)

Valoración de la prueba. Los tribunales apreciarán la prueba con libertad, pero no podrán contradecir los
principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados. El
tribunal deberá hacerse cargo en su fundamentación de toda la prueba producida, incluso de aquélla que
hubiere desestimado, indicando en tal caso las razones que hubiere tenido en cuenta para hacerlo. La
valoración de la prueba en la sentencia requerirá el señalamiento del o de los medios de prueba mediante los
cuales se dieren por acreditados cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren por probados. Esta
fundamentación deberá permitir la reproducción del razonamiento utilizado para alcanzar las conclusiones a
que llegare la sentencia. (Art. 297 CPP)

Valor del registro del juicio oral. El registro del juicio oral demostrará el modo en que se hubiere desarrollado
la audiencia, la observancia de las formalidades previstas para ella, las personas que hubieren intervenido y
los actos que se hubieren llevado a cabo. Lo anterior es sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 359, en lo que
corresponda. La omisión de formalidades del registro sólo lo privará de valor cuando ellas no pudieren ser
suplidas con certeza sobre la base de otros elementos contenido en el mismo o de otros antecedentes confiables
que dieren testimonio de lo ocurrido en la audiencia. (Art. 42 CPP)

Víctima. Concepto. Para los efectos de este Código, se considera víctima al ofendido por el delito. En los
delitos cuya consecuencia fuere la muerte del ofendido y en los casos en que éste no pudiere ejercer los
derechos que en este Código se le otorgan, se considerará víctima: a) al cónyuge y a los hijos; b) a los
ascendientes; c) al conviviente; d) a los hermanos, y e) al adoptado o adoptante. Para los efectos de su
intervención en el procedimiento, la enumeración precedente constituye un orden de prelación, de manera que
la intervención de una o más personas pertenecientes a una categoría excluye a las comprendidas en las
categorías siguientes. (Art. 108 CPP)

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CAPÍTULOI. INTRODUCCIÓN

1. El proceso penal como vía de solución del conflicto penal

Cada Estado es quien determina, en definitiva, cuáles son las conductas sociales que le
parecen reprochables para la adecuada convivencia social y en consecuencia, frente a su vulneración, por la vía
legislativa crea “tipos penales” que llevan aparejada una sanción de tipo penal, que puede significar una
privación de libertad o una pérdida patrimonial, o ambas a la vez.

Lo anterior, lo hace basado en una “ideal protección de bienes jurídicos” que le parece
conveniente asegurar, ya sea referidos a las personas en su integridad física o psíquica o bien, en sus bienes y
el derecho de propiedad que sobre los mismos detentan personas naturales y jurídicas.

Aquí el Estado omnicomprensivo de tal actividad, no deja de lado sus fines, es decir el objeto
de su existencia, fijando un “bien común ideal”, por eso señala en el artículo 1 de la CPRCH que “El Estado está
al servicio de la persona humana y su finalidad es promover el bien común, para lo cual debe contribuir a crear las
condiciones sociales que permitan a todos y a cada uno de los integrantes de la comunidad nacional su mayor realización
espiritual y material posible, con pleno respeto a los derechos y garantías que esta Constitución establece. Es deber del
Estado resguardar la seguridad nacional, dar protección a la población y a la familia, propender al fortalecimiento de ésta,
promover la integración armónica de todos los sectores de la Nación y asegurar el derecho de las personas a participar con
igualdad de oportunidades en la vida nacional”.

Sin embargo, para cumplir tal propósito, necesita desdoblarse y auto controlarse, por eso, lo
primero que hace es fijarse un marco regulatorio constitucional y supraconstitucional, donde señala que toda
su actividad va a quedar regulada por aquellas normas, así señala en los artículos 5 y 6 de la CPRCH que: “El
ejercicio de la soberanía reconoce como limitación el respeto a los derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana.
Es deber de los órganos del Estado respetar y promover tales derechos, garantizados por esta Constitución, así como por
los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes”; “Los órganos del Estado deben someter su
acción a la Constitución y a las normas dictadas conforme a ella, y garantizar el orden institucional de la República. Los
preceptos de esta Constitución obligan tanto a los titulares o integrantes de dichos órganos como a toda persona,
institución o grupo. La infracción de esta norma generará las responsabilidades y sanciones que determine la ley”.

Como ya no puede ser un Estado Absolutista o autoritario, en el artículo 4° de la CPRCH no


señala que “Chile es un Estado democrático”, agregando en el artículo 5° de la carta fundamental que: “La
soberanía reside esencialmente en la Nación. Su ejercicio se realiza por el pueblo a través del plebiscito y de elecciones
periódicas y, también, por las autoridades que esta Constitución establece. Ningún sector del pueblo ni individuo alguno
puede atribuirse su ejercicio” por ello ha dividido necesariamente todo su poder, básicamente en tres poderes, el
Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial.

En el sistema constitucional imperante, este Estado además, se obliga a asegurarle a toda


persona las garantías que se establecen en el artículo 19 de la CPRCH, dentro de las que nos interesan en este
momento, está la del artículo 19 N°3 que señala en su inciso final: “Ninguna ley podrá establecer penas sin que la
conducta que se sanciona esté expresamente descrita en ella”;

Como vemos, constitucionalmente se establece la posibilidad de que por medio de una ley,
que está en manos del Poder Legislativo, se señalen conductas que van a estar sancionadas y si ello es así, es
decir, existe la conducta y su sanción ya preestablecida, a la fecha de su vulneración, no queda más camino que
indagar acerca de su infracción por alguna persona.

En nuestro actual sistema, investigará acerca de la existencia de tales conductas y de su


probable infractor, un organismo autónomo – aunque igualmente sigue siendo el mismo Estado –
denominado Ministerio Público, recogido también en la Constitución., en el artículo 83 de la siguiente manera:
“Un organismo autónomo, jerarquizado, con el nombre de Ministerio Público, dirigirá en forma exclusiva la investigación
de los hechos constitutivos de delito, los que determinen la participación punible y los que acrediten la inocencia del

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imputado y, en su caso, ejercerá la acción penal pública en la forma prevista por la ley. De igual manera, le corresponderá
la adopción de medidas para proteger a las víctimas y a los testigos. En caso alguno podrá ejercer funciones
jurisdiccionales. El ofendido por el delito y las demás personas que determine la ley podrán ejercer igualmente la acción
penal”.

Ahora bien, una cosa será investigar la existencia o inexistencia de tales conductas y
determinar quién es su infractor y la otra resolver en definitiva sobre aquello. Aquí el Estado, constituido como
Poder Judicial es quien tiene la facultad exclusiva para hacerlo, así queda de manifiesto en el artículo 76 de la
CPRCH, cuando se señala: “La facultad de conocer de las causas civiles y criminales, de resolverlas y de hacer ejecutar
lo juzgado, pertenece exclusivamente a los tribunales establecidos por la ley. Ni el Presidente de la República ni el
Congreso pueden, en caso alguno, ejercer funciones judiciales, avocarse causas pendientes, revisar los fundamentos o
contenido de sus resoluciones o hacer revivir procesos fenecidos”.

Pues bien, ya sabemos quién fija las conductas “indeseadas socialmente” en tipos penales y
fija su sanción para el caso de transgresión, sabemos también quién estará a cargo de investigar su comisión y
el autor y quien, en definitiva decidirá sobre la existencia o inexistencia de esa conducta y sobre si el sujeto al
que se le imputa la conducta prohibida merece o no la sanción preestablecida.

Sin embargo, aún no sabemos cómo debe hacerlo éste último. Una pista nos da el propio
texto constitucional en el artículo 19 N°3, cuando nos indica que: “Toda sentencia de un órgano que ejerza
jurisdicción debe fundarse en un proceso previo legalmente tramitado. Corresponderá al legislador establecer siempre las
garantías de un procedimiento y una investigación racionales y justos”. Es lo que se conoce como el debido proceso.

Todo lo anterior es lo que nos explica, en un sistema procesal penal “constitucionalizado”, la


forma de solución de los conflictos de índole punitiva. Veremos en apartados siguientes los distintos modelos
clásicos que han pretendido solucionar estos temas, el inquisitivo y el de corte acusatorio, dejando en claro que
el Estado ha monopolizado estos temas al organizarse, apartando la actuación del propio ofendido contra el
ofensor para restablecer la paz social. Muy por el contrario, tal solución queda entregada en un tercero
imparcial al conflicto penal – el juez – quien decidirá con imperio sobre tal punto.

2. Los sistemas procesales penales

Para entender la filosofía del actual sistema de enjuiciamiento criminal que ya nos acompaña
desde el año 2000, bueno es hacer algo de historia en estas materias, para entender qué es lo que cambió y
porqué.

Bajo el amparo del antiguo Código de Procedimiento Penal, el juez del crimen era quien
investigaba, sometía a proceso, acusaba y juzgaba a un inculpado, en base a un proceso establecido
básicamente en dos grandes parcelas, el sumario (normalmente secreto) y el plenario, que comenzaba con la
acusación penal, su contestación y luego la sentencia. Todo esto, claro está, enmarcado en un procedimiento
escrito, muy ritualista y donde, además, la prueba era aportada por el juez, sin inmediación, pues era recibida
por funcionarios del Tribunal (actuarios), la que era apreciada de acuerdo a un sistema de prueba legal o
tasada, esto es lo que se conocía como el sistema inquisitivo. Para diferenciar este sistema del acusatorio, según
JORDI NIEVA “si el juez no acusa, sino que precisa de un acusador para mantener su imparcialidad, el modelo es
acusatorio”. 2

2
NIEVA FENOLL, Jordi; “Fundamentos de Derecho Procesal Penal”, Editorial Edisofer S.L., Madrid, España, año 2012, pág.2

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En suma, no había separación de las funciones de investigar, acusar y juzgar, todas se
reunían en una sola persona, el juez era juez y parte, pues él decretaba las pruebas, las recibía (por intermedio
de otros – los actuarios -) y en base a ellas juzgaba, condenando o absolviendo. Además, era un solo
procedimiento general, independientemente de las penas asignadas al delito que se investigara, es lo que se
conoce como sistema inquisitivo.

Muchas de las críticas al antiguo sistema de enjuiciamiento criminal se encuentran inmersas


en el Mensaje del CPP. 3

Ante tal panorama, el foro de la Reforma Procesal Penal, concibió un nuevo modelo de corte
acusatorio y no inquisitivo como el de antaño, en base a ciertas ideas matrices, que se verán a continuación.

2.1.- Las ideas matrices del nuevo proceso penal

Para que este nuevo sistema funcionara realmente, debía tenerse claro en qué consistía
realmente un sistema acusatorio, como para emprender un giro radical desde el sistema inquisitivo que nos
amparaba, así fluyen de manera inequívoca en este nuevo sistema de enjuiciamiento criminal, al menos, los
siguientes principios:

3
HERMOSILLA ARRIAGADA, Germán; Colección Guías De Clases N° 14, “Nuevo Procedimiento Penal, Criticas Al Sistema De
Enjuiciamiento Penal. Mensaje Del Proyecto. Organización, Competencia Y Funcionamiento De Los Nuevos Tribunales, Ministerio
Público y Defensoría Penal Pública”, 2° edición actualizada, Tomo I, Año 2005, Ediciones de la Universidad Central, pág. 13. Allí, este
autor refiere que “El Código Procesal Penal tuvo un origen directo, según se expresa en el propio Mensaje, en un Foro de dilatado
desarrollo, convocado por el Ministerio de Justicia y dos Institutos Privados, la "Corporación de Promoción Universitaria" y la
"Fundación Paz Ciudadana", el que, a su vez, tuvo como antecedente un "Taller sobre Oralidad" realizado por el primero de los
Institutos nombrados en 1993. Este "Foro sobre Reformas Procesales Penales", se desarrolló durante 1994 y fue el antecedente directo
de la concreción del Proyecto de Ley respectivo remitido al Congreso Nacional el 5 de Junio de 1995 y que, posteriormente, se convirtió
en la ley N° 19.696, publicada el 12 de Octubre de 2000 en el Diario Oficial”

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2.1.1.- Principio de Legalidad y Oficialidad, ya no radicado en el Juez como investigador
oficial de todas las noticias de crimen, sino que en un órgano distinto, el fiscal, en principio todo debe
investigarse, sin embargo, no todo llegará a Juicio, por lo que se contemplan las Salidas Alternas al Juicio. Esta
directriz central del Sistema pasa por pensar en la existencia de salidas novedosas frente a la pretensión
punitiva única de sentencias (condenatorias o absolutorias), privatizando de alguna manera la persecución
penal en algunos casos, dándole una importancia real al parecer de las víctimas, quienes hoy, son verdaderos
intervinientes del sistema.

2.1.2.- Separación de las Funciones de Investigar, Acusar y Juzgar. Se crea el Ministerio


Público concebido como un órgano autónomo para investigar y acusar a un imputado. Idealmente se centra en
la asunción de Roles determinados y muy distintos, entre el que investiga y el que juzga, además se piensa en
el imputado como un sujeto de derechos y se le refuerza con una defensa técnica efectiva, por otro lado,
aparece la víctima con variados derechos, permitiéndose y privilegiándose así controles horizontales en vez de
verticales.

Artículo. 83 CPRCH: Un organismo autónomo, jerarquizado, que con el nombre de ministerio público, dirigirá en forma
exclusiva la investigación de los hechos constitutivos de delito, los que determinen la participación punible y los que
acrediten la inocencia del imputado, y en su caso, ejercerá la acción penal pública, en la forma prevista por la ley. De igual
manera le corresponderá la adopción de medidas para proteger a las víctimas y a los testigos.

2.1.3.- Distintos Procedimientos según las penas. No todo termina en un juicio oral, se crea
el procedimiento abreviado, el simplificado y el monitorio. Proyectar procedimientos distintos, atendida su
mayor o menor incidencia social y evitar de paso que el sistema se congestione en el proceso madre – Juicio
Oral – (se atiende para ello, entre otras cosas al quantum de la pena y a los distintos tipos de delitos). Lo
anterior se hace en base a cinco procedimientos distintos, con la única finalidad de evitar que todas las
investigaciones exitosas del fiscal lleguen a juicio oral, teniendo especialmente presente para ello: dos ideas
fuerza: 1) No todos los delitos son igualmente graves y 2) Deben existir además soluciones distintas para casos
distintos (primerizos –delitos menores – penas pecuniarias)

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2.1.4.- Presunción de Inocencia. Ya no como en el sistema inquisitivo, donde el inculpado
era quien debía probar su inocencia, sino que, por el contrario es el ente persecutor a quien le incumbe probar
la acusación penal. Por imputado debemos entender que es la persona a quien se le atribuyere participación en
un hecho punible (art.7 CPP) primer derecho a ser tratado como inocente (art.4 CPP). Hoy es un sujeto de
derechos y no un objeto de derechos como en el antiguo sistema hoy es inocente mientras no se dicte una
sentencia que lo condene. Antes, él debía probar su inocencia, hoy en cambio se le presume inocente.

2.1.5.- Defensa Efectiva. Desde los primeros actos de la investigación y hasta la completa
ejecución de la sentencia, la que recae en defensores técnicos. El imputado tiene derecho a ser asistido por un
abogado desde la primera actuación del procedimiento dirigido en su contra. La defensa es hoy ejercida
siempre por abogados. Hoy existen los abogados privados, los abogados de la defensoría penal pública y los
abogados penales licitados.

2.1.6.- Rol de la Víctima. Se precisa quién es la víctima y sus derechos dentro del proceso.
Hoy el CPP, en el artículo 108 señala que se considera víctima al ofendido por el delito. En los delitos en que la
víctima fallezca o que no pudiere ejercer sus derechos, se considerará víctima: a) al cónyuge y a los hijos; b) a
los ascendientes; c) al conviviente; d) a los hermanos, y e) al adoptado o adoptante. Este listado da un orden de
prelación, las de la categoría anterior, excluyen a las siguientes.

2.1.7.- Hay libertad de medios probatorios. La confesión deja de ser la reina de las pruebas y
pese a que se reglamentan algunas en el nuevo CPP, como por ejemplo, la testimonial y la pericial, sin
embargo, la lectura del artículo 295 CPP no deja duda alguna.

Artículo 295. Libertad de prueba. Todos los hechos y circunstancias pertinentes para la adecuada solución del
caso sometido a enjuiciamiento podrán ser probados por cualquier medio producido e incorporado en
conformidad a la ley.

2.1.8.- Apreciación de la Prueba de acuerdo a la sana crítica, ya no más prueba legal o


tasada, lo que lleva a la necesaria fundamentación de las sentencias.

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Tal como señala Rodrigo Cerda, 4 el sistema de valoración libre y racional de la prueba o
sana crítica tiene una razón de ser: “La exteriorización de la secuencia racional adoptada por los jueces para la
determinación de los hechos y la calificación jurídica a los mismos, hace posible el ejercicio de la actividad contralora de los
litigantes, verificando la corrección de dichas operaciones mentales, materializadas en dos inferencias, la primera
inductiva (determinación del hecho) y la segunda deductiva (subsunción jurídica). En la primera se refleja el soporte
racional de la valoración de la prueba y la concordancia de dicha valoración con el hecho determinado en consecuencia. Por
la segunda se aprecia si la norma sustantiva que se dice aplicable ha sido interpretada en forma correcta, así como si dicha
norma ha sido bien aplicada en el caso al hecho determinado”.

2.1.9.- Un Sistema recursivo mejorado, si bien se reconoce el derecho al recurso, en cuanto es


posible revisar el fallo condenatorio por un tribunal superior, 5 desaparece la doble instancia como regla
general, en cautela de los principios de oralidad e inmediación. En teoría un juicio oral genuino es por
definición de única instancia, único e irrepetible. En virtud de la inmediación, la única manera de reemplazar
la decisión sería repitiendo íntegramente el juicio, pero se trataría de otro juicio, por otro lado, disminuyen las
resoluciones recurribles, en primer lugar porque el juicio oral no se aviene con una multiplicidad de recursos y
menos con aquellos que confieran competencia plena al superior para conocer de todas las cuestiones
debatidas, tanto de hecho como de derecho. Los recursos compatibles con el juicio oral son aquellos que no
buscan alterar los hechos tal cual se han establecido como resultado de las audiencias, sino que son recursos de
derecho, que persiguen controlar la regularidad del juicio. En segundo lugar, disminuye el número de recursos
en cautela del derecho a ser juzgado en un plazo razonable, evitando la excesiva dilación de la decisión y, por
último, se privilegia el control horizontal de las resoluciones judiciales, esto es, aquél efectuado por las partes
agraviadas, por sobre el control jerárquico sobre los jueces. Lo anterior queda demostrado con la desaparición
del trámite de la consulta y la prohibición de la reformatio in peius. En razón de lo anterior, se dice que con el
nuevo sistema de recursos el poder jurisdiccional en lo penal, se descentraliza.

Cómo se piensa el Sistema


• Primera Idea Fuerza
Separación de las Funciones de Investigar y Juzgar
• Segunda Idea Matriz
Principio de Legalidad y oficialidad
• Tercera Idea Central
Creación de procedimientos distintos
• Cuarta Directriz
Defensa efectiva

4
MIRANDA ESTRAMPES, Manuel, CERDA SAN MARTÍN, Rodrigo y HERMOSILLA IRIARTE, Francisco, “Práctica de la Prueba en
el Juicio Oral, su Valoración y el Estándar de más allá de toda duda razonable”, año 2012, Editorial Librotecnia, pág.
5
Arts. 8 N° 2 letra h) CADH y 14.5 PIDCP

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Cómo se piensa el Sistema
• Quinta Idea Fuerza
Presunción de Inocencia
• Sexta Idea Matriz
Rol de la Víctima
• Séptima Idea Central
Libertad medios probatorios y apreciación de
acuerdo a la sana crítica
• Octava Directriz
Sistema Recursivo mejorado

2.2.- El papel del juez en el antiguo sistema

En el sistema inquisitivo del antiguo Código de Procedimiento Penal, el papel del juez era
casi omnímodo, así como señala el profesor Germán Hermosilla, 6 en virtud de dicho modelo, el juez asumía
los siguientes roles dentro del proceso criminal:

a) Dirige exclusivamente la INVESTIGACIÓN del hecho supuestamente punible que ha


sido denunciado, junto con averiguar la participación culpable que pudo haberle cabido al imputado;

b) Reúne y agrega al proceso las PRUEBAS o evidencias que, auxiliado por la policía, ha
obtenido en la indagación, sin intervención ni contradicción del inculpado;

c) Somete a PROCESO a la persona denunciada o querellada y luego, la ACUSA, en nombre


de la sociedad, si en su concepto se encuentra acreditado el cuerpo del delito y existen, a lo menos,
presunciones fundadas con respecto a su participación culpable; y

d) Finalmente, dicta SENTENCIA DEFINITIVA en la que deberá pronunciarse acerca de su


propia acusación, para acogerla o rechazarla. En el primer caso, deberá CONDENAR al acusado, si ha
adquirido ese convencimiento a través de las pruebas reunidas, legalmente ponderadas; en el segundo, deberá
absolverlo.

La organización del sistema procedimental penal anterior, generó entre otras críticas,
mencionadas por Germán Hermosilla, 7 las siguientes:

• Falta de preocupación por los derechos humanos


• Principio de inocencia incumplido
• Prolongación indebida de la prisión preventiva
• Lentitud y duración excesiva del juicio
• Aplicación estricta del principio de legalidad
• Mantención indebida del secreto del sumario

6
HERMOSILLA ARRIAGADA, Germán; Ob.Cit. pág. 23
7
Ídem cita anterior

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• Delegación de funciones
• Dificultad en el acceso a la persona del juez
• Falta de control de la investigación policial
• Falta de preocupación por las víctimas

3. El sistema Procesal Penal chileno del Código de Procedimiento Penal y


del Nuevo Código Procesal Penal

3.1.- Breve Comparativo

Aquél procedimiento constaba de tres fases el sumario, el plenario y la sentencia, siendo la


primera normalmente secreta para el abogado, y de la primera fase realmente el propio juez que investigaba
adjuntaba las pruebas y luego acusaba, siendo el rol del abogado defensor casi decorativo.

El hecho de que el proceso ordinario sea dividido en diversas etapas no es algo nuevo entre
nosotros, ya el Código de Procedimiento Penal, distinguía las fases de sumario, de plenario y de sentencia.

Respecto de la primera tal estatuto decía: “La existencia del hecho punible es el fundamento de
todo juicio criminal, y su comprobación por los medios que admite la ley es el primer objeto a que deben tender las
investigaciones del sumario”. 8

Esta idea la volvía a remarcar más adelante, cuando se refería el mismo Código a la
conclusión de dicha fase, señalando: “Practicadas las diligencias que se hayan considerado necesarias para la
averiguación del hecho punible y sus autores, cómplices y encubridores, el juez declarará cerrado el sumario”. 9

Luego el legislador de antaño, refiriéndose a la nueva etapa que se abría una vez concluido el
sumario, indicaba en una de sus disposiciones: “No podrá elevarse a plenario un proceso por crimen o simple delito
sino en contra de las personas que están sometidas a proceso”. 10

Esta fase comenzaba con la dictación que hacía el juez del crimen de la acusación de oficio,
allí aquél dejaba “testimonio de los hechos que constituyen el delito o los delitos que resultan haberse cometido y la
participación que ha cabido en él, o en cada uno de ellos, al reo o a los reos de la causa, con expresión de los medios de
prueba que obran en el sumario para acreditar unos y otras”. 11

Una de las curiosidades del antiguo régimen procesal penal, era que en esta fase del plenario
podía el acusado renunciar a la práctica de diligencias probatorias, así se indicaba: “Puede el reo renunciar a la
práctica de las diligencias del juicio plenario y consentir en que el juez pronuncie sentencia sin más trámite que la
acusación y su contestación”. 12

Por último, venía la fase o etapa de sentencia, que era aquella en que el juez simplemente
decidía si condenaba o absolvía al acusado de la acusación de oficio que aquél le había enderezado, luego de
valorar tarifadamente la prueba producida, tanto en la fase de sumario, como en la de plenario, recordándose,
como ya se dijo, que el enjuiciado podía renunciar a rendir prueba en esta fase.

Hoy la renuncia a la fase de prueba del plenario, conformándose el acusado con las
probanzas rendidas en la fase de sumario parece ilógica, sin embargo, no podemos cerrar los ojos ya que si nos
fijamos en el procedimiento abreviado contemplado en el nuevo proceso penal, hay una especie de renuncia a

8
Véase el artículo 108 del CdPP
9
Véase el artículo 401 del CdPP
10
Véase el artículo 403 del CdPP
11
Véase el artículo 424 del CdPP
12
Véase el artículo 449 del CdPP

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controvertir las probanzas de la fase de investigación en un juicio oral futuro, renunciando a aquél y
conformándose con las mismas y aceptando su mérito por parte del acusado.

Similar situación ocurre, en mi opinión, con las convenciones probatorias 13 que acuerde un
coimputado con el ente persecutor y querellante si lo hubiere, al amparo de la norma del artículo 275 del
Código Procesal Penal.

Es interesante apreciar que en ambas legislaciones, la pretérita y la de hoy, existían distintas


parcelas de un sólo proceso, donde cada una de ellas tenía una determinada finalidad, pero siempre, antes y
hoy se ha entendido que ellas constituyen simplemente, las partes que conforman un todo, esto es, un proceso
penal y que tiene un único objeto, en palabras de COUTURE “resolver, mediante un juicio de la autoridad, el
conflicto sometido a su decisión”. 14

En un comparativo sencillo de las dos últimas legislaciones que han cobijado nuestro sistema
procesal penal, apreciamos que ambas aparecen constituidas en tres fases.

En el antiguo Código de Procedimiento Penal, la primera de ellas se denominaba “sumario”,


hoy el Código Procesal Penal la intitula “investigación”, ambas persiguen un mismo objetivo, tal era antes y es
hoy, el de aunarle al investigador – antes juez del crimen, hoy fiscal – elementos que acreditasen la existencia
de un hecho punible y la participación en aquél de alguna persona, en calidad de autor, cómplice o encubridor.

La segunda fase o etapa, se denominaba en el antiguo sistema “plenario”, en el actual la


constituiría la de “preparación del juicio oral”, ambas fases parten de una misma actuación, la dictación de una
acusación, antes de oficio por el Juez del Crimen y hoy por el fiscal.

Sin embargo, como ya advertimos, el acusado en el antiguo sistema de enjuiciamiento


criminal podía prescindir de rendir nueva prueba en esta fase, admitiendo como válida y eficaz la rendida en
la fase sumarial.

Como ya adelantamos, curiosamente con el procedimiento abreviado en el nuevo sistema del


Código Procesal Penal, ocurre algo muy similar, dado que allí los elementos de la investigación pasan a
constituirse en la prueba relevante que el Juez de Garantía debe tener en cuenta para resolver sobre la condena
o la absolución, puesto que se entiende que el acusado al aceptar ir a este novel proceso, acepta también los
hechos de la acusación como los elementos en que se funda tal investigación. 15 Pareciera que en este
procedimiento especial hay una especie de acto mágico, donde las fuentes de prueba (antecedentes de la fase
de investigación) se convierten, con la aceptación de ir al procedimiento abreviado por parte del acusado y en
la conformidad que el mismo hace a ellas y a los hechos que se le imputan, en “medios de prueba” en la
sentencia, sin controversia alguna de su mérito.

Empero, si se optaba por rendir prueba en el antiguo sistema, se pasaba a la fase de plenario
y en esta misma fase se ofrecían y rendían las probanzas.

Respecto a este punto hay divergencias entre el antiguo y el nuevo sistema.


Hoy la finalidad de esta segunda fase del proceso es distinta, simplemente la de ofrecer y
depurar la prueba que está ofrecida, la que se rendirá en la fase subsecuente, esto es, la del Juicio Oral y
además, se hará ante un Tribunal distinto que es colegiado.

13
Nota: conceptualizo las convenciones probatorias como “la facultad que se le da a un juez de garantía para que pueda dar
por acreditados, ciertos hechos, que algunos intervinientes en conjunto le soliciten o bien que él mismo les ha propuesto y que se
compadecen tanto con el mérito de la carpeta investigativa – donde constan las fuentes mismas – y con sus alegaciones, los que se
insertan en una resolución judicial denominada “auto de apertura de juicio oral”, llegando así a conocimiento del Tribunal del Juicio y a
los que deberá estarse en el juicio oral, prohibiéndose en tal sede discusión alguna sobre el particular”.
14
COUTURE, Eduardo: “Fundamentos del Derecho Procesal Civil”, Ediciones DePalma, Buenos Aires, 2° edición, año 1966,
págs. 121 y 122.
15
Véase el inciso 2° del artículo 406 del CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 109


En cuanto a la última fase, esto es, la de “sentencia” y “juicio oral”, respectivamente, las
finalidades son distintas en ambos institutos procesales.

En el antiguo Código de Procedimiento Penal, simplemente el mismo juez valoraba de


manera tasada la prueba producida en ambas fases (sumario y plenario) ó sólo en la primera de ellas – cuando
la defensa renunciaba al período probatorio- y luego dictaba sentencia, pudiendo incluso, decretar nuevas
probanzas mediante las llamadas “medidas para mejor resolver”, 16 que el legislador contemplaba como
facultades privativas del juez en dos casos.

Así se establecía que: “el secretario, sin demora, presentará los autos al juez, quien, dentro del plazo
fatal de seis días, los examinará para ver”: 1) si se ha omitido alguna diligencia de importancia y 2) si creyere necesario
esclarecer algún punto dudoso, mandará practicar las diligencias conducentes, determinándolas con toda precisión, y
disponiendo que se proceda con la posible brevedad”. 17

En cambio, en el nuevo sistema, jueces distintos a los que han participado en las dos fases
previas – de investigación y de preparación del juicio oral – reciben ante ellos la prueba que se rinde en el
juicio oral, luego la valoran en un sistema de libre convicción racional o de sana crítica y finalmente dictan
sentencia.

La excepción al esquema propuesto, de que sean distintos los jueces que fallen de los que
hayan participado en las fases preliminares, se da en algunos procedimientos especiales, como el abreviado, el
simplificado y el monitorio, donde el mismo juez que ha participado cautelando garantías en las fases iniciales,
es el que decide.

Eso sí, cabe resaltar que, a diferencia de lo que ocurría en el antiguo sistema, hoy un
organismo autónomo y jerarquizado – el Ministerio Público 18 – es quien “dirige en forma exclusiva la
investigación de los hechos constitutivos de delito, los que determinen la participación punible” y luego acusa en todos
los procesos penales señalados.

También cabe señalar que la reina de las pruebas era la confesión, no en vano, éste sistema
arranca de la Inquisición, de ahí precisamente deriva su nombre de sistema inquisitivo. Asimismo el sistema
de valoración de la prueba era el de un sistema tarifario o de prueba legal o tasada como también se le conoce.

4. Los principios y garantías del sistema procesal penal

4.1.- Principios que inspiran el Código Procesal Penal

Este nuevo Código está conformado aparentemente por enunciados normativos que, en su
correcto significado, cada intérprete debiera descubrir con su lectura, sin embargo, a veces expresamente y a
veces no tanto, detrás de cada interpretación que se haga de sus normas, se amparan los principios
constitucionales y legales de un debido proceso, estas dos palabras así unidas significan en el fondo que se
quiere como ideal, un sistema que persiga, defienda, condene o absuelva a un ciudadano cualquiera, con
estricta sujeción a los denominados principios fundamentales de todo proceso penal y en base a ello deben
interpretarse todas las normas de este texto legal.

16
Véase artículo 499 del CdPP
17
Ídem cita anterior
18
Véase el artículo 83 de la CPRCH de 1980

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 110


4.2.- Contenido del debido proceso

El Tema del Debido proceso es algo que ha preocupado desde antaño al hombre, así diversos
textos legales lo señalan: 19

1. Carta Magna de 1215


2. La IV enmienda a la Constitución Norteamericana (1791)
3. La XIV enmienda a la Constitución Norteamericana (1868)
4. La Declaración Americana de los Derechos y deberes del Hombre (mayo 1948)
5. La Declaración Universal de los Derechos Humanos (diciembre de 1948)
6. Convención Europea de los Derechos del Hombre (noviembre de 1950)
7. El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos ( diciembre 1966)
8. La Convención Americana de los Derechos del Hombre (noviembre 1969)

Así la Carta Magna de 1215, 20 en su capítulo XXXIX señalaba: “Ningún hombre libre podrá
ser arrestado, detenido o preso, o desposeído de su propiedad, o de ninguna otra forma molestado, y no
iremos en su busca ni mandaremos prenderlo, salvo en virtud de enjuiciamiento legal de sus pares y por la
ley de la tierra”

La Cuarta Enmienda a la Constitución de Estados Unidos de 1791 21 señala: “Nadie estará


obligado a responder de un delito castigado con la pena capital o con otra infamante si un gran jurado no lo
denuncia o acusa, a excepción de los casos que se presenten en las fuerzas de mar o tierra o en la milicia
nacional cuando se encuentre en servicio efectivo en tiempo de guerra o peligro público; tampoco se pondrá
a persona alguna dos veces en peligro de perder la vida o algún miembro con motivo del mismo delito; ni
se le compelerá a declarar contra sí misma en ningún juicio criminal; ni se le privará de la vida, la libertad o
la propiedad sin el debido proceso legal; ni se ocupará la propiedad privada para uso público sin una justa
indemnización”

La Decimocuarta Enmienda a la Constitución de Estados Unidos de 1868 22 dispone:


“Ningún Estado privará a persona alguna de su vida, libertad o propiedad sin debido proceso legal, no
denegará a persona alguna, dentro de su jurisdicción, la igual protección de la ley”

La Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre de 2 de mayo de 1948, 23


dispone: “Artículo XXVI: Se presume que todo acusado es inocente, hasta que se pruebe que es culpable.
Toda persona acusada de delito tiene derecho a ser oída en forma imparcial y pública, a ser juzgada por
tribunales anteriormente establecidos de acuerdo con leyes preexistentes y a que no se le imponga penas
crueles, infamantes o inusitadas”.

La Declaración Universal de Derechos Humanos de 10 de diciembre de 1948, 24 señala:


“Artículo 10. Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con
justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o
para el examen de cualquier acusación contra ella en materia penal”.

La Convención Europea de los Derechos del Hombre de 04 de noviembre de 1950, 25 señala:


“Artículo 6. Derecho a un proceso equitativo. 1. Toda persona tiene derecho a que su causa sea oída

19
Apuntes explicativos de clases del profesor Lionel González, del Magíster de Derecho Penal y Procesal Penal, años 2008-
2009, Magíster Legum Magíster, Universidad de Valparaíso.
20
Ídem cita anterior
21
Ídem cita anterior
22
Ídem cita anterior
23
Ídem cita anterior
24
Ídem cita anterior
25
Ídem cita anterior

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 111


equitativa, públicamente y dentro de un plazo razonable, por un Tribunal independiente e imparcial,
establecido por la Ley, que decidirá los litigios sobre sus derechos y obligaciones de carácter civil o sobre el
fundamento de cualquier acusación en materia penal dirigida contra ella”.

El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 16 de Diciembre de 1966, 26 señala:


“Art 14 Nº 1. Todas las personas son iguales ante los tribunales y cortes de justicia. Toda persona tendrá
derecho a ser oída públicamente y con las debidas garantías por un tribunal competente, independiente e
imparcial, establecido por la ley, en la substanciación de cualquier acusación de carácter penal formulada
contra ella o para la determinación de sus derechos u obligaciones de carácter civil”.

La Convención Americana de Derechos del Hombre, de 22 de noviembre de 1969, 27 dispone:


“Art 14 Nº 1. Todas las personas son iguales ante los tribunales y cortes de justicia. Toda persona tendrá
derecho a ser oída públicamente y con las debidas garantías por un tribunal competente, independiente e
imparcial, establecido por la ley, en la substanciación de cualquier acusación de carácter penal formulada
contra ella o para la determinación de sus derechos u obligaciones de carácter civil”.

Aunque, en general, el derecho al debido proceso puede ser definido: 28 “como el derecho que
garantiza al ciudadano la realización en el proceso de los principios, derechos y garantías procesales constitucionalizadas”,
añadiendo tales autores que el problema radica en determinar cuáles son en definitiva dichas garantías
procesales y hasta qué punto la noción de debido proceso aporta algo, si a través de ella sólo se pretende
agrupar otras garantías que gozan ya de un suficiente desarrollo y reconocimiento autónomo”.

Pese a lo anterior, se ha entendido, ya casi sin discusiones que los principios que agrupan
todo lo que debe entenderse hoy por un debido proceso son los siguientes: Interpretación y prevalencia de
principios; Legalidad procesal; Reglas técnicas del proceso; (contradicción, inmediación, simplificación,
eficacia, oralidad, publicidad, concentración y estricta igualdad de las partes) Juez natural; Separación de
funciones; Independencia e imparcialidad; Prohibición del doble juzgamiento; Inocencia; Publicidad del
proceso; Derecho a la defensa; Libertades personales; Control judicial de afectación de derechos
fundamentales; Derecho a la intimidad; Respeto a los derechos humanos; Justicia en tiempo razonable;
Derecho a guardar silencio; Validez de la prueba; Igualdad procesal de las partes; Protección a la víctima;
Interpretación; Motivación; Impugnación; Investigación objetiva; Control judicial de la pena; Solución del
conflicto; Gratuidad; y Diversidad cultural. Algunos de ellos se encuentran anidados en tratados
internacionales, otros son recogidos constitucionalmente y luego, desarrollados en este Código Procesal Penal.

Otros autores, como el penalista chileno Héctor Hernández Basualto, señalan con acierto
respecto del debido proceso que “La consideración separada de esta garantía se justifica porque, en rigor, no se trata
de una sino de un haz de garantías procesales, cuyo contenido específico dista de ser pacífico, aspecto que abre un enorme
frente de discusiones sobre la posible existencia y los alcances de principios o reglas procesales con mera consagración legal
o aun de simple creación doctrinaria o jurisprudencial que eventualmente podrían formar parte del núcleo del cambiante
y acumulativo concepto de debido proceso y que por esa vía, gozarían de rango constitucional, de suerte que su
vulneración debería conducir a la exclusión del material probatorio así obtenido” 29

Seguiremos, en la medida de lo posible, el mismo orden del articulado del CPP en estas
materias.

26
Ídem cita anterior
27
Ídem cita anterior
28
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés: “Derecho Procesal Chileno”, Tomo I, Editorial Jurídica de Chile,
Primera Edición, año 2002, pág. 69.
29
HERNÁNDEZ BASUALTO, Héctor. “La exclusión de la prueba ilícita en el nuevo proceso penal chileno”, Colección de
Investigaciones Jurídicas 2002, N°2, Escuela de Derecho, Universidad Alberto Hurtado, pág. 54

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4.3.- Juicio Previo y Única Persecución

En síntesis señala que nadie podrá ser condenado a una pena o sometido a una medida de
seguridad, sino en virtud de una sentencia fundada, dictada por un Tribunal imparcial, agregándose que toda
persona tiene derecho a un juicio previo, oral y público, dentro de un proceso tramitado con arreglo a las
normas de este Código.

Artículo 1º.- Juicio previo y única persecución. Ninguna persona podrá ser condenada o penada, ni sometida a una de
las medidas de seguridad establecidas en este Código, sino en virtud de una sentencia fundada, dictada por un tribunal
imparcial. Toda persona tiene derecho a un juicio previo, oral y público, desarrollado en conformidad con las normas de
este cuerpo legal.
La persona condenada, absuelta o sobreseída definitivamente por sentencia ejecutoriada, no podrá ser
sometida a un nuevo procedimiento penal por el mismo hecho.

Lo anterior significa que nadie puede ser condenado (mediante una sentencia penal
condenatoria) o bien sujeto a una medida de seguridad (medidas cautelares personales, que privan de la
libertad ambulatoria ó reales, que afectan su patrimonio) sin que haya existido un juicio previo, oral y público,
es decir anterior, que fundamente precisamente o la condena o la medida cautelar, todo ello enmarcado dentro
de un proceso tramitado con arreglo a las normas de la Constitución, 30 los Tratados Internacionales 31 32 33 que

30
CPRCH: Normas pertinentes de la Constitución Política de la República de Chile, que señalan: Artículo 19.- La Constitución
asegura a todas las personas: 1º.- El derecho a la vida y a la integridad física y psíquica de la persona. La ley protege la vida del que está
por nacer. La pena de muerte sólo podrá establecerse por delito contemplado en ley aprobada con quórum calificado. Se prohíbe la
aplicación de todo apremio ilegítimo; 2º.- La igualdad ante la ley. En Chile no hay persona ni grupo privilegiados. En Chile no hay
esclavos y el que pise su territorio queda libre. Hombres y mujeres son iguales ante la ley. Ni la ley ni autoridad alguna podrán
establecer diferencias arbitrarias; 3º.- La igual protección de la ley en el ejercicio de sus derechos. Toda persona tiene derecho a
defensa jurídica en la forma que la ley señale y ninguna autoridad o individuo podrá impedir, restringir o perturbar la debida
intervención del letrado si hubiere sido requerida. Tratándose de los integrantes de las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad
Pública, este derecho se regirá, en lo concerniente a lo administrativo y disciplinario, por las normas pertinentes de sus respectivos
estatutos. La ley arbitrará los medios para otorgar asesoramiento y defensa jurídica a quienes no puedan procurárselos por sí mismos.
La ley señalará los casos y establecerá la forma en que las personas naturales víctimas de delitos dispondrán de asesoría y defensa
jurídica gratuitas, a efecto de ejercer la acción penal reconocida por esta Constitución y las leyes. Toda persona imputada de delito
tiene derecho irrenunciable a ser asistida por un abogado defensor proporcionado por el Estado si no nombrare uno en la oportunidad
establecida por la ley. Nadie podrá ser juzgado por comisiones especiales, sino por el tribunal que señalare la ley y que se hallare
establecido por ésta con anterioridad a la perpetración del hecho. Toda sentencia de un órgano que ejerza jurisdicción debe fundarse
en un proceso previo legalmente tramitado. Corresponderá al legislador establecer siempre las garantías de un procedimiento y una
investigación racionales y justos. La ley no podrá presumir de derecho la responsabilidad penal. Ningún delito se castigará con otra
pena que la que señale una ley promulgada con anterioridad a su perpetración, a menos que una nueva ley favorezca al afectado.
Ninguna ley podrá establecer penas sin que la conducta que se sanciona esté expresamente descrita en ella; 4º.- El respeto y protección
a la vida privada y a la honra de la persona y su familia; 5º.- La inviolabilidad del hogar y de toda forma de comunicación privada. El
hogar sólo puede allanarse y las comunicaciones y documentos privados interceptarse, abrirse o registrarse en los casos y formas
determinados por la ley; 7º.- El derecho a la libertad personal y a la seguridad individual. En consecuencia: a) Toda persona tiene
derecho de residir y permanecer en cualquier lugar de la República, trasladarse de uno a otro y entrar y salir de su territorio, a
condición de que se guarden las normas establecidas en la ley y salvo siempre el perjuicio de terceros; b) Nadie puede ser privado de su
libertad personal ni ésta restringida sino en los casos y en la forma determinados por la Constitución y las leyes; c) Nadie puede ser
arrestado o detenido sino por orden de funcionario público expresamente facultado por la ley y después de que dicha orden le sea
intimada en forma legal. Sin embargo, podrá ser detenido el que fuere sorprendido en delito flagrante, con el solo objeto de ser puesto
a disposición del juez competente dentro de las veinticuatro horas siguientes. Si la autoridad hiciere arrestar o detener a alguna
persona, deberá, dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes, dar aviso al juez competente, poniendo a su disposición al afectado. El
juez podrá, por resolución fundada, ampliar este plazo hasta por cinco días, y hasta por diez días, en el caso que se investigaren hechos
calificados por la ley como conductas terroristas; d) Nadie puede ser arrestado o detenido, sujeto a prisión preventiva o preso, sino en
su casa o en lugares públicos destinados a este objeto. Los encargados de las prisiones no pueden recibir en ellas a nadie en calidad de
arrestado o detenido, procesado o preso, sin dejar constancia de la orden correspondiente, emanada de autoridad que tenga facultad
legal, en un registro que será público. Ninguna incomunicación puede impedir que el funcionario encargado de la casa de detención
visite al arrestado o detenido, procesado o preso, que se encuentre en ella. Este funcionario está obligado, siempre que el arrestado o
detenido lo requiera, a transmitir al juez competente la copia de la orden de detención, o a reclamar para que se le dé dicha copia, o a
dar él mismo un certificado de hallarse detenido aquel individuo, si al tiempo de su detención se hubiere omitido este requisito; e) La
libertad del imputado procederá a menos que la detención o prisión preventiva sea considerada por el juez como necesaria para las
investigaciones o para la seguridad del ofendido o de la sociedad. La ley establecerá los requisitos y modalidades para obtenerla. La

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 113


apelación de la resolución que se pronuncie sobre la libertad del imputado por los delitos a que se refiere el artículo 9°, será conocida
por el tribunal superior que corresponda, integrado exclusivamente por miembros titulares. La resolución que la apruebe u otorgue
requerirá ser acordada por unanimidad. Mientras dure la libertad, el imputado quedará siempre sometido a las medidas de vigilancia
de la autoridad que la ley contemple; f) En las causas criminales no se podrá obligar al imputado o acusado a que declare bajo
juramento sobre hecho propio; tampoco podrán ser obligados a declarar en contra de éste sus ascendientes, descendientes, cónyuge y
demás personas que, según los casos y circunstancias, señale la ley; g) No podrá imponerse la pena de confiscación de bienes, sin
perjuicio del comiso en los casos establecidos por las leyes; pero dicha pena será procedente respecto de las asociaciones ilícitas; h) No
podrá aplicarse como sanción la pérdida de los derechos previsionales, e i) Una vez dictado sobreseimiento definitivo o sentencia
absolutoria, el que hubiere sido sometido a proceso o condenado en cualquier instancia por resolución que la Corte Suprema declare
Injustificadamente errónea o arbitraria, tendrá derecho a ser indemnizado por el Estado de los perjuicios patrimoniales y morales que
haya sufrido. La indemnización será determinada judicialmente en procedimiento breve y sumario y en él la prueba se apreciará en
conciencia;
31
PIDCP: Articulado pertinente del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que entre las normas que nos
interesan, establece: PARTE II. Artículo 2. 1.- Cada uno de los Estados Partes en el presente Pacto se compromete a respetar y a
garantizar a todos los individuos que se encuentren en su territorio y estén sujetos a su jurisdicción los derechos reconocidos en el
presente Pacto, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social,
posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social. 2.- Cada Estado Parte se compromete a adoptar, con arreglo a sus
procedimientos constitucionales y a las disposiciones del presente Pacto, las medidas oportunas para dictar las disposiciones
legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para hacer efectivos los derechos reconocidos en el presente Pacto y que no
estuviesen ya garantizados por disposiciones legislativas o de otro carácter. 3.- Cada uno de los Estados Partes en el presente Pacto se
compromete a garantizar que: a) Toda persona cuyos derechos o libertades reconocidos en el presente Pacto hayan sido violados podrá
interponer un recurso efectivo, aun cuando tal violación hubiera sido cometida por personas que actuaban en ejercicio de sus funciones
oficiales; b) La autoridad competente, judicial, administrativa o legislativa, o cualquiera otra autoridad competente prevista por el
sistema legal del Estado, decidirá sobre los derechos de toda persona que interponga tal recurso, y desarrollará las posibilidades de
recurso judicial; c) Las autoridades competentes cumplirán toda decisión en que se haya estimado procedente el recurso. Artículo 3.
Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a garantizar a hombres y mujeres la igualdad en el goce de todos los derechos
civiles y políticos enunciados en el presente Pacto. Artículo 4. 1.- En situaciones excepcionales que pongan en peligro la vida de la
nación y cuya existencia haya sido proclamada oficialmente, los Estados Partes en el presente Pacto podrán adoptar disposiciones que,
en la medida estrictamente limitada a las exigencias de la situación, suspendan las obligaciones contraídas en virtud de este Pacto,
siempre que tales disposiciones no sean incompatibles con las demás obligaciones que les impone el derecho internacional y no
entrañen discriminación alguna fundada únicamente en motivos de raza, color, sexo, idioma, religión u origen social. 2.- La disposición
precedente no autoriza suspensión alguna de los artículos 6, 7, 8 (párrafos 1 y 2), 11, 15, 16 y 18. 3.-Todo Estado Parte en el presente
Pacto que haga uso del derecho de suspensión deberá informar inmediatamente a los demás Estados Partes en el presente Pacto, por
conducto del Secretario General de las Naciones Unidas, de las disposiciones cuya aplicación haya suspendido y de los motivos que
hayan suscitado la suspensión. Se hará una nueva comunicación por el mismo conducto en la fecha en que haya dado por terminada tal
suspensión. Artículo 5. 1.- Ninguna disposición del presente Pacto podrá ser interpretada en el sentido de conceder derecho alguno a
un Estado, grupo o individuo para emprender actividades o realizar actos encaminados a la destrucción de cualquiera de los derechos y
libertades reconocidos en el Pacto o a su limitación en mayor medida que la prevista en él. 2.- No podrá admitirse restricción o
menoscabo de ninguno de los derechos humanos fundamentales reconocidos o vigentes en un Estado Parte en virtud de leyes,
convenciones, reglamentos o costumbres, so pretexto de que el presente Pacto no los reconoce o los reconoce en menor grado. PARTE
III. Artículo 6. 1.- El derecho a la vida es inherente a la persona humana. Este derecho estará protegido por la ley. Nadie podrá ser
privado de la vida arbitrariamente. 2.- En los países que no hayan abolido la pena capital sólo podrá imponerse la pena de muerte por
los más graves delitos y de conformidad con leyes que estén en vigor en el momento de cometerse el delito y que no sean contrarias a
las disposiciones del presente Pacto ni a la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio. Esta pena sólo podrá
imponerse en cumplimiento de sentencia definitiva de un tribunal competente. 3.- Cuando la privación de la vida constituya delito de
genocidio, se tendrá entendido que nada de lo dispuesto en este artículo excusará en modo alguno a los Estados Partes del
cumplimiento de ninguna de las obligaciones asumidas en virtud de las disposiciones de la Convención para la Prevención y la Sanción
del Delito de Genocidio. 4.-Toda persona condenada a muerte tendrá derecho a solicitar el indulto o la conmutación de la pena. La
amnistía, el indulto o la conmutación de la pena capital podrán ser concedidos en todos los casos. 5.- No se impondrá la pena de
muerte por delitos cometidos por personas menores de 18 años de edad, ni se la aplicará a las mujeres en estado de gravidez. 6.-
Ninguna disposición de este artículo podrá ser invocada por un Estado Parte en el presente Pacto para demorar o impedir la abolición
de la pena capital. Artículo 7. Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. En particular, nadie
será sometido sin su libre consentimiento a experimentos médicos o científicos. Artículo 8. 1.-Nadie estará sometido a esclavitud. La
esclavitud y la trata de esclavos estarán prohibidas en todas sus formas. 2.- Nadie estará sometido a servidumbre. 3.- a) Nadie será
constreñido a ejecutar un trabajo forzoso u obligatorio; b) El inciso precedente no podrá ser interpretado en el sentido de que prohíbe,
en los países en los cuales ciertos delitos pueden ser castigados con la pena de prisión acompañada de trabajos forzados, el
cumplimiento de una pena de trabajos forzados impuesta por un tribunal competente; c) No se considerarán como ''trabajo forzado u
obligatorio'', a los efectos de este párrafo: i) Los trabajos o servicios que, aparte de los mencionados en el inciso b, se exijan
normalmente de una persona presa en virtud de una decisión judicial legalmente dictada, o de una persona que habiendo sido presa en
virtud de tal decisión se encuentre en libertad condicional; ii) El servicio de carácter militar y, en los países donde se admite la exención
por razones de conciencia, el servicio nacional que deben prestar conforme a la ley quienes se opongan al servicio militar por razones
de conciencia; iii) El servicio impuesto en casos de peligro o calamidad que amenace la vida o el bienestar de la comunidad. iv) El

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trabajo o servicio que forme parte de las obligaciones cívicas normales. Artículo 9. 1.- Todo individuo tiene derecho a la libertad y a la
seguridad personales. Nadie podrá ser sometido a detención o prisión arbitrarias. Nadie podrá ser privado de su libertad, salvo por las
causas fijadas por ley y con arreglo al procedimiento establecido en ésta. 2.- Toda persona detenida será informada, en el momento de
su detención, de las razones de la misma, y notificada, sin demora, de la acusación formulada contra ella. 3.- Toda persona detenida o
presa a causa de una infracción penal será llevada sin demora ante un juez u otro funcionario autorizado por la ley para ejercer
funciones judiciales, y tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad. La prisión preventiva de las
personas que hayan de ser juzgadas no debe ser la regla general, pero su libertad podrá estar subordinada a garantías que aseguren la
comparecencia del acusado en el acto del juicio, o en cualquier otro momento de las diligencias procesales y, en su caso, para la
ejecución del fallo. 4.- Toda persona que sea privada de libertad en virtud de detención o prisión tendrá derecho a recurrir ante un
tribunal, a fin de que éste decida a la brevedad posible sobre la legalidad de su prisión y ordene su libertad si la prisión fuera ilegal. 5.-
Toda persona que haya sido ilegalmente detenida o presa, tendrá el derecho efectivo a obtener reparación. Artículo 10.1.- Toda
persona privada de libertad será tratada humanamente y con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano. 2.- a) Los
procesados estarán separados de los condenados, salvo en circunstancias excepcionales, y serán sometidos a un tratamiento distinto,
adecuado a su condición de personas no condenadas; b) Los menores procesados estarán separados de los adultos y deberán ser
llevados ante los tribunales de justicia con la mayor celeridad posible para su enjuiciamiento. 3.- El régimen penitenciario consistirá en
un tratamiento cuya finalidad esencial será la reforma y la readaptación social de los penados. Los menores delincuentes estarán
separados de los adultos y serán sometidos a un tratamiento adecuado a su edad y condición jurídica. Artículo 11. Nadie será
encarcelado por el sólo hecho de no poder cumplir una obligación contractual. Artículo 12. 1.- Toda persona que se halle legalmente en
el territorio de un Estado tendrá derecho a circular libremente por él y a escoger libremente en él su residencia. 2.- Toda persona
tendrá derecho a salir libremente de cualquier país, incluso del propio. 3.-Los derechos antes mencionados no podrán ser objeto de
restricciones salvo cuando éstas se hallen previstas en la ley, sean necesarias para proteger la seguridad nacional, el orden público, la
salud o la moral públicas o los derechos y libertades de terceros, y sean compatibles con los demás derechos reconocidos en el
presente Pacto. 4.- Nadie podrá ser arbitrariamente privado del derecho a entrar en su propio país. Artículo 13. El extranjero que se
halle legalmente en el territorio de un Estado Parte en el presente Pacto sólo podrá ser expulsado de él en cumplimiento de una
decisión adoptada conforme a la ley; y, a menos que razones imperiosas de seguridad nacional se opongan a ello, se permitirá a tal
extranjero exponer las razones que lo asistan en contra de su expulsión, así como someter su caso a revisión ante la autoridad
competente, o bien, ante la persona o personas designadas especialmente por dicha autoridad competente y hacerse representar con
tal fin ante ellas. Artículo 14. 1.- Todas las personas son iguales ante los tribunales y cortes de justicia. Toda persona tendrá derecho a
ser oída públicamente y con las debidas garantías por un tribunal competente, independiente e imparcial, establecido por la ley, en la
substanciación de cualquier acusación de carácter penal formulada contra ella o para la determinación de sus derechos u obligaciones
de carácter civil. La prensa y el público podrán ser excluidos de la totalidad o parte de los juicios por consideraciones de moral, orden
público o seguridad nacional en una sociedad democrática, o cuando lo exija el interés de la vida privada de las partes o, en la medida
estrictamente necesaria en opinión del tribunal, cuando por circunstancias especiales del asunto la publicidad pudiera perjudicar a los
intereses de la justicia; pero toda sentencia en materia penal o contenciosa será pública, excepto en los casos en que el interés de
menores de edad exija lo contrario, o en las actuaciones referentes a pleitos matrimoniales o a la tutela de menores. 2.- Toda persona
acusada de un delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad conforme a la ley. 3.- Durante
el proceso, toda persona acusada de un delito tendrá derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas: a) A ser
informada sin demora, en un idioma que comprenda y en forma detallada, de la naturaleza y causas de la acusación formulada contra
ella; b) A disponer del tiempo y de los medios adecuados para la preparación de su defensa y a comunicarse con un defensor de su
elección; c) A ser juzgada sin dilaciones indebidas; d) A hallarse presente en el proceso y a defenderse personalmente o ser asistida por
un defensor de su elección; a ser informada, si no tuviera defensor, del derecho que le asiste a tenerlo, y, siempre que el interés de la
justicia lo exija, a que se le nombre defensor de oficio, gratuitamente, si careciere de medios suficientes para pagarlo; e) A interrogar o
hacer interrogar a los testigos de cargo y a obtener la comparecencia de los testigos de descargo y que éstos sean interrogados en las
mismas condiciones que los testigos de cargo; f) A ser asistida gratuitamente por un intérprete, si no comprende o no habla el idioma
empleado en el tribunal; g) A no ser obligada a declarar contra sí misma ni a confesarse culpable. 4.- En el procedimiento aplicable a los
menores de edad a efectos penales se tendrá en cuenta esta circunstancia y la importancia de estimular su readaptación social. 5.-
Toda persona declarada culpable de un delito tendrá derecho a que el fallo condenatorio y la pena que se le haya impuesto sean
sometidos a un tribunal superior, conforme a lo prescrito por la ley. 6.- Cuando una sentencia condenatoria firme haya sido
ulteriormente revocada, o el condenado haya sido indultado por haberse producido o descubierto un hecho plenamente probatorio de
la comisión de un error judicial, la persona que haya sufrido una pena como resultado de tal sentencia deberá ser indemnizada,
conforme a la ley, a menos que se demuestre que le es imputable en todo o en parte el no haberse revelado oportunamente el hecho
desconocido. 7.- Nadie podrá ser juzgado ni sancionado por un delito por el cual haya sido ya condenado o absuelto por una sentencia
firme de acuerdo con la ley y el procedimiento penal de cada país. Artículo 15. 1.- Nadie será condenado por actos u omisiones que en
el momento de cometerse no fueran delictivos según el derecho nacional o internacional. Tampoco se impondrá pena más grave que la
aplicable en el momento de la comisión del delito. Si con posterioridad a la comisión del delito la ley dispone la imposición de una pena
más leve, el delincuente se beneficiará de ello. 2.- Nada de lo dispuesto en este artículo se opondrá al juicio ni a la condena de una
persona por actos u omisiones que, en el momento de cometerse, fueran delictivos según los principios generales del derecho
reconocidos por la comunidad internacional. Artículo 16.Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su
personalidad jurídica. Artículo 17.1.- Nadie será objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada, su familia, su domicilio o
su correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra y reputación. 2.- Toda Persona tiene derecho a la protección de la ley contra esas
injerencias o esos ataques.

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32
DADH: Declaración Americana de Derechos del Hombre ó Pacto de San José de Costa Rica que establece: Artículo 4.
Derecho a la Vida. 1. Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a
partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente. 2. En los países que no han abolido la pena
de muerte, ésta sólo podrá imponerse por los delitos más graves, en cumplimiento de sentencia ejecutoriada de tribunal competente y
de conformidad con una ley que establezca tal pena, dictada con anterioridad a la comisión del delito. Tampoco se extenderá su
aplicación a delitos a los cuales no se la aplique actualmente. 3. No se restablecerá la pena de muerte en los Estados que la han abolido.
4. En ningún caso se puede aplicar la pena de muerte por delitos políticos ni comunes conexos con los políticos. 5. No se impondrá la
pena de muerte a personas que, en el momento de la comisión del delito, tuvieren menos de dieciocho años de edad o más de setenta,
ni se le aplicará a las mujeres en estado de gravidez. 6. Toda persona condenada a muerte tiene derecho a solicitar la amnistía, el
indulto o la conmutación de la pena, los cuales podrán ser concedidos en todos los casos. No se puede aplicar la pena de muerte
mientras la solicitud esté pendiente de decisión ante autoridad competente. Artículo 5. Derecho a la Integridad Personal. 1. Toda
persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral. 2. Nadie debe ser sometido a torturas ni a penas o tratos
crueles, inhumanos o degradantes. Toda persona privada de libertad será tratada con el respeto debido a la dignidad inherente al ser
humano. 3. La pena no puede trascender de la persona del delincuente. 4. Los procesados deben estar separados de los condenados,
salvo en circunstancias excepcionales, y serán sometidos a un tratamiento adecuado a su condición de personas no condenadas. 5.
Cuando los menores puedan ser procesados, deben ser separados de los adultos y llevados ante tribunales especializados, con la mayor
celeridad posible, para su tratamiento. 6. Las penas privativas de la libertad tendrán como finalidad esencial la reforma y la
readaptación social de los condenados. Artículo 6. Prohibición de la Esclavitud y Servidumbre. 1. Nadie puede ser sometido a esclavitud
o servidumbre, y tanto éstas, como la trata de esclavos y la trata de mujeres están prohibidas en todas sus formas. 2. Nadie debe ser
constreñido a ejecutar un trabajo forzoso u obligatorio. En los países donde ciertos delitos tengan señalada pena privativa de la
libertad acompañada de trabajos forzosos, esta disposición no podrá ser interpretada en el sentido de que prohíbe el cumplimiento de
dicha pena impuesta por juez o tribunal competente. El trabajo forzoso no debe afectar a la dignidad ni a la capacidad física e
intelectual del recluido. 3. No constituyen trabajo forzoso u obligatorio, para los efectos de este artículo: a. los trabajos o servicios que
se exijan normalmente de una persona recluida en cumplimiento de una sentencia o resolución formal dictada por la autoridad judicial
competente. Tales trabajos o servicios deberán realizarse bajo la vigilancia y control de las autoridades públicas, y los individuos que
los efectúen no serán puestos a disposición de particulares, compañías o personas jurídicas de carácter privado; b. el servicio militar y,
en los países donde se admite exención por razones de conciencia, el servicio nacional que la ley establezca en lugar de aquél; c. el
servicio impuesto en casos de peligro o calamidad que amenace la existencia o el bienestar de la comunidad, y d. el trabajo o servicio
que forme parte de las obligaciones cívicas normales. Artículo 7. Derecho a la Libertad Personal. 1. Toda persona tiene derecho a la
libertad y a la seguridad personales. 2. Nadie puede ser privado de su libertad física, salvo por las causas y en las condiciones fijadas de
antemano por las Constituciones Políticas de los Estados Partes o por las leyes dictadas conforme a ellas. 3. Nadie puede ser sometido a
detención o encarcelamiento arbitrarios. 4. Toda persona detenida o retenida debe ser informada de las razones de su detención y
notificada, sin demora, del cargo o cargos formulados contra ella. 5. Toda persona detenida o retenida debe ser llevada, sin demora,
ante un juez u otro funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales y tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo
razonable o a ser puesta en libertad, sin perjuicio de que continúe el proceso. Su libertad podrá estar condicionada a garantías que
aseguren su comparecencia en el juicio. 6. Toda persona privada de libertad tiene derecho a recurrir ante un juez o tribunal
competente, a fin de que éste decida, sin demora, sobre la legalidad de su arresto o detención y ordene su libertad si el arresto o la
detención fueran ilegales. En los Estados Partes cuyas leyes prevén que toda persona que se viera amenazada de ser privada de su
libertad tiene derecho a recurrir a un juez o tribunal competente a fin de que éste decida sobre la legalidad de tal amenaza, dicho
recurso no puede ser restringido ni abolido. Los recursos podrán interponerse por sí o por otra persona. 7. Nadie será detenido por
deudas. Este principio no limita los mandatos de autoridad judicial competente dictados por incumplimientos de deberes alimentarios.
Artículo 8. Garantías Judiciales. 1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por
un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier
acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de
cualquier otro carácter. 2. Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se establezca
legalmente su culpabilidad. Durante el proceso, toda persona tiene derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas: a)
derecho del inculpado de ser asistido gratuitamente por el traductor o intérprete, si no comprende o no habla el idioma del juzgado o
tribunal; b) comunicación previa y detallada al inculpado de la acusación formulada; c) concesión al inculpado del tiempo y de los
medios adecuados para la preparación de su defensa; d) derecho del inculpado de defenderse personalmente o de ser asistido por un
defensor de su elección y de comunicarse libre y privadamente con su defensor; e) derecho irrenunciable de ser asistido por un
defensor proporcionado por el Estado, remunerado o no según la legislación interna, si el inculpado no se defendiere por sí mismo ni
nombrare defensor dentro del plazo establecido por la ley; f) derecho de la defensa de interrogar a los testigos presentes en el tribunal
y de obtener la comparecencia, como testigos o peritos, de otras personas que puedan arrojar luz sobre los hechos; g) derecho a no ser
obligado a declarar contra sí mismo ni a declararse culpable, y h) derecho de recurrir del fallo ante juez o tribunal superior. 3. La
confesión del inculpado solamente es válida si es hecha sin coacción de ninguna naturaleza. 4. El inculpado absuelto por una sentencia
firme no podrá ser sometido a nuevo juicio por los mismos hechos. 5. El proceso penal debe ser público, salvo en lo que sea necesario
para preservar los intereses de la justicia. Artículo 9. Principio de Legalidad y de Retroactividad. Nadie puede ser condenado por
acciones u omisiones que en el momento de cometerse no fueran delictivos según el derecho aplicable. Tampoco se puede imponer
pena más grave que la aplicable en el momento de la comisión del delito. Si con posterioridad a la comisión del delito la ley dispone la
imposición de una pena más leve, el delincuente se beneficiará de ello. Artículo 10. Derecho a Indemnización. Toda persona tiene
derecho a ser indemnizada conforme a la ley en caso de haber sido condenada en sentencia firme por error judicial. Artículo 11.
Protección de la Honra y de la Dignidad. 1. Toda persona tiene derecho al respeto de su honra y al reconocimiento de su dignidad. 2.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 116


estén ratificados por Chile y que se encuentren vigentes y, este Código. Es lo que se conoce también como
Garantías generales del procedimiento y dentro de ellas se encuentra, lógicamente el Derecho al juicio
previo, ello significa que toda persona goza del derecho a ser juzgada criminalmente en un juicio oral,
contradictorio y público, de modo que la decisión de absolución o condena sea el necesario resultado de ese
juicio previo.

A no olvidar en esta parte, la existencia de otros pactos internacionales como la Convención


de Derechos del Niño, que también establecen normas importantes acerca del juzgamiento penal de los
menores adolescentes, normas que juegan un rol importante en la aplicación de la Ley N° 20.084 o de
Responsabilidad Penal de los Adolescentes.

El derecho al juicio es una consecuencia de la prohibición general de auto tutela en materia


penal y del monopolio que se reconoce al Estado en materia de persecución penal.

Este juicio, oral y público, “proceso previo legalmente tramitado”, no es otro que el
establecido y reglamentado en el Código Procesal Penal chileno. Debe tratarse de un proceso con todas las
garantías, o, en otras palabras, de un debido proceso.

El debido proceso es la principal garantía procesal, cuyo contenido normativo es genérico y


aún indeterminado, por lo que corresponderá que los actores del sistema sean los que especifiquen su
sustancia y esfera de aplicación en cada caso.

La garantía fundamental del debido proceso 34 comprende a su vez una serie de derechos, o
mejor dicho un haz de garantías, todos los cuales encuentran en la actual normativa una consagración positiva.

Nadie puede ser objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en su vida privada, en la de su familia, en su domicilio o en su
correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra o reputación. 3. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra esas
injerencias. Artículo 24. Igualdad ante la Ley. Todas las personas son iguales ante la ley. En consecuencia, tienen derecho, sin
discriminación, a igual protección de la ley. Artículo 25. Protección Judicial. 1. Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y
rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos
fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la presente Convención, aun cuando tal violación sea cometida por personas
que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales. 2. Los Estados Partes se comprometen: a) a garantizar que la autoridad competente
prevista por el sistema legal del Estado decidirá sobre los derechos de toda persona que interponga tal recurso; b) a desarrollar las
posibilidades de recurso judicial, y c) a garantizar el cumplimiento, por las autoridades competentes, de toda decisión en que se haya
estimado procedente el recurso;
33
DUDH: Declaración Universal de Derechos Humanos que dispone: Artículo 1. Todos los seres humanos nacen libres e iguales
en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
Artículo 2.1. Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color,
sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier
otra condición. 2. Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o territorio de
cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria,
no autónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía. Artículo 3. Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la
seguridad de su persona. Artículo 4. Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de esclavos están
prohibidas en todas sus formas. Artículo 5. Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.
Artículo 6. Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica. Artículo 7.Todos son iguales
ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda
discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación. Artículo 8. Toda persona tiene derecho a un
recurso efectivo ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales
reconocidos por la constitución o por la ley. Artículo 9. Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado. Artículo 10. Toda
persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por un tribunal independiente e
imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella en materia penal.
Artículo 11. 1. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad,
conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa. 2. Nadie será
condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no fueron delictivos según el Derecho nacional o internacional.
Tampoco se impondrá pena más grave que la aplicable en el momento de la comisión del delito. Artículo 12. Nadie será objeto de
injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda
persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques.
34
CERDA SAN MARTÍN, Rodrigo y HERMOSILLA IRIARTE, Francisco; “Código Procesal Penal, Comentarios, Concordancias y
Jurisprudencia”, Editorial Librotecnia, 2ª edición, año 2009.

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4.4.- Merecen especial mención los siguientes:

a.- Derecho al juicio previo, oral y público, donde se respeten los principios de
adversariedad, inmediación, oralidad, continuidad y concentración.

b.- Derecho a un juez natural, establecido con anterioridad por la ley, independiente e
imparcial.

c.- Derecho de defensa, tanto material como técnica.

d.- Derecho del imputado a guardar silencio o a declarar como mecanismo de defensa y a
que si guarda silencio aquél no le perjudicará.

e.- La igualdad de las partes o bilateralidad de la audiencia.

f.- El estado o presunción de inocencia.

g.- Derecho a ser juzgado en un plazo razonable.

h.- Derecho a la persecución penal única por los mismos hechos.

i.- Derecho a una decisión fundada.

j.- Derecho a deducir recursos.

G a ra ntía s y P rinc ip io s R e c o g id o s C P P
•C on tr a dic c ión
•Inm ed iac ió n
•O ra lida d
P r in c i pi os de l A c us a to ri o •P ublic ida d
•D e r e c ho G u a rd ar S ile nc io
•V a lide z de la P ru e ba

• R e sp e to D D H H
• Ju e z N a tur a l
• Se pa r a c ión Fu nc ione s
• Inde pe nd en c ia e Im p ar c ia lida d
• Pr ohib ic ió n D oble J uz ga m ie nt o
• Pr e s unc ión de Inoc e nc ia
P r in c i pi os de l D e bi do P r oc e s o • Pu blic id a d Pr o ce s o
• D e re c ho a D e f en s a
• Libe r ta d P e rs o na l
• D e re c ho a la Int im ida d
• Ju s tic ia Tiem po R a z ona ble

Ig ua lda d P r oc e sa l e nt re p ar te s
Mo tiv a ció n
Im pugn ac ió n
P ri n c ip io s T é c ni c o P ro c e s a le s In te r pr et a c ión
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Dentro de este contexto de debido proceso se considera que el juicio oral y público es la
institución principal o centro de gravedad del procedimiento penal, su punto culminante, no obstante que

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 118


estadísticamente representa sólo una pequeña parte de él. En efecto por el diseño implementado sólo una
parte menor de las causas llegarán a esta etapa y el resto finalizará por otras vías.

El Código contempla una serie de instituciones que tienen por objeto descomprimir el
sistema, otorgando al Fiscal facultades en ese sentido (archivo provisional; facultad de no investigar; principio
de oportunidad). Además, existe una privatización de gran parte de los conflictos penales, admitiendo la ley la
posibilidad de salidas alternativas (suspensión condicional del procedimiento y los acuerdos reparatorios).
Por último, existe la posibilidad de tramitar los conflictos a través de procedimientos especiales más sencillos
(procedimiento abreviado, procedimiento simplificado y procedimiento monitorio).

La idea político criminal que subyace a esta forma de concebir la respuesta diversificada del
Estado al conflicto penal es la “racionalización del sistema de enjuiciamiento criminal”. Por su intermedio se
busca la eficacia y eficiencia de la persecución penal, utilizando los mecanismos de descongestión, dirigiéndose
contra la criminalidad más grave, diversificando la forma de solucionar el conflicto intersubjetivo y
simplificando los procedimientos.

Estas características se derivan como exigencias de numerosas otras garantías contenidas en


los tratados internacionales y en la misma Constitución, agrupadas bajo esta noción del derecho al debido
proceso. A lo largo del análisis de las normas del Título I de este Código procederemos al análisis de aquellas
garantías que tradicionalmente han sido asociadas a la noción de debido proceso.
Los principios contenidos en los Tratados Internacionales, entre los que se cuentan los que
sustentan un debido proceso, generalmente se han clasificado en los siguientes: 35

4.4.1.- Principios de la Persecución Penal

4.4.1.1.-Oficialidad

Se mantiene la idea de persecución penal pública de los delitos, donde el Estado actúa de
oficio, sin consideración de la voluntad del ofendido ni de ninguna otra persona. Ello no significa que el
ofendido queda excluido de la posibilidad de promover la persecución, sino sólo que su participación, en
general, no es necesaria ni determinante. Según el profesor Julio Maier, en el ámbito penal este principio se
funda en la idea de que los delitos constituyen las formas de comportamiento desviado (antijurídico) más
intolerables socialmente y, por lo tanto, existe en su persecución un interés público que se superpone y excluye
al eventual interés privado involucrado en la misma.

4.4.1.2.- Investigación oficial

El principio de investigación oficial, en el nuevo sistema, supone que la instrucción está a


cargo de un órgano estatal llamado Ministerio Público sin vinculación a los requerimientos y posiciones de los
demás intervinientes acerca de la verdad del hecho, puede y debe producir prueba de oficio. En todo caso, este
monopolio estatal en la realización de la investigación oficial, no implica una prohibición para el imputado
penal y su defensa para la realización de actos de investigación de carácter privado en procura de elementos
de convicción que sirvan a sus intereses. Ahora, si miramos la situación desde la perspectiva de los órganos
judiciales, se trata de un sistema donde rige el principio de aportación de parte, en razón de la pasividad que
se les exige en la recopilación de la información relevante y en la producción de la prueba en juicio. Son los
litigantes quienes deben probar sus proposiciones en el juicio, especialmente el fiscal acusador en razón del
principio de inocencia del imputado.

35
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés; “Derecho Procesal Chileno”, Tomo I, Editorial Jurídica de Chile,
Primera Edición, año 2002, págs. 34 y sgtes.

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4.4.1.3.- Acusatorio

Según este principio deben distribuirse los poderes de persecución penal y, por ello, las
funciones asociadas a su ejercicio, esto es, investigación, acusación y decisión.

El investigador debe ser distinto del juzgador y el acusador debe ser distinto del juzgador.

Si bien en nuestro sistema se respeta esta separación de funciones, en tanto órganos


diferentes del Estado las asumen, se trata de un principio acusatorio formal desde que es el ente estatal en
definitiva quien está a cargo de todas ellas. El principio acusatorio está en íntima relación con otros derechos y
garantías procesales como son la imparcialidad del tribunal, el derecho de defensa y la igualdad procesal en un
sistema contradictorio.

4.4.1.4.- Legalidad y oportunidad

El principio de legalidad enuncia que el Ministerio Público está obligado a iniciar y sostener
la persecución penal de todo delito que llegue a su conocimiento, sin que pueda suspenderla, interrumpirla o
hacerla cesar a su mero arbitrio. 36

Su fundamento actual es la vigencia del principio de igualdad ante la ley, se pretende que la
persecución penal no quede sujeta al arbitrio de un órgano estatal, cuya decisión de perseguir o no un delito y
la forma de hacerlo podría ser discriminatoria. El principio de legalidad impone así al Estado, la obligación de
perseguir por igual todos los delitos que se cometen en una sociedad determinada, sin permitirle seleccionar
entre ellos de manera alguna.

La desacreditación del principio de legalidad, la hipertrofia del derecho penal sustantivo,


unida a la incapacidad inherente de todo sistema procesal penal para perseguir la totalidad de los delitos de
un modo eficiente, ha dado origen al principio de oportunidad.

En virtud del principio de oportunidad el Ministerio Público, ante la noticia de un hecho


punible o, inclusive, ante la existencia de prueba seria de la perpetración de un delito, está autorizado para no
iniciar, suspender, interrumpir o hacer cesar el curso de la persecución penal, cuando así lo aconsejen motivos
de utilidad social o razones político-criminales.

Se busca descongestionar el sistema procesal penal para hacerlo más eficiente,


racionalizando de este modo el uso de los recursos escasos asignados a este fin.

Manifestación de este principio son las llamadas desestimaciones o mecanismos de


descongestión, a saber, el archivo provisional, la facultad de no iniciar la investigación y el principio de
oportunidad en sentido estricto y la facultad de no perseverar.

Luego, de determinados cuáles serán los principios de la persecución penal, dentro de ellos
se enmarcan las garantías del individuo frente a este sistema de prosecución penal que se le ofrece, a modo de
mecanismos de defensa que el propio Estado se ha dado para juzgar a sus nacionales, dividiéndose en
garantías relativas al órgano judicial, garantías generales relativas al procedimiento y por último, las garantías
del juicio mismo.

4.4.2.- Garantías individuales ante la persecución penal

Las que a su vez se han sub clasificado en:

36
Maier citado por LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés en ob. cit., pág. 46

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 120


4.4.2.1.- Garantías de la organización judicial

4.4.2.1.1.-Derecho a un juez independiente

El Juez debe ser independiente desde la perspectiva institucional, esto es, la independencia
del Poder Judicial frente a los demás poderes del Estado, 37 como también debe serlo desde el punto de vista
personal, que al decir de Binder 38 es “la primera y genuina independencia de los jueces”. La independencia
personal del Juez tiene, a su vez, dos dimensiones: la independencia externa, que exige que el Juez no dependa
de ninguna otra autoridad del Estado, y la independencia interna, respecto de todo organismo superior dentro
del Poder Judicial.

Este último aspecto se ha visto fortalecido en el nuevo sistema procesal por la disminución
del régimen de recursos y la eliminación del trámite de la consulta; y en lo administrativo, se sientan bases
para un sistema que separa con claridad el ejercicio de la jurisdicción con la administración de los órganos
jurisdiccionales, permitiéndole a los Jueces dedicarse a lo que es su función natural.

4.4.2.1.2.-Derecho a un juez imparcial

Es derecho de toda persona imputada ser juzgada por un tribunal previamente establecido
por la ley, independiente e imparcial, dentro del contexto de un debido proceso. 39

De acuerdo al diccionario de la Lengua Española la imparcialidad es la falta de designio


anticipado o de prevención a favor o en contra de alguien o algo, que permite juzgar o proceder con rectitud.

De la misma fuente (significado 5) se entiende por parcialidad el designio anticipado o


prevención a favor o en contra de alguien, que da como resultado la falta de neutralidad o insegura rectitud en
el modo de juzgar o de proceder.

Tradicionalmente se ha sostenido en el ámbito jurídico que juez imparcial es aquél que no


tiene interés en los resultados del juicio, independiente de las partes, que no se ve constreñido por ningún tipo
de consideraciones a favorecer a una en desmedro de la otra.
Además, se requiere que el tribunal no albergue ningún tipo de prejuicio en cuanto al fondo
del asunto sometido a su decisión. Existe prejuzgamiento cuando un juez es llamado a juzgar nuevamente
acerca de una imputación, sobre la cual haya juzgado.

4.4.2.1.3.-Derecho a un juez natural

Este derecho se encuentra consagrado en los artículos 10 de la DUDH, 14.1 del PIDCP y 8.1
de la CADH. Además, el artículo 19 Nº 3, inciso cuarto, de la CPR prescribe que “Nadie puede ser juzgado por
comisiones especiales, sino por el tribunal que le señale la ley y que se halle establecido con anterioridad por ésta”
Por su parte el artículo 2 del CPP precisa que la anterioridad a que se refiere la Constitución
es la relativa “a la perpetración del hecho”.
Según el profesor Alberto Binder 40 la denominación derecho al juez natural tiene su origen
en el sistema feudal, donde, siendo la costumbre la principal fuente del derecho, se hacía imprescindible que el

37
Art. 76 CPRCH
38
Citado por LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés en ob. cit., pág. 53
39
Artículos 10 de la DUDH; 14.1 del PIDCP; 8.1. de la CADH; 5 inciso 2° de la CPRCH; y 1 del CPP
40
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés Ob. cit., pág. 62

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juez y los jurados conocieran la vida local y las costumbres del lugar. En otras palabras, debía tratarse de un
juez respetado por la comunidad, que conociera la vida, características y costumbres de ese pueblo.
Modernamente, sin embargo, el concepto dice relación con la predeterminación legal del
juez, que tiene por objeto asegurar, como garantía para el justiciable, la imposibilidad de influir indebidamente
en la designación del tribunal competente para el enjuiciamiento.

4.4.2.2.-Garantías generales del procedimiento

4.4.2.2.1.-Derecho al juicio previo

Toda persona goza del derecho a ser juzgada criminalmente en un juicio oral y público, de
modo que la decisión de absolución o condena sea el necesario resultado de ese juicio previo. 41
El derecho al juicio es una consecuencia de la prohibición general de autotutela en materia
penal y del monopolio que se reconoce al Estado en materia de persecución penal.
Este juicio, oral y público, “proceso previo legalmente tramitado”, 42 no es otro que el
establecido y reglamentado en el Código Procesal Penal. Debe tratarse de un proceso con todas las garantías,
o, en otras palabras, de un debido proceso.
El debido proceso es la principal garantía procesal, cuyo contenido normativo es genérico y
aún indeterminado, por lo que corresponderá que los actores del sistema sean los que especifiquen su
sustancia y esfera de aplicación en cada caso.
La fórmula descrita en la Constitución no nos dice nada acerca de las características que debe
tener ese procedimiento que ha de conducir a la sentencia. Estas características se derivan como exigencias de
numerosas otras garantías contenidas en los tratados internacionales y en la misma Constitución, agrupadas
bajo esta noción del derecho al debido proceso.
A continuación procederemos al análisis de aquellas garantías que tradicionalmente han sido
asociadas a la noción de debido proceso.

4.4.2.2.2.-Derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable

También conocido como derecho a un proceso sin dilaciones indebidas. 43

Los procesos judiciales deben iniciarse y completarse en un plazo razonable. 44


Este derecho obliga entonces a las autoridades a garantizar que todas las etapas del proceso,
incluidas las diligencias preliminares y el juicio, así como los recursos y apelaciones, se completen, y los fallos
se dicten, dentro de un plazo prudente.
La obligación del Estado de acelerar los procedimientos es más apremiante cuando el
imputado se encuentra sujeto a medidas cautelares personales, especialmente si se trata de la prisión
preventiva.
La garantía de un juicio sin dilaciones, entonces, está vinculada al derecho a la libertad
personal, la presunción de inocencia y el derecho de defensa. Se pretende asegurar que la incertidumbre que
enfrenta el imputado y el estigma que entraña ser acusado de un delito, pese a la presunción de inocencia, no
se prolonguen.

41
Art. 1 del CPP
42
Art 19 N° 3 inciso 5° CPRCH
43
Art 14.3 c) del PIDCP
44
Art. 8.1 CADH

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La Corte Interamericana de Derechos Humanos 45 ha declarado sobre este particular que “se
deben tomar en cuenta tres elementos para determinar la razonabilidad del plazo en el cual se desarrolla el proceso: a) la
complejidad del asunto; b) la actividad procesal del interesado; y c) la conducta de las autoridades judiciales”.
Evidentemente, la calificación de un plazo como razonable depende de las circunstancias del
caso, debiendo considerar si el imputado se encuentra sujeto a medidas cautelares, la intensidad de estas
medidas, la complejidad del asunto (naturaleza y gravedad del delito cometido, número de imputaciones, tipo
de investigación, número de personas involucradas y número de testigos), la conducta del imputado (por
ejemplo si intenta sustraerse de la acción de la justicia o no coopera) y el proceder de las autoridades
(diligencia y eficacia).
El derecho en análisis tiene una clara consagración positiva:
El artículo 247 del CPP contempla un plazo máximo para declarar cerrada la investigación
que es de dos años, contados desde la formalización de la investigación. Si el fiscal no declara cerrada la
investigación dentro del plazo señalado, cualquiera de los intervinientes puede pedir al juez de garantía que
aperciba al fiscal para que la decrete.
El artículo 234 del mismo Código dispone que el juez de garantía, de oficio, o a petición de
alguno de los intervinientes, y oyendo al Ministerio Público, podrá reducir este plazo y fijar uno menor para
que se declare cerrada la investigación cuando sus características lo permitieren y con ello se cautelen las
garantías de los intervinientes.
Por otra parte, y aunque en principio la instrucción no está sujeta a plazo antes de la
formalización, la ley faculta a cualquier persona que se sienta afectada por una investigación no formalizada
para solicitarle al juez de garantía que fije al fiscal un plazo para que la formalice. 46
La audiencia de preparación del juicio oral y la de juicio oral propiamente tal están
sometidas a plazos breves para su realización, lo mismo ocurre con la decisión y su comunicación.

4.4.2.2.3.-Derecho de defensa

Consiste básicamente en la necesidad de que los intervinientes sean oídos, puedan alegar y
probar para conformar la resolución judicial, y de que conozcan y puedan rebatir todos los materiales de hecho
y de derecho que puedan influir en la resolución judicial.

Constituye una de las facetas del principio de contradicción.

De acuerdo a nuestra carta fundamental toda persona tiene derecho a defensa jurídica en la
forma que la ley señale. Ninguna autoridad o individuo podrá impedir, restringir o perturbar la debida
intervención del letrado, si hubiere sido requerida y que la ley arbitrará los medios para otorgar asesoramiento
y defensa jurídica a quienes no puedan procurárselos por sí mismos.

El derecho que nos ocupa abarca dos aspectos: a) La defensa material, que incluye la
autodefensa por parte del imputado; y b) la defensa técnica letrada.
En cuanto a la defensa material el artículo 8.1 de la CADH señala que cualquier
Interviniente en un proceso criminal tiene derecho a ser oído, a formular sus alegaciones y a intervenir en el
proceso por sí o por abogado.

Por su parte el inciso 2° del artículo 8 del CPP establece que el imputado tendrá derecho a
formular los planteamientos y alegaciones que considere oportunos, así como a intervenir en todas las
actuaciones judiciales y en las demás del procedimiento, salvas las excepciones expresamente previstas en el
Código.

45
Caso Genie Lacayo, sentencia del 29 de enero de 1997, Serie C N° 30, párrafos. 77-81.
46
Véase el Art. 186 CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 123


En consecuencia, la defensa material se encuentra integrada por los derechos de información,
de intervención en el procedimiento y los derechos que imponen un deber de abstención a las autoridades de
persecución penal pública, el imputado es un sujeto de derechos y no el objeto de la persecución.

Con respecto a la defensa técnica letrada el mismo artículo 8 CPP dispone que el imputado
deba ser defendido por un letrado desde la primera actuación del procedimiento dirigido en su contra.

En síntesis, son manifestaciones del derecho de defensa en nuestro sistema procesal penal las
siguientes:

a) El derecho del imputado de intervenir en el procedimiento desde que se inicia la


persecución penal y hasta su completa extinción;

b) El derecho del imputado a conocer el contenido de la imputación, desde el acto que da


inicio al proceso, sólo así sabrá de qué y cómo defenderse;

c) El derecho del imputado a contradecir las alegaciones de la acusación, formular


alegaciones y presentar pruebas, como un reflejo del principio adversarial, que tiene su máxima expresión
en las audiencias orales de la instrucción y etapa intermedia, especialmente en el juicio. Este derecho
impone al tribunal la obligación de analizar la admisibilidad de las alegaciones y pruebas ofrecidas,
permitir la práctica de aquellas que sean admitidas y valorarlas en su oportunidad;

d) El derecho del imputado de auto defenderse, prescindiendo de abogado y actuando


personalmente, lo que podrá hacer si el tribunal lo autoriza y ello no perjudique la eficacia de la defensa, si
la afectare de manera negativa el juez le designará un defensor letrado ; más, como ya se dijo, el imputado
siempre podrá formular planteamientos y alegaciones por sí mismo, primando éstos por sobre lo expuesto
por el defensor letrado, debiendo en ese caso el tribunal hacerse cargo en la sentencia de la versión o teoría
del caso planteada por el imputado;

e) El derecho del imputado al defensor técnico desde la primera actuación del


procedimiento y hasta la completa ejecución de la sentencia, ya sea un defensor de confianza o un defensor
penal público, que puede ser gratuito. Esta prerrogativa no implica la necesaria e ineludible asistencia del
defensor a todos y cada uno de los actos de la instrucción, sólo en algunos casos específicos la ley exige esta
condición. En los demás actos procesales y con independencia que se haya de proveer a abogado al
imputado privado de libertad y de que el abogado defensor pueda libremente participar en las diligencias
de la instrucción, la intervención del defensor no deviene obligatoria hasta el punto que hayan de estimarse
nulas, por infracción del derecho de defensa diligencias a las que no ha asistido.

f) El derecho del imputado privado de libertad a entrevistarse privadamente con su


abogado.

g) El derecho del imputado a disponer del tiempo y de los medios adecuados para
preparar la defensa.

4.4.2.2.4.- Derecho a la presunción de inocencia

Según Maier 47 el derecho a la presunción de inocencia es una de las banderas de lucha de la


reforma liberal al sistema inquisitivo y aparece por primera vez en la Declaración de los Derechos del Hombre
y del Ciudadano. Dicha declaración estableció en Francia que debía presumirse inocente “a todo hombre hasta
que haya sido declarado culpable”.
El artículo 19 Nº 3, inciso sexto, de la CPR se limitó a disponer que la ley no podrá presumir
de derecho la responsabilidad penal, pero no estableció la presunción de inocencia mencionada.

47
Citado por LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés en Ob.cit., pág. 78.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 124


Este derecho, en cambio, se encuentra consagrado en el artículo 11 párrafo I de la DUDH:
“Toda persona acusada de un delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su
culpabilidad, conforme a la ley y al juicio público en el que se hayan asegurado todas las garantías necesarias
para su defensa”; en el mismo sentido se pronuncia el artículo 14.2 del PIDCP. Igualmente, se halla establecido
en el Art.8.2 de la CADH, que expresa: “Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia
mientras no se establezca legalmente su culpabilidad”.
Por su parte el artículo 4 del CPP dispone que ninguna persona será considerada culpable ni
tratada como tal en tanto no fuere condenada por una sentencia firme.
Más que un derecho procesal, se trata de un principio que inspira todo el nuevo
procedimiento penal, como se desprende de la lectura atenta de muchas de sus disposiciones, especialmente
las relativas a las medidas cautelares personales. Impone a los Jueces, Fiscales y demás Intervinientes, la
obligación de considerar y tratar como inocente al imputado en todos los actos de investigación y de
procedimiento, en tanto no fuere condenado por sentencia firme.
De acuerdo con lo que se ha señalado, si los fiscales del Ministerio Público estiman que el
imputado es culpable de un hecho delictivo determinado, se encuentran en la necesidad de demostrar que así
lo es, debe destruir esta verdadera presunción legal que lo ampara, encaminando la investigación hacia ese
objetivo.

4.4.2.2.5.- Derecho a no incriminarse; a declarar o a guardar silencio

Como manifestación privilegiada del derecho de defenderse encontramos el derecho a


declarar, es decir, a introducir válidamente al proceso la información que el imputado considera adecuada.
De este modo, concebida la declaración del imputado como un mecanismo de defensa, se
comprende que nadie puede ser obligado a declarar en su contra.
En nuestro sistema el imputado no tiene el deber de declarar la verdad, como ocurre con los
testigos, de manera que él tiene el poder de decisión sobre su propia declaración, sólo él determinará lo que
quiere o lo que no le interesa declarar.
Así las cosas del silencio del imputado no se pueden extraer argumentos contrario sensu y
puede el imputado declarar cuantas veces quiera. La confesión no puede ser inducida por el Estado de ningún
modo, no se pueden usar medios violentos, tampoco mecanismos que menoscaben la voluntad del imputado,
no se le puede amenazar, ni realizar preguntas capciosas o sugestivas.
La garantía se extiende a la información que el propio imputado puede introducir
voluntariamente, más no respecto de otras actuaciones que dependen de terceros, por ejemplo reconocimiento
por testigos, donde la información ingresa al juicio de boca del testigo y no del imputado, en cuyo caso la
prueba es admisible independientemente de la decisión del imputado de declarar o guardar silencio.
La garantía en estudio rige todas las etapas del proceso, tanto en los actos iniciales como en
el desarrollo de las etapas preparatorias, en las etapas intermedias y, por supuesto, adquiere su mayor
relevancia en la etapa del juicio, que es donde se produce la actividad probatoria por excelencia.
En nuestro ordenamiento el artículo.19, Nº 7, párrafo f), de la CPR dispone que “En las
causas criminales no se podrá obligar al inculpado a que declare bajo juramento sobre hecho propio..”
Además, el artículo 98 del CPP prescribe que la declaración del imputado no podrá recibirse bajo juramento. El
Juez o el Presidente del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal se limitarán a exhortarlo a que diga la verdad. Por
su parte, la letra g) del artículo 93 del CPP previene que el imputado tiene derecho a guardar silencio, o en caso
de consentir en prestar declaración, a no hacerlo bajo juramento. 48

48
También deben considerarse los arts. 8 de la CADH y 14 del PIDCP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 125


No obstante lo señalado, el artículo 194 inciso 2° del CPP establece que, en todo caso el
imputado no podrá negarse a proporcionar al ministerio público su completa identidad, debiendo responder
las preguntas que se le dirigieren con respecto a su identificación.
La policía autónomamente, es decir, sin previa autorización del Fiscal, sólo podrá tomar
declaraciones al imputado en presencia de su defensor. En ausencia de este último, si el imputado se allana a
prestar declaración debe ser conducido de inmediato ante el Fiscal. Si el Fiscal no puede recibir la declaración,
la policía podrá tomarla bajo la responsabilidad y con la autorización del Fiscal, 49 en cuyo caso no constituirá
prueba para el juicio oral sino un mero acto de investigación.

4.4.2.2.6.- Inadmisibilidad de la persecución penal múltiple

La persecución penal única también es un derecho consagrado en nuestro ordenamiento


jurídico específicamente en el artículo 1° inciso 2° del CPP al señalar que la persona condenada, absuelta o
sobreseída definitivamente por sentencia ejecutoriada, no podrá ser sometida a un nuevo procedimiento penal
por el mismo hecho (principio de non bis in ídem). 50
A través de esta garantía se busca proteger al imputado del riesgo de una nueva persecución
penal, simultánea o sucesiva por los mismos hechos atribuidos en una persecución penal anterior dirigida en
su contra.
En general, se afirma que existe identidad cuando concurren copulativamente las siguientes
condiciones: a) Que se trate de la misma persona (identidad física); b) Que el objeto (núcleo fáctico) sea el
mismo, prescindiendo de su valoración jurídica; y c) Que coincida el motivo de persecución (identidad de
causa), que se refiere a la pretensión punitiva, de tal manera que no existirá infracción al principio si la
pretensión de uno de los procesos no es la aplicación de una sanción penal, sino una reparación civil o una
sanción disciplinaria administrativa, por ejemplo.

4.4.2.3.-Garantías del juicio

4.4.2.3.1.- Derecho al juicio público

Siguiendo a Roxin podemos decir que el fundamento de la publicidad es triple: “Su


significado esencial reside en consolidar la confianza pública en la administración de justicia, fomentar la
responsabilidad de los órganos de la administración de justicia y evitar la posibilidad de que circunstancias
ajenas a la causa influyan en el tribunal y, con ello, en la sentencia”. 51
Desde la visión del ciudadano, el principio de la publicidad procesal permite que los
gobernados conozcan en forma directa como se tramitan los juicios y ejerzan un escrutinio mucho más amplio
sobre los juzgadores, quienes son responsables ante la sociedad del debido ejercicio de sus atribuciones.
El principio de publicidad está consagrado en los artículos 8.5 de la CADH, 14.1 del PIDCP y
1 del CPP. Concreta la garantía el artículo 374 letra d) del CPP al considerar motivo absoluto de nulidad del
juicio y la sentencia la violación de las disposiciones sobre publicidad.
En todo caso, debemos tener presente que este principio no rige ilimitadamente, pues, por un
lado, un juicio público sólo puede realizarse en el marco de las posibilidades de espacio existentes, debiendo el
tribunal efectuar una elección imparcial de los asistentes. Enseguida, en casos particulares, la publicidad puede
ser excluida por completo, así el tribunal puede disponer, a petición de parte y por resolución fundada,

49
Art. 91 del CPP
50
Arts. 14.7 del PIDCP y 8.4 CADH
51
ROXIN, Claus; en su obra “Derecho Procesal Penal”, Editores del Puerto, Argentina, año 2000, pág. 407

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 126


medidas para proteger la intimidad, el honor o la seguridad de cualquiera persona que debiere tomar parte en
el juicio o para evitar la divulgación de un secreto protegido por la ley. 52
Las medidas que puede adoptar la sala son: a) Impedir el acceso u ordenar la salida de
personas determinadas de la sala donde se efectuare la audiencia; b) Impedir el acceso del público en general u
ordenar su salida para la práctica de pruebas específicas, y c) Prohibir al Fiscal, a los demás intervinientes y a
sus abogados que entreguen información o formulen declaraciones a los medios de comunicación social
durante el desarrollo del juicio.
Los medios de comunicación social pueden fotografiar, filmar o transmitir alguna parte de la
audiencia que el tribunal determine, salvo que las partes se opongan a ello. Si sólo alguno de los intervinientes
se opone, el tribunal decide. 53

4.4.2.3.2.- Derecho al juicio oral

La oralidad implica que el fundamento de la sentencia sólo puede provenir de un debate


oral, público e inmediato.

La audiencia del juicio debe desarrollarse en forma oral, tanto en lo relativo a las alegaciones
y argumentaciones de las partes como a las declaraciones del acusado, a la recepción de las pruebas y, en
general, a toda intervención de quienes participaren en ella. Las resoluciones serán dictadas y fundamentadas
verbalmente por el tribunal y se entenderán notificadas desde el momento de su pronunciamiento, debiendo
constar en el registro del juicio. 54
El tribunal no debe admitir la presentación de argumentaciones o peticiones por escrito, a
menos que se trate de personas que no puedan hablar.
Este principio se reafirma en numerosas disposiciones legales: como aquella que prohíbe
sustituir las declaraciones de peritos y testigos por la lectura de registros u otros documentos, 55 en especial la
de los policías; 56 y la prohibición de incorporar o invocar como medios de prueba ni dar lectura durante el
juicio oral, a los registros y demás documentos que dieren cuenta de diligencias o actuaciones realizadas por la
policía o el ministerio público. 57

4.4.2.3.3.- La inmediación

El principio de inmediación impone al tribunal la obligación de decidir de acuerdo con las


impresiones personales que obtenga del acusado y de los medios de prueba rendidos en el juicio.
No se encuentra reconocido autónomamente como garantía, pero opera como tal en cuanto
aparece asociado al derecho a un juicio oral.

52
En los casos de víctimas de delitos sexuales menores de edad, se les ha protegido haciéndolos declarar en dependencias
separadas de la sala de audiencia y conectadas para el tribunal mediante circuito cerrado de televisión. Ahora se posibilita, de
conformidad a lo prevenido en el artículo 191 bis del CPP, su prueba anticipada ante el Juez de Garantía
53
El artículo 10 de la DUDH establece que “Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída
públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el
examen de cualquier acusación contra ella en materia penal”. Y el artículo 14.1 del PIDCP dispone que “..La prensa y el público podrán
ser excluidos de la totalidad o parte de los juicios por consideraciones de moral, orden público o seguridad nacional en una sociedad
democrática, o cuando lo exija el interés de la vida privada de las partes o, en la medida estrictamente necesaria en opinión del tribunal,
cuando por circunstancias especiales del asunto la publicidad pudiere perjudicar a los intereses de la justicia; pero toda sentencia en
materia penal...será pública.”
54
Véase el Art. 291 CPP
55
Véase el Art. 329 inciso 1° CPP
56
Véase el Art. 228 inciso final CPP
57
Véase el Art. 334 CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 127


La audiencia de juicio oral es el momento en que se efectúa el test de prueba de la
confiabilidad de la información aportada por el acusador y en este examen el control directo e inmediato de los
jueces es fundamental.
Según el profesor Claus Roxin 58 el principio de inmediación implica dos cosas distintas:
1. El tribunal que dicta la sentencia debe observar por sí mismo la recepción de la
prueba (inmediación formal); y

2. El tribunal debe extraer los hechos de la fuente, por sí mismo, sin utilizar
equivalente probatorio alguno (inmediación material).

En cuanto a la inmediación formal nuestro Código la garantiza exigiendo la presencia


ininterrumpida de los jueces durante la audiencia, bajo pena de nulidad. 59
Respecto a la inmediación material, la ley procesal ordena que la prueba que debe servir de
base a la sentencia es la que se rinde durante la audiencia del juicio, 60 no permite incorporar o invocar como
medios de prueba, ni dar lectura en el juicio a los registros y demás documentos que dieren cuenta de
diligencias o actuaciones realizadas por la policía o el ministerio público durante la instrucción, 61 exige que los
testigos y peritos sean interrogados personalmente 62 y que la convicción del tribunal se forme sobre la base
de la prueba producida durante el juicio oral. 63

4.4.2.3.4.- La continuidad y concentración

Este principio busca asegurar la unidad del juicio.


El principio de continuidad se refiere a la exigencia de que el debate no sea interrumpido,
que la audiencia se desarrolle en forma continua, pudiendo prolongarse en sesiones sucesivas hasta su
conclusión. Incluso la ley define lo que debe entenderse por “sesiones sucesivas”, esto es aquellas que tienen
lugar en el día siguiente o subsiguiente de funcionamiento ordinario del tribunal. 64
En razón de lo señalado, se entienden autorizados los recesos de la audiencia que el juez
presidente de la sala determine. Los recesos no constituyen suspensión de la audiencia.
La violación de las disposiciones relativas a la continuidad del juicio es motivo absoluto de
nulidad. 65

4.4.2.3.5.- Derecho a deducir recursos

El artículo 14.5 del PIDCP señala que toda persona declarada culpable de un delito tendrá
derecho a que el fallo condenatorio y la pena que se le haya impuesto sean sometidos a un tribunal superior,
conforme a lo prescrito por la ley.
En el mismo sentido el artículo 8.2 h de la CADH contempla el derecho de recurrir del fallo
ante juez o tribunal superior.

58
ROXIN, Claus; En su obra “Derecho Procesal Penal”, Editores del Puerto, Argentina, año 2000, página 394
59
Véase el Arts. 284 y 374 letra b) CPP
60
Véase el Art. 296 CPP
61
Véase el Art. 334 CPP
62
Véase el Art. 329 inciso 1° CPP
63
Véase el Art. 340 inciso 2° CPP
64
Véase el Art. 282 del CPP
65
Véase el Art. 374 letra d) CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 128


El Comité de Derechos Humanos ha establecido que este derecho no obliga a los Estados a
proporcionar más de una instancia de apelación, pero si la legislación nacional dispone de más de una
instancia de apelación en el enjuiciamiento de delitos, la persona declarada culpable debe gozar de un acceso
efectivo a cada una de las instancias de apelación.
Nuestro sistema procesal penal sólo contempla el recurso de apelación para la sentencia
definitiva dictada en un procedimiento abreviado, más no para los fallos pronunciados en el juicio oral y
procedimiento simplificado. Sin embargo, en contra de estas últimas se puede recurrir de nulidad.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 129


PRINCIPIOS DE LA PERSECUCIÓN PENAL

1.- Oficialidad.
2.- Investigación oficial.
3.- Acusatorio.
4.- Legalidad y oportunidad.

GARANTÍAS INDIVIDUALES ANTE LA PERSECUCIÓN PENAL

GARANTÍAS DE LA ORGANIZACIÓN JUDICIAL:


1.- Derecho a un juez independiente.
2.- Derecho a un juez imparcial.
3.- Derecho a un juez natural.

GARANTÍAS GENERALES DEL PROCEDIMIENTO:


1.- Derecho al juicio previo.
2.- Derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable.
3.- Derecho de defensa.
4.- Derecho a la presunción de inocencia.
5.- Derecho a no incriminarse; a declarar o guardar silencio.
6.- Inadmisibilidad de la persecución penal múltiple.

GARANTÍAS DEL JUICIO:


1.- Derecho al juicio público.
2.- Derecho al juicio oral.
3.- La inmediación.
4.- La continuidad y concentración.
5.- Derecho a deducir recursos.

En la propia Constitución, en los Tratados Internacionales ratificados por Chile y en el


propio Código, se recogen estos principios rectores que forman, en primer lugar un sistema de persecución
penal de tipo acusatorio y luego se señalan las garantías que se le dan a los justiciables cuando el Estado los
persigue criminalmente.

Entre estos textos internacionales, se encuentran los señalados en notas 3, 4 y 5 a pie de

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 130


página, es decir el PIDCP (Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos); la DADH (Declaración
Americana de Derechos del Hombre ó Pacto de San José de Costa Rica como también se le conoce) y la DUDH
(Declaración Universal de Derechos Humanos).

En suma se quiere señalar en este artículo 1 CPP, que nadie puede ser condenado en Chile,
ni sometido a una medida que restrinja su libertad personal, sin la existencia de un juicio previo que se haya
tramitado de acuerdo a las reglas del debido proceso, las que se encuentran tanto en la Constitución Política de
Chile, como en los Tratados Internacionales antes referidos y que están ratificados por nuestro país.

Sobre el particular, cabe traer a colación lo que prescribe el Código Procesal Penal Modelo
para Iberoamérica en su artículo 1°.

Art. 1 CPPMIB: Juicio previo. Nadie podrá ser condenado, penado o sometido a una medida de seguridad y
corrección, sino después de una sentencia firme, obtenida por un procedimiento regular, llevado a cabo
conforme a las disposiciones de este Código con observancia estricta de las garantías previstas para las
personas, y de las facultades y los derechos del imputado.
La inobservancia de una regla de garantía establecida en favor del imputado no se podrá hacer valer en su
perjuicio.

Se establecen bajo el enunciado de principios básicos, varios de los que ya hemos visto y que
se recogen en la Constitución y en diversos ordenamientos internacionales, aquí también, se han incluido
algunas garantías junto a ellos, o bien llamadas normas o reglas técnicas del proceso de corte acusatorio, a
saber, la oralidad, la publicidad, la concentración, la estricta igualdad de las partes, la economía procesal, la
legalidad, la constitucionalización del proceso y el derecho a defensa.

Me parece altamente interesante señalar aquí una opción clara que ha dado el legislador
chileno en orden a señalar derechamente la “constitucionalización del proceso”, proceso nuevo que lleva a la
llamada Escuela Neo constitucional, en boga en los países democráticos y de ella, merece destacarse la
acepción de la constitucionalización, que es explicada por el profesor de filosofía del Derecho de la
Universidad de Valparaíso, don Agustín Squella Narducci 66 , en apuntes de clases del magíster “Legum

66
SQUELLA NARDUCCI, Agustín; Constitución, Derecho Constitucional, Constitucionalización, Constitucionalismo, y
Neoconstitucionalismo ¿De Qué Estamos Hablando? Apuntes de Clases Magíster “Legum Magíster”, Universidad de Valparaíso,
Facultad de Derecho, sin publicar. Constitucionalización del derecho es un proceso acaecido a partir a partir de la segunda mitad del
siglo XX, que está ligado al auge de la jurisdicción constitucional y a la instalación y funcionamiento, en ocasiones, de tribunales
constitucionales, el cual, al menos en mi manera de ver las cosas, tiene dos caras o reconoce dos aspectos. La primera de esas caras o
aspectos se muestra en cuanto la Constitución impregna el conjunto o totalidad del ordenamiento jurídico del cual forma parte, de
manera que éste, en cada una de sus gradas normativas, debe embeberse de una Constitución que, por lo mismo, toma si se quiere un
carácter “invasor” (la expresión es de Paolo Comanducci), puesto que ella condiciona la actividad no sólo de la doctrina ( es decir, de los
juristas), sino de la legislación, de la jurisprudencia y de la Administración del Estado ( es decir, de legisladores, jueces y funcionarios), e
incluso los comportamientos de los actores políticos en general y las mismas relaciones entre particulares. La segunda cara o aspecto
de la Constitucionalización del derecho se muestra en el hecho de que la Constitución adquiere una cada vez mayor carga normativa, lo
cual quiere decir que más reglas, principios u otros estándares del derecho se llevan a la Constitución, consagrándose o estableciéndose
en ella y no en otros tipos de leyes o fuentes del ordenamiento jurídico. Como resultado de este proceso, la Constitución se
sustancializa cada vez más, se “rematerializa”, como prefieren decir algunos, y ello a su vez en un doble sentido: la Constitución se
rematerializa desde el punto de vista de su volumen normativo (más derecho en la Constitución) y, además, desde el punto de vista la
diversidad de estándares que se incorporan a ella de manera explícita ( no sólo declaraciones programáticas, sino reglas; y no
únicamente reglas, sino también principios y valores superiores del ordenamiento). Principios y valores de carácter moral –tales como
“justicia” en el Art.1.1 de la Constitución española de 1978 o, “dignidad humana”, como en la Ley Fundamental de la República Federal
Alemana de 1949, cuya existencia, por tanto, es preconstitucional, y que, al juridizarse, al incorporarse a la Constitución del Estado y
resultar vinculantes para los operadores jurídicos que producen , aplica e interpretan el respectivo ordenamiento jurídico, forzarían una
relación necesaria entre derecho y moral –como sostienen algunos no-positivistas-, o, cuando menos, obligarían, en el caso de los
positivistas, a suscribir ese positivismo jurídico incluyente, o no excluyente, que fue explicado en nuestra clase del 27 de junio. Dicha
“rematerialización” de la Constitución –como apunta Luis Prieto Sanchís, “supone que la Constitución ya no tiene por objeto sólo la
distribución formal del poder entre los distintos órganos estatales, sino que está dotada de un contenido material, singularmente
principios y derechos fundamentales, que condicionan la validez de las normas inferiores”. La Constitución no es únicamente “fuente”
de las “fuentes del derecho”, sino que, ella misma, opera como fuente del derecho “en el sentido pleno de la expresión, es decir, origen

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 131


Magíster” años 2008-2009 de la Facultad de Derecho de esa casa de Estudios, como se aprecia en nota a pie de
página.

Volviendo a los principios y siguiendo en este punto al profesor de derecho procesal chileno,
Julián López Masle, 67 distinguiremos los principios por una parte y las garantías por la otra, advirtiendo que
la división es forzada, toda vez que en el fondo, el reconocimiento de las garantías procesales obedece, en
buena medida, a lo que se ha llamado la “constitucionalización de los principios procesales penales”.

Sin embargo, la distinción es válida, pues no todos los principios que determinan un sistema
procesal penal pueden ser elevados al rango de garantías. Buena parte de ellos obedece a necesidades de
organización del poder de persecución penal de un Estado y son, por tanto, opciones políticas que no tienen
necesariamente una dimensión garantista.

Esta norma deja constancia de algunas de las características en las que debe enmarcarse todo
el nuevo proceso penal.

Si se analiza el artículo 1 del CPP ya citado, aparecen de su articulado otros principios

mediato e inmediato de derechos y obligaciones” Dos caras de la constitucionalización del derecho –digámoslo una vez más- porque
mientras que con motivo de la segunda de ellas lo que tenemos es mayor densidad y diversidad normativa, con motivo de la primera la
Constitución a) deja de ser un conjunto de solemnes declaraciones vagamente vinculantes para operadores jurídicos tales como
legisladores, jueces y funcionarios de la Administración; b) expande o irradia su fuerza normativa a todas las gradas del ordenamiento
jurídico que le están subordinadas, afirmando su supremacía; c) introduce controles jurisdiccionales tanto preventivos como represivos
para garantizar su vigencia e integridad; d) favorece lo que se llama “especificidad de la interpretación constitucional”, sujeta a criterios
propios y distintos de los que se aplican en el caso de las leyes comunes y otras fuentes del derecho; y e) subordina la interpretación de
esas otras fuentes a la interpretación del texto constitucional. De acuerdo a lo que hemos entendido aquí por constitucionalización, un
derecho puede estar más o menos “constitucionalizado”, o, si se prefiere, la constitucionalización de un derecho cualquiera puede ser
más o menos acusada, según el grado en que se presenten los dos aspectos antes señalados. Y ello porque la constitucionalización es
mucho más que darse o que tener una Constitución, aunque el hecho de darse una constitución pueda ser identificado como el primer
momento del proceso. Más propiamente, se trata de un proceso por el que pasa una Constitución, y en general el derecho de un
Estado, y que se manifiesta o expresa en las dos caras o aspectos que fueron previamente explicados.- El constitucionalismo no es un
proceso que acontezca a partir de cierto momento en la realidad del derecho como fenómeno normativo y social (como sí ocurre con la
constitucionalización), sino un punto de vista acerca del proceso de constitucionalización. Un punto de vista que describe ese proceso,
que lo sitúa históricamente, que lo explica en sus acusas o antecedentes, que lo relata en las distintas y sucesivas etapas por las que ha
pasado, etc. En esta acepción, el constitucionalismo es una teoría que, como tal, registra y explica el proceso de constitucionalización
del derecho y que, además, muestra los efectos que dicho proceso ha tenido no sólo para el funcionamiento del derecho (producción,
interpretación, aplicación y obedecimiento), sino para la comprensión de éste (definición del derecho y tipo de relación que guarda –
necesariamente- o puede guardar –contingentemente- con la moral). Como doctrina ahora, el constitucionalismo es una corriente del
pensamiento jurídico que favorece y alienta el proceso de constitucionalización del derecho desde su primer momento, a saber, el de la
sola aparición de las constituciones, y, más específicamente, es la doctrina que, como asuntos relevantes del proceso que apoya y
alienta, propugna la limitación del poder político, esto es, el estricto sometimiento de las autoridades públicas a reglas, así como el
gobierno de dicha autoridades por medio de reglas y no de decisiones caso a caso, y, por tanto, se trata de la doctrina del Estado de
Derecho, del Estado tanto sujeto a reglas de carácter abstracto y general como del que manda por medio de reglas del mismo doble
carácter, del Estado sub lege (sometido a la ley) y del Estado per lege (que gobierna por medio de leyes). Del Estado, además, cuya
acción está limitada por derechos fundamentales de las personas que se encuentran declarados en un capítulo importante de su
respectiva Constitución, aunque no sólo limitada, puesto que si eso es lo que pretenden los derechos humanos de primera generación
(los así llamados derechos civiles o personales) -limitar el poder-, los de segunda generación (los derechos políticos) permiten a los
ciudadanos participar del poder, mientras que los de tercera generación (los derechos económicos, sociales y culturales) condicionan el
ejercicio del poder en pos de la obtención de condiciones de vida más igualitarias para los miembros de la sociedad. Como dice
nuevamente Rodrigo Borja, el constitucionalismo significa “sumisión del Estado al Derecho” y “afirmación del valor de la persona ante
el Estado y delimitación de su inviolable esfera de libertad”. Precisamente, el cometido o propósito de los derechos humanos de
primera generación –los cuales se basan en el valor de la libertad- es delimitar ese espacio al que alude Borja. Cabe señalar, por otra
parte, que el constitucionalismo, en lo que a la afirmación de los derechos fundamentales se refiere, suele ser relacionado con una
determinada concepción de éstos –aquella que los considera derechos naturales- y, asimismo, con una determinada justificación de los
derechos –aquella que ve el fundamento de los derechos humanos en el derecho natural, es decir, en un orden normativo anterior y
superior a los ordenamientos jurídicos dotados de realidad y vigencia históricas, los cuales no otorgan tales derechos y se limitan a
reconocerlos, declararlos y protegerlos. Para una concepción como ésta, los derechos fundamentales serían anteriores al Estado, y el
papel de éste, como se dijo, sería reconocerlos, más no otorgarlos.
67
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés; “Derecho Procesal Chileno”, Tomo I, Editorial Jurídica de Chile, año
2002, pág. 34

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 132


inmersos, tales como la separación de funciones, al radicarse en Tribunales imparciales las condenas y
aplicación de medidas de seguridad, y en el inciso 2° la proscripción de la doble condena por los mismos
hechos, estas son las materias que trataremos a continuación.

4.5.- La Separación de Funciones

Según este principio deben distribuirse los poderes de la persecución penal y, por ello, las
funciones asociadas a su ejercicio, esto es, investigación, acusación y decisión quedan entregados en manos
distintas, así investiga y acusa el Ministerio Público y deciden la absolución o condena los Tribunales, así
además, se desprende claramente del Código y del artículo 80 A) de la CPRCH.

Artículo 3°.- Exclusividad de la investigación penal. El ministerio público dirigirá en forma exclusiva la
investigación de los hechos constitutivos de delito, los que determinaren la participación punible y los que acreditaren la
inocencia del imputado, en la forma prevista por la Constitución y la ley.

El siguiente es el principio básico del sistema acusatorio.

El investigador debe ser distinto del juzgador y el acusador debe ser distinto del juzgador

Si bien en este sistema se respeta esta separación de funciones, en tanto órganos diferentes
del Estado las asumen, se trata de un principio acusatorio formal desde que es el ente estatal en definitiva
quien está a cargo de todas ellas.

El principio acusatorio está en íntima relación con otros derechos y garantías procesales
como son la imparcialidad del tribunal, el derecho de defensa y la igualdad procesal en un sistema
contradictorio.

Prueba de este principio, además del artículo 3 CPP, que ya señalaremos, lo son el artículo
77 CPP que deja exclusivamente en manos del Ministerio Público el ejercicio de la acción penal pública.

Artículo 77. Facultades. Los fiscales ejercerán y sustentarán la acción penal pública en la forma prevista por la ley. Con
ese propósito practicarán todas las diligencias que fueren conducentes al éxito de la investigación y dirigirán la actuación
de la policía, con estricta sujeción al principio de objetividad consagrado en la Ley Orgánica Constitucional del Ministerio
Público.

4.6.- Independencia e Imparcialidad del Juzgador

El Juez debe ser independiente desde la perspectiva institucional, esto es, la independencia
del Poder Judicial frente a los demás poderes del Estado, como también debe serlo desde el punto de vista
personal, que al decir de Binder 68 es “la primera y genuina independencia de los jueces”.

La independencia personal del Juez tiene, a su vez, dos dimensiones: la independencia


externa, que exige que el Juez no dependa de ninguna otra autoridad del Estado, y la independencia interna,
respecto de todo organismo superior dentro del Poder Judicial.

Este último aspecto se ha visto fortalecido en el nuevo sistema procesal por la disminución
del régimen de recursos y en lo administrativo, se sientan bases para un sistema que separa con claridad el
ejercicio de la jurisdicción con la administración de los órganos jurisdiccionales, permitiéndoles a los Jueces
dedicarse a lo que es su función natural.

68
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés; Ob. Cit., Tomo I, pág. 53

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 133


4.7.- Derecho al Juez Imparcial

A esta materia se refieren los artículos 75 y 76 CPP, donde se garantiza para las partes, la
independencia de los jueces.

Es derecho de toda persona imputada ser juzgada por un tribunal previamente establecido
por la ley, independiente e imparcial, dentro del contexto de un debido proceso. 69

De acuerdo al diccionario de la Lengua Española la imparcialidad es la falta de designio


anticipado o de prevención a favor o en contra de alguien o algo, que permite juzgar o proceder con rectitud.

De la misma fuente (significado 5) se entiende por parcialidad el designio anticipado o


prevención a favor o en contra de alguien, que da como resultado la falta de neutralidad o insegura rectitud en
el modo de juzgar o de proceder.

Tradicionalmente se ha sostenido en el ámbito jurídico que juez imparcial es aquel que no


tiene interés en los resultados del juicio, independiente de las partes, que no se ve constreñido por ningún tipo
de consideraciones a favorecer a una en desmedro de la otra.

Además, se requiere que el tribunal no albergue ningún tipo de prejuicio en cuanto al fondo
del asunto sometido a su decisión. Existe prejuzgamiento cuando un juez es llamado a juzgar nuevamente
acerca de una imputación, sobre la cual haya juzgado.

El Código Procesal Penal Modelo para Iberoamérica trata en sus Principios sobre el Juez
Imparcial en los siguientes términos:

Art. 2 CPPMIB: Juez imparcial El juzgamiento y decisión de las causas penales se llevará a cabo por jueces
imparciales independientes de los poderes del Estado, sólo sometidos a la ley. La ejecución penal estará a
cargo de un tribunal judicial
Por ninguna causa los restantes poderes del Estado podrán arrogarse el juzgamiento de causas pendientes o
el restablecimiento de las ya terminadas por decisión firme.
Nadie puede ser juzgado, condenado, penado o sometido a una medida de seguridad y corrección, sino por
los tribunales designados por la ley antes del hecho de la causa.

En directa relación con la noción de un juez imparcial, existen numerosas normas en el


Código Orgánico de Tribunales que tienden, precisamente a cautelar ésta garantía, así, a modo ejemplar,
encontramos los artículos 195 y 196 70 que tratan de las causales de implicancia y recusación, señalando, en

69
Véase los Artículos 10 de la DUDH; 14.1 del PIDCP; 8.1. de la CADH; y 6 del CPP
70
Art. 195 COT. Son causas de implicancia: 1° Ser el juez parte en el pleito o tener en él interés personal, salvo lo dispuesto en
el número 18 del artículo siguiente; 2° Ser el juez consorte o pariente consanguíneo legítimo en cualquiera de los grados de la línea
recta y en la colateral hasta el segundo grado inclusive, o ser padre o hijo natural o adoptivo de alguna de las partes o de sus
representantes legales; 3° Ser el juez tutor o curador de alguna de las partes, o ser albacea de alguna sucesión, o síndico de alguna
quiebra, o administrador de algún establecimiento, o representante de alguna persona jurídica que figure como parte en el juicio; 4°
Ser el juez ascendiente o descendiente legítimo, padre o hijo natural o adoptivo del abogado de alguna de las partes; 5° Haber sido el
juez abogado o apoderado de alguna de las partes en la causa actualmente sometida a su conocimiento o haber intervenido en ella
como mediador. 6° Tener el juez, su consorte, ascendientes o descendientes legítimos, padres o hijos naturales o adoptivos, causa
pendiente en que deba fallar como juez alguna de las partes; 7° Tener el juez, su consorte, ascendientes o descendientes legítimos,
padres o hijos naturales o adoptivos, causa pendiente en que se ventile la misma cuestión que el juez debe fallar; 8° Haber el juez
manifestado su dictamen sobre la cuestión pendiente con conocimiento de los antecedentes necesarios para pronunciar sentencia, y 9°
Ser el juez, su consorte, o alguno de sus ascendientes o descendientes legítimos, padres o hijos naturales o adoptivos, heredero
instituido en testamento por alguna de las partes. Lo dicho en este artículo es sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 1324 y en los
incisos tercero y cuarto del artículo 1325 del Código Civil. Respecto de los jueces con competencia criminal, son causas de implicancia,
además, las siguientes: 1º Haber intervenido con anterioridad en el procedimiento como fiscal o defensor; 2º Haber formulado
acusación como fiscal, o haber asumido la defensa, en otro procedimiento seguido contra el mismo imputado, y 3º Haber actuado el
miembro del tribunal de juicio oral en lo penal como juez de garantía en el mismo procedimiento.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 134


general que los jueces deben apartarse del conocimiento de la causa al estar implicados o ser recusados por las
partes cuando existan motivos graves que afecten su imparcialidad.

IMPARCIALIDAD DEL TRIBUNAL


No contaminación del Juez de
Juicio Oral con lo ocurrido en
las fases previas (etapa
investigación e intermedia)

DOBLE ASPECTO
IMPARCIALIDAD
Juez (garantía y oral) no se
encuentren afectos con
alguna causal de
inhabilidad, que los haga
ser “parciales” en el
juzgamiento.

IMPLICANCIAS Y RECUSACIONES

Art. 196 COT: Son causas de recusación: 1° Ser el juez pariente consanguíneo simplemente ilegítimo en toda la línea recta y
en la colateral hasta el cuarto grado inclusive, o consanguíneo legítimo en la línea colateral desde el tercero hasta el cuarto grado
inclusive, o afín hasta el segundo grado también inclusive, de alguna de las partes o de sus representantes legales; 2° Ser el juez
ascendiente o descendiente ilegítimo, hermano o cuñado legítimo o natural del abogado de alguna de las partes; 3° Tener el juez
superior alguno de los parentescos designados en el inciso precedente o en el número 4° del artículo 195, con el juez inferior que
hubiere pronunciado la sentencia que se trata de confirmar o revocar; 4° Ser alguna de las partes sirviente, paniaguado o dependiente
asalariado del juez, o viceversa; 5° Ser el juez deudor o acreedor de alguna de las partes o de su abogado; o serlo su consorte o alguno
de sus ascendientes, descendientes o parientes colaterales dentro del segundo grado. Sin embargo, no tendrá aplicación la causal del
presente número si una de las partes fuere alguna de las instituciones de previsión fiscalizadas por la Superintendencia de Seguridad
Social, la Asociación Nacional de Ahorro y Préstamo, o uno de los Servicios de Vivienda y Urbanización, a menos que estas instituciones
u organismos ejerciten actualmente cualquier acción judicial contra el juez o contra alguna otra de las personas señaladas o viceversa.
6° Tener alguno de los ascendientes o descendientes simplemente ilegítimos del juez o los parientes colaterales del mismo dentro del
segundo grado, causa pendiente que deba fallar como juez alguna de las partes. 7° Tener alguno de los ascendientes o descendientes
simplemente ilegítimos del juez o los parientes colaterales del mismo dentro del segundo grado, causa pendiente en que se ventile la
misma cuestión que el juez deba fallar; 8° Tener pendientes alguna de las partes pleito civil o criminal con el juez, con su consorte, o
con alguno de sus ascendientes, descendientes o parientes colaterales dentro del segundo grado. Cuando el pleito haya sido
promovido por alguna de las partes, deberá haberlo sido antes de la instancia en que se intenta la recusación; 9° Haber el juez
declarado como testigo en la cuestión actualmente sometida a su conocimiento; 10. Haber el juez manifestado de cualquier modo su
dictamen sobre la cuestión pendiente, siempre que lo hubiere hecho con conocimiento de ella; 11. Ser alguno de los ascendientes o
descendientes ilegítimos del juez o alguno de sus parientes colaterales dentro del segundo grado, instituido heredero en testamento
por alguna de las partes; 12. Ser alguna de las partes heredero instituido en testamento por el juez; 13. Ser el juez socio colectivo,
comanditario o de hecho de alguna de las partes, serlo su consorte o alguno de los ascendientes o descendientes del mismo juez, o
alguno de sus parientes colaterales dentro del segundo grado. 14. Haber el juez recibido de alguna de las partes un beneficio de
importancia, que haga presumir empeñada su gratitud; 15. Tener el juez con alguna de las partes amistad que se manifieste por actos
de estrecha familiaridad; 16. Tener el juez con alguna de las partes enemistad, odio o resentimiento que haga presumir que no se halla
revestido de la debida imparcialidad; 17. Haber el juez recibido, después de comenzado el pleito, dádivas o servicios de alguna de las
partes, cualquiera que sea su valor o importancia, y 18. Ser parte o tener interés en el pleito una sociedad anónima de que el juez sea
accionista. No obstante lo dispuesto en el inciso precedente, no constituirá causal de recusación la circunstancia de que una de las
partes fuere una sociedad anónima abierta. Lo prevenido en el inciso anterior no regirá cuando concurra la causal señalada en el Nº 8
de este artículo. Tampoco regirá cuando el juez, por sí solo o en conjunto con alguna de las personas indicadas en el numerando octavo,
fuere dueño de más del diez por ciento del capital social. En estos dos casos existirá causal de recusación.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 135


IMPARCIALIDAD DEL TRIBUNAL
INHABILIDADES

Artículo 196 COT: (18) causales de RECUSACIÓN


Artículo 195 COT: (9) + (3) causales de IMPLICANCIA

1° Haber intervenido con anterioridad en el procedimiento


como fiscal o defensor;

2° Haber formulado acusación como fiscal, o haber asumido la


defensa, en otro procedimiento seguido contra el mismo
imputado

3° Haber actuado el miembro del tribunal de juicio oral en lo


penal como juez de garantía en el mismo procedimiento

Tradicionalmente se ha sostenido en el ámbito jurídico que Juez imparcial es aquél que no


tiene interés en los resultados del juicio, independiente de las partes, que no se ve constreñido por ningún tipo
de consideraciones a favorecer a una en desmedro de la otra.

Además, se requiere que el Tribunal no albergue ningún tipo de prejuicio en cuanto al fondo
del asunto sometido a su decisión. Existe prejuzgamiento cuando un Juez es llamado a juzgar nuevamente
acerca de una imputación, sobre la cual haya juzgado.

Los docentes chilenos Andrés Baytelman A. y Juan Enrique Vargas, señalan la


imparcialidad necesaria de los jueces en este nuevo sistema, a diferencia de las posturas que deben tener los
litigantes: “Para los jueces, sin embargo, esto es algo más complejo porque ellos se encuentran en una posición
distinta a la de las partes, básicamente constituida por el principio de imparcialidad (no se trataría, como
ocurre con las partes, de que simplemente construyan estratégicamente una teoría, sino más bien de que
asuman la postura de terceros imparciales decidiendo un conflicto)”.

Veremos que, los jueces, además de imparciales, deben en estas nuevas materias (sentencias
penales orales), ser incontaminados con los hechos investigados en forma previa, no deben conocerlos, porque
precisamente la prueba de los mismos, tendrá que rendirse en la audiencia de juicio oral, esto es, ante los
mismos jueces, quienes deberán estar atentos y con todos sus sentidos bien dispuestos. Ello, porque cuando los
jueces resuelven algún problema, o mejor dicho, pretenden resolverlo, primero tratan de indagar sobre los
hechos, el “qué, cómo y cuándo ocurrió tal cosa o tal otra”, luego, a esos hechos, le aplican, así en sentido
genérico “el derecho”.

4.7.1.- La Inhabilitación de los Jueces de Garantía

Artículo 75. Inhabilitación del juez de garantía. Planteada la inhabilitación del juez de garantía, quien debiere
subrogarlo conforme a la ley continuará conociendo de todos los trámites anteriores a la audiencia de preparación del
juicio oral, la que no se realizará hasta que se resolviere la inhabilitación.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 136


4.7.2.- La Inhabilitación de los Jueces del TJOP

Artículo 76. Inhabilitación de los jueces del tribunal del juicio oral. Las solicitudes de inhabilitación de los jueces
del tribunal de juicio oral deberán plantearse, a más tardar, dentro de los tres días siguientes a la notificación de la
resolución que fijare fecha para el juicio oral, y se resolverán con anterioridad al inicio de la respectiva audiencia.
Cuando los hechos que constituyeren la causal de implicancia o recusación llegaren a conocimiento de
la parte con posterioridad al vencimiento del plazo previsto en el inciso anterior y antes del inicio del juicio oral, el
incidente respectivo deberá ser promovido al iniciarse la audiencia del juicio oral.
Con posterioridad al inicio de la audiencia del juicio oral, no podrán deducirse incidentes relativos a la
inhabilitación de los jueces que integraren el tribunal. Con todo, si cualquiera de los jueces advirtiere un hecho nuevo
constitutivo de causal de inhabilidad, el tribunal podrá declararla de oficio.
El tribunal continuará funcionando con exclusión del o de los miembros inhabilitados, si éstos
pudieren ser reemplazados de inmediato en virtud de lo dispuesto en el inciso quinto del artículo 281, o si continuare
integrado por, a lo menos, dos jueces que hubieren concurrido a toda la audiencia. En este último caso, deberán alcanzar
unanimidad para pronunciar la sentencia definitiva. Si no se cumpliere alguna de estas condiciones, se anulará todo lo
obrado en el juicio oral.

IMPARCIALIDAD DEL TRIBUNAL


PLAZO 3 DÍAS DESDE NOTIFICACIÓN
DE LA CITACIÓN AL JUICIO, ALLÍ SE
CONSIGNA LA SALA (281)
INHABILIDAD DE LOS
JUECES ORALES
SI LA CAUSAL LLEGA A CONOCIMIENTO
PARTE DESPUÉS DEL PLAZO ANTERIOR
Y ANTES FECHA DEL JUICIO, SE PLANTEA
AL INICIO DE LA AUDIENCIA

EXCEPCIÓN

CON POSTERIORIDAD
AL INICIO DE AUDIENCIA SI CUALQUIERA DE LOS JUECES
ADVIRTIERE UN HECHO NUEVO
NO SE PUEDE CONSTITUTIVO DE CAUSAL DE
INHABILIDAD, EL TRIBUNAL PODRÁ
DECLARARLA DE OFICIO

Artículo 281.- Fecha, lugar, integración y citaciones. El juez de garantía hará llegar el auto de apertura del juicio oral
al tribunal competente, dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes al momento en que quedare firme.
También pondrá a disposición del tribunal de juicio oral en lo penal las personas sometidas a prisión
preventiva o a otras medidas cautelares personales.
Una vez distribuida la causa, cuando procediere, el juez presidente de la sala respectiva procederá de
inmediato a decretar la fecha para la celebración de la audiencia del mismo, la que deberá tener lugar no antes de quince ni
después de sesenta días desde la notificación del auto de apertura del juicio oral.
Señalará, asimismo, la localidad en la cual se constituirá y funcionará el tribunal de juicio oral en lo
penal, si se tratare de alguno de los casos previstos en el artículo 21 A del Código Orgánico de Tribunales.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 137


En su resolución, el juez presidente indicará también el nombre de los jueces que integrarán la sala.
Con la aprobación del juez presidente del comité de jueces, convocará a un número de jueces mayor de tres para que la
integren, cuando existieren circunstancias que permitieren presumir que con el número ordinario no se podrá dar
cumplimiento a lo exigido en el artículo 284.
Ordenará, por último, que se cite a la audiencia de todos quienes debieren concurrir a ella. El acusado
deberá ser citado con, a lo menos, siete días de anticipación a la realización de la audiencia, bajo los apercibimientos
previstos en los artículos 33 y 141, inciso cuarto

Ejemplo de la aludida resolución

Valparaíso, dos de octubre de dos mil doce.


Por recibido este auto de Apertura procedente del Juzgado de Garantía de Valparaíso.
De conformidad con lo dispuesto en el artículo 281 del Código Procesal Penal, se fija para la
realización del juicio oral respectivo, la audiencia del día viernes 23 de noviembre de 2012 a las 12:00 horas, en
el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de esta ciudad, ubicado en Victoria 3022.
La sala estará integrada por el magistrado don Vicente Hormazábal Abarzúa, quien la
presidirá, y por los jueces don Francisco Hermosilla Iriarte y doña Jany Silva Dawson.
Encontrándose privado de libertad el acusado XXXXXXXXXXXXXXXXXXX, cédula de
identidad N° XXXXXXXXXXX-X, con la medida cautelar de prisión preventiva, ofíciese al Complejo
Penitenciario de Valparaíso, a fin de que se le notifique con la debida antelación la presente resolución, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 29 del Código Procesal Penal, y para que se arbitren las medidas
necesarias tendientes a que el acusado sea traído al Tribunal el día y hora fijado para la audiencia con las
medidas de seguridad que correspondan.
De conformidad al artículo 56 del Código de Procedimiento Civil, notifíquese en forma
personal o por cédula a todos los testigos y perito, quienes quedarán obligados a concurrir a la audiencia el
día y hora fijados, exhortándose si fuere necesario, debiendo efectuárseles las advertencias contenidas en el
artículo 33 del Código Procesal Penal. En caso que el domicilio corresponda a zona de riesgo, se autoriza desde
ya la notificación a través de Carabineros de Chile.
Notifíquese vía mail institucional a Gendarmería de Chile, que a contar de esta fecha el
acusado XXXXXXXXXXXXXXXX, se encuentra a disposición de este Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de
Valparaíso para los efectos de lo dispuesto en el Artículo 150 del Código Procesal Penal.
Notifíquese a los intervinientes por correo electrónico la presente resolución.
RUC N° 1200XXXXX-X
RIT N° XXX - 2012.

Proveyó don Francisco Hermosilla Iriarte, Juez Titular del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Valparaíso.
Resolución incluida en el estado diario del día de hoy.

4.8.- La Prohibición del doble juzgamiento

Se le conoce también con el nombre de Inadmisibilidad de la persecución penal múltiple.

La persecución penal única también es un derecho consagrado en nuestro ordenamiento


jurídico, específicamente en el artículo 1 inciso 2° del CPP al señalar:

“La persona condenada, absuelta o sobreseída definitivamente por sentencia ejecutoriada, no podrá ser
sometida a un nuevo procedimiento penal por el mismo hecho”.

Se consagra así la proscripción del doble enjuiciamiento por el mismo hecho, de donde

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 138


puede inferirse una coherencia, al menos sistémica, dado que el CPP sanciona un mismo objeto del proceso –
hecho punible – tanto para la congruencia como para la evitación del doble juzgamiento, como se verá más
adelante en el artículo 341 CPP, la que se conoce también con el nombre de Inadmisibilidad de la persecución
penal múltiple. Es una aplicación del principio de ne bis in ídem. 71

A través de esta garantía se busca proteger al imputado del riesgo de una nueva persecución
penal, simultánea o sucesiva por los mismos hechos atribuidos en una persecución penal anterior dirigida en
su contra.

En general, se afirma que existe identidad cuando concurren copulativamente las siguientes
condiciones: 72

a) Que se trate de la misma persona (identidad física);

b) Que el objeto (núcleo fáctico) sea el mismo, prescindiendo de su valoración jurídica; y

c) Que coincida el motivo de persecución (identidad de causa), que se refiere a la


pretensión punitiva, de tal manera que no existirá infracción al principio si la pretensión de uno de los
procesos no es la aplicación de una sanción penal, sino una reparación civil o una sanción disciplinaria
administrativa, por ejemplo.

Es una aplicación del principio de non bis in ídem.

