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SEMANA NACIONAL DE LA NUTRICIÓN

13 al 18 de mayo 2013

La Semana Nacional de la Nutrición fue creada por decreto ejecutivo No. 2049-SPPS en
1972 y es celebrada durante el mes de mayo, coincidiendo con el Día del Agricultor, que es
el 15 de mayo. Esta actividad es coordinada por el Ministerio de Salud con la participación
activa del Ministerio de Educación Pública, la Caja Costarricense de Seguro Social, las
universidades y otras instituciones del sector salud, educación, agricultura y las
comunidades. Esta celebración se creó con el propósito de fortalecer acciones dirigidas a
promocionar una alimentación saludable y cada año se elige un lema que relaciona la
nutrición con un tema de interés actual. La semana nacional de la nutrición se celebra esta
año del 13 al 18 de mayo y el lema seleccionado es:

¡Si los niños y niñas comen frutas y vegetales y juegan más…


prevenimos la obesidad!
El consumo diario de frutas y vegetales, en cantidad suficiente y una alimentación bien
equilibrada, ayuda a prevenir y reducir el riesgo de enfermedades, como las del corazón,
los accidentes cardiovasculares, la diabetes, estreñimiento, hipertensión, exceso de
colesterol, obesidad e incluso ciertos tipos de cáncer, así como deficiencias de
micronutrientes y vitaminas.

Una alimentación rica en frutas y vegetales, es naturalmente baja en grasa, colesterol y


sodio, y rica en potasio, fibra, vitaminas antioxidantes (vitaminas A, C y E) y fitoquímicos,
que son sustancias protectoras de la salud.

Las vitaminas, los minerales y otros componentes de las frutas y vegetales son esenciales
para la salud humana. Los fitoquímicos, son compuestos que dan color a las frutas y
vegetales y tienen efectos antioxidantes, antiinflamatorios y fortalecen el sistema
inmunológico.

La fibra alimentaria de estos alimentos mejora la digestión y ayuda a reducir los niveles
de colesterol en la sangre.
Según las Guías Alimentarias para Costa Rica, las frutas y vegetales son el segundo grupo
de alimentos que se debe de consumir diariamente en mayor proporción y se recomienda
consumir al menos 5 porciones entre frutas y vegetales al día por persona, que es la meta
poblacional establecida por la Organización Mundial de la Salud.

Comer en familia ayuda a los niños a alcanzar sus 5 porciones de frutas y vegetales al
día.

Los niños que comen al menos una comida junto a su familia, tienen mayores
probabilidades de consumir más cantidad de frutas y vegetales que aquellos niños que no
comen juntos en familia. Todo esto resulta fundamental para la creación de sus hábitos
alimentarios propios y preferencias.

La comida familiar no afecta solamente la ingesta de frutas y vegetales, sino que puede ser
un predictor de la calidad general de su dieta.

Adicionalmente, hay otros beneficios distintos al nutricional, ya que comer en familia


representa mayor tiempo para conversar, estimula e incentiva la planificación de las
comidas junto a los padres y representa una oportunidad ideal para modelar conductas
saludables alrededor de la mesa, los alimentos y hasta los valores familiares.

Ya que los hábitos alimentarios se forman y definen en la niñez, la promoción de comer en


familia debe formar parte de las campañas de salud pública que concientizan acerca de la
salud y los valores familiares mediante intervenciones sencillas.
El mensaje clave y final es: Comer frutas y vegetales en familia puede ayudar a alcanzar las
recomendaciones de la comunidad científica mundial: 5aldía, y representa una oportunidad
para mejorar las conductas familiares alrededor de la comida y los alimentos.

Más consumo de frutas y vegetales reduce el riesgo de obesidad a mediano y largo


plazo.

