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Tomo I
CAPÍTULOI. INTRODUCCIÓN
1.- El proceso penal como vía de solución del conflicto penal
2.- Los sistemas procesales penales
2.1.- Las ideas matrices del nuevo proceso penal
2.1.1.- Principio de Legalidad y Oficialidad
2.1.2.- Separación de las Funciones de Investigar, Acusar y Juzgar
2.1.3.- Distintos Procedimientos según las penas
2.1.4.- Presunción de Inocencia
2.1.5.- Defensa Efectiva
2.1.6.- Rol de la Víctima
2.1.7.- Hay libertad de medios probatorios
2.1.8.- Apreciación de la Prueba de acuerdo a la sana crítica
2.1.9.- Un Sistema recursivo mejorado
2.2.- El papel del juez en el antiguo sistema
3.- El sistema Procesal Penal chileno del Código de Procedimiento Penal y
del Nuevo Código Procesal Penal
3.1.- Breve Comparativo
4.- Los principios y garantías del sistema procesal penal
4.1.- Principios que inspiran el Código Procesal Penal
4.2.- Contenido del debido proceso
4.3.- Juicio Previo y Única Persecución
4.4.- Merecen especial mención los siguientes
4.4.1.- Principios de la Persecución Penal
4.4.1.1.-Oficialidad
4.4.1.2.- Investigación oficial
4.4.1.3.- Acusatorio
4.4.1.4.- Legalidad y oportunidad
4.4.2.- Garantías individuales ante la persecución penal
4.4.2.1.- Garantías de la organización judicial
4.4.2.1.1.-Derecho a un juez independiente
4.4.2.1.2.-Derecho a un juez imparcial
4.4.2.1.3.-Derecho a un juez natural
4.4.2.2.-Garantías generales del procedimiento
4.4.2.2.1.-Derecho al juicio previo
4.4.2.2.2.-Derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable
4.4.2.2.3.-Derecho de defensa
4.4.2.2.4.- Derecho a la presunción de inocencia
4.4.2.2.5.- Derecho a no incriminarse; a declarar o a guardar silencio
4.4.2.2.6.- Inadmisibilidad de la persecución penal múltiple
4.4.2.3.-Garantías del juicio
4.4.2.3.1.- Derecho al juicio público
4.4.2.3.2.- Derecho al juicio oral
4.4.2.3.3.- La inmediación
4.4.2.3.4.- La continuidad y concentración
4.4.2.3.5.- Derecho a deducir recursos
4.5.- La Separación de Funciones
4.6.- Independencia e Imparcialidad del Juzgador
4.7.- Derecho al Juez Imparcial
4.7.1.- La Inhabilitación de los Jueces de Garantía
4.7.2.- La Inhabilitación de los Jueces del TJOP
4.8.- La Prohibición del doble juzgamiento
4.9.- Juez Natural
CAPÍTULO VI. EL
PROCEDIMIENTO ORDINARIO
PENAL
1.- Una apretada síntesis del procedimiento ordinario
2.- La etapa de investigación
2.1.- Las actuaciones de la investigación
2.1.1.- Cuestiones previas
2.1.2.- Objetividad de las actuaciones del Ministerio Público
2.1.3.- Desformalización de la investigación
2.1.4.- Publicidad de la investigación para los intervinientes
2.1.5.- Objetivos de la instrucción
2.1.6.- Inicio del procedimiento
2.1.7.- Actuaciones de la investigación
2.1.7.1.- Actuaciones inmediatas
2.1.7.2.- Investigación autónoma
2.1.7.2.1.-Podemos destacar las siguientes actuaciones
2.1.7.3.- Declaración del imputado ante el Ministerio Público o la Policía
2.1.7.4.- Proposición y asistencia a diligencias de la investigación
2.1.7.5.- Actuaciones autónomas de la Policía
2.1.7.6.- El control de identidad
2.1.7.7.- Control jurisdiccional de la investigación
2.1.7.8.- Diligencias de investigación limitativas de derechos
2.1.7.8.1.- Exámenes corporales y médicos
2.1.7.8.2.- Entrada y registro
2.1.7.8.2.1.- Entrada y registro en lugares de libre acceso público
2.1.7.8.2.2.- Entrada y registro en lugares cerrados
2.1.7.8.2.3.- Entrada y registro en lugares especiales
2.1.7.8.2.4.- Entrada y registro en lugares que gozan de inviolabilidad
diplomática
CAPÍTULO VII. EL
PROCEDIMIENTO ABREVIADO
1.- Concepto
2.- Características del procedimiento abreviado
3.- Presupuestos o condiciones de procedencia del Procedimiento
Abreviado
3.1.- La solicitud del Ministerio Público
3.2.- La aceptación por parte del acusado de los hechos materia de la
acusación y de los antecedentes de la investigación que la fundaren
3.3.- La conformidad manifestada expresamente por el acusado con la
aplicación del procedimiento abreviado
3.4.- La aceptación de la solicitud de procedimiento abreviado por parte
del Juez de Garantía
3.5.- Actividad de otros intervinientes
4.- La decisión del Juez de Garantía ante la solicitud de ir a un
procedimiento abreviado
5.- La Justificación de este procedimiento en nuestro sistema
6.- Oportunidad para solicitar el Procedimiento Abreviado
7.- Oposición del querellante
8.- Resolución de la solicitud
9.- Tramitación del procedimiento abreviado
10.- La Sentencia del abreviado
11.- Recursos en contra de la sentencia del abreviado
CAPÍTULO VIII. EL
PROCEDIMIENTO SIMPLIFICADO
y EL MONITORIO
1.- Concepto
2.- Ámbito de aplicación
2.1.- El conocimiento y fallo de las faltas
2.2.- Los simples delitos
2.3.- Características del procedimiento simplificado
3.- El Procedimiento Monitorio
3.1.- Estatuto aplicable
3.2.- Tramitación
CAPÍTULO XII. EL
PROCEDIMIENTO DE
CUMPLIMIENTO DE LA
SENTENCIA DEFINITIVA
PRONUNCIADA EN EL
PROCEDIMIENTO PENAL
1. Ejecución de la sentencia, según el tipo de pena
2. La misericordia con las personas privadas de libertad en virtud de las penas
aplicadas en proceso judicial (cf. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia
57)
1.- Julio B.J. Maier, “Derecho Procesal Penal”, Tomos I y II; 2.- Claus Roxin, “Derecho Procesal Penal”; 3.- Agustín Squella
Narducci, “Introducción al Derecho”; 4.- Julián López Masle y María Inés Horvitz Lennon, “Derecho Procesal Penal
Chileno”, Tomos I y II; 5.- Rodrigo Cerda San Martín y Francisco Hermosilla Iriarte, “El Código Procesal Penal,
Comentarios, Concordancias y Jurisprudencia”; 6.- Raúl Tavolari Oliveros, “ Instituciones del Nuevo Proceso Penal,
Cuestiones y Casos”; 7.- Humberto Nogueira Alcalá, “El Debido Proceso en la Constitución y el Sistema Interamericano”;
8.- Emilio Pfeffer Urquiaga, “Código Procesal Penal, Anotado y Concordado”; 9.- Andrés Baytelman A. y Mauricio Duce J.,
“Litigación Penal, Juicio Oral y Prueba”; 10.- Francisco Hermosilla Iriarte, “Apuntes sobre la Prueba en el Código Procesal
Penal”; 11.- Pelayo Vial Campos, “Técnicas y Fundamentos del Contraexamen en el Proceso Penal Chileno”; 12.- Rodrigo
Cerda San Martín y Francisco Hermosilla Iriarte, “El Procedimiento Abreviado”; 13.- Francisco Hermosilla Iriarte y
Alejandro Aguilar Brevis, “Procedimientos Especiales en el Nuevo Proceso Penal”; 14.- Alex Carocca Pérez, “El Nuevo
Sistema Procesal Penal”, 15.- Mario Mini Masonni, “La Prueba Ilícita en el Proceso Penal”; 16.- José Luis Guzmán Dalbora,
“ Estudios y Defensas Penales”; 17.- Rodrigo Coloma Correa, Gonzalo Medina Schulz, Miguel Ángel Méndez Longoria,
Raúl Núñez Ojeda, L. Iván Díaz García, Michelle Taruffo y Gerhard Dannnecker, “La Prueba en el Nuevo Proceso Penal
Oral”; 18.- Rodrigo Durán Fuica, “Medidas Cautelares Personales en el Proceso Penal”; 19.- Rafael Durán Sanhueza,
“Procedimiento Simplificado y Monitorio en el Código Procesal Penal Chileno”; 20.- Rafael Blanco Suárez, Mauricio Decap
Fernández, Leonardo Moreno Holman y Hugo Rojas Corral, “Litigación Estratégica en el Nuevo Proceso Penal”; 21.- María
Francisca Zapata García, “La Prueba Ilícita”; 22.- Cristián Aguilar Aranela, “La Prueba en el Proceso Penal Oral”, 23.-
Mauricio Duce J. y Cristián Riego R. “Introducción al Nuevo Sistema Procesal Penal” Volumen I; 24.- Humberto Nogueira
Alcalá, “Derechos Fundamentales y Garantías Constitucionales”; 25.- Alberto M. Binder, “Introducción al Derecho Procesal
Penal”; 26.- Manuel Miranda Estrampes, “El Concepto de Prueba Ilícita y su Tratamiento en el Proceso Penal”; 27.-
Guillermo Brown , “Límites a la Valoración de la Prueba en el Proceso Penal”; 28.- Jorge Danilo Correa Selamé, “Recursos
Procesales Penales”; 29.- José Luis Guzmán Dalbora; “La Pena y la Extinción de la Responsabilidad Penal “; 30.- Carlos
Pérez del Valle, exposición del Aula Iberoamericana, Cartagena de Indias, Noviembre de 2008, “El Imputado y El Derecho
De Defensa En El Marco Del Proceso Penal. Reflexiones en torno a las consecuencias del principio nemo tenetur”; 31.-
Manuel Miranda Estrampes, Exposición del Aula Iberoamericana, “La Prueba y Su Valoración En Los Procesos Penales
Acusatorios Latinoamericanos”; 32.- Adolfo Cisterna Pino, “La detención por flagrancia en el nuevo proceso penal. Doctrina
y Jurisprudencia”; 33.- Manuel Miranda Estrampes, Rodrigo Cerda San Martín y Francisco Hermosilla Iriarte, “Práctica de
la Prueba en el Juicio Oral, su Valoración y el Estándar de más allá de toda duda razonable”, año 2012; 34.- Germán
Hermosilla Arriagada; Colección Guías De Clases N° 14, “Nuevo Procedimiento Penal, Criticas Al Sistema de
Enjuiciamiento Penal. Mensaje Del Proyecto. Organización, Competencia y Funcionamiento de los Nuevos Tribunales,
Ministerio Público y Defensoría Penal Pública; 35.- Eduardo Couture; “Fundamentos del Derecho Procesal Civil”; 36.-
Fernando Orellana; “Manual de Derecho Procesal. Recursos Procesales” Tomo IV; 37.- Jordi Nieva Fenoll; “Fundamentos
de Derecho Procesal Penal”; 38.- Héctor Hernández Basualto; “La exclusión de la prueba ilícita en el nuevo proceso penal
chileno”; 39.- Adolfo Cisterna Pino; “Acciones Civiles en el Nuevo Proceso Penal”; 40.- DUCE J., Mauricio y RIEGO R.,
Cristián; “La Prisión Preventiva en Chile: Análisis de los cambios legales y su impacto”.
Preámbulo
La idea del presente Manual explicativo del Programa del curso del ramo de Derecho
Procesal Penal, tiene por objeto que los alumnos, como futuros operadores del nuevo sistema de
enjuiciamiento criminal puedan encontrar en este texto, elementos de consulta suficientes que el día de
mañana les ayuden en la interpretación y aplicación de los diversos enunciados normativos del CPP.
Comienzo señalando esto, porque aunque parezca obvio no es solamente un nuevo Código,
el que tenemos enfrente, pese a que ya tiene más de diez años, sino que, por el contrario este ordenamiento
legal implica asumir para los ministros, jueces, defensores, fiscales, abogados, alumnos de derecho y
ciudadanos en general, que se está inmerso en un nuevo sistema de administración de la justicia penal en
Chile, donde existe un conjunto de normas que persiguen que ésta no sea sólo más rápida y eficiente, sino que
cualitativamente mejor, basada en un sistema de tipo acusatorio, recogiéndose los principios básicos de lo que
debe ser un debido proceso.
Es decir, el país ha asumido una justicia más justa aunque sea redundante decirlo, para todos
sus ciudadanos, donde se respeten no solamente las garantías de todo imputado, sino que, además, por el otro
lado, se cautelen los derechos de las víctimas.
Junto a ello se tiene un ente persecutor que deberá desarrollar su trabajo con objetividad y
respeto de las garantías fundamentales del imputado y deberá proteger a la víctima, custodiando su proceder
y actuar un Juez de Garantía.
Por su parte el imputado será asesorado por una defensa técnica, real y efectiva para evitar
esa desigualdad entre la persecución penal del Estado ejercida por el Ministerio Público contra algún
ciudadano.
Para decidir las controversias hay jueces técnicos e imparciales, no contaminados con la
investigación fiscal, que para algunos procesos de menor entidad está constituido por los jueces de Garantía,
por ejemplo, en el procedimiento abreviado, el simplificado y el monitorio y que, para los juicios orales, estará
integrada por un Tribunal colegiado, compuesto de tres jueces, denominado Tribunal de Juicio Oral en lo
Penal, quienes luego de escuchar la prueba que se rinda en su presencia, deberán absolver o condenar según el
mérito de lo actuado en esas audiencias orales y públicas, dictando sentencias fundadas en apoyo de su
decisión.
Como veremos, en una postura diametralmente opuesta al sistema inquisitivo que nos rigió
antaño por más de 100 años.
Por último, las decisiones más importantes dictadas por los jueces de Garantía y por los
Tribunales de Juicio Oral en lo Penal, serán conocidas por la vía de los recursos por los Tribunales Superiores,
(Corte Suprema y Cortes de Apelaciones) garantizándose de esta manera el derecho al recurso que tienen
todos, la víctima y el imputado.
Entre las fuentes legislativas extranjeras, que se tuvieron a la vista para articular este Código,
se menciona el "Código Procesal Penal Italiano" de 1988; la "Ordenanza Procesal Penal Alemana" de 1877, la
"Ley de Enjuiciamiento Criminal Española" de 1882 y sus posteriores reformas; el "Código Procesal Penal de la
Nación Argentina" de 1992; el "Código Procesal Penal de la Provincia de Córdova" de 1992; y el "Código
Procesal Penal Peruano" de 1991. Finalmente, se indica también como fuente importante, el "Código Procesal
Penal Modelo para Iberoamérica", desarrollado por el Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal, que se
tuvo permanentemente a la vista, tanto por el Foro de Discusión como por la Comisión Técnica.
Este Manual comienza con un glosario de términos de uso frecuente, que no es más que el
CPP ordenado alfabéticamente, lo que se hace al inicio, a modo de refuerzo necesario de algunos conceptos
que resultan ser claves para entender este nuevo sistema de enjuiciamiento criminal.
Luego, se tratan los principios orientadores del sistema, detrás de los que se esconden todos
aquellos que son necesarios para lo que se conoce como un debido proceso, fundamentalmente, en los
primeros artículos del nuevo CPP y que son recogidos como un derecho fundamental al debido proceso, no
sólo en la propia Constitución Política de la República de Chile, sino que también, en diversos Tratados
Internacionales, ratificados por Chile y que se encuentran vigentes.
En segundo término, se hace un bosquejo general del nuevo proceso penal ordinario, en sus
tres etapas, se verá cómo se inicia aquél, quienes intervienen, sus tres fases bien diferenciadas, la de
investigación, la intermedia y la de juicio oral, luego se analizarán las salidas alternas y algunos
procedimientos especiales que contempla el sistema.
A continuación se tratan las normas de aplicación general, luego, en particular, las distintas
fases del procedimiento ordinario, esto es, la de investigación, la intermedia y la de juicio oral.
Después se hace una panorámica general de los recursos que caben en contra de las
resoluciones que se vayan dictando por los jueces de Garantía o el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal.
Se finaliza este manual con las normas relativas a la etapa de cumplimiento de las sentencias.
Tal como se expresa en la descripción breve del programa, éste curso se destina a enseñar al
alumno el nuevo Proceso Penal existente en el país, mediante el estudio de sus principales instituciones.
Este manual está pensado sólo para el uso académico de los alumnos del curso de 5° año y
queda estrictamente prohibida su reproducción parcial o total.
1
MAIER, Julio B.J.; “Derecho Procesal Penal – I. Fundamentos”, Editorial Editores del Puerto, Argentina, año 2004, pág.471
CAPÍTULOI. INTRODUCCIÓN
1. La acción penal.
2. La acción civil en el proceso penal.
3. El cuidado de la verdad en el ejercicio de la acción penal: Doctrina de la
Iglesia sobre el juicio temerario y la calumnia (cf. Catecismo de la Iglesia
Católica 2475-2487).
1. Concepto.
2. Clasificaciones.
3. Aplicación.
1. La etapa de investigación.
2. La etapa intermedia.
3. El juicio oral.
1. Nociones generales
2. Ámbito de aplicación
1. Simplificado
2. Monitorio.
1. Nociones Generales
a) Dar a conocer al alumno la forma en que el Estado aplica la justicia penal con respeto al
debido proceso y a las garantías y derechos de los imputados y de las víctimas;
c) Obtener que los alumnos conozcan las formas de inicio, de desarrollo, juzgamiento y
ejecución de la condena en el proceso penal ordinario;
d) Conseguir que los alumnos diferencien entre el proceso ordinario y los procedimientos
abreviado, simplificado y algunos de los especiales;
e) Lograr que se reconozcan los objetivos de los recursos y en especial del recurso de
nulidad contra la sentencia definitiva.
A
Abandono de la acción penal privada: La inasistencia del querellante a la audiencia del juicio, así como su
inactividad en el procedimiento por más de treinta días, entendiendo por tal la falta de realización de
diligencias útiles para dar curso al proceso que fueren de cargo del querellante, producirán el abandono de la
acción privada. En tal caso el tribunal deberá, de oficio o a petición de parte, decretar el sobreseimiento
definitivo de la causa. Lo mismo se observará si, habiendo muerto o caído en incapacidad el querellante, sus
herederos o representante legal no concurrieren a sostener la acción dentro del término de noventa días. (Art.
402 CPP)
Acción Penal Privada: Es aquella acción que sólo puede ser ejercida por la víctima del delito y es la que nace
de los siguientes delitos: La calumnia y la injuria; La falta descrita en el número 11 del artículo 496 del Código
Penal; La provocación a duelo y el denuesto o descrédito público por no haberlo aceptado, y El matrimonio del
menor llevado a efecto sin el consentimiento de las personas designadas por la ley y celebrado de acuerdo con
el funcionario llamado a autorizarlo. (Art. 55 CPP)
Acción Penal Pública: Es aquella acción que el Estado, a través del Ministerio Público, debe iniciar para la
persecución de un delito. La acción penal pública para la persecución de todo delito que no esté sometido a
regla especial deberá ser ejercida de oficio por el ministerio público. Podrá ser ejercida, además, por las
personas que determine la ley, con arreglo a las disposiciones de este Código. Se concede siempre acción penal
pública para la persecución de los delitos cometidos contra menores de edad. (Art. 53 CPP)
Acción Pública, previa instancia particular: Es aquella acción que el Estado, a través del Ministerio Público,
no puede iniciar de oficio, sino que requiere previamente que el ofendido por el delito hubiere denunciado el
hecho, a la justicia, al ministerio público o a la policía, A falta del ofendido por el delito, podrán denunciar el
hecho las personas indicadas en el inciso segundo del artículo 108, de conformidad a lo previsto en esa
disposición. Cuando el ofendido se encontrare imposibilitado de realizar libremente la denuncia, o cuando
quienes pudieren formularla por él se encontraren imposibilitados de hacerlo o aparecieren implicados en el
hecho, el ministerio público podrá proceder de oficio. Iniciado el procedimiento, éste se tramitará de acuerdo
con las normas generales relativas a los delitos de acción pública. Tales delitos son: Las lesiones previstas en
los artículos 399 y 494, número 5º, del Código Penal; La violación de domicilio; La violación de secretos
prevista en los artículos 231 y 247, inciso segundo, del Código Penal; Las amenazas previstas en los artículos
296 y 297 del Código Penal; Los previstos en la ley N° 19.039, que establece normas aplicables a los privilegios
industriales y protección de los derechos de propiedad industrial; La comunicación fraudulenta de secretos de
la fábrica en que el imputado hubiere estado o estuviere empleado, y Los que otras leyes señalaren en forma
expresa. (Art. 54 CPP)
Acción Indemnizatoria: Durante la tramitación del procedimiento penal la víctima podrá deducir respecto del
imputado, con arreglo a las prescripciones de este Código, todas las restantes acciones que tuvieren por objeto
perseguir las responsabilidades civiles derivadas del hecho punible. La víctima podrá también ejercer esas
acciones civiles ante el tribunal civil correspondiente. Con todo, admitida a tramitación la demanda civil en el
procedimiento penal, no se podrá deducir nuevamente ante un tribunal civil. (Art. 59 inciso 2° CPP)
Actividades de la investigación: Para los fines previstos en el artículo anterior, la investigación se llevará a
cabo de modo de consignar y asegurar todo cuanto condujere a la comprobación del hecho y a la identificación
de los partícipes en el mismo. Así, se hará constar el estado de las personas, cosas o lugares, se identificará a
los testigos del hecho investigado y se consignarán sus declaraciones. Del mismo modo, si el hecho hubiere
dejado huellas, rastros o señales, se tomará nota de ellos y se los especificará detalladamente, se dejará
constancia de la descripción del lugar en que aquél se hubiere cometido, del estado de los objetos que en él se
encontraren y de todo otro dato pertinente.
Para el cumplimiento de los fines de la investigación se podrá disponer la práctica de operaciones científicas, la
toma de fotografías, filmación o grabación y, en general, la reproducción de imágenes, voces o sonidos por los
medios técnicos que resultaren más adecuados, requiriendo la intervención de los organismos especializados.
En estos casos, una vez verificada la operación se certificará el día, hora y lugar en que ella se hubiere
realizado, el nombre, la dirección y la profesión u oficio de quienes hubieren intervenido en ella, así como la
individualización de la persona sometida a examen y la descripción de la cosa, suceso o fenómeno que se
reprodujere o explicare. En todo caso se adoptarán las medidas necesarias para evitar la alteración de los
originales objeto de la operación. (Art. 181 CPP)
Actuación del demandado: El imputado deberá oponer las excepciones que corresponda y contestar la
demanda civil en la oportunidad señalada en el artículo 263. Podrá, asimismo, señalar los vicios formales de
que adoleciere la demanda civil, requiriendo su corrección.
En su contestación, deberá indicar cuáles serán los medios probatorios de que pensare valerse, del modo
previsto en el artículo 259. (Art. 62 CPP)
Actuaciones de la Policía sin orden previa: Corresponderá a los funcionarios de Carabineros de Chile y de la
Policía de Investigaciones de Chile realizar las siguientes actuaciones, sin necesidad de recibir previamente
instrucciones particulares de los fiscales:
Prestar auxilio a la víctima; Practicar la detención en los casos de flagrancia, conforme a la ley; Resguardar el
sitio del suceso. Para este efecto, impedirán el acceso a toda persona ajena a la investigación y procederá a su
clausura, si se tratare de local cerrado, o a su aislamiento, si se tratare de lugar abierto, y evitarán que se
alteren o borren de cualquier forma los rastros o vestigios del hecho o se remuevan los instrumentos usados
para llevarlo a cabo, mientras no interviniere personal experto de la policía que el ministerio público
designare. El personal policial experto deberá recoger, identificar y conservar bajo sello los objetos,
documentos o instrumentos de cualquier clase que parecieren haber servido a la comisión del hecho
investigado, sus efectos o los que pudieren ser utilizados como medios de prueba, para ser remitidos a quien
correspondiere, dejando constancia, en el registro que se levantare, de la individualización completa del o los
funcionarios policiales que llevaren a cabo esta diligencia; En aquellos casos en que en la localidad donde
ocurrieren los hechos no exista personal policial experto y la evidencia pueda desaparecer, el personal policial
que hubiese llegado al sitio del suceso deberá recogerla y guardarla en los términos indicados en el párrafo
precedente y hacer entrega de ella al Ministerio Público, a la mayor brevedad posible. En el caso de delitos
flagrantes cometidos en zonas rurales o de difícil acceso, la policía deberá practicar de inmediato las primeras
diligencias de investigación pertinentes, dando cuenta al fiscal que corresponda de lo hecho, a la mayor
brevedad. Identificar a los testigos y consignar las declaraciones que éstos prestaren voluntariamente,
tratándose de los casos a que se alude en las letras b) y c) precedentes; Recibir las denuncias del público, y
Efectuar las demás actuaciones que dispusieren otros cuerpos legales. (Art. 83 CPP)
Actuaciones previas al conocimiento del recurso de nulidad: Ingresado el recurso a la Corte, se abrirá un
plazo de cinco días para que las demás partes solicitaren que se le declare inadmisible, se adhirieren a él o le
formularen observaciones por escrito. La adhesión al recurso deberá cumplir con todos los requisitos
necesarios para interponerlo y su admisibilidad se resolverá de plano por la Corte. Hasta antes de la audiencia
en que se conociere el recurso, el acusado podrá solicitar la designación de un defensor penal público con
domicilio en la ciudad asiento de la Corte, para que asuma su representación, cuando el juicio oral se hubiere
desarrollado en una ciudad distinta. (Art. 382 CPP)
Acuerdo Reparatorio: Son acuerdos celebrados entre la víctima y el imputado relativos a la reparación de los
daños causados por el hecho ilícito, que asume el segundo. A partir de la audiencia de formalización y antes de
ser presentada la acusación al Juez de Garantía, la víctima y el imputado podrán convenir acuerdos
reparatorios, los que el juez de garantía aprobará en audiencia, verificando previamente que los concurrentes
al acuerdo prestaron su consentimiento en forma libre y con pleno conocimiento de sus derechos y siempre
que se trate de hechos investigados: que afectaren bienes jurídicos disponibles de carácter patrimonial,
consistieren en lesiones menos graves o constituyeren delitos culposos. No podrá celebrarse este acuerdo
cuando existiere un interés público prevalente en la continuación de la persecución penal. Se entenderá
especialmente que concurre este interés si el imputado hubiere incurrido reiteradamente en hechos como los
que se investigaren en el caso particular. (Art. 241 CPP)
Acumulación: Cuando el ministerio público formulare diversas acusaciones que el juez considerare
conveniente someter a un mismo juicio oral, y siempre que ello no perjudicare el derecho a defensa, podrá
unirlas y decretar la apertura de un solo juicio oral, si ellas estuvieren vinculadas por referirse a un mismo
hecho, a un mismo imputado o porque debieren ser examinadas unas mismas pruebas. (Art. 274 inciso 1°
CPP)
Acusación Penal: Es un escrito que presenta el Fiscal, en virtud del cual se da lugar a la audiencia de
preparación de Juicio Oral, que debe contener en forma clara, precisa y circunstanciada los hechos por los
cuales se atribuye participación al acusado, lo realiza el Ministerio Público cuando estime que su investigación
proporciona fundamento serio para someter a juicio oral y público al imputado, el fiscal deberá presentar ante
el Juez de Garantía la acusación. Este escrito de acusación deberá contener: La acusación deberá contener en
forma clara y precisa: La individualización de el o los acusados y de su defensor; La relación circunstanciada
de el o los hechos atribuidos y de su calificación jurídica; La relación de las circunstancias modificatorias de la
responsabilidad penal que concurrieren, aun subsidiariamente de la petición principal; La participación que se
atribuyere al acusado; La expresión de los preceptos legales aplicables; El señalamiento de los medios de
prueba de que el ministerio público pensare valerse en el juicio; La pena cuya aplicación se solicitare, y En su
caso, la solicitud de que se proceda de acuerdo al procedimiento abreviado. Si, de conformidad a lo
establecido en la letra f) de este artículo, el fiscal ofreciere rendir prueba de testigos, deberá presentar una lista,
individualizándolos con nombre, apellidos, profesión y domicilio o residencia, salvo en el caso previsto en el
inciso segundo del artículo 307, y señalando, además, los puntos sobre los que habrán de recaer sus
declaraciones. En el mismo escrito deberá individualizar, de igual modo, al perito o los peritos cuya
comparecencia solicitare, indicando sus títulos o calidades. La acusación sólo podrá referirse a hechos y
personas incluidos en la formalización de la investigación, aunque se efectuare una distinta calificación
jurídica. (Art. 259 CPP)
Admisibilidad del informe y remuneración de los peritos: El juez de garantía admitirá los informes y citará a
los peritos cuando, además de los requisitos generales para la admisibilidad de las solicitudes de prueba,
Admisibilidad del recurso de nulidad en el tribunal a quo: Interpuesto el recurso, el tribunal a quo se
pronunciará sobre su admisibilidad. La inadmisibilidad sólo podrá fundarse en haberse deducido el recurso en
contra de resolución que no fuere impugnable por este medio o en haberse deducido fuera de plazo. La
resolución que declarare la inadmisibilidad será susceptible de reposición dentro de tercero día. (Art. 380 CPP)
Admisibilidad del recurso de nulidad en el tribunal ad quem: Transcurrido el plazo previsto en el artículo
anterior, el tribunal ad quem se pronunciará en cuenta acerca de la admisibilidad del recurso. Lo declarará
inadmisible si concurrieren las razones contempladas en el artículo 380, el escrito de interposición careciere de
fundamentos de hecho y de derecho o de peticiones concretas, o el recurso no se hubiere preparado
oportunamente. Sin embargo, si el recurso se hubiere deducido para ante la Corte Suprema, ella no se
pronunciará sobre su admisibilidad, sino que ordenará que sea remitido junto con sus antecedentes a la Corte
de Apelaciones respectiva para que, si lo estima admisible, entre a conocerlo y fallarlo, en los siguientes casos:
Si el recurso se fundare en la causal prevista en el artículo 373, letra a), y la Corte Suprema estimare que, de ser
efectivos los hechos invocados como fundamento, serían constitutivos de alguna de las causales señaladas en
el artículo 374; Si, respecto del recurso fundado en la causal del artículo 373, letra b), la Corte Suprema
estimare que no existen distintas interpretaciones sobre la materia de derecho objeto del mismo o, aun
existiendo, no fueren determinantes para la decisión de la causa, y Si en alguno de los casos previstos en el
inciso final del artículo 376, la Corte Suprema estimare que concurre respecto de los motivos de nulidad
invocados alguna de las situaciones previstas en las letras a) y b) de este artículo. (Art. 383 CPP)
Agrupación y separación de investigaciones: El fiscal podrá investigar separadamente cada delito de que
conociere. No obstante, podrá desarrollar la investigación conjunta de dos o más delitos, cuando ello resultare
conveniente. Asimismo, en cualquier momento podrá separar las investigaciones que se llevaren en forma
conjunta. Cuando dos o más fiscales se encontraren investigando los mismos hechos y con motivo de esta
circunstancia se afectaren los derechos de la defensa del imputado, éste podrá pedir al superior jerárquico o al
superior jerárquico común, en su caso, que resuelva cuál tendrá a su cargo el caso. (Art. 185 CPP)
Alegatos de Apertura: Luego que el Presidente de la sala lea las acusaciones que deberán ser objeto del juicio,
contenidas en el auto de apertura del juicio oral, concederá la palabra al fiscal, para que exponga su acusación
y al querellante para que sostenga la acusación, así como la demanda civil si la hubiere interpuesto. (Art. 325
inciso final CPP)
Alegatos de Cierre ó Conclusión: Concluida la recepción de las pruebas, el juez presidente de la sala otorgará
sucesivamente la palabra al fiscal, al acusador particular, al actor civil y al defensor para que expongan sus
conclusiones. El tribunal tomará en consideración la extensión del juicio para determinar el tiempo que
concederá al efecto. Seguidamente, se otorgará al fiscal, al acusador particular, al actor civil y al defensor la
posibilidad de replicar. Las respectivas réplicas sólo podrán referirse a las conclusiones planteadas por las
demás partes. Por último, se otorgará al acusado la palabra, para que manifestare lo que estimare conveniente.
A continuación se declarará cerrado el debate. (Art. 338 CPP)
Ámbito de aplicación del procedimiento simplificado: El conocimiento y fallo de las faltas se sujetará al
procedimiento previsto en este Título. El procedimiento se aplicará, además, respecto de los hechos
Ámbito de la Defensa: El imputado tendrá derecho a ser defendido por un letrado desde la primera actuación
del procedimiento dirigido en su contra. El imputado tendrá derecho a formular los planteamientos y
alegaciones que considerare oportunos, así como a intervenir en todas las actuaciones judiciales y en las demás
actuaciones del procedimiento, salvas las excepciones expresamente previstas en este Código. (Art. 8 CPP)
Amparo ante el juez de garantía: Toda persona privada de libertad tendrá derecho a ser conducida sin
demora ante un juez de garantía, con el objeto de que examine la legalidad de su privación de libertad y, en
todo caso, para que examine las condiciones en que se encontrare, constituyéndose, si fuere necesario, en el
lugar en que ella estuviere. El juez podrá ordenar la libertad del afectado o adoptar las medidas que fueren
procedentes. El abogado de la persona privada de libertad, sus parientes o cualquier persona en su nombre
podrán siempre ocurrir ante el juez que conociere del caso o aquél del lugar donde aquélla se encontrare, para
solicitar que ordene que sea conducida a su presencia y se ejerzan las facultades establecidas en el inciso
anterior. Con todo, si la privación de libertad hubiere sido ordenada por resolución judicial, su legalidad sólo
podrá impugnarse por los medios procesales que correspondan ante el tribunal que la hubiere dictado, sin
perjuicio de lo establecido en el artículo 21 de la Constitución Política de la República. (Art. 95 CPP)
Antecedentes a remitir concedido el recurso de apelación: Concedido el recurso, el juez remitirá al tribunal
de alzada copia fiel de la resolución y de todos los antecedentes que fueren pertinentes para un acabado
pronunciamiento sobre el recurso. (Art. 371 CPP)
Antecedentes a remitir concedido el recurso de nulidad: Concedido el recurso, el tribunal remitirá a la Corte
copia de la sentencia definitiva, del registro de la audiencia del juicio oral o de las actuaciones determinadas de
ella que se impugnaren, y del escrito en que se hubiere interpuesto el recurso. (Art. 381 CPP)
Anticipación de Prueba: Al concluir la declaración del testigo, el fiscal o el abogado asistente del fiscal, en su
caso, le hará saber la obligación que tiene de comparecer y declarar durante la audiencia del juicio oral, así
como de comunicar cualquier cambio de domicilio o de morada hasta esa oportunidad. Si, al hacérsele la
prevención prevista en el inciso anterior, el testigo manifestare la imposibilidad de concurrir a la audiencia del
juicio oral, por tener que ausentarse a larga distancia o por existir motivo que hiciere temer la sobreviniencia
de su muerte, su incapacidad física o mental, o algún otro obstáculo semejante, el fiscal podrá solicitar del juez
de garantía que se reciba su declaración anticipadamente. En los casos previstos en el inciso precedente, el juez
deberá citar a todos aquéllos que tuvieren derecho a asistir al juicio oral, quienes tendrán todas las facultades
previstas para su participación en la audiencia del juicio oral. (Art.191 CPP)
Anticipación de Prueba de menores de edad: El fiscal podrá solicitar que se reciba la declaración anticipada
de los menores de 18 años que fueren víctimas de alguno de los delitos contemplados en el Libro Segundo,
Título VII, párrafos 5 y 6 del Código Penal. En dichos casos, el juez, considerando las circunstancias personales
y emocionales del menor de edad, podrá, acogiendo la solicitud de prueba anticipada, proceder a interrogarlo,
debiendo los intervinientes dirigir las preguntas por su intermedio. Con todo, si se modificaren las
circunstancias que motivaron la recepción de prueba anticipada, la misma deberá rendirse en el juicio oral. La
declaración deberá realizarse en una sala acondicionada, con los implementos adecuados a la edad y etapa
Apelación de la resolución que declara la ilegalidad de la detención: Tratándose de los delitos establecidos
en los artículos 141, 142, 361, 362, 365 bis, 390, 391, 433, 436 y 440 del Código Penal, y los de la ley N° 20.000
que tengan pena de crimen, la resolución que declare la ilegalidad de la detención será apelable por el fiscal o
el abogado asistente del fiscal, en el sólo efecto devolutivo. En los demás casos no será apelable. (Art. 132 bis
CPP)
Apertura del Juicio Oral: El día y hora fijados, el tribunal se constituirá con la asistencia del fiscal, del
acusado, de su defensor y de los demás intervinientes. Asimismo, verificará la disponibilidad de los testigos,
peritos, intérpretes y demás personas que hubieren sido citadas a la audiencia y declarará iniciado el juicio. El
presidente de la sala señalará las acusaciones que deberán ser objeto del juicio contenidas en el auto de
apertura del juicio oral, advertirá al acusado que deberá estar atento a lo que oirá y dispondrá que los peritos y
los testigos hagan abandono de la sala de la audiencia. Seguidamente concederá la palabra al fiscal, para que
exponga su acusación y al querellante para que sostenga la acusación, así como la demanda civil si la hubiere
interpuesto. (Art. 325 CPP)
Aplicación de normas comunes a todo procedimiento: Serán aplicables al procedimiento penal, en cuanto no
se opusieren a lo estatuido en este Código o en leyes especiales, las normas comunes a todo procedimiento
contempladas en el Libro I del Código de Procedimiento Civil. (Art. 52 CPP)
Aplicación supletoria en los recursos: Los recursos se regirán por las normas de este Libro. Supletoriamente,
serán aplicables las reglas del Título III del Libro Segundo de este Código. (Art. 361 CPP)
Aplicación temporal de la ley procesal penal: Las leyes procesales penales serán aplicables a los
procedimientos ya iniciados, salvo cuando, a juicio del tribunal, la ley anterior contuviere disposiciones más
favorables al imputado. (Art. 11 CPP)
Apreciación de la Prueba de acuerdo a la sana crítica: Los tribunales apreciarán la prueba con libertad, pero
no podrán contradecir los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos
científicamente afianzados. El tribunal deberá hacerse cargo en su fundamentación de toda la prueba
producida, incluso de aquélla que hubiere desestimado, indicando en tal caso las razones que hubiere tenido
en cuenta para hacerlo.
La valoración de la prueba en la sentencia requerirá el señalamiento del o de los medios de prueba mediante
los cuales se dieren por acreditados cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren por probados. Esta
fundamentación deberá permitir la reproducción del razonamiento utilizado para alcanzar las conclusiones a
que llegare la sentencia. (Art. 297 CPP)
Asistencia a diligencias: Durante la investigación, el fiscal podrá permitir la asistencia del imputado o de los
demás intervinientes a las actuaciones o diligencias que debiere practicar, cuando lo estimare útil. En todo
caso, podrá impartirles instrucciones obligatorias conducentes al adecuado desarrollo de la actuación o
diligencia y podrá excluirlos de la misma en cualquier momento. (Art. 184 CPP)
Audiencia del Juicio Oral: Serán una o más audiencias públicas donde comparece el fiscal, el querellante, el
defensor y el acusado y que tiene por finalidad que un Tribunal Colegiado denominado Tribunal del Juicio
Oral en lo Penal, reciba en forma oral toda la prueba que los intervinientes han ofrecido, esto es la prueba
testimonial, pericial, documental y donde además se exhiben las evidencias, al término de la cual deben dar a
conocer su decisión de absolución o condena. La audiencia del juicio oral se desarrollará en forma continua y
podrá prolongarse en sesiones sucesivas, hasta su conclusión. Constituirán, para estos efectos, sesiones
sucesivas, aquéllas que tuvieren lugar en el día siguiente o subsiguiente de funcionamiento ordinario del
tribunal. Deben comparecer el acusado y su defensor y el fiscal. La ausencia del querellante dará lugar al
abandono de la misma. El Juicio es la fase esencial del proceso. Se realizará sobre la base de la acusación, en
forma oral, pública, contradictoria y concentrada y con la presencia ininterrumpida de los jueces y de todas las
partes. (Arts. 282, 284, 285 y 286 CPP)
Audiencia en la extradición pasiva: La audiencia será pública, y a su inicio el representante del Estado
requirente dará breve cuenta de los antecedentes en que se funda la petición de extradición. Si fuere el
ministerio público, hará saber también los hechos y circunstancias que obraren en beneficio del imputado. A
continuación se rendirá la prueba testimonial, pericial o documental que las partes hubieren ofrecido. Una vez
rendida la prueba, si el imputado lo deseare podrá prestar declaración y, de hacerlo, podrá ser
contrainterrogado. En caso de que se hubiere rendido prueba o hubiere declarado el imputado, se le concederá
la palabra al representante del Estado requirente, para que exponga sus conclusiones. Luego, se le concederá la
palabra al imputado para que, personalmente o a través de su defensor, efectuare las argumentaciones que
estimare procedentes. (Art. 448 CPP)
Aumento de los plazos en los recursos: Si el juicio oral hubiere sido conocido por un tribunal que se hubiese
constituido y funcionado en una localidad situada fuera de su lugar de asiento, los plazos legales establecidos
para la interposición de los recursos se aumentarán conforme a la tabla de emplazamiento prevista en el
artículo 259 del Código de Procedimiento Civil. (Art. 353 CPP)
Auto de Apertura del Juicio Oral: Es la resolución que dicta el Juez de Garantía al terminar la audiencia de
preparación del juicio oral: Esta resolución deberá indicar: El tribunal competente para conocer el juicio oral;
La o las acusaciones que deberán ser objeto del juicio y las correcciones formales que se hubieren realizado en
ellas; La demanda civil; Los hechos que se dieren por acreditados, en conformidad con lo dispuesto en el
Autodenuncia: Quien hubiere sido imputado por otra persona de haber participado en la comisión de un
hecho ilícito, tendrá el derecho de concurrir ante el ministerio público y solicitar se investigue la imputación de
que hubiere sido objeto. Si el fiscal respectivo se negare a proceder, la persona imputada podrá recurrir ante
las autoridades superiores del ministerio público, a efecto de que revisen tal decisión. (Art. 179 CPP)
Autorización Judicial Previa: Toda actuación del procedimiento que privare al imputado o a un tercero del
ejercicio de los derechos que la Constitución asegura, o lo restringiere o perturbare, requerirá de autorización
judicial previa. En consecuencia, cuando una diligencia de investigación pudiere producir alguno de tales
efectos, el fiscal deberá solicitar previamente autorización al juez de garantía. Tratándose de casos urgentes, en
que la inmediata autorización u orden judicial sea indispensable para el éxito de la diligencia, podrá ser
solicitada y otorgada por cualquier medio idóneo al efecto, tales como teléfono, fax, correo electrónico u otro,
sin perjuicio de la constancia posterior, en el registro correspondiente. No obstante lo anterior, en caso de una
detención se deberá entregar por el funcionario policial que la practique una constancia de aquélla, con
indicación del tribunal que la expidió, del delito que le sirve de fundamento y de la hora en que se emitió. (Art.
9 CPP)
Autorización para practicar diligencias sin conocimiento del afectado: Las diligencias de investigación que
de conformidad al artículo 9º requirieren de autorización judicial previa podrán ser solicitadas por el fiscal aún
antes de la formalización de la investigación. Si el fiscal requiriere que ellas se llevaren a cabo sin previa
comunicación al afectado, el juez autorizará que se proceda en la forma solicitada cuando la gravedad de los
hechos o la naturaleza de la diligencia de que se tratare, permitiere presumir que dicha circunstancia resulta
indispensable para su éxito. Si con posterioridad a la formalización de la investigación el fiscal solicitare
proceder de la forma señalada en el inciso precedente, el juez lo autorizará cuando la reserva resultare
estrictamente indispensable para la eficacia de la diligencia. (Art. 236 CPP)
Auxiliares del ministerio público como peritos: El ministerio público podrá presentar como peritos a los
miembros de los organismos técnicos que le prestaren auxilio en su función investigadora, ya sea que
pertenecieren a la policía, al propio ministerio público o a otros organismos estatales especializados en tales
funciones. (Art. 321 CPP)
Calidad de Imputado: Las facultades, derechos y garantías que la Constitución Política de la República, este
Código y otras leyes reconocen al imputado, podrán hacerse valer por la persona a quien se atribuyere
participación en un hecho punible desde la primera actuación del procedimiento dirigido en su contra y hasta
la completa ejecución de la sentencia. Para este efecto, se entenderá por primera actuación del procedimiento
cualquiera diligencia o gestión, sea de investigación, de carácter cautelar o de otra especie, que se realizare por
Cancelación de la Caución: La caución será cancelada y devueltos los bienes afectados, siempre que no
hubieren sido ejecutados con anterioridad: Cuando el imputado fuere puesto en prisión preventiva; Cuando,
por resolución firme, se absolviere al imputado, se sobreseyere la causa o se suspendiere condicionalmente el
procedimiento, y Cuando se comenzare a ejecutar la pena privativa de libertad o se resolviere que ella no
debiere ejecutarse en forma efectiva, siempre que previamente se pagaren la multa y las costas que impusiere
la sentencia. (Art. 148 CPP)
Carga de la Prueba: La carga de la prueba corresponderá al Fiscal, quien deberá probar en el juicio oral y
público, en el procedimiento abreviado, en el simplificado o en el monitorio, los hechos que fundamenten su
acusación o requerimiento. El ministerio público dirigirá en forma exclusiva la investigación de los hechos
constitutivos de delito, los que determinaren la participación punible y los que acreditaren la inocencia del
imputado, en la forma prevista por la Constitución y la ley. Los fiscales ejercerán y sustentarán la acción penal
pública en la forma prevista por la ley. Con ese propósito practicarán todas las diligencias que fueren
conducentes al éxito de la investigación y dirigirán la actuación de la policía, con estricta sujeción al principio
de objetividad consagrado en la Ley Orgánica Constitucional del Ministerio Público. (Arts. 3 y 77 CPP)
Caución para reemplazar la prisión preventiva: Cuando la prisión preventiva hubiere sido o debiere ser
impuesta únicamente para garantizar la comparecencia del imputado al juicio y a la eventual ejecución de la
pena, el tribunal podrá autorizar su reemplazo por una caución económica suficiente, cuyo monto fijará. La
caución podrá consistir en el depósito por el imputado u otra persona de dinero o valores, la constitución de
prendas o hipotecas, o la fianza de una o más personas idóneas calificadas por el tribunal. (Art. 146 CPP)
Causales de Rebeldía, declaración y efectos: El imputado será declarado rebelde: 1) Cuando, decretada
judicialmente su detención o prisión preventiva, no fuere habido, o 2) Cuando, habiéndose formalizado la
investigación en contra del que estuviere en país extranjero, no fuere posible obtener su extradición. La
declaración de rebeldía del imputado será pronunciada por el tribunal ante el que debiere comparecer.
Declarada la rebeldía, las resoluciones que se dictaren en el procedimiento se tendrán por notificadas
personalmente al rebelde en la misma fecha en que se pronunciaren. La investigación no se suspenderá por la
declaración de rebeldía y el procedimiento continuará hasta la realización de la audiencia de preparación del
juicio oral, en la cual se podrá sobreseer definitiva o temporalmente la causa de acuerdo al mérito de lo
obrado. Si la declaración de rebeldía se produjere durante la etapa de juicio oral, el procedimiento se
sobreseerá temporalmente, hasta que el imputado compareciere o fuere habido. El sobreseimiento afectará sólo
al rebelde y el procedimiento continuará con respecto a los imputados presentes. El imputado que fuere
habido pagará las costas causadas con su rebeldía, a menos que justificare debidamente su ausencia. (Arts. 99,
100 y 101 CPP)
Cautelares Personales: Las medidas cautelares personales sólo serán impuestas cuando fueren absolutamente
indispensables para asegurar la realización de los fines del procedimiento y sólo durarán mientras subsistiere
la necesidad de su aplicación. Estas medidas serán siempre decretadas por medio de resolución judicial
fundada. Estas son la citación, la detención en lugares públicos destinados para ello o en un domicilio, la
prisión preventiva y las otras medidas cautelares personales de menor entidad del artículo 155 del CPP, esto
es, Para garantizar el éxito de las diligencias de investigación o la seguridad de la sociedad, proteger al
ofendido o asegurar la comparecencia del imputado a las actuaciones del procedimiento o ejecución de la
sentencia, después de formalizada la investigación el tribunal, a petición del fiscal, del querellante o la víctima,
podrá imponer al imputado una o más de las siguientes medidas: La privación de libertad, total o parcial, en
su casa o en la que el propio imputado señalare, si aquélla se encontrare fuera de la ciudad asiento del tribunal;
La sujeción a la vigilancia de una persona o institución determinada, las que informarán periódicamente al
juez; La obligación de presentarse periódicamente ante el juez o ante la autoridad que él designare; La
prohibición de salir del país, de la localidad en la cual residiere o del ámbito territorial que fijare el tribunal; La
prohibición de asistir a determinadas reuniones, recintos o espectáculos públicos, o de visitar determinados
lugares; La prohibición de comunicarse con personas determinadas, siempre que no se afectare el derecho a
defensa, y La prohibición de aproximarse al ofendido o su familia y, en su caso, la obligación de abandonar el
Cautela de garantías: En cualquiera etapa del procedimiento en que el juez de garantía estimare que el
imputado no está en condiciones de ejercer los derechos que le otorgan las garantías judiciales consagradas en
la Constitución Política, en las leyes o en los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren
vigentes, adoptará, de oficio o a petición de parte, las medidas necesarias para permitir dicho ejercicio. Si esas
medidas no fueren suficientes para evitar que pudiere producirse una afectación sustancial de los derechos del
imputado, el juez ordenará la suspensión del procedimiento y citará a los intervinientes a una audiencia que se
celebrará con los que asistan. Con el mérito de los antecedentes reunidos y de lo que en dicha audiencia se
expusiere, resolverá la continuación del procedimiento o decretará el sobreseimiento temporal del mismo.
(Art. 10 CPP)
Cautelares reales: Durante la etapa de investigación, el ministerio público o la víctima podrán solicitar por
escrito al juez de garantía que decrete respecto del imputado, una o más de las medidas precautorias
autorizadas en el Título V del Libro Segundo del Código de Procedimiento Civil. Es decir, para asegurar el
resultado de la acción, puede el demandante en cualquier estado del juicio, aun cuando no esté contestada la
demanda, pedir una o más de las siguientes medidas: 1a. El secuestro de la cosa que es objeto de la demanda;
2a. El nombramiento de uno o más interventores; 3a. La retención de bienes determinados; y 4a. La prohibición
de celebrar actos o contratos sobre bienes determinados. En estos casos, las solicitudes respectivas se
substanciarán y regirán de acuerdo a lo previsto en el Título IV del mismo Libro. Con todo, concedida la
medida, el plazo para presentar la demanda se extenderá hasta la oportunidad prevista en el artículo 60. Del
mismo modo, al deducir la demanda civil, la víctima podrá solicitar que se decrete una o más de dichas
medidas. (Art. 157 CPP)
Cierre de la Investigación: Practicadas las diligencias necesarias para la averiguación del hecho punible y sus
autores, cómplices o encubridores, el fiscal declarará cerrada la investigación y podrá, dentro de los diez días
siguientes: Solicitar el sobreseimiento definitivo o temporal de la causa; Formular acusación, cuando estimare
que la investigación proporciona fundamento serio para el enjuiciamiento del imputado contra quien se
hubiere formalizado la misma, o Comunicar la decisión del ministerio público de no perseverar en el
procedimiento, por no haberse reunido durante la investigación los antecedentes suficientes para fundar una
acusación. La comunicación de la decisión contemplada en la letra c) precedente dejará sin efecto la
formalización de la investigación, dará lugar a que el juez revoque las medidas cautelares que se hubieren
decretado, y la prescripción de la acción penal continuará corriendo como si nunca se hubiere interrumpido.
(Art. 248 CPP)
Citación a audiencia de preparación del juicio oral: Presentada la acusación, el juez de garantía ordenará su
notificación a todos los intervinientes y citará, dentro de las veinticuatro horas siguientes, a la audiencia de
preparación del juicio oral, la que deberá tener lugar en un plazo no inferior a veinticinco ni superior a treinta
y cinco días. Al acusado se le entregará la copia de la acusación, en la que se dejará constancia, además, del
hecho de encontrarse a su disposición, en el tribunal, los antecedentes acumulados durante la investigación.
(Art. 260 CPP)
Citación a audiencia de juicio oral: El juez de garantía hará llegar el auto de apertura del juicio oral al tribunal
competente, dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes al momento en que quedare firme. También
pondrá a disposición del tribunal de juicio oral en lo penal las personas sometidas a prisión preventiva o a
otras medidas cautelares personales. Una vez distribuida la causa, cuando procediere, el juez presidente de la
Citación del ministerio público. Cuando en el desarrollo de su actividad de investigación el fiscal requiriere
la comparecencia de una persona, podrá citarla por cualquier medio idóneo. Si la persona citada no
compareciere, el fiscal podrá ocurrir ante el juez de garantía para que lo autorice a conducirla
compulsivamente a su presencia. Con todo, el fiscal no podrá recabar directamente la comparecencia personal
de las personas o autoridades a que se refiere el artículo 300. Si la declaración de dichas personas o autoridades
fuere necesaria, procederá siempre previa autorización del juez de garantía y conforme lo establece el artículo
301. (Art. 23 CPP)
Citación Judicial: Mecanismo mediante el cual el tribunal solicita la presencia de un imputado, testigo o
perito, entre otros, ordenando para ello notificar la resolución que obliga su comparecencia. Cuando fuere
necesario citar a alguna persona para llevar a cabo una actuación ante el tribunal, se le notificará la resolución
que ordenare su comparecencia. Se hará saber a los citados el tribunal ante el cual debieren comparecer, su
domicilio, la fecha y hora de la audiencia, la identificación del proceso de que se tratare y el motivo de su
comparecencia. Al mismo tiempo se les advertirá que la no comparecencia injustificada dará lugar a que sean
conducidos por medio de la fuerza pública, que quedarán obligados al pago de las costas que causaren y que
pueden imponérseles sanciones. También se les deberá indicar que, en caso de impedimento, deberán
Citación, registro y detención en casos de flagrancia: Quien fuere sorprendido por la policía in fraganti
cometiendo un hecho de los señalados en el artículo 124, será citado a la presencia del fiscal, previa
comprobación de su domicilio. La policía podrá registrar las vestimentas, el equipaje o el vehículo de la
persona que será citada. Asimismo, podrá conducir al imputado al recinto policial, para efectuar allí la
citación. No obstante lo anterior, el imputado podrá ser detenido si hubiere cometido alguna de las faltas
contempladas en el Código Penal, en los artículos 494 Nºs 4 y 5, y 19, exceptuando en este último caso los
hechos descritos en los artículos 189 y 233; 494 bis; 495 Nº 21, y 496 Nºs 5 y 26. En todos los casos señalados en
el inciso anterior, el agente policial deberá informar al fiscal, de inmediato, de la detención, para los efectos de
lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 131. El fiscal comunicará su decisión al defensor en el momento
que la adopte. El procedimiento indicado en el inciso primero podrá ser utilizado asimismo cuando,
tratándose de un simple delito y no siendo posible conducir al imputado inmediatamente ante el juez, el
funcionario a cargo del recinto policial considerare que existen suficientes garantías de su oportuna
comparecencia. (Art. 134 CPP)
Comparecencia del imputado ante el Ministerio Público: Durante la etapa de investigación el imputado
estará obligado a comparecer ante el fiscal, cuando éste así lo dispusiere. Mientras el imputado se encuentre
detenido o en prisión preventiva, el fiscal estará facultado para hacerlo traer a su presencia cuantas veces fuere
necesario para los fines de la investigación, sin más trámite que dar aviso al juez y al defensor. (Art. 193 CPP)
Comparecencia del fiscal y defensor a la audiencia de preparación del juicio oral: La presencia del fiscal y
del defensor del imputado durante la audiencia constituye un requisito de validez de la misma. La falta de
comparecencia del fiscal deberá ser subsanada de inmediato por el tribunal, quien además pondrá este hecho
en conocimiento del fiscal regional. Si no compareciere el defensor, el tribunal declarará el abandono de la
defensa, designará un defensor de oficio al imputado y dispondrá la suspensión de la audiencia por un plazo
que no excediere de cinco días, a objeto de permitir que el defensor designado se interiorice del caso. La
ausencia o abandono injustificados de la audiencia por parte del defensor o del fiscal será sancionada
conforme a lo previsto en el artículo 287. (Art. 269 CPP)
Comparecencia ininterrumpida de los jueces, ministerio público, acusado y defensor en la audiencia del
juicio oral: La audiencia del juicio oral se realizará con la presencia ininterrumpida de los jueces que
integraren el tribunal y del fiscal, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 258. Lo dispuesto en el inciso final
del artículo 76 respecto de la inhabilidad se aplicará también a los casos en que, iniciada la audiencia, faltare
un integrante del tribunal de juicio oral en lo penal. Cualquier infracción de lo dispuesto en este artículo
implicará la nulidad del juicio oral y de la sentencia que se dictare en él. El acusado deberá estar presente
durante toda la audiencia. El tribunal podrá autorizar la salida de la sala del acusado cuando éste lo solicitare,
ordenando su permanencia en una sala próxima. Asimismo, el tribunal podrá disponer que el acusado
abandonare la sala de audiencia, cuando su comportamiento perturbare el orden. En ambos casos, el tribunal
adoptará las medidas necesarias para asegurar la oportuna comparecencia del acusado. El presidente de la sala
deberá informar al acusado de lo ocurrido en su ausencia, en cuanto éste reingresare a la sala de audiencia. La
Comparecencia de las partes a la audiencia en los delitos de acción privada: El querellante y querellado
podrán comparecer a la audiencia en forma personal o representados por mandatario con facultades
suficientes para transigir. Sin perjuicio de ello, deberán concurrir en forma personal, cuando el tribunal así lo
ordenare. (Art. 403 CPP)
Competencia del Juez de Garantía: Los juzgados de garantía estarán conformados por uno o más jueces con
competencia en un mismo territorio jurisdiccional, que actúan y resuelven unipersonalmente los asuntos
sometidos a su conocimiento. Corresponderá a los jueces de garantía: a) Asegurar los derechos del imputado y
demás intervinientes en el proceso penal, de acuerdo a la ley procesal penal; b) Dirigir personalmente las
audiencias que procedan, de conformidad a la ley procesal penal; c) Dictar sentencia, cuando corresponda, en
el procedimiento abreviado que contemple la ley procesal penal; d) Conocer y fallar las faltas penales de
conformidad con el procedimiento contenido en la ley procesal penal, y e) Conocer y fallar, conforme a los
procedimientos regulados en el Título I del Libro IV del Código Procesal Penal, las faltas e infracciones
contempladas en la Ley de Alcoholes, cualquiera sea la pena que ella les asigne; f) Hacer ejecutar las condenas
criminales y las medidas de seguridad, y resolver las solicitudes y reclamos relativos a dicha ejecución, de
conformidad a la ley procesal penal, y g) Conocer y resolver todas las cuestiones y asuntos que este Código y
la ley procesal penal les encomienden. (Art. 14 COT)
Competencia del Tribunal de Juicio Oral en Lo Penal: Los tribunales de juicio oral en lo penal funcionarán en
una o más salas integradas por tres de sus miembros. Sin perjuicio de lo anterior, podrán integrar también
cada sala otros jueces en calidad de alternos, con el solo propósito de subrogar, si fuere necesario, a los
miembros que se vieren impedidos de continuar participando en el desarrollo del juicio oral, en los términos
que contemplan los artículos 76, inciso final, y 281, inciso quinto, del Código Procesal Penal. Cada sala será
dirigida por un juez presidente de sala, quien tendrá las atribuciones a que alude el artículo 92 y las demás de
orden que la ley procesal penal indique. La integración de las salas de estos tribunales, incluyendo a los jueces
alternos de cada una, se determinará mediante sorteo anual que se efectuará durante el mes de enero de cada
año. La distribución de las causas entre las diversas salas se hará de acuerdo a un procedimiento objetivo y
general que deberá ser anualmente aprobado por el comité de jueces del tribunal, a propuesta del juez
presidente. Corresponderá a los tribunales de juicio oral en lo penal: a) Conocer y juzgar las causas por crimen
o simple delito, salvo aquellas relativas a simples delitos cuyo conocimiento y fallo corresponda a un juez de
garantía; b) Resolver, en su caso, sobre la libertad o prisión preventiva de los acusados puestos a su
disposición;
c) Resolver todos los incidentes que se promuevan durante el juicio oral, y d) Conocer y resolver los demás
asuntos que la ley procesal penal les encomiende. (Arts. 17 y 18 COT)
Cómputo de plazos de horas. Los plazos de horas establecidos en este Código comenzarán a correr
inmediatamente después de ocurrido el hecho que fijare su iniciación, sin interrupción. (Art. 15 CPP)
Comunicaciones del ministerio público. Cuando el ministerio público estuviere obligado a comunicar
formalmente alguna actuación a los demás intervinientes en el procedimiento, deberá hacerlo, bajo su
responsabilidad, por cualquier medio razonable que resultare eficaz. Será de cargo del ministerio público
acreditar la circunstancia de haber efectuado la comunicación. Si un interviniente probare que por la
deficiencia de la comunicación se hubiere encontrado impedido de ejercer oportunamente un derecho o
desarrollar alguna actividad dentro del plazo establecido por la ley, podrá solicitar un nuevo plazo, el que le
será concedido bajo las condiciones y circunstancias previstas en el artículo 17. (Art. 22 CPP)
Comunicación entre el acusado y su defensor: El acusado podrá comunicarse libremente con su defensor
durante el juicio, siempre que ello no perturbare el orden de la audiencia. No obstante, no podrá hacerlo
mientras prestare declaración. (Art. 327 CPP)
Comunicaciones entre el ministerio público y la policía: Las comunicaciones que los fiscales y la policía
debieren dirigirse en relación con las actividades de investigación de un caso particular se realizarán en la
forma y por los medios más expeditos posibles, salvo los casos urgentes a que se refiere el inciso final del
artículo 9º, en los cuales la autorización judicial se exhibirá posteriormente. (Art. 81 CPP)
Conciliación sobre la responsabilidad civil en la audiencia de preparación del juicio oral: El juez deberá
llamar al querellante y al imputado a conciliación sobre las acciones civiles que hubiere deducido el primero y
proponerles bases de arreglo. Regirán a este respecto los artículos 263 y 267 del Código de Procedimiento Civil.
Si no se produjere conciliación, el juez resolverá en la misma audiencia las solicitudes de medidas cautelares
reales que la víctima hubiere formulado al deducir su demanda civil. (Art. 273 CPP)
Conciliación en delito de acción penal privada: Al inicio de la audiencia, el juez instará a las partes a buscar
un acuerdo que ponga término a la causa. Tratándose de los delitos de calumnia o de injuria, otorgará al
querellado la posibilidad de dar explicaciones satisfactorias de su conducta. (Art. 404 CPP)
Condiciones por cumplir decretada la suspensión condicional del procedimiento: El juez de garantía
dispondrá, según correspondiere, que durante el período de suspensión, el imputado esté sujeto al
cumplimiento de una o más de las siguientes condiciones: Residir o no residir en un lugar determinado;
Abstenerse de frecuentar determinados lugares o personas; Someterse a un tratamiento médico, psicológico o
de otra naturaleza; Tener o ejercer un trabajo, oficio, profesión o empleo, o asistir a algún programa
educacional o de capacitación; Pagar una determinada suma, a título de indemnización de perjuicios, a favor
de la víctima o garantizar debidamente su pago. Se podrá autorizar el pago en cuotas o dentro de un
determinado plazo, el que en ningún caso podrá exceder el período de suspensión del procedimiento; Acudir
periódicamente ante el ministerio público y, en su caso, acreditar el cumplimiento de las demás condiciones
impuestas: Fijar domicilio e informar al ministerio público de cualquier cambio del mismo; y Otra condición
que resulte adecuada en consideración con las circunstancias del caso concreto de que se tratare y fuere
Conservación de las especies: Las especies recogidas durante la investigación serán conservadas bajo la
custodia del ministerio público, quien deberá tomar las medidas necesarias para evitar que se alteren de
cualquier forma. Podrá reclamarse ante el juez de garantía por la inobservancia de las disposiciones antes
señaladas, a fin que adopte las medidas necesarias para la debida preservación e integridad de las especies
recogidas. Los intervinientes tendrán acceso a esas especies, con el fin de reconocerlas o realizar alguna pericia,
siempre que fueren autorizados por el ministerio público o, en su caso, por el juez de garantía. El ministerio
público llevará un registro especial en el que conste la identificación de las personas que fueren autorizadas
para reconocerlas o manipularlas, dejándose copia, en su caso, de la correspondiente autorización. (Art. 188
CPP)
Conservación de los registros: Mientras dure la investigación o el respectivo proceso, la conservación de los
registros estará a cargo del juzgado de garantía y del tribunal de juicio oral en lo penal respectivo, de
conformidad a lo previsto en el Código Orgánico de Tribunales. Cuando, por cualquier causa, se viere dañado
el soporte material del registro afectando su contenido, el tribunal ordenará reemplazarlo en todo o parte por
una copia fiel, que obtendrá de quien la tuviere, si no dispusiere de ella directamente. Si no existiere copia fiel,
las resoluciones se dictarán nuevamente, para lo cual el tribunal reunirá los antecedentes que le permitan
fundamentar su preexistencia y contenido, y las actuaciones se repetirán con las formalidades previstas para
cada caso. En todo caso, no será necesario volver a dictar las resoluciones o repetir las actuaciones que sean el
antecedente de resoluciones conocidas o en etapa de cumplimiento o ejecución. (Art. 43 CPP)
Contenido de la denuncia: La denuncia podrá formularse por cualquier medio y deberá contener la
identificación del denunciante, el señalamiento de su domicilio, la narración circunstanciada del hecho, la
designación de quienes lo hubieren cometido y de las personas que lo hubieren presenciado o que tuvieren
noticia de él, todo en cuanto le constare al denunciante. En el caso de la denuncia verbal se levantará un
registro en presencia del denunciante, quien lo firmará junto con el funcionario que la recibiere. La denuncia
escrita será firmada por el denunciante. En ambos casos, si el denunciante no pudiere firmar, lo hará un tercero
a su ruego. (Art. 174 CPP)
Contenido de la Notificación: La notificación deberá incluir una copia íntegra de la resolución de que se
tratare, con la identificación del proceso en el que recayere, a menos que la ley expresamente ordenare agregar
otros antecedentes, o que el juez lo estimare necesario para la debida información del notificado o para el
adecuado ejercicio de sus derechos. (Art. 25 CPP)
Contenido de la orden de registro y constancia de la diligencia: La orden que autorizare la entrada y registro
deberá señalar: El o los edificios o lugares que hubieren de ser registrados; El fiscal que lo hubiere solicitado;
La autoridad encargada de practicar el registro, y El motivo del registro y, en su caso, del ingreso nocturno. La
orden tendrá una vigencia máxima de diez días, después de los cuales caducará la autorización. Con todo, el
juez que emitiere la orden podrá establecer un plazo de vigencia inferior. De todo lo obrado durante la
diligencia de registro deberá dejarse constancia escrita y circunstanciada. Los objetos y documentos que se
Contenido del Requerimiento: El requerimiento deberá contener: La individualización del imputado; Una
relación sucinta del hecho que se le atribuyere, con indicación del tiempo y lugar de comisión y demás
circunstancias relevantes; La cita de la disposición legal infringida; La exposición de los antecedentes o
elementos que fundamentaren la imputación, La pena solicitada por el requirente, y La individualización y
firma del requirente. (Art. 391 CPP)
Contenido de la sentencia dictada en Juicio Oral: La sentencia definitiva contendrá: La mención del tribunal
y la fecha de su dictación; la identificación del acusado y la de el o los acusadores; La enunciación breve de los
hechos y circunstancias que hubieren sido objeto de la acusación; en su caso, los daños cuya reparación
reclamare en la demanda civil y su pretensión reparatoria, y las defensas del acusado; La exposición clara,
lógica y completa de cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren por probados, fueren ellos
favorables o desfavorables al acusado, y de la valoración de los medios de prueba que fundamentaren dichas
conclusiones de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 297; Las razones legales o doctrinales que sirvieren
para calificar jurídicamente cada uno de los hechos y sus circunstancias y para fundar el fallo; La resolución
que condenare o absolviere a cada uno de los acusados por cada uno de los delitos que la acusación les hubiere
atribuido; la que se pronunciare sobre la responsabilidad civil de los mismos y fijare el monto de las
indemnizaciones a que hubiere lugar; El pronunciamiento sobre las costas de la causa, y La firma de los jueces
que la hubieren dictado. La sentencia será siempre redactada por uno de los miembros del tribunal colegiado,
designado por éste, en tanto la disidencia o prevención será redactada por su autor. La sentencia señalará el
nombre de su redactor y el del que lo sea de la disidencia o prevención. (Art. 342 CPP)
Continuidad del Juicio Oral: La audiencia del juicio oral se desarrollará en forma continua y podrá
prolongarse en sesiones sucesivas, hasta su conclusión. Constituirán, para estos efectos, sesiones sucesivas,
aquéllas que tuvieren lugar en el día siguiente o subsiguiente de funcionamiento ordinario del tribunal. (Art.
282 CPP)
Contrainterrogatorio: Después de que el testigo o perito haya declarado puede ser contrainterrogado por la
parte contraria. Los interrogatorios serán realizados en primer lugar por la parte que hubiere ofrecido la
respectiva prueba y luego por las restantes. Durante el contrainterrogatorio, las partes podrán confrontar al
perito o testigo con sus propios dichos u otras versiones de los hechos presentadas en el juicio. (Arts. 329 y 330
CPP)
Control de identidad: Los funcionarios policiales señalados en el artículo 83 deberán, además, sin orden
previa de los fiscales, solicitar la identificación de cualquier persona en los casos fundados, en que, según las
circunstancias, estimaren que existen indicios de que ella hubiere cometido o intentado cometer un crimen,
simple delito o falta; de que se dispusiere a cometerlo; de que pudiere suministrar informaciones útiles para la
indagación de un crimen, simple delito o falta; o en el caso de la persona que se encapuche o emboce para
ocultar, dificultar o disimular su identidad. La identificación se realizará en el lugar en que la persona se
encontrare, por medio de documentos de identificación expedidos por la autoridad pública, como cédula de
identidad, licencia de conducir o pasaporte. El funcionario policial deberá otorgar a la persona facilidades para
encontrar y exhibir estos instrumentos. Durante este procedimiento, sin necesidad de nuevos indicios, la
policía podrá proceder al registro de las vestimentas, equipaje o vehículo de la persona cuya identidad se
controla, y cotejar la existencia de las órdenes de detención que pudieren afectarle. La policía procederá a la
detención, sin necesidad de orden judicial y en conformidad a lo dispuesto en el artículo 129, de quienes se
sorprenda, a propósito del registro, en alguna de las hipótesis del artículo 130, así como de quienes al
momento del cotejo registren orden de detención pendiente. En caso de negativa de una persona a acreditar su
identidad, o si habiendo recibido las facilidades del caso no le fuere posible hacerlo, la policía la conducirá a la
unidad policial más cercana para fines de identificación. En dicha unidad se le darán las facilidades para
procurar una identificación satisfactoria por otros medios distintos de los ya mencionados, dejándola en
Control judicial. En los casos contemplados en los dos artículos anteriores, (archivo provisional y facultad
para no iniciar investigación) la víctima podrá provocar la intervención del juez de garantía deduciendo la
querella respectiva. Si el juez admitiere a tramitación la querella, el fiscal deberá seguir adelante la
investigación conforme a las reglas generales. (Art. 169 CPP)
Convenciones Probatorias: la convención probatoria es un acto jurídico procesal entre partes – acusador y
acusado – mediante el cual acuerdan dar por acreditados ciertos hechos ante el Juez de Garantía, respecto de
los cuales no podrá volverse a discutir en el juicio oral, se concibe como una útil herramienta de economía
procesal en torno a la prueba a rendir en el futuro juicio oral. Durante la audiencia, el fiscal, el querellante, si lo
hubiere, y el imputado podrán solicitar en conjunto al juez de garantía que de por acreditados ciertos hechos,
que no podrán ser discutidos en el juicio oral. El juez de garantía podrá formular proposiciones a los
intervinientes sobre la materia. Si la solicitud no mereciere reparos, por conformarse a las alegaciones que
hubieren hecho los intervinientes, el juez de garantía indicará en el auto de apertura del juicio oral los hechos
que se dieren por acreditados, a los cuales deberá estarse durante el juicio oral. (Art. 275 CPP)
Convicción del Tribunal: Nadie podrá ser condenado por delito sino cuando el tribunal que lo juzgare
adquiriere, más allá de toda duda razonable, la convicción de que realmente se hubiere cometido el hecho
punible objeto de la acusación y que en él hubiere correspondido al acusado una participación culpable y
penada por la ley. El tribunal formará su convicción sobre la base de la prueba producida durante el juicio oral.
No se podrá condenar a una persona con el solo mérito de su propia declaración. (Art. 340 CPP)
Copias de comunicaciones o transmisiones: El juez de garantía podrá autorizar, a petición del fiscal, que
cualquier empresa de comunicaciones facilite copias de las comunicaciones transmitidas o recibidas por ellas.
Del mismo modo, podrá ordenar la entrega de las versiones que existieren de las transmisiones de radio,
televisión u otros medios. (Art. 219 CPP)
Corrección de vicios formales en la audiencia de preparación del juicio oral: Cuando el juez considerare que
la acusación del fiscal, la del querellante o la demanda civil adolecen de vicios formales, ordenará que los
mismos sean subsanados, sin suspender la audiencia, si ello fuere posible. En caso contrario, ordenará la
suspensión de la misma por el período necesario para la corrección del procedimiento, el que en ningún caso
podrá exceder de cinco días. Transcurrido este plazo, si la acusación del querellante o la demanda civil no
hubieren sido rectificadas, se tendrán por no presentadas. Si no lo hubiere sido la acusación del fiscal, a
petición de éste, el juez podrá conceder una prórroga hasta por otros cinco días, sin perjuicio de lo cual
informará al fiscal regional. Si el ministerio público no subsanare oportunamente los vicios, el juez procederá a
decretar el sobreseimiento definitivo de la causa, a menos que existiere querellante particular, que hubiere
deducido acusación o se hubiere adherido a la del fiscal. En este caso, el procedimiento continuará sólo con el
Costas: Toda resolución que pusiere término a la causa o decidiere un incidente deberá pronunciarse sobre el
pago de las costas del procedimiento. Las costas del procedimiento penal comprenderán tanto las procesales
como las personales. Las costas serán de cargo del condenado. La víctima que abandonare la acción civil
soportará las costas que su intervención como parte civil hubiere causado. También las soportará el querellante
que abandonare la querella. No obstante lo dispuesto en los incisos anteriores, el tribunal, por razones
fundadas que expresará determinadamente, podrá eximir total o parcialmente del pago de las costas, a quien
debiere soportarlas. Cuando el imputado fuere absuelto o sobreseído definitivamente, el ministerio público
será condenado en costas, salvo que hubiere formulado la acusación en cumplimiento de la orden judicial a
que se refiere el inciso segundo del artículo 462 o cuando el tribunal estime razonable eximirle por razones
fundadas. En dicho evento será también condenado el querellante, salvo que el tribunal lo eximiere del pago,
total o parcialmente, por razones fundadas que expresará determinadamente. Cuando fueren varios los
intervinientes condenados al pago de las costas, el tribunal fijará la parte o proporción que corresponderá
soportar a cada uno de ellos. Los fiscales, los abogados y los mandatarios de los intervinientes en el
procedimiento no podrán ser condenados personalmente al pago de las costas, salvo los casos de notorio
desconocimiento del derecho o de grave negligencia en el desempeño de sus funciones, en los cuales se les
podrá imponer, por resolución fundada, el pago total o parcial de las costas. (Arts. 45, 46, 47, 48, 49 y 50 CPP)
Cuestiones Prejudiciales Civiles: Siempre que para el juzgamiento criminal se requiriere la resolución previa
de una cuestión civil de que debiere conocer, conforme a la ley, un tribunal que no ejerciere jurisdicción en lo
penal, se suspenderá el procedimiento criminal hasta que dicha cuestión se resolviere por sentencia firme. Esta
suspensión no impedirá que se verifiquen actuaciones urgentes y estrictamente necesarias para conferir
protección a la víctima o a testigos o para establecer circunstancias que comprobaren los hechos o la
participación del imputado y que pudieren desaparecer. Cuando se tratare de un delito de acción penal
pública, el ministerio público deberá promover la iniciación de la causa civil previa e intervendrá en ella hasta
su término, instando por su pronta conclusión. (Art. 171 CPP)
Curso de la acción civil ante suspensión o terminación del procedimiento penal: Si antes de comenzar el
juicio oral, el procedimiento penal continuare de conformidad a las normas que regulan el procedimiento
abreviado, o por cualquier causa terminare o se suspendiere, sin decisión acerca de la acción civil que se
hubiere deducido oportunamente, la prescripción continuará interrumpida siempre que la víctima presentare
su demanda ante el tribunal civil competente en el término de sesenta días siguientes a aquél en que, por
resolución ejecutoriada, se dispusiere la suspensión o terminación del procedimiento penal. En este caso, la
demanda y la resolución que recayere en ella se notificarán por cédula y el juicio se sujetará a las reglas del
procedimiento sumario. Si la demanda no fuere deducida ante el tribunal civil competente dentro del referido
plazo, la prescripción continuará corriendo como si no se hubiere interrumpido. Si en el procedimiento penal
se hubieren decretado medidas destinadas a cautelar la demanda civil, éstas se mantendrán vigentes por el
plazo indicado en el inciso primero, tras el cual quedarán sin efecto si, solicitadas oportunamente, el tribunal
civil no las mantuviere. Si, comenzado el juicio oral, se dictare sobreseimiento de acuerdo a las prescripciones
de este Código, el tribunal deberá continuar con el juicio para el solo conocimiento y fallo de la cuestión civil.
(Art. 68 CPP)
D
Debate acerca de las pruebas ofrecidas por las partes: Durante la audiencia de preparación del juicio oral
cada parte podrá formular las solicitudes, observaciones y planteamientos que estimare relevantes con relación
Deber de comparecencia en ambos casos: Los testigos comprendidos en los dos artículos precedentes (Los
que tienen facultad de no declarar por motivos personales y los que tienen la facultad de abstenerse de
declarar por razones de secreto) deberán comparecer a la presencia judicial y explicar los motivos de los cuales
surgiere la facultad de abstenerse que invocaren. El tribunal podrá considerar como suficiente el juramento o
promesa que los mencionados testigos prestaren acerca de la veracidad del hecho fundante de la facultad
invocada. Los testigos comprendidos en los dos artículos precedentes estarán obligados a declarar respecto de
los demás imputados con quienes no estuvieren vinculados de alguna de las maneras allí descritas, a menos
que su declaración pudiere comprometer a aquéllos con quienes existiere dicha relación. (Art. 304 CPP)
Deber de comparecer y declarar: Toda persona que no se encontrare legalmente exceptuada tendrá la
obligación de concurrir al llamamiento judicial practicado con el fin de prestar declaración testimonial; de
declarar la verdad sobre lo que se le preguntare y de no ocultar hechos, circunstancias o elementos acerca del
contenido de su declaración. Para la citación de los testigos regirán las normas previstas en el Párrafo 4º del
Título II del Libro Primero. En casos urgentes, los testigos podrán ser citados por cualquier medio, haciéndose
constar el motivo de la urgencia. Con todo, en estos casos no procederá la aplicación de los apercibimientos
previstos en el artículo 33 sino una vez practicada la citación con las formalidades legales. (Art. 298 CPP)
Deberes de los asistentes a la audiencia del juicio oral: Quienes asistieren a la audiencia deberán guardar
respeto y silencio mientras no estuvieren autorizados para exponer o debieren responder a las preguntas que
se les formularen. No podrán llevar armas ni ningún elemento que pudiere perturbar el orden de la audiencia.
No podrán adoptar un comportamiento intimidatorio, provocativo o contrario al decoro. (Art. 293 CPP)
Decisión absolutoria y medidas cautelares personales: Comunicada a las partes la decisión absolutoria
prevista en el artículo 343, el tribunal dispondrá, en forma inmediata, el alzamiento de las medidas cautelares
personales que se hubieren decretado en contra del acusado y ordenará se tome nota de este alzamiento en
todo índice o registro público y policial en el que figuraren. También se ordenará la cancelación de las
garantías de comparecencia que se hubieren otorgado. (Art. 347 CPP)
Decisión del Tribunal (en la Revisión): La resolución de la Corte Suprema que acogiere la solicitud de
revisión declarará la nulidad de la sentencia. Si de los antecedentes resultare fehacientemente acreditada la
inocencia del condenado, el tribunal además dictará, acto seguido y sin nueva vista pero separadamente, la
sentencia de reemplazo que corresponda. Asimismo, cuando hubiere mérito para ello y así lo hubiere recabado
quien hubiere solicitado la revisión, la Corte podrá pronunciarse de inmediato sobre la procedencia de la
indemnización a que se refiere el artículo 19, Nº 7, letra i), de la Constitución Política. (Art. 478 CPP)
Decisión sobre absolución o condena: Una vez concluida la deliberación privada de los jueces, de
conformidad a lo previsto en el artículo 339, la sentencia definitiva que recayere en el juicio oral deberá ser
pronunciada en la audiencia respectiva, comunicándose la decisión relativa a la absolución o condena del
acusado por cada uno de los delitos que se le imputaren, indicando respecto de cada uno de ellos los
fundamentos principales tomados en consideración para llegar a dichas conclusiones. Excepcionalmente,
cuando la audiencia del juicio se hubiere prolongado por más de dos días y la complejidad del caso no
permitiere pronunciar la decisión inmediatamente, el tribunal podrá prolongar su deliberación hasta por
veinticuatro horas, hecho que será dado a conocer a los intervinientes en la misma audiencia, fijándose de
inmediato la oportunidad en que la decisión les será comunicada. La omisión del pronunciamiento de la
decisión de conformidad a lo previsto en los incisos precedentes producirá la nulidad del juicio, el que deberá
repetirse en el más breve plazo posible. En el caso de condena, el tribunal deberá resolver sobre las
circunstancias modificatorias de responsabilidad penal en la misma oportunidad prevista en el inciso primero.
No obstante, tratándose de circunstancias ajenas al hecho punible, y los demás factores relevantes para la
determinación y cumplimiento de la pena, el tribunal abrirá debate sobre tales circunstancias y factores,
Decisiones sobre los recursos: El tribunal que conociere de un recurso sólo podrá pronunciarse sobre las
solicitudes formuladas por los recurrentes, quedándole vedado extender el efecto de su decisión a cuestiones
no planteadas por ellos o más allá de los límites de lo solicitado, salvo en los casos previstos en este artículo y
en el artículo 379 inciso segundo. Si sólo uno de varios imputados por el mismo delito entablare el recurso
contra la resolución, la decisión favorable que se dictare aprovechará a los demás, a menos que los
fundamentos fueren exclusivamente personales del recurrente, debiendo el tribunal declararlo así
expresamente. Si la resolución judicial hubiere sido objeto de recurso por un solo interviniente, la Corte no
podrá reformarla en perjuicio del recurrente. (Art. 360 CPP)
Declaraciones del imputado ante la Policía: Durante todo el procedimiento y en cualquiera de sus etapas el
imputado tendrá siempre derecho a prestar declaración, como un medio de defenderse de la imputación que
se le dirigiere. La declaración judicial del imputado se prestará en audiencia a la cual podrán concurrir los
intervinientes en el procedimiento, quienes deberán ser citados al efecto. La declaración del imputado no
podrá recibirse bajo juramento. El juez o, en su caso, el presidente del tribunal, se limitará a exhortarlo a que
diga la verdad y a que responda con claridad y precisión las preguntas que se le formularen. Regirá,
correspondientemente, lo dispuesto en el artículo 326. Si con ocasión de su declaración judicial, el imputado o
su defensor solicitaren la práctica de diligencias de investigación, el juez podrá recomendar al ministerio
público la realización de las mismas, cuando lo considerare necesario para el ejercicio de la defensa y el respeto
del principio de objetividad. Si el imputado no supiere la lengua castellana o si fuere sordo o mudo, se
procederá a tomarle declaración de conformidad al artículo 291, incisos tercero y cuarto. (Art. 91 CPP)
Declaración del imputado como medio de defensa: Durante todo el procedimiento y en cualquiera de sus
etapas el imputado tendrá siempre derecho a prestar declaración, como un medio de defenderse de la
imputación que se le dirigiere. La declaración judicial del imputado se prestará en audiencia a la cual podrán
concurrir los intervinientes en el procedimiento, quienes deberán ser citados al efecto. La declaración del
imputado no podrá recibirse bajo juramento. El juez o, en su caso, el presidente del tribunal, se limitará a
exhortarlo a que diga la verdad y a que responda con claridad y precisión las preguntas que se le formularen.
Regirá, correspondientemente, lo dispuesto en el artículo 326. Si con ocasión de su declaración judicial, el
imputado o su defensor solicitaren la práctica de diligencias de investigación, el juez podrá recomendar al
ministerio público la realización de las mismas, cuando lo considerare necesario para el ejercicio de la defensa
y el respeto del principio de objetividad. Si el imputado no supiere la lengua castellana o si fuere sordo o
mudo, se procederá a tomarle declaración de conformidad al artículo 291, incisos tercero y cuarto. (Art. 98
CPP)
Declaración del imputado (en extradición pasiva): En la audiencia prevista en el artículo 448, el imputado
tendrá derecho siempre a prestar declaración, ocasión en la que podrá ser libre y directamente interrogado por
el representante del Estado requirente y por su defensor. (Art.445 CPP)
Declaración de peritos: La declaración de los peritos en la audiencia del juicio oral se regirá por las normas
previstas en el artículo 329 y, supletoriamente, por las establecidas para los testigos. Si el perito se negare a
prestar declaración, se le aplicará lo dispuesto para los testigos en el artículo 299 inciso segundo. (Art. 319
CPP)
Declaración de personas exceptuadas: Las personas comprendidas en las letras a), b) y d) del artículo anterior
serán interrogadas en el lugar en que ejercieren sus funciones o en su domicilio. A tal efecto, propondrán
oportunamente la fecha y el lugar correspondientes. Si así no lo hicieren, los fijará el tribunal. En caso de
inasistencia del testigo, se aplicarán las normas generales. A la audiencia ante el tribunal tendrán siempre
derecho a asistir los intervinientes. El tribunal podrá calificar las preguntas que se dirigieren al testigo,
Declaración de testigos: En el procedimiento penal no existirán testigos inhábiles. Sin perjuicio de ello, los
intervinientes podrán dirigir al testigo, preguntas tendientes a demostrar su credibilidad o falta de ella, la
existencia de vínculos con alguno de los intervinientes que afectaren o pudieren afectar su imparcialidad, o
algún otro defecto de idoneidad. Todo testigo dará razón circunstanciada de los hechos sobre los cuales
declarare, expresando si los hubiere presenciado, si los dedujere de antecedentes que le fueren conocidos o si
los hubiere oído referir a otras personas. (Art. 309 CPP)
Declaración voluntaria del imputado: Si el imputado se allanare a prestar declaración ante el fiscal y se tratare
de su primera declaración, antes de comenzar el fiscal le comunicará detalladamente cuál es el hecho que se le
atribuyere, con todas las circunstancias de tiempo, lugar y modo de comisión, en la medida conocida,
incluyendo aquéllas que fueren de importancia para su calificación jurídica, las disposiciones legales que
resultaren aplicables y los antecedentes que la investigación arrojare en su contra. A continuación, el imputado
podrá declarar cuanto tuviere por conveniente sobre el hecho que se le atribuyere. En todo caso, el imputado
no podrá negarse a proporcionar al ministerio público su completa identidad, debiendo responder las
preguntas que se le dirigieren con respecto a su identificación. En el registro que de la declaración se practicare
de conformidad a las normas generales se hará constar, en su caso, la negativa del imputado a responder una o
más preguntas. (Art. 194 CPP)
Declaración de rebeldía: La declaración de rebeldía del imputado será pronunciada por el tribunal ante el que
debiere comparecer. (Art. 100 CPP)
Defectos no esenciales (en el recurso de nulidad): No causan nulidad los errores de la sentencia recurrida que
no influyeren en su parte dispositiva, sin perjuicio de lo cual la Corte podrá corregir los que advirtiere durante
el conocimiento del recurso. (Art. 375 CPP)
Defensa de varios imputados en un mismo proceso: La defensa de varios imputados podrá ser asumida por
un defensor común, a condición de que las diversas posiciones que cada uno de ellos sustentare no fueren
incompatibles entre sí. Si el tribunal advirtiere una situación de incompatibilidad la hará presente a los
afectados y les otorgará un plazo para que la resuelvan o para que designen los defensores que se requirieren a
fin de evitar la incompatibilidad de que se tratare. Si, vencido el plazo, la situación de incompatibilidad no
hubiere sido resuelta o no hubieren sido designados el o los defensores necesarios, el mismo tribunal
determinará los imputados que debieren considerarse sin defensor y procederá a efectuar los nombramientos
que correspondieren. (Art. 105 CPP)
Defensa material y Declaración del Acusado: El imputado tendrá derecho a formular los planteamientos y
alegaciones que considerare oportunos, así como a intervenir en todas las actuaciones judiciales y en las demás
actuaciones del procedimiento, salvas las excepciones expresamente previstas en este Código. Derecho a
solicitar directamente al juez que cite a una audiencia, a la cual podrá concurrir con su abogado o sin él, con el
fin de prestar declaración sobre los hechos materia de la investigación el acusado podrá prestar declaración. En
tal caso, el juez presidente de la sala le permitirá que manifieste libremente lo que creyere conveniente respecto
de la o de las acusaciones formuladas. Luego, podrá ser interrogado directamente por el fiscal, el querellante y
el defensor, en ese mismo orden. Finalmente, el o los jueces podrán formularle preguntas destinadas a aclarar
sus dichos. En cualquier estado del juicio, el acusado podrá solicitar ser oído, con el fin de aclarar o
complementar sus dichos. (Arts. 8, 93 letra d) y 326 CPP).
Defensoría Penal Pública: Organismo público encargado de otorgar asistencia jurídica letrada a todo persona
desde el momento en que sea imputada de un delito y carezca de abogado, se establece como un derecho
inviolable e irrenunciable. La Defensoría tiene por finalidad proporcionar defensa penal a los imputados o
acusados por un crimen, simple delito o falta sea de competencia de un juzgado de garantía o de un tribunal
de juicio oral en lo penal y de las respectivas Cortes, en su caso, y que carezcan de abogado. (Art. 2 Ley 19.718
que Crea la Defensoría Penal Pública)
De la modificación, revocación o sustitución de las medidas cautelares personales (en extradición pasiva):
En cualquier estado del procedimiento se podrán modificar, revocar o sustituir las medidas cautelares
personales que se hubieren decretado, de acuerdo a las reglas generales, pero el Ministro de la Corte Suprema
tomará las medidas que estimare necesarias para evitar la fuga del imputado. (Art. 447 CPP)
Deliberación: Es el acto privado en el cual los jueces del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal se retiran a decidir
en privado, sobre la absolución ó condena, una vez terminado el debate. (Art. 339 CPP)
Delitos de acción privada: La calumnia y la injuria; La falta descrita en el número 11 del artículo 496 del
Código Penal; La provocación a duelo y el denuesto o descrédito público por no haberlo aceptado, y El
matrimonio del menor llevado a efecto sin el consentimiento de las personas designadas por la ley y celebrado
de acuerdo con el funcionario llamado a autorizarlo. (Art. 55 CPP)
Delitos de acción pública previa instancia particular: Las lesiones previstas en los artículos 399 y 494, número
5º, del Código Penal; La violación de domicilio; La violación de secretos prevista en los artículos 231 y 247,
inciso segundo, del Código Penal; Las amenazas previstas en los artículos 296 y 297 del Código Penal; Los
previstos en la ley N° 19.039, que establece normas aplicables a los privilegios industriales y protección de los
derechos de propiedad industrial; La comunicación fraudulenta de secretos de la fábrica en que el imputado
hubiere estado o estuviere empleado, y Los que otras leyes señalaren en forma expresa. (Art. 54 CPP)
Denominaciones de los Tribunales: Salvo que se disponga expresamente lo contrario, cada vez que en este
Código se hiciere referencia al juez, se entenderá que se alude al juez de garantía; si la referencia fuere al
tribunal de juicio oral en lo penal, deberá entenderse hecha al tribunal colegiado encargado de conocer el juicio
mencionado. Por su parte, la mención de los jueces se entenderá hecha a los jueces de garantía, a los jueces del
tribunal de juicio oral en lo penal o a todos ellos, según resulte del contexto de la disposición en que se utilice.
De igual manera se entenderá la alusión al tribunal, que puede corresponder al juez de garantía, al tribunal de
juicio oral en lo penal, a la Corte de Apelaciones o a la Corte Suprema. (Art. 69 CPP)
Denuncia: Cualquier persona podrá comunicar directamente al ministerio público el conocimiento que tuviere
de la comisión de un hecho que revistiere caracteres de delito. También se podrá formular la denuncia ante los
funcionarios de Carabineros de Chile, de la Policía de Investigaciones, de Gendarmería de Chile en los casos de
los delitos cometidos dentro de los recintos penitenciarios, o ante cualquier tribunal con competencia criminal,
todos los cuales deberán hacerla llegar de inmediato al ministerio público (Art. 173 CPP)
Denuncia obligatoria: Estarán obligados a denunciar: Los miembros de Carabineros de Chile, de la Policía de
Investigaciones de Chile y de Gendarmería, todos los delitos que presenciaren o llegaren a su noticia. Los
miembros de las Fuerzas Armadas estarán también obligados a denunciar todos los delitos de que tomaren
conocimiento en el ejercicio de sus funciones; Los fiscales y los demás empleados públicos, los delitos de que
tomaren conocimiento en el ejercicio de sus funciones y, especialmente, en su caso, los que notaren en la
conducta ministerial de sus subalternos; Los jefes de puertos, aeropuertos, estaciones de trenes o buses o de
otros medios de locomoción o de carga, los capitanes de naves o de aeronaves comerciales que naveguen en el
mar territorial o en el espacio territorial, respectivamente, y los conductores de los trenes, buses u otros medios
de transporte o carga, los delitos que se cometieren durante el viaje, en el recinto de una estación, puerto o
Derecho a Defensa: Todo imputado que carezca de abogado tendrá derecho irrenunciable a que el Estado le
proporcione uno. La designación del abogado la efectuará el juez antes de que tenga lugar la primera actuación
judicial del procedimiento que requiera la presencia de dicho imputado. (Art. 8 inciso 1° CPP)
Derecho a designar libremente a un defensor: Desde la primera actuación del procedimiento y hasta la
completa ejecución de la sentencia que se dictare, el imputado tendrá derecho a designar libremente uno o más
defensores de su confianza. Si no lo tuviere, el juez procederá a hacerlo, en los términos que señale la ley
respectiva. En todo caso, la designación del defensor deberá tener lugar antes de la realización de la primera
audiencia a que fuere citado el imputado. Si el imputado se encontrare privado de libertad, cualquier persona
podrá proponer para aquél un defensor determinado, o bien solicitar se le nombre uno. Conocerá de dicha
petición el juez de garantía competente o aquél correspondiente al lugar en que el imputado se encontrare. El
juez dispondrá la comparecencia del imputado a su presencia, con el objeto de que acepte la designación del
defensor. Si el imputado prefiriere defenderse personalmente, el tribunal lo autorizará sólo cuando ello no
perjudicare la eficacia de la defensa; en caso contrario, le designará defensor letrado, sin perjuicio del derecho
del imputado a formular planteamientos y alegaciones por sí mismo, según lo dispuesto en el artículo 8º. (Art.
102 CPP)
Derechos de los abogados . Todo abogado tendrá derecho a requerir del funcionario encargado de cualquier
lugar de detención o prisión, la confirmación de encontrarse privada de libertad una persona determinada en
ese o en otro establecimiento del mismo servicio y que se ubicare en la comuna. En caso afirmativo y con el
acuerdo del afectado, el abogado tendrá derecho a conferenciar privadamente con él y, con su consentimiento,
a recabar del encargado del establecimiento la información consignada en la letra a) del artículo 94. Si fuere
requerido, el funcionario encargado deberá extender, en el acto, una constancia de no encontrarse privada de
libertad en el establecimiento la persona por la que se hubiere consultado. (Art. 96 CPP)
Derechos del testigo: El testigo que careciere de medios suficientes o viviere solamente de su remuneración,
tendrá derecho a que la persona que lo presentare le indemnice la pérdida que le ocasionare su comparecencia
para prestar declaración y le pague, anticipadamente, los gastos de traslado y habitación, si procediere. Se
entenderá renunciado este derecho si no se ejerciere en el plazo de veinte días, contado desde la fecha en que
se prestare la declaración. En caso de desacuerdo, estos gastos serán regulados por el tribunal a simple
requerimiento del interesado, sin forma de juicio y sin ulterior recurso. Tratándose de testigos presentados por
el ministerio público, o por intervinientes que gozaren de privilegio de pobreza, la indemnización será pagada
anticipadamente por el Fisco y con este fin, tales intervinientes deberán expresar en sus escritos de acusación o
contestación el nombre de los testigos a quien debiere efectuarse el pago y el monto aproximado a que el
mismo alcanzará. Lo prescrito en este artículo se entenderá sin perjuicio de la resolución que recayere acerca
de las costas de la causa. (Art. 312 CPP)
Derechos y facultades del defensor: El defensor podrá ejercer todos los derechos y facultades que la ley
reconoce al imputado, a menos que expresamente se reservare su ejercicio a este último en forma personal.
(Art. 104 CPP)
Derechos y garantías del imputado: Todo imputado podrá hacer valer, hasta la terminación del proceso, los
derechos y garantías que le confieren las leyes. En especial, tendrá derecho a: Que se le informe de manera
específica y clara acerca de los hechos que se le imputaren y los derechos que le otorgan la Constitución y las
leyes; Ser asistido por un abogado desde los actos iniciales de la investigación; Solicitar de los fiscales
diligencias de investigación destinadas a desvirtuar las imputaciones que se le formularen; Solicitar
Derechos y garantías del imputado privado de libertad: El imputado privado de libertad tendrá, además, las
siguientes garantías y derechos: A que se le exprese específica y claramente el motivo de su privación de
libertad y, salvo el caso de delito flagrante, a que se le exhiba la orden que la dispusiere; A que el funcionario a
cargo del procedimiento de detención o de aprehensión le informe de los derechos a que se refiere el inciso
segundo del artículo 135; A ser conducido sin demora ante el tribunal que hubiere ordenado su detención; A
solicitar del tribunal que le conceda la libertad; A que el encargado de la guardia del recinto policial al cual
fuere conducido informe, en su presencia, al familiar o a la persona que le indicare, que ha sido detenido o
preso, el motivo de la detención o prisión y el lugar donde se encontrare; A entrevistarse privadamente con su
abogado de acuerdo al régimen del establecimiento de detención, el que sólo contemplará las restricciones
necesarias para el mantenimiento del orden y la seguridad del recinto; A tener, a sus expensas, las
comodidades y ocupaciones compatibles con la seguridad del recinto en que se encontrare, y A recibir visitas y
comunicarse por escrito o por cualquier otro medio, salvo lo dispuesto en el artículo 151. (Art. 94 CPP)
Derechos de la persona sujeta a control de identidad: En cualquier caso que hubiere sido necesario conducir
a la unidad policial a la persona cuya identidad se tratare de averiguar en virtud del artículo precedente, el
funcionario que practicare el traslado deberá informarle verbalmente de su derecho a que se comunique a su
familia o a la persona que indicare, de su permanencia en el cuartel policial. El afectado no podrá ser ingresado
a celdas o calabozos, ni mantenido en contacto con personas detenidas. (Art. 86 CPP)
Derechos del querellado frente al desistimiento: El desistimiento de la querella dejará a salvo el derecho del
querellado para ejercer, a su vez, la acción penal o civil a que dieren lugar la querella o acusación calumniosa,
y a demandar los perjuicios que le hubiere causado en su persona o bienes y las costas. Se exceptúa el caso en
que el querellado hubiere aceptado expresamente el desistimiento del querellante. (Art. 119 CPP)
Designación de curador (en sujeto inimputable por enajenación mental): Existiendo antecedentes acerca de
la enajenación mental del imputado, sus derechos serán ejercidos por un curador ad litem designado al efecto.
(Art. 459 CPP)
Desistimiento del Estado requirente (en extradición pasiva): Se sobreseerá definitivamente en cualquier
etapa del procedimiento en que el Estado requirente se desistiere de su solicitud. (Art. 453 CPP)
Desistimiento y abandono de la acción civil: La víctima podrá desistirse de su acción en cualquier estado del
procedimiento. Se considerará abandonada la acción civil interpuesta en el procedimiento penal, cuando la
víctima no compareciere, sin justificación, a la audiencia de preparación del juicio oral o a la audiencia del
juicio oral. (Art. 64 CPP)
Desistimiento del querellante: El querellante podrá desistirse de su querella en cualquier momento del
procedimiento. En ese caso, tomará a su cargo las costas propias y quedará sujeto a la decisión general sobre
costas que dictare el tribunal al finalizar el procedimiento. (Art. 118 CPP)
Destino de las especies decomisadas: Los dineros y otros valores decomisados se destinarán a la Corporación
Administrativa del Poder Judicial. Si el tribunal estimare necesario ordenar la destrucción de las especies, se
llevará a cabo bajo la responsabilidad del administrador del tribunal, salvo que se le encomendare a otro
organismo público. En todo caso, se registrará la ejecución de la diligencia. Las demás especies decomisadas se
pondrán a disposición de la Dirección General del Crédito Prendario para que proceda a su enajenación en
subasta pública, o a destruirlas si carecieren de valor. El producto de la enajenación tendrá el mismo destino
que se señala en el inciso primero. En los casos de los artículos 366 quinquies, 374 bis, inciso primero, y 374 ter
del Código Penal, el tribunal destinará los instrumentos tecnológicos decomisados, tales como computadores,
reproductores de imágenes o sonidos y otros similares, al Servicio Nacional de Menores o a los departamentos
especializados en la materia de los organismos policiales que correspondan. (Art. 469 CPP)
Detención en caso de flagrancia: Cualquier persona podrá detener a quien sorprendiere en delito flagrante,
debiendo entregar inmediatamente al aprehendido a la policía, al ministerio público o a la autoridad judicial
más próxima. Los agentes policiales estarán obligados a detener a quienes sorprendieren in fraganti en la
comisión de un delito. No obstará a la detención la circunstancia de que la persecución penal requiriere
instancia particular previa, si el delito flagrante fuere de aquéllos previstos y sancionados en los artículos 361 a
366 quáter del Código Penal. La policía deberá, asimismo, detener al sentenciado a penas privativas de libertad
que hubiere quebrantado su condena, al que se fugare estando detenido, al que tuviere orden de detención
pendiente, a quien fuere sorprendido en violación flagrante de las medidas cautelares personales que se le
hubieren impuesto y al que violare la condición del artículo 238, letra b), que le hubiere sido impuesta para la
protección de otras personas. En los casos de que trata este artículo, la policía podrá ingresar a un lugar
cerrado, mueble o inmueble, cuando se encontrare en actual persecución del individuo a quien debiere
detener, para el solo efecto de practicar la respectiva detención. (Art. 129 CPP)
Detención en la residencia del imputado: La detención del que se encontrare en los casos previstos en el
párrafo segundo del número 6º del artículo 10 del Código Penal se hará efectiva en su residencia. (Legítima
defensa privilegiada) Si el detenido tuviere su residencia fuera de la ciudad donde funcionare el tribunal
competente, la detención se hará efectiva en la residencia que aquél señalare dentro de la ciudad en que se
encontrare el tribunal. (Art. 138 CPP)
Detención in fraganti (en desafuero): Si el aforado fuere detenido por habérsele sorprendido en delito
flagrante, el fiscal lo pondrá inmediatamente a disposición de la Corte de Apelaciones respectiva. Asimismo,
Detención Judicial: Salvo en los casos contemplados en el artículo 124, el tribunal, a solicitud del ministerio
público, podrá ordenar la detención del imputado para ser conducido a su presencia, sin previa citación,
cuando de otra manera la comparecencia pudiera verse demorada o dificultada. También se decretará la
detención del imputado cuya presencia en una audiencia judicial fuere condición de ésta y que, legalmente
citado, no compareciere sin causa justificada. (Art. 127 CPP)
Detención previa (en extradición pasiva): Antes de recibirse la solicitud formal de extradición, el Ministro de
la Corte Suprema podrá decretar la detención del imputado, si así se hubiere estipulado en el tratado
respectivo o lo requiriere el Estado extranjero mediante una solicitud que contemple las siguientes menciones
mínimas: La identificación del imputado; La existencia de una sentencia condenatoria firme o de una orden
restrictiva o privativa de la libertad personal del imputado; La calificación del delito que motivare la solicitud,
el lugar y la fecha de comisión de aquél, y La declaración de que se solicitará formalmente la extradición. La
detención previa se decretará por el plazo que determinare el tratado aplicable o, en su defecto, por un
máximo de dos meses a contar de la fecha en que el Estado requirente fuere notificado del hecho de haberse
producido la detención previa del imputado. (Art. 442 CPP)
Detención por cualquier tribunal: Todo tribunal, aunque no ejerza jurisdicción en lo criminal, podrá dictar
órdenes de detención contra las personas que, dentro de la sala de su despacho, cometieren algún crimen o
simple delito, conformándose a las disposiciones de este Título. (Art. 128 CPP)
Devolución de los documentos de la investigación: El tribunal devolverá a los intervinientes los documentos
que hubieren acompañado durante el procedimiento. (Art.279 CPP)
Días y horas hábiles: Todos los días y horas serán hábiles para las actuaciones del procedimiento penal y no
se suspenderán los plazos por la interposición de días feriados.
No obstante, cuando un plazo de días concedido a los intervinientes venciere en día feriado, se considerará
ampliado hasta las veinticuatro horas del día siguiente que no fuere feriado. (Art. 14 CPP)
Difusión de derechos: En todo recinto policial, de los Juzgados de Garantía, de los tribunales del juicio oral en
lo penal, del Ministerio Público y de la defensoría Penal Pública, deberá exhibirse en lugar destacado y
claramente visible al público, un cartel en el cual se consignen los derechos de las víctimas y aquellos que les
asisten a las personas que son detenidas. Asimismo, en todo recinto de detención policial y casa de detención
deberá exhibirse un cartel en el cual se consignen los derechos de los detenidos. El texto y formato de estos
carteles serán determinados por el Ministerio de Justicia. (Art. 137 CPP)
Dirección del ministerio público: Los funcionarios señalados en el artículo anterior que, en cada caso,
cumplieren funciones previstas en este Código, ejecutarán sus tareas bajo la dirección y responsabilidad de los
fiscales y de acuerdo a las instrucciones que éstos les impartieren para los efectos de la investigación, sin
perjuicio de su dependencia de las autoridades de la institución a la que pertenecieren. También deberán
cumplir las órdenes que les dirigieren los jueces para la tramitación del procedimiento. Los funcionarios antes
mencionados deberán cumplir de inmediato y sin más trámite las órdenes que les impartieren los fiscales y los
jueces, cuya procedencia, conveniencia y oportunidad no podrán calificar, sin perjuicio de requerir la
exhibición de la autorización judicial previa, cuando correspondiere. (Art. 80 CPP)
Duración y control de las medidas de seguridad: Las medidas de seguridad impuestas al enajenado mental
sólo podrán durar mientras subsistieren las condiciones que las hubieren hecho necesarias, y en ningún caso
podrán extenderse más allá de la sanción restrictiva o privativa de libertad que hubiere podido imponérsele o
del tiempo que correspondiere a la pena mínima probable, el que será señalado por el tribunal en su fallo.
Se entiende por pena mínima probable, para estos efectos, el tiempo mínimo de privación o restricción de
libertad que la ley prescribiere para el delito o delitos por los cuales se hubiere dirigido el procedimiento en
contra del sujeto enajenado mental, formalizado la investigación o acusado, según correspondiere. La persona
Efectos civiles del acuerdo reparatorio: Ejecutoriada la resolución judicial que aprobare el acuerdo
reparatorio, podrá solicitarse su cumplimiento ante el juez de garantía con arreglo a lo establecido en los
artículos 233 y siguientes del Código de Procedimiento Civil. El acuerdo reparatorio no podrá ser dejado sin
efecto por ninguna acción civil. (Art. 243 CPP)
Efectos del ejercicio exclusivo de la acción civil: Cuando sólo se ejerciere la acción civil respecto de un hecho
punible de acción privada se considerará extinguida, por esa circunstancia, la acción penal. Para estos efectos
no constituirá ejercicio de la acción civil la solicitud de diligencias destinadas a preparar la demanda civil o a
asegurar su resultado, que se formulare en el procedimiento penal. (Art. 66 CPP)
Efectos del abandono: La declaración del abandono de la querella impedirá al querellante ejercer los derechos
que en esa calidad le confiere este Código. (Art. 121 CPP)
Efectos de la ausencia del defensor: La ausencia del defensor en cualquier actuación en que la ley exigiere
expresamente su participación acarreará la nulidad de la misma, sin perjuicio de lo señalado en el artículo 286.
(Art. 103 CPP)
Efectos de la declaración de nulidad: La declaración de nulidad del acto conlleva la de los actos consecutivos
que de él emanaren o dependieren. El tribunal, al declarar la nulidad, determinará concretamente cuáles son
los actos a los que ella se extendiere y, siendo posible, ordenará que se renueven, rectifiquen o ratifiquen. Con
todo, la declaración de nulidad no podrá retrotraer el procedimiento a etapas anteriores, a pretexto de
repetición del acto, rectificación del error o cumplimiento del acto omitido, salvo en los casos en que ello
correspondiere de acuerdo con las normas del recurso de nulidad. De este modo, si durante la audiencia de
preparación del juicio oral se declarare la nulidad de actuaciones judiciales realizadas durante la etapa de
investigación, el tribunal no podrá ordenar la reapertura de ésta. Asimismo, las nulidades declaradas durante
el desarrollo de la audiencia del juicio oral no retrotraerán el procedimiento a la etapa de investigación o a la
audiencia de preparación del juicio oral. La solicitud de nulidad constituirá preparación suficiente del recurso
de nulidad para el caso que el tribunal no resolviere la cuestión de conformidad a lo solicitado. (Art. 165 CPP)
Efectos de la interposición del recurso (de nulidad): La interposición del recurso de nulidad suspende los
efectos de la sentencia condenatoria recurrida. En lo demás, se aplicará lo dispuesto en el artículo 355.
