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El núcleo de la célula huma

El núcleo suele ser el organelo más evidente de la célula, y es el que contiene la mayor parte del
ácido desoxirribonucleico (DNA), ya que una pequeña parte se encuentra en las mitocondrias.
La función del núcleo es mantener la integridad del material genético: el DNA nunca sale del
núcleo, así que dentro de él se llevan a cabo todas las funciones metabólicas de esta
biomolécula, es decir, ahí se lleva a cabo la transcripción, la síntesis y la reparación1-3. En la
interfase, cada célula somática humana contiene en su núcleo 46 cromosomas conformados por
46 hebras de ADN lineal, que suman un total aproximado de 2,000,000 de pares de bases. Si se
hiciera una sola hebra de DNA con esos 46 cromosomas, se obtendría un finísimo hilo de 2
metros de longitud. Todo este DNA está contenido en un pequeño núcleo que mide 5
micrómetros de diámetro en promedio. Para lograr esta hazaña, la célula confina al DNA dentro
del núcleo y lo compacta, desde la doble hélice hasta el cromosoma metafásico.

El núcleo visto con el microscopio de


campo claro

La “envoltura nuclear” está formada por la membrana nuclear externa, el espacio


perinuclear, la envoltura nuclear interna y los complejos del poro nuclear.
La membrana nuclear externa es una continuación del retículo endoplásmico rugoso,
por ello es común encontrar ribosomas adosados a su superficie.
La membrana nuclear interna es la membrana que está asociada con la superficie
interna del núcleo, a ella se ancla el núcleoesqueleto. Los poros nucleares son espacios
en ambas membranas, estos poros están ocupados por proteínas y juntos, el poro y las
proteínas, conforman al “complejo del poro nuclear”.
El “núcleoesqueleto” es el “citoesqueleto” del núcleo, está compuesto por láminas
nucleares (A y B, principalmente) que son proteínas de la familia de los filamentos
intermedios. Las láminas nucleares constituyen una red proteica que se encuentra
asociada a la membrana nuclear interna.
El “nucléolo” es un organelo que está dentro del núcleo. En el nucléolo se lleva a cabo
la síntesis y el ensamblaje de las subunidades ribosomales. Es un organelo altamente
basófilo, porque es una zona rica en RNA ribosomal. La información genética necesaria
para hacer RNA ribosomal y proteínas ribosomales, se encuentran en los cromosomas
organizadores nuclecolares.
La “matriz nuclear” es el “citoplasma” de este organelo, en ella se encuentran
metabolitos y proteínas como las polimerasas. La “cromatina” es el DNA y sus proteínas.
asociadas (principalmente histonas). Dentro del núcleo, la cromatina está en dos
estados de compactación diferentes: en forma de cromatina laxa, denominada
“eucromatina” y la cromatina compacta o condensada llamada “heterocromatina”.

¿Por qué el núcleo se ve azul-morado?

El DNA al ser una biomolécula de naturaleza ácida se tiñe con el componente básico
(hematoxilina) de la tinción convencional (H-E: hematoxilina-eosina). Sin embargo, las
características tintoriales del núcleo se observan de acuerdo con la actividad metabólica de la
célula, ya que la heterocromatina se tiñe intensamente y la eucromatina se observa pálida. La
heterocromatina constitutiva se observa como una línea intensamente teñida en la periferia del
núcleo, ya que este tipo de cromatina tiene funciones estructurales, es decir, se asocia con el
núcleoesqueleto. Esta cromatina es muy importante, porque al no tener actividad
transcripcional (genes) cuando esta cromatina sufre daños, éstos pueden ser reparados, y si hay
errores durante la reparación, la célula no tiene consecuencias graves.

Y ahora ¿cómo entender el paso de la histología a la bioquímica?

La sección anterior explica las características del núcleo cuando la célula está en interfase. Pero
cuando la célula va a entrar en la fase de división celular, además de generar nuevos organelos
para repartirlos de manera equitativa entre las células hijas, también debe duplicar su material
genético, ya que cada célula nueva, debe contener un juego completo, y de preferencia perfecto,
de cromosomas (46 en células somáticas y 23 en células germinales). El ciclo celular se divide en
las fases G1, S, G2 y M (mitosis). G1 es el período durante el cual la célula sintetiza biomoléculas
y crece. La fase S se caracteriza porque la célula sintetiza una copia exacta de su DNA; este
proceso no modifica el aspecto del núcleo. En esta fase también se duplica el centrosoma y los
dos centriolos. La fase G2 es período de crecimiento y de revisión: todo debe estar perfecto para
iniciar el proceso de división. La fase M a su vez se divide en 5 etapas: profase, prometafase,
metafase, anafase y telofase.

La profase se distingue porque en el núcleo se vuelve evidente que la cromatina se está


condensando en su forma de cromosomas. La prometafase se caracteriza por la desaparición de
la envoltura nuclear. Durante la metafase la cromatina se encuentra en su máximo nivel de
compactación, es decir en forma de cromosomas metafásicos, que se alinean en el ecuador de
la célula. Durante la anafase, las dos cromátidas que conforman a cada cromosoma, son
separadas y conducidas por el huso mitótico hacia los polos. La telofase es el período en el cual
se forman nuevas envolturas nucleares, los cromosomas de las células hijas se descondensan, y
forman regiones heterocromáticas y eucromáticas iguales a las de la célula que las originó.

El ojo bioquímico observando al núcleo celular


En cada hebra de DNA hay un hexámero de DnaB, que permite que se lleve la replicación en
ambas direcciones. Para evitar que las cadenas de DNA se vuelvan a unir, interviene una nueva
enzima SSBP (proteína de unión de cadena sencilla), que impide que se cierre el DNA y pueda
avanzar la burbuja de replicación, pero cada giro en la molécula genera tensión sobre la hebra
por lo que es necesario que una topoisomerasa DNA girasa vaya liberando la tensión de la
horquilla de replicación. Para poder completar la replicación se requiere que se genere una
plantilla, por lo cual cuando la Dna B avanza se une a ella Dna G (primasa) que se encarga de
sintetizar un cebador (plantilla) o “primer” de RNA siendo éste de 10 a 12 ribonucleótidos y
aporta el extremo 3’-OH para que la DNA polimerasa pueda unir los demás desoxinucleótidos.
Se han caracterizado cinco DNA polimerasas (DNA Pol):

DNA Pol I: lleva a cabo la reacción de polimerización en dirección 5’ - 3’. Tiene actividad
de exonucleasa en ambas direcciones y se encarga de eliminar y reemplazar a los
“primers de RNA”. DNA Pol II: tiene actividad de polimerización 5´- 3´, pero carece de
actividad de exonucleasa 5’-3’. Repara al DNA.
DNA Pol III: Elonga a la cadena de DNA y tiene actividad de polimerización 5’ - 3’.
DNA pol IV: Repara al DNA y tiene actividad de polimerización 5’- 3’, pero no tiene
actividad de exonucleasa.
DNA pol V: solo tiene actividad de polimerización 5’- 3’ y se encarga de reparar daños
en el DNA.

¿La célula puede tener errores al replicar su DNA?

El DNA es susceptible (al igual que las otras biomoléculas) a presentar daños en su estructura
como consecuencia de una gran diversidad de factores. Uno de los problemas que esto conlleva,
es que cuando la célula se divide, puede heredar estos daños a las células hijas. “Genotoxicidad”
es el término que se utiliza para designar al daño que sufre el DNA. Los agentes que pueden
provocar daño, son “agentes genotóxicos”: la generación de daño al ADN es considerado como
un evento inicial importante en la carcinogénesis, porque es más probable que las células con
DNA dañado desarrollen mutaciones después de la exposición a los agentes genotóxicos Hoy
día, se utilizan diferentes pruebas, con un alto grado de sensibilidad para evaluar diversos tipos
de daño al DNA. Existe una considerable batería de técnicas para la detección de efectos
genotóxicos tanto in vitro como in vivo en sistemas celulares procarióticos y eucarióticos que
son utilizadas para evaluar diferentes agentes ya sea en condiciones experimentales,
ambientales u ocupacionales.