El artículo 4 del Código Procesal penal Modelo para Iberoamérica trata este tema de la
siguiente manera:

Art. 4 CPPMIB: 4. Única persecución. Nadie debe ser perseguido penalmente más de una vez por el mismo
hecho.
Sin embargo, será admisible una nueva persecución penal: cuando la primera fue intentada ante un
tribunal incompetente que por ese motivo clausuró el procedimiento; cuando la clausura del procedimiento
proviene de defectos en la promoción o en el ejercicio de la persecución penal, que no debió iniciarse o
proseguirse, o no debió iniciarse o proseguirse por quien la ejerció, según obstáculo legal que no inhiba la
punibilidad del imputado; o cuando un mismo hecho debe ser juzgado por tribunales o procedimientos
diferentes, que no puedan unificarse según las reglas respectivas. Rige, también, el art. 359, párrafo. II.
La absolución o el sobreseimiento (absolución anticipada) por un delito no impedirá la persecución penal
posterior por una contravención o falta derivada del mismo hecho imputado, y viceversa, ni el
procedimiento realizado por una autoridad disciplinaria inhibirá la persecución penal derivada del mismo
hecho.

71
Véase los Arts. 14.7 PIDCP y 8.4 CADH.
72
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés, Ob. Cit., Tomo I año 2002, pág. 88, citando a Binder señalan sobre el
particular que “En general, se afirma que existirá identidad entre la persecución penal y, por lo tanto, infracción de la garantía, cuando
concurran tres identidades o correspondencias: 1) identidad de persona (eadem persona); 2) identidad de objeto (eadern res); y 3)
identidad de motivo de persecución (causa petendi)”.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 139


Como deber de Exhaustividad (342 letra e) – c) y d)

Límite al poder Sentencia condenatoria


del juzgador no puede Exceder el
(art. 341 inc. 1) Límite al poder contenido de la acusación
de Resolución
No se podrá condenar por hechos y
Circunstancias no contenidos en ella

Tribunal puede dar al hecho una


calificación jurídica distinta
Fundamento Principio Acusar Tribunal puede apreciar concurrencia
Acusatorio de agravantes no incluidas acusación
debate
Juzgar Imparcialidad Juzgador
Faz Positiva iura novit curia
CONGRUENCIA
PROCESAL Contradicción
Faz Negativa Finalidades
Justo y Racional Derecho a ser Derecho a
Procedimiento Informado Defensa
14.7 PIDCP acusación efectiva
8.4 CADH
Proscripción de una doble ¿cuándo un hecho deja
Condena por mismos hechos de ser el mismo hecho?
(art. 1 inc. 2° CPP) 14.3.a) PIDCP
8.2. c) CADH
Sustrato fáctico Teoría natural hecho Teoría Normativa Hecho
acusación

Riesgo nueva
Relativa
Persecución Relativa
Persona actividad típica
Bien j. protegido
Penal
Triple Objeto (núcleo fáctico) Permite Grados desarrollo delito
Identidad Núcleo esencial
hecho Circunst. Fácticas agravatorias
Identidad causa
ascendente
Formas de participación
Cambios calificación jurídica descendente

4.9.- Juez Natural

Este derecho a un juez natural se encuentra consagrado en los artículos 10 de la DUDH, 14.1
del PIDCP y 8.1 de la CADH. Por su parte el artículo 2 del CPP precisa que:

Artículo 2º.- Juez natural. Nadie podrá ser juzgado por comisiones especiales, sino por el tribunal que señalare la ley y
que se hallare establecido por ésta con anterioridad a la perpetración del hecho.

Según el profesor Alberto Binder, 73 la denominación derecho al juez natural tiene su origen
en el sistema feudal, donde, siendo la costumbre la principal fuente del derecho, se hacía imprescindible que el
juez y los jurados conocieran la vida local y las costumbres del lugar. En otras palabras, debía tratarse de un
juez respetado por la comunidad, que conociera la vida, características y costumbres de ese pueblo.

Modernamente, sin embargo, el concepto dice relación con la predeterminación legal del
juez, que tiene por objeto asegurar, como garantía para el justiciable, la imposibilidad de influir indebidamente
en la designación del tribunal competente para el enjuiciamiento.

En otras palabras, el derecho al juez natural 74 consiste en la prohibición de juzgar a una


persona a través de comisiones especiales, esto es órganos no jurisdiccionales creados por designación especial
de alguno de los otros poderes del Estado. Es una garantía vinculada a la independencia e imparcialidad del
juez.

73
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés; Ob.cit.pág.62
74
CERDA SAN MARTÍN, Rodrigo y HERMOSILLA IRIARTE, Francisco; “Código Procesal Penal, Comentarios, Concordancias y
Jurisprudencia”, Editorial Librotecnia, 2ª edición

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 140


4.10.- La presunción de inocencia

Según Maier 75 el derecho a la presunción de inocencia es una de las banderas de lucha de la


reforma liberal al sistema inquisitivo y aparece por primera vez en la Declaración de los Derechos del Hombre
y del Ciudadano. Dicha declaración estableció en Francia que debía presumirse inocente “a todo hombre hasta
que haya sido declarado culpable”.

Este derecho, también se encuentra consagrado en el artículo 11 párrafo I de la DUDH:


“Toda persona acusada de un delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su
culpabilidad, conforme a la ley y al juicio público en el que se hayan asegurado todas las garantías
necesarias para su defensa”.

En el mismo sentido se pronuncia el artículo 14.2 del PIDCP.

Igualmente, se halla establecido en el artículo 8.2 de la CADH, que expresa: “Toda persona
inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se establezca legalmente su
culpabilidad”.

Por su parte el artículo 4 CPP dispone:

Artículo 4º.- Presunción de inocencia del imputado. Ninguna persona será considerada culpable ni tratada como tal
en tanto no fuere condenada por una sentencia firme.

Más que un derecho de carácter procesal, se trata de un principio que inspira todo el nuevo
procedimiento penal, como se desprende de la lectura atenta de muchas de sus disposiciones, especialmente
las relativas a las medidas cautelares personales. Impone a los Jueces, Fiscales y demás Intervinientes, la
obligación de considerar y tratar como inocente al imputado en todos los actos de investigación y de
procedimiento, en tanto no fuere condenado por sentencia firme.

De acuerdo con lo que se ha señalado, si los fiscales del Ministerio Público estiman que el
imputado es culpable de un hecho delictivo determinado, se encuentran en la necesidad de demostrar que así
lo es, debe destruir esta verdadera presunción legal que lo ampara, encaminando la investigación hacia ese
objetivo, por ello pesa sobre ellos la carga de la prueba.

Este principio tiene decisiva importancia con respecto al derecho del imputado a gozar de su
libertad mientras se desarrolla el procedimiento. La prisión preventiva es una medida cautelar de carácter
excepcional, que sólo procederá cuando las demás medidas cautelares sean incapaces de asegurar las
finalidades del proceso.

En el ámbito probatorio, para desvirtuar la presunción de inocencia, se exige siempre una


actividad probatoria, aunque sea mínima. El tribunal deberá valorar esa prueba y decidir si es suficiente para
vencer la presunción legal, de conformidad a lo previsto en los artículos 297 y 340 CPP, al señalarse un límite,
esto es, que la convicción de condena debe ser más allá de toda duda razonable.

De otro lado, sólo se considera actividad probatoria idónea para desvirtuar la presunción de
inocencia, la que tiene lugar en el juicio, con la salvedad del procedimiento abreviado, donde los antecedentes
de la carpeta de la investigación sirven para adoptar la decisión.

Sobre el imputado no recae ninguna carga de probar su inocencia, sino por el contrario, ella
recae exclusivamente sobre la acusación. Por consiguiente, si en el juicio no se produce la prueba de cargo, se
mantiene la presunción de inocencia y debe procederse a la absolución del acusado, excepcionalmente el
acusado deberá probar cuando su defensa consista, principalmente en una teoría alternativa del caso, como

75
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés; Ob.cit., pág.78

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 141


por ejemplo, sin negar la existencia del hecho punible o el delito, aquél niega su participación, señalando que,
por ejemplo él no pudo haber cometido el delito porque ese día se encontraba en otro lugar.

Otra excepción a esta regla general del onus probandi ó carga de la prueba, queda de
manifiesta en la ley de lavado de activos, allí, los imputados deberán demostrar la procedencia lícita de los
bienes que posean, allí pesará sobre ellos la carga de esa prueba, en consecuencia, si deben defenderse, deberán
declarar.

El tratamiento del imputado como inocente, está contemplado también en el artículo 3° del
Código Procesal Penal Modelo para Iberoamérica.

Art. 3° CPPMIB: Tratamiento del imputado como inocente. El imputado o acusado debe ser tratado como
inocente durante el procedimiento, hasta tanto una sentencia firme le imponga una pena o una medida de
seguridad y corrección.
Las disposiciones de esta ley que restringen la libertad del imputado o limitan el ejercicio de sus facultades
serán interpretadas restrictivamente; en esta materia, la interpretación extensiva y la analogía quedan
prohibidas, mientras no favorezcan la libertad del imputado o el ejercicio de sus facultades.
Las únicas medidas de coerción posibles en contra del imputado son las que este Código autoriza; tendrán
carácter de excepcionales y serán proporcionadas a la pena o medida de seguridad y corrección que se
espera del procedimiento, con estricta sujeción a las disposiciones pertinentes.
La duda favorece al imputado.

El artículo 4 CPP refiere que “Ninguna persona será considerada culpable ni tratada como tal en
tanto no fuere condenada por una sentencia firme”, lo anterior significa que mientras no exista una sentencia
condenatoria firme o ejecutoriada deberá dársele un trato respetuoso y considerarlo inocente, es decir los
Jueces, los Fiscales y miembros de la Policía, no podrían presentar a un imputado como culpable y no podrían
brindar información a su respecto, en ese sentido, a los medios de comunicación social.

Se pretende con ello que cualquier ciudadano que sea imputado, mientras no se dice
sentencia definitiva de condena y ella esté firme, es decir, ya no pueda recurrirse de aquella, debe ser
considerado como inocente, porque bien pudiera ocurrir que esa persona imputada, al final del juicio sea
absuelta de los cargos enderezados en su contra, o bien un Tribunal Superior, conociendo de un recurso,
declare finalmente su inocencia.

Sabido es que la información anticipada, antes de un juicio oral y público, proporcionada por
los medios de comunicación social, acerca de la autoría culpable de un detenido nunca logra ser borrada del
sentimiento colectivo y ese daño causado a veces gratuitamente, sin esperar que el imputado se defienda en un
juicio, aunque al final logre su absolución, es decir se le declare inocente, no resulta, pues siempre para parte
de la sociedad será un culpable.

Además, una cosa es que se le considere y trate como inocente y otra es que realmente lo sea,
por ello, esta persona imputada tiene derechos, porque en caso de ser culpable, debe ser defendido
técnicamente para lograr una pena justa. Este sistema contempla la posibilidad de un reconocimiento
temprano de culpabilidad y a ello le atribuye ciertas ventajas, eso se hace pensando básicamente en la
economía de recursos que le significa al Estado el no llegar a juicio oral y terminar el proceso por salidas
alternas o procedimientos más rápidos y efectivos como el llamado procedimiento abreviado, cuando lo
proponga el Ministerio Público y donde el imputado admite el hecho que se le atribuye y acepta la aplicación
de este procedimiento, quien será beneficiado con el tope de una pena de hasta 5 años de presidio o reclusión
menor en su grado máximo.

Según Maier el derecho a la presunción de inocencia es una de las banderas de lucha de la


reforma liberal al sistema inquisitivo y aparece por primera vez en la Declaración de los Derechos del Hombre
y del Ciudadano. Dicha declaración estableció en Francia que debía presumirse inocente “a todo hombre hasta
que haya sido declarado culpable”.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 142


Este derecho, se encuentra consagrado en el artículo 11 párrafo I de la DUDH: “Toda persona
acusada de un delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad,
conforme a la ley y al juicio público en el que se hayan asegurado todas las garantías necesarias para su
defensa”; en el mismo sentido se pronuncia el artículo 14.2 del PIDCP. Igualmente, se halla establecido en el
Art.8.2 de la CADH, que expresa: “Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su
inocencia mientras no se establezca legalmente su culpabilidad”.

De acuerdo con lo que se ha señalado, si los fiscales del Ministerio Público estiman que el
imputado es culpable de un hecho delictivo determinado, se encuentran en la necesidad de demostrar que así
lo es, debe destruir esta verdadera presunción de inocencia que lo ampara, encaminando la investigación hacia
ese objetivo.

En síntesis, el estado o presunción de inocencia es un derecho de todo imputado y a la vez


un principio político criminal que inspira todo el nuevo procedimiento penal, como se desprende de la lectura
atenta de muchas de las disposiciones del Código, especialmente las relativas a las medidas cautelares
personales. Impone a los Jueces, Fiscales y demás Intervinientes, la obligación de considerar y tratar como
inocente al Imputado en todos los actos de investigación y de procedimiento, en tanto no fuere condenado por
sentencia firme.

De acuerdo con lo que se ha señalado, si los fiscales estiman, dentro del marco del sistema
procedimental, que una persona, no obstante el principio de inocencia enunciado, es culpable de un hecho
delictivo determinado, debe demostrar que así lo es, con el objeto de destruir esta verdadera presunción legal
que lo ampara, pesando sobre él la carga de la prueba.

Como manifestación privilegiada del derecho de defenderse encontramos el derecho a


declarar, es decir, a introducir válidamente al proceso la información que el imputado considera adecuada.

De este modo, concebida la declaración del imputado como un mecanismo de defensa, se


comprende que nadie puede ser obligado a declarar en su contra sin saber previamente que todo lo que diga
puede a futuro ser usado en su contra.

En este sistema el imputado no tiene el deber de declarar la verdad, como ocurre con los
testigos y peritos, no lo hace bajo juramento o promesa, sino solamente exhortado a ser veraz.

Así las cosas, del silencio del imputado no se pueden inferir consecuencias en su contra y
puede el imputado declarar cuantas veces quiera. 76 La confesión no puede ser inducida por el Estado de

76
PÉREZ DEL VALLE, Carlos; Ponencia del Aula Iberoamericana, Cartagena de Indias, Colombia, año 2008, titulada: Sobre el
Derecho al silencio, monografía 5.La instrucción de derechos al imputado y la libertad de declarar: las consecuencias del silencio. El
enfoque de la tesis del status negativo, que se ha puesto en relación con el derecho a ser oído como derecho de la persona cuando es
objeto del proceso en la fase de investigación, conduce directamente a la relación con las declaraciones del imputado, y especialmente
a sus manifestaciones durante la incriminación. Es más: incluso en el derecho inglés se admite que su operatividad en las fases
anteriores al juicio es contenido esencial del derecho a no declarar contra sí mismo y, en particular, el derecho del sospechoso o del
acusado a declinar la contestación de ciertas preguntas durante la investigación policial y los interrogatorios. Pero la libertad de
declarar puede ser examinada también en dos perspectivas: como exigencia de condiciones de la declaración que afectan al contenido
mismo del derecho a ser oído y, por tanto, que permiten al imputado declarar o no hacerlo (el derecho a guardar silencio); y como
exigencia condiciones mínimas que permiten entender que su declaración se ha prestado con libertad y, por tanto, como ausencia de
obstáculos externos. A la primera de estas perspectivas se dedican las reflexiones que siguen, mientras que la segunda será examinada
en el status negativo propio de la privación de libertad. Por una parte, es preciso hacer una referencia a las consecuencias de la
negativa a declarar o a contestar a algunas preguntas del acusado. Se indica, con frecuencia, que es posible que el silencio no puede ser
utilizado en perjuicio del acusado: es obvio que si el silencio es un derecho fundado en la imposibilidad de coacción para hacer declarar
al imputado y que encuentra respaldo en su derecho a ser oído, la posibilidad de una interpretación de la negativa a declarar que
perjudicase a quien guarda silencio sería absurda. Por una parte, en esta dirección se encuentran los preceptos legales que, en los
sistemas de derecho continental, excluyen el juramento de verdad al imputado. La consecuencia que se deriva de ello es, desde luego,
que el juez penal no puede, en una valoración conjunta de las pruebas, utilizar este silencio como un elemento inculpatorio del
imputado. De otro modo, el ejercicio de una facultad vinculada al derecho a ser oído y, más directamente, a la facultad de escoger los
medios para su defensa, como es el derecho a guardar silencio, llevaría a consecuencias negativas de inculpación del propio acusado, y

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 143


ningún modo, no se pueden usar medios violentos, tampoco mecanismos que menoscaben la voluntad del
imputado, no se le puede amenazar, ni coaccionar ni apremiar ilegítimamente.

La garantía se extiende a la información que el propio imputado puede introducir


voluntariamente, más no respecto de otras actuaciones que dependen de terceros, por ejemplo reconocimiento
por testigos, donde la información ingresa al juicio de boca del testigo y no del imputado, en cuyo caso la
prueba es admisible independientemente de la decisión del imputado de declarar o guardar silencio.

La garantía en estudio rige todas las etapas del proceso, tanto en los actos iniciales como en
el desarrollo de la etapa preparatoria, en la etapa intermedia y, por supuesto, adquiere su mayor relevancia en
la etapa del juicio, que es donde se produce la actividad probatoria por excelencia.

4.11.- Legalidad y exclusividad de la investigación penal

El principio de legalidad enuncia que el Ministerio Público está obligado a iniciar y sostener la
persecución penal de todo delito que llegue a su conocimiento, sin que pueda suspenderla, interrumpirla o
hacerla cesar a su mero arbitrio. 77

Su fundamento actual es la vigencia del principio de igualdad ante la ley, se pretende que la
persecución penal no quede sujeta al arbitrio de un órgano estatal, cuya decisión de perseguir o no un delito y
la forma de hacerlo podría ser discriminatoria. El principio de legalidad impone así al Estado, la obligación de
perseguir por igual todos los delitos que se cometen en una sociedad determinada, sin permitirle seleccionar
entre ellos de manera alguna.

La desacreditación del principio de legalidad, la hipertrofia del derecho penal sustantivo,


unida a la incapacidad inherente de todo sistema procesal penal para perseguir la totalidad de los delitos de
un modo eficiente, ha dado origen al principio de oportunidad.

En virtud del principio de oportunidad el Ministerio Público, ante la noticia de un hecho


punible o, inclusive, ante la existencia de prueba seria de la perpetración de un delito, está autorizado para no
iniciar, suspender, interrumpir o hacer cesar el curso de la persecución penal, cuando así lo aconsejen motivos
de utilidad social o razones político-criminales.

Se busca descongestionar el sistema procesal penal para hacerlo más eficiente,


racionalizando de este modo el uso de los recursos escasos asignados a este fin.

Manifestación de este principio son las llamadas desestimaciones o mecanismos de


descongestión, a saber, el archivo provisional, la facultad de no denunciar y el principio de oportunidad en
sentido estricto.

esto supone indudablemente un contrasentido. Estarían por tanto vedadas en la motivación de una sentencia condenatoria
motivaciones que aplicaran la máxima: “el que calla otorga”. Pero tampoco está autorizado el juez, en el momento de valoración de la
prueba, a cuestionarse sobre el motivo del silencio del acusado; el acusado puede guardar silencio por resignación, por una
ponderación personal con otros intereses propios o ajenos o incluso por reacciones de boicot al proceso penal, incluso por razones
políticas. Mientras esta primera conclusión es muy clara en relación con el silencio total respecto de los hechos, la cuestión es más
debatida si se trata de un silencio parcial: el acusado responde algunas preguntas y otras no. En este punto, hay dos opiniones al
respecto: por un lado, se piensa que el silencio parcial debe valorarse como una parte de las manifestaciones; por otro, se indica
también que el silencio parcial es también ejercicio de un derecho, y que una ponderación respecto de lo que calla supondría su
vulneración. La solución, sin embargo, debe ser negativa: en ningún caso el silencio puede ser interpretado como prueba contra el
acusado, ni siquiera como indicio de refuerzo de la convicción del tribunal: el derecho a guardar silencio no es una consecuencia de la
“libertad de auto inculparse” –que no existe- sino de la “libertad para determinar el modo y forma de defensa”; por tanto, no sólo
puede acogerse al silencio quien ha cometido el delito y no quiere confesar, sino también quien es inocente y considera que ésta es la
forma adecuada de defenderse. Es evidente que en este último caso, una interpretación del silencio del acusado, aun parcial, sería
errónea.
77
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés; Ob.cit., pág. 46

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 144


En cuanto a la exclusividad de la investigación penal, ella se ha radicado en un órgano
autónomo como es el Ministerio Público, así, el artículo 3 CPP señala:

Artículo 3°.- Exclusividad de la investigación penal. El ministerio público dirigirá en forma exclusiva la
investigación de los hechos constitutivos de delito, los que determinaren la participación punible y los que
acreditaren la inocencia del imputado, en la forma prevista por la Constitución y la ley.

4.12.- El Principio de Contradicción

Es un principio clave y rector de este sistema, que pese a no señalarse explícitamente como
regla técnica del proceso, se halla inmerso implícitamente, como en el artículo 330 del CPP, al tratar del contra
interrogatorio.

Artículo 330. Métodos de interrogación. En sus interrogatorios, las partes que hubieren presentado a un
testigo o perito no podrán formular sus preguntas de tal manera que ellas sugirieren la respuesta.
Durante el contrainterrogatorio, las partes podrán confrontar al perito o testigo con sus propios
dichos u otras versiones de los hechos presentadas en el juicio.
En ningún caso se admitirán preguntas engañosas, aquéllas destinadas a coaccionar ilegítimamente
al testigo o perito, ni las que fueren formuladas en términos poco claros para ellos.
Estas normas se aplicarán al imputado cuando se allanare a prestar declaración.

Este principio también está implícitamente inmerso en el resto de la normativa del Código,
su finalidad principal es la de controvertir por el litigante opositor las argumentaciones o probanzas de su
contraparte, en otras palabras permitirle hacerse cargo de los antecedentes que le exhibe al tercero imparcial, el
Juez, produciendo sus propias alegaciones, tendientes a rebatirlas, sólo de esa manera los jueces quedarán en
mejores condiciones para resolver, pues si, por ejemplo una prueba testimonial rendida pasó el test de
“veracidad” al ser contra interrogado ese testigo por el interviniente contrario, el juez podrá convencerse o de
la falsedad de sus dichos, o bien de la veracidad de los mismos.

Es por eso mismo, una manifestación del derecho de defensa, que consiste básicamente en la
necesidad de que los intervinientes sean oídos, puedan alegar y probar para conformar la resolución judicial,
y de que conozcan y puedan rebatir todos los materiales de hecho y de derecho que puedan influir en la
resolución judicial. Constituye, por eso mismo, una de las facetas del principio de contradicción. Veremos más
adelante, que existen ciertas técnicas para hacerlo valer en juicio.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 145


CONTRADICCIÓN
3 MECANISMOS DE CONTRADICCIÓN

Contra interrogatorios

Uso del artículo 332 CPP

Prueba sobre Prueba

CONTRADICCIÓN
Asegurar la calidad de la información que
deberá pasar el test de poder ser
controvertida por la contraria, sólo así se
intentará asegurar su verdadero valor
“verdad”.

TRIPLE Dar oportunidad a la contraria de hacerse cargo


OBJETIVO de la prueba rendida.
DEL PRINCIPIO
DE LA
CONTRADICCIÓN

Dar confianza al Tribunal al momento de resolver

4.13.- El Principio de Inmediación

El principio de inmediación impone al tribunal la obligación de decidir de acuerdo con las


impresiones que obtenga personalmente del acusado y de los medios de prueba rendidos en el juicio, así como
de las alegaciones que efectúen en la audiencia los restantes intervinientes, fiscal, defensor, víctima y
querellante, cuando proceda, sin que ello resulte arbitrario, sino que muy por el contrario, no basado en la

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 146


intuición ni en una íntima convicción, sino que en la racionalidad, ayudado por la presencia personal de las
pruebas y alegaciones, no mediadas esta vez por otros, como ocurría antaño con los llamados “actuarios”.

Se le encuentra como una de las reglas técnicas ó principios rectores del proceso, que se
menciona a propósito del juicio oral en el inciso o apartado primero del artículo 284 del CPP.

Artículo 284. Presencia ininterrumpida de los jueces y del ministerio público en el juicio oral. La audiencia del
juicio oral se realizará con la presencia ininterrumpida de los jueces que integraren el tribunal y del fiscal, sin
perjuicio de lo dispuesto en el artículo 258.
Lo dispuesto en el inciso final del artículo 76 respecto de la inhabilidad se aplicará también a los
casos en que, iniciada la audiencia, faltare un integrante del tribunal de juicio oral en lo penal.
Cualquier infracción de lo dispuesto en este artículo implicará la nulidad del juicio oral y de la
sentencia que se dictare en él.

INMEDIACIÓN
Manifestación de la
INMEDIACIÓN

TRIBUNAL FORMARÁ
PRESENCIA LA DECISIÓN DEBE
SU CONVICCIÓN
ININTERRUMPIDA SER DADA A
SOBRE LA BASE
JUECES ES CONOCER AL FINAL
TODA LA PRUEBA
REQUISITO VALIDEZ DE LA AUDIENCIA
RENDIDA EN EL
DEL JUICIO ORAL
JUICIO ORAL

SOLO PUEDE CONCURRIR


A LA DELIBERACIÓN Y LA
SENTENCIA, BAJO SANCIÓN
NULIDAD, LOS JUECES QUE
HUBIEREN ASISTIDO A LA
TOTALIDAD DEL JUICIO

La audiencia de juicio oral es el momento en que se efectúa el test de prueba de la


confiabilidad de la información aportada por el acusador y en este examen el control directo e inmediato de los
jueces es fundamental.

Según el profesor Claus Roxin 78 el principio de inmediación implica dos cosas distintas:

a) El tribunal que dicta la sentencia debe observar por sí mismo la recepción de la prueba
(inmediación formal); y

b) El tribunal debe extraer los hechos de la fuente, por sí mismo, sin utilizar equivalente
probatorio alguno (inmediación material).

En cuanto a la inmediación formal el Código la garantiza exigiendo la presencia


ininterrumpida de los jueces durante la audiencia, bajo motivo absoluto de anulación, en el artículo 374 b).

78
ROXIN, Claus, “Derecho Procesal Penal”, Editores del Puerto, Argentina 2° edición, año 2000, página 394

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 147


Artículo 374.- Motivos absolutos de nulidad. El juicio y la sentencia serán siempre anulados:
b) Cuando la audiencia del juicio oral hubiere tenido lugar en ausencia de alguna de las personas cuya
presencia continuada exigen, bajo sanción de nulidad, los artículos 284 y 286;

Y también, indirectamente como causal de nulidad en el literal a) del artículo 373 del CPP.

Artículo 373.- Causales del recurso. Procederá la declaración de nulidad del juicio oral y de la sentencia:
a) Cuando, en cualquier etapa del procedimiento o en el pronunciamiento de la sentencia, se hubieren
infringido sustancialmente derechos o garantías asegurados por la Constitución o por los tratados internacionales
ratificados por Chile que se encuentren vigentes

Dado que si los jueces no están presentes en parte o todo el juicio donde se recibe la prueba y
las alegaciones de las partes, violarán implícitamente las normas del debido proceso y luego, si ellos llegaran a
resolver, lógicamente afectarían la apreciación de la prueba de acuerdo a las reglas de la sana crítica, pues
según el inciso segundo del artículo 297 del CPP, el Tribunal formará su convicción de la valoración conjunta
y armónica de toda la prueba producida y si algún juez no estuvo presente en su rendición, mal podrá cumplir
con esta norma.

Artículo 297. Valoración de la prueba. Los tribunales apreciarán la prueba con libertad, pero no podrán contradecir
los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados.
El tribunal deberá hacerse cargo en su fundamentación de toda la prueba producida, incluso de aquélla que
hubiere desestimado, indicando en tal caso las razones que hubiere tenido en cuenta para hacerlo.
La valoración de la prueba en la sentencia requerirá el señalamiento del o de los medios de prueba mediante los
cuales se dieren por acreditados cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren por probados. Esta fundamentación
deberá permitir la reproducción del razonamiento utilizado para alcanzar las conclusiones a que llegare la sentencia.

Respecto a la inmediación material, la ley procesal ordena que la prueba que debe servir de
base a la sentencia es la que se rinde durante la audiencia del juicio, según prescribe el artículo 296 del CPP,
pues se exige que los testigos sean interrogados personalmente y que la convicción del tribunal se forme sobre
la base de la prueba producida durante el juicio oral, salvas las excepciones legales, como es la prueba
anticipada, por ejemplo, o bien la prueba rendida en el extranjero.

4.14.- El Principio de Oralidad

Como ya se señaló, este principio de la oralidad implica que el fundamento de la sentencia


sólo puede provenir de un debate oral, público e inmediato, más que un principio en sí, es un medio o
mecanismo que funciona acorde con la inmediación y la publicidad.

La audiencia del juicio debe desarrollarse en forma oral, tanto en lo relativo a las alegaciones
y argumentaciones de las partes como a las declaraciones del acusado, a la recepción de las pruebas y, en
general, a toda intervención de quienes participaren en ella. Las resoluciones serán dictadas y fundamentadas
verbalmente por el tribunal, salvo la sentencia que es escrita.

El tribunal no debe admitir la presentación de argumentaciones o peticiones por escrito, a


menos que se trate de personas que no puedan hablar.

Como ya se adelantó, la oralidad, más que un principio autónomo, se le ve ligado a la


inmediación, esto es, a la posibilidad real de que los jueces puedan percibir por sus sentidos la prueba, sin
intermediario alguno, es una manifestación o la forma de concretar de mejor manera ese otro principio.

A él también se refiere el artículo 291 CPP, cuando habla de la oralidad en el juicio oral.

Artículo 291. Oralidad. La audiencia del juicio se desarrollará en forma oral, tanto en lo relativo a las alegaciones y
argumentaciones de las partes como a las declaraciones del acusado, a la recepción de las pruebas y, en general, a toda

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 148


intervención de quienes participaren en ella. Las resoluciones serán dictadas y fundamentadas verbalmente por el tribunal
y se entenderán notificadas desde el momento de su pronunciamiento, debiendo constar en el registro del juicio.
El tribunal no admitirá la presentación de argumentaciones o peticiones por escrito durante la
audiencia del juicio oral.
Sin embargo, quienes no pudieren hablar o no lo supieren hacer en el idioma castellano, intervendrán
por escrito o por medio de intérpretes.
El acusado sordo o que no pudiere entender el idioma castellano será asistido de un intérprete que le
comunicará el contenido de los actos del juicio.

ORALIDAD

O E
ADN
DROGAS
R X ALCOHOLEMIA
C
A E
REGLA P PBA. ANTICIPADA
GENERAL L C ACUERDO PARTES Y AQ-T.
NO COMP. IMPUT. ACUSADO
I IO
N COIMPUT. REBELD. ANTE JG
D E
REFRESCA MEMORIA
S
A CONTRADICCIONES
ACLARACIONES
D

4.15.- El Principio de Publicidad

Siguiendo a Claus Roxin podemos decir que el fundamento de la publicidad es triple: “Su
significado esencial reside en consolidar la confianza pública en la administración de justicia, fomentar la responsabilidad
de los órganos de la administración de justicia y evitar la posibilidad de que circunstancias ajenas a la causa influyan en el
tribunal y, con ello, en la sentencia” 79 .

Desde la visión del ciudadano, el principio de la publicidad procesal permite que los
gobernados conozcan en forma directa como se tramitan los juicios y ejerzan un escrutinio mucho más amplio
sobre los juzgadores, quienes son responsables ante la sociedad del debido ejercicio de sus atribuciones. El
principio de publicidad está consagrado en los artículos 8.5 de la CADH, 14.1 del PIDCP.

La publicidad tiene ese triple objetivo al que se ha referido a Roxin, esto es, consolidar la
confianza pública en la administración de justicia, fomentar la responsabilidad de los órganos de la
administración de justicia y evitar la posibilidad de que circunstancias ajenas a la causa influyan en el tribunal
y, con ello, en la sentencia. A él se refiere, en el juicio oral, el artículo 289 del CPP.

79
ROXIN, Claus; Ob. Cit. pág. 407

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 149


Artículo 289. Publicidad de la audiencia del juicio oral. La audiencia del juicio oral será pública, pero el tribunal
podrá disponer, a petición de parte y por resolución fundada, una o más de las siguientes medidas, cuando considerare que
ellas resultan necesarias para proteger la intimidad, el honor o la seguridad de cualquier persona que debiere tomar parte
en el juicio o para evitar la divulgación de un secreto protegido por la ley: a) Impedir el acceso u ordenar la salida de
personas determinadas de la sala donde se efectuare la audiencia; b) Impedir el acceso del público en general u ordenar su
salida para la práctica de pruebas específicas, y c) Prohibir al fiscal, a los demás intervinientes y a sus abogados que
entreguen información o formulen declaraciones a los medios de comunicación social durante el desarrollo del juicio. Los
medios de comunicación social podrán fotografiar, filmar o transmitir alguna parte de la audiencia que el tribunal
determinare, salvo que las partes se opusieren a ello. Si sólo alguno de los intervinientes se opusiere, el tribunal resolverá.

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REGLA EL TRIBUNAL A PETICIÓN
GENERAL EXCEPCIONES DE PARTE Y POR RESOLUCIÓN
FUNDADA PUEDE ADOPTAR
MEDIDAS, CUANDO ELLAS
RESULTEN NECESARIAS PARA
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PROTEGER INTIMIDAD EL HONOR

LA SEGURIDAD DE CUALQUIER EVITAR LA DIVULGACIÓN


PERSONA QUE DEBA TOMAR DE ALGÚN SECRETO
PARTE EN EL JUICIO PROTEGIDO POR LA LEY

IMPEDIR EL PROHIBIR AL FISCAL


PROHIBIR FOTOS Y
IMPEDIR EL GRABACIONES
ACCESO U Y DEMÁS
ACCESO U A LA PRENSA
ORDENAR INTERVINIENTES
ORDENAR DEN INFORMACIÓN DE PARTE DE
LA SALIDA LA SALIDA AUDIENCIA SI SE
A MEDIOS
DE PERSONAS DE PERSONAS COMUNICACIÓN OPONE UNA
DETERMINADAS PARA PRUEBAS DURANTE JUICIO PARTE

4.16.- El Principio de Concentración

La concentración como principio en este sistema implica que todos los actos procesales
cometidos en audiencias se lleven a efecto de manera continuada, concentrada, es decir, que se rindan todos en
audiencias ojala sucesivas, sin interrupciones ni dilaciones, como se desprende claramente de los artículos 282
y 283 CPP.

Artículo 282. Continuidad del juicio oral. La audiencia del juicio oral se desarrollará en forma continua y podrá
prolongarse en sesiones sucesivas, hasta su conclusión. Constituirán, para estos efectos, sesiones sucesivas, aquéllas que
tuvieren lugar en el día siguiente o subsiguiente de funcionamiento ordinario del tribunal.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 150


CONTINUIDAD
Debate en forma continua

SESIONES SUCESIVAS
(se entiende por sesiones SUSPENSIONES
sucesivas aquellas que
tuvieren lugar en el día
siguiente o subsiguiente de 2 VECES
funcionamiento ordinario del
Tribunal) art. 282 MÁXIMO 10 DÍAS

NULIDAD

El artículo 14 del CPP, tratando de la actividad procesal en el párrafo de los plazos señala:

Artículo 14. Días y horas hábiles. Todos los días y horas serán hábiles para las actuaciones del procedimiento penal y
no se suspenderán los plazos por la interposición de días feriados.
No obstante, cuando un plazo de días concedido a los intervinientes venciere en día feriado, se considerará
ampliado hasta las veinticuatro horas del día siguiente que no fuere feriado.

Por otra parte, el artículo 283 CPP, se refiere a las suspensiones del juicio de la siguiente
manera.

Artículo 283.- Suspensión de la audiencia o del juicio oral. El tribunal podrá suspender la audiencia hasta por dos
veces solamente por razones de absoluta necesidad y por el tiempo mínimo necesario de acuerdo con el motivo de la
suspensión. Al reanudarla, efectuará un breve resumen de los actos realizados hasta ese momento.
El juicio se suspenderá por las causas señaladas en el artículo 252. Con todo, el juicio seguirá adelante cuando la
declaración de rebeldía se produjere respecto del imputado a quien se le hubiere otorgado la posibilidad de prestar
declaración en el juicio oral, siempre que el tribunal estimare que su ulterior presencia no resulta indispensable para la
prosecución del juicio o cuando sólo faltare la dictación de la sentencia.
La suspensión de la audiencia o la interrupción del juicio oral por un período que excediere de diez días impedirá
su continuación. En tal caso, el tribunal deberá decretar la nulidad de lo obrado en él y ordenar su reinicio.
Cuando fuere necesario suspender la audiencia, el tribunal comunicará verbalmente la fecha y hora de su
continuación, lo que se tendrá como suficiente citación.

4.17.- Del derecho a defensa

Consiste básicamente en la necesidad de que los intervinientes sean oídos, puedan alegar y
probar para conformar la resolución judicial, y de que conozcan y puedan rebatir todos los materiales de hecho
y de derecho que puedan influir en la resolución judicial.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 151


Constituye una de las facetas del principio de contradicción.

De acuerdo a la Carta Fundamental chilena, toda persona tiene derecho a defensa jurídica en
la forma que la ley señale.

Art. 19 CPRCH: La constitución asegura a todas las personas:

N°3 La igual protección de la ley en el ejercicio de sus derechos.


Toda persona tiene derecho a defensa jurídica en la forma que la ley señale y ninguna autoridad o individuo
podrá impedir, restringir o perturbar la debida intervención del letrado si hubiere sido requerida. Tratándose de los
integrantes de las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad Pública, este derecho se regirá, en lo concerniente a lo
administrativo y disciplinario, por las normas pertinentes de sus respectivos estatutos.
La ley arbitrará los medios para otorgar asesoramiento y defensa jurídica a quienes no puedan procurárselos por
sí mismos. La ley señalará los casos y establecerá la forma en que las personas naturales víctimas de delitos dispondrán de
asesoría y defensa jurídica gratuitas, a efecto de ejercer la acción penal reconocida por esta Constitución y las leyes.
Toda persona imputada de delito tiene derecho irrenunciable a ser asistida por un abogado defensor
proporcionado por el Estado si no nombrare uno en la oportunidad establecida por la ley.

El derecho que nos ocupa abarca dos aspectos:

a) La defensa material, que incluye la autodefensa por parte del imputado; y,

b) la defensa técnica letrada. (Abogados)

En cuanto a la defensa material el artículo 8.1 de la CADH señala que cualquier interviniente
en un proceso criminal tiene derecho a ser oído, a formular sus alegaciones y a intervenir en el proceso por sí o
por abogado.

Nuestro Código Procesal Penal se refiere a la defensa material, en el inciso 2° del artículo 8°
que establece que el imputado tendrá derecho a formular los planteamientos y alegaciones que considere
oportunos, así como a intervenir en todas las actuaciones judiciales y en las demás del procedimiento, salvas
las excepciones expresamente previstas en el Código y a la defensa técnica en el inciso 1° del mismo artículo.

Artículo 8º. Ámbito de la defensa. El imputado tendrá derecho a ser defendido por un letrado desde la primera
actuación del procedimiento dirigido en su contra. Todo imputado que carezca de abogado tendrá derecho irrenunciable a
que el Estado le proporcione uno. La designación del abogado la efectuará el juez antes de que tenga lugar la primera
actuación judicial del procedimiento que requiera la presencia de dicho imputado.
El imputado tendrá derecho a formular los planteamientos y alegaciones que considerare oportunos, así como a
intervenir en todas las actuaciones judiciales y en las demás actuaciones del procedimiento, salvas las excepciones
expresamente previstas en este Código.

En consecuencia, la defensa material se encuentra integrada por los derechos de información,


de intervención en el procedimiento y los derechos que imponen un deber de abstención a las autoridades de
persecución penal pública, el imputado es un sujeto de derechos y no el objeto de la persecución.

Con respecto a la defensa técnica letrada el artículo 8 inciso 1° del CPP dispone que el
imputado deba ser defendido por un letrado desde la primera actuación judicial del procedimiento en que se
requiera la presencia del imputado.

Este derecho a defensa también se consagra en este Código en el artículo 102 CPP, de la
siguiente manera, al tratarse de la designación obligada de un defensor:

Artículo 102. Derecho a designar libremente a un defensor. Desde la primera actuación del procedimiento y hasta la
completa ejecución de la sentencia que se dictare, el imputado tendrá derecho a designar libremente uno o más defensores

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 152


de su confianza. Si no lo tuviere, el juez procederá a hacerlo, en los términos que señale la ley respectiva. En todo caso, la
designación del defensor deberá tener lugar antes de la realización de la primera audiencia a que fuere citado el imputado.
Si el imputado se encontrare privado de libertad, cualquier persona podrá proponer para aquél un defensor
determinado, o bien solicitar se le nombre uno. Conocerá de dicha petición el juez de garantía competente o aquél
correspondiente al lugar en que el imputado se encontrare.
El juez dispondrá la comparecencia del imputado a su presencia, con el objeto de que acepte la designación del
defensor.
Si el imputado prefiriere defenderse personalmente, el tribunal lo autorizará sólo cuando ello no perjudicare la
eficacia de la defensa; en caso contrario, le designará defensor letrado, sin perjuicio del derecho del imputado a formular
planteamientos y alegaciones por sí mismo, según lo dispuesto en el artículo 8º.

En este Código se señala que el imputado tiene derecho a designar un defensor de su


confianza, y si no lo hace, el Estado le designará un defensor público.

Este tema de la defensa, está contemplado en el artículo 4° del Código Procesal Penal Modelo
para Iberoamérica.

Art. 4° CPPMIB: Defensa. Es inviolable la defensa en el procedimiento. Salvo las excepciones expresamente
previstas en este Código, el imputado tendrá derecho a intervenir en todos los actos del procedimiento que
incorporen elementos de prueba y a formular todas las instancias y observaciones que considere oportunas,
sin perjuicio del ejercicio del poder disciplinario por la autoridad correspondiente, cuando perjudique el
curso normal de los actos o del procedimiento; cuando esté privado de su libertad personal, podrá formular
sus instancias y observaciones por intermedio del encargado de su custodia, quien las transmitirá
inmediatamente al tribunal de la causa o al ministerio público.
El imputado tiene derecho a elegir un defensor letrado de su confianza. Si no lo hiciere, el tribunal
designará de oficio un defensor letrado, a más tardar antes de que se produzca la primera declaración del
imputado sobre el hecho, según la reglamentación para la defensa oficial. Si prefiriese defenderse por sí
mismo, el tribunal lo autorizará, sólo cuando no perjudique la eficacia de la defensa técnica y, en caso
contrario, designará de oficio un defensor letrado, sin que ello menoscabe su derecho a formular instancias
y observaciones, previsto en el párrafo anterior.
La misma disposición rige para el condenado o para aquel a quien se le hubiere impuesto una medida de
seguridad y corrección, en lo pertinente, hasta la extinción de la pena o la medida.

4.18.- La Protección de la Víctima por el sistema

Como ya se ha mencionado, uno de los grandes avances de este Código es el que se haya
preocupado por la víctima y que mejor ejemplo de aquello, que lo que dispone el artículo 6 del CPP, señalando
en los principios básicos, la protección de la víctima.

Así, el artículo señalado dispone:

Artículo 6º. -Protección de la víctima. El ministerio público estará obligado a velar por la protección de la víctima del
delito en todas las etapas del procedimiento penal. Por su parte, el tribunal garantizará conforme a la ley la vigencia de sus
derechos durante el procedimiento.
El Fiscal deberá promover durante el curso del procedimiento acuerdos patrimoniales, medidas
cautelares u otros mecanismos que faciliten la reparación del daño causado a la víctima. Este deber no importará el
ejercicio de las acciones civiles que pudieren corresponder a la víctima.
Asimismo, la policía y los demás organismos auxiliares deberán otorgarle un trato acorde con su
condición de víctima, procurando facilitar al máximo su participación en los trámites en que debiere intervenir.

De lo anotado en la disposición legal citada queda de manifiesto que no sólo será obligación
del ente persecutor velar por la protección de la víctima, sino que también esta obligación pesa sobre los
Tribunales, así a modo ejemplar, cabe traer a colación la norma de protección de aquellos para el juicio oral.

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Artículo 308.- Protección a los testigos. El tribunal, en casos graves y calificados, podrá disponer medidas especiales
destinadas a proteger la seguridad del testigo que lo solicitare. Dichas medidas durarán el tiempo razonable que el tribunal
dispusiere y podrán ser renovadas cuantas veces fuere necesario.
De igual forma, el ministerio público, de oficio o a petición del interesado, adoptará las medidas que
fueren procedentes para conferir al testigo, antes o después de prestadas sus declaraciones, la debida protección.

También cabe hacer notar, como ya se verá en este manual, en el capítulo II, a propósito de la
acción civil, que se ha definido por el legislador quien es la víctima, en el artículo 108 del CPP que previene:

Artículo 108. Concepto. Para los efectos de este Código, se considera víctima al ofendido por el delito.
En los delitos cuya consecuencia fuere la muerte del ofendido y en los casos en que éste no pudiere ejercer los
derechos que en este Código se le otorgan, se considerará víctima:
a) al cónyuge y a los hijos;
b) a los ascendientes;
c) al conviviente;
d) a los hermanos, y
e) al adoptado o adoptante.
Para los efectos de su intervención en el procedimiento, la enumeración precedente constituye un orden de
prelación, de manera que la intervención de una o más personas pertenecientes a una categoría excluye a las comprendidas
en las categorías siguientes.

5. Las Normas relativas a la Actividad Procesal y la Aplicación de las


instituciones y disposiciones comunes del procedimiento civil en el procedimiento
penal

El Título II del Libro I del CPP se refiere a la ACTIVIDAD PROCESAL, allí se habla entre
otras materias de: Los Plazos, Las comunicaciones entre las autoridades, Las comunicaciones y citaciones del
Ministerio Público, las Notificaciones y citaciones judiciales, las Resoluciones y otras actuaciones judiciales, el
Registro de las actuaciones judiciales, las Costas y las normas supletorias del CPC.

5.1.- Los Plazos

Los plazos son de tres clases: legales, judiciales y convencionales.

En el proceso penal no hay días inhábiles y los plazos no se suspenden por la interposición
de feriados y si un plazo de días vence en feriado, se prorroga o, como dice el Código, amplía hasta las 24
horas del día siguiente que no fuere feriado. Además, los plazos de horas establecidos en el Código comienzan
a regir o correr, inmediatamente después de ocurrido el hecho que fijare su iniciación, sin interrupción.

Artículo 14. Días y horas hábiles. Todos los días y horas serán hábiles para las actuaciones del procedimiento penal y
no se suspenderán los plazos por la interposición de días feriados.
No obstante, cuando un plazo de días concedido a los intervinientes venciere en día feriado, se considerará
ampliado hasta las veinticuatro horas del día siguiente que no fuere feriado

El Art.16 preceptúa que los plazos establecidos en el nuevo Código Procesal son FATALES e
IMPRORROGABLES, a menos que se indique lo contrario, en forma expresa, lo que, por cierto, admite la
excepción relativa al vencimiento del plazo en un día domingo o festivo. El carácter de fatales e
improrrogables rige tanto para aquellos plazos establecidos por la ley para las actuaciones propias del tribunal
como para aquellos dispuestos para las actuaciones de los intervinientes.

Artículo 16. Plazos fatales e improrrogables. Los plazos establecidos en este Código son fatales e improrrogables, a
menos que se indicare expresamente lo contrario.

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Los plazos judiciales, que son aquellos que puede disponer el tribunal cuando la ley lo
autoriza en forma expresa, admiten prórroga a petición de parte, siempre que ella sea pedida antes del
vencimiento del plazo.

El artículo l7 de este cuerpo legal instituye una figura nueva al prescribir que el tribunal
puede otorgar un NUEVO PLAZO hasta por el mismo período, a petición de parte, cuando el peticionario, por
un hecho que no le fuere imputable, como defecto en la forma de efectuar una notificación, o por caso fortuito
o fuerza mayor, se hubiere visto impedido de ejercer un derecho o desarrollar una actividad dentro del
término legal que tenía para ello. Este derecho deberá impetrarse dentro de los cinco días siguientes a aquél en
que hubiere cesado el impedimento. Como puede observarse, se trata, en verdad, de un entorpecimiento que
deberá ser alegado oportunamente y deberá ser acreditado por el solicitante ante el juez de garantía respectivo.

Artículo 17. Nuevo plazo. El que, por un hecho que no le fuere imputable, por defecto en la notificación, por fuerza
mayor o por caso fortuito, se hubiere visto impedido de ejercer un derecho o desarrollar una actividad dentro del plazo
establecido por la ley, podrá solicitar al tribunal un nuevo plazo, que le podrá ser otorgado por el mismo período. Dicha
solicitud deberá formularse dentro de los cinco días siguientes a aquél en que hubiere cesado el impedimento.

El Art. 19 previene que los intervinientes pueden RENUNCIAR, total o parcialmente, los
plazos establecidos a su favor, siempre que hagan una manifestación expresa en este sentido. Si el plazo fuere
común, la abreviación o la renuncia requerirán del consentimiento de todos los intervinientes y de la
APROBACIÓN del tribunal.

Artículo 18. Renuncia de plazos. Los intervinientes en el procedimiento podrán renunciar, total o parcialmente, a los
plazos establecidos a su favor, por manifestación expresa.
Si el plazo fuere común, la abreviación o la renuncia requerirán el consentimiento de todos los intervinientes y la
aprobación del tribunal.

5.2.- Las Notificaciones

5.2.1.- Concepto y funcionarios habilitados para Notificar

Como se sabe, NOTIFICAR una resolución a alguna persona no es otra cosa que DARLE A
CONOCER dicha decisión, en forma íntegra, por cualquier medio apto.

El artículo 25 CPP dispone que la NOTIFICACIÓN deberá incluir una copia íntegra de la
resolución de que se trate, con la identificación del proceso en que recayere, a menos que la ley ordene agregar
otros antecedentes, o que el juez lo estimare necesario para la debida información del notificado o para el
adecuado ejercicio de sus derechos.

Según previene el artículo 24 del CPP, las notificaciones de las resoluciones judiciales se
realizarán por los funcionarios del tribunal que hubiere expedido la resolución, que hubieren sido designados
para cumplir esta función por el juez presidente del comité de jueces, a propuesta del administrador del
tribunal. El tribunal podrá ordenar que una o más notificaciones determinadas se practicaren por otro ministro
de fe o, en casos calificados y por resolución fundada, por un agente de la policía. En la práctica hoy en día
existen los Centros Integrados de Notificaciones Judiciales, que son los encargados de realizar dichas
funciones. 80

80
ACTA Nº 1-2009. En Santiago, a dos de enero de dos mil nueve, se deja constancia que el día veintiséis de diciembre último
se reunió el Tribunal Pleno bajo la Presidencia de su titular don Urbano Marín Vallejo y con la asistencia de los Ministros señores Juica,
Oyarzún, Rodríguez, Ballesteros, Muñoz, Valdés, Carreño y Pierry, señoras Pérez y Araneda, señor Künsemüller, y del Ministro Suplente
señor Torres, y se acordó lo siguiente: AUTO ACORDADO SOBRE REGLAMENTO PARA NOTIFICACIONES EFECTUADAS POR RECEPTORES
JUDICIALES EN ASUNTOS DE JUZGADOS DE FAMILIA, DEL TRABAJO, DE COBRANZA LABORAL Y PREVISIONAL Y PENAL. Teniendo en
consideración la propuesta efectuada por el Consejo Superior de la Corporación Administrativa del Poder Judicial, respecto de las
actuaciones que el Poder Judicial encomienda a los Receptores Judiciales, y de conformidad a lo establecido en los artículos 82 de la
Constitución Política de la República y 96 N°4 del Código Orgánico de Tribunales, se acuerda aprobarla en los siguientes términos:

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PRIMERO: El presente reglamento regula la asignación de carga de trabajo a los Receptores Judiciales y la forma en que se calcularán y
pagarán los aranceles que les correspondan por la realización de las gestiones que les encomiende la autoridad encargada de coordinar
las funciones de notificación y citaciones, en adelante el Centro, con el objeto de asegurar la eficiencia y eficacia de la labor de los
tribunales. Para los efectos de este reglamento, todas las funciones otorgadas al Centro, se entenderán entregadas al Centro de
Notificaciones de Santiago, mencionado en el artículo segundo, o a cualquiera de las entidades o personas señaladas en el artículo
tercero, según corresponda; SEGUNDO: Conforme a lo dispuesto en los artículos 390 a 393 del Código Orgánico de Tribunales, los
Receptores son ministros de fe pública encargados de hacer saber a las partes, fuera de las oficinas de los Secretarios, los decretos y
resoluciones de los Tribunales de Justicia; están al servicio de la Corte Suprema, de las Cortes de Apelaciones y de los juzgados de letras
del territorio jurisdiccional al que estén adscritos y no pueden cobrar derechos superiores a los que establezca el arancel respectivo.
Por otra parte, el artículo 23 de la Ley Nº 19.968, sobre tribunales de familia, ordena que la primera notificación se practique en forma
personal, por un funcionario del tribunal o por un Receptor Judicial. Además, el artículo 430 inciso segundo del Código del Trabajo, en
relación al artículo 460 letra b) y 461 del mismo cuerpo legal, establecen que las notificaciones practicadas en juicios ordinarios o
ejecutivos laborales se harán por un receptor o un funcionario del tribunal. Por último, una norma similar se establece en el artículo 6
de la Ley Nº 17.322, sobre cobro de cotizaciones previsionales. Razones de mejor funcionamiento han hecho necesario concentrar estas
notificaciones en un Centro Integrado de Notificaciones en Santiago, según se ha establecido en el Manual de Contingencia Penal para
el Centro de Justicia de Santiago, cuya aplicación se ha extendido a las demás materias señaladas en este artículo, conforme al Acta Nº
90 del año 2007 de esta Corte Suprema. TERCERO: Conforme a estas mismas razones, en todas las jurisdicciones en que ello resulte
técnicamente eficiente, la Corte Suprema adoptará una de las siguientes medidas: A) Conformará un Centro de Notificaciones. B)
Designará un funcionario encargado de coordinar la actividad de notificaciones. C) Encargará esta coordinación al Administrador Zonal
de la Corporación Administrativa. Esta actividad se extenderá a materias propias de todo tipo de tribunales, según las necesidades que
existan. CUARTO: En aquellos casos en que resulte conveniente para una labor efectiva, el Centro podrá encargar las notificaciones
personales o por cédula ordenadas por Juzgados y Tribunales de su jurisdicción a Receptores Judiciales, en las condiciones que se
señalan en los artículos siguientes. QUINTO: El Centro sólo asignará causas a aquellos Receptores que hayan suscrito un Convenio con la
Corporación Administrativa del Poder Judicial, en que acepten expresamente las condiciones de este Reglamento y hayan asistido
previamente a un programa de capacitación gratuito respecto de su funcionamiento. Dicho Convenio detallará la forma en que se
llevará a cabo el encargo y se pagará el arancel correspondiente. La solicitud de adherirse al Convenio deberá presentarse ante la
Corporación Administrativa del Poder Judicial, entidad que la derivará al Centro correspondiente. La asignación se efectuará
considerando criterios de eficiencia, eficacia y oportunidad y la carga de trabajo que se haya asignado a cada Receptor. SEXTO: Será
obligación de cada Receptor efectuar con prontitud y fidelidad no sólo la notificación misma, sino que también las búsquedas y
certificaciones que procedan, así como ingresar o registrar dentro del plazo que disponga la Corporación, en el respectivo Sistema
Informático, las actuaciones que haya efectivamente realizado respecto de cada diligencia que se le encomiende. SÉPTIMO: El Receptor
devengará por los trámites que efectúe y registre en el respectivo Sistema Informático, el arancel que fijará la Corporación
Administrativa anualmente, considerando los diversos factores técnicos y económicos que afectan en el costo de efectuar estas
gestiones y la disponibilidad presupuestaria correspondiente. En aplicación de dichos factores, el arancel podrá ser diferenciado
conforme a la localidad en que se efectúen las notificaciones y al tipo de trámites que cada una de ellas requiera. La Corporación
Administrativa publicará, dentro de la última quincena de cada año, el arancel que regirá para el año siguiente. Sin perjuicio de lo
anterior, el arancel que regirá desde el inicio de la aplicación de este reglamento y hasta el 31 de diciembre de 2009 se publica
conjuntamente con este reglamento. Además, la Corporación comunicará a cada Centro el presupuesto total que se le destinará en el
año para estos fines. OCTAVO: El Receptor deberá cumplir efectivamente la actuación dentro del plazo que establezca la Corporación.
En caso de superarse este plazo, el arancel que se le pagará se reducirá a la mitad. Sin perjuicio de lo anterior, el Centro podrá, en
cualquier momento, retirar al Receptor una carga de trabajo que no haya cumplido dentro del plazo ya señalado. Ante reiterados
incumplimientos, el Centro informará a la Corte de Apelaciones respectiva, para los fines a que haya lugar, omitiendo asignar la
realización de nuevas diligencias. NOVENO: La Corporación publicará en la página web del Poder Judicial, el primer día hábil de cada
mes, la liquidación del arancel total devengado por cada Receptor por todos los servicios que haya prestado en el mes inmediatamente
precedente por el cumplimiento de notificaciones reguladas por este reglamento. DÉCIMO: El Convenio fijará los plazos y condiciones
en que el Receptor deberá presentar la boleta por las notificaciones efectuadas y en que la Corporación hará el pago correspondiente.
UNDÉCIMO: Cada Receptor podrá renunciar a recibir asignación de carga mediante comunicación escrita que presente en la oficina
central de la Corporación o por correo electrónico a la dirección que se indicará en el Convenio, exclusión que se hará efectiva al quinto
día siguiente al de recepción de la señalada comunicación. DUODÉCIMO: Este Reglamento regirá a contar de un mes después de su
fecha de publicación. La Corporación publicará un instructivo detallado antes de la fecha de entrada en vigencia del Reglamento. Sin
perjuicio de lo anterior, durante el periodo que media entre la publicación del Reglamento y el inicio de su vigencia, los Receptores
podrán suscribir los convenios correspondientes y recibir la capacitación señalada en el artículo quinto precedente. Acordada contra el
voto del Ministro señor Juica quien estuvo por no aprobar el Auto Acordado precedente, porque en su opinión, la suscripción de un
convenio con receptores judiciales para la práctica de notificaciones judiciales, con cargo al presupuesto del Poder Judicial, excede la
órbita de atribuciones de esta Corte Suprema y también a la de la Corporación Administrativa del Poder Judicial, ya que al no
identificarse ninguna ley ni glosa del presupuesto asignado para este fin, debe suponerse que este costo será financiado con recursos
destinados para otros fines. Tiene además presente que los receptores judiciales no se remuneran con fondos fiscales, ya que ellos
obtienen sus compensaciones económicas a través de honorarios que son de cargo de las partes del juicio o asunto judicial, de acuerdo
con un arancel fijado por el Ministerio de Justicia, según lo dispone el artículo 393 del Código Orgánico de tribunales, expensas que
luego pueden ser reclamadas como costas procesales en el procedimiento que se regula en el Título XIV del Libro I del Código de
Procedimiento Civil. Para constancia se extiende la presente acta. Háganse las comunicaciones pertinentes.

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5.2.2.- El señalamiento del domicilio de los intervinientes en el
procedimiento

El artículo 26 del CPP dispone que en su primera intervención en el procedimiento, los


intervinientes 81 deberán ser conminados por el juez, por el ministerio público, o por el funcionario público
que practicare la primera notificación, a indicar un domicilio dentro de los límites urbanos en que funciones el
Tribunal.

Artículo 26. Señalamiento de domicilio de los intervinientes en el procedimiento. En su primera intervención en


el procedimiento los intervinientes deberán ser conminados por el juez, por el ministerio público, o por el funcionario
público que practicare la primera notificación, a indicar un domicilio dentro de los límites urbanos de la ciudad en que
funcionare el tribunal respectivo y en el cual puedan practicárseles las notificaciones posteriores. Asimismo, deberán
comunicar cualquier cambio de su domicilio.
En caso de omisión del señalamiento del domicilio o de la comunicación de sus cambios, o de cualquier
inexactitud del mismo o de la inexistencia del domicilio indicado, las resoluciones que se dictaren se notificarán por el
estado diario. Para tal efecto, los intervinientes en el procedimiento deberán ser advertidos de esta circunstancia, lo que se
hará constar en el acta que se levantare.
El mismo apercibimiento se formulará al imputado que fuere puesto en libertad, a menos que ello fuere
consecuencia de un sobreseimiento definitivo o de una sentencia absolutoria ejecutoriados.

5.2.3.- Notificaciones al fiscal, a otros intervinientes y al imputado


privado de libertad

Estas materias están tratadas en los artículos 27, 28 y 29 del CPP, donde se señala que al fiscal
se le notifica en sus oficinas, a otros intervinientes que cuenten con defensor o mandatario, solamente a éste,
salvo que el tribunal dispusiere que también se notificare al interviniente respectivo y, por último, al imputado
privado de libertad se le notificará en persona en el establecimiento en que se encuentre, mediante la entrega,
por un funcionario del establecimiento y bajo la responsabilidad del jefe del mismo, del texto de la resolución
respectiva. Al efecto, el tribunal podrá remitir dichas resoluciones, así como cualquier otro antecedente que
considerare relevante, por cualquier medio de comunicación idóneo, tales como fax, correo electrónico u otro.

5.2.3.1.- Notificación Personal

De acuerdo con las disposiciones pertinentes del Código de Procedimiento Civil, aplicables
en la especie, en virtud de las normas remisorias referidas, esta clase de notificación consiste en hacer saber,
EN PERSONA, al notificado el contenido de una resolución, entregándole al efecto copia íntegra de ella y de la
solicitud en que haya recaído, cuando sea escrita. Como sabemos, es la más perfecta de las notificaciones
judiciales y es la que se exige cuando se trata de practicar la primera notificación al demandado o a las
personas a quienes hayan de afectar los resultados de un juicio. AI imputado privado de libertad deberá
notificársele siempre en forma personal. La primera notificación al querellante deberá efectuársele únicamente
por el estado diario por aplicación de las reglas del Código de Procedimiento Civil.

5.2.3.2.- Notificación por Cédula

El Código Procesal Penal no proporciona ninguna regla sobre esta clase de notificaciones,
por lo que se concluye que deberán aplicarse las normas supletorias que el Código de Procedimiento Civil
contempla a este respecto. Cabe señalar que una de las pocas disposiciones del Código Procesal Penal que se
refiere expresamente a la notificación por cédula es el inciso segundo del artículo 68, que la exige para la
notificación de la demanda civil presentada por la víctima y de la resolución recaída en ella.

81
Ver artículo 12 CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 157


5.2.3.3.- Notificación por el Estado Diario

De acuerdo con las normas remisorias de los Arts.32 y 52 del Código Procesal Penal al título
VI del Libro Primero del Código de Procedimiento Civil y a las disposiciones comunes a todo procedimiento
contenidas en este último Código, el Estado Diario establecido en el Art.50 de dicho cuerpo de leyes se aplica
también, como sistema de notificación, a determinadas resoluciones adoptadas por los jueces de garantía y los
tribunales de juicio oral en lo penal y la notificación consiste sustancialmente, al igual que en materia
procedimental civil, en la inclusión del número de la causa y demás datos que sirvan para identificarla, en un
formulario, fechado, que debe fijarse, en lugar visible de la Secretaría, durante tres días. En virtud de lo
prescrito en el Art.389 G del Código Orgánico de Tribunales la formación del Estado Diario le corresponde al
JEFE DE LA UNIDAD ADMINISTRATIVA que tenga a su cargo la ADMINISTRACIÓN DE CAUSAS. Por
tanto, él deberá certificar la circunstancia de haberse notificado una resolución por este medio.

Cabe señalar que la notificación por el Estado Diario deberá emplearse, asimismo, como
sanción, para aquellos intervinientes que no hayan dado cumplimiento a la obligación de fijar domicilio
dentro de los límites urbanos del lugar en que funcione el tribunal, impuesta por el artículo 26 del CPP. Dicho
artículo prescribe que las notificaciones se harán por este medio con respecto a quienes omitan indicar su
domicilio, señalen uno inexacto o inexistente o no comuniquen el cambio que éste haya experimentado.

5.2.4.- Las notificaciones de las resoluciones en las audiencias judiciales

La norma del artículo 30 del CPP contempla una norma de gran utilidad, respecto de las
notificaciones de las resoluciones pronunciadas en audiencia.

Artículo 30. Notificaciones de las resoluciones en las audiencias judiciales Las resoluciones pronunciadas durante
las audiencias judiciales se entenderán notificadas a los intervinientes en el procedimiento que hubieren asistido o debido
asistir a las mismas. De estas notificaciones se dejará constancia en el estado diario, pero su omisión no invalidará la
notificación.
Los interesados podrán pedir copias de los registros en que constaren estas resoluciones, las que se expedirán sin
demora.

5.3.- Las Resoluciones Judiciales

5.3.1.- Clases de resoluciones judiciales

En cuanto a las diferentes clases de resoluciones que se distinguen en el nuevo Código


Procesal Penal y a su respectiva naturaleza, deberemos estamos a la clasificación y concepto proporcionados
por el Código de Procedimiento Civil, a cuyas disposiciones nos remite el Art.52 del primero de los cuerpos de
leyes mencionado. Por tal motivo, deberemos distinguir los decretos, providencias o proveídos; los autos; las
sentencias interlocutorias y las sentencias definitivas. 82

Asimismo, regirán en materia procedimental penal las reglas relativas a las formalidades de
las diferentes clases de resoluciones judiciales proporcionadas por el Código de Enjuiciamiento Civil, merced a
la remisión antedicha.

82
Art. 158 CPC: Las resoluciones judiciales se denominarán sentencias definitivas, sentencias interlocutorias, autos y decretos.
Es sentencia definitiva la que pone fin a la instancia, resolviendo la cuestión o asunto que ha sido objeto del juicio. Es sentencia
interlocutoria la que falla un incidente del juicio, estableciendo derechos permanentes a favor de las partes, o resuelve sobre algún
trámite que debe servir de base en el pronunciamiento de una sentencia definitiva o interlocutoria. Se llama auto la resolución que
recae en un incidente no comprendido en el inciso anterior. Se llama decreto, providencia o proveído el que, sin fallar sobre incidentes
o sobre trámites que sirvan de base para el pronunciamiento de una sentencia, tiene sólo por objeto determinar o arreglar la
substanciación del proceso.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 158


5.3.2.- Fundamentación

El artículo 36 del CPP, precisando y complementando el artículo I71 del CPC, aplicable en la
especie debido al Art. 52 referido, dispone que será obligación del tribunal FUNDAMENTAR las resoluciones
que dictare, con excepción de aquellas que se pronunciaren sobre cuestiones de mero trámite. La
fundamentación, agrega, expresará sucintamente, pero con precisión, los motivos de hecho y de derecho en
que se basaren las decisiones adoptadas. La simple relación del procedimiento o de los documentos o la
mención de los medios de prueba o solicitudes de los intervinientes "no sustituirá en caso alguno la
fundamentación".

La exigencia señalada, obedece al propósito de DAR A CONOCER Y EXPLICAR a los


intervinientes y a los terceros las razones o motivos que ha tenido el tribunal para resolver la cuestión
propuesta de determinada manera. Por ello es que creemos que no dará satisfacción adecuada a esta exigencia
la fórmula tan socorrida por los tribunales en la actualidad consistente en el "mérito de autos", fórmula que,
mirada objetivamente, resulta casi misteriosa o, por lo menos, equívoca.

5.3.3.- Firma de las resoluciones judiciales

El artículo 37 del CPP, dispone que las resoluciones serán firmadas por el juez de garantía y
tratándose de los tribunales de juicio oral en lo penal, por los tres jueces que lo componen. Esta norma que, al
parecer, resulta innecesaria teniendo presente la remisión legal dicha, obedece al propósito de dejar establecido
que las decisiones judiciales sólo la suscriben los jueces que las adoptan; la firma del Secretario que
antiguamente tenía por objeto autorizarlas, actualmente no sería posible dado que tales funcionarios auxiliares
de la administración de justicia no existen en el nuevo sistema. El inciso final del mencionado artículo 37
agrega que no obstante la exigencia de las firmas, bastará el registro de la audiencia respecto de las
resoluciones que se dictaren en ella.

5.3.4.-Imperio de las resoluciones

El artículo 34 del CPP se refiere al IMPERIO del tribunal, esto es, a la facultad que tiene para
hacer cumplir sus resoluciones. Expresa que en el ejercicio de sus funciones, el tribunal "podrá ordenar
directamente la intervención de la fuerza pública y disponer todas las medidas necesarias para el
cumplimiento de las actuaciones que ordenare y la ejecución de las resoluciones que dictare". En verdad, esta
norma resultaba innecesaria a la luz de lo dispuesto en los incisos tercero y cuarto del Art.73 de la Constitución
Política de la República que establecen el IMPERIO respecto de todos los tribunales ordinarios de justicia,
integrantes del Poder Judicial, y, entre éstos, los juzgados de garantía y los tribunales de juicio oral en lo penal.
Sin embargo, tal vez ello le pareció necesario al legislador para reafirmar esta facultad con respecto a los jueces
de esta clase de tribunales, dado que en el nuevo sistema de enjuiciamiento criminal se encomienda la
investigación de los ilícitos al Ministerio Público, en forma exclusiva, y teniendo presente además, que tanto
Carabineros de Chile como la Policía de Investigaciones tienen el carácter de auxiliares del Ministerio Público
para llevar a cabo las diligencias de investigación y ejecutar las medidas de coerción que decreten los fiscales.

5.3.5.- Plazo para pronunciar las resoluciones

Como en el nuevo sistema procedimental se contemplan varias AUDIENCIAS JUDICIALES


y allí también deben adoptarse decisiones, la ley debió distinguir con respecto a la oportunidad en que deben
pronunciarse las resoluciones.

El artículo 38 del CPP establece que las cuestiones debatidas en una audiencia "deberán ser
resueltas en ella".

En cuanto a las presentaciones escritas, efectuadas fuera de audiencia, dicha norma prescribe
que ellas deberán ser resueltas por el tribunal "antes de las veinticuatro horas siguientes a su recepción".

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Respecto del TJOP existen normas especiales de plazo para dictar la deliberación o veredicto
y la sentencia definitiva en los artículos 343 y 344 del CPP. Para la primera habrá un plazo máximo de 24 horas,
dependiendo si el debate duró dos o más días y para la última, el plazo ordinario fatal es de 5 días, pudiendo
aumentarse, dado el número de días que duró el juicio.

5.3.6.- Prohibición de delegar funciones judiciales

El artículo 35 del CPP contiene una importante norma que tiende a dar cumplimiento al
principio de la inmediatez al prescribir que la DELEGACIÓN DE FUNCIONES en empleados subalternos para
realizar actuaciones en que las leyes requirieren la intervención del juez ''producirá la nulidad de las mismas".

5.4.- Los Registros

El proceso o expediente a que se refiere el Art.29 del Código de Procedimiento Civil,


constitutivo de los escritos, documentos y actuaciones de toda especie que se presenten o verifiquen en el
juicio, agregados MATERIAL Y SUCESIVAMENTE según el orden de su presentación, NO tiene cabida en un
procedimiento ORAL. En lugar de ello existen los REGISTROS de actuaciones judiciales reglamentados en los
Arts.39 a 44 del Código Procesal Penal.

El Art.39 dispone que de las actuaciones realizadas por o ante el juez de garantía y el tribunal
de juicio oral en lo penal deberá levantarse un REGISTRO el que se efectuará por cualquier medio APTO para
producir fe, que permita garantizar la conservación y reproducción de su contenido. La formación de los
registros es de responsabilidad de los Jefes de la Unidad Administrativa encargada de la Administración de
causas de los juzgados de garantía y de los tribunales de juicio oral en lo penal, respectivamente, de acuerdo
con lo que dispone el actual Art.25 N°4° del Código Orgánico de Tribunales.

Artículo 39.- Reglas generales. De las actuaciones realizadas por o ante el juez de garantía, el tribunal de juicio oral en
lo penal, las Cortes de Apelaciones y la Corte Suprema se levantará un registro en la forma señalada en este párrafo. En
todo caso, las sentencias y demás resoluciones que pronunciare el tribunal serán registradas en su integridad.
El registro se efectuará por cualquier medio apto para producir fe, que permita garantizar la conservación y la
reproducción de su contenido.

Artículo 41.- Registro de actuaciones ante los tribunales con competencia en materia penal. Las audiencias ante
los jueces con competencia en materia penal se registrarán en forma íntegra por cualquier medio que asegure su fidelidad,
tal como audio digital, video u otro soporte tecnológico equivalente.

Artículo 42.- Valor del registro del juicio oral. El registro del juicio oral demostrará el modo en que se hubiere
desarrollado la audiencia, la observancia de las formalidades previstas para ella, las personas que hubieren intervenido y
los actos que se hubieren llevado a cabo. Lo anterior es sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 359, en lo que
corresponda.
La omisión de formalidades del registro sólo lo privará de valor cuando ellas no pudieren ser suplidas con certeza
sobre la base de otros elementos contenido en el mismo o de otros antecedentes confiables que dieren testimonio de lo
ocurrido en la audiencia.

Artículo 43.- Conservación de los registros. Mientras dure la investigación o el respectivo proceso, la conservación de
los registros estará a cargo del juzgado de garantía y del tribunal de juicio oral en lo penal respectivo, de conformidad a lo
previsto en el Código Orgánico de Tribunales.
Cuando, por cualquier causa, se viere dañado el soporte material del registro afectando su contenido, el tribunal
ordenará reemplazarlo en todo o parte por una copia fiel, que obtendrá de quien la tuviere, si no dispusiere de ella
directamente.
Si no existiere copia fiel, las resoluciones se dictarán nuevamente, para lo cual el tribunal reunirá los
antecedentes que le permitan fundamentar su preexistencia y contenido, y las actuaciones se repetirán con las
formalidades previstas para cada caso. En todo caso, no será necesario volver a dictar las resoluciones o repetir las
actuaciones que sean el antecedente de resoluciones conocidas o en etapa de cumplimiento o ejecución.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 160


Debe señalarse que también existen registros del Ministerio Público y de la Policía. De los
primeros trata el Art.227 y de los segundos, el Art.228, ambos del CPP.

5.5.- Las Costas

Toda resolución que pusiere término a la causa o decidiere un incidente deberá


pronunciarse sobre el pago de las costas del procedimiento. Las costas comprenden tanto las personales
como las procesales.

Para precisar el concepto de unas y otras deberemos consultar el Art.139 del CPC, en virtud
de la norma remisoria del Art.52 del CPP.

El artículo 47 del CPP sienta la regla general al disponer que las costas serán de cargo del
condenado.

Asimismo, la víctima que abandonare la acción civil soportará las costas que hubiere causado
su intervención en el procedimiento, al igual que el querellante que abandonare la querella.

El artículo 47 citado, añade que no obstante lo expresado anteriormente, el tribunal podrá


eximir total o parcialmente del pago de las costas a quien debiere soportarlas, por razones fundadas que
expresará en su resolución.

El artículo 48 del CPP establece que cuando el imputado fuere absuelto o sobreseído
definitivamente, el ministerio público será condenado en costas, a menos que hubiere formulado la
acusación en cumplimiento de la orden judicial en el caso contemplado en el Art.462 que se refiere al sujeto
que se encuentra en la situación prevista en el Artículo 10 N°1 del Código Penal. Se trata de una regla que no
admite otra excepción que la indicada.

La misma norma añade que cuando el imputado fuere absuelto o sobreseído


definitivamente el querellante será también condenado al pago de las costas, salvo que el tribunal lo
eximiere, total o parcialmente, por razones que consignará.

Cuando los intervinientes condenados al pago de las costas fueren varios, el tribunal fijará la
parte o proporción que corresponda soportar a cada uno de ellos.

El artículo 50 del CPP establece que se encuentran PERSONALMENTE exentos del pago de
las costas los fiscales, los abogados y los mandatarios de los intervinientes, a menos que revelen un notorio
desconocimiento del derecho o incurrieren en grave negligencia en el desempeño de sus funciones, eventos
en que se les podrá imponer, por resolución fundada, el pago total o parcial de las costas causadas.

Esta norma es más beneficiosa para los abogados y procuradores judiciales que la que se
contiene en el Art.28 del Código de Procedimiento Civil, puesto que aquella obliga a los procuradores
judiciales a responder PERSONALMENTE del pago de todas las costas procesales generadas durante el
ejercicio de sus funciones que sean de cargo de sus mandantes, sin perjuicio de la responsabilidad de éstos.

5.6.- Las Normas comunes a todo procedimiento del CPC como


supletorias

A esta materia se refiere el artículo 52 del CPP en los siguientes términos:

Artículo 52.- Aplicación de normas comunes a todo procedimiento. Serán aplicables al procedimiento penal, en
cuanto no se opusieren a lo estatuido en este Código o en leyes especiales, las normas comunes a todo procedimiento
contempladas en el Libro I del Código de Procedimiento Civil.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 161


6. Sobre el derecho a un castigo justo en la Doctrina Social de la Iglesia
(cf. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia 402-405).

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 162


CAPÍTULO II. LA ACCIÓN

1.- La acción penal

1.1.- Clases de acción penal

De todo hecho punible nace una acción penal para su persecución procesal, acción que será
pública o privada de acuerdo al régimen de persecución penal al que esté sometido el hecho de que se trata”.

Según la profesora María Inés Horvitz Lennon la acción penal expresa una pretensión al
esclarecimiento de un hecho que constituye prima facie un delito y a la determinación de su autor, para la
imposición de una pena a quien la sentencia declare responsable del mismo.

Como la responsabilidad penal es personal, tratándose de personas jurídicas, sólo responden


de los hechos punibles las personas físicas que efectivamente los hubieren realizado.

El Código divide la acción penal en acción penal pública propiamente tal, acción penal
pública previa instancia particular y acción penal privada.

Respecto de los delitos cometidos contra menores de edad, cualquiera sea su naturaleza,
según la distinción anterior, la ley concede siempre acción penal pública.

En general, los delitos de acción penal pública darán origen al procedimiento ordinario por
crimen o simple delito. Por excepción, podrá aplicarse el procedimiento especial abreviado. Las faltas y,
excepcionalmente, los simples delitos de acción penal pública darán origen a los procedimientos simplificado o
monitorio.

1.2.- La acción penal pública

La acción penal es pública cuando el delito de que se trate puede ser perseguido de oficio por
el Ministerio Público, sin perjuicio que pueda ser ejercida, además, por las personas que determine la ley. Lo
anterior guarda relación con la disposición contenida en el artículo 80 A inciso 2° de la CPR que confiere a la
víctima y demás personas que determine la ley un derecho constitucional al ejercicio de la acción penal.

La regla general es que los delitos sean de acción penal pública.

1.3.- La acción penal pública previa instancia particular

El CPP establece que en los delitos de acción penal pública previa instancia particular no
puede procederse de oficio sin que, a lo menos, el ofendido por el delito o a quien la ley confiera la facultad de
actuar por él, hubiere denunciado el hecho a la justicia, al ministerio público o a la policía. Efectuada la
denuncia exigida por la ley, el procedimiento se tramitará conforme a las reglas generales relativas a los delitos
de acción pública.

Los delitos de acción penal pública previa instancia particular son los siguientes:

a.- Las lesiones previstas en los artículos 399 y 494 N° 5 del Código Penal.

b.- La violación de domicilio.

c.- La violación de secretos prevista en los artículos 231 y 247 inciso 2° del Código Penal.

d.- Las amenazas previstas en los artículos 296 y 297 del Código Penal.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 163


e.- Los previstos en la Ley N° 19.039, que establece normas aplicables a los privilegios
industriales y protección de los derechos de propiedad industrial.

f.- La comunicación fraudulenta de secretos de la fábrica en que el imputado hubiere


estado o estuviere empleado, y

g.- Los que otras leyes señalaren en forma expresa.

Además del ofendido por el delito, pueden denunciar las personas a quienes el Código
reconoce la calidad de víctima, cuando la misma no pueda ejercer sus derechos en el proceso, en la forma
establecida en la ley. Si el ofendido se encuentra imposibilitado de realizar libremente la denuncia, o cuando
quienes pueden formularla por él se encuentren imposibilitados de hacerlo o aparezcan implicados en el
delito, el Ministerio Público podrá proceder de oficio.

1.4.- La acción penal privada

Este régimen de persecución excluye el ejercicio de la acción penal por otra persona que no
sea la víctima. En estos casos, existe un interés privado preponderante que impide la intervención del órgano
oficial.

Los delitos de acción penal privada que señala el CPP son los siguientes:

a.- La calumnia y la injuria.

b.- La falta prevista en el N° 11 del artículo 496 del Código Penal.

c.- La provocación al duelo y el denuesto o el descrédito público por no haberlo aceptado,


y

d.- El matrimonio del menor llevado a efecto sin el consentimiento de las personas
designadas por la ley y celebrado de acuerdo con el funcionario llamado a autorizarlo.

A esta lista debemos agregar los delitos previstos y sancionados en el artículo 22 de la Ley
sobre Cuentas Corrientes Bancarias y Cheques que deriven del giro del cheque efectuado por un librador que
no cuente de antemano con fondos o créditos disponibles suficientes en su cuenta corriente, que hubiere
retirado los fondos disponibles después de expedido el cheque o hubiere girado sobre cuenta corriente
cerrada.

El delito de giro doloso de cheques, en virtud de la Ley N° 19.806 de 31 de mayo de 2002,


sobre normas Adecuatorias del sistema legal chileno a la Reforma Procesal Penal, puede ser tanto un delito de
acción pública como uno de acción privada, dependiendo de la causal de protesto. Si la causal de protesto es
falta de fondos o cuenta cerrada, el delito confiere acción penal privada al tenedor del cheque protestado por
dichas causales. 83

El afectado debe querellarse para poner en movimiento la actividad jurisdiccional del


Estado, no interviene en este procedimiento el ministerio público y se rige por las normas contenidas en los
artículos 400 a 405 del CPP, más la remisión que efectúa el último de los artículos mencionados a las normas
del procedimiento simplificado, en lo no previsto.

83
PINO CISTERNAS, Adolfo; “Acciones Civiles en el Nuevo Proceso Penal”, Editorial Librotecnia, 1° edición, año 2005, pág. 56.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 164


Pública propiamente tal
Pública
Acción Penal Previa instancia particular
Privada

1.5.- Renuncia de la acción penal y sus efectos

La acción penal pública no se extingue por la renuncia de la persona ofendida. La renuncia


sólo produce ciertos efectos procesales, en los delitos que pueden perseguirse de oficio, cuando la víctima ha
deducido querella. En efecto la ley regula el desistimiento y el abandono de la querella, formas que podría
adoptar la renuncia a la persecución penal por parte de la víctima y que produce efectos procesales sólo
respecto de su intervención como querellante en el procedimiento penal.

Tratándose de delitos de acción penal pública previa instancia particular, la renuncia de la


víctima a denunciarlo produce la extinción de la acción penal. Sin embargo, el efecto señalado sólo puede
producirlo la renuncia expresa. La inexistencia de una denuncia o querella del ofendido sólo podría
determinar la extinción de la acción una vez transcurrido el correspondiente plazo de prescripción.

En el caso de los delitos de acción penal privada la víctima puede renunciar a su persecución
de modo expreso o tácito. Interpuesta la querella, la víctima puede aún desistirse o abandonar la acción.
Producida la renuncia expresa, el desistimiento o el abandono de la querella se extingue la acción penal
privada. Sin embargo la ley establece una excepción al efecto general del desistimiento en los delitos de acción
penal privada. En efecto, una vez iniciado el juicio no se dará lugar al desistimiento si el querellado se opone al
mismo.

El desistimiento de la querella obliga al querellante al pago de las costas, salvo que el


desistimiento obedezca a un acuerdo con el querellado.

La ley presume la renuncia del ofendido a la acción penal privada, cuando sólo ejerce la
acción civil.

1.6.- Formas de inicio del procedimiento

Para determinar las formas probables de inicio de la persecución penal, debemos precisar
previamente de la naturaleza de la acción penal de que se trata.

Si nos encontramos frente a un hecho punible que otorga acción penal pública, el
procedimiento podrá iniciarse por querella, por denuncia o de oficio por el Ministerio Público cuando el
suceso haya llegado a su conocimiento. Cualquiera sea la forma de inicio y el lugar en que se verifique, es este
organismo autónomo quien debe recibir en definitiva los antecedentes para definir el curso a seguir, de
acuerdo a sus facultades.

Si se trata de un hecho punible que otorga acción penal pública previa instancia particular, el
Ministerio Público no puede proceder de oficio sin que, a lo menos, el ofendido por el delito hubiere
denunciado el suceso a los tribunales, a la propia fiscalía o a la policía. Recordemos, no obstante, que a falta
del ofendido por el delito, pueden denunciar el hecho las personas indicadas en el artículo 108 del CPP y si la
víctima se encontrara imposibilitada de realizar libremente la denuncia, o cuando quienes pueden formularla
por él se encuentran imposibilitados o implicados en el hecho, puede excepcionalmente, el Ministerio Público
proceder de oficio. Iniciado el procedimiento de cualquiera de estas formas continuará tramitándose de
acuerdo con las reglas generales relativas a los delitos de acción pública.

Por último, si estamos en presencia de un delito que sólo otorga acción privada, el
procedimiento sólo puede iniciarse por querella.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 165


1.6.1.- La denuncia

1.6.1.1.- Concepto

Es el acto mediante el cual una persona pone en conocimiento de las autoridades que señala
la ley un hecho que puede revestir el carácter de delito, además, en cuanto le constare, las circunstancias del
suceso y el nombre o datos que permitan identificar al presunto responsable y a las personas que lo hubieren
presenciado o tuvieren noticia de él.

El denunciante no es un interviniente del procedimiento penal y sólo adquiere la


responsabilidad que le corresponda por delito cometido por medio de la denuncia o con ocasión de ella.

1.6.1.2.- Autoridades que deben recibir las denuncias

La denuncia puede efectuarse directamente ante el Ministerio Público, destinatario natural y


final de toda noticia criminis. También pueden recibirla las policías, Gendarmería de Chile en los casos de
delitos cometidos en recintos penitenciarios, o ante cualquier tribunal con competencia criminal.

1.6.1.3.- Forma y contenido de la denuncia

Cualquier medio es idóneo para denunciar debiendo, en todo caso, identificarse al


denunciante. Si la denuncia es verbal debe levantarse un registro en presencia del denunciante quien lo
firmará junto con el funcionario que la recibe. Si es escrita debe ser firmada por quien la presenta y si no
pudiere hacerlo lo hará un tercero a su ruego.

La denuncia debe contener, en cuanto le constare al denunciante, las circunstancias del


suceso y el nombre o datos que permitan identificar al presunto responsable del hecho punible y a las personas
que lo hubieren presenciado o tuvieren noticia de él.

1.6.1.4.- Obligación de denunciar

En términos generales la denuncia es una facultad discrecional de las personas, sin embargo,
aquellas señaladas en el artículo 175 del CPP, en razón de la naturaleza de sus cargos o actividades, están
obligados a dar cuenta oportunamente de los hechos allí señalados y si omiten hacerlo incurren en la pena
prevista en el artículo 494 del Código Penal, o en la señalada en disposiciones especiales. No será aplicable la
sanción referida a quien arriesgaba la persecución penal propia, del cónyuge, de su conviviente o de sus
ascendientes, descendientes o hermanos.

En razón de la posición que ocupan estas personas tienen deberes especiales de protección
respecto de ciertos bienes sociales relevantes, son por ende, garantes de los mismos. Por ello la infracción del
mandato de denuncia es constitutiva de un delito falta de omisión.

1.6.1.5.- La auto denuncia

El artículo 179 del CPP contempla una institución especial denominada auto denuncia, en
cuya virtud la persona imputada por otro de haber participado en la comisión de un hecho ilícito, tiene el
derecho de concurrir ante el Ministerio Público y solicitar se investigue tal imputación. Si el fiscal respectivo se
negare a proceder, la persona afectada podrá recurrir ante las autoridades superiores del Ministerio Público a
efecto de que revisen tal decisión.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 166


1.7.- La querella

1.7.1- Concepto

Es un acto jurídico procesal mediante el cual la víctima de un hecho punible o las demás
personas o instituciones expresamente facultadas por la ley ponen en conocimiento de la autoridad
competente la existencia de un hecho que puede revestir los caracteres de un delito.

Si el querellante es una persona o institución distinta a la víctima adquiere la calidad


procesal de interviniente con todos los derechos que ello conlleva.

1.7.2.- El querellante

El nuevo sistema de justicia penal restringe notablemente la figura del querellante, en


relación a lo que acontecía en el modelo preexistente. Ello obedece, fundamentalmente, al establecimiento del
Ministerio Público como ente estatal autónomo que representa los intereses generales en la persecución penal.

Como regla general, la querella sólo puede ser interpuesta por la víctima, por el
representante legal de la víctima o el heredero testamentario de la víctima.

En sentido estricto la víctima es el ofendido por el delito, sin embargo en aquellos delitos
cuya consecuencia es la muerte del ofendido y en los casos en que éste no pueda ejercer sus derechos, se
considera víctima a las personas indicadas en el artículo 108 del CPP y en ese orden de prelación.

Excepcionalmente la ley permite que otras personas o instituciones se querellen. Así toda
persona capaz de parecer en juicio puede hacerlo en las situaciones señaladas en los incisos 2° y 3° del artículo
111 del CPP. Por último, algunos órganos del Estado están autorizados para querellarse tratándose de delitos
relacionados con su actividad fiscalizadora, así ocurre por ejemplo con el Servicio de Impuestos Internos y el
Servicio de Aduanas, también el Consejo de Defensa del Estado puede hacerlo en los casos que determina su
Ley Orgánica; el Ministro del Interior, Intendentes Regionales, Gobernadores Provinciales y Comandantes de
Guarnición pueden ser querellantes en delitos calificados de terroristas. En todos estos casos se les otorga los
mismos derechos que a la víctima.

Si bien el concepto tradicional de víctima se identifica con la idea de persona que sufre el
daño directo que produce el delito, observamos la incorporación progresiva de un concepto de víctima en un
sentido colectivo, relativo al conjunto de personas que pueden verse afectadas o son perjudicadas en sus
intereses o bienes sociales por la comisión de un delito.

Lo anterior es concordante con el surgimiento de bienes jurídicos colectivos, esto es bienes e


intereses que dicen relación con el funcionamiento del sistema social, o que están al servicio de los bienes que
conforman la base de existencia del mismo, por ejemplo la salud pública, la seguridad social o colectiva, la
seguridad del tráfico económico y financiero.

En el nuevo sistema observamos que la acción popular se encuentra prácticamente abolida,


limitándola a casos en que se ven afectados intereses colectivos o difusos. El CPP habla de “intereses sociales
relevantes o de la colectividad en su conjunto” o respecto de delitos de gran trascendencia pública como los
“delitos terroristas, o delitos cometidos por un funcionario público que afectaren derechos de las personas
garantizados por la Constitución o contra la probidad pública”.

De las normas del CPP podemos constatar la existencia de dos tipos de querellantes:

a.- El querellante conjunto adhesivo (querellante particular), contemplado para los delitos
de acción penal pública como colaborador y control externo del Ministerio Público, con posibilidades de
forzar la acusación. Este querellante puede intervenir activamente en el procedimiento, adherir a la

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 167


acusación del Fiscal o presentar una particular, ofrecer y presentar pruebas en el juicio e interponer
recursos.

b.- El querellante privado, que tiene el carácter de acusador exclusivo y excluyente en los
delitos de acción penal privada. Este querellante tiene la carga de la persecución penal, pues en este tipo de
delitos, como ya se dijo, no interviene el Ministerio Público.

1.7.3.- Presentación de la querella

En primer lugar, en cuanto a la oportunidad, debemos distinguir la situación de la querella


presentada para incoar un procedimiento por delito de acción privada o un delito de acción penal pública. En
la primera hipótesis la oportunidad para interponer una querella criminal está dada por el plazo de la
prescripción de la acción penal, dependiendo exclusivamente de la voluntad de la víctima. En el segundo caso,
en cambio, la querella criminal sólo puede interponerse por las personas autorizadas legalmente durante la
instrucción, desde el inicio del procedimiento y hasta el cierre de la investigación. De inmediato debemos
advertir que el cierre de la investigación constituye una actuación administrativa del Ministerio Público que
depende de la voluntad del fiscal a cargo.

La querella debe presentarse por escrito ante el juez de garantía competente, quien analizará
su admisibilidad a la luz de los requisitos establecidos en el artículo 113 del CPP.

Si el Juez la declara admisible, la resolución es inapelable y la querella debe ser remitida al


Ministerio Público.

Si el Juez no la admite a tramitación, fundado en alguno de los motivos contemplados en el


artículo 114 del CPP, la resolución es apelable en el solo efecto devolutivo. En este caso la querella no será
remitida al Ministerio Público, a menos que, por tratarse de delitos de acción penal pública o previa instancia
particular y la declaración de inadmisibilidad se funde en su presentación extemporánea o en la omisión de
subsanar defectos oportunamente, en cuyo caso el juez debe ponerla igual en conocimiento del Ministerio
Público para ser tenida como denuncia.

1.7.4.- Prohibición de querella

No pueden querellarse entre sí, sea por delitos de acción pública o privada:

a) Los cónyuges, a no ser por delito que uno hubiere cometido contra el otro o contra sus
hijos, o por el delito de bigamia, y

b) Los consanguíneos en toda la línea recta, los colaterales y los afines hasta el segundo
grado, a no ser por delitos cometidos por unos contra los otros, o contra su cónyuge o hijos.

1.7.5.- Desistimiento de la querella

El querellante puede desistirse de su querella en cualquier momento del procedimiento, en


cuyo caso tomará a su cargo las costas propias y quedará sujeto a la decisión general sobre costas que dictare el
tribunal al finalizar el procedimiento.

A menos que el querellado acepte expresamente el desistimiento, queda a salvo su derecho


para ejercer, a su vez, la acción penal o civil por querella o acusación calumniosa y a demandar los perjuicios
que le hubiere causado en su persona o bienes y las costas.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 168


1.7.6.- Abandono de la querella

Se trata de una sanción procesal impuesta por el tribunal al querellante, de oficio o a petición
de cualquiera de los intervinientes, en situaciones objetivas que demuestran negligencia o falta de interés de su
parte, impidiéndole ejercer en lo sucesivo los derechos que el CPP le confería.

Procede en los siguientes casos:

a) Cuando no adhiriere a la acusación fiscal o no acusare particularmente en la


oportunidad correspondiente;

b) Cuando no asistiere a la audiencia de preparación del juicio oral sin causa debidamente
justificada, y
c) Cuando no concurriere a la audiencia del juicio oral o se ausentare de ella sin
autorización del tribunal.

La resolución que declara el abandono de la querella es apelable en el solo efecto devolutivo.


En cambio, la que niega lugar al abandono es inapelable.

2. La acción civil en el proceso penal 84

Los artículos 59 a 68 del Código Procesal Penal, se encargan de las acciones civiles.

Podemos decir a priori que el legislador de este cuerpo legal no mira con buenos ojos la
interposición de acciones civiles, que de una u otra manera puedan perturbar el objeto central de la acción
penal entablada.

La verdad que lo sostenido no es muy nuevo si apreciamos el artículo 5° del Código de


Procedimiento Penal, que ya señalaba la facultad del ejercicio separado en sede civil de la acción respectiva
tendiente a perseguir las responsabilidades civiles provenientes del hecho punible, salvo la restitutoria, que
debía ser entablada en sede penal.

Por otra parte, el artículo 10 del mismo Código Procedimental disponía que en el proceso
penal podía deducirse también, las acciones civiles tendientes a reparar los efectos civiles del hecho punible,
como son, entre otras, las que persigan la restitución de la cosa o su valor, o la indemnización de los perjuicios
causados.

Como bien dice el profesor Guillermo Ruiz Pulido 85 “En un sentido estricto, la acción civil en el
campo procesal penal es un elemento impropio que perturba el libre desarrollo institucional, funcional y orgánico de la
acción penal; y que contamina valores del más alto interés con otros – importantes también -, pero que corresponden a
factores patrimoniales o extra patrimoniales de inferior jerarquía, en relación con la libertad y la vida, que son los bienes
jurídicos expuestos y comprometidos en un proceso penal”.

El mensaje del Código en estas materias es más bien lacónico, expresando solamente: 86 “Se
mantiene la posibilidad de la demanda civil en el procedimiento criminal con algunas innovaciones destinadas a favorecer
la posición de los afectados por los resultados del delito”.

Sabemos que la comisión de un ilícito siempre importará el acaecimiento de un daño, para el


sujeto pasivo del mismo o de sus familiares más directos.

84
HERMOSILLA IRIARTE, Francisco y AGUILAR BREVIS, Alejandro; “Procedimientos Especiales en el Nuevo Proceso Penal”,
Editorial Librotecnia, 2° edición, año 2004, págs. 47 y siguientes.
85
RUIZ PULIDO, Guillermo; artículo: “La Acción Civil en el Nuevo Proceso Penal”, en pág.1 www.cde.cl
86
Mensaje del Código Procesal Penal

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 169


2.1.- Tipos de acciones civiles

Según el citado profesor Ruiz Pulido, 87 en el antiguo Código de Procedimiento Penal se


distinguían varias acciones civiles distintas, sin embargo, ahora nos referiremos a tres de ellas, que en mi
opinión son las más importantes por su concurrencia:

A.- Las restitutorias, que comprenden la que pretenden obtener o bien la cosa misma, o su
valor;

B.- Las reparatorias, que persiguen el cumplimiento de prestaciones civiles particulares,


distintas de las indemnizatorias generales, como por ejemplo las que nacen para resarcir a las víctimas de
determinados delitos sexuales; 88 y

C.- Las indemnizatorias, aquí caben las acciones civiles referidas al daño patrimonial (daño
emergente y lucro cesante) y al extrapatrimonial (daño moral), aplicándose en esta parte los artículos 2314 y
siguientes del Código Civil;

2.2.- La acción civil restitutoria en el CPP

El artículo 58 del CPP, ya nos da un principio general: “La acción civil que tuviere por objeto
únicamente la restitución de la cosa, deberá interponerse siempre durante el respectivo procedimiento penal, de
conformidad a lo previsto en el artículo 189”.

La primera diferencia con el sistema de antaño, se refiere a que hoy sólo se permite pedir la
restitución de la cosa, más no de su valor y el procedimiento para aquello es el siguiente:

87
RUIZ PULIDO, Guillermo; Ob.Cit., pág.2
88
Véase artículo 370 del CP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 170


El Código Procesal Penal 89 señala que se entablan verdaderas reclamaciones o tercerías por
parte del dueño o poseedor de una especie, ante el Juez de Garantía, quien se limitará a declarar el derecho del
reclamante sobre dichos objetos.

A nuestro entender, el actor civil, por así señalarlo actúa como un verdadero tercerista de
dominio o de posesión, similar a quien alega dichas tercerías en el juicio ejecutivo. 90

Estimo, sin embargo, que no puede regularse su tramitación conforme a las normas de las
tercerías que da el Código a raíz del juicio ejecutivo, sino que su tramitación debe ser la incidental, de
conformidad a las normas que la regulan en los artículos 82 y siguientes del Código de Procedimiento Civil,
esto, por aplicación del artículo 52 del CPP, que ordena aplicar supletoriamente, en todo lo no previsto en este
Código, las normas comunes a todo procedimiento del Libro I del Código de Procedimiento Civil.

Tales acciones civiles meramente restitutorias “de la cosa”, no comprenden la devolución de


toda cosa, así el artículo 189 del CPP señala: “……no se extenderán a las cosas hurtadas, robadas o estafadas, las
cuales se entregarán a su dueño en cualquier estado del procedimiento, una vez comprobado su dominio por cualquier
medio y establecido su valor”.

En resumen, se permite entablar ante el Juez de Garantía sólo una acción civil restitutoria,
respecto de la cosa, más no de su valor, pues en tal caso deberá recurrirse a un tribunal con competencia civil y
no será necesario entablar dicha acción restitutoria de la cosa ante el Juez de Garantía respectivo, cuando se
trate de obtener la restitución de cosas sustraídas en delitos de robo y hurto o bien, las estafadas; en estos
últimos casos, sin embargo, igual hay que acreditar el dominio de dichas especies, las que podrán ser
devueltas a quien acredite ser dueño (o poseedor), dejándose constancia de su existencia en el procedimiento
mediante fotografías u otros medios que resultaren convenientes, con el objeto de poder ser utilizadas
posteriormente al momento de fallar, ya sea en procedimientos abreviados, simplificados, monitorios o juicios
orales.

89
Véase el artículo 189 del CPP
90
Véase artículo 518 del CPC

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 171


2.3.- La acción civil reparatoria e indemnizatoria en el CPP

Tratándose de las acciones civiles reparatorias o indemnizatorias generales (daño emergente,


lucro cesante y daño moral), el interesado debe interponer acción civil especial, la que se tramitará conforme a
la regla general del inciso segundo del artículo 59 del CPP, esto es, “…..durante la tramitación del procedimiento
penal la víctima podrá deducir respecto del imputado, con arreglo a las prescripciones de este Código, todas las restantes
acciones que tuvieren por objeto perseguir las responsabilidades civiles derivadas del hecho punible. La víctima podrá
también ejercer esas acciones civiles ante el tribunal civil correspondiente…”

Lo primero que hay que tener presente de dichas acciones civiles, es que en el Código
Procesal Penal, hay un único demandante civil – LA VÍCTIMA- y un único posible demandado civil, que es –
EL IMPUTADO - .

Esto quiere decir, que si se quieren deducir acciones civiles, por ejemplo, en contra del
tercero civilmente responsable, deben ejercerse únicamente en sede civil.

Lo mismo, si van a ser ejercidas por quienes hoy en día no son víctimas o no se respeta el
orden de prelación de quienes se consideran víctimas, tal demanda podrá ser desestimada por el juez de
garantía y sólo cabrá interponerlas en sede civil por parte de los interesados.

Lo establecido en los dos párrafos anteriores es lo que señala el inciso tercero del artículo 59
del CPP.

También, admitida que sea la interposición de la demanda civil en el Juzgado de Garantía,


ella no se podrá deducir nuevamente ante un tribunal civil.

2.4.- La víctima y su acción civil

El demandante civil en el procedimiento penal, es hoy en día la víctima, definiéndose aquella


en el artículo 108 del CPP, en los siguientes términos: “…se considerará víctima al ofendido por el delito”; y en los
delitos cuya consecuencia fuere la muerte del ofendido y en los casos en que aquél no pudiere ejercer dichos

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 172


derechos, se considerará víctima a las personas que se nombran en los literales desde la a) hasta la e) 91 ,
enumeración que da el Código no de manera aleatoria, sino que estableciendo un orden de prelación entre los
individuos de cada uno de los literales, de manera que, la intervención de una o más personas pertenecientes a
una categoría excluye a las comprendidas en las categorías siguientes.

Como víctima, uno de los derechos que este Código le establece, es precisamente el de
“ejercer contra el imputado acciones tendientes a perseguir las responsabilidades civiles provenientes del hecho punible”. 92

Tal derecho, es decir, el de ejercer la acción civil indemnizatoria lo tiene la víctima en dos
fases:

A modo preparatorio de una futura acción civil, según lo dispone el artículo 61 del CPP, sólo
después que el Ministerio Público haya formalizado la investigación en contra de algún imputado, cuando por
ejemplo, le solicite al fiscal de la investigación, la práctica de una o más diligencias encaminadas a establecer
los hechos que serán objeto de su demanda, según reza el citado artículo, aplicándose en tal caso las
disposiciones de los artículos 183 y 184 del CPP;

Artículo 61. Preparación de la demanda civil. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo anterior, con posterioridad a
la formalización de la investigación la víctima podrá preparar la demanda civil solicitando la práctica de diligencias que
considerare necesarias para esclarecer los hechos que serán objeto de su demanda, aplicándose, en tal caso, lo establecido en
los artículos 183 y 184.

91
El Artículo 108 CPP, menciona en orden de prelación al: a) cónyuge e hijos; b) ascendientes; c) conviviente; d) hermanos y e)
adoptado o adoptante.
92
Véase el artículo 109 letra c) del CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 173


Asimismo, se podrá cautelar la demanda civil, solicitando alguna de las medidas previstas en el artículo 157.
La preparación de la demanda civil interrumpe la prescripción. No obstante, si no se dedujere demanda en la
oportunidad prevista en el artículo precedente, la prescripción se considerará como no interrumpida.

Presentando derechamente la demanda civil, ante el juez de garantía en la oportunidad


establecida en el artículo 261 del CPP, esto es, deduciéndola por escrito hasta 15 días antes de la fecha fijada
para la realización de la audiencia de preparación del juicio oral.

Cabe advertir que no basta ser una simple víctima (con rol pasivo en el proceso), sino que
hay que ser, además QUERELLANTE (rol activo en lo penal) para deducir la demanda civil, pues de la lectura
de los artículos 60, 261 y 273 del CPP, 93 aparece de manifiesto que hay que tener no sólo la calidad de
interviniente como víctima, sino que además ser querellante; es decir, ser un doble interviniente en los
términos del artículo 12 del CPP.

2.5.- La acción civil y la petición de medidas cautelares reales

Lógicamente la víctima podrá intentar asegurar el contenido de su futura acción civil,


solicitando durante la etapa de investigación que se decreten una o más de las medidas precautorias
autorizadas en el Título V del Libro II del Código de Procedimiento Civil, esto es, las cuatro medidas
nombradas en el artículo 290 del Código Procedimental señalado: a) el secuestro de la cosa objeto de la
demanda; b) el nombramiento de interventor; c) la retención de bienes determinados y d) la prohibición de
celebrar actos o contratos sobre bienes determinados.

Estas medidas, que el CPP trata como cautelares, en los artículos 157 y 158 del referido texto
legal, sólo las puede pedir la víctima y el Ministerio Público, esto último merece algún comentario.

El título VI del Libro I del CPP, trata como dijimos las medidas cautelares reales, habiendo
tratado, en el título V las medidas cautelares personales, refiriéndose a la citación, la detención, la prisión

93
Véase artículos 60, 261 y 273 del CPP: “…la demanda civil del querellante deberá deducirse..”; “…Hasta 15 días antes….el
querellante, por escrito podrá…c) deducir demanda civil cuando procediere; y…”El juez deberá llamar al querellante y al imputado a
conciliación sobre las acciones civiles…”

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 174


preventiva y otras medidas cautelares personales, como dando a entender que las cautelares reales son otras
de las medidas de que puede disponer el Ministerio Público, ya no para asegurar a la persona del imputado,
sino que para asegurar sus bienes, cautelando de dicha forma la demanda civil.

Sin embargo, lo lógico será que la víctima sea quien incoe por dichas medidas, si decide
hacerlo, lo deberá hacer por escrito y ante el juez de garantía y sólo una vez que el ministerio público haya
formalizado en contra de algún imputado. Esto último aparece de manifiesto de la lectura de los incisos
primero y segundo del artículo 61 del CPP.

El artículo 157 del CPP, a su vez, establece una excepción a la regla general de los artículos
299 y 280 del CPC, en orden a que el plazo para presentar la demanda civil se amplía hasta la oportunidad
prevista en el artículo 60 del CPP, esto es, la demanda civil del querellante deberá deducirse conjuntamente
con su escrito de adhesión o acusación.

La tramitación que se da a la solicitud de medidas cautelares reales, se substancian y rigen


por las normas del Título IV del Libro II del CPC, esto es, como las medidas prejudiciales.

Por último, la otra oportunidad que tiene el actor civil para pedir que se decrete alguna de
las medidas cautelares reales es la de la presentación de la demanda civil, allí también podrá solicitarlas al juez
de garantía.

Las resoluciones de los jueces de garantía que decreten o nieguen las referidas medidas
cautelares reales son apelables, dentro del plazo referido en el artículo 366 del CPP, esto es, dentro de los cinco
días siguientes a la notificación de la resolución impugnada.

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2.6.- El desistimiento y abandono de la acción civil

El artículo 64 del CPP señala que la víctima podrá desistirse de su acción en cualquier estado
del procedimiento. Esta misma norma agrega una sanción para el actor que no compareciere, sin justificación,
a la audiencia de preparación del juicio oral o a la del juicio oral, que se llama abandono.

Artículo 64. Desistimiento y abandono. La víctima podrá desistirse de su acción en cualquier estado del
procedimiento.
Se considerará abandonada la acción civil interpuesta en el procedimiento penal, cuando la víctima no
compareciere, sin justificación, a la audiencia de preparación del juicio oral o a la audiencia del juicio oral.

2.7.- Efectos de la extinción de la acción civil en lo penal

En cuanto a los efectos de la extinción de la acción civil el CPP en el artículo 65 señala que
extinguida que sea la acción civil, no se entenderá extinguida la acción penal por ese solo hecho.

Artículo 65. Efectos de la extinción de la acción civil. Extinguida la acción civil no se entenderá extinguida la acción
penal para la persecución del hecho punible.

2.8.- El ejercicio exclusivo de la acción civil en delitos de acción penal


privada

El artículo 66 del CPP señala que cuando sólo se ejerciere la acción civil respecto de un hecho
punible que da acción penal privada, se considerará extinguida, por esa circunstancia, la acción penal. Cabe
señalar eso sí, que la solicitud de diligencias destinadas a preparar la demanda civil o asegurar su resultado,
no implica lo anterior.

Artículo 66. Efectos del ejercicio exclusivo de la acción civil. Cuando sólo se ejerciere la acción civil respecto de un
hecho punible de acción privada se considerará extinguida, por esa circunstancia, la acción penal.
Para estos efectos no constituirá ejercicio de la acción civil la solicitud de diligencias destinadas a
preparar la demanda civil o a asegurar su resultado, que se formulare en el procedimiento penal

Los delitos de acción penal privada están referidos en el artículo 55 del CPP.

Artículo 55. Delitos de acción privada. No podrán ser ejercidas por otra persona que la víctima, las acciones que
nacen de los siguientes delitos:
a) La calumnia y la injuria;
b) La falta descrita en el número 11 del artículo 496 del Código Penal;
c) La provocación a duelo y el denuesto o descrédito público por no haberlo aceptado, y
El matrimonio del menor llevado a efecto sin el consentimiento de las personas designadas por la ley y celebrado de
acuerdo con el funcionario llamado a autorizarlo

2.9.- Independencia de la acción civil respecto de la acción penal

El artículo 67 del CPP señala que si se dicta sentencia absolutoria en materia penal, ello no
impedirá que se de lugar a la acción civil, si fuere legalmente procedente.

Artículo 67.- Independencia de la acción civil respecto de la acción penal. La circunstancia de dictarse
sentencia absolutoria en materia penal no impedirá que se de lugar a la acción civil, si fuere legalmente
procedente

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2.10.- El tratamiento de la acción civil en los distintos procedimientos
contemplados en el Código Procesal Penal

2.10.1.- En el Procedimiento Abreviado

En primer lugar diremos que en el procedimiento abreviado no cabe que el juez de garantía
se pronuncie en su sentencia, ya sea condenatoria ó absolutoria, sobre la demanda civil que hubiere sido
interpuesta, según reza el inciso final del artículo 412 del CPP.

Lo dicho requiere una breve explicación, en general del procedimiento.

Normalmente, cuando el fiscal tenga antecedentes suficientes en su investigación preliminar


para perseguir la responsabilidad criminal de algún sujeto, formalizará la misma, es decir, de acuerdo a lo
preceptuado en el artículo 229 del CPP, efectuará una comunicación formal ante el juez de garantía, respecto
de que a un imputado 94 se le desarrolla actualmente una investigación en su contra, respecto de uno o más
delitos determinados.

Una vez que el fiscal ha formalizado en contra de un imputado, le nace el plazo perentorio y
máximo de 2 años para concluir su investigación y ese acto “comunicacional y garantista” que realiza el fiscal
ante el juez de garantía produce determinados efectos, que están contemplados en el artículo 233 del CPP.

Así, por ejemplo, la formalización suspenderá el curso de la prescripción de la acción penal,


comenzará a correr el plazo máximo de 2 años para culminar la investigación y el ministerio público perderá la
facultad de archivar provisionalmente el procedimiento; pero, aún más, una vez que se ha formalizado en
contra de un imputado, el ministerio público puede pedir la cautelar de la prisión preventiva o alguna de las
cautelares personales menores del artículo 155 del CPP en contra de ese sujeto.

En cuanto al plazo de la investigación, hay que señalar que existe uno legal, contemplado en
el artículo 247 del CPP, y que es el de los 2 años ya comentado, en otras palabras, el fiscal está obligado a cerrar
la investigación, vencido que sea ese lapso.

De conformidad con lo dispuesto en el artículo 234 del CPP, si alguno de los intervinientes
estima que el plazo legal es muy extenso atendida las características de la investigación y con el fin de cautelar
las garantías del imputado, podrá señalarle al juez de garantía que fije uno menor a ese plazo, y si el juez
accede, oyendo previamente al ministerio público, se ha fijado un plazo judicial para el término de la
investigación.

Una vez concluido el plazo legal o judicial dado al fiscal para investigar, o en otras palabras,
practicadas las diligencias necesarias para la averiguación del hecho punible y sus autores, cómplices o
encubridores, el fiscal declarará cerrada la investigación y dentro de un plazo de 10 días, puede tomar alguno
de los tres caminos, señalados en el artículo 248 del CPP, a nosotros, el que nos interesa por ahora, es el del
literal b), es decir, formular acusación, cuando estimare que la investigación proporciona fundamento serio
para el enjuiciamiento del imputado contra quien se hubiere formalizado la misma.

Esta acusación penal, deberá hacerse por escrito y contener todas y cada una de las
menciones del artículo 259 del CPP, ella es presentada al juez de garantía y aquél ordenará notificar a todos los
intervinientes y citará a una audiencia de “preparación del juicio oral”, la que tendrá lugar no antes de 25 ni
después de 30 días.

94
De la lectura del artículo 7 del CPP, se puede inferir que el imputado es aquél sujeto a quien se le atribuyere participación
como autor, cómplice o encubridor en un hecho punible.

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Si existe un querellante penal, a él también deberá notificársele la acusación del ministerio
público, por ser un interviniente, 95 si bien el artículo 109 en el literal c) ya concede un derecho a la víctima no
querellante para ejercer contra el imputado las acciones tendientes a perseguir las responsabilidades civiles
provenientes del hecho punible.

Es decir, la víctima tiene tal derecho, pero, el legislador sólo contempló que la víctima que se
ha querellado solamente puede interponer demanda civil, según reza la letra d) del artículo 261 del CPP y debe
hacerlo, por escrito y hasta quince días antes de la fecha fijada para la realización de la audiencia de
preparación del juicio oral, esta última norma hay que relacionarla, necesariamente con la del artículo 60 del
CPP y allí se señala incluso, que aquella debe reunir los requisitos del artículo 254 del Código de
Procedimiento Civil.

Llegado el día de la audiencia, normalmente cada parte ofrecerá la prueba con la que cuenta
para llegar al juicio oral, se discutirá sobre ello en una audiencia que ordinariamente será larga y finalmente, el
juez de garantía dictará una resolución llamada “auto de apertura del juicio oral”, la que deberá contener las
menciones del artículo 277 del CPP.

Dicha resolución deberá ser enviada, normalmente, dentro de 48 horas al Tribunal de Juicio
Oral en lo Penal que sea competente, quienes notificarán y citarán a todos los intervinientes, testigos y peritos
a una o más audiencias para celebrar el juicio oral, en una fecha que no podrá ser antes de 15 ni después de 60
días, contados desde la fecha en que se celebró la audiencia de preparación del juicio oral.

Llegado el día de la audiencia, se ventilará el juicio oral ante un Tribunal colegiado y al


término de ella, o en un plazo razonable de horas, posterior, que no puede exceder las 24 horas, aquellos
magistrados darán a conocer en audiencia pública su decisión de absolución o condena de él o los imputados y
la aceptación o rechazo de la demanda civil interpuesta, luego, podrá proseguirse con una audiencia de
determinación de pena, para el efecto de que fuera necesario y por último y dentro del quinto día contado
desde la audiencia de lectura de la decisión de absolución o condena, se dictará y leerá en audiencia especial,
citada al efecto, la sentencia.

En una muy apretada síntesis, eso debiera ser normalmente el procedimiento ordinario.

Ustedes dirán bueno y que pasa con la demanda civil en el procedimiento abreviado.

Bien, la explicación de ello, es más o menos la siguiente.

Resulta que el ir o no a un procedimiento abreviado, depende exclusivamente de la iniciativa


del fiscal, sólo el posee la llave y aquella facultad la puede ejercer sólo en dos momentos; uno cuando acuse y
allí deberá hacerlo por escrito, o bien oralmente en la audiencia de preparación del juicio oral, pero, como la
decisión depende, en primer lugar de que el acusado acepte ir a un abreviado y que luego el juez de garantía,
por decirlo de alguna manera simple, apruebe dicho acuerdo, todo ello durante la audiencia de preparación
del juicio oral, la demanda civil queda por allí flotando.

Por ello, cuando se acepta el abreviado, la demanda civil no tiene sentido porque
simplemente el juicio se reduce a determinar la culpabilidad o inocencia en la parte penal solamente, pues,
normalmente ese acuerdo implica la evitación de un juicio oral y normalmente se negocia la entidad de la pena
entre el fiscal y el acusado.

95
El artículo 12 del CPP, señala como intervinientes en el nuevo proceso: al fiscal, al imputado, al defensor, a la víctima y al
querellante.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 178


El camino a seguir allí entonces, será obligatoriamente, el de entablar la demanda civil en
tribunales de dicha jurisdicción.

2.10.2.- En el Procedimiento Simplificado

Aquí la situación es diversa, pues hay que tener presente que el procedimiento simplificado
puede llegar a constituirse en un juicio oral más sencillo, que se tramita ante un juez de garantía como juez
unipersonal, tratándose de simples delitos en los que el ministerio público requiriere la imposición de una
pena que no excediere la de presidio menor en su grado mínimo, esto es, de hasta 540 días.

Una vez que el ministerio público presente su requerimiento 96 ante el juez de garantía, dicho
tribunal ordenará su notificación al imputado y citará a todos los intervinientes al juicio (querellante) entre 20
y 40 días después de esta resolución.

La citación ordenará que las partes comparezcan a la audiencia, con todos sus medios de
prueba. Si alguna de ella requiriere de la citación de testigos o peritos, por intermedio del tribunal, deberá
hacer llegar la solicitud con a lo menos 5 días antes de la fecha fijada para la audiencia.

Pero, a no olvidar, en este procedimiento simplificado no procederá la interposición de


demandas civiles, salvo aquélla que tenga por objeto la restitución de la cosa o su valor. Ello significa que las
restantes prestaciones civiles que se puedan demandar, deben incoarse también, sólo en sede civil.

96
El artículo 391 del CPP menciona los requisitos de dicho escrito.

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2.10.3.- Por último, tratándose del juicio ordinario (oral)

Aquí diremos que una vez que el Ministerio Público acuse, el querellante deberá,
necesariamente tomar conocimiento del ejercicio de la acción penal y puede adoptar los siguientes caminos:

A) en sede penal, adherir a la acusación del fiscal o bien, entablar su propia acusación
penal;

B) no presentar demanda civil indemnizatoria alguna;

C) presentar demanda civil, aquí, entonces adquiere la calidad de actor civil y puede,
dentro de los plazos señalados en el 261 y 60 del CPP, entablar su escrito de demanda
civil que, como ya se adelantó, debe cumplir con los requisitos del artículo 254 del
CPC.

Si ha optado por ésta última vía, deberá, necesariamente, querer acreditar su acción civil o
sus pretensiones indemnizatorias, básicamente las que persigan obtener la reparación del daño que se le ha
inferido por el o los acusados con el hecho punible de que fue “víctima”, entre otros, el posible daño
emergente, lucro cesante y el tan mentado daño moral.

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2.11.- La Prueba de las acciones civiles

Para obtener satisfacción a sus inquietudes reparatorias o indemnizatorias, deberá tener


presente en primer lugar que deberá acreditar el menoscabo o daño que le ha traído el ilícito, para ello, es libre
de presentar su propia prueba y también, “colgarse” por decirlo así, de la prueba del propio ministerio público
que le ayudará en la acreditación de la existencia del hecho punible y de la participación del acusado.

En consecuencia, a él, casi sólo le competerá probar los daños sufridos, aquí cabe traer a
colación el artículo 1698 del Código Civil, que sigue siendo la norma madre en estas lides civilistas del proceso
penal.

La gran diferencia con el sistema antiguo y con la sede civil actual, radica en que los jueces
del tribunal oral en lo penal no se rige por las normas probatorias clásicas ni del Código Civil ni del Código de
Procedimiento Civil, sino que simplemente, por las normas de los artículos 295 y 297 del CPP, esto es, hay
libertad para apreciar la prueba de las acciones civiles, limitándose en ello empero, sólo a los principios de la
lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados.

Lo anterior, es lo que señala claramente el artículo 324 del CPP, que dispone: “La prueba de las
acciones civiles en el procedimiento criminal se sujetará a las normas civiles en cuanto a la determinación de la parte que
debiere probar y a las disposiciones de este Código en cuanto a su procedencia, oportunidad, forma de rendirla y
apreciación de su fuerza probatoria”.

Gran ventaja para los litigantes, pues se termina de facto con la prueba tasada y por ende, si
hay más libertad para apreciar, también hay más libertad en la elección de los medios probatorios aptos para
obtener las pretensiones civiles.

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3. El cuidado de la verdad en el ejercicio de la acción penal: Doctrina de la
Iglesia sobre el juicio temerario y la calumnia (cf. Catecismo de la Iglesia Católica 2475-
2487)

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CAPÍTULO III. LOS INTERVINIENTES EN EL PROCESO PENAL

1. El tribunal (jueces de garantía y tribunales de juicio oral)

En el nuevo diseño procesal penal la labor jurisdiccional es ejecutada por dos tipos de
tribunales distintos, con una organización y gestión administrativa interna innovadora. Un tribunal
unipersonal llamado juez de garantía y un tribunal colegiado denominado tribunal de juicio oral en lo penal.

1.1.- El juez de garantía

Es un tribunal unipersonal, más en lo administrativo, a veces, es de composición múltiple,


tiene como función principal el control de la legalidad de la investigación oficial desarrollada por el Ministerio
Público, tanto respecto de aquellas actuaciones que impliquen o puedan significar la privación, perturbación o
afectación de derechos fundamentales del imputado o de terceros, como en la resolución de solicitudes o
decisiones que puedan significar una terminación anticipada del procedimiento. También tienen a su cargo el
conocimiento y la decisión de los procedimientos especiales, esto es el procedimiento simplificado, monitorio y
abreviado.

Su competencia se extiende desde el inicio del procedimiento (etapa de instrucción) hasta la


dictación del auto de apertura de juicio oral (etapa intermedia).

Su competencia material (absoluta) se encuentra señalada en el artículo 14 del COT y la


competencia territorial en los artículos 16 y 157 del COT.

1.2.- El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal

Los tribunales de juicio oral en lo penal, son tribunales colegiados, compuestos a lo menos
por tres jueces letrados que actúan en sala, ninguno de los cuales ha debido tener intervención en etapas
previas del mismo procedimiento y que tienen como función principal resolver el conflicto penal a través de
un mecanismo cognoscitivo, como es el juicio oral y público. En dicho escenario les corresponde dirigir el
debate, controlar la legalidad de las actuaciones de las partes y de la forma de introducir la prueba en juicio.

Su competencia material se encuentra establecida en el artículo 18 del COT y la competencia


territorial en los artículos 21 y 157 del COT.

2.- Reforma administrativa y técnica

Las modificaciones introducidas a nuestro sistema procesal penal no sólo alcanzan el aspecto
jurisdiccional, también inciden en el ámbito administrativo. A través de estos cambios se pretende aliviar a los
jueces de la carga en esta área, permitiéndoles concentrarse en su función primordial, esto es, ejercer
jurisdicción.

Desde luego, el primer objetivo de esta Reforma fue encontrar los criterios de gestión y
administración que resultaran funcionales, dentro de una nueva estructura de tribunales para dar satisfacción
a los principios y garantías de orden procesal consensuados, y para lograr, además, la concreción de las nuevas
características del sistema de enjuiciamiento criminal.

Se decidió que las tareas de gestión y las relativas a la administración de los tribunales
debían entregarse a profesionales expertos en la materia, con dos objetivos precisos: el primero, obtener un
mejor rendimiento de los recursos humanos y materiales y el segundo, liberar tiempo al juez para el ejercicio
de sus labores jurisdiccionales.

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En todo caso, se establecieron las necesarias vinculaciones entre ambas a través de los
Administradores de Tribunales, por una parte y del Juez Presidente del Comité de Jueces y de dicho Comité,
por la otra.

Atendiendo a principios de optimización de recursos, se decidió que resultaba más


conveniente crear unidades judiciales con despachos administrativos comunes, lo que significaba una
importante economía de personas y recursos materiales al evitar la duplicidad de servicios.

En este esquema, que, en definitiva, fue el adoptado por el legislador para los juzgados de
garantía y los tribunales de juicio oral en lo penal, las personas que trabajan en este despacho común lo harán
para todos los jueces que ejerzan sus funciones en dicho lugar, pero bajo las órdenes e instrucciones directas de
un administrador, no de dichos jueces.

Desaparece la figura del Secretario del Tribunal. En cambio, se crean los cargos de
administrador de tribunal y los Jefes de Unidad, esto es, profesionales del área administrativa quienes
actuarán en base a criterios técnicos en busca de una óptima atención de público y un eficiente apoyo a la
actividad jurisdiccional.

Cabe señalar que el nuevo sistema administrativo contempla también la incorporación de


técnicos en computación, indispensables para apoyar la labor administrativa, llevar la contabilidad, efectuar la
distribución de causas y formar la agenda del movimiento de los distintos juzgados de garantía y tribunales de
juicio oral en lo penal (dotación de sistemas informáticos: equipos y programas) .

Por otra parte, el nuevo sistema, hace posible efectuar una descripción de las labores propias
de cada cargo, tomando en cuenta la Unidad en que éste se encuentre ubicado, y, tal vez, la elaboración de
manuales de procedimientos administrativos que faciliten el adiestramiento de los nuevos empleados.

La Administración de Justicia en Chile siempre se ha hallado sujeta a una acentuada


jerarquización no sólo en el plano jurisdiccional sino que también en lo puramente administrativo.

En el nuevo esquema administrativo son los propios tribunales, con el apoyo de sus
unidades administrativas, los que, en alguna medida, definen sus políticas de gestión y de ejecución,
adquiriendo los materiales e insumos necesarios y contratando incluso al personal de apoyo. Existe poder de
decisión en el manejo del presupuesto, dentro de ciertas orientaciones centrales básicas.

A continuación analizaremos los órganos que componen la estructura administrativa de


estos nuevos tribunales.

2.1.- El Comité de Jueces

Para desarrollar una política de gestión y administración en los nuevos tribunales y para
obtener una coordinación entre las líneas administrativa y jurisdiccional, dado que los administradores de
tribunales no son dependientes de ningún juez en particular, se creó el Comité de Jueces.

El artículo 22 del COT, dispone que en todos los juzgados de garantía en los que sirvan tres o
más jueces y en cada tribunal de juicio oral en lo penal, habrá un Comité de Jueces, integrado en la siguiente
forma: en aquellos juzgados o tribunales compuestos por cinco jueces o menos, el comité de jueces se formará
con todos ellos; en aquellos juzgados o tribunales conformados por más de cinco jueces, el Comité lo
compondrán los cinco jueces que sean elegidos por la mayoría del tribunal, cada dos años.

Si se ausentare algunos de los miembros del Comité de Jueces o vacare el cargo por cualquier
causa, será reemplazado, provisoria o definitivamente según el caso, por el juez que hubiere obtenido la más
alta votación después de los que hubieren resultado electos y, en su defecto, por el juez más antiguo de los que
no integraren el Comité.

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Los acuerdos del Comité de Jueces se adoptarán por mayoría de votos; en caso de empate
decidirá el voto del juez presidente.

Son funciones del Comité las siguientes: 97

a.- Aprobar anualmente el procedimiento objetivo y general de distribución del trabajo;

b.- Designar al administrador del tribunal de una terna que deberá proponerles el juez
presidente del comité;

c.- Calificar anualmente a dicho administrador y resolver acerca de su remoción;

d.- Designar al personal del tribunal o juzgado, a propuesta en terna del administrador;

e.- Conocer de la apelación que se interpusiere en contra de la resolución del


administrador que remueva al subadministrador, a los jefes de unidades o a los empleados del juzgado o
tribunal;

f.- Decidir el Proyecto de Plan Presupuestario anual que le presente el juez presidente de
dicho comité, para ser propuesto a la Corporación Administrativa del Poder Judicial.

g.- Conocer de todas las demás materias que señale la ley.

En los Juzgados de Garantía en que se desempeñen uno o dos jueces, las atribuciones
indicadas en las letras b), c), d) y f) corresponderán al Presidente de la Corte de Apelaciones respectiva. A su
vez las atribuciones previstas en los literales a), e), g) y h) quedarán radicadas en el juez que cumpla la función
de juez presidente.

2.2.- El Juez Presidente del Comité de Jueces

De entre los miembros del Comité se elige al Juez Presidente, quien dura dos años en el
cargo y puede ser reelegido hasta por un nuevo período. En caso de ausencia o imposibilidad del Juez
Presidente, es reemplazado por el juez más antiguo del Comité, si ella no superare los tres meses, o se
procederá a una nueva elección para ese cargo si el impedimento excediere de ese plazo. 98

Al Juez Presidente le corresponde velar por el adecuado funcionamiento del juzgado de


garantía o tribunal de juicio oral en lo penal, respectivamente y en el cumplimiento de esta función tendrá los
siguientes deberes y atribuciones: 99

a.- Presidir el comité de jueces;

b.- Relacionarse con la Corporación Administrativa del Poder Judicial en todas las
materias relativas a la competencia de ésta;

c.- Proponer al comité de jueces el procedimiento objetivo y general para la distribución


de causas en los juzgados y tribunales;

d.- Elaborar anualmente una cuenta de la gestión jurisdiccional del juzgado;

e.- Aprobar los criterios de gestión administrativa que le proponga el administrador del
tribunal y supervisar su ejecución:

97
Art. 23 COT
98
Art. 22 inciso 5° COT
99
Art. 24 COT

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f.- Aprobar la distribución del personal que le presente el administrador;

g.- Calificar al personal, teniendo a la vista la evaluación que le presente el administrador;

h.- Presentar al comité de jueces una terna para la designación de administrador del
tribunal;

i.- Evaluar anualmente la gestión de dicho administrador;

j.- Proponer al comité de jueces la remoción del administrador.

En los juzgados de garantía en los que se desempeñe un solo juez, éste tendrá las
atribuciones del Juez Presidente, con excepción de aquellas facultades señaladas en el inciso 4° del artículo 24
del COT. Cuando existan dos jueces, las atribuciones del juez presidente se radicarán anualmente en uno de
ellos, empezando por el más antiguo.

2.3.- El Administrador del Tribunal

Es un auxiliar de la administración de justicia que requiere de título profesional en las áreas


de administración y gestión, obtenido en alguna Universidad o Instituto Profesional después de ocho
semestres de estudios, a lo menos. Excepcionalmente, en los juzgados de garantía de asiento de comuna o
agrupación de comunas, la Corte de Apelaciones respectiva puede autorizar el nombramiento de un
administrador con un título técnico de nivel superior o título profesional de las mismas áreas, de una carrera
con una duración menor a la señalada. 100

Le corresponde organizar y controlar la gestión administrativa de los tribunales de juicio oral


en lo penal y de los juzgados de garantía. Son designados por el comité de jueces, previo concurso público de
antecedentes a que debe llamar el juez presidente, el cual deberá elaborar una terna al efecto. Su remoción
puede ser solicitada por el juez presidente y será resuelta por el comité de jueces, con apelación ante el
Presidente de la Corte de Apelaciones respectiva.

El administrador tiene las siguientes funciones específicas: 101

a.- Dirigir las labores administrativas propias del funcionamiento del tribunal o juzgado,
bajo la supervisión del juez presidente del comité de jueces;

b.- Proponer al comité de jueces la designación del subadministrador, de los jefes de


unidades y de los empleados del tribunal;

c.- Proponer al juez presidente la distribución del personal;

d.- Evaluar al personal a su cargo;

e.- Distribuir las causas a los jueces o a las salas del respectivo tribunal, conforme al
procedimiento objetivo y general aprobado;

f.- Remover al subadministrador, a los jefes de unidad y a los empleados de conformidad


con lo dispuesto en el Art.389 F;

g.- Llevar la contabilidad y administrar la cuenta corriente del tribunal de acuerdo con las
instrucciones del juez presidente;

100
Art. 389 COT
101
Art. 389 B) COT

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 188


h.- Dar cuenta al juez presidente acerca de la gestión administrativa del tribunal o
juzgado;

i.- Elaborar el presupuesto anual, que deberá ser presentado al juez presidente a más
tardar en el mes de Mayo del año anterior al ejercicio correspondiente. El presupuesto deberá contener una
propuesta detallada de la inversión de los recursos que requerirá el tribunal en el ejercicio siguiente;

j.- Adquirir y abastecer de materiales de trabajo al tribunal, en conformidad con el plan


presupuestario aprobado para el año respectivo.

Para el cumplimiento de sus funciones, el administrador del tribunal se atendrá a las


políticas generales de selección de personal, de evaluación, de administración de recursos materiales y de
personal, de diseño y análisis de la información estadística y demás que dicte el Consejo de la Corporación
Administrativa del Poder Judicial.

2.4.- División del Trabajo a través de Unidades Administrativas y


Técnicas

El trabajo administrativo de los tribunales penales se divide entre las distintas unidades que
lo componen, de la siguiente manera:

2.4.1.- Tribunales de Garantía

Unidad de sala, encargada de la organización y asistencia a la realización de las audiencias;

Unidad de atención de público, encargada de otorgar una adecuada atención, orientación e


información al público que concurra al juzgado o tribunal, especialmente a la víctima, defensor y al imputado.
Además debe recibir la información que éstos entreguen y manejar la correspondencia;

Unidad de servicios, encargada de las labores de soporte técnico de la red computacional del
juzgado o tribunal, de la contabilidad, del apoyo a la actividad administrativa; y de la coordinación y
abastecimiento de todas las necesidades físicas y materiales para la realización de las audiencias;

Unidad de administración de causas, encargada de desarrollar toda la labor relativa al


manejo de causas y registros del proceso penal, incluidas las relacionadas con el manejo de las fechas y salas
para la celebración de las audiencias; del archivo judicial básico; del ingreso y número de rol de las causas
nuevas; de la primera audiencia judicial de los detenidos; de la actualización diaria de la base de datos que
debe contener las causas del juzgado o tribunal; y de las estadísticas básicas;

2.4.2.- Los Tribunales de Juicio Oral en lo Penal

Cuentan con las mismas unidades señaladas precedentemente, pero además tendrán una
quinta denominada Unidad de apoyo a testigos y peritos, destinada a prestar una adecuada y rápida atención,
información y orientación a testigos y peritos citados a declarar en el transcurso del juicio oral.

3.- El Ministerio Público

Es un órgano estatal de carácter autónomo, jerarquizado, a quien se le ha asignado


constitucionalmente la función de dirigir en forma exclusiva la investigación de los hechos constitutivos de
delito, los que determinen la participación punible y los que acrediten la inocencia del imputado y, en su caso,
ejercer la acción penal pública en la forma prevista por la ley. 102

102
Art. 83 CPRCH

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 189


3.1.- Ubicación institucional

Se encuentra concebido “extra poder”, esto es sin dependencia institucional de los poderes
del Estado, tal como ocurre con el Banco Central y con la Contraloría General de la República.

A través de este diseño institucional y en cuanto a su relación con el Poder Judicial se ha


buscado evitar una suerte de identificación entre jueces y fiscales, que haga tenue la línea divisoria entre sus
funciones y relaje los controles recíprocos que conlleva el principio acusatorio. Y respecto del Poder Ejecutivo,
pues se pretende evitar la tolerancia, discrecionalidad o, derechamente, ausencia de persecución penal de los
delitos cometidos por funcionarios del Gobierno o de personas vinculadas a él.

3.2.- Sistema de Controles

Si bien se ha dicho que existe déficit de legitimidad democrática en la designación de las


autoridades superiores del Ministerio Público, lo que conlleva la inexistencia de controles públicos eficientes
sobre el mismo, se han establecido en el ordenamiento un sistema de controles y responsabilidades para evitar
el abuso de poder y la arbitrariedad.

Los controles comentados se pueden analizar desde tres dimensiones:

a.- El control político, ejercido por los Poderes del Estado. En cuanto el Fiscal Nacional y los
Fiscales Regionales pueden ser removidos de sus cargos por el pleno de la Corte Suprema, a requerimiento del
Presidente de la República y la Cámara de Diputados o diez de sus miembros (o del Fiscal Nacional respecto
de los Fiscales Regionales), en sesión especialmente convocada al efecto y con el voto conforme de cuatro
séptimos de sus miembros en ejercicio, por incapacidad, mal comportamiento o negligencia manifiesta en el
ejercicio de sus funciones. 103

b.- El control procesal, ejercido dentro del procedimiento penal. Se trata de un control de
tipo horizontal efectuado por los intervinientes en las distintas etapas del procedimiento.

c.- El control jerárquico disciplinario, que se ejerce internamente en virtud del principio de
jerarquía.

También existen ciertos mecanismos establecidos en la LOCMP que implican un posible


control ciudadano sobre el ejercicio de la acción penal pública, que va desde la obligación del Fiscal Nacional y
Fiscales Regionales de rendir cuenta pública de sus actuaciones, pasando por la obligación de los fiscales y
funcionarios de actuar con transparencia y asegurar un acceso adecuado a los fiscales por cualquier interesado.

Por último, y como consecuencia de estos controles se pueden generar formas de


responsabilidad legal, sea ésta administrativa, civil y/o penal.

3.3.- Funciones del Ministerio Público

Las funciones fundamentales del Ministerio Público son las siguientes:


a.- La dirección exclusiva de la investigación de los hechos constitutivos de delito (en
sentido amplio, comprensivo de crímenes, simples delitos y faltas). En el ejercicio de esta función los
fiscales se encuentran regidos por el principio de objetividad, que impone adecuar sus actos a un criterio
objetivo, que implica investigar con igual celo no sólo los hechos y circunstancias que funden o agraven la
responsabilidad penal del imputado, sino también los que le eximan de ella, la extingan o la atenúen.