Interpuesto el recurso, no podrán invocarse nuevas causales. Con todo, la Corte, de oficio, podrá acoger el
recurso que se hubiere deducido en favor del imputado por un motivo distinto del invocado por el recurrente,
siempre que aquél fuere alguno de los señalados en el artículo 374. (Art. 379 CPP)
Efectos de la rebeldía: Declarada la rebeldía, las resoluciones que se dictaren en el procedimiento se tendrán
por notificadas personalmente al rebelde en la misma fecha en que se pronunciaren. La investigación no se
suspenderá por la declaración de rebeldía y el procedimiento continuará hasta la realización de la audiencia de
preparación del juicio oral, en la cual se podrá sobreseer definitiva o temporalmente la causa de acuerdo al
mérito de lo obrado. Si la declaración de rebeldía se produjere durante la etapa de juicio oral, el procedimiento
se sobreseerá temporalmente, hasta que el imputado compareciere o fuere habido. El sobreseimiento afectará
sólo al rebelde y el procedimiento continuará con respecto a los imputados presentes. El imputado que fuere
habido pagará las costas causadas con su rebeldía, a menos que justificare debidamente su ausencia. (Art. 101
CPP)
Efectos de la resolución que dirime la competencia: Dirimida la competencia, serán puestas inmediatamente
a disposición del juez competente las personas que se encontraren privadas de libertad, así como los
antecedentes que obraren en poder de los demás jueces que hubieren intervenido. Todas las actuaciones
practicadas ante los jueces que resultaren incompetentes serán válidas, sin necesidad de ratificación por el juez
que fuere declarado competente. (Art. 73 CPP)
Efectos de la resolución que no diere lugar a formación de causa (en desafuero): Si, en el caso del inciso
primero del artículo 416, la Corte de Apelaciones declarare no haber lugar a formación de causa, esta
resolución producirá los efectos del sobreseimiento definitivo respecto del aforado favorecido con aquella
declaración. Tratándose de la situación contemplada en el inciso tercero del mismo artículo, el juez de garantía
no admitirá a tramitación la querella y archivará los antecedentes. (Art. 421 CPP)
Efectos del recurso de apelación: La apelación se concederá en el solo efecto devolutivo, a menos que la ley
señalare expresamente lo contrario. (Art. 368 CPP)
Efectos relativos de la renuncia (de la acción penal): La renuncia de la acción penal sólo afectará al
renunciante y a sus sucesores, y no a otras personas a quienes también correspondiere la acción. (Art. 57 CPP)
Efectos de la sentencia que declara admisible la querella de capítulos: Cuando por sentencia firme se
hubieren declarado admisibles todos o alguno de los capítulos de acusación, el funcionario capitulado quedará
suspendido del ejercicio de sus funciones y el procedimiento penal continuará de acuerdo a las reglas
Efectos de la sentencia que declara inadmisible la querella de capítulos: Si, en el caso del inciso primero del
artículo 425, la Corte de Apelaciones declarare inadmisibles todos los capítulos de acusación comprendidos en
la querella, tal resolución producirá los efectos del sobreseimiento definitivo respecto del juez, fiscal judicial o
fiscal del ministerio público favorecido con aquella declaración. Tratándose de la situación contemplada en el
inciso final del mismo artículo, el juez de garantía no admitirá a tramitación la querella que ante él se hubiere
presentado y archivará los antecedentes. (Art. 429 CPP)
Efectos de la sentencia (de revisión): Si la sentencia de la Corte Suprema o, en caso de que hubiere nuevo
juicio, la que pronunciare el tribunal que conociere de él, comprobare la completa inocencia del condenado por
la sentencia anulada, éste podrá exigir que dicha sentencia se publique en el Diario Oficial a costa del Fisco y
que se devuelvan por quien las hubiere percibido las sumas que hubiere pagado en razón de multas, costas e
indemnización de perjuicios en cumplimiento de la sentencia anulada. El cumplimiento del fallo en lo atinente
a las acciones civiles que emanan de él será conocido por el juez de letras en lo civil que corresponda, en juicio
sumario. Los mismos derechos corresponderán a los herederos del condenado que hubiere fallecido. Además,
la sentencia ordenará, según el caso, la libertad del imputado y la cesación de la inhabilitación. (Art. 479 CPP)
Efectos del sobreseimiento definitivo: El sobreseimiento definitivo pone término al procedimiento y tiene la
autoridad de cosa juzgada. (Art. 251 CPP)
Efecto en Chile de las sentencias penales de tribunales extranjeros: Tendrán valor en Chile las sentencias
penales extranjeras. En consecuencia, nadie podrá ser juzgado ni sancionado por un delito por el cual hubiere
sido ya condenado o absuelto por una sentencia firme de acuerdo a la ley y al procedimiento de un país
extranjero, a menos que el juzgamiento en dicho país hubiere obedecido al propósito de sustraer al individuo
de su responsabilidad penal por delitos de competencia de los tribunales nacionales o, cuando el imputado lo
solicitare expresamente, si el proceso respectivo no hubiere sido instruido de conformidad con las garantías de
un debido proceso o lo hubiere sido en términos que revelaren falta de intención de juzgarle seriamente. En
tales casos, la pena que el sujeto hubiere cumplido en el país extranjero se le imputará a la que debiere cumplir
en Chile, si también resultare condenado. La ejecución de las sentencias penales extranjeras se sujetará a lo que
dispusieren los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encontraren vigentes. (Art. 13 CPP)
Efectos penales del acuerdo reparatorio: Una vez cumplidas las obligaciones contraídas por el imputado en el
acuerdo reparatorio o garantizadas debidamente a satisfacción de la víctima, el tribunal dictará sobreseimiento
definitivo, total o parcial, en la causa, con lo que se extinguirá, total o parcialmente, la responsabilidad penal
del imputado que lo hubiere celebrado. (Art. 242 CPP)
Efectos subjetivos del acuerdo reparatorio: Si en la causa existiere pluralidad de imputados o víctimas, el
procedimiento continuará respecto de quienes no hubieren concurrido al acuerdo. (Art. 244 CPP)
Ejecución civil: En el cumplimiento de la decisión civil de la sentencia, regirán las disposiciones sobre
ejecución de las resoluciones judiciales que establece el Código de Procedimiento Civil. (Art. 472 CPP)
Ejecución de la sentencia penal: Las sentencias condenatorias penales no podrán ser cumplidas sino cuando
se encontraren ejecutoriadas. Cuando la sentencia se hallare firme, el tribunal decretará una a una todas las
diligencias y comunicaciones que se requirieren para dar total cumplimiento al fallo. Cuando el condenado
debiere cumplir pena privativa de libertad, el tribunal remitirá copia de la sentencia, con el atestado de
hallarse firme, al establecimiento penitenciario correspondiente, dando orden de ingreso. Si el condenado
estuviere en libertad, el tribunal ordenará inmediatamente su aprehensión y, una vez efectuada, procederá
conforme a la regla anterior. Si la sentencia hubiere concedido una medida alternativa a las penas privativas o
restrictivas de libertad consideradas en la ley, remitirá copia de la misma a la institución encargada de su
ejecución. Asimismo, ordenará y controlará el efectivo cumplimiento de las multas y comisos impuestos en la
sentencia, ejecutará las cauciones en conformidad con el artículo 147, cuando procediere, y dirigirá las
comunicaciones que correspondiere a los organismos públicos o autoridades que deban intervenir en la
ejecución de lo resuelto. (Art. 468 CPP)
Ejercicio de la acción penal: Los delitos de acción pública serán investigados con arreglo a las disposiciones
de este Título. Cuando el ministerio público tomare conocimiento de la existencia de un hecho que revistiere
caracteres de delito, con el auxilio de la policía, promoverá la persecución penal, sin que pueda suspender,
interrumpir o hacer cesar su curso, salvo en los casos previstos en la ley. Tratándose de delitos de acción
pública previa instancia particular, no podrá procederse sin que, a lo menos, se hubiere denunciado el hecho
con arreglo al artículo 54, salvo para realizar los actos urgentes de investigación o los absolutamente necesarios
para impedir o interrumpir la comisión del delito. (Art. 166 CPP)
Entrada y registro en lugares cerrados: Cuando se presumiere que el imputado, o medios de comprobación
del hecho que se investigare, se encontrare en un determinado edificio o lugar cerrado, se podrá entrar al
mismo y proceder al registro, siempre que su propietario o encargado consintiere expresamente en la práctica
de la diligencia. En este caso, el funcionario que practicare el registro deberá individualizarse y cuidará que la
diligencia se realizare causando el menor daño y las menores molestias posibles a los ocupantes. Asimismo,
entregará al propietario o encargado un certificado que acredite el hecho del registro, la individualización de
los funcionarios que lo hubieren practicado y de aquél que lo hubiere ordenado. Si, por el contrario, el
propietario o el encargado del edificio o lugar no permitiere la entrada y registro, la policía adoptará las
medidas tendientes a evitar la posible fuga del imputado y el fiscal solicitará al juez la autorización para
proceder a la diligencia. En todo caso, el fiscal hará saber al juez las razones que el propietario o encargado
hubiere invocado para negar la entrada y registro. (Art. 205 CPP)
Entrada y registro en lugares cerrados sin autorización judicial: La policía podrá entrar en un lugar cerrado y
registrarlo, sin el consentimiento expreso de su propietario o encargado ni autorización u orden previa,
Entrada y registro en lugares de libre acceso público: Carabineros de Chile y la Policía de Investigaciones
podrán efectuar el registro de lugares y recintos de libre acceso público, en búsqueda del imputado contra el
cual se hubiere librado orden de detención, o de rastros o huellas del hecho investigado o medios que pudieren
servir a la comprobación del mismo. (Art. 204 CPP)
Entrada y registro en locales consulares: Para la entrada y registro de los locales consulares o partes de ellos
que se utilizaren exclusivamente para el trabajo de la oficina consular, se deberá recabar el consentimiento del
jefe de la oficina consular o de una persona que él designare, o del jefe de la misión diplomática del mismo
Estado. Regirá, en lo demás, lo dispuesto en el artículo precedente. (Art. 211 CPP)
Entrada y registro en lugares especiales: Para proceder al examen y registro de lugares religiosos, edificios en
que funcionare alguna autoridad pública o recintos militares, el fiscal deberá oficiar previamente a la
autoridad o persona a cuyo cargo estuvieren, informando de la práctica de la actuación. Dicha comunicación
deberá ser remitida con al menos 48 horas de anticipación y contendrá las señas de lo que hubiere de ser objeto
del registro, a menos que fuere de temer que por dicho aviso pudiere frustrarse la diligencia. Además, en ellas
se indicará a las personas que lo acompañarán e invitará a la autoridad o persona a cargo del lugar, edificio o
recinto a presenciar la actuación o a nombrar a alguna persona que asista. Si la diligencia implicare el examen
de documentos reservados o de lugares en que se encontrare información o elementos de dicho carácter y cuyo
conocimiento pudiere afectar la seguridad nacional, la autoridad o persona a cuyo cargo se encontrare el
recinto informará de inmediato y fundadamente de este hecho al Ministro de Estado correspondiente, a través
del conducto regular, quien, si lo estimare procedente, oficiará al fiscal manifestando su oposición a la práctica
de la diligencia. Tratándose de entidades con autonomía constitucional, dicha comunicación deberá remitirse
a la autoridad superior correspondiente. En este caso, si el fiscal estimare indispensable la realización de la
actuación, remitirá los antecedentes al fiscal regional, quien, si compartiere esa apreciación, solicitará a la Corte
Suprema que resuelva la controversia, decisión que se adoptará en cuenta. Mientras estuviere pendiente esa
determinación, el fiscal dispondrá el sello y debido resguardo del lugar que debiere ser objeto de la diligencia.
Regirá, en lo pertinente, lo dispuesto en el artículo 19, y, si la diligencia se llevare a cabo, se aplicará a la
información o elementos que el fiscal resolviere incorporar a los antecedentes de la investigación lo dispuesto
en el artículo 182. (Art. 209 CPP)
Entrada y registro en lugares que gozan de inviolabilidad diplomática: Para la entrada y registro de locales
de embajadas, residencias de los agentes diplomáticos, sedes de organizaciones y organismos internacionales y
de naves y aeronaves que, conforme al Derecho Internacional, gozaren de inviolabilidad, el juez pedirá su
consentimiento al respectivo jefe de misión por oficio, en el cual le solicitará que conteste dentro de
veinticuatro horas. Este será remitido por conducto del Ministerio de Relaciones Exteriores. Si el jefe de misión
negare su consentimiento o no contestare en el término indicado, el juez lo comunicará al Ministerio de
Relaciones Exteriores. Mientras el Ministro no contestare manifestando el resultado de las gestiones que
practicare, el juez se abstendrá de ordenar la entrada en el lugar indicado. Sin perjuicio de ello, se podrán
adoptar medidas de vigilancia, conforme a las reglas generales. En casos urgentes y graves, podrá el juez
solicitar la autorización del jefe de misión directamente o por intermedio del fiscal, quien certificará el hecho
de haberse concedido. (Art. 210 CPP)
Enumeración y aplicación de otras medidas cautelares personales: Para garantizar el éxito de las diligencias
de investigación o la seguridad de la sociedad, proteger al ofendido o asegurar la comparecencia del imputado
a las actuaciones del procedimiento o ejecución de la sentencia, después de formalizada la investigación el
tribunal, a petición del fiscal, del querellante o la víctima, podrá imponer al imputado una o más de las
Especies retenidas y no decomisadas: Transcurridos a lo menos seis meses desde la fecha de la resolución
firme que hubiere puesto término al juicio, sin que hubieren sido reclamadas por su legítimo titular las cosas
corporales muebles retenidas y no decomisadas que se encontraren a disposición del tribunal, deberá
procederse de acuerdo a lo dispuesto en los incisos siguientes. Si se tratare de especies, el administrador del
tribunal, previo acuerdo del comité de jueces, las venderá en pública subasta. Los remates se podrán efectuar
dos veces al año. El producto de los remates, así como los dineros o valores retenidos y no decomisados, se
destinarán a la Corporación Administrativa del Poder Judicial. Si se hubiere decretado el sobreseimiento
temporal o la suspensión condicional del procedimiento, el plazo señalado en el inciso primero será de un año.
Las especies que se encontraren bajo la custodia o a disposición del Ministerio Público, transcurridos a lo
menos seis meses desde la fecha en que se dictare alguna de las resoluciones o decisiones a que se refieren los
artículos 167, 168, 170 y 248 letra c), de este Código, serán remitidas a la Dirección General del Crédito
Prendario, para que proceda de conformidad a lo dispuesto en el inciso tercero del artículo anterior. Lo
dispuesto en los incisos anteriores no tendrá aplicación tratándose de especies de carácter ilícito. En tales casos,
el fiscal solicitará al juez que le autorice proceder a su destrucción. (Art. 470 CPP)
Exámenes corporales: Si fuere necesario para constatar circunstancias relevantes para la investigación, podrán
efectuarse exámenes corporales del imputado o del ofendido por el hecho punible, tales como pruebas de
carácter biológico, extracciones de sangre u otros análogos, siempre que no fuere de temer menoscabo para la
salud o dignidad del interesado. Si la persona que ha de ser objeto del examen, apercibida de sus derechos,
consintiere en hacerlo, el fiscal o la policía ordenarán que se practique sin más trámite. En caso de negarse le
solicitará la correspondiente autorización judicial, exponiéndose al juez las razones del rechazo. El juez de
garantía autorizará la práctica de la diligencia siempre que se cumplieren las condiciones señaladas en el inciso
primero. (Art. 197 CPP)
Examen del registro y certificaciones: Salvas las excepciones expresamente previstas en la ley, los
intervinientes siempre tendrán acceso al contenido de los registros. Los registros podrán también ser
consultados por terceros cuando dieren cuenta de actuaciones que fueren públicas de acuerdo con la ley, a
menos que, durante la investigación o la tramitación de la causa, el tribunal restringiere el acceso para evitar
que se afecte su normal substanciación o el principio de inocencia. En todo caso, los registros serán públicos
transcurridos cinco años desde la realización de las actuaciones consignadas en ellos. A petición de un
interviniente o de cualquier persona, el funcionario competente del tribunal expedirá copias fieles de los
registros o de la parte de ellos que fuere pertinente, con sujeción a lo dispuesto en los incisos anteriores.
Además dicho funcionario certificará si se hubieren deducido recursos en contra de la sentencia definitiva.
(Art. 44 CPP)
Examen de vestimentas, equipaje o vehículos: Se podrá practicar el examen de las vestimentas que llevare el
detenido, del equipaje que portare o del vehículo que condujere, cuando existieren indicios que permitieren
estimar que oculta en ellos objetos importantes para la investigación. Para practicar el examen de vestimentas,
se comisionará a personas del mismo sexo del imputado y se guardarán todas las consideraciones compatibles
con la correcta ejecución de la diligencia. (Art. 89 CPP)
Exámenes médicos y pruebas relacionadas con los delitos previstos en los artículos 361 a 367 bis y en el
artículo 375 del Código Penal: Tratándose de los delitos previstos en los artículos 361 a 367 bis y en el artículo
375 del Código Penal, los hospitales, clínicas y establecimientos de salud semejantes, sean públicos o privados,
deberán practicar los reconocimientos, exámenes médicos y pruebas biológicas conducentes a acreditar el
hecho punible y a identificar a los partícipes en su comisión, debiendo conservar los antecedentes y muestras
correspondientes. Se levantará acta, en duplicado, del reconocimiento y de los exámenes realizados, la que será
suscrita por el jefe del establecimiento o de la respectiva sección y por los profesionales que los hubieren
practicado. Una copia será entregada a la persona que hubiere sido sometida al reconocimiento, o a quien la
tuviere bajo su cuidado; la otra, así como las muestras obtenidas y los resultados de los análisis y exámenes
practicados, se mantendrán en custodia y bajo estricta reserva en la dirección del hospital, clínica o
establecimiento de salud, por un período no inferior a un año, para ser remitidos al ministerio público. (Art.
198 CPP)
Exclusión de otras medidas: Cuando la imputación se refiriere a faltas, o delitos que la ley no sancionare con
penas privativas ni restrictivas de libertad, no se podrán ordenar medidas cautelares que recaigan sobre la
libertad del imputado, con excepción de la citación. Lo dispuesto en el inciso anterior no tendrá lugar en los
casos en que se refiere el inciso 4º del artículo 134 o cuando procediere el arresto por falta de comparecencia, la
detención o la prisión preventiva de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 33. (Art. 124 CPP)
Excepciones de previo y especial pronunciamiento: El acusado podrá oponer como excepciones de previo y
especial pronunciamiento las siguientes: Incompetencia del juez de garantía; Litis pendencia; Cosa juzgada;
Falta de autorización para proceder criminalmente, cuando la Constitución o la ley lo exigieren, y Extinción de
la responsabilidad penal. (Art. 264 CPP)
Excepciones en el juicio oral: No obstante lo dispuesto en el artículo 263, si las excepciones previstas en las
letras c) y e) del artículo anterior no fueren deducidas para ser discutidas en la audiencia de preparación del
juicio oral, ellas podrán ser planteadas en el juicio oral. (Art. 265 CPP)
Exclusión de pruebas para el juicio oral: El juez de garantía, luego de examinar las pruebas ofrecidas y
escuchar a los intervinientes que hubieren comparecido a la audiencia, ordenará fundadamente que se
Exhumación: En casos calificados y cuando considerare que la exhumación de un cadáver pudiere resultar de
utilidad en la investigación de un hecho punible, el fiscal podrá solicitar autorización judicial para la práctica
de dicha diligencia. El tribunal resolverá según lo estimare pertinente, previa citación del cónyuge o de los
parientes más cercanos del difunto. En todo caso, practicados el examen o la autopsia correspondientes se
procederá a la inmediata sepultura del cadáver. (Art. 202 CPP)
Extradición pasiva simplificada: Si la persona cuya extradición se requiriere, luego de ser informada acerca de
sus derechos a un procedimiento formal de extradición y de la protección que éste le brinda, con asistencia
letrada, expresa ante el Ministro de la Corte Suprema que conociere de la causa, su conformidad en ser
entregada al Estado solicitante, el Ministro concederá sin más trámite la extradición, procediéndose en este
caso en conformidad con el artículo 451. (Art. 454 CPP)
Facultad de abstenerse de declarar por razones de secreto: Tampoco estarán obligadas a declarar aquellas
personas que, por su estado, profesión o función legal, como el abogado, médico o confesor, tuvieren el deber
de guardar el secreto que se les hubiere confiado, pero únicamente en lo que se refiriere a dicho secreto. Las
personas comprendidas en el inciso anterior no podrán invocar la facultad allí reconocida cuando se las
relevare del deber de guardar secreto por aquel que lo hubiere confiado. (Art. 303 CPP)
Facultades del acusado: Hasta la víspera del inicio de la audiencia de preparación del juicio oral, por escrito, o
al inicio de dicha audiencia, en forma verbal, el acusado podrá: Señalar los vicios formales de que adoleciere el
escrito de acusación, requiriendo su corrección; Deducir excepciones de previo y especial pronunciamiento, y
Exponer los argumentos de defensa que considere necesarios y señalar los medios de prueba cuyo examen en
el juicio oral solicitare, en los mismos términos previstos en el artículo 259. (Art. 263 CPP)
Facultades (del MP): Los fiscales ejercerán y sustentarán la acción penal pública en la forma prevista por la
ley. Con ese propósito practicarán todas las diligencias que fueren conducentes al éxito de la investigación y
dirigirán la actuación de la policía, con estricta sujeción al principio de objetividad consagrado en la Ley
Orgánica Constitucional del Ministerio Público. (Art. 77 CPP)
Facultades del juez presidente de la sala en la audiencia del juicio oral: El juez presidente de la sala dirigirá
el debate, ordenará la rendición de las pruebas, exigirá el cumplimiento de las solemnidades que
correspondieren y moderará la discusión. Podrá impedir que las alegaciones se desvíen hacia aspectos no
Facultades del juez respecto del sobreseimiento: El juez de garantía, al término de la audiencia a que se
refiere el artículo 249, se pronunciará sobre la solicitud de sobreseimiento planteada por el fiscal. Podrá
acogerla, sustituirla, decretar un sobreseimiento distinto del requerido o rechazarla, si no la considerare
procedente. En este último caso, dejará a salvo las atribuciones del ministerio público contempladas en las
letras b) y c) del artículo 248. (Art. 256 CPP)
Facultad de no declarar por motivos personales: No estarán obligados a declarar el cónyuge o el conviviente
del imputado, sus ascendientes o descendientes, sus parientes colaterales hasta el segundo grado de
consanguinidad o afinidad, su pupilo o su guardador, su adoptante o adoptado. Si se tratare de personas que,
por su inmadurez o por insuficiencia o alteración de sus facultades mentales, no comprendieren el significado
de la facultad de abstenerse, se requerirá la decisión del representante legal o, en su caso, de un curador
designado al efecto. Si el representante interviniere en el procedimiento, se designará un curador, quien deberá
resguardar los intereses del testigo. La sola circunstancia de que el testigo fuere menor de edad no configurará
necesariamente alguna de las situaciones previstas en la primera parte de este inciso. Las personas
comprendidas en este artículo deberán ser informadas acerca de su facultad de abstenerse, antes de comenzar
cada declaración. El testigo podrá retractar en cualquier momento el consentimiento que hubiere dado para
prestar su declaración. Tratándose de las personas mencionadas en el inciso segundo de este artículo, la
declaración se llevará siempre a cabo en presencia del representante legal o curador. (Art. 302 CPP)
Facultad de recurrir: Podrán recurrir en contra de las resoluciones judiciales el ministerio público y los demás
intervinientes agraviados por ellas, sólo por los medios y en los casos expresamente establecidos en la ley. (Art.
352 CPP)
Facultad para no iniciar investigación: En tanto no se hubiere producido la intervención del juez de garantía
en el procedimiento, el fiscal podrá abstenerse de toda investigación, cuando los hechos relatados en la
denuncia no fueren constitutivos de delito o cuando los antecedentes y datos suministrados permitieren
establecer que se encuentra extinguida la responsabilidad penal del imputado. Esta decisión será siempre
fundada y se someterá a la aprobación del juez de garantía. (Art. 168 CPP)
Fallo del recurso (de Nulidad): La Corte deberá fallar el recurso dentro de los veinte días siguientes a la fecha
en que hubiere terminado de conocer de él. En la sentencia, el tribunal deberá exponer los fundamentos que
sirvieren de base a su decisión; pronunciarse sobre las cuestiones controvertidas, salvo que acogiere el recurso,
en cuyo caso podrá limitarse a la causal o causales que le hubieren sido suficientes, y declarar si es nulo o no el
juicio oral y la sentencia definitiva reclamados, o si solamente es nula dicha sentencia, en los casos que se
indican en el artículo siguiente. El fallo del recurso se dará a conocer en la audiencia indicada al efecto, con la
lectura de su parte resolutiva o de una breve síntesis de la misma. (Art. 384 CPP)
Fallo en el procedimiento abreviado: Terminado el debate, el juez dictará sentencia. En caso de ser
condenatoria, no podrá imponer una pena superior ni más desfavorable a la requerida por el fiscal o el
querellante, en su caso. La sentencia condenatoria no podrá emitirse exclusivamente sobre la base de la
aceptación de los hechos por parte del imputado. En ningún caso el procedimiento abreviado obstará a la
concesión de alguna de las medidas alternativas consideradas en la ley, cuando correspondiere. La sentencia
no se pronunciará sobre la demanda civil que hubiere sido interpuesta. (Art. 412 CPP)
Fallo que acoge la solicitud de extradición activa. En caso de acoger la solicitud de extradición, la Corte de
Apelaciones se dirigirá al Ministerio de Relaciones Exteriores, al que hará llegar copia de la resolución de que
se trata en el artículo anterior, pidiendo que se practiquen las gestiones diplomáticas que fueren necesarias
para obtener la extradición. Acompañará, además, copia de la formalización de la investigación que se hubiere
formulado en contra del imputado; de los antecedentes que la hubieren motivado o de la resolución firme que
hubiere recaído en el procedimiento, si se tratare de un condenado; de los textos legales que tipificaren y
sancionaren el delito, de los referentes a la prescripción de la acción y de la pena, y toda la información
conocida sobre la filiación, identidad, nacionalidad y residencia del imputado. Cumplidos estos trámites, la
Corte de Apelaciones devolverá los antecedentes al tribunal de origen. (Art. 436 CPP)
Fecha, lugar, integración y citaciones (del Juicio Oral): El juez de garantía hará llegar el auto de apertura del
juicio oral al tribunal competente, dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes al momento en que quedare
firme. También pondrá a disposición del tribunal de juicio oral en lo penal las personas sometidas a prisión
preventiva o a otras medidas cautelares personales. Una vez distribuida la causa, cuando procediere, el juez
presidente de la sala respectiva procederá de inmediato a decretar la fecha para la celebración de la audiencia
del mismo, la que deberá tener lugar no antes de quince ni después de sesenta días desde la notificación del
auto de apertura del juicio oral. Señalará, asimismo, la localidad en la cual se constituirá y funcionará el
tribunal de juicio oral en lo penal, si se tratare de alguno de los casos previstos en el artículo 21 A del Código
Orgánico de Tribunales. En su resolución, el juez presidente indicará también el nombre de los jueces que
integrarán la sala. Con la aprobación del juez presidente del comité de jueces, convocará a un número de jueces
mayor de tres para que la integren, cuando existieren circunstancias que permitieren presumir que con el
número ordinario no se podrá dar cumplimiento a lo exigido en el artículo 284. Ordenará, por último, que se
cite a la audiencia de todos quienes debieren concurrir a ella. El acusado deberá ser citado con, a lo menos,
siete días de anticipación a la realización de la audiencia, bajo los apercibimientos previstos en los artículos 33
y 141, inciso cuarto. (Art. 281 CPP)
Finalidad y alcance (de las medidas cautelares): Las medidas cautelares personales sólo serán impuestas
cuando fueren absolutamente indispensables para asegurar la realización de los fines del procedimiento y sólo
durarán mientras subsistiere la necesidad de su aplicación. Estas medidas serán siempre decretadas por medio
de resolución judicial fundada. (Art. 122 CPP)
Firma de las resoluciones: Las resoluciones judiciales serán suscritas por el juez o por todos los miembros del
tribunal que las dictare. Si alguno de los jueces no pudiere firmar se dejará constancia del impedimento. No
Fiscalización del cumplimiento del deber de información: El fiscal y, en su caso, el juez, deberán cerciorarse
del cumplimiento de lo previsto en el artículo precedente. Si comprobaren que ello no hubiere ocurrido,
informarán de sus derechos al detenido y remitirán oficio, con los antecedentes respectivos, a la autoridad
competente, con el objeto de que aplique las sanciones disciplinarias correspondientes o inicie las
investigaciones penales que procedieren. (Art. 136 CPP)
Formas de inicio (de la investigación): La investigación de un hecho que revistiere caracteres de delito podrá
iniciarse de oficio por el ministerio público, por denuncia o por querella. (Art. 172 CPP)
Forma de interposición del recurso de apelación: El recurso de apelación deberá ser interpuesto por escrito,
con indicación de sus fundamentos y de las peticiones concretas que se formularen. (Art. 367 CPP)
Forma y contenido de la denuncia: La denuncia podrá formularse por cualquier medio y deberá contener la
identificación del denunciante, el señalamiento de su domicilio, la narración circunstanciada del hecho, la
designación de quienes lo hubieren cometido y de las personas que lo hubieren presenciado o que tuvieren
noticia de él, todo en cuanto le constare al denunciante.
En el caso de la denuncia verbal se levantará un registro en presencia del denunciante, quien lo firmará junto
con el funcionario que la recibiere. La denuncia escrita será firmada por el denunciante. En ambos casos, si el
denunciante no pudiere firmar, lo hará un tercero a su ruego. (Art. 174 CPP)
Forma de realizar las comunicaciones: Las comunicaciones señaladas en los artículos precedentes podrán
realizarse por cualquier medio idóneo, sin perjuicio del posterior envío de la documentación que fuere
pertinente. (Art. 21 CPP)
Función de la policía en el procedimiento penal: La Policía de Investigaciones de Chile será auxiliar del
ministerio público en las tareas de investigación y deberá llevar a cabo las diligencias necesarias para cumplir
los fines previstos en este Código, en especial en los artículos 180, 181 y 187, de conformidad a las instrucciones
que le dirigieren los fiscales. Tratándose de delitos que dependieren de instancia privada se estará a lo
dispuesto en los artículos 54 y 400 de este Código. Asimismo, le corresponderá ejecutar las medidas de
coerción que se decretaren. Carabineros de Chile, en el mismo carácter de auxiliar del ministerio público,
deberá desempeñar las funciones previstas en el inciso precedente cuando el fiscal a cargo del caso así lo
dispusiere. Sin perjuicio de lo previsto en los incisos anteriores, tratándose de la investigación de hechos
cometidos en el interior de establecimientos penales, el ministerio público también podrá impartir
instrucciones a Gendarmería de Chile, que actuará de conformidad a lo dispuesto en este Código. (Art. 79
CPP)
Funcionarios habilitados (para notificar): Las notificaciones de las resoluciones judiciales se realizarán por los
funcionarios del tribunal que hubiere expedido la resolución, que hubieren sido designados para cumplir esta
función por el juez presidente del comité de jueces, a propuesta del administrador del tribunal. El tribunal
podrá ordenar que una o más notificaciones determinadas se practicaren por otro ministro de fe o, en casos
calificados y por resolución fundada, por un agente de la policía. (Art. 24 CPP)
Fundamentación: Será obligación del tribunal fundamentar las resoluciones que dictare, con excepción de
aquellas que se pronunciaren sobre cuestiones de mero trámite. La fundamentación expresará sucintamente,
pero con precisión, los motivos de hecho y de derecho en que se basaren las decisiones tomadas. La simple
relación de los documentos del procedimiento o la mención de los medios de prueba o solicitudes de los
intervinientes no sustituirá en caso alguno la fundamentación. (Art. 36 CPP)
G
Gastos. Cuando fuere necesario efectuar un gasto cuyo pago correspondiere a los intervinientes, el tribunal
estimará su monto y dispondrá su consignación anticipada. En todo caso, el Estado soportará los gastos de los
intervinientes que gozaren del privilegio de pobreza. (Art. 51 CPP)
H
Hallazgo de un cadáver. Cuando hubiere motivo para sospechar que la muerte de una persona fuere el
resultado de un hecho punible, el fiscal procederá, antes de la inhumación del cadáver o inmediatamente
después de su exhumación, a practicar el reconocimiento e identificación del difunto y a ordenar la autopsia.
El cadáver podrá entregarse a los parientes del difunto o a quienes invocaren título o motivo suficiente, previa
autorización del fiscal, tan pronto la autopsia se hubiere practicado. (Art. 201 CPP)
Horario para el registro. El registro deberá hacerse en el tiempo que media entre las seis y las veintidós horas;
pero podrá verificarse fuera de estas horas en lugares de libre acceso público y que se encontraren abiertos
durante la noche. Asimismo, procederá en casos urgentes, cuando su ejecución no admitiere demora. En este
último evento, la resolución que autorizare la entrada y el registro deberá señalar expresamente el motivo de la
urgencia. (Art. 207 CPP)
Imposibilidad de cumplimiento (de una orden). El funcionario de la policía que, por cualquier causa, se
encontrare impedido de cumplir una orden que hubiere recibido del ministerio público o de la autoridad
judicial, pondrá inmediatamente esta circunstancia en conocimiento de quien la hubiere emitido y de su
superior jerárquico en la institución a que perteneciere. El fiscal o el juez que hubiere emitido la orden podrá
sugerir o disponer las modificaciones que estimare convenientes para su debido cumplimiento, o reiterar la
orden, si en su concepto no existiere imposibilidad. (Art. 82 CPP)
Improcedencia de la prueba testimonial (en la Revisión). No podrá probarse por testigos los hechos en que
se funda la solicitud de revisión. (Art. 476 CPP)
Improcedencia de recursos. La resolución que fallare un recurso de nulidad no será susceptible de recurso
alguno, sin perjuicio de la revisión de la sentencia condenatoria firme de que se trata en este Código. Tampoco
será susceptible de recurso alguno la sentencia que se dictare en el nuevo juicio que se realizare como
consecuencia de la resolución que hubiere acogido el recurso de nulidad. No obstante, si la sentencia fuere
condenatoria y la que se hubiere anulado hubiese sido absolutoria, procederá el recurso de nulidad en favor
del acusado, conforme a las reglas generales. (Art. 387 CPP)
Imputado enajenado mental. Cuando en el curso del procedimiento aparecieren antecedentes que permitieren
presumir la inimputabilidad por enajenación mental del imputado, el ministerio público o juez de garantía, de
oficio o a petición de parte, solicitará el informe psiquiátrico correspondiente, explicitando la conducta punible
que se investiga en relación a éste. El juez ordenará la suspensión del procedimiento hasta tanto no se remitiere
el informe requerido, sin perjuicio de continuarse respecto de los demás coimputados, si los hubiere. (Art. 458
CPP)
Imputado que cae en enajenación mental. Si, después de iniciado el procedimiento, el imputado cayere en
enajenación mental, el juez de garantía decretará, a petición del fiscal o de cualquiera de los intervinientes,
previo informe psiquiátrico, el sobreseimiento temporal del procedimiento hasta que desapareciere la
Inadmisibilidad de la querella. La querella no será admitida a tramitación por el juez de garantía: Cuando
fuere presentada extemporáneamente, de acuerdo a lo establecido en el artículo 112; Cuando, habiéndose
otorgado por el juez de garantía un plazo de tres días para subsanar los defectos que presentare por falta de
alguno de los requisitos señalados en el artículo 113, el querellante no realizare las modificaciones pertinentes
dentro de dicho plazo; Cuando los hechos expuestos en ella no fueren constitutivos de delito; Cuando de los
antecedentes contenidos en ella apareciere de manifiesto que la responsabilidad penal del imputado se
encuentra extinguida. En este caso, la declaración de inadmisibilidad se realizará previa citación del ministerio
público, y Cuando se dedujere por persona no autorizada por la ley. (Art. 114 CPP)
Incapacidad para ser perito. No podrán desempeñar las funciones de peritos las personas a quienes la ley
reconociere la facultad de abstenerse de prestar declaración testimonial. (Art. 317 CPP)
Incautación de objetos y documentos. Los objetos y documentos relacionados con el hecho investigado, los
que pudieren ser objeto de la pena de comiso y aquéllos que pudieren servir como medios de prueba, serán
incautados, previa orden judicial librada a petición del fiscal, cuando la persona en cuyo poder se encontraren
no los entregare voluntariamente, o si el requerimiento de entrega voluntaria pudiere poner en peligro el éxito
de la investigación. Si los objetos y documentos se encontraren en poder de una persona distinta del imputado,
en lugar de ordenar la incautación, o bien con anterioridad a ello, el juez podrá apercibirla para que los
entregue. Regirán, en tal caso, los medios de coerción previstos para los testigos. Con todo, dicho
apercibimiento no podrá ordenarse respecto de las personas a quienes la ley reconoce la facultad de no prestar
declaración. Cuando existieren antecedentes que permitieren presumir suficientemente que los objetos y
documentos se encuentran en un lugar de aquéllos a que alude el artículo 205 se procederá de conformidad a
lo allí prescrito. (Art. 217 CPP)
Incidentes en la audiencia del juicio oral. Los incidentes promovidos en el transcurso de la audiencia del
juicio oral se resolverán inmediatamente por el tribunal. Las decisiones que recayeren sobre estos incidentes no
serán susceptibles de recurso alguno. (Art. 290 CPP)
Incidentes relacionados con la demanda y su contestación. Todos los incidentes y excepciones deducidos con
ocasión de la interposición o contestación de la demanda deberán resolverse durante la audiencia de
preparación del juicio oral, sin perjuicio de lo establecido en el artículo 270. (Art. 63 CPP)
Incumplimiento de la obligación de denunciar. Las personas indicadas en el artículo 175 que omitieren hacer
la denuncia que en él se prescribe incurrirán en la pena prevista en el artículo 494 del Código Penal, o en la
señalada en disposiciones especiales, en lo que correspondiere. La pena por el delito en cuestión no será
aplicable cuando apareciere que quien hubiere omitido formular la denuncia arriesgaba la persecución penal
propia, del cónyuge, de su conviviente o de ascendientes, descendientes o hermanos. (Art. 177 CPP)
Individualización del testigo. La declaración del testigo comenzará por el señalamiento de los antecedentes
relativos a su persona, en especial sus nombres y apellidos, edad, lugar de nacimiento, estado, profesión,
industria o empleo y residencia o domicilio, todo ello sin perjuicio de las excepciones contenidas en leyes
especiales. Si existiere motivo para temer que la indicación pública de su domicilio pudiere implicar peligro
para el testigo u otra persona, el presidente de la sala o el juez, en su caso, podrá autorizar al testigo a no
responder a dicha pregunta durante la audiencia. Si el testigo hiciere uso del derecho previsto en el inciso
Información al detenido. El funcionario público a cargo del procedimiento de detención deberá informar al
afectado acerca del motivo de la detención, al momento de practicarla. Asimismo, le informará acerca de los
derechos establecidos en los artículos 93, letras a), b) y g), y 94, letras f) y g), de este Código. Con todo, si, por
las circunstancias que rodearen la detención, no fuere posible proporcionar inmediatamente al detenido la
información prevista en este inciso, ella le será entregada por el encargado de la unidad policial a la cual fuere
conducido. Se dejará constancia en el libro de guardia del recinto policial del hecho de haberse proporcionado
la información, de la forma en que ello se hubiere realizado, del funcionario que la hubiere entregado y de las
personas que lo hubieren presenciado. La información de derechos prevista en el inciso anterior podrá
efectuarse verbalmente, o bien por escrito, si el detenido manifestare saber leer y encontrarse en condiciones de
hacerlo. En este último caso, se le entregará al detenido un documento que contenga una descripción clara de
esos derechos, cuyo texto y formato determinará el ministerio público. En los casos comprendidos en el
artículo 138, la información prevista en los incisos precedentes será entregada al afectado en el lugar en que la
detención se hiciere efectiva, sin perjuicio de la constancia respectiva en el libro de guardia. (Art. 135 CPP)
Información al ministerio público. Recibida una denuncia, la policía informará inmediatamente y por el
medio más expedito al ministerio público. Sin perjuicio de ello, procederá, cuando correspondiere, a realizar
las actuaciones previstas en el artículo precedente, respecto de las cuales se aplicará, asimismo, la obligación de
información inmediata. (Art. 84 CPP)
Información a personas que no hubieren intervenido en el procedimiento. En los casos a que se refiere el
inciso segundo del artículo 108, si ninguna de las personas enunciadas en ese precepto hubiere intervenido en
el procedimiento, el ministerio público informará sus resultados al cónyuge del ofendido por el delito o, en su
defecto, a alguno de los hijos u otra de esas personas. (Art. 110 CPP)
Información de la revisión en un nuevo juicio. Si el ministerio público resolviere formalizar investigación por
los mismos hechos sobre los cuales recayó la sentencia anulada, el fiscal acompañará en la audiencia respectiva
copia fiel del fallo que acogió la revisión solicitada. (Art. 480 CPP)
Información y protección a las víctimas. Será deber de los fiscales durante todo el procedimiento adoptar
medidas, o solicitarlas, en su caso, para proteger a las víctimas de los delitos; facilitar su intervención en el
mismo y evitar o disminuir al mínimo cualquier perturbación que hubieren de soportar con ocasión de los
trámites en que debieren intervenir. Los fiscales estarán obligados a realizar, entre otras, las siguientes
actividades a favor de la víctima: Entregarle información acerca del curso y resultado del procedimiento, de
sus derechos y de las actividades que debiere realizar para ejercerlos. Ordenar por sí mismos o solicitar al
tribunal, en su caso, las medidas destinadas a la protección de la víctima y su familia frente a probables
hostigamientos, amenazas o atentados. Informarle sobre su eventual derecho a indemnización y la forma de
impetrarlo, y remitir los antecedentes, cuando correspondiere, al organismo del Estado que tuviere a su cargo
la representación de la víctima en el ejercicio de las respectivas acciones civiles. Escuchar a la víctima antes de
solicitar o resolver la suspensión del procedimiento o su terminación por cualquier causa. Si la víctima hubiere
designado abogado, el ministerio público estará obligado a realizar también a su respecto las actividades
señaladas en las letras a) y d) precedentes. (Art. 78 CPP)
Ingreso de personas detenidas. Los encargados de los establecimientos penitenciarios no podrán aceptar el
ingreso de personas sino en virtud de órdenes judiciales. (Art. 133 CPP)
Inhabilitación de los jueces del tribunal del juicio oral. Las solicitudes de inhabilitación de los jueces del
tribunal de juicio oral deberán plantearse, a más tardar, dentro de los tres días siguientes a la notificación de la
resolución que fijare fecha para el juicio oral, y se resolverán con anterioridad al inicio de la respectiva
audiencia. Cuando los hechos que constituyeren la causal de implicancia o recusación llegaren a conocimiento
de la parte con posterioridad al vencimiento del plazo previsto en el inciso anterior y antes del inicio del juicio
oral, el incidente respectivo deberá ser promovido al iniciarse la audiencia del juicio oral. Con posterioridad al
inicio de la audiencia del juicio oral, no podrán deducirse incidentes relativos a la inhabilitación de los jueces
que integraren el tribunal. Con todo, si cualquiera de los jueces advirtiere un hecho nuevo constitutivo de
causal de inhabilidad, el tribunal podrá declararla de oficio. El tribunal continuará funcionando con exclusión
del o de los miembros inhabilitados, si éstos pudieren ser reemplazados de inmediato en virtud de lo
dispuesto en el inciso quinto del artículo 281, o si continuare integrado por, a lo menos, dos jueces que
hubieren concurrido a toda la audiencia. En este último caso, deberán alcanzar unanimidad para pronunciar la
sentencia definitiva. Si no se cumpliere alguna de estas condiciones, se anulará todo lo obrado en el juicio oral.
(Art. 76 CPP)
Inicio del procedimiento (delito de acción privada). El procedimiento comenzará sólo con la interposición de
la querella por la persona habilitada para promover la acción penal, ante el juez de garantía competente. Este
escrito deberá cumplir con los requisitos de los artículos 113 y 261, en lo que no fuere contrario a lo dispuesto
en este Título. El querellante deberá acompañar una copia de la querella por cada querellado a quien la misma
debiere ser notificada. En la misma querella se podrá solicitar al juez la realización de determinadas diligencias
destinadas a precisar los hechos que configuran el delito de acción privada. Ejecutadas las diligencias, el
tribunal citará a las partes a la audiencia a que se refiere el artículo 403. (Art. 400 CPP)
Instrucciones generales. Sin perjuicio de las instrucciones particulares que el fiscal impartiere en cada caso, el
ministerio público regulará mediante instrucciones generales la forma en que la policía cumplirá las funciones
previstas en los artículos 83 y 85, así como la forma de proceder frente a hechos de los que tomare
conocimiento y respecto de los cuales los datos obtenidos fueren insuficientes para estimar si son constitutivos
de delito. Asimismo, podrá impartir instrucciones generales relativas a la realización de diligencias inmediatas
para la investigación de determinados delitos. (Art. 87 CPP)
Instrucciones necesarias para el trabajo de los peritos. Durante la etapa de investigación o en la audiencia de
preparación del juicio oral, los intervinientes podrán solicitar del juez de garantía que dicte las instrucciones
necesarias para que sus peritos puedan acceder a examinar los objetos, documentos o lugares a que se refiriere
su pericia o para cualquier otro fin pertinente. El juez de garantía accederá a la solicitud, a menos que,
presentada durante la etapa de investigación, considerare necesario postergarla para proteger el éxito de ésta.
(Art. 320 CPP)
Internación provisional del imputado. Durante el procedimiento el tribunal podrá ordenar, a petición de
alguno de los intervinientes, la internación provisional del imputado en un establecimiento asistencial, cuando
concurrieren los requisitos señalados en los artículos 140 y 141, y el informe psiquiátrico practicado al
imputado señalare que éste sufre una grave alteración o insuficiencia en sus facultades mentales que hicieren
temer que atentará contra sí o contra otras personas. Se aplicarán, en lo que fueren pertinentes, las normas
contenidas en los párrafos 4º, 5º y 6º del Título V del Libro Primero. (Art.464 CPP)
Intervención previa del juez de garantía (en el procedimiento abreviado). Antes de resolver la solicitud del
fiscal, el juez de garantía consultará al acusado a fin de asegurarse que éste ha prestado su conformidad al
procedimiento abreviado en forma libre y voluntaria, que conociere su derecho a exigir un juicio oral, que
entendiere los términos del acuerdo y las consecuencias que éste pudiere significarle y, especialmente, que no
hubiere sido objeto de coacciones ni presiones indebidas por parte del fiscal o de terceros. (Art. 409 CPP)
Intervinientes. Para los efectos regulados en este Código, se considerará intervinientes en el procedimiento al
fiscal, al imputado, al defensor, a la víctima y al querellante, desde que realizaren cualquier actuación procesal
o desde el momento en que la ley les permitiere ejercer facultades determinadas. (Art. 12 CPP)
Intervinientes (en la etapa de ejecución). Durante la ejecución de la pena o de la medida de seguridad, sólo
podrán intervenir ante el competente juez de garantía el ministerio público, el imputado y su defensor. El
condenado o el curador, en su caso, podrán ejercer durante la ejecución de la pena o medida de seguridad
todos los derechos y facultades que la normativa penal y penitenciaria le otorgare. (Art. 466 CPP)
Investigación de los fiscales. Los fiscales dirigirán la investigación y podrán realizar por sí mismos o
encomendar a la policía todas las diligencias de investigación que consideraren conducentes al esclarecimiento
de los hechos. Sin perjuicio de lo dispuesto en el Párrafo 1º de este Título, dentro de las veinticuatro horas
siguientes a que tomare conocimiento de la existencia de un hecho que revistiere caracteres de delito de acción
penal pública por alguno de los medios previstos en la ley, el fiscal deberá proceder a la práctica de todas
aquellas diligencias pertinentes y útiles al esclarecimiento y averiguación del mismo, de las circunstancias
relevantes para la aplicación de la ley penal, de los partícipes del hecho y de las circunstancias que sirvieren
para verificar su responsabilidad. Asimismo, deberá impedir que el hecho denunciado produzca
consecuencias ulteriores. Los fiscales podrán exigir información de toda persona o funcionario público, los que
no podrán excusarse de proporcionarla, salvo en los casos expresamente exceptuados por la ley. Los notarios,
archiveros y conservadores de bienes raíces, y demás organismos, autoridades y funcionarios públicos,
deberán realizar las actuaciones y diligencias y otorgar los informes, antecedentes y copias de instrumentos
que los fiscales les solicitaren, en forma gratuita y exentos de toda clase de derechos e impuestos. (Art. 180
CPP)
Inventario y custodia. De toda diligencia de incautación se levantará inventario, conforme a las reglas
generales. El encargado de la diligencia otorgará al imputado o a la persona que los hubiere tenido en su poder
un recibo detallado de los objetos y documentos incautados. Los objetos y documentos incautados serán
inventariados y sellados y se pondrán bajo custodia del ministerio público en los términos del artículo 188.
(Art. 221 CPP)
Juez de garantía competente. El juez de garantía llamado por la ley a conocer las gestiones a que de lugar el
respectivo procedimiento se pronunciará sobre las autorizaciones judiciales previas que solicitare el ministerio
público para realizar actuaciones que privaren, restringieren o perturbaren el ejercicio de derechos asegurados
por la Constitución. Si la detención se practicare en un lugar que se encontrare fuera del territorio
jurisdiccional del juez que hubiere emitido la orden, será también competente para conocer de la audiencia
judicial del detenido el juez de garantía del lugar donde se hubiere practicado la detención, cuando la orden
respectiva hubiere emanado de un juez con competencia en una ciudad asiento de Corte de Apelaciones
diversa. Cuando en la audiencia judicial se decretare la prisión preventiva del imputado, el juez deberá
ordenar su traslado inmediato al establecimiento penitenciario del territorio jurisdiccional del juez del
procedimiento. Lo previsto en este inciso no tendrá aplicación cuando la orden de detención emanare de un
juez de garantía de la Región Metropolitana y ésta se practicare dentro del territorio de la misma, caso en el
cual la primera audiencia judicial siempre deberá realizarse ante el juzgado naturalmente competente. En los
demás casos, cuando debieren efectuarse actuaciones fuera del territorio jurisdiccional del juzgado de garantía
y se tratare de diligencias u órdenes urgentes, el Ministerio Público también podrá pedir la autorización
directamente al juez de garantía del lugar. Una vez realizada la diligencia o cumplida la orden, el Ministerio
Público dará cuenta a la brevedad al juez de garantía del procedimiento. (Art. 70 CPP)
Juez, fiscal judicial o fiscal detenido in fraganti (querella de capítulos). Si un juez, un fiscal judicial o un
fiscal del ministerio público fuere detenido por habérsele sorprendido en delito flagrante, el fiscal lo pondrá
inmediatamente a disposición de la Corte de Apelaciones respectiva. Asimismo, remitirá la copia del registro
de las diligencias que se hubieren practicado y que fueren conducentes para resolver el asunto. (Art. 426 CPP)
Juez natural. Nadie podrá ser juzgado por comisiones especiales, sino por el tribunal que señalare la ley y que
se hallare establecido por ésta con anterioridad a la perpetración del hecho. (Art. 2 CPP)
Juicio inmediato. En la audiencia de formalización de la investigación, el fiscal podrá solicitar al juez que la
causa pase directamente a juicio oral. Si el juez acogiere dicha solicitud, en la misma audiencia el fiscal deberá
formular verbalmente su acusación y ofrecer prueba. También en la audiencia el querellante podrá adherirse a
la acusación del fiscal o acusar particularmente y deberá indicar las pruebas de que pensare valerse en el juicio.
El imputado podrá realizar las alegaciones que correspondieren y ofrecer, a su turno, prueba. Al término de la
audiencia, el juez dictará auto de apertura del juicio oral. No obstante, podrá suspender la audiencia y
postergar esta resolución, otorgando al imputado un plazo no menor de quince ni mayor de treinta días,
dependiendo de la naturaleza del delito, para plantear sus solicitudes de prueba. Las resoluciones que el juez
dictare en conformidad a lo dispuesto en este artículo no serán susceptibles de recurso alguno. (Art. 235 CPP)
Juicio previo y única persecución. Ninguna persona podrá ser condenada o penada, ni sometida a una de las
medidas de seguridad establecidas en este Código, sino en virtud de una sentencia fundada, dictada por un
tribunal imparcial. Toda persona tiene derecho a un juicio previo, oral y público, desarrollado en conformidad
con las normas de este cuerpo legal. La persona condenada, absuelta o sobreseída definitivamente por
sentencia ejecutoriada, no podrá ser sometida a un nuevo procedimiento penal por el mismo hecho. (Art. 1
CPP)
Juramento o promesa. Todo testigo, antes de comenzar su declaración, prestará juramento o promesa de decir
verdad sobre lo que se le preguntare, sin ocultar ni añadir nada de lo que pudiere conducir al esclarecimiento
de los hechos. No se tomará juramento o promesa a los testigos menores de dieciocho años, ni a aquéllos de
quienes el tribunal sospechare que pudieren haber tomado parte en los hechos investigados. Se hará constar en
el registro la omisión del juramento o promesa y las causas de ello. El tribunal, si lo estimare necesario,
instruirá al testigo acerca del sentido del juramento o promesa y de su obligación de ser veraz, así como de las
penas con las cuales la ley castiga el delito de falso testimonio en causa criminal. (Art. 306 CPP)
Lectura o exhibición de documentos, objetos y otros medios. Los documentos serán leídos y exhibidos en el
debate, con indicación de su origen. Los objetos que constituyeren evidencia deberán ser exhibidos y podrán
ser examinados por las partes. Las grabaciones, los elementos de prueba audiovisuales, computacionales o
cualquier otro de carácter electrónico apto para producir fe, se reproducirán en la audiencia por cualquier
medio idóneo para su percepción por los asistentes. El tribunal podrá autorizar, con acuerdo de las partes, la
lectura o reproducción parcial o resumida de los medios de prueba mencionados, cuando ello pareciere
conveniente y se asegurare el conocimiento de su contenido. Todos estos medios podrán ser exhibidos al
acusado, a los peritos o testigos durante sus declaraciones, para que los reconocieren o se refirieren a su
conocimiento de ellos. (Art. 333 CPP)
Lectura para apoyo de memoria en la audiencia del juicio oral. Sólo una vez que el acusado o el testigo
hubieren prestado declaración, se podrá leer en el interrogatorio parte o partes de sus declaraciones anteriores
prestadas ante el fiscal, el abogado asistente del fiscal, en su caso, o el juez de garantía, cuando fuere necesario
para ayudar la memoria del respectivo acusado o testigo, para demostrar o superar contradicciones o para
solicitar las aclaraciones pertinentes. Con los mismos objetivos, se podrá leer durante la declaración de un
perito partes del informe que él hubiere elaborado. (Art. 332 CPP)
Legalidad de las medidas privativas o restrictivas de libertad. No se podrá citar, arrestar, detener, someter a
prisión preventiva ni aplicar cualquier otra forma de privación o restricción de libertad a ninguna persona,
sino en los casos y en la forma señalados por la Constitución y las leyes. Las disposiciones de este Código que
autorizan la restricción de la libertad o de otros derechos del imputado o del ejercicio de alguna de sus
facultades serán interpretadas restrictivamente y no se podrán aplicar por analogía. (Art. 5 CPP)
Lesiones corporales. Toda persona a cuyo cargo se encontrare un hospital u otro establecimiento de salud
semejante, fuere público o privado, dará en el acto cuenta al fiscal de la entrada de cualquier individuo que
tuviere lesiones corporales de significación, indicando brevemente el estado del paciente y la exposición que
hicieren la o las personas que lo hubieren conducido acerca del origen de dichas lesiones y del lugar y estado
en que se le hubiere encontrado. La denuncia deberá consignar el estado del paciente, describir los signos
externos de las lesiones e incluir las exposiciones que hicieren el afectado o las personas que lo hubieren
conducido. En ausencia del jefe del establecimiento, dará cuenta el que lo subrogare en el momento del ingreso
del lesionado. El incumplimiento de la obligación prevista en este artículo se castigará con la pena que prevé el
artículo 494 del Código Penal. (Art. 200 CPP)
Levantamiento del cadáver. En los casos de muerte en la vía pública, y sin perjuicio de las facultades que
corresponden a los órganos encargados de la persecución penal, la descripción a que se refiere el artículo 181 y
la orden de levantamiento del cadáver podrán ser realizadas por el jefe de la unidad policial correspondiente,
en forma personal o por intermedio de un funcionario de su dependencia, quien dejará registro de lo obrado,
en conformidad a las normas generales de este Código. (Art. 90 CPP)
Libertad de prueba. Todos los hechos y circunstancias pertinentes para la adecuada solución del caso
sometido a enjuiciamiento podrán ser probados por cualquier medio producido e incorporado en conformidad
a la ley. (Art. 295 CPP)
Medidas Cautelares: Son aquellas medidas restrictivas que a solicitud del fiscal o querellante, el Juez de
Garantía puede aplicar sobre la persona o bienes del imputado, con el objeto de asegurar los fines del
procedimiento. (Arts. 122 a 158 CPP)
Medidas de vigilancia. Aun antes de que el juez de garantía dictare la orden de entrada y registro de que trata
el artículo 208, el fiscal podrá disponer las medidas de vigilancia que estimare convenientes para evitar la fuga
del imputado o la substracción de documentos o cosas que constituyeren el objeto de la diligencia. (Art. 213
CPP)
Medios de prueba no regulados expresamente. Podrán admitirse como pruebas películas cinematográficas,
fotografías, fonografías, videograbaciones y otros sistemas de reproducción de la imagen o del sonido,
versiones taquigráficas y, en general, cualquier medio apto para producir fe. El tribunal determinará la forma
de su incorporación al procedimiento, adecuándola, en lo posible, al medio de prueba más análogo. (Art. 323
CPP)
Métodos de interrogación. En sus interrogatorios, las partes que hubieren presentado a un testigo o perito no
podrán formular sus preguntas de tal manera que ellas sugirieren la respuesta. Durante el
contrainterrogatorio, las partes podrán confrontar al perito o testigo con sus propios dichos u otras versiones
de los hechos presentadas en el juicio. En ningún caso se admitirán preguntas engañosas, aquéllas destinadas
a coaccionar ilegítimamente al testigo o perito, ni las que fueren formuladas en términos poco claros para ellos.
Estas normas se aplicarán al imputado cuando se allanare a prestar declaración. (Art. 330 CPP)
Métodos prohibidos. Queda absolutamente prohibido todo método de investigación o de interrogación que
menoscabe o coarte la libertad del imputado para declarar. En consecuencia, no podrá ser sometido a ninguna
clase de coacción, amenaza o promesa. Sólo se admitirá la promesa de una ventaja que estuviere expresamente
prevista en la ley penal o procesal penal. Se prohíbe, en consecuencia, todo método que afecte la memoria o la
capacidad de comprensión y de dirección de los actos del imputado, en especial cualquier forma de maltrato,
amenaza, violencia corporal o psíquica, tortura, engaño, o la administración de psicofármacos y la hipnosis.
Las prohibiciones previstas en este artículo rigen aun para el evento de que el imputado consintiere en la
utilización de alguno de los métodos vedados. (Art. 195 CPP)
Motivos absolutos de nulidad. El juicio y la sentencia serán siempre anulados: Cuando la sentencia hubiere
sido pronunciada por un tribunal incompetente, o no integrado por los jueces designados por la ley; cuando
hubiere sido pronunciada por un juez de garantía o con la concurrencia de un juez de tribunal de juicio oral en
Normas aplicables a la ejecución de sentencias penales. La ejecución de las sentencias penales se efectuará de
acuerdo con las normas de este Párrafo y con las establecidas por el Código Penal y demás leyes especiales.
(Art. 467 CPP)
Normas aplicables a las notificaciones. En lo no previsto en este párrafo, las notificaciones que hubieren de
practicarse a los intervinientes en el procedimiento penal se regirán por las normas contempladas en el Título
VI del Libro I del Código de Procedimiento Civil. (Art. 32 CPP)
Normas supletorias (en el simplificado). El procedimiento simplificado se regirá por las normas de este
Título y, en lo que éste no proveyere, supletoriamente por las del Libro Segundo de este Código, en cuanto se
adecuen a su brevedad y simpleza. (Art. 389 CPP)
Normas supletorias (en delitos acción privada). En lo que no proveyere este título, el procedimiento por
delito de acción privada se regirá por las normas del Título I del Libro Cuarto, con excepción del artículo 398.
(Art. 405 CPP)
Notificación al afectado por la interceptación. La medida de interceptación será notificada al afectado por la
misma con posterioridad a su realización, en cuanto el objeto de la investigación lo permitiere, y en la medida
que ello no pusiere en peligro la vida o la integridad corporal de terceras personas. En lo demás regirá lo
previsto en el artículo 182. (Art. 224 CPP)
Notificaciones al imputado privado de libertad. Las notificaciones que debieren realizarse al imputado
privado de libertad se le harán en persona en el establecimiento o recinto en que permaneciere, aunque éste se
hallare fuera del territorio jurisdiccional del tribunal, mediante la entrega, por un funcionario del
establecimiento y bajo la responsabilidad del jefe del mismo, del texto de la resolución respectiva. Al efecto, el
Notificación al ministerio público. El ministerio público será notificado en sus oficinas, para lo cual deberá
indicar su domicilio dentro de los límites urbanos de la ciudad en que funcionare el tribunal e informar a éste
de cualquier cambio del mismo. (Art. 27 CPP)
Notificaciones de las resoluciones en las audiencias judiciales. Las resoluciones pronunciadas durante las
audiencias judiciales se entenderán notificadas a los intervinientes en el procedimiento que hubieren asistido
o debido asistir a las mismas. De estas notificaciones se dejará constancia en el estado diario, pero su omisión
no invalidará la notificación. Los interesados podrán pedir copias de los registros en que constaren estas
resoluciones, las que se expedirán sin demora. (Art. 30 CPP)
Nuevo plazo. El que, por un hecho que no le fuere imputable, por defecto en la notificación, por fuerza mayor
o por caso fortuito, se hubiere visto impedido de ejercer un derecho o desarrollar una actividad dentro del
plazo establecido por la ley, podrá solicitar al tribunal un nuevo plazo, que le podrá ser otorgado por el mismo
período. Dicha solicitud deberá formularse dentro de los cinco días siguientes a aquél en que hubiere cesado el
impedimento. (Art. 17 CPP)
Nuevo plazo para presentar prueba (en la Audiencia Intermedia). Cuando, al término de la audiencia, el juez
de garantía comprobare que el acusado no hubiere ofrecido oportunamente prueba por causas que no le fueren
imputables, podrá suspender la audiencia hasta por un plazo de diez días. (Art. 278 CPP)
Nulidad de las actuaciones delegadas. La delegación de funciones en empleados subalternos para realizar
actuaciones en que las leyes requirieren la intervención del juez producirá la nulidad de las mismas. (Art. 35
CPP)
Nulidad de la sentencia. La Corte podrá invalidar sólo la sentencia y dictar, sin nueva audiencia pero
separadamente, la sentencia de reemplazo que se conformare a la ley, si la causal de nulidad no se refiriere a
formalidades del juicio ni a los hechos y circunstancias que se hubieren dado por probados, sino se debiere a
que el fallo hubiere calificado de delito un hecho que la ley no considerare tal, aplicado una pena cuando no
procediere aplicar pena alguna, o impuesto una superior a la que legalmente correspondiere. La sentencia de
reemplazo reproducirá las consideraciones de hecho, los fundamentos de derecho y las decisiones de la
resolución anulada, que no se refieran a los puntos que hubieren sido objeto del recurso o que fueren
incompatibles con la resolución recaída en él, tal como se hubieren dado por establecidos en el fallo recurrido.
(Art. 385 CPP)
Nulidad del juicio oral y de la sentencia. Salvo los casos mencionados en el artículo 385, si la Corte acogiere el
recurso anulará la sentencia y el juicio oral, determinará el estado en que hubiere de quedar el procedimiento y
ordenará la remisión de los autos al tribunal no inhabilitado que correspondiere, para que éste disponga la
realización de un nuevo juicio oral. No será obstáculo para que se ordene efectuar un nuevo juicio oral la
circunstancia de haberse dado lugar al recurso por un vicio o defecto cometido en el pronunciamiento mismo
de la sentencia. (Art. 386 CPP)
Nulidad de oficio. Si el tribunal estimare haberse producido un acto viciado y la nulidad no se hubiere
saneado aún, lo pondrá en conocimiento del interviniente en el procedimiento a quien estimare que la nulidad
le ocasiona un perjuicio, a fin de que proceda como creyere conveniente a sus derechos, a menos de que se
tratare de una nulidad de las previstas en el artículo 160, caso en el cual podrá declararla de oficio. (Art. 163
CPP)
Objeto de la querella de capítulos. La querella de capítulos tiene por objeto hacer efectiva la responsabilidad
criminal de los jueces, fiscales judiciales y fiscales del ministerio público por actos que hubieren ejecutado en el
ejercicio de sus funciones e importaren una infracción penada por la ley. (Art. 424 CPP)
Objetos, documentos e instrumentos. Los objetos, documentos e instrumentos de cualquier clase que
parecieren haber servido o haber estado destinados a la comisión del hecho investigado, o los que de él
provinieren, o los que pudieren servir como medios de prueba, así como los que se encontraren en el sitio del
suceso a que se refiere la letra c) del artículo 83, serán recogidos, identificados y conservados bajo sello. En
todo caso, se levantará un registro de la diligencia, de acuerdo con las normas generales. Si los objetos,
documentos e instrumentos se encontraren en poder del imputado o de otra persona, se procederá a su
incautación, de conformidad a lo dispuesto en este Título. Con todo, tratándose de objetos, documentos e
instrumentos que fueren hallados en poder del imputado respecto de quien se practicare detención en ejercicio
de la facultad prevista en el artículo 83 letra b) o se encontraren en el sitio del suceso, se podrá proceder a su
incautación en forma inmediata. (Art. 187 CPP)
Obligación de cumplimiento e información. El tribunal, los fiscales y los funcionarios policiales dejarán
constancia en los respectivos registros, conforme al avance del procedimiento, de haber cumplido las normas
legales que establecen los derechos y garantías del imputado. (Art. 97 CPP)
Oportunidad de la citación judicial. Cuando fuere necesaria la presencia del imputado ante el tribunal, éste
dispondrá su citación, de acuerdo con lo previsto en el artículo 33. (Art. 123 CPP)
Oportunidad para interponer la demanda civil. La demanda civil en el procedimiento penal deberá
interponerse en la oportunidad prevista en el artículo 261, por escrito y cumpliendo con los requisitos exigidos
por el artículo 254 del Código de Procedimiento Civil. La demanda civil del querellante deberá deducirse
conjuntamente con su escrito de adhesión o acusación. La demanda civil deberá contener la indicación de los
medios de prueba, en los mismos términos expresados en el artículo 259. (Art. 60 CPP)
Oportunidad para la recepción de la prueba (en el juicio oral). La prueba que hubiere de servir de base a la
sentencia deberá rendirse durante la audiencia del juicio oral, salvas las excepciones expresamente previstas en
la ley. En estos últimos casos, la prueba deberá ser incorporada en la forma establecida en el Párrafo 9º de este
Título. (Art. 296 CPP)
Oportunidad para pedir y decretar la suspensión condicional del procedimiento o los acuerdos
reparatorios. La suspensión condicional del procedimiento y el acuerdo reparatorio podrán solicitarse y
decretarse en cualquier momento posterior a la formalización de la investigación. Si no se planteare en esa
misma audiencia la solicitud respectiva, el juez citará a una audiencia, a la que podrán comparecer todos los
intervinientes en el procedimiento. Una vez declarado el cierre de la investigación, la suspensión condicional
del procedimiento y el acuerdo reparatorio sólo podrán ser decretados durante la audiencia de preparación
del juicio oral. (Art. 245 CPP)
Oportunidad para presentar la querella. La querella podrá presentarse en cualquier momento, mientras el
fiscal no declarare cerrada la investigación. Admitida a tramitación, el juez la remitirá al ministerio público y el
querellante podrá hacer uso de los derechos que le confiere el artículo 261. (Art. 112 CPP)
Oportunidad para solicitar el procedimiento abreviado. Una vez formalizada la investigación, la tramitación
de la causa conforme a las reglas del procedimiento abreviado podrá ser acordada en cualquier etapa del
procedimiento, hasta la audiencia de preparación del juicio oral. Si no se hubiere deducido aún acusación, el
fiscal y el querellante, en su caso, las formularán verbalmente en la audiencia que el tribunal convocare para
resolver la solicitud de procedimiento abreviado, a la que deberá citar a todos los intervinientes. Deducidas
verbalmente las acusaciones, se procederá en lo demás en conformidad a las reglas de este Título. Si se hubiere
deducido acusación, el fiscal y el acusador particular podrán modificarla según las reglas generales, así como
la pena requerida, con el fin de permitir la tramitación del caso conforme a las reglas de este Título. Para estos
efectos, la aceptación de los hechos a que se refiere el inciso segundo del artículo 406 podrá ser considerada
por el fiscal como suficiente para estimar que concurre la circunstancia atenuante del artículo 11, Nº 9, del
Código Penal, sin perjuicio de las demás reglas que fueren aplicables para la determinación de la pena. Si el
procedimiento abreviado no fuere admitido por el juez de garantía, se tendrán por no formuladas las
acusaciones verbales realizadas por el fiscal y el querellante, lo mismo que las modificaciones que, en su caso,
éstos hubieren realizado a sus respectivos libelos, y se continuará de acuerdo a las disposiciones del Libro
Segundo de este Código. (Art. 407 CPP)
Oposición del querellante al procedimiento abreviado. El querellante sólo podrá oponerse al procedimiento
abreviado cuando en su acusación particular hubiere efectuado una calificación jurídica de los hechos,
atribuido una forma de participación o señalado circunstancias modificatorias de la responsabilidad penal
diferentes de las consignadas por el fiscal en su acusación y, como consecuencia de ello, la pena solicitada
excediere el límite señalado en el artículo 406. (Art. 408 CPP)
Oralidad (en el juicio oral). La audiencia del juicio se desarrollará en forma oral, tanto en lo relativo a las
alegaciones y argumentaciones de las partes como a las declaraciones del acusado, a la recepción de las
pruebas y, en general, a toda intervención de quienes participaren en ella. Las resoluciones serán dictadas y
fundamentadas verbalmente por el tribunal y se entenderán notificadas desde el momento de su
pronunciamiento, debiendo constar en el registro del juicio. El tribunal no admitirá la presentación de
argumentaciones o peticiones por escrito durante la audiencia del juicio oral. Sin embargo, quienes no
pudieren hablar o no lo supieren hacer en el idioma castellano, intervendrán por escrito o por medio de
intérpretes. El acusado sordo o que no pudiere entender el idioma castellano será asistido de un intérprete que
le comunicará el contenido de los actos del juicio. (Art. 291 CPP)
Oralidad e inmediación (en la audiencia intermedia). La audiencia de preparación del juicio oral será
dirigida por el juez de garantía, quien la presenciará en su integridad, se desarrollará oralmente y durante su
realización no se admitirá la presentación de escritos. (Art. 266 CPP)
Orden de recepción de las pruebas en la audiencia del juicio oral. Cada parte determinará el orden en que
rendirá su prueba, correspondiendo recibir primero la ofrecida para acreditar los hechos y peticiones de la
acusación y de la demanda civil y luego la prueba ofrecida por el acusado respecto de todas las acciones que
hubieren sido deducidas en su contra. (Art. 328 CPP)
Orden Judicial. Toda orden de prisión preventiva o de detención será expedida por escrito por el tribunal y
contendrá: El nombre y apellidos de la persona que debiere ser detenida o aprehendida o, en su defecto, las
circunstancias que la individualizaren o determinaren; El motivo de la prisión o detención, y La indicación de
ser conducido de inmediato ante el tribunal, al establecimiento penitenciario o lugar público de prisión o
detención que determinará, o de permanecer en su residencia, según correspondiere. Lo dispuesto en este
artículo se entenderá sin perjuicio de lo previsto en el artículo 9º para los casos urgentes. (Art. 154 CPP)
Otras formas de notificación. Cualquier interviniente en el procedimiento podrá proponer para sí otras
formas de notificación, que el tribunal podrá aceptar si, en su opinión, resultaren suficientemente eficaces y no
causaren indefensión. (Art. 31 CPP)
Otros medios técnicos de investigación. Cuando el procedimiento tuviere por objeto la investigación de un
hecho punible que mereciere pena de crimen, el juez de garantía podrá ordenar, a petición del ministerio
público, la fotografía, filmación u otros medios de reproducción de imágenes conducentes al esclarecimiento
de los hechos. Asimismo, podrá disponer la grabación de comunicaciones entre personas presentes. Regirán
correspondientemente las normas contenidas en los artículos 222 al 225. (Art. 226 CPP)
Peritos y testigos en la audiencia del juicio oral. Durante la audiencia, los peritos y testigos deberán ser
interrogados personalmente. Su declaración personal no podrá ser sustituida por la lectura de los registros en
que constaren anteriores declaraciones o de otros documentos que las contuvieren, sin perjuicio de lo
dispuesto en los artículos 331 y 332. El juez presidente de la sala identificará al perito o testigo y ordenará que
preste juramento o promesa de decir la verdad. La declaración de los testigos se sujetará al interrogatorio de
las partes. Los peritos deberán exponer brevemente el contenido y las conclusiones de su informe, y a
continuación se autorizará que sean interrogados por las partes. Los interrogatorios serán realizados en primer
lugar por la parte que hubiere ofrecido la respectiva prueba y luego por las restantes. Si en el juicio
intervinieren como acusadores el ministerio público y el querellante particular, o el mismo se realizare contra
dos o más acusados, se concederá sucesivamente la palabra a todos los acusadores o a todos los acusados,
según corresponda. Finalmente, los miembros del tribunal podrán formular preguntas al testigo o perito con el
fin de aclarar sus dichos. A solicitud de alguna de las partes, el tribunal podrá autorizar un nuevo
interrogatorio de los testigos o peritos que ya hubieren declarado en la audiencia. Antes de declarar, los peritos
y los testigos no podrán comunicarse entre sí, ni ver, oír ni ser informados de lo que ocurriere en la audiencia.
Los testigos y peritos que, por algún motivo grave y difícil de superar no pudieren comparecer a declarar a la
audiencia del juicio, podrán hacerlo a través de videoconferencia o a través de cualquier otro medio
tecnológico apto para su interrogatorio y contrainterrogatorio. La parte que los presente justificará su petición
en una audiencia previa que será especialmente citada al efecto, debiendo aquéllos comparecer ante el tribunal
con competencia en materia penal más cercano al lugar donde se encuentren. (Art. 329 CPP)
Plazos de la detención. Cuando la detención se practicare en cumplimiento de una orden judicial, los agentes
policiales que la hubieren realizado o el encargado del recinto de detención conducirán inmediatamente al
detenido a presencia del juez que hubiere expedido la orden. Si ello no fuere posible por no ser hora de
despacho, el detenido podrá permanecer en el recinto policial o de detención hasta el momento de la primera
audiencia judicial, por un período que en caso alguno excederá las veinticuatro horas. Cuando la detención se
practicare en virtud de los artículos 129 y 130, el agente policial que la hubiere realizado o el encargado del
recinto de detención deberán informar de ella al ministerio público dentro de un plazo máximo de doce horas.
El fiscal podrá dejar sin efecto la detención u ordenar que el detenido sea conducido ante el juez dentro de un
plazo máximo de veinticuatro horas, contado desde que la detención se hubiere practicado. Si el fiscal nada
manifestare, la policía deberá presentar el detenido ante la autoridad judicial en el plazo indicado. Cuando el
fiscal ordene poner al detenido a disposición del juez, deberá, en el mismo acto, dar conocimiento de esta
situación al abogado de confianza de aquél o a la Defensoría Penal Pública. Para los efectos de poner a
disposición del juez al detenido, las policías cumplirán con su obligación legal dejándolo bajo la custodia de
Gendarmería del respectivo tribunal. (Art. 131 CPP)
Plazo de notificación. Las actuaciones del querellante, las acusaciones particulares, adhesiones y la demanda
civil deberán ser notificadas al acusado, a más tardar, diez días antes de la realización de la audiencia de
preparación del juicio oral. (Art. 262 CPP)
Plazos fatales e improrrogables. Los plazos establecidos en este Código son fatales e improrrogables, a menos
que se indicare expresamente lo contrario. (Art. 16 CPP)
Plazos generales para dictar las resoluciones. Las cuestiones debatidas en una audiencia deberán ser resueltas
en ella. Las presentaciones escritas serán resueltas por el tribunal antes de las veinticuatro horas siguientes a su
recepción. (Art. 38 CPP)
Plazo judicial para el cierre de la investigación. Cuando el juez de garantía, de oficio o a petición de alguno
de los intervinientes y oyendo al ministerio público, lo considerare necesario con el fin de cautelar las garantías
de los intervinientes y siempre que las características de la investigación lo permitieren, podrá fijar en la
Plazo para declarar el cierre de la investigación. Transcurrido el plazo de dos años desde la fecha en que la
investigación hubiere sido formalizada, el fiscal deberá proceder a cerrarla. Si el fiscal no declarare cerrada la
investigación en el plazo señalado, el imputado o el querellante podrán solicitar al juez que aperciba al fiscal
para que proceda a tal cierre. Para estos efectos el juez citará a los intervinientes a una audiencia y, si el fiscal
no compareciere a la audiencia o si, compareciendo, se negare a declarar cerrada la investigación, el juez
decretará el sobreseimiento definitivo de la causa. Esta resolución será apelable. Si el fiscal se allanare a la
solicitud de cierre de la investigación, deberá formular en la audiencia la declaración en tal sentido y tendrá el
plazo de diez días para deducir acusación. Transcurrido este plazo sin que se hubiere deducido la acusación, el
juez, de oficio o a petición de alguno de los intervinientes, citará a la audiencia prevista en el artículo 249 y
dictará sobreseimiento definitivo en la causa. El plazo de dos años previsto en este artículo se suspenderá en
los casos siguientes: cuando se dispusiere la suspensión condicional del procedimiento; cuando se decretare
sobreseimiento temporal de conformidad a lo previsto en el artículo 252, y desde que se alcanzare un acuerdo
reparatorio hasta el cumplimiento de las obligaciones contraídas por el imputado a favor de la víctima o hasta
que hubiere debidamente garantizado su cumplimiento a satisfacción de esta última. (Art. 247 CPP)
Plazo para efectuar la denuncia. Las personas indicadas en el artículo anterior deberán hacer la denuncia
dentro de las veinticuatro horas siguientes al momento en que tomaren conocimiento del hecho criminal.
Respecto de los capitanes de naves o de aeronaves, este plazo se contará desde que arribaren a cualquier
puerto o aeropuerto de la República. (Art. 176 CPP)
Plazo para interponer el recurso de apelación. El recurso de apelación deberá entablarse dentro de los cinco
días siguientes a la notificación de la resolución impugnada. (Art. 366 CPP)
Plazo para redacción de la sentencia. Al pronunciarse sobre la absolución o condena, el tribunal podrá diferir
la redacción del fallo y, en su caso, la determinación de la pena hasta por un plazo de cinco días, fijando la
fecha de la audiencia en que tendrá lugar su lectura. No obstante, si el juicio hubiere durado más de cinco días,
el tribunal dispondrá, para la fijación de la fecha de la audiencia para su comunicación, de un día adicional por
cada dos de exceso de duración del juicio. El transcurso de estos plazos sin que hubiere tenido lugar la
audiencia citada, constituirá falta grave que deberá ser sancionada disciplinariamente. Sin perjuicio de ello, se
deberá citar a una nueva audiencia de lectura de la sentencia, la que en caso alguno podrá tener lugar después
del segundo día contado desde la fecha fijada para la primera. Transcurrido este plazo adicional sin que se
comunicare la sentencia se producirá la nulidad del juicio, a menos que la decisión hubiere sido la de
absolución del acusado. Si, siendo varios los acusados, se hubiere absuelto a alguno de ellos, la repetición del
juicio sólo comprenderá a quienes hubieren sido condenados. El vencimiento del plazo adicional mencionado
en el inciso precedente sin que se diere a conocer el fallo, sea que se produjere o no la nulidad del juicio,
constituirá respecto de los jueces que integraren el tribunal una nueva infracción que deberá ser sancionada
disciplinariamente. (Art. 344 CPP)
Plazo y titulares de la solicitud de revisión. La revisión de la sentencia firme podrá ser pedida, en cualquier
tiempo, por el ministerio público, por el condenado o por el cónyuge, ascendientes, descendientes o hermanos
de éste. Asimismo, podrá interponer tal solicitud quien hubiere cumplido su condena o sus herederos, cuando
el condenado hubiere muerto y se tratare de rehabilitar su memoria. (Art. 474 CPP)
Pluralidad de sujetos (en el desafuero). Si aparecieren implicados individuos que no gozaren de fuero, se
seguirá adelante el procedimiento en relación con ellos. (Art. 422 CPP)
Poder coercitivo. En el ejercicio de sus funciones, el tribunal podrá ordenar directamente la intervención de la
fuerza pública y disponer todas las medidas necesarias para el cumplimiento de las actuaciones que ordenare
y la ejecución de las resoluciones que dictare. (Art. 34 CPP)
Preclusión de los conflictos de competencia. Transcurridos tres días desde la notificación de la resolución que
fijare fecha para la realización de la audiencia del juicio oral, la incompetencia territorial del tribunal del juicio
oral en lo penal no podrá ser declarada de oficio ni promovida por las partes. Si durante la audiencia de
preparación del juicio oral se planteare un conflicto de competencia, no se suspenderá la tramitación, pero no
se pronunciará la resolución a que alude el artículo 277 mientras no se resolviere el conflicto. (Art. 74 CPP)
Preparación de la demanda civil. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo anterior, con posterioridad a la
formalización de la investigación la víctima podrá preparar la demanda civil solicitando la práctica de
diligencias que considerare necesarias para esclarecer los hechos que serán objeto de su demanda, aplicándose,
en tal caso, lo establecido en los artículos 183 y 184. Asimismo, se podrá cautelar la demanda civil, solicitando
alguna de las medidas previstas en el artículo 157. La preparación de la demanda civil interrumpe la
prescripción. No obstante, si no se dedujere demanda en la oportunidad prevista en el artículo precedente, la
prescripción se considerará como no interrumpida. (Art. 61 CPP)
Preparación del recurso (de nulidad). Si la infracción invocada como motivo del recurso se refiriere a una ley
que regulare el procedimiento, el recurso sólo será admisible cuando quien lo entablare hubiere reclamado
oportunamente del vicio o defecto. No será necesaria la reclamación del inciso anterior cuando se tratare de
alguna de las causales del artículo 374; cuando la ley no admitiere recurso alguno contra la resolución que
contuviere el vicio o defecto, cuando éste hubiere tenido lugar en el pronunciamiento mismo de la sentencia
que se tratare de anular, ni cuando dicho vicio o defecto hubiere llegado al conocimiento de la parte después
de pronunciada la sentencia. (Art. 377 CPP)
Presencia del acusado en el juicio oral. El acusado deberá estar presente durante toda la audiencia. El tribunal
podrá autorizar la salida de la sala del acusado cuando éste lo solicitare, ordenando su permanencia en una
sala próxima. Asimismo, el tribunal podrá disponer que el acusado abandonare la sala de audiencia, cuando su
comportamiento perturbare el orden. En ambos casos, el tribunal adoptará las medidas necesarias para
asegurar la oportuna comparecencia del acusado. El presidente de la sala deberá informar al acusado de lo
ocurrido en su ausencia, en cuanto éste reingresare a la sala de audiencia. (Art. 285 CPP)
Presencia del defensor en el juicio oral. La presencia del defensor del acusado durante toda la audiencia del
juicio oral será un requisito de validez del mismo, de acuerdo a lo previsto en el artículo 103. La no
comparecencia del defensor a la audiencia constituirá abandono de la defensa y obligará al tribunal a la
designación de un defensor penal público, de acuerdo con lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 106.
No se podrá suspender la audiencia por la falta de comparecencia del defensor elegido por el acusado. En tal
caso, se designará de inmediato un defensor penal público al que se concederá un período prudente para
interiorizarse del caso. (Art. 286 CPP)
Presencia ininterrumpida de los jueces y del ministerio público en el juicio oral. La audiencia del juicio oral
se realizará con la presencia ininterrumpida de los jueces que integraren el tribunal y del fiscal, sin perjuicio de
lo dispuesto en el artículo 258. Lo dispuesto en el inciso final del artículo 76 respecto de la inhabilidad se
aplicará también a los casos en que, iniciada la audiencia, faltare un integrante del tribunal de juicio oral en lo
Presentación voluntaria del imputado. El imputado contra quien se hubiere emitido orden de detención por
cualquier autoridad competente podrá ocurrir siempre ante el juez que correspondiere a solicitar un
pronunciamiento sobre su procedencia o la de cualquier otra medida cautelar. (Art. 126 CPP)
Presunción de derecho del perjuicio. Se presumirá de derecho la existencia del perjuicio si la infracción
hubiere impedido el pleno ejercicio de las garantías y de los derechos reconocidos en la Constitución, o en las
demás leyes de la República. (Art. 160 CPP)
Presunción de inocencia del imputado. Ninguna persona será considerada culpable ni tratada como tal en
tanto no fuere condenada por una sentencia firme. (Art. 4 CPP)
Presupuestos del procedimiento abreviado. Se aplicará el procedimiento abreviado para conocer y fallar, los
hechos respecto de los cuales el fiscal requiriere la imposición de una pena privativa de libertad no superior a
cinco años de presidio o reclusión menores en su grado máximo, o bien cualesquiera otras penas de distinta
naturaleza, cualquiera fuere su entidad o monto, ya fueren ellas únicas, conjuntas o alternativas. Para ello, será
necesario que el imputado, en conocimiento de los hechos materia de la acusación y de los antecedentes de la
investigación que la fundaren, los acepte expresamente y manifieste su conformidad con la aplicación de este
procedimiento. La existencia de varios acusados o la atribución de varios delitos a un mismo acusado no
impedirá la aplicación de las reglas del procedimiento abreviado a aquellos acusados o delitos respecto de los
cuales concurrieren los presupuestos señalados en este artículo. (Art. 406 CPP)
Primeras actuaciones de la audiencia. Al inicio de la audiencia, el tribunal efectuará una breve relación del
requerimiento y de la querella, en su caso. Cuando se encontrare presente la víctima, el juez instruirá a ésta y al
imputado sobre la posibilidad de poner término al procedimiento de conformidad a lo previsto en el artículo
241, si ello procediere atendida la naturaleza del hecho punible materia del requerimiento. Asimismo, el fiscal
podrá proponer la suspensión condicional del procedimiento, si se cumplieren los requisitos del artículo 237.
(Art. 394 CPP)
Principio de no autoincriminación. Todo testigo tendrá el derecho de negarse a responder aquellas preguntas
cuya respuesta pudiere acarrearle peligro de persecución penal por un delito. El testigo tendrá el mismo
derecho cuando, por su declaración, pudiere incriminar a alguno de los parientes mencionados en el artículo
302, inciso primero. (Art. 305 CPP)
Principio general (en las acciones civiles). La acción civil que tuviere por objeto únicamente la restitución de
la cosa, deberá interponerse siempre durante el respectivo procedimiento penal, de conformidad a lo previsto
en el artículo 189. Asimismo, durante la tramitación del procedimiento penal la víctima podrá deducir respecto
del imputado, con arreglo a las prescripciones de este Código, todas las restantes acciones que tuvieren por
objeto perseguir las responsabilidades civiles derivadas del hecho punible. La víctima podrá también ejercer
esas acciones civiles ante el tribunal civil correspondiente. Con todo, admitida a tramitación la demanda civil
en el procedimiento penal, no se podrá deducir nuevamente ante un tribunal civil. Con la sola excepción
indicada en el inciso primero, las otras acciones encaminadas a obtener la reparación de las consecuencias
civiles del hecho punible que interpusieren personas distintas de la víctima, o se dirigieren contra personas
diferentes del imputado, deberán plantearse ante el tribunal civil que fuere competente de acuerdo a las reglas
generales. (Art. 59 CPP)
Principio de oportunidad. Los fiscales del ministerio público podrán no iniciar la persecución penal o
abandonar la ya iniciada cuando se tratare de un hecho que no comprometiere gravemente el interés público, a
menos que la pena mínima asignada al delito excediere la de presidio o reclusión menores en su grado mínimo
o que se tratare de un delito cometido por un funcionario público en el ejercicio de sus funciones. Para estos
efectos, el fiscal deberá emitir una decisión motivada, la que comunicará al juez de garantía. Éste, a su vez, la
notificará a los intervinientes, si los hubiere. Dentro de los diez días siguientes a la comunicación de la decisión
Procedencia de la aplicación de medidas de seguridad. En el proceso penal sólo podrá aplicarse una medida
de seguridad al enajenado mental que hubiere realizado un hecho típico y antijurídico y siempre que existieren
antecedentes calificados que permitieren presumir que atentará contra sí mismo o contra otras personas. (Art.
455 CPP)
Procedencia de la detención. Ninguna persona podrá ser detenida sino por orden de funcionario público
expresamente facultado por la ley y después que dicha orden le fuere intimada en forma legal, a menos que
fuere sorprendida en delito flagrante y, en este caso, para el único objeto de ser conducida ante la autoridad
que correspondiere. (Art. 125 CPP)
Procedencia de la revisión. La Corte Suprema podrá rever extraordinariamente las sentencias firmes en que se
hubiere condenado a alguien por un crimen o simple delito, para anularlas, en los siguientes casos: Cuando, en
virtud de sentencias contradictorias, estuvieren sufriendo condena dos o más personas por un mismo delito
que no hubiere podido ser cometido más que por una sola; Cuando alguno estuviere sufriendo condena como
autor, cómplice o encubridor del homicidio de una persona cuya existencia se comprobare después de la
condena; Cuando alguno estuviere sufriendo condena en virtud de sentencia fundada en un documento o en el
testimonio de una o más personas, siempre que dicho documento o dicho testimonio hubiere sido declarado
falso por sentencia firme en causa criminal; Cuando, con posterioridad a la sentencia condenatoria, ocurriere o
se descubriere algún hecho o apareciere algún documento desconocido durante el proceso, que fuere de tal
naturaleza que bastare para establecer la inocencia del condenado, y Cuando la sentencia condenatoria hubiere
sido pronunciada a consecuencia de prevaricación o cohecho del juez que la dictó o de uno o más de los jueces
que concurrieron a su dictación, cuya existencia hubiere sido declarada por sentencia judicial firme. (Art. 473
CPP)
Procedencia de los acuerdos reparatorios. El imputado y la víctima podrán convenir acuerdos reparatorios,
los que el juez de garantía aprobará, en audiencia a la que citará a los intervinientes para escuchar sus
planteamientos, si verificare que los concurrentes al acuerdo hubieren prestado su consentimiento en forma
libre y con pleno conocimiento de sus derechos. Los acuerdos reparatorios sólo podrán referirse a hechos
investigados que afectaren bienes jurídicos disponibles de carácter patrimonial, consistieren en lesiones menos
graves o constituyeren delitos culposos. En consecuencia, de oficio o a petición del ministerio público, el juez
negará aprobación a los acuerdos reparatorios convenidos en procedimientos que versaren sobre hechos
diversos de los previstos en el inciso que antecede, o si el consentimiento de los que lo hubieren celebrado no
apareciere libremente prestado, o si existiere un interés público prevalente en la continuación de la persecución
penal. Se entenderá especialmente que concurre este interés si el imputado hubiere incurrido reiteradamente
en hechos como los que se investigaren en el caso particular. (Art. 241 CPP)
Procedencia de la prisión preventiva y de otras medidas cautelares personales (en la extradición pasiva).
Presentada la solicitud de extradición, el Estado requirente podrá solicitar la prisión preventiva del individuo
cuya extradición se requiriere, u otras medidas cautelares personales, que se decretarán si se cumplieren los
requisitos que disponga el tratado respectivo o, en su defecto, los previstos en el Título V del Libro I. (Art. 446
CPP)
Procedencia de la prisión preventiva. Toda persona tiene derecho a la libertad personal y a la seguridad
individual. La prisión preventiva procederá cuando las demás medidas cautelares personales fueren estimadas
por el juez como insuficientes para asegurar las finalidades del procedimiento, la seguridad del ofendido o de
la sociedad. (Art. 139 CPP)
Procedencia de las medidas cautelares reales. Durante la etapa de investigación, el ministerio público o la
víctima podrán solicitar por escrito al juez de garantía que decrete respecto del imputado, una o más de las
medidas precautorias autorizadas en el Título V del Libro Segundo del Código de Procedimiento Civil. En
estos casos, las solicitudes respectivas se substanciarán y regirán de acuerdo a lo previsto en el Título IV del
mismo Libro. Con todo, concedida la medida, el plazo para presentar la demanda se extenderá hasta la
oportunidad prevista en el artículo 60. Del mismo modo, al deducir la demanda civil, la víctima podrá solicitar
que se decrete una o más de dichas medidas. (Art. 157 CPP)
Procedencia de las nulidades procesales. Sólo podrán anularse las actuaciones o diligencias judiciales
defectuosas del procedimiento que ocasionaren a los intervinientes un perjuicio reparable únicamente con la
declaración de nulidad. Existe perjuicio cuando la inobservancia de las formas procesales atenta contra las
posibilidades de actuación de cualquiera de los intervinientes en el procedimiento. (Art. 159 CPP)
Procedencia del informe de peritos. El ministerio público y los demás intervinientes podrán presentar
informes elaborados por peritos de su confianza y solicitar en la audiencia de preparación del juicio oral que
éstos fueren citados a declarar a dicho juicio, acompañando los comprobantes
que acreditaren la idoneidad profesional del perito. Procederá el informe de peritos en los casos determinados
por la ley y siempre que para apreciar algún hecho o circunstancia relevante para la causa fueren necesarios o
convenientes conocimientos especiales de una ciencia, arte u oficio. Los informes deberán emitirse con
imparcialidad, ateniéndose a los principios de la ciencia o reglas del arte u oficio que profesare el perito. (Art.
314 CPP)
Procedimiento monitorio. Se aplicará el procedimiento monitorio a la tramitación de las faltas respecto de las
cuales el fiscal pidiere sólo pena de multa. En el requerimiento señalado en el artículo precedente el fiscal
Procedimiento para el registro. La resolución que autorizare la entrada y el registro de un lugar cerrado se
notificará al dueño o encargado, invitándosele a presenciar el acto, a menos que el juez de garantía autorizare
la omisión de estos trámites sobre la base de antecedentes que hicieren temer que ello pudiere frustrar el éxito
de la diligencia. Si no fuere habida alguna de las personas expresadas, la notificación se hará a cualquier
persona mayor de edad que se hallare en el lugar o edificio, quien podrá, asimismo, presenciar la diligencia. Si
no se hallare a nadie, se hará constar esta circunstancia en el acta de la diligencia. (Art. 212 CPP)
Procedimiento simplificado en caso de falta o simple delito flagrante. Tratándose de una persona
sorprendida in fraganti cometiendo una falta o un simple delito de aquellos a que da lugar este procedimiento,
el fiscal podrá disponer que el imputado sea puesto a disposición del juez de garantía, para el efecto de
comunicarle en la audiencia de control de detención, de forma verbal, el requerimiento a que se refiere el
artículo 391, y proceder de inmediato conforme a lo dispuesto en este Título. (Art. 393 bis)
Prohibición de comunicaciones. El tribunal podrá, a petición del fiscal, restringir o prohibir las
comunicaciones del detenido o preso hasta por un máximo de diez días, cuando considerare que ello resulta
necesario para el exitoso desarrollo de la investigación. En todo caso esta facultad no podrá restringir el acceso
del imputado a su abogado en los términos del artículo 94, letra f), ni al propio tribunal. Tampoco se podrá
restringir su acceso a una apropiada atención médica. El tribunal deberá instruir a la autoridad encargada del
recinto en que el imputado se encontrare acerca del modo de llevar a efecto la medida, el que en ningún caso
podrá consistir en el encierro en celdas de castigo. (Art. 151 CPP)
Prohibición de informar. Los funcionarios policiales no podrán informar a los medios de comunicación social
acerca de la identidad de detenidos, imputados, víctimas, testigos, ni de otras personas que se encontraren o
pudieren resultar vinculadas a la investigación de un hecho punible. (Art. 92 CPP)
Prohibición de lectura de registros y documentos. Salvo en los casos previstos en los artículos 331 y 332, no se
podrá incorporar o invocar como medios de prueba ni dar lectura durante el juicio oral, a los registros y demás
documentos que dieren cuenta de diligencias o actuaciones realizadas por la policía o el ministerio público. Ni
aun en los casos señalados se podrá incorporar como medio de prueba o dar lectura a actas o documentos que
dieren cuenta de actuaciones o diligencias declaradas nulas, o en cuya obtención se hubieren vulnerado
garantías fundamentales. (Art. 334 CPP)
Prohibición de querella. No podrán querellarse entre sí, sea por delitos de acción pública o privada: Los
cónyuges, a no ser por delito que uno hubiere cometido contra el otro o contra sus hijos, o por el delito de
Prohibición de suspender la vista de la causa por falta de integración del tribunal (en los recursos). No
podrá suspenderse la vista de un recurso penal por falta de jueces que pudieren integrar la sala. Si fuere
necesario, se interrumpirá la vista de recursos civiles para que se integren a la sala jueces no inhabilitados. En
consecuencia, la audiencia sólo se suspenderá si no se alcanzare, con los jueces que conformaren ese día el
tribunal, el mínimo de miembros no inhabilitados que debieren intervenir en ella. (Art. 356 CPP)
Prolongación excesiva de la declaración. Si el examen del imputado se prolongare por mucho tiempo, o si se
le hubiere dirigido un número de preguntas tan considerable que provocare su agotamiento, se concederá el
descanso prudente y necesario para su recuperación. (Art. 196 CPP)
Pronunciamiento sobre costas. Toda resolución que pusiere término a la causa o decidiere un incidente
deberá pronunciarse sobre el pago de las costas del procedimiento. (Art. 45 CPP)
Pronunciamiento sobre la demanda civil. Tanto en el caso de absolución como en el de condena deberá el
tribunal pronunciarse acerca de la demanda civil válidamente interpuesta. (Art. 349 CPP)
Proposición de diligencias. Durante la investigación, tanto el imputado como los demás intervinientes en el
procedimiento podrán solicitar al fiscal todas aquellas diligencias que consideraren pertinentes y útiles para el
esclarecimiento de los hechos. El fiscal ordenará que se lleven a efecto aquellas que estimare conducentes. Si el
fiscal rechazare la solicitud, se podrá reclamar ante las autoridades del ministerio público según lo disponga la
ley orgánica constitucional respectiva, con el propósito de obtener un pronunciamiento definitivo acerca de la
procedencia de la diligencia. (Art. 183 CPP)
Protección a los testigos. El tribunal, en casos graves y calificados, podrá disponer medidas especiales
destinadas a proteger la seguridad del testigo que lo solicitare. Dichas medidas durarán el tiempo razonable
que el tribunal dispusiere y podrán ser renovadas cuantas veces fuere necesario. De igual forma, el ministerio
público, de oficio o a petición del interesado, adoptará las medidas que fueren procedentes para conferir al
testigo, antes o después de prestadas sus declaraciones, la debida protección. (Art. 308 CPP)
Protección de la víctima. El ministerio público estará obligado a velar por la protección de la víctima del delito
en todas las etapas del procedimiento penal. Por su parte, el tribunal garantizará conforme a la ley la vigencia
de sus derechos durante el procedimiento. El Fiscal deberá promover durante el curso del procedimiento
acuerdos patrimoniales, medidas cautelares u otros mecanismos que faciliten la reparación del daño causado a
la víctima. Este deber no importará el ejercicio de las acciones civiles que pudieren corresponder a la víctima.
Asimismo, la policía y los demás organismos auxiliares deberán otorgarle un trato acorde con su condición de
víctima, procurando facilitar al máximo su participación en los trámites en que debiere intervenir. (Art. 6 CPP)
Prueba anticipada. Durante la audiencia de preparación del juicio oral también se podrá solicitar la prueba
testimonial anticipada conforme a lo previsto en el artículo 191. Si con posterioridad a la realización de la
audiencia de preparación del juicio oral, sobreviniere, respecto de los testigos, alguna de las circunstancias
señaladas en el inciso segundo del artículo 191 o se tratare de la situación señalada en el artículo 191 bis,
cualquiera de los intervinientes podrá solicitar al juez de garantía, en audiencia especial citada al efecto, la
rendición de prueba anticipada. Asimismo, se podrá solicitar la declaración de peritos en conformidad con las
normas del Párrafo 6º del Título III del Libro Segundo, cuando fuere previsible que la persona de cuya
declaración se tratare se encontrara en la imposibilidad de concurrir al juicio oral, por alguna de las razones
contempladas en el inciso segundo del artículo 191. Para los efectos de lo establecido en los incisos anteriores,
el juez de garantía citará a una audiencia especial para la recepción de la prueba anticipada. (Art. 280 CPP)
Prueba de las acciones civiles. La prueba de las acciones civiles en el procedimiento criminal se sujetará a las
normas civiles en cuanto a la determinación de la parte que debiere probar y a las disposiciones de este Código
en cuanto a su procedencia, oportunidad, forma de rendirla y apreciación de su fuerza probatoria. Lo previsto
en este artículo se aplicará también a las cuestiones civiles a que se refiere el inciso primero del artículo 173 del
Código Orgánico de Tribunales. (Art. 324 CPP)
Publicidad de la audiencia del juicio oral. La audiencia del juicio oral será pública, pero el tribunal podrá
disponer, a petición de parte y por resolución fundada, una o más de las siguientes medidas, cuando
considerare que ellas resultan necesarias para proteger la intimidad, el honor o la seguridad de cualquier
persona que debiere tomar parte en el juicio o para evitar la divulgación de un secreto protegido por la ley: a)
Impedir el acceso u ordenar la salida de personas determinadas de la sala donde se efectuare la audiencia; b)
Impedir el acceso del público en general u ordenar su salida para la práctica de pruebas específicas, y c)
Prohibir al fiscal, a los demás intervinientes y a sus abogados que entreguen información o formulen
declaraciones a los medios de comunicación social durante el desarrollo del juicio. Los medios de
comunicación social podrán fotografiar, filmar o transmitir alguna parte de la audiencia que el tribunal
determinare, salvo que las partes se opusieren a ello. Si sólo alguno de los intervinientes se opusiere, el
tribunal resolverá. (Art. 289 CPP)
Prueba en los recursos. En el recurso de nulidad podrá producirse prueba sobre las circunstancias que
constituyeren la causal invocada, siempre que se hubiere ofrecido en el escrito de interposición del recurso.
Esta prueba se recibirá en la audiencia conforme con las reglas que rigen su recepción en el juicio oral. En caso
alguno la circunstancia de que no pudiere rendirse la prueba dará lugar a la suspensión de la audiencia. (Art.
359 CPP)
Prueba no solicitada oportunamente. A petición de alguna de las partes, el tribunal podrá ordenar la
recepción de pruebas que ella no hubiere ofrecido oportunamente, cuando justificare no haber sabido de su
existencia sino hasta ese momento. Si con ocasión de la rendición de una prueba surgiere una controversia
relacionada exclusivamente con su veracidad, autenticidad o integridad, el tribunal podrá autorizar la
presentación de nuevas pruebas destinadas a esclarecer esos puntos, aunque ellas no hubieren sido ofrecidas
oportunamente y siempre que no hubiere sido posible prever su necesidad. (Art. 336 CPP)
Querellante. La querella podrá ser interpuesta por la víctima, su representante legal o su heredero
testamentario. También se podrá querellar cualquier persona capaz de parecer en juicio domiciliada en la
provincia, respecto de hechos punibles cometidos en la misma que constituyeren delitos terroristas, o delitos
cometidos por un funcionario público que afectaren derechos de las personas garantizados por la Constitución
o contra la probidad pública. Los órganos y servicios públicos sólo podrán interponer querella cuando sus
respectivas leyes orgánicas les otorguen expresamente las potestades correspondientes. (Art. 111 CPP)
Querella rechazada. Cuando no se diere curso a una querella en que se persiguiere un delito de acción pública
o previa instancia particular, por aplicación de alguna de las causales previstas en las letras a) y b) del artículo
114, el juez la pondrá en conocimiento del ministerio público para ser tenida como denuncia, siempre que no le
constare que la investigación del hecho hubiere sido iniciada de otro modo. (Art. 117 CPP)
Realización de la entrada y registro. Practicada la notificación a que se refiere el artículo 212, se procederá a la
entrada y registro. Si se opusiere resistencia al ingreso, o nadie respondiere a los llamados, se podrá emplear la
fuerza pública. En estos casos, al terminar el registro se cuidará que los lugares queden cerrados, a objeto de
evitar el ingreso de otras personas en los mismos. Todo ello se hará constar por escrito. En los registros se
procurará no perjudicar ni molestar al interesado más de lo estrictamente necesario. El registro se practicará en
un solo acto, pero podrá suspenderse cuando no fuere posible continuarlo, debiendo reanudarse apenas cesare
el impedimento. (Art. 214 CPP)
Realización del juicio. El juicio simplificado comenzará dándose lectura al requerimiento del fiscal y a la
querella, si la hubiere. En seguida se oirá a los comparecientes y se recibirá la prueba, tras lo cual se preguntará
al imputado si tiene algo que agregar. Con su nueva declaración o sin ella, el juez pronunciará su decisión de
absolución o condena, y fijará una nueva audiencia, para dentro de los cinco días próximos, para dar a conocer
el texto escrito de la sentencia. La audiencia no podrá suspenderse, ni aun por falta de comparecencia de
alguna de las partes o por no haberse rendido prueba en la misma. Sin embargo, si no hubiere comparecido
algún testigo o perito cuya citación judicial hubiere sido solicitada de conformidad a lo dispuesto en el inciso
tercero del artículo 393 y el tribunal considerare su declaración como indispensable para la adecuada
resolución de la causa, dispondrá lo necesario para asegurar su comparecencia. La suspensión no podrá en
caso alguno exceder de cinco días, transcurridos los cuales deberá proseguirse conforme a las reglas generales,
aún a falta del testigo o perito. (Art. 396 CPP)
Reapertura de la investigación. Dentro de los diez días siguientes al cierre de la investigación, los
intervinientes podrán reiterar la solicitud de diligencias precisas de investigación que oportunamente hubieren
formulado durante la investigación y que el Ministerio Público hubiere rechazado o respecto de las cuales no
se hubiere pronunciado. Si el juez de garantía acogiere la solicitud, ordenará al fiscal reabrir la investigación y
proceder al cumplimiento de las diligencias, en el plazo que le fijará. Podrá el fiscal, en dicho evento y por una
sola vez, solicitar ampliación del mismo plazo. El juez no decretará ni renovará aquellas diligencias que en su
oportunidad se hubieren ordenado a petición de los intervinientes y no se hubieren cumplido por negligencia
o hecho imputable a los mismos, ni tampoco las que fueren manifiestamente impertinentes, las que tuvieren
por objeto acreditar hechos públicos y notorios ni, en general, todas aquéllas que hubieren sido solicitadas con
fines puramente dilatorios. Vencido el plazo o su ampliación, o aun antes de ello si se hubieren cumplido las
diligencias, el fiscal cerrará nuevamente la investigación y procederá en la forma señalada en el artículo 248.
(Art. 257 CPP)
Reapertura del procedimiento al cesar la causal de sobreseimiento temporal. A solicitud del fiscal o de
cualquiera de los restantes intervinientes, el juez podrá decretar la reapertura del procedimiento cuando cesare
la causa que hubiere motivado el sobreseimiento temporal. (Art. 254 CPP)
Reclamaciones o tercerías. Las reclamaciones o tercerías que los intervinientes o terceros entablaren durante la
investigación con el fin de obtener la restitución de objetos recogidos o incautados se tramitarán ante el juez de
garantía. La resolución que recayere en el artículo así tramitado se limitará a declarar el derecho del reclamante
sobre dichos objetos, pero no se efectuará la devolución de éstos sino hasta después de concluido el
procedimiento, a menos que el tribunal considerare innecesaria su conservación. Lo dispuesto en el inciso
precedente no se extenderá a las cosas hurtadas, robadas o estafadas, las cuales se entregarán al dueño o
legítimo tenedor en cualquier estado del procedimiento, una vez comprobado su dominio o tenencia por
cualquier medio y establecido su valor. En todo caso, se dejará constancia mediante fotografías u otros medios
que resultaren convenientes de las especies restituidas o devueltas en virtud de este artículo. (Art. 189 CPP)
Recurso de apelación (en las medidas cautelares). Serán apelables las resoluciones que negaren o dieren lugar
a las medidas previstas en este Título. (Art. 158 CPP)
Recurso de nulidad. El recurso de nulidad se concede para invalidar el juicio oral y la sentencia definitiva, o
solamente ésta, por las causales expresamente señaladas en la ley. Deberá interponerse, por escrito, dentro de
los diez días siguientes a la notificación de la sentencia definitiva, ante el tribunal que hubiere conocido del
juicio oral. (Art. 372 CPP)
Recursos (en el simplificado). Contra la sentencia definitiva sólo podrá interponerse el recurso de nulidad
previsto en el Título IV del Libro Tercero. El fiscal requirente y el querellante, en su caso, sólo podrán recurrir
si hubieren concurrido al juicio. (Art. 399 CPP)
Recursos (en el sobreseimiento). El sobreseimiento sólo será impugnable por la vía del recurso de apelación
ante la Corte de Apelaciones respectiva. (Art. 253 CPP)
Recursos en contra de la sentencia que falla la petición de extradición. En contra de la sentencia que se
pronunciare sobre la extradición procederán el recurso de apelación y el recurso de nulidad, el que sólo podrá
fundarse en una o más de las causales previstas en los artículos 373, letra a), y 374. Corresponderá conocer de
estos recursos a la Corte Suprema. En el evento de interponerse ambos recursos, deberán deducirse en forma
conjunta en un mismo escrito, uno en subsidio del otro y dentro del plazo previsto para el recurso de
apelación. La Corte Suprema conocerá del recurso en conformidad a las reglas generales previstas en este
Código para la tramitación de los recursos. (Art. 450 CPP)
Recursos relacionados con la medida de prisión preventiva. La resolución que ordenare, mantuviere, negare
lugar o revocare la prisión preventiva será apelable cuando hubiere sido dictada en una audiencia. No obstará
a la procedencia del recurso, la circunstancia de haberse decretado, a petición de cualquiera de los
intervinientes, alguna de las medidas cautelares señaladas en el artículo 155. En los demás casos no será
susceptible de recurso alguno. Tratándose de los delitos establecidos en los artículos 141, 142, 361, 362, 365 bis,
390, 391, 433, 436 y 440 del Código Penal, y los de la ley N° 20.000, que tengan pena de crimen, el imputado no
podrá ser puesto en libertad mientras no se encuentre ejecutoriada la resolución que negare o revocare la
prisión preventiva, salvo el caso en que el imputado no haya sido puesto a disposición del tribunal en calidad
de detenido. El recurso de apelación contra esta resolución deberá interponerse en la misma audiencia, gozará
de preferencia para su vista y fallo y será agregado extraordinariamente a la tabla el mismo día de su ingreso
al tribunal de alzada, o a más tardar a la del día siguiente hábil. Cada Corte de Apelaciones deberá establecer
una sala de turno que conozca estas apelaciones en días feriados. En los casos en que no sea aplicable lo
dispuesto en el inciso anterior, estando pendiente el recurso contra la resolución que dispone la libertad, para
impedir la posible fuga del imputado la Corte de Apelaciones respectiva tendrá la facultad de decretar una
orden de no innovar, desde luego y sin esperar la vista del recurso de apelación del fiscal o del querellante.
(Art. 149 CPP)
Registro de actuaciones ante los tribunales con competencia en materia penal. Las audiencias ante los jueces
con competencia en materia penal se registrarán en forma íntegra por cualquier medio que asegure su
fidelidad, tal como audio digital, video u otro soporte tecnológico equivalente. (Art. 41 CPP)
Registro de las actuaciones policiales. La policía levantará un registro, en el que dejará constancia inmediata
de las diligencias practicadas, con expresión del día, hora y lugar en que se hubieren realizado y de cualquier
circunstancia que pudiere resultar de utilidad para la investigación. Se dejará constancia en el registro de las
instrucciones recibidas del fiscal y del juez. El registro será firmado por el funcionario a cargo de la
investigación y, en lo posible, por las personas que hubieren intervenido en los actos o proporcionado alguna
información. En todo caso, estos registros no podrán remplazar las declaraciones de la policía en el juicio oral.
(Art. 228 CPP)
Registro de la interceptación. La interceptación telefónica de que trata el artículo precedente será registrada
mediante su grabación magnetofónica u otros medios técnicos análogos que aseguraren la fidelidad del
registro. La grabación será entregada directamente al ministerio público, quien la conservará bajo sello y
cuidará que la misma no sea conocida por terceras personas. Cuando lo estimare conveniente, el ministerio
público podrá disponer la transcripción escrita de la grabación, por un funcionario que actuará, en tal caso,
como ministro de fe acerca de la fidelidad de aquélla. Sin perjuicio de ello, el ministerio público deberá
conservar los originales de la grabación, en la forma prevista en el inciso precedente. La incorporación al juicio
oral de los resultados obtenidos de la medida de interceptación se realizará de la manera que determinare el
tribunal, en la oportunidad procesal respectiva. En todo caso, podrán ser citados como testigos los encargados
de practicar la diligencia. Aquellas comunicaciones que fueren irrelevantes para el procedimiento serán
entregadas, en su oportunidad, a las personas afectadas con la medida, y se destruirá toda transcripción o
copia de ellas por el ministerio público. Lo prescrito en el inciso precedente no regirá respecto de aquellas
grabaciones que contuvieren informaciones relevantes para otros procedimientos seguidos por hechos que
pudieren constituir un delito que merezca pena de crimen, de las cuales se podrá hacer uso conforme a las
normas precedentes. (Art. 223 CPP)
Registro (en la suspensión condicional del procedimiento). El ministerio público llevará un registro en el
cual dejará constancia de los casos en que se decretare la suspensión condicional del procedimiento o se
aprobare un acuerdo reparatorio. El registro tendrá por objeto verificar que el imputado cumpla las
condiciones que el juez impusiere al disponer la suspensión condicional del procedimiento, o reúna los
requisitos necesarios para acogerse, en su caso, a una nueva suspensión condicional o acuerdo reparatorio. El
registro será reservado, sin perjuicio del derecho de la víctima de conocer la información relativa al imputado.
(Art. 246 CPP)
Reglas generales (registros). De las actuaciones realizadas por o ante el juez de garantía, el tribunal de juicio
oral en lo penal, las Cortes de Apelaciones y la Corte Suprema se levantará un registro en la forma señalada en
este párrafo. En todo caso, las sentencias y demás resoluciones que pronunciare el tribunal serán registradas
en su integridad. El registro se efectuará por cualquier medio apto para producir fe, que permita garantizar la
conservación y la reproducción de su contenido. (Art. 39 CPP)
Reglas generales de vista de los recursos. La vista de la causa se efectuará en una audiencia pública. La falta
de comparecencia de uno o más recurrentes a la audiencia dará lugar a que se declare el abandono del recurso
respecto de los ausentes. La incomparecencia de uno o más de los recurridos permitirá proceder en su
Reiteración de faltas. En caso de reiteración de faltas de una misma especie se aplicará, en lo que
correspondiere, las reglas contenidas en el artículo 351. (Art. 397 CPP)
Reiteración de crímenes o simples delitos de una misma especie. En los casos de reiteración de crímenes o
simples delitos de una misma especie se impondrá la pena correspondiente a las diversas infracciones,
estimadas como un solo delito, aumentándola en uno o dos grados. Si, por la naturaleza de las diversas
infracciones, éstas no pudieren estimarse como un solo delito, el tribunal aplicará la pena señalada a aquélla
que, considerada aisladamente, con las circunstancias del caso, tuviere asignada una pena mayor,
aumentándola en uno o dos grados, según fuere el número de los delitos. Podrá, con todo, aplicarse las penas
en la forma establecida en el artículo 74 del Código Penal si, de seguirse este procedimiento, hubiere de
corresponder al condenado una pena menor. Para los efectos de este artículo, se considerará delitos de una
misma especie aquéllos que afectaren al mismo bien jurídico. (Art. 351 CPP)
Remisión a normas del Párrafo 1º (en desafuero de intendente o gobernador). El procedimiento establecido
en el Párrafo 1º de este Título es aplicable a los casos de desafuero de un intendente o de un gobernador, en lo
que fuere pertinente. (Art. 423 CPP)
Renuencia a comparecer o a declarar. Si el testigo legalmente citado no compareciere sin justa causa, se
procederá conforme a lo dispuesto en el inciso tercero del artículo 33. Además, podrá imponérsele el pago de
las costas provocadas por su inasistencia. El testigo que se negare sin justa causa a declarar, será sancionado
con las penas que establece el inciso segundo del artículo 240 del Código de Procedimiento Civil. (Art. 299
CPP)
Renuncia de la acción penal. La acción penal pública no se extingue por la renuncia de la persona ofendida.
Pero se extinguen por esa renuncia la acción penal privada y la civil derivada de cualquier clase de delitos. Si
el delito es de aquéllos que no pueden ser perseguidos sin previa instancia particular, la renuncia de la víctima
a denunciarlo extinguirá la acción penal, salvo que se tratare de delito perpetrado contra menores de edad.
Esta renuncia no la podrá realizar el ministerio público. (Art. 56 CPP)
Renuncia de plazos. Los intervinientes en el procedimiento podrán renunciar, total o parcialmente, a los
plazos establecidos a su favor, por manifestación expresa. Si el plazo fuere común, la abreviación o la renuncia
requerirán el consentimiento de todos los intervinientes y la aprobación del tribunal. (Art. 18 CPP)
Renuncia o abandono de la defensa. La renuncia formal del defensor no lo liberará de su deber de realizar
todos los actos inmediatos y urgentes que fueren necesarios para impedir la indefensión del imputado. En el
caso de renuncia del defensor o en cualquier situación de abandono de hecho de la defensa, el tribunal deberá
designar de oficio un defensor penal público que la asuma, a menos que el imputado se procurare antes un
defensor de su confianza. Con todo, tan pronto este defensor hubiere aceptado el cargo, cesará en sus
funciones el designado por el tribunal. (Art. 106 CPP)
Renuncia y desistimiento de los recursos. Los recursos podrán renunciarse expresamente, una vez notificada
la resolución contra la cual procedieren. Quienes hubieren interpuesto un recurso podrán desistirse de él antes
de su resolución. En todo caso, los efectos del desistimiento no se extenderán a los demás recurrentes o a los
Representación del Estado requirente. El ministerio público representará el interés del Estado requirente en el
procedimiento de extradición pasiva, lo que no obstará al cumplimiento de lo dispuesto en su ley orgánica
constitucional. En cualquier momento, antes de la audiencia a que se refiere el artículo 448, el Estado
requirente podrá designar otro representante, caso en el cual cesará la intervención del ministerio público.
(Art. 443 CPP)
Reposición de las resoluciones dictadas fuera de audiencias. De las sentencias interlocutorias, de los autos y
de los decretos dictados fuera de audiencias, podrá pedirse reposición al tribunal que los hubiere pronunciado.