Los reticulocitos, con el tiempo, degradan al RNA y contienen primordialmente hemoglobina,


entonces se conocen como eritrocitos normocrómicos (ENC) o eritrocitos maduros. Los
reticulocitos y los ENC se tiñen de manera diferencial cuando se fluorocromizan con NA. Los
reticulocitos son células que tienen menos de 24 h de haber sido liberadas a la circulación, por
lo tanto, el fluorocromo al interaccionar con el RNA de los ribosomas, emite fluorescencia rojo-
naranja, por tanto, pueden ser distinguidos fácilmente de los maduros que no emiten
fluorescencia, debido a que éstos no presentan ningún tipo de ácido nucleico en su citoplasma.
Los MN son el resultado de daño cromosómico o daño en el aparato mitótico de los

eritroblastos.
El ciclo de división celular es el mecanismo a través del cual todos los seres vivos se propagan.
En los organismos unicelulares la división celular implica una verdadera reproducción, ya que
por este proceso se producen dos células hijas que maduran y se convierten en dos individuos
distintos. En los organismos multicelulares se requieren muchas más secuencias de divisiones
celulares para crear un nuevo individuo; la división celular también es necesaria en el cuerpo
para reemplazar las células perdidas por desgaste, mal funcionamiento o por muerte celular
programada. Es importante señalar que, en las células somáticas, las células producidas son
genética, estructural y funcionalmente idénticas tanto a la célula materna como entre sí, a
menos que hayan sufrido mutaciones. Las células nuevas heredan un duplicado exacto de la
información “hereditaria” (genética) de la célula “materna” (madre). Para que esto se lleve a
cabo es necesario que la célula coordine un conjunto complejo de procesos citoplasmáticos y
nucleares.

En las células eucariotas, el problema de dividir exactamente el material genético es muy


complejo por la serie de procesos que deben ocurrir para lograr este objetivo. La solución a este
problema está dada por un conjunto de pasos llamado ciclo celular, el cual a su vez se divide en
dos estados: mitosis e interfase.

Antes de que una célula pueda comenzar la mitosis y dividirse efectivamente debe duplicar su
ADN cromosómico, sintetizar mayor cantidad de histonas y otras proteínas asociadas al ADN de
los cromosomas, producir una reserva adecuada de organelas para las dos células hijas y
ensamblar las estructuras necesarias para que se lleven a cabo la mitosis y la citocinesis. Estos
procesos preparatorios ocurren durante la interfase, que a su vez se divide en tres etapas: G1,
S, G2.

El inicio de un nuevo ciclo: fase G1. La fase G1 que sigue a la citocinesis y precede a la fase S es
un período de actividad bioquímica intensa. La célula incrementa el material enzimático, sus
organelos se replican, así como otras moléculas y estructuras citoplasmáticas también
aumentan en número; en consecuencia, la célula aumenta en tamaño. Algunas estructuras son
sintetizadas por la célula; entre estas se encuentran microtúbulos, microfilamentos de actina y
los ribosomas, los cuales están compuestos por subunidades proteicas. Las estructuras
membranosas como el aparato de Golgi, los lisosomas, las vacuolas y las vesículas se derivan del
retículo endoplásmico, el cual se renueva y aumenta en tamaño por la síntesis de proteínas y
lípidos. También hay replicación de mitocondrias y cloroplastos previamente existentes.

Senescencia celular: fase Go. El estado de Go es de reposo y ausencia de crecimiento, que difiere
de todos los estados que experimenta el ciclo celular. La ausencia de factores de crecimiento
apropiados lleva a las células a una especie de latencia en el ciclo celular, en el cual el sistema
de control no avanza a través de G1, ya sea porque es incapaz o porque no lo necesita; además,
si se suprimen los nutrientes a la célula, ésta no podría proseguir con el ciclo.
Fase S: síntesis
La replicación del ADN comienza cuando la célula adquiere el tamaño suficiente, las proteínas
necesarias se han sintetizado y se tiene el ATP necesario. Dado que el ADN lleva la información
genética de la célula, antes de la mitosis debe generarse dos juegos o complementos de ADN
idénticas para ser repartidas entre las dos células hijas. Durante la interfase el ADN asociado a
las histonas constituye la cromatina, que se encuentra desenrollada en largas y delicadas hebras.
El ADN es una doble hélice que durante la replicación se abre y cada cadena es utilizada como
molde para la producción de una nueva doble cadena, que queda unida a la original y que sirve
como guía. Por esta razón, la replicación del ADN se denomina semiconservativa. Estas dos
dobles cadenas de DNA quedan unidas por el centrómero hasta la mitosis, recibiendo el nombre
de cromátides hermanas. El proceso clave de la replicación del ADN ocurre durante la fase S
(síntesis) del ciclo celular, momento en el cual las histonas (H1, H2a, H2b, H3 y H4) y otras de las
proteínas asociadas al ADN son sintetizadas (ADN polimerasas, ligasas, topoisomerasas entre
otras).

Fase G2
Durante la fase G2 ocurre la preparación para la mitosis en la cual se producirá repartición
equitativa del material genético; todos los organelos y la maquinaria necesaria esencial para la
división de la célula progenitora en dos células hijas idénticas en contenido, aunque de menor
tamaño, se adquieren en esta etapa. La cromatina recién duplicada, que está dispersa en el
núcleo en forma de cordones filamentosos, comienza a enroscarse lentamente y a condensarse
en una forma compacta llamada cromosoma; además, la célula realiza una confirmación
completa del ADN duplicado anteriormente. Durante este periodo la célula empieza a ensamblar
las estructuras especiales requeridas para asignar un conjunto completo y equitativo de
cromosomas a cada célula hija lo cual se desarrollará durante la mitosis.

Duración del ciclo celular


La duración del ciclo celular presenta variaciones de un tipo de célula a otra y entre las especies
(tabla 1).3 Existen tres tipos o clases de células básicamente en el organismo: la primera clase
con alta especialización estructural como las células nerviosas, las células musculares y los
eritrocitos que maduran y pierden su capacidad de división. La segunda clase, que normalmente
no se divide, pero que puede iniciar un ciclo de división celular como respuesta a un estímulo
apropiado; ejemplo de ellas, los hepatocitos y linfocitos. La tercera clase de células, con un alto
nivel de división celular, tales como las células epiteliales, entre otras.
Regulación del ciclo celular

Los procesos básicos tales como la replicación del ADN, la mitosis y la citocinesis se ponen en
marcha mediante un sistema de control central del ciclo celular. Éste es un dispositivo
bioquímico que actúa cíclicamente, compuesto por un conjunto de proteínas interactivas y
dependientes entre sí que inducen y coordinan los procesos subordinados básicos (aquellos
procesos que ocupan una posición inferior en la jerarquía del control del ciclo celular) que
duplican y dividen los contenidos de la célula. Durante un ciclo celular típico, el sistema de
control está regulado por unos factores de retraso que pueden parar el ciclo en unos puntos de
control determinados. En ellos existen señales de retroalimentación que pueden retrasar el
propio sistema de control, evitando que se desencadene el proceso siguiente sin que el anterior
haya terminado adecuadamente.

Factor promotor de la fase M: FPM

También conocido como factor promotor de la maduración, actúa como inductor para mitosis y
para el mantenimiento e iniciación de la profase. Corresponde al punto de control G2 del ciclo
celular. El FPM consta de dos subunidades: una subunidad catalítica llamada kdc (p34 en los
mamíferos y cdc2 en levaduras), que lleva a cabo la transferencia de grupos fosfatos del ATP a
residuos específicos de serina y treonina. Otra subunidad reguladora (ciclina) llamada p45
necesaria en la función de la cinasa con sustratos apropiados. Los nombres específicos de estas
subunidades varían de una especie a otra.

Activación En levaduras la ciclina del FPM, aunque es necesaria, no es suficiente para activar la
cdc2; sin embargo, una vez adherida a la ciclina B durante la interfase, la cdc2 se convierte en
sustrato para dos proteínas cinasas. La primera cinasa fosforila un residuo tirosina cerca del lugar
catalítico de cdc2, bloqueando su actividad cinasa e impidiendo que actúe prematuramente
como FPM. La segunda cinasa fosforila un residuo de treonina en otra región de la molécula de
cdc2; en este momento el FPM continua inactivo. Este último fosfato permanece mientras el
primero es retirado de la tirosina (desfosforilación) por una fosfatasa, quedando así el complejo
FPM activo. La función de la fosfatasa sobre el fosfato unido a la tirosina mantiene la relación
entre la activación y la inactivación del FPM con lo cual controlan el inicio de mitosis. La segunda
cinasa fosforila un residuo de treonina en otra región de la molécula de cdc2; en este momento
el FPM continua inactivo. Este último fosfato permanece mientras el primero es retirado de la
tirosina (desfosforilación) por una fosfatasa, quedando así el complejo FPM activo. La función
de la fosfatasa sobre el fosfato unido a la tirosina mantiene la relación entre la activación y la
inactivación del FPM con lo cual controlan el inicio de mitosis.

