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El ensayo es compuesto por tres partes, en la primera se enmarca brevemente lo

que significó el giro espacial como crítica al quehacer científico que neutralizaba el
conocimiento desde la mirada geométrica del espacio. La segunda parte presenta
el croquis de ubicación como una propuesta de mapeo de los lugares desde la
corporeidad. Por ultimo, se plantea el croquis como un gesto de diálogo plural y de
construcción de la realidad encaminado hacia una ética del otro.

Es determinante el papel que han jugado los mapas dentro de la representación


gráfica del espacio, siendo objeto de innumerables críticas, particularmente sobre
su neutralidad frente a la gestión del espacio, confinándose como meros
instrumentos de legitimación del poder (Harley). El conocimiento que estos mapas
ofrecen es el de una verdad insostenible por sí misma, desbordada frente a la
creciente complejidad de la realidad construida pluralmente.

Cabe ahora preguntar por la importancia del componente gráfico para establecer
modos de conocer el espacio y, de manera más próxima, para la construcción de
otras formas de construir el conocimiento. En este contexto surge con particular
interés el croquis de ubicación como una propuesta de representación gráfica
espacial, una figura notoria perdida en la abrumante inmensidad de lo cotidiano.

A1
Mapas de Harley y el poder.
A2
La academia francesa de ciencias se encargó de llevar a profundidad la promesa
cartesiana del conocimiento científico, conduciendo su hacer al plano geométrico,
Panofsky lo subraya en el paradigma de la perspectiva de un punto de fuga como
símbolo del contexto de conocimiento unívoco de la época.
A3
La ficción del conocimiento científico se cimienta sobre el objetivismo que, según
De Certeau[ CITATION Cer97 \l 3082 ], ha conducido a la extinción de todo ápice
de vida en el espacio. El conocimiento científico pasa por alto que cualquiera que
sea nuestra ruta de entrada a la realidad está guiada por una perspectiva situada
por nuestro cuerpo. El objetivismo proyecta la ilusión de que se puede hablar
desde cualquier perspectiva, haciéndonos creer que podemos generar
conocimiento en completo sesgo con la realidad.
A4
En la geografía se estructuraría esta crítica al positivismo, enunciando así el giro
espacial, que consistiría la recuperación de la experiencia vivida del espacio,
considerándolo inseparable del tiempo. Ahora se acepta la finitud del tiempo,
nuestro tiempo, con la certidumbre de nuestra muerte, para abordar desde nuestra
mortalidad el mundo.[ CITATION Ped14 \l 3082 ]
De esta manera la narración (tiempo) es ahora situada (espacio).
Nuestra finitud deja de ser ahora el obstáculo a vencer para la adquisición de
conocimiento y se vuelve, de acuerdo con Pedragosa, la condición desde la cual
generarlo.
Mi percepción parcial y plural de un objeto se multiplica y enriquece con la
incorporación de la pluralidad de puntos de vista que los otros aportan sobre ese
mismo objeto. P41
El sujeto corpóreo, dice Pedragosa, comprende el objeto de estudio superando el
distanciamiento que el científico guarda con este.
A5
Merleau Ponty enfatizaría la relación del cuerpo con el espacio en un proyecto por
reencarnar la consciencia, coronando la metáfora del giro espacial al incorporar la
mente, antes extirpada. Para el filósofo, el cuerpo no está en el espacio sino que
es del espacio y lo percibe en tanto que movimiento.
Podríamos argumentar que mapear el movimiento es mapear el cuerpo, su danza.
Se le mapea entonces desde su narración y ubicación.
B1
Lynch ofrece una tesis impecable en el arte de mapear imágenes colectivas de la
ciudad, el autor capta las narraciones a través de mapas mentales.
En el tenor de la filosofía del cuerpo, cabe ahora argumentar que los mapas, más
que mentales, devienen corpóreos.
B2
De acuerdo a Malpas, la topología se centraría no en el estudio de las áreas sino
en lo que su raíz griega establece en la relación topos-logos como “decir el
lugar”p34-35 [CITATION Mal08 \p 34-35 \l 3082 ]
Consistiendo en la narración localizada que anteriormente se enfatizaba dentro del
giro espacial.
B3
Esto se puede comparar con la inscripción elaborada por el topógrafo, como oficio
que lleva por método la topología.
En este caso, el topógrafo,
“Comprende la región desde dentro de ella misma (…) se involucra activamente
en el territorio (…) mapea las interconexiones (…) entre las partes (…) mediante
cruce de caminos y viajes que sigue a través del paisaje.” P52 pedragosa.
El topógrafo, podríamos decir, mapea con la metodología de la topología.
B4
Un trabajo similar podemos encontrar en el instrumental etnográfico de Narvaez,
quien nos muestra como herramienta de mapeo el croquis de ubicación, aquel que