El recurso deberá interponerse dentro de tercero día y deberá ser fundado. El tribunal se pronunciará de plano,
pero podrá oír a los demás intervinientes si se hubiere deducido en un asunto cuya complejidad así lo
aconsejare. Cuando la reposición se interpusiere respecto de una resolución que también fuere susceptible de
apelación y no se dedujere a la vez este recurso para el caso de que la reposición fuere denegada, se entenderá
que la parte renuncia a la apelación. La reposición no tendrá efecto suspensivo, salvo cuando contra la misma
resolución procediere también la apelación en este efecto. (Art. 362 CPP)
Reposición en las audiencias orales. La reposición de las resoluciones pronunciadas durante audiencias
orales deberá promoverse tan pronto se dictaren y sólo serán admisibles cuando no hubieren sido precedidas
de debate. La tramitación se efectuará verbalmente, de inmediato, y de la misma manera se pronunciará el
fallo. (Art. 363 CPP)
Reproducción de declaraciones anteriores en la audiencia del juicio oral. Podrá darse lectura a los registros
en que constaren anteriores declaraciones de testigos, peritos o imputados, en los siguientes casos: a) Cuando
se tratare de declaraciones de testigos o peritos que hubieren fallecido o caído en incapacidad física o mental, o
estuvieren ausentes del país, o cuya residencia se ignorare o que por cualquier motivo difícil de superar no
pudieren declarar en el juicio, siempre que ellas hubieren sido recibidas por el juez de garantía en una
audiencia de prueba formal, en conformidad con lo dispuesto en los artículos 191, 192 y 280; b) Cuando
constaren en registros o dictámenes que todas las partes acordaren en incorporar, con aquiescencia del
tribunal; c) Cuando la no comparecencia de los testigos, peritos o coimputados fuere imputable al acusado, y
Cuando se tratare de declaraciones realizadas por coimputados rebeldes, prestadas ante el juez de garantía.
(Art. 331 CPP)
Requerimiento. Recibida por el fiscal la denuncia de un hecho constitutivo de alguno de los delitos a que se
refiere el artículo 388, solicitará del juez de garantía competente la citación inmediata a audiencia, a menos que
fueren insuficientes los antecedentes aportados, se encontrare extinguida la responsabilidad penal del
imputado o el fiscal decidiere hacer aplicación de la facultad que le concede el artículo 170. De igual manera,
cuando los antecedentes lo ameritaren y hasta la deducción de la acusación, el fiscal podrá dejar sin efecto la
formalización de la investigación que ya hubiere realizado de acuerdo con lo previsto en el artículo 230, y
proceder conforme a las reglas de este Título. Asimismo, si el fiscal formulare acusación y la pena requerida no
excediere de presidio o reclusión menores en su grado mínimo, la acusación se tendrá como requerimiento,
debiendo el juez disponer la continuación del procedimiento de conformidad a las normas de este Título.
Tratándose de las faltas indicadas en los artículos 494, Nº 5, y 496, Nº 11, del Código Penal, sólo podrán
efectuar el requerimiento precedente las personas a quienes correspondiere la titularidad de la acción
conforme a lo dispuesto en los artículos 54 y 55. Si la falta contemplada en el artículo 494 bis del Código Penal
se cometiere en un establecimiento de comercio, para la determinación del valor de las cosas hurtadas se
considerará el precio de venta, salvo que los antecedentes que se reúnan permitan formarse una convicción
diferente. (Art. 390 CPP)
Requerimientos de información, contenido y formalidades. Todas las autoridades y órganos del Estado
deberán realizar las diligencias y proporcionar, sin demora, la información que les requirieren el ministerio
público y los tribunales con competencia penal. El requerimiento contendrá la fecha y lugar de expedición, los
antecedentes necesarios para su cumplimiento, el plazo que se otorgare para que se llevare a efecto y la
determinación del fiscal o tribunal requirente. Con todo, tratándose de informaciones o documentos que en
Requerimiento de medidas de seguridad. En el caso previsto en el inciso segundo del artículo anterior, el
fiscal requerirá la medida de seguridad, mediante solicitud escrita, que deberá contener, en lo pertinente, las
menciones exigidas en el escrito de acusación. El fiscal no podrá, en caso alguno, solicitar la aplicación del
procedimiento abreviado o la suspensión condicional del procedimiento. En los casos previstos en este
artículo, el querellante podrá acompañar al escrito a que se refiere el artículo 261 los antecedentes que
considerare demostrativos de la imputabilidad de la persona requerida. (Art. 461 CPP)
Requisitos del escrito de interposición (del recurso de nulidad). En el escrito en que se interpusiere el
recurso de nulidad se consignarán los fundamentos del mismo y las peticiones concretas que se sometieren al
fallo del tribunal. El recurso podrá fundarse en varias causales, caso en el cual se indicará si se invocan
conjunta o subsidiariamente. Cada motivo de nulidad deberá ser fundado separadamente. Cuando el recurso
se fundare en la causal prevista en el artículo 373, letra b), y el recurrente sostuviere que, por aplicación del
inciso tercero del artículo 376, su conocimiento correspondiere a la Corte Suprema, deberá, además, indicar en
forma precisa los fallos en que se hubiere sostenido las distintas interpretaciones que invocare y acompañar
copia de las sentencias o de las publicaciones que se hubieren efectuado del texto íntegro de las mismas. (Art.
378 CPP)
Requisitos de la querella. Toda querella criminal deberá presentarse por escrito ante el juez de garantía y
deberá contener: a) La designación del tribunal ante el cual se entablare; b) El nombre, apellido, profesión u
oficio y domicilio del querellante; c) El nombre, apellido, profesión u oficio y residencia del querellado, o una
designación clara de su persona, si el querellante ignorare aquellas circunstancias. Si se ignoraren dichas
determinaciones, siempre se podrá deducir querella para que se proceda a la investigación del delito y al
castigo de el o de los culpables; d) La relación circunstanciada del hecho, con expresión del lugar, año, mes, día
y hora en que se hubiere ejecutado, si se supieren; e) La expresión de las diligencias cuya práctica se solicitare
al ministerio público, y f) La firma del querellante o la de otra persona a su ruego, si no supiere o no pudiere
firmar. (Art. 113 CPP)
Requisitos para ordenar la prisión preventiva. Una vez formalizada la investigación, el tribunal, a petición
del Ministerio Público o del querellante, podrá decretar la prisión preventiva del imputado siempre que el
solicitante acreditare que se cumplen los siguientes requisitos: a) Que existen antecedentes que justificaren la
existencia del delito que se investigare; b) Que existen antecedentes que permitieren presumir fundadamente
que el imputado ha tenido participación en el delito como autor, cómplice o encubridor, y c) Que existen
antecedentes calificados que permitieren al tribunal considerar que la prisión preventiva es indispensable para
el éxito de diligencias precisas y determinadas de la investigación, o que la libertad del imputado es peligrosa
para la seguridad de la sociedad o del ofendido, o que existe peligro de que el imputado se dé a la fuga,
conforme a las disposiciones de los incisos siguientes. Se entenderá especialmente que la prisión preventiva es
indispensable para el éxito de la investigación cuando existiere sospecha grave y fundada de que el imputado
pudiere obstaculizar la investigación mediante la destrucción, modificación, ocultación o falsificación de
Resoluciones apelables. Las resoluciones dictadas por el juez de garantía serán apelables en los siguientes
casos: a) Cuando pusieren término al procedimiento, hicieren imposible su prosecución o la suspendieren por
más de treinta días, y b) Cuando la ley lo señalare expresamente. (Art. 370 CPP)
Resolución de excepciones en la audiencia de preparación del juicio oral. Si el imputado hubiere planteado
excepciones de previo y especial pronunciamiento, el juez abrirá debate sobre la cuestión. Asimismo, de
estimarlo pertinente, el juez podrá permitir durante la audiencia la presentación de los antecedentes que
estimare relevantes para la decisión de las excepciones planteadas. El juez resolverá de inmediato las
excepciones de incompetencia, litis pendencia y falta de autorización para proceder criminalmente, si hubieren
sido deducidas. La resolución que recayere respecto de dichas excepciones será apelable. Tratándose de las
restantes excepciones previstas en el artículo 264, el juez podrá acoger una o más de las que se hubieren
deducido y decretar el sobreseimiento definitivo, siempre que el fundamento de la decisión se encontrare
suficientemente justificado en los antecedentes de la investigación. En caso contrario, dejará la resolución de la
cuestión planteada para la audiencia del juicio oral. Esta última decisión será inapelable. (Art. 271 CPP)
Resolución del requerimiento. Formulado el requerimiento, corresponderá al juez de garantía declarar que el
sujeto requerido se encuentra en la situación prevista en el artículo 10, número 1°, del Código Penal. Si el juez
apreciare que los antecedentes no permiten establecer con certeza la inimputabilidad, rechazará el
requerimiento. Al mismo tiempo, dispondrá que la acusación se formulare por el querellante, siempre que éste
se hubiere opuesto al requerimiento del fiscal, para que la sostuviere en lo sucesivo en los mismos términos
que este Código establece para el ministerio público. En caso contrario, ordenará al ministerio público la
formulación de la acusación conforme al trámite ordinario. Los escritos de acusación podrán contener
peticiones subsidiarias relativas a la imposición de medidas de seguridad. (Art. 462 CPP)
Resoluciones inapelables. Serán inapelables las resoluciones dictadas por un tribunal de juicio oral en lo
penal. (Art. 364 CPP)
Resolución inmediata (en el simplificado). Una vez efectuado lo prescrito en el artículo anterior, el tribunal
preguntará al imputado si admitiere responsabilidad en los hechos contenidos en el requerimiento o si, por el
contrario, solicitare la realización de la audiencia. Para los efectos de lo dispuesto en el presente inciso, el fiscal
podrá modificar la pena requerida para el evento de que el imputado admitiere su responsabilidad. Si el
imputado admitiere su responsabilidad en el hecho, el tribunal dictará sentencia inmediatamente. En estos
casos, el juez no podrá imponer una pena superior a la solicitada en el requerimiento, permitiéndose la
incorporación de antecedentes que sirvieren para la determinación de la pena. (Art. 395 CPP)
Resolución sobre la prisión preventiva. Al concluir la audiencia el tribunal se pronunciará sobre la prisión
preventiva por medio de una resolución fundada, en la cual expresará claramente los antecedentes calificados
que justificaren la decisión. (Art. 143 CPP)
Responsabilidad penal. La acción penal, fuere pública o privada, no puede entablarse sino contra las personas
responsables del delito. La responsabilidad penal sólo puede hacerse efectiva en las personas naturales. Por las
personas jurídicas responden los que hubieren intervenido en el acto punible, sin perjuicio de la
responsabilidad civil que las afectare. (Art. 58 CPP)
Resumen de las presentaciones de los intervinientes (en la audiencia intermedia). Al inicio de la audiencia,
el juez de garantía hará una exposición sintética de las presentaciones que hubieren realizado los
intervinientes. (Art. 267 CPP)
Retención e incautación de correspondencia. A petición del fiscal, el juez podrá autorizar, por resolución
fundada, la retención de la correspondencia postal, telegráfica o de otra clase y los envíos dirigidos al
imputado o remitidos por él, aun bajo nombre supuesto, o de aquéllos de los cuales, por razón de especiales
circunstancias, se presumiere que emanan de él o de los que él pudiere ser el destinatario, cuando por motivos
fundados fuere previsible su utilidad para la investigación. Del mismo modo, se podrá disponer la obtención
de copias o respaldos de la correspondencia electrónica dirigida al imputado o emanada de éste. El fiscal
deberá examinar la correspondencia o los envíos retenidos y conservará aquéllos que tuvieren relación con el
hecho objeto de la investigación. Para los efectos de su conservación se aplicará lo dispuesto en el artículo 188.
La correspondencia o los envíos que no tuvieren relación con el hecho investigado serán devueltos o, en su
caso, entregados a su destinatario, a algún miembro de su familia o a su mandatario o representante legal. La
correspondencia que hubiere sido obtenida de servicios de comunicaciones será devuelta a ellos después de
sellada, otorgando, en caso necesario, el certificado correspondiente. (Art. 218 CPP)
S
Saneamiento de la nulidad (procesal). Las nulidades quedarán subsanadas si el interviniente en el
procedimiento perjudicado no impetrare su declaración oportunamente, si aceptare expresa o tácitamente los
efectos del acto y cuando, a pesar del vicio, el acto cumpliere su finalidad respecto de todos los interesados,
salvo en los casos previstos en el artículo 160. (Art. 164 CPP)
Sanciones (por infracción a la publicidad). Quienes infringieren las medidas sobre publicidad previstas en el
artículo 289 o lo dispuesto en el artículo 293 podrán ser sancionados de conformidad con los artículos 530 ó 532
del Código Orgánico de Tribunales, según correspondiere. Sin perjuicio de lo anterior, el tribunal podrá
expulsar a los infractores de la sala. En caso de que el expulsado fuere el fiscal o el defensor, deberá procederse
a su reemplazo antes de continuar el juicio. Si lo fuere el querellante, se procederá en su ausencia y si lo fuere
su abogado, deberá remplazarlo. (Art. 294 CPP)
Secreto de las actuaciones de investigación. Las actuaciones de investigación realizadas por el ministerio
público y por la policía serán secretas para los terceros ajenos al procedimiento. El imputado y los demás
intervinientes en el procedimiento podrán examinar y obtener copias, a su cargo, de los registros y
documentos de la investigación fiscal y podrán examinar los de la investigación policial. El fiscal podrá
disponer que determinadas actuaciones, registros o documentos sean mantenidas en secreto respecto del
imputado o de los demás intervinientes, cuando lo considerare necesario para la eficacia de la investigación.
En tal caso deberá identificar las piezas o actuaciones respectivas, de modo que no se vulnere la reserva y fijar
un plazo no superior a cuarenta días para la mantención del secreto. El imputado o cualquier otro interviniente
podrá solicitar del juez de garantía que ponga término al secreto o que lo limite, en cuanto a su duración, a las
piezas o actuaciones abarcadas por él, o a las personas a quienes afectare. Sin perjuicio de lo dispuesto en los
incisos anteriores, no se podrá decretar el secreto sobre la declaración del imputado o cualquier otra actuación
en que hubiere intervenido o tenido derecho a intervenir, las actuaciones en las que participare el tribunal, ni
los informes evacuados por peritos, respecto del propio imputado o de su defensor. Los funcionarios que
hubieren participado en la investigación y las demás personas que, por cualquier motivo, tuvieren
conocimiento de las actuaciones de la investigación estarán obligados a guardar secreto respecto de ellas. (Art.
182 CPP)
Sentencia condenatoria. La sentencia condenatoria fijará las penas y se pronunciará sobre la eventual
aplicación de alguna de las medidas alternativas a la privación o restricción de libertad previstas en la ley. La
sentencia que condenare a una pena temporal deberá expresar con toda precisión el día desde el cual
empezará ésta a contarse y fijará el tiempo de detención, prisión preventiva y privación de libertad impuesta
en conformidad a la letra a) del artículo 155 que deberá servir de abono para su cumplimiento. Para estos
efectos, se abonará a la pena impuesta un día por cada día completo, o fracción igual o superior a doce horas,
de dichas medidas cautelares que hubiere cumplido el condenado. La sentencia condenatoria dispondrá
también el comiso de los instrumentos o efectos del delito o su restitución, cuando fuere procedente. Cuando
se hubiere declarado falso, en todo o en parte, un instrumento público, el tribunal, junto con su devolución,
ordenará que se lo reconstituya, cancele o modifique de acuerdo con la sentencia. Cuando se pronunciare la
decisión de condena, el tribunal podrá disponer, a petición de alguno de los intervinientes, la revisión de las
medidas cautelares personales, atendiendo al tiempo transcurrido y a la pena probable. (Art. 348 CPP)
Sentencia que concede la extradición pasiva. Ejecutoriada que fuere la sentencia que concediere la
extradición, el Ministro de la Corte Suprema pondrá al sujeto requerido a disposición del Ministerio de
Relaciones Exteriores, a fin de que sea entregado al país que la hubiere solicitado. (Art. 451 CPP)
Sentencia que deniega la extradición pasiva. Si la sentencia denegare la extradición, aun cuando no se
encontrare ejecutoriada, el Ministro de la Corte Suprema procederá a decretar el cese de cualquier medida
cautelar personal que se hubiere decretado en contra del sujeto cuya extradición se solicitare. Ejecutoriada la
sentencia que denegare la extradición, el Ministro de la Corte comunicará al Ministerio de Relaciones
Sobreseimiento temporal. El juez de garantía decretará el sobreseimiento temporal en los siguientes casos: a)
Cuando para el juzgamiento criminal se requiriere la resolución previa de una cuestión civil, de acuerdo con lo
dispuesto en el artículo 171; b) Cuando el imputado no compareciere al procedimiento y fuere declarado
rebelde, de acuerdo con lo dispuesto en los artículos 99 y siguientes, y c) Cuando, después de cometido el
delito, el imputado cayere en enajenación mental, de acuerdo con lo dispuesto en el Título VII del Libro
Cuarto. El tribunal de juicio oral en lo penal dictará sobreseimiento temporal cuando el acusado no hubiere
comparecido a la audiencia del juicio oral y hubiere sido declarado rebelde de conformidad a lo dispuesto en
los artículos 100 y 101 de este Código. (Art. 252 CPP)
Solicitud de admisibilidad de los capítulos de acusación. Una vez cerrada la investigación, si el fiscal
estimare que procede formular acusación por crimen o simple delito contra un juez, un fiscal judicial o un
fiscal del ministerio público, remitirá los antecedentes a la Corte de Apelaciones correspondiente, a fin de que,
si hallare mérito, declare admisibles los capítulos de acusación. En el escrito de querella se especificarán los
capítulos de acusación, y se indicarán los hechos que constituyeren la infracción de la ley penal cometida por el
funcionario capitulado. Igual declaración a la prevista en el inciso primero requerirá el fiscal si, durante la
investigación, quisiere solicitar al juez de garantía la prisión preventiva de algunas de esas personas u otra
medida cautelar en su contra. Si se tratare de un delito de acción privada, el querellante deberá ocurrir ante la
Corte de Apelaciones solicitando igual declaración, antes de que se admitiere a tramitación por el juez de
garantía la querella que hubiere presentado por el delito. (Art. 425 CPP)
Solicitud de desafuero. Una vez cerrada la investigación, si el fiscal estimare que procediere formular
acusación por crimen o simple delito en contra de una persona que tenga el fuero a que se refieren los incisos
segundo a cuarto del artículo 58 de la Constitución Política, remitirá los antecedentes a la Corte de Apelaciones
correspondiente, a fin de que, si hallare mérito, declare que ha lugar a formación de causa. Igual declaración
requerirá si, durante la investigación, el fiscal quisiere solicitar al juez de garantía la prisión preventiva del
aforado u otra medida cautelar en su contra. Si se tratare de un delito de acción privada, el querellante deberá
ocurrir ante la Corte de Apelaciones solicitando igual declaración, antes de que se admitiere a tramitación su
querella por el juez de garantía. (Art. 416 CPP)
Solicitud de detención previa u otra medida cautelar personal (en la extradición). Durante la tramitación de
la extradición, a petición del fiscal o del querellante que la hubiere requerido, la Corte de Apelaciones podrá
solicitar del Ministerio de Relaciones Exteriores que se pida al país en que se encontrare el imputado que
ordene la detención previa de éste o adopte otra medida destinada a evitar la fuga de la persona cuya
extradición se solicitará, cuando el juez de garantía hubiere comprobado la concurrencia de los requisitos que
admitirían decretar la prisión preventiva u otra medida cautelar personal. La solicitud de la Corte de
Apelaciones deberá consignar los antecedentes que exigiere el tratado aplicable para solicitar la detención
previa o, a falta de tratado, al menos los antecedentes contemplados en el artículo 442. (Art. 434 CPP)
Solicitud de registros de actuaciones. El ministerio público podrá requerir en cualquier momento los registros
de las actuaciones de la policía. (Art. 88 CPP)
Solicitudes entre tribunales. Cuando un tribunal debiere requerir de otro la realización de una diligencia
dentro del territorio jurisdiccional de éste, le dirigirá directamente la solicitud, sin más menciones que la
indicación de los antecedentes necesarios para la cabal comprensión de la solicitud y las demás expresadas en
el inciso primero del artículo anterior. Si el tribunal requerido rechazare el cumplimiento del trámite o
diligencia indicado en la solicitud, o si transcurriere el plazo fijado para su cumplimiento sin que éste se
produjere, el tribunal requirente podrá dirigirse directamente al superior jerárquico del primero para que
ordene, agilice o gestione directamente la petición. (Art. 20 CPP)
Supletoriedad de las normas del Libro Segundo para la aplicación de medidas de seguridad. El
procedimiento para la aplicación de medidas de seguridad se rige por las reglas contenidas en este Título y en
lo que éste no prevea expresamente, por las disposiciones del Libro Segundo, en cuanto no fueren
contradictorias. (Art. 456 CPP)
Suspensión condicional del procedimiento. El fiscal, con el acuerdo del imputado, podrá solicitar al juez de
garantía la suspensión condicional del procedimiento. El juez podrá requerir del ministerio público los
antecedentes que estimare necesarios para resolver. La suspensión condicional del procedimiento podrá
decretarse: a) Si la pena que pudiere imponerse al imputado, en el evento de dictarse sentencia condenatoria,
no excediere de tres años de privación de libertad; b) Si el imputado no hubiere sido condenado anteriormente
por crimen o simple delito; y c) Si el imputado no tuviere vigente una suspensión condicional del
procedimiento, al momento de verificarse los hechos materia del nuevo proceso. La presencia del defensor del
imputado en la audiencia en que se ventilare la solicitud de suspensión condicional del procedimiento
constituirá un requisito de validez de la misma. Si el querellante o la víctima asistieren a la audiencia en que se
ventile la solicitud de suspensión condicional del procedimiento, deberán ser oídos por el tribunal. Tratándose
de imputados por delitos de homicidio, secuestro, robo con violencia o intimidación en las personas o fuerza
en las cosas, sustracción de menores, aborto, los contemplados en los artículos 361 a 366 bis, 367 y 367 bis del
Código Penal y conducción en estado de ebriedad causando la muerte o lesiones graves o gravísimas, el fiscal
deberá someter su decisión de solicitar la suspensión condicional del procedimiento al Fiscal Regional. Al
decretar la suspensión condicional del procedimiento, el juez de garantía establecerá las condiciones a las que
deberá someterse el imputado, por el plazo que determine, el que no podrá ser inferior a un año ni superior a
tres. Durante dicho período no se reanudará el curso de la prescripción de la acción penal. Asimismo, durante
el término por el que se prolongare la suspensión condicional del procedimiento se suspenderá el plazo
previsto en el artículo 247. La resolución que se pronunciare acerca de la suspensión condicional del
procedimiento será apelable por el imputado, por la víctima, por el ministerio público y por el querellante. La
suspensión condicional del procedimiento no impedirá de modo alguno el derecho a perseguir por la vía civil
las responsabilidades pecuniarias derivadas del mismo hecho. (Art. 237 CPP)
Suspensión de la audiencia o del juicio oral. El tribunal podrá suspender la audiencia hasta por dos veces
solamente por razones de absoluta necesidad y por el tiempo mínimo necesario de acuerdo con el motivo de la
suspensión. Al reanudarla, efectuará un breve resumen de los actos realizados hasta ese momento. El juicio se
suspenderá por las causas señaladas en el artículo 252. Con todo, el juicio seguirá adelante cuando la
declaración de rebeldía se produjere respecto del imputado a quien se le hubiere otorgado la posibilidad de
prestar declaración en el juicio oral, siempre que el tribunal estimare que su ulterior presencia no resulta
indispensable para la prosecución del juicio o cuando sólo faltare la dictación de la sentencia. La suspensión de
la audiencia o la interrupción del juicio oral por un período que excediere de diez días impedirá su
continuación. En tal caso, el tribunal deberá decretar la nulidad de lo obrado en él y ordenar su reinicio.
Cuando fuere necesario suspender la audiencia, el tribunal comunicará verbalmente la fecha y hora de su
continuación, lo que se tendrá como suficiente citación. (Art. 283 CPP)
Suspensión de la imposición de condena por falta. Cuando resulte mérito para condenar por la falta
imputada, pero concurrieren antecedentes favorables que no hicieren aconsejable la imposición de la pena al
imputado, el juez podrá dictar la sentencia y disponer en ella la suspensión de la pena y sus efectos por un
plazo de seis meses. En tal caso, no procederá acumular esta suspensión con alguno de los beneficios
contemplados en la ley N° 18.216. Transcurrido el plazo previsto en el inciso anterior sin que el imputado
hubiere sido objeto de nuevo requerimiento o de una formalización de la investigación, el tribunal dejará sin
efecto la sentencia y, en su reemplazo, decretará el sobreseimiento definitivo de la causa. Esta suspensión no
afecta la responsabilidad civil derivada del delito. (Art. 398 CPP)
Suspensión de la vista de la causa por otras causales. La vista de los recursos penales no podrá suspenderse
por las causales previstas en los numerales 1, 5, 6 y 7 del artículo 165 del Código de Procedimiento Civil. Al
Suspensión temporal de otras medidas cautelares personales. El tribunal podrá dejar temporalmente sin
efecto las medidas contempladas en este Párrafo, a petición del afectado por ellas, oyendo al fiscal y previa
citación de los demás intervinientes que hubieren participado en la audiencia en que se decretaron, cuando
estimare que ello no pone en peligro los objetivos que se tuvieron en vista al imponerlas. Para estos efectos, el
juez podrá admitir las cauciones previstas en el artículo 146. (Art. 156 CPP)
Terceros involucrados en el procedimiento. En caso necesario, los peritos y otros terceros que debieren
intervenir en el procedimiento para efectos probatorios podrán pedir al ministerio público que adopte medidas
tendientes a que se les brinde la protección prevista para los testigos. (Art. 322 CPP)
Término de la prisión preventiva por absolución o sobreseimiento. El tribunal deberá poner término a la
prisión preventiva cuando dictare sentencia absolutoria y cuando decretare sobreseimiento definitivo o
temporal, aunque dichas resoluciones no se encontraren ejecutoriadas. En los casos indicados en el inciso
precedente, se podrá imponer alguna de las medidas señaladas en el párrafo 6º de este Título, cuando se
consideraren necesarias para asegurar la presencia del imputado. (Art. 153 CPP)
Testigos ante el ministerio público. Durante la etapa de investigación, los testigos citados por el fiscal estarán
obligados a comparecer a su presencia y prestar declaración ante el mismo o ante su abogado asistente, salvo
aquéllos exceptuados únicamente de comparecer a que se refiere el artículo 300. El fiscal o el abogado asistente
del fiscal no podrán exigir del testigo el juramento o promesa previstos en el artículo 306. Si el testigo citado
no compareciere sin justa causa o, compareciendo, se negare injustificadamente a declarar, se le impondrán,
respectivamente, las medidas de apremio previstas en el inciso primero y las sanciones contempladas en el
inciso segundo del artículo 299. Tratándose de testigos que fueren empleados públicos o de una empresa del
Estado, el organismo público o la empresa respectiva adoptará las medidas correspondientes, las que serán de
su cargo si irrogaren gastos, para facilitar la comparecencia del testigo, sea que se encontrare en el país o en el
extranjero. (Art. 190 CPP)
Testigos menores de edad. El testigo menor de edad sólo será interrogado por el presidente de la sala,
debiendo los intervinientes dirigir las preguntas por su intermedio. (Art. 310 CPP)
Testigos sordos o mudos. Si el testigo fuere sordo, las preguntas le serán dirigidas por escrito; y si fuere
mudo, dará por escrito sus contestaciones. Si no fuere posible proceder de esa manera, la declaración del
testigo será recibida por intermedio de una o más personas que pudieren entenderse con él por signos o que
comprendieren a los sordomudos. Estas personas prestarán previamente el juramento o promesa prescritos en
el artículo 306. (Art. 311 CPP)
Tramitación ante el juez de garantía (en la extradición activa). Se podrá formalizar la investigación respecto
del imputado ausente, el que será representado en la audiencia respectiva por un defensor penal público, si no
contare con defensor particular. Al término de la audiencia, previo debate, el juez de garantía accederá a la
solicitud de extradición si estimare que en la especie concurren los requisitos del artículo 140. Si el juez de
garantía diere lugar a la solicitud de extradición a petición del fiscal o del querellante, declarará la procedencia
de pedir, en el país extranjero, la prisión preventiva u otra medida cautelar personal respecto del imputado, en
caso de que se cumplan las condiciones que permitirían decretar en Chile la medida respectiva. Para que el
juez eleve los antecedentes a la Corte de Apelaciones, será necesario que conste en el procedimiento el país y
lugar en que el imputado se encontrare en la actualidad. (Art. 432 CPP)
Tramitación del fallo que acoge la solicitud de extradición activa. El Ministerio de Relaciones Exteriores
legalizará y traducirá los documentos acompañados, si fuere del caso, y hará las gestiones necesarias para dar
cumplimiento a la resolución de la Corte de Apelaciones. Si se obtuviere la extradición del imputado, lo hará
conducir del país en que se encontrare, hasta ponerlo a disposición de aquel tribunal. En este último caso, la
Corte de Apelaciones ordenará que el imputado sea puesto a disposición del tribunal competente, a fin de que
el procedimiento siga su curso o de que cumpla su condena, si se hubiere pronunciado sentencia firme. (Art.
437 CPP)
Tribunal ante el que se entabla el recurso de apelación. El recurso de apelación deberá entablarse ante el
mismo juez que hubiere dictado la resolución y éste lo concederá o lo denegará. (Art. 365 CPP)
Tribunal competente para conocer del recurso (de nulidad). El conocimiento del recurso que se fundare en la
causal prevista en el artículo 373, letra a), corresponderá a la Corte Suprema. La respectiva Corte de
Apelaciones conocerá de los recursos que se fundaren en las causales señaladas en el artículo 373, letra b), y en
el artículo 374. No obstante lo dispuesto en el inciso precedente, cuando el recurso se fundare en la causal
prevista en el artículo 373, letra b), y respecto de la materia de derecho objeto del mismo existieren distintas
interpretaciones sostenidas en diversos fallos emanados de los tribunales superiores, corresponderá
pronunciarse a la Corte Suprema. Del mismo modo, si un recurso se fundare en distintas causales y por
aplicación de las reglas contempladas en los incisos precedentes correspondiere el conocimiento de al menos
una de ellas a la Corte Suprema, ésta se pronunciará sobre todas. Lo mismo sucederá si se dedujeren distintos
Tribunal de primera instancia en la extradición pasiva. Recibidos los antecedentes, se designará al ministro
de la Corte Suprema que conocerá en primera instancia de la solicitud de extradición, quien fijará, desde luego,
día y hora para la realización de la audiencia a que se refiere el artículo 448 y pondrá la petición y sus
antecedentes en conocimiento del representante del Estado requirente y del imputado, a menos que se
hubieren solicitado medidas cautelares personales en contra de este último. Si se hubieren pedido tales
medidas, el conocimiento de la petición y los antecedentes se suministrará al imputado una vez que las
mismas se hubieren decretado. (Art. 441 CPP)
Unión y separación de acusaciones. Cuando el ministerio público formulare diversas acusaciones que el juez
considerare conveniente someter a un mismo juicio oral, y siempre que ello no perjudicare el derecho a
defensa, podrá unirlas y decretar la apertura de un solo juicio oral, si ellas estuvieren vinculadas por referirse a
un mismo hecho, a un mismo imputado o porque debieren ser examinadas unas mismas pruebas. El juez de
garantía podrá dictar autos de apertura del juicio oral separados, para distintos hechos o diferentes imputados
que estuvieren comprendidos en una misma acusación, cuando, de ser conocida en un solo juicio oral, pudiere
provocar graves dificultades en la organización o el desarrollo del juicio o detrimento al derecho de defensa, y
siempre que ello no implicare el riesgo de provocar decisiones contradictorias. (Art. 274 CPP)
Valoración de la prueba. Los tribunales apreciarán la prueba con libertad, pero no podrán contradecir los
principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados. El
tribunal deberá hacerse cargo en su fundamentación de toda la prueba producida, incluso de aquélla que
hubiere desestimado, indicando en tal caso las razones que hubiere tenido en cuenta para hacerlo. La
valoración de la prueba en la sentencia requerirá el señalamiento del o de los medios de prueba mediante los
cuales se dieren por acreditados cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren por probados. Esta
fundamentación deberá permitir la reproducción del razonamiento utilizado para alcanzar las conclusiones a
que llegare la sentencia. (Art. 297 CPP)
Valor del registro del juicio oral. El registro del juicio oral demostrará el modo en que se hubiere desarrollado
la audiencia, la observancia de las formalidades previstas para ella, las personas que hubieren intervenido y
los actos que se hubieren llevado a cabo. Lo anterior es sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 359, en lo que
corresponda. La omisión de formalidades del registro sólo lo privará de valor cuando ellas no pudieren ser
suplidas con certeza sobre la base de otros elementos contenido en el mismo o de otros antecedentes confiables
que dieren testimonio de lo ocurrido en la audiencia. (Art. 42 CPP)
Víctima. Concepto. Para los efectos de este Código, se considera víctima al ofendido por el delito. En los
delitos cuya consecuencia fuere la muerte del ofendido y en los casos en que éste no pudiere ejercer los
derechos que en este Código se le otorgan, se considerará víctima: a) al cónyuge y a los hijos; b) a los
ascendientes; c) al conviviente; d) a los hermanos, y e) al adoptado o adoptante. Para los efectos de su
intervención en el procedimiento, la enumeración precedente constituye un orden de prelación, de manera que
la intervención de una o más personas pertenecientes a una categoría excluye a las comprendidas en las
categorías siguientes. (Art. 108 CPP)
Cada Estado es quien determina, en definitiva, cuáles son las conductas sociales que le
parecen reprochables para la adecuada convivencia social y en consecuencia, frente a su vulneración, por la vía
legislativa crea “tipos penales” que llevan aparejada una sanción de tipo penal, que puede significar una
privación de libertad o una pérdida patrimonial, o ambas a la vez.
Lo anterior, lo hace basado en una “ideal protección de bienes jurídicos” que le parece
conveniente asegurar, ya sea referidos a las personas en su integridad física o psíquica o bien, en sus bienes y
el derecho de propiedad que sobre los mismos detentan personas naturales y jurídicas.
Aquí el Estado omnicomprensivo de tal actividad, no deja de lado sus fines, es decir el objeto
de su existencia, fijando un “bien común ideal”, por eso señala en el artículo 1 de la CPRCH que “El Estado está
al servicio de la persona humana y su finalidad es promover el bien común, para lo cual debe contribuir a crear las
condiciones sociales que permitan a todos y a cada uno de los integrantes de la comunidad nacional su mayor realización
espiritual y material posible, con pleno respeto a los derechos y garantías que esta Constitución establece. Es deber del
Estado resguardar la seguridad nacional, dar protección a la población y a la familia, propender al fortalecimiento de ésta,
promover la integración armónica de todos los sectores de la Nación y asegurar el derecho de las personas a participar con
igualdad de oportunidades en la vida nacional”.
Sin embargo, para cumplir tal propósito, necesita desdoblarse y auto controlarse, por eso, lo
primero que hace es fijarse un marco regulatorio constitucional y supraconstitucional, donde señala que toda
su actividad va a quedar regulada por aquellas normas, así señala en los artículos 5 y 6 de la CPRCH que: “El
ejercicio de la soberanía reconoce como limitación el respeto a los derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana.
Es deber de los órganos del Estado respetar y promover tales derechos, garantizados por esta Constitución, así como por
los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes”; “Los órganos del Estado deben someter su
acción a la Constitución y a las normas dictadas conforme a ella, y garantizar el orden institucional de la República. Los
preceptos de esta Constitución obligan tanto a los titulares o integrantes de dichos órganos como a toda persona,
institución o grupo. La infracción de esta norma generará las responsabilidades y sanciones que determine la ley”.
Como vemos, constitucionalmente se establece la posibilidad de que por medio de una ley,
que está en manos del Poder Legislativo, se señalen conductas que van a estar sancionadas y si ello es así, es
decir, existe la conducta y su sanción ya preestablecida, a la fecha de su vulneración, no queda más camino que
indagar acerca de su infracción por alguna persona.
Ahora bien, una cosa será investigar la existencia o inexistencia de tales conductas y
determinar quién es su infractor y la otra resolver en definitiva sobre aquello. Aquí el Estado, constituido como
Poder Judicial es quien tiene la facultad exclusiva para hacerlo, así queda de manifiesto en el artículo 76 de la
CPRCH, cuando se señala: “La facultad de conocer de las causas civiles y criminales, de resolverlas y de hacer ejecutar
lo juzgado, pertenece exclusivamente a los tribunales establecidos por la ley. Ni el Presidente de la República ni el
Congreso pueden, en caso alguno, ejercer funciones judiciales, avocarse causas pendientes, revisar los fundamentos o
contenido de sus resoluciones o hacer revivir procesos fenecidos”.
Pues bien, ya sabemos quién fija las conductas “indeseadas socialmente” en tipos penales y
fija su sanción para el caso de transgresión, sabemos también quién estará a cargo de investigar su comisión y
el autor y quien, en definitiva decidirá sobre la existencia o inexistencia de esa conducta y sobre si el sujeto al
que se le imputa la conducta prohibida merece o no la sanción preestablecida.
Sin embargo, aún no sabemos cómo debe hacerlo éste último. Una pista nos da el propio
texto constitucional en el artículo 19 N°3, cuando nos indica que: “Toda sentencia de un órgano que ejerza
jurisdicción debe fundarse en un proceso previo legalmente tramitado. Corresponderá al legislador establecer siempre las
garantías de un procedimiento y una investigación racionales y justos”. Es lo que se conoce como el debido proceso.
Para entender la filosofía del actual sistema de enjuiciamiento criminal que ya nos acompaña
desde el año 2000, bueno es hacer algo de historia en estas materias, para entender qué es lo que cambió y
porqué.
Bajo el amparo del antiguo Código de Procedimiento Penal, el juez del crimen era quien
investigaba, sometía a proceso, acusaba y juzgaba a un inculpado, en base a un proceso establecido
básicamente en dos grandes parcelas, el sumario (normalmente secreto) y el plenario, que comenzaba con la
acusación penal, su contestación y luego la sentencia. Todo esto, claro está, enmarcado en un procedimiento
escrito, muy ritualista y donde, además, la prueba era aportada por el juez, sin inmediación, pues era recibida
por funcionarios del Tribunal (actuarios), la que era apreciada de acuerdo a un sistema de prueba legal o
tasada, esto es lo que se conocía como el sistema inquisitivo. Para diferenciar este sistema del acusatorio, según
JORDI NIEVA “si el juez no acusa, sino que precisa de un acusador para mantener su imparcialidad, el modelo es
acusatorio”. 2
2
NIEVA FENOLL, Jordi; “Fundamentos de Derecho Procesal Penal”, Editorial Edisofer S.L., Madrid, España, año 2012, pág.2
Ante tal panorama, el foro de la Reforma Procesal Penal, concibió un nuevo modelo de corte
acusatorio y no inquisitivo como el de antaño, en base a ciertas ideas matrices, que se verán a continuación.
Para que este nuevo sistema funcionara realmente, debía tenerse claro en qué consistía
realmente un sistema acusatorio, como para emprender un giro radical desde el sistema inquisitivo que nos
amparaba, así fluyen de manera inequívoca en este nuevo sistema de enjuiciamiento criminal, al menos, los
siguientes principios:
3
HERMOSILLA ARRIAGADA, Germán; Colección Guías De Clases N° 14, “Nuevo Procedimiento Penal, Criticas Al Sistema De
Enjuiciamiento Penal. Mensaje Del Proyecto. Organización, Competencia Y Funcionamiento De Los Nuevos Tribunales, Ministerio
Público y Defensoría Penal Pública”, 2° edición actualizada, Tomo I, Año 2005, Ediciones de la Universidad Central, pág. 13. Allí, este
autor refiere que “El Código Procesal Penal tuvo un origen directo, según se expresa en el propio Mensaje, en un Foro de dilatado
desarrollo, convocado por el Ministerio de Justicia y dos Institutos Privados, la "Corporación de Promoción Universitaria" y la
"Fundación Paz Ciudadana", el que, a su vez, tuvo como antecedente un "Taller sobre Oralidad" realizado por el primero de los
Institutos nombrados en 1993. Este "Foro sobre Reformas Procesales Penales", se desarrolló durante 1994 y fue el antecedente directo
de la concreción del Proyecto de Ley respectivo remitido al Congreso Nacional el 5 de Junio de 1995 y que, posteriormente, se convirtió
en la ley N° 19.696, publicada el 12 de Octubre de 2000 en el Diario Oficial”
Artículo. 83 CPRCH: Un organismo autónomo, jerarquizado, que con el nombre de ministerio público, dirigirá en forma
exclusiva la investigación de los hechos constitutivos de delito, los que determinen la participación punible y los que
acrediten la inocencia del imputado, y en su caso, ejercerá la acción penal pública, en la forma prevista por la ley. De igual
manera le corresponderá la adopción de medidas para proteger a las víctimas y a los testigos.
2.1.3.- Distintos Procedimientos según las penas. No todo termina en un juicio oral, se crea
el procedimiento abreviado, el simplificado y el monitorio. Proyectar procedimientos distintos, atendida su
mayor o menor incidencia social y evitar de paso que el sistema se congestione en el proceso madre – Juicio
Oral – (se atiende para ello, entre otras cosas al quantum de la pena y a los distintos tipos de delitos). Lo
anterior se hace en base a cinco procedimientos distintos, con la única finalidad de evitar que todas las
investigaciones exitosas del fiscal lleguen a juicio oral, teniendo especialmente presente para ello: dos ideas
fuerza: 1) No todos los delitos son igualmente graves y 2) Deben existir además soluciones distintas para casos
distintos (primerizos –delitos menores – penas pecuniarias)
2.1.5.- Defensa Efectiva. Desde los primeros actos de la investigación y hasta la completa
ejecución de la sentencia, la que recae en defensores técnicos. El imputado tiene derecho a ser asistido por un
abogado desde la primera actuación del procedimiento dirigido en su contra. La defensa es hoy ejercida
siempre por abogados. Hoy existen los abogados privados, los abogados de la defensoría penal pública y los
abogados penales licitados.
2.1.6.- Rol de la Víctima. Se precisa quién es la víctima y sus derechos dentro del proceso.
Hoy el CPP, en el artículo 108 señala que se considera víctima al ofendido por el delito. En los delitos en que la
víctima fallezca o que no pudiere ejercer sus derechos, se considerará víctima: a) al cónyuge y a los hijos; b) a
los ascendientes; c) al conviviente; d) a los hermanos, y e) al adoptado o adoptante. Este listado da un orden de
prelación, las de la categoría anterior, excluyen a las siguientes.
2.1.7.- Hay libertad de medios probatorios. La confesión deja de ser la reina de las pruebas y
pese a que se reglamentan algunas en el nuevo CPP, como por ejemplo, la testimonial y la pericial, sin
embargo, la lectura del artículo 295 CPP no deja duda alguna.
Artículo 295. Libertad de prueba. Todos los hechos y circunstancias pertinentes para la adecuada solución del
caso sometido a enjuiciamiento podrán ser probados por cualquier medio producido e incorporado en
conformidad a la ley.
4
MIRANDA ESTRAMPES, Manuel, CERDA SAN MARTÍN, Rodrigo y HERMOSILLA IRIARTE, Francisco, “Práctica de la Prueba en
el Juicio Oral, su Valoración y el Estándar de más allá de toda duda razonable”, año 2012, Editorial Librotecnia, pág.
5
Arts. 8 N° 2 letra h) CADH y 14.5 PIDCP
En el sistema inquisitivo del antiguo Código de Procedimiento Penal, el papel del juez era
casi omnímodo, así como señala el profesor Germán Hermosilla, 6 en virtud de dicho modelo, el juez asumía
los siguientes roles dentro del proceso criminal:
b) Reúne y agrega al proceso las PRUEBAS o evidencias que, auxiliado por la policía, ha
obtenido en la indagación, sin intervención ni contradicción del inculpado;
La organización del sistema procedimental penal anterior, generó entre otras críticas,
mencionadas por Germán Hermosilla, 7 las siguientes:
6
HERMOSILLA ARRIAGADA, Germán; Ob.Cit. pág. 23
7
Ídem cita anterior
El hecho de que el proceso ordinario sea dividido en diversas etapas no es algo nuevo entre
nosotros, ya el Código de Procedimiento Penal, distinguía las fases de sumario, de plenario y de sentencia.
Respecto de la primera tal estatuto decía: “La existencia del hecho punible es el fundamento de
todo juicio criminal, y su comprobación por los medios que admite la ley es el primer objeto a que deben tender las
investigaciones del sumario”. 8
Esta idea la volvía a remarcar más adelante, cuando se refería el mismo Código a la
conclusión de dicha fase, señalando: “Practicadas las diligencias que se hayan considerado necesarias para la
averiguación del hecho punible y sus autores, cómplices y encubridores, el juez declarará cerrado el sumario”. 9
Luego el legislador de antaño, refiriéndose a la nueva etapa que se abría una vez concluido el
sumario, indicaba en una de sus disposiciones: “No podrá elevarse a plenario un proceso por crimen o simple delito
sino en contra de las personas que están sometidas a proceso”. 10
Esta fase comenzaba con la dictación que hacía el juez del crimen de la acusación de oficio,
allí aquél dejaba “testimonio de los hechos que constituyen el delito o los delitos que resultan haberse cometido y la
participación que ha cabido en él, o en cada uno de ellos, al reo o a los reos de la causa, con expresión de los medios de
prueba que obran en el sumario para acreditar unos y otras”. 11
Una de las curiosidades del antiguo régimen procesal penal, era que en esta fase del plenario
podía el acusado renunciar a la práctica de diligencias probatorias, así se indicaba: “Puede el reo renunciar a la
práctica de las diligencias del juicio plenario y consentir en que el juez pronuncie sentencia sin más trámite que la
acusación y su contestación”. 12
Por último, venía la fase o etapa de sentencia, que era aquella en que el juez simplemente
decidía si condenaba o absolvía al acusado de la acusación de oficio que aquél le había enderezado, luego de
valorar tarifadamente la prueba producida, tanto en la fase de sumario, como en la de plenario, recordándose,
como ya se dijo, que el enjuiciado podía renunciar a rendir prueba en esta fase.
Hoy la renuncia a la fase de prueba del plenario, conformándose el acusado con las
probanzas rendidas en la fase de sumario parece ilógica, sin embargo, no podemos cerrar los ojos ya que si nos
fijamos en el procedimiento abreviado contemplado en el nuevo proceso penal, hay una especie de renuncia a
8
Véase el artículo 108 del CdPP
9
Véase el artículo 401 del CdPP
10
Véase el artículo 403 del CdPP
11
Véase el artículo 424 del CdPP
12
Véase el artículo 449 del CdPP
Similar situación ocurre, en mi opinión, con las convenciones probatorias 13 que acuerde un
coimputado con el ente persecutor y querellante si lo hubiere, al amparo de la norma del artículo 275 del
Código Procesal Penal.
En un comparativo sencillo de las dos últimas legislaciones que han cobijado nuestro sistema
procesal penal, apreciamos que ambas aparecen constituidas en tres fases.
Empero, si se optaba por rendir prueba en el antiguo sistema, se pasaba a la fase de plenario
y en esta misma fase se ofrecían y rendían las probanzas.
13
Nota: conceptualizo las convenciones probatorias como “la facultad que se le da a un juez de garantía para que pueda dar
por acreditados, ciertos hechos, que algunos intervinientes en conjunto le soliciten o bien que él mismo les ha propuesto y que se
compadecen tanto con el mérito de la carpeta investigativa – donde constan las fuentes mismas – y con sus alegaciones, los que se
insertan en una resolución judicial denominada “auto de apertura de juicio oral”, llegando así a conocimiento del Tribunal del Juicio y a
los que deberá estarse en el juicio oral, prohibiéndose en tal sede discusión alguna sobre el particular”.
14
COUTURE, Eduardo: “Fundamentos del Derecho Procesal Civil”, Ediciones DePalma, Buenos Aires, 2° edición, año 1966,
págs. 121 y 122.
15
Véase el inciso 2° del artículo 406 del CPP
Así se establecía que: “el secretario, sin demora, presentará los autos al juez, quien, dentro del plazo
fatal de seis días, los examinará para ver”: 1) si se ha omitido alguna diligencia de importancia y 2) si creyere necesario
esclarecer algún punto dudoso, mandará practicar las diligencias conducentes, determinándolas con toda precisión, y
disponiendo que se proceda con la posible brevedad”. 17
En cambio, en el nuevo sistema, jueces distintos a los que han participado en las dos fases
previas – de investigación y de preparación del juicio oral – reciben ante ellos la prueba que se rinde en el
juicio oral, luego la valoran en un sistema de libre convicción racional o de sana crítica y finalmente dictan
sentencia.
La excepción al esquema propuesto, de que sean distintos los jueces que fallen de los que
hayan participado en las fases preliminares, se da en algunos procedimientos especiales, como el abreviado, el
simplificado y el monitorio, donde el mismo juez que ha participado cautelando garantías en las fases iniciales,
es el que decide.
Eso sí, cabe resaltar que, a diferencia de lo que ocurría en el antiguo sistema, hoy un
organismo autónomo y jerarquizado – el Ministerio Público 18 – es quien “dirige en forma exclusiva la
investigación de los hechos constitutivos de delito, los que determinen la participación punible” y luego acusa en todos
los procesos penales señalados.
También cabe señalar que la reina de las pruebas era la confesión, no en vano, éste sistema
arranca de la Inquisición, de ahí precisamente deriva su nombre de sistema inquisitivo. Asimismo el sistema
de valoración de la prueba era el de un sistema tarifario o de prueba legal o tasada como también se le conoce.
Este nuevo Código está conformado aparentemente por enunciados normativos que, en su
correcto significado, cada intérprete debiera descubrir con su lectura, sin embargo, a veces expresamente y a
veces no tanto, detrás de cada interpretación que se haga de sus normas, se amparan los principios
constitucionales y legales de un debido proceso, estas dos palabras así unidas significan en el fondo que se
quiere como ideal, un sistema que persiga, defienda, condene o absuelva a un ciudadano cualquiera, con
estricta sujeción a los denominados principios fundamentales de todo proceso penal y en base a ello deben
interpretarse todas las normas de este texto legal.
16
Véase artículo 499 del CdPP
17
Ídem cita anterior
18
Véase el artículo 83 de la CPRCH de 1980
El Tema del Debido proceso es algo que ha preocupado desde antaño al hombre, así diversos
textos legales lo señalan: 19
Así la Carta Magna de 1215, 20 en su capítulo XXXIX señalaba: “Ningún hombre libre podrá
ser arrestado, detenido o preso, o desposeído de su propiedad, o de ninguna otra forma molestado, y no
iremos en su busca ni mandaremos prenderlo, salvo en virtud de enjuiciamiento legal de sus pares y por la
ley de la tierra”
19
Apuntes explicativos de clases del profesor Lionel González, del Magíster de Derecho Penal y Procesal Penal, años 2008-
2009, Magíster Legum Magíster, Universidad de Valparaíso.
20
Ídem cita anterior
21
Ídem cita anterior
22
Ídem cita anterior
23
Ídem cita anterior
24
Ídem cita anterior
25
Ídem cita anterior
Aunque, en general, el derecho al debido proceso puede ser definido: 28 “como el derecho que
garantiza al ciudadano la realización en el proceso de los principios, derechos y garantías procesales constitucionalizadas”,
añadiendo tales autores que el problema radica en determinar cuáles son en definitiva dichas garantías
procesales y hasta qué punto la noción de debido proceso aporta algo, si a través de ella sólo se pretende
agrupar otras garantías que gozan ya de un suficiente desarrollo y reconocimiento autónomo”.
Pese a lo anterior, se ha entendido, ya casi sin discusiones que los principios que agrupan
todo lo que debe entenderse hoy por un debido proceso son los siguientes: Interpretación y prevalencia de
principios; Legalidad procesal; Reglas técnicas del proceso; (contradicción, inmediación, simplificación,
eficacia, oralidad, publicidad, concentración y estricta igualdad de las partes) Juez natural; Separación de
funciones; Independencia e imparcialidad; Prohibición del doble juzgamiento; Inocencia; Publicidad del
proceso; Derecho a la defensa; Libertades personales; Control judicial de afectación de derechos
fundamentales; Derecho a la intimidad; Respeto a los derechos humanos; Justicia en tiempo razonable;
Derecho a guardar silencio; Validez de la prueba; Igualdad procesal de las partes; Protección a la víctima;
Interpretación; Motivación; Impugnación; Investigación objetiva; Control judicial de la pena; Solución del
conflicto; Gratuidad; y Diversidad cultural. Algunos de ellos se encuentran anidados en tratados
internacionales, otros son recogidos constitucionalmente y luego, desarrollados en este Código Procesal Penal.
Otros autores, como el penalista chileno Héctor Hernández Basualto, señalan con acierto
respecto del debido proceso que “La consideración separada de esta garantía se justifica porque, en rigor, no se trata
de una sino de un haz de garantías procesales, cuyo contenido específico dista de ser pacífico, aspecto que abre un enorme
frente de discusiones sobre la posible existencia y los alcances de principios o reglas procesales con mera consagración legal
o aun de simple creación doctrinaria o jurisprudencial que eventualmente podrían formar parte del núcleo del cambiante
y acumulativo concepto de debido proceso y que por esa vía, gozarían de rango constitucional, de suerte que su
vulneración debería conducir a la exclusión del material probatorio así obtenido” 29
Seguiremos, en la medida de lo posible, el mismo orden del articulado del CPP en estas
materias.
26
Ídem cita anterior
27
Ídem cita anterior
28
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés: “Derecho Procesal Chileno”, Tomo I, Editorial Jurídica de Chile,
Primera Edición, año 2002, pág. 69.
29
HERNÁNDEZ BASUALTO, Héctor. “La exclusión de la prueba ilícita en el nuevo proceso penal chileno”, Colección de
Investigaciones Jurídicas 2002, N°2, Escuela de Derecho, Universidad Alberto Hurtado, pág. 54
En síntesis señala que nadie podrá ser condenado a una pena o sometido a una medida de
seguridad, sino en virtud de una sentencia fundada, dictada por un Tribunal imparcial, agregándose que toda
persona tiene derecho a un juicio previo, oral y público, dentro de un proceso tramitado con arreglo a las
normas de este Código.
Artículo 1º.- Juicio previo y única persecución. Ninguna persona podrá ser condenada o penada, ni sometida a una de
las medidas de seguridad establecidas en este Código, sino en virtud de una sentencia fundada, dictada por un tribunal
imparcial. Toda persona tiene derecho a un juicio previo, oral y público, desarrollado en conformidad con las normas de
este cuerpo legal.
La persona condenada, absuelta o sobreseída definitivamente por sentencia ejecutoriada, no podrá ser
sometida a un nuevo procedimiento penal por el mismo hecho.
Lo anterior significa que nadie puede ser condenado (mediante una sentencia penal
condenatoria) o bien sujeto a una medida de seguridad (medidas cautelares personales, que privan de la
libertad ambulatoria ó reales, que afectan su patrimonio) sin que haya existido un juicio previo, oral y público,
es decir anterior, que fundamente precisamente o la condena o la medida cautelar, todo ello enmarcado dentro
de un proceso tramitado con arreglo a las normas de la Constitución, 30 los Tratados Internacionales 31 32 33 que
30
CPRCH: Normas pertinentes de la Constitución Política de la República de Chile, que señalan: Artículo 19.- La Constitución
asegura a todas las personas: 1º.- El derecho a la vida y a la integridad física y psíquica de la persona. La ley protege la vida del que está
por nacer. La pena de muerte sólo podrá establecerse por delito contemplado en ley aprobada con quórum calificado. Se prohíbe la
aplicación de todo apremio ilegítimo; 2º.- La igualdad ante la ley. En Chile no hay persona ni grupo privilegiados. En Chile no hay
esclavos y el que pise su territorio queda libre. Hombres y mujeres son iguales ante la ley. Ni la ley ni autoridad alguna podrán
establecer diferencias arbitrarias; 3º.- La igual protección de la ley en el ejercicio de sus derechos. Toda persona tiene derecho a
defensa jurídica en la forma que la ley señale y ninguna autoridad o individuo podrá impedir, restringir o perturbar la debida
intervención del letrado si hubiere sido requerida. Tratándose de los integrantes de las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad
Pública, este derecho se regirá, en lo concerniente a lo administrativo y disciplinario, por las normas pertinentes de sus respectivos
estatutos. La ley arbitrará los medios para otorgar asesoramiento y defensa jurídica a quienes no puedan procurárselos por sí mismos.
La ley señalará los casos y establecerá la forma en que las personas naturales víctimas de delitos dispondrán de asesoría y defensa
jurídica gratuitas, a efecto de ejercer la acción penal reconocida por esta Constitución y las leyes. Toda persona imputada de delito
tiene derecho irrenunciable a ser asistida por un abogado defensor proporcionado por el Estado si no nombrare uno en la oportunidad
establecida por la ley. Nadie podrá ser juzgado por comisiones especiales, sino por el tribunal que señalare la ley y que se hallare
establecido por ésta con anterioridad a la perpetración del hecho. Toda sentencia de un órgano que ejerza jurisdicción debe fundarse
en un proceso previo legalmente tramitado. Corresponderá al legislador establecer siempre las garantías de un procedimiento y una
investigación racionales y justos. La ley no podrá presumir de derecho la responsabilidad penal. Ningún delito se castigará con otra
pena que la que señale una ley promulgada con anterioridad a su perpetración, a menos que una nueva ley favorezca al afectado.
Ninguna ley podrá establecer penas sin que la conducta que se sanciona esté expresamente descrita en ella; 4º.- El respeto y protección
a la vida privada y a la honra de la persona y su familia; 5º.- La inviolabilidad del hogar y de toda forma de comunicación privada. El
hogar sólo puede allanarse y las comunicaciones y documentos privados interceptarse, abrirse o registrarse en los casos y formas
determinados por la ley; 7º.- El derecho a la libertad personal y a la seguridad individual. En consecuencia: a) Toda persona tiene
derecho de residir y permanecer en cualquier lugar de la República, trasladarse de uno a otro y entrar y salir de su territorio, a
condición de que se guarden las normas establecidas en la ley y salvo siempre el perjuicio de terceros; b) Nadie puede ser privado de su
libertad personal ni ésta restringida sino en los casos y en la forma determinados por la Constitución y las leyes; c) Nadie puede ser
arrestado o detenido sino por orden de funcionario público expresamente facultado por la ley y después de que dicha orden le sea
intimada en forma legal. Sin embargo, podrá ser detenido el que fuere sorprendido en delito flagrante, con el solo objeto de ser puesto
a disposición del juez competente dentro de las veinticuatro horas siguientes. Si la autoridad hiciere arrestar o detener a alguna
persona, deberá, dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes, dar aviso al juez competente, poniendo a su disposición al afectado. El
juez podrá, por resolución fundada, ampliar este plazo hasta por cinco días, y hasta por diez días, en el caso que se investigaren hechos
calificados por la ley como conductas terroristas; d) Nadie puede ser arrestado o detenido, sujeto a prisión preventiva o preso, sino en
su casa o en lugares públicos destinados a este objeto. Los encargados de las prisiones no pueden recibir en ellas a nadie en calidad de
arrestado o detenido, procesado o preso, sin dejar constancia de la orden correspondiente, emanada de autoridad que tenga facultad
legal, en un registro que será público. Ninguna incomunicación puede impedir que el funcionario encargado de la casa de detención
visite al arrestado o detenido, procesado o preso, que se encuentre en ella. Este funcionario está obligado, siempre que el arrestado o
detenido lo requiera, a transmitir al juez competente la copia de la orden de detención, o a reclamar para que se le dé dicha copia, o a
dar él mismo un certificado de hallarse detenido aquel individuo, si al tiempo de su detención se hubiere omitido este requisito; e) La
libertad del imputado procederá a menos que la detención o prisión preventiva sea considerada por el juez como necesaria para las
investigaciones o para la seguridad del ofendido o de la sociedad. La ley establecerá los requisitos y modalidades para obtenerla. La
Este juicio, oral y público, “proceso previo legalmente tramitado”, no es otro que el
establecido y reglamentado en el Código Procesal Penal chileno. Debe tratarse de un proceso con todas las
garantías, o, en otras palabras, de un debido proceso.
La garantía fundamental del debido proceso 34 comprende a su vez una serie de derechos, o
mejor dicho un haz de garantías, todos los cuales encuentran en la actual normativa una consagración positiva.
Nadie puede ser objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en su vida privada, en la de su familia, en su domicilio o en su
correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra o reputación. 3. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra esas
injerencias. Artículo 24. Igualdad ante la Ley. Todas las personas son iguales ante la ley. En consecuencia, tienen derecho, sin
discriminación, a igual protección de la ley. Artículo 25. Protección Judicial. 1. Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y
rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos
fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la presente Convención, aun cuando tal violación sea cometida por personas
que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales. 2. Los Estados Partes se comprometen: a) a garantizar que la autoridad competente
prevista por el sistema legal del Estado decidirá sobre los derechos de toda persona que interponga tal recurso; b) a desarrollar las
posibilidades de recurso judicial, y c) a garantizar el cumplimiento, por las autoridades competentes, de toda decisión en que se haya
estimado procedente el recurso;
33
DUDH: Declaración Universal de Derechos Humanos que dispone: Artículo 1. Todos los seres humanos nacen libres e iguales
en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
Artículo 2.1. Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color,
sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier
otra condición. 2. Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o territorio de
cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria,
no autónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía. Artículo 3. Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la
seguridad de su persona. Artículo 4. Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de esclavos están
prohibidas en todas sus formas. Artículo 5. Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.
Artículo 6. Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica. Artículo 7.Todos son iguales
ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda
discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación. Artículo 8. Toda persona tiene derecho a un
recurso efectivo ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales
reconocidos por la constitución o por la ley. Artículo 9. Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado. Artículo 10. Toda
persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por un tribunal independiente e
imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella en materia penal.
Artículo 11. 1. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad,
conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa. 2. Nadie será
condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no fueron delictivos según el Derecho nacional o internacional.
Tampoco se impondrá pena más grave que la aplicable en el momento de la comisión del delito. Artículo 12. Nadie será objeto de
injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda
persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques.
34
CERDA SAN MARTÍN, Rodrigo y HERMOSILLA IRIARTE, Francisco; “Código Procesal Penal, Comentarios, Concordancias y
Jurisprudencia”, Editorial Librotecnia, 2ª edición, año 2009.
a.- Derecho al juicio previo, oral y público, donde se respeten los principios de
adversariedad, inmediación, oralidad, continuidad y concentración.
b.- Derecho a un juez natural, establecido con anterioridad por la ley, independiente e
imparcial.
d.- Derecho del imputado a guardar silencio o a declarar como mecanismo de defensa y a
que si guarda silencio aquél no le perjudicará.
G a ra ntía s y P rinc ip io s R e c o g id o s C P P
•C on tr a dic c ión
•Inm ed iac ió n
•O ra lida d
P r in c i pi os de l A c us a to ri o •P ublic ida d
•D e r e c ho G u a rd ar S ile nc io
•V a lide z de la P ru e ba
• R e sp e to D D H H
• Ju e z N a tur a l
• Se pa r a c ión Fu nc ione s
• Inde pe nd en c ia e Im p ar c ia lida d
• Pr ohib ic ió n D oble J uz ga m ie nt o
• Pr e s unc ión de Inoc e nc ia
P r in c i pi os de l D e bi do P r oc e s o • Pu blic id a d Pr o ce s o
• D e re c ho a D e f en s a
• Libe r ta d P e rs o na l
• D e re c ho a la Int im ida d
• Ju s tic ia Tiem po R a z ona ble
Ig ua lda d P r oc e sa l e nt re p ar te s
Mo tiv a ció n
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Dentro de este contexto de debido proceso se considera que el juicio oral y público es la
institución principal o centro de gravedad del procedimiento penal, su punto culminante, no obstante que
El Código contempla una serie de instituciones que tienen por objeto descomprimir el
sistema, otorgando al Fiscal facultades en ese sentido (archivo provisional; facultad de no investigar; principio
de oportunidad). Además, existe una privatización de gran parte de los conflictos penales, admitiendo la ley la
posibilidad de salidas alternativas (suspensión condicional del procedimiento y los acuerdos reparatorios).
Por último, existe la posibilidad de tramitar los conflictos a través de procedimientos especiales más sencillos
(procedimiento abreviado, procedimiento simplificado y procedimiento monitorio).
La idea político criminal que subyace a esta forma de concebir la respuesta diversificada del
Estado al conflicto penal es la “racionalización del sistema de enjuiciamiento criminal”. Por su intermedio se
busca la eficacia y eficiencia de la persecución penal, utilizando los mecanismos de descongestión, dirigiéndose
contra la criminalidad más grave, diversificando la forma de solucionar el conflicto intersubjetivo y
simplificando los procedimientos.
4.4.1.1.-Oficialidad
Se mantiene la idea de persecución penal pública de los delitos, donde el Estado actúa de
oficio, sin consideración de la voluntad del ofendido ni de ninguna otra persona. Ello no significa que el
ofendido queda excluido de la posibilidad de promover la persecución, sino sólo que su participación, en
general, no es necesaria ni determinante. Según el profesor Julio Maier, en el ámbito penal este principio se
funda en la idea de que los delitos constituyen las formas de comportamiento desviado (antijurídico) más
intolerables socialmente y, por lo tanto, existe en su persecución un interés público que se superpone y excluye
al eventual interés privado involucrado en la misma.
35
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés; “Derecho Procesal Chileno”, Tomo I, Editorial Jurídica de Chile,
Primera Edición, año 2002, págs. 34 y sgtes.
Según este principio deben distribuirse los poderes de persecución penal y, por ello, las
funciones asociadas a su ejercicio, esto es, investigación, acusación y decisión.
El investigador debe ser distinto del juzgador y el acusador debe ser distinto del juzgador.
El principio de legalidad enuncia que el Ministerio Público está obligado a iniciar y sostener
la persecución penal de todo delito que llegue a su conocimiento, sin que pueda suspenderla, interrumpirla o
hacerla cesar a su mero arbitrio. 36
Su fundamento actual es la vigencia del principio de igualdad ante la ley, se pretende que la
persecución penal no quede sujeta al arbitrio de un órgano estatal, cuya decisión de perseguir o no un delito y
la forma de hacerlo podría ser discriminatoria. El principio de legalidad impone así al Estado, la obligación de
perseguir por igual todos los delitos que se cometen en una sociedad determinada, sin permitirle seleccionar
entre ellos de manera alguna.
Luego, de determinados cuáles serán los principios de la persecución penal, dentro de ellos
se enmarcan las garantías del individuo frente a este sistema de prosecución penal que se le ofrece, a modo de
mecanismos de defensa que el propio Estado se ha dado para juzgar a sus nacionales, dividiéndose en
garantías relativas al órgano judicial, garantías generales relativas al procedimiento y por último, las garantías
del juicio mismo.
36
Maier citado por LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés en ob. cit., pág. 46
El Juez debe ser independiente desde la perspectiva institucional, esto es, la independencia
del Poder Judicial frente a los demás poderes del Estado, 37 como también debe serlo desde el punto de vista
personal, que al decir de Binder 38 es “la primera y genuina independencia de los jueces”. La independencia
personal del Juez tiene, a su vez, dos dimensiones: la independencia externa, que exige que el Juez no dependa
de ninguna otra autoridad del Estado, y la independencia interna, respecto de todo organismo superior dentro
del Poder Judicial.
Este último aspecto se ha visto fortalecido en el nuevo sistema procesal por la disminución
del régimen de recursos y la eliminación del trámite de la consulta; y en lo administrativo, se sientan bases
para un sistema que separa con claridad el ejercicio de la jurisdicción con la administración de los órganos
jurisdiccionales, permitiéndole a los Jueces dedicarse a lo que es su función natural.
Es derecho de toda persona imputada ser juzgada por un tribunal previamente establecido
por la ley, independiente e imparcial, dentro del contexto de un debido proceso. 39
Este derecho se encuentra consagrado en los artículos 10 de la DUDH, 14.1 del PIDCP y 8.1
de la CADH. Además, el artículo 19 Nº 3, inciso cuarto, de la CPR prescribe que “Nadie puede ser juzgado por
comisiones especiales, sino por el tribunal que le señale la ley y que se halle establecido con anterioridad por ésta”
Por su parte el artículo 2 del CPP precisa que la anterioridad a que se refiere la Constitución
es la relativa “a la perpetración del hecho”.
Según el profesor Alberto Binder 40 la denominación derecho al juez natural tiene su origen
en el sistema feudal, donde, siendo la costumbre la principal fuente del derecho, se hacía imprescindible que el
37
Art. 76 CPRCH
38
Citado por LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés en ob. cit., pág. 53
39
Artículos 10 de la DUDH; 14.1 del PIDCP; 8.1. de la CADH; 5 inciso 2° de la CPRCH; y 1 del CPP
40
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés Ob. cit., pág. 62
Toda persona goza del derecho a ser juzgada criminalmente en un juicio oral y público, de
modo que la decisión de absolución o condena sea el necesario resultado de ese juicio previo. 41
El derecho al juicio es una consecuencia de la prohibición general de autotutela en materia
penal y del monopolio que se reconoce al Estado en materia de persecución penal.
Este juicio, oral y público, “proceso previo legalmente tramitado”, 42 no es otro que el
establecido y reglamentado en el Código Procesal Penal. Debe tratarse de un proceso con todas las garantías,
o, en otras palabras, de un debido proceso.
El debido proceso es la principal garantía procesal, cuyo contenido normativo es genérico y
aún indeterminado, por lo que corresponderá que los actores del sistema sean los que especifiquen su
sustancia y esfera de aplicación en cada caso.
La fórmula descrita en la Constitución no nos dice nada acerca de las características que debe
tener ese procedimiento que ha de conducir a la sentencia. Estas características se derivan como exigencias de
numerosas otras garantías contenidas en los tratados internacionales y en la misma Constitución, agrupadas
bajo esta noción del derecho al debido proceso.
A continuación procederemos al análisis de aquellas garantías que tradicionalmente han sido
asociadas a la noción de debido proceso.
41
Art. 1 del CPP
42
Art 19 N° 3 inciso 5° CPRCH
43
Art 14.3 c) del PIDCP
44
Art. 8.1 CADH
4.4.2.2.3.-Derecho de defensa
Consiste básicamente en la necesidad de que los intervinientes sean oídos, puedan alegar y
probar para conformar la resolución judicial, y de que conozcan y puedan rebatir todos los materiales de hecho
y de derecho que puedan influir en la resolución judicial.
De acuerdo a nuestra carta fundamental toda persona tiene derecho a defensa jurídica en la
forma que la ley señale. Ninguna autoridad o individuo podrá impedir, restringir o perturbar la debida
intervención del letrado, si hubiere sido requerida y que la ley arbitrará los medios para otorgar asesoramiento
y defensa jurídica a quienes no puedan procurárselos por sí mismos.
El derecho que nos ocupa abarca dos aspectos: a) La defensa material, que incluye la
autodefensa por parte del imputado; y b) la defensa técnica letrada.
En cuanto a la defensa material el artículo 8.1 de la CADH señala que cualquier
Interviniente en un proceso criminal tiene derecho a ser oído, a formular sus alegaciones y a intervenir en el
proceso por sí o por abogado.
Por su parte el inciso 2° del artículo 8 del CPP establece que el imputado tendrá derecho a
formular los planteamientos y alegaciones que considere oportunos, así como a intervenir en todas las
actuaciones judiciales y en las demás del procedimiento, salvas las excepciones expresamente previstas en el
Código.
45
Caso Genie Lacayo, sentencia del 29 de enero de 1997, Serie C N° 30, párrafos. 77-81.
46
Véase el Art. 186 CPP
Con respecto a la defensa técnica letrada el mismo artículo 8 CPP dispone que el imputado
deba ser defendido por un letrado desde la primera actuación del procedimiento dirigido en su contra.
En síntesis, son manifestaciones del derecho de defensa en nuestro sistema procesal penal las
siguientes:
g) El derecho del imputado a disponer del tiempo y de los medios adecuados para
preparar la defensa.
47
Citado por LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés en Ob.cit., pág. 78.
48
También deben considerarse los arts. 8 de la CADH y 14 del PIDCP
49
Art. 91 del CPP
50
Arts. 14.7 del PIDCP y 8.4 CADH
51
ROXIN, Claus; en su obra “Derecho Procesal Penal”, Editores del Puerto, Argentina, año 2000, pág. 407
La audiencia del juicio debe desarrollarse en forma oral, tanto en lo relativo a las alegaciones
y argumentaciones de las partes como a las declaraciones del acusado, a la recepción de las pruebas y, en
general, a toda intervención de quienes participaren en ella. Las resoluciones serán dictadas y fundamentadas
verbalmente por el tribunal y se entenderán notificadas desde el momento de su pronunciamiento, debiendo
constar en el registro del juicio. 54
El tribunal no debe admitir la presentación de argumentaciones o peticiones por escrito, a
menos que se trate de personas que no puedan hablar.
Este principio se reafirma en numerosas disposiciones legales: como aquella que prohíbe
sustituir las declaraciones de peritos y testigos por la lectura de registros u otros documentos, 55 en especial la
de los policías; 56 y la prohibición de incorporar o invocar como medios de prueba ni dar lectura durante el
juicio oral, a los registros y demás documentos que dieren cuenta de diligencias o actuaciones realizadas por la
policía o el ministerio público. 57
4.4.2.3.3.- La inmediación
52
En los casos de víctimas de delitos sexuales menores de edad, se les ha protegido haciéndolos declarar en dependencias
separadas de la sala de audiencia y conectadas para el tribunal mediante circuito cerrado de televisión. Ahora se posibilita, de
conformidad a lo prevenido en el artículo 191 bis del CPP, su prueba anticipada ante el Juez de Garantía
53
El artículo 10 de la DUDH establece que “Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída
públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el
examen de cualquier acusación contra ella en materia penal”. Y el artículo 14.1 del PIDCP dispone que “..La prensa y el público podrán
ser excluidos de la totalidad o parte de los juicios por consideraciones de moral, orden público o seguridad nacional en una sociedad
democrática, o cuando lo exija el interés de la vida privada de las partes o, en la medida estrictamente necesaria en opinión del tribunal,
cuando por circunstancias especiales del asunto la publicidad pudiere perjudicar a los intereses de la justicia; pero toda sentencia en
materia penal...será pública.”
54
Véase el Art. 291 CPP
55
Véase el Art. 329 inciso 1° CPP
56
Véase el Art. 228 inciso final CPP
57
Véase el Art. 334 CPP
2. El tribunal debe extraer los hechos de la fuente, por sí mismo, sin utilizar
equivalente probatorio alguno (inmediación material).
El artículo 14.5 del PIDCP señala que toda persona declarada culpable de un delito tendrá
derecho a que el fallo condenatorio y la pena que se le haya impuesto sean sometidos a un tribunal superior,
conforme a lo prescrito por la ley.
En el mismo sentido el artículo 8.2 h de la CADH contempla el derecho de recurrir del fallo
ante juez o tribunal superior.
58
ROXIN, Claus; En su obra “Derecho Procesal Penal”, Editores del Puerto, Argentina, año 2000, página 394
59
Véase el Arts. 284 y 374 letra b) CPP
60
Véase el Art. 296 CPP
61
Véase el Art. 334 CPP
62
Véase el Art. 329 inciso 1° CPP
63
Véase el Art. 340 inciso 2° CPP
64
Véase el Art. 282 del CPP
65
Véase el Art. 374 letra d) CPP
1.- Oficialidad.
2.- Investigación oficial.
3.- Acusatorio.
4.- Legalidad y oportunidad.
En suma se quiere señalar en este artículo 1 CPP, que nadie puede ser condenado en Chile,
ni sometido a una medida que restrinja su libertad personal, sin la existencia de un juicio previo que se haya
tramitado de acuerdo a las reglas del debido proceso, las que se encuentran tanto en la Constitución Política de
Chile, como en los Tratados Internacionales antes referidos y que están ratificados por nuestro país.
Sobre el particular, cabe traer a colación lo que prescribe el Código Procesal Penal Modelo
para Iberoamérica en su artículo 1°.
Art. 1 CPPMIB: Juicio previo. Nadie podrá ser condenado, penado o sometido a una medida de seguridad y
corrección, sino después de una sentencia firme, obtenida por un procedimiento regular, llevado a cabo
conforme a las disposiciones de este Código con observancia estricta de las garantías previstas para las
personas, y de las facultades y los derechos del imputado.
La inobservancia de una regla de garantía establecida en favor del imputado no se podrá hacer valer en su
perjuicio.
Se establecen bajo el enunciado de principios básicos, varios de los que ya hemos visto y que
se recogen en la Constitución y en diversos ordenamientos internacionales, aquí también, se han incluido
algunas garantías junto a ellos, o bien llamadas normas o reglas técnicas del proceso de corte acusatorio, a
saber, la oralidad, la publicidad, la concentración, la estricta igualdad de las partes, la economía procesal, la
legalidad, la constitucionalización del proceso y el derecho a defensa.
Me parece altamente interesante señalar aquí una opción clara que ha dado el legislador
chileno en orden a señalar derechamente la “constitucionalización del proceso”, proceso nuevo que lleva a la
llamada Escuela Neo constitucional, en boga en los países democráticos y de ella, merece destacarse la
acepción de la constitucionalización, que es explicada por el profesor de filosofía del Derecho de la
Universidad de Valparaíso, don Agustín Squella Narducci 66 , en apuntes de clases del magíster “Legum
66
SQUELLA NARDUCCI, Agustín; Constitución, Derecho Constitucional, Constitucionalización, Constitucionalismo, y
Neoconstitucionalismo ¿De Qué Estamos Hablando? Apuntes de Clases Magíster “Legum Magíster”, Universidad de Valparaíso,
Facultad de Derecho, sin publicar. Constitucionalización del derecho es un proceso acaecido a partir a partir de la segunda mitad del
siglo XX, que está ligado al auge de la jurisdicción constitucional y a la instalación y funcionamiento, en ocasiones, de tribunales
constitucionales, el cual, al menos en mi manera de ver las cosas, tiene dos caras o reconoce dos aspectos. La primera de esas caras o
aspectos se muestra en cuanto la Constitución impregna el conjunto o totalidad del ordenamiento jurídico del cual forma parte, de
manera que éste, en cada una de sus gradas normativas, debe embeberse de una Constitución que, por lo mismo, toma si se quiere un
carácter “invasor” (la expresión es de Paolo Comanducci), puesto que ella condiciona la actividad no sólo de la doctrina ( es decir, de los
juristas), sino de la legislación, de la jurisprudencia y de la Administración del Estado ( es decir, de legisladores, jueces y funcionarios), e
incluso los comportamientos de los actores políticos en general y las mismas relaciones entre particulares. La segunda cara o aspecto
de la Constitucionalización del derecho se muestra en el hecho de que la Constitución adquiere una cada vez mayor carga normativa, lo
cual quiere decir que más reglas, principios u otros estándares del derecho se llevan a la Constitución, consagrándose o estableciéndose
en ella y no en otros tipos de leyes o fuentes del ordenamiento jurídico. Como resultado de este proceso, la Constitución se
sustancializa cada vez más, se “rematerializa”, como prefieren decir algunos, y ello a su vez en un doble sentido: la Constitución se
rematerializa desde el punto de vista de su volumen normativo (más derecho en la Constitución) y, además, desde el punto de vista la
diversidad de estándares que se incorporan a ella de manera explícita ( no sólo declaraciones programáticas, sino reglas; y no
únicamente reglas, sino también principios y valores superiores del ordenamiento). Principios y valores de carácter moral –tales como
“justicia” en el Art.1.1 de la Constitución española de 1978 o, “dignidad humana”, como en la Ley Fundamental de la República Federal
Alemana de 1949, cuya existencia, por tanto, es preconstitucional, y que, al juridizarse, al incorporarse a la Constitución del Estado y
resultar vinculantes para los operadores jurídicos que producen , aplica e interpretan el respectivo ordenamiento jurídico, forzarían una
relación necesaria entre derecho y moral –como sostienen algunos no-positivistas-, o, cuando menos, obligarían, en el caso de los
positivistas, a suscribir ese positivismo jurídico incluyente, o no excluyente, que fue explicado en nuestra clase del 27 de junio. Dicha
“rematerialización” de la Constitución –como apunta Luis Prieto Sanchís, “supone que la Constitución ya no tiene por objeto sólo la
distribución formal del poder entre los distintos órganos estatales, sino que está dotada de un contenido material, singularmente
principios y derechos fundamentales, que condicionan la validez de las normas inferiores”. La Constitución no es únicamente “fuente”
de las “fuentes del derecho”, sino que, ella misma, opera como fuente del derecho “en el sentido pleno de la expresión, es decir, origen
Volviendo a los principios y siguiendo en este punto al profesor de derecho procesal chileno,
Julián López Masle, 67 distinguiremos los principios por una parte y las garantías por la otra, advirtiendo que
la división es forzada, toda vez que en el fondo, el reconocimiento de las garantías procesales obedece, en
buena medida, a lo que se ha llamado la “constitucionalización de los principios procesales penales”.
Sin embargo, la distinción es válida, pues no todos los principios que determinan un sistema
procesal penal pueden ser elevados al rango de garantías. Buena parte de ellos obedece a necesidades de
organización del poder de persecución penal de un Estado y son, por tanto, opciones políticas que no tienen
necesariamente una dimensión garantista.
Esta norma deja constancia de algunas de las características en las que debe enmarcarse todo
el nuevo proceso penal.
mediato e inmediato de derechos y obligaciones” Dos caras de la constitucionalización del derecho –digámoslo una vez más- porque
mientras que con motivo de la segunda de ellas lo que tenemos es mayor densidad y diversidad normativa, con motivo de la primera la
Constitución a) deja de ser un conjunto de solemnes declaraciones vagamente vinculantes para operadores jurídicos tales como
legisladores, jueces y funcionarios de la Administración; b) expande o irradia su fuerza normativa a todas las gradas del ordenamiento
jurídico que le están subordinadas, afirmando su supremacía; c) introduce controles jurisdiccionales tanto preventivos como represivos
para garantizar su vigencia e integridad; d) favorece lo que se llama “especificidad de la interpretación constitucional”, sujeta a criterios
propios y distintos de los que se aplican en el caso de las leyes comunes y otras fuentes del derecho; y e) subordina la interpretación de
esas otras fuentes a la interpretación del texto constitucional. De acuerdo a lo que hemos entendido aquí por constitucionalización, un
derecho puede estar más o menos “constitucionalizado”, o, si se prefiere, la constitucionalización de un derecho cualquiera puede ser
más o menos acusada, según el grado en que se presenten los dos aspectos antes señalados. Y ello porque la constitucionalización es
mucho más que darse o que tener una Constitución, aunque el hecho de darse una constitución pueda ser identificado como el primer
momento del proceso. Más propiamente, se trata de un proceso por el que pasa una Constitución, y en general el derecho de un
Estado, y que se manifiesta o expresa en las dos caras o aspectos que fueron previamente explicados.- El constitucionalismo no es un
proceso que acontezca a partir de cierto momento en la realidad del derecho como fenómeno normativo y social (como sí ocurre con la
constitucionalización), sino un punto de vista acerca del proceso de constitucionalización. Un punto de vista que describe ese proceso,
que lo sitúa históricamente, que lo explica en sus acusas o antecedentes, que lo relata en las distintas y sucesivas etapas por las que ha
pasado, etc. En esta acepción, el constitucionalismo es una teoría que, como tal, registra y explica el proceso de constitucionalización
del derecho y que, además, muestra los efectos que dicho proceso ha tenido no sólo para el funcionamiento del derecho (producción,
interpretación, aplicación y obedecimiento), sino para la comprensión de éste (definición del derecho y tipo de relación que guarda –
necesariamente- o puede guardar –contingentemente- con la moral). Como doctrina ahora, el constitucionalismo es una corriente del
pensamiento jurídico que favorece y alienta el proceso de constitucionalización del derecho desde su primer momento, a saber, el de la
sola aparición de las constituciones, y, más específicamente, es la doctrina que, como asuntos relevantes del proceso que apoya y
alienta, propugna la limitación del poder político, esto es, el estricto sometimiento de las autoridades públicas a reglas, así como el
gobierno de dicha autoridades por medio de reglas y no de decisiones caso a caso, y, por tanto, se trata de la doctrina del Estado de
Derecho, del Estado tanto sujeto a reglas de carácter abstracto y general como del que manda por medio de reglas del mismo doble
carácter, del Estado sub lege (sometido a la ley) y del Estado per lege (que gobierna por medio de leyes). Del Estado, además, cuya
acción está limitada por derechos fundamentales de las personas que se encuentran declarados en un capítulo importante de su
respectiva Constitución, aunque no sólo limitada, puesto que si eso es lo que pretenden los derechos humanos de primera generación
(los así llamados derechos civiles o personales) -limitar el poder-, los de segunda generación (los derechos políticos) permiten a los
ciudadanos participar del poder, mientras que los de tercera generación (los derechos económicos, sociales y culturales) condicionan el
ejercicio del poder en pos de la obtención de condiciones de vida más igualitarias para los miembros de la sociedad. Como dice
nuevamente Rodrigo Borja, el constitucionalismo significa “sumisión del Estado al Derecho” y “afirmación del valor de la persona ante
el Estado y delimitación de su inviolable esfera de libertad”. Precisamente, el cometido o propósito de los derechos humanos de
primera generación –los cuales se basan en el valor de la libertad- es delimitar ese espacio al que alude Borja. Cabe señalar, por otra
parte, que el constitucionalismo, en lo que a la afirmación de los derechos fundamentales se refiere, suele ser relacionado con una
determinada concepción de éstos –aquella que los considera derechos naturales- y, asimismo, con una determinada justificación de los
derechos –aquella que ve el fundamento de los derechos humanos en el derecho natural, es decir, en un orden normativo anterior y
superior a los ordenamientos jurídicos dotados de realidad y vigencia históricas, los cuales no otorgan tales derechos y se limitan a
reconocerlos, declararlos y protegerlos. Para una concepción como ésta, los derechos fundamentales serían anteriores al Estado, y el
papel de éste, como se dijo, sería reconocerlos, más no otorgarlos.
67
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés; “Derecho Procesal Chileno”, Tomo I, Editorial Jurídica de Chile, año
2002, pág. 34
Según este principio deben distribuirse los poderes de la persecución penal y, por ello, las
funciones asociadas a su ejercicio, esto es, investigación, acusación y decisión quedan entregados en manos
distintas, así investiga y acusa el Ministerio Público y deciden la absolución o condena los Tribunales, así
además, se desprende claramente del Código y del artículo 80 A) de la CPRCH.
Artículo 3°.- Exclusividad de la investigación penal. El ministerio público dirigirá en forma exclusiva la
investigación de los hechos constitutivos de delito, los que determinaren la participación punible y los que acreditaren la
inocencia del imputado, en la forma prevista por la Constitución y la ley.
El investigador debe ser distinto del juzgador y el acusador debe ser distinto del juzgador
Si bien en este sistema se respeta esta separación de funciones, en tanto órganos diferentes
del Estado las asumen, se trata de un principio acusatorio formal desde que es el ente estatal en definitiva
quien está a cargo de todas ellas.
El principio acusatorio está en íntima relación con otros derechos y garantías procesales
como son la imparcialidad del tribunal, el derecho de defensa y la igualdad procesal en un sistema
contradictorio.
Prueba de este principio, además del artículo 3 CPP, que ya señalaremos, lo son el artículo
77 CPP que deja exclusivamente en manos del Ministerio Público el ejercicio de la acción penal pública.
Artículo 77. Facultades. Los fiscales ejercerán y sustentarán la acción penal pública en la forma prevista por la ley. Con
ese propósito practicarán todas las diligencias que fueren conducentes al éxito de la investigación y dirigirán la actuación
de la policía, con estricta sujeción al principio de objetividad consagrado en la Ley Orgánica Constitucional del Ministerio
Público.
El Juez debe ser independiente desde la perspectiva institucional, esto es, la independencia
del Poder Judicial frente a los demás poderes del Estado, como también debe serlo desde el punto de vista
personal, que al decir de Binder 68 es “la primera y genuina independencia de los jueces”.
Este último aspecto se ha visto fortalecido en el nuevo sistema procesal por la disminución
del régimen de recursos y en lo administrativo, se sientan bases para un sistema que separa con claridad el
ejercicio de la jurisdicción con la administración de los órganos jurisdiccionales, permitiéndoles a los Jueces
dedicarse a lo que es su función natural.
68
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés; Ob. Cit., Tomo I, pág. 53
A esta materia se refieren los artículos 75 y 76 CPP, donde se garantiza para las partes, la
independencia de los jueces.
Es derecho de toda persona imputada ser juzgada por un tribunal previamente establecido
por la ley, independiente e imparcial, dentro del contexto de un debido proceso. 69
Además, se requiere que el tribunal no albergue ningún tipo de prejuicio en cuanto al fondo
del asunto sometido a su decisión. Existe prejuzgamiento cuando un juez es llamado a juzgar nuevamente
acerca de una imputación, sobre la cual haya juzgado.
El Código Procesal Penal Modelo para Iberoamérica trata en sus Principios sobre el Juez
Imparcial en los siguientes términos:
Art. 2 CPPMIB: Juez imparcial El juzgamiento y decisión de las causas penales se llevará a cabo por jueces
imparciales independientes de los poderes del Estado, sólo sometidos a la ley. La ejecución penal estará a
cargo de un tribunal judicial
Por ninguna causa los restantes poderes del Estado podrán arrogarse el juzgamiento de causas pendientes o
el restablecimiento de las ya terminadas por decisión firme.
Nadie puede ser juzgado, condenado, penado o sometido a una medida de seguridad y corrección, sino por
los tribunales designados por la ley antes del hecho de la causa.
69
Véase los Artículos 10 de la DUDH; 14.1 del PIDCP; 8.1. de la CADH; y 6 del CPP
70
Art. 195 COT. Son causas de implicancia: 1° Ser el juez parte en el pleito o tener en él interés personal, salvo lo dispuesto en
el número 18 del artículo siguiente; 2° Ser el juez consorte o pariente consanguíneo legítimo en cualquiera de los grados de la línea
recta y en la colateral hasta el segundo grado inclusive, o ser padre o hijo natural o adoptivo de alguna de las partes o de sus
representantes legales; 3° Ser el juez tutor o curador de alguna de las partes, o ser albacea de alguna sucesión, o síndico de alguna
quiebra, o administrador de algún establecimiento, o representante de alguna persona jurídica que figure como parte en el juicio; 4°
Ser el juez ascendiente o descendiente legítimo, padre o hijo natural o adoptivo del abogado de alguna de las partes; 5° Haber sido el
juez abogado o apoderado de alguna de las partes en la causa actualmente sometida a su conocimiento o haber intervenido en ella
como mediador. 6° Tener el juez, su consorte, ascendientes o descendientes legítimos, padres o hijos naturales o adoptivos, causa
pendiente en que deba fallar como juez alguna de las partes; 7° Tener el juez, su consorte, ascendientes o descendientes legítimos,
padres o hijos naturales o adoptivos, causa pendiente en que se ventile la misma cuestión que el juez debe fallar; 8° Haber el juez
manifestado su dictamen sobre la cuestión pendiente con conocimiento de los antecedentes necesarios para pronunciar sentencia, y 9°
Ser el juez, su consorte, o alguno de sus ascendientes o descendientes legítimos, padres o hijos naturales o adoptivos, heredero
instituido en testamento por alguna de las partes. Lo dicho en este artículo es sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 1324 y en los
incisos tercero y cuarto del artículo 1325 del Código Civil. Respecto de los jueces con competencia criminal, son causas de implicancia,
además, las siguientes: 1º Haber intervenido con anterioridad en el procedimiento como fiscal o defensor; 2º Haber formulado
acusación como fiscal, o haber asumido la defensa, en otro procedimiento seguido contra el mismo imputado, y 3º Haber actuado el
miembro del tribunal de juicio oral en lo penal como juez de garantía en el mismo procedimiento.
DOBLE ASPECTO
IMPARCIALIDAD
Juez (garantía y oral) no se
encuentren afectos con
alguna causal de
inhabilidad, que los haga
ser “parciales” en el
juzgamiento.
IMPLICANCIAS Y RECUSACIONES
Art. 196 COT: Son causas de recusación: 1° Ser el juez pariente consanguíneo simplemente ilegítimo en toda la línea recta y
en la colateral hasta el cuarto grado inclusive, o consanguíneo legítimo en la línea colateral desde el tercero hasta el cuarto grado
inclusive, o afín hasta el segundo grado también inclusive, de alguna de las partes o de sus representantes legales; 2° Ser el juez
ascendiente o descendiente ilegítimo, hermano o cuñado legítimo o natural del abogado de alguna de las partes; 3° Tener el juez
superior alguno de los parentescos designados en el inciso precedente o en el número 4° del artículo 195, con el juez inferior que
hubiere pronunciado la sentencia que se trata de confirmar o revocar; 4° Ser alguna de las partes sirviente, paniaguado o dependiente
asalariado del juez, o viceversa; 5° Ser el juez deudor o acreedor de alguna de las partes o de su abogado; o serlo su consorte o alguno
de sus ascendientes, descendientes o parientes colaterales dentro del segundo grado. Sin embargo, no tendrá aplicación la causal del
presente número si una de las partes fuere alguna de las instituciones de previsión fiscalizadas por la Superintendencia de Seguridad
Social, la Asociación Nacional de Ahorro y Préstamo, o uno de los Servicios de Vivienda y Urbanización, a menos que estas instituciones
u organismos ejerciten actualmente cualquier acción judicial contra el juez o contra alguna otra de las personas señaladas o viceversa.
6° Tener alguno de los ascendientes o descendientes simplemente ilegítimos del juez o los parientes colaterales del mismo dentro del
segundo grado, causa pendiente que deba fallar como juez alguna de las partes. 7° Tener alguno de los ascendientes o descendientes
simplemente ilegítimos del juez o los parientes colaterales del mismo dentro del segundo grado, causa pendiente en que se ventile la
misma cuestión que el juez deba fallar; 8° Tener pendientes alguna de las partes pleito civil o criminal con el juez, con su consorte, o
con alguno de sus ascendientes, descendientes o parientes colaterales dentro del segundo grado. Cuando el pleito haya sido
promovido por alguna de las partes, deberá haberlo sido antes de la instancia en que se intenta la recusación; 9° Haber el juez
declarado como testigo en la cuestión actualmente sometida a su conocimiento; 10. Haber el juez manifestado de cualquier modo su
dictamen sobre la cuestión pendiente, siempre que lo hubiere hecho con conocimiento de ella; 11. Ser alguno de los ascendientes o
descendientes ilegítimos del juez o alguno de sus parientes colaterales dentro del segundo grado, instituido heredero en testamento
por alguna de las partes; 12. Ser alguna de las partes heredero instituido en testamento por el juez; 13. Ser el juez socio colectivo,
comanditario o de hecho de alguna de las partes, serlo su consorte o alguno de los ascendientes o descendientes del mismo juez, o
alguno de sus parientes colaterales dentro del segundo grado. 14. Haber el juez recibido de alguna de las partes un beneficio de
importancia, que haga presumir empeñada su gratitud; 15. Tener el juez con alguna de las partes amistad que se manifieste por actos
de estrecha familiaridad; 16. Tener el juez con alguna de las partes enemistad, odio o resentimiento que haga presumir que no se halla
revestido de la debida imparcialidad; 17. Haber el juez recibido, después de comenzado el pleito, dádivas o servicios de alguna de las
partes, cualquiera que sea su valor o importancia, y 18. Ser parte o tener interés en el pleito una sociedad anónima de que el juez sea
accionista. No obstante lo dispuesto en el inciso precedente, no constituirá causal de recusación la circunstancia de que una de las
partes fuere una sociedad anónima abierta. Lo prevenido en el inciso anterior no regirá cuando concurra la causal señalada en el Nº 8
de este artículo. Tampoco regirá cuando el juez, por sí solo o en conjunto con alguna de las personas indicadas en el numerando octavo,
fuere dueño de más del diez por ciento del capital social. En estos dos casos existirá causal de recusación.
Además, se requiere que el Tribunal no albergue ningún tipo de prejuicio en cuanto al fondo
del asunto sometido a su decisión. Existe prejuzgamiento cuando un Juez es llamado a juzgar nuevamente
acerca de una imputación, sobre la cual haya juzgado.
Veremos que, los jueces, además de imparciales, deben en estas nuevas materias (sentencias
penales orales), ser incontaminados con los hechos investigados en forma previa, no deben conocerlos, porque
precisamente la prueba de los mismos, tendrá que rendirse en la audiencia de juicio oral, esto es, ante los
mismos jueces, quienes deberán estar atentos y con todos sus sentidos bien dispuestos. Ello, porque cuando los
jueces resuelven algún problema, o mejor dicho, pretenden resolverlo, primero tratan de indagar sobre los
hechos, el “qué, cómo y cuándo ocurrió tal cosa o tal otra”, luego, a esos hechos, le aplican, así en sentido
genérico “el derecho”.
Artículo 75. Inhabilitación del juez de garantía. Planteada la inhabilitación del juez de garantía, quien debiere
subrogarlo conforme a la ley continuará conociendo de todos los trámites anteriores a la audiencia de preparación del
juicio oral, la que no se realizará hasta que se resolviere la inhabilitación.
Artículo 76. Inhabilitación de los jueces del tribunal del juicio oral. Las solicitudes de inhabilitación de los jueces
del tribunal de juicio oral deberán plantearse, a más tardar, dentro de los tres días siguientes a la notificación de la
resolución que fijare fecha para el juicio oral, y se resolverán con anterioridad al inicio de la respectiva audiencia.
Cuando los hechos que constituyeren la causal de implicancia o recusación llegaren a conocimiento de
la parte con posterioridad al vencimiento del plazo previsto en el inciso anterior y antes del inicio del juicio oral, el
incidente respectivo deberá ser promovido al iniciarse la audiencia del juicio oral.
Con posterioridad al inicio de la audiencia del juicio oral, no podrán deducirse incidentes relativos a la
inhabilitación de los jueces que integraren el tribunal. Con todo, si cualquiera de los jueces advirtiere un hecho nuevo
constitutivo de causal de inhabilidad, el tribunal podrá declararla de oficio.
El tribunal continuará funcionando con exclusión del o de los miembros inhabilitados, si éstos
pudieren ser reemplazados de inmediato en virtud de lo dispuesto en el inciso quinto del artículo 281, o si continuare
integrado por, a lo menos, dos jueces que hubieren concurrido a toda la audiencia. En este último caso, deberán alcanzar
unanimidad para pronunciar la sentencia definitiva. Si no se cumpliere alguna de estas condiciones, se anulará todo lo
obrado en el juicio oral.
EXCEPCIÓN
CON POSTERIORIDAD
AL INICIO DE AUDIENCIA SI CUALQUIERA DE LOS JUECES
ADVIRTIERE UN HECHO NUEVO
NO SE PUEDE CONSTITUTIVO DE CAUSAL DE
INHABILIDAD, EL TRIBUNAL PODRÁ
DECLARARLA DE OFICIO
Artículo 281.- Fecha, lugar, integración y citaciones. El juez de garantía hará llegar el auto de apertura del juicio oral
al tribunal competente, dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes al momento en que quedare firme.
También pondrá a disposición del tribunal de juicio oral en lo penal las personas sometidas a prisión
preventiva o a otras medidas cautelares personales.
Una vez distribuida la causa, cuando procediere, el juez presidente de la sala respectiva procederá de
inmediato a decretar la fecha para la celebración de la audiencia del mismo, la que deberá tener lugar no antes de quince ni
después de sesenta días desde la notificación del auto de apertura del juicio oral.
Señalará, asimismo, la localidad en la cual se constituirá y funcionará el tribunal de juicio oral en lo
penal, si se tratare de alguno de los casos previstos en el artículo 21 A del Código Orgánico de Tribunales.
Proveyó don Francisco Hermosilla Iriarte, Juez Titular del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Valparaíso.
Resolución incluida en el estado diario del día de hoy.
“La persona condenada, absuelta o sobreseída definitivamente por sentencia ejecutoriada, no podrá ser
sometida a un nuevo procedimiento penal por el mismo hecho”.
Se consagra así la proscripción del doble enjuiciamiento por el mismo hecho, de donde
A través de esta garantía se busca proteger al imputado del riesgo de una nueva persecución
penal, simultánea o sucesiva por los mismos hechos atribuidos en una persecución penal anterior dirigida en
su contra.
En general, se afirma que existe identidad cuando concurren copulativamente las siguientes
condiciones: 72
El artículo 4 del Código Procesal penal Modelo para Iberoamérica trata este tema de la
siguiente manera:
Art. 4 CPPMIB: 4. Única persecución. Nadie debe ser perseguido penalmente más de una vez por el mismo
hecho.
Sin embargo, será admisible una nueva persecución penal: cuando la primera fue intentada ante un
tribunal incompetente que por ese motivo clausuró el procedimiento; cuando la clausura del procedimiento
proviene de defectos en la promoción o en el ejercicio de la persecución penal, que no debió iniciarse o
proseguirse, o no debió iniciarse o proseguirse por quien la ejerció, según obstáculo legal que no inhiba la
punibilidad del imputado; o cuando un mismo hecho debe ser juzgado por tribunales o procedimientos
diferentes, que no puedan unificarse según las reglas respectivas. Rige, también, el art. 359, párrafo. II.
La absolución o el sobreseimiento (absolución anticipada) por un delito no impedirá la persecución penal
posterior por una contravención o falta derivada del mismo hecho imputado, y viceversa, ni el
procedimiento realizado por una autoridad disciplinaria inhibirá la persecución penal derivada del mismo
hecho.
71
Véase los Arts. 14.7 PIDCP y 8.4 CADH.
72
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés, Ob. Cit., Tomo I año 2002, pág. 88, citando a Binder señalan sobre el
particular que “En general, se afirma que existirá identidad entre la persecución penal y, por lo tanto, infracción de la garantía, cuando
concurran tres identidades o correspondencias: 1) identidad de persona (eadem persona); 2) identidad de objeto (eadern res); y 3)
identidad de motivo de persecución (causa petendi)”.
Riesgo nueva
Relativa
Persecución Relativa
Persona actividad típica
Bien j. protegido
Penal
Triple Objeto (núcleo fáctico) Permite Grados desarrollo delito
Identidad Núcleo esencial
hecho Circunst. Fácticas agravatorias
Identidad causa
ascendente
Formas de participación
Cambios calificación jurídica descendente
Este derecho a un juez natural se encuentra consagrado en los artículos 10 de la DUDH, 14.1
del PIDCP y 8.1 de la CADH. Por su parte el artículo 2 del CPP precisa que:
Artículo 2º.- Juez natural. Nadie podrá ser juzgado por comisiones especiales, sino por el tribunal que señalare la ley y
que se hallare establecido por ésta con anterioridad a la perpetración del hecho.
Según el profesor Alberto Binder, 73 la denominación derecho al juez natural tiene su origen
en el sistema feudal, donde, siendo la costumbre la principal fuente del derecho, se hacía imprescindible que el
juez y los jurados conocieran la vida local y las costumbres del lugar. En otras palabras, debía tratarse de un
juez respetado por la comunidad, que conociera la vida, características y costumbres de ese pueblo.
Modernamente, sin embargo, el concepto dice relación con la predeterminación legal del
juez, que tiene por objeto asegurar, como garantía para el justiciable, la imposibilidad de influir indebidamente
en la designación del tribunal competente para el enjuiciamiento.
73
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés; Ob.cit.pág.62
74
CERDA SAN MARTÍN, Rodrigo y HERMOSILLA IRIARTE, Francisco; “Código Procesal Penal, Comentarios, Concordancias y
Jurisprudencia”, Editorial Librotecnia, 2ª edición
Igualmente, se halla establecido en el artículo 8.2 de la CADH, que expresa: “Toda persona
inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se establezca legalmente su
culpabilidad”.
Artículo 4º.- Presunción de inocencia del imputado. Ninguna persona será considerada culpable ni tratada como tal
en tanto no fuere condenada por una sentencia firme.
Más que un derecho de carácter procesal, se trata de un principio que inspira todo el nuevo
procedimiento penal, como se desprende de la lectura atenta de muchas de sus disposiciones, especialmente
las relativas a las medidas cautelares personales. Impone a los Jueces, Fiscales y demás Intervinientes, la
obligación de considerar y tratar como inocente al imputado en todos los actos de investigación y de
procedimiento, en tanto no fuere condenado por sentencia firme.
De acuerdo con lo que se ha señalado, si los fiscales del Ministerio Público estiman que el
imputado es culpable de un hecho delictivo determinado, se encuentran en la necesidad de demostrar que así
lo es, debe destruir esta verdadera presunción legal que lo ampara, encaminando la investigación hacia ese
objetivo, por ello pesa sobre ellos la carga de la prueba.
Este principio tiene decisiva importancia con respecto al derecho del imputado a gozar de su
libertad mientras se desarrolla el procedimiento. La prisión preventiva es una medida cautelar de carácter
excepcional, que sólo procederá cuando las demás medidas cautelares sean incapaces de asegurar las
finalidades del proceso.
De otro lado, sólo se considera actividad probatoria idónea para desvirtuar la presunción de
inocencia, la que tiene lugar en el juicio, con la salvedad del procedimiento abreviado, donde los antecedentes
de la carpeta de la investigación sirven para adoptar la decisión.
Sobre el imputado no recae ninguna carga de probar su inocencia, sino por el contrario, ella
recae exclusivamente sobre la acusación. Por consiguiente, si en el juicio no se produce la prueba de cargo, se
mantiene la presunción de inocencia y debe procederse a la absolución del acusado, excepcionalmente el
acusado deberá probar cuando su defensa consista, principalmente en una teoría alternativa del caso, como
75
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés; Ob.cit., pág.78
Otra excepción a esta regla general del onus probandi ó carga de la prueba, queda de
manifiesta en la ley de lavado de activos, allí, los imputados deberán demostrar la procedencia lícita de los
bienes que posean, allí pesará sobre ellos la carga de esa prueba, en consecuencia, si deben defenderse, deberán
declarar.
El tratamiento del imputado como inocente, está contemplado también en el artículo 3° del
Código Procesal Penal Modelo para Iberoamérica.
Art. 3° CPPMIB: Tratamiento del imputado como inocente. El imputado o acusado debe ser tratado como
inocente durante el procedimiento, hasta tanto una sentencia firme le imponga una pena o una medida de
seguridad y corrección.
Las disposiciones de esta ley que restringen la libertad del imputado o limitan el ejercicio de sus facultades
serán interpretadas restrictivamente; en esta materia, la interpretación extensiva y la analogía quedan
prohibidas, mientras no favorezcan la libertad del imputado o el ejercicio de sus facultades.
Las únicas medidas de coerción posibles en contra del imputado son las que este Código autoriza; tendrán
carácter de excepcionales y serán proporcionadas a la pena o medida de seguridad y corrección que se
espera del procedimiento, con estricta sujeción a las disposiciones pertinentes.
La duda favorece al imputado.
El artículo 4 CPP refiere que “Ninguna persona será considerada culpable ni tratada como tal en
tanto no fuere condenada por una sentencia firme”, lo anterior significa que mientras no exista una sentencia
condenatoria firme o ejecutoriada deberá dársele un trato respetuoso y considerarlo inocente, es decir los
Jueces, los Fiscales y miembros de la Policía, no podrían presentar a un imputado como culpable y no podrían
brindar información a su respecto, en ese sentido, a los medios de comunicación social.
Se pretende con ello que cualquier ciudadano que sea imputado, mientras no se dice
sentencia definitiva de condena y ella esté firme, es decir, ya no pueda recurrirse de aquella, debe ser
considerado como inocente, porque bien pudiera ocurrir que esa persona imputada, al final del juicio sea
absuelta de los cargos enderezados en su contra, o bien un Tribunal Superior, conociendo de un recurso,
declare finalmente su inocencia.
Sabido es que la información anticipada, antes de un juicio oral y público, proporcionada por
los medios de comunicación social, acerca de la autoría culpable de un detenido nunca logra ser borrada del
sentimiento colectivo y ese daño causado a veces gratuitamente, sin esperar que el imputado se defienda en un
juicio, aunque al final logre su absolución, es decir se le declare inocente, no resulta, pues siempre para parte
de la sociedad será un culpable.
Además, una cosa es que se le considere y trate como inocente y otra es que realmente lo sea,
por ello, esta persona imputada tiene derechos, porque en caso de ser culpable, debe ser defendido
técnicamente para lograr una pena justa. Este sistema contempla la posibilidad de un reconocimiento
temprano de culpabilidad y a ello le atribuye ciertas ventajas, eso se hace pensando básicamente en la
economía de recursos que le significa al Estado el no llegar a juicio oral y terminar el proceso por salidas
alternas o procedimientos más rápidos y efectivos como el llamado procedimiento abreviado, cuando lo
proponga el Ministerio Público y donde el imputado admite el hecho que se le atribuye y acepta la aplicación
de este procedimiento, quien será beneficiado con el tope de una pena de hasta 5 años de presidio o reclusión
menor en su grado máximo.
De acuerdo con lo que se ha señalado, si los fiscales del Ministerio Público estiman que el
imputado es culpable de un hecho delictivo determinado, se encuentran en la necesidad de demostrar que así
lo es, debe destruir esta verdadera presunción de inocencia que lo ampara, encaminando la investigación hacia
ese objetivo.
De acuerdo con lo que se ha señalado, si los fiscales estiman, dentro del marco del sistema
procedimental, que una persona, no obstante el principio de inocencia enunciado, es culpable de un hecho
delictivo determinado, debe demostrar que así lo es, con el objeto de destruir esta verdadera presunción legal
que lo ampara, pesando sobre él la carga de la prueba.
En este sistema el imputado no tiene el deber de declarar la verdad, como ocurre con los
testigos y peritos, no lo hace bajo juramento o promesa, sino solamente exhortado a ser veraz.
Así las cosas, del silencio del imputado no se pueden inferir consecuencias en su contra y
puede el imputado declarar cuantas veces quiera. 76 La confesión no puede ser inducida por el Estado de
76
PÉREZ DEL VALLE, Carlos; Ponencia del Aula Iberoamericana, Cartagena de Indias, Colombia, año 2008, titulada: Sobre el
Derecho al silencio, monografía 5.La instrucción de derechos al imputado y la libertad de declarar: las consecuencias del silencio. El
enfoque de la tesis del status negativo, que se ha puesto en relación con el derecho a ser oído como derecho de la persona cuando es
objeto del proceso en la fase de investigación, conduce directamente a la relación con las declaraciones del imputado, y especialmente
a sus manifestaciones durante la incriminación. Es más: incluso en el derecho inglés se admite que su operatividad en las fases
anteriores al juicio es contenido esencial del derecho a no declarar contra sí mismo y, en particular, el derecho del sospechoso o del
acusado a declinar la contestación de ciertas preguntas durante la investigación policial y los interrogatorios. Pero la libertad de
declarar puede ser examinada también en dos perspectivas: como exigencia de condiciones de la declaración que afectan al contenido
mismo del derecho a ser oído y, por tanto, que permiten al imputado declarar o no hacerlo (el derecho a guardar silencio); y como
exigencia condiciones mínimas que permiten entender que su declaración se ha prestado con libertad y, por tanto, como ausencia de
obstáculos externos. A la primera de estas perspectivas se dedican las reflexiones que siguen, mientras que la segunda será examinada
en el status negativo propio de la privación de libertad. Por una parte, es preciso hacer una referencia a las consecuencias de la
negativa a declarar o a contestar a algunas preguntas del acusado. Se indica, con frecuencia, que es posible que el silencio no puede ser
utilizado en perjuicio del acusado: es obvio que si el silencio es un derecho fundado en la imposibilidad de coacción para hacer declarar
al imputado y que encuentra respaldo en su derecho a ser oído, la posibilidad de una interpretación de la negativa a declarar que
perjudicase a quien guarda silencio sería absurda. Por una parte, en esta dirección se encuentran los preceptos legales que, en los
sistemas de derecho continental, excluyen el juramento de verdad al imputado. La consecuencia que se deriva de ello es, desde luego,
que el juez penal no puede, en una valoración conjunta de las pruebas, utilizar este silencio como un elemento inculpatorio del
imputado. De otro modo, el ejercicio de una facultad vinculada al derecho a ser oído y, más directamente, a la facultad de escoger los
medios para su defensa, como es el derecho a guardar silencio, llevaría a consecuencias negativas de inculpación del propio acusado, y
La garantía en estudio rige todas las etapas del proceso, tanto en los actos iniciales como en
el desarrollo de la etapa preparatoria, en la etapa intermedia y, por supuesto, adquiere su mayor relevancia en
la etapa del juicio, que es donde se produce la actividad probatoria por excelencia.
El principio de legalidad enuncia que el Ministerio Público está obligado a iniciar y sostener la
persecución penal de todo delito que llegue a su conocimiento, sin que pueda suspenderla, interrumpirla o
hacerla cesar a su mero arbitrio. 77
Su fundamento actual es la vigencia del principio de igualdad ante la ley, se pretende que la
persecución penal no quede sujeta al arbitrio de un órgano estatal, cuya decisión de perseguir o no un delito y
la forma de hacerlo podría ser discriminatoria. El principio de legalidad impone así al Estado, la obligación de
perseguir por igual todos los delitos que se cometen en una sociedad determinada, sin permitirle seleccionar
entre ellos de manera alguna.
esto supone indudablemente un contrasentido. Estarían por tanto vedadas en la motivación de una sentencia condenatoria
motivaciones que aplicaran la máxima: “el que calla otorga”. Pero tampoco está autorizado el juez, en el momento de valoración de la
prueba, a cuestionarse sobre el motivo del silencio del acusado; el acusado puede guardar silencio por resignación, por una
ponderación personal con otros intereses propios o ajenos o incluso por reacciones de boicot al proceso penal, incluso por razones
políticas. Mientras esta primera conclusión es muy clara en relación con el silencio total respecto de los hechos, la cuestión es más
debatida si se trata de un silencio parcial: el acusado responde algunas preguntas y otras no. En este punto, hay dos opiniones al
respecto: por un lado, se piensa que el silencio parcial debe valorarse como una parte de las manifestaciones; por otro, se indica
también que el silencio parcial es también ejercicio de un derecho, y que una ponderación respecto de lo que calla supondría su
vulneración. La solución, sin embargo, debe ser negativa: en ningún caso el silencio puede ser interpretado como prueba contra el
acusado, ni siquiera como indicio de refuerzo de la convicción del tribunal: el derecho a guardar silencio no es una consecuencia de la
“libertad de auto inculparse” –que no existe- sino de la “libertad para determinar el modo y forma de defensa”; por tanto, no sólo
puede acogerse al silencio quien ha cometido el delito y no quiere confesar, sino también quien es inocente y considera que ésta es la
forma adecuada de defenderse. Es evidente que en este último caso, una interpretación del silencio del acusado, aun parcial, sería
errónea.
77
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés; Ob.cit., pág. 46
Artículo 3°.- Exclusividad de la investigación penal. El ministerio público dirigirá en forma exclusiva la
investigación de los hechos constitutivos de delito, los que determinaren la participación punible y los que
acreditaren la inocencia del imputado, en la forma prevista por la Constitución y la ley.
Es un principio clave y rector de este sistema, que pese a no señalarse explícitamente como
regla técnica del proceso, se halla inmerso implícitamente, como en el artículo 330 del CPP, al tratar del contra
interrogatorio.
Artículo 330. Métodos de interrogación. En sus interrogatorios, las partes que hubieren presentado a un
testigo o perito no podrán formular sus preguntas de tal manera que ellas sugirieren la respuesta.
Durante el contrainterrogatorio, las partes podrán confrontar al perito o testigo con sus propios
dichos u otras versiones de los hechos presentadas en el juicio.