Las ciclinas se caracterizan porque se acumulan de manera continua durante la interfase hasta
la transición metafase-anafase, donde se destruyen progresivamente. Esto nos demuestra que
la destrucción de la ciclina inactiva el FPM y permite también la salida de la célula de la mitosis.
Con un umbral bajo de ciclinas se aumentan las posibilidades de inactivación, lo que explica que
la relación ciclina-activación es directamente proporcional. La destrucción de la ciclina se lleva a
cabo por una proteólisis. Este proceso necesita una secuencia señal en la cadena polipeptídica
de ciclina, que dirige a la molécula a su degradación (proporcionando un lugar de unión de la
ubiquitina) y que depende de la activación o inactivación del FPM; es necesario que haya esa
proteólisis de la ciclina para la entrada a la interfase.

Control principal en G1: punto de inicio

Corresponde al punto de control principal en ciclo celular. Si la célula supera dicho inicio,
también superará el punto de control de entrada a la mitosis una vez ha completado la fase S.
Este punto, como el paso por el punto de control G2, depende de una cinasa dependiente de
ciclina. Para que la célula supere este punto se necesitan tres condiciones:

- Tamaño adecuado de la célula.

- Disponibilidad de alimento.

- Demandas reproductivas. Si en algún momento unas de estas fallas, el sistema de control se


detiene para proporcionar tiempo al crecimiento.

Para el control de estos procesos se ha encontrado una proteína, la cdc2, que tiene distintas
actividades en los dos puntos de control importantes y que se asocia con dos diferentes ciclinas.
En G2 se asocia con una ciclina para formar el FPM; mientras en G1 se asocia con la ciclina G1
para formar el complejo cinasa de inicio. Las ciclinas con las cuales se únela cdc2, determinan
las proteínas blanco que se van a fosforilar y dirigir la actividad metabólica de G1 y no el cdc2.2,
33, 38, 39 La ciclina G1 posee tres fenotipos (dependiendo del organismo) que le permiten
superar el paso de inicio, aunque con uno o dos de ellos ya puede lograrlo de manera rápida
definitiva e irreversible. El estímulo para la producción de estas ciclinas es por retroalimentación
positiva, pues cuando una ciclina G1 se una a la cinasa cdc2, crean un complejo activo que induce
la transcripción de los genes para formar las otras dos ciclinas y estas a su vez se unen a la cinasa
cdc2, activando nuevamente esta vía para incrementar su producción. Una vez la célula haya
pasado del inicio, las ciclinas G1 como las G2 desaparecen de la célula hasta que no vuelve a sus
fases correspondientes. En el punto de inicio también actúan proteínas que se denominan de
forma distinta entre las especies.

En esta fase el tamaño celular y la talla determinada es la condición indispensable para superar
el inicio; así pues, las células que en este punto poseen un tamaño pequeño tomarán más tiempo
en pasar este control, mientras aquellas que son muy grandes superaran G1 más rápido de lo
normal. Los factores ambientales regulan el paso por el inicio, pues una deficiencia en nutrientes
y factores de transcripción reduce la producción de ciclinas respecto a su degradación, lo que
disminuye su concentración. Como consecuencia, la célula no podrá alcanzar el umbral para la
unión ciclina-cdc2 y así desencadenar la destrucción de la cinasa de inicio. La replicación del DNA
requiere de un complejo enzimático como DNA polimerasas, ligasas, topoisomerasas, etc., para
la síntesis de nucleótidos, estructuras proteicas como las histonas, entre otras. Los genes de
estas proteínas se transcriben en la fase S, exceptuando a las histonas que permanecen durante
todo el ciclo. Aparentemente la activación de la transcripción de estas proteínas se debe a la
acción de la cinasa de inicio. Sin embargo, no está muy claro su método de acción, pues no se
conoce con certeza cómo actúa la cinasa de inicio, si mediante fosforilación de los componentes
reguladores para activar esta maquinaria o en la fase S desencadena la fabricación de ésta.

Mitosis
Durante la mitosis la cromatina se condensa para formar cromosomas, la membrana nuclear se
rompe, el citoesqueleto se organiza para formar el huso mitótico y los cromosomas se mueven
a los polos opuestos. La segregación cromosómica es seguida usualmente por la división celular
(citoquinesis).

Muchos de los detalles de la mitosis varían de unos organismos a otros; sin embargo, la mitosis
está dividida convencionalmente en cuatro etapas -profase, metafase, anafase, telofase-, las
cuales tienen como función realizar los movimientos necesarios para repartir equitativamente
el material genético. La ruptura de la envoltura nuclear marca el inicio de la profase. Cada
cromosoma está formado por dos cromátides dispuestas muy juntas longitudinalmente y
conectadas por el centrómero. Durante la metafase los pares de cromátides de mueven dentro
del huso y finalmente se dispone en el plano medial de la célula. En la anafase las cromátides
hermanas se separan bruscamente y son conducidas a los polos opuestos del huso, mientras
que el alargamiento del huso aumenta la separación entre los polos, cada cromátida se
transforma en un cromosoma separado. Al iniciarse la telofase, los cromosomas alcanzaron los
polos opuestos y el huso comienza a dispersarse en dímeros de tubulina y finalmente se vuelven
a formar envolturas nucleares alrededor de los conjuntos de cromosomas.

Profase. La transición de la fase G2 a la fase M del ciclo celular no es un proceso estrictamente


definido, aunque se ha encontrado la presencia de los genes supresores tumorales LATS1, que
invitro, regulan negativamente la proliferación celular en este punto de control, modulando la
actividad de la CDC2/ciclina A, pero el proceso es mucho más complejo y al parecer las quinasas
p38 y Chk1 guardan una estrecha relación en el paso de G2 a M.20, 22 La cromatina, que en la
interfase se halla difusa, se condensa lentamente formando cromosomas definidos, cuyo
número exacto es característico de cada especie. Cada cromosoma se ha duplicado durante la
fase S precedente y ahora consta de dos cromátides hermanas, cada una de las cuales contiene
una secuencia de ADN específica conocida como centrómero que permite la unión de las dos
cromátides por proteínas específicas, necesarias para la correcta segregación del cromosoma.
Hacia el final de la profase los microtúbulos citoplasmáticos que forman parte del citoesqueleto
interfásico se despolimerizan y empieza a formarse el huso mitótico.

Prometafase. Se inicia con la desintegración de la envoltura nuclear que se rompe originado


vesículas de membrana indiferenciables de las vesículas de retículo endoplásmico. En este
momento los microtúbulos del huso entran en la región nuclear. En cada centrómero maduran
complejos proteicos llamados cinetocoros que se unen a los microtúbulos del huso, que ejercen
una tensión sobre los cromosomas, los cuales se ven sometidos a movimientos agitados.

Metafase. Los microtúbulos del cinetocoro alinean los cromosomas en un plano ecuatorial de la
célula. Cada cromosoma se mantiene en tensión en esta placa metafásica por los cinetocoros
apareados y por sus microtúbulos asociados, los cuales están unidos a los polos opuestos del
huso (centríolos).

Anafase. Inicia cuando los cinetocoros apareados se separan, permitiendo que cada cromátida
sea arrastrada lentamente hacia un polo del huso.

Telofase. Los cromosomas hijos separados llegan a los poros y los microtúbulos del cinetocoro
desaparecen. Los microtúbulos polares se alargan aún más y se vuelve a formar la envoltura
nuclear. La cromatina condensada se expande y los nucleolos reaparecen; la mitosis ha llegado
a su fin.

Citocinesis. La citocinesis habitualmente es la división del citoplasma, pero no siempre


acompaña a la mitosis. Durante la citocinesis el citoplasma se divide mediante un proceso
denominado segmentación, el cual es normalmente dirigido por el huso mitótico, que es una
reorganización de los microtúbulos del citoesqueleto y es quien determina dónde y cuándo
ocurre. La partición en dos células hijas se da gracias a movimientos contráctiles producidos por
los filamentos de actina y miosina presentes en el momento de la citocinesis.