103
Arts. 89 CPRCH y 53 LOCMP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 190


Además, se impone a los fiscales y funcionarios del Ministerio Público las obligaciones de
transparencia y probidad;

b.- Ejercer, en su caso, la acción penal pública en la forma prescrita por la ley. Lo que
constituye una demostración de los principios de oficialidad y legalidad en la persecución punitiva,
morigerados por el principio de oportunidad; y

c.- Proteger a las víctimas y a los testigos. 104

Todas estas funciones deben ser desempeñadas con eficiencia y adecuada administración de
los recursos y bienes públicos.
Las facultades y funciones específicas del Ministerio Público y de sus Fiscales, en cuanto
interviniente, serán estudiadas en cada etapa del procedimiento.

3.4.- Estructura general del Ministerio Público

Se organiza en forma piramidal, en su cúspide está el Fiscal Nacional y en su base los fiscales
adjuntos.
La Fiscalía Nacional está integrada por el Fiscal Nacional, por las unidades especializadas
para colaborar con los Fiscales en la investigación de determinados delitos, y por seis unidades administrativas
a cargo de un jefe administrativo cada una de ellas.
El Fiscal Nacional es el jefe superior del Ministerio Público y ejerce sus atribuciones
personalmente o a través de los órganos de la institución. Cuenta con seis unidades administrativas de apoyo a
cargo de un Director Ejecutivo Nacional y de los jefes de las respectivas unidades. 105
Para ser Fiscal Nacional se requiere tener a lo menos diez años el título de abogado, haber
cumplido 40 años de edad, poseer las demás calidades necesarias para ser ciudadano con derecho a sufragio y
no encontrarse sujeto a las incapacidades e incompatibilidades que señala la LOCMP.
En su designación intervienen los tres poderes del Estado. 106 La Corte Suprema debe llamar
a un concurso público y acordar una quina, por la mayoría de sus miembros en ejercicio, en base al desempeño
de los candidatos en una audiencia pública. El Presidente de la República dispone de diez días para proponer
al Senado como Fiscal Nacional a uno de los integrantes de la quina. El Senado debe dar su acuerdo por, al
menos, los dos tercios de sus miembros en ejercicio o desechar la propuesta presidencial. En este último caso,
la LOCMP prevé la repetición parcial del procedimiento hasta obtener la conformidad del Senado. Lograda la
aprobación, el Presidente de la República, por intermedio del Ministerio de Justicia, expedirá el decreto
supremo de nombramiento del Fiscal Nacional.

Así nombrado, el Fiscal Nacional durará diez años en el ejercicio de su cargo y no podrá ser
designado para el período siguiente. 107

El Fiscal Nacional tiene la superintendencia directiva, correccional y económica del


Ministerio Público. 108

Le corresponde fijar los criterios de actuación del Ministerio Público para el cumplimiento de
los objetivos de la institución, oyendo previamente al Consejo General. Así, determinará los casos en que se

104
Arts. 30 a 37 de la Ley de Drogas N° 20.000
105
Art. 20 LOCMP
106
Arts. 85 CPRCH y 15 LOCMP
107
Art. 16 inciso 1° LOCMP
108
Art. 17 LOCMP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 191


podrá aplicar la selectividad penal, impartiendo instrucciones generales y objetivas, con la correlativa
obligación de dar a conocer, en la cuenta anual de su gestión, los criterios de actuación que aplicará en el
período siguiente. 109

También puede crear, previo informe del Consejo, unidades especializadas para colaborar
con los fiscales a cargo de la investigación de determinados delitos.

Puede dictar reglamentos que determinen la forma de funcionamiento de las fiscalías y


demás unidades del Ministerio Público y el ejercicio de la potestad disciplinaria.
Resuelve las dificultades que se susciten entre fiscales regionales acerca de la dirección de la
investigación, el ejercicio de la acción penal pública o la protección de víctimas o testigos. En ejercicio de esta
facultad determinará la fiscalía regional que realizará tales actividades o dispondrá las medidas necesarias de
coordinación.
El Fiscal Nacional puede asumir, de oficio y excepcionalmente, la persecución penal de
determinados hechos cuando la investidura de las personas involucradas como imputadas o víctimas lo hiciere
necesario para garantizar que dichas tareas se cumplirán con absoluta independencia y autonomía. 110 De la
misma manera, puede disponer que un fiscal regional determinado asuma la persecución penal de hechos
delictivos que por su gravedad o complejidad hagan necesario operar de este modo. 111
Las Unidades Administrativas se encuentran bajo la supervigilancia y organización de un
Director Ejecutivo Nacional quien, al igual que los jefes administrativos de cada una de las unidades, es
funcionario de exclusiva confianza del Fiscal Nacional.
Las divisiones son las siguientes:
a.- Estudios, evaluación, control y desarrollo de la gestión.
b.- Contraloría interna.
c.- Recursos humanos.
d.- Administración y Finanzas.
e.- Informática.
f.- Atención a víctimas y testigos.
Existe, además, un Consejo General integrado por el Fiscal Nacional, que lo preside, y por los
fiscales regionales, 112 sus atribuciones son fundamentalmente de asesoramiento al Fiscal Nacional y demás
integrantes del Ministerio Público y dar a conocer su opinión respecto de los criterios de actuación del
Ministerio Público cuando el Fiscal Nacional así lo requiera.
El Consejo debe sesionar ordinariamente al menos cuatro veces al año y extraordinariamente
todas las veces que el Fiscal Nacional lo convoque.
Las Fiscalías Regionales responden a una estructura descentralizada y desconcentrada de la
persecución penal pública, con importantes niveles de autonomía respecto de la Fiscalía Nacional. A la cabeza
de las mismas se encuentran los fiscales regionales, quienes cuentan con un aparato administrativo que opera
en términos análogos al existente en la fiscalía nacional.
Los Fiscales Regionales ejercen las funciones y atribuciones del Ministerio Público en la
región o extensión geográfica que corresponda. 113 Para ser Fiscal Regional se requiere tener a lo menos 5 años

109
Art. 21 inciso 3° LOCMP
110
Art. 18 LOCMP
111
Art. 19 LOCMP
112
Art. 24 LOCMP
113
Arts. 27 LOCMP y 86 CPRCH

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 192


el título de abogado, haber cumplido 30 años de edad, ser ciudadano con derecho a sufragio, y no encontrarse
sujeto a alguna de las incapacidades e incompatibilidades señaladas en la LOCMP.
Son nombrados por el Fiscal Nacional a propuesta en terna de la Corte de Apelaciones
respectiva. Si en una región existe más de una Corte de Apelaciones, la terna será formada por un pleno
conjunto de todas ellas, especialmente convocado al efecto por el Presidente de la Corte de más antigua
creación. 114
Duran 10 años en el ejercicio de sus funciones y no podrán ser designados nuevamente por el
período siguiente, lo que no obsta a que puedan ser nombrados en otro cargo. Cesan en sus funciones al
cumplir 75 años de edad.
Tienen atribuciones disciplinarias, administrativas y las referidas directamente a la
persecución penal pública de los delitos. 115
Junto a cada Fiscal Regional opera un director ejecutivo regional, funcionario de la exclusiva
confianza del primero, quien está encargado de la organización y supervisión de las unidades administrativas
sobre la base de las instrucciones generales que dicte el fiscal regional. Se contemplan cinco unidades
administrativas, cuyos jefes también son de la exclusiva confianza del fiscal regional y son las siguientes:
a.- Evaluación, control y desarrollo de la gestión.
b.- Recursos humanos.
c.- Administración y finanzas.
d.- Informática.
e.- Atención a las víctimas y testigos.
Las Fiscalías Locales son las unidades operativas de las fiscalías regionales para el
cumplimiento de las funciones del Ministerio Público a nivel local. Cada fiscalía local contará con un fiscal jefe,
designado de entre los fiscales adjuntos por el Fiscal Nacional a propuesta del Fiscal Regional, con un número
variable de fiscales adjuntos, profesionales y personal de apoyo. También contará con los medios materiales
que determine el Fiscal Nacional, a propuesta del respectivo Fiscal Regional. 116
La ubicación de las fiscalías locales será determinada por el Fiscal Nacional, a propuesta del
respectivo fiscal regional, de acuerdo a criterios objetivos de carga de trabajo, extensión territorial, facilidad de
comunicaciones y eficiencia en el uso de los recursos. 117
Para la distribución de los casos entre los distintos fiscales adjuntos la ley establece que
deberán seguirse las instrucciones respectivas del Fiscal Nacional. 118 .
Los Fiscales Adjuntos son quienes ejercen directamente las funciones del Ministerio Público
en los casos que el fiscal jefe les asigne. Con dicho fin dirigirán la investigación de los hechos constitutivos de
delitos y, cuando proceda, ejercerán las demás atribuciones que la ley les confiere, de conformidad a la misma
y a las instrucciones generales que, dentro del ámbito de sus facultades, respectivamente impartan el Fiscal
Nacional y el Fiscal Regional. 119
Gozan de cierta independencia funcional, desde luego no pueden recibir instrucciones
particulares por parte del Fiscal Nacional respecto de un caso puesto a su cargo, con la sola excepción del
supuesto previsto en el artículo 18 de la LOCMP. Por su parte, el Fiscal Regional sí puede impartirles
instrucciones particulares con respecto a un caso que les hubiere sido asignado, a menos que estimen que tales

114
Art. 29 LOCMP
115
Art. 32 LOCMP
116
Art. 38 LOCMP
117
Art. 39 LOCMP
118
Art. 40 LOCMP
119
Art. 44 inciso 1° LOCMP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 193


instrucciones son manifiestamente arbitrarias o atentan contra la ley o la ética profesional. 120 Sólo tratándose
de actuaciones procesales impostergables, el fiscal adjunto deberá darles cumplimiento sin perjuicio de la
objeción que formule conforme a las reglas generales.
Para ser nombrado fiscal adjunto se requiere ser ciudadano con derecho a sufragio, tener
título de abogado, reunir los requisitos de experiencia y formación especializada adecuados para el cargo y no
encontrarse sujeto a alguna de las incapacidades e incompatibilidades previstas en la LOCMP.
Son designados por el Fiscal Nacional a propuesta en terna del Fiscal Regional respectivo, la
que deberá formarse previo concurso público. Los concursos deberán regirse por las reglas generales y bases
que al efecto dicte el Fiscal Nacional e incluirán exámenes escritos, orales y una evaluación de los antecedentes
académicos y laborales de los postulantes. 121
Durarán en sus funciones mientras no incurran en alguna causal legal de cesación de su
cargo o no sean objeto de alguna de las medidas disciplinarias contempladas en el artículo 49 de la LOCMP.
Cesan en el cargo por cumplir 75 años de edad, renuncia, muerte, salud incompatible con el
cargo o enfermedad irrecuperable, de acuerdo a lo establecido en el reglamento e incapacidad o
incompatibilidad o sobreviniente, cuando corresponda.

4. La Policía

En el párrafo 3° del Título IV del Libro I, el CPP trata a la policía, en los artículos 79 a 92,
destacándose allí las siguientes materias tratadas en las disposiciones señaladas:

4.1.- La Función de la Policía en el Procedimiento Penal

El artículo 79 CPP refiere que tanto la Policía de Investigaciones de Chile como Carabineros
de Chile son auxiliares del Ministerio Público en las tareas de investigación y que debe llevar a cabo las
diligencias necesarias para cumplir los fines previstos en este Código, en especial, los artículos 180, 181 y 187
del CPP, que hablan, respectivamente de:

a) La Investigación de los Fiscales (dirección del fiscal y órdenes de investigar)

Artículo 180. Investigación de los fiscales. Los fiscales dirigirán la investigación y podrán realizar por sí mismos o
encomendar a la policía todas las diligencias de investigación que consideraren conducentes al esclarecimiento de los
hechos.
Sin perjuicio de lo dispuesto en el Párrafo 1º de este Título, dentro de las veinticuatro horas siguientes a que
tomare conocimiento de la existencia de un hecho que revistiere caracteres de delito de acción penal pública por alguno de
los medios previstos en la ley, el fiscal deberá proceder a la práctica de todas aquellas diligencias pertinentes y útiles al
esclarecimiento y averiguación del mismo, de las circunstancias relevantes para la aplicación de la ley penal, de los
partícipes del hecho y de las circunstancias que sirvieren para verificar su responsabilidad. Asimismo, deberá impedir que
el hecho denunciado produzca consecuencias ulteriores.
Los fiscales podrán exigir información de toda persona o funcionario público, los que no podrán excusarse de
proporcionarla, salvo en los casos expresamente exceptuados por la ley. Los notarios, archiveros y conservadores de bienes
raíces, y demás organismos, autoridades y funcionarios públicos, deberán realizar las actuaciones y diligencias y otorgar
los informes, antecedentes y copias de instrumentos que los fiscales les solicitaren, en forma gratuita y exentos de toda
clase de derechos e impuestos

b) Las actividades de la Investigación, (trabajo del sitio del suceso) y

120
Derecho de representación de las instrucciones, art. 44 inciso 3° LOCMP
121
Arts. 88 CPRCH y 41 inciso 1° LOCMP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 194


Artículo 181.- Actividades de la investigación. Para los fines previstos en el artículo anterior, la investigación se
llevará a cabo de modo de consignar y asegurar todo cuanto condujere a la comprobación del hecho y a la identificación de
los partícipes en el mismo. Así, se hará constar el estado de las personas, cosas o lugares, se identificará a los testigos del
hecho investigado y se consignarán sus declaraciones. Del mismo modo, si el hecho hubiere dejado huellas, rastros o
señales, se tomará nota de ellos y se los especificará detalladamente, se dejará constancia de la descripción del lugar en que
aquél se hubiere cometido, del estado de los objetos que en él se encontraren y de todo otro dato pertinente.
Para el cumplimiento de los fines de la investigación se podrá disponer la práctica de operaciones científicas, la
toma de fotografías, filmación o grabación y, en general, la reproducción de imágenes, voces o sonidos por los medios
técnicos que resultaren más adecuados, requiriendo la intervención de los organismos especializados. En estos casos, una
vez verificada la operación se certificará el día, hora y lugar en que ella se hubiere realizado, el nombre, la dirección y la
profesión u oficio de quienes hubieren intervenido en ella, así como la individualización de la persona sometida a examen y
la descripción de la cosa, suceso o fenómeno que se reprodujere o explicare. En todo caso se adoptarán las medidas
necesarias para evitar la alteración de los originales objeto de la operación.

c) Los Objetos, documentos e Instrumentos (su incautación)

Artículo 187. Objetos, documentos e instrumentos. Los objetos, documentos e instrumentos de cualquier clase que
parecieren haber servido o haber estado destinados a la comisión del hecho investigado, o los que de él provinieren, o los
que pudieren servir como medios de prueba, así como los que se encontraren en el sitio del suceso a que se refiere la letra c)
del artículo 83, serán recogidos, identificados y conservados bajo sello. En todo caso, se levantará un registro de la
diligencia, de acuerdo con las normas generales.
Si los objetos, documentos e instrumentos se encontraren en poder del imputado o de otra persona, se procederá
a su incautación, de conformidad a lo dispuesto en este Título. Con todo, tratándose de objetos, documentos e
instrumentos que fueren hallados en poder del imputado respecto de quien se practicare detención en ejercicio de la
facultad prevista en el artículo 83 letra b) o se encontraren en el sitio del suceso, se podrá proceder a su incautación en
forma inmediata

4.2.- ¿Quién dirige a las policías en su labor investigativa?

Las funciones de los policías se ejecutarán bajo la dirección y responsabilidad de los fiscales,
de acuerdo a instrucciones que éstos les impartan, no pueden calificar su procedencia, conveniencia o utilidad.

Artículo 80.- Dirección del ministerio público. Los funcionarios señalados en el artículo anterior que, en cada caso,
cumplieren funciones previstas en este Código, ejecutarán sus tareas bajo la dirección y responsabilidad de los fiscales y de
acuerdo a las instrucciones que éstos les impartieren para los efectos de la investigación, sin perjuicio de su dependencia de
las autoridades de la institución a la que pertenecieren.
También deberán cumplir las órdenes que les dirigieren los jueces para la tramitación del procedimiento.
Los funcionarios antes mencionados deberán cumplir de inmediato y sin más trámite las órdenes que les
impartieren los fiscales y los jueces, cuya procedencia, conveniencia y oportunidad no podrán calificar, sin perjuicio de
requerir la exhibición de la autorización judicial previa, cuando correspondiere

4.3.- Actuaciones de la Policía sin Orden Previa

Pese a lo anterior, hay algunas actividades de la investigación que, por la premura de la


misma y, con la finalidad de asegurar la misma, las Policías están facultadas para realizarlas sin esperar una
orden previa del fiscal.

Artículo 83.- Actuaciones de la policía sin orden previa. Corresponderá a los funcionarios de Carabineros de Chile y
de la Policía de Investigaciones de Chile realizar las siguientes actuaciones, sin necesidad de recibir previamente
instrucciones particulares de los fiscales:
a) Prestar auxilio a la víctima;
b) Practicar la detención en los casos de flagrancia, conforme a la ley;
c) Resguardar el sitio del suceso. Para este efecto, impedirán el acceso a toda persona ajena a la investigación y
procederá a su clausura, si se tratare de local cerrado, o a su aislamiento, si se tratare de lugar abierto, y evitarán que se

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 195


alteren o borren de cualquier forma los rastros o vestigios del hecho o se remuevan los instrumentos usados para llevarlo a
cabo, mientras no interviniere personal experto de la policía que el ministerio público designare.
El personal policial experto deberá recoger, identificar y conservar bajo sello los objetos, documentos o instrumentos de
cualquier clase que parecieren haber servido a la comisión del hecho investigado, sus efectos o los que pudieren ser
utilizados como medios de prueba, para ser remitidos a quien correspondiere, dejando constancia, en el registro que se
levantare, de la individualización completa del o los funcionarios policiales que llevaren a cabo esta diligencia;
En aquellos casos en que en la localidad donde ocurrieren los hechos no exista personal policial experto y la evidencia
pueda desaparecer, el personal policial que hubiese llegado al sitio del suceso deberá recogerla y guardarla en los términos
indicados en el párrafo precedente y hacer entrega de ella al Ministerio Público, a la mayor brevedad posible.
En el caso de delitos flagrantes cometidos en zonas rurales o de difícil acceso, la policía deberá practicar de inmediato las
primeras diligencias de investigación pertinentes, dando cuenta al fiscal que corresponda de lo hecho, a la mayor brevedad.
d) Identificar a los testigos y consignar las declaraciones que éstos prestaren voluntariamente,
tratándose de los casos a que se alude en las letras b) y c) precedentes;
e) Recibir las denuncias del público, y
f) Efectuar las demás actuaciones que dispusieren otros cuerpos legales.

4.4.- Deber de informar de las Policías al Ministerio Público

Recibida una denuncia por parte de las Policías, éstas deben comunicarla de inmediato al
Ministerio Público y por el medio más expedito.

Artículo 84.- Información al ministerio público. Recibida una denuncia, la policía informará inmediatamente y por el
medio más expedito al ministerio público. Sin perjuicio de ello, procederá, cuando correspondiere, a realizar las
actuaciones previstas en el artículo precedente, respecto de las cuales se aplicará, asimismo, la obligación de información
inmediata.

4.5.- El Control de Identidad

Carabineros de Chile y la Policía de Investigaciones de Chile, deberán, SIN ORDEN PREVIA


DE LOS FISCALES, solicitar la identificación de cualquier persona en los CASOS FUNDADOS, en que según
las circunstancias, estimaren que EXISTEN INDICIOS de que ella HUBIERE COMETIDO un crimen, simple
delito o falta, de que SE DISPUSIERE A COMETERLO; de que PUDIERE SUMINISTRAR INFORMACIONES
ÚTILES para la INDAGACIÓN de un crimen, simple delito o falta, o en el caso de la persona que SE
ENCAPUCHE O EMBOCE para OCULTAR, DIFICULTAR o DISIMULAR su IDENTIDAD.

Sirven para identificarse, EL CARNÉ ó CÉDULA NACIONAL DE IDENTIDAD, la


LICENCIA DE CONDUCIR o el PASAPORTE.

El CONTROL de IDENTIDAD se realiza en el lugar en el que el sujeto se encuentre.


Durante este procedimiento la policía puede REGISTRAR LAS VESTIMENTAS, EQUIPAJE
O VEHÍCULO de la persona que se controla y además, COTEJAR si tiene ÓRDENES DE DETENCIÓN
PENDIENTES.

Si la persona es sorprendida en alguna de las hipótesis de FLAGRANCIA luego del registro,


se le puede DETENER.

Si la persona no puede acreditar su identidad, será conducida al cuartel policial para la toma
de huellas digitales. El procedimiento no puede durar más de 8 HORAS.

Artículo 85.- Control de identidad. Los funcionarios policiales señalados en el artículo 83 deberán, además, sin orden
previa de los fiscales, solicitar la identificación de cualquier persona en los casos fundados, en que, según las
circunstancias, estimaren que existen indicios de que ella hubiere cometido o intentado cometer un crimen, simple delito o
falta; de que se dispusiere a cometerlo; de que pudiere suministrar informaciones útiles para la indagación de un crimen,
simple delito o falta; o en el caso de la persona que se encapuche o emboce para ocultar, dificultar o disimular su identidad.
La identificación se realizará en el lugar en que la persona se encontrare, por medio de documentos de identificación

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 196


expedidos por la autoridad pública, como cédula de identidad, licencia de conducir o pasaporte. El funcionario policial
deberá otorgar a la persona facilidades para encontrar y exhibir estos instrumentos.
Durante este procedimiento, sin necesidad de nuevos indicios, la policía podrá proceder al registro de las
vestimentas, equipaje o vehículo de la persona cuya identidad se controla, y cotejar la existencia de las órdenes de
detención que pudieren afectarle. La policía procederá a la detención, sin necesidad de orden judicial y en conformidad a lo
dispuesto en el artículo 129, de quienes se sorprenda, a propósito del registro, en alguna de las hipótesis del artículo 130,
así como de quienes al momento del cotejo registren orden de detención pendiente.
En caso de negativa de una persona a acreditar su identidad, o si habiendo recibido las facilidades del caso no le
fuere posible hacerlo, la policía la conducirá a la unidad policial mas cercana para fines de identificación. En dicha unidad
se le darán las facilidades para procurar una identificación satisfactoria por otros medios distintos de los ya mencionados,
dejándola en libertad en caso de obtenerse dicho resultado, previo cotejo de la existencia de órdenes de detención que
pudieren afectarle. Si no resultare posible acreditar su identidad, se le tomarán huellas digitales, las que sólo podrán ser
usadas para fines de identificación, y cumplido dicho propósito, serán destruidas.
El conjunto de procedimientos detallados en los incisos precedentes no deberá extenderse por un plazo superior a
ocho horas, transcurridas las cuales la persona que ha estado sujeta a ellos deberá ser puesta en libertad, salvo que existan
indicios que ha ocultado su verdadera identidad o ha proporcionado una falsa, caso en el cual se estará a lo dispuesto en el
inciso siguiente.
Si la persona se niega a acreditar su identidad o se encuentra en la situación indicada en el inciso anterior, se
procederá a su detención como autor de la falta prevista y sancionada en el Nº 5 del artículo 496 del Código Penal. El
agente policial deberá informar, de inmediato, de la detención al fiscal, quien podrá dejarla sin efecto u ordenar que el
detenido sea conducido ante el juez dentro del plazo máximo de veinticuatro horas, contado desde que la detención se
hubiere practicado. Si el fiscal nada manifestare, la policía deberá presentar al detenido ante la autoridad judicial en el
plazo indicado.
Los procedimientos dirigidos a obtener la identidad de una persona en conformidad a los incisos precedentes,
deberán realizarse en la forma más expedita posible, y el abuso en su ejercicio podrá ser constitutivo del delito previsto y
sancionado en el artículo 255 del Código Penal.

4.5.1.- Derechos de la persona sujeta al control de identidad

El sujeto controlado que es trasladado a la unidad policial tiene derecho a comunicarse con
su familia o con la persona que estime y no podrá ser ingresado a celdas o calabozos, ni mantenido en contacto
con personas detenidas.

Artículo 86.- Derechos de la persona sujeta a control de identidad. En cualquier caso que hubiere sido necesario
conducir a la unidad policial a la persona cuya identidad se tratare de averiguar en virtud del artículo precedente, el
funcionario que practicare el traslado deberá informarle verbalmente de su derecho a que se comunique a su familia o a la
persona que indicare, de su permanencia en el cuartel policial. El afectado no podrá ser ingresado a celdas o calabozos, ni
mantenido en contacto con personas detenidas.

4.5.2.- Examen de vestimentas, equipajes y vehículos del detenido

Esta norma se refiere al examen de detenidos, a sus vestimentas y equipajes y es similar al


examen que se puede hacer a quienes se les controla la identidad y sería complementaria de la anterior, en
cuanto obliga al examen de vestimentas por personas del mismo sexo.

Artículo 89.- Examen de vestimentas, equipaje o vehículos. Se podrá practicar el examen de las vestimentas que
llevare el detenido, del equipaje que portare o del vehículo que condujere, cuando existieren indicios que permitieren
estimar que oculta en ellos objetos importantes para la investigación.
Para practicar el examen de vestimentas, se comisionará a personas del mismo sexo del imputado y se guardarán
todas las consideraciones compatibles con la correcta ejecución de la diligencia.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 197


4.6.- Levantamiento de cadáver

La regla general es que el cadáver se levante por orden del fiscal, pero si es encontrado en la
vía pública, tal autorización la puede dar, previa revisión del sitio del suceso, por el jefe de la unidad policial
correspondiente.

Artículo 90.- Levantamiento del cadáver. En los casos de muerte en la vía pública, y sin perjuicio de las facultades
que corresponden a los órganos encargados de la persecución penal, la descripción a que se refiere el artículo 181 y la
orden de levantamiento del cadáver podrán ser realizadas por el jefe de la unidad policial correspondiente, en forma
personal o por intermedio de un funcionario de su dependencia, quien dejará registro de lo obrado, en conformidad a las
normas generales de este Código.

4.7.- Declaraciones del Imputado ante la Policía

De modo general, sostengo que el imputado puede declarar tanto en sede extrajudicial, como
en sede judicial y en cada una de las tres etapas 122 del proceso tendrá una oportunidad y forma especiales
para hacerlo.

Artículo 91.- Declaraciones del imputado ante la policía. La policía sólo podrá interrogar autónomamente al
imputado en presencia de su defensor. Si éste no estuviere presente durante el interrogatorio, las preguntas se limitarán a
constatar la identidad del sujeto.
Si, en ausencia del defensor, el imputado manifestare su deseo de declarar, la policía tomará las medidas
necesarias para que declare inmediatamente ante el fiscal. Si esto no fuere posible, la policía podrá consignar las
declaraciones que se allanare a prestar, bajo la responsabilidad y con la autorización del fiscal. El defensor podrá
incorporarse siempre y en cualquier momento a esta diligencia

De lo anterior se desprende que un imputado puede prestar declaración inculpándose o


exculpándose a sí mismo, o a otros que aparezcan o no involucrados en los mismos hechos, tanto en fase de
investigación, intermedia o de preparación de juicio oral y la de juicio oral.

La fase de investigación la divido en dos sub fases, que yo he denominado de “pre-


formalización” y de “post-formalización”, - atento a sí ya se ha producido por parte del ente persecutor la
formalización de la investigación en contra de uno o más imputados, conforme se faculta privativamente al
Ministerio Público en el artículo 229 del Código Procesal Penal -, debido a que en estos dos momentos o sub
etapas, el imputado puede declarar y, entiendo que alguno de sus efectos pudieren ser distintos, según
analizaré, dependiendo de ante quién preste dicha declaración el coimputado.

Esta distinción que hago no es nueva, ya DUCE y RIEGO, señalan algo similar cuando en la
etapa de investigación preliminar, distinguen dos sub fases, “la fase anterior a la intervención judicial (a la
formalización de la investigación) y la fase posterior a la intervención judicial (a la formalización de la investigación)”
aunque esa distinción la basan ellos en una “lectura estratégica de la misma (fase), que considere la operatividad de
las distintas normas que la regulan”; en otras palabras, a que entienden que alguna de las disposiciones de la
etapa de investigación regulan, por un lado, un conjunto de situaciones en las que se permitiría al Ministerio
Público y a la Policía “desplegar la investigación criminal en un escenario relativamente cómodo para sus intereses”, es
decir antes de que intervenga un juez de garantía; pues una vez formalizada ante él la investigación, tal
actuación del juzgador es permanente y tiene una finalidad “contralora de la actividad investigativa del Ministerio
Público”. 123

122
Nota: Coincido con HORVITZ y LÓPEZ, en Ob. Cit. pág. 443, en la existencia de una cuarta fase o etapa del proceso penal,
como es la de ejecución de las sentencias condenatorias y las de medidas de seguridad.
123
DUCE J., Mauricio y RIEGO R., Cristián: “Proceso Penal”, Editorial Jurídica de Chile, Santiago de Chile, 1° Edición, mayo de
2007, págs.132 a 134.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 198


Lo que realmente importa, es que quede de manifiesto que un imputado puede declarar en
las tres fases del proceso penal, como se verá en el siguiente esquema.

Espontánea Autónoma-
defen.
Policía Voluntaria

Provocada
Delegada

Pres. C/ Def.
Ministerio Público
Pres. S/ Def.
Pre-Formalización
Defensor

NO vinculado al
proceso
Tercero
Fase Investigación Vinculado al
proceso

Espontánea Autónoma-
defen.
Policía Voluntaria

Provocada delegada
Extrajudicial Post-Formalización

Ministerio Público Presencial con


defensor
Presencial sin
defensor
Defensor
Declaración Imputado NO vinculado al proceso
Tercero
Vinculado al proceso
Fase Investigación Juez de Garantía

Judicial Fase Intermedia Juez de Garantía

Fase Juicio Oral Tribunal Juicio Oral

A modo de introducción y antes de entrar a explicar en detalle el esquema anterior, se


aprecia que en la fase de investigación, ya sea en cualquiera de las sub fases mencionadas, de “pre y post –
formalización”, un imputado puede prestar declaración extrajudicial, básicamente ante cuatro categorías de
personas o estamentos, la Policía, el Ministerio Público, un Defensor y Terceros.

En relación a estas posibilidades que un imputado tiene para declarar, hay que hacer una
salvedad en relación con los menores adolescentes, 124 regulados por la Ley Nº 20.084, pues en la fase de
investigación, ellos nunca pueden declarar ante la Policía, sino siempre ante un fiscal y en presencia de su
defensor, según se desprende del artículo 31 125 de la citada ley.

124
Nota: El artículo 3° de la Ley N° 20.084, señala que: “La presente ley se aplicará a quienes al momento en que se hubiere
dado principio de ejecución del delito sean mayores de catorce y menores de dieciocho años, los que, para los efectos de esta ley, se
consideran adolescentes”
125
Nota; en lo pertinente, el artículo 31 de la Ley N° 20.084 dispone; “El adolescente sólo podrá declarar ante el fiscal en
presencia de un defensor, cuya participación será indispensable en cualquier actuación en que se requiera al adolescente y que exceda
de la mera acreditación de su identidad”

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 199


Lo común de las anteriores posibilidades, es el hecho de que no sean prestadas ante un juez,
por ello se habla de declaraciones extrajudiciales.

4.7.1.- declaración extrajudicial ante la Policía

Así, en primer término, será extrajudicial, si la presta ante la Policía, - sea de manera
espontánea (o natural), voluntaria o provocada.

4.7.1.1.-declaración extrajudicial espontánea ante la Policía

La declaración espontánea o natural del imputado ante la Policía, será la que aquél le
manifieste libremente al policía una vez que se halle frente a él, ya sea porque es fiscalizado en el marco de una
diligencia de control de identidad, 126 sea porque se le detiene en el marco de uno de los casos autorizados de
flagrancia 127 contemplados en nuestro sistema o bien, porque concurre voluntariamente a un policía, en todos
estos casos, además, la declaración del imputado debe nacer de manera espontánea o natural, es decir, el
policía no debe haber indagado nada previamente.

Simplemente el imputado está frente a él y le expone libremente lo que estima pertinente,


inculpándose de algún hecho, exculpándose del mismo o bien inculpando o exculpando a otros. También el
policía no le debe haber alcanzado a advertir de uno de sus derechos, tal es el de guardar silencio.

Entonces tenemos un relato libre de un imputado ante un agente de la policía y la pregunta


que deberemos responder es la siguiente:

¿Ese testimonio del policía como testigo de oídas, puede ser llevado a juicio por el fiscal?

Las respuestas a esa interrogante pueden ser dos:

a) una positiva, esto es, el ofrecimiento de esta prueba salva la valla de la exclusión
probatoria que alega la defensa en la fase intermedia y el dilema estará entonces en el valor que le asignen los
jueces a tal relato, puesto que el sujeto no alcanzó a ser advertido de su derecho a guardar silencio y no auto
incriminarse.

b) una negativa, es decir, el ofrecimiento de tal prueba no pasa el test de la exclusión


probatoria y en ese evento, no hay problema de futura valoración por parte del tribunal de Juicio Oral, pues
esa prueba nunca llegará al juicio oral.
Luego de la reforma legal al artículo 93 g) del CPP, estimo que esas declaraciones
extrajudiciales si pueden llegar por la vía del testimonio de oídas de un policía, como se verá más adelante.

4.7.1.2.-declaración extrajudicial voluntaria ante la Policía

La declaración voluntaria del imputado ante la Policía, en cambio, nace desde el momento en
que aquél, advertido de su derecho a guardar silencio, renuncia voluntariamente a tal prerrogativa y declara
inculpándose de algún hecho, exculpándose del mismo o bien inculpando o exculpando a otros.

A su vez ésta declaración voluntaria del imputado ante la policía, puede tener dos
modalidades, atento a si está o no presente su defensor. 128

126
Véase el artículo 85 del CPP
127
Véase el artículo 130 del CPP
128
Nota: para el caso de los imputados adolescentes, de conformidad a lo previsto en el artículo 31 de la Ley Nº 20.084 siempre
debe estar presente el defensor del menor cuando aquél desea declarar ante el fiscal.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 200


4.7.1.2.1.-declaración extrajudicial voluntaria ante la Policía sin defensor
del imputado

Así, si el defensor no está presente, la policía sólo puede limitarse a indagar la identidad del
sujeto. Si así y todo el imputado desea prestar declaración voluntaria, la policía debe comunicar tal situación al
fiscal, caso en el cual pasamos a la segunda fase del esquema, pero, si ello no fuere posible, la policía puede
consignar las declaraciones que aquél se allanare a prestar, bajo la responsabilidad y con la autorización del
fiscal, esto es lo que se llama, con “delegación” del fiscal.

4.7.1.2.2.- declaración extrajudicial voluntaria ante la Policía con la


presencia del defensor del imputado

En cambio, si el defensor está presente, puede el imputado declarar libremente lo que


manifieste, previo asesoramiento del letrado.

Lo interesante de las declaraciones que un imputado dé a la Policía voluntariamente, ya sea


con o sin su defensor y, advertido previamente de sus derechos, es que estará colaborando con la investigación
y ella debe seguir desarrollándose por el fiscal, ya que como bien sostiene POBLETE ITURRATE, 129 “desde la
perspectiva de la persecución penal, entonces, lo que declare el imputado voluntariamente no es irrelevante, interesa, y por
lo mismo el Código se ocupa de sus declaraciones, pero la persecución debe desarrollarse, si puede decirse, al margen de
esas declaraciones o más preciso, sin reconocerles valor probatorio”.

4.7.3.- declaración extrajudicial provocada ante la Policía

Es la dada por el coimputado forzado a ello por métodos que anulen su voluntariedad.
En relación con la declaración extrajudicial del imputado, en sede Policial, el legislador ha
colocado ciertos parámetros de protección para tal declarante, según se desprende de lo prevenido en el
artículo 91 del CPP.

Así, “La policía sólo podrá interrogar autónomamente al imputado en presencia de su defensor. Si éste
no estuviere presente durante el interrogatorio, las preguntas se limitarán a constatar la identidad del sujeto” y luego se
agrega, en el inciso segundo, que, “Si en ausencia del defensor el imputado manifestare su deseo de declarar, la policía
tomará las medidas necesarias para que declare inmediatamente ante el fiscal”, posibilidad que hay que concordarla,
necesariamente, con las facultades prevenidas para el imputado en el artículo 93 del CPP.

Sin embargo, el legislador al modificar en junio de 2012 la letra g) del artículo 93 del CPP, 130
abrió la posibilidad de la existencia de los policías como testigos de oídas de las declaraciones extrajudiciales
de los imputados, cuando señala en dicha norma que: “Tiene derecho a guardar silencio. El ejercicio de este
derecho no le ocasionará ninguna consecuencia legal adversa; sin embargo, si renuncia a él, TODO LO QUE
MANIFIESTE PUEDE SER USADO EN SU CONTRA”.

4.7.4.- declaración extrajudicial delegada ante la Policía

Se dará, cuando la Policía le señale al fiscal que el coimputado desea declarar, en tal caso,
deberá llamarlo y si aquél no puede concurrir, deberá expresamente (el fiscal), bajo su responsabilidad,
autorizar para que la Policía le consigne tal declaración. Es la que llamamos delegada.

De la norma anterior se desprenden varias consecuencias

129
POBLETE ITURRATE, Orlando, en INFORMES EN DERECHO, Doctrina Procesal Penal 2001-2003, “Sobre el derecho de los
funcionarios policiales a declarar en el juicio oral sobre lo que los imputados habían declarado ante ellos al momento de su detención”.
Centro de Documentación Defensoría Penal Pública, Santiago de Chile, año 2003, Pág.50
130
Ley N° 20.593 publicada Diario Oficial 2/6/2012

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 201


En primer lugar; es un derecho de todo imputado, esté o no detenido.

En segundo término; como todo derecho concedido por la legislación, por regla general es
renunciable, según se desprende de lo prevenido en el artículo 12 del Código Civil, que dispone que: “Podrán
renunciarse los derechos conferidos por las leyes, con tal que sólo miren al interés individual del renunciante, y que no esté
prohibida su renuncia”.

No existe ninguna norma en el ámbito del CPP que prohíba que un coimputado preste
declaración, renunciando a su derecho a guardar silencio. Se trata además, de una norma establecida en su
único beneficio y lo único prohibido en tal disposición del citado cuerpo legal, es la de consentir en prestarla
bajo juramento o siendo forzado a ello, por alguno de los métodos prohibidos señalados en el artículo 95 del
citado cuerpo legal.

En consecuencia, advertido que sea de tal derecho, si el coimputado, así y todo


voluntariamente manifiesta que desea declarar, para que tales dichos luego puedan ser llevados al juicio, debe
operar la dinámica del artículo 91 del CPP

Aquí, nos encontraremos en el caso de que la Policía interrogue al coimputado sobre la


existencia de un hecho punible investigado, o bien, sobre su participación en aquél.

Diremos que autónomamente, no puede, sino sólo hacerle preguntas que se limitarán a
constatar su identidad. Únicamente, en presencia del defensor, la Policía puede interrogar de manera
autónoma, esto es, sin la venia del fiscal, al imputado.

Entonces, ante la ausencia del defensor y la manifestación expresa del imputado a declarar,
la Policía debe tomar las medidas necesarias para que aquél declare ante un Fiscal.

Sólo si el Fiscal indica que no puede concurrir a tal diligencia, puede autorizar a la Policía,
para que, bajo su responsabilidad – del fiscal - , aquella consigne las declaraciones que los imputados se
allanaren a prestar.

Lógicamente estimo que esta declaración, al contrario de la espontánea, deberá consignarse


por escrito, de conformidad a lo prevenido en el mismo artículo 91 del Código del ramo.

Dado que aún cuando refiere las expresiones, “podrá consignar”, ello a priori, pudiera
entenderse como una facultad para la Policía.

Empero, se debe llegar siempre a la conclusión contraria, es decir, que ésta es una obligación
y no una facultad para los agentes policiales, al relacionar éste tema, con lo prevenido en el artículo 181 del
Código Procesal Penal, de donde les aparece como obligación genérica de la fase de investigación, la “de
consignar y asegurar todo cuanto condujere a la comprobación del hecho y a la identificación de los partícipes del mismo”.

4.8.- Prohibición de Informar

Los funcionarios policiales no podrán informar a los medios de comunicación social acerca
de la identidad de detenidos, imputados, víctimas, testigos, ni de otras personas que se encontraren o pudieren
resultar vinculadas a la investigación de un hecho punible, que es, precisamente lo que establece el artículo 92
del CPP.

5. El imputado

El párrafo 4° del Título IV del Libro I del CPP trata del imputado y, fundamentalmente, de
sus derechos y garantías, entre los artículos 93 y 101, dedicándole algunas de sus disposiciones a los derechos
del imputado rebelde.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 202


5.1.- Derechos y Garantías del Imputado

El artículo 93 del CPP establece que el imputado podrá hacer valer, hasta la terminación del
proceso, los derechos y garantías que les confieren las leyes.

Artículo 93. Derechos y garantías del imputado. Todo imputado podrá hacer valer, hasta la terminación del proceso,
los derechos y garantías que le confieren las leyes.
En especial, tendrá derecho a:
a) Que se le informe de manera específica y clara acerca de los hechos que se le imputaren y los derechos que le
otorgan la Constitución y las leyes;
b) Ser asistido por un abogado desde los actos iniciales de la investigación;
c) Solicitar de los fiscales diligencias de investigación destinadas a desvirtuar las imputaciones que se le
formularen;
d) Solicitar directamente al juez que cite a una audiencia, a la cual podrá concurrir con su abogado o sin él,
con el fin de prestar declaración sobre los hechos materia de la investigación;
e) Solicitar que se active la investigación y conocer su contenido, salvo en los casos en que alguna parte de ella
hubiere sido declarada secreta y sólo por el tiempo que esa declaración se prolongare;
f) Solicitar el sobreseimiento definitivo de la causa y recurrir contra la resolución que lo rechazare;
g) Guardar silencio o, en caso de consentir en prestar declaración, a no hacerlo bajo juramento. Sin perjuicio
de lo dispuesto en los artículos 91 y 102, al ser informado el imputado del derecho que le asiste conforme a
esta letra, respecto de la primera declaración que preste ante el fiscal o la policía, según el caso, deberá
señalársele lo siguiente: “Tiene derecho a guardar silencio. El ejercicio de este derecho no le ocasionará
ninguna consecuencia legal adversa; sin embargo, si renuncia a él, todo lo que manifieste podrá ser usado
en su contra”;
h) No ser sometido a tortura ni a otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, e
i) No ser juzgado en ausencia, sin perjuicio de las responsabilidades que para él derivaren de la situación de
rebeldía

5.2.- Derechos y Garantías especiales del imputado privado de Libertad

Por otra parte, el imputado privado de libertad, tiene además otras garantías y derechos que
están expresadas en el artículo 94 del CPP.

Artículo 94. Imputado privado de libertad. El imputado privado de libertad tendrá, además, las siguientes garantías y
derechos:
a) A que se le exprese específica y claramente el motivo de su privación de libertad y, salvo el caso de
delito flagrante, a que se le exhiba la orden que la dispusiere;
b) A que el funcionario a cargo del procedimiento de detención o de aprehensión le informe de los
derechos a que se refiere el inciso segundo del artículo 135;
c) A ser conducido sin demora ante el tribunal que hubiere ordenado su detención;
d) A solicitar del tribunal que le conceda la libertad;
e) A que el encargado de la guardia del recinto policial al cual fuere conducido informe, en su presencia,
al familiar o a la persona que le indicare, que ha sido detenido o preso, el motivo de la detención o prisión y el lugar
donde se encontrare;
f) A entrevistarse privadamente con su abogado de acuerdo al régimen del establecimiento de detención,
el que sólo contemplará las restricciones necesarias para el mantenimiento del orden y la seguridad del recinto;
g) A tener, a sus expensas, las comodidades y ocupaciones compatibles con la seguridad del recinto en que
se encontrare, y
h) A recibir visitas y comunicarse por escrito o por cualquier otro medio, salvo lo dispuesto en el artículo
151.

5.3.- El amparo ante el Juez de Garantía

El amparo ante el juez de garantías está contemplado en el artículo 95 del CPP y se idea
como un “recurso especial y sencillo” que tiene toda persona privada de libertad, para ser conducida sin

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demora ante un juez de garantía, a fon de que éste examine la legalidad de su privación de libertad y las
condiciones en que se encontrare, pudiendo constituirse el juez en el lugar. Esta materia está tratada más a
fondo en el capítulo de los Recursos.

Artículo 95.- Amparo ante el juez de garantía. Toda persona privada de libertad tendrá derecho a ser conducida sin
demora ante un juez de garantía, con el objeto de que examine la legalidad de su privación de libertad y, en todo caso, para
que examine las condiciones en que se encontrare, constituyéndose, si fuere necesario, en el lugar en que ella estuviere. El
juez podrá ordenar la libertad del afectado o adoptar las medidas que fueren procedentes.
El abogado de la persona privada de libertad, sus parientes o cualquier persona en su nombre podrán siempre
ocurrir ante el juez que conociere del caso o aquél del lugar donde aquélla se encontrare, para solicitar que ordene que sea
conducida a su presencia y se ejerzan las facultades establecidas en el inciso anterior.
Con todo, si la privación de libertad hubiere sido ordenada por resolución judicial, su legalidad sólo podrá
impugnarse por los medios procesales que correspondan ante el tribunal que la hubiere dictado, sin perjuicio de lo
establecido en el artículo 21 de la Constitución Política de la República.

5.4.- Derechos de los abogados defensores

El artículo 96 del CPP faculta a todo abogado para requerir del funcionario encargado del
cualquier lugar de detención o prisión, la confirmación de encontrarse privada de libertad una persona. A
poder conferenciar libre y privadamente con el detenido

Artículo 96.- Derechos de los abogados. Todo abogado tendrá derecho a requerir del funcionario encargado de
cualquier lugar de detención o prisión, la confirmación de encontrarse privada de libertad una persona determinada en ese
o en otro establecimiento del mismo servicio y que se ubicare en la comuna.
En caso afirmativo y con el acuerdo del afectado, el abogado tendrá derecho a conferenciar privadamente con él y,
con su consentimiento, a recabar del encargado del establecimiento la información consignada en la letra a) del artículo 94.
Si fuere requerido, el funcionario encargado deberá extender, en el acto, una constancia de no encontrarse
privada de libertad en el establecimiento la persona por la que se hubiere consultado.

5.5.- Declaración del Imputado como medio de defensa

El artículo 98 del CPP señala que el imputado tiene derecho, durante todo el procedimiento y
en cualquiera de sus etapas, a prestar declaración como un modo de defenderse de la imputación que se le
dirigiere. Esta norma consagra lo que se conoce como defensa material, en contraposición a la defensa técnica
que es la que hace un letrado.

Artículo 98.- Declaración del imputado como medio de defensa. Durante todo el procedimiento y en cualquiera de
sus etapas el imputado tendrá siempre derecho a prestar declaración, como un medio de defenderse de la imputación que se
le dirigiere.
La declaración judicial del imputado se prestará en audiencia a la cual podrán concurrir los intervinientes en el
procedimiento, quienes deberán ser citados al efecto.
La declaración del imputado no podrá recibirse bajo juramento. El juez o, en su caso, el presidente del tribunal,
se limitará a exhortarlo a que diga la verdad y a que responda con claridad y precisión las preguntas que se le formularen.
Regirá, correspondientemente, lo dispuesto en el artículo 326.
Si con ocasión de su declaración judicial, el imputado o su defensor solicitaren la práctica de diligencias de
investigación, el juez podrá recomendar al ministerio público la realización de las mismas, cuando lo considerare necesario
para el ejercicio de la defensa y el respeto del principio de objetividad.
Si el imputado no supiere la lengua castellana o si fuere sordo o mudo, se procederá a tomarle declaración de
conformidad al artículo 291, incisos tercero y cuarto.

5.6.- Los Imputados Rebeldes

El imputado rebelde es el que no comparece a algún acto del procedimiento o del juicio y,
por ello, el artículo 99 del CPP señala cuáles son las causales de su rebeldía.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 204


5.6.1.- Causales para decretar la rebeldía de un imputado

El artículo 99 del CPP señala dos causales de rebeldía.

Artículo 99. Causales de rebeldía. El imputado será declarado rebelde:


a) Cuando, decretada judicialmente su detención o prisión preventiva, no fuere habido, o
b) Cuando, habiéndose formalizado la investigación en contra del que estuviere en país extranjero, no fuere
posible obtener su extradición.

5.6.2.- La declaración de rebeldía

La debe hacer el Tribunal ante el cual el imputado debiere comparecer.

Artículo 100. Declaración de rebeldía. La declaración de rebeldía del imputado será pronunciada por el tribunal ante el
que debiere comparecer

5.6.3.- Los efectos de la rebeldía

Están señalados en el artículo 101 del CPP y dicen relación con el modo de las futuras
notificaciones, que la investigación no se suspende y continuará hasta la realización de la audiencia intermedia
y si se produjere la rebeldía durante el juicio oral, se sobreseerá temporalmente hasta que el rebelde sea
habido.

Artículo 101. Efectos de la rebeldía. Declarada la rebeldía, las resoluciones que se dictaren en el procedimiento se
tendrán por notificadas personalmente al rebelde en la misma fecha en que se pronunciaren.
La investigación no se suspenderá por la declaración de rebeldía y el procedimiento continuará hasta la
realización de la audiencia de preparación del juicio oral, en la cual se podrá sobreseer definitiva o temporalmente la causa
de acuerdo al mérito de lo obrado. Si la declaración de rebeldía se produjere durante la etapa de juicio oral, el
procedimiento se sobreseerá temporalmente, hasta que el imputado compareciere o fuere habido.
El sobreseimiento afectará sólo al rebelde y el procedimiento continuará con respecto a los imputados presentes.
El imputado que fuere habido pagará las costas causadas con su rebeldía, a menos que justificare debidamente su
ausencia.

6. El defensor

El párrafo 5° del Título IV del Libro I del CPP en sus artículos 102 a 107 da diversas normas
relativas a la defensa.

6.1.- Derecho a designación libre del defensor

El artículo 102 del CPP señala como derecho del imputado desde la primera actuación del
procedimiento dirigido en su contra, hasta la completa ejecución de la sentencia, a designar libremente a un
defensor de su confianza, si no lo hiciere el Estado le deberá proporcionar uno, el que deberá designárselo un
juez.

Artículo 102. Derecho a designar libremente a un defensor. Desde la primera actuación del procedimiento y hasta la
completa ejecución de la sentencia que se dictare, el imputado tendrá derecho a designar libremente uno o más defensores
de su confianza. Si no lo tuviere, el juez procederá a hacerlo, en los términos que señale la ley respectiva. En todo caso, la
designación del defensor deberá tener lugar antes de la realización de la primera audiencia a que fuere citado el imputado.
Si el imputado se encontrare privado de libertad, cualquier persona podrá proponer para aquél un defensor
determinado, o bien solicitar se le nombre uno. Conocerá de dicha petición el juez de garantía competente o aquél
correspondiente al lugar en que el imputado se encontrare.
El juez dispondrá la comparecencia del imputado a su presencia, con el objeto de que acepte la designación del
defensor.

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Si el imputado prefiriere defenderse personalmente, el tribunal lo autorizará sólo cuando ello no perjudicare la
eficacia de la defensa; en caso contrario, le designará defensor letrado, sin perjuicio del derecho del imputado a formular
planteamientos y alegaciones por sí mismo, según lo dispuesto en el artículo 8º.

6.2.- Efectos de la ausencia del defensor

La ausencia del defensor, en cualquier actuación en que la ley exigiere su presencia


expresamente, acarreará la nulidad de la misma.

Artículo 103. Efectos de la ausencia del defensor. La ausencia del defensor en cualquier actuación en que la ley
exigiere expresamente su participación acarreará la nulidad de la misma, sin perjuicio de lo señalado en el artículo 286.

6.3.- Derechos y facultades del defensor

El defensor puede ejercer todos los derechos que se le dan en este Código al imputado, a
menos que se reserve su ejercicio al imputado en forma personal, como ocurre, por ejemplo, cuando el
imputado se allana a prestar declaración en el juicio oral.

Artículo 104. Derechos y facultades del defensor. El defensor podrá ejercer todos los derechos y facultades que la ley
reconoce al imputado, a menos que expresamente se reservare su ejercicio a este último en forma personal.

6.4.- Defensa de varios imputados en un mismo proceso

Un defensor puede defender a más de un imputado, a menos, que tales defensas sean
incompatibles entre sí.

Artículo 105. Defensa de varios imputados en un mismo proceso. La defensa de varios imputados podrá ser asumida
por un defensor común, a condición de que las diversas posiciones que cada uno de ellos sustentare no fueren
incompatibles entre sí.
Si el tribunal advirtiere una situación de incompatibilidad la hará presente a los afectados y les otorgará un
plazo para que la resuelvan o para que designen los defensores que se requirieren a fin de evitar la incompatibilidad de que
se tratare. Si, vencido el plazo, la situación de incompatibilidad no hubiere sido resuelta o no hubieren sido designados el o
los defensores necesarios, el mismo tribunal determinará los imputados que debieren considerarse sin defensor y procederá
a efectuar los nombramientos que correspondieren

6.5.- Renuncia o abandono de la defensa

Un defensor puede por cierto, renunciar a la defensa, sin embargo, la renuncia formal no lo
liberará de su deber de realizar todos los actos inmediatos y urgentes que fueren necesarios para impedir la
indefensión de un imputado.
Artículo 106. Renuncia o abandono de la defensa. La renuncia formal del defensor no lo liberará de su deber de
realizar todos los actos inmediatos y urgentes que fueren necesarios para impedir la indefensión del imputado.
En el caso de renuncia del defensor o en cualquier situación de abandono de hecho de la defensa, el tribunal
deberá designar de oficio un defensor penal público que la asuma, a menos que el imputado se procurare antes un defensor
de su confianza. Con todo, tan pronto este defensor hubiere aceptado el cargo, cesará en sus funciones el designado por el
tribunal.

6.6.- Designación posterior del defensor

La designación para un imputado de un defensor penal público, no le impide que, en


cualquier momento pueda elegir uno de su confianza.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 206


Artículo 107. Designación posterior. La designación de un defensor penal público no afectará el derecho del imputado a
elegir posteriormente otro de su confianza; pero la sustitución no producirá efectos hasta que el defensor designado
aceptare el mandato y fijare domicilio.

6.7.- La Defensoría Penal Pública

6.7.1.- Descripción del sistema

La Ley N° 19.718 establece un nuevo sistema de defensa penal pública. En términos


generales consiste en un sistema mixto, que combina la existencia de una oficina pública jerarquizada de
abogados funcionarios con un sistema de prestación temporal del servicio de defensa penal pública basado en
procesos de licitación y adjudicación de fondos públicos, en los cuales podrán participar tanto personas
naturales como personas jurídicas, públicas o privadas, que cuenten con profesionales que cumplan los
requisitos para el ejercicio profesional de abogado. En este último caso, los abogados particulares y los
pertenecientes a personas jurídicas licitadas serán incluidos en una nómina o lista elaborada por la respectiva
defensoría regional y deberán asumir la defensa penal pública de los imputados o acusados en la región
respectiva que los hayan elegido. 131

El desempeño de los defensores locales y de los abogados que presten defensa penal pública
estará sujeto a estrictos controles y dará origen a las responsabilidades y sanciones que la ley establece. 132

En suma, con el sistema mixto descrito se busca combinar una organización permanente de
abogados funcionarios que satisfagan los requerimientos básicos e impostergables de la defensa penal pública
con otra más flexible, de prestadores públicos o privados que deben concursar para la adjudicación de un
fondo público en base a criterios de competitividad y eficiencia.

La Ley establece como regla general que los defensores locales asumirán la defensa de los
imputados siempre que, de conformidad al CPP, falte abogado defensor por cualquier causa en cualquier
etapa del procedimiento. Se añade que la defensa se mantendrá hasta que la asuma el defensor que designe el
imputado o acusado, procedimiento que se regula en los artículos 51 y siguientes de la LDPP. 133

Como complemento final de este sistema, se confiere al Defensor Nacional la atribución para
que, en caso necesario, celebre convenios directos, por un plazo fijo, con abogados o personas jurídicas
públicas o privadas que se encuentren en condiciones de asumir la defensa penal de los imputados hasta que
se resuelva una nueva licitación. Se destaca que, en la prestación de sus servicios, estas personas naturales o
jurídicas se sujetarán a las mismas reglas aplicables a aquellas contratadas en virtud de procesos de licitación.
134

En síntesis, la finalidad de la Defensoría Penal Pública es proporcionar defensa penal a los


imputados o acusados por un crimen, simple delito o falta que sea de competencia de un juzgado de garantía o
de un tribunal de juicio oral en lo penal y de las respectivas Cortes, en su caso, y que carezcan de abogado. 135

131
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés, Ob. cit., pág. 256
132
Arts. 68 y siguientes LDPP
133
Art. 25 incisos 3° y 4° LDPP
134
Art. 49 inciso 3° LDPP
135
Art. 2 LDPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 207


6.7.2.- Organización y funcionamiento

Es un servicio público descentralizado funcionalmente y desconcentrado territorialmente,


dotado de personalidad jurídica y patrimonio propio, sometido a la supervigilancia del Presidente de la
República a través del Ministerio de Justicia. 136

Es un servicio esencialmente gratuito. Excepcionalmente, puede cobrar, en forma total o


parcial, la defensa que preste a los beneficiarios que dispongan de recursos para financiarla privadamente
puesto que para ser beneficiario del sistema sólo se exige que el imputado carezca de abogado y requiera de un
defensor. 137

La Defensoría Penal Pública está organizada en forma simétrica al ministerio público. En


efecto, está integrada por una Defensoría Nacional, con domicilio y sede en Santiago, y por las defensorías
regionales. Estas últimas se organizan en defensorías locales y, además, deben incorporar a su trabajo a los
abogados y personas jurídicas con quienes se convenga la prestación del servicio de la defensa penal.
Pertenecen también a la Defensoría Nacional el Consejo de Licitaciones de la Defensa Penal Pública y los
comités de adjudicación regionales que tendrán a su cargo el sistema de licitaciones.

La Defensoría Nacional es la unidad superior que tiene a su cargo la administración de los


recursos y medios necesarios para la prestación del servicio de defensa penal pública en todo el territorio
nacional. Esta puede provenir directamente de sus unidades operativas permanentes, esto es, las defensorías
locales, o de los prestadores del servicio que se hayan adjudicado el fondo de defensa penal pública a través de
la licitación.

Está integrada por el Defensor Nacional y cinco unidades administrativas a cargo de un


Director Administrativo Nacional.

El Defensor Nacional es el jefe superior del servicio. Se trata de un cargo de la exclusiva


confianza del Presidente de la República. Es subrogado por el defensor regional que determine mediante
resolución, pudiendo establecer entre varios el orden de subrogación que estime conveniente. A falta de
designación, será subrogado por el defensor regional más antiguo. 138 .

Para ser Defensor Nacional se requiere ser ciudadano con derecho a sufragio, tener a lo
menos diez años el título de abogado y no encontrarse sujeto a alguna de las incapacidades e
incompatibilidades para ingresar a la administración pública. 139 Tiene a su cargo la dirección, administración,
control y representación de la Defensoría Penal Pública, sus principales funciones y atribuciones se encuentran
señaladas en el artículo 7 de la LDPP.

En la Defensoría Nacional funcionan cinco unidades administrativas a cargo de un director


administrativo nacional, a quien corresponde organizarlas y supervisarlas sobre la base de las instrucciones
generales, objetivos, políticas y planes de acción que fije el Defensor Nacional. Son las que siguen: 140

a.- Recursos humanos.


b.- Informática.
c.- Administración y finanzas.
d.- Estudio.
e.- Evaluación, control y reclamaciones.

136
Art. 1 LDPP
137
Arts. 35 y 36 LDPP
138
Art. 10 LDPP
139
Art. 6 LDPP
140
Art. 8 LDPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 208


El Consejo de Licitaciones y los Comités de Adjudicación Regionales son cuerpos técnicos
colegiados encargados de cumplir las funciones relacionadas con el sistema de licitaciones. 141 Se trata de
órganos independientes y objetivos tanto al nivel de las condiciones de las bases de licitación como de la
adjudicación de los fondos para la defensa penal pública a fin de promover la participación, en igualdad de
condiciones, de entidades públicas y privadas en los procesos de licitación.

El Consejo de Licitaciones tiene las siguientes funciones:

a.- Debe proponer al Defensor Nacional el monto de los fondos por licitar, a nivel
nacional y regional.

b.- Le corresponde aprobar las bases de licitaciones a nivel regional, a propuesta de la


defensoría regional respectiva.

c.- Convocar a las licitaciones a nivel regional, las que serán resueltas por los comités de
adjudicación regionales.

d.- Resolver las apelaciones en contra de las decisiones del comité de adjudicación
regional que recaigan en las reclamaciones presentadas por los participantes en los procesos de licitación.

e.- Disponer la terminación de los contratos de prestación de servicios de defensa penal


pública celebrados en virtud de licitaciones con personas naturales o jurídicas.

f.- Cumplir las demás funciones que le atribuye la LDPP.

El Consejo de Licitaciones estará integrado por el Ministro de Justicia, o en su defecto, el


Subsecretario de Justicia, quien lo preside; el Ministro de Hacienda o su representante; el Ministro de
Planificación y Cooperación, o su representante; un académico con más de cinco años de docencia universitaria
en las áreas de derecho procesal penal o penal, designado por el Consejo de Rectores; y un académico con más
de cinco años de docencia universitaria en las mismas áreas, designado por el Colegio de Abogados con mayor
número de afiliados del país. Estos dos últimos durarán cuatro años en sus cargos, podrán ser designados
nuevamente y se renovarán por parcialidades. 142

El Consejo debe sesionar ordinariamente dos veces al año, sin perjuicio de las convocatorias
extraordinarias que pueda hacer su presidente. El quórum de funcionamiento será de la mayoría absoluta de
sus miembros en ejercicio y para adoptar sus acuerdos requerirá el voto de la mayoría de los presentes. 143

Por su parte, los Comités de Adjudicación Regional tienen como función principal la de
resolver, a nivel regional, la licitación de los fondos para la defensa penal pública. Además conocerán y
resolverán, en primera instancia, de las reclamaciones que los participantes del proceso de licitación
interpongan con ocasión del mismo, contra su resolución sólo procederá recurso de apelación ante el Consejo
de Licitaciones. 144

Estos Comités estarán integrados por un representante del Ministerio de Justicia, que no
podrá ser el Secretario Regional Ministerial de Justicia; el Defensor Nacional u otro profesional de la
Defensoría Nacional designado por éste, que no podrá ser uno de los que desempeñan labores de fiscalización;
el Defensor Regional u otro profesional de la Defensoría Regional designado por éste, que no sea fiscalizador;
un académico de la región, del área de la economía, designado por el Defensor Nacional; y un juez con
competencia penal, elegido por la mayoría de los integrantes de los tribunales de juicio oral en lo penal y
jueces de garantía de la región respectiva.

141
Arts. 11 y 45 LDPP
142
Art. 13 LDPP
143
Art. 15 LDPP
144
Art. 47 LDPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 209


La Ley establece la incompatibilidad entre el cargo de miembro del Consejo de Licitaciones y
el de consejero de las Corporaciones de Asistencia Judicial. Asimismo, no podrá desempeñarse como miembro
del Consejo de Licitaciones o de algún Comité de Adjudicación Regional quien tenga interés directo o indirecto
respecto de alguna persona natural o jurídica que preste servicios de defensa penal pública o se encuentre en
trámite de postulación a los mismos. 145

Las Defensorías Regionales son las oficinas encargadas de la administración de los medios y
recursos necesarios para la prestación de la defensa penal pública en la región, o en la extensión geográfica que
corresponda si en la región hay más de una. 146 .

Habrá una defensoría regional en cada una de las regiones del país, con sede en la capital
regional respectiva, excepto en la región Metropolitana de Santiago, en la que habrá dos oficinas regionales
cuyas sedes y distribución territorial serán determinadas por el Defensor Nacional. 147 .

El Defensor Regional ejerce funciones de supervigilancia, organización y de carácter


administrativo en su territorio.

Es nombrado por el Defensor Nacional, previo concurso público de oposición y


antecedentes. La duración del cargo es de cinco años pero podrá ser designado nuevamente, a través de
concurso público, cada vez que postule a un nuevo período. Las causales de cesación en el cargo son las
generales establecidas en el Estatuto Administrativo. 148 .

Para ser defensor regional se requiere ser ciudadano con derecho a sufragio, tener a lo menos
cinco años el título de abogado y no encontrarse sujeto a alguna de las incapacidades e incompatibilidades
para el ingreso a la administración pública. 149 .

El sistema de subrogación se establece en el artículo 22 de la LDPP y sus atribuciones se


encuentran descritas en el artículo 20 de la misma Ley.

El Defensor Nacional debe determinar las jefaturas y el número y clase de unidades


administrativas que habrá en cada defensoría regional. Un director administrativo regional tendrá a su cargo
la organización y supervisión de dichas unidades administrativas. En esas funciones deberá ceñirse a las
instrucciones que al efecto dicte el defensor regional. 150 .

Las Defensorías Locales son unidades operativas en las que se desempeñan los defensores
locales de la región. Si la defensoría local cuenta con dos o más defensores locales, se nombra un defensor jefe.
151 .

La Ley confiere al Defensor Nacional, a propuesta del respectivo defensor regional, la


determinación de la ubicación de las defensorías locales, sólo pone como límite que podrá haber hasta 80
defensorías locales en el país, cuya distribución territorial deberá efectuarse conforme a criterios como la carga
de trabajo, extensión territorial, facilidades de comunicaciones y eficiencia en el uso de los recursos. 152 .

145
Arts. 13 inciso 2° y 45 inciso final LDPP
146
Art. 16 LDPP
147
Art. 17 LDPP
148
Art. 18 LDPP
149
Art. 19 LDPP
150
Arts. 18 inciso 1° y 21 LDPP
151
Arts. 23 y 25 inciso 1° LDPP
152
Art. 24 LDPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 210


Los Defensores Locales son los profesionales a cargo de la defensa de los imputados que
carezcan de abogado en la primera actuación del procedimiento dirigido en su contra y, en todo caso, con
anterioridad a la realización de la primera audiencia judicial a que fuere citado. 153 .

La ley dispone que habrá 145 defensores locales en todo el territorio nacional. 154 .
Para ser defensor local se requiere ser ciudadano con derecho a sufragio, tener el título de
abogado y no encontrarse sujeto a alguna de las incompatibilidades para el ingreso a la administración
pública. 155

Los defensores locales son funcionarios a contrata y el acceso a los empleos correspondientes
se efectuará por concurso público. En general, están afectos a las disposiciones de la LDPP y a las normas del
Estatuto Administrativo. 156 En consecuencia, están sujetos a responsabilidad administrativa, sin perjuicio de la
responsabilidad civil y penal que pueda afectarles. 157

7. La víctima

7.1.- Definición de Víctima

La víctima está definida en este nuevo sistema procesal penal, en el artículo 108 del CPP,
consignándose allí que se considera víctima al ofendido por el delito.

Artículo 108. Concepto. Para los efectos de este Código, se considera víctima al ofendido por el delito.
En los delitos cuya consecuencia fuere la muerte del ofendido y en los casos en que éste no pudiere ejercer los derechos que
en este Código se le otorgan, se considerará víctima:
a) al cónyuge y a los hijos;
b) a los ascendientes;
c) al conviviente;
d) a los hermanos, y
e) al adoptado o adoptante.
Para los efectos de su intervención en el procedimiento, la enumeración precedente constituye un orden de
prelación, de manera que la intervención de una o más personas pertenecientes a una categoría excluye a las comprendidas
en las categorías siguientes.

7.2.- Los derechos de las víctimas

Están consagrados en el artículo 109 del CPP de la siguiente manera:

Artículo 109. Derechos de la víctima. La víctima podrá intervenir en el procedimiento penal conforme a lo establecido
en este Código, y tendrá, entre otros, los siguientes derechos:
a) Solicitar medidas de protección frente a probables hostigamientos, amenazas o atentados en contra
suya o de su familia;
b) Presentar querella;
c) Ejercer contra el imputado acciones tendientes a perseguir las responsabilidades civiles provenientes
del hecho punible;
d) Ser oída, si lo solicitare, por el fiscal antes de que éste pidiere o se resolviere la suspensión del
procedimiento o su terminación anticipada;

153
Art. 25 inciso 2° LDPP
154
Art. 31 LDPP
155
Art. 26 LDPP
156
Arts. 27 y 31 LDPP
157
Art. 68 LDPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 211


e) Ser oída, si lo solicitare, por el tribunal antes de pronunciarse acerca del sobreseimiento temporal o
definitivo u otra resolución que pusiere término a la causa, y
f) Impugnar el sobreseimiento temporal o definitivo o la sentencia absolutoria, aun cuando no hubiere
intervenido en el procedimiento.
Los derechos precedentemente señalados no podrán ser ejercidos por quien fuere imputado del delito respectivo, sin
perjuicio de los derechos que le correspondieren en esa calidad.

El artículo 110 del CPP señala que si se tratare de las personas que subrogan a la víctima, el
Ministerio Público, cuando ellas no hubieren intervenido en el procedimiento, deberá informar sus resultados
al cónyuge del ofendido por el delito, o en su defecto, a sus hijos o a alguna de las otras personas.

8.- El querellante

8.1.- Concepto de Querella

Es un acto jurídico procesal mediante el cual la víctima de un hecho punible o las demás
personas o instituciones expresamente facultadas por la ley ponen en conocimiento de la autoridad
competente la existencia de un hecho que puede revestir los caracteres de un delito.

Si el querellante es una persona o institución distinta a la víctima adquiere la calidad


procesal de interviniente con todos los derechos que ello conlleva.

8.2.- El querellante

El nuevo sistema de justicia penal restringe notablemente la figura del querellante, en


relación a lo que acontecía en el modelo preexistente. Ello obedece, fundamentalmente, al establecimiento del
Ministerio Público como ente estatal autónomo que representa los intereses generales en la persecución penal.

Como regla general, la querella sólo puede ser interpuesta por la víctima, por el
representante legal de la víctima o el heredero testamentario de la víctima.

En sentido estricto la víctima es el ofendido por el delito, sin embargo en aquellos delitos
cuya consecuencia es la muerte del ofendido y en los casos en que éste no pueda ejercer sus derechos, se
considera víctima a las personas indicadas en el artículo 108 del CPP y en ese orden de prelación.

Excepcionalmente la ley permite que otras personas o instituciones se querellen.

Así toda persona capaz de parecer en juicio puede hacerlo en las situaciones señaladas en los
incisos 2° y 3° del artículo 111 del CPP.

Por último, algunos órganos del Estado están autorizados para querellarse tratándose de
delitos relacionados con su actividad fiscalizadora, así ocurre por ejemplo con el Servicio de Impuestos
Internos y el Servicio de Aduanas, también el Consejo de Defensa del Estado puede hacerlo en los casos que
determina su Ley Orgánica; el Ministro del Interior, Intendentes Regionales, Gobernadores Provinciales y
Comandantes de Guarnición pueden ser querellantes en delitos calificados de terroristas. En todos estos casos
se les otorga los mismos derechos que a la víctima.

Si bien el concepto tradicional de víctima se identifica con la idea de persona que sufre el
daño directo que produce el delito, observamos la incorporación progresiva de un concepto de víctima en un
sentido colectivo, relativo al conjunto de personas que pueden verse afectadas o son perjudicadas en sus
intereses o bienes sociales por la comisión de un delito.

Lo anterior es concordante con el surgimiento de bienes jurídicos colectivos, esto es bienes e


intereses que dicen relación con el funcionamiento del sistema social, o que están al servicio de los bienes que

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 212


conforman la base de existencia del mismo, por ejemplo la salud pública, la seguridad social o colectiva, la
seguridad del tráfico económico y financiero.

En el nuevo sistema observamos que la acción popular se encuentra prácticamente abolida,


limitándola a casos en que se ven afectados intereses colectivos o difusos. El CPP habla de “intereses sociales
relevantes o de la colectividad en su conjunto” o respecto de delitos de gran trascendencia pública como los
“delitos terroristas, o delitos cometidos por un funcionario público que afectaren derechos de las personas
garantizados por la Constitución o contra la probidad pública”.

De las normas del CPP podemos constatar la existencia de dos tipos de querellantes:

a.- El querellante conjunto adhesivo (querellante particular), contemplado para los delitos
de acción penal pública como colaborador y control externo del Ministerio Público, con posibilidades de forzar
la acusación. Este querellante puede intervenir activamente en el procedimiento, adherir a la acusación del
Fiscal o presentar una particular, ofrecer y presentar pruebas en el juicio e interponer recursos.

b.- El querellante privado, que tiene el carácter de acusador exclusivo y excluyente en los
delitos de acción penal privada. Este querellante tiene la carga de la persecución penal, pues en este tipo de
delitos, como ya se dijo, no interviene el Ministerio Público.

8.3.- Presentación de la querella

En primer lugar, en cuanto a la oportunidad, debemos distinguir la situación de la querella


presentada para incoar un procedimiento por delito de acción privada o un delito de acción penal pública. En
la primera hipótesis la oportunidad para interponer una querella criminal está dada por el plazo de la
prescripción de la acción penal, dependiendo exclusivamente de la voluntad de la víctima. En el segundo caso,
en cambio, la querella criminal sólo puede interponerse por las personas autorizadas legalmente durante la
instrucción, desde el inicio del procedimiento y hasta el cierre de la investigación. 158 De inmediato debemos
advertir que el cierre de la investigación constituye una actuación administrativa del Ministerio Público que
depende de la voluntad del fiscal a cargo.

La querella debe presentarse por escrito ante el juez de garantía competente, quien analizará
su admisibilidad a la luz de los requisitos establecidos en el artículo 113 del CPP.

Si el Juez la declara admisible, la resolución es inapelable y la querella debe ser remitida al


Ministerio Público.
Si el Juez no la admite a tramitación, fundado en alguno de los motivos contemplados en el
artículo 114 del CPP, la resolución es apelable en el solo efecto devolutivo. 159 En este caso la querella no será
remitida al Ministerio Público, a menos que, por tratarse de delitos de acción penal pública o previa instancia
particular y la declaración de inadmisibilidad se funde en su presentación extemporánea o en la omisión de
subsanar defectos oportunamente, en cuyo caso el juez debe ponerla igual en conocimiento del Ministerio
Público para ser tenida como denuncia. 160

8.4.- Prohibición de querella

No pueden querellarse entre sí, sea por delitos de acción pública o privada: 161

a) Los cónyuges, a no ser por delito que uno hubiere cometido contra el otro o contra sus
hijos, o por el delito de bigamia, y

158
Art. 112 CPP
159
Arts.115 y 368 CPP
160
Art. 117 CPP
161
Art. 116 CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 213


b) Los consanguíneos en toda la línea recta, los colaterales y los afines hasta el segundo
grado, a no ser por delitos cometidos por unos contra los otros, o contra su cónyuge o hijos.

8.5.- Desistimiento de la querella

El querellante puede desistirse de su querella en cualquier momento del procedimiento, en


cuyo caso tomará a su cargo las costas propias y quedará sujeto a la decisión general sobre costas que dictare el
tribunal al finalizar el procedimiento. 162

A menos que el querellado acepte expresamente el desistimiento, queda a salvo su derecho


para ejercer, a su vez, la acción penal o civil por querella o acusación calumniosa y a demandar los perjuicios
que le hubiere causado en su persona o bienes y las costas. 163

8.6.- Abandono de la querella 164

Se trata de una sanción procesal impuesta por el tribunal al querellante, de oficio o a petición
de cualquiera de los intervinientes, en situaciones objetivas que demuestran negligencia o falta de interés de su
parte, impidiéndole ejercer en lo sucesivo los derechos que el CPP le conferían. 165
Procede en los siguientes casos:

a) Cuando no adhiriere a la acusación fiscal o no acusare particularmente en la


oportunidad correspondiente;
b) Cuando no asistiere a la audiencia de preparación del juicio oral sin causa
debidamente justificada, y
c) Cuando no concurriere a la audiencia del juicio oral o se ausentare de ella sin
autorización del tribunal.

La resolución que declara el abandono de la querella es apelable en el solo efecto devolutivo.


En cambio, la que niega lugar al abandono es inapelable.

9. El actor civil

El actor civil es quien ejerce dentro del proceso penal o fuera de él, una pretensión civil, ya
sea contra el imputado o contra el tercero civilmente responsable.

Las normas de los artículos 59 a 68 del CPP se refieren a las acciones civiles. Ya anticipamos
en el capítulo II muchos temas sobre la acción civil, ahora las complementaremos simplemente, indicando
algunas cuestiones principales.

Así, cabe señalar que la víctima puede demandar civilmente además, de la acción civil
restitutoria, todas las demás acciones que tuvieren por objeto perseguir las responsabilidades civiles derivadas
del hecho punible, pero sólo cuando la víctima entablara la acción contra el imputado o acusado. Es decir, si
deseara perseguir la responsabilidad civil de tercero civilmente responsable, deberá hacerlo en sede de
Tribunal civil competente y ya no en este procedimiento.

Artículo 59. Principio general. La acción civil que tuviere por objeto únicamente la restitución de la cosa, deberá
interponerse siempre durante el respectivo procedimiento penal, de conformidad a lo previsto en el artículo 189.

162
Art. 118 CPP
163
Art. 119 CPP
164
Art. 120 CPP
165
Art. 121 CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 214


Asimismo, durante la tramitación del procedimiento penal la víctima podrá deducir respecto del imputado, con
arreglo a las prescripciones de este Código, todas las restantes acciones que tuvieren por objeto perseguir las
responsabilidades civiles derivadas del hecho punible. La víctima podrá también ejercer esas acciones civiles ante el
tribunal civil correspondiente. Con todo, admitida a tramitación la demanda civil en el procedimiento penal, no se podrá
deducir nuevamente ante un tribunal civil.
Con la sola excepción indicada en el inciso primero, las otras acciones encaminadas a obtener la reparación de las
consecuencias civiles del hecho punible que interpusieren personas distintas de la víctima, o se dirigieren contra personas
diferentes del imputado, deberán plantearse ante el tribunal civil que fuere competente de acuerdo a las reglas generales.

Mucho se ha hablado de lo inadecuado que para algunos ha resultado, que dentro del
proceso penal estén inmersos los intereses patrimoniales de la víctima, empero, estimo al igual que CISTERNA
PINO, que este Código, aún restringiendo la acción civil del ofendido por el delito al acusado únicamente, por
otro lado ha ampliado el abanico de sus posibilidades, “Sin embargo ello es más aparente que real y baste para
comprobarlo que en el nuevo sistema el perjudicado tiene no sólo acciones (pretensiones es el término correcto) que puede
ejercer a través de la demanda civil y las tercerías, sino otras vías que no implican el ejercicio de la acción civil
propiamente tal. En efecto, a través de los acuerdos reparatorios (art. 241) y la suspensión condicional del procedimiento
(art. 238 CPP letra e)), el perjudicado puede conseguir la reparación total o parcial de los perjuicios sufridos con el hecho
punible. Otro ejemplo está en la obligación que pesa sobre el Tribunal de Juicio Oral de continuar y fallar la causa en su
aspecto civil, en aquel caso en que iniciado el juicio oral se dicte sobreseimiento definitivo (art. 68 del CPP)”. 166

La demanda civil debe interponerse en la oportunidad prevista en el artículo 261 del CPP, es
decir, hasta 15 días antes de la fecha fijada para la realización de la audiencia de preparación del juicio oral,
debiendo cumplir tal demanda, con los requisitos exigidos en el artículo 254 del CPC. 167

La demanda civil puede prepararse, de conformidad a lo prevenido en el artículo 61 del


CPP.

Artículo 61. Preparación de la demanda civil. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo anterior, con posterioridad a
la formalización de la investigación la víctima podrá preparar la demanda civil solicitando la práctica de diligencias que
considerare necesarias para esclarecer los hechos que serán objeto de su demanda, aplicándose, en tal caso, lo establecido en
los artículos 183 y 184.
Asimismo, se podrá cautelar la demanda civil, solicitando alguna de las medidas previstas en el artículo 157.
La preparación de la demanda civil interrumpe la prescripción. No obstante, si no se dedujere demanda en la
oportunidad prevista en el artículo precedente, la prescripción se considerará como no interrumpida.

La víctima podrá desistirse de su acción en cualquier estado del procedimiento, según


dispone el artículo 64 del CPP.

Artículo 64. Desistimiento y abandono. La víctima podrá desistirse de su acción en cualquier estado del
procedimiento.
Se considerará abandonada la acción civil interpuesta en el procedimiento penal, cuando la víctima no
compareciere, sin justificación, a la audiencia de preparación del juicio oral o a la audiencia del juicio oral.

166
CISTERNA PINO, Adolfo; “Acciones Civiles en el Nuevo Proceso Penal”; Editorial Librotecnia, 1° edición, Noviembre de 2005,
págs. 36 y 37

167
Art. 254 CPC: La demanda debe contener: 1° La designación del tribunal ante quien se entabla; 2° El nombre, domicilio y
profesión u oficio del demandante y de las personas que lo representen, y la naturaleza de la representación; 3° El nombre, domicilio y
profesión u oficio del demandado; 4° La exposición clara de los hechos y fundamentos de derecho en que se apoya; y 5° La enunciación
precisa y clara, consignada en la conclusión de las peticiones que se sometan al fallo del tribunal.

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DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 216
CAPÍTULO IV. LOS PROCEDIMIENTOS EN EL NUEVO CÓDIGO
PROCESAL PENAL

1. Concepto

Este Proceso Penal, contempla diversos procedimientos atendiendo a distintos elementos


que fijan la competencia, por ejemplo, la cuantía, 168 que en materia penal es simplemente la pena asignada al
delito de que se trata. 169

De allí que nuestro legislador haya ideado variados procedimientos, dependiendo, en primer
lugar de la pena solicitada por el fiscal en su acusación penal o requerimiento.

PROCEDIMIENTOS: AMBITO DE APLICACIÓN

Pena establecida x ley Pena requerida x fiscal

PRESIDIO PERPETUO CALIFICADO


C
R PRESIDIO PERPETUO
I 20AÑOS
M P o R MAYOR GRAD. MAXIMO
E PROC. ORDINARIO PROC. ORDINARIO
N P o R MAYOR GRAD. MEDIO

P o R GRAD. MINIMO

5 AÑOS
S P o R GRAD. MAXIMO
PROCED. ABREVIADO
D P o R GRAD. MEDIO
E
PROC. SIMPLIFICADO
540 D
L P o R GRAD. MINIMO 61 D ó PROCED. ABREVIADO
60 DIAS
PRISION GRAD. MAXIMO
F
A
L
PRISION GRAD. MEDIO PROC. SIMPLIFICADO PROC. SIMPLIFICADO
T
PRISION MAYOR
GRAD. MINMO
GRAD. MINIMO
A 1 DIA

MULTA PROCEDIMIENTO MONITORIO

Otra posibilidad diferenciadora lo ha sido por la materia, por ejemplo, al tratar los delitos de
acción privada, ha señalado para ellos en los artículos 400 a 405 del CPP su reglamentación.

Asimismo, en relación al sujeto que se ha de juzgar, esto es, en base al elemento de la


competencia, relativa a las personas, esto es, al fuero, ha señalado un procedimiento especial relativo a
personas que gozan de fuero constitucional, entre los artículos 416 a 422 del CPP.

168
Art. 108 COT: La competencia es la facultad que tiene cada juez o tribunal para conocer de los negocios que la ley ha
colocado dentro de la esfera de sus atribuciones.
169
Art. 115 COT: En los asuntos civiles la cuantía de la materia se determina por el valor de la cosa disputada. En los asuntos
criminales se determina por la pena que el delito lleva consigo.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 217


También, se ha referido a la Querella de Capítulos, esto es, al procedimiento existente para
hacer efectiva la responsabilidad criminal de jueces, fiscales judiciales y fiscales del ministerio público (una
especie de fuero chico), en los artículos 424 a 430 del CPP.

Además, trata tanto el procedimiento de extradición activa como la extradición pasiva, en los
artículos 431 a 454.

Por otro lado, regula en los artículos 455 y siguientes del CPP un procedimiento para la sola
aplicación de medidas de seguridad para enajenados mentales.

También trata de la ejecución de las sentencias penales condenatorias y de las medidas de


seguridad en los artículos 466 a 472 del CPP y 481 y siguientes.

2. Clasificaciones

Así, de lo anterior, podemos sistematizar las siguientes clasificaciones de los distintos


procedimientos contemplados en el Código de Enjuiciamiento Criminal.

Procedimiento Ordinario

Procedimiento Abreviado

Cuantía (pena)

Procedimiento Simplificado

Procedimiento Monitorio

Acción penal pública y acción penal previa instancia particular

Materia

Acción penal privada

Fuero Grande
Personas con fuero constitucional

Fuero Chico
Fuero

Personas sin fuero

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 218


3. Aplicación

3.1.- El Procedimiento Ordinario de Acción Penal Pública

El procedimiento ordinario se aplica para aquellos delitos en que el fiscal requiera la


imposición de una pena que fluctué entre los 541 días de presidio o reclusión menor en su grado medio y una
de presidio perpetuo calificado. Si es así, el proceso, por regla general será visto en sus cuatro fases ante dos
Tribunales distintos. Las Fases de Investigación, Intermedia y de Ejecución de la sentencia Penal, estarán a
cargo del juez de Garantía, en cambio, la fase de decisión, esto es, la del Juicio Oral propiamente tal, estará a
cargo de un tribunal colegiado compuesto por tres jueces.

3.2.- El Procedimiento Abreviado

El procedimiento abreviado se aplica para aquellos casos en que el fiscal requiera se imponga
al acusado una pena de hasta 5 años de presidio menor en su grado máximo, pida expresamente una vez
formalizado el imputado o bien, en la fase intermedia, la aplicación de este procedimiento y siempre que el
acusado lo acepte expresamente. Su conocimiento y fallo queda entregado a un Juez de Garantía.

3.3.- El Procedimiento Simplificado

El procedimiento simplificado se aplica para aquellos casos en que el fiscal requiera la


imposición de una pena de hasta 540 días de presidio o reclusión menor en su grado mínimo. Su conocimiento
y fallo queda entregado a un Juez de Garantía.

3.4.- El Procedimiento Ordinario de Acción Penal Pública

Este procedimiento monitorio se aplica para aquellos casos en que el fiscal requiera la
aplicación de una pena de multa, al igual que los dos anteriores, su conocimiento y fallo queda entregado a un
Juez de Garantía.

3.5.- El Procedimiento Ordinario de Acción Penal Privada

Este procedimiento sólo actúa el querellante que esté habilitado para interponer acción por la
comisión de algunos de los delitos de acción penal privada, aquí no actúa para nada el Ministerio Público y lo
conoce y falla el Juez de Garantía.

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CAPÍTULO V. LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO PENAL

1.- Las Medidas Cautelares

Son mecanismos procesales que procuran asegurar los fines penales y civiles del
procedimiento.

Doctrinariamente se señalan como requisitos generales de procedencia de toda medida


cautelar, sea esta personal o real, la apariencia de buen derecho (“fumus boni iuris”) y el peligro de retardo
(“periculum in mora”).

En razón de las diferencias que existen entre las medidas cautelares personales y reales, a
continuación procederemos a analizarlas en forma separada.

1.1.- Cautelares personales

1.1.1.- Concepto

Las medidas cautelares personales son aquellas medidas restrictivas o privativas de la


libertad personal que puede adoptar el tribunal en contra del imputado en el proceso penal, con el objeto de
asegurar la realización de los fines penales del procedimiento.

Según los profesores Duce y Riego 170 el tema de la coerción durante el proceso suele ser uno
de los aspectos más polémicos de todo ordenamiento procesal penal y en el caso de nuestro país no ha sido la
excepción.

De acuerdo a las orientaciones del nuevo sistema, estas medidas no pueden constituir una
anticipación de pena, pues de ser así se estaría vulnerando el derecho del imputado al juicio previo y la
presunción de inocencia.

El tema de la coerción surge, entonces, como la posibilidad excepcional de afectar la


situación normal y general, constituida por el procesamiento en libertad, con fines cautelares. Se estima
justificable, entonces, que para poder llevar adelante el proceso y para asegurar el cumplimiento de la decisión
se adopten medidas de resguardo que signifiquen formas de coerción intensas sobre el imputado.

Las medidas cautelares personales rompen la lógica general de la presunción de inocencia,


de modo que su procedencia y límites se encuentran definidos por los fines penales del procedimiento y los
principios del sistema.

1.1.2.- Fines penales del procedimiento

Doctrinariamente se entiende por fines penales del procedimiento el correcto establecimiento


de la verdad y la actuación de la ley penal.

El correcto establecimiento de la verdad puede estar en riesgo ya sea por la negativa del
imputado a comparecer a los actos del procedimiento (peligro de fuga), ya sea por la evidencia de que éste
desarrollará actos de destrucción u ocultación de pruebas (éxito de la investigación). 171

170
DUCE y RIEGO; Ob. cit., pág. 243
171
Art. 140 inciso 1°, letra c), incisos 2° y 3° CP.

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Por su parte, la actuación de la ley penal supone la disponibilidad del sujeto para la
imposición y ejecución de la sanción y puede estar en riesgo cuando exista evidencia de que el imputado
pretenda eludir la acción de la justicia mediante la fuga. 172

1.1.3.- Principios rectores de la aplicación de las medidas cautelares

Se trata de los grandes lineamientos o directrices que rigen la determinación de la


procedencia de estos mecanismos de seguridad, a saber:

a.- Principio de legalidad, que consiste en una reserva legal para el reconocimiento de las
medidas coercitivas que implican formas de restricción o privación de libertad. 173

b.- Principio de Jurisdiccionalidad, en cuya virtud las medidas cautelares personales sólo
pueden ser adoptadas por el órgano jurisdiccional competente, con la salvedad de la facultad que tienen
ciertas autoridades para ordenar la detención de una persona. 174

c.- Principio de Excepcionalidad, en cuya virtud se entiende que se trata de medidas de


carácter eventual que sólo deben decretarse cuando resulten absolutamente indispensables. La regla general
es que se proceda en libertad. 175

d.- Principio de Instrumentalidad, por cuanto estas medidas no constituyen un fin en sí


mismas, sino que son instrumentos orientados a la consecución de fines de carácter procesal penal. De este
modo, sólo pueden imponerse cuando aparezcan como absolutamente indispensables para asegurar los fines
del procedimiento al que acceden. 176

e.- Principio de Provisionalidad, toda vez que estas medidas deben mantenerse sólo
mientras subsista la necesidad de su aplicación y permanezca pendiente el procedimiento penal al que
instrumentalmente sirven. 177

f.- Principio de Proporcionalidad, esto es, que las medidas estén en relación proporcional
con la finalidad del procedimiento que se persigue cautelar y con la gravedad del hecho que se investiga. La
regla general está constituida por la aplicación de las medidas cautelares personales menos intensas para la
libertad del imputado y la prisión preventiva sólo procederá cuando las demás medidas fueren insuficientes
para asegurar los fines del procedimiento. 178

Las medidas cautelares personales consagradas en nuestro Código son la citación, la


detención, la prisión preventiva y las otras cautelares establecidas en el artículo 255 del CPP. Analizaremos
enseguida cada una de ellas.

1.1.4.- La citación

La citación es una orden de comparecencia emanada de las autoridades de la persecución


penal pública y dirigida a cualquier persona cuya presencia sea necesaria para la realización de un acto del
procedimiento.

172
Art. 141 inciso 2° CPP
173
Arts. 19 N° 7, letra b) CPRCH, y 5 CPP
174
Art. 122 inciso 2° CPP
175
Arts. 4, 5 y 122 inciso 1° CPP
176
Art. 122 inciso 1° CPP
177
Arts. 122 inciso 1° y 141 inciso 2° CPP
178
Art. 139 inciso 2° CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 222


Puede dirigirse a un testigo, a un perito, a la víctima o a un imputado, independientemente
de la gravedad del hecho que se investigue y de la autoridad de la cual emana.

Se ha dicho que en cuanto orden de comparecencia dirigida al imputado no constituye


propiamente una medida cautelar personal, toda vez que no se orienta a garantizar los fines del
procedimiento. Si bien la incomparecencia puede dar lugar al arresto, lo cierto es que en tal caso es esta
modalidad de detención, y no la citación, la que verdaderamente opera como medida cautelar.

No se desconoce el carácter restrictivo de la libertad personal que tiene la citación al imponer


una carga de comparecencia bajo amenaza compulsiva. Pero ello sólo le otorga el carácter de medida de
coerción procesal más no el de medida cautelar.

Se trata más bien de un límite puesto a la aplicación de medidas privativas de libertad, ya


que, en principio, las excluye cuando la imputación se refiere a hechos de poca gravedad. Resultan
improcedentes la detención y la prisión preventiva sin citación previa. También lo son las otras medidas
cautelares personales, pues también recaen sobre la libertad del imputado. 179

Las modificaciones introducidas por la Ley N° 19.789 en esta materia han reducido los
alcances de este límite, ampliando la posibilidad de que las medidas privativas de libertad se apliquen a las
faltas y a los delitos de menor gravedad.

Para lograr este efecto el nuevo texto del artículo 124 CPP sustrajo del ámbito de la citación
los casos en que la imputación se refiere a delitos sancionados con penas que no exceden las de presidio o
reclusión menores en su grado mínimo.

También se ha producido el debilitamiento de las dos hipótesis subsistentes, esto es, los casos
de faltas o delitos que la ley no sancionare con penas privativas ni restrictivas de libertad. Para estas
situaciones, el nuevo inciso final de la disposición declara admisibles otras medidas privativas o restrictivas de
libertad “en los casos a que se refiere el inciso 4° del artículo 134 o cuando procediere el arresto por falta de
comparecencia, la detención o la prisión preventiva de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 33”.

Según los profesores Horvitz y López, 180 lo anterior conlleva que, aún en las hipótesis que
subsisten, queda autorizada la detención en caso de flagrancia, e incluso la detención y prisión preventiva por
falta de comparecencia. De este modo, la prisión preventiva pasa a ser plenamente aplicable a todo tipo de
crímenes, simples delitos y faltas, 181 sin olvidar que el único objetivo que habilita la prisión en los casos de
faltas y delitos menores es el de asegurar la comparecencia del imputado y que rige sólo cuando éste ha
incumplido con dicha obligación en forma previa.

Las hipótesis de citación subsistentes se encuentran, por otra parte, restringidas ahora en el
caso de flagrancia, y se faculta a la policía para conducir al imputado al recinto policial, para efectuar allí la
citación. 182

1.1.5.- La detención

En sentido amplio detención es toda privación de la libertad ambulatoria de una persona,


distinta de la prisión o de la ejecución de una pena privativa de libertad, ejecutada para un fin previsto y
permitido por el ordenamiento jurídico. En esta situación regirá el estatuto jurídico del detenido, con todos sus
derechos y garantías.

179
Arts. 124 inciso 1°, 155 y 393 bis CPP
180
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés, Ob. cit., pág. 607
181
Art. 141 inciso 4° CPP
182
Art. 134 inciso 3° CPP

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1.1.5.1.- Detención Judicial por imputación

La detención como medida cautelar personal es aquella en virtud de la cual, sin citación
previa, se priva de libertad a una persona a quien se le imputa la comisión de un delito, por un breve lapso,
con la exclusiva finalidad de ponerla a disposición del tribunal, con el objeto de asegurar su comparecencia a
algún acto del procedimiento, como puede ser una audiencia destinada a formalizar una investigación y,
eventualmente, adoptar una medida cautelar de mayor intensidad en su contra, cuando de otra manera la
comparecencia pudiere verse demorada o dificultada. 183

Para que sea procedente la detención judicial se requiere la concurrencia de las siguientes
condiciones:

1.- Apariencia de buen derecho, por aplicación del principio de proporcionalidad parece
necesario exigir un cierto grado de probabilidad acerca de la existencia del hecho punible y de la participación
del imputado.

En razón de la diferente intensidad de las cautelares parece lógico exigir un menor grado de
probabilidad que aquél que se requiere para la prisión preventiva.

2.- Peligro de retardo, en el sentido que la detención es necesaria pues de otra manera la
comparecencia del imputado pudiere verse demorada o dificultada.

3.- La necesidad de la medida, que habrá de ponderarse por el tribunal en los términos del
artículo 122 CPP, esto es que la detención sea estrictamente indispensable para asegurar la realización de los
fines del procedimiento.

No será suficiente cualquier demora o dificultad en la comparecencia del imputado, sino sólo
aquella que genere un riesgo serio para que el procedimiento cumpla sus fines de averiguar correctamente la
verdad (peligro de obstaculización de la investigación) o actuar de la ley penal (peligro de fuga).

En cuanto al procedimiento a seguir para decretar una detención judicial debemos tener en
cuenta, en primer lugar, que el tribunal no puede ordenar la detención de oficio, salvo el caso de delito
flagrante en la sala de su despacho, de modo que por regla general se requiere la petición expresa del
Ministerio Público. 184

En segundo lugar, de acceder el tribunal a la solicitud debe hacerlo a través de una


resolución fundada, 185 expidiendo la orden formal y escrita de detención, que debe ser extendida de la manera
indicada en el artículo 154 CPP.

La orden de detención debe ser cumplida por las policías, organismos encargados legalmente
de ejecutar las medidas de coerción que se decreten. 186 En el ejercicio de esta función la policía está facultada
para registrar los lugares y recintos de libre acceso público en búsqueda del imputado 187 y puede incluso
entrar y registrar edificios o lugares cerrados en los que se presumiere que el imputado se encontrare, siempre
que su propietario o encargado consintiere expresamente en la práctica de la diligencia, 188 en caso contrario la
policía se limitará a adoptar las medidas para evitar la fuga del imputado, mientras el fiscal solicite al Juez la
autorización para proceder a la entrada y registro.

183
Art. 127 inciso 1° CPP
184
Art. 127 inciso 1° CPP
185
Art. 122 inciso final CPP
186
Art. 79 inciso 1° CPP
187
Art. 204 CPP
188
Art. 205 CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 224


Antes de practicar la detención la policía debe intimar la orden en forma legal al imputado.
La contrapartida a esta obligación es el derecho del imputado a que la orden le sea exhibida y a obtener una
copia de ella. 189 Además, en el acto de la detención la policía debe informar al detenido acerca del motivo de
la detención y de los derechos a que se refiere el artículo 135 del CPP.

Por último, el detenido debe ser conducido oportunamente al tribunal que hubiere ordenado
la detención. 190

1.1.5.2.-Detención por funcionarios públicos

Se trata de una detención ordenada por un funcionario público diferente del juez, pero
autorizado expresamente por la ley, con el mismo objeto de la detención judicial y sujeta a sus mismos
supuestos de aplicación y procedimientos.

1.1.5.3.- Detención Judicial por incomparecencia

También llamada arresto, es la detención del imputado decretada por el juez, de oficio o a
petición del Ministerio Público, como consecuencia del incumplimiento injustificado de la citación despachada
previamente por el juez o el fiscal y con el objeto de asegurar su comparecencia a la actuación respectiva. 191

Este tipo de detención es de naturaleza cautelar, pues su propósito es asegurar la


comparecencia del imputado a un acto del procedimiento, de modo que cumplido el trámite la persona
afectada debe recuperar su libertad. Por lo anterior, en la orden respectiva se señalará que la privación de
libertad durará hasta la realización de la actuación correspondiente.

Evidentemente que su procedencia supone una citación judicial previa, válidamente


despachada y notificada. Recordemos que la citación es un acto formal que involucra tanto la resolución que
ordena la comparecencia como la notificación de esa resolución.

1.1.5.4.-Detención en caso de flagrancia

Es aquella que puede realizar cualquier persona que sorprenda a otra en delito flagrante, con
el solo objeto de poner inmediatamente al detenido a disposición de la policía, del Ministerio Público o de la
autoridad judicial más próxima.

Artículo 129. Detención en caso de flagrancia. Cualquier persona podrá detener a quien sorprendiere en delito
flagrante, debiendo entregar inmediatamente al aprehendido a la policía, al ministerio público o a la autoridad judicial más
próxima.
Los agentes policiales estarán obligados a detener a quienes sorprendieren in fraganti en la comisión de un
delito.
No obstará a la detención la circunstancia de que la persecución penal requiriere instancia particular previa, si el
delito flagrante fuere de aquéllos previstos y sancionados en los artículos 361 a 366 quáter del Código Penal.
La policía deberá, asimismo, detener al sentenciado a penas privativas de libertad que hubiere quebrantado su
condena, al que se fugare estando detenido, al que tuviere orden de detención pendiente, a quien fuere sorprendido en
violación flagrante de las medidas cautelares personales que se le hubieren impuesto y al que violare la condición del
artículo 238, letra b), que le hubiere sido impuesta para la protección de otras personas.
En los casos de que trata este artículo, la policía podrá ingresar a un lugar cerrado, mueble o inmueble, cuando
se encontrare en actual persecución del individuo a quien debiere detener, para el solo efecto de practicar la respectiva
detención

189
Art. 19 N° 7 letra d) inciso 3° CPRCH
190
Art. 131 inciso 1° CPP
191
Arts. 33 inciso 3°, 124, 127 y 193 CPP

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La ley no define la flagrancia, limitándose a señalar casos en que entiende existe una
situación de flagrancia. 192 Doctrinariamente se ha sostenido que la palabra flagrante viene del latín flagrans-
flagrantis, participio del presente del verbo flagrare, que significa “arder o quemar como fuego o llama”, de tal
modo que delito flagrante es aquel que resplandece, salta a la vista, que es groseramente vistoso y ostensible.
Por ello la idea de flagrancia excluye la inferencia, deducción, indicio, sospecha o presunción, que constituyen
procesos intelectuales y no meramente sensoriales. 193

Artículo 130.- Situación de flagrancia. Se entenderá que se encuentra en situación de flagrancia:


a) El que actualmente se encontrare cometiendo el delito;
b) El que acabare de cometerlo;
c) El que huyere del lugar de comisión del delito y fuere designado por el ofendido u otra persona
como autor o cómplice;
d) El que, en un tiempo inmediato a la perpetración de un delito, fuere encontrado con objetos procedentes de
aquél o con señales, en sí mismo o en sus vestidos, que permitieren sospechar su participación en él, o con las
armas o instrumentos que hubieren sido empleados para cometerlo, y
e) El que las víctimas de un delito que reclamen auxilio, o testigos presenciales, señalaren como autor o
cómplice de un delito que se hubiere cometido en un tiempo inmediato.
Para los efectos de lo establecido en las letras d) y e) se entenderá por tiempo inmediato todo aquel que
transcurra entre la comisión del hecho y la captura del imputado, siempre que no hubieren transcurrido más de doce
horas.

La detención en situación de flagrancia constituye una excepción a la exigencia de la orden


de detención previa e intimada establecida en el artículo 19 N° 7 letra c) de la CPRCH.

Si bien para los particulares constituye una facultad, para la policía es una obligación que
debe ejercer autónomamente, sin necesidad de autorización del Ministerio Público. 194

En la detención por flagrancia se mantienen las obligaciones de informar los derechos del
detenido y conducirlo dentro de plazo ante el juez competente. Sin embargo, en forma previa la policía
informará del hecho de la detención al Fiscal, dentro del plazo de doce horas. El Fiscal puede disponer la
libertad del detenido o su conducción ante el juez dentro de un plazo máximo de veinticuatro horas contado
desde la detención. 195

Si se trata de un simple delito y no fuere posible conducir al detenido inmediatamente ante


el juez, el oficial a cargo del recinto de detención puede otorgarle la libertad de inmediato y dejarlo citado,
cuando considere que existen suficientes garantías de su oportuna comparecencia. 196

Si el detenido fuere un diputado o senador, 197 juez, fiscal judicial o fiscal del Ministerio
Público, 198el fiscal respectivo debe poner al detenido inmediatamente a disposición de la Corte de
Apelaciones correspondiente.

192
Art. 130 CPP
193
En este sentido CISTERNA PINO, Adolfo en su libro “La detención por flagrancia en el nuevo proceso penal. Doctrina y
Jurisprudencia”. Editorial Librotecnia, primera edición, mayo 2004, página 22.
194
Arts. 83 letra b) y 129 CPP
195
Art. 131 inciso 2° CPP
196
Art. 134 inciso final CPP
197
Art. 417 CPP
198
Arts. 426 CPP y 78 CPRCH

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1.1.6.-Duración de la detención

Cualquiera sea el tipo de detención de que se trate, ella termina tan pronto se cumple el
objetivo perseguido. Si se trata de una detención por flagrancia cesa una vez que el detenido es puesto a
disposición del tribunal, lo mismo ocurre con la detención imputativa, pues el fiscal estará en condiciones de
formalizar y luego pedir, en su caso, medidas cautelares; por último, tratándose de la detención judicial por
incomparecencia, previa citación, cesa del mismo modo al cumplirse con la comparecencia.

Puede llevar a confusión el hecho que la privación de libertad que originalmente se fundaba
en una detención, luego se transforme en prisión preventiva o en el cumplimiento de la pena privativa
quebrantada. Pero en realidad lo que sucede es que la detención ha terminado.

1.1.7.- Plazos de la detención

Si se trata de una detención judicial, la policía está obligada a conducir al detenido


inmediatamente a presencia del juez que expidió la orden. Si ello no es posible por no ser hora de despacho el
detenido puede ser mantenido en el recinto policial o de detención hasta el momento de la primera audiencia
judicial, por un período que no debe exceder las veinticuatro horas.

La policía no puede ingresar durante este plazo al detenido en establecimientos


penitenciarios, pues si bien cuentan con orden judicial para detener, no disponen de una orden de ingreso,
como lo exige el artículo 133 del CPP.

Este plazo para poner al detenido a disposición del tribunal no es ampliable, sin embargo,
una vez cumplido el deber que pesa sobre la policía, el fiscal puede solicitar al juez de garantía una
ampliación de la detención hasta por tres días, fundado en que no está en condiciones de formalizar
inmediatamente la investigación o pedir cautelares, debido a que no cuenta con los antecedentes necesarios. El
juez concederá la ampliación cuando estime que los antecedentes justifican la medida.

En este último caso se produce un relevo en el custodio del detenido, la policía lo entregará a
gendarmería para ser llevado a un recinto penitenciario a su cargo, durante el plazo de ampliación decretado,
ello en virtud de la respectiva orden de ingreso expedida por el juez de garantía.

Si se trata de una detención ordenada por funcionarios públicos distintos del juez, como no
existe norma, habrá que estarse a lo que diga la ley que establece la facultad, y de persistir la falta de norma
expresa, procede aplicar analógicamente la norma que exige la conducción inmediata.

Si bien el artículo 19 N° 7 letra c) de la CPRCH contempla para este caso un plazo máximo de
cuarenta y ocho horas, la historia legislativa del CPP evidencia que la intención de la ley fue acortar ese plazo y
uniformar todos los plazos de detención en veinticuatro horas. De este modo la ley garantiza de una mejor
manera el derecho a la libertad personal reduciendo el plazo máximo que establecía la CPRCH.

Si se trata de una detención por delito flagrante, el plazo máximo legal para poner al
detenido a disposición del juez es también de veinticuatro horas 199 y se mantiene la facultad de solicitar una
ampliación de ese plazo hasta por tres días. Sin embargo, la policía debe informarle al fiscal la detención
dentro del plazo de 12 horas.

Artículo 131.- Plazos de la detención. Cuando la detención se practicare en cumplimiento de una orden judicial, los
agentes policiales que la hubieren realizado o el encargado del recinto de detención conducirán inmediatamente al detenido
a presencia del juez que hubiere expedido la orden. Si ello no fuere posible por no ser hora de despacho, el detenido podrá
permanecer en el recinto policial o de detención hasta el momento de la primera audiencia judicial, por un período que en
caso alguno excederá las veinticuatro horas.

199
Art. 131 inciso 2° CPP

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Cuando la detención se practicare en virtud de los artículos 129 y 130, el agente policial que la hubiere realizado
o el encargado del recinto de detención deberán informar de ella al ministerio público dentro de un plazo máximo de doce
horas. El fiscal podrá dejar sin efecto la detención u ordenar que el detenido sea conducido ante el juez dentro de un plazo
máximo de veinticuatro horas, contado desde que la detención se hubiere practicado. Si el fiscal nada manifestare, la
policía deberá presentar el detenido ante la autoridad judicial en el plazo indicado.
Cuando el fiscal ordene poner al detenido a disposición del juez, deberá, en el mismo acto, dar conocimiento de
esta situación al abogado de confianza de aquél o a la Defensoría Penal Pública.
Para los efectos de poner a disposición del juez al detenido, las policías cumplirán con su obligación legal
dejándolo bajo la custodia de Gendarmería del respectivo tribunal.

1.1.8.- Control de la detención

El control jurídico de las condiciones de la detención puede producirse básicamente por dos
vías:

1.1.8.1.- Audiencia de control de la detención

Así se denomina en la práctica la primera audiencia judicial del detenido ante el juez que
ordenó su detención imputativa, o en los casos de detención por flagrancia y las que han sido ordenadas por
funcionarios públicos distintos, ante el juez de garantía competente.

Aun cuando el CPP no señala que la finalidad de esta audiencia sea efectuar un control
jurídico acerca de las condiciones de la detención, ello fluye de lo dispuesto en los artículos 95 inciso 1° del
CPP, 9 N° 4 del PIDCP y 7 N° 6 de la CADH.

En la hipótesis de la detención por flagrancia el control se ejercerá, a petición del imputado o


de su defensa técnica, en torno a la efectiva concurrencia de las condiciones señaladas en el artículo 130 del
CPP.

En el caso de la detención dispuesta por otros funcionarios públicos, el juez de garantía


deberá analizar si efectivamente existe la facultad legal y si ella ha sido ejercida en los casos y de la forma que
esa ley especial señalan.

Luego de la Reforma de la Ley 20.053, si se declara la ilegalidad de la detención, ello no


impedirá que el fiscal o el abogado asistente del fiscal, pueda formalizar la investigación y solicitar medidas
cautelares, sin embargo, no podrá pedir ampliación de la detención y la declaración de ilegalidad de la
detención no producirá el efecto de cosa juzgada, en relación con la solicitud de exclusión de prueba.

Artículo 132.- Comparecencia judicial. A la primera audiencia judicial del detenido deberá concurrir el fiscal o el
abogado asistente del fiscal. La ausencia de éstos dará lugar a la liberación del detenido.
En la audiencia, el fiscal o el abogado asistente del fiscal actuando expresamente facultado por éste, procederá
directamente a formalizar la investigación y a solicitar las medidas cautelares que procedieren, siempre que contare con los
antecedentes necesarios y que se encontrare presente el defensor del imputado. En el caso de que no pudiere procederse de
la manera indicada, el fiscal o el abogado asistente del fiscal actuando en la forma señalada, podrá solicitar una ampliación
del plazo de detención hasta por tres días, con el fin de preparar su presentación. El juez accederá a la ampliación del plazo
de detención cuando estimare que los antecedentes justifican esa medida.
En todo caso, la declaración de ilegalidad de la detención no impedirá que el fiscal o el abogado asistente del fiscal
pueda formalizar la investigación y solicitar las medidas cautelares que sean procedentes, de conformidad con lo dispuesto
en el inciso anterior, pero no podrá solicitar la ampliación de la detención. La declaración de ilegalidad de la detención no
producirá efecto de cosa juzgada en relación con las solicitudes de exclusión de prueba que se hagan oportunamente, de
conformidad con lo previsto en el artículo 276.

La declaración anterior no implica una condena, desde ya y sin juicio, por el delito privación
de libertad ilegal y arbitraria efectuada por funcionario público, previsto y sancionado en el artículo 148 del

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 228


Código Penal. Eventualmente procederá que el Ministerio Público o la víctima inicien la respectiva persecución
penal por este ilícito, bajo los parámetros de un justo y debido proceso.

Si se trata de una detención judicial consideramos que no procede revisar sus fundamentos,
pues el control lo estaría ejerciendo el mismo juez que la ordenó y en virtud de lo señalado en el artículo 95
inciso final del CPP.

En cualquiera de las hipótesis de detención el juez de oficio debe verificar el cumplimiento al


deber de información de derechos al detenido 200 y de comprobar que ello no ha ocurrido, procederá a
informarle personalmente de sus derechos, además, remitirá oficio a la autoridad competente para que aplique
las sanciones disciplinarias correspondientes o inicie las investigaciones penales que procedieren. También se
suele consultar acerca del trato recibido por el detenido. Sin embargo, ninguna de estas situaciones afecta la
legalidad de la detención, produciendo efectos diversos según la gravedad de las circunstancias.

En esta audiencia el Fiscal puede formalizar la investigación y, luego, pedir medidas


cautelares.

Si el fiscal no comparece el detenido quedará en libertad.

Con la modificación de la ley 20.053 el ente persecutor puede apelar de la resolución que
declara la ilegalidad de la detención, tratándose de algunos delitos, es en el sólo efecto devolutivo y en los
demás casos no es apelable.

Artículo 132 bis.- Apelación de la resolución que declara la ilegalidad de la detención. Tratándose de los delitos
establecidos en los artículos 141, 142, 361, 362, 365 bis, 390, 391, 433, 436 y 440 del Código Penal, y los de la ley N°
20.000 que tengan pena de crimen, la resolución que declare la ilegalidad de la detención será apelable por el fiscal o el
abogado asistente del fiscal, en el sólo efecto devolutivo. En los demás casos no será apelable.

1.1.8.2.- El amparo ante el juez de garantía

Es un derecho que se reconoce a toda persona privada de libertad para ser conducida sin
demora ante cualquier juez de garantía, para que examine la legalidad de su privación de libertad y las
condiciones en que se encontrare. 201

1.1.8.3.- La acción constitucional de amparo

Además de las dos vías indicadas precedentemente, también se puede controlar


jurídicamente la procedencia de una detención a través del amparo constitucional, plenamente vigente. Esta
acción constitucional se trata brevemente en el capítulo de los recursos. 202

1.1.9.- Situación de los imputados menores de dieciocho y mayores de


catorce años

En razón de la especial protección que todo Estado debe proporcionar a los niños, la Ley de
Responsabilidad Penal de los Menores Adolescentes, contiene ciertas normas especiales nuevas relativas a su
tratamiento en calidad de imputados penales.

Si el hecho imputado a un menor fuere de alguno de los señalados en el artículo 124 del CPP,
203 Carabineros de Chile se limitará a citarlo a la presencia del fiscal y lo dejará libre, previo señalamiento de su

200
Arts. 97 y 136 CPP
201
Art. 95 CPP
202
Art. 21 CPRCH

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domicilio. En este punto, sin embargo, cabe tener presente la norma del artículo 1° de la Ley N° 20.084 que
señala que: Tratándose de faltas, sólo serán responsables en conformidad con la presente ley los adolescentes
mayores de dieciséis años y exclusivamente tratándose de aquellas tipificadas en los artículos 494 números 1,
4, 5 y 19, sólo en relación con el artículo 477, 494 bis, 495, número 21, y 496, números 5 y 26, del Código Penal y
de las tipificadas en la ley Nº 20.000. En los demás casos se estará a lo dispuesto en la ley 19.968.

En suma, la norma anterior no se aplica a menores adolescentes entre 14 y hasta 16 años y, a


los mayores de esa edad, sólo en lo relativo a las faltas penales allí consignadas.

1.1.9.1.- Menores detenidos por flagrancia o por orden judicial 204

Los menores adolescentes, en los casos en que sean detenidos en flagrancia o bien por una
orden judicial, deberán ser puestos de manera inmediata y directa y en el menor tiempo posible, que no exceda
las 24 horas ante un juez de Garantía.

Artículo 31 Ley 20.084.- Detención en caso de flagrancia. Carabineros de Chile y la Policía de Investigaciones, en Art.
único Nº 5 sus respectivos ámbitos de competencia, deberán poner a los adolescentes que se encuentren en las situaciones
previstas en los artículos 129 y 131 del Código Procesal Penal, a disposición del juez de garantía, de manera directa y en el
menor tiempo posible, no pudiendo exceder de 24 horas. La audiencia judicial que se celebre gozará de preferencia en su
programación.

En consecuencia la policía sólo puede detener en estos casos, debiendo poner directa e
inmediatamente a estos menores a disposición del juez de garantía competente para los efectos del control de
la detención. El plazo de la detención se puede ampliar, conforme faculta el artículo 132 del CPP hasta por tres
días. Si ello ocurriere la detención del menor adolescente sólo puede ser ejecutada en un centro de internación
provisoria.

Según previene el mismo artículo 31 de la Ley RPA, en la ejecución de la detención e internación


provisoria que sea decretada deberá darse cumplimiento a lo previsto en los artículos 17 de la ley Nº 16.618 y 37, letra c),
de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño. El menor privado de libertad siempre podrá ejercer los
derechos consagrados en los artículos 93 y 94 del Código Procesal Penal y 37 y 40 de esa Convención. Los encargados de
dichos centros no podrán aceptar el ingreso de menores sino en virtud de órdenes impartidas por el juez de garantía
competente.

1.1.9.2.- Control de la detención

El fiscal puede solicitar ampliación del plazo de la detención y si el juez de garantía accede,
el menor deberá ingresar a un Centro de Internación Provisoria.

Los presupuestos de aplicación de la prisión preventiva, que para los menores se llama
internación provisoria, son los generales, que detallaremos más adelante, más los que específicamente
establece la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño en el artículo 37 letra b), es decir, que “se
utilizará tan sólo como medida de último recurso y durante el período más breve que proceda”.

1.2.- La prisión preventiva

Es una medida cautelar personal, de carácter excepcional, que consiste en la privación


temporal de la libertad ambulatoria de una persona, mediante su ingreso a un centro penitenciario, durante la
sustanciación de un procedimiento penal y con el objeto de asegurar los fines del procedimiento.

203
Art. 124 inciso 1° CPP: Cuando la imputación se refiriere a faltas, o delitos que la ley no sancionare con penas privativas ni
restrictivas de libertad, no se podrán ordenar medidas cautelares que recaigan sobre la libertad del imputado, con excepción de la
citación.
204
Art. 31 Ley de RPA N°20.084

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 230


Si bien aparece como contrapuesta a los derechos al juicio previo y presunción de inocencia,
se justifica y legitima sólo en cuanto su finalidad sea la de garantizar los fines del procedimiento, más no si se
le utiliza como una anticipación de pena. La prisión preventiva no puede perseguir las mismas finalidades que
la pena.

Se ha dicho que la forma en que un Estado resuelve la contradicción entre presunción de


inocencia y prisión preventiva está en directa relación con los grados de libertad individual que se reconocen
en una determinada sociedad.

1.2.1.- Requisitos de la prisión preventiva

a.- Apariencia de buen derecho, que en este caso consiste en que el solicitante acredite ante
el tribunal las circunstancias signadas con las letras a) y b) del inciso 1° del artículo 140 del CPP, también
llamadas “supuesto material” de la prisión preventiva.

Se ha discutido en torno al estándar de “justificación” de la existencia del hecho punible,


¿bastará acaso con la mera probabilidad o se exige certeza? No es un tema pacífico y corresponderá a la
jurisprudencia fijar el alcance de este criterio intersubjetivo.

Si analizamos esta primera circunstancia en relación con la locución de la letra b) que exige
solamente “antecedentes que permitieren presumir fundadamente”, esto es la formulación por el juez o
tribunal de un juicio de probabilidad acerca de la participación del imputado, se constata que el nivel de
certeza exigido en el primer caso (letra a) es superior al segundo (letra b).

Según Duce y Riego 205 lo que se requiere es que el juez, frente a la solicitud del fiscal,
verifique primero la seriedad de los cargos. Esto es, que en una apreciación temprana, la información con que
cuenta el fiscal tenga los elementos necesarios que permitan fundamentar esos cargos de un modo
suficientemente convincente, en términos de prever que habrá de llevarse adelante un juicio en el que la
prueba será examinada pormenorizadamente y que luego será valorada en la sentencia.

Agregan, que en la práctica, el nuevo sistema exige que el fiscal le cuente al juez cuáles son
los antecedentes que fundamentan los cargos que formula. Si de esta exposición, que se realiza en la audiencia
y que puede ser controvertida por la defensa, el juez llega a la conclusión que el fiscal cuenta con un material
que aparentemente le permitirá promover la realización de un juicio con una buena probabilidad de éxito,
entonces puede dar por satisfecho el elemento material necesario para las medidas cautelares. El juez no
puede, a estas alturas, saber ni entrar a indagar qué tan buenos son los testigos de la fiscalía, qué tan sólidos
son sus peritos ni cómo construirá sus presunciones, tampoco puede el juez contar con la versión de la defensa
y no sabe cómo esta última afectará los antecedentes proporcionados por el fiscal. En este momento, le basta al
juez con saber que existen determinados testigos, peritos o documentos que aparentemente permitirán
acreditar determinados hechos en el juicio oral. Si apreciados estos antecedentes de un modo preliminar y
necesariamente superficial, percibe el juez que ellos dan cuenta de un caso sólido, entonces, se encuentra
satisfecho el supuesto material.

b.- Peligro de retardo, en cuanto el solicitante debe acreditar la llamada “necesidad de


cautela” de los fines del procedimiento mediante la entrega de antecedentes calificados.

El juez debe analizar, por una parte, cuál es el riesgo de que el comportamiento del imputado
constituya una amenaza para el adecuado desarrollo del proceso y la aplicación de la sentencia y, por otra, la
efectiva utilidad de la medida para evitar o disminuir ese riesgo.

Esta necesidad cautelar puede consistir:

205
DUCE y RIEGO, Ob. cit., pág. 248

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 231


1.- En que la medida sea indispensable para el éxito de diligencias precisas y determinadas
de la investigación; o

2.- Que la libertad del imputado sea peligrosa para la seguridad de la sociedad; o

3.- Que la libertad del imputado sea peligrosa para la seguridad del ofendido.

4.- Que existe peligro de que el imputado se de a la fuga.

Será el tribunal quien determine la ocurrencia de estas situaciones en cada caso concreto, sin
embargo el legislador ha señalado ciertos parámetros objetivos en que estima que existe esa necesidad
cautelar.

Respecto a la primera situación, que consiste en un peligro de obstaculización de la


investigación, no presenta problemas de compatibilidad con el principio de inocencia, toda vez que obedece a
uno de los fines del procedimiento penal, a saber el correcto establecimiento de la verdad, y no al objetivo de
anticipar una pena.

Lo que se requiere es que existan sospechas graves y fundadas que el imputado intentará
entorpecer las pesquisas, mediante actos concretos y dolosos, por ejemplo, la destrucción de antecedentes que
puedan servir de prueba de cargo. El solo desarrollo de la investigación no puede autorizar a restringir o
privar de libertad al imputado para facilitar esta labor, sino que para hacerlo se requieren antecedentes
específicos que hagan sospechar su intención de intentar impedir el normal desenvolvimiento del proceso.

En cuanto al peligro para la seguridad de la sociedad, se concibe como un fundamento para


satisfacer más bien fines penales que procesales. Al decir de Ferrajoli se utiliza en este caso la prisión
preventiva como un instrumento de prevención y de defensa social, motivado por la necesidad de impedir al
imputado la ejecución de otros delitos. 206

Esta es la justificación más problemática de la prisión preventiva y menos compatible con la


presunción de inocencia y derecho al juicio previo. Se ha dicho que en este caso deja de ser una medida
cautelar para convertirse en un instrumento de control social, menguando con ello su legitimidad.

Algunos autores han tratado de buscar una interpretación sistémica que haga compatibles la
necesidad cautelar con los principios inspiradores del sistema y con las normas de derecho internacional, para
ello sostienen que el sentido de este peligro para la seguridad de la sociedad se corresponde a la existencia de
“peligro de fuga” o intención de eludir la acción de la justicia más que a un peligro de reincidencia.

Finalmente, respecto al peligro para la seguridad del ofendido, también son aplicables los
cuestionamientos anteriores, sin embargo su aplicación es más restringida en relación a las situaciones que la
generan y la posibilidad de utilizar otras medidas cautelares menos intensas e igualmente eficientes, por
ejemplo la prohibición de acercarse al ofendido.

Artículo 140.- Requisitos para ordenar la prisión preventiva. Una vez formalizada la investigación, el tribunal, a
petición del Ministerio Público o del querellante, podrá decretar la prisión preventiva del imputado siempre que el
solicitante acreditare que se cumplen los siguientes requisitos:
a) Que existen antecedentes que justificaren la existencia del delito que se investigare;
b) Que existen antecedentes que permitieren presumir fundadamente que el imputado ha tenido participación en el delito
como autor, cómplice o encubridor, y

206
Nota: Esa misma orientación se observa en la historia legislativa de las normas que introducen esta causal en nuestro
ordenamiento, a saber, el Acta Constitucional N° 3, luego recogida por la CPRCH y en el Código de Procedimiento Penal, en cuanto se
refería a dos situaciones distintas: el peligro de que el imputado eludiera la acción de la justicia y el peligro de que continúe
delinquiendo. La modificación introducida por la Ley N° 19.047 si bien dejó el contenido de la causal abierta a la interpretación judicial,
el componente de prevención se mantuvo, situación que poco varió con las modificaciones contenidas en las leyes N° 19.503 y 19.661.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 232


c) Que existen antecedentes calificados que permitieren al tribunal considerar que la prisión preventiva es indispensable
para el éxito de diligencias precisas y determinadas de la investigación, o que la libertad del imputado es peligrosa para la
seguridad de la sociedad o del ofendido, o que existe peligro de que el imputado se dé a la fuga, conforme a las disposiciones
de los incisos siguientes.
Se entenderá especialmente que la prisión preventiva es indispensable para el éxito de la investigación cuando
existiere sospecha grave y fundada de que el imputado pudiere obstaculizar la investigación mediante la destrucción,
modificación, ocultación o falsificación de elementos de prueba; o cuando pudiere inducir a coimputados, testigos, peritos o
terceros para que informen falsamente o se comporten de manera desleal o reticente.
Para estimar si la libertad del imputado resulta o no peligrosa para la seguridad de la sociedad, el
tribunal deberá considerar especialmente alguna de las siguientes circunstancias: la gravedad de la pena asignada al
delito; el número de delitos que se le imputare y el carácter de los mismos; la existencia de procesos pendientes, y el hecho
de haber actuado en grupo o pandilla.
Se entenderá especialmente que la libertad del imputado constituye un peligro para la seguridad de la
sociedad, cuando los delitos imputados tengan asignada pena de crimen en la ley que los consagra; cuando el imputado
hubiere sido condenado con anterioridad por delito al que la ley señale igual o mayor pena, sea que la hubiere cumplido
efectivamente o no; cuando se encontrare sujeto a alguna medida cautelar personal, en libertad condicional o gozando de
alguno de los beneficios alternativos a la ejecución de las penas privativas o restrictivas de libertad contemplados en la ley.
Se entenderá que la seguridad del ofendido se encuentra en peligro por la libertad del imputado cuando
existieren antecedentes calificados que permitieren presumir que éste realizará atentados en contra de aquél, o en contra de
su familia o de sus bienes

1.2.2.- Situaciones de improcedencia de la prisión preventiva

Se trata de casos en que esta medida cautelar personal y excepcional aparece como
desproporcionada (principio de proporcionalidad en relación con la finalidad del procedimiento que se
persigue cautelar y con la gravedad del hecho que se investiga, circunstancias de comisión y pena) e
innecesaria (Principio de instrumentalidad, en razón de la consecución de los fines del procedimiento). 207

Así ocurre respecto de los delitos sancionados únicamente con penas pecuniarias o
privativas de derechos, o con penas privativas o restrictivas de libertad de duración no superior a la de
presidio o reclusión menores en su grado mínimo.

También resulta improcedente respecto de un delito de acción privada y cuando el tribunal


considere que, en el caso de condena, el imputado pueda ser objeto de un beneficio alternativo y acredite tener
vínculos permanentes con la comunidad, que den cuenta de su arraigo familiar o social.

Artículo 141. Improcedencia de la prisión preventiva. No se podrá ordenar la prisión preventiva:


a) Cuando el delito imputado estuviere sancionado únicamente con penas pecuniarias o privativas de derechos;
b) Cuando se tratare de delitos de acción privada, y
c) Cuando el imputado se encontrare cumpliendo efectivamente una pena privativa de libertad. Si por cualquier motivo
fuere a cesar el cumplimiento efectivo de la pena y el fiscal o el querellante estimaren necesaria la prisión preventiva o
alguna de las medidas previstas en el Párrafo 6º, podrá solicitarlas anticipadamente, de conformidad a las
disposiciones de este Párrafo, a fin de que, si el tribunal acogiere la solicitud, la medida se aplique al imputado en
cuanto cese el cumplimiento efectivo de la pena, sin solución de continuidad.
Podrá en todo caso decretarse la prisión preventiva en los eventos previstos en el inciso anterior, cuando el
imputado hubiere incumplido alguna de las medidas cautelares previstas en el Párrafo 6° de este Título o cuando el
tribunal considerare que el imputado pudiere incumplir con su obligación de permanecer en el lugar del juicio hasta su
término y presentarse a los actos del procedimiento como a la ejecución de la sentencia, inmediatamente que fuere
requerido o citado de conformidad a los artículos 33 y 123. Se decretará también la prisión preventiva del imputado que no
asistiere a la audiencia del juicio oral, resolución que se dictará en la misma audiencia, a petición del fiscal o del
querellante

207
Art. 141 CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 233


1.2.3.- Excepciones a la improcedencia

Aún cuando nos encontremos frente a uno de los casos de improcedencia a que se refiere el
artículo 141 inciso 2° del CPP, el tribunal puede decretar la prisión preventiva, siempre a solicitud del
Ministerio Público o del querellante, en los siguientes casos:

1.- Cuando el imputado hubiere incumplido alguna de las medidas cautelares del artículo
155; o

2.- Cuando se estimare que el imputado no se presentará a los actos del procedimiento y a la
ejecución de la sentencia, después de requerido o citado; o

3.- Cuando no asista a la audiencia de juicio oral.

La prisión preventiva que se decrete en estas circunstancias sólo habilita dictar la medida con
el objeto de asegurar la comparecencia y el éxito de diligencias precisas y determinadas de la investigación,
debiendo cesar una vez ejecutadas.

1.2.4.- Sustitución de la prisión preventiva por caución 208

Se aplica precisamente en los casos en que la medida cautelar hubiere sido impuesta para
garantizar la comparecencia del imputado al juicio y a la eventual ejecución de la pena.

Consiste en el reemplazo de la prisión preventiva por una caución económica suficiente,


cuyo monto fijará el tribunal.

Artículo 146. Caución para reemplazar la prisión preventiva. Cuando la prisión preventiva hubiere sido o debiere
ser impuesta únicamente para garantizar la comparecencia del imputado al juicio y a la eventual ejecución de la pena, el
tribunal podrá autorizar su reemplazo por una caución económica suficiente, cuyo monto fijará.
La caución podrá consistir en el depósito por el imputado u otra persona de dinero o valores, la constitución de
prendas o hipotecas, o la fianza de una o más personas idóneas calificadas por el tribunal

1.2.5.- Procedimiento para decretar la prisión preventiva

Se traduce en la discusión de la solicitud que el fiscal o el querellante planteen en una


audiencia pública, a la que comparecen todos los intervinientes, debiendo, en todo caso, estar presente el
imputado y su abogado.

En primer lugar, debe encontrarse formalizada la investigación. En consecuencia, habrá


que verificar que el delito en que se basa la solicitud de prisión preventiva coincida con el de la formalización.

Luego, debe existir solicitud del Ministerio Público o querellante. Por aplicación del principio
de división de funciones y ejercicio de la persecución penal pública, parece afianzarse la interpretación del
artículo 144 inciso 1° del CPP, en el sentido que sólo el caso de una prisión preventiva previamente ordenada
puede ser modificada, de oficio o a petición de parte, por el tribunal, más no en el evento de una prisión
preventiva previamente rechazada, que sólo es modificable a solicitud de parte.

Esta solicitud puede plantearse verbalmente en las audiencias de formalización, preparación


o juicio oral, o por escrito en cualquier etapa de la investigación. Se resolverá en audiencia.

La solicitud debe resolverse en audiencia, donde el solicitante expondrá sus fundamentos y


tratará de acreditar que se cumplen los requisitos del artículo 140 del CPP exhibiendo los antecedentes que

208
Art. 146 CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 234


sirvan al efecto. Luego el tribunal oirá al defensor, a los demás intervinientes que quisieren hacer uso de la
palabra y al imputado.

Acto seguido el tribunal debe resolver fundadamente. Si accede a la medida debe emitir la
orden escrita de prisión preventiva con las menciones señaladas en el artículo 154 del CPP.

1.2.6.- Renovación de la discusión acerca de la medida de prisión


preventiva

Puede darse de diversas maneras:

a.- Revisión de solicitud de prisión preventiva previamente rechazada. 209 En este caso el
solicitante debe hacer valer nuevos antecedentes que justifiquen discutir nuevamente su procedencia. Si no los
invoca, la petición será rechazada de plano.

La petición se resuelve en audiencia donde se discutirá nuevamente la medida.

b.- Revisar la mantención de una medida previamente decretada.

b.1.- Revisión de oficio.

b.1.1.- Facultativa. Se puede efectuar en cualquier momento en que el juez lo estime


pertinente, debiendo resolver en audiencia su substitución, previo debate. 210

b.1.2.- Obligatoria, para resolver su cesación o prolongación, lo que ocurrirá cuando hubieren
transcurrido seis meses desde el último debate oral en que ella se hubiere decidido. 211

Lo mismo sucederá cuando la duración de la prisión preventiva hubiere alcanzado la mitad


de la pena privativa de libertad que se pudiere esperar en el evento de dictarse sentencia condenatoria, o de la
que se hubiere impuesto existiendo recursos pendientes. 212

b.1.3.- Obligatoria, para resolver su terminación, cuando estime que no subsisten los motivos
que la justificaron. 213

Artículo 145. Substitución de la prisión preventiva y revisión de oficio. En cualquier momento del procedimiento
el tribunal, de oficio o a petición de parte, podrá substituir la prisión preventiva por alguna de las medidas que se
contemplan en las disposiciones del Párrafo 6º de este Título.
Transcurridos seis meses desde que se hubiere ordenado la prisión preventiva o desde el último debate oral en
que ella se hubiere decidido, el tribunal citará de oficio a una audiencia, con el fin de considerar su cesación o
prolongación.

b.2.- Revisión a petición de parte

La solicitud de revocación del imputado puede ser rechazada de plano por el tribunal o
resuelta en audiencia, previo debate en torno a la subsistencia de los requisitos que la autorizan.

209
Art. 144 inciso final CPP
210
Art. 145 inciso 1° CPP
211
Art. 145 inciso final CPP
212
Art. 152 inciso 2° CPP
213
Art. 152 inciso 1° CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 235


Artículo 144. Modificación y revocación de la resolución sobre la prisión preventiva. La resolución que ordenare
o rechazare la prisión preventiva será modificable de oficio o a petición de cualquiera de los intervinientes, en cualquier
estado del procedimiento.
Cuando el imputado solicitare la revocación de la prisión preventiva el tribunal podrá rechazarla de plano;
asimismo, podrá citar a todos los intervinientes a una audiencia, con el fin de abrir debate sobre la subsistencia de los
requisitos que autorizan la medida.
Si la prisión preventiva hubiere sido rechazada, ella podrá ser decretada con posterioridad en una audiencia,
cuando existieren otros antecedentes que, a juicio del tribunal, justificaren discutir nuevamente su procedencia.

1.2.7.- Ejecución de la prisión preventiva

A fin de sentar ciertas diferencias entre la prisión preventiva y la prisión punitiva el artículo
150 del CPP ha establecido un régimen especial para su ejecución, a cargo del juez competente, que dice
relación con una serie de garantías y reglas especiales destinadas a la protección de quienes hayan de ser
objeto de la misma, con miras a intentar brindar protecciones mínimas a los afectados y son las siguientes:

Segregación. En cuanto debe ejecutarse en establecimientos especiales diferentes de los que


se utilizan para los condenados, o al menos separados de éstos.

Trato de inocente.

Protección de la integridad física del imputado. Separación de los jóvenes y no reincidentes


respecto de la población penitenciaria de mayor peligrosidad.

Permiso excepcional de salida diaria, por un período determinado o con carácter indefinido,
siempre que se asegure convenientemente que no se vulnerarán los objetivos de la prisión preventiva, salvo
tratándose de algunos delitos graves que se señalan en el inciso 6° del artículo 150 del CPP..

Comunicación de restricciones. La autoridad penitenciaria está obligada a comunicar


inmediatamente al tribunal las restricciones que impusiere al imputado, pudiendo dejarlas sin efecto si las
considera ilegales o abusivas.

Artículo 150. Ejecución de la medida de prisión preventiva. El tribunal será competente para supervisar la ejecución
de la prisión preventiva que ordenare en las causas de que conociere. A él corresponderá conocer de las solicitudes y
presentaciones realizadas con ocasión de la ejecución de la medida.
La prisión preventiva se ejecutará en establecimientos especiales, diferentes de los que se utilizaren para los
condenados o, al menos, en lugares absolutamente separados de los destinados para estos últimos.
El imputado será tratado en todo momento como inocente. La prisión preventiva se cumplirá de manera tal que
no adquiera las características de una pena, ni provoque otras limitaciones que las necesarias para evitar la fuga y para
garantizar la seguridad de los demás internos y de las personas que cumplieren funciones o por cualquier motivo se
encontraren en el recinto.
El tribunal deberá adoptar y disponer las medidas necesarias para la protección de la integridad física del
imputado, en especial aquéllas destinadas a la separación de los jóvenes y no reincidentes respecto de la población
penitenciaria de mayor peligrosidad.
Excepcionalmente, el tribunal podrá conceder al imputado permiso de salida durante el día o por un período
determinado, siempre que se asegure convenientemente que no se vulnerarán los objetivos de la prisión preventiva.
Con todo, tratándose de los delitos establecidos en los artículos 141, 142, 361, 362, 365 bis, 390, 391, 433, 436 y
440 del Código Penal, y de los sancionados con pena de crimen en la ley Nº 20.000, el tribunal no podrá otorgar el permiso
señalado en el inciso anterior sino por resolución fundada y por el tiempo estrictamente necesario para el cumplimiento de
los fines del citado permiso.
Cualquier restricción que la autoridad penitenciaria impusiere al imputado deberá ser inmediatamente
comunicada al tribunal, con sus fundamentos. Éste podrá dejarla sin efecto si la considerare ilegal o abusiva, convocando,
si lo estimare necesario, a una audiencia para su examen.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 236


1.2.8.- Duración de la prisión preventiva

Esta medida cautelar personal no tiene establecido un límite temporal absoluto que
determine su terminación automática. El transcurso del plazo sólo determina mecanismos obligatorios de
revisión de la medida.