En ningún caso se admitirán preguntas engañosas, aquéllas destinadas a coaccionar ilegítimamente
al testigo o perito, ni las que fueren formuladas en términos poco claros para ellos.
Estas normas se aplicarán al imputado cuando se allanare a prestar declaración.
Este principio también está implícitamente inmerso en el resto de la normativa del Código,
su finalidad principal es la de controvertir por el litigante opositor las argumentaciones o probanzas de su
contraparte, en otras palabras permitirle hacerse cargo de los antecedentes que le exhibe al tercero imparcial, el
Juez, produciendo sus propias alegaciones, tendientes a rebatirlas, sólo de esa manera los jueces quedarán en
mejores condiciones para resolver, pues si, por ejemplo una prueba testimonial rendida pasó el test de
“veracidad” al ser contra interrogado ese testigo por el interviniente contrario, el juez podrá convencerse o de
la falsedad de sus dichos, o bien de la veracidad de los mismos.
Es por eso mismo, una manifestación del derecho de defensa, que consiste básicamente en la
necesidad de que los intervinientes sean oídos, puedan alegar y probar para conformar la resolución judicial,
y de que conozcan y puedan rebatir todos los materiales de hecho y de derecho que puedan influir en la
resolución judicial. Constituye, por eso mismo, una de las facetas del principio de contradicción. Veremos más
adelante, que existen ciertas técnicas para hacerlo valer en juicio.
Contra interrogatorios
CONTRADICCIÓN
Asegurar la calidad de la información que
deberá pasar el test de poder ser
controvertida por la contraria, sólo así se
intentará asegurar su verdadero valor
“verdad”.
Se le encuentra como una de las reglas técnicas ó principios rectores del proceso, que se
menciona a propósito del juicio oral en el inciso o apartado primero del artículo 284 del CPP.
Artículo 284. Presencia ininterrumpida de los jueces y del ministerio público en el juicio oral. La audiencia del
juicio oral se realizará con la presencia ininterrumpida de los jueces que integraren el tribunal y del fiscal, sin
perjuicio de lo dispuesto en el artículo 258.
Lo dispuesto en el inciso final del artículo 76 respecto de la inhabilidad se aplicará también a los
casos en que, iniciada la audiencia, faltare un integrante del tribunal de juicio oral en lo penal.
Cualquier infracción de lo dispuesto en este artículo implicará la nulidad del juicio oral y de la
sentencia que se dictare en él.
INMEDIACIÓN
Manifestación de la
INMEDIACIÓN
TRIBUNAL FORMARÁ
PRESENCIA LA DECISIÓN DEBE
SU CONVICCIÓN
ININTERRUMPIDA SER DADA A
SOBRE LA BASE
JUECES ES CONOCER AL FINAL
TODA LA PRUEBA
REQUISITO VALIDEZ DE LA AUDIENCIA
RENDIDA EN EL
DEL JUICIO ORAL
JUICIO ORAL
Según el profesor Claus Roxin 78 el principio de inmediación implica dos cosas distintas:
a) El tribunal que dicta la sentencia debe observar por sí mismo la recepción de la prueba
(inmediación formal); y
b) El tribunal debe extraer los hechos de la fuente, por sí mismo, sin utilizar equivalente
probatorio alguno (inmediación material).
78
ROXIN, Claus, “Derecho Procesal Penal”, Editores del Puerto, Argentina 2° edición, año 2000, página 394
Y también, indirectamente como causal de nulidad en el literal a) del artículo 373 del CPP.
Artículo 373.- Causales del recurso. Procederá la declaración de nulidad del juicio oral y de la sentencia:
a) Cuando, en cualquier etapa del procedimiento o en el pronunciamiento de la sentencia, se hubieren
infringido sustancialmente derechos o garantías asegurados por la Constitución o por los tratados internacionales
ratificados por Chile que se encuentren vigentes
Dado que si los jueces no están presentes en parte o todo el juicio donde se recibe la prueba y
las alegaciones de las partes, violarán implícitamente las normas del debido proceso y luego, si ellos llegaran a
resolver, lógicamente afectarían la apreciación de la prueba de acuerdo a las reglas de la sana crítica, pues
según el inciso segundo del artículo 297 del CPP, el Tribunal formará su convicción de la valoración conjunta
y armónica de toda la prueba producida y si algún juez no estuvo presente en su rendición, mal podrá cumplir
con esta norma.
Artículo 297. Valoración de la prueba. Los tribunales apreciarán la prueba con libertad, pero no podrán contradecir
los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados.
El tribunal deberá hacerse cargo en su fundamentación de toda la prueba producida, incluso de aquélla que
hubiere desestimado, indicando en tal caso las razones que hubiere tenido en cuenta para hacerlo.
La valoración de la prueba en la sentencia requerirá el señalamiento del o de los medios de prueba mediante los
cuales se dieren por acreditados cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren por probados. Esta fundamentación
deberá permitir la reproducción del razonamiento utilizado para alcanzar las conclusiones a que llegare la sentencia.
Respecto a la inmediación material, la ley procesal ordena que la prueba que debe servir de
base a la sentencia es la que se rinde durante la audiencia del juicio, según prescribe el artículo 296 del CPP,
pues se exige que los testigos sean interrogados personalmente y que la convicción del tribunal se forme sobre
la base de la prueba producida durante el juicio oral, salvas las excepciones legales, como es la prueba
anticipada, por ejemplo, o bien la prueba rendida en el extranjero.
La audiencia del juicio debe desarrollarse en forma oral, tanto en lo relativo a las alegaciones
y argumentaciones de las partes como a las declaraciones del acusado, a la recepción de las pruebas y, en
general, a toda intervención de quienes participaren en ella. Las resoluciones serán dictadas y fundamentadas
verbalmente por el tribunal, salvo la sentencia que es escrita.
A él también se refiere el artículo 291 CPP, cuando habla de la oralidad en el juicio oral.
Artículo 291. Oralidad. La audiencia del juicio se desarrollará en forma oral, tanto en lo relativo a las alegaciones y
argumentaciones de las partes como a las declaraciones del acusado, a la recepción de las pruebas y, en general, a toda
ORALIDAD
O E
ADN
DROGAS
R X ALCOHOLEMIA
C
A E
REGLA P PBA. ANTICIPADA
GENERAL L C ACUERDO PARTES Y AQ-T.
NO COMP. IMPUT. ACUSADO
I IO
N COIMPUT. REBELD. ANTE JG
D E
REFRESCA MEMORIA
S
A CONTRADICCIONES
ACLARACIONES
D
Siguiendo a Claus Roxin podemos decir que el fundamento de la publicidad es triple: “Su
significado esencial reside en consolidar la confianza pública en la administración de justicia, fomentar la responsabilidad
de los órganos de la administración de justicia y evitar la posibilidad de que circunstancias ajenas a la causa influyan en el
tribunal y, con ello, en la sentencia” 79 .
Desde la visión del ciudadano, el principio de la publicidad procesal permite que los
gobernados conozcan en forma directa como se tramitan los juicios y ejerzan un escrutinio mucho más amplio
sobre los juzgadores, quienes son responsables ante la sociedad del debido ejercicio de sus atribuciones. El
principio de publicidad está consagrado en los artículos 8.5 de la CADH, 14.1 del PIDCP.
La publicidad tiene ese triple objetivo al que se ha referido a Roxin, esto es, consolidar la
confianza pública en la administración de justicia, fomentar la responsabilidad de los órganos de la
administración de justicia y evitar la posibilidad de que circunstancias ajenas a la causa influyan en el tribunal
y, con ello, en la sentencia. A él se refiere, en el juicio oral, el artículo 289 del CPP.
79
ROXIN, Claus; Ob. Cit. pág. 407
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REGLA EL TRIBUNAL A PETICIÓN
GENERAL EXCEPCIONES DE PARTE Y POR RESOLUCIÓN
FUNDADA PUEDE ADOPTAR
MEDIDAS, CUANDO ELLAS
RESULTEN NECESARIAS PARA
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PROTEGER INTIMIDAD EL HONOR
La concentración como principio en este sistema implica que todos los actos procesales
cometidos en audiencias se lleven a efecto de manera continuada, concentrada, es decir, que se rindan todos en
audiencias ojala sucesivas, sin interrupciones ni dilaciones, como se desprende claramente de los artículos 282
y 283 CPP.
Artículo 282. Continuidad del juicio oral. La audiencia del juicio oral se desarrollará en forma continua y podrá
prolongarse en sesiones sucesivas, hasta su conclusión. Constituirán, para estos efectos, sesiones sucesivas, aquéllas que
tuvieren lugar en el día siguiente o subsiguiente de funcionamiento ordinario del tribunal.
SESIONES SUCESIVAS
(se entiende por sesiones SUSPENSIONES
sucesivas aquellas que
tuvieren lugar en el día
siguiente o subsiguiente de 2 VECES
funcionamiento ordinario del
Tribunal) art. 282 MÁXIMO 10 DÍAS
NULIDAD
El artículo 14 del CPP, tratando de la actividad procesal en el párrafo de los plazos señala:
Artículo 14. Días y horas hábiles. Todos los días y horas serán hábiles para las actuaciones del procedimiento penal y
no se suspenderán los plazos por la interposición de días feriados.
No obstante, cuando un plazo de días concedido a los intervinientes venciere en día feriado, se considerará
ampliado hasta las veinticuatro horas del día siguiente que no fuere feriado.
Por otra parte, el artículo 283 CPP, se refiere a las suspensiones del juicio de la siguiente
manera.
Artículo 283.- Suspensión de la audiencia o del juicio oral. El tribunal podrá suspender la audiencia hasta por dos
veces solamente por razones de absoluta necesidad y por el tiempo mínimo necesario de acuerdo con el motivo de la
suspensión. Al reanudarla, efectuará un breve resumen de los actos realizados hasta ese momento.
El juicio se suspenderá por las causas señaladas en el artículo 252. Con todo, el juicio seguirá adelante cuando la
declaración de rebeldía se produjere respecto del imputado a quien se le hubiere otorgado la posibilidad de prestar
declaración en el juicio oral, siempre que el tribunal estimare que su ulterior presencia no resulta indispensable para la
prosecución del juicio o cuando sólo faltare la dictación de la sentencia.
La suspensión de la audiencia o la interrupción del juicio oral por un período que excediere de diez días impedirá
su continuación. En tal caso, el tribunal deberá decretar la nulidad de lo obrado en él y ordenar su reinicio.
Cuando fuere necesario suspender la audiencia, el tribunal comunicará verbalmente la fecha y hora de su
continuación, lo que se tendrá como suficiente citación.
Consiste básicamente en la necesidad de que los intervinientes sean oídos, puedan alegar y
probar para conformar la resolución judicial, y de que conozcan y puedan rebatir todos los materiales de hecho
y de derecho que puedan influir en la resolución judicial.
De acuerdo a la Carta Fundamental chilena, toda persona tiene derecho a defensa jurídica en
la forma que la ley señale.
En cuanto a la defensa material el artículo 8.1 de la CADH señala que cualquier interviniente
en un proceso criminal tiene derecho a ser oído, a formular sus alegaciones y a intervenir en el proceso por sí o
por abogado.
Nuestro Código Procesal Penal se refiere a la defensa material, en el inciso 2° del artículo 8°
que establece que el imputado tendrá derecho a formular los planteamientos y alegaciones que considere
oportunos, así como a intervenir en todas las actuaciones judiciales y en las demás del procedimiento, salvas
las excepciones expresamente previstas en el Código y a la defensa técnica en el inciso 1° del mismo artículo.
Artículo 8º. Ámbito de la defensa. El imputado tendrá derecho a ser defendido por un letrado desde la primera
actuación del procedimiento dirigido en su contra. Todo imputado que carezca de abogado tendrá derecho irrenunciable a
que el Estado le proporcione uno. La designación del abogado la efectuará el juez antes de que tenga lugar la primera
actuación judicial del procedimiento que requiera la presencia de dicho imputado.
El imputado tendrá derecho a formular los planteamientos y alegaciones que considerare oportunos, así como a
intervenir en todas las actuaciones judiciales y en las demás actuaciones del procedimiento, salvas las excepciones
expresamente previstas en este Código.
Con respecto a la defensa técnica letrada el artículo 8 inciso 1° del CPP dispone que el
imputado deba ser defendido por un letrado desde la primera actuación judicial del procedimiento en que se
requiera la presencia del imputado.
Este derecho a defensa también se consagra en este Código en el artículo 102 CPP, de la
siguiente manera, al tratarse de la designación obligada de un defensor:
Artículo 102. Derecho a designar libremente a un defensor. Desde la primera actuación del procedimiento y hasta la
completa ejecución de la sentencia que se dictare, el imputado tendrá derecho a designar libremente uno o más defensores
Este tema de la defensa, está contemplado en el artículo 4° del Código Procesal Penal Modelo
para Iberoamérica.
Art. 4° CPPMIB: Defensa. Es inviolable la defensa en el procedimiento. Salvo las excepciones expresamente
previstas en este Código, el imputado tendrá derecho a intervenir en todos los actos del procedimiento que
incorporen elementos de prueba y a formular todas las instancias y observaciones que considere oportunas,
sin perjuicio del ejercicio del poder disciplinario por la autoridad correspondiente, cuando perjudique el
curso normal de los actos o del procedimiento; cuando esté privado de su libertad personal, podrá formular
sus instancias y observaciones por intermedio del encargado de su custodia, quien las transmitirá
inmediatamente al tribunal de la causa o al ministerio público.
El imputado tiene derecho a elegir un defensor letrado de su confianza. Si no lo hiciere, el tribunal
designará de oficio un defensor letrado, a más tardar antes de que se produzca la primera declaración del
imputado sobre el hecho, según la reglamentación para la defensa oficial. Si prefiriese defenderse por sí
mismo, el tribunal lo autorizará, sólo cuando no perjudique la eficacia de la defensa técnica y, en caso
contrario, designará de oficio un defensor letrado, sin que ello menoscabe su derecho a formular instancias
y observaciones, previsto en el párrafo anterior.
La misma disposición rige para el condenado o para aquel a quien se le hubiere impuesto una medida de
seguridad y corrección, en lo pertinente, hasta la extinción de la pena o la medida.
Como ya se ha mencionado, uno de los grandes avances de este Código es el que se haya
preocupado por la víctima y que mejor ejemplo de aquello, que lo que dispone el artículo 6 del CPP, señalando
en los principios básicos, la protección de la víctima.
Artículo 6º. -Protección de la víctima. El ministerio público estará obligado a velar por la protección de la víctima del
delito en todas las etapas del procedimiento penal. Por su parte, el tribunal garantizará conforme a la ley la vigencia de sus
derechos durante el procedimiento.
El Fiscal deberá promover durante el curso del procedimiento acuerdos patrimoniales, medidas
cautelares u otros mecanismos que faciliten la reparación del daño causado a la víctima. Este deber no importará el
ejercicio de las acciones civiles que pudieren corresponder a la víctima.
Asimismo, la policía y los demás organismos auxiliares deberán otorgarle un trato acorde con su
condición de víctima, procurando facilitar al máximo su participación en los trámites en que debiere intervenir.
De lo anotado en la disposición legal citada queda de manifiesto que no sólo será obligación
del ente persecutor velar por la protección de la víctima, sino que también esta obligación pesa sobre los
Tribunales, así a modo ejemplar, cabe traer a colación la norma de protección de aquellos para el juicio oral.
También cabe hacer notar, como ya se verá en este manual, en el capítulo II, a propósito de la
acción civil, que se ha definido por el legislador quien es la víctima, en el artículo 108 del CPP que previene:
Artículo 108. Concepto. Para los efectos de este Código, se considera víctima al ofendido por el delito.
En los delitos cuya consecuencia fuere la muerte del ofendido y en los casos en que éste no pudiere ejercer los
derechos que en este Código se le otorgan, se considerará víctima:
a) al cónyuge y a los hijos;
b) a los ascendientes;
c) al conviviente;
d) a los hermanos, y
e) al adoptado o adoptante.
Para los efectos de su intervención en el procedimiento, la enumeración precedente constituye un orden de
prelación, de manera que la intervención de una o más personas pertenecientes a una categoría excluye a las comprendidas
en las categorías siguientes.
El Título II del Libro I del CPP se refiere a la ACTIVIDAD PROCESAL, allí se habla entre
otras materias de: Los Plazos, Las comunicaciones entre las autoridades, Las comunicaciones y citaciones del
Ministerio Público, las Notificaciones y citaciones judiciales, las Resoluciones y otras actuaciones judiciales, el
Registro de las actuaciones judiciales, las Costas y las normas supletorias del CPC.
En el proceso penal no hay días inhábiles y los plazos no se suspenden por la interposición
de feriados y si un plazo de días vence en feriado, se prorroga o, como dice el Código, amplía hasta las 24
horas del día siguiente que no fuere feriado. Además, los plazos de horas establecidos en el Código comienzan
a regir o correr, inmediatamente después de ocurrido el hecho que fijare su iniciación, sin interrupción.
Artículo 14. Días y horas hábiles. Todos los días y horas serán hábiles para las actuaciones del procedimiento penal y
no se suspenderán los plazos por la interposición de días feriados.
No obstante, cuando un plazo de días concedido a los intervinientes venciere en día feriado, se considerará
ampliado hasta las veinticuatro horas del día siguiente que no fuere feriado
El Art.16 preceptúa que los plazos establecidos en el nuevo Código Procesal son FATALES e
IMPRORROGABLES, a menos que se indique lo contrario, en forma expresa, lo que, por cierto, admite la
excepción relativa al vencimiento del plazo en un día domingo o festivo. El carácter de fatales e
improrrogables rige tanto para aquellos plazos establecidos por la ley para las actuaciones propias del tribunal
como para aquellos dispuestos para las actuaciones de los intervinientes.
Artículo 16. Plazos fatales e improrrogables. Los plazos establecidos en este Código son fatales e improrrogables, a
menos que se indicare expresamente lo contrario.
El artículo l7 de este cuerpo legal instituye una figura nueva al prescribir que el tribunal
puede otorgar un NUEVO PLAZO hasta por el mismo período, a petición de parte, cuando el peticionario, por
un hecho que no le fuere imputable, como defecto en la forma de efectuar una notificación, o por caso fortuito
o fuerza mayor, se hubiere visto impedido de ejercer un derecho o desarrollar una actividad dentro del
término legal que tenía para ello. Este derecho deberá impetrarse dentro de los cinco días siguientes a aquél en
que hubiere cesado el impedimento. Como puede observarse, se trata, en verdad, de un entorpecimiento que
deberá ser alegado oportunamente y deberá ser acreditado por el solicitante ante el juez de garantía respectivo.
Artículo 17. Nuevo plazo. El que, por un hecho que no le fuere imputable, por defecto en la notificación, por fuerza
mayor o por caso fortuito, se hubiere visto impedido de ejercer un derecho o desarrollar una actividad dentro del plazo
establecido por la ley, podrá solicitar al tribunal un nuevo plazo, que le podrá ser otorgado por el mismo período. Dicha
solicitud deberá formularse dentro de los cinco días siguientes a aquél en que hubiere cesado el impedimento.
El Art. 19 previene que los intervinientes pueden RENUNCIAR, total o parcialmente, los
plazos establecidos a su favor, siempre que hagan una manifestación expresa en este sentido. Si el plazo fuere
común, la abreviación o la renuncia requerirán del consentimiento de todos los intervinientes y de la
APROBACIÓN del tribunal.
Artículo 18. Renuncia de plazos. Los intervinientes en el procedimiento podrán renunciar, total o parcialmente, a los
plazos establecidos a su favor, por manifestación expresa.
Si el plazo fuere común, la abreviación o la renuncia requerirán el consentimiento de todos los intervinientes y la
aprobación del tribunal.
Como se sabe, NOTIFICAR una resolución a alguna persona no es otra cosa que DARLE A
CONOCER dicha decisión, en forma íntegra, por cualquier medio apto.
El artículo 25 CPP dispone que la NOTIFICACIÓN deberá incluir una copia íntegra de la
resolución de que se trate, con la identificación del proceso en que recayere, a menos que la ley ordene agregar
otros antecedentes, o que el juez lo estimare necesario para la debida información del notificado o para el
adecuado ejercicio de sus derechos.
Según previene el artículo 24 del CPP, las notificaciones de las resoluciones judiciales se
realizarán por los funcionarios del tribunal que hubiere expedido la resolución, que hubieren sido designados
para cumplir esta función por el juez presidente del comité de jueces, a propuesta del administrador del
tribunal. El tribunal podrá ordenar que una o más notificaciones determinadas se practicaren por otro ministro
de fe o, en casos calificados y por resolución fundada, por un agente de la policía. En la práctica hoy en día
existen los Centros Integrados de Notificaciones Judiciales, que son los encargados de realizar dichas
funciones. 80
80
ACTA Nº 1-2009. En Santiago, a dos de enero de dos mil nueve, se deja constancia que el día veintiséis de diciembre último
se reunió el Tribunal Pleno bajo la Presidencia de su titular don Urbano Marín Vallejo y con la asistencia de los Ministros señores Juica,
Oyarzún, Rodríguez, Ballesteros, Muñoz, Valdés, Carreño y Pierry, señoras Pérez y Araneda, señor Künsemüller, y del Ministro Suplente
señor Torres, y se acordó lo siguiente: AUTO ACORDADO SOBRE REGLAMENTO PARA NOTIFICACIONES EFECTUADAS POR RECEPTORES
JUDICIALES EN ASUNTOS DE JUZGADOS DE FAMILIA, DEL TRABAJO, DE COBRANZA LABORAL Y PREVISIONAL Y PENAL. Teniendo en
consideración la propuesta efectuada por el Consejo Superior de la Corporación Administrativa del Poder Judicial, respecto de las
actuaciones que el Poder Judicial encomienda a los Receptores Judiciales, y de conformidad a lo establecido en los artículos 82 de la
Constitución Política de la República y 96 N°4 del Código Orgánico de Tribunales, se acuerda aprobarla en los siguientes términos:
Estas materias están tratadas en los artículos 27, 28 y 29 del CPP, donde se señala que al fiscal
se le notifica en sus oficinas, a otros intervinientes que cuenten con defensor o mandatario, solamente a éste,
salvo que el tribunal dispusiere que también se notificare al interviniente respectivo y, por último, al imputado
privado de libertad se le notificará en persona en el establecimiento en que se encuentre, mediante la entrega,
por un funcionario del establecimiento y bajo la responsabilidad del jefe del mismo, del texto de la resolución
respectiva. Al efecto, el tribunal podrá remitir dichas resoluciones, así como cualquier otro antecedente que
considerare relevante, por cualquier medio de comunicación idóneo, tales como fax, correo electrónico u otro.
De acuerdo con las disposiciones pertinentes del Código de Procedimiento Civil, aplicables
en la especie, en virtud de las normas remisorias referidas, esta clase de notificación consiste en hacer saber,
EN PERSONA, al notificado el contenido de una resolución, entregándole al efecto copia íntegra de ella y de la
solicitud en que haya recaído, cuando sea escrita. Como sabemos, es la más perfecta de las notificaciones
judiciales y es la que se exige cuando se trata de practicar la primera notificación al demandado o a las
personas a quienes hayan de afectar los resultados de un juicio. AI imputado privado de libertad deberá
notificársele siempre en forma personal. La primera notificación al querellante deberá efectuársele únicamente
por el estado diario por aplicación de las reglas del Código de Procedimiento Civil.
El Código Procesal Penal no proporciona ninguna regla sobre esta clase de notificaciones,
por lo que se concluye que deberán aplicarse las normas supletorias que el Código de Procedimiento Civil
contempla a este respecto. Cabe señalar que una de las pocas disposiciones del Código Procesal Penal que se
refiere expresamente a la notificación por cédula es el inciso segundo del artículo 68, que la exige para la
notificación de la demanda civil presentada por la víctima y de la resolución recaída en ella.
81
Ver artículo 12 CPP
De acuerdo con las normas remisorias de los Arts.32 y 52 del Código Procesal Penal al título
VI del Libro Primero del Código de Procedimiento Civil y a las disposiciones comunes a todo procedimiento
contenidas en este último Código, el Estado Diario establecido en el Art.50 de dicho cuerpo de leyes se aplica
también, como sistema de notificación, a determinadas resoluciones adoptadas por los jueces de garantía y los
tribunales de juicio oral en lo penal y la notificación consiste sustancialmente, al igual que en materia
procedimental civil, en la inclusión del número de la causa y demás datos que sirvan para identificarla, en un
formulario, fechado, que debe fijarse, en lugar visible de la Secretaría, durante tres días. En virtud de lo
prescrito en el Art.389 G del Código Orgánico de Tribunales la formación del Estado Diario le corresponde al
JEFE DE LA UNIDAD ADMINISTRATIVA que tenga a su cargo la ADMINISTRACIÓN DE CAUSAS. Por
tanto, él deberá certificar la circunstancia de haberse notificado una resolución por este medio.
Cabe señalar que la notificación por el Estado Diario deberá emplearse, asimismo, como
sanción, para aquellos intervinientes que no hayan dado cumplimiento a la obligación de fijar domicilio
dentro de los límites urbanos del lugar en que funcione el tribunal, impuesta por el artículo 26 del CPP. Dicho
artículo prescribe que las notificaciones se harán por este medio con respecto a quienes omitan indicar su
domicilio, señalen uno inexacto o inexistente o no comuniquen el cambio que éste haya experimentado.
La norma del artículo 30 del CPP contempla una norma de gran utilidad, respecto de las
notificaciones de las resoluciones pronunciadas en audiencia.
Artículo 30. Notificaciones de las resoluciones en las audiencias judiciales Las resoluciones pronunciadas durante
las audiencias judiciales se entenderán notificadas a los intervinientes en el procedimiento que hubieren asistido o debido
asistir a las mismas. De estas notificaciones se dejará constancia en el estado diario, pero su omisión no invalidará la
notificación.
Los interesados podrán pedir copias de los registros en que constaren estas resoluciones, las que se expedirán sin
demora.
Asimismo, regirán en materia procedimental penal las reglas relativas a las formalidades de
las diferentes clases de resoluciones judiciales proporcionadas por el Código de Enjuiciamiento Civil, merced a
la remisión antedicha.
82
Art. 158 CPC: Las resoluciones judiciales se denominarán sentencias definitivas, sentencias interlocutorias, autos y decretos.
Es sentencia definitiva la que pone fin a la instancia, resolviendo la cuestión o asunto que ha sido objeto del juicio. Es sentencia
interlocutoria la que falla un incidente del juicio, estableciendo derechos permanentes a favor de las partes, o resuelve sobre algún
trámite que debe servir de base en el pronunciamiento de una sentencia definitiva o interlocutoria. Se llama auto la resolución que
recae en un incidente no comprendido en el inciso anterior. Se llama decreto, providencia o proveído el que, sin fallar sobre incidentes
o sobre trámites que sirvan de base para el pronunciamiento de una sentencia, tiene sólo por objeto determinar o arreglar la
substanciación del proceso.
El artículo 36 del CPP, precisando y complementando el artículo I71 del CPC, aplicable en la
especie debido al Art. 52 referido, dispone que será obligación del tribunal FUNDAMENTAR las resoluciones
que dictare, con excepción de aquellas que se pronunciaren sobre cuestiones de mero trámite. La
fundamentación, agrega, expresará sucintamente, pero con precisión, los motivos de hecho y de derecho en
que se basaren las decisiones adoptadas. La simple relación del procedimiento o de los documentos o la
mención de los medios de prueba o solicitudes de los intervinientes "no sustituirá en caso alguno la
fundamentación".
El artículo 37 del CPP, dispone que las resoluciones serán firmadas por el juez de garantía y
tratándose de los tribunales de juicio oral en lo penal, por los tres jueces que lo componen. Esta norma que, al
parecer, resulta innecesaria teniendo presente la remisión legal dicha, obedece al propósito de dejar establecido
que las decisiones judiciales sólo la suscriben los jueces que las adoptan; la firma del Secretario que
antiguamente tenía por objeto autorizarlas, actualmente no sería posible dado que tales funcionarios auxiliares
de la administración de justicia no existen en el nuevo sistema. El inciso final del mencionado artículo 37
agrega que no obstante la exigencia de las firmas, bastará el registro de la audiencia respecto de las
resoluciones que se dictaren en ella.
El artículo 34 del CPP se refiere al IMPERIO del tribunal, esto es, a la facultad que tiene para
hacer cumplir sus resoluciones. Expresa que en el ejercicio de sus funciones, el tribunal "podrá ordenar
directamente la intervención de la fuerza pública y disponer todas las medidas necesarias para el
cumplimiento de las actuaciones que ordenare y la ejecución de las resoluciones que dictare". En verdad, esta
norma resultaba innecesaria a la luz de lo dispuesto en los incisos tercero y cuarto del Art.73 de la Constitución
Política de la República que establecen el IMPERIO respecto de todos los tribunales ordinarios de justicia,
integrantes del Poder Judicial, y, entre éstos, los juzgados de garantía y los tribunales de juicio oral en lo penal.
Sin embargo, tal vez ello le pareció necesario al legislador para reafirmar esta facultad con respecto a los jueces
de esta clase de tribunales, dado que en el nuevo sistema de enjuiciamiento criminal se encomienda la
investigación de los ilícitos al Ministerio Público, en forma exclusiva, y teniendo presente además, que tanto
Carabineros de Chile como la Policía de Investigaciones tienen el carácter de auxiliares del Ministerio Público
para llevar a cabo las diligencias de investigación y ejecutar las medidas de coerción que decreten los fiscales.
El artículo 38 del CPP establece que las cuestiones debatidas en una audiencia "deberán ser
resueltas en ella".
En cuanto a las presentaciones escritas, efectuadas fuera de audiencia, dicha norma prescribe
que ellas deberán ser resueltas por el tribunal "antes de las veinticuatro horas siguientes a su recepción".
El artículo 35 del CPP contiene una importante norma que tiende a dar cumplimiento al
principio de la inmediatez al prescribir que la DELEGACIÓN DE FUNCIONES en empleados subalternos para
realizar actuaciones en que las leyes requirieren la intervención del juez ''producirá la nulidad de las mismas".
El Art.39 dispone que de las actuaciones realizadas por o ante el juez de garantía y el tribunal
de juicio oral en lo penal deberá levantarse un REGISTRO el que se efectuará por cualquier medio APTO para
producir fe, que permita garantizar la conservación y reproducción de su contenido. La formación de los
registros es de responsabilidad de los Jefes de la Unidad Administrativa encargada de la Administración de
causas de los juzgados de garantía y de los tribunales de juicio oral en lo penal, respectivamente, de acuerdo
con lo que dispone el actual Art.25 N°4° del Código Orgánico de Tribunales.
Artículo 39.- Reglas generales. De las actuaciones realizadas por o ante el juez de garantía, el tribunal de juicio oral en
lo penal, las Cortes de Apelaciones y la Corte Suprema se levantará un registro en la forma señalada en este párrafo. En
todo caso, las sentencias y demás resoluciones que pronunciare el tribunal serán registradas en su integridad.
El registro se efectuará por cualquier medio apto para producir fe, que permita garantizar la conservación y la
reproducción de su contenido.
Artículo 41.- Registro de actuaciones ante los tribunales con competencia en materia penal. Las audiencias ante
los jueces con competencia en materia penal se registrarán en forma íntegra por cualquier medio que asegure su fidelidad,
tal como audio digital, video u otro soporte tecnológico equivalente.
Artículo 42.- Valor del registro del juicio oral. El registro del juicio oral demostrará el modo en que se hubiere
desarrollado la audiencia, la observancia de las formalidades previstas para ella, las personas que hubieren intervenido y
los actos que se hubieren llevado a cabo. Lo anterior es sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 359, en lo que
corresponda.
La omisión de formalidades del registro sólo lo privará de valor cuando ellas no pudieren ser suplidas con certeza
sobre la base de otros elementos contenido en el mismo o de otros antecedentes confiables que dieren testimonio de lo
ocurrido en la audiencia.
Artículo 43.- Conservación de los registros. Mientras dure la investigación o el respectivo proceso, la conservación de
los registros estará a cargo del juzgado de garantía y del tribunal de juicio oral en lo penal respectivo, de conformidad a lo
previsto en el Código Orgánico de Tribunales.
Cuando, por cualquier causa, se viere dañado el soporte material del registro afectando su contenido, el tribunal
ordenará reemplazarlo en todo o parte por una copia fiel, que obtendrá de quien la tuviere, si no dispusiere de ella
directamente.
Si no existiere copia fiel, las resoluciones se dictarán nuevamente, para lo cual el tribunal reunirá los
antecedentes que le permitan fundamentar su preexistencia y contenido, y las actuaciones se repetirán con las
formalidades previstas para cada caso. En todo caso, no será necesario volver a dictar las resoluciones o repetir las
actuaciones que sean el antecedente de resoluciones conocidas o en etapa de cumplimiento o ejecución.
Para precisar el concepto de unas y otras deberemos consultar el Art.139 del CPC, en virtud
de la norma remisoria del Art.52 del CPP.
El artículo 47 del CPP sienta la regla general al disponer que las costas serán de cargo del
condenado.
Asimismo, la víctima que abandonare la acción civil soportará las costas que hubiere causado
su intervención en el procedimiento, al igual que el querellante que abandonare la querella.
El artículo 48 del CPP establece que cuando el imputado fuere absuelto o sobreseído
definitivamente, el ministerio público será condenado en costas, a menos que hubiere formulado la
acusación en cumplimiento de la orden judicial en el caso contemplado en el Art.462 que se refiere al sujeto
que se encuentra en la situación prevista en el Artículo 10 N°1 del Código Penal. Se trata de una regla que no
admite otra excepción que la indicada.
Cuando los intervinientes condenados al pago de las costas fueren varios, el tribunal fijará la
parte o proporción que corresponda soportar a cada uno de ellos.
El artículo 50 del CPP establece que se encuentran PERSONALMENTE exentos del pago de
las costas los fiscales, los abogados y los mandatarios de los intervinientes, a menos que revelen un notorio
desconocimiento del derecho o incurrieren en grave negligencia en el desempeño de sus funciones, eventos
en que se les podrá imponer, por resolución fundada, el pago total o parcial de las costas causadas.
Esta norma es más beneficiosa para los abogados y procuradores judiciales que la que se
contiene en el Art.28 del Código de Procedimiento Civil, puesto que aquella obliga a los procuradores
judiciales a responder PERSONALMENTE del pago de todas las costas procesales generadas durante el
ejercicio de sus funciones que sean de cargo de sus mandantes, sin perjuicio de la responsabilidad de éstos.
Artículo 52.- Aplicación de normas comunes a todo procedimiento. Serán aplicables al procedimiento penal, en
cuanto no se opusieren a lo estatuido en este Código o en leyes especiales, las normas comunes a todo procedimiento
contempladas en el Libro I del Código de Procedimiento Civil.
De todo hecho punible nace una acción penal para su persecución procesal, acción que será
pública o privada de acuerdo al régimen de persecución penal al que esté sometido el hecho de que se trata”.
Según la profesora María Inés Horvitz Lennon la acción penal expresa una pretensión al
esclarecimiento de un hecho que constituye prima facie un delito y a la determinación de su autor, para la
imposición de una pena a quien la sentencia declare responsable del mismo.
El Código divide la acción penal en acción penal pública propiamente tal, acción penal
pública previa instancia particular y acción penal privada.
Respecto de los delitos cometidos contra menores de edad, cualquiera sea su naturaleza,
según la distinción anterior, la ley concede siempre acción penal pública.
En general, los delitos de acción penal pública darán origen al procedimiento ordinario por
crimen o simple delito. Por excepción, podrá aplicarse el procedimiento especial abreviado. Las faltas y,
excepcionalmente, los simples delitos de acción penal pública darán origen a los procedimientos simplificado o
monitorio.
La acción penal es pública cuando el delito de que se trate puede ser perseguido de oficio por
el Ministerio Público, sin perjuicio que pueda ser ejercida, además, por las personas que determine la ley. Lo
anterior guarda relación con la disposición contenida en el artículo 80 A inciso 2° de la CPR que confiere a la
víctima y demás personas que determine la ley un derecho constitucional al ejercicio de la acción penal.
El CPP establece que en los delitos de acción penal pública previa instancia particular no
puede procederse de oficio sin que, a lo menos, el ofendido por el delito o a quien la ley confiera la facultad de
actuar por él, hubiere denunciado el hecho a la justicia, al ministerio público o a la policía. Efectuada la
denuncia exigida por la ley, el procedimiento se tramitará conforme a las reglas generales relativas a los delitos
de acción pública.
Los delitos de acción penal pública previa instancia particular son los siguientes:
a.- Las lesiones previstas en los artículos 399 y 494 N° 5 del Código Penal.
c.- La violación de secretos prevista en los artículos 231 y 247 inciso 2° del Código Penal.
d.- Las amenazas previstas en los artículos 296 y 297 del Código Penal.
Además del ofendido por el delito, pueden denunciar las personas a quienes el Código
reconoce la calidad de víctima, cuando la misma no pueda ejercer sus derechos en el proceso, en la forma
establecida en la ley. Si el ofendido se encuentra imposibilitado de realizar libremente la denuncia, o cuando
quienes pueden formularla por él se encuentren imposibilitados de hacerlo o aparezcan implicados en el
delito, el Ministerio Público podrá proceder de oficio.
Este régimen de persecución excluye el ejercicio de la acción penal por otra persona que no
sea la víctima. En estos casos, existe un interés privado preponderante que impide la intervención del órgano
oficial.
Los delitos de acción penal privada que señala el CPP son los siguientes:
d.- El matrimonio del menor llevado a efecto sin el consentimiento de las personas
designadas por la ley y celebrado de acuerdo con el funcionario llamado a autorizarlo.
A esta lista debemos agregar los delitos previstos y sancionados en el artículo 22 de la Ley
sobre Cuentas Corrientes Bancarias y Cheques que deriven del giro del cheque efectuado por un librador que
no cuente de antemano con fondos o créditos disponibles suficientes en su cuenta corriente, que hubiere
retirado los fondos disponibles después de expedido el cheque o hubiere girado sobre cuenta corriente
cerrada.
83
PINO CISTERNAS, Adolfo; “Acciones Civiles en el Nuevo Proceso Penal”, Editorial Librotecnia, 1° edición, año 2005, pág. 56.
En el caso de los delitos de acción penal privada la víctima puede renunciar a su persecución
de modo expreso o tácito. Interpuesta la querella, la víctima puede aún desistirse o abandonar la acción.
Producida la renuncia expresa, el desistimiento o el abandono de la querella se extingue la acción penal
privada. Sin embargo la ley establece una excepción al efecto general del desistimiento en los delitos de acción
penal privada. En efecto, una vez iniciado el juicio no se dará lugar al desistimiento si el querellado se opone al
mismo.
La ley presume la renuncia del ofendido a la acción penal privada, cuando sólo ejerce la
acción civil.
Para determinar las formas probables de inicio de la persecución penal, debemos precisar
previamente de la naturaleza de la acción penal de que se trata.
Si nos encontramos frente a un hecho punible que otorga acción penal pública, el
procedimiento podrá iniciarse por querella, por denuncia o de oficio por el Ministerio Público cuando el
suceso haya llegado a su conocimiento. Cualquiera sea la forma de inicio y el lugar en que se verifique, es este
organismo autónomo quien debe recibir en definitiva los antecedentes para definir el curso a seguir, de
acuerdo a sus facultades.
Si se trata de un hecho punible que otorga acción penal pública previa instancia particular, el
Ministerio Público no puede proceder de oficio sin que, a lo menos, el ofendido por el delito hubiere
denunciado el suceso a los tribunales, a la propia fiscalía o a la policía. Recordemos, no obstante, que a falta
del ofendido por el delito, pueden denunciar el hecho las personas indicadas en el artículo 108 del CPP y si la
víctima se encontrara imposibilitada de realizar libremente la denuncia, o cuando quienes pueden formularla
por él se encuentran imposibilitados o implicados en el hecho, puede excepcionalmente, el Ministerio Público
proceder de oficio. Iniciado el procedimiento de cualquiera de estas formas continuará tramitándose de
acuerdo con las reglas generales relativas a los delitos de acción pública.
Por último, si estamos en presencia de un delito que sólo otorga acción privada, el
procedimiento sólo puede iniciarse por querella.
1.6.1.1.- Concepto
Es el acto mediante el cual una persona pone en conocimiento de las autoridades que señala
la ley un hecho que puede revestir el carácter de delito, además, en cuanto le constare, las circunstancias del
suceso y el nombre o datos que permitan identificar al presunto responsable y a las personas que lo hubieren
presenciado o tuvieren noticia de él.
En términos generales la denuncia es una facultad discrecional de las personas, sin embargo,
aquellas señaladas en el artículo 175 del CPP, en razón de la naturaleza de sus cargos o actividades, están
obligados a dar cuenta oportunamente de los hechos allí señalados y si omiten hacerlo incurren en la pena
prevista en el artículo 494 del Código Penal, o en la señalada en disposiciones especiales. No será aplicable la
sanción referida a quien arriesgaba la persecución penal propia, del cónyuge, de su conviviente o de sus
ascendientes, descendientes o hermanos.
En razón de la posición que ocupan estas personas tienen deberes especiales de protección
respecto de ciertos bienes sociales relevantes, son por ende, garantes de los mismos. Por ello la infracción del
mandato de denuncia es constitutiva de un delito falta de omisión.
El artículo 179 del CPP contempla una institución especial denominada auto denuncia, en
cuya virtud la persona imputada por otro de haber participado en la comisión de un hecho ilícito, tiene el
derecho de concurrir ante el Ministerio Público y solicitar se investigue tal imputación. Si el fiscal respectivo se
negare a proceder, la persona afectada podrá recurrir ante las autoridades superiores del Ministerio Público a
efecto de que revisen tal decisión.
1.7.1- Concepto
Es un acto jurídico procesal mediante el cual la víctima de un hecho punible o las demás
personas o instituciones expresamente facultadas por la ley ponen en conocimiento de la autoridad
competente la existencia de un hecho que puede revestir los caracteres de un delito.
1.7.2.- El querellante
Como regla general, la querella sólo puede ser interpuesta por la víctima, por el
representante legal de la víctima o el heredero testamentario de la víctima.
En sentido estricto la víctima es el ofendido por el delito, sin embargo en aquellos delitos
cuya consecuencia es la muerte del ofendido y en los casos en que éste no pueda ejercer sus derechos, se
considera víctima a las personas indicadas en el artículo 108 del CPP y en ese orden de prelación.
Excepcionalmente la ley permite que otras personas o instituciones se querellen. Así toda
persona capaz de parecer en juicio puede hacerlo en las situaciones señaladas en los incisos 2° y 3° del artículo
111 del CPP. Por último, algunos órganos del Estado están autorizados para querellarse tratándose de delitos
relacionados con su actividad fiscalizadora, así ocurre por ejemplo con el Servicio de Impuestos Internos y el
Servicio de Aduanas, también el Consejo de Defensa del Estado puede hacerlo en los casos que determina su
Ley Orgánica; el Ministro del Interior, Intendentes Regionales, Gobernadores Provinciales y Comandantes de
Guarnición pueden ser querellantes en delitos calificados de terroristas. En todos estos casos se les otorga los
mismos derechos que a la víctima.
Si bien el concepto tradicional de víctima se identifica con la idea de persona que sufre el
daño directo que produce el delito, observamos la incorporación progresiva de un concepto de víctima en un
sentido colectivo, relativo al conjunto de personas que pueden verse afectadas o son perjudicadas en sus
intereses o bienes sociales por la comisión de un delito.
De las normas del CPP podemos constatar la existencia de dos tipos de querellantes:
a.- El querellante conjunto adhesivo (querellante particular), contemplado para los delitos
de acción penal pública como colaborador y control externo del Ministerio Público, con posibilidades de
forzar la acusación. Este querellante puede intervenir activamente en el procedimiento, adherir a la
b.- El querellante privado, que tiene el carácter de acusador exclusivo y excluyente en los
delitos de acción penal privada. Este querellante tiene la carga de la persecución penal, pues en este tipo de
delitos, como ya se dijo, no interviene el Ministerio Público.
La querella debe presentarse por escrito ante el juez de garantía competente, quien analizará
su admisibilidad a la luz de los requisitos establecidos en el artículo 113 del CPP.
No pueden querellarse entre sí, sea por delitos de acción pública o privada:
a) Los cónyuges, a no ser por delito que uno hubiere cometido contra el otro o contra sus
hijos, o por el delito de bigamia, y
b) Los consanguíneos en toda la línea recta, los colaterales y los afines hasta el segundo
grado, a no ser por delitos cometidos por unos contra los otros, o contra su cónyuge o hijos.
Se trata de una sanción procesal impuesta por el tribunal al querellante, de oficio o a petición
de cualquiera de los intervinientes, en situaciones objetivas que demuestran negligencia o falta de interés de su
parte, impidiéndole ejercer en lo sucesivo los derechos que el CPP le confería.
b) Cuando no asistiere a la audiencia de preparación del juicio oral sin causa debidamente
justificada, y
c) Cuando no concurriere a la audiencia del juicio oral o se ausentare de ella sin
autorización del tribunal.
Los artículos 59 a 68 del Código Procesal Penal, se encargan de las acciones civiles.
Podemos decir a priori que el legislador de este cuerpo legal no mira con buenos ojos la
interposición de acciones civiles, que de una u otra manera puedan perturbar el objeto central de la acción
penal entablada.
Por otra parte, el artículo 10 del mismo Código Procedimental disponía que en el proceso
penal podía deducirse también, las acciones civiles tendientes a reparar los efectos civiles del hecho punible,
como son, entre otras, las que persigan la restitución de la cosa o su valor, o la indemnización de los perjuicios
causados.
Como bien dice el profesor Guillermo Ruiz Pulido 85 “En un sentido estricto, la acción civil en el
campo procesal penal es un elemento impropio que perturba el libre desarrollo institucional, funcional y orgánico de la
acción penal; y que contamina valores del más alto interés con otros – importantes también -, pero que corresponden a
factores patrimoniales o extra patrimoniales de inferior jerarquía, en relación con la libertad y la vida, que son los bienes
jurídicos expuestos y comprometidos en un proceso penal”.
El mensaje del Código en estas materias es más bien lacónico, expresando solamente: 86 “Se
mantiene la posibilidad de la demanda civil en el procedimiento criminal con algunas innovaciones destinadas a favorecer
la posición de los afectados por los resultados del delito”.
84
HERMOSILLA IRIARTE, Francisco y AGUILAR BREVIS, Alejandro; “Procedimientos Especiales en el Nuevo Proceso Penal”,
Editorial Librotecnia, 2° edición, año 2004, págs. 47 y siguientes.
85
RUIZ PULIDO, Guillermo; artículo: “La Acción Civil en el Nuevo Proceso Penal”, en pág.1 www.cde.cl
86
Mensaje del Código Procesal Penal
A.- Las restitutorias, que comprenden la que pretenden obtener o bien la cosa misma, o su
valor;
C.- Las indemnizatorias, aquí caben las acciones civiles referidas al daño patrimonial (daño
emergente y lucro cesante) y al extrapatrimonial (daño moral), aplicándose en esta parte los artículos 2314 y
siguientes del Código Civil;
El artículo 58 del CPP, ya nos da un principio general: “La acción civil que tuviere por objeto
únicamente la restitución de la cosa, deberá interponerse siempre durante el respectivo procedimiento penal, de
conformidad a lo previsto en el artículo 189”.
La primera diferencia con el sistema de antaño, se refiere a que hoy sólo se permite pedir la
restitución de la cosa, más no de su valor y el procedimiento para aquello es el siguiente:
87
RUIZ PULIDO, Guillermo; Ob.Cit., pág.2
88
Véase artículo 370 del CP
A nuestro entender, el actor civil, por así señalarlo actúa como un verdadero tercerista de
dominio o de posesión, similar a quien alega dichas tercerías en el juicio ejecutivo. 90
Estimo, sin embargo, que no puede regularse su tramitación conforme a las normas de las
tercerías que da el Código a raíz del juicio ejecutivo, sino que su tramitación debe ser la incidental, de
conformidad a las normas que la regulan en los artículos 82 y siguientes del Código de Procedimiento Civil,
esto, por aplicación del artículo 52 del CPP, que ordena aplicar supletoriamente, en todo lo no previsto en este
Código, las normas comunes a todo procedimiento del Libro I del Código de Procedimiento Civil.
En resumen, se permite entablar ante el Juez de Garantía sólo una acción civil restitutoria,
respecto de la cosa, más no de su valor, pues en tal caso deberá recurrirse a un tribunal con competencia civil y
no será necesario entablar dicha acción restitutoria de la cosa ante el Juez de Garantía respectivo, cuando se
trate de obtener la restitución de cosas sustraídas en delitos de robo y hurto o bien, las estafadas; en estos
últimos casos, sin embargo, igual hay que acreditar el dominio de dichas especies, las que podrán ser
devueltas a quien acredite ser dueño (o poseedor), dejándose constancia de su existencia en el procedimiento
mediante fotografías u otros medios que resultaren convenientes, con el objeto de poder ser utilizadas
posteriormente al momento de fallar, ya sea en procedimientos abreviados, simplificados, monitorios o juicios
orales.
89
Véase el artículo 189 del CPP
90
Véase artículo 518 del CPC
Lo primero que hay que tener presente de dichas acciones civiles, es que en el Código
Procesal Penal, hay un único demandante civil – LA VÍCTIMA- y un único posible demandado civil, que es –
EL IMPUTADO - .
Esto quiere decir, que si se quieren deducir acciones civiles, por ejemplo, en contra del
tercero civilmente responsable, deben ejercerse únicamente en sede civil.
Lo mismo, si van a ser ejercidas por quienes hoy en día no son víctimas o no se respeta el
orden de prelación de quienes se consideran víctimas, tal demanda podrá ser desestimada por el juez de
garantía y sólo cabrá interponerlas en sede civil por parte de los interesados.
Lo establecido en los dos párrafos anteriores es lo que señala el inciso tercero del artículo 59
del CPP.
Como víctima, uno de los derechos que este Código le establece, es precisamente el de
“ejercer contra el imputado acciones tendientes a perseguir las responsabilidades civiles provenientes del hecho punible”. 92
Tal derecho, es decir, el de ejercer la acción civil indemnizatoria lo tiene la víctima en dos
fases:
A modo preparatorio de una futura acción civil, según lo dispone el artículo 61 del CPP, sólo
después que el Ministerio Público haya formalizado la investigación en contra de algún imputado, cuando por
ejemplo, le solicite al fiscal de la investigación, la práctica de una o más diligencias encaminadas a establecer
los hechos que serán objeto de su demanda, según reza el citado artículo, aplicándose en tal caso las
disposiciones de los artículos 183 y 184 del CPP;
Artículo 61. Preparación de la demanda civil. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo anterior, con posterioridad a
la formalización de la investigación la víctima podrá preparar la demanda civil solicitando la práctica de diligencias que
considerare necesarias para esclarecer los hechos que serán objeto de su demanda, aplicándose, en tal caso, lo establecido en
los artículos 183 y 184.
91
El Artículo 108 CPP, menciona en orden de prelación al: a) cónyuge e hijos; b) ascendientes; c) conviviente; d) hermanos y e)
adoptado o adoptante.
92
Véase el artículo 109 letra c) del CPP
Cabe advertir que no basta ser una simple víctima (con rol pasivo en el proceso), sino que
hay que ser, además QUERELLANTE (rol activo en lo penal) para deducir la demanda civil, pues de la lectura
de los artículos 60, 261 y 273 del CPP, 93 aparece de manifiesto que hay que tener no sólo la calidad de
interviniente como víctima, sino que además ser querellante; es decir, ser un doble interviniente en los
términos del artículo 12 del CPP.
Estas medidas, que el CPP trata como cautelares, en los artículos 157 y 158 del referido texto
legal, sólo las puede pedir la víctima y el Ministerio Público, esto último merece algún comentario.
El título VI del Libro I del CPP, trata como dijimos las medidas cautelares reales, habiendo
tratado, en el título V las medidas cautelares personales, refiriéndose a la citación, la detención, la prisión
93
Véase artículos 60, 261 y 273 del CPP: “…la demanda civil del querellante deberá deducirse..”; “…Hasta 15 días antes….el
querellante, por escrito podrá…c) deducir demanda civil cuando procediere; y…”El juez deberá llamar al querellante y al imputado a
conciliación sobre las acciones civiles…”
Sin embargo, lo lógico será que la víctima sea quien incoe por dichas medidas, si decide
hacerlo, lo deberá hacer por escrito y ante el juez de garantía y sólo una vez que el ministerio público haya
formalizado en contra de algún imputado. Esto último aparece de manifiesto de la lectura de los incisos
primero y segundo del artículo 61 del CPP.
El artículo 157 del CPP, a su vez, establece una excepción a la regla general de los artículos
299 y 280 del CPC, en orden a que el plazo para presentar la demanda civil se amplía hasta la oportunidad
prevista en el artículo 60 del CPP, esto es, la demanda civil del querellante deberá deducirse conjuntamente
con su escrito de adhesión o acusación.
Por último, la otra oportunidad que tiene el actor civil para pedir que se decrete alguna de
las medidas cautelares reales es la de la presentación de la demanda civil, allí también podrá solicitarlas al juez
de garantía.
Las resoluciones de los jueces de garantía que decreten o nieguen las referidas medidas
cautelares reales son apelables, dentro del plazo referido en el artículo 366 del CPP, esto es, dentro de los cinco
días siguientes a la notificación de la resolución impugnada.
El artículo 64 del CPP señala que la víctima podrá desistirse de su acción en cualquier estado
del procedimiento. Esta misma norma agrega una sanción para el actor que no compareciere, sin justificación,
a la audiencia de preparación del juicio oral o a la del juicio oral, que se llama abandono.
Artículo 64. Desistimiento y abandono. La víctima podrá desistirse de su acción en cualquier estado del
procedimiento.
Se considerará abandonada la acción civil interpuesta en el procedimiento penal, cuando la víctima no
compareciere, sin justificación, a la audiencia de preparación del juicio oral o a la audiencia del juicio oral.
En cuanto a los efectos de la extinción de la acción civil el CPP en el artículo 65 señala que
extinguida que sea la acción civil, no se entenderá extinguida la acción penal por ese solo hecho.
Artículo 65. Efectos de la extinción de la acción civil. Extinguida la acción civil no se entenderá extinguida la acción
penal para la persecución del hecho punible.
El artículo 66 del CPP señala que cuando sólo se ejerciere la acción civil respecto de un hecho
punible que da acción penal privada, se considerará extinguida, por esa circunstancia, la acción penal. Cabe
señalar eso sí, que la solicitud de diligencias destinadas a preparar la demanda civil o asegurar su resultado,
no implica lo anterior.
Artículo 66. Efectos del ejercicio exclusivo de la acción civil. Cuando sólo se ejerciere la acción civil respecto de un
hecho punible de acción privada se considerará extinguida, por esa circunstancia, la acción penal.
Para estos efectos no constituirá ejercicio de la acción civil la solicitud de diligencias destinadas a
preparar la demanda civil o a asegurar su resultado, que se formulare en el procedimiento penal
Los delitos de acción penal privada están referidos en el artículo 55 del CPP.
Artículo 55. Delitos de acción privada. No podrán ser ejercidas por otra persona que la víctima, las acciones que
nacen de los siguientes delitos:
a) La calumnia y la injuria;
b) La falta descrita en el número 11 del artículo 496 del Código Penal;
c) La provocación a duelo y el denuesto o descrédito público por no haberlo aceptado, y
El matrimonio del menor llevado a efecto sin el consentimiento de las personas designadas por la ley y celebrado de
acuerdo con el funcionario llamado a autorizarlo
El artículo 67 del CPP señala que si se dicta sentencia absolutoria en materia penal, ello no
impedirá que se de lugar a la acción civil, si fuere legalmente procedente.
Artículo 67.- Independencia de la acción civil respecto de la acción penal. La circunstancia de dictarse
sentencia absolutoria en materia penal no impedirá que se de lugar a la acción civil, si fuere legalmente
procedente
En primer lugar diremos que en el procedimiento abreviado no cabe que el juez de garantía
se pronuncie en su sentencia, ya sea condenatoria ó absolutoria, sobre la demanda civil que hubiere sido
interpuesta, según reza el inciso final del artículo 412 del CPP.
Una vez que el fiscal ha formalizado en contra de un imputado, le nace el plazo perentorio y
máximo de 2 años para concluir su investigación y ese acto “comunicacional y garantista” que realiza el fiscal
ante el juez de garantía produce determinados efectos, que están contemplados en el artículo 233 del CPP.
En cuanto al plazo de la investigación, hay que señalar que existe uno legal, contemplado en
el artículo 247 del CPP, y que es el de los 2 años ya comentado, en otras palabras, el fiscal está obligado a cerrar
la investigación, vencido que sea ese lapso.
De conformidad con lo dispuesto en el artículo 234 del CPP, si alguno de los intervinientes
estima que el plazo legal es muy extenso atendida las características de la investigación y con el fin de cautelar
las garantías del imputado, podrá señalarle al juez de garantía que fije uno menor a ese plazo, y si el juez
accede, oyendo previamente al ministerio público, se ha fijado un plazo judicial para el término de la
investigación.
Una vez concluido el plazo legal o judicial dado al fiscal para investigar, o en otras palabras,
practicadas las diligencias necesarias para la averiguación del hecho punible y sus autores, cómplices o
encubridores, el fiscal declarará cerrada la investigación y dentro de un plazo de 10 días, puede tomar alguno
de los tres caminos, señalados en el artículo 248 del CPP, a nosotros, el que nos interesa por ahora, es el del
literal b), es decir, formular acusación, cuando estimare que la investigación proporciona fundamento serio
para el enjuiciamiento del imputado contra quien se hubiere formalizado la misma.
Esta acusación penal, deberá hacerse por escrito y contener todas y cada una de las
menciones del artículo 259 del CPP, ella es presentada al juez de garantía y aquél ordenará notificar a todos los
intervinientes y citará a una audiencia de “preparación del juicio oral”, la que tendrá lugar no antes de 25 ni
después de 30 días.
94
De la lectura del artículo 7 del CPP, se puede inferir que el imputado es aquél sujeto a quien se le atribuyere participación
como autor, cómplice o encubridor en un hecho punible.
Es decir, la víctima tiene tal derecho, pero, el legislador sólo contempló que la víctima que se
ha querellado solamente puede interponer demanda civil, según reza la letra d) del artículo 261 del CPP y debe
hacerlo, por escrito y hasta quince días antes de la fecha fijada para la realización de la audiencia de
preparación del juicio oral, esta última norma hay que relacionarla, necesariamente con la del artículo 60 del
CPP y allí se señala incluso, que aquella debe reunir los requisitos del artículo 254 del Código de
Procedimiento Civil.
Llegado el día de la audiencia, normalmente cada parte ofrecerá la prueba con la que cuenta
para llegar al juicio oral, se discutirá sobre ello en una audiencia que ordinariamente será larga y finalmente, el
juez de garantía dictará una resolución llamada “auto de apertura del juicio oral”, la que deberá contener las
menciones del artículo 277 del CPP.
Dicha resolución deberá ser enviada, normalmente, dentro de 48 horas al Tribunal de Juicio
Oral en lo Penal que sea competente, quienes notificarán y citarán a todos los intervinientes, testigos y peritos
a una o más audiencias para celebrar el juicio oral, en una fecha que no podrá ser antes de 15 ni después de 60
días, contados desde la fecha en que se celebró la audiencia de preparación del juicio oral.
En una muy apretada síntesis, eso debiera ser normalmente el procedimiento ordinario.
Ustedes dirán bueno y que pasa con la demanda civil en el procedimiento abreviado.
Por ello, cuando se acepta el abreviado, la demanda civil no tiene sentido porque
simplemente el juicio se reduce a determinar la culpabilidad o inocencia en la parte penal solamente, pues,
normalmente ese acuerdo implica la evitación de un juicio oral y normalmente se negocia la entidad de la pena
entre el fiscal y el acusado.
95
El artículo 12 del CPP, señala como intervinientes en el nuevo proceso: al fiscal, al imputado, al defensor, a la víctima y al
querellante.
Aquí la situación es diversa, pues hay que tener presente que el procedimiento simplificado
puede llegar a constituirse en un juicio oral más sencillo, que se tramita ante un juez de garantía como juez
unipersonal, tratándose de simples delitos en los que el ministerio público requiriere la imposición de una
pena que no excediere la de presidio menor en su grado mínimo, esto es, de hasta 540 días.
Una vez que el ministerio público presente su requerimiento 96 ante el juez de garantía, dicho
tribunal ordenará su notificación al imputado y citará a todos los intervinientes al juicio (querellante) entre 20
y 40 días después de esta resolución.
La citación ordenará que las partes comparezcan a la audiencia, con todos sus medios de
prueba. Si alguna de ella requiriere de la citación de testigos o peritos, por intermedio del tribunal, deberá
hacer llegar la solicitud con a lo menos 5 días antes de la fecha fijada para la audiencia.
96
El artículo 391 del CPP menciona los requisitos de dicho escrito.
Aquí diremos que una vez que el Ministerio Público acuse, el querellante deberá,
necesariamente tomar conocimiento del ejercicio de la acción penal y puede adoptar los siguientes caminos:
A) en sede penal, adherir a la acusación del fiscal o bien, entablar su propia acusación
penal;
C) presentar demanda civil, aquí, entonces adquiere la calidad de actor civil y puede,
dentro de los plazos señalados en el 261 y 60 del CPP, entablar su escrito de demanda
civil que, como ya se adelantó, debe cumplir con los requisitos del artículo 254 del
CPC.
Si ha optado por ésta última vía, deberá, necesariamente, querer acreditar su acción civil o
sus pretensiones indemnizatorias, básicamente las que persigan obtener la reparación del daño que se le ha
inferido por el o los acusados con el hecho punible de que fue “víctima”, entre otros, el posible daño
emergente, lucro cesante y el tan mentado daño moral.
En consecuencia, a él, casi sólo le competerá probar los daños sufridos, aquí cabe traer a
colación el artículo 1698 del Código Civil, que sigue siendo la norma madre en estas lides civilistas del proceso
penal.
La gran diferencia con el sistema antiguo y con la sede civil actual, radica en que los jueces
del tribunal oral en lo penal no se rige por las normas probatorias clásicas ni del Código Civil ni del Código de
Procedimiento Civil, sino que simplemente, por las normas de los artículos 295 y 297 del CPP, esto es, hay
libertad para apreciar la prueba de las acciones civiles, limitándose en ello empero, sólo a los principios de la
lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados.
Lo anterior, es lo que señala claramente el artículo 324 del CPP, que dispone: “La prueba de las
acciones civiles en el procedimiento criminal se sujetará a las normas civiles en cuanto a la determinación de la parte que
debiere probar y a las disposiciones de este Código en cuanto a su procedencia, oportunidad, forma de rendirla y
apreciación de su fuerza probatoria”.
Gran ventaja para los litigantes, pues se termina de facto con la prueba tasada y por ende, si
hay más libertad para apreciar, también hay más libertad en la elección de los medios probatorios aptos para
obtener las pretensiones civiles.
En el nuevo diseño procesal penal la labor jurisdiccional es ejecutada por dos tipos de
tribunales distintos, con una organización y gestión administrativa interna innovadora. Un tribunal
unipersonal llamado juez de garantía y un tribunal colegiado denominado tribunal de juicio oral en lo penal.
Los tribunales de juicio oral en lo penal, son tribunales colegiados, compuestos a lo menos
por tres jueces letrados que actúan en sala, ninguno de los cuales ha debido tener intervención en etapas
previas del mismo procedimiento y que tienen como función principal resolver el conflicto penal a través de
un mecanismo cognoscitivo, como es el juicio oral y público. En dicho escenario les corresponde dirigir el
debate, controlar la legalidad de las actuaciones de las partes y de la forma de introducir la prueba en juicio.
Las modificaciones introducidas a nuestro sistema procesal penal no sólo alcanzan el aspecto
jurisdiccional, también inciden en el ámbito administrativo. A través de estos cambios se pretende aliviar a los
jueces de la carga en esta área, permitiéndoles concentrarse en su función primordial, esto es, ejercer
jurisdicción.
Desde luego, el primer objetivo de esta Reforma fue encontrar los criterios de gestión y
administración que resultaran funcionales, dentro de una nueva estructura de tribunales para dar satisfacción
a los principios y garantías de orden procesal consensuados, y para lograr, además, la concreción de las nuevas
características del sistema de enjuiciamiento criminal.
Se decidió que las tareas de gestión y las relativas a la administración de los tribunales
debían entregarse a profesionales expertos en la materia, con dos objetivos precisos: el primero, obtener un
mejor rendimiento de los recursos humanos y materiales y el segundo, liberar tiempo al juez para el ejercicio
de sus labores jurisdiccionales.
En este esquema, que, en definitiva, fue el adoptado por el legislador para los juzgados de
garantía y los tribunales de juicio oral en lo penal, las personas que trabajan en este despacho común lo harán
para todos los jueces que ejerzan sus funciones en dicho lugar, pero bajo las órdenes e instrucciones directas de
un administrador, no de dichos jueces.
Desaparece la figura del Secretario del Tribunal. En cambio, se crean los cargos de
administrador de tribunal y los Jefes de Unidad, esto es, profesionales del área administrativa quienes
actuarán en base a criterios técnicos en busca de una óptima atención de público y un eficiente apoyo a la
actividad jurisdiccional.
Por otra parte, el nuevo sistema, hace posible efectuar una descripción de las labores propias
de cada cargo, tomando en cuenta la Unidad en que éste se encuentre ubicado, y, tal vez, la elaboración de
manuales de procedimientos administrativos que faciliten el adiestramiento de los nuevos empleados.
En el nuevo esquema administrativo son los propios tribunales, con el apoyo de sus
unidades administrativas, los que, en alguna medida, definen sus políticas de gestión y de ejecución,
adquiriendo los materiales e insumos necesarios y contratando incluso al personal de apoyo. Existe poder de
decisión en el manejo del presupuesto, dentro de ciertas orientaciones centrales básicas.
Para desarrollar una política de gestión y administración en los nuevos tribunales y para
obtener una coordinación entre las líneas administrativa y jurisdiccional, dado que los administradores de
tribunales no son dependientes de ningún juez en particular, se creó el Comité de Jueces.
El artículo 22 del COT, dispone que en todos los juzgados de garantía en los que sirvan tres o
más jueces y en cada tribunal de juicio oral en lo penal, habrá un Comité de Jueces, integrado en la siguiente
forma: en aquellos juzgados o tribunales compuestos por cinco jueces o menos, el comité de jueces se formará
con todos ellos; en aquellos juzgados o tribunales conformados por más de cinco jueces, el Comité lo
compondrán los cinco jueces que sean elegidos por la mayoría del tribunal, cada dos años.
Si se ausentare algunos de los miembros del Comité de Jueces o vacare el cargo por cualquier
causa, será reemplazado, provisoria o definitivamente según el caso, por el juez que hubiere obtenido la más
alta votación después de los que hubieren resultado electos y, en su defecto, por el juez más antiguo de los que
no integraren el Comité.
b.- Designar al administrador del tribunal de una terna que deberá proponerles el juez
presidente del comité;
d.- Designar al personal del tribunal o juzgado, a propuesta en terna del administrador;
f.- Decidir el Proyecto de Plan Presupuestario anual que le presente el juez presidente de
dicho comité, para ser propuesto a la Corporación Administrativa del Poder Judicial.
En los Juzgados de Garantía en que se desempeñen uno o dos jueces, las atribuciones
indicadas en las letras b), c), d) y f) corresponderán al Presidente de la Corte de Apelaciones respectiva. A su
vez las atribuciones previstas en los literales a), e), g) y h) quedarán radicadas en el juez que cumpla la función
de juez presidente.
De entre los miembros del Comité se elige al Juez Presidente, quien dura dos años en el
cargo y puede ser reelegido hasta por un nuevo período. En caso de ausencia o imposibilidad del Juez
Presidente, es reemplazado por el juez más antiguo del Comité, si ella no superare los tres meses, o se
procederá a una nueva elección para ese cargo si el impedimento excediere de ese plazo. 98
b.- Relacionarse con la Corporación Administrativa del Poder Judicial en todas las
materias relativas a la competencia de ésta;
e.- Aprobar los criterios de gestión administrativa que le proponga el administrador del
tribunal y supervisar su ejecución:
97
Art. 23 COT
98
Art. 22 inciso 5° COT
99
Art. 24 COT
h.- Presentar al comité de jueces una terna para la designación de administrador del
tribunal;
En los juzgados de garantía en los que se desempeñe un solo juez, éste tendrá las
atribuciones del Juez Presidente, con excepción de aquellas facultades señaladas en el inciso 4° del artículo 24
del COT. Cuando existan dos jueces, las atribuciones del juez presidente se radicarán anualmente en uno de
ellos, empezando por el más antiguo.
a.- Dirigir las labores administrativas propias del funcionamiento del tribunal o juzgado,
bajo la supervisión del juez presidente del comité de jueces;
e.- Distribuir las causas a los jueces o a las salas del respectivo tribunal, conforme al
procedimiento objetivo y general aprobado;
g.- Llevar la contabilidad y administrar la cuenta corriente del tribunal de acuerdo con las
instrucciones del juez presidente;
100
Art. 389 COT
101
Art. 389 B) COT
i.- Elaborar el presupuesto anual, que deberá ser presentado al juez presidente a más
tardar en el mes de Mayo del año anterior al ejercicio correspondiente. El presupuesto deberá contener una
propuesta detallada de la inversión de los recursos que requerirá el tribunal en el ejercicio siguiente;
El trabajo administrativo de los tribunales penales se divide entre las distintas unidades que
lo componen, de la siguiente manera:
Unidad de servicios, encargada de las labores de soporte técnico de la red computacional del
juzgado o tribunal, de la contabilidad, del apoyo a la actividad administrativa; y de la coordinación y
abastecimiento de todas las necesidades físicas y materiales para la realización de las audiencias;
Cuentan con las mismas unidades señaladas precedentemente, pero además tendrán una
quinta denominada Unidad de apoyo a testigos y peritos, destinada a prestar una adecuada y rápida atención,
información y orientación a testigos y peritos citados a declarar en el transcurso del juicio oral.
102
Art. 83 CPRCH
Se encuentra concebido “extra poder”, esto es sin dependencia institucional de los poderes
del Estado, tal como ocurre con el Banco Central y con la Contraloría General de la República.
a.- El control político, ejercido por los Poderes del Estado. En cuanto el Fiscal Nacional y los
Fiscales Regionales pueden ser removidos de sus cargos por el pleno de la Corte Suprema, a requerimiento del
Presidente de la República y la Cámara de Diputados o diez de sus miembros (o del Fiscal Nacional respecto
de los Fiscales Regionales), en sesión especialmente convocada al efecto y con el voto conforme de cuatro
séptimos de sus miembros en ejercicio, por incapacidad, mal comportamiento o negligencia manifiesta en el
ejercicio de sus funciones. 103
b.- El control procesal, ejercido dentro del procedimiento penal. Se trata de un control de
tipo horizontal efectuado por los intervinientes en las distintas etapas del procedimiento.
c.- El control jerárquico disciplinario, que se ejerce internamente en virtud del principio de
jerarquía.
103
Arts. 89 CPRCH y 53 LOCMP
b.- Ejercer, en su caso, la acción penal pública en la forma prescrita por la ley. Lo que
constituye una demostración de los principios de oficialidad y legalidad en la persecución punitiva,
morigerados por el principio de oportunidad; y
Todas estas funciones deben ser desempeñadas con eficiencia y adecuada administración de
los recursos y bienes públicos.
Las facultades y funciones específicas del Ministerio Público y de sus Fiscales, en cuanto
interviniente, serán estudiadas en cada etapa del procedimiento.
Se organiza en forma piramidal, en su cúspide está el Fiscal Nacional y en su base los fiscales
adjuntos.
La Fiscalía Nacional está integrada por el Fiscal Nacional, por las unidades especializadas
para colaborar con los Fiscales en la investigación de determinados delitos, y por seis unidades administrativas
a cargo de un jefe administrativo cada una de ellas.
El Fiscal Nacional es el jefe superior del Ministerio Público y ejerce sus atribuciones
personalmente o a través de los órganos de la institución. Cuenta con seis unidades administrativas de apoyo a
cargo de un Director Ejecutivo Nacional y de los jefes de las respectivas unidades. 105
Para ser Fiscal Nacional se requiere tener a lo menos diez años el título de abogado, haber
cumplido 40 años de edad, poseer las demás calidades necesarias para ser ciudadano con derecho a sufragio y
no encontrarse sujeto a las incapacidades e incompatibilidades que señala la LOCMP.
En su designación intervienen los tres poderes del Estado. 106 La Corte Suprema debe llamar
a un concurso público y acordar una quina, por la mayoría de sus miembros en ejercicio, en base al desempeño
de los candidatos en una audiencia pública. El Presidente de la República dispone de diez días para proponer
al Senado como Fiscal Nacional a uno de los integrantes de la quina. El Senado debe dar su acuerdo por, al
menos, los dos tercios de sus miembros en ejercicio o desechar la propuesta presidencial. En este último caso,
la LOCMP prevé la repetición parcial del procedimiento hasta obtener la conformidad del Senado. Lograda la
aprobación, el Presidente de la República, por intermedio del Ministerio de Justicia, expedirá el decreto
supremo de nombramiento del Fiscal Nacional.
Así nombrado, el Fiscal Nacional durará diez años en el ejercicio de su cargo y no podrá ser
designado para el período siguiente. 107
Le corresponde fijar los criterios de actuación del Ministerio Público para el cumplimiento de
los objetivos de la institución, oyendo previamente al Consejo General. Así, determinará los casos en que se
104
Arts. 30 a 37 de la Ley de Drogas N° 20.000
105
Art. 20 LOCMP
106
Arts. 85 CPRCH y 15 LOCMP
107
Art. 16 inciso 1° LOCMP
108
Art. 17 LOCMP
También puede crear, previo informe del Consejo, unidades especializadas para colaborar
con los fiscales a cargo de la investigación de determinados delitos.
109
Art. 21 inciso 3° LOCMP
110
Art. 18 LOCMP
111
Art. 19 LOCMP
112
Art. 24 LOCMP
113
Arts. 27 LOCMP y 86 CPRCH
114
Art. 29 LOCMP
115
Art. 32 LOCMP
116
Art. 38 LOCMP
117
Art. 39 LOCMP
118
Art. 40 LOCMP
119
Art. 44 inciso 1° LOCMP
4. La Policía
En el párrafo 3° del Título IV del Libro I, el CPP trata a la policía, en los artículos 79 a 92,
destacándose allí las siguientes materias tratadas en las disposiciones señaladas:
El artículo 79 CPP refiere que tanto la Policía de Investigaciones de Chile como Carabineros
de Chile son auxiliares del Ministerio Público en las tareas de investigación y que debe llevar a cabo las
diligencias necesarias para cumplir los fines previstos en este Código, en especial, los artículos 180, 181 y 187
del CPP, que hablan, respectivamente de:
Artículo 180. Investigación de los fiscales. Los fiscales dirigirán la investigación y podrán realizar por sí mismos o
encomendar a la policía todas las diligencias de investigación que consideraren conducentes al esclarecimiento de los
hechos.
Sin perjuicio de lo dispuesto en el Párrafo 1º de este Título, dentro de las veinticuatro horas siguientes a que
tomare conocimiento de la existencia de un hecho que revistiere caracteres de delito de acción penal pública por alguno de
los medios previstos en la ley, el fiscal deberá proceder a la práctica de todas aquellas diligencias pertinentes y útiles al
esclarecimiento y averiguación del mismo, de las circunstancias relevantes para la aplicación de la ley penal, de los
partícipes del hecho y de las circunstancias que sirvieren para verificar su responsabilidad. Asimismo, deberá impedir que
el hecho denunciado produzca consecuencias ulteriores.
Los fiscales podrán exigir información de toda persona o funcionario público, los que no podrán excusarse de
proporcionarla, salvo en los casos expresamente exceptuados por la ley. Los notarios, archiveros y conservadores de bienes
raíces, y demás organismos, autoridades y funcionarios públicos, deberán realizar las actuaciones y diligencias y otorgar
los informes, antecedentes y copias de instrumentos que los fiscales les solicitaren, en forma gratuita y exentos de toda
clase de derechos e impuestos
120
Derecho de representación de las instrucciones, art. 44 inciso 3° LOCMP
121
Arts. 88 CPRCH y 41 inciso 1° LOCMP
Artículo 187. Objetos, documentos e instrumentos. Los objetos, documentos e instrumentos de cualquier clase que
parecieren haber servido o haber estado destinados a la comisión del hecho investigado, o los que de él provinieren, o los
que pudieren servir como medios de prueba, así como los que se encontraren en el sitio del suceso a que se refiere la letra c)
del artículo 83, serán recogidos, identificados y conservados bajo sello. En todo caso, se levantará un registro de la
diligencia, de acuerdo con las normas generales.
Si los objetos, documentos e instrumentos se encontraren en poder del imputado o de otra persona, se procederá
a su incautación, de conformidad a lo dispuesto en este Título. Con todo, tratándose de objetos, documentos e
instrumentos que fueren hallados en poder del imputado respecto de quien se practicare detención en ejercicio de la
facultad prevista en el artículo 83 letra b) o se encontraren en el sitio del suceso, se podrá proceder a su incautación en
forma inmediata
Las funciones de los policías se ejecutarán bajo la dirección y responsabilidad de los fiscales,
de acuerdo a instrucciones que éstos les impartan, no pueden calificar su procedencia, conveniencia o utilidad.
Artículo 80.- Dirección del ministerio público. Los funcionarios señalados en el artículo anterior que, en cada caso,
cumplieren funciones previstas en este Código, ejecutarán sus tareas bajo la dirección y responsabilidad de los fiscales y de
acuerdo a las instrucciones que éstos les impartieren para los efectos de la investigación, sin perjuicio de su dependencia de
las autoridades de la institución a la que pertenecieren.
También deberán cumplir las órdenes que les dirigieren los jueces para la tramitación del procedimiento.
Los funcionarios antes mencionados deberán cumplir de inmediato y sin más trámite las órdenes que les
impartieren los fiscales y los jueces, cuya procedencia, conveniencia y oportunidad no podrán calificar, sin perjuicio de
requerir la exhibición de la autorización judicial previa, cuando correspondiere
Artículo 83.- Actuaciones de la policía sin orden previa. Corresponderá a los funcionarios de Carabineros de Chile y
de la Policía de Investigaciones de Chile realizar las siguientes actuaciones, sin necesidad de recibir previamente
instrucciones particulares de los fiscales:
a) Prestar auxilio a la víctima;
b) Practicar la detención en los casos de flagrancia, conforme a la ley;
c) Resguardar el sitio del suceso. Para este efecto, impedirán el acceso a toda persona ajena a la investigación y
procederá a su clausura, si se tratare de local cerrado, o a su aislamiento, si se tratare de lugar abierto, y evitarán que se
Recibida una denuncia por parte de las Policías, éstas deben comunicarla de inmediato al
Ministerio Público y por el medio más expedito.
Artículo 84.- Información al ministerio público. Recibida una denuncia, la policía informará inmediatamente y por el
medio más expedito al ministerio público. Sin perjuicio de ello, procederá, cuando correspondiere, a realizar las
actuaciones previstas en el artículo precedente, respecto de las cuales se aplicará, asimismo, la obligación de información
inmediata.
Si la persona no puede acreditar su identidad, será conducida al cuartel policial para la toma
de huellas digitales. El procedimiento no puede durar más de 8 HORAS.
Artículo 85.- Control de identidad. Los funcionarios policiales señalados en el artículo 83 deberán, además, sin orden
previa de los fiscales, solicitar la identificación de cualquier persona en los casos fundados, en que, según las
circunstancias, estimaren que existen indicios de que ella hubiere cometido o intentado cometer un crimen, simple delito o
falta; de que se dispusiere a cometerlo; de que pudiere suministrar informaciones útiles para la indagación de un crimen,
simple delito o falta; o en el caso de la persona que se encapuche o emboce para ocultar, dificultar o disimular su identidad.
La identificación se realizará en el lugar en que la persona se encontrare, por medio de documentos de identificación
El sujeto controlado que es trasladado a la unidad policial tiene derecho a comunicarse con
su familia o con la persona que estime y no podrá ser ingresado a celdas o calabozos, ni mantenido en contacto
con personas detenidas.
Artículo 86.- Derechos de la persona sujeta a control de identidad. En cualquier caso que hubiere sido necesario
conducir a la unidad policial a la persona cuya identidad se tratare de averiguar en virtud del artículo precedente, el
funcionario que practicare el traslado deberá informarle verbalmente de su derecho a que se comunique a su familia o a la
persona que indicare, de su permanencia en el cuartel policial. El afectado no podrá ser ingresado a celdas o calabozos, ni
mantenido en contacto con personas detenidas.
Artículo 89.- Examen de vestimentas, equipaje o vehículos. Se podrá practicar el examen de las vestimentas que
llevare el detenido, del equipaje que portare o del vehículo que condujere, cuando existieren indicios que permitieren
estimar que oculta en ellos objetos importantes para la investigación.
Para practicar el examen de vestimentas, se comisionará a personas del mismo sexo del imputado y se guardarán
todas las consideraciones compatibles con la correcta ejecución de la diligencia.
La regla general es que el cadáver se levante por orden del fiscal, pero si es encontrado en la
vía pública, tal autorización la puede dar, previa revisión del sitio del suceso, por el jefe de la unidad policial
correspondiente.
Artículo 90.- Levantamiento del cadáver. En los casos de muerte en la vía pública, y sin perjuicio de las facultades
que corresponden a los órganos encargados de la persecución penal, la descripción a que se refiere el artículo 181 y la
orden de levantamiento del cadáver podrán ser realizadas por el jefe de la unidad policial correspondiente, en forma
personal o por intermedio de un funcionario de su dependencia, quien dejará registro de lo obrado, en conformidad a las
normas generales de este Código.
De modo general, sostengo que el imputado puede declarar tanto en sede extrajudicial, como
en sede judicial y en cada una de las tres etapas 122 del proceso tendrá una oportunidad y forma especiales
para hacerlo.
Artículo 91.- Declaraciones del imputado ante la policía. La policía sólo podrá interrogar autónomamente al
imputado en presencia de su defensor. Si éste no estuviere presente durante el interrogatorio, las preguntas se limitarán a
constatar la identidad del sujeto.
Si, en ausencia del defensor, el imputado manifestare su deseo de declarar, la policía tomará las medidas
necesarias para que declare inmediatamente ante el fiscal. Si esto no fuere posible, la policía podrá consignar las
declaraciones que se allanare a prestar, bajo la responsabilidad y con la autorización del fiscal. El defensor podrá
incorporarse siempre y en cualquier momento a esta diligencia
Esta distinción que hago no es nueva, ya DUCE y RIEGO, señalan algo similar cuando en la
etapa de investigación preliminar, distinguen dos sub fases, “la fase anterior a la intervención judicial (a la
formalización de la investigación) y la fase posterior a la intervención judicial (a la formalización de la investigación)”
aunque esa distinción la basan ellos en una “lectura estratégica de la misma (fase), que considere la operatividad de
las distintas normas que la regulan”; en otras palabras, a que entienden que alguna de las disposiciones de la
etapa de investigación regulan, por un lado, un conjunto de situaciones en las que se permitiría al Ministerio
Público y a la Policía “desplegar la investigación criminal en un escenario relativamente cómodo para sus intereses”, es
decir antes de que intervenga un juez de garantía; pues una vez formalizada ante él la investigación, tal
actuación del juzgador es permanente y tiene una finalidad “contralora de la actividad investigativa del Ministerio
Público”. 123
122
Nota: Coincido con HORVITZ y LÓPEZ, en Ob. Cit. pág. 443, en la existencia de una cuarta fase o etapa del proceso penal,
como es la de ejecución de las sentencias condenatorias y las de medidas de seguridad.
123
DUCE J., Mauricio y RIEGO R., Cristián: “Proceso Penal”, Editorial Jurídica de Chile, Santiago de Chile, 1° Edición, mayo de
2007, págs.132 a 134.
Espontánea Autónoma-
defen.
Policía Voluntaria
Provocada
Delegada
Pres. C/ Def.
Ministerio Público
Pres. S/ Def.
Pre-Formalización
Defensor
NO vinculado al
proceso
Tercero
Fase Investigación Vinculado al
proceso
Espontánea Autónoma-
defen.
Policía Voluntaria
Provocada delegada
Extrajudicial Post-Formalización
En relación a estas posibilidades que un imputado tiene para declarar, hay que hacer una
salvedad en relación con los menores adolescentes, 124 regulados por la Ley Nº 20.084, pues en la fase de
investigación, ellos nunca pueden declarar ante la Policía, sino siempre ante un fiscal y en presencia de su
defensor, según se desprende del artículo 31 125 de la citada ley.
124
Nota: El artículo 3° de la Ley N° 20.084, señala que: “La presente ley se aplicará a quienes al momento en que se hubiere
dado principio de ejecución del delito sean mayores de catorce y menores de dieciocho años, los que, para los efectos de esta ley, se
consideran adolescentes”
125
Nota; en lo pertinente, el artículo 31 de la Ley N° 20.084 dispone; “El adolescente sólo podrá declarar ante el fiscal en
presencia de un defensor, cuya participación será indispensable en cualquier actuación en que se requiera al adolescente y que exceda
de la mera acreditación de su identidad”
Así, en primer término, será extrajudicial, si la presta ante la Policía, - sea de manera
espontánea (o natural), voluntaria o provocada.
La declaración espontánea o natural del imputado ante la Policía, será la que aquél le
manifieste libremente al policía una vez que se halle frente a él, ya sea porque es fiscalizado en el marco de una
diligencia de control de identidad, 126 sea porque se le detiene en el marco de uno de los casos autorizados de
flagrancia 127 contemplados en nuestro sistema o bien, porque concurre voluntariamente a un policía, en todos
estos casos, además, la declaración del imputado debe nacer de manera espontánea o natural, es decir, el
policía no debe haber indagado nada previamente.
¿Ese testimonio del policía como testigo de oídas, puede ser llevado a juicio por el fiscal?
a) una positiva, esto es, el ofrecimiento de esta prueba salva la valla de la exclusión
probatoria que alega la defensa en la fase intermedia y el dilema estará entonces en el valor que le asignen los
jueces a tal relato, puesto que el sujeto no alcanzó a ser advertido de su derecho a guardar silencio y no auto
incriminarse.
La declaración voluntaria del imputado ante la Policía, en cambio, nace desde el momento en
que aquél, advertido de su derecho a guardar silencio, renuncia voluntariamente a tal prerrogativa y declara
inculpándose de algún hecho, exculpándose del mismo o bien inculpando o exculpando a otros.
A su vez ésta declaración voluntaria del imputado ante la policía, puede tener dos
modalidades, atento a si está o no presente su defensor. 128
126
Véase el artículo 85 del CPP
127
Véase el artículo 130 del CPP
128
Nota: para el caso de los imputados adolescentes, de conformidad a lo previsto en el artículo 31 de la Ley Nº 20.084 siempre
debe estar presente el defensor del menor cuando aquél desea declarar ante el fiscal.
Así, si el defensor no está presente, la policía sólo puede limitarse a indagar la identidad del
sujeto. Si así y todo el imputado desea prestar declaración voluntaria, la policía debe comunicar tal situación al
fiscal, caso en el cual pasamos a la segunda fase del esquema, pero, si ello no fuere posible, la policía puede
consignar las declaraciones que aquél se allanare a prestar, bajo la responsabilidad y con la autorización del
fiscal, esto es lo que se llama, con “delegación” del fiscal.
Es la dada por el coimputado forzado a ello por métodos que anulen su voluntariedad.
En relación con la declaración extrajudicial del imputado, en sede Policial, el legislador ha
colocado ciertos parámetros de protección para tal declarante, según se desprende de lo prevenido en el
artículo 91 del CPP.
Así, “La policía sólo podrá interrogar autónomamente al imputado en presencia de su defensor. Si éste
no estuviere presente durante el interrogatorio, las preguntas se limitarán a constatar la identidad del sujeto” y luego se
agrega, en el inciso segundo, que, “Si en ausencia del defensor el imputado manifestare su deseo de declarar, la policía
tomará las medidas necesarias para que declare inmediatamente ante el fiscal”, posibilidad que hay que concordarla,
necesariamente, con las facultades prevenidas para el imputado en el artículo 93 del CPP.
Sin embargo, el legislador al modificar en junio de 2012 la letra g) del artículo 93 del CPP, 130
abrió la posibilidad de la existencia de los policías como testigos de oídas de las declaraciones extrajudiciales
de los imputados, cuando señala en dicha norma que: “Tiene derecho a guardar silencio. El ejercicio de este
derecho no le ocasionará ninguna consecuencia legal adversa; sin embargo, si renuncia a él, TODO LO QUE
MANIFIESTE PUEDE SER USADO EN SU CONTRA”.
Se dará, cuando la Policía le señale al fiscal que el coimputado desea declarar, en tal caso,
deberá llamarlo y si aquél no puede concurrir, deberá expresamente (el fiscal), bajo su responsabilidad,
autorizar para que la Policía le consigne tal declaración. Es la que llamamos delegada.
129
POBLETE ITURRATE, Orlando, en INFORMES EN DERECHO, Doctrina Procesal Penal 2001-2003, “Sobre el derecho de los
funcionarios policiales a declarar en el juicio oral sobre lo que los imputados habían declarado ante ellos al momento de su detención”.
Centro de Documentación Defensoría Penal Pública, Santiago de Chile, año 2003, Pág.50
130
Ley N° 20.593 publicada Diario Oficial 2/6/2012
En segundo término; como todo derecho concedido por la legislación, por regla general es
renunciable, según se desprende de lo prevenido en el artículo 12 del Código Civil, que dispone que: “Podrán
renunciarse los derechos conferidos por las leyes, con tal que sólo miren al interés individual del renunciante, y que no esté
prohibida su renuncia”.
No existe ninguna norma en el ámbito del CPP que prohíba que un coimputado preste
declaración, renunciando a su derecho a guardar silencio. Se trata además, de una norma establecida en su
único beneficio y lo único prohibido en tal disposición del citado cuerpo legal, es la de consentir en prestarla
bajo juramento o siendo forzado a ello, por alguno de los métodos prohibidos señalados en el artículo 95 del
citado cuerpo legal.
Diremos que autónomamente, no puede, sino sólo hacerle preguntas que se limitarán a
constatar su identidad. Únicamente, en presencia del defensor, la Policía puede interrogar de manera
autónoma, esto es, sin la venia del fiscal, al imputado.
Entonces, ante la ausencia del defensor y la manifestación expresa del imputado a declarar,
la Policía debe tomar las medidas necesarias para que aquél declare ante un Fiscal.
Sólo si el Fiscal indica que no puede concurrir a tal diligencia, puede autorizar a la Policía,
para que, bajo su responsabilidad – del fiscal - , aquella consigne las declaraciones que los imputados se
allanaren a prestar.
Dado que aún cuando refiere las expresiones, “podrá consignar”, ello a priori, pudiera
entenderse como una facultad para la Policía.
Empero, se debe llegar siempre a la conclusión contraria, es decir, que ésta es una obligación
y no una facultad para los agentes policiales, al relacionar éste tema, con lo prevenido en el artículo 181 del
Código Procesal Penal, de donde les aparece como obligación genérica de la fase de investigación, la “de
consignar y asegurar todo cuanto condujere a la comprobación del hecho y a la identificación de los partícipes del mismo”.
Los funcionarios policiales no podrán informar a los medios de comunicación social acerca
de la identidad de detenidos, imputados, víctimas, testigos, ni de otras personas que se encontraren o pudieren
resultar vinculadas a la investigación de un hecho punible, que es, precisamente lo que establece el artículo 92
del CPP.
5. El imputado
El párrafo 4° del Título IV del Libro I del CPP trata del imputado y, fundamentalmente, de
sus derechos y garantías, entre los artículos 93 y 101, dedicándole algunas de sus disposiciones a los derechos
del imputado rebelde.
El artículo 93 del CPP establece que el imputado podrá hacer valer, hasta la terminación del
proceso, los derechos y garantías que les confieren las leyes.
Artículo 93. Derechos y garantías del imputado. Todo imputado podrá hacer valer, hasta la terminación del proceso,
los derechos y garantías que le confieren las leyes.
En especial, tendrá derecho a:
a) Que se le informe de manera específica y clara acerca de los hechos que se le imputaren y los derechos que le
otorgan la Constitución y las leyes;
b) Ser asistido por un abogado desde los actos iniciales de la investigación;
c) Solicitar de los fiscales diligencias de investigación destinadas a desvirtuar las imputaciones que se le
formularen;
d) Solicitar directamente al juez que cite a una audiencia, a la cual podrá concurrir con su abogado o sin él,
con el fin de prestar declaración sobre los hechos materia de la investigación;
e) Solicitar que se active la investigación y conocer su contenido, salvo en los casos en que alguna parte de ella
hubiere sido declarada secreta y sólo por el tiempo que esa declaración se prolongare;
f) Solicitar el sobreseimiento definitivo de la causa y recurrir contra la resolución que lo rechazare;
g) Guardar silencio o, en caso de consentir en prestar declaración, a no hacerlo bajo juramento. Sin perjuicio
de lo dispuesto en los artículos 91 y 102, al ser informado el imputado del derecho que le asiste conforme a
esta letra, respecto de la primera declaración que preste ante el fiscal o la policía, según el caso, deberá
señalársele lo siguiente: “Tiene derecho a guardar silencio. El ejercicio de este derecho no le ocasionará
ninguna consecuencia legal adversa; sin embargo, si renuncia a él, todo lo que manifieste podrá ser usado
en su contra”;
h) No ser sometido a tortura ni a otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, e
i) No ser juzgado en ausencia, sin perjuicio de las responsabilidades que para él derivaren de la situación de
rebeldía
Por otra parte, el imputado privado de libertad, tiene además otras garantías y derechos que
están expresadas en el artículo 94 del CPP.
Artículo 94. Imputado privado de libertad. El imputado privado de libertad tendrá, además, las siguientes garantías y
derechos:
a) A que se le exprese específica y claramente el motivo de su privación de libertad y, salvo el caso de
delito flagrante, a que se le exhiba la orden que la dispusiere;
b) A que el funcionario a cargo del procedimiento de detención o de aprehensión le informe de los
derechos a que se refiere el inciso segundo del artículo 135;
c) A ser conducido sin demora ante el tribunal que hubiere ordenado su detención;
d) A solicitar del tribunal que le conceda la libertad;
e) A que el encargado de la guardia del recinto policial al cual fuere conducido informe, en su presencia,
al familiar o a la persona que le indicare, que ha sido detenido o preso, el motivo de la detención o prisión y el lugar
donde se encontrare;
f) A entrevistarse privadamente con su abogado de acuerdo al régimen del establecimiento de detención,
el que sólo contemplará las restricciones necesarias para el mantenimiento del orden y la seguridad del recinto;
g) A tener, a sus expensas, las comodidades y ocupaciones compatibles con la seguridad del recinto en que
se encontrare, y
h) A recibir visitas y comunicarse por escrito o por cualquier otro medio, salvo lo dispuesto en el artículo
151.
El amparo ante el juez de garantías está contemplado en el artículo 95 del CPP y se idea
como un “recurso especial y sencillo” que tiene toda persona privada de libertad, para ser conducida sin
Artículo 95.- Amparo ante el juez de garantía. Toda persona privada de libertad tendrá derecho a ser conducida sin
demora ante un juez de garantía, con el objeto de que examine la legalidad de su privación de libertad y, en todo caso, para
que examine las condiciones en que se encontrare, constituyéndose, si fuere necesario, en el lugar en que ella estuviere. El
juez podrá ordenar la libertad del afectado o adoptar las medidas que fueren procedentes.
El abogado de la persona privada de libertad, sus parientes o cualquier persona en su nombre podrán siempre
ocurrir ante el juez que conociere del caso o aquél del lugar donde aquélla se encontrare, para solicitar que ordene que sea
conducida a su presencia y se ejerzan las facultades establecidas en el inciso anterior.
Con todo, si la privación de libertad hubiere sido ordenada por resolución judicial, su legalidad sólo podrá
impugnarse por los medios procesales que correspondan ante el tribunal que la hubiere dictado, sin perjuicio de lo
establecido en el artículo 21 de la Constitución Política de la República.
El artículo 96 del CPP faculta a todo abogado para requerir del funcionario encargado del
cualquier lugar de detención o prisión, la confirmación de encontrarse privada de libertad una persona. A
poder conferenciar libre y privadamente con el detenido
Artículo 96.- Derechos de los abogados. Todo abogado tendrá derecho a requerir del funcionario encargado de
cualquier lugar de detención o prisión, la confirmación de encontrarse privada de libertad una persona determinada en ese
o en otro establecimiento del mismo servicio y que se ubicare en la comuna.
En caso afirmativo y con el acuerdo del afectado, el abogado tendrá derecho a conferenciar privadamente con él y,
con su consentimiento, a recabar del encargado del establecimiento la información consignada en la letra a) del artículo 94.
Si fuere requerido, el funcionario encargado deberá extender, en el acto, una constancia de no encontrarse
privada de libertad en el establecimiento la persona por la que se hubiere consultado.
El artículo 98 del CPP señala que el imputado tiene derecho, durante todo el procedimiento y
en cualquiera de sus etapas, a prestar declaración como un modo de defenderse de la imputación que se le
dirigiere. Esta norma consagra lo que se conoce como defensa material, en contraposición a la defensa técnica
que es la que hace un letrado.
Artículo 98.- Declaración del imputado como medio de defensa. Durante todo el procedimiento y en cualquiera de
sus etapas el imputado tendrá siempre derecho a prestar declaración, como un medio de defenderse de la imputación que se
le dirigiere.
La declaración judicial del imputado se prestará en audiencia a la cual podrán concurrir los intervinientes en el
procedimiento, quienes deberán ser citados al efecto.
La declaración del imputado no podrá recibirse bajo juramento. El juez o, en su caso, el presidente del tribunal,
se limitará a exhortarlo a que diga la verdad y a que responda con claridad y precisión las preguntas que se le formularen.
Regirá, correspondientemente, lo dispuesto en el artículo 326.
Si con ocasión de su declaración judicial, el imputado o su defensor solicitaren la práctica de diligencias de
investigación, el juez podrá recomendar al ministerio público la realización de las mismas, cuando lo considerare necesario
para el ejercicio de la defensa y el respeto del principio de objetividad.
Si el imputado no supiere la lengua castellana o si fuere sordo o mudo, se procederá a tomarle declaración de
conformidad al artículo 291, incisos tercero y cuarto.
El imputado rebelde es el que no comparece a algún acto del procedimiento o del juicio y,
por ello, el artículo 99 del CPP señala cuáles son las causales de su rebeldía.
Artículo 100. Declaración de rebeldía. La declaración de rebeldía del imputado será pronunciada por el tribunal ante el
que debiere comparecer
Están señalados en el artículo 101 del CPP y dicen relación con el modo de las futuras
notificaciones, que la investigación no se suspende y continuará hasta la realización de la audiencia intermedia
y si se produjere la rebeldía durante el juicio oral, se sobreseerá temporalmente hasta que el rebelde sea
habido.
Artículo 101. Efectos de la rebeldía. Declarada la rebeldía, las resoluciones que se dictaren en el procedimiento se
tendrán por notificadas personalmente al rebelde en la misma fecha en que se pronunciaren.
La investigación no se suspenderá por la declaración de rebeldía y el procedimiento continuará hasta la
realización de la audiencia de preparación del juicio oral, en la cual se podrá sobreseer definitiva o temporalmente la causa
de acuerdo al mérito de lo obrado. Si la declaración de rebeldía se produjere durante la etapa de juicio oral, el
procedimiento se sobreseerá temporalmente, hasta que el imputado compareciere o fuere habido.
El sobreseimiento afectará sólo al rebelde y el procedimiento continuará con respecto a los imputados presentes.
El imputado que fuere habido pagará las costas causadas con su rebeldía, a menos que justificare debidamente su
ausencia.
6. El defensor
El párrafo 5° del Título IV del Libro I del CPP en sus artículos 102 a 107 da diversas normas
relativas a la defensa.
El artículo 102 del CPP señala como derecho del imputado desde la primera actuación del
procedimiento dirigido en su contra, hasta la completa ejecución de la sentencia, a designar libremente a un
defensor de su confianza, si no lo hiciere el Estado le deberá proporcionar uno, el que deberá designárselo un
juez.
Artículo 102. Derecho a designar libremente a un defensor. Desde la primera actuación del procedimiento y hasta la
completa ejecución de la sentencia que se dictare, el imputado tendrá derecho a designar libremente uno o más defensores
de su confianza. Si no lo tuviere, el juez procederá a hacerlo, en los términos que señale la ley respectiva. En todo caso, la
designación del defensor deberá tener lugar antes de la realización de la primera audiencia a que fuere citado el imputado.
Si el imputado se encontrare privado de libertad, cualquier persona podrá proponer para aquél un defensor
determinado, o bien solicitar se le nombre uno. Conocerá de dicha petición el juez de garantía competente o aquél
correspondiente al lugar en que el imputado se encontrare.
El juez dispondrá la comparecencia del imputado a su presencia, con el objeto de que acepte la designación del
defensor.
Artículo 103. Efectos de la ausencia del defensor. La ausencia del defensor en cualquier actuación en que la ley
exigiere expresamente su participación acarreará la nulidad de la misma, sin perjuicio de lo señalado en el artículo 286.
El defensor puede ejercer todos los derechos que se le dan en este Código al imputado, a
menos que se reserve su ejercicio al imputado en forma personal, como ocurre, por ejemplo, cuando el
imputado se allana a prestar declaración en el juicio oral.
Artículo 104. Derechos y facultades del defensor. El defensor podrá ejercer todos los derechos y facultades que la ley
reconoce al imputado, a menos que expresamente se reservare su ejercicio a este último en forma personal.
Un defensor puede defender a más de un imputado, a menos, que tales defensas sean
incompatibles entre sí.
Artículo 105. Defensa de varios imputados en un mismo proceso. La defensa de varios imputados podrá ser asumida
por un defensor común, a condición de que las diversas posiciones que cada uno de ellos sustentare no fueren
incompatibles entre sí.
Si el tribunal advirtiere una situación de incompatibilidad la hará presente a los afectados y les otorgará un
plazo para que la resuelvan o para que designen los defensores que se requirieren a fin de evitar la incompatibilidad de que
se tratare. Si, vencido el plazo, la situación de incompatibilidad no hubiere sido resuelta o no hubieren sido designados el o
los defensores necesarios, el mismo tribunal determinará los imputados que debieren considerarse sin defensor y procederá
a efectuar los nombramientos que correspondieren
Un defensor puede por cierto, renunciar a la defensa, sin embargo, la renuncia formal no lo
liberará de su deber de realizar todos los actos inmediatos y urgentes que fueren necesarios para impedir la
indefensión de un imputado.
Artículo 106. Renuncia o abandono de la defensa. La renuncia formal del defensor no lo liberará de su deber de
realizar todos los actos inmediatos y urgentes que fueren necesarios para impedir la indefensión del imputado.
En el caso de renuncia del defensor o en cualquier situación de abandono de hecho de la defensa, el tribunal
deberá designar de oficio un defensor penal público que la asuma, a menos que el imputado se procurare antes un defensor
de su confianza. Con todo, tan pronto este defensor hubiere aceptado el cargo, cesará en sus funciones el designado por el
tribunal.
El desempeño de los defensores locales y de los abogados que presten defensa penal pública
estará sujeto a estrictos controles y dará origen a las responsabilidades y sanciones que la ley establece. 132
En suma, con el sistema mixto descrito se busca combinar una organización permanente de
abogados funcionarios que satisfagan los requerimientos básicos e impostergables de la defensa penal pública
con otra más flexible, de prestadores públicos o privados que deben concursar para la adjudicación de un
fondo público en base a criterios de competitividad y eficiencia.
La Ley establece como regla general que los defensores locales asumirán la defensa de los
imputados siempre que, de conformidad al CPP, falte abogado defensor por cualquier causa en cualquier
etapa del procedimiento. Se añade que la defensa se mantendrá hasta que la asuma el defensor que designe el
imputado o acusado, procedimiento que se regula en los artículos 51 y siguientes de la LDPP. 133
Como complemento final de este sistema, se confiere al Defensor Nacional la atribución para
que, en caso necesario, celebre convenios directos, por un plazo fijo, con abogados o personas jurídicas
públicas o privadas que se encuentren en condiciones de asumir la defensa penal de los imputados hasta que
se resuelva una nueva licitación. Se destaca que, en la prestación de sus servicios, estas personas naturales o
jurídicas se sujetarán a las mismas reglas aplicables a aquellas contratadas en virtud de procesos de licitación.
134
131
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés, Ob. cit., pág. 256
132
Arts. 68 y siguientes LDPP
133
Art. 25 incisos 3° y 4° LDPP
134
Art. 49 inciso 3° LDPP
135
Art. 2 LDPP
Para ser Defensor Nacional se requiere ser ciudadano con derecho a sufragio, tener a lo
menos diez años el título de abogado y no encontrarse sujeto a alguna de las incapacidades e
incompatibilidades para ingresar a la administración pública. 139 Tiene a su cargo la dirección, administración,
control y representación de la Defensoría Penal Pública, sus principales funciones y atribuciones se encuentran
señaladas en el artículo 7 de la LDPP.
136
Art. 1 LDPP
137
Arts. 35 y 36 LDPP
138
Art. 10 LDPP
139
Art. 6 LDPP
140
Art. 8 LDPP
a.- Debe proponer al Defensor Nacional el monto de los fondos por licitar, a nivel
nacional y regional.
c.- Convocar a las licitaciones a nivel regional, las que serán resueltas por los comités de
adjudicación regionales.
d.- Resolver las apelaciones en contra de las decisiones del comité de adjudicación
regional que recaigan en las reclamaciones presentadas por los participantes en los procesos de licitación.
El Consejo debe sesionar ordinariamente dos veces al año, sin perjuicio de las convocatorias
extraordinarias que pueda hacer su presidente. El quórum de funcionamiento será de la mayoría absoluta de
sus miembros en ejercicio y para adoptar sus acuerdos requerirá el voto de la mayoría de los presentes. 143
Por su parte, los Comités de Adjudicación Regional tienen como función principal la de
resolver, a nivel regional, la licitación de los fondos para la defensa penal pública. Además conocerán y
resolverán, en primera instancia, de las reclamaciones que los participantes del proceso de licitación
interpongan con ocasión del mismo, contra su resolución sólo procederá recurso de apelación ante el Consejo
de Licitaciones. 144
Estos Comités estarán integrados por un representante del Ministerio de Justicia, que no
podrá ser el Secretario Regional Ministerial de Justicia; el Defensor Nacional u otro profesional de la
Defensoría Nacional designado por éste, que no podrá ser uno de los que desempeñan labores de fiscalización;
el Defensor Regional u otro profesional de la Defensoría Regional designado por éste, que no sea fiscalizador;
un académico de la región, del área de la economía, designado por el Defensor Nacional; y un juez con
competencia penal, elegido por la mayoría de los integrantes de los tribunales de juicio oral en lo penal y
jueces de garantía de la región respectiva.
141
Arts. 11 y 45 LDPP
142
Art. 13 LDPP
143
Art. 15 LDPP
144
Art. 47 LDPP
Las Defensorías Regionales son las oficinas encargadas de la administración de los medios y
recursos necesarios para la prestación de la defensa penal pública en la región, o en la extensión geográfica que
corresponda si en la región hay más de una. 146 .
Habrá una defensoría regional en cada una de las regiones del país, con sede en la capital
regional respectiva, excepto en la región Metropolitana de Santiago, en la que habrá dos oficinas regionales
cuyas sedes y distribución territorial serán determinadas por el Defensor Nacional. 147 .
Para ser defensor regional se requiere ser ciudadano con derecho a sufragio, tener a lo menos
cinco años el título de abogado y no encontrarse sujeto a alguna de las incapacidades e incompatibilidades
para el ingreso a la administración pública. 149 .
Las Defensorías Locales son unidades operativas en las que se desempeñan los defensores
locales de la región. Si la defensoría local cuenta con dos o más defensores locales, se nombra un defensor jefe.
151 .
145
Arts. 13 inciso 2° y 45 inciso final LDPP
146
Art. 16 LDPP
147
Art. 17 LDPP
148
Art. 18 LDPP
149
Art. 19 LDPP
150
Arts. 18 inciso 1° y 21 LDPP
151
Arts. 23 y 25 inciso 1° LDPP
152
Art. 24 LDPP
La ley dispone que habrá 145 defensores locales en todo el territorio nacional. 154 .
Para ser defensor local se requiere ser ciudadano con derecho a sufragio, tener el título de
abogado y no encontrarse sujeto a alguna de las incompatibilidades para el ingreso a la administración
pública. 155
Los defensores locales son funcionarios a contrata y el acceso a los empleos correspondientes
se efectuará por concurso público. En general, están afectos a las disposiciones de la LDPP y a las normas del
Estatuto Administrativo. 156 En consecuencia, están sujetos a responsabilidad administrativa, sin perjuicio de la
responsabilidad civil y penal que pueda afectarles. 157
7. La víctima
La víctima está definida en este nuevo sistema procesal penal, en el artículo 108 del CPP,
consignándose allí que se considera víctima al ofendido por el delito.
Artículo 108. Concepto. Para los efectos de este Código, se considera víctima al ofendido por el delito.
En los delitos cuya consecuencia fuere la muerte del ofendido y en los casos en que éste no pudiere ejercer los derechos que
en este Código se le otorgan, se considerará víctima:
a) al cónyuge y a los hijos;
b) a los ascendientes;
c) al conviviente;
d) a los hermanos, y
e) al adoptado o adoptante.
Para los efectos de su intervención en el procedimiento, la enumeración precedente constituye un orden de
prelación, de manera que la intervención de una o más personas pertenecientes a una categoría excluye a las comprendidas
en las categorías siguientes.
Artículo 109. Derechos de la víctima. La víctima podrá intervenir en el procedimiento penal conforme a lo establecido
en este Código, y tendrá, entre otros, los siguientes derechos:
a) Solicitar medidas de protección frente a probables hostigamientos, amenazas o atentados en contra
suya o de su familia;
b) Presentar querella;
c) Ejercer contra el imputado acciones tendientes a perseguir las responsabilidades civiles provenientes
del hecho punible;
d) Ser oída, si lo solicitare, por el fiscal antes de que éste pidiere o se resolviere la suspensión del
procedimiento o su terminación anticipada;
153
Art. 25 inciso 2° LDPP
154
Art. 31 LDPP
155
Art. 26 LDPP
156
Arts. 27 y 31 LDPP
157
Art. 68 LDPP
El artículo 110 del CPP señala que si se tratare de las personas que subrogan a la víctima, el
Ministerio Público, cuando ellas no hubieren intervenido en el procedimiento, deberá informar sus resultados
al cónyuge del ofendido por el delito, o en su defecto, a sus hijos o a alguna de las otras personas.
8.- El querellante
Es un acto jurídico procesal mediante el cual la víctima de un hecho punible o las demás
personas o instituciones expresamente facultadas por la ley ponen en conocimiento de la autoridad
competente la existencia de un hecho que puede revestir los caracteres de un delito.
8.2.- El querellante
Como regla general, la querella sólo puede ser interpuesta por la víctima, por el
representante legal de la víctima o el heredero testamentario de la víctima.
En sentido estricto la víctima es el ofendido por el delito, sin embargo en aquellos delitos
cuya consecuencia es la muerte del ofendido y en los casos en que éste no pueda ejercer sus derechos, se
considera víctima a las personas indicadas en el artículo 108 del CPP y en ese orden de prelación.
Así toda persona capaz de parecer en juicio puede hacerlo en las situaciones señaladas en los
incisos 2° y 3° del artículo 111 del CPP.
Por último, algunos órganos del Estado están autorizados para querellarse tratándose de
delitos relacionados con su actividad fiscalizadora, así ocurre por ejemplo con el Servicio de Impuestos
Internos y el Servicio de Aduanas, también el Consejo de Defensa del Estado puede hacerlo en los casos que
determina su Ley Orgánica; el Ministro del Interior, Intendentes Regionales, Gobernadores Provinciales y
Comandantes de Guarnición pueden ser querellantes en delitos calificados de terroristas. En todos estos casos
se les otorga los mismos derechos que a la víctima.
Si bien el concepto tradicional de víctima se identifica con la idea de persona que sufre el
daño directo que produce el delito, observamos la incorporación progresiva de un concepto de víctima en un
sentido colectivo, relativo al conjunto de personas que pueden verse afectadas o son perjudicadas en sus
intereses o bienes sociales por la comisión de un delito.
De las normas del CPP podemos constatar la existencia de dos tipos de querellantes:
a.- El querellante conjunto adhesivo (querellante particular), contemplado para los delitos
de acción penal pública como colaborador y control externo del Ministerio Público, con posibilidades de forzar
la acusación. Este querellante puede intervenir activamente en el procedimiento, adherir a la acusación del
Fiscal o presentar una particular, ofrecer y presentar pruebas en el juicio e interponer recursos.
b.- El querellante privado, que tiene el carácter de acusador exclusivo y excluyente en los
delitos de acción penal privada. Este querellante tiene la carga de la persecución penal, pues en este tipo de
delitos, como ya se dijo, no interviene el Ministerio Público.
La querella debe presentarse por escrito ante el juez de garantía competente, quien analizará
su admisibilidad a la luz de los requisitos establecidos en el artículo 113 del CPP.
No pueden querellarse entre sí, sea por delitos de acción pública o privada: 161
a) Los cónyuges, a no ser por delito que uno hubiere cometido contra el otro o contra sus
hijos, o por el delito de bigamia, y
158
Art. 112 CPP
159
Arts.115 y 368 CPP
160
Art. 117 CPP
161
Art. 116 CPP
Se trata de una sanción procesal impuesta por el tribunal al querellante, de oficio o a petición
de cualquiera de los intervinientes, en situaciones objetivas que demuestran negligencia o falta de interés de su
parte, impidiéndole ejercer en lo sucesivo los derechos que el CPP le conferían. 165
Procede en los siguientes casos:
9. El actor civil
El actor civil es quien ejerce dentro del proceso penal o fuera de él, una pretensión civil, ya
sea contra el imputado o contra el tercero civilmente responsable.
Las normas de los artículos 59 a 68 del CPP se refieren a las acciones civiles. Ya anticipamos
en el capítulo II muchos temas sobre la acción civil, ahora las complementaremos simplemente, indicando
algunas cuestiones principales.
Así, cabe señalar que la víctima puede demandar civilmente además, de la acción civil
restitutoria, todas las demás acciones que tuvieren por objeto perseguir las responsabilidades civiles derivadas
del hecho punible, pero sólo cuando la víctima entablara la acción contra el imputado o acusado. Es decir, si
deseara perseguir la responsabilidad civil de tercero civilmente responsable, deberá hacerlo en sede de
Tribunal civil competente y ya no en este procedimiento.
Artículo 59. Principio general. La acción civil que tuviere por objeto únicamente la restitución de la cosa, deberá
interponerse siempre durante el respectivo procedimiento penal, de conformidad a lo previsto en el artículo 189.