Período de la célula en que el material genético está separado del citoplasma por la carioteca y
el nucléolo es claramente visible al microscopio óptico. La forma que posee este núcleo suele
ser esférica, aunque hay excepciones: las células musculares los poseen fusiformes, las de las
células glandulares mucosas son discoidales, los leucocitos de nuestra sangre son polimorfos. En
las células vegetales su forma es discoidal. Número. Aunque las células poseen generalmente
un único núcleo, existen excepciones de células con dos e incluso con varios núcleos (por
ejemplo, las células de las fibras musculares estriadas).

El tamaño del núcleo interfásico guarda relación con el tamaño del citoplasma, cuyo volumen
aumenta en el curso de la vida de la célula, en tanto permanece constante el volumen del núcleo.
De manera que cuando la célula crece y adquiere un determinado volumen, se produce la
división celular. La relación núcleo-citoplasma se designa por K, y se expresa mediante la
siguiente fórmula:

K= Volumen del núcleo


Volumen de la célula - Volumen del núcleo

Cuando esta relación alcanza un determinado valor mínimo, que equivale un volumen máximo
del citoplasma, la célula se divide.

Envoltura nuclear
La envoltura está constituida por la membrana nuclear externa y la membrana nuclear interna,
separadas por un espacio perinuclear que oscila entre 20 nm y 40 nm. La membrana nuclear
externa se continua con la membrana del retículo endoplásmico rugoso.
Entre ambas membranas se localizan los poros nucleares (80 nm de diámetro), a través de los
cuales se produce el intercambio y transporte de moléculas grandes, como el ARN y las
proteínas, entre el interior del núcleo y el citoplasma.
Los poros son canales proteicos complejos formados por ocho bloques que se disponen en
forma octogonal, así como proteínas transportadoras centrales y proteínas da anclaje a zonas
de fusión entre las membranas nucleares interna y externa.
Existen unas proteínas nucleares (exportinas e improtinas) que permiten el transporte a través
de los poros nucleares desde el núcleo al citoplasma o en el sentido contrario.
Entre el nucleoloplasma y la membrana nuclear interna se observa, por último, una lámina
nuclear de naturaleza fibrilar que tiene función de soporte y está constituida por filamentos
intermedios. Su función está relacionada con la regulación de las interacciones entre la
cromatinas y la envoltura nuclear, la organización de esta, así como su desaparición y nueva
formación durante la mitosis.

• La membrana nuclear externa tiene un grosor de 70 a 80 Å. En su cara citoplasmática


presenta ribosomas adheridos por la subunidad mayor. El espacio perinuclear y la
membrana nuclear externa tienen continuación con la membrana del retículo
endoplasmático, y en células con poco retículo endoplasmático, cumplen su función.
• El espacio perinuclear o intermembranoso está comprendido entre las dos membranas
nucleares, y tiene un grosor de 100 a 200 Å, aunque en algunos lugares puede presentar
dilataciones de hasta 700 Å. Se comunica directamente con el lumen del retículo
endoplasmático.
• La membrana nuclear interna tiene asociada a ella, por la cara del nucleoplasma, una
red de fibras proteicas denominada lámina nuclear o corteza nuclear. Esta red de de
filamentos proteicos entrelazados, tiene como función el servir de punto de anclaje para
la cromatina y regular el crecimiento de la envoltura nuclear.

Los poros nucleares son complejos de proteínas que atraviesan la envoltura nuclear. Los poros
se forman o desaparecen según el estado funcional de la célula. Regulan el intercambio de
moléculas entre el núcleo y el citosol. A través de los poros, pasan libremente moléculas
hidrosolubles, y las macromoléculas como el ARN o las proteínas, que no son hidrosolubles,
intervienen en mecanismos de transporte activo.

La envoltura nuclear aparece en la telofase a partir de cisternas del retículo endoplasmático


organizadas por la lámina nuclear.

Cromatina
La cromatina está compuesta por ADN asociado a proteínas: histonas.
La unidas básica de la fibra elemental de la que está compuesta es el nucleosoma, constituido
por un complejo nucleosomal integrado por un octámero de histonas (complejo octamérico)
alrededor del cual se enrolla el ADN (dos vueltas); y el ADN espaciador situado a ambos lados
que une varios complejos nucleosomales.
En total, cada nucleosoma supone 200 pares de bases.

Las histonas son proteínas de bajo peso molecular, que contienen elevada proporción de
aminoácidos básicos. Se han descrito cinto tipos: H2A, H2B, H3, H4 Y H1. Las cuatro primeras
forman parte del complejo nucleosomal, mientras que la H1 está implicada en el
superenrrollamiento, responsable del plegamiento helicoidal de la fibra para formar fibras
complejas, las cuales se siguen enrollando para dar lugar a los solanoides, que a su vez
constituyen los bucles radiales, los cuales se enrollan helicoidalmente y experimentan sucesivos
grados de compactación en el núcleo en división hasta dar lugar a las cromátidas del cromosoma
metafásico. Son distintos por estos motivos:

• En la interfase, se produce la síntesis de proteínas y ARN, y la duplicación del ADN, por


lo es necesario que la información genética sea accesible, y el material genético se
encontrará extendido (cromatina).
• En la división celular, se reparte equitativamente el material genético a las células hijas.
El material se encontrará individualizado cromosomas.

Nucléolo

Es una estructura esférica visible en el interior del núcleo interfásico, cuya función principal es
la síntesis de las subunidades ribosómicas.
Está constituido por proteínas y ácidos nucleicos (1-3% de ADN y 10-30% de ARN) e interviene
activamente en la transcripción del ARNr, los que recién sintetizados maduran se unen con las
proteínas ribosómicas importadas del citoplasma, originando subunidades grandes y pequeñas.
En él se distingue una parte amorfa (nucleoloplasma) y otra densa, compuesta por una zona
granular donde tiene lugar la maduración, y por una zona fibrilar, que corresponde al área de
transcripción activa (organizadores nucleolares).

Es una estructura esférica, situada en el interior del núcleo, que carece de membrana. Suele
haber uno por célula, aunque algunas células pueden tener más (los ovocitos de los anfibios, por
ejemplo, contienen más de un millar de nucléolos).

El nucléolo es donde se sintetizan todos los tipos de ARNr. La función principal del nucléolo es
la síntesis de ribosomas, transcribiendo el ARN ribosómico para formar sus componentes. Está
relacionado con la síntesis de proteínas. En células con una síntesis proteica muy activa hay
muchos nucléolos.

Los nucléolos son más destacados en la interfase, y desaparecen cuando los cromosomas se van
condensando. Desaparece en la profase y reaparecen en la telofase.

Nucleoplasma
También llamado carioplasma, es el medio interno acuoso donde se encuentran inmersos los
demás componentes nucleares. Está integrado por proteínas, principalmente enzimas
relacionadas con el metabolismo de ADN y ARN.
En él está también la lámina nuclear antes nombrada en la envoltura nuclear, que forma una
trama que interacciona con el ADN y con la envoltura nuclear.
Por último, en el núcleo se produce la síntesis de ácidos ribonucleicos y a la replicación del ADN
nuclear.

El medio interno del núcleo se denomina nucleoplasma o matriz nuclear, y es similar al citosol.
Está formado por una dispersión coloidal compuesta por una gran variedad de principios
inmediatos como son: prótidos (aminoácidos, péptidos, histonas,
protaminas y enzimas implicados en la transcripción y replicación del
ADN...), ácidos nucleicos (nucleótidos, nucleósidos,ARNt, ARNm, ARNr...), lípidos (proteolípidos
), glúcidos (glucógeno), sales minerales, e iones. Dentro de esta matriz se encuentran
el nucléolo y la cromatina, separados por una red proteica tridimensional, similar
al citoesqueleto, que se extiende por todo el núcleo. La función de la matriz nuclear no sólo es
estructural, ya que muchas enzimas están asociadas con ella.

ESTRUCTURA DEL ADN

El ADN está formado por dos cadenas complementarias de polinucleótidos dispuestas en forma
de doble hélice antiparalela. El esqueleto de azúcar-fosfato se dispone en el exterior de la hélice
y las bases nitrogenadas se apilan en el interior. Las dos cadenas están unidas entre sí mediante
puentes de hidrógeno que se establecen entre bases complementarias. La adenina (A) se aparea
siempre con la timina (T) mediante dos puentes de hidrógeno, y la guanina (G) con la citosina
(C) mediante tres puentes de hidrógeno.

