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Terapia genética
La técnica todavía está en desarrollo, motivo por el cual su aplicación se lleva a cabo
principalmente dentro de ensayos clínicos controlados, y para el tratamiento de enfermedades
severas o bien de tipo hereditario o adquirido.
Secuencia genética:
Todos los organismos vivos tienen un genoma con la información biológica indispensable
para su desarrollo y función, la cual se hereda a la siguiente generación.
El genoma está constituido por una o más moléculas de ácido desoxirribonucleico (ADN),
un tipo de ácido nucleico, el cual es un polímero de compuestos químicos denominados
nucleótidos, que están constituidos por una base nitrogenada, un azúcar pentosa, y de uno a tres
grupos fosfato
Alteraciones genéticas:
Una mutación o variante genética, es una base o secuencia en el ADN que puede diferir
entre individuos de la misma especie.
La postura de la iglesia:
En cambio, se opone cuando se trata de una mera manipulación genética que busca alterar la
naturaleza humana y posibilitar la selección del sexo. El Vaticano dejó en claro su posición en dos
documentos: Donum Vitae, de 1987, y Dignitas Personae, de 1997.
Justicia
El principio de justicia en terapia génica debe ser el mismo que se manda en todas las
áreas de la medicina, ya que el problema ético de la terapia génica consiste en que la eficacia
clínica no ha sido todavía demostrada. A pesar de los numerosos protocolos se pueden producir
daños irreversibles. Y no todos los tratamientos con terapia génica han sido exitosos. Debido a
estos riesgos se afecta al principio de justicia del Informe de Belmont, ya que se complica la
equidad en la distribución de quien merece la aplicación de la terapia génica.
Beneficencia
Ante esta situación se suma que la normatividad y legislación existentes para este tipo de
actividades o procedimientos son inapropiados o inexistentes, por lo que los médicos deben
autorregularse de acuerdo con sus propias creencias y convicciones.
Para poder alcanzar los objetivos de la terapia génica es necesario superar los problemas
éticos basados en un marco jurídico; como el de la Declaración Universal sobre el Genoma
Humano y los Derechos Humanos (Unesco, París, 11 noviembre de 1997):
En nuestro país aún no existen normas, ni leyes que avalen o aprueben estos
procedimientos, no se encuentra normado, por lo que es un procedimiento que no es legal.
Ingeniería genética:
Es una rama de la genética que se concentra en el estudio del ADN, pero con el fin su
manipulación. En otras palabras, es la manipulación genética de organismos con un propósito
predeterminado.
Al principio se planteó sólo para el tratamiento de enfermedades genéticas, pero hoy en día se
plantea ya para casi cualquier enfermedad.
Eugenesia:
La eugenesia supone una intervención en los rasgos hereditarios para ayudar al nacimiento de
personas más sanas y con mayor inteligencia
La eugenesia surgió en el corazón de la Inglaterra victoriana a fines del siglo XIX y fue definida por
Sir Francis Galton, su creador, como "la ciencia que trata con todas las influencias que mejoran las
cualidades innatas de una raza".
Autonomia del donante: Según el punto de vista filosófico, humanístico y ético de la medicina,
recientemente se ha disputado la existencia de un criterio necesario que los pacientes deben
cumplir antes de que los médicos los declaren muertos; aunado al conocimiento y la practica
médica, éste es que la muerte debe estar fuera del alcance de todo esfuerzo de resucitación para
restablecer la vida.
En general, la donación de fallecido, aporta los órganos a pacientes anónimos de una lista de
espera. Sin embargo, en casos excepcionales se debe permitir que la familia del donante dirija la
donación a un receptor específico
Aspectos bioéticos en comercialización: En nuestro país, la legislación que regula todas las
actividades relacionadas con el proceso de Donación y Trasplante es el Decreto de Ley 91-96: Ley
para la Disposición de Órganos y Tejidos Humanos. La Ley guatemalteca exige el anonimato en la
donación, no es posible dar a conocer la identidad del donante al receptor ni viceversa. No
obstante, es posible que a las familias de los donantes se les informe del destino de los órganos
donados, de la edad y circunstancias de la enfermedad de los receptores y del funcionamiento del
trasplante tras la operación; si es que así lo desean.
Todas las personas mayores de 18 años se consideran para efectos de esta ley en Guatemala
como donadores potenciales de órganos y tejidos