162
Art. 118 CPP
163
Art. 119 CPP
164
Art. 120 CPP
165
Art. 121 CPP
Mucho se ha hablado de lo inadecuado que para algunos ha resultado, que dentro del
proceso penal estén inmersos los intereses patrimoniales de la víctima, empero, estimo al igual que CISTERNA
PINO, que este Código, aún restringiendo la acción civil del ofendido por el delito al acusado únicamente, por
otro lado ha ampliado el abanico de sus posibilidades, “Sin embargo ello es más aparente que real y baste para
comprobarlo que en el nuevo sistema el perjudicado tiene no sólo acciones (pretensiones es el término correcto) que puede
ejercer a través de la demanda civil y las tercerías, sino otras vías que no implican el ejercicio de la acción civil
propiamente tal. En efecto, a través de los acuerdos reparatorios (art. 241) y la suspensión condicional del procedimiento
(art. 238 CPP letra e)), el perjudicado puede conseguir la reparación total o parcial de los perjuicios sufridos con el hecho
punible. Otro ejemplo está en la obligación que pesa sobre el Tribunal de Juicio Oral de continuar y fallar la causa en su
aspecto civil, en aquel caso en que iniciado el juicio oral se dicte sobreseimiento definitivo (art. 68 del CPP)”. 166
La demanda civil debe interponerse en la oportunidad prevista en el artículo 261 del CPP, es
decir, hasta 15 días antes de la fecha fijada para la realización de la audiencia de preparación del juicio oral,
debiendo cumplir tal demanda, con los requisitos exigidos en el artículo 254 del CPC. 167
Artículo 61. Preparación de la demanda civil. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo anterior, con posterioridad a
la formalización de la investigación la víctima podrá preparar la demanda civil solicitando la práctica de diligencias que
considerare necesarias para esclarecer los hechos que serán objeto de su demanda, aplicándose, en tal caso, lo establecido en
los artículos 183 y 184.
Asimismo, se podrá cautelar la demanda civil, solicitando alguna de las medidas previstas en el artículo 157.
La preparación de la demanda civil interrumpe la prescripción. No obstante, si no se dedujere demanda en la
oportunidad prevista en el artículo precedente, la prescripción se considerará como no interrumpida.
Artículo 64. Desistimiento y abandono. La víctima podrá desistirse de su acción en cualquier estado del
procedimiento.
Se considerará abandonada la acción civil interpuesta en el procedimiento penal, cuando la víctima no
compareciere, sin justificación, a la audiencia de preparación del juicio oral o a la audiencia del juicio oral.
166
CISTERNA PINO, Adolfo; “Acciones Civiles en el Nuevo Proceso Penal”; Editorial Librotecnia, 1° edición, Noviembre de 2005,
págs. 36 y 37
167
Art. 254 CPC: La demanda debe contener: 1° La designación del tribunal ante quien se entabla; 2° El nombre, domicilio y
profesión u oficio del demandante y de las personas que lo representen, y la naturaleza de la representación; 3° El nombre, domicilio y
profesión u oficio del demandado; 4° La exposición clara de los hechos y fundamentos de derecho en que se apoya; y 5° La enunciación
precisa y clara, consignada en la conclusión de las peticiones que se sometan al fallo del tribunal.
1. Concepto
De allí que nuestro legislador haya ideado variados procedimientos, dependiendo, en primer
lugar de la pena solicitada por el fiscal en su acusación penal o requerimiento.
P o R GRAD. MINIMO
5 AÑOS
S P o R GRAD. MAXIMO
PROCED. ABREVIADO
D P o R GRAD. MEDIO
E
PROC. SIMPLIFICADO
540 D
L P o R GRAD. MINIMO 61 D ó PROCED. ABREVIADO
60 DIAS
PRISION GRAD. MAXIMO
F
A
L
PRISION GRAD. MEDIO PROC. SIMPLIFICADO PROC. SIMPLIFICADO
T
PRISION MAYOR
GRAD. MINMO
GRAD. MINIMO
A 1 DIA
Otra posibilidad diferenciadora lo ha sido por la materia, por ejemplo, al tratar los delitos de
acción privada, ha señalado para ellos en los artículos 400 a 405 del CPP su reglamentación.
168
Art. 108 COT: La competencia es la facultad que tiene cada juez o tribunal para conocer de los negocios que la ley ha
colocado dentro de la esfera de sus atribuciones.
169
Art. 115 COT: En los asuntos civiles la cuantía de la materia se determina por el valor de la cosa disputada. En los asuntos
criminales se determina por la pena que el delito lleva consigo.
Además, trata tanto el procedimiento de extradición activa como la extradición pasiva, en los
artículos 431 a 454.
Por otro lado, regula en los artículos 455 y siguientes del CPP un procedimiento para la sola
aplicación de medidas de seguridad para enajenados mentales.
2. Clasificaciones
Procedimiento Ordinario
Procedimiento Abreviado
Cuantía (pena)
Procedimiento Simplificado
Procedimiento Monitorio
Materia
Fuero Grande
Personas con fuero constitucional
Fuero Chico
Fuero
El procedimiento abreviado se aplica para aquellos casos en que el fiscal requiera se imponga
al acusado una pena de hasta 5 años de presidio menor en su grado máximo, pida expresamente una vez
formalizado el imputado o bien, en la fase intermedia, la aplicación de este procedimiento y siempre que el
acusado lo acepte expresamente. Su conocimiento y fallo queda entregado a un Juez de Garantía.
Este procedimiento monitorio se aplica para aquellos casos en que el fiscal requiera la
aplicación de una pena de multa, al igual que los dos anteriores, su conocimiento y fallo queda entregado a un
Juez de Garantía.
Este procedimiento sólo actúa el querellante que esté habilitado para interponer acción por la
comisión de algunos de los delitos de acción penal privada, aquí no actúa para nada el Ministerio Público y lo
conoce y falla el Juez de Garantía.
Son mecanismos procesales que procuran asegurar los fines penales y civiles del
procedimiento.
En razón de las diferencias que existen entre las medidas cautelares personales y reales, a
continuación procederemos a analizarlas en forma separada.
1.1.1.- Concepto
Según los profesores Duce y Riego 170 el tema de la coerción durante el proceso suele ser uno
de los aspectos más polémicos de todo ordenamiento procesal penal y en el caso de nuestro país no ha sido la
excepción.
De acuerdo a las orientaciones del nuevo sistema, estas medidas no pueden constituir una
anticipación de pena, pues de ser así se estaría vulnerando el derecho del imputado al juicio previo y la
presunción de inocencia.
El correcto establecimiento de la verdad puede estar en riesgo ya sea por la negativa del
imputado a comparecer a los actos del procedimiento (peligro de fuga), ya sea por la evidencia de que éste
desarrollará actos de destrucción u ocultación de pruebas (éxito de la investigación). 171
170
DUCE y RIEGO; Ob. cit., pág. 243
171
Art. 140 inciso 1°, letra c), incisos 2° y 3° CP.
a.- Principio de legalidad, que consiste en una reserva legal para el reconocimiento de las
medidas coercitivas que implican formas de restricción o privación de libertad. 173
b.- Principio de Jurisdiccionalidad, en cuya virtud las medidas cautelares personales sólo
pueden ser adoptadas por el órgano jurisdiccional competente, con la salvedad de la facultad que tienen
ciertas autoridades para ordenar la detención de una persona. 174
e.- Principio de Provisionalidad, toda vez que estas medidas deben mantenerse sólo
mientras subsista la necesidad de su aplicación y permanezca pendiente el procedimiento penal al que
instrumentalmente sirven. 177
f.- Principio de Proporcionalidad, esto es, que las medidas estén en relación proporcional
con la finalidad del procedimiento que se persigue cautelar y con la gravedad del hecho que se investiga. La
regla general está constituida por la aplicación de las medidas cautelares personales menos intensas para la
libertad del imputado y la prisión preventiva sólo procederá cuando las demás medidas fueren insuficientes
para asegurar los fines del procedimiento. 178
1.1.4.- La citación
172
Art. 141 inciso 2° CPP
173
Arts. 19 N° 7, letra b) CPRCH, y 5 CPP
174
Art. 122 inciso 2° CPP
175
Arts. 4, 5 y 122 inciso 1° CPP
176
Art. 122 inciso 1° CPP
177
Arts. 122 inciso 1° y 141 inciso 2° CPP
178
Art. 139 inciso 2° CPP
Las modificaciones introducidas por la Ley N° 19.789 en esta materia han reducido los
alcances de este límite, ampliando la posibilidad de que las medidas privativas de libertad se apliquen a las
faltas y a los delitos de menor gravedad.
Para lograr este efecto el nuevo texto del artículo 124 CPP sustrajo del ámbito de la citación
los casos en que la imputación se refiere a delitos sancionados con penas que no exceden las de presidio o
reclusión menores en su grado mínimo.
También se ha producido el debilitamiento de las dos hipótesis subsistentes, esto es, los casos
de faltas o delitos que la ley no sancionare con penas privativas ni restrictivas de libertad. Para estas
situaciones, el nuevo inciso final de la disposición declara admisibles otras medidas privativas o restrictivas de
libertad “en los casos a que se refiere el inciso 4° del artículo 134 o cuando procediere el arresto por falta de
comparecencia, la detención o la prisión preventiva de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 33”.
Según los profesores Horvitz y López, 180 lo anterior conlleva que, aún en las hipótesis que
subsisten, queda autorizada la detención en caso de flagrancia, e incluso la detención y prisión preventiva por
falta de comparecencia. De este modo, la prisión preventiva pasa a ser plenamente aplicable a todo tipo de
crímenes, simples delitos y faltas, 181 sin olvidar que el único objetivo que habilita la prisión en los casos de
faltas y delitos menores es el de asegurar la comparecencia del imputado y que rige sólo cuando éste ha
incumplido con dicha obligación en forma previa.
Las hipótesis de citación subsistentes se encuentran, por otra parte, restringidas ahora en el
caso de flagrancia, y se faculta a la policía para conducir al imputado al recinto policial, para efectuar allí la
citación. 182
1.1.5.- La detención
179
Arts. 124 inciso 1°, 155 y 393 bis CPP
180
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés, Ob. cit., pág. 607
181
Art. 141 inciso 4° CPP
182
Art. 134 inciso 3° CPP
La detención como medida cautelar personal es aquella en virtud de la cual, sin citación
previa, se priva de libertad a una persona a quien se le imputa la comisión de un delito, por un breve lapso,
con la exclusiva finalidad de ponerla a disposición del tribunal, con el objeto de asegurar su comparecencia a
algún acto del procedimiento, como puede ser una audiencia destinada a formalizar una investigación y,
eventualmente, adoptar una medida cautelar de mayor intensidad en su contra, cuando de otra manera la
comparecencia pudiere verse demorada o dificultada. 183
Para que sea procedente la detención judicial se requiere la concurrencia de las siguientes
condiciones:
1.- Apariencia de buen derecho, por aplicación del principio de proporcionalidad parece
necesario exigir un cierto grado de probabilidad acerca de la existencia del hecho punible y de la participación
del imputado.
En razón de la diferente intensidad de las cautelares parece lógico exigir un menor grado de
probabilidad que aquél que se requiere para la prisión preventiva.
2.- Peligro de retardo, en el sentido que la detención es necesaria pues de otra manera la
comparecencia del imputado pudiere verse demorada o dificultada.
3.- La necesidad de la medida, que habrá de ponderarse por el tribunal en los términos del
artículo 122 CPP, esto es que la detención sea estrictamente indispensable para asegurar la realización de los
fines del procedimiento.
No será suficiente cualquier demora o dificultad en la comparecencia del imputado, sino sólo
aquella que genere un riesgo serio para que el procedimiento cumpla sus fines de averiguar correctamente la
verdad (peligro de obstaculización de la investigación) o actuar de la ley penal (peligro de fuga).
En cuanto al procedimiento a seguir para decretar una detención judicial debemos tener en
cuenta, en primer lugar, que el tribunal no puede ordenar la detención de oficio, salvo el caso de delito
flagrante en la sala de su despacho, de modo que por regla general se requiere la petición expresa del
Ministerio Público. 184
La orden de detención debe ser cumplida por las policías, organismos encargados legalmente
de ejecutar las medidas de coerción que se decreten. 186 En el ejercicio de esta función la policía está facultada
para registrar los lugares y recintos de libre acceso público en búsqueda del imputado 187 y puede incluso
entrar y registrar edificios o lugares cerrados en los que se presumiere que el imputado se encontrare, siempre
que su propietario o encargado consintiere expresamente en la práctica de la diligencia, 188 en caso contrario la
policía se limitará a adoptar las medidas para evitar la fuga del imputado, mientras el fiscal solicite al Juez la
autorización para proceder a la entrada y registro.
183
Art. 127 inciso 1° CPP
184
Art. 127 inciso 1° CPP
185
Art. 122 inciso final CPP
186
Art. 79 inciso 1° CPP
187
Art. 204 CPP
188
Art. 205 CPP
Por último, el detenido debe ser conducido oportunamente al tribunal que hubiere ordenado
la detención. 190
Se trata de una detención ordenada por un funcionario público diferente del juez, pero
autorizado expresamente por la ley, con el mismo objeto de la detención judicial y sujeta a sus mismos
supuestos de aplicación y procedimientos.
También llamada arresto, es la detención del imputado decretada por el juez, de oficio o a
petición del Ministerio Público, como consecuencia del incumplimiento injustificado de la citación despachada
previamente por el juez o el fiscal y con el objeto de asegurar su comparecencia a la actuación respectiva. 191
Es aquella que puede realizar cualquier persona que sorprenda a otra en delito flagrante, con
el solo objeto de poner inmediatamente al detenido a disposición de la policía, del Ministerio Público o de la
autoridad judicial más próxima.
Artículo 129. Detención en caso de flagrancia. Cualquier persona podrá detener a quien sorprendiere en delito
flagrante, debiendo entregar inmediatamente al aprehendido a la policía, al ministerio público o a la autoridad judicial más
próxima.
Los agentes policiales estarán obligados a detener a quienes sorprendieren in fraganti en la comisión de un
delito.
No obstará a la detención la circunstancia de que la persecución penal requiriere instancia particular previa, si el
delito flagrante fuere de aquéllos previstos y sancionados en los artículos 361 a 366 quáter del Código Penal.
La policía deberá, asimismo, detener al sentenciado a penas privativas de libertad que hubiere quebrantado su
condena, al que se fugare estando detenido, al que tuviere orden de detención pendiente, a quien fuere sorprendido en
violación flagrante de las medidas cautelares personales que se le hubieren impuesto y al que violare la condición del
artículo 238, letra b), que le hubiere sido impuesta para la protección de otras personas.
En los casos de que trata este artículo, la policía podrá ingresar a un lugar cerrado, mueble o inmueble, cuando
se encontrare en actual persecución del individuo a quien debiere detener, para el solo efecto de practicar la respectiva
detención
189
Art. 19 N° 7 letra d) inciso 3° CPRCH
190
Art. 131 inciso 1° CPP
191
Arts. 33 inciso 3°, 124, 127 y 193 CPP
Si bien para los particulares constituye una facultad, para la policía es una obligación que
debe ejercer autónomamente, sin necesidad de autorización del Ministerio Público. 194
En la detención por flagrancia se mantienen las obligaciones de informar los derechos del
detenido y conducirlo dentro de plazo ante el juez competente. Sin embargo, en forma previa la policía
informará del hecho de la detención al Fiscal, dentro del plazo de doce horas. El Fiscal puede disponer la
libertad del detenido o su conducción ante el juez dentro de un plazo máximo de veinticuatro horas contado
desde la detención. 195
Si el detenido fuere un diputado o senador, 197 juez, fiscal judicial o fiscal del Ministerio
Público, 198el fiscal respectivo debe poner al detenido inmediatamente a disposición de la Corte de
Apelaciones correspondiente.
192
Art. 130 CPP
193
En este sentido CISTERNA PINO, Adolfo en su libro “La detención por flagrancia en el nuevo proceso penal. Doctrina y
Jurisprudencia”. Editorial Librotecnia, primera edición, mayo 2004, página 22.
194
Arts. 83 letra b) y 129 CPP
195
Art. 131 inciso 2° CPP
196
Art. 134 inciso final CPP
197
Art. 417 CPP
198
Arts. 426 CPP y 78 CPRCH
Cualquiera sea el tipo de detención de que se trate, ella termina tan pronto se cumple el
objetivo perseguido. Si se trata de una detención por flagrancia cesa una vez que el detenido es puesto a
disposición del tribunal, lo mismo ocurre con la detención imputativa, pues el fiscal estará en condiciones de
formalizar y luego pedir, en su caso, medidas cautelares; por último, tratándose de la detención judicial por
incomparecencia, previa citación, cesa del mismo modo al cumplirse con la comparecencia.
Puede llevar a confusión el hecho que la privación de libertad que originalmente se fundaba
en una detención, luego se transforme en prisión preventiva o en el cumplimiento de la pena privativa
quebrantada. Pero en realidad lo que sucede es que la detención ha terminado.
Este plazo para poner al detenido a disposición del tribunal no es ampliable, sin embargo,
una vez cumplido el deber que pesa sobre la policía, el fiscal puede solicitar al juez de garantía una
ampliación de la detención hasta por tres días, fundado en que no está en condiciones de formalizar
inmediatamente la investigación o pedir cautelares, debido a que no cuenta con los antecedentes necesarios. El
juez concederá la ampliación cuando estime que los antecedentes justifican la medida.
En este último caso se produce un relevo en el custodio del detenido, la policía lo entregará a
gendarmería para ser llevado a un recinto penitenciario a su cargo, durante el plazo de ampliación decretado,
ello en virtud de la respectiva orden de ingreso expedida por el juez de garantía.
Si se trata de una detención ordenada por funcionarios públicos distintos del juez, como no
existe norma, habrá que estarse a lo que diga la ley que establece la facultad, y de persistir la falta de norma
expresa, procede aplicar analógicamente la norma que exige la conducción inmediata.
Si bien el artículo 19 N° 7 letra c) de la CPRCH contempla para este caso un plazo máximo de
cuarenta y ocho horas, la historia legislativa del CPP evidencia que la intención de la ley fue acortar ese plazo y
uniformar todos los plazos de detención en veinticuatro horas. De este modo la ley garantiza de una mejor
manera el derecho a la libertad personal reduciendo el plazo máximo que establecía la CPRCH.
Si se trata de una detención por delito flagrante, el plazo máximo legal para poner al
detenido a disposición del juez es también de veinticuatro horas 199 y se mantiene la facultad de solicitar una
ampliación de ese plazo hasta por tres días. Sin embargo, la policía debe informarle al fiscal la detención
dentro del plazo de 12 horas.
Artículo 131.- Plazos de la detención. Cuando la detención se practicare en cumplimiento de una orden judicial, los
agentes policiales que la hubieren realizado o el encargado del recinto de detención conducirán inmediatamente al detenido
a presencia del juez que hubiere expedido la orden. Si ello no fuere posible por no ser hora de despacho, el detenido podrá
permanecer en el recinto policial o de detención hasta el momento de la primera audiencia judicial, por un período que en
caso alguno excederá las veinticuatro horas.
199
Art. 131 inciso 2° CPP
El control jurídico de las condiciones de la detención puede producirse básicamente por dos
vías:
Así se denomina en la práctica la primera audiencia judicial del detenido ante el juez que
ordenó su detención imputativa, o en los casos de detención por flagrancia y las que han sido ordenadas por
funcionarios públicos distintos, ante el juez de garantía competente.
Aun cuando el CPP no señala que la finalidad de esta audiencia sea efectuar un control
jurídico acerca de las condiciones de la detención, ello fluye de lo dispuesto en los artículos 95 inciso 1° del
CPP, 9 N° 4 del PIDCP y 7 N° 6 de la CADH.
Artículo 132.- Comparecencia judicial. A la primera audiencia judicial del detenido deberá concurrir el fiscal o el
abogado asistente del fiscal. La ausencia de éstos dará lugar a la liberación del detenido.
En la audiencia, el fiscal o el abogado asistente del fiscal actuando expresamente facultado por éste, procederá
directamente a formalizar la investigación y a solicitar las medidas cautelares que procedieren, siempre que contare con los
antecedentes necesarios y que se encontrare presente el defensor del imputado. En el caso de que no pudiere procederse de
la manera indicada, el fiscal o el abogado asistente del fiscal actuando en la forma señalada, podrá solicitar una ampliación
del plazo de detención hasta por tres días, con el fin de preparar su presentación. El juez accederá a la ampliación del plazo
de detención cuando estimare que los antecedentes justifican esa medida.
En todo caso, la declaración de ilegalidad de la detención no impedirá que el fiscal o el abogado asistente del fiscal
pueda formalizar la investigación y solicitar las medidas cautelares que sean procedentes, de conformidad con lo dispuesto
en el inciso anterior, pero no podrá solicitar la ampliación de la detención. La declaración de ilegalidad de la detención no
producirá efecto de cosa juzgada en relación con las solicitudes de exclusión de prueba que se hagan oportunamente, de
conformidad con lo previsto en el artículo 276.
La declaración anterior no implica una condena, desde ya y sin juicio, por el delito privación
de libertad ilegal y arbitraria efectuada por funcionario público, previsto y sancionado en el artículo 148 del
Si se trata de una detención judicial consideramos que no procede revisar sus fundamentos,
pues el control lo estaría ejerciendo el mismo juez que la ordenó y en virtud de lo señalado en el artículo 95
inciso final del CPP.
Con la modificación de la ley 20.053 el ente persecutor puede apelar de la resolución que
declara la ilegalidad de la detención, tratándose de algunos delitos, es en el sólo efecto devolutivo y en los
demás casos no es apelable.
Artículo 132 bis.- Apelación de la resolución que declara la ilegalidad de la detención. Tratándose de los delitos
establecidos en los artículos 141, 142, 361, 362, 365 bis, 390, 391, 433, 436 y 440 del Código Penal, y los de la ley N°
20.000 que tengan pena de crimen, la resolución que declare la ilegalidad de la detención será apelable por el fiscal o el
abogado asistente del fiscal, en el sólo efecto devolutivo. En los demás casos no será apelable.
Es un derecho que se reconoce a toda persona privada de libertad para ser conducida sin
demora ante cualquier juez de garantía, para que examine la legalidad de su privación de libertad y las
condiciones en que se encontrare. 201
En razón de la especial protección que todo Estado debe proporcionar a los niños, la Ley de
Responsabilidad Penal de los Menores Adolescentes, contiene ciertas normas especiales nuevas relativas a su
tratamiento en calidad de imputados penales.
Si el hecho imputado a un menor fuere de alguno de los señalados en el artículo 124 del CPP,
203 Carabineros de Chile se limitará a citarlo a la presencia del fiscal y lo dejará libre, previo señalamiento de su
200
Arts. 97 y 136 CPP
201
Art. 95 CPP
202
Art. 21 CPRCH
Los menores adolescentes, en los casos en que sean detenidos en flagrancia o bien por una
orden judicial, deberán ser puestos de manera inmediata y directa y en el menor tiempo posible, que no exceda
las 24 horas ante un juez de Garantía.
Artículo 31 Ley 20.084.- Detención en caso de flagrancia. Carabineros de Chile y la Policía de Investigaciones, en Art.
único Nº 5 sus respectivos ámbitos de competencia, deberán poner a los adolescentes que se encuentren en las situaciones
previstas en los artículos 129 y 131 del Código Procesal Penal, a disposición del juez de garantía, de manera directa y en el
menor tiempo posible, no pudiendo exceder de 24 horas. La audiencia judicial que se celebre gozará de preferencia en su
programación.
En consecuencia la policía sólo puede detener en estos casos, debiendo poner directa e
inmediatamente a estos menores a disposición del juez de garantía competente para los efectos del control de
la detención. El plazo de la detención se puede ampliar, conforme faculta el artículo 132 del CPP hasta por tres
días. Si ello ocurriere la detención del menor adolescente sólo puede ser ejecutada en un centro de internación
provisoria.
El fiscal puede solicitar ampliación del plazo de la detención y si el juez de garantía accede,
el menor deberá ingresar a un Centro de Internación Provisoria.
Los presupuestos de aplicación de la prisión preventiva, que para los menores se llama
internación provisoria, son los generales, que detallaremos más adelante, más los que específicamente
establece la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño en el artículo 37 letra b), es decir, que “se
utilizará tan sólo como medida de último recurso y durante el período más breve que proceda”.
203
Art. 124 inciso 1° CPP: Cuando la imputación se refiriere a faltas, o delitos que la ley no sancionare con penas privativas ni
restrictivas de libertad, no se podrán ordenar medidas cautelares que recaigan sobre la libertad del imputado, con excepción de la
citación.
204
Art. 31 Ley de RPA N°20.084
a.- Apariencia de buen derecho, que en este caso consiste en que el solicitante acredite ante
el tribunal las circunstancias signadas con las letras a) y b) del inciso 1° del artículo 140 del CPP, también
llamadas “supuesto material” de la prisión preventiva.
Si analizamos esta primera circunstancia en relación con la locución de la letra b) que exige
solamente “antecedentes que permitieren presumir fundadamente”, esto es la formulación por el juez o
tribunal de un juicio de probabilidad acerca de la participación del imputado, se constata que el nivel de
certeza exigido en el primer caso (letra a) es superior al segundo (letra b).
Según Duce y Riego 205 lo que se requiere es que el juez, frente a la solicitud del fiscal,
verifique primero la seriedad de los cargos. Esto es, que en una apreciación temprana, la información con que
cuenta el fiscal tenga los elementos necesarios que permitan fundamentar esos cargos de un modo
suficientemente convincente, en términos de prever que habrá de llevarse adelante un juicio en el que la
prueba será examinada pormenorizadamente y que luego será valorada en la sentencia.
Agregan, que en la práctica, el nuevo sistema exige que el fiscal le cuente al juez cuáles son
los antecedentes que fundamentan los cargos que formula. Si de esta exposición, que se realiza en la audiencia
y que puede ser controvertida por la defensa, el juez llega a la conclusión que el fiscal cuenta con un material
que aparentemente le permitirá promover la realización de un juicio con una buena probabilidad de éxito,
entonces puede dar por satisfecho el elemento material necesario para las medidas cautelares. El juez no
puede, a estas alturas, saber ni entrar a indagar qué tan buenos son los testigos de la fiscalía, qué tan sólidos
son sus peritos ni cómo construirá sus presunciones, tampoco puede el juez contar con la versión de la defensa
y no sabe cómo esta última afectará los antecedentes proporcionados por el fiscal. En este momento, le basta al
juez con saber que existen determinados testigos, peritos o documentos que aparentemente permitirán
acreditar determinados hechos en el juicio oral. Si apreciados estos antecedentes de un modo preliminar y
necesariamente superficial, percibe el juez que ellos dan cuenta de un caso sólido, entonces, se encuentra
satisfecho el supuesto material.
El juez debe analizar, por una parte, cuál es el riesgo de que el comportamiento del imputado
constituya una amenaza para el adecuado desarrollo del proceso y la aplicación de la sentencia y, por otra, la
efectiva utilidad de la medida para evitar o disminuir ese riesgo.
205
DUCE y RIEGO, Ob. cit., pág. 248
2.- Que la libertad del imputado sea peligrosa para la seguridad de la sociedad; o
3.- Que la libertad del imputado sea peligrosa para la seguridad del ofendido.
Será el tribunal quien determine la ocurrencia de estas situaciones en cada caso concreto, sin
embargo el legislador ha señalado ciertos parámetros objetivos en que estima que existe esa necesidad
cautelar.
Lo que se requiere es que existan sospechas graves y fundadas que el imputado intentará
entorpecer las pesquisas, mediante actos concretos y dolosos, por ejemplo, la destrucción de antecedentes que
puedan servir de prueba de cargo. El solo desarrollo de la investigación no puede autorizar a restringir o
privar de libertad al imputado para facilitar esta labor, sino que para hacerlo se requieren antecedentes
específicos que hagan sospechar su intención de intentar impedir el normal desenvolvimiento del proceso.
Algunos autores han tratado de buscar una interpretación sistémica que haga compatibles la
necesidad cautelar con los principios inspiradores del sistema y con las normas de derecho internacional, para
ello sostienen que el sentido de este peligro para la seguridad de la sociedad se corresponde a la existencia de
“peligro de fuga” o intención de eludir la acción de la justicia más que a un peligro de reincidencia.
Finalmente, respecto al peligro para la seguridad del ofendido, también son aplicables los
cuestionamientos anteriores, sin embargo su aplicación es más restringida en relación a las situaciones que la
generan y la posibilidad de utilizar otras medidas cautelares menos intensas e igualmente eficientes, por
ejemplo la prohibición de acercarse al ofendido.
Artículo 140.- Requisitos para ordenar la prisión preventiva. Una vez formalizada la investigación, el tribunal, a
petición del Ministerio Público o del querellante, podrá decretar la prisión preventiva del imputado siempre que el
solicitante acreditare que se cumplen los siguientes requisitos:
a) Que existen antecedentes que justificaren la existencia del delito que se investigare;
b) Que existen antecedentes que permitieren presumir fundadamente que el imputado ha tenido participación en el delito
como autor, cómplice o encubridor, y
206
Nota: Esa misma orientación se observa en la historia legislativa de las normas que introducen esta causal en nuestro
ordenamiento, a saber, el Acta Constitucional N° 3, luego recogida por la CPRCH y en el Código de Procedimiento Penal, en cuanto se
refería a dos situaciones distintas: el peligro de que el imputado eludiera la acción de la justicia y el peligro de que continúe
delinquiendo. La modificación introducida por la Ley N° 19.047 si bien dejó el contenido de la causal abierta a la interpretación judicial,
el componente de prevención se mantuvo, situación que poco varió con las modificaciones contenidas en las leyes N° 19.503 y 19.661.
Se trata de casos en que esta medida cautelar personal y excepcional aparece como
desproporcionada (principio de proporcionalidad en relación con la finalidad del procedimiento que se
persigue cautelar y con la gravedad del hecho que se investiga, circunstancias de comisión y pena) e
innecesaria (Principio de instrumentalidad, en razón de la consecución de los fines del procedimiento). 207
Así ocurre respecto de los delitos sancionados únicamente con penas pecuniarias o
privativas de derechos, o con penas privativas o restrictivas de libertad de duración no superior a la de
presidio o reclusión menores en su grado mínimo.
207
Art. 141 CPP
Aún cuando nos encontremos frente a uno de los casos de improcedencia a que se refiere el
artículo 141 inciso 2° del CPP, el tribunal puede decretar la prisión preventiva, siempre a solicitud del
Ministerio Público o del querellante, en los siguientes casos:
1.- Cuando el imputado hubiere incumplido alguna de las medidas cautelares del artículo
155; o
2.- Cuando se estimare que el imputado no se presentará a los actos del procedimiento y a la
ejecución de la sentencia, después de requerido o citado; o
La prisión preventiva que se decrete en estas circunstancias sólo habilita dictar la medida con
el objeto de asegurar la comparecencia y el éxito de diligencias precisas y determinadas de la investigación,
debiendo cesar una vez ejecutadas.
Se aplica precisamente en los casos en que la medida cautelar hubiere sido impuesta para
garantizar la comparecencia del imputado al juicio y a la eventual ejecución de la pena.
Artículo 146. Caución para reemplazar la prisión preventiva. Cuando la prisión preventiva hubiere sido o debiere
ser impuesta únicamente para garantizar la comparecencia del imputado al juicio y a la eventual ejecución de la pena, el
tribunal podrá autorizar su reemplazo por una caución económica suficiente, cuyo monto fijará.
La caución podrá consistir en el depósito por el imputado u otra persona de dinero o valores, la constitución de
prendas o hipotecas, o la fianza de una o más personas idóneas calificadas por el tribunal
Luego, debe existir solicitud del Ministerio Público o querellante. Por aplicación del principio
de división de funciones y ejercicio de la persecución penal pública, parece afianzarse la interpretación del
artículo 144 inciso 1° del CPP, en el sentido que sólo el caso de una prisión preventiva previamente ordenada
puede ser modificada, de oficio o a petición de parte, por el tribunal, más no en el evento de una prisión
preventiva previamente rechazada, que sólo es modificable a solicitud de parte.
208
Art. 146 CPP
Acto seguido el tribunal debe resolver fundadamente. Si accede a la medida debe emitir la
orden escrita de prisión preventiva con las menciones señaladas en el artículo 154 del CPP.
a.- Revisión de solicitud de prisión preventiva previamente rechazada. 209 En este caso el
solicitante debe hacer valer nuevos antecedentes que justifiquen discutir nuevamente su procedencia. Si no los
invoca, la petición será rechazada de plano.
b.1.2.- Obligatoria, para resolver su cesación o prolongación, lo que ocurrirá cuando hubieren
transcurrido seis meses desde el último debate oral en que ella se hubiere decidido. 211
b.1.3.- Obligatoria, para resolver su terminación, cuando estime que no subsisten los motivos
que la justificaron. 213
Artículo 145. Substitución de la prisión preventiva y revisión de oficio. En cualquier momento del procedimiento
el tribunal, de oficio o a petición de parte, podrá substituir la prisión preventiva por alguna de las medidas que se
contemplan en las disposiciones del Párrafo 6º de este Título.
Transcurridos seis meses desde que se hubiere ordenado la prisión preventiva o desde el último debate oral en
que ella se hubiere decidido, el tribunal citará de oficio a una audiencia, con el fin de considerar su cesación o
prolongación.
La solicitud de revocación del imputado puede ser rechazada de plano por el tribunal o
resuelta en audiencia, previo debate en torno a la subsistencia de los requisitos que la autorizan.
209
Art. 144 inciso final CPP
210
Art. 145 inciso 1° CPP
211
Art. 145 inciso final CPP
212
Art. 152 inciso 2° CPP
213
Art. 152 inciso 1° CPP
A fin de sentar ciertas diferencias entre la prisión preventiva y la prisión punitiva el artículo
150 del CPP ha establecido un régimen especial para su ejecución, a cargo del juez competente, que dice
relación con una serie de garantías y reglas especiales destinadas a la protección de quienes hayan de ser
objeto de la misma, con miras a intentar brindar protecciones mínimas a los afectados y son las siguientes:
Trato de inocente.
Permiso excepcional de salida diaria, por un período determinado o con carácter indefinido,
siempre que se asegure convenientemente que no se vulnerarán los objetivos de la prisión preventiva, salvo
tratándose de algunos delitos graves que se señalan en el inciso 6° del artículo 150 del CPP..
Artículo 150. Ejecución de la medida de prisión preventiva. El tribunal será competente para supervisar la ejecución
de la prisión preventiva que ordenare en las causas de que conociere. A él corresponderá conocer de las solicitudes y
presentaciones realizadas con ocasión de la ejecución de la medida.
La prisión preventiva se ejecutará en establecimientos especiales, diferentes de los que se utilizaren para los
condenados o, al menos, en lugares absolutamente separados de los destinados para estos últimos.
El imputado será tratado en todo momento como inocente. La prisión preventiva se cumplirá de manera tal que
no adquiera las características de una pena, ni provoque otras limitaciones que las necesarias para evitar la fuga y para
garantizar la seguridad de los demás internos y de las personas que cumplieren funciones o por cualquier motivo se
encontraren en el recinto.
El tribunal deberá adoptar y disponer las medidas necesarias para la protección de la integridad física del
imputado, en especial aquéllas destinadas a la separación de los jóvenes y no reincidentes respecto de la población
penitenciaria de mayor peligrosidad.
Excepcionalmente, el tribunal podrá conceder al imputado permiso de salida durante el día o por un período
determinado, siempre que se asegure convenientemente que no se vulnerarán los objetivos de la prisión preventiva.
Con todo, tratándose de los delitos establecidos en los artículos 141, 142, 361, 362, 365 bis, 390, 391, 433, 436 y
440 del Código Penal, y de los sancionados con pena de crimen en la ley Nº 20.000, el tribunal no podrá otorgar el permiso
señalado en el inciso anterior sino por resolución fundada y por el tiempo estrictamente necesario para el cumplimiento de
los fines del citado permiso.
Cualquier restricción que la autoridad penitenciaria impusiere al imputado deberá ser inmediatamente
comunicada al tribunal, con sus fundamentos. Éste podrá dejarla sin efecto si la considerare ilegal o abusiva, convocando,
si lo estimare necesario, a una audiencia para su examen.
Esta medida cautelar personal no tiene establecido un límite temporal absoluto que
determine su terminación automática. El transcurso del plazo sólo determina mecanismos obligatorios de
revisión de la medida.
Sustitución. Opera cuando las finalidades perseguidas por la prisión preventiva pasan a
cumplirse, en lo sucesivo, por otra medida cautelar que se dicta en su reemplazo. 215
Una modalidad especial de sustitución encontramos en el artículo 153 inciso 2° del CPP.
Reemplazo por una caución económica. Como ya vimos, ello procede sólo cuando la
prisión preventiva se hubiere decretado para garantizar la comparecencia del imputado a juicio y a la eventual
ejecución de la pena. 216
La regla de oro en estas materias es la siguiente, según previene el inciso 1° del artículo 149
del CPP: La resolución que ordenare, mantuviere, negare lugar o revocare la prisión preventiva será apelable
cuando hubiere sido dictada en una audiencia.
Tratándose de los delitos establecidos en los artículos 141, 142, 361, 362, 365 bis, 390, 391, 433, 436 y 440 del
Código Penal, y los de la ley N° 20.000, que tengan pena de crimen, el imputado no podrá ser puesto en libertad mientras
no se encuentre ejecutoriada la resolución que negare o revocare la prisión preventiva, salvo el caso en que el imputado no
haya sido puesto a disposición del tribunal en calidad de detenido. El recurso de apelación contra esta resolución deberá
interponerse en la misma audiencia, gozará de preferencia para su vista y fallo y será agregado extraordinariamente a la
214
Arts. 153, 347 y 379 CPP
215
Art. 145 inciso 1° CPP
216
Arts. 141 inciso 4° y 146 CPP
El artículo 155 del CPP contempla otras medidas cautelares alternativas a la prisión
preventiva, que deben ser utilizadas con preferencia a ésta, cuando el objetivo perseguido pueda ser cumplido
razonablemente con restricciones a la libertad de menor intensidad.
Los intervinientes que pueden solicitar estas medidas son el Fiscal, el querellante o la
víctima.
De acuerdo a los profesores Duce y Riego 217 estas medidas están sujetas a los mismos
requisitos y controles que la prisión preventiva, 218 pero deben interpretarse con mayor flexibilidad,
especialmente en lo que dice relación con la exigencia del supuesto material. Para un juez no puede ser lo
mismo una solicitud de prisión preventiva que una de arraigo o una de prohibición de acercarse a la víctima.
Todas las medidas cautelares suponen afectaciones a la presunción de inocencia y, por lo tanto, requieren un
fundamento fuerte, no obstante la intensidad de la afectación evidentemente condiciona su propio
fundamento. Por lo tanto, es probable que en el caso de medidas de muy baja intensidad, el juez se conforme
con un caso menos fuerte.
Duce y Riego señalan que “se trata de que el Juez construya una combinación de medidas que
constituya un cierto marco de restricciones al imputado, que razonablemente permitan cautelar los objetivos procesales
que se invoquen entre el momento en que la necesidad surge y el momento en que esta concluye, que normalmente será el
juicio y la sentencia”. 220
1.3.1.- Las medidas que contempla el artículo 155 CPP son las siguientes
b.- La sujeción a la vigilancia de una persona o institución determinada, las que informarán
periódicamente al juez;
217
DUCE y RIEGO, Ob. cit., pág. 271
218
Art. 155 inciso final CPP
219
Art. 155 inciso 1° CPP
220
DUCE J., Mauricio y RIEGO R., Cristián; “La Prisión Preventiva en Chile: Análisis de los cambios legales y su impacto”,
Ediciones Universidad Diego Portales, 1° edición, agosto de 2011, pág. 91.
El tribunal, a petición del fiscal, del querellante o de la víctima puede imponer una o más de
estas medidas según resultare adecuado al caso y ordenará las actuaciones y comunicaciones necesarias para
garantizar su cumplimiento. 221 La correcta y eficaz aplicación de estas medidas requiere de la implementación
de sistemas de apoyo adecuados, tanto para la determinación inicial de cuál o cuáles de ellas son idóneas para
la cautela de los diversos objetivos en cada caso concreto, como para la adecuada fiscalización de su
cumplimiento.
Las medidas cautelares reales son aquellas medidas restrictivas o privativas de la libre
administración y/o disposición patrimonial, que puede adoptar el tribunal, a petición del Ministerio Público o
la víctima, en contra del imputado en el proceso penal, con el objeto de asegurar la realización de los fines
civiles del procedimiento, y eventualmente de los fines penales, cuando la pena asignada al delito tenga un
contenido patrimonial.
Como sabemos, conforme a lo dispuesto por el artículo 59 del CPP, la acción civil en el nuevo
procedimiento penal únicamente puede ser ejercida por la VÍCTIMA en contra del IMPUTADO, pero el
artículo 157 del CPP también autoriza al ministerio público para impetrar medidas cautelares reales.
En efecto, el citado artículo 157 prescribe que durante la etapa de investigación, una vez que
ésta ha sido formalizada, el ministerio público y la víctima podrán ocurrir ante el juez de garantía, solicitando
por escrito, que decrete respecto del IMPUTADO una o más de las MEDIDAS PRECAUTORIAS contempladas
en el título V del Libro Segundo del Código de Procedimiento Civil.
El artículo 290 del CPC, inserto en el título mencionado, expresa que para asegurar el
resultado de la acción, puede el actor solicitar una o más de las siguientes medidas:
Estas medidas precautorias pueden ser solicitadas por escrito al juez de garantía durante la
etapa de investigación, concedida la medida, el plazo para presentar la demanda se extenderá hasta la
oportunidad prevista en el artículo 60 del CPP. Del mismo modo, al deducir la demanda civil, la víctima podrá
solicitar que se decrete una o más de dichas medidas.
221
Art. 255 inciso 2° CPP
222
Art. 157 CPP
Aún cuando el artículo 157 del CPP, que trata de esta clase de medidas, no exigió la
formalización de la investigación como un requisito previo para hacerlas procedentes, lo anterior se desprende
de diversos preceptos del Código Procesal Penal, entre ellos, los Arts. 61 y 230; el primero se refiere
específicamente a la formalización como trámite previo para "cautelar la demanda civil" y el segundo, a las
"medidas cautelares" que puede solicitar el fiscal, sin hacer ninguna distinción, para lo cual le exige que
previamente haya formalizado la investigación.
Por otra parte, de acuerdo con lo dispuesto en el citado artículo 257, estas medidas sólo
pueden solicitarse "durante la etapa de investigación", ello implica que una vez que el fiscal la ha declarado
cerrada no es posible una petición semejante. Sin embargo, la víctima cuenta con una última oportunidad para
pedirlas constituida por la presentación de su demanda conforme a lo prevenido por la letra d) del artículo 261
del CPP.
Además de los efectos civiles propios, estas medidas generan efectos en el proceso penal,
como son determinar la calidad de imputado de una persona, desde que se le atribuye un hecho punible y
constituye una forma de ejercicio de la acción civil que interrumpe la prescripción.
La resolución que niegue o de lugar a las medidas cautelares reales solicitadas es apelable en
el solo efecto devolutivo. 224
223
Véase artículos 279 y 298 del CPC
224
Arts. 158 y 368 CPP
Tomo II
PROCEDIMIENTO ORDINARIO
Denuncia Querella
M.PUBLICO
AUD. AUD.
Inicio FORM. Cierre JUICIO Aud.
Acus. PREPARAC. AUTO CIT. A Sentencia
Investig. IMPUT. Invest. ORAL Pena
J.ORAL APERT JUICIO
Policía
Ministerio Público
Querellante-acusador particular
Imputado - Defensor
Como se podrá advertir, en las dos primeras fases o etapas, interviene el juez de garantía y
sólo en la última el tribunal oral en lo penal.
Sin embargo, como una persona no pudiera estar siendo eternamente investigada durante el
tiempo en que aún no prescribe la acción penal, 225 el legislador ideó el mecanismo de la “auto denuncia”
contemplado en el artículo 179 del CPP, tendiente a solicitarle al ministerio público que investigue la
imputación que un tercero le hace a cualquier persona de la comisión de un ilícito.
225
Nota: Según el artículo 94 del CP, la acción penal prescribe, respecto de crímenes a que la ley impone pena de presidio,
reclusión o relegación perpetuos, en 15 años; respecto de los demás crímenes en 10 años; respecto de simples delitos, en 5 años y
respecto de las faltas en 6 meses y el término de la prescripción, añade el artículo 95 del citado Código punitivo, comienza a correr
desde el día en que se hubiere cometido el delito.
Una vez que el fiscal ha formalizado en contra de un imputado, le nace el plazo perentorio y
máximo de 2 años para concluir su investigación y ese acto “comunicacional y garantista” que realiza el fiscal
ante el juez de garantía produce determinados efectos, que están contemplados en el artículo 233 del CPP.
En cuanto al plazo de la investigación, hay que señalar que existe uno legal, contemplado en
el artículo 247 del CPP, y que es el de los 2 años ya comentado, en otras palabras, el fiscal está obligado a
cerrar la investigación, vencido que sea ese lapso.
De conformidad con lo dispuesto en el artículo 234 del CPP, si alguno de los intervinientes
estima que el plazo legal es muy extenso atendida las características de la investigación y con el fin de cautelar
las garantías del imputado, podrá señalarle al juez de garantía que fije uno menor a ese plazo, y si el juez
accede, oyendo previamente al ministerio público, se ha fijado un plazo judicial para el término de la
investigación.
Una vez concluido el plazo legal o judicial dado al fiscal para investigar, o en otras palabras,
practicadas las diligencias necesarias para la averiguación del hecho punible y sus autores, cómplices o
encubridores, el fiscal declarará cerrada la investigación y dentro de un plazo de 10 días, puede tomar alguno
de los tres caminos, señalados en el artículo 248 del CPP, a nosotros, el que nos interesa por ahora, es el del
literal b) , es decir, formular acusación, cuando estimare que la investigación proporciona fundamento serio
para el enjuiciamiento del imputado contra quien se hubiere formalizado la misma.
Juicio Oral
Pide sobreseimiento
Juicio Oral
259 CPP
Contenido de la acusación
Llegado el día de la audiencia, normalmente cada parte ofrecerá la prueba con la que cuenta
para llegar al juicio oral, se discutirá sobre ello en una audiencia que ordinariamente será larga y finalmente, el
juez de garantía dictará una resolución llamada “auto de apertura del juicio oral”, la que deberá contener las
menciones del artículo 277 del CPP.
Juicio Oral
277 CPP
Juicio Oral
Juicio Oral
Juez
Garantía
INICIO JUICIO EN EL TOP
Plazo (48 horas)
una vez ejecutoriado
Resolución JG
Puesta disposición
Auto Apertura
Imputado y señala T y P
Exhortos
intervinientes
Fijar fecha Juicio
(15 – 60 días)
TO P
Ley RPA
(30 días) Acusador Defensor
MP
Particular
En una muy apretada síntesis, eso debiera ser normalmente el procedimiento ordinario.
Recordemos que en los delitos de acción penal pública y previa instancia particular, cuando
ha existido denuncia de la víctima, la investigación se encuentra a cargo del Ministerio Público, cuya actividad
es controlada por el Juez de Garantía.
Finalmente, conviene destacar que para asegurar la centralidad del juicio oral, la etapa de
investigación se constituye en una fase meramente preparatoria de la acusación y del juicio, de modo que las
actuaciones que en ella se realizan carecen, por regla general, de valor probatorio.
226
Arts. 83 CPRCH y 3 LOCMP
En vista de lo anterior resulta importante distinguir entre los actos de investigación y los
actos de prueba propiamente tal. Los primeros son medios de averiguación del hecho punible y la
participación culpable que, a lo más, y cuando alcanzan un cierto estándar, pueden originar efectos personales
y patrimoniales de carácter aseguratorio o cautelar contra una determinada persona y constituirse en el
fundamento de la acusación del Ministerio Público en contra de la misma. Para que dicha persona pueda ser
condenada o absuelta se requiere la producción de prueba en sentido estricto, en el curso del juicio oral. 227
Sin embargo, este derecho se encuentra limitado por la facultad del Fiscal de disponer la
reserva temporal de ciertas actuaciones, registros o documentos de la investigación, cuando lo considere
necesario para la eficacia de las pesquisas. En tal caso debe identificar las piezas o actuaciones respectivas, de
modo que no se vulnere la reserva y fijar un plazo no superior a 40 días para la mantención del secreto. 229
De otro lado, la ley prohíbe decretar el secreto sobre la declaración del imputado o cualquier
otra actuación en que hubiere intervenido o tenido derecho a intervenir, las actuaciones en las que haya
participado el tribunal, ni los informes evacuados por peritos, respecto del propio imputado o su defensor.
Por último el Código impone sobre los funcionarios que hayan participado en la
investigación y las demás personas que, por cualquier motivo, tuvieren conocimiento de las actuaciones de la
investigación, la obligación de guardar secreto respecto de ellas.
227
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés; Ob.cit., pág. 457
228
Art. 182 CPP
229
Art. 182 inciso 3° CPP
Como ya se señaló, esta etapa puede iniciarse de oficio por el Ministerio Público, por
denuncia o por querella y concluye con el cierre de la investigación y la decisión del fiscal sobre el resultado de
ésta. Esta decisión puede ser positiva, lo que ocurrirá cuando existan antecedentes serios y suficientes para
sostener una acusación en contra de una determinada persona, o negativa, en caso contrario, por lo que
procede solicitar el sobreseimiento de la causa o comunicar la decisión de no perseverar en el procedimiento.
Siguiendo en este punto a la profesora Horvitz, 230 la etapa de investigación tiene tres
objetivos básicos:
b.- Impedir que pasen a la etapa de preparación del juicio oral los casos de sospechas
infundadas de comisión de un delito, operando como primer filtro del procedimiento; y
El inicio del procedimiento no está determinado por la realización de actos formales sino por
la realización de actuaciones que significan la imputación de un delito y, con ello, la afectación de derechos
fundamentales.
Los fiscales están obligados a denunciar, en los mismos términos que los demás funcionarios
públicos, los delitos de que tomen conocimiento en el ejercicio de sus funciones y, especialmente, en su caso,
los que noten en la conducta ministerial de sus subalternos. 232
Por último resulta habitual el inicio del procedimiento en situaciones de flagrancia 233 que, si
bien puede subsumirse en el inicio por denuncia o de oficio, tiene la particularidad que implica la
judicialización inmediata del procedimiento, esto es, la intervención del juez de garantía, por la necesidad de
230
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés; Ob.cit., pág. 471
231
Art. 7 inciso 2° CPP
232
Art. 175 letra b) CPP
233
Art. 129 CPP
Dentro de las 24 horas siguientes desde que un fiscal del Ministerio Público tome
conocimiento de un hecho que reviste caracteres de delito de acción penal pública, deberá proceder, por sí
mismo o a través de la policía, a efectuar las siguientes actuaciones:
b.- Investigar las circunstancias relevantes para la aplicación de la ley penal, de los
partícipes del hecho y de las circunstancias que sirvan para verificar su responsabilidad, y
a.- Tomar declaración a los testigos que se allanen voluntariamente a comparecer y realizar
dicha actuación, pero si el testigo citado no comparece sin justa causa o compareciendo se niega
injustificadamente a declarar deberá solicitarse al juez la aplicación de medidas de apremio. 236 La policía
sólo podrá identificar a los testigos del hecho investigado y hacer constar las declaraciones que éstos
presten voluntariamente cuando se trate de delito flagrante y se encuentren en el sitio del suceso. 237
b.- Consignar, recoger y asegurar todo cuanto conduzca a la comprobación del hecho y a la
identificación de los partícipes. Estas actuaciones se entregan a la policía, en cuanto auxiliares del
Ministerio Público en la investigación de los delitos, sin perjuicio que los fiscales puedan realizarlas por sí
mismos si ello fuera necesario.
b.2.- Si el hecho hubiere dejado huellas, rastros o señales, tomarán nota de ellos
especificándolos detalladamente, consignando la descripción del lugar en que el hecho se hubiere cometido
y el estado de los objetos que en él se encuentren, y de todo otro dato pertinente; 238
b.3.- Recoger, identificar y conservar bajo sello los objetos, documentos e instrumentos de
cualquier clase que parezcan haber servido o haber estado destinados a la comisión del hecho investigado,
234
Art. 180 inciso 2° CPP
235
Art. 180 inciso 1° CPP
236
Art. 190 CPP
237
Art. 83 letra d) CPP
238
Art. 83 letra c) CPP
b.4.- Exigir información de toda persona o funcionario público, los que no podrán
excusarse de proporcionarla, salvo en los casos expresamente previstos en la ley; 240
El Ministerio Público sólo podrá realizar estas actuaciones cuando no supongan afectación
de derechos fundamentales. En este último caso, sólo serán admisibles cuando se investigue un hecho punible
que merezca pena de crimen y con autorización judicial previa. 242
b.6.- Solicitar la práctica de informes periciales a los miembros de organismos técnicos que
le prestan auxilio en su función investigadora 243 o a terceros expertos en una ciencia, arte u oficio. 244
b.7.- Tomar exámenes corporales del imputado o del ofendido cuando fuere necesario para
constatar circunstancias relevantes para la investigación, tales como pruebas de carácter biológico,
extracciones de sangre u otros análogos, siempre que no fuere de temer menoscabo para la salud o dignidad
del interesado. 245
239
Art. 187 inciso 1° CPP
240
Art. 180 inciso final CPP
241
Art. 181 inciso final CPP
242
Art. 226 CPP
243
Art. 321 CPP
244
Art. 314 CPP
245
Art. 197 CPP
246
Art. 199 inciso 1° CPP
247
Art. 198 CPP
Tratándose del hallazgo de un cadáver, y existiendo motivo para sospechar que la muerte es
el resultado de un hecho punible, el fiscal deberá proceder a practicar el reconocimiento e identificación del
difunto y disponer su autopsia, ya sea antes de su inhumación o inmediatamente después de su exhumación.
El cadáver podrá entregarse a los parientes del difunto o a quienes invoquen título o motivo suficiente, previa
autorización del fiscal, tan pronto la autopsia se haya practicado. 250
b.9.- Tomar muestras caligráficas al imputado, siempre que éste se allane voluntariamente
a efectuarlas. De lo contrario, se requerirá autorización judicial. 251
b.10.- Disponer las medidas de vigilancia que estime convenientes para evitar la fuga del
imputado o la substracción de documentos o cosas que constituyan el objeto de una diligencia de
investigación intrusiva que aun no haya sido autorizada judicialmente. 252 .
b.12.- En general, los fiscales pueden llevar a cabo autónomamente cualquier diligencia de
investigación que no signifique privar, restringir o perturbar al imputado o a un tercero, del ejercicio de los
derechos que la Constitución asegura. 254
El imputado también puede declarar voluntariamente ante la policía siempre que esté
presente su defensor. Pero si no es así y no fuere posible conducirlo inmediatamente ante la presencia del
248
Arts. 200 y 175 letra d) CPP
249
Art. 199 inciso 2° CPP
250
Arts. 201 CPP y 139 Código Sanitario
251
Art. 203 CPP
252
Art. 213 CPP
253
Art. 83 letra a) CPP
254
Arts. 83 CPRCH y 9 CPP
255
Art. 98 CPP
256
Arts. 93 letra g) y 194 CPP
No proceden recursos judiciales en contra de las decisiones del Ministerio Público por no
tratarse de actuaciones jurisdiccionales.
Lo anterior es sin perjuicio de la facultad de reiterar las diligencias ante el juez de garantía,
una vez cerrada la investigación, para los efectos de obtener su reapertura. 260
Del mismo modo, el fiscal podrá permitir la asistencia del imputado y demás intervinientes a
las diligencias de investigación que practique, cuando lo estime de utilidad, pudiendo impartirles
instrucciones obligatorias que deben observar para el adecuado desarrollo de la actuación e, incluso, excluirlos
de la misma en cualquier momento. 261
Si bien la regla general es que la policía actúe bajo las instrucciones particulares o generales
de los fiscales, en ciertos casos que la ley contempla expresamente, pueden actuar sin orden previa. Estos casos
son los siguientes; 262
c.- Resguardar el sitio del suceso, impidiendo el acceso a toda persona ajena a la
investigación y proceder a su clausura, si se trata de local cerrado, o a su aislamiento, si se trata de lugar
abierto, y evitando que se alteren o borren de cualquier forma los rastros o vestigios del hecho o se
remuevan los instrumentos usados para llevarlo a cabo, mientras no intervenga personal experto de la
policía que el ministerio público designe. Dicho personal deberá recoger, identificar y conservar bajo sello
los objetos, documentos o instrumentos de cualquier clase que parezcan haber servido a la comisión del
257
Art. 91 CPP
258
Arts. 195 y 196 CPP
259
Arts. 93 letra c), 109 y 183 CPP
260
Art. 257 CPP
261
Art. 184 CPP
262
Art. 83 CPP
263
Arts. 129 y 130 CPP
d.- Identificar a los testigos y consignar las declaraciones que estos presten
voluntariamente;
f.- Efectuar las demás actuaciones que dispongan otros cuerpos legales.
En principio este control se efectúa en el lugar en que la persona se encontrare a través de los
documentos que indica. Hasta aquí no es más que un mero control policial, sin embargo, si la persona se niega
o no puede acreditar su identidad es conducida a la unidad policial más cercana, siempre para fines de
identificación. Acreditada la identidad por otros medios, o a través de la toma de huellas, se la dejará en
libertad.
En ningún caso el procedimiento se puede extender más allá de seis horas, transcurridas las
cuales, se debe dejar a la persona en libertad, a menos que existan indicios de que ha ocultado su verdadera
identidad o ha proporcionado una falsa. En esta última hipótesis se procederá a su detención como autora de
la falta prevista y sancionada en el artículo 496 N° 5 del CP.
A modo de control de eventuales abusos de esta facultad policial, el inciso final del artículo
85 del CPP impone la obligación de ejercerla en la forma más expedita posible, sancionando penalmente el
abuso en su ejercicio.
a.- Cuando cualquier persona que se sienta afectada por una investigación del ministerio
público, que no ha sido formalizada judicialmente, solicite al juez de garantía que le ordene al fiscal
informar acerca de los hechos que sean objeto de la misma. El juez podrá fijarle al fiscal un plazo para que
264
Este procedimiento que busca proteger la indemnidad de los objetos y evidencias se denomina “Cadena de Custodia”
265
Art. 90 CPP
266
Arts. 85 y 86 CPP
Si con posterioridad a la formalización el fiscal solicita una diligencia sin previa información
al afectado, el juez sólo podrá autorizarlo cuando la reserva resulte estrictamente indispensable para la eficacia
de la diligencia. 270 El juez debe ponderar los intereses en juego a fin de resguardar el principio de
proporcionalidad exigido para la admisibilidad de una medida intrusiva.
Son medidas intrusivas de excepcional importancia por los valores constitucionales en juego
como la dignidad de la persona, 271 el derecho a la integridad física y psíquica de la persona, 272 el derecho a no
ser sometido a tratos crueles, inhumanos y degradantes, 273 el derecho a la libertad personal y el derecho a no
autoincriminarse.
De otro lado, existe un interés público por el esclarecimiento y sanción de los delitos, que
hace necesario dotar a los órganos vinculados a la persecución penal de la posibilidad de recurrir a este tipo de
medidas intrusivas.
Las intervenciones corporales son medidas de investigación que se realizan sobre el cuerpo
de las personas, que implican un reconocimiento externo del mismo (registros o inspecciones) o la extracción
desde su interior de elementos que proporcionen información sobre la persona o de elementos incorporados a
él (investigaciones corporales), con el fin de descubrir circunstancias fácticas que sean de interés para el
establecimiento del cuerpo del delito y de la participación culpable.
En nuestro ordenamiento esta materia se encuentra reglamentada en los artículos 197 y 198
del CPP.
267
Art. 186 CPP
268
Art. 230 inciso 2° CPP
269
Arts. 9 y 236 inciso 1° CPP
270
Art. 236 inciso final CPP
271
Art. 1 CPRCH
272
Art. 19 N° 1 inciso 1° CPRCH
273
Arts. 5.2 CADH y 7 PIDCP
Según la profesora Horvitz 276 esta exigencia de autorización judicial aparece como un
mecanismo preventivo en la protección del derecho; de allí que no sea criterio para evaluar la vulneración de
esta garantía el examen de si hubo o no realmente una lesión efectiva al derecho. Por ello la mera
comprobación de ingreso ilegítimo al domicilio conlleva, entre otros efectos, la exclusión probatoria o la
prohibición de valoración de la evidencia que se hallare en dicho lugar, sin que ello pueda ser subsanado con
posterioridad.
Hay ciertos casos, como el allanamiento de lugares que gozan de inviolabilidad diplomática,
en que se exige la intervención del juez, pero no ya para que éste apruebe la medida sino para que obtenga las
autorizaciones correspondientes conforme a las reglas establecidas por el Derecho Internacional.
En general, la ley procesal penal exige autorización judicial previa para la entrada y registro
de lugares cerrados cuando no existe consentimiento del titular del derecho.
El Código regula esta medida intrusiva y determina sus requisitos según el lugar en que se
realice la actuación, según el siguiente detalle:
274
Arts. 19 Nº 4 y 5 CPRCH, 17 PIDCP y 11 CADH
275
Definición de Raimundo del Río incorporadas a las actas de la Comisión Constituyente
276
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés; Ob.cit., pág. 514
277
Art. 204 CPP
278
Art. 205 CPP
Artículo 204.- Entrada y registro en lugares de libre acceso público. Carabineros de Chile y la Policía de
Investigaciones podrán efectuar el registro de lugares y recintos de libre acceso público, en búsqueda del imputado contra
el cual se hubiere librado orden de detención, o de rastros o huellas del hecho investigado o medios que pudieren servir a la
comprobación del mismo.
En caso de negativa la policía deberá adoptar las medidas necesarias tendientes a evitar la
posible fuga del imputado cuando fuere el caso y el fiscal deberá solicitar la correspondiente autorización
judicial haciendo saber al juez las razones que el propietario o encargado hubiere invocado para negar la
entrada y registro.
Para los efectos de hacer efectivas las correspondientes responsabilidades, la ley exige que
quede constancia de la individualización del funcionario que practique el registro, quien debe cuidar que la
diligencia ocasione el menor daño y las menores molestias posibles a los ocupantes. Asimismo, se requiere la
entrega, al propietario o encargado, de un certificado que acredite el hecho del registro, la individualización de
los funcionarios que lo hayan practicado y de aquel que lo haya ordenado.
Excepcionalmente, la ley permite que la policía entre en un lugar cerrado y lo registre, sin
autorización judicial y sin el consentimiento expreso de su propietario o encargado, cuando las llamadas de
auxilio de personas que se encuentren en el interior u otros signos evidentes indiquen que en el recinto se está
cometiendo un delito. 282 Se trata de una hipótesis especial de flagrancia que se rige por el régimen jurídico
general de la misma.
Artículo 206.- Entrada y registro en lugares cerrados sin autorización judicial. La policía podrá entrar en un
lugar cerrado y registrarlo, sin el consentimiento expreso de su propietario o encargado ni autorización u orden previa,
cuando las llamadas de auxilio de personas que se encontraren en el interior u otros signos evidentes indicaren que en el
recinto se está cometiendo un delito.
De dicho procedimiento deberá darse comunicación al fiscal inmediatamente terminado y levantarse un acta
circunstanciada que será enviada a éste dentro de las doce horas siguientes. Copia de dicha acta se entregará al propietario
o encargado del lugar.”.
Tratándose del delito de abigeato, la policía podrá ingresar a los predios cuando existan indicios o sospechas de
que se está perpetrando dicho ilícito, siempre que las circunstancias hagan temer que la demora en obtener la autorización
del propietario o del juez, en su caso, facilitará la concreción del mismo o la impunidad de sus hechores.
279
Art. 209 CPP
280
Art. 210 CPP
281
Art. 211 CPP
282
Art. 206 CPP
La orden judicial que autoriza la entrada y registro debe contener la indicación del o los
edificios que hubieren de ser registrados, el fiscal solicitante, la autoridad encargada de practicar el registro, y
el motivo del registro y, en su caso, del ingreso nocturno. 284 .
La ley establece un plazo máximo de 10 días de vigencia de la orden, tras los cuales se
produce la caducidad de la misma.
En principio, esta diligencia deberá practicarse en el tiempo que media entre las seis y las
veintidós horas. Con todo podrá llevarse a cabo fuera de este horario cuando se trate de lugares de libre acceso
al público y que se encuentren abiertos durante la noche, o también en casos urgentes, cuando la ejecución de
la medida no admita demora. La orden judicial deberá expresar esta circunstancia y el motivo de la urgencia.
287 Por otro lado, la diligencia deberá practicarse en un solo acto, pero podrá suspenderse cuando no sea
283
Art. 130 CPP
284
Art. 208 CPP
285
Art. 212 CPP
286
Art. 214 incisos 1º y 2º CPP
287
Art. 207 CPP
288
Art. 214 inciso final CPP
289
Art. 216 CPP
Artículo 210. Entrada y registro en lugares que gozan de inviolabilidad diplomática. Para la entrada y registro
de locales de embajadas, residencias de los agentes diplomáticos, sedes de organizaciones y organismos internacionales y de
naves y aeronaves que, conforme al Derecho Internacional, gozaren de inviolabilidad, el juez pedirá su consentimiento al
respectivo jefe de misión por oficio, en el cual le solicitará que conteste dentro de veinticuatro horas. Este será remitido por
conducto del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Si el jefe de misión negare su consentimiento o no contestare en el término indicado, el juez lo comunicará al
Ministerio de Relaciones Exteriores. Mientras el Ministro no contestare manifestando el resultado de las gestiones que
practicare, el juez se abstendrá de ordenar la entrada en el lugar indicado. Sin perjuicio de ello, se podrán adoptar medidas
de vigilancia, conforme a las reglas generales.
En casos urgentes y graves, podrá el juez solicitar la autorización del jefe de misión directamente o por
intermedio del fiscal, quien certificará el hecho de haberse concedido.
Desde una perspectiva subjetiva, la intimidad puede ser concebida como autodeterminación
informativa, esto es, como la facultad del individuo, grupo o institución de determinar por sí mismo cuándo,
cómo y en qué grado puede comunicarse a otros información sobre él. Por ende, este derecho determina una
facultad de exclusión de los demás, de abstención de injerencias por parte de otros, tanto en lo que se refiere a
la adquisición del conocimiento ajeno como a su divulgación.
También se ha dicho que la intimidad se refiere al espacio personal y exclusivo del ser
humano, el cual sólo puede ser compartido por decisión propia, pero nunca vulnerado debido a ese carácter
interior; es la facultad que tiene todo individuo de mantener una zona reservada para sí, protegida de
cualquier interferencia o intromisión, en la que sólo podrán inmiscuirse quienes fueren expresamente
autorizados por su titular.
Objetivamente, se señala que el derecho a la intimidad abarca tres esferas: la zona pública,
esto es, la que corresponde al campo de actuación de los hombres públicos; la zona privada, que abarca la
esfera no pública, fundamentalmente la vida familiar y de las relaciones de amistad; y la esfera íntima o
confidencial, es decir, la que normalmente se quiere ocultar a la curiosidad ajena.
En cumplimiento del mandato constitucional el CPP establece los casos y formas en que es
procedente la intervención y reglamenta, además, el destino de la información reservada obtenida a través de
estos medios, como ocurre también respecto de la retención e incautación de correspondencia.
De este modo, no basta con que el funcionario público actúe autorizado judicialmente para
que sea legítima la afección del derecho constitucional, sino que debe respetar además la adecuada manera de
proceder regulada legalmente.
290
Art. 218 CPP
Artículo 218. Retención e incautación de correspondencia. A petición del fiscal, el juez podrá autorizar, por
resolución fundada, la retención de la correspondencia postal, telegráfica o de otra clase y los envíos dirigidos al imputado
o remitidos por él, aun bajo nombre supuesto, o de aquéllos de los cuales, por razón de especiales circunstancias, se
presumiere que emanan de él o de los que él pudiere ser el destinatario, cuando por motivos fundados fuere previsible su
utilidad para la investigación. Del mismo modo, se podrá disponer la obtención de copias o respaldos de la
correspondencia electrónica dirigida al imputado o emanada de éste.
El fiscal deberá examinar la correspondencia o los envíos retenidos y conservará aquéllos que tuvieren relación
con el hecho objeto de la investigación. Para los efectos de su conservación se aplicará lo dispuesto en el artículo 188. La
correspondencia o los envíos que no tuvieren relación con el hecho investigado serán devueltos o, en su caso, entregados a
su destinatario, a algún miembro de su familia o a su mandatario o representante legal. La correspondencia que hubiere
sido obtenida de servicios de comunicaciones será devuelta a ellos después de sellada, otorgando, en caso necesario, el
certificado correspondiente.
El fiscal también puede solicitar que el juez autorice que cualquier empresa de
comunicaciones facilite copias de aquellas transmitidas o recibidas por ellas. Del mismo modo, podrá ordenar
la entrega de las versiones que existieren de las transmisiones de radio, televisión u otros medios. 291
Artículo 219. Copias de comunicaciones o transmisiones. El juez de garantía podrá autorizar, a petición del fiscal,
que cualquier empresa de comunicaciones facilite copias de las comunicaciones transmitidas o recibidas por ellas. Del
mismo modo, podrá ordenar la entrega de las versiones que existieren de las transmisiones de radio, televisión u otros
medios.
Una vez examinada la correspondencia o los envíos retenidos, el fiscal sólo podrá conservar
aquellos que tengan relación con el hecho objeto de la investigación, el resto deberá ser devuelta o, en su caso,
entregada a su destinatario o representante legal. La correspondencia obtenida de servicios de comunicaciones
será devuelta a ellos después de sellada, otorgando, cuando sea necesario, el certificado correspondiente. 292
El artículo 220 inciso 1° del CPP establece la prohibición absoluta de incautación o entrega de
ciertos objetos o documentos que se encuentren en poder de las personas a quienes la ley reconoce la facultad
de no prestar declaración, ya sea por parentesco o reserva, salvo que se tratare de un imputado por el hecho o
se trate de documentos que puedan caer en comiso.
291
Art. 219 CPP
292
Art. 218 CPP
Según la profesora Horvitz 294 la redacción del precepto es poco afortunada, pues parece
referirse no sólo a las personas a quienes se imputa en calidad de autor o partícipe, un delito consumado que
merece pena de crimen sino también a quien realice cualquier etapa previa de comisión del mismo, incluidos
los actos preparatorios. Sin embargo, debe recordarse que los actos preparatorios de un delito son punibles
sólo excepcionalmente. En consecuencia, no procederá esta medida si el hecho que se requiere pesquisar no es
actualmente punible y no merece pena de crimen.
Se trata de uno de los pocos casos en que el legislador se preocupó de establecer requisitos
claros de procedencia de una medida intrusiva, configurando un estándar bastante exigente. En efecto,
requiere la existencia de fundadas sospechas basadas en hechos determinados...., que merecen pena de crimen,
295 esto es, de los delitos más graves que prevé el ordenamiento jurídico chileno.
Al juicio oral se puede citar como testigos tanto los encargados de practicar la diligencia
como el funcionario que actúe como ministro de fe, lo que podrá ocurrir por ejemplo cuando se ponga en tela
de juicio la fidelidad o autenticidad de la transcripción. 297
293
Art. 222 CPP
294
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés; Ob.cit., pág. 528
295
Art. 21 CP, sobre cinco años y un día
296
Art. 223 incisos 1º y 2º CPP
297
Arts. 223 inciso 3º y 336 inciso 2º del CPP
Al revés si las grabaciones dan cuenta de hechos que sólo pudieren merecer penas de simple
delito o falta deberán ser destruidas, solución que guarda coherencia con lo dispuesto en el artículo 225 del
CPP, por lo que tales grabaciones no podrán, en caso alguno, ser valoradas como medios de prueba en la etapa
procesal correspondiente.
Por razones de eficacia la medida de interceptación se lleva a cabo sin previa comunicación
al afectado y puede ser solicitada por el fiscal tanto antes como después de la formalización. Sin embargo,
deberá ser notificada al afectado con posterioridad a su realización, en cuanto el objeto de la investigación lo
permita, y en la medida que ello no ponga en peligro la vida o la integridad corporal de terceras personas. 298
Se trata de una medida intrusiva que afecta el derecho de propiedad del titular del bien
respectivo que tiene por finalidad asegurar la evidencia que sirva para acreditar el cuerpo del delito y la
participación culpable como los efectos del respectivo delito, que puedan ser objeto de pena de comiso en la
sentencia definitiva. 301
Tratándose del imputado la incautación se llevará a cabo siempre previa orden judicial
librada a petición del fiscal, cuando se niegue a entregarlos voluntariamente o cuando ese requerimiento
pudiere poner en peligro el éxito de la investigación. Sin embargo, no requiere aprobación judicial la
incautación de objetos que se hallen en poder del imputado detenido por delito flagrante. 303
Si las especies se encuentran en poder de una persona distinta del imputado, el juez podrá
apercibirla para que las entregue en lugar de ordenar la incautación, o bien efectuar primero el apercibimiento
y luego ordenar la incautación.
298
Art. 224 CPP
299
Art. 225 CPP
300
Art. 226 CPP
301
Art. 217 CPP
302
Art. 187 CPP
303
Art. 187 inciso 2º CPP
Los objetos, documentos e instrumentos que se hallen en lugares públicos o en el sitio del
suceso podrán ser incautados sin necesidad de orden judicial previa. 305
También podrán incautarse, previa orden judicial, los objetos o documentos descubiertos
durante la práctica de una diligencia de registro cuando ellos hagan sospechar la existencia de un hecho
punible distinto del que constituye la materia del procedimiento en que la orden respectiva se ha librado. Estos
objetos y documentos deberán ser conservados por el fiscal. 306
De toda diligencia de incautación se levantará inventario, conforme a las reglas generales. 307 .
El encargado de la diligencia otorgará al imputado o a la persona que los hubiere tenido en su poder un recibo
detallado de los objetos y documentos incautados, luego serán sellados y puestos bajo custodia del ministerio
público.
Analizado nuestro Código, en este aspecto, podemos sostener que consagra un sistema de
discrecionalidad reglada u oportunidad restringida, en relación a otro de discrecionalidad absoluta, como el
sistema norteamericano. En efecto, en nuestro ordenamiento la facultad de selección de casos aparece como
una excepción al principio de legalidad. Es decir, este principio se mantiene como regla general de
funcionamiento del modelo, pero, a la vez, se permite que los agentes u órganos de persecución penal puedan,
por excepción, no continuar o poner término anticipado a la misma.
304
Art. 217 inciso 3º CPP
305
Art. 83 letra c) CPP
306
Art. 215 CPP
307
Art. 221 CPP
308
Art. 202 CPP
309
En este sentido DUCE, Mauricio y RIEGO, Cristian en su obra “Introducción al nuevo Sistema Procesal Penal”, Volumen 1,
Escuela de Derecho de la Universidad Diego Portales, mayo de 2002, página 173
Esta decisión del fiscal debe ser fundada y luego aprobada por el juez de garantía.
Con esta facultad se busca excluir lo más tempranamente posible del sistema aquellos casos
en que el Estado carece de fundamento para hacer actuar el ius puniendi, generando una selectividad
oportuna y racional que determina, además, un importante ahorro de recursos.
En las circunstancias descritas el fiscal busca evitar que el sistema se recargue con casos que
no tiene sentido investigar, porque no existe ninguna posibilidad de llegar a obtener una sentencia
condenatoria en materia penal.
En el evento que no existan antecedentes o datos que permitan al fiscal continuar con la
investigación para el esclarecimiento de los hechos, puede decidir autónomamente el archivo provisional del
caso, siempre que no haya intervenido el juez de garantía en el procedimiento. 312
El Código controla esta facultad para impedir abusos en su ejercicio. Un primer control, de
carácter interno, consiste en la aprobación del fiscal regional, cuando se trate de delitos que merezcan pena
aflictiva. El segundo control, externo, se traduce en la facultad de la víctima de solicitar al ministerio público la
reapertura del procedimiento y la realización de diligencias de investigación, pudiendo reclamar ante las
autoridades superiores del mismo en caso de denegación de su solicitud. Además, puede provocar la
intervención del juez de garantía deduciendo la querella respectiva. Si el juez declara admisible la querella, el
fiscal deberá seguir adelante la investigación conforme a las reglas generales.
Consiste en la facultad de los fiscales del ministerio público para no iniciar la persecución
penal o abandonar la ya iniciada cuando se trate de un hecho que reviste caracteres de delito pero que no
compromete gravemente el interés público, a menos que la pena mínima asignada al delito exceda la de
310
Art. 168 CPP
311
Art. 169 CPP
312
Arts. 167 y 233 letra c) CPP
Esta decisión del fiscal debe ser motivada y comunicada al juez de garantía, quien la
notificará a los intervinientes, si los hubiere.
También para evitar los abusos, se contemplan dos tipos de controles, uno judicial y otro
administrativo.
El control judicial consiste en que, dentro de los diez días siguientes a la comunicación de la
decisión del fiscal, el juez, de oficio o a petición de parte, podrá dejarla sin efecto en los siguientes casos:
a.- Cuando estime que el fiscal ha excedido sus atribuciones sólo en relación a los límites
formales de penalidad mínima y calidad del sujeto activo.
En ambos casos la resolución del juez obliga al fiscal a continuar con la investigación.
El control administrativo opera cuando, vencido el plazo de diez días para el control judicial
o rechazada por el juez la reclamación respectiva, los intervinientes decidan, dentro de un nuevo plazo de diez
días, reclamar la decisión del fiscal ante las autoridades superiores del Ministerio Público. Estas deben verificar
si la decisión del fiscal se ajusta a las políticas generales del servicio y a las normas que hayan sido dictadas al
respecto. Transcurrido este nuevo plazo sin que se haya formulado reclamación alguna o si, formulada la
reclamación, ésta hubiese sido rechazada, se entiende extinguida la acción penal respecto del hecho de que se
trate.
Señalan Duce y Riego 314 que un gran desafío de la Fiscalía Nacional en la materia es elaborar
una política que permita un ejercicio intenso de esta facultad, pero en términos transparentes, igualitarios y
flexibles.
Por último, es preciso dejar en claro que la extinción de la acción penal generada por la
aplicación del principio de oportunidad no perjudica el derecho a perseguir por la vía civil las
responsabilidades pecuniarias que correspondan.
313
Art. 170 CPP
314
DUCE, Mauricio y RIEGO, Cristian, Ob.cit., pág. 209
Es un mecanismo procesal que permite a los fiscales del Ministerio Público, con el acuerdo
del imputado y con la aprobación del juez de garantía, dar término anticipado al procedimiento cuando se
cumplan ciertos requisitos previstos en la ley y se satisfagan determinadas condiciones fijadas por el juez, que
permiten suponer que el imputado no volverá a delinquir.
También se ha dicho que es una salida alternativa al proceso, en virtud de la cual se puede
detener provisoriamente la persecución penal a favor de una persona imputada por un delito, quedando ella
sometida, dentro de un determinado plazo, al cumplimiento de un conjunto de condiciones impuestas por el
juez de garantía, al término del cual – si son cumplidas estas condiciones en forma satisfactoria – se extingue la
acción penal y, si no lo son o se vuelve a imputar un nuevo delito, se revoca la medida reiniciándose la
persecución penal. 315
Se le critica, sin embargo, que constituye una respuesta de carácter sancionatorio impuesta a
una persona que no ha sido todavía declarada culpable con todas las garantías del debido proceso.
Procede respecto de delitos que no representan un atentado grave o relevante para el interés
público respecto de sujetos sin condenas previas. Su fundamento político criminal consiste en evitar
oportunamente los efectos criminógenos del procedimiento penal y la prisión preventiva respecto de
imputados por delitos menores y con bajo o inexistente compromiso delictual previo.
En razón de sus efectos, cobra especial importancia el consentimiento libre e informado del
imputado como fundamento de legitimación de estas verdaderas medidas sancionatorias. Por lo mismo, es
fundamental que el juez de garantía verifique rigurosamente los presupuestos de aplicación en la respectiva
audiencia.
Debe ser resuelta en audiencia, que puede ser la de formalización, una convocada
especialmente al efecto o la audiencia de preparación. En la audiencia el imputado debe contar con un
defensor letrado.
La solicitud normalmente será planteada por el fiscal con acuerdo del imputado, pero ello no
impide que en una audiencia fluya a iniciativa del imputado o en razón de la actitud proactiva del juez de
garantía. La solicitud puede ser verbal o escrita.
315
DUCE y RIEGO, ob cit, pág. 298
316
Art. 245 CPP
El juez rechazará la solicitud cuando del mérito de los antecedentes requeridos concluya que
no se cumplen los requisitos de procedencia o cuando constate que el imputado no ha prestado su
consentimiento en forma libre e informada, con presiones indebidas.
La resolución que se dicte es susceptible de ser recurrida vía apelación por el imputado, la
víctima, el ministerio público o el querellante. 317
a.- Que la pena que pudiere imponerse al imputado, en el evento de dictarse sentencia
condenatoria (pena en concreto), no exceda de tres años de privación de libertad;
b.- Que el imputado no haya sido condenado anteriormente (sentencia ejecutoriada) por
crimen o simple delito (las condenas por faltas no impiden la procedencia de esta salida alternativa); y
c.- Que el imputado no tuviere vigente una suspensión condicional del procedimiento, al
momento de verificarse los hechos materia del nuevo proceso.
Artículo 237. Suspensión condicional del procedimiento. El fiscal, con el acuerdo del imputado, podrá solicitar al
juez de garantía la suspensión condicional del procedimiento.
El juez podrá requerir del ministerio público los antecedentes que estimare necesarios para resolver.
La suspensión condicional del procedimiento podrá decretarse:
a) Si la pena que pudiere imponerse al imputado, en el evento de dictarse sentencia condenatoria, no excediere de tres
años de privación de libertad;
b) Si el imputado no hubiere sido condenado anteriormente por crimen o simple delito; y
c) Si el imputado no tuviere vigente una suspensión condicional del procedimiento, al momento de verificarse los hechos
materia del nuevo proceso.
La presencia del defensor del imputado en la audiencia en que se ventilare la solicitud de suspensión condicional
del procedimiento constituirá un requisito de validez de la misma.
Si el querellante o la víctima asistieren a la audiencia en que se ventile la solicitud de suspensión condicional del
procedimiento, deberán ser oídos por el tribunal.
Tratándose de imputados por delitos de homicidio, secuestro, robo con violencia o intimidación en las personas o
fuerza en las cosas, sustracción de menores, aborto, los contemplados en los artículos 361 a 366 bis, 367 y 367 bis del
Código Penal y conducción en estado de ebriedad causando la muerte o lesiones graves o gravísimas, el fiscal deberá
someter su decisión de solicitar la suspensión condicional del procedimiento al Fiscal Regional.
Al decretar la suspensión condicional del procedimiento, el juez de garantía establecerá las condiciones a las que
deberá someterse el imputado, por el plazo que determine, el que no podrá ser inferior a un año ni superior a tres. Durante
dicho período no se reanudará el curso de la prescripción de la acción penal. Asimismo, durante el término por el que se
prolongare la suspensión condicional del procedimiento se suspenderá el plazo previsto en el artículo 247.
317
Art. 237 inciso 6° CPP
1.- Produce la suspensión del plazo legal para el cierre de la investigación. Pero no altera
la suspensión del plazo de prescripción de la acción penal producido como efecto de la formalización.
Durante el período de la suspensión el juez puede modificar una o más de las condiciones
impuestas, la decisión la adoptará en audiencia y oyendo a los intervinientes presentes. 318
2.- Cuando el imputado fuere objeto de una nueva formalización por hechos distintos.
En ambos casos se requiere la declaración judicial para que la revocación opere y este
pronunciamiento sólo tendrá lugar cuando lo solicite el fiscal o la víctima. La resolución que se dicte en este
sentido es apelable. 319
En este último escenario, con el fin de cautelar la imparcialidad del tribunal y evitar que los
antecedentes relativos a la proposición, discusión, aceptación, procedencia, rechazo o revocación de la
suspensión condicional sean considerados como elemento de convicción, se prohíbe que sean invocados, leídos
o incorporados a juicio. 320
318
Art. 238 inciso final CPP
319
Art. 239 CPP
320
Art. 335 CPP
Se ha criticado esta forma de solución del conflicto penal sosteniendo que en nuestra
sociedad polarizada y desigual los poderosos económicamente siempre tendrán acceso a ella, no así las
personas más vulnerables social y económicamente. Sin embargo, en la práctica hemos podido observar que el
acto de reparación no ha quedado restringido al pago de una cantidad de dinero, también se han aceptado
disculpas públicas de parte del imputado hacia la víctima o la realización de ciertos trabajos en beneficio de
esta última. El llamado en este sentido es a ser creativos y aceptar formas de reparación distintas a las que
acostumbramos, en tanto sean lícitas.
3.2.2.1.- Oportunidad
1.- Respecto del hecho investigado, sólo debe afectar bienes jurídicos disponibles de
carácter patrimonial, o consistir en lesiones menos graves, o constituir un delito culposo.
La “disponibilidad” del bien jurídico protegido es un criterio legal cuyo contenido deberá ir
siendo fijado jurisprudencialmente.
Respecto de los delitos culposos no existen restricciones, pudiendo ser objeto de acuerdo
reparatorio incluso un cuasidelito de homicidio. La restricción podría venir sin embargo por razones
preventivas de interés público prevalente en la continuación de la persecución.
2.- Debe existir acuerdo entre el imputado (no se exige la presencia del defensor como
requisito de validez) y la víctima; y
3.- La aprobación del juez de garantía. Para dar su aprobación el juez oirá previamente a
los intervinientes presentes en la audiencia respectiva y verificará la concurrencia de las siguientes
condiciones:
a) Si la voluntad del imputado y de la víctima ha sido prestada en forma libre y con pleno
conocimiento de sus derechos.
Si el juez estima que concurren estos supuestos, entonces aprobará el acuerdo reparatorio,
dejando constancia del contenido del mismo y dictando acto seguido el respectivo sobreseimiento definitivo.
321
Art. 245 CPP
3.2.2.3.- Efectos
Artículo 242.- Efectos penales del acuerdo reparatorio. Una vez cumplidas las obligaciones contraídas por el
imputado en el acuerdo reparatorio o garantizadas debidamente a satisfacción de la víctima, el tribunal dictará
sobreseimiento definitivo, total o parcial, en la causa, con lo que se extinguirá, total o parcialmente, la responsabilidad
penal del imputado que lo hubiere celebrado
En el ámbito civil, aún cuando el Código no lo señala expresamente, por tratarse de una
solución jurídico – penal, no debe entenderse que el acuerdo reparatorio extinga las acciones civiles derivadas
del hecho punible para perseguir las responsabilidades pecuniarias que correspondan, conforme a las reglas
comunes. Por ello es necesario estipular expresamente la clausura de esa posibilidad, cuando se considere que
la suma de dinero acordada cubre todos esos aspectos.
Artículo 243.- Efectos civiles del acuerdo reparatorio. Ejecutoriada la resolución judicial que aprobare el acuerdo
reparatorio, podrá solicitarse su cumplimiento ante el juez de garantía con arreglo a lo establecido en los artículos 233 y
siguientes del Código de Procedimiento Civil.
El acuerdo reparatorio no podrá ser dejado sin efecto por ninguna acción civil.
Ejecutoriado el acuerdo reparatorio no puede ser dejado sin efecto por ninguna acción civil y
se podrá solicitar su cumplimiento ante el juez de garantía con arreglo a lo establecido en los artículos 233 y
siguientes del CPC.
3.2.2.4.- Registro
4.1.- Concepto
Esta decisión no puede ser impugnada ni dejada sin efecto por el juez, sin perjuicio de la
facultad del imputado de reclamar ante las autoridades del Ministerio Público cuando la considere arbitraria.
324
322
Arts. 253 y 370 letra a) CPP
323
Art. 242 CPP
324
Art. 232 inciso final CPP
e.- Desde la formalización comienza a correr el plazo legal de dos años para el cierre de la
investigación. 329
g.- Otra formalización por hechos distintos dentro del período de una suspensión
condicional autoriza para revocar esta salida alternativa. 331
De acuerdo al artículo 25, inciso 2°, de la Ley N° 19.718 de la Defensoría Penal Pública,
corresponde a los defensores locales asumir la defensa del imputado en la realización de la primera audiencia
judicial a que fuere citado.
325
Art. 259 letra b) e inciso final CPP
326
Art. 93 letras a), c) y d) CPP
327
Art. 230 inciso 2° CPP
328
Art. 233 letra a) CPP
329
Arts. 233 letra b) y 247 CPP
330
Art. 233 letra c) CPP
331
Art. 239 inciso 1° CPP
332
Art. 132 CPP
Terminada la formalización el juez abrirá debate sobre las demás peticiones que los
intervinientes deseen efectuar y que pueden consistir en medidas cautelares, diligencias de investigación
intrusivas con conocimiento del afectado, plazo judicial para el cierre de la investigación, juicio inmediato,
prueba anticipada, suspensión condicional del procedimiento, acuerdos reparatorios y la declaración judicial
del imputado.
La posibilidad que tiene el juez de garantía para fijar un plazo menor al legal para el cierre
de la investigación constituye un mecanismo de aceleración del procedimiento que busca cautelar las garantías
de los intervinientes.
Respecto del imputado permite hacer efectivo el derecho a ser juzgado en un tiempo
razonable, especialmente cuando se encuentra sujeto a medidas cautelares.
El juez de garantía puede ejercer esta facultad de oficio o a petición de parte, pero siempre en
audiencia y previo debate, a lo menos debe oír al Ministerio Público.
Al decretar el plazo judicial el juez tendrá en cuenta las garantías afectadas al imputado y a
los demás intervinientes con motivo del procedimiento y las características de la investigación, su complejidad,
número de imputados, actuaciones que falten por realizar, entre otros factores.
Los efectos que genera el cumplimiento del plazo judicial en estudio serán analizados más
adelante con ocasión del cierre de la investigación.
Artículo 235. Juicio inmediato. En la audiencia de formalización de la investigación, el fiscal podrá solicitar al juez que
la causa pase directamente a juicio oral. Si el juez acogiere dicha solicitud, en la misma audiencia el fiscal deberá formular
verbalmente su acusación y ofrecer prueba. También en la audiencia el querellante podrá adherirse a la acusación del fiscal
o acusar particularmente y deberá indicar las pruebas de que pensare valerse en el juicio. El imputado podrá realizar las
alegaciones que correspondieren y ofrecer, a su turno, prueba.
333
Necesariamente deben estar presentes el Fiscal, el imputado y su defensor, este último por aplicación de lo dispuesto en el
artículo 132 inciso 2° del CPP
334
Art. 235 CPP
En teoría a través de esta vía del juicio inmediato se podría solicitar la aplicación del
procedimiento abreviado, pues el efecto que se genera con la aceptación del juicio inmediato es la
transformación de la audiencia de formalización en una audiencia de preparación de juicio oral, momento
oportuno para decidir ese especial procedimiento. En dicho evento el fiscal deberá formular su acusación en
forma verbal y en razón de su pretensión punitiva solicitará el abreviado.
Se trata de una verdadera medida prejudicial probatoria que el fiscal solicita al juez de
garantía, durante la investigación o en la etapa intermedia, cuando tema que un testigo o perito pueda verse
imposibilitado de asistir a la audiencia de juicio oral, por tener que ausentarse a larga distancia o por existir
motivos que hicieren temer la sobreviniencia de su muerte, su incapacidad física o mental, o algún otro
obstáculo semejante. 336
En consecuencia, el juez de garantía respectivo deberá analizar los motivos que se aducen y
calificar su seriedad para acceder a lo pedido. Si accede a la prueba anticipada debe citar a todos los
intervinientes con derecho a asistir al juicio oral y procederá a recibir la prueba con todas las solemnidades que
imponen el principio contradictorio, vale decir, existirá la posibilidad de examen directo de la parte que lo
presenta y contraexamen de la opositora.
Una vez rendida la testimonial o pericial, el registro de la misma podrá ser utilizado en el
juicio oral siempre y cuando subsistan los motivos que determinaron su procedencia. 337 En efecto, como se
verá más adelante, el tribunal de juicio oral en lo penal, antes de dar lectura o reproducir los registros,
verificará si el testigo o perito falleció, cayó en incapacidad física o mental, se ausentó del país y aun no
regresa.
Artículo 191. Anticipación de prueba. Al concluir la declaración del testigo, el fiscal o el abogado asistente del
fiscal, en su caso, le hará saber la obligación que tiene de comparecer y declarar durante la audiencia del juicio oral, así
como de comunicar cualquier cambio de domicilio o de morada hasta esa oportunidad.
Si, al hacérsele la prevención prevista en el inciso anterior, el testigo manifestare la imposibilidad de concurrir a
la audiencia del juicio oral, por tener que ausentarse a larga distancia o por existir motivo que hiciere temer la
sobreviniencia de su muerte, su incapacidad física o mental, o algún otro obstáculo semejante, el fiscal podrá solicitar del
juez de garantía que se reciba su declaración anticipadamente.
En los casos previstos en el inciso precedente, el juez deberá citar a todos aquéllos que tuvieren derecho a asistir
al juicio oral, quienes tendrán todas las facultades previstas para su participación en la audiencia del juicio oral.
Hay norma especial sobre prueba anticipada de menores de edad y de víctimas de ciertos
delitos sexuales en el artículo 191 bis del CPP.
335
Principios de oportunidad y racionalización
336
Arts. 191 y 280 CPP
337
Art. 331 letra a) CPP
También existe la posibilidad de solicitar una prueba anticipada, pero fundada en motivos
de seguridad, en ciertas leyes especiales, donde se justifica esta excepcional medida por la gravedad y
naturaleza de los hechos de que se trata. Así por ejemplo el artículo 32 de la Ley N° 20.000 dispone que “Las
declaraciones del cooperador eficaz, de los agentes encubiertos, agentes reveladores, informantes y, en general, de testigos y
peritos, cuando se estime necesario para su seguridad personal, podrán ser recibidas anticipadamente…En este caso el
juez de garantía podrá disponer que los testimonios de estas personas se presten por cualquier medio idóneo
que impida su identificación física normal…”. Similar norma se contiene en el artículo 18 de la Ley sobre
Conductas Terroristas.
Sin embargo, en el evento que haya transcurrido el plazo de dos años desde la fecha en que
la investigación hubiere sido formalizada, o el plazo menor que haya determinado el juez de garantía, la ley le
impone al fiscal el deber de cerrarla. 338 Si no lo hace así, el querellante o el imputado pueden solicitar al juez de
garantía que lo aperciba para que proceda al cierre de la misma, so pena de declarar el sobreseimiento
definitivo de la causa.
En tal caso, el juez citará a una audiencia para resolver esta petición, cuyos resultados
dependerán de la actitud que adopte el fiscal, esto es:
Artículo 247. Plazo para declarar el cierre de la investigación. Transcurrido el plazo de dos años desde la fecha en
que la investigación hubiere sido formalizada, el fiscal deberá proceder a cerrarla.
Si el fiscal no declarare cerrada la investigación en el plazo señalado, el imputado o el querellante podrán
solicitar al juez que aperciba al fiscal para que proceda a tal cierre.
338
Arts. 234 y 247 inciso 1° CPP
Declarado el cierre de la investigación, dentro de los diez días siguientes, el fiscal puede
adoptar una de las siguientes actitudes:
c.- Formular acusación, cuando estime que la investigación proporciona fundamento serio
para el enjuiciamiento del imputado contra quien se hubiere formalizado.
Las mismas actuaciones deberá realizar el fiscal cuando haya transcurrido el plazo fijado por
el juez para declarar cerrada la investigación.
El Código regula sólo dos supuestos de reapertura: aquel que se encuentra vinculado con el
sobreseimiento temporal de la causa y el que se contiene en el artículo 257 del CPP, ambos casos con hipótesis
muy restringidas. Con ello el legislador quiso dejar sentado el principio de que sólo en casos muy
excepcionales se otorga la posibilidad al órgano de persecución penal de prolongar la etapa de investigación
preparatoria, pues se encuentra en juego el derecho del imputado a ser juzgado dentro de un plazo razonable.
Artículo 254. Reapertura del procedimiento al cesar la causal de sobreseimiento temporal. A solicitud del fiscal
o de cualquiera de los restantes intervinientes, el juez podrá decretar la reapertura del procedimiento cuando cesare la
causa que hubiere motivado el sobreseimiento temporal.
En todo caso el juez no podrá decretar ni renovar las diligencias que en su oportunidad se
hubieren ordenado a petición de los intervinientes y no se hubieren cumplido por negligencia o hecho
imputable a los mismos; las que fueren manifiestamente impertinentes; y aquellas que hubieren sido
solicitadas con fines puramente dilatorios.
Vencido el plazo o su ampliación, o aun antes de ello si se hubieren cumplido las diligencias,
el fiscal cerrará nuevamente la investigación y procederá en la forma señalada en el artículo 248 del CPP.
Artículo 257.- Reapertura de la investigación. Dentro de los diez días siguientes al cierre de la investigación, los
intervinientes podrán reiterar la solicitud de diligencias precisas de investigación que oportunamente hubieren formulado
durante la investigación y que el Ministerio Público hubiere rechazado o respecto de las cuales no se hubiere pronunciado.
Si el juez de garantía acogiere la solicitud, ordenará al fiscal reabrir la investigación y proceder al cumplimiento
de las diligencias, en el plazo que le fijará. Podrá el fiscal, en dicho evento y por una sola vez, solicitar ampliación del
mismo plazo.
El juez no decretará ni renovará aquellas diligencias que en su oportunidad se hubieren ordenado a petición de
los intervinientes y no se hubieren cumplido por negligencia o hecho imputable a los mismos, ni tampoco las que fueren
manifiestamente impertinentes, las que tuvieren por objeto acreditar hechos públicos y notorios ni, en general, todas
aquéllas que hubieren sido solicitadas con fines puramente dilatorios.
Vencido el plazo o su ampliación, o aun antes de ello si se hubieren cumplido las diligencias, el fiscal cerrará
nuevamente la investigación y procederá en la forma señalada en el artículo 248.
El sobreseimiento solicitado por el fiscal puede ser definitivo o temporal, total o parcial.
339
Art. 249 CPP
d.- Cuando se haya extinguido la responsabilidad penal del imputado por alguno de los
motivos establecidos en la ley.
e.- Cuando sobrevenga un hecho que, con arreglo a la ley, ponga fin a dicha
responsabilidad, y
f.- Cuando el hecho de que se trate haya sido materia de un procedimiento penal en el que
haya recaído sentencia firme respecto del imputado.
El Código prohíbe dictar sobreseimiento definitivo respecto de los delitos que, conforme a
los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes, sean imprescriptibles o no
puedan ser amnistiados, salvo en los casos de los números 1° y 2° del artículo 93 del CP.
a.- Cuando para el juzgamiento criminal se requiere la resolución previa de una cuestión
civil, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 171.
El inciso final del artículo 252 del CPP, faculta al TJOP para dictar sobreseimiento temporal
en el siguiente evento:
Esta opción procesal del Ministerio Público fue introducida por el Senado en la última fase
de tramitación parlamentaria del proyecto como consecuencia de haberse eliminado la causal de
sobreseimiento temporal equivalente.
Si el fiscal decide hacer uso de esta facultad debe pedir al juez de garantía la citación de
todos los intervinientes a una audiencia donde comunicará su decisión.
340
Art. 251 CPP
341
Art. 250 CPP
342
Art. 252 CPP
a.- El fiscal regional decide acusar, en cuyo caso debe señalar a su vez si la causa continuará
a cargo del mismo fiscal o si designa uno distinto. En este evento la acusación debe ser formulada dentro de los
diez días siguientes.
b.- El fiscal regional ratifica la decisión del fiscal del caso. En este contexto corresponde que
el juez de garantía se pronuncie respecto de la oposición del querellante en uno de los siguientes sentidos:
b.1.- Acoge la oposición, por estimar atendibles los fundamentos del querellante y resuelve
que la acusación sea formulada por éste, quien la sostendrá en lo sucesivo en los mismos términos que el
Código establece para el Ministerio Público.
Sin entrar a pronunciarnos acerca de cuál es la mejor solución, es del caso señalar que el
artículo 258, en sus incisos 3° y 4°, del CPP no contiene tal exigencia.
Además, como veremos más adelante, el control jurídico que ejerce el juez de garantía sobre
la acusación del fiscal es solo formal, de modo que le está impedido rechazar el libelo acusatorio aunque
343
Art. 249 CPP
344
Art. 258 inciso 4° CPP
345
Art. 258 CPP
346
Art. 462 CPP
La circunstancia anotada precedentemente ha servido para sostener que ese juicio de mérito
que realiza el juez de garantía, en este caso, faculta al querellante para acusar aun cuando no exista
formalización.
Si el juez de garantía rechaza el requerimiento, por estimar que los antecedentes no permiten
establecer con certeza la inimputabilidad, dispondrá que la acusación se formule por el querellante. Ahora, si
no hay querellante, el juez ordenará al Ministerio Público la formulación de la acusación conforme al trámite
ordinario.
5.1.1.- Reglamentación
Esta etapa del procedimiento ordinario por crimen o simple delito de acción penal pública se
encuentra reglamentada en el Título II del Libro Segundo del CPP, artículos 259 a 280.
De la lectura de los preceptos antes indicados podemos señalar que las funciones principales
de esta fase del procedimiento son las siguientes:
a.- El control, por parte del juez de garantía, de la corrección formal de la acusación o
acusaciones;
f.- Fija el tribunal competente y las personas que deben intervenir en el juicio.
5.3.- Características
Es una etapa procesal que se encuentra a cargo del juez de garantía. Si analizamos las
disposiciones contenidas en los artículos 14 del COT, 260, 266 y 277 del CPP, podremos observar que sólo un
juez de garantía puede conocer y resolver las cuestiones que se planteen en esta etapa del procedimiento.
De otro lado, conviene tener en cuenta que en caso de subrogación por inhabilidad 351 del
juez de garantía a cargo del procedimiento, el subrogante sólo puede actuar hasta la audiencia de preparación,
la que no se realizará sino una vez resuelta la inhabilidad. 352
347
Por ejemplo a través de las convenciones probatorias y eventual conciliación en lo civil
348
Mediante la exclusión de pruebas, que analizaremos más adelante
349
Ver art. 248 letra b) del CPP
350
En el caso del procedimiento abreviado
351
Ver arts. 206, 207 y 208 del COT
352
Ver art. 75 del CPP
La etapa intermedia consta de dos fases, una escrita y la otra oral. La fase escrita comienza
con la presentación del escrito de acusación por parte del Ministerio Público y dura hasta la víspera del día de
celebración de la audiencia de preparación. 354 La fase oral está constituida precisamente por la audiencia de
preparación del juicio. 355
La acusación es escrita y debe contener en forma clara y precisa los requisitos señalados en
el artículo 259 del CPP, a saber:
353
Imparcialidad del tribunal como componente del debido proceso
354
Ver art. 263 CPP
355
Ver art. 266 CPP
e.- La expresión de los preceptos legales aplicables. Requisito que se refiere tanto a las
normas sustantivas como adjetivas que regulen la imputación.
f.- El señalamiento de los medios de prueba de que el Ministerio Público piensa valerse en
juicio. Esta exigencia obedece al principio de contradicción e igualdad procesal y procura respetar el derecho
de defensa del acusado. En el sistema norteamericano la audiencia preliminar se denomina “discovery”, o sea,
“mostrarse las cartas”, de tal forma que no exista ocultamiento de elementos de pruebas por parte de los
litigantes. El inciso 2° de este artículo 259 reglamenta la forma en que debe ofrecerse la prueba, señalando que
en el caso de la testimonial deberá presentarse una lista de los testigos, individualizándolos, a lo menos, con
su nombre, apellidos, profesión y domicilio o residencia, 356 señalando además los puntos sobre los que habrán
de recaer sus declaraciones. Del mismo modo se individualizará a los peritos, indicando además sus títulos o
calidades. En el caso de los otros elementos de prueba, como documentos, objetos y otros medios atípicos, sólo
se requiere su mención expresa.
g.- La pena cuya aplicación se solicitare. En este punto el fiscal debe fijar su pretensión
punitiva, que deberá ser concordante con los hechos descritos y calificados jurídicamente. Esta exigencia
comprende tanto la pena principal como las accesorias legales, tanto las penas corporales como las pecuniarias,
incluso si procediere el comiso y otras sanciones establecidas por la ley.
j.- Entrega de los antecedentes de la investigación. Por último, el Fiscal de la causa debe
poner a disposición de los intervinientes, en el tribunal, los antecedentes acumulados durante la investigación,
359 siendo conveniente que deje constancia de ello en el escrito de acusación. Esta exigencia es también
manifestación del derecho de defensa y principio adversarial, supone por lo demás el cumplimiento de la
obligación que pesa sobre el Ministerio Público de registrar las actuaciones de la investigación. 360 Sólo el
cumplimiento cabal de esas obligaciones permitirá al acusado y a su defensa estructurar un eficiente
contraexamen o preparar la correspondiente prueba de refutación. En este punto debemos hacer presente la
historia legislativa, ya que en el proyecto original se imponía al acusador la obligación de dar al acusado copia
de las actuaciones y de otros antecedentes acumulados durante la instrucción, cuyos originales quedarían en el
tribunal a disposición de los demás intervinientes, para su examen. En el Senado se estimó inapropiada esta
obligación, en razón del volumen que estos documentos pueden alcanzar, por ello resolvió precisar que al
imputado y a los demás intervinientes, al notificársele la acusación, se le entrega copia solamente de ésta, pero
se pone a su disposición, en el tribunal, los antecedentes acumulados durante la investigación.
356
Puede omitirse el domicilio o residencia del testigo, por motivos de protección, si existiera motivo para temer que su
indicación pública implica un peligro para él o para otra persona, de acuerdo a lo establecido en el art. 307 del CPP
357
Ver art. 406 inciso 1° del CPP
358
Ver art. 407 CPP
359
Ver art. 260 parte final del CPP
360
Ver arts. 227 y 228 del CPP
Presentada la acusación ante el juez de garantía, éste, dentro de las veinticuatro horas
siguientes debe dictar una resolución disponiendo la notificación de la acusación a todos los intervinientes y
los citará a la audiencia de preparación de juicio oral, que deberá llevarse a efecto no antes de veinticinco días
ni después de treinta y cinco. 361
Son plenamente aplicables las normas especiales para la notificación del Ministerio Público,
en cuanto este organismo será notificado en sus oficinas, y respecto de los otros intervinientes, distinguiendo si
cuentan con defensor o mandatario constituido, en cuyo caso las notificaciones deberán ser hechas solamente a
éste, salvo que la ley o el tribunal dispongan que también se notifique directamente a aquél. 364
La notificación al acusado debe efectuarse, a más tardar, diez días antes de la realización de
la audiencia de preparación. 365 En dicha actuación se le entregará copia de la acusación, en la que se dejará
constancia del hecho de encontrarse a su disposición, en el tribunal, los antecedentes de la investigación, en su
caso se le entregarán además copias de las actuaciones del querellante, las acusaciones particulares, adhesiones
y la demanda civil. 366 Si el acusado se encuentra privado de libertad, la notificación se efectuará en persona en
el establecimiento o recinto penal, aunque éste se hallare fuera del territorio jurisdiccional del tribunal,
mediante la entrega, por un funcionario del establecimiento y bajo la responsabilidad del jefe del mismo, del
texto de la resolución y los demás antecedentes. 367
Salvo el caso del imputado privado de libertad, si analizamos la historia legislativa del
artículo 260 del CPP, podemos concluir que para los legisladores fue suficiente en este caso la notificación por
cédula. En efecto, en el Senado se expresó que si bien el plazo para efectuar estas notificaciones no es muy
amplio, es suficiente, habida consideración que no es la primera notificación que se realiza, por lo que ella
deberá practicarse de acuerdo a las reglas generales, que normalmente será por cédula, ya que todos los
intervinientes tienen su domicilio registrado en el tribunal. Por ello se rechazó una indicación que exigía que
esta notificación se efectuara en forma personal.
Por escrito y hasta quince días antes de la fecha fijada para la realización de la audiencia de
preparación el querellante podrá realizar las siguientes actuaciones: 368
a.- Presentar acusación particular, donde amplíe la acusación del Fiscal, extendiéndola a
hechos o a imputados distintos, siempre con respeto al principio de congruencia. También puede plantear una
distinta calificación jurídica de los hechos, otras formas de participación del acusado, o solicitar penas
distintas, normalmente superiores a la pretensión punitiva del persecutor estatal. Sólo en esta hipótesis,
361
Ver art. 260 del CPP
362
Ver art. 25 del CPP
363
Ver art. 33 del CPP
364
Ver arts. 27 y 28 del CPP
365
Ver art. 262 del CPP
366
Ver art. 262 CPP
367
Ver art. 29 del CPP
368
Ver art. 261 CPP
b.- Adherir a la acusación del Fiscal, lo que ocurrirá cuando el querellante esté de acuerdo
con la penalidad solicitada y con la calificación jurídica que, de los hechos, participación y circunstancias, haya
realizado el Ministerio Público. Si el querellante no deduce acusación particular o no adhiere a la acusación en
esta oportunidad el juez de garantía, de oficio o a petición de parte, declarará abandonada la querella. 370
c.- Deducir demanda civil, cuando procediere. Recordemos que en el proceso penal sólo se
pueden presentar demandas civiles que tengan por objeto la restitución de la cosa 371 y tratándose de la
víctima, además, las que tengan por objeto perseguir las responsabilidades civiles derivadas del hecho punible
siempre y cuando se dirijan en contra del imputado penal. 372 Por lo tanto, las otras acciones encaminadas a
obtener la reparación de las consecuencias civiles del hecho punible que se interpusieren por personas
distintas de la víctima, o se dirigieren contra personas diferentes del imputado, deberán plantearse en sede
civil. La demanda civil presentada en el proceso penal por el querellante debe deducirse por escrito
conjuntamente con la adhesión o acusación particular y debe cumplir con los requisitos exigidos por el artículo
254 del Código de Procedimiento Civil. Finalmente, el escrito de demanda debe contener la indicación de los
medios de prueba, efectuada de la misma manera que debe hacerlo el Fiscal. 373
e.- Ofrecer la prueba que estimare necesaria para sustentar su acusación. El querellante o el
actor civil deberán ofrecer la prueba de la misma manera que la ley establece para el Ministerio Público.
Sólo hasta la víspera del inicio de la audiencia de preparación el acusado puede, por escrito,
efectuar alguna de las siguientes actuaciones: 374
a.- Señalar los vicios formales de que adoleciere el escrito de acusación, requiriendo su
corrección. Normalmente se trata de errores en la individualización de los intervinientes, testigos o peritos,
omisión de alguno de los requisitos legales o defectos de redacción que le restan claridad y precisión a la
acusación.
369
Ver art. 408 del CPP
370
Ver art. 120 del CPP
371
Pero, en este caso, debe tramitarse de conformidad a lo previsto en el art. 189 del CPP, esto es, como una reclamación o
tercería ante el juez de garantía.
372
Ver arts. 59 del CPP y 171 del COT
373
Ver art. 60 del CPP
374
Ver art. 263 del CPP
375
Ver art. 74 inciso 2° del CPP
376
Ver art. 265 del CPP
d.- Oponer excepciones o contestar la demanda civil. También puede señalar los vicios
formales de que adolece la demanda civil requiriendo su corrección. 377
e.- Señalar los medios de prueba de que se valdrá en el juicio oral. Este señalamiento se
efectuará del mismo modo que la ley impone para el Fiscal y querellante.
Estas mismas facultades puede ejercerlas el acusado y eventual demandado civil, en forma
verbal, durante la audiencia de preparación del juicio. 378
Llegado el día y hora fijados, el juez de garantía procederá a verificar la asistencia de los
intervinientes. No pueden faltar el Fiscal ni el defensor ya que su presencia constituye un requisito de validez
de la audiencia. 380
Respecto de la presencia obligatoria del acusado, creemos que ella resulta indispensable, no
obstante que la ley no la exige en forma expresa. En primer lugar, haciendo una interpretación extensiva al
derecho de toda persona a no ser juzgada penalmente en ausencia, consagrado positivamente en el artículo 93
letra i) del CPP y también en el artículo 14 N° 3 letra d) del PIDCP, que consagra la prerrogativa de hallarse
presente en el proceso. Enseguida, porque esta audiencia es fundamental para la defensa del acusado y ésta se
divide en defensa material o autodefensa y la defensa técnica, de modo que avanzar en la audiencia de
preparación sin considerar las alegaciones o planteamientos que personalmente pueda efectuar el propio
imputado 381 no se condice con el respeto cabal de sus derechos. Finalmente, existen razones de orden práctico
que hacen conveniente la presencia del acusado, así sucede con la eventual solicitud de un procedimiento
abreviado, que no podría resolverse sin la concurrencia de la voluntad expresa del imputado, lo mismo ocurre
con la posibilidad de un acuerdo reparatorio.
Empero, el problema descrito no es un tema resuelto, tanto es así que, ante la insistencia del
Ministerio Público, se han realizado audiencias de preparación sin la presencia del acusado, sólo con su
defensor, entendiendo el tribunal que se trata de una audiencia técnica, donde se analizan y definen cuestiones
jurídicas, que sólo exigen la presencia del defensor letrado. Además, a la luz de lo dispuesto en el artículo 101
377
Ver art. 62 del CPP
378
Ver art. 263 inciso 1° del CPP
379
Ver arts. 40 inciso final y 41 del CPP
380
Ver art. 269 del CPP
381
Art. 8 inciso 2° CPP
La falta de comparecencia del Fiscal deberá ser subsanada de inmediato por el tribunal,
quien además pondrá este hecho en conocimiento del Fiscal Regional.
Una vez declarado el inicio de la audiencia, el juez realizará una exposición sintética de las
presentaciones escritas efectuadas por los intervinientes, vale decir, la acusación del fiscal, la acusación
particular del querellante, la adhesión, la demanda civil, la eventual defensa escrita y las solicitudes de
corrección de vicios formales. 387
Si el acusado no hubiere ejercido por escrito las facultades previstas en el artículo 263 del
CPP, dentro de las cuales se encuentra la exposición de los argumentos de defensa, el juez le otorgará la
posibilidad de hacerlo verbalmente, si lo desea. 388
En este punto debemos tener presente lo dispuesto en el artículo 245 inciso final del CPP que,
en cuanto a la oportunidad, señala que después del cierre de la investigación la suspensión condicional del
procedimiento y el acuerdo reparatorio sólo puede ser decretado o aprobado durante la audiencia de
preparación de juicio oral.
382
Faculta al tribunal para sobreseer definitiva o temporalmente la causa de acuerdo al mérito de lo obrado.
383
Ver art. 8 N° 2 letra c) de la CADH que contempla como garantía judicial “la concesión al inculpado del tiempo y de los medios
adecuados para la preparación de su defensa”.
384
Ver art. 64 inciso 2° del CPP
385
Ver art. 120 letra b) del CPP
386
Ver arts. 35 y 159 del CPP
387
Ver art. 267 del CPP
388
Ver art. 268 del CPP
En el evento que el Fiscal hubiere efectuado solicitud en ese sentido, ya sea por escrito, junto
a la acusación, o en forma verbal en la audiencia, procede discutir y decidir sobre el particular.
El juez de garantía, de oficio o a petición de parte, puede ordenar que los vicios formales de
que adolece la acusación del fiscal, la acusación particular o la demanda civil sean subsanados, en lo posible de
inmediato y sin suspender la audiencia. Si no es posible subsanarlos de inmediato, suspenderá la audiencia
por el período que el tribunal estime necesario, que en ningún caso podrá exceder de cinco días.
Los efectos que se siguen en caso que no se subsanen los vicios en el plazo judicial señalado
difieren según cuál sea el interviniente incumplidor.