REPLICACIÓN DEL ADN

La transferencia de la información genética desde una célula parental a las dos células hijas exige
duplicar de forma precisa la molécula de ADN. Una vez resuelta la estructura molecular del ADN
en 1953, James D. Watson y Francis H. Crick comprendieron que la estructura en sí sugería un
posible mecanismo de replicación, en el cual cada una de las hebras actuaría de molde para la
síntesis de su cadena complementaria. Posteriormente, se comprobó que el modelo de
replicación semiconservativa era correcto. En eucariotas, la replicación del ADN se inicia cuando
el complejo multiproteico de reconocimiento de orígenes de replicación (ORIs) se une al ADN en
regiones ORI y recluta las helicasas, polimerasas y factores asociados necesarios para la
replicación del ADN. Cada cromosoma contiene numerosos ORIs, pero no todos los ORIs son
funcionales en cada ronda de replicación. La etapa del desarrollo embrionario, el tipo celular u
otros factores determinan el subgrupo de ORIs activos en cada ronda de replicación. La
replicación progresa bidireccionalmente a partir de los ORIs activos hasta que el cromosoma
completo se ha replicado. No todas las regiones ORIs de un organismo son idénticas. De hecho,
recuerdan a las secuencias promotoras de la trascripción (ver más adelante) en el sentido de
que son estructuras modulares altamente variables y complejas. En eucariotas se han descrito
cinco ADN polimerasas, siendo tres de ellas (α, δ, γ) las que principalmente catalizan la síntesis
del ADN (tablas I y II). Debido a que las hebras de ADN son antiparalelas y las ADN polimerasas
catalizan la elongación de la cadena exclusivamente en dirección, sólo la cadena puede ser
copiada de forma continua (hebra conductora).
3.1 Replicación de los extremos de un cromosoma (telómeros)

En el mecanismo anteriormente descrito, la necesidad de cebadores impide replicar los


extremos de moléculas de ADN lineales. Inevitablemente, en cada ciclo de duplicación los
cromosomas se acortan, produciéndose pérdidas del orden de 50 a 200 pares de bases por
división celular. Para compensar esta pérdida existen las estructuras teloméricas y la enzima
telomerasa. Los extremos de los cromosomas eucarióticos, denominados telómeros, son
estructuras altamente especializadas formadas por ADN y proteínas. El ADN telomérico está
constituido por miles de repeticiones en tándem de secuencias cortas ricas en guanina. En el
caso de los humanos y todos los vertebrados estudiados, la secuencia repetitiva es TTAGGG. La
longitud de los telómeros es específica de especie y en el caso humano oscila entre 5 y 15
Kilobases. El número exacto de repeticiones en tándem varía en función del individuo, el tipo
celular y el cromosoma concreto. El extremo del ADN telomérico finaliza en una cadena sencilla
rica en guaninas denominada Gstrand overhang, que en el caso de los humanos tiene una
longitud de 130 a 210 nucleótidos. Esta estructura es esencial para la estabilidad de los
telómeros. La telomerasac es la enzima que utilizan la mayoría de los organismos eucariotas
para el mantenimiento de sus telómeros. Se trata de una ADN polimerasa con actividad
transcriptasa inversa, que utiliza su componente ARN como molde para elongar las extensiones
3’ de cadena sencilla de los extremos cromosómicos, mediante la síntesis de novo de ADN
telomérico. Este mecanismo se divide convencionalmente en tres pasos: reconocimiento del
sustrato, elongación y translocación. Tras la actuación de la telomerasa, la ADN polimerasa
sintetiza la cadena complementariase sintetiza de forma discontinua en fragmentos (llamados
de Okazaki), que posteriormente son ligados para formar una hebra continua. El ADN de las
células eucariotas está unido a proteínas histonas. Lógicamente, la replicación del ADN está
acoplada a la síntesis de histonas. En cada ciclo de replicación del ADN el número de histonas se
duplica. Parece ser que las histonas recién sintetizadas se ensamblan con el dúplex de la cadena
retardada, mientras que las histonas originales permanecen en el dúplex de la hebra
conductora.

TRANSCRIPCIÓN DEL ADN

El primer paso de la expresión génica es la transcripción, proceso por el cual se sintetiza una
molécula de ARN complementaria a una de las cadenas del ADN. Los genes pueden estar
orientados tanto en sentido de centrómero a telómero como en el inverso, por lo que las dos
cadenas de ADN son codificantes. Por otro lado, hay que tener en cuenta que distintos genes
pueden estar parcialmente solapados en la secuencia de ADN, ya sea en la misma orientación o
en orientaciones inversas. De forma análoga al ADN, el ARN es un polímero lineal de nucleótidos
unidos por enlaces fosfodiéster entre carbonos. Sin embargo, existen diferencias estructurales
importantes. Enprimer lugar, el azúcar (pentosa) que contiene cada nucleótido es ribosa en lugar
de desoxirribosa. Además, la base nitrogenada timina no está presente, y en su lugar aparece el
uracilo. Finalmente, las moléculas de ARN son generalmente monocatenarias y de tamaños muy
variables.

Clásicamente, los principales productos de la transcripción son: ARN transferente (ARNt) que
activa a los aminoácidos y los transporta al ribosoma para la síntesis de proteínas, ARN
ribosómico (ARNr) que constituye la mayor parte del ribosoma y, ARN mensajero (ARNm) que
codifica la secuencia de los aminoácidos en las proteínas. En la actualidad, esto debe
considerarse una simplificación de la realidad, ya que cada vez existen más datos que
demuestran la presencia de un número elevado de genes que codifican ARNs con diferentes
actividades biológicas per se. El ARNr supone más del 80% del total de los ARNs. Las moléculas
de ARNr y ARNt son extremadamente estables, mientras que las de ARNm son degradadas tras
su traducción por la maquinaria de la síntesis de proteínas. La transcripción de los genes
nucleares está catalizada principalmente por tres ARN polimerasas.

La ARN polimerasa I transcribe los numerosos genes que codifican el ARN precursor
policistrónico ARNr. En humanos existen regiones ricas en genes ARNr en los cromosomas 13,
14, 15, 21 y 22. Cada una de estas regiones contiene un número aproximado de 300 a 400 genes
ARNr dispuestos en tándem. La ARN polimerasa II transcribe todos aquellos genes cuyos
productos serán traducidos en proteínas, así como varios genes que codifican moléculas
pequeñas de ARN involucradas en el procesamiento del ARN. La ARN polimerasa III transcribe
genes que codifican a varias moléculas de ARN pequeño.

La transcripción se inicia en las regiones promotoras proximales. Para poder unirse al ADN, las
ARN polimerasas necesitan interaccionar con los factores de transcripcióne generales (también
llamados basales) y otras numerosas proteínas asociadas. Tanto la estructura de los promotores
proximales como los factores de trascripción generales son específicos para cada ARN
polimerasa. Además de secuencias promotoras proximales, existen las denominadas secuencias
promotoras distales (que se pueden extender cientos de nucleótidos en del promotor proximal)
y otras secuencias reguladoras (potenciadores/enhancers y silenciadores) que pueden
localizarse a gran distancia (del orden de kilobases) del promotor proximal, tanto en dirección
5´ como en dirección (incluyendo regiones intragénicas). La acción coordinada de todos estos
elementos regula de manera fina los niveles de expresión de cada gen.

Etapas de la transcripción

Iniciación

Donde mejor está caracterizada la bioquímica de este proceso es en el caso de los promotores
de clase II, que son los promotores dependientes de la ARN polimerasa II, con secuencia
consenso TATAAAA (denominada “caja TATA”). En estos promotores, los complejos de
preiniciación se forman a partir de múltiples interacciones entre la holoenzima ARN polimerasa
II y los denominados general transcription factors (GTFs) TFIIA,-B, - D, -E, -F, -H y -J. El proceso
de formación del complejo se considera secuencial. Se iniciaría con la unión de TFIID al
promotor. Una vez unido TFIID al promotor, se incorporan al complejo de forma secuencial en
primer lugar TIIA y –B, a continuación, TIIF y la propia ARN polimerasa II y finalmente TIIE, -H y
–J. Hay que tener presente que TFIID es en sí mismo un complejo multiproteico compuesto por
la proteína TBP (TATA binding protein), que se une directamente al ADN, y al menos otras 14
proteínas conocidas generalmente como TAFs (TBP associated factors).