Lo anterior no significa que ella pueda extenderse indefinidamente, su término se encuentra


ligado al derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable y a sus características de instrumentalidad,
proporcionalidad y provisionalidad.

Podemos sistematizar las formas de terminación de la prisión preventiva de la siguiente


manera:

Terminación natural. En virtud del principio de instrumentalidad, el término natural de esta


medida se produce con el término del procedimiento cuyos fines cautela.

Revocación. La revocación por resolución judicial operará cuando ya no subsistan los


requisitos que la autorizaron o los motivos que la hubieren justificado. Así sucede con la dictación de la
sentencia absolutoria o de sobreseimiento definitivo o temporal, aún cuando esas resoluciones no se
encuentren ejecutoriadas. 214 .

Sustitución. Opera cuando las finalidades perseguidas por la prisión preventiva pasan a
cumplirse, en lo sucesivo, por otra medida cautelar que se dicta en su reemplazo. 215

Una modalidad especial de sustitución encontramos en el artículo 153 inciso 2° del CPP.

Reemplazo por una caución económica. Como ya vimos, ello procede sólo cuando la
prisión preventiva se hubiere decretado para garantizar la comparecencia del imputado a juicio y a la eventual
ejecución de la pena. 216

1.2.9.- Recursos relacionados con la Prisión Preventiva luego de la


llamada “agenda corta”

La regla de oro en estas materias es la siguiente, según previene el inciso 1° del artículo 149
del CPP: La resolución que ordenare, mantuviere, negare lugar o revocare la prisión preventiva será apelable
cuando hubiere sido dictada en una audiencia.

No obstará a la procedencia del recurso, la circunstancia de haberse decretado, a petición de


cualquiera de los intervinientes, alguna de las medidas cautelares señaladas en el artículo 155. En los demás
casos no será susceptible de recurso alguno

Si se revocare la medida cautelar de prisión preventiva, o ésta se negare, tratándose de


algunos delitos, implicará que el beneficiado no pueda ser puesto de inmediato en libertad, mientras no esté
ejecutoriada tal resolución, la que es apelable, según establecer nos inciso 2 y 3 del artículo 149 del CPP.

Tratándose de los delitos establecidos en los artículos 141, 142, 361, 362, 365 bis, 390, 391, 433, 436 y 440 del
Código Penal, y los de la ley N° 20.000, que tengan pena de crimen, el imputado no podrá ser puesto en libertad mientras
no se encuentre ejecutoriada la resolución que negare o revocare la prisión preventiva, salvo el caso en que el imputado no
haya sido puesto a disposición del tribunal en calidad de detenido. El recurso de apelación contra esta resolución deberá
interponerse en la misma audiencia, gozará de preferencia para su vista y fallo y será agregado extraordinariamente a la

214
Arts. 153, 347 y 379 CPP
215
Art. 145 inciso 1° CPP
216
Arts. 141 inciso 4° y 146 CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 237


tabla el mismo día de su ingreso al tribunal de alzada, o a más tardar a la del día siguiente hábil. Cada Corte de
Apelaciones deberá establecer una sala de turno que conozca estas apelaciones en días feriados.
En los casos en que no sea aplicable lo dispuesto en el inciso anterior, estando pendiente el recurso contra la
resolución que dispone la libertad, para impedir la posible fuga del imputado la Corte de Apelaciones respectiva tendrá la
facultad de decretar una orden de no innovar, desde luego y sin esperar la vista del recurso de apelación del fiscal o del
querellante.

1.3.- Otras medidas cautelares personales

El artículo 155 del CPP contempla otras medidas cautelares alternativas a la prisión
preventiva, que deben ser utilizadas con preferencia a ésta, cuando el objetivo perseguido pueda ser cumplido
razonablemente con restricciones a la libertad de menor intensidad.

Los intervinientes que pueden solicitar estas medidas son el Fiscal, el querellante o la
víctima.

De acuerdo a los profesores Duce y Riego 217 estas medidas están sujetas a los mismos
requisitos y controles que la prisión preventiva, 218 pero deben interpretarse con mayor flexibilidad,
especialmente en lo que dice relación con la exigencia del supuesto material. Para un juez no puede ser lo
mismo una solicitud de prisión preventiva que una de arraigo o una de prohibición de acercarse a la víctima.
Todas las medidas cautelares suponen afectaciones a la presunción de inocencia y, por lo tanto, requieren un
fundamento fuerte, no obstante la intensidad de la afectación evidentemente condiciona su propio
fundamento. Por lo tanto, es probable que en el caso de medidas de muy baja intensidad, el juez se conforme
con un caso menos fuerte.

En cuanto a las causales que determinan la existencia o no de la necesidad de cautela, el


Código introduce una variación y enuncia los tres motivos de cautela más tradicionales que son el peligro de
fuga, la protección de la víctima y la protección de la investigación. 219 Ello según los autores citados
precedentemente tiene dos connotaciones: Por una parte se excluye claramente el peligro de reiteración y, por
la otra, se libera a las causales de las rigideces y las modalidades específicas de peligro que exige la regulación
de la prisión preventiva, otorgándole así mayor flexibilidad al juez para apreciar el tipo de peligro o su
fundamento.

Duce y Riego señalan que “se trata de que el Juez construya una combinación de medidas que
constituya un cierto marco de restricciones al imputado, que razonablemente permitan cautelar los objetivos procesales
que se invoquen entre el momento en que la necesidad surge y el momento en que esta concluye, que normalmente será el
juicio y la sentencia”. 220

1.3.1.- Las medidas que contempla el artículo 155 CPP son las siguientes

a.- La privación de libertad, total o parcial, en su casa o en la que el propio imputado


señalare, si aquella se encontrare fuera de la ciudad asiento del tribunal;

b.- La sujeción a la vigilancia de una persona o institución determinada, las que informarán
periódicamente al juez;

c.- La obligación de presentarse periódicamente ante el juez o ante la autoridad que él


designare;

217
DUCE y RIEGO, Ob. cit., pág. 271
218
Art. 155 inciso final CPP
219
Art. 155 inciso 1° CPP
220
DUCE J., Mauricio y RIEGO R., Cristián; “La Prisión Preventiva en Chile: Análisis de los cambios legales y su impacto”,
Ediciones Universidad Diego Portales, 1° edición, agosto de 2011, pág. 91.

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d.- La prohibición de salir del país, de la localidad en la cual residiere o del ámbito territorial
que fijare el tribunal;

e.- La prohibición de asistir a determinadas reuniones, recintos o espectáculos públicos, o de


visitar determinados lugares;

f.- La prohibición de comunicarse con personas determinadas, siempre que no se afectare el


derecho de defensa; y

g.- La prohibición de aproximarse al ofendido o a su familia y, en su caso, la obligación de


abandonar el hogar que compartiere con aquél.

El tribunal, a petición del fiscal, del querellante o de la víctima puede imponer una o más de
estas medidas según resultare adecuado al caso y ordenará las actuaciones y comunicaciones necesarias para
garantizar su cumplimiento. 221 La correcta y eficaz aplicación de estas medidas requiere de la implementación
de sistemas de apoyo adecuados, tanto para la determinación inicial de cuál o cuáles de ellas son idóneas para
la cautela de los diversos objetivos en cada caso concreto, como para la adecuada fiscalización de su
cumplimiento.

2.- Las medidas cautelares reales

Las medidas cautelares reales son aquellas medidas restrictivas o privativas de la libre
administración y/o disposición patrimonial, que puede adoptar el tribunal, a petición del Ministerio Público o
la víctima, en contra del imputado en el proceso penal, con el objeto de asegurar la realización de los fines
civiles del procedimiento, y eventualmente de los fines penales, cuando la pena asignada al delito tenga un
contenido patrimonial.

Como sabemos, conforme a lo dispuesto por el artículo 59 del CPP, la acción civil en el nuevo
procedimiento penal únicamente puede ser ejercida por la VÍCTIMA en contra del IMPUTADO, pero el
artículo 157 del CPP también autoriza al ministerio público para impetrar medidas cautelares reales.

En efecto, el citado artículo 157 prescribe que durante la etapa de investigación, una vez que
ésta ha sido formalizada, el ministerio público y la víctima podrán ocurrir ante el juez de garantía, solicitando
por escrito, que decrete respecto del IMPUTADO una o más de las MEDIDAS PRECAUTORIAS contempladas
en el título V del Libro Segundo del Código de Procedimiento Civil.

El CPP no establece medidas cautelares reales específicas, ni contiene una reglamentación


especial, se remite a las medidas precautorias que autoriza el Título V del Libro Segundo del CPC. 222

El artículo 290 del CPC, inserto en el título mencionado, expresa que para asegurar el
resultado de la acción, puede el actor solicitar una o más de las siguientes medidas:

1° El secuestro de la cosa que es objeto de la demanda;


2° El nombramiento de uno o más interventores;
3° La retención de bienes determinados; y
4° La prohibición de celebrar actos y contratos sobre bienes determinados.

Estas medidas precautorias pueden ser solicitadas por escrito al juez de garantía durante la
etapa de investigación, concedida la medida, el plazo para presentar la demanda se extenderá hasta la
oportunidad prevista en el artículo 60 del CPP. Del mismo modo, al deducir la demanda civil, la víctima podrá
solicitar que se decrete una o más de dichas medidas.

221
Art. 255 inciso 2° CPP
222
Art. 157 CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 239


En cuanto a los requisitos de procedencia, la petición de medidas cautelares deberá hacerse
por escrito y, desde luego, dicha solicitud deberá contener los motivos y fundamentos de la petición, todos
los que se expresan en las disposiciones del Código de Procedimiento Civil relativas a las medidas
prejudiciales precautorias y a las precautorias, propiamente tales, entre ellos, que las cautelares pedidas se
limiten "a los bienes necesarios para responder a los resultados del juicio"; "que se acompañen comprobantes
que constituyan a lo menos presunción grave del derecho que se reclama"; que existan motivos graves y
calificados", que "se determine el monto de los bienes sobre que deben recaer", y "que se rinda fianza u otra
garantía suficiente a juicio del tribunal, para responder por los perjuicios que se originen y las multas que se
impongan". 223

Aún cuando el artículo 157 del CPP, que trata de esta clase de medidas, no exigió la
formalización de la investigación como un requisito previo para hacerlas procedentes, lo anterior se desprende
de diversos preceptos del Código Procesal Penal, entre ellos, los Arts. 61 y 230; el primero se refiere
específicamente a la formalización como trámite previo para "cautelar la demanda civil" y el segundo, a las
"medidas cautelares" que puede solicitar el fiscal, sin hacer ninguna distinción, para lo cual le exige que
previamente haya formalizado la investigación.

Por otra parte, de acuerdo con lo dispuesto en el citado artículo 257, estas medidas sólo
pueden solicitarse "durante la etapa de investigación", ello implica que una vez que el fiscal la ha declarado
cerrada no es posible una petición semejante. Sin embargo, la víctima cuenta con una última oportunidad para
pedirlas constituida por la presentación de su demanda conforme a lo prevenido por la letra d) del artículo 261
del CPP.

Además de los efectos civiles propios, estas medidas generan efectos en el proceso penal,
como son determinar la calidad de imputado de una persona, desde que se le atribuye un hecho punible y
constituye una forma de ejercicio de la acción civil que interrumpe la prescripción.

La resolución que niegue o de lugar a las medidas cautelares reales solicitadas es apelable en
el solo efecto devolutivo. 224

223
Véase artículos 279 y 298 del CPC
224
Arts. 158 y 368 CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 240


MANUAL EXPLICATIVO
DEL CÓDIGO PROCESAL PENAL
Elaborado en base al Programa del Curso de Quinto Año

Tomo II

Realizado para los alumnos de la


Universidad de Los Andes

Docente: Francisco Antonio Hermosilla Iriarte


Ayudante: Gonzalo Hoyl Moreno

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 241


CAPÍTULO VI. EL PROCEDIMIENTO ORDINARIO PENAL

1.- Una apretada síntesis del procedimiento ordinario

Las tres etapas que contempla el procedimiento ordinario, son la de investigación, la


intermedia y la del debate o juicio oral, las que se presentan en un esquema de Julián López Masle.

PROCEDIMIENTO ORDINARIO

Denuncia Querella

Juez de Garantía Tribunal de J. Oral


POLICIA JUEZ

M.PUBLICO
AUD. AUD.
Inicio FORM. Cierre JUICIO Aud.
Acus. PREPARAC. AUTO CIT. A Sentencia
Investig. IMPUT. Invest. ORAL Pena
J.ORAL APERT JUICIO

Policía
Ministerio Público
Querellante-acusador particular
Imputado - Defensor

Etapa de Investigación Etapa Intermedia Juicio Oral

Como se podrá advertir, en las dos primeras fases o etapas, interviene el juez de garantía y
sólo en la última el tribunal oral en lo penal.

La primera fase, la de la investigación, comenzará cuando el ministerio público tenga una


noticia “criminis”, es decir, cuando llegue a su conocimiento la perpetración de algún ilícito. Esta investigación
es desformalizada y no tiene límite en cuanto al tiempo, salvo el normal de la prescripción de los delitos que se
investiguen.

Sin embargo, como una persona no pudiera estar siendo eternamente investigada durante el
tiempo en que aún no prescribe la acción penal, 225 el legislador ideó el mecanismo de la “auto denuncia”
contemplado en el artículo 179 del CPP, tendiente a solicitarle al ministerio público que investigue la
imputación que un tercero le hace a cualquier persona de la comisión de un ilícito.

Normalmente, cuando el fiscal tenga antecedentes suficientes en su investigación preliminar


para perseguir la responsabilidad criminal de algún sujeto, formalizará la misma, es decir, de acuerdo a lo
preceptuado en el artículo 229 del CPP, efectuará una comunicación formal ante el juez de garantía, respecto

225
Nota: Según el artículo 94 del CP, la acción penal prescribe, respecto de crímenes a que la ley impone pena de presidio,
reclusión o relegación perpetuos, en 15 años; respecto de los demás crímenes en 10 años; respecto de simples delitos, en 5 años y
respecto de las faltas en 6 meses y el término de la prescripción, añade el artículo 95 del citado Código punitivo, comienza a correr
desde el día en que se hubiere cometido el delito.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 242


de que a un imputado se le desarrolla actualmente una investigación en su contra respecto de uno o más
delitos determinados.

Una vez que el fiscal ha formalizado en contra de un imputado, le nace el plazo perentorio y
máximo de 2 años para concluir su investigación y ese acto “comunicacional y garantista” que realiza el fiscal
ante el juez de garantía produce determinados efectos, que están contemplados en el artículo 233 del CPP.

Así, por ejemplo, la formalización suspenderá el curso de la prescripción de la acción penal,


comenzará a correr el plazo máximo de 2 años para culminar la investigación y el ministerio público perderá la
facultad de archivar provisionalmente el procedimiento; pero, aún más, una vez que se ha formalizado en
contra de un imputado, el ministerio público puede pedir la cautelar de la prisión preventiva o alguna de las
cautelares personales menores del artículo 155 del CPP en contra de ese sujeto.

En cuanto al plazo de la investigación, hay que señalar que existe uno legal, contemplado en
el artículo 247 del CPP, y que es el de los 2 años ya comentado, en otras palabras, el fiscal está obligado a
cerrar la investigación, vencido que sea ese lapso.

De conformidad con lo dispuesto en el artículo 234 del CPP, si alguno de los intervinientes
estima que el plazo legal es muy extenso atendida las características de la investigación y con el fin de cautelar
las garantías del imputado, podrá señalarle al juez de garantía que fije uno menor a ese plazo, y si el juez
accede, oyendo previamente al ministerio público, se ha fijado un plazo judicial para el término de la
investigación.

Una vez concluido el plazo legal o judicial dado al fiscal para investigar, o en otras palabras,
practicadas las diligencias necesarias para la averiguación del hecho punible y sus autores, cómplices o
encubridores, el fiscal declarará cerrada la investigación y dentro de un plazo de 10 días, puede tomar alguno
de los tres caminos, señalados en el artículo 248 del CPP, a nosotros, el que nos interesa por ahora, es el del
literal b) , es decir, formular acusación, cuando estimare que la investigación proporciona fundamento serio
para el enjuiciamiento del imputado contra quien se hubiere formalizado la misma.

Juicio Oral

Pide sobreseimiento

Actitudes del Fiscal


No perseverar
Una vez cerrada la investigación

248 CPP ACUSAR

“Cuando estimare que la investigación


proporciona fundamento serio para el
enjuiciamiento del imputado contra
quien se hubiere formalizado la misma”

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 243


Esta acusación penal, deberá hacerse por escrito y contener todas y cada una de las
menciones del artículo 259 del CPP, ella es presentada al juez de garantía y aquél ordenará notificar a todos los
intervinientes y citará a una audiencia de “preparación del juicio oral”, la que tendrá lugar no antes de 25 ni
después de 30 días, con la presentación de este escrito comienza la etapa intermedia o de preparación del juicio
oral.

Juicio Oral

259 CPP

Contenido de la acusación

La individualización de el o los acusados y de su defensor;


La relación circunstanciada de el o los hechos atribuidos y de su
calificación jurídica;
La relación de las circunstancias modificatorias de la
responsabilidad penal que concurrieren, aun subsidiariamente
de la petición principal;
La participación que se atribuyere al acusado;
La expresión de los preceptos legales aplicables;
El señalamiento de los medios de prueba de que el ministerio
público pensare valerse en el juicio;
La pena cuya aplicación se solicitare, y
En su caso, la solicitud de que se proceda de acuerdo al
procedimiento abreviado

Llegado el día de la audiencia, normalmente cada parte ofrecerá la prueba con la que cuenta
para llegar al juicio oral, se discutirá sobre ello en una audiencia que ordinariamente será larga y finalmente, el
juez de garantía dictará una resolución llamada “auto de apertura del juicio oral”, la que deberá contener las
menciones del artículo 277 del CPP.

Juicio Oral

277 CPP

Contenido del Auto de Apertura del Juicio Oral

El tribunal competente para conocer el juicio oral;


La o las acusaciones que deberán ser objeto del juicio y las
correcciones formales que se hubieren realizado en ellas;
La demanda civil;
Los hechos que se dieren por acreditados, en conformidad
con lo dispuesto en el artículo 275;
Las pruebas que deberán rendirse en el juicio oral, de acuerdo
a lo previsto en el artículo anterior, y
La individualización de quienes debieren ser citados a la
audiencia del juicio oral, con mención de los testigos a los que
debiere pagarse anticipadamente sus gastos de traslado y
habitación y los montos respectivos.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 244


Dicha resolución deberá ser enviada, normalmente, dentro de 48 horas al Tribunal de Juicio
Oral en lo Penal que sea competente, quienes notificarán y citarán a todos los intervinientes, testigos y peritos
a una o más audiencias para celebrar el juicio oral, en una fecha que no podrá ser antes de 15 ni después de 60
días, contados desde la fecha en que se celebró la audiencia de preparación del juicio oral.

Juicio Oral

En cuanto a la remisión del AAJO

Del mismo modo


Fecha 5 días para el JG, excluirá las
Audiencia pruebas que
MP apele
Preparación por exclusión provinieren de
actuaciones o
prueba
diligencias que
Al término de hubieren sido
La Audiencia Causales declaradas nulas y
aquellas que
hubieren sido
obtenidas con
inobservancia de
Dictación Plazo para garantías
AAJO Remitir fundamentales

48 horas Una vez


Ejecutoriado

Llegado el día de la audiencia, se ventilará el juicio oral ante un Tribunal colegiado y al


término de ella, o en un plazo razonable de horas, posterior, que no puede exceder las 24 horas, aquellos
magistrados darán a conocer en audiencia pública su decisión de absolución o condena de él o los imputados,
luego, podrá proseguirse con una audiencia de determinación de pena, para el efecto de que fuera necesario y
por último y dentro del quinto día contado desde la audiencia de lectura de la decisión de absolución o
condena, se dictará y leerá en audiencia especial, citada al efecto, la sentencia.

Juicio Oral
Juez
Garantía
INICIO JUICIO EN EL TOP
Plazo (48 horas)
una vez ejecutoriado
Resolución JG
Puesta disposición
Auto Apertura
Imputado y señala T y P

Imputado a disposición Acusado (7 días antes


TOP Fecha de audiencia)
Tribunal TOP
Oral Penal Citación Testigos - Peritos

Exhortos
intervinientes
Fijar fecha Juicio
(15 – 60 días)
TO P
Ley RPA
(30 días) Acusador Defensor
MP
Particular

En una muy apretada síntesis, eso debiera ser normalmente el procedimiento ordinario.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 245


ETAPAS DEL JUICIO ORAL
ETAPA DE
ETAPA DE PREPARACIÓN DEL JUICIO ORAL
INVESTIGACIÓN JUICIO ORAL

IMPUTADO ACUSADO ACUSADO

POLICÍA TESTIGOS Y PERITOS

MINISTERIO MINISTERIO MINISTERIO


PÚBLICO PÚBLICO PÚBLICO

DEFENSOR DEFENSOR DEFENSOR

VÍCTIMA QUERELLANTE ACUSADOR PARTICULAR


ADJUNTAR PBA. DEPURAR PRUEBA RENDICIÓN DE LA PRUEBA

JUEZ DE JUEZ DE TRIBUNAL DE


GARANTÍA GARANTÍA JUICIO ORAL

2.- La etapa de investigación

2.1.- Las actuaciones de la investigación

2.1.1.- Cuestiones previas

Recordemos que en los delitos de acción penal pública y previa instancia particular, cuando
ha existido denuncia de la víctima, la investigación se encuentra a cargo del Ministerio Público, cuya actividad
es controlada por el Juez de Garantía.

El sistema se encuentra estructurado para efectuar una investigación dinámica,


desformalizada y selectiva, conforme a criterios públicos y objetivos. Además respeta el principio acusatorio al
separar claramente las funciones de investigar y decidir.

Hemos pasado de un sistema de instrucción judicial a uno que ha sido llamado


“administrativo con control jurisdiccional”, con lo cual se ha liberado al órgano judicial de la carga de
gestionar la persecución penal.

En toda investigación criminal se produce inevitablemente una tensión entre la necesidad de


eficacia de la persecución penal del Estado y el respeto de las garantías individuales comprometidas con dicha
persecución. En el nuevo sistema le corresponde a otro órgano estatal diferente, el juez de garantía,
intermediar en esta tensión permanente y garantizar la vigencia de los derechos de las personas.

Finalmente, conviene destacar que para asegurar la centralidad del juicio oral, la etapa de
investigación se constituye en una fase meramente preparatoria de la acusación y del juicio, de modo que las
actuaciones que en ella se realizan carecen, por regla general, de valor probatorio.

2.1.2.- Objetividad de las actuaciones del Ministerio Público

De acuerdo con el principio de objetividad, consagrado tanto en la Constitución como en la


ley 226 , los fiscales del Ministerio Público deben investigar los hechos constitutivos de delito, los que

226
Arts. 83 CPRCH y 3 LOCMP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 246


determinen la participación culpable y los que acrediten la inocencia del imputado. Es decir, no están
obligados sólo a indagar aquellos hechos relacionados con su propia estrategia de investigación, a partir de los
antecedentes disponibles, sino también aquellos invocados por el imputado o su defensa para excluir, eximir o
mitigar su responsabilidad penal.

2.1.3.- Desformalización de la investigación

La desburocratización de la instrucción y la ausencia rigurosa de valor probatorio de las


actuaciones de investigación, constituyen, pues, requisitos indispensables para la valorización del juicio como
etapa central del procedimiento.

En vista de lo anterior resulta importante distinguir entre los actos de investigación y los
actos de prueba propiamente tal. Los primeros son medios de averiguación del hecho punible y la
participación culpable que, a lo más, y cuando alcanzan un cierto estándar, pueden originar efectos personales
y patrimoniales de carácter aseguratorio o cautelar contra una determinada persona y constituirse en el
fundamento de la acusación del Ministerio Público en contra de la misma. Para que dicha persona pueda ser
condenada o absuelta se requiere la producción de prueba en sentido estricto, en el curso del juicio oral. 227

Se requiere, en consecuencia, que los órganos que participan en la investigación oficial se


desprendan de ciertas rutinas asociadas con la cultura inquisitiva, por ejemplo la excesiva formalidad de las
comunicaciones entre tales instituciones.

2.1.4.- Publicidad de la investigación para los intervinientes

La regla general en esta materia es la publicidad de los antecedentes de la investigación para


los intervinientes. Sin embargo, esos mismos antecedentes son secretos para los terceros ajenos al
procedimiento. 228

De este modo, el imputado, su defensor y los demás intervinientes pueden examinar en


cualquier momento los registros y los documentos de la investigación. En el caso del imputado esta facultad
está estrechamente vinculada al ejercicio de su derecho de defensa y a la protección contra la sorpresa en el
juicio.

Sin embargo, este derecho se encuentra limitado por la facultad del Fiscal de disponer la
reserva temporal de ciertas actuaciones, registros o documentos de la investigación, cuando lo considere
necesario para la eficacia de las pesquisas. En tal caso debe identificar las piezas o actuaciones respectivas, de
modo que no se vulnere la reserva y fijar un plazo no superior a 40 días para la mantención del secreto. 229

El Código no contempla la posibilidad de ampliar el plazo de la reserva, en cambio los


intervinientes pueden solicitar del Juez de Garantía que ponga término al secreto o que lo limite, en cuanto a
su duración, a las piezas o actuaciones abarcadas por él, o a las personas a quienes afectare.

De otro lado, la ley prohíbe decretar el secreto sobre la declaración del imputado o cualquier
otra actuación en que hubiere intervenido o tenido derecho a intervenir, las actuaciones en las que haya
participado el tribunal, ni los informes evacuados por peritos, respecto del propio imputado o su defensor.

Por último el Código impone sobre los funcionarios que hayan participado en la
investigación y las demás personas que, por cualquier motivo, tuvieren conocimiento de las actuaciones de la
investigación, la obligación de guardar secreto respecto de ellas.

227
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés; Ob.cit., pág. 457
228
Art. 182 CPP
229
Art. 182 inciso 3° CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 247


2.1.5.- Objetivos de la instrucción

La investigación preparatoria o administrativa se encuentra a cargo de los fiscales del


Ministerio Público, quienes investigan por sí mismos o encomiendan a la policía las diligencias de indagación
que consideren conducentes al esclarecimiento de los hechos.

El Juez de Garantía es el órgano jurisdiccional encargado de controlar esas actuaciones, de


modo que no vulneren los derechos fundamentales de los particulares.

Como ya se señaló, esta etapa puede iniciarse de oficio por el Ministerio Público, por
denuncia o por querella y concluye con el cierre de la investigación y la decisión del fiscal sobre el resultado de
ésta. Esta decisión puede ser positiva, lo que ocurrirá cuando existan antecedentes serios y suficientes para
sostener una acusación en contra de una determinada persona, o negativa, en caso contrario, por lo que
procede solicitar el sobreseimiento de la causa o comunicar la decisión de no perseverar en el procedimiento.

Siguiendo en este punto a la profesora Horvitz, 230 la etapa de investigación tiene tres
objetivos básicos:

a.- Allegar o producir los antecedentes probatorios necesarios que fundamenten la


interposición de la acusación en contra de una persona por un delito determinado y asegurarlos hasta su
presentación al juicio;

b.- Impedir que pasen a la etapa de preparación del juicio oral los casos de sospechas
infundadas de comisión de un delito, operando como primer filtro del procedimiento; y

c.- Promover, cuando corresponda, la terminación anticipada del procedimiento en


aquellos casos en que una solución alternativa del conflicto jurídico-penal permita prescindir del juicio y
de la sentencia.

2.1.6.- Inicio del procedimiento


Se entiende iniciado el procedimiento desde que se realice cualquier actuación por o ante la
policía, el Ministerio Público o un tribunal con competencia en lo criminal. 231

El inicio del procedimiento no está determinado por la realización de actos formales sino por
la realización de actuaciones que significan la imputación de un delito y, con ello, la afectación de derechos
fundamentales.

Además de la posibilidad de denuncia o querella la investigación puede iniciarse de oficio


por los fiscales del ministerio público, cada vez que presencien o tomen conocimiento personal de la comisión
de un delito.

Los fiscales están obligados a denunciar, en los mismos términos que los demás funcionarios
públicos, los delitos de que tomen conocimiento en el ejercicio de sus funciones y, especialmente, en su caso,
los que noten en la conducta ministerial de sus subalternos. 232

Por último resulta habitual el inicio del procedimiento en situaciones de flagrancia 233 que, si
bien puede subsumirse en el inicio por denuncia o de oficio, tiene la particularidad que implica la
judicialización inmediata del procedimiento, esto es, la intervención del juez de garantía, por la necesidad de

230
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés; Ob.cit., pág. 471
231
Art. 7 inciso 2° CPP
232
Art. 175 letra b) CPP
233
Art. 129 CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 248


hacer comparecer al detenido ante la presencia judicial dentro del plazo máximo de 24 horas desde que la
detención se hubiere practicado, para controlar el respeto del estatuto del detenido.

2.1.7.- Actuaciones de la investigación

2.1.7.1.- Actuaciones inmediatas

Dentro de las 24 horas siguientes desde que un fiscal del Ministerio Público tome
conocimiento de un hecho que reviste caracteres de delito de acción penal pública, deberá proceder, por sí
mismo o a través de la policía, a efectuar las siguientes actuaciones:

a.- Practicar aquellas diligencias pertinentes y útiles al esclarecimiento y averiguación del


delito;

b.- Investigar las circunstancias relevantes para la aplicación de la ley penal, de los
partícipes del hecho y de las circunstancias que sirvan para verificar su responsabilidad, y

c.- Impedir que el hecho denunciado produzca consecuencias ulteriores. 234

2.1.7.2.- Investigación autónoma

Los fiscales poseen la dirección de la investigación y pueden realizar por sí mismos o


encomendar a la policía las pesquisas que consideren conducentes al esclarecimiento de los hechos. 235
Disponen, en consecuencia, de la posibilidad de realizar numerosas actuaciones de investigación sin necesidad
de solicitar autorización al juez de garantía. Desde ya podemos mencionar las siguientes:

a.- Tomar declaración a los testigos que se allanen voluntariamente a comparecer y realizar
dicha actuación, pero si el testigo citado no comparece sin justa causa o compareciendo se niega
injustificadamente a declarar deberá solicitarse al juez la aplicación de medidas de apremio. 236 La policía
sólo podrá identificar a los testigos del hecho investigado y hacer constar las declaraciones que éstos
presten voluntariamente cuando se trate de delito flagrante y se encuentren en el sitio del suceso. 237

b.- Consignar, recoger y asegurar todo cuanto conduzca a la comprobación del hecho y a la
identificación de los partícipes. Estas actuaciones se entregan a la policía, en cuanto auxiliares del
Ministerio Público en la investigación de los delitos, sin perjuicio que los fiscales puedan realizarlas por sí
mismos si ello fuera necesario.

2.1.7.2.1.-Podemos destacar las siguientes actuaciones

b.1.- Consignar el estado de las personas, cosas o lugares;

b.2.- Si el hecho hubiere dejado huellas, rastros o señales, tomarán nota de ellos
especificándolos detalladamente, consignando la descripción del lugar en que el hecho se hubiere cometido
y el estado de los objetos que en él se encuentren, y de todo otro dato pertinente; 238

b.3.- Recoger, identificar y conservar bajo sello los objetos, documentos e instrumentos de
cualquier clase que parezcan haber servido o haber estado destinados a la comisión del hecho investigado,

234
Art. 180 inciso 2° CPP
235
Art. 180 inciso 1° CPP
236
Art. 190 CPP
237
Art. 83 letra d) CPP
238
Art. 83 letra c) CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 249


o los que de él provengan, o los que pudieren servir como medios de prueba, así como los que se
encuentren en el sitio del suceso, levantándose un registro de la diligencia conforme a las normas
generales. 239 Esta diligencia debe ser realizada por el personal policial experto que el Ministerio Público
determine y en el registro debe dejarse constancia de la individualización completa del o los funcionarios
policiales que hayan intervenido en ella. En caso de delito flagrante puede procederse a la inmediata
incautación de los objetos, documentos e instrumentos que se hallen en poder del imputado. En los demás
casos deberá recabarse autorización judicial previa;

b.4.- Exigir información de toda persona o funcionario público, los que no podrán
excusarse de proporcionarla, salvo en los casos expresamente previstos en la ley; 240

b.5.- Disponer la práctica de operaciones científicas, toma de fotografías, filmación o


grabación y, en general, la reproducción de imágenes, voces o sonidos por los medios técnicos que resulten
más adecuados, requiriendo la intervención de los organismos especializados. 241 La utilización de estos
medios técnicos es especialmente relevante para la fijación del sitio del suceso y circunstancias del mismo.

El Ministerio Público sólo podrá realizar estas actuaciones cuando no supongan afectación
de derechos fundamentales. En este último caso, sólo serán admisibles cuando se investigue un hecho punible
que merezca pena de crimen y con autorización judicial previa. 242

b.6.- Solicitar la práctica de informes periciales a los miembros de organismos técnicos que
le prestan auxilio en su función investigadora 243 o a terceros expertos en una ciencia, arte u oficio. 244

b.7.- Tomar exámenes corporales del imputado o del ofendido cuando fuere necesario para
constatar circunstancias relevantes para la investigación, tales como pruebas de carácter biológico,
extracciones de sangre u otros análogos, siempre que no fuere de temer menoscabo para la salud o dignidad
del interesado. 245

La persona a examinar puede consentir en la intervención corporal, previa advertencia de


sus derechos, en cuyo caso el fiscal o la policía dispondrá la medida sin más trámite. Sin embargo,
en caso de negativa de la persona a examinar deben solicitar autorización judicial, exponiendo los motivos del
rechazo.

Tratándose de exámenes médicos, el fiscal podrá disponer su realización al Servicio Médico


Legal o a cualquier otro servicio médico. 246

Se plantea, además, un deber especial respecto de los hospitales, clínicas y establecimientos


de salud, en orden a conservar y remitir al Ministerio Público los antecedentes y muestras relacionadas con
reconocimientos, exámenes médicos y pruebas biológicas que emanen de la constatación de hechos que
pudieran constituir alguno de los delitos previstos en los artículos 361 a 367 bis y en el artículo 375 del Código
Penal o acreditar la participación criminal en ellos. 247

239
Art. 187 inciso 1° CPP
240
Art. 180 inciso final CPP
241
Art. 181 inciso final CPP
242
Art. 226 CPP
243
Art. 321 CPP
244
Art. 314 CPP
245
Art. 197 CPP
246
Art. 199 inciso 1° CPP
247
Art. 198 CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 250


Asimismo, se establece el deber, respecto de los encargados de tales establecimientos de
salud, de informar inmediatamente al fiscal sobre el ingreso de cualquier persona que presente lesiones
corporales de significación, cumpliendo con ciertas formalidades que la ley establece. 248

b.8.- Disponer la práctica de autopsias en dependencias del Servicio Médico Legal o,


donde no lo hubiere, en el lugar y con el médico que el propio fiscal designe. 249

Tratándose del hallazgo de un cadáver, y existiendo motivo para sospechar que la muerte es
el resultado de un hecho punible, el fiscal deberá proceder a practicar el reconocimiento e identificación del
difunto y disponer su autopsia, ya sea antes de su inhumación o inmediatamente después de su exhumación.
El cadáver podrá entregarse a los parientes del difunto o a quienes invoquen título o motivo suficiente, previa
autorización del fiscal, tan pronto la autopsia se haya practicado. 250

b.9.- Tomar muestras caligráficas al imputado, siempre que éste se allane voluntariamente
a efectuarlas. De lo contrario, se requerirá autorización judicial. 251

b.10.- Disponer las medidas de vigilancia que estime convenientes para evitar la fuga del
imputado o la substracción de documentos o cosas que constituyan el objeto de una diligencia de
investigación intrusiva que aun no haya sido autorizada judicialmente. 252 .

b.11.- Prestar auxilio a la víctima. 253

b.12.- En general, los fiscales pueden llevar a cabo autónomamente cualquier diligencia de
investigación que no signifique privar, restringir o perturbar al imputado o a un tercero, del ejercicio de los
derechos que la Constitución asegura. 254

2.1.7.3.- Declaración del imputado ante el Ministerio Público o la Policía

La declaración del imputado constituye un mecanismo de defensa, 255 pero a su vez se


presenta como una importante y legítima fuente de información para el fiscal en la medida que sea obtenida
libre y voluntariamente.

Si el imputado decide declarar voluntariamente ante el fiscal, renunciando a su derecho a


guardar silencio, debe ser informado detalladamente de los cargos que se le atribuyen, esto es, de los hechos
imputados, con todas las circunstancias de tiempo, lugar y modo de comisión, en la medida conocida,
incluyendo aquellas que sean de importancia para su calificación jurídica, las disposiciones legales que
resulten aplicables y los antecedentes que la investigación arroje en su contra. A continuación, el imputado
tendrá libertad para declarar todo cuanto estime conveniente sobre él o los cargos formulados. 256

El imputado también puede declarar voluntariamente ante la policía siempre que esté
presente su defensor. Pero si no es así y no fuere posible conducirlo inmediatamente ante la presencia del

248
Arts. 200 y 175 letra d) CPP
249
Art. 199 inciso 2° CPP
250
Arts. 201 CPP y 139 Código Sanitario
251
Art. 203 CPP
252
Art. 213 CPP
253
Art. 83 letra a) CPP
254
Arts. 83 CPRCH y 9 CPP
255
Art. 98 CPP
256
Arts. 93 letra g) y 194 CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 251


fiscal, la policía podrá consignar las declaraciones que éste se allane a prestar cuando así lo autorice el fiscal y
bajo su responsabilidad. 257

El Código prohíbe los métodos de investigación o de interrogación que menoscaben o


coarten la libertad del imputado para declarar y la prolongación excesiva de la declaración. En efecto, el
imputado no puede ser sometido a ninguna clase de coacción, amenaza o promesa, no se pueden utilizar
métodos que afecten su memoria, capacidad de comprensión y dirección, en especial cualquier forma de
maltrato, amenaza, violencia corporal o psíquica, tortura, engaño, o la administración de psicofármacos y la
hipnosis. Esta prohibición no es disponible ni renunciable por el imputado. 258

2.1.7.4.- Proposición y asistencia a diligencias de la investigación

El Código contempla la posibilidad que el imputado y los demás intervinientes puedan


proponer al fiscal todas aquellas diligencias de investigación que consideren pertinentes y útiles para el
esclarecimiento de los hechos. El fiscal dispondrá la realización de aquellas que estime conducentes, si las
rechaza el afectado podrá reclamar ante las autoridades del Ministerio Público, las que se pronunciarán en
definitiva. 259 .

No proceden recursos judiciales en contra de las decisiones del Ministerio Público por no
tratarse de actuaciones jurisdiccionales.

Lo anterior es sin perjuicio de la facultad de reiterar las diligencias ante el juez de garantía,
una vez cerrada la investigación, para los efectos de obtener su reapertura. 260

Del mismo modo, el fiscal podrá permitir la asistencia del imputado y demás intervinientes a
las diligencias de investigación que practique, cuando lo estime de utilidad, pudiendo impartirles
instrucciones obligatorias que deben observar para el adecuado desarrollo de la actuación e, incluso, excluirlos
de la misma en cualquier momento. 261

2.1.7.5.- Actuaciones autónomas de la Policía

Si bien la regla general es que la policía actúe bajo las instrucciones particulares o generales
de los fiscales, en ciertos casos que la ley contempla expresamente, pueden actuar sin orden previa. Estos casos
son los siguientes; 262

a.- Prestar auxilio a la víctima;

b.- Practicar la detención en los casos de flagrancia, conforme a la ley. 263

c.- Resguardar el sitio del suceso, impidiendo el acceso a toda persona ajena a la
investigación y proceder a su clausura, si se trata de local cerrado, o a su aislamiento, si se trata de lugar
abierto, y evitando que se alteren o borren de cualquier forma los rastros o vestigios del hecho o se
remuevan los instrumentos usados para llevarlo a cabo, mientras no intervenga personal experto de la
policía que el ministerio público designe. Dicho personal deberá recoger, identificar y conservar bajo sello
los objetos, documentos o instrumentos de cualquier clase que parezcan haber servido a la comisión del

257
Art. 91 CPP
258
Arts. 195 y 196 CPP
259
Arts. 93 letra c), 109 y 183 CPP
260
Art. 257 CPP
261
Art. 184 CPP
262
Art. 83 CPP
263
Arts. 129 y 130 CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 252


hecho investigado, sus efectos o los que pudieren ser utilizados como medios de prueba, para ser remitidos
a quien corresponda, dejando constancia, en el registro que se levante, de la individualización completa del
o de los funcionarios policiales que lleven a cabo esta diligencia; 264

d.- Identificar a los testigos y consignar las declaraciones que estos presten
voluntariamente;

e.- Recibir las denuncias del público, y

f.- Efectuar las demás actuaciones que dispongan otros cuerpos legales.

En los casos de muerte en la vía pública el jefe de la unidad policial correspondiente, en


forma personal o por intermedio de un funcionario de su dependencia, puede efectuar la descripción del sitio
del suceso, de los objetos hallados en el lugar y todo otro dato relevante y dar orden de levantamiento del
cadáver, dejando registro de lo obrado. 265

2.1.7.6.- El control de identidad 266

Constituye una forma de restricción de libertad eventual, en cuya virtud se faculta a la


policía para solicitar la identificación de cualquier persona en casos fundados, como son la existencia de un
indicio de que ella hubiere cometido o intentado cometer un crimen, simple delito o falta, de que se dispusiere
a cometerlo, o de que pudiere suministrar informaciones útiles para la indagación de un crimen, simple delito
o falta.

En principio este control se efectúa en el lugar en que la persona se encontrare a través de los
documentos que indica. Hasta aquí no es más que un mero control policial, sin embargo, si la persona se niega
o no puede acreditar su identidad es conducida a la unidad policial más cercana, siempre para fines de
identificación. Acreditada la identidad por otros medios, o a través de la toma de huellas, se la dejará en
libertad.

Durante el control de identidad la policía puede registrar las vestimentas, equipaje o


vehículo de la persona controlada.

En ningún caso el procedimiento se puede extender más allá de seis horas, transcurridas las
cuales, se debe dejar a la persona en libertad, a menos que existan indicios de que ha ocultado su verdadera
identidad o ha proporcionado una falsa. En esta última hipótesis se procederá a su detención como autora de
la falta prevista y sancionada en el artículo 496 N° 5 del CP.

A modo de control de eventuales abusos de esta facultad policial, el inciso final del artículo
85 del CPP impone la obligación de ejercerla en la forma más expedita posible, sancionando penalmente el
abuso en su ejercicio.

2.1.7.7.- Control jurisdiccional de la investigación

El Juez de Garantía debe intervenir en la investigación en los siguientes casos:

a.- Cuando cualquier persona que se sienta afectada por una investigación del ministerio
público, que no ha sido formalizada judicialmente, solicite al juez de garantía que le ordene al fiscal
informar acerca de los hechos que sean objeto de la misma. El juez podrá fijarle al fiscal un plazo para que

264
Este procedimiento que busca proteger la indemnidad de los objetos y evidencias se denomina “Cadena de Custodia”
265
Art. 90 CPP
266
Arts. 85 y 86 CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 253


formalice la investigación. 267 Esta facultad puede operar como un mecanismo de aceleración del
procedimiento a favor del imputado.

b.- Cuando el fiscal requiera la realización de una diligencia de investigación o la


imposición de una medida cautelar que, según la Constitución y la ley, deba ser autorizada judicialmente.
En estos casos, el fiscal estará generalmente obligado a formalizar la investigación. 268 Sin embargo, y
excepcionalmente, es posible solicitarlas antes de realizar tal actuación procesal e, incluso, sin previa
notificación al afectado cuando la gravedad de los hechos o la naturaleza de la diligencia de que se trate
permita presumir que dicha circunstancia resulta indispensable para su éxito. 269

Si con posterioridad a la formalización el fiscal solicita una diligencia sin previa información
al afectado, el juez sólo podrá autorizarlo cuando la reserva resulte estrictamente indispensable para la eficacia
de la diligencia. 270 El juez debe ponderar los intereses en juego a fin de resguardar el principio de
proporcionalidad exigido para la admisibilidad de una medida intrusiva.

c.- Cuando el fiscal decida formalizar la investigación. La formalización es requisito


previo para solicitar medidas cautelares, tanto reales como personales, diligencias de investigación
limitativas de derechos o medidas intrusivas, para la suspensión condicional del procedimiento, la facultad
de proceder inmediatamente (juicio inmediato), solicitar y producir prueba anticipada y resolución del caso
en procedimiento abreviado.

2.1.7.8.- Diligencias de investigación limitativas de derechos

2.1.7.8.1.- Exámenes corporales y médicos

Son medidas intrusivas de excepcional importancia por los valores constitucionales en juego
como la dignidad de la persona, 271 el derecho a la integridad física y psíquica de la persona, 272 el derecho a no
ser sometido a tratos crueles, inhumanos y degradantes, 273 el derecho a la libertad personal y el derecho a no
autoincriminarse.

De otro lado, existe un interés público por el esclarecimiento y sanción de los delitos, que
hace necesario dotar a los órganos vinculados a la persecución penal de la posibilidad de recurrir a este tipo de
medidas intrusivas.

Las intervenciones corporales son medidas de investigación que se realizan sobre el cuerpo
de las personas, que implican un reconocimiento externo del mismo (registros o inspecciones) o la extracción
desde su interior de elementos que proporcionen información sobre la persona o de elementos incorporados a
él (investigaciones corporales), con el fin de descubrir circunstancias fácticas que sean de interés para el
establecimiento del cuerpo del delito y de la participación culpable.

En nuestro ordenamiento esta materia se encuentra reglamentada en los artículos 197 y 198
del CPP.

Ante la negativa de la persona a examinar, sea el imputado o la víctima, el fiscal puede


solicitar autorización judicial para proceder forzadamente.

267
Art. 186 CPP
268
Art. 230 inciso 2° CPP
269
Arts. 9 y 236 inciso 1° CPP
270
Art. 236 inciso final CPP
271
Art. 1 CPRCH
272
Art. 19 N° 1 inciso 1° CPRCH
273
Arts. 5.2 CADH y 7 PIDCP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 254


2.1.7.8.2.- Entrada y registro

Es una diligencia de investigación que persigue la obtención de fuentes de pruebas para la


comprobación del hecho punible o la participación culpable.

Comporta, por regla general, la afectación o perturbación de los derechos fundamentales a la


intimidad e inviolabilidad del hogar. 274 La propia Constitución admite la afectación del derecho, pero con
ciertas limitaciones cuando expresa que el hogar sólo puede allanarse en los casos y formas determinados por
la ley.

La Constitución habla de la inviolabilidad del hogar, que el constituyente entendió como


sinónimo de domicilio, entendiendo por tal el recinto de las habitaciones y sus dependencias en que una
persona vive o ejerce sus actividades de trabajo y también los recintos cerrados que tenga bajo su control a
cualquier título, aunque no concurran las circunstancias de vida o actividad dentro de él. 275

En la doctrina española se distinguen algunos elementos esenciales y otros accidentales.


Dentro de los primeros están la existencia de un espacio aislado del mundo exterior que se encuentra cerrado o
parcialmente abierto; la necesidad de su destino al desarrollo de la vida privada, entendida como algo más
amplio que lo íntimo; la irrelevancia del título jurídico particular; la actualidad de su disfrute. Entre los
elementos accidentales estarían: la estabilidad del ámbito físico en el que se asiente el domicilio (barco), la
habitualidad, la voluntariedad de la residencia y la affectio familiaris.

El CPP no se refiere ni a hogar ni a domicilio, sino en general a lugares y edificios, conceptos


indudablemente más amplios que los primeros. Sin embargo, sólo exige autorización judicial previa para los
lugares o edificios cerrados, aludiendo a un elemento característico del concepto de domicilio.

Según la profesora Horvitz 276 esta exigencia de autorización judicial aparece como un
mecanismo preventivo en la protección del derecho; de allí que no sea criterio para evaluar la vulneración de
esta garantía el examen de si hubo o no realmente una lesión efectiva al derecho. Por ello la mera
comprobación de ingreso ilegítimo al domicilio conlleva, entre otros efectos, la exclusión probatoria o la
prohibición de valoración de la evidencia que se hallare en dicho lugar, sin que ello pueda ser subsanado con
posterioridad.

Hay ciertos casos, como el allanamiento de lugares que gozan de inviolabilidad diplomática,
en que se exige la intervención del juez, pero no ya para que éste apruebe la medida sino para que obtenga las
autorizaciones correspondientes conforme a las reglas establecidas por el Derecho Internacional.

No se trata, en consecuencia, de la protección de la intimidad sino del respeto de ciertos


privilegios procesales de que gozan algunas autoridades.

En general, la ley procesal penal exige autorización judicial previa para la entrada y registro
de lugares cerrados cuando no existe consentimiento del titular del derecho.

El Código regula esta medida intrusiva y determina sus requisitos según el lugar en que se
realice la actuación, según el siguiente detalle:

a.- Entrada y registro en lugares de libre acceso al público, 277


b.- Entrada y registro en lugares cerrados, 278

274
Arts. 19 Nº 4 y 5 CPRCH, 17 PIDCP y 11 CADH
275
Definición de Raimundo del Río incorporadas a las actas de la Comisión Constituyente
276
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés; Ob.cit., pág. 514
277
Art. 204 CPP
278
Art. 205 CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 255


c.- Entrada y registro en lugares especiales, 279
d.- Entrada y registro en lugares que gozan de inviolabilidad diplomática, 280 y
e.- Entrada y registro en locales consulares. 281
Los Analizaremos a continuación.

2.1.7.8.2.1.- Entrada y registro en lugares de libre acceso público

A esta materia se refiere el artículo 204 del CPP de la siguiente manera:

Artículo 204.- Entrada y registro en lugares de libre acceso público. Carabineros de Chile y la Policía de
Investigaciones podrán efectuar el registro de lugares y recintos de libre acceso público, en búsqueda del imputado contra
el cual se hubiere librado orden de detención, o de rastros o huellas del hecho investigado o medios que pudieren servir a la
comprobación del mismo.

2.1.7.8.2.2.- Entrada y registro en lugares cerrados

En términos generales, no se puede efectuar la diligencia sin el consentimiento del


propietario o encargado del recinto.

En caso de negativa la policía deberá adoptar las medidas necesarias tendientes a evitar la
posible fuga del imputado cuando fuere el caso y el fiscal deberá solicitar la correspondiente autorización
judicial haciendo saber al juez las razones que el propietario o encargado hubiere invocado para negar la
entrada y registro.

Para los efectos de hacer efectivas las correspondientes responsabilidades, la ley exige que
quede constancia de la individualización del funcionario que practique el registro, quien debe cuidar que la
diligencia ocasione el menor daño y las menores molestias posibles a los ocupantes. Asimismo, se requiere la
entrega, al propietario o encargado, de un certificado que acredite el hecho del registro, la individualización de
los funcionarios que lo hayan practicado y de aquel que lo haya ordenado.

Excepcionalmente, la ley permite que la policía entre en un lugar cerrado y lo registre, sin
autorización judicial y sin el consentimiento expreso de su propietario o encargado, cuando las llamadas de
auxilio de personas que se encuentren en el interior u otros signos evidentes indiquen que en el recinto se está
cometiendo un delito. 282 Se trata de una hipótesis especial de flagrancia que se rige por el régimen jurídico
general de la misma.

Artículo 206.- Entrada y registro en lugares cerrados sin autorización judicial. La policía podrá entrar en un
lugar cerrado y registrarlo, sin el consentimiento expreso de su propietario o encargado ni autorización u orden previa,
cuando las llamadas de auxilio de personas que se encontraren en el interior u otros signos evidentes indicaren que en el
recinto se está cometiendo un delito.
De dicho procedimiento deberá darse comunicación al fiscal inmediatamente terminado y levantarse un acta
circunstanciada que será enviada a éste dentro de las doce horas siguientes. Copia de dicha acta se entregará al propietario
o encargado del lugar.”.
Tratándose del delito de abigeato, la policía podrá ingresar a los predios cuando existan indicios o sospechas de
que se está perpetrando dicho ilícito, siempre que las circunstancias hagan temer que la demora en obtener la autorización
del propietario o del juez, en su caso, facilitará la concreción del mismo o la impunidad de sus hechores.

279
Art. 209 CPP
280
Art. 210 CPP
281
Art. 211 CPP
282
Art. 206 CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 256


Al constituir una excepción a la forma ordinaria de limitación de un derecho fundamental,
debe ser interpretada restrictivamente. 283 Es importante el control que ejerza el Ministerio Público sobre la
policía en estos casos, pues cualquier actuación fuera de los límites señalados podrá determinar la ilicitud de la
prueba que se obtenga con ocasión de la entrada y registro, y su consiguiente exclusión del procedimiento.

La orden judicial que autoriza la entrada y registro debe contener la indicación del o los
edificios que hubieren de ser registrados, el fiscal solicitante, la autoridad encargada de practicar el registro, y
el motivo del registro y, en su caso, del ingreso nocturno. 284 .

La ley establece un plazo máximo de 10 días de vigencia de la orden, tras los cuales se
produce la caducidad de la misma.

La orden debe ser comunicada al dueño o encargado, invitándolo a presenciar el acto. Si


ninguna de estas personas fuere habida, la notificación se hará a cualquier persona mayor de edad que se halle
en el lugar o edificio, quien también podrá estar presente durante la realización de la diligencia. Si no se
hallare a nadie, se debe hacer constar esta circunstancia en el acta de la diligencia. Se omitirá la notificación en
el caso de que el encargado o dueño hubieren consentido expresamente en la práctica de esta actuación. 285

Practicada la notificación, cuando proceda, deberá ejecutarse el allanamiento y registro. Si


hay oposición o resistencia al ingreso o nadie responde a los llamados, se podrá emplear la fuerza pública. El
Código manifiesta especial preocupación porque en la ejecución de la medida intrusiva se cause la menor
perturbación posible del derecho constitucional garantizado. En efecto, se establece que finalizada la
diligencia, deberá cuidarse que los lugares queden cerrados, a objeto de evitar el ingreso de otras personas en
los mismos. Asimismo se señala que en los registros se procurará no perjudicar ni molestar al interesado más
de lo estrictamente necesario. 286 . Se añade la exigencia de que se deje constancia por escrito de todas estas
circunstancias.

En principio, esta diligencia deberá practicarse en el tiempo que media entre las seis y las
veintidós horas. Con todo podrá llevarse a cabo fuera de este horario cuando se trate de lugares de libre acceso
al público y que se encuentren abiertos durante la noche, o también en casos urgentes, cuando la ejecución de
la medida no admita demora. La orden judicial deberá expresar esta circunstancia y el motivo de la urgencia.
287 Por otro lado, la diligencia deberá practicarse en un solo acto, pero podrá suspenderse cuando no sea

posible su continuación, debiendo reanudarse apenas cese el impedimento. 288

Finalmente, la ley establece la obligación de dejar un testimonio escrito y circunstanciado de


la diligencia. Si hubiere objetos y documentos incautados, los mismos serán conservados y sellados para
preservar la cadena de la prueba. Deberá entregarse un recibo detallado de tales objetos y documentos al
propietario o encargado del lugar. Si no se descubre nada sospechoso, podrá darse testimonio de tal
circunstancia al interesado. 289

2.1.7.8.2.3.- Entrada y registro en lugares especiales

El CPP trata en el artículo 209 esta materia.

283
Art. 130 CPP
284
Art. 208 CPP
285
Art. 212 CPP
286
Art. 214 incisos 1º y 2º CPP
287
Art. 207 CPP
288
Art. 214 inciso final CPP
289
Art. 216 CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 257


Artículo 209. Entrada y registro en lugares especiales. Para proceder al examen y registro de lugares religiosos,
edificios en que funcionare alguna autoridad pública o recintos militares, el fiscal deberá oficiar previamente a la autoridad
o persona a cuyo cargo estuvieren, informando de la práctica de la actuación. Dicha comunicación deberá ser remitida
con al menos 48 horas de anticipación y contendrá las señas de lo que hubiere de ser objeto del registro, a menos que fuere
de temer que por dicho aviso pudiere frustrarse la diligencia. Además, en ellas se indicará a las personas que lo
acompañarán e invitará a la autoridad o persona a cargo del lugar, edificio o recinto a presenciar la actuación o a nombrar
a alguna persona que asista.
Si la diligencia implicare el examen de documentos reservados o de lugares en que se encontrare información o
elementos de dicho carácter y cuyo conocimiento pudiere afectar la seguridad nacional, la autoridad o persona a cuyo cargo
se encontrare el recinto informará de inmediato y fundadamente de este hecho al Ministro de Estado correspondiente, a
través del conducto regular, quien, si lo estimare procedente, oficiará al fiscal manifestando su oposición a la práctica de la
diligencia. Tratándose de entidades con autonomía constitucional, dicha comunicación deberá remitirse a la autoridad
superior correspondiente.
En este caso, si el fiscal estimare indispensable la realización de la actuación, remitirá los antecedentes al fiscal
regional, quien, si compartiere esa apreciación, solicitará a la Corte Suprema que resuelva la controversia, decisión que se
adoptará en cuenta. Mientras estuviere pendiente esa determinación, el fiscal dispondrá el sello y debido resguardo del
lugar que debiere ser objeto de la diligencia.
Regirá, en lo pertinente, lo dispuesto en el artículo 19, y, si la diligencia se llevare a cabo, se aplicará a la
información o elementos que el fiscal resolviere incorporar a los antecedentes de la investigación lo dispuesto en el artículo
182.

2.1.7.8.2.4.- Entrada y registro en lugares que gozan de inviolabilidad


diplomática

El CPP trata en el artículo 210 esta materia.

Artículo 210. Entrada y registro en lugares que gozan de inviolabilidad diplomática. Para la entrada y registro
de locales de embajadas, residencias de los agentes diplomáticos, sedes de organizaciones y organismos internacionales y de
naves y aeronaves que, conforme al Derecho Internacional, gozaren de inviolabilidad, el juez pedirá su consentimiento al
respectivo jefe de misión por oficio, en el cual le solicitará que conteste dentro de veinticuatro horas. Este será remitido por
conducto del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Si el jefe de misión negare su consentimiento o no contestare en el término indicado, el juez lo comunicará al
Ministerio de Relaciones Exteriores. Mientras el Ministro no contestare manifestando el resultado de las gestiones que
practicare, el juez se abstendrá de ordenar la entrada en el lugar indicado. Sin perjuicio de ello, se podrán adoptar medidas
de vigilancia, conforme a las reglas generales.
En casos urgentes y graves, podrá el juez solicitar la autorización del jefe de misión directamente o por
intermedio del fiscal, quien certificará el hecho de haberse concedido.

2.1.7.8.2.5.- Entrada y registro en locales consulares

El CPP trata en el artículo 211 esta materia.


Artículo 211. Entrada y registro en locales consulares. Para la entrada y registro de los locales consulares o partes de
ellos que se utilizaren exclusivamente para el trabajo de la oficina consular, se deberá recabar el consentimiento del jefe de
la oficina consular o de una persona que él designare, o del jefe de la misión diplomática del mismo Estado.
Regirá, en lo demás, lo dispuesto en el artículo precedente.

2.1.7.8.3.- Retención e incautación de correspondencia e interceptación de


las comunicaciones

Son medidas intrusivas que afectan el derecho a la intimidad protegido en el artículo 19 Nº 4


y 5 CPRCH, en cuanto asegura el respeto y protección a la vida privada y la inviolabilidad de toda forma de
comunicación privada, las comunicaciones y documentos privados sólo pueden interceptarse, abrirse o
registrarse en los casos y formas determinados por la ley.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 258


En consecuencia, la Constitución establece el principio de reserva de ley para que la
restricción de estos derechos sea legítima.

Desde una perspectiva subjetiva, la intimidad puede ser concebida como autodeterminación
informativa, esto es, como la facultad del individuo, grupo o institución de determinar por sí mismo cuándo,
cómo y en qué grado puede comunicarse a otros información sobre él. Por ende, este derecho determina una
facultad de exclusión de los demás, de abstención de injerencias por parte de otros, tanto en lo que se refiere a
la adquisición del conocimiento ajeno como a su divulgación.

También se ha dicho que la intimidad se refiere al espacio personal y exclusivo del ser
humano, el cual sólo puede ser compartido por decisión propia, pero nunca vulnerado debido a ese carácter
interior; es la facultad que tiene todo individuo de mantener una zona reservada para sí, protegida de
cualquier interferencia o intromisión, en la que sólo podrán inmiscuirse quienes fueren expresamente
autorizados por su titular.

Objetivamente, se señala que el derecho a la intimidad abarca tres esferas: la zona pública,
esto es, la que corresponde al campo de actuación de los hombres públicos; la zona privada, que abarca la
esfera no pública, fundamentalmente la vida familiar y de las relaciones de amistad; y la esfera íntima o
confidencial, es decir, la que normalmente se quiere ocultar a la curiosidad ajena.

Por correspondencia (telefónica, telegráfica, epistolar, etc.) debe entenderse toda


comunicación de ideas, sentimientos, propósitos o noticias entre una o más personas determinadas, de forma
distinta a la conversación en presencia. En consecuencia, la comunicación ha de tener un destinatario concreto
y específico, con el propósito que sólo él la reciba, diferenciándose así de las comunicaciones públicas o
colectivas, que están más bien vinculadas con la libertad de expresión.

En la actualidad los adelantos técnicos hacen posible afectar la intimidad de múltiples


formas sin necesidad de ingresar a espacios privados, ni interceptar la correspondencia postal, medios clásicos
de intromisión en la esfera privada de una persona. Las nuevas formas técnicas de intromisión en las
comunicaciones ajenas plantean importantes desafíos no sólo en la determinación del ámbito de protección del
derecho a la intimidad, sino también de los límites del Estado cuando actúa justificadamente en ejercicio de sus
facultades de persecución penal.

En cumplimiento del mandato constitucional el CPP establece los casos y formas en que es
procedente la intervención y reglamenta, además, el destino de la información reservada obtenida a través de
estos medios, como ocurre también respecto de la retención e incautación de correspondencia.

De este modo, no basta con que el funcionario público actúe autorizado judicialmente para
que sea legítima la afección del derecho constitucional, sino que debe respetar además la adecuada manera de
proceder regulada legalmente.

2.1.7.8.3.1.- Retención e incautación de correspondencia y entrega de


copias de comunicaciones.

El fiscal puede solicitar al juez autorización para que se proceda a la retención de la


correspondencia postal, telegráfica o de otra clase y de los envíos dirigidos al imputado o remitidos por él, aun
bajo nombre supuesto, o de aquellos que por circunstancias especiales se presuma que emanan de él o de los
que él pudiere ser destinatario, cuando por motivos fundados fuere previsible su utilidad para la
investigación. 290

Del mismo modo, se podrá disponer la obtención de copias o respaldos de la


correspondencia electrónica dirigida al imputado o emanada de éste.

290
Art. 218 CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 259


Cuando el juez autorice la práctica de estas diligencias debe dictar una resolución fundada.

Artículo 218. Retención e incautación de correspondencia. A petición del fiscal, el juez podrá autorizar, por
resolución fundada, la retención de la correspondencia postal, telegráfica o de otra clase y los envíos dirigidos al imputado
o remitidos por él, aun bajo nombre supuesto, o de aquéllos de los cuales, por razón de especiales circunstancias, se
presumiere que emanan de él o de los que él pudiere ser el destinatario, cuando por motivos fundados fuere previsible su
utilidad para la investigación. Del mismo modo, se podrá disponer la obtención de copias o respaldos de la
correspondencia electrónica dirigida al imputado o emanada de éste.
El fiscal deberá examinar la correspondencia o los envíos retenidos y conservará aquéllos que tuvieren relación
con el hecho objeto de la investigación. Para los efectos de su conservación se aplicará lo dispuesto en el artículo 188. La
correspondencia o los envíos que no tuvieren relación con el hecho investigado serán devueltos o, en su caso, entregados a
su destinatario, a algún miembro de su familia o a su mandatario o representante legal. La correspondencia que hubiere
sido obtenida de servicios de comunicaciones será devuelta a ellos después de sellada, otorgando, en caso necesario, el
certificado correspondiente.

El fiscal también puede solicitar que el juez autorice que cualquier empresa de
comunicaciones facilite copias de aquellas transmitidas o recibidas por ellas. Del mismo modo, podrá ordenar
la entrega de las versiones que existieren de las transmisiones de radio, televisión u otros medios. 291

Artículo 219. Copias de comunicaciones o transmisiones. El juez de garantía podrá autorizar, a petición del fiscal,
que cualquier empresa de comunicaciones facilite copias de las comunicaciones transmitidas o recibidas por ellas. Del
mismo modo, podrá ordenar la entrega de las versiones que existieren de las transmisiones de radio, televisión u otros
medios.

Todos estos casos se refieren a comunicaciones que constan en soportes o respaldos


materiales (cartas, soportes informáticos, cintas magnetofónicas, etc.) conteniendo información confidencial y
que físicamente se pueden retener, entregar e incautar.

Resulta importante la distinción entre comunicación confidencial y aquella que no lo es. El


fiscal entonces podría requerir directamente la copia de un programa de radio, televisión u otros medios
públicos de transmisión, sin necesidad de autorización judicial previa, pues no se está afectando, por regla
general, el derecho a la intimidad. Por ello se ha sostenido que la exigencia contemplada en el artículo 219 del
CPP constituye un exceso.

Una vez examinada la correspondencia o los envíos retenidos, el fiscal sólo podrá conservar
aquellos que tengan relación con el hecho objeto de la investigación, el resto deberá ser devuelta o, en su caso,
entregada a su destinatario o representante legal. La correspondencia obtenida de servicios de comunicaciones
será devuelta a ellos después de sellada, otorgando, cuando sea necesario, el certificado correspondiente. 292

El artículo 220 inciso 1° del CPP establece la prohibición absoluta de incautación o entrega de
ciertos objetos o documentos que se encuentren en poder de las personas a quienes la ley reconoce la facultad
de no prestar declaración, ya sea por parentesco o reserva, salvo que se tratare de un imputado por el hecho o
se trate de documentos que puedan caer en comiso.

En caso de duda acerca de la procedencia de la incautación, el juez resolverá mediante


resolución fundada.

La infracción de las normas contenidas en el artículo mencionado conlleva la exclusión del


correspondiente medio de prueba o la privación de todo valor probatorio.

291
Art. 219 CPP
292
Art. 218 CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 260


2.1.7.8.4.- Interceptación de comunicaciones telefónicas

Procede respecto de quienes existan fundadas sospechas, basadas en hechos determinados,


de que han cometido o participado en la preparación o comisión, o que actualmente preparan la comisión o
participación en un hecho punible que merezca pena de crimen. 293

Según la profesora Horvitz 294 la redacción del precepto es poco afortunada, pues parece
referirse no sólo a las personas a quienes se imputa en calidad de autor o partícipe, un delito consumado que
merece pena de crimen sino también a quien realice cualquier etapa previa de comisión del mismo, incluidos
los actos preparatorios. Sin embargo, debe recordarse que los actos preparatorios de un delito son punibles
sólo excepcionalmente. En consecuencia, no procederá esta medida si el hecho que se requiere pesquisar no es
actualmente punible y no merece pena de crimen.

Se trata de uno de los pocos casos en que el legislador se preocupó de establecer requisitos
claros de procedencia de una medida intrusiva, configurando un estándar bastante exigente. En efecto,
requiere la existencia de fundadas sospechas basadas en hechos determinados...., que merecen pena de crimen,
295 esto es, de los delitos más graves que prevé el ordenamiento jurídico chileno.

La orden que disponga la interceptación y grabación deberá indicar circunstanciadamente el


nombre y dirección del afectado por la medida y señalar la forma de la interceptación y la duración de la
misma, que no podrá exceder de sesenta días, prorrogables.

Si las sospechas tenidas en consideración para ordenarla se disipan o transcurre el plazo de


duración fijado para la misma, ella deberá ser interrumpida inmediatamente.

Las empresas telefónicas o de telecomunicaciones deberán otorgar a los funcionarios


encargados de la diligencia las facilidades necesarias para llevarla a cabo. La negativa o entorpecimiento a la
práctica de la medida será constitutiva del delito de desacato. Asimismo, los encargados de realizar la
diligencia y los empleados de las empresas mencionadas deberán guardar secreto acerca de la misma, salvo
que se les cite como testigos al procedimiento.

El registro de la diligencia deberá efectuarse mediante su grabación magnetofónica u otros


medios técnicos análogos que aseguren la fidelidad del registro. La grabación será entregada directamente al
ministerio público, sobre quien pesa la obligación de conservarla bajo sello y evitar que la misma sea conocida
por terceras personas.

Se establece la facultad para el ministerio público de disponer la transcripción escrita de la


grabación, la que deberá ser efectuada por un funcionario que actuará como ministro de fe acerca de la
fidelidad de aquélla. Sin perjuicio de ello, el ministerio público deberá conservar los originales de la grabación.
296

Al juicio oral se puede citar como testigos tanto los encargados de practicar la diligencia
como el funcionario que actúe como ministro de fe, lo que podrá ocurrir por ejemplo cuando se ponga en tela
de juicio la fidelidad o autenticidad de la transcripción. 297

Las comunicaciones que fueren irrelevantes para el procedimiento, serán entregadas, en su


oportunidad, a las personas afectadas con la medida, y se destruirá toda transcripción o copia de ellas por el
ministerio público.

293
Art. 222 CPP
294
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés; Ob.cit., pág. 528
295
Art. 21 CP, sobre cinco años y un día
296
Art. 223 incisos 1º y 2º CPP
297
Arts. 223 inciso 3º y 336 inciso 2º del CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 261


La excepción está constituida por aquello que la doctrina alemana denomina “hallazgos
casuales”, esto es, aquellas comunicaciones que dan cuenta de otros hechos punibles perseguibles de oficio.
Por ello, cuando las grabaciones contengan informaciones relevantes para otros procedimientos seguidos por
hechos que puedan constituir un delito que tenga asignada pena de crimen, se podrá hacer uso de ellas.

Al revés si las grabaciones dan cuenta de hechos que sólo pudieren merecer penas de simple
delito o falta deberán ser destruidas, solución que guarda coherencia con lo dispuesto en el artículo 225 del
CPP, por lo que tales grabaciones no podrán, en caso alguno, ser valoradas como medios de prueba en la etapa
procesal correspondiente.

Por razones de eficacia la medida de interceptación se lleva a cabo sin previa comunicación
al afectado y puede ser solicitada por el fiscal tanto antes como después de la formalización. Sin embargo,
deberá ser notificada al afectado con posterioridad a su realización, en cuanto el objeto de la investigación lo
permita, y en la medida que ello no ponga en peligro la vida o la integridad corporal de terceras personas. 298

Los resultados de la medida de interceptación no podrán ser utilizados como medios de


prueba cuando ella hubiere tenido lugar fuera de los supuestos previstos por la ley o cuando no se hubieren
cumplido los requisitos previstos en el artículo 222 CPP para la procedencia de la misma. 299

2.1.7.8.5.- Obtención de fotografías, filmaciones u otros medios de


reproducción de imágenes y grabaciones entre presentes

La utilización de estos medios se regula no ya como diligencias de investigación generales,


sino en tanto medidas intrusivas, que afectan o pueden afectar el derecho constitucional a la intimidad, 300 por
ello el alto estándar fijado por el legislador y la remisión al procedimiento establecido para la interceptación de
comunicaciones telefónicas. Así cabrían dentro de esta hipótesis, la obtención de fotografías o la grabación de
conversaciones dentro del domicilio del imputado.

2.1.7.8.6.- Incautación de objetos y documentos

Se trata de una medida intrusiva que afecta el derecho de propiedad del titular del bien
respectivo que tiene por finalidad asegurar la evidencia que sirva para acreditar el cuerpo del delito y la
participación culpable como los efectos del respectivo delito, que puedan ser objeto de pena de comiso en la
sentencia definitiva. 301

Debe procederse a su recolección, identificación y conservación bajo sello. 302

Tratándose del imputado la incautación se llevará a cabo siempre previa orden judicial
librada a petición del fiscal, cuando se niegue a entregarlos voluntariamente o cuando ese requerimiento
pudiere poner en peligro el éxito de la investigación. Sin embargo, no requiere aprobación judicial la
incautación de objetos que se hallen en poder del imputado detenido por delito flagrante. 303

Si las especies se encuentran en poder de una persona distinta del imputado, el juez podrá
apercibirla para que las entregue en lugar de ordenar la incautación, o bien efectuar primero el apercibimiento
y luego ordenar la incautación.

298
Art. 224 CPP
299
Art. 225 CPP
300
Art. 226 CPP
301
Art. 217 CPP
302
Art. 187 CPP
303
Art. 187 inciso 2º CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 262


Cuando los objetos y documentos se encuentren en un lugar cerrado, la incautación se
llevará a cabo conforme al procedimiento contenido en el artículo 205 del CPP. 304 En consecuencia, podrá
procederse desde luego a la entrada y registro del lugar cerrado y a la incautación de los objetos y
documentos, cuando el propietario o encargado del inmueble consienta expresamente a la práctica de la
diligencia, cumpliéndose con las demás formalidades que dicho precepto establece.

Por el contrario, si el propietario o encargado del lugar cerrado se opone a la diligencia, el


fiscal a cargo del caso deberá solicitar la autorización judicial correspondiente, sin perjuicio de adoptar las
medidas de vigilancia tendientes a evitar la sustracción u ocultación de los objetos y documentos cuya
incautación requiere.

Los objetos, documentos e instrumentos que se hallen en lugares públicos o en el sitio del
suceso podrán ser incautados sin necesidad de orden judicial previa. 305

También podrán incautarse, previa orden judicial, los objetos o documentos descubiertos
durante la práctica de una diligencia de registro cuando ellos hagan sospechar la existencia de un hecho
punible distinto del que constituye la materia del procedimiento en que la orden respectiva se ha librado. Estos
objetos y documentos deberán ser conservados por el fiscal. 306

De toda diligencia de incautación se levantará inventario, conforme a las reglas generales. 307 .
El encargado de la diligencia otorgará al imputado o a la persona que los hubiere tenido en su poder un recibo
detallado de los objetos y documentos incautados, luego serán sellados y puestos bajo custodia del ministerio
público.

2.1.7.8.7.- Exhumación de cadáveres

En casos calificados y cuando el fiscal considere que la exhumación de un cadáver puede


resultar de utilidad en la investigación de un hecho punible, podrá solicitar autorización judicial para su
realización. 308 El juez debe resolver previa citación del cónyuge o de los parientes más cercanos del difunto.
Practicado el examen correspondiente debe procederse a la inmediata sepultura del cadáver.

3.- Los mecanismos de descongestión y salidas alternativas

La selectividad o selección de casos permite que el sistema de persecución penal pública


funcione dentro de parámetros de eficiencia y calidad mínimamente razonables. Esta selección debe ser
realizada, en una parte significativa, en una etapa muy inicial del procedimiento a través de los mecanismos de
discrecionalidad o descongestión que el nuevo sistema procesal penal entrega al Ministerio Público. 309

Analizado nuestro Código, en este aspecto, podemos sostener que consagra un sistema de
discrecionalidad reglada u oportunidad restringida, en relación a otro de discrecionalidad absoluta, como el
sistema norteamericano. En efecto, en nuestro ordenamiento la facultad de selección de casos aparece como
una excepción al principio de legalidad. Es decir, este principio se mantiene como regla general de
funcionamiento del modelo, pero, a la vez, se permite que los agentes u órganos de persecución penal puedan,
por excepción, no continuar o poner término anticipado a la misma.

304
Art. 217 inciso 3º CPP
305
Art. 83 letra c) CPP
306
Art. 215 CPP
307
Art. 221 CPP
308
Art. 202 CPP
309
En este sentido DUCE, Mauricio y RIEGO, Cristian en su obra “Introducción al nuevo Sistema Procesal Penal”, Volumen 1,
Escuela de Derecho de la Universidad Diego Portales, mayo de 2002, página 173

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3.1.- Los mecanismos de descongestión. Principio de oportunidad

3.1.1.- Facultad para no iniciar la investigación

Cuando los hechos relatados en la denuncia no sean constitutivos de delito o de los


antecedentes y datos suministrados se determine que la responsabilidad penal se encuentra extinguida, el
fiscal puede hacer uso de esta causal de desestimación, absteniéndose de investigar. En esta hipótesis se podrá
archivar la causa, siempre y cuando no se haya producido la intervención del juez de garantía en el
procedimiento. 310

Esta decisión del fiscal debe ser fundada y luego aprobada por el juez de garantía.

La víctima puede querellarse y si la querella es declarada admisible el fiscal debe continuar


con el procedimiento. 311

Con esta facultad se busca excluir lo más tempranamente posible del sistema aquellos casos
en que el Estado carece de fundamento para hacer actuar el ius puniendi, generando una selectividad
oportuna y racional que determina, además, un importante ahorro de recursos.

En las circunstancias descritas el fiscal busca evitar que el sistema se recargue con casos que
no tiene sentido investigar, porque no existe ninguna posibilidad de llegar a obtener una sentencia
condenatoria en materia penal.

3.1.2.- El archivo provisional

En el evento que no existan antecedentes o datos que permitan al fiscal continuar con la
investigación para el esclarecimiento de los hechos, puede decidir autónomamente el archivo provisional del
caso, siempre que no haya intervenido el juez de garantía en el procedimiento. 312

No tiene sentido mantener un procedimiento cuando, desde el principio, no existe


expectativa razonable de éxito para la persecución penal. Es decir, se trata de que los fiscales puedan
seleccionar de entre el elevado número de denuncias aquellas que ofrecen posibilidades para conducir una
investigación productiva, en los demás casos abstenerse de investigar, a lo menos, mientras no surjan nuevos
antecedentes que permitan generar un proceso de indagación y acumulación de elementos de prueba.

El Código controla esta facultad para impedir abusos en su ejercicio. Un primer control, de
carácter interno, consiste en la aprobación del fiscal regional, cuando se trate de delitos que merezcan pena
aflictiva. El segundo control, externo, se traduce en la facultad de la víctima de solicitar al ministerio público la
reapertura del procedimiento y la realización de diligencias de investigación, pudiendo reclamar ante las
autoridades superiores del mismo en caso de denegación de su solicitud. Además, puede provocar la
intervención del juez de garantía deduciendo la querella respectiva. Si el juez declara admisible la querella, el
fiscal deberá seguir adelante la investigación conforme a las reglas generales.

3.1.3.- Principio de oportunidad en sentido estricto

Consiste en la facultad de los fiscales del ministerio público para no iniciar la persecución
penal o abandonar la ya iniciada cuando se trate de un hecho que reviste caracteres de delito pero que no
compromete gravemente el interés público, a menos que la pena mínima asignada al delito exceda la de

310
Art. 168 CPP
311
Art. 169 CPP
312
Arts. 167 y 233 letra c) CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 264


presidio o reclusión menor en su grado mínimo (pena mínima en abstracto) o se trate de un delito cometido
por un funcionario público en el ejercicio de sus funciones. 313

Esta decisión del fiscal debe ser motivada y comunicada al juez de garantía, quien la
notificará a los intervinientes, si los hubiere.

También para evitar los abusos, se contemplan dos tipos de controles, uno judicial y otro
administrativo.

El control judicial consiste en que, dentro de los diez días siguientes a la comunicación de la
decisión del fiscal, el juez, de oficio o a petición de parte, podrá dejarla sin efecto en los siguientes casos:

a.- Cuando estime que el fiscal ha excedido sus atribuciones sólo en relación a los límites
formales de penalidad mínima y calidad del sujeto activo.

b.- Cuando la víctima manifieste de cualquier modo su interés en el inicio o continuación


de la persecución penal. En este caso se trata del ejercicio de un derecho absoluto del ofendido por el delito
que tiene un carácter vinculante.

En ambos casos la resolución del juez obliga al fiscal a continuar con la investigación.

El control administrativo opera cuando, vencido el plazo de diez días para el control judicial
o rechazada por el juez la reclamación respectiva, los intervinientes decidan, dentro de un nuevo plazo de diez
días, reclamar la decisión del fiscal ante las autoridades superiores del Ministerio Público. Estas deben verificar
si la decisión del fiscal se ajusta a las políticas generales del servicio y a las normas que hayan sido dictadas al
respecto. Transcurrido este nuevo plazo sin que se haya formulado reclamación alguna o si, formulada la
reclamación, ésta hubiese sido rechazada, se entiende extinguida la acción penal respecto del hecho de que se
trate.

Señalan Duce y Riego 314 que un gran desafío de la Fiscalía Nacional en la materia es elaborar
una política que permita un ejercicio intenso de esta facultad, pero en términos transparentes, igualitarios y
flexibles.

Por último, es preciso dejar en claro que la extinción de la acción penal generada por la
aplicación del principio de oportunidad no perjudica el derecho a perseguir por la vía civil las
responsabilidades pecuniarias que correspondan.

3.2.- Las salidas alternativas

Constituyen una respuesta a la ineficiencia de los sistemas criminales, mediante la


introducción de nuevas formas de solución de los conflictos penales o de alternativas distintas a las ya
existentes que, por un lado, permitan superar de manera efectiva los innumerables efectos negativos derivados
de la utilización del sistema penal, en especial de las penas privativas de libertad, y que, por el otro, se
constituyan en una respuesta socialmente más satisfactoria para la comunidad, para la víctima del delito y
para el sujeto responsable del mismo.

A continuación analizaremos las salidas alternativas contempladas en el Código, a saber la


suspensión condicional del procedimiento y los acuerdos reparatorios.

313
Art. 170 CPP
314
DUCE, Mauricio y RIEGO, Cristian, Ob.cit., pág. 209

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 265


3.2.1.- La suspensión condicional del procedimiento

Es un mecanismo procesal que permite a los fiscales del Ministerio Público, con el acuerdo
del imputado y con la aprobación del juez de garantía, dar término anticipado al procedimiento cuando se
cumplan ciertos requisitos previstos en la ley y se satisfagan determinadas condiciones fijadas por el juez, que
permiten suponer que el imputado no volverá a delinquir.

También se ha dicho que es una salida alternativa al proceso, en virtud de la cual se puede
detener provisoriamente la persecución penal a favor de una persona imputada por un delito, quedando ella
sometida, dentro de un determinado plazo, al cumplimiento de un conjunto de condiciones impuestas por el
juez de garantía, al término del cual – si son cumplidas estas condiciones en forma satisfactoria – se extingue la
acción penal y, si no lo son o se vuelve a imputar un nuevo delito, se revoca la medida reiniciándose la
persecución penal. 315

Como se dijo, constituye una manifestación de la búsqueda de soluciones alternativas a las


tradicionales del sistema penal, que presenta ventajas prácticas para todas las partes involucradas en el
proceso, se economizan tiempo y recursos, priorizando la persecución penal, evita los efectos nocivos
inherentes a un proceso criminal y la eventual imposición de una pena privativa o restrictiva de libertad en la
sentencia definitiva, y la satisfacción de variados intereses a través de la imposición de condiciones que el
imputado deberá cumplir durante el lapso de observación, para la víctima.

Se le critica, sin embargo, que constituye una respuesta de carácter sancionatorio impuesta a
una persona que no ha sido todavía declarada culpable con todas las garantías del debido proceso.

Procede respecto de delitos que no representan un atentado grave o relevante para el interés
público respecto de sujetos sin condenas previas. Su fundamento político criminal consiste en evitar
oportunamente los efectos criminógenos del procedimiento penal y la prisión preventiva respecto de
imputados por delitos menores y con bajo o inexistente compromiso delictual previo.

En razón de sus efectos, cobra especial importancia el consentimiento libre e informado del
imputado como fundamento de legitimación de estas verdaderas medidas sancionatorias. Por lo mismo, es
fundamental que el juez de garantía verifique rigurosamente los presupuestos de aplicación en la respectiva
audiencia.

Puede plantearse durante toda la fase de investigación, desde la formalización de la


investigación hasta el cierre de la misma. Después de este momento sólo puede solicitarse en la audiencia de
preparación de juicio oral. 316

La formalización marca el inicio de la posibilidad de ejercer esta facultad y ello se justifica


pues a partir de la comunicación detallada de los cargos se podrá determinar más adelante el alcance del
sobreseimiento definitivo o del curso posterior del juicio.

Debe ser resuelta en audiencia, que puede ser la de formalización, una convocada
especialmente al efecto o la audiencia de preparación. En la audiencia el imputado debe contar con un
defensor letrado.

La solicitud normalmente será planteada por el fiscal con acuerdo del imputado, pero ello no
impide que en una audiencia fluya a iniciativa del imputado o en razón de la actitud proactiva del juez de
garantía. La solicitud puede ser verbal o escrita.

315
DUCE y RIEGO, ob cit, pág. 298
316
Art. 245 CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 266


Si el querellante estuviere presente en la audiencia tiene derecho a ser oído por el juez de
garantía antes de resolver y, una vez resuelta la solicitud, tiene derecho a apelar de ella si le causa perjuicio.

El juez al resolver tendrá en consideración lo expuesto por los intervinientes, en especial el


consentimiento informado del imputado, los antecedentes que hubiere requerido del fiscal y accederá a la
suspensión condicional si se reúnen los requisitos de procedencia y el mecanismo aparece como
proporcionado al hecho de que se trate. Además deberá fijar las condiciones que deberá cumplir el imputado
y el período de la suspensión, el que no podrá ser inferior a un año ni superior a tres.

El juez rechazará la solicitud cuando del mérito de los antecedentes requeridos concluya que
no se cumplen los requisitos de procedencia o cuando constate que el imputado no ha prestado su
consentimiento en forma libre e informada, con presiones indebidas.

La resolución que se dicte es susceptible de ser recurrida vía apelación por el imputado, la
víctima, el ministerio público o el querellante. 317

En el evento que se decrete la suspensión condicional, el Ministerio público deberá dejar


constancia de ello en el registro público que establece el artículo 246 del CPP.

3.2.1.1.- Requisitos de procedencia

Se trata de tres requisitos copulativos, a saber:

a.- Que la pena que pudiere imponerse al imputado, en el evento de dictarse sentencia
condenatoria (pena en concreto), no exceda de tres años de privación de libertad;

b.- Que el imputado no haya sido condenado anteriormente (sentencia ejecutoriada) por
crimen o simple delito (las condenas por faltas no impiden la procedencia de esta salida alternativa); y

c.- Que el imputado no tuviere vigente una suspensión condicional del procedimiento, al
momento de verificarse los hechos materia del nuevo proceso.

Artículo 237. Suspensión condicional del procedimiento. El fiscal, con el acuerdo del imputado, podrá solicitar al
juez de garantía la suspensión condicional del procedimiento.
El juez podrá requerir del ministerio público los antecedentes que estimare necesarios para resolver.
La suspensión condicional del procedimiento podrá decretarse:
a) Si la pena que pudiere imponerse al imputado, en el evento de dictarse sentencia condenatoria, no excediere de tres
años de privación de libertad;
b) Si el imputado no hubiere sido condenado anteriormente por crimen o simple delito; y
c) Si el imputado no tuviere vigente una suspensión condicional del procedimiento, al momento de verificarse los hechos
materia del nuevo proceso.
La presencia del defensor del imputado en la audiencia en que se ventilare la solicitud de suspensión condicional
del procedimiento constituirá un requisito de validez de la misma.
Si el querellante o la víctima asistieren a la audiencia en que se ventile la solicitud de suspensión condicional del
procedimiento, deberán ser oídos por el tribunal.
Tratándose de imputados por delitos de homicidio, secuestro, robo con violencia o intimidación en las personas o
fuerza en las cosas, sustracción de menores, aborto, los contemplados en los artículos 361 a 366 bis, 367 y 367 bis del
Código Penal y conducción en estado de ebriedad causando la muerte o lesiones graves o gravísimas, el fiscal deberá
someter su decisión de solicitar la suspensión condicional del procedimiento al Fiscal Regional.
Al decretar la suspensión condicional del procedimiento, el juez de garantía establecerá las condiciones a las que
deberá someterse el imputado, por el plazo que determine, el que no podrá ser inferior a un año ni superior a tres. Durante
dicho período no se reanudará el curso de la prescripción de la acción penal. Asimismo, durante el término por el que se
prolongare la suspensión condicional del procedimiento se suspenderá el plazo previsto en el artículo 247.

317
Art. 237 inciso 6° CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 267


La resolución que se pronunciare acerca de la suspensión condicional del procedimiento será apelable por el
imputado, por la víctima, por el ministerio público y por el querellante.
La suspensión condicional del procedimiento no impedirá de modo alguno el derecho a perseguir por la vía civil
las responsabilidades pecuniarias derivadas del mismo hecho.

3.2.1.2.- Efectos de la suspensión condicional

1.- Produce la suspensión del plazo legal para el cierre de la investigación. Pero no altera
la suspensión del plazo de prescripción de la acción penal producido como efecto de la formalización.

2.- Cumplidas las condiciones fijadas durante el plazo de la suspensión, se produce la


extinción de la acción penal de pleno derecho, debiendo el tribunal dictar de oficio o a petición de parte
sobreseimiento definitivo. Pero no se extinguen las acciones civiles de la víctima o de terceros.

3.2.1.3.- Modificación o revocación de la suspensión condicional

Durante el período de la suspensión el juez puede modificar una o más de las condiciones
impuestas, la decisión la adoptará en audiencia y oyendo a los intervinientes presentes. 318

Son dos las causales de revocación de esta salida alternativa:

1.- Cuando el imputado incumple, sin justificación, grave o reiteradamente las


condiciones impuestas, o

2.- Cuando el imputado fuere objeto de una nueva formalización por hechos distintos.

En ambos casos se requiere la declaración judicial para que la revocación opere y este
pronunciamiento sólo tendrá lugar cuando lo solicite el fiscal o la víctima. La resolución que se dicte en este
sentido es apelable. 319

3.2.1.4.- Efectos del rechazo o revocación

Si se rechaza la solicitud de suspensión condicional o ésta es revocada el procedimiento


continuará su curso de acuerdo a las reglas generales, permaneciendo intacto el derecho del imputado al juicio
oral.

En este último escenario, con el fin de cautelar la imparcialidad del tribunal y evitar que los
antecedentes relativos a la proposición, discusión, aceptación, procedencia, rechazo o revocación de la
suspensión condicional sean considerados como elemento de convicción, se prohíbe que sean invocados, leídos
o incorporados a juicio. 320

3.2.2.- Los acuerdos reparatorios

Son salidas alternativas en cuya virtud el imputado y la víctima convienen formas de


reparación satisfactorias de las consecuencias dañosas del hecho punible y que, aprobado por el juez de
garantía, produce como consecuencia la extinción de la acción penal.

Al igual que la suspensión condicional del procedimiento, el acuerdo reparatorio constituye


una forma diversa de solución del conflicto penal con un componente de privatización del mismo, por ello en

318
Art. 238 inciso final CPP
319
Art. 239 CPP
320
Art. 335 CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 268


los casos en que exista un interés público comprometido en la persecución penal el acuerdo reparatorio resulta
improcedente. También puede rechazarse por razones preventivas (impedir la reiteración de hechos de la
misma naturaleza), donde se considera que existe un interés prevalente en la continuación de la persecución
penal.

Se ha criticado esta forma de solución del conflicto penal sosteniendo que en nuestra
sociedad polarizada y desigual los poderosos económicamente siempre tendrán acceso a ella, no así las
personas más vulnerables social y económicamente. Sin embargo, en la práctica hemos podido observar que el
acto de reparación no ha quedado restringido al pago de una cantidad de dinero, también se han aceptado
disculpas públicas de parte del imputado hacia la víctima o la realización de ciertos trabajos en beneficio de
esta última. El llamado en este sentido es a ser creativos y aceptar formas de reparación distintas a las que
acostumbramos, en tanto sean lícitas.

3.2.2.1.- Oportunidad

Pueden plantearse durante toda la fase de investigación, desde la formalización hasta el


cierre de la misma. Después de este momento sólo pueden solicitarse en la audiencia de preparación de juicio
oral. 321

3.2.2.2.- Requisitos de procedencia

1.- Respecto del hecho investigado, sólo debe afectar bienes jurídicos disponibles de
carácter patrimonial, o consistir en lesiones menos graves, o constituir un delito culposo.

Procederá entonces el acuerdo para aquellos delitos en que el interés afectado es


predominantemente de carácter privado, como ocurre con aquellos que protegen la propiedad o el patrimonio.

La “disponibilidad” del bien jurídico protegido es un criterio legal cuyo contenido deberá ir
siendo fijado jurisprudencialmente.

Respecto de los delitos culposos no existen restricciones, pudiendo ser objeto de acuerdo
reparatorio incluso un cuasidelito de homicidio. La restricción podría venir sin embargo por razones
preventivas de interés público prevalente en la continuación de la persecución.

2.- Debe existir acuerdo entre el imputado (no se exige la presencia del defensor como
requisito de validez) y la víctima; y

3.- La aprobación del juez de garantía. Para dar su aprobación el juez oirá previamente a
los intervinientes presentes en la audiencia respectiva y verificará la concurrencia de las siguientes
condiciones:

a) Si la voluntad del imputado y de la víctima ha sido prestada en forma libre y con pleno
conocimiento de sus derechos.

b) Si el hecho investigado es de aquellos que permiten llegar a esta salida alternativa.

c) Si no existe un interés público prevalente en la continuación de la persecución penal. El


Código establece que concurre este interés si el imputado hubiere incurrido reiteradamente en hechos como
los que se investigan.

Si el juez estima que concurren estos supuestos, entonces aprobará el acuerdo reparatorio,
dejando constancia del contenido del mismo y dictando acto seguido el respectivo sobreseimiento definitivo.

321
Art. 245 CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 269


En caso contrario rechazará fundadamente el acuerdo reparatorio, debiendo el procedimiento seguir su curso
de acuerdo a las reglas generales. También opera aquí la prohibición establecida en el artículo 335 del CPP.

La resolución que aprueba el acuerdo reparatorio y sobresee definitivamente es apelable. 322

En cambio la resolución que lo rechaza es inapelable.

3.2.2.3.- Efectos

En el ámbito penal el acuerdo reparatorio extingue la responsabilidad penal y procede que


el tribunal junto con aprobarlo dicte sobreseimiento definitivo, total o parcial. 323

Artículo 242.- Efectos penales del acuerdo reparatorio. Una vez cumplidas las obligaciones contraídas por el
imputado en el acuerdo reparatorio o garantizadas debidamente a satisfacción de la víctima, el tribunal dictará
sobreseimiento definitivo, total o parcial, en la causa, con lo que se extinguirá, total o parcialmente, la responsabilidad
penal del imputado que lo hubiere celebrado

En el ámbito civil, aún cuando el Código no lo señala expresamente, por tratarse de una
solución jurídico – penal, no debe entenderse que el acuerdo reparatorio extinga las acciones civiles derivadas
del hecho punible para perseguir las responsabilidades pecuniarias que correspondan, conforme a las reglas
comunes. Por ello es necesario estipular expresamente la clausura de esa posibilidad, cuando se considere que
la suma de dinero acordada cubre todos esos aspectos.

Artículo 243.- Efectos civiles del acuerdo reparatorio. Ejecutoriada la resolución judicial que aprobare el acuerdo
reparatorio, podrá solicitarse su cumplimiento ante el juez de garantía con arreglo a lo establecido en los artículos 233 y
siguientes del Código de Procedimiento Civil.
El acuerdo reparatorio no podrá ser dejado sin efecto por ninguna acción civil.

Ejecutoriado el acuerdo reparatorio no puede ser dejado sin efecto por ninguna acción civil y
se podrá solicitar su cumplimiento ante el juez de garantía con arreglo a lo establecido en los artículos 233 y
siguientes del CPC.

3.2.2.4.- Registro

Al igual que la suspensión condicional del procedimiento, los acuerdos reparatorios


aprobados deben hacerse constar en el registro señalado en el artículo 246 del CPP.

4.- La formalización de la investigación

4.1.- Concepto

La formalización de la investigación es una actuación unilateral, exclusiva y soberana del


fiscal, que cumple una función esencialmente garantista, que consiste en informar al imputado de manera
específica y clara acerca de los hechos que se le atribuyen y su calificación jurídica, esto es, el contenido de la
imputación jurídico – penal que se dirige en su contra.

Esta decisión no puede ser impugnada ni dejada sin efecto por el juez, sin perjuicio de la
facultad del imputado de reclamar ante las autoridades del Ministerio Público cuando la considere arbitraria.
324

322
Arts. 253 y 370 letra a) CPP
323
Art. 242 CPP
324
Art. 232 inciso final CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 270


4.2.- Funciones y efectos

a.- A través de la formalización el fiscal da un primer paso en cuanto a la definición del


objeto del proceso, tanto en su aspecto material compuesto por los hechos y circunstancias investigados, como
en su faceta personal, a través de la determinación de los imputados. Veremos más adelante que el acusador
debe respetar la exigencia de congruencia entre la formalización y la acusación. 325

b.- El conocimiento que el imputado adquiere a través de la formalización le permite ejercer


adecuadamente su derecho de defensa. 326 .

c.- La formalización constituye un requisito previo y necesario a la realización de ciertas


actuaciones como las diligencias de investigación que afecten derechos fundamentales; la realización de
pruebas anticipadas; y la petición de medidas cautelares. 327

d.- Produce el efecto de suspender de pleno derecho el curso de la prescripción de la acción


penal. 328

e.- Desde la formalización comienza a correr el plazo legal de dos años para el cierre de la
investigación. 329

f.- Al formalizar el Ministerio Público pierde la facultad de archivar provisionalmente el


procedimiento. 330

g.- Otra formalización por hechos distintos dentro del período de una suspensión
condicional autoriza para revocar esta salida alternativa. 331

4.3.- Procedimiento de la formalización

La forma de proceder difiere según se trate de un imputado libre o de un imputado


detenido.

Si el imputado se encuentra en libertad el fiscal debe solicitar al juez de garantía la


realización de una audiencia en fecha próxima, la solicitud deberá contener las menciones señaladas en el
artículo 231 inciso 1° del CPP. A la audiencia se citará al imputado, a su defensor y a los demás intervinientes
en el procedimiento.

De acuerdo al artículo 25, inciso 2°, de la Ley N° 19.718 de la Defensoría Penal Pública,
corresponde a los defensores locales asumir la defensa del imputado en la realización de la primera audiencia
judicial a que fuere citado.

Si el imputado se encuentra detenido, ya sea por orden judicial o en supuestos de


flagrancia, será puesto a disposición del juez de garantía dentro de plazo legal. En esa audiencia el fiscal
puede formalizar si cuenta con los antecedentes necesarios para ello, en caso contrario podrá pedir la
ampliación de la detención hasta por tres días. 332

325
Art. 259 letra b) e inciso final CPP
326
Art. 93 letras a), c) y d) CPP
327
Art. 230 inciso 2° CPP
328
Art. 233 letra a) CPP
329
Arts. 233 letra b) y 247 CPP
330
Art. 233 letra c) CPP
331
Art. 239 inciso 1° CPP
332
Art. 132 CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 271


En la audiencia respectiva, una vez verificada la asistencia de los intervinientes 333 y
conminados éstos a señalar domicilio en los términos del artículo 26 del CPP, el juez dará por iniciada la
audiencia ofreciendo la palabra al fiscal para que efectúe su exposición verbal y plantee las solicitudes que
desee. Enseguida el imputado podrá manifestar lo que estime conveniente.

En la práctica la intervención del imputado o su defensa durante la formalización se limita a


pedir al fiscal aclaraciones respecto de los cargos, a fin de poder ejercer adecuadamente su derecho de defensa.
No procede controvertir o responder los cargos imputados, tampoco recibir prueba alguna.

Terminada la formalización el juez abrirá debate sobre las demás peticiones que los
intervinientes deseen efectuar y que pueden consistir en medidas cautelares, diligencias de investigación
intrusivas con conocimiento del afectado, plazo judicial para el cierre de la investigación, juicio inmediato,
prueba anticipada, suspensión condicional del procedimiento, acuerdos reparatorios y la declaración judicial
del imputado.

4.4.- Actos posteriores y consecuentes con la formalización

4.4.1.- Plazo judicial para el cierre de la investigación

La posibilidad que tiene el juez de garantía para fijar un plazo menor al legal para el cierre
de la investigación constituye un mecanismo de aceleración del procedimiento que busca cautelar las garantías
de los intervinientes.

Respecto del imputado permite hacer efectivo el derecho a ser juzgado en un tiempo
razonable, especialmente cuando se encuentra sujeto a medidas cautelares.

El juez de garantía puede ejercer esta facultad de oficio o a petición de parte, pero siempre en
audiencia y previo debate, a lo menos debe oír al Ministerio Público.

En cuanto a la oportunidad, puede ser solicitada o decretada en la misma audiencia de


formalización o en otra posterior, especialmente convocada al efecto.

Al decretar el plazo judicial el juez tendrá en cuenta las garantías afectadas al imputado y a
los demás intervinientes con motivo del procedimiento y las características de la investigación, su complejidad,
número de imputados, actuaciones que falten por realizar, entre otros factores.

Los efectos que genera el cumplimiento del plazo judicial en estudio serán analizados más
adelante con ocasión del cierre de la investigación.

4.4.2.- El juicio inmediato

Es un mecanismo de aceleración del procedimiento que puede ser solicitado por el


Ministerio Público al juez de garantía en la audiencia de formalización, que busca evitar trámites innecesarios,
convirtiendo la referida audiencia en una de preparación de juicio oral. 334

Artículo 235. Juicio inmediato. En la audiencia de formalización de la investigación, el fiscal podrá solicitar al juez que
la causa pase directamente a juicio oral. Si el juez acogiere dicha solicitud, en la misma audiencia el fiscal deberá formular
verbalmente su acusación y ofrecer prueba. También en la audiencia el querellante podrá adherirse a la acusación del fiscal
o acusar particularmente y deberá indicar las pruebas de que pensare valerse en el juicio. El imputado podrá realizar las
alegaciones que correspondieren y ofrecer, a su turno, prueba.

333
Necesariamente deben estar presentes el Fiscal, el imputado y su defensor, este último por aplicación de lo dispuesto en el
artículo 132 inciso 2° del CPP
334
Art. 235 CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 272


Al término de la audiencia, el juez dictará auto de apertura del juicio oral. No obstante, podrá suspender la
audiencia y postergar esta resolución, otorgando al imputado un plazo no menor de quince ni mayor de treinta días,
dependiendo de la naturaleza del delito, para plantear sus solicitudes de prueba.
Las resoluciones que el juez dictare en conformidad a lo dispuesto en este artículo no serán susceptibles de recurso alguno.

Esta facultad procesal se funda en la necesidad de generar respuestas rápidas al conflicto


penal, la economía procesal y la eficiencia del nuevo procedimiento penal. 335

En teoría a través de esta vía del juicio inmediato se podría solicitar la aplicación del
procedimiento abreviado, pues el efecto que se genera con la aceptación del juicio inmediato es la
transformación de la audiencia de formalización en una audiencia de preparación de juicio oral, momento
oportuno para decidir ese especial procedimiento. En dicho evento el fiscal deberá formular su acusación en
forma verbal y en razón de su pretensión punitiva solicitará el abreviado.

4.4.3.- La prueba anticipada

Se trata de una verdadera medida prejudicial probatoria que el fiscal solicita al juez de
garantía, durante la investigación o en la etapa intermedia, cuando tema que un testigo o perito pueda verse
imposibilitado de asistir a la audiencia de juicio oral, por tener que ausentarse a larga distancia o por existir
motivos que hicieren temer la sobreviniencia de su muerte, su incapacidad física o mental, o algún otro
obstáculo semejante. 336

En consecuencia, el juez de garantía respectivo deberá analizar los motivos que se aducen y
calificar su seriedad para acceder a lo pedido. Si accede a la prueba anticipada debe citar a todos los
intervinientes con derecho a asistir al juicio oral y procederá a recibir la prueba con todas las solemnidades que
imponen el principio contradictorio, vale decir, existirá la posibilidad de examen directo de la parte que lo
presenta y contraexamen de la opositora.

Una vez rendida la testimonial o pericial, el registro de la misma podrá ser utilizado en el
juicio oral siempre y cuando subsistan los motivos que determinaron su procedencia. 337 En efecto, como se
verá más adelante, el tribunal de juicio oral en lo penal, antes de dar lectura o reproducir los registros,
verificará si el testigo o perito falleció, cayó en incapacidad física o mental, se ausentó del país y aun no
regresa.

Artículo 191. Anticipación de prueba. Al concluir la declaración del testigo, el fiscal o el abogado asistente del
fiscal, en su caso, le hará saber la obligación que tiene de comparecer y declarar durante la audiencia del juicio oral, así
como de comunicar cualquier cambio de domicilio o de morada hasta esa oportunidad.
Si, al hacérsele la prevención prevista en el inciso anterior, el testigo manifestare la imposibilidad de concurrir a
la audiencia del juicio oral, por tener que ausentarse a larga distancia o por existir motivo que hiciere temer la
sobreviniencia de su muerte, su incapacidad física o mental, o algún otro obstáculo semejante, el fiscal podrá solicitar del
juez de garantía que se reciba su declaración anticipadamente.
En los casos previstos en el inciso precedente, el juez deberá citar a todos aquéllos que tuvieren derecho a asistir
al juicio oral, quienes tendrán todas las facultades previstas para su participación en la audiencia del juicio oral.

4.4.3.1.- La prueba anticipada de menores de edad

Hay norma especial sobre prueba anticipada de menores de edad y de víctimas de ciertos
delitos sexuales en el artículo 191 bis del CPP.

335
Principios de oportunidad y racionalización
336
Arts. 191 y 280 CPP
337
Art. 331 letra a) CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 273


Artículo 191 bis.- Anticipación de prueba de menores de edad. El fiscal podrá solicitar que se reciba la declaración
anticipada de los menores de 18 años que fueren víctimas de alguno de los delitos contemplados en el Libro Segundo,
Título VII, párrafos 5 y 6 del Código Penal. En dichos casos, el juez, considerando las circunstancias personales y
emocionales del menor de edad, podrá, acogiendo la solicitud de prueba anticipada, proceder a interrogarlo, debiendo los
intervinientes dirigir las preguntas por su intermedio.
Con todo, si se modificaren las circunstancias que motivaron la recepción de prueba anticipada, la misma deberá
rendirse en el juicio oral.
La declaración deberá realizarse en una sala acondicionada, con los implementos adecuados a la edad y etapa
evolutiva del menor de edad.
En los casos previstos en este artículo, el juez deberá citar a todos aquellos que tuvieren derecho a asistir al juicio
oral.

También existe la posibilidad de solicitar una prueba anticipada, pero fundada en motivos
de seguridad, en ciertas leyes especiales, donde se justifica esta excepcional medida por la gravedad y
naturaleza de los hechos de que se trata. Así por ejemplo el artículo 32 de la Ley N° 20.000 dispone que “Las
declaraciones del cooperador eficaz, de los agentes encubiertos, agentes reveladores, informantes y, en general, de testigos y
peritos, cuando se estime necesario para su seguridad personal, podrán ser recibidas anticipadamente…En este caso el
juez de garantía podrá disponer que los testimonios de estas personas se presten por cualquier medio idóneo
que impida su identificación física normal…”. Similar norma se contiene en el artículo 18 de la Ley sobre
Conductas Terroristas.

4.4.4.- Conclusión de la investigación

4.4.4.1.- Naturaleza de la decisión de cierre de la investigación

Evidentemente se trata de una decisión administrativa propia del Ministerio Público.

Normalmente el cierre lo efectuará en forma autónoma el fiscal a cargo, adoptando a


continuación la decisión que estime conveniente en torno al curso posterior del procedimiento.

Sin embargo, en el evento que haya transcurrido el plazo de dos años desde la fecha en que
la investigación hubiere sido formalizada, o el plazo menor que haya determinado el juez de garantía, la ley le
impone al fiscal el deber de cerrarla. 338 Si no lo hace así, el querellante o el imputado pueden solicitar al juez de
garantía que lo aperciba para que proceda al cierre de la misma, so pena de declarar el sobreseimiento
definitivo de la causa.

En tal caso, el juez citará a una audiencia para resolver esta petición, cuyos resultados
dependerán de la actitud que adopte el fiscal, esto es:

Si no comparece a la audiencia o compareciendo, se niega a declarar cerrada la investigación,


el juez debe decretar el sobreseimiento definitivo de la causa, resolución que es apelable; o

Allanarse a la solicitud de cierre de la investigación, en cuyo caso debe formular en la


audiencia una declaración en tal sentido y tendrá el plazo de diez días para deducir acusación. Si transcurrido
este plazo, no presenta su acusación, el juez de oficio o a petición de alguno de los intervinientes citará a una
audiencia para dictar el sobreseimiento definitivo.

Artículo 247. Plazo para declarar el cierre de la investigación. Transcurrido el plazo de dos años desde la fecha en
que la investigación hubiere sido formalizada, el fiscal deberá proceder a cerrarla.
Si el fiscal no declarare cerrada la investigación en el plazo señalado, el imputado o el querellante podrán
solicitar al juez que aperciba al fiscal para que proceda a tal cierre.

338
Arts. 234 y 247 inciso 1° CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 274


Para estos efectos el juez citará a los intervinientes a una audiencia y, si el fiscal no compareciere a la audiencia
o si, compareciendo, se negare a declarar cerrada la investigación, el juez decretará el sobreseimiento definitivo de la causa.
Esta resolución será apelable.
Si el fiscal se allanare a la solicitud de cierre de la investigación, deberá formular en la audiencia la declaración
en tal sentido y tendrá el plazo de diez días para deducir acusación.
Transcurrido este plazo sin que se hubiere deducido la acusación, el juez, de oficio o a petición de alguno de los
intervinientes, citará a la audiencia prevista en el artículo 249 y dictará sobreseimiento definitivo en la causa.
El plazo de dos años previsto en este artículo se suspenderá en los casos siguientes:
a) cuando se dispusiere la suspensión condicional del procedimiento;
b) cuando se decretare sobreseimiento temporal de conformidad a lo previsto en el artículo 252, y
c) desde que se alcanzare un acuerdo reparatorio hasta el cumplimiento de las obligaciones contraídas por el imputado a
favor de la víctima o hasta que hubiere debidamente garantizado su cumplimiento a satisfacción de esta última.

4.4.4.2.- Actuaciones posteriores

Declarado el cierre de la investigación, dentro de los diez días siguientes, el fiscal puede
adoptar una de las siguientes actitudes:

a.- Solicitar el sobreseimiento definitivo o temporal de la causa;

b.- Comunicar su decisión de no perseverar en el procedimiento; o

c.- Formular acusación, cuando estime que la investigación proporciona fundamento serio
para el enjuiciamiento del imputado contra quien se hubiere formalizado.

Las mismas actuaciones deberá realizar el fiscal cuando haya transcurrido el plazo fijado por
el juez para declarar cerrada la investigación.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 275


Cuando el fiscal decida solicitar el sobreseimiento o comunicar su decisión de no perseverar,
debe formular su requerimiento al juez de garantía, quien citará a todos los intervinientes a una audiencia. 339

4.4.4.3.- Reapertura de la investigación

El Código regula sólo dos supuestos de reapertura: aquel que se encuentra vinculado con el
sobreseimiento temporal de la causa y el que se contiene en el artículo 257 del CPP, ambos casos con hipótesis
muy restringidas. Con ello el legislador quiso dejar sentado el principio de que sólo en casos muy
excepcionales se otorga la posibilidad al órgano de persecución penal de prolongar la etapa de investigación
preparatoria, pues se encuentra en juego el derecho del imputado a ser juzgado dentro de un plazo razonable.

Artículo 254. Reapertura del procedimiento al cesar la causal de sobreseimiento temporal. A solicitud del fiscal
o de cualquiera de los restantes intervinientes, el juez podrá decretar la reapertura del procedimiento cuando cesare la
causa que hubiere motivado el sobreseimiento temporal.

Una vez cerrada la investigación y efectuado el requerimiento de sobreseimiento o para


comunicar la decisión de no perseverar, los intervinientes pueden reiterar la solicitud de diligencias precisas
de investigación que oportunamente hubieren formulado durante la instrucción y que el Ministerio Público
hubiere rechazado. Sólo cabe solicitar la reapertura hasta la realización de la audiencia o durante la misma.

Si el juez acoge la solicitud, ordenará al fiscal reabrir la investigación y proceder al


cumplimiento de las diligencias en el plazo que le fije. El fiscal podrá, en dicho evento y por una sola vez,
solicitar ampliación del plazo judicial.

En todo caso el juez no podrá decretar ni renovar las diligencias que en su oportunidad se
hubieren ordenado a petición de los intervinientes y no se hubieren cumplido por negligencia o hecho
imputable a los mismos; las que fueren manifiestamente impertinentes; y aquellas que hubieren sido
solicitadas con fines puramente dilatorios.

Vencido el plazo o su ampliación, o aun antes de ello si se hubieren cumplido las diligencias,
el fiscal cerrará nuevamente la investigación y procederá en la forma señalada en el artículo 248 del CPP.

Artículo 257.- Reapertura de la investigación. Dentro de los diez días siguientes al cierre de la investigación, los
intervinientes podrán reiterar la solicitud de diligencias precisas de investigación que oportunamente hubieren formulado
durante la investigación y que el Ministerio Público hubiere rechazado o respecto de las cuales no se hubiere pronunciado.
Si el juez de garantía acogiere la solicitud, ordenará al fiscal reabrir la investigación y proceder al cumplimiento
de las diligencias, en el plazo que le fijará. Podrá el fiscal, en dicho evento y por una sola vez, solicitar ampliación del
mismo plazo.
El juez no decretará ni renovará aquellas diligencias que en su oportunidad se hubieren ordenado a petición de
los intervinientes y no se hubieren cumplido por negligencia o hecho imputable a los mismos, ni tampoco las que fueren
manifiestamente impertinentes, las que tuvieren por objeto acreditar hechos públicos y notorios ni, en general, todas
aquéllas que hubieren sido solicitadas con fines puramente dilatorios.
Vencido el plazo o su ampliación, o aun antes de ello si se hubieren cumplido las diligencias, el fiscal cerrará
nuevamente la investigación y procederá en la forma señalada en el artículo 248.

4.4.5.- Los sobreseimientos

El sobreseimiento solicitado por el fiscal puede ser definitivo o temporal, total o parcial.

El sobreseimiento definitivo es el que produce el término del procedimiento con la


consiguiente autoridad de cosa juzgada. 340 En cambio, el sobreseimiento temporal sólo suspende el curso del
procedimiento y admite la reapertura del mismo.

339
Art. 249 CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 276


4.4.5.1.- Causales de sobreseimiento definitivo 341

a.- Cuando el hecho investigado no sea constitutivo de delito.

b.- Cuando aparezca claramente establecida la inocencia del imputado.

c.- Cuando el imputado se encuentre exento de responsabilidad criminal en conformidad


al artículo 10 del Código Penal o en virtud de otra disposición legal.

d.- Cuando se haya extinguido la responsabilidad penal del imputado por alguno de los
motivos establecidos en la ley.

e.- Cuando sobrevenga un hecho que, con arreglo a la ley, ponga fin a dicha
responsabilidad, y

f.- Cuando el hecho de que se trate haya sido materia de un procedimiento penal en el que
haya recaído sentencia firme respecto del imputado.

El Código prohíbe dictar sobreseimiento definitivo respecto de los delitos que, conforme a
los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes, sean imprescriptibles o no
puedan ser amnistiados, salvo en los casos de los números 1° y 2° del artículo 93 del CP.

4.4.5.2.- Causales de sobreseimiento temporal 342

a.- Cuando para el juzgamiento criminal se requiere la resolución previa de una cuestión
civil, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 171.

b.- Cuando el imputado no compareciere al procedimiento y fuere declarado rebelde, de


acuerdo con lo dispuesto en los artículos 99 y siguientes.

c.- Cuando después de cometido el delito, el imputado cayere en enajenación mental.

El inciso final del artículo 252 del CPP, faculta al TJOP para dictar sobreseimiento temporal
en el siguiente evento:

El tribunal de juicio oral en lo penal dictará sobreseimiento temporal cuando el acusado


no hubiere comparecido a la audiencia del juicio oral y hubiere sido declarado rebelde de conformidad a lo
dispuesto en los artículos 100 y 101 de este Código.

4.4.6.- La decisión de no perseverar en el procedimiento

Esta opción procesal del Ministerio Público fue introducida por el Senado en la última fase
de tramitación parlamentaria del proyecto como consecuencia de haberse eliminado la causal de
sobreseimiento temporal equivalente.

El fundamento legal de esta decisión radica en no haberse reunido durante la investigación


antecedentes suficientes para fundar la acusación.

Si el fiscal decide hacer uso de esta facultad debe pedir al juez de garantía la citación de
todos los intervinientes a una audiencia donde comunicará su decisión.

340
Art. 251 CPP
341
Art. 250 CPP
342
Art. 252 CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 277


Por tratarse del ejercicio de una prerrogativa exclusiva del Ministerio Público, no cabe que el
juez se pronuncie acerca de su procedencia, debiendo limitarse a constatar su ejercicio. 343

En la audiencia una vez comunicada la decisión de no perseverar, el querellante puede


solicitar al juez que lo faculte para formular la acusación, sosteniéndola en lo sucesivo en los mismos términos
que el Ministerio Público. 344

La decisión de no perseverar produce las siguientes consecuencias:

a.- Deja sin efecto la formalización de la investigación.

b.- Da lugar a la revocación judicial de las medidas cautelares decretadas.


c.- Reanuda el plazo de la prescripción de la acción penal que continuará corriendo como si
nunca se hubiese suspendido.

4.4.7.- El forzamiento de la acusación

Es un mecanismo procesal en cuya virtud el querellante ejerce una especie de control


respecto de la actividad persecutora del Ministerio Público y consiste en su oposición a la decisión del fiscal de
sobreseer 345 o de requerir medida de seguridad en el caso del enajenado mental. 346

En los supuestos de la decisión de sobreseer o de no perseverar, previo al pronunciamiento


judicial debe existir una revisión de los antecedentes por parte del fiscal regional, como resultado de este
análisis pueden darse dos alternativas:

a.- El fiscal regional decide acusar, en cuyo caso debe señalar a su vez si la causa continuará
a cargo del mismo fiscal o si designa uno distinto. En este evento la acusación debe ser formulada dentro de los
diez días siguientes.

b.- El fiscal regional ratifica la decisión del fiscal del caso. En este contexto corresponde que
el juez de garantía se pronuncie respecto de la oposición del querellante en uno de los siguientes sentidos:

b.1.- Acoge la oposición, por estimar atendibles los fundamentos del querellante y resuelve
que la acusación sea formulada por éste, quien la sostendrá en lo sucesivo en los mismos términos que el
Código establece para el Ministerio Público.

b.2.- Rechaza la oposición del querellante que pretende el forzamiento de la acusación y


procede a dictar el sobreseimiento correspondiente.

En la práctica se han producido dificultades en la aplicación de esta institución, en el evento


que el fiscal decida sobreseer o no perseverar y durante la investigación no ha formalizado. El principal
cuestionamiento a esta hipótesis de forzamiento de la acusación y sostenimiento exclusivo de la misma por el
querellante dice relación con la definición del objeto del juicio y el respeto del principio de congruencia.

Sin entrar a pronunciarnos acerca de cuál es la mejor solución, es del caso señalar que el
artículo 258, en sus incisos 3° y 4°, del CPP no contiene tal exigencia.

Además, como veremos más adelante, el control jurídico que ejerce el juez de garantía sobre
la acusación del fiscal es solo formal, de modo que le está impedido rechazar el libelo acusatorio aunque

343
Art. 249 CPP
344
Art. 258 inciso 4° CPP
345
Art. 258 CPP
346
Art. 462 CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 278


estime que no tiene fundamentos serios. Sin embargo, en la situación de forzamiento, al discernir el juez de
garantía si permite o no que el querellante formule y sostenga la acusación realiza un control jurídico de fondo,
que no podría efectuar si la acusación hubiera sido presentada por el Ministerio Público.

La circunstancia anotada precedentemente ha servido para sostener que ese juicio de mérito
que realiza el juez de garantía, en este caso, faculta al querellante para acusar aun cuando no exista
formalización.

También se puede generar una situación de forzamiento de la acusación si el fiscal estima


que el imputado es enajenado mental y requiera para él la adopción de medidas de seguridad. En este caso el
querellante puede oponerse al requerimiento, por estimar que el requerido es imputable.

Si el juez de garantía rechaza el requerimiento, por estimar que los antecedentes no permiten
establecer con certeza la inimputabilidad, dispondrá que la acusación se formule por el querellante. Ahora, si
no hay querellante, el juez ordenará al Ministerio Público la formulación de la acusación conforme al trámite
ordinario.

Artículo 258.- Forzamiento de la acusación. Si el querellante particular se opusiere a la solicitud de sobreseimiento


formulada por el fiscal, el juez dispondrá que los antecedentes sean remitidos al fiscal regional, a objeto que éste revise la
decisión del fiscal a cargo de la causa.
Si el fiscal regional, dentro de los tres días siguientes, decidiere que el ministerio público formulará acusación, dispondrá
simultáneamente si el caso habrá de continuar a cargo del fiscal que hasta el momento lo hubiere conducido, o si designará
uno distinto. En dicho evento, la acusación del ministerio público deberá ser formulada dentro de los diez días siguientes,
de conformidad a las reglas generales.
Por el contrario, si el fiscal regional, dentro del plazo de tres días de recibidos los antecedentes, ratificare la decisión del
fiscal a cargo del caso, el juez podrá disponer que la acusación correspondiente sea formulada por el querellante, quien la
habrá de sostener en lo sucesivo en los mismos términos que este Código lo establece para el ministerio público, o bien
procederá a decretar el sobreseimiento correspondiente.
En caso de que el fiscal hubiere comunicado la decisión a que se refiere la letra c) del artículo 248, el querellante podrá
solicitar al juez que lo faculte para ejercer los derechos a que se refiere el inciso anterior.
La resolución que negare lugar a una de las solicitudes que el querellante formulare de conformidad a este artículo será
inapelable, sin perjuicio de los recursos que procedieren en contra de aquélla que pusiere término al procedimiento.

5.- La etapa intermedia

5.1.- Cuestiones previas

5.1.1.- Reglamentación

Esta etapa del procedimiento ordinario por crimen o simple delito de acción penal pública se
encuentra reglamentada en el Título II del Libro Segundo del CPP, artículos 259 a 280.

Como tendremos oportunidad de observar, a partir de esta etapa impera el principio de


orden consecutivo legal donde las facultades procesales deben ejercerse necesariamente en los plazos que la
ley impone so pena de preclusión y la desformalización de la etapa de instrucción da paso a la formalidad de
las etapas intermedia y de juicio.

5.2.- Funciones de la etapa intermedia

De la lectura de los preceptos antes indicados podemos señalar que las funciones principales
de esta fase del procedimiento son las siguientes:

a.- El control, por parte del juez de garantía, de la corrección formal de la acusación o
acusaciones;

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 279


b.- El control de la validez y pertinencia de las pruebas ofrecidas por las partes.

c.- El control de la congruencia entre la formalización de la investigación y la o las


acusaciones.

d.- Resolver las incidencias previas al juicio.

e.- Constituye la última oportunidad procesal para terminar anticipadamente el proceso a


través de una salida alternativa o un procedimiento especial.

f.- Fija el tribunal competente y las personas que deben intervenir en el juicio.

5.3.- Características

De lo dicho precedentemente y de la naturaleza que tiene esta etapa en el nuevo sistema de


justicia criminal, podemos desprender, a lo menos, las siguientes características:

Es una etapa necesaria e ineludible del procedimiento ordinario. Necesaria en cuanto a


través de ella se busca preparar adecuadamente el juicio, depurando y acotando la discusión, 347 así como
también los elementos de prueba que se rendirán en la audiencia. 348 Se busca de este modo evitar la realización
de juicios eternos y la producción en ellos de pruebas ilícitas, en cumplimiento del principio de racionalización
del sistema.

Predomina el principio acusatorio formal, atenuado por la eventual intervención del


querellante. No existe a esta altura del proceso un análisis de fondo acerca de la procedencia de la acusación,
de modo que el juez de garantía no está facultado para ejercer un control sustancial sobre la misma, no puede
por ejemplo admitirla o rechazarla en razón de sus fundamentos, limitándose a efectuar un control formal que
asegure el normal desarrollo del juicio. En razón de lo anterior, la exigencia impuesta al Fiscal en el sentido de
que sólo debe acusar cuando estime que la investigación proporciona fundamento serio para el enjuiciamiento
del imputado, 349 es controlada únicamente por el tribunal que conoce del juicio, ya sea el tribunal de juicio oral
o un juez de garantía. 350

Sin perjuicio de lo señalado, la decisión que adopte el Ministerio Público es controlada


horizontalmente por la actividad del querellante particular, quien si no se encuentra conforme con la
pretensión punitiva del persecutor oficial, está facultado para presentar una acusación particular donde solicite
las penas que estime adecuadas desde su perspectiva. Es más, si cerrada la investigación el Ministerio Público
decide no acusar, el juez de garantía puede autorizar al querellante para sostener por si solo la acusación.

Es una etapa procesal que se encuentra a cargo del juez de garantía. Si analizamos las
disposiciones contenidas en los artículos 14 del COT, 260, 266 y 277 del CPP, podremos observar que sólo un
juez de garantía puede conocer y resolver las cuestiones que se planteen en esta etapa del procedimiento.

De otro lado, conviene tener en cuenta que en caso de subrogación por inhabilidad 351 del
juez de garantía a cargo del procedimiento, el subrogante sólo puede actuar hasta la audiencia de preparación,
la que no se realizará sino una vez resuelta la inhabilidad. 352

347
Por ejemplo a través de las convenciones probatorias y eventual conciliación en lo civil
348
Mediante la exclusión de pruebas, que analizaremos más adelante
349
Ver art. 248 letra b) del CPP
350
En el caso del procedimiento abreviado
351
Ver arts. 206, 207 y 208 del COT
352
Ver art. 75 del CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 280


Esta forma de estructurar el procedimiento, dividido en etapas y éstas a cargo de distintos
tribunales busca acentuar la división de funciones, propia de un sistema acusatorio, procurando, además, que
el juicio oral tenga lugar ante un tribunal colegiado diverso, donde ninguno de sus miembros haya intervenido
en el proceso como juez de garantía. 353 No ocurre lo mismo en el evento que se acepte llevar el caso a un
procedimiento abreviado, toda vez que en ese escenario los intervinientes, y en especial el acusado, han
renunciado a muchas de las garantías procesales que la ley les reconoce.

La etapa intermedia consta de dos fases, una escrita y la otra oral. La fase escrita comienza
con la presentación del escrito de acusación por parte del Ministerio Público y dura hasta la víspera del día de
celebración de la audiencia de preparación. 354 La fase oral está constituida precisamente por la audiencia de
preparación del juicio. 355

5.4.- Fases de la etapa intermedia

5.4.1.- La fase escrita

5.4.1.1.- La acusación fiscal

Es el escrito mediante el cual el Ministerio Público manifiesta formalmente su decisión de


perseguir la responsabilidad criminal del imputado, y ello ocurrirá cuando estime que existe fundamento serio
para acusar.

La acusación es escrita y debe contener en forma clara y precisa los requisitos señalados en
el artículo 259 del CPP, a saber:

a.- La individualización de él o los acusados y de su defensor. La finalidad de esta


exigencia consiste en determinar claramente la persona sobre quien recaerán los efectos de una eventual
sentencia definitiva, debiendo por lo demás coincidir la persona del acusado con aquella que ha sido
formalizada durante la investigación.

b.- La relación circunstanciada de él o los hechos atribuidos y de su calificación jurídica.


Esta condición debe relacionarse con el inciso final del mismo precepto en cuanto exige que la acusación sólo
podrá referirse a hechos incluidos en la formalización de la investigación, aunque se efectúe una distinta
calificación jurídica. Estas dos primeras exigencias constituyen una manifestación del principio de
congruencia, que a su vez cautela el derecho de defensa, en cuanto requiere que la imputación penal sea
precisa y determinada. Es deber del tribunal, entonces, velar por la identidad del objeto del proceso, tanto
desde el punto de vista material (mismos hechos) como personal (mismos sujetos formalizados). La
descripción fáctica realizada por el Fiscal en la formalización es de gran trascendencia, ya que contiene su
teoría del caso y determina los hechos y personas respecto de los cuales puede posteriormente acusar.

c.- La relación de las circunstancias modificatorias de la responsabilidad penal que


concurrieren, aún subsidiariamente de la petición principal. Se trata de una calificación jurídica de las
circunstancias del hecho, que producen el efecto de agravar o disminuir la penalidad que en abstracto
contemple la ley penal. En consecuencia, es necesario que la descripción fáctica comprenda los hechos a partir
de los cuales se concluye la existencia de una atenuante o de una agravante.

d.- La participación que se atribuyere al acusado. También es un tema de calificación


jurídica de los hechos ya descritos precedentemente por el Fiscal en su escrito, de modo que es indispensable

353
Imparcialidad del tribunal como componente del debido proceso
354
Ver art. 263 CPP
355
Ver art. 266 CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 281


que en tal descripción se dé cuenta de la intervención que tuvo el acusado en los sucesos y que permitirán
encuadrarla como autoría, complicidad o encubrimiento.

e.- La expresión de los preceptos legales aplicables. Requisito que se refiere tanto a las
normas sustantivas como adjetivas que regulen la imputación.

f.- El señalamiento de los medios de prueba de que el Ministerio Público piensa valerse en
juicio. Esta exigencia obedece al principio de contradicción e igualdad procesal y procura respetar el derecho
de defensa del acusado. En el sistema norteamericano la audiencia preliminar se denomina “discovery”, o sea,
“mostrarse las cartas”, de tal forma que no exista ocultamiento de elementos de pruebas por parte de los
litigantes. El inciso 2° de este artículo 259 reglamenta la forma en que debe ofrecerse la prueba, señalando que
en el caso de la testimonial deberá presentarse una lista de los testigos, individualizándolos, a lo menos, con
su nombre, apellidos, profesión y domicilio o residencia, 356 señalando además los puntos sobre los que habrán
de recaer sus declaraciones. Del mismo modo se individualizará a los peritos, indicando además sus títulos o
calidades. En el caso de los otros elementos de prueba, como documentos, objetos y otros medios atípicos, sólo
se requiere su mención expresa.

g.- La pena cuya aplicación se solicitare. En este punto el fiscal debe fijar su pretensión
punitiva, que deberá ser concordante con los hechos descritos y calificados jurídicamente. Esta exigencia
comprende tanto la pena principal como las accesorias legales, tanto las penas corporales como las pecuniarias,
incluso si procediere el comiso y otras sanciones establecidas por la ley.

h.- En su caso, la solicitud de que se proceda de acuerdo al procedimiento abreviado. Esta


es una de las oportunidades en que el Fiscal puede solicitar este procedimiento especial, la particularidad que
tiene hacerlo de este modo consiste en que la pretensión punitiva expresada debe estar de acuerdo con los
requisitos de procedencia del abreviado, esto es, no puede ser superior a cinco años de presidio o reclusión
menores en su grado máximo. 357 La otra posibilidad es plantear la solicitud verbalmente en la audiencia de
preparación, en cuyo caso la ley permite al Fiscal y al acusador particular modificar sus acusaciones originales,
así como la pena solicitada, para ajustarlas a los requerimientos legales. 358

i.- En virtud de lo dispuesto en el artículo 22 de la Ley n° 20.000, el Fiscal debe expresar


también en la acusación si la cooperación prestada por el acusado ha sido eficaz.

j.- Entrega de los antecedentes de la investigación. Por último, el Fiscal de la causa debe
poner a disposición de los intervinientes, en el tribunal, los antecedentes acumulados durante la investigación,
359 siendo conveniente que deje constancia de ello en el escrito de acusación. Esta exigencia es también

manifestación del derecho de defensa y principio adversarial, supone por lo demás el cumplimiento de la
obligación que pesa sobre el Ministerio Público de registrar las actuaciones de la investigación. 360 Sólo el
cumplimiento cabal de esas obligaciones permitirá al acusado y a su defensa estructurar un eficiente
contraexamen o preparar la correspondiente prueba de refutación. En este punto debemos hacer presente la
historia legislativa, ya que en el proyecto original se imponía al acusador la obligación de dar al acusado copia
de las actuaciones y de otros antecedentes acumulados durante la instrucción, cuyos originales quedarían en el
tribunal a disposición de los demás intervinientes, para su examen. En el Senado se estimó inapropiada esta
obligación, en razón del volumen que estos documentos pueden alcanzar, por ello resolvió precisar que al
imputado y a los demás intervinientes, al notificársele la acusación, se le entrega copia solamente de ésta, pero
se pone a su disposición, en el tribunal, los antecedentes acumulados durante la investigación.

356
Puede omitirse el domicilio o residencia del testigo, por motivos de protección, si existiera motivo para temer que su
indicación pública implica un peligro para él o para otra persona, de acuerdo a lo establecido en el art. 307 del CPP
357
Ver art. 406 inciso 1° del CPP
358
Ver art. 407 CPP
359
Ver art. 260 parte final del CPP
360
Ver arts. 227 y 228 del CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 282


5.4.1.1.2.- Providencia que recae en la acusación y su notificación

Presentada la acusación ante el juez de garantía, éste, dentro de las veinticuatro horas
siguientes debe dictar una resolución disponiendo la notificación de la acusación a todos los intervinientes y
los citará a la audiencia de preparación de juicio oral, que deberá llevarse a efecto no antes de veinticinco días
ni después de treinta y cinco. 361

La notificación de la citación debe incluir una copia íntegra de la resolución, con la


identificación del proceso, 362 la indicación del tribunal ante el cual deben comparecer, su domicilio, la fecha y
hora de la audiencia y el motivo de la comparecencia. Además, debe contener la advertencia de los efectos de
la no comparecencia injustificada. 363

Son plenamente aplicables las normas especiales para la notificación del Ministerio Público,
en cuanto este organismo será notificado en sus oficinas, y respecto de los otros intervinientes, distinguiendo si
cuentan con defensor o mandatario constituido, en cuyo caso las notificaciones deberán ser hechas solamente a
éste, salvo que la ley o el tribunal dispongan que también se notifique directamente a aquél. 364

La notificación al acusado debe efectuarse, a más tardar, diez días antes de la realización de
la audiencia de preparación. 365 En dicha actuación se le entregará copia de la acusación, en la que se dejará
constancia del hecho de encontrarse a su disposición, en el tribunal, los antecedentes de la investigación, en su
caso se le entregarán además copias de las actuaciones del querellante, las acusaciones particulares, adhesiones
y la demanda civil. 366 Si el acusado se encuentra privado de libertad, la notificación se efectuará en persona en
el establecimiento o recinto penal, aunque éste se hallare fuera del territorio jurisdiccional del tribunal,
mediante la entrega, por un funcionario del establecimiento y bajo la responsabilidad del jefe del mismo, del
texto de la resolución y los demás antecedentes. 367

Salvo el caso del imputado privado de libertad, si analizamos la historia legislativa del
artículo 260 del CPP, podemos concluir que para los legisladores fue suficiente en este caso la notificación por
cédula. En efecto, en el Senado se expresó que si bien el plazo para efectuar estas notificaciones no es muy
amplio, es suficiente, habida consideración que no es la primera notificación que se realiza, por lo que ella
deberá practicarse de acuerdo a las reglas generales, que normalmente será por cédula, ya que todos los
intervinientes tienen su domicilio registrado en el tribunal. Por ello se rechazó una indicación que exigía que
esta notificación se efectuara en forma personal.

5.4.1.1.3.- Actuaciones eventuales del querellante

Por escrito y hasta quince días antes de la fecha fijada para la realización de la audiencia de
preparación el querellante podrá realizar las siguientes actuaciones: 368

a.- Presentar acusación particular, donde amplíe la acusación del Fiscal, extendiéndola a
hechos o a imputados distintos, siempre con respeto al principio de congruencia. También puede plantear una
distinta calificación jurídica de los hechos, otras formas de participación del acusado, o solicitar penas
distintas, normalmente superiores a la pretensión punitiva del persecutor estatal. Sólo en esta hipótesis,

361
Ver art. 260 del CPP
362
Ver art. 25 del CPP
363
Ver art. 33 del CPP
364
Ver arts. 27 y 28 del CPP
365
Ver art. 262 del CPP
366
Ver art. 262 CPP
367
Ver art. 29 del CPP
368
Ver art. 261 CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 283


siempre y cuando la pena solicitada exceda el límite legal, puede el querellante oponerse al procedimiento
abreviado. 369

b.- Adherir a la acusación del Fiscal, lo que ocurrirá cuando el querellante esté de acuerdo
con la penalidad solicitada y con la calificación jurídica que, de los hechos, participación y circunstancias, haya
realizado el Ministerio Público. Si el querellante no deduce acusación particular o no adhiere a la acusación en
esta oportunidad el juez de garantía, de oficio o a petición de parte, declarará abandonada la querella. 370

c.- Deducir demanda civil, cuando procediere. Recordemos que en el proceso penal sólo se
pueden presentar demandas civiles que tengan por objeto la restitución de la cosa 371 y tratándose de la
víctima, además, las que tengan por objeto perseguir las responsabilidades civiles derivadas del hecho punible
siempre y cuando se dirijan en contra del imputado penal. 372 Por lo tanto, las otras acciones encaminadas a
obtener la reparación de las consecuencias civiles del hecho punible que se interpusieren por personas
distintas de la víctima, o se dirigieren contra personas diferentes del imputado, deberán plantearse en sede
civil. La demanda civil presentada en el proceso penal por el querellante debe deducirse por escrito
conjuntamente con la adhesión o acusación particular y debe cumplir con los requisitos exigidos por el artículo
254 del Código de Procedimiento Civil. Finalmente, el escrito de demanda debe contener la indicación de los
medios de prueba, efectuada de la misma manera que debe hacerlo el Fiscal. 373

d.- Señalar vicios formales de la acusación, requiriendo su corrección.

e.- Ofrecer la prueba que estimare necesaria para sustentar su acusación. El querellante o el
actor civil deberán ofrecer la prueba de la misma manera que la ley establece para el Ministerio Público.