Si es el Fiscal quien no corrige los vicios observados en su acusación, el juez puede, a petición
de éste, prorrogar la audiencia por otros cinco días, sin perjuicio de lo cual el juez debe informar el
incumplimiento al Fiscal Regional. Si transcurrido este último plazo no se han subsanado los vicios, el juez
podrá adoptar una de las siguientes decisiones:
a.- Si existe querellante particular que hubiere deducido acusación o se hubiere adherido a la
del Fiscal, dispondrá que el procedimiento continúe sólo con el querellante y el Ministerio Público no podrá
volver a intervenir en él.
389
Ver art. 406 del CPP
390
Ver art. 270 del CPP
En nuestro país esta obligación legal tiene un claro contenido fáctico, alcanzando únicamente
a los hechos, circunstancias y personas objeto de la formalización, de la acusación y de la sentencia, se reserva
entonces a los acusadores y, por último, al tribunal la libre calificación jurídica del “factum” o “núcleo fáctico”
del juicio.
En esta etapa procesal la obligación de congruencia pesa directamente sobre los acusadores,
esto es, el Fiscal y el acusador particular. Estos intervinientes en sus respectivos escritos deberán respetar a
cabalidad esta correlación sustancial que debe existir entre los hechos descritos en la formalización y aquellos
que se contengan en sus acusaciones.
En relación al texto del proyecto original de CPP, que sólo permitía resolver estas
excepciones en base a los antecedentes de la investigación, el Senado cuestionó la limitación, estimando que es
un tema de fondo que el imputado no podrá volver a plantear después y en ciertos casos, como la cosa juzgada
o la litis pendencia, requerirá precisamente de antecedentes que no constarán normalmente en la investigación
sino que emanan de otros procedimientos. Sopesó el riesgo de alargar la audiencia, pero creyó necesario que la
mayor cantidad de problemas queden despejados en ella para llegar al juicio oral sólo con los hechos. Por ello,
acordó permitir que los intervinientes puedan en ese momento presentar pruebas adicionales a las que consten
en la investigación.
Si se trata de las excepciones de incompetencia del juez de garantía, 391 litis pendencia y
falta de autorización para proceder criminalmente, el juez debe resolverlas de inmediato, acogiéndolas o
rechazándolas.
Si acoge las excepciones, terminará la audiencia. En cambio, si las rechaza, puede seguir
avanzando en ella hasta la dictación, en su caso, del auto de apertura.
391
Ver art. 74 inciso 2° del CPP
Por el contrario, si el juez estima que los antecedentes de la investigación no son suficientes
para justificar dichas excepciones, debe dejar su decisión para la audiencia de juicio oral. Esta resolución que
reserva el conocimiento de las excepciones para el posterior juicio es inapelable. 394
Como la demanda civil debe cumplir con los requisitos formales establecidos en el artículo
254 del CPC, resulta evidente que el demandado tiene la facultad de oponer a esa demanda excepciones
dilatorias (de forma) y perentorias (de fondo).
Respecto de estas excepciones civiles el artículo 63 del CPP dispone que deben ser resueltas
durante la audiencia de preparación del juicio oral. Sin embargo, ello no parece aplicable a las excepciones de
fondo, que constituyen propiamente la contestación de la demanda y requieren de prueba, por ello
corresponde que sean conocidas y resueltas por el tribunal del juicio.
Son acuerdos que celebran los intervinientes ante el juez de garantía, en la audiencia de
preparación, en cuya virtud dan por acreditados ciertos hechos, que no podrán luego ser discutidos y a los
cuales deberá estarse en el juicio oral. 396
De las convenciones probatorias que acuerden las partes debe dejarse constancia en el auto
de apertura de juicio oral.
392
Ver arts. 271 inciso 2° y 368 del CPP
393
Ver arts. 271 inciso 3°, 253 y 368 del CPP
394
Ver art. 271 inciso 3° del CPP
395
Ver art. 273 del CPP, 263 y 267 del CC
396
Ver art. 275 del CPP
Según el profesor Julián López Masle la exclusión de prueba que provenga de actuaciones o
diligencias declaradas nulas y las que hubieren sido obtenidas con inobservancia de garantías fundamentales,
constituye un mecanismo general correctivo para la protección de garantías, junto a la nulidad procesal y al
recurso de nulidad. Los otros casos de exclusión de prueba dicen relación más bien con la racionalidad y
eficacia del proceso.
b.- Por tratarse de pruebas que tienen por objeto acreditar hechos públicos y notorios, esto
es, sucesos de la naturaleza por todos conocidos, acontecimientos históricos relevantes y, en general, todos
aquellos hechos de los cuales tienen normalmente conocimiento las personas sensatas o sobre lo que ellas se
pueden informar en fuentes confiables.
d.- Por tratarse de pruebas que provinieren de actuaciones o diligencias que hubieren sido
declaradas nulas. Este punto se encuentra íntimamente relacionado con el tema de la nulidad procesal de las
actuaciones o diligencias judiciales defectuosas.
e.- Por tratarse de pruebas que hubieren sido obtenidas con inobservancia de garantías
fundamentales. Todos los autores coinciden en señalar que esta causal de exclusión constituye un gran avance
normativo del Derecho Procesal Chileno, llegando incluso a hablar de la “constitucionalización del Derecho
Procesal”.
Como se dijo es la que ha sido obtenida con inobservancia de las garantías fundamentales.
397
Ver art. 272 del CPP
En esta materia lo que interesa no es tanto la solución del conflicto penal específico sino la
definición de las formas y medios lícitos a través de los cuales se autoriza la averiguación de los hechos. El
proceso penal en un Estado de Derecho se concibe como un instrumento de control social formalizado, es por
esto que sólo pueden utilizarse como medios de investigación y de acreditación aquellos que se obtengan con
observancia escrupulosa de la disciplina de garantía de cada instrumento de acreditación.
En el caso de las garantías procesales no basta con la mera infracción de una norma de
procedimiento aislada, de una formalidad o de un requisito de un acto, es preciso además que esas
infracciones vulneren una garantía procesal componente del debido proceso.
Según el profesor Alex Carocca 399 la prueba ilícita es aquella obtenida o practicada con
infracción de cualquier derecho fundamental del imputado o de terceros, reconocido a nivel constitucional en
nuestro país, ya sea directamente o por remisión a los tratados internacionales sobre derechos humanos.
En primer lugar el deber de los órganos del Estado de respetar y promover los derechos
fundamentales y, en consecuencia, abstenerse de vulnerarlos. En principio los derechos y libertades
individuales deben primar por sobre los fines de la persecución penal. El descubrimiento de la verdad debe ser
efectuado en forma lícita, no sólo porque hay de por medio un principio ético en la represión del delito, sino
porque la tutela de los derechos del individuo es un valor más importante para la sociedad que el castigo al
autor del delito. El respeto a la dignidad del hombre y a los derechos esenciales que derivan de esa calidad,
constituyen el vértice fundamental sobre el que reposa la existencia misma de todo Estado de Derecho. 400
En segundo lugar, se busca desincentivar los abusos de la policía, toda vez que las reglas
de inadmisibilidad probatoria afirma el valor práctico de los derechos fundamentales de los imputados o de
terceros, desincentivando la transgresión de los mismos por los agentes del Estado al determinar su ineficacia
probatoria.
Finalmente, el respeto del estado o presunción de inocencia del imputado, en sus alcances
probatorios, toda vez que para ser destruida exige la concurrencia de prueba suficiente que pueda
razonablemente ser calificada de cargo y que haya sido practicada con todas las garantías constitucionales y
procesales. 402
398
Citado por los ex Jueces de Garantía de Curicó, ahora en Santiago, Carlos Gutiérrez Moya y Alejandro Aguilar Brevis en un
trabajo inédito denominado “La Prueba Ilícita: Las Reglas de Exclusión de Medios Probatorios Obtenidos Vulnerando Derechos
Fundamentales”, página 7.
399
Citado por Gutiérrez y Aguilar, ob. Cit., pág. 5
400
Extracto de sentencia de la Corte Federal Argentina de 10 de agosto de 1984 citada por Guillermo Brown, en su libro
“Límites a la valoración de la prueba en el proceso penal”, Editorial Jurídica Nova Tesis, año 2002, pág. 88
401
Fundamento extraído de los precedentes norteamericanos
402
Jurisprudencia reiterada del Tribunal Constitucional Español
En la fase oral de la etapa intermedia, esto es, durante la audiencia de preparación y con
ocasión del debate acerca de las pruebas ofrecidas los litigantes pueden plantear el tema de la exclusión de la
prueba ilícita, vale decir, aquella obtenida en contravención de las garantías fundamentales de las personas. Si
la exclusión solicitada opera en contra del fiscal y es aceptada por el juez de garantía, el persecutor penal
puede apelar de esa decisión. En cambio, si esa petición es rechazada, la resolución que así se pronuncia es
inapelable.
Durante el juicio oral el litigante que no obtuvo la exclusión solicitada podrá solicitar que los
elementos de prueba que estima viciados no sean valorados por el tribunal en la sentencia.
Finalmente, si el tribunal del juicio ha valorado esa prueba que se estima ilegítima, puede el
litigante perjudicado interponer recurso de nulidad fundado en la causal contemplada en el artículo 373 letra
a) del CPP, esto es por infracción sustancial de derechos o garantías asegurados por la Constitución o los
tratados internacionales suscritos por Chile.
Las normas que regulan la actividad probatoria 403 son normas de garantía de los ciudadanos
frente al ejercicio de la potestad penal del Estado y, por ello, no debe permitirse que surtan efectos las pruebas
obtenidas, directa o indirectamente, violentando los derechos o libertades fundamentales. La exclusión es una
exigencia derivada del contenido esencial del derecho vulnerado y la prohibición de utilización se extiende a
las pruebas derivadas en la medida que éstas participen de la misma vulneración del derecho fundamental,
por lo que se hace necesario, en cada caso, comprobar si la prueba posterior, que no ha sido practicada con
vulneración de un derecho fundamental, participa de la ilicitud de la primera. En otras palabras, a la prueba
posterior, por lo tanto derivada, que ha sido regularmente obtenida, debe privársele de eficacia probatoria si
aparece conectada con la vulneración de la prueba anterior de manera que la antijuridicidad de la primera es
traspasada a la derivada.
A través de la exclusión se afirma la vigencia del contenido esencial del derecho fundamental
vulnerado.
Los jueces de garantía utilizan con esta finalidad la concepción de la “conexión causal” entre
el acto que lesiona el derecho fundamental y los medios de prueba que se obtienen como consecuencia de
dicho acto y, que por ello se denomina, prueba derivada.
403
Nota: Nos referimos especialmente a los actos de investigación, vale decir aquellos elementos de prueba obtenidos durante
la instrucción mediante diligencias del fiscal o de la policía, cuya finalidad inmediata es servir de fundamento a importantes decisiones
tanto del persecutor penal como del juez de garantía, y de un modo mediato servir como acto de prueba cuando son producidos en el
juicio.
Los efectos reflejos de la prueba ilícita se producen siempre que se acredite la relación causal
entre la información ilegítimamente adquirida y los elementos de prueba obtenidos a partir de ella. En
consecuencia, debe existir un nexo causal entre la prueba ilícita y la derivada, de modo tal que la segunda sea
fruto o resultado necesario de la primera (doctrina del fruto del árbol envenenado)
Las demás pruebas que hubieren sido ofrecidas por las partes y no excluidas por el juez de
garantía, después del debate respectivo, serán admitidas y señaladas en el respectivo auto de apertura. 405
Eventualmente las partes pueden, durante la audiencia de preparación, solicitar que se rinda
prueba testimonial y pericial anticipada. 407
404
Es lo que el Tribunal Constitucional Español denomina “conexión de antijuridicidad”. Ver en este sentido sentencia
028/2002, de 11 de febrero de 2002. Y Tribunal Supremo de España en sentencia N° 58/2003 de la Sala de lo Penal, de fecha 22 de
enero de 2003.
405
Ver arts. 276 inciso final y 277 letra e) del CPP
406
Ver arts. 10 y 278 del CPP
407
Ver arts. 280 y 191 del CPP
408
Ver art. 329 inciso 1° del CPP
Es una facultad que la ley concede al juez de garantía basada en razones de economía
procesal y conveniencia práctica.
Se relaciona con la facultad legal de los fiscales para agrupar o separar investigaciones. 411
Para que el juez de garantía haga uso de esta facultad debe existir una pluralidad de
acusaciones presentadas por el Ministerio Público, vinculadas entre ellas por referirse a un mismo hecho, a un
mismo acusado, o porque debieren ser examinadas unas mismas pruebas.
Si el juez estima conveniente someter todas estas acusaciones a un solo juicio oral y ello no
perjudicare el derecho de defensa, previo debate, dispondrá la unión de acusaciones y dictará un solo auto de
apertura.
En este caso nos encontramos frente a una acusación presentada por el Ministerio Público
que se refiere a distintos hechos o diferentes imputados que, de ser conocida en un solo juicio oral, pudiere
provocar graves dificultades en la organización o desarrollo del juicio o detrimento de la defensa, y siempre
que ello no implique el riesgo de provocar decisiones contradictorias.
Si el juez de garantía así lo estima, previo debate, dictará autos de apertura de juicio oral
separados ya para los distintos hechos, ya para los distintos imputados.
Agotados los temas de la audiencia, el juez de garantía debe proceder a dictar el auto de
apertura de juicio oral, sentencia interlocutoria que pone fin a la etapa intermedia y cuyo contenido mínimo se
encuentra señalado en los artículos 37 y 277 del CPP y 169 del CPC en relación al artículo 52 del CPP, según
pasamos a detallar a continuación.
a.- Señalamiento del tribunal competente para conocer el juicio oral. 412 Este requisito se
refiere más bien a la competencia territorial (relativa), correspondiendo que conozca del juicio al Tribunal de
Juicio Oral en lo Penal con jurisdicción sobre el territorio en que se hubiere cometido el hecho que da motivo al
409
Ver arts. 98 y 326 del CPP
410
Ver art. 274 del CPP
411
Ver art. 185 del CPP
412
Ver art. 277 letra a) del CPP
b.- La indicación de la o las acusaciones que deberán ser objeto del juicio y las
correcciones formales que se hubieren realizado en ellas. 414 Si sólo ha presentado acusación el Ministerio
Público, en el auto de apertura bastará con la trascripción o mención extractada pero fiel de su contenido.
Estimamos que no debe faltar la relación circunstanciada de los hechos, la calificación jurídica de los mismos,
las circunstancias modificatorias de responsabilidad invocadas, la participación atribuida y la penalidad
solicitada. Si además existe acusación particular, deberá hacerse igual mención a su respecto.
En relación con los vicios formales de la acusación, creemos que debe indicarse también el
resultado del análisis que el juez efectúe sobre la congruencia entre la formalización y la o las acusaciones.
c.- La enunciación de la demanda civil, en su caso. 415 Parece adecuado transcribir del modo
más fiel posible el libelo respectivo, para que el juez presidente del Tribunal Oral, en su oportunidad, esté en
condiciones de señalar esta pretensión junto con las acusaciones y, luego, para el pronunciamiento en la
sentencia definitiva. 416
d.- La transcripción de las convenciones probatorias que hubieren acordado las partes. 417 Es
muy importante que la redacción de los hechos que se dan por establecidos sea clara y precisa, de modo que
no sea necesario posteriormente efectuar una interpretación de su sentido y alcance, o que se exceda de los
hechos y comprenda calificaciones jurídicas. De otro lado, parece conveniente indicar también, en su caso, que
las partes no acordaron convención probatoria alguna.
e.- El señalamiento de las pruebas que deberán rendirse en el juicio oral. 418 Se trata de las
pruebas aceptadas y no excluidas después del debate respectivo.
En este punto el profesor Raúl Tavolari sostiene que por tratarse de una sentencia
interlocutoria firme, produce cosa juzgada y deviene en intangible para el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal,
de modo que éste último no podría, con posterioridad, en la audiencia aceptar prueba que ha sido excluida o
excluir prueba que ha sido ya aceptada. Refuerza este aserto con la institución de la preclusión y la ausencia de
facultades de revisión que el tribunal colegiado tiene respecto del juez de garantía, por no existir entre ellos
relación de superioridad jerárquica.
Si bien compartimos la posición del profesor Tavolari en cuanto sostiene que no pueden
recibirse en el juicio elementos de prueba que han sido expresamente excluidos durante la audiencia de
preparación, discrepamos de aquella parte de la conclusión que nos niega la posibilidad de excluir prueba
previamente aceptada.
Fundamos nuestro aserto en una razón de texto y en el rol que creo se les ha asignado a todos
los jueces penales. En primer lugar, el artículo 334 inciso 2° del CPP faculta expresamente al tribunal de Juicio
Oral en lo Penal para impedir que se incorpore como medio de prueba actas o documentos que dieren cuenta
de actuaciones o diligencias declaradas nulas, o en cuya obtención se hubieren vulnerado garantías
413
Ver arts. 16, 21 y 157 incisos 1° y 3° del COT
414
Ver art. 277 letra b) del CPP
415
Ver art. 277 letra c) del CPP
416
Ver arts. 325 inciso 2° y 342 letra e) del CPP
417
Ver arts. 275 y 277 letra d) del CPP
418
Ver art. 277 letra e) del CPP
f.- La individualización de quienes debieren ser citados a la audiencia de juicio oral, con
mención de los testigos a los que debiere pagarse anticipadamente sus gastos de traslado y habitación y los
montos respectivos. 420 Aquí deben singularizarse en forma completa los abogados litigantes, el acusado, los
testigos y los peritos, de tal manera que llegado el auto de apertura al tribunal de juicio oral, éste se encuentre
en condiciones de proceder a notificar y citar.
g.- La expresión en letras de la fecha y lugar en que se expide y la firma del juez que la
dictare. 421
i.- La mención de que pone a disposición del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal a las
personas sometidas a prisión preventiva o a otras medidas cautelares personales. 423 Resulta indispensable,
además, señalar la época desde la cual el acusado se encuentra afecto a estas medidas y, en el caso de la prisión
preventiva, la fecha del último debate oral en que se hubieren ordenado o mantenido. 424 Conjuntamente con
lo anterior debe dejarse constancia de la época en que el acusado estuvo privado de libertad, ya detenido o
sujeto a prisión preventiva, para los efectos de la determinación de un eventual abono. 425
Como se trata de una resolución que se dicta en audiencia, se entiende notificada a los
intervinientes en el momento de su lectura, dejándose constancia de ello en el estado diario. 426
En cuanto a la remisión del auto de apertura, la ley exige al juez de garantía que haga llegar
esta resolución al tribunal oral competente dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes a su notificación. 427
419
Ver artículo 5° inciso 2° de la CPRCH
420
Ver art. 277 letra f) del CPP
421
Ver arts. 37 y 52 del CPP; y 169 del CPC
422
Ver art. 279 del CPP
423
Ver art. 281 inciso 2° del CPP
424
Ver arts. 144 inciso 2°, 145 inciso 2° y 281 incisos 1° y 2° del CPP
425
Ver arts. 348 inciso 2° del CPP y 28 del CP
426
Ver art. 30 del CPP
427
Ver art. 281 inciso 1° del CPP
Esta sentencia interlocutoria sólo es susceptible de ser impugnada vía recurso de apelación,
que debe ser concedido en ambos efectos, únicamente cuando lo interponga el Ministerio Público por la
exclusión de pruebas decretada de acuerdo a lo previsto en el artículo 276 inciso 3° del CPP, esto es, por
provenir de actuaciones o diligencias declaradas nulas y aquellas que hubieren sido obtenidas con
inobservancia de garantías fundamentales. 428 En consecuencia, es inapelable en los demás casos.
En el proyecto original el auto de apertura no era susceptible de recurso alguno, sin embargo
la preocupación del Senado en el sentido de permitir que el juez de garantía rechace pruebas, sin que esta
resolución pueda ser apelable, lo que podría significar dejar a una de las partes en la indefensión antes de
empezar el juicio, especialmente en lo que dice relación con la prueba ilícita, generó la modificación del texto
del ejecutivo acordando establecer el recurso en los términos ya señalados.
El nuevo sistema procesal penal, de corte acusatorio pretende enfrentar a dos partes, en un
terreno de igualdad - al menos teórica -, ante un tercero imparcial que dirime un conflicto de naturaleza penal,
constituido por un Tribunal, donde el Estado es una de esas partes, - el acusador - representada por el
428
Ver art. 277 inciso final del CPP
Estos tres actores, llamados intervinientes en el artículo 12 del CPP, se desenvuelven a través
de un procedimiento - el ordinario - , que está compuesto de tres fases: la de investigación; la de preparación
del juicio oral o etapa intermedia, como también se la conoce y la de juicio oral.
El tercero imparcial que dirime los conflictos que se presentan, en nuestro sistema están
constituidos por un juez de garantía, como tribunal unipersonal y un tribunal colegiado, que es el Tribunal de
Juicio Oral en lo Penal.
De las partes que se enfrentan, la estatal, constituida como se ha dicho por el ministerio
público o fiscalía como único ente persecutor, 430 es lógicamente la que se ve más poderosa y la otra, puede ser
simplemente cualquier persona, como Ud. o yo, o bien una persona jurídica, tratándose, por ejemplo de los
delitos de lavado de activos.
Tal desigualdad, la ley pretende equipararla dotando al perseguido criminalmente, con una
serie de garantías que fijan su estatuto básico y que se constituye en su verdadero escudo protector.
Desde ya, el CPP enumera en diversos artículos del Libro I, una serie de principios básicos, o
garantías, a saber, entre otras, como ya vimos en capítulos anteriores:
Nadie puede ser condenado ni sometido a medidas de seguridad, sino en virtud de una
sentencia fundada y dictada por un tribunal imparcial (art. 1 CPP)
Toda persona tiene derecho a un juicio previo, oral y público, desarrollado conforme las
normas que previene este CPP (art. 1 CPP)
Nadie puede ser juzgado por comisiones especiales, sino por el tribunal que señalare la ley y
que se hallare establecido por ésta con anterioridad a la perpetración del hecho (art. 2 CPP)
429
Nota: Véase al efecto la Ley N° 20.393 relativa a La Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas en los delitos de lavado
de activos, financiamiento del terrorismo y delitos de cohecho. Para los delitos de lavado de activos también puede obtenerse como
pena accesoria, la disolución o cancelación de la personalidad jurídica, como indica el inciso final del artículo 28 de la ley N°19.913.
430
Nota: El legislador ha dejado la etapa de la investigación de un ilícito que pudiere revestir connotación criminal o penal,
exclusivamente al Ministerio Público que, según el artículo 1° de la Ley Orgánica que lo crea señala, “...es un organismo autónomo y
jerarquizado, cuya función es dirigir en forma exclusiva la investigación de los hechos constitutivos de delito, los que determinen la
participación punible y los que acrediten la inocencia del imputado y, en su caso, ejercer la acción penal pública en la forma prevista por
la ley. De igual manera, le corresponderá la adopción de medidas para proteger a las víctimas y a los testigos. No podrá ejercer
funciones jurisdiccionales”. Ley N°19.460, LOC del Ministerio Público, publicada en el Diario Oficial de 15 octubre de 1999.
Ninguna persona será considerada culpable ni tratada como tal en tanto no fuere condenada
por una sentencia, es lo que se conoce como presunción de inocencia (art. 4 CPP)
Protección de la víctima por parte del Ministerio Público y garantía de parte de los tribunales
de velar por la vigencia de sus derechos durante el procedimiento (art. 6 CPP)
El imputado tiene derecho a ser defendido por un letrado (abogado) desde la primera
actuación del procedimiento dirigido en su contra y él mismo tiene derecho a formular los planteamientos y
alegaciones que considere oportunos, así como a intervenir en todas las actuaciones judiciales (art. 8 CPP)
Toda actuación del procedimiento que privare al imputado o a un tercero del ejercicio de los
derechos que la Constitución asegura, o lo restringiere o perturbare, requerirá de autorización judicial previa.
En consecuencia, cuando una diligencia de investigación pudiere producir alguno de tales efectos, el fiscal
deberá solicitar previamente autorización al juez de garantía. Tratándose de casos urgentes, en que la
inmediata autorización u orden judicial sea indispensable para el éxito de la diligencia, podrá ser solicitada y
otorgada por cualquier medio idóneo al efecto, tales como teléfono, fax, correo electrónico u otro, sin perjuicio
de la constancia posterior, en el registro correspondiente. No obstante lo anterior, en caso de una detención se
deberá entregar por el funcionario policial que la practique una constancia de aquélla, con indicación del
tribunal que la expidió, del delito que le sirve de fundamento y de la hora en que se emitió (art. 9 CPP)
En cualquiera etapa del procedimiento en que el juez de garantía estimare que el imputado
no está en condiciones de ejercer los derechos que le otorgan las garantías judiciales consagradas en la
Constitución Política, en las leyes o en los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren
vigentes, adoptará, de oficio o a petición de parte, las medidas necesarias para permitir dicho ejercicio, es lo
que se conoce como cautela de garantías. (Art. 10 CPP)
En mi opinión, esta es la única manera de entender la idea “garantista” que regula nuestro
sistema supranacional, constitucional y legal y que algunos, lamentablemente hacen sinónima de impunidad.
Lo medular acá, no es la dictación de sentencias absolutorias, que las habrá siempre, sino que
cuando se dispongan sentencias condenatorias, es que ellas hayan sido precedidas de un proceso justo, debido
y racional, donde se hayan respetado para el juzgado todas sus garantías y que, además las sentencia que
resuelve sea fundada y ello, por una doble exigencia, la del condenado de saber porqué fue condenado y para
la parte contraria, el saber la exacta motivación y fundamentación de la misma, lo que podría permitir la
revisión de la sentencia en sede de nulidad por la Corte de Apelaciones respectiva o bien la Corte Suprema.
Veremos también, más adelante, que en materia de prueba no es fácil obtener elementos
incriminatorios directos que acrediten la comisión algunos delitos y aquí será fundamental recurrir a la prueba
indiciaria.
Volviendo al proceso mismo, las tres fases que la componen a que se ha hecho alusión,
tienen finalidades precisas y determinadas.
La fase intermedia, esta fase se inicia con la presentación que el fiscal haga, por escrito, de su
acusación penal – excepcionalmente su acusación podrá ser verbal, tratándose del juicio inmediato – y se
verificará en ella una audiencia central, como ya se adelantó, esto es, la audiencia de preparación del juicio oral
, la finalidad de aquella es que básicamente se le muestra o enuncia a la defensa, la futura prueba de cargo con
que el ente persecutor cuenta y los antecedentes de la investigación que la respaldan, para que puedan debatir
sobre la misma, con la posibilidad que se da a la defensa, de solicitar su exclusión, entre otras causales, 431 por
431
Nota: Véase HERMOSILLA IRIARTE, Francisco “Apuntes Sobre la Prueba en el Código Procesal Penal”, Editorial Librotecnia, 1°
edición, año 2006, págs.32 y 33), donde señalo: “Eventualmente, el juez de garantía puede disponer la exclusión de pruebas en los
siguientes casos: por tratarse de pruebas (cualquiera sea su naturaleza) manifiestamente impertinentes, esto es, que no dicen relación
con el objeto del juicio; por referirse a pruebas que tienen por objeto acreditar hechos públicos y notorios, esto es, sucesos de la
naturaleza por todos conocidos, acontecimientos históricos relevantes y, en general, todos aquellos hechos de los cuales tienen
normalmente conocimiento las personas sensatas o sobre lo que ellas se pueden informar en fuentes confiables; por estimar que es
superabundante y dilatoria, tratándose de la prueba testimonial y documental que tuviere por objeto acreditar unos mismos hechos o
circunstancias que no guardan pertinencia sustancial con la materia del juicio y produzcan en él efectos puramente dilatorios; por
La fase del Juicio Oral, la fase del juicio oral comienza cuando el Tribunal Oral recibe el auto
de apertura del juicio oral que dictó el juez de garantía correspondiente y dicha resolución deberá ser enviada,
normalmente, dentro de 48 horas al Tribunal de Juicio Oral en lo Penal que sea competente, quienes
notificarán y citarán a todos los intervinientes, testigos y peritos a una o más audiencias para celebrar el juicio
oral, en una fecha que no podrá ser inferior a 15 ni posterior a 60 días, contados desde la fecha en que se
celebró la audiencia de preparación del juicio oral. En una o más audiencias que constituyen el juicio oral
mismo, deben estar presentes ineludiblemente, el fiscal, eventualmente puede haber un querellante, el
defensor, el acusado y el Tribunal en pleno. En estas audiencias es donde se desahoga la prueba ofrecida por el
MP, la parte querellante, si la hubiere y por la defensa, ante un tribunal colegiado, compuesto por tres jueces,
quienes al final de la audiencia, o en un plazo razonable de horas, posterior, que no puede exceder las 24 horas,
aquellos magistrados darán a conocer en audiencia pública su decisión de absolución o condena de él o los
acusados, luego, podrá proseguirse con una audiencia de determinación de pena, para el efecto de que fuere
ella condenatoria de conformidad a lo prevenido en el artículo 343 del CPP y, por último, y dentro del quinto
día contado desde la audiencia de lectura de la decisión de absolución o condena, por regla general, se dictará
y leerá en audiencia especial, citada al efecto, la sentencia que da los razonamientos y fundamentos acabados
de su decisión. Aquí son claves la contradictoriedad de la prueba en el desarrollo del juicio, el permitir un
juicio con igualdad de armas, el no condenar por hechos no contenidos en la acusación, aun cuando el Tribunal
puede recalificarlos jurídicamente, siempre que le avise previamente a los intervinientes y, finalmente y esto
para mí es lo más importante, la existencia de una valoración racional y libre de toda la prueba rendida en el
juicio oral y que explicite de manera fundada su decisión. La sentencia definitiva que dicte el Tribunal del
Juicio es susceptible sólo del recurso de nulidad, que será competente, según cuál sea la causa de nulidad
alegada, la Corte de Apelaciones o la Corte Suprema, quienes podrán a groso modo, invalidar o anular el juicio
oral y la sentencia o sólo la sentencia y dictar, en contados casos sentencia de reemplazo.
Juicio Oral
IMPUTADO ACUSADO ACUSADO
ACUSADOR
VÍCTIMA QUERELLANTE
PARTICULAR
consistir en pruebas que provinieren de actuaciones o diligencias que hubieren sido declaradas nulas. Este punto se encuentra
íntimamente relacionado con el tema de la nulidad procesal de las actuaciones o diligencias judiciales defectuosas y finalmente, por
tratarse de pruebas que hubieren sido obtenidas con inobservancia de garantías fundamentales. Todos los autores coinciden en señalar
que esta causal de exclusión constituye un gran avance normativo del Derecho Procesal Chileno, llegando incluso a hablar de la
“constitucionalización del Derecho Procesal”.
Como ya anticipamos, existen dos esquemas bien diferenciados el uno del otro, en lo que a
sistema probatorio se refiere; así diremos que en general, tenemos por un lado el de la prueba legal o tasada y,
por el otro, el de la prueba de libre convicción, que en nuestro caso actual, estimaba estaba morigerada, en
relación al antiguo sistema, sin embargo, me he dado cuenta con el transcurso del tiempo que ello no es así,
pues el sistema actual es mucho más exigente para los jueces que se desempeñan en el área de los delitos.
Esta exigencia, al decir del profesor BROWN, 432 queda de manifiesto en que en el sistema de
libre convicción, el sentenciar es mucho más complejo que en el de la prueba tasada, pues, en el primero, el
legislador es quien ponía un freno a la interpretación que el juez podía hacer de la prueba, fijándole distinto
valor a cada prueba; empero, hoy el legislador le ha dejado esta tremenda responsabilidad al propio juez,
como bien señala dicho autor “En el de la prueba tasada el juzgador no realiza gran parte de la actividad
axiológica, porque ya la realizó la ley al tasar la prueba y al imponerle un valor a cada una de ellas; mientras
en el sistema de libres convicciones la ley no realiza valoración de prueba alguna; no plasma en normas
jurídicas juicio previo alguno acerca de esa valoración, deja esa actividad en manos del sentenciante. Sin
embargo, exige del juzgador una intervención intelectual, un trabajo y una responsabilidad mucho mayores, al
punto de constituirse este método de supuesta libertad, en un sistema de severa exigencia de apreciación”. 433 ;
ello, porque frente a la valoración de la prueba los jueces de la Reforma Procesal Penal deben tener presente,
no sólo los principios de la lógica, los conocimientos científicamente afianzados y las máximas de la
experiencia, sino que además a la correcta ritualidad en el nacimiento de la prueba en la fase de la
investigación, sin olvidar jamás las garantías constitucionales de un debido proceso, de un derecho a defensa
técnica resguardada y en general, a todos aquellos derechos garantidos a favor del imputado o acusado y
reconocido en pactos internacionales recogidos por la legislación chilena, 434 los que son obligatorios en su
aplicación por la norma del artículo 5 de la Constitución Política de la República, que en su parte pertinente
expresa: “ El ejercicio de la soberanía reconoce como limitación el respeto a los derechos esenciales que
emanan de la naturaleza humana. Es deber de los órganos del Estado (Poder Judicial) respetar y promover
tales derechos, garantizados por esta Constitución, así como por los tratados internacionales ratificados por
Chile y que se encuentren vigentes”.
Siguiendo al profesor DEL RÍO FERRETTI, 435 se concluye que en los dos sistemas
probatorios que hemos conocido, el de prueba legal y tasada versus el de libre convicción, “proponen maneras
antagónicas de ordenar lo que se denomina la actividad probatoria”.
En efecto, el primero es de oficialidad, por cuanto aquí es el propio Juez como órgano
persecutor, quien se “aporta” su propia prueba para formarse una convicción; en cambio, en el actual sistema
del Código Procesal Penal, son las partes (ministerio público y defensa), quienes aportan sus respectivas y
contradictorias pruebas para lograr “convencer” a cada juez de que su posición es la correcta, es decir, de que
los hechos que le están acreditando en el juicio ocurrieron de la forma en que ellos señalan.
En éste último sistema, cuando los jueces entran a la sala del juicio oral, sólo conocen de
antemano la versión de los hechos que intentará, o mejor dicho, deberá acreditar el ministerio público. Sin
432
BROWN, Guillermo; “Límites a la valoración de la Prueba en el Proceso Penal”, Editorial Jurídica Nueva Tesis, Argentina, año
2002.
433
BROWN, Guillermo, Ob.cit. págs. 65 y66
434
Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica), suscrita en San José de Costa Rica el
22/11/1969 en la Conferencia Especializada Interamericana sobre Derechos Humanos, con igual fecha de adopción, en vigor
internacional para Chile de fecha 21 de agosto de 1990, mediante decreto promulgatorio N°873 de 23 de agosto de 1990, publicada en
el Diario Oficial el 5 de enero de 1991; Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, adoptado y abierto a la firma, ratificación y
adhesión por la Asamblea General en su resolución 2200 A (XXI) de 16/12/1966, con igual fecha de adopción, en vigor internacional
para Chile de 10 mayo de 1972, mediante decreto promulgatorio N°778 de 30 de noviembre de 1976 y publicado en el Diario Oficial con
fecha 29 de abril de 1989.
435
DEL RÍO FERRETTI, Carlos; ob. cit.
Por ello creo que uno de los principales problemas a resolver, en la aplicación del nuevo
sistema, pasa por el “uso” o “abuso” que hagan las partes de la verdad, eso es algo que no deja de preocupar a
los jueces, el nuevo sistema “disfraza” verdades o las da a medias.
El uso más o menos correcto de las teorías del caso de la fiscalía y ciertas actitudes de la
defensa, parecen, a veces, rozar el límite de lo ético en lo tocante a la verdad.
La solución del caso concreto no siempre calza con la justicia del caso particular, los jueces,
muchas veces, sin necesidad de conocer antecedentes anteriores de la investigación, “olfatean” que lo que se
les está presentado en estrados es una verdad a medias, es una porción de lo realmente ocurrido; normalmente
la fiscalía elige la opción de lo que cree poder probar y la defensa, conocedora de aquellas debilidades de la
investigación las explota, muchas veces en desmedro de una solución que pudiera ser más justa.
Por todo lo anterior, la valoración que se haga de la prueba rendida en el juicio oral, de
acuerdo a las nuevas pautas debe ser de una exigencia, estimo superior a la del antiguo sistema, pues aquí no
sólo hay que valorar una prueba que “terceros” le aportan a los jueces, sino que, además hay que analizarla en
el contexto del resto de la prueba rendida, la que sirve para arribar a una determinada convicción y la que se
desecha, precisamente, por haber optado por aquella convicción, razonando en cada caso su porqué.
Pero, además, esta prueba de cargo que nos presente el ministerio público siempre chocará
con una de las siguientes dos opciones posibles de la defensa: ya sea, el silencio del acusado, con todo lo que
aquello conlleva, pues hoy en día, esa actitud sí tiene un valor para los jueces, porque implica simplemente que
el acusado se ha acogido a una prerrogativa reconocida por el sistema supranacional, “su inocencia”, mientras
no se le pruebe lo contrario; o bien y como segunda alternativa, el acusado puede presentar una “versión”
distinta a la de la fiscalía de cómo ocurrieron los hechos, que nos lleve a los jueces o bien a descartarle de plano
su participación o a absolverlo por la concurrencia de eximentes de responsabilidad penal, o en caso contrario,
a morigerarle la pena por favorecerle circunstancias aminorantes de la misma.
En el primer sistema, esto es, el del antiguo Código de Procedimiento Penal, en un decir
leído alguna vez al profesor RAÚL TAVOLARI 436 , “es el legislador el que en definitiva se ha sentado en el lugar del
juez” y le ha señalado cuál es el peso específico de cada prueba, limitándolo en gran medida en lo tocante a la
valoración que él deba darle a cada medio probatorio con el que se enfrenta, no así, en lo referente a los
hechos, donde aquél por el contrario tiene mayor libertad para determinar cuáles son los que debe o quiere
probar, porque aquí la libertad viene dada por las circunstancias concretas de cada caso que se le presenta, lo
que hace precisamente entretenida esta cuestión para los falladores, porque nunca resuelven dos ilícitos
normativamente iguales de manera semejante .
Al decir del profesor BROWN, 437 en el sistema inquisitivo “la única defensa del imputado eran
las reglas que reglamentaban estrictamente los medios probatorios del proceso oficiosamente. Prevalecía el criterio de la ley
sobre el criterio del juez”.
436
TAVOLARI OLIVEROS, Raúl; apuntes sobre la Prueba, año 2001
437
BROWN, Guillermo; Ob.cit.pág.21
Hoy, hay libertad de medios de prueba, todo hecho se prueba con cualquiera cosa o
elemento que sirva para ello.
En el inquisitivo, eran los jueces los que cumplían con más de una labor, por un lado
investigaban la existencia del hecho punible, al recibir una denuncia, o bien lo hacían de oficio y luego, si
estimaban que existían presunciones fundadas de la existencia de un delito y de la participación del inculpado
en aquél, ya sea como autor, cómplice o encubridor, lo sometían a proceso, ello con la prueba que ellos mismos
se adjuntaban, luego, llegaba un momento en que debían pesar la prueba inculpatoria que tenían, la que, si era
de magnitud, les colocaba en la obligación de acusar, recién ahí, abrían el proceso al acusado, dándole
oportunidad de recibir prueba de descargo al contestar la acusación, y con o sin esa prueba, debían dictar
sentencia.
En pocas palabras diré que en el sistema inquisitivo era donde a los jueces el legislador les
daba una prueba tasada, pues aquí el legislador partía de la idea de que ellos debían tener una limitación
frente a la libertad de obtener para su convicción la prueba de cargo que estimaran, lo que nos dice que la
confianza que el legislador le tenía a los magistrados no era tanta.
Por otro lado, se situaba al acusado como un objeto de la persecución penal y sus derechos
no tenían tanta importancia en cuanto los jueces se apegaran a una correcta valoración de la prueba, esto es, a
tasar correctamente cada una de las pruebas que ellos mismos se aportaran, por ello les era tan importante su
confesión, debe pensarse que aquél podía incluso renunciar a rendir prueba de descargo. 438
Precisamente, el rol del juez en el nuevo sistema ha dejado de ser activo en el recogimiento
de datos que le sirvan para una sentencia absolutoria o condenatoria y son las partes, ministerio público y/o
querellante y la defensa, quienes debe aportarle a los magistrados del tribunal oral en lo penal, toda la prueba
que avale sus respectivas posiciones antagónicas, en un juicio que por principio es adversarial y contradictorio.
Una de las claves del nuevo sistema probatorio, radica principalmente en que ahora los
jueces no “aportan” prueba, pese a que incluso están facultados para interrogar a testigos o peritos, pero
sujetos a la limitación de aclarar solamente sus dichos, por eso, es dable sostener que sobre los litigantes recae
la carga de probar o mejor dicho, como sostiene DEL RÍO FERRETTI, 439 “la función de probar, pues se parte del
supuesto que ello se da dentro de la idea del sistema y principio acusatorio”.
438
Véase artículo 449 del CPP
439
Carlos del Río Ferretti, ob.cit.
440
Nota: El artículo 3 del Código Procesal Penal, dispone: “ El ministerio público dirigirá en forma exclusiva la investigación de
los hechos constitutivos de delito, los que determinaren la participación punible y los que acreditaren la inocencia del imputado, en la
forma prevista por la Constitución y la Ley”.
Compartimos plenamente este aserto del profesor argentino, por cuanto los fiscales al
formalizar por un delito determinado, ya deben hacer una “mini” o breve valoración de la prueba que tienen,
por cuanto deben comunicar que a un sujeto se le investiga por un ilícito determinado. Esta valoración sube, o
sea, es más exigente, al momento en que ellos soliciten, por ejemplo la medida cautelar de la prisión
preventiva, como se desprende de los literales a) y b) del artículo 140 del Código Procesal Penal, es decir,
respectivamente, ”que existen antecedentes que justificaren la existencia del delito que se investigare” y “que
existen antecedentes que permitieren presumir fundadamente que el imputado ha tenido participación en el
delito como autor, cómplice o encubridor”.
Además, y mirado desde el justiciable, el acusado ahora pasa a ser un sujeto de derechos y
deben los jueces velar porque se le respeten sus derechos y garantías constitucionales, ya se encarga el Código
Procesal Penal de remarcarles aquello, al punto que por ejemplo, después de una detención sin lectura de
derechos, o al menos, sin constancia fehaciente de aquél suceso, son el juez y/o el ministerio público, por
mandato del artículo 136 del Código Procesal Penal, quienes deben hacerlo.
El Código Procesal Penal contempla en el Libro II, Título III, entre los artículos 281 y 351 el
Juicio Oral y este articulado está dividido en diez párrafos que se refieren a los siguientes tópicos:
Artículo 281.- Fecha, lugar, integración y citaciones. El juez de garantía hará llegar el auto de apertura del juicio oral
al tribunal competente, dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes al momento en que quedare firme.
También pondrá a disposición del tribunal de juicio oral en lo penal las personas sometidas a prisión preventiva
o a otras medidas cautelares personales.
Una vez distribuida la causa, cuando procediere, el juez presidente de la sala respectiva procederá de inmediato a
decretar la fecha para la celebración de la audiencia del mismo, la que deberá tener lugar no antes de quince ni después de
sesenta días desde la notificación del auto de apertura del juicio oral.
Señalará, asimismo, la localidad en la cual se constituirá y funcionará el tribunal de juicio oral en lo penal, si se
tratare de alguno de los casos previstos en el artículo 21 A del Código Orgánico de Tribunales.
En su resolución, el juez presidente indicará también el nombre de los jueces que integrarán la sala. Con la
aprobación del juez presidente del comité de jueces, convocará a un número de jueces mayor de tres para que la integren,
cuando existieren circunstancias que permitieren presumir que con el número ordinario no se podrá dar cumplimiento a lo
exigido en el artículo 284.
Ordenará, por último, que se cite a la audiencia de todos quienes debieren concurrir a ella. El acusado deberá ser
citado con, a lo menos, siete días de anticipación a la realización de la audiencia, bajo los apercibimientos previstos en los
artículos 33 y 141, inciso cuarto
441
BROWN, Guillermo; Ob.cit.págs.15 y 16.
IGUALDAD
CONTRADICCIÓN CONCENTRACIÓN
CONTINUIDAD
Juicio Oral
CONTRADICTORIO
1. Contra interrogatorios
2. Uso del artículo 332 CPP
3. Prueba sobre Prueba
Artículo 282. Continuidad del juicio oral. La audiencia del juicio oral se desarrollará en forma continua y
podrá prolongarse en sesiones sucesivas, hasta su conclusión. Constituirán, para estos efectos, sesiones
sucesivas, aquéllas que tuvieren lugar en el día siguiente o subsiguiente de funcionamiento ordinario del
tribunal.
Artículo 283.- Suspensión de la audiencia o del juicio oral. El tribunal podrá suspender la audiencia hasta por dos
veces solamente por razones de absoluta necesidad y por el tiempo mínimo necesario de acuerdo con el motivo de la
suspensión. Al reanudarla, efectuará un breve resumen de los actos realizados hasta ese momento.
El juicio se suspenderá por las causas señaladas en el artículo 252. Con todo, el juicio seguirá adelante cuando la
declaración de rebeldía se produjere respecto del imputado a quien se le hubiere otorgado la posibilidad de prestar
declaración en el juicio oral, siempre que el tribunal estimare que su ulterior presencia no resulta indispensable para la
prosecución del juicio o cuando sólo faltare la dictación de la sentencia.
La suspensión de la audiencia o la interrupción del juicio oral por un período que excediere de diez días impedirá
su continuación. En tal caso, el tribunal deberá decretar la nulidad de lo obrado en él y ordenar su reinicio.
Cuando fuere necesario suspender la audiencia, el tribunal comunicará verbalmente la fecha y hora de su
continuación, lo que se tendrá como suficiente citación.
Artículo 284. Presencia ininterrumpida de los jueces y del ministerio público en el juicio oral. La audiencia del
juicio oral se realizará con la presencia ininterrumpida de los jueces que integraren el tribunal y del fiscal, sin perjuicio de
lo dispuesto en el artículo 258. Lo dispuesto en el inciso final del artículo 76 respecto de la inhabilidad se aplicará también
a los casos en que, iniciada la audiencia, faltare un integrante del tribunal de juicio oral en lo penal. Cualquier infracción
de lo dispuesto en este artículo implicará la nulidad del juicio oral y de la sentencia que se dictare en él.
Artículo 285. Presencia del acusado en el juicio oral. El acusado deberá estar presente durante toda la audiencia.
El tribunal podrá autorizar la salida de la sala del acusado cuando éste lo solicitare, ordenando su permanencia
en una sala próxima.
Asimismo, el tribunal podrá disponer que el acusado abandonare la sala de audiencia, cuando su comportamiento
perturbare el orden.
En ambos casos, el tribunal adoptará las medidas necesarias para asegurar la oportuna comparecencia del
acusado.
El presidente de la sala deberá informar al acusado de lo ocurrido en su ausencia, en cuanto éste reingresare a la
sala de audiencia.
Artículo 286. Presencia del defensor en el juicio oral. La presencia del defensor del acusado durante toda la audiencia
del juicio oral será un requisito de validez del mismo, de acuerdo a lo previsto en el artículo 103.
La no comparecencia del defensor a la audiencia constituirá abandono de la defensa y obligará al tribunal a la
designación de un defensor penal público, de acuerdo con lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 106.
No se podrá suspender la audiencia por la falta de comparecencia del defensor elegido por el acusado. En tal caso,
se designará de inmediato un defensor penal público al que se concederá un período prudente para interiorizarse del caso.
Artículo 288. Ausencia del querellante o de su apoderado en el juicio oral. La no comparecencia del querellante o
de su apoderado a la audiencia, o el abandono de la misma sin autorización del tribunal, dará lugar a la declaración de
abandono establecida en la letra c) del artículo 120.
Artículo 290. Incidentes en la audiencia del juicio oral. Los incidentes promovidos en el transcurso de la audiencia
del juicio oral se resolverán inmediatamente por el tribunal. Las decisiones que recayeren sobre estos incidentes no serán
susceptibles de recurso alguno.
El incidente de objeción de pregunta prohibida. Mediante éste se busca impedir la realización de
preguntas prohibidas, efectuadas por la contraria, durante el curso del juicio oral, ya sea por impertinencia o
bien porque se trata de alguno de los casos del artículo 330 del CPP. Es oral, fundado y debe ser precedido de
debate, si no lo hay, procedería la reposición. Si el tribunal ha decidido la objeción sin abrir debate dicho
recurso es procedente, no obstante la declaración genérica de improcedencia de recursos contenida en el
artículo 290 del CPP. Para ello consideramos que debe hacerse primar por especialidad la norma del artículo
363 del mismo Código.
1.- IMPERTINENTES
a) Irrelevante o inconducente (no guarda relación en absoluto con los hechos relevantes del
juicio)
b) Improcedente (no está comprendida en los puntos sobre los cuales debe recaer la
declaración del testigo) 443
442
Nota: opinión de los profesores Julián López Masle y Jorge Boffil G., en curso sobre Reforma Procesal Penal.
443
Nota: véase sobre el particular el inciso penúltimo del artículo 259 del CPP, que señala: “y señalando, además, los puntos
sobre los que han de recaer sus declaraciones…”
4.- SUGESTIVA (la que contiene la afirmación o negación del hecho que se espera como
respuesta. En el contrainterrogatorio se acepta, no así en el interrogatorio.
El tema de las objeciones de preguntas está contenido en el artículo 330 del Código Procesal
penal y allí se habla de “preguntas engañosas”, “aquellas destinadas a coaccionar ilegítimamente al testigo o
perito”, “ni las que fueren formuladas en términos poco claros para ellos”. Limitándose el inciso final de la
norma referida que estas normas se aplicarán al imputado cuando se allanare a prestar declaración.
Según VIAL CAMPOS, 444 las objeciones son incidencias que tienen por objeto que el
Tribunal falle sobre la admisibilidad de una determinada información, evidencia o prueba. Según el mismo
autor las objeciones persiguen tres finalidades: i) alertan a los jueces de potenciales errores y facultar al juez
para excluir evidencias o preguntas de los intervinientes para evitar esos errores; ii) alertan al abogado que su
proceder no es correcto y lo facultan a cambiarlo; iii) es una herramienta eficiente para limitar a aquella parte
que no respeta los límites del proceso y coartarlo en este actuar incorrecto y, nuestro sistema le agrega otro
objetivo, tal es el de la “obligación de preparar un eventual recurso de nulidad”, según previene el artículo 377
del Código Procesal Penal.
Dentro de las actividades defensivas que puede realizar el letrado que representa al
imputado se encuentra la posibilidad de refutar y contrainterrogar a los testigos de la contraria, en los
términos previstos en los artículos 329 y 330 del CPP. En consecuencia, al inadmitir el tribunal una
determinada pregunta, por estimarla prohibida, en circunstancias que no lo era, afecta el derecho de defensa
técnica del acusado, vulnerando en esencia las facultades de refutación de su parte. Al Tribunal se le
pueden también impedir preguntas que no sean aclaratorias
444
VIAL CAMPOS, Pelayo, Ob. cit. págs. 268 y 269
Artículo 291. Oralidad. La audiencia del juicio se desarrollará en forma oral, tanto en lo relativo a las alegaciones y
argumentaciones de las partes como a las declaraciones del acusado, a la recepción de las pruebas y, en general, a toda
intervención de quienes participaren en ella. Las resoluciones serán dictadas y fundamentadas verbalmente por el tribunal
y se entenderán notificadas desde el momento de su pronunciamiento, debiendo constar en el registro del juicio.
El tribunal no admitirá la presentación de argumentaciones o peticiones por escrito durante la audiencia del
juicio oral.
Sin embargo, quienes no pudieren hablar o no lo supieren hacer en el idioma castellano, intervendrán por escrito
o por medio de intérpretes.
El acusado sordo o que no pudiere entender el idioma castellano será asistido de un intérprete que le comunicará
el contenido de los actos del juicio.
Juicio Oral
Excepciones a la oralidad
Artículo 292. Facultades del juez presidente de la sala en la audiencia del juicio oral. El juez presidente de la
sala dirigirá el debate, ordenará la rendición de las pruebas, exigirá el cumplimiento de las solemnidades que
correspondieren y moderará la discusión. Podrá impedir que las alegaciones se desvíen hacia aspectos no pertinentes o
inadmisibles, pero sin coartar el ejercicio de la acusación ni el derecho a defensa.
También podrá limitar el tiempo del uso de la palabra a las partes que debieren intervenir durante el juicio,
fijando límites máximos igualitarios para todas ellas o interrumpiendo a quien hiciere uso manifiestamente abusivo de su
facultad.
Además, ejercerá las facultades disciplinarias destinadas a mantener el orden y decoro durante el debate, y, en
general, a garantizar la eficaz realización del mismo.
En uso de estas facultades, el presidente de la sala podrá ordenar la limitación del acceso de público a un número
determinado de personas. También podrá impedir el acceso u ordenar la salida de aquellas personas que se presentaren en
condiciones incompatibles con la seriedad de la audiencia.
Artículo 293. Deberes de los asistentes a la audiencia del juicio oral. Quienes asistieren a la audiencia deberán
guardar respeto y silencio mientras no estuvieren autorizados para exponer o debieren responder a las preguntas que se les
formularen. No podrán llevar armas ni ningún elemento que pudiere perturbar el orden de la audiencia. No podrán
adoptar un comportamiento intimidatorio, provocativo o contrario al decoro.
Artículo 294. Sanciones. Quienes infringieren las medidas sobre publicidad previstas en el artículo 289 o lo dispuesto en
el artículo 293 podrán ser sancionados de conformidad con los artículos 530 ó 532 del Código Orgánico de Tribunales,
según correspondiere.
Sin perjuicio de lo anterior, el tribunal podrá expulsar a los infractores de la sala.
En caso de que el expulsado fuere el fiscal o el defensor, deberá procederse a su reemplazo antes de continuar el
juicio. Si lo fuere el querellante, se procederá en su ausencia y si lo fuere su abogado, deberá reemplazarlo.
Concepto:
Concepto: Concepto:
Concepto:
Son actos realizados durante Son actos realizados
la instrucción por el por las partes
Ministerio Público, la durante el juicio
policía o el Juez de oral con el objeto
Garantía, con el fin de de incorporar los
obtener y recoger elementos elementos de prueba
de prueba que serán tendientes a
utilizados en forma mediata verificar sus
para verificar las proposiciones de
proposiciones de los hecho.
hecho.
litigantes durante el juicio
y en forma inmediata para
justificar, con grado de
probabilidad las resoluciones
que dictará el Juez de
Garantía durante las etapas
preliminares.
preliminares.
Diferencias:
Diferencias:
Diferencias:
Diferencias: - En general sólo se
pueden realizar en el
- Sólo pueden ser realizados juicio oral.
oral.
durante la etapa de
investigación.
investigación. - Sólo pueden ser
realizados por las
- Son actos realizados por el partes.
partes .
Ministerio Público y la
policía, eventualmente con la
autorización del juez de
garantía.
garantía.
- Su finalidad es
- Su finalidad mediata e verificar las
inmediata es adjuntar proposiciones de las
antecedentes para formalizar y partes.
partes.
acusar.
acusar.
Testimonial
Pericial
Documental
Otros medios
LEGALIDAD DE LA PRUEBA
LOS ELEMENTOS DE PRUEBA NO TENDRÁN
VALOR SI HAN SIDO OBTENIDOS POR UN
MEDIO ILÍCITO, O SI NO FUERON
INCORPORADOS AL PROCESO CONFORME
A LAS DISPOSICIONES DE ESTE CÓDIGO
Artículo 295. Libertad de prueba. Todos los hechos y circunstancias pertinentes para la adecuada
solución del caso sometido a enjuiciamiento podrán ser probados por cualquier medio producido e incorporado en
conformidad a la ley.
6.5.1.-La correcta lectura del artículo 295 del Código Procesal Penal
Sobre el particular PFEFFER URQUIAGA señala que en la historia legislativa del precepto,
quedó la siguiente constancia: “El sistema de pruebas propuesto es el de completa libertad probatoria, lo que significa
que, en principio, todo hecho puede ser probado por cualquier medio. No existen medios restringidos ni excluidos, como
tampoco existe la vinculación de la necesidad de probar ciertos hechos con ciertos medios”. 445
CAROCCA PÉREZ señala sobre esto lo siguiente: “En el Código Procesal Penal se admite la
presentación de cualquier clase o fuentes de prueba, es decir, de personas o elementos capaces de producir o reproducir
afirmaciones ante los jueces destinadas a producir su convencimiento”. 446
445
PFEFFER URQUIAGA, Emilio; Ob. cit, pág. 452
446
CAROCCA PÉREZ, Álex; “Manual El Nuevo Sistema Procesal Penal”, Ob. cit. pág. 233.
Por último, no basta que el medio probatorio que llega al juicio se haya producido conforme
a la ley, sino que, además, debe ser “incorporado” al juicio de la manera que el legislador también ha previsto,
es decir, la fuente de prueba obtenida en la fase de investigación, debe ser ofrecida formalmente en la fase
intermedia, para que se pueda hacer su examen de admisibilidad y luego, debe ser introducida o incorporada
al juicio como medio de prueba, en la forma en que previene la ley para cada caso. 447
CAROCCA PÉREZ señala sobre el particular lo siguiente: “En el Código Procesal Penal se
admite la presentación de cualquier clase o fuentes de prueba, es decir, de personas o elementos capaces de producir o
reproducir afirmaciones ante los jueces destinadas a producir su convencimiento”. 448
Como hemos dicho, esta norma es la que contempla entre nosotros, lo que se ha denominado
la libertad de prueba, es decir, no hay medios preestablecidos en la ley para acreditar determinados hechos o
circunstancias pero, con dos limitaciones. La una, es que se haya producido (debiera decir obtenido) en
conformidad a la ley y la otra, que se incorpore en el juicio oral, de la manera precisa que la ley contempla,
dependiendo si se trata de una prueba testimonial, documental, pericial u otro cualquiera. Conviene dejar en
claro desde ya, que la prueba que se rinda en el juicio oral, hoy en día no puede ser dividida en los
tradicionales seis medios de prueba del Código de Procedimiento Penal de antaño, esto es, documentos,
confesión, testigos, peritos, inspección personal del tribunal y presunciones, porque hoy en día hay libertad
probatoria, cualquier hecho puede probarse por cualquier medio, sin embargo, subsiste el tratamiento de la
prueba testimonial (hoy la más importante), le sigue la prueba pericial, la documental y los objetos materiales.
A no olvidar la prueba indiciaria 449 o presunciones, nuestra Excma. Corte Suprema ya se ha pronunciado
sobre la prueba por presunciones. 450
447
MENESES PACHECO, Claudio; “Fuentes de Prueba y Medios de Prueba en el Proceso Civil” en la Revista Ius et Praxis Año
14, Vol. 2, pág. 49, trata el tema de la diferenciación entre la fuente y el medio de prueba, manifestando: “un sector importante del
procesalismo contemporáneo ha distinguido entre” fuentes de prueba” y “medios de prueba”, para analizar en forma completa esta
cara de la prueba judicial. Grosso modo, se postula la necesidad de seccionar esta dimensión en dos rubros, ubicando uno en un plano
extrajudicial (fuentes) y otro en el terreno del proceso (medios) pdf.
448
CAROCCA PÉREZ, Álex, Ob. cit. pág. 234
449
Dolores Delgado García, véase su interesante artículo “La Prueba Indiciaria en el Delito de Lavado de Activos -Perspectiva del
Fiscal”- Fiscal, Fiscalía Especial para la Prevención y Represión del Tráfico Ilegal de Drogas, España en Septiembre 2006, en vínculo de
internet http://www.juschubut.gov.ar/03_direcciones/9_escuela/pdf/2007/ufitco/Prueba-Perspectiva-Fiscal.pdf.
450
Nota: La Excma. Corte Suprema con fecha trece de julio de dos mil cuatro, en los antecedentes rol único 0200067927-8 ya ha
resuelto en el sentido indicado, conociendo de un recurso de nulidad entablado contra una sentencia de un Tribunal Oral en lo Penal,
que dispuso en el considerando pertinente: Séptimo: Que es pertinente aclarar que en el sistema procesal penal chileno actualmente
vigente en todas las regiones del país, salvo la Metropolitana, la prueba no tiene limitaciones en cuanto al medio que exista, siempre
que ella se produzca e incorpore con arreglo a la ley, tal como lo dispone el artículo 295 del Código Procesal en estudio, por lo que la
prueba de presunciones sigue siendo un medio de convicción vigente y plenamente aplicable. En relación a las demás observaciones del
recurrente, esta Corte estima por lo pronto que el motivo del presente recurso es velar porque en el procedimiento y en la dictación de
la sentencia no se violen los derechos garantidos en la Constitución o por tratados internacionales, pero en caso alguno es una
instancia, por lo que los jueces del fondo son absolutamente libres de ponderar los medios de prueba, lograr su convicción acerca de
los hechos y otorgar la calificación jurídica que les corresponde, aspecto que veladamente cuestiona la defensa al atacar los medios de
prueba a través de los cuales el tribunal oral tomó su decisión. No se observan en el fallo impugnado las transgresiones denunciadas,
sin perjuicio de la inexactitud de las referencias de los considerandos que detalla el recurso.
Artículo 296. Oportunidad para la recepción de la prueba. La prueba que hubiere de servir de base a la
sentencia deberá rendirse durante la audiencia del juicio oral, salvas las excepciones expresamente previstas en la ley. En
estos últimos casos, la prueba deberá ser incorporada en la forma establecida en el Párrafo 9º de este Título.
La regla general es que la prueba que se produce o desahoga en el juicio es la que ven y
escuchan los jueces, esto es lo que se llama inmediación, es decir, nadie media entre el medio de prueba y ellos.
Sin embargo, hay excepciones y así se puede producir prueba de manera anticipada y, para que lo que nos
interesa en este tema del lavado de activos, es plenamente aplicable la norma del artículo 32 de la Ley N°
20.000, a que se remite, a su vez, el artículo 33 de la Ley N° 19.913 y así encontramos la posibilidad de prueba
anticipada en:
Las declaraciones del cooperador eficaz, de los agentes encubiertos, agentes reveladores, informantes, y,
en general, de testigos y peritos, cuando se estimare necesario para su seguridad personal, podrán ser recibidas
anticipadamente en conformidad con el artículo 191 del Código Procesal Penal. En este caso, el juez de garantía podrá
disponer que los testimonios de estas personas se presten por cualquier medio idóneo que impida su identificación física
normal. Igual sistema de declaración protegida podrá disponerse por el tribunal de juicio oral en lo penal, en su caso.
Juicio Oral
OPORTUNIDAD DE LA PRUEBA
LA PRUEBA QUE HUBIERE DE SERVIR DE
BASE A LA SENTENCIA DEBERÁ
RENDIRSE DURANTE LA AUDIENCIA DEL
JUICIO ORAL, SALVO LAS EXCEPCIONES
EXPRESAMENTE PREVISTAS EN LA LEY.
(PRUEBA NUEVA, PRUEBA SOBRE
PRUEBA Y PRUEBA ANTICIPADA)
Artículo 297. Valoración de la prueba. Los tribunales apreciarán la prueba con libertad, pero no
podrán contradecir los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente
afianzados.
El tribunal deberá hacerse cargo en su fundamentación de toda la prueba producida, incluso de aquélla
que hubiere desestimado, indicando en tal caso las razones que hubiere tenido en cuenta para hacerlo.
La valoración de la prueba en la sentencia requerirá el señalamiento del o de los medios de prueba
mediante los cuales se dieren por acreditados cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren por probados. Esta
fundamentación deberá permitir la reproducción del razonamiento utilizado para alcanzar las conclusiones a que llegare la
sentencia.
La libertad probatoria a que se refiere el artículo 297 del citado cuerpo legal, no debe ser
entendida como una total o amplia libertad para dar o no dar por acreditados hechos punibles o participación,
no se trata de la libre convicción con que actúa, por ejemplo, la institución de los jurados, sino que, por el
contrario, debe ser entendida como una apreciación de la prueba producida que no vulnere o traspase los
principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados.
Esta barrera puesta a la apreciación probatoria es la que requerirá entonces, de parte de los
juzgadores una forma distinta de la redacción de los fallos. Es bastante más difícil ahora, que bajo el antiguo
sistema, justificar sentencias condenatorias o absolutorias.
Las razones del porqué de las decisiones, necesita una justificación, que ya no puede
conformarse sólo en la simple convicción de absolución o condena, pues, por el contrario, debe reflejarse en la
sentencia el razonamiento empleado para llegar a la solución. Esto es lo que señala el inciso final del artículo
297 del CPP. La clave de aquello está precisamente en la posibilidad del Tribunal Superior de poder revisar
este razonamiento, esta justificación de la decisión, sea cual sea ella, de condena o absolución. Lo revisable,
aparte del derecho aplicado al caso, será la justificación de la decisión, hilada mediante razonamientos que
puedan ser entendidos y reproducidos luego por el Tribunal superior.
Será clave entonces para partir entendiendo este tema, el de la fijación de los hechos, su
posterior calificación jurídica y el de la participación. El centro de toda sentencia criminal, sin lugar a dudas
será el de la fijación o establecimiento de los hechos y sus circunstancias, a ello luego el Tribunal aplicará el
derecho vigente.
Las probanzas que se desahogan o rinden ante los jueces del Tribunal Oral o los jueces de
garantía, en los juicios que ellos conocen, son simplemente un conjunto de relatos que no deben ser
considerados aisladamente, sino que en su conjunto. Esa visión global de toda la prueba producida en la
audiencia es lo que permitirá, en gran medida, fijar una historia, esto es, recrear ante los jueces un hecho del
pasado, con todas las dificultades que a veces eso conlleva.
448
BROWN, Guillermo; “Límites a la valoración de la Prueba en el Proceso Penal”, Editorial Jurídica Nueva Tesis, Argentina, año
2002, págs. 65 y 66.
452
CERDA SAN MARTÍN, Rodrigo; “Manual del Nuevo Sistema de Justicia Criminal”, Editorial Librotecnia, 1° edición, junio de
2005, pág.369.
Tal como señalan R. CERDA Y M. FELICES, 454 “En este modelo existe libertad de medios y libre
valoración de la prueba por parte del juez, pero sujetándolo a estándares generales de racionalidad, lo que conlleva la
exigencia de una completa motivación de las conclusiones probatorias, como garantía y herramienta de control de su
racionalidad”.
Taruffo 455 ha dicho que la prueba es el instrumento que utilizan las partes para demostrar la
veracidad de sus afirmaciones, y de la cual se sirve el juez para decidir respecto a la verdad o falsedad de los
enunciados fácticos.
Respecto de los enunciados fácticos o de hechos, que las partes proponen a la decisión del
Tribunal, ellos tienen simple y únicamente, para el juez tres salidas, una vez que sea desahogada o rendida la
totalidad de la prueba en un juicio oral.
a) El enunciado fáctico o de hechos será verdadero si éste resulta corroborado por la prueba
rendida;
La prueba en el proceso se manifiesta en tres facetas distintas, pero que lleva a una única
finalidad, una correcta decisión judicial.
453
CERDA SAN MARTÍN, Rodrigo y FELICES MENDOZA, María; “El Nuevo Proceso Penal. Constitucionalización, Principios y
Racionalidad Probatoria”, Editorial Grijley, 1° edición, Arequipa, Perú, pág. 215.
454
CERDA SAN MARTÍN, Rodrigo y FELICES MENDOZA, María; Ob. cit. pág. 220.
455
TARUFFO, Michele; “Algunas consideraciones sobre la relación entre prueba y verdad”. En la Prueba. Artículos y
Conferencias, Editorial Metropolitana, Santiago de Chile, junio de 2009, pág. 59.
Así un testigo cualquiera nos podrá relatar un hecho que en su sólo contexto podrá parecer
fragmentado, sin embargo, al unirse a otros medios de prueba, irá encontrando sentido.
Por ejemplo, Sempronio nos dice que el día martes 12 de julio de 2011 a las 22:30 horas, Cayo
le pegó un determinado día con un bate de beisbol en el brazo. Cayo declara en el juicio como medio de
defensa y reconoce haber golpeado a Sempronio con el bate de beisbol, sin embargo, aduce que lo hizo en
legítima defensa, pues Sempronio lo quería asaltar y luego que lo golpeó huyó del lugar porque le dio miedo
la situación.
Sempronio cuando declara, nos dice que después del golpe fue al hospital y le constataron
una fractura en el brazo y le niega a la defensa en el contrainterrogatorio que haya querido asaltar a Cayo,
aduciendo que simplemente iba pasando por allí y reconoce haber sido condenado anteriormente por un delito
de robo con intimidación.
Una convención probatoria establece que Cayo no registra anotaciones penales pretéritas.
El fiscal acompaña entonces el dato de la atención médica y una radiografía que nos da fe de
la existencia de una lesión, precisamente una fractura en el radio, producida por un elemento contundente,
según atestigua la hoja de primeras atenciones médicas del hospital van Buren de Valparaíso del día 12 de julio
de 2011 de las 23:05 horas. Este antecedente foráneo a la declaración de Sempronio, nos da cuenta ya de la
veracidad de parte de su relato, en lo tocante a la existencia de la lesión, sin embargo, eso nada nos dice acerca
de la real participación de Cayo como el autor de las lesiones, salvo la incriminación que le hace Sempronio.
Además, el fiscal hace comparecer a estrados a un médico legista, quien se encargo de revisar las lesiones de
Sempronio, quien señala al tribunal que se trata de una fractura compleja del hueso radio del antebrazo
derecho de aquél, la que sanará, salvo complicaciones en el plazo de 60 días, y que le generará incapacidad
laboral or igual lapso de tiempo, pues aquél examinó al indicado el día 25 de julio de 2011 y apreció el brazo
derecho de Sempronio enyesado y tuvo a la vista la hoja de atención médica y la radiografía del hueso radio,
donde consta un fractura.
Así, de los antecedentes del ejemplo anterior, el tribunal podrá tener por acreditado que en
un día determinado un sujeto (que podría ser Cayo según Sempronio) le propinó un golpe en el brazo, a
consecuencia de lo cual le fracturó el hueso radio de su antebrazo derecho, lesión que sanará salvo
complicaciones en 60 días.
A este hecho acreditado por el Tribunal con los medios de prueba reseñados – (testimonial)
declaración de la víctima Sempronio, (documental) consistente en la hoja dato de atención de urgencia del
mencionado y una radiografía de su antebrazo derecho, unido a la (pericial) los atestados del médico legista, se
le debe aplicar el derecho.
Art. 397. El que hiriere, golpeare o maltratare de obra a otro, será castigado como
responsable de lesiones graves: N°2) Con la de presidio menor en su grado medio, si las lesiones produjeren al
ofendido enfermedad o incapacidad para el trabajo por más de treinta días.
Luego, el Tribunal puede dar por acreditado el siguiente hecho preliminar: Que el día 12 de
julio de 2011, un tercero le propinó con un elemento contundente un golpe en el antebrazo a Sempronio, cerca
de las 22:30 horas, a consecuencia de lo cual, resultó con fractura del hueso radio. Lesión que demorará en
sanar 60 días salvo complicaciones.
Luego, aplicando el derecho, tenemos la existencia de un delito de lesiones graves, pues las
lesiones produjeron en la víctima (Sempronio) incapacidad por un plazo mayor al de 30 días, en la especie, 60
días.
Luego, el fiscal presenta a un perito de huellas, dactiloscópico, quien señala que en la base
del bate de beisbol se encontraron dos huellas nítidas que periciadas corresponden a los dedos índice y pulgar
de la mano derecha de un sujeto que en los registros de huellas dactiloscópicas corresponde a Cayo.
De estas otras probanzas, el Tribunal ahora no tiene dudas de que la lesión fue producida a
Sempronio con el bate de beisbol que se incorporó a la audiencia, porque fue encontrado cerca del lugar de la
agresión por un policía y que en aquél constan dos huellas dactilares de la mano derecha de Cayo.
Para incriminar a Cayo como autor de las lesiones contamos, hasta ahora, con la inculpación
que le hace Sempronio y con la existencia de las huellas dactilares de dos de sus dedos de la mano derecha en
la base del elemento contundente con que se produjeron las lesiones. No hay testigos oculares de la agresión.
Aquí es versión contra versión, a la que cabría agregar los elementos indiciarios para
inclinarse por una u otra postura.
1) parece ilógico que un autor de un robo que no logró consumar, denuncie a la víctima por
las lesiones que aquella le causó;
2) el haber sido autor de un delito de robo con intimidación anterior, no lo transforma per se
y de manera automática en autor de otros hechos similares. (Derecho penal del acto y no Derecho penal del
autor)
3) la versión de Sempronio de ser víctima de una agresión con un bate de beisbol, por parte
de Cayo, aparece confirmada por otras probanzas (documental de lesiones del hospital, radiografía de sus
lesiones y asertos del médico legista, unido a la pericia de huellas de Cayo en el bate de beisbol)
2) Sempronio que lo inculpa tiene anotaciones penales por el mismo delito (robo con
intimidación), de donde no aparece descabellada la versión de Cayo de que fue asaltado por Sempronio y el
simplemente se defendió.
3) Cayo no niega haber agredido a Sempronio – simplemente alega que lo hizo en legítima
defensa – y es entendible que luego haya huido del lugar por temor.
En suma, se trata de justificar con razones una decisión. Aquí cada juez podrá encontrar,
además de los señalados, otros argumentos para pronunciarse en definitiva.
Aparece entonces, que el trabajo del juzgador será armar este verdadero rompecabezas, unir
los hechos probados y sus circunstancias, para así sacar conclusiones valederas, las que deberán estar
justificadas y fundamentadas. La verdad es que la solución de este ejemplo, podría ir tanto por uno o por otro
lado, sin embargo, sea cual fuere ella, lo importante serán los razonamientos utilizados por el juzgador.
Finalmente, recordar que el artículo 340 del CPP, nos señala que:
“Nadie podrá ser condenado por delito sino cuando el tribunal que lo juzgare adquiriere, más allá de
toda duda razonable, la convicción de que realmente se hubiere cometido el hecho punible objeto de la acusación y que en él
hubiere correspondido al acusado una participación culpable y penada por la ley.
El tribunal formará su convicción sobre la base de la prueba producida durante el juicio oral.
No se podrá condenar a una persona con el solo mérito de su propia declaración.”
Así, habrá jueces que optarán por la inocencia de Cayo, al alzarse una duda razonable, no de
la participación de aquél - en el golpe con el bate de béisbol que causó la fractura en el hueso radio del
antebrazo derecho de Sempronio -, que es lo que reconoce, sino que de las motivaciones de su actuar, guiadas
por una legítima defensa, amparada también en el hecho de haber reconocido el golpe y haberse situado en el
lugar, siendo entendible que haya huido del mismo luego de defenderse de su agresor.
Otros, por el contrario, podrán estimar que Sempronio es en realidad la víctima de un delito
de lesiones y que la versión exculpatoria de Cayo carece de medios probatorios que la confirmen.
En relación a la carga o peso de la prueba, en otras palabras a quién debe probar, la regla
básica será que eso es una tarea del órgano acusador, es decir el Ministerio Público.
Por eso, al acusado no le compete hoy, por regla general, acreditar nada en relación con la
acusación penal, en suma el NO DEBE PROBAR QUE ES INOCENTE, porque la ley, desde el inicio lo presume
o estima inocente, luego, el ente persecutor es quien debe destruir ante los jueces tal presunción.
De allí que antes, en el sistema antiguo – el del Código de Procedimiento Penal (de 1906) – el
acusado debía probar su inocencia, por ello era fundamental que aquél declarara, prestando la que se llamaba
declaración indagatoria ante el juez.
Hoy, por el contrario, el acusado puede guardar silencio y no puede ser obligado a declarar,
su derecho es precisamente éste, a guardar silencio. Empero, este derecho es renunciable y aquél puede
declarar si lo desea, como medio de defensa.
El testimonio hoy en día, se constituye en el medio de prueba más utilizado en los juicios
orales, cualquier persona que preste declaración en juicio, por regla general, deberá hacerlo personalmente
declarando en estrados, eso vale para testigos y para peritos.
Hay que tener presente que en nuestra legislación, téngase presente que hoy no existen los
testigos inhábiles, ello dice relación directa con el nuevo sistema de valoración libre de la prueba que se
impone a los jueces.
El artículo 298 del Código Procesal Penal, señala: Deber de comparecer y declarar: “Toda
persona que no se encontrare legalmente exceptuada tendrá la obligación de concurrir al llamamiento judicial
practicado con el fin de prestar declaración testimonial; de declarar la verdad sobre lo que se le preguntare y
de no ocultar hechos, circunstancias o elementos acerca del contenido de su declaración...”
Sólo interesa señalar de este artículo una frase: “obligación de declarar la verdad sobre lo que
se le preguntare y de no ocultar hechos, circunstancias o elementos acerca del contenido de su declaración”.
Lo anterior explica el tenor del juramento o promesa del artículo 306 del Código Procesal
Penal, que debe obligatoriamente tomársele al testigo o perito antes de que preste su declaración.
El tenor del juramento o promesa que se toma hoy en los nuevos tribunales, es el siguiente:
“Jura o promete decir verdad acerca de todo lo que se le va a preguntar, sin ocultar ni añadir nada de lo que
pudiere conducir al esclarecimiento de los hechos”
El artículo 299 del Código Procesal Penal, indica: Renuencia a comparecer o a declarar: “Si el
testigo legalmente citado no compareciere sin justa causa, se procederá conforme a lo dispuesto en el inciso
tercero del artículo 33. Además, podrá imponérsele el pago de las costas provocadas por su inasistencia.
El testigo que se negare sin justa causa a declarar, será sancionado con las penas que
establece el inciso segundo del artículo 240 del CPC. 456
456
El artículo 240 del CPC señala: “....El que quebrante lo ordenado cumplir será sancionado con reclusión menor en su grado
medio a máximo”. Esto es de 541 días a 5 años.
Comparecencia obligatoria de
Testigos
299. Renuencia a comparecer
Artículo 299.
o a declarar.
declarar. Si el testigo
legalmente citado no compareciere
sin justa causa, se procederá
conforme a lo dispuesto en el inciso
tercero del artículo 33. 33. Además,
podrá imponérsele el pago de las ARRESTO HASTA LA
costas provocadas por su REALIZACIÓN DE LA
inasistencia.
inasistencia. ACTUACIÓN POR
El testigo que se negare sin justa UN PLAZO MÁXIMO
declarar, será sancionado
causa a declarar, DE 24 HORAS E
con las penas que establece el IMPONÉRSELES,
inciso segundo del artículo 240 del ADEMAS, UNA MULTA
Código de Procedimiento Civil.
Civil. DE HASTA
541 a 5 años 15 UTM
6.61.3.- La no autoincriminación
El artículo 305 del Código Procesal Penal, señala: Principio de no autoincriminación: “Todo
testigo tendrá el derecho de negarse a responder aquellas preguntas cuya respuesta pudiere acarrearle peligro
de persecución penal por un delito.
El testigo tendrá el mismo derecho, cuando, por su declaración, pudiere incriminar a alguno
de los parientes mencionados en el artículo 302 457 inciso primero”.
457
Algunos de los parientes mencionados en el 302 inciso 1° del CPP son: “ascendientes o descendientes, parientes colaterales
hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad.
La NO autoincriminación
Artículo 305.
305. Principio de no
autoincriminación.
autoincriminación. Todo testigo
tendrá el derecho de negarse a
responder aquellas preguntas cuya
respuesta pudiere acarrearle peligro
de persecución penal por un delito.
delito.
El testigo tendrá el mismo derecho
cuando, por su declaración, pudiere
incriminar a alguno de los parientes
mencionados en el artículo 302,
302,
inciso primero.
primero.
Facultad de abstención:
302. Facultad de no declarar por motivos personales.
Artículo 302. personales.
No estarán obligados a declarar el cónyuge o el conviviente del
imputado, sus ascendientes o descendientes, sus parientes
colaterales hasta el segundo grado de consanguinidad o
afinidad, su pupilo o su guardador, su adoptante o adoptado.
adoptado.
Si se tratare de personas que, por su inmadurez o por
insuficiencia o alteración de sus facultades mentales, no
comprendieren el significado de la facultad de abstenerse, se
requerirá la decisión del representante legal o, en su caso, de
un curador designado al efecto.
efecto. Si el representante
interviniere en el procedimiento, se designará un curador,
quien deberá resguardar los intereses del testigo.
testigo. La sola
circunstancia de que el testigo fuere menor de edad no
configurará necesariamente alguna de las situaciones previstas
en la primera parte de este inciso.
inciso.
Las personas comprendidas en este artículo deberán ser
informadas acerca de su facultad de abstenerse, antes de
comenzar cada declaración.
declaración. El testigo podrá retractar en
cualquier momento el consentimiento que hubiere dado para
prestar su declaración.
declaración. Tratándose de las personas mencionadas
en el inciso segundo de este artículo, la declaración se
llevará siempre a cabo en presencia del representante legal o
curador.
curador.
Facultad de abstención:
abstención
Artículo 303. Facultad de abstenerse de
declarar por razones de secreto.
Tampoco estarán obligadas a declarar
aquellas personas que, por su estado,
profesión o función legal, como el
abogado, médico o confesor, tuvieren el
deber de guardar el secreto que se les
hubiere confiado, pero únicamente en lo
que se refiriere a dicho secreto.
Las personas comprendidas en el inciso
anterior no podrán invocar la facultad
allí reconocida cuando se las relevare
del deber de guardar secreto por aquel
que lo hubiere confiado.
El artículo 307 del Código Procesal Penal, dispone: Individualización del testigo: “....Si
existiere motivo para temer que la indicación pública de su domicilio pudiere implicar peligro para el testigo u otra
persona, el presidente de la sala o el juez, en su caso, podrá autorizar al testigo a no responder dicha pregunta durante la
audiencia”.
La novedad de esta norma, radica en que el testigo puede guardarse de señalar su domicilio,
cuando existiere motivo para temer que la indicación pública de aquél, pudiere implicar peligro para él u otra
persona.
Esta norma ha sido usada con bastante frecuencia en los juicios orales, pues muchos de los
testigos o peritos han preferido omitir sus domicilios particulares al momento en que el tribunal los
individualiza.
El tribunal de juicio oral, sobre el particular deberá decretar esta prohibición, como señala el
artículo 307 inciso tercero del Código Procesal Penal, es decir, deberá dictar “oralmente” una resolución en tal
sentido.
El artículo 308 del Código Procesal Penal, expresa: Protección a los testigos: “El tribunal, en
casos graves y calificados, podrá disponer medidas especiales destinadas a proteger la seguridad del testigo que lo
solicitare. Dichas medidas durarán el tiempo razonable que el tribunal dispusiere y podrán ser renovadas cuantas veces
fuere necesario.
De igual forma, el ministerio público, de oficio o a petición del interesado, adoptará las medidas que
fueren procedentes para conferir al testigo, antes o después de prestadas sus declaraciones, la debida protección”.
Los jueces están facultados, sólo en caso de que estimen como graves y calificados para
disponer medidas especiales destinadas a proteger la seguridad del testigo que lo solicitare, aquellas medidas
son temporales y renovables.
El artículo 309 del Código Procesal Penal, expresa: Declaración de testigos: “En el
procedimiento penal no existirán testigos inhábiles. Sin perjuicio de ello, los intervinientes podrán dirigir al testigo,
preguntas tendientes a demostrar su credibilidad o falta de ella, la existencia de vínculos con alguno de los intervinientes
que afectaren o pudieren afectar su imparcialidad, o algún otro defecto de idoneidad.
Todo testigo dará razón circunstanciada de los hechos sobre los cuales declarare, expresando si los
hubiere presenciado, si los dedujere de antecedentes que le fueren conocidos o si los hubiere oído referir a otras personas”.
Declaración de Testigos
NO hay testigos INHÁBILES
309. Declaración de testigos.
Artículo 309. testigos. En el
procedimiento penal no existirán testigos
inhábiles.
inhábiles. Sin perjuicio de ello, los
intervinientes podrán dirigir al testigo,
preguntas tendientes a demostrar su
credibilidad o falta de ella, la existencia de
vínculos con alguno de los intervinientes que
afectaren o pudieren afectar su imparcialidad,
o algún otro defecto de idoneidad.
idoneidad.
Todo testigo dará razón circunstanciada de los
hechos sobre los cuales declarare, expresando
si los hubiere presenciado,
presenciado, si los dedujere de
antecedentes que le fueren conocidos o si los
hubiere oído referir a otras personas
Para el legislador actual, no hay testigos inhábiles, por ello es tan importante la acreditación
de los peritos y la credibilidad de los testigos y el contra examen que les haga la contraria, en gran parte irá
destinado a restarles credibilidad, ya sea en lo personal o bien en sus testimonios.
El artículo 310 del Código Procesal Penal, reza: Testigos menores de edad: “El testigo menor de
edad sólo será interrogado por el presidente de la sala, debiendo los intervinientes dirigir las preguntas por su intermedio”.
Aquí cabe tener presente una obligación para aquél juez que ejerza como Presidente de la
Sala, sólo él puede interrogar al testigo menor de edad, debiendo los intervinientes dirigir las preguntas por su
intermedio.
Hoy, cabe mejor hablar de prueba pericial que de informe pericial, pues recordemos que el
informe que contiene la pericia nada vale en sí; lo válido en el juicio oral, es el testimonio del perito, de
conformidad con la forma establecida en el artículo 329 del Código del ramo.
El artículo 314 del Código Procesal Penal, señala: Procedencia del informe de peritos: “El
ministerio público y los demás intervinientes podrán presentar informes elaborados por peritos de su confianza y solicitar
que éstos fueren citados a declarar al juicio oral, acompañando los comprobantes que acreditaren la idoneidad profesional
del perito.
Procederá el informe de peritos en los casos determinados por la Ley y siempre que para apreciar algún
hecho o circunstancia relevante para la causa fueren necesarios o convenientes conocimientos especiales de una ciencia,
arte u oficio”.
Los informes deberán emitirse con imparcialidad, ateniéndose a los principios de la ciencia o
reglas del arte u oficio que profesare el perito”.
Procederá, sólo en los casos determinados por la ley (léanse al efecto los artículos 198, 199,
200, 210, 202 y 203, todos del Código Procesal Penal) y siempre que para apreciar algún hecho o circunstancia
relevante para la causa fueren necesarios o convenientes conocimientos especiales de una ciencia, arte u oficio.
Declaración de Peritos
NO hay peritos INHÁBILES
Artículo 318.
318. Improcedencia de
inhabilitación de los peritos.
peritos.
Los
peritos no podrán ser inhabilitados.
inhabilitados. No
obstante, durante la audiencia del juicio
oral podrán dirigírseles preguntas
orientadas a determinar su imparcialidad
e idoneidad, así como el rigor técnico o
científico de sus conclusiones.
conclusiones. Las
partes o el tribunal podrán requerir al
perito información acerca de su
remuneración y la adecuación de ésta a
los montos usuales para el tipo de
trabajo realizado.
realizado.
Artículo 315. Contenido del informe de peritos. Sin perjuicio del deber de los peritos de
concurrir a declarar ante el tribunal acerca de su informe, éste deberá entregarse por escrito y contener:
a) La descripción de la persona o cosa que fuere objeto de él, del estado y modo en que
se hallare;
c) Las conclusiones que, en vista de tales datos, formularen los peritos conforme a los
principios de su ciencia o reglas de su arte u oficio.
6.7.2.- Uso del artículo 332 CPP para testigos, peritos y acusados
Juicio Oral
Primero, que los acusados y testigos hayan olvidado parte de lo sucedido, en relación a su
declaración primigenia tomada al poco tiempo de acaecidos los hechos, o bien, para el caso de peritos que no
recuerden alguna conclusión o diligencia de su pericia; - palabra clave: OLVIDO -.
Segundo, que los acusados y testigos manifiesten en el juicio cosas distintas a las ya relatadas
en la fase primaria de la investigación y, en el caso de peritos, que manifiesten cosas distintas a las vertidas en
su pericia, en suma, que den declaraciones que contradigan sus anteriores dichos; - palabra clave:
CONTRADICCIÓN –
Luego, sólo cuando se esté ante un OLVIDO, una CONTRADICCIÓN o se pida una
ACLARACIÓN, entrará en juego el uso de la norma en comento.
A no olvidar, que para hacer uso de esta facultad – que no es más que una herramienta de la
contradicción – se necesita, por un lado, a un acusado, un testigo o un perito sentado en el estrado declarando,
y por el otro, a un interviniente que desee dejar de manifiesto ante el Tribunal una contradicción, refrescar la
memoria o bien aclarar algún dicho, en relación con lo que el acusado, testigo o perito manifestó respecto de
los hechos, en la etapa de investigación.
Lo normal es que el acusado, testigo o perito declaren ante el TJOP bastante tiempo después
de acaecidos los hechos, razón por la cual, debieran antes del juicio juntarse con el respectivo interviniente que
los presenta al juicio, con la finalidad de repasar, justamente, lo que ellos habían declarado en relación a lo
mismo, en la fase de investigación, inmediatamente o poco después de sucedidos los acontecimientos que los
llevan al juicio, de esa manera, el uso de la herramientas del artículo 332 del CPP sería casi excepcional. Sin
embargo, la práctica nos ha señalado que muchos de los testigos y peritos no son preparados previamente y
olvidan, por cierto lo que ya habían narrado.
Artículo 323. Medios de prueba no regulados expresamente. Podrán admitirse como pruebas películas
cinematográficas, fotografías, fonografías, videograbaciones y otros sistemas de reproducción de la imagen o del sonido,
versiones taquigráficas y, en general, cualquier medio apto para producir fe.
El tribunal determinará la forma de su incorporación al procedimiento, adecuándola, en lo posible, al medio de prueba más
análogo.
Artículo 324. Prueba de las acciones civiles. La prueba de las acciones civiles en el procedimiento criminal se sujetará
a las normas civiles en cuanto a la determinación de la parte que debiere probar y a las disposiciones de este Código en
cuanto a su procedencia, oportunidad, forma de rendirla y apreciación de su fuerza probatoria.
Lo previsto en este artículo se aplicará también a las cuestiones civiles a que se refiere el inciso primero del artículo 173 del
Código Orgánico de Tribunales.
Artículo 333. Lectura o exhibición de documentos, objetos y otros medios. Los documentos serán leídos y
exhibidos en el debate, con indicación de su origen. Los objetos que constituyeren evidencia deberán ser exhibidos y podrán
ser examinados por las partes. Las grabaciones, los elementos de prueba audiovisuales, computacionales o cualquier otro de
carácter electrónico apto para producir fe, se reproducirán en la audiencia por cualquier medio idóneo para su percepción
por los asistentes. El tribunal podrá autorizar, con acuerdo de las partes, la lectura o reproducción parcial o resumida de
los medios de prueba mencionados, cuando ello pareciere conveniente y se asegurare el conocimiento de su contenido.
Todos estos medios podrán ser exhibidos al acusado, a los peritos o testigos durante sus declaraciones, para que los
reconocieren o se refirieren a su conocimiento de ellos.
Artículo 334. Prohibición de lectura de registros y documentos. Salvo en los casos previstos en los artículos 331 y
332, no se podrá incorporar o invocar como medios de prueba ni dar lectura durante el juicio oral, a los registros y demás
documentos que dieren cuenta de diligencias o actuaciones realizadas por la policía o el ministerio público.
Ni aun en los casos señalados se podrá incorporar como medio de prueba o dar lectura a actas o documentos que dieren
cuenta de actuaciones o diligencias declaradas nulas, o en cuya obtención se hubieren vulnerado garantías fundamentales.
PROHIBICIONES
Artículo 335.
335. Antecedentes de la
suspensión condicional del procedimiento,
acuerdos reparatorios y procedimiento
abreviado.
abreviado. No se podrá invocar, dar
lectura ni incorporar como medio de
prueba al juicio oral ningún antecedente
que dijere relación con la proposición,
discusión, aceptación, procedencia,
rechazo o revocación de una suspensión
condicional del procedimiento, de un
acuerdo reparatorio o de la tramitación
de un procedimiento abreviado.
abreviado.
Artículo 331. Reproducción de declaraciones anteriores en la audiencia del juicio oral. Podrá darse lectura a los
registros en que constaren anteriores declaraciones de testigos, peritos o imputados, en los siguientes casos:
a) Cuando se tratare de declaraciones de testigos o peritos que hubieren fallecido o caído en incapacidad física o
mental, o estuvieren ausentes del país, o cuya residencia se ignorare o que por cualquier motivo difícil de superar no
pudieren declarar en el juicio, siempre que ellas hubieren sido recibidas por el juez de garantía en una audiencia de prueba
formal, en conformidad con lo dispuesto en los artículos 191, 192 y 280;
b) Cuando constaren en registros o dictámenes que todas las partes acordaren en incorporar, con aquiescencia del
tribunal;
c) Cuando la no comparecencia de los testigos, peritos o coimputados fuere imputable al acusado, y
d) Cuando se tratare de declaraciones realizadas por coimputados rebeldes, prestadas ante el juez de garantía.
Juicio Oral
a) es un derecho que la ley le concede a los litigantes, a solicitar la anuencia del Tribunal para
rendir una prueba que no hayan ofrecido anteriormente en sus escritos de acusación (259 letra f), adhesión a la
acusación o acusación particular (261 letra c), ni en la oportunidad de contestar la acusación en forma oral o
por escrito que tiene el acusado (263 letra c);
b) para ejercer tal beneficio deberán acreditarle o justificarle los litigantes al Tribunal, el
hecho de no haber sabido de la existencia de esa prueba, sino hasta ese momento.
La lógica pregunta que les surge a los jueces es ¿cómo les justificarán los litigantes la
alegación de su existencia, sino hasta ese momento?, acaso, ofrecerán rendir prueba al efecto, y si lo hacen,
pueden “colgarse” o aprovechar la norma de la prueba nueva del inciso segundo, arguyendo precisamente que
“si con ocasión de la rendición de una prueba (la ley no distingue entre la ofrecida oportunamente y la
ignorada) surgiere una controversia....”
En lo personal, estimo que justamente se puede aceptar “prueba sobre prueba” para
acreditar el ofrecimiento de la “prueba nueva”, utilizándose para ello el argumento señalado anteriormente.
b) La controversia debe ceñirse sólo a alguno de los siguientes tres aspectos: - veracidad, 458
c) La prueba nueva a rendirse, sólo debe ser para acreditar o justificar, precisamente que la
prueba ofrecida es veraz, auténtica o íntegra, o bien, al contrario que no lo es. Lo mismo cabe, como ya dijimos,
respecto a la prueba ignorada o no ofrecida, precisamente, aquí el test recaerá en determinar la veracidad de
tal afirmación;
d) Estas pruebas nuevas, no necesariamente deben haberse ofrecido antes, siempre que no
hubiere sido posible prever su necesidad.
El uso durante el juicio de prueba sobre prueba, o mejor dicho, la aceptación que el tribunal
haga de que se rinda esta prueba por alguno de los litigantes, en mi concepto es, ocupando las palabras del
profesor DEL RÍO FERRETTI, 461 un mecanismo de objetivación de la verdad, pues, se intentará acreditar
mediante ella, entre otras cosas “la veracidad, autenticidad o integridad” de determinado medio de prueba.
El artículo 337 del Código Procesal Penal, señala: Constitución del tribunal en lugar distinto
de la sala de audiencias. “Cuando lo considerare necesario para la adecuada apreciación de determinadas
circunstancias relevantes del caso, el tribunal podrá constituirse en un lugar distinto de la sala de audiencias,
manteniendo todas las formalidades propias del juicio”
Norma novedosa que no hay que confundir con la del artículo 21 A) del Código Orgánico de
Tribunales, en este artículo se faculta al Tribunal para constituirse en un lugar distinto de la sala de audiencias
a fin de apreciar determinadas circunstancias relevantes del caso, aparece como una inspección ocular
disfrazada, pero creo que no llega a tanto, es una rareza del legislador.
458
Para el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, veracidad es: “Cualidad de veraz” y a su vez Veraz es: “que dice, usa o
profesa siempre la verdad.” Diccionario de la Lengua Española, Vigésima Primera Edición, Tomo II, año 1992, Editorial Espasa Calpe,
pág.2075 y 2076.
459
Para el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, autenticidad es: “Calidad de auténtico” y a su vez Auténtico es:
“acreditado de cierto y positivo por los caracteres, requisitos o circunstancias que en ello concurren”. Diccionario de la Lengua
Española, Vigésima Primera Edición, Tomo I, año 1992, Editorial Espasa Calpe, pág.232.
460
Para el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, integridad es: “cualidad de íntegro” y a su vez íntegro es: “que no
carece de ninguna de sus partes y dícese de la persona recta, proba, intachable”. Diccionario de la Lengua Española, Vigésima Primera
Edición, Tomo II, año 1992, Editorial Espasa Calpe, pág.1177.
461
Carlos del Río Ferretti, ob.cit.
7.1.- Comienza siempre con un relato libre del imputado, el Código Procesal
Penal señala: “En tal caso, el juez presidente de la sala le permitirá que manifieste libremente lo que creyere
conveniente respecto de la o de las acusaciones formuladas”; 462
En el caso de los testigos, ellos declaran al tenor de las preguntas que le hagan los respectivos
intervinientes, contestándolas. El inciso 3° del artículo 329 del Código Procesal Penal dispone: “La declaración de
los testigos se sujetará al interrogatorio de las partes”.
Por regla general, deben contestar todas las preguntas que se les realicen, pues el artículo 299
inciso 2° del Código Procesal penal dispone que: “El testigo que se negare sin justa causa a declarar, será sancionado
con las penas que establece el inciso 2°del artículo 240 del Código de Procedimiento Civil”. 463
462
Véase el inciso 3° del artículo 326 del CPP
463
Nota: la pena establecida en el artículo 240 del CPC es la siguiente: reclusión menor en su grado medio a máximo, es decir,
desde 541 días a 5 años.
Otra excepción a declarar la tienen determinadas personas por razones de secreto, es decir
aquellas personas (testigos) que por su estado, profesión o función legal, como el abogado, médico o confesor,
tuvieren el deber de guardar el secreto que se les hubiere confiado, pero, únicamente en lo que se refiriere a ese
secreto. La contra excepción a esta norma está en la circunstancia de que la persona que les confió “el secreto”,
las puede relevar del deber de guardarlo (el secreto) y, en ese caso deben responder las preguntas que se les
hagan.
Por último, todo testigo tiene el derecho a negarse a responder aquellas preguntas que lo
puedan incriminar en cualquier delito, la ley habla de “cuya respuesta pudiere acarrearle peligro de persecución
penal por un delito”. 464 El testigo, por último, tiene el mismo derecho de negarse a responder aquellas
preguntas que puedan incriminar a sus parientes mencionados en el inciso 1° del artículo 302 del Código
Procesal Penal.
Salvo todas las excepciones anotadas, que no son pocas, el testigo no solamente está obligado
a declarar, sino que también a “declarar la verdad sobre lo que se le preguntare y de no ocultar hechos, circunstancias
o elementos acerca del contenido de su declaración”, como señala la parte final del inciso 1° del artículo 298 del
Código Procesal Penal.
En lo que dice relación a la negativa a contestar algunas preguntas, rigen para ellos las
mismas normas que para los testigos, por señalarlo así expresamente el artículo 319 del Código Procesal Penal.
A los testigos y peritos se les puede examinar por las partes que los presentan al juicio y
contraexaminar o contrainterrogar por las partes contrarias
A los imputados se les puede examinar o interrogar por las partes. 465
464
Véase el artículo 305 del CPP
465
Nota: el artículo 326 del CPP que se refiere a la declaración del acusado en el juicio, señala que una vez que el acusado
preste declaración “podrá ser interrogado directamente por el fiscal, el querellante y el defensor, en ese mismo orden”. El legislador
aquí no empleó la voz “contrainterrogatorio” como cuando se trata de los testigos y peritos como hizo en el artículo 330 del CPP, sin
embargo, tal norma es aplicable al imputado que se allanare a prestar declaración, según previene el inciso final del artículo recién
citado, con lo que, en mi opinión, hay razón de texto para que el imputado pueda ser contrainterrogado. La pregunta ahora es quién
tiene ese derecho, el fiscal o el defensor. Recuérdese que tratándose de testigos y peritos el derecho a contrainterrogar es para el
litigante contrario, esto es, para aquél que no ha presentado a ese testigo o perito al juicio. Empero, tratándose de los acusados, ellos
no son presentados en calidad de testigos a su juicio, ellos deponen como medio de defensa y en consecuencia estimo en lo personal
que podría ser contrainterrogado solamente por el fiscal.
Nuestro Código Procesal Penal emplea la locución “contrainterrogatorio” sólo en dos de sus
normas, los artículos 329 y 330 y, por supuesto, no define que es lo que se entiende por contrainterrogatorio.
VIAL CAMPOS señala la siguiente cita: “El propósito de un juicio es descubrir la verdad. El
contraexamen es la mejor herramienta para descubrir la verdad, entonces, el propósito de un juicio es el contraexamen”.
466
Tal como sostiene VIAL CAMPOS, “El contrainterrogatorio se establece expresamente como un
derecho de la parte que no presentó al testigo (o perito, le agrego yo), permitiéndose las preguntas sugestivas, lo que es
compatible con la contradicción que todo proceso requiere y que asegura que la prueba ingresada al juicio cumpla con un
estándar mínimo de fiabilidad”. 467
Tal como sostienen BLANCO, DECAP, MORENO y ROJAS, 468 se ha planteado una duda
respecto de la locución “directamente” que emplea el legislador en el artículo 326 del Código Procesal Penal,
en efecto ellos señalan, “otra cuestión que se ha debatido dice relación con el empleo de la expresión “directamente”,
utilizado a propósito del interrogatorio que efectúa el fiscal y el querellante. Ello en atención a que normalmente la
doctrina emplea la expresión interrogatorio o examen directo para referirse a los testigos propios y, en cambio, se utiliza la
nomenclatura de contraexamen o contrainterrogatorio para referirse al efectuado sobre un testigo de la parte contraria.
Debe señalarse que la cuestión no es simplemente semántica, sino que tiene un efecto sobre las preguntas que resultan
admisibles según se trate de uno u otro tipo de interrogatorio. Nos parece errónea la solución que han dado algunos jueces
a esta cuestión, cuando han resuelto que al decir el art. 326 que el imputado será interrogado directamente por el fiscal,
está haciendo aplicable la prohibición de realizarle preguntas sugestivas, conforme lo dispone el art. 330. Y resulta
errónea porque la prohibición contenida en esta última disposición expresamente está planteada respecto de los testigos
propios y nadie podrá sostener fundadamente que el imputado pueda ser asimilado a un testigo propio de la fiscalía. De allí
que nos parece más respetuosa con las reglas de la litigación la solución dada por la gran mayoría de jueces, en orden a
admitir las preguntas sugestivas por parte de fiscal y querellante; Pero queda todavía pendiente saber si el defensor puede
realizar preguntas sugestivas al imputado. En nuestra opinión, siguiendo la teoría de la litigación, debiéramos entender
que es un testigo propio, resultándole aplicable la regla contenida en el art. 330, que prohíbe respecto de ellos las preguntas
sugestivas”.
Más simple me ha parecido siempre la explicación que le escuché un día a Jorge Bofill G.,
sobre la voz “directamente” a la que nos hemos referido y es la siguiente, - que de esa manera, una vez que el
466
VIAL CAMPOS, Pelayo; “Técnicas y fundamentos del contraexamen en el proceso penal chileno”, Editorial Librotecnia,
Santiago de Chile, reimpresión de la primera edición, octubre de 2007, pág. 13, donde el autor cita: “Silogismos del contraexamen,
LARRY S.POZNER y ROGER J. DOOD, Cross-Examination, Sciencie and Techniques, The Michie Company, Law Publishers, Virginia, 1993,
pág.1”.
467
VIAL CAMPOS, Pelayo, Ob. cit. págs. 16 y 17.
468
BLANCO SUAREZ, Rafael; DECAP FERNÁNDEZ, Mauricio; MORENO HOLMAN, Leonardo y ROJAS CORRAL, Hugo; “Litigación
Estratégica En el Nuevo Proceso Penal”, Editorial Lexis Nexis, 1° edición abril de 2005, Santiago de Chile, págs.166 y 167.
El tema del contrainterrogatorio es vital, pues por su intermedio, esto es, por la vía de la
interrogación cruzada que haga el litigante contrario al testigo o perito de la contraparte – o la fiscalía y
querellante al coimputado – puede obtenerse mayor claridad sobre la versión ya entregada por el mismo
(testigo, perito o coimputado) durante el interrogatorio que le hizo la misma parte que lo presentó.
Como sostiene VIAL CAMPOS, 469 “los tres objetivos básicos del contraexamen se pueden resumir
en tres grupos: a) obtener testimonio favorable del testigo; b) desacreditar el testimonio del testigo o desacreditar al testigo
y c) limitar el testimonio del testigo”.
Yo agrego que todo lo dicho para el testigo por el indicado autor, es tan válido para el perito
como para el imputado.
El legislador ha puesto cortapisas serias a la actividad de los jueces en el juicio oral y ello, en
mi opinión, es más que entendible, en efecto, no se quiere a un juez parte (como antaño) que era investigador,
acusador y, además, sentenciador.
Por ello, ha limitado las facultades de los jueces del juicio, solamente a poder hacer
preguntas aclaratorias a los imputados que se allanen a declarar, jamás podrán, por intermedio de sus
preguntas introducir nueva información. De hacerlo, me temo que no estarían ocupando su lugar de jueces
imparciales que les prevé el sistema, sino el de partes interesadas y, con sus interrogatorios, en lo que no sean
aclaratorios, o bien estarían subsidiando la labor del fiscal o la del defensor.
No ha sido fácil y es una práctica en algunos jueces, bajo el pretexto de aclarar dudas
generales del caso que se les plantea, formularles preguntas al imputado, empero, lo que ha querido el
legislador ha sido única y exclusivamente, aclarar a los jueces con una o más preguntas, alguna duda que les
haya quedado de lo sostenido por el acusado, por ejemplo, porque no se le ha entendido claramente, porque
sobre el mismo tópico ha dichos dos cosas distintas, etc.
De la historia de la ley, ello aparece más que claro, así, cuando se discutió el tema, en el
Senado se señaló: “Respecto de las preguntas que puede formular el tribunal al testigo o perito, el Senado dejó
constancia que no pueden referirse a hechos no comprendidos en su declaración, sino que tienen por objeto solamente
aclarar pasajes oscuros o contradictorios de la misma”. 471
Tal como sostienen HORVITZ y LÓPEZ, 472 “en el nuevo sistema de justicia criminal chileno sólo
las partes aportan y producen pruebas en el juicio oral”, por ende, la regla será que los jueces no puedan producir
pruebas mediante las respuestas que se den a sus preguntas, que como se refuerza, son solamente aclaratorias.
Añaden los citados autores que “sin embargo, los miembros del tribunal del juicio conservan una importante facultad,
que puede ser considerada como el único caso en el que podrían “producir” prueba, aunque el Código es cuidadoso cuando
469
VIAL CAMPOS, Pelayo; Ob. cit. pág. 36
470
Véase el apartado final del inciso 3° del artículo 326 del CPP
471
PFEFFER URQUIAGA, Emilio; Ob. Cit. Pág. 495
472
HORVITZ LENNON, María Inés y LOPEZ MASLE, Julián, Ob. Cit. Tomo II págs. 269 y 270
ECHEVERRÍA RAMÍREZ, 473 sobre este tema incluso ha sostenido “con toda seguridad la
fuente más fecunda de actuaciones judiciales capaces de crear peligro serio, cuando no ya franco atropello a la garantía de
imparcialidad del tribunal, es la originada en los agudos y, en ocasiones, inusitados interrogatorios realizados por jueces
de Tribunales de Juicio Oral en lo Penal al abrigo del inciso 4° del artículo 329 del Código Procesal Penal. A menudo, ellos
exhiben más oficio y talento escrutador que varios de los efebos y noveles intervinientes que litigan en su presencia”.
Estimo que los intervinientes tienen el deber de hacerle saber a los jueces que deben cumplir
sus funciones con total y estricto apego a la ley, es decir, si un litigante advierte que un juez realiza preguntas a
un testigo, perito, imputado o coimputado puede, sin más objetar dicha pregunta del Tribunal.
El fundamento de dicha objeción no lo vamos a encontrar por cierto en el artículo 330 del
Código Procesal Penal, que señala cuáles son las preguntas permitidas y prohibidas de los litigantes en un
juicio, pues dicha norma está pensada, simplemente para los intervinientes (fiscal, defensor, querellante) y no
para el juez, que no es un interviniente, sino que un sujeto procesal.
Dentro de los principios del sistema está la imparcialidad del Tribunal, ya el artículo 1° del
Código Procesal Penal señala: “Ninguna persona podrá ser condenada o penada, ni sometida a una de las medidas de
seguridad establecidas en este Código, sino en virtud de una sentencia fundada, dictada por un Tribunal imparcial”.
Luego, al efecto que nos interesa, la imparcialidad del Tribunal radica en este caso, en que el
Tribunal no pueda “producir nueva prueba” mediante interrogatorios no aclaratorios, es decir, ingresando
nueva información que luego deba valorar, ya sea en beneficio o en detrimento del coimputado. Cuando ello
ocurra, estimo que los litigantes pueden y deben objetar las preguntas no aclaratorias de los jueces.
ECHEVERRÍA RAMÍREZ, 474 también lo sostiene así y, al efecto indica respecto de un fallo
de un Tribunal Superior “ese Tribunal Superior reconoce el derecho de las partes a controlar y objetar las preguntas de
los jueces, recordando el deber de pasividad que el tribunal debe mantener frente a las posiciones y la prueba de los
litigantes, argumentando que frente a una controversia entre partes, el juzgador debe asumir una función de control y
arbitraje, apegándose estrictamente al principio de imparcialidad”.
473
ECHEVERRÍA RAMÍREZ, Germán, “Imparcialidad del Tribunal Oral en lo Penal: tras la conquista de la garantía”, en Revista de
Derecho, Vol. XXIII N°1-Julio de 2010, pág.269 a 310, extraído del vínculo de internet:
http://www.scielo.cl/pdf/revider/v23n1/art12.pdf.
474
Ídem cita anterior
Un testigo o perito declaran en una sola oportunidad y no pueden luego, pedir ser citados a
declarar en el juicio para complementar sus asertos anteriores. La verdad es que en el caso de los testigos
comienzan declarando a las preguntas que les haga el litigante que los presenta y luego, pueden ser
contrainterrogados por la parte contraria. Excepcionalmente, el Tribunal puede a solicitud de alguna de las
partes autorizar un nuevo interrogatorio de los testigos que ya hubieren declarado en la audiencia. Esta misma
regla se aplica también a los peritos.
Ello se faculta en el inciso 5° del artículo 329 del Código Procesal Penal, y la inteligencia de la
norma supone lo siguiente:
a) no es una facultad oficiosa del tribunal, procede siempre a solicitud de parte, es decir, si no
hay solicitud, el Tribunal no puede decretarla;
c) con oposición de la contraria o sin ella, el tribunal es soberano para resolver, el legislador
emplea la voz “podrá”, lo que indica que es facultativo para el Tribunal acceder o no a dicha petición;
e) procedería luego de aquel ejercicio, el uso de las preguntas aclaratorias por parte del
tribunal si hubiere algo que aclarar.
En cambio, en el caso de los imputados, ellos pueden pedir ser oídos en cualquier estado del
juicio para complementar o bien aclarar sus dichos anteriores. Luego, el ejercicio de esta facultad implica que
ellos hayan declarado antes en el juicio y, luego de producida una prueba, deseen aportar datos nuevos o
complementar los anteriores o bien aclarar los mismos, según se desprende claramente del inciso final del
artículo 326 del Código Procesal Penal.
Recapitulando sobre las diferencias anotadas entre la declaración de un testigo y/o perito
con las de un imputado, estimo que las divergencias anteriores que hemos anotado entre ellas son manifiestas,
en consecuencia, en mi opinión no puede hablarse lisa y llanamente de “declaraciones” cuando se trata de
imputados, pues son en mucho diferentes a la de los testigos y peritos, en cuanto a la forma, oportunidad,
formalidades, etc., de allí entonces que se está indicando que no puede asimilarse tan fácilmente a los
coimputados con los testigos y debiera pensarse derechamente, que cuando un coimputado se sienta en un
juicio a prestar declaración, solamente está haciendo uso de un derecho, el de ser oído por el Tribunal que lo
está juzgando, en otras palabras, siempre declara como un medio de defensa.
475
Véase el inciso final del artículo 326 del CPP
476
Nota: el inciso 2° del artículo 8 del CPP dispone: “El imputado tendrá derecho a formular los planteamientos y alegaciones
que considerare oportunos, así como a intervenir en todas las actuaciones judiciales y en las demás actuaciones del procedimiento,
salvas las excepciones expresamente previstas en este Código”.
El testigo o perito siempre será un tercero ajeno en todo al resultado del juicio (salvo el caso
del testigo-víctima), sin embargo, el peso de la sentencia no recaerá sobre aquél, en el evento de ser
condenatoria, sino que sobre el imputado, luego a éste sí que le interesa realmente el resultado, máxime si
entiende que es inocente.
Luego, el prisma que debe tener el Tribunal al apreciar o valorar las declaraciones de
imputados, versus el trabajo que haga al valorar las declaraciones de testigos o peritos, debe, lógicamente ser
distinto.
El artículo 338 prevé que antes que el Tribunal del Juicio de por finalizada la audiencia, una
vez que se haya desahogado toda la prueba y escuchado al fiscal, querellante y defensor, en sus alegaciones
finales, le otorgue la palabra al acusado para que manifestare lo que estimare conveniente. A continuación se declarará
cerrado el debate.
Estas palabras finales del acusado no constituyen propiamente una declaración formal, como
la que se prevé en el artículo 326 del CPP y que, para todo el procedimiento, cautela como posibilidad, el
artículo 98 del mismo Código. 477
La fuente 478 de esta parte de la norma, la encontramos en el Código Procesal Penal Modelo
para Iberoamérica, según previene MATURANA, sin embargo, aquél cita erróneamente el artículo 311 del
Código Modelo, cuando en realidad, es la parte final del artículo 318 que señala: “Por último, el presidente
preguntará al imputado si tiene algo más que manifestar, concediéndole la palabra, y cerrará el debate” 479
477
Vid Jurisprudencia CA de Talca, 22 diciembre 2003. Rol N° 1.185 - Última declaración del acusado. Alcance. Existe consenso
en que todo lo que exponga el acusado en uso de la facultad que le concede esta norma, conocida como la "última palabra del
acusado", no configura una declaración en sentido técnico estricto. Desde luego, porque no está sujeta a posibilidad de contradicción o
examen alguno. Tal imposibilidad hace que no pueda ser valorada como un "medio de prueba" por el tribunal, atendido a que se
vulneraría el principio del contradictorio. En PFEFFER URQUIAGA, Emilio, “Código Procesal Penal Anotado y Concordado”, Segunda
Edición actualizada y aumentada, Editorial Jurídica de Chile, Santiago de Chile, febrero del año 2006, pág. 509
478
MATURANA M., Cristián, coordinador - FACULTAD DE DERECHO UNIVERSIDAD DE CHILE, “Reforma Procesal Penal – Génesis,
Historia Sistematizada y Concordancias, Tomo II, Código Procesal Penal, Libro II, Editorial Jurídica de Chile, Santiago de Chile, 1° edición,
año 2003, pág.676
479
MAIER J., Julio, “Derecho Procesal Penal Argentino”, Tomo I, Editorial Hammurabi S.R.L, Buenos Aires, 2° Edición año 1989,
pág. 412
Respecto del contenido mismo de la deliberación el mencionado artículo 343 del citado
Código, da a los jueces, las siguientes pautas:
1. deberá ser pronunciada en la audiencia respectiva, después del cierre del debate;
2. se deberá comunicar la decisión sobre la absolución o condena del o los acusados
por cada uno de los delitos que se le imputaren;
3. se deberá indicar respecto de cada uno de ellos los fundamentos principales
tomados en consideración para llegar a dichas conclusiones
4. sólo en el caso de la condena, el tribunal deberá resolver sobre las circunstancias
modificatorias de responsabilidad penal; salvo o excepto que se trate de circunstancias ajenas al hecho punible,
caso en el cual podrá postergar su resolución para el momento de la determinación de la pena en la sentencia,
debiendo indicarlo así las partes.