con frecuencia utilizamos en la vida cotidiana.
Las personas entrevistadas realizan croquis del entorno urbano, el etnógrafo nos
cuenta que “el cuerpo del mapa está hecho de sus acciones en su mundo; sus
protestas; es una representación (para mi, nueva), que está en el límite de la
imagen y el testimonio” p115 narvaez
El investigador etnográfico es participante de la realidad que construye, no cae en
la ingenuidad de que exista un sesgo entre él y lo observado.
B5
LIMITES:
El croquis no narra al lugar, narra más bien al cuerpo del espacio.
Narra su movimiento. Espacio temporal.
Lo que muestra el croquis son los límites del cuerpo.
Se dibuja cuanto mundo posible hasta sus límites, los límites del lenguaje.
Un mapa del cuerpo, de la mente encarnada del espacio que da razón de sus
límites a través de su movimiento, de su danza.
El dibujo se vuelve epidérmico, devela la membrana del espacio.
C1
Los límites muestran el encuentro con otro cuerpo, con otra espacialidad.
Para Malpas (2015), la diferencia entre lugar y espacio se expresa en “la idea de
lugar como aquello que, a través del borde o límite que le pertenece, también abre
un espacio. El lugar está así atado al límite y el espacio a la apertura dentro del
límite.” p.3
Así pues, el lugar no puede ser dicho hasta que se mapean los límites corporales.
El lugar es el límite. Se anuncia en la posibilidad de contacto erótico, contacto
liminar.
C2
Su amor no era sencillo.
Los detuvieron por atentado al pudor. Y nadie les creyó cuando el hombre y la
mujer trataron de explicarse. En realidad, su amor no era sencillo. Él padecía
claustrofobia, y ella, agorafobia. Era solo por eso que fornicaban en los umbrales.
M. Benedetti.
Posibilidad de encuentro. El lugar produce el encuentro, y el encuentro, al lugar.
C3
La topología permite mapear pluralmente (interdisciplinariamente) el espacio
urbano, volcado sobre el concepto y su sustancia. El croquis, como manifestación
topológica, se presenta como oportunidad de conocer la ciudad que el otro habita.
El croquis es apertura al conocimiento en diálogo. El croquis, como palabra, se
lanza al encuentro de la escucha. Es una pintura a dos pinceles. El croquis puede
ser metáfora y en ese lenguaje ser portador de traducción. Es caricia en tanto que
busca el encuentro con sus límites.
C4
“Lo acariciado no es tocado, hablando con propiedad. No es lo aterciopelado ni la
tibieza de esa mano dada en el contacto lo que la caricia busca. Es esa búsqueda
de la caricia lo que constituye su esencia, por el hecho de que la caricia no sabe lo
que busca. Este no-saber, este desarreglo fundamental es lo esencial en ella. Es
como un juego con algo que se sustrae, y un juego absolutamente sin proyecto ni
plan, no con lo que puede llegar a ser nuestro y nosotros, sino con algo otro,
siempre otro, siempre inaccesible, siempre por venir. Y la caricia es la espera de
ese porvenir puro sin contenido.” Levinas, E. Totalidad e infinito. 1977:82
C5
“la imagen real se yuxtapone a los sueños, juntos hacen el mapa mental” p117
En los relatos mostrados por Narvaez[ CITATION Nar11 \l 3082 ] se revela la
estrecha relación de los habitantes con los objetos con que interactúan, haciendo
eco de la teoría de Lynch[ CITATION Lyn08 \l 3082 ] en que las personas no
suelen prestar similar atención a las acciones que estos mismos provocan.
Es una creación colectiva.
C6
Regresar al lugar, según Malpas, es regresar al encuentro con el otro
La topología encuentra en el cuerpo una topografía y, en la caricia, una herramienta. La idea de
cuerpo en la noción de lugar es lo que Proust llama la construcción de un nuevo ver. Así, la
topología se nos presenta como para Merwin la poesía, como un modo de ver por primera vez.
C7
El croquis no es una descripción, ya que de manera enactiva, se nos revela como
una construcción, pues la percepción no nos llega sino que es algo que nosotros
hacemos. El croquis, pues, es el habla del lugar.
Cuando Merleau Ponty dice “soy mi cuerpo” no lo hace para interpretarse de manera literal sino
como un ser-expresivo, una obra de arte diría P-G. Entonces, el ser se expresa como obra de arte en
el develar el lugar. El camino es hecho al andar, como bien lo diría A. Machado.
C8
Esta aproximación encuentra cobijo en la metodología del caminar como meditación (movimiento
corpóreo), dándole habla al lugar. Para Mujica, el acto de escritura es un caminar en la nada, esa en
la que todos nacemos, la nada que Nishida ve como un lleno pleno, como el vientre antes de dar a
luz. Ese acto creador de escritura caminada nos revive. Inspirándonos nuevamente en los versos de
Mujica, el lugar puede pensarse poéticamente o poetizarse pensativamente.

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