5.4.1.1.4.- Actuaciones eventuales del acusado

Sólo hasta la víspera del inicio de la audiencia de preparación el acusado puede, por escrito,
efectuar alguna de las siguientes actuaciones: 374

a.- Señalar los vicios formales de que adoleciere el escrito de acusación, requiriendo su
corrección. Normalmente se trata de errores en la individualización de los intervinientes, testigos o peritos,
omisión de alguno de los requisitos legales o defectos de redacción que le restan claridad y precisión a la
acusación.

b.- Deducir excepciones de previo y especial pronunciamiento. Este tipo de excepciones se


encuentran enunciadas en el artículo 264 del CPP y son las siguientes: 1.- La incompetencia del juez de
garantía; 375 2.- La litis pendencia; 3.- La cosa juzgada; 4.- La falta de autorización para proceder
criminalmente; y 5.- La extinción de la responsabilidad penal. Si el acusado no plantea las excepciones de cosa
juzgada y extinción de la responsabilidad penal para ser discutidas en la audiencia de preparación, la ley le
permite hacerlo en el juicio oral. 376

369
Ver art. 408 del CPP
370
Ver art. 120 del CPP
371
Pero, en este caso, debe tramitarse de conformidad a lo previsto en el art. 189 del CPP, esto es, como una reclamación o
tercería ante el juez de garantía.
372
Ver arts. 59 del CPP y 171 del COT
373
Ver art. 60 del CPP
374
Ver art. 263 del CPP
375
Ver art. 74 inciso 2° del CPP
376
Ver art. 265 del CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 284


c.- Exponer los argumentos de defensa que considere necesarios. En la práctica por razones
estratégicas, los abogados defensores normalmente reservan esta opción para los alegatos de apertura y
clausura del juicio oral.

d.- Oponer excepciones o contestar la demanda civil. También puede señalar los vicios
formales de que adolece la demanda civil requiriendo su corrección. 377

e.- Señalar los medios de prueba de que se valdrá en el juicio oral. Este señalamiento se
efectuará del mismo modo que la ley impone para el Fiscal y querellante.

Estas mismas facultades puede ejercerlas el acusado y eventual demandado civil, en forma
verbal, durante la audiencia de preparación del juicio. 378

5.4.2.- Fase oral de la etapa intermedia: La audiencia de preparación del


juicio oral

A continuación trataremos de explicar la dinámica de esta audiencia regida por los


principios de oralidad e inmediación, desarrollando las distintas cuestiones que en ella pueden plantearse
según el orden que hemos considerado más práctico.

Antes de avanzar en la audiencia recordemos que, no obstante tratarse de una actuación de


naturaleza oral, ella debe ser registrada íntegramente. 379

5.4.2.1.- Verificación de asistencia

Llegado el día y hora fijados, el juez de garantía procederá a verificar la asistencia de los
intervinientes. No pueden faltar el Fiscal ni el defensor ya que su presencia constituye un requisito de validez
de la audiencia. 380

Respecto de la presencia obligatoria del acusado, creemos que ella resulta indispensable, no
obstante que la ley no la exige en forma expresa. En primer lugar, haciendo una interpretación extensiva al
derecho de toda persona a no ser juzgada penalmente en ausencia, consagrado positivamente en el artículo 93
letra i) del CPP y también en el artículo 14 N° 3 letra d) del PIDCP, que consagra la prerrogativa de hallarse
presente en el proceso. Enseguida, porque esta audiencia es fundamental para la defensa del acusado y ésta se
divide en defensa material o autodefensa y la defensa técnica, de modo que avanzar en la audiencia de
preparación sin considerar las alegaciones o planteamientos que personalmente pueda efectuar el propio
imputado 381 no se condice con el respeto cabal de sus derechos. Finalmente, existen razones de orden práctico
que hacen conveniente la presencia del acusado, así sucede con la eventual solicitud de un procedimiento
abreviado, que no podría resolverse sin la concurrencia de la voluntad expresa del imputado, lo mismo ocurre
con la posibilidad de un acuerdo reparatorio.

Empero, el problema descrito no es un tema resuelto, tanto es así que, ante la insistencia del
Ministerio Público, se han realizado audiencias de preparación sin la presencia del acusado, sólo con su
defensor, entendiendo el tribunal que se trata de una audiencia técnica, donde se analizan y definen cuestiones
jurídicas, que sólo exigen la presencia del defensor letrado. Además, a la luz de lo dispuesto en el artículo 101

377
Ver art. 62 del CPP
378
Ver art. 263 inciso 1° del CPP
379
Ver arts. 40 inciso final y 41 del CPP
380
Ver art. 269 del CPP
381
Art. 8 inciso 2° CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 285


del CPP, se argumenta en apoyo de esta tesis que si es posible realizar la audiencia cuando el imputado ha sido
declarado rebelde, 382 con mayor razón se podrá celebrar sin él.

La falta de comparecencia del Fiscal deberá ser subsanada de inmediato por el tribunal,
quien además pondrá este hecho en conocimiento del Fiscal Regional.

Si es el defensor quien no comparece, el tribunal declarará el abandono de la defensa,


designará un defensor de oficio al acusado y dispondrá la suspensión de la audiencia por un plazo que no
exceda de cinco días, a objeto de permitir que el defensor designado se interiorice del caso. 383

Si no comparece el actor civil, se declarará abandonada su acción 384 y si no lo hace el


querellante, se declarará abandonada la querella. 385

5.4.2.2.- Declaración de inicio de la audiencia

Verificada la asistencia, el juez de garantía declarará iniciada la audiencia, a él corresponde


la dirección del debate, para lo cual dispone de las facultades contempladas en el artículo 292 del CPP.
Además, el juez debe estar presente durante toda la audiencia so pena de nulidad. 386

Recordemos que el desarrollo de la audiencia de preparación es oral por lo que el tribunal no


admitirá a los litigantes la presentación de escritos.

5.4.2.3.- Exposición de las presentaciones escritas

Una vez declarado el inicio de la audiencia, el juez realizará una exposición sintética de las
presentaciones escritas efectuadas por los intervinientes, vale decir, la acusación del fiscal, la acusación
particular del querellante, la adhesión, la demanda civil, la eventual defensa escrita y las solicitudes de
corrección de vicios formales. 387

5.4.2.4.- Eventual defensa oral del acusado

Si el acusado no hubiere ejercido por escrito las facultades previstas en el artículo 263 del
CPP, dentro de las cuales se encuentra la exposición de los argumentos de defensa, el juez le otorgará la
posibilidad de hacerlo verbalmente, si lo desea. 388

5.4.2.5.- Posibilidad de salidas alternativas

En este punto debemos tener presente lo dispuesto en el artículo 245 inciso final del CPP que,
en cuanto a la oportunidad, señala que después del cierre de la investigación la suspensión condicional del
procedimiento y el acuerdo reparatorio sólo puede ser decretado o aprobado durante la audiencia de
preparación de juicio oral.

382
Faculta al tribunal para sobreseer definitiva o temporalmente la causa de acuerdo al mérito de lo obrado.
383
Ver art. 8 N° 2 letra c) de la CADH que contempla como garantía judicial “la concesión al inculpado del tiempo y de los medios
adecuados para la preparación de su defensa”.
384
Ver art. 64 inciso 2° del CPP
385
Ver art. 120 letra b) del CPP
386
Ver arts. 35 y 159 del CPP
387
Ver art. 267 del CPP
388
Ver art. 268 del CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 286


De lo anterior fluye la conveniencia de que el juez de garantía llame a las partes a explorar,
por última vez, la posibilidad de alguna de las salidas alternativas.

Si prospera la salida alternativa, no será necesario continuar con la audiencia de preparación,


incluso si se aprueba el acuerdo reparatorio el juez deberá, acto seguido, sobreseer definitivamente la causa. En
cambio, si fracasan los intentos se debe continuar con la audiencia.

5.4.2.6.- Posibilidad de procedimiento abreviado

En el evento que el Fiscal hubiere efectuado solicitud en ese sentido, ya sea por escrito, junto
a la acusación, o en forma verbal en la audiencia, procede discutir y decidir sobre el particular.

Si el acusado acepta los hechos materia de la acusación y los antecedentes de la investigación


que la fundaren y el juez de garantía accede a la petición, con la dictación de la resolución respectiva termina la
audiencia de preparación y se inicia la ritualidad del procedimiento abreviado.

Por el contrario, si el acusado no está de acuerdo con el procedimiento abreviado o el juez de


garantía rechaza la solicitud, ya sea porque estima fundada la oposición planteada por el querellante o por
considerar que no se reúnen los requisitos legales, 389 se continuará con la audiencia de preparación.

5.4.2.7.- Corrección de vicios formales 390

El juez de garantía, de oficio o a petición de parte, puede ordenar que los vicios formales de
que adolece la acusación del fiscal, la acusación particular o la demanda civil sean subsanados, en lo posible de
inmediato y sin suspender la audiencia. Si no es posible subsanarlos de inmediato, suspenderá la audiencia
por el período que el tribunal estime necesario, que en ningún caso podrá exceder de cinco días.

Los efectos que se siguen en caso que no se subsanen los vicios en el plazo judicial señalado
difieren según cuál sea el interviniente incumplidor.

Tratándose del acusador particular o demandante civil, la sanción por no corrección


oportuna de los vicios observados consiste en que la acusación particular o la demanda civil se tendrán por no
presentadas.

Si es el Fiscal quien no corrige los vicios observados en su acusación, el juez puede, a petición
de éste, prorrogar la audiencia por otros cinco días, sin perjuicio de lo cual el juez debe informar el
incumplimiento al Fiscal Regional. Si transcurrido este último plazo no se han subsanado los vicios, el juez
podrá adoptar una de las siguientes decisiones:

a.- Si existe querellante particular que hubiere deducido acusación o se hubiere adherido a la
del Fiscal, dispondrá que el procedimiento continúe sólo con el querellante y el Ministerio Público no podrá
volver a intervenir en él.

b.- Si no existe querellante particular, el juez procederá a dictar sobreseimiento definitivo en


la causa.

5.4.2.8.- Control de congruencia

La congruencia es la obligación que la ley impone, en primer lugar, al persecutor penal en


cuanto debe respetar la necesaria correlación entre el componente fáctico, material y personal, de la
formalización de la investigación con aquél señalado en la o las acusaciones y, en definitiva, al órgano

389
Ver art. 406 del CPP
390
Ver art. 270 del CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 287


jurisdiccional en tanto debe respetar la correlación entre los elementos fácticos de la acusación y aquellos que
componen su sentencia.

Este principio cautela fundamentalmente el derecho de defensa del acusado, pues si en la


acusación el fiscal o el acusador particular agregan hechos distintos a los descritos en la formalización,
evidentemente el imputado y su defensor no están preparados para reaccionar a tiempo en procura de
elementos de prueba de descargo o refutación.

En nuestro país esta obligación legal tiene un claro contenido fáctico, alcanzando únicamente
a los hechos, circunstancias y personas objeto de la formalización, de la acusación y de la sentencia, se reserva
entonces a los acusadores y, por último, al tribunal la libre calificación jurídica del “factum” o “núcleo fáctico”
del juicio.

En esta etapa procesal la obligación de congruencia pesa directamente sobre los acusadores,
esto es, el Fiscal y el acusador particular. Estos intervinientes en sus respectivos escritos deberán respetar a
cabalidad esta correlación sustancial que debe existir entre los hechos descritos en la formalización y aquellos
que se contengan en sus acusaciones.

No obstante la trascendencia de este principio, el Código no señala la forma de hacer valer o


controlar la incongruencia, tampoco los efectos que el incumplimiento genera. Evidentemente, es el acusado el
principal interesado en reclamar el respeto de esta obligación, pero nos parece que corresponde también al
tribunal cumplir aquí una función cautelar, más allá de la actividad de la defensa.

5.4.2.9.- Decisión acerca de las excepciones

Distinguiremos en este punto las excepciones de previo y especial pronunciamiento respecto


de aquellas que oponga el demandado civil en contra de la pretensión de la misma naturaleza.

5.4.2.9.1.-Excepciones de previo y especial pronunciamiento

Las excepciones de previo y especial pronunciamiento que el acusado hubiere planteado


oportunamente serán conocidas y resueltas, generalmente, por el juez de garantía en la audiencia de
preparación. Para ello el juez comienza abriendo debate en torno a la cuestión promovida, permitiendo, si lo
estima pertinente, la presentación de antecedentes probatorios que puedan resultar relevantes para la decisión,
enseguida resolverá.

En relación al texto del proyecto original de CPP, que sólo permitía resolver estas
excepciones en base a los antecedentes de la investigación, el Senado cuestionó la limitación, estimando que es
un tema de fondo que el imputado no podrá volver a plantear después y en ciertos casos, como la cosa juzgada
o la litis pendencia, requerirá precisamente de antecedentes que no constarán normalmente en la investigación
sino que emanan de otros procedimientos. Sopesó el riesgo de alargar la audiencia, pero creyó necesario que la
mayor cantidad de problemas queden despejados en ella para llegar al juicio oral sólo con los hechos. Por ello,
acordó permitir que los intervinientes puedan en ese momento presentar pruebas adicionales a las que consten
en la investigación.

Si se trata de las excepciones de incompetencia del juez de garantía, 391 litis pendencia y
falta de autorización para proceder criminalmente, el juez debe resolverlas de inmediato, acogiéndolas o
rechazándolas.

Si acoge las excepciones, terminará la audiencia. En cambio, si las rechaza, puede seguir
avanzando en ella hasta la dictación, en su caso, del auto de apertura.

391
Ver art. 74 inciso 2° del CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 288


En ambos casos la resolución que se dicte es apelable en el sólo efecto devolutivo. 392

Tratándose de las excepciones de cosa juzgada y extinción de la responsabilidad penal, si el


juez estima que los antecedentes de la investigación son suficientes para justificarlas, las acogerá y dictará el
respectivo sobreseimiento definitivo, apelable en el solo efecto devolutivo. 393 Por ende la audiencia termina
con la dictación del sobreseimiento.

Por el contrario, si el juez estima que los antecedentes de la investigación no son suficientes
para justificar dichas excepciones, debe dejar su decisión para la audiencia de juicio oral. Esta resolución que
reserva el conocimiento de las excepciones para el posterior juicio es inapelable. 394

5.4.2.9.2.- Excepciones civiles

Como la demanda civil debe cumplir con los requisitos formales establecidos en el artículo
254 del CPC, resulta evidente que el demandado tiene la facultad de oponer a esa demanda excepciones
dilatorias (de forma) y perentorias (de fondo).

Respecto de estas excepciones civiles el artículo 63 del CPP dispone que deben ser resueltas
durante la audiencia de preparación del juicio oral. Sin embargo, ello no parece aplicable a las excepciones de
fondo, que constituyen propiamente la contestación de la demanda y requieren de prueba, por ello
corresponde que sean conocidas y resueltas por el tribunal del juicio.

5.4.2.10.- Llamado a conciliación en la acción civil

Si se ha deducido demanda civil, ya sea por el querellante o por la víctima directamente, el


juez debe llamar a las partes a conciliación, proponiendo al efecto bases de arreglo. 395

Si se produce la conciliación, se dejará constancia de las condiciones de la misma en el


registro íntegro de la audiencia. En caso contrario el juez debe resolver las solicitudes de medidas cautelares
reales que la víctima hubiere formulado al deducir su demanda civil.

El llamado a conciliación que se efectúe en esta oportunidad no obsta, lógicamente, a que el


tribunal de juicio oral pueda explorar también esta posibilidad.

5.4.2.11.- Las convenciones probatorias

Son acuerdos que celebran los intervinientes ante el juez de garantía, en la audiencia de
preparación, en cuya virtud dan por acreditados ciertos hechos, que no podrán luego ser discutidos y a los
cuales deberá estarse en el juicio oral. 396

De las convenciones probatorias que acuerden las partes debe dejarse constancia en el auto
de apertura de juicio oral.

Esta institución, además de novedosa, es sumamente útil para depurar y acotar la


controversia que será puesta en conocimiento del tribunal oral, ahorra recursos y reafirma la idea de que en
este nuevo sistema la verdad histórica puede ser redefinida por las partes, ya sea de común acuerdo o a través
de las teorías del caso.

392
Ver arts. 271 inciso 2° y 368 del CPP
393
Ver arts. 271 inciso 3°, 253 y 368 del CPP
394
Ver art. 271 inciso 3° del CPP
395
Ver art. 273 del CPP, 263 y 267 del CC
396
Ver art. 275 del CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 289


En la práctica para figurar claramente el efecto que producen las convenciones probatorias
en juicio se suele afirmar que los hechos así acordados por las partes se van directamente desde el auto de
apertura a la sentencia definitiva.

5.4.2.12.- Debate sobre la prueba ofrecida por los intervinientes

Si existen solicitudes, observaciones y planteamientos de las partes sobre las pruebas


ofrecidas por los demás, el juez abrirá debate sobre el particular y luego resolverá. Normalmente, tales
alegaciones dirán relación con la prueba impertinente, innecesaria, dilatoria, superabundante, nula e ilícita. 397

5.4.3.- Exclusión de pruebas

Según el profesor Julián López Masle la exclusión de prueba que provenga de actuaciones o
diligencias declaradas nulas y las que hubieren sido obtenidas con inobservancia de garantías fundamentales,
constituye un mecanismo general correctivo para la protección de garantías, junto a la nulidad procesal y al
recurso de nulidad. Los otros casos de exclusión de prueba dicen relación más bien con la racionalidad y
eficacia del proceso.

Eventualmente, el juez de garantía puede disponer la exclusión de pruebas en los siguientes


casos:

a.- Por tratarse de pruebas (cualquiera sea su naturaleza) manifiestamente impertinentes,


esto es, que no dicen relación con el objeto del juicio.

b.- Por tratarse de pruebas que tienen por objeto acreditar hechos públicos y notorios, esto
es, sucesos de la naturaleza por todos conocidos, acontecimientos históricos relevantes y, en general, todos
aquellos hechos de los cuales tienen normalmente conocimiento las personas sensatas o sobre lo que ellas se
pueden informar en fuentes confiables.

c.- Por estimar que es superabundante y dilatoria, tratándose de la prueba testimonial y


documental que tuviere por objeto acreditar unos mismos hechos o circunstancias que no guardan
pertinencia sustancial con la materia del juicio y produzcan en él efectos puramente dilatorios.

d.- Por tratarse de pruebas que provinieren de actuaciones o diligencias que hubieren sido
declaradas nulas. Este punto se encuentra íntimamente relacionado con el tema de la nulidad procesal de las
actuaciones o diligencias judiciales defectuosas.

e.- Por tratarse de pruebas que hubieren sido obtenidas con inobservancia de garantías
fundamentales. Todos los autores coinciden en señalar que esta causal de exclusión constituye un gran avance
normativo del Derecho Procesal Chileno, llegando incluso a hablar de la “constitucionalización del Derecho
Procesal”.

5.5.- La prueba ilícita

Como se dijo es la que ha sido obtenida con inobservancia de las garantías fundamentales.

5.5.1.- Derechos y garantías fundamentales

Las garantías fundamentales tornan operativos los derechos inherentes a la dignidad


humana, se trata de garantías sustantivas y procesales que todo Estado y sus órganos deben respetar y
promover.

397
Ver art. 272 del CPP

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Eduardo M. Jauchen 398 afirma que los fundamentos éticos de las reglas de exclusión de la
prueba ilícita, son que el Estado de Derecho impone necesariamente el reconocimiento de los derechos
esenciales del individuo y el respeto a la dignidad humana cuya tutela es axiológicamente más importante
para la sociedad que el castigo del autor del delito.

En esta materia lo que interesa no es tanto la solución del conflicto penal específico sino la
definición de las formas y medios lícitos a través de los cuales se autoriza la averiguación de los hechos. El
proceso penal en un Estado de Derecho se concibe como un instrumento de control social formalizado, es por
esto que sólo pueden utilizarse como medios de investigación y de acreditación aquellos que se obtengan con
observancia escrupulosa de la disciplina de garantía de cada instrumento de acreditación.

En el caso de las garantías procesales no basta con la mera infracción de una norma de
procedimiento aislada, de una formalidad o de un requisito de un acto, es preciso además que esas
infracciones vulneren una garantía procesal componente del debido proceso.

Según el profesor Alex Carocca 399 la prueba ilícita es aquella obtenida o practicada con
infracción de cualquier derecho fundamental del imputado o de terceros, reconocido a nivel constitucional en
nuestro país, ya sea directamente o por remisión a los tratados internacionales sobre derechos humanos.

5.5.2.- Fundamentos de la exclusión probatoria

De lo dicho precedentemente, podemos afirmar que los fundamentos que determinan la


ilicitud de una prueba pueden reducirse a los siguientes:

En primer lugar el deber de los órganos del Estado de respetar y promover los derechos
fundamentales y, en consecuencia, abstenerse de vulnerarlos. En principio los derechos y libertades
individuales deben primar por sobre los fines de la persecución penal. El descubrimiento de la verdad debe ser
efectuado en forma lícita, no sólo porque hay de por medio un principio ético en la represión del delito, sino
porque la tutela de los derechos del individuo es un valor más importante para la sociedad que el castigo al
autor del delito. El respeto a la dignidad del hombre y a los derechos esenciales que derivan de esa calidad,
constituyen el vértice fundamental sobre el que reposa la existencia misma de todo Estado de Derecho. 400

En segundo lugar, se busca desincentivar los abusos de la policía, toda vez que las reglas
de inadmisibilidad probatoria afirma el valor práctico de los derechos fundamentales de los imputados o de
terceros, desincentivando la transgresión de los mismos por los agentes del Estado al determinar su ineficacia
probatoria.

Razones de integridad judicial, en cuanto la utilización de pruebas obtenidas en violación


de garantías fundamentales representa la participación de la judicatura en dichas infracciones, lo que ofende la
integridad de los tribunales, que son los encargados precisamente de protegerlas. 401

Finalmente, el respeto del estado o presunción de inocencia del imputado, en sus alcances
probatorios, toda vez que para ser destruida exige la concurrencia de prueba suficiente que pueda
razonablemente ser calificada de cargo y que haya sido practicada con todas las garantías constitucionales y
procesales. 402

398
Citado por los ex Jueces de Garantía de Curicó, ahora en Santiago, Carlos Gutiérrez Moya y Alejandro Aguilar Brevis en un
trabajo inédito denominado “La Prueba Ilícita: Las Reglas de Exclusión de Medios Probatorios Obtenidos Vulnerando Derechos
Fundamentales”, página 7.
399
Citado por Gutiérrez y Aguilar, ob. Cit., pág. 5
400
Extracto de sentencia de la Corte Federal Argentina de 10 de agosto de 1984 citada por Guillermo Brown, en su libro
“Límites a la valoración de la prueba en el proceso penal”, Editorial Jurídica Nova Tesis, año 2002, pág. 88
401
Fundamento extraído de los precedentes norteamericanos
402
Jurisprudencia reiterada del Tribunal Constitucional Español

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 291


5.5.3.- Oportunidad para reclamar la ilicitud de la prueba

La forma de reclamar la ilicitud de la prueba, su oportunidad y efectos depende de la etapa


procesal en que nos encontremos.

Durante la instrucción, alguna defensa ha intentado plantear incidentes de exclusión de


prueba ilícita ya en la audiencia de control de la detención, sin embargo la generalidad de los jueces de
garantía no admiten esta posibilidad por inoportuna, señalando que el momento para efectuar ese reclamo es
durante la audiencia de preparación de juicio oral, en aplicación de lo dispuesto en el artículo 276 del CPP.

En la fase oral de la etapa intermedia, esto es, durante la audiencia de preparación y con
ocasión del debate acerca de las pruebas ofrecidas los litigantes pueden plantear el tema de la exclusión de la
prueba ilícita, vale decir, aquella obtenida en contravención de las garantías fundamentales de las personas. Si
la exclusión solicitada opera en contra del fiscal y es aceptada por el juez de garantía, el persecutor penal
puede apelar de esa decisión. En cambio, si esa petición es rechazada, la resolución que así se pronuncia es
inapelable.

Durante el juicio oral el litigante que no obtuvo la exclusión solicitada podrá solicitar que los
elementos de prueba que estima viciados no sean valorados por el tribunal en la sentencia.

Finalmente, si el tribunal del juicio ha valorado esa prueba que se estima ilegítima, puede el
litigante perjudicado interponer recurso de nulidad fundado en la causal contemplada en el artículo 373 letra
a) del CPP, esto es por infracción sustancial de derechos o garantías asegurados por la Constitución o los
tratados internacionales suscritos por Chile.

5.5.4.- Alcance de la exclusión

Las normas que regulan la actividad probatoria 403 son normas de garantía de los ciudadanos
frente al ejercicio de la potestad penal del Estado y, por ello, no debe permitirse que surtan efectos las pruebas
obtenidas, directa o indirectamente, violentando los derechos o libertades fundamentales. La exclusión es una
exigencia derivada del contenido esencial del derecho vulnerado y la prohibición de utilización se extiende a
las pruebas derivadas en la medida que éstas participen de la misma vulneración del derecho fundamental,
por lo que se hace necesario, en cada caso, comprobar si la prueba posterior, que no ha sido practicada con
vulneración de un derecho fundamental, participa de la ilicitud de la primera. En otras palabras, a la prueba
posterior, por lo tanto derivada, que ha sido regularmente obtenida, debe privársele de eficacia probatoria si
aparece conectada con la vulneración de la prueba anterior de manera que la antijuridicidad de la primera es
traspasada a la derivada.

A través de la exclusión se afirma la vigencia del contenido esencial del derecho fundamental
vulnerado.

Al igual que en el caso de la prueba nula, tenemos entonces el problema de determinar la


extensión del efecto de la exclusión.

Los jueces de garantía utilizan con esta finalidad la concepción de la “conexión causal” entre
el acto que lesiona el derecho fundamental y los medios de prueba que se obtienen como consecuencia de
dicho acto y, que por ello se denomina, prueba derivada.

El acto lesivo, que normalmente consiste en diligencias de investigación efectuadas por la


policía, proporciona el conocimiento de ciertas pruebas que por su conexión causal devienen en ilícitas y, por

403
Nota: Nos referimos especialmente a los actos de investigación, vale decir aquellos elementos de prueba obtenidos durante
la instrucción mediante diligencias del fiscal o de la policía, cuya finalidad inmediata es servir de fundamento a importantes decisiones
tanto del persecutor penal como del juez de garantía, y de un modo mediato servir como acto de prueba cuando son producidos en el
juicio.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 292


ende, no pueden ser utilizadas en contra del acusado para enervar su estado de inocencia. Dicho de otro modo,
el tribunal sólo puede adquirir la convicción condenatoria a través de pruebas lícitas y válidas, en caso
contrario, se vulnera la presunción de inocencia y el debido proceso.

De acuerdo a lo dicho corresponde declarar la invalidez de la prueba obtenida con


inobservancia de garantías fundamentales, así como también de aquellos otros elementos probatorios
conectados que se han contaminado con la ilicitud original.

Los efectos reflejos de la prueba ilícita se producen siempre que se acredite la relación causal
entre la información ilegítimamente adquirida y los elementos de prueba obtenidos a partir de ella. En
consecuencia, debe existir un nexo causal entre la prueba ilícita y la derivada, de modo tal que la segunda sea
fruto o resultado necesario de la primera (doctrina del fruto del árbol envenenado)

Sin embargo, no todas las pruebas conectadas causalmente se contaminan con la


antijuridicidad de la vulneración del derecho fundamental, ello sucede cuando puedan concebirse como
jurídicamente independientes. La razón fundamental que avala la independencia jurídica de unas pruebas
respecto de otras radica en que las pruebas derivadas sean, desde su consideración intrínseca
constitucionalmente legítimas, por no haberse obtenido con vulneración de ningún derecho fundamental. Por
ello, para concluir que el efecto de exclusión se extiende también a ellas, habrá de precisarse que se hallan
vinculadas a las que vulneraron el derecho fundamental de modo directo, esto es, habrá que establecer un
nexo entre unas y otras que permita afirmar que la ilegitimidad constitucional de las primeras se extiende
también a las segundas. 404 En la presencia o ausencia de esa conexión reside la razón de la eventual exclusión
de las pruebas obtenidas a partir del conocimiento derivado de otras que vulneran el derecho afectado.

5.5.5.- Pruebas aceptadas

Las demás pruebas que hubieren sido ofrecidas por las partes y no excluidas por el juez de
garantía, después del debate respectivo, serán admitidas y señaladas en el respectivo auto de apertura. 405

Si al terminar la audiencia el juez de garantía comprueba que el acusado no ofreció prueba


oportunamente, por causas que no le son imputables, puede suspender la audiencia en cautela de garantías
hasta por un plazo de diez días. 406

5.6.- Solicitud de prueba anticipada

Eventualmente las partes pueden, durante la audiencia de preparación, solicitar que se rinda
prueba testimonial y pericial anticipada. 407

En el juicio oral la lectura de declaraciones de peritos y testigos efectuada en forma previa


ante el juez de garantía es una situación excepcional, toda vez que la regla general está constituida por la
interrogación personal de éstos en la audiencia. 408 Como se trata de una excepción, el tribunal de juicio oral
debe ser riguroso en la ponderación de las condiciones que exige el artículo 331 letra a) del CPP, debiendo
verificar si las circunstancias que justificaron proceder de un modo anticipado subsisten a la época del juicio,
esto es, si el testigo o perito falleció o ha caído en incapacidad física o mental, o estuviere ausente del país, o se
ignora su residencia, o que no pudiere declarar por motivos difíciles de superar.

404
Es lo que el Tribunal Constitucional Español denomina “conexión de antijuridicidad”. Ver en este sentido sentencia
028/2002, de 11 de febrero de 2002. Y Tribunal Supremo de España en sentencia N° 58/2003 de la Sala de lo Penal, de fecha 22 de
enero de 2003.
405
Ver arts. 276 inciso final y 277 letra e) del CPP
406
Ver arts. 10 y 278 del CPP
407
Ver arts. 280 y 191 del CPP
408
Ver art. 329 inciso 1° del CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 293


5.7.- Declaración del acusado

Como la declaración del imputado constituye un derecho y un mecanismo de defensa, puede


ejercer esta prerrogativa durante todo el procedimiento y en cualquiera de sus etapas. La actuación debe
verificarse en la audiencia y ante los intervinientes. 409

5.8.- Unión y separación de acusaciones 410

Es una facultad que la ley concede al juez de garantía basada en razones de economía
procesal y conveniencia práctica.

Su aplicación no puede perjudicar el derecho de defensa.

Se relaciona con la facultad legal de los fiscales para agrupar o separar investigaciones. 411

5.8.1.- Unión de acusaciones

Para que el juez de garantía haga uso de esta facultad debe existir una pluralidad de
acusaciones presentadas por el Ministerio Público, vinculadas entre ellas por referirse a un mismo hecho, a un
mismo acusado, o porque debieren ser examinadas unas mismas pruebas.

Si el juez estima conveniente someter todas estas acusaciones a un solo juicio oral y ello no
perjudicare el derecho de defensa, previo debate, dispondrá la unión de acusaciones y dictará un solo auto de
apertura.

5.8.2.- Separación de acusaciones

En este caso nos encontramos frente a una acusación presentada por el Ministerio Público
que se refiere a distintos hechos o diferentes imputados que, de ser conocida en un solo juicio oral, pudiere
provocar graves dificultades en la organización o desarrollo del juicio o detrimento de la defensa, y siempre
que ello no implique el riesgo de provocar decisiones contradictorias.

Si el juez de garantía así lo estima, previo debate, dictará autos de apertura de juicio oral
separados ya para los distintos hechos, ya para los distintos imputados.

5.9.- Dictación del auto de apertura de juicio oral

Agotados los temas de la audiencia, el juez de garantía debe proceder a dictar el auto de
apertura de juicio oral, sentencia interlocutoria que pone fin a la etapa intermedia y cuyo contenido mínimo se
encuentra señalado en los artículos 37 y 277 del CPP y 169 del CPC en relación al artículo 52 del CPP, según
pasamos a detallar a continuación.

a.- Señalamiento del tribunal competente para conocer el juicio oral. 412 Este requisito se
refiere más bien a la competencia territorial (relativa), correspondiendo que conozca del juicio al Tribunal de
Juicio Oral en lo Penal con jurisdicción sobre el territorio en que se hubiere cometido el hecho que da motivo al

409
Ver arts. 98 y 326 del CPP
410
Ver art. 274 del CPP
411
Ver art. 185 del CPP
412
Ver art. 277 letra a) del CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 294


juicio, teniendo en cuenta, además, que el delito se considera cometido en el lugar donde se hubiere dado
comienzo a su ejecución. 413

Consideramos que el juez de garantía no tiene facultades para pronunciarse acerca de la


competencia material (absoluta) del Tribunal Oral, quedando reservado el debate y resolución de las
eventuales cuestiones o contiendas de competencia, al mismo Tribunal Oral o al superior jerárquico respectivo.

b.- La indicación de la o las acusaciones que deberán ser objeto del juicio y las
correcciones formales que se hubieren realizado en ellas. 414 Si sólo ha presentado acusación el Ministerio
Público, en el auto de apertura bastará con la trascripción o mención extractada pero fiel de su contenido.
Estimamos que no debe faltar la relación circunstanciada de los hechos, la calificación jurídica de los mismos,
las circunstancias modificatorias de responsabilidad invocadas, la participación atribuida y la penalidad
solicitada. Si además existe acusación particular, deberá hacerse igual mención a su respecto.

En relación con los vicios formales de la acusación, creemos que debe indicarse también el
resultado del análisis que el juez efectúe sobre la congruencia entre la formalización y la o las acusaciones.

c.- La enunciación de la demanda civil, en su caso. 415 Parece adecuado transcribir del modo
más fiel posible el libelo respectivo, para que el juez presidente del Tribunal Oral, en su oportunidad, esté en
condiciones de señalar esta pretensión junto con las acusaciones y, luego, para el pronunciamiento en la
sentencia definitiva. 416

d.- La transcripción de las convenciones probatorias que hubieren acordado las partes. 417 Es
muy importante que la redacción de los hechos que se dan por establecidos sea clara y precisa, de modo que
no sea necesario posteriormente efectuar una interpretación de su sentido y alcance, o que se exceda de los
hechos y comprenda calificaciones jurídicas. De otro lado, parece conveniente indicar también, en su caso, que
las partes no acordaron convención probatoria alguna.

e.- El señalamiento de las pruebas que deberán rendirse en el juicio oral. 418 Se trata de las
pruebas aceptadas y no excluidas después del debate respectivo.

En este punto el profesor Raúl Tavolari sostiene que por tratarse de una sentencia
interlocutoria firme, produce cosa juzgada y deviene en intangible para el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal,
de modo que éste último no podría, con posterioridad, en la audiencia aceptar prueba que ha sido excluida o
excluir prueba que ha sido ya aceptada. Refuerza este aserto con la institución de la preclusión y la ausencia de
facultades de revisión que el tribunal colegiado tiene respecto del juez de garantía, por no existir entre ellos
relación de superioridad jerárquica.

Si bien compartimos la posición del profesor Tavolari en cuanto sostiene que no pueden
recibirse en el juicio elementos de prueba que han sido expresamente excluidos durante la audiencia de
preparación, discrepamos de aquella parte de la conclusión que nos niega la posibilidad de excluir prueba
previamente aceptada.

Fundamos nuestro aserto en una razón de texto y en el rol que creo se les ha asignado a todos
los jueces penales. En primer lugar, el artículo 334 inciso 2° del CPP faculta expresamente al tribunal de Juicio
Oral en lo Penal para impedir que se incorpore como medio de prueba actas o documentos que dieren cuenta
de actuaciones o diligencias declaradas nulas, o en cuya obtención se hubieren vulnerado garantías

413
Ver arts. 16, 21 y 157 incisos 1° y 3° del COT
414
Ver art. 277 letra b) del CPP
415
Ver art. 277 letra c) del CPP
416
Ver arts. 325 inciso 2° y 342 letra e) del CPP
417
Ver arts. 275 y 277 letra d) del CPP
418
Ver art. 277 letra e) del CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 295


fundamentales. Impedir incorporar un elemento de prueba, sea que se haya ofrecido oportunamente o no, es
excluir. Luego, estimamos que los jueces penales en el nuevo sistema tienen la obligación de cautelar los
derechos de los litigantes, especialmente las garantías fundamentales del debido proceso, por lo que si en la
audiencia se demuestra que la manera de obtener una determinada información fue vulneratoria de garantías,
es deber del tribunal excluir esa fuente de información, recordemos que los órganos del Estado están
obligados a respetar y promover los derechos fundamentales. 419

f.- La individualización de quienes debieren ser citados a la audiencia de juicio oral, con
mención de los testigos a los que debiere pagarse anticipadamente sus gastos de traslado y habitación y los
montos respectivos. 420 Aquí deben singularizarse en forma completa los abogados litigantes, el acusado, los
testigos y los peritos, de tal manera que llegado el auto de apertura al tribunal de juicio oral, éste se encuentre
en condiciones de proceder a notificar y citar.

g.- La expresión en letras de la fecha y lugar en que se expide y la firma del juez que la
dictare. 421

h.- Disponer la devolución a los intervinientes de los documentos que hubieren


presentado durante la audiencia. 422 Como ejemplo de documentos presentados en la audiencia podemos
mencionar aquellos que sirven para determinar la existencia de las excepciones de previo y especial
pronunciamiento.

i.- La mención de que pone a disposición del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal a las
personas sometidas a prisión preventiva o a otras medidas cautelares personales. 423 Resulta indispensable,
además, señalar la época desde la cual el acusado se encuentra afecto a estas medidas y, en el caso de la prisión
preventiva, la fecha del último debate oral en que se hubieren ordenado o mantenido. 424 Conjuntamente con
lo anterior debe dejarse constancia de la época en que el acusado estuvo privado de libertad, ya detenido o
sujeto a prisión preventiva, para los efectos de la determinación de un eventual abono. 425

5.10.- Notificación y remisión del auto de apertura

Como se trata de una resolución que se dicta en audiencia, se entiende notificada a los
intervinientes en el momento de su lectura, dejándose constancia de ello en el estado diario. 426

En cuanto a la remisión del auto de apertura, la ley exige al juez de garantía que haga llegar
esta resolución al tribunal oral competente dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes a su notificación. 427

419
Ver artículo 5° inciso 2° de la CPRCH
420
Ver art. 277 letra f) del CPP
421
Ver arts. 37 y 52 del CPP; y 169 del CPC
422
Ver art. 279 del CPP
423
Ver art. 281 inciso 2° del CPP
424
Ver arts. 144 inciso 2°, 145 inciso 2° y 281 incisos 1° y 2° del CPP
425
Ver arts. 348 inciso 2° del CPP y 28 del CP
426
Ver art. 30 del CPP
427
Ver art. 281 inciso 1° del CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 296


Juicio Oral

En cuanto a la remisión del AAJO

Del mismo modo


Fecha el JG, excluirá las
5 días para
Audiencia pruebas que
MP apele
Preparación provinieren de
por exclusión
actuaciones o
prueba
diligencias que
Al término de hubieren sido
La Audiencia Causales declaradas nulas y
aquellas que
hubieren sido
obtenidas con
inobservancia de
Dictación Plazo para garantías
AAJO Remitir fundamentales

48 horas Una vez


Ejecutoriado

5.11.- Impugnación del auto de apertura

Esta sentencia interlocutoria sólo es susceptible de ser impugnada vía recurso de apelación,
que debe ser concedido en ambos efectos, únicamente cuando lo interponga el Ministerio Público por la
exclusión de pruebas decretada de acuerdo a lo previsto en el artículo 276 inciso 3° del CPP, esto es, por
provenir de actuaciones o diligencias declaradas nulas y aquellas que hubieren sido obtenidas con
inobservancia de garantías fundamentales. 428 En consecuencia, es inapelable en los demás casos.

En el proyecto original el auto de apertura no era susceptible de recurso alguno, sin embargo
la preocupación del Senado en el sentido de permitir que el juez de garantía rechace pruebas, sin que esta
resolución pueda ser apelable, lo que podría significar dejar a una de las partes en la indefensión antes de
empezar el juicio, especialmente en lo que dice relación con la prueba ilícita, generó la modificación del texto
del ejecutivo acordando establecer el recurso en los términos ya señalados.

6.- El juicio oral

6.1.- Recapitulación del sistema procesal penal

El nuevo sistema procesal penal, de corte acusatorio pretende enfrentar a dos partes, en un
terreno de igualdad - al menos teórica -, ante un tercero imparcial que dirime un conflicto de naturaleza penal,
constituido por un Tribunal, donde el Estado es una de esas partes, - el acusador - representada por el

428
Ver art. 277 inciso final del CPP

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 297


Ministerio Público como un órgano autónomo. De la otra, está quien es acusado de la comisión de un delito,
normalmente será una persona natural, pero a efectos de algunos delitos especiales, como por ejemplo el delito
de lavado de activos puede ser una persona jurídica de derecho privado o incluso, una empresa del Estado. 429

Estos tres actores, llamados intervinientes en el artículo 12 del CPP, se desenvuelven a través
de un procedimiento - el ordinario - , que está compuesto de tres fases: la de investigación; la de preparación
del juicio oral o etapa intermedia, como también se la conoce y la de juicio oral.

El tercero imparcial que dirime los conflictos que se presentan, en nuestro sistema están
constituidos por un juez de garantía, como tribunal unipersonal y un tribunal colegiado, que es el Tribunal de
Juicio Oral en lo Penal.

Sus funciones y participación en un mismo procedimiento son distintas, si bien persiguen un


único y común objetivo, esto es, la realización de un juicio justo. Así, el juez de garantía participa en la fase de
investigación y en la fase intermedia y su finalidad primordial es la custodia de los derechos establecidos a
favor de los intervinientes. En tanto, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal, tiene como misión velar por el
desarrollo de un juicio oral y público, al amparo de una serie de principios que lo conforman, tales como la
continuidad, publicidad, oralidad, etc., que más adelante desarrollaremos brevemente, debiendo al final del
juicio dictar ya sea una sentencia condenatoria o absolutoria fundada y que puede ser revisada por un
Tribunal Superior - que puede ser la Corte de Apelaciones o la Corte Suprema -cuando se interponga un
recurso de nulidad en su contra por el fiscal, querellante o el defensor, o por todos indistintamente.

De las partes que se enfrentan, la estatal, constituida como se ha dicho por el ministerio
público o fiscalía como único ente persecutor, 430 es lógicamente la que se ve más poderosa y la otra, puede ser
simplemente cualquier persona, como Ud. o yo, o bien una persona jurídica, tratándose, por ejemplo de los
delitos de lavado de activos.

Tal desigualdad, la ley pretende equipararla dotando al perseguido criminalmente, con una
serie de garantías que fijan su estatuto básico y que se constituye en su verdadero escudo protector.

Desde ya, el CPP enumera en diversos artículos del Libro I, una serie de principios básicos, o
garantías, a saber, entre otras, como ya vimos en capítulos anteriores:

Nadie puede ser condenado ni sometido a medidas de seguridad, sino en virtud de una
sentencia fundada y dictada por un tribunal imparcial (art. 1 CPP)

Toda persona tiene derecho a un juicio previo, oral y público, desarrollado conforme las
normas que previene este CPP (art. 1 CPP)

La persona condenada, absuelta o sobreseída definitivamente por sentencia ejecutoriada, no


podrá ser sometida a un nuevo procedimiento penal por el mismo hecho, es lo que se conoce como única
persecución (art. 1 CPP)

Nadie puede ser juzgado por comisiones especiales, sino por el tribunal que señalare la ley y
que se hallare establecido por ésta con anterioridad a la perpetración del hecho (art. 2 CPP)

429
Nota: Véase al efecto la Ley N° 20.393 relativa a La Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas en los delitos de lavado
de activos, financiamiento del terrorismo y delitos de cohecho. Para los delitos de lavado de activos también puede obtenerse como
pena accesoria, la disolución o cancelación de la personalidad jurídica, como indica el inciso final del artículo 28 de la ley N°19.913.
430
Nota: El legislador ha dejado la etapa de la investigación de un ilícito que pudiere revestir connotación criminal o penal,
exclusivamente al Ministerio Público que, según el artículo 1° de la Ley Orgánica que lo crea señala, “...es un organismo autónomo y
jerarquizado, cuya función es dirigir en forma exclusiva la investigación de los hechos constitutivos de delito, los que determinen la
participación punible y los que acrediten la inocencia del imputado y, en su caso, ejercer la acción penal pública en la forma prevista por
la ley. De igual manera, le corresponderá la adopción de medidas para proteger a las víctimas y a los testigos. No podrá ejercer
funciones jurisdiccionales”. Ley N°19.460, LOC del Ministerio Público, publicada en el Diario Oficial de 15 octubre de 1999.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 298


Exclusividad de la investigación penal por parte del Ministerio Público (art. 3 CPP)

Ninguna persona será considerada culpable ni tratada como tal en tanto no fuere condenada
por una sentencia, es lo que se conoce como presunción de inocencia (art. 4 CPP)

Legalidad de las medidas privativas o restrictivas de libertad e interpretación restrictiva de


las normas que restringen la libertad o el ejercicio de algunas de sus facultades y la prohibición de la aplicación
por analogía (art. 5 CPP)

Protección de la víctima por parte del Ministerio Público y garantía de parte de los tribunales
de velar por la vigencia de sus derechos durante el procedimiento (art. 6 CPP)

La calidad de Imputado se adquiere desde la primera actuación del procedimiento dirigido


en su contra – de allí que pueda definirse al imputado como la persona a quien el Ministerio Público le
atribuyere participación en un hecho punible. Para este efecto, se entenderá por primera actuación del
procedimiento cualquiera diligencia o gestión, sea de investigación, de carácter cautelar o de otra especie, que
se realizare por o ante un tribunal con competencia en lo criminal, el ministerio público o la policía, en la que
se atribuyere a una persona responsabilidad en un hecho punible (art. 7 CPP)

El imputado tiene derecho a ser defendido por un letrado (abogado) desde la primera
actuación del procedimiento dirigido en su contra y él mismo tiene derecho a formular los planteamientos y
alegaciones que considere oportunos, así como a intervenir en todas las actuaciones judiciales (art. 8 CPP)

Toda actuación del procedimiento que privare al imputado o a un tercero del ejercicio de los
derechos que la Constitución asegura, o lo restringiere o perturbare, requerirá de autorización judicial previa.
En consecuencia, cuando una diligencia de investigación pudiere producir alguno de tales efectos, el fiscal
deberá solicitar previamente autorización al juez de garantía. Tratándose de casos urgentes, en que la
inmediata autorización u orden judicial sea indispensable para el éxito de la diligencia, podrá ser solicitada y
otorgada por cualquier medio idóneo al efecto, tales como teléfono, fax, correo electrónico u otro, sin perjuicio
de la constancia posterior, en el registro correspondiente. No obstante lo anterior, en caso de una detención se
deberá entregar por el funcionario policial que la practique una constancia de aquélla, con indicación del
tribunal que la expidió, del delito que le sirve de fundamento y de la hora en que se emitió (art. 9 CPP)

En cualquiera etapa del procedimiento en que el juez de garantía estimare que el imputado
no está en condiciones de ejercer los derechos que le otorgan las garantías judiciales consagradas en la
Constitución Política, en las leyes o en los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren
vigentes, adoptará, de oficio o a petición de parte, las medidas necesarias para permitir dicho ejercicio, es lo
que se conoce como cautela de garantías. (Art. 10 CPP)

De la manera anotada, esto es, dotando al sujeto perseguido criminalmente de un haz de


derechos, de quien debe, además, presumirse su inocencia, se pretende justificar una condena basada en un
procedimiento racional y justo como señala nuestra CPRCH, que no es más que lo que en otros lados se conoce
como debido proceso, eso es lo que en el fondo justifica para una sociedad democrática su condena.

En mi opinión, esta es la única manera de entender la idea “garantista” que regula nuestro
sistema supranacional, constitucional y legal y que algunos, lamentablemente hacen sinónima de impunidad.

Lo medular acá, no es la dictación de sentencias absolutorias, que las habrá siempre, sino que
cuando se dispongan sentencias condenatorias, es que ellas hayan sido precedidas de un proceso justo, debido
y racional, donde se hayan respetado para el juzgado todas sus garantías y que, además las sentencia que
resuelve sea fundada y ello, por una doble exigencia, la del condenado de saber porqué fue condenado y para
la parte contraria, el saber la exacta motivación y fundamentación de la misma, lo que podría permitir la
revisión de la sentencia en sede de nulidad por la Corte de Apelaciones respectiva o bien la Corte Suprema.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 299


Debemos dejar sentado también, que las aludidas garantías pueden ser restringidas en casos
excepcionales por el propio legislador y la finalidad última de tales restricciones dicen relación, respecto de
algunos delitos, con lograr finalmente la persecución de tales ilícitos.

Veremos también, más adelante, que en materia de prueba no es fácil obtener elementos
incriminatorios directos que acrediten la comisión algunos delitos y aquí será fundamental recurrir a la prueba
indiciaria.

Volviendo al proceso mismo, las tres fases que la componen a que se ha hecho alusión,
tienen finalidades precisas y determinadas.

En la etapa de investigación, que el MP adjunte fuentes de prueba en un tiempo acotado y


máximo de dos años que le fija la ley, una vez que la formalice judicialmente en contra de un sujeto
determinado y practicadas las diligencias necesarias para la averiguación del hecho punible y sus autores,
cómplices o encubridores, el fiscal declarará cerrada la investigación y dentro de un plazo de 10 días,
señalados en el artículo 248 del CPP le llevarán al final, plantearse ante la triple disyuntiva que le señala el
señalado artículo, esto es: a) Solicitar el sobreseimiento definitivo o temporal de la causa; b) Formular
acusación, cuando estimare que la investigación proporciona fundamento serio para el enjuiciamiento del
imputado contra quien se hubiere formalizado la misma, ó c) Comunicar la decisión del ministerio público de
no perseverar en el procedimiento, por no haberse reunido durante la investigación los antecedentes
suficientes para fundar una acusación. Esta fase comenzará cuando el MP tenga una noticia “criminis”, es
decir, cuando llegue a su conocimiento la perpetración de algún ilícito. Esta investigación es desformalizada y
no tiene límite en cuanto al tiempo, salvo el normal de la prescripción de los delitos que se investiguen. Una
vez que el fiscal ha formalizado en contra de un imputado, le nace el plazo legal perentorio y máximo de 2
años para concluir su investigación y ese acto “comunicacional y garantista” que realiza el fiscal ante el juez de
garantía produce determinados efectos, que están contemplados en el artículo 233 del Código Procesal Penal.
Así, por ejemplo, la formalización suspenderá el curso de la prescripción de la acción penal, comenzará a
correr el plazo máximo de 2 años para culminar la investigación y el Ministerio Público perderá la facultad de
archivar provisionalmente el procedimiento; pero, aún más, una vez que se ha formalizado en contra de un
imputado, el Ministerio Público puede pedir la medida cautelar de la prisión preventiva o alguna de las
cautelares personales menores del artículo 155 del Código Procesal Penal en contra de ese sujeto. En materia de
lavado de activos, el MP puede solicitar al Juez de Garantía que decrete cualquier medida cautelar real. Pero,
también de conformidad con lo dispuesto en el artículo 234 del CPP, si alguno de los intervinientes estima que
el plazo legal es muy extenso atendida las características de la investigación y con el fin de cautelar las
garantías del imputado, podrá señalarle al juez de Garantía que fije uno menor a ese plazo, y si el juez accede,
oyendo previamente al Ministerio Público, se fija lo que se llama un plazo judicial para el término de la
investigación, el que siempre será inferior al legal de los 2 años. Si decide acusar, su acusación penal, deberá
hacerse por escrito y contener todas y cada una de las menciones del artículo 259 del CPP, ella es presentada al
juez de Garantía y aquél ordenará notificar a todos los intervinientes y citará a una audiencia de “preparación
del juicio oral”, la que tendrá lugar no antes de 25 ni después de 30 días.

La fase intermedia, esta fase se inicia con la presentación que el fiscal haga, por escrito, de su
acusación penal – excepcionalmente su acusación podrá ser verbal, tratándose del juicio inmediato – y se
verificará en ella una audiencia central, como ya se adelantó, esto es, la audiencia de preparación del juicio oral
, la finalidad de aquella es que básicamente se le muestra o enuncia a la defensa, la futura prueba de cargo con
que el ente persecutor cuenta y los antecedentes de la investigación que la respaldan, para que puedan debatir
sobre la misma, con la posibilidad que se da a la defensa, de solicitar su exclusión, entre otras causales, 431 por

431
Nota: Véase HERMOSILLA IRIARTE, Francisco “Apuntes Sobre la Prueba en el Código Procesal Penal”, Editorial Librotecnia, 1°
edición, año 2006, págs.32 y 33), donde señalo: “Eventualmente, el juez de garantía puede disponer la exclusión de pruebas en los
siguientes casos: por tratarse de pruebas (cualquiera sea su naturaleza) manifiestamente impertinentes, esto es, que no dicen relación
con el objeto del juicio; por referirse a pruebas que tienen por objeto acreditar hechos públicos y notorios, esto es, sucesos de la
naturaleza por todos conocidos, acontecimientos históricos relevantes y, en general, todos aquellos hechos de los cuales tienen
normalmente conocimiento las personas sensatas o sobre lo que ellas se pueden informar en fuentes confiables; por estimar que es
superabundante y dilatoria, tratándose de la prueba testimonial y documental que tuviere por objeto acreditar unos mismos hechos o
circunstancias que no guardan pertinencia sustancial con la materia del juicio y produzcan en él efectos puramente dilatorios; por

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 300


vulneración de garantías fundamentalmente en su obtención, situación que es finalmente resuelta por el juez
de garantías, resolución que puede ser revisada por la vía del recurso de apelación ante la Corte de
Apelaciones respectiva. Termina la señalada audiencia con una resolución del Juez de garantía, denominada
“auto de apertura del juicio oral” y que debe contener las menciones que señala el artículo 277 del CPP, entre
ellas se destaca: 1) La o las acusaciones que deberán ser objeto del juicio y las correcciones formales que se
hubieren realizado en ellas; 2) La demanda civil; 3) Los hechos que se dieren por acreditados, en conformidad
con lo dispuesto en el artículo 275 (es decir las convenciones probatorias); 4) Las pruebas que deberán rendirse
en el juicio oral, de acuerdo a lo previsto en el artículo anterior, y 5) La individualización de quienes debieren
ser citados a la audiencia del juicio oral (es decir testigos y peritos).

La fase del Juicio Oral, la fase del juicio oral comienza cuando el Tribunal Oral recibe el auto
de apertura del juicio oral que dictó el juez de garantía correspondiente y dicha resolución deberá ser enviada,
normalmente, dentro de 48 horas al Tribunal de Juicio Oral en lo Penal que sea competente, quienes
notificarán y citarán a todos los intervinientes, testigos y peritos a una o más audiencias para celebrar el juicio
oral, en una fecha que no podrá ser inferior a 15 ni posterior a 60 días, contados desde la fecha en que se
celebró la audiencia de preparación del juicio oral. En una o más audiencias que constituyen el juicio oral
mismo, deben estar presentes ineludiblemente, el fiscal, eventualmente puede haber un querellante, el
defensor, el acusado y el Tribunal en pleno. En estas audiencias es donde se desahoga la prueba ofrecida por el
MP, la parte querellante, si la hubiere y por la defensa, ante un tribunal colegiado, compuesto por tres jueces,
quienes al final de la audiencia, o en un plazo razonable de horas, posterior, que no puede exceder las 24 horas,
aquellos magistrados darán a conocer en audiencia pública su decisión de absolución o condena de él o los
acusados, luego, podrá proseguirse con una audiencia de determinación de pena, para el efecto de que fuere
ella condenatoria de conformidad a lo prevenido en el artículo 343 del CPP y, por último, y dentro del quinto
día contado desde la audiencia de lectura de la decisión de absolución o condena, por regla general, se dictará
y leerá en audiencia especial, citada al efecto, la sentencia que da los razonamientos y fundamentos acabados
de su decisión. Aquí son claves la contradictoriedad de la prueba en el desarrollo del juicio, el permitir un
juicio con igualdad de armas, el no condenar por hechos no contenidos en la acusación, aun cuando el Tribunal
puede recalificarlos jurídicamente, siempre que le avise previamente a los intervinientes y, finalmente y esto
para mí es lo más importante, la existencia de una valoración racional y libre de toda la prueba rendida en el
juicio oral y que explicite de manera fundada su decisión. La sentencia definitiva que dicte el Tribunal del
Juicio es susceptible sólo del recurso de nulidad, que será competente, según cuál sea la causa de nulidad
alegada, la Corte de Apelaciones o la Corte Suprema, quienes podrán a groso modo, invalidar o anular el juicio
oral y la sentencia o sólo la sentencia y dictar, en contados casos sentencia de reemplazo.

Juicio Oral
IMPUTADO ACUSADO ACUSADO

POLICÍA Y PERITAJES TESTIGO Y PERITO TESTIGO Y PERITO

MINISTERIO PÚBLICO MINISTERIO PÚBLICO MINISTERIO PÚBLICO

DEFENSOR DEFENSOR DEFENSOR

ACUSADOR
VÍCTIMA QUERELLANTE
PARTICULAR

ADJUNTAR PRUEBA DEPURAR PRUEBA RENDIR PRUEBA

JUEZ DE GARANTÍA JUEZ DE GARANTÍA TJOP

FASE INVESTIGACIÓN FASE INTERMEDIA JUICIO ORAL

consistir en pruebas que provinieren de actuaciones o diligencias que hubieren sido declaradas nulas. Este punto se encuentra
íntimamente relacionado con el tema de la nulidad procesal de las actuaciones o diligencias judiciales defectuosas y finalmente, por
tratarse de pruebas que hubieren sido obtenidas con inobservancia de garantías fundamentales. Todos los autores coinciden en señalar
que esta causal de exclusión constituye un gran avance normativo del Derecho Procesal Chileno, llegando incluso a hablar de la
“constitucionalización del Derecho Procesal”.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 301


6.2.- Los dos esquemas básicos de valoración de la prueba

Como ya anticipamos, existen dos esquemas bien diferenciados el uno del otro, en lo que a
sistema probatorio se refiere; así diremos que en general, tenemos por un lado el de la prueba legal o tasada y,
por el otro, el de la prueba de libre convicción, que en nuestro caso actual, estimaba estaba morigerada, en
relación al antiguo sistema, sin embargo, me he dado cuenta con el transcurso del tiempo que ello no es así,
pues el sistema actual es mucho más exigente para los jueces que se desempeñan en el área de los delitos.

Esta exigencia, al decir del profesor BROWN, 432 queda de manifiesto en que en el sistema de
libre convicción, el sentenciar es mucho más complejo que en el de la prueba tasada, pues, en el primero, el
legislador es quien ponía un freno a la interpretación que el juez podía hacer de la prueba, fijándole distinto
valor a cada prueba; empero, hoy el legislador le ha dejado esta tremenda responsabilidad al propio juez,
como bien señala dicho autor “En el de la prueba tasada el juzgador no realiza gran parte de la actividad
axiológica, porque ya la realizó la ley al tasar la prueba y al imponerle un valor a cada una de ellas; mientras
en el sistema de libres convicciones la ley no realiza valoración de prueba alguna; no plasma en normas
jurídicas juicio previo alguno acerca de esa valoración, deja esa actividad en manos del sentenciante. Sin
embargo, exige del juzgador una intervención intelectual, un trabajo y una responsabilidad mucho mayores, al
punto de constituirse este método de supuesta libertad, en un sistema de severa exigencia de apreciación”. 433 ;
ello, porque frente a la valoración de la prueba los jueces de la Reforma Procesal Penal deben tener presente,
no sólo los principios de la lógica, los conocimientos científicamente afianzados y las máximas de la
experiencia, sino que además a la correcta ritualidad en el nacimiento de la prueba en la fase de la
investigación, sin olvidar jamás las garantías constitucionales de un debido proceso, de un derecho a defensa
técnica resguardada y en general, a todos aquellos derechos garantidos a favor del imputado o acusado y
reconocido en pactos internacionales recogidos por la legislación chilena, 434 los que son obligatorios en su
aplicación por la norma del artículo 5 de la Constitución Política de la República, que en su parte pertinente
expresa: “ El ejercicio de la soberanía reconoce como limitación el respeto a los derechos esenciales que
emanan de la naturaleza humana. Es deber de los órganos del Estado (Poder Judicial) respetar y promover
tales derechos, garantizados por esta Constitución, así como por los tratados internacionales ratificados por
Chile y que se encuentren vigentes”.

Siguiendo al profesor DEL RÍO FERRETTI, 435 se concluye que en los dos sistemas
probatorios que hemos conocido, el de prueba legal y tasada versus el de libre convicción, “proponen maneras
antagónicas de ordenar lo que se denomina la actividad probatoria”.

En efecto, el primero es de oficialidad, por cuanto aquí es el propio Juez como órgano
persecutor, quien se “aporta” su propia prueba para formarse una convicción; en cambio, en el actual sistema
del Código Procesal Penal, son las partes (ministerio público y defensa), quienes aportan sus respectivas y
contradictorias pruebas para lograr “convencer” a cada juez de que su posición es la correcta, es decir, de que
los hechos que le están acreditando en el juicio ocurrieron de la forma en que ellos señalan.

En éste último sistema, cuando los jueces entran a la sala del juicio oral, sólo conocen de
antemano la versión de los hechos que intentará, o mejor dicho, deberá acreditar el ministerio público. Sin

432
BROWN, Guillermo; “Límites a la valoración de la Prueba en el Proceso Penal”, Editorial Jurídica Nueva Tesis, Argentina, año
2002.
433
BROWN, Guillermo, Ob.cit. págs. 65 y66
434
Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica), suscrita en San José de Costa Rica el
22/11/1969 en la Conferencia Especializada Interamericana sobre Derechos Humanos, con igual fecha de adopción, en vigor
internacional para Chile de fecha 21 de agosto de 1990, mediante decreto promulgatorio N°873 de 23 de agosto de 1990, publicada en
el Diario Oficial el 5 de enero de 1991; Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, adoptado y abierto a la firma, ratificación y
adhesión por la Asamblea General en su resolución 2200 A (XXI) de 16/12/1966, con igual fecha de adopción, en vigor internacional
para Chile de 10 mayo de 1972, mediante decreto promulgatorio N°778 de 30 de noviembre de 1976 y publicado en el Diario Oficial con
fecha 29 de abril de 1989.
435
DEL RÍO FERRETTI, Carlos; ob. cit.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 302


embargo, ellos desconocen si realmente la versión ofrecida por el ente persecutor es completa o parcial, es
decir, puede perfectamente presentárseles una visión que no concuerde plenamente con la realidad.

Por ello creo que uno de los principales problemas a resolver, en la aplicación del nuevo
sistema, pasa por el “uso” o “abuso” que hagan las partes de la verdad, eso es algo que no deja de preocupar a
los jueces, el nuevo sistema “disfraza” verdades o las da a medias.

El uso más o menos correcto de las teorías del caso de la fiscalía y ciertas actitudes de la
defensa, parecen, a veces, rozar el límite de lo ético en lo tocante a la verdad.

La solución del caso concreto no siempre calza con la justicia del caso particular, los jueces,
muchas veces, sin necesidad de conocer antecedentes anteriores de la investigación, “olfatean” que lo que se
les está presentado en estrados es una verdad a medias, es una porción de lo realmente ocurrido; normalmente
la fiscalía elige la opción de lo que cree poder probar y la defensa, conocedora de aquellas debilidades de la
investigación las explota, muchas veces en desmedro de una solución que pudiera ser más justa.

Por todo lo anterior, la valoración que se haga de la prueba rendida en el juicio oral, de
acuerdo a las nuevas pautas debe ser de una exigencia, estimo superior a la del antiguo sistema, pues aquí no
sólo hay que valorar una prueba que “terceros” le aportan a los jueces, sino que, además hay que analizarla en
el contexto del resto de la prueba rendida, la que sirve para arribar a una determinada convicción y la que se
desecha, precisamente, por haber optado por aquella convicción, razonando en cada caso su porqué.

Pero, además, esta prueba de cargo que nos presente el ministerio público siempre chocará
con una de las siguientes dos opciones posibles de la defensa: ya sea, el silencio del acusado, con todo lo que
aquello conlleva, pues hoy en día, esa actitud sí tiene un valor para los jueces, porque implica simplemente que
el acusado se ha acogido a una prerrogativa reconocida por el sistema supranacional, “su inocencia”, mientras
no se le pruebe lo contrario; o bien y como segunda alternativa, el acusado puede presentar una “versión”
distinta a la de la fiscalía de cómo ocurrieron los hechos, que nos lleve a los jueces o bien a descartarle de plano
su participación o a absolverlo por la concurrencia de eximentes de responsabilidad penal, o en caso contrario,
a morigerarle la pena por favorecerle circunstancias aminorantes de la misma.

6.2.1.- En torno a una idea sobre la prueba legal o tasada

En el primer sistema, esto es, el del antiguo Código de Procedimiento Penal, en un decir
leído alguna vez al profesor RAÚL TAVOLARI 436 , “es el legislador el que en definitiva se ha sentado en el lugar del
juez” y le ha señalado cuál es el peso específico de cada prueba, limitándolo en gran medida en lo tocante a la
valoración que él deba darle a cada medio probatorio con el que se enfrenta, no así, en lo referente a los
hechos, donde aquél por el contrario tiene mayor libertad para determinar cuáles son los que debe o quiere
probar, porque aquí la libertad viene dada por las circunstancias concretas de cada caso que se le presenta, lo
que hace precisamente entretenida esta cuestión para los falladores, porque nunca resuelven dos ilícitos
normativamente iguales de manera semejante .

Al decir del profesor BROWN, 437 en el sistema inquisitivo “la única defensa del imputado eran
las reglas que reglamentaban estrictamente los medios probatorios del proceso oficiosamente. Prevalecía el criterio de la ley
sobre el criterio del juez”.

Estimo que resolver una controversia penal (esto es la imputación de un delito a un


inculpado) en el antiguo sistema, no era una tarea muy compleja, siempre y cuando la investigación de esos
hechos y de la participación atribuida a un ciudadano, fuera objetiva y completa, recopilando así todo
antecedente probatorio que les fuera útil como elemento de cargo o descargo.

436
TAVOLARI OLIVEROS, Raúl; apuntes sobre la Prueba, año 2001
437
BROWN, Guillermo; Ob.cit.pág.21

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 303


La Ley, esto es, el Código de Procedimiento Penal, casi se encargaba automáticamente del
resto, así les decía por ejemplo en el artículo 457 cuáles eran los únicos medios por los cuales se acreditaban los
hechos en un juicio criminal, eran seis y nada más que seis; los testigos, el informe de peritos, la inspección
personal de los jueces, los instrumentos, ya fueran ministerio públicos o privados, la confesión (que era la
“reina”) y las presunciones o indicios.

Hoy, hay libertad de medios de prueba, todo hecho se prueba con cualquiera cosa o
elemento que sirva para ello.

6.3.-Los distintos sistemas de enjuiciamiento criminal y la prueba

En el inquisitivo, eran los jueces los que cumplían con más de una labor, por un lado
investigaban la existencia del hecho punible, al recibir una denuncia, o bien lo hacían de oficio y luego, si
estimaban que existían presunciones fundadas de la existencia de un delito y de la participación del inculpado
en aquél, ya sea como autor, cómplice o encubridor, lo sometían a proceso, ello con la prueba que ellos mismos
se adjuntaban, luego, llegaba un momento en que debían pesar la prueba inculpatoria que tenían, la que, si era
de magnitud, les colocaba en la obligación de acusar, recién ahí, abrían el proceso al acusado, dándole
oportunidad de recibir prueba de descargo al contestar la acusación, y con o sin esa prueba, debían dictar
sentencia.

En pocas palabras diré que en el sistema inquisitivo era donde a los jueces el legislador les
daba una prueba tasada, pues aquí el legislador partía de la idea de que ellos debían tener una limitación
frente a la libertad de obtener para su convicción la prueba de cargo que estimaran, lo que nos dice que la
confianza que el legislador le tenía a los magistrados no era tanta.

Por otro lado, se situaba al acusado como un objeto de la persecución penal y sus derechos
no tenían tanta importancia en cuanto los jueces se apegaran a una correcta valoración de la prueba, esto es, a
tasar correctamente cada una de las pruebas que ellos mismos se aportaran, por ello les era tan importante su
confesión, debe pensarse que aquél podía incluso renunciar a rendir prueba de descargo. 438

Precisamente, el rol del juez en el nuevo sistema ha dejado de ser activo en el recogimiento
de datos que le sirvan para una sentencia absolutoria o condenatoria y son las partes, ministerio público y/o
querellante y la defensa, quienes debe aportarle a los magistrados del tribunal oral en lo penal, toda la prueba
que avale sus respectivas posiciones antagónicas, en un juicio que por principio es adversarial y contradictorio.

Una de las claves del nuevo sistema probatorio, radica principalmente en que ahora los
jueces no “aportan” prueba, pese a que incluso están facultados para interrogar a testigos o peritos, pero
sujetos a la limitación de aclarar solamente sus dichos, por eso, es dable sostener que sobre los litigantes recae
la carga de probar o mejor dicho, como sostiene DEL RÍO FERRETTI, 439 “la función de probar, pues se parte del
supuesto que ello se da dentro de la idea del sistema y principio acusatorio”.

En el actual sistema, en cambio, esto es un acusatorio reformado, o bien, un inquisitivo


reformado, dependiendo desde que óptica se le mire, los jueces orales están completamente ajenos a la etapa
de investigación de los ilícitos, ella le compete única y exclusivamente al ministerio público, 440 es aquél quien
le debe aportar a los magistrados, los elementos de prueba suficientes que sustenten su acusación penal, a los
jueces sólo les toca valorarla.

438
Véase artículo 449 del CPP
439
Carlos del Río Ferretti, ob.cit.
440
Nota: El artículo 3 del Código Procesal Penal, dispone: “ El ministerio público dirigirá en forma exclusiva la investigación de
los hechos constitutivos de delito, los que determinaren la participación punible y los que acreditaren la inocencia del imputado, en la
forma prevista por la Constitución y la Ley”.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 304


Según GUILLERMO BROWN 441 la valoración de la prueba parte mucho antes que la
sentencia, ella parte en la etapa de investigación, “La instrucción penal tiene una actividad valorativa de la
prueba reunida desde un principio del proceso...cabe entonces afirmar que esa actividad de apreciación de
prueba, en principio, también es realizada por el ministerio público”.

Compartimos plenamente este aserto del profesor argentino, por cuanto los fiscales al
formalizar por un delito determinado, ya deben hacer una “mini” o breve valoración de la prueba que tienen,
por cuanto deben comunicar que a un sujeto se le investiga por un ilícito determinado. Esta valoración sube, o
sea, es más exigente, al momento en que ellos soliciten, por ejemplo la medida cautelar de la prisión
preventiva, como se desprende de los literales a) y b) del artículo 140 del Código Procesal Penal, es decir,
respectivamente, ”que existen antecedentes que justificaren la existencia del delito que se investigare” y “que
existen antecedentes que permitieren presumir fundadamente que el imputado ha tenido participación en el
delito como autor, cómplice o encubridor”.

Además, y mirado desde el justiciable, el acusado ahora pasa a ser un sujeto de derechos y
deben los jueces velar porque se le respeten sus derechos y garantías constitucionales, ya se encarga el Código
Procesal Penal de remarcarles aquello, al punto que por ejemplo, después de una detención sin lectura de
derechos, o al menos, sin constancia fehaciente de aquél suceso, son el juez y/o el ministerio público, por
mandato del artículo 136 del Código Procesal Penal, quienes deben hacerlo.

6.4.- La Fase de Juicio Oral

El Código Procesal Penal contempla en el Libro II, Título III, entre los artículos 281 y 351 el
Juicio Oral y este articulado está dividido en diez párrafos que se refieren a los siguientes tópicos:

6.4.1.- Actuaciones Previas al Juicio Oral (Art. 281)

Artículo 281.- Fecha, lugar, integración y citaciones. El juez de garantía hará llegar el auto de apertura del juicio oral
al tribunal competente, dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes al momento en que quedare firme.
También pondrá a disposición del tribunal de juicio oral en lo penal las personas sometidas a prisión preventiva
o a otras medidas cautelares personales.
Una vez distribuida la causa, cuando procediere, el juez presidente de la sala respectiva procederá de inmediato a
decretar la fecha para la celebración de la audiencia del mismo, la que deberá tener lugar no antes de quince ni después de
sesenta días desde la notificación del auto de apertura del juicio oral.
Señalará, asimismo, la localidad en la cual se constituirá y funcionará el tribunal de juicio oral en lo penal, si se
tratare de alguno de los casos previstos en el artículo 21 A del Código Orgánico de Tribunales.
En su resolución, el juez presidente indicará también el nombre de los jueces que integrarán la sala. Con la
aprobación del juez presidente del comité de jueces, convocará a un número de jueces mayor de tres para que la integren,
cuando existieren circunstancias que permitieren presumir que con el número ordinario no se podrá dar cumplimiento a lo
exigido en el artículo 284.
Ordenará, por último, que se cite a la audiencia de todos quienes debieren concurrir a ella. El acusado deberá ser
citado con, a lo menos, siete días de anticipación a la realización de la audiencia, bajo los apercibimientos previstos en los
artículos 33 y 141, inciso cuarto

6.4.2.- Principios del Juicio Oral (Arts. 282 a 291)

Muchos de los principios tratados anteriormente encuentran aplicación en el juicio oral.

441
BROWN, Guillermo; Ob.cit.págs.15 y 16.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 305


IMPARCIALIDAD
DEL INMEDIACIÓN
TRIBUNAL
ORALIDAD
PUBLICIDAD

PRINCIPIOS DEL JUICIO ORAL

IGUALDAD
CONTRADICCIÓN CONCENTRACIÓN

CONTINUIDAD

Juicio Oral

CONTRADICTORIO

Cada parte tiene derecho a ofrecer su propia


información al Tribunal, sin embargo, la contraria, a su
vez, tiene el derecho a controvertir dicha información,
ello en general, se logrará mediante tres mecanismos:

1. Contra interrogatorios
2. Uso del artículo 332 CPP
3. Prueba sobre Prueba

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 306


Juicio Oral

- Objetivos del Principio de


Contradicción:
- Asegurar la calidad de la información
que deberá pasar el test de poder ser
controvertida por la contraria, sólo así
se intentará asegurar su verdadero
valor “verdad”.
- Dar oportunidad a la contraria de
hacerse cargo de la prueba rendida.
- Dar confianza al Tribunal al momento
de resolver.

Artículo 282. Continuidad del juicio oral. La audiencia del juicio oral se desarrollará en forma continua y
podrá prolongarse en sesiones sucesivas, hasta su conclusión. Constituirán, para estos efectos, sesiones
sucesivas, aquéllas que tuvieren lugar en el día siguiente o subsiguiente de funcionamiento ordinario del
tribunal.

Artículo 283.- Suspensión de la audiencia o del juicio oral. El tribunal podrá suspender la audiencia hasta por dos
veces solamente por razones de absoluta necesidad y por el tiempo mínimo necesario de acuerdo con el motivo de la
suspensión. Al reanudarla, efectuará un breve resumen de los actos realizados hasta ese momento.
El juicio se suspenderá por las causas señaladas en el artículo 252. Con todo, el juicio seguirá adelante cuando la
declaración de rebeldía se produjere respecto del imputado a quien se le hubiere otorgado la posibilidad de prestar
declaración en el juicio oral, siempre que el tribunal estimare que su ulterior presencia no resulta indispensable para la
prosecución del juicio o cuando sólo faltare la dictación de la sentencia.
La suspensión de la audiencia o la interrupción del juicio oral por un período que excediere de diez días impedirá
su continuación. En tal caso, el tribunal deberá decretar la nulidad de lo obrado en él y ordenar su reinicio.
Cuando fuere necesario suspender la audiencia, el tribunal comunicará verbalmente la fecha y hora de su
continuación, lo que se tendrá como suficiente citación.

Artículo 284. Presencia ininterrumpida de los jueces y del ministerio público en el juicio oral. La audiencia del
juicio oral se realizará con la presencia ininterrumpida de los jueces que integraren el tribunal y del fiscal, sin perjuicio de
lo dispuesto en el artículo 258. Lo dispuesto en el inciso final del artículo 76 respecto de la inhabilidad se aplicará también
a los casos en que, iniciada la audiencia, faltare un integrante del tribunal de juicio oral en lo penal. Cualquier infracción
de lo dispuesto en este artículo implicará la nulidad del juicio oral y de la sentencia que se dictare en él.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 307


Juicio Oral
Manifestaciones de la Inmediación
a. El tribunal formará su convicción sólo sobre la
base de la prueba producida durante el juicio oral
arts. 296, 297 y 340.
b. La presencia ininterrumpida de los jueces es un
requisito de validez de la audiencia
c. Sólo pueden concurrir a la deliberación y
dictación de la sentencia, bajo sanción de nulidad,
los jueces que hubieren asistido a la totalidad del
juicio oral
e. La decisión de absolución o condena debe ser
pronunciada en la misma audiencia, una vez
concluida la deliberación

Artículo 285. Presencia del acusado en el juicio oral. El acusado deberá estar presente durante toda la audiencia.
El tribunal podrá autorizar la salida de la sala del acusado cuando éste lo solicitare, ordenando su permanencia
en una sala próxima.
Asimismo, el tribunal podrá disponer que el acusado abandonare la sala de audiencia, cuando su comportamiento
perturbare el orden.
En ambos casos, el tribunal adoptará las medidas necesarias para asegurar la oportuna comparecencia del
acusado.
El presidente de la sala deberá informar al acusado de lo ocurrido en su ausencia, en cuanto éste reingresare a la
sala de audiencia.

Artículo 286. Presencia del defensor en el juicio oral. La presencia del defensor del acusado durante toda la audiencia
del juicio oral será un requisito de validez del mismo, de acuerdo a lo previsto en el artículo 103.
La no comparecencia del defensor a la audiencia constituirá abandono de la defensa y obligará al tribunal a la
designación de un defensor penal público, de acuerdo con lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 106.
No se podrá suspender la audiencia por la falta de comparecencia del defensor elegido por el acusado. En tal caso,
se designará de inmediato un defensor penal público al que se concederá un período prudente para interiorizarse del caso.

Artículo 287.- Sanciones al abogado que no asistiere o abandonare la audiencia injustificadamente. La


ausencia injustificada del defensor o del respectivo fiscal a la audiencia del juicio oral o a alguna de sus sesiones, si se
desarrollare en varias, se sancionará con suspensión del ejercicio de la profesión, hasta por dos meses. En idéntica pena
incurrirá el defensor o fiscal que abandonare injustificadamente la audiencia que se estuviere desarrollando.
El tribunal impondrá la sanción después de escuchar al afectado y recibir la prueba que ofreciere, si la estimare
procedente.
No constituirá excusa suficiente la circunstancia de tener el abogado otras actividades profesionales que realizar
en la misma oportunidad en que se hubiere producido su inasistencia o abandono.

Artículo 288. Ausencia del querellante o de su apoderado en el juicio oral. La no comparecencia del querellante o
de su apoderado a la audiencia, o el abandono de la misma sin autorización del tribunal, dará lugar a la declaración de
abandono establecida en la letra c) del artículo 120.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 308


Artículo 289. Publicidad de la audiencia del juicio oral. La audiencia del juicio oral será pública, pero el tribunal
podrá disponer, a petición de parte y por resolución fundada, una o más de las siguientes medidas, cuando considerare que
ellas resultan necesarias para proteger la intimidad, el honor o la seguridad de cualquier persona que debiere tomar parte
en el juicio o para evitar la divulgación de un secreto protegido por la ley: a) Impedir el acceso u ordenar la salida de
personas determinadas de la sala donde se efectuare la audiencia; b) Impedir el acceso del público en general u ordenar su
salida para la práctica de pruebas específicas, y c) Prohibir al fiscal, a los demás intervinientes y a sus abogados que
entreguen información o formulen declaraciones a los medios de comunicación social durante el desarrollo del juicio. Los
medios de comunicación social podrán fotografiar, filmar o transmitir alguna parte de la audiencia que el tribunal
determinare, salvo que las partes se opusieren a ello. Si sólo alguno de los intervinientes se opusiere, el tribunal resolverá.

6.4.3.- Los incidentes dentro del Juicio Oral, relativos a interrogatorios

Artículo 290. Incidentes en la audiencia del juicio oral. Los incidentes promovidos en el transcurso de la audiencia
del juicio oral se resolverán inmediatamente por el tribunal. Las decisiones que recayeren sobre estos incidentes no serán
susceptibles de recurso alguno.
El incidente de objeción de pregunta prohibida. Mediante éste se busca impedir la realización de
preguntas prohibidas, efectuadas por la contraria, durante el curso del juicio oral, ya sea por impertinencia o
bien porque se trata de alguno de los casos del artículo 330 del CPP. Es oral, fundado y debe ser precedido de
debate, si no lo hay, procedería la reposición. Si el tribunal ha decidido la objeción sin abrir debate dicho
recurso es procedente, no obstante la declaración genérica de improcedencia de recursos contenida en el
artículo 290 del CPP. Para ello consideramos que debe hacerse primar por especialidad la norma del artículo
363 del mismo Código.

Hay cuatro grupos de preguntas objetables: 442

1.- IMPERTINENTES

a) Irrelevante o inconducente (no guarda relación en absoluto con los hechos relevantes del
juicio)

b) Improcedente (no está comprendida en los puntos sobre los cuales debe recaer la
declaración del testigo) 443

2.- ESPECULATIVAS, DE OPINIÓN, ARGUMENTATIVAS (las que no se refieren a


hechos)
a) Especulativas; cuando se solicita al testigo que especule sobre hechos que no ocurrieron o
que no le constan
b) De opinión; cuando se pide al testigo que opine sobre aspectos técnicos o científicos que
requieren conocimientos especiales que no posee
c) Argumentativa; cuando se requiere al testigo que entregue una conclusión o acepte la que
le propone quien le interroga

3.- ENGAÑOSAS O CAPCIOSAS (utilizan el artificio o engaño para inducir a error al


testigo)
a) Tendenciosa; la que incorpora una falsa alusión a otras declaraciones o a declaraciones
previas, o afirma como indubitada la existencia de un hecho controvertido
b) Coactiva; la que tiene por objeto coaccionar ilegítimamente al testigo
c) Confusa, vaga o ambigua; la que es formulada en términos poco claros, la que resulta
difícil de comprender o no precisa suficientemente la información que se requiere y puede, por tanto, conducir
a error al declarante

442
Nota: opinión de los profesores Julián López Masle y Jorge Boffil G., en curso sobre Reforma Procesal Penal.
443
Nota: véase sobre el particular el inciso penúltimo del artículo 259 del CPP, que señala: “y señalando, además, los puntos
sobre los que han de recaer sus declaraciones…”

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 309


d) Compuesta; la que comprende varios hechos, de modo que puede inducir a confusión al
no saberse a cuál de todas se está respondiendo
e) Repetitiva; la que solicita al testigo declarar sobre un hecho respecto del cual ya prestó
declaración

4.- SUGESTIVA (la que contiene la afirmación o negación del hecho que se espera como
respuesta. En el contrainterrogatorio se acepta, no así en el interrogatorio.

El tema de las objeciones de preguntas está contenido en el artículo 330 del Código Procesal
penal y allí se habla de “preguntas engañosas”, “aquellas destinadas a coaccionar ilegítimamente al testigo o
perito”, “ni las que fueren formuladas en términos poco claros para ellos”. Limitándose el inciso final de la
norma referida que estas normas se aplicarán al imputado cuando se allanare a prestar declaración.

Según VIAL CAMPOS, 444 las objeciones son incidencias que tienen por objeto que el
Tribunal falle sobre la admisibilidad de una determinada información, evidencia o prueba. Según el mismo
autor las objeciones persiguen tres finalidades: i) alertan a los jueces de potenciales errores y facultar al juez
para excluir evidencias o preguntas de los intervinientes para evitar esos errores; ii) alertan al abogado que su
proceder no es correcto y lo facultan a cambiarlo; iii) es una herramienta eficiente para limitar a aquella parte
que no respeta los límites del proceso y coartarlo en este actuar incorrecto y, nuestro sistema le agrega otro
objetivo, tal es el de la “obligación de preparar un eventual recurso de nulidad”, según previene el artículo 377
del Código Procesal Penal.

Reglas para los interrogatorios o exámenes directos ya sea de testigos o peritos

1.- no se pueden hacer preguntas sugestivas;


2.- no se pueden hacer preguntas engañosas;
3.- no se puede coaccionar ilegítimamente al testigo o perito;
4.- no se permite realizar preguntas ambiguas o poco claras.
5.- no se permite hacer preguntas repetitivas;
6.- no es conveniente permitir que se hagan preguntas que digan relación con hechos
acordados en convenciones probatorias, pues eso sería una pérdida de tiempo.

Reglas para los contra interrogatorios o contra exámenes de peritos o testigos

1.- se permite la pregunta sugestiva.


2.- están prohibidas las preguntas 2, 3, 4, 5 y 6 anteriores.

No hay límites en cuanto a número de preguntas de interrogación o de contra interrogación.

Impugnación de la decisión que inadmite una pregunta. Además de la posibilidad de


plantear reposición, el recurso procesal a través del cual se puede impugnar la inadmisibilidad de una
pregunta supuestamente prohibida, es el recurso de nulidad de la sentencia definitiva, sustentado en el motivo
absoluto previsto en el artículo 374 letra c) del CPP, esto es, porque al defensor se le ha impedido ejercer las
facultades que la ley le otorga.

Dentro de las actividades defensivas que puede realizar el letrado que representa al
imputado se encuentra la posibilidad de refutar y contrainterrogar a los testigos de la contraria, en los
términos previstos en los artículos 329 y 330 del CPP. En consecuencia, al inadmitir el tribunal una
determinada pregunta, por estimarla prohibida, en circunstancias que no lo era, afecta el derecho de defensa
técnica del acusado, vulnerando en esencia las facultades de refutación de su parte. Al Tribunal se le
pueden también impedir preguntas que no sean aclaratorias

444
VIAL CAMPOS, Pelayo, Ob. cit. págs. 268 y 269

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 310


Juicio Oral

CADH. Art 8.2.letra f “f) derecho de la defensa de interrogar


a los testigos presentes en el tribunal y de obtener la
comparecencia, como testigos o peritos, de otras
personas que puedan arrojar luz sobre los hechos.”
PIDCP. Art. 14.3 letra g “e) A interrogar o hacer interrogar a
los testigos de cargo y a obtener la comparecencia de los
testigos de descargo y que éstos sean interrogados en las
mismas condiciones que los testigos de cargo.”
CDN. Art. 40. b. iv) Que no será obligado a prestar
testimonio o a declararse culpable, que podrá interrogar o
hacer que se interrogue a testigos de cargo y obtener la
participación y el interrogatorio de testigos de cargo en
condiciones de igualdad;

Artículo 291. Oralidad. La audiencia del juicio se desarrollará en forma oral, tanto en lo relativo a las alegaciones y
argumentaciones de las partes como a las declaraciones del acusado, a la recepción de las pruebas y, en general, a toda
intervención de quienes participaren en ella. Las resoluciones serán dictadas y fundamentadas verbalmente por el tribunal
y se entenderán notificadas desde el momento de su pronunciamiento, debiendo constar en el registro del juicio.
El tribunal no admitirá la presentación de argumentaciones o peticiones por escrito durante la audiencia del
juicio oral.
Sin embargo, quienes no pudieren hablar o no lo supieren hacer en el idioma castellano, intervendrán por escrito
o por medio de intérpretes.
El acusado sordo o que no pudiere entender el idioma castellano será asistido de un intérprete que le comunicará
el contenido de los actos del juicio.

Juicio Oral
Excepciones a la oralidad

Sólo excepcionalmente se admite:


a) La lectura de declaraciones anteriores,
en los 4 casos del art. 331
b) La lectura de declaraciones anteriores
de testigos, peritos e imputados, para
apoyo de memoria art. 332.
c) Ciertas pericias (ADN-drogas y
alcoholemia) art. 315.
Los documentos serán leídos y exhibidos
en el debate.
La oralidad no hace desaparecer la
escrituración.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 311


6.4.4.- Dirección y Disciplina (Arts. 292 a 294)

Artículo 292. Facultades del juez presidente de la sala en la audiencia del juicio oral. El juez presidente de la
sala dirigirá el debate, ordenará la rendición de las pruebas, exigirá el cumplimiento de las solemnidades que
correspondieren y moderará la discusión. Podrá impedir que las alegaciones se desvíen hacia aspectos no pertinentes o
inadmisibles, pero sin coartar el ejercicio de la acusación ni el derecho a defensa.
También podrá limitar el tiempo del uso de la palabra a las partes que debieren intervenir durante el juicio,
fijando límites máximos igualitarios para todas ellas o interrumpiendo a quien hiciere uso manifiestamente abusivo de su
facultad.
Además, ejercerá las facultades disciplinarias destinadas a mantener el orden y decoro durante el debate, y, en
general, a garantizar la eficaz realización del mismo.
En uso de estas facultades, el presidente de la sala podrá ordenar la limitación del acceso de público a un número
determinado de personas. También podrá impedir el acceso u ordenar la salida de aquellas personas que se presentaren en
condiciones incompatibles con la seriedad de la audiencia.

Artículo 293. Deberes de los asistentes a la audiencia del juicio oral. Quienes asistieren a la audiencia deberán
guardar respeto y silencio mientras no estuvieren autorizados para exponer o debieren responder a las preguntas que se les
formularen. No podrán llevar armas ni ningún elemento que pudiere perturbar el orden de la audiencia. No podrán
adoptar un comportamiento intimidatorio, provocativo o contrario al decoro.

Artículo 294. Sanciones. Quienes infringieren las medidas sobre publicidad previstas en el artículo 289 o lo dispuesto en
el artículo 293 podrán ser sancionados de conformidad con los artículos 530 ó 532 del Código Orgánico de Tribunales,
según correspondiere.
Sin perjuicio de lo anterior, el tribunal podrá expulsar a los infractores de la sala.
En caso de que el expulsado fuere el fiscal o el defensor, deberá procederse a su reemplazo antes de continuar el
juicio. Si lo fuere el querellante, se procederá en su ausencia y si lo fuere su abogado, deberá reemplazarlo.

6.4.5- Disposiciones Generales sobre la Prueba (Arts.295 a 297)

 ACTOS DE INVESTIGACION  ACTOS DE PRUEBA

 Concepto:
Concepto:  Concepto:
Concepto:
Son actos realizados durante Son actos realizados
la instrucción por el por las partes
Ministerio Público, la durante el juicio
policía o el Juez de oral con el objeto
Garantía, con el fin de de incorporar los
obtener y recoger elementos elementos de prueba
de prueba que serán tendientes a
utilizados en forma mediata verificar sus
para verificar las proposiciones de
proposiciones de los hecho.
hecho.
litigantes durante el juicio
y en forma inmediata para
justificar, con grado de
probabilidad las resoluciones
que dictará el Juez de
Garantía durante las etapas
preliminares.
preliminares.

 Diferencias:
Diferencias:
 Diferencias:
Diferencias: - En general sólo se
pueden realizar en el
- Sólo pueden ser realizados juicio oral.
oral.
durante la etapa de
investigación.
investigación. - Sólo pueden ser
realizados por las
- Son actos realizados por el partes.
partes .
Ministerio Público y la
policía, eventualmente con la
autorización del juez de
garantía.
garantía.
- Su finalidad es
- Su finalidad mediata e verificar las
inmediata es adjuntar proposiciones de las
antecedentes para formalizar y partes.
partes.
acusar.
acusar.

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La Prueba en el Juicio Oral

Testimonial

Pericial

Documental

Otros medios

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 313


Juicio Oral

LEGALIDAD DE LA PRUEBA
LOS ELEMENTOS DE PRUEBA NO TENDRÁN
VALOR SI HAN SIDO OBTENIDOS POR UN
MEDIO ILÍCITO, O SI NO FUERON
INCORPORADOS AL PROCESO CONFORME
A LAS DISPOSICIONES DE ESTE CÓDIGO

6.5.- La Valoración De La Prueba

Las reglas básicas en el tema de la valoración de la prueba, están contenidas, en mi opinión,


en los siguientes tres artículos del CPP; por supuesto hay más normas, pero a efectos de su valoración, en las
que indico por ahora.

Artículo 295. Libertad de prueba. Todos los hechos y circunstancias pertinentes para la adecuada
solución del caso sometido a enjuiciamiento podrán ser probados por cualquier medio producido e incorporado en
conformidad a la ley.

6.5.1.-La correcta lectura del artículo 295 del Código Procesal Penal

Se establece libertad en la elección de la fuente probatoria, que se convertirá en un medio de


prueba en el juicio, al señalarse que todos los hechos y circunstancias pertinentes para resolver, podrán ser
probados “por cualquier medio”.

Sobre el particular PFEFFER URQUIAGA señala que en la historia legislativa del precepto,
quedó la siguiente constancia: “El sistema de pruebas propuesto es el de completa libertad probatoria, lo que significa
que, en principio, todo hecho puede ser probado por cualquier medio. No existen medios restringidos ni excluidos, como
tampoco existe la vinculación de la necesidad de probar ciertos hechos con ciertos medios”. 445

CAROCCA PÉREZ señala sobre esto lo siguiente: “En el Código Procesal Penal se admite la
presentación de cualquier clase o fuentes de prueba, es decir, de personas o elementos capaces de producir o reproducir
afirmaciones ante los jueces destinadas a producir su convencimiento”. 446

445
PFEFFER URQUIAGA, Emilio; Ob. cit, pág. 452
446
CAROCCA PÉREZ, Álex; “Manual El Nuevo Sistema Procesal Penal”, Ob. cit. pág. 233.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 314


Sin embargo, este medio, que sabemos que en la fase investigativa no es más que la fuente de
prueba, tal como señala, CAROCCA PÉREZ debe haber sido “producido” en conformidad a la ley.

En mi opinión, producido en conformidad a la ley, es lo mismo que hablar de obtención lícita


de la fuente de prueba, en otras palabras que la obtención de la fuente de prueba haya estado exenta de
anomalías, ya sea de falta de permisos especiales, como por ejemplo, en el caso de las medidas intrusivas, en
que la ley las requiere, o en fin, exentas de todo otro vicio.

Por último, no basta que el medio probatorio que llega al juicio se haya producido conforme
a la ley, sino que, además, debe ser “incorporado” al juicio de la manera que el legislador también ha previsto,
es decir, la fuente de prueba obtenida en la fase de investigación, debe ser ofrecida formalmente en la fase
intermedia, para que se pueda hacer su examen de admisibilidad y luego, debe ser introducida o incorporada
al juicio como medio de prueba, en la forma en que previene la ley para cada caso. 447

CAROCCA PÉREZ señala sobre el particular lo siguiente: “En el Código Procesal Penal se
admite la presentación de cualquier clase o fuentes de prueba, es decir, de personas o elementos capaces de producir o
reproducir afirmaciones ante los jueces destinadas a producir su convencimiento”. 448

Como hemos dicho, esta norma es la que contempla entre nosotros, lo que se ha denominado
la libertad de prueba, es decir, no hay medios preestablecidos en la ley para acreditar determinados hechos o
circunstancias pero, con dos limitaciones. La una, es que se haya producido (debiera decir obtenido) en
conformidad a la ley y la otra, que se incorpore en el juicio oral, de la manera precisa que la ley contempla,
dependiendo si se trata de una prueba testimonial, documental, pericial u otro cualquiera. Conviene dejar en
claro desde ya, que la prueba que se rinda en el juicio oral, hoy en día no puede ser dividida en los
tradicionales seis medios de prueba del Código de Procedimiento Penal de antaño, esto es, documentos,
confesión, testigos, peritos, inspección personal del tribunal y presunciones, porque hoy en día hay libertad
probatoria, cualquier hecho puede probarse por cualquier medio, sin embargo, subsiste el tratamiento de la
prueba testimonial (hoy la más importante), le sigue la prueba pericial, la documental y los objetos materiales.
A no olvidar la prueba indiciaria 449 o presunciones, nuestra Excma. Corte Suprema ya se ha pronunciado
sobre la prueba por presunciones. 450

447
MENESES PACHECO, Claudio; “Fuentes de Prueba y Medios de Prueba en el Proceso Civil” en la Revista Ius et Praxis Año
14, Vol. 2, pág. 49, trata el tema de la diferenciación entre la fuente y el medio de prueba, manifestando: “un sector importante del
procesalismo contemporáneo ha distinguido entre” fuentes de prueba” y “medios de prueba”, para analizar en forma completa esta
cara de la prueba judicial. Grosso modo, se postula la necesidad de seccionar esta dimensión en dos rubros, ubicando uno en un plano
extrajudicial (fuentes) y otro en el terreno del proceso (medios) pdf.
448
CAROCCA PÉREZ, Álex, Ob. cit. pág. 234
449
Dolores Delgado García, véase su interesante artículo “La Prueba Indiciaria en el Delito de Lavado de Activos -Perspectiva del
Fiscal”- Fiscal, Fiscalía Especial para la Prevención y Represión del Tráfico Ilegal de Drogas, España en Septiembre 2006, en vínculo de
internet http://www.juschubut.gov.ar/03_direcciones/9_escuela/pdf/2007/ufitco/Prueba-Perspectiva-Fiscal.pdf.
450
Nota: La Excma. Corte Suprema con fecha trece de julio de dos mil cuatro, en los antecedentes rol único 0200067927-8 ya ha
resuelto en el sentido indicado, conociendo de un recurso de nulidad entablado contra una sentencia de un Tribunal Oral en lo Penal,
que dispuso en el considerando pertinente: Séptimo: Que es pertinente aclarar que en el sistema procesal penal chileno actualmente
vigente en todas las regiones del país, salvo la Metropolitana, la prueba no tiene limitaciones en cuanto al medio que exista, siempre
que ella se produzca e incorpore con arreglo a la ley, tal como lo dispone el artículo 295 del Código Procesal en estudio, por lo que la
prueba de presunciones sigue siendo un medio de convicción vigente y plenamente aplicable. En relación a las demás observaciones del
recurrente, esta Corte estima por lo pronto que el motivo del presente recurso es velar porque en el procedimiento y en la dictación de
la sentencia no se violen los derechos garantidos en la Constitución o por tratados internacionales, pero en caso alguno es una
instancia, por lo que los jueces del fondo son absolutamente libres de ponderar los medios de prueba, lograr su convicción acerca de
los hechos y otorgar la calificación jurídica que les corresponde, aspecto que veladamente cuestiona la defensa al atacar los medios de
prueba a través de los cuales el tribunal oral tomó su decisión. No se observan en el fallo impugnado las transgresiones denunciadas,
sin perjuicio de la inexactitud de las referencias de los considerandos que detalla el recurso.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 315


6.5.2.- Oportunidad para la recepción de la prueba

Artículo 296. Oportunidad para la recepción de la prueba. La prueba que hubiere de servir de base a la
sentencia deberá rendirse durante la audiencia del juicio oral, salvas las excepciones expresamente previstas en la ley. En
estos últimos casos, la prueba deberá ser incorporada en la forma establecida en el Párrafo 9º de este Título.

La regla general es que la prueba que se produce o desahoga en el juicio es la que ven y
escuchan los jueces, esto es lo que se llama inmediación, es decir, nadie media entre el medio de prueba y ellos.
Sin embargo, hay excepciones y así se puede producir prueba de manera anticipada y, para que lo que nos
interesa en este tema del lavado de activos, es plenamente aplicable la norma del artículo 32 de la Ley N°
20.000, a que se remite, a su vez, el artículo 33 de la Ley N° 19.913 y así encontramos la posibilidad de prueba
anticipada en:

Las declaraciones del cooperador eficaz, de los agentes encubiertos, agentes reveladores, informantes, y,
en general, de testigos y peritos, cuando se estimare necesario para su seguridad personal, podrán ser recibidas
anticipadamente en conformidad con el artículo 191 del Código Procesal Penal. En este caso, el juez de garantía podrá
disponer que los testimonios de estas personas se presten por cualquier medio idóneo que impida su identificación física
normal. Igual sistema de declaración protegida podrá disponerse por el tribunal de juicio oral en lo penal, en su caso.

Juicio Oral

OPORTUNIDAD DE LA PRUEBA
LA PRUEBA QUE HUBIERE DE SERVIR DE
BASE A LA SENTENCIA DEBERÁ
RENDIRSE DURANTE LA AUDIENCIA DEL
JUICIO ORAL, SALVO LAS EXCEPCIONES
EXPRESAMENTE PREVISTAS EN LA LEY.
(PRUEBA NUEVA, PRUEBA SOBRE
PRUEBA Y PRUEBA ANTICIPADA)

6.5.3.- El sistema de valoración libre de la prueba conforme a la sana


crítica

Artículo 297. Valoración de la prueba. Los tribunales apreciarán la prueba con libertad, pero no
podrán contradecir los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente
afianzados.
El tribunal deberá hacerse cargo en su fundamentación de toda la prueba producida, incluso de aquélla
que hubiere desestimado, indicando en tal caso las razones que hubiere tenido en cuenta para hacerlo.
La valoración de la prueba en la sentencia requerirá el señalamiento del o de los medios de prueba
mediante los cuales se dieren por acreditados cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren por probados. Esta
fundamentación deberá permitir la reproducción del razonamiento utilizado para alcanzar las conclusiones a que llegare la
sentencia.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 316


Cuando se habla de un sistema de libre valoración de la prueba, o de acuerdo a la sana
crítica, se está pensando justamente en esta norma del CPP. Esta nueva forma de valorar la prueba se enfrenta
diametralmente con el antiguo sistema que imperaba en nuestro país, donde cada medio de prueba era tasado
legalmente, es decir, cada prueba tenía, por así decirlo, un peso específico y en base a eso se establecían o no
hechos punibles y la participación del encartado por parte del juez. Esta exigencia, al decir del profesor
argentino Guillermo Brown, 451 queda de manifiesto en que en el sistema de libre convicción, el sentenciar es
mucho más complejo que en el de la prueba tasada, pues, en el primero, el legislador es quien ponía un freno a
la interpretación que el juez podía hacer de la prueba, fijándole distinto valor a cada prueba; empero, hoy el
legislador le ha dejado esta tremenda responsabilidad al propio juez, como bien señala dicho autor “En el de la
prueba tasada el juzgador no realiza gran parte de la actividad axiológica, porque ya la realizó la ley al tasar la prueba y al
imponerle un valor a cada una de ellas; mientras en el sistema de libres convicciones la ley no realiza valoración de prueba
alguna; no plasma en normas jurídicas juicio previo alguno acerca de esa valoración, deja esa actividad en manos del
sentenciante. Sin embargo, exige del juzgador una intervención intelectual, un trabajo y una responsabilidad mucho
mayores, al punto de constituirse este método de supuesta libertad, en un sistema de severa exigencia de apreciación”.

El actual Ministro de la Iltma. Corte de Apelaciones de Arica, RODRIGO ALBERTO CERDA


SAN MARTÍN, 452 sostiene refiriéndose al sistema de libre valoración de la prueba que “esta forma de apreciar la
prueba y de fundar los fallos es coherente con el régimen de recursos establecidos en el CPP, carecería de sentido si no
existiera una vía posterior para controlar el respeto a dichas restricciones. La libertad del juez para valorar la prueba no
puede entenderse como una relajación de la carga que tiene el Estado de probar los extremos de la acusación y de satisfacer
el estándar de convicción exigido para dictar sentencia condenatoria”.

La libertad probatoria a que se refiere el artículo 297 del citado cuerpo legal, no debe ser
entendida como una total o amplia libertad para dar o no dar por acreditados hechos punibles o participación,
no se trata de la libre convicción con que actúa, por ejemplo, la institución de los jurados, sino que, por el
contrario, debe ser entendida como una apreciación de la prueba producida que no vulnere o traspase los
principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados.

Esta barrera puesta a la apreciación probatoria es la que requerirá entonces, de parte de los
juzgadores una forma distinta de la redacción de los fallos. Es bastante más difícil ahora, que bajo el antiguo
sistema, justificar sentencias condenatorias o absolutorias.

Las razones del porqué de las decisiones, necesita una justificación, que ya no puede
conformarse sólo en la simple convicción de absolución o condena, pues, por el contrario, debe reflejarse en la
sentencia el razonamiento empleado para llegar a la solución. Esto es lo que señala el inciso final del artículo
297 del CPP. La clave de aquello está precisamente en la posibilidad del Tribunal Superior de poder revisar
este razonamiento, esta justificación de la decisión, sea cual sea ella, de condena o absolución. Lo revisable,
aparte del derecho aplicado al caso, será la justificación de la decisión, hilada mediante razonamientos que
puedan ser entendidos y reproducidos luego por el Tribunal superior.

Será clave entonces para partir entendiendo este tema, el de la fijación de los hechos, su
posterior calificación jurídica y el de la participación. El centro de toda sentencia criminal, sin lugar a dudas
será el de la fijación o establecimiento de los hechos y sus circunstancias, a ello luego el Tribunal aplicará el
derecho vigente.

Las probanzas que se desahogan o rinden ante los jueces del Tribunal Oral o los jueces de
garantía, en los juicios que ellos conocen, son simplemente un conjunto de relatos que no deben ser
considerados aisladamente, sino que en su conjunto. Esa visión global de toda la prueba producida en la
audiencia es lo que permitirá, en gran medida, fijar una historia, esto es, recrear ante los jueces un hecho del
pasado, con todas las dificultades que a veces eso conlleva.

448
BROWN, Guillermo; “Límites a la valoración de la Prueba en el Proceso Penal”, Editorial Jurídica Nueva Tesis, Argentina, año
2002, págs. 65 y 66.
452
CERDA SAN MARTÍN, Rodrigo; “Manual del Nuevo Sistema de Justicia Criminal”, Editorial Librotecnia, 1° edición, junio de
2005, pág.369.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 317


Para comenzar a entender el tema de la valoración, siguiendo a R. CERDA Y M. FELICES,
453 “partiremos señalando que cada sistema procesal debe optar por un subsistema de valoración de la prueba y esa
elección debe ser coherente con los principios que la informan”

En efecto, si consideramos que la valoración de la prueba es un esfuerzo intelectual de cada


juzgador, destinada a comprobar o no los enunciados fácticos que las partes le proponen, ponderando en cada
caso, todos los elementos de prueba que le produzcan, para terminar en una decisión de absolución o condena,
tal actividad se enmarca lógicamente dentro de un sistema preconcebido legalmente y que al juez se le
proporciona de antemano por el legislador, donde se señala la metodología que deberán utilizar los falladores
al momento de apreciar las pruebas, son métodos judiciales ideados para evitar el error judicial y la
subjetividad, este es el subsistema a que hacen referencia los indicados autores.

En Chile, en materia procesal penal hemos tenido dos.

El sistema de prueba legal, tasada o tarifada a que se aludía en el antiguo Código de


Procedimiento Penal, donde al juez se le señalaban pautas claras para la valoración de las pruebas por un lado
y, por el otro, se le indicaban cuáles eran esos medios probatorios.

Actualmente, el sistema imperante en el nuevo Código Procesal Penal, es el de la apreciación


probatoria según las reglas de la sana crítica, según queda de manifiesto al apreciar los artículos 295, 296, 297
y 340 del Código Procesal Penal. Aquí ya no hay medios preconcebidos de prueba, hay libertad tanto de
medios probatorios como de su apreciación, sujeta a determinados parámetros, que son la lógica, las máximas
de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados.

Tal como señalan R. CERDA Y M. FELICES, 454 “En este modelo existe libertad de medios y libre
valoración de la prueba por parte del juez, pero sujetándolo a estándares generales de racionalidad, lo que conlleva la
exigencia de una completa motivación de las conclusiones probatorias, como garantía y herramienta de control de su
racionalidad”.

Taruffo 455 ha dicho que la prueba es el instrumento que utilizan las partes para demostrar la
veracidad de sus afirmaciones, y de la cual se sirve el juez para decidir respecto a la verdad o falsedad de los
enunciados fácticos.

Respecto de los enunciados fácticos o de hechos, que las partes proponen a la decisión del
Tribunal, ellos tienen simple y únicamente, para el juez tres salidas, una vez que sea desahogada o rendida la
totalidad de la prueba en un juicio oral.

a) El enunciado fáctico o de hechos será verdadero si éste resulta corroborado por la prueba
rendida;

b) El enunciado fáctico o de hechos será falso, si las pruebas en contrario confirman su


falsedad; y

c) El enunciado fáctico o de hechos resultará simplemente, no probado, es decir, de la prueba


rendida no se puede decidir sobre su verdad o falsedad, al ser aquella insuficiente.

La prueba en el proceso se manifiesta en tres facetas distintas, pero que lleva a una única
finalidad, una correcta decisión judicial.

453
CERDA SAN MARTÍN, Rodrigo y FELICES MENDOZA, María; “El Nuevo Proceso Penal. Constitucionalización, Principios y
Racionalidad Probatoria”, Editorial Grijley, 1° edición, Arequipa, Perú, pág. 215.
454
CERDA SAN MARTÍN, Rodrigo y FELICES MENDOZA, María; Ob. cit. pág. 220.
455
TARUFFO, Michele; “Algunas consideraciones sobre la relación entre prueba y verdad”. En la Prueba. Artículos y
Conferencias, Editorial Metropolitana, Santiago de Chile, junio de 2009, pág. 59.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 318


6.5.4.- Un Ejemplo Para Valorar Prueba

Así un testigo cualquiera nos podrá relatar un hecho que en su sólo contexto podrá parecer
fragmentado, sin embargo, al unirse a otros medios de prueba, irá encontrando sentido.

Por ejemplo, Sempronio nos dice que el día martes 12 de julio de 2011 a las 22:30 horas, Cayo
le pegó un determinado día con un bate de beisbol en el brazo. Cayo declara en el juicio como medio de
defensa y reconoce haber golpeado a Sempronio con el bate de beisbol, sin embargo, aduce que lo hizo en
legítima defensa, pues Sempronio lo quería asaltar y luego que lo golpeó huyó del lugar porque le dio miedo
la situación.

Sempronio cuando declara, nos dice que después del golpe fue al hospital y le constataron
una fractura en el brazo y le niega a la defensa en el contrainterrogatorio que haya querido asaltar a Cayo,
aduciendo que simplemente iba pasando por allí y reconoce haber sido condenado anteriormente por un delito
de robo con intimidación.

Una convención probatoria establece que Cayo no registra anotaciones penales pretéritas.

El fiscal acompaña entonces el dato de la atención médica y una radiografía que nos da fe de
la existencia de una lesión, precisamente una fractura en el radio, producida por un elemento contundente,
según atestigua la hoja de primeras atenciones médicas del hospital van Buren de Valparaíso del día 12 de julio
de 2011 de las 23:05 horas. Este antecedente foráneo a la declaración de Sempronio, nos da cuenta ya de la
veracidad de parte de su relato, en lo tocante a la existencia de la lesión, sin embargo, eso nada nos dice acerca
de la real participación de Cayo como el autor de las lesiones, salvo la incriminación que le hace Sempronio.
Además, el fiscal hace comparecer a estrados a un médico legista, quien se encargo de revisar las lesiones de
Sempronio, quien señala al tribunal que se trata de una fractura compleja del hueso radio del antebrazo
derecho de aquél, la que sanará, salvo complicaciones en el plazo de 60 días, y que le generará incapacidad
laboral or igual lapso de tiempo, pues aquél examinó al indicado el día 25 de julio de 2011 y apreció el brazo
derecho de Sempronio enyesado y tuvo a la vista la hoja de atención médica y la radiografía del hueso radio,
donde consta un fractura.

Así, de los antecedentes del ejemplo anterior, el tribunal podrá tener por acreditado que en
un día determinado un sujeto (que podría ser Cayo según Sempronio) le propinó un golpe en el brazo, a
consecuencia de lo cual le fracturó el hueso radio de su antebrazo derecho, lesión que sanará salvo
complicaciones en 60 días.

A este hecho acreditado por el Tribunal con los medios de prueba reseñados – (testimonial)
declaración de la víctima Sempronio, (documental) consistente en la hoja dato de atención de urgencia del
mencionado y una radiografía de su antebrazo derecho, unido a la (pericial) los atestados del médico legista, se
le debe aplicar el derecho.

Art. 397. El que hiriere, golpeare o maltratare de obra a otro, será castigado como
responsable de lesiones graves: N°2) Con la de presidio menor en su grado medio, si las lesiones produjeren al
ofendido enfermedad o incapacidad para el trabajo por más de treinta días.

Luego, el Tribunal puede dar por acreditado el siguiente hecho preliminar: Que el día 12 de
julio de 2011, un tercero le propinó con un elemento contundente un golpe en el antebrazo a Sempronio, cerca
de las 22:30 horas, a consecuencia de lo cual, resultó con fractura del hueso radio. Lesión que demorará en
sanar 60 días salvo complicaciones.

Luego, aplicando el derecho, tenemos la existencia de un delito de lesiones graves, pues las
lesiones produjeron en la víctima (Sempronio) incapacidad por un plazo mayor al de 30 días, en la especie, 60
días.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 319


Para acreditar la participación del encartado Cayo en los hechos, el fiscal acompaña un bate
de beisbol (evidencia material) encontrado el día de los hechos cerca del lugar de los acontecimientos y así
hace declarar a un policía que relata que luego de acudir en auxilio de una víctima que se encontraba en la vía
pública y escuchar su relato, a dos metros, semioculto en unos matorrales se encontró un bate de beisbol de
madera de 90 centímetros de largo, el que se levantó con cadena de custodia. El fiscal le exhibe al testigo la
evidencia material (un bate de beisbol) y el policía lo reconoce como el que levantó esa noche, en el lugar de los
hechos, indicando que luego lo envió a Labocar para las pericias de huellas.

Luego, el fiscal presenta a un perito de huellas, dactiloscópico, quien señala que en la base
del bate de beisbol se encontraron dos huellas nítidas que periciadas corresponden a los dedos índice y pulgar
de la mano derecha de un sujeto que en los registros de huellas dactiloscópicas corresponde a Cayo.

De estas otras probanzas, el Tribunal ahora no tiene dudas de que la lesión fue producida a
Sempronio con el bate de beisbol que se incorporó a la audiencia, porque fue encontrado cerca del lugar de la
agresión por un policía y que en aquél constan dos huellas dactilares de la mano derecha de Cayo.

Para incriminar a Cayo como autor de las lesiones contamos, hasta ahora, con la inculpación
que le hace Sempronio y con la existencia de las huellas dactilares de dos de sus dedos de la mano derecha en
la base del elemento contundente con que se produjeron las lesiones. No hay testigos oculares de la agresión.

Luego, respecto de la participación, tenemos los siguientes elementos:

• Cayo se coloca en el lugar de los hechos y reconoce la agresión hecha a Sempronio.


• Cayo justifica su actuar, en una legítima defensa propia, cuando Sempronio lo iba a asaltar,
sin embargo para acreditar su versión solo se cuenta con sus dichos, avalados indiciariamente por la anotación
penal de Sempronio por un delito de robo con intimidación.
• Sempronio inculpa directamente a Cayo como el autor de las lesiones.
• Dos huellas dactilares encontradas en la base del bate de beisbol corresponden a Cayo.

El Tribunal debe comenzar a armar el puzle. Lógicamente, en relación con la participación,


queda claro que el Tribunal contará con dos versiones, la de Sempronio y la de Cayo del ejemplo anterior.

Sempronio inculpa a Cayo de ser autor de unas lesiones graves.

Cayo reconoce la agresión, pero alega legítima defensa.

Aquí es versión contra versión, a la que cabría agregar los elementos indiciarios para
inclinarse por una u otra postura.

Razonando para creerle a Sempronio, podrían darse los siguientes argumentos:

1) parece ilógico que un autor de un robo que no logró consumar, denuncie a la víctima por
las lesiones que aquella le causó;

2) el haber sido autor de un delito de robo con intimidación anterior, no lo transforma per se
y de manera automática en autor de otros hechos similares. (Derecho penal del acto y no Derecho penal del
autor)

3) la versión de Sempronio de ser víctima de una agresión con un bate de beisbol, por parte
de Cayo, aparece confirmada por otras probanzas (documental de lesiones del hospital, radiografía de sus
lesiones y asertos del médico legista, unido a la pericia de huellas de Cayo en el bate de beisbol)

Fundamentando para creerle a Cayo, podría argumentarse:

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 320


1) Cayo tiene irreprochable conducta anterior (convención probatoria), entonces no parece
tan lógico que haya cometido el delito de lesiones sin ninguna razón.

2) Sempronio que lo inculpa tiene anotaciones penales por el mismo delito (robo con
intimidación), de donde no aparece descabellada la versión de Cayo de que fue asaltado por Sempronio y el
simplemente se defendió.

3) Cayo no niega haber agredido a Sempronio – simplemente alega que lo hizo en legítima
defensa – y es entendible que luego haya huido del lugar por temor.

4) No hay testigos oculares.

En suma, se trata de justificar con razones una decisión. Aquí cada juez podrá encontrar,
además de los señalados, otros argumentos para pronunciarse en definitiva.

Aparece entonces, que el trabajo del juzgador será armar este verdadero rompecabezas, unir
los hechos probados y sus circunstancias, para así sacar conclusiones valederas, las que deberán estar
justificadas y fundamentadas. La verdad es que la solución de este ejemplo, podría ir tanto por uno o por otro
lado, sin embargo, sea cual fuere ella, lo importante serán los razonamientos utilizados por el juzgador.

Finalmente, recordar que el artículo 340 del CPP, nos señala que:

“Nadie podrá ser condenado por delito sino cuando el tribunal que lo juzgare adquiriere, más allá de
toda duda razonable, la convicción de que realmente se hubiere cometido el hecho punible objeto de la acusación y que en él
hubiere correspondido al acusado una participación culpable y penada por la ley.
El tribunal formará su convicción sobre la base de la prueba producida durante el juicio oral.
No se podrá condenar a una persona con el solo mérito de su propia declaración.”

Así, habrá jueces que optarán por la inocencia de Cayo, al alzarse una duda razonable, no de
la participación de aquél - en el golpe con el bate de béisbol que causó la fractura en el hueso radio del
antebrazo derecho de Sempronio -, que es lo que reconoce, sino que de las motivaciones de su actuar, guiadas
por una legítima defensa, amparada también en el hecho de haber reconocido el golpe y haberse situado en el
lugar, siendo entendible que haya huido del mismo luego de defenderse de su agresor.

Otros, por el contrario, podrán estimar que Sempronio es en realidad la víctima de un delito
de lesiones y que la versión exculpatoria de Cayo carece de medios probatorios que la confirmen.

En relación a la valoración de la prueba hay ciertas pautas básicas a considerar.

En relación a la carga o peso de la prueba, en otras palabras a quién debe probar, la regla
básica será que eso es una tarea del órgano acusador, es decir el Ministerio Público.

Por eso, al acusado no le compete hoy, por regla general, acreditar nada en relación con la
acusación penal, en suma el NO DEBE PROBAR QUE ES INOCENTE, porque la ley, desde el inicio lo presume
o estima inocente, luego, el ente persecutor es quien debe destruir ante los jueces tal presunción.

De allí que antes, en el sistema antiguo – el del Código de Procedimiento Penal (de 1906) – el
acusado debía probar su inocencia, por ello era fundamental que aquél declarara, prestando la que se llamaba
declaración indagatoria ante el juez.

Hoy, por el contrario, el acusado puede guardar silencio y no puede ser obligado a declarar,
su derecho es precisamente éste, a guardar silencio. Empero, este derecho es renunciable y aquél puede
declarar si lo desea, como medio de defensa.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 321


6.6.- Normas Particulares Sobre Medios De Prueba

6.6.1.- Algo sobre la prueba testimonial

El testimonio hoy en día, se constituye en el medio de prueba más utilizado en los juicios
orales, cualquier persona que preste declaración en juicio, por regla general, deberá hacerlo personalmente
declarando en estrados, eso vale para testigos y para peritos.

Hay que tener presente que en nuestra legislación, téngase presente que hoy no existen los
testigos inhábiles, ello dice relación directa con el nuevo sistema de valoración libre de la prueba que se
impone a los jueces.

6.6.1.1.- Deber de comparecer y declarar

El artículo 298 del Código Procesal Penal, señala: Deber de comparecer y declarar: “Toda
persona que no se encontrare legalmente exceptuada tendrá la obligación de concurrir al llamamiento judicial
practicado con el fin de prestar declaración testimonial; de declarar la verdad sobre lo que se le preguntare y
de no ocultar hechos, circunstancias o elementos acerca del contenido de su declaración...”

Sólo interesa señalar de este artículo una frase: “obligación de declarar la verdad sobre lo que
se le preguntare y de no ocultar hechos, circunstancias o elementos acerca del contenido de su declaración”.

Lo anterior explica el tenor del juramento o promesa del artículo 306 del Código Procesal
Penal, que debe obligatoriamente tomársele al testigo o perito antes de que preste su declaración.

El tenor del juramento o promesa que se toma hoy en los nuevos tribunales, es el siguiente:
“Jura o promete decir verdad acerca de todo lo que se le va a preguntar, sin ocultar ni añadir nada de lo que
pudiere conducir al esclarecimiento de los hechos”

6.6.1.2.- Renuencia a comparecer o bien a declarar

El artículo 299 del Código Procesal Penal, indica: Renuencia a comparecer o a declarar: “Si el
testigo legalmente citado no compareciere sin justa causa, se procederá conforme a lo dispuesto en el inciso
tercero del artículo 33. Además, podrá imponérsele el pago de las costas provocadas por su inasistencia.

El testigo que se negare sin justa causa a declarar, será sancionado con las penas que
establece el inciso segundo del artículo 240 del CPC. 456

Cabe aquí tener presente la obligatoriedad de ir a declarar de testigos y peritos debidamente


citados, por remisión a la norma del artículo 33 del Código Procesal Penal, la que contempla, las siguientes
sanciones:

— arresto hasta por 24 horas


— multa de hasta 15 UTM
— pago de costas provocadas por su inasistencia

456
El artículo 240 del CPC señala: “....El que quebrante lo ordenado cumplir será sancionado con reclusión menor en su grado
medio a máximo”. Esto es de 541 días a 5 años.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 322


DISPOSICIONES PARTICULARES SOBRE LA PRUEBA
TESTIMONIAL

 Comparecencia obligatoria de
Testigos
 299. Renuencia a comparecer
Artículo 299.
o a declarar.
declarar. Si el testigo
legalmente citado no compareciere
sin justa causa, se procederá
conforme a lo dispuesto en el inciso
tercero del artículo 33. 33. Además,
podrá imponérsele el pago de las ARRESTO HASTA LA
costas provocadas por su REALIZACIÓN DE LA
inasistencia.
inasistencia. ACTUACIÓN POR
 El testigo que se negare sin justa UN PLAZO MÁXIMO
declarar, será sancionado
causa a declarar, DE 24 HORAS E
con las penas que establece el IMPONÉRSELES,
inciso segundo del artículo 240 del ADEMAS, UNA MULTA
Código de Procedimiento Civil.
Civil. DE HASTA
 541 a 5 años 15 UTM

6.61.3.- La no autoincriminación

El artículo 305 del Código Procesal Penal, señala: Principio de no autoincriminación: “Todo
testigo tendrá el derecho de negarse a responder aquellas preguntas cuya respuesta pudiere acarrearle peligro
de persecución penal por un delito.

El testigo tendrá el mismo derecho, cuando, por su declaración, pudiere incriminar a alguno
de los parientes mencionados en el artículo 302 457 inciso primero”.

Puede negarse, lógicamente el declarante a responder aquellas preguntas que puedan


hacerlo cliente de la defensoría penal, en otras palabras, que pudiere acarrearle a él y a los parientes del 302
Código Procesal Penal, peligro de persecución penal.

457
Algunos de los parientes mencionados en el 302 inciso 1° del CPP son: “ascendientes o descendientes, parientes colaterales
hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 323


DISPOSICIONES PARTICULARES SOBRE LA PRUEBA
TESTIMONIAL

 La NO autoincriminación
 Artículo 305.
305. Principio de no
autoincriminación.
autoincriminación. Todo testigo
tendrá el derecho de negarse a
responder aquellas preguntas cuya
respuesta pudiere acarrearle peligro
de persecución penal por un delito.
delito.
 El testigo tendrá el mismo derecho
cuando, por su declaración, pudiere
incriminar a alguno de los parientes
mencionados en el artículo 302,
302,
inciso primero.
primero.

DISPOSICIONES PARTICULARES SOBRE LA PRUEBA


TESTIMONIAL

 Facultad de abstención:
 302. Facultad de no declarar por motivos personales.
Artículo 302. personales.
No estarán obligados a declarar el cónyuge o el conviviente del
imputado, sus ascendientes o descendientes, sus parientes
colaterales hasta el segundo grado de consanguinidad o
afinidad, su pupilo o su guardador, su adoptante o adoptado.
adoptado.
 Si se tratare de personas que, por su inmadurez o por
insuficiencia o alteración de sus facultades mentales, no
comprendieren el significado de la facultad de abstenerse, se
requerirá la decisión del representante legal o, en su caso, de
un curador designado al efecto.
efecto. Si el representante
interviniere en el procedimiento, se designará un curador,
quien deberá resguardar los intereses del testigo.
testigo. La sola
circunstancia de que el testigo fuere menor de edad no
configurará necesariamente alguna de las situaciones previstas
en la primera parte de este inciso.
inciso.
 Las personas comprendidas en este artículo deberán ser
informadas acerca de su facultad de abstenerse, antes de
comenzar cada declaración.
declaración. El testigo podrá retractar en
cualquier momento el consentimiento que hubiere dado para
prestar su declaración.
declaración. Tratándose de las personas mencionadas
en el inciso segundo de este artículo, la declaración se
llevará siempre a cabo en presencia del representante legal o
curador.
curador.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 324


DISPOSICIONES PARTICULARES SOBRE LA PRUEBA
TESTIMONIAL

 Facultad de abstención:
abstención
 Artículo 303. Facultad de abstenerse de
declarar por razones de secreto.
Tampoco estarán obligadas a declarar
aquellas personas que, por su estado,
profesión o función legal, como el
abogado, médico o confesor, tuvieren el
deber de guardar el secreto que se les
hubiere confiado, pero únicamente en lo
que se refiriere a dicho secreto.
 Las personas comprendidas en el inciso
anterior no podrán invocar la facultad
allí reconocida cuando se las relevare
del deber de guardar secreto por aquel
que lo hubiere confiado.

6.6.1.4.- La reserva del domicilio del testigo o perito

El artículo 307 del Código Procesal Penal, dispone: Individualización del testigo: “....Si
existiere motivo para temer que la indicación pública de su domicilio pudiere implicar peligro para el testigo u otra
persona, el presidente de la sala o el juez, en su caso, podrá autorizar al testigo a no responder dicha pregunta durante la
audiencia”.

La novedad de esta norma, radica en que el testigo puede guardarse de señalar su domicilio,
cuando existiere motivo para temer que la indicación pública de aquél, pudiere implicar peligro para él u otra
persona.

Si el testigo se ampara en ello, quedará prohibida su divulgación en cualquier forma, así


como de su identidad o de antecedentes que condujeren a ella.

Esta norma ha sido usada con bastante frecuencia en los juicios orales, pues muchos de los
testigos o peritos han preferido omitir sus domicilios particulares al momento en que el tribunal los
individualiza.

El tribunal de juicio oral, sobre el particular deberá decretar esta prohibición, como señala el
artículo 307 inciso tercero del Código Procesal Penal, es decir, deberá dictar “oralmente” una resolución en tal
sentido.

La infracción a la norma aludida, trae consigo una sanción, donde se diferencia a un


particular de un medio de comunicación social.

Tratándose de un particular, el Código se remite a “la pena” dispuesta en el inciso segundo


del artículo 240 del Código de Procedimiento Civil, esto es, reclusión menor en su grado medio a máximo, es
decir de 540 días a 5 años de reclusión.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 325


Si quien faltare a la norma fuere un medio de comunicación social, la sanción, además de la
pena privativa de libertad a que puede verse expuesto quien la infrinja, al director de ese medio se le puede
imponer una multa de 10 a 50 ingresos mínimos mensuales.

6.6.1.5.- La protección de los testigos

El artículo 308 del Código Procesal Penal, expresa: Protección a los testigos: “El tribunal, en
casos graves y calificados, podrá disponer medidas especiales destinadas a proteger la seguridad del testigo que lo
solicitare. Dichas medidas durarán el tiempo razonable que el tribunal dispusiere y podrán ser renovadas cuantas veces
fuere necesario.
De igual forma, el ministerio público, de oficio o a petición del interesado, adoptará las medidas que
fueren procedentes para conferir al testigo, antes o después de prestadas sus declaraciones, la debida protección”.

Los jueces están facultados, sólo en caso de que estimen como graves y calificados para
disponer medidas especiales destinadas a proteger la seguridad del testigo que lo solicitare, aquellas medidas
son temporales y renovables.

6.6.1.6.- La declaración de los testigos en el juicio oral

El artículo 309 del Código Procesal Penal, expresa: Declaración de testigos: “En el
procedimiento penal no existirán testigos inhábiles. Sin perjuicio de ello, los intervinientes podrán dirigir al testigo,
preguntas tendientes a demostrar su credibilidad o falta de ella, la existencia de vínculos con alguno de los intervinientes
que afectaren o pudieren afectar su imparcialidad, o algún otro defecto de idoneidad.
Todo testigo dará razón circunstanciada de los hechos sobre los cuales declarare, expresando si los
hubiere presenciado, si los dedujere de antecedentes que le fueren conocidos o si los hubiere oído referir a otras personas”.

DISPOSICIONES PARTICULARES SOBRE LA PRUEBA


TESTIMONIAL

 Declaración de Testigos
 NO hay testigos INHÁBILES
 309. Declaración de testigos.
Artículo 309. testigos. En el
procedimiento penal no existirán testigos
inhábiles.
inhábiles. Sin perjuicio de ello, los
intervinientes podrán dirigir al testigo,
preguntas tendientes a demostrar su
credibilidad o falta de ella, la existencia de
vínculos con alguno de los intervinientes que
afectaren o pudieren afectar su imparcialidad,
o algún otro defecto de idoneidad.
idoneidad.
 Todo testigo dará razón circunstanciada de los
hechos sobre los cuales declarare, expresando
si los hubiere presenciado,
presenciado, si los dedujere de
antecedentes que le fueren conocidos o si los
hubiere oído referir a otras personas

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 326


Algo adelantamos sobre el hecho de que hoy no existen testigos inhábiles, así que a
olvidarse de los menores de 16 años, de los procesados ó condenados mientras cumplan la condena, de los ya
condenados por falso testimonio, de los vagabundos, de los de malas costumbres, de los que tuvieren
enemistad con alguna de las partes, etc., es decir, de todos los nombrados en el artículo 460 del Código de
Procedimiento Penal.

Para el legislador actual, no hay testigos inhábiles, por ello es tan importante la acreditación
de los peritos y la credibilidad de los testigos y el contra examen que les haga la contraria, en gran parte irá
destinado a restarles credibilidad, ya sea en lo personal o bien en sus testimonios.

El problema al que se verán enfrentados los jueces, será el de determinar fundadamente la


falta de credibilidad por la existencia de vínculos con alguno de los intervinientes que afectaren o pudieren
afectar su imparcialidad, o algún otro defecto de idoneidad.

DISPOSICIONES PARTICULARES SOBRE LA PRUEBA


TESTIMONIAL

 Forma de la Declaración de los


Testigos
 1) debe ser instruido acerca de
sus obligaciones y
responsabilidades
 2) se le tomará juramento ó
promesa de decir verdad;
verdad;
 3) se le apercibirá sobre penas
de declaración falsa;
falsa;
 4) se le individualizará.
individualizará.

6.6.1.7.- Los testigos menores de edad

El artículo 310 del Código Procesal Penal, reza: Testigos menores de edad: “El testigo menor de
edad sólo será interrogado por el presidente de la sala, debiendo los intervinientes dirigir las preguntas por su intermedio”.

Aquí cabe tener presente una obligación para aquél juez que ejerza como Presidente de la
Sala, sólo él puede interrogar al testigo menor de edad, debiendo los intervinientes dirigir las preguntas por su
intermedio.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 327


DISPOSICIONES PARTICULARES SOBRE LA PRUEBA
TESTIMONIAL

 Testimonios de personas especiales


 1) menores de edad
 Normalmente se ordena su recepción en sala anexa.
anexa.
 2) sordos o mudos y sordomudos
 Por escrito hacen preguntas a los sordos y si es mudo dará
por escrito sus contestaciones y si es sordomudo, su
declaración se recibe por persona que pudiere entenderse
con aquél por signos a ésta última se le juramenta
 3) los que no pudieren hablar o no lo supieren hacer en
el idioma castellano
 Intervendrán por escrito o por medio de intérpretes.
intérpretes.
 4) el acusado sordo o que no pudiere entender el idioma
castellano
 será asistido de un intérprete que le comunicará el
contenido de los actos del juicio.
juicio.

6.7.- La procedencia del informe pericial

Hoy, cabe mejor hablar de prueba pericial que de informe pericial, pues recordemos que el
informe que contiene la pericia nada vale en sí; lo válido en el juicio oral, es el testimonio del perito, de
conformidad con la forma establecida en el artículo 329 del Código del ramo.

El artículo 314 del Código Procesal Penal, señala: Procedencia del informe de peritos: “El
ministerio público y los demás intervinientes podrán presentar informes elaborados por peritos de su confianza y solicitar
que éstos fueren citados a declarar al juicio oral, acompañando los comprobantes que acreditaren la idoneidad profesional
del perito.
Procederá el informe de peritos en los casos determinados por la Ley y siempre que para apreciar algún
hecho o circunstancia relevante para la causa fueren necesarios o convenientes conocimientos especiales de una ciencia,
arte u oficio”.

Los informes deberán emitirse con imparcialidad, ateniéndose a los principios de la ciencia o
reglas del arte u oficio que profesare el perito”.

Procederá, sólo en los casos determinados por la ley (léanse al efecto los artículos 198, 199,
200, 210, 202 y 203, todos del Código Procesal Penal) y siempre que para apreciar algún hecho o circunstancia
relevante para la causa fueren necesarios o convenientes conocimientos especiales de una ciencia, arte u oficio.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 328


DISPOSICIONES PARTICULARES SOBRE LA
PRUEBA PERICIAL

 Objetivo de la prueba Pericial


 Procederá el informe de peritos en
los casos determinados por la ley y
siempre que para apreciar algún hecho
o circunstancia relevante para la
causa,
causa, fueren necesarios o
convenientes conocimientos
especiales de una ciencia, arte u
oficio.
oficio.
Art.
Art. 314 inciso 2° CPP

DISPOSICIONES PARTICULARES SOBRE LA PRUEBA


PERICIAL

 Declaración de Peritos
 NO hay peritos INHÁBILES
 Artículo 318.
318. Improcedencia de
inhabilitación de los peritos.
peritos.
Los
peritos no podrán ser inhabilitados.
inhabilitados. No
obstante, durante la audiencia del juicio
oral podrán dirigírseles preguntas
orientadas a determinar su imparcialidad
e idoneidad, así como el rigor técnico o
científico de sus conclusiones.
conclusiones. Las
partes o el tribunal podrán requerir al
perito información acerca de su
remuneración y la adecuación de ésta a
los montos usuales para el tipo de
trabajo realizado.
realizado.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 329


6.7.1.- El Artículo 315 del CPP

Artículo 315. Contenido del informe de peritos. Sin perjuicio del deber de los peritos de
concurrir a declarar ante el tribunal acerca de su informe, éste deberá entregarse por escrito y contener:

a) La descripción de la persona o cosa que fuere objeto de él, del estado y modo en que
se hallare;

b) La relación circunstanciada de todas las operaciones practicadas y su resultado, y

c) Las conclusiones que, en vista de tales datos, formularen los peritos conforme a los
principios de su ciencia o reglas de su arte u oficio.

No obstante, de manera excepcional, las pericias consistentes en análisis de alcoholemia, de


ADN y aquéllas que recayeren sobre sustancias estupefacientes o psicotrópicas, podrán ser incorporadas al
juicio oral mediante la sola presentación del informe respectivo. Sin embargo, si alguna de las partes lo
solicitare fundadamente, la comparecencia del perito no podrá ser substituida por la presentación del informe.

6.7.2.- Uso del artículo 332 CPP para testigos, peritos y acusados

Juicio Oral

- Uso del artículo 332 CPP


Artículo 332. Lectura para apoyo de
memoria en la audiencia del juicio oral. Sólo
una vez que el acusado o el testigo hubieren
prestado declaración, se podrá leer en el
interrogatorio parte o partes de sus
declaraciones anteriores prestadas ante el
fiscal o el juez de garantía, cuando fuere
necesario para ayudar la memoria del
respectivo acusado o testigo, para
demostrar o superar contradicciones o para
solicitar las aclaraciones pertinentes.
Con los mismos objetivos, se podrá leer
durante la declaración de un perito partes
del informe que él hubiere elaborado.

Primero, que los acusados y testigos hayan olvidado parte de lo sucedido, en relación a su
declaración primigenia tomada al poco tiempo de acaecidos los hechos, o bien, para el caso de peritos que no
recuerden alguna conclusión o diligencia de su pericia; - palabra clave: OLVIDO -.

Segundo, que los acusados y testigos manifiesten en el juicio cosas distintas a las ya relatadas
en la fase primaria de la investigación y, en el caso de peritos, que manifiesten cosas distintas a las vertidas en
su pericia, en suma, que den declaraciones que contradigan sus anteriores dichos; - palabra clave:
CONTRADICCIÓN –

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 330


Tercero, que simplemente alguno de los intervinientes solicite una aclaración que sea
pertinente, entre lo que con anterioridad señaló un testigo o acusado o bien el perito, en su informe escrito, en
relación a lo que haya depuesto en el juicio oral sobre el particular; - palabra clave: ACLARACIÓN -.

Luego, sólo cuando se esté ante un OLVIDO, una CONTRADICCIÓN o se pida una
ACLARACIÓN, entrará en juego el uso de la norma en comento.

Constituye una excepción parcial en consecuencia al principio de la recepción de la prueba


en el juicio oral, sólo en cuanto, se trae al juicio parte de algún elemento de investigación, como el documento
en que conste el informe pericial, tratándose de peritos y las actas de declaraciones anteriores de imputados y
testigos, cuando se trate de aquellos.

A no olvidar, que para hacer uso de esta facultad – que no es más que una herramienta de la
contradicción – se necesita, por un lado, a un acusado, un testigo o un perito sentado en el estrado declarando,
y por el otro, a un interviniente que desee dejar de manifiesto ante el Tribunal una contradicción, refrescar la
memoria o bien aclarar algún dicho, en relación con lo que el acusado, testigo o perito manifestó respecto de
los hechos, en la etapa de investigación.