La falta de alguno de estos requisitos mínimos, trae aparejada la nulidad del juicio mismo,
según se desprende del inciso 3° del artículo 343 del Código referido.
Estimamos absolutamente acertado aquello, pues además de ser de más rápida y fácil
comprensión para quien la lea, quedará estampada en un registro que podrá revisarse a futuro y que
necesariamente es de menor complejidad que tener que escuchar posteriormente el audio o grabación en que
quedó ella consignada.
Eso sí que esta decisión que es mejor consignar en el papel, siempre debe darse a conocer
oralmente a los intervinientes y demás asistentes a la audiencia.
La ley ha señalado un plazo máximo de 24 horas para deliberar, sólo sí, se cumplen a nuestro
juicio dos requisitos copulativos:
Fíjense eso sí, que de lo anotado pareciera que el mensaje dado a los jueces deliberadores, va
precisamente en sentido contrario, pues, sabemos que no se da un lapso de tiempo para resolver, sino en el
En todo caso jamás puede excederse el plazo de 24 horas entre el cese del debate y el
pronunciamiento de lo acordado en la deliberación, pues la infracción a lo señalado, trae aparejada la nulidad
del juicio, según se desprende del inciso 3° del artículo 343 del Código Procesal Penal, “La omisión del
pronunciamiento de la decisión de conformidad con lo previsto en los incisos precedentes, producirá la
nulidad del juicio, el que deberá repetirse en el más breve plazo posible”.
Respecto del contenido mismo de la deliberación el mencionado artículo 343 del citado
Código, da a los jueces, las siguientes pautas:
a) deberá ser pronunciada en la audiencia respectiva, después del cierre del debate;
b) e deberá comunicar la decisión sobre la absolución o condena del o los acusados por cada
uno de los delitos que se le imputaren;
c) se deberá indicar respecto de cada uno de ellos los fundamentos principales tomados en
consideración para llegar a dichas conclusiones
La falta de alguno de estos requisitos mínimos, trae aparejada la nulidad del juicio mismo,
según se desprende del inciso 3° del artículo 343 del Código referido.
Estimamos absolutamente acertado aquello, pues además de ser de más rápida y fácil
comprensión para quien la lea, quedará estampada en un registro que podrá revisarse a futuro y que
necesariamente es de menor complejidad que tener que escuchar posteriormente el audio o grabación en que
quedó ella consignada.
Eso sí que esta decisión que es mejor consignar en el papel, siempre debe darse a conocer
oralmente a los intervinientes y demás asistentes a la audiencia.
La ley no ha señalado más que las pautas generales en el artículo 343 del Código Procesal
Penal, ya comentadas; sin embargo, hacer aplicación en parte del artículo 340 del mismo Código, parece lo más
conveniente, por las siguientes razones:
Lo anterior guarda estricta relación con los requisitos de la acusación penal contenidos en las
letras b) y d) del artículo 259 del Código Procesal Penal, ya citado.
Lo dicho aparece, además, corroborado en la parte primera del artículo 341 del Código
Procesal Penal, cuando dispone: “La sentencia condenatoria no podrá exceder el contenido de la acusación. En
consecuencia, no se podrá condenar por hechos o circunstancias no contenidos en ella”
En suma, en mi opinión debemos considerar como requisitos ineludibles del contenido del
acta de deliberación, los siguientes:
Aquí cabe hablar derechamente de la famosa congruencia, es decir, el correlato fiel entre los
hechos contenidos en la acusación y el fallo. Bastante se ha dicho sobre el particular, sólo cabe comentarles
Explicando diré que el juez de garantía deberá velar porque exista congruencia entre el relato
de los hechos y de las personas en contra de las cuales se ha formalizado por dichos hechos y la acusación del
fiscal.
En cambio, los jueces orales, deberán analizar la congruencia existente entre los hechos de su
acusación, quienes figuran como acusados y su fallo.
Veremos el contenido de tal artículo, en el mismo orden de los numerales dados por la
norma.
Sobre el particular no hay que extenderse mayormente, debe necesariamente ir el nombre del
tribunal, su lugar de expedición, la fecha de su dictación y la individualización del acusado y de el o los
acusadores.
La única diferencia que apreciamos, es que hoy día se señala la mención del Tribunal y no la
expresión del lugar en que se pronuncie como antes.
A lo mejor, lo anterior tiene su explicación, en que hoy día un Tribunal de Juicio Oral en lo
Penal, puede perfectamente constituirse y sesionar en audiencias, en un lugar distinto a aquél en que radica su
lugar de asiento, siempre y cuando esté dentro de su jurisdicción; por ejemplo, perfectamente el Tribunal Oral
de Curicó, puede tener audiencias de un juicio en la ciudad de Molina o Licantén, en la Séptima Región y así,
la experiencia se refleja en el resto del país.
El legislador parece también entenderlo de esa manera, pues, respecto de las nuevas
dotaciones de jueces orales, se habla de un tribunal o sala “itinerante”, mientras se instala, con el tiempo, la
dotación definitiva.
Aquí el Tribunal normalmente relatará sucintamente los hechos objeto de la acusación penal,
lo civil reclamado, si es que lo hay y las defensas hechas al acusado.
La exposición clara, lógica y completa de cada uno de los hechos y circunstancias que se
dieren por probados, fueren ellos favorables o desfavorables al acusado, y de la valoración de los medios de
prueba que fundamentaren dichas conclusiones de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 297;
En esta parte se analizan que hechos se dieron por probados con la prueba rendida en la
audiencia, incluyéndose por cierto las convenciones probatorias, si es que las hubo, con la debida
fundamentación, de las conclusiones.
Con toda propiedad se puede decir que este es el corazón de toda nueva sentencia criminal,
pues aquí los jueces deberán fundamentar sus nuevos fallos de conformidad a la libertad para valorar o
Otros en cambio, han optado por mencionar un hecho genérico, comprensivo de todos los
elementos del tipo penal respectivo, incluyendo allí los elementos de cargo que sirven para justificar la
participación culpable del o los acusados y luego, fundamentan con que prueba ellos dan por acreditados los
elementos objetivos y los subjetivos del ilícito.
Las razones legales o doctrinales que sirvieren para calificar jurídicamente cada uno de los
hechos y sus circunstancias y para fundar el fallo;
Esta parte no requiere mayor análisis, porque aquí los jueces simplemente califican los
hechos que dieron por acreditados y probados conforme al numeral anterior, en un tipo penal. A lo mejor, la
única dificultad que trae aparejada este literal, es aquella que dice relación con una calificación jurídica
“distinta” a la de la acusación penal. Cuando ello ocurre, normalmente, los jueces lo advierten una vez que se
han reunido a deliberar, en ese entendido si alguno de ellos, basta uno solo, estima que los hechos acreditados
se compadecen en otra norma punitiva distinta, deben, en primer término ver si durante la audiencia hubo
debate sobre el punto, es decir, si alguno de los intervinientes, con toda seguridad, la defensa o el querellante,
se han referido a ello. Empero, como consejo, cuando ello ocurra, es siempre preferible abrir debate sobre el
particular. El tribunal entonces vuelve a la sala y advierte, por intermedio de su presidente que uno o más de
los magistrados estima que los hechos pueden tener una calificación jurídica distinta y se invita a los
intervinientes a debatir sobre el particular. Una vez escuchado el debate, los miembros de la sala vuelven a
deliberar y allí aceptarán por mayoría o se contendrá el voto de minoría, en lo referente a una calificación
jurídica distinta. Sea cual sea el camino, lo allí decidido no puede mutarse lógicamente en el fallo.
Sobre el particular, el artículo 341 inciso 2° del Código Procesal Penal, dispone: Sentencia y
acusación. “...Con todo, el tribunal podrá dar al hecho una calificación jurídica distinta de aquélla contenida en
la acusación o apreciar la concurrencia de causales modificatorias agravantes de la responsabilidad penal no
incluidas en ella, siempre que hubiere advertido a los intervinientes durante la audiencia..”
Cabe tener presente únicamente que para que ello ocurra, necesariamente, en algún minuto
de la audiencia debe haberse provocado el “debate” o discusión sobre la posible nueva calificación jurídica de
los hechos.
La resolución que condenare o absolviere a cada uno de los acusados por cada uno de los
delitos que la acusación les hubiere atribuido; la que se pronunciare sobre la responsabilidad civil de los
mismos y fijare el monto de las indemnizaciones a que hubiere lugar;
Aquí los jueces deben indicar con total claridad una parte resolutiva del fallo donde
condenen y/o absuelvan a cada uno de los acusados por todos y cada uno de los delitos contemplados en la
acusación del fiscal, no olvidando el pronunciamiento sobre la responsabilidad civil que le asiste a los
condenados y el monto y carácter de las indemnizaciones civiles a que hubiere lugar, aquí sólo cabe recordar
que el “onus probandi” se rige por el Código Civil y la valoración de la prueba, por las reglas dadas en la parte
criminal, esto es libertad en la valoración de la prueba, sujeta a las limitaciones contempladas en la ley.
La Decisión
Esta es la conocida parte resolutiva del fallo, donde la sala por unanimidad o bien por
mayoría, en la misma forma acordada ya en la deliberación, condenará o absolverá al acusado de la acusación
entablada en su contra por el ministerio público.
La sentencia será siempre redactada por uno de los miembros del tribunal colegiado,
designado por éste, en tanto la disidencia o prevención será redactada por su autor. La sentencia señalará el
nombre de su redactor y el del que lo sea de la disidencia o prevención.
Normalmente el Presidente del Comité de Jueces, según facultades concedidas por los
artículos 24 letra c), 15 y 17 del Código Orgánico de Tribunales, señala la distribución de actividades de cada
juez durante las audiencias orales y el procedimiento para determinar el sorteo de salas.
El artículo 351 del Código Procesal Penal dispone: Reiteración de crímenes o simples delitos
de una misma especie. “En los casos de reiteración de crímenes o simples delitos de una misma especie se
impondrá la pena correspondiente a las diversas infracciones, estimadas como un solo delito, aumentándola en
uno o dos grados.
Si, por la naturaleza de las diversas infracciones, éstas no pudieren estimarse como un solo
delito, el tribunal aplicará la pena señalada a aquélla que, considerada aisladamente, con las circunstancias del
caso, tuviere asignada una pena mayor, aumentándola en uno o dos grados, según fuere el número de los
delitos.
Podrá, con todo, aplicarse las penas en la forma establecida en el artículo 74 del Código Penal
si, de seguirse este procedimiento, hubiere de corresponder al condenado una pena menor.
Para los efectos de este artículo, se considerarán delitos de una misma especie aquéllos que
afectaren al mismo bien jurídico.”
Les diré que esta es una norma que reemplaza en parte al antiguo 509 Código de
Procedimiento Penal y dispone reglas particulares para la aplicación de la pena, tratándose de reiteración de
crímenes o simples delitos.
Algo muy importante: define los que deben considerarse delitos de la misma especie y serán:
“Aquellos que afectaren al mismo bien jurídico”
Eso sí, siempre deja a salvo la norma del artículo 74 del Código Penal si es más favorable
para el acusado.
1.- Concepto
El profesor Germán Hermosilla Arriagada ha señalado que “el procedimiento abreviado es una
forma especial de tramitar y fallar, sumariamente, los hechos que han sido motivo de la investigación y acusación fiscal y
particular, dentro de la misma audiencia de preparación, en lugar de serlo a través del juicio oral. Se trata, pues, de un
procedimiento sustitutivo del juicio oral, cuya brevísima tramitación le corresponde al Juez de garantía, quien, además,
deberá dictar la sentencia definitiva. La petición de su aplicación le compete únicamente al fiscal, nadie más puede hacerlo;
pero si no se cuenta con la aprobación del acusado, no existe posibilidad de su utilización”.
Se ha dicho también que “el procedimiento abreviado, es un mecanismo alternativo al juicio oral,
que pretende evitar la realización de juicios en un porcentaje alto de los casos, y que busca obtener sentencias más rápidas
y a menor costo. Consiste en la posibilidad de que las partes puedan acordar una forma de procedimiento diversa, y,
proceder a un debate simplificado frente al juez encargado de controlar la investigación, al término del cual pronunciará la
sentencia”.
En lo personal estimo que se trata efectivamente de una vía alternativa al Juicio Oral, un
verdadero procedimiento de actas, en base a los registros que el Ministerio Público ha reunido durante la
instrucción, de naturaleza más eficiente que garantista, toda vez que implica el sacrificio de notables derechos
del acusado en pos de una salida más rápida y económica. Por lo mismo supone un acuerdo entre el acusado y
el fiscal, homologado en sede jurisdiccional, en virtud del cual el primero renuncia voluntariamente a un
posible juicio oral y acepta expresamente los hechos materia de la acusación y los antecedentes de la
investigación en que se funda; y el segundo solicita al Juez de Garantía la imposición de una pena que no
exceda de cinco años. En el evento que la sentencia sea condenatoria, el Juez de Garantía no puede imponer
una pena mayor a la solicitada por el Ministerio Público.
Entre las características de este procedimiento especial, pueden señalarse las siguientes:
a.- Es un procedimiento especial, que excluye la generalidad constituida por el juicio oral;
En este evento, opera como descongestionante del sistema, al llevar a procedimientos más
simples, más rápidos, menos complejos y más baratos la solución del conflicto penal. En lo que respecta a la
producción y control de calidad del material probatorio necesario para dictar sentencia, se elimina el debate
oral, público y contradictorio. Aquí subyace la pugna entre eficiencia versus garantías; Estado versus
individuo.
Si todas las investigaciones policiales exitosas fueran conducidas por los Fiscales hacia el
juicio oral y público, sencillamente el sistema colapsaría.
Por ello, hay que estimar que cuando el Ministerio Público opta por aplicar el abreviado, es
porque tiene razones en el caso concreto de que de seguir al juicio oral, pudiera verse perjudicado el interés
social.
Bien se ha dicho que hay una única llave que abre la puerta del procedimiento abreviado y
ella le pertenece al Fiscal.
c.- La iniciativa del Ministerio Público puede manifestarse sólo en dos momentos:
d.- Implica para el acusado la renuncia de su derecho a tener un juicio previo, oral y
público.
Por ello, estimamos que el procedimiento abreviado disminuye las garantías, desde ya el
derecho de defensa se ve seriamente menoscabado, pues el acusado queda impedido de rendir pruebas, no le
es posible refutar fácticamente los elementos de convicción que obren en la investigación oficial; frente al
reconocimiento de los hechos de la acusación, el estado de inocencia del imputado si bien se mantiene, sufre
una sensible disminución; de otro lado, el principio acusatorio, de división de funciones, también se ve
disminuido, ya que el mismo Juez que intervino durante la instrucción será quien resuelva acerca de la
procedencia del abreviado, y en la afirmativa, será quien dicte sentencia definitiva.
Por lo señalado, se hace indispensable que el acusado conozca a cabalidad los hechos materia
de la acusación, así como los antecedentes de la investigación, para que de ese modo sea capaz de sopesar el
riesgo probable de condena que conlleva este procedimiento y aceptar libre y voluntariamente la renuncia a
juicio.
La Cámara de Diputados ya expresaba: “Aquí, el imputado acepta que los antecedentes reunidos
por el fiscal son ciertos, en general. El juez tiene que indagar dentro de esos antecedentes y, sobre la base de ellos, puede
absolver”.
El artículo 412 del CPP dispone expresamente que si la sentencia es condenatoria, ella no
puede imponer una pena superior ni más desfavorable a la requerida por el órgano acusador.
Como se trata de un procedimiento especial, cuya admisión afecta seriamente los derechos
de los intervinientes, ya que, por un lado, excluye el derecho del acusado de llevar el conflicto penal al juicio
oral y público, y por el otro, el querellante particular quedará impedido de obtener un pronunciamiento sobre
la demanda civil que hubiere interpuesto, es preciso que concurran los presupuestos legales que lo hacen
procedente, a saber:
Como ya vimos, esta solicitud se puede manifestar por escrito, junto al libelo acusatorio, o en
forma verbal, durante la audiencia de preparación de juicio oral. En este último caso, el artículo 407 del CPP
permite a los acusadores modificar su libelo así como la pena requerida, a fin de permitir la tramitación
conforme al abreviado.
La pena privativa de libertad requerida por el Fiscal no puede ser superior a cinco años de
presidio o reclusión menores en su grado máximo. Si se trata de otras penas de distinta naturaleza, no hay
limitación, pues el artículo 406 inciso 1° del CPP habla de “cualquiera fuere su entidad o monto, ya fueren ellas
únicas, conjuntas o alternativas”.
Para que el acusado pueda aceptar informadamente es preciso que tenga cabal conocimiento
de los hechos materia de la acusación, que comprenden tanto el hecho punible como la participación, así como
también los antecedentes de la investigación.
El artículo 260 del CPP posibilita este conocimiento al exigir, junto a la citación para la
audiencia de preparación, la entrega al acusado de una copia de la acusación y la información adicional que se
encuentran a su disposición en el Juzgado de Garantía los antecedentes acumulados durante la investigación.
En razón de los efectos que genera para el acusado el procedimiento abreviado, el Código ha
previsto medidas de resguardo que tiendan a asegurar la manifestación libre de esta conformidad, es por ello
que el Juez de Garantía debe asegurarse que tal consentimiento se presta en forma libre y voluntaria,
consultándole si conoce su derecho a exigir un juicio oral, si conoce los términos del acuerdo y sus
consecuencias, si ha sido objeto de coacciones y presiones indebidas por parte del Fiscal o de terceros.
El Fiscal debe proponer al acusado y su defensor una pena que resulte tan atractiva que lo
induzca a reconocer los hechos materia de la acusación y a renunciar al juicio oral. Si ello no fuere así, ningún
imputado optaría por el abreviado.
Señala el artículo 410 del CPP que el Juez aceptará la solicitud cuando los antecedentes de la
investigación fueren suficientes para proceder conforme a las normas del procedimiento abreviado, la pena
solicitada por el Fiscal en concreto se ajuste a los límites legales y verificare que el acuerdo hubiere sido
prestado por el acusado con conocimiento de sus derechos, libre y voluntariamente.
El consentimiento del acusado recae entonces sobre los siguientes aspectos que el Juez debe
ir verificando o chequeando:
• Que conoce su derecho a ir a un juicio oral y pese a ello renuncia a tal garantía;
• Que entiende los términos del acuerdo y las consecuencias que éste pudiera significarle
(en otras palabras, que acepta los hechos de la acusación y los antecedentes de la investigación que en ellos
se fundan y la probable pena que le correspondería si en suma fuera condenado);
• Que, las aceptaciones anteriores hechas por el acusado, no hubieran sido obtenidas por
coacciones ni presiones indebidas por parte del fiscal o de terceros.
Las decisiones en este sentido han fluctuado entre un control intenso de legalidad de los
requisitos del acuerdo (calificación jurídica del hecho; pena correspondiente al delito imputado; coincidencia
con los límites legales), que implica de parte del Juez la expresión de una opinión jurídica propia sobre el
fondo y un control de legalidad menos fuerte, de mera plausibilidad o razonabilidad jurídica de la calificación
efectuada inicialmente por el Fiscal, como dice el profesor Jorge Mera Figueroa “que exista un piso jurídico
sensato”.
Cualquiera sea la alternativa que el Juez adopte, creemos que no debe dejar de considerar en
su decisión los principios del sistema procesal penal que nos rige (racionalización, simplificación del
procedimiento, diversificación de la respuesta punitiva del Estado frente a la criminalidad, eficacia, legalidad,
garantía de los derechos fundamentales de los intervinientes, en especial del imputado y de la víctima), los
objetivos de la instrucción, los derechos e intereses de los intervinientes, los fines de la aplicación de este
procedimiento especial y las funciones del Ministerio Público y del Juez de Garantía.
El Fiscal es el persecutor penal y dentro de sus facultades llega a una negociación con el
imputado, a través de la cual disminuirá su pretensión punitiva recibiendo como contrapartida un menor
riesgo de absolución y un menor desgaste de energías y recursos que significa el procedimiento abreviado
versus el juicio oral. Para que el procedimiento abreviado sea operativo, la ley les ha otorgado a los fiscales un
cierto grado de discrecionalidad, para ofrecer al imputado una penalidad que le pueda resultar atractiva.
Por ello algunos Jueces de Garantía expresan que el control de legalidad que efectúan al
inicio del procedimiento abreviado es intenso.
Los efectos de la decisión no son neutros, pues el rechazo continuo de la aplicación del
procedimiento abreviado al ejercer el Juez un fuerte control de legalidad, forzará la realización de un juicio
oral, aún cuando la calificación de los hechos efectuada por el Fiscal sea plausible dogmáticamente.
De acuerdo, a lo sostenido por el profesor Mera la excesiva rigidez del control puede llevar a
los Fiscales a buscar otras soluciones técnicamente factibles, como el archivo provisional antes de la
judicialización, constatado que sea el desinterés de la víctima en la persecución.
Tampoco considero que el Juez quede obligado a reconocer las atenuantes propuestas por el
Fiscal si, terminado el debate y ponderados los antecedentes aportados por las partes, llega a la convicción de
que ellas no son legalmente concurrentes, no obstante ello, no podrá aplicar al acusado una pena superior a la
requerida por el Fiscal, de conformidad a lo establecido en el artículo 412 inciso 1° del CPP, que tiene el
carácter de una norma decisoria litis (similar a lo que ocurre con el artículo 395 del CPP).
También se precisa el concurso del querellante, quien puede asumir dos posiciones al
respecto:
• Derechamente está de acuerdo con la solicitud del Fiscal, lo que se refleja en su propia
acusación particular, en ese caso no hay problema. Demás está decir que el querellante que es acusador
particular nunca puede pedir ir al procedimiento abreviado;
• En su acusación particular efectúa una calificación jurídica de los hechos, atribuye una forma
de participación o señala circunstancias modificatorias de responsabilidad penal diferentes de las consignadas
por el Fiscal en su acusación y, como consecuencia de ello, la pena por él solicitada excediere el límite señalado
en el artículo 406 CPP.
Por último, si el Juez estima que no se reúnen los requisitos legales, o si considera fundada la
oposición del querellante, rechazará la solicitud de procedimiento abreviado y dictará el auto de apertura de
juicio oral.
En esta última hipótesis se tendrán por no formuladas la aceptación de los hechos por parte
del acusado y la aceptación de los antecedentes de la investigación, como tampoco las modificaciones de la
acusación o de la acusación particular.
Es más, el Juez debe disponer que todos los antecedentes relativos al planteamiento,
discusión y resolución de la solicitud de procedimiento abreviado sean eliminados del registro.
De otro lado, existe prohibición legal para invocar, dar lectura ni incorporar como medio de
prueba al juicio oral ningún antecedente relativo con la proposición, discusión, aceptación, procedencia,
rechazo o revocación de la tramitación de un procedimiento abreviado.
A través de este procedimiento se busca dar una salida expedita, rápida y económica, por
motivos de eficacia, a aquellos casos en que no exista una controversia sobre los resultados de la investigación
realizada por el Fiscal.
Es este punto nuestro legislador efectuó una combinación entre el sistema norteamericano
(donde se le pregunta al imputado si se declara culpable o inocente, “guilty plea”, consecuencia de un proceso
de negociación, “plea bargaining”, que posibilita una sentencia condenatoria sin juicio) y el sistema europeo
(donde el imputado sólo renuncia al juicio, manteniéndose como inocente, con un debate simplificado),
exigiendo de parte del imputado la aceptación de los hechos y antecedentes de la investigación, estableciendo
como límite para el juzgador que la condena no se pueda producir por la sola confesión del acusado.
El Fiscal renuncia a la posibilidad de una pena en los tramos superiores fijados por la ley
auto limitando su pretensión a un tramo inferior, a cambio de este sacrificio el Fiscal obtiene la enorme ventaja
de no tener que producir la prueba en el juicio oral, validándose como pruebas los antecedentes que ha
recopilado en la fase preparatoria, los que van a ser objeto del debate simplificado y van a servir de
fundamento al fallo. Además, obtiene del imputado una declaración de aceptación de los hechos materia de la
acusación, con lo cual la sustancia de los mismos queda excluida del debate, sin perjuicio de las
interpretaciones de los mismos y de las consecuencias jurídicas que se les atribuyan.
El mensaje del Código Procesal Penal nos señala en este punto que: “Entre las posibilidades de
simplificación de los procedimientos que se proponen, la principal es el llamado procedimiento abreviado.... Se trata
fundamentalmente de la posibilidad de que el imputado renuncie a su derecho al juicio oral cuando manifieste su acuerdo
en los hechos contenidos en la acusación y en los antecedentes de la instrucción que la fundan”
Sin embargo, y como se señaló en el Parlamento, el sentido parece ser distinto, en efecto “El
Juez no puede imponer una pena superior a la propuesta por el Fiscal, pero no puede entenderse que aún sobre la base de la
aceptación de los hechos, el Juez tenga que necesariamente condenar porque ello significaría legalizar un allanamiento a
una condena y atribuirle un sentido jurisdiccional al acuerdo entre el Fiscal y el imputado, en desmedro de las facultades
naturales del órgano jurisdiccional” .
Sostenemos como jueces, que la anterior debe ser la idea matriz, es decir, pensar el abreviado
como un procedimiento descongestionante del sistema (evitar muchos juicios orales), pero no como una mera
negociación entre el Fiscal y el acusado que implique amarrar al tribunal en cuanto al sentido de la decisión.
Resulta interesante, en este aspecto, lo manifestado por Ignacio Castillo V., asistente del
programa de Justicia Criminal de la Universidad Diego Portales, en un foro virtual, a saber: “Si bien es cierto que
el procedimiento abreviado representa un mecanismo de justicia negociada, y que él es de gran utilidad para la eficiencia
del sistema, no es menos cierto que, a mi juicio, en este proceso se evidencia una fuerte tensión (parafraseando a Binder)
donde choca la eficiencia y garantía. Lo cierto es que, y en esto comparto lo que el otro día nos escribía acá el profesor
Riego, debemos formar una justificación al procedimiento abreviado, desde la realidad latinoamericana, alejándonos de los
argumentos europeos y americanos”.
Siguiendo la opinión del mismo citado, pareciera nos fluye una lógica inquisitiva, sin
embargo, creemos que el problema no pasa por tan simple argumentación, como intentaremos dejar sentado
en este trabajo.
Compartimos la explicación que da el profesor Cristián Riego cuando sostiene que: “se trata
de un pacto de cambio de procedimiento en que ambas partes ceden parcialmente en sus pretensiones obteniendo una
ventaja por ello. El Fiscal renuncia a la posibilidad de una pena en los tramos superiores fijados por la ley auto limitando
su pretensión a un tramo inferior, a cambio de este sacrificio el Fiscal obtiene la enorme ventaja de no tener que producir
la prueba en el juicio oral, validándose como pruebas los antecedentes que ha recopilado en la fase preparatoria, los que
van a ser objeto del debate simplificado y van a servir de fundamento al fallo. Además, obtiene del imputado una
declaración de aceptación de los hechos materia de la acusación, con lo cual la sustancia de los mismos queda excluida del
debate, sin perjuicio de las interpretaciones de los mismos y de las consecuencias jurídicas que se les atribuyan. El
imputado, por su parte, obtiene certeza respecto de la pena que arriesga y una eventual rebaja de la misma, a cambio
renuncia a su derecho a que la culpabilidad sea probada por el Fiscal en el juicio oral y acepta ser juzgado por medio de
documentos que dan cuenta de la investigación del Fiscal.”
La solicitud del Fiscal en este sentido podrá ser planteada al Juez de Garantía por escrito, en
la oportunidad señalada en el artículo 248 del CPP, esto es en el plazo de diez días siguientes al cierre de la
investigación, junto con la acusación; o verbalmente, en la audiencia de preparación del juicio oral (art. 407
CPP).
En este último caso, el Fiscal y el acusador particular, si lo hubiere, podrán modificar su
acusación, así como la pena requerida, a fin de permitir la tramitación del procedimiento abreviado.
El Juez aceptará la solicitud del Fiscal y del imputado cuando los antecedentes de la
investigación fueren suficientes para proceder conforme a este procedimiento, la pena solicitada por el Fiscal
no supere los cinco años y verificare que el acuerdo ha sido prestado por el imputado con conocimiento de sus
derechos, libre y voluntariamente.
De otro lado, existe prohibición legal para invocar, dar lectura ni incorporar como medio de
prueba al juicio oral ningún antecedente relativo con la proposición, discusión, aceptación, procedencia,
rechazo o revocación de la tramitación de un procedimiento abreviado (arts. 410 inciso final y 335 del CPP).
El Título III del Libro IV del CPP no hace referencia a la posibilidad de impugnar la
resolución del Juez de Garantía que se pronuncia acerca de la solicitud de procedimiento abreviado.
El profesor Emilio Pfeffer Urquiaga sostiene que ello fue así pues se entendió que supuesto
el acuerdo de las partes y la posibilidad de oposición del querellante, en general el Juez debiera acceder a la
solicitud, y en el evento de rechazarse se aplican las reglas generales.
El profesor Jorge Mera Figueroa afirma también que dicha resolución no es apelable, incluso
utiliza tal aserto para argumentar respecto de la intensidad del control judicial de la calificación jurídica.
Sin embargo, la jurisprudencia de los tribunales ha sido vacilante, pues en algunos casos se
han declarado inadmisibles las apelaciones deducidas en contra de resoluciones de esta índole y en otros, los
recursos han sido concedidos, habiéndose fundado éstos en la causal genérica contenida en el artículo 370 letra
a) del CPP.
Al inicio del procedimiento abreviado, el Juez abrirá el debate, otorgará la palabra al Fiscal,
quien efectuará una exposición resumida de la acusación y de las actuaciones y diligencias de la investigación
que la fundamentaren.
Se aplican supletoriamente las normas comunes previstas en el Código Procesal Penal y las
disposiciones del procedimiento ordinario (art. 415 CPP).
Terminado el debate el Juez dictará sentencia, que puede ser absolutoria o condenatoria y
debe cumplir los requisitos establecidos en el artículo 413 del CPP.
Atendida la naturaleza de este procedimiento cuesta imaginarse las situaciones que puedan
llevar a una absolución. Durante la discusión en la Cámara de Diputados se planteó como caso posible que el
hecho no sea constitutivo de delito o la concurrencia de una causal de extinción de responsabilidad penal. El
profesor Cristián Riego agrega la posibilidad de absolución en caso de prescripción de la acción penal.
Se ha sostenido por algunos que la aceptación que hace el imputado de los hechos materia de
la acusación y de los antecedentes de la investigación en que se funde no alcanza a la participación, de modo
que acreditar ésta será de cargo del órgano acusador y al no hacerlo se plantea otra posibilidad de absolver.
Personalmente creemos que el reconocimiento de los hechos que efectúa el acusado para los
efectos del procedimiento abreviado puede servir para calificar jurídicamente el hecho punible como la
participación culpable, si se estiman acreditados tales sucesos.
Por disposición legal el Juez no podrá imponer una pena superior ni más desfavorable a la
requerida por el Fiscal o el querellante en su caso.
1.- Concepto
Este segundo procedimiento especial, está tratado por el legislador en los artículos 388 a 399
del Código Procesal Penal.
El profesor Germán Hermosilla Arriagada señala que: “El procedimiento simplificado tiene por
objeto que el juez de garantía conozca y falle, en forma oral, breve y concentrada, determinados asuntos que no revisten
mayor complejidad, por lo que no requieren de las mismas actuaciones y plazos para ser conocidos y resueltos que la acción
penal pública por crimen o simple delito”
Otro concepto: “Se trata de un procedimiento especial, oral, de competencia de los jueces de garantía
para conocer y fallar las faltas y los hechos constitutivos de simple delito para los cuales el Ministerio Público requiera la
imposición de una pena que no exceda de presidio o reclusión menor en su grado mínimo”.
b) los simples delitos donde el fiscal requiriere la imposición de una pena que no
exceda los 540 días de presidio o reclusión menores en su grado mínimo;
La expresión “El conocimiento y fallo de las faltas” a que se alude en el artículo 388 del CPP y
las voces “conocer y fallar las faltas penales” y “conocer y fallar.....las faltas e infracciones contempladas en la
Ley de Alcoholes, cualquiera sea la pena que ella les asigne”, referidas respectivamente en las letras d) y e) del
artículo 14 del COT, abre un campo bastante amplio de competencia tratándose de estos ilícitos menores.
En la escala antedicha, se señalan las penas de las faltas, estableciéndose, que lo son:
• Prisión
• Inhabilidad perpetua para conducir vehículos a tracción mecánica o
animal
• Suspensión para conducir vehículos a tracción mecánica o animal
• Multa y/o comiso (estas dos últimas como penas comunes a los
crímenes o simples delitos de la misma escala)
Entonces, como corolario, uno tendría que señalar que va a reconocer que está frente a una
falta penal, atendida la pena que la conducta allí descrita conlleve.
Así, en general podremos sostener que son de su conocimiento las faltas penales que
contempla el Código Penal y además, otras faltas sancionadas en diversos cuerpos legales, a saber, las
contenidas en la Ley de Alcoholes y las de la Ley N°19.366.
Las faltas e infracciones a la Ley de Tránsito, son de exclusiva competencia de los Juzgados
de Policía Local.
No todo simple delito deberá sujetarse a las normas del procedimiento simplificado, así, la
primera excepción contenida en el artículo 388, es aquella referida a la pena requerida por el ministerio
público, pues, si ella es de presidio menor en su grado medio o mayor (541 días a 5 años), no se sujetará a tal
procedimiento.
Ahora, la regla general es que los simples delitos donde el fiscal requiera una pena de
presidio menor en su grado mínimo (61-540 días) sean conocidos vía procedimiento simplificado, empero, la
norma vuelve a dar otra contra excepción, señalando que salvo que aquellos simples delitos sean conocidos
por la vía del procedimiento abreviado, que comprende ilícitos con penas requeridas por el fiscal que van
desde 1 día a 5 años.
Luego, para ver que simples delitos son de competencia del juez de garantía, por vía del
procedimiento simplificado, en primer lugar habrá que estarse a la pena que requiera se le imponga por el
fiscal al imputado.
Ello significa que habrá que estarse entonces a la pena en concreto y no la pena en abstracto
contemplada para cada tipo penal, según las escala del artículo 21 del CP.
Estimamos que éste procedimiento participa de algunas características similares a las del
procedimiento abreviado, así:
No es que el fiscal aquí presente un escrito ante el juez de garantía señalándole que va a usar
el simplificado, sino que simplemente presenta un escrito que se llama “requerimiento”, que está tratado en el
artículo 391 del CPP, en cuanto a su contenido y señala que deberá contener:
ii.- una relación sucinta del hecho que se le atribuyere, con indicación del tiempo y lugar
de comisión y demás circunstancias relevantes;
El requerimiento importa una decisión del ministerio público de llevar a la justicia una
investigación criminal por una falta penal o un simple delito en contra de una persona determinada, luego
importa una decisión que tiene efectos jurisdiccionales y “reemplaza” en cierta forma este escrito a la
acusación penal, escrito que se presenta en el procedimiento ordinario dentro de los diez días siguientes al
cierre de la investigación.
Sólo admite aquella acción civil que tiene por objeto la restitución de la cosa o su valor.
El artículo 389 del CPP señala que supletoriamente, esto es, en todo aquello no contemplado
expresamente en este procedimiento, se aplican las normas del Libro II de este Código, que no son otras que
las del juicio oral, pero el legislador agrega, “en cuanto se adecuen a su brevedad y simpleza”.
Pudiésemos hablar de tres fases dentro del juicio oral: la primera donde las partes hacen sus
alegatos de apertura, la segunda, donde ellos presentan la prueba y la tercera, donde concluyen con sus
alegatos de clausura.
El procedimiento monitorio se encuentra regulado en el libro IV, Título I del Código Procesal
Penal.
En efecto, el artículo 388 del citado cuerpo legal, nos indica que: El conocimiento y fallo de las
faltas se sujetará al procedimiento previsto en este título.
Si bien, sabemos que el procedimiento monitorio se aplica a las faltas, el inciso 1° del artículo
388 del CPP, nos puede llevar a una confusión en orden a entender que ciertas faltas se tramiten vía
procedimiento simplificado, ya que, la redacción del inciso 1° del artículo 392 puede conducirnos a ello.
¿Por qué lo anterior?, la respuesta es simple, por cuanto, el inicio de la referida disposición
consigna que: “Tratándose de las faltas que debieren sancionarse sólo con la pena de multa…”, se aplica lo
preceptuado en el artículo en comento.
Al respecto cabe precisar que después de la entrada en vigencia del CPP, se dictaron
disposiciones legales que derogaron las penas privativas de libertad, léase prisión, a los hechos delictivos
constitutivos de faltas penales, estableciéndose únicamente penas pecuniarias para estas infracciones punibles.
3.2.- Tramitación
Una vez que el fiscal recibe una denuncia por un hecho constitutivo de una falta penal,
deberá presentar ante el Juez de Garantía competente un requerimiento el que deberá contener las menciones
del artículo 391 del CPP y además: “una proposición sobre el monto de la multa, que debiere imponerse al imputado”.
¿Quién presenta el requerimiento tratándose de las faltas que señala el artículo 390 inciso 2°
del CPP.? Las faltas que señala la referida disposición son las indicadas en los artículos 494 N°5 y 496 N°11 del
Código Penal, esto es, la falta de lesiones leves y la injuria liviana respectivamente.
De una primera aproximación al aludido artículo 390, la respuesta pareciera ser sencilla: “sólo
podrán efectuar el requerimiento las personas a quienes correspondiere la titularidad de la acción conforme a lo dispuesto
en los artículos 54 y 55 del CPP”. Es decir, el personalmente ofendido por la lesión leve o el afectado por la
injuria liviana debería redactar un requerimiento en los términos del artículo 391 del CPP, además de impetrar
una proposición sobre el monto de la multa.
Analizando la disposición diremos que respecto de las lesiones leves, en nuestro concepto,
de una interpretación sistemática de la normativa procesal penal, además de una lectura armónica e integral
del inciso 2° del citado artículo 390 y del carácter técnico del requerimiento, se ha entendido que le
corresponde al fiscal confeccionar y presentar el libelo en cuestión, como titular de la acción penal, siempre y
En relación con la falta del artículo 496 N°11 del Código del ramo, y por los mismos
argumentos indicados precedentemente, y en especial por el tenor del artículo 55 letra B) y 400 del CPP,
estimamos, que la confección y presentación del requerimiento le corresponde a la persona que le compete la
titularidad de la acción, esto es, la afectado por la injuria liviana, ya que, estamos en presencia de un ilícito de
acción penal privada, la cual –como sabemos- sólo podrá ser ejercida por la víctima.
Esto es, una vez que el Juez de Garantía recibe en su despacho el libelo respectivo, cuenta
con el plazo de veinticuatro horas, para resolver la cuestión, según prescribe el artículo 38 del CPP.
a.- La instrucción acerca del derecho del imputado de reclamar en contra del
requerimiento y de la imposición de la sanción, dentro de los quince días siguientes a su notificación, así
como de los efectos de la interposición del reclamo.
Respecto del reclamo que puede formular el imputado, estimamos, que debe consistir en los
términos que se establecen en el inciso final del artículo 392, es decir: manifestando de cualquier modo
fehaciente, su falta de conformidad con el requerimiento, ya sea por escrito o en forma verbal.
En efecto, en este caso continúa el procedimiento en la forma prevista en los artículos 393 y
siguientes.
Es decir, se lleva a cabo la preparación del juicio simplificado, ante lo cual, el tribunal citará a
todos intervinientes al juicio, el que no podrá tener lugar antes de veinte ni después de cuarenta días.
La conclusión que surge es que éste es uno de los excepcionalísimos casos, en que un
procedimiento monitorio aplicable únicamente a las faltas, se tramite y se resuelva en definitiva en un juicio
oral simplificado, ante el juez de garantía.
Comentando este último punto resulta sui generis, la naturaleza jurídica de la resolución que
se pronuncia sobre el requerimiento, en el sentido de estar sujeta a una condición suspensiva, antes de adquirir
el carácter de sentencia ejecutoriada.
Como actitud final que puede asumir el imputado vemos que también puede manifestar su
falta de conformidad el monto de la multa impuesta, es decir, si lo encuentra excesivo en relación con el
menoscabo pecuniario irrogado con el ilícito.
3.4.- Finalmente el inciso final del comentado artículo 392 del CPP, regula
las hipótesis que operan, cuando es el juez de garantía, quien no considera
suficientemente fundado el requerimiento o la multa propuesta por el fiscal
En estos casos, al igual que en las situaciones de reclamos del imputado, se proseguirá con el
procedimiento en la forma prevista en los artículos siguientes, esto es, el tribunal debe llamar a juicio oral
simplificado y citar a todos los intervinientes.
Cabe expresar que este pronunciamiento lo manifiesta el juez en una resolución –que como
ya dijimos- debe ser dictada antes de las veinticuatro horas siguientes a la recepción del requerimiento.
Lo anterior también procederá si, dentro del plazo de quince días, el imputado manifiesta su
falta de conformidad con la imposición de la multa o su monto.
Estimamos, que la situación a analizar es caso a caso, pero dar una señal clara de total
imparcialidad en el juicio resulta fundamental, para garantizar el debido juzgamiento para todos los
intervinientes, con especial énfasis respecto del imputado.
Siguiendo con el estudio del tema que nos convoca, estimamos que con la dictación de la ley
N°19.789, cuya entrada en vigencia fue el 30 de enero de 2002, y en cuyo texto se introduce el artículo 393 bis
Por esas consideraciones, se regula una nueva hipótesis de hecho, que consigna el artículo
393 bis en cuestión, estableciéndose que en la audiencia de control de la detención, el fiscal pueda en forma
verbal, comunicarle el requerimiento a que se refiere el artículo 391, y…” proceder de inmediato conforme a lo
dispuesto en este título”.
Si vemos el nombre con que el artículo 393 bis del CPP, reglamenta los supuestos de hechos
que consigna, a saber: “Procedimiento simplificado en caso de falta o simple delito flagrante”, podemos
estimar, que en estos casos de requerimiento verbal, que se efectúa en la audiencia de control de la legalidad
de la detención, se aplique indistintamente el procedimiento simplificado no sólo a los simples delitos cuya
pena no exceda de quinientos cuarenta días sino que también a las faltas que permiten la detención por
flagrancia al tenor del artículo 134 inciso 4° del CPP. ( Las faltas contempladas en el Código Penal, en los
artículos 494 números 4, 5 y 19; 495 N°21 y 496 números 5 y 26 del CP).
A nuestro juicio esta interpretación, resulta incompatible con el propio articulado del Título I
del Libro IV, del CPP. En efecto, el artículo 392 del CPP, sobre: “Procedimiento Monitorio” preceptúa
imperativamente que: “…tratándose de faltas…el fiscal deberá presentar ante el juez competente el requerimiento…”
Por su parte el propio artículo 393 bis, prescribe que tratándose de una persona sorprendida
en falta flagrante el fiscal podrá, de forma, verbal, comunicarle el requerimiento a que se refiere el artículo 391,
y proceder de inmediato conforme a lo dispuesto en este Título. Al respecto, es en este Título (I del Libro IV),
en donde se estipula el procedimiento monitorio (Artículo 392).
Corresponde que en la audiencia de control de la detención el fiscal –si lo estima del caso-
efectúe el requerimiento verbal, ante lo cual, el Juez de Garantía deberá dictar en la audiencia -si considera
fundado el requerimiento-, la sentencia respectiva.
Porque, según prescribe el artículo 38 del CPP: Las cuestiones debatidas en una audiencia
deberán ser resueltas en ella; y obviamente el requerimiento es un asunto expuesto en una audiencia.
En suma, este procedimiento monitorio requiere de una gran experticia de los jueces de
garantía quienes deberán estar preparados para dictar – en la audiencia de control - sentencias respecto de
algunas faltas, con todos y cada uno de los requisitos del artículo 392 del cuerpo de leyes en estudio.
Finalmente no deja de resultar interesante que este artículo 393 bis, viene a efectuar un
reconocimiento expreso, al “Control de la detención”, como la audiencia con la cual se inicia y judicializa el
proceso oral y público.
El artículo 132 CPP, en donde se regula la materia, nos habla de: “Comparecencia judicial…a la
primera audiencia judicial…”. Pues bien ahora los jueces podemos decir con propiedad que llevamos a cabo el
control de la legalidad de la detención.
Si analizamos los artículos 391 y 392 del CPP., que mencionan detalladamente los requisitos
que debe contener el requerimiento que da origen al procedimiento monitorio, podremos apreciar que no
existe referencia alguna a una eventual acción que pudiera impetrarse.
Además, siempre es el fiscal quien incoa este procedimiento, por cuanto le compete
únicamente la interposición de este libelo y, como sabemos, el ministerio público no es el representante de la
víctima, asistiéndole solamente el deber de informar al ofendido sobre su eventual derecho a indemnización y
la forma de solicitarlo, y de remitir los antecedentes, cuando correspondiere, al organismo del Estado que
tuviere a su cargo la representación de la víctima en el ejercicio de las acciones civiles (artículo 78 letra c) del
CPP.).
A fortiori si para los hechos constitutivos de simple delito no se admite la acción civil, existe
claramente la voluntad que para las faltas, es decir, para el procedimiento monitorio también resultan
improcedentes.
Posteriormente una vez que es emplazado el ofendido al juicio, éste decide interponer una
acción civil con el fin de obtener la restitución de la cosa o su valor.
Los delitos de acción privada están indicados en el artículo 55 del CPP; a saber:
• La calumnia y la injuria;
Sin embargo, la dictación de la ley N°19.806, de fecha 31 de mayo de 2002: “Sobre Normas
Adecuatorias del Sistema Legal Chileno a la Reforma Procesal Penal”, incorporó en su artículo 39 un gran
contingente de ilícitos de frecuente ocurrencia en el tráfico jurídico comercial, a saber:
• Los delitos que deriven del giro del cheque efectuado por un librador
que no cuente de antemano con fondos o créditos disponibles suficientes
en su cuenta corriente, que hubiere retirado los fondos disponibles
después de expedido el cheque o hubiere girado sobre cuenta corriente
cerrada. Por lo tanto, las acciones penales que dimanen de las referidos
despliegues defraudatorios, se sujetarán a la tramitación del Título II del
Libro IV del CPP. 480
El libelo incriminatorio debe cumplir con los requisitos de los artículos 113 y 261 del CPP.
Como primera aproximación al tema, vemos que las exigencias materiales y formales que la
ley dispone para la interposición querella son elevadas.
b).- El nombre, apellido, profesión u oficio y residencia del querellado, o una designación
clara de su persona.
480
Art. 42 DFL 707/82; El delito de giro doloso de cheques, en virtud de la Ley N° 19.806 de 31 de mayo de 2002, sobre normas
Adecuatorias del sistema legal chileno a la Reforma Procesal Penal, puede ser tanto un delito de acción pública como uno de acción
privada, dependiendo de la causal de protesto. Si la causal de protesto es falta de fondos o cuenta cerrada, el delito confiere acción
penal privada al tenedor del cheque protestado por dichas causales.
Además creemos que existe una razón de texto que obliga a la individualización
pormenorizada del querellado, ya que de otra forma no se entiende que la ley en el artículo 400 inciso 2°
imponga al querellante la obligación de acompañar una copia de la querella por cada querellado a quien la
misma debiere ser notificada;
c).- La relación circunstanciada del hecho, con expresión del lugar, año, mes, día y hora en
que se hubiere ejecutado, si se supieren.
Este requisito no es más que la manifestación legal de cumplir con la garantía procesal del
juez natural y evitar conflictos de competencia. (Artículos: 2, 113 letra d), 400 y 483 del CPP.)
Como vemos el artículo 400 inciso 3° del CPP, entrega una facultad tanto al querellante para
impetrarlas, como al Juez para decretarlas, en relación a algunas diligencias destinadas a precisar los hechos
que eventualmente configurarían el delito de acción privada.
Sin embargo, respecto de los delitos de acción privada el impulso procesal le corresponde a
la víctima del hecho y el órgano jurisdiccional está facultado para disponer la práctica de diligencias
investigativas, con el fin de precisar los hechos.
Este último punto resulta difícil de comprender y asimilar, ya que, como indicaremos infra,
al analizar los restantes requisitos de la querella, al parecer, el supuesto que consigna el artículo 400 inciso 3°
del CPP., sería de escasa aplicación, es decir, sería excepcional que juez de garantía decrete actuaciones
investigativas.
e).- Plantear una calificación jurídica de los hechos, forma de participación del querellado
y solicitud de pena. (Artículo 261 letra A).
Al apreciar esta exigencia, vemos que esta querella de la víctima, que da inicio a la
tramitación pertinente se asemeja más bien a una acusación particular que formula el querellante, reuniendo a
su respecto casi los mismos requisitos de la acusación que efectúa el ministerio público, allá en el artículo 259
del CPP.
f).- Ofrecer prueba que estimare necesaria para sustentar su querella. (Artículo 261 letra
C).
En suma, lo que técnicamente efectúa el querellante es una manifestación de cargos, con todo
lo que ello implica, es decir, presentar el libelo que provoca el emplazamiento al juicio.
A nuestro juicio, únicamente la ley le asigna el nombre de querella –siendo en sentido técnico
una acusación-, por cuanto le asiste a este interviniente la posibilidad de solicitar diligencias, lo que resulta del
todo incompatible con un libelo de cargos.
Lo anterior no es más que el estatuto general de las acciones que regula el CPP. en el
Párrafo1° del Título III, del Libro I, esto es, que la acción privada se extingue por la renuncia de la persona
ofendida, según prescribe el artículo 56 del CPP.
Además, el querellante soportará las costas que su intervención como parte hubiere causado,
cuando abandonare la querella y en los casos en que el imputado fuere sobreseído definitivamente, la parte
querellante será condenado en costas. (Artículos 45, 47 y 48 del CPP). Existe una situación procesal por la cual
el querellante puede eximirse del pago de las costas de la causa, que opera cuando el desistimiento obedece a
un acuerdo con el imputado.
La tramitación de la acción privada dispone en el inciso 2° del artículo 401que una vez
iniciado el juicio no se dará lugar al desistimiento de la acción, si el querellado se opusiere a él. Como vemos,
el referido precepto no se condice con lo expresado en otras disposiciones del CPP, respecto al punto.
En efecto, el artículo 118 del citado cuerpo legal, nos preceptúa que: el querellante podrá
desistirse de su querella en cualquier momento del procedimiento, quedando sujeto a la decisión general sobre
costas que dictare el tribunal.
La pregunta que surge, es ¿Porqué una vez iniciado el juicio no se da lugar al desistimiento
de la acción, si el querellante se opusiere a él?
Por una parte, al no existir el ministerio público en esta tramitación que ejerza la acción
penal, el desistimiento del querellante obviamente no produce los mismos efectos que se consignan en la
tramitación de la acción penal pública y de previa instancia particular, por cuanto, en estos casos, existirá
siempre este órgano extra-poder constitucional que proseguirá con el ejercicio de la acción.
Sobre el particular, es de toda lógica que si la parte que sostiene la acción no se apersone
injustificadamente a la audiencia de juicio, se ponga término al proceso.
Además el referido precepto que se consigna en el artículo 402 inciso 1° del CPP, no es otra
cosa, que regular una situación que el cuerpo de leyes en comento, ya previó en otras audiencias que se
celebran ante el juez de garantía.
En efecto, el artículo 132 inciso 1° del CPP consigna que: a la primera audiencia judicial del
detenido deberá concurrir el fiscal.
La ausencia de éste dará lugar a la liberación del detenido. Por su parte el artículo 120 del
cuerpo de leyes en comento en su letra c) señala que: El tribunal, de oficio o a petición de cualquiera de los
intervinientes, declarará abandonada la querella por quien la hubiere interpuesto, cuando no concurriere
injustificadamente a la audiencia del juicio oral.
Analizando el artículo 402 del CPP, vemos que estipula una facultad excepcional que se le
encomienda al juez de garantía, cual es, el de proceder de oficio, cuando constata la inasistencia de la parte
querellante, debiendo decretar el sobreseimiento definitivo.
De la lectura del mencionado artículo se desprende que dicha resolución la debe adoptar el
juez de garantía, cuando, además, constate la inactividad del querellante en el procedimiento por más de
treinta días, entendiendo por tal la falta de realización de diligencias útiles para dar curso al proceso que
fueren de cargo del querellante.
Sabemos que una vez interpuesta la querella por la persona habilitada para promover la
acción penal, el tribunal debe citar a los intervinientes a una audiencia de juicio. La primera pregunta que
surge, es respecto al plazo que debe fijar el tribunal.
Las partes deben concurrir al juicio con todos sus medios de prueba, y si alguna de ellas
requiriere citar a testigos o peritos por medio del tribunal, deberá formular la presentación, antes de los cinco
días de la fecha de emplazamiento al juicio.
Lo anterior no es más que la aplicación del artículo 405 del cuerpo de leyes en estudio, que se
remite supletoriamente, en lo que no proveyere el Título II del Libro IV (“Procedimiento por Delito de Acción
Privada) al Título I del Libro IV (“Procedimiento Simplificado”).
A nuestro juicio, el tribunal, además, debe designar en la resolución que llama a juicio a un
defensor penal público, sin perjuicio, del derecho que le asiste al querellado de designar a uno o más
defensores de su confianza.
El artículo 8 del CPP, que se enmarca en el Título I del Libro I del CPP, sobre principios
básicos, indica que el imputado tendrá derecho a ser defendido por un letrado desde la primera actuación del
procedimiento dirigido en su contra.
Por su parte el artículo 102 preceptúa que la designación del defensor deberá tener lugar
antes de la realización de la primera audiencia a que fuere citado el imputado.
Al respecto las normas sobre juicio oral, específicamente el artículo 325 del cuerpo de leyes
en comento, aplicables por analogía a este juicio oral por acción penal privada, prescribe que el día de apertura
del juicio oral se constituirá con la asistencia del fiscal, acusado y de su defensor.
Ahora, sabemos que la ausencia del citado interviniente en cualquier actuación en que la ley
exigiere expresamente su participación acarreará la nulidad de la misma.
Finalmente no debemos olvidar, que la defensa en el nuevo proceso penal, reúne las
siguientes características: es una condición de legitimidad democrática, otorga respaldo al enjuiciamiento,
tiene un rol institucional, se le otorga una función superior a la de mero representante del imputado, similitud
con la publicidad. En consecuencia, es una condición de validez del juicio.
Estimamos que para un mejor desarrollo de la audiencia y por economía procesal, siempre el
tribunal debiera ordenar la comparecencia personal del imputado, ya que, en el evento de que no prospere una
conciliación u otra salida alternativa, debe llevarse adelante el juicio, aplicándose –como se dijo- el artículo 405
que nos remite supletoriamente al Título I del Libro IV, en cuyo articulado, encontramos el artículo 395 del
CPP sobre: “Resolución inmediata”, que exige la presencia personal del imputado, antes de llevar a cabo el
juicio.
Como lo indica el artículo 404 del CPP es un trámite inicial del juicio el llamado del tribunal
a una conciliación entre las partes o a buscar un acuerdo que ponga término a la causa, por ejemplo, un
acuerdo reparatorio.
Por su parte, la ley regula expresamente que, tratándose de los delitos de calumnia o de
injuria, se otorgará al querellado la posibilidad de dar explicaciones satisfactorias de su conducta.
Consideramos que tal excepción es acertada, por cuanto, la norma del artículo 398 del CPP.,
requiere para producir el efecto de dejar sin efecto la sentencia y dictar el correspondiente sobreseimiento
definitivo una vez que han transcurrido seis meses, que el imputado no hubiere sido objeto de un nuevo
requerimiento o de una formalización de la investigación, impulsos procesales que le competen única y
exclusivamente al ministerio público, por ende en el ámbito del procedimiento por delito de acción privada,
resultan impracticables, por sustraer al órgano persecutor de su ámbito competencial su protagonismo en la
tramitación el Título II del Libro IV.
Respecto al tópico creemos que en este procedimiento se rompe el principio informador del
CPP., esto es, la independencia de la acción civil respecto de la acción penal, el cual se enuncia en el artículo 67
y que se manifiesta en numerosas instituciones, a saber: Juicio oral (68 inciso final) Principio de oportunidad
(artículo 170 inciso final) Suspensión condicional del procedimiento (art. 237 inciso final y 240 inciso 1°).
Procedimiento simplificado (art. 393 inciso 2° y 398 inciso final) y Procedimiento Abreviado (art. 412 inciso
final).
En efecto, por una parte resulta improcedente la interposición de la acción civil en este
procedimiento, según la remisión a las normas del juicio simplificado, y por la otra hay que tener presente lo
dispuesto en el artículo 66 del CPP. P., es decir: cuando sólo se ejerciere la acción civil respecto de un hecho
punible de acción privada, se considerará extinguida, por esa circunstancia, la acción penal.
Creemos que es distinto el supuesto, cuando se ejerce en primer término la acción penal y
luego la pretensión civil, siendo esta acción procedente y debiendo el tribunal.
Desde ya, es conveniente precisar que el desafuero sólo es posible con respecto a los
CRÍMENES y SIMPLES DELITOS, por cuya razón no lo autoriza la comisión de las FALTAS. Así se desprende
del tenor de los Arts. 58 de la Constitución y 416 del Código Procesal Penal.
Conforme a él, es posible que el ministerio público realice la indagación preliminar, a la que
ya nos hemos referido, y aún formalice la investigación ante el juez de garantía, continuando con el
procedimiento hasta el cierre de la investigación, todo ello, sin necesidad de solicitar el desafuero.
Si estima que cuenta con las evidencias suficientes para tener por comprobado el hecho
punible indagado y la participación culpable que le habría correspondido a la persona aforada, lo que lo
habilita para acusarlo, sólo entonces requerirá que la Corte de Apelaciones correspondiente declare que ha
lugar a la formación de causa.
481
Nota: Esta materia se inserta con permiso del autor, (Germán Hermosilla Arriagada) sólo para fines académicos y se extrae
de su Manual, Libro V, publicado como apuntes de clases para la Universidad Central de Chile.
El inciso final del citado Art. 416 dispone que si se tratare de un delito de ACCIÓN PENAL
PRIVADA, en los que, como sabemos, el ministerio público no tiene injerencia, será el QUERELLANTE el que
deberá ocurrir a la Corte de Apelaciones respectiva solicitando el desafuero, con el objeto de que el juez de
garantía pueda admitir a tramitación su querella criminal.
Como puede observarse, si se trata de un delito de acción penal privada, que, únicamente
puede investigarse en virtud de una querella, es menester que el querellante ocurra previamente ante la Corte
de Apelaciones respectiva solicitando el desafuero pertinente. Si no lo obtuviere, el juez de garantía no dará
curso a la querella.
El Art. 58 de la Constitución dispone que la solicitud de desafuero debe ser resuelta por la
Corte de Apelaciones, en pleno, esto es, con la intervención de todos sus ministros.
El Art. 63 del Código Orgánico de Tribunales, en su número 2°, letra a), prescribe que
corresponderá a la Corte de Apelaciones conocer en primera instancia "De los desafueros de las personas a
quienes les fueren aplicables los incisos segundo, tercero y cuarto del Art. 58 de la Constitución Política" y el
Art. 66 del mismo Código añade que el conocimiento de esta clase de asuntos corresponderá a todo el tribunal.
Finalmente, el Art. 67 de igual Código previene que para el funcionamiento del tribunal
pleno se requerirá, a lo menos, "la concurrencia de la mayoría absoluta de los miembros de que se componga la
Corte".
Creemos que el tribunal pleno debe conocer del desafuero en audiencia pública, atendida la
naturaleza del nuevo procedimiento, esencialmente oral, en la cual escuchará los alegatos de ambas partes,
dejando la causa en acuerdo ante todo el tribunal. Se designará un ministro redactor, el que deberá dar forma a
dicho acuerdo, una vez adoptado. Por supuesto, podrán existir votos disidentes y prevenciones, de los que
deberá dejarse constancia en la sentencia.
La resolución del tribunal pleno que decide acerca del desafuero, en nuestro concepto, es una
sentencia definitiva, ya que pone fin al antejuicio en la primera instancia. De acuerdo con lo dispuesto en el
Art. 418 dicha sentencia es APELABLE ante la Corte Suprema, la que conoce de dicho recurso en pleno en
virtud de lo prescrito en el N°2 del Art. 96 del Código Orgánico de Tribunales.
Parece obvio que el desafuero, ya que dicho tribunal no tiene competencia ni para investigar
ni para conocer del procedimiento que reglamenta el Código Procesal Penal. Por lo demás, el inciso tercero del
citado Art. 58 de la Constitución Política señala textualmente, "El Tribunal procederá, entonces, conforme a lo
dispuesto en el inciso anterior, que se refiere precisamente a la declaración de haber o no lugar a la formación
de causa.
Lo curioso, en todo caso, es que hasta este momento no existe una acusación de parte del
fiscal, y no podría haberla ya que prácticamente no existe investigación. Todo ha comenzado con la detención
inmediata de un aforado que ha sido sorprendido cometiendo un delito.
Resulta obvio que tampoco sería del caso aplicar la exigencia del desafuero previo para
poder privar de libertad a un aforado en este evento, en razón de que la detención por la comisión flagrante de
un delito constituye precisamente una excepción a esta exigencia conforme a lo dispuesto por el inciso
segundo del referido Art. 58. El desafuero es necesariamente posterior a la detención. Atendido lo anterior,
creemos que aunque la ley no lo dice expresamente, la Corte de Apelaciones, a quien se remite un aforado
DETENIDO por haber sido sorprendido cometiendo un delito, debe estudiar la copia del registro de las
diligencias que se hubieren practicado para resolver si ha lugar o no a la formación de causa, aunque no exista
acusación de parte del fiscal ni haya siquiera formalización de la investigación, todo ello a la mayor brevedad.
Si el aforado apelare de la decisión de la Corte en orden a formar causa, y se pidiere ante ella
la libertad del aforado, pendiente el recurso, la Corte podría hacer una de estas dos cosas: disponer que la
libertad se pida en la oportunidad y ante el tribunal correspondiente o bien, disponer la remisión inmediata
del asunto al juez de garantía competente para que resuelva esta petición aunque la decisión de la Corte
relativa a la formación de causa no haya sido revisada por la vía de la apelación. Nos inclinamos por la
segunda solución, reconociendo que es una cuestión discutible, fundamentalmente por la primacía que reviste
la decisión sobre la libertad de una persona.
El Art. 419 nos dice que en el caso de los diputados y senadores, la sentencia que declare que
ha lugar a la formación de causa, una vez firme, debe comunicarse por la Corte de Apelaciones a la rama del
Congreso a que pertenece el imputado. Desde la fecha de la comunicación, el diputado o senador quedará,
además, SUSPENDIDO DE SU CARGO.
El artículo. 420 establece que declarado el desafuero por sentencia firme, en el caso a que se
refiere el inciso primero del Art. 416, o sea, cuando cerrada la investigación, el fiscal estima que procede la
acusación en contra del aforado por crimen o simple delito, por cuya razón precisamente pidió el desafuero, el
juez de garantía fijará de inmediato la fecha de la audiencia de preparación del juicio oral, la que deberá
efectuarse dentro de los quince días siguientes a la recepción de los antecedentes por el juzgado. A su vez la
audiencia del juicio oral mismo deberá iniciarse dentro del plazo de quince días contados desde la notificación
del auto de apertura del juicio oral. Con todo, se aplicarán los plazos previstos en las reglas generales cuando
el imputado lo solicitare para preparar su defensa.
El Art. 421 estatuye que si, en el caso del inciso primero del Art. 416, al que ya nos referimos,
la Corte de Apelaciones declarare no haber lugar a la formación de causa, esta resolución producirá los efectos
del sobreseimiento definitivo respecto del aforado favorecido con aquella declaración.
En la situación contemplada en el inciso tercero del citado Art. 416, esto es, si se tratare de un
delito de acción privada, el juez de garantía no admitirá a tramitación la querella y archivará los antecedentes.
La ley no contempló en este caso el recurso de apelación como lo hizo cuando la Corte de
Apelaciones declara que ha lugar a la formación de causa.
El Art. 423 dispone que el procedimiento establecido en el párrafo 1° de este Título, relativo a
los diputados, senadores y ex presidentes de la República, al que ya nos referimos, es aplicable a los casos de
desafuero de un INTENDENTE o de un GOBERNADOR, en lo que fuere pertinente.
El fuero de los intendentes y gobernadores se encuentra establecido en el inciso final del Art.
113 de la Constitución Política de la República, el que estatuye que ningún tribunal procederá criminalmente
contra alguno de ellos sin que la Corte de Apelaciones respectiva haya declarado que ha lugar a la formación
de causa. Este fuero fue establecido mediante una reforma constitucional introducida por la ley N° 19.097,
publicada en el Diario Oficial el 12 de Noviembre de 1991.
Conforme a las reglas generales podría estimarse que de esta materia debiera conocer una de
las salas de la Corte. Sin duda, se trata de un nuevo vacío legal.
El Art. 424, refiriéndose a su objeto, expresa que la querella de capítulos tiene por finalidad
hacer efectiva la responsabilidad CRIMINAL de los jueces, fiscales judiciales y fiscales del ministerio público
por actos que hubieren ejecutado en el ejercicio de sus FUNCIONES que importaren una infracción penada por
la ley.
Como puede observarse, la querella de capítulos resulta procedente únicamente cuando las
personas nombradas hubieren cometido un ilícito penal EN EL EJERCICIO DE SUS FUNCIONES.
La querella de capítulos se aplica, como dispone la norma transcrita, para hacer efectiva la
responsabilidad criminal de los jueces, incluido los ministros de las Cortes de Apelaciones y ministros de la
Corte Suprema, ya que son igualmente jueces; los fiscales judiciales, que son los auxiliares de la administración
de justicia, y los fiscales del ministerio público actual.
Esta materia recibió en el nuevo Código Procesal Penal un untamiento mucho más
simplificado del que tenía en el Código de Procedimiento Penal, y que, en la práctica, tuvo escasa aplicación,
fundamentalmente, debido al hecho de que los tribunales superiores hicieron uso de medidas disciplinarias
para sancionar tales actos.
El Art. 425 del CPP prescribe que una vez cerrada la investigación, si el fiscal estimare que
procede formular ACUSACIÓN por crimen o simple delito contra un juez, fiscal judicial o fiscal del ministerio
público, POR ACTOS EJECUTADOS EN EL EJERCICIO DE SUS FUNCIONES, deberá presentar una
QUERELLA, por escrito, ante la Corte de Apelaciones respectiva la que deberá contener los capítulos de la
acusación, indicando los hechos que constituyeren la infracción de la ley penal cometida por el juez o
funcionario capitulado, a fin de que si dicho tribunal hallare mérito bastante, declare ADMISIBLES los
capítulos de la acusación.
La sentencia que adoptare la Corte de Apelaciones es apelable ante la Corte Suprema por
mandato del Art. 427, tanto si acoge como si deniega la querella de capítulos.
Por su parte, el Art. 364 del Código Orgánico de Tribunales dispone que la responsabilidad
criminal y civil de los fiscales judiciales se regirá por las reglas establecidas en el título X de dicho Código,
entre las cuales se comprende el citado artículo 324.
El citado Art. 425 del CPP previene que se requiere, asimismo, la declaración de
admisibilidad de los capítulos de la acusación por parte de la Corte de Apelaciones respectiva, si el fiscal,
durante la investigación, quisiere solicitar del juez de garantía la PRISIÓN PREVENTIVA de alguna de estas
personas u otra medida cautelar en su contra.
El Art. 426 previene que si un juez, un fiscal judicial o un fiscal del ministerio público fuere
DETENIDO por habérsele sorprendido en delito flagrante, el fiscal lo pondrá inmediatamente a disposición de
la Corte de Apelaciones correspondiente. Asimismo, le remitirá copia del registro de las diligencias que se
hubieren practicado y que fueren conducentes para resolver el "asunto".
En el capítulo anterior, relativo al Desafuero, tuvimos ocasión de aclarar el sentido que debe
darse al vocablo "asunto", empleado por el legislador. Nos remitimos a lo ya expresado.
El Art. 428 dispone que cuando por sentencia firme se hubieren declarado admisibles
TODOS o ALGUNOS de los capítulos de la ACUSACIÓN, el juez o funcionario capitulado quedará
SUSPENDIDO DEL EJERCICIO DE SUS FUNCIONES y el procedimiento penal continuará de acuerdo a las
reglas generales.
Al igual que en el caso del desafuero, dicha norma agrega que en el evento a que se refiere el
inciso primero del Art. 425, o sea, cuando cerrada la investigación el fiscal estima que procede formular
acusación, el juez de garantía fijará de inmediato la fecha de la audiencia de PREPARACIÓN del juicio oral, la
que deberá verificarse dentro de los quince días siguientes a la recepción de los antecedentes por el juzgado de
garantía.
A su vez, la audiencia del JUICIO ORAL deberá iniciarse dentro del plazo de quince días
contados desde la notificación del auto de apertura del juicio oral. Con todo, se aplicarán los plazos previstos
en las reglas generales cuando el imputado lo solicitare para preparar su defensa.
Si en el caso del inciso primero del citado Art. 425, la Corte de Apelaciones declarare
inadmisibles TODOS los capítulos de la acusación comprendidos en la querella, la resolución producirá los
efectos del sobreseimiento definitivo respecto del juez, fiscal judicial o fiscal del ministerio público favorecido
con aquella declaración.
4.- La extradición
4.1.- Concepto
Luis Jiménez de Azúa, en su Tratado de Derecho Penal, Tomo II, edición de 1964, según cita
de Javier Valle Riestra, "La Extradición", Lima, 1989,1a define como "La entrega que un Estado hace a otro de
un individuo, acusado o condenado por un delito común, que se encuentra en su territorio, para que en este
país se le enjuicie penalmente o se ejecute la pena, realizada conforme a normas preexistentes de validez
interna o internacional"
La extradición es un acto complejo puesto que debe sujetarse a las normas del derecho
interno de los Estados que intervienen en ella, así como a las reglas de los Tratados o Convenciones de carácter
Internacional que hubieren celebrado.
En nuestro país son fuentes de estas reglas internacionales: los Tratados o Convenciones
celebrados con el país requerido o requirente, que se hallaren vigentes; el Código de Derecho Internacional
Privado o Código de Bustamante de 1928, suscrito en la Conferencia Panamericana de La Habana; y la
Convención sobre Extradición de Montevideo, de 1933.
El Art. 440 del Código Procesal Penal determina al efecto que para acceder a la extradición
pedida por otro país, la persona de que se trata debe ser imputada de un delito o condenada a una pena
privativa de libertad superior a un año.
La primera es el acto mediante el cual el Estado chileno, a través del Ministerio de Relaciones
Exteriores y con motivo de un requerimiento efectuado por los tribunales de justicia, solicita a un país
La segunda es el acto en virtud del cual un país extranjero, mediante sus órganos
competentes, solicita al Estado chileno la entrega de un individuo que se encontrare en territorio nacional, al
que se imputa HABER COMETIDO UN DELITO EN EL PAÍS REQUIRENTE, para ser procesado por los
tribunales de dicho país o para que cumpla la pena privativa de libertad que allí se hubiere decretado en su
contra.
El objeto de este Instituto es evitar la impunidad de aquellas personas que, luego de haber
cometido un delito común, se fugan del país en que han delinquido para eludir ser procesados por sus
tribunales o para evitar el cumplimiento de su condena.
Se justifica por la necesidad que tienen los Estados de prestarse auxilio mutuo para el logro
de este objetivo, sobre todo en la era actual en que las comunicaciones y el transporte entre los diferentes
países es muy fluido y rápido
Existe consenso entre los estudiosos del tema en que la extradición únicamente es procedente
con respecto a los DELITOS COMUNES; no así en lo relativo a los DELITOS POLÍTICOS, que autorizan el
ASILO.
La dificultad estriba en distinguir unos de otros, toda vez que los delitos políticos no han
sido definidos en la ley interna ni en los Tratados suscritos por Chile.
Además, es frecuente que una persona que comete un delito que pudiera calificarse como
político, lo haga mediante la perpetración de un delito común, por ejemplo, secuestro, lesiones u homicidio.
El artículo 431 del CPP dispone que cuando en la tramitación de un procedimiento penal se
hubiere FORMALIZADO la investigación de un delito que tuviere señalado en la ley una PENA PRIVATIVA
DE LIBERTAD cuya duración mínima excediere de UN AÑO, respecto de un individuo que se encontrare en
país extranjero, el ministerio público deberá solicitar al juez de garantía que ELEVE los antecedentes a la Corte
de Apelaciones a fin de que este tribunal, si estimare procedente la extradición, ordene que ella sea pedida.
Igual solicitud podrá hacer el querellante si no la formulare el ministerio público.
Por otra parte, dicha norma añade que la extradición activa procederá, asimismo, con el
objeto de hacer cumplir en el país una sentencia definitiva condenatoria a una pena privativa de libertad, cuyo
cumplimiento efectivo sea superior a un año, pronunciada por tribunales chilenos.
a) Que se trate de la investigación de un delito que tenga señalada en la ley una pena
privativa de libertad superior a un año o del cumplimiento efectivo de una sentencia definitiva condenatoria, a
igual pena;
El Art 431 del CPP dispone que cuando en la TRAMITACIÓN de un procedimiento penal se
hubiere FORMALIZADO la investigación por un delito que tuviere señalado en la ley una pena privativa de
libertad superior a un año, y el imputado se encontrare en el extranjero, el ministerio público podrá pedir al
juez de garantía que ELEVE los antecedentes a la Corte de Apelaciones respectiva, a fin de que este tribunal, si
lo estima procedente, ordene que dicho imputado sea pedido.
Como puede observarse, la extradición sólo puede ser solicitada por el ministerio público, o
por el querellante si aquél no lo ha hecho, pero sólo una vez que se haya FORMALIZADO la investigación.
El Art 432 del CPP previene que es posible formalizar una investigación criminal por un
delito cometido por una persona que se encuentre AUSENTE del país, debiendo ser representado en la
audiencia respectiva por el defensor penal público, si no contare con defensor particular. De lo anterior se
desprende que es factible que el ministerio público comience una investigación criminal, no obstante que la
persona sindicada de haber cometido el delito que se pesquisa se encuentre en el extranjero. Si al término de
esta indagación el fiscal estima que ha reunido antecedentes bastantes para formalizar, pedirá al juez de
garantía la fijación de una audiencia para estos efectos, diligencia en la que el ausente será representado en la
forma que ya expresamos.
Esta petición será debatida en dicha audiencia, en la que el ausente será representado como
hemos dicho, por un defensor particular o, en su defecto, por el defensor penal público Al término de ella, si el
juez estimare que concurren en la especie los requisitos de procedencia de la extradición y los consignados en
el Art. 140, que, como sabemos, son los que autorizan la prisión preventiva del imputado, acogerá la petición
en el sentido de ELEVAR los antecedentes a la Corte de Apelaciones respectiva.
En caso afirmativo, ordenará ELEVAR los antecedentes a la Corte de Apelaciones para que
ella RESUELVA.
En este mismo evento, el juez de garantía, a petición del fiscal o del querellante, podrá
declarar ADEMÁS, la procedencia de pedir, en el país extranjero, la prisión preventiva u otra medida cautelar
personal respecto del imputado, en caso que se cumplan las condiciones que permitirían decretar en Chile la
medida respectiva.
Para que el juez de garantía eleve los antecedentes a la Corte de Apelaciones, será necesario
que conste en el procedimiento, el país y el lugar en que el imputado se encontrare en la actualidad.
El Art. 63, N° 1, letra d), del Código Orgánico de Tribunales, prescribe que las Cortes de
Apelaciones conocerán en ÚNICA INSTANCIA de la solicitud de extradición activa.
El conocimiento y decisión de esta clase de asuntos pertenecerá a la Sala que sea designada
por sorteo, ya que en esta materia deben aplicarse las reglas generales consignadas en el Art. 66 de dicho
cuerpo de leyes, ante la ausencia de una norma especial.
El Artículo 433 del CPP, dispone que recibidos los antecedentes por la Corte de Apelaciones,
ésta fijará una audiencia para fecha próxima, a la cual deberá citar al ministerio público, al querellante, si éste
hubiere solicitado la extradición, y al defensor del imputado.
La audiencia, que tendrá lugar con los litigantes que asistieren y que no se podrá suspender
a petición de éstos, se iniciará con una relación pública de los antecedentes que motivaren la solicitud; después
se concederá la palabra al fiscal, en su caso al querellante, y luego al defensor.
El Art. 434 dispone que el requerimiento de la Corte de Apelaciones deberá consignar los
antecedentes que exigiere el TRATADO APLICABLE para solicitar la detención previa o, a falta de tratado, al
menos los antecedentes contemplados en el Art. 442, que luego veremos.
El Art. 437 dispone que el Ministerio de Relaciones Exteriores, deberá legalizar y traducir los
documentos acompañados, si fuere del caso, y hará las gestiones necesarias para dar cumplimiento a la
resolución de la Corte de Apelaciones.
Si obtuviere la extradición del imputado, lo hará conducir desde el país en que se encontrare,
hasta ponerlo a disposición de la Corte, de Apelaciones requirente. La Corte, a su vez, ordenará, que el
imputado sea entregado al tribunal competente, a fin de que el procedimiento siga su curso o de que se cumpla
la condena, si se hubiere pronunciado sentencia firme.
El Art. 440, prescribe que cuando un país extranjero SOLICITARE A CHILE la extradición de
individuos que se encontraren en territorio nacional y que en el país requirente estuvieren imputados de un
delito o condenados a una pena privativa de libertad de duración superior a un año, el Ministerio de
Relaciones Exteriores remitirá la petición y sus antecedentes a la CORTE SUPREMA.
En ambas se requiere que se trate de personas imputadas de delitos que tengan asignada en
la ley una pena PRIVATIVA DE LIBERTAD superior a un año, o bien, de personas que hayan sido condenadas
a igual pena.
En el caso de la extradición pasiva, la petición del país extranjero que se conduce por
intermedio del Ministerio de Relaciones Exteriores, se dirige a la Corte Suprema de Justicia.
El Art. 441 establece que una vez recibidos los antecedentes conducidos a través del
Ministerio de Relaciones Exteriores, la Corte Suprema designará a uno de sus MINISTROS, quien conocerá en
primera instancia de la solicitud de extradición, debiendo fijar día y hora para la realización de una
Audiencia pública. Luego, dicho ministro pondrá la petición y sus antecedentes en conocimiento del
representante del Estado requirente y del imputado, a menos que se hubieren solicitado medidas cautelares
personales en contra de este último. Si se hubiesen pedido tales medidas, el conocimiento de la petición y los
antecedentes se suministrarán al imputado una vez que las mismas se hubieren decretado. Lo anterior, por
razones obvias.
El Art. 444 dispone que si el Estado requirente y el imputado quisieren rendir prueba
testimonial, pericial o documental, deberán ofrecerla con una anticipación de tres días, a lo menos, a la fecha
de la audiencia, individualizando a los testigos, si los hubiere. La prueba deberá rendirse en la audiencia
respectiva.
El Art. 442 del CPP dispone que AÚN ANTES DE RECIBIRSE LA SOLICITUD FORMAL DE
EXTRADICIÓN, el Ministro de la Corte Suprema designado podrá decretar la DETENCIÓN del imputado, si
así se hubiere estipulado en el tratado respectivo o lo requiriere el Estado extranjero mediante una solicitud
que contemple las siguientes menciones mínimas:
Por su parte, el Art. 446, estatuye que UNA VEZ PRESENTADA LA SOLICITUD DE
EXTRADICIÓN, el Estado requirente podrá solicitar la prisión preventiva del imputado u otras medidas
cautelares personales, las que se decretarán si se cumplieren los requisitos que disponga el tratado respectivo
o, en su defecto, los previstos en el título V del Libro Primero.
El Art. 447 dispone que en cualquier estado del procedimiento se podrá conceder la
LIBERTAD PROVISONAL al imputado de acuerdo a las reglas generales, pero el ministro de la Corte
Suprema que se designare deberá adoptar las medidas que estime pertinentes PARA EVITAR SU FUGA.
Como dijimos, una vez recibida por la Corte Suprema la solicitud de extradición pasiva por
conducto del Ministerio de Relaciones Exteriores, designará a uno de sus ministros para que conozca de ella en
primera instancia. Dicho ministro, como tribunal unipersonal, fijará día y hora para la celebración de una
Audiencia, a la que citará al representante del Estado requirente y al imputado.
La audiencia será presidida por dicho ministro y será pública. A su inicio, el representante
del Estado requirente dará breve cuenta de los antecedentes en que se funda la petición de extradición. Si este
representante fuere el ministerio público hará saber también los hechos y circunstancias que obraren en
beneficio del inculpado debido a que a ello lo obliga el principio de objetividad, al que nos referimos.
Una vez rendida la prueba, si el imputado lo deseare, podrá prestar declaración y, de hacerlo
podrá ser contrainterrogado. Debe señalarse que en conformidad con lo dispuesto en el Art. 445, el imputado
tendrá siempre DERECHO a prestar declaración, pero en tal caso podrá ser libre y directamente interrogado
por d representante del Estado requirente y por su defensor.
El ministro de la Corte Suprema, actuando como tribunal unipersonal, una vez terminada la
Audiencia referida, deberá pronunciar sentencia definitiva, por escrito, dentro de quinto día, en la que podrá
acoger o no la extradición solicitada.
b) Si el delito que se le imputare o aquél por el cual se le hubiere condenado, sea de aquellos
que autorizan la extradición según los tratados vigentes o, a falta de éstos, en conformidad con los principios
de derecho internacional; y
c) Que de los antecedentes del procedimiento pudiere presumirse que en Chile se deduciría
acusación en contra del imputado por los hechos que se le atribuyen.
El Art. 454 del CPP dispone que si la persona cuya extradición se requiriere, luego de ser
informada acerca de los derechos que tiene a un procedimiento formal de extradición y de la protección que
éste le brinda, con asistencia letrada, expresa ante el ministro de la Corte Suprema que conociere de la causa,
su conformidad en ser entregado al Estado solicitante, dicho ministro concederá, sin más trámites la
extradición pedida, poniendo a dicha persona a disposición del Ministerio de Relaciones Exteriores, a fin de
que sea entregado al país que lo hubiere requerido.
Dentro de los componentes del debido proceso encontramos el deber de los tribunales de
motivar y fundar sus resoluciones y el derecho de las partes para impugnar esas decisiones.
Una Jurisprudencia de la Excma. Corte Suprema 482 ha señalado sobre el debido proceso lo
siguiente: “DUODÉCIMO: Que en lo que atañe a la garantía del debido proceso, tal como ya ha tenido oportunidad de
señalar este máximo tribunal en los ingresos Roles 4954-08; 1414-09 y 4164-09, constituye un derecho asegurado por la
Constitución Política de la República, el que toda sentencia de un órgano que ejerza jurisdicción debe fundarse en un
proceso previo legalmente tramitado; la misma Carta Fundamental, en el artículo 19, N° 3°, inciso 5°, confiere al
legislador la misión de establecer siempre las garantías de un procedimiento racional y justo. Es así que, en torno a los
aspectos que contempla el derecho a un debido proceso, no hay pareceres discrepantes en cuanto lo constituye un conjunto
de garantías que la Constitución Política de la República, los tratados internacionales ratificados por Chile y que se
encuentran vigentes, y las leyes, entregan a las partes de la relación procesal, asegurándose que todos puedan hacer valer
sus pretensiones en los tribunales, que sean escuchados, que puedan reclamar cuando no están conformes con la decisión,
que se respeten los procedimientos establecidos en la ley y se dicten resoluciones motivadas o fundadas. DÉCIMO
TERCERO: Que, además, debe expresarse que en lo que atañe a la vulneración de las reglas del debido proceso, la doctrina
nacional y extranjera concuerdan en que el catálogo de garantías mínimas para que exista "un proceso racional y justo"
incluye el que siempre exista un procedimiento que ostente la presencia de un contradictor y que las partes en el juicio
tienen derecho a un trato en igualdad de condiciones. A su tiempo, es necesario también considerar que el principio
llamado del "debido proceso", ubicado en el capítulo tercero de la Constitución, destinado a establecer los derechos y
deberes constitucionales, indica en su artículo 19, Nº 3, inciso 5º, que "Toda sentencia de un órgano que ejerza
jurisdicción debe fundarse en un proceso previo legalmente tramitado. Corresponderá al legislador establecer siempre las
garantías de un procedimiento y una investigación racionales y justos". Vale decir, la legalidad de un juzgamiento va a
depender directamente de un proceso previo, y de una investigación, ambos racionales y justos. Esta garantía tiene su
antecedente en la Declaración de Derechos Humanos, la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y
el Pacto de San José de Costa Rica, esto es, forma parte de la temática de los Derechos Humanos y nació hacia el interior de
la defensa de ellos en todo orden de situaciones y en especial en el de la legalidad del juzgamiento, por lo que la mayoría de
las disposiciones establecidas en tales convenciones se refieren a la actividad jurisdiccional y especialmente en el plano de
aquella referida a la que regula el proceso penal. En efecto, el carácter tutelar del proceso no sólo asegura a la persona a
quien se le desconoce un derecho a fin que le sea reconocido, sino que, además, y para lo que nos interesa, si el Estado o un
particular pretenden que se ejerza la potestad punitiva cuando se le imputa la comisión de un delito, asegura que la pena
sea impuesta a través de un proceso que reúna las mínimas condiciones que autoricen al Estado para castigar. La garantía
se satisface con diversos principios como son, entre otros: (1) derecho a juez natural, (2) juez independiente e imparcial,
(3) derecho a un juicio previo y público, (4) derecho a presentar pruebas de descargo y a examinar la prueba de cargo, (5)
derecho a ser juzgado en proceso tramitado conforme a la ley; y, (6) derecho a una defensa técnica. Por otro lado, puede
decirse también que ello se resume en cuatro características: a) audiencia, b) bilateralidad, c) igualdad y d) celeridad.
DÉCIMO CUARTO: Que este mandato puntualmente va dirigido al legislador, pero no todo quebranto de esta
naturaleza puede tener el carácter de violación de norma superior y ello se percibe claramente cuando se ha legislado
mediante normas procesales expresas que tratan precisamente la materia en que se inserta el reproche. Y, en todo caso, el
agravio a la garantía del debido proceso debe ser real, en cuanto perjudique efectivamente los derechos procesales de la
parte. Esto es, entrabe, limite o elimine su derecho constitucional al debido proceso (Miguel Otero, Código Procesal Penal,
482 Rol 2787-2010. Corte Suprema Segunda Sala (Penal) 29 de Junio de 2010 en http://www.puntolex.cl/prod_ppp/585/article-
126085.html, visitado 5/7/2010
Si los actos que se desarrollan en el proceso son irregulares o injustos se habrá incurrido en
una incorrección o defectuosidad en el actuar procesal que debe ser corregido. Las partes y, eventualmente, el
tribunal que constatan estas incorrecciones o defectos, pueden ejercer su poder de impugnación, los primeros,
y de corrección, el segundo.
Desde el punto de vista procesal los sistemas de impugnación son distintos respecto de las
resoluciones y de las actuaciones judiciales. Estas últimas se impugnan directamente a través del incidente de
nulidad procesal. Por excepción las actuaciones se pueden impugnar en forma directa mediante algunos
recursos, principalmente el recurso de casación en la forma, el cual no se interpone en contra de la actuación
judicial, sino que en contra de la resolución que se dictó en un procedimiento viciado por los defectos que se
hubieren generado con motivo de la práctica u omisión de determinadas actuaciones judiciales.
Para Manuel Ortells los medios de impugnación, en un sentido restringido, son todos
aquellos instrumentos legales puestos a disposición de las partes y destinados a atacar una resolución judicial
para provocar su reforma o anulación o declaración de nulidad. 484
Así las cosas, los recursos procesales, que constituirán el objeto de nuestro estudio, son una
especie de medio de impugnación, quizás el de mayor importancia práctica, por su frecuencia y alcances, pero
no los únicos. También constituyen medios de impugnación: el incidente de alzamiento de medidas
precautorias; la oposición respecto de la actuación decretada con citación; el incidente de nulidad procesal del
rebelde (art. 80 CPC); la oposición de tercero (art. 234 inciso penúltimo CPC); el juicio ordinario posterior a la
sentencia en las querellas posesorias (art. 581 CPC); la renovación de la acción ejecutiva (art. 477 CPC); la
revisión de las sentencias firmes.
483 ORELLANA, Fernando “Manual de Derecho Procesal. Recursos Procesales” Tomo IV, Editorial Librotecnia, segunda edición,
Santiago junio de 2008, página 10.
484 Citado por Fernando Orellana, ob. cit., páginas 10 a 12.
Señala el profesor Cristián Maturana que al existir la posibilidad cierta de error o injusticia
en las resoluciones judiciales, la justicia del caso concreto queda mejor garantizada si el propio juez que dictó
la resolución puede revisarla (mediando petición del interesado perjudicado); y además, las garantías
aumentan cuando el nuevo examen de la cuestión ya decidida se confía a un tribunal distinto, de jerarquía
superior y generalmente colegiado, que tiene facultades para sustituir por otra la decisión impugnada
pronunciada por el inferior. Agrega que los recursos aparecen como salvaguarda de los intereses particulares,
tanto de las partes, como del propio juez. Así es, ya que si resulta fácil comprender como la parte afectada por
el posible error recurre a la impugnación en busca de la remoción de la resolución injusta, respecto al órgano
jurisdiccional, la posibilidad existente de que otro tribunal superior pueda revisar su sentencia genera una
saludable presión – no coactiva – sobre los jueces inferiores, que les impulsa a analizar todos los aspectos de la
cuestión que deben resolver, y a motivar sólidamente la resolución que en definitiva adopten. 486
En síntesis, los fundamentos de los recursos tienen una índole subjetiva y objetiva. El
primero es de naturaleza psicológica y no es otra cosa que la expresión jurídica del instinto de conservación en
lo que a la defensa de los derechos de la persona y de sus bienes atañe. El fundamento objetivo, en cambio, es
de índole social y mira más bien al interés de la comunidad que al del individuo y radica en la necesidad social
de remediar la desviación jurídica en que puede incurrir la autoridad. Por último, al decir de Carnelutti, en
último término los recursos no son otra cosa que el modo de fiscalizar la justicia de lo resuelto.
De ahí que los recursos constituyen instrumentos procesales destinados a subsanar los
errores que puedan cometerse en el pronunciamiento de una resolución judicial o en el procedimiento en que
ésta se formó y cumplen, además, el objetivo de mitigar las insatisfacciones que pueden experimentar las
partes.
485 CORREA SELAMÉ, Jorge en “Recursos Procesales Penales”, Lexis Nexis, Santiago junio 2005, página 5.
486 En el apunte denominado “Los Recursos”, publicado por el Departamento de Derecho Procesal de la Facultad de Derecho de
la Universidad de Chile, julio de 2003, páginas 1 y 2.
Los medios de impugnación son instrumentos legales para atacar, reformar o anular
actuaciones procesales y resoluciones judiciales, es decir, se trata de un derecho establecido por la ley que
procura la corrección y regularidad de dichas actuaciones y resoluciones.
Para Rocco el derecho de impugnar la sentencia no es otra cosa que la facultad, comprendida
en el derecho de acción y de contradicción en un juicio, de obtener ante un oficio jurisdiccional
jerárquicamente superior, o en casos excepcionales y establecidos de manera taxativa en la ley, ante el mismo
oficio jurisdiccional que ha emitido la primera sentencia, un nuevo examen de una controversia que ha sido
objeto de un juicio precedente. Pero no se puede hablar de un derecho de impugnar sentencias, por cuanto se
trata de una facultad comprendida en el derecho, más general, de acción o de contradicción en juicio. 487
Indica Fernando Orellana que en cuanto a la naturaleza jurídica de este derecho la doctrina
se divide en dos grandes bandos.
Unos sostienen que el derecho de impugnación constituye una nueva acción de naturaleza
constitutiva, la cual está destinada a eliminar los efectos jurídicos producidos en un proceso en el cual se
interpone la impugnación, por lo tanto es distinta la acción, la pretensión y la resistencia inicial de dicho
proceso.
Otros, en cambio, nos señalan que es necesario distinguir para calificar la naturaleza jurídica,
según el medio de impugnación se dirija o no contra sentencias firmes.
En cuanto al derecho a impugnar las sentencias finales, parece lógico distinguir el caso de
que éstas sean firmes y supongan, por lo tanto, la terminación del proceso, y el de que no hayan adquirido
firmeza. En el segundo supuesto, aquel derecho no es distinto de la acción inicial. En el primero, es decir, en
los casos de revisión, rescisión de sentencias dictadas en rebeldía y otros medios de impugnación de la cosa
juzgada, el derecho de impugnación sí que puede concebirse como una nueva acción o pretensión de carácter
constitutivo.
b).- Es un derecho de carácter subjetivo, por cuanto sólo pueden ejercerlo la parte que ha
sufrido un agravio o perjuicio por la dictación de una resolución judicial.
c).- Se trata de un derecho que precluye, ya que debe ser ejercido dentro del plazo u
oportunidad procesal que indique la ley. Esto se traduce en la necesidad de establecer un límite en el
tiempo para el ejercicio de este derecho, o de lo contrario, las resoluciones no lograrían alcanzar el carácter
de cosa juzgada, por lo tanto el avance del proceso no sería posible ni la litis lograría llegar a una solución
definitiva.
3.1.- Concepto
El profesor Fernando Orellana explica en su obra que, desde el punto de vista etimológico,
la expresión recursos proviene del latín recursus, que significa “la vuelta o retorno de alguna cosa”. Agrega
que, jurídicamente, la misma palabra denota tanto el recorrido que se hace nuevamente mediante otra
instancia, como medio de impugnación por virtud del cual se recorre el proceso. En definitiva, sostiene que los
recursos procesales son medios de impugnación, actos jurídicos procesales, de parte o de terceros para solicitar
la enmienda o nulidad de una resolución judicial no firme, que causa agravio o gravamen, solicitándole al
mismo tribunal o al superior jerárquico que resuelva el asunto conforme a derecho. 489
El profesor Cristian Maturana, por su parte, define el recurso como el acto jurídico procesal
de parte o de quien tenga legitimación activa para actuar, mediante el cual impugna una resolución judicial,
dentro del mismo proceso que se pronunció, solicitando su revisión a fin de eliminar el agravio que sostiene se
le ha causado con su dictación. Acto seguido agrega, que es un medio técnico que ejerce una parte dentro del
proceso en que se dictó una resolución para la impugnación y subsanación de los errores de que
eventualmente puede adolecer una resolución judicial, dirigido a provocar la revisión de la misma, ya sea por
el juez que la dictó o por otro de superior jerarquía. 490
Para el profesor Gonzalo Cortez los recursos procesales son un tipo o clase de medio de
impugnación a través de los cuales se pretende un nuevo examen de las cuestiones fácticas o jurídicas resueltas
en una resolución que aun no ha alcanzado firmeza. Se hacen valer dentro del mismo proceso en el que fue
pronunciada la resolución y su objetivo apunta a que dicha resolución sea modificada o anulada en razón de
resultar perjudicial a quien interpone el recurso. 491
Añade el mismo autor que los recursos procesales constituyen el medio de impugnación por
antonomasia y se caracterizan por estar referidos a resoluciones que aun no han alcanzado firmeza, incidiendo
de esta manera en un proceso pendiente y prolongando esta pendencia. El recurso se interpone contra una
resolución que no ha producido el efecto de cosa juzgada formal, por lo que el proceso no ha terminado, sino
que continua en su estado de recurso, correspondiente a la misma acción que se intentó. De ahí que, a
diferencia de otros medios de impugnación, el recurso es un medio de pasar a otro grado de la jurisdicción, sin
romper la unidad del proceso.
a).- El recurso debe estar contemplado en la ley, determinando el tribunal que debe conocer
de él y el procedimiento que debe seguirse para su resolución.
En cuanto al tribunal que conozca y resuelva, la CPR en su artículo 77 dispone que una ley
orgánica constitucional, determinará la organización y atribuciones de los tribunales que fueren necesarios
para la pronta y cumplida administración de justicia en todo el territorio de la República. Esa ley es el Código
Orgánico de Tribunales, texto normativo que regula, de un modo general, los tribunales competentes para
conocer de los recursos, sin perjuicio de lo que se establezca en leyes especiales.
Finalmente, en lo que dice relación con la ritualidad que debe seguirse para su tramitación y
decisión, se estará a lo preceptuado en los Códigos Procesales de común aplicación y en leyes especiales,
siempre bajo el estándar de un justo y racional procedimiento, de acuerdo a lo previsto en el artículo 19 N° 3
inciso 5° de la CPR.
b).- Debe tratarse de un acto jurídico procesal de parte o de quien tenga legitimación para
actuar.
Se trata de un acto procesal unilateral de parte sometido a las formalidades que en cada caso
disponga la ley adjetiva, so pena de inadmisibilidad.
Las partes del juicio están legitimadas para recurrir de las decisiones judiciales, sin embargo,
además de ellas, pueden hacerlo también los que podrían haber sido parte en el procedimiento en que se
pronunció la sentencia, como los terceros interesados, de acuerdo a lo señalado en el artículo 24 del CPC. En el
ámbito procesal penal reformado, atentos a lo dispuesto en el artículo 352 del CPP, pueden recurrir el
Ministerio Público y los demás intervinientes agraviados por la resolución, sólo por los medios y en los casos
expresamente establecidos.
Acota el profesor Maturana que, por no tratarse de actos de parte, no constituyen recursos
determinados actos que llevan a cabo de oficio los órganos jurisdiccionales, ya sea como motivo de la
interposición deficiente de un recurso, como ocurre en la casación en el fondo de oficio, o con motivo de la
dictación de una resolución judicial y respecto de la cual el tribunal superior conociendo posteriormente,
puede conducir a su invalidación oficiosa por estimar que se han incurrido en vicios en el proceso o en su
dictación como ocurre en la casación en la forma de oficio o en graves faltas o abusos que conducen al ejercicio
de las facultades disciplinarias. 493
Comenta Fernando Orellana que este requisito ya se encontraba en las Partidas, al expresar:
“Alzar se puede todo ome libre de juicio que fuese dado contra él si se sintiere por agraviado”. 494
Agrega este autor que el perjuicio o gravamen debe ser personal de quien lo intente, es decir,
quien recurre debe ser perjudicado por la sentencia, sin que pueda llevarse a cabo a nombre de terceras
personas.
La resolución impugnada debe ser agraviante para la parte que recurre, gravamen o
perjuicio que se manifiesta en su parte dispositiva y no en la considerativa, pues es en aquella parte en la cual
el tribunal se pronuncia acerca de las peticiones de las partes.
El agravio puede existir no sólo respecto de una parte, sino que respecto de todas las partes
en el proceso con motivo de la dictación de una resolución judicial, puesto que ella en su parte dispositiva
Ese tipo de resoluciones, que perjudican a ambas partes, son las que generan la posibilidad
de la adhesión del recurso, según veremos más adelante.
En el ámbito civil, en los juicios de hacienda, el artículo 751 del CPC contempla en forma
específica los casos en que una sentencia definitiva causa agravio o perjuicio a una de las partes, esto ocurre
cuando: a) la sentencia no acoge totalmente la demanda (agravio para demandante); b) la sentencia no acoge
totalmente la reconvención (agravio para el actor reconvencional); c) la sentencia no desecha en todas sus
partes la demanda (agravio para el demandado), y d) la sentencia no desecha en todas sus partes la
reconvención (agravio para demandado reconvencional).
d).- La existencia de una resolución judicial que pueda ser impugnable, dentro del mismo
proceso.
El derecho al recurso no es más que una derivación del derecho de acción que se ha ejercido
dentro del mismo proceso en que se dictó la resolución. Existe una relación de todo a parte entre la acción y el
recurso, siendo éste el medio para que la parte continúe con su actividad dentro del proceso a través de una
nueva etapa, para los efectos de obtener la dictación de una resolución que resuelva el conflicto. En este
sentido se podría señalar que el recurso no es más que el medio para pasar de una a otra fase del proceso, sin
romper la unidad de éste.
De otro lado, por razones de certeza jurídica, se establecen límites para el ejercicio del
derecho a recurrir, debiendo hacerse efectivo dentro de un plazo fatal. Se busca equilibrar los valores en juego:
por un lado, velar por la recta aplicación del derecho o la actuación de la ley, evitando los errores en el
juzgamiento, y por otro lado, dirimir de un modo cierto el conflicto, con fuerza de cosa juzgada.
En palabras del maestro Chiovenda “Para proveer a la certeza de la esfera jurídica de los litigantes,
dando un valor fijo y constante a las prestaciones, la organización jurídica quiere que la actividad jurisdiccional se
desarrolle una sola vez (aunque ordinariamente con la posibilidad de varios grados). Aplicando la ley del mínimo medio,
tiende al máximo resultado con el mínimo empleo de actividad; entre las ventajas de la certeza jurídica y los datos de los
posibles errores del juez en el caso concreto concede predominio a los primeros. Por esto, transcurridos los términos para
impugnar una sentencia, ésta deviene definitiva, y de ahí deriva que la declaración de la voluntad de la ley que ella
contiene deviene indiscutible y obligatoria para el juez en cualquier juicio futuro. Por lo tanto, la cosa juzgada contiene en
sí misma la preclusión de cualquier cuestión futura. La institución de la preclusión es la base práctica de la eficacia de la
sentencia; quiere decir que la cosa juzgada substancial (obligatoriedad en los juicios futuros) tiene por presupuesto la cosa
juzgada formal (preclusión de las impugnaciones). 495
De allí que el recurso se interpone siempre en contra de una resolución que no ha producido
cosa juzgada formal, puesto que se trata de un proceso que no ha terminado por restarse una fase recursiva,
Se persigue la reforma de una resolución, cuando ella ha sido dictada cumpliendo los
requisitos legales, pero se estima por la parte recurrente que en ella no se ha resuelto en forma justa, de
acuerdo con lo solicitado dentro del proceso. Así ocurre con los recursos de reposición y apelación.
Se persigue la nulidad o invalidación de una resolución, cuando ella ha sido dictada sin
darse cumplimiento a los requisitos previstos por la ley, requiriéndose su invalidación por las causales
específicas previstas por el legislador para los efectos de eliminar el agravio que se le ha causado con su
dictación. Así ocurre con los recursos de casación de forma y de fondo y de nulidad en el sistema procesal
penal reformado.
Actúa como fuente directa respecto de todos aquellos recursos – acciones constitucionales -
establecidos en su texto, dentro de los cuales podemos mencionar la acción de protección, contenida en el
artículo 20 de la CPR, la acción de amparo, regulada en el artículo 21 del mismo cuerpo normativo, y la acción
de reclamación por privación de la nacionalidad, del artículo 12.
a) que la Constitución consagra el debido proceso legal, donde los recursos velan por la
justicia y racionalidad de las resoluciones;
c) que los tribunales tienen la facultad de conocer las causas y dentro de esta facultad se
entienden incorporados los recursos procesales; y
Como fuente directa, por cuanto señala los tribunales que van a conocer de los diversos
recursos devolutivos, siendo éstos las Cortes de Apelaciones y la Corte Suprema. Se constata aquí una
Como fuente indirecta, en tanto el artículo 276 del COT establece el recurso de reposición en
carácter administrativo, que procede sólo respecto de las resoluciones que versan sobre la calificación de los
jueces, como también la apelación por la misma causa.
Para el profesor Fernando Orellana, sin duda que la intención del legislador de establecer los
recursos procesales en el Libro I, es que éstos se hagan aplicables a todo procedimiento de carácter general y
especial que se contemple en el Código, salvo que exista una norma expresa en contrario. 496
En cuanto a los recursos que contempla y reglamenta se encuentran los siguientes: reposición
(artículo 181 CPC), aclaración, rectificación y enmienda (artículo 182 CPC), apelación (186 y siguientes CPC),
de hecho, de casación (Título XIX del Libro III CPC) y de revisión (Título XX del Libro III CPC).
Ese cuerpo normativo empleaba el mismo sistema del CPC, pero con mucho menor
reglamentación.
En el Libro I establecía las disposiciones generales para el juicio criminal. Dentro de éste, el
sistema de tratamiento de los recursos no es igual que en el CPC. La mayor diferencia la encontramos en el
recurso de apelación, ya que en el Código de Procedimiento Penal el recurso de apelación, y los recursos en
general, no están reglamentados en forma orgánica. Existen normas dispersas a lo largo del Libro I e incluso se
reglamenta la apelación en forma especial dentro de la sentencia definitiva en los artículos 510 y siguientes. Sin
perjuicio de ello, el Código de Enjuiciamiento Criminal reglamenta habitualmente la apelación en forma
casuística al referirse a diversas resoluciones.
Este cuerpo legal realiza una regulación orgánica de los recursos en su Libro III,
contemplando en su título I las Disposiciones Generales aplicables en la interposición de cualquier recurso,
salvo norma especial diversa; en el Título II reglamenta el recurso de reposición; en el Título III regula el
recurso de apelación; en el Título IV regula el recurso de nulidad, y en el párrafo III del Título VIII del Libro IV
regula la acción de revisión de sentencias condenatorias firmes.
Sin perjuicio de lo anterior, debemos tener presente que en diversas disposiciones del CPP se
contemplan disposiciones especiales respecto de la procedencia del recurso de apelación y, además, se
contempla la existencia de una acción de amparo ante el juez de garantía (artículo 95 CPP).
La forma en que se regulan los recursos en el nuevo sistema procesal penal es la que sigue:
en primer lugar, se rigen por las reglas especiales contempladas para cada recurso en el CPP; en segundo
lugar, se aplican las reglas generales contenidas en el Título I del Libro III del CPP; en tercer lugar, de acuerdo
a lo establecido en el artículo 361 del CPP, rigen supletoriamente las reglas del Título III (Del Juicio Oral) del
Libro II del CPP; finalmente, en atención a lo señalado en el artículo 52 del CPP, podrán aplicarse, también
supletoriamente, las disposiciones comunes a todo procedimiento del Libro I del CPC, en cuanto no se
opusieren a lo estatuido en el CPP o en leyes especiales. En razón de lo último, estimamos procedente en esta
materia la aclaración, rectificación o enmienda.
Por último y aun cuando el CPP nada dice, deben entenderse aplicables las acciones
constitucionales, especialmente la de amparo, y el recurso de queja.
Los recursos procesales se han clasificado tradicionalmente desde tres puntos de vista: según
la finalidad que persiguen, según el tribunal ante el cual se interponen y cuál es el que falla o resuelve y según
su procedencia en contra de una mayor o menor cantidad de resoluciones judiciales.
c).- Recursos (acciones) que tienen por finalidad proteger las garantías constitucionales.
a).- Recursos que se interponen ante el mismo tribunal que dictó la resolución que se
impugna, siendo el mismo tribunal quien falla o resuelve.
b).- Recursos que se interponen ante el mismo tribunal que dictó la resolución que se
impugna, siendo el superior jerárquico quien falla o resuelve.
En el caso de los jueces árbitros, el tribunal superior jerárquico para los efectos de la
interposición de un recurso de queja es la Corte de Apelaciones respectiva (artículo 63 N° 2 del COT).
Dentro de esta clasificación podemos distinguir entre los llamados recursos ordinarios y
extraordinarios.
Son aquellos que proceden contra la mayoría de las resoluciones judiciales y respecto de los
cuales el legislador no ha establecido alguna causal específica, de manera tal que se posibilita su interposición
por el hecho de existir un perjuicio o gravamen causado por una resolución.
Son aquellos que proceden contra ciertas y determinadas resoluciones judiciales, y respecto
de los cuales el legislador ha establecido causales específicas.
a).- Recurso principal, es aquel que se interpone contra una resolución que resuelve el
conflicto de relevancia jurídica sometido al conocimiento del tribunal respectivo, así por ejemplo el recurso de
apelación procede por regla general contra las sentencias definitivas.
b).- Recurso incidental, es aquel que se interpone contra aquellas resoluciones que no
resuelven el conflicto, por ejemplo la reposición con apelación subsidiaria contra la sentencia interlocutoria de
prueba.
Los recursos devolutivos son aquellos cuya resolución o fallo corresponde al tribunal
superior jerárquico del que dictó la resolución impugnada. Al tribunal superior se le denomina tribunal ad
quem, mientras que el tribunal que dicta la resolución recurrida se denomina tribunal a-quo. Son de este tipo
los recursos de apelación, de queja y de casación.
Se les llama recursos a aquellos medios de impugnación que tienen efectos devolutivos,
como la apelación y la casación. Mientras que los remedios son todos los que no tienen efecto devolutivo,
como la reposición.
En esta distinción nos encontramos frente a un mismo tipo de recurso, existiendo únicamente
diferencia temporal respecto al momento de su planteamiento.
- Recursos que se presentan ante el tribunal que dictó la resolución que se impugna para
que sea él mismo quien la corrija. Son tales los recursos de aclaración, rectificación o enmienda, y el de
reposición.
- Recursos que se interponen ante el tribunal que pronunció la resolución impugnada pero
para que sea el superior jerárquico quien la corrija. Son tales: los recursos de apelación y casación.
Las grandes directrices u orientaciones de carácter procesal que inspiran los recursos en
nuestro sistema son: el principio de legalidad, el principio de jerarquía, el principio de doble instancia, el
principio de preclusión y el principio dispositivo.
Esta directriz se aplica preferentemente para determinar cuál es el tribunal competente para
conocer del recurso, existiendo escasas excepciones señaladas expresamente por la ley.
La regla general indica que es competente para conocer de un recurso procesal el tribunal
superior jerárquico de aquél que pronunció la resolución que se impugna. Hacen excepción a esta regla el
recurso de reposición, que es conocido por el mismo tribunal que dictó la resolución impugnada, y el recurso
de nulidad en materia penal, en los casos en que es conocido por la Corte Suprema.
Coherente con lo anterior, en nuestro país existe una organización jerárquica de los
tribunales de justicia, la cual se encuentra constituida por tribunales inferiores y superiores, los primeros
compuestos por los jueces y tribunales letrados y los segundos por las Cortes de Apelaciones y la Corte
Suprema.
Tanto en materia civil como en el antiguo procedimiento penal, el legislador establece como
regla general el principio de la doble instancia para la garantía del debido proceso. En materia civil tal
orientación se encuentra supeditada a la importancia pecuniaria del asunto o negocio. Excepcionalmente, los
asuntos de relevancia jurídica se conocen y fallan en única instancia.
En el nuevo sistema procesal penal, la regla general la constituye la única instancia, dado que
no es procedente el recurso de apelación en contra de las sentencias definitivas pronunciadas en el juicio oral
conocido por el tribunal penal colegiado y en el juicio oral simplificado, conocido por los jueces de garantía.
Además se establece que el aludido recurso sólo procede respecto de la sentencia definitiva que se dicta en el
procedimiento abreviado y en determinadas resoluciones dictadas por los jueces de garantía.
Por regla general los recursos procesales deben deducirse dentro de una oportunidad o plazo
fatal, de modo que si ellos se deducen transcurrida que sea dicha oportunidad, serán declarados inadmisibles
por haberse extinguido o precluido la facultad por el solo ministerio de la ley.
Para los efectos de deducir los recursos se establecen por regla general plazos de días, que
son individuales y no comunes para las partes. Sin embargo, excepcionalmente existen casos en los cuales el
legislador más que un plazo contempla un instante preciso para deducir el recurso, como ocurre en el nuevo
proceso penal con el recurso de reposición en contra de las resoluciones dictadas en audiencias orales, en las
cuales éste es procedente solo si no hubiere precedido un debate, debiendo deducirse el recurso tan pronto se
dictaren (artículo 363 CPP).
Por otra parte, debemos tener presente que en los recursos se presenta otra modalidad muy
importante de preclusión, como es aquella denominada consumación, consistente en que la facultad de
recurrir se agota o extingue cuando ella se ha ejercido. En consecuencia, deducido que sea un recurso se agota
la posibilidad de ejercer ese medio de impugnación, cualquiera fueren los motivos que se hubieren omitido en
la interposición del recurso primitivamente deducido.
Los recursos procesales son medios de impugnación que por regla general funcionan o se
ponen en movimiento por iniciativa de las partes, de manera que si éstas no reclaman del vicio que le causa
perjuicio, éste queda subsanado.
Para Fernando Orellana los fines u objetivos que persiguen los recursos son tres: la nulidad
de una resolución, su enmienda y otros objetivos, atendida la naturaleza del recurso. 498
En nuestro sistema existen dos tipos de recursos que tienen por objeto dejar sin efecto una
resolución judicial, cuando se ha dictado con prescindencia de sus requisitos de validez, nos referimos a la
casación, en sus dos facetas de forma y de fondo, y a la nulidad en materia penal. Esto es sin perjuicio de la
acción de revisión de las sentencias condenatorias firmes.
Los recursos conocidos por los tribunales en el ejercicio de sus facultades jurisdiccionales,
tienen por objeto perseguir la enmienda o nulidad de la resolución que se impugna. Mientras que los recursos
(acciones) que conocen los tribunales en ejercicio de sus facultades conservadoras, tienen por objeto que el
órgano jurisdiccional declare una determinada situación, la que procede para el amparo o protección de las
garantías constitucionales frente a cualquier acto ilegal o arbitrario que las vulnere.
Por regla general los tribunales de justicia conocen de los recursos procesales por medio de
sus facultades jurisdiccionales, así ocurre con los recursos de reposición, apelación, de hecho, revisión,
casación y de nulidad en materia penal.
En ejercicio de las facultades disciplinarias, los tribunales conocen de los recursos de queja y
queja propiamente tal.
En ejercicio de las facultades económicas los tribunales conocen del recurso de aclaración,
rectificación o enmienda.
Se trata de relacionar los recursos procesales con las resoluciones judiciales, por cuanto
nuestro legislador establece un recurso para cada tipo de resolución, según su naturaleza jurídica.
En contra de este tipo de resolución, cuando se ha dictado en primera instancia procede por
regla general el recurso de apelación y en forma extraordinaria el recurso de casación, si operan las causales y
se cumplen los requisitos señalados por la ley.
Contra las sentencias definitivas también son procedentes los recursos de queja y de revisión,
bajo las causales y condiciones previstas por la ley.
En este tipo de resoluciones debemos distinguir los recursos que proceden en materia civil y
en materia penal.
En materia civil, el recurso que procede por regla general contra este tipo de resoluciones es
la apelación. También proceden los recursos de casación y queja, cuando ponen término al juicio o hacen
imposible su continuación, y de reposición en los casos expresamente previstos por la ley.
Mención especial efectuaremos respecto de las sentencias interlocutorias que ponen término
al juicio o hacen imposible su prosecución.
Agrega el autor citado que, sin embargo, debemos desechar multitud de cuestiones
accesorias, porque muchas de las sentencias interlocutorias no ponen término al juicio o hacen imposible su
continuación, pero en cambio establecen derechos a favor de las partes. Por ejemplo, la sentencia interlocutoria
Por lo tanto, la interlocutoria que pone término al juicio o hace imposible su continuación se
refiere a incidentes especiales que pueden tener por su naturaleza la característica de establecer derechos
permanentes a favor de las partes.
