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Análisis jurisprudencial OPR: sistemas de responsabilidad civil

Profesora: Lilian San Martín


Alumno: Nahuel Ariel Ponce Ancamilla

1. Síntesis del fallo


“Gajardo Orellana, Linda Cristel con Sociedad Educacional Alfacentauro Limitada”, Corte
Suprema, 26/09/2019 rol N°2.706-2015
A lo que sucede en el caso es que, la infante de tres años de edad al estar en el
establecimiento educacional, al realizar una mala maniobra se cae y se provoca una
fractura. Los funcionarios del establecimiento, determinaron que la magnitud de la caída
no fue de tanta magnitud, al llegar a su hogar los padres se dan cuenta que la gravedad
del asunto era mayor por lo que deciden llevarla a un recinto hospitalario de urgencias el
cual les confirma que se trataría de una fractura.
Que para el conocimiento del tribunal quedó acertado en la resolución que,
aproximadamente a las 14:00 horas del 10 de marzo de 2015, el cual correspondía al
segundo día de clases de la alumna Linda Catalina Bravo Gajardo, la cual al momento tenía
tres años de edad. Linda al intentar subir a una pizarra la cual está a un metro del suelo,
cayó al suelo y sufrió una fractura de húmero, a pesar de todo esto, continuó su jornada
escolar ya que en el colegio no se apreció la magnitud de su lesión. Retornó a su hogar
aproximadamente a las 18:00 horas.
Sus padres al darse cuenta que estaba lesionada y presentaba dolor e inflamación en su
brazo izquierdo, la llevaron de urgencia a un centro de atención médica, alrededor de las
18:30. Se le diagnostico fractura de diáfisis del húmero. Fue enyesada y se le recetaron
medicamentos.
Si bien el colegio cuenta con seguro para accidentes escolares y se les ofreció a los padres
utilizarlo, finalmente este no fue utilizado, por lo que los padres costearon el tratamiento
médico. Agregar que tanto la madre como el padre vieron alterada su convivencia
habitual a raíz de los dolores físicos de su hija y la preocupación que les generó.
El colegio incumplió el protocolo establecido para accidentes escolares ya que no dio aviso
inmediato a la apoderada de la menor de la ocurrencia del accidente.
Los padres retiraron a su hija del colegio.
Cabe destacar que esta corresponde a la última instancia judicial, tanto como en primera
instancia como en segunda se les rechazó la demanda, llegando así a la corte suprema vía
recurso de casación en el fondo. A consecuencia de todo lo anterior la Corte Suprema
decide que no puede acoger el recurso propuesto, desestimándolo bajo lo dispuesto en
los artículos 764 y 767 del Código de procedimiento civil.

2. Análisis
La pretensión de la actora en primer parte se basa en los artículos 1437, 1438, 1439, 1545,
1546 y 1556 del código civil chileno. Donde alegan que el actuar de los funcionarios del
colegio no corresponde con el estipulado en el contrato, constatando de un acto ilícito,
incumpliendo el contrato de prestación de servicios educacionales, mientras que la
alumna no falló en ninguna parte de sus obligaciones en el contrato, estando habilitada
para poder recurrir.
Por el otro lado, la demandada alega que, no existe un incumplimiento contractual
generador de perjuicios, ya que la inobservancia del reglamento y la forma en que
ocurrieron los hechos no encuentra dentro de la responsabilidad contractual, incluso si así
lo fuera, no existe relación causal entre el incumplimiento que se le atribuye a la
demandada y los perjuicios causados, ya que éstos se derivan directamente del accidente
sufrido por la menor en el establecimiento educacional, y no de la inobservancia del
reglamento. Agregando al caso que, y tal como se le da a conocer a la demandante, el
colegio contaba con seguro para accidentes y fueron los padres mismos los que
rechazaron tal recurso.

La segunda arremetida de la actora se basa en hacer responsable a la demandada por la