Elongación

Una vez formado el complejo de preiniciación, el extremo Cterminal de la ARN polimerasa II


(dominio CTD) es fosforilado en numerosos residuos. Esto provoca un cambio conformacional
en la polimerasa, de modo que se libera del complejo de preiniciación y comienza la síntesis del
transcrito primario. Existen distintos factores de elongación que regulan la velocidad de síntesis
y la procesividad de la enzima.

Terminación

No se han identificado las secuencias consenso de terminación de la transcripción. Se supone


que la terminación depende de las mismas señales que son responsables del procesamiento del
extremo del ARN. En el caso de los ARNs poliadenilados, las mismas señales que determinan con
precisión el nucleótido donde debe cortarse el ARN y añadirse la cola de poliA son las que dirigen
el proceso de terminación. Las señales de poliadenilación están bien caracterizadas en humanos.
Los elementos esenciales son una secuencia de seis nucleótidos altamente conservada
(AAUAAA) localizada a 10-30 nucleótidos en del sitio de corte y una secuencia menos conservada
pero rica en Us o Gs y Us en posición del sitio de corte.

Maduración

Todos los productos primarios de la transcripción se procesan hasta sus formas maduras
mediante una serie de modificaciones. Estas modificaciones afectan al extremo, al extremo y
pueden incluir la eliminación de secuencias internas no codificantes denominadas intrones.
ARNt La maduración de un ARNt requiere cinco pasos esenciales:

1) La eliminación del extremo por la ARNsa P

2) La eliminación del extremo por el efecto combinado de diversas endonucleasas y


exonucleasas

3) La adición del trinucleótido CCA al extremo

4) Corte y empalme “splicing” de intrones en algunos ARNt (en el caso de los humanos, tan sólo
el 6% de los genes de ARNt contienen intrones) por la acción combinada de una endonucleasa
que escinde el intrón y una ligasa que une los exones,

5) Numerosas modificaciones (particularmente metilaciones y desaminaciones) de los ARNt en


múltiples residuos.

ARNr En eucariotas, el procesamiento del ARN ribosomal tiene lugar fundamentalmente en un


subcompartimento del núcleo denominado nucleolo. En él, la ARN polimerasa I genera un gran
ARN precursor policistrónico (pre ARNr) que contiene la secuencia de los ARNr maduros 18S,
5.8S y 28S. Este ARN precursor es modificado químicamente en numerosos residuos y procesado
por numerosas exo- y endonucleasas hasta producir los ARNr maduros. El ARNr 5S se transcribe
independientemente en forma de precursor (pre ARNr5S) por la ARN polimerasa III.

ARNm

Los transcritos primarios del ARNm (pre-ARNm o ARN hn) son procesados por modificación de
bases (formación del CAP), poliadenilación y “splicing”.

• Formación del CAP en el extremo: consiste en la adición de un nucleótido de 7-metil


guanina al extremo del ARN mediante un enlace trifosfato. Esta estructura (denominada
CAP) tiene, al menos, dos funciones esenciales. Por un lado, estabiliza los ARNs
nacientes, al impedir su degradación por exonucleasas. Por otro lado, el CAP es una
estructura crítica para la iniciación correcta de la traducción. Además, la estructura CAP
se ha implicado en la regulación de la exportación al citoplasma y en la regulación del
splicing.
• Poliadenilación en el extremo: la poli-A polimerasa introduce de 200-250 adeninas (cola
de poli-A). La secuencia poli-A estabiliza el ARN al protegerlo de la acción de
exonucleasas. Además, se cree que la secuencia poli-A está implicada en la terminación
de la transcripción, en la exportación del mensajero al citoplasma y en la regulación de
la traducción.
• “Splicing”: corte de los intrones y empalme de los exones del ARN. El “splicing” del pre-
ARNm depende de un conjunto de cuatro ribonucleoproteínas (snRNPs) que se
ensamblan para formar un complejo, el cual permite que la reacción tenga lugar de una
manera ordenada y secuencial. En la mayoría de los pre-ARNm los intrones comienzan
con GU y finalizan con AG. Por su naturaleza, el mecanismo de splicing permite procesar
el ARN de numerosas formas alternativas. De hecho, el denominado “splicing
alternativo”, que puede ser constitutivo o específico de tejido, es una de las principales
causas por el que el número de proteínas codificadas por un genoma es mucho mayor
que el número de genes. El proceso de splicing está estrechamente acoplado al proceso
de transcripción, de tal modo que el proceso de eliminación de intrones y empalme de
exones se realiza a medida que dichas secuencias se transcriben, sin esperar a que la
ARN polimerasa II haya finalizado la trascripción del gen completo. Por esta razón, la
velocidad de transcripción modifica la forma en la que un gen es procesado por splicing.
Una vez eliminados los intrones, determinados complejos multiproteicos quedan unidos
al ARN en las uniones exón-exón. Estos complejos actúan favoreciendo la traducción.

TRADUCCIÓN DEL ARN

La traducción es el proceso por el cual una molécula de ARNm da lugar a una secuencia de
aminoácidos (proteína). En la traducción los nucleótidos (A, U, C, G) se leen de tres en tres sin
solaparse. De este modo, tres nucleótidos (codón) dan lugar a un aminoácido. Se llama código
genético al conjunto de unidades informativas, codones o tripletes de nucleótidos, que codifican
la secuencia de aminoácidos de las proteínas. El código genético es prácticamente universal y
está formado por 64 tripletes (43 =64). De los 64 codones posibles, 61 codifican aminoácidos y
tres son codones de parada (UAA, UAG, UGA). Como los aminoácidos son sólo 20 existen
tripletes sinónimos. El punto de partida para la lectura de los codones define la pauta de lectura
de un gen. Generalmente, la traducción se inicia a partir del primer codón AUG (codifica a
metionina), presente en el mensajero. Este codón determina el marco de lectura del gen. Una
alteración en el marco de lectura, que puede ser producido por una inserción o deleción,
modifica por completo el mensaje.

El código genético tiene una serie de características principales:

• No tiene solapamiento.

• No es ambiguo, es decir un codón indica un solo aminoácido.

• Es degenerado. La mayor parte de los aminoácidos (salvo metionina y triptófano) son


codificados por más de un codón (codones sinónimos). Las diferencias entre los codones que
codifican un mismo aminoácido se encuentran generalmente en la tercera base de los tripletes.
Las moléculas de ARNt son intermediarias entre las proteínas y los ácidos nucleicos. Todas las
moléculas de ARNt comparten unas características estructurales comunes. El anticodón del
ARNt está formado por tres nucleótidos que interaccionan con el codón del ARNm mediante
emparejamiento de bases complementarias. Estas interacciones permiten cierta flexibilidad
estructural (balanceo) en la posición, donde pueden tener lugar emparejamientos de bases
distintos a los del tipo Watson –Crick.

Los ARNts sirven como adaptadores entre los codones del ARNm y los aminoácidos apropiados.
En humanos, se han identificado más de 400 genes que codifican ARNts distintos. Existen ARNts
(isoaceptores) que, uniendo el mismo aminoácido poseen distintos anticodones. También
existen numerosos ARNts (isodecoder tRNAs) con secuencias distintas que, sin embargo,
contienen el mismo anticodón (y por supuesto unen el mismo aminoácido). No existen
moléculas de ARNt estándar con anticodones para los codones de parada. Sin embargo, el codón
UGA, en determinados contextos, puede codificar no para una señal de parada, sino para la
incorporación a la proteína naciente del aminoácido selenocisteina.

El proceso de síntesis proteica se lleva a cabo en un complejo ARN-proteína denominado


ribosoma. Los ribosomas de eucariotas son de 80S (una subunidad grande de 60S y una
subunidad pequeña de 40S). Las dos subunidades no están unidas entre sí permanentemente,
sino que se asocian cada vez que se inicia una nueva cadena polipeptídica. Los ribosomas tienen
dos sitios, el sitio A (aminoacilo) y el sitio P (peptidilo).