En este punto debemos distinguir entre los diversos estados en que se pueden encontrar las
resoluciones, esto es: pendientes, que causan ejecutoria, firmes o ejecutoriadas y sentencias de término.
Si los plazos para recurrir se encuentran en curso, no se pueden cumplir las resoluciones
judiciales.
Así ocurre con el recurso de apelación cuando es concedido en el solo efecto devolutivo. En
virtud de este efecto subsisten dos tribunales competentes: el tribunal de primera instancia para cumplir la
sentencia y el tribunal de segunda instancia que conoce y falla de la apelación. La competencia del tribunal de
primer grado es condicional, es decir, depende de que el tribunal de segunda instancia confirme la sentencia
apelada. Si la resolución del tribunal de segundo grado revoca la resolución apelada se produce una suerte de
ineficacia de lo actuado en el intertanto por el tribunal a quo, que más que nulidad es una “resolución” (en
sentido civil), al haber fallado la condición prevista, de confirmación del fallo.
En el nuevo proceso penal, la regla general para todos los recursos se encuentra contemplada
en el artículo 355 del CPP al disponer que la interposición de un recurso no suspenderá la ejecución de la
decisión (causan ejecutoria), salvo que se impugnare una sentencia definitiva condenatoria o que la ley
dispusiere expresamente lo contrario.
Se encuentran en este estado una vez que han sido notificadas a las partes si no procede
recurso alguno en contra de ellas; en caso contrario, procediendo recursos, quedarán ejecutoriadas desde que
se notifique el decreto que la manda cumplir una vez que terminen los recursos deducidos o desde que
Este tipo de sentencia se vincula a dos conceptos: la instancia y los recursos. En la actualidad,
dentro del CPC no hay elementos para poder configurar esta clase de resolución judicial, salvo la alusión que
se efectúa en el artículo 98 a propósito de la acumulación de autos, pues la referencia que efectuaba el artículo
153 en materia de abandono de procedimiento fue eliminada.
Pero el C de PP en su artículo 359 permite configurar este concepto y afirmar que sentencia
de término es aquélla que pone fin a la última instancia del juicio. En consecuencia, son de este tipo las
sentencias de única instancia y las sentencias de segunda instancia.
Para los efectos de determinar si es posible cumplir una sentencia de término habrá que
estarse a si los recursos que se deducen en contra de ella impiden o no que cause ejecutoria, de conformidad a
lo señalado precedentemente.
Los recursos procesales deben deducirse dentro de los plazos establecidos por el legislador y
solo en forma excepcional éste no establece plazos sino una oportunidad procesal para deducirlos.
La vinculación entre los plazos y los recursos resulta relevante para poder determinar el
estado procesal de una resolución judicial, ya que por regla general éstas se encontrarán ejecutoriadas una vez
transcurridos los plazos señalados por la ley para recurrir.
a).- El recurso de aclaración, rectificación o enmienda, donde no existe un plazo fijo para su
interposición, pues a través de él se pretende obtener una corrección formal de la resolución y no una de
fondo.
b).- El recurso de reposición extraordinario, que procede contra autos y decretos, no tiene
limitación de tiempo, siempre que se hagan valer nuevos antecedentes (artículo 181 inciso 1º del CPC). Su
fundamento es que este tipo de resoluciones judiciales no produce la excepción de cosa juzgada (artículo 175
del CPC).
c).- El recurso de revisión en materia penal, donde no existe un plazo para su interposición,
e incluso puede ser deducido por los herederos en salvaguarda de la memoria del condenado. La razón de esto
obedece al bien jurídico protegido por medio de este recurso, como lo es la memoria de un sujeto que hubiere
muerto o el castigo injusto al que se vio sometido a él, tiene mayor valor que el establecimiento de un plazo
determinado y fatal.
En este punto nos referiremos a los efectos que causa la interposición de los recursos frente al
cumplimiento de las resoluciones judiciales.
b).- Recurso de reposición. Debemos distinguir entre la materia civil y penal. En la primera,
no hay norma expresa respecto del cumplimiento de los autos y decretos una vez deducido el recurso, pero
como el artículo 181 inciso 1° del CPC señala que tales resoluciones se cumplirán cuando se encuentren firmes,
debemos entender que la reposición suspende su cumplimiento mientras no sea fallada.
En tanto la reposición sea resuelta de plano como lo dispone la ley no resulta relevante esta
suspensión; sin embargo, en la práctica judicial, se suele conferir traslado a la contraria respecto de la solicitud
de reposición, lo que hace relevante la determinación anterior.
c).- Recurso de apelación. Este arbitrio procesal se puede conceder en el solo efecto
devolutivo o bien en ambos efectos, esto es, devolutivo y suspensivo. En el primer caso, no se suspende la
ejecución de la resolución impugnada durante la tramitación del recurso, a menos que se conceda una orden
de no innovar por la Corte de Apelaciones respectiva. En el segundo caso, como su nombre lo dice, el efecto
suspensivo “suspende” la competencia del tribunal inferior para seguir conociendo del asunto, lo que impide
el cumplimiento de la resolución apelada.
d).- Recurso de hecho. En este punto debemos distinguir entre el verdadero y el falso
recurso de hecho.
En el verdadero recurso de hecho o recurso de hecho propiamente tal, esto es, cuando se ha
interpuesto un recurso de apelación legalmente procedente y se deniega su otorgamiento, el fallo se cumple de
inmediato, por cuanto no existe recurso de apelación. Sin embargo, por disposición del artículo 204 inciso final
del CPC se puede pedir y decretar orden de no innovar.
En el falso recurso de hecho, esto es, cuando se ha concedido una apelación que es
legalmente improcedente o se ha concedido erradamente en cuanto a sus efectos, también se puede provocar el
cumplimiento de la sentencia (salvo que la apelación se haya concedido equivocadamente en ambos efectos),
pudiendo ello evitarse a través de la respectiva orden de no innovar.
e).- Recurso de casación. Por regla general la casación no suspende el cumplimiento de las
resoluciones impugnadas, salvo en los casos que la ley lo señala expresamente.
En el antiguo procedimiento penal existe una amplia remisión al CPC. Sin embargo, respecto
de los efectos de la casación en una sentencia de término produce la suspensión de su cumplimiento cuando se
trata de una sentencia condenatoria, pero si es absolutoria, el procesado debe ser puesto en libertad, aunque
penda el recurso.
f).- Recurso de queja. Por regla general la interposición de este recurso no suspende el
cumplimiento de la resolución impugnada, ya que la suspensión de sus efectos se producirá únicamente a
través de la concesión de una orden de no innovar.
g).- Recurso de revisión. En materia civil este medio de impugnación, por regla general,
tampoco suspende el cumplimiento del fallo impugnado y, sólo en forma excepcional, en vista de las
circunstancias y a petición del recurrente, habiéndose oído previamente al Ministerio Público Judicial y
rendido fianza, se suspenderá su ejecución (artículo 814 CPC). En el nuevo proceso penal ocurre algo similar,
pues de acuerdo al artículo 477 del CPP la solicitud de revisión no suspenderá el cumplimiento de la sentencia
i).- Reclamación por pérdida de la nacionalidad. Este recurso por el solo hecho de ser
interpuesto suspende los efectos de la resolución o acto impugnado.
j).- Recurso de amparo. El fallo de amparo dictado por la Corte de Apelaciones respectiva es
apelable ante la Corte Suprema. Si es favorable al recurrente, la apelación procede en el solo efecto devolutivo,
de manera que no se suspende el cumplimiento del fallo. Si es desfavorable, la apelación se concede en ambos
efectos, suspendiendo el cumplimiento del fallo.
k).- Recurso de amparo económico. El legislador no señala nada al respecto, pero por
tratarse de una facultad conservadora del tribunal, éste podrá ordenar que no se siga adelante con los actos
que infringen la garantía constitucional del artículo 19 N° 21.
l).- Recurso de protección. Por regla general su interposición no afecta al acto ilegal o
arbitrario que vulnera una garantía constitucional de las mencionadas en el artículo 20 de la CPR. Sin embargo,
la Corte de Apelaciones respectiva puede adoptar en forma inmediata las providencias que estime necesarias o
pertinentes para restablecer el imperio del derecho y asegurar a la persona afectada (facultad cautelar).
Los recursos procesales penales son medios que la ley concede al Interviniente que se estima
perjudicado por una resolución judicial para obtener del mismo tribunal que la pronunció, o de otro de
categoría superior, que la modifique, la revoque, o la invalide.
INTERVINIENTES, de acuerdo con el Art. 12 del Código Procesal Penal - son EL FISCAL,
EL IMPUTADO, EL DEFENSOR, LA VÍCTIMA Y EL QUERELLANTE, - “desde que realizaren cualquiera
actuación procesal o desde el momento en que la ley les permitiere ejercer facultades determinadas.”
A ellos se agregaron los recursos de Amparo ante el juez de garantía; y Nulidad, en lugar de
la Casación forma y fondo.
Como ya hemos estudiado con cierto detalle los recursos procesales civiles, nos ocuparemos
de consignar las diferencias existentes entre aquellos y los recursos procesales penales, a medida que hagamos
un estudio pormenorizado de las características particulares de estos últimos, su naturaleza jurídica, objetivos,
tramitación y efectos.
El fundamento genérico de los recursos procesales en materia penal, al igual que los recursos
procesales civiles, es doble:
-Por una parte, es necesario admitir que los tribunales pudieron equivocarse al adoptar
una decisión judicial, sea porque no apreciaron en forma debida y completa los antecedentes anteriores a la
decisión, sea porque no interpretaron o no aplicaron correctamente las normas legales pertinentes; y
-Por la otra, debe atenderse al perjuicio o gravamen que esta decisión equivocada pudo
causar a las partes y que éstas piden remediar.
Con respecto al recurso de nulidad, debe señalarse, especialmente, que constituye uno de
sus fundamentos específicos la existencia de vicios u omisiones en que pudo incurrirse en el procedimiento, en
el fallo mismo, o con motivo de su dictación, los que deben ser subsanados por el tribunal superior, mediante
la invalidación del procedimiento y del fallo, o tan solo de este último, dependiendo de la causal, pero sólo en
caso que estos vicios ocasionen un perjuicio cierto al recurrente.
Cabe señalar, por otra parte, que en la audiencia del juicio oral llevada a cabo ante el
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL, al final de la cual debe pronunciarse la sentencia definitiva, o,
al menos, la decisión de culpabilidad o inocencia junto con los principales fundamentos tomados en
consideración, los intervinientes han tenido la oportunidad debida para efectuar sus alegaciones, para
producir sus pruebas y para controvertir las presentadas por la parte contraria, a todo lo que debe agregarse,
que la sentencia definitiva será adoptada por tres jueces letrados que han asistido a la totalidad del juicio.
De esta manera, los tribunales superiores revisan las resoluciones judiciales de los jueces
inferiores y los antecedentes que las motivaron, mediante un mecanismo registral, basándose únicamente en la
cuenta oral y resumida dada por un tercero que los ha leído, el Relator.
Dos de los tratados internacionales ratificados por nuestro país y actualmente vigentes,
consagran el llamado “Derecho al Recurso” que consiste en la facultad de los litigantes para recurrir ante el
tribunal superior con respecto a la decisión del inferior cuando estiman que ésta es injusta o errada y les
ocasiona agravio o perjuicio.
El Art.352 del CPP, prescribe que “Podrán recurrir en contra de las resoluciones judiciales el
ministerio público y los demás intervinientes agraviados por ellas, sólo por los medios y en los casos expresamente
establecidos en la ley”, norma que, de paso, reafirma el principio de legalidad absoluta en materia de recursos.
Respetando este derecho, se optó por mantener el recurso de apelación, pero sólo en contra
de determinadas resoluciones del juez de garantía; en cuanto a las sentencias del tribunal penal oral se instauró
el recurso de nulidad, en lugar del de casación.
El derecho al recurso implica, por otra parte, que los tribunales superiores no pueden
revocar, modificar ni invalidar la resolución de un tribunal inferior si alguna de las partes no ha reclamado en
contra de ella por el agravio o perjuicio que pudiera haberles ocasionado.
Para respetar el derecho al recurso, se suprimió el trámite de la CONSULTA que era de uso
muy frecuente en el antiguo sistema de enjuiciamiento penal, ordenado en los Arts. 415, 444, 533 y 534 del
antiguo Código de Procedimiento Penal, y en cuya virtud determinadas resoluciones judiciales, cuando no
eran apeladas por las partes, debían ser consultadas al tribunal superior jerárquico - las Cortes de
Apelaciones- tribunal que debía REVISARLAS para decidir si se hallaban bien o mal dictadas, ejerciendo, de
oficio, las facultades propias de un recurso de apelación.
Con muy buen criterio, en nuestro concepto, el legislador no contempló este trámite en el
nuevo Código Procesal Penal que, de paso, implicaba una grave desconfianza hacia la competencia y
capacidad profesional de los jueces unipersonales, y que atentaba contra el derecho de las partes al recurso,
consagrado en la ley y en los Tratados Internacionales referidos.
Sobre este particular, en el Mensaje con que fue remitido al Congreso Nacional el Proyecto
de Código Procesal Penal se señala: “La concepción básica que inspira el régimen de recursos que el proyecto
propone implica un radical cambio en el sistema de controles de la actividad de los jueces penales. El modelo
vigente (antiguo sistema) funciona sobre la base de un muy intenso sistema de controles verticales. Se puede
decir que todas las decisiones de relevancia que un juez del crimen adopta son objeto de revisión, incluso sin
reclamación de parte, por sus superiores jerárquicos”.
Con el mismo propósito, se restringió la facultad de los tribunales superiores para modificar
o invalidar las resoluciones de los jueces inferiores, mediante ACTUACIÓN DE OFICIO, tomando en cuenta
precisamente que esta facultad atenta claramente contra el derecho al recurso que pertenece a las partes, en
este caso, a los intervinientes. Si ellos se encuentran conformes con la resolución adoptada por el tribunal
inferior, por lo que no utilizan ningún recurso procesal en su contra, no resulta procedente que el tribunal
superior modifique o invalide dicha resolución oficiosamente.
Como regla general, y para evitar la prolongación del procedimiento por el ejercicio continuo
de recursos, se estableció que la interposición de un recurso no suspende la ejecución de la decisión judicial
adoptada, a menos que se trate de la sentencia definitiva condenatoria o que la ley disponga expresamente lo
contrario.
8.-Tribunal ante el cual deben ser interpuestos y tribunal que los falla
Al igual que en materia procedimental civil, no existe un plazo único para la interposición de
los recursos procesales penales.
Cada recurso tiene señalado en la ley un plazo particular, sin perjuicio de que existan
coincidencias con respecto a la extensión de éstos. Así, para pedir reposición de una resolución dictada fuera
de una audiencia oral, existe un plazo de tres días; para interponer apelación, existe un plazo único de cinco
días; y para ejercer el recurso de nulidad, un plazo de diez días.
Los plazos comienzan a correr para los intervinientes a contar desde la fecha en que les sea
notificada la respectiva resolución. Se trata de plazos fatales, de días hábiles, y no prorrogables.
De acuerdo con las normas sobre “Actividades Judiciales” del título II del Libro Primero, los
plazos que contempla el Código Procesal Penal, tienen las siguientes características:
El Art. 14 estatuye que todos los días y horas son hábiles para las actuaciones del
procedimiento penal y que los plazos no se suspenderán por la interposición de días feriados.
Los plazos son, pues, de días corridos. Sin embargo, el mismo artículo prescribe que “No
obstante, cuando un plazo de días concedido a los intervinientes venciere en día feriado, se considerará
ampliado hasta las veinticuatro horas del día siguiente que no fuere feriado.”
El Art. 16 dispone que los plazos establecidos en el Código Procesal Penal son fatales e
improrrogables.
Que el plazo sea fatal, significa que la posibilidad de ejercer un derecho o la oportunidad
para ejecutar un acto, se extinguen al vencimiento del término concedido para estos efectos, sin necesidad de
declaración judicial.
Por otra parte, que un plazo sea improrrogable, quiere decir que el tribunal no se encuentra
autorizado para extender su duración más allá de su vencimiento, lo que, por lo demás, es un efecto propio de
los plazos legales.
De acuerdo con lo dispuesto por el Art. 353 CPP, el aumento o prórroga de los plazos para
interponer recursos sólo procede cuando se impugnan las resoluciones del tribunal de juicio oral en lo penal y
siempre que el juicio hubiere sido conocido por un tribunal que se hubiere constituido y funcionado en una
localidad situada fuera del lugar de su asiento en los casos que autoriza el Art. 21 del Código Orgánico de
Tribunales.
d) Nuevo plazo.
El Art. 17 CPP, que la estatuye, señala que el que por un hecho que no le fuere imputable,
por defecto de la notificación, por fuerza mayor o caso fortuito, se hubiere visto impedido de ejercer un
derecho o desarrollar una actividad dentro del plazo previsto por la ley, podrá solicitar al tribunal un nuevo
plazo, que le podrá ser otorgado por la misma duración del anterior.
La solicitud deberá formularse dentro de los cinco días siguientes a aquél en que hubiere
cesado el impedimento.
Con respecto a la facultad de recurrir, el Art. 352 del CPP dispone: “Podrán recurrir en contra
de las resoluciones judiciales el ministerio público y los demás intervinientes agraviados por ellas, sólo por los medios y en
los casos expresamente establecidos por la ley.”
Esta disposición legal vino a puntualizar, desde el inicio, que los recursos procesales penales
son de derecho estricto; sólo pueden ser deducidos en la forma y en los casos expresamente autorizados por la
ley.
Como observación de carácter general, podemos señalar que los recursos procesales penales,
referidos anteriormente, son similares a los recursos procesales civiles, ya estudiados. Su naturaleza, objetivos,
resoluciones en contra de las que proceden, tribunales ante los que se interponen y tribunales que los conocen
y resuelven, así como los efectos que producen su interposición en el procedimiento y en la ejecución de la
sentencia que se impugna, presentan también características similares a las de los recursos procesales civiles.
Asimismo, los efectos que son llamados a producir las resoluciones judiciales que los fallan,
son también semejantes.
a) Reglas supletorias.
Los actuales artículos 356 y 357 del CPP, que tratan de la vista de los recursos en los
tribunales superiores, no existían en el Proyecto primitivo remitido por el Ejecutivo al Congreso Nacional,
dado que hacía aplicables las reglas generales que sobre recursos proporcionaba el Código de Procedimiento
Civil. Ellos fueron introducidos, junto a otras tres disposiciones sobre la misma materia, por la Comisión de
Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado en un intento por suplir los vacíos que, en su
concepto, presentaba el Proyecto. Lamentablemente, no cumplieron en forma íntegra dicho propósito y la
reglamentación completa y debida de los recursos procesales continúa siendo una tarea pendiente.
b) Limitaciones al derecho del tribunal y de las partes para suspender la vista de las
causas en materia criminal.
Con el objeto de evitar dilaciones, se dispuso que la vista de los recursos penales no podrá
suspenderse por las causales previstas en los Nºs. 1, 5, 6 y 7 del Art.165 del Código de Procedimiento Civil.
La del Nº 1, se refiere al impedimento que puede producirse por el examen de las causas
colocadas en lugar preferente o la continuación de la vista de otro pleito del día anterior.
La del Nº 5, dice relación con el derecho que asiste a alguna de las partes para solicitar la
suspensión o a los abogados o procuradores de ambas para pedir la suspensión de la vista de común acuerdo.
La del Nº 6, al derecho de los abogados para pedir la suspensión de la vista por tener otra
vista o comparecencia a la que deben asistir en el mismo día ante otro tribunal.
La del Nº 7, en fin, al derecho del tribunal para ordenar la suspensión de la vista por
disponer la práctica de algún trámite cuyo cumplimiento sea estrictamente indispensable antes de la vista de la
causa.
El mismo artículo 357 CPP, agrega que al confeccionar la tabla o al disponer la agregación
extraordinaria de recursos o al determinar la continuación de un pleito para el día siguiente, la Corte adoptará
las medidas necesarias para que la sala que correspondiere no viere alterada su labor.
El Art. 356 CPP prescribe, además, que “No podrá suspenderse la vista de un recurso penal por
falta de jueces que pudieren integrar la sala. Si fuere necesario, se interrumpirá la vista de recursos civiles para que se
integren a la sala jueces no inhabilitados. En consecuencia, la audiencia sólo se suspenderá si no se alcanzare, con los
jueces que conformaren ese día el tribunal, el mínimo de miembros no inhabilitados que debieren intervenir en ella.”
En suma, y excepto en el caso del fallecimiento del abogado del recurrente, la vista de un
recurso penal sólo puede suspenderse “Si lo solicitare el recurrente o todos los intervinientes facultados para
concurrir a ella, de común acuerdo. Este derecho podrá ejercerse una sola vez por el recurrente o por todos los
intervinientes, por medio de un escrito que deberá presentarse hasta las doce horas del día hábil anterior a la
audiencia correspondiente, a menos que la agregación de la causa se hubiere efectuado con menos de setenta y
dos horas antes de la vista, caso en el cual la suspensión podrá solicitarse hasta antes de que comenzare la
audiencia.”
En lugar de la audiencia formal del antiguo sistema, en que debía oírse la relación y los
alegatos en un estilo que resultaba bastante rígido -lo que todavía subsiste en materia civil- se suprimió la
relación y se facultó a los intervinientes, cuando efectuaran sus alegaciones, para controvertir lo expresado por
el contendedor no sólo en cuestiones de hecho sino que de derecho.
Además, cualquiera de los tres jueces puede dirigir preguntas a los abogados que han
alegado para que aclaren o profundicen sus argumentaciones, o las refieran a algún aspecto específico de la
cuestión debatida.
Concordante con el sistema oral, el Art. 358 dispone que la vista de la causa se efectuará en
una AUDIENCIA PÚBLICA, previamente determinada por el Presidente de la Corte, a la que puede asistir
cualquier persona que así lo desee.
El tribunal otorgará la palabra primeramente a el o los recurrentes para que expongan los
fundamentos del recurso, así como las peticiones concretas que formularen, oportunidad en que el tribunal
superior podrá quedar enterado de los fundamentos del recurso así como de las peticiones concretas
efectuadas.
Luego se permitirá la intervención verbal de los recurridos para que, igualmente, expongan
lo que convenga a sus derechos.
Finalmente, se otorgará la palabra a todos los intervinientes con el fin de que formulen
aclaraciones respecto de los hechos o de los argumentos vertidos en la audiencia. Como puede observarse, los
abogados podrán referirse no sólo a las cuestiones de hecho sino que a las de derecho, lo que en el fondo
importa un derecho de réplica a los argumentos jurídicos vertidos por la parte contraria.
En el curso de las exposiciones, cualquiera de los miembros del tribunal podrá formular
preguntas a los representantes de las partes a fin de que profundicen su argumentación o la refieran a algún
aspecto específico de la cuestión debatida.
Como puede advertirse, a diferencia del sistema actual utilizado en los tribunales de alzada,
en el nuevo sistema procedimental las causas penales se verán sin que el relator haga una relación previa de
ellas a los miembros del tribunal, lo que resulta congruente con la oralidad e inmediación, y además se explica
La relación se reemplaza primeramente, por la lectura personal que pueden efectuar los
miembros del tribunal de los antecedentes referidos y luego, principalmente, por la exposición verbal que
deberá hacer el recurrente acerca de los fundamentos del recurso y de las peticiones concretas que formule.
Sin embargo, cabe señalar que la Corte, previo a la resolución sobre el fondo, tiene que
pronunciarse acerca de la admisibilidad del recurso interpuesto, cuestión que en el sistema procedimental civil
le corresponde a la Sala de Cuenta. Como sabemos, para resolver acerca de esta admisibilidad los integrantes
de esa sala deben conocer materias tales como: clase de recurso deducido; resolución en contra de la cual se
ejerce; plazo en que fue presentado; persona que lo interpone; formalidades mínimas del escrito en que se
contiene; y fundamentos y peticiones concretas que se formulan por su intermedio.
Para adoptar este Acuerdo, la Corte Suprema se fundó en las reglas sobre relación contenidas
en el Código Orgánico de Tribunales y en el Código de Procedimiento Civil, las que hizo aplicables en virtud
de la norma remisoria del Art. 52 del Código Procesal Penal que estatuye que serán aplicables al
procedimiento penal, en cuanto no se opusieren a lo estatuido en el Código del ramo o en leyes especiales, las
normas comunes a todo procedimiento contempladas en el Libro Primero del Código de Procedimiento Civil,
entre las que se encuentran, precisamente. las relativas a la Apelación.
No obstante que pudiera ponerse en duda la facultad de la Corte Suprema para interpretar
genéricamente y en forma obligatoria una disposición legal, la solución proporcionada por ese Alto Tribunal a
esta omisión legal, sin duda es acertada y se encuentra en consonancia con la celeridad pretendida por el
nuevo procedimiento penal. Sin embargo, es de temer que su aplicación práctica, derive en la mantención de la
relación acerca del fondo, puesto que en caso que la cuenta del relator se efectúe privadamente ante los
ministros de la sala respectiva, forzosamente ella se extenderá al fondo del asunto que se propone, sin
conocimiento ni control de los intervinientes.
Creemos que en esta materia se hace necesaria una modificación legal que llene este vacío
legal y que reponga la relación en los términos anteriormente expresados.
La regla general que informa los recursos, de acuerdo con lo dispuesto en el Art. 360 del CPP,
es la de que la competencia del tribunal superior que debe resolverlos, queda determinada por las solicitudes
que formulen los recurrentes, por escrito, ratificada verbalmente en su alegato, quedándole vedado al tribunal
extender su decisión a cuestiones no planteadas por ellos o fuera de los límites de lo solicitado.
-La primera está contenida en el mismo Art. 360 CPP y consiste en que si uno solo de
varios imputados por un delito determinado dedujere un recurso contra la resolución del tribunal, la
decisión que lo favorezca aprovechará a los demás, a menos que los fundamentos fueren exclusivamente
personales del recurrente, debiendo el tribunal declararlo así en forma expresa.
-La segunda excepción se refiere al recurso de nulidad y consiste en la facultad que tiene
la Corte para acoger de oficio el recurso interpuesto en favor del imputado “por un motivo distinto del
invocado por el recurrente” siempre que fuere alguno de los capítulos absolutos de nulidad señalados en el
Art. 374 CPP.
El inciso tercero del Art. 360, se refiere al principio que la doctrina denomina, “reformatio in
peius”, al disponer que si la resolución judicial hubiere sido objeto de un recurso por un solo interviniente, la
Corte no podrá reformarla en su perjuicio.
Esta norma vino a limitar severamente la competencia que tenían las Cortes de Apelaciones
en materia penal, bajo el imperio del Código de Procedimiento Penal, puesto que en virtud del Art. 528 de este
último Código, podían modificar la sentencia en forma desfavorable al procesado cuando éste ejercía un
recurso de apelación.
En otras palabras, podía ocurrir que el apelante no sólo no obtuviera una modificación del
fallo en su favor, sino que podía imponérsele una pena más severa.
14.-Renuncia y desistimiento
El Art. 354 del CPP, dispone que los recursos pueden renunciarse expresamente, pero solo
una vez que se ha notificado la resolución en contra de la cual procedieren.
El Art. 354 CPP prescribe que quienes ya hubieren interpuesto un recurso podrán desistirse
de él, siempre que lo hagan antes de su resolución. En todo caso, los efectos del desistimiento no se extenderán
a los demás recurrentes o a los adherentes al recurso.
15.1.- Concepto
El recurso de reposición, como se sabe, es el que se interpone por la parte agraviada ante el
mismo tribunal que pronunció una resolución para que la modifique o la deje sin efecto, satisfaciendo, de esta
manera, su agravio.
En materia procedimental civil procede en contra de los autos y de los decretos, como regla
general y excepcionalmente en contra de ciertas sentencias interlocutorias. Su improcedencia en contra de las
sentencias interlocutorias se funda en el principio del desasimiento del tribunal en cuya virtud se dice que éste
no puede modificar las sentencias definitivas e interlocutorias que hubiere pronunciado después que éstas
hayan sido notificadas a una de las partes, principio que tiene por objeto favorecer la certeza de las decisiones
de un tribunal.
Lo anterior nos lleva a concluir que en materia procedimental penal no se aplica el principio
del desasimiento del tribunal con respecto a las sentencias interlocutorias.
Gran parte de la labor jurisdiccional la realizan los jueces de garantía y los tribunales de
juicio oral en lo penal en audiencias públicas, ocasión en que tienen oportunidad de oír a los intervinientes, de
escuchar sus alegaciones y pretensiones. Por este motivo la mayoría de sus resoluciones son pronunciadas
oralmente en la misma audiencia.
El Art. 363 del CPP dispone que la reposición de las resoluciones pronunciadas durante las
audiencias orales deberá ser efectuada verbalmente, tan pronto aquellas se dictaren y sólo será admisible
cuando no hubiere sido precedida de debate. En cambio, si hubiera existido un debate previo entre las partes
respecto de la materia que deberá resolverse, la decisión que adoptare el tribunal no será reponible.
El inciso primero del Art. 362 del CPP, dispone que “De las sentencias interlocutorias, de los
autos y de los decretos dictados fuera de audiencia, podrá pedirse reposición al tribunal que los hubiere pronunciado. El
recurso deberá interponerse dentro de tercero día y deberá ser fundado.”
Como vemos, en este caso, el recurso de reposición deberá ser presentado por escrito, dentro
de tercero día de notificada la resolución de que se trate, y deberá ser fundado.
Como puede observarse, la norma transcrita deja a criterio del tribunal calificar las
circunstancias que determinan la complejidad del asunto.
16.1.- Concepto
Sin embargo, se estima que igualmente es aplicable atendida la norma remisoria del Art. 52
del CPP, que señala: “Serán aplicables al procedimiento penal, en cuanto no se opusieren a lo estatuido en este Código o
en leyes especiales, las normas comunes a todo procedimiento contempladas en el Libro I del Código de Procedimiento
Civil.”
Cabe señalar que entre esas normas comunes se encuentra precisamente la reglamentación
de este recurso, el que, por otra parte, no pugna con las normas del Código Procesal Penal.
Recordemos que se trata de un recurso que tiene por objeto obtener que el mismo tribunal
que dictó una resolución aclare los puntos oscuros o dudosos, salve sus omisiones o rectifique los errores de
referencia o de cálculos numéricos que aparezcan de manifiesto en la misma resolución.
Procede únicamente en contra de las sentencias definitivas e interlocutorias, las que, como se
sabe, producen el desasimiento del tribunal una vez que han sido notificadas, lo que implica que éste no
podría modificarlas en manera alguna luego de dicha notificación.
Finalmente, conviene tener presente que el principio del desasimiento del tribunal, que
persigue obtener la certeza de las resoluciones judiciales, en materia de procedimiento penal no tiene la misma
fuerza que en materia de procedimiento civil, ya que es posible modificar o dejar sin efecto una resolución
interlocutoria por la vía del recurso de reposición, según acabamos de estudiar.
16.2.- Tramitación
De acuerdo con lo dispuesto en el Art.183 del CPC ,aplicable en la especie por mandato del
Art.52 del CPP, podrá el tribunal pronunciarse sobre ella sin más trámite o después de oír a la otra parte.
En caso que el tribunal desee rectificar de oficio la misma sentencia, podrá hacerlo siempre
que lo efectúe dentro de quinto día contado desde la primera notificación de ella y únicamente con respecto a
la corrección de errores de copia, de referencia o de cálculos numéricos que aparezcan de manifiesto en la
misma sentencia.
17.1.- Concepto
Sin embargo, este recurso de amparo no fue concebido con la amplitud de la Acción de
Amparo Constitucional, puesto que únicamente se instauró para los casos en que la privación de libertad de
una persona no fuera dispuesta por una resolución judicial.
El Art. 95 del CPP, que lo estableció, expresamente señala al respecto: “Con todo, si la
privación de libertad hubiera sido ordenada por resolución judicial, su legalidad sólo podrá impugnarse por
los medios procesales que correspondan ante el tribunal que la hubiera dictado”.
El objetivo de este recurso se consigna en el inciso primero de la citada disposición legal que
estatuye, “Toda persona privada de libertad tendrá derecho a ser conducida sin demora ante un juez de
garantía, con el objeto de que examine la legalidad de su privación de libertad y, en todo caso, para que
examine las condiciones en que se encontrare, constituyéndose, si fuere necesario, en el lugar en que ella
estuviere. El juez podrá ordenar la libertad del afectado o adoptar las medidas que fueren procedentes.”
De acuerdo con esta norma, este recurso tiene por objeto que el juez de garantía que
corresponda examine la legalidad de la privación de libertad de una persona que no haya sido detenida en
virtud de una resolución judicial, pudiendo disponer su libertad o adoptar las medidas que fueren
procedentes.
De acuerdo con lo que se ha expresado, este recurso no podría ser deducido en los casos en
que la persona detenida ya hubiere sido puesta materialmente a disposición de un juez de garantía, en razón
de que el objetivo principal perseguido ya se habría logrado, esto es, poner al detenido a disposición de un
tribunal, sin perjuicio de otras acciones que pudieren ejercerse para reclamar acerca de la ilegalidad de la
detención o de las condiciones indebidas en que pudiera haber sido detenida esa persona o de aquellas en que
se la mantuvo mientras permaneció privada de libertad.
Tampoco podría ser deducido para impedir que una persona pudiera ser detenida, ya que
claramente no tiene un carácter preventivo.
Este recurso debe ser presentado ante el juez de garantía que conociere del caso o aquel del
lugar en que la persona se encontrare detenida, tribunales que deberán conocer de este recurso en única
instancia.
El recurso puede ser presentado por el abogado del detenido, sus parientes o cualquier
persona en su nombre.
El juez de garantía requerido deberá resolver esta petición derechamente, sin citar a una
audiencia, atendida la naturaleza de dicha solicitud y la urgencia que reviste.
En el inciso final del Art. 95 CPP se dispone que si la privación de libertad hubiere sido
dispuesta por una resolución judicial no podrá utilizarse este recurso de amparo ante el juez de garantía sino
que los recursos procesales que procedan en contra de dicha resolución, pero que todo ello es sin perjuicio de
lo establecido en el Art. 21 de la Constitución Política de la República, esto es, de la Acción de Amparo
Constitucional o Habeas Corpus.
Como puede observarse, si bien no es posible emplear el recurso de amparo ante el juez de
garantía en los casos que hemos visto, sí es posible ejercer la acción de amparo constitucional.
En ocasiones, esta última acción será el único medio de que dispondrá el interesado, dadas
las limitaciones del recurso de amparo ante el juez de garantía, para obtener la libertad de una persona
detenida por orden judicial; para pedir que se guarden las formalidades legales de su detención, o si se
encontrare en libertad, para darle seguridad ante el temor de que sea privada de ella por una autoridad o
persona particular en forma ilegítima.
Hubo algunos autores que incluso se apresuraron a concluir que el recurso de amparo
constitucional no tenía aplicación.
No obstante, la mayoría de los autores sostuvo -y esta es la opinión que prevaleció- que la
citada acción de amparo constitucional seguía vigente y que para su aplicación debía atenderse a las reglas
elementales de tramitación que proporcionaba el mismo Art. 21 de la Constitución Política; las normas
pertinentes del Código Orgánico de tribunal y, en fin, las del Auto Acordado de la Corte Suprema de 19 de
Diciembre de 1932, en lo aplicable, puesto que si bien había sido dictado para la aplicación del recurso de
amparo establecido en la Constitución Política de 1925, sustancialmente esta acción de amparo era la misma
que la estatuida en la Constitución de 1980.
Por otra parte, debe señalarse que esta Acción de Amparo, no fue derogada en manera
alguna a raíz de la reforma Procesal Penal, para lo que habría sido necesario, por otra parte, la aprobación de
una reforma constitucional.
A lo anterior cabe agregar, como también dijimos, que el propio Art. 95 del CPP, que
estableció el recurso de Amparo ante el Juez de Garantía, lo instituyó “sin perjuicio de lo establecido en el
Art.21 de la Constitución Política de la República.”
De acuerdo con el citado Art. 21 de la actual Constitución el recurso de amparo puede ser
interpuesto:
a) En favor de toda persona que se encuentre arrestada, detenida o presa a la fecha en que
se deduce el recurso con infracción de lo dispuesto en la Constitución o en las leyes, para que sea puesta en
libertad, se reparen los defectos legales o se la ponga a disposición del juez competente. Añade dicha
norma que el juez procederá en todo breve y sumariamente, corrigiendo por sí mismo esos defectos o dando
cuenta a quien corresponda para que los corrija.
b) El mismo recurso, agrega, podrá ser deducido en favor de toda persona que ilegalmente
sufra cualquiera otra privación, perturbación o amenaza en su derecho a la libertad personal o seguridad
individual.
En este caso la citada norma constitucional prescribe que la respectiva magistratura adoptará
las medidas necesarias para restablecer el imperio del derecho y asegurar la debida protección del afectado.
Estas medidas son las indicadas anteriormente en lo que resulten aplicables.
Una lectura somera del Auto Acordado referido permite constatar que no todas sus
referencias calzan con el articulado actual de la Constitución Política de 1980 toda vez que fue dictado sobre la
base del recurso establecido en la Constitución de 1925. Por otra parte, no será posible tomar en cuenta, las
referencias que se hacen a las normas del Código de Procedimiento Penal por el motivo que ya hemos
expresado.
Cabe señalar que dicho Auto Acordado no consideró la situación del amparo preventivo, en
que una persona ve amenazado su derecho a la libertad personal, toda vez que este derecho sólo vino a ser
establecido en la Constitución de 1980.
El Auto Acordado de la Corte Suprema, con el objeto de que este recurso quede al alcance de
todos los habitantes de la República, expresa que puede ser ejercido no sólo por el interesado sino por
cualquiera persona a su nombre, capaz de parecer en juicio por sí, aunque no tenga para ello un mandato
especial.
De acuerdo con la norma constitucional, tantas veces citada, el objeto de este recurso es
obtener que los tribunales decreten:
a) la libertad de una persona que se hallare actualmente arrestada, detenida o presa con
infracción de lo prescrito en la Constitución y en la ley; y
b) las medidas pertinentes para que se guarden las formalidades legales, adoptando, de
inmediato, las providencias que se juzguen necesarias para restablecer el imperio del Derecho y para
asegurar la debida protección del afectado;
Para resolver estas materias el tribunal puede disponer “que el individuo sea traído a su
presencia y su decreto será precisamente obedecido por todos los encargados de las cárceles o lugares de detención”,
procediendo en todo, breve y sumariamente y corrigiendo por sí mismo esos defectos, o dando cuenta a quien
corresponda para que los corrija.
18.7.- Tramitación
Por su parte, el Auto Acordado de la Corte Suprema, referido, expresa que se puede hacer
uso, en todas las fases del recurso, de los medios más rápidos de comunicación y que el Secretario de la Corte
de Apelaciones respectiva deberá consignar el día y hora que llega a su oficina la solicitud o telegrama en que
se deduce el amparo y la pondrá en el acto en manos del Relator para que dé cuenta inmediatamente al
Tribunal y éste provea lo pertinente.
El tribunal requerido deberá pedir informe, igualmente, por la vía más rápida a la autoridad
o funcionario a quienes el recurrente atribuya, o aparezca del recurso, que tienen alguna responsabilidad o
actuación en la privación, perturbación o amenaza a la libertad personal y seguridad individual del amparado.
El Art. 69 del Código Orgánico de Tribunales prescribe que los recursos de amparo se
agregarán extraordinariamente a la tabla del mismo día o del día hábil siguiente al de su ingreso al tribunal, o
al día siguiente hábil en que se haya obtenido la respuesta del juez, funcionario o autoridad a quien se le
hubiere pedido informe.- La distribución de los recursos de amparo corresponderá al Presidente de la Corte, el
que deberá tener presente los casos en que proceda legalmente la radicación.
El mismo Auto Acordado expresa que si la demora de los Informes que pidiere la Corte
excediese de un límite razonable, deberá el tribunal adoptar las medidas que sean pertinentes para obtener su
inmediato despacho, y en último caso, prescindirá de ellos para el fallo del recurso.
Una cuestión importante que debe dilucidarse es si las normas generales sobre la vista de los
recursos en las Cortes, contempladas en el Código Procesal Penal, actual, particularmente las dadas en sus
artículos 356, 357, 358 y 361 - todas ellas introducidas por la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y
Reglamento del Senado al Proyecto presentado por el Ejecutivo - deben aplicarse o no a la tramitación y fallo
del amparo constitucional.
Se trata de una cuestión dudosa, ya que estas normas, si bien no fueron proporcionadas
específicamente para esta acción de amparo, sino que para los recursos de que trata el Libro Tercero de dicho
Código, tienen un indudable carácter general en materia procedimental penal.
Nos inclinamos a pensar que, a falta de reglas específicas dadas para la tramitación del
recurso de amparo, deberán utilizarse las proporcionadas por el Código Procesal Penal, en lo que resulten
aplicables, atendida la naturaleza del recurso.
18.8.- Sentencia
El recurso presentado debe terminar mediante una sentencia, ya sea para acogerlo, ya sea
para desecharlo.
En caso que sea acogido, la Corte deberá adoptar, en la misma sentencia, las medidas o
providencias que juzgue necesarias para restablecer el imperio del Derecho y asegurar la debida protección del
afectado. Entre ellas, se encuentra la de que se guarden las formalidades debidas y, si procediere, la libertad
del amparado.
Debe señalarse que, ante la ausencia de una reglamentación específica que indique el plazo
para deducir este recurso, y en cumplimiento de la regla remisoria del Art. 52 del C.P.P, nos parece que este
plazo deberá ser de cinco días hábiles.
19.1.- Concepto
Por tanto, el recurso de apelación es el que tiene por objeto obtener que un tribunal superior
modifique o revoque, con arreglo a derecho, la resolución de un tribunal inferior en la parte en que le causa
agravio o perjuicio al apelante.
El recurso de apelación, sin duda, constituye uno de los principales recursos procesales y, en
materia civil su ejercicio es de general aplicación, al contrario de lo que ocurre en materia procedimental penal
en que su empleo ha sido restringido por la ley.
Por la vía de la apelación, como se ha señalado, es posible revisar todas las cuestiones de
hecho y derecho comprendidas en el recurso; las facultades del tribunal revisor, son, pues, de carácter amplio.
En virtud de la apelación el tribunal de alzada puede confirmar la resolución apelada, puede modificarla y
aún, puede revocarla para sustituirla por una distinta.
Sin embargo, en materia PROCEDIMENTAL CIVIL esta revisión amplia, que implica un
juicio de valor acerca del acierto o desacierto de la resolución revisada, se lleva a cabo con el sólo mérito de los
antecedentes escritos que obran en autos, dando cumplimiento así a lo dispuesto en el Art. 160 del Código de
Procedimiento Civil, verdadera “regla de oro” en esta materia. De esta forma el tribunal de alzada, para
resolver el recurso, volverá a examinar las alegaciones, actas de todo tipo, documentos, resoluciones y demás
antecedentes reunidos; los mismos que motivaron la resolución impugnada.
Pero, como sabemos, este nuevo examen ni siquiera será personal, ya que los ministros que
forman la sala de la Corte que debe conocer y resolver la apelación, habitualmente tomarán conocimiento de
estos antecedentes a través de la cuenta que les hará un tercero: el Relator. De esta manera, no obstante que la
decisión del tribunal revisor es la que pondrá término al juicio, ella no se fundará en el conocimiento personal
y directo de los juzgadores sobre los antecedentes del recurso, sino que solamente en la cuenta o relación que
de ellos les hará un tercero acerca de su constancia escrita.
Sin embargo, los ministros que componen la sala que resolverá el recurso de apelación penal
tomarán un conocimiento más completo del asunto que en materia civil, ya que oirán, en la misma audiencia,
los argumentos de hecho y de derecho esgrimidos por el apelante, para pedir la modificación o revocación de
la resolución apelada, y los que exponga el apelado, para solicitar su confirmación.
Pero además, los abogados podrán formular aclaraciones respecto de los hechos o de los
argumentos vertidos en el debate por la parte contraria, sin perjuicio de que en cualquier momento, alguno de
los miembros del tribunal pueda hacer preguntas a dichos abogados respecto a lo afirmado por ellos o por su
contra parte, o pedirles que profundicen su argumentación o la refieran a algún aspecto específico de la
cuestión debatida.
La circunstancia de que el Art. 361 del CPP otorgue el carácter de supletorias para la
tramitación, conocimiento y decisión de los recursos a las reglas del Título III del Libro Segundo del Código
Procesal Penal, que tratan del juicio oral, no resulta suficiente para estos efectos por tratarse claramente de una
materia distinta.
La única solución, existente por ahora, especialmente con respecto al recurso de apelación,
es la que ha dado la Corte Suprema, consistente en aplicar, en subsidio de las reglas supletorias del Título III
del Código Procesal Penal, referidas, las reglas comunes a todo procedimiento contenidas en el Libro I del
Código de Procedimiento Civil, entre las cuales se encuentran precisamente las relativas al recurso de
apelación, haciendo uso de la norma remisoria del Art. 52 del CPP que textualmente expresa: “Serán
aplicables al procedimiento penal, en cuanto no se opusieren a lo estatuido en este Código (CPP) o en leyes
especiales, las normas comunes a todo procedimiento contempladas en el Libro I del Código de Procedimiento
Civil”.
Primero.- Las normas específicas dadas en los Arts. 364 a 371 del CPP, que tratan
particularmente del recurso de apelación en materia penal;
Segundo.- Las disposiciones generales sobre recursos penales, contenidas en el Título I del
Libro III del CPP, Arts. 352 a 361, por mandato del Art. 361 del CPP;
Tercero.- En forma supletoria, las reglas del Título III del Libro Segundo del Código Procesal
Penal, (que tratan del juicio oral) por mandato del mismo artículo 361; y
Sobre esta misma materia es importante tener presente las “Instrucciones sobre el Recurso de
Apelación”, dadas por la Corte Suprema mediante Acuerdo de su tribunal pleno a los tribunales del país,
mediante Oficio Nº 003264, de 17 de Enero de 2001, en el que precisamente se adopta el mismo predicamento
que hemos indicado con respecto al orden en que deben aplicarse todas las disposiciones relativas al recurso
de apelación en materia procedimental penal.
Estas reglas se refieren además a las características del plazo para apelar; a las formalidades
del escrito de apelación; a los antecedentes que se deben remitir al tribunal de alzada; a la obligación de los
Intervinientes de comparecer a dicho tribunal a proseguir el recurso; al pronunciamiento acerca de la
En materia procedimental penal, como hemos expresado, la procedencia legal del recurso de
apelación se ha restringido severamente en aras de la celeridad de esta clase de procedimiento, por lo que el
recurso referido ha dejado de ser de aplicación general para las resoluciones que sí lo hacen procedente en
materia civil.
En efecto, el Art.370 el CPP dispone: “Las resoluciones dictadas por el juez de garantía serán
apelables en los siguientes casos:
Por otra parte, el Art. 364 CPP prescribe que “Serán inapelables las resoluciones dictadas por un
tribunal de juicio oral en lo penal.”
Conforme a lo señalado por dichas normas el recurso de apelación sólo resulta procedente en
contra de ciertas resoluciones pronunciadas por el juez de garantía; nunca en contra de las adoptadas por el
tribunal penal oral.
Como veremos, en contra de la sentencia pronunciada por el tribunal penal oral procede el
recurso de Nulidad, semejante al recurso de casación, pero en el cual no se hace distinción entre forma y fondo
y del que conoce, en ocasiones, la Corte Suprema y en otras la Corte de Apelaciones respectiva, dependiendo
de la causal invocada.
En verdad, si debiera repetirse el juicio oral para dar cumplimiento al principio fundamental
de la apelación en orden a que el tribunal revisor debe examinar los mismos antecedentes tomados en cuenta
por el tribunal inferior y nada más que ellos, se obtendría como resultado un juicio oral similar, pero diferente.
En rigor, no podría hablarse de la apelación de una sentencia definitiva; sino que una
decisión adoptada en otro juicio distinto.
Por otra parte, si la revisión que implica la apelación pudiera realizarse únicamente en base a
los registros del juicio oral, por más que fueran completos, ello implicaría desnaturalizar todo el sistema
ideado por el legislador con respecto al principio de la inmediación de los jueces y al método de la oralidad.
Sin embargo, la supresión del recurso de apelación en contra de las decisiones del tribunal de
juicio oral en lo penal fue objeto de controversia, la que se mantuvo en el seno de las Comisiones del Congreso.
La Comisión referida, no obstante, no compartió este punto de vista por considerar que “ni
de la Constitución Política ni de los tratados internacionales se desprende la obligatoriedad para el legislador
de establecer el recurso de apelación en materia penal”. Se agregó que con la existencia del recurso de casación,
hoy día nulidad, se cumple debidamente la exigencia señalada, toda vez que lo que se requiere es que pueda
revisarse lo resuelto mediante un recurso.
En cuanto a la restricción del recurso de apelación en contra de las resoluciones del juez de
garantía y sin perjuicio de que se pretenda obtener con ello la celeridad del procedimiento, debe tenerse en
consideración que la mayoría de las resoluciones de dichos jueces se adoptan al final de las audiencias orales
públicas, en las que participan todos los Intervinientes, oportunidad en que éstos formulan sus alegaciones y
hacen valer sus puntos de vista, todo lo que el juez podrá tomar en cuenta al resolver.
a) De acuerdo con lo prescrito por el Art. 115 del CPP, es apelable la resolución que declara
inadmisible la querella, pero sin que en la tramitación del recurso pueda disponerse la suspensión del
procedimiento.
b) Conforme a lo dispuesto por el Art. 120 del C.P.P., es apelable la resolución que
declarare el abandono de la querella, sin que, asimismo, pueda disponerse la suspensión del procedimiento
durante la tramitación del recurso.
c) En virtud del Art. 132 bis del CPP, introducido por la ley Nº 20.253, de 14 de Marzo de
2008, es apelable la resolución que declara la ilegalidad de la detención tratándose de los delitos
establecidos en los Arts.141, 142, 361, 362, 365 bis, 390, 391, 433 y 440 del Código Penal y los de la ley Nº
20.000 que tengan señalada pena de crimen. En los demás casos no será apelable.
La resolución que declare la ilegalidad de la detención será apelable por el fiscal o el abogado
asistente del fiscal, en el sólo efectivo devolutivo.
d) El Art. 149 del C.P.C. dispone que la resolución que ordenare, mantuviere, negare lugar,
o revocare la prisión preventiva, será apelable cuando hubiere sido dictada en una audiencia.
Pensamos que esta norma, de dudosa justificación en cuanto hace inapelable las resoluciones
que se pronuncien sobre la prisión preventiva adoptadas fuera de audiencia, obligará a la defensa de los
imputados a ejercer el recurso de amparo constitucional contemplado en el Art. 21 de la Constitución Política
por más que se ejerza en contra de una resolución judicial, dado que se trata de la libertad personal del
imputado.
e) El inciso final del Art. 155 del CPP, estatuye que la procedencia, duración, impugnación
y ejecución de las medidas cautelares personales establecidas en el Art. 155 del CPP deben regirse por las
Atendido lo anterior, estimamos que resulta procedente el recurso de apelación con respecto
a las resoluciones adoptadas por el juez de garantía en estas materias, en los mismos términos que en la prisión
preventiva.
f) En virtud de lo prevenido por el Art. 158 del CPP son apelables las resoluciones que
negaren o dieren lugar a las medidas cautelares reales contenidas en el Título VI del Libro Primero.
g) El Art. 237 CPP dispone que es apelable la resolución que se pronunciare acerca de la
suspensión condicional del procedimiento, por el imputado, por la víctima, por el Ministerio Público y por
el querellante.
h) El Art. 239 CPP previene que es apelable la resolución del juez de garantía que revocare
la suspensión condicional del procedimiento, ya concedida.
i) El Art. 247 del CPP prescribe que es apelable la resolución del juez de garantía que
decreta el sobreseimiento definitivo de la causa por no haber comparecido el fiscal a la audiencia convocada
en conformidad con lo dispuesto en el mismo artículo.
j) El Art. 253 del CPP, dispone que es apelable la resolución que decreta el sobreseimiento.
k) El Art. 258 del CPP, estatuye que la resolución del juez de garantía que negare lugar a
una de las solicitudes que el querellante formulare en conformidad al mismo artículo, relativo al
forzamiento de la acusación, será inapelable, sin perjuicio de los recursos que procedieren en contra de
aquella que pusiere término al procedimiento.
l) El Art. 271 CPP dispone que es apelable la resolución del juez de garantía que recayere
sobre las excepciones de incompetencia, litis pendencia y falta de autorización para proceder
criminalmente, todas las que deberán adoptarse en la audiencia de preparación del juicio oral.
m) en conformidad con lo prevenido por el Art. 277 del CPP es apelable el auto de apertura
del juicio oral cuando el recurso lo interpusiere el ministerio público por exclusión de alguna de las
pruebas ofrecidas por él.
n) De acuerdo con lo dispuesto en el Art. 406 del CPP, es apelable la sentencia definitiva
que dicte el juez de garantía en el procedimiento abreviado, recurso que deberá concederse también en
ambos efectos.
Como hemos expresado, el recurso de apelación se interpone ante el juez de garantía que
dictó la resolución que se impugna para que lo conozca la Corte de Apelaciones respectiva y ésta será la
correspondiente a la jurisdicción territorial en que se encuentra ubicado dicho juzgado.
Es necesario puntualizar que en un juzgado de garantía pueden funcionar uno, dos o más
jueces de garantía, cada uno de los cuales es un tribunal unipersonal, separado e independiente de los demás.
El Art. 365 del CPP, prescribe que: “El recurso de apelación deberá entablarse ante el mismo juez
que hubiere dictado la resolución y éste lo concederá o denegará.”
El Art. 366 CPP, señala “El recurso de apelación deberá entablarse dentro de los cinco días siguientes
a la notificación de la resolución impugnada.”
Como se trata además de un plazo de días rige la regla del Art. 14 del CPP que dispone que
todos los días y horas serán hábiles para las actuaciones del procedimiento, pero si un plazo venciere en día
feriado, se considerará ampliado hasta las veinticuatro horas del día siguiente que no fuere feriado.
c) Adhesión a la apelación.
De acuerdo con lo prescrito en el Art. 367 del CPP, el recurso debe ser interpuesto por escrito,
con indicación de sus fundamentos y de las peticiones concretas que se formulen.
La exigencia der ser presentado por escrito excluye la posibilidad de interponer el recurso de
apelación en las audiencias orales.
No obstante lo anterior, debe observarse que el Art. 149 del C.P.P., luego de las
modificaciones introducidas por la ley Nº 20.253 de 14 de Marzo de 2008, por excepción, permite la deducción
del recurso de apelación dentro de la audiencia en que el juez de garantía negare o revocare la prisión
preventiva del imputado, dado que prescribe que “El recurso de apelación contra esta resolución deberá
interponerse en la misma audiencia...”
Es preciso señalar que tanto el recurrente como el recurrido deberán referirse a las materias
comprendidas en el recurso, oralmente, cuando les corresponda alegar en la audiencia pública que la Corte de
Apelaciones respectiva les fije para estos efectos. En dicha audiencia podrán hacerse cargo y controvertir lo
expresado por la parte contraria, tanto en los hechos como en el derecho. Asimismo, los ministros de la sala
respectiva de la Corte de Apelaciones podrán dirigirles preguntas para que aclaren sus dichos o los refieran a
una materia concreta.
El Art. 365 CPP, transcrito, refiriéndose al juez de garantía cuya resolución se apela se limita
a señalar, “y éste lo concederá o denegará”.
Nada dijo acerca de la admisibilidad del recurso o en qué casos éste podía ser acogido o
denegado.
Estimamos que, siguiendo las reglas generales del recurso de apelación en materia
procedimental civil -a cuya aplicabilidad ya nos hemos referido- corresponderá al juez de garantía, cuya
resolución se impugna, pronunciarse primeramente acerca de si concede o no el recurso interpuesto.
Para resolver su procedencia examinará los mismos requisitos que en materia civil:
De acuerdo con lo dispuesto en el Art. 368 del CPP, la apelación se concederá en el solo
efecto devolutivo, a menos que la ley señalare expresamente lo contrario.
Lo anterior significa que la resolución apelada puede cumplirse no obstante la concesión del
recurso.
Esta regla guarda relación con la celeridad del procedimiento penal, propósito que podría
verse frustrado con la concesión del recurso en ambos efectos: suspensivo y devolutivo.
Sin embargo, una ley reciente, la Nº 20.253 de 14 de Marzo de 2008, ya mencionada, vino a
modificar esta situación en materia de prisión preventiva, puesto que el inciso segundo de la citada norma
prescribe que “Tratándose de los delitos establecidos en los artículos 141, 142, 361, 362, 365 bis, 390, 391, 433, 436 y
440 del Código Penal, y los de la ley Nº 20.000, que tengan pena de crimen, el imputado no podrá ser puesto en libertad
mientras no se encuentre ejecutoriada la resolución que negare o revocare la prisión preventiva”.
Como puede observarse, en los casos indicados, el imputado contra quien se ha solicitado la
prisión preventiva por el fiscal o el querellante, no podrá ser puesto en libertad, sea que el juez de garantía
El recurso de apelación en contra de esta resolución que niega lugar a la prisión preventiva
del imputado o revoca esta medida cautelar -lo que trae aparejada su libertad- deberá ejercerse por el fiscal o
el querellante en la misma audiencia en que el juez de garantía adopte dicha decisión, gozará de preferencia
para su vista y fallo y será agregado extraordinariamente a la tabla el mismo día de su ingreso al tribunal de
alzada o, a más tardar, a la del día hábil siguiente. Cada Corte de Apelaciones deberá establecer una sala de
turno para conocer de estas apelaciones en días feriados.
El Art. 371 del CPP dispone que una vez concedido el recurso, el juez remitirá al tribunal de
alzada copia fiel de la resolución y de todos los antecedentes que fueren pertinentes para un acabado
pronunciamiento del recurso.
Sobre este particular es útil tener presente las instrucciones impartidas por la Corte Suprema
por acuerdo de su tribunal pleno, a los tribunales del país, mediante Oficio Nº 3264 de 17 de Enero de 2001, al
que ya nos hemos referido.
En dichas Instrucciones se dispone que entre los antecedentes que debe remitir el juez de
garantía a la Corte de Apelaciones respectiva, debe incluirse una certificación acerca de quiénes son los
Intervinientes, debidamente individualizados, sus abogados y apoderados, o si carecen de ellos.
Sobre este particular es útil tener presente que el Art. 41 del CPP dispone que “Las audiencias
ante los jueces con competencia en materia penal se registrarán en forma íntegra por cualquier medio que asegure su
fidelidad, tal como audio digital, video u otro soporte tecnológico equivalente”
De acuerdo con las INSTRUCCIONES impartidas por la Corte Suprema a los tribunales del
país, ya referidas -las que deben aplicarse ante el silencio del Código de Procedimiento Penal sobre esta
materia- una vez que se reciba en la Secretaría de la Corte de Apelaciones respectiva el recurso de apelación
Luego, deberá entregar estos antecedentes al Presidente de la Corte el que, sin esperar la
comparecencia del recurrente, citará a los Intervinientes a una audiencia posterior al quinto día hábil siguiente
al ingreso de los antecedentes para la vista del recurso, a menos que se trate de la apelación relativa a la prisión
preventiva del imputado o de otra medida cautelar personal decretada en su contra, caso en el cual los
antecedentes respectivos serán agregados extraordinariamente a la tabla del día siguiente hábil al de su
ingreso al tribunal, o el mismo día en casos urgentes, de acuerdo con lo dispuesto en el Nº 1º del Art. 69 del
Código Orgánico de Tribunales.
Como puede observarse, en esta parte, las citadas instrucciones alteran el sistema existente
para las apelaciones en materia civil, ya que el Presidente de la Corte deberá fijar una audiencia determinada
para la vista del recurso, la que tendrá el carácter de pública, conforme a lo prescrito por el Art. 358 del C.P.P.,
distribuyendo para este efecto las apelaciones entre las salas de que se componga la Corte.
Pues bien, lo que dispone el Art. 358 del CPP es que “La falta de comparecencia de uno o más
recurrentes a la audiencia dará lugar a que se declare el abandono del recurso respecto de los ausentes. La incomparecencia
de uno o más de los recurridos permitirá proceder en su contra”.
Como puede observarse, la sanción que el Art. 201 del Código de Procedimiento Civil aplica
a las partes que no comparecen al tribunal de alzada a proseguir el recurso interpuesto, lo aplica el Art. 358
del CPP a los recurrentes que no asisten a la audiencia pública en que deberá verse el recurso.
Dos sanciones de igual naturaleza para las partes por su falta de comparecencia al tribunal
de alzada, en dos oportunidades diferentes pero cercanas, parece exagerado.
Cabe hacer notar que el Proyecto del actual Código Procesal Penal, remitido por el Ejecutivo
al Congreso Nacional, disponía en el Art. 395 que las apelaciones y el recurso de casación -antecedente del
recurso de nulidad actual- deberían ser vistos por los tribunales sin esperar la comparecencia de las partes. En
consecuencia, agregaba, no tendría aplicación, en los recursos de apelación y casación en materia penal, lo
dispuesto en el Art. 200 del Código de Procedimiento Civil.
Con el mérito de todo lo expresado, estimamos que el espíritu del legislador fue sancionar la
falta de comparecencia de las partes a la audiencia pública en que debe verse el recurso y no por una supuesta
obligación de hacerse parte ante el tribunal de alzada en el plazo establecido en el Art. 200 del Código de
Procedimiento Civil.
c) Orden de no innovar
Esta orden de no innovar fue instituida en consonancia con el efecto suspensivo establecido
para las apelaciones deducidas en contra de la resolución del juez de garantía que niega o revoca la prisión
preventiva, ya estudiado anteriormente, y tiene por objeto completar las hipótesis en que el imputado podría
gozar de libertad tan pronto le sea notificada una resolución del juez de garantía que lo permite, esto es, antes
de que dicha resolución sea revisada por la Corte de Apelaciones por la vía del recurso de apelación.
Conforme a este objetivo, el inciso tercero actual del Art. 149 del CPP -luego de la
modificación introducida por la ley Nº 20.253 - dispone: “En los casos en que no sea aplicable lo dispuesto en el
inciso anterior, estando pendiente el recurso contra la resolución que dispone la libertad, para impedir la posible fuga del
imputado la Corte de Apelaciones respectiva tendrá la facultad de decretar una orden de no innovar, desde luego y sin
esperar la vista del recurso de apelación del fiscal o del querellante.”
Curiosamente, la ley no señaló el organismo de la Corte que debería practicar este examen, lo
que, como es obvio, planteó de inmediato el problema de su determinación.
Sabemos que, conforme a las normas del Código Orgánico de Tribunales, este examen lo
practica la sala tramitadora o sala de cuenta, cuando hay más de una.
La Corte Suprema, en las instrucciones ya mencionadas, cambió esta regla, disponiendo que
el examen de admisibilidad debería efectuarlo la misma sala que hubiera sido sorteada para conocer de la vista
de la causa, agregando que el conocimiento de los antecedentes del recurso debería tomarlo de la cuenta que
les hiciera un Relator, con anterioridad inmediata a la vista.
Como hemos dicho, en esta materia las Instrucciones referidas se apartan manifiestamente de
las disposiciones de los Códigos de Procedimiento Civil y Penal, por cuanto encomiendan el examen de
admisibilidad a la propia sala que debe conocer el recurso en lugar de la sala tramitadora y porque reponen la
relación, suprimida expresamente por el Código Procesal Penal, aunque solo se trate de una cuenta relativa a
la admisibilidad de la apelación.
Como señalamos, esta audiencia deberá haberse fijado previamente, con toda precisión, por
el Presidente de la Corte, designando por sorteo, la sala a la que deberá corresponderle su conocimiento.
De acuerdo con lo dispuesto por el Art. 358 del CPP, la audiencia deberá comenzar con el
anuncio, tras lo cual, sin mediar relación, el Presidente de la sala deberá otorgar la palabra a el o los
recurrentes “para que expongan los fundamentos del recurso, así como las peticiones concretas que formularen.”
Dicha norma agrega que luego se permitirá intervenir a los recurridos y que, finalmente, “se
volverá a ofrecer la palabra a todas las partes con el fin de que formulen aclaraciones respecto de los hechos o de los
argumentos vertidos en el debate.”
Añade la norma referida que “En cualquier momento del debate, cualquier miembro del tribunal
podrá formular preguntas a los representantes de las partes o pedirles que profundicen su argumentación o la refieran a
algún aspecto específico de la cuestión debatida.”
Como puede advertirse, el precepto parcialmente transcrito sustituye la relación del relator
por los fundamentos de hecho y de derecho que deben formular los abogados de las partes en sus alegatos
verbales, suponiendo que por este medio, además de las preguntas que deseen formularles, quedarán
debidamente instruidos de los antecedentes para resolver el recurso propuesto.
f) Sentencia
Por último el inciso final del citado Art.358 CPP dispone que “Concluido el debate, el tribunal
pronunciará sentencia de inmediato o, si no fuere posible, en un día y hora que dará a conocer a los intervinientes en la
Conviene recordar todo lo que dijimos anteriormente acerca de la competencia específica del
tribunal de alzada y lo prescrito por el Art. 360 del CPP sobre el particular.
20.1.- Concepto
Al igual que en materia procedimental civil es el recurso que tiene por objeto obtener del
tribunal superior que conceda un recurso de apelación denegado por el tribunal inferior; que deniegue una
apelación concedida por aquél; o que la apelación otorgada lo sea en el solo efecto devolutivo o en ambos
efectos.
Atendiendo a su objeto, el recurso de hecho no es otra cosa que una revisión jurídica, por
parte del tribunal superior, de la resolución del juez de primera instancia que provee un escrito de apelación,
teniendo presente que dicho juez pudo haberse equivocado al adoptar dicha resolución.
De acuerdo con el Art. 369 del CPP, el recurso de hecho procede en las cuatro hipótesis
siguientes:
El Art. 369 del CPP, siguiendo el esquema del Código de Procedimiento Civil, establece que
el recurrente de hecho deberá interponer su recurso directamente ante el tribunal superior -que es el que debe
conocer del recurso de apelación- para que éste resuelva si debe o no concederse la apelación y, en caso
afirmativo, cuáles deben ser sus efectos.
El citado Art. 369 estatuye que este plazo será de tres días.
Sin embargo dicha norma no cuidó de precisar la fecha precisa desde la cual debe contarse
este plazo.
Esta solución, por lo demás, permite interponer el recurso de hecho dentro de plazo,
cualquiera que sea el fundamento de su procedencia.
Aun cuando el citado Art. 369 CPP no lo dice expresamente, no cabe dudas, por su contexto,
que el recurso de hecho debe presentarse, por escrito, ante el tribunal que debe conocer de la apelación y que
dicho escrito deberá contener una breve reseña de los fundamentos del recurso y, desde luego, la petición
concreta que se efectúa.
20.6.-Tramitación
Presentado el recurso de hecho, “el tribunal de alzada solicitará, cuando correspondiere, los
antecedentes señalados en el Art. 371 y luego fallará en cuenta. Si acogiere el recurso por haberse denegado la apelación,
retendrá tales antecedentes o los recabará, si no los hubiese pedido, para pronunciarse sobre la apelación.”
Como puede observarse, la tramitación para ambas clases de recurso de hecho, verdadero o
falso, es la misma.
La ley se limitó a decir que este recurso debe fallarse en cuenta, lo que equivale a expresar
que debe fallarse con la sola cuenta del Relator, agregando que si se acogiere el recurso de hecho por haberse
denegado la apelación, retendrá tales antecedentes o los recabará, si no los hubiese pedido, para pronunciarse
sobre el recurso de apelación.
c) Si acogiere el recurso de hecho ejercido para que se conceda una apelación en un efecto
distinto al otorgado, revocará la resolución del juez de garantía, en lo apelado, estableciendo el efecto que
legalmente corresponda, lo que comunicará a dicho juez para que continúe o no el procedimiento o la
ejecución del fallo, según corresponda.
Contenía, en cambio, un recurso de CASACIÓN en sus Arts. 428 a 445, que no hacía
distinción entre casación de forma y de fondo y que había sido concebido como un recurso desformalizado y
con causales amplias y abiertas para facilitar su interposición, esto último, tomando en cuenta que no se había
consultado el recurso de apelación en contra de las resoluciones del tribunal de juicio oral en lo penal. Su
conocimiento y fallo se entregaba en ocasiones a la Corte Suprema y en otras a la Corte de Apelaciones
respectiva.
En cuanto a la forma y plazo para ejercerlo, se disponía que debía ejercerse por escrito dentro
de los quince días siguientes a la notificación de la sentencia impugnada.
Debía ser conocido y fallado en audiencia oral. Si fuera acogido, debía disponerse la nulidad
de la sentencia y la realización de un nuevo juicio oral por el tribunal que correspondiera.
Como fruto de este estudio, se llegó a la conclusión que era menester refundir el recurso de
casación contenido en el Proyecto primitivo y el extraordinario referido recién en uno solo, que fue
denominado recurso de nulidad, privilegiándose la competencia de las Cortes de Apelaciones para su
conocimiento y fallo.
Desde luego, en el recurso de nulidad se precisan de mejor forma las causales que pueden
invocarse, incluyendo, además de los derechos y garantías asegurados por la Constitución Política de la
República, los cautelados por los Tratados Internacionales ratificados por Chile que se encontraren vigentes y
se determinan, también, con mayor precisión, qué recursos deben elevarse a la Corte Suprema y cuáles a las
Cortes de Apelaciones, privilegiando, como se ha dicho, la competencia de estas últimas.
21.2.- Concepto
De acuerdo con lo dispuesto en el Art.372 del CPP, el recurso de nulidad es el que se concede
para invalidar el juicio oral y la sentencia definitiva, o solamente esta última, cuando en cualquiera etapa del
procedimiento o en el pronunciamiento de la sentencia, se hubieren infringido sustancialmente los derechos o
garantías asegurados por la Constitución Política de la República o por los tratados internacionales ratificados
por Chile que se encontraren vigentes; o cuando se hubiere hecho una errónea aplicación del derecho que
hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo; o cuando concurrieren algunos de los
denominados motivos absolutos de nulidad contemplados en el Art. 374 del CPP
El legislador dejó claramente establecido que el recurso de nulidad es el medio para anular o
invalidar: el juicio oral y las sentencias dictadas al final de dicho juicio por el tribunal oral en lo penal, o
solamente estas últimas, cumpliendo de esta manera el mismo objetivo que el recurso de casación en materia
civil. Empero, en materia procedimental penal el recurso de nulidad adquiere una mayor importancia debido a
Conviene señalar que el recurso de nulidad, como todo recurso, se ejerce en contra de
resoluciones judiciales, en este caso, SENTENCIAS DEFINITIVAS, por haber incurrido éstas en infracciones a
las normas constitucionales, a las contenidas en los tratados internacionales ratificados por Chile y
actualmente vigentes o en contra de las demás disposiciones legales, siempre que estas infracciones hayan
influido en lo dispositivo de las sentencias. Pero, también se ejerce en contra de las mismas resoluciones
cuando se han pronunciado en un procedimiento que adolece de vicios u omisiones que, igualmente, debido a
su magnitud y gravedad, han influido sustancialmente en lo dispositivo de las sentencias.
Conviene precisar, finalmente, que el recurso de nulidad sólo procede en contra de las
sentencias definitivas; no puede ejercerse en contra de las sentencias interlocutorias, autos ni decretos.
Como la ley no dio ninguna regla especial para la interposición, tramitación y fallo del
recurso de nulidad en estas dos últimas clases de procedimiento, se concluye que deberán aplicarse, en
general, las normas que sobre este particular se contienen en los Arts. 372 a 387 del CPP.
Recordemos, por último, que la SENTENCIA DEFINITIVA dictada por el juez de garantía
en el procedimiento abreviado sólo puede ser impugnada, conforme a lo previsto en el Art.414 del CPP, por el
recurso de apelación, el que, en este caso, debe concederse en ambos efectos.
El Art. 373 del CPP, que se refiere a las causales genéricas del recurso de nulidad, dispone
que este recurso procederá cuando en el PROCEDIMIENTO o en el PRONUNCIAMIENTO DE LA
SENTENCIA se hubieren infringido sustancialmente derechos o garantías asegurados por la Constitución
Política de la República o por los Tratados internacionales ratificados por Chile, que se encuentren vigentes.
Esta finalidad se encuentra instituida en el mismo artículo 373, referido, el cual dispone que
podrá ejercerse el recurso de nulidad cuando en la dictación de la sentencia se hubiere hecho una errónea
aplicación del derecho que hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo. Ella consiste en
observar un criterio uniforme en la aplicación del Derecho, en general, aparte de la uniformidad en la
aplicación de las normas constitucionales y de las contenidas en los tratados internacionales, exigidas por el Nº
1 del Art. 373, en términos de producir una igualdad entre las partes, favoreciendo, además, una
jurisprudencia igualitaria de los tribunales.
Cabe señalar que, no obstante que en materia civil esta finalidad es propia del recurso de
casación en el fondo, el inciso segundo del Art. 376 del Código Procesal Penal ha entregado su conocimiento a
las Cortes de Apelaciones, alterando el sistema anteriormente vigente.
Las causales del recurso de nulidad, llamadas por el legislador, motivos absolutos de
nulidad, están instituidas en el Art. 374 del CPP y han sido objeto de un tratamiento especial como veremos en
el párrafo correspondiente.
De la simple lectura de estas causales de nulidad aparece una clara correspondencia con
algunas de las causales específicas del recurso de casación en la forma en materia civil, cumpliéndose de esta
manera el doble objetivo que tenía el antiguo recurso de casación penal.
La circunstancia de que no exista un recurso de apelación para revisar las resoluciones del
tribunal de juicio oral en lo penal, incompatible, como se ha dicho, con el nuevo sistema de enjuiciamiento
criminal, debiera convertir al recurso de nulidad en el recurso ordinario para impugnarla.
De lo expresado se sigue que el juicio oral es conocido y fallado en única instancia por el
tribunal penal oral, sin perjuicio de que pueda ser invalidado.
Este recurso implica dar una salida legítima a la situación que pudiera producirse por la falta
de un recurso de apelación frente a la existencia de un procedimiento visiblemente viciado, o de una decisión
manifiestamente injusta.
Una de las características del recurso de nulidad instaurado es la de que, no obstante que es
similar al recurso de casación en materia civil, no distingue entre causales de forma o de fondo como aquél, lo
que habría permitido que pudiera ser dividido o clasificado en dos recursos distintos, si bien similares en
cuanto a sus efectos como en materia civil.
En el nuevo sistema procedimental penal, en cambio, conocen del recurso, tanto la Corte
Suprema como las Cortes de Apelaciones, sin tomar mayormente en cuenta si la causal invocada se refiere a la
forma o al fondo.
Como hemos expresado, el Art. 373 del CPP estableció causales genéricas al tratar de los
objetivos del recurso.
Además debe señalarse que el recurso incorpora, en forma expresa, la infracción de las
normas relativas a los derechos y garantías establecidos no sólo por la Constitución Política de la República
sino que por los Tratados Internacionales ratificados por Chile y que se hallaren vigentes, cuestión esta última
que resulta posible al amparo del Art. 5 de Constitución.
Cabe destacar que, entre los derechos y garantías amparados por el recurso de nulidad, se
encuentra el racional y justo procedimiento que, a su vez, comprende otras garantías, como la igualdad ante la
ley, la existencia de un tribunal imparcial y pre establecido, y la defensa jurídica.
El Art. 160 del mismo Código añade que “Se presumirá de derecho la existencia del perjuicio si la
infracción hubiere impedido el pleno ejercicio de las garantías y de los derechos reconocidos en la Constitución, o en las
demás leyes de la República.”
Como hemos expresado, el Art. 352 con que comienza el Libro III del C.P.P. destinado a los
Recursos, señala que podrán recurrir en contra de las resoluciones judiciales, el ministerio público y lo demás
intervinientes “agraviados por ellas”.
Debemos tener presente que la demostración del perjuicio no será necesaria cuando el
recurso de nulidad se funde en algunos de los motivos absolutos de nulidad, dado que el Art. 374 señala
e) Valoración de la prueba.
Se sostuvo que apreciar bien o mal la prueba no es un aspecto que esté sujeto al control del
tribunal superior por la vía de la nulidad, pero que “otra cosa es la revisión que éste puede hacer acerca de la
relación lógica entre la valoración de la prueba que los sentenciadores hacen y las conclusiones a que llegan en su fallo.”
Como ya hemos señalado, el recurso de nulidad, al igual que la casación civil, no da origen a
una segunda instancia, entendiendo por tal el grado de jurisdicción que permite una doble revisión de los
hechos y del derecho.
De tal manera, el juicio oral se conoce en única instancia. Lo propio acontece con el juicio
simplificado y con el de acción penal privada.
Como hemos dicho, siguiendo el criterio del Ejecutivo, se entregó el conocimiento del
recurso de nulidad a dos clases de tribunales diferentes: la Corte Suprema y las Cortes de Apelaciones,
dependiendo de la causal invocada.
Estudiaremos las causales de nulidad junto con indicar el tribunal que debe conocer de ellas.
El Art. 376 del CPP dispone que este tribunal será competente para conocer del recurso de
nulidad tendiente a invalidar el juicio oral y la sentencia: “Cuando en cualquiera etapa del procedimiento o en el
pronunciamiento de la sentencia, se hubieren infringido sustancialmente derechos y garantías asegurados por la
Constitución o por los tratados internacionales ratificados por Chile que se encuentren vigentes.”
Se trata, por cierto, de causales genéricas de la más alta trascendencia que miran a proteger
los principios y garantías establecidos en la Constitución Política o en los Tratados Internacionales referidos y
que por su naturaleza corresponden a todas las personas, especialmente el “racional y justo proceso”, como se
ha dicho.
Al resolver estas delicadas materias, la Corte Suprema deberá fijar la correcta interpretación,
no solo de las normas constitucionales, fijando su debida interpretación y aplicación, sino que además, estos
mismos extremos con respecto a las normas contenidas en los tratados internacionales, relativos a los derechos
y garantías de las personas, entre los que destacan la Convención Americana de Derechos Humanos, o Pacto
de San José de Costa Rica, y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
a.2) Cuando existen diferentes interpretaciones de un mismo precepto legal por parte de
los tribunales superiores.
El Art. 376 del CPP dispone que corresponderá a la Corte Suprema conocer además del
recurso de nulidad cuando se fundare en haber incurrido la sentencia en una errónea aplicación del derecho
que hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo, en caso que respecto de la materia propuesta
existieren distintas interpretaciones por los tribunales superiores de justicia.
Sin embargo, debe tenerse presente, que si bien, es posible lograr por este medio un mayor
grado de certeza, necesario para dar seguridad y estabilidad a las relaciones jurídicas y a la manera de
entender el sentido y alcance de las normas legales, no debe olvidarse que no forma parte de la tradición ni de
la cultura jurídica chilena, el denominado “precedente” obligatorio, propio del sistema anglo americano, el que
pugnaría con todo el sistema positivo nacional y con la independencia de que gozan legalmente los tribunales
para interpretar la ley y el derecho al resolver una contienda o controversia sometida a su conocimiento.
a.3) Cuando, al menos, una de las varias causales en que se funda el recurso corresponde
legalmente a la Corte Suprema.
El mismo artículo 376 CPP prescribe que igualmente corresponderá a la Corte Suprema el
conocimiento del recurso de nulidad cuando se fundare en distintas causales y una de ellas deba ser de su
conocimiento, o cuando se tratare de distintos recursos de nulidad contra la misma sentencia y entre las
causales propuestas figure una que sea legalmente del conocimiento de dicho tribunal.
Al respecto el inciso final del citado Art. 376 previene: “Del mismo modo, si un recurso se
fundare en distintas causales y por aplicación de las reglas contempladas en los incisos precedentes correspondiere el
conocimiento de al menos una de ellas a la Corte Suprema, ésta se pronunciará sobre todas ellas. Lo mismo sucederá si se
dedujeren distintos recursos de nulidad contra la sentencia y entre las causales que los fundaren hubiere una respecto de la
cual correspondiere pronunciarse a la Corte Suprema.”
El inciso segundo del Art. 376 del C.P.P. dispone que la Corte de Apelaciones respectiva será
competente para conocer del recurso de nulidad:
- Cuando éste se fundare en haberse hecho una errónea aplicación del derecho en la
sentencia que hubiere influido sustancialmente en su parte dispositiva; y
- Cuando se fundare en cualquiera de las causales del Art. 374, que, como expresamos,
contemplan los motivos absolutos de nulidad.
b.1) Cuando el recurso se funde en una errónea aplicación del derecho con influencia
sustancial en lo dispositivo del fallo.
Por otra parte, conviene precisar que la letra b) del Art. 373 del C.P.P. se refiere a la errónea
aplicación del DERECHO, lo que significa que comprende no solo los preceptos legales, codificados o no, sino
que además los Decretos Leyes, los Decretos con Fuerza de Ley, y la costumbre en los casos en que según la ley
constituya derecho.
Como puede observarse, al haber entregado la ley a las Cortes de Apelaciones el recurso de
nulidad cuando éste se funda en una infracción de ley que influya sustancialmente en lo dispositivo del fallo,
innovó profundamente en la situación existente con anterioridad, ya que siempre se estimó -y así lo establecía
el antiguo Código de Procedimiento Penal y lo sigue estatuyendo el de Procedimiento Civil con respecto al
La razón de este profundo cambio de criterio radica en que se estimó por la Comisión de
Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado, que debía darse más énfasis a la función de
gobierno judicial que compete a la Corte Suprema y, en este contexto contemplar la posibilidad que, al menos,
“en lo que concierne al conocimiento de los recursos penales ella quede más aliviada de su carga de trabajo, y
en condiciones de enfrentar de mejor manera los nuevos requerimientos derivados del aumento sustancial de
los tribunales que contempla la reforma”.
Cuando se estudió esta competencia en la citada Comisión, se relacionó esta materia con el
papel de la Corte Suprema. Al respecto, se sostuvo que guiados por el prestigio de ese alto tribunal, “el
constituyente y el legislador han ido entregando cada vez mayores atribuciones, tanto a ella como a los señores
ministros que la integran, cada una de las cuales puede haberse justificado plenamente en su momento, pero lo
cierto es que la acumulación de ellas parece haber excedido los límites que aconsejaría la eficiencia para el
buen cumplimiento de sus funciones esenciales.”
El Art. 374 del CPP, manteniendo el criterio adoptado por el recurso de casación contenido
en el Proyecto primitivo remitido al Congreso por el Poder Ejecutivo, estableció motivos absolutos de nulidad,
de tal manera que la existencia de uno de ellos deviene en que el juicio penal oral o la sentencia dictada en él,
deberán ser necesariamente anulados.
Incluso se concedió a las Cortes, como se ha dicho, la facultad para invalidar de oficio el
juicio penal oral o únicamente la sentencia cuando concurriera alguno de estos motivos, aunque no hubieran
sido invocados por el recurrente, pero siempre que el recurso se hubiere deducido en favor del imputado.
Conforme a lo dispuesto en el Art. 274 del CPP estos motivos absolutos de nulidad son los
siguientes:
La letra anterior, como puede apreciarse, contempla varias situaciones diferentes que miran a
la competencia del tribunal penal oral; a la inhabilitación de los jueces que lo componen por implicancia o
recusación; al número de jueces o de votos necesarios para formar sentencia, o, en fin, a la inasistencia de los
jueces a la integridad de las audiencias del juicio oral. Cualquiera trasgresión a las normas que regulan estas
situaciones constituye una causal de invalidación y autoriza la interposición del recurso de nulidad en contra
de la sentencia dictada por dicho tribunal.
La inhabilitación se refiere, en forma personal, a los jueces que, integrando el tribunal penal,
pronunciaron la sentencia reclamada, no obstante la implicancia o recusación que los afectaba en los casos
indicados en la ley.
Por último, debe señalarse que el Art. 17 del COT se encarga de señalar el número de jueces
que constituyen el tribunal de juicio oral en lo penal; el número de salas de que compone el tribunal respectivo;
la forma de integración de los jueces entre las distintas salas; y la distribución de las causas entre ellas.
Por su parte, el Art.19 del mismo Código, luego de indicar la forma como deben adoptarse
las decisiones en este tribunal colegiado, prescribe que “Sólo podrán concurrir a las decisiones del tribunal los jueces
que hubieren asistido a la totalidad de la audiencia del juicio oral”.
La decisión deberá ser adoptada por la mayoría de los miembros de la sala.”
2º.) “Cuando la audiencia del juicio oral hubiere tenido lugar en ausencia de alguna de las
personas cuya presencia continuada exigen, bajo sanción de nulidad, los Arts. 284 y 286";
Sobre este respecto, el Art. 284 del CPP dispone que “La audiencia del juicio oral se realizará con
la presencia ininterrumpida de los jueces que integraren el tribunal y del fiscal, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo
258. “. Dicha norma agrega que “Cualquier infracción de lo dispuesto en este artículo implicará la nulidad del juicio
oral y de la sentencia que se dictare en él.”
Por su parte, el Art. 286 del CPP dispone que “La presencia del defensor del acusado durante toda
la audiencia del juicio oral será requisito de validez del mismo, de acuerdo con lo previsto en el artículo 103.
La no comparecencia del defensor a la audiencia constituirá abandono de la defensa y obligará al
tribunal a la designación de un defensor penal público de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 106.”
3º.) “Cuando al defensor se le hubiere impedido ejercer las facultades que la ley le
otorga”;
Esta causal no se refiere a la presencia ininterrumpida del defensor en las audiencias que se
han referido en la letra anterior, sino que a las trabas o impedimentos que se le hayan opuesto para ejercer su
labor en defensa de los derechos del imputado. Por ejemplo, ella existiría si le hubiera privado del derecho a
contra interrogar a los testigos de cargo presentados por el Ministerio Público.
4º.) “Cuando en el juicio oral hubiesen sido violadas las disposiciones establecidas por la
ley sobre publicidad y continuidad del juicio;
El Art. 289 del CPP dispone que la audiencia del juicio oral será pública, pero el tribunal
podrá disponer, a petición de parte y por resolución fundada, algunas de las medidas restrictivas a la
publicidad contempladas en la misma disposición, entre ellas, impedir el acceso del público en general u
ordenar su salida para la práctica de pruebas específicas.
El Art. 342 se refiere en estos numerales a los requisitos que debe contener la sentencia que
debe pronunciar el tribunal de juicio oral al término de dicho juicio, relativos: a las consideraciones o
fundamentos del fallo; a la decisión, expresada al final, relativa a la absolución o condena de los acusados por
cada uno de los delitos que la acusación les hubiere atribuido; y al pronunciamiento acerca de la aceptación o
rechazo de la demanda civil intentada.
“c) La exposición clara, lógica y completa de cada uno de los hechos y circunstancias que
se dieren por probados, fueren ellos favorables o desfavorables al acusado, y la valoración de los medios de
prueba que fundamentaren dichas conclusiones de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 297;
d) Las razones legales o doctrinales que sirvieren para calificar jurídicamente cada uno de
estos hechos y sus circunstancias y para fundar el fallo;
e) La resolución que condenare o absolviere a cada uno de los acusados por cada uno de
los delitos que a acusación les hubiere atribuido; la que se pronunciare sobre la responsabilidad civil de los
mismos y fijare el monto de las indemnizaciones a que hubiere lugar.”
6º. “Cuando la sentencia se hubiere dictado con infracción de lo prescrito en el Art. 341";
7º.) “Cuando la sentencia hubiere sido dictada en oposición a otra sentencia criminal
pasada en autoridad de cosa juzgada.”
Sobre el particular debe recordarse el principio consagrado en el Art. 1º, inciso segundo del
CPP que preceptúa, “La persona condenada, absuelta o sobreseída definitivamente por sentencia ejecutoriada, no podrá
ser sometida a un nuevo procedimiento penal por el mismo hecho.”
El Art. 375 del CPP señala, finalmente, que “no causan nulidad los errores de la sentencia
recurrida que no influyeren en su parte dispositiva, sin perjuicio de lo cual la Corte podrá corregir los que advirtiere
durante el conocimiento del recurso.”
El Art. 377 del CPP dispone que si la infracción que motivare el recurso de nulidad se
refiriere a una ley que regule el procedimiento, el recurso sólo será admisible cuando quien lo entable hubiere
reclamado oportunamente del vicio o defecto invocado.
El inciso final del Art. 165 prescribe que la solicitud de nulidad de alguna actuación o
diligencia del procedimiento constituirá suficiente preparación del recurso de nulidad para el caso en que el
tribunal no acoja dicha solicitud.
La misma norma expresa que no será necesaria esta reclamación en los siguientes casos:
- Cuando se tratare de alguno de los motivos absolutos de nulidad señalados en el Art. 374:
- Cuando la ley no admitiere recurso alguno en contra de la resolución que contuviere el
vicio o defecto;
- Cuando ésta hubiere tenido lugar en el pronunciamiento mismo de la sentencia que se
tratare de anular;
- Cuando dicho vicio o defecto hubiere llegado al conocimiento de la parte después de
pronunciada la sentencia.
Como hemos dicho, este recurso se presenta ante el tribunal que hubiere dictado la sentencia
en contra de la cual se dirige: tribunal de juicio oral en lo penal si la sentencia se ha pronunciado para poner
término a un juicio oral o juez de garantía, si dicho fallo ha puesto término a un procedimiento por delito de
acción privada o a uno de carácter simplificado.
En todos los casos indicados, el recurso debe interponerse dentro del plazo de los diez días
siguientes a la notificación de la sentencia practicada a la parte que recurre.
El recurso de nulidad deberá ser deducido por escrito y en él deberán consignarse los
fundamentos y las peticiones concretas que se formulen. Como sabemos, estas últimas determinan la
competencia específica del tribunal superior.
El recurso podrá fundarse en más de una causal y, si así ocurriere, deberá indicarse si se
invocan conjunta o subsidiariamente.
El Art.359 del CPP dispone, además, que el escrito de interposición del recurso es la
oportunidad procesal de que goza el recurrente para ofrecer la prueba que en su concepto es necesaria para
acreditar las circunstancias que constituyeren la causal invocada, agregando que esta prueba deberá recibirse
en la audiencia decretada para la vista del recurso, de acuerdo con las reglas que rigen su recepción en el juicio
oral.
Cabe precisar que el Art. 379 del CPP previene que, interpuesto el recurso, no se podrán
invocar nuevas causales.
El Art. 379 CPP dispone que la interposición de un recurso de nulidad suspende los efectos
de la sentencia condenatoria recurrida; en lo demás, agrega, se aplicará lo dispuesto en el Art. 355 del CPP que
prescribe que la interposición de un recurso en materia procedimental penal no suspende la ejecución de la
decisión impugnada.
Sin embargo, como puede resultar necesario asegurar la presencia del imputado hasta el
momento en que la respectiva resolución sea revisada por el tribunal superior, el tribunal inferior podrá
imponer, entre tanto, algunas de las medidas indicadas en el Art. 155 del mismo Código.
De acuerdo con lo dispuesto por el Art. 380 del CPP, presentado el recurso ante el tribunal
que hubiere pronunciado la sentencia que se impugna, éste se pronunciará de plano sobre su admisibilidad.
- en haberse deducido el recurso en contra de resolución que no fuere impugnable por este
medio; y
- en haberse interpuesto fuera de plazo.
El Art. 381 CPP dispone textualmente: “Concedido el recurso, el tribunal remitirá a la Corte copia
de la sentencia definitiva, del registro de la audiencia del juicio oral o de las actuaciones determinadas de ella que se
impugnaren, y del escrito en que se hubiere interpuesto el recurso.”
De acuerdo con lo dispuesto en el Art. 382 del CPP, y con las instrucciones impartidas por la
Corte Suprema en el Acuerdo de Pleno, a que ya nos hemos referido a propósito del recurso de Apelación, una
vez que ingrese el recurso de nulidad a la Secretaría de la Corte Suprema procedente de la Cortes de
Apelaciones respectiva, el Secretario del tribunal debe certificar la fecha de ingreso en los antecedentes
remitidos por el tribunal a quo y además debe incluirlos en un Libro de Ingreso, asignándoles un número de
orden, con el cual figurarán mientras dure la tramitación en el tribunal superior.
Desde la práctica de estos hechos, y sin que medie notificación, comienza a correr el plazo de
cinco días para que las demás partes:
La adhesión al recurso deberá cumplir con todos los requisitos necesarios para interponer el
recurso de nulidad y su admisibilidad se resolverá de plano.
Sobre este respecto damos por reproducidos los razonamientos expresados para obtener esta
conclusión.
Conforme a lo prescrito en el Art. 383 del C.P.P., una vez transcurrido el plazo señalado, el
tribunal ad quem deberá pronunciarse en cuenta acerca de la admisibilidad o inadmisibilidad del recurso.
Lo declarará inadmisible:
Aún cuando la ley no lo dijo expresamente, se concluye por el contexto y espíritu de las
normas generales relativas a los recursos procesales penales, que una vez que el recurso sea declarado
admisible, el Presidente del tribunal superior deberá fijar determinadamente la fecha en que deberá celebrarse
la audiencia para su vista, resolución que, obviamente, deberá ser notificada a las partes.
c) Casos en que la Corte Suprema está facultada para no emitir decisión acerca de la
admisibilidad del recurso de nulidad por estimar que es incompetente para conocer del recurso.
Esto es, en la errónea aplicación del derecho cuando sobre la materia existieren distintas
interpretaciones sostenidas por fallos diversos emanados de tribunales superiores, y la Corte Suprema
estimare que no existen las distintas interpretaciones invocadas, o, que en caso de existir, ellas no fueren
determinantes para la decisión de la causa; y
c.3) Si en algunos de los casos previstos en el inciso final del Art. 376, la Corte Suprema
estimare que concurre respecto de los motivos de nulidad invocados alguna de las situaciones previstas en
los dos párrafos precedentes.
Como hemos visto, el inciso final del Art. 376 se refiere a dos situaciones diferentes: aquellos
recursos que se fundan en distintas causales de nulidad y una de ellas corresponde a la Corte Suprema, o bien
diferentes recursos con causales distintas, cuando, al menos, una de ellas fuere de la competencia de dicha
Corte.
Pues bien, del texto de la letra c) del Art. 383, expresado en términos algo confusos, aparece
que no obstante que el conocimiento del recurso le correspondería a la Corte Suprema en todos estos casos,
dicho tribunal puede no emitir pronunciamiento sobre la admisibilidad del recurso y remitir los antecedentes a
la Corte de Apelaciones respectiva para que si lo estima admisible, entre a conocerlo y a fallarlo, fundándose
en que algunas de las causales de nulidad invocadas en el recurso constituyen motivos absolutos de nulidad; o
en la circunstancia de que, en su concepto, no existen las distintas interpretaciones de los tribunales superiores
sobre una materia de Derecho, o que aún existiendo, no son determinantes para la decisión de la causa.
Con respecto a la vista del recurso de nulidad rigen las reglas contenidas en los Arts. 356, 357
y 358 del CPP que ya hemos examinado a propósito del estudio de las normas generales sobre los recursos en
materia penal y que, entre otros temas, contienen reglas muy estrictas acerca de la suspensión de la vista.
-Recordemos, además, que la vista deberá hacerse en AUDIENCIA PÚBLICA, fijada con
toda precisión por el Presidente de la Corte, la que se iniciará con el anuncio de la causa en la forma usual y a
la que podrán asistir todos los que lo deseen.
-Enseguida, y sin mediar relación, se otorgará la palabra al recurrente para que exponga los
fundamentos del recurso, así como las peticiones concretas que formulare.
-Finalmente, se volverá a ofrecer la palabra a los intervinientes con el fin de que formulen
aclaraciones respecto de los hechos y del derecho.
El Art. 359 CPP prescribe que, “En caso alguno la circunstancia de que no pudiere rendirse la
prueba dará lugar a la suspensión de la audiencia.”
La sentencia será redactada por el miembro del tribunal colegiado que éste designare y el
voto disidente o la prevención, por su autor.
El Art. 384 prescribe que la Corte Suprema o la respectiva Corte de Apelaciones, deberán
fallar el recurso dentro del plazo de veinte días contados desde la fecha en que hubiere terminado la vista del
recurso.
La sentencia deberá pronunciarse sobre todas las cuestiones controvertidas, salvo que
acogiere el recurso, en cuyo caso podrá limitarse a la causal o causales que le hubieren sido suficientes.
Es importante recordar que el Art. 360 del CPP, al referirse a las decisiones sobre los
recursos, dispone que, “El tribunal que conoce de un recurso sólo podrá pronunciarse sobre las solicitudes formuladas
por los recurrentes, quedándole vedado extender el efecto de su decisión a cuestiones no planteadas por ellos o más allá de
los límites de lo solicitado, salvo en los casos previstos en este artículo y en el artículo 379, inciso segundo”.
1º.) Decisión favorable del tribunal ad quem que recae sobre un recurso de nulidad
interpuesto por un imputado y que eventualmente beneficia a un co imputado que no ha recurrido de
nulidad.
Conforme a lo dispuesto en el inciso del Art. 360, ya citado, “Si solo uno de varios imputados por
el mismo delito entablare el recurso contra la resolución, la decisión favorable que se dictare aprovechará a los demás, a
menos que los fundamentos fueren exclusivamente personales del recurrente, debiendo el tribunal declararlo así
expresamente.”
Como puede observarse, no obstante que alguno de los imputados por un delito
determinado no recurriere de nulidad en contra de una sentencia condenatoria dictada por el tribunal a quo, la
sentencia favorable que pronunciare el tribunal ad quem, fallando un recurso de nulidad interpuesto por otro
de los co imputados, producirá efectos en su favor, salvo que los fundamentos del fallo fueren exclusivamente
personales del recurrente.
El inciso segundo del Art. 379 CPP, mencionado, prescribe que una vez interpuesto el
recurso de nulidad, no podrán invocarse nuevas causales, pero agrega, “Con todo, la Corte de oficio, podrá acoger
el recurso que se hubiere deducido en favor del imputado por un motivo distinto del invocado por el recurrente, siempre
que aquél fuere alguno de los señalados en el artículo. 374.”
Se trata de una clara manifestación del principio pro reo que la ley entrega, en este caso, al
tribunal superior de aquél que falló el juicio oral.
Finalmente, el inciso final del citado Art. 384 dispone que el fallo del recurso se dará a
conocer en la audiencia fijada al efecto, mediante la lectura de su parte resolutiva o de una breve síntesis de la
misma.
Al efecto, el Art. 386 CPP, dispone que, salvo los casos mencionados en el Art. 385, si la Corte
acogiere el recurso de nulidad invalidará la sentencia y el juicio oral; determinará el estado en que quedará el
procedimiento; y ordenará la remisión de los antecedentes al tribunal de juicio oral no inhabilitado que
corresponda, para que éste realice UN NUEVO JUICIO ORAL, incluyendo, por cierto, la dictación de una
nueva sentencia definitiva.
El inciso final de la norma referida previene que no será obstáculo para que se ordene un
nuevo juicio oral la circunstancia de haberse dado lugar al recurso por un vicio o defecto cometido en el
pronunciamiento mismo de la sentencia, cuestión que determinará el tribunal superior.
Como puede observarse, no obstante que el vicio o defecto puede haberse producido en la
sentencia que se impugna, ello no impide al tribunal decretar la invalidación del procedimiento si así lo
estimare.
- que el fallo hubiere calificado de delito un hecho que la ley no considerare tal;
- que el fallo hubiere aplicado una sanción cuando no procediere aplicar pena alguna; y
- que el fallo hubiere impuesto una pena superior a la que legalmente correspondiere.
En todos estos casos, el tribunal deberá dictar, sin nueva audiencia, pero separadamente, la
sentencia de reemplazo que se conformare a la ley. Esta sentencia “reproducirá las consideraciones de hecho,
los fundamentos de derecho y las decisiones de la resolución anulada, que no se refieran a los puntos que
hubieren sido objeto del recurso o que fueren incompatibles con la resolución recaída en él, tal como se
hubieren dado por establecidos en el fallo recurrido.”
El Art. 387 del CPP, prescribe que la sentencia que fallare un recurso de nulidad no será
susceptible de recurso alguno, sin perjuicio del recurso de revisión de esa sentencia firme, cuando sea
condenatoria, que pudiere efectuar la Corte Suprema de acuerdo con lo dispuesto en el Art. 473.
Tampoco será susceptible de recurso alguno la sentencia que se dictare en el nuevo juicio que
deba realizarse como consecuencia de la resolución que hubiere acogido el recurso de nulidad. No obstante, si
esta nueva sentencia fuere condenatoria y la que se hubiere anulado fuere absolutoria, procederá el recurso de
nulidad en favor del acusado en conformidad a las reglas generales.
EN SUMA:
Si el recurso de nulidad ejercido por el imputado es acogido por el tribunal ad quem, deberá
celebrarse un nuevo juicio oral el que terminará, a su vez, por sentencia absolutoria o condenatoria
Esta nueva sentencia no podrá ser impugnada ya por ningún recurso, salvo el de Revisión
por la Corte Suprema.
2º.-Si el primer juicio oral termina por sentencia ABSOLUTORIA, el ministerio Público o
el querellante tienen derecho a ejercer en su contra un recurso de nulidad.
Si este recurso es acogido por el tribunal ad quem, deberá celebrarse un nuevo juicio oral el
que terminará, a su vez, por sentencia absolutoria o condenatoria.
La situación anterior ha llevado a algunos autores a sostener que para que un imputado sea
condenado se requiere un “doble conforme”, lo que, sin duda constituye otra manifestación visible del
principio “pro reo”.
Por otra parte, el fiscal a cargo del caso, deberá recurrir sustancialmente a las mismas
pruebas ya seleccionadas para el primer juicio oral, las que, obviamente serán conocidas para la defensa del
imputado y, por tanto, más fáciles de desvirtuar.
La tarea para el Ministerio público ciertamente será compleja y difícil. Es posible que ya no
cuente con los mismos antecedentes probatorios que en el juicio anterior. Piénsese tan solo en los testigos y
peritos; es posible que algunos de ellos ya no se encuentren disponibles o que, por ser demasiado conocidos de
Es obvio que el ente acusador ya no contará con el elemento sorpresa, o tal vez ya no podrá
utilizar aquellas contra interrogaciones oportunas o afortunadas que formulara a los testigos y peritos
presentados por la Defensa y que por su acierto y oportunidad le produjeron buenos resultados. Es de
suponer, además, razonablemente, que dichas personas se hallarán mejor preparadas para afrontar este contra
interrogatorio.
Un nuevo juicio oral implica, por otra parte, amentar la tarea de los tribunales de juicio oral
en lo penal, ya que los jueces no inhabilitados pertenecientes a dicho tribunal, deberán agendar nuevas
audiencias con respecto a un juicio que ya se hallaba terminado y dedicar un nuevo tiempo para participar en
él y pronunciar una nueva sentencia.
Las consideraciones efectuadas sirven para explicar, en parte, la cantidad mínima de recursos
de nulidad acogidos por los tribunales superiores.
22.1.- Concepto
Es el recurso extraordinario que se interpone ante la Corte Suprema para que dicho tribunal
invalide una sentencia condenatoria, en causa criminal, firme o ejecutoriada, en los casos y con los requisitos
señalados por la ley.
Es el único recurso procesal que puede ejercerse en contra de una sentencia definitiva, firme
o ejecutoriada, motivo por el que algunos autores le niegan el carácter de recurso procesal. Conforme a este
predicamento, el Código Procesal Penal no lo trata dentro del capítulo de los recursos, sino que en la etapa de
la ejecución de una sentencia criminal, tomando en cuenta, además, que mediante su ejercicio lo que se
pretende es enervar el cumplimiento de una sentencia.
El Art. 473 del CPP prescribe que la Corte Suprema podrá rever en forma extraordinaria las
sentencias firmes en que se hubiere condenado a alguien por un crimen o simple delito, para anularlas en los
casos que indica.
En materia criminal, debe tratarse de una sentencia definitiva, que condene a una persona
por crimen o simple delito y que se encuentre firme o ejecutoriada. Este recurso no resultaría procedente si la
sentencia fuere absolutoria o condenare sólo por faltas.
La sentencia condenatoria puede ser dictada por cualquier tribunal, incluso, creemos, por la
Corte Suprema, dado el texto del citado artículo 473 del CPP, que instituye esta revisión y que no hace
distinción alguna. Así lo disponía expresamente el Art.58 del antiguo Código de Procedimiento Penal.
Los casos determinados en que procede este recurso son los siguientes:
2º.-cuando alguno estuviere sufriendo condena como autor, cómplice o encubridor del
homicidio de una persona cuya existencia se comprobare después de la condena;
En verdad, la lectura atenta de esta disposición legal ahorra mayores comentarios. Se trata de
situaciones en que la injusticia de la condena impuesta por la sentencia ejecutoriada que se impugna, se hace
evidente o manifiesta con posterioridad.
En estas circunstancias aparece necesario que se revise la condena impuesta a la luz de estos
nuevos hechos, circunstancias o antecedentes.
El Art. 474 dispone que la revisión de la sentencia firme podrá ser pedida, en cualquier
tiempo, por el Ministerio Público, por el condenado o por el cónyuge, ascendientes, descendientes o hermanos
de éste.
La solicitud debe presentarse directamente en la Secretaría de la Corte Suprema, una vez que
haya quedado ejecutoriada la sentencia que se impugna, para que dicho tribunal la conozca y resuelva,
cualquiera que haya sido el tribunal que la pronunció, incluyendo, como dijimos, la propia Corte Suprema.
El Art. 475 del CPP previene que la solicitud deberá expresar con precisión su fundamento
legal y que deberá a acompañarse a ella copia fiel de la sentencia cuya anulación se pide y los documentos que
comprobaren los hechos en que se sustenta.
Si la causal alegada fuere la de letra b) del Art. 473 del CPP, esto es, cuando alguien se
encuentre sufriendo una condena como autor, cómplice o encubridor del delito de homicidio de una persona
cuya existencia posterior a la condena fuere comprobada, la solicitud deberá indicar los medios con que se
intentare probar que la persona víctima del pretendido homicidio hubiere vivido después de la fecha en que la
sentencia la supone fallecida.
Si la causal invocada fuere la de letra d), esto es, cuando con posterioridad a la fecha de la
sentencia condenatoria, ocurriere o se descubriere un hecho o apareciere algún documento desconocido
durante el proceso, que fuere de tal naturaleza que bastare para establecer la inocencia del condenado, el
peticionario deberá indicar el hecho o el documento cuya existencia no se conoció durante el proceso;
expresará los medios con que se pretendiere acreditar el hecho; y acompañará, en su caso, el documento, o si
no fuere posible, manifestará, al menos, su naturaleza y el lugar y archivo en que se encuentra.
La solicitud que no se conformare con estas exigencias o que adolezca de manifiesta falta de
fundamentos será rechazada de plano por el tribunal, decisión que deberá adoptarse por la unanimidad del
tribunal, según hemos dicho.
De acuerdo con lo dispuesto en el Art. 477 del CPP, la solicitud de revisión no suspenderá el
cumplimiento de la sentencia impugnada.
22.8.-Tramitación de la solicitud
El inciso final del Art. 475 prescribe que, vista la causa en la forma ordinaria, se fallará sin
más trámite.
Conforme a lo prescrito por el Art. 478, la resolución de la Corte Suprema que acogiere la
solicitud de revisión, declarará la nulidad de la sentencia impugnada.
Asimismo, cuando hubiere sido pedido y existiere mérito bastante, la Corte podrá
pronunciarse de inmediato sobre la procedencia de la indemnización a que se refiere la letra i) del Nº 7 del Art.
19 de la Constitución Política de la República.
Igualmente, si la sentencia de la Corte Suprema o, en caso de que hubiere nuevo juicio, la que
pronunciare el tribunal de que conociere de él, comprobare la completa inocencia del condenado, éste podrá
solicitar que dicha sentencia se publique en el Diario Oficial a costa del Fisco y que se devuelvan, por quien las
hubiere percibido, las sumas de dinero que hubiere pagado en razón de multas, costas e indemnización de
perjuicios en cumplimiento de la sentencia anulada, esto último, en consonancia con lo prescrito por la letra i)
del Nº 7 del Art. 19 de la Constitución Política de la República.
El cumplimiento del fallo en lo atinente a las acciones civiles que emanan de él será conocido
por el juez de letras en lo civil que corresponda, en juicio sumario.
Los mismos derechos corresponderán a los herederos del condenado que hubiere fallecido.
Además, la sentencia ordenará, según el caso, la libertad del imputado y la cesación de las
inhabilitaciones impuestas.
Si el ministerio público resolviere formalizar la investigación de los mismos hechos sobre los
cuales recayó la sentencia anulada, el fiscal acompañará en la audiencia respectiva copia fiel del fallo que
acogió la revisión efectuada.
De acuerdo con lo dispuesto en el Art. 159 del CPP, se trata de “actuaciones o diligencias
judiciales defectuosas del procedimiento que ocasionaren a los intervinientes “un perjuicio reparable
únicamente con la declaración de nulidad”, por cuyo motivo deben ser anuladas.
Precisamente, para evitar la posible indefensión que pudiera sufrir alguno de los
intervinientes a causa de estas actuaciones o diligencias defectuosas es que se le confiere al interviniente
perjudicado el derecho para solicitar su invalidación.
Incluso, como veremos, es posible que el tribunal pueda decretar dicha anulación.
El Art. 161 del CPP, estatuye que la nulidad de actuaciones procesales verificadas durante la
etapa de investigación no podrá solicitarse después de la celebración de la audiencia de preparación del juicio
oral. Las que se presenten con posterioridad serán declaradas inadmisibles.
Es necesario tener presente que cuando se trata de un vicio o defecto ocurrido con motivo de
la dictación de una sentencia o en la sentencia misma, la única forma de reclamar es interponiendo un recurso
de nulidad siempre que el vicio o defecto se encuentre contemplado como una de las causales de dicho
recurso.
Por otra parte, y toda vez que se trata vicios u omisiones de las diligencias o actuaciones del
procedimiento, no será posible ejercer este derecho con respecto a los actos de investigación realizados por el
Ministerio Público o bajo su dirección.
El citado Art. 159, definiendo el elemento PERJUICIO expresa que éste existe “cuando la
inobservancia de las formas procesales atenta contra las posibilidades de actuación de cualquiera de los intervinientes en el
procedimiento.”
Ello es así en razón de que una actuación o diligencia defectuosa o viciada es susceptible de
producir un perjuicio en los derechos que la ley asigna a los intervinientes, ocasionando con ello su
INDEFENSIÓN que es lo que la ley trata de evitar. Obviamente este perjuicio deberá ser demostrado por el
interviniente que se estima perjudicado, pero no solo su existencia sino que además la circunstancia de que no
existe otra manera de subsanarlo que decretando la nulidad de la actuación o diligencia defectuosa.
Con respecto a este punto debe tenerse presente que el Art. 160, mencionado, prescribe que
“Se presumirá de derecho la existencia del perjuicio si la infracción hubiere impedido el pleno ejercicio de las garantías y
de los derechos reconocidos por la Constitución, o en las demás leyes de la República.”
Del concepto proporcionado por la ley para ambas instituciones se desprende una similitud
manifiesta en los casos en que el recurso de nulidad se funda precisamente en vicios o defectos de actuaciones
procesales.
En ambos tipos de reclamaciones la actuación viciada acarrea un perjuicio cierto para alguno
de los intervinientes que sólo es posible remediar mediante su invalidación o la de todo el procedimiento en el
caso del recurso de nulidad.
La mejor demostración de la similitud referida la constituye la letra del inciso final del Art.
165 del C.P.P., que previene: “La solicitud de nulidad constituirá preparación suficiente del recurso de nulidad para el
caso que el tribunal no resolviere la cuestión de conformidad a lo solicitado.”
El Art. 161 del CPP prescribe que la solicitud de nulidad deberá impetrarse por escrito, de
manera fundada e incidental, dentro de los cinco días siguientes a aquel en que el perjudicado hubiere tomado
conocimiento fehaciente del acto cuya invalidación pretende, a menos que el vicio se hubiere producido en una
actuación verificada en una audiencia, pues en tal caso deberá pedirse verbalmente antes del término de la
misma audiencia.
Dicha norma agrega, como hemos visto, que no se podrá pedir la nulidad de actuaciones
verificadas durante la etapa de investigación después de la celebración de la audiencia de preparación del
juicio oral; ya que en caso contrario será declarada inadmisible, según se ha dicho.
El Art. 162 del CPP, prescribe que “Sólo podrá solicitar la declaración de nulidad el interviniente en
el procedimiento perjudicado por el vicio y que no hubiere concurrido a causarlo.”
De lo expresado aparece que la calidad de interviniente es la que legitima a una persona para
solicitar la declaración de nulidad de una actuación del procedimiento; un tercero no podría impetrarla.
Por otra parte, se requiere que este interviniente haya sufrido un perjuicio a causa de la
actuación viciada que reclama.
Si no existiera perjuicio o éste pudiera ser remediado en otra forma, la petición de nulidad
será desestimada inadmisible por el tribunal.
Finalmente, debe señalarse que, al igual que la exigencia contenida en el Art. 83 del Código
de Procedimiento Civil, el reclamante no debe haber concurrido a la materialización del vicio o defecto que
invoca.
El Art. 163 del CPP prescribe que si el tribunal estimare que se ha producido un acto viciado
y la nulidad no hubiere sido saneada, deberá poner este hecho en conocimiento del interviniente que pudiere
resultar perjudicado, a fin de que proceda como creyere conveniente a sus intereses, a menos que se tratare de
alguna de las nulidades contempladas en el Art. 160, caso en el cual podrá declararla de oficio.
Como dijimos, el Art. 160 del CPP establece una presunción de derecho en el sentido de que
la existencia del perjuicio, necesario para recabar la solicitud de nulidad, no requiere ser demostrada por el
interviniente, basta que la actuación viciada le “hubiere impedido el pleno ejercicio de las garantías y de los derechos
reconocidos en la Constitución o en las demás leyes de la República.”
Recordemos que con respecto al recurso de nulidad, el Art. 379 del C.P.P., faculta a la Corte
respectiva, para que, ACTUANDO DE OFICIO, pueda acoger el recurso de nulidad interpuesto en favor del
imputado por un motivo distinto del invocado por éste cuando se tratare de alguno de los motivos absolutos
de nulidad contemplados en el Art. 374 del mismo Código.
Es necesario tener presente que en las dos situaciones descritas anteriormente, en que el
tribunal puede invalidar de oficio actuaciones del procedimiento, la ley le confiere una facultad que éste puede
o no utilizar. Se trata de una facultad; no de una obligación, de tal manera que el legislador deja entregado a
criterio de éste adoptar o no una decisión semejante.
El tribunal, al declarar la nulidad, deberá determinar en forma concreta cuáles son los actos a
que ella se extendiere y, siendo posible, ordenará que se renueven, rectifiquen o ratifiquen.
En todo caso, como no es posible que el efecto extensivo de la nulidad se haga indefinido, el
inciso tercero del Art. 165 del CPP, dispone que la declaración de nulidad no podrá retrotraer el procedimiento
a etapas anteriores, a pretexto de la repetición del acto, rectificación del error o cumplimiento del acto omitido.
De esta manera, agrega, “si durante la audiencia de preparación del juicio oral se declarare la nulidad de actuaciones
judiciales realizadas durante la etapa de investigación, el tribunal no podrá ordenar la reapertura de ésta”.
La misma norma añade que “las nulidades declaradas durante el desarrollo de la audiencia del
juicio oral no retrotraerán el procedimiento a la etapa de investigación o a la audiencia de preparación del juicio oral”.