Lo normal es que el acusado, testigo o perito declaren ante el TJOP bastante tiempo después
de acaecidos los hechos, razón por la cual, debieran antes del juicio juntarse con el respectivo interviniente que
los presenta al juicio, con la finalidad de repasar, justamente, lo que ellos habían declarado en relación a lo
mismo, en la fase de investigación, inmediatamente o poco después de sucedidos los acontecimientos que los
llevan al juicio, de esa manera, el uso de la herramientas del artículo 332 del CPP sería casi excepcional. Sin
embargo, la práctica nos ha señalado que muchos de los testigos y peritos no son preparados previamente y
olvidan, por cierto lo que ya habían narrado.

6.7.3- Otros Medios de Prueba (323)

Artículo 323. Medios de prueba no regulados expresamente. Podrán admitirse como pruebas películas
cinematográficas, fotografías, fonografías, videograbaciones y otros sistemas de reproducción de la imagen o del sonido,
versiones taquigráficas y, en general, cualquier medio apto para producir fe.
El tribunal determinará la forma de su incorporación al procedimiento, adecuándola, en lo posible, al medio de prueba más
análogo.

6.7.4.- Prueba de las Acciones Civiles (324)

Artículo 324. Prueba de las acciones civiles. La prueba de las acciones civiles en el procedimiento criminal se sujetará
a las normas civiles en cuanto a la determinación de la parte que debiere probar y a las disposiciones de este Código en
cuanto a su procedencia, oportunidad, forma de rendirla y apreciación de su fuerza probatoria.
Lo previsto en este artículo se aplicará también a las cuestiones civiles a que se refiere el inciso primero del artículo 173 del
Código Orgánico de Tribunales.

6.7.5- Prueba Documental (333)

Artículo 333. Lectura o exhibición de documentos, objetos y otros medios. Los documentos serán leídos y
exhibidos en el debate, con indicación de su origen. Los objetos que constituyeren evidencia deberán ser exhibidos y podrán
ser examinados por las partes. Las grabaciones, los elementos de prueba audiovisuales, computacionales o cualquier otro de
carácter electrónico apto para producir fe, se reproducirán en la audiencia por cualquier medio idóneo para su percepción
por los asistentes. El tribunal podrá autorizar, con acuerdo de las partes, la lectura o reproducción parcial o resumida de
los medios de prueba mencionados, cuando ello pareciere conveniente y se asegurare el conocimiento de su contenido.
Todos estos medios podrán ser exhibidos al acusado, a los peritos o testigos durante sus declaraciones, para que los
reconocieren o se refirieren a su conocimiento de ellos.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 331


DISPOSICIONES PARTICULARES SOBRE LA
PRUEBA DOCUMENTAL

 333. Lectura o exhibición de


Artículo 333.
documentos,
documentos, objetos y otros medios.
medios.
Los documentos serán leídos y
exhibidos en el debate, con indicación
de su origen.
origen. El tribunal podrá
autorizar, con acuerdo de las partes,
la lectura o reproducción parcial o
resumida de los medios de prueba
mencionados, cuando ello pareciere
conveniente y se asegurare el
conocimiento de su contenido.
contenido. Todos
estos medios podrán ser exhibidos al
acusado, a los peritos o testigos
durante sus declaraciones, para que
los reconocieren o se refirieren a su
conocimiento de ellos.
ellos.

6.7.6.- Prohibiciones de lectura de ciertos registros (334-335)

Artículo 334. Prohibición de lectura de registros y documentos. Salvo en los casos previstos en los artículos 331 y
332, no se podrá incorporar o invocar como medios de prueba ni dar lectura durante el juicio oral, a los registros y demás
documentos que dieren cuenta de diligencias o actuaciones realizadas por la policía o el ministerio público.
Ni aun en los casos señalados se podrá incorporar como medio de prueba o dar lectura a actas o documentos que dieren
cuenta de actuaciones o diligencias declaradas nulas, o en cuya obtención se hubieren vulnerado garantías fundamentales.

DISPOSICIONES PARTICULARES SOBRE


LA PRUEBA - DOCUMENTAL

 Prohibición de lectura de registros y


documentos
 Artículo 334.
334. Prohibición de lectura de
registros y documentos.
documentos. Salvo en los casos
previstos en los artículos 331 y 332,
332, no se
podrá incorporar o invocar como medios de
prueba ni dar lectura durante el juicio oral,
a los registros y demás documentos que dieren
cuenta de diligencias o actuaciones realizadas
por la policía o el ministerio público.
público.
 Ni aun en los casos señalados se podrá
incorporar como medio de prueba o dar lectura
a actas o documentos que dieren cuenta de
actuaciones o diligencias declaradas nulas, o
en cuya obtención se hubieren vulnerado
garantías fundamentales.
fundamentales.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 332


Artículo 335. Antecedentes de la suspensión condicional del procedimiento, acuerdos reparatorios y
procedimiento abreviado. No se podrá invocar, dar lectura ni incorporar como medio de prueba al juicio oral ningún
antecedente que dijere relación con la proposición, discusión, aceptación, procedencia, rechazo o revocación de una
suspensión condicional del procedimiento, de un acuerdo reparatorio o de la tramitación de un procedimiento abreviado.

DISPOSICIONES PARTICULARES SOBRE


LA PRUEBA PROHIBICIONES II

 PROHIBICIONES
 Artículo 335.
335. Antecedentes de la
suspensión condicional del procedimiento,
acuerdos reparatorios y procedimiento
abreviado.
abreviado. No se podrá invocar, dar
lectura ni incorporar como medio de
prueba al juicio oral ningún antecedente
que dijere relación con la proposición,
discusión, aceptación, procedencia,
rechazo o revocación de una suspensión
condicional del procedimiento, de un
acuerdo reparatorio o de la tramitación
de un procedimiento abreviado.
abreviado.

6.7.7- Lectura de registros anteriores (331)

Artículo 331. Reproducción de declaraciones anteriores en la audiencia del juicio oral. Podrá darse lectura a los
registros en que constaren anteriores declaraciones de testigos, peritos o imputados, en los siguientes casos:
a) Cuando se tratare de declaraciones de testigos o peritos que hubieren fallecido o caído en incapacidad física o
mental, o estuvieren ausentes del país, o cuya residencia se ignorare o que por cualquier motivo difícil de superar no
pudieren declarar en el juicio, siempre que ellas hubieren sido recibidas por el juez de garantía en una audiencia de prueba
formal, en conformidad con lo dispuesto en los artículos 191, 192 y 280;
b) Cuando constaren en registros o dictámenes que todas las partes acordaren en incorporar, con aquiescencia del
tribunal;
c) Cuando la no comparecencia de los testigos, peritos o coimputados fuere imputable al acusado, y
d) Cuando se tratare de declaraciones realizadas por coimputados rebeldes, prestadas ante el juez de garantía.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 333


6.8.- Prueba Nueva y Prueba sobre Prueba (336)

Juicio Oral

Artículo 336. Prueba no solicitada oportunamente.

PRUEBA NUEVA (IGNORADA)


A petición de alguna de las partes, el tribunal podrá
ordenar la recepción de pruebas que ella no hubiere
ofrecido oportunamente, cuando justificare no
haber sabido de su existencia sino hasta ese
momento.
PRUEBA SOBRE PRUEBA
Si con ocasión de la rendición de una prueba
surgiere una controversia relacionada
exclusivamente con su veracidad, autenticidad o
integridad, el tribunal podrá autorizar la
presentación de nuevas pruebas destinadas a
esclarecer esos puntos, aunque ellas no hubieren
sido ofrecidas oportunamente y siempre que no
hubiere sido posible prever su necesidad.

6.8.1.- Características de la llamada “prueba nueva”

a) es un derecho que la ley le concede a los litigantes, a solicitar la anuencia del Tribunal para
rendir una prueba que no hayan ofrecido anteriormente en sus escritos de acusación (259 letra f), adhesión a la
acusación o acusación particular (261 letra c), ni en la oportunidad de contestar la acusación en forma oral o
por escrito que tiene el acusado (263 letra c);

b) para ejercer tal beneficio deberán acreditarle o justificarle los litigantes al Tribunal, el
hecho de no haber sabido de la existencia de esa prueba, sino hasta ese momento.

La lógica pregunta que les surge a los jueces es ¿cómo les justificarán los litigantes la
alegación de su existencia, sino hasta ese momento?, acaso, ofrecerán rendir prueba al efecto, y si lo hacen,
pueden “colgarse” o aprovechar la norma de la prueba nueva del inciso segundo, arguyendo precisamente que
“si con ocasión de la rendición de una prueba (la ley no distingue entre la ofrecida oportunamente y la
ignorada) surgiere una controversia....”

En lo personal, estimo que justamente se puede aceptar “prueba sobre prueba” para
acreditar el ofrecimiento de la “prueba nueva”, utilizándose para ello el argumento señalado anteriormente.

La utilización de este mecanismo quedará sujeta únicamente a la discrecionalidad de las


partes, ellas serán las que tendrán que acreditarle a los jueces de la sala oral, todo lo relativo al
desconocimiento o ignorancia de aquella prueba, lo que ordinariamente no debería ser de gran ocurrencia,
pues lo contrario podría demostrar una desidia de la investigación del ministerio público.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 334


6.8.2.- Rasgos de la signada “prueba sobre prueba”

a) Surge, en nuestra personal opinión, además de la controversia sobre una prueba ya


ofrecida, respecto de una prueba no ofrecida, como es la nueva a que hicimos referencia y es un derecho para
todos los litigantes;

b) La controversia debe ceñirse sólo a alguno de los siguientes tres aspectos: - veracidad, 458

autenticidad 459 o integridad 460 -;

c) La prueba nueva a rendirse, sólo debe ser para acreditar o justificar, precisamente que la
prueba ofrecida es veraz, auténtica o íntegra, o bien, al contrario que no lo es. Lo mismo cabe, como ya dijimos,
respecto a la prueba ignorada o no ofrecida, precisamente, aquí el test recaerá en determinar la veracidad de
tal afirmación;

d) Estas pruebas nuevas, no necesariamente deben haberse ofrecido antes, siempre que no
hubiere sido posible prever su necesidad.

El uso durante el juicio de prueba sobre prueba, o mejor dicho, la aceptación que el tribunal
haga de que se rinda esta prueba por alguno de los litigantes, en mi concepto es, ocupando las palabras del
profesor DEL RÍO FERRETTI, 461 un mecanismo de objetivación de la verdad, pues, se intentará acreditar
mediante ella, entre otras cosas “la veracidad, autenticidad o integridad” de determinado medio de prueba.

6.9.- Constitución del Tribunal fuera de la Sala (337)

El artículo 337 del Código Procesal Penal, señala: Constitución del tribunal en lugar distinto
de la sala de audiencias. “Cuando lo considerare necesario para la adecuada apreciación de determinadas
circunstancias relevantes del caso, el tribunal podrá constituirse en un lugar distinto de la sala de audiencias,
manteniendo todas las formalidades propias del juicio”

Norma novedosa que no hay que confundir con la del artículo 21 A) del Código Orgánico de
Tribunales, en este artículo se faculta al Tribunal para constituirse en un lugar distinto de la sala de audiencias
a fin de apreciar determinadas circunstancias relevantes del caso, aparece como una inspección ocular
disfrazada, pero creo que no llega a tanto, es una rareza del legislador.

458
Para el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, veracidad es: “Cualidad de veraz” y a su vez Veraz es: “que dice, usa o
profesa siempre la verdad.” Diccionario de la Lengua Española, Vigésima Primera Edición, Tomo II, año 1992, Editorial Espasa Calpe,
pág.2075 y 2076.
459
Para el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, autenticidad es: “Calidad de auténtico” y a su vez Auténtico es:
“acreditado de cierto y positivo por los caracteres, requisitos o circunstancias que en ello concurren”. Diccionario de la Lengua
Española, Vigésima Primera Edición, Tomo I, año 1992, Editorial Espasa Calpe, pág.232.
460
Para el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, integridad es: “cualidad de íntegro” y a su vez íntegro es: “que no
carece de ninguna de sus partes y dícese de la persona recta, proba, intachable”. Diccionario de la Lengua Española, Vigésima Primera
Edición, Tomo II, año 1992, Editorial Espasa Calpe, pág.1177.
461
Carlos del Río Ferretti, ob.cit.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 335


7.- Declaración del Acusado como Medio De Defensa

Dinámica de la diligencia, valor probatorio (98- 326 – 338)

TESTIGO ó PERITO ACUSADO


Si es citado a juicio y no está dentro de las Debe siempre estar presente en su juicio y es
personas exceptuadas de concurrir al llamamiento citado en calidad de acusado, es un interviniente
judicial a declarar, debe comparecer y hacerlo forzoso – Art. 285 CPP
No tiene libertad para decidir si no declara, Tiene plena libertad para decidir si declara o
puesto que si se niega sin justa causa a declarar, será no en su juicio oral – Art. 93 letra g)
sancionado como autor de desacato – Arts. 299 CPP
y 240 CPC
Debe declarar la verdad sobre lo que se le Es el acusado del juicio y puede faltar a la
preguntare, y no debe ocultar hechos, circunstancias verdad, ocultar hechos o circunstancias en su
o elementos acerca del contenido de su declaración – declaración, aunque el Tribunal lo exhorte a ser
Art. 299 CPP veraz
A un testigo o perito se le toma juramento o Un acusado es solamente exhortado a ser
promesa de ser veraz – Art. 306 CPP veraz y no se le juramenta – Art. 98 inciso 3°
Si falta a la verdad en su declaración comete Si falta a la verdad declarando como medio
el delito de perjurio – Art. 206 CP de defensa en su propio juicio, no puede ser
perseguido criminalmente
Debe responder las preguntas que se le El presidente del Tribunal se limitará a
formularen, salvo aquellas preguntas cuya respuesta señalarle que responda con claridad y precisión las
pudiere acarrearle peligro de persecución penal por preguntas que se le formularen – Art. 98 inciso 3°
un delito o cuando pudiere incriminar a los parientes
mencionados en el artículo 302 del CPP – Art. 305
CPP
Declara como medio de prueba Declara como medio de defensa

La dinámica de la declaración del acusado

7.1.- Comienza siempre con un relato libre del imputado, el Código Procesal
Penal señala: “En tal caso, el juez presidente de la sala le permitirá que manifieste libremente lo que creyere
conveniente respecto de la o de las acusaciones formuladas”; 462

En el caso de los testigos, ellos declaran al tenor de las preguntas que le hagan los respectivos
intervinientes, contestándolas. El inciso 3° del artículo 329 del Código Procesal Penal dispone: “La declaración de
los testigos se sujetará al interrogatorio de las partes”.

Por regla general, deben contestar todas las preguntas que se les realicen, pues el artículo 299
inciso 2° del Código Procesal penal dispone que: “El testigo que se negare sin justa causa a declarar, será sancionado
con las penas que establece el inciso 2°del artículo 240 del Código de Procedimiento Civil”. 463

Sin embargo, la norma anterior tiene excepciones, es decir, si el testigo es cónyuge,


conviviente, ascendiente, descendiente, pariente colateral hasta el segundo grado, por consanguinidad o
afinidad, pupilo, guardador, adoptante o adoptado del imputado (acusado) no está obligado a declarar. Estos
especiales testigos, tienen la facultad de abstenerse de declarar, ese es su derecho, pero es renunciable y

462
Véase el inciso 3° del artículo 326 del CPP
463
Nota: la pena establecida en el artículo 240 del CPC es la siguiente: reclusión menor en su grado medio a máximo, es decir,
desde 541 días a 5 años.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 336


pueden, entonces renunciar a aquél y declarar. Este consentimiento, a la vez, puede ser dejado sin efecto por el
declarante en cualquier momento y negarse a seguir declarando, aunque inicialmente hayan decidido hacerlo.

Otra excepción a declarar la tienen determinadas personas por razones de secreto, es decir
aquellas personas (testigos) que por su estado, profesión o función legal, como el abogado, médico o confesor,
tuvieren el deber de guardar el secreto que se les hubiere confiado, pero, únicamente en lo que se refiriere a ese
secreto. La contra excepción a esta norma está en la circunstancia de que la persona que les confió “el secreto”,
las puede relevar del deber de guardarlo (el secreto) y, en ese caso deben responder las preguntas que se les
hagan.

Por último, todo testigo tiene el derecho a negarse a responder aquellas preguntas que lo
puedan incriminar en cualquier delito, la ley habla de “cuya respuesta pudiere acarrearle peligro de persecución
penal por un delito”. 464 El testigo, por último, tiene el mismo derecho de negarse a responder aquellas
preguntas que puedan incriminar a sus parientes mencionados en el inciso 1° del artículo 302 del Código
Procesal Penal.

Salvo todas las excepciones anotadas, que no son pocas, el testigo no solamente está obligado
a declarar, sino que también a “declarar la verdad sobre lo que se le preguntare y de no ocultar hechos, circunstancias
o elementos acerca del contenido de su declaración”, como señala la parte final del inciso 1° del artículo 298 del
Código Procesal Penal.

Respecto de los peritos, la mecánica de su deposición en juicio varía sustancialmente en


relación a los testigos. Así, según lo que previene el inciso 3° del artículo 329 del Código Procesal Penal: “Los
peritos deberán exponer brevemente el contenido y las conclusiones de su informe, y a continuación se autorizará que sean
interrogados por las partes”.

En lo que dice relación a la negativa a contestar algunas preguntas, rigen para ellos las
mismas normas que para los testigos, por señalarlo así expresamente el artículo 319 del Código Procesal Penal.

Se parecen únicamente la declaración de un perito con la de un coimputado, en que ambos


comienzan declarando, el primero libremente sobre el contenido y conclusiones de su pericia y, el segundo,
que es el que nos interesa, dando un relato libre de los hechos, es decir su versión de lo sucedido, a
continuación, ambos pueden ser interrogados y contrainterrogados como se verá a continuación y, finalmente
el Tribunal sólo puede hacerles preguntas aclaratorias.

7.2.- Al igual que en el caso de las declaraciones de testigos y peritos,


puede estar sujeta a contradicción, es decir, pueden intervenir preguntando no sólo el defensor sino
que también la o las partes acusadoras

A los testigos y peritos se les puede examinar por las partes que los presentan al juicio y
contraexaminar o contrainterrogar por las partes contrarias

A los imputados se les puede examinar o interrogar por las partes. 465

464
Véase el artículo 305 del CPP
465
Nota: el artículo 326 del CPP que se refiere a la declaración del acusado en el juicio, señala que una vez que el acusado
preste declaración “podrá ser interrogado directamente por el fiscal, el querellante y el defensor, en ese mismo orden”. El legislador
aquí no empleó la voz “contrainterrogatorio” como cuando se trata de los testigos y peritos como hizo en el artículo 330 del CPP, sin
embargo, tal norma es aplicable al imputado que se allanare a prestar declaración, según previene el inciso final del artículo recién
citado, con lo que, en mi opinión, hay razón de texto para que el imputado pueda ser contrainterrogado. La pregunta ahora es quién
tiene ese derecho, el fiscal o el defensor. Recuérdese que tratándose de testigos y peritos el derecho a contrainterrogar es para el
litigante contrario, esto es, para aquél que no ha presentado a ese testigo o perito al juicio. Empero, tratándose de los acusados, ellos
no son presentados en calidad de testigos a su juicio, ellos deponen como medio de defensa y en consecuencia estimo en lo personal
que podría ser contrainterrogado solamente por el fiscal.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 337


Para entender cabalmente este tema, cabe señalar que a los testigos y peritos siempre los
presenta a declarar la parte que, respectivamente, los haya llevado como probanzas de su propia teoría, en
consecuencia, trátese de un fiscal, un querellante o un defensor, si ha presentado a un testigo o perito, sólo lo
podrá interrogar y no contra interrogar. Por el contrario, la parte que no haya presentado al testigo o perito al
juicio, podrá contrainterrogarlo.

Nuestro Código Procesal Penal emplea la locución “contrainterrogatorio” sólo en dos de sus
normas, los artículos 329 y 330 y, por supuesto, no define que es lo que se entiende por contrainterrogatorio.

VIAL CAMPOS señala la siguiente cita: “El propósito de un juicio es descubrir la verdad. El
contraexamen es la mejor herramienta para descubrir la verdad, entonces, el propósito de un juicio es el contraexamen”.
466

El interrogatorio de un testigo o perito se dirige por la parte que lo presenta al juicio


mediante preguntas que la especialidad llama preguntas “abiertas”, es decir preguntas genéricas que no guíen
al testigo más que de una manera general, sin que le sea proporcionada información alguna para que de una
respuesta, es decir, no se le siguiere la respuesta.

En cambio, en el contrainterrogatorio, lo destacable son las preguntas cerradas, aquellas que


se contestan generalmente sin mayor posibilidad de extensión en la respuesta, normalmente con los
monosílabos “si” o “no”, y preceden a una pregunta que es sugestiva, es decir que conlleva la respuesta,
afirmativa o negativa a la pregunta.

Tal como sostiene VIAL CAMPOS, “El contrainterrogatorio se establece expresamente como un
derecho de la parte que no presentó al testigo (o perito, le agrego yo), permitiéndose las preguntas sugestivas, lo que es
compatible con la contradicción que todo proceso requiere y que asegura que la prueba ingresada al juicio cumpla con un
estándar mínimo de fiabilidad”. 467

Tal como sostienen BLANCO, DECAP, MORENO y ROJAS, 468 se ha planteado una duda
respecto de la locución “directamente” que emplea el legislador en el artículo 326 del Código Procesal Penal,
en efecto ellos señalan, “otra cuestión que se ha debatido dice relación con el empleo de la expresión “directamente”,
utilizado a propósito del interrogatorio que efectúa el fiscal y el querellante. Ello en atención a que normalmente la
doctrina emplea la expresión interrogatorio o examen directo para referirse a los testigos propios y, en cambio, se utiliza la
nomenclatura de contraexamen o contrainterrogatorio para referirse al efectuado sobre un testigo de la parte contraria.
Debe señalarse que la cuestión no es simplemente semántica, sino que tiene un efecto sobre las preguntas que resultan
admisibles según se trate de uno u otro tipo de interrogatorio. Nos parece errónea la solución que han dado algunos jueces
a esta cuestión, cuando han resuelto que al decir el art. 326 que el imputado será interrogado directamente por el fiscal,
está haciendo aplicable la prohibición de realizarle preguntas sugestivas, conforme lo dispone el art. 330. Y resulta
errónea porque la prohibición contenida en esta última disposición expresamente está planteada respecto de los testigos
propios y nadie podrá sostener fundadamente que el imputado pueda ser asimilado a un testigo propio de la fiscalía. De allí
que nos parece más respetuosa con las reglas de la litigación la solución dada por la gran mayoría de jueces, en orden a
admitir las preguntas sugestivas por parte de fiscal y querellante; Pero queda todavía pendiente saber si el defensor puede
realizar preguntas sugestivas al imputado. En nuestra opinión, siguiendo la teoría de la litigación, debiéramos entender
que es un testigo propio, resultándole aplicable la regla contenida en el art. 330, que prohíbe respecto de ellos las preguntas
sugestivas”.

Más simple me ha parecido siempre la explicación que le escuché un día a Jorge Bofill G.,
sobre la voz “directamente” a la que nos hemos referido y es la siguiente, - que de esa manera, una vez que el

466
VIAL CAMPOS, Pelayo; “Técnicas y fundamentos del contraexamen en el proceso penal chileno”, Editorial Librotecnia,
Santiago de Chile, reimpresión de la primera edición, octubre de 2007, pág. 13, donde el autor cita: “Silogismos del contraexamen,
LARRY S.POZNER y ROGER J. DOOD, Cross-Examination, Sciencie and Techniques, The Michie Company, Law Publishers, Virginia, 1993,
pág.1”.
467
VIAL CAMPOS, Pelayo, Ob. cit. págs. 16 y 17.
468
BLANCO SUAREZ, Rafael; DECAP FERNÁNDEZ, Mauricio; MORENO HOLMAN, Leonardo y ROJAS CORRAL, Hugo; “Litigación
Estratégica En el Nuevo Proceso Penal”, Editorial Lexis Nexis, 1° edición abril de 2005, Santiago de Chile, págs.166 y 167.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 338


imputado terminara de prestar su declaración libre inmediata y directamente iba a ser interrogado por el fiscal,
querellante y defensor, en ese mismo orden, excluyendo de tal forma la posibilidad de que los jueces se
entrometieran preguntándole al imputado una vez que aquél diera su versión o relato libre de los hechos.

El tema del contrainterrogatorio es vital, pues por su intermedio, esto es, por la vía de la
interrogación cruzada que haga el litigante contrario al testigo o perito de la contraparte – o la fiscalía y
querellante al coimputado – puede obtenerse mayor claridad sobre la versión ya entregada por el mismo
(testigo, perito o coimputado) durante el interrogatorio que le hizo la misma parte que lo presentó.

La finalidad de contrainterrogatorio es una sola, servir de herramienta al principio de la


contradicción de las pruebas, es decir, es una especie de revisión, de filtro, de control que hace la parte
contraria, a la información que ya proporcionó el testigo, perito o coimputado.

Como sostiene VIAL CAMPOS, 469 “los tres objetivos básicos del contraexamen se pueden resumir
en tres grupos: a) obtener testimonio favorable del testigo; b) desacreditar el testimonio del testigo o desacreditar al testigo
y c) limitar el testimonio del testigo”.

Yo agrego que todo lo dicho para el testigo por el indicado autor, es tan válido para el perito
como para el imputado.

7.3.- También los jueces al final de su declaración, podrán “formularle


preguntas destinadas a aclarar sus dichos”, 470 al imputado que depone

El legislador ha puesto cortapisas serias a la actividad de los jueces en el juicio oral y ello, en
mi opinión, es más que entendible, en efecto, no se quiere a un juez parte (como antaño) que era investigador,
acusador y, además, sentenciador.

Por ello, ha limitado las facultades de los jueces del juicio, solamente a poder hacer
preguntas aclaratorias a los imputados que se allanen a declarar, jamás podrán, por intermedio de sus
preguntas introducir nueva información. De hacerlo, me temo que no estarían ocupando su lugar de jueces
imparciales que les prevé el sistema, sino el de partes interesadas y, con sus interrogatorios, en lo que no sean
aclaratorios, o bien estarían subsidiando la labor del fiscal o la del defensor.

No ha sido fácil y es una práctica en algunos jueces, bajo el pretexto de aclarar dudas
generales del caso que se les plantea, formularles preguntas al imputado, empero, lo que ha querido el
legislador ha sido única y exclusivamente, aclarar a los jueces con una o más preguntas, alguna duda que les
haya quedado de lo sostenido por el acusado, por ejemplo, porque no se le ha entendido claramente, porque
sobre el mismo tópico ha dichos dos cosas distintas, etc.

De la historia de la ley, ello aparece más que claro, así, cuando se discutió el tema, en el
Senado se señaló: “Respecto de las preguntas que puede formular el tribunal al testigo o perito, el Senado dejó
constancia que no pueden referirse a hechos no comprendidos en su declaración, sino que tienen por objeto solamente
aclarar pasajes oscuros o contradictorios de la misma”. 471

Tal como sostienen HORVITZ y LÓPEZ, 472 “en el nuevo sistema de justicia criminal chileno sólo
las partes aportan y producen pruebas en el juicio oral”, por ende, la regla será que los jueces no puedan producir
pruebas mediante las respuestas que se den a sus preguntas, que como se refuerza, son solamente aclaratorias.
Añaden los citados autores que “sin embargo, los miembros del tribunal del juicio conservan una importante facultad,
que puede ser considerada como el único caso en el que podrían “producir” prueba, aunque el Código es cuidadoso cuando

469
VIAL CAMPOS, Pelayo; Ob. cit. pág. 36
470
Véase el apartado final del inciso 3° del artículo 326 del CPP
471
PFEFFER URQUIAGA, Emilio; Ob. Cit. Pág. 495
472
HORVITZ LENNON, María Inés y LOPEZ MASLE, Julián, Ob. Cit. Tomo II págs. 269 y 270

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 339


regula las facultades del tribunal tras el interrogatorio de los declarantes. En efecto, suele establecerse la posibilidad de que
los miembros del tribunal formulen preguntas a los testigos, peritos o al propio imputado para que “aclaren sus dichos”
(arts. 326 inciso 3° y 329 inciso 4° CPP). Esta facultad nos parece razonable. Es lógico que ante declaraciones oscuras o la
utilización de conceptos técnicos no esclarecidos por los interrogadores, el tribunal pueda formular las correspondientes
preguntas aclaratorias. Ello no vulnera en modo alguno la lógica del juicio si el tribunal se mantiene en el contexto y
margen del interrogatorio realizado por los intervinientes”.

ECHEVERRÍA RAMÍREZ, 473 sobre este tema incluso ha sostenido “con toda seguridad la
fuente más fecunda de actuaciones judiciales capaces de crear peligro serio, cuando no ya franco atropello a la garantía de
imparcialidad del tribunal, es la originada en los agudos y, en ocasiones, inusitados interrogatorios realizados por jueces
de Tribunales de Juicio Oral en lo Penal al abrigo del inciso 4° del artículo 329 del Código Procesal Penal. A menudo, ellos
exhiben más oficio y talento escrutador que varios de los efebos y noveles intervinientes que litigan en su presencia”.

Un tema interesante que se ha planteado en relación a este tópico de las preguntas


aclaratorias por parte del Tribunal, es ¿qué pueden hacer los litigantes cuando dichas preguntas, que hagan los
jueces, realmente no sean aclaratorias?

Estimo que los intervinientes tienen el deber de hacerle saber a los jueces que deben cumplir
sus funciones con total y estricto apego a la ley, es decir, si un litigante advierte que un juez realiza preguntas a
un testigo, perito, imputado o coimputado puede, sin más objetar dicha pregunta del Tribunal.

El fundamento de dicha objeción no lo vamos a encontrar por cierto en el artículo 330 del
Código Procesal Penal, que señala cuáles son las preguntas permitidas y prohibidas de los litigantes en un
juicio, pues dicha norma está pensada, simplemente para los intervinientes (fiscal, defensor, querellante) y no
para el juez, que no es un interviniente, sino que un sujeto procesal.

Dentro de los principios del sistema está la imparcialidad del Tribunal, ya el artículo 1° del
Código Procesal Penal señala: “Ninguna persona podrá ser condenada o penada, ni sometida a una de las medidas de
seguridad establecidas en este Código, sino en virtud de una sentencia fundada, dictada por un Tribunal imparcial”.

Luego, al efecto que nos interesa, la imparcialidad del Tribunal radica en este caso, en que el
Tribunal no pueda “producir nueva prueba” mediante interrogatorios no aclaratorios, es decir, ingresando
nueva información que luego deba valorar, ya sea en beneficio o en detrimento del coimputado. Cuando ello
ocurra, estimo que los litigantes pueden y deben objetar las preguntas no aclaratorias de los jueces.

ECHEVERRÍA RAMÍREZ, 474 también lo sostiene así y, al efecto indica respecto de un fallo
de un Tribunal Superior “ese Tribunal Superior reconoce el derecho de las partes a controlar y objetar las preguntas de
los jueces, recordando el deber de pasividad que el tribunal debe mantener frente a las posiciones y la prueba de los
litigantes, argumentando que frente a una controversia entre partes, el juzgador debe asumir una función de control y
arbitraje, apegándose estrictamente al principio de imparcialidad”.

La Corte Suprema lo ha entendido de la misma manera y en una sentencia de 4 de


noviembre de 2009, la Rol 6165-2009, estableció, respecto de este tema que: “El principio contradictorio que rige en
el nuevo sistema penal, constituye un elemento del derecho a defensa y, asimismo, del debido proceso, por cuanto la
neutralidad del tribunal se asegura y garantiza a través del veto a su iniciativa probatoria”, con lo que está admitiendo,
por cierto, la posibilidad a los litigantes de objetar las preguntas no aclaratorias que haga el Tribunal, cuando
excedan las facultades que se les confiere en el inciso 4° del artículo 329 del Código del ramo.

473
ECHEVERRÍA RAMÍREZ, Germán, “Imparcialidad del Tribunal Oral en lo Penal: tras la conquista de la garantía”, en Revista de
Derecho, Vol. XXIII N°1-Julio de 2010, pág.269 a 310, extraído del vínculo de internet:
http://www.scielo.cl/pdf/revider/v23n1/art12.pdf.
474
Ídem cita anterior

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 340


7.4.- A diferencia de lo que ocurre en el caso de testigos y peritos, el
imputado puede, en cualquier estado del juicio, “solicitar ser oído, con el fin de aclarar o
complementar sus dichos” 475

Un testigo o perito declaran en una sola oportunidad y no pueden luego, pedir ser citados a
declarar en el juicio para complementar sus asertos anteriores. La verdad es que en el caso de los testigos
comienzan declarando a las preguntas que les haga el litigante que los presenta y luego, pueden ser
contrainterrogados por la parte contraria. Excepcionalmente, el Tribunal puede a solicitud de alguna de las
partes autorizar un nuevo interrogatorio de los testigos que ya hubieren declarado en la audiencia. Esta misma
regla se aplica también a los peritos.

Ello se faculta en el inciso 5° del artículo 329 del Código Procesal Penal, y la inteligencia de la
norma supone lo siguiente:

a) no es una facultad oficiosa del tribunal, procede siempre a solicitud de parte, es decir, si no
hay solicitud, el Tribunal no puede decretarla;

b) la parte contraria al solicitante puede oponerse;

c) con oposición de la contraria o sin ella, el tribunal es soberano para resolver, el legislador
emplea la voz “podrá”, lo que indica que es facultativo para el Tribunal acceder o no a dicha petición;

d) normalmente y lo aconsejable, para el caso de que se acceda a un nuevo interrogatorio, es


que deba otorgarse luego, ese mismo derecho a la parte contraria para que contra examine respecto de esa
nueva información;

e) procedería luego de aquel ejercicio, el uso de las preguntas aclaratorias por parte del
tribunal si hubiere algo que aclarar.

En cambio, en el caso de los imputados, ellos pueden pedir ser oídos en cualquier estado del
juicio para complementar o bien aclarar sus dichos anteriores. Luego, el ejercicio de esta facultad implica que
ellos hayan declarado antes en el juicio y, luego de producida una prueba, deseen aportar datos nuevos o
complementar los anteriores o bien aclarar los mismos, según se desprende claramente del inciso final del
artículo 326 del Código Procesal Penal.

Ergo, si el coimputado no ha declarado antes, no tiene nada sobre lo que complementar o


aclarar, en ese evento, simplemente hace uso del ejercicio del derecho genérico de ser oído, contemplado en el
artículo 8° inciso 2° del Código del ramo. 476

Recapitulando sobre las diferencias anotadas entre la declaración de un testigo y/o perito
con las de un imputado, estimo que las divergencias anteriores que hemos anotado entre ellas son manifiestas,
en consecuencia, en mi opinión no puede hablarse lisa y llanamente de “declaraciones” cuando se trata de
imputados, pues son en mucho diferentes a la de los testigos y peritos, en cuanto a la forma, oportunidad,
formalidades, etc., de allí entonces que se está indicando que no puede asimilarse tan fácilmente a los
coimputados con los testigos y debiera pensarse derechamente, que cuando un coimputado se sienta en un
juicio a prestar declaración, solamente está haciendo uso de un derecho, el de ser oído por el Tribunal que lo
está juzgando, en otras palabras, siempre declara como un medio de defensa.

475
Véase el inciso final del artículo 326 del CPP
476
Nota: el inciso 2° del artículo 8 del CPP dispone: “El imputado tendrá derecho a formular los planteamientos y alegaciones
que considerare oportunos, así como a intervenir en todas las actuaciones judiciales y en las demás actuaciones del procedimiento,
salvas las excepciones expresamente previstas en este Código”.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 341


De ser así, al momento de valorar los dichos de los imputados, el Tribunal no debiera hacer
el mismo trabajo que hace al valorar las declaraciones de testigos y peritos, en sí, las “declaraciones
presenciales de imputados en juicio” se parecen a una declaración sin serlo. El parecido sólo está en que el
Tribunal, al igual que en el caso de testigo y peritos, escucha de su propia boca lo que ellos señalan, la
inmediación reflejada en esos actos es evidente, sin embargo, hasta ahí no más llega el parecido, pues en el
fondo provienen de sujetos que dentro del proceso tienen roles distintos y disímiles.

El testigo o perito siempre será un tercero ajeno en todo al resultado del juicio (salvo el caso
del testigo-víctima), sin embargo, el peso de la sentencia no recaerá sobre aquél, en el evento de ser
condenatoria, sino que sobre el imputado, luego a éste sí que le interesa realmente el resultado, máxime si
entiende que es inocente.

Luego, el prisma que debe tener el Tribunal al apreciar o valorar las declaraciones de
imputados, versus el trabajo que haga al valorar las declaraciones de testigos o peritos, debe, lógicamente ser
distinto.

Adelantando opinión, desde ya sostengo que la declaración de un imputado en nada se


asemeja a la declaración de un testigo, por las tantas diferencias ya anotadas, en consecuencia, no puede
inferirse por ello que sean iguales o deban ser tratadas en un plano de igualdad al momento de su
valoraciones. Ciertamente es una declaración vertida en juicio, como la que hace un testigo o perito, pero a
diferencia de aquellos, cuando la expresa un acusado es simplemente un medio de defensa y por ende, no
podría valorarse por el Tribunal, en los mismos términos en que se valora la declaración de un testigo o perito
cualquiera.

7.5.- Las palabras finales del artículo 338 del CPP

El artículo 338 prevé que antes que el Tribunal del Juicio de por finalizada la audiencia, una
vez que se haya desahogado toda la prueba y escuchado al fiscal, querellante y defensor, en sus alegaciones
finales, le otorgue la palabra al acusado para que manifestare lo que estimare conveniente. A continuación se declarará
cerrado el debate.

Estas palabras finales del acusado no constituyen propiamente una declaración formal, como
la que se prevé en el artículo 326 del CPP y que, para todo el procedimiento, cautela como posibilidad, el
artículo 98 del mismo Código. 477

Es simplemente, una manifestación más, del derecho a ser oído.

La fuente 478 de esta parte de la norma, la encontramos en el Código Procesal Penal Modelo
para Iberoamérica, según previene MATURANA, sin embargo, aquél cita erróneamente el artículo 311 del
Código Modelo, cuando en realidad, es la parte final del artículo 318 que señala: “Por último, el presidente
preguntará al imputado si tiene algo más que manifestar, concediéndole la palabra, y cerrará el debate” 479

477
Vid Jurisprudencia CA de Talca, 22 diciembre 2003. Rol N° 1.185 - Última declaración del acusado. Alcance. Existe consenso
en que todo lo que exponga el acusado en uso de la facultad que le concede esta norma, conocida como la "última palabra del
acusado", no configura una declaración en sentido técnico estricto. Desde luego, porque no está sujeta a posibilidad de contradicción o
examen alguno. Tal imposibilidad hace que no pueda ser valorada como un "medio de prueba" por el tribunal, atendido a que se
vulneraría el principio del contradictorio. En PFEFFER URQUIAGA, Emilio, “Código Procesal Penal Anotado y Concordado”, Segunda
Edición actualizada y aumentada, Editorial Jurídica de Chile, Santiago de Chile, febrero del año 2006, pág. 509
478
MATURANA M., Cristián, coordinador - FACULTAD DE DERECHO UNIVERSIDAD DE CHILE, “Reforma Procesal Penal – Génesis,
Historia Sistematizada y Concordancias, Tomo II, Código Procesal Penal, Libro II, Editorial Jurídica de Chile, Santiago de Chile, 1° edición,
año 2003, pág.676
479
MAIER J., Julio, “Derecho Procesal Penal Argentino”, Tomo I, Editorial Hammurabi S.R.L, Buenos Aires, 2° Edición año 1989,
pág. 412

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 342


8.- Deliberación y Sentencia

8.1.- Deliberación, decisión o veredicto (339-343-340-347)

Respecto del contenido mismo de la deliberación el mencionado artículo 343 del citado
Código, da a los jueces, las siguientes pautas:

1. deberá ser pronunciada en la audiencia respectiva, después del cierre del debate;
2. se deberá comunicar la decisión sobre la absolución o condena del o los acusados
por cada uno de los delitos que se le imputaren;
3. se deberá indicar respecto de cada uno de ellos los fundamentos principales
tomados en consideración para llegar a dichas conclusiones
4. sólo en el caso de la condena, el tribunal deberá resolver sobre las circunstancias
modificatorias de responsabilidad penal; salvo o excepto que se trate de circunstancias ajenas al hecho punible,
caso en el cual podrá postergar su resolución para el momento de la determinación de la pena en la sentencia,
debiendo indicarlo así las partes.

La falta de alguno de estos requisitos mínimos, trae aparejada la nulidad del juicio mismo,
según se desprende del inciso 3° del artículo 343 del Código referido.

Como apreciamos, el legislador se cuidó en extremo de no dar muchas normas sobre el


particular, entendiendo esta actuación de la deliberación como un trámite más o menos rápido que refleje de
alguna manera el cambio del antiguo sistema, posibilitando a que la comunidad y los intervinientes de la
manera más pronta posible tuvieran conocimiento de la decisión, dejándose incluso la posibilidad de redactar
la sentencia en un plazo futuro no superior a cinco días como regla general.

Nada se dijo respecto a su escrituración, sin embargo, la práctica ha aconsejado que la


deliberación sea escrita.

Estimamos absolutamente acertado aquello, pues además de ser de más rápida y fácil
comprensión para quien la lea, quedará estampada en un registro que podrá revisarse a futuro y que
necesariamente es de menor complejidad que tener que escuchar posteriormente el audio o grabación en que
quedó ella consignada.

Eso sí que esta decisión que es mejor consignar en el papel, siempre debe darse a conocer
oralmente a los intervinientes y demás asistentes a la audiencia.

8.2.- Plazos para deliberar

De lo dicho, se puede deducir lo siguiente:

La ley ha señalado un plazo máximo de 24 horas para deliberar, sólo sí, se cumplen a nuestro
juicio dos requisitos copulativos:

1. que el juicio haya durado más de dos audiencias; y


2. que la complejidad del caso no permitiere pronunciar inmediatamente la decisión

En otras palabras, no necesariamente la longitud del juicio en varias audiencias va a llevar


aparejado un plazo mayor de hasta 24 horas para emitir una decisión, pues si el caso no es complejo, no se
requerirá de tal franquicia.

Fíjense eso sí, que de lo anotado pareciera que el mensaje dado a los jueces deliberadores, va
precisamente en sentido contrario, pues, sabemos que no se da un lapso de tiempo para resolver, sino en el

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 343


caso excepcional aludido, en los demás el legislador, ha dejado entrever en la norma que quiere la mayor
rapidez posible, cuando señala textualmente: “no permitiere pronunciar la decisión inmediatamente”.

Sabemos empero, que en la práctica el veredicto se ha dado no en menos de 45 minutos y no


en más de 3 a 4 horas después de cerrado el debate.

En todo caso jamás puede excederse el plazo de 24 horas entre el cese del debate y el
pronunciamiento de lo acordado en la deliberación, pues la infracción a lo señalado, trae aparejada la nulidad
del juicio, según se desprende del inciso 3° del artículo 343 del Código Procesal Penal, “La omisión del
pronunciamiento de la decisión de conformidad con lo previsto en los incisos precedentes, producirá la
nulidad del juicio, el que deberá repetirse en el más breve plazo posible”.

Respecto del contenido mismo de la deliberación el mencionado artículo 343 del citado
Código, da a los jueces, las siguientes pautas:

a) deberá ser pronunciada en la audiencia respectiva, después del cierre del debate;

b) e deberá comunicar la decisión sobre la absolución o condena del o los acusados por cada
uno de los delitos que se le imputaren;

c) se deberá indicar respecto de cada uno de ellos los fundamentos principales tomados en
consideración para llegar a dichas conclusiones

d) sólo en el caso de la condena, el tribunal deberá resolver sobre las circunstancias


modificatorias de responsabilidad penal; salvo o excepto que se trate de circunstancias ajenas al hecho punible,
caso en el cual podrá postergar su resolución para el momento de la determinación de la pena en la sentencia,
debiendo indicarlo así las partes.

La falta de alguno de estos requisitos mínimos, trae aparejada la nulidad del juicio mismo,
según se desprende del inciso 3° del artículo 343 del Código referido.

Como apreciamos, el legislador se cuidó en extremo de no dar muchas normas sobre el


particular, entendiendo esta actuación de la deliberación como un trámite más o menos rápido que refleje de
alguna manera el cambio del antiguo sistema, posibilitando a que la comunidad y los intervinientes de la
manera más pronta posible tuvieran conocimiento de la decisión, dejándose incluso la posibilidad de redactar
la sentencia en un plazo futuro no superior a cinco días como regla general.

Nada se dijo respecto a su escrituración, sin embargo, la práctica ha aconsejado que la


deliberación sea escrita.

Estimamos absolutamente acertado aquello, pues además de ser de más rápida y fácil
comprensión para quien la lea, quedará estampada en un registro que podrá revisarse a futuro y que
necesariamente es de menor complejidad que tener que escuchar posteriormente el audio o grabación en que
quedó ella consignada.

Eso sí que esta decisión que es mejor consignar en el papel, siempre debe darse a conocer
oralmente a los intervinientes y demás asistentes a la audiencia.

La ley no ha señalado más que las pautas generales en el artículo 343 del Código Procesal
Penal, ya comentadas; sin embargo, hacer aplicación en parte del artículo 340 del mismo Código, parece lo más
conveniente, por las siguientes razones:

En primer lugar, frente al acaecimiento de un hecho, es menester ver si aquél es de relevancia


jurídico penal, en otras palabras, si él encuadra en uno de los tipos penales vigentes, o como dice el Código
Procesal Penal, que se hubiera cometido un hecho punible.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 344


En segundo término, que ese hecho punible haya sido precisamente objeto de la acusación
penal entablada por el ministerio público, agregándose aquí, la famosa congruencia entre esta acusación y la
formalización con la que se incoa la investigación de un hecho punible respecto de un sujeto determinado.

Esa congruencia es en todo similar a la identidad que debía existir antiguamente en el


Código de Procedimiento Penal, entre el auto de procesamiento y la acusación penal.

En tercer lugar si le ha correspondido al acusado una participación culpable y penada por la


Ley.

Lo anterior guarda estricta relación con los requisitos de la acusación penal contenidos en las
letras b) y d) del artículo 259 del Código Procesal Penal, ya citado.

Lo dicho aparece, además, corroborado en la parte primera del artículo 341 del Código
Procesal Penal, cuando dispone: “La sentencia condenatoria no podrá exceder el contenido de la acusación. En
consecuencia, no se podrá condenar por hechos o circunstancias no contenidos en ella”

8.3.- Contenido del acta de deliberación

En suma, en mi opinión debemos considerar como requisitos ineludibles del contenido del
acta de deliberación, los siguientes:

1. La decisión sobre ABSOLUCIÓN ó CONDENA de el o los acusados;


2. El señalamiento de los hechos motivo de la formalización de la investigación y la
acusación penal;
3. La expresión sucinta del porqué esos hechos se encuentra acreditados con el mérito
de lo oído en la audiencia, o en otras palabras, con qué medios probatorios (testimonios o pericias) se dan por
acreditados;
4. La calificación jurídica que se le hace a los hechos que se dieron por probados;
5. La enunciación del voto de minoría de alguno de los jueces de la sala, respecto de la
calificación jurídica, discrepante, ya sea de la mayoría de la sala, o bien, discrepante de la señalada por el
ministerio público en su acusación;
6. La indicación de que la participación de el o los acusados, en los hechos narrados,
en calidad ya sea, de autores, cómplices o encubridores se encuentra acreditada con la prueba de cualquier
especie rendida en la audiencia;
7. La concurrencia de circunstancias modificatorias de responsabilidad inherentes al
hecho punible;
8. El aviso acerca de que las circunstancias modificatorias de responsabilidad penal
ajenas al hecho punible, se postergará en su resolución para el momento de la determinación de la pena en la
sentencia;
9. La resolución acerca del alzamiento o continuación de las medidas cautelares
personales o reales dictadas en contra de el o los acusados, dependiendo de la absolución o condena de
aquellos;
10. La citación a la audiencia de lectura del fallo, para una fecha no posterior al quinto
día;
11. La enunciación de que se declara cerrada la audiencia.

8.4.- Congruencia y Sentencia (341-342-344-346-348-349)

El citado artículo 341 del citado cuerpo legal se refiere a ella.

Aquí cabe hablar derechamente de la famosa congruencia, es decir, el correlato fiel entre los
hechos contenidos en la acusación y el fallo. Bastante se ha dicho sobre el particular, sólo cabe comentarles

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 345


genéricamente que creo que la congruencia queda entregada hoy a dos Tribunales distintos, los que
necesariamente se engarzan en una congruencia final.

Explicando diré que el juez de garantía deberá velar porque exista congruencia entre el relato
de los hechos y de las personas en contra de las cuales se ha formalizado por dichos hechos y la acusación del
fiscal.

En cambio, los jueces orales, deberán analizar la congruencia existente entre los hechos de su
acusación, quienes figuran como acusados y su fallo.

8.5.- Contenido de la Sentencia Penal

Veremos el contenido de tal artículo, en el mismo orden de los numerales dados por la
norma.

La mención del tribunal y la fecha de su dictación; la identificación del acusado y la de el o


los acusadores;

Sobre el particular no hay que extenderse mayormente, debe necesariamente ir el nombre del
tribunal, su lugar de expedición, la fecha de su dictación y la individualización del acusado y de el o los
acusadores.

El Código de Procedimiento Penal, disponía sobre el particular, en su artículo 500 numeral


1°, “La expresión del lugar y día en que se pronuncie”.

La única diferencia que apreciamos, es que hoy día se señala la mención del Tribunal y no la
expresión del lugar en que se pronuncie como antes.

A lo mejor, lo anterior tiene su explicación, en que hoy día un Tribunal de Juicio Oral en lo
Penal, puede perfectamente constituirse y sesionar en audiencias, en un lugar distinto a aquél en que radica su
lugar de asiento, siempre y cuando esté dentro de su jurisdicción; por ejemplo, perfectamente el Tribunal Oral
de Curicó, puede tener audiencias de un juicio en la ciudad de Molina o Licantén, en la Séptima Región y así,
la experiencia se refleja en el resto del país.

El legislador parece también entenderlo de esa manera, pues, respecto de las nuevas
dotaciones de jueces orales, se habla de un tribunal o sala “itinerante”, mientras se instala, con el tiempo, la
dotación definitiva.

La enunciación breve de los hechos y circunstancias que hubieren sido objeto de la


acusación; en su caso, los daños cuya reparación reclamare en la demanda civil y su pretensión reparatoria, y
las defensas del acusado;

Aquí el Tribunal normalmente relatará sucintamente los hechos objeto de la acusación penal,
lo civil reclamado, si es que lo hay y las defensas hechas al acusado.

La exposición clara, lógica y completa de cada uno de los hechos y circunstancias que se
dieren por probados, fueren ellos favorables o desfavorables al acusado, y de la valoración de los medios de
prueba que fundamentaren dichas conclusiones de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 297;

En esta parte se analizan que hechos se dieron por probados con la prueba rendida en la
audiencia, incluyéndose por cierto las convenciones probatorias, si es que las hubo, con la debida
fundamentación, de las conclusiones.

Con toda propiedad se puede decir que este es el corazón de toda nueva sentencia criminal,
pues aquí los jueces deberán fundamentar sus nuevos fallos de conformidad a la libertad para valorar o

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 346


apreciar la prueba que se rindió ante ellos y el camino que han tomado los tribunales para confeccionar sus
nuevos fallos no ha sido idéntico: así, por ejemplo, algunos tribunales en conformidad a este literal, han
consignado uno a uno los hechos que a ellos les parecieron estar acreditados conforme a la prueba que
escucharon en la audiencia, en seguida, ellos, pasan a relatar con que medios de prueba ellos dieron por
acreditado tales hechos, valorándolos uno a uno, es decir, señalando las razones de porqué, en su personal
concepto, esos hechos se acreditan con esos medios de prueba.

Otros en cambio, han optado por mencionar un hecho genérico, comprensivo de todos los
elementos del tipo penal respectivo, incluyendo allí los elementos de cargo que sirven para justificar la
participación culpable del o los acusados y luego, fundamentan con que prueba ellos dan por acreditados los
elementos objetivos y los subjetivos del ilícito.

Las razones legales o doctrinales que sirvieren para calificar jurídicamente cada uno de los
hechos y sus circunstancias y para fundar el fallo;

Esta parte no requiere mayor análisis, porque aquí los jueces simplemente califican los
hechos que dieron por acreditados y probados conforme al numeral anterior, en un tipo penal. A lo mejor, la
única dificultad que trae aparejada este literal, es aquella que dice relación con una calificación jurídica
“distinta” a la de la acusación penal. Cuando ello ocurre, normalmente, los jueces lo advierten una vez que se
han reunido a deliberar, en ese entendido si alguno de ellos, basta uno solo, estima que los hechos acreditados
se compadecen en otra norma punitiva distinta, deben, en primer término ver si durante la audiencia hubo
debate sobre el punto, es decir, si alguno de los intervinientes, con toda seguridad, la defensa o el querellante,
se han referido a ello. Empero, como consejo, cuando ello ocurra, es siempre preferible abrir debate sobre el
particular. El tribunal entonces vuelve a la sala y advierte, por intermedio de su presidente que uno o más de
los magistrados estima que los hechos pueden tener una calificación jurídica distinta y se invita a los
intervinientes a debatir sobre el particular. Una vez escuchado el debate, los miembros de la sala vuelven a
deliberar y allí aceptarán por mayoría o se contendrá el voto de minoría, en lo referente a una calificación
jurídica distinta. Sea cual sea el camino, lo allí decidido no puede mutarse lógicamente en el fallo.

Sobre el particular, el artículo 341 inciso 2° del Código Procesal Penal, dispone: Sentencia y
acusación. “...Con todo, el tribunal podrá dar al hecho una calificación jurídica distinta de aquélla contenida en
la acusación o apreciar la concurrencia de causales modificatorias agravantes de la responsabilidad penal no
incluidas en ella, siempre que hubiere advertido a los intervinientes durante la audiencia..”

Cabe tener presente únicamente que para que ello ocurra, necesariamente, en algún minuto
de la audiencia debe haberse provocado el “debate” o discusión sobre la posible nueva calificación jurídica de
los hechos.

La resolución que condenare o absolviere a cada uno de los acusados por cada uno de los
delitos que la acusación les hubiere atribuido; la que se pronunciare sobre la responsabilidad civil de los
mismos y fijare el monto de las indemnizaciones a que hubiere lugar;

Aquí los jueces deben indicar con total claridad una parte resolutiva del fallo donde
condenen y/o absuelvan a cada uno de los acusados por todos y cada uno de los delitos contemplados en la
acusación del fiscal, no olvidando el pronunciamiento sobre la responsabilidad civil que le asiste a los
condenados y el monto y carácter de las indemnizaciones civiles a que hubiere lugar, aquí sólo cabe recordar
que el “onus probandi” se rige por el Código Civil y la valoración de la prueba, por las reglas dadas en la parte
criminal, esto es libertad en la valoración de la prueba, sujeta a las limitaciones contempladas en la ley.

El pronunciamiento sobre las costas de la causa, y

La Decisión
Esta es la conocida parte resolutiva del fallo, donde la sala por unanimidad o bien por
mayoría, en la misma forma acordada ya en la deliberación, condenará o absolverá al acusado de la acusación
entablada en su contra por el ministerio público.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 347


La firma de los jueces que la hubieren dictado.

Lógicamente, los jueces terminan firmando su fallo.

La sentencia será siempre redactada por uno de los miembros del tribunal colegiado,
designado por éste, en tanto la disidencia o prevención será redactada por su autor. La sentencia señalará el
nombre de su redactor y el del que lo sea de la disidencia o prevención.

Normalmente el Presidente del Comité de Jueces, según facultades concedidas por los
artículos 24 letra c), 15 y 17 del Código Orgánico de Tribunales, señala la distribución de actividades de cada
juez durante las audiencias orales y el procedimiento para determinar el sorteo de salas.

9.- Reiteración de delitos (351)

El artículo 351 del Código Procesal Penal dispone: Reiteración de crímenes o simples delitos
de una misma especie. “En los casos de reiteración de crímenes o simples delitos de una misma especie se
impondrá la pena correspondiente a las diversas infracciones, estimadas como un solo delito, aumentándola en
uno o dos grados.

Si, por la naturaleza de las diversas infracciones, éstas no pudieren estimarse como un solo
delito, el tribunal aplicará la pena señalada a aquélla que, considerada aisladamente, con las circunstancias del
caso, tuviere asignada una pena mayor, aumentándola en uno o dos grados, según fuere el número de los
delitos.

Podrá, con todo, aplicarse las penas en la forma establecida en el artículo 74 del Código Penal
si, de seguirse este procedimiento, hubiere de corresponder al condenado una pena menor.

Para los efectos de este artículo, se considerarán delitos de una misma especie aquéllos que
afectaren al mismo bien jurídico.”

Les diré que esta es una norma que reemplaza en parte al antiguo 509 Código de
Procedimiento Penal y dispone reglas particulares para la aplicación de la pena, tratándose de reiteración de
crímenes o simples delitos.

Algo muy importante: define los que deben considerarse delitos de la misma especie y serán:
“Aquellos que afectaren al mismo bien jurídico”

Eso sí, siempre deja a salvo la norma del artículo 74 del Código Penal si es más favorable
para el acusado.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 348


DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 349
CAPÍTULO VII. EL PROCEDIMIENTO ABREVIADO

1.- Concepto

Se trata de un procedimiento especial, de actas, en base a los registros que el Ministerio


Público ha reunido durante la instrucción, que es conocido por el Juez de Garantía competente.

El profesor Germán Hermosilla Arriagada ha señalado que “el procedimiento abreviado es una
forma especial de tramitar y fallar, sumariamente, los hechos que han sido motivo de la investigación y acusación fiscal y
particular, dentro de la misma audiencia de preparación, en lugar de serlo a través del juicio oral. Se trata, pues, de un
procedimiento sustitutivo del juicio oral, cuya brevísima tramitación le corresponde al Juez de garantía, quien, además,
deberá dictar la sentencia definitiva. La petición de su aplicación le compete únicamente al fiscal, nadie más puede hacerlo;
pero si no se cuenta con la aprobación del acusado, no existe posibilidad de su utilización”.

Se ha dicho también que “el procedimiento abreviado, es un mecanismo alternativo al juicio oral,
que pretende evitar la realización de juicios en un porcentaje alto de los casos, y que busca obtener sentencias más rápidas
y a menor costo. Consiste en la posibilidad de que las partes puedan acordar una forma de procedimiento diversa, y,
proceder a un debate simplificado frente al juez encargado de controlar la investigación, al término del cual pronunciará la
sentencia”.

En lo personal estimo que se trata efectivamente de una vía alternativa al Juicio Oral, un
verdadero procedimiento de actas, en base a los registros que el Ministerio Público ha reunido durante la
instrucción, de naturaleza más eficiente que garantista, toda vez que implica el sacrificio de notables derechos
del acusado en pos de una salida más rápida y económica. Por lo mismo supone un acuerdo entre el acusado y
el fiscal, homologado en sede jurisdiccional, en virtud del cual el primero renuncia voluntariamente a un
posible juicio oral y acepta expresamente los hechos materia de la acusación y los antecedentes de la
investigación en que se funda; y el segundo solicita al Juez de Garantía la imposición de una pena que no
exceda de cinco años. En el evento que la sentencia sea condenatoria, el Juez de Garantía no puede imponer
una pena mayor a la solicitada por el Ministerio Público.

2.- Características del procedimiento abreviado

Entre las características de este procedimiento especial, pueden señalarse las siguientes:

a.- Es un procedimiento especial, que excluye la generalidad constituida por el juicio oral;

En este evento, opera como descongestionante del sistema, al llevar a procedimientos más
simples, más rápidos, menos complejos y más baratos la solución del conflicto penal. En lo que respecta a la
producción y control de calidad del material probatorio necesario para dictar sentencia, se elimina el debate
oral, público y contradictorio. Aquí subyace la pugna entre eficiencia versus garantías; Estado versus
individuo.

Una de las bases fundamentales que sustenta el nuevo sistema acusatorio es la


racionalización del procedimiento, esto es su utilización de un modo eficiente, empleando en la justa medida y
según corresponda los mecanismos de selectividad penal, las salidas alternativas y los procedimientos
especiales. Por ello, los actores institucionales del nuevo modelo, debemos velar no sólo por la rigurosidad
jurídica, sino también por la optimización administrativa de los recursos asignados.

Si todas las investigaciones policiales exitosas fueran conducidas por los Fiscales hacia el
juicio oral y público, sencillamente el sistema colapsaría.

Por ello, hay que estimar que cuando el Ministerio Público opta por aplicar el abreviado, es
porque tiene razones en el caso concreto de que de seguir al juicio oral, pudiera verse perjudicado el interés
social.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 350


b.- Tiene aplicación por iniciativa exclusiva del Ministerio Público;

Bien se ha dicho que hay una única llave que abre la puerta del procedimiento abreviado y
ella le pertenece al Fiscal.

c.- La iniciativa del Ministerio Público puede manifestarse sólo en dos momentos:

• Junto a la acusación escrita, en un apartado de la misma, cuando se requiera la imposición de


una pena no superior a la de presidio menor en su grado máximo, o bien;

• Verbalmente, durante el desarrollo de la audiencia de preparación de juicio oral.

d.- Implica para el acusado la renuncia de su derecho a tener un juicio previo, oral y
público.

Por ello, estimamos que el procedimiento abreviado disminuye las garantías, desde ya el
derecho de defensa se ve seriamente menoscabado, pues el acusado queda impedido de rendir pruebas, no le
es posible refutar fácticamente los elementos de convicción que obren en la investigación oficial; frente al
reconocimiento de los hechos de la acusación, el estado de inocencia del imputado si bien se mantiene, sufre
una sensible disminución; de otro lado, el principio acusatorio, de división de funciones, también se ve
disminuido, ya que el mismo Juez que intervino durante la instrucción será quien resuelva acerca de la
procedencia del abreviado, y en la afirmativa, será quien dicte sentencia definitiva.

Por lo señalado, se hace indispensable que el acusado conozca a cabalidad los hechos materia
de la acusación, así como los antecedentes de la investigación, para que de ese modo sea capaz de sopesar el
riesgo probable de condena que conlleva este procedimiento y aceptar libre y voluntariamente la renuncia a
juicio.

La Cámara de Diputados ya expresaba: “Aquí, el imputado acepta que los antecedentes reunidos
por el fiscal son ciertos, en general. El juez tiene que indagar dentro de esos antecedentes y, sobre la base de ellos, puede
absolver”.

e.- Requiere la aprobación del Juez de Garantía.

En términos generales el legislador ha entregado al Juez de Garantía un papel tutelar de los


derechos de los intervinientes durante el procedimiento.
Frente a una solicitud de abreviado, le corresponde, además, el deber de verificar el
consentimiento libre del acusado y ejercer un control jurídico acerca de la procedencia de este procedimiento
especial.

f.- La aceptación por el Juez de Garantía de la solicitud de abreviado, fija el límite


punitivo máximo, en el evento de condena.

El artículo 412 del CPP dispone expresamente que si la sentencia es condenatoria, ella no
puede imponer una pena superior ni más desfavorable a la requerida por el órgano acusador.

3.- Presupuestos o condiciones de procedencia del Procedimiento


Abreviado

Como se trata de un procedimiento especial, cuya admisión afecta seriamente los derechos
de los intervinientes, ya que, por un lado, excluye el derecho del acusado de llevar el conflicto penal al juicio
oral y público, y por el otro, el querellante particular quedará impedido de obtener un pronunciamiento sobre
la demanda civil que hubiere interpuesto, es preciso que concurran los presupuestos legales que lo hacen
procedente, a saber:

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 351


3.1.- La solicitud del Ministerio Público

Como ya vimos, esta solicitud se puede manifestar por escrito, junto al libelo acusatorio, o en
forma verbal, durante la audiencia de preparación de juicio oral. En este último caso, el artículo 407 del CPP
permite a los acusadores modificar su libelo así como la pena requerida, a fin de permitir la tramitación
conforme al abreviado.

La pena privativa de libertad requerida por el Fiscal no puede ser superior a cinco años de
presidio o reclusión menores en su grado máximo. Si se trata de otras penas de distinta naturaleza, no hay
limitación, pues el artículo 406 inciso 1° del CPP habla de “cualquiera fuere su entidad o monto, ya fueren ellas
únicas, conjuntas o alternativas”.

En cuanto a la pena requerida por el Fiscal hay que hacer un distingo:

* Si se trata del escrito de acusación y la pena solicitada no es mayor a la de 5 años de


presidio menor en su grado máximo, no hay problemas, pues no excede el límite punitivo legal;

* Si se trata de una pena requerida por el Fiscal en su escrito de acusación, mayor a la de


presidio menor en su grado máximo, o sea hablamos de presidio mayor en su grado mínimo o superior,
lógicamente no podría a su vez pedirla por escrito, y solicitar también la aplicación del procedimiento
abreviado porque no cumpliría con el 406 CPP. En este caso, siempre le queda a salvo la solicitud verbal
hecha en la audiencia de preparación de juicio oral, pero aquí, necesariamente deberá modificar su
acusación como la pena requerida, a fin de permitir la tramitación del procedimiento abreviado.

En cuanto a la calificación jurídica de los hechos, no se excluyen delitos determinados, con la


única salvedad que la pena solicitada en concreto por el Fiscal, esto es considerando las modificatorias de
responsabilidad penal, el grado de desarrollo del delito y el tipo de participación, no exceda el límite legal ya
comentado.

3.2.- La aceptación por parte del acusado de los hechos materia de la


acusación y de los antecedentes de la investigación que la fundaren

Para que el acusado pueda aceptar informadamente es preciso que tenga cabal conocimiento
de los hechos materia de la acusación, que comprenden tanto el hecho punible como la participación, así como
también los antecedentes de la investigación.

El artículo 260 del CPP posibilita este conocimiento al exigir, junto a la citación para la
audiencia de preparación, la entrega al acusado de una copia de la acusación y la información adicional que se
encuentran a su disposición en el Juzgado de Garantía los antecedentes acumulados durante la investigación.

3.3.- La conformidad manifestada expresamente por el acusado con la


aplicación del procedimiento abreviado

En razón de los efectos que genera para el acusado el procedimiento abreviado, el Código ha
previsto medidas de resguardo que tiendan a asegurar la manifestación libre de esta conformidad, es por ello
que el Juez de Garantía debe asegurarse que tal consentimiento se presta en forma libre y voluntaria,
consultándole si conoce su derecho a exigir un juicio oral, si conoce los términos del acuerdo y sus
consecuencias, si ha sido objeto de coacciones y presiones indebidas por parte del Fiscal o de terceros.

Evidentemente, antes de la solicitud que efectúa el Fiscal en el sentido de llevar el caso a un


procedimiento abreviado debe existir un acuerdo entre éste y el acusado, donde se puede negociar la
calificación jurídica de los hechos, la etapa de desarrollo del delito, la participación y las modificatorias de
responsabilidad penal, en definitiva se fije la pretensión punitiva del persecutor, límite máximo penal en caso

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 352


de una sentencia condenatoria. Tales tratativas quedarán de manifiesto en la audiencia de preparación con la
conformidad que preste el acusado.

El Fiscal debe proponer al acusado y su defensor una pena que resulte tan atractiva que lo
induzca a reconocer los hechos materia de la acusación y a renunciar al juicio oral. Si ello no fuere así, ningún
imputado optaría por el abreviado.

La existencia de varios acusados o la atribución de varios delitos a un mismo acusado no son


obstáculo para la aplicación del procedimiento abreviado, respecto de aquellos acusados o delitos que
cumplan con las condiciones legales, así lo señala el inciso final del artículo 406.

3.4.- La aceptación de la solicitud de procedimiento abreviado por parte


del Juez de Garantía

Señala el artículo 410 del CPP que el Juez aceptará la solicitud cuando los antecedentes de la
investigación fueren suficientes para proceder conforme a las normas del procedimiento abreviado, la pena
solicitada por el Fiscal en concreto se ajuste a los límites legales y verificare que el acuerdo hubiere sido
prestado por el acusado con conocimiento de sus derechos, libre y voluntariamente.

El consentimiento del acusado recae entonces sobre los siguientes aspectos que el Juez debe
ir verificando o chequeando:

• Que conoce su derecho a ir a un juicio oral y pese a ello renuncia a tal garantía;
• Que entiende los términos del acuerdo y las consecuencias que éste pudiera significarle
(en otras palabras, que acepta los hechos de la acusación y los antecedentes de la investigación que en ellos
se fundan y la probable pena que le correspondería si en suma fuera condenado);
• Que, las aceptaciones anteriores hechas por el acusado, no hubieran sido obtenidas por
coacciones ni presiones indebidas por parte del fiscal o de terceros.

El rol del Juez de Garantía en el control judicial y eventual aprobación de un procedimiento


abreviado no es un tema pacífico en la jurisprudencia de nuestros tribunales.

Las decisiones en este sentido han fluctuado entre un control intenso de legalidad de los
requisitos del acuerdo (calificación jurídica del hecho; pena correspondiente al delito imputado; coincidencia
con los límites legales), que implica de parte del Juez la expresión de una opinión jurídica propia sobre el
fondo y un control de legalidad menos fuerte, de mera plausibilidad o razonabilidad jurídica de la calificación
efectuada inicialmente por el Fiscal, como dice el profesor Jorge Mera Figueroa “que exista un piso jurídico
sensato”.

Cualquiera sea la alternativa que el Juez adopte, creemos que no debe dejar de considerar en
su decisión los principios del sistema procesal penal que nos rige (racionalización, simplificación del
procedimiento, diversificación de la respuesta punitiva del Estado frente a la criminalidad, eficacia, legalidad,
garantía de los derechos fundamentales de los intervinientes, en especial del imputado y de la víctima), los
objetivos de la instrucción, los derechos e intereses de los intervinientes, los fines de la aplicación de este
procedimiento especial y las funciones del Ministerio Público y del Juez de Garantía.

El Fiscal es el persecutor penal y dentro de sus facultades llega a una negociación con el
imputado, a través de la cual disminuirá su pretensión punitiva recibiendo como contrapartida un menor
riesgo de absolución y un menor desgaste de energías y recursos que significa el procedimiento abreviado
versus el juicio oral. Para que el procedimiento abreviado sea operativo, la ley les ha otorgado a los fiscales un
cierto grado de discrecionalidad, para ofrecer al imputado una penalidad que le pueda resultar atractiva.

La comparación que hace el Fiscal dentro de su discrecionalidad no es entre los hechos


denunciados y las normas legales, sino entre los hechos susceptibles de ser probados en el escenario exigente

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 353


de un juicio oral y dichas normas (juicio de predictibilidad en base a la calidad de las pruebas de que dispone).
Ello debe tenerlo en cuenta el Juez de Garantía al resolver.

Si existe oposición de querellante el Juez debe considerar, además, la plausibilidad de dicha


oposición, en razón de sus fundamentos. No basta la mera discrepancia jurídica.

Al resolver el Juez tendrá presente, asimismo, el rango de discrecionalidad que los


antecedentes le dejan para el análisis de fondo, por ejemplo si aprueba un procedimiento abreviado donde la
pena requerida por el Fiscal es de presidio menor en su grado máximo, a la que ha llegado éste por el juego de
dos atenuantes y en ausencia de agravantes, la única forma de llegar a aplicar la pena requerida es acoger
ambas minorantes.

Por ello algunos Jueces de Garantía expresan que el control de legalidad que efectúan al
inicio del procedimiento abreviado es intenso.

Los efectos de la decisión no son neutros, pues el rechazo continuo de la aplicación del
procedimiento abreviado al ejercer el Juez un fuerte control de legalidad, forzará la realización de un juicio
oral, aún cuando la calificación de los hechos efectuada por el Fiscal sea plausible dogmáticamente.

De acuerdo, a lo sostenido por el profesor Mera la excesiva rigidez del control puede llevar a
los Fiscales a buscar otras soluciones técnicamente factibles, como el archivo provisional antes de la
judicialización, constatado que sea el desinterés de la víctima en la persecución.

Personalmente compartimos la tesis de la plausibilidad o razonabilidad jurídica en la


decisión de procedencia o improcedencia del procedimiento abreviado y estimo que la calificación jurídica
intensa, de fondo, sólo corresponde realizarla en la sentencia definitiva.

No nos parece procedente adelantar el juicio de fondo, ni pedir la exhibición de los


antecedentes de la investigación para examinarlos a cabalidad, pues ello implicaría adelantar parcialmente el
juicio y en lo concerniente a la decisión, prejuzgar.

Tampoco considero que el Juez quede obligado a reconocer las atenuantes propuestas por el
Fiscal si, terminado el debate y ponderados los antecedentes aportados por las partes, llega a la convicción de
que ellas no son legalmente concurrentes, no obstante ello, no podrá aplicar al acusado una pena superior a la
requerida por el Fiscal, de conformidad a lo establecido en el artículo 412 inciso 1° del CPP, que tiene el
carácter de una norma decisoria litis (similar a lo que ocurre con el artículo 395 del CPP).

Todo ello deberá lógicamente ser argumentado en la sentencia por exigencia de


fundamentación.

3.5.- Actividad de otros intervinientes

También se precisa el concurso del querellante, quien puede asumir dos posiciones al
respecto:

• Derechamente está de acuerdo con la solicitud del Fiscal, lo que se refleja en su propia
acusación particular, en ese caso no hay problema. Demás está decir que el querellante que es acusador
particular nunca puede pedir ir al procedimiento abreviado;

• En su acusación particular efectúa una calificación jurídica de los hechos, atribuye una forma
de participación o señala circunstancias modificatorias de responsabilidad penal diferentes de las consignadas
por el Fiscal en su acusación y, como consecuencia de ello, la pena por él solicitada excediere el límite señalado
en el artículo 406 CPP.

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• Pero, aún en este último caso, si el Juez de Garantía no estima fundada la oposición del
querellante, puede acceder a ir al procedimiento abreviado, cuando además se den los otros requisitos legales.

4.- La decisión del Juez de Garantía ante la solicitud de ir a un


procedimiento abreviado

Si se cumplen las condiciones legales y no ha existido oposición del querellante, el Juez de


Garantía aceptará la solicitud.

En el evento de la oposición de querellante, si el Juez de Garantía no la estima fundada y se


reúnen los presupuestos legales, aceptará asimismo el procedimiento abreviado.

Por último, si el Juez estima que no se reúnen los requisitos legales, o si considera fundada la
oposición del querellante, rechazará la solicitud de procedimiento abreviado y dictará el auto de apertura de
juicio oral.

En esta última hipótesis se tendrán por no formuladas la aceptación de los hechos por parte
del acusado y la aceptación de los antecedentes de la investigación, como tampoco las modificaciones de la
acusación o de la acusación particular.

Es más, el Juez debe disponer que todos los antecedentes relativos al planteamiento,
discusión y resolución de la solicitud de procedimiento abreviado sean eliminados del registro.

De otro lado, existe prohibición legal para invocar, dar lectura ni incorporar como medio de
prueba al juicio oral ningún antecedente relativo con la proposición, discusión, aceptación, procedencia,
rechazo o revocación de la tramitación de un procedimiento abreviado.

5.- La Justificación de este procedimiento en nuestro sistema

Es una mayúscula novedad, pues requiere necesariamente el consentimiento del imputado,


atendida la renuncia a juicio oral que lleva consigo.

A través de este procedimiento se busca dar una salida expedita, rápida y económica, por
motivos de eficacia, a aquellos casos en que no exista una controversia sobre los resultados de la investigación
realizada por el Fiscal.

Es este punto nuestro legislador efectuó una combinación entre el sistema norteamericano
(donde se le pregunta al imputado si se declara culpable o inocente, “guilty plea”, consecuencia de un proceso
de negociación, “plea bargaining”, que posibilita una sentencia condenatoria sin juicio) y el sistema europeo
(donde el imputado sólo renuncia al juicio, manteniéndose como inocente, con un debate simplificado),
exigiendo de parte del imputado la aceptación de los hechos y antecedentes de la investigación, estableciendo
como límite para el juzgador que la condena no se pueda producir por la sola confesión del acusado.

Como expone el profesor Cristián Riego se trata de un pacto de cambio de procedimiento en


que ambas partes ceden parcialmente en sus pretensiones obteniendo una ventaja por ello.

El Fiscal renuncia a la posibilidad de una pena en los tramos superiores fijados por la ley
auto limitando su pretensión a un tramo inferior, a cambio de este sacrificio el Fiscal obtiene la enorme ventaja
de no tener que producir la prueba en el juicio oral, validándose como pruebas los antecedentes que ha
recopilado en la fase preparatoria, los que van a ser objeto del debate simplificado y van a servir de
fundamento al fallo. Además, obtiene del imputado una declaración de aceptación de los hechos materia de la
acusación, con lo cual la sustancia de los mismos queda excluida del debate, sin perjuicio de las
interpretaciones de los mismos y de las consecuencias jurídicas que se les atribuyan.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 355


El imputado, por su parte, obtiene certeza respecto de la pena que arriesga y una eventual
rebaja de la misma, a cambio renuncia a su derecho a que la culpabilidad sea probada o acreditada por el
Fiscal en el juicio oral y acepta ser juzgado por medio de documentos que dan cuenta de la investigación del
Fiscal.

El mensaje del Código Procesal Penal nos señala en este punto que: “Entre las posibilidades de
simplificación de los procedimientos que se proponen, la principal es el llamado procedimiento abreviado.... Se trata
fundamentalmente de la posibilidad de que el imputado renuncie a su derecho al juicio oral cuando manifieste su acuerdo
en los hechos contenidos en la acusación y en los antecedentes de la instrucción que la fundan”

El procedimiento abreviado se idea entonces por el legislador, como un mecanismo de


descongestión del nuevo sistema procesal penal y como se señaló en la Cámara de Diputados, “busca dar una
salida expedita a aquellos casos en que no exista una controversia sobre los resultados de la investigación realizada por el
Fiscal”.

Si concordáramos simplemente con el enunciado anterior, estaríamos sosteniendo algo que


ya se discutió en la Cámara de Diputados, esto es, que “a cambio del acuerdo entre el Fiscal y el imputado sobre la
base de la aceptación de los hechos, se fija el “monto” de la pena y el Juez está obligado a aceptar esa declaración de
culpabilidad, no pudiendo entrar a ver si se sustenta efectivamente en antecedentes mayores”.

Sin embargo, y como se señaló en el Parlamento, el sentido parece ser distinto, en efecto “El
Juez no puede imponer una pena superior a la propuesta por el Fiscal, pero no puede entenderse que aún sobre la base de la
aceptación de los hechos, el Juez tenga que necesariamente condenar porque ello significaría legalizar un allanamiento a
una condena y atribuirle un sentido jurisdiccional al acuerdo entre el Fiscal y el imputado, en desmedro de las facultades
naturales del órgano jurisdiccional” .

Sostenemos como jueces, que la anterior debe ser la idea matriz, es decir, pensar el abreviado
como un procedimiento descongestionante del sistema (evitar muchos juicios orales), pero no como una mera
negociación entre el Fiscal y el acusado que implique amarrar al tribunal en cuanto al sentido de la decisión.

Resulta interesante, en este aspecto, lo manifestado por Ignacio Castillo V., asistente del
programa de Justicia Criminal de la Universidad Diego Portales, en un foro virtual, a saber: “Si bien es cierto que
el procedimiento abreviado representa un mecanismo de justicia negociada, y que él es de gran utilidad para la eficiencia
del sistema, no es menos cierto que, a mi juicio, en este proceso se evidencia una fuerte tensión (parafraseando a Binder)
donde choca la eficiencia y garantía. Lo cierto es que, y en esto comparto lo que el otro día nos escribía acá el profesor
Riego, debemos formar una justificación al procedimiento abreviado, desde la realidad latinoamericana, alejándonos de los
argumentos europeos y americanos”.

Siguiendo la opinión del mismo citado, pareciera nos fluye una lógica inquisitiva, sin
embargo, creemos que el problema no pasa por tan simple argumentación, como intentaremos dejar sentado
en este trabajo.

Compartimos la explicación que da el profesor Cristián Riego cuando sostiene que: “se trata
de un pacto de cambio de procedimiento en que ambas partes ceden parcialmente en sus pretensiones obteniendo una
ventaja por ello. El Fiscal renuncia a la posibilidad de una pena en los tramos superiores fijados por la ley auto limitando
su pretensión a un tramo inferior, a cambio de este sacrificio el Fiscal obtiene la enorme ventaja de no tener que producir
la prueba en el juicio oral, validándose como pruebas los antecedentes que ha recopilado en la fase preparatoria, los que
van a ser objeto del debate simplificado y van a servir de fundamento al fallo. Además, obtiene del imputado una
declaración de aceptación de los hechos materia de la acusación, con lo cual la sustancia de los mismos queda excluida del
debate, sin perjuicio de las interpretaciones de los mismos y de las consecuencias jurídicas que se les atribuyan. El
imputado, por su parte, obtiene certeza respecto de la pena que arriesga y una eventual rebaja de la misma, a cambio
renuncia a su derecho a que la culpabilidad sea probada por el Fiscal en el juicio oral y acepta ser juzgado por medio de
documentos que dan cuenta de la investigación del Fiscal.”

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6.- Oportunidad para solicitar el Procedimiento Abreviado

La solicitud del Fiscal en este sentido podrá ser planteada al Juez de Garantía por escrito, en
la oportunidad señalada en el artículo 248 del CPP, esto es en el plazo de diez días siguientes al cierre de la
investigación, junto con la acusación; o verbalmente, en la audiencia de preparación del juicio oral (art. 407
CPP).
En este último caso, el Fiscal y el acusador particular, si lo hubiere, podrán modificar su
acusación, así como la pena requerida, a fin de permitir la tramitación del procedimiento abreviado.

7.- Oposición del querellante (art. 408 CPP)

El querellante sólo podrá oponerse al procedimiento abreviado cuando en su acusación


particular hubiere efectuado una calificación jurídica de los hechos, atribuido una forma de participación o
señalado circunstancias modificatorias de responsabilidad penal diferentes de las consignadas por el Fiscal en
su acusación y, como consecuencia de ello, la pena solicitada excediere de cinco años.

8.- Resolución de la solicitud (art. 410 CPP)

El Juez aceptará la solicitud del Fiscal y del imputado cuando los antecedentes de la
investigación fueren suficientes para proceder conforme a este procedimiento, la pena solicitada por el Fiscal
no supere los cinco años y verificare que el acuerdo ha sido prestado por el imputado con conocimiento de sus
derechos, libre y voluntariamente.

Cuando no lo estimare así, o cuando considerare fundada la oposición del querellante,


rechazará la solicitud de procedimiento abreviado y dictará el auto de apertura del juicio oral. En este caso, se
tendrán por no formuladas la aceptación de los hechos por parte del imputado y la aceptación de los
antecedentes; lo mismo ocurrirá con las modificaciones de la acusación o de la acusación particular efectuadas
para posibilitar la tramitación abreviada del procedimiento.

Finalmente, el Juez dispondrá que todos los antecedentes relativos al planteamiento,


discusión y resolución de la solicitud sean eliminadas del registro.

De otro lado, existe prohibición legal para invocar, dar lectura ni incorporar como medio de
prueba al juicio oral ningún antecedente relativo con la proposición, discusión, aceptación, procedencia,
rechazo o revocación de la tramitación de un procedimiento abreviado (arts. 410 inciso final y 335 del CPP).

El Título III del Libro IV del CPP no hace referencia a la posibilidad de impugnar la
resolución del Juez de Garantía que se pronuncia acerca de la solicitud de procedimiento abreviado.

El profesor Emilio Pfeffer Urquiaga sostiene que ello fue así pues se entendió que supuesto
el acuerdo de las partes y la posibilidad de oposición del querellante, en general el Juez debiera acceder a la
solicitud, y en el evento de rechazarse se aplican las reglas generales.

El profesor Jorge Mera Figueroa afirma también que dicha resolución no es apelable, incluso
utiliza tal aserto para argumentar respecto de la intensidad del control judicial de la calificación jurídica.

Sin embargo, la jurisprudencia de los tribunales ha sido vacilante, pues en algunos casos se
han declarado inadmisibles las apelaciones deducidas en contra de resoluciones de esta índole y en otros, los
recursos han sido concedidos, habiéndose fundado éstos en la causal genérica contenida en el artículo 370 letra
a) del CPP.

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9.- Tramitación del procedimiento abreviado (art. 411 CPP)

Al inicio del procedimiento abreviado, el Juez abrirá el debate, otorgará la palabra al Fiscal,
quien efectuará una exposición resumida de la acusación y de las actuaciones y diligencias de la investigación
que la fundamentaren.

A continuación, se dará la palabra a los demás intervinientes. La exposición final


corresponderá siempre al acusado.

No se rinde prueba de ninguna especie.

Se aplican supletoriamente las normas comunes previstas en el Código Procesal Penal y las
disposiciones del procedimiento ordinario (art. 415 CPP).

10.- La Sentencia del abreviado (art. 412 CPP)

Terminado el debate el Juez dictará sentencia, que puede ser absolutoria o condenatoria y
debe cumplir los requisitos establecidos en el artículo 413 del CPP.

Atendida la naturaleza de este procedimiento cuesta imaginarse las situaciones que puedan
llevar a una absolución. Durante la discusión en la Cámara de Diputados se planteó como caso posible que el
hecho no sea constitutivo de delito o la concurrencia de una causal de extinción de responsabilidad penal. El
profesor Cristián Riego agrega la posibilidad de absolución en caso de prescripción de la acción penal.

Se ha sostenido por algunos que la aceptación que hace el imputado de los hechos materia de
la acusación y de los antecedentes de la investigación en que se funde no alcanza a la participación, de modo
que acreditar ésta será de cargo del órgano acusador y al no hacerlo se plantea otra posibilidad de absolver.

Personalmente creemos que el reconocimiento de los hechos que efectúa el acusado para los
efectos del procedimiento abreviado puede servir para calificar jurídicamente el hecho punible como la
participación culpable, si se estiman acreditados tales sucesos.

En consecuencia, no parece necesario efectuar una división de los sucesos separando


aquellos que se refieran únicamente al supuesto hecho punible de los que incidan en la participación, pues en
la realidad constituyen un todo que no se justifica dividir fácticamente.

Por disposición legal el Juez no podrá imponer una pena superior ni más desfavorable a la
requerida por el Fiscal o el querellante en su caso.

En todo caso, la sentencia condenatoria no podrá emitirse exclusivamente sobre la base de la


aceptación de los hechos por parte del imputado, debiendo concurrir antecedentes adicionales.

Procede la aplicación de las medidas alternativas concedidas en la Ley de acuerdo a las


reglas generales.

La sentencia no se pronunciará sobre la demanda civil que hubiere sido interpuesta.

Las menciones obligatorias de la sentencia definitiva se encuentran contempladas en el


artículo 413 del CPP.

11.- Recursos en contra de la sentencia del abreviado (art. 414 CPP)

La sentencia definitiva únicamente es impugnable a través del recurso de apelación,


debiendo éste concederse en ambos efectos.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 358


En el conocimiento del recurso la Corte podrá pronunciarse respecto de la procedencia de los
supuestos del procedimiento abreviado previstos en el artículo 406. Según el profesor Mera Figueroa, en el uso
de esta facultad la Corte de Apelaciones sólo puede pronunciarse acerca de la circunstancia de haber el
imputado manifestado su conformidad en forma libre y voluntaria, pues decidir si la pena requerida por el
Fiscal se conforma o no al límite previsto por la ley, puede generar consecuencias político – criminales
indeseables, en caso de rechazo del procedimiento, nulidad de lo obrado y forzamiento hacia un juicio oral,
ello puede desmotivar los acuerdos entre Fiscales e imputados.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 359


CAPÍTULO VIII. EL PROCEDIMIENTO SIMPLIFICADO y EL
MONITORIO

1.- Concepto

Este segundo procedimiento especial, está tratado por el legislador en los artículos 388 a 399
del Código Procesal Penal.

El profesor Germán Hermosilla Arriagada señala que: “El procedimiento simplificado tiene por
objeto que el juez de garantía conozca y falle, en forma oral, breve y concentrada, determinados asuntos que no revisten
mayor complejidad, por lo que no requieren de las mismas actuaciones y plazos para ser conocidos y resueltos que la acción
penal pública por crimen o simple delito”

Otro concepto: “Se trata de un procedimiento especial, oral, de competencia de los jueces de garantía
para conocer y fallar las faltas y los hechos constitutivos de simple delito para los cuales el Ministerio Público requiera la
imposición de una pena que no exceda de presidio o reclusión menor en su grado mínimo”.

2.- Ámbito de aplicación

Lo primero que señala el legislador es que el procedimiento simplificado lo aplicarán los


jueces de garantía para conocer y fallar las faltas.

En el Senado, se le incorporó además, a la norma antedicha, la competencia, el conocimiento


de los hechos constitutivos de simple delito para los cuales el ministerio público requiriere la imposición de
una pena que no excediere la de presidio o reclusión menores en su grado mínimo, esto es, de 61 días a 540
días, siempre y cuando esos ilícitos no hayan sido conocidos a través del procedimiento abreviado.

Luego, se añadieron el conocimiento de las faltas e infracciones a la Ley de Alcoholes,


mediante la Ley N°19.708.

Resumiendo, diremos que el ámbito de aplicación del procedimiento simplificado, es el


siguiente:

a) las faltas penales;

b) los simples delitos donde el fiscal requiriere la imposición de una pena que no
exceda los 540 días de presidio o reclusión menores en su grado mínimo;

c) las faltas e infracciones penales contempladas en la Ley de Alcoholes N°17.105,


cualquiera que sea la pena que ella les asigne;

d) Los delitos de acción privada, pero en carácter de instituto supletorio de ese


procedimiento especial.

Como se aprecia, este procedimiento simplificado es de exclusiva competencia del juez de


garantía y allí se le entrega una variada competencia en asuntos criminales con cuantías de penas menores,
como las relativas a las faltas y las de simples delitos menores.

2.1.- El conocimiento y fallo de las faltas

La expresión “El conocimiento y fallo de las faltas” a que se alude en el artículo 388 del CPP y
las voces “conocer y fallar las faltas penales” y “conocer y fallar.....las faltas e infracciones contempladas en la
Ley de Alcoholes, cualquiera sea la pena que ella les asigne”, referidas respectivamente en las letras d) y e) del
artículo 14 del COT, abre un campo bastante amplio de competencia tratándose de estos ilícitos menores.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 360


Aquí, es necesario señalar que el CP en su artículo 3° señala que “los delitos, atendida su
gravedad, se dividen en crímenes, simples delitos y faltas y se califican de tales según la pena que les está
asignada en la escala general del artículo 21”

En la escala antedicha, se señalan las penas de las faltas, estableciéndose, que lo son:

• Prisión
• Inhabilidad perpetua para conducir vehículos a tracción mecánica o
animal
• Suspensión para conducir vehículos a tracción mecánica o animal
• Multa y/o comiso (estas dos últimas como penas comunes a los
crímenes o simples delitos de la misma escala)

Entonces, como corolario, uno tendría que señalar que va a reconocer que está frente a una
falta penal, atendida la pena que la conducta allí descrita conlleve.

Así, en general podremos sostener que son de su conocimiento las faltas penales que
contempla el Código Penal y además, otras faltas sancionadas en diversos cuerpos legales, a saber, las
contenidas en la Ley de Alcoholes y las de la Ley N°19.366.

Las faltas e infracciones a la Ley de Tránsito, son de exclusiva competencia de los Juzgados
de Policía Local.

2.2.- Los simples delitos

No todo simple delito deberá sujetarse a las normas del procedimiento simplificado, así, la
primera excepción contenida en el artículo 388, es aquella referida a la pena requerida por el ministerio
público, pues, si ella es de presidio menor en su grado medio o mayor (541 días a 5 años), no se sujetará a tal
procedimiento.

Ahora, la regla general es que los simples delitos donde el fiscal requiera una pena de
presidio menor en su grado mínimo (61-540 días) sean conocidos vía procedimiento simplificado, empero, la
norma vuelve a dar otra contra excepción, señalando que salvo que aquellos simples delitos sean conocidos
por la vía del procedimiento abreviado, que comprende ilícitos con penas requeridas por el fiscal que van
desde 1 día a 5 años.

Luego, para ver que simples delitos son de competencia del juez de garantía, por vía del
procedimiento simplificado, en primer lugar habrá que estarse a la pena que requiera se le imponga por el
fiscal al imputado.

Ello significa que habrá que estarse entonces a la pena en concreto y no la pena en abstracto
contemplada para cada tipo penal, según las escala del artículo 21 del CP.

2.3.- Características del procedimiento simplificado

Estimamos que éste procedimiento participa de algunas características similares a las del
procedimiento abreviado, así:

a) es un procedimiento especial que excluye el juicio oral

Al igual que el abreviado, se concibe como un procedimiento tendiente a descongestionar el


sistema, evitando juicios orales por delitos donde el fiscal requiera una pena de presidio en su grado mínimo;

b) tiene aplicación por iniciativa exclusiva del ministerio público

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Nace sólo a petición del ministerio público, aquél es quien únicamente puede decidir ir a este
procedimiento, cuando presente un requerimiento al juez de garantía;

c) la iniciativa de aplicación del simplificado debe ser siempre por escrito

No es que el fiscal aquí presente un escrito ante el juez de garantía señalándole que va a usar
el simplificado, sino que simplemente presenta un escrito que se llama “requerimiento”, que está tratado en el
artículo 391 del CPP, en cuanto a su contenido y señala que deberá contener:

i.- la individualización del imputado;

ii.- una relación sucinta del hecho que se le atribuyere, con indicación del tiempo y lugar
de comisión y demás circunstancias relevantes;

iii.- la cita de la disposición legal infringida;

iv.- la exposición de los antecedentes o elementos que


fundamentaren la imputación, y

v.- la individualización y firma del requirente.

El requerimiento importa una decisión del ministerio público de llevar a la justicia una
investigación criminal por una falta penal o un simple delito en contra de una persona determinada, luego
importa una decisión que tiene efectos jurisdiccionales y “reemplaza” en cierta forma este escrito a la
acusación penal, escrito que se presenta en el procedimiento ordinario dentro de los diez días siguientes al
cierre de la investigación.

Si apreciamos, los requisitos de este requerimiento, en relación con el contenido de la


acusación penal, lógicamente son menores, pero el literal b) del artículo 391 del CPP, establece que el fiscal
debe tener claro a esa altura, el hecho criminoso que le atribuye al imputado, con indicación del tiempo y lugar
de comisión y las demás circunstancias relevantes, añadiendo el literal c) de la norma citada, que además debe
citarse la disposición legal infringida y por último, la exposición de los antecedentes o elementos que
fundamentaren la imputación, según dispone la letra d) del citado artículo del CPP.

d) Es un verdadero juicio oral conocido por un tribunal unipersonal, como es el juez de


garantía, pero con tramitación algo más simplificada que la del juicio oral propiamente tal, si es que el
imputado no admite la responsabilidad en los hechos contenidos en el requerimiento y solicita la
realización del juicio.

Otra de las características más sobresalientes de este procedimiento simplificado, es que es


un “mini” juicio oral, que se dará en el evento de que el imputado o requerido, no admitiere su
responsabilidad en los hechos y decida ir a juicio.

e) En este juicio simplificado sólo cabe la acción civil restitutoria

Sólo admite aquella acción civil que tiene por objeto la restitución de la cosa o su valor.

f) Se le aplican supletoriamente las normas que regulan el juicio oral

El artículo 389 del CPP señala que supletoriamente, esto es, en todo aquello no contemplado
expresamente en este procedimiento, se aplican las normas del Libro II de este Código, que no son otras que
las del juicio oral, pero el legislador agrega, “en cuanto se adecuen a su brevedad y simpleza”.

Pudiésemos hablar de tres fases dentro del juicio oral: la primera donde las partes hacen sus
alegatos de apertura, la segunda, donde ellos presentan la prueba y la tercera, donde concluyen con sus
alegatos de clausura.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 362


En lo referente a las normas relativas a la incorporación de la prueba del juicio oral, esto es,
testigos y peritos, se sigue igual suerte en el procedimiento simplificado, aplicándose el artículo 329 del CPP.

3.- El Procedimiento Monitorio

3.1.- Estatuto aplicable

El procedimiento monitorio se encuentra regulado en el libro IV, Título I del Código Procesal
Penal.

En efecto, el artículo 388 del citado cuerpo legal, nos indica que: El conocimiento y fallo de las
faltas se sujetará al procedimiento previsto en este título.

Pues bien la pregunta que surge es ¿Cuál es este procedimiento?

No nos confundamos en el sentido de responder que el procedimiento a aplicar es aquél que


le da el nombre al referido Título I del Libro IV. (Procedimiento Simplificado), sino que debemos ir al artículo
392 del CPP., en donde se regula expresamente la materia.

Si bien, sabemos que el procedimiento monitorio se aplica a las faltas, el inciso 1° del artículo
388 del CPP, nos puede llevar a una confusión en orden a entender que ciertas faltas se tramiten vía
procedimiento simplificado, ya que, la redacción del inciso 1° del artículo 392 puede conducirnos a ello.

¿Por qué lo anterior?, la respuesta es simple, por cuanto, el inicio de la referida disposición
consigna que: “Tratándose de las faltas que debieren sancionarse sólo con la pena de multa…”, se aplica lo
preceptuado en el artículo en comento.

Al respecto cabe precisar que después de la entrada en vigencia del CPP, se dictaron
disposiciones legales que derogaron las penas privativas de libertad, léase prisión, a los hechos delictivos
constitutivos de faltas penales, estableciéndose únicamente penas pecuniarias para estas infracciones punibles.

En suma, el procedimiento monitorio que regula el conocimiento y fallo de las faltas, se


contempla únicamente en el artículo 392 del CPP.

3.2.- Tramitación

Una vez que el fiscal recibe una denuncia por un hecho constitutivo de una falta penal,
deberá presentar ante el Juez de Garantía competente un requerimiento el que deberá contener las menciones
del artículo 391 del CPP y además: “una proposición sobre el monto de la multa, que debiere imponerse al imputado”.

¿Quién presenta el requerimiento tratándose de las faltas que señala el artículo 390 inciso 2°
del CPP.? Las faltas que señala la referida disposición son las indicadas en los artículos 494 N°5 y 496 N°11 del
Código Penal, esto es, la falta de lesiones leves y la injuria liviana respectivamente.

De una primera aproximación al aludido artículo 390, la respuesta pareciera ser sencilla: “sólo
podrán efectuar el requerimiento las personas a quienes correspondiere la titularidad de la acción conforme a lo dispuesto
en los artículos 54 y 55 del CPP”. Es decir, el personalmente ofendido por la lesión leve o el afectado por la
injuria liviana debería redactar un requerimiento en los términos del artículo 391 del CPP, además de impetrar
una proposición sobre el monto de la multa.

Analizando la disposición diremos que respecto de las lesiones leves, en nuestro concepto,
de una interpretación sistemática de la normativa procesal penal, además de una lectura armónica e integral
del inciso 2° del citado artículo 390 y del carácter técnico del requerimiento, se ha entendido que le
corresponde al fiscal confeccionar y presentar el libelo en cuestión, como titular de la acción penal, siempre y

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 363


cuando el ofendido por el ilícito hubiere denunciado el hecho a la justicia, al ministerio público o a la policía,
de conformidad al prescrito en el artículo 54 del CPP.

En relación con la falta del artículo 496 N°11 del Código del ramo, y por los mismos
argumentos indicados precedentemente, y en especial por el tenor del artículo 55 letra B) y 400 del CPP,
estimamos, que la confección y presentación del requerimiento le corresponde a la persona que le compete la
titularidad de la acción, esto es, la afectado por la injuria liviana, ya que, estamos en presencia de un ilícito de
acción penal privada, la cual –como sabemos- sólo podrá ser ejercida por la víctima.

Siguiendo con la tramitación, una vez que el fiscal ha presentado el requerimiento, y a su


turno el juez lo estima suficientemente fundado, como asimismo, la proposición relativa a la multa, deberá
acogerlo inmediatamente.

Esto es, una vez que el Juez de Garantía recibe en su despacho el libelo respectivo, cuenta
con el plazo de veinticuatro horas, para resolver la cuestión, según prescribe el artículo 38 del CPP.

3.3.- La resolución del Juez de Garantía

La resolución que acoge el requerimiento contendrá:

a.- La instrucción acerca del derecho del imputado de reclamar en contra del
requerimiento y de la imposición de la sanción, dentro de los quince días siguientes a su notificación, así
como de los efectos de la interposición del reclamo.

El plazo de cuenta desde la notificación personal de la resolución al imputado, cuando el


requerimiento se presenta por escrito, porque como veremos, existe la posibilidad de que este libelo sea verbal
y el plazo se cuente desde la realización de la audiencia respectiva.

Respecto del reclamo que puede formular el imputado, estimamos, que debe consistir en los
términos que se establecen en el inciso final del artículo 392, es decir: manifestando de cualquier modo
fehaciente, su falta de conformidad con el requerimiento, ya sea por escrito o en forma verbal.

3.3.1.- ¿Cuáles son los efectos de la interposición del reclamo?

En efecto, en este caso continúa el procedimiento en la forma prevista en los artículos 393 y
siguientes.

Es decir, se lleva a cabo la preparación del juicio simplificado, ante lo cual, el tribunal citará a
todos intervinientes al juicio, el que no podrá tener lugar antes de veinte ni después de cuarenta días.

La conclusión que surge es que éste es uno de los excepcionalísimos casos, en que un
procedimiento monitorio aplicable únicamente a las faltas, se tramite y se resuelva en definitiva en un juicio
oral simplificado, ante el juez de garantía.

b.- La instrucción acerca de la posibilidad de que dispone el imputado en orden a aceptar


el requerimiento y la multa impuesta, así como los efectos de la interposición de la aceptación.

Al respecto cabe consignar, que si el imputado acepta el requerimiento y paga la multa


impuesta dentro de los quince días siguientes a la notificación de la sentencia, ella será rebajada en un 25%,
expresándose el monto a enterar en dicho caso.

En el evento que transcurriere el plazo de quince días desde la notificación de la resolución,


sin que el imputado reclamare sobre su procedencia o monto, se entenderá que acepta su imposición.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 364


En dicho caso la resolución se tendrá, para todos los efectos legales, como sentencia
ejecutoriada. (Artículo 392 letras b), c), y e) inciso penúltimo).

Comentando este último punto resulta sui generis, la naturaleza jurídica de la resolución que
se pronuncia sobre el requerimiento, en el sentido de estar sujeta a una condición suspensiva, antes de adquirir
el carácter de sentencia ejecutoriada.

Como actitud final que puede asumir el imputado vemos que también puede manifestar su
falta de conformidad el monto de la multa impuesta, es decir, si lo encuentra excesivo en relación con el
menoscabo pecuniario irrogado con el ilícito.

3.4.- Finalmente el inciso final del comentado artículo 392 del CPP, regula
las hipótesis que operan, cuando es el juez de garantía, quien no considera
suficientemente fundado el requerimiento o la multa propuesta por el fiscal

En estos casos, al igual que en las situaciones de reclamos del imputado, se proseguirá con el
procedimiento en la forma prevista en los artículos siguientes, esto es, el tribunal debe llamar a juicio oral
simplificado y citar a todos los intervinientes.

Cabe expresar que este pronunciamiento lo manifiesta el juez en una resolución –que como
ya dijimos- debe ser dictada antes de las veinticuatro horas siguientes a la recepción del requerimiento.

3.5.- Imparcialidad del Juzgador

De lo indicado precedentemente, se nos plantea el problema de la imparcialidad del órgano


juzgador.

En efecto, vimos que si el juez estimare suficientemente fundado el requerimiento y la


proposición de la multa, deberá dictar la resolución que así lo declare.

Por su parte si no lo considera suficientemente fundado, proseguirá el procedimiento,


debiendo llamar a juicio oral simplificado.

Lo anterior también procederá si, dentro del plazo de quince días, el imputado manifiesta su
falta de conformidad con la imposición de la multa o su monto.

Al respecto, la pregunta que fluye con obviedad, es si afecta a la independencia e


imparcialidad del juez natural en el eventual juicio oral simplificado, la circunstancia de haberse pronunciado
previamente sobre la suficiencia motivada o ausencia de la misma, del requerimiento presentado por el
ministerio público.

¿Tiene el juez un desinterés objetivo frente al conflicto que se resolverá en un juicio


simplificado? ¿Ha caído el órgano juzgador en la causal de implicancia del artículo 195 N°8 del Código
Orgánico de Tribunales?, esto es: Haber el juez manifestado su dictamen sobre la cuestión pendiente con
conocimiento de los antecedentes necesarios para pronunciar sentencia.

Estimamos, que la situación a analizar es caso a caso, pero dar una señal clara de total
imparcialidad en el juicio resulta fundamental, para garantizar el debido juzgamiento para todos los
intervinientes, con especial énfasis respecto del imputado.

3.6.- A propósito de una reforma sobre la materia

Siguiendo con el estudio del tema que nos convoca, estimamos que con la dictación de la ley
N°19.789, cuya entrada en vigencia fue el 30 de enero de 2002, y en cuyo texto se introduce el artículo 393 bis

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 365


del Código Procesal Penal se solucionó un problema en el ámbito de la expedición y resolución de los
procedimientos simplificados y monitorios.

En efecto, antes de la incorporación del nuevo artículo, el requerimiento –condición objetiva


de procesabilidad -, debía siempre efectuarse por escrito, y luego la resolución de rigor, debía notificarse
personalmente al imputado, ya sea, la que acogía el requerimiento, por encontrarlo suficientemente fundado,
dictando la sentencia que condenaba al pago de la multa propuesta por el fiscal en el caso del procedimiento
monitorio o citando a juicio oral simplificado, cuando el requerimiento se interponía en los términos del
artículo 388 del CPP., esto es, respecto de los hechos constitutivos de simple delito para los cuales el ministerio
público requiriere la imposición de una pena que no excediere de presidio o reclusión menores en su grado
mínimo.

Pues bien, el procedimiento fallaba precisamente cuando se debía notificar al imputado de


estas resoluciones, por cuanto, y en especial para los faltas, los imputados que incurrían en dichos hechos,
frecuentemente existía reiteración en su accionar, lo que se traducía en personas que se desplazaban en
diferentes partes, resultando difícil su localización para el sistema de administración de justicia, lo que a la
postre significaba inexistencias de emplazamientos de las referidas resoluciones, siendo en consecuencia
ineficaces.

Por esas consideraciones, se regula una nueva hipótesis de hecho, que consigna el artículo
393 bis en cuestión, estableciéndose que en la audiencia de control de la detención, el fiscal pueda en forma
verbal, comunicarle el requerimiento a que se refiere el artículo 391, y…” proceder de inmediato conforme a lo
dispuesto en este título”.

Si vemos el nombre con que el artículo 393 bis del CPP, reglamenta los supuestos de hechos
que consigna, a saber: “Procedimiento simplificado en caso de falta o simple delito flagrante”, podemos
estimar, que en estos casos de requerimiento verbal, que se efectúa en la audiencia de control de la legalidad
de la detención, se aplique indistintamente el procedimiento simplificado no sólo a los simples delitos cuya
pena no exceda de quinientos cuarenta días sino que también a las faltas que permiten la detención por
flagrancia al tenor del artículo 134 inciso 4° del CPP. ( Las faltas contempladas en el Código Penal, en los
artículos 494 números 4, 5 y 19; 495 N°21 y 496 números 5 y 26 del CP).

A nuestro juicio esta interpretación, resulta incompatible con el propio articulado del Título I
del Libro IV, del CPP. En efecto, el artículo 392 del CPP, sobre: “Procedimiento Monitorio” preceptúa
imperativamente que: “…tratándose de faltas…el fiscal deberá presentar ante el juez competente el requerimiento…”

A su turno:”…Si el juez estimare suficientemente fundado el requerimiento…deberá acogerlo


inmediatamente, dictando una resolución que asó lo declare…”

Por su parte el propio artículo 393 bis, prescribe que tratándose de una persona sorprendida
en falta flagrante el fiscal podrá, de forma, verbal, comunicarle el requerimiento a que se refiere el artículo 391,
y proceder de inmediato conforme a lo dispuesto en este Título. Al respecto, es en este Título (I del Libro IV),
en donde se estipula el procedimiento monitorio (Artículo 392).

3.7.- Una interpretación del artículo 393 bis del CPP

En consecuencia, en nuestro parecer, la manera correcta de interpretar el ya mencionado


artículo 393 bis, en relación con las faltas flagrantes que permiten la medida cautelar de la detención es el
siguiente:

Es conducido al Juzgado de Garantía un imputado por haber sido detenido en situación de


flagrancia cometiendo una sustracción de unas especies que no superan una unidad tributaria mensual.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 366


3.8.- Hurto Falta del artículo 494 N°19 del Código Penal

Corresponde que en la audiencia de control de la detención el fiscal –si lo estima del caso-
efectúe el requerimiento verbal, ante lo cual, el Juez de Garantía deberá dictar en la audiencia -si considera
fundado el requerimiento-, la sentencia respectiva.

¿Por qué en la audiencia y no dentro de las veinticuatro horas?

Porque, según prescribe el artículo 38 del CPP: Las cuestiones debatidas en una audiencia
deberán ser resueltas en ella; y obviamente el requerimiento es un asunto expuesto en una audiencia.

En suma, este procedimiento monitorio requiere de una gran experticia de los jueces de
garantía quienes deberán estar preparados para dictar – en la audiencia de control - sentencias respecto de
algunas faltas, con todos y cada uno de los requisitos del artículo 392 del cuerpo de leyes en estudio.

Finalmente no deja de resultar interesante que este artículo 393 bis, viene a efectuar un
reconocimiento expreso, al “Control de la detención”, como la audiencia con la cual se inicia y judicializa el
proceso oral y público.

El artículo 132 CPP, en donde se regula la materia, nos habla de: “Comparecencia judicial…a la
primera audiencia judicial…”. Pues bien ahora los jueces podemos decir con propiedad que llevamos a cabo el
control de la legalidad de la detención.

3.9.- La acción civil en el procedimiento monitorio

Si analizamos los artículos 391 y 392 del CPP., que mencionan detalladamente los requisitos
que debe contener el requerimiento que da origen al procedimiento monitorio, podremos apreciar que no
existe referencia alguna a una eventual acción que pudiera impetrarse.

Además, siempre es el fiscal quien incoa este procedimiento, por cuanto le compete
únicamente la interposición de este libelo y, como sabemos, el ministerio público no es el representante de la
víctima, asistiéndole solamente el deber de informar al ofendido sobre su eventual derecho a indemnización y
la forma de solicitarlo, y de remitir los antecedentes, cuando correspondiere, al organismo del Estado que
tuviere a su cargo la representación de la víctima en el ejercicio de las acciones civiles (artículo 78 letra c) del
CPP.).

A mayor abundamiento, respecto del procedimiento simplificado, cuyo nombre le asigna el


Título I del Libro IV, tenemos el inciso 2° del artículo 393, que indica expresamente que en este procedimiento
no procederá la interposición de demandas civiles.

A fortiori si para los hechos constitutivos de simple delito no se admite la acción civil, existe
claramente la voluntad que para las faltas, es decir, para el procedimiento monitorio también resultan
improcedentes.

Sin embargo, a nuestro juicio, puede el Juez de Garantía excepcionalmente, pronunciarse


sobre la acción civil deducida respecto de un hecho punible constitutivo de una falta penal. Por ejemplo, si
tenemos la ocurrencia de un hurto de un libro, cuyo importe no supera una unidad tributaria mensual, ante lo
cual se denuncia el hecho al ministerio público, y luego el fiscal deduce el respectivo requerimiento; y en este
escenario jurídico el juez de garantía no considera suficientemente fundado el requerimiento o la multa
propuesta por el fiscal, por ende lo rechaza y se prosigue con el procedimiento, citando el tribunal a todos los
intervinientes a juicio oral simplificado.

Posteriormente una vez que es emplazado el ofendido al juicio, éste decide interponer una
acción civil con el fin de obtener la restitución de la cosa o su valor.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 367


En efecto, dicha pretensión es perfectamente legítima, al tenor del artículo 393 inciso 2° del
CPP. Finalmente, no debemos olvidar que las normas del Libro II se aplican en forma supletoria en lo que no
regulare el Libro IV, del cuerpo de leyes en estudio.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 368


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CAPÍTULO IX. PROCEDIMIENTO DE ACCIÓN PENAL PRIVADA

(Título II del Libro IV, artículos 400 a 405 del CPP)

1.- Ámbito competencial

Los delitos de acción privada están indicados en el artículo 55 del CPP; a saber:

• La calumnia y la injuria;

• La provocación a duelo y el denuesto o descrédito público por no


haberlo aceptado;

• Y el matrimonio del menor llevado a efecto sin el consentimiento


de las personas designadas por la ley y celebrado de acuerdo con el
funcionario llamado a autorizarlo.

Sin embargo, la dictación de la ley N°19.806, de fecha 31 de mayo de 2002: “Sobre Normas
Adecuatorias del Sistema Legal Chileno a la Reforma Procesal Penal”, incorporó en su artículo 39 un gran
contingente de ilícitos de frecuente ocurrencia en el tráfico jurídico comercial, a saber:

• Los delitos que deriven del giro del cheque efectuado por un librador
que no cuente de antemano con fondos o créditos disponibles suficientes
en su cuenta corriente, que hubiere retirado los fondos disponibles
después de expedido el cheque o hubiere girado sobre cuenta corriente
cerrada. Por lo tanto, las acciones penales que dimanen de las referidos
despliegues defraudatorios, se sujetarán a la tramitación del Título II del
Libro IV del CPP. 480

2.- Tramitación de este Procedimiento

El procedimiento se inicia sólo con la interposición de la querella por la persona habilitada


para promover la acción penal, ante el juez de garantía competente. La persona habilitada no es otra que la
víctima del delito y sabemos que para los efectos del código, reviste tal carácter el ofendido por el hecho
punible. (Artículos 55, 108 y 400).

El libelo incriminatorio debe cumplir con los requisitos de los artículos 113 y 261 del CPP.

Como primera aproximación al tema, vemos que las exigencias materiales y formales que la
ley dispone para la interposición querella son elevadas.

3.- Requisitos de la Querella

En efecto, si concordamos las mencionadas disposiciones, el escrito deberá contener:

a).- El nombre, apellido, profesión u oficio del querellante;

b).- El nombre, apellido, profesión u oficio y residencia del querellado, o una designación
clara de su persona.

480
Art. 42 DFL 707/82; El delito de giro doloso de cheques, en virtud de la Ley N° 19.806 de 31 de mayo de 2002, sobre normas
Adecuatorias del sistema legal chileno a la Reforma Procesal Penal, puede ser tanto un delito de acción pública como uno de acción
privada, dependiendo de la causal de protesto. Si la causal de protesto es falta de fondos o cuenta cerrada, el delito confiere acción
penal privada al tenedor del cheque protestado por dichas causales.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 370


Estimamos que si se ignoraren dichas determinaciones, no se puede deducir querella para
que se proceda a la investigación del delito y el castigo de él o de los culpables, según lo permite el propio
artículo 113 letra c) parte final del CPP., por cuanto, en la tramitación de los delitos de acción privada el
ministerio público se sustrae completamente de la dirección exclusiva de la investigación de los hechos
constitutivos de delito, los que determinaren la participación punible y los que acreditaren la inocencia del
imputado.

Además creemos que existe una razón de texto que obliga a la individualización
pormenorizada del querellado, ya que de otra forma no se entiende que la ley en el artículo 400 inciso 2°
imponga al querellante la obligación de acompañar una copia de la querella por cada querellado a quien la
misma debiere ser notificada;

c).- La relación circunstanciada del hecho, con expresión del lugar, año, mes, día y hora en
que se hubiere ejecutado, si se supieren.

Este requisito no es más que la manifestación legal de cumplir con la garantía procesal del
juez natural y evitar conflictos de competencia. (Artículos: 2, 113 letra d), 400 y 483 del CPP.)

d).- La expresión de diligencias determinadas cuya práctica se solicitare al juez de


garantía destinadas a precisar los hechos que configuran el delito de acción privada.

Como vemos el artículo 400 inciso 3° del CPP, entrega una facultad tanto al querellante para
impetrarlas, como al Juez para decretarlas, en relación a algunas diligencias destinadas a precisar los hechos
que eventualmente configurarían el delito de acción privada.

De lo anterior se desprende que el ministerio público es el titular de la acción penal pública y


además, de los delitos de acción pública previa instancia particular, por cuanto, una vez iniciado el
procedimiento, éstos se tramitan de acuerdo con las normas generales relativas a los delitos de acción penal
pública.

Sin embargo, respecto de los delitos de acción privada el impulso procesal le corresponde a
la víctima del hecho y el órgano jurisdiccional está facultado para disponer la práctica de diligencias
investigativas, con el fin de precisar los hechos.

Este último punto resulta difícil de comprender y asimilar, ya que, como indicaremos infra,
al analizar los restantes requisitos de la querella, al parecer, el supuesto que consigna el artículo 400 inciso 3°
del CPP., sería de escasa aplicación, es decir, sería excepcional que juez de garantía decrete actuaciones
investigativas.

e).- Plantear una calificación jurídica de los hechos, forma de participación del querellado
y solicitud de pena. (Artículo 261 letra A).

Al apreciar esta exigencia, vemos que esta querella de la víctima, que da inicio a la
tramitación pertinente se asemeja más bien a una acusación particular que formula el querellante, reuniendo a
su respecto casi los mismos requisitos de la acusación que efectúa el ministerio público, allá en el artículo 259
del CPP.
f).- Ofrecer prueba que estimare necesaria para sustentar su querella. (Artículo 261 letra
C).

En suma, lo que técnicamente efectúa el querellante es una manifestación de cargos, con todo
lo que ello implica, es decir, presentar el libelo que provoca el emplazamiento al juicio.

A nuestro juicio, únicamente la ley le asigna el nombre de querella –siendo en sentido técnico
una acusación-, por cuanto le asiste a este interviniente la posibilidad de solicitar diligencias, lo que resulta del
todo incompatible con un libelo de cargos.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 371


En el evento –como se indicó- de que el juez de garantía decrete las diligencias con el fin de
aclarar los hechos que configuran el delito, y luego las mismas se cumplan, el tribunal citará a la audiencia de
juicio. (Artículo 400 inciso 3° del CPP.)

4.- Desistimiento de la querella

Si el querellante se desiste de la querella se decretará el sobreseimiento definitivo en la causa


y el querellante será condenado al pago de las costas (artículo 401). La norma es lógica, en el sentido de que si
el único titular que sustenta en este caso la acción penal privada manifiesta expresamente su renuncia a la
misma, se termine la causa, mediante un sobreseimiento definitivo.

Lo anterior no es más que el estatuto general de las acciones que regula el CPP. en el
Párrafo1° del Título III, del Libro I, esto es, que la acción privada se extingue por la renuncia de la persona
ofendida, según prescribe el artículo 56 del CPP.

En relación a la condena al pago de la costas de la causa, que se origina a raíz de la referida


manifestación, también se aplican en este caso las reglas generales que nos entrega el código en el Título II del
Libro I, sobre la Actividad Procesal, en el sentido de que toda resolución que pusiere término a la causa deberá
pronunciarse sobre el pago de las costas del procedimiento.

Además, el querellante soportará las costas que su intervención como parte hubiere causado,
cuando abandonare la querella y en los casos en que el imputado fuere sobreseído definitivamente, la parte
querellante será condenado en costas. (Artículos 45, 47 y 48 del CPP). Existe una situación procesal por la cual
el querellante puede eximirse del pago de las costas de la causa, que opera cuando el desistimiento obedece a
un acuerdo con el imputado.

La tramitación de la acción privada dispone en el inciso 2° del artículo 401que una vez
iniciado el juicio no se dará lugar al desistimiento de la acción, si el querellado se opusiere a él. Como vemos,
el referido precepto no se condice con lo expresado en otras disposiciones del CPP, respecto al punto.

En efecto, el artículo 118 del citado cuerpo legal, nos preceptúa que: el querellante podrá
desistirse de su querella en cualquier momento del procedimiento, quedando sujeto a la decisión general sobre
costas que dictare el tribunal.

Por su parte el artículo 64 le reconoce la facultad a la víctima de desistirse de su acción en


cualquier estado del procedimiento. Lógicamente el desistimiento del libelo incriminatorio dejará a salvo el
derecho del querellado para ejercer, a su vez, la acción penal o civil a que dieren lugar la querella o acusación
calumniosa, y a demandar los perjuicios que le hubiere causado en su persona o bienes, según prescribe el
artículo 119 del CPP.

La pregunta que surge, es ¿Porqué una vez iniciado el juicio no se da lugar al desistimiento
de la acción, si el querellante se opusiere a él?

Creemos, que las respuestas son las siguientes:

Por una parte, al no existir el ministerio público en esta tramitación que ejerza la acción
penal, el desistimiento del querellante obviamente no produce los mismos efectos que se consignan en la
tramitación de la acción penal pública y de previa instancia particular, por cuanto, en estos casos, existirá
siempre este órgano extra-poder constitucional que proseguirá con el ejercicio de la acción.

Por su parte no olvidemos que estamos en un juicio ya iniciado, y en el cual la parte


querellada se opone al desistimiento, esto es, en la especie existe un conflicto de relevancia jurídica que es de
competencia del juez de garantía, ante lo cual, por el principio de la inexcusabilidad no puede dicha autoridad
excusarse de ejercer su autoridad.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 372


La inasistencia del querellante a la audiencia del juicio producirá el abandono de la acción
privada.

En este caso el tribunal, deberá de oficio o a petición de parte, decretar el sobreseimiento


definitivo de la causa.

Sobre el particular, es de toda lógica que si la parte que sostiene la acción no se apersone
injustificadamente a la audiencia de juicio, se ponga término al proceso.

Además el referido precepto que se consigna en el artículo 402 inciso 1° del CPP, no es otra
cosa, que regular una situación que el cuerpo de leyes en comento, ya previó en otras audiencias que se
celebran ante el juez de garantía.

En efecto, el artículo 132 inciso 1° del CPP consigna que: a la primera audiencia judicial del
detenido deberá concurrir el fiscal.

La ausencia de éste dará lugar a la liberación del detenido. Por su parte el artículo 120 del
cuerpo de leyes en comento en su letra c) señala que: El tribunal, de oficio o a petición de cualquiera de los
intervinientes, declarará abandonada la querella por quien la hubiere interpuesto, cuando no concurriere
injustificadamente a la audiencia del juicio oral.

Analizando el artículo 402 del CPP, vemos que estipula una facultad excepcional que se le
encomienda al juez de garantía, cual es, el de proceder de oficio, cuando constata la inasistencia de la parte
querellante, debiendo decretar el sobreseimiento definitivo.

De la lectura del mencionado artículo se desprende que dicha resolución la debe adoptar el
juez de garantía, cuando, además, constate la inactividad del querellante en el procedimiento por más de
treinta días, entendiendo por tal la falta de realización de diligencias útiles para dar curso al proceso que
fueren de cargo del querellante.

Creemos, que la redacción es clara y no admite ambigüedades, entendiendo la expresión útil,


como toda actuación del querellante, destinada a obtener un provecho o servicio para el cabal desarrollo y
término del juicio. Por ejemplo, que en atención al domicilio indicado en la querella no se lograra emplazar
válidamente a juicio al querellado, por inexistencia del mismo, o ser inexacto, en nuestro concepto, será una
diligencia útil, aquélla destinada a proporcionar al tribunal, por la parte querellante un nuevo domicilio, en
donde disponer un nuevo emplazamiento.

Lo mismo se observará si, el querellante fallece o cae en incapacidad y sus herederos o


representante legal no concurren a sostener la acción en el plazo de noventa días.

No olvidemos que la resolución que decreta el sobreseimiento definitivo de la causa, es


impugnable mediante el recurso de apelación, según las reglas generales. (Artículo 370 letra a) del CPP.)

5.- La Audiencia de juicio de acción penal privada (Análisis de los


artículos 403, 404 y 405 del CPP)

Sabemos que una vez interpuesta la querella por la persona habilitada para promover la
acción penal, el tribunal debe citar a los intervinientes a una audiencia de juicio. La primera pregunta que
surge, es respecto al plazo que debe fijar el tribunal.

Estimamos, que el Juzgado de Garantía debe disponer la notificación al querellado y


emplazará a todos las partes al juicio, el que no podrá tener lugar antes de veinte ni después de cuarenta días,
contados desde la fecha de la resolución convocatoria.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 373


El querellado deberá ser notificado con, a lo menos, diez días de anticipación a la fecha de la
audiencia, debiendo ser citado con el apercibimiento personal del artículo 33 del CPP.

Las partes deben concurrir al juicio con todos sus medios de prueba, y si alguna de ellas
requiriere citar a testigos o peritos por medio del tribunal, deberá formular la presentación, antes de los cinco
días de la fecha de emplazamiento al juicio.

Lo anterior no es más que la aplicación del artículo 405 del cuerpo de leyes en estudio, que se
remite supletoriamente, en lo que no proveyere el Título II del Libro IV (“Procedimiento por Delito de Acción
Privada) al Título I del Libro IV (“Procedimiento Simplificado”).

A nuestro juicio, el tribunal, además, debe designar en la resolución que llama a juicio a un
defensor penal público, sin perjuicio, del derecho que le asiste al querellado de designar a uno o más
defensores de su confianza.

Razonamos en tal sentido, sobre la base de las siguientes argumentaciones.

El artículo 8 del CPP, que se enmarca en el Título I del Libro I del CPP, sobre principios
básicos, indica que el imputado tendrá derecho a ser defendido por un letrado desde la primera actuación del
procedimiento dirigido en su contra.

Por su parte el artículo 102 preceptúa que la designación del defensor deberá tener lugar
antes de la realización de la primera audiencia a que fuere citado el imputado.

Al respecto las normas sobre juicio oral, específicamente el artículo 325 del cuerpo de leyes
en comento, aplicables por analogía a este juicio oral por acción penal privada, prescribe que el día de apertura
del juicio oral se constituirá con la asistencia del fiscal, acusado y de su defensor.

Ahora, sabemos que la ausencia del citado interviniente en cualquier actuación en que la ley
exigiere expresamente su participación acarreará la nulidad de la misma.

Finalmente no debemos olvidar, que la defensa en el nuevo proceso penal, reúne las
siguientes características: es una condición de legitimidad democrática, otorga respaldo al enjuiciamiento,
tiene un rol institucional, se le otorga una función superior a la de mero representante del imputado, similitud
con la publicidad. En consecuencia, es una condición de validez del juicio.

A la audiencia del juicio el querellante y querellado podrán comparecer en forma personal o


representados por mandatario con facultades suficientes para transigir.

Sin embargo, deberán concurrir en forma personal, cuando el tribunal lo disponga.

Estimamos que para un mejor desarrollo de la audiencia y por economía procesal, siempre el
tribunal debiera ordenar la comparecencia personal del imputado, ya que, en el evento de que no prospere una
conciliación u otra salida alternativa, debe llevarse adelante el juicio, aplicándose –como se dijo- el artículo 405
que nos remite supletoriamente al Título I del Libro IV, en cuyo articulado, encontramos el artículo 395 del
CPP sobre: “Resolución inmediata”, que exige la presencia personal del imputado, antes de llevar a cabo el
juicio.

Como lo indica el artículo 404 del CPP es un trámite inicial del juicio el llamado del tribunal
a una conciliación entre las partes o a buscar un acuerdo que ponga término a la causa, por ejemplo, un
acuerdo reparatorio.

Por su parte, la ley regula expresamente que, tratándose de los delitos de calumnia o de
injuria, se otorgará al querellado la posibilidad de dar explicaciones satisfactorias de su conducta.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 374


A nuestro juicio, una vez producido y verificado el acuerdo, el tribunal debe dictar
sobreseimiento definitivo y total en la causa, por la causal del artículo 250 letra e) del CPP., esto es, cuando
sobreviene un hecho que, con arreglo a la ley, pusiere fin a la responsabilidad del querellado.

En el evento de que no se produzca un acuerdo se lleva a cabo el juicio, siguiendo la


tramitación del indicado Título I del Libro IV, es decir, se verifica un juicio simplificado, siendo únicamente
inaplicable la suspensión de la pena y sus efectos, de conformidad a lo dispuesto en el artículo 405 del CPP.

Consideramos que tal excepción es acertada, por cuanto, la norma del artículo 398 del CPP.,
requiere para producir el efecto de dejar sin efecto la sentencia y dictar el correspondiente sobreseimiento
definitivo una vez que han transcurrido seis meses, que el imputado no hubiere sido objeto de un nuevo
requerimiento o de una formalización de la investigación, impulsos procesales que le competen única y
exclusivamente al ministerio público, por ende en el ámbito del procedimiento por delito de acción privada,
resultan impracticables, por sustraer al órgano persecutor de su ámbito competencial su protagonismo en la
tramitación el Título II del Libro IV.

6.- La acción civil en el procedimiento por delito de acción privada

Respecto al tópico creemos que en este procedimiento se rompe el principio informador del
CPP., esto es, la independencia de la acción civil respecto de la acción penal, el cual se enuncia en el artículo 67
y que se manifiesta en numerosas instituciones, a saber: Juicio oral (68 inciso final) Principio de oportunidad
(artículo 170 inciso final) Suspensión condicional del procedimiento (art. 237 inciso final y 240 inciso 1°).
Procedimiento simplificado (art. 393 inciso 2° y 398 inciso final) y Procedimiento Abreviado (art. 412 inciso
final).

En efecto, por una parte resulta improcedente la interposición de la acción civil en este
procedimiento, según la remisión a las normas del juicio simplificado, y por la otra hay que tener presente lo
dispuesto en el artículo 66 del CPP. P., es decir: cuando sólo se ejerciere la acción civil respecto de un hecho
punible de acción privada, se considerará extinguida, por esa circunstancia, la acción penal.

Creemos que es distinto el supuesto, cuando se ejerce en primer término la acción penal y
luego la pretensión civil, siendo esta acción procedente y debiendo el tribunal.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 375


CAPÍTULO X. BREVES NOCIONES DE LOS PROCEDIMIENTOS
ESPECIALES 481

1. El procedimiento por crimen o simple delito contra personas ausentes

2. El procedimiento relativo a persona que tiene fuero

2.1.- Personas a quienes se aplica


El inciso segundo del Art. 58 de la Constitución Política de la República dispone que
"Ningún DIPUTADO o SENADOR, desde el día de su elección o designación, o desde el de su incorporación,
según el caso, puede ser PROCESADO o PRIVADO DE SU LIBERTAD, salvo el caso de delito flagrante si el
Tribunal de Alzada de la jurisdicción respectiva, en pleno, no autoriza previamente la ACUSACIÓN,
declarando haber lugar a la formación de causa".

El inciso tercero del Art. 30 de la misma Constitución Política, luego de la modificación


constitucional introducida por la ley N° 19.672, publicada en el Diario Oficial el 28 de Abril del año 2000,
dispone que el PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA que haya desempeñado este cargo por el período completo,
gozará de este mismo fuero, ya que le serán aplicables las disposiciones de los incisos segundo, tercero y
cuarto del Art. 58.

Desde ya, es conveniente precisar que el desafuero sólo es posible con respecto a los
CRÍMENES y SIMPLES DELITOS, por cuya razón no lo autoriza la comisión de las FALTAS. Así se desprende
del tenor de los Arts. 58 de la Constitución y 416 del Código Procesal Penal.

Este antejuicio o requisito previo de procesabilidad es lo que se conoce comúnmente como


DESAFUERO y está establecido en la Constitución Política como un resguardo a la función pública que
desempeñan los diputados y senadores que se encuentren en actual ejercicio y constituye también una forma
de asegurar su independencia.

Asimismo, se extiende a los ex Presidentes de la República para preservar la elevada función


pública que desempeñaron anteriormente, evitando que cualquiera de ellos pueda ser objeto de denuncias o
querellas criminales carentes de fundamento.

La Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado estimó que lo


que impedía la Constitución era que se siguiera un proceso en contra de una persona aforada sin el desafuero
previo, pero no impedía un procedimiento que se refiriera a la investigación de un delito en el que pudiera
hallarse involucrada. Por dicho motivo, concluyó que el desafuero debía exigirse como requisito previo para
ACUSAR y no para formalizar. Este fue el criterio que prevaleció.

Conforme a él, es posible que el ministerio público realice la indagación preliminar, a la que
ya nos hemos referido, y aún formalice la investigación ante el juez de garantía, continuando con el
procedimiento hasta el cierre de la investigación, todo ello, sin necesidad de solicitar el desafuero.

Si estima que cuenta con las evidencias suficientes para tener por comprobado el hecho
punible indagado y la participación culpable que le habría correspondido a la persona aforada, lo que lo
habilita para acusarlo, sólo entonces requerirá que la Corte de Apelaciones correspondiente declare que ha
lugar a la formación de causa.

481
Nota: Esta materia se inserta con permiso del autor, (Germán Hermosilla Arriagada) sólo para fines académicos y se extrae
de su Manual, Libro V, publicado como apuntes de clases para la Universidad Central de Chile.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 376


2.2.- Solicitud de Desafuero
El Art. 416 prescribe que una vez que se ha cerrado la investigación, si el fiscal estimare que
procede formular ACUSACIÓN por CRIMEN O SIMPLE DELITO de acción penal pública en contra de una
persona que tenga el fuero a que se refieren los incisos segundo, tercero y cuarto del Art. 58 de la Constitución
Política, debe remitir los antecedentes a la Corte de Apelaciones correspondiente, a fin de que, si hallare
mérito, declare que HA LUGAR A LA FORMACIÓN DE CAUSA. La norma referida agrega que igual
declaración deberá requerir el fiscal si, durante la investigación, deseare solicitar al juez de garantía la prisión
preventiva del aforado o la imposición de otra medida cautelar en su contra.

El inciso final del citado Art. 416 dispone que si se tratare de un delito de ACCIÓN PENAL
PRIVADA, en los que, como sabemos, el ministerio público no tiene injerencia, será el QUERELLANTE el que
deberá ocurrir a la Corte de Apelaciones respectiva solicitando el desafuero, con el objeto de que el juez de
garantía pueda admitir a tramitación su querella criminal.

Como puede observarse, si se trata de un delito de acción penal privada, que, únicamente
puede investigarse en virtud de una querella, es menester que el querellante ocurra previamente ante la Corte
de Apelaciones respectiva solicitando el desafuero pertinente. Si no lo obtuviere, el juez de garantía no dará
curso a la querella.

2.3.- Tramitación y fallo del Desafuero

El Art. 58 de la Constitución dispone que la solicitud de desafuero debe ser resuelta por la
Corte de Apelaciones, en pleno, esto es, con la intervención de todos sus ministros.

El Art. 63 del Código Orgánico de Tribunales, en su número 2°, letra a), prescribe que
corresponderá a la Corte de Apelaciones conocer en primera instancia "De los desafueros de las personas a
quienes les fueren aplicables los incisos segundo, tercero y cuarto del Art. 58 de la Constitución Política" y el
Art. 66 del mismo Código añade que el conocimiento de esta clase de asuntos corresponderá a todo el tribunal.

Finalmente, el Art. 67 de igual Código previene que para el funcionamiento del tribunal
pleno se requerirá, a lo menos, "la concurrencia de la mayoría absoluta de los miembros de que se componga la
Corte".

La ley no se ha preocupado de reglamentar especialmente la tramitación que debe darse a las


peticiones de desafuero en las Cortes de Apelaciones, por lo que estimamos que corresponderá aplicar las
reglas generales pero adaptándolas al nuevo sistema.

Creemos que el tribunal pleno debe conocer del desafuero en audiencia pública, atendida la
naturaleza del nuevo procedimiento, esencialmente oral, en la cual escuchará los alegatos de ambas partes,
dejando la causa en acuerdo ante todo el tribunal. Se designará un ministro redactor, el que deberá dar forma a
dicho acuerdo, una vez adoptado. Por supuesto, podrán existir votos disidentes y prevenciones, de los que
deberá dejarse constancia en la sentencia.

La resolución del tribunal pleno que decide acerca del desafuero, en nuestro concepto, es una
sentencia definitiva, ya que pone fin al antejuicio en la primera instancia. De acuerdo con lo dispuesto en el
Art. 418 dicha sentencia es APELABLE ante la Corte Suprema, la que conoce de dicho recurso en pleno en
virtud de lo prescrito en el N°2 del Art. 96 del Código Orgánico de Tribunales.

2.4.- Detención in fraganti

Si alguna de las personas mencionadas, Diputados y Senadores en actual ejercicio o ex


Presidentes de la República que hayan desempeñado su cargo por el periodo completo, fuere DETENIDA por
haber sido sorprendida en DELITO FLAGRANTE, el fiscal la pondrá inmediatamente a disposición de la Corte

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 377


de Apelaciones respectiva. Asimismo, le remitirá la copia del registro de las diligencias que se hubieren
practicado y que fueren conducentes para resolver el asunto.

¿Qué "asunto" debe resolver la Corte de Apelaciones?

Parece obvio que el desafuero, ya que dicho tribunal no tiene competencia ni para investigar
ni para conocer del procedimiento que reglamenta el Código Procesal Penal. Por lo demás, el inciso tercero del
citado Art. 58 de la Constitución Política señala textualmente, "El Tribunal procederá, entonces, conforme a lo
dispuesto en el inciso anterior, que se refiere precisamente a la declaración de haber o no lugar a la formación
de causa.

Lo curioso, en todo caso, es que hasta este momento no existe una acusación de parte del
fiscal, y no podría haberla ya que prácticamente no existe investigación. Todo ha comenzado con la detención
inmediata de un aforado que ha sido sorprendido cometiendo un delito.

Resulta obvio que tampoco sería del caso aplicar la exigencia del desafuero previo para
poder privar de libertad a un aforado en este evento, en razón de que la detención por la comisión flagrante de
un delito constituye precisamente una excepción a esta exigencia conforme a lo dispuesto por el inciso
segundo del referido Art. 58. El desafuero es necesariamente posterior a la detención. Atendido lo anterior,
creemos que aunque la ley no lo dice expresamente, la Corte de Apelaciones, a quien se remite un aforado
DETENIDO por haber sido sorprendido cometiendo un delito, debe estudiar la copia del registro de las
diligencias que se hubieren practicado para resolver si ha lugar o no a la formación de causa, aunque no exista
acusación de parte del fiscal ni haya siquiera formalización de la investigación, todo ello a la mayor brevedad.