Etapas de la traducción

Activación de los aminoácidos

Consiste en la preparación de los aminoácidos para entrar en la síntesis proteica. La activación


de los 20 aminoácidos es catalizada por 20 enzimas dependientes de ATP, denominadas
aminoacilARNt sintetasas. Las aminoacil-ARNt sintetasas son específicas para cada aminoácido,
uniendo el aminoácido correcto a su ARNt. Algunos aminoácidos tienen más de un ARNt, pero
cada ARNt reconoce sólo a un aminoácido.

Iniciación

La subunidad pequeña del ribosoma se une al ARNm en su región (“upstream”) y comienza a


descender en dirección hasta que se encuentra con el codón de inicio (AUG), metionina más
cercana al extremo. En este punto se unen la subunidad grande y el ARNt iniciador cargado con
el anticodón UAC. El ARNt iniciador se une al sitio P del ribosoma. Ahora el ribosoma está
totalmente ensamblado y listo para iniciar la traducción.

Elongación

Un aminoacil-ARNt (una molécula de ARNt covalentemente unida a su aminoácido) es capaz de


reconocer y emparejarse con el siguiente codón del ARNm en el sitio A de la subunidad grande
del ribosoma. El aminoácido que le precede (metionina al comienzo de la transcripción) se une
al aminoácido que entra mediante un enlace peptídico. El ARNt iniciador es liberado del sitio P
y el ribosoma se mueve al siguiente codón sobre la molécula de ARNm. El ARNt que ha llegado
más recientemente, que es el que sostiene la cadena proteica creciente, cambia desde el sitio A
al sitio P del ribosoma. De este modo deja el sitio A vacío para la llegada de un nuevo complejo
aminoacil-ARNt.

Terminación La síntesis proteica termina cuando el ribosoma alcanza un codón de parada (UAA,
UAG, UGA). Los factores eRF (“protein release factors”) reconocen estos codones de parada
cuando llegan al sitio A. Así la unión de estas proteínas libera al polipéptido del ribosoma,
obteniendo la energía para realizarlo de la hidrólisis de una molécula de GTP. El ribosoma se
separa en sus dos subunidades, que posteriormente se podrán reensamblar cuando comience
otra ronda de síntesis de proteínas. En el proceso de traducción intervienen varios tipos de
proteínas que actúan como factores de iniciación, elongación y terminación. Existen dos
regiones que no se traducen en un gen (untranslated regions), una de ellas se encuentra entre
la CAP y el AUG iniciador (metionina) denominándose “región no traducida (UTR)” y la otra
ocupa desde el codón de parada (stop codon) a la cola de poliA denominándose “región no
traducida (UTR)”.

Meiosis y que
Es Mitosis
La mitosis y la meiosis son dos formas diferentes de división celular en las células eucariotas,
aquellas que poseen núcleo.

Durante el ciclo celular, la célula eucariota experimenta una serie de cambios que conducen a la
formación de nuevas células. Dependiendo del tipo de célula, esta podrá dividirse por mitosis o
meiosis.

Mitosis

La mitosis es un proceso de división celular que ocurre en el núcleo de las células eucariotas,
posteriormente a la duplicación del material genético en la interfase. Este proceso está presente
tanto en los seres unicelulares como en los pluricelulares. También se le conoce
como cariocinesis.

En la mitosis, una célula diploide da origen a dos células diploides con la misma información
genética.

Fases de la mitosis

La mitosis es un proceso continuo donde se pueden identificar cuatro fases sucesivas:


1. Profase: el material genético comienza a
condensarse y a formar hebras largas y
delgadas. Se forma el huso mitótico.
2. Metafase: desaparición de la envoltura
nuclear o carioteca y localización de los
cromosomas en el ecuador celular.
3. Anafase: los cromosomas migran a los polos
de la célula.
4. Telofase: en cada polo de la célula comienza
a reorganizarse la envoltura nuclear
rodeando los cromosomas que ya se están
descompactando.

A la mitosis le sigue el proceso de citoquinesis o citodiéresis, esto es, la división del citoplasma
para originar dos células hijas.

Importancia de la mitosis

La mitosis ocurre en las células somáticas indiferenciadas y las células pluripotenciales. Su


importancia radica en que es esencial para los siguientes procesos celulares:

• Desarrollo: a partir del cigoto, que es la primera célula de un individuo pluricelular, se generan
los millones de diferentes células que constituyen a un organismo superior.
• Crecimiento: permite un aumento en el número de las células en los organismos, promoviendo
el crecimiento de los mismos.
• Reparación y renovación de tejidos: por medio de la mitosis se regeneran nuevas células para
reemplazar a las células que mueren o que se pierden.

Meiosis

La meiosis es el proceso de división celular de una célula diploide (2n) para dar origen a cuatro
células haploides (1n). El resultado son los gametos o células sexuales: los espermatozoides en
el macho y los óvulos en las hembras de la mayoría de las especies.

El proceso general de la meiosis involucra dos divisiones nucleares sucesivas, sin duplicación del
material genético en el paso intermedio. Además, se produce el entrecruzamiento y
recombinación cromosómica, por lo que las cuatro células resultantes no necesariamente
portan la misma información genética.

Fases de la meiosis

Como la meiosis se produce después de dos divisiones nucleares, conocidas como meiosis I y
meiosis II, las fases reciben el mismo nombre que las etapas de la mitosis seguida del número
del período en el que ocurren:

Meiosis I

1. Profase I: los cromosomas homólogos se aparean e intercambian material genético por


entrecruzamiento.
2. Metafase I: Los cromosomas se localizan en
el ecuador de la célula de forma aleatoria.
3. Anafase I: Los cromosomas homólogos se
separan y se dirigen a los polos de la célula.
4. Telofase I: Los cromosomas que ya se
encuentran en los polos empiezan a
desorganizarse y a ser rodeados por la
envoltura nuclear.

Cuando termina este primer período de


división celular se obtienen dos células
diploides con la misma cantidad de material
genético.

Meiosis II

Las células hijas del período I entran en una corta interfase II, donde los cromosomas se
desorganizan y no hay duplicación genética.

1. Profase II: La cromatina se vuelve a condensar y la envoltura nuclear desaparece.


2. Metafase II: Los cromosomas formados por dos cromátidas se ubican en el ecuador de la célula.
3. Anafase II: las cromátidas hermanas se separan y son llevadas a los polos de la célula.
4. Telofase II: Los cromosomas ahora con una sola cromátida se encuentran en los polos y se
empieza a reorganizar la envoltura nuclear alrededor de ellos.

Al finalizar este segundo período de división nuclear, el resultado son cuatro células haploides,
cada una con la mitad del material genético.

Importancia de la meiosis
La meiosis ocurre únicamente en las células que darán origen a los gametos, o células
germinales. Gracias a este proceso, de una célula con una carga cromosómica igual a 2n se
generan cuatro células con carga cromosómica 1n.

En la meiosis se produce recombinación genética de los cromosomas homólogos, lo


cual incrementa la variabilidad genética en las especies.

La gametogénesis es el proceso de formación de los gametos o células sexuales, las cuales


poseen la mitad de la carga cromosómica 1n (haploides). Cuando dos gametos, uno masculino
y otro femenino, se fusionan, se forma una célula diploide 2n, esto es, con la carga genética
completa de la especie.
El cáncer es esencialmente una enfermedad de división celular incontrolada. Su desarrollo y

progresión suelen estar vinculados a una serie de cambios en la actividad de los reguladores del

ciclo celular. Por ejemplo, los inhibidores del ciclo celular evitan que las células se dividan cuando

las condiciones no son las adecuadas, por lo que la reducción de la actividad de estos inhibidores

puede promover el cáncer. Del mismo modo, los reguladores positivos de la división celular,

pueden conducir al cáncer si son demasiado activos. En la mayoría de los casos, estos cambios

en la actividad se deben a mutaciones en los genes que codifican proteínas reguladoras del ciclo

celular.

Aquí vamos a ver con más detalle qué pasa con las células cancerosas. También veremos cómo

las formas anormales de los reguladores del ciclo celular pueden contribuir al cáncer.

¿Qué hay de malo con las células cancerosas?


Las células cancerosas se comportan de manera diferente a las células normales del cuerpo.

Muchas de esas diferencias están relacionadas con el comportamiento de la división celular.

Por ejemplo, las células

cancerosas pueden

multiplicarse en un cultivo

(fuera del cuerpo en una placa)

sin que se adicionen factores de

crecimiento, o señales proteicas

que estimulan el crecimiento.