denominada responsabilidad extracontractual, en el escrito ella manifiesta que se
infringieron los artículos 2314, 2316, 2322 y 2329 del código civil de chile, tales alegatos
ella los presenta en forma subsidiaria a la demanda. Ella afirma que los funcionarios del
colegio demandado no tomaron las medidas necesarias para proteger a la menor luego de
ocurrido el accidente, infringiendo el deber de cuidado y protección porque no la
atendieron adecuadamente, tampoco le proporcionaron los necesarios auxilios médicos y
tampoco dieron aviso del accidente a sus padres conducta culposa que constituye una
causa directa y necesaria del daño reclamado.
En síntesis los jueces desestiman la demanda por la nula existencia de un nexo causal,
todo esto, en relación a que existe una imposibilidad de establecer una relación causal
entre el hecho denunciado y los daños reclamados, pues los daños se derivan
directamente del accidente sufrido por la menor en el establecimiento educacional y no
de la inobservancia del reglamento.
Si nos remitidos específicamente a los requisitos de la responsabilidad extracontractual
nos encontraríamos con:
a. Acción u omisión: fue un acto auto-producido por la víctima.
b. Culpa o dolo: la demandada actúa en culpa, en razón al art 44 del código civil el
cual explica que toda persona que falte en su diligencia o cuidado, corresponde a
culpa.
c. La no concurrencia de una causal de exención de responsabilidad: en lo que
sucede no concurre ninguna existente, por ejemplo, no concurre caso fortuito dad
que no existe una fuerza mayor o tampoco el estado de necesidad ya que no se
está mitigando ningún daño por parte de los funcionarios al estar omitiendo.
d. Capacidad del autor: no se cumple ningún requisitos de ser incapaz enumerados
en el artículo 2319 del código civil de chile.
e. Daño a la víctima:
a. Linda, la alumna, se fracturó el humero, provocándole secuelas físicas como
también psíquicas.
b. el daño de la víctima es, 1 cierto, 2 aun o es indemnizado y 3 se lesiono un
derecho o interés legítimo.
c. El daño que le incurrió a Linda, correspondería a daño a la persona,
apoyado por el artículo 2329 del código civil de chile.
f. Causalidad: es aquí donde no existe un nexo entre el actuar de las personas, los
funcionarios del colegio, con el daño de la menor, si bien es cierto que los
dependientes del lugar no estaban mirando a la menor, está se auto-provoco las
heridas graves. La ley presume por el hecho ajeno respecto de las jefes de
establecimientos educacionales no se extiende a los daños que el discípulo o
alumno puede causarse a sí mismo, como sucede con el accidente de autos. En el
caso se da a entender y se verifica que las lesiones fueron auto-provocadas por lo
que no es causa del acto de omisión de los funcionarios del establecimiento, a los
cuales se le atribuye este “mal actuar” consistente en no haber observado
fielmente el protocolo respectivo, a consecuencia de esto, rechazan la demanda al
no verificarse un hecho ilícito y culpable de parte de la demandada que origine el
daño que reclaman los demandantes.

La historia sería diferente si el accidente se hubiere producido por no haberse cumplido la


obligación de seguridad que impone el contrato educacional, ahí existiría responsabilidad
contractual. Por otro lado existiría responsabilidad extracontractual, todo momento que,
se hubiere producido por culpa o negligencia del establecimiento de educación, pero estas
hipótesis son desestimadas al concluir que el hecho que le generó daño a la alumna y
eventualmente a sus padres fue la caída que sufrió por su actividad y no el hecho ilícito
consistente en no haber observado fielmente el reglamento.
3. Conclusión.
A primeras miras, el caso parecer ser que en una última instancia la actora, ganaría, pero
no, no es así, la actora reclama cosas que no son coherentes con los hechos relatados ni
tampoco con la forma que esta las presenta, efectivamente puede existir o tal vez, existe
responsabilidad civil, pero la demandante no precisa ni tampoco determina sus ideas. La
actora no precisa un daño que no sea la lesión sufrida por la menor con ocasión del
accidente y sus efectos, cuya ocurrencia no constituye el fundamento de la demanda.
Todo esto sucede dado que si bien el daño se produce por el no avisar a tiempo a los
padres de la lesión existente, dado que están obligados por mandato legal hacerlo, ellos
no lo hacen, por el lado extracontractual, ella reclama que por no haber tomado las
providencias necesarias para salvaguardar la salud y estado físico de la menor y que existe
un nexo de vigilancia entre la lesión y la falta de cuidado que sería una negligencia en el
actuar del personal. Sin embargo todo esto queda invalido a todo momento que se
reclama a persona de la mamá y no de la infante que sufrió la lesión. También se reclama
lucro cesante y costeos de gastos, pero nada de esto está comprobado en juicio, por lo
que no puede ser aceptado.
No se presenta ninguna relación de causalidad con el daño, como bien se mencionó antes,
lo que reclama la madre es que debido a la poca o nula observancia de parte de los
funcionarios, fue que su hija sufrió la caída, cosa que no se constata dado que la niña se
cayó sola y se auto-infringió la lesión fractura. En otros términos no hay prueba, y ni
siquiera descripción, de daños sufridos. Es de parte de ella que deben surgir los reclamos
dado que así opera el sistema civil chileno.
Para cerrar, cabe pensar si realmente existe o no responsabilidad o no, si bien ha sentido
común parece lógico que el colegio debiera responder o que los tribunales les debería dar
la razón, dado que una niña sufrió una fractura en un establecimiento y que esta no fue
socorrida ni menos se les avisó a los padres del acontecimientos, se debe elaborar y
entregar una buena demanda, con ideas ordenadas y claras sobre las pretensiones, de los
hechos y sobre de derecho, para así que un tribunal pueda actuar sobre derecho, y
esclareciendo si es o no un caso de responsabilidad y si corresponde alguna
indemnización.

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