Si el aforado apelare de la decisión de la Corte en orden a formar causa, y se pidiere ante ella
la libertad del aforado, pendiente el recurso, la Corte podría hacer una de estas dos cosas: disponer que la
libertad se pida en la oportunidad y ante el tribunal correspondiente o bien, disponer la remisión inmediata
del asunto al juez de garantía competente para que resuelva esta petición aunque la decisión de la Corte
relativa a la formación de causa no haya sido revisada por la vía de la apelación. Nos inclinamos por la
segunda solución, reconociendo que es una cuestión discutible, fundamentalmente por la primacía que reviste
la decisión sobre la libertad de una persona.

Se aparecieren implicados individuos que no gozaren de fuero, se seguirá adelante el


procedimiento con relación a ellos.

2.5.- Efectos del Desafuero

La declaración de haber lugar a la formación de causa o desafuero, una vez ejecutoriada,


suspende la inmunidad de que gozan las personas aforadas por mandato constitucional, quedando sujetas,
desde ese momento, a las reglas comunes de procedimiento y a la jurisdicción de los tribunales.

El Art. 419 nos dice que en el caso de los diputados y senadores, la sentencia que declare que
ha lugar a la formación de causa, una vez firme, debe comunicarse por la Corte de Apelaciones a la rama del
Congreso a que pertenece el imputado. Desde la fecha de la comunicación, el diputado o senador quedará,
además, SUSPENDIDO DE SU CARGO.

El artículo. 420 establece que declarado el desafuero por sentencia firme, en el caso a que se
refiere el inciso primero del Art. 416, o sea, cuando cerrada la investigación, el fiscal estima que procede la
acusación en contra del aforado por crimen o simple delito, por cuya razón precisamente pidió el desafuero, el
juez de garantía fijará de inmediato la fecha de la audiencia de preparación del juicio oral, la que deberá
efectuarse dentro de los quince días siguientes a la recepción de los antecedentes por el juzgado. A su vez la
audiencia del juicio oral mismo deberá iniciarse dentro del plazo de quince días contados desde la notificación
del auto de apertura del juicio oral. Con todo, se aplicarán los plazos previstos en las reglas generales cuando
el imputado lo solicitare para preparar su defensa.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 378


La razón de haber impuesto la ley al juez de garantía y al tribunal de juicio oral en lo penal,
los breves términos mencionados para la fijación de las audiencias de preparación del juicio oral y del juicio
oral mismo, "obedece a la necesidad de que el plazo durante el cual esté suspendido el desaforado sea el más
breve posible", porque se estimó por la citada Comisión "que su suspensión afecta el funcionamiento de uno de
los Poderes del Estado".
2.6.- Efectos de la resolución que no da lugar al Desafuero

El Art. 421 estatuye que si, en el caso del inciso primero del Art. 416, al que ya nos referimos,
la Corte de Apelaciones declarare no haber lugar a la formación de causa, esta resolución producirá los efectos
del sobreseimiento definitivo respecto del aforado favorecido con aquella declaración.

En la situación contemplada en el inciso tercero del citado Art. 416, esto es, si se tratare de un
delito de acción privada, el juez de garantía no admitirá a tramitación la querella y archivará los antecedentes.

La ley no contempló en este caso el recurso de apelación como lo hizo cuando la Corte de
Apelaciones declara que ha lugar a la formación de causa.

2.7.- Fuero de Los Intendentes y Gobernadores

El Art. 423 dispone que el procedimiento establecido en el párrafo 1° de este Título, relativo a
los diputados, senadores y ex presidentes de la República, al que ya nos referimos, es aplicable a los casos de
desafuero de un INTENDENTE o de un GOBERNADOR, en lo que fuere pertinente.

El fuero de los intendentes y gobernadores se encuentra establecido en el inciso final del Art.
113 de la Constitución Política de la República, el que estatuye que ningún tribunal procederá criminalmente
contra alguno de ellos sin que la Corte de Apelaciones respectiva haya declarado que ha lugar a la formación
de causa. Este fuero fue establecido mediante una reforma constitucional introducida por la ley N° 19.097,
publicada en el Diario Oficial el 12 de Noviembre de 1991.

Como puede advertirse, en este caso, la Constitución no requirió que la resolución de la


Corte se adoptara en pleno, como en el evento anterior, lo que de inmediato plantea el problema de resolver
acerca de la forma como debe conocerlo y fallarlo el Tribunal de Alzada, dado que el Art. 66 del Código
Orgánico de Tribunales tampoco se refirió a esta materia entre las que deben ser objeto del pleno.

Conforme a las reglas generales podría estimarse que de esta materia debiera conocer una de
las salas de la Corte. Sin duda, se trata de un nuevo vacío legal.

3.- La querella de capítulos

3.1.- Concepto, personas a quienes se aplica

La QUERELLA DE CAPÍTULOS es un antejuicio en cuya virtud la Corte de Apelaciones


respectiva declara que ha lugar a la formación de causa como requisito previo para que pueda hacerse efectiva
la responsabilidad criminal de los jueces, fiscales judiciales y fiscales del ministerio público, por delitos que
hubieren cometido en el ejercicio de sus funciones.

El Art. 424, refiriéndose a su objeto, expresa que la querella de capítulos tiene por finalidad
hacer efectiva la responsabilidad CRIMINAL de los jueces, fiscales judiciales y fiscales del ministerio público
por actos que hubieren ejecutado en el ejercicio de sus FUNCIONES que importaren una infracción penada por
la ley.

Como puede observarse, la querella de capítulos resulta procedente únicamente cuando las
personas nombradas hubieren cometido un ilícito penal EN EL EJERCICIO DE SUS FUNCIONES.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 379


Por tanto, no la autorizan los crímenes y simples delitos comunes y las faltas penales, los que
deben perseguirse y tramitarse conforme a las normas generales del nuevo procedimiento.

La finalidad de este ANTEJUICIO es impedir que se formulen acusaciones carentes de


fundamento en contra de estas personas, menoscabando la dignidad de las funciones que desempeñan. Por
otra parte, tienden a evitar que queden impunes los delitos ministeriales que puedan cometer jueces y fiscales,
al entregar el conocimiento del antejuicio a un tribunal superior.

La querella de capítulos se aplica, como dispone la norma transcrita, para hacer efectiva la
responsabilidad criminal de los jueces, incluido los ministros de las Cortes de Apelaciones y ministros de la
Corte Suprema, ya que son igualmente jueces; los fiscales judiciales, que son los auxiliares de la administración
de justicia, y los fiscales del ministerio público actual.

Esta materia recibió en el nuevo Código Procesal Penal un untamiento mucho más
simplificado del que tenía en el Código de Procedimiento Penal, y que, en la práctica, tuvo escasa aplicación,
fundamentalmente, debido al hecho de que los tribunales superiores hicieron uso de medidas disciplinarias
para sancionar tales actos.

3.2.- Solicitud de Admisibilidad de los Capítulos de Acusación

El Art. 425 del CPP prescribe que una vez cerrada la investigación, si el fiscal estimare que
procede formular ACUSACIÓN por crimen o simple delito contra un juez, fiscal judicial o fiscal del ministerio
público, POR ACTOS EJECUTADOS EN EL EJERCICIO DE SUS FUNCIONES, deberá presentar una
QUERELLA, por escrito, ante la Corte de Apelaciones respectiva la que deberá contener los capítulos de la
acusación, indicando los hechos que constituyeren la infracción de la ley penal cometida por el juez o
funcionario capitulado, a fin de que si dicho tribunal hallare mérito bastante, declare ADMISIBLES los
capítulos de la acusación.

La sentencia que adoptare la Corte de Apelaciones es apelable ante la Corte Suprema por
mandato del Art. 427, tanto si acoge como si deniega la querella de capítulos.

La competencia de las Cortes de Apelaciones para conocer en primera instancia de la


querella de capítulos está establecida en la letra d) del N° T del Art. 63 del Código Orgánico de Tribunales y la
de la Corte Suprema para conocer en segunda instancia de esta misma materia está establecida en el N" 6° del
Art. 98 de igual Código, luego de las modificaciones introducidas a ambas normas por la ley N° 19.708 de 5 de
Enero de 2001.

Los delitos ministeriales están indicados en el Art. 76 de la Constitución Política de la


República y en el Art. 324 del Código Orgánico de Tribunales. El primero dispone que los jueces son
personalmente responsables por los delitos de cohecho, falta de observancia en materia sustancial de las leyes
que reglan el procedimiento, denegación y torcida administración de justicia y, en general, de toda
prevaricación en que incurran en el desempeño de sus funciones. Tratándose de los miembros de la Corte
Suprema, la ley determinará los casos y el modo de hacer efectiva esta responsabilidad. El segundo, prescribe
que el cohecho, la falta de observancia en materia sustancial de las leyes que reglan el procedimiento, la
denegación y torcida administración de justicia y, en general, toda prevaricación o grave infracción de
cualquiera de los deberes que las leyes imponen a los jueces, los deja sujetos al castigo que corresponda según
la naturaleza o gravedad del delito, con arreglo a lo establecido en el Código Penal. Esta disposición no es
aplicable a los miembros de la Corte Suprema en lo relativo a la falta de observancia de las leyes de
procedimiento ni en cuanto a la denegación, ni a la torcida administración de justicia.

Por su parte, el Art. 364 del Código Orgánico de Tribunales dispone que la responsabilidad
criminal y civil de los fiscales judiciales se regirá por las reglas establecidas en el título X de dicho Código,
entre las cuales se comprende el citado artículo 324.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 380


Finalmente, el Art. 45 de la ley 19.640, Orgánica Constitucional del Ministerio Público,
estatuye que los fiscales del Ministerio Público tendrán responsabilidad civil, disciplinaria y penal por los
actos realizados en el ejercicio de sus funciones y el inciso final del Art. 46 de la misma ley preceptúa que
tratándose de delitos cometidos por un fiscal en el ejercicio de sus funciones, el fiscal a cargo de la
investigación deducirá, si procediere, la respectiva querella de capítulos, conforme a las disposiciones de la ley
procesal penal.

El citado Art. 425 del CPP previene que se requiere, asimismo, la declaración de
admisibilidad de los capítulos de la acusación por parte de la Corte de Apelaciones respectiva, si el fiscal,
durante la investigación, quisiere solicitar del juez de garantía la PRISIÓN PREVENTIVA de alguna de estas
personas u otra medida cautelar en su contra.

Por último, si se tratare de un delito de acción privada, el querellante deberá ocurrir a la


Corte de Apelaciones solicitando igual declaración antes de que se admita a tramitación su querella por el juez
de garantía competente.

3.3.- Detención in fraganti

El Art. 426 previene que si un juez, un fiscal judicial o un fiscal del ministerio público fuere
DETENIDO por habérsele sorprendido en delito flagrante, el fiscal lo pondrá inmediatamente a disposición de
la Corte de Apelaciones correspondiente. Asimismo, le remitirá copia del registro de las diligencias que se
hubieren practicado y que fueren conducentes para resolver el "asunto".

En el capítulo anterior, relativo al Desafuero, tuvimos ocasión de aclarar el sentido que debe
darse al vocablo "asunto", empleado por el legislador. Nos remitimos a lo ya expresado.

3.4.- Efectos de la Sentencia que declara Admisible la Querella de


Capítulos

El Art. 428 dispone que cuando por sentencia firme se hubieren declarado admisibles
TODOS o ALGUNOS de los capítulos de la ACUSACIÓN, el juez o funcionario capitulado quedará
SUSPENDIDO DEL EJERCICIO DE SUS FUNCIONES y el procedimiento penal continuará de acuerdo a las
reglas generales.

Al igual que en el caso del desafuero, dicha norma agrega que en el evento a que se refiere el
inciso primero del Art. 425, o sea, cuando cerrada la investigación el fiscal estima que procede formular
acusación, el juez de garantía fijará de inmediato la fecha de la audiencia de PREPARACIÓN del juicio oral, la
que deberá verificarse dentro de los quince días siguientes a la recepción de los antecedentes por el juzgado de
garantía.

A su vez, la audiencia del JUICIO ORAL deberá iniciarse dentro del plazo de quince días
contados desde la notificación del auto de apertura del juicio oral. Con todo, se aplicarán los plazos previstos
en las reglas generales cuando el imputado lo solicitare para preparar su defensa.

3.5.- Efectos de la Sentencia que declara Inadmisible la Querella de


Capítulos

Si en el caso del inciso primero del citado Art. 425, la Corte de Apelaciones declarare
inadmisibles TODOS los capítulos de la acusación comprendidos en la querella, la resolución producirá los
efectos del sobreseimiento definitivo respecto del juez, fiscal judicial o fiscal del ministerio público favorecido
con aquella declaración.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 381


En el caso de la situación contemplada en el inciso final del mismo artículo, esto es, cuando
se trata de delitos de acción penal privada, el juez de garantía no admitirá a tramitación la querella que ante él
se hubiere presentado y ARCHIVARA los antecedentes.

Si en el mismo procedimiento aparecieren implicados otros individuos que no fueren jueces,


fiscales judiciales o fiscales del ministerio público, se seguirá éste adelante con relación a ellos.

4.- La extradición

4.1.- Concepto

En una sentencia de la Corte Suprema de Justicia de nuestro país, según el extracto de su


doctrina, publicada en el Repertorio de Legislación y Jurisprudencia chilenas, "Código de Procedimiento
Penal", Tomo III, pág. 348, se expresa que "La extradición es el acto mediante el cual el Estado en cuyo
territorio se ha refugiado una persona, lo entrega al Estado donde delinquió, para su juzgamiento o
cumplimiento de la pena en su caso".

Luis Jiménez de Azúa, en su Tratado de Derecho Penal, Tomo II, edición de 1964, según cita
de Javier Valle Riestra, "La Extradición", Lima, 1989,1a define como "La entrega que un Estado hace a otro de
un individuo, acusado o condenado por un delito común, que se encuentra en su territorio, para que en este
país se le enjuicie penalmente o se ejecute la pena, realizada conforme a normas preexistentes de validez
interna o internacional"

De estos conceptos fluye que la extradición es la ENTREGA de carácter internacional de


una persona, puesto que se realiza oficialmente a través de los organismos competentes de dos Estados. Recae
sobre aquellas personas que han sido procesadas o condenadas en el territorio del Estado requirente por haber
cometido allí un delito común, luego de lo cual se han refugiado en otro país, y tiene por objeto retomaría al
lugar donde delinquió para que sea procesada o para que cumpla su condena.

La extradición es un acto complejo puesto que debe sujetarse a las normas del derecho
interno de los Estados que intervienen en ella, así como a las reglas de los Tratados o Convenciones de carácter
Internacional que hubieren celebrado.

En nuestro país son fuentes de estas reglas internacionales: los Tratados o Convenciones
celebrados con el país requerido o requirente, que se hallaren vigentes; el Código de Derecho Internacional
Privado o Código de Bustamante de 1928, suscrito en la Conferencia Panamericana de La Habana; y la
Convención sobre Extradición de Montevideo, de 1933.

Constituye un principio de carácter internacional, comúnmente aceptado, que la persona


cuya extradición se pide debe haber cometido un delito COMÚN sancionado con una pena PRIVATIVA DE
LIBERTAD cuya duración se fija en los Tratados o Convenciones, de acuerdo con la gravedad del delito,
pero que, en general, debe ser, por lo menos, igual a un año.

El Art. 440 del Código Procesal Penal determina al efecto que para acceder a la extradición
pedida por otro país, la persona de que se trata debe ser imputada de un delito o condenada a una pena
privativa de libertad superior a un año.

Como se sabe, en esta materia tradicionalmente se distingue entre extradición ACTIVA y


extradición PASIVA.

Mirado desde el punto de vista de nuestro país:

La primera es el acto mediante el cual el Estado chileno, a través del Ministerio de Relaciones
Exteriores y con motivo de un requerimiento efectuado por los tribunales de justicia, solicita a un país

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 382


extranjero que le entregue a un individuo que se hubiere refugiado en aquél POR HABER COMETIDO UN
DELITO en el territorio nacional, con el objeto de que sea juzgado por los tribunales chilenos competentes o
que cumpla la pena que se le hubiere impuesto mediante sentencia definitiva.

La segunda es el acto en virtud del cual un país extranjero, mediante sus órganos
competentes, solicita al Estado chileno la entrega de un individuo que se encontrare en territorio nacional, al
que se imputa HABER COMETIDO UN DELITO EN EL PAÍS REQUIRENTE, para ser procesado por los
tribunales de dicho país o para que cumpla la pena privativa de libertad que allí se hubiere decretado en su
contra.

El objeto de este Instituto es evitar la impunidad de aquellas personas que, luego de haber
cometido un delito común, se fugan del país en que han delinquido para eludir ser procesados por sus
tribunales o para evitar el cumplimiento de su condena.

Se justifica por la necesidad que tienen los Estados de prestarse auxilio mutuo para el logro
de este objetivo, sobre todo en la era actual en que las comunicaciones y el transporte entre los diferentes
países es muy fluido y rápido

4.2.- Delitos Comunes y Delitos Políticos

Existe consenso entre los estudiosos del tema en que la extradición únicamente es procedente
con respecto a los DELITOS COMUNES; no así en lo relativo a los DELITOS POLÍTICOS, que autorizan el
ASILO.

La dificultad estriba en distinguir unos de otros, toda vez que los delitos políticos no han
sido definidos en la ley interna ni en los Tratados suscritos por Chile.

Además, es frecuente que una persona que comete un delito que pudiera calificarse como
político, lo haga mediante la perpetración de un delito común, por ejemplo, secuestro, lesiones u homicidio.

De acuerdo con los principios generalmente aceptados en Derecho Internacional, DELITO


POLÍTICO, de acuerdo con el bien jurídico protegido, es el que lesiona la normalidad constitucional del país
afectado. Tienen, pues, tal carácter los que atentan contra la organización política del Estado o contra los
derechos políticos de los ciudadanos o los que tienen por objeto alterar el orden político o social del país.
Delitos COMUNES son todos los demás.

El Código Internacional Privado prescribe que se encuentran excluidos de la extradición los


delitos políticos y los conexos, según la calificación jurídica que haga el país REQUERIDO. La Convención
sobre Extradición de Montevideo, suscrita por Chile, señala igualmente, que el Estado requerido no estará
obligado a conceder la extradición cuando se trate de delitos políticos o conexos.

4.3.- Procedencia de la Extradición Activa

El artículo 431 del CPP dispone que cuando en la tramitación de un procedimiento penal se
hubiere FORMALIZADO la investigación de un delito que tuviere señalado en la ley una PENA PRIVATIVA
DE LIBERTAD cuya duración mínima excediere de UN AÑO, respecto de un individuo que se encontrare en
país extranjero, el ministerio público deberá solicitar al juez de garantía que ELEVE los antecedentes a la Corte
de Apelaciones a fin de que este tribunal, si estimare procedente la extradición, ordene que ella sea pedida.
Igual solicitud podrá hacer el querellante si no la formulare el ministerio público.

Por otra parte, dicha norma añade que la extradición activa procederá, asimismo, con el
objeto de hacer cumplir en el país una sentencia definitiva condenatoria a una pena privativa de libertad, cuyo
cumplimiento efectivo sea superior a un año, pronunciada por tribunales chilenos.

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Finalmente, la norma citada previene que el mismo procedimiento de extradición se aplicará
con respecto a los casos enumerados en el-Art. 6 de Código Orgánico de Tribunales. El Art. 6, aludido, se
refiere a los crímenes y simples delitos perpetrados FUERA del territorio de la República y que, por excepción,
quedan sometidos a la LEY chilena. Entre ellos, los cometidos por un agente diplomático o consular chileno en
el ejercicio de sus funciones; los perpetrados por chilenos contra la soberanía o contra la seguridad exterior del
Estado; los cometidos por chilenos o extranjeros, a bordo de un buque chileno en alta mar, o a bordo de un
buque chileno de guerra surto en aguas de otra potencia; la malversación de caudales públicos, fraudes y
exacciones ilegales, la infidelidad en la custodia de documentos, la violación de secretos y el cohecho,
cometidos por funcionarios públicos chilenos o por extranjeros al servicio de Chile.

4.4.- Requisitos de procedencia de la extradición activa

a) Que se trate de la investigación de un delito que tenga señalada en la ley una pena
privativa de libertad superior a un año o del cumplimiento efectivo de una sentencia definitiva condenatoria, a
igual pena;

b) Que en el primer caso, se haya formalizado la investigación;

c) Que el imputado se encuentre en país extranjero

4.5.- Tramitación de la Extradición Activa ante el Juez de Garantía

El Art 431 del CPP dispone que cuando en la TRAMITACIÓN de un procedimiento penal se
hubiere FORMALIZADO la investigación por un delito que tuviere señalado en la ley una pena privativa de
libertad superior a un año, y el imputado se encontrare en el extranjero, el ministerio público podrá pedir al
juez de garantía que ELEVE los antecedentes a la Corte de Apelaciones respectiva, a fin de que este tribunal, si
lo estima procedente, ordene que dicho imputado sea pedido.

Igual solicitud podrá hacer el querellante si el ministerio público no la hubiere efectuado. El


precepto mencionado finaliza expresando que la extradición podrá ser solicitada, asimismo, con el objeto de
hacer cumplir en el país una sentencia condenatoria que imponga una pena privativa de libertad superior a un
año.

Como puede observarse, la extradición sólo puede ser solicitada por el ministerio público, o
por el querellante si aquél no lo ha hecho, pero sólo una vez que se haya FORMALIZADO la investigación.

El Art 432 del CPP previene que es posible formalizar una investigación criminal por un
delito cometido por una persona que se encuentre AUSENTE del país, debiendo ser representado en la
audiencia respectiva por el defensor penal público, si no contare con defensor particular. De lo anterior se
desprende que es factible que el ministerio público comience una investigación criminal, no obstante que la
persona sindicada de haber cometido el delito que se pesquisa se encuentre en el extranjero. Si al término de
esta indagación el fiscal estima que ha reunido antecedentes bastantes para formalizar, pedirá al juez de
garantía la fijación de una audiencia para estos efectos, diligencia en la que el ausente será representado en la
forma que ya expresamos.

La solicitud de extradición podrá ser efectuada en la misma audiencia de formalización, o en


otra audiencia pedida con este objeto, requiriendo que los antecedentes reunidos se ELEVEN a la Corte de
Apelaciones respectiva a fin de que ésta resuelva.

Esta petición será debatida en dicha audiencia, en la que el ausente será representado como
hemos dicho, por un defensor particular o, en su defecto, por el defensor penal público Al término de ella, si el
juez estimare que concurren en la especie los requisitos de procedencia de la extradición y los consignados en
el Art. 140, que, como sabemos, son los que autorizan la prisión preventiva del imputado, acogerá la petición
en el sentido de ELEVAR los antecedentes a la Corte de Apelaciones respectiva.

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Debe señalarse que, contrariamente a lo que pudiera desprenderse de los términos
empleados por el Art. 432, de defectuosa redacción, el juez de garantida NO RESUELVE si es procedente o no
la extradición solicitada sino que, luego de oír a los intervinientes, verifica:

a) Si se cumplen o no los requisitos de procedencia de la extradición, ya vistos; y

b) Si concurren o no en la especie los requisitos que permitirían decretar la prisión


preventiva del imputado, contemplados en el art. 140.

En caso afirmativo, ordenará ELEVAR los antecedentes a la Corte de Apelaciones para que
ella RESUELVA.

En este mismo evento, el juez de garantía, a petición del fiscal o del querellante, podrá
declarar ADEMÁS, la procedencia de pedir, en el país extranjero, la prisión preventiva u otra medida cautelar
personal respecto del imputado, en caso que se cumplan las condiciones que permitirían decretar en Chile la
medida respectiva.

Para que el juez de garantía eleve los antecedentes a la Corte de Apelaciones, será necesario
que conste en el procedimiento, el país y el lugar en que el imputado se encontrare en la actualidad.

4.6.- Tramitación de la Extradición Activa en la Corte de Apelaciones

El Art. 63, N° 1, letra d), del Código Orgánico de Tribunales, prescribe que las Cortes de
Apelaciones conocerán en ÚNICA INSTANCIA de la solicitud de extradición activa.

El conocimiento y decisión de esta clase de asuntos pertenecerá a la Sala que sea designada
por sorteo, ya que en esta materia deben aplicarse las reglas generales consignadas en el Art. 66 de dicho
cuerpo de leyes, ante la ausencia de una norma especial.

El Artículo 433 del CPP, dispone que recibidos los antecedentes por la Corte de Apelaciones,
ésta fijará una audiencia para fecha próxima, a la cual deberá citar al ministerio público, al querellante, si éste
hubiere solicitado la extradición, y al defensor del imputado.

La audiencia, que tendrá lugar con los litigantes que asistieren y que no se podrá suspender
a petición de éstos, se iniciará con una relación pública de los antecedentes que motivaren la solicitud; después
se concederá la palabra al fiscal, en su caso al querellante, y luego al defensor.

Durante la tramitación de la extradición activa ante la Corte de Apelaciones, el Art. 434


prescribe que, a petición del fiscal o del querellante que la hubiere solicitado, la Corte podrá pedir al Ministerio
de Relaciones Exteriores que solicite al país, en que se encontrare el imputado, que ordene la detención previa
de éste o adopte otra medida destinada a evitar su fuga, cuando el juez de garantía hubiere comprobado la
concurrencia de los requisitos que permitirían decretar la prisión preventiva u otra medida cautelar personal
en Chile. Como tuvimos oportunidad de expresar, en la audiencia celebrada ante el juez de garantía, tanto el
fiscal como el querellante pudieron pedir al tribunal que en caso de estimar que debían elevarse los
antecedentes a la Corte de Apelaciones, declarara ADEMÁS, la procedencia de solicitar en el país extranjero la
prisión preventiva del imputado u otra medida cautelar personal.

El Art. 434 dispone que el requerimiento de la Corte de Apelaciones deberá consignar los
antecedentes que exigiere el TRATADO APLICABLE para solicitar la detención previa o, a falta de tratado, al
menos los antecedentes contemplados en el Art. 442, que luego veremos.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 385


4.7.- Fallo de la solicitud de Extradición Activa

Finalizada la audiencia celebrada en la sala correspondiente, ésta deberá resolver, mediante


un auto fundado, "si debiere o no solicitarse la extradición del imputado". El Art. 435 previene que en contra
de esta resolución no procederá recurso alguno.

Situaciones que pueden presentarse:

a)En caso de ACOGERSE la solicitud de extradición, la Corte de Apelaciones se dirigirá al


MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES, mediante el oficio correspondiente, haciéndole llegar copia de
la resolución pertinente, y pidiéndole que se practiquen las gestiones diplomáticas que fueren necesarias para
obtener la extradición del imputado.

Acompañará, además, copia de la formalización de la investigación que se hubiere efectuado


en contra del imputado; los antecedentes que la hubieren motivado o la resolución firme que hubiere recaído
en el procedimiento, si se tratare de un condenado; los textos legales que tipificaren y sancionaren el delito; los
referentes a la prescripción de la acción y de la pena; y toda información conocida sobre filiación, identidad,
nacionalidad y residencia del imputado.

Cumplidos estos trámites, la Corte de Apelaciones devolverá los antecedentes al juzgado de


garantía que se los hubiere elevado.

El Art. 437 dispone que el Ministerio de Relaciones Exteriores, deberá legalizar y traducir los
documentos acompañados, si fuere del caso, y hará las gestiones necesarias para dar cumplimiento a la
resolución de la Corte de Apelaciones.

Si obtuviere la extradición del imputado, lo hará conducir desde el país en que se encontrare,
hasta ponerlo a disposición de la Corte, de Apelaciones requirente. La Corte, a su vez, ordenará, que el
imputado sea entregado al tribunal competente, a fin de que el procedimiento siga su curso o de que se cumpla
la condena, si se hubiere pronunciado sentencia firme.

b) En caso que la Corte de Apelaciones declare NO SER PROCEDENTE la extradición,


devolverá los antecedentes al juez de garantía que los hubiere elevado a fin de que proceda según
corresponda.

Recordemos que en contra de esta resolución no procede recurso alguno.

c) Si la extradición, no obstante ser dispuesta por la Corte de Apelaciones, no fuere


acogida por las AUTORIDADES DEL PAÍS en que el imputado se encontrare, se comunicará el hecho al
tribunal de garantía, para que, igualmente, proceda según corresponda.

4.8.- Multiplicidad de Imputados

El Art. 439 preceptúa que si el procedimiento comprendiere a un imputado que se encontrare


en el extranjero y a otros imputados presentes, se observarán las disposiciones anteriores en cuanto al primero
y, sin perjuicio de su cumplimiento, se proseguirá el procedimiento, sin interrupción, en contra de los
segundos.

5.- Procedencia de la Extradición Pasiva

El Art. 440, prescribe que cuando un país extranjero SOLICITARE A CHILE la extradición de
individuos que se encontraren en territorio nacional y que en el país requirente estuvieren imputados de un
delito o condenados a una pena privativa de libertad de duración superior a un año, el Ministerio de
Relaciones Exteriores remitirá la petición y sus antecedentes a la CORTE SUPREMA.

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Como puede observarse, esta norma de procedencia de la extradición pasiva, guarda
concordancia perfecta con la de procedencia de la extradición activa, contenida en el Art. 431. Basta leer ambas
disposiciones para darse cuenta de ello.

En ambas se requiere que se trate de personas imputadas de delitos que tengan asignada en
la ley una pena PRIVATIVA DE LIBERTAD superior a un año, o bien, de personas que hayan sido condenadas
a igual pena.

En el caso de la extradición pasiva, la petición del país extranjero que se conduce por
intermedio del Ministerio de Relaciones Exteriores, se dirige a la Corte Suprema de Justicia.

5.1.- Tramitación de la Extradición Pasiva en Primera Instancia

El Art. 441 establece que una vez recibidos los antecedentes conducidos a través del
Ministerio de Relaciones Exteriores, la Corte Suprema designará a uno de sus MINISTROS, quien conocerá en
primera instancia de la solicitud de extradición, debiendo fijar día y hora para la realización de una
Audiencia pública. Luego, dicho ministro pondrá la petición y sus antecedentes en conocimiento del
representante del Estado requirente y del imputado, a menos que se hubieren solicitado medidas cautelares
personales en contra de este último. Si se hubiesen pedido tales medidas, el conocimiento de la petición y los
antecedentes se suministrarán al imputado una vez que las mismas se hubieren decretado. Lo anterior, por
razones obvias.

Anteriormente, el conocimiento de la extradición pasiva, en primera instancia, le


correspondía al Presidente de la Corte Suprema. Actualmente, el N° 3° del Art. 53 del Código Orgánico de
Tribunales, después de la modificación introducida por la ley 19.665, de 9 de Marzo de 2000, determina que el
conocimiento de este asunto le corresponde en primera instancia a un ministro de la Corte Suprema.

El Art. 443 dispone que en el procedimiento de extradición pasiva, representará al Estado


requirente el ministerio público, lo que no obstará al cumplimiento de lo dispuesto en su ley orgánica
constitucional. Sobre este particular debemos recordar que el ministerio público debe encuadrar su actividad al
principio de objetividad, lo que le obliga a investigar no sólo lo que perjudique al imputado sino todo aquello
que lo beneficie. El inciso segundo de la norma mencionada agrega que en cualquier momento antes de la
Audiencia, a que debe citar el ministro de la Corte Suprema, el país requirente podrá designar otro
representante, caso en el cual cesará la intervención del ministerio público.

El Art. 444 dispone que si el Estado requirente y el imputado quisieren rendir prueba
testimonial, pericial o documental, deberán ofrecerla con una anticipación de tres días, a lo menos, a la fecha
de la audiencia, individualizando a los testigos, si los hubiere. La prueba deberá rendirse en la audiencia
respectiva.

5.2.- Medidas Cautelares y Libertad Provisional del Imputado

Las medidas Cautelares Personales en contra de un sujeto cuya extradición se requiere,


pueden ser pedidas antes o después de la solicitud formal de extradición.

El Art. 442 del CPP dispone que AÚN ANTES DE RECIBIRSE LA SOLICITUD FORMAL DE
EXTRADICIÓN, el Ministro de la Corte Suprema designado podrá decretar la DETENCIÓN del imputado, si
así se hubiere estipulado en el tratado respectivo o lo requiriere el Estado extranjero mediante una solicitud
que contemple las siguientes menciones mínimas:

a) La identificación del imputado;

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 387


b) La existencia de una sentencia condenatoria firme o de una orden restrictiva o privativa de
libertad del imputado;

c) la calificación del delito que motivare la solicitud y el lugar y la fecha de comisión de


aquél; y

d) La declaración de que se solicitará formalmente la extradición.

La detención previa se decretará por el plazo que determine el tratado aplicable o, en su


defecto, por un máximo de DOS MESES a contar de la fecha en que el Estado requirente fuere notificado del
hecho de haberse producido la detención previa del imputado.

Por su parte, el Art. 446, estatuye que UNA VEZ PRESENTADA LA SOLICITUD DE
EXTRADICIÓN, el Estado requirente podrá solicitar la prisión preventiva del imputado u otras medidas
cautelares personales, las que se decretarán si se cumplieren los requisitos que disponga el tratado respectivo
o, en su defecto, los previstos en el título V del Libro Primero.

El Art. 447 dispone que en cualquier estado del procedimiento se podrá conceder la
LIBERTAD PROVISONAL al imputado de acuerdo a las reglas generales, pero el ministro de la Corte
Suprema que se designare deberá adoptar las medidas que estime pertinentes PARA EVITAR SU FUGA.

5.3.- Audiencia en la Extradición Pasiva

Como dijimos, una vez recibida por la Corte Suprema la solicitud de extradición pasiva por
conducto del Ministerio de Relaciones Exteriores, designará a uno de sus ministros para que conozca de ella en
primera instancia. Dicho ministro, como tribunal unipersonal, fijará día y hora para la celebración de una
Audiencia, a la que citará al representante del Estado requirente y al imputado.

La audiencia será presidida por dicho ministro y será pública. A su inicio, el representante
del Estado requirente dará breve cuenta de los antecedentes en que se funda la petición de extradición. Si este
representante fuere el ministerio público hará saber también los hechos y circunstancias que obraren en
beneficio del inculpado debido a que a ello lo obliga el principio de objetividad, al que nos referimos.

A continuación se rendirá la prueba testimonial, pericial o documental que hubieren ofrecido


las partes.

Una vez rendida la prueba, si el imputado lo deseare, podrá prestar declaración y, de hacerlo
podrá ser contrainterrogado. Debe señalarse que en conformidad con lo dispuesto en el Art. 445, el imputado
tendrá siempre DERECHO a prestar declaración, pero en tal caso podrá ser libre y directamente interrogado
por d representante del Estado requirente y por su defensor.

En caso de que se hubiere rendido prueba o hubiere declarado el imputado se le concederá la


palabra al representante del Estado requirente para que exponga sus conclusiones. Luego se concederá la
palabra al imputado, para que, personalmente o a través de su defensor, efectuare las argumentaciones que
estime procedentes.

5.4.- Fallo de la Extradición Pasiva

El ministro de la Corte Suprema, actuando como tribunal unipersonal, una vez terminada la
Audiencia referida, deberá pronunciar sentencia definitiva, por escrito, dentro de quinto día, en la que podrá
acoger o no la extradición solicitada.

En contra de esta sentencia procederán los recursos de APELACIÓN y de NULIDAD, este


último sólo podrá fundarse en una o más de las causales previstas en los Arts. 373, letra a) y 374.

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El conocimiento de estos recursos corresponderá a la Corte Suprema de acuerdo con lo
dispuesto en el Art. 450.

En el evento de interponerse ambos recursos, deberán serlo en forma conjunta, en un mismo


escrito, uno en subsidio del otro y dentro del plazo previsto para ejercer el recurso de apelación.

La Corte Suprema conocerá de ellos en conformidad a las reglas generales para la


tramitación de los recursos.

Situaciones que pueden presentarse:

El Art. 449 dispone que el ministro de la Corte Suprema CONCEDERÁ la extradición si


estimare comprobada la existencia de las siguientes circunstancias:

a) La identidad de la persona cuya extradición se solicitare;

b) Si el delito que se le imputare o aquél por el cual se le hubiere condenado, sea de aquellos
que autorizan la extradición según los tratados vigentes o, a falta de éstos, en conformidad con los principios
de derecho internacional; y

c) Que de los antecedentes del procedimiento pudiere presumirse que en Chile se deduciría
acusación en contra del imputado por los hechos que se le atribuyen.

Ejecutoriada que se hallare esta sentencia, el ministro de la Corte Suprema pondrá al


imputado requerido a disposición del Ministerio de Relaciones Exteriores, a fin de que lo entregue al país que
lo hubiere solicitado.

Si la sentencia DENEGARE la extradición, aún cuando no se encontrare ejecutoriada, el


ministro de la Corte Suprema procederá a decretar el cese de cualquier medida cautelar personal que hubiere
decretado en su contra.

EJECUTORIADA la sentencia que hubiere dictado denegando la extradición pedida, el


ministro referido comunicará al Ministerio de Relaciones Exteriores el resultado del procedimiento,
incluyendo copia autorizada de la sentencia que en él hubiere recaído.

Si el Estado requirente se DESISTIERE de la petición de extradición, lo que puede hacer en


cualquier etapa del procedimiento, deberá dictarse SOBRESEIMIENTO DEFINTIVO.

5.5.- Extradición Pasiva Simplificada

El Art. 454 del CPP dispone que si la persona cuya extradición se requiriere, luego de ser
informada acerca de los derechos que tiene a un procedimiento formal de extradición y de la protección que
éste le brinda, con asistencia letrada, expresa ante el ministro de la Corte Suprema que conociere de la causa,
su conformidad en ser entregado al Estado solicitante, dicho ministro concederá, sin más trámites la
extradición pedida, poniendo a dicha persona a disposición del Ministerio de Relaciones Exteriores, a fin de
que sea entregado al país que lo hubiere requerido.

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CAPÍTULO XI. LOS RECURSOS PROCESALES PENALES

1.- El debido proceso y la impugnación

1.1.- El debido proceso

La Constitución Política de la República, en su artículo 19 N° 3 inciso 5°, consagra en nuestro


ordenamiento el derecho fundamental a un debido proceso, derecho de carácter adjetivo y genérico que
involucra un conjunto de garantías procesales, cuyo cumplimiento cabal permite predicar del procedimiento
su necesaria condición de racional y justo.

Dentro de los componentes del debido proceso encontramos el deber de los tribunales de
motivar y fundar sus resoluciones y el derecho de las partes para impugnar esas decisiones.

Una Jurisprudencia de la Excma. Corte Suprema 482 ha señalado sobre el debido proceso lo
siguiente: “DUODÉCIMO: Que en lo que atañe a la garantía del debido proceso, tal como ya ha tenido oportunidad de
señalar este máximo tribunal en los ingresos Roles 4954-08; 1414-09 y 4164-09, constituye un derecho asegurado por la
Constitución Política de la República, el que toda sentencia de un órgano que ejerza jurisdicción debe fundarse en un
proceso previo legalmente tramitado; la misma Carta Fundamental, en el artículo 19, N° 3°, inciso 5°, confiere al
legislador la misión de establecer siempre las garantías de un procedimiento racional y justo. Es así que, en torno a los
aspectos que contempla el derecho a un debido proceso, no hay pareceres discrepantes en cuanto lo constituye un conjunto
de garantías que la Constitución Política de la República, los tratados internacionales ratificados por Chile y que se
encuentran vigentes, y las leyes, entregan a las partes de la relación procesal, asegurándose que todos puedan hacer valer
sus pretensiones en los tribunales, que sean escuchados, que puedan reclamar cuando no están conformes con la decisión,
que se respeten los procedimientos establecidos en la ley y se dicten resoluciones motivadas o fundadas. DÉCIMO
TERCERO: Que, además, debe expresarse que en lo que atañe a la vulneración de las reglas del debido proceso, la doctrina
nacional y extranjera concuerdan en que el catálogo de garantías mínimas para que exista "un proceso racional y justo"
incluye el que siempre exista un procedimiento que ostente la presencia de un contradictor y que las partes en el juicio
tienen derecho a un trato en igualdad de condiciones. A su tiempo, es necesario también considerar que el principio
llamado del "debido proceso", ubicado en el capítulo tercero de la Constitución, destinado a establecer los derechos y
deberes constitucionales, indica en su artículo 19, Nº 3, inciso 5º, que "Toda sentencia de un órgano que ejerza
jurisdicción debe fundarse en un proceso previo legalmente tramitado. Corresponderá al legislador establecer siempre las
garantías de un procedimiento y una investigación racionales y justos". Vale decir, la legalidad de un juzgamiento va a
depender directamente de un proceso previo, y de una investigación, ambos racionales y justos. Esta garantía tiene su
antecedente en la Declaración de Derechos Humanos, la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y
el Pacto de San José de Costa Rica, esto es, forma parte de la temática de los Derechos Humanos y nació hacia el interior de
la defensa de ellos en todo orden de situaciones y en especial en el de la legalidad del juzgamiento, por lo que la mayoría de
las disposiciones establecidas en tales convenciones se refieren a la actividad jurisdiccional y especialmente en el plano de
aquella referida a la que regula el proceso penal. En efecto, el carácter tutelar del proceso no sólo asegura a la persona a
quien se le desconoce un derecho a fin que le sea reconocido, sino que, además, y para lo que nos interesa, si el Estado o un
particular pretenden que se ejerza la potestad punitiva cuando se le imputa la comisión de un delito, asegura que la pena
sea impuesta a través de un proceso que reúna las mínimas condiciones que autoricen al Estado para castigar. La garantía
se satisface con diversos principios como son, entre otros: (1) derecho a juez natural, (2) juez independiente e imparcial,
(3) derecho a un juicio previo y público, (4) derecho a presentar pruebas de descargo y a examinar la prueba de cargo, (5)
derecho a ser juzgado en proceso tramitado conforme a la ley; y, (6) derecho a una defensa técnica. Por otro lado, puede
decirse también que ello se resume en cuatro características: a) audiencia, b) bilateralidad, c) igualdad y d) celeridad.
DÉCIMO CUARTO: Que este mandato puntualmente va dirigido al legislador, pero no todo quebranto de esta
naturaleza puede tener el carácter de violación de norma superior y ello se percibe claramente cuando se ha legislado
mediante normas procesales expresas que tratan precisamente la materia en que se inserta el reproche. Y, en todo caso, el
agravio a la garantía del debido proceso debe ser real, en cuanto perjudique efectivamente los derechos procesales de la
parte. Esto es, entrabe, limite o elimine su derecho constitucional al debido proceso (Miguel Otero, Código Procesal Penal,

482 Rol 2787-2010. Corte Suprema Segunda Sala (Penal) 29 de Junio de 2010 en http://www.puntolex.cl/prod_ppp/585/article-
126085.html, visitado 5/7/2010

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 390


Editorial Conosur, 2002, p. 109). Son las posibilidades de actuación de cualquiera de los intervinientes en el juicio las que
deben verse efectivamente menoscabadas o entrabadas”.

1.2.- La impugnación de los actos del procedimiento

Sabemos que el procedimiento está constituido por un conjunto concadenado de actos


procesales, en el orden establecido por la ley, que van desde la demanda, por regla general, hasta la sentencia
definitiva, como forma normal de término de un juicio. Cada uno de esos actos tiene una finalidad u objetivo y
deben desarrollarse conforme a reglas jurídicas determinadas.

Las infracciones a las reglas de procedimiento pueden consistir en el mero incumplimiento


de una norma procesal de rango legal o constituir la afectación de una garantía procesal, componente del justo
y racional proceso. En ambos casos el sistema procesal contempla ciertos mecanismos de corrección, que
normalmente operan a petición de parte, en cuyo caso hablamos propiamente de medios de impugnación,
pero también pueden operar de oficio por el tribunal.

Si los actos que se desarrollan en el proceso son irregulares o injustos se habrá incurrido en
una incorrección o defectuosidad en el actuar procesal que debe ser corregido. Las partes y, eventualmente, el
tribunal que constatan estas incorrecciones o defectos, pueden ejercer su poder de impugnación, los primeros,
y de corrección, el segundo.

Desde el punto de vista procesal los sistemas de impugnación son distintos respecto de las
resoluciones y de las actuaciones judiciales. Estas últimas se impugnan directamente a través del incidente de
nulidad procesal. Por excepción las actuaciones se pueden impugnar en forma directa mediante algunos
recursos, principalmente el recurso de casación en la forma, el cual no se interpone en contra de la actuación
judicial, sino que en contra de la resolución que se dictó en un procedimiento viciado por los defectos que se
hubieren generado con motivo de la práctica u omisión de determinadas actuaciones judiciales.

Por su parte, las resoluciones judiciales se impugnan a través de la interposición de los


correspondientes recursos. Sin embargo y a pesar de que los recursos tienen por objeto impugnar las
resoluciones que resuelven el conflicto, existe durante toda la tramitación del procedimiento una clara
vinculación entre las resoluciones que se dictan y el proceso mismo.

En el presente capítulo concentraremos nuestra atención en los medios de impugnación, que


para el profesor Fernando Orellana consisten en la acción y efecto de atacar, combatir, contradecir o bien
refutar un acto judicial, un documento público o privado, un informe de peritos, una resolución judicial, entre
otros, con la finalidad de obtener su enmienda, revocación o invalidación. Añade que, por lo anterior,
podemos concluir que la impugnación es una institución que comprende toda acción destinada a obtener el
saneamiento del defecto del cual adolece un acto procesal. 483

Para Manuel Ortells los medios de impugnación, en un sentido restringido, son todos
aquellos instrumentos legales puestos a disposición de las partes y destinados a atacar una resolución judicial
para provocar su reforma o anulación o declaración de nulidad. 484

Así las cosas, los recursos procesales, que constituirán el objeto de nuestro estudio, son una
especie de medio de impugnación, quizás el de mayor importancia práctica, por su frecuencia y alcances, pero
no los únicos. También constituyen medios de impugnación: el incidente de alzamiento de medidas
precautorias; la oposición respecto de la actuación decretada con citación; el incidente de nulidad procesal del
rebelde (art. 80 CPC); la oposición de tercero (art. 234 inciso penúltimo CPC); el juicio ordinario posterior a la
sentencia en las querellas posesorias (art. 581 CPC); la renovación de la acción ejecutiva (art. 477 CPC); la
revisión de las sentencias firmes.

483 ORELLANA, Fernando “Manual de Derecho Procesal. Recursos Procesales” Tomo IV, Editorial Librotecnia, segunda edición,
Santiago junio de 2008, página 10.
484 Citado por Fernando Orellana, ob. cit., páginas 10 a 12.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 391


Para Hernando Devis Echandía el concepto de impugnación es genérico y comprende todo
medio de ataque a un acto procesal o a un conjunto de ellos, inclusive a todo un proceso, sea en el curso del
mismo o por otro posterior. 485

La “acción ordinaria de nulidad” se encuentra proscrita en nuestro ordenamiento jurídico


como un medio para obtener la invalidación de una sentencia, no siendo posible jamás iniciar un proceso de
lato conocimiento que persiga semejante objetivo. Así se anuncia desde el Mensaje del CPC, que señala como
único camino para dicho fin la casación.

En cuanto al fundamento de la impugnación, se entrega a las partes la facultad legal de


atacar las resoluciones judiciales, pues los jueces son seres humanos y pueden errar al efectuar los
juzgamientos fácticos y al aplicar las normas procesales y sustantivas a las situaciones concretas. Sin embargo,
esta facultad de recurrir, que es componente del debido proceso, tiene límites temporales y materiales que
procuran compatibilizar ese anhelo de corrección de los errores con la necesidad de certeza jurídica,
generándose, en su oportunidad la inmutabilidad de las resoluciones a través de la institución de la cosa
juzgada.

A los conceptos tradicionales de error in procedendo (error de forma), que se da cuando se


hace una errónea interpretación y aplicación de la norma procesal, y error in iudicando (error de fondo), que
procede por errónea interpretación y aplicación de la ley material, podemos agregar el error in cogitando, que
incide en los déficit al momento de fundar y motivar las decisiones, especialmente relevante en los contextos
probatorios de sana crítica.

Señala el profesor Cristián Maturana que al existir la posibilidad cierta de error o injusticia
en las resoluciones judiciales, la justicia del caso concreto queda mejor garantizada si el propio juez que dictó
la resolución puede revisarla (mediando petición del interesado perjudicado); y además, las garantías
aumentan cuando el nuevo examen de la cuestión ya decidida se confía a un tribunal distinto, de jerarquía
superior y generalmente colegiado, que tiene facultades para sustituir por otra la decisión impugnada
pronunciada por el inferior. Agrega que los recursos aparecen como salvaguarda de los intereses particulares,
tanto de las partes, como del propio juez. Así es, ya que si resulta fácil comprender como la parte afectada por
el posible error recurre a la impugnación en busca de la remoción de la resolución injusta, respecto al órgano
jurisdiccional, la posibilidad existente de que otro tribunal superior pueda revisar su sentencia genera una
saludable presión – no coactiva – sobre los jueces inferiores, que les impulsa a analizar todos los aspectos de la
cuestión que deben resolver, y a motivar sólidamente la resolución que en definitiva adopten. 486

Además del error al momento de decidir, el gravamen o perjuicio (insatisfacción) que la


resolución produce a las partes es un motivo de índole subjetivo o psicológico que sirve de fundamento a los
recursos, así como también lo constituye la unificación de la jurisprudencia.

En síntesis, los fundamentos de los recursos tienen una índole subjetiva y objetiva. El
primero es de naturaleza psicológica y no es otra cosa que la expresión jurídica del instinto de conservación en
lo que a la defensa de los derechos de la persona y de sus bienes atañe. El fundamento objetivo, en cambio, es
de índole social y mira más bien al interés de la comunidad que al del individuo y radica en la necesidad social
de remediar la desviación jurídica en que puede incurrir la autoridad. Por último, al decir de Carnelutti, en
último término los recursos no son otra cosa que el modo de fiscalizar la justicia de lo resuelto.

De ahí que los recursos constituyen instrumentos procesales destinados a subsanar los
errores que puedan cometerse en el pronunciamiento de una resolución judicial o en el procedimiento en que
ésta se formó y cumplen, además, el objetivo de mitigar las insatisfacciones que pueden experimentar las
partes.

485 CORREA SELAMÉ, Jorge en “Recursos Procesales Penales”, Lexis Nexis, Santiago junio 2005, página 5.
486 En el apunte denominado “Los Recursos”, publicado por el Departamento de Derecho Procesal de la Facultad de Derecho de
la Universidad de Chile, julio de 2003, páginas 1 y 2.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 392


2.- El derecho de impugnación

Los medios de impugnación son instrumentos legales para atacar, reformar o anular
actuaciones procesales y resoluciones judiciales, es decir, se trata de un derecho establecido por la ley que
procura la corrección y regularidad de dichas actuaciones y resoluciones.

Para Rocco el derecho de impugnar la sentencia no es otra cosa que la facultad, comprendida
en el derecho de acción y de contradicción en un juicio, de obtener ante un oficio jurisdiccional
jerárquicamente superior, o en casos excepcionales y establecidos de manera taxativa en la ley, ante el mismo
oficio jurisdiccional que ha emitido la primera sentencia, un nuevo examen de una controversia que ha sido
objeto de un juicio precedente. Pero no se puede hablar de un derecho de impugnar sentencias, por cuanto se
trata de una facultad comprendida en el derecho, más general, de acción o de contradicción en juicio. 487

Indica Fernando Orellana que en cuanto a la naturaleza jurídica de este derecho la doctrina
se divide en dos grandes bandos.

Unos sostienen que el derecho de impugnación constituye una nueva acción de naturaleza
constitutiva, la cual está destinada a eliminar los efectos jurídicos producidos en un proceso en el cual se
interpone la impugnación, por lo tanto es distinta la acción, la pretensión y la resistencia inicial de dicho
proceso.

Otros, en cambio, nos señalan que es necesario distinguir para calificar la naturaleza jurídica,
según el medio de impugnación se dirija o no contra sentencias firmes.

De manera que resulta obvio, en un primer término, que el derecho de impugnar


resoluciones de dirección procesal no puede separarse del contenido del derecho de acción, que las partes
ejercen continuamente durante el proceso.

En cuanto al derecho a impugnar las sentencias finales, parece lógico distinguir el caso de
que éstas sean firmes y supongan, por lo tanto, la terminación del proceso, y el de que no hayan adquirido
firmeza. En el segundo supuesto, aquel derecho no es distinto de la acción inicial. En el primero, es decir, en
los casos de revisión, rescisión de sentencias dictadas en rebeldía y otros medios de impugnación de la cosa
juzgada, el derecho de impugnación sí que puede concebirse como una nueva acción o pretensión de carácter
constitutivo.

Siguiendo al profesor Fernando Orellana podemos decir que el derecho de impugnación


presenta las siguientes características: 488

a).- Se trata de un derecho consagrado en la Carta Fundamental y desarrollado en las leyes


de procedimientos.

b).- Es un derecho de carácter subjetivo, por cuanto sólo pueden ejercerlo la parte que ha
sufrido un agravio o perjuicio por la dictación de una resolución judicial.

c).- Se trata de un derecho que precluye, ya que debe ser ejercido dentro del plazo u
oportunidad procesal que indique la ley. Esto se traduce en la necesidad de establecer un límite en el
tiempo para el ejercicio de este derecho, o de lo contrario, las resoluciones no lograrían alcanzar el carácter
de cosa juzgada, por lo tanto el avance del proceso no sería posible ni la litis lograría llegar a una solución
definitiva.

487 Citado por Fernando Orellana, ob cit., página 12.


488 Ob cit., página 14.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 393


3.- Los Recursos Procesales

3.1.- Concepto

El profesor Fernando Orellana explica en su obra que, desde el punto de vista etimológico,
la expresión recursos proviene del latín recursus, que significa “la vuelta o retorno de alguna cosa”. Agrega
que, jurídicamente, la misma palabra denota tanto el recorrido que se hace nuevamente mediante otra
instancia, como medio de impugnación por virtud del cual se recorre el proceso. En definitiva, sostiene que los
recursos procesales son medios de impugnación, actos jurídicos procesales, de parte o de terceros para solicitar
la enmienda o nulidad de una resolución judicial no firme, que causa agravio o gravamen, solicitándole al
mismo tribunal o al superior jerárquico que resuelva el asunto conforme a derecho. 489

El profesor Cristian Maturana, por su parte, define el recurso como el acto jurídico procesal
de parte o de quien tenga legitimación activa para actuar, mediante el cual impugna una resolución judicial,
dentro del mismo proceso que se pronunció, solicitando su revisión a fin de eliminar el agravio que sostiene se
le ha causado con su dictación. Acto seguido agrega, que es un medio técnico que ejerce una parte dentro del
proceso en que se dictó una resolución para la impugnación y subsanación de los errores de que
eventualmente puede adolecer una resolución judicial, dirigido a provocar la revisión de la misma, ya sea por
el juez que la dictó o por otro de superior jerarquía. 490

El mismo autor expresa que, en general, puede hablarse de la existencia en el proceso de un


derecho a recurrir, cuya naturaleza es estrictamente procesal y que es uno de los varios que surgen de la
relación jurídica procesal. Añade, que se trata de un derecho subjetivo de quienes intervienen en el proceso a
cualquier título y condición, para que se corrijan los errores del juez, que le causan gravamen o perjuicio.

Para el profesor Gonzalo Cortez los recursos procesales son un tipo o clase de medio de
impugnación a través de los cuales se pretende un nuevo examen de las cuestiones fácticas o jurídicas resueltas
en una resolución que aun no ha alcanzado firmeza. Se hacen valer dentro del mismo proceso en el que fue
pronunciada la resolución y su objetivo apunta a que dicha resolución sea modificada o anulada en razón de
resultar perjudicial a quien interpone el recurso. 491

Añade el mismo autor que los recursos procesales constituyen el medio de impugnación por
antonomasia y se caracterizan por estar referidos a resoluciones que aun no han alcanzado firmeza, incidiendo
de esta manera en un proceso pendiente y prolongando esta pendencia. El recurso se interpone contra una
resolución que no ha producido el efecto de cosa juzgada formal, por lo que el proceso no ha terminado, sino
que continua en su estado de recurso, correspondiente a la misma acción que se intentó. De ahí que, a
diferencia de otros medios de impugnación, el recurso es un medio de pasar a otro grado de la jurisdicción, sin
romper la unidad del proceso.

3.2.- Requisitos o elementos de los recursos

La admisibilidad de los recursos depende del cumplimiento de determinados requisitos o


elementos que deben concurrir copulativamente, son los siguientes: 492

a).- El recurso debe estar contemplado en la ley, determinando el tribunal que debe conocer
de él y el procedimiento que debe seguirse para su resolución.

489 Fernando Orellana, Ob. cit., página 15.


490 Cristián Maturana, Ob. cit., página 3.
491 CORTEZ MATCOVICH, Gonzalo; “El Recurso de Nulidad”, editorial Lexis Nexis, Santiago – Chile, segunda edición, noviembre
de 2006, página 4.
492 Fernando Orellana, ob cit., páginas 17 y 18; Cristian Maturana, ob cit., páginas 5 y 6.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 394


En lo que respecta a la legalidad del medio de impugnación, las partes y terceros legitimados
sólo pueden recurrir en contra de una resolución judicial cuando el legislador les haya otorgado expresamente
tal arbitrio, en caso contrario será inadmisible por improcedente.

En cuanto al tribunal que conozca y resuelva, la CPR en su artículo 77 dispone que una ley
orgánica constitucional, determinará la organización y atribuciones de los tribunales que fueren necesarios
para la pronta y cumplida administración de justicia en todo el territorio de la República. Esa ley es el Código
Orgánico de Tribunales, texto normativo que regula, de un modo general, los tribunales competentes para
conocer de los recursos, sin perjuicio de lo que se establezca en leyes especiales.

Finalmente, en lo que dice relación con la ritualidad que debe seguirse para su tramitación y
decisión, se estará a lo preceptuado en los Códigos Procesales de común aplicación y en leyes especiales,
siempre bajo el estándar de un justo y racional procedimiento, de acuerdo a lo previsto en el artículo 19 N° 3
inciso 5° de la CPR.

b).- Debe tratarse de un acto jurídico procesal de parte o de quien tenga legitimación para
actuar.

Se trata de un acto procesal unilateral de parte sometido a las formalidades que en cada caso
disponga la ley adjetiva, so pena de inadmisibilidad.

Las partes del juicio están legitimadas para recurrir de las decisiones judiciales, sin embargo,
además de ellas, pueden hacerlo también los que podrían haber sido parte en el procedimiento en que se
pronunció la sentencia, como los terceros interesados, de acuerdo a lo señalado en el artículo 24 del CPC. En el
ámbito procesal penal reformado, atentos a lo dispuesto en el artículo 352 del CPP, pueden recurrir el
Ministerio Público y los demás intervinientes agraviados por la resolución, sólo por los medios y en los casos
expresamente establecidos.

Acota el profesor Maturana que, por no tratarse de actos de parte, no constituyen recursos
determinados actos que llevan a cabo de oficio los órganos jurisdiccionales, ya sea como motivo de la
interposición deficiente de un recurso, como ocurre en la casación en el fondo de oficio, o con motivo de la
dictación de una resolución judicial y respecto de la cual el tribunal superior conociendo posteriormente,
puede conducir a su invalidación oficiosa por estimar que se han incurrido en vicios en el proceso o en su
dictación como ocurre en la casación en la forma de oficio o en graves faltas o abusos que conducen al ejercicio
de las facultades disciplinarias. 493

c).- La existencia de un agravio o perjuicio para el recurrente.

Comenta Fernando Orellana que este requisito ya se encontraba en las Partidas, al expresar:
“Alzar se puede todo ome libre de juicio que fuese dado contra él si se sintiere por agraviado”. 494

Agrega este autor que el perjuicio o gravamen debe ser personal de quien lo intente, es decir,
quien recurre debe ser perjudicado por la sentencia, sin que pueda llevarse a cabo a nombre de terceras
personas.

La resolución impugnada debe ser agraviante para la parte que recurre, gravamen o
perjuicio que se manifiesta en su parte dispositiva y no en la considerativa, pues es en aquella parte en la cual
el tribunal se pronuncia acerca de las peticiones de las partes.

El agravio puede existir no sólo respecto de una parte, sino que respecto de todas las partes
en el proceso con motivo de la dictación de una resolución judicial, puesto que ella en su parte dispositiva

493 Cristian Maturana Ob cit., página 7.


494 Fernando Orellana Ob cit., página 18.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 395


puede no haber acogido íntegramente las peticiones de todas éstas. En tal caso, la sentencia causará agravio o
perjuicio a ambas partes, y las dos se encontrarían facultadas para recurrir.

Ese tipo de resoluciones, que perjudican a ambas partes, son las que generan la posibilidad
de la adhesión del recurso, según veremos más adelante.

En el ámbito civil, en los juicios de hacienda, el artículo 751 del CPC contempla en forma
específica los casos en que una sentencia definitiva causa agravio o perjuicio a una de las partes, esto ocurre
cuando: a) la sentencia no acoge totalmente la demanda (agravio para demandante); b) la sentencia no acoge
totalmente la reconvención (agravio para el actor reconvencional); c) la sentencia no desecha en todas sus
partes la demanda (agravio para el demandado), y d) la sentencia no desecha en todas sus partes la
reconvención (agravio para demandado reconvencional).

En consecuencia, no tiene interés en recurrir, la parte que ha obtenido entera satisfacción de


su pretensión principal y cuestiones accesorias. Si una parte obtiene sentencia favorable pero el tribunal no
condena en costas a la otra parte, la primera tiene derecho a impugnar la resolución judicial para que la parte
vencida sea condenada en costas.

d).- La existencia de una resolución judicial que pueda ser impugnable, dentro del mismo
proceso.

El derecho al recurso no es más que una derivación del derecho de acción que se ha ejercido
dentro del mismo proceso en que se dictó la resolución. Existe una relación de todo a parte entre la acción y el
recurso, siendo éste el medio para que la parte continúe con su actividad dentro del proceso a través de una
nueva etapa, para los efectos de obtener la dictación de una resolución que resuelva el conflicto. En este
sentido se podría señalar que el recurso no es más que el medio para pasar de una a otra fase del proceso, sin
romper la unidad de éste.

La doctrina mayoritaria entiende que con la interposición de un recurso no se genera un


proceso, sino que a lo sumo se abre una nueva fase dentro del mismo procedimiento. El recurso no supone un
proceso diferente, sino que en él se desarrolla el derecho de accionar para poner en ejercicio la jurisdicción
dentro de la fase procesal correspondiente, sin que se rompa la unidad del proceso a través del cual se
obtendrá la solución del conflicto.

De otro lado, por razones de certeza jurídica, se establecen límites para el ejercicio del
derecho a recurrir, debiendo hacerse efectivo dentro de un plazo fatal. Se busca equilibrar los valores en juego:
por un lado, velar por la recta aplicación del derecho o la actuación de la ley, evitando los errores en el
juzgamiento, y por otro lado, dirimir de un modo cierto el conflicto, con fuerza de cosa juzgada.

En palabras del maestro Chiovenda “Para proveer a la certeza de la esfera jurídica de los litigantes,
dando un valor fijo y constante a las prestaciones, la organización jurídica quiere que la actividad jurisdiccional se
desarrolle una sola vez (aunque ordinariamente con la posibilidad de varios grados). Aplicando la ley del mínimo medio,
tiende al máximo resultado con el mínimo empleo de actividad; entre las ventajas de la certeza jurídica y los datos de los
posibles errores del juez en el caso concreto concede predominio a los primeros. Por esto, transcurridos los términos para
impugnar una sentencia, ésta deviene definitiva, y de ahí deriva que la declaración de la voluntad de la ley que ella
contiene deviene indiscutible y obligatoria para el juez en cualquier juicio futuro. Por lo tanto, la cosa juzgada contiene en
sí misma la preclusión de cualquier cuestión futura. La institución de la preclusión es la base práctica de la eficacia de la
sentencia; quiere decir que la cosa juzgada substancial (obligatoriedad en los juicios futuros) tiene por presupuesto la cosa
juzgada formal (preclusión de las impugnaciones). 495

De allí que el recurso se interpone siempre en contra de una resolución que no ha producido
cosa juzgada formal, puesto que se trata de un proceso que no ha terminado por restarse una fase recursiva,

495 Citado por Cristian Maturana, ob cit., página 11.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 396


por lo que continúa pendiente. El término del proceso se produce por la cosa juzgada formal, la que se genera
con la preclusión de los recursos en contra de la resolución que decide el conflicto.

e).- la revisión de la resolución impugnada.

El objeto que se persigue mediante el recurso es la eliminación del agravio generado en la


resolución, lo que puede lograrse mediante su reforma o a través de su nulidad.

Se persigue la reforma de una resolución, cuando ella ha sido dictada cumpliendo los
requisitos legales, pero se estima por la parte recurrente que en ella no se ha resuelto en forma justa, de
acuerdo con lo solicitado dentro del proceso. Así ocurre con los recursos de reposición y apelación.

Se persigue la nulidad o invalidación de una resolución, cuando ella ha sido dictada sin
darse cumplimiento a los requisitos previstos por la ley, requiriéndose su invalidación por las causales
específicas previstas por el legislador para los efectos de eliminar el agravio que se le ha causado con su
dictación. Así ocurre con los recursos de casación de forma y de fondo y de nulidad en el sistema procesal
penal reformado.

3.3.- Fuentes de los recursos

3.3.1.- La Constitución Política de la República

La Carta Fundamental constituye fuente directa e indirecta de los recursos procesales.

Actúa como fuente directa respecto de todos aquellos recursos – acciones constitucionales -
establecidos en su texto, dentro de los cuales podemos mencionar la acción de protección, contenida en el
artículo 20 de la CPR, la acción de amparo, regulada en el artículo 21 del mismo cuerpo normativo, y la acción
de reclamación por privación de la nacionalidad, del artículo 12.

Actúa como fuente indirecta mediante el establecimiento de normas que se vinculan a


instituciones generales del derecho procesal, dentro de las cuales están los recursos. Dentro de las bases de la
institucionalidad, desde el artículo 7° se deduce que el sistema de recursos forma parte de la limitación de la
órbita de las funciones de los distintos organismos del Estado, y de los derechos y deberes constitucionales, de
acuerdo a lo indicado en el artículo 19 N° 3 y 7, y artículos 76 y 77, se desprende:

a) que la Constitución consagra el debido proceso legal, donde los recursos velan por la
justicia y racionalidad de las resoluciones;

b) que se asegura el derecho a la libertad y seguridad individual, protegidos directamente


por las acciones constitucionales ya mencionadas;

c) que los tribunales tienen la facultad de conocer las causas y dentro de esta facultad se
entienden incorporados los recursos procesales; y

d) al señalar que una Ley Orgánica Constitucional regulará la organización y atribuciones


de los tribunales, reglamenta indirectamente el sistema de recursos, al otorgar las competencias necesarias
para el conocimiento de los respectivos arbitrios correctivos.

3.3.2.- El Código Orgánico de Tribunales

También actúa como fuente directa o indirecta de los recursos procesales.

Como fuente directa, por cuanto señala los tribunales que van a conocer de los diversos
recursos devolutivos, siendo éstos las Cortes de Apelaciones y la Corte Suprema. Se constata aquí una

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 397


aplicación del principio jerárquico de los tribunales, pues según la naturaleza del recurso y la instancia en que
se conoce, ellos son de competencia del tribunal superior jerárquico del que dictó la resolución que se impugna
por vía de apelación, casación o nulidad, la única salvedad la encontramos en este último medio de
impugnación cuando se esgrime la causal genérica contemplada en el artículo 373 letra a) del CPP en que la
Corte Suprema conoce de un recurso deducido en contra de una sentencia definitiva dictada por un tribunal
de juicio oral en lo penal o juez de garantía. Además reglamenta el recurso de queja (artículos 545 y siguientes
del COT) por falta o abuso en la dictación de las resoluciones de carácter jurisdiccional (sentencia definitiva o
interlocutoria que ponga fin al juicio o haga imposible su justificación), pudiendo importar la modificación de
la resolución impugnada y conllevar, además, la aplicación de una medida disciplinaria al juez o jueces que la
hubieren pronunciado.

Como fuente indirecta, en tanto el artículo 276 del COT establece el recurso de reposición en
carácter administrativo, que procede sólo respecto de las resoluciones que versan sobre la calificación de los
jueces, como también la apelación por la misma causa.

3.3.3.- El Código de Procedimiento Civil

Reglamenta inorgánicamente los recursos procesales propiamente tales, al hacer mención de


ellos en su Libro I (disposiciones comunes a todo procedimiento) y en su Libro III (procedimientos especiales).

Para el profesor Fernando Orellana, sin duda que la intención del legislador de establecer los
recursos procesales en el Libro I, es que éstos se hagan aplicables a todo procedimiento de carácter general y
especial que se contemple en el Código, salvo que exista una norma expresa en contrario. 496

En cuanto a los recursos que contempla y reglamenta se encuentran los siguientes: reposición
(artículo 181 CPC), aclaración, rectificación y enmienda (artículo 182 CPC), apelación (186 y siguientes CPC),
de hecho, de casación (Título XIX del Libro III CPC) y de revisión (Título XX del Libro III CPC).

3.3.4.- En el antiguo Código de Procedimiento Penal

Ese cuerpo normativo empleaba el mismo sistema del CPC, pero con mucho menor
reglamentación.

En el Libro I establecía las disposiciones generales para el juicio criminal. Dentro de éste, el
sistema de tratamiento de los recursos no es igual que en el CPC. La mayor diferencia la encontramos en el
recurso de apelación, ya que en el Código de Procedimiento Penal el recurso de apelación, y los recursos en
general, no están reglamentados en forma orgánica. Existen normas dispersas a lo largo del Libro I e incluso se
reglamenta la apelación en forma especial dentro de la sentencia definitiva en los artículos 510 y siguientes. Sin
perjuicio de ello, el Código de Enjuiciamiento Criminal reglamenta habitualmente la apelación en forma
casuística al referirse a diversas resoluciones.

En el Libro II regulaba el recurso de casación en la forma y en el fondo en los artículos 535 y


siguientes. Lo hacía con una modalidad trascendental ya que son normas especiales respecto de las normas
civiles de casación. Por lo tanto, la estructura básica aplicable del recurso de casación en materia penal es la del
CPC, salvo las modificaciones que introduce el Código de Procedimiento Penal.

En el Libro III, reglamentaba en su Título VII la revisión de las sentencias penales


condenatorias firmes por crímenes y simples delitos, empleando en varios de sus preceptos la voz “recurso”,
en circunstancias que se trata de una verdadera acción extraordinaria de nulidad. 497

496 Fernando Orellana Ob cit., página 21.


497 En este sentido Cristian Maturana, ob cit., página 17.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 398


3.3.5.- El Código Procesal Penal

Este cuerpo legal realiza una regulación orgánica de los recursos en su Libro III,
contemplando en su título I las Disposiciones Generales aplicables en la interposición de cualquier recurso,
salvo norma especial diversa; en el Título II reglamenta el recurso de reposición; en el Título III regula el
recurso de apelación; en el Título IV regula el recurso de nulidad, y en el párrafo III del Título VIII del Libro IV
regula la acción de revisión de sentencias condenatorias firmes.

Sin perjuicio de lo anterior, debemos tener presente que en diversas disposiciones del CPP se
contemplan disposiciones especiales respecto de la procedencia del recurso de apelación y, además, se
contempla la existencia de una acción de amparo ante el juez de garantía (artículo 95 CPP).

La forma en que se regulan los recursos en el nuevo sistema procesal penal es la que sigue:
en primer lugar, se rigen por las reglas especiales contempladas para cada recurso en el CPP; en segundo
lugar, se aplican las reglas generales contenidas en el Título I del Libro III del CPP; en tercer lugar, de acuerdo
a lo establecido en el artículo 361 del CPP, rigen supletoriamente las reglas del Título III (Del Juicio Oral) del
Libro II del CPP; finalmente, en atención a lo señalado en el artículo 52 del CPP, podrán aplicarse, también
supletoriamente, las disposiciones comunes a todo procedimiento del Libro I del CPC, en cuanto no se
opusieren a lo estatuido en el CPP o en leyes especiales. En razón de lo último, estimamos procedente en esta
materia la aclaración, rectificación o enmienda.

Por último y aun cuando el CPP nada dice, deben entenderse aplicables las acciones
constitucionales, especialmente la de amparo, y el recurso de queja.

3.4.- Clasificación de los recursos

Los recursos procesales se han clasificado tradicionalmente desde tres puntos de vista: según
la finalidad que persiguen, según el tribunal ante el cual se interponen y cuál es el que falla o resuelve y según
su procedencia en contra de una mayor o menor cantidad de resoluciones judiciales.

Existen, además, otras clasificaciones que también serán analizadas.

3.4.1.- Recursos procesales según la finalidad que persiguen

En esta primera categoría podemos distinguir los siguientes:

a).- Recursos de nulidad.

Dentro de esta clase de recursos encontramos la revisión de sentencias condenatorias firmes,


los recursos de casación en la forma y en el fondo y el recurso de nulidad del sistema procesal penal.

b).- Recursos de enmienda.

Dentro de esta clase encontramos los recursos de reposición y apelación.

c).- Recursos (acciones) que tienen por finalidad proteger las garantías constitucionales.

Dentro de esta clase de medios de impugnación encontramos las acciones constitucionales de


protección, de amparo de la libertad personal y seguridad individual y de amparo económico.

d).- Acciones que persiguen la declaración de ciertas y determinadas circunstancias.

Dentro de esta clase de medios de impugnación encontramos la acción de inaplicabilidad por


inconstitucionalidad.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 399


e).- Recursos que tienen por fin ejercer la función disciplinaria.

Dentro de esta clase encontramos el recurso de queja.

3.4.2.- Recursos procesales según el tribunal ante el cual se interponen y


cuál es el que falla o resuelve el correspondiente recurso

Dentro de esta categoría podemos distinguir los siguientes:

a).- Recursos que se interponen ante el mismo tribunal que dictó la resolución que se
impugna, siendo el mismo tribunal quien falla o resuelve.

Dentro de esta clase encontramos el recurso de aclaración, rectificación y enmienda, y el


recurso de reposición. A esta clase de recursos se les denomina “de retractación”.

b).- Recursos que se interponen ante el mismo tribunal que dictó la resolución que se
impugna, siendo el superior jerárquico quien falla o resuelve.

Dentro de éstos encontramos el recurso de apelación, el recurso de casación y el recurso de


nulidad del nuevo sistema procesal penal.

En el caso de los jueces árbitros, el tribunal superior jerárquico para los efectos de la
interposición de un recurso de queja es la Corte de Apelaciones respectiva (artículo 63 N° 2 del COT).

c).- Recursos que se interponen directamente ante el tribunal llamado a resolverlos.

Dentro de éstos encontramos el recurso de hecho, el de revisión y el de queja.

3.4.3.- Recursos procesales según su procedencia en contra de una mayor o


menor cantidad de resoluciones judiciales

Dentro de esta clasificación podemos distinguir entre los llamados recursos ordinarios y
extraordinarios.

a).- Los recursos ordinarios.

Son aquellos que proceden contra la mayoría de las resoluciones judiciales y respecto de los
cuales el legislador no ha establecido alguna causal específica, de manera tal que se posibilita su interposición
por el hecho de existir un perjuicio o gravamen causado por una resolución.

Dentro de este tipo de recursos podemos mencionar la reposición, el de aclaración,


rectificación o enmienda y la apelación en materia civil, pues en el nuevo sistema procesal penal procede en
contra de ciertas y determinadas resoluciones pronunciadas por el juez de garantía (artículos 352, 364 y 370 del
CPP).

b).- Los recursos extraordinarios.

Son aquellos que proceden contra ciertas y determinadas resoluciones judiciales, y respecto
de los cuales el legislador ha establecido causales específicas.

Dentro de esta categoría encontramos el recurso de casación, tanto en la forma como en el


fondo, el recurso de revisión y el recurso de queja. También podemos incluir en esta clase al recurso de
apelación y nulidad en el sistema procesal penal reformado.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 400


3.4.4.- Recursos procesales según la fuente de la cual emanan

Dentro de esta clasificación podemos distinguir las acciones constitucionales, como el


amparo, la protección, la inaplicabilidad y la reclamación por pérdida de nacionalidad, y los recursos legales,
que se encuentran establecidos en los diversos Códigos y leyes.

3.4.5.- Recursos procesales según la resolución objeto de la impugnación

De acuerdo a esta clasificación los recursos se dividen en principales e incidentales.

a).- Recurso principal, es aquel que se interpone contra una resolución que resuelve el
conflicto de relevancia jurídica sometido al conocimiento del tribunal respectivo, así por ejemplo el recurso de
apelación procede por regla general contra las sentencias definitivas.

b).- Recurso incidental, es aquel que se interpone contra aquellas resoluciones que no
resuelven el conflicto, por ejemplo la reposición con apelación subsidiaria contra la sentencia interlocutoria de
prueba.

3.4.6.- Recursos procesales devolutivos y no devolutivos

Los recursos devolutivos son aquellos cuya resolución o fallo corresponde al tribunal
superior jerárquico del que dictó la resolución impugnada. Al tribunal superior se le denomina tribunal ad
quem, mientras que el tribunal que dicta la resolución recurrida se denomina tribunal a-quo. Son de este tipo
los recursos de apelación, de queja y de casación.

Los recursos no devolutivos son aquellos cuya tramitación y resolución corresponde al


mismo tribunal que dictó la sentencia que se impugna. Es de este tipo el recurso de reposición.

3.4.7.- Remedios y recursos procesales

Se les llama recursos a aquellos medios de impugnación que tienen efectos devolutivos,
como la apelación y la casación. Mientras que los remedios son todos los que no tienen efecto devolutivo,
como la reposición.

3.4.8.- Recursos procesales principales y por adhesión

En esta distinción nos encontramos frente a un mismo tipo de recurso, existiendo únicamente
diferencia temporal respecto al momento de su planteamiento.

El recurso principal es el que se plantea primero y el recurso de adhesión aprovecha la


interposición del principal, por la parte contraria. Procede la adhesión en la apelación y en el recurso de
nulidad en materia penal.

3.4.9.- Atendiendo al tribunal ante quien se presentan

- Recursos que se presentan ante el tribunal que dictó la resolución que se impugna para
que sea él mismo quien la corrija. Son tales los recursos de aclaración, rectificación o enmienda, y el de
reposición.

- Recursos que se interponen ante el tribunal que pronunció la resolución impugnada pero
para que sea el superior jerárquico quien la corrija. Son tales: los recursos de apelación y casación.

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-Recursos que se deducen ante el tribunal superior de aquél que dictó la resolución
reclamada para que sea conocida por él. Tienen esta categoría los recursos de hecho, queja y revisión.

3.5.- Principios que rigen los recursos en nuestro ordenamiento jurídico

Las grandes directrices u orientaciones de carácter procesal que inspiran los recursos en
nuestro sistema son: el principio de legalidad, el principio de jerarquía, el principio de doble instancia, el
principio de preclusión y el principio dispositivo.

3.5.1.- El principio de legalidad

Sólo la Constitución o la ley pueden establecer los mecanismos de impugnación de las


resoluciones judiciales. Las partes no pueden crear recursos procesales, sí pueden renunciar a ellos.

3.5.2.- El principio de jerarquía

Esta directriz se aplica preferentemente para determinar cuál es el tribunal competente para
conocer del recurso, existiendo escasas excepciones señaladas expresamente por la ley.

La regla general indica que es competente para conocer de un recurso procesal el tribunal
superior jerárquico de aquél que pronunció la resolución que se impugna. Hacen excepción a esta regla el
recurso de reposición, que es conocido por el mismo tribunal que dictó la resolución impugnada, y el recurso
de nulidad en materia penal, en los casos en que es conocido por la Corte Suprema.

Coherente con lo anterior, en nuestro país existe una organización jerárquica de los
tribunales de justicia, la cual se encuentra constituida por tribunales inferiores y superiores, los primeros
compuestos por los jueces y tribunales letrados y los segundos por las Cortes de Apelaciones y la Corte
Suprema.

3.5.3.- El principio de la doble instancia

Tanto en materia civil como en el antiguo procedimiento penal, el legislador establece como
regla general el principio de la doble instancia para la garantía del debido proceso. En materia civil tal
orientación se encuentra supeditada a la importancia pecuniaria del asunto o negocio. Excepcionalmente, los
asuntos de relevancia jurídica se conocen y fallan en única instancia.

La segunda instancia es ejercida normalmente por las Cortes de Apelaciones y,


excepcionalmente, por la Corte Suprema.

El fundamento de la doble instancia se encuentra en el deseo de evitar resoluciones injustas o


arbitrarias, además de satisfacer el afán de todo litigante de poder hacer revisar las resoluciones que le causen
algún agravio o perjuicio.

En el nuevo sistema procesal penal, la regla general la constituye la única instancia, dado que
no es procedente el recurso de apelación en contra de las sentencias definitivas pronunciadas en el juicio oral
conocido por el tribunal penal colegiado y en el juicio oral simplificado, conocido por los jueces de garantía.
Además se establece que el aludido recurso sólo procede respecto de la sentencia definitiva que se dicta en el
procedimiento abreviado y en determinadas resoluciones dictadas por los jueces de garantía.

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3.5.4.- El principio de preclusión

Por regla general los recursos procesales deben deducirse dentro de una oportunidad o plazo
fatal, de modo que si ellos se deducen transcurrida que sea dicha oportunidad, serán declarados inadmisibles
por haberse extinguido o precluido la facultad por el solo ministerio de la ley.

Para los efectos de deducir los recursos se establecen por regla general plazos de días, que
son individuales y no comunes para las partes. Sin embargo, excepcionalmente existen casos en los cuales el
legislador más que un plazo contempla un instante preciso para deducir el recurso, como ocurre en el nuevo
proceso penal con el recurso de reposición en contra de las resoluciones dictadas en audiencias orales, en las
cuales éste es procedente solo si no hubiere precedido un debate, debiendo deducirse el recurso tan pronto se
dictaren (artículo 363 CPP).

Por otra parte, debemos tener presente que en los recursos se presenta otra modalidad muy
importante de preclusión, como es aquella denominada consumación, consistente en que la facultad de
recurrir se agota o extingue cuando ella se ha ejercido. En consecuencia, deducido que sea un recurso se agota
la posibilidad de ejercer ese medio de impugnación, cualquiera fueren los motivos que se hubieren omitido en
la interposición del recurso primitivamente deducido.

Una clara consagración de este principio lo encontramos en el recurso de casación respecto


del cual se establece que interpuesto el recurso no podrá hacerse variación de ningún género. Por consiguiente,
aun cuando en el progreso del recurso se descubra alguna nueva causal en que haya podido fundarse, la
sentencia recaerá únicamente sobre las causales alegadas en tiempo y forma (artículo 774 del CPC).

3.5.5.- Principio dispositivo

Los recursos procesales son medios de impugnación que por regla general funcionan o se
ponen en movimiento por iniciativa de las partes, de manera que si éstas no reclaman del vicio que le causa
perjuicio, éste queda subsanado.

3.6.- Fines u objetivos de los recursos procesales

Para Fernando Orellana los fines u objetivos que persiguen los recursos son tres: la nulidad
de una resolución, su enmienda y otros objetivos, atendida la naturaleza del recurso. 498

3.6.1.- Nulidad de una resolución

En nuestro sistema existen dos tipos de recursos que tienen por objeto dejar sin efecto una
resolución judicial, cuando se ha dictado con prescindencia de sus requisitos de validez, nos referimos a la
casación, en sus dos facetas de forma y de fondo, y a la nulidad en materia penal. Esto es sin perjuicio de la
acción de revisión de las sentencias condenatorias firmes.

3.6.2.- Enmienda de una resolución

La enmienda de una resolución se refiere a su modificación, ya sea total o parcial. En nuestro


sistema el recurso de enmienda por excelencia es el recurso de apelación, sin perjuicio de la reposición.

498 Fernando Orellana Ob. cit., páginas 37 y 38.

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3.6.3.- Objetivos que persiguen los recursos atendiendo a su naturaleza
jurídica

Los recursos conocidos por los tribunales en el ejercicio de sus facultades jurisdiccionales,
tienen por objeto perseguir la enmienda o nulidad de la resolución que se impugna. Mientras que los recursos
(acciones) que conocen los tribunales en ejercicio de sus facultades conservadoras, tienen por objeto que el
órgano jurisdiccional declare una determinada situación, la que procede para el amparo o protección de las
garantías constitucionales frente a cualquier acto ilegal o arbitrario que las vulnere.

3.7.- Facultades en virtud de las cuales se conocen los distintos recursos

Por regla general los tribunales de justicia conocen de los recursos procesales por medio de
sus facultades jurisdiccionales, así ocurre con los recursos de reposición, apelación, de hecho, revisión,
casación y de nulidad en materia penal.

No obstante lo anterior, los tribunales no sólo gozan de facultades jurisdiccionales, sino


también de otras facultades en virtud de las cuales éstos pueden conocer de otros recursos procesales, se trata
de las facultades conservadoras, disciplinarias y económicas.

En ejercicio de las facultades conservadoras los tribunales conocen de los recursos de


amparo, protección y amparo económico.

En ejercicio de las facultades disciplinarias, los tribunales conocen de los recursos de queja y
queja propiamente tal.

En ejercicio de las facultades económicas los tribunales conocen del recurso de aclaración,
rectificación o enmienda.

3.8.- Recursos procesales y resoluciones judiciales

Se trata de relacionar los recursos procesales con las resoluciones judiciales, por cuanto
nuestro legislador establece un recurso para cada tipo de resolución, según su naturaleza jurídica.

Señala el profesor Maturana que la vinculación entre recursos y resoluciones es muy


importante, ya que la naturaleza jurídica de estas últimas determina la procedencia de los primeros. Agrega
que la ley muchas veces soluciona los posibles problemas de determinación de la naturaleza jurídica de una
determinada resolución mencionando expresamente los recursos que proceden en su contra, situación que
acontece en la regulación de los recursos en el nuevo sistema procesal penal. Por otra parte, dicha vinculación
es importante para la procedencia del recurso, porque el legislador señaló que determinado recurso procede
sólo frente a determinadas resoluciones. 499

3.8.1.- En contra de una Sentencia definitiva

En contra de este tipo de resolución, cuando se ha dictado en primera instancia procede por
regla general el recurso de apelación y en forma extraordinaria el recurso de casación, si operan las causales y
se cumplen los requisitos señalados por la ley.

En materia civil y penal no procede el recurso de reposición en contra de las sentencias


definitivas. Sin embargo, en la Ley de Quiebras la resolución que declara la quiebra, llamada sentencia
definitiva, es susceptible de reposición.

499 Cristián Maturana Ob. cit., página 33.

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En el nuevo sistema procesal penal la regla general la constituye la única instancia, dado que
no es procedente el recurso de apelación en contra de las sentencias definitivas pronunciadas en el juicio oral y
en el procedimiento simplificado. Además, se establece como principio general la improcedencia del recurso
de apelación en contra de las resoluciones dictadas por el tribunal oral en lo penal y respecto de las sentencias
dictadas pronunciadas por un juez de garantía sólo es procedente la apelación en el procedimiento abreviado.

Contra las sentencias definitivas también son procedentes los recursos de queja y de revisión,
bajo las causales y condiciones previstas por la ley.

3.8.2.- En contra de una Sentencias interlocutorias

En este tipo de resoluciones debemos distinguir los recursos que proceden en materia civil y
en materia penal.

En materia civil, el recurso que procede por regla general contra este tipo de resoluciones es
la apelación. También proceden los recursos de casación y queja, cuando ponen término al juicio o hacen
imposible su continuación, y de reposición en los casos expresamente previstos por la ley.

En materia penal, en el antiguo procedimiento, el recurso propio de las sentencias


interlocutorias es la reposición. En el nuevo sistema procesal penal se contempla la misma regla, pero debe
distinguirse para determinar la oportunidad de su interposición entre las que se dictan dentro o fuera de las
audiencias orales.

3.8.3.- En contra de Autos y decretos

El recurso propio de este tipo de resoluciones es la reposición, y sólo en forma excepcional en


contra de ellas procede la apelación.

3.8.4.- Otras situaciones especiales

Mención especial efectuaremos respecto de las sentencias interlocutorias que ponen término
al juicio o hacen imposible su prosecución.

El artículo 64 del C de PP establece como regla general la apelabilidad de estas resoluciones y


el artículo 766 del CPC dispone excepcionalmente el recurso de casación en la forma y en el fondo en contra de
ellas. Por su parte, el artículo 370 letra a) del CPP señala que son apelables las resoluciones que ponen término
al procedimiento, hacen imposible su prosecución o lo suspenden por más de treinta días.

Según el profesor Maturana la jurisprudencia ha querido restringir la aplicación de los


recursos de casación en la forma y en el fondo respecto de las sentencias interlocutorias, esto debido a que la
mayoría de esas resoluciones, dictadas en los juicios ordinarios son de segundo grado, esto es, aquellas que
resuelven sobre algún trámite que debe servir de base en el pronunciamiento de una sentencia definitiva o
interlocutoria. Ninguna de estas sentencias pertenece a las de tercera clase de las cuales estamos hablando, es
decir, de aquellas que ponen término al juicio o hacen imposible su continuación. Es por esto que debemos
quedarnos con las sentencias interlocutorias de primera clase para poder dilucidar en que casos proceden las
de tercera clase. Serán por lo tanto, interlocutorias de tercera clase, aquellas que fallan un incidente del juicio,
estableciendo derechos a favor de las partes. 500

Agrega el autor citado que, sin embargo, debemos desechar multitud de cuestiones
accesorias, porque muchas de las sentencias interlocutorias no ponen término al juicio o hacen imposible su
continuación, pero en cambio establecen derechos a favor de las partes. Por ejemplo, la sentencia interlocutoria

500 Cristián Maturana Ob cit., página 31.

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que resuelve sobre las tachas, denegándolas, establece derechos a favor de las partes, pero no pone término al
juicio o hace imposible su continuación.

Por lo tanto, la interlocutoria que pone término al juicio o hace imposible su continuación se
refiere a incidentes especiales que pueden tener por su naturaleza la característica de establecer derechos
permanentes a favor de las partes.

3.9.- Los recursos procesales y el estado de las resoluciones judiciales

En este punto debemos distinguir entre los diversos estados en que se pueden encontrar las
resoluciones, esto es: pendientes, que causan ejecutoria, firmes o ejecutoriadas y sentencias de término.

3.9.1.- Resoluciones pendientes

Si los plazos para recurrir se encuentran en curso, no se pueden cumplir las resoluciones
judiciales.

Ahora, si se encuentra pendiente el fallo de un recurso interpuesto, debemos distinguir:

a) Si por disposición de la ley los recursos no impiden el cumplimiento de la resolución,


ésta se transforma en una resolución que causa ejecutoria, como ocurre, por ejemplo, con el recurso de
apelación concedido en el solo efecto devolutivo;

b) Si la ley prohíbe la situación anterior, no se podrá cumplir la sentencia, la cual necesita


llegar al estado de ejecutoria para su cumplimiento.

3.9.2.- Resoluciones que causan ejecutoria

Como ya señalamos, son aquellas que pueden cumplirse no obstante la interposición de


recursos en su contra.

Así ocurre con el recurso de apelación cuando es concedido en el solo efecto devolutivo. En
virtud de este efecto subsisten dos tribunales competentes: el tribunal de primera instancia para cumplir la
sentencia y el tribunal de segunda instancia que conoce y falla de la apelación. La competencia del tribunal de
primer grado es condicional, es decir, depende de que el tribunal de segunda instancia confirme la sentencia
apelada. Si la resolución del tribunal de segundo grado revoca la resolución apelada se produce una suerte de
ineficacia de lo actuado en el intertanto por el tribunal a quo, que más que nulidad es una “resolución” (en
sentido civil), al haber fallado la condición prevista, de confirmación del fallo.

En el caso de los recursos de casación en el fondo y en la forma, por regla general, no


suspenden el curso del juicio, por lo tanto las sentencias respecto de las cuales se han deducido son sentencias
que causan ejecutoria.

En el nuevo proceso penal, la regla general para todos los recursos se encuentra contemplada
en el artículo 355 del CPP al disponer que la interposición de un recurso no suspenderá la ejecución de la
decisión (causan ejecutoria), salvo que se impugnare una sentencia definitiva condenatoria o que la ley
dispusiere expresamente lo contrario.

3.9.3.- Sentencias firmes o ejecutoriadas

Se encuentran en este estado una vez que han sido notificadas a las partes si no procede
recurso alguno en contra de ellas; en caso contrario, procediendo recursos, quedarán ejecutoriadas desde que
se notifique el decreto que la manda cumplir una vez que terminen los recursos deducidos o desde que

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transcurran todos los plazos que la ley concede para la interposición de dichos recursos sin que se hayan hecho
valer por las partes (artículo 174 del CPC).

En contra de estas resoluciones procede el recurso de revisión.

3.9.4.- Sentencia de término

Este tipo de sentencia se vincula a dos conceptos: la instancia y los recursos. En la actualidad,
dentro del CPC no hay elementos para poder configurar esta clase de resolución judicial, salvo la alusión que
se efectúa en el artículo 98 a propósito de la acumulación de autos, pues la referencia que efectuaba el artículo
153 en materia de abandono de procedimiento fue eliminada.

Pero el C de PP en su artículo 359 permite configurar este concepto y afirmar que sentencia
de término es aquélla que pone fin a la última instancia del juicio. En consecuencia, son de este tipo las
sentencias de única instancia y las sentencias de segunda instancia.

Para los efectos de determinar si es posible cumplir una sentencia de término habrá que
estarse a si los recursos que se deducen en contra de ella impiden o no que cause ejecutoria, de conformidad a
lo señalado precedentemente.

3.10.- Recursos procesales y plazos

Los recursos procesales deben deducirse dentro de los plazos establecidos por el legislador y
solo en forma excepcional éste no establece plazos sino una oportunidad procesal para deducirlos.

La vinculación entre los plazos y los recursos resulta relevante para poder determinar el
estado procesal de una resolución judicial, ya que por regla general éstas se encontrarán ejecutoriadas una vez
transcurridos los plazos señalados por la ley para recurrir.

Como situaciones especiales a este respecto podemos mencionar las siguientes:

a).- El recurso de aclaración, rectificación o enmienda, donde no existe un plazo fijo para su
interposición, pues a través de él se pretende obtener una corrección formal de la resolución y no una de
fondo.

b).- El recurso de reposición extraordinario, que procede contra autos y decretos, no tiene
limitación de tiempo, siempre que se hagan valer nuevos antecedentes (artículo 181 inciso 1º del CPC). Su
fundamento es que este tipo de resoluciones judiciales no produce la excepción de cosa juzgada (artículo 175
del CPC).

c).- El recurso de revisión en materia penal, donde no existe un plazo para su interposición,
e incluso puede ser deducido por los herederos en salvaguarda de la memoria del condenado. La razón de esto
obedece al bien jurídico protegido por medio de este recurso, como lo es la memoria de un sujeto que hubiere
muerto o el castigo injusto al que se vio sometido a él, tiene mayor valor que el establecimiento de un plazo
determinado y fatal.

En este caso, la justicia y la seguridad jurídica se contraponen, optando el legislador por el


primer principio.

3.11.- Recursos procesales y sus efectos

En este punto nos referiremos a los efectos que causa la interposición de los recursos frente al
cumplimiento de las resoluciones judiciales.

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a).- Recurso de aclaración, rectificación o enmienda. De acuerdo a lo previsto en el artículo
183 del CPC, el tribunal tiene la facultad de suspender o no el cumplimiento del fallo de acuerdo a la
naturaleza de la reclamación.

b).- Recurso de reposición. Debemos distinguir entre la materia civil y penal. En la primera,
no hay norma expresa respecto del cumplimiento de los autos y decretos una vez deducido el recurso, pero
como el artículo 181 inciso 1° del CPC señala que tales resoluciones se cumplirán cuando se encuentren firmes,
debemos entender que la reposición suspende su cumplimiento mientras no sea fallada.

En tanto la reposición sea resuelta de plano como lo dispone la ley no resulta relevante esta
suspensión; sin embargo, en la práctica judicial, se suele conferir traslado a la contraria respecto de la solicitud
de reposición, lo que hace relevante la determinación anterior.

En el antiguo proceso penal el artículo 56 del C de PP solucionó el problema señalando que


la reposición no tiene efectos suspensivos. Otro tanto sucede en el nuevo proceso penal, donde se declara como
regla general que los recursos no suspenden la ejecución de las resoluciones impugnadas, salvo que se trate de
una sentencia definitiva condenatoria o que la ley disponga expresamente lo contrario (art. 355 CPP).

c).- Recurso de apelación. Este arbitrio procesal se puede conceder en el solo efecto
devolutivo o bien en ambos efectos, esto es, devolutivo y suspensivo. En el primer caso, no se suspende la
ejecución de la resolución impugnada durante la tramitación del recurso, a menos que se conceda una orden
de no innovar por la Corte de Apelaciones respectiva. En el segundo caso, como su nombre lo dice, el efecto
suspensivo “suspende” la competencia del tribunal inferior para seguir conociendo del asunto, lo que impide
el cumplimiento de la resolución apelada.

d).- Recurso de hecho. En este punto debemos distinguir entre el verdadero y el falso
recurso de hecho.

En el verdadero recurso de hecho o recurso de hecho propiamente tal, esto es, cuando se ha
interpuesto un recurso de apelación legalmente procedente y se deniega su otorgamiento, el fallo se cumple de
inmediato, por cuanto no existe recurso de apelación. Sin embargo, por disposición del artículo 204 inciso final
del CPC se puede pedir y decretar orden de no innovar.

En el falso recurso de hecho, esto es, cuando se ha concedido una apelación que es
legalmente improcedente o se ha concedido erradamente en cuanto a sus efectos, también se puede provocar el
cumplimiento de la sentencia (salvo que la apelación se haya concedido equivocadamente en ambos efectos),
pudiendo ello evitarse a través de la respectiva orden de no innovar.

e).- Recurso de casación. Por regla general la casación no suspende el cumplimiento de las
resoluciones impugnadas, salvo en los casos que la ley lo señala expresamente.

En el antiguo procedimiento penal existe una amplia remisión al CPC. Sin embargo, respecto
de los efectos de la casación en una sentencia de término produce la suspensión de su cumplimiento cuando se
trata de una sentencia condenatoria, pero si es absolutoria, el procesado debe ser puesto en libertad, aunque
penda el recurso.

f).- Recurso de queja. Por regla general la interposición de este recurso no suspende el
cumplimiento de la resolución impugnada, ya que la suspensión de sus efectos se producirá únicamente a
través de la concesión de una orden de no innovar.

g).- Recurso de revisión. En materia civil este medio de impugnación, por regla general,
tampoco suspende el cumplimiento del fallo impugnado y, sólo en forma excepcional, en vista de las
circunstancias y a petición del recurrente, habiéndose oído previamente al Ministerio Público Judicial y
rendido fianza, se suspenderá su ejecución (artículo 814 CPC). En el nuevo proceso penal ocurre algo similar,
pues de acuerdo al artículo 477 del CPP la solicitud de revisión no suspenderá el cumplimiento de la sentencia

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 408


que se intenta anular. Con todo, si el tribunal lo estima conveniente, en cualquier momento del trámite, podrá
suspender la ejecución de la sentencia recurrida y aplicar, si correspondiere, alguna de las medidas cautelares
personales a que se refiere el Párrafo 6° del Título V del Libro Primero.

h).- Inaplicabilidad por inconstitucionalidad. El procedimiento continúa no obstante su


interposición, pudiendo la sala respectiva del Tribunal Constitucional, en ejercicio de sus facultades privativas,
ordenar la suspensión.

i).- Reclamación por pérdida de la nacionalidad. Este recurso por el solo hecho de ser
interpuesto suspende los efectos de la resolución o acto impugnado.

j).- Recurso de amparo. El fallo de amparo dictado por la Corte de Apelaciones respectiva es
apelable ante la Corte Suprema. Si es favorable al recurrente, la apelación procede en el solo efecto devolutivo,
de manera que no se suspende el cumplimiento del fallo. Si es desfavorable, la apelación se concede en ambos
efectos, suspendiendo el cumplimiento del fallo.

k).- Recurso de amparo económico. El legislador no señala nada al respecto, pero por
tratarse de una facultad conservadora del tribunal, éste podrá ordenar que no se siga adelante con los actos
que infringen la garantía constitucional del artículo 19 N° 21.

l).- Recurso de protección. Por regla general su interposición no afecta al acto ilegal o
arbitrario que vulnera una garantía constitucional de las mencionadas en el artículo 20 de la CPR. Sin embargo,
la Corte de Apelaciones respectiva puede adoptar en forma inmediata las providencias que estime necesarias o
pertinentes para restablecer el imperio del derecho y asegurar a la persona afectada (facultad cautelar).

4.- Normas Generales del sistema recursivo del CPP

Los recursos procesales penales son medios que la ley concede al Interviniente que se estima
perjudicado por una resolución judicial para obtener del mismo tribunal que la pronunció, o de otro de
categoría superior, que la modifique, la revoque, o la invalide.

INTERVINIENTES, de acuerdo con el Art. 12 del Código Procesal Penal - son EL FISCAL,
EL IMPUTADO, EL DEFENSOR, LA VÍCTIMA Y EL QUERELLANTE, - “desde que realizaren cualquiera
actuación procesal o desde el momento en que la ley les permitiere ejercer facultades determinadas.”

Se trata de una calidad similar a la de PARTES en el proceso civil.

La instauración de un nuevo sistema procesal penal hizo necesario modificar e incluso


reformular los recursos existentes en el antiguo Código de Procedimiento Penal- que, como es sabido,
guardaban gran similitud con los establecidos y reglamentados en el Código de Procedimiento Civil- para
adaptarlos a la oralidad, contradictoriedad, concentración e inmediación del nuevo sistema.

En todo caso, se mantuvieron los recursos de Reposición; Aclaración, Rectificación o


Enmienda; Apelación, si bien, severamente restringida; Hecho; Amparo Constitucional o Habeas Corpus; y
Revisión.

A ellos se agregaron los recursos de Amparo ante el juez de garantía; y Nulidad, en lugar de
la Casación forma y fondo.

Como ya hemos estudiado con cierto detalle los recursos procesales civiles, nos ocuparemos
de consignar las diferencias existentes entre aquellos y los recursos procesales penales, a medida que hagamos
un estudio pormenorizado de las características particulares de estos últimos, su naturaleza jurídica, objetivos,
tramitación y efectos.

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 409


5.- Fundamento de los recursos procesales penales

El fundamento genérico de los recursos procesales en materia penal, al igual que los recursos
procesales civiles, es doble:

-Por una parte, es necesario admitir que los tribunales pudieron equivocarse al adoptar
una decisión judicial, sea porque no apreciaron en forma debida y completa los antecedentes anteriores a la
decisión, sea porque no interpretaron o no aplicaron correctamente las normas legales pertinentes; y

-Por la otra, debe atenderse al perjuicio o gravamen que esta decisión equivocada pudo
causar a las partes y que éstas piden remediar.

Con respecto al recurso de nulidad, debe señalarse, especialmente, que constituye uno de
sus fundamentos específicos la existencia de vicios u omisiones en que pudo incurrirse en el procedimiento, en
el fallo mismo, o con motivo de su dictación, los que deben ser subsanados por el tribunal superior, mediante
la invalidación del procedimiento y del fallo, o tan solo de este último, dependiendo de la causal, pero sólo en
caso que estos vicios ocasionen un perjuicio cierto al recurrente.

Es necesario dejar constancia que la producción de errores u omisiones en el procedimiento


penal es de más difícil ocurrencia que en materia procedimental civil debido a que el control que se ejerce
sobre la corrección de los actos de procedimiento y la consideración de los intereses de los intervinientes
constantemente se están ejerciendo y tomando en cuenta por el tribunal y por ellos mismos en las audiencias
orales en las que todos participan, dado que las decisiones del JUEZ DE GARANTÍA habitualmente se
adoptan al final de una audiencia pública y luego de una breve deliberación de los intervinientes que hayan
asistido.

Cabe señalar, por otra parte, que en la audiencia del juicio oral llevada a cabo ante el
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL, al final de la cual debe pronunciarse la sentencia definitiva, o,
al menos, la decisión de culpabilidad o inocencia junto con los principales fundamentos tomados en
consideración, los intervinientes han tenido la oportunidad debida para efectuar sus alegaciones, para
producir sus pruebas y para controvertir las presentadas por la parte contraria, a todo lo que debe agregarse,
que la sentencia definitiva será adoptada por tres jueces letrados que han asistido a la totalidad del juicio.

En materia procedimental civil, como también sabemos, predomina el método de la


escrituración y no se aplica mayormente el principio de la inmediación, lo que, por cierto, no facilita este
control, que, pudiéramos llamar horizontal; en lugar de él se ejerce un control exclusivamente vertical por los
tribunales superiores en virtud de los recursos procesales que ejercen las partes.

De esta manera, los tribunales superiores revisan las resoluciones judiciales de los jueces
inferiores y los antecedentes que las motivaron, mediante un mecanismo registral, basándose únicamente en la
cuenta oral y resumida dada por un tercero que los ha leído, el Relator.

6.- Derecho al Recurso en el nuevo sistema procedimental penal

Dos de los tratados internacionales ratificados por nuestro país y actualmente vigentes,
consagran el llamado “Derecho al Recurso” que consiste en la facultad de los litigantes para recurrir ante el
tribunal superior con respecto a la decisión del inferior cuando estiman que ésta es injusta o errada y les
ocasiona agravio o perjuicio.

En efecto, el Art. 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos o “Pacto de San


José de Costa Rica” establece que durante el proceso, toda persona tiene derecho, en plena igualdad, entre
otras garantías mínimas, “a recurrir del fallo ante el juez o tribunal superior”, y el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, en su Art. 14.5 prescribe que toda persona culpable de un delito, tendrá derecho a

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 410


que el fallo condenatorio y la pena que se le haya impuesto sean sometidos a un tribunal superior, conforme a
lo prescrito por la ley.

Si bien, este derecho no se encuentra consagrado específicamente en la Constitución Política,


sí se encuentra establecido en la ley, especialmente en los Códigos de Procedimiento. Por otra parte resulta
obligatorio para nuestro país, en atención a que los Pactos señalados fueron ratificados por Chile y se
encuentran actualmente vigentes, todo ello en conformidad con el Art. 5 de la mencionada Constitución.

El Art.352 del CPP, prescribe que “Podrán recurrir en contra de las resoluciones judiciales el
ministerio público y los demás intervinientes agraviados por ellas, sólo por los medios y en los casos expresamente
establecidos en la ley”, norma que, de paso, reafirma el principio de legalidad absoluta en materia de recursos.

Respetando este derecho, se optó por mantener el recurso de apelación, pero sólo en contra
de determinadas resoluciones del juez de garantía; en cuanto a las sentencias del tribunal penal oral se instauró
el recurso de nulidad, en lugar del de casación.

El derecho al recurso implica, por otra parte, que los tribunales superiores no pueden
revocar, modificar ni invalidar la resolución de un tribunal inferior si alguna de las partes no ha reclamado en
contra de ella por el agravio o perjuicio que pudiera haberles ocasionado.

En conclusión, si no hay reclamo o recurso presentado, el tribunal superior no puede


proceder de oficio a modificar, invalidar o revocar la resolución adoptada por el inferior, salvo excepciones.

Para respetar el derecho al recurso, se suprimió el trámite de la CONSULTA que era de uso
muy frecuente en el antiguo sistema de enjuiciamiento penal, ordenado en los Arts. 415, 444, 533 y 534 del
antiguo Código de Procedimiento Penal, y en cuya virtud determinadas resoluciones judiciales, cuando no
eran apeladas por las partes, debían ser consultadas al tribunal superior jerárquico - las Cortes de
Apelaciones- tribunal que debía REVISARLAS para decidir si se hallaban bien o mal dictadas, ejerciendo, de
oficio, las facultades propias de un recurso de apelación.

Con muy buen criterio, en nuestro concepto, el legislador no contempló este trámite en el
nuevo Código Procesal Penal que, de paso, implicaba una grave desconfianza hacia la competencia y
capacidad profesional de los jueces unipersonales, y que atentaba contra el derecho de las partes al recurso,
consagrado en la ley y en los Tratados Internacionales referidos.

Sobre este particular, en el Mensaje con que fue remitido al Congreso Nacional el Proyecto
de Código Procesal Penal se señala: “La concepción básica que inspira el régimen de recursos que el proyecto
propone implica un radical cambio en el sistema de controles de la actividad de los jueces penales. El modelo
vigente (antiguo sistema) funciona sobre la base de un muy intenso sistema de controles verticales. Se puede
decir que todas las decisiones de relevancia que un juez del crimen adopta son objeto de revisión, incluso sin
reclamación de parte, por sus superiores jerárquicos”.

Con el mismo propósito, se restringió la facultad de los tribunales superiores para modificar
o invalidar las resoluciones de los jueces inferiores, mediante ACTUACIÓN DE OFICIO, tomando en cuenta
precisamente que esta facultad atenta claramente contra el derecho al recurso que pertenece a las partes, en
este caso, a los intervinientes. Si ellos se encuentran conformes con la resolución adoptada por el tribunal
inferior, por lo que no utilizan ningún recurso procesal en su contra, no resulta procedente que el tribunal
superior modifique o invalide dicha resolución oficiosamente.

7.- Efecto de la interposición de los recursos

Como regla general, y para evitar la prolongación del procedimiento por el ejercicio continuo
de recursos, se estableció que la interposición de un recurso no suspende la ejecución de la decisión judicial
adoptada, a menos que se trate de la sentencia definitiva condenatoria o que la ley disponga expresamente lo
contrario.

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El Art. 355 del CPP prescribe: “La interposición de un recurso no suspenderá la ejecución de la
decisión salvo que se impugne una sentencia definitiva condenatoria o que la ley dispusiere expresamente lo contrario.”

8.-Tribunal ante el cual deben ser interpuestos y tribunal que los falla

Los recursos de reposición; aclaración, rectificación y enmienda; amparo ante el juez de


garantía; apelación; y nulidad, deben ser interpuestos ante el tribunal que dictó la resolución que se impugna;
el recurso de hecho, y el amparo constitucional o habeas corpus, deben ser presentados ante la Corte de
Apelaciones respectiva.

Los recursos de reposición; aclaración, rectificación o enmienda; y amparo ante el juez de


garantía deben ser conocidos y resueltos por el mismo tribunal que dictó la resolución impugnada. Los
recursos de apelación; amparo constitucional; y nulidad, deben ser conocidos y resueltos por el tribunal
superior respectivo.

El recurso de revisión se presenta directamente en la Secretaría de la Corte Suprema para que


lo conozca y resuelva dicho tribunal.

9.- Plazo dentro del cual deben interponerse

Al igual que en materia procedimental civil, no existe un plazo único para la interposición de
los recursos procesales penales.

Cada recurso tiene señalado en la ley un plazo particular, sin perjuicio de que existan
coincidencias con respecto a la extensión de éstos. Así, para pedir reposición de una resolución dictada fuera
de una audiencia oral, existe un plazo de tres días; para interponer apelación, existe un plazo único de cinco
días; y para ejercer el recurso de nulidad, un plazo de diez días.

Los plazos comienzan a correr para los intervinientes a contar desde la fecha en que les sea
notificada la respectiva resolución. Se trata de plazos fatales, de días hábiles, y no prorrogables.

10.- Carácter de los plazos para deducir los recursos

De acuerdo con las normas sobre “Actividades Judiciales” del título II del Libro Primero, los
plazos que contempla el Código Procesal Penal, tienen las siguientes características:

a) Todos los días y horas son hábiles.

El Art. 14 estatuye que todos los días y horas son hábiles para las actuaciones del
procedimiento penal y que los plazos no se suspenderán por la interposición de días feriados.

Los plazos son, pues, de días corridos. Sin embargo, el mismo artículo prescribe que “No
obstante, cuando un plazo de días concedido a los intervinientes venciere en día feriado, se considerará
ampliado hasta las veinticuatro horas del día siguiente que no fuere feriado.”

b) Son fatales e improrrogables.

El Art. 16 dispone que los plazos establecidos en el Código Procesal Penal son fatales e
improrrogables.

Que el plazo sea fatal, significa que la posibilidad de ejercer un derecho o la oportunidad
para ejecutar un acto, se extinguen al vencimiento del término concedido para estos efectos, sin necesidad de
declaración judicial.

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Con ello se produce la preclusión.

Por otra parte, que un plazo sea improrrogable, quiere decir que el tribunal no se encuentra
autorizado para extender su duración más allá de su vencimiento, lo que, por lo demás, es un efecto propio de
los plazos legales.

c) Prórroga excepcional de un plazo legal.

De acuerdo con lo dispuesto por el Art. 353 CPP, el aumento o prórroga de los plazos para
interponer recursos sólo procede cuando se impugnan las resoluciones del tribunal de juicio oral en lo penal y
siempre que el juicio hubiere sido conocido por un tribunal que se hubiere constituido y funcionado en una
localidad situada fuera del lugar de su asiento en los casos que autoriza el Art. 21 del Código Orgánico de
Tribunales.

El aumento, conforme al citado Art. 353, es el que corresponde a la tabla de emplazamiento


prevista en el Art. 259 del Código de Procedimiento Civil.

d) Nuevo plazo.

Se trata de una situación diferente a la prórroga.

El Art. 17 CPP, que la estatuye, señala que el que por un hecho que no le fuere imputable,
por defecto de la notificación, por fuerza mayor o caso fortuito, se hubiere visto impedido de ejercer un
derecho o desarrollar una actividad dentro del plazo previsto por la ley, podrá solicitar al tribunal un nuevo
plazo, que le podrá ser otorgado por la misma duración del anterior.

La solicitud deberá formularse dentro de los cinco días siguientes a aquél en que hubiere
cesado el impedimento.

Con respecto a la facultad de recurrir, el Art. 352 del CPP dispone: “Podrán recurrir en contra
de las resoluciones judiciales el ministerio público y los demás intervinientes agraviados por ellas, sólo por los medios y en
los casos expresamente establecidos por la ley.”

Esta disposición legal vino a puntualizar, desde el inicio, que los recursos procesales penales
son de derecho estricto; sólo pueden ser deducidos en la forma y en los casos expresamente autorizados por la
ley.

Como observación de carácter general, podemos señalar que los recursos procesales penales,
referidos anteriormente, son similares a los recursos procesales civiles, ya estudiados. Su naturaleza, objetivos,
resoluciones en contra de las que proceden, tribunales ante los que se interponen y tribunales que los conocen
y resuelven, así como los efectos que producen su interposición en el procedimiento y en la ejecución de la
sentencia que se impugna, presentan también características similares a las de los recursos procesales civiles.

Asimismo, los efectos que son llamados a producir las resoluciones judiciales que los fallan,
son también semejantes.

11.- Modificaciones introducidas en la vista de las causas en el tribunal


colegiado superior

Para ser consecuente con los principios de oralidad, concentración, contradictoriedad,


inmediación y publicidad, el Código Procesal Penal introdujo algunas modificaciones en el trámite de la Vista
de la Causa.

a) Reglas supletorias.

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El nuevo Código, en un afán de independizar la tramitación de la antigua reglamentación, y
yendo tal vez demasiado lejos, dispuso que a falta de reglas del Libro Tercero del Código Procesal Penal -que
trata de los Recursos procesales - deben aplicarse supletoriamente las del juicio oral y no las del Código de
Procedimiento Civil, pretensión que ha provocado más de algún problema de interpretación por la ausencia de
reglas específicas acerca de diversas materias, como veremos más adelante.

Los actuales artículos 356 y 357 del CPP, que tratan de la vista de los recursos en los
tribunales superiores, no existían en el Proyecto primitivo remitido por el Ejecutivo al Congreso Nacional,
dado que hacía aplicables las reglas generales que sobre recursos proporcionaba el Código de Procedimiento
Civil. Ellos fueron introducidos, junto a otras tres disposiciones sobre la misma materia, por la Comisión de
Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado en un intento por suplir los vacíos que, en su
concepto, presentaba el Proyecto. Lamentablemente, no cumplieron en forma íntegra dicho propósito y la
reglamentación completa y debida de los recursos procesales continúa siendo una tarea pendiente.

b) Limitaciones al derecho del tribunal y de las partes para suspender la vista de las
causas en materia criminal.

Con el objeto de evitar dilaciones, se dispuso que la vista de los recursos penales no podrá
suspenderse por las causales previstas en los Nºs. 1, 5, 6 y 7 del Art.165 del Código de Procedimiento Civil.

La del Nº 1, se refiere al impedimento que puede producirse por el examen de las causas
colocadas en lugar preferente o la continuación de la vista de otro pleito del día anterior.

La del Nº 5, dice relación con el derecho que asiste a alguna de las partes para solicitar la
suspensión o a los abogados o procuradores de ambas para pedir la suspensión de la vista de común acuerdo.

La del Nº 6, al derecho de los abogados para pedir la suspensión de la vista por tener otra
vista o comparecencia a la que deben asistir en el mismo día ante otro tribunal.

La del Nº 7, en fin, al derecho del tribunal para ordenar la suspensión de la vista por
disponer la práctica de algún trámite cuyo cumplimiento sea estrictamente indispensable antes de la vista de la
causa.

El mismo artículo 357 CPP, agrega que al confeccionar la tabla o al disponer la agregación
extraordinaria de recursos o al determinar la continuación de un pleito para el día siguiente, la Corte adoptará
las medidas necesarias para que la sala que correspondiere no viere alterada su labor.

Si en la causa hubiere personas privadas de libertad, sólo se suspenderá la vista de la causa


por muerte del abogado del recurrente, del cónyuge o de alguno de sus ascendientes o descendientes, ocurrida
dentro de los ocho días anteriores al designado para la vista del recurso.

El Art. 356 CPP prescribe, además, que “No podrá suspenderse la vista de un recurso penal por
falta de jueces que pudieren integrar la sala. Si fuere necesario, se interrumpirá la vista de recursos civiles para que se
integren a la sala jueces no inhabilitados. En consecuencia, la audiencia sólo se suspenderá si no se alcanzare, con los
jueces que conformaren ese día el tribunal, el mínimo de miembros no inhabilitados que debieren intervenir en ella.”

En suma, y excepto en el caso del fallecimiento del abogado del recurrente, la vista de un
recurso penal sólo puede suspenderse “Si lo solicitare el recurrente o todos los intervinientes facultados para
concurrir a ella, de común acuerdo. Este derecho podrá ejercerse una sola vez por el recurrente o por todos los
intervinientes, por medio de un escrito que deberá presentarse hasta las doce horas del día hábil anterior a la
audiencia correspondiente, a menos que la agregación de la causa se hubiere efectuado con menos de setenta y
dos horas antes de la vista, caso en el cual la suspensión podrá solicitarse hasta antes de que comenzare la
audiencia.”

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c) Supresión de la relación

En lugar de la audiencia formal del antiguo sistema, en que debía oírse la relación y los
alegatos en un estilo que resultaba bastante rígido -lo que todavía subsiste en materia civil- se suprimió la
relación y se facultó a los intervinientes, cuando efectuaran sus alegaciones, para controvertir lo expresado por
el contendedor no sólo en cuestiones de hecho sino que de derecho.

Además, cualquiera de los tres jueces puede dirigir preguntas a los abogados que han
alegado para que aclaren o profundicen sus argumentaciones, o las refieran a algún aspecto específico de la
cuestión debatida.

d) Reglas generales en la vista de los recursos penales

Concordante con el sistema oral, el Art. 358 dispone que la vista de la causa se efectuará en
una AUDIENCIA PÚBLICA, previamente determinada por el Presidente de la Corte, a la que puede asistir
cualquier persona que así lo desee.

Consecuente con la celeridad y desformalización de los recursos, se dispuso que la falta de


comparecencia de uno o más de los recurrentes a la audiencia mencionada, dará lugar a que se declare el
abandono del recurso respecto de los ausentes, sin mayor trámite.

Conforme al mismo principio se dispuso que la incomparecencia de uno o más de los


recurridos permitirá proceder en su ausencia, igualmente, sin necesidad de otro trámite.

La audiencia se iniciará con el anuncio del recurso en la forma usual.

Anunciado el recurso, comenzará la audiencia sin el trámite de la relación, el que fue


suprimido por citado Art. 358 CPP con el objeto de facilitar el cumplimiento del principio de la inmediación.

El tribunal otorgará la palabra primeramente a el o los recurrentes para que expongan los
fundamentos del recurso, así como las peticiones concretas que formularen, oportunidad en que el tribunal
superior podrá quedar enterado de los fundamentos del recurso así como de las peticiones concretas
efectuadas.

Luego se permitirá la intervención verbal de los recurridos para que, igualmente, expongan
lo que convenga a sus derechos.

Finalmente, se otorgará la palabra a todos los intervinientes con el fin de que formulen
aclaraciones respecto de los hechos o de los argumentos vertidos en la audiencia. Como puede observarse, los
abogados podrán referirse no sólo a las cuestiones de hecho sino que a las de derecho, lo que en el fondo
importa un derecho de réplica a los argumentos jurídicos vertidos por la parte contraria.

En el curso de las exposiciones, cualquiera de los miembros del tribunal podrá formular
preguntas a los representantes de las partes a fin de que profundicen su argumentación o la refieran a algún
aspecto específico de la cuestión debatida.

Por último, concluido el debate, el tribunal pronunciará sentencia de inmediato o, si no fuere


posible, en un día y hora que dará a conocer a los concurrentes a la audiencia. La sentencia será redactada por
el miembro del tribunal colegiado que éste designare y el voto disidente o la prevención, por su autor.

12.- Admisibilidad de los recursos y Relación

Como puede advertirse, a diferencia del sistema actual utilizado en los tribunales de alzada,
en el nuevo sistema procedimental las causas penales se verán sin que el relator haga una relación previa de
ellas a los miembros del tribunal, lo que resulta congruente con la oralidad e inmediación, y además se explica

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porque ya no existirán expedientes cuyo resumen deba hacerse, sino tan solo registros en los que se
contendrán, entre otros antecedentes, una copia de la resolución impugnada.

La relación se reemplaza primeramente, por la lectura personal que pueden efectuar los
miembros del tribunal de los antecedentes referidos y luego, principalmente, por la exposición verbal que
deberá hacer el recurrente acerca de los fundamentos del recurso y de las peticiones concretas que formule.

Sin embargo, cabe señalar que la Corte, previo a la resolución sobre el fondo, tiene que
pronunciarse acerca de la admisibilidad del recurso interpuesto, cuestión que en el sistema procedimental civil
le corresponde a la Sala de Cuenta. Como sabemos, para resolver acerca de esta admisibilidad los integrantes
de esa sala deben conocer materias tales como: clase de recurso deducido; resolución en contra de la cual se
ejerce; plazo en que fue presentado; persona que lo interpone; formalidades mínimas del escrito en que se
contiene; y fundamentos y peticiones concretas que se formulan por su intermedio.

Atendido el hecho de que el Código Procesal Penal no previó el trámite de la admisibilidad


del recurso en el tribunal superior más que en el recurso de nulidad, y para facilitar el conocimiento de estas
materias, a propósito del recurso de apelación, la Corte Suprema, no obstante la supresión de la relación en el
nuevo Código, dispuso, en el Acuerdo adoptado por su tribunal pleno el 10 de enero de 2001, transcrito a las
Cortes de Apelaciones que, “La admisibilidad del recurso en el tribunal de alzada será objeto de
pronunciamiento de la sala que le corresponda conocer de la apelación. Este conocimiento lo tomará en cuenta
efectuada por el Relator pertinente.”

Para adoptar este Acuerdo, la Corte Suprema se fundó en las reglas sobre relación contenidas
en el Código Orgánico de Tribunales y en el Código de Procedimiento Civil, las que hizo aplicables en virtud
de la norma remisoria del Art. 52 del Código Procesal Penal que estatuye que serán aplicables al
procedimiento penal, en cuanto no se opusieren a lo estatuido en el Código del ramo o en leyes especiales, las
normas comunes a todo procedimiento contempladas en el Libro Primero del Código de Procedimiento Civil,
entre las que se encuentran, precisamente. las relativas a la Apelación.

No obstante que pudiera ponerse en duda la facultad de la Corte Suprema para interpretar
genéricamente y en forma obligatoria una disposición legal, la solución proporcionada por ese Alto Tribunal a
esta omisión legal, sin duda es acertada y se encuentra en consonancia con la celeridad pretendida por el
nuevo procedimiento penal. Sin embargo, es de temer que su aplicación práctica, derive en la mantención de la
relación acerca del fondo, puesto que en caso que la cuenta del relator se efectúe privadamente ante los
ministros de la sala respectiva, forzosamente ella se extenderá al fondo del asunto que se propone, sin
conocimiento ni control de los intervinientes.

La relación del recurso, en cuanto a su admisibilidad y en cuanto al fondo, no nos parece


censurable ni contrario a las finalidades del nuevo sistema de enjuiciamiento penal si ella se efectúa
públicamente dentro de la audiencia, en atención a que de esta manera se dará a conocer, en forma resumida y
objetiva, todo lo relativo al recurso interpuesto, de una sola vez, ante los tres o cinco ministros que componen
la sala respectiva, lo que evitará la pérdida de tiempo que implica que cada uno de ellos pueda leer o escuchar
el registro elevado al tribunal. Por otra parte, se llevará a cabo, ante todos los intervinientes que hayan asistido
a la audiencia, lo que permitirá el control de la relación por parte de éstos cuando les corresponda intervenir.

Creemos que en esta materia se hace necesaria una modificación legal que llene este vacío
legal y que reponga la relación en los términos anteriormente expresados.

13.- Competencia específica del tribunal superior

La regla general que informa los recursos, de acuerdo con lo dispuesto en el Art. 360 del CPP,
es la de que la competencia del tribunal superior que debe resolverlos, queda determinada por las solicitudes
que formulen los recurrentes, por escrito, ratificada verbalmente en su alegato, quedándole vedado al tribunal
extender su decisión a cuestiones no planteadas por ellos o fuera de los límites de lo solicitado.

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Esta regla acepta dos excepciones:

-La primera está contenida en el mismo Art. 360 CPP y consiste en que si uno solo de
varios imputados por un delito determinado dedujere un recurso contra la resolución del tribunal, la
decisión que lo favorezca aprovechará a los demás, a menos que los fundamentos fueren exclusivamente
personales del recurrente, debiendo el tribunal declararlo así en forma expresa.

-La segunda excepción se refiere al recurso de nulidad y consiste en la facultad que tiene
la Corte para acoger de oficio el recurso interpuesto en favor del imputado “por un motivo distinto del
invocado por el recurrente” siempre que fuere alguno de los capítulos absolutos de nulidad señalados en el
Art. 374 CPP.

El inciso tercero del Art. 360, se refiere al principio que la doctrina denomina, “reformatio in
peius”, al disponer que si la resolución judicial hubiere sido objeto de un recurso por un solo interviniente, la
Corte no podrá reformarla en su perjuicio.

Esta norma vino a limitar severamente la competencia que tenían las Cortes de Apelaciones
en materia penal, bajo el imperio del Código de Procedimiento Penal, puesto que en virtud del Art. 528 de este
último Código, podían modificar la sentencia en forma desfavorable al procesado cuando éste ejercía un
recurso de apelación.

En otras palabras, podía ocurrir que el apelante no sólo no obtuviera una modificación del
fallo en su favor, sino que podía imponérsele una pena más severa.

14.-Renuncia y desistimiento

Como sabemos, la renuncia a ejercer un recurso puede ser expresa o tácita.

Renuncia expresamente al ejercicio de un recurso futuro y eventual, la parte que manifiesta


su voluntad en este sentido. Recordemos que para ello el mandatario judicial requiere de facultades especiales
en virtud de lo previsto en el inciso segundo del Art. 7 del Código de Procedimiento Civil, aplicable en la
especie por remisión del Art. 52 del Código Procesal Penal.

Renuncia tácitamente al ejercicio de un recurso, la parte que simplemente, decide no hacer


uso de él y de consiguiente, deja pasar el plazo para recurrir sin hacerlo.

El Art. 354 del CPP, dispone que los recursos pueden renunciarse expresamente, pero solo
una vez que se ha notificado la resolución en contra de la cual procedieren.

El desistimiento de un recurso es la manifestación de la voluntad de la parte que lo ha


interpuesto en orden a dejar sin efecto dicha interposición.

El Art. 354 CPP prescribe que quienes ya hubieren interpuesto un recurso podrán desistirse
de él, siempre que lo hagan antes de su resolución. En todo caso, los efectos del desistimiento no se extenderán
a los demás recurrentes o a los adherentes al recurso.

La misma norma previene que el Defensor no podrá renunciar a la interposición de un


recurso, ni desistirse de los deducidos, sin un mandato expreso del imputado.

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15.- Recurso de Reposición

15.1.- Concepto

El recurso de reposición, como se sabe, es el que se interpone por la parte agraviada ante el
mismo tribunal que pronunció una resolución para que la modifique o la deje sin efecto, satisfaciendo, de esta
manera, su agravio.

El concepto dado es válido tanto en materia civil como penal.

En materia procedimental civil procede en contra de los autos y de los decretos, como regla
general y excepcionalmente en contra de ciertas sentencias interlocutorias. Su improcedencia en contra de las
sentencias interlocutorias se funda en el principio del desasimiento del tribunal en cuya virtud se dice que éste
no puede modificar las sentencias definitivas e interlocutorias que hubiere pronunciado después que éstas
hayan sido notificadas a una de las partes, principio que tiene por objeto favorecer la certeza de las decisiones
de un tribunal.

En cambio, en materia procedimental penal su campo de aplicación es más amplio ya que la


reposición procede en contra de los autos, los decretos y las sentencias interlocutorias de cualquier clase que
ellas sean.

Lo anterior nos lleva a concluir que en materia procedimental penal no se aplica el principio
del desasimiento del tribunal con respecto a las sentencias interlocutorias.

La práctica ha demostrado, hasta ahora, que la extensión de la reposición a las sentencias


interlocutorias ha sido beneficiosa y que no ha ocurrido ningún drama. En verdad, parece aconsejable este
predicamento puesto que en aras del principio de la economía procesal y tomando en cuenta que el recurso se
ejerce ante el mismo tribunal que adoptó la resolución impugnada y que, por tanto, se supone conocedor de
los antecedentes previos a aquella, es de esperar una reconsideración fundada de su parte.

15.2.- Clasificación de las reposiciones

En materia procedimental penal las reposiciones se clasifican de manera diferente a las


existentes en materia civil:

-Reposición de resoluciones adoptadas en audiencia.


-Reposición de resoluciones adoptadas fuera de audiencia.

a) Reposición de resoluciones adoptadas en audiencia.

Gran parte de la labor jurisdiccional la realizan los jueces de garantía y los tribunales de
juicio oral en lo penal en audiencias públicas, ocasión en que tienen oportunidad de oír a los intervinientes, de
escuchar sus alegaciones y pretensiones. Por este motivo la mayoría de sus resoluciones son pronunciadas
oralmente en la misma audiencia.

El Art. 363 del CPP dispone que la reposición de las resoluciones pronunciadas durante las
audiencias orales deberá ser efectuada verbalmente, tan pronto aquellas se dictaren y sólo será admisible
cuando no hubiere sido precedida de debate. En cambio, si hubiera existido un debate previo entre las partes
respecto de la materia que deberá resolverse, la decisión que adoptare el tribunal no será reponible.

En todo caso, el tribunal antes de decidir y, en cumplimiento del principio de la bilateralidad


de la audiencia, deberá conferir traslado a los demás intervinientes con respecto a lo pedido mediante la
reposición.

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Como puede observarse, la presentación del recurso y su tramitación se efectúan
verbalmente, en la misma audiencia, y de igual manera se pronuncia el fallo.

b) Reposición de resoluciones dictadas fuera de audiencia.

El inciso primero del Art. 362 del CPP, dispone que “De las sentencias interlocutorias, de los
autos y de los decretos dictados fuera de audiencia, podrá pedirse reposición al tribunal que los hubiere pronunciado. El
recurso deberá interponerse dentro de tercero día y deberá ser fundado.”

Como vemos, en este caso, el recurso de reposición deberá ser presentado por escrito, dentro
de tercero día de notificada la resolución de que se trate, y deberá ser fundado.

En cuanto a la tramitación de esta reposición, el inciso segundo de la norma citada prescribe


que “El tribunal se pronunciará de plano, pero podrá oír a los demás intervinientes si se hubiere deducido en
un asunto cuya complejidad así lo aconsejare.”

Como puede observarse, la norma transcrita deja a criterio del tribunal calificar las
circunstancias que determinan la complejidad del asunto.

Finalmente, la misma disposición prescribe que si la reposición se ejerciere en contra de una


resolución que también admita el recurso de apelación y no se dedujere a la vez este último recurso para el
caso en que la reposición fuere denegada, deberá entenderse que el recurrente renuncia a interponer apelación.

En otras palabras, la ley obliga al recurrente a interponer, en un mismo escrito, y dentro de


tercero día, el recurso de reposición y, en forma subsidiaria, el de apelación, para el caso en que el primero no
sea acogido cuando ambos recursos sean legalmente procedentes. Si así no procediere, se entenderá que
renuncia a ejercer el recurso de apelación.

16.- Recurso de Aclaración, rectificación o enmienda

16.1.- Concepto

Este recurso procesal no se encuentra reglamentado en el Código Procesal Penal.

Sin embargo, se estima que igualmente es aplicable atendida la norma remisoria del Art. 52
del CPP, que señala: “Serán aplicables al procedimiento penal, en cuanto no se opusieren a lo estatuido en este Código o
en leyes especiales, las normas comunes a todo procedimiento contempladas en el Libro I del Código de Procedimiento
Civil.”

Cabe señalar que entre esas normas comunes se encuentra precisamente la reglamentación
de este recurso, el que, por otra parte, no pugna con las normas del Código Procesal Penal.

Recordemos que se trata de un recurso que tiene por objeto obtener que el mismo tribunal
que dictó una resolución aclare los puntos oscuros o dudosos, salve sus omisiones o rectifique los errores de
referencia o de cálculos numéricos que aparezcan de manifiesto en la misma resolución.

Procede únicamente en contra de las sentencias definitivas e interlocutorias, las que, como se
sabe, producen el desasimiento del tribunal una vez que han sido notificadas, lo que implica que éste no
podría modificarlas en manera alguna luego de dicha notificación.

El objeto de este recurso entonces, aparece claro, permitir la modificación de dichas


sentencias después de su notificación pero sólo con respecto a los puntos expresados en el Art. 182 del Código
de Procedimiento Civil que lo estatuye.

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Recordemos que mediante este recurso no se pretende cambiar el sentido de las decisiones
adoptadas por el tribunal, sino que tan solo aclarar, completar o rectificar una resolución para que de esta
manera se exprese la correcta y completa decisión del tribunal. El ejercicio de este recurso no puede pretender
cambiar el tenor ni el sentido de la resolución de que se trate. Lo que se pretende, en verdad, es revelar la
exacta voluntad del tribunal, sin modificarla.

Su fundamento puede encontrarse en el principio de economía procesal toda vez que


permite la aclaración, rectificación o complemento de una sentencia definitiva o interlocutoria sin necesidad de
recurrir ante un tribunal superior.

Finalmente, conviene tener presente que el principio del desasimiento del tribunal, que
persigue obtener la certeza de las resoluciones judiciales, en materia de procedimiento penal no tiene la misma
fuerza que en materia de procedimiento civil, ya que es posible modificar o dejar sin efecto una resolución
interlocutoria por la vía del recurso de reposición, según acabamos de estudiar.

16.2.- Tramitación

De acuerdo con lo dispuesto en el Art.183 del CPC ,aplicable en la especie por mandato del
Art.52 del CPP, podrá el tribunal pronunciarse sobre ella sin más trámite o después de oír a la otra parte.

En caso que el tribunal desee rectificar de oficio la misma sentencia, podrá hacerlo siempre
que lo efectúe dentro de quinto día contado desde la primera notificación de ella y únicamente con respecto a
la corrección de errores de copia, de referencia o de cálculos numéricos que aparezcan de manifiesto en la
misma sentencia.

17.- Amparo ante el juez de garantía

17.1.- Concepto

El Art. 95 del CPP estableció un nuevo recurso de amparo, en atención a que el


procedimiento de la Acción de Amparo Constitucional o Habeas Corpus, contenida en los Arts. 306 y
siguientes del antiguo Código de Procedimiento Penal, fue suprimido al derogarse dicho cuerpo legal.

Sin embargo, este recurso de amparo no fue concebido con la amplitud de la Acción de
Amparo Constitucional, puesto que únicamente se instauró para los casos en que la privación de libertad de
una persona no fuera dispuesta por una resolución judicial.

El Art. 95 del CPP, que lo estableció, expresamente señala al respecto: “Con todo, si la
privación de libertad hubiera sido ordenada por resolución judicial, su legalidad sólo podrá impugnarse por
los medios procesales que correspondan ante el tribunal que la hubiera dictado”.

El objetivo de este recurso se consigna en el inciso primero de la citada disposición legal que
estatuye, “Toda persona privada de libertad tendrá derecho a ser conducida sin demora ante un juez de
garantía, con el objeto de que examine la legalidad de su privación de libertad y, en todo caso, para que
examine las condiciones en que se encontrare, constituyéndose, si fuere necesario, en el lugar en que ella
estuviere. El juez podrá ordenar la libertad del afectado o adoptar las medidas que fueren procedentes.”

De acuerdo con esta norma, este recurso tiene por objeto que el juez de garantía que
corresponda examine la legalidad de la privación de libertad de una persona que no haya sido detenida en
virtud de una resolución judicial, pudiendo disponer su libertad o adoptar las medidas que fueren
procedentes.

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17.2.- Improcedencia de este recurso

De acuerdo con lo que se ha expresado, este recurso no podría ser deducido en los casos en
que la persona detenida ya hubiere sido puesta materialmente a disposición de un juez de garantía, en razón
de que el objetivo principal perseguido ya se habría logrado, esto es, poner al detenido a disposición de un
tribunal, sin perjuicio de otras acciones que pudieren ejercerse para reclamar acerca de la ilegalidad de la
detención o de las condiciones indebidas en que pudiera haber sido detenida esa persona o de aquellas en que
se la mantuvo mientras permaneció privada de libertad.

Tampoco podría ser deducido para impedir que una persona pudiera ser detenida, ya que
claramente no tiene un carácter preventivo.

17.3.- Tribunal ante quien se presenta

Este recurso debe ser presentado ante el juez de garantía que conociere del caso o aquel del
lugar en que la persona se encontrare detenida, tribunales que deberán conocer de este recurso en única
instancia.

El recurso puede ser presentado por el abogado del detenido, sus parientes o cualquier
persona en su nombre.

El juez de garantía requerido deberá resolver esta petición derechamente, sin citar a una
audiencia, atendida la naturaleza de dicha solicitud y la urgencia que reviste.