Esto contrasta con células

normales, las cuales necesitan factores de crecimiento para crecer en el cultivo.

Las células cancerosas pueden crear su propio factor de crecimiento, tener vías de factor de

crecimiento que estén atascadas en posición de "encendido" o, en el contexto del cuerpo,

incluso engañar a células vecinas para que produzcan factores de crecimiento que las

mantengan.
Las células de cáncer también ignoran las señales que deberían detener su división. Por ejemplo,

cuando las células normales cultivadas en una placa están apretadas por vecinos en todos lados,

ya no se dividirán más. Las células de cáncer, en cambio, continúan dividiéndose y se enciman

unas sobre otras en capas abultadas.

El ambiente en una placa es diferente del ambiente en el cuerpo humano, pero los científicos

piensan que la pérdida de inhibición de contacto en las células de cáncer cultivadas en una placa

refleja la pérdida de un mecanismo que normalmente mantiene el balance del tejido en el

cuerpo.

Las células de cáncer pueden dividirse muchas más veces, en gran parte porque expresan una

enzima llamada telomerasa, que invierte el desgaste de los extremos del cromosoma que

sucede normalmente durante cada división celular.

Las células cancerosas también son diferentes de las células normales en otras maneras que no

están directamente relacionadas con el ciclo celular. Estas diferencias les ayudan a crecer,

dividirse y formar tumores. Por ejemplo, las células cancerosas adquieren la capacidad de migrar

a otras partes del cuerpo, un proceso llamado metástasis, y de promover el crecimiento de

nuevos vasos sanguíneos, un proceso llamado angiogénesis (que da a las células tumorales una

fuente de oxígeno y nutrientes). Las células cancerosas tampoco experimentan muerte celular

programada, o apoptosis, en las condiciones en que las células normales si lo harían (por

ejemplo, debido al daño del ADN). Además, investigación emergente demuestra que las células

cancerosas pueden experimentar cambios metabólicos que contribuyen a un mayor crecimiento

y división celular.
¿Cómo se desarrolla el cáncer?

Las células tienen muchos mecanismos diferentes para restringir la división celular, reparar los

daños en el ADN y evitar el desarrollo de cáncer. Debido a esto, se piensa que el cáncer se

desarrolla en un proceso de varias etapas, en el que múltiples mecanismos deben fallar antes

de que se alcance una masa crítica y las células se vuelvan cancerosas. Específicamente, la

mayoría de los cánceres emergen cuando las células adquieren una serie

de mutaciones (cambios en el ADN) que hacen que se dividan más rápidamente, evadan

controles de división internos y externos, y eviten la muerte celular programada.

¿Cómo podría funcionar este proceso? En un ejemplo hipotético, una célula podría primero

perder la actividad de un inhibidor del ciclo celular, un evento que haría que las descendientes

de la célula se dividan un poco más rápidamente. Es poco probable que sean cancerosas, pero

pueden formar

un tumor benigno, una

masa de células que se

dividen demasiado, pero

no tienen el potencial de

invadir otros tejidos

(metastatizar).

Conforme pasa el
tiempo, puede ocurrir
una mutación en alguna
de las descendientes de
las células, lo que causa
un aumento en la
actividad de un
regulador positivo del
ciclo celular. La
mutación puede no
causar el cáncer por sí
misma tampoco, pero la descendiente de esta célula se dividiría incluso más rápidamente, lo
que crea un grupo más grande de células en las cuales podría ocurrir una tercera mutación. Con
el tiempo, una célula podría tener suficientes mutaciones para adquirir las características de una
célula cancerosa y dar lugar a un tumor maligno, un grupo de células que se dividen
excesivamente y pueden invadir otros tejidos.

A medida que progresa un tumor, sus células típicamente adquieren cada vez más mutaciones.

Los cánceres en etapas avanzadas pueden tener cambios importantes en sus genomas, que
incluyen mutaciones a gran escala, tales como la pérdida o la duplicación de cromosomas

enteros. ¿Cómo surgen estos cambios? Por lo menos en algunos casos, parece que se deben a

la inactivación de mutaciones en los mismos genes que mantienen estable al genoma (es decir,

los genes que previenen que ocurran o se transmitan las mutaciones).

Estos genes codifican las proteínas que detectan y reparan el daño del ADN, interceptan agentes

químicos que se unen al ADN, mantienen las tapas de telómero en los extremos de los

cromosomas y juegan otros roles de mantenimiento importantes. Si uno de estos genes muta y

no funciona, otras mutaciones pueden acumularse rápidamente. Así pues, si una célula tiene un

factor de estabilidad del genoma no funcional, sus descendientes pueden alcanzar la masa

crítica de mutaciones necesarias para el cáncer mucho más rápidamente que las células

normales.

Los reguladores del ciclo celular y el cáncer


Sin embargo, en general las mutaciones de dos tipos de reguladores del ciclo celular pueden

promover la evolución del cáncer: los reguladores positivos podrían sobreactivarse (volverse

oncogénicos), mientras que los reguladores negativos, también llamados supresores tumorales,

podrían inactivarse.

Oncogenes
Los reguladores positivos del ciclo celular pueden estar sobreactivos en el cáncer. Las formas

sobreactivas de estos genes se llaman oncogenes, mientras que las formas normales, que aún

no mutan, se llaman protooncogenes. Este sistema de nomenclatura refleja que un

protooncogén normal puede convertirse en un oncogén si muta en una forma que aumente su

actividad.

Las mutaciones que convierten los protooncogenes en oncogenes pueden tomar una variedad

de formas diferentes. Algunos cambian la secuencia de aminoácidos de la proteína, lo que altera

su forma y la atrapan en un estado "siempre activo". Otros implican amplificación, en la que la

célula adquiere copias extra de un gen y, por lo tanto, comienza a producir demasiada proteína.

Muchas de las proteínas que transmiten señales del factor de crecimiento son codificadas por

protooncogenes. Normalmente, estas proteínas conducen la progresión del ciclo celular

solamente cuando están disponibles los factores de crecimiento. el receptor del factor de

crecimiento, la proteína Ras, y la enzima señalizadora Raf son codificadas por protooncogenes.

Ras es una proteína G, lo que significa alterna entre una forma inactiva (fijada a la pequeña
molécula GDP) y una forma activa (fijada a la molécula similar GTP). Las mutaciones que causan

cáncer a menudo cambian la estructura de Ras de modo que ya no pueda cambiar a su forma

inactiva, o puede hacerlo solo muy lentamente, lo cual deja a la proteína atascada en el estado

de "encendido".

Supresores tumorales
Los reguladores negativos del ciclo celular podrían ser menos activos (o incluso completamente

inactivos) en las células cancerosas. Los genes que normalmente bloquean la progresión del ciclo

celular son conocidos como supresores tumorales. Los supresores tumorales evitan la formación

de tumores cancerosos cuando trabajan correctamente, y cuando estos mutan y por lo tanto no

funcionan, se pueden formar tumores.

Uno de los supresores de tumores más importante es la proteína tumoral p53, que desempeña

un papel clave en la respuesta celular al daño del ADN. p53 actúa principalmente en el punto de

control G1, donde bloquea la progresión del ciclo celular en respuesta al ADN dañado y otras

condiciones no favorables.

Cuando el ADN de una célula está dañado, una proteína sensora activa a p53, que detiene el

ciclo celular en el punto de control G1 al activar la producción de un inhibidor del ciclo celular.

Esta pausa gana tiempo para la reparación del ADN, que también depende de p53, cuyo segundo

trabajo es activar las enzimas de reparación del ADN. Si el daño es reparado, p53 liberará a la

célula, lo que le permite continuar a través del ciclo celular. Si el daño no es reparable, p53

desempeñará su tercer y último papel: activar la apoptosis (muerte celular programada) para

que el ADN dañado no sea heredado.

Cuando p53 es defectuoso, una célula con el ADN dañado puede proceder con la división celular.

Las células hijas de tal división probablemente heredarán las mutaciones debido al ADN no

reparado de la célula madre. A lo largo de las generaciones, las células con p53 defectuoso

tienden a acumular mutaciones, algunas de las cuales pueden convertir protooncogenes en

oncogenes o inactivar a otros supresores tumorales.

p53 es el gen más comúnmente mutado en cánceres humanos y las células cancerosas sin

mutaciones de p53, probablemente inactivan p53 a través de otros mecanismos.

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