La calidad de la dieta que mantiene un niño es de vital importancia, no solo para el


desarrollo intelectual, sino para mantener un estado de salud óptimo y alejarse de lo que
hoy día se considera la epidemia del siglo XXI; el sobrepeso y la obesidad. Es
recomendable que las frutas y vegetales se encuentren muy presentes en la alimentación
infantil, es un modo de construir un buen futuro para nuestros hijos e hijas.

El aumento de la obesidad ha ido en paralelo con el aumento en la producción y oferta de


“comida chatarra”, bebidas azucaradas y entretenimiento electrónico. En las ciudades
modernas, llenas de automóviles, polución y azotadas por la inseguridad, los mismos
padres prefieren que sus niños permanezcan en casa frente a la televisión o con video
juegos, apostando de esta manera al sedentarismo.

No desayunar lleva a comer más

El ayuno hace que la gente esté con más hambre durante el día y se aumenta el deseo por
comer más alimentos de alto contenido calórico.

Conforme se acelera la transición alimentaria hacia alimentos con gran contenido de grasas
y azúcar en todo el mundo, muy agradables al paladar, con texturas blandas, como la
repostería o los alimentos preparados listos al uso, tipo snacks, existe el peligro de que las
frutas y los vegetales queden marginados en la alimentación de las personas.

Cinco hábitos que se recomienda a padres de familia o tutores que buscan


combatir la obesidad infantil en la casa son:

1) Introducir más frutas y vegetales

El consumo de frutas y vegetales es fundamental para combatir la obesidad infantil. Los


padres pueden incorporar frutas a la dieta de los niños reemplazando los dulces y las grasas
a la hora de comer un bocadillo. Para aumentar el consumo de vegetales se sugiere que los
padres preparen y condimenten los vegetales que más les gustan a sus niños y que los
ayuden a reducir el consumo de grasas y comidas altas en calorías. Lo importante es
aumentar las probabilidades de que los niños consuman frutas y vegetales y bocadillos
saludables.

2) Pasar menos tiempo enfrente de una pantalla

La obesidad difícilmente se combate con éxito sin cambiar hábitos sedentarios como ver
demasiada televisión, jugar videojuegos o pasar horas frente a la computadora. Todos esos
son momentos sedentarios que contribuyen al desarrollo de la obesidad. Lo ideal es limitar
a una hora al día el tiempo que los niños pasan frente a una pantalla. De esa forma los
niños tendrán más tiempo disponible para seguir el próximo consejo: poner sus cuerpos en
movimiento.

3) Aumentar la actividad física

Se recomienda que los niños hagan por lo menos una hora diaria de actividad física. No se
trata de que se entrenen para un deporte en específico o que el ejercicio sea riguroso todos
los días. Se trata de que los niños jueguen en los espacios abiertos, que pasen menos tiempo
encerrados en casa, que salgan a jugar y que tengan un estilo de vida que no sea sedentario.

4) Eliminar el consumo de bebidas azucaradas

En los últimos años se ha dado una explosión en el consumo de bebidas azucaradas como
gaseosas, jugos y bebidas energéticas e incluso muchas veces las familias desconocen
cuánta azúcar contienen estas bebidas. Las bebidas gaseosas tienen muchas calorías y no
contribuyen a una dieta saludable, por lo que se deben de evitar al máximo. Lo ideal es que
los padres fomenten el consumo de agua en el hogar para así inculcar a los niños hábitos
saludables.

5) Dar el ejemplo a los hijos

Los buenos hábitos de salud son posibles si los padres les dan suficiente importancia en el
hogar. No se trata de que los padres de familia les digan a sus hijos e hijas que tengan
hábitos saludables si ellos mismo no los tienen. Toda la familia tiene que tener hábitos
saludables, salir a caminar juntos, tratar de reducir el número de horas de televisión y tratar
de evitar el consumo de bebidas azucaradas.

La adopción de estilos de vida saludable debe ser promovida desde la familia en casa y
llevar estos hábitos a la escuela y ponerlos en práctica en los diferentes entornos y personas
con la que se convive.

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