La inapelabilidad de la decisión del juez emana de la circunstancia que la norma referida no


contempló el recurso de apelación en este caso, lo que tampoco hizo alguna otra norma legal, teniendo
presente que de conformidad a lo dispuesto en el Art. 370 del C.P.P. las resoluciones del juez de garantía sólo
son apelables cuando ponen término al juicio, hacen imposible su prosecución o la suspenden por más treinta
días, y además, cuando la ley lo señale expresamente.

17.4.- Compatibilidad de este recurso con el amparo constitucional

En el inciso final del Art. 95 CPP se dispone que si la privación de libertad hubiere sido
dispuesta por una resolución judicial no podrá utilizarse este recurso de amparo ante el juez de garantía sino
que los recursos procesales que procedan en contra de dicha resolución, pero que todo ello es sin perjuicio de
lo establecido en el Art. 21 de la Constitución Política de la República, esto es, de la Acción de Amparo
Constitucional o Habeas Corpus.

Como puede observarse, si bien no es posible emplear el recurso de amparo ante el juez de
garantía en los casos que hemos visto, sí es posible ejercer la acción de amparo constitucional.

En ocasiones, esta última acción será el único medio de que dispondrá el interesado, dadas
las limitaciones del recurso de amparo ante el juez de garantía, para obtener la libertad de una persona
detenida por orden judicial; para pedir que se guarden las formalidades legales de su detención, o si se
encontrare en libertad, para darle seguridad ante el temor de que sea privada de ella por una autoridad o
persona particular en forma ilegítima.

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18.- Recurso de Amparo o Habeas Corpus

18.1.- Subsistencia de la Acción de Amparo Constitucional o Habeas


Corpus

Esta acción de amparo constitucional, establecida actualmente en el Art. 21 de la


Constitución Política de la República, se hallaba reglamentada, según hemos dicho, por los Arts. 306 y
siguientes del Código de Procedimiento Penal. Como agregamos, al derogarse dicho cuerpo de leyes,
desapareció la reglamentación referida y de inmediato se planteó el problema de determinar por qué clase de
reglas debía regirse su tramitación.

Hubo algunos autores que incluso se apresuraron a concluir que el recurso de amparo
constitucional no tenía aplicación.

No obstante, la mayoría de los autores sostuvo -y esta es la opinión que prevaleció- que la
citada acción de amparo constitucional seguía vigente y que para su aplicación debía atenderse a las reglas
elementales de tramitación que proporcionaba el mismo Art. 21 de la Constitución Política; las normas
pertinentes del Código Orgánico de tribunal y, en fin, las del Auto Acordado de la Corte Suprema de 19 de
Diciembre de 1932, en lo aplicable, puesto que si bien había sido dictado para la aplicación del recurso de
amparo establecido en la Constitución Política de 1925, sustancialmente esta acción de amparo era la misma
que la estatuida en la Constitución de 1980.

Por otra parte, debe señalarse que esta Acción de Amparo, no fue derogada en manera
alguna a raíz de la reforma Procesal Penal, para lo que habría sido necesario, por otra parte, la aprobación de
una reforma constitucional.

A lo anterior cabe agregar, como también dijimos, que el propio Art. 95 del CPP, que
estableció el recurso de Amparo ante el Juez de Garantía, lo instituyó “sin perjuicio de lo establecido en el
Art.21 de la Constitución Política de la República.”

18.2.- Situaciones que hacen procedente el amparo

De acuerdo con el citado Art. 21 de la actual Constitución el recurso de amparo puede ser
interpuesto:

a) En favor de toda persona que se encuentre arrestada, detenida o presa a la fecha en que
se deduce el recurso con infracción de lo dispuesto en la Constitución o en las leyes, para que sea puesta en
libertad, se reparen los defectos legales o se la ponga a disposición del juez competente. Añade dicha
norma que el juez procederá en todo breve y sumariamente, corrigiendo por sí mismo esos defectos o dando
cuenta a quien corresponda para que los corrija.

b) El mismo recurso, agrega, podrá ser deducido en favor de toda persona que ilegalmente
sufra cualquiera otra privación, perturbación o amenaza en su derecho a la libertad personal o seguridad
individual.

En este caso la citada norma constitucional prescribe que la respectiva magistratura adoptará
las medidas necesarias para restablecer el imperio del derecho y asegurar la debida protección del afectado.
Estas medidas son las indicadas anteriormente en lo que resulten aplicables.

18.3.- Tribunal ante el cual se interpone

De acuerdo con el Art. 21 de la Constitución este recurso debe interponerse ante la


magistratura que señale la ley.

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El Art.63, Nº 2º, letra b) del Código Orgánico de Tribunales, después de la modificación de la
ley Nº 19.708 de 5 de Enero de 2001, dispone que de los recursos de amparo conocerá en primera instancia la
Corte de Apelaciones y el Art. 98 Nº 4º del mismo cuerpo de leyes, prescribe que de las apelaciones deducidas
en contra de las sentencias pronunciadas en esta materia por las Cortes de Apelaciones conocerá la Corte
Suprema.

18.4.- Normas por las cuales debe regirse el recurso

No existiendo actualmente una reglamentación orgánica y completa en algún texto legal,


forzoso es concluir, como ya señalamos, que deben aplicarse, en primer lugar, las normas que establece el
propio Art. 21 de la Constitución Política, luego, las contenidas en el Código Orgánico de Tribunales y
finalmente, las que se incluyen en el Auto Acordado de la Corte Suprema de 1932 sobre tramitación y fallo del
recurso de amparo, en lo que resulten aplicables.

Una lectura somera del Auto Acordado referido permite constatar que no todas sus
referencias calzan con el articulado actual de la Constitución Política de 1980 toda vez que fue dictado sobre la
base del recurso establecido en la Constitución de 1925. Por otra parte, no será posible tomar en cuenta, las
referencias que se hacen a las normas del Código de Procedimiento Penal por el motivo que ya hemos
expresado.
Cabe señalar que dicho Auto Acordado no consideró la situación del amparo preventivo, en
que una persona ve amenazado su derecho a la libertad personal, toda vez que este derecho sólo vino a ser
establecido en la Constitución de 1980.

18.5.- Personas que pueden interponerlo

El mencionado Art. 21 de la Constitución dispone que todo individuo que se hallare


arrestado, detenido o preso o que ilegalmente sufra cualquiera otra privación, perturbación o amenaza en su
derecho a la libertad personal y seguridad individual, podrá ocurrir por sí, o por cualquiera a su nombre, a la
magistratura que señale la ley, con el fin de que adopte las providencias que juzgue necesarias para restablecer
el imperio del Derecho y asegurar la debida protección del afectado.

El Auto Acordado de la Corte Suprema, con el objeto de que este recurso quede al alcance de
todos los habitantes de la República, expresa que puede ser ejercido no sólo por el interesado sino por
cualquiera persona a su nombre, capaz de parecer en juicio por sí, aunque no tenga para ello un mandato
especial.

18.6.- Objeto de este recurso

De acuerdo con la norma constitucional, tantas veces citada, el objeto de este recurso es
obtener que los tribunales decreten:

a) la libertad de una persona que se hallare actualmente arrestada, detenida o presa con
infracción de lo prescrito en la Constitución y en la ley; y

b) las medidas pertinentes para que se guarden las formalidades legales, adoptando, de
inmediato, las providencias que se juzguen necesarias para restablecer el imperio del Derecho y para
asegurar la debida protección del afectado;

Para resolver estas materias el tribunal puede disponer “que el individuo sea traído a su
presencia y su decreto será precisamente obedecido por todos los encargados de las cárceles o lugares de detención”,
procediendo en todo, breve y sumariamente y corrigiendo por sí mismo esos defectos, o dando cuenta a quien
corresponda para que los corrija.

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La facultad de los tribunales de justicia consistente en ordenar que el amparado sea traído a
su presencia para quedar enteramente instruida de los antecedentes antes de resolver es lo que originalmente
le dio el nombre universal a esta acción: “Habeas Corpus”

18.7.- Tramitación

La Constitución Política, como hemos visto, se limita a expresar que la magistratura


pertinente, deberá proceder en todo, breve y sumariamente, corrigiendo por sí los defectos de que adoleciere la
restricción o privación de libertad o dando cuenta a quien corresponda para que los corrija.

Por su parte, el Auto Acordado de la Corte Suprema, referido, expresa que se puede hacer
uso, en todas las fases del recurso, de los medios más rápidos de comunicación y que el Secretario de la Corte
de Apelaciones respectiva deberá consignar el día y hora que llega a su oficina la solicitud o telegrama en que
se deduce el amparo y la pondrá en el acto en manos del Relator para que dé cuenta inmediatamente al
Tribunal y éste provea lo pertinente.

El tribunal requerido deberá pedir informe, igualmente, por la vía más rápida a la autoridad
o funcionario a quienes el recurrente atribuya, o aparezca del recurso, que tienen alguna responsabilidad o
actuación en la privación, perturbación o amenaza a la libertad personal y seguridad individual del amparado.

El Art. 69 del Código Orgánico de Tribunales prescribe que los recursos de amparo se
agregarán extraordinariamente a la tabla del mismo día o del día hábil siguiente al de su ingreso al tribunal, o
al día siguiente hábil en que se haya obtenido la respuesta del juez, funcionario o autoridad a quien se le
hubiere pedido informe.- La distribución de los recursos de amparo corresponderá al Presidente de la Corte, el
que deberá tener presente los casos en que proceda legalmente la radicación.

El mismo Auto Acordado expresa que si la demora de los Informes que pidiere la Corte
excediese de un límite razonable, deberá el tribunal adoptar las medidas que sean pertinentes para obtener su
inmediato despacho, y en último caso, prescindirá de ellos para el fallo del recurso.

Una cuestión importante que debe dilucidarse es si las normas generales sobre la vista de los
recursos en las Cortes, contempladas en el Código Procesal Penal, actual, particularmente las dadas en sus
artículos 356, 357, 358 y 361 - todas ellas introducidas por la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y
Reglamento del Senado al Proyecto presentado por el Ejecutivo - deben aplicarse o no a la tramitación y fallo
del amparo constitucional.

Se trata de una cuestión dudosa, ya que estas normas, si bien no fueron proporcionadas
específicamente para esta acción de amparo, sino que para los recursos de que trata el Libro Tercero de dicho
Código, tienen un indudable carácter general en materia procedimental penal.

Nos inclinamos a pensar que, a falta de reglas específicas dadas para la tramitación del
recurso de amparo, deberán utilizarse las proporcionadas por el Código Procesal Penal, en lo que resulten
aplicables, atendida la naturaleza del recurso.

18.8.- Sentencia

El recurso presentado debe terminar mediante una sentencia, ya sea para acogerlo, ya sea
para desecharlo.

En caso que sea acogido, la Corte deberá adoptar, en la misma sentencia, las medidas o
providencias que juzgue necesarias para restablecer el imperio del Derecho y asegurar la debida protección del
afectado. Entre ellas, se encuentra la de que se guarden las formalidades debidas y, si procediere, la libertad
del amparado.

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Esta sentencia, como ya expresamos, es apelable ante la Corte Suprema.

Debe señalarse que, ante la ausencia de una reglamentación específica que indique el plazo
para deducir este recurso, y en cumplimiento de la regla remisoria del Art. 52 del C.P.P, nos parece que este
plazo deberá ser de cinco días hábiles.

19.- Recurso de Apelación

19.1.- Concepto

Por tanto, el recurso de apelación es el que tiene por objeto obtener que un tribunal superior
modifique o revoque, con arreglo a derecho, la resolución de un tribunal inferior en la parte en que le causa
agravio o perjuicio al apelante.

El recurso de apelación, sin duda, constituye uno de los principales recursos procesales y, en
materia civil su ejercicio es de general aplicación, al contrario de lo que ocurre en materia procedimental penal
en que su empleo ha sido restringido por la ley.

Por la vía de la apelación, como se ha señalado, es posible revisar todas las cuestiones de
hecho y derecho comprendidas en el recurso; las facultades del tribunal revisor, son, pues, de carácter amplio.
En virtud de la apelación el tribunal de alzada puede confirmar la resolución apelada, puede modificarla y
aún, puede revocarla para sustituirla por una distinta.

Como se ha dicho, la apelación es la llave que abre una segunda instancia.

Sin embargo, en materia PROCEDIMENTAL CIVIL esta revisión amplia, que implica un
juicio de valor acerca del acierto o desacierto de la resolución revisada, se lleva a cabo con el sólo mérito de los
antecedentes escritos que obran en autos, dando cumplimiento así a lo dispuesto en el Art. 160 del Código de
Procedimiento Civil, verdadera “regla de oro” en esta materia. De esta forma el tribunal de alzada, para
resolver el recurso, volverá a examinar las alegaciones, actas de todo tipo, documentos, resoluciones y demás
antecedentes reunidos; los mismos que motivaron la resolución impugnada.

Pero, como sabemos, este nuevo examen ni siquiera será personal, ya que los ministros que
forman la sala de la Corte que debe conocer y resolver la apelación, habitualmente tomarán conocimiento de
estos antecedentes a través de la cuenta que les hará un tercero: el Relator. De esta manera, no obstante que la
decisión del tribunal revisor es la que pondrá término al juicio, ella no se fundará en el conocimiento personal
y directo de los juzgadores sobre los antecedentes del recurso, sino que solamente en la cuenta o relación que
de ellos les hará un tercero acerca de su constancia escrita.

Como veremos, en materia PROCEDIMENTAL PENAL, el recurso de apelación


sustancialmente responde a la misma finalidad que en materia civil, esto es, modificar o revocar la resolución
apelada en la parte en que la estima gravosa el recurrente cuando la sentencia no se encuentra arreglada a
Derecho.

Sin embargo, los ministros que componen la sala que resolverá el recurso de apelación penal
tomarán un conocimiento más completo del asunto que en materia civil, ya que oirán, en la misma audiencia,
los argumentos de hecho y de derecho esgrimidos por el apelante, para pedir la modificación o revocación de
la resolución apelada, y los que exponga el apelado, para solicitar su confirmación.

Pero además, los abogados podrán formular aclaraciones respecto de los hechos o de los
argumentos vertidos en el debate por la parte contraria, sin perjuicio de que en cualquier momento, alguno de
los miembros del tribunal pueda hacer preguntas a dichos abogados respecto a lo afirmado por ellos o por su
contra parte, o pedirles que profundicen su argumentación o la refieran a algún aspecto específico de la
cuestión debatida.

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Como puede observarse, el legislador se esforzó por dar a esta audiencia, que es pública, un
esquema de desarrollo semejante a las audiencias orales que se celebran ante el juez de garantía.

19.2.- Reglas por las debe regirse el recurso en materia penal

El legislador, al instituir y reglamentar el recurso de Apelación en el nuevo Código Procesal


Penal fue extremadamente parco: no proporcionó su concepto; no determinó los efectos de su interposición ni
de su concesión; no se refirió a su admisibilidad; ni reglamentó su tramitación tanto en primera como en
segunda instancia, creando graves vacíos que seguramente provocarán más de un problema de interpretación,
los que deberán ser solucionados por nuevas reformas legislativas, por autos acordados de la Corte Suprema
en la parte meramente reglamentaria, y por la jurisprudencia de los tribunales.

Al parecer, el legislador no se percató que al no hacer aplicables supletoriamente a los


recursos procesales, las normas respectivas del Código de Procedimiento Civil - largamente acotadas por
sucesivos estudios y reformas- incurría en una notable omisión.

La circunstancia de que el Art. 361 del CPP otorgue el carácter de supletorias para la
tramitación, conocimiento y decisión de los recursos a las reglas del Título III del Libro Segundo del Código
Procesal Penal, que tratan del juicio oral, no resulta suficiente para estos efectos por tratarse claramente de una
materia distinta.

La única solución, existente por ahora, especialmente con respecto al recurso de apelación,
es la que ha dado la Corte Suprema, consistente en aplicar, en subsidio de las reglas supletorias del Título III
del Código Procesal Penal, referidas, las reglas comunes a todo procedimiento contenidas en el Libro I del
Código de Procedimiento Civil, entre las cuales se encuentran precisamente las relativas al recurso de
apelación, haciendo uso de la norma remisoria del Art. 52 del CPP que textualmente expresa: “Serán
aplicables al procedimiento penal, en cuanto no se opusieren a lo estatuido en este Código (CPP) o en leyes
especiales, las normas comunes a todo procedimiento contempladas en el Libro I del Código de Procedimiento
Civil”.

En suma, aunque resulte extraño, en materia de recursos y concretamente, en lo relativo al


recurso de apelación, deberemos aplicar en el mismo orden:

Primero.- Las normas específicas dadas en los Arts. 364 a 371 del CPP, que tratan
particularmente del recurso de apelación en materia penal;

Segundo.- Las disposiciones generales sobre recursos penales, contenidas en el Título I del
Libro III del CPP, Arts. 352 a 361, por mandato del Art. 361 del CPP;

Tercero.- En forma supletoria, las reglas del Título III del Libro Segundo del Código Procesal
Penal, (que tratan del juicio oral) por mandato del mismo artículo 361; y

Cuarto.- En subsidio de todas las anteriores, y en lo que no se opusieren a lo estatuido en el


Código Procesal Penal y en leyes especiales, las reglas comunes a todo procedimiento contenidas en los Arts. 1º
a 252 del Código de Procedimiento Civil, en virtud de la norma remisoria del Art. 52 del CPP, ya transcrita.

Sobre esta misma materia es importante tener presente las “Instrucciones sobre el Recurso de
Apelación”, dadas por la Corte Suprema mediante Acuerdo de su tribunal pleno a los tribunales del país,
mediante Oficio Nº 003264, de 17 de Enero de 2001, en el que precisamente se adopta el mismo predicamento
que hemos indicado con respecto al orden en que deben aplicarse todas las disposiciones relativas al recurso
de apelación en materia procedimental penal.

Estas reglas se refieren además a las características del plazo para apelar; a las formalidades
del escrito de apelación; a los antecedentes que se deben remitir al tribunal de alzada; a la obligación de los
Intervinientes de comparecer a dicho tribunal a proseguir el recurso; al pronunciamiento acerca de la

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admisibilidad del recurso; al señalamiento de una audiencia determinada para la vista del recurso; a la
apelación de la prisión preventiva del imputado u otra clase de medidas cautelares personales que le hayan
sido impuestas por el juez de garantía, y a la autorización del acta de registro de la audiencia referida.

19.3.- Aplicabilidad del recurso de apelación

En materia procedimental penal, como hemos expresado, la procedencia legal del recurso de
apelación se ha restringido severamente en aras de la celeridad de esta clase de procedimiento, por lo que el
recurso referido ha dejado de ser de aplicación general para las resoluciones que sí lo hacen procedente en
materia civil.

En efecto, el Art.370 el CPP dispone: “Las resoluciones dictadas por el juez de garantía serán
apelables en los siguientes casos:

a) Cuando pusieren término al procedimiento, hicieren imposible su prosecución o la


suspendieren por más de treinta días, y

b) Cuando la ley lo señalare expresamente.”

Por otra parte, el Art. 364 CPP prescribe que “Serán inapelables las resoluciones dictadas por un
tribunal de juicio oral en lo penal.”

Conforme a lo señalado por dichas normas el recurso de apelación sólo resulta procedente en
contra de ciertas resoluciones pronunciadas por el juez de garantía; nunca en contra de las adoptadas por el
tribunal penal oral.

Como veremos, en contra de la sentencia pronunciada por el tribunal penal oral procede el
recurso de Nulidad, semejante al recurso de casación, pero en el cual no se hace distinción entre forma y fondo
y del que conoce, en ocasiones, la Corte Suprema y en otras la Corte de Apelaciones respectiva, dependiendo
de la causal invocada.

Si examinamos con cierta detención la inaplicabilidad de la apelación en contra de las


resoluciones del tribunal penal oral, concluiremos que esta improcedencia resulta ineludible. Desde luego, es
imposible concebir cómo podría apelarse de la sentencia definitiva que pronunciara dicho tribunal en un
procedimiento eminentemente oral, a menos que pudiera repetirse en su integridad el juicio oral, hasta en sus
menores detalles. Por ejemplo, si faltara la declaración de uno o más de los testigos; o éstos no dijeran
exactamente lo mismo que ya declararon en el juicio oral; o no se introdujeran exactamente las mismas
pruebas, producidas de igual manera, o los intervinientes no hicieran las mismas alegaciones, en rigor no
podría hablarse de que los integrantes del tribunal de alzada tuvieran la posibilidad de ver y escuchar los
mismos antecedentes que ya examinaron los miembros del tribunal penal oral y que sirvieron de fundamento
a su sentencia.

En verdad, si debiera repetirse el juicio oral para dar cumplimiento al principio fundamental
de la apelación en orden a que el tribunal revisor debe examinar los mismos antecedentes tomados en cuenta
por el tribunal inferior y nada más que ellos, se obtendría como resultado un juicio oral similar, pero diferente.

En rigor, no podría hablarse de la apelación de una sentencia definitiva; sino que una
decisión adoptada en otro juicio distinto.

Por otra parte, si la revisión que implica la apelación pudiera realizarse únicamente en base a
los registros del juicio oral, por más que fueran completos, ello implicaría desnaturalizar todo el sistema
ideado por el legislador con respecto al principio de la inmediación de los jueces y al método de la oralidad.

Sin embargo, la supresión del recurso de apelación en contra de las decisiones del tribunal de
juicio oral en lo penal fue objeto de controversia, la que se mantuvo en el seno de las Comisiones del Congreso.

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Se sostuvo ante la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado,
por ejemplo, que tal supresión sería inconstitucional porque vulneraría la obligación de contar con un racional
y justo procedimiento y porque, infringiría además el derecho a revisión de la sentencia penal condenatoria
contemplada en el “Pacto de San José de Costa Rica” y en el “Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos”, ambos obligatorios en virtud del Art.5 de la Constitución Política.

La Comisión referida, no obstante, no compartió este punto de vista por considerar que “ni
de la Constitución Política ni de los tratados internacionales se desprende la obligatoriedad para el legislador
de establecer el recurso de apelación en materia penal”. Se agregó que con la existencia del recurso de casación,
hoy día nulidad, se cumple debidamente la exigencia señalada, toda vez que lo que se requiere es que pueda
revisarse lo resuelto mediante un recurso.

En cuanto a la restricción del recurso de apelación en contra de las resoluciones del juez de
garantía y sin perjuicio de que se pretenda obtener con ello la celeridad del procedimiento, debe tenerse en
consideración que la mayoría de las resoluciones de dichos jueces se adoptan al final de las audiencias orales
públicas, en las que participan todos los Intervinientes, oportunidad en que éstos formulan sus alegaciones y
hacen valer sus puntos de vista, todo lo que el juez podrá tomar en cuenta al resolver.

Su decisión resultará, al menos, debidamente informada.

19.4.- Casos particulares en que procede el recurso de apelación

a) De acuerdo con lo prescrito por el Art. 115 del CPP, es apelable la resolución que declara
inadmisible la querella, pero sin que en la tramitación del recurso pueda disponerse la suspensión del
procedimiento.

En cambio, la resolución que admitiere a tramitación dicha querella es inapelable.

b) Conforme a lo dispuesto por el Art. 120 del C.P.P., es apelable la resolución que
declarare el abandono de la querella, sin que, asimismo, pueda disponerse la suspensión del procedimiento
durante la tramitación del recurso.

Pero la resolución que negare lugar al abandono de la querella será inapelable.

c) En virtud del Art. 132 bis del CPP, introducido por la ley Nº 20.253, de 14 de Marzo de
2008, es apelable la resolución que declara la ilegalidad de la detención tratándose de los delitos
establecidos en los Arts.141, 142, 361, 362, 365 bis, 390, 391, 433 y 440 del Código Penal y los de la ley Nº
20.000 que tengan señalada pena de crimen. En los demás casos no será apelable.

La resolución que declare la ilegalidad de la detención será apelable por el fiscal o el abogado
asistente del fiscal, en el sólo efectivo devolutivo.

d) El Art. 149 del C.P.C. dispone que la resolución que ordenare, mantuviere, negare lugar,
o revocare la prisión preventiva, será apelable cuando hubiere sido dictada en una audiencia.

En los demás casos, no será susceptible de recurso alguno.

Pensamos que esta norma, de dudosa justificación en cuanto hace inapelable las resoluciones
que se pronuncien sobre la prisión preventiva adoptadas fuera de audiencia, obligará a la defensa de los
imputados a ejercer el recurso de amparo constitucional contemplado en el Art. 21 de la Constitución Política
por más que se ejerza en contra de una resolución judicial, dado que se trata de la libertad personal del
imputado.

e) El inciso final del Art. 155 del CPP, estatuye que la procedencia, duración, impugnación
y ejecución de las medidas cautelares personales establecidas en el Art. 155 del CPP deben regirse por las

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normas aplicables a la prisión preventiva, en cuanto no se opusieren a lo establecido en el párrafo 6, del
título V, del Libro Primero.

Atendido lo anterior, estimamos que resulta procedente el recurso de apelación con respecto
a las resoluciones adoptadas por el juez de garantía en estas materias, en los mismos términos que en la prisión
preventiva.

f) En virtud de lo prevenido por el Art. 158 del CPP son apelables las resoluciones que
negaren o dieren lugar a las medidas cautelares reales contenidas en el Título VI del Libro Primero.

g) El Art. 237 CPP dispone que es apelable la resolución que se pronunciare acerca de la
suspensión condicional del procedimiento, por el imputado, por la víctima, por el Ministerio Público y por
el querellante.

h) El Art. 239 CPP previene que es apelable la resolución del juez de garantía que revocare
la suspensión condicional del procedimiento, ya concedida.

i) El Art. 247 del CPP prescribe que es apelable la resolución del juez de garantía que
decreta el sobreseimiento definitivo de la causa por no haber comparecido el fiscal a la audiencia convocada
en conformidad con lo dispuesto en el mismo artículo.

j) El Art. 253 del CPP, dispone que es apelable la resolución que decreta el sobreseimiento.

k) El Art. 258 del CPP, estatuye que la resolución del juez de garantía que negare lugar a
una de las solicitudes que el querellante formulare en conformidad al mismo artículo, relativo al
forzamiento de la acusación, será inapelable, sin perjuicio de los recursos que procedieren en contra de
aquella que pusiere término al procedimiento.

l) El Art. 271 CPP dispone que es apelable la resolución del juez de garantía que recayere
sobre las excepciones de incompetencia, litis pendencia y falta de autorización para proceder
criminalmente, todas las que deberán adoptarse en la audiencia de preparación del juicio oral.

En cambio, es inapelable la resolución de dicho juez que dejare la resolución de las


excepciones de cosa juzgada y extinción de la responsabilidad penal para la audiencia del juicio oral.

m) en conformidad con lo prevenido por el Art. 277 del CPP es apelable el auto de apertura
del juicio oral cuando el recurso lo interpusiere el ministerio público por exclusión de alguna de las
pruebas ofrecidas por él.

El recurso deberá ser concedido en ambos efectos.

n) De acuerdo con lo dispuesto en el Art. 406 del CPP, es apelable la sentencia definitiva
que dicte el juez de garantía en el procedimiento abreviado, recurso que deberá concederse también en
ambos efectos.

19.5.- Tramitación del recurso de apelación en primera instancia

a) Tribunal ante el cual se interpone.

Como hemos expresado, el recurso de apelación se interpone ante el juez de garantía que
dictó la resolución que se impugna para que lo conozca la Corte de Apelaciones respectiva y ésta será la
correspondiente a la jurisdicción territorial en que se encuentra ubicado dicho juzgado.

Es necesario puntualizar que en un juzgado de garantía pueden funcionar uno, dos o más
jueces de garantía, cada uno de los cuales es un tribunal unipersonal, separado e independiente de los demás.

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Sin embargo, como el juzgado de garantía tiene una sola secretaría administrativa, común a todos los jueces, el
escrito de apelación deberá ser presentado precisamente en esa secretaría y, por supuesto, deberá contener la
debida especificación de la causa con respecto al juez de garantía cuya resolución se impugna, el RUN, Rol
Único Nacional y el RIT, Rol Interno del Tribunal.

El Art. 365 del CPP, prescribe que: “El recurso de apelación deberá entablarse ante el mismo juez
que hubiere dictado la resolución y éste lo concederá o denegará.”

b) Plazo para interponer el recurso.

El Art. 366 CPP, señala “El recurso de apelación deberá entablarse dentro de los cinco días siguientes
a la notificación de la resolución impugnada.”

Se trata de un plazo legal y, por tanto, fatal e improrrogable.

Como se trata además de un plazo de días rige la regla del Art. 14 del CPP que dispone que
todos los días y horas serán hábiles para las actuaciones del procedimiento, pero si un plazo venciere en día
feriado, se considerará ampliado hasta las veinticuatro horas del día siguiente que no fuere feriado.

Excepcionalmente, cuando se trata de la apelación relativa a la prisión preventiva deberá


ejercerse en la misma audiencia en que se adopta la resolución que se impugna, atendido lo dispuesto en el
actual Art. 149 del CPP.

c) Adhesión a la apelación.

Con respecto a la adhesión al recurso de apelación, permitida y reglamentada en materia


civil, debe señalarse que el Código Procesal Penal no la contempló expresamente con respecto a este recurso, lo
que de inmediato plantea el problema de su procedencia. Estimamos que ella no tiene cabida en materia de
apelación, al contrario de lo que ocurre con el recurso de nulidad en que sí la contempla y reglamenta el Art.
382 de este cuerpo legal, dado que la opción contraria, que podría fundarse en la norma remisoria del Art. 52
del CPP., trae aparejada diversos problemas de interpretación comenzando por la determinación de la
oportunidad en que debería hacerse valer.

d) Forma de interponer el recurso de apelación.

De acuerdo con lo prescrito en el Art. 367 del CPP, el recurso debe ser interpuesto por escrito,
con indicación de sus fundamentos y de las peticiones concretas que se formulen.

La exigencia der ser presentado por escrito excluye la posibilidad de interponer el recurso de
apelación en las audiencias orales.

No obstante lo anterior, debe observarse que el Art. 149 del C.P.P., luego de las
modificaciones introducidas por la ley Nº 20.253 de 14 de Marzo de 2008, por excepción, permite la deducción
del recurso de apelación dentro de la audiencia en que el juez de garantía negare o revocare la prisión
preventiva del imputado, dado que prescribe que “El recurso de apelación contra esta resolución deberá
interponerse en la misma audiencia...”

Es preciso señalar que tanto el recurrente como el recurrido deberán referirse a las materias
comprendidas en el recurso, oralmente, cuando les corresponda alegar en la audiencia pública que la Corte de
Apelaciones respectiva les fije para estos efectos. En dicha audiencia podrán hacerse cargo y controvertir lo
expresado por la parte contraria, tanto en los hechos como en el derecho. Asimismo, los ministros de la sala
respectiva de la Corte de Apelaciones podrán dirigirles preguntas para que aclaren sus dichos o los refieran a
una materia concreta.

Debe recordarse que el Art. 358 del CPP, suprimió la relación.

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Por otra parte, debe tenerse presente que las peticiones concretas que formule el apelante son
las que le dan la competencia específica al tribunal de alzada de tal manera que éste “sólo podrá pronunciarse
sobre las solicitudes formuladas por los recurrentes, quedándole vedado extender el efecto de su decisión a cuestiones no
planteadas por ellos o más allá de los límites de lo solicitado”, salvo excepciones legales, conforme lo previene el Art.
360 del CPP.

Las exigencias referidas anteriormente debe cumplirlas igualmente el imputado que se


encontrare privado de libertad, ya que la ley no contiene ninguna excepción a su respecto como ocurría en el
antiguo Código de Procedimiento Penal en que podía apelar verbalmente en algunas ocasiones.

e) Admisibilidad del recurso de apelación por el juez de garantía.

El Art. 365 CPP, transcrito, refiriéndose al juez de garantía cuya resolución se apela se limita
a señalar, “y éste lo concederá o denegará”.

Nada dijo acerca de la admisibilidad del recurso o en qué casos éste podía ser acogido o
denegado.

Estimamos que, siguiendo las reglas generales del recurso de apelación en materia
procedimental civil -a cuya aplicabilidad ya nos hemos referido- corresponderá al juez de garantía, cuya
resolución se impugna, pronunciarse primeramente acerca de si concede o no el recurso interpuesto.

Para resolver su procedencia examinará los mismos requisitos que en materia civil:

- que se haya interpuesto en tiempo, Art. 356 del CPP;


- que la ley haga procedente el recurso de apelación, lo que en materia procedimental
penal tiene una importancia especial, puesto que, en conformidad con lo dispuesto en
el Art. 370 del CPP, sólo son apelables determinadas resoluciones del juez de garantía;
- que se indiquen sus fundamentos, Art.367 CPP; y
- que contenga peticiones concretas, Art. 367 CPP.

Si el juez de garantía declara inadmisible la apelación, el recurrente podrá solicitar reposición


de esta decisión dentro de tercero día.

Si lo considera admisible deberá concederlo para ante la Corte de Apelaciones respectiva.

f) Efectos de la concesión del recurso

De acuerdo con lo dispuesto en el Art. 368 del CPP, la apelación se concederá en el solo
efecto devolutivo, a menos que la ley señalare expresamente lo contrario.

Lo anterior significa que la resolución apelada puede cumplirse no obstante la concesión del
recurso.

Esta regla guarda relación con la celeridad del procedimiento penal, propósito que podría
verse frustrado con la concesión del recurso en ambos efectos: suspensivo y devolutivo.

Sin embargo, una ley reciente, la Nº 20.253 de 14 de Marzo de 2008, ya mencionada, vino a
modificar esta situación en materia de prisión preventiva, puesto que el inciso segundo de la citada norma
prescribe que “Tratándose de los delitos establecidos en los artículos 141, 142, 361, 362, 365 bis, 390, 391, 433, 436 y
440 del Código Penal, y los de la ley Nº 20.000, que tengan pena de crimen, el imputado no podrá ser puesto en libertad
mientras no se encuentre ejecutoriada la resolución que negare o revocare la prisión preventiva”.

Como puede observarse, en los casos indicados, el imputado contra quien se ha solicitado la
prisión preventiva por el fiscal o el querellante, no podrá ser puesto en libertad, sea que el juez de garantía

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deniegue esta medida cautelar personal o bien, cuando habiéndola concedido con anterioridad, la revoque a
petición de la defensa de dicho imputado, hasta que no se encuentre ejecutoriada dicha resolución, o sea, hasta
que la Corte de Apelaciones no resuelva el recurso, lo que, en la práctica, importa establecer el efecto
suspensivo.

El recurso de apelación en contra de esta resolución que niega lugar a la prisión preventiva
del imputado o revoca esta medida cautelar -lo que trae aparejada su libertad- deberá ejercerse por el fiscal o
el querellante en la misma audiencia en que el juez de garantía adopte dicha decisión, gozará de preferencia
para su vista y fallo y será agregado extraordinariamente a la tabla el mismo día de su ingreso al tribunal de
alzada o, a más tardar, a la del día hábil siguiente. Cada Corte de Apelaciones deberá establecer una sala de
turno para conocer de estas apelaciones en días feriados.

g) Antecedentes que deben remitirse al tribunal alzada

El Art. 371 del CPP dispone que una vez concedido el recurso, el juez remitirá al tribunal de
alzada copia fiel de la resolución y de todos los antecedentes que fueren pertinentes para un acabado
pronunciamiento del recurso.

Sobre este particular es útil tener presente las instrucciones impartidas por la Corte Suprema
por acuerdo de su tribunal pleno, a los tribunales del país, mediante Oficio Nº 3264 de 17 de Enero de 2001, al
que ya nos hemos referido.

En dichas Instrucciones se dispone que entre los antecedentes que debe remitir el juez de
garantía a la Corte de Apelaciones respectiva, debe incluirse una certificación acerca de quiénes son los
Intervinientes, debidamente individualizados, sus abogados y apoderados, o si carecen de ellos.

Conviene recordar, además, que en materia procedimental penal no existen los


“expedientes”, como en materia civil; únicamente existen los Registros del ministerio público, de los juzgados
de garantía, del tribunal penal oral y de la Policía, que contienen antecedentes relativos a actuaciones de
investigación y de procedimiento.

Sobre este particular es útil tener presente que el Art. 41 del CPP dispone que “Las audiencias
ante los jueces con competencia en materia penal se registrarán en forma íntegra por cualquier medio que asegure su
fidelidad, tal como audio digital, video u otro soporte tecnológico equivalente”

De esta manera no sería posible compulsar materialmente o fotocopiar expedientes


completos o partes de ellos en los casos en que se concede un recurso de apelación en el solo efecto devolutivo,
como ocurre en materia civil, sin perjuicio de que pudieran remitirse al tribunal superior los registros
pertinentes.

Atendido todo lo anterior, especialmente la circunstancia de que el Art. 371 CPP


mencionado pone de cargo del juez de primera instancia la remisión al tribunal de alzada de la copia fiel de la
resolución apelada y “de todos los antecedentes que fueren pertinentes para un acabado pronunciamiento sobre el
recurso”, se concluye que no tienen aplicación en materia procedimental penal las normas del Código de
Procedimiento Civil relativas a la orden de confeccionar compulsas del expediente o parte de él y a la
obligación del apelante de encargarlas y de pagar su confección, así como tampoco resulta aplicable la sanción
prevista en dicho Código para el caso en que éste no dé cumplimiento a esta obligación dentro de quinto día.

19.6.-Tramitación del recurso de Apelación en segunda instancia

a) Ingreso del recurso a la Secretaría de la Corte de Apelaciones

De acuerdo con las INSTRUCCIONES impartidas por la Corte Suprema a los tribunales del
país, ya referidas -las que deben aplicarse ante el silencio del Código de Procedimiento Penal sobre esta
materia- una vez que se reciba en la Secretaría de la Corte de Apelaciones respectiva el recurso de apelación

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interpuesto y los antecedentes pertinentes, el Secretario deberá certificar la fecha de su recepción y dispondrá
que se ingresen en el rol del tribunal de alzada.

Luego, deberá entregar estos antecedentes al Presidente de la Corte el que, sin esperar la
comparecencia del recurrente, citará a los Intervinientes a una audiencia posterior al quinto día hábil siguiente
al ingreso de los antecedentes para la vista del recurso, a menos que se trate de la apelación relativa a la prisión
preventiva del imputado o de otra medida cautelar personal decretada en su contra, caso en el cual los
antecedentes respectivos serán agregados extraordinariamente a la tabla del día siguiente hábil al de su
ingreso al tribunal, o el mismo día en casos urgentes, de acuerdo con lo dispuesto en el Nº 1º del Art. 69 del
Código Orgánico de Tribunales.

Como puede observarse, en esta parte, las citadas instrucciones alteran el sistema existente
para las apelaciones en materia civil, ya que el Presidente de la Corte deberá fijar una audiencia determinada
para la vista del recurso, la que tendrá el carácter de pública, conforme a lo prescrito por el Art. 358 del C.P.P.,
distribuyendo para este efecto las apelaciones entre las salas de que se componga la Corte.

b) Comparecencia de las partes en segunda instancia

Ante la ausencia de normas legales específicas relativas a la comparecencia de los


Intervinientes en el tribunal de alzada, se ha planteado el problema de decidir la oportunidad en que éstos
deben comparecer ante dicho tribunal.

Como sabemos, el Código de Procedimiento Civil contiene normas precisas sobre el


particular, tanto respecto del apelante como del apelado, así como la imposición de sanciones para el caso de
incomparecencia de uno o de otro.

La Corte Suprema, en las Instrucciones referidas, ha considerado que los Intervinientes, en


particular quien recurre, tienen el plazo de cinco días, más lo que señale la tabla de emplazamiento, para
comparecer al tribunal de alzada a continuar el recurso, contados desde la recepción de los antecedentes en la
Secretaría de la Corte, agregando que esta comparecencia es un requisito previo para poder asistir a la vista de
la causa. Para ello se fundó en lo dispuesto en los Arts. 201 y 202 del CPC, los que serían aplicables por
mandato de la norma remisoria del Art. 52 del CPP.

En otras palabras, los comparecientes tendrían una doble obligación de comparecencia.


Primero, dentro de los cinco días siguientes a la recepción de los antecedentes en el tribunal de alzada más los
días que indique la tabla de emplazamiento y segundo, el día fijado para la audiencia oral en que debe verse el
recurso. En ambos casos, la sanción para la incomparecencia sería la misma.

Estimamos que, si bien, deben aplicarse al recurso de apelación en materia procedimental


penal las normas del Libro Primero del Código de Procedimiento Civil por mandato del Art. 52 del CPP, esta
aplicación sólo es posible en cuanto dichas normas no se opongan a lo estatuido en el Código de
Procedimiento Penal o en leyes especiales.

Pues bien, lo que dispone el Art. 358 del CPP es que “La falta de comparecencia de uno o más
recurrentes a la audiencia dará lugar a que se declare el abandono del recurso respecto de los ausentes. La incomparecencia
de uno o más de los recurridos permitirá proceder en su contra”.

Como puede observarse, la sanción que el Art. 201 del Código de Procedimiento Civil aplica
a las partes que no comparecen al tribunal de alzada a proseguir el recurso interpuesto, lo aplica el Art. 358
del CPP a los recurrentes que no asisten a la audiencia pública en que deberá verse el recurso.

De acuerdo con lo expresado, estimamos que no resulta procedente la obligación que se


pretende imponer a las partes de comparecer al tribunal de alzada dentro del quinto día de recibidos los
antecedentes en la secretaría de dicho tribunal -como se exige al apelante y al apelado en materia
procedimental civil- ya que ello pugnaría con la obligación que les impone el Art. 358 del C.P.P., de asistir a

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la audiencia pública referida para conocer del recurso bajo idéntica sanción: el abandono del recurso para el
apelante y la rebeldía para el apelado.

Dos sanciones de igual naturaleza para las partes por su falta de comparecencia al tribunal
de alzada, en dos oportunidades diferentes pero cercanas, parece exagerado.

En el antiguo Código de Procedimiento Penal esta cuestión se hallaba solucionada


expresamente, puesto que la exigencia de comparecer en segunda instancia a proseguir el recurso no regía
para las partes en materia penal de acuerdo con lo dispuesto por el Art. 63 de dicho Código, por lo que no
tenía aplicación lo dispuesto en el Art. 200 del Código de Procedimiento Civil que permitía declarar la
deserción del recurso por la incomparecencia del apelante.

Cabe hacer notar que el Proyecto del actual Código Procesal Penal, remitido por el Ejecutivo
al Congreso Nacional, disponía en el Art. 395 que las apelaciones y el recurso de casación -antecedente del
recurso de nulidad actual- deberían ser vistos por los tribunales sin esperar la comparecencia de las partes. En
consecuencia, agregaba, no tendría aplicación, en los recursos de apelación y casación en materia penal, lo
dispuesto en el Art. 200 del Código de Procedimiento Civil.

Debe señalarse que la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del


Senado estuvo de acuerdo con esta disposición, pero al generarse en su seno un intenso debate acerca de la
necesidad de dar reglas especiales para la tramitación de los recursos y crearse los nuevos artículos 357, 358,
359 y 361 del Código Procesal Penal con este objeto, estimaron, aunque no lo expresaron, que al sancionar la
falta de comparecencia de uno o más de los recurrentes a la audiencia pública con el abandono del recurso, se
solucionaba el problema.

Con el mérito de todo lo expresado, estimamos que el espíritu del legislador fue sancionar la
falta de comparecencia de las partes a la audiencia pública en que debe verse el recurso y no por una supuesta
obligación de hacerse parte ante el tribunal de alzada en el plazo establecido en el Art. 200 del Código de
Procedimiento Civil.

c) Orden de no innovar

En la tramitación del recurso de apelación no se estableció la orden de no innovar como


institución de carácter general, al contrario de lo que ocurre en materia procedimental civil, en que se
encuentra instituida y reglamentada.

No obstante lo anterior, la referida ley Nº 20.253 de 14 de Marzo de 2008, modificó esta


situación en materia de recursos, instituyendo la orden de no innovar “para impedir la posible fuga del
imputado” en los casos en que se hallare pendiente el recurso de apelación deducido por el fiscal o el
querellante en contra de la resolución que trae aparejada su libertad.

Esta orden de no innovar fue instituida en consonancia con el efecto suspensivo establecido
para las apelaciones deducidas en contra de la resolución del juez de garantía que niega o revoca la prisión
preventiva, ya estudiado anteriormente, y tiene por objeto completar las hipótesis en que el imputado podría
gozar de libertad tan pronto le sea notificada una resolución del juez de garantía que lo permite, esto es, antes
de que dicha resolución sea revisada por la Corte de Apelaciones por la vía del recurso de apelación.

Conforme a este objetivo, el inciso tercero actual del Art. 149 del CPP -luego de la
modificación introducida por la ley Nº 20.253 - dispone: “En los casos en que no sea aplicable lo dispuesto en el
inciso anterior, estando pendiente el recurso contra la resolución que dispone la libertad, para impedir la posible fuga del
imputado la Corte de Apelaciones respectiva tendrá la facultad de decretar una orden de no innovar, desde luego y sin
esperar la vista del recurso de apelación del fiscal o del querellante.”

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d) Admisibilidad del recurso por el tribunal de alzada

La Corte de Apelaciones, al igual que en materia civil, deberá pronunciarse acerca de la


admisibilidad del recurso de apelación lo que, en nuestro concepto, implica el examen de:

- ser procedente el recurso atendida la naturaleza de la resolución impugnada;


- haberse ejercido, por escrito dentro de plazo, con la excepción que ya vimos relativa a
la prisión preventiva,
- contener dicho escrito, los fundamentos del recurso; y
- contener, asimismo, las peticiones concretas que se formulan.

Curiosamente, la ley no señaló el organismo de la Corte que debería practicar este examen, lo
que, como es obvio, planteó de inmediato el problema de su determinación.

Sabemos que, conforme a las normas del Código Orgánico de Tribunales, este examen lo
practica la sala tramitadora o sala de cuenta, cuando hay más de una.

La Corte Suprema, en las instrucciones ya mencionadas, cambió esta regla, disponiendo que
el examen de admisibilidad debería efectuarlo la misma sala que hubiera sido sorteada para conocer de la vista
de la causa, agregando que el conocimiento de los antecedentes del recurso debería tomarlo de la cuenta que
les hiciera un Relator, con anterioridad inmediata a la vista.

Como hemos dicho, en esta materia las Instrucciones referidas se apartan manifiestamente de
las disposiciones de los Códigos de Procedimiento Civil y Penal, por cuanto encomiendan el examen de
admisibilidad a la propia sala que debe conocer el recurso en lugar de la sala tramitadora y porque reponen la
relación, suprimida expresamente por el Código Procesal Penal, aunque solo se trate de una cuenta relativa a
la admisibilidad de la apelación.

e) Celebración de la audiencia decretada para la vista del recurso

Como señalamos, esta audiencia deberá haberse fijado previamente, con toda precisión, por
el Presidente de la Corte, designando por sorteo, la sala a la que deberá corresponderle su conocimiento.

De acuerdo con lo dispuesto por el Art. 358 del CPP, la audiencia deberá comenzar con el
anuncio, tras lo cual, sin mediar relación, el Presidente de la sala deberá otorgar la palabra a el o los
recurrentes “para que expongan los fundamentos del recurso, así como las peticiones concretas que formularen.”

Dicha norma agrega que luego se permitirá intervenir a los recurridos y que, finalmente, “se
volverá a ofrecer la palabra a todas las partes con el fin de que formulen aclaraciones respecto de los hechos o de los
argumentos vertidos en el debate.”

Añade la norma referida que “En cualquier momento del debate, cualquier miembro del tribunal
podrá formular preguntas a los representantes de las partes o pedirles que profundicen su argumentación o la refieran a
algún aspecto específico de la cuestión debatida.”

Como puede advertirse, el precepto parcialmente transcrito sustituye la relación del relator
por los fundamentos de hecho y de derecho que deben formular los abogados de las partes en sus alegatos
verbales, suponiendo que por este medio, además de las preguntas que deseen formularles, quedarán
debidamente instruidos de los antecedentes para resolver el recurso propuesto.

f) Sentencia

Por último el inciso final del citado Art.358 CPP dispone que “Concluido el debate, el tribunal
pronunciará sentencia de inmediato o, si no fuere posible, en un día y hora que dará a conocer a los intervinientes en la

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misma audiencia. La sentencia será redactada por el miembro del tribunal colegiado que éste designare y el voto disidente o
la prevención, por su autor.”

Conviene recordar todo lo que dijimos anteriormente acerca de la competencia específica del
tribunal de alzada y lo prescrito por el Art. 360 del CPP sobre el particular.

20.- Recurso de Hecho

20.1.- Concepto

Al igual que en materia procedimental civil es el recurso que tiene por objeto obtener del
tribunal superior que conceda un recurso de apelación denegado por el tribunal inferior; que deniegue una
apelación concedida por aquél; o que la apelación otorgada lo sea en el solo efecto devolutivo o en ambos
efectos.

Atendiendo a su objeto, el recurso de hecho no es otra cosa que una revisión jurídica, por
parte del tribunal superior, de la resolución del juez de primera instancia que provee un escrito de apelación,
teniendo presente que dicho juez pudo haberse equivocado al adoptar dicha resolución.

Desde este punto de vista el recurso de hecho implica un doble examen.

Como hemos expresado, se encuentra estrechamente vinculado con el recurso de apelación,


ya que únicamente puede deducirse con respecto a la concesión o denegación de la apelación. No puede ser
utilizado con respecto a ningún otro recurso procesal.

El Código Procesal Penal trata de él en un solo artículo y no obstante que la doctrina ha


puesto en duda su calificación como recurso, lo denomina precisamente de esta manera.

En materia procedimental penal no tiene importancia distinguir si se trata de un recurso de


hecho verdadero o falso para los efectos de su tramitación. Al contrario de lo que ocurre en materia civil, en
que la tramitación es diferente según se trate de uno u otro; en materia procedimental penal ambos recursos se
sustancian de igual manera.

20.2.- Casos en que procede

De acuerdo con el Art. 369 del CPP, el recurso de hecho procede en las cuatro hipótesis
siguientes:

- Cuando el recurrente estima que el tribunal inferior denegó un recurso de apelación


que legalmente debió conceder;
- Cuando el tribunal concedió un recurso de apelación que era legalmente
improcedente;
- Cuando concedió un recurso de apelación en el solo efecto devolutivo debiendo
haberlo otorgado en ambos efectos; y
- Cuando, por el contrario, concedió una apelación en ambos efectos debiendo haberla
otorgado en el solo efecto devolutivo.

20.3.- Tribunal ante el cual se presenta y tribunal que conoce de él

El Art. 369 del CPP, siguiendo el esquema del Código de Procedimiento Civil, establece que
el recurrente de hecho deberá interponer su recurso directamente ante el tribunal superior -que es el que debe
conocer del recurso de apelación- para que éste resuelva si debe o no concederse la apelación y, en caso
afirmativo, cuáles deben ser sus efectos.

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20.4.- Plazo para deducir el recurso

El citado Art. 369 estatuye que este plazo será de tres días.

Sin embargo dicha norma no cuidó de precisar la fecha precisa desde la cual debe contarse
este plazo.

En materia procedimental civil esta cuestión tiene importancia porque la situación no es la


misma según se trate de un recurso deducido en contra de una apelación denegada o concedida. En el primer
caso, los autos deben permanecer en poder del juez de primera instancia y el plazo tendría que contarse desde
la notificación de la resolución denegatoria. El Art.203 del CPC., señala al efecto: “La parte agraviada podrá
ocurrir al superior respectivo, dentro del plazo que concede el artículo 200, contado desde la notificación de la negativa,
para que declare admisible dicho recurso”. En el segundo, como quiera que en cualquiera de las hipótesis de
concesión del recurso de apelación, los antecedentes se habrán remitido al tribunal de alzada, el plazo debería
contarse desde la recepción de dichos antecedentes en la secretaría de este último. Así lo estatuye el Art. 196
del CPC, que prescribe “la parte agraviada, dentro del plazo que establece el artículo 200, podrá pedir al superior que
desde luego declare admitida la apelación en ambos efectos; sin perjuicio de que pueda solicitarse igual declaración, por vía
de reposición, del tribunal que concedió el recurso”.

En materia procedimental penal la situación es diferente, puesto que la ley no estableció, en


forma expresa, la obligación de los intervinientes de hacerse parte en segunda instancia. No dijo que fuera
aplicable a este respecto el Art. 200 del Código de Procedimiento Civil, lo que ha generado serias dudas entre
los intérpretes del Derecho acerca de la subsistencia de esta obligación.

Ante la ausencia de una norma que resuelva concretamente la situación planteada,


estimamos que el plazo de tres días en materia penal deberá contarse desde que se notifique al recurrente la
resolución que se pronuncia sobre la concesión o denegación de la apelación.

Esta solución, por lo demás, permite interponer el recurso de hecho dentro de plazo,
cualquiera que sea el fundamento de su procedencia.

20.5.- Requisitos formales del recurso

Aun cuando el citado Art. 369 CPP no lo dice expresamente, no cabe dudas, por su contexto,
que el recurso de hecho debe presentarse, por escrito, ante el tribunal que debe conocer de la apelación y que
dicho escrito deberá contener una breve reseña de los fundamentos del recurso y, desde luego, la petición
concreta que se efectúa.

20.6.-Tramitación

Presentado el recurso de hecho, “el tribunal de alzada solicitará, cuando correspondiere, los
antecedentes señalados en el Art. 371 y luego fallará en cuenta. Si acogiere el recurso por haberse denegado la apelación,
retendrá tales antecedentes o los recabará, si no los hubiese pedido, para pronunciarse sobre la apelación.”

Como puede observarse, la tramitación para ambas clases de recurso de hecho, verdadero o
falso, es la misma.

Una vez que se haya presentado el recurso en la Secretaría de la Corte de Apelaciones


respectiva con los antecedentes necesarios que incluirán copia autorizada de la resolución impugnada, de su
notificación y de la personería del apelante, el tribunal de alzada podrá recabar la remisión de “los
antecedentes señalados en el Art. 371", esto es, copia fiel de la resolución impugnada y de “todos los
antecedentes que fueren pertinentes para un acabado pronunciamiento sobre el recurso.” En la práctica, la
remisión se efectúa electrónicamente, por E-mail, y luego la Corte falla el recurso en cuenta, esto es, con la sola
cuenta del Relator.

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Cabe observar que la norma transcrita no se refirió a la petición de informe del juez
recurrido, exigida por el Código de Procedimiento Civil para el denominado verdadero recurso de hecho. Ante
la ausencia de tal exigencia, estimamos que dicho informe no resulta procedente en este caso.

20.7.- Fallo del recurso

La ley se limitó a decir que este recurso debe fallarse en cuenta, lo que equivale a expresar
que debe fallarse con la sola cuenta del Relator, agregando que si se acogiere el recurso de hecho por haberse
denegado la apelación, retendrá tales antecedentes o los recabará, si no los hubiese pedido, para pronunciarse
sobre el recurso de apelación.

Creemos que sobre este respecto debe hacerse una distinción:

a) Si el tribunal superior acogiere el recurso de hecho interpuesto por haberse denegado


la apelación siendo ella procedente, el tribunal de alzada dejará sin efecto la resolución denegatoria del
juez de garantía y declarará precisamente que se concede el recurso de apelación interpuesto, en los efectos
que proceda legalmente, disponiendo la retención del registro y demás antecedentes, o los recabará si no los
hubiere pedido, para conocer y fallar la apelación.

b) Si rechazare un recurso de hecho deducido para que se declare improcedente un recurso


de apelación otorgado por el juez inferior, lo que importa mantener la vigencia de la apelación, procederá
como en el caso anterior para conocerla y fallarla.

c) Si acogiere el recurso de hecho ejercido para que se conceda una apelación en un efecto
distinto al otorgado, revocará la resolución del juez de garantía, en lo apelado, estableciendo el efecto que
legalmente corresponda, lo que comunicará a dicho juez para que continúe o no el procedimiento o la
ejecución del fallo, según corresponda.

21.- Recurso de Nulidad

21.1.- Antecedentes históricos de su establecimiento

El Proyecto de Código Procesal Penal remitido por el Ejecutivo al Congreso Nacional no


contemplaba el recurso de NULIDAD, establecido actualmente en los Arts. 371 a 387 de dicho cuerpo legal.

Contenía, en cambio, un recurso de CASACIÓN en sus Arts. 428 a 445, que no hacía
distinción entre casación de forma y de fondo y que había sido concebido como un recurso desformalizado y
con causales amplias y abiertas para facilitar su interposición, esto último, tomando en cuenta que no se había
consultado el recurso de apelación en contra de las resoluciones del tribunal de juicio oral en lo penal. Su
conocimiento y fallo se entregaba en ocasiones a la Corte Suprema y en otras a la Corte de Apelaciones
respectiva.

Era, pues, diferente al antiguo recurso de casación reglamentado en el Código de


Procedimiento Penal, al que reemplazaba.

Cuando el Proyecto fue estudiado en la comisión de Constitución, Legislación y Justicia de la


Cámara de Diputados se le introdujeron diversas modificaciones, más bien, de tipo formal. Sin embargo, como
se estimó que faltaba un medio eficaz para corregir aquellas sentencias definitivas condenatorias que se
apartaran manifiesta y arbitrariamente de la prueba rendida en el juicio oral, se propuso un nuevo recurso, que
se denominó “Extraordinario”, el que se reglamentó en los Arts. 409 al 414, en la numeración del proyecto
enviado por el Poder Ejecutivo.

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El conocimiento de este recurso extraordinario se entregó a las Cortes de Apelaciones,
debiendo entenderse que su interposición implicaba la renuncia a la casación, a menos que ambos se dedujeran
conjuntamente, caso en el cual debían tramitarse y fallarse juntos.

En cuanto a la forma y plazo para ejercerlo, se disponía que debía ejercerse por escrito dentro
de los quince días siguientes a la notificación de la sentencia impugnada.

Debía ser conocido y fallado en audiencia oral. Si fuera acogido, debía disponerse la nulidad
de la sentencia y la realización de un nuevo juicio oral por el tribunal que correspondiera.

Cuando la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado estudió


esta materia el tema fue relacionado con la reformulación del papel de la Corte Suprema.

Como fruto de este estudio, se llegó a la conclusión que era menester refundir el recurso de
casación contenido en el Proyecto primitivo y el extraordinario referido recién en uno solo, que fue
denominado recurso de nulidad, privilegiándose la competencia de las Cortes de Apelaciones para su
conocimiento y fallo.

Se sostuvo que el recurso extraordinario propuesto, si bien, respondía a una preocupación


razonable de la Cámara de Diputados, por la arbitrariedad con que pudiera ser valorada la prueba producida
en el juicio oral, la solución que se proponía no era la más adecuada, teniendo presente que en el nuevo
sistema procedimental penal, los jueces deben gozar de LIBERTAD para ponderar la prueba, con las únicas
limitaciones de no contradecir las reglas de la lógica formal, las máximas de la experiencia y los conocimientos
científicamente afianzados.

Si bien, el recurso de casación del Proyecto primitivo y el de nulidad, actualmente vigente,


resultan similares en cuanto a los tribunales que deben conocer de ellos, causales que los hacen procedentes, y
efectos que son llamados a producir cuando son acogidos, difieren sustancialmente en varios aspectos.

Desde luego, en el recurso de nulidad se precisan de mejor forma las causales que pueden
invocarse, incluyendo, además de los derechos y garantías asegurados por la Constitución Política de la
República, los cautelados por los Tratados Internacionales ratificados por Chile que se encontraren vigentes y
se determinan, también, con mayor precisión, qué recursos deben elevarse a la Corte Suprema y cuáles a las
Cortes de Apelaciones, privilegiando, como se ha dicho, la competencia de estas últimas.

En el recurso de nulidad se introduce, además, una norma que, en forma incipiente, y al


igual que en la casación civil, pretende uniformar la jurisprudencia cuando existan decisiones diferentes de los
tribunales superiores sobre una determinada forma de aplicar o interpretar una disposición legal, caso en el
cual el conocimiento y fallo del recurso se entrega a la Corte Suprema.

21.2.- Concepto

De acuerdo con lo dispuesto en el Art.372 del CPP, el recurso de nulidad es el que se concede
para invalidar el juicio oral y la sentencia definitiva, o solamente esta última, cuando en cualquiera etapa del
procedimiento o en el pronunciamiento de la sentencia, se hubieren infringido sustancialmente los derechos o
garantías asegurados por la Constitución Política de la República o por los tratados internacionales ratificados
por Chile que se encontraren vigentes; o cuando se hubiere hecho una errónea aplicación del derecho que
hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo; o cuando concurrieren algunos de los
denominados motivos absolutos de nulidad contemplados en el Art. 374 del CPP

El legislador dejó claramente establecido que el recurso de nulidad es el medio para anular o
invalidar: el juicio oral y las sentencias dictadas al final de dicho juicio por el tribunal oral en lo penal, o
solamente estas últimas, cumpliendo de esta manera el mismo objetivo que el recurso de casación en materia
civil. Empero, en materia procedimental penal el recurso de nulidad adquiere una mayor importancia debido a

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la inexistencia del recurso de apelación, lo que virtualmente lo convierte en el cauce obligado para canalizar
los agravios de los intervinientes.

Conviene señalar que el recurso de nulidad, como todo recurso, se ejerce en contra de
resoluciones judiciales, en este caso, SENTENCIAS DEFINITIVAS, por haber incurrido éstas en infracciones a
las normas constitucionales, a las contenidas en los tratados internacionales ratificados por Chile y
actualmente vigentes o en contra de las demás disposiciones legales, siempre que estas infracciones hayan
influido en lo dispositivo de las sentencias. Pero, también se ejerce en contra de las mismas resoluciones
cuando se han pronunciado en un procedimiento que adolece de vicios u omisiones que, igualmente, debido a
su magnitud y gravedad, han influido sustancialmente en lo dispositivo de las sentencias.

Conviene precisar, finalmente, que el recurso de nulidad sólo procede en contra de las
sentencias definitivas; no puede ejercerse en contra de las sentencias interlocutorias, autos ni decretos.

21.3.- Sentencias definitivas en contra de las que procede

El recurso de nulidad puede interponerse:

a)En contra de las SENTENCIAS DEFINITIVAS pronunciadas por el tribunal de juicio


oral en lo penal que pone término al juicio oral, para anularlo junto con la sentencia pronunciada, o sólo
para invalidar esta última.

b) En contra de las SENTENCIAS DEFINITIVAS pronunciadas por el juez de garantía en


el procedimiento simplificado de acuerdo con lo dispuesto en el Art.399 del C.P.P. el que señala “Contra la
sentencia definitiva sólo podrá interponerse el recurso de nulidad previsto en el Título IV del Libro
Tercero. El fiscal requirente y el querellante, en su caso, sólo podrán recurrir si hubieren concurrido al
juicio.”

c) En contra de las SENTENCIAS DEFINITIVAS dictadas por el juez de garantía en el


procedimiento por delito de acción penal privada, toda vez que el Art. 405 del C.P.P. dispone que en lo no
previsto en el título que trata de este procedimiento deben aplicarse supletoriamente las normas del Título
I, que se refieren precisamente al procedimiento simplificado.

Como la ley no dio ninguna regla especial para la interposición, tramitación y fallo del
recurso de nulidad en estas dos últimas clases de procedimiento, se concluye que deberán aplicarse, en
general, las normas que sobre este particular se contienen en los Arts. 372 a 387 del CPP.

Recordemos, por último, que la SENTENCIA DEFINITIVA dictada por el juez de garantía
en el procedimiento abreviado sólo puede ser impugnada, conforme a lo previsto en el Art.414 del CPP, por el
recurso de apelación, el que, en este caso, debe concederse en ambos efectos.

21.4.- Finalidades del recurso de nulidad

Fundamentalmente son tres:

1º.) Asegurar el cumplimiento de las garantías y derechos fundamentales de la persona.

Están destinadas a cautelar especialmente las normas de un “racional y justo procedimiento”


contenidas en el Art.19 Nº 3º de la Constitución Política.

El Art. 373 del CPP, que se refiere a las causales genéricas del recurso de nulidad, dispone
que este recurso procederá cuando en el PROCEDIMIENTO o en el PRONUNCIAMIENTO DE LA
SENTENCIA se hubieren infringido sustancialmente derechos o garantías asegurados por la Constitución
Política de la República o por los Tratados internacionales ratificados por Chile, que se encuentren vigentes.

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2º.) Precisar la correcta y uniforme aplicación del Derecho en materia penal.

Esta finalidad se encuentra instituida en el mismo artículo 373, referido, el cual dispone que
podrá ejercerse el recurso de nulidad cuando en la dictación de la sentencia se hubiere hecho una errónea
aplicación del derecho que hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo. Ella consiste en
observar un criterio uniforme en la aplicación del Derecho, en general, aparte de la uniformidad en la
aplicación de las normas constitucionales y de las contenidas en los tratados internacionales, exigidas por el Nº
1 del Art. 373, en términos de producir una igualdad entre las partes, favoreciendo, además, una
jurisprudencia igualitaria de los tribunales.

Cabe señalar que, no obstante que en materia civil esta finalidad es propia del recurso de
casación en el fondo, el inciso segundo del Art. 376 del Código Procesal Penal ha entregado su conocimiento a
las Cortes de Apelaciones, alterando el sistema anteriormente vigente.

3º.) Subsanar los vicios u omisiones del procedimiento o de la sentencia.

Las causales del recurso de nulidad, llamadas por el legislador, motivos absolutos de
nulidad, están instituidas en el Art. 374 del CPP y han sido objeto de un tratamiento especial como veremos en
el párrafo correspondiente.

De la simple lectura de estas causales de nulidad aparece una clara correspondencia con
algunas de las causales específicas del recurso de casación en la forma en materia civil, cumpliéndose de esta
manera el doble objetivo que tenía el antiguo recurso de casación penal.

21.5.- Consideraciones generales acerca del recurso de nulidad

a) Una solución necesaria ante la ausencia del recurso de apelación.

La circunstancia de que no exista un recurso de apelación para revisar las resoluciones del
tribunal de juicio oral en lo penal, incompatible, como se ha dicho, con el nuevo sistema de enjuiciamiento
criminal, debiera convertir al recurso de nulidad en el recurso ordinario para impugnarla.

El legislador, consciente de esta circunstancia tuvo que concebir un recurso de nulidad de


carácter desformalizado y con causales amplias y genéricas para facilitar su interposición, pero, que, en todo
caso, no significara establecer una segunda instancia encubierta.

De lo expresado se sigue que el juicio oral es conocido y fallado en única instancia por el
tribunal penal oral, sin perjuicio de que pueda ser invalidado.

Este recurso implica dar una salida legítima a la situación que pudiera producirse por la falta
de un recurso de apelación frente a la existencia de un procedimiento visiblemente viciado, o de una decisión
manifiestamente injusta.

Por su intermedio, las partes pueden perseguir la invalidación del procedimiento y la


sentencia dictada o sólo de esta última, lo que dependerá de la causal de nulidad que invoquen.

b) No se hace distinción entre causales de forma o de fondo.

Una de las características del recurso de nulidad instaurado es la de que, no obstante que es
similar al recurso de casación en materia civil, no distingue entre causales de forma o de fondo como aquél, lo
que habría permitido que pudiera ser dividido o clasificado en dos recursos distintos, si bien similares en
cuanto a sus efectos como en materia civil.

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Como se sabe, en materia civil, la casación de fondo está reservada a la Corte Suprema de
Justicia, quien conoce de ella en forma exclusiva. Esta casación se funda en la infracción de ley cuando ha
influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo.

En el nuevo sistema procedimental penal, en cambio, conocen del recurso, tanto la Corte
Suprema como las Cortes de Apelaciones, sin tomar mayormente en cuenta si la causal invocada se refiere a la
forma o al fondo.

La circunstancia de que el recurso de nulidad no hiciera la distinción referida, además de


simplificar la elaboración y tramitación del recurso, ha facilitado la opción tomada por el legislador de entregar
mayoritariamente el conocimiento de este recurso a las Cortes de Apelaciones.

c) Se privilegian las causales genéricas.

En cuanto al carácter de las causales, se mantuvo en el Congreso el criterio del Proyecto


remitido por el Ejecutivo en el sentido de establecer causales genéricas y amplias teniendo presente, como se
ha dicho, que al no existir un recurso de apelación debía proporcionarse a los intervinientes, especialmente al
imputado cuando fuera condenado, la posibilidad de recurrir al tribunal superior para exponer sus agravios y
tratar de solucionarlos por esta vía.

Concretamente, se sostuvo que “Estructurar el recurso sobre la base de causales específicas


expondría a vulnerar esta garantía porque dejaría excluidas algunas materias que no podrían ser objeto del
recurso”.

Como hemos expresado, el Art. 373 del CPP estableció causales genéricas al tratar de los
objetivos del recurso.

Además debe señalarse que el recurso incorpora, en forma expresa, la infracción de las
normas relativas a los derechos y garantías establecidos no sólo por la Constitución Política de la República
sino que por los Tratados Internacionales ratificados por Chile y que se hallaren vigentes, cuestión esta última
que resulta posible al amparo del Art. 5 de Constitución.

Cabe destacar que, entre los derechos y garantías amparados por el recurso de nulidad, se
encuentra el racional y justo procedimiento que, a su vez, comprende otras garantías, como la igualdad ante la
ley, la existencia de un tribunal imparcial y pre establecido, y la defensa jurídica.

d) Perjuicio para el recurrente en el recurso de nulidad.

La existencia de un perjuicio para el interviniente que recurre sigue siendo un requisito


necesario para justificar el ejercicio de un recurso. El Art.159 del CPP lo instituye como uno de los principios
básicos en esta materia al establecer: “Sólo podrán anularse las actuaciones o diligencias judiciales defectuosas del
procedimiento que ocasionaren un perjuicio reparable únicamente con la declaración de nulidad.” Dicha norma agrega
que existe perjuicio “cuando la inobservancia de las formas procesales atenta contra las posibilidades de actuación de
cualquiera de los intervinientes en el procedimiento”.

El Art. 160 del mismo Código añade que “Se presumirá de derecho la existencia del perjuicio si la
infracción hubiere impedido el pleno ejercicio de las garantías y de los derechos reconocidos en la Constitución, o en las
demás leyes de la República.”

Como hemos expresado, el Art. 352 con que comienza el Libro III del C.P.P. destinado a los
Recursos, señala que podrán recurrir en contra de las resoluciones judiciales, el ministerio público y lo demás
intervinientes “agraviados por ellas”.

Debemos tener presente que la demostración del perjuicio no será necesaria cuando el
recurso de nulidad se funde en algunos de los motivos absolutos de nulidad, dado que el Art. 374 señala

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expresamente que “El juicio y la sentencia serán siempre anulados....”, lo que implica, en nuestro concepto, que
el legislador ha presumido en estos casos la existencia de un perjuicio. A este respecto cabe señalar que es tal
la importancia que se concede a estas causales que el legislador, como una rara excepción, permite que la
Corte, de oficio, acoja un recurso de nulidad deducido por el imputado, por una causal distinta de la invocada
por aquél, siempre que se trate de un motivo absoluto de nulidad. Así lo dispone expresamente el inciso
segundo del Art. 379 del CPP.

e) Valoración de la prueba.

No obstante la crítica que formuló la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y


Reglamento del Senado al recurso extraordinario creado por la Cámara de Diputados debido a la naturaleza de
la causal que justificaba su interposición, y como, en todo caso, encontró razonable su preocupación por esta
materia, según se dijo, recogiendo su inquietud, incluyó, entre los motivos absolutos de nulidad, el hecho de
que la sentencia hubiere omitido alguno de los contenidos que necesariamente deben figurar en ella, entre los
cuales se cuenta la valoración de los medios de prueba que fundamentaren las conclusiones acerca de los
hechos y circunstancias que se dieren por probados.

Se sostuvo que apreciar bien o mal la prueba no es un aspecto que esté sujeto al control del
tribunal superior por la vía de la nulidad, pero que “otra cosa es la revisión que éste puede hacer acerca de la
relación lógica entre la valoración de la prueba que los sentenciadores hacen y las conclusiones a que llegan en su fallo.”

f) El recurso de nulidad no da origen a una segunda instancia.

Como ya hemos señalado, el recurso de nulidad, al igual que la casación civil, no da origen a
una segunda instancia, entendiendo por tal el grado de jurisdicción que permite una doble revisión de los
hechos y del derecho.

Sólo el recurso de apelación hace posible esta doble revisión.

De tal manera, el juicio oral se conoce en única instancia. Lo propio acontece con el juicio
simplificado y con el de acción penal privada.

La Corte Suprema y la respectiva Corte de Apelaciones cuando conocen de un recurso de


nulidad, una vez que éste ha sido declarado admisible y durante la vista del recurso, se van a limitar a
examinar los antecedentes remitidos por el tribunal inferior y, especialmente a oír los alegatos del recurrente y
del recurrido para determinar:

- si la causal o infracciones alegadas como fundamento del recurso se encuentran


contempladas en la ley;
- si los hechos invocados para configurarlas se encuentran debidamente demostrados y
configuran efectivamente dichas causales;
- si los vicios o infracciones denunciadas han influido sustancialmente en lo
dispositivo del fallo; y
- si el vicio o infracción legal aducidos han ocasionado un perjuicio cierto al recurrente
que sólo puede subsanarse mediante la invalidación solicitada.

En caso que el tribunal ad quem verifique la concurrencia de estas exigencias, acogerá el


recurso y, consiguientemente, declarará la nulidad requerida.

En caso contrario, desechará el recurso, estableciendo que la sentencia y el procedimiento son


válidos, devolviendo los antecedentes al tribunal a quo para que proceda al cumplimiento de la primera.

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21.6.- Causales del recurso de Nulidad

Como hemos dicho, siguiendo el criterio del Ejecutivo, se entregó el conocimiento del
recurso de nulidad a dos clases de tribunales diferentes: la Corte Suprema y las Cortes de Apelaciones,
dependiendo de la causal invocada.

Estudiaremos las causales de nulidad junto con indicar el tribunal que debe conocer de ellas.

21.6.1.- Causales que son de la competencia de la CORTE SUPREMA

a.1) Relativa a la infracción de normas constitucionales y de los tratados internacionales


ratificados por Chile y actualmente vigentes.

El Art. 376 del CPP dispone que este tribunal será competente para conocer del recurso de
nulidad tendiente a invalidar el juicio oral y la sentencia: “Cuando en cualquiera etapa del procedimiento o en el
pronunciamiento de la sentencia, se hubieren infringido sustancialmente derechos y garantías asegurados por la
Constitución o por los tratados internacionales ratificados por Chile que se encuentren vigentes.”

Se trata, por cierto, de causales genéricas de la más alta trascendencia que miran a proteger
los principios y garantías establecidos en la Constitución Política o en los Tratados Internacionales referidos y
que por su naturaleza corresponden a todas las personas, especialmente el “racional y justo proceso”, como se
ha dicho.

La Corte Suprema deberá resolver si el capítulo de invalidación propuesto tiene o no mérito


bastante, en caso de hallarse comprobado, para producir la invalidación del juicio oral y la sentencia o sólo de
esta última. Para ello tomará en consideración la etapa en que se habría producido la infracción y su carácter y
magnitud.

Al resolver estas delicadas materias, la Corte Suprema deberá fijar la correcta interpretación,
no solo de las normas constitucionales, fijando su debida interpretación y aplicación, sino que además, estos
mismos extremos con respecto a las normas contenidas en los tratados internacionales, relativos a los derechos
y garantías de las personas, entre los que destacan la Convención Americana de Derechos Humanos, o Pacto
de San José de Costa Rica, y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.

a.2) Cuando existen diferentes interpretaciones de un mismo precepto legal por parte de
los tribunales superiores.

El Art. 376 del CPP dispone que corresponderá a la Corte Suprema conocer además del
recurso de nulidad cuando se fundare en haber incurrido la sentencia en una errónea aplicación del derecho
que hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo, en caso que respecto de la materia propuesta
existieren distintas interpretaciones por los tribunales superiores de justicia.

Como hemos señalado, el conocimiento del recurso de nulidad cuando se fundare en la


errónea aplicación del Derecho que haya influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo y siempre que no
se trate de normas constitucionales o de las contenidas en los tratados internacionales, le corresponde a la
Corte de Apelaciones respectiva, pero cuando existieren distintas interpretaciones sobre una misma materia de
derecho por parte de los tribunales superiores, el conocimiento de este recurso le corresponderá a la Corte
Suprema, lo que tiene el claro propósito de que sea este último tribunal quien proporcione la interpretación
que legalmente proceda y que permita uniformar la jurisprudencia.

El recurrente, en este caso, al intentar el recurso, deberá demostrar las distintas


interpretaciones dadas a un mismo precepto legal por parte de los tribunales superiores, esto es, por la Corte
Suprema y por las Cortes de Apelaciones.

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La Comisión respectiva del Senado dejó constancia que correspondía a la Corte Suprema
“fijar estándares jurídicos básicos”, función que, se dijo, no sólo es de control sino que de carácter normativo, de
la cual deberían emanar ciertos criterios que apuntaran a la uniforme aplicación del Derecho.

Sin embargo, debe tenerse presente, que si bien, es posible lograr por este medio un mayor
grado de certeza, necesario para dar seguridad y estabilidad a las relaciones jurídicas y a la manera de
entender el sentido y alcance de las normas legales, no debe olvidarse que no forma parte de la tradición ni de
la cultura jurídica chilena, el denominado “precedente” obligatorio, propio del sistema anglo americano, el que
pugnaría con todo el sistema positivo nacional y con la independencia de que gozan legalmente los tribunales
para interpretar la ley y el derecho al resolver una contienda o controversia sometida a su conocimiento.

a.3) Cuando, al menos, una de las varias causales en que se funda el recurso corresponde
legalmente a la Corte Suprema.

El mismo artículo 376 CPP prescribe que igualmente corresponderá a la Corte Suprema el
conocimiento del recurso de nulidad cuando se fundare en distintas causales y una de ellas deba ser de su
conocimiento, o cuando se tratare de distintos recursos de nulidad contra la misma sentencia y entre las
causales propuestas figure una que sea legalmente del conocimiento de dicho tribunal.

Al respecto el inciso final del citado Art. 376 previene: “Del mismo modo, si un recurso se
fundare en distintas causales y por aplicación de las reglas contempladas en los incisos precedentes correspondiere el
conocimiento de al menos una de ellas a la Corte Suprema, ésta se pronunciará sobre todas ellas. Lo mismo sucederá si se
dedujeren distintos recursos de nulidad contra la sentencia y entre las causales que los fundaren hubiere una respecto de la
cual correspondiere pronunciarse a la Corte Suprema.”

21.6.2.- Causales que son de la competencia de las CORTES DE


APELACIONES

El inciso segundo del Art. 376 del C.P.P. dispone que la Corte de Apelaciones respectiva será
competente para conocer del recurso de nulidad:

- Cuando éste se fundare en haberse hecho una errónea aplicación del derecho en la
sentencia que hubiere influido sustancialmente en su parte dispositiva; y

- Cuando se fundare en cualquiera de las causales del Art. 374, que, como expresamos,
contemplan los motivos absolutos de nulidad.

b.1) Cuando el recurso se funde en una errónea aplicación del derecho con influencia
sustancial en lo dispositivo del fallo.

En primer término conviene dejar establecido que debe tratarse de la infracción de un


precepto legal que no se halle incorporado en la Constitución Política de la República o en algún tratado
internacional ratificado por Chile y que se hallare actualmente vigente, ya que, en caso contrario, el
conocimiento del recurso le correspondería a la Corte Suprema, según ya hemos dicho.

Por otra parte, conviene precisar que la letra b) del Art. 373 del C.P.P. se refiere a la errónea
aplicación del DERECHO, lo que significa que comprende no solo los preceptos legales, codificados o no, sino
que además los Decretos Leyes, los Decretos con Fuerza de Ley, y la costumbre en los casos en que según la ley
constituya derecho.

Como puede observarse, al haber entregado la ley a las Cortes de Apelaciones el recurso de
nulidad cuando éste se funda en una infracción de ley que influya sustancialmente en lo dispositivo del fallo,
innovó profundamente en la situación existente con anterioridad, ya que siempre se estimó -y así lo establecía
el antiguo Código de Procedimiento Penal y lo sigue estatuyendo el de Procedimiento Civil con respecto al

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recurso de casación- que el conocimiento y fallo de las infracciones de LEY que tengan incidencia decisiva en
el pronunciamiento del fallo es de la competencia exclusiva de la Corte Suprema.

La razón de este profundo cambio de criterio radica en que se estimó por la Comisión de
Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado, que debía darse más énfasis a la función de
gobierno judicial que compete a la Corte Suprema y, en este contexto contemplar la posibilidad que, al menos,
“en lo que concierne al conocimiento de los recursos penales ella quede más aliviada de su carga de trabajo, y
en condiciones de enfrentar de mejor manera los nuevos requerimientos derivados del aumento sustancial de
los tribunales que contempla la reforma”.

Cuando se estudió esta competencia en la citada Comisión, se relacionó esta materia con el
papel de la Corte Suprema. Al respecto, se sostuvo que guiados por el prestigio de ese alto tribunal, “el
constituyente y el legislador han ido entregando cada vez mayores atribuciones, tanto a ella como a los señores
ministros que la integran, cada una de las cuales puede haberse justificado plenamente en su momento, pero lo
cierto es que la acumulación de ellas parece haber excedido los límites que aconsejaría la eficiencia para el
buen cumplimiento de sus funciones esenciales.”

Conforme a los razonamientos reproducidos, la citada Comisión estableció, como regla


general que la revisión de los fallos de los tribunales de juicio oral en lo penal debía quedar radicada en las
Cortes de Apelaciones, lo que, otra parte, tendría la ventaja de acercar la fecha de la revisión a la época en que
ocurrieron los hechos, satisfaciendo de esta manera la necesidad de acercar la administración de justicia a los
ciudadanos.

La misma Comisión tuvo además en consideración que la solución adoptada no significaría


recargar el trabajo de las Cortes de Apelaciones teniendo presente que debido a las salidas alternativas del
sistema el número de causas que debieran llegar a juicio oral tendría que ser necesariamente reducido

b.2) Motivos absolutos de nulidad.

El Art. 374 del CPP, manteniendo el criterio adoptado por el recurso de casación contenido
en el Proyecto primitivo remitido al Congreso por el Poder Ejecutivo, estableció motivos absolutos de nulidad,
de tal manera que la existencia de uno de ellos deviene en que el juicio penal oral o la sentencia dictada en él,
deberán ser necesariamente anulados.

Incluso se concedió a las Cortes, como se ha dicho, la facultad para invalidar de oficio el
juicio penal oral o únicamente la sentencia cuando concurriera alguno de estos motivos, aunque no hubieran
sido invocados por el recurrente, pero siempre que el recurso se hubiere deducido en favor del imputado.

Conforme a lo dispuesto en el Art. 274 del CPP estos motivos absolutos de nulidad son los
siguientes:

1º.) “Cuando la sentencia hubiere sido pronunciada por un tribunal incompetente, o no


integrado por los jueces designados por la ley; cuando hubiere sido pronunciada por un juez de garantía o
con la concurrencia de un juez de tribunal de juicio oral legalmente implicado, o cuya recusación estuviere
pendiente o hubiere sido declarada por tribunal competente; y cuando hubiere sido acordada por un menor
número de votos o pronunciada por un menor número de jueces que el requerido por la ley, o con la
concurrencia de jueces que no hubieren asistido al juicio.”

La letra anterior, como puede apreciarse, contempla varias situaciones diferentes que miran a
la competencia del tribunal penal oral; a la inhabilitación de los jueces que lo componen por implicancia o
recusación; al número de jueces o de votos necesarios para formar sentencia, o, en fin, a la inasistencia de los
jueces a la integridad de las audiencias del juicio oral. Cualquiera trasgresión a las normas que regulan estas
situaciones constituye una causal de invalidación y autoriza la interposición del recurso de nulidad en contra
de la sentencia dictada por dicho tribunal.

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La incompetencia, que puede ser absoluta o relativa, se refiere al tribunal de juicio oral en lo
penal, esto es, a la del tribunal que ha pronunciado la sentencia que se impugna o bien, y siguiendo el mismo
criterio, al juez de garantía que ha dictado la sentencia definitiva en el procedimiento simplificado o en el de la
acción penal privada.

La inhabilitación se refiere, en forma personal, a los jueces que, integrando el tribunal penal,
pronunciaron la sentencia reclamada, no obstante la implicancia o recusación que los afectaba en los casos
indicados en la ley.

La integración, que es propia de la Corte Suprema y de las Cortes de Apelaciones, debe


aplicarse, en este caso, a los tribunales de juicio oral en lo penal, atendido su carácter colegiado, y consiste en el
reemplazo de uno de los integrantes del tribunal que ha faltado a la audiencia respectiva por el juez que
determinadamente designa la ley.

Por último, debe señalarse que el Art. 17 del COT se encarga de señalar el número de jueces
que constituyen el tribunal de juicio oral en lo penal; el número de salas de que compone el tribunal respectivo;
la forma de integración de los jueces entre las distintas salas; y la distribución de las causas entre ellas.

Por su parte, el Art.19 del mismo Código, luego de indicar la forma como deben adoptarse
las decisiones en este tribunal colegiado, prescribe que “Sólo podrán concurrir a las decisiones del tribunal los jueces
que hubieren asistido a la totalidad de la audiencia del juicio oral”.
La decisión deberá ser adoptada por la mayoría de los miembros de la sala.”

2º.) “Cuando la audiencia del juicio oral hubiere tenido lugar en ausencia de alguna de las
personas cuya presencia continuada exigen, bajo sanción de nulidad, los Arts. 284 y 286";

Las normas legales mencionadas se refieren: la primera la presencia ininterrumpida de los


jueces y del ministerio público en la audiencia del juicio oral; y la segunda, a la presencia ininterrumpida del
defensor del imputado en la misma audiencia.

Sobre este respecto, el Art. 284 del CPP dispone que “La audiencia del juicio oral se realizará con
la presencia ininterrumpida de los jueces que integraren el tribunal y del fiscal, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo
258. “. Dicha norma agrega que “Cualquier infracción de lo dispuesto en este artículo implicará la nulidad del juicio
oral y de la sentencia que se dictare en él.”

Por su parte, el Art. 286 del CPP dispone que “La presencia del defensor del acusado durante toda
la audiencia del juicio oral será requisito de validez del mismo, de acuerdo con lo previsto en el artículo 103.
La no comparecencia del defensor a la audiencia constituirá abandono de la defensa y obligará al
tribunal a la designación de un defensor penal público de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 106.”

3º.) “Cuando al defensor se le hubiere impedido ejercer las facultades que la ley le
otorga”;

Esta causal no se refiere a la presencia ininterrumpida del defensor en las audiencias que se
han referido en la letra anterior, sino que a las trabas o impedimentos que se le hayan opuesto para ejercer su
labor en defensa de los derechos del imputado. Por ejemplo, ella existiría si le hubiera privado del derecho a
contra interrogar a los testigos de cargo presentados por el Ministerio Público.

4º.) “Cuando en el juicio oral hubiesen sido violadas las disposiciones establecidas por la
ley sobre publicidad y continuidad del juicio;

El Art. 289 del CPP dispone que la audiencia del juicio oral será pública, pero el tribunal
podrá disponer, a petición de parte y por resolución fundada, algunas de las medidas restrictivas a la
publicidad contempladas en la misma disposición, entre ellas, impedir el acceso del público en general u
ordenar su salida para la práctica de pruebas específicas.

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5º.) “Cuando, en la sentencia, se hubiere omitido alguno de los requisitos previstos en el
Art. 342, letras c), d) o e)”

El Art. 342 se refiere en estos numerales a los requisitos que debe contener la sentencia que
debe pronunciar el tribunal de juicio oral al término de dicho juicio, relativos: a las consideraciones o
fundamentos del fallo; a la decisión, expresada al final, relativa a la absolución o condena de los acusados por
cada uno de los delitos que la acusación les hubiere atribuido; y al pronunciamiento acerca de la aceptación o
rechazo de la demanda civil intentada.

Por su importancia los reproduciremos a continuación:

“c) La exposición clara, lógica y completa de cada uno de los hechos y circunstancias que
se dieren por probados, fueren ellos favorables o desfavorables al acusado, y la valoración de los medios de
prueba que fundamentaren dichas conclusiones de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 297;

d) Las razones legales o doctrinales que sirvieren para calificar jurídicamente cada uno de
estos hechos y sus circunstancias y para fundar el fallo;

e) La resolución que condenare o absolviere a cada uno de los acusados por cada uno de
los delitos que a acusación les hubiere atribuido; la que se pronunciare sobre la responsabilidad civil de los
mismos y fijare el monto de las indemnizaciones a que hubiere lugar.”

6º. “Cuando la sentencia se hubiere dictado con infracción de lo prescrito en el Art. 341";

Esta causal se refiere a la competencia ESPECÍFICA del tribunal penal oral.

Como dijimos anteriormente, la sentencia condenatoria no puede exceder el contenido de la


acusación. En consecuencia, agrega el Art. 341, no se podrá condenar por hechos o circunstancias no
contenidos en ella, sin perjuicio de la diferente calificación jurídica que pudiere efectuar el tribunal o de la
consideración de circunstancias agravantes de la responsabilidad penal no incluidas en ella.

Es la manifestación del principio de “congruencia” entre formalización, acusación y


sentencia que ya hemos estudiado.

7º.) “Cuando la sentencia hubiere sido dictada en oposición a otra sentencia criminal
pasada en autoridad de cosa juzgada.”

Sobre el particular debe recordarse el principio consagrado en el Art. 1º, inciso segundo del
CPP que preceptúa, “La persona condenada, absuelta o sobreseída definitivamente por sentencia ejecutoriada, no podrá
ser sometida a un nuevo procedimiento penal por el mismo hecho.”

El Art. 375 del CPP señala, finalmente, que “no causan nulidad los errores de la sentencia
recurrida que no influyeren en su parte dispositiva, sin perjuicio de lo cual la Corte podrá corregir los que advirtiere
durante el conocimiento del recurso.”

21.7.- Preparación del recurso de nulidad

El Art. 377 del CPP dispone que si la infracción que motivare el recurso de nulidad se
refiriere a una ley que regule el procedimiento, el recurso sólo será admisible cuando quien lo entable hubiere
reclamado oportunamente del vicio o defecto invocado.

Se trata de la preparación del recurso, semejante a la exigida para interponer un recurso de


casación en la forma civil. Por cierto no sería dable exigir este requisito cuando la causal se refiriera a una
infracción de ley cometida en la sentencia misma que influyera en su parte dispositiva, ya que, por razones
obvias, los vicios o defectos deben producirse en el procedimiento no en el pronunciamiento de una decisión

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para que fuera dable exigir un reclamo previo de ella que, en definitiva, es el objetivo perseguido por el
legislador.

El inciso final del Art. 165 prescribe que la solicitud de nulidad de alguna actuación o
diligencia del procedimiento constituirá suficiente preparación del recurso de nulidad para el caso en que el
tribunal no acoja dicha solicitud.

La misma norma expresa que no será necesaria esta reclamación en los siguientes casos:

- Cuando se tratare de alguno de los motivos absolutos de nulidad señalados en el Art. 374:
- Cuando la ley no admitiere recurso alguno en contra de la resolución que contuviere el
vicio o defecto;
- Cuando ésta hubiere tenido lugar en el pronunciamiento mismo de la sentencia que se
tratare de anular;
- Cuando dicho vicio o defecto hubiere llegado al conocimiento de la parte después de
pronunciada la sentencia.

La falta de preparación del recurso de nulidad es uno de los motivos de inadmisibilidad,


pero ésta sólo puede ser declarada por el tribunal ad quem; el tribunal a quo, o sea, el tribunal de juicio oral en
lo penal, no se halla facultado para declarar inadmisible el recurso por este motivo de acuerdo con lo prescrito
en el Art. 380 del C.P.P.

21.8.-Tribunal ante el cual se interpone y tribunal que lo falla

Como hemos dicho, este recurso se presenta ante el tribunal que hubiere dictado la sentencia
en contra de la cual se dirige: tribunal de juicio oral en lo penal si la sentencia se ha pronunciado para poner
término a un juicio oral o juez de garantía, si dicho fallo ha puesto término a un procedimiento por delito de
acción privada o a uno de carácter simplificado.

Es importante tener presente que este recurso no se interpone en forma conjunta ni


subsidiaria con ningún otro recurso, como ocurre en materia civil con los recursos de reposición, apelación,
casación en la forma y en el fondo.

El conocimiento y fallo del recurso de nulidad le corresponderá a la Corte Suprema o a la


Corte de Apelaciones respectiva, dependiendo de la causal invocada, según lo dispuesto por el Art. 376 del
CPP.

La dualidad de tribunales que pueden conocer y fallar el recurso de nulidad es una


característica especial que no se presenta en ningún otro recurso.

En todos los casos indicados, el recurso debe interponerse dentro del plazo de los diez días
siguientes a la notificación de la sentencia practicada a la parte que recurre.

21.9.- Requisitos del escrito de interposición

El recurso de nulidad deberá ser deducido por escrito y en él deberán consignarse los
fundamentos y las peticiones concretas que se formulen. Como sabemos, estas últimas determinan la
competencia específica del tribunal superior.

El recurso podrá fundarse en más de una causal y, si así ocurriere, deberá indicarse si se
invocan conjunta o subsidiariamente.

En todo caso, cada motivo de nulidad deberá ser fundado separadamente.

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Cuando el recurso se fundare en la causal prevista en el Art. 373, letra b), o sea, en la errónea
aplicación del derecho, y el recurrente sostuviere que por aplicación del inciso tercero del Art. 376, su
conocimiento y fallo correspondiere a la Corte Suprema, deberá indicar, además, los fallos en que se hubieren
sostenido las distintas interpretaciones que señala y acompañar copias de dichas sentencias o de las
publicaciones que se hubieren efectuado del texto íntegro de todas ellas.

El Art.359 del CPP dispone, además, que el escrito de interposición del recurso es la
oportunidad procesal de que goza el recurrente para ofrecer la prueba que en su concepto es necesaria para
acreditar las circunstancias que constituyeren la causal invocada, agregando que esta prueba deberá recibirse
en la audiencia decretada para la vista del recurso, de acuerdo con las reglas que rigen su recepción en el juicio
oral.

Cabe precisar que el Art. 379 del CPP previene que, interpuesto el recurso, no se podrán
invocar nuevas causales.

21.10.- Efectos de la interposición del recurso

El Art. 379 CPP dispone que la interposición de un recurso de nulidad suspende los efectos
de la sentencia condenatoria recurrida; en lo demás, agrega, se aplicará lo dispuesto en el Art. 355 del CPP que
prescribe que la interposición de un recurso en materia procedimental penal no suspende la ejecución de la
decisión impugnada.

Conforme a este predicamento, cuando se recurre de nulidad en contra de una sentencia


penal absolutoria, como no se suspenden sus efectos por el ejercicio del recurso, es menester poner en libertad
al acusado a quien favorece el fallo. Es lo que nos dice el Art. 153 del CPP, que prescribe, “El tribunal deberá
poner término a la prisión preventiva cuando dictare sentencia absolutoria y cuando decretare sobreseimiento definitivo o
temporal, aunque dichas resoluciones no se encuentren ejecutoriadas”.

Sin embargo, como puede resultar necesario asegurar la presencia del imputado hasta el
momento en que la respectiva resolución sea revisada por el tribunal superior, el tribunal inferior podrá
imponer, entre tanto, algunas de las medidas indicadas en el Art. 155 del mismo Código.

En cambio, si se trata de una sentencia condenatoria, el acusado que ha sido condenado a


una pena privativa de libertad no podrá ser ingresado a un establecimiento penitenciario a cumplir su condena
mientras no se resuelva el recurso de nulidad interpuesto, sin perjuicio de que se decreten en su contra otras
medidas cautelares. Es lo que preceptúa el Art.468 del CPP, que señala: “Las sentencias condenatorias penales no
podrán ser cumplidas sino cuando se encuentren ejecutoriadas.”

21.11.- Admisibilidad del recurso de nulidad en el tribunal a quo

De acuerdo con lo dispuesto por el Art. 380 del CPP, presentado el recurso ante el tribunal
que hubiere pronunciado la sentencia que se impugna, éste se pronunciará de plano sobre su admisibilidad.

La inadmisibilidad sólo podrá fundarse:

- en haberse deducido el recurso en contra de resolución que no fuere impugnable por este
medio; y
- en haberse interpuesto fuera de plazo.

Conforme a lo dispuesto en el mismo artículo, la resolución que declarare la inadmisibilidad


será susceptible del recurso de reposición, el que deberá ejercerse dentro de tercero día.

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Como puede observarse, la decisión acerca de la admisibilidad del recurso de nulidad es
muy simple para el tribunal a quo; únicamente debe limitarse a examinar el cumplimiento de estos dos
requisitos

21.12.- Antecedentes que deben remitirse al tribunal superior una vez


concedido el recurso

El Art. 381 CPP dispone textualmente: “Concedido el recurso, el tribunal remitirá a la Corte copia
de la sentencia definitiva, del registro de la audiencia del juicio oral o de las actuaciones determinadas de ella que se
impugnaren, y del escrito en que se hubiere interpuesto el recurso.”

Como expresamos a propósito del recurso de apelación, en materia procedimental penal no


existe el trámite de ordenar la confección de compulsas del expediente- expediente que, por otra parte, no
existe en esta clase de juicios- y por el mismo motivo tampoco rige la obligación que tiene el recurrente en
materia civil de encargar la confección de compulsas. En consecuencia, no existe para dicha parte el riesgo de
que se le pudiera tener por desistido del recurso en este caso.

La obligación de remitir al tribunal ad quem los antecedentes indicados en el Art. 381,


transcrito, es de cargo del tribunal a quo.

21.13.-Tramitación del recurso en el tribunal superior

a) Ingreso de los antecedentes a la Secretaría del tribual ad quem.

De acuerdo con lo dispuesto en el Art. 382 del CPP, y con las instrucciones impartidas por la
Corte Suprema en el Acuerdo de Pleno, a que ya nos hemos referido a propósito del recurso de Apelación, una
vez que ingrese el recurso de nulidad a la Secretaría de la Corte Suprema procedente de la Cortes de
Apelaciones respectiva, el Secretario del tribunal debe certificar la fecha de ingreso en los antecedentes
remitidos por el tribunal a quo y además debe incluirlos en un Libro de Ingreso, asignándoles un número de
orden, con el cual figurarán mientras dure la tramitación en el tribunal superior.

Desde la práctica de estos hechos, y sin que medie notificación, comienza a correr el plazo de
cinco días para que las demás partes:

- soliciten que se declare inadmisible el recurso;


- para que se adhieran a él; y
- para que formulen por escrito las observaciones que estimen pertinentes.

La adhesión al recurso deberá cumplir con todos los requisitos necesarios para interponer el
recurso de nulidad y su admisibilidad se resolverá de plano.

Como expresamos anteriormente, la comparecencia de las partes a proseguir el recurso


interpuesto no es un trámite obligatorio como ocurre en materia civil, sin perjuicio de que éstas deban asistir
obligadamente a la audiencia fijada para la vista del recurso.

Sobre este respecto damos por reproducidos los razonamientos expresados para obtener esta
conclusión.

b) Declaración de Admisibilidad del recurso por el tribunal ad quem.

Conforme a lo prescrito en el Art. 383 del C.P.P., una vez transcurrido el plazo señalado, el
tribunal ad quem deberá pronunciarse en cuenta acerca de la admisibilidad o inadmisibilidad del recurso.

Lo declarará inadmisible:

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- si la resolución no fuere impugnable por este medio:
- si se hubiere interpuesto fuera de plazo;
- si el escrito de interposición careciere de fundamentos de hecho o de derecho;
- si el mismo escrito careciere de peticiones concretas; y
- si el recurso no hubiere sido preparado oportunamente en los casos en que debió serlo.

Aún cuando la ley no lo dijo expresamente, se concluye por el contexto y espíritu de las
normas generales relativas a los recursos procesales penales, que una vez que el recurso sea declarado
admisible, el Presidente del tribunal superior deberá fijar determinadamente la fecha en que deberá celebrarse
la audiencia para su vista, resolución que, obviamente, deberá ser notificada a las partes.

Si lo declarare inadmisible por no cumplir el recurso con algunos de los requisitos, ya


estudiados, deberá devolver los antecedentes al tribunal inferior para que dé cumplimiento a la sentencia
impugnada. Esta interlocutoria es reponible en materia penal, ya que aún cuando el legislador no contempló
expresamente en este caso el recurso de reposición, éste resulta aplicable en virtud de la regla general del
Art.362 del C.P.P. El recurso deberá interponerse por escrito dentro de tercero día y deberá ser fundado.

Como veremos a continuación, el control de admisibilidad por el tribunal ad quem permite,


en ocasiones, controlar además la competencia de dicho tribunal para conocer del recurso de nulidad.

c) Casos en que la Corte Suprema está facultada para no emitir decisión acerca de la
admisibilidad del recurso de nulidad por estimar que es incompetente para conocer del recurso.

Se trata de situaciones en que no obstante que el recurso de nulidad se ha presentado en la


Secretaría de dicho tribunal por estimarlo competente, éste concluye que la competencia atribuida no le
corresponde ya que el recurso debe ser conocido y resuelto por una Corte de Apelaciones. Atendido lo
anterior, la Corte Suprema, sin pronunciarse sobre la admisibilidad del recurso, dispondrá que sea remitido a
la Corte de Apelaciones respectiva para que, si lo estima admisible, entre a conocerlo y a fallarlo en los
siguientes casos:

c.1) Si el recurso se fundare en la causal del Art. 373, letra a).

O sea, en la infracción de derechos y garantías asegurados por la Constitución o por los


tratados internacionales ratificados por Chile y actualmente vigentes, y la Corte Suprema estimare que de ser
efectivos los HECHOS en que se funda, serían constitutivos de algunas de las causales señaladas en el Art. 374
del CPP, esto es, algunos de los motivos absolutos de nulidad.

c.2) Si el recurso se fundare en la causal del Art. 373, letra b).

Esto es, en la errónea aplicación del derecho cuando sobre la materia existieren distintas
interpretaciones sostenidas por fallos diversos emanados de tribunales superiores, y la Corte Suprema
estimare que no existen las distintas interpretaciones invocadas, o, que en caso de existir, ellas no fueren
determinantes para la decisión de la causa; y

c.3) Si en algunos de los casos previstos en el inciso final del Art. 376, la Corte Suprema
estimare que concurre respecto de los motivos de nulidad invocados alguna de las situaciones previstas en
los dos párrafos precedentes.

Como hemos visto, el inciso final del Art. 376 se refiere a dos situaciones diferentes: aquellos
recursos que se fundan en distintas causales de nulidad y una de ellas corresponde a la Corte Suprema, o bien
diferentes recursos con causales distintas, cuando, al menos, una de ellas fuere de la competencia de dicha
Corte.

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La norma citada previene que en todos estos eventos la competencia le corresponderá a la
Corte Suprema.

Pues bien, del texto de la letra c) del Art. 383, expresado en términos algo confusos, aparece
que no obstante que el conocimiento del recurso le correspondería a la Corte Suprema en todos estos casos,
dicho tribunal puede no emitir pronunciamiento sobre la admisibilidad del recurso y remitir los antecedentes a
la Corte de Apelaciones respectiva para que si lo estima admisible, entre a conocerlo y a fallarlo, fundándose
en que algunas de las causales de nulidad invocadas en el recurso constituyen motivos absolutos de nulidad; o
en la circunstancia de que, en su concepto, no existen las distintas interpretaciones de los tribunales superiores
sobre una materia de Derecho, o que aún existiendo, no son determinantes para la decisión de la causa.

d) Vista del recurso.

Con respecto a la vista del recurso de nulidad rigen las reglas contenidas en los Arts. 356, 357
y 358 del CPP que ya hemos examinado a propósito del estudio de las normas generales sobre los recursos en
materia penal y que, entre otros temas, contienen reglas muy estrictas acerca de la suspensión de la vista.

-Recordemos, además, que la vista deberá hacerse en AUDIENCIA PÚBLICA, fijada con
toda precisión por el Presidente de la Corte, la que se iniciará con el anuncio de la causa en la forma usual y a
la que podrán asistir todos los que lo deseen.

-Enseguida, y sin mediar relación, se otorgará la palabra al recurrente para que exponga los
fundamentos del recurso, así como las peticiones concretas que formulare.

-Luego, se hará lo propio con el recurrido.

-Finalmente, se volverá a ofrecer la palabra a los intervinientes con el fin de que formulen
aclaraciones respecto de los hechos y del derecho.

En virtud de estas exposiciones, el tribunal tomará conocimiento acerca de los fundamentos


de hecho y de derecho del recurso, así como de las peticiones concretas formuladas, para lo cual, además,
cualquier miembro del tribunal podrá “formular preguntas a los representantes de las partes o pedirles que
profundicen su argumentación o la refieran a algún aspecto específico de la cuestión debatida.”, conforme a la
facultad conferida por el Art. 358 del CPP.

-A continuación, se recibirá la prueba que hubiere ofrecido el recurrente en el escrito en que


interpuso el recurso, en caso que ella resultare procedente.

La prueba se rendirá en la misma forma que en el juicio oral.

El Art. 359 CPP prescribe que, “En caso alguno la circunstancia de que no pudiere rendirse la
prueba dará lugar a la suspensión de la audiencia.”

- Concluido el debate, el Presidente de la Sala pondrá término a la audiencia y los jueces


que hubieren integrado la sala respectiva, tendrán el plazo de veinte días para fallar el
recurso, debiendo citar a los intervinientes para este efecto, a una audiencia que se
celebrará el día y hora que les fije.

La sentencia será redactada por el miembro del tribunal colegiado que éste designare y el
voto disidente o la prevención, por su autor.

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21.14.- Fallo del recurso de nulidad

El Art. 384 prescribe que la Corte Suprema o la respectiva Corte de Apelaciones, deberán
fallar el recurso dentro del plazo de veinte días contados desde la fecha en que hubiere terminado la vista del
recurso.

En la sentencia, el tribunal expresará los fundamentos que sirvieren de base a su decisión


para lo cual deberá analizar, entre otros capítulos, como ya lo hemos expresado:

- Si la causal o causales invocadas son de aquellas que contempla la ley;


- Si los hechos que se proponen para configurarlas las constituyen verdaderamente;
- Si estos hechos se encuentran demostrados en caso de que requieran de prueba;
- Si el vicio o infracción legal denunciados, han producido al recurrente un perjuicio
reparable únicamente con la declaración de nulidad; y
- Si este vicio o infracción legal han influido sustancialmente en lo dispositivo de fallo.

La sentencia deberá pronunciarse sobre todas las cuestiones controvertidas, salvo que
acogiere el recurso, en cuyo caso podrá limitarse a la causal o causales que le hubieren sido suficientes.

Finalmente, emitirá pronunciamiento acerca de si es nulo o no el juicio oral y la sentencia


definitiva, decisión que CONSTITUYE LA REGLA GENERAL, o si solamente, es nula dicha sentencia, en los
casos que determinadamente indica el Art. 385 del CPP. En este último evento, dictará la correspondiente
sentencia de reemplazo.

Es importante recordar que el Art. 360 del CPP, al referirse a las decisiones sobre los
recursos, dispone que, “El tribunal que conoce de un recurso sólo podrá pronunciarse sobre las solicitudes formuladas
por los recurrentes, quedándole vedado extender el efecto de su decisión a cuestiones no planteadas por ellos o más allá de
los límites de lo solicitado, salvo en los casos previstos en este artículo y en el artículo 379, inciso segundo”.

Se trata de la competencia específica del tribunal superior cuyo fundamento lo encontramos


en el Art. 160 del C.P.C.

La regla anterior reconoce dos excepciones:

1º.) Decisión favorable del tribunal ad quem que recae sobre un recurso de nulidad
interpuesto por un imputado y que eventualmente beneficia a un co imputado que no ha recurrido de
nulidad.

Conforme a lo dispuesto en el inciso del Art. 360, ya citado, “Si solo uno de varios imputados por
el mismo delito entablare el recurso contra la resolución, la decisión favorable que se dictare aprovechará a los demás, a
menos que los fundamentos fueren exclusivamente personales del recurrente, debiendo el tribunal declararlo así
expresamente.”

Como puede observarse, no obstante que alguno de los imputados por un delito
determinado no recurriere de nulidad en contra de una sentencia condenatoria dictada por el tribunal a quo, la
sentencia favorable que pronunciare el tribunal ad quem, fallando un recurso de nulidad interpuesto por otro
de los co imputados, producirá efectos en su favor, salvo que los fundamentos del fallo fueren exclusivamente
personales del recurrente.

2º.) Invalidación de oficio.

El inciso segundo del Art. 379 CPP, mencionado, prescribe que una vez interpuesto el
recurso de nulidad, no podrán invocarse nuevas causales, pero agrega, “Con todo, la Corte de oficio, podrá acoger
el recurso que se hubiere deducido en favor del imputado por un motivo distinto del invocado por el recurrente, siempre
que aquél fuere alguno de los señalados en el artículo. 374.”

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Como ya habíamos señalado anteriormente, el tribunal ad quem, en forma excepcional, y
actuando de oficio, PUEDE acoger el recurso de nulidad interpuesto por el imputado, por una causal distinta
de la invocada por él, siempre que se trate de un motivo absoluto de nulidad y siempre que el recurso hubiere
sido deducido en favor del condenado.

Se trata de una clara manifestación del principio pro reo que la ley entrega, en este caso, al
tribunal superior de aquél que falló el juicio oral.

Debe observarse que se trata de una facultad; no de una obligación.

Finalmente, el inciso final del citado Art. 384 dispone que el fallo del recurso se dará a
conocer en la audiencia fijada al efecto, mediante la lectura de su parte resolutiva o de una breve síntesis de la
misma.

21.15.- Declaración de Nulidad del Juicio y de la Sentencia

a) Nulidad del juicio y la sentencia.

Como dijimos, se trata de la regla general en esta materia.

Al efecto, el Art. 386 CPP, dispone que, salvo los casos mencionados en el Art. 385, si la Corte
acogiere el recurso de nulidad invalidará la sentencia y el juicio oral; determinará el estado en que quedará el
procedimiento; y ordenará la remisión de los antecedentes al tribunal de juicio oral no inhabilitado que
corresponda, para que éste realice UN NUEVO JUICIO ORAL, incluyendo, por cierto, la dictación de una
nueva sentencia definitiva.

El inciso final de la norma referida previene que no será obstáculo para que se ordene un
nuevo juicio oral la circunstancia de haberse dado lugar al recurso por un vicio o defecto cometido en el
pronunciamiento mismo de la sentencia, cuestión que determinará el tribunal superior.

Como puede observarse, no obstante que el vicio o defecto puede haberse producido en la
sentencia que se impugna, ello no impide al tribunal decretar la invalidación del procedimiento si así lo
estimare.

b) Nulidad sólo de la sentencia.

El tribunal ad quem puede invalidar únicamente la sentencia dejando subsistente la


tramitación del juicio oral, lo que ocurre cuando la causal de nulidad acogida no se refiere a las formalidades
del juicio ni a los hechos y circunstancias que se hubieren dados por probados, sino que se debiere a:

- que el fallo hubiere calificado de delito un hecho que la ley no considerare tal;
- que el fallo hubiere aplicado una sanción cuando no procediere aplicar pena alguna; y
- que el fallo hubiere impuesto una pena superior a la que legalmente correspondiere.

En todos estos casos, el tribunal deberá dictar, sin nueva audiencia, pero separadamente, la
sentencia de reemplazo que se conformare a la ley. Esta sentencia “reproducirá las consideraciones de hecho,
los fundamentos de derecho y las decisiones de la resolución anulada, que no se refieran a los puntos que
hubieren sido objeto del recurso o que fueren incompatibles con la resolución recaída en él, tal como se
hubieren dado por establecidos en el fallo recurrido.”

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21.16.- Improcedencia de recursos en contra de la sentencia que falla el
recurso de nulidad

El Art. 387 del CPP, prescribe que la sentencia que fallare un recurso de nulidad no será
susceptible de recurso alguno, sin perjuicio del recurso de revisión de esa sentencia firme, cuando sea
condenatoria, que pudiere efectuar la Corte Suprema de acuerdo con lo dispuesto en el Art. 473.

Tampoco será susceptible de recurso alguno la sentencia que se dictare en el nuevo juicio que
deba realizarse como consecuencia de la resolución que hubiere acogido el recurso de nulidad. No obstante, si
esta nueva sentencia fuere condenatoria y la que se hubiere anulado fuere absolutoria, procederá el recurso de
nulidad en favor del acusado en conformidad a las reglas generales.

EN SUMA:

UN JUICIO ORAL puede terminar por sentencia absolutoria o condenatoria.

1º.-Si termina por sentencia CONDENATORIA, el imputado tiene derecho a deducir en


su contra un recurso de nulidad en conformidad a las reglas generales.

Si el recurso de nulidad ejercido por el imputado es acogido por el tribunal ad quem, deberá
celebrarse un nuevo juicio oral el que terminará, a su vez, por sentencia absolutoria o condenatoria

Esta nueva sentencia no podrá ser impugnada ya por ningún recurso, salvo el de Revisión
por la Corte Suprema.

2º.-Si el primer juicio oral termina por sentencia ABSOLUTORIA, el ministerio Público o
el querellante tienen derecho a ejercer en su contra un recurso de nulidad.

Si este recurso es acogido por el tribunal ad quem, deberá celebrarse un nuevo juicio oral el
que terminará, a su vez, por sentencia absolutoria o condenatoria.

Si la nueva sentencia es absolutoria ya no podrá ser impugnada.

En cambio, si la nueva sentencia es condenatoria la ley permite al imputado deducir en su


contra un recurso de nulidad, por cuyo motivo puede celebrarse un tercer juicio oral.

La situación anterior ha llevado a algunos autores a sostener que para que un imputado sea
condenado se requiere un “doble conforme”, lo que, sin duda constituye otra manifestación visible del
principio “pro reo”.

21.17.- Consideraciones Finales

La sanción de nulidad del juicio oral y, consiguientemente, de la sentencia definitiva dictada


en él, sin duda resulta una sanción muy grave si se considera que será necesario preparar y realizar un nuevo
juicio oral, en reemplazo del anterior, similar a él, pero nunca idéntico.

Por otra parte, el fiscal a cargo del caso, deberá recurrir sustancialmente a las mismas
pruebas ya seleccionadas para el primer juicio oral, las que, obviamente serán conocidas para la defensa del
imputado y, por tanto, más fáciles de desvirtuar.

La tarea para el Ministerio público ciertamente será compleja y difícil. Es posible que ya no
cuente con los mismos antecedentes probatorios que en el juicio anterior. Piénsese tan solo en los testigos y
peritos; es posible que algunos de ellos ya no se encuentren disponibles o que, por ser demasiado conocidos de

DERECHO PROCESAL PENAL - UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Página 456


la Defensa del imputado, mediante los interrogatorios y contra interrogatorios a que debieron ser sometidos en
el primer juicio oral, no convenga presentarlos de nuevo a declarar.

Es obvio que el ente acusador ya no contará con el elemento sorpresa, o tal vez ya no podrá
utilizar aquellas contra interrogaciones oportunas o afortunadas que formulara a los testigos y peritos
presentados por la Defensa y que por su acierto y oportunidad le produjeron buenos resultados. Es de
suponer, además, razonablemente, que dichas personas se hallarán mejor preparadas para afrontar este contra
interrogatorio.

Un nuevo juicio oral implica, por otra parte, amentar la tarea de los tribunales de juicio oral
en lo penal, ya que los jueces no inhabilitados pertenecientes a dicho tribunal, deberán agendar nuevas
audiencias con respecto a un juicio que ya se hallaba terminado y dedicar un nuevo tiempo para participar en
él y pronunciar una nueva sentencia.

La conclusión que puede obtenerse de estas consideraciones, y de otras similares,


probablemente se hallarán presentes en las mentes de los falladores del tribunal ad quem cuando les
corresponda resolver acerca de la aceptación o rechazo del recurso de nulidad de que conozcan. Es posible que
se tornen exigentes para determinar si los hechos o antecedentes que se hicieron valer como fundantes del
recurso constituyen o no verdaderamente una causa legal de nulidad; si estos hechos y antecedentes se
encuentran o no acreditados en los casos en que así se requiera; si se ha producido o no un verdaderamente un
perjuicio para el recurrente con motivo de estos vicios, omisiones o infracciones legales; y finalmente, si ellos
influyeron o no en forma sustancial, en la decisión adoptada por el tribunal de juicio oral en lo penal.

Las consideraciones efectuadas sirven para explicar, en parte, la cantidad mínima de recursos
de nulidad acogidos por los tribunales superiores.

22.- El Recurso de Revisión

22.1.- Concepto

Es el recurso extraordinario que se interpone ante la Corte Suprema para que dicho tribunal
invalide una sentencia condenatoria, en causa criminal, firme o ejecutoriada, en los casos y con los requisitos
señalados por la ley.

Es el único recurso procesal que puede ejercerse en contra de una sentencia definitiva, firme
o ejecutoriada, motivo por el que algunos autores le niegan el carácter de recurso procesal. Conforme a este
predicamento, el Código Procesal Penal no lo trata dentro del capítulo de los recursos, sino que en la etapa de
la ejecución de una sentencia criminal, tomando en cuenta, además, que mediante su ejercicio lo que se
pretende es enervar el cumplimiento de una sentencia.

El objetivo perseguido mediante este recurso es invalidar el procedimiento criminal y la


sentencia o sólo esta última, con el objeto de dejar sin efecto una condena que pudiera ser injusta.

Este recurso ya existía en el antiguo Código de Procedimiento Penal y allí se lo configuraba


como uno de los procedimientos especiales en su Libro Tercero.

También trata de él el Código de Procedimiento Civil.

Por razones didácticas, nosotros lo examinaremos al final de los recursos procesales.

22.2.-Restricción de los motivos que autorizan la revisión

Para evitar la proliferación de las peticiones de revisión de las sentencias condenatorias


presentadas ante la Corte Suprema, el legislador decidió ampliar las facultades de este Tribunal para

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rechazarlas de plano cuando dichas peticiones adolecieran de notoria falta de fundamentos, pero siempre que
la Sala respectiva así lo acordare por la unanimidad de los ministros. Es lo que señala el inciso tercero del
Art.475 al referirse a las formalidades del escrito de revisión.

22.3.- Casos en que procede el recurso de revisión

El Art. 473 del CPP prescribe que la Corte Suprema podrá rever en forma extraordinaria las
sentencias firmes en que se hubiere condenado a alguien por un crimen o simple delito, para anularlas en los
casos que indica.

En materia criminal, debe tratarse de una sentencia definitiva, que condene a una persona
por crimen o simple delito y que se encuentre firme o ejecutoriada. Este recurso no resultaría procedente si la
sentencia fuere absolutoria o condenare sólo por faltas.

La sentencia condenatoria puede ser dictada por cualquier tribunal, incluso, creemos, por la
Corte Suprema, dado el texto del citado artículo 473 del CPP, que instituye esta revisión y que no hace
distinción alguna. Así lo disponía expresamente el Art.58 del antiguo Código de Procedimiento Penal.

Los casos determinados en que procede este recurso son los siguientes:

1º.-Cuando, en virtud de sentencias contradictorias estuvieren sufriendo condenas dos o


más personas por un mismo delito que no hubiere podido ser cometido más que por una sola;

2º.-cuando alguno estuviere sufriendo condena como autor, cómplice o encubridor del
homicidio de una persona cuya existencia se comprobare después de la condena;

3º.-Cuando alguno estuviere sufriendo condena en virtud de sentencia fundada en un


documento o en el testimonio de una o más personas, siempre que dicho documento o dicho testimonio
hubieren sido declarados falsos por sentencia firme en causa criminal;

4º.-Cuando, con posterioridad a la sentencia condenatoria, ocurriere o se descubriere


algún hecho o apareciere algún documento desconocido durante el proceso, que fuere de tal naturaleza que
bastare para establecer la inocencia del condenado; y

5º.-Cuando la sentencia condenatoria hubiere sido pronunciada a consecuencia de


prevaricación o cohecho del juez que la hubiere dictado o de uno o más de los jueces que hubieren
concurrido a su dictación, cuya existencia hubiere sido declarada por sentencia judicial firme.

En verdad, la lectura atenta de esta disposición legal ahorra mayores comentarios. Se trata de
situaciones en que la injusticia de la condena impuesta por la sentencia ejecutoriada que se impugna, se hace
evidente o manifiesta con posterioridad.

De no mediar las circunstancias contempladas en cada uno de los diferentes numerales la


persona encausada no podría haber sido condenada.

En estas circunstancias aparece necesario que se revise la condena impuesta a la luz de estos
nuevos hechos, circunstancias o antecedentes.

22.4.- Plazo y titulares de la solicitud de revisión

El Art. 474 dispone que la revisión de la sentencia firme podrá ser pedida, en cualquier
tiempo, por el Ministerio Público, por el condenado o por el cónyuge, ascendientes, descendientes o hermanos
de éste.

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Asimismo, podrá interponer dicha solicitud quien hubiere cumplido su condena o sus
herederos, cuando el condenado hubiere muerto y se tratare de rehabilitar su memoria.

22.5.-Tribunal ante el cual se interpone la solicitud

La solicitud debe presentarse directamente en la Secretaría de la Corte Suprema, una vez que
haya quedado ejecutoriada la sentencia que se impugna, para que dicho tribunal la conozca y resuelva,
cualquiera que haya sido el tribunal que la pronunció, incluyendo, como dijimos, la propia Corte Suprema.

22.6.-Formalidades de la solicitud de revisión

El Art. 475 del CPP previene que la solicitud deberá expresar con precisión su fundamento
legal y que deberá a acompañarse a ella copia fiel de la sentencia cuya anulación se pide y los documentos que
comprobaren los hechos en que se sustenta.

Si la causal alegada fuere la de letra b) del Art. 473 del CPP, esto es, cuando alguien se
encuentre sufriendo una condena como autor, cómplice o encubridor del delito de homicidio de una persona
cuya existencia posterior a la condena fuere comprobada, la solicitud deberá indicar los medios con que se
intentare probar que la persona víctima del pretendido homicidio hubiere vivido después de la fecha en que la
sentencia la supone fallecida.

Si la causal invocada fuere la de letra d), esto es, cuando con posterioridad a la fecha de la
sentencia condenatoria, ocurriere o se descubriere un hecho o apareciere algún documento desconocido
durante el proceso, que fuere de tal naturaleza que bastare para establecer la inocencia del condenado, el
peticionario deberá indicar el hecho o el documento cuya existencia no se conoció durante el proceso;
expresará los medios con que se pretendiere acreditar el hecho; y acompañará, en su caso, el documento, o si
no fuere posible, manifestará, al menos, su naturaleza y el lugar y archivo en que se encuentra.

La solicitud que no se conformare con estas exigencias o que adolezca de manifiesta falta de
fundamentos será rechazada de plano por el tribunal, decisión que deberá adoptarse por la unanimidad del
tribunal, según hemos dicho.

22.7.- Efectos de la presentación de la solicitud

De acuerdo con lo dispuesto en el Art. 477 del CPP, la solicitud de revisión no suspenderá el
cumplimiento de la sentencia impugnada.

Antiguamente, la referida solicitud suspendía la ejecución de dicha sentencia cuando ésta


imponía la pena de muerte por razones fáciles de entender. Como se sabe, la pena de muerte fue suprimida en
nuestra legislación por la ley Nº 19.734 de 5 de Junio de 2001 por cuyo motivo se derogó la referencia a la pena
capital que contenía el citado Art. 477.

No obstante que la sola presentación de la solicitud de revisión no suspende el cumplimiento


de la pena impuesta, la Corte Suprema se encuentra facultada para reemplazarla, si lo estimare conveniente,
por algunas de las medidas cautelares del Art. 155 del C.P.P., que son las cautelares personales de menor
intensidad.

22.8.-Tramitación de la solicitud

Si la petición de revisión se encuentra arreglada a derecho, se dará traslado de ella al fiscal o


al condenado, según quien sea el que la haya presentado.

Cumplido este trámite el tribunal mandará traer la causa en relación.

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El Art. 476 previene que no podrán probarse por testigos los hechos en que se funda la
solicitud.

El inciso final del Art. 475 prescribe que, vista la causa en la forma ordinaria, se fallará sin
más trámite.

22.9.-Sentencia del tribunal

Conforme a lo prescrito por el Art. 478, la resolución de la Corte Suprema que acogiere la
solicitud de revisión, declarará la nulidad de la sentencia impugnada.

Además, si de los antecedentes resultare fehacientemente acreditada la inocencia del


condenado, el tribunal dictará acto continuo, pero separadamente, la sentencia de reemplazo que corresponda;
en caso contrario, ordenará la realización de un nuevo juicio por el tribunal no inhabilitado pertinente.

Asimismo, cuando hubiere sido pedido y existiere mérito bastante, la Corte podrá
pronunciarse de inmediato sobre la procedencia de la indemnización a que se refiere la letra i) del Nº 7 del Art.
19 de la Constitución Política de la República.

La norma constitucional prescribe “Una vez dictado sobreseimiento definitivo o sentencia


absolutoria, el que hubiere sido sometido a proceso o condenado en cualquier instancia por resolución que la Corte
Suprema declare injustificadamente errónea o arbitraria, tendrá derecho a ser indemnizado por el Estado de los perjuicios
patrimoniales y morales que haya sufrido. La indemnización será determinada judicialmente en procedimiento breve y
sumario y en él la prueba se apreciará en conciencia.”

Igualmente, si la sentencia de la Corte Suprema o, en caso de que hubiere nuevo juicio, la que
pronunciare el tribunal de que conociere de él, comprobare la completa inocencia del condenado, éste podrá
solicitar que dicha sentencia se publique en el Diario Oficial a costa del Fisco y que se devuelvan, por quien las
hubiere percibido, las sumas de dinero que hubiere pagado en razón de multas, costas e indemnización de
perjuicios en cumplimiento de la sentencia anulada, esto último, en consonancia con lo prescrito por la letra i)
del Nº 7 del Art. 19 de la Constitución Política de la República.

El cumplimiento del fallo en lo atinente a las acciones civiles que emanan de él será conocido
por el juez de letras en lo civil que corresponda, en juicio sumario.

Los mismos derechos corresponderán a los herederos del condenado que hubiere fallecido.

Además, la sentencia ordenará, según el caso, la libertad del imputado y la cesación de las
inhabilitaciones impuestas.

Si el ministerio público resolviere formalizar la investigación de los mismos hechos sobre los
cuales recayó la sentencia anulada, el fiscal acompañará en la audiencia respectiva copia fiel del fallo que
acogió la revisión efectuada.

23.- Nulidades Procesales

23.1.-Una breve explicación

Antes de comenzar este capítulo, aparentemente desligado de los recursos procesales


penales, nos hacemos un deber señalar que su estudio se hace necesario para cerrar el examen de las
reclamaciones que pueden efectuarse ante los tribunales de justicia, ya que los recursos procesales no son sino
una forma de materializar una reclamación.

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Por otra parte, esta ubicación pretende resaltar las semejanzas y diferencias entre las
reclamaciones y los recursos, lo que ocurre especialmente con el recurso de nulidad cuando se funda en vicios
o defectos del procedimiento, como veremos enseguida.

23.2.- Concepto de las nulidades procesales

De acuerdo con lo dispuesto en el Art. 159 del CPP, se trata de “actuaciones o diligencias
judiciales defectuosas del procedimiento que ocasionaren a los intervinientes “un perjuicio reparable
únicamente con la declaración de nulidad”, por cuyo motivo deben ser anuladas.

Precisamente, para evitar la posible indefensión que pudiera sufrir alguno de los
intervinientes a causa de estas actuaciones o diligencias defectuosas es que se le confiere al interviniente
perjudicado el derecho para solicitar su invalidación.

Incluso, como veremos, es posible que el tribunal pueda decretar dicha anulación.

La circunstancia de que se trate de actuaciones o diligencias del PROCEDIMIENTO, fija, de


inmediato, un marco para el ejercicio de las peticiones de nulidad; ellas resultan posibles durante el transcurso
del procedimiento que debe observarse ante el juez de garantía y, asimismo, ante el tribunal penal durante el
desarrollo del juicio oral.

El Art. 161 del CPP, estatuye que la nulidad de actuaciones procesales verificadas durante la
etapa de investigación no podrá solicitarse después de la celebración de la audiencia de preparación del juicio
oral. Las que se presenten con posterioridad serán declaradas inadmisibles.

Es necesario tener presente que cuando se trata de un vicio o defecto ocurrido con motivo de
la dictación de una sentencia o en la sentencia misma, la única forma de reclamar es interponiendo un recurso
de nulidad siempre que el vicio o defecto se encuentre contemplado como una de las causales de dicho
recurso.

Por otra parte, y toda vez que se trata vicios u omisiones de las diligencias o actuaciones del
procedimiento, no será posible ejercer este derecho con respecto a los actos de investigación realizados por el
Ministerio Público o bajo su dirección.

El citado Art. 159, definiendo el elemento PERJUICIO expresa que éste existe “cuando la
inobservancia de las formas procesales atenta contra las posibilidades de actuación de cualquiera de los intervinientes en el
procedimiento.”

Ello es así en razón de que una actuación o diligencia defectuosa o viciada es susceptible de
producir un perjuicio en los derechos que la ley asigna a los intervinientes, ocasionando con ello su
INDEFENSIÓN que es lo que la ley trata de evitar. Obviamente este perjuicio deberá ser demostrado por el
interviniente que se estima perjudicado, pero no solo su existencia sino que además la circunstancia de que no
existe otra manera de subsanarlo que decretando la nulidad de la actuación o diligencia defectuosa.

Con respecto a este punto debe tenerse presente que el Art. 160, mencionado, prescribe que
“Se presumirá de derecho la existencia del perjuicio si la infracción hubiere impedido el pleno ejercicio de las garantías y
de los derechos reconocidos por la Constitución, o en las demás leyes de la República.”

Como ejemplo de actuación defectuosa o viciada puede señalarse la que se contempla en el


inciso tercero del Art. 142 del CPP cuando establece que constituye un requisito de validez de la audiencia que
se celebrare para resolver la solicitud de prisión preventiva del imputado la presencia de éste y de su defensor.
De acuerdo con esta exigencia, si dichos intervinientes no asistieren a esta audiencia ella resultaría defectuosa
y podría anularse.

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Otros ejemplo lo constituyen: la norma del Art. 103, que, en forma general, exige la presencia
del defensor del imputado en cualquiera actuación en que la ley exigiere expresamente su participación,
agregando que su ausencia acarreará la nulidad de la misma; y el Art. 269 que exige, como requisito de
validez, la presencia del fiscal y del defensor del imputado durante la audiencia de preparación del juicio oral.

23.3.- La estrecha relación existente entre la nulidad procesal y recurso de


nulidad

Del concepto proporcionado por la ley para ambas instituciones se desprende una similitud
manifiesta en los casos en que el recurso de nulidad se funda precisamente en vicios o defectos de actuaciones
procesales.

En ambos tipos de reclamaciones la actuación viciada acarrea un perjuicio cierto para alguno
de los intervinientes que sólo es posible remediar mediante su invalidación o la de todo el procedimiento en el
caso del recurso de nulidad.

En ambas instituciones concurren los mismos requisitos para solicitar la invalidación:

- la producción de un vicio o defecto;


- el daño o perjuicio que éste acarrea para el interviniente que reclama o recurre y que sólo
puede remediarse con la invalidación de la actuación o diligencia defectuosa; y
-la norma legal que autoriza la petición de invalidación.

La mejor demostración de la similitud referida la constituye la letra del inciso final del Art.
165 del C.P.P., que previene: “La solicitud de nulidad constituirá preparación suficiente del recurso de nulidad para el
caso que el tribunal no resolviere la cuestión de conformidad a lo solicitado.”

Por último, es necesario insistir que, si bien, el fundamento de ambas instituciones es


esencialmente el mismo, según se ha expresado, difieren fundamentalmente en la circunstancia de que la
solicitud de nulidad sólo es procedente para invalidar una o más diligencias determinadas del procedimiento,
al paso que en el recurso de nulidad lo que se pretende es la invalidación de todo el procedimiento constitutivo
del juicio oral, incluida la sentencia pronunciada, o solamente esta última.

23.4.- La solicitud de nulidad. Oportunidad y requisitos

El Art. 161 del CPP prescribe que la solicitud de nulidad deberá impetrarse por escrito, de
manera fundada e incidental, dentro de los cinco días siguientes a aquel en que el perjudicado hubiere tomado
conocimiento fehaciente del acto cuya invalidación pretende, a menos que el vicio se hubiere producido en una
actuación verificada en una audiencia, pues en tal caso deberá pedirse verbalmente antes del término de la
misma audiencia.

Dicha norma agrega, como hemos visto, que no se podrá pedir la nulidad de actuaciones
verificadas durante la etapa de investigación después de la celebración de la audiencia de preparación del
juicio oral; ya que en caso contrario será declarada inadmisible, según se ha dicho.

Como puede apreciarse, si el vicio o defecto se produce durante la celebración de una


audiencia, el perjudicado debe pedir verbalmente la nulidad antes de su término; en caso que el vicio o defecto
se haya producido fuera de una audiencia, la petición de nulidad deberá efectuarse por escrito, dentro del
plazo de cinco días, señalado. En este último caso, se promoverá un incidente ya que el tribunal, antes de
resolver, deberá oír a los demás intervinientes para cuyo efecto deberá conferirles el traslado correspondiente.

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23.5.- Titulares de la solicitud de nulidad

El Art. 162 del CPP, prescribe que “Sólo podrá solicitar la declaración de nulidad el interviniente en
el procedimiento perjudicado por el vicio y que no hubiere concurrido a causarlo.”

De lo expresado aparece que la calidad de interviniente es la que legitima a una persona para
solicitar la declaración de nulidad de una actuación del procedimiento; un tercero no podría impetrarla.

Por otra parte, se requiere que este interviniente haya sufrido un perjuicio a causa de la
actuación viciada que reclama.

Si no existiera perjuicio o éste pudiera ser remediado en otra forma, la petición de nulidad
será desestimada inadmisible por el tribunal.

Finalmente, debe señalarse que, al igual que la exigencia contenida en el Art. 83 del Código
de Procedimiento Civil, el reclamante no debe haber concurrido a la materialización del vicio o defecto que
invoca.

23.6.- Declaración de la nulidad de oficio por el tribunal

El Art. 163 del CPP prescribe que si el tribunal estimare que se ha producido un acto viciado
y la nulidad no hubiere sido saneada, deberá poner este hecho en conocimiento del interviniente que pudiere
resultar perjudicado, a fin de que proceda como creyere conveniente a sus intereses, a menos que se tratare de
alguna de las nulidades contempladas en el Art. 160, caso en el cual podrá declararla de oficio.

Como dijimos, el Art. 160 del CPP establece una presunción de derecho en el sentido de que
la existencia del perjuicio, necesario para recabar la solicitud de nulidad, no requiere ser demostrada por el
interviniente, basta que la actuación viciada le “hubiere impedido el pleno ejercicio de las garantías y de los derechos
reconocidos en la Constitución o en las demás leyes de la República.”

Recordemos que con respecto al recurso de nulidad, el Art. 379 del C.P.P., faculta a la Corte
respectiva, para que, ACTUANDO DE OFICIO, pueda acoger el recurso de nulidad interpuesto en favor del
imputado por un motivo distinto del invocado por éste cuando se tratare de alguno de los motivos absolutos
de nulidad contemplados en el Art. 374 del mismo Código.

Es necesario tener presente que en las dos situaciones descritas anteriormente, en que el
tribunal puede invalidar de oficio actuaciones del procedimiento, la ley le confiere una facultad que éste puede
o no utilizar. Se trata de una facultad; no de una obligación, de tal manera que el legislador deja entregado a
criterio de éste adoptar o no una decisión semejante.

23.7.- Saneamiento de la nulidad

Las nulidades procesales pueden sanearse en los siguientes casos:

-Si el interviniente que hubiere resultado perjudicado no impetrare la nulidad


oportunamente;
-Si aceptare expresa o tácitamente los efectos del acto viciado; y
-Cuando, a pesar del vicio, el acto cumpliere su finalidad respecto de todos los
interesados, salvo en los casos previstos en el Art. 160, en que, como vimos, el perjuicio se presume de
derecho cuando la infracción hubiere impedido el pleno ejercicio de las garantías y derechos reconocidos
en la Constitución Política y en las demás leyes de la República.

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23. 8.- Efectos de la declaración de nulidad

El procedimiento, como sabemos, es una verdadera cadena de actuaciones en la que un acto


es la consecuencia de otro ya realizado y, a la vez, es el antecedente de uno futuro que debe realizarse.

De esta manera es posible entender que la declaración de nulidad de un acto conlleva la de


los actos consecutivos que de él emanaren o dependieren en forma directa.

El tribunal, al declarar la nulidad, deberá determinar en forma concreta cuáles son los actos a
que ella se extendiere y, siendo posible, ordenará que se renueven, rectifiquen o ratifiquen.

En todo caso, como no es posible que el efecto extensivo de la nulidad se haga indefinido, el
inciso tercero del Art. 165 del CPP, dispone que la declaración de nulidad no podrá retrotraer el procedimiento
a etapas anteriores, a pretexto de la repetición del acto, rectificación del error o cumplimiento del acto omitido.
De esta manera, agrega, “si durante la audiencia de preparación del juicio oral se declarare la nulidad de actuaciones
judiciales realizadas durante la etapa de investigación, el tribunal no podrá ordenar la reapertura de ésta”.

La misma norma añade que “las nulidades declaradas durante el desarrollo de la audiencia del
juicio oral no retrotraerán el procedimiento a la etapa de investigación o a la audiencia de preparación del juicio oral”.

La limitación de los efectos extensivos de la invalidación en las nulidades procesales,


judicialmente declaradas, pone de manifiesto una diferencia sustancial con la invalidación que se produce
como efecto de la sentencia definitiva que acoge un recurso de nulidad. En las primeras, se anulan
determinadas actuaciones procesales, al paso que en la segunda se anula todo el juicio oral y la sentencia
definitiva pronunciada en él o sólo la sentencia definitiva en los casos indicados en la ley.

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CAPÍTULO XII. EL PROCEDIMIENTO DE CUMPLIMIENTO DE LA
SENTENCIA DEFINITIVA PRONUNCIADA EN EL PROCEDIMIENTO PENAL

1. Ejecución de la sentencia, según el tipo de pena.

2. La misericordia con las personas privadas de libertad en virtud de las


penas aplicadas en proceso judicial (cf. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia
57).

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